Legislatura XXVII - Año I - Período Extraordinario - Fecha 19170504 - Número de Diario 24

(L27A1P1eN024F19170504.xml)Núm. Diario:24

Colegio Electoral

ENCABEZADO

MÉXICO, VIERNES 4 DE MAYO DE 1917.

DIARIO DE LOS DEBATES DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

PERÍODO EXTRAORDINARIO XXVII LEGISLATURA TOMO I.- NÚMERO 24

SESIÓN DEL COLEGIO ELECTORAL DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS CELEBRADA EL DÍA 4 DE MAYO DE 1917

SUMARIO

1. Se Pasa lista. Se abre la sesión. Se lee y aprueba el acta de la anterior. - 2 Se pone a discusión el dictamen de la 1a sección relativo al 7º distrito electoral del Estado de Puebla. La primera proposición de este dictamen es aprobada económicamente y la segunda es rechazada en votación nominal, suscitándose un incidente en el que toman parte varios CC. diputados por el hecho de haber rectificado su voto el C. Solórzano José I. - 3. Suspendida la sesión del Colegio Electoral se abre la de la Cámara de Diputados informando de sus comisiones los CC. Velázquez y Urueta. - 4. Reanudada la sesión del Colegio Electoral varios CC. diputados rectifican hechos levantándose en seguida.

DEBATE

Presidencia del C. ROMAN ALBERTO.

El C. Prosecretario Del Castillo Porfirio, a las 10 a. m.: Hay una asistencia de 130 CC. diputados; hay quórum.

El C. Presidente: Se abre la sesión del Colegio Electoral.

- El mismo C. Secretario: El acta de la sesión anterior dice: (Leyó). Está a discusión. ¿No hay quién tome la palabra? ¿Se aprueba? Aprobada.

El C. Soto Rosendo A: Señor Presidente: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Soto Rosendo A: Para suplicar a la secretará consulte a la Asamblea si se permite que la 2a. sección de la 1a. comisión revisora de credenciales formule o pueda formular el dictamen sobre la credencial del 17o. distrito electoral del Estado de Jalisco, por estar en las siguientes condiciones: Hasta la fecha se sabe únicamente que los expedientes llegaron a Guadalajara. La Comisión, que es muy escrupulosa, que puede ser que tenga razón, me ha dicho que no puede dictaminar esa credencial, precisamente por falta de expediente; sólo que la H. Asamblea se lo permita. Por eso pido que se consulte a la Asamblea, tomando como base los precedentes que se han sentado aquí de que ya se han aprobado 5 ó 6 credenciales en esas condiciones, basándose únicamente en la credencial, sin expedientes, por no haber llegado éstos y fundándose en que no ha sido objetada, la credencial. Yo suplico a la Secretaría que se consulte a la Asamblea y si la Asamblea permite a la Comisión, que se formule el dictamen en seguida de esto, como en el caso del doctor Alonso Romero; y, además, otra petición: Que la discusión de credenciales se sujete esencialmente a las relativas a los diputados y presuntos diputados que están en esta sesión.

El C. Presidente: Manifiesto a usted que debe hacer su proposición por escrito. No podemos retirar la orden del día por esta clase de peticiones que se hacen únicamente en esa forma.

El C. Soto: Únicamente que se consulte a la Asamblea si permite a la Comisión formular dictamen en esas condiciones, para que la Comisión pueda hacerlo.

El C. Presidente: Haga usted su petición por escrito.

El C. Secretario López Lira: "Segunda Comisión revisora de credenciales. - Sección 1a.

"H. Asamblea:

"Revisado minuciosamente el expediente relativo al 7o. distrito electoral del Estado de Puebla nos encontramos entre varios documentos los que en seguida pasa esta

Comisión a poner en conocimiento de la H. Asamblea. Una credencial a favor del C. Antonio de la Barrera que lo acredita como diputado propietario por el referido distrito y firmada por el Presidente de la Junta Computadora, C. Santiago J. Rocha y por cuatro secretarios. Una credencial a favor del C. Delfino Torijano para diputado propietario, firmada por dos secretarios y seis ciudadanos escrutadores. Un certificado del Presidente Municipal de Izúcar Matamoros que dice: "No es ni ha sido vecino de ese distrito el C. de la Barrera." Un certificado de varios vecinos del distrito de Chiautla en que declaran no ser vecino ni haber radicado en ese distrito el C. de la Barrera. Una carta dirigida al C. de la Barrera por el C. Agustín Verdín en que dice que Torijano nació en un pueblo del Estado de Morelos y no ha radicado en el 7o. distrito del Estado de Puebla. Certificado del teniente coronel Manuel Gómez de la guarnición de Izúcar Matamoros en que dice: "Que para evitar un conflicto en que apareciera intervenir la fuerza armada se convino en extender dos credenciales para diputado propietario; una a favor del C. Antonio de la Barrera y otra a favor del C. Torijano." Certificado del Presidente Municipal del Presidente Municipal de Izúcar que dice que en los pueblos de Ayutla, Putla, Malasco y Colutlán de esa municipalidad no hubo elecciones el 11 de marzo. Oficio del Juzgado de Distrito de Puebla en que aparece que el C. Santiago J. Rocha, Presidente de la Junta Computadora quitó a los CC. Sebastián Guevara y Miguel Olivares el paquete relativo a las elecciones del municipio de Xochiltepec, aconsejándoles declarasen que los zapatistas les habían quitado el referido paquete. Acta de la Junta Computadora en que detallan los cómputos de todas las casillas anotando los sufragios para cada uno de los candidatos propietario y suplente y que al revisarlos esta comisión los encuentra conformes a excepción de 800 votos que no aparecen y que debieran de haber sufragado los pueblos de Colucán, Putal, Masaco, Ayutla, Xochiltepec y Totoltepec en favor del C. Antonio de la Barrera que esta comisión no puede estimar como buenos por no haberse efectuado elecciones en dichas poblaciones. Tampoco estima esta comisión como buenos 450 votos a favor del C. Antonio de la Barrera por las haciendas de San Nicolás, Xochiapa y San Carlos por no haber venido las respectivas boletas. Descontados estos votos de 1,783 en favor del C. de la Barrera quedan en favor de éste 533 votos. Revisado el cómputo del C. Delfino Torijano esta Comisión ha considerado nulos 380 votos por Cuatzingo y 20 por Colucán que deducidos del cómputo de 1,156 votos quedan buenos en favor del C. Torijano 756 votos. Igual número de sufragios a la copia de listas de escrutinio que obran en el expediente firmadas por secretarios y escrutadores de la Junta Computadora del 7o. distrito electoral.

"Esta comisión por todo lo antes expuesto pone a la consideración de la H. Asamblea los siguientes puntos de resolución:

"1o.- Son buenas las elecciones por el 7o. distrito electoral del Estado de Puebla.

"2o.- Es diputado propietario el C. Delfino Torijano y suplente el C. Herminio Arcos.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados. - México, abril 21 de 1917. - Juan Zubaran. - Antonio Ancona Albertos. - Jonás García." - (Rúbricas).

"Después de dictaminado han llegado a esta Comisión dos padrones de Ayutla fechado el 5 de marzo pasado, en que aparecen que todos los ciudadanos que forman el padrón votaron en favor del C. de la Barrera, los que acompañan al expediente para conocimiento de la H. Asamblea."

El C. Cepeda Medrano: Pido la palabra para suplicar al señor Presidente se sirva ser consecuente con el acuerdo de esta Asamblea, que ha dispuesto que se presenten a debate únicamente las credenciales de los presuntos diputados que estén presentes y ese fué el último acuerdo tomado y que está en vigor.

El C. Presidente: Se va a dar lectura por la secretaría a un oficio del C. de la Barrera en que pide que sea discutida su credencial a pesar de que él está ausente.

El C. Cepeda Medrano: Perfectamente bien.

- El mismo C. Secretario: "C. Presidente de la muy H. Cámara de Diputados al Congreso de la Unión. - Presente.

"Con el profundo respeto que me merece ese alto Cuerpo Legislativo, tengo el honor de dirigir a usted el presente a fin de que se sirva, si en ello no encuentra inconveniente, dar cuenta con él a la H. Asamblea para que se digne resolver lo que seguidamente solicito:

"Negocios urgentes y delicados de familia, me hicieron marchar hace unos cuantos días a la ciudad de Guadalajara, de la que regresé a esta población ayer por la mañana, no concurriendo a la sesión que tuvo verificativo, en virtud de ignorar que la hubiera.

"Por la crónica de la prensa me he enterado del incidente que se suscitó el día de ayer, con motivo de la moción suspensiva que presentaron para aplazar la discusión de mi credencial, los CC. Porfirio del Castillo y Antonio Ancona Albertos, incidente en el cual, mi contrincante el señor Delfino Torijano desempeñó el principal papel vertiendo frases injuriosas en mi contra y pretendiendo hacer creer que tenía yo miedo de concurrir a la discusión de mi credencial, cosa muy lejos de ser, pues felizmente el miedo no lo conozco, ya no en las luchas parlamentarias, sino tampoco en la infinidad de combates que como

revolucionario he librado contra los compañeros de Torijano, o sea "los huertistas."

"Bien comprendo que el señor Torijano quiso aprovechar ayer la ocasión de encontrarme ausente, para dar como vulgarmente se dice "puñalada de pícaro" y con esto me demuestra a las claras, que, el miedo que él me atribuye a mí, es él quien lo tiene y por eso quería con toda vehemencia que la credencial legítima extendida a mi favor y la ilegítima sacada por él a unos escrutadores, se discutiera sin tardanza alguna.

"A mí siempre me ha gustado ser benévolo, y como quiera que sé perfectamente que mi asunto es legal a toda prueba, no obstante que los señores Juan Zubaran y Jonás García, miembros de la primera Comisión, por su sectarismo y estrecha amistad que tienen con Torijano, han fallado en mi contra, quiero darle gusto al señor Torijano de no estar presente en la discusión de mi credencial para que no sienta ese miedo profundo que ha revelado ayer y que de una manera tan artera me ha atribuido a mí.

"El incorruptible C. Antonio Ancona Albertos, miembro de la Comisión encargada de dictaminar en mi asunto, no ha estado conforme con el procedimiento de sus compañeros de Comisión, y por ello es que ha fundado su voto particular.

"Como sé que el fallo de la muy H. Asamblea debe ser apegado a la más estricta justicia, tranquilo lo espero cualquiera que éste sea, y por lo mismo, me permito suplicar a usted de una manera muy atenta se digne, previa aprobación de la H. Cámara, poner a discusión desde luego mi credencial, seguro de que ella misma resolverá rechazar el dictamen dado por los señores Zubaran y García y aprobar el voto particular emitido por el C. Antonio Ancona Albertos.

"Dígnese usted, señor Presidente, aceptar para sí las seguridades de mi alta estimación y hacer extensivo mi profundo respeto a esa H. Cámara que tan merecidamente usted preside.

"Constitución y Reformas. - México, 30 de abril de 1917.

"Presunto diputado por el 7o. distrito electoral del Estado de Puebla. - Antonio de la Barrera. - (Rúbrica.)"

El C. Manjarrez: Para una aclaración, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Manjarrez.

El C. Manjarrez: Este oficio del señor de la Barrera fue subscripto hace varios días; pero en la actualidad está dispuesto a venir a defender su credencial, sólo que él ignoraba que hoy iba a haber por la mañana sesión del Colegio Electoral, porque días pasados no ha habido. Si la Asamblea quiere suspender la discusión de esta credencial, bueno, y si no, yo defenderé esa credencial.

El C. Cepeda Medrano: Pido la palabra, señor Presidente.

- El mismo C. Secretario: La Mesa no tiene empeñó en que se discuta desde luego esa credencial y se sujeta a lo que disponga la Asamblea.

El C. Cepeda Medrano: Consecuente usted con las resoluciones de la Asamblea, debe suspender la discusión de esa credencial porque así está acordado por nosotros y si es un acuerdo tomado antes o después de ese escrito que se presentó, conforme a la fecha, debe ser usted consecuente con las resoluciones de la Cámara, señor Presidente, y no puede procederse a la discusión si no está presente el señor de la Barrera.

El C. Presidente: Solamente se ha tenido en cuenta la petición del mismo señor de la Barrera.

El C. Cepeda Medrano: Pero es posterior en fecha a la resolución que tomó la Cámara.

El C. Ramírez Garrido: Pido la palabra para contestar al señor.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Ramírez Garrido.

El C. Ramírez Garrido: Ya esta credencial se ha aplazado tres veces; el señor de la Barrera tiene la obligación que tienen todos los presuntos diputados de estar presentes aquí para no estarnos haciendo perder tiempo, como ha sucedido ya. Además, hay una carta de su puño y letra en que manifiesta que no desea venir aquí a la discusión, y esa carta tiene más valor que la declaración de mi buen amigo el señor Manjarrez.

El C. Secretario López Lira: la Mesa sostiene su trámite y pregunta a la Asamblea si se aplaza la discusión de este asunto. Los que crean que deba aplazarse se servirán poner de pie. No se aplaza la discusión de este asunto y por lo tanto se procede a ella desde luego. Las personas que deseen hacer uso de la palabra se servirán pasar a inscribirse.

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Manjarrez.

El C. Manjarrez: Ciudadanos diputados: Cumplo con un deber que me impone el espíritu democrático, viniendo a defender, no la credencial de mi amigo el teniente coronel de la Barrera, sino la voluntad de uno de los distritos del Estado de Puebla, manifestada en las últimas elecciones. No vengo yo a hacer cargos personales al señor Torijano, porque yo no gusto de hacer cuestiones personales estas cuestiones que son puramente legales. Además, no gusto tampoco de lanzar cargos que no estén comprobados, porque ello implica un delito. Sucedió, señores diputados, que el señor de la Barrera y yo hicimos una campaña que se pudiera decir gemela. Después de recorrer los distritos o los pueblos que corresponden al 6o. distrito electoral, pasamos a recorrer los que corresponden al

7o. distrito electoral. Allí ya pudimos darnos cuenta de que había una tremenda presión en contra del señor de la Barrera por enemistades que tiene con el Ayuntamiento de Matamoros; sin embargo, nosotros pudimos poco a poco ir deshaciendo esa oposición de las autoridades civiles. Cuando llegó el momento en que nos reuniéramos en la Junta Computadora, yo representé al señor de la Barrera en Matamoros y allí apareció que la mayoría de los pueblos que nosotros habíamos recorrido, no llegaron a tiempo. Ahora aparece en el expediente un certificado del propio Ayuntamiento de Matamoros cuyos miembros son enemigos del señor de la Barrera, certificando que esos pueblos no estaban controlados por el Gobierno. la H. Comisión no se dignó tomar en cuenta los nuevos votos que han llegado ya y que fueron encontrados por el mayor Rivera al hacer la revisión del expediente presidencial y, según tengo noticias, no los tomó en consideración la Comisión por ese certificado. No es la primera ocasión que se presenta el caso de que una autoridad, ya sea civil o militar, asiente esto o aquello en contra de la verdad; pero, señores, tanto en mi caso como en el caso del señor de la Barrera, nosotros hemos recorrido esos pueblos a pesar del certificado; el ferrocarril pasa por esos pueblos a pesar del certificado, porque el certificado no ha tenido el mágico poder de derribar postes ni levantar la vía, ni destruir nada. Ahora bien, señores diputados, ¿No en el caso del señor Benito Ramírez se computaron los votos que llegaron a esta Asamblea, al seno de la Comisión, no pasando por la Junta Computadora? ¿Por qué en el caso del señor de la Barrera no hemos de hacer los mismo? ¿Por qué la H. Comisión revisora no hizo el cómputo de esos votos? Para demostrar, por último, la presión que hubo en Matamoros por parte de las autoridades civiles, me voy a permitir interpelar a la H. Comisión para que me diga si existe o no existe allí un documento, una comunicación del pueblo de Coatzingo.

El C. Zubaran, Presidente de la Comisión: ¿Me permite la Presidencia contestar? (dirigiéndose al orador): Después que acabe usted de hacer uso de la palabra, contestará la Comisión.

El C. Manjarrez, continuando: En esa comunicación del pueblo de Coatzingo se dice lo siguiente, poco más o menos: En contestación al oficio de usted, en que me da instrucciones sobre la elecciones, le manifiesto que no hubo elecciones aquí, propiamente dichas, porque ese día llegaron los zapatistas; pero que reunidos 385 vecinos, todos acordaron por unanimidad nombrar Presidente de la República al señor don Venustiano Carranza; senadores, a don Fulano Contreras y a don Fulano Zafra; diputados a Torijano y Herminio Arcos. ¿Estos no es una prueba fehaciente de la imposición que hubo por parte de la autoridad civil? Creo que sí. En esta virtud, yo me permito suplicar a los compañeros que se sirvan dar su voto en contra del dictamen de la Comisión.

El C. Zubaran: Señor Presidente: Pido la palabra, en nombre de la Comisión.

El C. Cepeda Medrano: Para hacer una interpelación a la Comisión.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Zubaran.

El C. Zubaran: Suplico a la Presidencia ordene a la Secretaría que dé lectura al acta Computadora de la Junta y a los documentos de que ha hecho mención el señor Manjarrez, así como al acta del Juzgado del Distrito relativa a los manejos del Presidente de la Junta Computadora.

El C. Secretario López Lira: La Comisión pide se dé lectura al acta de la Junta Computadora, en alguna de sus partes. Dice: "Por la Municipalidad de Coatzingo resultó nombrado diputado con la mayoría de trescientos ochenta votos el C. Delfino Torijano, para suplente con el mismo número de votos el C. Herminio Arcos A., cuya elección la comprueba solamente una acta hecha en aquella municipalidad por su Ayuntamiento, según el oficio sin número que giró el Presidente Municipal de aquella localidad, y fue llegada a esta Junta Computadora por oficio número 432, girado por el Presidente Municipal de esta cabecera de Matamoros. Por el pueblo de Colocan resultó nombrado diputado Delfino Torijano con 20 votos, y para suplente el C. Herminio Arcos con el mismo número de votos; a esta elección solamente la ampara como documento una acta levantada por la junta auxiliar y vecinos del mismo pueblo, el cual fue escrito de puño y letra por el candidato suplente Herminio Arcos, según lo comprobaron los firmantes. Por los pueblos de Mazaco, Putla, Ayutla, Colocan, Xochiltepec y Totoltepec resultó nombrado diputado propietario el C. Antonio de la Barrera con la mayoría absoluta de 800 votos, y para suplente el C. Agustín Verdín con el mismo número de votos, cuyos documentos se concretan a dos cursos presentados por los CC. Alberto Ronquillo y F. C. Manjarrez, representantes, el primero, del Partido Liberal del Estado, y el segundo, de la candidatura de la Barrera y Verdín, jr.; por la hacienda de San Nicolás, Ranchos de Xuchapa y San Carlos, resultan nombrados diputados propietarios y suplentes, los CC. Antonio de la Barrera y Agustín Verdín, con la mayoría de 450 votos, respectivamente, según escrito presentado a esta Junta Computadora por los CC. F. C. Manjarrez, como representante del candidato Antonio de la Barrera, y el segundo como Secretario del "Club Antirreeleccionista Miguel Cástulo de Alatriste." - C. M. F. Martínez.

Al margen un sello que dice: "Ejercito Constitucionalista. - Brigada 16. - El C. Manuel Gómez, teniente coronel del Ejército Constitucionalista, comisionado actualmente

como jefe accidental de la brigada "16" y jefe de la guarnición de esta plaza:

"Certifico: que el día 18 fui requerido por uno de los miembros del "Club Antirreeleccionista Miguel Cástulo Alatriste," de esta ciudad, para poner la paz en la Junta Computadora de votos de este lugar, porque el Presidente de ella, C. Santiago J. Rocha, quiso sostener votos ficticios en favor del C. Antonio de la Barrera, y para evitar un conflicto desagradable, en que apareciera intervenía la fuerza armada, se convino en extender dos credenciales, una a favor del C. profesor Delfino Torijano y otra a favor del C. Antonio de la Barrera, para que ambos candidatos comprueben a quien corresponda quién de los dos triunfó legalmente en las elecciones.

"Constitución y Reformas. - Puebla, 31 de marzo de 1917.

"El teniente coronel jefe de la guarnición, Manuel Gómez. (Rúbrica)."

"El subscripto, Presidente Municipal de esta cabecera, hace constar: Que la firma que cubre el anterior documento es del puño y letra del señor teniente coronel Manuel Gómez y la que usa en todos sus actos oficiales, según documentos que existen en esta oficina.

"Constitución y Reformas. - I. de Matamoros, 31 de marzo de 1917. - Teófilo Macareno. - M. Guerrero, Secretario. (Rúbricas)."

Al margen un sello que dice: "Estado libre y soberano de Puebla, Distrito de Matamoros. Municipalidad de Coatzingo.

"En el Municipio de Coatzingo, a las ocho de la mañana del día 11 de marzo de 1917, reunidos en la sala municipal los regidores Dolores Chávez, Román Cortés, Manuel Vázquez, Reyes Macías y Serafín Arrutia, miembros que forman el H. Ayuntamiento de esta cabecera, y bajo la Presidencia del C. Miguel Centeno, regidor 1o. propietario, que actúa interinamente, por enfermedad del Presidente. Anselmo Rodríguez, y aquél, haciendo uso de la palabra, manifestó a los regidores: Que estando facultados por 380 vecinos de este pueblo, para emitir sus votos, para el nombramiento de Presidente de la República, diputados y senadores al Congreso de la Unión, se hace necesario proceder a estos trabajos, por ser el día designado para ellos. Los munícipes, en atención a lo expuesto por el C. Presidente, manifestaron de conformidad y, al efecto, procedieron al nombramiento de Presidente de la República, resultando electo el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, C. Venustiano Carranza. Continuando con el nombramiento de diputado propietario resultó electo el C. profesor Delfino Torijano, y suplente Herminio Arcos; para senadores propietarios, 1o. el C. licenciado Felipe T. Contreras, 2o. al C. Jesús Zafra; en el mismo orden se procedió al nombramiento de senadores suplentes, 1o. al C. licenciado Agapito Guarneros y 2o. al C. Juan Ramírez Ramos; nombramientos que a nombre de los vecinos de este pueblo sostendrá este Ayuntamiento.

"Con lo que terminó el acto, levantándose la presente, acordando que por triplicado se remita a la Presidencia Municipal del Distrito, para que por su digno conducto puedan llegar a los lugares que correspondan.

"P. M. D. L. L. - Miguel Centeno . - Román Cortés. - Dolores Chávez. - Manuel Vázquez. - Reyes Macías. - Serafín Arrutia. - (Rúbricas)."

El C. Zubaran: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra C. Zubaran.

El C. Zubaran: Señores Diputados: por la lectura del dictamen y por la lectura que varios documentos ha hecho la Secretaría, verán ustedes que la Comisión se ha apegado estrictamente a la ley, deduciendo su dictamen de los que arroja el expediente. El acta de la Junta Computadora viene minuciosamente detallada y como hubo una lucha ruda entre los candidatos, ha podido observar la Comisión que de los 26 paquetes de boletas venían perfectamente los votos anotados a cada candidato. De conformidad con lo que dice la Junta Computadora, se presentó allí el señor Manjarrez, acompañado de otro ciudadano, y declaró: "Que en los pueblos de ... (leyó) debieron haber votado por el candidato Antonio de la Barrera 800 votos, sin existir ninguno de esos, y habiendo una declaratoria de que no hubo elecciones en dichos pueblos. La junta revisora no pudo aceptar este número de votos. En el mismo caso está el Señor Torijano, diciendo que por Coatzingo, a lo que hizo referencia el señor Manjarrez, debían de cumputársele 380 votos de la junta no pudo computar como buenos y 20 por otro pueblo donde no hubo elecciones; total: 400 votos que le descontó al señor Torijano y Herminio Arcos. En consecuencia, haciendo estas adiciones, la mayoría de votos la tiene el señor Torijano por 700 votos contra 500 que tiene el señor de la Barrera. La Comisión no tiene absolutamente miras políticas, no por el señor de la Barrera ni por el señor Torijano; yo soy miembro del Partido Liberal Constitucionalista y los dos son también. Después, tengo el expediente de boletas que la Comisión ha creído conveniente traer a la consideración de la Asamblea, para que sea examinado y se forme mejor criterio en este caso. Aquí está a la disposición de los señores diputados.

El C. Manjarrez: Pido la palabra señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Manjarrez: Únicamente voy a hacer estas aclaraciones. En efecto, yo firmé esos documentos a que hace referencia y aquí están. En la Junta Computadora se presentó un escrito del pueblo de Coatzingo, manifestando que 385 individuos habían votado por el señor Torijano; para mí ese escrito no tenía ningún valor. Luego se presentó otro escrito pidiendo otros 20 votos más. Al principiarse la Junta Computadora, yo manifesté allí que esos votos no debían tomarse en consideración,

pero como había la insistencia de tomarlos en consideración, entonces yo dije: Si se nos van a meter votos en esas condiciones, yo también pido esto. Cuando terminó la Junta Computadora, yo manifesté mi opinión de que ni unos ni otros escritos debían tomarse en consideración. Entonces se suscitó un incidente enojoso, que es al que se refiere el Jefe de las Armas, entre el señor Torijano y el Presidente de la Junta Computadora, incidente al cual yo me mantuve completamente ajeno, con cuanta mayor razón, que yo entonces estaba pendiente de mi elección en Atlixco; luego llegaron a esta H. Asamblea estos nuevos votos. El asunto es claro: Ya dedujeron al señor Torijano los votos imaginarios de él y ya se dedujeron al señor de la Barrera los votos imaginarios que se le habían contado a él. Hay una diferencia de doscientos y tantos votos; pero no se han computado esos nuevos votos que han llegado, que no sé si estarán en favor del señor Torijano o en favor del señor de la Barrera. Como hay un precedente establecido, como no es uno sino son varios los precedentes establecidos, deben computarse estos votos y hasta entonces debe entrar a la discusión este dictamen. Repito señores, que el certificado de una autoridad no puede tomarse en consideración. Es muy curioso esto, señores; el Ayuntamiento de Matamoros dice: Los pueblos fulanos no están controlados por el Gobierno y las boletas de esos pueblos vienen selladas con el mismo sello del Ayuntamiento de Matamoros. Esto no es lógico, señores. Yo no quiero que triunfe a fuerza el señor de la Barrera, yo lo que vengo a defender es un precedente establecido, yo lo que vengo a defender es que la soberanía de la Cámara no puede estar al arbitrio de una autoridad que certifique esto, no siendo esto cierto, o que dé cualquier certificado; eso es lo que yo vengo a defender.

El C. Ramírez G. Benito: Pido la palabra para una interpelación.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Porfirio del Castillo.

El C. Ramírez: Deseo interpelar a la Comisión nada más.

El C. Presidente: Me permito hacer notar que el artículo 103 dice así: "Artículo 103. - Comenzada la discusión, ningún individuo puede pedir la palabra sino en voz baja y acercándose al Presidente, ni se podrá interrumpir al que habla, bajo pretexto alguno, a no ser para reclamar el orden." Este artículo tiene mucha trascendencia para encauzar la discusión. Sucede con frecuencia que hay dos o tres ciudadanos diputados que piden la palabra al mismo tiempo y la Presidencia indudablemente resuelve que tome la palabra alguno de los que la han solicitado, y esto puede causar alguna molestia para los que la han pedido a la vez; por lo mismo, es necesario que nos sujetemos estrictamente a lo que dice el reglamento.

El C. Aguirre Colorado: Reclamo el trámite. Le ha concedido al orador en contra, y no ha habido orador en pro.

El C. Manjarrez: Yo pedí la palabra para rectificar hechos.

El C. Presidente: El artículo 121 dice así: "Cuando sólo se pidiere en contra, hablarán todos los que la tuvieren; pero después de haber hablado tres, se preguntará si el punto está suficientemente discutido." Ningún orador se ha inscripto en el pro.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Del Castillo.

El C. Del Castillo: Señores diputados: Yo había ofrecido al señor Torijano guardar absoluta neutralidad en la discusión de su credencial; pero hace un momento le he manifestado que como él no ha tenido galantería de esperar a su contrincante para que pudiera defenderse, es justo que hagamos las aclaraciones necesarias sobre el asunto para que la Asamblea pueda dictaminar con perfecto criterio. Se ha visto perfectamente por los documentos que ha leído la Secretaría, que más bien se empeña en darle el triunfo por el Distrito de Matamoros al señor Torijano el Presidente Municipal, Teófilo Macareno, y no el pueblo. Es necesario hacer una pequeña historia para que ustedes se cercioren de los antecedentes que hay al respecto de Macareno. El Partido Liberal del Estado de Puebla sostuvo en las elecciones municipales del Distrito de Matamoros al señor Agustín Verdín para Presidente Municipal; las elecciones se verificaron dos veces y en la segunda ocasión triunfó el señor Verdín; el señor Macareno era el contrincante, y la segunda vez pudo salir avante, pudo tener la resolución favorable de la revisión que se hizo de los expedientes electorales en el Gobierno por no sé qué influencia, ni con qué propósito. Pero el C. Macareno desde luego está perfectamente identificado como el contrincante del Partido Liberal; en consecuencia, tiene que seguir obstaculizando a los candidatos lanzados por el Partido Liberal. Yo estuve en el Gobierno del Estado de Puebla dos veces a pedir al Gobernador, General Castro, que diese garantías en las elecciones de Matamoros, y el Gobierno de Puebla telegrafió al Presidente Municipal de Izúcar de Matamoros ordenándole que guardara imparcialidad y que se sujetara en todo a la ley, porque era manifiesta la parcialidad con que estaba procediendo el Presidente Municipal Macareno. El Presidente Macareno llevó igualmente a su lado un Secretario del Ayuntamiento, que llevaba de antemano determinados compromisos para sostener otras candidaturas en las elecciones federales y éstos estaban procediendo de tal manera injusta y arbitraria que tuvimos nosotros la necesidad de ocurrir al Gobierno y exijirle impusiera respeto a la ley de Matamoros y que hiciera que las autoridades municipales guardaran imparcialidad. Todo aquello vino a herir profundamente el amor propio del Presidente Municipal Macareno y con ese motivo siguió hostilizando

a los candidatos del Partido Liberal. Llegó la semana de las elecciones. El señor Delfino Torijano, a quien el mismo Partido Liberal consideró su candidato como 2o. senador suplente, se presentó allí dispuesto a ir a Matamoros a sostener su candidatura para diputado. El señor Torijano llegó poquísimos días antes de las elecciones, la misma semana, y tengo entendido que si estuvo en Matamoros, fue por el día nueve cuando más, es decir, tres días antes o dos de las elecciones. Los partidarios del señor Torijano debían ser naturalmente de los del Municipio de Chietla, del Distrito de Chiautla, de donde es originario, porque no estoy de acuerdo con la certificación que hace el señor Verdín de que el señor Torijano nació en el Estado de Morelos; es originario del Estado de Puebla. Así pues, sus partidarios, que lo son sus parientes que radican en Chietla, tenían que apoyaran a su candidatura y yo no sé, pero creo y puedo asegurar que el señor Torijano no pudo nunca estar en Chietla. Resultado, que por la invasión de los zapatistas en esos días precisamente de las elecciones, hubo dificultades para que éstas se hubieran verificado de una manera regular y muchos pueblos pudieron llevar sus expedientes después de que los zapatistas se habían retirado; hubo algunos que tuvieron que salir huyendo y para proteger los expedientes de las elecciones tuvieron que hacer rodeos, se revolvieron las actas, las boletas y los demás papeles y hasta después pudieron arreglar sus expedientes y presentarlos. Pero de todo esto se desprende que las elecciones, aunque con más o menos dificultades, se llevaron a cabo y la votación fue entre los señores Torijano y de la Barrera. Yo estoy seguro que la mayoría, una mayoría legal está en favor del señor de la Barrera. Se vienen a esgrimir ahora aquí muchos documentos; primero, que el Presidente de la Junta Computadora fue parcial, que favoreció en todo a de la Barrera, que con tal motivo se le denunció en el Juzgado de distrito por el delito de retención de documentos y que se le siguió allí un proceso y se trae aquí el certificado del Secretario de Juzgado de Distrito, Enrique Contreras, en que pretende demostrarse que, efectivamente, se substrajeron dos expedientes electorales, o los expedientes de dos pueblos. El Juzgado de Distrito, como ustedes han oído en el certificado que presenta, no dice que ha aclarado ese delito, que, efectivamente, esté comprobado el hecho; el Juzgado de Distrito encomendó al mismo Macareno, Presidente Municipal de Matamoros, al mismo contrincante del candidato del Partido Liberal, para que él investigara e hiciera el proceso. El señor Macareno llamó a los individuos que confiesan que traían los documentos y que les fueron quitados; puso allí su declaración y remitió esas dos declaraciones, naturalmente asentando el mismo señor Macareno que se procedió con toda justicia, que declararon ampliamente los culpables, y mandó al Juzgado de Distrito su expediente. En dos hojas está contenido todo el proceso. Las únicas dos declaraciones de los que se dicen haber traído el expediente y luego el Juzgado de Distrito no hizo más que transcribir literalmente las mismas declaraciones recogidas por Macareno; pero el Juzgado no nos dice aquí que él y por conducto de su Juez y de su Agente del Ministerio Público, etc., ha llegado a comprobar el hecho que ha quedado plenamente demostrado: Que es responsable el Presidente de la Junta Computadora y que efectivamente los documentos fueron extraídos. Nada de eso; se concreta a transmitir, a copiar literalmente las declaraciones que el interesado Presidente Municipal de Matamoros, señor Macareno, hizo de los correos que traían expedientes. Yo no sé también por qué la H. Comisión no estuvo de acuerdo en este dictamen, pues el dictamen está subscripto por dos miembros: Los señores Zubaran y García Vigil y el señor Ancona Albertos no ha subscripto el dictamen. Supongo que el señor Ancona Albertos habrá visto con más imparcialidad el expediente y no obra del todo conforme con la misma Comisión, que agregó en su dictamen que después se han recibido otros expedientes que están aquí con votación y que los trae a la H. Asamblea para que diga si se computan y si son buenos o no. Yo creo que la H. Comisión, procediendo con justicia, si estos expedientes están bien, si se demuestra por ellos que contienen una votación legal, debe computarlos igualmente, y cuando vea estos votos en favor del señor Torijano o en favor del señor de la Barrera, entonces que de una manera equitativa diga cuál es su resolución, porque ¿Cómo vamos nosotros a quedar ya satisfechos de que la mayoría que le marca el dictamen de la Comisión al señor de la Barrera son efectivamente esos, y que estos votos no pueden ser del señor de la Barrera? ¿Qué con ellos no pueda superar el señor Torijano al señor de la Barrera? Yo creo justo que se computen también estos expedientes. Respecto del certificado que dice la autoridad militar de allí que expidió, haciendo constar que se expidieron dos credenciales, en virtud de que podría presentarse una seria dificultad donde iba a intervenir la fuerza armada, etc., etc., y que se dieron dos credenciales, una al señor Torijano y otra al señor de la Barrera, para que aquí vinieran a discutirlas, yo no veo, o no sé al menos, y sobre esto me permito consultar a la H. Asamblea, si consta en el acta de la Junta Computadora que por serias dificultades o por peligros de momento se tuvo que hacer esa expedición de credenciales. Yo no sé si consta en el acta de la Junta Computadora, si consta, entonces será justo ese certificado y no tengo más que decir. Respecto de los certificados del Presidente Municipal de Matamoros, no les

concedo fe porque no los creo imparciales. Ya les he hecho a ustedes una ligera historia de ese Presidente Municipal dos veces derrotado por el Partido Liberal en Matamoros, porque no es popular, y la última vez triunfante pero mediante compromisos políticos. No tengo empeñó , si el señor de la Barrera no ha obtenido un mayoría legal, estoy de acuerdo, porque tan es mi amigo el señor de la Barrera como estimo al señor Torijano, principalmente a su hermano que me sucedió en la Presidencia del Partido Liberal del Estado de Puebla, por renuncia mía. Por esas mismas consideraciones yo quiero que en este caso se haga más justicia: Que se aclaren perfectamente los hechos, que se computen los expedientes que están pendientes de computarse y que se le conceda razón al certificado del Presidente Municipal Macareno, porque este individuo procede con parcialidad. Ruego por lo tanto a la H. Asamblea que resuelva con criterio justo y que se le dé la credencial a quien realmente le corresponda. Desde este momento si el señor Torijano es el favorecido, lo felicito cordialmente.

El C. Márquez Josafat: Pido la palabra. Moción de orden, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Márquez Josafat: En el dictamen que está a discusión sólo constan las firmas de dos de los miembros; entiendo que debe existir el voto particular del tercer miembro, al que no se le ha dado lectura. Suplico a usted que para mayor ilustración de nuestro criterio se dé lectura al voto particular del tercer miembro, o que el tercer miembro explique el motivo por el cual no subscribió el dictamen.

El C. Presidente: No hay inconveniente en dar lectura al voto particular, aunque no esté a discusión.

El C. Secretario López Lira: La Secretaría informa que no hay voto particular.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Torijano.

El C. Torijano: Señores jurados: Voy a ser muy breve, porque en estos momentos sé yo que está una Comisión del Senado en el salón amarillo. Vine a dirigirles a ustedes la palabra y no quiero quitarles el tiempo muy interesante que tienen ustedes en un asunto pendiente. Voy a darle las gracias, desde luego, al señor Porfirio del Castillo, porque ha venido a certificar con su palabra que soy originario de Chietla. El señor de la Barrera no es originario del Estado, ni siquiera vecino de ninguno de los pueblos del Estado, lo que voy a probar. (Voces: ¡No es cierto!) Lo voy a probar; pero primero quiero justificar que la elección de los pueblos que comprende el 7o. distrito electoral del Estado de Puebla, toda fue a mi favor, todos votaron a mi favor. Votaron a mi favor, no por simpatía, no por presión del Presidente Macareno, como dice el señor del Castillo. Macareno en nada me favoreció a mí y sí favoreció a muchos, entre ellos a Manjarrez y Antonio de la Barrera; voy a probar que los favoreció. El Presidente del Distrito de Matamoros, don Teófilo Macareno, le ha dado boletas al señor Manjarrez para su campaña elector al en Atlixco y esos pueblos no deberían llevar boletas de Matamoros, sino haberlas mandado de Atlixco. Sin embargo, en la Municipalidad de Matamoros le han dado al señor Manjarrez, para que fueran por los pueblos que pertenecían a Matamoros a votar a Atlixco. El señor Macareno, Presidente Municipal de Matamoros, ha aceptado todas las credenciales que iban del Partido Liberal de Puebla, sin haber registrado el Partido Liberal ninguna fórmula allí que atestiguara que estaba precisamente en favor de fulano o zutano. Sin embargo, a pesar de ese requisito, ha registrado el Presidente de Matamoros esas credenciales, para que votaran en favor de su candidato. Si Agustín no salió Presidente Municipal de Matamoros, no fue por chanchullo no por nada de estas cosas, sino sencillamente porque el pueblo no quiere a Agustín Verdín, porque a los pobres hombres que llegan a la plaza del mercado los estafaba con lo que se llama un salvoconducto; de ahí que no lo quieran, al que quisieron fue al señor su padre, pero al actual Verdín no lo quieren porque se ha manejado muy mal con el pueblo, lo ha estafado de esa manera; sí; se hacen salvoconductos para que pueda salirse del pueblo y éste les exigía $2.50 $5.00 ó $10.00 para poder darles ese salvo conducto y que pudieran salir. He ahí la explicación de por qué Agustín Verdín no salió electo como Presidente Municipal de Matamoros. Manjarrez, mirando que perdía su compañero, su incondicional Antonio de la Barrera, entonces, como lo ha confesado él, le dio 800 votos porque se supuso que en los pueblos de Ayutla, Tultepec, etc., etc., decía, podían haberse computado 800 votos para de la Barrera, y entonces Rocha, que estaba solemnemente comprometido con de la Barrera, le ha computado doscientos votos; después vinieron 20 votos firmados por 20 ciudadanos, pero que desde luego se rechazaron todos esos votos a mi favor y entonces Manjarrez y un tal Martínez firmaron otro escrito allí mismo, manifestado que pudieron haberse computado 400 votos por las haciendas de San Nicolás y San Carlos, y Rocha computó a de la Barrera 400 votos. La Comisión ha descartado esos votos a de la Barrera y a mi. En la casilla número 3 fue precisamente Rocha el Presidente de la casilla y entonces retiraba

todos los votos que no venían a favor de la Barrera, diciendo que los que votaban por mí eran reaccionarios y retiró 333 votos. De eso hay pruebas; en la hacienda de Raboso yo he sorprendido al empleado de pesas y medidas haciendo boletas a favor de Antonio de la Barrera. He hecho mi protesta, la junta también la hizo y el Presidente le dijo que como los votantes no sabían escribir, le habían confiado a ese hombre de pesas y medidas que hiciera el expediente y después estaba cobrando veinte reales por su trabajo, y también este hombre dijo que a él no le importaba la ley, que él trabajaba porque le pagaban. Yo le dije: Pero debía usted facilitar su trabajo a las personas que obraran legalmente. Se protestó, y Rocha le dio cabida a esos 45 votos de la hacienda de Raboso; sin embargo, la Comisión no los ha descontado porque no lo sabía. Como ven ustedes, la elección fue legal a mi favor porque todo el Distrito de Matamoros y Chietla no le dan su voto a ninguno de los que llaman "arribeños," a aquellos hombres que bajan de las ciudades que quieren salir como representantes del pueblo, y esos pueblos están completamente decepcionados de estos caballeros. El señor de la Barrera llegó a Matamoros a las once de la mañana con Manjarrez y otro compañero de ellos, y a las dos de la tarde se fueron a Puebla; de manera que Antonio de la Barrera no durmió ni una noche en Matamoros, ni bajó tampoco a Chietla Antonio de la Barrera, cuando estaba yo allí. Aunque el señor Porfirio del Castillo dice que no he ido a Chietla, allí viven todos los miembros de mi familia y allí he estado unos quince días, lo mismo que en Matamoros y en otros pueblos. Llegó un soldado, porque como de la Barrera es teniente coronel, los soldados le obedecen inmediatamente. Le dijo al Presidente Municipal de Chietla: "Dice mi teniente coronel que aquí están estos papeles; que los mande usted fijar en las esquinas y que mañana lo espere usted con música en la estación." Al otro día de la Barrera no llegó a la estación y hasta la fecha no ha ido a Chietla. En consecuencia, en Chietla y en Atzalán no conocen a de la Barrera y por esta razón no le han dado ningún voto. Esa es la explicación de que todos los votos que hay son a mi favor. En cuanto a los votos que acaban de llegar aquí en el expediente está una carta en donde se prueba que Rocha, antes de irse para Puebla fue llamado; pasó a las Presidencias de varios pueblos para que le firmaran esas boletas y se las firmaron; esas boletas tendrían el sello puesto. Dice el señor Porfirio del Castillo: Son boletas que repartieron precisamente a los pueblos para que se verificaran las elecciones, y no se verificaron porque no lo permitieron los zapatistas. Tengo constancias que me llegaron hace tres días, en donde se dice que en los pueblos de Mazaco y Toltepec no hubo elección, porque no lo permitieron los zapatistas; por consiguiente, estas boletas que acaban de llegar son posteriores a la elección; allí se llenaron en la casa de Rocha, como se llenaron varias boletas por este hombre sumamente caprichudo. No pude desvanecer todo aquello, a pesar de que Manjarrez, comprendiendo que había cometido una falta, dice que no era más que una simple opinión. Se encaprichó Rocha y los computó como votos; esta es la verdad de las cosas. Yo no quiero venirlos a sorprender, vengo aquí porque creo que tengo derecho para representar a mi pueblo donde estiman a toda mi familia, porque mi familia y yo siempre hemos estado del lado del pueblo y sabemos cuáles son sus sufrimientos. Porfirio del Castillo ha dicho otra verdad: que estiman a mi hermano; pero también tienen estimación por mí; si no, no vendría aquí, porque me daría mucha vergüenza venirme a sentar en un lugar que no me corresponde. Voy a decir otra cosa todavía. El señor Antonio de la Barrera no es vecino no originario del Estado y tan lo comprendieron los mismos partidarios de él, que aquí está precisamente uno de los papeles que publicaban en las esquinas, en donde decían que como Antonio de la Barrera estaba comprometido con ciertos personajes, no podían representar al pueblo, y que además Antonio de la Barrera no era originario del Estado ni vecino del pueblo. Se cambió la fórmula y entonces se puso: Agustín Verdín como propietario, y Antonio de la Barrera como suplente. Ya ven ustedes cómo sus mismos postulantes no aceptaron a de la Barrera por carecer de este requisito. Viene también un certificado del Ayuntamiento de la ciudad de Puebla en donde dice que no es vecino.

- El C. Secretario López Lira lee un certificado del Ayuntamiento de Puebla en donde se asegura que no es vecino de allí el C. de la Barrera.

El C. Torijano, continuando: Como ven ustedes, señores, si no es vecino de Puebla en donde ha permanecido uno o dos días solamente, mucho menos puede ser originario del Estado ni vecino del Distrito, que repito a ustedes, que ni siquiera ha bajado a Chietla. Aquí están muchas personas de Chietla y Matamoros que son precisamente los que forman el 7o. distrito electoral, que podrán comprobarlo y también un certificado que está en el expediente. Como ven ustedes, señores jurados, este ciudadano no es originario del Estado, no es vecino tampoco del Distrito en donde se efectuó la elección, y, además, no tuvo votos legales; los votos que tuvo se los favoreció el señor Manjarrez, un tal Ronquillo y un tal Martínez. Esta es la verdad de las cosas y estoy dispuesto a sostenerme en mi dicho y espero que ustedes harán justicia, pues yo

acepto cualquiera disposición de esta H. Asamblea. (Voces: ¡A votar!)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Ramírez Benito.

El C. Ancona Albertos: Para rectificar un hecho, señor Presidente.

El C. Presidente: Antes estaba inscripto el señor Ramírez.

El C. Manjarrez: Para rectificar un hecho.

El C. Márquez: El señor Ancona Albertos es miembro de la Comisión.

El C. Presidente: Como miembro de la Comisión, tiene la palabra.

El C. Ancona Albertos: No puedo pedir en este momento la palabra como miembro de la Comisión.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Ramírez G.

El C. Ramírez G. Benito: Señores diputados: Por sistema no hubiera querido tomar la palabra para la cuestión de credenciales; si no hubiera querido porque el señor Manjarrez dijo que ya se había sentado un precedente aquí con respecto a mi credencial. Yo vengo a interpelar a la Comisión sobre estos puntos: Si las boletas que han llegado aquí y que no llegaron a la cabecera del distrito electoral, vienen con sus documentos respectivos y vienen en debida forma. Yo no vengo a alegar si el señor de la Barrera es o no vecino del Estado; pero si las boletas han llegado aquí o el expediente ha llegado aquí con los documentos perfectamente legales, creo de justicia que el cómputo debe hacerse aquí mismo, pues mi caso es el siguiente: En un Municipio X hubo elección el día de la convocatoria; esas boletas, esos expedientes, no pudieron llegar a la cabecera del Distrito sencillamente por causa de fuerza mayor y la causa de fuerza mayor fué el dominio de los rebeldes en el camino que une a la cabecera del Distrito y al Municipio que votó por mí. Si ese caso es el mismo, suplico a la Comisión tenga la bondad de contestarme.

El C. Zubaran: ¿A que se refiere Su Señoría?

El C. Ramírez G. Benito: Si los expedientes que han llegado aquí vienen en debida forma y no llegaron a la cabecera del Distrito por causa de fuerza mayor.

El C. Zubaran: Pido la palabra para contestar, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Zubaran: Los expedientes que vinieron con boletas después de hecho el dictamen, están a la vista. Son primeramente de los lugares en donde no hubo elecciones, según certificado de la autoridad municipal; pero la Comisión ha estimado conveniente ponerlos a la vista de los señores diputados, para que ellos aprecien mejor tanto en los padrones como en las boletas, que en los padrones votaron unánimemente todos los ciudadanos por el señor de la Barrera, y la Comisión estima que la Asamblea se dará mejor cuenta tanto de esos padrones como de esas boletas donde no hubo elecciones, y todos votan por el Señor de la Barrera. Los tiene a la vista Su Señoría.

El C. Ramírez G. Benito: Señores diputados: Dice el señor Zubaran que hubo elecciones....

- El C. Zubaran:, interrumpiendo: ¡Qué no hubo!

El C. Ramírez, continuando: Que no hubo elecciones en es Municipio que se llama Ayutla. Pues bien, si no hubo elecciones, entonces ¿Por qué venimos aquí a alegar que se venga a hacer el cómputo de votos? No es el mismo caso que se ha presentado con mi credencial, porque en mi municipio hubo elecciones, se efectuaron en toda forma y por causa mayor no llegaron a la cabecera del Distrito los expedientes, habiéndose enviado dichos expedientes aquí a la Cámara de Diputados y aquí se efectuó el cómputo. Así, es que, señores diputados, ustedes se habrán formado juicio y votarán conforme a su criterio. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. Manjarrez: Para rectificar un hecho, señor Presidente.

El C. Ancona Albertos: El señor Ancona Albertos la pidió antes. (Risas).

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Ancona Albertos.

El C. Ancona Albertos: Aquí se ha hablado de un voto particular que se dijo había yo formulado en el expediente del 7o. distrito del Estado de Puebla; pero la verdad es que no me atreví a formular el voto particular fundándolo en el artículo 83 de la ley reglamentaria del Congreso de la Unión, que previene que: "Cuando uno o más individuos de una Comisión tuvieran interés personal en algún asunto que se remita al examen de ésta, se abstendrán de votar y firmar el dictamen, y lo avisarán por escrito al Presidente de la Cámara, a fin de que sean substituidos para el solo efecto del despacho de aquel asunto." Y yo con toda franqueza lo digo a la Asamblea, tenía interés en este dictamen puesto que el señor de la Barrera es mi amigo, y que forma parte del grupo de constituyentes del Congreso. Posteriormente he llegado a la convicción de que este dictamen tampoco lo debieron hacer los señores Zubaran y Jonás García que son miembros del Partido Liberal y que como todos los partidos de la Cámara, absolutamente todos, han dado nuestras de interés por las personas que pertenecen a su partido. (Aplausos). Ahora bien, por lo demás, el expediente está muy obscuro; si es cierto que el señor de la Barrera tiene muchos votos anulados, también lo es que la mayoría de los votos del señor Torijano son nulos porque hay la presión del Presidente Municipal de Matamoros Izúcar; por otra parte, los expedientes que no están computados

en el dictamen vinieron en el expediente presidencial y por eso conceptúo yo que se deben computar, puesto que hubo causa de fuerza mayor, pues esa región está dominada en muchas partes por los rebeldes.

El C. Mata Filomeno: Pido la palabra, para rectificar un hecho. Son dos palabras nada más.

El C. Villarreal: Y yo tres. (Risas).

El C. Mata Filomeno: No, señor, son dos palabras, únicamente para decir que los dos señores son miembros de Partido Liberal Constitucionalista.

El C. Cepeda Medrano: Moción de orden, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Cepeda Medrano: Suplico a Su Señoría no conceda la palabra al señor Mata. (Risas).

El C. Mata (dirigiéndose al C. Cepeda Medrano): Ya terminé, señor, gracias. (Risas).

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Manjarrez.

El C. Manjarrez: He pedido la palabra únicamente para rectificar un hecho. Sobre si deben o no computarse los votos que han llegado posteriormente. Ya la Asamblea tiene un criterio, porque a fuer de los precedentes establecidos están las declaraciones del señor Porfirio del Castillo de que el Ayuntamiento de Matamoros es completamente parcial. A lo único que yo me quiero referir es a la cuestión de vecindad del señor de la Barrera. El señor de la Barrera hace ya cerca de tres años que está en el Estado de Puebla como Jefe de Estado Mayor del general Fernando Dávila; fue Jefe de Armas en Chietla; fue Jefe de las Armas en Matamoros y prueba de que es vecino del Estado de Puebla es que fue al Congreso Constituyente como representante del Distrito de Matamoros, con una vecindad de más de dos años, el señor de la Barrera. Como testigo, allí está el señor Rivera, que me dirá si es esto cierto o no.

El C. Rivera: Es cierto.

El C. Manjarrez: Señor Bandera y Mata, ¿Es cierto ?

El C. Bandera Mata: Es cierto.

El C. Manjarrez: Señor Porfirio del Castillo, ¿Es cierto?

El C. del Castillo Porfirio: Sí es cierto.

El C. Manjarrez: Señor Aguirre Escobar, ¿Es cierto?

El C. Aguirre Escobar: Sí es cierto.

El C. Manjarrez: Señor González Galindo, ¿Es cierto?

El C. González Galindo: Sí.

El C. Manjarrez: Pues...¡todos! Luego entonces, el único punto a discusión es si deben o no computarse estos votos. Creo que sí, y ya sobre este asunto se ha hablado mucho, de tal suerte que yo me permito proponer que este dictamen vuelva a la Comisión para que se computen esos votos, y si a pesar de eso la mayoría es para el señor Torijano, yo le doy mi palabra de honor de que votaré en su favor, porque aparte de que es una cuestión muy legal, soy muy amito de su hermano. (Siseos). De suerte es que yo suplico que se computen los votos que han llegado aquí y que, en vista de esto, el que tenga la mayoría ese sea diputado. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. Zubaran, miembro de la Comisión: La Comisión quiere hacer una aclaración a la H. Asamblea. Por los pueblos que se ha comprobado que no hubo elecciones, el señor Manjarrez y el representante del señor de la Barrera hicieron que la Junta Computadora les diese como buenos 400 votos....

El C. Manjarrez, interrumpiendo: ¡Ya los descontó usted!

- El C. Zubaran, continuando igualmente el señor Torijano, mejor dicho, el representante del señor Torijano, hizo que se le diesen por buenos 400 votos por Coatzingo y 20 por otro lugar. La Comisión los ha descontado porque no puede aceptarlos como buenos. Los expedientes de boletas electorales que recibió la Comisión después son por los pueblos en donde no hubo elecciones; pero yo deseo que una Comisión nombrada por esta H. Asamblea vea estos expedientes para que se forme un mejor criterio. Son un fraude completo los expedientes que han venido últimamente, por ser de los lugares en que no hubo elecciones el día 11 de marzo.

El C. Presidente: Tiene la palabra para rectificar un hecho el C. Villarreal.

El C. Villarreal: Señores diputados: Pedí la palabra solamente para aclarar un hecho de una vez por todas. Mucho se ha hablado aquí de partidos; yo creo, señores, que aquí no debe haber partidos, yo creo que aquí debe haber principios. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) Decía el señor Ancona Albertos que los señores del Partido Liberal Constitucionalista, al cual pertenezco yo y muchos de los señores del Congreso Constituyente, se proponían siempre sacar avantes sus candidaturas, y yo a este respecto vengo a protestar. Yo no voy por el partido, voy por la justicia; he dado siempre mi voto conforme a la razón y al derecho que le asiste a cada ciudadano que viene aquí y yo quisiera, señores, que tuviéramos un poco de patriotismo y dejemos estas disidencias de partido, y que nos unamos todos para laborar en bien de la patria ¡Qué grupos ni que diablos! (Risas). No, señores, eso no tiende más que a dividirnos. Si todos somos mexicanos, si todos luchamos por un principio, me va a dar la creencia de que estos individuos que quieren dividirnos, no son revolucionarios; a mi no me importa que sean constituyentes o que sean X, me fijo en que son revolucionarios y siempre estaré del lado de los

revolucionarios y de la razón. He dicho. (Aplausos).

El C. Magallón: Pido la palabra para rectificar un hecho. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Magallón para rectificar un hecho.

El C. Magallón: Señores diputados: (Voces: ¡Tribuna, tribuna!) Es muy corto lo que voy a decir. (Va a la tribuna). Antes de que tomara la palabra la última vez el señor Manjarrez, me había inscripto para rectificar un hecho; este hecho es el relativo a la personalidad del señor de la Barrera como presunto diputado del Estado de Puebla. El señor Torijano aludió a ese hecho y yo vengo a afirmar desde esta tribuna que conocí al señor de la Barrera en Puebla el año de 1915 porque allí estaba prestando sus servicios incorporado al Ejército Constitucionalista; posteriormente lo vi en el Constituyente representando al Estado de Puebla y me consta que su domicilio lo tenía en la misma ciudad de Puebla. Ese es el hecho que quería rectificar.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. López Lira para una interpelación al señor Torijano.

- El E. López Lira: Hay dos credenciales en este expediente: La una está subscripta por el Presidente y Secretario de la Junta Computadora conforme a la ley, y la otra, la de usted, está firmada por el Secretario y un escrutador; yo suplico a usted con toda atención se sirva decirme por qué la credencial viciada, pudiéramos decir, es la que trae usted, señor Torijano. (Aplausos).

El C. Torijano: Mi credencial no es viciada, mi credencial es legal; no viene la firma del Presidente de la Junta de Computadora porque si es honrado Froylán C. Manjarrez, lo dirá recio, como ya lo dijo allí. No quise que el Presidente Rocha firmara mi credencial porque me da asco llevar su firma en un documento que vengo a presentar ante esta H. Cámara, porque allí mismo nos ha rodeado la fuerza armada y junto a Manjarrez estaba un oficial que sacó el puñal y se me acercó para que dejara esos documentos. Entonces el teniente coronel Gómez dijo que en vista de que Rocha imponía votos en favor de la Barrera, se extendieran dos credenciales. Entonces dije yo que la Junta Computadora me firmara la credencial, no quería tener la firma de Rocha. Si ustedes quieren que salga yo de aquí oblíguenme a que Rocha firme mi credencial. ¡No la necesito!

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Vadillo, en pro.

El C. Vadillo: He pedido la palabra en pro del dictamen a favor del diputado Torijano, pero visto el estado de ánimo de la Asamblea que justamente se inclina a favor del dictamen, en vista de la documentación leída, creo discreto retirar esta petición que había hecho. Únicamente podría insistir en dos palabras y desde aquí, en afirmar que el C. Torijano, sea que el señor de la Barrera sea vecino o no de Puebla, es evidentemente un individuo que en la opinión poblana tiene una superioridad de méritos, digo, de los méritos de las personas conscientes sobre el C. de la Barrera. El señor profesor Torijano es conocido en toda la República como un maestro de los más activos del país, un individuo que ha luchado independientemente del Gobierno para la difusión de la enseñanza desde hace más de veinte años, y el nombre del señor Torijano debe ser verdaderamente un legítimo orgullo para el Estado de Puebla como lo es seguramente aun para nuestro país; un ciudadano como Torijano que llega a la cumbre de la vida llevando únicamente, y aquí robo una frase al poeta, "la blancura de sus manos vacías" y que ha encanecido en ese servicio silencioso de la patria, que no tiene estruendos ni glorias visibles, tiene que ser para los poblanos un legítimo timbre de orgullo. Yo seguramente, señores, por estas consideraciones y por porque el señor Torijano, aunque ha sido mi maestro, y aquí, según el criterio del señor Ancona Albertos, debería eximirme de hablar de ello, no lo hago porque yo creo que si en esta credencial de dos cabezas tan propensas al error no me pusiera del lado de la justicia que reconozco del lado del señor Torijano, no podría dormir tranquilo esta noche. La justicia, según la documentación, la justicia legal está efectivamente del lado del señor Torijano, y la justicia moral, la presunción moral de su preponderancia en la opinión pública del pueblo, debe ser favorable a este maestro, que es conocido en los confines todos del país. (Voces: ¡A votar! ¡a votar!) Es notorio, y aquí voy a concluir que los del contra, muy respetables personas, han aducido razonamientos y el pro ha aducido documentos en donde hablan el Presidente de la Junta Computadora, un juez y los vecinos del pueblo; luego a primera vista se ve que las pruebas visibles, las más efectivas, están evidentemente al lado del señor Torijano y yo agrego a esto la convicción íntima de que en todos los que saben juzgar estos valores, el valor patriótico consistente en servir al país durante muchos años en la enseñanza y de un modo bastante intenso y el servicio puramente militar en épocas revolucionarias, tendrá que decidirse en los que piensan en la trascendencia de uno y otro servicio, a favor del ciudadano Torijano.

El C. Ancona Albertos: Pare rectificar un hecho muy importante que se refiere a documentos. (Voces: ¡A votar! ¡a votar!)

El C. Presidente: Tiene la palabra.

El C. Ancona Albertos: La única persona que certificó que no hubo elecciones en los pueblos a que se ha referido la Comisión, es el Presidente Municipal de Matamoros, que ha tenido interés en las elecciones. Ahora, este otro hecho: El señor Vadillo interpretó

muy mal mi criterio: No dije que no se puede defender cuando hay interés, pero sí que conforme al reglamento no se puede dictaminar.

El C. González Alberto M.: Pido la palabra para rectificar un hecho.

El C. Presidente: Para rectificar un hecho tiene usted la palabra.

El C. González: Las credenciales que se pueden presentar a las juntas revisoras, de buen venir firmadas para el Presidente, que es quien proclama la elección; los secretarios únicamente dan fe de ello. Si la credencial presentada por el señor Torijano no tiene la firma del Presidente, no es credencial.

El C. Secretario López Lira: Habiendo hablado en pro los ciudadanos (leyó) se pregunta a la Asamblea si se considera suficientemente discutido el asunto; los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Está suficientemente discutido.

El C. Cepeda Medrano: Pedimos que sea votación nominal. (Voces: ¡No, no!) Estoy apoyado.

El C. Secretario: Señor García Vigil, ¿Apoya usted la votación nominal?

El C. García Vigil: No.

El C. Cepeda Medrano: Pero los demás sí.

El C. Secretario: Se va a proceder a la votación nominal. La parte resolutiva dice:

"1o.- Son buenas las elecciones por el 7o. distrito electoral del Estado de Puebla.

2o.- Es diputado propietario el C. Delfino Torijano y suplente el C. Herminio Arcos.

El C. Hernández: Moción de orden.

El C. Manjarrez: Moción de orden.

El C. Márquez Josafat: Moción de orden.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Josafat Márquez.

El C. Márquez: Que se divida el dictamen para votarlo, ya sea económicamente la primera parte y que se declare que son buenas las elecciones, y la segunda parte, que sea votada nominalmente.

El C. Zubaran: Pido la palabra. Se ha discutido el dictamen y atenta la forma en que se ha discutido, no debe dividirse la votación como pretende la Comisión; pido que se vote como se ha discutido el dictamen.

El C. Cepeda Medrano: La proposición presentada por la Comisión no puede tomarse en consideración, porque aquí hemos sentado como precedente en otras credenciales, que sí se dividía en el momento de la discusión. Se han presentado casos análogos y así lo hemos hecho.

El C. Zubaran: El que haya habido errores de la Mesa, que la Mesa haya consentido en errores de la Asamblea, no quiere decir que hoy se persista en este error. Pido que la votación sea en una sola parte como se ha discutido el dictamen.

El C. Manjarrez: Moción de orden, señor Presidente. Son los proposiciones, una dice: "Son válidas las elecciones;" la otra dice: "Son diputados fulano y zutano". "

Si no estamos de acuerdo con que sean diputados fulano y zutano, sí estamos de acuerdo en que son válidas las elecciones. Así, pues fundándome en los precedentes ya establecidos en casos anteriores como el del señor Cepeda Medrano y en más de cinco casos, pido que en votación económica se pregunte si son válidas las elecciones, y luego, en votación nominal, que se pregunte si la segunda parte del dictamen se aprueba.

El C. Prosecretario Ancona Albertos: Por disposición de la Presidencia, y siguiendo los precedentes establecidos, se va a votar en votación económica la primera parte, que dice....

El C. Vadillo, interrumpiendo: Reclamo el trámite.... (Voces: ¡No hay discusión! ¡No hay discusión!)

El C. Presidente: El señor Ancona Albertos me ha pedido la palabra para hacer una aclaración; pero la Presidencia no lo ha autorizado para decir que se divida en dos partes la proposición, porque el reglamento dice expresamente: "No podrá hacerse la votación por partes sino cuando con anterioridad se ha separado la proposición." (Aplausos.)

El C. Cepeda Medrano: Pido la palabra.

El C. Ancona Albertos: He pedido la palabra para aclarar esto....

El C. Montes, interrumpiendo: Moción de orden.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Montes: La Asamblea no sabría qué votaba si el dictamen no se dividiera, porque aquí la primera parte dice que son buenas las elecciones. y si se vota que sí, quiere decir que son buenas las elecciones, que se admite la credencial; pero cuando se vota que no, quiere decir que no son válidas las elecciones.

El C. Presidente: Aprobar o reprobar el dictamen; caso de que se repruebe, la Comisión tiene obligación de reformarlo en el sentido de la discusión... (Voces: ¡No, no, no!)

(Varios ciudadanos diputados piden la palabra).

El C. Basáñez: Moción de orden.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Basáñez: Suplico a la Presidencia consulte a la Asamblea si se divide el dictamen para su votación.

El C. Presidente: No puede consultar la Presidencia sobre un artículo del reglamento. (Voces: ¡Sí, sí!)

El C. Basáñez: Es cuestión sobre la que ha habido ya varios precedentes, y siempre se ha dividido las proposiciones.

El C. Bravo Izquierdo: Ya otras ocasiones hemos hecho lo mismo.

El C Montes: Ruego atentamente a Su Señoría que se fije en que hay muchos precedentes de esta misma índole y que si la Asamblea vota que las elecciones no son buenas, lo demás sale sobrando; la misma Comisión no podrá reformar el dictamen porque no podría decir que las elecciones son buenas

habiéndosele dicho aquí que son nulas. (Aplausos).

El C. Hay: Moción de orden: Yo creo que si se desaprueba este dictamen, tiene que regresar a la Comisión para modificarlo en el sentido de la discusión; como el sentir de la Asamblea no es que no son válidas las elecciones, sino que son válidas, tendrá que devolverse el dictamen diciendo: Son válidas la elecciones, es válida la elección de fulano; es lo único que podrá modificar. Por lo tanto, podremos pasar a la votación de esto; si se rechaza no quiere decir que invalidamos la elección, lo que se invalida es nada más el dictamen, el cual tiene que ser modificado.

El C. Cravioto: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Cravioto.

El C. Cravioto: La confusión viene de confundir las proposiciones concretas: Qué es lo que se vota con el dictamen, qué es lo que se discute; por eso el reglamento y la ley electoral previene que todas las Comisiones, al formular sus dictámenes, terminen esos dictámenes con proposiciones concretas, qué es lo que se vota, sí o no. En esta votación del dictamen, las proposiciones concretas son: La proposición en que se pregunta sin son válidas las elecciones y la proposición que se refiere a qué candidato, a juicio de la Comisión, es el triunfante; por otra parte, la ley electoral previene que las resoluciones de la Asamblea son irrevocables. Si nosotros votamos en contra de la proposición que dice: "Son válidas las elecciones," la Comisión ya no puede después decir "son válidas," sino que entonces la Cámara tiene que convocar a nuevas elecciones. Por eso hemos sentado aquí el precedente de que en caso análogo se vote primero la validez de las elecciones, para no perder tiempo, en votación económica, y si después alguno divide las proposiciones, se vota la segunda en votación nominal; por lo demás, yo creo que es de sentido común el precedente parlamentario y de estricta justicia que el señor Presidente con justificación, siga este procedimiento en esta ocasión.

El C. Villarreal: Moción de orden. Señor Presidente, lo que la Asamblea quiere, primero, es saber si son válidas las elecciones o no, para después saber si se aprueba o no el dictamen.

El C. Secretario Mata: En votación económica se pregunta a la Asamblea si se divide en dos partes el dictamen para votarse. Se divide. Se va a votar en votación económica la primera parte, que dice: "Son buenas las elecciones por el 7o. distrito electoral del estado de puebla." Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobada. En votación nominal la segunda parte, que dice: "Este diputado propietario el C. Delfino Torijano y suplente el C. Herminio Arcos." Se procede a la votación.

(Se efectúa el acto).

El C. Presidente: Se recuerda a los CC. diputados que están prohibidas todas las manifestaciones en el momento de la votación.

El C. Escudero: Voto conscientemente: ¡No!

El C. Prosecretario Ancona Albertos durante la votación: La Presidencia aclara que no se de be fundar el voto.

El C. Hernández: Hago la aclaración de que el señor Solórzano había votado que "sí."

El C. Secretario Mata: Pero lo ha rectificado, señores; todo el mundo puede cambiar de opinión a la hora que quiera.

El C. Hay: Moción de orden. Informan aquí de la secretaría que el voto del señor Solórzano va a ser anulado; en honor de la verdad no veo yo por qué.

El C. Secretario: Porque lo ha rectificado, señor.

El C. Hay: O es "sí" o es "no." O se concede el derecho de rectificar o no, pero no se puede anular. (Voces" ¡Que explique las razones....!)

El C Secretario: La Secretaría informa a la Asamblea que dentro de la votación el C. Solórzano rectificó su voto que había dado primero por la afirmativa y después por la negativa; por consiguiente, no se anula, solamente se pasa a la negativa.

El C. Aguirre Colorado: Pido a la Presidencia que se haga constar este hecho en el acta, para que los comitentes sepan qué clase de representantes mandan a este recinto. (Voces: ¡Sí, sí! Aplausos).

El C. Ramírez Garrido: Para que sepamos nosotros que el director del periódico oficial del gobierno, es un hombre sin pudor y sin valor civil.

El C. Zubaran: Moción de orden. Aquí tenemos como diputado a un asalariado del Ejecutivo. (Siseos). Pido que el voto del señor Solórzano, mientras sea asalariado del Ejecutivo como director de "El pueblo," no se compute nunca. (Aplausos).

- El C. Díaz González Ismael" Esa es moción de desorden.

El C. Solórzano: Pido la palabra.

El C. Secretario: Va a darse cuenta del resultado de la votación. Después la Presidencia concederá la palabra al señor Solórzano. Por la afirmativa, 66 votos; por la negativa, 101 votos. Votaron por la afirmativa los CC. Acuña, Aguirre Colorado, Araujo, Arreola R., Aveleyra, Cámara, Cano, Carrillo, Iturriaga, Cristiani, Corillano, Echeverría, Esquivel, Gaxiola, García Jonás, García Pablo, García Vigil, Garza González, Garza Pérez, González Lauro, Guajardo, Hay, Hernández Maldonado, Ibarra, Lanz Galera, Leyva, López F., Manrique Mariel, Márquez, Mata Filomeno, Mata Luis, Medina Francisco, Méndez, Moctezuma, Montiel, Morales Hesse, Navarrete, Ortega, Ortega Rafael, Pardo, Paredes Colín, Peralta, Portes Gil, Ramírez Genaro, Ramírez Garrido, Ramírez jr., Reynoso, Robles Domínguez, Rojas Dugelay,

Rueda Magro, Ruiz Estrada, Ruiz, Ríos, Sánchez, Sánchez Pontón, Sánchez Tenorio, Saucedo J. Concepción, Torres Berdón, Urueta, Vadillo, Velázquez, Ventura, Villarreal, Zapata y Zubaran.

Votaron por la negativa los CC. Aguirre Berlanga, Aguirre Efrén, Aguirre Escobar, Alcocer, Alonzo Romero, Alvarez del Castillo, Ancona Albertos, Andrade, Aranda, Avilés, Bandera y Mata, Barragán Juan Francisco, Basáñez, Bello, Blancarte, Bravo Izquierdo, Breceda, Cantú, Cárdenas, Castillo, Castro, Cepeda Medrano, Cisneros, Córdova, Cravioto, Curiel, Chapa, Dávila, Díaz González, Escudero, Fernández, Martínez, Figueroa, Gámez, Gárate, García Adolfo G., García de Alba, García Eliseo, Gómez Mauricio, Gómez Sariol, González Alberto M., González Galindo, González Jesús M., González Justo, González Marciano, González Torres, Hermosillo, Hernández Ernesto, Hernández Gerónimo, Hernández Luis M., Higareda, Lechuga Val, Limón, Lizalde, López Couto, López Ignacio, López Lira, López Miro, Magallón, Malpica, Manjarrez, Manzano, Márquez Josafat F., Martín del Campo, Martínez de Escobar, Martínez Rafael, Medina Juan, Meneses, Meza, Montes, Muñóz, Ordorica, Padilla, Parra, Pedroza, Peña, Pérez Brambila, Pesqueira, Pineda, Plank, Portillo, Ramírez G., Ramírez Llaca, Rebolledo, Rivas, Rivera, Rocha, Rodríguez Saro, Román, Saucedo Salvador, Segovia, Silva Herrera, Solórzano, Soto, Téllez, Escudero, Torre Jesús de la, Torre Rómulo de la, Treviño, Uruñuela, Vega Sánchez y Zavala.

El C. Hay: Reclamo la declaración de la votación, señor Presidente, y pido la palabra para fundar la reclamación.

El C. Secretario: La declaración que hace la Presidencia es que el dictamen vuelva a la Comisión para ser reformado en su segunda parte.

El C. Hay: Reclamo, señor Presidente, de la manera más respetuosa, la declaración de la votación y pido la palabra para apoyar mi reclamación.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Hay: Hay derecho para reclamar una votación como hay derecho para reclamar un trámite dado por la Mesa. No vengo yo a atacar ni a defender al señor Solórzano, vengo solamente a pedir que se establezca un precedente, para que en votaciones futuras no tengamos una confusión como la que se ha producido en este momento debido a la variación, en unos cuantos minutos, del criterio del señor Solórzano. Claro es que cuando vamos a la votación, cuando damos nuestro voto, tenemos formado un criterio y este se basa única y exclusivamente en la discusión, en las palabras que hemos escuchado de los distintos oradores. Desde el momento en que se ha empezado a votar, ya se supone que cada uno de los diputados tiene un criterio perfectamente formado y como no se puede eximir de la obligación de exponer su voto, por lo tanto tiene que votar en un sentido o en otro, en el sentido del criterio que se ha formado de acuerdo con la discusión; una vez empezada la votación, no hay nada que pueda modificar ese criterio si no es el miedo o la influencia personal de distintos individuos en la Cámara. ¿Por qué razón si un individuo vota por la afirmativa en un principio y ve que la mayoría está por la negativa, se le ha de dar el derecho de cambiarlo para estar con la mayoría, señores? Yo creo que es indebido eso. (Aplausos). Este asunto no es de importancia; reclamo yo un voto en una votación en que hay una mayoría de 66 votos contra 101; de manera que el voto del señor Solórzano no tiene nada que ver con el resultado de la votación, pero, señores, sí pido yo respetuosamente a esta Asamblea que establezcamos el precedente, porque mañana podemos tener una cuestión de importancia, y cuando algunos diputados vayan viendo que hay la cargada en determinado sentido, entonces podrían decir: Modifico mi voto en el sentido de la cargada, y yo creo que es perfectamente indebido y es indecoroso de la H. Cámara el aceptarlo. Por lo tanto, yo pido, que ese voto que fue dado por la afirmativa y después modificado en la negativa, que no tenga derecho la Mesa de pasarlo a la negativa y que debe quedar precisamente en la afirmativa aun cuando el resultado no modifique la votación. Es preciso que respetemos nuestra opinión ya que el criterio debe estar establecido en el momento de la votación y que no podamos estar jugando como malabaristas con los votos que aquí venimos a dar. (Aplausos nutridos).

El C. Solórzano: Señores diputados: Este caso de hacer una rectificación en el voto, no es nuevo, ya se ha presentado en pasadas ocasiones.... (Voces: !En tiempos de Porfirio Díaz!) El hecho es que por algunas circunstancias, no obstante tener el criterio perfectamente formado, cualquiera plática de algún individuo al lado, cualquiera circunstancia puede hacer que se pierda la atención y se dé el voto afirmativo. Esto es lo que me ha pasado a mí. Yo tenía mi criterio perfectamente formado en sentido negativo y como en otras veces ya se había aceptado que se rectificara el voto.... (Voces: ¿Cuándo, cuándo?) precisamente por conciencia, pero si para sentar precedente debo de dejar mi voto en la afirmativa, no tengo inconveniente en dejarlo. Lo que se ve es que los ataques no son a mi personalidad que nada significa, sino que son ataques al periódico que regenteo. (Voces: ¡No, no, no!) Esta es la verdad, señores. Pues, señores aunque ustedes no quieran; está perfectamente sabido y en la conciencia de la mayor parte, que los ataques son al Gobierno. (Voces, protestas y desorden). Así, pues, señores, la cuestión es sencilla:

Si mi voto ha de quedar en la afirmativa, que quede en la afirmativa. (Siseos).

El C. Hay: Para una rectificación.

El C. Aguirre Colorado: Para una aclaración.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Hay.

El C. Hay: Señor Solórzano, yo he venido aquí honradamente a decir que no venía a atacar a usted, he venido a tratar este asunto de una manera perfectamente abstracta, independiente de la personalidad de usted o de la empresa periodística de "El Pueblo;" vengo a defender aquí algo más serio: el establecimiento de un criterio para las votaciones en esta Cámara. (Aplausos). ¿Por qué razón vamos a aceptar la modificación de un voto? ¿Vamos a basarnos en la causa de la votación que hizo un ciudadano diputado cuyo nombre no conozco, pero que si lo viera lo conocería, que dijo "voto conscientemente"? ¿Quiere decir eso que en las otras ocasiones ha votado inconscientemente? (Aplausos). ¿Quiere decir eso que cuando una persona vota conscientemente en un sentido o cuando dice que no vota conscientemente, tiene derecho a recapacitar para votar en conciencia? Yo le protesto a usted - y no por miedo a "El Pueblo," -le doy mi palabra de honor, de que no ha existido en mí la menor idea de atacar a usted o a "El Pueblo;" que si yo viniera a atacar a usted o a "El Pueblo," me sobran agallas, señor Solórzano, para atacarlo con toda virilidad. (Aplausos). Por lo tanto, yo creo que no es debido, no es lógico el pretender salirse de una cuestión absolutamente abstracta, con el viejo estribillo de que son ataques a "El Pueblo," ataques velados al Gobierno. Yo le pregunto a usted, señor Solórzano: ¿Ha visto usted en mí un solo acto de deslealtad al Gobierno? ¿Acaso no soy absolutamente partidario del Gobierno por el cual he trabajado?.... (Voces y aplausos). ¿Qué, acaso quiere decir que porque nosotros desaprobemos los actos de un individuo que está siendo pagado por el Gobierno, nos manifestamos antagónicos a este Gobierno, que ha emanado de nosotros mismos? Indudablemente que no. (Aplausos nutridos). Yo protesto a usted, señor Solórzano, que tanto en la derecha como en la izquierda hay elementos antagónicos para el Gobierno, pero en masa, en lo general, podemos decir que la Cámara de Diputados está absolutamente determinada a sostener a este Gobierno emanado de la Revolución. (Aplausos). ¿Y por qué razón venir a echarnos en cara que por el tratamiento de un asunto absolutamente abstracto para defender el voto, o la inconsciencia de su voto, señor Solórzano - éste sí es un ataque personal, por que yo pretendo que usted ha sido inconsciente tanto en la primera como en la segunda vez -. (Aplausos). ¿Por qué razón venir a levantar la bandera como pantalla entre usted y nosotros, poner como pantalla al Gobierno Supremo al cual nosotros estamos aquí para sostener y apoyar? (Aplausos). Seamos más honrados y más viriles cuando se nos hacen ataques; defendámonos nosotros mismos sin poner de por medio al C. Presidente de la República, al Gobierno o a otros elementos. Defendamos o ataquemos a los demás directamente, yo le protesto a usted, señor diputado Solórzano, que cuando tenga que atacar lo haré directamente, que no tengo pelos en la lengua, no porque me la afeite todos los días, sino porque me ha nacido lampiña, de tal modo que todas esas frases de usted por ataques velados al Gobierno, a "El Pueblo," salen sobrando. Aquí hemos venido a tratar de una cuestión abstracta y que debe establecer precedentes, porque es preciso que los diputados sean perfectamente conscientes al dar su voto o que dejen de ser diputados, (Aplausos).

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

El C. Presidente: Se abre la sesión de la Cámara de Diputados. (Varios CC. piden la palabra).

El C. Presidente: La Presidencia invita a los CC. presuntos diputados para que abandonen el salón.

El C. Ancona Albertos: Moción de orden.

El C. Ramírez Garrido: Tengo pedida la palabra para una rectificación; hay parcialidad de parte de la Mesa.

El C. Presidente: El papel de la Presidencia aquí es precisamente encauzar la discusión y a propósito de este asunto, puede Su Señoría hacer cualquier proposición en la forma que lo desee y se le dará curso cuando se instale el Colegio Electoral, en la próxima sesión.

El C. Ramírez Garrido: Conforme al reglamento, señor Presidente, tengo derecho para hacer rectificaciones; he pedido la palabra respetuosamente y no se me ha concedido.

El C. Secretario: La Presidencia me ordena decir que tiene la palabra el C. diputado Velázquez Aurelio, Presidente de la Comisión que fue al Senado a llevar el proyecto de ley, para informar.

El C. Velázquez: H. Asamblea: Cumpliendo con la comisión.... (Voces: ¡Tribuna!) (Va a la tribuna). Cumpliendo con la comisión que se me confió, de presentar el decreto expedido por esta H. Asamblea a la Cámara de Senadores, me presenté ayer después de las cuatro de la tarde, hice entrega del pliego y un resumen verbal de la discusión habida acerca del decreto. El C. Presidente de la alta Cámara contestó

que se dio por recibido del decreto y expresó que iba a estudiarse con todo detenimiento ese proyecto de ley. He cumplido, en consecuencia, con la comisión que se sirvió disponer la Mesa que desempeñará yo.

El C. Presidente: La Mesa da las gracias a la Comisión por la eficacia en haberla desempeñado.

El C. Urueta: Pido la palabra.

El C. Presidente: Habiendo sido informado de que había llegado a esta Cámara una Comisión nombrada por el Senado, nos permitimos nombrar a una Comisión para que se sirviera recibirla e introducirla al salón amarillo, compuesta de los CC. Múgica, Urueta, González Torres, Hay, Ramírez Garrido y el Secretario Morales Hesse.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Urueta para informar.

- El. C. Urueta: Señores diputados: La Comisión de la Cámara de Diputados recibió a la Comisión de la Cámara de Senadores. Como la Comisión de la Cámara de Senadores llegó en momentos en que estábamos constituidos en Colegio Electoral y se estaba discutiendo el dictamen de la Comisión en el asunto que se acaba de resolver, tuvo que esperar la Comisión del Senado, y como dio la una, se creyó pertinente que ya no era prudente presentarse en estos momentos, puesto que el Presidente de la Comisión tiene que informar respecto del curso de los debates el día de ayer. En consecuencia, suplica atentamente a la Cámara de Diputados que se sirva excusarle por esta circunstancia, y que esta tarde a las cuatro en punto, se presentará para rendir el informe correspondiente. (Voces: ¡Muy bien!)

SESIÓN DEL COLEGIO ELECTORAL

El C. Presidente: Se reanuda la sesión del Colegio Electoral. Tiene la palabra el C. Ramírez Garrido.

El C. Villarreal: Se está yendo el tiempo.

El C. Secretario López Lira: La Presidencia suplica a los CC. diputados no abandonen el salón, pues en caso ofrecido se pasará nueva lista.

El C. Ramírez Garrido: Señores diputados: He querido hacer una rectificación porque si lecciones de valor necesita el señor director del periódico oficial, aquí estoy yo y algunos otros diputados para dárselas. Yo desde esta tribuna, como el señor García Vigil, cuando se ha tratado de la ley de imprenta y de la ley obrera, directamente he atacado al Primer Jefe como he atacado a otras personalidades del Gobierno cuando se ha tratado, señor Solórzano, de sostener algo que para mí era altamente patriótico y sigue siéndolo: La cuestión de amplias facultades al Ejecutivo. Yo, de la extrema izquierda, yo, miembro del Partido Liberal Constitucionalista, vine aquí a sostener eso y conmigo el general Múgica, y conmigo el señor Vadillo, miembros del partido Radical, y usted, señor Solórzano, que es amigo incondicional del Gobierno, usted que está recibiendo un sueldo allá en el periódico oficial aunque venga a decirnos que no lo recibe, usted permaneció en su curul, aplastado, sin decir: "Esta boca es mía." Sepa usted, señor que cuando se paga a un individuo para que venga a la Cámara a desempeñar una labor a favor de determinadas personas, tiene la obligación, en la prensa de que dispone y en la tribuna de esta Cámara, de venir a sostenerlas. ¿Por qué no vino usted, entonces, a sostener ese proyecto de ley?... (Murmullos).

El C. Villarreal: Moción de orden. (Voces: ¡Cállate!)

El C. Ramírez Garrido: El señor licenciado Luis Cabrera....

El C. Villarreal, interrumpiendo: Pido la palabra para que se me permita decirle al representante de "El Pueblo" que tome debida nota de lo que está diciendo el orador.

El C. Ramírez Garrido: Compañero Villarreal, "El Pueblo" está pagado por el Gobierno y naturalmente, lo que no le convenga no lo pondrá. (Aplausos). Señor Solórzano, ha violado usted la Constitución en su artículo 62 y yo, con todo valor, he venido aquí a presentar una acusación contra usted que está tramitándose ya; yo lo aplazo para muy pronto y verá que contra un alto funcionario del Gobierno presentaré una proposición acusándolo por haber violado la Constitución; no necesito, pues, para atacar a "El Pueblo," para atacar a tal o cual persona, valerme de usted cuya personalidad, señor Solórzano, significa muy poco en nuestra política nacional. (El C. Mata: ¡Ojo, Rip - Rip!) Usted, señor Solórzano, director de un periódico oficial, usted, asalariado del Gobierno actual, es el primero en violar, no solamente la Constitución, sino la ley que acaba de dar ese Gobierno y con la cual no estoy conforme, porque esa ley dice, según el señor Rafael Martínez, que no puede ser uno diputado y director de un periódico; naturalmente yo no estoy conforme con esto, pero sí lo hago ver a la Asamblea para que se vea el criterio de usted. Hoy nos desayunamos, señores, con unas declaraciones de Luis Cabrera, alias "Blas Urrea." Cuando se discutió aquí la cuestión de las facultades extraordinarias, yo tuve el gusto de verlo agazapado en aquella tribuna; ahí estuvo tomando, como un reporte, ciertas notas para venirnos a decir que el Partido Liberal iba y venía contra aquella ley, pero no tuvo el valor, no tuvo la honradez de decir que con

excepción del señor general Marciano González, todos los que sostuvieron esa ley aquí fueron del Partido Liberal. No nos extraña, señores, que "Blas Urrea" haya ido a cobijarse a esa inmundicia del periódico que es del señor "Plagiavicini;" "Blas Urrea" llegó a ser allí nada menos que el inspirador, la musa del señor "Plagiavicini," pues yo he visto en el despacho de "Plagiavicini" el retrato de "Blas Urrea" como musa adoratriz; no nos extrañan esas declaraciones, ya la Nación sabe cuánto debe al señor "Blas Urrea" en su gestión como Secretario de Hacienda. Pero ahora viene aquí el señor Solórzano a repetir lo que en el Constituyente - y esto les consta a todos los constituyentes -, a repetir la tesis sentada por Monseñor Macías de que todos los ataques a él, todos los ataques al grupo renovador, no eran a él, eran sencillamente al Primer Jefe; allá se quiso sentar el precedente de que el proyecto de ley que había hecho Monseñor Macías con otros connotados miembros del Partido Renovador era algo intocable, algo sagrado, sobre lo cual no podrían poner las manos los constituyentes. Se quiso entonces que todos los constituyentes fueran únicamente a ser unos firmones, y los que tuvieron el valor civil de enfrentarse con ese proyecto, con algunas de sus partes, de ese proyecto presentado al Congreso Constituyente, dijeron: "Los que no estén conformes con el proyecto o con las ideas del Primer Jefe, son enemigos del Primer Jefe, atacan al Primer Jefe." La misma teoría viene a repetir aquí el señor Solórzano. Señores, esto es muy significativo; el señor Solórzano cuando vio que la primera votación de las primeras filas estaban a favor del "sí" votó afirmativamente; pero en cuanto vio que la mayoría se inclinaba por el contra y que si mal no recuerdo, el señor Escudero apoyó por allí su voto diciendo que votaba conscientemente, no quiso quedarse atrás el señor Solórzano, y entonces rectificó su voto. No nos importa el voto del señor Solórzano, el Partido Liberal no lo necesita, ni a él ni a su voto para nada; pero sí es muy significativo esto; que un diputado y que el director del periódico oficial tenga una ductibilidad tan grande de criterio, una falta de valor civil tan grande y sobre todo, señores, tanta falta de pudor. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. García Vigil para rectificar un hecho.

El C. García Vigil: Se ha aludido algo a mi persona por el señor Ramírez Garrido y se han dicho algunas cosas con las cuales no estoy conforme; pero el hecho principal que quiero rectificar, es más que una rectificación, es una protesta y ruego a la Asamblea que me atienda unos cuantos minutos. Vengo aquí a defender al señor Solórzano, no en lo que respecta a los votos que ha dado, primero por la afirmativa y luego por la negativa, sino a ponerme del lado de él porque se encuentra aislado contra la Asamblea que turbulentamente ha gritado aquí en contra de él únicamente porque se ha sentido afectado por las palabras de señor Hay. Nada mas tiene de particular, señores, al menos con la particularidad que quiere dársele, el que el señor Solórzano haya rectificado su voto; absolutamente nada tiene de particular; él es muy libre de dar su voto, primero en un sentido y luego en otro si así piensa él que debe rectificar, pero el hecho de que el señor Zubaran haya pedido que no se compute su voto, es enteramente atentatorio contra las prerrogativas de los CC. diputados ¿Cómo él iba a poder asentir eso? Ya de tiempo en tiempo la Asamblea ha querido seguir procedimientos que pugnan abiertamente con la Constitución y con el reglamento mismo de la Asamblea; yo quiero que la Asamblea proceda con serenidad y la excito a que proceda principalmente con caballerosidad y con nobleza, ha venido a soltar un torrente de palabras contra el señor Solórzano, siendo que la Asamblea había manifestado ya de una manera patente su censura contra el acto del señor Solórzano y esta censura sería a todo lo que debía haberse limitado la Asamblea. Yo, ahora que el señor Solórzano se ha sentido completamente aislado, vengo, si es necesario, a ponerme del lado de él y a sostener la tesis de que él puede rectificar su voto cuando le plazca, porque si no se le da la ocasión de poder rectificar su voto ¿Cómo vamos a exigirle que su pensamiento sea absolutamente libre y que no pueda ni en una sola ocasión rectificar su voto y menos en caso como el que se ha presentado en que la opinión ha estado bastante dividida? Por consiguiente, si es necesario sostener esta tesis, la sostendré, pero antes que cualquiera otra cosa, pido a la Asamblea que obre con serenidad, que no se deje llevar de los ataques que se hacen a un diputado, precisamente cuando ya se tiene en cuenta que la Asamblea está en contra de él y eso prueba que se hace derroche de todo lo que no debe hacerse cuando se tiene principios de caballerosidad y de nobleza. Se censuró al señor Solórzano por el hecho de haber rectificado su voto, pero ¿nada más se quiere volver a rectificar eso? Muy conveniente es que respetemos esa libertad y claro es que no afecta para nada el resultado de la votación; la votación está hecha; digo que si alguna otra vez se presenta este caso, es muy libre de ello, estamos aquí para que la opinión pública nos juzgue; el señor Solórzano se va plenamente juzgado, aquí ha sido censurado y esto es bastante para la Asamblea en este

caso, y yo me enorgullezco de haber levantado aquí mi voz para defender al señor Solórzano porque casi ha sido aquí un linchamiento, como decía el señor Cravioto, un linchamiento moral únicamente de parte de la Asamblea contra un solo diputado, y protesto contra el trámite dado por la Mesa, de no haber consentido a este señor diputado que se defendiera francamente, después de que se hubiera permitido a sus atacantes hablar con la largueza que lo han hecho. - El C. Montes: Parece que se extiende este asunto que no está a discusión; es la una y cuarto y estamos perdiendo el tiempo. Yo suplico a la Presidencia que no siga concediendo la palabra, porque no es un asunto a discusión....

El C. Hay, interrumpiendo: Es un asunto sobre el cual se ha abierto la discusión; es un asunto de importancia porque establecerá precedente en lo futuro. Además, solamente se ha concedido la palabra al señor Zubaran, al que habla y al señor Solórzano, y eso unos cuantos minutos para hacer rectificaciones a los cargos injustos que me ha lanzado el señor García Vigil; pero yo creo que es caballeroso de parte de la Asamblea, el conceder unos minutos para que queden marcados los puntos sobre las íes en este asunto que es de importancia.

El C. Zubaran: Han hecho uso de la palabra algunos CC. diputados, yo suplico se sirvan atender....

El C. Secretario López Lira, interrumpiendo: Se suplica a los señores diputados se sirvan ocupar sus curules. Muy especialmente se le hace esta recomendación al señor Urueta. (Risas).

El C. Zubaran: Había yo pedido la palabra con anterioridad para hacer una proposición a la Asamblea. Todos tenemos la seguridad de que la Asamblea es consciente con sus obligaciones de cumplir con la constitución; yo pedí que no se computara, que no debe computarse el voto del señor Solórzano, por dos razones: Primera: Hay una acusación contra él, que ha pasado a la Comisión respectiva. (Voces: ¡No, no!) Segunda: Es anticonstitucional que el señor Solórzano sea empleado del Ejecutivo y que ejerza aquí sus funciones de diputado; en consecuencia, ¿Por qué se le va a computar el voto, ya que tenemos la debilidad de aceptarlo aquí en su curul siendo empleado del Ejecutivo? No sé si, como dice él, recibe o no sueldo, en cualquiera forma, es anticonstitucional que el señor Solórzano esté aquí funcionando como empleado del Ejecutivo, terminantemente lo dice la Constitución y es por lo que yo pido que ya que tenemos la debilidad de concederle asiento aquí, que no se compute su voto en ninguna de las votaciones. (Voces: ¡No, no!)

El C. Hay: Yo voy a tomar menos de cinco minutos con toda seguridad, pero quiero establecer lo siguiente: Primero: No estoy de acuerdo con la proposición del señor Zubaran porque si es cierto que hay una acusación, no hay sentencia que haya no podemos dejar de computarle su voto. Segundo: No estoy de acuerdo con lo expresado por el señor García Vigil, porque yo me permito recordar a la H. Asamblea que en la primera ocasión que hablé no vine a atacar ni a defender al señor Solórzano, sino únicamente a establecer puntos básicos para el futuro, puesto que es necesario que se establezca un precedente para evitar esta oscilación de los votos. Tercero: Que cuando hablé la segunda ocasión en seguida del señor Solórzano, lo hice para rechazar una imputación enteramente injusta que se nos hacía, de que nosotros estábamos atacando a él para poder atacar al Gobierno, que él era el conducto para poder llegar al Gobierno, como dando a entender que nosotros no teníamos bastante virilidad para que cuando quisiéramos atacar al Gobierno no lo hiciéramos directamente sin atravesar por su cuerpo o por su persona. Claro es que esta rectificación fue de suma importancia porque se nos tachaba de debilidad o de falta de conciencia y yo rechacé esa imputación; creo yo que no he lanzado contra el señor Solórzano ni un solo ataque y así se lo anuncié. El día que quiera atacar a usted o a "El Pueblo," lo haré virilmente, sin rodeos; cuando quiera atacar al Gobierno lo haré con toda claridad y sin rodeos y ya se verá cómo mañana "El Pueblo," órgano del señor Solórzano, sí nos atacará por conducto de "El Pueblo," y ya se verá, como se ha visto siempre, que el órgano del antiguo director Heriberto Barrón, fué empleado principalmente para atacar a sus enemigos personales más que para defender al Gobierno o hacer un periódico doctrinario del Gobierno. Este es el punto preciso; de todos modos yo tengo la conciencia de no haber insultado al señor Solórzano; el día que yo desee insultar a cualquiera persona, lo haré con toda claridad. No he dirigido ningún insulto consciente, sólo he puesto los puntos sobre las íes y es preciso que nos fijemos en estos asuntos: Primero: No es pertinente la proposición del señor Zubaran, porque no hay ni una sentencia todavía; por lo tanto, el señor Solórzano tiene pleno derecho de seguir viniendo a sentarse entre nosotros. Segundo: La rectificación del voto no es reglamentaria, puesto que eso, solamente, tácitamente se acepta según el artículo 155, que dice: "Si hubiere empate en las votaciones que no se refieran a elección de personas, se repetirá la votación en la misma sesión, y si resultare empate por segunda vez, se discutirá y votará de nuevo el asunto en la sesión inmediata." Quiere decir que cuando haya repetición de votaciones sí hay derecho a modificar el voto; pero mientras tanto, no hay derecho para rectificar el voto porque esto es de suma importancia. Vamos a suponer que en una votación hay ochenta votos en la negativa contra

ochenta en la afirmativa, es decir, hay una votación en la que faltan dos votos para terminar la votación, cualquiera de los votantes rectifica su voto después de haberse hecho la votación; eso ya modificaría la votación. ¿Y qué haría la Asamblea? ¿Rectificar esa votación? No, señores, exigiría que se cumpliera con el artículo 155, que se repitiera la votación, y entonces sí habría pleno derecho para rectificar el voto. Todavía más; si se vuelve a votar por la segunda vez, se discutirá y votará de nuevo el asunto en la sesión inmediata. Es decir, da a entender esto: Que los señores diputados pueden no haber cambiado de modo de pensar en la segunda votación porque no porque no ha habido nada que los incline a modificar su voto; pero se vuelve a discutir y de la nueva discusión puede modificar el criterio por los razonamientos de los oradores y entonces sí se modifica la votación. Yo insisto solamente desde el punto de vista abstracto sin tomar en cuenta la personalidad del señor Solórzano, que es preciso establecer el precedente de que no se modifique un voto durante la votación, a menos de que se haga de acuerdo con lo marcado por el artículo 165 del reglamento vigente de esta Cámara.

El C. Solórzano: Pido la palabra. (Voces: ¡Que hable Solórzano!)

El C. Secretario López Lira: Se hace presente a los señores diputados que se va a pasar lista por orden de la Presidencia.

El C. González Torres: Moción de orden. Hay quórum, pero se ve ya a la Cámara perfectamente hastiada de este asunto; ¿Por qué no se toma Su Señoría la molestia de preguntar si se sigue discutiendo? (Voces: ¡Que hable el compañero Solórzano! ¡Permítasele que se defienda!)

El C. Presidente: ¿Se le concede el uso de la palabra? (Voces: ¡Sí!)

El C. Hay: Tenemos la obligación de oirlo.

El C. Solórzano: Señores, voy a tomar la palabra, pero antes suplico a ustedes que me escuchen con toda calma, porque si no, no me dejan hablar ni me dejan defenderme. La cosa es muy sencilla: Yo creo que tiene razón el señor Vigil al decir que tengo derecho a rectificar mi voto y a darse una censura porque lo rectifiqué. Esto es todo, señores; haya yo estado distraído, me haya equivocado, lo que ustedes quieran, es censurable mi distracción, pero no soy un hombre inconsciente, siempre he votado en esta Cámara como voté en Querétaro, conscientemente, y repito que no es éste el primer caso, ya se han dado otros casos aquí donde por igual motivo, el diputado dice: "Estuve distraído, rectifico mi voto." La costumbre es mala, como dice el señor Hay y con seguridad que no se volverá a repetir en mí; pero sólo merece censura; por lo demás, yo dí mi voto conscientemente, Ahora bien, señores diputados, como dice el señor Garrido, yo nada significo, nada valgo, no me necesita para nada el Partido Liberal. ¿Entonces por qué tanta saña? ¿Entonces por qué tanto apasionamiento cada vez que se trata de mí, si no valgo nada, si no soy nadie? ¿Entonces por qué se me quiere despedir, como ayer, de esta Cámara? ¿Entonces por qué ahora se me ataca haciéndome una infinidad de cargos que no merezco? Cuando habló el señor Hay y que yo contesté, no hacía alusión al señor Hay, y si él así lo creyó hágame favor de creer el señor Hay que no me refería a él. Lo que el señor Hay dijo estaba en razón, siempre lo he escuchado con todo respeto; yo no me refería a él; si dije que los ataques eran velados y no a mí, era precisamente porque yo me siento insignificante, yo creo que nada valgo. ¡Por qué en otros casos graves de la Cámara se ha tenido más benignidad que cuando se ha tratado de mi puesto en "El Pueblo," en cuyo puesto ni siquiera tengo nombramiento oficial de director, ni siquiera he percibido un solo centavo?; puede esta Cámara mandar una Comisión para que investigue en la Secretaría de Hacienda para ver si se me ha ministrado un solo centavo, y que vea en la contabilidad de "El Pueblo" a ver si he percibido un solo centavo. Esto en cuanto al periódico; pero se me hace un cargo más todavía: Que voy a valerme del periódico para atacar a los que me atacan. No, señores, llevo un mes de estar allí, he tenido el periódico en mis manos, he tenido ocasión de atacar a mis enemigos y no lo he hecho. En el número de hoy no aparece absolutamente ningunos ataques contra los que me atacaron ayer y esto mismo seguirá pasando en "El Pueblo," porque mi labor ha sido y seguirá siendo honrada mientras esté yo allí. No he de lanzar cargos ni expresiones crueles a los que como diputado me ataquen, Cuando otro periódico me ataque como periodista, entonces contestaré; cuando me ataquen como diputado, ni siquiera intentaré defenderme en el periódico, como lo he hecho hasta ahora. Así es que la cosa es muy sencilla: Rectifiqué mi voto precisamente por conciencia y por honradez y no por inconsciencia; rectifiqué mi voto porque me había formado mi criterio desde un principio, y éste era negativo; esto ya se ha visto otras veces; en lo sucesivo ya no lo haré y si alguna vez me equivoco, me quedaré con mi equivocación para no sentar un precedente, como dice muy bien el señor Hay. A eso se reduce todo, señores diputados, y, por lo tanto, esa acusación que está allí, ya verán cómo es completamente injusta, porque después de no recibir ni un solo centavo de "El Pueblo," no es ese el procedimiento en este caso.

El C. Presidente, a la 1.25 p. m.: Se suspende la sesión de la Cámara de Diputados y se cita esta tarde a las cuatro.

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

CELEBRADA EL DÍA 4 DE MAYO DE 1917.

SUMARIO

1. Se pasa lista. Se reanuda la sesión. Se lee y aprueba el acta de la anterior. - 2. Es introducida al salón una Comisión de la Cámara de Senadores ocupando la tribuna el Presidente de ella para informar sobre los fundamentos y móviles del proyecto de ley de que es portador. Contesta el C. Presidente de la Cámara. - 3. Se da cuenta con dicho proyecto de ley y, puesto a discusión es reclamado el trámite sometiéndose a votación económica. Como fuera dudoso el resultado se somete a votación nominal siendo rechazado el trámite y pasando el proyecto a las Comisiones 1a. y 2a. de Hacienda. Reclamado nuevamente el trámite es desechado en votación económica proponiéndose y aprobándose el siguiente: "Dígase al Senado que esta Cámara no está facultada para discutir el proyecto de ley que se le ha enviado, en virtud del artículo 6o. transitorio de la Constitución." - 4. Se nombra una Comisión para acompañar al C. Presidente de la República en las fiestas cívicas de mañana. Varios ciudadanos proponen que se erija la Cámara en sesión permanente hasta resolver la cuestión de las facultades extraordinarias. Ocupa la Presidencia el C. Martínez de Escobar. No se toma en consideración la proposición. El C. Pesqueira trata de rectificar hechos y es interrumpido. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. ROMÁN ALBERTO.

El C. Secretario Mata, a las 4.35 p. m.: Hay una asistencia de 134 ciudadanos diputados. Hay quórum.

El C. Presidente: Se abre la sesión de la Cámara de Diputados.

El C. Secretario: Acta de la sesión anterior. (Leyó). Esta a discusión.

El C. Aveleyra: En la parte referente a la proposición que se hizo del señor Ibarra, esta proposición la hizo el señor Padilla y allí dice Vadillo.

El C. Padilla: Parece que no consta la proposición que hice a la Gran Comisión.... (Voces: ¡Ya está, ya está!)

El C. Secretario: Con las rectificaciones hechas, ¿Se aprueba el acta? Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobada.

El C. Presidente: Habiendo sido informado de que ha llegado a esta Cámara una Comisión enviada por la Cámara de Senadores, se suplica a la Comisión que se nombró hoy en la mañana se sirva pasar a recibirlos e introducirlos al salón. (La Comisión sale a cumplir su cometido). (La comisión de senadores penetra al salón).

El C. Zubaran Capmany: Presidente de la Comisión de senadores: Ciudadanos diputados: La Cámara de senadores nos ha conferido el alto honor de ser portadores de un proyecto de ley que envía a esta respetable Cámara Popular. Nos ha comisionado igualmente para exponer los móviles, los fundamentos que han inspirado este proyecto. En la sesión de ayer tarde en la Cámara de Senadores se presentó una Comisión de esta H. Cámara de Diputados, presentando el proyecto de ley que presentó el primer Jefe a esta Cámara, y en el que solicita facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda. El Presidente de esta Comisión nos expuso el giro de la discusión en esta Asamblea y los motivos que ella misma había tenido para aprobar ese proyecto, por mayoría. La Cámara de Senadores prestó la mayor atención a las argumentaciones de la Comisión de la de Diputados y dispensando los trámites a esa iniciativa, la puso desde luego a discusión. Esta fue amplia y liberal; escuchó la Cámara de Senadores los razonamientos del C. Subsecretario de Hacienda y fue más allá aún, escuchó y acogió las voces que desde la galería decía el señor Luis Cabrera, ex secretario de Hacienda, que nos presentó a los senadores por el honorable conducto del señor Secretario del ramo. Los argumentos del pro y del contra casi son conocidos de vosotros. El C. Subsecretario de Hacienda en síntesis expresó que de no otorgarse esas facultades extraordinarias, se detendría toda la maquinaria administrativa y que eso produciría males, tanto más graves, cuanto que la situación del Erario es angustiosa y se resuelve mensualmente con un déficit de consideración. Los CC. senadores que apoyaron la iniciativa del C. Primer Jefe expusieron más o menos los mismos argumentos que los CC. diputados en esta Cámara el día de la discusión. Los que hablamos en contra analizamos el asunto desde el punto de vista político y desde el punto de vista constitucional. Para entrar a éste, uno de los miembros del Senado interpeló, con permiso de la Presidencia, al C. Subsecretario de Hacienda,

suplicándole expresara en qué fundamentos legales, en qué principios constitucionales se apoyaba la iniciativa del C. Primer Jefe del Ejército Constitucionalista; y el Senado escuchó con pena de los labios del C. Subsecretario de Hacienda, que esa Secretaría, por su conducto, no podía expresar en que fundamentos se apoyaba la iniciativa. Entonces, señores, tocó a la Cámara de Senadores ver estas dos cuestiones: Desde luego admite el Senado la urgente necesidad que el Ejecutivo tiene de una amplia esfera de acción en la Secretaría de Hacienda para atender a urgentes y apremiantes necesidades, punto que toda la Cámara de Senadores admite; y queriendo ayudar, queriendo armonizarse en la colaboración con el C. Presidente de la República, se puso este dilema: Ayudarle dentro de la ley o ayudarle violando la ley, con esta circunstancia que creo interpretar el más sincero deseo de la Cámara de Senadores al deciros que esa Cámara desea ardientemente obrar en la mayor armonía, siempre por supuesto dentro de la ley, con esta H. Cámara de Diputados. Y la Cámara de Senadores encontró que la Constitución de 1917, reformando la de 1857, no autoriza al poder legislativo a otorgar facultades extraordinarias más que en el solo caso, absolutamente más que en uno, en el caso del artículo 29 de la Constitución, y como la iniciativa del Primer Jefe no se apoya felizmente en el artículo 29 de la Constitución, encontramos que no podía, sin conculcar esa Constitución, otorgarle facultades extraordinarias y no estando fundada la iniciativa del Primer Jefe en el artículo 29 de la Constitución, porque felizmente, ciudadanos diputados, no es el caso de una invasión al territorio nacional, no se nos ha dicho, y yo siento que no es así, que exista una grave y honda perturbación en la paz pública, y si existe debe expresarse, no se nos ha dicho que el mal sea tan grave, que pueda poner en grave conflicto a la sociedad y si fuera así, la iniciativa debió decirlo y expresar qué clase de garantías son las que se suspenden y si en todo el territorio nacional o en una parte de él y por qué tiempo. El Subsecretario del ramo ayer en la Cámara de Senadores y el ex Secretario de Hacienda hoy en la presa lanza un reproche al Poder Legislativo, dice: "Ustedes exigen al Presidente de la República que precise un término, que fije un tiempo durante el cual deba ejercer esas facultades extraordinarias, pero ustedes rehusan fijar ese tiempo para expedir las leyes hacendarías que pondrán término a estas facultades." Y es tan injusto este cargo, que todos vosotros sabéis que el XXVII Congreso no puede ocuparse absolutamente más que de aquellos asuntos para los cuales ha sido convocado y esos asuntos no pueden ser más que erigirse en Colegio Electoral para elegir los Magistrados de la Suprema Corte, revisar la elección presidencial, etc. ¿Por qué se nos reprocha como Poder Legislativo que no hagamos desde luego leyes que no hagan necesarias esas facultades extraordinarias? Así es que el Senado encontró este dilema: Las facultades extraordinarias implican necesaria y forzosamente la suspensión de garantías, único caso en que se pueden otorgar. ¿Queremos hacer esto? ¿Es lo que nos ha pedido el C. Presidente de la República? ¿La situación es tan angustiosa en el terreno legal para llegar a dar ese paso? Pensamos honradamente, constitucionalmente y políticamente que no, ciudadanos diputados. Hay otro punto que no reviste tanta gravedad pero que sí se informa, sí se deriva de un texto expreso de la Constitución: el derecho de iniciar las leyes únicamente compete al Presidente de la República, y a los diputados y senadores, al Congreso de la Unión, y a las Legislaturas de los Estados.Es así que la iniciativa que se ha presentado a esta Cámara el día 28 de abril no ha sido ni por el Presidente de la República , ni por los diputados y senadores al Congreso de la Unión, ni por Legislatura alguna de los Estados; luego esa iniciativa es anticonstitucional; la presentó el respetable C. Primer Jefe, pero la Constitución no admite, no autoriza al Primer Jefe para presentar iniciativas. Hay más, CC. diputados. El deseo sincero, no la cobardía del halago al Primer Jefe como se ha dicho, es ayudarle absolutamente en todo, porque estamos conscientes de la angustiosa y difícil situación, pero siempre que esta ayuda sea dentro de la ley. ¿Qué hubiera sucedido y que sucederá necesariamente si por una u otra circunstancias se sigue discutiendo ese proyecto cuya discusión se ha suspendido y el Senado llega a aprobarlo? Pues sencillamente que no estando apoyado ni autorizado por la Constitución, que violando el artículo relativo de ésta, que limita quiénes pueden iniciar leyes y violando el artículo relativo de ésta, que limita quiénes pueden iniciar leyes y violando el artículo 49 y 29 de la misma, que dicen en qué casos únicamente se pueden otorgar facultades extraordinarias, las leyes que en virtud de esas facultades se expidieran serían absolutamente anticonstitucionales y la Suprema Corte de Justicia, que próximamente funcionará, tendría que atender todos los amparos que se formularan contra esas leyes, ya por poderosas compañías mexicanas y extranjeras, ya por toda clase de ciudadanos. No haríamos más que levantar un cadáver, algo que no tendría vida, porque no tendría base legal legítimamente constitucional. Presentada así la cuestión, siendo unánime el sentir de los CC. senadores y siendo inminente un voto reprobatorio al proyecto que esta H. Cámara envió a la de Senadores, no queriendo por su parte el Senado dar ese voto por naturaleza y legítimas consideraciones al autor del proyecto, dentro de la ley buscamos un

expediente perfectamente legítimo, apoyado en el reglamento y solicitamos una moción suspensiva para la discusión de ese proyecto y presentar uno de carácter más urgente y entonces se presentó este otro que hoy el Senado envía a vuestra consideración, proyecto cuyo origen no es precisamente de la Cámara de Senadores, sino que ha nacido de los escaños de esta propia Cámara, que llena el objeto dentro de la ley que se buscaba con la solicitud de facultades extraordinarias. A vosotros toca hoy resolver en vuestra alta consideración e innegable patriotismo, si nosotros hemos estado en la razón o si hay otro expediente en que el Legislativo pueda obrar hoy, como siempre, de acuerdo con el poder Ejecutivo. (Aplausos).

El C. Presidente: Esta Cámara de Diputados estima la atención de aquella alta Cámara al enviar la Comisión que es portadora de un proyecto de ley y ha escuchado con toda atención los móviles y razones que ha tenido para ello y sin duda fijará toda su atención en ellas para resolver una cuestión de tanta trascendencia.

(Se ausenta la Comisión del Senado).

El C. Secretario Mata: "Para los efectos constitucionales, tenemos la honra de remitir a ustedes, en dos fojas útiles, el expediente con el proyecto de ley aprobado por esta Cámara, dejando en vigor todas las leyes, decretos y disposiciones de la Primera Jefatura del Ejército Constitucionalista, entretanto no sean aprobadas por el Congreso las leyes relativas; facultando al Ejecutivo para arbitrarse las cantidades que sean necesarias para cubrir los gastos de la administración hasta el 31 de agosto del presente año.

"Reiteramos a ustedes, señores Secretarios las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración.

"Constitución y Reformas. - México, 4 de mayo de 1917. - F. Ramos Barrera. - Juan B. Torres.- (Rúbricas)."

"CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - Presentes.

"Los subscriptos, senadores al Congreso de la Unión someten a la consideración de la Cámara de Senadores el siguiente:

PROYECTO DE LEY.

"El Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, decreta:

"Art. 1o. - Quedan en vigor todas las leyes, decretos y disposiciones de la Primera Jefatura del Ejército Constitucionalista que fueron expedidas durante el período preconstitucionalista, relativas al ramo de Hacienda, en tanto que son aprobadas por el Congreso de la Unión las leyes relativas.

"Art. 2o. - Se faculta al Poder Ejecutivo de la Nación para arbitrarse las cantidades que le sean necesarias para cubrir el déficit de los gastos de la administración hasta el 31 de agosto del presente año.

"Art. 3o. - El Poder Ejecutivo rendirá cuenta expresa ante la Representación Nacional del uso que hubiese hecho de la autorización concedida en el artículo anterior. - Salón de Sesiones de la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión. - México, 3 de mayo de 1917. - R. Zubaran Capmany. - Cutberto Hidalgo. - F. Ramos Barrera. - F. L. Jiménez. - J. Sánchez Azcona. - Victorio E. Góngora. - Ildefonso Vázquez. - F. S. Mancilla. - Antonio Guerrero. - J. C. Rivera. - J. Silva. - J. I. Lugo. - R. Neri. - Pedro Corona. - Emiliano C. García. - J. Pedrero. - Aureliano Colorado. - H. Pérez Abreu. - Amado Aguirre. - (Rúbricas)."

Al margen: "Mayo 3 de 1917. - Recibió lectura y se puso a discusión en lo general. Declarado con lugar a votar por mayoría de votos. - F. Ramos Barrera.- S. S. (Rúbricas). - Puestos sucesivamente a discusión y reformados los tres artículos se aprobaron por unanimidad de votos. - F. Ramos Barrera. - S. S.- (Rúbrica)."

MINUTA.

PROYECTO DE LEY.

"El Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, decreta:

"Art. 1o. - Quedan en vigor todas las leyes, decretos y disposiciones de la Primera Jefatura del Ejército Constitucionalista, relativos al ramo de Hacienda, en tanto que son aprobadas por el Congreso de la Unión, las leyes relativas.

"Art. 2o. - Se faculta al Poder Ejecutivo de la Unión para arbitrarse las cantidades que le sean necesarias para cubrir el déficit de los gastos de la administración hasta el 31 de agosto del presente año.

"Art. 3o. - El Poder Ejecutivo rendirá cuenta expresa ante la Representación Nacional del uso que hubiere hecho de la autorización concedida en el artículo anterior. - Salón de Sesiones de la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión. - México, 3 de mayo de 1917. - J. Sánchez Azcona. - S. P. - (Rúbrica). - Juan A. Frías. - S. S. - (Rúbrica). - H. Pérez Abreu. - S. S. - (Rúbrica).

"Se remite a la Cámara de Diputados para los efectos constitucionales en dos fojas útiles. - México, 4 de mayo de 1917. - El Oficial Mayor. - Luis I. Reed. - (Rúbrica). - Un sello que dice: Secretaría de la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión."

- La Presidencia hace saber que siendo este asunto considerado en la sesión anterior

como de urgente tramitación, ha creído de su deber que continúe en ese mismo trámite. Por consiguiente, está a discusión en lo general.

El C. Cravioto: Pido la palabra en contra del trámite.

El C. Gómez Mauricio: Pido la palabra en contra.

El C. Secretario: Se suplica a los ciudadanos que deseen hablar en pro o en contra del trámite, se sirvan inscribirse. El trámite es que se considera este asunto de urgente resolución.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Cravioto.

El C. Cravioto: Señores diputados: Sólo me explico la serie de errores que estamos cometiendo por igual, tanto el Poder Legislativo representado por sus dos Cámaras, como el Poder Ejecutivo por la urgencia verdaderamente angustiosa que tenemos todos para afrontar una situación económica que está a punto de un verdadero desastre. Bastaría, señores diputados, para fundar ampliamente la no dispensa de trámites que nos propone la Mesa, recordar esto someramente. El artículo 6o. transitorio de la Constitución vigente prescribe de una manera precisa y terminante que nosotros en este período extraordinario de sesiones no podremos ocuparnos sino de la elección de magistrados a la Corte, la discusión de leyes de organización de tribunales y otras cosas más y de las leyes que consulte el Ejecutivo. Así es que el proyecto de la Cámara de Senadores emana directamente del cuerpo colegislador, y por lo tanto, ocuparse de él no está en el límite de nuestras atribuciones por violación de ese artículo transitorio constitucional. Esto es evidente, señores diputados, y creo que no debemos insistir más sobre el particular; pero voy a hacer otra serie de consideraciones porque la gravedad de la situación exige que hurguemos en nuestro cerebro y buena voluntad para encontrar dentro de nuestras luces, pocas o muchas, una solución inmediata a este problema que es forzosamente pavoroso. El proyecto presentado por el Senado, que todavía no está a discusión, nos plantea desde luego una solución que tal vez pueda ser acierto. El artículo 1o. dice que quedan en vigor todas las leyes y decretos que sobre materia hacendaria....

El C. Aguirre Colorado, interrumpiendo: Una moción de orden, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Aguirre Colorado: Que se concrete el orador a la cuestión, porque reclamó el trámite.

El C. Cravioto, continuando: Me extraña que el señor Aguirre Colorado, cuando se trata de una cuestión vital para la patria, pretenda cortarme el uso de la libertad de la palabra. Yo espero del patriotismo de la Asamblea que me dejará continuar. Se trata de esto, señores diputados, de precisar si están o no están en vigor las leyes o decretos expedidos por la Primera Jefatura. Cuando se trató en sesión secreta de ver qué procedimiento debía seguirse con motivo de la acusación en contra del señor ingeniero Robles Domínguez, la Cámara de Diputados estuvo conforme en que la ley anterior debía estar en vigor, en tanto que Vuestra Soberanía no la derogara o no se oponga con el texto constitucional expreso. Creo que este criterio debe normarnos en el presente caso, y tan es así, que la iniciativa que presentó a esta Cámara el Primer Jefe y no el Presidente de la República, ya establece el sentido dudoso. Creo que ésta es una de las cosas que se deben precisar esta tarde; de tal manera que para la proposición que posteriormente voy a hacer no es un obstáculo el tiempo, pues creo que todos ustedes están de acuerdo en que las leyes hacendarias dadas por la Primera Jefatura, en tanto que no estén en pugna con algún precepto de la nueva Constitución, están y deben estar en vigor hasta que Vuestra Soberanía acuerde lo contrario. La única discusión en este caso sería en lo relativo a las disposiciones penales dadas por la Primera Jefatura, que automáticamente han cesado porque esas sí violan algunas de las garantías constitucionales, por ejemplo, la ley de 25 de enero, las reglamentaciones que se refieren a la incomunicación de los procesados, etc.; pero las leyes hacendarias no violan ningún texto expreso de la Constitución y por lo tanto deben estar en vigor. Otro asunto que se trata de dilucidar expresamente son las facultades y el procedimiento que debemos seguir en esta cuestión verdaderamente grave. La Constitución no autoriza de una manera expresa la concesión de facultades extraordinarias; la Constitución no tiene más que el artículo 29, el precepto y un procedimiento y un trámite para la suspensión de garantías; yo creo, señores diputados, que todas las facultades extraordinarias que se han venida dando a los diversos Ejecutivos desde el año de 1825 ó 26, si mal no recuerdo, hasta las últimas facultades extraordinarias que se concedieron al señor Presidente Madero con motivo de la rebelión de Orozco, han tenido el carácter de verdaderas suspensión de garantías; voy a decir por qué, pues esto es tema de una discusión constitucional seria. Hay dos clases de garantías constitucionales: las garantías individuales y los preceptos establecidos en la Constitución para hacer efectivo el goce de un derecho. A este orden de garantías, en el sentido amplio de la palabra, pertenecen sin duda alguna las dos clases de peticiones que hace el C. Primer Jefe. Entre las obligaciones de los mexicanos hay el precepto de que todo mexicano está obligado a cooperar a los gastos públicos en la medida justa y equitativa que

piden las leyes, es decir, que nadie está obligado a pagar un impuesto que no esté estipulado en una ley anterior. Esta es una garantía . Hay también un artículo expreso de la Constitución que es una garantía social, una garantía del tesoro público para que se interprete honrada, patriótica y útilmente en las necesidades nacionales. Este artículo expresamente dice que el Poder Ejecutivo no podrá disponer de un, solo o centavo sino es con previa autorización de una ley.Entiendo yo que las facultades extraordinarias solicitadas por el C. Primer Jefe se refieren a estos dos capítulos, puesto que pide amplia libertad para, en un momento dado, modificar los impuestos, las tarifas aduanales y para arbitrarse fondos.

El C. Presidente: Me permito llamar la atención del señor Cravioto, que no ha tratado el asunto para que pidió la palabra.

El C. Cravioto: Acatando la decisión del señor Presidente, concluyo para hacer una proposición concreta por escrito. Creo, señores diputados, que Vuestra Soberanía no debe de aceptar esta dispensa de trámites. Repito que todos estamos violando la Constitución, inclusive el Senado. El Senado no ha tenido derecho para presentar aquí esta iniciativa, así como el C. Primer Jefe no ha estado dentro de las prescripciones constitucionales para pedir las facultades extraordinarias; por lo tanto, creo que lo que es de obvia resolución es que nosotros desechemos de plano esa iniciativa; si no se quiere desechar de plano por anticonstitucional, pido cuando menos que no se le dispensen los trámites.

El C. Presidente: Tiene la palabra en pro el C. Urueta.

El C. Urueta: Sin entrar, como es natural, señores diputados, al fondo del asunto como pretendió hacerlo el señor Cravioto, me limito simplemente a decir esto. Este asunto es perfectamente conocido, por no decir que es el mismo que se trató ayer aquí y que se trató ayer en el Senado. Si, pues, se ha declarado que el asunto es de urgencia y si el mismo señor Cravioto ha manifestado en esta tributa que es urgente resolverlo, pues es claro que el trámite que la Mesa había dado antes subsiste y no es necesario ni siquiera consultar a la Asamblea si se trata de un asunto urgente. (Voces: ¡ No!)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Mauricio Gómez.

El C. Gómez: Señores diputados: Es de tal manera atentatorio contra Vuestra Soberanía el trámite dado por la Mesa, que no me atrevo a entrar al debate hasta pedirle a la Mesa que lo ratifique para que ustedes se enteren bien de él. Ruego atentamente a la Presidencia ratifique su trámite.

El C. Secretario: La Mesa considera que este asunto es el mismo que se ha considerado aquí como de urgente resolución y con tal motivo lo pone a discusión.

El C. Gómez: Artículo 61 del reglamento de la Cámara: " En los casos de urgencia o de obvia resolución, calificados por el voto de las dos terceras partes de los individuos de la Cámara que estén presentes, podrá ésta, a pedimento de alguno de sus miembros, dar curso a las proposiciones y proyectos en hora distinta de la señalada, abreviar el intervalo de las lecturas y aun dispensar la segunda lectura." Ya ven ustedes que cuando manda el reglamento que se consulte a Vuestra Soberanía y que sólo el voto de las dos terceras partes basta para la dispensa de trámites, la Mesa se ha apartado en lo absoluto del cumplimiento de sus obligaciones. Así, pues, la violación al artículo 61 es flagrante. Es necesario que previamente se ponga a votación para que la Asamblea decida. Pido un voto negativo para esta proposición del Presidente, y si él quiere, si cree que está en los justo, pregunte la voluntad de Vuestra alta Soberanía.

El C. Presidente: La Mesa ha dado el trámite de que el asunto se considere de urgente resolución, pero indudablemente la Asamblea es la que tiene que resolver.

El C. Gómez: Entonces ¿Por qué se ha puesto el asunto a discusión?

El C. Presidente: No está a discusión, el trámite es el que ha sido objetado. Tiene la palabra el C. Aguirre Colorado.

El C. Aguirre Colorado: Vengo, señores diputados, a sostener el trámite dado por la Mesa, porque esta es la ocasión precisa y vamos a decir verdades para saber quiénes son los amigos del Gobierno y quiénes son los enemigos de él. Señores, en la conciencia de todos los representantes del pueblo está la urgente necesidad que tiene el Ejecutivo de algunas facultades y si nosotros ahora impugnamos el trámite de la Mesa, que es de urgente necesidad de que el Congreso resuelva ese proyecto de ley que concuerda con el proyecto de ley que concuerda con el proyecto enviado por el Ejecutivo, entonces, señores diputados, los que se opongan serán marcadamente los que se oponen a las labores del Gobierno.(Voces: ¡No, no! Sí, señores, lo sostengo y lo voy a demostrar. Hay una fracción en el artículo 72 constitucional que dice: "Si algún proyecto de ley o decreto, fuese desechado en su totalidad por la Cámara de revisión, volverá a la de su origen con las observaciones que aquella le hubiese hecho. Si examinado de nuevo fuese aprobado por la mayoría absoluta de los miembros presentes, volverá a la Cámara que lo desechó, la cual lo tomará otra vez en consideración, y si lo aprobare por la misma mayoría, pasará al Ejecutivo para los efectos de la fracción A; pero si lo reprobase, no podrá volver a presentarse en el mismo período de sesiones." En consecuencia, señores, el no aceptar el trámite que la Mesa ha dado en estos momentos, tal vez podrá dar por resultado que ese proyecto se relegue y quién

sabe cuándo podremos resolver esas facultades que el Ejecutivo pide. (Voces: ¡No, no!). Ustedes dirán que no porque no son legítimos representantes del pueblo ni amigos del Gobierno. (Voces: ¡No, no!) Sí, señores, estoy en los justo. Hay una fracción del artículo 72 que así lo previene y los que firmaron la Constitución de 1917 antes que nadie, y los que han venido a protestarla, deben estar con la Constitución y el Gobierno de la República encarnado en Venustiano Carranza: deben ayudarlo, porque ha salido de la voluntad popular y oponerse al trámite de la Mesa para resolver de una manera definitiva un asunto de tanta trascendencia como es la cuestión económica del país, es oponerse a la labor que puede desarrollar en la administración el Gobierno emanado de la Revolución. Dentro del orden constitucional apoyo el trámite de la Mesa y pido que la Cámara considere este asunto como de urgente y obvia resolución.(Aplausos).

El C. Secretario: El artículo 20 del reglamento dice: "Este voto será consultado cuando algún miembro de la Cámara reclame la resolución del Presidente, previa una discusión en que podrán hablar dos individuos en pro y dos en contra; lo cual se podrá hacer siempre que no haya mediado votación en el mismo negoció y se adhieran a la reclamación por lo menos dos de los individuos presentes." En tal virtud, habiendo hablado dos oradores en pro y dos de los individuos presentes." En tal virtud, habiendo hablado dos oradores en pro y dos en contra, se consulta a la Asamblea si considera que debe subsistir el trámite de la Mesa.

El C. Múgica: Pido la palabra para hacer una pequeña aclaración.

El C Presidente: Tiene la palabra C. Múgica.

El C. Múgica: El señor diputado Mauricio Gómez propiamente no ha hablado en contra del trámite de la Mesa; ha hecho moción de orden, se ha concretado a leer un artículo reglamentario. Quisiera que se tomase en consideración y se me permitiera hacer uso de la palabra en contra del trámite.

El C. Presidente: El C. Gómez ha pedido el uso de la palabra en contra del trámite. Así ha venido a inscribirse aquí.

El C. Secretario: Se consulta a la Asamblea si considera de urgente resolución este asunto. Los que estén por la afirmativa sírvanse poner de pie. Por acuerdo de la Presidencia se nombra a los diputados Garza Pérez y Aurelio Esquivel para que cuenten los votos.

El C. Márquez Rafael: Suplico a la Mesa Directiva vote también.

El C. Magallón: Hay varios senadores y presuntos diputados en este salón.

- El C. Secretario Mata: Por eso se ha nombrado a dos diputados para que cuenten los voto efectivos. Es claro que no se tomarán en cuenta los de los senadores y presuntos diputados, quienes tendrán la bondad de salir del salón. El resultado de la votación es el siguiente: 101 por la afirmativa, contra 49 por la negativa.(Aplausos).

El C. Basáñez: Una moción de orden.

El C. Secretario: En vista de que las dos terceras partes de los votos de los diputados presentes serían 106 y sólo se han obtenido 101, la Mesa declara no ha lugar a considerar el asunto de urgente resolución.

El C. Aguirre Colorado: 101 votos constituye más de las dos terceras partes de la totalidad. Que venga un matemático y lo diga.

El C. Gómez Mauricio: El artículo 147 reglamentario indica que cuando hay una diferencia de 5 votos al hacer el recuento, debe tomarse votación nominal. Suplico se ordene esa votación nominal en acatamiento del precepto citado; además, señor Presidente, el artículo 146 del reglamento fué violado, pues usted nombró una sola persona, debiendo haber nombrado dos de cada lado.

El C. Secretario Mata: La Mesa declara que debe hacerse votación nominal, de acuerdo con el artículo 147, que dice: "Pasaba esta vez sólo se les concederá la palabra en el turno que les toque, conforme a lo dispuesto en los artículos precedentes; a no ser que, ya por sí, o excitados por algún miembro de la Cámara, tuvieren que informar sobre hechos, pues entonces podrán hacerlo breve y sencillamente, con tal de que sea antes de cerrarse la discusión." Se suplica a los CC. Diputados se sirvan tomar sus asientos, porque se va a proceder a la votación nominal.(Se procedió a la votación).

El C. Secretario Mata: El resultado de la votación es como sigue: por la afirmativa 104 ciudadanos diputados por la negativa 54. No hay las dos terceras partes, no se dispensan los trámites.

El C. Peralta Miguel A.: Que se lean los nombres.

El C. Secretario Mata: "Votaron por la afirmativa los CC. diputados Acuña, Aguirre Colorado, Aguirre Efrén, Aguirre Escobar, Alcocer, Alonzo Romero, Ancona Albertos, Arreola R., Aveleyra, Arellano, Hay, Bello, Carrillo Iturriaga, Cámara, Campero, Céspedes, Cisneros, Cristiani, Echeverría, Esquivel, Fernández Martínez, Flores Garza, Figueroa, Gaitán, Gámez, García Vigil, Garza González, Garza Pérez, Gaxiola, González Alberto M., González Galindo, González Jesús, González Justo,González Torres, Guajardo, Hernández Garibay, Hernández Maldonado, Ibarra, Lanz Galera, Lizalde, López Couto, Leyva, López F., López Lira, López Miro, Magallón, Manjarrez, Manrique, Manzano, Mariel, Martínez de Escobar, Mata Filomeno, Mata Luis I., Méndez, Meneses, Montiel, Morales Hesse, Muñóz, Navarrete, Neri, Ortega José M., Ortega Rafael, Padilla, Pardo, Paredes, Colín, Peña, Peralta, Pérez Gasga, Pérez, Brambila, Pineda, Plank, Portes Gil, Portillo, Ramírez G., Ramírez Garrido, Ramírez Llaca, Reynoso, Rivas, Rivera Cabrera, Rivera, Robles Domínguez, Ríos Landeros,

Rodríguez Saro, Rojas Dugelay, Román, Rueda Magro, Ruíz Estrada, Ruíz, Sánchez, Sánchez Pontón, Sánchez Tenorio, Saucedo J. Concepción, Saucedo Salvador, Suárez, Téllez Escudero, Torre Rómulo de la , Torres Berdón, Urueta, Vadillo, Vargas, Ventura, Villarreal, Velázquez, Zapata y Zubaran.

Votaron por la negativa los CC. Diputados Aguirre Berlanga, Alejandre, Alvarez del Castillo, Andrade, Avilés, Bandera, Mata, Barragán Juan Francisco, Barragán Martín, Basáñez, Bravo Izquierdo, Breceda, Cantú, Cárdenas, Castillo, Córdova, Cravioto, Curiel, Chapa, Dávalos, Órnelas, Dávila, Díaz González, Escudero, Gárate, García Adolfo G., García Eliseo, García Jonás, Gómez Mauricio, González Lauro, González Marciano, González Torres, Gutiérrez, Hermosillo, Hernández Luis M., Herrera, Lechuga, Val, López Ignacio, Malpica, Márquez Josafat F., Martínez Rafael, Medina Francisco, Meza, Montes, Múgica, Pedroza, Pesqueira, Prieto, Rocha, Segovia, Silva, Solórzano, Torre Jesús de la, Treviño y Zepeda Medrano."

El C. Padilla: El C. González Torres, está anotado en la negativa y votó por la afirmativa.

El C. Secretario Mata: Está en las dos listas, y entonces se le descuenta aquí.

El C. Márquez Rafael: Yo voto por la afirmativa.

El C. Hay: No estoy anotado por la afirmativa.

El C. Medina Francisco: Yo voto por la negativa.

El C. Mata: ¿Y el C. Ordorica cómo vota?

El C. Ordorica: Yo acabo de llegar y no puedo votar porque no sé de qué se trata. (Voces: ¡Que vote, que vote!)

El C. Medina: El reglamento prohibe salvar el voto

El C. Secretario: Ciudadano Ordorica, la Presidencia le dice a usted que tiene obligación de votar.

El C. Ordorica: Por la afirmativa. (Aplausos).

El C. Secretario: El resultado de la votación es de 108 por la afirmativa y 55 por la negativa. Como no son las dos terceras partes no se dispensan los trámites y pasa a las Comisiones unidas 1a. y 2a. de Hacienda. En virtud de que el C. Ramírez Garrido objeto el tramite de que pase a las Comisiones de Hacienda, la Presidencia le concede la palabra.

El C. Ramírez Garrido: Señores diputados: Ayer, al salir de este recinto, decía al señor Rafael Zubaran, y poco después citaba mis palabras en el Senado, que estaba yo arrepentido de haber sostenido la iniciativa del Ejecutivo. Estaba yo arrepentido porque fuera de este recinto pude con más calma interiorizarme de la Constitución y ver que el Ejecutivo había violado tres artículos de nuestra Constitución. Había, con su carácter de Jefe del Ejército Constitucionalista, mandado una iniciativa de ley a la que nosotros no podemos bajo ningún concepto darle entrada. Había violadoel artículo 29, porque para pedir las facultades que solicitaba no lo había hecho basándose en Consejo de Ministros; había violado la fracción I del artículo 71 constitucional, y el 6o. transitorio de la Constitución de 1917, porque había mandado, como he dicho ya, esa iniciativa de ley firmada, no con su carácter de Presidente de la República, sino como Jefe del Ejército Constitucionalista. Ahora bien, señores, el Senado también está violando la Constitución y está contra el reglamento del Congreso General. En asuntos de Hacienda el Senado no puede mandar una iniciativa de ley, sino que de la Cámara de Diputados deben partir las iniciativas referentes a cuestiones hacendarias. En este asunto es terminante el artículo 64 del reglamento del Congreso de la Unión, que dice: "La formación de las leyes puede comenzar indistintamente en cualquiera de las dos Cámaras, con excepción de los proyectos que versaren sobre empréstitos, contribuciones o impuestos, o sobre reclutamiento de tropas, todos los cuales deberán discutirse primero en la Cámara de Diputados". La Ley que mandó hoy el Senado es una ley perfectamente hacendaria. Creo que allí habla también de arbitrarse fondos y esto en buen castellano se llama empréstito, y yo creo que el senado está violando este artículo. Conforme a la Constitución de 17, el Senado violó también ese artículo, puesto que en el artículo 6o. transitorio, ni la Cámara de Diputados ni la Cámara de Senadores tienen facultades para iniciar más leyes que las previstas en dicho artículo; por eso me opongo al trámite de la Mesa, puesto que no es de tomarse en consideración absolutamente la iniciativa del Senado, como la que mandó ayer El Poder Ejecutivo. Señores diputados, estamos dando en este momento casi un espectáculo como el que se está dando en estos momentos en los Estados Unidos, que hay una aparente oposición entre la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores, con motivo del envío de tropas de Europa, y aquí hay una aparente oposición entre la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores, porque ésta no tomó en consideración el proyecto que la mandamos ayer nosotros, por ser anticonstitucional, y hoy correspondemos de igual manera con el que nos manda ella.

El C. Urueta: Pido la palabra en contra del trámite de la Mesa.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Urueta.

El C. Urueta: Señores diputados: Es absolutamente necesario aclarar el punto. ó también reclamo el trámite de la Mesa, pero por otras razones. Yo entiendo que dar el trámite de que este asunto pase a Comisiones es aceptar implícitamente que tenemos facultades para tratarlo. Nosotros no tenemos

facultades para tratarlo; realmente hemos cometido un error, tanto el C. Carranza como el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, como el Senado y como la Cámara de Diputados. Conforme el artículo 6o. transitorio de la Constitución, nosotros tenemos que concretarnos a tratar únicamente los asuntos que en este artículo se especifican, puesto que se ha fijado un período extraordinario de sesiones; las iniciativas de ley, conforme a ese artículo, sólo deben partir del Poder Ejecutivo de la Nación. Si, pues, esta iniciativa partió en sus comienzos del Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, está violado por el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, el artículo 6o. transitorio de la Constitución. Si la Cámara de Senadores, en virtud de la moción suspensiva discutió y aprobó un proyecto de ley relativo al mismo asunto y lo envió a la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores también violó el artículo 6o. transitorio de la Constitución, pues no está facultada en manera alguna para iniciar leyes. Conforme a este artículo sólo pueden consultarse leyes por el Poder Ejecutivo de la Unión. Si esto es claro, evidente de toda evidencia, creo yo no es posible darle el trámite de que pase al estudio de las Comisiones, porque es enviar a las Comisiones un proyecto de ley insubsistente por sí mismo, un proyecto de ley que rompe completamente el texto constitucional. En consecuencia, el único trámite posible es el siguiente: "Dígase el Senado que esta Cámara no está facultada para discutir el proyecto de ley que se le ha enviado."(Aplausos).

El C. Chapa: Pido la palabra para rectificar un hecho.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Presidente: Ha dicho el Señor Urueta y también el señor Ramírez Garrido, que se estaba violando el artículo 6o. transitorio de la Constitución de 1917, que dice: "El Congreso de la Unión tendrá un período extraordinario de sesiones, que comenzará el 15 de abril de 1917, para erigirse en Colegio Electoral, hacer el cómputo de votos y calificar las elecciones del Presidente de la República, haciendo la declaratoria respectiva; y además, para expedir la ley orgánica de los tribunales de Circunto y de Distrito y la ley orgánica de los tribunales del Distrito Federal y Territorios, a fin de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación haga inmediatamente los nombramientos de magistrados de Circuito y jueces de Distrito, y el mismo Congreso de la Unión las elecciones de magistrados, jueces de Primera Instancia del Distrito Federal y Territorios; expedirá también todas las leyes que consultare el Poder Ejecutivo de la Nación. Los magistrados de Circuito y los jueces de Distrito y los magistrados y jueces del Distrito Federal y Territorios, deberán tomar posesión de su cargo antes del 1o. de julio de 1917, cesando entonces los que hubieren sido nombrados por el cual encargado del Poder Ejecutivo de la Nación," El Poder Ejecutivo de la Nación lo era el día 15 de abril anterior, el Primer Jefe, quien estaba en su pleno derecho de mandar el proyecto de ley que mandó. Creo que conforme el Plan de Guadalupe, que todos aceptamos, el Poder Ejecutivo estaba en manos del C. Venustiano Carranza, autor de la iniciativa de ley. Me opongo a que pase el proyecto que mandó la Cámara de Senadores de las Comisiones, porque esto retardaría indefinidamente la resolución de asuntos urgentísimo. Me opuse a que se discutiera ese proyecto, porque no tenía derecho la Cámara de Senadores de mandar un nuevo proyecto. La Cámara de Senadores debió discutir inmediatamente nuestro proyecto de ley, debió discutirlo y aprobarlo o reprobarlo, pero mandar una resolución inmediatamente y en vez de esto se acepta en el Senado una moción suspensiva a la que no tenía derecho, no es procedente. Efectivamente, el proyecto de ley de la Cámara de Senadores se relaciona con impuestos, con empréstitos y según un artículo del reglamento, todas esas iniciativas de ley deben partir de la Cámara de Diputados. Así, señores, yo creo que debemos oponernos el trámite de la Mesa, de que pase este asunto a las Comisiones.

El C. Ancona Albertos: Pido la palabra para un hecho muy breve.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Ancona Albertos: En la fracción "H" del artículo 72 de la Constitución General de la República, se dice lo siguiente: "La formación de las leyes o decretos puede comenzar indistintamente en cualquiera de los dos Cámaras, con excepción de los proyectos que versaren sobre empréstitos, contribuciones o impuestos, o sobre reclutamiento de tropas, todos los cuales deberán discutirse primero en la Cámara de Diputados."

El C. Velázquez Aurelio: Pido la palabra para aclarar un hecho.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Velázquez Aurelio: En el artículo 74 de la Constitución, fracción IV, se dice: "Aprobar el presupuesto anual de gastos discutiendo primero las contribuciones que a su juicio deben decretarse para cubrir aquél." Entiendo, señores diputados, que el Senado invadió las facultades soberanas de la Cámara Popular. Esa autorización que da por ese decreto, de autorizar al Ejecutivo para que queden vigentes las leyes sobre impuestos y la Cámara de Senadores no tiene esa facultad, porque es exclusivamente de la Cámara de Diputados. Esa es una invasión flagrante de nuestras atribuciones y no debemos nosotros admitirla. Ese proyecto debe desecharse y debe el Senado discutir el proyecto que le enviemos nosotros.

El C. García Vigil: para una interpelación de la Comisión.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. García Vigil: Deseo saber que trámite recayó a la proposición presentada por varios diputados, autorizando al Ejecutivo

para poner en vigor desde luego el presupuesto de egresos e ingresos que él había presentado a esta Cámara.

El C. Secretario López Lira: La Secretaría informa que a esa proposición no se le dispensaron los trámite. En esas condiciones quedó de primera lectura.

El C. García Vigil: El artículo 60, en su fracción I, dice: "Se presentarán por escrito y firmados por sus autores, al Presidente de la Cámara; y tendrán dos lecturas, una en la sesión en que sean presentados y otra al tercer día de su presentación. En aquella sesión, inmediatamente después de la primera lectura, podrá su autor o uno de ellos si fuesen varios, exponer los fundamentos y razones de su proposición o proyecto." Ruego que, con sujeción al reglamento, se dé lectura hoy a esa proposición.

El C. Secretario: No es posible dar cuenta hoy con todos los asuntos en cartera.

El C. Hay: Está todavía reclamándose el trámite de la Presidencia sobre un asunto anterior. El C. García Vigil esta fuera de orden al proponer que se lea un asunto de que no se puede ocupar hoy la Cámara.

El C. Cravioto: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Cravioto: Señores diputados: Vengo a hacer una observación para que se tome en cuenta al discutirse el trámite que ha dado la Mesa, el que está correcto. Estoy enteramente de acuerdo con todas las objeciones fundamentales que se han hecho; pero el reglamento fija esta regla, que es muy justa: cuando una diputación es el conjunto de diputados de un Estado.(Voces: ¡Ya lo sabemos!) Cuando una diputación presenta una iniciativa de ley por disparatada que sea, se toma inmediatamente en consideración y pasa inmediatamente a Comisión. Esta es una muestra de cortesía para los Estados, pues ahora, ¿tratándose nada menos que del grupo que integra toda la federación, donde están representados todos los Estados, no hay mucha más razón que cuando se trata de una diputación para que el proyecto de ley pase a las Comisiones, como lo ha ordenado correctamente el señor Presidente? Esto no quiere decir que lo aprobemos o desechemos, quiere decir que guardamos esta cortesía a la Cámara Federal de la República.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Acuña.

El C. Acuña Jesús: Señores diputados: Yo creo que en estos momentos ya todos estamos bordando sobre el vacío. El artículo 6o. transitorio de la Constitución se ha leído y releído y allí se ve que el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista no tenía facultades para dirigir una iniciativa al Congreso; en consecuencia, esa iniciativa en la que pide facultades extraordinarias está herida de nulidad constitucional. Por otra parte, las facultades del Congreso durante el período extraordinario, están limitadas a lo que se dice en el artículo 6o. transitorio d la constitución; esto es, que el Congreso únicamente se ocupará de la elección de magistrados, de expedir las leyes orgánicas, del Poder judicial de la Federación, de la organización del Tribunal superior del Distrito Federal, etc., y además de las leyes que consulte el Poder Ejecutivo; es decir, el Presidente de la República. Hasta aquí, todos conformes....

El C. Chapa Pedro A., interrumpiendo: yo no estoy conforme.

El C. Acuña Jesús: ¿Quién no está conforme? Es una transición y es evidente que se refiere sólo a este período constitucional; dice que desde el día 15 de abril se debe reunir este Congreso y que el Poder Ejecutivo es el que somete las leyes. ¿Y el 15 de abril, quién era el Poder Ejecutivo?

El C. Chapa, interrumpiendo: El Primer Jefe.

El C. Acuña: Voy a contestar al señor Chapa.

El C. Ramírez Garrido: Pido la palabra para una aclaración importante.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Ramírez Garrido.

El C. Ramírez Garrido: Como está haciendo hincapié el señor Chapa en que el C. Carranza era Presidente de la República desde el 15 de abril, al señor Chapa le diré que conforme el artículo 85, solamente el 1o. de mayo, al tomar posesión y rendir la protesta, se invistió con el carácter de Presidente de la República, antes, el 29 de abril, no era Presidente de la República.

El C. Acuña: yo agrego esto, señores diputados, el artículo 6o. dice así.

"El Congreso de la Unión tendrá un período extraordinario de sesiones, que comenzará el 15 de abril de 1917 para erigirse en Colegio Electoral, hacer el cómputo de votos y calificar las elecciones de Presidente de la República, haciendo la declaratoria respectiva; y además, para expedir la ley orgánica de los tribunales de Circuito y de Distrito y la ley orgánica de los tribunales del Distrito Federal y Territorios, a fin de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación haga inmediatamente los nombramientos de magistrados de Circuito y jueces de Distrito, y el mismo Congreso de la Unión las elecciones de magistrados, jueces de Primera Instancia del Distrito Federal y Territorios; expedirá también todas las leyes que consultare el Poder Ejecutivo de la Nación. Los magistrados de Circuito y los jueces de Distrito, y los magistrados de y jueces del Distrito Federal y Territorios, deberán tomar posesión de su cargo antes del 1o. de julio de 1917, cesando entonces los que hubieren sido nombrados por el actual encargado del Poder Ejecutivo de la Nación." Quiere decir que ha habido Congreso antes que Poder Ejecutivo de la Unión, de manera que antes del 1o. de mayo no hemos tenido Presidente de la República, sino solamente. Encargado del Poder Ejecutivo, y no lo ha habido antes porque no ha habido Congreso. Tampoco Ejecutivo, y no lo ha habido antes porque no ha habido Congreso. Tampoco el Ejecutivo no podría

declarar el estado de guerra a cualquiera Nación porque no ha habido Congreso. En las facultades al Presidente de la República se verá que no hemos podido tener Poder Ejecutivo antes. Quería agregar dos palabras más, ya que este tema está completamente agotado. Vuelvo a repetir que está herido de una inconstitucionalidad; de manera de aceptemos otra iniciativa del Presidente de la República, pero mientras tanto, vengo a sostener lo que dije anteayer, que no fué un discurso, no tuve la intención de pronunciar un discurso como dice la prensa; sencillamente vine a dar mi opinión desinteresada que indudablemente favoreció los intereses del C. Presidente de la República. Todavía sostengo que éste no tiene ninguna obligación, no está en el caso de pedir facultades extraordinarias y la razón es muy sencilla: Vamos imaginando por un momento que el Congreso, es decir, la Cámara de Diputados y la de Senadores, negaran esas facultades extraordinarias. ¿En qué predicamento pondríamos al Ejecutivo? ¿Cómo obraría al día siguiente? ¿Vamos a creer que entregaría el Poder, diciéndonos que sin esas facultades no podría gobernar? ¡Imposible!

El C. Cravioto: se vería precisado el Ejecutivo a dar un golpe de estado.

El C. Acuña: ¡No señor! tendría que seguir obrando como ha venido obrando. Si tiene la obligación de proteger y salvar los intereses del país es necesario que tenga derecho de usar los medios adecuados. No hay una obligación sin un derecho correlativo. Por otra parte, no se podría hacer responsable al Ejecutivo de nada, porque la Constitución es terminante a este respecto. El ejecutivo no es responsable más que un dos casos: Cuando se trata de delitos graves del orden común o de traición a la patria; de manera que el Poder Ejecutivo no necesitó haberse dirigido al Congreso para seguir obrando de acuerdo con sus facultades anteriores. Ese paso que hemos estado presenciando del preconstitucionalismo al orden constitucional, tiene que ser un paso en términos naturales, pues no hay que forzar las cosas; y para serle lógicos, deberíamos atacar todas las leyes dictadas durante el preconstitucionalismo y, sin embargo, no tengo conocimiento de que a nadie se le haya ocurrido hacerlo. Cualquiera ley, y me voy a referir a la materia hacendaria, por ejemplo la cuestión de Aduanas, no hay uno solo que contradiga a las facultades que tiene el Poder Público, representado hasta el 30 del pasado por el Primer Jefe y después por el Presidente de la República, no hay uno solo que contradiga las facultades con que fueron emitidas estas leyes. Pues bien, señores diputados, si no hemos contradicho esas leyes en forma alguna, porque no hay razón alguna que contradiga sus consecuencias, la consecuencia natural es que se sigan cobrando los impuestos, etc., y que la Nación siga pagando sus deudas. De manera que no hay caso de creer que el Poder Ejecutivo esté en un apremio tal que tenga que dirigirse al Congreso de la Unión, y que pretenda obrar en la forma que pide. Por otra parte, señores diputados, no quiero terminar esto sin hacer una ligera observación, aunque esto ya me pone un poco fuera de la materia, pero es conveniente.

El C. Cravioto: Pido la palabra para una moción del orden.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra para una moción de orden.

El C. Cravioto: El señor Acuña conoce mi alta estimación por su brillante palabra, y por sus luces que muchos los ilustran, pero yo lo invito a que se concrete a la discusión del trámite de la Mesa, en vista de la angustia nacional, en vista de la gravedad de la situación que tenemos que afrontar, y en vista de que hay después de la discusión de este trámite una proposición que tal resuelva la cuestión.

El C. Acuña: Voy a reservarme, señores diputados, una observación para cuando llegue la oportunidad; con esto probaría hasta la evidencia que el Ejecutivo no tiene necesidad de pedir facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda.

El C. González Marciano : Pido la palabra para interrogar al orador.

El C. Presidente: Si lo permite el orador.

El C. González Marciano: ¿Me permite usted señor de le haga una interpelación?

El C. Acuña: Con mucho gusto

El C. González Marciano: Nos dice el señor Acuña que no necesita el señor Presidente facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda, supuesto que puede en la misma forma que hasta hoy lo ha hecho arbitrarse fondos; pero supongamos que al Ejecutivo se le ocurre gravar los derechos de importación sobre determinados artículos ¿Tiene el Congreso facultades para exigirle que se salga de la ley?

El C. Urueta: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra para una moción de orden.

El C. Urueta: La Mesa ha dado un trámite "pase a la Comisión" que se está discutiendo porque varios diputados lo hemos reclamado. El debate se está extraviando, se están tratando todo género de cuestiones y debemos sujetarnos únicamente al trámite de la Mesa: ¿Debe o no pasar a Comisión el proyecto presentado por la Cámara? Esto es todo.

El C. Acuña: Sostengo que no debe pasar a las Comisiones, por ser nulo de plena nulidad lo que se ha hecho.

El C. López Lira: Se pone a votación el trámite de la Mesa. Los que lo aprueben sírvanse poner de pie. No se aprueba el trámite de la Mesa.

El C. Cravioto: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Cravioto: En vista de que el trámite de la Mesa ha sido desechado en virtud de las razones expuestas por los oradores del contra, pido sea el que inició el ciudadano Urueta.

El C. Chapa: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Chapa: El primer trámite de Su Señoría es el que el asunto debía tratarse como de urgente resolución, se desechó; el segundo, que pasara a Comisión, también se desechó. Creo que se está desechando el proyecto de ley que mandó la Cámara de Senadores, porque es nulo.

El C. Urueta: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Urueta: Se ha desechado el trámite de la Mesa que decía pasar el proyecto de ley presentado por el Senado al estudio de tales o cuales Comisiones. En consecuencia, se necesita proponer un nuevo trámite y al que yo había propuesto es el siguiente: "Dígase al Senado, - naturalmente con toda la cortesía y las fórmulas del caso -, que está Cámara no está facultada para discutir el proyecto de ley que se le ha enviado, en virtud del artículo 6o. transitorio de la Constitución vigente." (Aplausos).

El C. Secretario Mata: Se pregunta a la Asamblea si se toma en consideración la sugestión del C. Diputado Urueta. Los que estén por la afirmativa sírvanse poner de pie. Se toma en consideración. Ese trámite se dará o sea el siguiente: Dígase al Senado que no podemos tratar este asunto por no competernos.

El C. Hay: Reclamo la declaración de la Mesa; pido que se toma taquigráficamente el acuerdo textual del diputado Urueta, expresándose bien que no nos ocupamos del asunto porque no estamos facultados por la Constitución no porque no porque no nos completa como dijo el Secretario Mata.

El C. Secretario: Habiéndose recibido una invitación del C. Presidente de la República, por conducto de la Secretaría de Estado, para que asista una Comisión de la Cámara de Diputados a las fiestas oficiales de mañana, la presidencia nombra a los CC. Alonzo Romero, Padilla, Esquivel, Hernández Maldonado, Sánchez Pontón y Prosecretario Villarreal, para que asistan en representación de la Cámara, debiendo reunirse esta Comisión a las ocho de la mañana en el Palacio Nacional.

El C. Múgica: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Múgica: Me parece que hay un artículo en el reglamento que prohibe terminantemente que tanto la Cámara de Diputados como la de Senadores manden Comisiones de su seno fuera del lugar de su representación. Pido a la Secretaría me haga el favor de darme la rectificación o la ratificación correspondiente.

El C. Secretario del Castillo: El Artículo 187 dice así: "Las Cámaras jamás asistirán, ni juntas ni separadas, a función alguna pública fuera de su palacio." Existe la proposición que dice: "H. Asamblea: - Pedimos a Vuestra Soberanía que con dispensa de trámites se aprueben los siguientes acuerdos:

"1o.- Constitúyase la Cámara en sesión permanente hasta que el Presidente de la República presente su proyecto de ley relativo a facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda de acuerdo con el artículo 29 de la Constitución; y hasta que se termine la discusión relativa.

"2o.- Comuníquese este acuerdo inmediatamente al Ejecutivo, por medio de una Comisión.

"Mayo 4 de 1917. - Alfonso Cravioto. - Pedro A. Chapa. - José Federico Rocha. - J. B. Treviño Fernández. - Elíseo García, - (Rúbricas)."

Se pregunta a la Asamblea si se toma en consideración.

Presidencia del

C. MARTÍNEZ DE ESCOBAR RAFAEL

El C. Cravioto: Pido la palabra para fundarla.

El C. Presidente: Tiene la palabra el señor Cravioto para fundarla.

El C. Cravioto: Para proponer a Vuestra Soberanía que nos constituyamos en sesión permanente, lo debemos hacer teniendo en cuenta la buena voluntad que todos vosotros habéis manifestado, tanto para ayudar al Poder Ejecutivo, como para contribuir a la resolución de los altos problemas nacionales. Es indudable, señores diputados, que la situación en que se encuentra actualmente el Presidente de la República es verdaderamente grave. Todos vosotros habéis leído en la prensa de la mañana que se ha mandado suspender toda clase de pagos, con excepción de los que se refieren a la milicia. Esta situación es sencillamente pavorosa; esta situación de prolongarse acarrearía no solamente el desprestigio del Gobierno de la República, que a todo trance debemos salvar, sino que acarrearía trastornos gravísimos, tal vez de vías de hecho, y hasta el derrocamiento del Gobierno. (Voces: ¡No!) Deploro que los que digan que no tengan tan poca experiencia de nuestra historia. La mayor parte de

los movimientos militares habidos en toda nuestra dolorosa cadena de desastres políticos no han tenido otro origen sino la liquidación de cuentas pendientes de un Gobierno que no puede pagar por un Gobierno que sí puede pagar o cuando menos así lo ofrece. Los que digan que no, no saben historia. En estas condiciones el Ejecutivo se encuentra en una situación profundamente angustiosa; el Ejecutivo está vacilante porque así lo demuestra su iniciativa, está vacilante porque no sabe si en El concepto del Congreso de la Unión las leyes decretadas por la primera Jefatura en materia de finanzas están o no en vigoreso lo dice su iniciativa y lo dicen los hechos. Si el Presidente de la república creyera que están en vigor, como nosotros lo creemos, las leyes y decretos que en materia hacendaria expidió como Primer Jefe, el señor Carranza, no habría mandado suspender los pagos como lo han leído todos en la prensa esta mañana. Por lo tanto, creo que el asunto es de urgente resolución: El Ejecutivo se encuentra maniatado para hacer pagos por prohibírselo un artículo de la Constitución vigente que dice que no se podrá hacer ningún pago si no está autorizado por una ley anterior. Si nosotros no hacemos esta declaración, la situación se va a complicar infinitamente, pavorosamente. Ahora ustedes saben que mañana es día de fiesta nacional y que pasado mañana es domingo, lo que puede traernos un trastorno de tiempo que a toda costa debemos evitar si queremos ser patriotas. No creo que el señor Carranza haya violado la Constitución como se ha dicho en esta tribuna, porque todavía es discutible si tenía facultades como Encargado del Poder Ejecutivo de mandar una iniciativa. He dicho esto aquí, pero no lo acuso de violaciones constitucionales sino de omisiones, que es distinto. El único artículo constitucional en que puede fundar la solicitud de facultades extraordinarias es el artículo 29 y ese artículo previene terminantemente que sólo podrá pedir suspensión de garantías el Presidentes de la República, apoyado por Consejo de Ministros. Creo que sale sobrando emitir más razones, que éstas indudablemente apartan el "no" que me decían al principio y que ya tendrán ustedes la convicción profunda de que no se trata aquí de un asunto ligero, sino de un asunto de alto patriotismo; y espero que la Asamblea Nacional, en cumplimiento de sus supremos deberes, aceptará esta iniciativa y resolverá desde luego el asunto de tanta trascendencia para la patria mexicana.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Urueta.

El C. Urueta: Señores diputados: Nosotros hemos cumplido estrictamente con nuestro deber al volver sobre un error, al corregir nuestro procedimiento y al decir francamente que estuvimos a punto de ponernos fuera de la constitución. Creo que no podemos ni debemos hacer más. Ahora le toca al Ejecutivo obrar; ahora le toca al Ejecutivo recoger esta lección y normar sus procedimientos, tal como nosotros lo hemos indicado, pero esto en manera alguna, puede motivar el que nos constituyamos en sesión permanente, para esperar lo que el Ejecutivo resuelva. Esto es ir adelante de los propios deseos del Ejecutivo resuelva. Esto es ir adelante de los propios deseos del Ejecutivo, esto amenguaría la dignidad de la Cámara; esto no puede producirse sino como un acto, no de defensa nacional, como ha indicado aquí el ciudadano Cravioto, sino como un acto de bajo servilismo de la Representación Nacional. Tal parece, señores diputados, que se oponen en juego desde ayer todos los medios posibles para obligar al Congreso de la Unión a que conceda facultades extraordinarias al Ejecutivo en el ramo de Hacienda; todo tiende a este propósito, y la última proposición presentada por el ciudadano Cravioto, no es más que la última arma que se esgrime con el objeto de conseguir este fin. El señor Cravioto abulta los hechos y ennegrece la situación, que si es verdad que |ésta no es bonancible, también es verdad que no es desesperada. ¿Qué culpa tenemos nosotros de que el Presidente de la República se le haya hecho creer que existe duda sobre la vigencia de la legislación hacendaria preconstitucional? Efectivamente, señor Cravioto, esta duda emerge de la exposición de motivos del proyecto que había mandado a esta Cámara el Encargado del Poder Ejecutivo de la Unión, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista; pero el C. Presidente de la República ya sabe en este momento cuál es el sentir de la Cámara, el C. Presidente de la República ya sabe en este momento cuál ha sido la resolución de la Asamblea. El C. Presidente de la República ya sabe que todos nosotros pensamos, porque no podemos pensar de otra manera, que sólo puede ser derogada una ley por otra ley y que todas las leyes anteriores, todas las leyes preconstitucionales, están en perfecto vigor, mientras no haya ley nueva que las derogue o mientras las primeras no se opongan abiertamente al texto actual de nuestra Constitución. De otra manera se paralizarían, señores diputados, todas las actividades de la vida pública y especialmente de la vida administrativa. ¿Está o no está en vigor la ley dolosamente llamada ayer en la Cámara de Senadores por el Licenciado Zubaran, la "ley Palavicini", o sea la ley del divorcio? ¡Está o no está en vigor la ley sobre relaciones familiares? ¿Está o no está en vigor la ley sobre revalidación de actuaciones judiciales? ¡ Pues bien que sí, señores diputados! todas esas leyes están en vigor y en virtud de ellas normamos nuestra conducta en los diversos órganos de actividades a que ellas se contraen; en consecuencia, está fuera de toda duda que todas

las leyes preconstitucionales en lo que se refiere al ramo de Hacienda están en vigor. No necesita, pues, el Presidente de la República, ahondar mucho la cuestión para poner en práctica todos los procedimientos que esas leyes le dan; por consiguiente, la máquina de la Secretaría de Hacienda puede seguir funcionando. El argumento de la suspensión de pagos excepción hecha de los pagos al Ejército, por considerarse imprescindibles, es un argumento de orden político, que naturalmente viene a repetir aquí el señor Cravioto, porque ya el señor licenciado "Blas Urrea" lo había dicho esta mañana desde las columnas de la prensa. El señor Subsecretario de Estado, don Rafael Nieto, que aquí en esta Cámara recibía recados del actual cronista parlamentario de "El Universal," que en la Cámara de Senadores recibía recados del señor Cabrera, ha dicho terminantemente que se suspenderían los pagos, y esto no indica sino un argumento de orden político, decir a los señores ciudadanos representantes del pueblo: ¡Cuidado, que no habrá decena próxima! (Risas). Esta es la verdad, señores diputados, es preciso que no nos engañemos; es cierto que la situación es seria, pero también es verdad que la situación no merece constituirnos en sesión permanente. Que el Ejecutivo obre correctamente dentro de sus facultades y dentro de la Constitución. Nosotros ya hemos confesado nuestro error, nosotros ya hemos cambiado nuestro procedimiento, a él le toca obrar y a nosotros nos toca esperar.

El C. Secretario Mata: Se pregunta a la Asamblea si se toma en consideración la proposición del señor Cravioto. Las personas que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. No se toma en consideración.

El C. Martínez Joaquín: Pido que se vuelva a leer la lista de los ciudadanos diputados que van a representarnos en las fiestas, porque creo que no están de acuerdo algunos señores diputados. (Voces: ¡Esa es facultad de la Mesa!)

El C. Pesqueira: Señor Presidente, pido la palabra para contestar alusiones personales.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra para contestar alusiones personales.

El C. Pesqueira: Señores diputados: Señores diputados Vengo en uso de un derecho a destruir un cargo que me hizo aquí el señor diputado Padrés. (Voces: ¡No está aquí, no está aquí!) El que pretendió decirme sátrapa, pero me dijo "sápatra." Quiero convencer a ustedes, señores diputados, de que soy digno de ocupar una curul en esta Cámara. Para no cansar a ustedes procuraré ser breve. Señores diputados, siendo que el señor Padrés no esté presente....

El C. Martínez Joaquín, interrumpiendo: ¡No hay nada a discusión!

El C. Pesqueira: Siento que el C. Padrés no esté presente para combatirlo, y quien deseara yo me hiciera cargos concretos; sin embargo, voy a ser breve y a hacer un poco de historia. (Voces: ¡No!)

El C. Presidente: Suplico a los señores diputados dejen hablar al orador.

El C. Villarreal: Suplicaría al C. Pesqueira que esperara al C. Padrés.

El C. López Ricardo: C. Pesqueira: si se ha dicho que usted es un "sápatra" y esto nada significa, ¿De qué se defiende usted?

El C. Pesqueira: Como estoy convencido de que ustedes no quieren que hable, ¡No hablo!

El C. Secretario Mata: La Presidencia hace saber que se cierra la sesión pública de la Cámara de Diputados y se abre la secreta. Se ruega al público y a los periodistas que se ausenten.

El C. Hay: Suplico respetuosamente a la Presidencia que no tengamos sesión secreta. Pido que nos erijamos en sesión permanente. Existe en cartera en proyecto de ley presentado por el C. Presidente de la República, a efecto de que se declaren vigentes las leyes dictadas por la Primera Jefatura durante el período preconstitucional. La Comisión podrá pasar a dictaminar violentamente y someter su dictamen ala consideración de la Asamblea, evitándose así dos perjuicios que la Nación tiene que sufrir por las dificultades que debe originar la discusión de leyes en los días pasados. Es conveniente que esperemos una media hora para que los ciudadanos miembros de la Comisión presenten su dictamen.

El C. Acuña: Yo pido, señor Presidente, que informe la Secretaría qué fecha trae esa iniciativa.

El C. Secretario López Lira: Señores diputados: La iniciativa a que se refiere el C. Hay, tiene fecha 30 de abril.

El C. Hay: Retiro la proposición.

El C. Presidente , a las 7.05 p. m.: Se suspende la sesión pública y se abre la sesión secreta. Se suplica al público se sirva desalojar el salón.

El jefe de la sección de taquigrafía,

JOAQUÍN Z. VALADEZ.