Legislatura XXVII - Año I - Período Extraordinario - Fecha 19170806 - Número de Diario 99

(L27A1P1eN099F19170806.xml)Núm. Diario:99

ENCABEZADO

MÉXICO, LUNES 6 DE AGOSTO DE 1917................

DIARIO DE LOS DEBATES DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

PERÍODO EXTRAORDINARIO XXVII LEGISLATURA TOMO 1.- NÚMERO 99

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS EFECTUADA EL DÍA 6 DE AGOSTO DE 1917

SUMARIO

1. Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior. Rinde la protesta de ley el C. Trinidad Luna Enríquez.- 2. Se da cuenta con los asuntos en cartera, concediéndose licencia a los CC. Saucedo Salvador y Ruiz José P.- 3. Son aprobados los proyectos de ley de la Primera Comisión de Hacienda, para que se conceda pensión a las señoras Sara Pérez viuda de Madero, María Cámara Vales viuda de Pino Suárez y Filomena Valle viuda de Serdán. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. SIUROB JOSÉ

(Asistencia de 154 ciudadanos diputados.)

El C. Presidente, a las 4.15 p. m.: Se abre la sesión.

- El C. Secretario del Castillo:" Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados el día cuatro de agosto de mil novecientos diez y siete. "Presidencia del C. Siurob José.

"En la ciudad de México, a las cuatro y quince p. m. del sábado cuatro de agosto de mil novecientos diez y siete, con asistencia de ciento treinta y cuatro ciudadanos diputados, según consta en la lista que previamente pasó el ciudadano Secretario López Lira, se abrió la sesión.

"El ciudadano Secretario del Castillo leyó el acta de la sesión celebrada el día tres del presente mes, la cual, sin discusión, fue aprobada por la Asamblea en votación económica.

"A continuación, la Mesa, por conducto del ciudadano Secretario López Lira, manifestó que, estando de duelo el ciudadano diputado Cepeda Medrano por la muerte de un miembro de su familia, se nombrara en Comisión a los CC. Soto, Pesqueira y Fernández Aurelio M., a efecto de hacerle una visita de pésame, en representación de esta H. Cámara.

"Se dio cuenta con los siguientes documentos:

"Oficio de la H. Cámara de Senadores, participando que en sesión efectuada el día dos del corriente, fueron electos el Presidente y Vicepresidentes que estarán en funciones durante el mismo mes.- De enterado.

"Oficio de la Secretaría de Estado, negocios interiores, por el que se informa que el 4o. distrito electoral del Estado de Chiapas no se encuentra aún pacificado en su totalidad.- De enterado y a sus antecedentes.

"Oficio de la Secretaría de Estado, negocios interiores, acusando recibo de la nota en que se transcribió el memorial que a esta H. Asamblea elevaron varios obreros ferrocarrileros con objeto de pedir ayuda para que los propietarios de casas no aumenten las rentas de las mismas, así como el acuerdo económico aprobado el veintisiete del mes retropróximo.- A su expediente.

"Oficio de la Secretaría de Estado, negocios interiores, por medio del cual se solicita una licencia para el ciudadano diputado Roberto V. Pesqueira, por el tiempo que dure la Comisión de Hacienda que el Ejecutivo de la Unión le ha conferido.- A la Comisión de Estado, Departamento Interior.

"Solicitud de una licencia hasta por veinte días, con dispensa de todo trámite y goce de dietas, a efecto de transladarse a la ciudad de San Luis Potosí para el arreglo de asuntos privados urgentes, firmada por el C. José C. Cruz.

"En votación económica se concedió la dispensa de trámites y en igual forma fue concedida la licencia, sin discusión.

"Solicitud de seis días de licencia para poder atender debidamente su salud, con dispensa de trámites y goce de dietas, presentada por el C. Salvador Torres Berdón.

"Dispensados los trámites, fue aprobada, sin discusión, en votación económica.

"Escrito del ciudadano diputado Miguel Rosas, en que pide una licencia por veinte días, con dispensa de todo trámite y goce de dietas, a fin de pasar al sur del Estado de Nuevo León para transladar a su familia a la ciudad de San Luis Potosí.

"En votaciones económicas se aprobaron, respectivamente,

la dispensa de trámites y la licencia de que se trata.

"Solicitud de una licencia por diez días con goce de dietas y dispensa de trámites, para pasar al 4o. distrito electoral del Estado de Michoacán, subscripta por el C. Uriel Avilés.

"Concedida la dispensa de trámites, el peticionario pasó a la tribuna para fundar su escrito, a moción del C. Medina Hilario, siendo interrumpido por un llamamiento al orden hecho por el ciudadano Presidente, y así que transcurrió la media hora reglamentaria la Asamblea acordó continuara en el uso de la palabra el C. Avilés.

"Agotada la discusión, en votación económica se resolvió favorablemente.

"Proposición del ciudadano diputado J. P. Alejandre, que expresa en su parte conducente:

"1o. Diríjase al Ejecutivo, para que a su vez lo haga a quien corresponda, para que a la mayor brevedad posible se remitan en preferencia los furgones que se necesiten en Atotonilco, Jalisco, para ser cargados con fruta.

2o. Pídase al Ejecutivo, igualmente, que sea reconsiderado el caso para que se permita exportar la naranja del país a la vecina República del Norte."

"Trámite: "Primera lectura."

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, que termina con este acuerdo económico:

"Como lo pide el C. Celerino Luviano, agréguese su ocurso a sus antecedentes y expídasele copia certificada de él y de este acuerdo."

" Puesto a discusión, el C. Avilés habló en contra y fue interrumpido, alternativamente, por una moción de orden del C. Cienfuegos y Camus, por dos exhortaciones de la Presidencia y por mociones de orden de los CC. Neri, López Lira y Domínguez.

"Declarado suficientemente discutido el dictamen de referencia, después de que el C. Rivera Cabrera lo fundó, como miembro de la Comisión ponente, en votación económica fue aprobado por la Asamblea.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, cuya parte resolutiva dice:

"Acuerdo económico. Pase a las Comisiones unidas primera de Guerra y primera de Hacienda, el ocurso del C. José Rodríguez."

"Puesto a debate, el C. Villarreal Filiberto C. dirigió una pregunta a la Comisión, que contestó el C. Rivera Cabrera; siguió una objeción del mismo C. Villarreal que dio motivo a un informe del ciudadano Secretario Mata, e inmediatamente después se consideró suficientemente discutido el punto, y en votación económica se resolvió de conformidad.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, que contiene el acuerdo económico que en seguida se transcribe:

"Pase a la Comisión de Guerra en turno, la iniciativa que envía el ciudadano mayor Rubén Alvarez Sáenz."

"Una vez a debate, el C. Aguirre Colorado propuso una modificación, respecto de la cual, el C. Rivera Cabrera, en nombre de la Comisión, expresó no tener inconveniente en tomarla en cuenta, por lo que pidió permiso para retirar este dictamen. Y al consultarse a la Asamblea sobre el particular por la Secretaría, el C. Múgica sugirió, en vista de la poca trascendencia de la enmienda propuesta por el C. Aguirre Colorado, con la cual aparece inserto el acuerdo económico en la presente acta, se hiciera desde luego aquella y se procediera a la votación económica respectiva, que, consumada, se obtuvo un resultado aprobatorio.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, que concluye con el acuerdo económico que dice:

"No ha lugar a lo que solicita el señor Pedro Ojeda por no ser asunto de la competencia de esta Cámara."

"Puesto a discusión, el C. Múgica usó de la palabra en contra y el C. López Lira en pro, como miembro de la Comisión dictaminadora. Seguidamente, hablaron en contra los CC. Villarreal Filiberto C., Hay y Sáenz, quien entregó un telegrama signado por el ciudadano general Plutarco Elías Calles, Gobernador constitucional del Estado de Sonora, al que dio lectura el ciudadano Secretario Mata, y relativo a hechos que se imputan al señor Pedro Ojeda.

"Consultada la Asamblea sobre si concedía permiso para retirar el dictamen de que se hace mérito, acordó afirmativamente en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones cuya parte resolutiva está concebida así:

"Acuerdo económico: Dígase al ciudadano licenciado Enrique Cervantes Olivera que se dirija en solicitud de la admisión de su renuncia a la autoridad que le haya expedido el nombramiento respectivo."

"Puesto a debate, el C. Rivera Cabrera hizo aclaraciones para contestar una indicación del C. Rueda Magro; el C. Medina Hilario, en contra, propuso se convocara a sesión de Congreso General para resolver acerca de la renuncia de que se trata. El C. Rivera Cabrera manifestó que la Comisión no tenía inconveniente en modificar su dictamen de acuerdo con lo expuesto, y solicitó y obtuvo permiso de la Asamblea para retirarlo.

"Proposición firmada por los CC- Sáenz, Padrés, Plank, Siurob y Mata, a efecto de que se consigne al Procurador General de la República al ex- general federal Pedro Ojeda para que se le exijan las responsabilidades que le resultan por haberse pasado al extranjero entregando los elementos de guerra pertenecientes a la Nación en mil novecientos trece, y para que responda de los crímenes cometidos en Sonora y Sinaloa durante el tiempo que sirvió a Huerta y combatió a la Revolución.

"Después de una objeción del C. Múgica, se concedió la dispensa de trámites a que alude la misma proposición, y así que fue puesta a discusión, el C. Sáenz habló en pro, y aceptó, como uno de los firmantes de ella, una adición propuesta por el C. Aguirre Colorado; a petición del C. Méndez, el C. Secretario Mata leyó el artículo 10 transitorio constitucional, y a continuación el C. Sáenz volvió a hablar en pro y relató algunos hechos; los CC. Mata Filomeno y Villarreal Filiberto C. hicieron aclaraciones y el C. Múgica propuso se retirara la proposición para presentarla después redactada en otros términos a lo que se opuso el C. Sáenz.

"En votación económica, la Asamblea concedió su aprobación.

"Reanudada la discusión sobre el dictamen que consulta el proyecto de Ley Orgánica del Poder Judicial del Fuero Común en el Distrito y Territorios Federales, el ciudadano Secretario Mata dio lectura al artículo 110, incluído en el capítulo III del título V.

"El C. Rueda Magro, miembro de las Comisiones dictaminadoras, pidió y obtuvo permiso para retirar el citado artículo y presentarlo reformado de la manera que dio a conocer. Puesto a discusión, el C. Cabrera hizo una interpelación que contestó el C. Manrique por medio de consideraciones en pro. El C. Cabrera, en contra, pidió fueran suprimidos los peritos intérpretes de planta que menciona el artículo 110 reformado; el C. Medina Hilario propuso otra modificación, y el C. Sánchez Pontón, en nombre de las Comisiones, solicitó permiso para retirar el artículo de que se trata, a fin de reformarlo en el sentido de la discusión. Y tras de que el C. Manrique se opuso a que se concediera dicho permiso y de que el C. Cabrera habló nuevamente en contra, la Asamblea, en votación económica, resolvió afirmativamente acerca de lo solicitado por el C. Sánchez Pontón.

"El ciudadano Secretario López Lira leyó el título VI, que, en su capítulo único, establece las disposiciones generales.

"Así que fue puesto a discusión, el C. Rueda Magro pidió permiso para retirar algunos artículos y adicionar otros; el mismo ciudadano representante usó de la palabra después para contestar las objeciones del C. Medina Hilario, quien propuso se modificara el artículo 136, así como el C. Lanz Galera, por lo que el C. Rueda Magro pidió también permiso para retirar este artículo.

"La Asamblea, en votación económica, concedió fueran retirados por las Comisiones dictaminadoras, los artículos 134, 136, 140, 141 y 146, y agregados al capítulo único del título VI los artículos 135 bis, 148 y 149.

"A las siete y cinco p. m. se levantó la sesión."

Está a discusión el acta. ¿Ningún ciudadano diputado desea hacer uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie Aprobada.

El C. Secretario Mata: Encontrándose a las puertas del salón el señor diputado Trinidad Luna Enríquez, la Presidencia ha tenido a bien nombrar al C. Rafael Márquez y Secretario Porfirio del Castillo para que se sirvan introducirlo al salón a fin de rendir la protesta de ley. (Se tomó la protesta.)

- El mismo C. Secretario: La Presidencia suplica a algunas de las Comisiones que si tienen algo que informar, se sirvan hacerlo.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Treviño.

El C. Treviño: Señores diputados: La Comisión encargada de apersonarse con el Ejecutivo con motivo de la proposición que se presentó a esta Cámara de que se hiciera una moción invitando al Ejecutivo a que enviara una iniciativa aumentando las pensiones de las señoras nieta de Hidalgo y señora madre de los hermanos Serdán. Manifiesta que se acercó al Ejecutivo el viernes de la semana próxima pasada y le hizo saber los motivos que la Cámara tuvo para aprobar esta iniciativa, y el Ejecutivo nos manifestó que la tomada desde luego en cuenta y que en breve enviaría la iniciativa correspondiente elevando las pensiones de las señoras mencionadas a la cantidad de ciento cincuenta pesos cada una. (Aplausos.)

- EL C. Soto Rosendo A.: Pido la palabra.

- EL C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Soto: Señores diputados. Cumpliendo con la Comisión que la honorable Mesa se sirvió conferirnos, pasamos el sábado próximo pasado a Coyoacán para hacerle presente al señor diputado Cepeda Medrano la condolencia de la Cámara por la pena que le aflige. No encontramos al señor diputado en su casa, y habiéndole expresado a su señora el objeto de nuestra visita, nos suplicó que hiciéramos presente a esta H. Asamblea sus agradecimientos que nos hacía en representación de su señor esposo por la muestra de simpatía en el dolor que les aflige actualmente.

El C. Secretario Mata: " Secretaría de Estado.

- Estados Unidos Mexicanos.- Negocios interiores.

- Sección primera.- Número 948.

"Deseando el Ejecutivo de la Unión, utilizar los servicios del ciudadano general Rosalío Alcocer, miembro de esa H. Cámara, en el desempeño de una Comisión de Guerra, incompatible con el cargo de diputado, el propio Ejecutivo, ha de merecer de esa misma H. Cámara, se sirva conceder al expresado ciudadano general Rosalío Alcocer, licencia por el tiempo que dure la Comisión.

"Lo que me honro en decir a ustedes a efecto de que se sirvan dar cuenta a esa H. Cámara, para su resolución, reiterándoles las seguridades de mi consideración distinguida.

"Constitución y Reforma.- México, agosto 4 de 1917.- El Subsecretario de Estado, Encargado del Despacho del Interior.- Aguirre Berlanga.

"A los ciudadanos Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presentes."- A la Comisión de Estado, Interior.

Oficio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en el que transcribe otro de la de Comunicaciones solicitando se cambie la redacción de la partida 8134 del presupuesto, en el sentido que se indica.- A la Comisión de Presupuestos.

"El subscripto, diputado por el Estado de Colima, en atención a que no habrá receso, solicita, con dispensa de trámites, una licencia hasta por veinte días, con goce de dietas, para trasladarse a la ciudad de Colima, con el fin de recabar los informes que necesita para las iniciativas de ley que presentará en el próximo período de sesiones.

"México, agosto 6 de 1917.- Salvador Saucedo."

- El mismo C. Secretario: En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Sí se dispensan los trámite. Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? En votación económica se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Sí se concede la licencia.

- EL mismo C. Secretario: "a fin de atender a un asunto particular, cuya resolución me es de suma

urgencia, muy atentamente solicito de esta H. Asamblea me sea concedida, con dispensa de trámites, una licencia por cuatro días, con goce de dietas.

"Protesto a ustedes las seguridades de mi atenta consideración y respeto.

"México, 6 de agosto de 1917.- J. Ruiz.

"Ciudadanos Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presentes."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Sí se dispensan los trámites. Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobada. Se concede la licencia.

El C. Secretario López Lira: "Ciudadano Presidente de la Cámara de Diputados. De Guadalajara el 4 de agosto. Encontrándome enfermo anginas tumorosas, solicito prórroga licencia por quince días. Por correo adjuntaré certificados médicos. Respetuosamente, diputado Juan de Dios Robledo." El trámite es: A la Comisión de Estado, Departamento interior.

- El mismo C. Secretario: "Señor:

"El que subscribe, diputado por el 9o. distrito electoral del Estado de Puebla, tiene la honra de someter a la consideración de esta H. Asamblea, lo que sigue:

"Nómbrese a la Comisión que se acerque al ciudadano Presidente de la República, para manifestarle que la Representación Nacional ha visto con profundo disgusto el establecimiento de garitos en algunos lugares del Distrito Federal, y que le suplique atentamente que se sirva ordenar inmediatamente la clausura de esos centros inmorales de robo disimulado, que tanto deshonran al Gobierno y a la Nación.

"Pido atentamente dispensa de todo trámite."

"Cámara de Diputados, 6 de agosto de 1917.- Pablo García."

- EL C. Presidente: Tiene la palabra el C. Pablo García, para fundar su proposición.

(Voces: ¡Que la funde, que la funde!)

El C. Pablo García: Señores diputados: No recuerdo cuándo, ni dónde, ni por qué motivo, ni a quién dijeron los jesuítas estas arrogantes, estas altivas y orgullosas palabras: "O somos como debemos, o no somos." Pues bien, señores diputados, yo os digo: o defendemos los intereses del pueblo o nos vamos a nuestras casas. Con pena he visto que la historia del Gobierno emanado de la revolución de Tuxtepec, se repite en el Gobierno emanado de la revolución Constitucionalista. A raíz del triunfo de la revolución de Tuxtepec, don Porfirio Díaz descendió al terreno de las concesiones, de las condescendencias con todos aquellos amigos que lo habían elevado al poder, y entre esas condescendencias figuró el juego, el juego enriqueciendo a los Gobernadores, a los Jefes Políticos y a los presidentes Municipales. Las cantidades que estos funcionarios recibían eran crecidas, y, en cambio las cantidades que recibían las tesorerías municipales, eran exiguas. No contentos los Gobernadores con las utilidades pingües que tenían, se hicieron empresarios de los juegos, estableciendo por su cuenta garitos. Hubo Gobernadores, con pena lo digo, que se hicieron empresarios de burdeles. Yo conozco a un Gobernador que traficó con burdeles y conocí a diputados que iban con las señoras encargadas de ellos a tomarles cuenta. Esto lo digo con vergüenza, porque se avergüenza el ciudadano, porque se avergüenza el mexicano; digo, señores, que la Revolución Constitucionalista ya comienza a imitar al gobierno emanado de Tuxtepec. Nuestras revoluciones en el país, ¿para qué han servido? Las más de ellas, señores, para nada. La historia de México, yo bien no la conozco, allá en la escuela apenas leía algunos libretos, pero me indignaba leer la historia y ya la he olvidado: la historia antigua de México, ¡qué sabemos de historia antigua! leyendas incoherentes escritas por frailes españoles; ¿qué sabemos de la historia de la conquista? Exageraciones y fantasías de aquellos valentones españoles aventureros y ávidos de dinero. ¿La historia virreinal? Entrada y salida de virreyes, fundación de monasterios y creo que nada más. Ahora bien; la independencia, la revolución aquella encabezada por Hidalgo después de la revolución de independencia, ¿qué tenemos? Revoluciones que sólo han costado sangre y vidas y traído al país la ruina, la famosa revolución de Ayutla, ¿qué nos trajo? Derribó un tirano y nos dio una Constitución, la de 1857. ¿Esa Constitución qué nos trajo. La guerra de tres años, la intervención francesa, y esa Constitución, señores, murió virgen y mártir; virgen, porque nunca se cumplió; mártir, porque siempre fue destrozada, burlada, y nunca se cumplió. Pues bien, señores, que esta Revolución que acaba de pasar, que ha costado tanta sangre, tantas vidas y tantas lágrimas, y en la que se han visto tan negros crímenes, que sirva para algo, señores. Por eso yo os invito a que comencemos a irle a la mano al Gobierno, que señalemos los abusos que comete y estos abusos del juego, señores, son perniciosos, son altamente inmorales. Pues bien, acerquémonos al Ejecutivo a decírselo. Yo pertenezco a un bloque que lo apoya, pero en todo lo justo, naturalmente; no vayamos a ayudarle en las injusticias, nada más en lo justo; por eso, señores, he hecho mi proposición, huelgan todos los comentarios; pero yo invito aquí a las personas connotadas por su saber, por su fácil palabra y su cordura, que si las razones que he expuesto no os convencen, esas personas se sirvan fundar mi proposición. (Aplausos.)

El C. Múgica: Pido la palabra para una interpelación a la Secretaría, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Múgica: Suplico al señor Secretario López Lira, se sirva decirme si se está fundando la dispensa de trámites de esa iniciativa o si ya se está discutiendo.

El C. Secretario López Lira: La Secretaría informa a Su Señoría que la dispensa de trámites es la que se está discutiendo. La Secretaría iba a preguntar si no había ningún ciudadano diputado que quisiera hacer uso de la palabra en contra de la dispensa de trámites.

El C. Múgica: Pido la palabra en contra de la dispensa de trámites. (Siseos prolongados.)

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Múgica: Para sisear, señores, se necesita primero oír las razones que se han de aducir en pro y no sisear de una manera inconsciente, como acostumbran hacerlo muchos ciudadanos diputados, falseando

de esta manera el criterio de la Asamblea y poniéndose en evidencia públicamente. Suplico que me escuchéis y después sisearéis o tomaréis una resolución digna; pero de todos modos, consciente. Mis antecedentes, con relación al juego, los saben muy bien los señores diputados que hayan asistido a las sesiones del Constituyente; allí me atraje, precisamente, las censuras de muchos ciudadanos diputados, porque yo pretendía que en el artículo 2o. o 3o., no recuerdo cuál, de la Constitución, se pusiese como profesión inmoral la del juego. Por consiguiente, estoy a salvo de cualquier malévolo pensamiento que sobre este particular pudiera haber en alguno de los señores representantes. Voy a hablar en contra de la dispensa de trámites a esta iniciativa, porque el asunto es verdaderamente grave, y ya que la Representación Nacional ha pasado, generalmente, por la dispensa de trámites, y de modo ha incurrido las más de las veces en errores muy graves, quiero yo que en esta vez no incurramos en ese error. Efectivamente, señores, si el Ejecutivo ha permitido la concesión del juego, concesión verdaderamente inmoral y que merecería toda nuestra censura y nuestro más duro reproche, también es verdad que si nosotros le mandamos una Comisión, sin estar plenamente seguros de que el Ejecutivo haya dado esa concesión, entonces los reproches y las censuras que le corresponderían al Ejecutivo, deberían caer sobre la Representación Nacional. Yo no quiero aquí abogar absolutamente por la concesión del juego, ni dar tiempo a que se enriquezcan esos traficantes sociales, que más bien deberían llamarse párasitos que ciudadanos; no pretendo eso, pretendo que la Representación Nacional haga las cosas con la debida justificación y que cuando envíe una representación de su seno al Ejecutivo, que va a hacerle un reproche, porque no es otra cosa lo que se va a hacer, porque no es otra cosa lo que se pide en esta iniciativa, que sea plenamente justificado, para que el Ejecutivo lo reciba como un gesto, como un castigo a un desliz de su administración. He hablado en contra de la dispensa de trámites, porque en este tiempo todos los señores diputados de buenas intenciones que lo deseen, podrán acercarse ante quien corresponda para pedir los informes respectivos, y cuando se discuta esta iniciativa, hacer los cargos concretos, señalando quiénes son los concesionarios, y de esa manera justificar este acto muy serio, muy noble y muy loable de la Representación Nacional. (Aplausos.)

El C. Secretario López Lira: Se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse poner de pie. No se dispensan. Queda de primera lectura.

- El mismo C. Secretario:" A los ciudadanos Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

"Tengo el honor de manifestar a ustedes que, habiendo cesado el motivo que me obligó a dimitir del cargo de Juez 2o. de Instrucción del Fuero Común, ha quedado sin efecto la renuncia que del referido cargo presenté, por lo cual suplico a ustedes muy atentamente, se sirvan dar cuenta a esa respetable Cámara de Diputados, para los efectos consiguientes.

"Protesto a ustedes las seguridades de mi consideración y respetos.

"Constitución y Reforma.- México, a 5 de agosto de 1917.- Enrique Cervantes Olivera."

Trámite: A la Comisión de Peticiones, que tiene antecedentes.

"A los ciudadanos Secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- Presente.

"Con fecha 1o. del corriente agosto, dirigimos al ciudadano Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal un ocurso que a la letra dice:

"Los que subscribimos, escribientes taquígrafos del Tribunal superior de Justicia, con todo respeto, atentamente exponemos: que teniendo conocimiento de que el señor Gobernador del Distrito acordó desfavorablemente la solicitud que nosotros hicimos por el digno conducto de usted, pidiendo a dicho Gobierno librara orden para que se nos cubrieran nuestros sueldos correspondientes al mes próximo pasado, dado el caso de que aún estamos prestando nuestros servicios, venimos nuevamente a distraer las atenciones de usted para rogarle se sirva, en acuerdo pleno de los ciudadanos Magistrados, acordar: Que se comunique al ciudadano Presidente de la República el acuerdo tomado por el ciudadano Gobernador del Distrito y que se pida al propio señor Presidente, que, como es de equidad y estricta justicia, se sirva disponer que se nos manden cubrir nuestros ya expresados sueldos; esperando nosotros del H. Tribunal, tenga a bien informar al señor Presidente acerca de si son o no necesarios nuestros humildes servicios en las respectivas Salas en que tenemos el honor de trabajar."

"Como ahora se nos hizo saber por el señor Secretario del Acuerdo pleno, que éste había resuelto que nosotros nos dirigiéramos a esa H. Cámara, suplicándole que, por el conducto que crea necesario se ordene el pago de los indicados sueldos que tenemos devengados, entre otros acuerdos que se tomaron en el mismo, tenemos el honor de suplicarles encarecidamente, y dado que hace un mes que no recibimos nuestras decenas y, por lo tanto, fácilmente comprenderán la condición tan necesitada en que estamos: que se sirvan prestarnos sus valiosa ayuda para conseguir nuestro propósito, por ser absolutamente justo.

"Protestamos lo necesario y nuestra gratitud, anticipadamente.

"México, D. F., agosto 6 de 1917.- Enrique B. Sánchez.- Valenzuela.- Samuel Morales."

"Hago mía la presente solicitud.- G. Lechuga Val."- Transcríbase al Ejecutivo.

El C. Secretario Mata da lectura a una proposición firmada por el diputado José Pascual Alejandre y fechada el 16 de mayo: Habiendo quedado este asunto de primera lectura, se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si se toma en consideración. (Voces: ¿No!)

El C. Alejandre: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Alejandre: Señores diputados: Como ustedes habrán notado, desde el día 16 de mayo puse yo esta petición a esta H. Asamblea. Me extraña muchísimo que no haya recaído ningún trámite.

Como ustedes habrán notado, todos aquellos señores diputados que más o menos tienen alguna intención de poder ayudar en algo al Distrito que uno representa, es verdaderamente lastimoso y triste, y algunas veces hasta se desmoraliza uno, que no encuentre ningún apoyo en esta H. Asamblea, pues, como ustedes recordarán, probablemente si yo no hubiera interpelado a la Mesa, para ver qué acuerdo había recaído a mi petición, probablemente hasta la fecha no se hubiera hecho nada.

Simplemente puedo darles a ustedes algunos pequeños detalles, pues me parece que no es necesario que yo funde esta petición. Ustedes ven que lo que yo pido es sencillamente que se turne al Ejecutivo la parte que corresponde al tráfico, que afecta mucho a los intereses de ese Distrito. El Ejecutivo lo turnará a la Secretaría de Comunicaciones. La parte que se refiere a que no se puede exportar naranja a los Estados Unidos, la Secretaría de Relaciones tomará el asunto y con esto, pues se beneficiarán muchos, y en caso de que no se pueda obtener nada, cuando menos demostraremos nosotros que algo práctico queremos hacer por aquel pueblo que no tiene otra ayuda si no es su representante en esta Asamblea. En lo referente al tráfico, es actualmente una inmoralidad la que hay de parte de los ferrocarriles. Puedo asegurar que actualmente en la Dirección de los Ferrocarriles se hace más política que administración; los "coyotes" van por todas partes y por los corrillos de la Dirección General de los Ferrocarriles se ve un gran número de ellos como se ven en las calles de Isabel la Católica. Este es un asunto que supongo que ustedes con mayores conocimientos pudieran hacer en él algo práctico, pues día a día se nota en el país que si no se toma alguna medida enérgica, quién sabe cuál será el resultado más tarde de todo esto. Estamos viendo que hay muchos artículos que escasean y no se encuentran en la capital y, sin embargo, en cualquiera otra parte del territorio de la República se encuentran a un precio escasísimo y, como es natural, esto es por la oferta y la demanda, cosa que no habiendo tráfico no puede obtenerse. El tráfico no puede hacerse por la inmoralidad en la administración de los ferrocarriles; así es que si se reflexiona primero que el distrito que yo represento, lo único que tiene es una gran producción de fruta, y esta fruta no reporta grandes desembolsos, y los comerciantes que actualmente necesitan de un carro necesitan pagar por express, es decir, el ferrocarril no ayuda en nada a los comerciantes, pues un flete que anteriormente era de doscientos o trescientos pesos, actualmente tiene que pagarse triple, es decir, el flete que cobraría el express, y eso prueba solamente que en los ferrocarriles existe una gran mayoría de empleados que negocian en esta clase de artículos y no ayudan para nada al comerciante. En lo que se refiere a la parte que yo pido se reconsidere para que sea exportada a los Estados Unidos, esto es en beneficio no sólo del Estado de Jalisco, sino de Río Verde, San Luis Potosí, parte de Sonora, de donde siempre se ha exportado naranja a los Estados Unidos, hasta hace como seis años se prohibió, y yo entiendo que si se hace algo práctico en este caso podemos nosotros beneficiar mucho este producto, que es en abundancia y que se cosecha en el país y el mercado actual de la República es insuficiente. Doy a ustedes estos datos, esperando que no sea necesario ni fundarlos, pues de por sí se comprenderá que es una petición justa y lógica la que yo he pedido a ustedes.

- El mismo C. Secretario: ¿No hay quien haga uso de la palabra en contra?

El C. Padrés: He pedido la palabra para hacer una interpelación al diputado Alejandre.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Padrés: Señor Alejandre, ¿quisiera usted decirme si sabe por qué razón no entra la naranja nacional a los Estados Unidos?

El C. Alejandre: Pido la palabra para contestar.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Alejandre: Por las razones que cuando fue prohibida creo que la naranja nacional estaba dañada; entiendo que ésta no es una razón, pues lo único que se pretende es que como la naranja nacional hace gran competencia a la naranja de California, y como nuestros primos son muy duchos en asuntos comerciales, pretextaron que la naranja nacional tenía tifo. Pero en realidad no hay ninguna razón poderosa para que no pueda exportarse.

- El mismo C. Secretario: Se consulta a la Asamblea.....

El C. Padrés, interrumpiendo: Continúo yo en el uso de la palabra. Entonces, señor Alejandre, quiere decir que hay una ley en los Estados Unidos que prohibe la importación de la naranja mexicana, en cuyo caso yo no veo qué tenga que hacer el Ejecutivo en este caso. Si la naranja mexicana no puede entrar a los Estados Unidos, porque hay una ley que prohibe su introducción, no veo yo qué pueda hacer el Ejecutivo. Suplico a Su Señoría se sirva ser un poco más explícito, porque no he entendido nada.

El C. Alejandre: Si en los Estados Unidos han prohibido que se importe la naranja nacional y si la Secretaría de Relaciones toma este asunto directamente, mucho, muchísimo, se puede hacer. Además, si ellos no nos conceden que se exporte este artículo, nosotros en el próximo período podemos hacer pues...."ojo por ojo y diente por diente." (Risas.)

El C. Presidente: Tiene la palabra, en contra, el C. Padrés.

El C. Padrés: Señores diputados: No vengo a atacar la proposición o la petición que ha hecho el ciudadano compañero Alejandre; vengo únicamente a hacer una exposición de hechos reales, porque estoy convencido de ellos. El señor diputado Alejandre hace una petición para que salga la fruta, o sea la naranja del Estado de Jalisco. El señor diputado Alejandre tal vez ignora los procedimientos que se han usado desgraciadamente en nuestra República para fomentar nuestra pobre agricultura, aunque sea muy rica, pero que no hemos usado procedimientos claros, reales y contundentes para convencer a las naciones extranjeras que nosotros tenemos riquezas mayores y mejores procedimientos que aquellos que se nos brindan de allá para acá. Únicamente, repito, concretándome al punto, vengo a atacar la proposición del compañero Alejandre para preguntarle qué procedimientos, señor Alejandre, se usan en el Estado de Jalisco para conservar la fruta en un estado puro e higiénico. Deseo que me conteste.

El C. Alejandre: Con permiso de la Presidencia. En el Distrito que yo represento, señores dije anteriormente esto: Se exportaba la naranja a Estados Unidos, existían cinco empaques, en cada empaque trabajan sobre quinientas personas; esa naranja se exportaba a San Luis Missouri y Nueva York y otra se exportaba también a Inglaterra. Esta remesa a Inglaterra era sumamente pequeña; se hacía los empaques tal como se hacen en California, donde yo he estado, y los conozco por lo mismo. Esta exportación a Inglaterra no es un negocio que se va a establecer, es un negocio establecido y regenteado por muchos mexicanos; así es que si nosotros hacemos esta petición al Ejecutivo, y el Ejecutivo la turna a quien corresponda, si se puede obtener, ganaremos mucho y si no se puede obtener, cuando menos probaremos que nos hemos preocupado por ello.

El C. Padrés: Señor diputado Alejandre: Mucho me satisface su contestación, pero no me ha dejado usted convencido en la parte técnica (risas) que se usa para hacer que el árbol dé la fruta y después exportarla. Yo voy a decir a usted por qué.

En Sonora tenemos grandes criaderos de naranjas, grandes..... (risas), grandes, muy grandes, demasiado grandes, y en Sonora hemos visto con sentimiento, hemos visto que nuestra fruta ha sido rehusada en las partes de los Estados Unidos, tanto del Este, como del Oeste, porque no se exporta, y les diré a ustedes, porque no hemos tenido la minuciosidad de guardar aquel árbol, para que aquel árbol se conserve íntegro, puro y que no se críe un mal veneno, que vulgarmente se llama el piojo. Así se llama en Sonora y así se llama también en los Estados Unidos. Nuestra naranja en Sonora, señor Alejandre, no ha salido en la cantidad que debe salir, puesto que Sonora produce cuatro mil quinientos a cinco mil quinientos furgones en la época, no seiscientos como produce Jalisco, produce de cuatro mil quinientos a cinco mil quinientos, de naranja dulce, enteramente pura, que aunque sea chica, es enteramente pura..... (voces: ¡Sin semilla!), y únicamente porque ven en ella, en su corteza, algo que no está enteramente amarillo, que no está enteramente anaranjado, la rehusan; ¿y sabe usted por qué? Porque ha cundido, y tal vez tenga yo derecho para decirlo y lo vuelvo a repetir, que algunos competidores de California han buscado algo para perjudicar nuestra fruta en Sonora, para que no haga competencia en esa región, y ese el piojo, que dicen que es un punto negro de que se cubre toda la naranja, y entonces dicen que está enferma. Si nosotros hubiéramos usado de los procedimientos anteriores para el cultivo de nuestras plantas y hubiéramos conocido algo para ello, hubiéramos traído los elementos necesarios que se tienen en las partes más civilizadas que nosotros, como son fumigadores, y hombres que vengan con el exclusivo objeto de fomentar la agricultura; pero hemos tenido, desgraciadamente, a pesar de tener leyes que impiden eso, hemos tenido mucho que sentir de las autoridades que están en la frontera mexicana para impedir que todos esos males pasen a nuestra Patria. Señores: ¿por qué estamos incapacitados nosotros para exportar legumbres, frutas y para exportar todo lo que tenemos en México, que es más rico que todo? ¿por qué? Por nuestros procedimientos, que no los hemos sabido usar. Así es que nosotros, señores, no hemos tenido la culpa, hemos tenido el derecho de hacerlo, tenemos voluntad de mejorar nuestro país; pero tampoco tenemos la obligación de poner autoridades que cumplan con su deber; tampoco tenemos el deber de ser espías para que las autoridades cumplan y sepan cumplir con una cosa que México necesita, que no vengan aquí venenos a inculcarnos ni vengan aquí otras víboras a decirnos que la industria mexicana está incapacitada, porque nosotros somos los únicos perjudicados; entonces, ¿sabe usted lo que debemos hacer, señor Alejandre? tener cuidado de nuestro suelo y ser nosotros los que lo cultivemos; ¿para qué? para que todas nuestras leyes se cumplan y esas leyes amparen a las gentes honradas que no se dejan comprar. Esto nos ha pasado, y lo digo con todo sentimiento de nuevo: desgraciadamente hay aquí gente que viene enviada de Estados Unidos únicamente para traer venenos; ¿para qué? Para comprar hombres, para decir: esto traigo yo en beneficio de la República; pero es en beneficio de ellos. (Aplausos.)

Es necesario, señores, que nos vayamos convenciendo de que México es deseado por todo el mundo, es deseado porque tiene sus riquezas, y dicen: "los mexicanos son muy pobres." Muy pobres, sí, lo somos, tal vez de espíritu; pero muy ricos de energías

Así es, señores, que, si ustedes piden en este sentido una concesión para Jalisco, que produce seiscientos carros de naranja, yo pido a la Representación Nacional que impida, que se dicte una ley en todos sentidos, clara, enérgica y terminante, que impida que hombres venenosos, como son los competidores de Nuevo México, vengan a echar una mancha a nuestra fruta que tenemos aquí, y entonces podrán salir, no digo seiscientos carros, tal vez tres mil, y de Sonora podrán salir doce mil. Yo pido, únicamente, señor Alejandre, que se convenza de que su petición no es practicable hoy, porque, ¿a dónde los exporta usted si no es a los Estados Unidos? ¿A dónde tiene usted comunicaciones baratas, que no cueste mucho exportarlas? ¿Al Japón, a China, a dónde van a ir? ¿A los Estados Unidos? ¿Cómo van allí cuando en los Estados Unidos, bien o mal, cumplen con sus leyes de sanidad? Si usted exporta estos carros de naranja, allí está muy estricta la sanidad cuando se trata de México. ¿Cómo los exporta usted? Y si usted los lleva y los rehusan, ¿qué hace usted allá con sus carros? Lo que hicimos allá, en Sonora, callarnos la boca y aguantarnos y buscar procedimientos mejores para contrarrestar la labor de los envidiosos y egoístas, que tratan de quitar a nuestro país lo que es enteramente nuestro y que ellos no lo tienen. (Aplausos.)

El C. Secretario López Lira: En votación económica se pregunta a la Asamblea si se toma en consideración la proposición del C. Alejandre. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. (Voces: ¡Que se lea la petición!) (Leyó.)

Los que estén porque se tome en consideración, se servirán poner de pie. No se toma en consideración.

El C. Alejandre: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Alejandre: Lo único que yo pido al señor Presidente, es que se turne al Ejecutivo. Yo creo que la petición de un diputado puede turnarse al Ejecutivo.

El C. Presidente: Ese es el trámite que había dado la Mesa; pero como usted pidió que se consultara a la Asamblea, se consultó, y ella no lo tomó en consideración.

El C. Alejandre: Reclamo la votación.

- El mismo C. Secretario: Habiendo reclamado la votación el C. Alejandre, se repite. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie.

El C. Padrés: Pido la palabra para hacer una aclaración antes de que se vote el trámite. (Voces: ¡Ya estamos en votación!)

- El mismo C. Secretario: Se nombra en Comisión a los ciudadanos diputados Alejandre y Ríos Landeros, para que se sirvan contar a los ciudadanos diputados que están sentados, y a los ciudadanos Cruz y Navarrete, para que se sirvan contar a los que están de pie.

El C. Padrés: Pido la palabra para un hecho.

- EL C. Presidente: Estamos en votación.

El C. Secretario: El resultado de la votación fue el siguiente: 64 por la afirmativa y 65 por la negativa. De conformidad con el Reglamento, se va a proceder a la votación nominal.

El C. Padrés: Para evitar tiempo, señores, pido la palabra para una aclaración. Mientras la votación nominal se toma, yo creo que no me tomo más que el tiempo que ella se tarde, para hacer la aclaración que deseo y creo que será útil que la conozca la Asamblea.

El C. Secretario: Se procede a la votación nominal.

(Se toma la votación.)

Votaron por la afirmativa los 72 ciudadanos diputados siguientes: Aguirre Berlanga, Aguirre Colorado, Aguirre Crisóforo, Aguirre Efrén, Alejandre, Avendaño, Barragán Juan Francisco, Bello, Benítez, Cantú, Cárdenas, Carrillo Eduardo S., Carrillo Iturriaga, Céspedes, Córdoba, Córdova, Cravioto, Cruz, Esparza, Fentanes, Fernández Aurelio M., Figueroa, Gaitán, Gámez, García Eliseo, Garza González, González Marciano, Hernández Ernesto, Hernández Jerónimo, Hernández Luis M., Hernández Maldonado, Higareda, Lailson Banuet, Lechuga Val, Leyzaola, Lizalde, Luna Enríquez, Manjarrez, Manrique, Marcelín, Mariel, Márquez Josafat F., Méndez, Meneses, Navarrete, Ortega Rafael, Ortiz, Otero, Paredes Colín, Peralta, Pesqueira, Pineda, Ramírez, G. Benito, Ramírez Genaro, Rebolledo, Robles Domínguez, Rojas Dugelay, Rosas, Ruiz Juan A., Sánchez José M., Saucedo J. Concepción, Soto, Suárez, Téllez Escudero, Torres José D., Uruñuela, Vadillo, Vega Sánchez, Velásquez, Ventura y Villaseñor.

Votaron por la negativa los 68 ciudadanos diputados siguientes: Aranda, Arlanzón, Betancourt, Bravo Izquierdo, Breceda, Cámara, Campero, Cancino Gómez, Cano, Castillo, Curiel, Chapa, Dávalos Ornelas, Domínguez, Echeverría, Esquivel, Flores Garza, García Jonás, García Salvador Gonzalo, Garza Ernesto, Garza Pérez, Gay Baños, Gómez S. Emiliano, González Jesús M., Guajardo, Gutiérrez, Hermosillo, Hernández Garibay, Ibarra, Jurado, Lanz Galera, Leyva, Limón, López Lira, Márquez Rafael, Martínez de Escobar, Martínez Rafael, Mata Filomeno, Mata Luis I., Mendoza, Moctezuma, Múgica, Muñoz, Neri, Ortega José M., Padilla, Padrés, Plank, Portes Gil, Pruneda, Ramírez Pedro, Reynoso, Ríos Landeros, Rivas, Román, Rueda Magro, Ruiz Estrada, Sáenz, Saucedo Salvador, Segovia, Sepúlveda, Siurob, Torre Jesús de la, Torre Rómulo de la , Urueta, Valle, Villarreal Filiberto C. y Zabaran.

Sí se toma en consideración. Pasa a las Comisiones Unidas, 1a. de Comunicaciones y 1a. de Comercio.

El C. Secretario López Lira: "Comisión 1a. de Hacienda:

"Señor:

"A la 1a. Comisión de Hacienda pasó para su estudio la iniciativa del Ejecutivo, que consulta al H. Congreso de la Unión, la expedición de una ley que conceda a la señora doña Sara Pérez viuda de Madero, una pensión de treinta pesos diarios, mientras conserve su actual estado civil, en atención a los eminentes servicios prestados a la Patria por el Presidente Mártir, ciudadano don Francisco I. Madero.

"Por demás juzgan los subscriptos exponer las razones que en el presente caso existen para que sea aprobada la ley de que se trata, ya que todos los ciudadanos Representantes están penetrados del deber que tiene la Nación de honrar la memoria de todos aquellos de sus hijos que de algún modo se han sacrificado por salvar las instituciones, en cuyo caso se halla precisamente el Presidente Mártir.

"Por lo expuesto, la Comisión tiene la honra de someter a la consideración de la Asamblea el siguiente proyecto de ley:

"Único. Se concede a la señora doña Sara Pérez viuda de Madero una pensión de treinta pesos diarios, de los cuales disfrutará mientras conserve su actual estado civil, y que le será cubierta por la Tesorería General de la Nación."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, agosto 2 de 1917. - Juan Zubaran. - E. Portes Gil .- C. Limón."

- Segunda lectura y a discusión en el primer día hábil.

"1a. Comisión de Hacienda.

"Señor:

"A la Comisión que subscribe fue turnada para su estudio la iniciativa del Ejecutivo, que consulta al H. Congreso de la Unión la expedición y aprobación de una ley que conceda a la señora María Cámara Vales viuda de Pino Suárez, una pensión de veinte pesos diarios mientras conserve su actual estado civil.

"La Comisión, teniendo conocimiento de que la señora viuda de Pino Suárez carece en lo absoluto de bienes de fortuna, así como de que necesita erogar los gastos para el sostenimiento y educación de seis niños, considera exigua la cantidad de veinte pesos diarios. Por otra parte, y tomando en consideración que se asignó a la señora viuda de Presidente Mártir, don Francisco I. Madero, la cantidad

de treinta pesos diarios, igual cantidad debe asignarse a la señora viuda del mártir José María Pino Suárez, cantidad que la Comisión juzga necesaria para su subsistencia y la educación de sus seis hijos.

"Por lo expuesto y sin entrar en razones de los méritos del señor licenciado José María Pino Suárez, que son del conocimiento de todos los representantes, tiene la honra de someter a la consideración de la H. Asamblea el siguiente proyecto de ley:

"Único. Se concede a la señora María Cámara Vales viuda de Pino Suárez, una pensión de treinta pesos diarios, que disfrutará mientras conserve su actual estado civil y que le será cubierta por la Tesorería General de la Nación."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, agosto 3 de 1917. - Juan Zubaran. - C. Limón. - E. Portes Gil."

- Segunda lectura y a discusión en el primer día hábil.

El C. Manrique: Reclamo el trámite.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Manrique: Señores diputados: El trámite dado a estos dos dictámenes de la Comisión de Hacienda sobre las pensiones acordadas a las señoras viudas de Madero y Pino Suárez, es correcto: Segunda lectura y a discusión el primer día hábil; pero creo que bien merecen estas señoras una consideración especial para que decidamos, porque está en nuestra mano el hacerlo, que entre inmediatamente a discusión cada uno de esos dictámenes. Esto es lo que solicito respetuosamente de la Asamblea. (Aplausos.)

- El mismo C. Secretario: ¿No hay quien haga uso de la palabra?

El C. Rivera Cabrera: Moción de orden. Que se sujete a igual proposición el otro dictamen que existe acerca de la señora viuda de Aquiles Serdán, el protomártir de Puebla.

- El mismo C. Secretario: La Mesa reforma su trámite y pone desde luego a discusión el proyecto de ley que se refiere a la pensión de la señora viuda del Presidente Madero. Las personas que deseen hacer uso de la palabra se servirán pasar a inscribirse.

El C. Presidente: Tiene la palabra, en contra, el C. Manrique.

El C. Manrique: Señores diputados: He pedido la palabra en contra para sugerir una modificación al dictamen. La Comisión propone que, tanto la señora viuda de Madero, como la señora viuda de Pino Suárez, (y creo que podemos discutir ambos dictámenes a la vez, porque lo que se diga de uno, bien pudiéramos decir del otro), la Comisión propone, repito, que las pensiones sean disfrutadas por cada una de estas señoras en tanto no cambien de estado civil. Yo me opongo creo que estas pensiones deben ser pensiones vitalicias, que duren toda la vida y no que duren mientras no cambien de estado civil. (Siseos y risas.) ¿Qué es lo que motiva vuestras risas? Creo que es un poco mezquina esta distinción; apenas cambie de estado civil alguna de estas señoras habrá de perder la pensión. Basta fijarse en los antecedentes: a la muerte del ciudadano licenciado Benito Juárez, no sólo la viuda, sino que también las hijas, recibieron una pensión vitalicia; la viuda no contrajo segundas nupcias, pero las hijas es bien sabido que casaron, no obstante lo cual, a pesar de lo cual, no perdieron estas pensiones que disfrutaron, pues alguna de ellas, hasta su muerte, murió la señora Margarita Juárez y las demás las disfrutan aún. Otro tanto ha sucedido en casos análogos; de manera que yo pido a los señores diputados que voten por la negativa de este dictamen, con objeto de que la Comisión lo modifique para que se concedan pensiones vitalicias a las señoras viudas de Madero y Pino Suárez. (Voces: ¡No, no!) Lo contrario sería verdaderamente mezquino.

El C. Portes Gil: Pido la palabra, como miembro en la Comisión.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Portes Gil: Señores diputados: La Comisión ha escuchado las razones expuestas por el señor diputado Manrique respecto de las pensiones que cree él que, tanto para la señora viuda de Madero, como para la señora viuda de Pino Suárez, han de ser vitalicias. No cree la Comisión, como opina el señor Manrique, que tales pensiones han de ser vitalicias, y en ese sentido rindió el dictamen de que han de ser únicamente mientras no cambien de estado. Las razones que se tuvieron en cuenta son bien sencillas: juzgó la Comisión que las pensiones se dan a aquellas personas que están necesitadas de elementos para su subsistencia; las pensione, además de ser un medio de honrar la memoria de los hombres que han prestado servicios a la Patria, son también un medio de ayudar en una situación difícil a los deudos de esos hombres. Se supone que mientras las señoras viudas de Madero y Pino Suárez, que han de estar necesitadas de elementos para su subsistencia, una vez que cambien de estado, ya cambia también su situación pecuniaria, desde el momento en que viene una persona a hacerse cargo tanto de ellas como de los descendientes del muerto. Estas han sido las razones que ha tenido en cuenta la Comisión para dictaminar en el sentido en que lo ha hecho. Algunas dudas sugeridas por alguno de los señores representantes respecto de en qué ley se fundaba la Cámara o el Congreso para otorgar esas pensiones, creo que no tiene razón de ser. Cierto es que la Constitución actual no da autorización al Congreso para otorgar esas pensiones; pero entiendo que la Constitución actual no declara derogada la Constitución de 57 y, por lo mismo, la Comisión ha creído que la Constitución de 57 rige en todo aquello que no se oponga a la presente Constitución y en todo aquello que no trate ésta de una manera expresa. Yo creo que con todas estas razones, el Congreso de la Unión puede perfectamente expedir las leyes que consulta el Ejecutivo.

El C. Presidente: Tiene la palabra, en pro, el C. Villarreal.

El C. Villarreal: Señores diputados: Siendo yo uno de los iniciadores de la pensión que se va a acordar a la señora de Pino Suárez, vengo a manifestar a ustedes que no me parece equitativo que se le designe la misma cantidad que a la viuda del señor Madero.

El C. Zubaran: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. Presidente: Para una moción de orden, tiene usted la palabra.

El C. Zubaran: Está a discusión el dictamen

sobre la viuda del C. Madero, no el de la señora de Pino Suárez; que se concrete la discusión sobre el dictamen referente a la viuda del señor Madero.

El C. Presidente: Se llama la atención al C. Villarreal para que se concrete al punto a discusión.

El C. Villarreal: Entonces me reservo para cuando se trate el otro dictamen.

- El mismo C. Secretario: En votación económica se pregunta si está suficientemente discutido el dictamen. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Suficientemente discutido. En votación nominal se pregunta si se aprueba el artículo único, que dice: "Se concede a la señora Sara Pérez viuda de Madero una pensión de treinta pesos diarios, de los cuales disfrutará mientras conserve su actual estado civil, y que le será cubierta por la Tesorería General de la Nación."

El C. Secretario Padrés: por la afirmativa.

El C. Prosecretario Villarreal: Por la negativa.

(Se tomó la votación.)

- El mismo C. Secretario: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar? Se procede a la votación de la Mesa.

- El mismo C. Secretario: Votaron por la negativa: Basáñez, Garza González y Manrique; y votaron por la afirmativa, los 139 ciudadanos diputados siguientes: Aguirre Colorado, Aguirre Crisóforo, Aguirre Efrén, Alejandre, Alvarez del Castillo, Aranda, Araujo, Arlanzón, Avendaño, Barragán, Bello, Benítez, Betancourt, Bravo Izquierdo, Breceda, Cabrera, Cámara, Campero, Cancino Gómez, Cano, Cárdenas, Carrillo Eduardo S., Carrillo Iturriaga, Cepeda Medrano, Céspedes, Cienfuegos y Camus, Córdoba, Córdova, Cravioto, Cristiani, Cruz, Curiel, Chapa, Dávalos Ornelas, Domínguez, Echeverría, Esparza, Esquivel, Fentanes, Fernández Aurelio M., Fernández Martínez, Figueroa, Flores Garza, Gaitán, Gámez, García Eliseo, García Jonás, García Pablo, García Salvador Gonzalo, Garza Ernesto, Gay Baños, Gómez Mauricio, González Jesús M., Guajardo, Gutiérrez, Hernández Ernesto, Hernández Jerónimo, Hernández Maldonado, Higareda, Ibarra, Lailson Banuet, Lanz Galera, Lechuga Val, Leyva, Leyzaola,, Lizalde, López Ignacio, López Lira, Luna Enríquez, Manjarrez, Marcelín, Mariel, Márquez Josafat F., Márquez Rafael, Martínez de Escobar, Martínez Joaquín, Martínez Rafael, Mata Luis I., Medina Francisco, Méndez, Mendoza, Meneses, Moctezuma, Morales Hesse, Muñoz, Neri, Ordorica, Ortega José M., Ortega Rafael, Ortiz, Otero, Padilla, Padrés, Pardo, Paredes Colín, Parra, Pedroza, Peña, Peñafiel, Peralta, Pineda, Plank, Portes Gil, Pruneda, Ramírez G. Benito, Ramírez Genaro, Ramírez Llaca, Ramírez Pedro, Rebolledo, Reynoso, Ríos Landeros, Rivas, Rivera Cabrera, Rojas Dugelay, Román, Rosas, Ruiz Estrada, Ruiz Juan A., Sáenz, Sánchez José M., Saucedo J. Concepción, Saucedo Salvador, Segovia, Sepúlveda, Siurob, Soto, Suárez, Téllez Escudero, Torre Rómulo de la, Torre José D., Treviño, Urueta, Uruñuela, Vadillo, Valle, Vega Sánchez, Velásquez, Ventura, Villarreal Filiberto C., Villaseñor y Zabaran.

Queda aprobado el dictamen por 139 votos de la afirmativa, contra 3 de la negativa.

El C. Rocha: Falta mi voto por la afirmativa.

El C. Martínez de Escobar: No aparece mi voto allí; yo voté y deseo que se me anote.

El C. Secretario Padrés: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, informa que a pesar de haberse leído los nombres, está todavía abierta la votación, para que se anoten todos los que no se han anotado.

El C. Presidente: Usted, señor Federico Rocha, no estuvo presente durante la votación.

El C. Rocha: No, señor; pero creía que tenía derecho a votar por la declaración que ha hecho el ciudadano Secretario.

- El mismo C. Secretario: Se han adherido los votos de los señores Martínez de Escobar, Urueta y Sánchez José M. Aprobado por 140 votos de la afirmativa, contra 3 de la negativa. Pasa al Senado para los efectos constitucionales.

- El mismo Secretario Padrés: Sigue el segundo Proyecto de Ley, que en su parte resolutiva dice: "Único. Se concede a la señora María Cámara Vales viuda de Pino Suárez, una pensión de treinta pesos diarios, que disfrutará mientras conserve su actual estado civil y que le será cubierta por la Tesorería General de la Nación."

El C. Villarreal: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Villarreal.

El C. Villarreal: Señores diputados: Pedí la palabra en contra únicamente, como dije antes, para manifestar a Vuestra Soberanía que no me parece equitativo que a la señora viuda de Pino Suárez se le asigne la misma suma que a la señora viuda de Madero, en virtud de que aquella señora tiene seis hijos a los cuales necesita educar, pudiendo asegurar al C. diputado Manrique que será vitalicia, porque esta señora es bastante grande y no volverá a reincidir. (Risas.) Se me va a decir, señores, que Madero era Presidente de la República y el señor Pino Suárez Vicepresidente. Yo creo, señores, que a la hora de sacrificarse un héroe por el cumplimiento de su deber, debe estar en igualdad de circunstancias y aquí debemos buscar la parte económica, la parte aflictiva por que atraviesan sus familias; y en esta virtud suplico a Vuestra Soberanía que se sirva rechazar esta resolución a efecto de que se le asigne un poco más a la señora viuda de Pino Suárez, porque me consta que está en aflictiva situación. A la señora de Pino Suárez, y estoy por ella autorizado para decirlo, el Estado de Yucatán le regaló un pequeña finca en la cual tiene algunas matas y flores y unas vaquitas y vive vendiendo flores y leche. Es lo único con que cuenta esta señora y además tiene sus hijos que están en la miseria. El señor Pino Suárez no dejó bienes y yo suplico a la Representación Nacional que se sirva obrar en este caso con equidad y con justicia.

El C. Padrés: Pido la palabra en pro.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Padrés: Vengo únicamente a aprobar el dictamen de la Comisión, sin atacar las palabras dirigidas a ustedes por el C. Villarreal, porque creo que el C. Villarreal no se ha puesto en las condiciones en que está también la vida de don Pancho Madero, así como la de muchos revolucionarios que estuvieron en las mismas condiciones. Creo que no es un argumento que el señor Villarreal puede esgrimir aquí, de que la señora viuda muy respetable del señor Pino Suárez, tenga seis hijos.

La señora de Madero tiene también muchas exigencias que soportar, puesto que se encuentra en una situación que tal vez muchos de nosotros no la conocemos y si la señora viuda de Pino Suárez está radicada en tal o cual parte y tiene algunas exigencias ¿por qué no en vez de aumentarle la dieta, por qué no pedimos para esos hijos una beca o algo así para que se les instruya como es debido?

El C. Cravioto, interrumpiendo: Ya la tiene.

El C. Padrés: No lo sabía, señor Cravioto; entonces no necesitamos aumentar la pensión que se le va a dar, puesto que yo creo que tienen igual derecho una y otra viuda para percibir igual cosa. Voy más allá, señores: Los señores Madero y Pino Suárez fueron los jefes, se puede decir, del Gobierno Revolucionario, fueron aquellos hombres, o más bien dicho el señor don Francisco I. Madero, fue aquél que recorrió la República para invocar los principios democráticos y fue aquél que se puso en peligro de aquellos porfirianos y fue aquél que anduvo la República entera, a quien algunos tuvimos el gusto de acompañar. Aquél fue el hombre que recorrió todos los andenes, todos los escombros tal vez donde creía él que había algo podrido, y entonces, señores, ¿por qué vamos a dar un derecho más a uno que a otro, cuando creo que la situación de los dos fue igual? Yo respeto altamente, y no es necesario hacer consideraciones para que se traten igualmente a esas familias, para que nadie tenga un ápice de indiferencia puesto que está reconocido por toda la República Mexicana que han sido los hombres que han sufrido por el gobierno revolucionario. Pero también, señores, muchos revolucionarios han sufrido en los campos de batalla y aún sin embargo no pedimos todavía nada para esas viudas. Yo quiero únicamente la igualdad, pero sobre todo están ellas primero, porque así iremos bajando escalón por escalón y grado por grado y tenemos el derecho tal vez de conceder esto para auxiliar a todos los deudos de aquellos que han quedado en los campos de batalla por las mismas ideas, por los mismos principios para defender una nación. Yo pido únicamente que no olvidéis que ya que esto se concede vayamos pidiendo por igual para todos aquellos que han sabido cumplir con el deber de la patria, como han sido don Francisco I. Madero y don José María Pino Suárez. (Aplausos.)

El C. Cravioto: Pido la palabra para un hecho.

El C. Villarreal: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Villarreal.

El C. Villarreal: Señores diputados: Por pocos momentos voy a distraer vuestra atención, para pedir a la Presidencia que ordene la lectura de la solicitud, de la cuál fui yo uno de los firmantes, y después voy a hacer algunas consideraciones respecto a esa solicitud.

El C. Manrique: Eso se llama preparar el terreno!

El C. Prosecretario Ancona Albertos: La Presidencia manifiesta a la Asamblea que el documento cuya lectura pide le diputado Villarreal, está en la Oficialía Mayor y, en estos momentos, fueron a buscarlo para darle lectura.

El C. Presidente: En vista de que tardan en traer de la Oficialía Mayor el documento cuya lectura ha pedido el C. Villarreal, y en vista de que ha pedido la palabra para un hecho el C. Cravioto, la Presidencia concede la palabra al C. Cravioto.

El C. Cravioto: Señores diputados: He pedido la palabra para hacer conocer a la Asamblea que, en el año pasado, se despachó en la Secretaría de Instrucción Pública, un acuerdo del señor Carranza, pensionando a dos hijos del señor Pino Suárez para que pasaran a estudiar por cuenta del Gobierno Constitucionalista, a los Estados Unidos.

El C. Villarreal: Yo suplico al señor diputado Cravioto se sirva decirme si aún subsiste esa pensión a que se refiere.

El C. Cravioto: Eso sí yo no sé.

El C. Villarreal: Señores diputados: Como el documento de que se trata parece que se prolonga su traída..... (risas), supongo que ustedes harán fe en lo que voy a decir. En ese documento pide la señora viuda de Pino Suárez, que esta H. Asamblea le conceda la educación de sus hijos, creo que son cuatro. (Voces: ¡Son seis!) No recuerdo bien, pero desea que se le conceda la educación de sus hijos, hasta su mayor edad, es decir, hasta que obtengan su educación. Anteriormente, el ciudadano, en aquel entonces Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, efectivamente le pasaba una mensualidad para el objeto que indicó el ciudadano diputado Cravioto; pero desde que el Gobierno entró en un período constitucional, se le retiró esa pensión. Yo quería, señores diputados, que se leyera ese documento, para demostrar a ustedes que ni la octava parte de lo que pide esa señora, se le ha concedido, no obstante tener seis hijos; es precisamente para ciertos datos que quisiera yo que los conociera la Asamblea, y por eso les suplico que tengan la bondad de esperar un poco.

El C. Plank: Moción de orden.

El C. Presidente: Para una moción de orden, tiene usted la palabra.

El C. Plank: Suplico a la Presidencia que consulte a la H. Asamblea si está suficientemente discutido el asunto, porque el C. Villarreal no nos va a dar ninguna luz más sobre esto.

El C. Zubaran, de la Comisión: Pido la palabra para informar.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Zubaran: Señores diputados: La señora viuda del licenciado José María Pino Suárez, no ha solicitada nada de esta H. Asamblea. Un grupo de diputados, entre los que me encuentro yo, formulamos la iniciativa para concederle una pensión, en los siguientes términos: "Una pensión de seiscientos pesos mensuales para su subsistencia, y más o menos, cuatro mil pesos anuales en conjunto para la educación de sus niños. Como esto no podíamos iniciarlo en este período, se acercó una Comisión al Ejecutivo, para que el Ejecutivo mandase la iniciativa. La iniciativa del Ejecutivo consulta seiscientos pesos mensuales, y la Comisión consideró que era exigua esta cantidad, puesto que esta señora tiene seis niños, el último de cinco años, y dos educándose, los únicos varones que hay, consultó a Vuestra Soberanía una pensión de novecientos pesos mensuales, cantidad igual a la asignada a la viuda del señor Madero. Esto es todo. La Comisión

ha considerado que no debe dársele más, puesto que con novecientos pesos mensuales, puede educar a sus hijos y puede subsistir; pero, repito, que la Comisión consideró que era escasa la cantidad que asignaba el Ejecutivo, de seiscientos pesos, por que tiene seis niños y por ser muy cara la vida en Yucatán, donde reside esta señora. La Comisión suplica a Vuestra Soberanía que dé su voto aprobatorio a este dictamen. (Voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Cienfuegos.

El C. Cienfuegos: Señores diputados: Vengo a hablar en contra del dictamen que ha sido presentado a vuestra consideración, por las siguientes razones: Yo creo que el C. Pino Suárez nunca tuvo la misma significación política que tuviera el Presidente mártir. El Presidente mártir hizo previamente, antes de encargarse de la Primera Magistratura de nuestro país, un recorrido por toda la República, haciendo propaganda de sus ideas innovadoras; si el señor Pino Suárez muerto también víctima de los acontecimientos de febrero, en compañía del Presidente, adquiere, como es natural, nuestra consideración y la consideración del país, no hizo, sin embargo, la misma labor que desarrollara el Presidente Madero, pues si aquél tenía ideas revolucionarias, apenas sé que las haya manifestado en su Estado natal, sin haber seguido el camino que le enseñara el apóstol Madero y sin haber arrostrado los peligros que más tarde dieran al traste con esta personalidad con sus sacrificio. Por otra parte, señores diputados, no creo que haya en la historia de nuestros ilustres desaparecidos, alguna familia que pudiera señalarse con una pensión semejante a la que actualmente estamos concediendo, y señalo esto, no porque yo no deseara que todos los descendientes de los mártires, recibieran alguna cantidad más o menos cuantiosa para la satisfacción de sus necesidades; pero si consideramos que hay tantas viudas, que hay tantos huérfanos que merecen la atención de la Cámara, y de que se les concedan pensiones tan cuantiosas como éstas, se vería necesitada la Tesorería la Nación, el tesoro de la Nación, a distribuir con menos equidad esas pensiones, y por eso quiero evitar que posteriormente vaya a ser difícil premiar a aquellos que, en mayor o menor escala, siempre dieron el contingente de su vida en defensa de nuestras libertades. Yo pido a la Asamblea haga que se modifique el dictamen, en el sentido de que a la viuda del señor Madero, por sus exigencias, por las costumbres que tuvo al lado de su esposo, no cuando fue Presidente, sino antes de que lo fuera, se le asigne esa cantidad que ya está propuesta, pero que a la viuda del señor Pino Suárez, se le concedan solamente veinte pesos diarios. (Voces: ¡No, no!) Pues por las razones que acabo de exponer, me parecen lo bastante. Suplico, pues, a los señores diputados, se sirvan meditar con cordura y voten lo que crean pertinente.

El C. Padrés: Pido la palabra en pro del dictamen.

El C. Presidente: Tiene la palabra en pro, el C. Padrés.

El C. Padrés: Señores diputados: No quiero cansar la atención de ustedes, pero voy a decir unas breves palabras únicamente. El dictamen dice que se le concedan a la señora viuda de Pino Suárez treinta pesos diarios para sus gastos indispensables. He oído la peroración del compañero Zubaran, que dice que fue una solicitud presentada por la susodicho viuda, solicitando únicamente seiscientos pesos mensuales para su manutención y trescientos pesos para la instrucción de sus hijos. Yo oí al señor Cravioto que dijo que se le había concedido, cuando él era Ministro de Instrucción Pública, una beca para dos de sus hijos mayores, para que tomaran instrucción. Por algunas personas he oído que esa beca se ha retirado y no estoy seguro si es cierto o no lo es; eso sería cuestión de investigar, de preguntar al Ejecutivo o al departamento que corresponda, si existe o no este acuerdo del ciudadano Primer Jefe en aquel entonces, y si hoy está en pie, cuando es Presidente de la República; pero no vengo a pedir más que un ápice de justicia, que voy a exponer aquí.

Quiero que se apruebe el dictamen, señores concediendo los treinta pesos diarios a la señora viuda de Pino Suárez, porque creo que treinta pesos en la actualidad, señores, teniendo hijos y siendo una señora que está acostumbrada a darse cierta clase de vida, no es posible que le quitemos un centavo, porque estamos convencidos, señores, que todos aquellos que tengan familia, tal vez los veinte pesos diarios que ganamos y que algunos han criticado que ganamos aquí, tal vez no nos sirvan para las principales atenciones de la casa. ¿Por qué, señores, vamos a quitarle a una viuda que ha sufrido y que tiene sus pesares tal vez y que tiene que darse un lugar que se merece muy justificadamente, por qué le vamos a quitar un centavo, que tal vez no le cuesta a la Nación si sabemos administrarla? Le cuesta al pueblo, y el pueblo es el que va a pagar esos treinta pesos diarios y tiene la obligación y el derecho de exigir que una buena administración tengan los dineros suficientes para ponerla en condiciones - no como se estaba ayer - ,de premiar a todos aquellos que levantaron la mano y enarbolaron la bandera de nuestras libertades para que puedan subsistir sus deudos, no en un sótano de una casa, sino que vivan tal como debe vivir una señora muy respetable. Por eso pido que se apruebe el dictamen concediendo los treinta pesos a la señora Cámara Vales viuda de Pino Suárez, y que, además, si la beca ha sido retirada al entrar el período constitucional, que se vuelva a conceder para que pueda atender la instrucción que merecen esos niños.

El C. Villarreal: Está ya en poder de la Presidencia el documento de que hablé al principio de mi discurso y voy a permitirme suplicar a la Mesa se sirva mandar darle lectura.

El C. Secretario del Castillo: (Leyó.)

El C. Villarreal: Como ven ustedes, señores diputados, la Comisión no hizo caso de lo que en esta solicitud se pedía. Yo no quiero precisamente que a la señora viuda de Pino Suárez se le dé más que a la señora Madero; lo único que quiero, y que es el deseo de la señora viuda de Pino Suárez, quien me ha autorizado para decírselo a esta Representación Nacional, es que se garantice la educación de sus hijos. Yo aseguro a vosotros que cualquiera suma que se le asigne a esta señora, por exigua que

la recibirá agradecida, pero os agradecerá que esta Representación Nacional garantice la educación de sus hijos; así, pues, podemos, señores diputados, rebajar esa asignación que se ha hecho y garantizar a esta señora la educación de sus hijos, pues es cierto- y no me dejaría mentir el señor Eladio Domínguez-, que esta señora actualmente vive vendiendo chocolates, flores y leche en Mérida, Yucatán. Decía antes, señores, que el señor Madero fue el Presidente de la República; pero también creo, señores, que la razón de esta gran Revolución ha sido la igualdad en la ley, la igualdad en la justicia y la igualdad en los principios. En la muerte, señores, no hay jerarquías; los héroes que exponen su vida por la libertad tienen los mismos derechos, sean cuales fueren sus circunstancias y su posición social; por lo que yo suplico de vuestra benevolencia que honremos la memoria de estos héroes para que sus deudos no anden haciendo películas tristes mientras que otros individuos andan gastando los dineros de la Nación que nada les han costado y tampoco han hecho nada por la Nación. ¿Qué espectáculo vamos a dar, señores? Todo el público sabe que nos hemos aumentado las dietas, pero cuando se trata de honrar la memoria de un héroe, decimos que la Nación está muy pobre. Sacrifiquemos algo si es posible; pero ayudemos a que vivan estas viudas, y yo pido que se retire este dictamen para que la Comisión lo presente en otra forma a la consideración de Vuestra Soberanía.

El C. Presidente: Tiene la palabra, en contra, el C. Saénz.

El C. Saénz: Señores diputados: Soy el primero en aplaudir la actitud del compañero Villarreal, cuyos nobles sentimientos lo han lo han impulsado a venir a sostener en esta tribuna que se aumente la pensión que las Comisiones proponen para la viuda del señor Pino Suárez; pero el señor Villarreal probablemente ha olvidado las difíciles circunstancias en que nos encontramos, sobre todo que no es con dinero con lo que se premia la labor de los héroes y los caudillos que han dado su sangre en defensa de los principios revolucionarios; que probablemente todo el dinero de las arcas de la Nación no sería suficiente para pagar la deuda que la Nación ha contraído con los que han tenido que ofrendar su vida en defensa de esos principios. Por tal razón, no es desde ese punto de vista como debe considerarse el proyecto de las Comisiones, sino simplemente adaptándolo a nuestras necesidades, y por eso es, señores, que a pesar de haber yo firmado la proposición en que se solicita que se invitase al Ejecutivo para que se enviase este proyecto, yo estoy de acuerdo con la Comisión en que se concedan a la señora viuda de Pino Suárez los treinta pesos que consulta. Creo que no es el pago que vamos a darle por la muerte de su esposo, no es tampoco el galardón del sacrificio del señor Pino Suárez el que se premia con esa cantidad, es simplemente un pequeño recurso, una pequeña ayuda que la Nación presta a los huérfanos del señor Pino Suárez para que atiendan a lo más urgente de su subsistencia y a su educación. Yo creo, señores, dadas las circunstancias en que se encuentra el país, que los treinta pesos que consulta la Comisión es lo más razonable que debemos conceder, pues haciendo a un lado utopías y todos los demás sentimientos nobles que soy el primero en aplaudirle al señor Villarreal, debemos concretarnos por ahora a aprobar lo que consulta la Comisión a reserva de que esta misma Representación Nacional, cuando el país esté en condiciones más normales, aumente esta pensión para que se pueda atender mejor la educación de esos huérfanos. Por tanto, yo suplico a los señores diputados se sirvan aprobar el dictamen para cortar más discusiones.

El C. Secretario Padrés: No habiendo ningún otro orador en pro ni en contra.....

El C. Rivera Cabrera: Pido la palabra en contra.

El C. Presidente: Tiene la palabra, en contra, el C. Rivera Cabrera.

El C. Rivera Cabrera: Señores diputados: Si hay que llevar el óbolo de la Representación Nacional a la familia del señor Pino Suárez, hagámoslo de una manera más práctica y lógica, de acuerdo con la naturaleza de las cosas: concedamos la pensión no solamente a la señora viuda de Pino Suárez, sino a sus hijos hasta que tengan una edad en que comprendamos que puedan haber llegado a la finalidad de se educación, es decir, a los veinticinco años. Yo creo que la suma de novecientos pesos para la educación de seis niños es más que sobrada; bastarían setecientos pesos y en este sentido me permitiría poner el asunto bajo la consideración de la Cámara, a fin de que se sirva resolver lo debido. De manera que yo propongo que garanticemos la educación de los niños llevando el óbolo de la Representación Nacional en una forma que tenga debida y exacta aplicación y que sea en beneficio de los hijos de los héroes. Por tanto, pido a la Cámara y a la Comisión considere con detenimiento la proposición que acabo de hacer.

- EL C. Presidente: Tiene la palabra EL C. Cabrera.

- EL C. Cabrera: Señores diputados: Me toca en suerte venir siempre a un debate cuando se considera enteramente extinguido y carente en absoluto de importancia, sobre todo por que la mayor parte de los señores diputados que se encuentran presentes están en principio conformes con esta concesión. Nada nuevo podré deciros a este respecto, pero creo cumplir con un deber de gratitud, de amistad y de patriotismo elevando mi voz por un momento en solicitud de apoyo para esta pensión de la señora viuda de Pino Suárez . El argumento más substancial esgrimido en esta tribuna contra esta pensión, los dos argumentos, diré, fueron expuestos por el C. Cienfuegos y por el C. Rivera Cabrera. El C. Cienfuegos poniendo exactamente el punto a debate, tocando exactamente el punto a debate, considera que no debe pensionarse a la viuda del señor Pino Suárez en las mismas condiciones en que se ha pensionado a la viuda del señor Madero. Las razones que expresa para esto es que políticamente la categoría de uno y de otro funcionario era diferente y que revolucionariamente, la condición de revolucionario del señor Madero está muy por encima de la condición de revolucionario del señor Pino Suárez. No habría tomado la palabra en este debate si no hubieran expresado estas ideas, porque en lo general todos los ciudadanos diputados se encuentran conformes en principio en conceder la pensión; pero creo de justicia llamar la atención de los señores diputado sobre la equidad

de que estas pensiones sean iguales, supuesto que los méritos políticos y revolucionarios de uno y de otro, en mi concepto, eran iguales. No es mi peroración con el ánimo de analizar dos personalidades que han pasado a la historia tratando de deprimir a una y levantar a otra, pero no quiero que por ningún concepto se crea que la Cámara de Diputados ha tratado de abatir la personalidad revolucionaria e histórica del C. Pino Suárez enfrente de la del señor Madero. En honor de la verdad, señores diputados, no tenemos facultades para conceder pensiones. La Constitución de 57 concedía al Congreso General la facultad de conceder pensiones a los que hubieran prestado servicios eminentes a la Patria o a la humanidad. La Constitución de 1917 al suprimir expresamente esta fracción del artículo constitucional, nos da a entender claramente que deseaba que se suprimiera para lo futuro este otorgamiento de pensiones. El suprimir esto no quiere decir que la Patria debiese ser ingrata con sus hijos, sino ha querido que se limitase a los casos verdaderamente extraordinarios y materia de expedición de una ley. Antiguamente se concedían pensiones en servicios militares y civiles que casi todas ellas estaban calculadas sobre el importe de la remuneración que en vida tenía el que había muerto en el desempeño del servicio. Estas pensiones no deben quedar como estaban antes a conocimiento de la Legislatura para ser motivo en cada caso de una ley, sino que deben ser motivo de una ley general que reglamente cómo deben gratificarse en vida y en muerte los servicios de todos los empleados y funcionarios; en consecuencia, para lo sucesivo, todas las pensiones que traten de decretarse para las viudas o los descendientes de los que han prestado servicios a la Revolución o a la Patria, entiendo que tendrán que ser motivo de una ley general que determine en lineamientos generales la condición de servicios, si militares o civiles, para que después el Ejecutivo otorgue la pensión sin necesidad de una ley especial. El caso del señor Madero y del señor Pino Suárez es absolutamente distinto. Así como consideró esta Cámara que uno de los primeros actos de justicia que debería ejecutarse era el castigo de los responsables de la perturbación del orden constitucional, así también uno de los primeros deberes de esta Cámara debe ser la atenuación de las grandes injusticias cometidas con motivo del derrocamiento del régimen constitucional, y su primer acto de justicia en favor de estas víctimas es el que se nos presenta. A ninguno, a nadie he oído que discuta las bases fundamentales de esta iniciativa, es decir, el deber que tiene la Patria hacia las viudas de los señores Madero y Pino Suárez. ¿Cuál es criterio que debemos seguir para saber quién debe recibir más o menos? Podría decirse: uno recibirá ciento treinta pesos diarios por sueldo y el otro cincuenta y cuatro: todos rechazan el criterio general que se ha seguido rigurosamente durante los últimos tiempos, de que se asigne como pensión la mitad de lo que en vida estaba recibiendo el servidor. En ese caso, nos encontramos con que la viuda del señor Madero debería recibir sesenta y cuatro pesos y la viuda del señor Pino Suárez veintisiete; pero instintivamente se rechaza este criterio, porque se ve que la pensión no es en atención a los servicios administrativos que en un momento dado estuvieron prestando estos funcionarios, sino en atención a la forma de su sacrificio en que dieron su vida uno y otro y a la participación que uno y otro tomó en la evolución democrática de nuestro país. Yo admito francamente la discusión como la ha puesto el C. Cienfuegos y me congratulo de que haya habido un diputado que la haya puesto en este terreno. Yo afirmo que revolucionariamente Pino Suárez no estaba abajo de Madero. Si fuéramos a guiarnos por el criterio de la prensa de los últimos momentos del año de 1912, no habría hombres más indignos del reconocimiento de la Patria que Gustavo Madero y Pino Suárez; sobre ellos se hacía caer todo el lodo, todo el baldón y toda la culpa de lo que se consideró como errores de la administración constitucional de aquella época. Los hechos han venido a demostrarnos que absolutamente el criterio de aquellos periódicos, no era el criterio admitido por la mayoría de la Nación, supuesto que muertos los señores Madero y Pino Suárez, la Nación vigorosamente se levantó en armas para volver otra vez las cosas a la forma que habían tenido antes, es decir, la Nación desautorizó en la forma más efectiva en que pueda desautorizar un pueblo, el derrocamiento que se había hecho en supuesto de que aquella administración era corrompida y que de ello tenía la principal culpa Gustavo Madero y José María Pino Suárez. José María Pino Suárez entendió la Revolución un poco más allá de como la entendió Madero. Madero entendió la Revolución políticamente, creyendo que obtenido un cambio de gobierno tenía que venir necesariamente un cambio de sistema y un cambio de condiciones en el país. Madero entendió que era suficiente la renovación política para obtener la renovación social y económica. Pero todos los que en esta Cámara están, pertenecientes a la XXVI Legislatura, saben muy bien que Pino Suárez entendió la Revolución más allá; comprendió la revolución económica y la revolución social y luchó a conciencía por la revolución económica y por la revolución social. Madero pregonaba la revolución política y a ella dedicó todas sus energías. Pino Suárez comprendió la revolución económica y a ella dedicó todas sus energías; pero hay algo que en el momento del sacrificio vale tanto como valen los ideales, los ideales eran tan levantados los del uno como los del otro; los ideales de Pino Suárez eran, sin embargo, más conscientes aun cuando más silenciosamente arraigados en la conciencia de este hombre. Ya ha pasado la época de aludir a la imposición de Pino Suárez. Electo Pino Suárez no se dijo otra cosa más que imposición y sobre esta base fue sobre la que se constituyó todo el desprestigio contra Pino Suárez y contra Gustavo Madero. Ahora bien, aquí en la Cámara hay hombres como Urueta, como Ancona Albertos, como Hay, como Zubaran, que tuvieron conocimiento no sólo de que la candidatura del señor Pino Suárez fue discutida y aprobada en una convención previa y puesto, diremos, en peligro de ser derrotado en esa convención, supuesto que quedaron dos candidaturas por discutir, una de las cuales era la del señor Pino Suárez y otra la del señor Vázquez Gómez, y, sin embargo, la candidatura del señor Pino Suárez salió de esa convención triunfante y si triunfo después

en las urnas, no fue debido a la aprobación que había tenido en esa convención.

No podemos decir que hubo imposición en la candidatura del señor Pino Suárez, cuando todos los que luchamos en favor de Vázquez Gómez, o la mayor parte de los que luchamos en favor de Vázquez Gómez, una vez derrotados, nos pusimos a trabajar real y efectivamente por el señor Pino Suárez. El señor Pino Suárez tuvo el apoyo de todos los de la Convención y, principalmente, el apoyo de un gran número de los que habían salido derrotados en esa misma Convención.. La elección para la Vicepresidencia, repito, fue estricta y justamente democrática, y, por consiguiente, el derecho con el que ocupó la Vicepresidencia, fue innegable, desde el punto de vista democrático y revolucionario. La mayor parte de los hombres que él podía considerar como enemigos, por haberse afiliado al vazquismo, no lo fueron; el leader de la Convención de 1911 no fue su enemigo, recibió, al contrario un gran número de atenciones y desempeñó un puesto público de importancia en la Secretaría de Instrucción Pública, como Director de la Escuela de Leyes, y tuvo la satisfacción de saber que tuvo en él al hombre más firme en sus principios, en sus ideas y en sus propósitos. Yo tuve la honra de ser ese leader; cuando luché en la Convención, luché todo lo mejor que pude, fui vencido, después fui amigo del señor Pino Suárez hasta el último momento en que pude verlo. Pero el señor Pino Suárez tenía algo que debemos decir con absoluta claridad: Tenía la perfecta conciencia de su sacrificio. Un gran Número de diputados de la XXVI Legislatura, acudimos el 25 de enero de 1913, y recordad bien la fecha, el 25 de enero de 1913, a ver a don Francisco Madero para exponerle que, en nuestra opinión, si no transformaba completamente su sistema de Gobierno en el Poder Ejecutivo, el país iba, es decir, su Gobierno, el Gobierno Constitucional, iba hacia el abismo. Encargado de redactar el memorial en que exponíamos estas ideas, era uno de los amigos más estrechamente unidos al señor Pino Suárez, paisano suyo, no paisano sino yucateco; estaba perfectamente identificado con las ideas del señor Pino Suárez, el licenciado José Inés Novelo. Acompañamos a Novelo y a la Comisión que se había designado al efecto, un poco más de cien diputados de aquella Legislatura, y se expuso al señor Madero lo que, en nuestro concepto, significaba la razón para que peligrara su Gobierno. El Presidente Madero nos dijo el 25 de enero de 1913, que éramos unos timoratos, que todo iba, en su concepto, bien, y aquel hombre, puesta la vista siempre en alto, mirando siempre hacia la estrella que le guiaba, jamás vio las espinas en que iba a poner los pies, y en el abismo donde esta a punto de hundirse. Madero contestaba a todo viendo mucho muy alto y mucho muy lejano, sin tener en cuenta las condiciones difíciles con las que tenía que luchar. El 25 de enero el Presidente Madero nos dijo que, en su concepto, no había ningún peligro, que todo estaba perfectamente, y que, por consiguiente, nosotros faltábamos a nuestros deberes, mostrando temores absolutamente pueriles. El Presidente Madero, idealista hasta el último momento de su vida, no se dio cuenta a tiempo del peligro que corría. El 27 de enero me despedí yo del licenciado Pino Suárez, a consecuencia de un pequeño viaje que había yo proyectado hacer a la Habana, hecho que alguna ocasión tendré oportunidad de demostrar que no era una fuga y que fue simplemente una ocasión para que a mí no me asesinaran. Fui a despedirme del señor Pino Suárez, y discutimos la situación política. Fue el tema de nuestra conversación, principalmente, la representación que habíamos hecho los diputados del Grupo Renovador y del Constitucional Progresista de la XXVI Legislatura, advirtiéndole el peligro que corríamos. Pino Suárez estaba absolutamente conforme con nosotros, veía venir la tempestad, sin saber exactamente por qué lado estallaría; tenía el presentimiento de la caída, pero ni un momento vaciló ante esta disyuntiva: "Yo no he renunciado a la Secretaría de Instrucción Pública, porque cualquier acto que hiciera yo en este sentido, significaría que yo abandonaba al Presidente, y yo no abandonaré al Presidente de la República en ningún caso. "Esto decía Pino Suárez el 27 de enero de 1913, me lo dijo a mí personalmente en aquella entrevista: "Yo sé que soy uno de los llamados a ser la víctima," y Pino Suárez presentía que era más fácil que él fuese sacrificado en un cuartelazo que Madero mismo, pues él tenía la idea de que la principal cabeza no es la que corre el principal peligro, y es cierto: los principales sacrificados, los llamados a ser sacrificados, eran Gustavo Madero y José María Pino Suárez. Pino Suárez supo que venía el momento de la abnegación, el momento del sacrificio, y lo aceptó, lo aceptó a conciencia de que se encontraba desarmado, sin ser él el que gobernaba la política que seguía el Gobierno del señor Madero; y aquí es el tiempo de decir una verdad muy poco conocida hasta ahora: Se creía en aquella época que los que gobernaban la política eran don Gustavo Madero y don José María Pino Suárez. Los que conocieron íntimamente a aquel Gobierno, sabían muy bien que, exactamente contra las opiniones de Gustavo Madero y José María Pino Suárez, se seguía absolutamente la política de don Ernesto Madero, Rafael Hernández y Jaime Gurza. (Aplausos nutridos.) Hablo de estos hechos porque los conocí personalísima y directamente; tengo para hablar de ellos, únicamente - y no pretendo otra cosa-, más que la autoridad de haberlos presenciado y de haber sido testigo directo de ellos. Así, pues, yo no abato el mérito de nadie; pero revolucionariamente aseguro que José María Pino Suárez miraba más hacia las reformas sociales y hacia las reformas económicas de México, que hacia las reformas políticas; mientras que Madero miraba más hacia las reformas políticas que hacia las reformas sociales y económicas. ¿Quién es más revolucionario de los dos? Los dos fueron igualmente revolucionarios. ¿Quién era más revolucionario humanamente? Pino Suárez, humanamente, era más revolucionario, en el sentido de que si Cristo sabía que había de resucitar al tercer día, su sacrificio no era tan grande; si el Bautista sabía que no había de resucitar, su sacrificio era más grande. Si Madero no tenía idea de que pudiese ser sacrificado, porque contaba siempre con la simpatía del pueblo, así en vago, Pino Suárez sí sabía que podía ser sacrificado y aceptó el sacrificio,

con la conciencia de que no resucitaría y de que no habría nadie que lo salvase. (Aplausos nutridos.) Ahora pasemos a otro punto: ¿Cuál es la razón de la pensión que otorgamos? ¿El haber sido sacrificado en el cumplimiento de su deber? Me diréis, pero uno fue sacrificado como Presidente y el otro como Vicepresidente; y yo contesto: la razón del asesinato de Madero y Pino Suárez fue principalmente, el invalidar a Pino Suárez. El sólo asesinato de Madero no habría dado satisfacción a los hombres del cuartelazo, porque sabían perfectamente que en Pino Suárez había un hombre tal vez de menos sugestión personal y de menos magnetismo personal del que había usado el Presidente; pero de más tesón, de más persistencia y de más espíritu práctico que el otro. Los dos fueron sacrificados para impedir el restablecimiento del orden constitucional; el uno porque era el Presidente, y el otro, no porque era Vicepresidente, sino para que no fuese Presidente y no hubiese Presidente; eran dos Presidentes que se sacrificaban en el mismo momento. El asesinato de Pino Suárez no se concibe de otra manera, supuesto que no tenía más funciones que las de Secretario de Instrucción Pública, cuando había un Secretario de Gobernación y un Secretario de Hacienda y uno de Comunicaciones, que fueron alojados cuidadosamente en la casa del Embajador americano.

Así, pues, si nos atenemos al puesto que desempeñaba el puesto de Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, no es la razón para el sacrificio del C. Pino Suárez; la razón es que en el momento en que caía la cabeza de Madero, aquella cabeza era la de otro Presidente; por consiguiente, era el sacrificio de dos Presidentes que consideraban los autores del cuartelazo como indispensable para el bien de su partido. Si hubiera quedado Pino Suárez con vida él habría tenido que ser el jefe de la nueva revolución que se levantara y ellos estaban ciertos de que lo sería, de que estaría dispuesto a hacerlo. Pino Suárez no podía absolutamente transigir con ellos, Pino Suárez no podía tener una palabra para convencerlos de que él era insospechable; Pino Suárez fue al sacrificio porque tenía los tamaños y la dignidad de otro Presidente de la República. He querido exponer estas ideas por considerar de justicia que comience a hacerse la historia de aquella época y que comience a verse que hubo dos hombres cuando menos en aquella época que, además del sacrificio de sus vidas, murieron en aquellos momentos haciendo el sacrificio de su honra: Gustavo Madero y José María Pino Suárez. Gustavo Madero es considerado, si vamos a creer a la historia de la prensa enemiga de los últimos meses de 1912, como una especie de ambicioso que no estuvo al lado del Presidente más que para manejarlo, gobernarlo y obtener el lucro que podía. Vosotros no sabíais, lo sabéis porque os lo he dicho, pero Gustavo Madero no era quien dirigía la política del Presidente, quien llegó a tener aún serias dificultades con su hermano, a consecuencia de que el señor Madero se apartaba de la política que él consideraba como necesaria, y había seguido la de Ernesto Madero y especialmente la de Rafael Hernández, que consideraba como buena. Ahora podríais preguntar y podríais también saber que Gustavo Madero murió en la miseria, que toda aquella gran fortuna, que todos aquellos grandes negocios y todas aquellas grandes especulaciones que le atribuían, estaban únicamente en las hojas de "Multicolor" o de "El Mañana," porque real y efectivamente la viuda de Gustavo Madero, si no hubiera sido porque tenía ciertos derechos hereditarios en su familia y bienes personales provenientes de su familia, ella misma habría quedado tan absolutamente desamparada como ha quedado la viuda de José María Pino Suárez. Estas palabras las digo sencillamente porque son de justicia y porque es necesario que se comience a pensar con un poco de equidad hacia aquellos a quienes una prensa hábil, inteligente y sangrienta no nos hizo conocer en otra forma más que como unos ambiciosos, como unos ladrones. Vendrán muchas otras solicitudes de recompensas por servicios prestados a la Revolución; pero debo advertir a la Cámara que no es por servicios prestados a la Revolución, sino como un reconocimiento de carácter histórico que dos hombres que fueron los que se encontraron a la cabeza de un gran movimiento. Sabéis que, conforme a las leyes, no tenemos autorización para dar gratificaciones por servicios prestados a la Revolución; pero sí tenemos autorización para hacer un acto de justicia y de reconocimiento de carácter histórico de dos hombres que se llamaron Francisco I. Madero y José María Pino Suárez. Todos los demás que han muerto en esta Revolución, todos tienen derecho también, o sus familias, a la ayuda de la patria, a todos se atenderá indudablemente y estoy seguro de que el país, de que la patria, lo pagará con todo gusto. En este caso se trata de un caso excepcional únicamente y que por primera vez se nos presenta, y lo pongo absolutamente en la misma balanza en que pongo el castigo de los grandes culpables. Nadie absolutamente de vosotros vacilará a la hora de que estén designadas, conocidas y juzgadas, las grandes cabezas del movimiento que derrocó el régimen constitucional en 1913 y asimismo no deben vacilar ni un momento porque es exactamente un acto de justicia el conceder una pensión a los hijos de estos dos héroes. Yo no distingo quién tiene más necesidad, tal vez tiene más la viuda de Pino Suárez, pero no distingamos, no hagamos ninguna distinción: Fueron dos Presidentes que murieron en el mismo momento. (Aplausos nutridos.)

El C. Secretario Padrés: No habiendo más oradores en pro ni en contra se pregunta a la Asamblea si considera suficientemente discutido el dictamen. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Suficientemente discutido. En votación nominal se va a preguntar si se aprueba el dictamen. (Voces: Que se lea la parte resolutiva.)

"Proyecto de ley. Único: Se concede a la señora doña María Cámara Vales viuda de Pino Suárez, una pensión de treinta pesos diarios que disfrutará mientras conserve su actual estado civil y que le será cubierta por la Tesorería General de la Nación.

Se procede a la votación.

(Se tomó la votación.)

- El mismo C. Secretario: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar? Se procede a la votación de la Mesa.

El C. Prosecretario Villarreal: Votaron por la

negativa: Basáñez Rubén, Manrique Aurelio y un servidor de ustedes.

El C. Padrés: Queda aprobado el proyecto de ley que concede la pensión a la señora viuda de Pino Suárez por 150 votos de la afirmativa, contra 3 de la negativa.

- El mismo C. Secretario Padrés: "Comisión 1a. de Hacienda.

"Señor:

"A la Comisión 1a. de Hacienda pasó para dictamen el proyecto del Ejecutivo de la Unión enviado a esta H. Cámara en el que solicita la expedición de una ley que conceda una pensión de ocho pesos diarios a la señora doña Filomena Valle, esposa que fue del C. Aquiles Serdán, muerto trágicamente en la ciudad de Puebla al estallar el movimiento revolucionario de 1910.

"Los motivos que expone el Ejecutivo en el proyecto de que se trata son reconocidos de todos los ciudadanos representantes y es por ello por lo que la Comisión se abstiene de reproducirlos, ya que está en la mente de todos el deber que tiene la Patria de honrar la memoria de todos aquellos de sus hijos que por ella han sabido luchar sacrificando su vida.

"Por lo expuesto, los subscriptos tienen la honra de someter a la consideración de esta H. Asamblea el siguiente proyecto de ley:

"Único. Se concede a la señora doña Filomena Valle viuda de Serdán, una pensión de ocho pesos diarios, de la cual disfrutará mientras conserve su actual estado civil, y que le será cubierta por la Tesorería General de la Nación.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, agosto 2 de 1917.- Juan Zubaran.- E. Portes Gil.- C. Limón."

Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación nominal se pregunta si se aprueba el dictamen. (Se tomó la votación.)

El C. Rivera Cabrera: Pido la palabra para una interpelación. (Voces: ¡Estamos en votación!)

- EL C. Presidente: La Presidencia manifiesta a Su Señoría que estamos en votación y no puede hacer uso de la palabra.

El C. Secretario Padrés: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar? ¿ Falta algún ciudadano por votar? Se procede a la votación de la Mesa.

El C. Prosecretario Villarreal: Votaron por la negativa los ciudadanos diputados Sánchez, Garza González Cecilio, Manrique Aurelio y Ortiz Andrés.

El C. Secretario Padrés: Queda aprobado el proyecto de ley para que se conceda una pensión de ocho pesos diarios a la señora Filomena Valle viuda de Serdán por 141 votos de la afirmativa, contra 4 de la negativa, y pasa al Senado para los efectos constitucionales.

El C. Presidente: A las 7.45 p. m.: Se levanta la sesión.

El Jefe de la Sección de Taquigrafía,

JOAQUÍN Z. VALADEZ.