Legislatura XXVII - Año II - Período Ordinario - Fecha 19171012 - Número de Diario 32

(L27A2P1oN032F19171012.xml)Núm. Diario:32

ENCABEZADO

MÉXICO, VIERNES 12 DE OCTUBRE DE 1917

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

PERIODO ORDINARIO XXVII LEGISLATURA TOMO II.- NUMERO 32

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS CELEBRADA EL DÍA 11 DE OCTUBRE DE 1917

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior. Se da cuenta con los asuntos en cartera, concediéndose licencia al C. diputado Salvador Gonzalo García.

2. - Primera lectura del proyecto de ley presentado por los CC. diputados Luna Enríquez, Villarreal y Aguirre Colorado, que autoriza a los Gobiernos de los Estados para crear su deuda interior agraria. Lectura de una iniciativa de ley presentada a esta Cámara por el C. Ferrer Aldana. Pasa a Comisión por haberla hecho suya varios CC. diputados. Se sigue dando cuenta con los asuntos en cartera.

3. - Es aprobado nominalmente el dictamen de la 2a. Comisión de Hacienda, relativo a la pensión a la señora viuda del C. Serapio Rendón.

4. - Es discutido y aprobado el dictamen de la 2a. Comisión de Hacienda, sobre la pensión a la señora viuda del C. Ramón Cabrera. Rectifica hechos el C. Silva Herrera.

5. - Es discutida y aprobada una proposición para que no haya sesión el día de mañana. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. LÓPEZ LIRA JESÚS

(Asistencia de 138 CC. diputados.)

El C. Presidente, a las 4.18 p. m.: Se abre la sesión.

El C. Secretario Aranda: "Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados, el día diez de octubre de mil novecientos diez y siete.

"Presidencia del C. López Lira Jesús .

"En la ciudad de México, a las cuatro y diez y siete de la tarde del miércoles diez de octubre de mil novecientos diez y siete, con asistencia de ciento treinta y un CC. diputados, según consta en la lista que previamente pasó el C. Secretario Aranda, se abrió la sesión.

"El mismo C. Secretario leyó el acta de la sesión celebrada el día nueve de los corrientes, la cual, sin discusión, se aprobó en votación económica.

"Acto seguido, los CC. Secretarios Portes Gil y Alonzo Romero, dieron cuenta con los siguientes documentos.

"Oficio de la Legislatura del Estado de Campeche, en que manifiesta que adhiere y apoya la solicitud de la de Zacatecas, para que se expida la ley que facultará a los Estados, para crear su deuda agraria. - Recibo y agréguese a su expediente.

"Solicitud del C. diputado Antonio de la Barrera, a fin de que se le conceda, con goce de dietas y dispensa de trámites, licencia hasta por veinte días para dedicarse al arreglo de asuntos familiares.

"Se preguntó a la Asamblea si dispensaba los trámites, y la Secretaría declaró negativa la votación a ese respecto; reclamada por algunos CC. diputados, se repitió, rectificándose la declaración en el sentido de que sí se concedía dicha dispensa.

"Una vez a discusión, sin que nadie hiciera uso de la palabra, se aprobó en votación económica.

"Oficio de la Secretaría de Guerra y Marina, Departamento de Militarización, en que se invita a los miembros de esta H. Cámara para que concurran al acto que tendrá lugar el día doce de los corrientes en los llanos que se extienden entre el parque de Chapultepec, la Fábrica de Cartuchos, con motivo de ejercicios militares que ejecutarán los alumnos de las escuelas oficiales del Distrito Federal. - De enterado con agradecimiento.

"Minuta de la 1a. Comisión de Corrección de Estilo. relativa al Proyecto de Ley, que concede una pensión vitalicia de diez pesos diarios, a la señorita Guadalupe Hidalgo y Costilla.

"Se aprobó en votación económica y se declaró que pasaba al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

"Proyecto de Ley subscripto por los CC. Villarreal Filiberto C. e Isidro Izquierdo, y hecho suyo por los CC. Sánchez José M., Martínez de Escobar, Peralta, Magallón, González Jesús M. y veintiocho CC. diputados más, que trata de revelar totalmente de la obligación de pago a los inquilinos del Distrito Federal y Territorios, que ocupen casas cuya renta mensual no exceda de cincuenta pesos.

"Presidencia del C. Sánchez Pontón Luis.

"El C. Villarreal Filiberto C., fundó la dispensa

de trámite, en dos ocasiones, y en contra de ella hablaron los CC. Reynoso y Rocha.

"Presidencia del C. López Lira Jesús.

"En votación económica, la Asamblea, no dispensó los trámites, por lo que la Secretaría declaró que quedaba este Proyecto de Ley de primera lectura; pero con el C. Villarreal Filiberto C., después de haberse dado cuenta con el documento siguiente, reclamó dicho trámite, la Presidencia, previa una aclaración, lo modificó en estos términos: "A las Comisiones unidas, 2a. de Puntos Constitucionales y 2a. de Justicia.

"Presidencia del C. Sánchez Pontón Luis.

"Proyecto de Ley Reglamentario, del decreto relativo a la cuestión agraria, expedido por el C. Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Encargado del Poder Ejecutivo de la Unión, el seis de enero de mil novecientos quince en la ciudad de Veracruz, firmado por los CC. diputados Vadillo, Neri, Alonzo Romero, Aveleyra, Ancona Albertos, Aguirre Colorado, Siurob e Ibarra. - A la Comisión especial del artículo 27, e imprímase.

"Dictamen de las Comisiones unidas de Justicia y 2a. de Puntos Constitucionales, relativo a la iniciativa de Ley del Ejecutivo, para poner en vigor la que expidió en 9 de octubre de 1916 el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Encargado del Poder Ejecutivo de la Unión, contra salteadores, incendiarios y plagiarios, y cuyo dictamen termina con un Proyecto de Ley, que establece la pena de muerte para los delitos que en el mismo se mencionan. - Primera lectura, e imprímase.

"El C. Siurob, solicitó se dispensaran a este Proyecto de Ley, los demás trámites, con el objeto de discutirlo desde luego, y en seguida, la Asamblea, en votación económica, consideró el asunto de urgente resolución, por lo que la Secretaría declaró que estaba a debate, declaración que fue repetida después de moción de orden de los CC. Siurob y Zapata y aclaraciones de la Presidencia; la Secretaría leyó los artículos 61 y 62 del Reglamento, el primero a petición del C. Román, después de lo cual, por tercera vez, la Mesa declaró que estaba a discusión dicho Proyecto de Ley, cuya lectura hizo nuevamente el C. Secretario Alonzo Romero, a solicitud de varios CC. diputados.

"El mismo C. Secretario, leyó a continuación una moción suspensiva, subscripta por los CC. Zapata, Zubaran, Rocha, López Miro, Paredes Colín, Reynoso y Hernández Garibay, que dice:

"Los subscriptos, pedimos se suspenda la discusión, sobre el Proyecto de Ley de suspensión de garantías hasta que se imprima, y se haga de este modo del conocimiento de los señores diputados.

"El C. Zapata, la fundó, y como se concediera la palabra en contra, al C. Pruneda el C. Medina Hilario hizo una moción de orden que motivó la lectura del artículo 108 reglamentario, en cuyo texto se fundó la Presidencia para conceder la palabra en contra al C. Pruneda. Una vez que éste terminó, la Asamblea, en votación económica, acordó tomar en consideración la moción suspensiva por setenta y tres votos de la afirmativa, contra sesenta y uno de la negativa, según recuento llevado a cabo por los CC. Manrique, Siurob, Medina Hilario y Treviño.

"Puesto a discusión, el C. Pruneda habló en contra, y en pro el C. Cienfuegos y Camus; el primero hizo una aclaración y en seguida impugnó el punto a debate el C. Avilés, quien fue interrumpido por una moción de orden del C. Cienfuegos y Camus; por la Presidencia para indicarle se concretaran a hablar en contra de la moción suspensiva, y por la Secretaría para llamar al orden a los concurrentes a las galerías.

"Terminó el C. Avilés, y habló en pro el C. Rocha; y después de que el C. Siurob hizo aclaraciones, se consideró el punto suficientemente discutido, aprobándose, en votación económica, la moción suspensiva.

"La Secretaría comenzaba la lectura del dictamen de las Comisiones unidas 1a. y 2a. de Justicia, relativo a la iniciativa del Ejecutivo de la Unión, para la organización del Ministerio Público federal, cuando fue interrumpido por el C. Rueda Magro, miembro de las Comisiones dictaminadoras, para proponer se dispensaran la primera y segunda lecturas de este documento, así como las dictamen de las mismas Comisiones, que consultan el Proyecto de Ley Orgánica del Ministerio Público del Distrito Federal y Territorios y que se imprimieran ambos, fijando día para su discusión.

"La Asamblea, en dos votaciones económicas sucesivas, aprobó la dispensa de las lecturas que solicitó el C. Rueda Magro.

"A las seis y treinta y cinco p. m. se levantó la sesión para pasar a secreta."

Está a discusión el acta. ¿No hay quien pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse poner de pie. Aprobada.

El C. Secretario Alonzo Romero: "Secretaría de Estado, Negocios Interiores. - Sección primera. - Número 2513.

"Con el atento oficio de esa H. Cámara, girado por la mesa primera bajo el número 79, con fecha 8 del actual, se recibió en esta Secretaría el decreto que establece una pensión para la señorita Hermila Domínguez y otra para el joven Ricardo Domínguez.

"Reitero a ustedes mi atenta y distinguida consideración.

"Constitución y Reformas. - México, octubre 10 de 1917. - El subsecretario de Estado, Encargado del Despacho del Interior. - Aguirre Berlanga. - A los CC. Secretarios del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos. - Presente." - A su expediente.

"Secretaría del Congreso del Estado Libre y Soberano de Sinaloa. - Número 255. - A los CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados. - México, D.F.

"La H. Legislatura del Estado de Zacatecas, dice a la de este Estado lo siguiente que tenemos el honor de transcribir a ustedes:

"La H. Legislatura del Estado, en sesión ordinaria del 16 del que rige, tuvo a bien acordar se elevara memorial al H. Congreso de la Unión, pidiéndosele den los trámites necesarios a fin de que se dicte a la mayor brevedad posible, la ley a que se refiere la base (e) del párrafo 6º del inciso 7º del artículo 27 de la Constitución Política

de los Estados Unidos Mexicanos, que facultará a los Estados para crear su deuda agraria, y a efecto de que en vista de ella, esta Legislatura y en los otros Estados que se encuentren en el mismo caso, puedan dictar en el menor plazo posible las disposiciones relativas al fraccionamiento de latifundios y organización del patrimonio de familia."

"Esta H. Cámara, dándose cuenta exacta de la importancia que encierra la precitada iniciativa, en sesión del 24 del actual, aprobó el siguiente dictamen que nos honramos en transcribir en lo conducente:

"1º. Expídase comunicación al Congreso de la Unión, dándole cuenta que esta H. Legislatura se adhiere al memorial presentado a este respetable Cuerpo por la Legislatura de Zacatecas, a fin de que dicte a la mayor brevedad posible, la ley a que se refiere la base (e), inciso 7º del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

"Al tener el honor de comunicar a ustedes lo anterior, les renovamos las seguridades de nuestra consideración distinguida.

"Constitución y Reformas. - Culiacán Rosales, 27 de septiembre de 1917. - Susana Tisnado, D.S. - F.B. Martínez, D.S." - Recibo y a sus antecedentes.

"Procuraduría General Militar. - México. - V. Número 5159.

"Con relación al oficio de esa H. Cámara de Diputados, número 238, que la Procuraduría General de la República, se sirvió transcribir a esta Procuraduría General Militar, relativo a la consignación del exgeneral federal Pedro Ojeda, me permito manifestarles que ya se consigna el asunto al C. general Jefe de la guarnición de la Plaza, para que éste a su vez, dice la orden de proceder correspondiente, en virtud de la jurisdicción que le concedió la Secretaría de Guerra y Marina.

"Lo que me permito hacer de su conocimiento para sus efectos legales.

"Protesto a ustedes mi atenta y distinguida consideración.

"Constitución y Reformas. - México, octubre 9 de 1917. - El Procurador General Militar, general licenciado G. M. Ortega. - A los CC. Secretarios de la Cámara de Diputados. - Presente." - De enterado y a sus antecedentes

. "Telegrama de Córdoba, Veracruz, 10 de octubre de 1917.

"Secretarios del Congreso de la Nación:

"Habiendo sido designado por superior Gobierno de este Estado, para mediar en resolución conflicto surgido entre patrones y obreros, fábricas cantón Orizaba, y cumpliéndose fecha de hoy licencia económica que se sirvió concederme C. Presidente Congreso, respetuosamente pido H. Asamblea, con dispensa de trámites y goce de dietas, licencia hasta por un mes, para cumplir comisión conferida en distrito que represento; en la inteligencia de que si antes, como espero, resuélvese asunto, me presentaré a ocupar mi puesto diputado por el 13 distrito. - S.G. García.

aprobada.

Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse poner de pie, en el concepto de que se necesitan las dos terceras partes de los votos de los diputados presentes. Dispensados. Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse poner de pie. Concedida.

"El C. general J. A. Castro, Subsecretario de Estado Encargado del Despacho de Guerra y Marina, envía las solicitudes de pensión que ha esa Secretaría han elevado las señoras Dolores C. viuda de Salido, Leonor C. de Hernández, María de Jesús Galván viuda de Castañeda, Refugio Báez viuda de Herrera, María del Refugio Flores viuda de Garza, María Oloño viuda de Parra, María Jesús L. de Estrada, Bonifacia Elizondo viuda de Román, Refugio Palafox viuda de Huerta, Francisco Salazar viuda de García, Ludiviana Galván viuda de Pérez, Isabel Solís viuda de Bernal, Rosa Triana viuda de Enríquez, Anastasio Castro, Francisca de León viuda de Siller y las señoritas María y Rafaela Espinosa, por haber muerto en campaña algunos de sus familiares. - Recibo y pasan los expedientes, por turno, a las Comisiones de Guerra.

"Secretaría de Estado y del Despacho de Guerra y Marina. - México. - Departamento del Servicio Sanitario. - Sección primera de personal. - Número 5840.

"El C. Presidente de la República, ha tenido a bien disponer se remita a esa H. Asamblea a fin de que se sirva determinar sobre el particular, el expediente formado con motivo de la instancia que eleva a esta Secretaría la señora Natalia N. viuda de Martínez, en la que pide una pensión, en vista del fallecimiento del señor capitán 2o. José María Martínez, su esposo, víctima del tifo contraído en el servicio.

"Reitero a ustedes las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. "Constitución y Reformas. - México, 30 de septiembre de 1917. - P. O. del general Subsecretario del Ramo, Encargado del Despacho. - El general Oficial Mayor. - I. Enríquez. - A los CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente."

- Recibo y a la Comisión de Guerra en turno.

"Secretaría de Estado y del Despacho de Guerra y Marina. - Departamento de Infantería. - Sección 3a. - Mesa de Pensiones. - Número 898.

"Tengo la honra de remitir a usted con la relación adjunta, ciento seis expedientes formados con motivo de la solicitud de pensión que han dirigido a esta Secretaría igual número de deudos de militares constitucionalistas muertos en campaña, a fin de que esa H. Cámara de Diputados se sirva resolver lo que estime conveniente.

"Protesto a usted las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. "Constitución y Reformas. - México, 29 de septiembre

de 1917. - El general Subsecretario Encargado del Despacho. - J. A. Castro.

"Al C. Presidente de la H. Cámara de diputados. - Presente." Recibo y pasan los expedientes, por turno, a las Comisiones de Guerra.

"Secretaría de Estado y del Despacho de Guerra y Marina. - México. - Departamento de Infantería. - Sección 5a. - Mesa 3a. - Número

"Tengo la honra de remitir a usted, con la relación adjunta, veinticinco expedientes formados con motivo de la solicitud de pensión que han dirigido a esta Secretaría veintidós deudos de militares constitucionalistas muertos en campaña, y tres instancias de miembros del extinto Ejército Federal, que solicitan pensión de retiro, a fin de que esa H. Cámara de Diputados se sirvan resolver lo que estime conveniente.

"Protesto a usted las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. "Constitución y Reformas. - México, 21 de septiembre de 1917. - El general Subsecretario Encargado del Despacho. - J. A. Castro.

"Al C. Presidente de la H. Cámara de Diputados. - Presente. " - Recibo y pasan los expedientes por turno, a las Comisiones de Guerra.

- El mismo C. Secretario: La Mesa suplica, de la manera más atenta a los CC. diputados, que tengan la bondad de ocupar sus curules.

"Los que subscribimos, diputados al Congreso de la Unión, habiendo tenido conocimiento de que ayer noche fue víctima de un atentado por parte de tres individuos que portaban uniforme del Ejército Constitucionalista, el señor José Barragán Hernández, corrector de pruebas de la imprenta de esta Cámara, tienen el honor de someter a esta Representación Nacional el siguiente acuerdo económico:

"Háganse las gestiones necesarias para que el señor José Barragán Hernández, internado en el Hospital Juárez de esta ciudad, sea trasladado al departamento de distinción, para que sea cuidadosamente atendido hasta su completo restablecimiento.

"Constitución y reformas. - México, 11 de octubre de 1917. - R. Aveleyra. - J. J. Ibarra. - J. R. Padilla. - Mauricio Gómez.

"A los CC. Secretarios de esta H. Cámara. - Presente."

El C. Aveleyra: Pido la palabra para fundar la petición.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Aveleyra: Señores diputados: Los atentados que se han venido cometiendo por individuos que pertenecen o se dicen pertenecer al Ejército Constitucionalista, son ya de una frecuencia alarmante; primero, tenemos un grupo de militares que asaltan a una joven en la vecina población de Mixcoac y pretenden ultrajarla; después, en las calles de la Industria, otro grupo de individuos uniformados comete el mismo atentado; más tarde, en las céntricas calles de las Estaciones, se registra un hecho idéntico, y por último, la noche de ayer, el señor José Barragán Hernández, corrector de pruebas de esta Cámara, ha sido víctima de un asalto sangriento, efectuado por varios militares. Los hechos se registraron más o menos de esta manera: el señor Barragán Hernández, que ha sido un honrado obrero, que ha prestado valiosísimos servicios a la Revolución, que contribuyó de manera eficacísima para que la Casa del Obrero Mundial de México y la de Orizaba ingresaran a las filas constitucionalistas, paseaba por las calles de uno de los Doctores, en coche, acompañado de otro individuo; de repente fue asaltado por tres militares, quienes mataron inmediatamente al cochero, vaciaron sus pistolas sobre el individuo acompañante del señor Barragán Hernández y, por último, hicieron a éste. Se apartan estos militares y dejan al señor Barragán Hernández solo, quien fue recogido por algunos soldados o algunos militares de un cuartel cercano al verlo herido, y momentos después se presento el militar agresor, reclamando que le fuera entregado el señor Barragán Hernández, con el pretexto de hacer algunas averiguaciones o aclaraciones; salió acompañado de un empleado de la Secretaría de Guerra, y entonces este mismo militar mata a este empleado de la Secretaría de Guerra y vacía el último cartucho de su pistola sobre el señor Barragán Hernández, en la caja de cuerpo. Un crimen como éste, señores diputados, debe ser ejemplarmente castigado. Sin embargo, nosotros tenemos confianza en que las autoridades judiciales y militares pondrán un ejemplar castigo a este salvaje individuo; pero mientras tanto este asunto corre los trámites judiciales debidos, nosotros nos permitimos suplicar a Vuestra Soberanía se digne aprobar, con dispensa de trámites, la proposición que hacemos, que es que el señor Barragán Hernández sea pasado a un departamento de distinción en el Hospital Juárez, que es donde está atendiéndose, ya que la Cámara tiene derecho, tiene autoridad para hacer estas gestiones. Nosotros creemos que ustedes aprobarán esta iniciativa que nosotros calificamos de urgencia, puesto que el señor Barragán Hernández tiene dos heridas: una a la altura del hombro izquierdo y la otra en el estómago. Yo pido por tanto, señores diputados dada la gravedad del asunto, que, con dispensa de trámites, se apruebe esta proposición.

El C. Secretario Alonzo Romero: No habiendo quien haga uso de la palabra en contra, se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Sí se dispensan. Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra?

El C. García Vigil: Pido la palabra en contra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra en contra.

El C. García Vigil: Señores diputados: No tomé la palabra en contra cuando habló el diputado Aveleyra, porque supuse que la Asamblea iba, naturalmente, a desechar de plano esta iniciativa, no concediendo la dispensa de trámites como es de rigor. Efectivamente, no corresponde a la Cámara de diputados intervenir en asuntos de esta naturaleza; el señor Barragán Hernández, estimable obrero y empleado de la Cámara, no goza de fuero alguno por el cual la Cámara deba intervenir, no estando consignadas entre las facultades de la Cámara de Diputados ni en las del Congreso

intervenir para asuntos de esta índole, es verdaderamente una oficiosidad la que se pretende acá, y la Cámara de Diputados no podrá tomar participación en este asunto en la forma que se desea, si no es perdiendo toda la seriedad que debe tener, pues no hay que olvidar que es una parte integrante del poder legislativo, y que sus atribuciones están perfectamente definidas en la Constitución. Cualquiera otro asunto que trate y, principalmente de este carácter, es, si puede decirse, un descendimiento por lo que respecta a su alta categoría. Ruego a la Asamblea que deseche desde luego la proposición, sin que por esto deje yo de dar un voto de simpatía, muy personal, a los compañeros que subscriben la iniciativa; y los excito para que, en lo privado, y me comprometo a ayudarles en esa línea, empleen todos los medios que sean necesarios con objeto de aliviar la situación del señor Barragán Hernández; pero no hacerlo de una manera oficial. (Aplausos.)

El C. Aveleyra: Pido la palabra en pro.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra en pro.

El C. Aveleyra: únicamente voy hacer una aclaración y a ello me voy a limitar de una manera muy breve. Nosotros no pretendemos que la Cámara intervenga en el proceso que se deba instruir al asesino de los individuos que he citado, ni al heridor del señor Barragán Hernández; nuestra proposición se concreta única y sencillamente a que la Cámara, en un acuerdo económico, gestione por medio de la Secretaría, o de la Comisión de Administración, que el señor Barragán Hernández sea atendido en un departamento de distinción del Hospital Juárez, puesto que todos conocemos el descuido y, muchas veces, hasta la crueldad con que a los enfermos se trata en ese Hospital. Nosotros pedimos la aprobación de esta proposición, teniendo en cuenta, en primer lugar, que el señor Barragán Hernández es un empleado de esta Cámara, que ha sido villanamente agredido, y que ha prestado grandes servicios a la Revolución; y desde el momento en que a esto se concreta nuestra proposición, no creo que se pueda interpretar que la Cámara va a intervenir en el juicio, ni mucho menos, ni en general, de una manera directa en este asunto; únicamente que gestione que el señor Barragán Hernández sea atendido debidamente en el hospital.

El C. Secretario Alonzo Romero: No habiendo más oradores inscriptos, se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si está suficientemente discutido este asunto. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Suficientemente discutido. En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Reprobado.

- El mismo C. Secretario: "Los subscriptos, diputados por el Estado de Durango, hacen suya la inclusa solicitud de pensión para los deudos del extinto coronel Gregorio García, muerto gloriosamente, víctima de su denodado valor, en los albores de la Revolución Constitucionalista encabezada por el C. Primer Jefe, don Venustiano Carranza; y hacen constar, por carecer de estos detalles el expediente en que se apoya la referida solicitud, que el extinto coronel Gregorio García, fue uno de los más valientes iniciadores del pronunciamiento del 20 de noviembre de 1910, desde cuya fecha luchó por las libertades públicas, sin ambiciones personales, sin egoísmos, y dispuesto en toda ocasión a sacrificar su vida en el logro de sus ideales políticos, como lo pueden comprobar todos los que en esa gloriosa lid le conocieron, entre otros, los CC. generales J. A. Castro y Alberto Cuevas. A raíz del convenio de Ciudad Juárez, pasó por instrucciones de la superioridad, a la Escuela de Aspirantes, a cursar la carrera militar, donde lo encontró el cuartelazo, de donde salió, a diferencia de la mayoría de indignos mexicanos de aquella corporación, a prestar sus servicios al Gobierno legítimo de la República; y donde, después, en el momento en que la Reacción creyó haber dominado la situación, salió ocultamente para el Norte, iniciando nuevamente la campaña en los alrededores de Torreón, Coahuila, sin más elementos que su valor, sus energías y su patriotismo, y contando con la ayuda de sus conterráneos, hasta unirse en Tanque de Calaveras al abanderado de la reivindicación, C. Venustiano Carranza, a cuyo lado sucumbió heroicamente en desigual combate.

"El haber sacrificado su vida este ciudadano en pro de las libertades públicas, tiene el mérito común del deber cumplido; pero el haber sido ejemplo para los hombres de entonces y para las generaciones futuras, el haber actuado en la forma que lo hizo, a su edad y en aquellas circunstancias, con absoluta honradez y con nada más que ideales de libertad y de justicia, sin haber tenido tiempo de disfrutar siquiera de su sueldo para aliviar las necesidades de su humilde familia, en la que tenía un padre, al que amaba como pocos hijos, indudablemente que le hace merecedor a que la Nación Mexicana le coloque entre el gran número de los dignos patriotas, y dé, justificadamente, a su anciano padre, una pensión que le sirva en el corto resto de sus días, a sostener una vida que él ya no es, por su propio esfuerzo, capaz de sostener.

"Creemos, en nuestro deber de hombres honrados, hacer el presente pequeño panegírico de este gran ciudadano, y apoyar esta solicitud, en que se demanda la justicia revolucionaria, a la vez que es justicia humana.

"Cámara de Diputados, México, D. F., a 8 de octubre de 1917. - Antonio Gutiérrez. - Jesús de la Torre. - Jesús J. Villarreal. - Alonzo Breceda. - Francisco Arreola R. - Carlos S. Benítez. - Alberto Ruiz. - Gustavo Gámez.

"A los CC. Secretarios de la Cámara de Diputados. - Presente." - A la Comisión de Guerra en turno.

"CC. diputados del XXVII Congreso de los Estados Unidos Mexicanos. "María del Refugio Dávila viuda de Cepeda, mayor de edad y con domicilio en la casa número 9 de la cuarta calle de Múzquiz, de la ciudad de Saltillo, capital del Estado de Coahuila de Zaragoza,

respetuosamente comparece ante esa H. Asamblea y dice:

"Que como lo demuestra con el certificado que acompaña con otros documentos, fue esposa del extinto general de brigada C. Abraham Cepeda, quien murió combatiendo contra los reaccionarios el día 31 de diciembre de 1915, en el pueblo de San Luis, situado en los límites del Distrito Federal y el Estado de Morelos.

"Centenares de páginas no serían bastantes para relatar los innumerables hechos de armas a que concurrió mi finado esposo, desde los comienzos de la gran Revolución Constitucionalistas, cuya causa reivindicadora abrazó con fe y con ardiente entusiasmo desde que el austero y patriota coahuilense don Venustiano Carranza, enarboló en esta ciudad, el estandarte de la legalidad para restablecer el orden constitucional, roto por la usurpación y el crimen de los pretorianos y reaccionarios de febrero.

"Por esta causa, es decir, para no distraer demasiado vuestra atención, no me permito enumerar, uno a uno, los próceres servicios, tanto del orden civil como del militar, con que mi finado esposo, el general don Abraham Cepeda, contribuyó al triunfo de esta magna Revolución, la más trascendental que registra nuestra historia; y menos necesario lo creo, toda vez que en el seno de esa respetabilísima Asamblea Nacional, figuran muchos representantes del pueblo a quienes les consta que el extinto general Cepeda fue uno de los más leales, de los más firmes y de los más probos revolucionarios, que siempre viera a su lado el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, el hoy dignísimo Presidente de la República, C. Venustiano Carranza.

"Por tanto, sólo me concretaré a adjuntar a esta solicitud una copia del informe de todos los movimientos y operaciones realizadas por las fuerzas de la brigada "Victoriano Cepeda," desde el día 12 de junio, hasta el 31 de diciembre de 1915, cuya columna estuvo al mando de mi referido esposo hasta el momento fatal en que cayó herido de muerte por las balas de los traidores y cobardes zapatistas, a quienes tantas veces humilló y venció en campo abierto, en sus madrigueras y emboscadas, en las montañas y en los pueblos, y en todas partes donde pretendían resistir a los valientes y patriotas coahuilenses, a quienes mi esposo tuvo la alta honra de llevar tantas veces al combate y a la victoria.

"Pues bien, señores diputados, ahora es la viuda de aquel servidor de la patria, es la madre de cinco pequeñuelos descendientes de aquel que perdiera la vida en cumplimiento de sus deberes como ciudadano mexicano, la que viene a solicitar vuestra benevolencia y justificación, una modesta pensión, con qué atender a la subsistencia y educación de los hijos del que supo morir bravamente, para restaurar el orden constitucional, el imperio de la ley, de la justicia y de la libertad en nuestro querido México.

"Por tanto, a ustedes CC. diputados del Soberano Congreso Nacional, respetuosamente pido que, en mérito de lo expuesto, se sirvan acordar de conformidad, por ser de justicia.

"Protesto lo necesario.

"Saltillo, Coahuila, septiembre 7 de 1917. - María del Refugio Dávila viuda de Cepeda.

"Para el efecto de que pase a Comisión desde luego. - Vidal Garza Pérez. - J. Morales Hesse. - S. H. Mariel. - José Federico Rocha. - H. Hermosillo. - J. Aguirre Escobar. - Salvador Saucedo. - J. R. Lizalde." - A la Comisión de Guerra en turno.

"C. Presidente de la H. Cámara de Diputados de los Estados Unidos Mexicanos. - México, D. F.

"Margarita Mesa viuda de Nieto, de cincuenta y cuatro años de edad, mexicana y con domicilio en la casa número 218 de la calle Slocum Place, San Antonio, Texas, ante usted con el respeto debido expongo:

"Que con el carácter de madre del finado Fausto E. Nieto, por mi propio derecho y por el de mis dos hijas, Beatriz y Raquel, y mi hijo menor Ubaldo, quienes viven conmigo bajo mi dependencia, vengo a solicitar se nos conceda una pensión del Estado, fundándome en los siguientes hechos y consideraciones:

"Mi hijo Fausto E. Nieto, se afilió al movimiento reformador iniciado por don Francisco I. Madero, desde que dio principio la propaganda democrática del Apóstol, prestando en ella importantes servicios, que fueron causa de su destierro a los Estados Unidos, obligado por las persecuciones del Gobierno porfirista.

"Llegado a este país, Fausto siguió laborando activamente con los demás maderistas expatriados, en la organización del movimiento revolucionario; desempeñó fielmente peligrosas y múltiples comisiones que le encomendó el mismo señor Madero, entre otras, la impresión del Plan de San Luis y su distribución en algunos Estados de la República; y, por último, fue designado para acompañar a Puebla al Marti Aquiles Serdán, en cuya casa murió combatiendo por la causa, durante la gloriosa jornada del 18 de noviembre de 1910.

"La importancia de la acción en que mi hijo tuvo la desgracia y también la gloria de perecer, es cosa sobre la que no me atrevo a insistir, pues parece ya juzgada por la historia, y según entiendo, disfrutan ya de una pensión concedida por esa misma Cámara, todos los familiares del héroe Aquiles Serdán. En cuanto a la conducta de mi hijo en la acción referida, ha sido generosamente reconocida por la opinión revolucionaria de la República.

"En el monumento que fue erigido en Puebla en honor de los mártires del 18 de noviembre, figura su nombre en lugar preferente, y en la capital de San Luis, por iniciativa del Club Aquiles Serdán, se colocó una placa conmemorativa en la casa que habitamos, acto que se llevó a efecto con toda solemnidad, siendo presidido por el Gobernador constitucional interino, doctor don Antonio F. Alonso; por último, el 16 de septiembre de 1915, habiendo triunfado ya el constitucionalismo y siendo Gobernador de San Luis el señor general Gavira, una calle de la ciudad fue bautizada solemnemente con el nombre de mi hijo, para perpetuar de este modo su memoria.

"En virtud de los hechos que dejo apuntados, juzgo que me bastará comprobar mi parentesco y de mis hijas, con el heroico desaparecido, y la penuria excesiva en que nos encontramos en país extranjero, después de haber sufrido pobrezas indecibles en el nuestro desde que nos faltó mi hijo, para

mover el patriotismo y la generosidad de los señores diputados en favor de la solicitud que me permito hacerles. Mucho tiempo, señor Presidente, he sufrido miserias antes de resolverme a pedir ninguna recompensa por la sangre de mi hijo, que se derramó en cumplimiento de un sagrado deber para con la patria; pero es tal mi situación en los tiempos actuales, que temo por el pan de mis hijas, que ya no tienen más amparo que mi ancianidad, que quizá pronto habrá de abandonarlas.

"Para los efectos del caso declaro que mi hijo Fausto E. Nieto nació en la Villa de Armadillo, distrito de la capital, San Luis Potosí. En ese mismo pueblo se en contra todos los registros de la familia, si es que por los frecuentes trastornos del orden público no han desaparecido aún los archivos. En todo caso, recurro al testimonio de personas honorables, algunas de ellas miembros de la H. Cámara de Senadores, como los señores doctor y general don Rafael Cepeda y doctor don Antonio F. Alonso, para que testifiquen sobre los siguientes hechos: Primero: La circunstancia de que mi hijo Fausto murió al lado de Aquiles Serdán, combatiendo por la libertad de los mexicanos. Segundo: Que soy madre del referido Fausto E. Nieto, y que, tanto yo como mis hijas Beatriz y Raquel y mi hijo menor Ubaldo, dependíamos de él para nuestra subsistencia. Tercero: Que me encuentro con ellos actualmente en el extranjero, sin medios para volver a mi patria y sin recursos para la vida, y menos aún para la educación de mis hijos.

"Por todo lo cual, ruego a usted, señor Presidente, que se sirva dar curso a mi solicitud, siguiendo el expediente por todos los trámites debidos, a cuyo efecto nombro mi representante al señor doctor y general senador Rafael Cepeda, de esa ciudad.

"Protesto a usted las seguridades de mi consideración y respeto.

"San Antonio, Tex., 24 de septiembre de 1917. - Margarita Meza viuda de Nieto.

Para los efectos de que pase desde luego a Comisión: Vidal Garza Pérez. - C. Garza González. - Eduardo Hay. - J. Morales Hesse. - Aguirre Escobar. - H. Hermosillo. - J. R. Lizalde. - José Federico Rocha. - E. L. Céspedes. - Manrique.- Salvador Saucedo." - A la Comisión de Hacienda en turno.

- El mismo C. Secretario: "CC. diputados:

"No habiendo tenido oportunidad, a pesar de la bondadosa invitación que para ella me hizo mi excelente amigo y compañero de diputación el C. Juan Ramón Lizalde, para añadir mis pobres ideas al proyecto de ley que, sobre autorización a los Gobiernos de los Estados, para crear su Deuda Agraría, se presentó hace muy poco ante Vuestra Soberanía; considerando que un proyecto de tal naturaleza debe reunir el mayor número de condiciones que señalen a aquellas Entidades el camino que deben seguir en la creación y manejo de su Deuda Agraria, en previsión de la gran diversidad de criterios que puedan inspirarlas y en previsión también, de los distintos y encontrados intereses que el problema agrario debe tocar, así como las múltiples y variadas influencias que se pondrán en juego para estorbar la resolución de tan trascendental problema; siendo este uno de los ideales que con más ahínco hemos perseguido los revolucionarios zacatecanos y cuya resolución debemos intentar resueltamente ya que nos tocó en suerte obtener para nuestro querido Estado, un Gobierno homogéneo, tanto por los elementos oficiales que lo componen, como por el partido y el pueblo que lo elevaron; Gobierno en que la tendencia francamente progresista constituye su característica principal, me he permitido traer a la consideración de Vuestra Soberanía y a fin de que sean tomados en cuenta al estudiar el proyecto a que antes me referí, nuevos motivos de estudio sobre este particular, bajo la forma del siguiente:

"Proyecto de ley que autoriza a los Gobiernos de los Estados para crear su deuda interior agraria.

"Artículo 1º. Se autoriza a los Estados y Territorios de la Federación para crear su deuda interior agraria por medio de la emisión de bonos destinados al pago de las tierras que deban expropiarse conforme a la fracción VII del artículo 27. de la Constitución Federal.

"Artículo 2º. Los Gobiernos de los Estados serán única y directamente responsables de la deuda que se contraiga entre los terratenientes por el concepto de expropiación de las tierras a que se refiere esta ley y extenderán sus títulos de propiedad a los adquirentes de lotes, los cuales quedarán enteramente desligados de los antigua propietarios, por lo que respecta al aseguramiento de sus derechos sobre los lotes adquiridos.

"Artículo 3º. Los Gobernadores de los Estados se resarcirán del gravamen que para ellos implica la aceptación de la deuda interior agraria, con el pago que por los lotes adquiridos, y en un plazo no menor de 20 años, les hagan los adjudicatarios de ellos. Los mismos Gobiernos de los Estados no podrán gravar los lotes que adjudiquen sino con el valor que originariamente les corresponda de la propiedad a que pertenecían, más los gastos de valuación, división, etc., que proporcionalmente originen y el cinco por ciento anual sobre el valor total.

"Artículo 4º. El monto de la deuda interior agraria en cada Estado, deberá limitarse a lo estrictamente indispensable para pagar, por el concepto de capital y réditos, las tierras a que se refiere el artículo 1o.; pero las tierras expropiadas en cada Estado deberán ser bastantes para dotar de lotes, por lo menos, el diez por ciento de la población total del Estado.

"Artículo 5º. Las tierras que, conforme a las leyes agrarias de cada Estado, deban ser expropiadas y divididas, no entrarán a formar parte de la deuda interior agraria sino hasta que hayan sido adjudicadas.

"Artículo 6º. Servirá de base para la valuación de que habla la fracción VII del artículo 27 constitucional, la manifestación hecha por los propietarios a las oficinas de rentas respectivas, como valor de sus bienes. A la cantidad que aparezca manifestada en dichas oficinas, se le aumentará el diez por ciento de que habla el mismo artículo

27 y, en caso de que se le hayan hecho mejoras materiales con posterioridad a dicha manifestación, se determinará el valor de éstas por peritos nombrados al efecto.

"Artículo 7º. Los bonos a que se refiere esta ley, se denominará "Bonos de la Deuda Interior Agraria del Estado de..." y su emisión se hará por series marcadas con las letras consecutivas del alfabeto, comenzando por la A, y cada serie comprenderá bonos por valor de 5, 10, 20, 50, 100, 500 y 1000 pesos.

"Artículo 8º. En cada año se emitirá una sola serie de bonos y su valor será igual al de los abonos y réditos que corresponda pagar en ese mismo año por los terrenos expropiados y adjudicados con anterioridad; procediendo, para la determinación del monto de la serie, como lo disponen los artículos 9o., 10 y 11 de esta ley.

"Artículo 9º. Para los efectos del artículo anterior, la Comisión Local Agraria de cada Estado llevará un registro escrupuloso de los lotes con expresión de: ubicación, extensión, giro a que se les destina, valor que se les asigna hasta su adjudición, cantidad que han de pagar anualmente por amortización de capital y réditos, nombre del adjudicatario y nombre del propietario que lo poseyó antes de la expropiación.

"Artículo 10 La Sección de Glosa de cada Estado, en vista de los datos que, con plena responsabilidad le proporcione la Comisión Local Agraria, y bajo su propia responsabilidad, determinará anualmente, en los dos primeros meses de cada año, el importe de los pagos que en bonos de la deuda interior agraria deba hacer el Estado durante el mismo año, por los lotes expropiados y adjudicados.

"Artículo 11. La Legislatura de cada Estado, en vista de los datos que le proporcione la Sección de Glosa, y en un término no mayor de 15 días, autorizará al Ejecutivo del mismo para la emisión y monto de la serie de bonos correspondientes a ese año.

"Artículo 12. El Ejecutivo de cada Estado, en el resto del primer semestre del año de que se trata, hará la emisión de la serie autorizada y, en bonos de la misma, enterará a los expropiados la cantidad correspondiente.

"Artículo 13. Los bonos llevarán impreso, en su reverso, el texto completo del artículo 15 de esta ley, citando su procedencia.

"Artículo 14. En el mismo reverso, y a continuación de la transcripción del artículo 15, llevarán impresa la declaración siguiente: "El Gobierno del Estado amortizará este bono aceptándolo en la proporción de (tanto) por ciento en pago de toda clase de impuestos del mismo."

"Artículo 15. Los bonos serán de aceptación forzosa para los terratenientes a los que se haya expropiado las tierras a que se refiere esta ley, pero solamente en pago de estas expropiaciones.

"Artículo 16. Los Gobiernos de los Estados amortizarán los bonos de su deuda interior agraria, aceptándolos en pagos de contribuciones por toda clase de impuestos del Estado y sin distinción de los causantes, en las oficinas rentísticas de los mismos.

"Artículo 17. Las Legislaturas de los Estados determinarán el tanto por ciento en que serán aceptados los bonos en pago de contribuciones, de manera que la amortización completa de los bonos colocados por cada expropiación, tengan lugar en un plazo no menor de veinte años, ni senciblemente, mayor del término en que los tenedores de los lotes completen el pago de los mismos a los Gobiernos de los Estados.

"Artículo 18. La aceptación de los bonos en pagos de impuestos podrá comenzar el año inmediatamente subsecuente a aquel en que los tenedores de lotes hayan efectuado el pago de su primer abono a los Gobiernos de los mismos Estados; en el concepto de que el pago de ese primer abono no podrá tener lugar antes del segundo año de posesión del lote, si éste está dedicado al cultivo de la tierra, o antes del tercero, si se dedica a cría de ganado.

"Artículo 19. Los bonos que se acepten por los Gobiernos de los Estados en parte del pago de contribuciones, serán cancelados por los empleados mismos que los reciban y a la vista de las personas que hagan los enteros.

"Artículo 20. La aceptación de bonos a que se refiere el artículo anterior, continuará en vigor en las oficinas de rentas correspondientes hasta la completa amortización de los bonos emitidos conforme a esta ley

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

"México, 9 de octubre de 1917.

"El diputado por el 7º. distrito electoral del Estado de Zacatecas. - J. T. Luna Enríquez. - Filiberto C. Villarreal. - Ernesto Aguirre." - Primera lectura.

"Señores diputados:

Porque abrigo la creencia de que la mayoría de los componentes de la H. Cámara de Diputados profesan ideales revolucionarios; porque considero a la totalidad de los representantes del pueblo mexicano interesados directamente en la Soberanía de los problemas nacionales, principalmente el de la tierra, que es el fundamental en nuestro país, y, por último, porque estimo honrados a quienes, investidos con la representación de los distritos electorales de la República han venido a legislar en bien de las colectividades, me permito dirigiros, precedida de breves consideraciones, esta iniciativa de ley, seguro de que, si considerándola como lo es, de vital importancia, la eleváis a la categoría de ley, habréis cooperado de un modo eficaz a solucionar en firme, el trascedental problema de los pueblos.

Considerando:

I. Que en la República Mexicana hay seis mil municipalidades que contienen alrededor de veintiocho mil pueblos, de los que un noventa y cinco por ciento carecen de ejidos, los necesitan para su vitalidad, y conforme a la Ley de 6 de enero de 1915, tienen fundado derecho para adquirirlos;

II. Que durante los dos años y meses de vigencia de la Ley de 6 de enero de 1915, a pesar de ser numerosas las solicitudes y expedientes iniciados en su tramitación, apenas si, según el informe presidencial se han tramitado cuarenta y dos casos, de los que no todos resuelven la situación agraria de

los pueblos, pues varios de ellos han sido negativos por defectos inconscientes en la tramitación;

III. Que a partir de la fecha del informe presidencial y, dada la organización y sistema de trabajo de las Comisiones Locales y Nacionales Agrarias, sólo pueden resolverse y se resuelven por término medio dos casos semanarios de restitución o dotación de ejidos; y aun en dichos asuntos no siempre se resuelve el problema vital de los pueblos, porque con frecuencia esas resoluciones son negativas, sea por defectos en la tramitación, sea por las mil argucias de que el efecto se valen los latifundistas que, como de tiempos inmemoriales lo acostumbran, procuran corromper con gajes, dádivas y aun cohechos descarados a los componentes de las oficinas agrarias;

IV. Que si, con la lentitud que se está observando para la solución del problema agrario nacional, de dos casos por semana, se continúa, necesario sería el transcurso de doscientos ochenta años, para terminar únicamente lo relativo a devolución, formación o reconstrucción de los ejidos;

V. Que aun cuando la vida de los pueblos no se mide por días, ni por siglos, lo cierto es que los despojos, por una parte, y por otra carencia de tierras que cultivar para aprovechar íntegro el producto de sus afanes, mantiene en gran parte improductivo el territorio nacional; hambrientas a las clases trabajadoras y levantados en armas a numerosos grupos de campesinos en diversas zonas de la República;

VI. Que tanto por la seriedad de las autoridades emanadas de la Revolución, como por el deber ineludible que tienen los actuales legisladores, debe acelerarse la solución del problema agrario nacional, principalmente en el punto relativo a la reconstrucción de ejidos a los veintiocho mil pueblos de la República;

VII. Que el motivo principal de la lentitud con que se tramitan los expedientes agrarios, aparte de consistir en la falta de fijación de plazo en la ley, para su terminación, estriba asimismo en la ninguna responsabilidad exigida a los componentes de las Comisiones Nacional y Locales Agrarias; procede que se decrete y sea expedido el siguiente Decreto:

Artículo 1º. Todos los expedientes agrarios promovidos y que en lo de adelante se promuevan por los pueblos de la República, a efecto de obtener sus ejidos por las vías de restitución o dotación, durará en su secuela como máximum, dos meses ante las Comisiones Locales Agrarias de los Estados y un mes ante la Comisión Nacional Agraria.

Artículo 2º. Los delegados de la Comisión Nacional Agraria, de oficio deberán dirigirse a todos los pueblos de la zona que se les tenga encomendada, instándolos para que, teniendo confianza en la buena fé del Gobierno actual, promuevan sus expedientes agrarios, e indicándoles en caso de restitución o dotación, cuáles requisitos deben llenar al presentar sus solicitudes.

Artículo 3º. Presentada la solicitud documentada que previenen los artículos del 5º. al 7º. de la Ley de 6 de enero de 1915, la tramitación seguirá su curso de oficio y sin nuevas gestiones de los interesados, hasta su resolución dentro de los términos prevenidos por el artículo 1º. de esta ley.

Artículo 4º. Las gestiones de los latifundistas, en caso alguno demorará la tramitación de los expedientes agrarios, quedándoles el derecho de aducirlas con sus probanzas hasta tanto que no se dicte resolución ejecutaría por el Presidente de la República.

Artículo 5º. Los delegados de la Comisión Nacional Agraria llevarán a cabo un estudio de las costumbres, sistemas de cultivo y rendimientos de la tierra en las zonas que les estén encomendadas, demorando sus informes a lo sumo durante una semana, cuando sean requeridos para rendir sus dictámenes en los expedientes de dotación de ejidos.

"Artículo 6º. Tanto los miembros de las Comisiones Locales Agrarias, como los de la Nacional y delegados de ésta, no podrán tener más empleos ni percibir otro sueldo que el del cargo en el ramo agrario y tendrán la obligación de dedicar por lo menos seis horas diarias al trabajo de tramitación, dictámenes y resoluciones en los asuntos de que conozcan, verificando cuando menos una junta cada tercer día para la discusión y resolución de expedientes agrarios

. Artículo 7º. La falta de cumplimiento las prevenciones de esta ley originarán responsabilidades que serán castigadas de oficio por las autoridades superiores al resolver en los asuntos agrarios y se penarán según los casos, con destitución, la morosidad, el estado inmoral de regentear dos empleos y percibir sueldos también dobles y la parcialidad manifiesta para producir resoluciones perjudiciales a los pueblos; con pena pecuniaria y en su caso consignación a las autoridades judiciales, cuando dichos actos provengan de cohecho relacionado con los latifundistas.

Las resoluciones de la Comisión Nacional Agraria y del Presidente de la República, castigando las irregularidades de los funcionarios agrarios, a que se refiere el párrafo anterior serán de inmediata ejecución y no admitirán recurso alguno.

Transitorio.

Esta ley comenzará a regir desde la fecha de su promulgación.

Protesto a la H. Cámara de Diputados las seguridades de mi consideración más atenta y distinguida.

México, a 9 de octubre de 1917. - Vicente Ferrer Aldana.

"Secundamos la anterior iniciativa. - F. C. Manjarrez. - Marciano González. - R. Castro. - M. González Galindo. - J. D. Pineda. - Antonio de la Barrera. - M. G. Aranda. - J. Siurob. - Ignacio López. - R. López. - Jesús de la Torre. - Francisco Arreola R. - Jesús F. Villarreal. - Antonio Gutiérrez. - J. T. Cantú. - F. C. Villarreal. - Mariano Rivas. - Leyzaola. - Basilio Vadillo. - Cristóbal Limón. - A. Hernández Maldonado. - Santiago Meneses. - Carlos R. Montiel. - Germán Gay Baños. - M. Lailson Banuet. - Gustavo Gámez. - Adolfo Cienfuegos y Camus. - Filomeno Mata." - A la Comisión especial del artículo 27, e imprímase.

(Se comienza a dar lectura a un dictamen de las Comisiones unidas de Justicia.)

El C. Rueda Magro, interrumpiendo: Pido la palabra, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene la palabra Su señoría. - El C. Rueda Magro: Se está dando lectura al

dictamen presentado por las Comisiones de Justicia respecto de las modificaciones hechas en el Senado a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. Como el dictamen es largo y se insertan allí todos los artículos reformados en el Senado, suplicaría que se consultara a la Asamblea si se dispensan la primera y la segunda lecturas; que se mande a imprimir el dictamen respectivo en el Diario de los Debates y en opúsculos separados y que se señale oportunamente día para su discusión.

El C. Secretario Aranda: Se consulta a la Asamblea si dispensa la primera y segunda lectura de este dictamen, que se imprimirá, para que después se fije el día de su discusión. (Voces: ¡Sí!) Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Se dispensan.

- El C. Secretario Alonzo Romero dio lectura a la proposición presentada por los CC. Ramírez G. y Viesca Lobatón, relativa a declaración del "Día del Maestro." - Segunda lectura.

Como es la segunda lectura de este documento, tiene derecho para hablar una persona en pro y otra en contra, para ver si se admite a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra en contra? (Voces: ¡No!) En votación económica se pregunta si se admite a discusión. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Se admite a discusión. Pasa a las Comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Instrucción, en turno.

El C. Secretario Aranda: "Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos. - Cámara de Diputados. - Comisión 2a. de Corrección de Estilo.

"Minuta. - Proyecto de decreto:

"La Cámara de Diputados del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, en uso de la facultad que le concede la fracción IV del artículo 77 de la Constitución Política de la República, decreta:

"Artículo 1º. Se convoca a elecciones extraordinarias para diputados propietario y suplente al Congreso de la Unión, en el 3er. distrito electoral del Estado de Tabasco.

"Artículo 2º. Las elecciones se verificarán el domingo 18 de noviembre próximo, dentro de las prescripciones establecidas por la Ley Electoral vigente.

"Salón de sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso General. - México, a 9 de octubre de 1917. - Elíseo Céspedes. - Manrique."

En votación económica se pregunta si se aprueba la minuta de ley. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Aprobada. Pasa al Ejecutivo para los efectos constitucionales.

- El mismo C. Secretario: Continúa la discusión del dictamen de la 2a. Comisión de Hacienda, relativo a la pensión de la señora Pilar P. viuda de Rendón, cuya parte resolutiva dice:

"Artículo único: Se concede a la señora Pilar P. viuda de Rendón, por los servicios prestados por su esposo, el licenciado Serapio Rendón, diputado a la XXVI Legislatura, una pensión de diez pesos diarios, que le serán pagados, íntegros, por la Tesorería General de la Nación, en tanto que no cambie de estado."

Se pregunta a la Asamblea si se considera suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Suficientemente discutido. En votación nominal se pregunta si se aprueba. (Voces: Que se lea.) (Leyó.)

(Se recoge la votación.)

El C. Mata Filomeno: Votaron por la negativa los CC. Aguirre Escobar, Alejandre, Bello, Betancourt, Blancarte, Cancino Gómez, Cantú, Carrillo Iturriaga, Céspedes, Chapa, Domínguez, Dyer, Fentanes, Gárate, García de Alba, García Pablo, Gómez S. Emiliano, González Galindo, Gutiérrez Orantes, López Ignacio, Márquez Josafat F., Méndez, Mendoza, Meneses, Montes, Montiel, Ortiz, Paredes Colín, Plank, Ramírez Genaro, Ramírez Llaca, Rojas Dugelay, Román, Ruiz Estrada, Silva Jesús, Solórzano, Treviño y Zapata.

Total: 38.

El C. Manrique: Votaron por la afirmativa los CC. Aguirre Berlanga, Aguirre Colorado, Aguirre Crisóforo, Aguirre Efrén, Alonzo Romero, Andrade, Aranda, Araujo, Arreola, Barragán Juan Francisco, Barragán Martín, Basáñez, Breceda, Cámara, Carrascosa, Carrillo Eduardo S., Castillo, Cienfuegos y Camus, Córdoba, Cravioto, Cristiani, Cruz, Dávalos Ornelas, Dávila, Escudero, Gaytán, García Jonás, García Vigil, Garza González, Garza Pérez, Gómez Mauricio, González Ibarra, Guerrero, Gutiérrez Antonio, Hermosillo, Hernández Jerónimo, Lailson Banuet, Lizalde, López F. Ricardo, López Lira, López Miro, Luna Enríquez, Manrique, Manzanilla Tejero, Mariel, Martínez de Escobar, Martínez Joaquín, Martínez Rafael, Mata Filomeno, Mata Luis I., Medina Juan, Morales Hesse, Navarrete, Neri, Ortega, Padilla, Padrés, Pardo, Pedroza, Peralta, Pereyra Carbonell, Pineda, Portillo, Ramírez G. Benito, Ramírez Pedro, Rebolledo, Rivas, Rocha, Rosas, Rueda Magro, Ruiz Alberto, Ruiz José P., Ruiz Juan A., Sánchez Pontón, Sánchez Tenorio, Saucedo J. Concepción, Saucedo Salvador, Sepúlveda, Silva Herrera, Siurob, Soto, Téllez Escudero, Torre Rómulo de la, Torres José D., Uruñuela, Valle, Velásquez, Ventura, Viesca Lobatón y Zavala.

El C. Bravo Izquierdo: Reclamo mi voto por la afirmativa. No oí mi nombre

El C. Pesqueira: Yo también voté por la afirmativa.

El C. Secretario Aranda: Ya se anotaron los votos: 93 por la afirmativa, contra 38 de la negativa. Pasa al Segundo para los efectos constitucionales.

"Segunda Comisión de Hacienda:

"Señor:

"Al estudio de esta Comisión, fue turnada la iniciativa del C. diputado José Dolores Pineda, en la cual solicita de la Representación Nacional se conceda a la señora viuda del C. Roman Cabrera,

sacrificado por los esbirros del 29 batallón, una pensión con la que, de una manera equitativa, se atienda a la subsistencia de la viuda del eximio revolucionario, cumpliendo así un acto de justicia ante la faz de la Nación.

"La Comisión ha tenido en cuenta muy especialmente las circunstancias excepcionales en las que, con todo lujo de crueldad, fue asesinado el C. Ramón Cabrera, por los pretorianos del nefasto 29 batallón.

"De todos los informes que la Comisión ha podido reunir, se desprende que la viuda del C. Ramón Cabrera, al quedar abandonada por el asesinato de su esposo, no podía contar con otros elementos de vida para su subsistencia, más que con lo que la República le proporcionara en memoria de su sacrificado esposo.

"En tal virtud, y teniendo en cuenta que el C. Ramón Cabrera, al ser asesinado por las balas de los federales, se ponía a la altura de los principales caudillos del movimiento revolucionario, como Aquiles Serdán y otros de la misma talla, la Comisión juzga que es un deber ineludible de la República corresponder al cruento sacrificio del C. Cabrera, concediendo a su viuda, la señora María Luisa Sánchez viuda de Cabrera, una pensión de cinco pesos diarios, los cuales le serán pagados por la Tesorería de la Nación, mientras no cambie de estado; en consecuencia, la Comisión, creyendo interpretar los sentimientos de gratitud nacional, se permite someter a la consideración de Vuestra Soberanía al siguiente proyecto de ley:

"Artículo único: Se concede a la señora María Luisa Sánchez viuda de Cabrera, una pensión de cinco pesos diarios, los cuales le serán pagados por la Tesorería de la Nación, mientras no cambie de estado."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, 27 de septiembre de 1917. - J. R. Padilla. - J. Silva Herrera. - R. Basáñez."

Está a discusión.

Presidencia del C. SÁNCHEZ PONTÓN LUIS

El C. Aguirre Colorado: Pido la palabra para interpelar a la Comisión.

El C. Presidente: Para interpelar a la Comisión tiene la palabra Su Señoría.

El C. Aguirre Colorado: Ruego atentamente a los miembros de la Comisión, se sirvan informarme si el señor Cabrera al ser sacrificado por los esbirros del 29 batallón tenía algún grado militar en el Ejército.

(Voces: ¡No tenía; no tenía!)

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión para informar.

El C. Padilla: La Comisión sabe que al ser sacrificado el señor Cabrera, prestaba sus servicios en las fuerzas rurales de la Federación. Está contestando Su Señoría.

El C. Montes Federico: ¡No había fuerzas rurales! (Voces: ¡No había!)

El C. Aguirre Colorado: Ruego a la Comisión que haga favor de decirme qué grado tenía en los cuerpos rurales.

El C. Padilla: No ha averiguado la Comisión el grado que tenia en los cuerpos rurales; sabe que mandaba fuerzas rurales de la Federación. No sabe qué grado tenía. Creo que puede informar el C. Pineda.

El C. Secretario Aranda: Los que deseen hacer uso de la palabra se servirán pasar a la Mesa a inscribirse.

El C. Aguirre Colorado: Para una interpelación nada más.

El C. Presidente: Tiene la palabra para una interpelación el C. Aguirre Colorado.

El C. Aguirre Colorado: Yo ruego al C. Pineda, proponente de esta solicitud de pensión a la viuda del señor Ramón Cabrera, se sirva indicarnos si tenía grado militar al ser sacrificado el señor Cabrera. Yo pregunto para hacer uso de la palabra en caso de que haya tenido grado militar.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Pineda.

El C. Pineda: (Aplausos y voces: ¡Tribuna, tribuna! Pasa a la tribuna.) Señores diputados: No voy a decir a ustedes el grado que tenía el finado Ramón Cabrera, pero voy a decir a ustedes que sé que desempeñaba importantes servicios de la Revolución Constitucionalista y era uno de los principales inmediatos, es decir, lo considero como un ayudante del Primer Jefe del Ejército Constitucionalista. Yo sé, pero no de una manera cierta, que tenía el grado de teniente coronel; alguna persona nos dijo que lo tenía de mayor; pero tengo en mi conciencia el conocimiento de que fue un hombre que sacrificó la vida y todas las comodidades de un joven que tenía medios para facilitárselas. Don Ramón Cabrera, al salir de Puebla con una comisión para el Primer Jefe, fue advertido de que había inminente peligro para él, y sin embargo, don Ramón Cabrera decididamente salió de Puebla con la comisión que llevaba para la Primera Jefatura, despreciando el peligro de que efectivamente tenía cuenta. Don Ramón Cabrera salió de Puebla y entonces se convino por Gonzalo Luque el asesinato de Cabrera; dos oficiales lo esperaban en Panzacola para consumar ese asesinato, de lo cual, repito, había sido avisado el señor Cabrera, motivo por el cual lo considero un héroe de la Revolución Constitucionalista.

El C. Aguirre Colorado: Pido la palabra para hacer una aclaración.

El C. Presidente: ¿Por qué no se inscribe Su Señoría para tomar parte en los debates?

El C. Aguirre Colorado: Señor Presidente, no me he inscripto, porque no me han dicho de una manera categórica si tenía o no grado militar el señor Cabrera. Yo no me voy a poner a hablar en contra de la pensión de la viuda del señor Cabrera, sino que yo quiero que categóricamente se me diga si el señor Cabrera tenía grado militar para ajustarnos a la ley, pues en este caso hay un decreto expedido por el Primer Jefe para los militares en servicio y en este particular quiero hacer la aclaración.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra para una aclaración.

El C. Aguirre Colorado: Pregunto a las comisiones

que nos informen si han tomado datos oficiales de si el señor Cabrera tenía o no grado militar a efecto de dictaminar concienzudamente, porque si simplemente han dictaminado sin saber si tenía alguna jerarquía en el Ejército, no podemos concienzudamente aprobar esta pensión.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Silva Herrera, de la Comisión: El C. Ramón Cabrera, de cuya persona se trata, tenía el grado de mayor del Ejército Constitucionalista y pereció de una manera semejante a la que pereció el señor Serápio Rendón, en el desempeño de un comisión.

El C. Aguirre Escobar: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Aguirre Escobar.

El C. Aguirre Escobar: Yo deseo que alguno de los miembros de la Comisión, y vista la aclaración que ha hecho el diputado Silva Herrera, me diga por qué ha dado preferencia a ese expediente, festinándolo y dejando en suspenso y sin dictaminar expedientes de individuos de más méritos revolucionarios que Ramón Cabrera... (Aplausos.) ¿O qué el hecho de que las personas perjudicadas y que han solicitado pensiones, porque no han tenido la fortuna de que sus deudos hayan sido hermanos de un ex - Secretario de Hacienda en funciones de Secretario de Hacienda, basta para que la Comisión decline su decoro y decline la vergüenza de la Cámara y venga a dar preferencia a este expediente, postergando los demás sin razón y sin derecho? Yo quiero que la Comisión se justifique toda vez que si ellos son así, la Asamblea Nacional no está dispuesta a tolerar eso. (Aplausos.)

El C. Padilla: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Padilla: La Comisión no ha tenido ninguna preferencia (Voces: ¡Tribuna!) Únicamente para manifestar a Su Señoría el diputado Aguirre Escobar que ha estado muy lejos del criterio de la Comisión el tener preferencias para hacer el dictamen en favor de la viuda del señor Cabrera y absolutamente ha tenido en cuenta que el finado fue hermano del actual cuasi Ministro de Hacienda. Está muy equivocado Su Señoría; la Comisión no ha tenido en cuenta sino ir dictaminando en el orden cronológico en que ha recibido los expedientes y habiendo sido presentado éste desde el 5 de septiembre, con anterioridad a los otros cuatro o cinco expedientes de pensiones que tiene la Comisión, naturalmente primero dictaminó sobre la viuda de Rendón y en seguida le tocaba por turno al expediente el señor Cabrera. La Comisión no cree que el señor Cabrera sea menos revolucionario que otros que están en cartera, máxime que la Comisión a la cual le tocó dictaminar sobre las otras pensiones, en su mayoría se refieren a pensiones de exfederales que absolutamente prestaron servicios a la Revolución; no tenemos pendientes revolucionarios más que un arquitecto de San Luis Potosí y en la próxima sesión se presentará este dictamen. Así es que hiere sin razón ninguna Su Señoría la dignidad de la Comisión, porque no la ha guiado para dictaminar más que un alto espíritu de justicia y de equidad. (Aplausos.)

El C. Aguirre Colorado: Pido la palabra en contra.

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Aguirre Colorado.

El C. Aguirre Colorado: Señores diputados: tanto a la Comisión de Hacienda que le tocó dictaminar en este asunto, como el señor proponente de la petición para la pensión de la viuda del señor Cabrera, no hemos llegado, sino por la aclaración pertinente del C. Silva Herrera, a que el muerto sacrificado por las fuerzas del 29 batallón ostentaba un grado militar en el Ejército. La Primera Jefatura del Ejército Constitucionalista, atendiendo a las necesidades y en cumplimiento de una ley que expidió sobre pensiones de los que se sacrifican en el cumplimiento de su deber defendiendo las instituciones políticas y sociales de la República, expidió un decreto en el cual se otorga una pensión por la mitad del haber de que disfruta cualquiera de los militares en el Ejército, y, en consecuencia, esa sería la pensión que debía corresponder a la viuda de este señor Cabrera. Yo no me vengo a oponer a que se le dé la pensión, pero sí al procedimiento de la Comisión de Hacienda que no nos dice, ni trae documentos que acrediten la personalidad del señor Cabrera como militar, pues parece que poco se ha ocupado de esto. En consecuencia, al haber tratado de indagar si era militar, no era objeto de oponerme a la pensión, sino diciendo ante la Representación Nacional que se turnara a la Comisión de Guerra en turno, y así, ajustándose a la ley expedida por la Primera Jefatura, expidiera un decreto para pensión conforme a ese decreto, en el cual determina los centavos y pesos que debe percibir como pensionada por la muerte de su esposo. En consecuencia, yo exhorto a la H. Asamblea para que rechace de plano este dictamen, si es que el señor Cabrera tenía grado militar como nos lo han asegurado y en este caso se turne a la Comisión de Guerra, para que ella, con documentos oficiales de la Secretaría de Guerra y Marina, dé su dictamen relativo y en proporción, pues no es justo que la viuda del ciudadano Ramón Cabrera perciba una pensión con el carácter de civil, quizás mayor que muchos otros que se han sacrificado en aras de las libertades ostentando el grado de teniente coronel y ella perciba mayor cantidad. Creo que la ley debe ser inexorable, justa y pareja para todo el mundo. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra en pro el C. diputado González Galindo.

El C. González Galindo: Señores diputados: ya he tenido la ocasión de referir la manera trágica como falleció el señor Ramón Cabrera a manos de la soldadera exfederal y que este asesinato, que fue realmente proditorio, fue fraguado en el Cuartel General de la Zona de Puebla, y que la víctima ha perecido en el cumplimiento de una importante comisión de la Revolución.

En cuanto al grado militar que pregunta el señor Aguirre Colorado, no hace el caso, porque no solamente a los militares muertos en campaña se les da una pensión a los civiles; tenemos el caso de la viuda de Rendón que ya ha sido pensionada con 10 pesos,

siendo que los servicios que prestó el señor Rendón a la Revolución no fueron ni con mucho iguales a los que prestó a la causa de la Nación el libertador don Miguel Hidalgo y Costilla, a cuya deuda, la señorita Hidalgo y Costilla, se le dieron también 10 pesos diarios. Y ¿por qué a la viuda de Rendón se le dio la misma cantidad, siendo civil su finado esposo y a la viuda de Cabrera se le niegan los cinco pesos diarios que pide la Comisión? No tiene que ver el grado militar, pero, contestando a esta pregunta de los señores compañeros que la hacen, yo puedo decir a ustedes que cuando llegó el señor Ramón Cabrera procedente del Norte con una comisión de la Primera Jefatura del Ejército Constitucionalista, lo he conocido con el grado de mayor, aunque se me asegura que después le fue enviado por la Primera Jefatura el grado de teniente coronel, y no puede ser de otra manera, puesto que su hermano, la otra víctima, Rafael Cabrera, precisamente por ostentar las insignias de capitán 2º. del Ejército Constitucionalista fue reconocido por los exfederales que estaban aprehendiendo a los que les parecían sospechosos en la estación de Puebla; como fueron juntos ambos hermanos, vieron desde luego que el otro, que no portaba insignias, sino que portaba toda la indumentaria revolucionaria, fue aprehendido y sacrificado el señor Ramón Cabrera. Estuvo en la sierra de Puebla desempeñando las funciones que la Revolución le confió y me voy a permitir dar lectura a algunos documentos que obran en mi poder desde aquella fecha, según tuve el gusto de haberlo manifestado a la Asamblea en la vez pasada, porque basta en mi concepto el testimonio de personas a quienes constan los hechos que se tratan de justificar, pero a mayor abundamiento gusto de hablar con documentos. La primera carta está dirigida al señor Antonio Azuara, Tuxpan, y le dice lo siguiente:

"Teziutlán, agosto 14 de 1914.

"Querido amigo: Aprovechando el viaje de los comisionados del general Medina a ver a don Venustiano, deseo que usted se agregue a ellos, a fin de que se traiga los timbres, tanto de renta como de correos, pues si no nunca va usted a poder venirse y aquí me está haciendo mucha falta, porque hay que cambiar el sistema antiguo y poner empleados nuevos. Le adjunto una carta para Luis, a fin de que vaya usted con los comisionados; pero al mismo tiempo le ruego que no por alguna cosa deje de ir, pues así tengo confianza en que usted les ayudará, recomendando todos los asuntos que llevan y más si Luis está allí.

"También le doy una carta para el Oficial Mayor de Hacienda y de Gobernación, con objeto de que ellos le ayuden a usted y a los comisionados. También le adjunto su nombramiento expedido por mí, a fin que se lo revaliden allá en la Dirección del Timbre, pudiendo usted advertir que soy nombrado por el jefe para todos los servicios administrativos en el Estado de Puebla, y principalmente para las oficina federales."

Prueba es esta irrecusable de que traía altas funciones de la Primera Jefatura y que estaba desempeñando en la sierra de Puebla, al amparo de la brigada "Aquiles Serdán," que comandaba el general Antonio Medina. (Siguió leyendo:)

"Le ruego que atienda a los señores Medina, Hernández y González Galindo por si algo se les dificulta para llegar a ver al jefe, y usted no deje de acompañarlos.

"Lo saluda su afectísimo amigo y le encargo me ponga telegramas cuando salga y de lo que arregle, no se le pase, así como si está Luis allá.

"Su amigo afectísimo. - R. Cabrera.

"Infórmese dónde están Hacienda y Gobernación."

Está aquí el despacho del señor Antonio Azuara, original tal como me lo dio el señor Cabrera para ponerlo en sus manos, y dice así: Un membrete impreso que dice:

"Ejército Constitucionalista. - Brigada Serdán. - 2a. División de Oriente. - Cuartel General. - Teziutlán. - Comisionados del Primer Jefe para los servicios administrativos y federales.

"Por la presente queda usted nombrado Administrador Principal del Timbre de esta población, a fin de que en el menor tiempo posible venga usted a tomar posesión de su cargo, sirviéndose antes ir a la Dirección General del timbre, en donde se encuentre, para que se le proporcionen a usted los timbres que esta oficina necesita, tomando en consideración que no existen actualmente en estas oficinas timbres de nuestra emisión, sino de los del Gobierno huertista, que por mera necesidad tenemos que estar usando.

"Al mismo tiempo y aprovechando de que va usted a la capital provisional, le recomiendo se sirva acercarse al Director General de Correos, a fin de que le suministre timbres de correos para esta región, pues estamos en igualdad de circunstancias que con las oficinas del Timbre.

"Constitución y Reformas.

"Teziutlán, agosto 14 de 1914. - R. Cabrera.

"Al C. Antonio G. Azuara. - Tuxpan."

Este documento, como ustedes pueden ver y que voy a pasar a la Secretaría, es original y tiene abajo el membrete de la brigada Serdán, el submembrete, que pudiéramos llamar de: "Comisionados de la Primera Jefatura," todo lo que indican que los señores Cabrera estaban comisionados por la Revolución desempeñando las funciones de la misma. Otro documento dice así:

"Teziutlán, Puebla. Agosto 14 de 1914. - Señor don Adolfo de la Huerta. - Oficial Mayor de Gobernación. - San Luis Potosí.

"Muy estimado y fino amigo: Me permito presentar a usted a los señores Venancio Hernández, Benito Medina, Modesto González Galindo y don Antonio Azuara, nombrado por mí Administrador del timbre en esta población. Los primeros van con una comisión del general Antonio Medina y general Pedro Morales, por lo que le ruego los ayude eficazmente, y el segundo va para traerme los timbres de la Renta Interior y los de Correos, pues sólo así podrán llegar hasta acá seguros. Si acaso Luis no está allí, sírvase como le sea posible ayudar a mis recomendados hasta que logren su objetivo. Si usted me hace el favor, le hablará a don Venustiano de la necesidad de que Medina sea el jefe de Puebla y Morales el de Tlaxcala, por ser los más aptos y revolucionarios; los comisionados le explicarán largamente todo esto.

"No soy más extenso porque falta tiempo; estamos

en vísperas de avanzar sobre Puebla y urge se vayan los comisionados.

"Gracias por todo y que sea feliz le desea su afectísimo amigo. - Ramón Cabrera.

"P.S. - Cualquiera cosa que arregle, sírvase telegrafiármela."

Efectivamente, señores diputados, cuando nosotros salimos de esta comisión del general Antonio Medina, cerca del Primer Jefe, don Venustiano Carranza, las fuerzas de la brigada que eran a su mando se dispusieron a atacar a San Juan de los Llanos y a avanzar sobre Puebla; eso era en el mes de agosto de 1914. Con estas fuerzas tenía que seguir don Ramón Cabrera, lo cual indica que aun cuando no tenía mando de fuerzas, concurría cuando su salud se lo permitía, porque estaba quebrantado de ella, a acompañar a las fuerzas a los combatientes. ¡Y qué más pruebas de amor a la Revolución puede dar el que no teniendo mando de fuerzas, él, con un grado de jefe, fuera a luchas como soldado por la causa de la libertad!

Aquí está una carta para el licenciado don Luis Cabrera, hermano suyo, que es un tanto larga, pues contiene casi tres páginas, y otra para el señor Carlos Ezquerro, que entonces era Oficial Mayor de Hacienda en San Luis Potosí. Estos documentos están a la disposición de la Cámara en la Secretaría de la misma, para que puedan convencerse de que ellos son originales.

En esa ocasión llevaba yo la comisión precisamente del general Medina, que consta en estos otros documentos, que por ser largos, tampoco puedo darles lectura para no perder tiempo; pero en lo que hace a la comisión que desempeñó por parte del general Medina cerca de la Primera Jefatura, cuando el señor Carranza estaba en Tlalnepantla, no podré informar ampliamente, porque él estuvo por una parte con el señor Carranza y yo por otra con el señor general Obregón; pero el señor Cabrera, la víspera de que marcháramos hacia Puebla, me dejó en el hotel en que me alojaba, este recado, que está original:

"Señor Galindo:

"Arregle con el jefe salga general González en estos momentos conmigo a Puebla vallase con mi hermano Rafael mañana temprano. - R. Cabrera."

Este documento indica claramente que el asunto de vitalísima importancia para la Revolución, referente a la ocupación de Puebla, la vino a tratar con el C. Primer Jefe de la Revolución. Decía el otro día que habíamos estado en el Cuartel General de la antigua zona militar de Puebla, con el general Gonzalo Luque; tuve ocasión de apuntar las impresiones, mejor dicho, las amenazas que el general Gonzalo Luque nos dirigió y que voy a darles lectura de una manera legible. (Voces: Ya es bastante.) Quiero demostrar con esto, señores diputados, que el crimen que se perpetró en él, por parte de los federales, fue premeditado y que apareció positivamente como víctima de la Revolución y como mártir por la Revolución; hago esta distinción, porque algunos compañeros han entendido, acaso con razón, que algunos son víctimas de la Revolución y que, como tales, no podrían nunca darles a todos una pensión. Efectivamente, no es lo mismo ser víctima de la Revolución, que víctima por la Revolución, y mucho menos que mártir por la Revolución. El señor Ramón Cabrera no sólo fue víctima, sino mártir de la Revolución

. Yo hablo del señor Ramón Cabrera desde la fecha en que traté con él y lo conocí, hasta que él murió; pero respecto a su labor revolucionaria antes de agosto de 1914, que yo le conocí, interpelo al señor general Marciano González, quien tiene sobre este asunto algunos puntos. Respecto a su labor revolucionaria, también, interpelo aquí a los ciudadanos diputados Manuel Guerrero, Marcelo Portillo, Gabino Bandera y Mata y no recuerdo quién otro de los compañeros, que digan si no fue un revolucionario leal, sincero y abnegado. Yo lo hago, porque pudiera creerse que el señor Ramón Cabrera, como se ha estado diciendo aquí, que es, mejor dicho, haciendo esto un asunto político, en vez de un asunto meramente de justicia, se trata de envolverlo en la obra más o menos limpia que se le acumula a su hermano el licenciado Cabrera.

No es un asunto político, sea dicho de una vez; el señor Ramón Cabrera, lo mismo que don Luis, no asomaba siquiera la labor que en lo futuro desarrollaría. Si don Ramón Cabrera pereció sirviendo a la Revolución, en medio de la soldadesca federal que sostuvo a Victoriano Huerta, si pereció en aras de la Patria, entonces merece justamente una recompensa, porque de otra manera no veo yo, señores diputados, a dónde va a dar el patriotismo del pueblo mexicano, todos van al sacrificio y, sin embargo de que les dicen al formular la protesta de ley: "la Patria os lo premiará," no se ve en el efecto ningún premio y, al contrario, se le está haciendo oposición, y esto, no porque crean que no es de justicia; los mismos diputados que están combatiendo esta pensión, lo saben bien, le han dado un carácter político y no es político, sino un asunto de justicia. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Aguirre Escobar.

El C. Aguirre Escobar: Señores diputados: No es ni ha sido mi intención venir a oponerme a la presión del mayor Ramón Cabrera, puesto que fue un individuo reconocidamente revolucionario, a quien, por equidad y por justicia, nosotros debemos dar a su familia lo que en derecho le corresponde.

Yo no sé si para todos sea bastante conocida la personalidad del señor Cabrera; para mí lo es bastante y lo juzgo muy merecedor de la pensión que se solicita para su familia. Lo que acaba de decir el diputado González Galindo aquí, son argumentos de más, que, como la Asamblea habrá podido observar, no vinieron precisamente a hacer una defensa de Cabrera, sino a exhibir González Galindo como revolucionario antes que Cabrera, toda vez que parece como que Cabrera estaba supeditado a él. El asunto por el cual yo vengo a opinar, es una cuestión meramente de orden, es una cuestión, si pudiéramos decir así, de reglamento; yo no veo por qué una Comisión de Hacienda viene a dictaminar, haciendo exclusión de las Comisiones de Guerra, sobre la pensión que debe darse a la familia de un mayor del Ejército Constitucionalista; esto sí es un disparate, señores, y a la vista no tiene explicación, a la vista es inexplicable

esto; pero si ahondamos el asunto, se tiene una explicación bien fácil y bien sencilla: hay que ver de quiénes está integrada la Comisión, señores. Si el expediente que hoy dictaminó la Comisión de Hacienda, es exclusivamente para la pensión de un mayor Ejército, entonces yo os pregunto, señores de las Comisiones de Guerra: ¿para qué estáis vosotros aquí? Esa es vuestra misión. ¿Por qué una Comisión de Hacienda viene a dictaminar en los asuntos que a ustedes solamente compete, en que solamente ustedes pueden dictaminar? Porque solamente ustedes, con los datos de la Secretaría de Guerra, pueden saber quién ha muerto en las condiciones prescriptas para poder merecer la pensión de la Nación.

La Comisión de Hacienda que ha dictaminado en este asunto se ha extralimitado en sus atribuciones, y solamente se explica, como he dicho, porque en ella está el diputado Basáñez, que, cuando ha sabido que se trata de un hermano del ex - Ministro Cabrera y Ministro en funciones, ha dicho: de una vez por todas, hay una oportunidad magnífica para poder congraciarme y conseguir la Aduana de Tampico, conseguir la Aduana de Laredo; una oportunidad para poder conseguir un puesto encumbrado de la Nación, y esos diputados, señores, son los que deshonran la Representación Nacional.

A mí nunca me gusta venir a hacer aquí cargos velados, nunca me gusta venir a hacer un cargo a los de la derecha, porque también en la derecha hay hombres honrados, como en las izquierdas; pero cuando se conoce a un individuo una mácula, se debe decir de qué diámetro es la mácula que ensucia la vestimenta del político. Yo estoy en la creencia de que demás miembros de la Comisión han sido contaminados por las ideas del C. Basáñez, lo ve la Asamblea, lo ven las galerías y la Nación, que anda siempre tras de la cola....(Risas), tras de la espalda del licenciado Cabrera, a ver qué se le ofrece, si trae polvo en el calzado, el diputado aquél coge un trapo y se lo limpia. (Risas.) No, señores diputados, la Representación Nacional, el cargo de diputado a un Congreso de la Unión, es algo muy grande y muy alto, puesto que es la representación que dan sesenta mil votos de ciudadanos conscientes y libres.

Nosotros necesitamos, de una vez por todas, saber quiénes son los diputados que se sientan en este recinto ungidos por el voto popular y quiénes son los que han venido por recomendaciones, como el señor Basáñez, por medio de la recomendación de Cándido Aguilar, ese títere de la inteligencia, ese ratero del saber, que ha salido diputado por Jalapa, solamente para arrastrarse aquí en los escaños de la Cámara, buscando una canongía, una Aduana, algún puesto que le sirva para lo futuro. No, señores diputados, necesitamos ser justos, honrar en cada uno de nosotros a la Representación Nacional. Por tal razón, yo pido que se deseche ese dictamen de la Comisión de Hacienda, no por el fondo, no, señores, por la falta en el detalle, por la exterioridad en el mismo asunto. Las Comisiones de Guerra deberían reclamar el trámite, puesto que a ellas compete dictaminar en un asunto que es de su exclusiva competencia.

El C. Padilla: Pide la palabra la Comisión.

El C. Presidente: Están inscriptos antes.....

El C. Padilla: La Comisión tiene preferencia.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Padilla: Señores diputados: Debo rectificar algo de lo que aquí se ha dicho para que las cosas se pongan en claro, en su verdadero punto de vista. La Comisión, al hacer su dictamen, no podía tener en cuenta que el C. Cabrera hubiera sido realmente un militar. La Comisión no podía haberlo considerado en todo caso más que como un ciudadano armado, supuesto que desempeñaba el cargo de Administrador Principal del Timbre. Se ha dicho por algunos ciudadanos diputados que tuvo algún cargo en el Ejército, pero cuando fué sacrificado no prestaba sus servicios en el Ejército como tal; así es que no podía habérsele considerado más que como un civil sacrificado en aras de la Revolución, como lo fue Aquiles Serdán y como lo fue el C. Rendón. Por eso la Comisión creyó que no se salía de sus atribuciones al dictaminar en favor de la pensión pedida, porque igual procedimiento se había seguido en otros casos análogos. Si a Comisión hubiera tenido una prueba fehaciente, algún nombramiento, algún otro oficio de que como militar había sido sacrificado y que tenía otorgado un nombramiento en el Ejército, naturalmente habría dictaminado en el sentido de que pasara a las Comisiones de Guerra y Hacienda; pero en primer lugar, fue sacrificado en el período Preconstitucional, y todos ustedes saben, señores diputados, que los armados en aquella época estábamos considerados como ciudadanos armados, así es que como civil únicamente puede dictaminar la Comisión, y creo que su dictamen está perfectamente fundado con arreglo a la ley. (Voces: ¡No, no!) Por lo demás, debo hacer constar, por ser de justicia, que el C. Aguirre Escobar ha atribuido indebidamente al C. Basáñez, vela en este entierro: el dictamen lo hice personalmente yo, que voté en contra de la credencial del C. Cabrera, yo que muchas veces lo he atacado cuando por mi criterio y mi conciencia de hombre honrado, he visto que el C. Cabrera no está en lo justo; yo nunca hago cola con él, en este caso no se trata más que de hacer un acto de justicia, y no debemos envolver en el odio, no debemos sacrificar a los deudos de un mártir de la Revolución; eso es indecoroso, señores diputados, para nosotros; yo asumo toda la responsabilidad; el C. Basáñez no sabía ni siquiera que estaba hecho este dictamen, una vez que no hizo más que asentar su firma. En alguna vez he visto que el C. Basáñez se ha apartado de lo justo y se lo he dicho, pero en este caso el dictamen de la Comisión creo que es un acto de justicia, y si la Cámara así lo acepta y lo declara, debe aprobarse. Por lo demás, si se comprueba realmente que el C. Cabrera fue un militar, yo creo que los demás miembros de la Comisión estarán de acuerdo conmigo en que retiremos este dictamen para que se turne a las comisiones de Guerra y Hacienda, pero esto toca a Vuestra Soberanía resolverlo.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Zapata Julio.

El C. Zapata: Señores diputados: En la sesión

anterior he venido precisamente a oponerme a que se otorgara un pensión a los deudos del C. diputado Rendón, que fue sacrificado por sus servicios a la Revolución.

Dije entonces, que los motivos que tenía para oponerme a esa pensión, eran que las Comisiones absolutamente no habían tenido ningún criterio para establecer una pensión de diez pesos, ni de cinco, ni de tres, ni de dos. Interpelé a las Comisiones y las Comisiones nunca supieron darme cuenta de cuál era el proceso cerebral que llevaban al fijar en unos casos diez, en otros tres y en otros cinco. Algún miembro de la Comisión se sirvió decirme que juzgaba, conforme a su criterio, por la heroicidad demostrada por el sacrificado. Entonces repliqué que eso era lo único que no era posible medirse, la heroicidad. Ahora vengo, señores, a apoyar el dictamen de la Comisión, en primer lugar, porque se trata de cinco pesos, que es el máximo que yo quiero que se establezca por pensiones, entre tanto, las condiciones del Erario permiten aumentar esas pensiones a quienes sean acreedores a que se aumenten. En segundo lugar, señores diputados, no me explico cómo después de haber aprobado una pensión para los deudos del señor Rendón, haya aquí dificultades para aprobar una pensión por la mitad para los deudos del señor Cabrera. O ustedes, señores diputados, no saben quién fue el señor Cabrera o no están dotados de un espíritu de alta justicia, porque sinceramente, honradamente, yo he conocido al señor Rendón y he conocido al señor Cabrera, y entre el señor Cabrera y el señor Rendón, si hay diferencia -los dos son muertos -, si hay diferencia, está en favor de Ramón Cabrera. (Voces: ¡Muy bien!) Un aguilucho por su edad y ya con alas espléndidas. ¡Qué diera don Luis Cabrera, que ha sido Ministro de Hacienda, que es aplaudido ante toda la Nación, por tener los ímpetus, por tener el corazón de su hermano Ramón Cabrera! Don Ramón Cabrera, en mi concepto, señores diputados, no era militar; don Ramón Cabrera era un civil que probablemente desde que nació se dedicó a la Revolución, que puso absolutamente toda su vida siempre en favor de los intereses generales, que fue un constante amador de la libertad y un constante luchador; don Ramón Cabrera no puede ser tenido como militar, no conoció nada del Código Militar, ni de ordenanza militar, ni de todas esas cosas militares probablemente ni una palabra. Si Don Ramón Cabrera llegó al desarme de las fuerzas huertistas a Puebla con un grado militar, fue probablemente y única y exclusivamente porque a los comisionados, cuando se les otorgaba alguna comisión un poco difícil, para que pudieran ser respetados por los soldados, se les daba un grado cualquiera. No ha muerto don Ramón Cabrera ni como militar, y, en mi concepto, nunca ha sido militar.

Señores diputados: Ustedes han presenciado más de una vez que he tenido el honor de dirigiros la palabra, que jamás he tenido un momento de exaltación; hoy la tengo, porque sería una tremenda injusticia, señores diputados, poner el más pequeño inconveniente para dar una pensión a la viuda de don Ramón Cabrera. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra, en contra, el C. Treviño Jacinto.

El C. Treviño: Señores diputados: No he pedido la palabra precisamente en contra de que deba o no otorgarse la pensión, sino en contra del trámite que se ha dado; en mi concepto, después de la declaración terminante del señor Silva Herrera, agregado a esto lo dicho por el señor Galindo, el señor Cabrera tenía una categoría cualquiera en el ejército, el ejército de entonces, el ejército que se llamó libertador; si, pues tenía una categoría en el ejército, este asunto debió en tiempo oportuno haberse turnado a la Comisión respectiva de Guerra y, por consiguiente, el expediente de éste debió haberse encontrado entre el sin número de expedientes que están detenidos en la Comisión de Guerra.

Dentro de breves días la Comisiones de Guerra presentarán un proyecto de ley de pensiones, y ahí se verá, conforme a esa ley, si es que la Cámara aprueba la ley de la que se hace mención, ahí se verá quiénes son los que están comprendidos; por consiguiente, si hoy se resolviera en favor del C. Cabrera en pro o en contra, se podría cometer un error, dado que no se juzgaba como corresponde. Yo me permito hacer estas aclaraciones ante la Asamblea, porque creo procedente que se rechace esta vez el dictamen, pasándolo a las Comisiones de Guerra para que quede comprendido en la ley que está haciendo. (Aplausos.)

El C. Silva Herrera: Pido la palabra, como miembro de la Comisión.

El C. Presidente: Como miembro de la Comisión, tiene la palabra el C. Silva Herrera.

El C. Silva Herrera: Señores diputados: No me explico por qué en este caso se ha hecho cuestión de mero trámite la aprobación o no aprobación de un dictamen que consulta una muy pequeña pensión para un hombre que ha prestado grandes servicios a la causa de la Revolución. Estoy seguro que si en cualquier otro caso y tratándose de algún otro miembro prominente de la Revolución que hubiera perecido en campaña o en otra forma, se hubiera pedido por alguno de nosotros la dispensa de trámites para que brevemente se resolviera el asunto en favor de las víctimas del huertismo o de cualquiera otra de las facciones contrarias al Constitucionalismo, la Cámara la hubiera dispensado desde luego.

Es bien sabido que nosotros somos enteramente pasionales y principalmente cuando se nos habla del lado de la conmiseración y sentimientos humanitarios para premiar buenos servicios; sin reflexión lo hacemos y quizá haya algunos en que habremos cometido errores, dejándonos llevar por esos buenos sentimientos; ¿por qué, pues, cuando se trata de un hombre de quien nos ha hablado tan elogiosamente uno de los compañeros que tomó la defensa del dictamen, apoyado en documentos fehacientes y que ha hablado con mucho mérito y honor para él, el diputado Castillo, de quien se creía que era enemigo de la familia Cabrera. solamente porque triunfó en la elección del Gobierno de Puebla su contrincante el doctor Cabrera; por qué, repito, teniendo ese testimonio desapasionado, como el del diputado Castillo, fundado en documentos, fundándose en trámites, que es la única objeción que han hecho los CC. Escobar y Treviño, se pretende rechazar

el dictamen? Hay que hablar claro, señores, quizá se alguna animadversión u otra cosa, o el resalto del ambiente que en ciertos grupos de la Cámara hay aquí contra del licenciado Cabrera, y, repito, las palabras que dijo el C. Castillo: ¿por qué sacrificar a los deudos de un hombre que ha prestado grandes servicios a la Revolución, que desde el primer día de campaña acompañó al C. Primer Jefe y que pereció de una manera quizá más trágica que la del diputado Rendón, a quien se le concedió ya la pensión, sin discusión de ningún género?

Yo ruego a la Asamblea, señores, que en tratándose de esto, prescindamos de esas pequeñas pasiones y, sobre todo, que no hagamos cuestión de trámites el premiar los servicios prestados a la causa del pueblo.

No creo yo, y así lo supongo, que por tratarse de un militar deban necesariamente aplazar todo asunto que se relacione con la Comisión de Guerra. Indudablemente que si se trata exclusivamente de algo relativo militar, estarían capacitadas las Comisiones de Guerra para conocer de ello; pero aquí se trata de premiar los servicios de un hombre que prestó servicios a la causa del pueblo independientemente del carácter militar que haya tenido, tanto más que está demostrado que en esa vez ya no ejercía el grado de mayor del ejército de que estuvo investido durante la campaña, cuando estuvo al lado de la Primera Jefatura; se trata solamente de premiar los servicios, de premiarlos en una forma consistente en una pensión, y nadie más capacitado legalmente y conforme al reglamento para dictaminar si el Erario está en condiciones de otorgar la pensión y si, dadas las condiciones en que falleció y de que fue víctima la persona de que se trata, que las Comisiones de Hacienda; indudablemente la Comisión de Guerra no viene a decirnos aquí si el Erario puede desembolsar o erogar el importe de la pensión de que se trata. En consecuencia, señores, creo que bastará reflexionar un poco sobre este particular para creer que ni siquiera tendrían nada que ver aquí las Comisiones de Guerra; no vamos a investigar si era o no mayor, si debidamente se le expidió o no su nombramiento, y si los ascensos los obtuvo en la forma prevenida por la Ordenanza; para ese caso sí estarían capacitadas la Comisiones de Guerra; no vamos a dilucidar esta cuestión, vamos a ver si el Erario puede y debe, conforme a la ley, erogar cinco pesos diarios para la viuda de Cabrera, y sin los servicios prestados por él ameritan el premio que el pueblo tenia obligación de conceder a los que se han sacrificado para darle su libertad.

Creo inútil insistir en los méritos del C. Cabrera, puesto que está en la conciencia de todos que, en efecto, los adquirió, que los adquirió en iguales condiciones, si no superiores, a muchos de los otros cuyas familias han sido pensionados ya por esta Asamblea, y entiendo que la Asamblea sería inconsecuente consigo misma, y con el sinnúmero de pensiones que ha dado con anterioridad en casos semejantes, si no la concediera en esta vez.

Señores diputados; Si queréis que la opinión pública se satisfaga y de una vez por todas crea que aquí obramos con serenidad y justicia, únicamente fundados en los preceptos y tomando en cuenta únicamente los méritos revolucionarios de los que han perecido, votad en esta vez como habéis votado en otros casos de pensiones, en la gran mayoría de ellos; si, por el contrario, vamos a confirmar lo que por ahí se dice, que entre nosotros desempeñan más importante papel las pasiones de partido, las bajas pasiones de partido, en muchos casos que los preceptos y dictados de la justicia, entonces rechazad la pensión que la Comisión dictaminó que se conceda a la viuda del C. Cabrera.

El C. Presidente: Para rectificar hechos tiene la palabra el C. Cabrera.

El C. Cabrera: Señores diputados: Estaría yo perfectamente dentro de mi derecho como diputado, tomando la palabra en pro o en contra en este debate que no me afecta personalmente, sino por cuando mi propia personalidad pudiera estorbar a una familia para que pudiera obtener una ayuda para la vida.

He pedido la palabra exclusivamente para hacer relaciones de hechos que deben ser tenidos en cuenta por la Asamblea al tratar de este asunto.

Tengo el orgullo de decir que todos mis amigos y parientes han sido perjudicados por mi amistad o mi parentesco, en vez de ser favorecidos. De la familia Cabrera nadie puede hablar con más conocimiento de los hechos que yo, y aun cuando esto pudiera aparecer a primera vista una falta de modestia, como no voy a hablar de mí en lo personal, simplemente referiré a los señores diputados lo que en otra ocasión he dicho. De la familia Cabrera nunca se ha dado el caso de que mientras uno de sus miembros esté con una vela a Dios, otro esté con una vela al diablo; todos han estado siempre absolutamente del mismo lado; jamás se ha dado el caso en esta familia de que en la revolución vencida o triunfante, de que en tal o cual situación política cambiada de un día a otro, uno de los miembros de la familia caiga parado mientras los otros hubiesen caído de lleno. De los hermanos Cabrera que han tomado parte en materia política, es decir, mis hermanos, don Lucio Cabrera, a quien personalmente conocieron lo señores Cienfuegos y Vadillo, fue absoluta e indiscutiblemente un revolucionario en el año de 1910 y uno de los que con más ahínco y con más tesón trabajó en la materia electoral en ese año; murió de una enfermedad natural, aunque repentinamente y no se encuentra en la actualidad a discusión.

El doctor don Alfonso Cabrera prestó y ha prestado siempre sus servicios y exactamente del lado de la Revolución, y hasta cuando ocasionalmente como asimilado ha sido considerado como coronel en su condición de médico militar; sin embargo, él personalmente se considera y sigue considerándose como un civil.

Don José María Cabrera, que comenzó sus servicios en el mes de ... entiendo que de septiembre y octubre de... no, más tarde, por el mes de enero de 1911, no es en la actualidad más que teniente coronel, no ha llegado a ponerse una águila, y conoce muchos que fueron sus subordinados y que en la actualidad han llegado cuando menos a la categoría de brigadieres; está en la actualidad retirado del Ejército, habiendo pedido recientemente su licencia.

Don Rafael Cabrera, que murió en compañía de

don Ramón Cabrera, era capitan 2º. en las fuerzas del general don Antonio Medina cuando fue fusilado juntamente con don Ramón Cabrera; don Rafael Cabrera no dejó más familia que cinco hermanas mujeres que están al cuidado de otros de sus hermanos y que, por consiguiente no tienen necesidad de pedir una pensión. Don Ramón Cabrera no fue militar ni nunca pensó ser militar; don Ramón Cabrera era el espíritu civilista por excelencia, y si ocasionalmente, en condiciones de asimilado hubo necesidad de reconocérsele el grado de teniente coronel, era meramente para los efectos de disciplina y de facilidad en las labores, pero no era absolutamente militar.

Don Federico Cabrera, que prestó sus servicios también en la fuerzas del general Medina en la sierra, sí fue militar y llegó aun a desempeñar el cargo de Jefe de Estado Mayor de don Antonio Medina; se retiró del Ejército y en la actualidad sencillamente es un civil. Todas estas personas han sido civiles. Don Ramón Cabrera en su condición de civil y como organizador que era, porque el licenciado Zapata tiene razón y estaría mal que yo le negara ese mérito a su hermano muerto, era un espíritu organizador por excelencia, de actividad incansable y en ese sentido todos los que conocieron sus trabajos en la sierra de Puebla y en la Huasteca, todos tuvieron conocimiento de cómo trabajó. En condición de civil trabajó y ocasionalmente y por mera contingencia fue comisionado por Antonio Medina para bajar a Puebla cuando se trató de la rendición de esta ciudad y arreglar los preliminares para la rendición de las fuerzas federales concentradas en Puebla. Recordaréis que estas fuerzas salieron de la ciudad de México y fueron desparramadas hacia el Oriente y, naturalmente, la mayor cantidad de ellas se concentraron en las poblaciones de Puebla y Veracruz. En Puebla se encontraba el general Luque y don Ramón Cabrera bajó de la sierra a la capital comisionado por el general Medina a efectuar la rendición de estas tropas. Don Ramón cabrera no traía un cargo militar al hacerlo, pero era necesario que tuviese una designación cualquiera con el fin de poder desempeñar satisfactoriamente sus funciones. Habiendo hablado con el general Luque, vino a la ciudad de México donde habló con el ciudadano Primer Jefe y éste le dio instrucciones para que volviese a Puebla. Volvió a Puebla, acompañado entre otros por su hermano don Rafael, que no contaba entonces ni los veinte años cumplidos y que era un capitán 2º. en las fuerzas del general Medina y ahora diputado González Galindo, etc. Fue a la ciudad de Puebla y llegó desgraciadamente a la ciudad de Puebla, porque habiéndose quedado los generales González y Carranza en Apizaco, él fue encargado para adelantarse a la ciudad a esperar la llegada de los generales González y Carranza, que eran realmente los autorizados militarmente para gestionar la rendición de las fuerzas federales de Puebla. Mis hermanos llegaron al amanecer de ese día y encontraron que en aquellos momentos se había levantado el llamado 29 batallón contra la rendición a que se les había sujetado. Naturalmente los levantados se posesionaron de la estación y cuando llegaron los Cabrera los aprehendiera. Respecto a Rafael, no hubo ninguna duda, llevaba dos barras en el sombrero y tenía que ser fusilado. Respecto de don Ramón, solamente se supo que era hermano del licenciado Cabrera y, naturalmente, tenía que ser fusilado.

¡Quién le había de decir a aquel hombre que había de morir por ser hermano de aquel otro y que su familia podía quedar expuesta a morir de hambre también por ser hermano de aquel otro! Don Ramón Cabrera no pretende ni honores militares a su memoria ni una pensión como militar. Tenemos otros miembros de nuestra familia que han muerto como militares, para los cuales tampoco hemos solicitado pensión.

Don Benjamín Cabrera, hermano de mi padre, a quien también entiendo que conocieron Bandera y Mata, González, Galindo, etc., y que murió en la toma de Tenancingo como militar; un primo hermano mío, don Lauro Anzures, que murió fusilado en Cholula, también en su carácter de militar, pero don Ramón Cabrera no era militar.

Cuando el 24 de agosto de 1914 volvía yo de enterrar a mis hermanos en la ciudad de Puebla, recibí del señor don Venustiano Carranza la comisión de ir a ver a Emiliano Zapata; fuí a Cuernavaca en mi carácter de civil y si hubiese yo sido sacrificado en la misma forma en que ocho días antes acababa de ser sacrificado mi hermano, yo también no habría pretendido que se me reconociera ningún grado militar. (Voces: ¡Después de muerto, claro!) Que se reconociera para los efectos de pensión, supongamos, a mi familia, aun cuando la función que iba yo a desempeñar como la que iba a desempeñar don Ramón Cabrera, había sido esencialmente de carácter militar. En la organización rudimentaria que tenía el Ejército en aquella época, es natural que no se pensara, que no se pudiera hacer nada si no era dentro de las líneas de la actividad militar, y por eso era necesario, como es necesario en muchos casos, crear asimilados administrativos, que tienen nominalmente algún grado, pero que en realidad no son militares; así los médicos, así los proveedores, así los pagadores, así los jueces, etc., prestan sus servicios dentro de una organización militar, pero no son militares.

Yo, que considero que también puede servirse a la Patria en lo civil, he deseado expresar clara y francamente ante esta Asamblea, que los miembros de esta familia, que algo ha sufrido por la Revolución, y que fueron militares, no han pretendido ni tienen intención de pretender que se les pensione por su muerte; que en este caso, la iniciativa del señor diputado Pineda -que agradezco sinceramente, por lo que hace al reconocimiento de los méritos de mi hermano - , tiende a la recompensa de los servicios, más bien dicho, a la recompensa del sacrificio hecho en el desempeño de su deber. El trabajó como civil y él murió como civil, y si no hubiera otro dato que traer acerca de la forma en que fue sacrificado, yo os diría que el enemigo cuando lo mató, lo mató como civil, porque no lo fusiló. Los dos hermanos Cabrera no tenían más que un sólo tiro, cada uno en el corazón, porque la deducción más probable fue que fueron muertos disparándoseles a cada uno un tiro en el lugar del corazón, una bala a cada uno, no

tuvo los cinco a que tienen derecho los militares, tuvo la única bala que es el calificativo del asesinato con que las grandes tiranías sacrifican a los civiles. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Aguirre Colorado. (Voces: ¡Ya, ya! Siseos.)

El C. Aguirre Colorado: Señores diputados: Me extraña sobremanera que antes de que yo haya hecho ninguna expresión en esta tribuna, escuche siseos de la Representación Nacional. Si hubieran ustedes estado pendientes del curso de los debates, verían que no tienen razón para sisear.

Al ocupar esta tribuna, interpelé, en un principio, cuando se puso a discusión este dictamen, si el señor Ramón Cabrera estaba con el grado militar en el Ejército. Se me contestó, por el ciudadano Silva Herrera, miembro de la Comisión, de una manera categórica, que sí tenía grado en el Ejército, y por eso vengo a hablar en contra de la pensión a la viuda de un hombre que ha prestado grandes servicios a la Patria. Yo estoy de acuerdo en que se le dé esa pensión, pero si había pedido la palabra en contra, fue porque había una ley escrita por el ciudadano Primer Jefe, relativa a las pensiones de los militares muertos en campaña, y ahora que el señor diputado Cabrera nos ha venido a decir clara y terminantemente, de una manera expresa que su señor hermano no ha tenido ningún cargo en el Ejército, no tiene motivo por qué el diputado Aguirre Colorado, venga a impugnar este dictamen.

Por eso, repito, que me extrañaba el siseo antes de hablar en esta tribuna.

Si, como aseguró el señor Cabrera en esta tribuna, no era absolutamente militar el señor su hermano, el señor sacrificado por la soldadesca del 29, no hay motivo para que dirija la palabra para hablar en contra del dictamen de la Comisión. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Vadillo. (Voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Secretario Aranda: Se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si se considera suficientemente discutido el asunto. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Está suficientemente discutido. En votación nominal se pregunta si se aprueba.

El C. Secretario Alonzo Romero: "Artículo único. Se concede a la señora María Luisa Sánchez viuda de Cabrera, una pensión de cinco pesos diarios, los cuales le serán pagados por la Tesorería General de la Nación, mientras no cambie de estado."

El C. Ancona Albertos: Pido la palabra, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Ancona Albertos.

El C. Ancona Albertos: Parece que el Senado ha devuelto algunos decretos de pensiones, únicamente porque no se ha puesto aquí que se pague la pensión íntegramente. En ese concepto, pido que se agregue la palabra: "íntegramente."

El C. Padilla, miembro de la Comisión: La Comisión solicita atentamente de la Asamblea el permiso para retirar el dictamen y agregarle esa palabra.

El C. Secretario Alonzo Romero: En votación económica se pregunta a la Asamblea si concede permiso a la Comisión para retirar el dictamen, con objeto de modificarlo en el sentido que lo ha manifestado. Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Sí se concede permiso.

El C. Secretario: El proyecto ha quedado en la forma siguiente: "Artículo único: Se concede a la señora María Luisa Sánchez viuda de Cabrera, una pensión de cinco pesos diarios, los cuales le serán pagados íntegramente por la Tesorería de la Nación, mientras no cambie de estado."

Se procede a la votación nominal.

(Se tomó la votación.)

El C. Prosecretario Sánchez Tenorio: Votaron por la negativa los siguientes 8 CC. diputados: Alejandre, Castañeda, Chapa, Esquivel, Gay Baños, Méndez, Saucedo Salvador y Valle.

El C. Secretario Alonzo Romero: Votaron por la afirmativa los siguientes CC. diputados: Aguirre Colorado, Aguirre Crisóforo, Aguirre Efrén, Aguirre Escobar, Alonzo Romero, Ancona Albertos, Andrade, Aranda, Arellano, Arreola, Avilés, Bandera y Mata, Barragán Juan Francisco, Barragán Martín, Bello, Benitez, Bravo Izquierdo, Cabrera, Cancino Gómez, Cano, Carrascosa, Carrillo Eduardo S., Carrillo Iturriaga, Castillo, Castro, Cepeda Medrano, Céspedes, Cienfuegos y Camus, Córdoba, Córdova, Cristiani, Cruz, Dávalos Ornelas, Dávila, Domínguez, Echeverría, Escudero, Esparza, Fentanes, Figueroa, Gárate, García de Alba, García Jonás, García Pablo, García Vigil, Garza Pérez, Gómez Mauricio, Gómez S. Emiliano, González Galindo, González Ibarra, González Marciano, Guajardo, Guerrero, Gutiérrez Antonio, Hay, Hermosillo, Hernández Jerónimo, Jurado, Leyzaola, Limón, Lizalde, López Couto, López F. Ricardo, López Miro, Luna Enríquez, Malpica, Manjarrez, Manrique, Manzanilla Tejero, Manzano, Mariel, Márquez Josafat F., Medina Francisco, Medina Hilario, Medina Juan, Mendoza, Meneses, Moctezuma, Montes, Montiel, Navarrete, Neri, Olivé, Ortiz, Orero, Padilla, Padrés, Paredes Colín, Parra, Pedroza, Pesquiera, Pineda, Plank, Portillo, Ramírez Genaro, Ramírez Llaca, Ramírez Pedro, Rebolledo, Reynoso, Rivas, Rivera José, Rocha, Rodríguez Saro, Rojas Dugelay, Rosas, Ruiz Alberto, Ruiz José P., Ruiz Juan A., Sánchez Pontón, Sánchez Tenorio, Saucedo J. Concepción, Silva Herrera, Silva Jesús, Solórzano, Soto, Téllez Escudero, Torre Rómulo de la, Torres José D., Treviño, Uruñuela, Vadillo,. Velásquez, Ventura, Villarreal Filiberto C., Villarreal Jesús J., Zapata, Zavala y Zurbaran.

El C. Secretario Alonzo Romero: Ha sido aprobado el proyecto de ley relativo a la pensión de la viuda de Cabrera, por 136 votos de la afirmativa, contra 8 de la negativa; pasa al Senado para los efectos constitucionales.

El C. Silva herrera: Pido la palabra.

El C. Presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Silva Herrera: Para hacer una rectificación.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Silva Herrera, para una rectificación.

El C. Silva Herrera: Durante el uso de la palabra, en la defensa del dictamen que se acaba de

aprobar, atribuí al señor coronel Profirió del Castillo los conceptos vertidos por el señor Modesto González Galindo, y quiero aclarar esto, para que así se haga constar en el Diario de los Debates, puesto que le atribuí a él el carácter de candidato al Gobierno del Estado de Puebla.

El C. Secretario Alonzo Romero: Se ha presentado con el carácter de urgente, la siguiente proposición

"H. Asamblea:

"Los que subscribimos, diputados al Congreso de la Unión, nos permitimos proponer a esta H. Cámara que con objeto de conmemorar el cuatrocientos veinticinco aniversario del descubrimiento de América, se sirva acordar se suspenda la sesión del día de mañana.

"Para los efectos de esta moción solicitamos la dispensa de todo trámite. "Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados. - México, 11 de octubre de 1917. - E. Sánchez Tenorio. - C. Rivera Cabrera."

Se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Mayoría. Sí se dispensan los trámites. Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra?

El C. Méndez Eugenio: Pido la palabra. Antes de entrar al debate, que funde la proposición alguno de los firmantes.

El C. Presidente: se invita a alguno de los autores de esta proposición, para que la funden.

El C. Rivera Cabrera: Señores diputados: Parece que ha habido algunas manifestaciones de desagrado con motivo de esta solicitud o proposición, que el señor compañero Sánchez Tenorio y yo hemos hecho, teniendo en consideración las razones de gran peso que existen y que las fundamenta. Ahora más que nunca, es necesario intensificar el sentimiento de la raza. Huelga y es obvio decir las razones, puesto que en estos momentos más que nunca los peligros que para nosotros significan nuestros vecinos del Norte.... (Murmullos. Campanilla.) ... ellos por sí solos hablan y justifican nuestra actitud que no tiene más finalidad que la de consolidar aun más el sentimiento de la raza indolatina.

Es indudable que si nosotros nos proponemos consolidar estos sentimientos, nos fusionaremos muchísimo más y tendremos la fuerza moral y material que es necesario tener para el porvenir de nuestra patria. Espero, pues, que los señores compañeros se servirán apreciar los móviles que nosotros tuvimos al hacer esta proposición y aceptarla tal como está expuesta.

El C. Hay: Pido la palabra en contra.

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Hay.

El C. Hay: Señores diputados: No voy a cansar vuestra atención con un largo discurso, porque el asunto no lo merece. Yo creo que debemos rechazar esto por unanimidad, porque la mejor manera de dignificar una fiesta de la raza, es cumpliendo como buenos de esa raza: ¡trabajando! (Aplausos y siseos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra en pro el C. Avilés. (Aplausos y voces.)

El C. Avilés: Señores diputados: La otra vez que se trataba de conmemorar el 14 de julio, se nos vino aquí con las mismas cosas que nos trae el diputado Hay, diciéndonos que el trabajo dignificaba siempre. Entiendo que eso fue lo que pretendió decir el C. Hay con la corta peroración que acaba de hacer; (Risas.) pero así como el trabajo dignifica, señores, también dignifica guardar el recuerdo a los grandes hombres y a los grandes hechos. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos.) En esta vez se trata de la dignificación de la raza, de la raza, latina.

¿Por qué no guardar esa dignificación a esa raza? Yo estoy de acuerdo en que sí debe de concederce el día de mañana que la iniciativa pide...

- El C. Manrique, interrumpiendo ¡No!

El C. Avilés, continuando: ¿Por qué no? ¿Cuál es el motivo de que no pueda concederse eso, puesto que todas las oficinas del Gobierno van a estar mañana cerradas? Nosotros queremos darnos muchas veces humos de trabajadores, cuando en realidad no lo somos. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos.) Y lo estamos viendo aquí, señores diputados. Ahora, si se pasa lista, apenas si se completa la cantidad necesaria de diputados para el caso. Muchos de los señores diputados vienen, pasan lista y tranquilamente se salen a la calle. (Voces: ¡Es cierto!) Esto, señores diputados, cuando se trata de un asunto como el que se nos acaba de proponer, son los primeros en decir: ¡No! ¡no! ¡no! ¿Por qué? Pues sencillamente, como ellos nunca concurren a sesión, nada más se andan paseando... (voces: ¡Bravo! ¡Muy bien!) y por eso es que cuando se trata de estas cosas, siempre dicen: ¡No! Desde aquí podemos contemplar que todas las curules están en su mayoría casi desocupadas... ¿Murmullos.)

El C. Manrique, interrumpiendo: Hay algunos diputados que sobran en su curul.

El C. Avilés, continuando: Bueno, la verdad es que no necesito de mentores para estar desarrollando mi discurso. Agradecería al señor Manrique que deje esos consejos que me está dando, para otra vez, porque en este momento no los necesito. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos.)

El C. González Marciano, interrumpiendo: Conste que eso es por Manrique.

El C. Avilés, continuando: También por el señor general Marciano González. (Campanilla.)

El C. Avilés, continuando: Todas... (Toses, murmullos y campanilla.) todas las naciones latinoamericanas van a conmemorar ese día. ¿Y por qué nosotros nos vamos a distinguir? Esta diputación, que es realmente revolucionaria, ¿cómo nos vamos a distinguir por la fantochería de decir que somos unos trabajadores, cuando en realidad, en verdad, no lo somos? Vamos a dejar esos arrestos, señores, vamos a dejar ese amor propio de que muchas veces en estos casos nos revestimos para otras veces en que realmente, en que verdaderamente se necesita trabajar. ¡Cuántas veces tenemos frente a nosotros grandes problemas y no alcanzamos a resolverlos nunca! ¿Por qué? Porque nos ocupamos en estar discutiendo nimiedades y más nimiedades. Entonces era cuando debíamos poner toda nuestra buena voluntad, todo nuestro espíritu, para resolver

aquellos problemas, no cuando se trata, como en esta vez, de conmemorar el gran acontecimiento que revolucionó, o más bien, transformó al mundo. (Aplausos y voces: ¡Bien, bien!)

Presidencia del C. López Lira Jesús

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. diputado Villarreal

El C. Villarreal Filiberto C.: (Siseos y voces: ¡Uuuuuh! Campanilla.)

El C. Presidente: Se suplica a los señores diputados se sirvan guardar silencio.

El C. Villarreal Filiberto C.: Señores diputados: Yo no vengo a oponerme a que se dignifique a esa raza a que se refiere la iniciativa de los estimables compañeros; pero, señores, si para dignificar esa raza necesitamos no venir mañana a cumplir aquí con nuestro deber, no creo que sea esa la manera de dignificarla. ¿Qué hemos hecho desde que estamos aquí, ganando veinte pesos? (Voces: ¡Mucho, mucho!)

Hay muchos asuntos en cartera que urge resolver y que hay que tratarlos inmediatamente. Por otra parte, ya dijo aquí al C. Hay que la mejor manera de dignificar la raza es cumplir aquí con nuestro deber. ¿En qué se beneficia la raza con qué no vengamos mañana a trabajar? (Voces: ¡Aaaah! Siseos.) De ninguna manera, señores diputados. Yo pido que todos aquellos diputados que han venido a representar al pueblo y a cumplir con su deber, rechacen esa proposición. (Aplausos y seseos.)

El C. Secretario Aranda: Se pregunta a la Asamblea si se considera suficiente discutido el asunto. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Se considera suficientemente discutido. En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. (Voces: Confusión.)

El C. Secretario Alonzo Romero: En vista de que la votación es dudosa..... (Voces: ¡No es dudosa! ¡Sí, sí! Campanilla.)

El C. Ancona Albertos: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Ancona Albertos, para una moción de orden.

El C. Ancona Albertos: La voz del C. Secretario Aranda no fue lo suficientemente oída por toda la Asamblea. Yo pido que se repita la pregunta.

El C. Presidente: se preguntó, en votación económica, si se aprueba la moción hecha por los señores Rivera Cabrera y Sánchez Tenorio, y como está dudosa la votación, se nombra en comisión a los señores diputados García Vigil y Marciano González para que se sirvan contar con los CC. diputados que estén de pie, y a los señores diputados Ancona Albertos y Zubaran Juan, para que se sirvan contar a los CC. diputados que estén sentados.

El C. Rivera Cabrera: Moción de orden.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Rivera Cabrera, para una moción de orden.

El C. Rivera Cabrera: Me permito hacer notar al señor Presidente, que cuando la votación económica es reclamada por alguien, entonces debe procederse a hacer el recuento de votos, pero cuando se considere dudosa; y en el presente caso es notoria la aprobación de la Cámara acerca de la proposición que nosotros hemos presentado. (Murmullos. Voces: ¡Hay mayoría!)

El C. Secretario Alonzo Romero: Siendo notoria la mayoría... (Voces: ¡No! ¡Sí!)

El C. Saucedo Salvador, interrumpiendo: Votación nominal, para que sepan los comitentes quiénes trabajan y quiénes no.

El C. Rivera Cabrera, interrumpiendo: Sólo un espíritu obsecado puede negar que no sea notoria la mayoría que existe....

El C. Presidente: Me permito manifestar a Su Señoría, el C. diputado Rivera Cabrera, que estamos en votación y que, además, no se le ha concedido el uso de la palabra.

El C. Sánchez Tenorio: Son ochenta y tres de pie. Hay mayoría.

El C. Presidente: Los comisionados informan que se encuentran de pie ochenta y tres CC. diputados y cincuenta sentados. (Aplausos.)

El C. Villarreal Filiberto C., interrumpiendo: Moción de orden. Pido la votación nominal.

El C. Presidente, dirigiéndose al C. Villarreal Filiberto C.: Su Señoría no tiene derecho de pedir votación nominal; este es un asunto resuelto por la Asamblea en votación económica. En consecuencia, queda aprobada la proposición de los señores Rivera Cabrera y Sánchez Tenorio. (Aplausos.)

El C. Villarreal Filiberto C.: ¡Moción de orden! Reclamo la votación.

El C. Presidente, dirigiéndose al C. Villarreal Filiberto C.: No puede Su Señoría reclamar la votación.

El C. Cámara: Reclamo el trámite. (Campanilla.)

El C. Ancona Albertos: Moción de orden, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Ancona Albertos para una moción de orden.

El C. Ancona Albertos: Como yo he tenido el honor de ser comisionado para contar a los CC. diputados que estaban sentados, yo suplico que, por honor mío, el señor diputado Villarreal vuelva a contarlos, para que vea que no son más que cincuenta.

El C. Presidente: Yo no puedo acceder a lo que pide Su Señoría; el reglamento es terminante. (Aplausos.)

El C. Secretario Aranda: Orden del día 13 de octubre: continuación de la discusión de la Ley Orgánica de las Secretarías de Estado.

El C. Presidente, a las 7.32 p. m.: Se levanta la sesión. Se cita para pasado mañana, a las cuatro de la tarde. Se levanta la sesión.

El Jefe de la Sección de Taquigrafía,

JOAQUÍN Z. VALADEZ.