Legislatura XXVII - Año I - Período Extraordinario - Fecha 19170808 - Número de Diario 101

(L27A1P1eN101F19170808.xml)Núm. Diario:101

Colegio Electoral

ENCABEZADO

MÉXICO, MIÉRCOLES 8 DE AGOSTO DE 1917

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

PERÍODO EXTRAORDINARIO XXVII LEGISLATURA TOMO I- NÚMERO 101

SESIÓN DEL COLEGIO ELECTORAL DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS EFECTUADA EL DÍA 8 DE AGOSTO DE 1917

SUMARIO

1. Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior.- 2. Es aprobado el dictamen de la Sección 3a. de la 1a. Comisión revisora de Credenciales, relativo al 14 distrito electoral del Estado de Puebla en lo que se refiere al suplente.- 3. Es aprobado el dictamen de la 5a. Sección de la propia Comisión referente al 5o. distrito electoral del Estado de México.- 4. Es discutido y aprobado el dictamen de la misma Sección que se refiere al tercer distrito electoral del Estado de Yucatán. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. VADILLO BASILIO

(Asistencia de 152 ciudadanos diputados.)

- El C. Presidente, a las 4.15 p.m. Se abre la sesión del Colegio Electoral.

El C. Secretario Padrés: "Acta de la sesión celebrada por el Colegio Electoral de la Cámara de Diputados, el día siete de agosto de mil novecientos diez y siete.

"Presidencia del C. Siurob José.

"En la ciudad de México, a las cuatro y quince p.m. del martes siete de agosto de mil novecientos diez y siete, con asistencia de ciento cuarenta y siete ciudadanos diputados, según consta en la lista que previamente pasó el C. Secretario del Castillo, se abrió la sesión.

"El mismo C. Secretario, leyó el acta de la sesión celebrada el día trece del mes próximo pasado, la cual, sin discusión, fue aprobada en votación económica.

"El C. Secretario Mata, principiaba a dar lectura al dictamen de la sesión quinta de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales, que hace mérito de las elecciones para diputados, propietario y suplente, al Congreso de la Unión, efectuadas en el tercer distrito electoral del Estado de Yucatán, cuando el C. Manrique, apoyándose en el artículo 23 reglamentario, fracción XI, pidió se levantara esta sesión de Colegio Electoral para abrir la de Cámara de Diputados.

"El C. Mata Filomeno, hizo una aclaración, como miembro de la sesión mencionada. La Mesa sostuvo su decisión; el C. Aguirre Colorado usó de la palabra para moción de orden, y después de una aclaración de aquélla, se consultó a la Asamblea, en votación económica, sobre la continuación de la sesión de Colegio Electoral y se nombró a los CC. Saucedo Salvador, Manrique, Aguirre Colorado y Peralta, a fin de que hicieran el recuento de votos respectivo.

"Realizada la votación económica, que fue interrumpida por mociones de orden de los CC. García Eliseo y Chapa y por aclaraciones del C. Secretario López Lira, se obtuvo como resultado, sesenta y un votos de la afirmativa y ochenta y uno de la negativa, por lo que a las cuatro y treinta y cinco p.m., se levantó la sesión."

El C. Secretario Mata: "Primera Comisión Revisora de Credenciales, Sección 3a.

"En virtud de haberse aprobado solamente la credencial del diputado propietario del 14 distrito Electoral del Estado de Puebla, se va a poner a discusión la credencial del suplente. El dictamen dice: así:

"Por lo que toca a los suplentes, el C. Pedro Molina, obtuvo una mayoría de 2,118 votos, siguiéndole el C. Manuel Sosa con 1,592. A este respecto, la Comisión cree de su deber exponer a la H. Asamblea, los siguientes hechos que aparecen en la protesta el C. Tirado, con referencia a los CC. Molina y Sosa:

"Pedro Molina, (Primer suplente de don Luis), Jefe Político huertista que tuvo encapillado la Revolución, por haber obligado al pueblo de Zacapoaxtla a hacer honores de héroes inmortales a dos subtenientes federales. Manuel Sosa, segundo suplente de don Luis (quiso tener de refacción) jurado y brutal enemigo de la Revolución y de los revolucionarios, que brindan en macabro banquete con

el general federal Gonzalo Luque, por el aleve asesinato de los primeros mandatarios de la República, los CC. Francisco I. Madero y José María Pino Suárez. Pueden dar fe de estos antecedentes políticos, si se les interpela solemnemente en nombre de la Patria y de la Revolución, dos H. CC. diputados, José Dolores Pineda y Gabino Bandera y Mata."

La parte resolutiva dice: " Es diputado suplente por el 14 distrito electoral del Estado de Puebla, el C. Pedro Molina."

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Alonzo Romero, de la Comisión: Señores diputados: Como recordarán, cuando se trató de la credencial del licenciado Cabrera, como la discusión versó únicamente sobre el propietario, a la hora de la votación el suplente iba a pasar desapercibido y cumpliendo con una misión que le está encomendada a una Comisión que debe cumplir con su deber, suplicamos de la manera más atenta a esta Asamblea que se sirviera considerar más tarde esta credencial del suplente, para que se discutiera ampliamente, porque, señores diputados, existe en el dictamen, como habrán ustedes oído, unas protestas, un extracto de las protestas que llegaron a la Comisión en que se atribuye al señor Pedro Molina, que es suplente inmediato del señor Cabrera, haber tomado parte en un festín que se celebró a raíz de la muerte del señor Madero, que este señor fue Jefe Político huertista y que cometió una serie de atropellos y crímenes, pero todo esto no ha pasado de ser protesta; sin embargo, la Comisión, con objeto de que esto no pasara desapercibido para la Asamblea, suplicó que se separara la credencial del suplente. Me cabe a mí el deber de manifestar a ustedes que no habiendo ningún documento que certifique estos cargo, dejamos a la consideración de ustedes este dictamen para que si existe en la Asamblea alguna persona que conozca al suplente, que tenga la bondad de ilustrar a la Comisión sobre este respecto, no obstante que aquí mismo se dice que el señor Bandera y Mata y otro diputado cuyo nombre no recuerdo...(Voces: ¡Pineda!) conocen perfectamente a este señor Molina. Tratando el punto con el señor licenciado Cabrera, él, de una manera ingenua, me manifestó que tenía conocimiento de que todos los cargos hechos al suplente eran injustos e infundados y que para prueba de esto me manifestó que el señor Pineda podía dar datos sobre el particular; y considerando la Comisión que el señor Pineda, como todos los representantes de esta Asamblea, merecen crédito, y que deben tomarse en cuenta todos los argumentos que puedan ayudar a la Comisión, me voy a permitir rogar al señor Pineda se sirva informar sobre el suplente del señor licenciado Luis Cabrera.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Pineda.

El C. Pineda: Señores diputados: Antes que todo ruego a ustedes tengan la bondad de perdonar las deficiencias, me falta voz y todo lo demás que corresponde a la oratoria. Obsequiando los deseos de la Comisión, paso a manifestar a la Asamblea, con el carácter de informe, no con el objeto de apoyar de una manera sistemática al señor Molina, lo que es preciso en mi concepto que sepa la Asamblea para que pueda decidir sobre la legalidad o ilegalidad de la credencial de este señor como suplente. Era el 26 de junio de 1913, cuando a la cabeza de unos cuantos revolucionarios nos acercamos a Zacapoaxtla, para tomar, no digo a ustedes que la plaza, porque éramos un reducido número, sino los pocos elementos que tenía allí el Gobierno. La madrugada del día 26, en compañía de Manuel Rivera, asaltamos al Jefe Político Pedro Molina en su casa. Nos impusimos, como ustedes se lo supondrán, yo y Manuel Rivera a Pedro Molina que, por miedo o por lo que ustedes quieran, nos estregó la plaza, es decir, formó la guardia y por delante de la guardia, sin armas, formó el pabellón con las armas que había, e hizo un montón de los cartuchos que tenía la Jefatura Política. Pedro Molina pasó en seguida a reunir al Ayuntamiento para poner a mi disposición los fondos municipales. El Ayuntamiento en Cabildo me recibió, yo fui solo, me entregó el corte de caja, le expuse al Ayuntamiento que la Revolución no atacaba a los intereses municipales, que sólo atacaba a los intereses del Gobierno. En seguida Pedro Molina siguió funcionando como Jefe Político y de allí para adelante, señores diputados, repito a ustedes que Pedro Molina siguió funcionando como Jefe Político, pero de una manera indirecta nos manifestó a los revolucionarios sus simpatías, nos facilitó algunos elementos morales, en la población sostuvo las simpatías que nosotros le inspirábamos a todo el Distrito de Zacapoaxtla, y nos dio algunas noticias de movimientos federales. En ese orden, nosotros los revolucionarios recibimos, como digo a ustedes, muestras de simpatía y algunos avisos muy oportunos. Después don Pedro Molina. reflexionando probablemente, hizo ingresar a tres o cuatro hijos suyos a las filas constitucionalistas donde creo que hasta la fecha están sirviendo. Esos jóvenes han ascendido y son jóvenes de porvenir. Esto para mí tiene algún valimiento, algún valimiento que me hace me permita pedir a ustedes un rasgo de atención para Molina. Respecto a otros individuos... (Risas.) Así los califico, porque creo que es necesario juzgar a esos hombres por el papel que han desempeñando, ellos anduvieron a las escondidas con los huertistas y con nosotros, no tenían valor para ingresar a las filas del huertismo, ni para enfrentarse con nosotros los revolucionarios serranos. Después de la crisis revolucionaria, cuando el general Antonio Medina llegó a la sierra y pudo ensanchar su autoridad militar en la región, aprovechando su desequilibrio mental, fueron rodeándolo esos señores Manuel Ruiz sosa, Rafael Sosa y otros muchos que, como se ha indicado, aparecen en una tarjeta fotográfica celebrando en un banquete público el asesinato del Señor Madero. Dicho señor Medina dio algún ser político a los individuos a que me he referido, a los cuales no estaba ligado Don Pedro Molina; pero ya expuse a la H. Asamblea que hay una diferencia entre esos individuos, que no fueron unos funcionarios de importancia ni empleados algunos de ellos, pero que sirvieron, puede decirse, ni de todo corazón a Victoriano Huerta, ni a nosotros nos perjudicaron, únicamente sin enseñar el cuerpo. Creo suficiente lo que

he expuesto a ustedes para que, si a bien lo tienen, que se apruebe la credencial de Pedro Molina.

El C. Alonzo Romero, de la Comisión: Ya habéis oído, señores diputados, que entre los tres suplentes que aparecen, el señor Pedro Molina es el único accesible, es el menos malo del grupo, porque habéis oído de boca del señor Pineda que este individuo, aunque de alguna manera ha servido a las facciones contrarias, también prestó sus servicios al Constitucionalismo y esto lo hago constar para que ustedes se formen un criterio y de la manera más libre emitan su voto, que la Comisión está dispuesta a acatar ese voto.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Lauro González, en pro.

El C. González Lauro: Había yo pedido el uso de la palabra, señores diputados, para relatar los hechos que ha referido el señor J. Dolores Pineda; solamente tengo que alegar una cosa: Que me consta que el señor don Pedro Molina conserva documentos muy favorables para su personalidad política, extendidos por el señor general Lucas y por el señor Dolores Pineda.

El C. Secretario Mata: No habiendo oradores inscriptos ni en pro ni en contra, se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si se considera suficientemente discutido el asunto. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Está suficientemente discutido. En votación económica se pregunta a la Asamblea si se aprueba la credencial del suplente Pedro Molina. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Se aprueba la credencial del C. Pedro Molina. La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara que es diputado suplente por el 14 distrito de Puebla, el C. Pedro Molina.

El C. Secretario Padrés: "1a. Comisión Revisora de Credenciales.

"Sección quinta.

"H Asamblea:

"El expediente electoral correspondiente al 5o. distrito del Estado de México, fue turnado a esta Comisión y desde luego hemos procedido a revisarlo, encontrando que, salvo pequeños detalles que no implican por ningún motivo vicios de nulidad sino que son errores sencillos que por la falta de práctica de la democracia cometen los ciudadanos que la empiezan a ejercitar, se encuentran los documentos en regla no habiendo protestas de los diversos candidatos que figuraron y que resultaron derrotados, lo que patentiza que están de conformidad con el resultado definitivo de la elección.

"Por lo anteriormente expuesto, sometemos a la deliberación de la H. Asamblea las siguientes proposiciones:

"1a. Son válidas las elecciones extraordinarias verificadas en el 5o. distrito electoral del Estado de México;

"2a. Son diputados propietarios y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Austreberto P. Castañeda y Julio Pomposo Gorostieta.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados.- México, a 7 de agosto de 1917.- Filomeno Mata.- Rafael Vega Sánchez."

El C. Mata Filomeno: Pido la palabra.

- El C. Presidente Tiene usted la palabra.

El C. Mata: Señores diputados: Ya estaba terminado este dictamen cuando me fue pasado el siguiente mensaje a que voy a dar lectura, para que la Asamblea norme su criterio y vote en conciencia. El telegrama dice así: "Toluca, agosto de 1917. Ciudadanos secretarios del Congreso de la Unión. México, D.F.- Por la parte que rinde el C. Presidente Municipal de Sultepec, cabecera del 5o. distrito electoral, parece que elecciones extraordinarias para diputados propietarios y suplente por citado distrito, verificáronse con regularidad, pues de dicha parte despréndese que citadas elecciones sólo lleváronse a cabo en cabecera de distrito y no así en demás localidades que lo integran y ya recabo informes que tendré el honor de comunicarle para conocimiento de esa H. Cámara y efectos a que hubiere lugar.- El Gobernador del Estado, A. Millán."

Este telegrama no lo pudimos tomar en consideración los miembros de la Comisión dictaminadora porque hasta hoy nos fue turnado; pero, en mi concepto, no creo que afecte en nada la credencial ni la validez de las elecciones. Ninguno de los individuos que figuraron en estas elecciones y que resultaron derrotados ha dicho la menor cosa hasta estos momentos, habiéndose verificado las elecciones el día 17 de julio pasado; en todo este tiempo no ha llegado ninguna protesta de los candidatos derrotados, por lo que la Comisión opina que este mensaje en nada altera el resultado de la elección.

El C. Secretario Padrés: ¿No hay quien pida la palabra? En votación económica se pregunta si se considera suficientemente discutido el asunto. Los que estén por la afirmativa sírvanse poner de pie. Se considera suficientemente discutido. En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse poner de pie. Aprobado. La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados propietario y suplente por el 5o. distrito electoral del Estado de México, los CC. Austreberto P. Castañeda y Julio Pomposo Goroztieta, respectivamente.

El C. Secretario Padrés: " 1a. Comisión Revisora de Credenciales.

"Sección quinta.

"H. Asamblea:

"La 5a. Sección revisora de credenciales recibió el expediente electoral, correspondiente al 3er. distrito del Estado de Yucatán, y desde luego procedió a la revisión de dicho expediente, encontrando que venía en cuatro paquetes, en los que la Administración de Correos de esta capital, había estampado la siguiente nota: "Reempacado por haberse recibido completamente rota su envoltura por el excesivo contenido.- México, julio 9 de 1917.- Díaz y M. Obregón." Los paquetes aún después de abiertos en la Administración de Correos, traían el boletaje y documentación que expresa el acta

de la Junta Computadora, y no tiene esta Comisión objeción alguna que hacer sobre el particular.

"El acta de la Junta computadora dice que, terminado el escrutinio, el Presidente declaró en alta voz que había resultado electo diputado propietario por ese Distrito, el C. Rafael Manzanilla Tejero, por haber obtenido cinco mil seiscientos ocho votos, y como suplente, el C. José Dolores Conde Perera, por haber obtenido igual número de votos. Que con este motivo, el C. Pedro Sánchez Cuevas, representante del Partido Liberal Yucateco, con personalidad debidamente acreditada, manifestó: "Que pide al ciudadano Presidente que los expedientes de las poblaciones de Yaxkukul, Ixil, Mochá, Conkal, primera y segunda secciones; Chiexutub, Euán, Nole, Ekmul, Opichén, Celestún, Chocholá, Umán, segunda y tercera secciones; Halachó, Samahil, Hunucmá, primera sección, sean consignados a la autoridad competente, por no contener los requisitos que exige el artículo 35 de la Ley Electoral vigente; también suplica se consigne a la propia autoridad, los expedientes de Maxcanú, Chocholá, Opichén, Halachó, Hunucmá, Umán, Kinchil, Chicxulub y Conkal, por haberse violado en dichos lugares los artículos 16, 17, 24, 25, 26, 27, 30, 35, y 37 de la ya citada Ley Electoral, solicitando para este objeto sean interrogados los Presidentes de las poblaciones ya citadas, acerca de los hechos siguientes: Primero, en Maxcanú, Chocholá, Halachó, Hunucmá, Umán, Chiexulub y Conkal, fueron rechazados del representantes del Partido Liberal. Segundo, que en las demás poblaciones se infringieron los artículos ya citados, o en parte cada uno de ellos, que el Presidente de la Junta computadora manifestó al C. Sánchez que, en su concepto, no es de accederse a lo solicitado, en virtud de que no lo previene la ley, y de esto se ocupará la autoridad respectiva. Que el mismo representante agregó que protesta, igualmente, contra la presión oficial ejercida en la mayoría de las poblaciones del Distrito de que se trata y de que no se prestó garantías a los partidarios del candidato de dicho Partido.

"La Comisión recibió dos protestas, que presentó el Partido Liberal Yucateco, denunciando atentados cometidos durante las elecciones, por las autoridades de diversos pueblos, de que se hará mérito después; y ocho protestas diversas suscritas por vecinos del 3er. distrito electoral, denunciando, igualmente violaciones a la Ley Electoral, atentados a las garantías individuales y aún crímenes, que se cometieron durante el acto de las elecciones por personas que ejercen autoridad en el Distrito. La más notable de las protestas, es la firmada por veintiocho ciudadanos de la Villa de Halachó, y que dice así: "Encarnación Mijangos", vecinos de la Villa de Halachó, el partido de Maxcanú, ante quien corresponda, formuló la siguiente protesta, contra los CC. Sergio Guzmán, propagandista socialista, Juan Zárate secretario del Ayuntamiento de esta Villa, y contra los miembros de una de las mesas electorales establecidas en esta población, para las elecciones de diputados al Congreso de la Unión, por violaciones a la Ley Electoral vigente y por atropellos cometidos en mi persona, como paso a referir: El día diez y siete del presente, se verificaron en esta población elecciones para diputados por el 3er. distrito electoral, y al constituirse una de las mesas, fui designado para ser Escrutador, habiéndome rehusado a aceptar, haciendo constar que, como en efecto, sólo tenía yo diez y ocho años de edad; pero entonces el señor Juan Zárate me obligó a aceptar, que si no, sería yo castigado, que porque así lo mandaba la ley. Durante las elecciones, el señor Daniel Alonzo, representante del Partido Liberal Yucateco, presentó ante la Mesa, de la cual contra mi voluntad era yo Escrutador, una protesta contra los votos que se presentaban, que porque el señor Sergio Guzmán, instalado en una Mesa cercana de la que nosotros ocupábamos, tomaba las boletas de los ciudadanos que iban viniendo, y sin consultarles su voluntad, las iba llenando con los nombres de los candidatos, señores Rafael Manzanilla y J. Dolores Conde Perera, y los votantes se presentaban a entregarlas en masa, sin decir los nombres de las personas por quienes votaban, y que de esa manera estaba violándose el artículo 26 de la Ley Electoral. Como este hecho era completamente cierto y como, por otra parte, el señor Alonzo mostró a los componentes de la mesa el artículo en que fundaba su protesta, quise, en cumplimiento de mi deber, separar los votos que se presentaban así; pero entonces el señor Guzmán fue en busca del Presidente Municipal, y los dos me destituyeron de la mesa porque el señor Guzmán tenía facultades para obrar como mejor le pareciera, siempre que eso favoreciera los intereses del Partido Socialista. No contentos con esto el Presidente Municipal, ordenó que yo fuera encarcelado inmediatamente. Contra estos actos protesté ante la Mesa, como igualmente hizo el señor Alonzo; pero los componentes de la Mesa se negaron a hacer constar en el acta esta protesta, que porque después serían perjudicados por las autoridades. Contra estos actos protesto, por las violaciones a la Ley Electoral, por las palabras del señor Guzmán, por el atropello de que fui víctima, y declaro que fueron testigos de todo esto los componentes de la mesa de que fui Escrutador y atentatoriamente destituído, el señor Daniel Alonzo y otras personas, y para constancia firmo y conmigo algunas de las personas presentes, en la Villa de Halachó a los diez y siete días del mes de junio de mil novecientos diez y siete."

"La Comisión cree que, el dicho de estos veintiocho ciudadanos sobre los vicios de que adolecen los votos de todos aquellos ciudadanos que, sin saber firmar entregaron sus boletas a un individuo que las llenaba a su placer, es de tomarse en consideración; otra protesta de importancia, es la que hace el Partido Liberal Yucateco, que a la letra dice: "H. Cámara de Diputados.- México, D.F.- El "Partido Liberal Yucateco," en sesión extraordinaria celebrada con fecha de hoy, acordó dirigirse a esa H. Asamblea, para exponer, con todo respecto, lo que sigue: En comunicaciones anteriores, hemos puesto en el superior conocimiento de esa H. Asamblea, la conducta criminal del Partido que a sí y ante sí mismo se llama Socialista durante la campaña electoral en el 3er. distrito respectivo de esa Entidad Federativa, con motivo de haberse convocado a elecciones extraordinarias

para diputados por ese Distrito al Congreso de la Unión. Por esas consideraciones y las ediciones extras del semanario "El Liberal Yucateco," que hemos acompañado, pudo esa H. Representación darse cuenta perfecta de que el Partido Socialista, apoyado por las autoridades, estaba preparando, en colaboración con éstas, un fraude electoral, que trae por el suelo los ideales de justicia y democracia, que son las aspiraciones fundamentales de la Revolución Mexicana. Por las prédicas salvajes de Luis A. Sánchez, Secretario del Ayuntamiento de Maxcanú, apoyado por Manuel González, Inspector Administrativo de ese Departamento, puesto equivalente, exactamente, al de los antiguos Jefes Políticos, se han cometido crímenes en toda esa región que se encuentra dentro del 3er. distrito electoral, culminando en Opichén, población que fue asaltada por individuos encabezados por Sánchez, resultando varios heridos y asesinado inicuamente el C. Francisco Borges. En Chocolá fue asesinado a trancazos en la cárcel pública, un indefenso ciudadano de apellido Cocom, por el grave delito de simpatizar con el Partido Liberal Yucateco. En Chicxulub se cometieron atropellos como consignamos en uno de los extras del "Liberal Yucateco", que hemos remitido a esa H. Corporación. Con todos estos atentados, cometidos bajo la anuencia de las autoridades, se impidió el libre sufragio, y era de esperarse que el día de las elecciones alcanzaría un grado máximo esta presión, dadas las amenazas de los pseudo - socialistas. - En efecto, durante las elecciones verificadas el día diez y siete de los corrientes, en todos los pueblos del 3er. distrito electoral se cometieron atropellos incalificables y violaciones a las leyes electorales y penales, culminando en Maxcanú, en donde el C. Ángel R. Rosado, candidato a diputado propietario, fue villanamente asaltado en la misma casilla electoral en que se encontraba vigilando las elecciones en ejercicio del derecho que le concede el artículo 61 de la Ley Electoral, cayendo gravemente herido y dejado como muerto por individuos encabezados por el referido Luis A. Sánchez, y mandados por Manuel González.- De este hecho puede darse cuenta exacta esa H. Asamblea con la lectura del suelto del "Liberal Yucateco", que adjuntamos.- De los demás atropellos y violaciones a la Ley Electoral que hemos citado, presentaremos oportunamente pruebas y documentos ante esa H. Cámara para impedir que sea sorprendido su desconocimiento de los acontecimientos de esa apartada región y también para que, dándose cuenta de la gravedad angustiosa e impolítica del estado de cosas creado por políticos de poco escrúpulo y autoridades que no saben cumplir con su deber, tenga a bien poner todo lo que sea posible de su parte para terminar con esta situación. - El candidato oficial Rafael Manzanilla, ha sido impuesto de la manera más atentatoria, y como además cae sobre él el criterio político por haber servido a la usurpación, su credencial es ilegal y, por lo tanto, nula.- Pedimos respetuosamente a esa H. Corporación se sirva ordenar que se dé lectura del suelto que adjuntamos.- Protestámosle nuestra más respetuosa y distinguida consideración.- Mérida, junio 20 de 1917.- El Presidente del Comité Central Directivo, Pedro Sánchez.- El Secretario, R. Mateos Escobedo,"- Rúbricas.

"Como los hechos aquí denunciados por el "Partido Liberal Yucateco" caen bajo la sanción del Código Penal, esta Comisión, no teniendo enfrente ninguna resolución del Juez de Distrito de la localidad ante quien se hayan denunciado estos delitos, cree de su deber hacer mérito de ellos en este dictamen, a fin de que la H. Asamblea se forme un criterio y quede suficientemente ilustrada para votar de acuerdo con lo que crea de justicia. Cree pertinente esta Comisión, por lo que hace al criterio político ya tomado en cuenta por esta H. Asamblea cuando de otras credenciales se ha tratado, transcribir íntegramente un oficio suscripto por dos ciudadanos del pueblo de Tixkokob, en el que se hace historia política del ciudadano que obtuvo la credencial en el 3er. distrito electoral del Estado de Yucatán.

"A la H. Comisión Revisoria de Credenciales de la H. Cámara de Diputados.- La H. Legislatura, a quien por conducto de su Comisión Revisoria de Credenciales tengo el honor de dirigirme, rechazó con justicia la credencial de Tomás Pérez Ponce, electo diputado por el 3er. distrito electoral del Estado de Yucatán, porque dicho individuo formó parte del Congreso local de dicho Estado en la época huertiana.- Si el H. Congreso es consecuente con sus ideas, debe rechazar la credencial que ostenta Rafael Manzanilla, como diputado por el mismo distrito, en virtud de que dicho individuo desempeñó el ignominioso cargo de cacique, vulgo Jefe Político del Partido de Tixkokob, durante la época de Huerta en el llamado "Gobierno" del general exfederal Eugenio Rascón, autor de varios fusilamientos de revolucionarios en Yucatán.- Manzanilla fue leader del "morenismo" en Yucatán y atacó e injurió soezmente en muchas ocasiones al mártir de su lealtad, licenciado J.M. Pino Suárez, y lo que es peor, festejo con orgías y bacanales el bestial asesinato del Presidente y del Vicepresidente empeña en México en vil papel de "enganchador" y tiene abiertas oficinas de enganches en unos cuartos del Hotel San Carlos, con vista a la avenida Francisco I. Madero.- La Comisión Revisora de Credenciales debe nulificar la de Rafael Manzanilla, por su propio honor y por el honor nacional, cuando haya investigado los hechos aquí concretos, rechazando indignada del seno de la Representación Nacional a un falso demócrata que pretende formar parte de él, no por patriotismo, sino para defender los intereses de la Reacción y muy principalmente del más grande latifundista y del más aborrecido enganchador de Yucatán, su pariente Albino Manzanilla.- Tixkokob, 29 de junio de 1917.- Gualberto Cos.- Francisco Canché."- Rúbricas.

"La Comisión no encuentra satisfactoriamente el hecho de la presión a que aluden las protestas transcritas, y por esta circunstancia, y por existir en el expediente una resolución del Juez de Distrito del Estado de Yucatán, no puede declarar la nulidad de las elecciones por este concepto, el cual deja a la apreciación de la H. Asamblea así como lo que se refiere a las acusaciones de carácter político.

"Esta Comisión revisó las boletas de las diversas secciones del distrito que se estudia, y pudo ver que una gran parte de los votos que ha obtenido el señor Manzanilla no reúnen los requisitos de ley, y nulificados estos votos viciados al señor Manzanilla, así como los que se encuentran en las mismas condiciones emitidos a favor de los diversos candidatos que lucharon, se obtiene el siguiente resultado: Al señor Rafael Manzanilla 772 votos; al señor Ángel Rosado 185, y al señor Tomás Pérez Ponce 15 votos; como queda en superioridad numérica el C. Manzanilla, la Comisión se ve en el caso de guiarse por el resultado aparente de la elección, somete a la deliberación de la H. Asamblea, las siguientes proposiciones:

"Primera: Son válidas las elecciones verificadas en el tercer distrito electoral del Estado de Yucatán.

"Segunda: Son diputados, propietario y suplente respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Rafael Manzanilla Tejero y José Dolores Conde Perera."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados.- México, a 13 de julio de 1917.- Julio Zapata.- Filomeno Mata."

Está a discusión.

Presidencia del C. SIUROB JOSÉ

El C. Presidente: Tiene la palabra, en contra, el C. García Vigil.

El C. García Vigil: Señores diputados: La credencial que está a discusión presenta los caracteres enteramente definidos por una parte de una imposición, de las a que estamos acostumbrados y hemos estado acostumbrados durante mucho tiempo, sino de una imposición hecha por elementos que han sido azuzados, instigados, sobornados para que bajo un credo falso socialista cometan mayor número de atropellos en todo aquello que significa el derecho de tercero. El credo socialista es eminentemente bueno, más que bueno, es santo; pero cuando merced a ese credo santificado por cierto número de apóstoles que han pagado con su misma vida sus creencias, se solivianta una multitud y se sirve de su estado de ánimo con objeto de saciar intereses personales y del momento, entonces el credo socialista degenera, entonces el credo socialista es condenado por aquellos que hacen una equiparación entre los elementos que actúan y la doctrina socialista. El caso de la credencial del señor Rafael Manzanilla Tejero, es un caso típico en que individuos azuzados y soliviantados por teorías socialistas de corruptela, han ido a impedir el derecho sumamente legítimo, legítimo en el más alto grado, para luchar conforme a los principios democráticos, para venir a ocupar una curul al Congreso de la Unión. Pero nada tiene de extraño eso, si nosotros lanzamos una mirada a la península yucateca, donde la política se hace, como nos consta a todos los que estamos al corriente de ello, por medio de imposiciones brutales y de atropellos sin cuento. Esta es la verdad y nada tiene de extraño también si se toma en consideración que se mueven intereses que están de antaño viciados; es el caso del señor Manzanilla Tejero. El C. Manzanilla Tejero no tiene títulos ningunos, no ya para venir a sentarse aquí, pero ni tampoco para venir a ofrecer en persona para motivo de una discusión de esta trascendencia, y menos pudo haberla tenido para contender en la lid que se ha entablado el finalizar la Revolución con objeto de integrar este Congreso con elementos genuinamente revolucionarios, genuinamente honrados, perfectamente intencionados, con objeto de dar leyes que trastruequen por entero la política seguida durante muchísimos años. Y ¿Cómo es posible que se haya producido el fenómeno de que un individuo contaminado con todas las lacras del porfirismo, como lo voy a probar, haya podido pretender venir a sentarse entre nosotros, creyendo que en este Congreso se iban a dar casos de debilidad como los que se dieron en el Congreso que siguió inmediatamente al triunfo de la Revolución maderista? Pero si para muchos se creyó fácil entrar subrepticiamente y luego de colados maquinar aquí, nosotros tenemos derecho a exponer nuestras ideas en contraposición, la más completa, con las ideas que prevalecen en el Gobierno, los que tenemos títulos suficientes como revolucionarios, porque ante todo está nuestra buena intención y los antecedentes que nos ligan íntimamente a la Revolución. ¿Pero cómo pueden aspirar a lo mismo, qué títulos pueden presentar para ello los individuos que hoy han estado en un partido, más allá en una facción de partido y más allá en otra degeneración de este último? ¿Cómo puede ser esto? ¿Por qué este fenómeno, señores? Porque en Yucatán una falsa política socialista ha hecho que las turbas, que los elementos deseosos de un mejoramiento social, hayan estado escuchando al oído constantemente la animadversión, las palabras de intriga e insidia contra elementos que, si no son congéneres, tienen derecho absoluto para luchar en una lid como ésta; y este es el caso de Yucatán: No debe extrañarnos. En Yucatán, un candidato independiente ha sido recientemente asaltado cuando apareció en Mérida para luchar por su candidatura legítima. ¿Cómo es que esto se puede producir? Por el hecho de que en el mismo Gobierno se han filtrado elementos enteramente descalificados bajo cualquier concepto para la Revolución; es notorio, es sabido por todos los yucatecos, que ha tenido eco en el ánimo de las multitudes de todos los hambrientos de mejoramiento social, haciéndoles creer que cualquier individuo que no les diga: "Esto es absolutamente tuyo, puedes atropellar, puedes cegar vidas, puedes saciar tus instintos rapaces, puedes hacer lo que te plazca" no es un hombre bien intencionado, no es un demócrata, no es un hombre honrado. Y nosotros sabemos perfectamente cuándo contaminan estas teorías cuando el hombre que las desarrolla no tiene la energía bastante para contener los ímpetus de las multitudes en las cuales se ejercen. Es el caso del señor Manzanilla Tejero. A merced de esta mescolanza que existe en Yucatán, ha podido aspirar a una curul en este congreso, fruto directo el más puro de la Revolución, y así es como nos encontramos en los antecedente del señor Manzanilla Tejero, los hechos siguientes: (Leyó un artículo

publicado en "La Idea Nacional" de 31 de agosto de 1910.) (Siseos.) Esto es en 1910. 7 de septiembre de 1913. " El Sufragio," órgano del Centro Electoral independiente del Estado que postuló a Delio Moreno Cantón en 1913 y para que se vea, para rememorar en vuestros espíritus aquella campaña ciega de oídos sin justificación ninguna de que se valieron los hombres que impugnaron a la Revolución en el primer brote de sus frutos, voy a leer ligeramente un párrafo que es una síntesis de oído, de la inquina que se ejercía en aquella época contra los hombres de la Revolución. (Leyó.) Estas son las palabras de aquel organismo, de aquel centro político en que colaboraba prominentemente Rafael Manzanilla Tejero y que hoy aspira a venir a este Congreso de la Revolución. (Siseos y voces: ¡Fuera, fuera!) (Siguió leyendo.) Esto es bastante, señores, pero hay un hecho significativo. Sabemos que en las postrimerías del régimen huertista, como en las postrimerías del régimen porfirista, estos dos autócratas pretendieron asirse a cualquiera grapa donde pudieran detenerse para no ser arrollados por la fuerte corriente de la Revolución, así fue como en las postrimerías del régimen porfirista se pretendió hacer ciertos cambios de Gobernadores que sólo significaban un cambio de personas, con perjuicio de los intereses generales que aparentemente se pretendía beneficiar; así fue cómo en varios Estados aparecieron nuevos Gobernadores que impusieron de una manera brutal la voluntad última de Porfirio Díaz, con objeto de ver cómo jugaba su última carta para mantenerse a flote: Así fue como Huerta cambió su personal que consideró inepto para poder sostenerse en el poder, y como Huerta en sus postrimerías achacó a sus mismos secuaces su fracaso absoluto. Uno de tantos fue el señor Manzanilla Tejero; éste fue nombrado jefe político de un distrito de Yucatán en las postrimerías del régimen huertista. (Voces: No huertista, sino porfirista.) Para el efecto, voy a leer lo siguiente: "Mérida, jueves 1o. de junio de 1911. Diario Oficial del Gobierno del Estado de Yucatán. Licencias, renuncias y nombramientos. Se acepta la renuncia que hizo el C. José Benigno Burgos..." (Voces: ¡Fecha!) 1o. de junio de 1911.

El C. Alonzo Romero: Época del señor de la Barra.

El C. García Vigil: ¡Ah! ¡Época de De la Barra! De manera que ante el criterio revolucionario puede establecerse una solución de continuidad entre Porfirio Díaz y de la Barra y entre de la Barra y Huerta. ¿Conque esto puede hacerse? ¡De ninguna manera! De la Barra es el heredero de Porfirio Díaz, era la tabla de salvación a que pretendían asirse todos los hombres que trataban de no naufragar; por consiguiente, de la Barra sólo puede considerarse como un individuo que pasó fugazmente por la política del país, pero como heredero de los títulos de la autocracia porfirista. Por consiguiente, de la Barra debe ser considerado como porfirista, ya antes de la Revolución, ya en los principios de la Revolución y en la culminación de ella, supuesto que de la Barra fue el agente fiel de Porfirio Díaz para que los revolucionarios privaricaran y celebraran tratados en contra de la Revolución. De la Barra fue más responsable, porque aceptó una comisión antipatriótica de Porfirio Díaz, que ya huía. Por consiguiente, de la Barra solamente trató de salvar todos los intereses de los expoleadores y de los científicos. (Aplausos.)

¿Qué tiene, pues de particular que haya sido de la Barra de los contrarios? Grava más la responsabilidad de esos entes. Por tanto, aquí resulta manifiesto esto: Las quejas enteramente probadas de parte del candidato independiente a quien no se permitió ejercer libremente su derecho y a cuyo partido tampoco se permitió esto, con objeto de sacar avante la candidatura del señor Manzanilla Esto no tiene nada de extraño. El candidato independiente es un hombre joven que apenas, apenas si llega a la edad de los veinticinco años; es un individuo que no está maleado y contra el cual no se puede arrojar responsabilidad alguna de esas que se arrojan en esta tribuna para desechar a los que pretenden introducirse por la puerta falsa, por la puerta de los que han estado continuamente sirviendo a regímenes diversos. No, señor Alonzo Romero, es uno de tantos individuos que con la esperanza y con la fe en los principios democráticos, ha ido a luchar, y desgraciadamente en este instante en el Estado de Yucatán ha sufrido una honda decepción, sino que también fue víctima de persecuciones que lo llevaron a una prisión y después de esto ¡Ved por quién ha ido a una prisión! ¡Por un reaccionario! Rafael Manzanilla Tejero, que antes perteneció a un centro democrático porfirista ¡Democrático porfirista! Ved este hecho antitético. Por otra parte, pertenezco a regímenes reaccionarios como el de De la Barra y todavía después, en la época del señor Madero estaba coadyubando en un centro político para oponerse a la Revolución.

Si esos no son hechos bastantes en contra del señor Manzanilla Tejero, entonces la Cámara que ha sentado aquí precedente, naturalmente que tiene que aceptar una responsabilidad histórica por esto que se ha llamado el criterio político y que yo siempre he aceptado plenamente, habrá quebrantado sus principios, la ley que le ha servido de norma y naturalmente se expondrá al naufragio consiguiente, y entonces se podrá repetir aquí un caso semejante, al que se repitió en la XXVI Legislatura bajo el régimen maderista, en que una verdadera cuadrilla de porfiristas asaltaron las curules valiéndose de toda clase de subterfugios y haciéndose los hombres mansos para después, una vez aprobada su credencial, salir de su actitud de ovejas y combatir a la Revolución y saciar sus apetitos; ni siquiera con un sólo rasgo de lealtad combatieron a la Revolución, sino con toda la saña, con todo el rencor acumulado en sus almas, por mucho tiempo, por sus fracasos. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Alonzo Romero.

El C. Alonzo Romero: Señores diputados: Afortunadamente ya conocéis la psicología de García Vigil; afortunadamente, señores diputados, ya habéis comprendido desde hace mucho tiempo, la actuación de este caballero. El C. García Vigil es un hombre tan versátil que jamás ha tenido una convicción firme; es un hombre que se aprovecha de las circunstancias eternamente para demostrar su rebeldía,

que está inspirada sin duda, en un instinto patológico de contradicción; y yo asiento por consiguiente, que en el futuro y muy pronto García Vigil irá a ocupar una celda en un manicomio (Aplausos, risas y siseos.) Viene el señor García Vigil, señores diputados, haciendo un alarde de espíritu de justicia, de ser un ardiente defensor de las libertades públicas, de ser un adicto defensor de todo lo que suceda, de todo lo que pueda atropellar los derechos del pueblo. ¡Lo conocéis perfectamente bien! García Vigil jamás ha perdido una oportunidad para atacar al Ejecutivo de la Nación, jamás ha perdido una oportunidad para hollar y desprestigiar los principios de la Revolución, porque, como he dicho, no obra por un instinto firme y seguro, sino que es susceptible de demostrar diferentes faces, como pelón que fue del Colegio Militar. (Aplausos.)

El C. García Vigil: ¡Y muy hombre!

El C. Alonzo Romero: ¡Y yo también! El señor García Vigil ha asentado lo siguiente: (Voces: ¡Bien, bien!) Señores diputados, él ha venido a asentar aquí una serie de cargos como para exasperar el criterio honrado de Vuestra Soberanía, como para impresionaros de la manera que él fue impresionado, porque García Vigil es una placa sensible, es un espíritu de cera, es un hombre maleable, pues que en el presente caso, él ha recibido por referencia simplemente esos hechos que acaba de relatar, con excepción de lo que se hace constar en el periódico y en donde se hacen cargos que voy a explicar.

Existió en Yucatán un partido, el morenista; era un partido que, pésele a quien le pese, estaba formado de todos los elementos que eran adictos a la causa del pueblo. Después, señores diputados, como sucede con todos los partidos políticos, se dividió. Puedo citar un hecho que al general González Torres le consta, y me permito preguntarle si no tiene noticias de que el partido morenista estaba formado casi en su totalidad por hombres perfectamente honrados y revolucionarios, y que si su padre político no fue uno de los que más valientemente pelearon contra las tiranías y fue quien presentó la hazaña más heróica en Valladolid, cuna de la Revolución, siendo morenista.

El C. González Torres: Con permiso de la Presidencia. Sí es verdad.

El C. Alonzo Romero: El partido morenista se dividió en dos fracciones, como decía el C. García Vigil: Una que postuló a Madero y otra que postuló a Huerta; entre los que postularon a Madero aparecen el señor Manzanilla y el señor Recio, y yo interpelo a todos los señores diputados constituyentes que estuvieron en esa gloriosa reunión de hombres enviados por el pueblo, aunque le pese al señor García Vigil, si no la actuación del señor diputado Recio, miembro del Partido Morenista, fue una actuación verdaderamente revolucionaria. Supongo que no habrá quien se atreva a decir que no es cierto que en el Congreso Constituyente tuvo una actitud revolucionaria el señor Recio. (Voces: ¡Sí, si!)

"Ahora bien, en lo referente a los cargos que se hacen al señor Manzanilla, ha sucedido lo siguiente: El señor Manzanilla formó parte del cuerpo de redacción de ese periódico. ¿Qué culpa tiene el señor Manzanilla que en las columnas de un periódico aparezcan injurias a determinado grupo político? ¿Qué culpa tiene el señor Manzanilla de eso, si no nos ha probado el señor García Vigil que el señor Manzanilla haya firmado un artículo de esos? ¿Qué culpa tiene el "Partido Liberal Constitucionalista" que en su seno existan elementos disolventes como el señor García Vigil? Si el "Partido Liberal Constitucionalista" ha sufrido algunos ultrajes, esto se ha debido al señor García Vigil, porque nunca el Partido ha tenido una actitud sistemática para atacar al Ejecutivo. El señor García Vigil es un elemento disolvente, es un elemento perverso que ha venido a desprestigiar al "Partido Liberal Constitucionalista." (Aplausos.)

Se dice, señores diputados, que ha habido una imposición en las elecciones y voy a probar que no es cierto. El señor Manzanilla trae cinco mil ochocientos y pico de votos; el señor Rosado trae ciento treinta y cuatro. La Comisión, rayando en un escrúpulo absoluto, le ha nulificado cinco mil y pico de votos y no obstante esa actitud tan severa de la Comisión, al señor Manzanilla le han quedado setecientos setenta y cuatro votos buenos. Dicen que hubo una imposición; en ese caso todos los votos hubieran resultado malos. El señor Rosado trae ciento treinta y cuatro votos; en estas elecciones han tomado parte ciento treinta y dos pueblos, de los ciento treinta y dos pueblos resulta que cada pueblo dio un voto y ese fue el del delegado señor Rosado; allí tienen ustedes los ciento treinta y dos votos, más dos votos probablemente del Presidente del Partido y del Secretario.(Risas.) Muy bien, señores diputados, aquí se dice que cuando se verificaron las elecciones hubo toda clase de atropellos, que hubo lesiones, que hubo toda clase de ignominia...¿Qué culpa tiene el Partido socialista de Yucatán que algunos de sus miembros hubieran cometido esos deslices? ¿Qué culpa tiene el señor Manzanilla que estaba desempeñando un comisión del Gobierno revolucionario de Yucatán, aunque le pese al señor García Vigil, y que jamás podrá colocarse a la altura del general Alvarado, que es un hombre de acción y administración, porque García Vigil no es más que un hombre inspirado en un instinto de contradicción. Nunca un hombre apasionado, nunca un hombre como García Vigil podrá ocupar un puesto delicado: Y esa es la razón por la que ataca al general Alvarado, quien no ha tenido necesidad de imponer candidatos en las elecciones, como lo prueba el hecho de que cuando se verificaron, el general Alvarado estaba en México. No pudo ejercerse ninguna imposición, pues en tal caso también nosotros, los demás diputados por Yucatán, hemos sido impuestos, y ya habéis visto nuestra actitud, para gloria de ese partido, porque no hemos venido a hacer labor de mercaderes ni a ponernos a la altura de García Vigil, haciendo una obstrucción completa a los principios de la Revolución, porque no llamo revolucionarios a los individuos que por su instinto de contradicción y obstrucción se oponen a todo lo que favorezca a los intereses del pueblo.(Voces: ¡Bien dicho!) Cuando se trató de una partida de un presupuesto que el Ejecutivo mandó, por el hecho de haberse encontrado una ligera equivocación, el señor García Vigil pidió un voto de censura para el Ejecutivo.

Que diga la Asamblea si no es verdad. Hace algunos días se acusó al señor García Vigil porque dijo que él se hacía solidario de todos los dicterios, de todas las calumnias y de todas las bajezas que se publicaban en aquel suelto, tanto que alguien lo denunció ante la Asamblea. Que se diga si tampoco esto es cierto; por consiguiente, ¿Qué tiene que venir García Vigil a ostentarse como un apóstol limpio, de grandes convicciones? García Vigil es un impostor. (Aplausos.) Señores diputados, antes de terminar voy a manifestar lo que significa el Partido Socialista de Yucatán. No quiero denigrar a otros individuos que se encuentran en su perfecto derecho para luchar y combatir, para poderse ostentar candidatos; cada uno está en su perfecto derecho de hacerlo. El Partido socialista de Yucatán está formado en su totalidad de gente del pueblo, de esos pobres y miserables campesinos que eternamente habían sido víctimas de la ignominia de todos los terratenientes y habían sido ultrajados y esclavizados, y en estos momentos, señores diputados, es un partido tan poderoso que jamás se deja ultrajar de nadie. No cabe duda, esto es muy posible, que hubiera surgido un conflicto entre el Partido Socialista y los representantes del llamado "Partido Liberal Yucateco;" pero de eso no tiene la culpa el Partido Socialista que está inspirado en los principios revolucionarios más firmes. Es un partido compuesto de cuarenta mil individuos que en estos momentos están muy bien organizados para luchar. Se dice que hay imposición, que el Ejecutivo de la Nación impone al candidato de allá para el Gobierno del Estado; pero después de llevarse a cabo las elecciones, veremos cuál es el candidato del pueblo. Si el señor Mena Brito triunfa, por un aborto de la casualidad, entonces yo seré el primero en darle la mano; pero que no se venga aquí a calumniar. No debemos dejarnos impresionar por las primeras palabras que llegan a nosotros; es necesario tener en consideración esto: Entre la credencial del señor Manzanilla y la del señor licenciado Cabrera, existen puntos de contacto: Cuando se presentó la credencial del señor Cabrera, todo mundo se acercaba a decirnos que era un perverso, todo mundo me llevaba protestas; pero nadie me llevó un documento que hiciera prueba plena, y esa fue la razón por la que la Comisión declaró buena la elección en favor del señor Cabrera. Los mismos cargos que existían contra el señor Cabrera existen contra el señor Manzanilla; se le llama reaccionario por el hecho de haberse designado en el año de 1911 para Jefe Político de un Partido. Señores diputados: Si vamos nosotros a tomar en consideración el hecho de haber sido Jefe Político en aquel período de transición, tampoco tienen derecho muchos de estar en esta Cámara o de ocupar puestos públicos; no se trata de eso, se trata de la época de la usurpación y entonces me voy a permitir interpelar al señor general Plank para que me diga si no tiene noticias de que el candidato contrario fue argumentista.

El C. Plank: Con permiso de la Presidencia voy a contestar. En los momentos en que hice la aprehensión del general Garcilazo en Quintana Roo, entre el archivo que le recogí encontré una correspondencia suscrita por el señor Ángel Rosado, de Nueva Orleans, en donde se ve que estaba en completa convivencia con lo movimientos de Ortiz Argumedo y en la cual le ofrecía que se contrataría un barco con capital de todos los reaccionarios de Yucatán, para contrarrestar la acción de la corbeta "Zaragoza" que tenía a mis órdenes.

El C. Alonzo Romero: De tal manera, señores diputados, que vosotros debéis formaros vuestro criterio y dar vuestro voto favorable a la elección del C. Manzanilla, contra quien yo sería el primero en votar, si se me probase con hechos concretos que ha sido un reaccionario; más no os fijéis en los cargos que se le hacen de una manera solapada y cobarde y menos por venir de un hombre que los lanza sin probarlos, quien, al obrar así, no merece absolutamente que se le tenga ninguna consideración. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Luis M. Hernández.

El C. Manrique: Pido la palabra para una interpelación al C. Plank, pues deseo que este señor se sirva aclararnos si el firmante de la correspondencia a que aludió es el candidato o el señor su padre.

El C. Plank: Con permiso de la Presidencia. He dicho que la correspondencia estaba firmada por un señor Ángel Rosado. No conozco al padre ni al hijo. Simplemente me he limitado y me limito a decir que esa correspondencia aparecía firmada en Nueva Orleans, por Ángel Rosado.

El C. Hernández Luis M.: No tengo la vehemencia del C. García Vigil, pero tampoco conozco al señor Manzanilla; vengo a impugnar su credencial, porque desde hace tiempo encontré en mi pupitre hojas sueltas firmadas por el señor Rosado y algunas otras personas en que se protesta contra la elección del referido Manzanilla y se citan hechos. El señor doctor Alonzo Romero ha rebatido al señor general García Vigil, pero no han concretado los hechos, no ha destruído los cargos que se hicieron al señor Manzanilla. No tengo absolutamente noticias sobre dicha elección, sin embargo, he venido a la tribuna en vista de que el señor Rosado manifiesta que no tiene quien lo defienda en esta Asamblea y que pide un espíritu de justicia. El mismo doctor Romero nos ha indicado que el señor Manzanilla ha tenido cinco mil y tantos votos, aún cuando sobre esto la Comisión nada nos había dicho, únicamente se ha concentrado a mencionar la cantidad de setecientos votos y es fácil creer en ese caso que se trataba de una imposición. Desearía, con objeto de votar tranquilamente, que el señor doctor Romero o algunos de los diputados yucatecos tuvieran la bondad de decir si es verdad que el señor Manzanilla sirvió a la usurpación como Jefe Político en la época en que el general Rascón fungió como Gobernador del Estado.

El C. Alonzo Romero: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Alonzo Romero: No es verdad. Se dice que en junio de 1911 el señor Manzanilla sirvió a Victoriano Huerta. Huerta, como todo el mundo sabe, no gobernó, cuando menos no desgobernó en 1911.

El C. Hernández: Durante la época de Rascón.

El C. Alonzo Romero: El general Rascón fue

Gobernador huertista y al señor Manzanilla se le acusa de haber servido en el período de transición del Gobierno porfirista al del señor Madero.

El C. Hernández Luis M.: Entonces, señores, dejo la tribuna a otra persona mejor enterada para que trate el asunto.

El C. Presidente: Tiene la palabra para un hecho el C. García Vigil.

El C. García Vigil: El hecho es el siguiente: Me extraña sobre manera que aquí se hable de pruebas cuando se tienen a la mano, pretendiendo no hallarlas. El periódico es del jueves 1o. de junio de 1911. Nosotros sabemos perfectamente bien que el general Díaz abandonó la capital en la madrugada del 25 de mayo después de haber firmado su renuncia, y que durante todo el período que transcurrió hasta la entrada de las fuerzas maderistas, estuvo el señor de la Barra al frente del Gobierno porfiriano y que esto fue en el período de mayo, junio y julio y todo así sucesivamente hasta que se verificaron las elecciones, y dice así: (Leyó.)

Ahora bien; los mismos diputados por Yucatán pueden expresar quién era el Gobernados de Yucatán en junio de 1911, quién lo fue en mayo, quién lo fue en julio y así sucesivamente; pero si eso no fuera bastante, que sí es un documento oficial están los documentos a que acabo de dar lectura y que son "El Sufragio," periódico político, órgano del Centro Electoral Independiente del Estado de Yucatán de 7 de septiembre de 1913 y este otro órgano político también "La idea Nacional," órgano de la delegación yucateca del Círculo Nacional Porfirista de fecha 31 de agosto de 1910. ¿Se puede imaginar un cambio radical en las ideas de un político cuando en agosto de 1910 estaba afiliado a un grupo que se titulaba "Circulo Nacional Porfirista"? ¿Quién no sabe que en las postrimerías del régimen porfiriano en 1910 los campos estaban ya perfectamente deslindados respecto a las ideas y a los hombres? Nadie puede dudarlo; estábamos en los albores de la Revolución. Si después de esto encontramos al miembro del Círculo Nacional Porfirista de 1910, lo encontramos en 1911 ocupando un cargo de confianza como es el puesto de Jefe Político bajo la administración de la Barra, y si lo volvemos a encontrar después en 7 de septiembre de 1913 en el órgano del Centro Electoral Independiente del Estado de Yucatán, afiliado a la candidatura de Delio Moreno Cantón en contra de la candidatura del licenciado Pino Suárez, nosotros no tendremos más que reconocer que el señor Manzanilla ha estado afiliado constantemente a los regímenes conservadores y esto por lo que respecto a pruebas. Por lo que respecta a la disertación del señor Alonzo Romero, la Asamblea ha visto manifiestamente que ha tocado mi persona con apreciaciones que pudo haberlas hecho personalmente a mí. Esto no tiene nada de particular, a mí personalmente podía habérmelas hecho y sobre todo habiendo estado infinidad de veces en sesión de bloque allí hubiera podido expresar esto; pero, a pesar de que no era necesario traer un juicio respecto a mí, no quiero dejar de puntualizar estos hechos para que se vea quién es el versátil y el impostor. El hecho es el siguiente: El señor Alonzo Romero, de tiempo atrás ha tenido, hasta el instante en que nos hallamos ahora, una relativa estimación para mi persona; durante todo ese tiempo, he recibido pruebas manifiestas de esa estimación y las he agradecido. Voy a llegar a casos que verdaderamente van a sorprender a la Asamblea, pero me veo en el caso de hacerlo. Ved: El señor Romero, que hoy me señala como un disolvente, como un sistemático opositor del Ejecutivo, para que lo oigan las derechas, como un hombre disoluto, perverso, sin ideas fijas, con un espíritu de contradicción, etc., me ha dicho, no una sino muchas veces que él siempre ha sentido que yo era en el "Partido Liberal Constitucionalista" un individuo, si no el más, uno de los más rectos de criterio, más honrados y que él tenía deseos de llevarme a Yucatán. (Risas y aplausos.) Más aún, me ha dicho el señor Alonzo Romero que el siempre ha creído que en Yucatán yo haría una labor intensamente revolucionaria. Ved acá.

El C. Alonzo Romero: ¿Me permite una interpelación, señor Presidente?

El C. Presidente: Si lo permite el orador.

El C. García Vigil: Sí, hombre; sí lo permito.

El C. Alonzo Romero: Como quiera que a mí siempre, como hombre, me ha gustado ser sincero y recto con mis cuestiones y no andar con desvaríos como el ciudadano García Vigil, digo que cuando no me había formado un concepto cabal de lo que el C. García Vigil significa me había formado un altísimo concepto de él, al grado de que todo lo que dice es cierto, menos llevarlo a Yucatán, porque eso se lo dije de choteo. Pero, señores, esto no es una razón para que ahora no pueda yo estar convencido de que García Vigil no se merece aquel alto concepto que de él tenía y que estaba yo equivocado, como puede uno enamorarse de una mujer que luego resulta una prostituta. (Risas.)

El C. García Vigil: Señores diputados: Como ustedes ven no deja de ser demasiado significativa la explicación que da de eso el señor Alonzo Romero, pero sí resulta esto, resulta que durante mucho tiempo me tuvo él en un concepto excelente y ahora, pero súbitamente, de súbito y sin que haya habido una sola manifestación entres los dos, de parte de él que hiciera presumir este cambio, aparece aquí en la tribuna tergiversando completamente el asunto a debate, tratando de mi personalidad y no tratando del asunto que debe tratar. Respecto al desengaño que ha sufrido el señor diputado Alonzo Romero, pues yo lo lamento bastante, pero quizá no es en el sentido en que el creé haberlo hayado sino en el sentido de que creyendo quizá que su amor podría ser llevado, que podía seducirme hasta el punto de hacerme prevaricar se ha equivocado completamente. (Risas y aplausos.) El encontró en mí algo muy contrario a su lasciva política. (Risas y aplausos.) No, señores, esto no debe revestirse bajo ningún concepto el efecto que tiene. El asunto debe ser tratado con toda seriedad y deslindar aquí si realmente el señor Manzanilla Tejero ha estado afiliado al régimen del reaccionarismo; esto es lo que debe presentarse por una parte, y por otra parte que se trate de explotar mi constante independencia de criterio, eso es otra cosa, es un ardid, pero que no da el resultado que se apetece.

El C. Ibarra: Moción de orden.

El C. Presidente: Para una moción de orden tiene la palabra el C. Ibarra.

El C. Ibarra: Noto que el orador no se ha limitado a hacer la rectificación de un hecho como fue su intención en un principio; son ya muchos hechos. (Siseos.) Yo considero que está hablando en contra del dictamen y no rectificando un hecho.

El C. Presidente: Hasta hoy el C. García Vigil se ha concretado a hacer rectificaciones de hechos.

El C. García Vigil, continuando: Efectivamente, yo no he venido más que a puntualizar hechos. Tengo derecho a hablar dos veces sobre el mismo asunto y puedo extenderme durante el tiempo que me concede el reglamento. Ya pediré la palabra si lo considero necesario. Los hechos que vengo a rectificar son aquellos por los cuales ha pasado el señor Alonzo Romero tratando de desconocerlos y que desgraciadamente por no haberse hallado aquí el Diario Oficial respectivo no ha podido llegarse a las conclusiones a que pretendió llegar el señor Hernández en contra del ciudadano Manzanilla; pero los hechos están ya en la conciencia de toda la Asamblea: Manzanilla ha pertenecido al régimen porfirista, ha estado afiliado constantemente a los regímenes contrarios a la Revolución; este es un hecho hasta 1913. Un hombre no puede equivocarse siempre y respecto a estos hechos hay que sacar esta conclusión. Por tanto está plenamente probado, no es una calumnia, no es un ataque personal, pues ni siquiera conozco al señor Manzanilla; únicamente me guía mi convicción y aquí la Asamblea ha hecho prevalecer siempre el criterio político, lo ha hecho prevalecer y es necesario que la Asamblea, sentados estos precedentes, sea consecuente con ellos, puesto que tiene una responsabilidad histórica y que en cuestiones históricas de carácter político hay que asumir esta responsabilidad en toda su plenitud, sin tener quebrantos de ninguna clase, sin vacilaciones y sin pretender aplicar hoy una regla y mañana otra. Está, pues, plenamente probado que Manzanilla Tejero ha pertenecido a los regímenes del reaccionarismo y por otra parte está probado también y está en la conciencia de la Asamblea, que el mismo Manzanilla Tejero ha sido favorecido por una imposición y no como dice... (Campanilla.)

El C. Presidente: Se recomienda al orador se concrete al hecho.

(El C. García Vigil abandonó la tribuna.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Ancona Albertos.

El C. Ancona Albertos: Señor García Vigil, yo desearía que se sirva usted prestarme los periódicos que le sirvieron de prueba para que yo pueda hacer uso de la palabra. (El C. García Vigil le facilitó dos periódicos.) Antes que nada, señores diputados, voy a probar que el señor García Vigil fue maderista hasta antes del triunfo de 1910, es decir, hasta antes del triunfo del señor Madero, inmediatamente después de que el señor Madero triunfó....

El C. Galindo: Moción de orden. Que se concrete el orador a defender la credencial. (Siseos prolongados.)

El C. Ancona Albertos, continuando: Son útiles estas mociones de orden tontas, porque predisponen en favor del orador. Iba yo a hacer una comparación exacta entre el señor Manzanilla y el señor García Vigil. El señor García Vigil como decimos en el léxico popular, se le volteó al señor Madero, ¿Es verdad eso o no? Todos los que conocen al señor García Vigil lo saben. Pues bien, señores diputados, yo estoy en la vida política de Yucatán desde 1905 en que el licenciado Pino Suárez fundó "El Peninsular;" yo fui redactor de aquel periódico, que fue uno de los primeros antiporfiristas de la República, y puedo decir exactamente cuál ha sido la vida política de los partidos militantes de Yucatán. En ese tiempo, estaban unidos en su antiporfirismo el morenismo y el pinismo, los dos eran partidos de oposición, mucho más fuerte en número el partido morenista. El partido morenista desde esa fecha hizo una labor tenaz contra el porfirismo y en 1910, o a principios de 1911, cuando el porfirismo se sintió vacilante, el general Díaz mandó algunos Gobernadores nuevos a todos los Estados, principalmente en aquéllos en que la opresión del cientificismo se hacía sentir más; Yucatán era uno de esos Estados; Molina oprimió al Estado de Yucatán....

El C. Zubaran, interrumpiendo: Molina no era científico.

El C. Ancona Albertos: Era una rama de los que se llamaba cientificismo aquí en México.

El C. Zubaran: Yo protesto.

El C. Ancona Albertos: El general Díaz, con el objeto de ver si se atraía al pueblo en aquellos momentos de transición, mandó un nuevo Gobernador al Estado de Yucatán, que fue el general Curiel, e hizo que el general Curiel llamara a su lado a casi todos los morenistas, es decir, a los viejos antiporfiristas.

Como ustedes saben, a la Revolución armada, en ese tiempo, en los principios del año de 1911, nadie le daba importancia que realmente tenía, sobre todo en el sur, pues todos creyeron en el saneamiento político por medio del cambio de personal; y como antiporfirista, y precisamente por eso, fue llamado al partido de Tixkokob como Jefe Político el señor Manzanilla. En ese puesto duró ocho días solamente, pues, a pesar de que en el Sur no se daba importancia al movimiento revolucionario, ocho días después triunfaba la Revolución y el señor Manzanilla no fue destituído, sino que por delicadeza renunció, habiendo sido siempre luchador y revolucionario. De estos periódicos, el único que pudiera hacer prueba contra el señor Manzanilla es "El Sufragio;" pero el mismo señor Manzanilla dice y afirma, pero no, no dice y afirma.... Yo no estuve en tiempo del huertismo en Yucatán, estaba por otra región de la República y no puedo saber lo que por allá sucedió . Todos los que conocen al señor Manzanilla afirman que no tomó participación en ninguna función pública ni en ninguna manifestación de la vida política durante el huertismo, siendo buena prueba el hecho de que cuando llegamos a Yucatán con la Revolución triunfante, el señor Manzanilla fue de los primeros colaboradores de la prensa revolucionaria yucateca. Puedo afirmarlo yo, porque fundé el primer periódico revolucionario en Yucatán,

a raíz del triunfo del señor Carranza; el señor Manzanilla fue entonces el primero y uno de los principales colaboradores en mi labor periodística revolucionaria. No recuerdo a qué otros hechos se refirió el señor general García Vigil, aunque me parece que sólo aludió al hecho de que el señor Manzanilla fue Jefe Político del Partido de Tixkokob durante los últimos días del gobierno del general Díaz . El señor Manzanilla siempre ha sido un hombre honrado, es perfectamente conocido en Yucatán como hombre independiente que siempre ha vivido de su trabajo. Por primera vez, hace ocho meses, desempeñó una comisión del Gobierno y jamás ha tenido que recurrir a estos procedimientos parta buscar el pan. El fue uno de los que con más tesón, dentro de sus posibilidades, combatió en Yucatán al argumentismo; fue uno de los pocos morenistas que no se inodaron en ese cuartelazo que, como todos ustedes saben, especialmente el general Plank, estuvo a punto de ocasionar una catástrofe nacional. (Voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. García Vigil.

El C. García Vigil: Señores: A pesar de todo, la parte que trata de defender la credencial del señor Manzanilla, se esfuerza en mezclar mi personalidad al asunto; esto me obliga a mí a tratar también sobre la base en que tratan los contrincantes con objeto de disuadir a la Asamblea o a parte de la Asamblea de los conceptos que hayan agregado después de las palabras de dichos contrincantes.

Señores diputados: Se refiere el señor Ancona Albertos a que el señor Manzanilla desempeñó un papel como el mío; esto es enteramente falso, de ninguna manera; no es cierto que yo me haya volteado al señor Madero, fue el señor Madero, como consta a la Nación entera, quien defraudó los ideales revolucionarios.(Siseos prolongados.) Señores, esto es un hecho; sobre el particular, afortunadamente hay testigos en la misma Asamblea. (Siguen los siseos más prolongados.) Es un hecho saliente en la historia de la Revolución encabezada por el señor Madero (campanilla, siseos y desorden), que hubo un grupo de oficiales federales que, conviniendo con las ideas revolucionarias, trató de sublevarse; entre ellos descolló el actual general Salvador González Torres, que se encontraba en el Parque de Ingenieros; el capitán Ignacio Flores, que estaba en el 2o. Regimiento de Artilleros; el teniente Luis Jiménez, que estaba en un regimiento de cañones de tiro rápido en la Piedad; el señor Maciel y algunos otros. Todos saben que el movimiento insurreccional de estos oficiales, abortó; todos nosotros sabemos que por las cláusulas de los tratados de Ciudad Juárez, fue estipulado que los señores que habían sido encarcelados gozarían de plena libertad como era natural por haber triunfado la Revolución, puesto que este triunfo era confesado ya por la parte contraria que entregaba el Poder. Después de esto, los oficiales que fueron antes objeto del odio de sus compañeros, los rencorosos ex - federales que no pudieron conformarse con su derrota, recibieron la segunda prueba de compensación y de estimación; en vez de mantenerse en el ejército federal a instancia de los entonces federales Eugenio Rascón, García Peña y otros, estos oficiales fueron declarados indignos de pertenecer al Ejército y se les mandó a formar parte de los cuerpos rurales, es decir, que los que eran verdaderos revolucionarios, no eran dignos de pertenecer a la cáfila de los ex - federales y sí merecían pertenecer a las huestes revolucionarias. He aquí la ofensa hecha a las huestes revolucionarias. Sobre esto puede atestiguar el señor Salvador González y pido a la Presidencia le conceda la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. González Torres.

El C. González Torres: Es verdad, pero debo advertir a la H. Asamblea que el mayor timbre de gloria para mí es el complot de Tacubaya y la resolución del comandante militar de la plaza; constituye para mí un galardón el que se me haya declarado indigno de pertenecer al ejército federal.

El C. Ancona Albertos: Pido la palabra, para una aclaración.

El C. García Vigil: No permito que me interrumpan. Hay otro caso singular relacionado con esta actitud mía, el caso de un capitán llamado Lauro R. Cárcamo. Este señor, capitán segundo de caballería, se sublevó en Chihuahua, desapareciendo del cuartel y atravesó la sierra por el desierto hasta que pasó a los Estados Unidos por Ojinaga; de allí se dirigió a El Paso y se puso en contacto con la junta revolucionaria, que entonces presidía el señor Santiago González, hermano de don Abraham. Nosotros, entonces estábamos con el señor Madero en terrenos de Chihuahua. El capitán Cárcamo pasó la frontera, introduciéndose de nuevo al país, acompañado de tres hombres, entre los que se encontraba José Inés Salazar. Se incorporaron al señor Madero en Bustillos y avanzaron rumbo a Ciudad Juárez, habiendo prestado el capitán Cárcamo importantes servicios a la Revolución, puesto que llegó a decifrar varios mensajes que dejó Eguía Liz en la oficina de telégrafos en Casas Grandes. Después combatió en Ciudad Juárez, allí se portó brillantemente este oficial y mereció juntamente con el que habla que se nos diera el mando de la artillería quitada a los federales, dos morteros de ochenta milímetros y una ametralladora, así como de una fracción de caballería. Con posterioridad, viendo Pascual Orozco, quien había sido declarado jefe militar en el Estado de Chihuahua, que indudablemente no podía contar con nosotros para una sublevación, intrigó con el objeto de que se nos separara, y el señor Madero, cometiendo un error, como otros muchos que cometió (Siseos prolongados), consistió en que nosotros fuéramos retirados; de allí vinimos a acá y siendo Cárcamo un individuo de bastante pundonor, como el que habla, no consentimos en pasar por el hecho consumado, no quisimos transigir con aquello, y entonces, señores, vi el caso que se presentó de parte del Jefe de la Revolución; Lauro Cárcamo fue aprehendido y encarcelado, quedando separado de los ex - federales. Después fue juzgado por una junta de honor. Y Lauro Cárcamo estuvo en la Penitenciaría, y cuando triunfó el cuartelazo, todos aquellos enconados enemigos de él trataron de asesinarlo; pero como siempre se tiene algunos amigos y cuando se llega a vencedor entonces se ablanda un poco la tirantez, se perdonó la vida a Cárcamo

y no fue asesinado, sino que se le dejó en la Penitenciaría hasta después de mucho tiempo en que se le perdonó, a condición de que fuera a prestar sus servicios al ejército federal. Lauro Cárcamo fue aprehendido en el Hotel Guillow casi en los momentos en que me encontraba con él; y yo me fui y estuve en mi papel, porque no estuve conforme con que se defraudaran los ideales de la Revolución. Este es el caso concreto, esto es histórico y la historia ineluctablemente tiene que fallar sobre esto y algún día dirá que el caso de los señores oficiales que se iban a sublevar en Tacubaya, como el caso del capitán Lauro Cárcamo, fue uno de los errores del señor Madero, que indudablemente causaron su caída, porque causaron el descontento entre muchos de los revolucionarios. Esta es la verdad de los hechos por lo que respecto a mí; pero no necesito hacer una exposición detallada. Los hechos subsecuentes vienen a justificar que obramos con sana intención, y si no he obrado así, dejo a todos mis detractores que juzguen mis actos a ver si he estado o no del lado de la Revolución y con actos que me enorgullecen. Por consiguiente, no es el caso que dice el señor Ancona Albertos.....

El C. Ancona Albertos, interrumpiendo: Una aclaración, si me lo permite el orador.

El C. García Vigil: Sí, señor.

El C. Ancona Albertos: Deshilvanado mi discurso.....

El C. Presidente: (Agita la campanilla.) No he concedido el uso de la palabra al señor Ancona Albertos.

El C. Ancona Albertos: Ya me lo permitió el orador; suplico a la presidencia me conceda la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Ancona Albertos: Decía yo que, deshilvanado mi discurso, no pude completar la comparación entre el señor Manzanilla y el señor García Vigil. Dije yo que el señor García Vigil, como vulgarmente se dice en nuestra tierra, se le volteó al señor Madero, pero no completé la comparación. En efecto, el señor García Vigil se le volteó, por las razones que expuso, porque creyó que el señor Madero estaba traicionando los ideales de la Revolución. Pues exactamente es el caso del señor Manzanilla, viejo revolucionario y viejo oposicionista, creyó que el licenciado Pino Suárez, por lo que se dijo en Yucatán de su imposición para la Vicepresidencia, traicionaba los ideales de la Revolución y por eso fue antipinista, y nada más, porque siempre fue maderista.

El C. García Vigil: Para concluir, supongo que la Asamblea no habrá olvidado que el señor Manzanilla Tejero, perteneció a un centro llamado "Circulo Nacional Porfirista," lo que fue en 1910, y que en 1913 estuvo afiliado a un centro enteramente favorable al régimen de Huerta; por consiguiente y para no cansar vuestra atención, ruego a ustedes que, teniendo en consideración los hechos apuntados, sea desechada la credencial del señor Rafael Manzanilla Tejero, porque no está dentro de las reglas fijadas por esta Cámara para la admisión de sus miembros, sino que hay individuos que están descalificados y que uno de ellos es el propio Manzanilla Tejero, y que se apruebe la credencial del señor Rosado, porque contra él no ha podido recaer una sola prueba y no puede recaer porque su historia política comienza; pero no ha tenido hasta hoy un solo caso en que haya estado en contra de los principios democráticos. (Voces: ¡A votar!)

El C. Hernández Garibay: Pido la palabra para una interpelación al orador.

El C. Presidente: Si él lo permite.

El C. García Vigil: Sí, señor

El C. Hernández Garibay: Que se sirva decirme la edad del señor Rosado.

El C. García Vigil: Veintiseis años.

El C. González Jesús M.: Pido la palabra, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Jesús González M.: Señores diputados: Me parece que desde la primera vez que dirigí la palabra a ustedes se me ha reputado, antes que todo, como una persona sincera; quiero seguir en esta línea de conducta, para que se me siga teniendo en igual concepto. Conozco perfectamente mis tamaños en el orden intelectual para no atenerme a otra fuerza, sino únicamente a mi honradez. Creo que tanto los diputados de la izquierda como los de la derecha, me tienen en ese concepto. No conozco al señor Manzanilla ni conozco a su contrario; he escuchado, como todos ustedes, a las dos partes, a los que han hablado en pro y a los que han hablado en contra; he leído los originales que se han publicado en contra del señor Manzanilla; pero me atengo yo naturalmente mucho más a lo que se ha venido a decir en esta tribuna. Nosotros, si hemos de aplicar el criterio político al señor presunto diputado Manzanilla, debemos antes que todo investigar cuál ha sido su actitud desde el principio de esta Revolución si ha sido revolucionario francamente; casi puedo asegurar a ustedes que nos importa muy poco que haya sido un canalla antes, si ha depurado su conducta; si ha hecho eso, ese criterio no puede aplicársele en un sentido diferente. El criterio legal: sabemos que tiene más de setecientos votos buenos, ¿Qué pedimos entonces en contra de este individuo? Pero se nos había escapado aplicar el criterio moral, y a eso me he venido a referir. He sabido que el señor Manzanilla es hijo de padres capitalistas, que casi todos sus parientes son capitalistas y creo que se acercan a ser millonarios algunos de sus parientes.

El C. Ancona Albertos, interrumpiendo: Más que millonarios.

El C. González Jesús M., continuando: Más que millonarios, me contestan por aquí. Este individuo, siendo hijo único de capitalistas, y teniendo por parientes a millonarios ¿Por qué este hombre ha seguido otra línea de conducta a la de esos que no son otra cosa que científicos? Este es un gesto que nosotros no podemos dejar pasar inadvertido. Vale tanto como los otros criterios que se le han aplicado y yo quisiera que ustedes, que muchos de nosotros, tuviéramos un gesto como el del señor Manzanilla. Iba yo a interpelar a un diputado por Yucatán, pero ha sido el señor Ancona Albertos, diputado por ese Estado, el que me ha dicho que realmente tiene parientes capitalistas y puede que hasta su familia también lo sea. ¿Es cierto esto, señor Ancona Albertos?

El C. Ancona Albertos: Es verdad.

El C. González Jesús M.: Y él, como he dicho hace un momento a ustedes, se ha desligado completamente de ellos para hacer labor revolucionaria contrario a lo que han hecho sus padres. Yo me atengo, pues, a estos tres criterios que se han querido aplicar al señor Manzanilla, porque, en mi concepto, ha salido muy puro de ellos.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Pruneda, para hechos.

El C. Pruneda: Señores diputados: Uno de los ataques más fuertes que se ha dirigido al señor Manzanilla es el siguiente: se ha dicho que el señor Manzanilla no es revolucionario y se ha dicho que no es revolucionario, porque fue antipinista, y a eso me voy a referir; únicamente voy a hacer esta aclaración. Hace pocos días el señor licenciado Cabrera decía que el señor Pino Suárez fue una víctima, que fue al sacrificio como una víctima, segura de que lo iba a ser, cuando aceptó ser Vicepresidente de la República, y en eso estamos de acuerdo todos; pero no estamos de acuerdo ninguno de los parientes en que el señor Vicepresidente de la República, José María Pino Suárez hubiera sido víctima cuando fue impuesto en Yucatán.

El señor Manzanilla fue partidario del señor Delio Moreno Cantón, cuando el señor Presidente Madero impuso al señor Pino Suárez en Yucatán. (Voces: ¡Pruebas!) No se necesitan pruebas, puesto que se sabe perfectamente que no ha habido un partido más popular y más potente en Yucatán - y hay en las galerias muchos yucatecos que lo pueden comprobar -, nunca ha habido un partido más poderoso que el de Delio Moreno Cantón. En esa época el señor Manzanilla fue antipinista, como lo hubiera sido cualquier revolucionario. porque si se le quiere imponer un candidato, tendría que protestar, como ha protestado esta Cámara de las imposiciones cometidas, no ayer, sino hoy todavía. (Siseos.)

El C. Lailson Banuet: ¡Habló el buey y dijo muuú!

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Aguirre Colorado.

El C. Aguirre Colorado: No había querido tomar parte en la discusión de esta credencial, pero no pude resistir ante la vista de los documentos fehacientes que ha traído a esta tribuna el general García Vigil, los que están corroborados con las hojas que se han puesto en los pupitres de los diputados. El señor García Vigil nos leyó unos párrafos que escribió el señor Manzanilla en la época de período más álgido del llamado Gobierno de Huerta; y yo aquí traigo otros escritos del mismo señor, en que refiriéndose al señor Carranza y a Maytorena, cuando levantaban en el Norte el estandarte de la libertad, decía: (Leyó.) Eso está escrito en el periódico "El Sufragio."

El C. Alonzo Romero: ¿Quién firma?

El C. Aguirre Colorado: Eso está escrito en el periódico......

El C. Alonzo Romero: ¿Quién firma?

El C. Aguirre Colorado: Usted tendrá el uso de la palabra para probar que no es cierto lo que yo digo.

El C. Alonzo Romero: ¿Quién firma?

El C. Aguirre Colorado: Figura el señor Manzanilla en el cuerpo de la redacción de ese periódico. (Voces: ¡Pruebas!) Las pruebas debe traerlas quien defiende. Allí está el periódico.

El C. Alonzo Romero: El que acusa debe probar.

El C. Presidente: Se llama la atención de los diputados que están dialogando.

El C. Aguirre Colorado: Hay algo más que no se ha traído a colación. El general García Vigil, al atacar al señor Manzanilla, a venido a narrar hechos históricos anteriores y dentro de la época del huertismo; pero hay probablemente algo más. La Nación entera sabe que el Estado de Yucatán ha tenido siempre tendencias separatistas......

El C. Ancona Albertos: ¡No! ¡Mentira!

El C. Alonzo Romero: ¡Completamente falso!

El C. Aguirre Colorado: ¡Cierto! Voy a probarlo. Es cierto que habrá algunos yucatecos que no sean separatistas, pero, en cambio, los hay en gran número; mas, afortunadamente, hay una falange de hombres verdaderamente revolucionarios para meterlos al orden a todos ustedes. Ustedes han desconocido al mismo señor Carranza.

El C. Ancona Albertos: Pido la palabra para la rectificación de un hecho.

El C. Aguirre Colorado: No lo permito, pedirá usted la palabra después. (Aplausos.) Es sabido, señores diputados, no ahora, hace mucho tiempo, de épocas antiguas, es histórico, se ha escrito en la historia nacional que ha tenido la tendencia el Estado de Yucatán, de separarse del territorio nacional (Aplausos.) Y, señores, en lo más álgido de la traición y de la infidencia de Villa, allá cuando Villa desconoció la autoridad legítima del señor Carranza como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, cuando, señores, ya se tenía que combatir rudamente con los elementos que le quedaban leales a don Venustiano Carranza a esa facción del villismo, entonces, señores, cuando mis tropas, más o menos las mías, se disponían probablemente a venir a combatir al Norte a esa reacción, tuvieron violentamente que salir a combatir a Yucatán, ¿Por qué? Porque unánimemente no había, casi con excepción de pocos ciudadanos, quienes no estuvieran de parte de la traición encabezada por Argumedo en Yucatán. Eso lo sabe el señor general Plank, había más o menos dieciseis mil hombres armados en Yucatán, y yo interpelo al señor Plank para que diga si esto es verdad.

El C. Plank: Efectivamente, es cierto.

El C. Aguirre Colorado, continuando: Señores diputados, y entonces yo estaba en Campeche, al lado del general Alvarado, general en jefe de las operaciones en aquella región, con algunos hombres yucatecos, que no aceptaban esa traición encabezada por Ortiz Argumedo, y entre ellos, yo no sé si será verdaderamente yucateco, el señor Zubaran

El C. Zubaran: Soy campechano.

El C. Aguirre Colorado: Esos no estaban con la traición y protestaron yéndose a incorporar con nosotros. Así lo hicieron muchos señores yucatecos, y entonces , ¿Cuál fue la actitud del señor Manzanilla? La desconozco, pero yo sé que estaba en Yucatán sometido a las fuerzas de Ortiz Argumedo, donde se daban banquetes a todos los que encabezaban ese movimiento. ¿Qué actuación tuvo

el señor Manzanilla? No se sabe, pero sí se sabe que unánimemente el pueblo de Yucatán aplaudió a Ortiz Argumedo, que había traicionado al señor Carranza. Aquí el asunto del partido. (Leyó.)

No hubo tiempo, señores diputados, y eso lo digo aquí, porque también yo estuve en esa campaña, no hubo tiempo de que todos los que secundaron a Ortiz Argumedo, pudieran abandonar el territorio de Yucatán, y no hubo tiempo, porque el general Alvarado, al iniciar su avance sobre la capital, lo hizo con tal violencia, que en cinco días avanzó cerca de cien kilómetros, con toda la columna de su mando y huyeron despavoridos los reaccionarios; en consecuencia, quedaron muchos encerrados allí en Yucatán. ¿Qué actuación tuvo el señor Manzanilla? ¿Intentó estar con Ortiz Argumedo? Sí, señores, acató sus disposiciones. En consecuencia, ese es uno de los cargos más grandes contra el señor Manzanilla, quien, como dijera el C. García Vigil, en todas las épocas ha tenido la tendencia de sostener a la reacción. Por eso pido a la conciencia nacional no dejemos que se siente en las curules de esta Cámara un individuo reaccionario como Manzanilla; pido un voto reprobatorio, para que no venga a alternar con nosotros en este recinto. (Aplausos.)

El C. Alonzo Romero: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Alonzo Romero: Señores diputados: He pedido la palabra para rectificar los hechos asentados por el señor general Aguirre Colorado. A pesar de que el mismo señor Aguirre Colorado no ha entrado al debate, ni ha tocado el punto a discusión, me voy a permitir hacer las siguientes rectificaciones, porque él no ha hecho más que sentar argumentos falsos de que no tienen fundamento de ningún género, y si todos están llenos de mala fe. ¿Qué culpa tienen, señores diputados, los yucatecos todos por el hecho de que un grupo de individuos se hubiera asociado a un traidor, a un advenedizo de la talla de Ortiz Argumedo? En ese caso, toda la República es responsable de que un grupo de malos mexicanos hubiese ido a Europa a pedir un emperador. (Aplausos.) Me parece que el C. Aguirre Colorado no tiene razón para asentar esos hechos. Además, ligeramente voy a bosquejar cómo ha sucedido esto y a qué se debió el movimiento argumedista. Desgraciadamente, antes de que la Revolución llegara a Yucatán, fueron enviados unos gobernantes piratas, cuyos nombres no quiero citar, porque me da repugnancia. (Voces: ¡Nombres!) Eleuterio Ávila. Al general de los Santos no le hago un cargo, porque era un hombre honrado, pero débil. Desgraciadamente, a consecuencia de los ultrajes que había recibido Yucatán por la injusticia con que eran tratados aquellos hombres que jamás se habían mezclado en la política del país y que no habían tenido necesidad de pelear, porque son adictos al trabajo, como lo puede decir el general Plank; esos hombres, ultrajados y vejados por aquella turba de bandidos, tuvieron que dar un grito de protesta. Si el general Alvarado, en vez de ir posteriormente, hubiera ido antes que Eleuterio Ávila, jamás hubiera sucedido nada, porque uno de los Estados más pacíficos y que más directamente ha contribuido al triunfo de la Revolución, ha sido Yucatán, que ha dado mucho dinero para la misma y jamás ha hecho reparo de ello. Desde la época de la dictadura hasta el Gobierno del general Alvarado, eternamente Yucatán había sido ultrajado, explotado y vejado por el centro. Por su situación topográfica, señores diputados, por sus costumbres, por su vida propia, Yucatán había estado relegado del Centro hasta que el general Alvarado llegó a Yucatán, y fue cuando se hizo labor revolucionaria, y este es el momento, señores diputados, en que no existe un solo yucateco que no sienta la Revolución y que no le tenga amor a la República; pero a mí me llama la atención que el señor Aguirre Colorado venga aquí a ostentarse un hombre tan revolucionario, él, que menos derecho tiene, señores diputados, porque al pasar Aguirre Colorado por Yucatán ha dejado una estela de sangre, ha dejado una huella tenebrosa, porque todos los asesinatos cometidos entonces los llevó a cabo ese famoso general Aguirre Colorado.

El C. Aguirre Colorado, interrumpiendo: ¡¡¡Protesto!!! ¡O retira eso o lo consigno! (Risas. Campanilla.) Pido la palabra, señor Presidente.

El C. Alonzo Romero, dirigiéndose al C. Aguirre Colorado: Es un rumor general, señor Aguirre Colorado, y eso es cobarde, porque, los hombres no asesinan.

- EL C. Aguirre Colorado, dirigiéndose al C. Alonzo Romero: ¡O me prueba usted que los asesinatos que dice usted que he dejado en el Estado de Yucatán los he cometido yo, o lo voy a consignar a usted a las autoridades competentes, para que lo pruebe.

El C. Alonzo Romero, continuando: Si usted se hubiera expresado en otra forma, no tendría inconveniente, porque lo que yo digo lo sostengo en cualquier terreno; pero permítame, señor Aguirre Colorado, es un rumor general en el Estado de Yucatán y yo se lo he contado a usted personalmente; que usted fue uno de los que más asesinatos cometieron; a mí no me consta, naturalmente, porque no estuve en el campo de batalla; pero todo Yucatán le lanza a usted esos cargos. Esa es la razón de su despecho; ¡Pero no es usted quien puede denigrar a los yucatecos!

El C. Aguirre Colorado: Señor Presidente: Pido la palabra para un hecho.

El C. Presidente: Al terminar la discusión se le concederá a usted la palabra.

El C. Aguirre Colorado: Es necesario que esto se aclare; se trata de mi honor, y pido la palabra para una moción de orden.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Aguirre Colorado: Ruego al señor general Plank se sirva decir si yo he cometido asesinatos en Yucatán, como jefe del Estado Mayor del general Alvarado.

El C. Plank: Pido la palabra, para contestar, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Plank.

El C. Plank: Está en un error el señor doctor Alonzo Romero. En los momentos en que comenzaba el combate en Blanca Flor, el general Aguirre Colorado recibió una herida y tuvo que regresar a Campeche a curarse de esa herida y no entró él a Mérida, sino muchos días después.

El C. Aguirre Colorado: Ya ven ustedes como es falso lo que se dice.

El C. Plank: Las únicas ejecuciones que se cometieron en Mérida, las cometí yo siendo comandante militar.

El C. Alonzo Romero, continuando: Señores diputados: Como se trata aquí de sentar hechos que se deben sostener, si a mí me constaran no tendría inconveniente en decir al señor Aguirre Colorado en cualquier terreno que, efectivamente, me constan. Yo creo lo que dice el señor Plank, porque lo tengo en el concepto de hombre honrado; pero todo Yucatán lanza al general Aguirre Colorado el anatema de ser un asesino. Yo de ello no me tengo la culpa.

El C. Aguirre Colorado: Voy a consignar a usted.

El C. Alonzo Romero: O me fusila usted, que es lo mismo. En fin, haga lo que guste. No sé porque algunos individuos creen que no podemos lanzar nosotros los civiles cargos de esta naturaleza contra los que portan charreteras u ostentan en el sombrero águilas o estrellas y que no tenemos derecho de enfrentarnos con ellos, cuando que llevamos en el organismo la misma cantidad de sangre y quizás mayor acopio de valor civil y personal. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Vadillo.

El C. Vadillo: Señores diputados: La tendencia separatista de Yucatán se parece un poco a la tendencia separatista de los oradores que han tratado de esta cuestión, porque en lo general, como lo habrá observado Vuestra Soberanía la mayoría de los ciudadanos que han tratado este asunto en pro o en contra, por las derivaciones naturales, - y en esto se parecen al separatismo de Yucatán -, han tenido que tratar cuestiones conexas más o menos con el debate; pero se han salido del punto esencial que debería tratarse para normar el criterio justo de esta asamblea. Por esto parecerá un pequeño anacronismo de la discusión que yo insista sobre un concepto general, pero esencial, vertido aquí al principio de esta discusión por el C. García Vigil. Señores diputados: Yo al referirme al C. García Vigil, no pretendo dar un diagnóstico acerca de sus facultades mentales, ni hacerlo prematuro alumno de la Castañeda en el C. García Vigil reconozco yo un temperamento violento que lleva bajo la frente el pegaso de fuego encabritado de su rebeldía, muchas veces útil para orientar la pusilanimidad, porque ya lo decía Renán: "Los radicales son siempre en menor número, pero son los que orientan a las multitudes vacilantes". Pero el señor García Vigil ha vertido conceptos condenatorios en lo general para el partido socialista de Yucatán, por el hecho accidental de que en una campaña electoral uno de los candidatos haya sufrido más o menos en la lucha misma.

Aquí tengo el testimonio de ciento y tantos señores diputados, que pueden, en conciencia, fallar esta proposición. ¿Un individuo que entra en la lucha electoral, está o no expuesto, naturalmente, a estas contingencias electorales de orden insignificante o de orden importante, pero muy lógico dentro de la contienda electoral? Más cuando como en Yucatán tal como lo afirma el señor García Vigil, ha habido y hay y habrá grandes intereses económicos, sociales y políticos en juego en cualquier movimiento electoral; en Yucatán no se mueve la hoja del árbol sin que los intereses económicos entren en juego, y esto es muy propio de todas las civilizaciones en que los intereses económicos precisamente son los directores de todos los movimientos sociales. En la historia humana, señores diputados, es una vulgaridad - por no decir que es un concepto infantil -, el pensar que las libertades públicas se desarrollen como se desarrolla un silogismo, tranquilo, diáfanamente, como se hace en las academias puramente especulativas. La historia humana nos demuestra que las libertades públicas han seguido siempre al desarrollo de los intereses económicos, y han tenido que ir, desgraciadamente, amarradas al carro mismo de los triunfadores económicos, de la misma manera que iban las vírgenes en rehenes en los tiempos de los patricios romanos, atadas a los carros precisamente del triunfador. Por esa razón, señores diputados, en Yucatán las libertades políticas que se ejercen, las que habrán de ejercerse siempre, tienen que ser siempre al lado de los intereses económicos en su natural y en su legítimo desarrollo. En Yucatán, tiempo, antes de la Revolución, del Estado feudalista donde los eupátridas a la rústica de México, tenían también acaparada toda la tierra, y el grito revolucionario no ha significado otra cosa que una salvación, que una redención positiva de las clases proletarias, en aquella península apartada y lejana. Por estas razones, señores diputados, intereses morales, inmensos intereses económicos, cuyo choque en las cuestiones económicas apenas nos es lícito comprender, se ponen en juego siempre que se mueve la hoja del árbol de la política, y por eso el señor García Vigil, hombre inteligente, no podrá dejar de desconocer que en la lucha electoral a que nos referimos en este debate, tienen que sacar la oreja los intereses aristocráticos de los grandes terratenientes de aquella península Como en Roma, Tiberio Graco pidió por primera vez a las plebes un pedazo de tierra para vivir, las aristocracias le hicieron la guerra tenaz, fuerte y enérgicamente, hasta asesinarlo a patadas en pleno foro romano. ¡Qué nuevo entonces, señores diputados, que hoy, cuando en nuestra mediocridad revolucionaria no tenemos un Escorpión ni un Cayo Graco, que de extraño que siquiera se oiga en México como un rechazo histórico, las coces que le dieran también a este propósito revolucionario de los gracos romanos! Y es la coz de la aristocracia peninsular la que viene a hablar por boca del ciudadano García Vigil, pretendiendo que se arroje de este recinto a este individuo del proletariado yucateco. Ahora bien, no debéis dar oido a esa voz nefanda en este sagrado recinto, de donde muchas veces la justicia burlada ha tenido que huir montada a la jineta sobre los lomos de un macho cabrío; yo os digo que no debéis oir esa voz enemiga de la Revolución, y que si a un individuo que se presenta con cuarenta veces más votos que otro, lo echáis por está puerta, será tanto como hacer de la justicia, no un escarnio, sino ponerla desnuda sobre la mesa pulida de los taquígrafos y violarla frente a la representación Nacional. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión para una aclaración.

El C. Mata Filomeno: Señores diputados: El

C. Alonzo Romero, refiriéndose al cómputo que hizo la Comisión, respecto de los votos obtenidos por los diversos candidatos, dijo que habíamos nulificado cinco mil y tantos votos, y es la verdad, pero esos votos tuvimos que haberlos nulificado porque venían escritos con una misma letra. La gran mayoría de las boletas que fueron expedidas a favor del candidato Rafael Manzanilla, venían hechas con la sola indicación de "a ruego de fulano de tal," y un testigo solamente; no traían esas firmas, ningún requisito, ni nada que hiciera presumir que eso era verídico; al contrario, se veía desde luego, en una gran parte de las boletas, casi en la totalidad de las nulificadas, se veía el deseo de llenar boletas y hacer aparecer muchos votos a favor de un candidato determinado. Por lo que hace al diputado Rosado, igualmente se le nulificaron votos en una buena mayoría. El candidato Rosado traía cuatro cientos y pico votos, y al final vienen quedándole ciento ochenta y cinco. La Comisión hizo un pequeño estado en que se señalan todos los votos que obtuvo cada uno y entiendo que la Secretaría dio lectura a este estado de votos obtenidos en el Departamento de Tixkokob. El C. Manzanilla obtuvo cuatrocientos votos y el C. Rosado ochenta y cinco en el Departamento de Unucmá. El señor Manzanilla tuvo ciento diecinueve votos y el señor Rosado veintisiete en el Departamento de Maxcanú.

Los votos nulificados al señor Rosado están en igualdad de circunstancias que los nulificados al señor Manzanilla, es decir, firmados por una sola mano; por consiguiente, la Comisión únicamente se ha guiado por el deseo de hacer justicia. Quiso la Comisión que los votos que vinieran a ser el definitivo resultado en pro de uno u otro candidato, fueran los realmente emitidos, donde se adivinara, cuando menos que había habido voluntad de parte del pueblo para elegir a determinado candidato. La Comisión sólo ha tenido en cuenta la relativa libertad, si pudiéramos llamarlo así, en que esas elecciones se verificaron. Hay aquí algunas protestas de que un empleado del Ayuntamiento hizo presión; ya todos estos datos constan en el dictamen que ha oído Vuestra Soberanía, y sólo quería yo hacer estas aclaraciones, para que no se crea que la Comisión ha mochado, como si dijéramos, los votos de determinado candidato con algún fin preconcebido. La Comisión no ha tenido más fin que hacer justicia.

El C. Alonzo Romero: Para una interpelación, con permiso de la Presidencia.

El C. Presidente: Para una interpelación tiene usted la palabra.

El C. Alonzo Romero: Suplico al señor Mata que manifieste a la H. Asamblea si los setecientos y tantos votos del señor Manzanilla no son votos legales.

El C. Mata Filomeno: Es lo que acabo de decir, precisamente. Los votos que constan en este estado, son los que, a juicio de la Comisión, son válidos.

El C. González Marciano: Pido la palabra para una interpelación a la Comisión.

El C. Presidente: Para una interpelación, tiene usted la palabra.

El C. González Marciano: Ruego a la Comisión o a alguno de sus miembros, se sirva decirnos si al nulificar cinco mil y pico de votos al señor Manzanilla, tuvieron en cuenta el artículo 69 de la convocatoria respectiva.

El C. Mata Filomeno: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Mata Filomeno: En concepto de la Comisión, no está afectada la pluralidad de los votos.

El C. González Marciano: No me satisface la contestación del C. Mata, y voy a ser más explícito. Deseo que me diga si la cantidad de votos nulificados al señor Manzanilla no afectan en realidad una pluralidad de quinientos.

El C. Mata: En mi concepto la pluralidad a que se refiere es a la mayoría sobre el candidato contrario.

El C. Chapa: Pido la palabra para un hecho.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Chapa: Ya se sentó un precedente sobre esto, en el caso del diputado Pesqueira, en el de Gárate y en el de Vargas; se nulificó más de la mitad de votos y sin embargo el dictamen fue aceptado. Por lo tanto, en mi concepto, la pluralidad consiste en los votos que tiene un candidato más que otro. Así es que sobre este particular no queda ninguna duda.

El C. Ancona Albertos: Pido la palabra para la rectificación de hechos, apoyado en el artículo 101 del reglamento.

El C. Presidente: Hay otros oradores inscritos.

El C. Ancona Albertos: Me parece que el primeramente anotado soy yo.

El C. Alonso Romero: Moción de orden. Suplico a la Mesa se sirva mandar preguntar a la Asamblea si está suficientemente discutido el asunto.

El C. Presidente: Estando inscritos otros oradores, el C. Cabrera para interpelar a la Comisión y el C. Manrique y el señor Aguirre Colorado para hechos, como la presidencia no puede negarles la palabra sin el consentimiento de la Asamblea, se va mandar preguntar si se considera suficientemente discutido el asunto.

El C. Hernández Garibay: Moción de orden. Conforme al Reglamento todos los oradores inscritos tienen derecho a hablar.

El C. Presidente: En virtud de que conforme al reglamento tienen derecho a hablar los oradores inscritos, se concede la palabra al C. Cabrera para interpelar a la Comisión.

El C. Rivera Cabrera: Pido que se me anote para hechos.

El C. Cabrera Luis: Señores diputados: Aunque una interpelación a la Comisión parece una cosa tan sencilla, se hace sin embargo, necesario expresar breves ideas sobre un debate que, versando sobre cuestiones personales, tenia necesariamente que agriar la contienda. Siempre que se trata de elecciones, sean de diputados, sean de cualquiera otra cosa, la Cámara se encuentra dividida y ya no por el criterio estrictamente revolucionario, sino por el criterio de la pasión. En las elecciones de diputados siempre toman papel principal las cuestiones políticas que se han debatido y que se están debatiendo en un Estado y siempre los dos contendientes

en una Entidad Federativa se inculpa uno al otro o de infidencia hacia el centro o de infidencia hacia la Revolución. Yo me he propuesto no tomar absolutamente ninguna participación en asuntos de carácter personal, y en el presente caso con todo gusto me rehusaría a votar, pero yo deseo que la Comisión nos informe sobre algunos hechos que atraerán la atención de la Asamblea hacia los puntos verdaderamente importantes. Con frecuencia, al discutirse la credencial de un diputado, el encono, la saña que contra él se tiene hace olvidar quién va a recoger los frutos de la reprobación de una credencial, y pasa muchas veces a la sombra del competidor del menor número de votos, que no ha sido discutido, una persona que puede tener peores condiciones en contra de la Revolución que aquel a quien estamos discutiendo. No quiero absolutamente citar algún ejemplo y afortunadamente desconozco toda la discusión de credenciales de la actual Cámara de Diputados, pero yo no he oído ni de parte de la Comisión ni de parte de uno solo de los oradores, una sola palabra acerca del otro candidato a esta curul, que escondido, permanece callado sin que digan sobre él una palabra y que estaríamos a punto de hacer llegar a nuestras curules sin saber quién es ni de donde viene ni qué antecedentes revolucionarios tiene. (El C. Ancona Albertos: Argumentista.) Yo no rehuso y creo firmemente que es necesario aplicar un criterio político, pero cuando se parte del principio de que una elección es válida y la discusión es entre dos candidatos, yo no podría votar con conocimiento de causa sin saber antes quién es el señor Manzanilla y quién es el señor Rosado. Hasta ahora hemos discutido quién es el señor Manzanilla, vamos ahora quién es el señor Rosado. Mi interpelación a la Comisión se refiere concreta y terminantemente a este punto: Aceptado por esta Asamblea de que el criterio político debe guiarnos en cierto sentido, aceptado por todos unánimemente, quiero oir de la Comisión su opinión política sobre ambos candidatos, sobre los antecedentes revolucionarios de uno y otro, y sobre el número de votos de uno y otro.

Presidencia del C. VADILLO BASILIO

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Mata Filomeno: La Comisión no puede decir nada respecto del candidato Rosado y ya la Asamblea ha oido conceptos acerca del C. Manzanilla. La verdad es que si este dictamen fuera rechazado por la Asamblea, entonces sería una obligación de la Comisión averiguar cuáles son los antecedentes políticos del candidato que quedara en seguida; pero la Comisión no tiene ningún antecedente respecto al señor Rosado y solamente los que obran en el cartapacio de esta credencial. Yo vuelvo a asegurar a la Asamblea que si esta credencial fuera rechazada, podría aportar datos sobre el C. Rosado, porque entonces tendría la obligación de buscarlos; mas como esto no es todavía motivo de discusión, no tengo que decir nada a cerca del candidato Rosado.

El C. Ancona Albertos: Podría contestar yo a la interpelación del C. Cabrera Yo tengo antecedentes.

El C. Cabrera: Desearía que si puede contestar el señor Plank o el señor Ancona Albertos, lo hagan, pues no nos traerán ningún mal los conocimientos que tengamos sobre estos hechos. Oiría con todo gusto la respuesta a mi interpelación.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Manrique.

El C. Manrique: Señores diputados: A propósito de este incidente que surge en este momento, creo que a las Comisiones revisoras de credenciales no toca examinar el aspecto político de una elección. Por lo demás, esto no es una idea de mi cosecha, las Comisiones han procedido así siempre con mucha, con verdadera discreción. Efectivamente, no es a la Comisión a la que toca estudiar los acontecimientos políticos de cada uno de los candidatos. La comisión, en mi concepto, tiene un papel exclusivamente técnico; debe la Comisión estudiar el expediente electoral y también las protestas de los candidatos. Esto tiene una ventaja; si las Comisiones adoptan un criterio político, entonces las Comisiones se verían constantemente asediadas más aún de lo que lo han estado hasta hoy, por los intereses, por los partidos, por uno u otro de los candidatos interesados y esto haría que las Comisiones se inclinasen en favor de uno o de otro conmengua acaso de la justicia. En cambio la opinión política, el criterio político con que tenemos derecho a proceder todos los diputados, cosa indiscutible, será el que al votar vendrá a definir el asunto después de haber estudiado la cuestión desde el punto de vista técnico. El hecho para que pedí la palabra fue sencillamente el hacer constar la petición expresa del candidato Ángel Rosado, que se halla en estos momentos en las galerías y que por no tener credencial se halla impedido de hacer oír su voz, a petición suya quiero hacer constar sencillamente que ni el ni el señor su padre han estado nunca en Nueva Orleans, que él firma siempre Ángel R. Rosado jr. y que en último caso puede confrontarse la firma autógrafa con la de la correspondencia a que alude el C. Plank con la firma del propio señor Rosado, estudiante de derecho en esta capital.

El C. Presidente: Tiene la palabra para hechos el C. Aguirre Colorado.

El C. Aguirre Colorado: Señores diputados: He pedido la palabra para rectificar un hecho y con profunda satisfacción vengo a la rectificación de ese hecho, porque se trata nada menos que de depurar mi conducta.

Teniendo conocimiento en la capital del Estado de Tabasco el 11 de febrero de 1915 de la sublevación acaecida en Yucatán y siendo comandante militar del Estado nombrado por el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, recibí órdenes del ciudadano general en jefe del Cuerpo de Ejército del Suroeste, Salvador Alvarado, para alistar todas las fuerzas de que disponía para que salieran a la mayor brevedad posible con rumbo a Yucatán. Preparé así a mis fuerzas, saliendo con algunos

batallones y quedándome en la propia capital del Estado de Tabasco para organizar violentamente algunos otros contingentes de fuerza. Marcharon estos a la ciudad de Campeche con el general Alvarado; yo arribé a Campeche después de renunciar la Comandancia Militar para ir a la campaña, y el día 20 de febrero llegue al puerto de Campeche, capital del Estado. Allí recibí órdenes al tercer día de marchar al campamento general que tenia establecido el general Alvarado en un punto denominado Hecelchakán, sobre la vía del ferrocarril entre Campeche y Mérida; de allí proseguí al día siguiente mi marcha para ponerme en contacto con las fuerzas enemigas yucatecas que se encontraban en una población llamada Pocboc, llegando hasta las avanzadas contrarias. Allí permanecimos por breves días teniendo contacto con el enemigo en varias ocasiones, sin registrarse más que algunos heridos de alguna u otra parte. El día 3 de marzo, estando en las avanzadas recibí orden para marchar rumbo a Bolonchenticul, una plaza del Estado de Campeche, donde el enemigo trataba de cortarnos. Llegué a esa plaza al frente de las columnas, como jefe de las operaciones, en la mañana del seis de marzo de 1915, plaza de ataqué y tomé después de hora y media de combate. Allí, como consecuencia ineludible, y todo el que haya sido revolucionario debe convenir, hubo muertos y heridos por una y otra parte. Allí se me rindió una columna revolucionaria de setecientos hombres con pertrechos e indumentaria de guerra. Esta columna había pertenecido a las fuerzas del general Ramón Sosa Torres que había ido de Tabasco a Yucatán.

Estas fuerzas, después de que las intimamos a que reconocieran de una manera incondicional al Primer Jefe, como decía antes, se me rindieron. Antes dije en esta tribuna que un ejército poderoso de voluntarios de Yucatán estaba levantado en armas; eran, se nos decía, que ascendían a quince mil o a veinte mil hombres, pero el hecho es que la mayor cantidad de datos que nos llegaron al campamento fue de que eran dieciseis mil hombres, poco más o menos; ¿Es cierto, señor general Plank? Con permiso de la presidencia yo interpelo a usted.

El C. Plank: Es exacto.

El C. Aguirre Colorado: El día nueve de marzo recibí contra orden de proseguir mi marcha rumbo a Ticul, es, decir, apoderarnos de los ferrocarriles de la línea del Sur del Estado de Yucatán y recibí contra orden para que con mi columna me reconcentrara en el Cuartel General de Hecelchakán. Llegué el día 10 por la tarde al cuartel general y el día 13 de marzo recuerdo que el general Alvarado nos llamó a los diferentes generales que operábamos bajo sus órdenes, o sean Heriberto Hara, Ramón Sosa Torres. Toribio de los Santos, el que habla y el coronel Mucel. A todos les distribuyó el lugar de su colocación porque habíamos de atacar al enemigo al día siguiente al amanecer; a mi me tocó la línea del centro, el a la derecha la llevaba el general de los Santos, rectificó, el ala izquierda; y el ala derecha la llevaba el general Jara. Oigo ahora que hago esta rectificación voces de cuatrocientos individuos que eran los sublevados, porque he dicho que eran dieciseis mil y recuerdo que al amanecer del día 14 de marzo atacamos las posiciones del enemigo y a los quince minutos yo, que llevaba el centro de la columna, a los quince minutos de romper el fuego, porque estaban perfectamente parapetados los revoltosos con magníficas ametralladoras y, según tengo entendido por las listas que después recogieron, había ciento y tantos jefes y oficiales exfederales con ellos, y, repito, estaban perfectamente parapetados y al romper el fuego, como a los 15 minutos fui herido yo al iniciar un avance sobre, las trincheras, en menos de 20 minutos, y eso le constará al señor general Plank me mataron y me hirieron de las fuerzas de mi mando, cerca de cincuenta hombres, de manera que ya verán ustedes la fuerza con que contaban esos señores. Yo no pude llegar a la trinchera donde quería estar en el momento del combate por la herida que recibí en la pierna, por eso permanecí a cuatrocientos metros de distancia; pero siempre observando el curso de las operaciones militares. Al triunfarse, tuve conocimiento en Pocboc de que el número de prisioneros agarrados al enemigo ascendía a poco más de seiscientos y de que se le quitaron grandes cantidades de pertrechos al enemigo. ¿Es cierto, señor general Plank?

El C. Plank: Es exacto.

El C. Aguirre Colorado: En consecuencia, cualquiera que haya sido revolucionario, podrá considerar el número de gente que defendía las trincheras enemigas, tanto más, si se tiene en cuenta que huyeron grandes contingentes de fuerzas enemigas. Yo no tomé el campo; si se cometieron algunos asesinatos, de ello no tengo yo la culpa. La prensa yucateca de Ortiz Argumedo, naturalmente, debió haber dicho que yo era uno de tantos asesinos, como nos llamaban a todos; pero eso no corrobora el hecho que ha asentado el C. Alonzo Romero, de que yo dejé una huella de sangre y cometí una serie de asesinatos en Yucatán. El C. Alonzo Romero no podrá citar un sólo caso concreto, y lo reto para que diga: Aguirre Colorado fusiló a fulano de tal; lo autorizo para que recabe datos y pruebe a qué personas fusilé o asesiné, que no haya sido en el cumplimiento de mi deber y en pleno combate. He querido rectificar estos hechos, porque verdaderamente yo no he venido ofuscado a esta tribuna para atacar la credencial del señor Manzanilla; he venido argumentando con bases sólidas o sin ellas, pero no he venido a injuriar a ninguno de los señores diputados por Yucatán. Cuando yo asenté que ha tenido Yucatán tendencias separatistas, naturalmente yo no he dicho fulano de tal es el separatista; habrá sus excepciones; pero que la mayoría ha sancionado en ese Estado su tendencia separatista, este es un hecho completamente verídico.

El C. Hernández Garibay: ¡Histórico!

El C. Ancona Albertos: Pido la palabra, señor presidente.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Ancona Albertos.

El C. Ancona Albertos: Señores diputados: Voy a ser muy breve; he ocupado esta tribuna únicamente, porque se ha herido la dignidad de mi Estado, y es necesario rectificar este hecho: No es verdad, señor Aguirre Colorado, que la mayoría del Estado de Yucatán, haya sancionado el movimiento

de Ortiz Argumedo. El señor Aguirre Colorado no conoce los antecedentes de este asunto, que tal vez el C. Plank sí conoce, porque estuvo en Yucatán. Cuando al triunfo de la Revolución Constitucionalista, fue nombrado Gobernador del Estado de Yucatán el C. Eleuterio Ávila, que hizo una labor política detestable, hasta el punto que el Primer Jefe se vio obligado a destituirlo. Entonces el señor Ávila se sintió despechado y empezó a maniobrar politicamente, para que no se le quitara del Gobierno del Estado. De allí el levantamiento del 4 de enero, del batallón "Cepeda Peraza," que organizó Eleuterio Ávila, con el objeto de que no lo expulsaran del Gobierno del Estado de Yucatán. Ese levantamiento fue hecho por un batallón ex - federal, que Ávila tuvo la cobardía de no disolver cuando se hizo cargo del Gobierno del Estado de Yucatán y, con esos elementos, después de que Ávila fue destituído, entró el general de los Santos, quien fracasó, por causas que no son del caso decir, y entonces vino el cuartelazo, la famosa traición de Ortiz Argumedo, que fue principalmente hecha por los oficiales de ese batallón que era ex - federal, y por todos los oficiales ex - federales que estaban licenciados en Yucatán, y tan es así, que el pueblo de Yucatán, el verdadero pueblo, no autorizó ese levantamiento; y en Yucatán, a la traición de Argumedo se llamaba vulgarmente: "la guerra de los catrines." El verdadero pueblo no tomó parte en esa farsa y únicamente fueron los tristes campesinos que fueron hechos leva y obligados a ir a la traición. Y una buena prueba de ello es que así lo comprendió el general Alvarado, que al segundo día puso en libertad a todos los indígenas que tomaron parte en el movimiento.

Ahora, señores, voy a contestar la interpelación del C. Cabrera y a dar algunos informes sobre el candidato señor Rosado; esto si es necesario para el debate. En un documento que tengo aquí y en otro que tiene el general Plank, consta: en el mío, que el señor Ángel Rosado, (Sr.), fue el encargado de cuidar las armas que Ávila llevó a Yucatán para levantarse; el padre del candidato fue el encargado de cuidarlas, no el mismo candidato; y en el documento que tiene el general Plank, consta que el mismo Ángel Rosado estaba en convivencia con los traidores.....

- Una voz desde las galerias: Si se me ataca, que se me deje defenderme.

El C. Ancona Albertos: Lamento que el señor Rosado no tenga voz en esta tribuna, y disculpo su exclamación; pero me consta lo que he dicho. Atentamente suplicaría a la Cámara que le permitiera el uso de la palabra, para que él mismo diga si no es cierto que toda su familia, desde la época del imperio hasta la fecha, primero fueron imperialistas y después eternos reaccionarios en Yucatán. Su padre, como consta en los documentos que tengo, fue morenista, y eso lo sabe todo Yucatán, porque el morenismo, en cierta forma, fue un partido descendiente del imperialismo clásico.

El señor Ángel Rosado, junior, también fue morenista y tiene, exactamente, en todo caso, los mismos antecedentes políticos que se toman como un cargo en contra del señor Manzanilla. Por lo demás, como ha dicho el C. García Vigil, el señor Rosado es muy joven, no tiene historia; pero sí estuvo en Yucatán en la época del argumedismo y, en ese caso, también, como dijo no sé qué orador, debe suponerse que se sometió al argumendismo lo que, otra parte, es una falsedad. Así es que, señores diputados, si por los antecedentes políticos de morenista se quiere combatir al señor Manzanilla, Ángel Rosado está en el mismo caso. (Voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Alonzo Romero: Pido que se pregunte a la Asamblea si está suficientemente discutido el dictamen. (Voces: ¡Si, si! ¡A votar!)

El C. Rivera Cabrera: En vista de la impaciencia de la Cámara, renuncio al uso de palabra.

El C. Prosecretario Magallón: No habiendo más oradores en pro ni en contra, se pregunta a la Asamblea si está suficientemente discutido el dictamen.

El C. Alonzo Romero: Pido votación nominal.

El C. Zubaran: Suplico que nos lean el dictamen.

El C. Secretario Padrés: La parte resolutiva es la siguiente:(leyó.)

El C. Mata Filomeno: Moción de orden. No ha resuelto la Mesa si este asunto está o no suficientemente discutido. La asamblea ha votado, pero la Mesa no ha hecho ninguna declaración.

El C. Prosecretario Magallón: La presidencia manifiesta, por conducto de la Secretaría, que se considera suficientemente discutido.

El C. Alonzo Romero: Pido votación nominal, apoyado por siete ciudadanos diputados.

El C. Presidente: Se procede a la votación nominal.

El C. Ancona Albertos: Yo pido que la primera cláusula sea votada económicamente y la segunda nominalmente.

El C. Hernández Garibay: Moción de orden. No se puede poner a votación nada más una parte del dictamen, porque puede suceder que todos los candidatos que tomaron parte en esas elecciones adolezcan del mismo vicio político de que se acusa el señor Manzanilla.

El C. Aguirre Colorado: Moción de orden. Pido, como decía el señor Hernández Garibay, que como puede adolecer el candidato que sigue en votación en caso de ser rechazado el señor Manzanilla, que los mismos defectos políticos que este señor, yo pido a la H. Asamblea aplace la votación sobre la validez de las elecciones.

El C. Alonzo Romero: Se presentan dos proposiciones: Una en que se dice que son válidas las elecciones, y la segunda que son válidas en favor de Fulano y Zutano. De manera que la primera parte se votará en votación económica y la segunda en votación nominal.

El C. Hay: Moción de orden. En vista de que en esta discusión no se separaron los artículos a que se refiere el señor compañero, la votación tiene que ser única para los dos artículos correspondientes; por lo que respecta a lo que dice el señor Aguirre Colorado, no se puede aplazar ya la votación desde el momento en que la Asamblea ha considerado suficientemente discutido el asunto y tiene que procederse a una inmediata votación .

El C. Secretario Mata: En votación económica se pregunta a la Asamblea si se vota económicamente

la primera proposición relativa a la validez de las elecciones en el Distrito que se menciona. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. se votará económicamente la primera parte. La primera parte dice así: "Son válidas las elecciones verificadas en el tercer distrito electoral del Estado de Yucatán."

En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobado. En votación nominal se pregunta si se aprueba la segunda proposición que dice: "Son diputados propietarios y suplentes, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Rafael Manzanilla Tejero y José Dolores Conde Perera."

(Se procede a la votación.)

El C. Prosecretario Villarreal: Votaron afirmativamente los CC. Aguirre Berlanga Joaquín, Aguirre Crisóforo, Aguirre Efrén, Alejandre, Alonzo Romero, Ancona Albertos, Aranda, Aveleyra, Barrera, Betancourt, Bravo Izquierdo, del Castillo, Cepeda Medrano, Cienfuegos y Camus, Cisneros, Córdoba Daniel S., Cruz, Castañeda, Chapa, Dávila, Domínguez, Echeverría, Esquivel, Fernández Aurelio M., Fernández Martínez, Figueroa, García Jonás, García Salvador Gonzalo, González Jesús M., González Lauro, Guajardo, Hay, Hermosillo, Ibarra, Leyva, Lizalde, López Ignacio, Luna Enriquez, Magallón, Malpica, Manjarrez, Márquez Rafael, Martínez de Escobar, Mata Filomeno, Mata Luis I., Mendoza, Meneses, Moctezuma, Múgica, Muñoz, Navarrete, Neri, Ortega José M., Padilla, Padrés, Pardo, Peralta, Pérez Brambila, Pineda, Plank, Portes Gil, Pruneda, Ramírez G. Benito, Ramírez Pedro, Rebolledo, Reynoso, Rivera Cabrera, Robles Domínguez, Rodríguez Saro, Román, Rueda Magro, Ruiz Estrada, Ruiz Juan A., Sánchez José M., Sánchez Pontón, Sánchez Tenorio, Saucedo Salvador, Sepúlveda, Silva Jesús, Suárez, Torre Romula de la, Torres bordón, Torres José D., Vadillo y Valle. Total, 85.

El C. Secretario Mata: Votaron negativamente los CC. Aguirre Colorado, Arlazón, Avendaño, Bandera Y Mata, Barragán Juan Francisco, Bello, Benítez, Breceda, Cano, Cantú, Cárdenas, Carrillo Eduardo S., Carrillo Iturriaga, del Castillo, Céspedes, Córdoba Gabriel J., Cravioto, Cristiani, Curiel, Dávalos Ornelas, Díaz González, Esparza, Fentanes, Flores Garza, Gámez Gustavo, Gámez Ramón, García Eliseo, García Pablo, García Vigil, Garza González, Garza Pérez, Gaxiola, Gay Baños, González Galindo, González Marciano, González Torres, Gutiérrez Antonio, Hernández Ernesto, Hernández Garibay, Hernández Jerónimo, Hernández Luis M., Herrera, Higareda, Lailson Banuet, Lanz Galera, Lechuga Val, Leyzaola, López Miro, Manrique, Marcelin, Mariel, Márquez Josafat, Martínez Rafael, Méndez, Ordorica, Ortega Rafael, Ortiz, Otero, Pardo, Paredes Colín, Pedroza, Pesqueira, Portillo, Ramírez Genaro, Ramírez Llaca, Rivas, Rocha, Rojas Dugelay, Rosas, Segovia, Silva Herrera, Soto, Téllez Escudero, Torre Jesús de la. Treviño, Uruñuela, Vadillo, Velásquez, Ventura, Villarreal Filiberto C,. Villarreal Jesús J. y Zubaran. Total, 83.

El C. de la Torre Jesús: Pido la palabra señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. de la Torre Jesús.

El C. de la Torre: ¿Dónde figura mi voto?

El C. Secretario Mata: El voto del C. Jesús de la Torre consta en la negativa

El C. Juan A. Ruiz: Me parece que el voto del señor Pardo aparece en la afirmativa y en la negativa, cuando sólo votó por la afirmativa.

El C. Secretario Mata: En efecto, el voto del C. Pardo consta en la negativa y también en la afirmativa.

El C. Pardo: Voté por la afirmativa.

El C. Mata: Se hace constar que el voto del C. Pardo fue por la afirmativa se retira de la negativa, quedando 82 votos por la negativa.

El C. Cruz José: Parece que mi voto también figura por la afirmativa y por la negativa, siendo que solamente voté por la afirmativa.

El C. Secretario Mata: Es verdad. Se hace constar que el voto del C. Cruz queda en la afirmativa y se retira de la negativa, resultando 81 votos por la negativa.

Ha sido aprobado el dictamen por 85 votos de la afirmativa contra 81 de la negativa. La Presidencia declara que son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 3er. distrito electoral del Estado de Yucatán, los ciudadanos Rafael Manzanilla Tejero y José Dolores Conde Perero. (Aplausos.)

El C. Cienfuegos y Camus: Pido la palabra señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Cienfuegos y Camus.

El C. Cienfuegos y Camus: Con motivo de que el diputado Otero, solicitó que se aplazara la protesta del diputado Castañeda, excito al mismo señor Otero, que ya se encuentra aquí, muestre los documentos que trajo a fin de poder yo presentar los míos, que son en favor del señor Castañeda, los que desde luego entrego a la Secretaría para que en caso de que sea necesario se les dé lectura.

El C. Hernández Garibay: Moción de orden. Está aprobada la credencial.

El C. Secretario Mata: La Presidencia me ordena decir que habiéndose aprobado esta credencial del señor Castañeda, no ha lugar ni a una ni a otra cosa.

El C. Presidente: Se levanta la sesión del Colegio Electoral y se va abrir la de Cámara de Diputados para que rinda la protesta el ciudadano diputado Castañeda.

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 8 DE AGOSTO DE 1917

SUMARIO

1. Abierta la sesión y leída y aprobada el acta de la anterior, presta su protesta de

Ley el C. Castañeda Austreberto, levantándose en seguida la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. VADILLO BASILIO

El C. Presidente: Se abre la sesión.

El C. Secretario Mata: "Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados, el día siete de agosto de mil novecientos diecisiete.

"Presidencia del C. José Siurob.

"En la ciudad de México, a las cuatro y treinta y cinco p.m. del martes siete de agosto de mil novecientos diecisiete, con asistencia del mismo número de ciudadanos diputados que estuvieron presentes en la sesión inmediata anterior de Colegio Electoral, se abrió ésta, de Cámara de Diputados.

"El C. Secretario Mata, leyó el acta de la sesión celebrada el día seis del presente mes, la cual, sin discusión, fue aprobada en votación económica.

"En seguida, reanudose la discusión sobre el dictamen de las Comisiones unidas, 1a. y 2a. de Justicia y Especial, que consulta el proyecto de Ley Orgánica del Poder Judicial del Fuero Común en el Distrito y Territorios Federales.

"El ciudadano Secretario Mata dio lectura a los artículos contenidos en el capítulo único del tíÍtulo sexto que, una vez puestos a debate, y después de una moción de orden del C. Cabrera, de una aclaración del C. Rueda Magro y de nueva lectura de los mismos realizada por el ciudadano Secretario del Castillo a moción del C. Cabrera, el C. Rueda Magro, en nombre de las citadas Comisiones, pidió y obtuvo permiso de la Asamblea para retirar el artículo 36 ya reformado, y manifestó que los artículos 148 y 149 sustituían a los señalados con los números 142 y 143, quedaban sin efecto.

"Separados los artículos 131, 135 y 141 reformado, a solicitud del C. Cabrera. el C. Rueda Magro, después de algunas aclaraciones, propuso se votara juntamente con los artículos no objetados el 136, al cual dio lectura nuevamente reformado, si no tenía discusión alguna, y como nadie usó de la palabra en pro ni en contra, los artículos no objetados fueron: 130, 132, 133, 134, reformado; 135 bis; 136 reformado por segunda vez; 137, 138, 139, 140, 142 y 143, reformados; 144, 145, 146, 147, reformados.

"Dichos artículos reformados dicen:

"Articulo 134. Los secretarios y demás empleados de los Juzgados de Primera Instancia, serán nombrados libremente por los jueces de que dependan y removidos solo por causas justificadas y con aprobación del Tribunal Superior respectivo.

"Articulo 135 bis. Las licencias de los Secretarios y demás empleados de los juzgados de lo Civil, de lo Penal, mixtos y menores, serán concedidas por el Juez de que dependan.

"Articulo 136. Los magistrados y Jueces, antes de entrar a desempeñar sus funciones, prestarán la protesta de ley en los términos siguientes: el funcionario que tome la protesta interrogará: "¿Protestáis guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo que se os ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión?" El interesado contestará: "Sí protesto."

"Los Magistrados del Tribunal Superior del Distrito Federal protestarán ante el Congreso de la Unión, y en sus recesos, ante la Comisión permanente. El Magistrado de la Baja California lo hará ante el Gobernador de ese Territorio, si reside en la ciudad de La Paz; en su defecto, ante el Ayuntamiento de la cabecera del Distrito en que dicho Tribunal tenga su asiento.

"Los Jueces del Distrito Federal y los de los Partidos Centro y Sur de las Baja California, protestarán ante los Tribunales Superiores de que dependan. Los Jueces del Partido Norte de la Baja California y Territorio de Quintana Roo, otorgarán la protesta de ley ante el Ayuntamiento de la Municipalidad en que tengan que residir.

"Articulo 140. Los Jueces de lo civil, de lo penal, mixtos, menores y de paz, cuando estuvieren impedidos en algún negocio, serán suplidos por el que les siga en número, si hubiere varios de igual categoría, dentro del mismo partido judicial o por el del partido judicial más próximo, si solamente hubiera uno; y mientras el suplente se hace cargo de los autos, el Secretario practicará las diligencias urgentes.

"Lo Jueces de la ciudad de México, nunca conocerán, por las causas expresadas de asuntos de la competencia de los foráneos del Distrito Federal.

"En el Territorio de Quintana Roo, cuando estuviere impedido el Juez mixto del Partido, conocerá del asunto o asuntos, el Juez menor mixto de la cabecera, y en su defecto, el del Juzgado menor más próximo.

"Articulo 142. Las faltas temporales de los Secretarios de los Tribunales y Juzgados que no excedan de cinco días, serán suplidas por cualquiera de los otros Secretarios, que designe el Juez o Tribunal, cuando hubiere varios; y si solo hubiere uno, por testigos de asistencia que nombre el superior respectivo.

"Si la falta excediere de quince días, dichos Secretarios, serán suplidos por nombramiento que haga la autoridad que corresponda.

"Articulo 143. Las faltas de los empleados de los Juzgados y Tribunales, que excedan de quince días, se suplirán por nombramiento que haga el superior de que dependan.

"Si la falta no excediese de quince días, las labores de la oficina se desempeñarán de la manera que lo determine el Reglamento respectivo, a no ser que el Juez o Tribunal, estimen necesario nombrar interinamente, un sustituto.

"Articulo 146. Los Jueces de lo penal y mixtos, en asuntos penales de su competencia, practicarán, en audiencia pública, las diligencias expresamente determinadas en el artículo 20 constitucional, y sentenciarán en igual forma y en los términos que establezca la Ley de Procedimientos Penales, con excepción de los casos en que la moral o el interés público, exijan lo contrario.

"Artículo 147. Los jueces del Distrito Federal y Territorios, concurrirán a sus juzgados, cuando menos,

seis horas diarias para tramitar, acordar y fallar los asuntos de su competencia."

"Efectuada la votación nominal correspondiente, se declararon aprobados los artículos no objetados, por unanimidad de 138 votos.

"Puesto a discusión el artículo 131, el C. Cabrera habló en contra de éste y de los artículos 135 y 141 también separados. El C. Rueda Magro, apoyó los tres artículos referidos, y a continuación, la Asamblea resolvió afirmativamente, al consultársele, acerca de si estaba suficientemente discutido el artículo 131.

"El C. Pérez Gasga, pidió se votaran a un mismo tiempo los artículos 131, 135 y 141, a lo cual accedió la Asamblea al considerar agotado el debate respecto de los tres artículos.

"El 141 reformado, está concebido en estos términos:

"Los Jueces de lo Civil, de lo Penal, menores mixtos y de paz, serán suplidos en sus faltas que no excedan de quince días, por los secretarios respectivos, en los términos que previenen los artículos 91, 92 y 95 de esta ley."

"En votación nominal se obtuvo un resultado favorable por 123 votos de la afirmativa, contra 2 de la negativa de los CC. Cepeda Medrano y Manrique.

"El C. Secretario López Lira hizo la declaración reglamentaria.

"Puestos a consideración de la Asamblea, los artículos transitorios del proyecto de Ley Orgánica que se consulta, el C. Sánchez Pontón contestó una pregunta del C. Medina Hilario, quien separó el artículo 3o., después de una moción de orden del C. Ruede Magro. El C. Cabrera separó el artículo 6o. y el C. Lanz Galera el 7o., que, como adición, presentaron las comisiones.

"Consumada la votación nominal de los artículos no objetados: 1o., 2o., 4o. 5o., fueron declarados aprobados por unanimidad de 139 votos.

"Una vez a debate el artículo 3o. transitorio, fue impugnado por el C. Medina Hilario y aprobado por el C. Velásquez, miembro de las Comisiones dictaminadoras. El C. Hernández habló en contra, y considerado suficientemente discutido, en votación nominal, resultó aprobado el artículo aludido por 92 votos de la afirmativa contra 58 de la afirmativa.

"Votaron afirmativamente los CC. Aguirre Efrén, Alonzo Romero, Ancona Albertos, Arlanzón, Bandera y Mata, Bello, Benítez, Betancourt, Breceda, Cancino Gómez, Cantú, Cárdenas, Carrillo Iturriaga, del Castillo, Cisneros, Córdoba Daniel S. Cristiani, Cruz José C., Chapa, Dávalos Ornelas, Dávila, Domínguez, Fentanes, Fernández Aurelio M., Gámez Ramón, García Jonás, García Pablo, Garza Ernesto, Garza González, Gómez S. Emiliano, González Jesús M., Hermosillo, Hernández Maldonado, Higareda, Lailson Banuet, Lanz Galera, Lechuga Val, Leyva, Leyzaola, López Ignacio, López Miro, Magallón, Malpica, Márquez Josafat, Martínez Joaquín, Martínez Rafael, Mendoza, Meneses, Moctezuma, Montiel, Muñoz, Neri, Ortega José M., Ortiz, Pardo, Paredes Colín, Parra, Pedroza, Pérez Brambila, Pérez Gasga, Pesqueira, Pineda, Plank, Portes Gil, Ramírez G. Benito, Ramírez Genaro, Ramírez Llaca, Ramírez Pedro, Rivera Cabrera, Robles Domínguez, Rocha, Rodríguez Saro, Román, Rueda Magro, Ruiz Estrada, Ruiz Juan A., Sánchez José M. Sánchez Pontón, Sánchez Tenorio, Segovia, Sepúlveda, Silva Jesús, Siurob, Téllez Escudero, Torre Rómulo de la, Torres José D., Uruñuela, Vadillo, Valle Velázquez, y Ventura.

"Votaron negativamente los CC. Aguirre Colorado, Aguirre Crisoforo, Alejandre, Alvarez del Castillo, Aranda, Cabrera, Cámara, Campero, Cano, Carrillo Eduardo S., Cepeda Medrano, Céspedes, Cienfuegos y Camus, Curiel, Esparza, Figueroa, Flores Garza, Gaitan, Gámez Gustavo, García Eliseo, García Salvador Gonzalo, Garza Pérez, Gaxiola, González Lauro, González Torres, Guajardo, Gutiérrez, Hernández Garibay, Hernández Jerónimo, Hernández Luis M., Ibarra, Lizalde, López Lira, Luna Enriquez, Manjarrez Manrique, Mariel, Márquez Rafael, Martín del Campo, Martínez de Escobar, Medina Francisco, Medina Hilario, Méndez, Montiel, Ordorica, Padilla, Peralta, Portillo, Rebolledo, Ríos Landeros, Rivas, Rosas, Saucedo J. Concepción, Silva Herrera, Soto, Torre Jesús de la, y Villarreal Jesús J.

"Por conducto del ciudadano Prosecretario Magallón, hizo la Mesa la declaración debida.

"El C. Rueda Magro expuso, que no tenía ya razón de ser el artículo 6o. transitorio, y, por consiguiente, pidió permiso para retirarlo, lo cual fue concedido por la Asamblea en votación económica.

"Puesto a debate el artículo 7o. transitorio, el C. Lanz Galera, propuso fuera modificado, y agregó algunas aclaraciones, así que hubo contestado una interpelación del C. Sánchez Pontón, quien apoyó el artículo de que se trata. El C. Cabrera, en contra, propuso se retirara definitivamente el mismo artículo, a lo que accedió la Asamblea al preguntársele sobre el particular, una vez que el C. Sánchez Pontón, en nombre de las Comisiones, solicitó, asimismo, fuera retirado el artículo 7o. transitorio.

"Acto seguido, se dio lectura a las adiciones presentadas por las Comisiones dictaminadoras; artículos 67 bis, 71 bis, 74; fracciones 2a., 3a., y 3a. bis; 77, fracción 5a.; 80, fracciones 6a. y 6a. bis; 110, 111 y 112.

"Al declararse que estaban a discusión, el C. Cabrera, Pidió se aplazara ésta para el día siguiente, lo que fue atendido por la Presidencia, y después de que el C. Rueda Magro solicitó se imprimieran las referidas adiciones, se levantó la sesión a las siete y quince p. m."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse poner de pie Aprobada.

Estando a las puertas del salón el diputado Austreberto P. Castañeda, la Presidencia comisiona a los CC. Juan A. Ruiz y Mata Filomeno para que lo introduzcan al salón a efecto de que rinda la protesta de ley.

(Rindió la protesta de ley el mencionado ciudadano diputado.)

El C. Presidente, a las 7.35 p.m.: Se levanta la sesión y se cita para mañana a la hora reglamentaria a sesión de la Cámara de Diputados.

El Jefe de la sección de Taquigrafía.

JOAQUÍN Z. VALADEZ.