Legislatura XXVII - Año II - Período Ordinario - Fecha 19171020 - Número de Diario 38

(L27A2P1oN038F19171020.xml)Núm. Diario:38

ENCABEZADO

MÉXICO, SÁBADO 20 DE OCTUBRE DE 1917

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

PERIODO ORDINARIO XXVII LEGISLATURA TOMO II.- NÚMERO 38

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS CELEBRADA EL DÍA 19 DE OCTUBRE DE 1917

SUMARIO

1.- Se abre sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior.

2.- Se da cuenta con los asuntos en cartera. Lectura de un proyecto de ley presentado por varios CC. diputados sobre subsistencia de las incautaciones practicadas por autoridades preconstitucionales en tanto se expide la Ley de Responsabilidad Civil de que había el artículo 15 transitorio de la Constitución; pasa a Comisión. Es discutida y aprobada una proposición subscripta por varios CC. diputados para celebrar sesiones en las mañanas de los miércoles y viernes. Se sigue dando cuenta con los asuntos en cartera.

3.- Rectificaciones de hechos.

4.- Continúa la discusión en lo general del proyecto de Ley de Suspensión de Garantías Individuales. Se presenta una moción suspensiva que es discutida y desechada. Continúa el debate siendo aprobado el proyecto nominalmente.

5.- Se presenta una Comisión del Senado que es portadora del proyecto de ley de autorización al Ejecutivo para intervenir las fábricas que decreten el paro.

Informa el Presidente de dicha Comisión de las reformas hechas a la citada ley. Contesta la Presidencia. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. SÁNCHEZ PONTÓN LUIS

(Asistencia de 130 CC. diputados.)

El C. Presidente, a las 4.22 p. m.: Se abre la sesión.

El C. Secretario Aranda: "Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados, el día diez y ocho de octubre de mil novecientos diez y siete.

"Presidencia del C. Sánchez Pontón Luis.

"En la ciudad de México, a las cuatro y veinte de la tarde del jueves diez y ocho de octubre de mil novecientos diez y siete, con asistencia de ciento cuarenta y cinco CC. diputados, según consta en la lista que previamente pasó el C. Secretario Alonzo Romero, se abrió la sesión.

"El C. Secretario Aranda, leyó el acta de la sesión celebrada el día diez y siete de los corrientes, la cual, sin discusión, se aprobó en votación económica.

"A continuación, los CC. Secretario Alonzo Romero y Prosecretario Sánchez Tenorio, dieron cuenta con los siguientes documentos:

"Circular del C. Gobernador del Estado de Veracruz, participando que nombró Subsecretario del Gobierno a su cargo, al C. licenciado Carlos I. Meléndez, quien tomó posesión.- De enterado.

"Oficio del Secretario del Juzgado quinto de Instrucción de esta capital, en que participa que recibió esa oficina del C. licenciado Ramón Aguila, a quien le fue aceptada su renuncia por el Congreso de la Unión, y pide se proceda como corresponda, a fin de evitar los perjuicios inherentes a la interrupción de las actuaciones, toda vez que las faltas absolutas de los jueces, deben cubrirse por nombramiento o por elección. La Secretaría también leyó la minuta del oficio que dirigió esta H. Cámara a la de Senadores , citando a sesión de Congreso General para proceder a la elección de Magistrado octavo propietario del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, y de Juez quinto de Instrucción, así como el oficio de contestación del Senado, en que dice no se considera con facultades para concurrir a dicha sesión, desde el momento en que aún no se expide la Ley Orgánica de Tribunales del Distrito Federal y Territorios.

Se turna este expediente a las Comisiones unidas de Puntos Constitucionales.

"Dictamen de las Constituciones unidas de Guerra, formulado con motivo de las solicitudes de pensión de deudos de militares muertos en campaña, que termina con un proyecto de ley que reforma la de veintinueve de mayo de 1896, relativa a pensiones, con objeto de facilitar la tramitación de los expedientes formados con dichas solicitudes de pensión.- Primera lectura, e imprímase.

"El C. Treviño, miembro de las Comisiones dictaminadoras, solicitó dispensa de trámites, para este proyecto de ley; en contra de ella, habló el C. Hay, y en seguida el C. Aguirre Colorado, miembro también de las Comisiones ponentes, hizo una aclaración; el C. Treviño, nuevamente usó de la palabra para pedir que se discutiera este dictamen el

primer día hábil, en virtud de lo cual se preguntó a la Asamblea si dispensaba la segunda lectura, y habiendo contestado afirmativamente, la Secretaría declaró que se pondría a discusión el proyecto de ley de que se trata, el primer día hábil.

"Dictamen de la 1a. Comisión de Hacienda, que contiene un proyecto de ley por medio del cual se aumenta a setenta y cinco pesos mensuales, la pensión de que viene disfrutando la señora Josefina Salazar y Matamoros.- Segunda lectura y a discusión el primer día hábil.

"Dictamen de las Comisiones unidas 1a. y 2a. de Hacienda , que somete a consideración de la Asamblea un proyecto de ley en que se autoriza al Ejecutivo de la Unión para modificar los aranceles de importación y exportación hasta el 31 de agosto de 1918.- Segunda lectura y a discusión el primer día hábil.

"Memorial subscripto por la señora Soledad Lomelí viuda de Bravo, en que pide pensión por la muerte de su esposo, el C. Ángel Bravo, Presidente Municipal de Pénjamo, Guanajuato. Hacen suyo este memorial, por constarles los hechos que en él se asientan, los CC. López F. Ricardo, Siurob, Muñoz, Mendoza, López Lira, Fernández Martínez, Aranda y Torres José :.- A la Comisión de peticiones.

"Ocurso del C. Andrés Oscoy, solicitando se le aumente la jubilación de que disfruta, por haber servido a la Nación en el ramo de Instrucción Pública durante treinta y siete años. Hacen suyo este memorial los CC. Vadillo, Ramírez G. Benito, Villarreal Filiberto C., López Miro, Cienfuegos y Camus, Segovia, Cantú y Saucedo J. Concepción.- A la Comisión de peticiones.

"Escrito en que la señora Emiliana R. viuda de Valderrain, solicita se le aumente la pensión de que disfruta como viuda del C. Clemente Valderrain.- A la Comisión de Peticiones.

"Escrito de la señora Raquel González viuda de Creollo, en que reitera la solicitud de pensiones que presentó ante la Secretaría de Guerra, y que a su vez fue turnada a esta H. Cámara.- Agréguese a su expediente.

"Solicitud de la señora María Hernández viuda del cabo Marciano Saavedra, a fin de que se le conceda una pensión o una gratificación para transladarse al Estado de Sonora.- A la Comisión de Peticiones.

"Memorial del C. Franco Verástegui, acompañando los duplicados de los documentos que presentó relativos a la iniciativa sobre rentas de casas subscripta por el C. diputado Filiberto C. Villarreal.- Agréguese a su expediente.

"Petición de la señorita Sofía F. Franco, para que se le conceda pensión por los servicios prestados a la Patria por su difunto padre, el general Francisco Franco.- A la Comisión de Peticiones.

"Memorial firmado por la señora María J. Ríos Viuda de Olvera, en que reitera la solicitud de pensión que tiene presentada a esta H. Cámara.- Agréguese a su expediente.

"Ocurso de la señora María Concepción Castillo viuda de Márquez, solicitando pensión por los servicios prestados a la causa constitucionalista, por su esposo, el C. Juan Crisóstomo Márquez, y por su hijo, el C. coronel José J. Márquez, ambos muertos en campaña.- A la Comisión de Peticiones.

"Escrito de la señorita Magdalena Reyes, en que pide pensión por los servicios que prestó a la Patria su difunto padre, el coronel Isidro Reyes.- A la Comisión de Peticiones.

"Memorial subscripto por los CC. licenciados Fernando Herrera y Enrique Caballero, en el que hacen una consulta relacionada con el artículo 123 de la Constitución.- A la Comisión de Peticiones.

"Solicitud de la señora Loreto Fernández viuda de González Cuéllar, a fin de que se le conceda pensión por haber muerto, a resultas de la campaña, su esposo, el general Gabriel González Cuéllar.- A la Comisión de Peticiones.

"Petición del C. Crescencio Chávez Linares para que se conceda una pensión a sus nietos, Cristobalina, Pío y Gregorio Chávez, hijos del capitán primero Gregorio Chávez, muerto en campaña.- A la Comisión de Peticiones.

"Ocurso de la señora Graciana del Pozo viuda de Rubio, pidiendo pensión por la muerte, en campaña, de su hijo, el cabo Cruz Rubio.- A la Comisión de Peticiones.

"Memorial de la Unión de estibadores y jornaleros de Veracruz, pidiendo que la Constitución local sea modificada en la parte relativa al trabajo, por estar en desacuerdo con los preceptos de la Carta Magna.- A la Comisión de Peticiones.

"Solicitud de la señora Herlinda Lomelí viuda de Ibarra, para que se derogue el decreto expedido por la Primera Jefatura sobre moratoria de los pagos.- A la Comisión de Peticiones.

"Escrito de la señora María Luisa B. viuda de Garmendia, en que solicita pensión por los servicios que prestó a la Patria su finado esposo, el C. Gustavo Garmendia.- A la Comisión de Peticiones.

"Ocurso de la señora Soledad Marroquín viuda de Hidalgo y Costilla, solicitando pensión como miembro de la familia del ilustre patricio don Miguel Hidalgo y Costilla.- A la Comisión de Peticiones.

"Memorial subscripto por numerosas profesoras de las escuelas nacionales del Distrito Federal, en que solicitan se cumpla con la fracción VII del artículo 123 de la Constitución, igualando sus sueldos con los de los profesores.- A la Comisión de Peticiones.

"Ocurso firmado por el C. Pedro Monroy, en el que hace diversas consideraciones sobre el problema agrario.- A la Comisión de Peticiones.

"Solicitud de la señora Virginia Hernández viuda de Martínez Lara, a fin de que se le conceda pensión por haber muerto en campaña su esposo el mayor León Martínez Lara.- A la Comisión de Peticiones.

"Petición del C. Alberto Aguilar para que se le pensione por la muerte en campaña de su hijo el teniente Alberto Aguilar.- A la Comisión de Peticiones.

"Escrito en que el C. Antonio Z. Armas, formula una iniciativa sobre suspensión de garantías y pide que los bienes de los falsos revolucionarios pasen a poder de la Nación.- A la Comisión de Peticiones.

"Memorial subscripto por la señora Francisca García Casilla, en que solicita pensión por haber muerto en campaña sus hijos Nicolás, Jesús y Luis

Casillas. Este documento por hacerlo suyo la mayoría de la diputación de Jalisco, se turnó a la 3a. Comisión de Guerra.

Acto continuo pasó a la tribuna el C. Fernández Martínez para informar sobre el resultado de la comisión que en compañía de otros CC. diputados se le confirió, a fin de acercarse al Ejecutivo con objeto de pedirle ayuda para los obreros del mineral de Pozos, Guanajuato, que están en malas condiciones.

"El C. Saucedo Salvador, usando de la palabra para reclamar el trámite dado a la solicitud de pensión de la señora María Luisa B. viuda de Garmendia, manifestó que hacía suya dicha solicitud; y como el C. Saucedo por si solo constituye diputación, la Mesa reformó su trámite turnándose desde luego a la 2a. Comisión de Guerra la solicitud de que se trata.

"El C. Sepúlveda hizo una aclaración respecto al informe que momentos antes había rendido el C. Fernández Martínez, relativo al asunto de los obreros del mineral de Pozos, y en seguida la Secretaría declaró que continuaba la discusión, en lo general, del dictamen que consulta el proyecto de Ley de Suspensión de Garantías.

"Habló en pro el C. Pruneda, a quien se permitió continuar en el uso de la palabra, después de transcurrido el tiempo reglamentario.

"El C. García Vigil impugnó la cuestión a debate, y leyó un interrogatorio dirigido al Poder Ejecutivo y que se refiere a asuntos de la política interior del País, y de los ramos de Hacienda y Guerra, interrogatorio que a continuación contestó, en parte, el C. Subsecretario, encargado del Despacho del Interior. Prosiguió el C. García Vigil, y en apoyo de sus argumentaciones, leyó el artículo 29 de la Constitución; y como su discurso se prolongara más del tiempo que fija el Reglamento, la Asamblea permitió que el orador continuara; el C. Manjarrez, propuso que en esta discusión no se limitará el tiempo a los oradores, lo que no fue tomado en consideración por la Presidencia fundándose en el Reglamento. En seguida, el C. García Vigil continuó y terminó su discurso.

"El C. Secretario Aranda, leyó la orden del día para la sesión siguiente, y ésta se levantó a las ocho y quince de la noche."

Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobada.

El C. Prosecretario Sánchez Tenorio: "Secretaría de la Cámara de Senadores del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos.- Sección 2a.- Número 45.

"En cuatro fojas útiles se recibió procedente de esa H. Cámara de Diputados, el expediente con el proyecto de ley que concede una pensión de cinco pesos diarios a la señora María Luisa Sánchez viuda de Cabrera. Este expediente pasó a dictamen de la Comisión de Hacienda.

"Protestamos a ustedes las seguridades de nuestra distinguida y atenta consideración.

"Constitución y Reformas.- México, a 18 de octubre de 1917.- L. Pescador, S. S.- J. Silva, S. S.- A los CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente."- A sus antecedentes.

"Secretaría de la Cámara de Senadores del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos.- Sección 2a.- Número 44.

"En tres fojas útiles se recibió de esa H. Cámara de Diputados, el expediente con el proyecto de ley que concede una pensión de diez pesos diarios a la señora Pilar P. viuda de Rendón. Dicho expediente pasó a dictamen de la Comisión de Hacienda.

"Reiteramos a ustedes nuestra distinguida y atenta consideración.

"Constitución y Reformas.- México, a 18 de octubre de 1917.- L. Pescador, S. S.- J. Silva, S.S.- A los CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente."- A sus antecedentes.

"Secretaría de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización e Industria.- México.- Dirección de Agricultura.- Departamento de Zootecnia.

- Sección de pequeñas industrias zootécnias.

"Habiendo organizado esta Dirección una conferencia sobre la importancia de la Sericicultura en México, que se efectuará el sábado 20 del actual a las 8 p.m. en el anfiteatro de la Escuela Nacional Preparatoria, se honra en invitar con toda atención a esa H. Cámara y a fin de que se distribuyan entre los señores diputados que deseen concurrir, tiene el gusto de adjuntar ciento veinticinco invitaciones.

"Hago a ustedes presentes mi atenta y distinguida consideración.

"Constitución y Reformas.- San Jacinto, D. F., 18 de octubre de 1917.- El director- José Duvallon.- A los CC. Secretarios de la Cámara de Diputados.- Presente."- Recibo y distribúyase.

"Telegrama de San Luis Potosí, el día 18 de octubre de 1917.

"Secretario de la H. Cámara de Diputados.

"Hónrome hacer del conocimiento de esa H. Cámara, que hoy fue promulgada en este Estado, con todas las formalidades del caso, la nueva Constitución local.- Atentamente.- El Gobernador Constitucional del Estado.- General J. Barragán."- De enterado.

"Telegrama de Valles, San Luis Potosí, el 19 de octubre de 1917.

"Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- Secretaría.

"Por encontrarse interrumpidas comunicaciones, solicito de esa H. Cámara me prorrogue licencia por diez días mientras reanúdase tráfico.- Atentamente.- Diputado Rafael Curiel.- Nota: Con timbre de ley."- A la Comisión de Estado, Interior.

"H. Asamblea:

"Los subscriptos, diputados al Congreso de la

Unión, teniendo en consideración que: de acuerdo con lo preceptuado por el artículo 15 transitorio de la Constitución General de la República, corresponde a la Nación hacer efectiva la responsabilidad civil en que hayan incurrido los autores, cómplices y encubridores de los delitos cometidos contra el orden constitucional en el mes de febrero de 1913 y contra el Gobierno Constitucionalista; que a efecto de que esa responsabilidad no resulte ilusoria por los procedimientos que pudieron emplear los responsables de dichos delitos, mientras se estudia la ley relativa, se hace indispensable proveer lo conducente a ese fin; por lo que se permiten someter, con dispensa de todo trámite, a la consideración de la H. Cámara de Diputados, el siguiente proyecto de ley:

"Artículo único. Entre tanto se expide la ley sobre responsabilidad civil a que se contrae el artículo 15 transitorio de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, queda subsistente la incautación efectuada por las autoridades preconstitucionales de los bienes pertenecientes a los responsables de los delitos a que el propio precepto constitucional se refiere.

"Salón de sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, a 18 de octubre de 1917.- Enrique Sánchez Tenorio.- Francisco Arreola R.- Carlos S. Benítez.- Jesús de la Torre.- Antonio Gutiérrez.- Rafael Martínez.- Manrique.- A. Magallón.- Jesús J. Villarreal.- Alberto Ruiz.- A las Comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Justicia en turno.

"CC. diputados:

"Los que subscribimos, solicitamos de esta H. Cámara, con dispensa de trámites y de conformidad con los artículos 23, fracción IV, 29 y 30 del Reglamento vigente, que las sesiones de los miércoles y viernes de cada semana, principien a las nueve de la mañana y continúen en la tarde, con el objeto de tratar, en la primera parte de las sesiones, desde luego, el proyecto de Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, y después, las otras leyes de vital importancia que no han podido discutirse; primero, porque se inició la discusión de la Ley de Secretaría, y después, porque se declaró de urgencia el estudio de la de Suspensión de Garantías. En las demás sesiones de la tarde, y en la continuación vespertina de las del miércoles y viernes, se seguirán discutiendo los demás proyectos de ley en forma en que se acuerde, según la naturaleza de cada uno de ellos.

"Salón de sesiones de la Cámara de Diputados.- México, a 17 de octubre de 1917.- Salvador Saucedo.- J. T. Reynoso.- Manuel Rueda Magro.- Rafael Martínez de Escobar.- Eladio Domínguez.- E. C. Sánchez Tenorio.- Eduardo Hay.- B. Vadillo.- Flavio Pérez Gasga.- J. Aguirre Berlanga.- N. Cámara.- Rafael Manzanilla Tejero.- Benito Ramírez G.- J. D. Robledo.- E. Suárez.- José Luis Figueroa.- Antonio Ancona Albertos.- H. Medina. Ignacio López.- A. Esquivel.- A. Ruiz Estrada.- Eugenio Méndez.- Cienfuegos y Camus.- G. López Miro.- Alvaro Pruneda.- Francisco Arreola R.- Rubén Basáñez.- Ramón Blancarte.- I. Izquierdo.- J. D. Pineda.- E. Gómez S.- E. Céspedes.- J. R. Lizalde.- J. T. Luna Enríquez.- Juan A. Ruiz.- Cayetano Andrade.- Antonio Navarrete.- Alberto Román.- G. Malpica.- Porfirio del Castillo.- José D. Torres.- Efrén Aguirre.- J. Aguirre Escobar.- Manuel Carrillo Iturriaga.- Justo González.- Francisco de P. Mendoza.- Francisco Arlanzón.- José M. Ortega.- Amadeo Betancourt.- Ernesto Aguirre.- Cuatro firmas ilegibles."

En votación económica se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. (Voces: ¡No, no! ¡Sí, sí!) Advirtiendo que se necesitan las dos terceras partes para que proceda la dispensa de trámites. Sí se dispensan los trámites (Voces: ¡No, No! ¡Si, Si!)

El C. Rueda Magro: Pido la palabra para sostener la dispensa de trámites.

El C. Presidente: Ya estamos en votación.

El C. Rueda Magro: Pido que se repita la votación. (Voces: ¡Que se repita!)

- El mismo C. Prosecretario: En vista de que no hay ciertos rumores de protesta respecto de la declaración de la mesa, se repite nuevamente la votación; los que estén de acuerdo con la dispensa de trámites sírvance poner de pie.

El C. Rueda Magro: Pido la palabra para suplicar a la Presidencia se sirva mandar leer la proposición. (Voces: ¡Que se lea!)

- El mismo C. Prosecretario: A petición de varios ciudadanos diputados, se va a dar nueva lectura a la proposición, que dice: (leyó.)

El C. Rueda Magro: Pido la palabra para fundar la dispensa de trámites. (Voces: ¡Ya está a votación!)

El C. Presidente : Tiene usted la palabra.

El C. Rueda Magro: Más de ochenta ciudadanos diputados han subscripto esta moción; no tiene, otro objeto que, lo más pronto que sea posible, se expida la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, que fue aprobada por esta H. Asamblea desde el mes de junio próximo pasado; fue a la Cámara colegisladora y vino con algunas modificaciones que las Comisiones, con el fin patriótico de que, cuanto antes sea promulgada la ley, hemos indicado que se acepten, a efecto de que, cuanto antes, la Suprema Corte de Justicia de la Unión, pueda organizar la justicia federal en la forma en que lo establece la Constitución General de la República. Son dos sesiones matutinas las que se propone que haya, miércoles y viernes. Esos días se podrá trabajar con relación a la Ley Orgánica que ya está dictaminada; se le ha dado primera lectura, se dispensaron las demás y está impreso el dictamen y repartido a todos y cada uno de los ciudadanos diputados; sobre todo, después de que se haya discutido esta ley, que es de vital importancia, viene la discusión de las Leyes del Ministerio Público, la Ley de Amparo, la Ley Orgánica del Poder Judicial del Fuero Común, que tanta falta está haciendo, supuesto que, en la actualidad, no hay ni Juez 5º. Correccional, ni un Magistrado del Tribunal Superior; después de que se trate la Ley de Suspensión de Garantías, que se tiene a discusión en lo general y que ha ocupado casi una semana, viene la discusión de la Ley de las Secretarías de Estado. ¿Cuándo vamos a ocuparnos de la Ley del Poder Judicial? Va a pasar

el período ordinario y no vamos a ver expedida ni siquiera la primera ley que deberíamos haber dictado en el período extraordinario. En esa virtud, pido que se dispensen los trámites a esta moción para que se discuta a continuación, a efecto de que se acepte que haya dos sesiones en la mañana, con el objeto indicado. (Aplausos.)

- El mismo C. Prosecretario: Se reitera la votación sobre la dispensa de trámites. Los que estén de acuerdo, se servirán poner de pie. Sí se dispensan los trámites. Está a discusión. Los que deseen hacer uso de la palabra se servirán pasar a inscribirse. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobada la proposición.

- El mismo C. Prosecretario: "Ayuntamiento Constitucional.- Nogales, Sonora.- Número 3637.

"En sesión ordinaria de fecha 1º. del corriente, este Ayuntamiento tuvo a bien aprobar una proposición hecha por el C. Astolfo R. Cárdenas, la que, con el acuerdo respectivo, a la letra dice:

"II. Del mismo funcionario, proponiendo que se eleve al Congreso de la Unión la iniciativa que presenta por escrito, con el fin de que se graven las exportaciones de efectos mexicanos, con el uno y medio por ciento municipal, a efecto de nivelar el presupuesto de egresos de este Municipio. Este Ayuntamiento hace suya la iniciativa que eleva por escrito al H. Congreso de la Unión el señor Presidente Municipal, a fin de que este Municipio reciba el uno y medio por ciento sobre los derechos de exportación de efectos del país, estando conceptuada dicha iniciativa en los siguientes términos: "CC. diputados del H. Congreso de la Unión.- México.- El suscripto, Presidente Municipal de esta Villa, con todo respeto, se permite sujetar a la consideración de ustedes, la proposición de que se grave con el uno y medio por ciento municipal, la exportación al extranjero de los efectos nacionales. Funda esta proposición en los siguientes puntos: I. La mayor parte de los puertos fronterizos, como el de Nogales, Sonora, se encuentra actualmente en malas condiciones de ornato y aseo, debido al malestar económico en que se encuentran casi todos los pueblos de la República, con motivo de la guerra.- II. Este malestar, que la mismo tiempo es una rémora e impide el engrandecimiento de dichos puertos, viene de las exiguas rentas de los municipios y, por lo mismo, el Ayuntamiento, obligado a procurar el engrandecimiento del pueblo que representa, tiene el deber de proporcionarse los recursos necesarios para obstruccionar las causas del retroceso.- III. El uno y medio por ciento sobre los derechos de exportación para le Municipio, de ninguna manera sería gravoso para los exportadores que manejan negocios en gran escala, citando como ejemplo la ilimitada compra de garbanzo que se introduce al extranjero.

"En caso de tener acogida esta solicitud, sólo resta al subscripto suplicar a la respetable Representación Nacional, se digne, al formular la ley relativa, facultar a los Administradores de la Aduana, para que hagan la recaudación del nuevo impuesto y lo entreguen al Municipio.

"Lo que tengo la honra de transcribir a esa respetable Cámara, con el fin de que se digne, si a a bien lo tiene, tomar en consideración y resolver favorablemente la presente iniciativa.

"Me es grato de hacerle presente las seguridades de mi consideración muy distinguida.

"Constitución y Reformas.- Nogales, Sonora, octubre 6 de 1917.- El Presidente Municipal.- A. R. Cárdenas.- Tomás Ojeda, Secretario.

"Al C. Presidente de la Cámara de la Unión.- México, D. F.

"Hacemos nuestra la presente solicitud.- Diputación sonorense.- G. Padrés.- C. Plank.- J. M. González.- E. Portes Gil, diputado por Tampico."- A la Comisión de Presupuestos, por haberla hecho suya la diputación de Sonora.

- El mismo C. Prosecretario dio lectura al dictamen de la Comisión de Estado, Interior para convocar a elecciones de diputados al Congreso de la Unión por el 8º. distrito electoral del Distrito Federal.- Segunda lectura y a discusión el primer día hábil.

- El mismo C. Prosecretario dio lectura al dictamen de la 1a. Comisión de Hacienda, relativo a la pensión a la señora Enríquez viuda de Herrera.- Segunda lectura y a discusión el primer día hábil.

El C. Sánchez Tenorio: Pido la palabra para impugnar el trámite de la Mesa, concerniente al proyecto de ley sobre la subsistencia de la incautación de bienes.

El C. Presidente: Tiene usted la Palabra.

El C. Sánchez Tenorio: Este proyecto está subscripto por mayoría de diputación del Estado de Durango. El trámite de la Mesa es: A las Comisiones respectivas, y estando subscripta por mayoría de diputación, debe ponerse desde luego a discusión. (Voces: ¿No, no!) Se pide en él dispensa de trámites.

El C. Presidente: La Mesa manifiesta, en apoyo de su trámite, que ha pasado desde luego este proyecto a las Comisiones, en vista de que está subscripto por mayoría de diputación; pero no cree que un proyecto de ley, de cualquiera naturaleza que sea, pueda ser inmediatamente discutido, tanto por la importancia que tiene, cuanto porque no podemos suspender el asunto que está a debate desde hace algunos días. Sentado lo anterior, y en vista de que ha sido objetado el trámite, se pondrá ala consideración de la Asamblea.

El C. Prosecretario Sánchez Tenorio: En votación económica se pregunta si se aprueba el trámite de la Mesa. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobado el trámite de la Mesa.

El C. Presidente: Están inscriptos para rectificar hechos, los ciudadanos diputados Cabrera

Luis, Rivera Cabrera Crisóforo, Jurado Nicasio y González Galindo Modesto. Tiene la palabra....

El C. Rosas, interrumpiendo: Pido la palabra para suplicar a Su Señoría se sirva informar por qué no se dio cuenta en esta sesión con una solicitud del C. diputado Córdova, que se encuentra enfermo de tifo.

El C. Presidente: La Presidencia informa a Su Señoría que, siendo un asunto económico, se ha arreglado económicamente y se ha dispuesto lo necesario para que se le proporcione lo que solicita al C. diputado Córdova. Tiene la palabra, para rectificar hechos el C. Rivera Cabrera Crisóforo. (voces: ¡No esta!) Tiene la palabra, para rectificar hechos, el C. diputado Jurado Nicasio (Voces: ¡Tampoco esta!) tiene la palabra, para rectificar hechos el C. diputado González Galindo Modesto.

El C. González Galindo: Señores diputados: Ayer oímos desde esta tribuna, la fogosa palabra del señor diputado García Vigil, con motivo del proyecto de ley que consulta la suspensión de garantías individuales; tocó un asunto por demás delicado y trascendental, cual es el de dar por terminada nuestra naturalidad, la de México, en el conflicto Mundial, y lo abordó franca, resuelta y definitivamente. No se limitó el señor diputado García Vigil a sostener en su tesis que México abandonaría su neutralidad, sino que inclinó nuestras simpatías en favor de la Entente, y esto necesita una rectificación. (Voces: ¡No se oye!) ¿Cuáles son las razones que tuvo el C. García Vigil para inclinar nuestras simpatías del lado de la no neutralidad, y más que para eso, para inclinarnos como beligerantes en pro de la Entente?

El C. Hay: ¡Moción de orden!

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Hay: Eso es combatir las ideas emitidas ayer por el C. García Vigil, pero no es rectificar hechos. (Aplausos.) No está ese punto a discusión. Pido muy atentamente al compañero González Galindo, como a todos los ciudadanos diputados, que se abstengan de tocar un punto tan delicado, como es el de la situación internacional, que por ahora no nos compete; tiempo bastante habrá, en su oportunidad, para discutir ampliamente este delicado e importantísimo asunto. (Aplausos.)

El C. Presidente: La Presidencia es exactamente de la misma opinión del C. Hay: cree que las rectificaciones de hechos deben concretarse a determinados acontecimientos que algunos diputados hayan expresado que sucedieron y que otros quieran que se rectifiquen. Por lo tanto, suplico al señor diputado González Galindo, se concrete a rectificar hechos.

El C. González Galindo: Es extraño que hoy que vengo a rectificar hechos asentados por el diputado García Vigil, se me llame la atención, y ayer que el mismo diputado los tocó de una manera exaltada, no haya habido quien se haya levantado a pedir que se concretara al punto a debate. (Aplausos.) ¿Por qué, hoy que hago esa rectificación, por haber producido alteración en el ánimo de los diputados lo que asentó el C. García Vigil y arrancado aplausos de las galerías, por haber dado a entender que debíamos inclinarnos al lado de los aliados, se me impide hablar y a él no se le llamó la atención? Vengo precisamente a rectificar, a poner en otro orden de cosas la opinión que los señores diputados hayan creado con ese motivo, así como el que haya héchose cargo el público. Es cierto, señores diputados, y, sobre todo, para los que están a mi izquierda, que no puedo, seguramente - yo no tengo la facilidad de palabra del señor García Vigil ni de los que abordan aquí la tribuna para defender la causa de los aliados-, pero, en todo caso, si me falta elocuencia, si me faltan palabras, en cambio me sobra el sentimiento, me sobra la voluntad y me sobra también la fuerza para mantener esas ideas, no digamos allá en los campos de batalla, porque no vamos a ir, seguramente, a la lucha, estoy seguro que no iremos; pero sí, contando con el patriotismo de todo el pueblo mexicano, estaremos siempre luchando por la neutralidad de la República Mexicana. (Aplausos.)

La consecuencia de abandonar nuestra neutralidad, dice el señor García Vigil, será la de que los Estados Unidos nos faciliten el empréstito exterior, y eso, sencillamente, señores diputados, es vendernos por un plato de lentejas (aplausos. Campanilla); eso es sacrificar nuestras libertades, sacrificar nuestra autonomía y sacrificar nuestra independencia de criterio en esta lucha moral, por los treinta dineros tradicionales, que han simbolizado de muchos siglos a esta parte, todas las indignidades de todos los iscariotes. (Aplausos.).... señores diputados; nos aseguran que Inglaterra, que Francia, que los Estados Unidos, defienden la causa de la humanidad, la causa de las libertades, y ¿cómo se comprende que Inglaterra, Francia y los Estados Unidos defiendan la causa de la humanidad, cuando los Estados Unidos han invadido México en el 47, cuando han desmembrado el territorio (voces: ¡Muy bien! Aplausos); cuando todavía hoy día, hace unos cuantos días mandó la expedición punitiva de Pershing, y en el tapete de la discusión está que nos quieren quitar el Chamizal? ¡Qué a cambio del Chamizal, o cambio de los dineros que nos preste, vamos nosotros a sacrificar nuestra Independencia de criterio? ¡Y Francia, señores diputados, por más que pertenezca también a la raza latina, no nos trajo la intervención del 62? ¿No nos trajo la Guerra de los pasteles, y hoy día aún la tenemos disputándonos la isla de Clipperton, o sea la isla de la Asunción? E Inglaterra, que ametralló al pueblo boero en el Transvaal, ¿no nos arrebató el Territorio de Belice? Todas esas son humillaciones al débil, transgresiones a las leyes de la humanidad y ataques a la libertad de los pueblos; y si esto se dice de Inglaterra y Francia, más podemos decir acerca de Estados Unidos, donde hace apenas cuatro o cinco días se asesino a una familia mexicana. (Voces: ¡Moción de orden! Siseo. Aplausos.)

El C. Rocha: Insisto en la moción de orden presentada por el C. Hay. (Voces: ¡No, sí) Si el diputado García Vigil tocó ayer este asunto, fue para esgrimirlo como uno de tantos argumentos con objeto de hablar en contra de la Ley de Suspensión de Garantías. Caso de permitir que el C. González Galindo hable sobre ese particular, tendrían el mismo derecho otros diputados, y entraríamos en franca discusión respecto de asunto tan

delicado como es la cuestión internacional. (Voces: ¡Que hable! ¡Que no hable! Campanilla.)

El C. Presidente: Manifiesto a la Asamblea que, efectivamente, con motivo de la discusión sobre la cuestión de relaciones internacionales y tratando de debatir en uno o en otro terreno de ideas, se han inscripto varios diputados para hacer rectificaciones de hechos; creo que se abriría un verdadero debate sobre una cuestión que no está a discusión. (Una voz: ¡El C. García Vigil lo provocó!)

El C. Céspedes: Su Señoría ha manifestado que el orador que está en el uso de la palabra no tiene derecho para hablar sobre el particular. En mi concepto y en el de muchos diputados, sí le asiste ese derecho (voces: ¡No! ¡Sí!), puesto que el diputado García Vigil ha asentado que estamos obligados a tener gratitud a Estados Unidos, y cuando, muy por el contrario, laten en nuestros corazones las ofensas recientes de Veracruz. (Aplausos.)

El C. Presidente: La Presidencia manifiesta al C. diputado Céspedes que eso no es una moción de orden; que la Presidencia cree que no solamente tiene derecho de hablar el que esté inscripto en el debate sobre el mismo debate, sino que puede tocar todos los asuntos que quiera tocar y que se relacionen con el debate ¿pero no el que no está inscrito en el debate. Además, las rectificaciones de hechos suspenderían el debate de lo que está a discusión, y por lo tanto, la mesa va a limitarse a someter a la Asamblea el acuerdo económico de si se concede la palabra a los señores diputados para rectificaciones de hechos que se refieran a cuestiones internacionales. (Voces: ¡No!)

El C. Prosecretario Sánchez Tenorio: Los que estén de acuerdo en que se conceda la palabra a los señores diputados para hacer rectificaciones de hechos concernientes a asuntos internacionales, se servirán poner de pie.

El C. Manrique, interrumpiendo: Moción de orden.

El C. Hay: Moción de orden.

El C Presidente: Tiene la palabra el C. Manrique, para una moción de orden.

El C. Manrique: No es motivo de una votación un artículo reglamentario; el artículo reglamentario de facultades a cualquier miembro de la Cámara para rectificar hechos y no especifica que sólo deben exceptuarse de esta calidad los asuntos internacionales. En consecuencia, no cabe esta votación. (Aplausos.)

El C. Hay: Para una moción de orden.

El C. Presidente, dirigiéndose al C. Hay: Voy a contestar la moción del C. diputado Manrique: la Presidencia no trata de impedir las rectificaciones de hechos; pero cree que no son rectificaciones de hechos; pero cree que no son rectificaciones de hechos las que se están haciendo. Por lo tanto, según lo previene el Reglamento, se va a preguntar a la Asamblea si es de concederse el uso de la palabra a los señores diputados para rectificaciones de algo que no son hechos, sino ideas.

El C. Hay: Para una moción de orden.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Hay para una moción de orden.

El C. Hay: vengo a la tribuna, señores compañeros, porque deseo ser oído perfectamente de todos. He pedido la palabra para una moción de orden, consistente en lo siguiente: cuando en el curso de una discusión, el orador quiera, apoyar algún punto de esa discusión, muchas veces se desvía tomando en consideración asuntos que están en relación más o menos directa con el punto a discusión; pero de eso a que cualquiera de los puntos que han sido tratados en la discusión para fundamentar sus argumentos sean tomados al día siguiente como punto principal de discusión y se generan nuevas y nuevas discusiones, lo cual no tendría límite, señores diputados, esto sería materialmente destruir el orden que debe ser llevado en una discusión; eso en lo que se refiera a la cuestión reglamentaria. Por otra parte, el asunto internacional no está a discusión; el asunto internacional, por delicado y por intensamente importante para la Nación, debe tratarse con toda cordura, con toda seriedad, y, sobre todo, en el momento oportuno. El que haya aquí algunas personas que se inclinan en favor de los aliados y otras en favor de los países centrales, es una cosa independiente de la discusión que tenemos en este momento en la carpeta; y creo yo que debemos apelar al patriotismo de todos los diputados para que se abstengan de tocar este punto, y si lo tocan, es preciso que lo toquen únicamente como una consecuencia, como un argumento del asunto a debate, más no como base de una nueva discusión, porque sería traer a la consideración de esta Asamblea el asunto internacional que en estos momentos no nos compete tratar, sino solo al Senado y al Congreso de la Unión, del cual formamos parte. (Aplausos.) Todo lo que sea tratar de buena o mala fe, directa o indirectamente este asunto internacional, será salirnos de nuestras funciones y abandonar la cordura y la serenidad que necesitamos tener en estos momentos tan peligrosos y difíciles para la Patria. (Aplausos.)

El C. Rocha: Moción de orden.

El C. Presidente: No hay en este momento ningún desorden.

El C. Rocha: Me permito informar que sí se está interrumpiendo el orden. El asunto está tomando un cariz verdaderamente serio; se trata de asuntos que afecten las relaciones exteriores de nuestro país, y el artículo 35 del Reglamento prohibe terminantemente que se traten estos asuntos en sesión pública. Si se tiene empeño en tratarlos, que se pase a sesión secreta.

El C. García de Alba: El artículo 23, en su fracción IV, dice: "IV.

Determinar qué asuntos deben ponerse a discusión, prefiriendo los de utilidad general; a no ser que, por moción que hiciere algún individuo de la Cámara, acuerde ésta dar preferencia a otro negocio."

Por lo tanto, el presidente debe poner a discusión la Ley sobre Suspensión de Garantías.

El C. Presidente, dirigiéndose al C. García de Alba: Ese ha sido precisamente el trámite de la Mesa; pero como algunos señores diputados lo han objetado, la Presidencia, en cumplimiento del artículo 19 reglamentario, sujetó al voto de la asamblea el trámite que ha dado.

El C. Jurado: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Jurado.

El C. Jurado: Sobre el reglamento está la Constitución, y hay un artículo terminante, expreso,

que nos permite usar libremente de esa tribuna. (Dirigiéndose al C. Presidente:) ¿No puede usted impedirlo, ni la Asamblea! (Siseos.)

El C. Prosecretario Sánchez Tenorio: En votación económica se pregunta a la Asamblea si se aprueba el trámite de la Mesa. (Voces: ¿Cuál es el trámite?)

El tramite concreto de la Mesa es: "Inmediatamente sígase la discusión de la Ley de Suspensión de Garantías." (Voces: ¡Muy bien! aplausos.) Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobado el trámite de la Mesa.

- El mismo C. Prosecretario: Se ha presentado la siguiente moción suspensiva en conexión con la ley de Suspensión de Garantías, que dice así:

"H. Asamblea:

"Los que subscribimos, diputados al Congreso de la unión, hemos venido escuchado con todo detenimiento el curso que se ha seguido en los debates, tanto en el pro como en el contra, relativos a la suspensión de garantías individuales por iniciativa presentada ante las Cámaras, tanto de Senadores como de Diputados, por el ejecutivo de la unión.

"Como la ley presentada reviste caracteres de trascendencia, tanto al ser aprobada como al ser rechazada, porque aún no llegamos a compenetrarnos profundamente de su benéfica aplicación por quienes van a administrarla, y si siendo además, una tendencia general en que la Ley de Suspensión de Garantías Individuales recaiga principalmente sobre los conspiradores del Gobierno de la República emanado de la revolución, y no hablando a este respecto en lo absoluto la ley que se discute, nos permitimos, de una manera respetuosa, someter a la deliberación de la H. Asamblea, la presente moción suspensiva de los debates relativos, a efecto de que antes de que se lleve a efecto su votación, unifiquemos de una manera concreta el criterio de toda la Representación Nacional.

"Por otra parte, como al aprobarse la ley que en la actualidad se está discutiendo en lo general, no podrá sino ser restringida de algunos de sus artículos cuando se discuta en lo particular, sin que pueda ser adicionada, porque es la facultad exclusiva del C. Presidente de la República promover esta ley ante la Representación Nacional, después de acordar en Consejo de Ministros y conforme a la prescripción del artículo 29 de la Constitución, nos permitimos, como antes se dice, hacer la moción suspensiva de estos debates, sujetándola a la deliberación de la H. Asamblea, para que con dispensa de todo trámite, sea aprobada bajo las siguientes proposiciones:

"Primera. Suspéndase la discusión de la Ley de Suspensión de Garantías Individuales en lo general, a efecto de que una Comisión de esta Cámara de Diputados se acerque ante el Ejecutivo de la Unión y exponga de una manera expresa las modificaciones o reformas que en el sentir general se experimentan, con el objeto de que el C. Presidente de la República, modifique este proyecto y lo envié de nuevo, si fuera posible con el carácter de urgente, reformando y adicionando conforme a las necesidades del momento y al sentir nacional.

"Segunda. Espérese el informe que de la Comisión anterior que se acerque al Ejecutivo a efecto de deliberar consecutivamente sobre la resolución de estos debates.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, 19 de octubre de 1917.- Ernesto Aguirre.- Rafael Martínez de Escobar.- Juan A. Ruiz.- Manuel Carrillo Iturriaga." (Rúbricas.)

(Voces: ¡No, no, no!)

El C. Hay: Pido la palabra en contra.

El C. Rocha: Pido la palabra en contra.

El C. Prosecretario Sánchez Tenorio: En votación económica se pregunta a la Asamblea si se admite a discusión la moción suspensiva a que acaba de darse lectura.

El C. García de Alba, interrumpiendo: Moción de orden.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra para una moción de orden.

El C. García de Alba: De acuerdo con el artículo 108 reglamentario, pido que funde la moción suspensiva al autor o autores de ella.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Aguirre Colorado con objeto de fundar la moción suspensiva.

El C. Rivera cabrera, interrumpiendo: Con este motivo suplico al señor Presidente me inscriba en contra.

El C. Aguirre Colorado: Señores diputados: Desde el momento en que se inició la discusión de la Ley de Suspensión de Garantías, ha sido mi sentir de votar en contra de la suspensión de garantías individuales. (Siseos.) No tengo empacho en decirlo y no me arredran los siseos. Voy a decir por qué la Ley de Suspensión de Garantías que se presenta a la Representación Nacional entraña la pena de muerte para los salteadores de caminos, entraña la pena de muerte para los que dinamiten o vuelen un tren, etc, etc.

Señores diputados: Hay que hablar con entera franqueza. Si vosotros sois los genuinos representantes del pueblo y os sentís con el pueblo; si habéis venido a esta Representación Nacional a representar a ese pueblo y no fuisteis impuestos, votaréis conmigo en contra de esa Ley de Suspensión de Garantías. (Aplausos.) Si señores diputados, y hay que hablar muy hondamente aquí. Yo he tenido la oportunidad de estar como militar con mando de fuerzas en el sector que comprende la ciudad de Jalapa, Veracruz, por espacio de dos años; allí se han estado volando trenes y a excepción de un solo cabecilla que ha caído bajo la férula de la justicia y que ha sido fusilado como lo merecía por tantas fechorías, no se ha podido pescar a los demás cabecillas que continúan volando trenes. hay aquí un representante cuya credencial combatí, el señor Josafat Márquez, quien va a votar en favor de la suspensión, porque ha defraudado las esperanzas del pueblo y porque no es genuino representante. (Siseos.)

El general García Vigil ha puesto los puntos sobre las íes: ¿para quién va a ser la Ley de Suspensión de Garantías? Se va a aplicar por los jefes de destacamento y se va a tomar en consideración el artículo 3º. de la ley, en que se dice que

están obligados los vecinos a prestar su contingente a los guardadores de la libertad a los conservadores del orden público en las rancherías y municipios; y entonces se va a llevar a todo el pueblo indefenso, a todo el que labora por el bienestar de la Patria, a que preste forzosamente sus servicios y se realizará, como dijo el C. García Vigil, la leva más ignominiosa.

Aquí ha venido el diputado Siurob atacando a todos los Ministros de Estado y haciendo una relación de la serie de individuos que se nos han metido al Gobierno y son nuestros más temibles enemigos, y han venido el diputado Pruneda a hablar en pro, diciendo por boca propia que él aplicaría, primero que a nadie, la suspensión de garantías al Ministro encargado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. En todas las ciudades se conspira, como todos lo han dicho, contra la prosperidad y consolidación del Gobierno de la República, emanado de la Revolución; y si en el sentir de todos está que se conspira en todas partes y son más peligrosos los conspiradores dentro de las ciudades y en los poblados, que los están con los están con las armas en la mano, porque a buen seguro que un jefe militar que sorprende dinamitando un tren a cualquiera de los facciosos o rebeldes de la República, no va a preguntar si le suspende las garantías, sino que inmediatamente lo fusila porque está cometiendo un atentado contra la humanidad y contra la sociedad; para esos es para los únicos para los que se consulta la Ley de Suspensión de Garantías y no para los más pérfidos que están aquí laborando dentro de las poblaciones de toda la República y dentro de la capital de la propia República. Si, pues, señores, los que laboran son los que quedan, por decirlo así, excluídos de esta Ley de Suspensión de Garantías; si el Ejecutivo el único que tiene facultades en ese particular para iniciar ante el Congreso de la Unión una ley de Suspensión de Garantías Individuales en toda la República por lo que entraña el precepto constitucional en su artículo 29, nosotros veríamos aquí lo siguiente: Que, aprobando la Ley de Suspensión de Garantías Individuales habremos satisfecho una necesidad que quiere el Ejecutivo que le demos, es decir, el ejecutivo quiere que le demos una Ley de Suspensión de Garantías porque él lo consulta y lo habremos satisfecho, digo, al aprobar esta Ley de Suspensión de Garantías en lo general y seguidamente en el sentir de muchos está que determinados artículos habrá que rechazarlos; pero en cambio, señores diputados, no podríamos adicionarla, porque no es facultad de nosotros: no tenemos facultad de adicionarla. De manera que al venirnos a decir aquí el licenciado Cabrera con su talento preclaro, que podríamos aprobarla en lo general, para después hacerle las modificaciones o reformas necesarias en lo particular; es simplemente un ardid para que la Representación Nacional vote en lo general y se encuentra luego obligada a probar algunos de los artículos que entraña esta ley y solamente a reprobar algunas de ellos. En consecuencia, si queremos obrar perfectamente, si queremos ayudar al Ejecutivo, si queremos que no se siga conspirando contra los intereses nacionales y que se aplique también la ley a quienes están cometiendo sus fechorías en la actualidad en los campos de la República, pedimos aquí algunos diputados esta suspensión a la discusión a efecto de que una Comisión de esta Cámara se acerque al Ejecutivo y le diga: "Señor: No te negaremos la Ley de Suspensión de Garantías, pero tampoco queremos caer en una red que nos tienden determinados políticos; sí te aprobamos la Ley de suspensión de Garantías, porque tú lo quieres, porque tú eres un poder armónico de la República y debe marchar también en armonía con el Legislativo de la Nación; pero, señor: aquí hemos visto,- en nuestro sentir como representantes del pueblo, que hemos estado en contacto con el señor -, que se necesita ante todo incluir en esa Ley de Suspensión de Garantía a tantos conspiradores que están dentro de las ciudades y aun en las rancherías; que hay que incluir a algunos que salvan su responsabilidad, como son los dueños de hacienda que fomentan esa pléyade de bandidos y están fomentando con ello la desgracia de la Nación; también que caiga bajo la férula de la suspensión de garantías, que no tengan excusa que, si es posible, se incautan sus haciendas y se incaute todo el dinero de que dispongan; pero es necesario decirle al Ejecutivo que modifique su ley en esta forma, por lo que yo y mis compañeros hemos presentado esta moción para que la Cámara, de acuerdo con el gobierno, dicte una ley que sea efectivamente para la salvación de la Patria...

El C. García de Alba: ¡Moción de orden! El artículo 109 del Reglamento dice así:

"Artículo 109. No podrá presentarse más que una proposición suspensiva en la discusión de un negocio."

Los CC. Zapata y Hernández Garibay presentaron ya una moción suspensiva sobre este asunto y, por tal motivo, no debe darse curso a la nueva moción.

El C. Presidente: En todo caso, tiene la palabra el orador para fundar su proposición y la Cámara tiene libertad completa para admitir o no la moción.

El C. García de Alba: El artículo 109 es terminante. debe desecharse de plano la nueva moción suspensiva.

El C. Presidente: manifiesto a Su Señoría que la Mesa no puede desechar económicamente ninguna proposición subscripta por diputados; debe estar sujeta en sus decisiones al voto de la Asamblea.

El C. Rocha: Un artículo reglamentario no puede ponerse a votación. el artículo 109 prohibe que se haga más de una moción suspensiva sobre un mismo negocio.

El C. Soto Rosendo: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Soto Rosendo: De buena fuente supe que el Ejecutivo ha enviado al Senado un proyecto de Ley sobre Suspensión de Garantías Individuales, reformando el que estamos discutiendo y adicionándolo; de modo que si eso es cierto, es pertinente la suspensión de la discusión de este proyecto. (Voces: ¡No!)

El C. Aguirre Colorado, continuando: He escuchado con todo detenimiento las mociones de orden de los CC. García de Alba y Rocha, que no tienen más que a interrumpir el curso de mi discurso,

porque no soy orador y ni menos parlamentario; pero voy a hacer una aclaración pertinente a esos señores. La moción suspensiva que presentaron los señores diputados Zapata y Hernández Garibay fue, - e interpreten ustedes, señores representantes lo que dice el Reglamento -, fue antes de que entrara a discusión el asunto, es decir, que no entró a discusión ese día, y dice terminantemente un artículo reglamentario que una discusión sólo podrá suspenderse, es decir, ya cuando estamos en la discusión por tales o cuales causas y entre ellas entra la moción suspensiva. No puede tener efecto retroactivo, supuesto que cuando presentaron esa moción suspensiva, que era el diputado Siurob pidió -, cuando se le dio por primera vez lectura -, que entrara inmediatamente a discusión, el trámite fue que se imprimiera y se suspendió el que entrara a discusión en el acto; pero no estaba a discusión el proyecto de ley en lo general.

El C. Rocha, interrumpiendo: ¡Pruebas!

El C. Aguirre Colorado, continuando: Ocurra al Diario de los Debates si quiere pruebas. (Dirigiéndose al C. Rocha.) Pues bien, señores diputados, proponemos que se suspenda esta discusión, en tesis general, por las razones que ya he expuesto y como podréis ver, señores diputados, si el Ejecutivo de la Unión al haber escuchado por la voz que se ha tenido en esta tribuna parlamentaria, las razones, tanto de los oradores en pro como de los oradores del contra, está de acuerdo en modificar o ampliar esta Ley de Suspensión de Garantías Individuales, por eso, únicamente en el término de media hora, puede suspenderse esta discusión, pues nosotros no nos oponemos a que se continúe ni a que se vote hoy mismo. Por eso dice la segunda de las proposiciones:

"Espérese el informe que dé la comisión anterior que se acerque al Ejecutivo a efecto de deliberar consecutivamente sobre la resolución de estos debates.

Es decir, señores diputados,- hay que hablar con franqueza-, si el Ejecutivo está también latente en nuestra opinión de que debe modificarse o adicionarse esa suspensión de garantías conforme a las discusiones que se han suscitado aquí, entonces todos y cada uno que estén inclinados a votar por ejemplo en el pro, si el Ejecutivo dijera: "Yo estoy de acuerdo en modificarlo," todos votaríamos en contra para rechazarlo en lo general y aceptar el proyecto que el Ejecutivo mande conforme a las necesidades que requiere el país. Por eso he pedido, y ruego a las CC. representantes dispensen los trámites de esta moción suspensiva, se nombre una Comisión que se acerque al Ejecutivo y escuchemos, antes de votar en lo general esta ley es de suma trascendencia, la voz autorizada del mismo Ejecutivo, por la boca de algunos de sus Ministros. No vamos a decir, como ha dicho muchas veces la prensa, que nosotros estamos distanciados del Ejecutivo; no, debemos marchar armónicamente y la armonía no se consigue simplemente por tendencias apasionadas y diciendo unos: "Si aprobamos la suspensión de garantías," y otros: "No la aprobamos."

El C. Secretario portes Gil: En efecto, existe una moción suspensiva el día 10 de octubre en los momentos en que se ponía a discusión el proyecto de ley y, por lo mismo, la mesa cree que es aplicable el artículo 109 reglamentario. De todos modos,...(Voces: ¡No, no!) de acuerdo con el artículo 19 del mismo reglamento, se somete a la aprobación de la Cámara el trámite de la Mesa. El artículo 19 dice así: "Artículo 19. El presidente, en sus resoluciones, estará subordinado al voto de su respectiva Cámara.

El C. García de Alba: Pido la palabra.

El C. Rivera Cabrera: ¡Moción de orden! Pido la palabra.

El C. Presidente: Se le concede al diputado García de Alba por haberla pedido previamente.

El C. García de Alba: Entiendo que cuando hay un precepto terminante y perfectamente adecuado al caso, no debe someterse a votación. el Reglamento está para regirnos y no para discutirse; en consecuencia, no tiene más que aplicarse el artículo 109 desechándose la moción suspensiva, porque ya ha sido presentada otra anterior.

El C. Presidente: Si el trámite de la Mesa fuera que se desecha esa proposición, podría de todas maneras impugnarse ese trámite, Todas las resoluciones de la Mesa pueden ser objetadas, por eso está el artículo 19 del Reglamento. (Dirigiéndose al C. García de Alba.) Yo creo que Su Señoría, así como todos los señores diputados, pueden rechazar esta proposición desde luego no tomándola en consideración y de esa manera queda subsanado este asunto.

El C. García de Alba: pero eso será cuando sea cuestión de un trámite de la Mesa que no esté apoyando en algún artículo reglamentario; cuando hay un artículo expreso, no tiene la Presidencia más que ponerlo en vigor, hacer que rija a toda la Asamblea, como debe ser, porque es una ley que nos obliga tanto como la mismísima constitución.

El C. Rocha: Para una moción de orden.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Rocha para una moción de orden.

El C. Rocha: No se trata aquí más que de una presunta violación al artículo 109 del Reglamento y no de una resolución de la Mesa. El artículo 19 que invoca Su Señoría el Presidente, es para poner a votación una resolución de la Mesa y no un artículo reglamentario. yo insisto en que se haga respetar el artículo 109 reglamentario.

El C. Aguirre Colorado: Pido la palabra, señor Presidente.

El C. Secretario Portes Gil: La Mesa dispone que en virtud de haberse presentado una moción suspensiva anterior a la que en estos momentos, ésta segunda se desecha desde luego. (Aplausos.)

El C. Aguirre Colorado: Reclamo el trámite.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Aguirre Colorado para reclamar el trámite de la Mesa.

El C. Aguirre Colorado: Ruego a la Mesa se sirva ordenar que se de lectura a un artículo reglamentario que está dentro de la discusión, en el cual se previene por qué motivos pueden suspenderse las discusiones, para hablar en seguida.

El C. Secretario Portes Gil: "Artículo 107. Ninguna discusión se podrá suspender sino por estas causas: Primera, por ser la hora de que el Reglamento fija para hacerlo, a no ser que se prorrogue por acuerdo de la Cámara; segunda, por que la Cámara acuerde dar preferencia a otro negocio de mayor urgencia o gravedad; tercera, por

graves desórdenes en la misma Cámara; cuarta por falta de quórum; quinta por proposición suspensiva que presente alguno o algunos de los miembros de la Cámara y qué está apruebe."

El C. Aguirre Colorado: Pido la palabra para una aclaración.

El C. Hay: Para una moción de orden.

El C. secretario Portes Gil, continuando: Como este artículo (el 107 que se acaba de leer) viene a completar el anterior, la Mesa, fundada en los dos, desecha desde luego la proposición suspensiva de Su Señoría (dirigiéndose al C. Aguirre Colorado).

El C. Hay: Para una moción de orden.

El C. Aguirre Colorado: Reclamo el trámite.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Hay para una moción de orden.

El C. Hay: La moción de orden consiste en que se inició una discusión sobre la proposición presentada por el C. Aguirre Colorado; se inició una discusión desde momento en que la Mesa le permitió fundar su proposición; y según el Reglamento, debe hablar un diputado en pro y otro en contra...

El C. Cravioto: ¡No!

El C. Hay: Aunque usted diga que no, el Reglamento así lo dice; y desafío a Su Señoría a que demuestre lo contrario...

El C. Rocha: ¡Yo lo demostraré!

El C. Hay: Cuando yo termine usted lo demostrará. Ahora bien, como ya habló en pro el C. Aguirre Colorado, debo hablar en contra y entre los argumentos en contra, voy a poner precisamente el argumento reglamentario...(Voces: ¡No, no!)

El C. Villarreal Filiberto C.: ¡Moción de orden!

El C. Presidente: Está en el uso de la palabra para moción de orden el C. Hay.

El C. Villarreal: Debo manifestar...

El C. Presidente: Se llama al orden al C. Villarreal.

El C. VIllarreal: Pido la palabra para moción de orden. Debo manifestar que todavía no se admite a discusión eso. (Risas.)

El C. Pruneda: Pido la palabra.

El C. Presidente: Está en el uso de la palabra el C. Hay.

El C. Pruneda: Ya dejó de hablar el C. Hay.

El C. Hay: Me callé por respeto a la Asamblea.

El C. Pruneda: Yo no estoy dentro de usted para saberlo.

El C. hay: Como el curso de mi peroración iba a hacer uso del argumento reglamentario, por eso he creído que yo tengo derecho a hablar en contra de lo propuesto por el C. Aguirre Colorado; pero si la Asamblea considera que por haberse ya presentado otra moción suspensiva no se puede discutir la presente, no tengo nungún empeño en hablar.

El C. Aguirre Colorado: ¡Moción de orden!

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Aguirre Colorado: Señores diputados: He pedido la palabra para una moción de orden, precisamente porque creen los diputados Cravioto, Rocha y otros que no están perfectamente empapados del Reglamento, ni del curso seguido en los debates, que estamos cometiendo un desorden; y no, señores, estamos dentro del orden. (Murmullos.) Se los voy a demostrar a ustedes, por eso he pedido la palabra para una moción de orden.

El C. Pruneda, interrumpiendo: Estamos en el más absoluto desorden.

El C. Aguirre Colorado, continuando: Se dio lectura a la Ley de Suspensión de Garantías en la sesión verificada el día diez de octubre del corriente año; el C. doctor Siurob dice: "Pido la palabra para que se le dispensen los trámites y entre desde luego a discusión." El C. Siurob vino a esta tribuna, fundó su dispensa de trámite y la Presidencia. Creyendo que el C. doctor Siurob había pedido la dispensa absoluta de todos los trámites para entrar de plano a la discusión, dice...

El C. Rocha, interrumpiendo: Esa fue otra cosa.

El C. Aguirre Colorado, continuando: Un momento, señor Rocha. Dice el C. Presidente: "Se consulta a la Asamblea si se dispensa los trámites." Dispensa los trámites la Asamblea. Al entrar a discusión dice entonces el C. Presidente: "Aprobado por la Asamblea se pone a discusión." "Pido la palabra, dice el C. Zapata, para una moción de orden." Se le concede la palabra y entonces pide la moción suspensiva que presenta por escrito. En consecuencia, C. Cravioto, C. Rocha, C. García de Alba y los que impugnen esto, ¿Cómo puede haber una moción suspensiva de una discusión que no se ha iniciado? (Voces: ¡Cómo no!) Si no se ha iniciado la discusión si no estámos en la discusión, únicamente ha habido un trámite...

El C. García de Alba, interrumpiendo: ¿Contra qué es la moción suspensiva entonces?

- El C. Aguirre Colorado, continuando:... al grado que se acordó por la Asamblea y por la Presidencia lo siguiente: "Imprímase y se le dispensa la segunda lectura.- A discusión el primer día hábil." ¿Hubo discusión entonces? (Voces: ¡No!) No, se aplazó mientras se imprimía. Viene entonces impresa, se lee y entonces sí viene una moción suspensiva para la Ley de Organización de Secretarías que estaba a discusión, y, por consiguiente, no pudo haber habido la suspensión de la discusión, supuesto que no estaba a discusión...

El C. Rocha, interrumpiendo: Ya estaba a discusión.

El C. Aguirre Colorado, continuando: ¡¡No!! En consecuencia, si no estaba a discusión, ¿por qué ha de ser que ahora no pueda presentarse una sola moción que está dentro del Reglamento y una sola, porque la otra no fue en el curso de la discusión?

El C. Narro: Pido la palabra, para una moción de orden.

El C. Presidente, dirigiéndose al C. Narro: Va a informar la Secretaría y en seguida se le concederá a usted la palabra.

El C. Hay: Pido la palabra que se lea el artículo 108 reglamentario.

El C. Secretario Portes Gil: Se informa al C. Aguirre Colorado que el trámite dado al proyecto de ley, el 10 de octubre, fue: "A discusión;" y que cuando empezaba está, se hizo la moción suspensiva, en virtud de la cual se aplazó el debate.

para el día 15. (Voces: ¡Muy bien!) En consecuencia, la Mesa sostiene su trámite ....(Voces: ¡No es trámite!) Su resolución, que consiste en que se deseche la nueva moción suspensiva que se ha presentado.

El C. Hay: Señores diputados: El artículo 108-a pesar de lo que dice, le dolerá al C. Cravioto-, dice lo siguiente:

"Artículo 108. En este último caso, se leerá la proposición, y sin otro requisito que oír a su autor, si la quiere fundar, y a algún impugnador, si lo hubiere, se preguntará a la Cámara si se toma en consideración inmediatamente. En caso afirmativo, se discutirá y votará en el acto, pudiendo hablar al efecto tres individuos en pro y tres en contra; pero si la resolución de la Cámara fuese negativa, la proposición se tendrá por desechada."

De manera que los dos requisitos no están realizados; se llenó el requisito que proviene hable quien sostenga la proposición; pero no se ha cumplido con el requisito de que hable quien impugne. Sólo después de llenados los dos requisitos se puede decir que ha lugar o que no ha lugar; de tal manera que tengo derecho de hablar en contra. (Voces: ¡No, no!) ¿Cómo saben los diputados si hay o no razón para desechar la moción suspensiva? ¿qué acaso el Presidente de la Mesa cuando recibe la moción suspensiva está autorizado para echarla a la canasta? No tiene derecho. El señor Presidente está obligado a dar curso a todos los documentos de los diputados para que la Asamblea apruebe o desapruebe. (Voces: ¡Moción de orden!)

El C. Presidente: La Presidencia manifiesta que ya han hecho suficientes mociones de orden; por lo tanto, sólo queda por ver si se aprueba la resolución dada por la Mesa, puesto que ha sido objetada. La Asamblea decidirá en última instancia. Por eso se va a preguntar.....

El C. Cravioto: Yo podría apoyar a la Mesa.

El C. Secretario Portes Gil: Se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si se admite la moción presentada. Los que estén por la afirmativa sírvanse poner de pie. Se desecha la moción suspensiva.

El C. Presidente: Tiene la palabra en pro, el C. Portes Gil Emilio.

El C. Medina Hilario: Pido la palabra, como miembro de la Comisión.

El C. Presidente, dirigiéndose al C. Medina Hilario: A continuación se le concederá a usted la palabra, porque ya estaba inscripto el C. Portes Gil.

El C. Medina Hilario: Me permito llamar la atención al señor Presidente sobre que, conforme a la jurisprudencia sentada en esta Asamblea, no es posible que se me conceda la palabra después del orador que va hablar en pro, porque como miembro de la Comisión, tendré igualmente que hablar en pro, y, por otra parte, creo que la Comisión no ha expresado su manera de sentir en este debate y tiene derecho a ser preferida. Por lo tanto, debo manifestar a Su señoría que, en todo caso, si hablo primero o después que el C. Portes Gil, serán dos oradores que hablen en pro, toda vez que ya no hay ninguno en contra - dentro del término que el Reglamento señala-, porque ya han hablado seis CC. diputados.

El C. Presidente: En todo caso hablará el diputado Portes Gil y el miembro de la Comisión que ha pedido la palabra; pero como ya estaba inscripto el C. Portes Gil, no cree la Presidencia que sea indebido el que Su Señoría (Dirigiéndose al C. Medina Hilario), hable después, sino que, al contrario, yo creo que esto será más favorable para los intereses de la Comisión.

El C. Medina Hilario: ¿Me permite el señor Presidente la palabra?

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Medina Hilario.

El C. Medina Hilario: Para hacerle observar que la Comisión tiene el derecho de preferencia (Voces: ¡Sí, sí!), en el uso de la palabra y en este debate con mayor razón, supuesto que no se ha escuchado hasta hoy a la Comisión. Una vez que hable el señor licenciado Portes Gil, la Asamblea tendrá el derecho de declarar que se ha agotado el debate, puesto que han hablado los individuos que provienen como máximum el Reglamento, y una vez hablando el señor licenciado Portes Gil, la Comisión no tendrá derecho a hablar. Yo creo, fundadamente, que la Comisión tiene derecho de preferencia en este caso.

El C. Presidente: Yo creo que la Comisión debe tener derecho de hablar antes que los oradores inscriptos en pro o en contra cuando a éstos no se les haya concedido la palabra; pero cuando ya se le ha concedido la palabra a un orador, por ningún motivo debe estar antes la Comisión que éste.

El C. Portes Gil: A mí ya se concedió la palabra, y en consecuencia, reclamo el orden en este sentido.

El C. Presidente: Tiene la palabra, en pro, el C. Portes Gil Emilio.

El C. Blancarte: Pido la palabra, para una interpelación a la Mesa.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Blancarte para una interpelación.

El C. Blancarte: Suplico a la Mesa se sirva decirme si estoy inscripto en pro del dictamen y en qué lugar.

El C. Presidente: Se informa a Su Señoría el C. Blancarte, que está inscripto a continuación del C. Portes Gil Emilio.

El C. Blancarte: Estaba inscripto antes.

El C. Presidente: No, señor. Si tiene usted la bondad de pasar a ver la lista, se convencerá.

El C. Blancarte: Como miembro de la Comisión había pedido también la palabra y manifesté a la Mesa que iba a hablar en el mismo sentido el señor licenciado Medina. Ademas, debo manifestar que el reglamento lo autoriza y que ha sido jurisprudencia en la Cámara el que las Comisiones tengan preferencia para hablar (Aplausos.)

El C. Medina Hilario: ¡Moción de orden!

El C. Presidente: Suplico a Su Señoría que para mociones de orden, diga qué artículo del Reglamento invoca.

El C. Medina Hilario: Voy a indicarlo en el curso de mi peroración.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Medina Hilario: Señores diputados: Es inexplicable .....

El C. Manrique: ¡Es explicable!

El C. Medina Hilario: Es inexplicable que la

Mesa exija que los diputados tengan en la memoria o a la vista, en el momento preciso, el artículo reglamentario que esgriman para sostener los derechos que creen que les asisten. Ha sido una jurisprudencia aceptada en todos los Parlamentos mexicanos, en este principalmente,- para no invocar otros antecedentes -, que las Comisiones tienen derecho de preferencia para solicitar el uso de la palabra. En una ocasión en que yo no estaba interesado en el debate, pedí la palabra para sostener esto; y sostuve entonces y sigo sosteniendo ahora, que las Comisiones tienen derecho de preferencia para hablar, porque están en aptitud, mejor dicho, tienen una especie de privilegio para elegir el terreno de la lucha, cuando la Cámara ha dado a las Comisiones el encargo de estudiar un negocio y se supone que tienen datos bastantes para ilustrar a la Asamblea en la discusión. Así es que no sólo no ha habido para las Comisiones la obligación de inscribirse, sino que han usado de la palabra cuantas veces lo han juzgado pertinente. En el presente caso, como miembro de las Comisiones he pedido la palabra en pro después de que un orador habló en contra y está en oposición con el Reglamento que hablen dos oradores en pro, uno después del otro, sin que hable entre ellos uno en contra. Por tales razones, reclamo del Presidente me conceda el uso de la palabra, de preferencia como miembro de las Comisiones dictaminadoras.

El C. Portes Gil: Pido la palabra.

El C. Secretario Magallón: El artículo 99 del Reglamento dice así:

"Articulo 99. Los individuos de la Comisión y el autor de la proposición que se discuta, podrán hablar más de dos veces. Los otros miembros de la Cámara sólo podrán hablar dos veces sobre un asunto."

El C. Presidente: En vista de los expuesto por el Reglamento, solamente las Comisiones tienen derecho de hablar más de dos veces...(voces: ¡No han hablado ni una sola vez!) pero no dice el mismo Reglamento que deban hablar de preferencia ninguno de los oradores, y más cuando ya se les ha concedido la palabra. Es inexplicable que algunos de los señores miembros de la Comisión tengan empeño en hablar antes de algún orador a quien ya se le ha concedido el uso de la palabra; de todas maneras la Comisión tendrá el derecho de informar.

El C. Manrique: Pido la palabra.

El C. Presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Manrique: Con el objeto de referirme al asunto a debate.

El C. presidente: ¡No está a discusión! No hay absolutamente nada a discusión, C. Manrique.

El C. Manrique: Está a discusión si se concede la palabra o no a la Comisión.

El C. Presidente: No, señor.

El C. Manrique: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. Presidente: No hay absolutamente nada a discusión.

El C. Manrique: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Manrique para una moción de orden.

El C. Manrique: Hay, señores diputados, un reglamento escrito y un reglamento no escrito de la misma manera que, en general, hay leyes escritas y leyes no escritas, y no siempre la ley escrita es idéntica a la ley no escrita que es la que realmente se observa. Así ., por ejemplo, hay en nuestro Reglamento un artículo que prohibe a las galerías hacer toda clase de demostraciones y ya sabéis que este artículo está en desuso. Hay un artículo que prohibe a los diputados fumar en el salón de sesiones y aquí hemos visto, no sólo a los compañeros, sino a veces a personas que ocupan la Presidencia, fumar y, sin embargo, ninguno de nosotros protesta porque parece haber un consentimiento tácito para que así se haga. No hay, efectivamente, un artículo reglamentario que diga expresamente que la Comisión, por cualquiera de sus miembros, deba tener preferencia para hablar en un momento dado, es cierto, pero hay también una jurisprudencia en este sentido, hay una práctica ya perfectamente admitida que hemos observado en todas las anteriores discusiones, de dar, de conceder a las Comisiones preferentemente el uso de la palabra. Así lo hemos visto en la discusión de la Ley Orgánica de los Tribunales del Fuero Común; así lo hemos visto en la discusión de la Ley Orgánica de los Tribunales Federales, etc.; así lo hemos visto, y aquí fue donde comenzó la dificultad, precisamente en este mes en que hemos tenido, en que tenemos la Mesa de más estrecho criterio que hayamos tenido nunca. Precisamente en este mes, al entrar a la discusión de la Ley Orgánica de las Secretarías de Estado, se quiso vedar a la Comisión el uso de la palabra. Si la Comisión pretendiese hablar impidiendo al compañero Portes Gil que hiciese uso de la palabra cuando él estuviese ya en el pleno uso de esa palabra, entonces la Comisión pretendería un absurdo, entonces la Comisión querría algo injusto que habría de negársele; pero, después de la confusión determinada por la moción suspensiva presentada por el compañero Aguirre Colorado, en los momentos precisos en que la comisión se levantaba para pedir la palabra, dice la Mesa: "Tiene la palabra en pro el C. Portes Gil Emilio" y aquí la confusión. En realidad el C. Portes Gil no estaba en el uso de la palabra; iba a comenzar a hacer uso de ella y oportunamente la Comisión la solicitó para sí. Debe, pues, seguirse la práctica ya establecida de darse preferentemente el uso de la palabra a los miembros de las Comisiones. (Aplausos.)

El C. Presidente: La presidencia sostiene su trámite porque no obstante, aun suponiendo que el Reglamento diera preferencia a la Comisión, esa preferencia nunca sería la suficiente para interrumpir a un orador que estuviera ya en el uso de la palabra. (Aplausos.) Sigue en el uso de la palabra el C. Portes Gil, una vez que ya se la ha concedido y que tiene derecho de hablar. Por consiguiente, tiene la palabra el C. Portes Gil.

El C. Blancarte: Reclamo el trámite.

El C. Presidente: No es trámite, C. Blancarte.

El C. Blancarte: La presidencia dijo que sostenía su trámite... (Voces: ¡Sí!) Suplico a la Mesa me diga si es cierto que dijo que sostenía su trámite.

El C. Presidente: Se manifiesta a Su Señoría que ciertamente se dijo que la Mesa sostenía su trámite, pero también no es un trámite de la Mesa

que esté sujeto a la discusión de la Asamblea, porque está apoyado en el Reglamento. No obstante eso, se pondrá a votación de la Asamblea si se aprueba o no la decisión de la Mesa.

El C. Secretario Magallón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, consulta a la Asamblea, en votación económica, si se aprueba su resolución (voces: ¡No!) esto es, que el C. Portes Gil haga uso de la palabra inmediatamente. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. (Voces: ¡No! ¡Primero la Comisión!) No hay mayoría.

El C. Portes Gil: Reclamo la votación, señor Presidente.

El C. Secretario Magallón: En vista de haber reclamado el C. Portes Gil la votación, se comisiona para que cuenten a los que están de pie, a los CC. Mariel y Plank; y para que cuenten a los que están sentados, a los CC. Escudero y Padrés. El resultado de la votación es el siguiente: sesenta y ocho de pie y ochenta y uno sentados.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión. (Aplausos.)

El C. Medina Hilario: Antes que todo, doy atentamente mis excusas al compañero Portes Gil, por la iniciativa de que yo he dado pruebas para que se me concediera el uso de la palabra, y debo advertirle al compañero que no ha sido exclusivamente el interés de hablar primero que él. Yo hubiera hablado con todo gusto después que él; ha sido esto porque después de que el compañero Portes Gil hubiera hablado en pro, legalmente, estaba agotado el debate y había mucho derecho para declararse así, del mismo modo que no podía concederse la palabra a dos oradores en pro seguidos, sin que hubiera intercalado un orador en contra. El temor de que la Comisión no pudiera exponer ante la H. Asamblea las razones que ha tenido para el dictamen a discusión, es lo único que me ha hecho cometer esta incorrección al compañero Portes Gil; le doy mis excusas muy atentas. (Voces: ¡Gracias, gracias!)

Señores diputados: Nada más a propósito que este examen de conciencia que desde hace tres días se practica por los miembros de la Cámara y diputados inscriptos en el pro, y aquellos que han hecho uso de la palabra en contra del dictamen, todos ellos han puesto a contribución su buena voluntad, sus conocimientos, su sentimiento de políticos y de patriotas para juzgar, en un resumen amplísimo, en una síntesis que ataque los horizontes más amplios del porvenir y del presente nacional, para que todos podamos conscientemente dictar una ley o no dictarla hasta una vez que nosotros estemos instruídos de los verdaderos intereses en juego, y una vez que todo el pueblo mexicano también haya sido ampliamente instruído de que ante todo la consigna, la consigna que reina en este Parlamento ha sido el interés público.

Habéis escuchado el formidable espíritu analítico del general García Vigil; personalmente yo me he sentido cautivado por ese espíritu rebelde, independiente y altivo que desmenuza los asuntos públicos, que habla las verdades desnudas estallando en su palabra incandescente y fogosa; yo me he sentido atraído hacia un espíritu de esa naturaleza; ya la rebeldía, señores diputados, ha sido cantada por los grandes poetas; recuerdo a Anatole France, a ese poeta que el compañero Manrique llama el decadentista France; recuerdo, señores, cómo habla del espíritu rebelde de Lucifer enfrentándose contra las glorias, los diamantes y las alegrías del Empíreo. Pues bien, esos espíritus rebeldes yo no sé qué tienen de atrayentes, todos nosotros nos sentimos cautivados, pero esto, al mismo tiempo que es el gesto personal, es la nota de arte del debate. Así indudablemente, pueda ser que muchos de los compañeros tengan también esa impresión, pero vámonos consultando como hombres de Estado, puesto que a eso nos trajo aquí la representación que traemos, como hombres de Estado, como políticos, puesto que tenemos la obligación de examinar los asuntos políticos del país, y de tomar una intervención eficaz en ellos; como hombres de Estado y como políticos, indudablemente que toma un aspecto muy diferente el análisis, la severa crítica y la palabra y el espíritu rebelde de García Vigil; espíritu poderosamente analítico, es en cierto modo incapaz para las construcciones y para las síntesis. Todos aquellos que se han ocupado de examinar el espíritu crítico, han llegado a la conclusión de que lo que tiene de excesivo por una parte, tiene de incompleto por otra: buenos para la destrucción, impropios para la construcción.

En el período revolucionario en México, ha habido notoriamente muchas deficiencias; desde luego, no había ley; el estado orgánico social, era en los momentos aquellos una ley sociológica reinante en México, que no podía alternarse sencillamente por la teoría constitucional puesta en vigor. Hay un principio en la historia natural que dice que la naturaleza no da saltos, y éste es aplicable en las sociedades como en los seres animales, como en los seres brutos; todas aquellas deficiencias observadas en el período preconstitucional, todo aquello que nos faltaba para completar la vida nacional, la vida institucional, la vida orgánica del país que tiene una ley suprema; todo aquello, señores diputados, necesitaba una subsistencia que debía cubrirse paulatinamente, a medida que las bases profundas de la sociedad se fueran implantando. De donde ha resultado que las severas críticas que hoy hacemos, son aplicables al pasado y son aplicables al presente, pero olvidamos un punto de vista de gran importancia y de gran trascendencia, cual es el que nosotros estamos llamados a colmar las deficiencias que el régimen preconstitucional nos había puesto en evidencia. Esto es lo que nosotros debemos hacer en los actuales momentos. Juzgado por las minucias, por los detalles, por los pequeños hechos, las palabras del señor García Vigil son irreprochables; juzgando por las masas de hechos, por los períodos de evolución porque hemos atravesados, las palabras del señor García Vigil son incompletas. Podemos comparar la evolución sociología de México en tres épocas distintas: el período revolucionario, el período de transición y el período constitucional, esto es, el Gobierno institucional. Veamos las masas de hechos, alejémonos por un momento de los pequeños detalles y de las pequeñas circunstancias. ¿Es comparable la situación actual

a la situación del período preconstitucional? ¿La situación actual que puede llamarse situación transitoria, puede ser comparable a un régimen plenamente constitucional? En estas tres etapas hay tres diferencias enormes, tres diferencias, señores diputados, que sólo pueden observarse cuando se considera la síntesis del estado sociológico de México.

La Revolución, como se ha dicho por todos aquellos que opinan sobre la materia, ha tenido dos problemas: la fase destructiva de todas las instituciones que habían hecho nuestra vida pública, pero absolutamente de todas, sin perdonar una sola; la fase constructiva, mediante nuevos principios, los principios que tienen precisamente a reformar radicalmente - permítaseme hacer uso de esta palabra inventada por la política inglesa, que quiere decir extirpar el mal de raíz -,precisamente para llegar a las nuevas construcciones que nos son necesarias en los ideales que han sentido y proclamado la Revolución. Pues bien, en todo ello es precisa una amplia mirada, es preciso vernos colocados en una situación muy distinta de la que teníamos hace siete años, de la que teníamos hace tres años, de la que teníamos hace un año. Cuando nosotros lleguemos al convencimiento de que, paulatinamente, van llenándose los objetivos de la Revolución, a mí me parece que es exigencia la severidad de que se viene a dar pruebas en esta tribuna, cuando se viene aquí a hablar de esa política de tanteos, de esa política que siguen los hombres inexpertos de la Revolución, porque eran hombres que no habían sido educados en los viejos regímenes y que, por lo tanto, no había tenido la oportunidad de manejar y conocer los negocios públicos. (Aplausos.) Recordad, señores diputados, aquel sistema de educación de las épocas pasadas, aquel sistema igualitario sistemáticamente, que consistía en suprimir a todos aquellos individuos que resaltaban en los campos populares; recordad que solamente eran unos cuantos políticos los que tenían el derecho de manejar la cosa pública y que todos los demás que quedaban fuera del festín, eran los pertenecientes a la masa popular y no tenían siquiera el derecho de apuntar los males que se señalaban, porque eran sistemáticamente suprimidos. Aquellos que se distinguían, salidos de las filas del pueblo, o eran conquistados por el oro, o eran llamados a los puestos a ser de las camarillas, o eran desterrados del país. Aquel era el sistema de educación; ese sistema de educación trabajo para nosotros la falta de hombres, la falta de hombres consientes, con conocimiento de la cosa pública. ¿En dónde se hacían las escuelas de los hombres públicos? Ahora todo lo hemos tenido que improvisar, absolutamente todo; ya sea en el régimen civil, ya sea en el régimen militar, las inteligencias de nuestros hombres han tenido necesidad de adaptarse prontamente, sin tener siquiera el recurso de acudir a una educación anterior que hubieran recibido. Pero esto, señores diputados, que en mi concepto no justifica las críticas severas que se han hecho aquí, como repito, refiriéndose a los pequeños detalles, esto no lo tomo en los momentos actuales sino como una manera de explicar algunos de los conceptos que el señor García Vigil expresó ayer en esta tribuna. El artículo 29 constitucional dice permitidme que lo lea nuevamente -: "Artículo 29. En los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública, o cualquiera otros que pongan a la sociedad en grande peligro o conflicto...."

La teoría sustentada por el señor García Vigil ayer, llegaba a la conclusión de que hay solamente dos casos en que corresponde suspender las garantías individuales, usando de la autorización que concede el artículo 29: invasión o perturbación grave. El señor García Vigil hizo mención de este inciso del artículo, que dice: "o de cualquiera otra que ponga a la sociedad en grande peligro o conflicto." Y este otro nuevo, tan genérico, que puede abarcar otros muchos casos que no son los dos anteriores, lo consideraba el señor García Vigil como en aquellos que perturban gravemente la paz pública. La teoría constitucional sobre el artículo 29 de la constitución vigente, es la misma que la del artículo 29 de la Constitución de 57, porque en esta parte el texto no ha sido alterado. En el Congreso Constituyente de Querétaro, la única modificación sufrida por el artículo 29, fue la de que se pueden suspender en todo el país todas las garantías constitucionales, y el artículo correlativo de la Constitución de 57, permite la suspensión de garantías, con excepción de las que aseguran la vida del hombre, y el artículo 29 de la Constitución de Querétaro, suprime esta parte. Puede reprocharse a la Asamblea Constituyente de Querétaro hasta exceso de rigor en el artículo 29 Constitucional, pero esto ya no está al debate: me acuerdo haber tenido conferencia con los miembros de la 1a. Comisión de Constitución, para evitar que se suprimieran las garantías que garantizan la vida del hombre, pero se juzgó, precisamente que, en las circunstancias en que se iba a dictar la ley y las que seguirían inmediatamente después de la Ley, era preciso un rigor en la ley constitucional capaz de permitir a los Poderes Públicos manejarlo y dominar inmediatamente la situación que fuera enderezada contra las instituciones que en aquellos momentos se establecían. El artículo 29, tal como está, comprende, ya no se puede decir dos o tres casos, comprende varios casos, en los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública o cualquiera otro que ponga a la sociedad en grande peligro o conflicto. ¿La actual suspensión de garantías la pide el Ejecutivo por invasión? No. ¿La pide por perturbación grave de la paz pública? Puede ser que por eso la pida. ¿Se funda para pedirla en esta parte de la ley que dice: o cualquiera otra que ponga a la sociedad en grande peligro o conflicto? Si es discutible lo segundo, lo tercero es perfectamente indiscutible.

La cuestión por resolver entonces, es una cuestión de hecho. ¿Hay, efectivamente, cosas, acontecimientos que ponen a la sociedad en grande peligro o conflicto? El señor García Vigil contesta negativamente: "No hay absolutamente ningún peligro." ¿Está amenazada la paz pública? se pregunta el señor García Vigil: "No se han cerrado los establecimientos mercantiles, ni las cantinas, y los teatros permanecen abiertos: los individuos no desaparecen a media noche. Estos ya serían los síntomas de que estaba perturbada la

paz pública." ¿Pues entonces, qué sería entonces la misma enfermedad, si apenas estos eran los síntomas? (Risas.) El señor García Vigil ha trazado en estas palabras el cuadro del estado de la sociedad mexicana cuando la dictadura de Huerta. Cuando Huerta quiso implantar el terror en el Distrito Federal, que fue donde se pudo ver, sobre todo; entonces desaparecían los ciudadanos a media noche; pero se dio el caso de que las cantinas y los teatros permanecieran abiertos y notoriamente estábamos en pleno régimen de terror, ¡Y entonces, a pesar de que los teatros y las cantinas estaban abiertos, apenas aquellos serían síntomas para venir a dictaminar que la paz pública estaba en peligro! No, señores diputados, estos ya serían, no los síntomas. Cuando nosotros, en los momentos actuales, sentados desde nuestra curul juzgamos la situación, probablemente llegamos a concluir, como el señor García Vigil, que todo esto va muy bien, que no hay ningún peligro en lontananza, que marchamos en una balsa de aceite; pero si todo aquel individuo que va a sacar un boleto de ferrocarril va a comprar su sentencia de muerte (murmullos); que todo aquél que se embarca en un tren sabe que se va jugando la vida, que fuera de las poblaciones, de las capitales de los Estados, de aquellas que tienen más o menos gran número de población urbana, no se puede salir sin llevar un grave peligro; también que la actual situación económica, debido al empobrecimiento del país en general, o que se han agotado las fuentes de riqueza, estriba sobre todo en la inseguridad en los campos, que el agricultor no puede recoger las cosechas que ha sembrado, que el agricultor ya no se atreve siquiera a sembrar, no obstante que tenga los elementos necesarios para ello. ¿No habéis oído, como lo hemos oído muchos de nosotros, que el agricultor nos pregunta: "¿para qué sembramos, si todo nos lo han de robar?" ¿De qué manera vamos a satisfacer las exigencias del señor diputado Cienfuegos y Camus, que nos decía que antes de dar la Ley de Suspensión de Garantías debíamos darle pan al pueblo? ¿De qué manera vamos a darle pan al pueblo?...... (Voces: ¡Tierras, tierras!) ¿Haciendo reparticiones de pan? No, señores, nuestro pueblo es altivo y no necesita limosna, necesita que se le den medios para trabajar (voces: ¡Tierras, tierras!), estos medios ya serán la tierra, ya serán los útiles de labranza; pero sobre todo, deben ser las facilidades y las seguridades para poder trabajar la tierra que se le dé. (Aplausos.) ¿Qué va a hacer con las tierras en los actuales momentos? Garantías, tierras, medios para trabajar, útiles para el trabajo: eso es lº que se necesitamos darle y no necesita que se le de pan, como a quien se le da una limosna, eso no necesita el pueblo. Estamos todos convencidos de que es preciso hacer eso, y para hacer eso necesitamos la paz de las poblaciones agrícolas, de las poblaciones rurales, necesitamos la seguridad de que lo que se siembre se pueda recoger y de que lo que se ha recogido pueda almacenarse y pueda venderse libremente.

Necesitamos también que todos los productos de la agricultura, que es la única fuente de riqueza que tenemos en los actuales momentos, pueda circular ampliamente por todo el país, pueda ir a satisfacer las necesidades de los mercados que no tienen la semilla, pueda sencillamente atravesar por las vías de comunicación que no tenemos en los actuales momentos, sencillamente porque el bandelorismo lo impide. Eso es lo que necesitamos nosotros, y mientras no podamos proporcionar eso, la agricultura que en los actuales momentos, repito, es la única fuente de riqueza del país, estará segada de una manera irremediable, porque absolutamente nadie se atreverá a ir a los campos a sembrar, ni a trabajar, ni a cosechar, ni a hacer nada, porque no se puede hacer absolutamente nada.

En los Estados del Centro, y hablo del que yo conozco de una manera más directa, del Estado de Guanajuato, que, como sabéis, es una región que forma parte de lo que se ha llamado granero de la República, en el Estado de Guanajuato, la parte Oriental, la parte Sur y la parte Norte del Estado, se encuentran totalmente llenas de partidas, que ya ni siquiera el pretexto político toman para sus fechorías, y llegan a atacar poblaciones de importancia. Sabéis que el tren de Laredo atraviesa su zona más peligrosa desde que sale de Querétaro hasta mucho más allá de Dolores Hidalgo, para volver a atravesar una segunda zona peligrosa en el Estado de San Luis Potosí. No se han dado afortunadamente en el Estado casos de voladuras de trenes; pero tiroteos, descarrilamientos, asaltos y robos a los pasajeros son de tal naturaleza frecuentes, señores diputados, que no podéis formaros una idea de ello. La prensa no ha dado nunca las noticias completas y exactas de esos acontecimientos por ese pudor mal entendido, por ese afán de ocultar la verdad; la prensa apenas ha dado noticias de uno que otro y de los más resaltantes, de los más notables. En el Estado de Veracruz conocéis todos perfectamente la situación; en el Estado de Veracruz el tren que logra escaparse es aquel cuyo pasaje ha sido tiroteado durante veinte minutos, media hora, una hora o dos; pero que la regla general en el Estado de Veracruz, es que los trenes sean volados, irremisiblemente volados, y cuando logran escaparse los pasajeros por dar todo su dinero, ya es porque han dejado la mayor parte de los compañeros de viaje presos de las infamias, del asesinato y de la violencia y del crimen más atroz que nosotros hayamos podido ver en la actual revolución. Tal parece que los llamados revolucionarios del Estado de Veracruz no tienen absolutamente ninguna norma, ningún fin, sino sencillamente el de ir a cebarse en contra de personas indefensas. Es muy fácil venir a hablar a esta tribuna con hechos perfectamente ajenos a la cuestión que se debate, y cuando yo oigo oradores como el señor Cienfuegos y Camus, como el señor García Vigil, hablando de una manera teórica sobre las garantías individuales, sobre los derechos del hombre, he llegado a preguntarme si estos señores diputados viven una vida irreal, enteramente desprendida de los hechos y circunstancias dolorosas por que se atraviesa en grandes zonas del país.

Todas las poblaciones rurales y agrícolas se han concentrado en los poblados: de allí el aumento de la miseria en las ciudades; todas las poblaciones del interior, del Norte, del Oriente y del Sur de la República, por la falta de seguridad en ellas, han

venido a concentrarse en la capital y aquí en la capital tenemos ejemplos vivientes, tipos de lo que puede ser el estado social de las clases menesterosas, de las clases medias y aun de las clases acomodadas, todas pasando, unas, falta de trabajo y otras la falta de alimentación precisa para el día siguiente. En general, a todos nosotros de repente nos asalta la angustia y llegamos a decirnos: ¿qué vamos a hacer el año que entra para comer?... ¿es acaso una resolución de problema económico que se importe de Estados Unidos un millón de dólares de maíz? Apenas si se ha logrado un cuarto de millón de dólares y ese va a vender a precios altísimos. Es un hecho observado en la sociología mexicana que el Estado político del país está íntimamente relacionado con el precio de la carga del maíz. ¿A cómo vale en los actuales momentos la carga de maíz, señores diputados? Entiendo que a cincuenta o a sesenta pesos... (Voces: ¡A cuarenta, a cuarenta!) Este precio que alcanza en los actuales momentos es el doble del que alcanzaba hace apenas un par de meses y no hay nada absolutamente que nos venga a indicar que allí se parará en su ascensión aterradora. Íbamos caminando más o menos bien, algo trabajosamente, llenos de esperanzas; se anunció apenas que las heladas en el Bajío habían destruido las cosechas que estaban en pie y habéis visto, señores diputados, el alza del precio del maíz. El año que entra, supuesto que en el presente año ya no se cosechará maíz, el año que entra, ¿qué va a hacer la República Mexicana teniendo por base de su alimentación el maíz? Es decir, ¿que va el pueblo a poder pagar cien o doscientos pesos la carga de ese cereal? Va a ser sencillamente imposible. ¿De qué manera se conjurará este mal? ¿Se conjura importando unas cuantas cargas de maíz? ¿Se conjurará acudiendo a las subsistencias de otro orden, por ejemplo, la harina? Tampoco. Sencillamente esto es imposible para llenar todo lo que necesitamos. En cambio, o mientras tanto, los Estados siguen abandonados, los campos siguen abandonados, siguen incultos, no se puede sembrar en los campos, no hay quien pueda ir a los campos; no se puede absolutamente hacer trasladar la semilla de un lugar a otro; con la miseria va a aumentar el malestar y con el malestar van a aumentar los robos, los saqueos, las matanzas, las violencias.

La Ley de Suspensión de Garantías en el presente caso, es, sencillamente, una medida de legítima defensa; es legitima defensa aquella que tiende a repeler una agresión actual, inminente, violenta y sin derecho, y esa agresión que estamos sufriendo en los actuales momentos tiene que seguir acentuándose, tiene que llegar a un estado agudo del que no podemos siquiera darnos cuenta ahora, porque seguramente la República jamas se había visto en el trance en que se va a ver. La ley de suspensión de garantías en los actuales momentos es una medida de legítima defensa. ¿A quién será aplicada esta ley? Al culpable; "no se ha podido aprehender al culpable y se va a aprehender a aquel que no suministra los informes a la autoridad" objeta el señor García Vigil, y esa objeción sería válida contra toda ley, el día que el criminal logre rehuir el alcance de la autoridad, y si se aprehende a sus cómplices, ese día se objetó toda la Ley penal. Es un hecho observado por todos los penalistas de todos los tiempos, que no llega siquiera a un cincuenta por ciento el número de los delitos que llegan a reprimirse por medio de una ley penal. En los actuales momentos, en México ese cincuenta por ciento tiene que reducirse notoriamente, y podríamos decir: Es en México en los momentos actuales la excepción la aprehensión del criminal; la regla, la impunidad del criminal. Y esto se debe también a un conjunto de circunstancias que todos hemos pretendido analizar: deficiencias en los servicios públicos: deficiencias en las organizaciones de la policía; deficiencias en el sistema de pagos; en la pobreza general del Erario; deficiencias en las actuales en vigor.

Todo aquel individuo que se sienta víctima de un atentado en los momentos que viaja y ve que se aprehende al culpable de aquel atentado, seguramente que siente que hay algo de incompleto, de ineficaz en la represión cuando el culpable de aquel atentado es puesto en las manos de un tribunal, con todas las garantías tutelares que tiene un equivocado y que puede pedir amparo en cualquier momento para impedir la acción de la justicia.

Se ha dicho en esta tribuna que de hecho están suspendidas las garantías individuales, que en los lugares donde se cometen los asaltos el individuo aprehendido es inmediatamente fusilado; pero esto es violar la ley, eso no es un argumento contra la ley. El jefe respetuoso que llega a aprehender a un individuo que ha cometido una violación, tiene que someterlo a un proceso con todas las formalidades jurídicas y la sentencia pronunciada contra aquel individuo es una sentencia contra la cual se pide amparo telegráficamente y a ese amparo recae desde luego la suspensión del acto reclamado y desde aquel momento ese individuo se escapa a las manos de la justicia. Esto no es para tranquilizar, esto no es para dar garantías.

La falta de seguridad, el bandolerismo, los atentados a la vida privada, a la propiedad, etc., son los que están desprestigiando al Gobierno, porque se juzga entonces que el Gobierno es incapaz para reprimir todos esos atentados; pero es que le faltan medios prácticos para castigar y por eso, él, que es uno de los jueces de la situación actual, nos pide que nosotros le demos los medios para llegar a reprimir esta situación. ¿Por qué se los negamos? Entonces no tenemos el derecho de decir, ni el de autorizar, ni el de permitir que se diga que es sencillamente impotente para dominar la situación, porque entonces habrá que convenir en que efectivamente está en peligro ese Gobierno y aquí se ha venido a sostener que no está en peligro.

El artículo constitucional prevé los casos en que la perturbación de la paz, en que la sociedad, al verse en grave conflicto, por medio del poder público suspenda las garantías individuales que da la Constitución.

Fue oportuno que en las sesiones pasadas se hayan examinado todos los órdenes de la vida pública del país. La situación general es indudablemente una resultante de los diversos factores que la sociedad tiene en juego para su subsistencia tiene en juego para su subsistencia. Yo también hubiera querido que en el examen de esta situación se hubiera moderado un tanto la crítica, para entregarnos de lleno a una labor constructiva,

y hasta me siento inclinado a tocar cuestiones que son las que en los momentos actuales están determinando la suerte del país. Por ahora puede decirse que la política interior es poca cosa comparada con los problemas exteriores que tiene enfrente la República. Salidos del aislamiento en que nos encontrábamos hace todavía una centuria por la falta de vías de comunicación, todos los países extranjeros están sintiendo repercutir las agitaciones que se sufren en México, porque ellos tienen aquí grandes interiores y la obligación de cuidarlos. La solidaridad humana ha llegado al punto de hacer de tal manera estrechas las relaciones de los diversos pueblos, que éstos, como los individuos ya no pueden obrar libre e independientemente seguros de que no causan daño a los que están cerca de ellos; ahora todos nuestros actos repercuten en el exterior y cuando allá se les juzga tan, ampliamente, cuando allá se les juzga con tanto desprecio, cuando ellos no tienen por cierto esa obligación, no se ponen a desmenuzar las causas que nos colocan en la situación porque atravesamos, nos juzgan a la ligera como radicalmente incapaces ya para la vida autónoma, para la vida de los pueblos libres.

A nadie se oculta que la situación anterior del país en los actuales momentos es un apéndice de la situación internacional, que forzosamente se tiene que resolver aquélla para comenzar a resolver ésta.

Yo no llegaré a tocar aquí en esta tribuna la cuestión internacional porque la considero muy delicada, pero sí debo decir que el papel de la República en los actuales momentos, en medio de nuestras dificultades materiales, consiste, sobre todo, en que nos encerremos en el respeto inviolable de nuestras leyes, que nos esforcemos por llevar por llevar a cabo nuestra vida constitucional, que tratemos de sostener al Gobierno emanado de la Revolución dándole todos aquellos medios que necesite para las reprensiones vigorosas, enérgicas e inmediatas y que sólo de esta manera, en medio de nuestras dificultades, será como logremos paulativamente ir estableciendo la paz interior que tanto necesitamos.

Algunos compañeros anuncian adiciones a la Ley de Suspensión de Garantías con el objeto de incluir en ella delitos de un carácter exclusivamente político. Sin llegar todavía a la discusión de estas adiciones, la ley actual, tal como se encuentra, tal como la presenta la Comisión se refiere, como vosotros los veréis, a los bandoleros, a los asaltantes de caminos, a los que vuelen y dinamiten trenes, a los que cometan atentados contra la propiedad y contra las personas, ya sea en el despoblado, ya sea en las ciudades; esto es en los actuales momentos los que necesitamos. El examen de la cuestión política y de si es permitido a la Cámara, al Congreso, autorizar la suspensión de garantías en todos los casos de delitos políticos, es cuestión que no tenemos que examinar por ahora, porque no está a discusión el proyecto tal como lo presenta el Ejecutivo, y si todos convenimos en que es preciso fortalecer al Gobierno emanado de la Revolución dándole medios para la vida, necesariamente debemos convenir que en general la Ley de Suspensión de Garantías es en los actuales momentos necesaria, fuera de todos los matices que se han enunciado aquí y se refieren a los delitos políticos. Ya discutiremos la pena que se debe aplicar a esos delitos políticos, pero por lo pronto, la inseguridad en los campos, la inseguridad en las ciudades es lo que está desprestigiando al gobierno, el bandidaje. los trenes que no pueden correr; eso es lo que nosotros tendemos a remediar, proponiendo a la asamblea que apruebe en lo general la ley de suspensión de garantías. (Aplausos.)

Presidencia del C. LÓPEZ LIRA JESÚS

El C. González Jesús M.: Pido la palabra, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene la palabra en pro, el C. diputado Portes Gil .

El C. Portes Gil: La cedo al C. Siurob.

El C. Rivera Cabrera: Pido la palabra, para una moción de orden.

El C. presidente: Para una moción de orden tiene la palabra su señoría.

El C. Rivera Cabrera: Yo estoy inscripto para hablar en contra, y como el Reglamento concede dos veces el uso de la palabra a cada orador, quiero hacer u so de esa facultad del Reglamento para hablar después del señor Hilario Medina.... (Voces: ¡No, no! ¡Sí!)

El C. Siurob: CC. diputados.... (Campanillas.)

El C. Presidente, dirigiéndose al C. Rivera Cabrera: Su Señoría está inscripto en contra, pero no le toca todavía el turno.

El C. González Jesús M.: ¿Y si no hablan los demás?

El C. Rivera Cabrera: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Rivera Cabrera: Como quiera que ya han hablado seis oradores, el que siga al que debería hacer uso de la palabra, estaría fuera del Reglamento.

Por lo tanto, sí tengo el derecho que me concede el propio Reglamento.

El C. Presidente: El Reglamento ordena que hablen seis oradores en pro y seis en contra, excepción hecha de los ministros de las Comisiones. Sólo falta para completar este número un orador del pro.

El C. Rivera Cabrera: Pido la palabra. Pero el propio Reglamento, en su artículo respectivo, dice que cada orador puede hablar dos veces..... (Voces: ¡Dentro de los seis!) Tengo derecho a hablar dos veces. Pido el uso de la palabra.

El C. Presidente: El derecho que tiene Su Señoría nadie lo discute, señor diputado Rivera Cabrera, y está usted inscripto en la lista; después de los CC. Cruz José C. y Fernández Martínez, sigue Rivera Cabrera Crisóforo; pero yo no puedo alterar el orden ni modificar la lista de oradores; de manera que yo tengo la pena de negar a Su Señoría la palabra y me permito llamarle la atención sobre que el orden no se ha alterado.

El C. Rivera Cabrera: Sí señor. Pido la palabra para una nueva moción de orden. (Siseos y desorden.)

El C. Presidente: Para una moción de orden tiene usted la palabra.

El C. Rivera Cabrera: Los dos ciudadanos que están inscriptos antes del que tiene el honor de dirigir a usted la palabra, están inscriptos por primera vez. Yo ya estaba antes, ya hice uso de la palabra.... (voces: ¡Razón de más! Sigue el desorden) por lo cual estoy considerando en el caso del artículo reglamentario para hacer uso de la palabra una segunda vez..... (Siseos.)

El C. García de Alba: Para una verdadera moción de orden.

El C. Presidente: Para una moción de orden.

El C. García de Alba: Pido que se lea el artículo 111, que dice:

"Artículo 111. Antes de cerrarse en lo general la discusión de los proyectos de la ley, podrán hablar seis individuos en pro y otros tantos en contra, además de los miembros de la Comisión dictaminadora y de los ministros. En los demás asuntos que sean económicos de cada Cámara, bastará que hablen tres en cada sentido, a no ser que está acuerde ampliar el debate."

Ese es el caso del señor diputado. Que pregunte la Secretaría si se amplía o no el debate, pues de otra manera no tiene derecho a hablar este señor.

El C. Rivera Cabrera: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Rivera Cabrera, para una moción de orden.

El C. Rivera Cabrera: Por lo que oí del discurso del señor Medina, vino en apoyo de una ley que se discute, es decir, habló en pro. El señor Siurob acaba de solicitar la palabra, y se la ha dado también para que hable en pro. Parece que cuando menos por costumbre, si no me apoya un artículo reglamentario, que creo que sí, debe de hablar un orador en contra después de que hable un orador de pro.

El C. Presidente: Como el C. diputado Medina es miembro de la Comisión, él si tenía derecho de haber hablado y por eso se ha alterado el orden, creyendo, por lo tanto, la Mesa, estar dentro del Reglamento, y, en tal concepto, se concede la palabra al C. Siurob.

El C. Cabrera: Para una moción de orden de otra índole.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Cabrera: Suplico a la Mesa se sirva leer la lista de los oradores inscriptos en pro y en contra y contestarme conforme a qué artículo del Reglamento un orador puede coger lugar en la fila y luego chisparse y cederlo al que él quiera. A mí me parece que si los oradores no quieren hacer uso de este derecho, el que sigue es el que lo tiene. Pero esto de que yo vaya a tomar lugar en la fila y chisparme par cederlo al compañero, a quien me dé la gana, no debe ser . A mí me parece que cualquiera de los oradores del pro lo harán bastante bien; pero creo que debe establecerse como régimen que el orador que no quiera hacer uso de su derecho, se hace a un lado y deja al que sigue en la lista. (Voces: ¡No! ¡Sí, Si!) Suplico la lectura de la lista. (Aplausos y voces: aclaro, claro!)

El C. Presidente: (Leyó los nombres de los CC. diputados que se inscribieron en pro y en contra.) Voy a contestar a Su Señoría sobre la observación que se sirvió hacerme con anterioridad, que no hay ningún artículo de Reglamento que prohiba que los oradores cedan su turno.....

El C. García de Alba, interrumpiendo: ¡Artículo 98 reglamentario!

El C. Presidente: No he concedido la palabra al C. diputado García de Alba (campanilla.- Sigue dirigiéndose al C. Cabrera, completando lo anterior); y que es antecedente establecido que los señores puedan ceder su turno....

El C. Manrique, interrumpiendo: Sí señor.

El C. Presidente, continuando: A Su Señoría, en algunas ocasiones, le han cedido el turno. (Aplausos.)

El C. Cabrera: Pido la palabra.

El C. Presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Cabrera: Con objeto de hacer la observación que no pude hacer antes porque no había escuchado la lista.

El C. Presidente: Tiene la palabra Su Señoría.

El C. Cabrera: Convengo en que un orador hasta pudiera eliminarse para que el que sigue en la lista de inscripción pueda tomar la palabra ; pero el doctor Siurob, que estaba inscripto una vez, no está inscripto a continuación del señor Portes Gil, y, por consiguiente, no está ya inscripto. Así es que el señor Portes Gil cede su turno a una persona que no se había inscripto en la lista. Debo recordar a la Mesa que cuando algún orador ha cedido la palabra al diputado Cabrera, ha sido porque el diputado Cabrera estaba inscripto inmediatamente después de ese orador.... (voces: ¿Sí, sí!); pero yo no me había atrevido a infringir el Reglamento tan claramente. Por lo demás, yo me permito recordar a la Mesa que dos errores no hacen una verdad; si nos equivocamos primero, no remediamos la equivocación equivocándonos después, tomando como procedente de error. Los oradores que tienen derecho a hablar son los inscriptos en la lista, el doctor Siurob no está inscripto en la lista. El señor diputado Portes Gil no puede cederse derecho. (Aplausos.)

El C. Presidente: Como no hay ningún artículo del Reglamento que prohiba que un diputado ceda su turno.... (Siseos.)

El C. García de Alba, interrumpiendo: ¡Moción de orden!

El C. Cabrera: Moción de orden. Que se lea el artículo 98 del Reglamento.

El C. Secretario Aranda: "Artículo 98. Siempre que algún individuo de los que hayan pedido la palabra no estuviere presente en el salón cuando le toque hablar, se le colocará a lo último de su respectiva lista."

(Voces: ¡No es el caso, sí es el caso!)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Siurob para una aclaración.

El C. Gómez Mauricio: Para una moción de orden.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra para una moción de orden.

El C. Gómez Mauricio: Conforme al artículo 19 reglamentario, reclamo la decisión de la Mesa y pido que se vote.

El C. Presidente: Ese no es trámite de la Mesa, señor Gómez.

El C. Secretario Aranda: El artículo 19 dice:

"Artículo 19. El Presidente, en sus resoluciones, estará subordinado al voto de su respectiva Cámara."

El C. Presidente: Voy a poner a votación el asunto como lo pide Su Señoría.

El C. Siurob: Moción de orden. Estando de acuerdo el trámite de la Mesa con el Reglamento, (voces: ¡No, no! Desorden) dentro del Reglamento no cabe la votación.

El C. Rivera Cabrera: Moción de orden.

- El C. Presidente ¿Respecto a qué, señor Cabrera?

El C. Rivera Cabrera: Acerca de la decisión de la Mesa que ha objeto el señor Gómez. Yo deploro que la Presidencia no tenga la energía bastante para hacer respetar sus decisiones; yo entiendo que la Presidencia ya le ha concedido la palabra al diputado que está en la tribuna, y por lo tanto, debe mantener y hacer respetar su decisión. (Voces: ¡No, no! Desorden.)

El C. Presidente: Informa a la Secretaría que hace un momento un incidente semejante presentado en esta misma sesión, había sido resuelto por una votación económica de la Asamblea. Como manifesté en un principio al señor diputado Gómez, éste no es trámite de la Mesa, puesto que la Mesa ha dado la palabra al señor diputado Portes Gil y éste la ha cedido al señor diputado Siurob.. (Voces: ¡No puede! ¡No está inscripto! Siseos. Campanilla.) Como he dicho antes, no hay artículo que lo prohiba ni artículo que lo autorice... (Voces: ¡Ni que lo permita!) pero sí existe el precedente establecido. (Voces: ¡Muy bien! Voces de la derecha: ¡Que hable Siurob!

El C. Cabrera: La Mesa no puede eludir el someter su trámite a la decisión de la Asamblea. (Continúa el desorden.)

El C. Presidente, interrumpiendo: No ha eludido someter su trámite; está la Presidencia dando explicaciones al C. diputado Rivera Cabrera, pero con el concepto personal del que preside, considera que éste no es un trámite de la Mesa, sino que es una prerrogativa de los diputados que no puede estar sujeta a la votación de la Asamblea. Sin embargo, yo no tengo ningún interés en el asunto y mucho menos en hacerme obedecer materialmente. Voy a consultar a la Asamblea... (Voces: ¡No, no, sí, sí! Voces de la derecha: ¡Que hable Siurob!)

El C. Rivera Cabrera: Es un nocivo precedente el que quiere establecer el señor Presidente de la Mesa. (Campanilla. Continúa el desorden.)

El C. Secretario Portes Gil: Se pregunta a la Asamblea si se permite el uso de la palabra al C. diputado Siurob. (Voces: ¡No, no; sí, sí) Los que estén por la afirmativa, se servirán poner de pie. Si se le concede el uso de la palabra. (Voces: ¡No, no; sí, sí! Confusión.)

El C. Presidente: Aprobado, Tiene la palabra el diputado Siurob. (Voces: ¡No, ! ¡Reclamo la votación! Confusión. Campanilla.)

El C. Presidente: Habiendo reclamado la votación el diputado García Jonás, se repite la votación.

El C. Secretario Portes Gil: Los que estén por la afirmativa, se servirá, poner de pie. Se nombra a los CC. Rocha José Federico y García Pablo para que cuenten a los que estén sentados y a los CC. Medina Hilario y Cabrera Luis para que cuenten a los que estén de pie.

El C. Presidente: Los comisionados manifiestan que se encuentran en pie 82 ciudadanos diputados y sentados 70. (Aplausos.) Tiene la palabra el C. diputado Siurob. (Aplausos.)

El C. Siurob: CC. diputados: Yo nunca me he explicado por qué la Ley de Suspensión de Garantías en los actuales momentos, puede encontrar oposición de parte de una Asamblea como ésta, en la que la absoluta mayoría es de revolucionarios, y digo que no me lo he podido explicar, porque a mí me parece imposible que no hayan pensado los ciudadanos diputados que la principal obstrucción para cualquier labor revolucionaria es la que hacen en estos momentos los perturbadores del orden, puesto que el orden es la condición sine qua non para que las reformas revolucionarias puedan establecerse; es la base principal, la base imprescindible para que nuestra revolución logre verdaderamente echar raíces en el corazón del pueblo y satisfacer ampliamente sus aspiraciones. ¿No se pone como condición por nosotros mismos, no se pone como condición por todos los extranjeros que han analizado nuestra situación, que la base, la condición indispensable para nuestro crédito, para levantar el nivel intelectual de nuestras masas, para que nuestro país pueda producir más, para que sus industrias prosperen, para que en todas las ramas de su actividad haya un desarrollo de acuerdo con los ideales que nosotros hemos trazado al hacer nuestra gran revolución social, no se pone como condición que haya paz? ¿No se pone como condición que es indispensable que haya tranquilidad en conciencias y en hogares, como una condición indispensable para que pueda haber la subsistencia, a fin de que el pueblo no perezca de hambre?

Ciudadanos diputados: lo primero es tener un pueblo, y luego saber cómo vamos a modificar las costumbres, la idiosincrasia, la educación, el espíritu de aquel mismo pueblo, y tened la seguridad que no podremos seguir subsistiendo ni siquiera como pueblo, si seguimos en las actuales circunstancias, por las cuales vamos progresando día a día hacia el espectro terrible que se cierne sobre los países latinos, hacia ese espectro formidable señalado ya y que nos ha azotado con su látigo y que se llama la anarquía. Los pasos por donde vamos en estos momentos, las circunstancias por que atraviesa en la actualidad la República, allá conducen, a la anarquía; es el peligro máximo, la anarquía que ha existido durante muchos lustros en nuestra vida como pueblo, casi desde apenas comenzada nuestra independencia. Esa anarquía que no está bien entendida en el verdadero sentido de la palabra, ese ideal sublime que vislumbra ya los más grandes libertarios en el mundo y que consiste en que cada individuo, conocedor perfecto de sus derechos y deberes, no necesite de la existencia de un gobierno para cumplir con ellos; no necesite ni de la vigilancia de la política, ni de la fuerza bruta del ejército; ni la multa que recaiga sobre su haber para que pueda cumplir con su deber, sino que llevando a la práctica las sublimes ideas del apóstol, del filósofo

de Judea, puedan considerares todos como hermanos unos de los otros. No es esa anarquía a la que me refiero, es a la anarquía terrible que nos hace considerarnos como fieras que diseminadas en un bosque no se ocupan más que de devorarse unas a otras, sin respetar la edad, sin respetar el sexo; la anarquía que vemos caracterizada desde el momento en que ninguno de nuestros actuales grupos levantados en armas, aun aquellos que dicen tener ideales, están uniformes en sus tendencias y en sus aspiraciones.

Zapata es revolucionario, ya lo han dicho aquí algunos oradores; Zapata es revolucionario y difiere de nosotros únicamente en la parte política en que pretende ser el jefe del movimiento y quizá en el ideal religioso, que muchos de sus engañados y analfabetos guerreros alimentan como una esperanza en su corazón; pero en el fondo Zapata es revolucionario, mientras que Félix Díaz, que se encuentra en el Istmo, es un reaccionario perfecto, es un reaccionario clásico que dio su tinte sangriento, su tinte fanático, su tinte terriblemente cruel a la hecatombe de la Ciudadela. Por consiguiente, los demás grupos que se encuentran diseminados en el resto de la República son grupos absolutamente de pillaje, comenzando por Villa y terminando por el insignificante bandolero que apenas seguido por diez de los suyos va y asalta la casa particular, levanta el riel de la vía y comete cualquier otro atentado contra la propiedad y contra la familia. Por consiguiente, si vemos, pues, esa tendencia anárquica que no necesitaremos siquiera reflexionarla desde el momento en que durante todos los Gobiernos anteriores a la dictadura porfiriana había sido la anarquía la que había reinado en la República, si pues, el carácter de todos los pueblos latinos en la anarquía y la anarquía será la muerte de la Revolución de la misma manera que el conservatismo, si son los dos enemigos contra los cuales se levantó aquí la voz airada de Urueta en más de una ocasión y estos dos enemigos son los que irían a dar al traste con nuestra nacionalidad, con nuestros ideales y con nuestra existencia como pueblo independiente, tenemos la obligación de combatirlos.

¿Cómo combatiremos al conservatismo? Ya lo han indicado muchos de los oradores; siendo los gobernantes más radicales, no admitiendo a su lado más que a elementos perfectamente identificados con la Causa del pueblo, impidiendo que los enemigos reaccionarios se posesionen de nuestras fuentes de producción, se posesionen de nuestra prensa, se posesionen de nuestro Gobierno y se posesionen, en una palabra, de todo aquello que signifique fuerza, que signifique poder y que signifique fuente de regeneración.

¿Cómo vamos a huir del otro enemigo que es la anarquía? Precisamente, ciudadanos diputados, por medio de una ley que acabe con el origen de la anarquía, porque la anarquía comienza por el salteador de caminos y acaba por el jefe de chusmas estilo Villa, que se atreve a enfrentarse al Poder constituído para derrocarlo y realizar sus ambiciones personales en contra de los ideales más sublimes, de los ideales más sagrados de un pueblo. Yo me admiro verdaderamente cómo el compañero García Vigil ha venido a sostener en esta tribuna que nada significaban los descarrilamientos, que nada significaban los saqueos de las ciudades , que nada significaba nada de esto en el concierto social o que significan demasiado poco en el concierto social todos estos atentados en que no solamente se violan las leyes más rudimentarias de la guerra, sino también las de la humanidad, las leyes que han regido a la humanidad. Me admira cómo le causan impresión terrible los atentados cometidos en Bélgica y no llaman la atención los atentados terribles que se cometen, en igualdad de circunstancias, en nuestro país, por muchos malos mexicanos, de los que están aliados a los enemigos de allende el Bravo. Me lo explico únicamente por el anhelo libertario del compañero García Vigil que no quisiera que retrogradáramos, que volviéramos atrás; pero desgraciadamente, compañero , esto es absolutamente indispensable y usted mismo ha sido el primero en confesar que el régimen preconstitucional había terminado demasiado bruscamente, usted ha sido el primero en admitir que la anarquía es uno de nuestros primeros enemigos principales para la realización de los altos ideales revolucionarios, uno de nuestros enemigos principales para que el pueblo pudiera existir como pueblo y que el hambre no pudiera cernirse sobre el pueblo impidiéndole que realice sus altas funciones y se regenerase a sí mismo.

Se refiere el compañero García Vigil al asunto internacional; tampoco debemos nosotros confiar en esto, de cualquier manera que se resolviera. No voy a negar aquí que los altos ideales del pueblo mexicano, los altos ideales de la Revolución que ha hecho con el fruto de su sangre, coinciden con los ideales que se nos dice tienen las naciones aliadas; pero tampoco voy a negar, señores diputados, que el pueblo ve con profundo horror la alianza con aquellos hacia quienes siente profunda desconfianza; pues así como el señor García Vigil no olvida y tiene siempre presentes los atentados cometidos en Bélgica, el pueblo mexicano tiene siempre presentes los atentados cometidos en 47, (aplausos estruendosos,) en que fue, señores, como si un hombre sano y fuerte golpeara a un niño enfermo. En aquel tiempo el país era un niño y estaba enfermo y aquellos hombres brutales lo golpearon para arrebatarle lo que le habían legado sus mayores y le arrebataron la mitad de su territorio. (Aplausos estruendosos. Voces: ¡Más de la mitad!) Esto no lo puede olvidar el pueblo mexicano, (voces: ¡Nunca, nunca!) instintivamente comprende que a pesar de que se han mejorado las relaciones internacionales con la vecina República, a pesar de que el mandatario supremo en la actualidad de aquella República, ha tenido para México simplemente algunos rasgos de justicia, - porque no ha tenido otra cosa -, a pesar de eso, el pueblo mexicano ve con repugnancia, ve con horror la alianza con un enemigo que fácilmente podría abusar de aquella alianza para imponer, como imponen los aliados en la actualidad, cargas demasiado onerosas a las naciones débiles que se les reunen para combatir a su lado. (Aplausos de las galerías.) Nuestro papel como aliado pequeño sería un triste papel, no podríamos contribuir a la gloria, y sí tendríamos que contribuir quizá a las erogaciones.

Presidencia del C. SÁNCHEZ PONTÓN LUIS

El C. Rebolledo Efrén, interrumpiendo: Moción de orden, señor Presidente. Conforme al artículo 35, fracción IV, los asuntos relativos a relaciones exteriores se deben tratar en sesión secreta. (Siseos y aplausos.)

El C. Siurob, continuando: Yo no estoy tratando, CC. diputados, de la resolución que debe tomar el gobierno; yo no me atrevería a decir en este sentido una sola palabra, puesto que el gobierno es bastante sensato para consultar con esta H. Asamblea en su debido tiempo las providencias que debe tomar en el asunto internacional. (Aplausos.) El señor Presidente de la República ha dado bastantes muestras de su tino, de su celo y de su actividad en asuntos internacionales, haciendo que lo aplauda sin reserva así como he censurado al mismo Ejecutivo en otros asuntos, para que venga yo a hablar aquí de la resolución que debe tomar el Ejecutivo cuando a tiempo la consideremos, cuando ese conocimiento sea oportuno, cuando debamos tomar una urgente y necesaria resolución sobre el particular; lo único que yo vengo a decir aquí es que ni aún una resolución en el sentido que la quiere el compañero García Vigil remediaría nuestras necesidades; ¿vosotros creéis que por ese simple hecho iremos a recibir dinero, iremos a recibir víveres, iremos a recibir todo lo que nos hace falta para reconstruírnos?

Son demasiado codiciosos nuestros enemigos y desde hace mucho tiempo el lápiz calculador del yanqui es una figura con que se nos pinta el carácter mezquino y mercantilista de este pueblo. No dudéis, señores diputados que en caso de que esta alianza fuera un hecho, ni aun en ese caso tendríamos lo que necesitáramos, si no era a costa de los mismos sacrificios actuales, a costa de nuestra sangre, a costa de otros sacrificios, quizá de nuestra dignidad y esto no lo debemos tolerar nunca.

El C. Padilla, interrumpiendo : ¿Y Alemania, qué nos da?

El C. Siurob, continuando: Esto sería una arma de combate más de nuestros enemigos, porque supondría que ya el Gobierno se encontraba aliado con los enemigos inveterados de nuestra Patria, y esto sería un arma en poder de la Reacción; esto sería un arma de la cual no nos justificaríamos ante la historia, así como no se han justificado, a pesar de haber sido buenos liberales y revolucionarios, Ocampo, al hacer los tratados de Mc Lane y algunos otros. La mayor mancha en el mexicano, individualmente o para el Gobierno, es el delito de traición a la Patria.

Nos dicen los compañeros que el defecto de la Ley de Suspensión de Garantías presentada, es que obliga a los trabajadores de los campos a que presten sus servicios en las columnas militares; con mucha justicia censura esto el compañero García Vigil; pero indudablemente que esta Ley no la vamos a aprobar así únicamente, vamos a aprobarla en estos momentos en que es conveniente necesaria para el país la suspensión de garantías. ¿En qué forma se hará esa suspensión de garantías? Eso es lo que nos toca decidir posteriormente. Indudablemente que vamos a tener cuidado de comprender allí a individuos afectados de delitos políticos, porque necesitamos volver a espantar a la Reacción, a individuos reaccionarios que se encuentran dentro del territorio y que, por ese temor, lo abandonarán, para que no siga la labor infame y obstruccionista que han venido haciendo en estos días. Indudablemente que allí vamos a hacer que esa ley sólo sea aplicada por los jueces, y me refiero a los jueces de primera instancia, y si se cree todavía que los jueces de primera instancia son reaccionarios, y que por esto fuera a aplicarse torcidamente, dispondremos que no la apliquen más que los Gobernadores electos por el voto popular.

El C. Fernández Martínez: No; ¿Alcocer cómo la aplicaría?

El C. Siurob, continuando: Que no la apliquen más que un corto número de individuos en que se deposite la facultad, un corto número de individuos identificados con la causa, en cuyas manos se deposite el poder de aplicar esa ley. Esto es lo que vamos a discutir después; pero negarle al Ejecutivo en estos momentos una cosa que es absolutamente indispensable en su concepto, sería una mancha para nosotros, sería un crimen negar algo que es enteramente indispensable para acabar con la anarquía, que si no acabamos con ella, ella acabará con el porvenir del pueblo y la República. Si estudiamos a fondo la manera como ha procedido el Gobierno, vemos que, examinando la labor en lo general, no estamos autorizados para negarle algo que nos pide con urgencia; si el Gobierno, como lo hemos censurado muchos y lo seguiremos censurando, precisamente porque somos sus amigos, si el Gobierno ha cometido muchos errores, si el Gobierno se encuentra plagado de reaccionarios, si los Ministros no cumplen con su deber, en cambio, ciudadanos diputados, en lo general vemos que se va haciendo obra revolucionaria, que muchas de estas reformas ya están comenzando a implantarse, vemos que se ha comenzado a devolver las tierras, vemos que se han expedido leyes, vemos que se han fundado escuelas, vemos que en todos los ramos acerca de los cuales la idea revolucionaria constituye un principio de reforma, esa reforma ha comenzado a implantarse; lo que hemos censurado es que se marche para atrás, lo que he censurado en los Ministros no es, precisamente, la falta de pericia ,no la falta de actividad; lo que he censurado es que se vuelva para atrás, que en un ejército de puros revolucionarios se introduzcan exfederales y reaccionarios; que en los Gobiernos de los Estados donde se han fundado escuelas, se supriman aquellas escuelas; que en el lugar donde se han dado tierras, se las arrebaten a los pueblos y se vuelvan a dar a los terratenientes; esto es lo que he censurado y creo que tengo derecho para censurar como revolucionario, y estoy seguro que censurarán todos los revolucionarios conscientes de ser ciudadanos mexicanos, conscientes de sus derechos; pero de que se censure todo eso, a que se niegue al ungido con el voto del pueblo, al hombre que ha comenzado a cumplir con su deber, que se le niegue una ley que él pide con toda urgencia y que considera indispensable para llevar a cabo su

difícil labor, es absolutamente diferente; si la aplica mal, la culpa será suya ante los ciudadanos, ante el pueblo y ante la historia.

Yo, en todo caso, ciudadanos diputados, prefiero - como decía esta mañana a mis correligionarios -, preferiría cien veces que en mi persona se aplicara equivocadamente esa ley y que, no por dejar de establecer, se fuera a dar al traste con los ideales del pueblo mexicano y con su existencia como nación independiente.

No tengáis pues, temores, ciudadanos diputados, al votar por esa ley; vamos a reglamentarla nosotros mismos, nosotros mismos vamos a ser los de la responsabilidad. Ya hay un ejemplo en la historia: don Benito Juárez se mantuvo todo el tiempo en su Gobierno con la Ley de Suspensión de Garantías. ¿Por qué? Por que la suspensión de garantías en aquel caso, era absoluta y perfectamente justa. Si vamos a dictar una ley justa, no debemos temer nada, ni de los actuales momentos históricos, ni de la posteridad, puesto que la posteridad sabrá apreciar que, si nosotros fuimos los que por primera vez dimos garantías al pueblo mexicano, habremos sido también los que, con toda justificación, las habremos suspendido por una corta temporada, para asegurar su vida como pueblo independiente y como pueblo que sabe sustentar los más altos ideales de los pueblos cultos de la tierra. (Aplausos y voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Presidente: Han hablado en contra los ciudadanos Rivera Cabrera, Peralta, Manrique, Cienfuegos, Sánchez José y García Vigil, y en pro el ciudadano Siurob dos veces, Avilés, González Galindo, Cabrera Luis y Pruneda Alvaro, además de las Comisiones y del ciudadano Subsecretario del Interior. Quedan inscriptos para hablar en contra, todavía, los ciudadanos Cruz José C., Fernández Martínez, Rivera Cabrera, Esquivel, Manjarrez Froilán, Ruiz Estrada, Jesús M. González y Manrique, y en pro, los ciudadanos Blancarte, Avilés, Parra, Cravioto, Olivé y del Subsecretario del interior, Marciano González y Cámara Nicolás. (Voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Secretario Aranda: Se pregunta a la Asamblea si se considera suficientemente discutido el asunto. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Está suficientemente discutido. En votación nominal se pregunta si se aprueba.

El C. secretario Alonso Romero: Se procede a la votación nominal en lo general, de la Ley de Suspensión de Garantías. Por la afirmativa.

El C. Mata: por la negativa.

El C. presidente: (Campanilla.) Se suplica a los señores diputados no abandonen sus puestos. (Se empieza a recoger la votación.)

El C. Manrique, al votar: ¡no! y no por miedo.

El C. Hay: para una moción de orden. Para manifestar respetuosamente a la presidencia que me extraña no se llame al diputado Manrique, porque está violando el reglamento. (Aplausos).

El C. Secretario Alonzo Romero: Votaron por la afirmativa los siguientes CC. diputados: Aguilar, Aguirre Berlanga, Aguirre Crisóforo, Aguirre Efrén, Andrade, Arellano, Arlanzón, Arreola, Avilés, Bandera y Mata, Barragán Juan Francisco, Bello, Benítez, Blancarte, Bravo Izquierdo, Breceda, Cabrera, Cámara, Cano, Cantú, Cárdenas, Carrascosa, Carrillo Eduardo S., Castro, Cepeda Medrano, Céspedes, Córdoba, Dávalos Ornelas, Dávila, Echeverría, Escudero, Esparza, Fentanes, Fernández, Martínez, Gaitán, Gámez Gustavo, Gárate, García Adolfo, García de Alba, García Eliseo, García Jonás, García Pablo, Garza Ernesto, Garza González, Garza Pérez, González Ibarra, Guerrero, Gutiérrez, Hay, Hernández Garibay, Izquierdo, Jurado, Lechuga Val, Lizalde, López F. Ricardo, López Lira, Luna Enríquez, Malpica, Manzanilla Tejero, Manzano, Mariel, Márquez Josafat, Márquez Rafael, Martínez Rafael, Medina Francisco, Medina Hilario, Méndez, Meneses, Montes, Olivé, Ortiz, Otero, Padilla, Padrés, Paredes Colín, Parra, Pereyra Carbonell, Plank, Portes Gil, Prieto, Pruneda, Ramírez Llaca, Rebolledo, Rivera, Robledo, Rocha, Román, Rosas, Ruiz Alberto, Ruiz José P., Ruiz Juan A., Silva Herrera, Silva Jesús, Siurob, Solórzano, Soto, Suárez, Torre Jesús de la, Torres José D., Treviño, Uruñuela, Valle, Velásquez, Ventura y Villarreal Jesús J.

Total : Ciento cinco votos por la afirmativa.

El C. Mata Filomeno: Votaron por la negativa los CC. diputados siguientes: Aguirre Colorado, Aguirre Escobar, Alejandre, Alonzo Romero, Ancona Albertos, Aranda, Avendaño, Carrillo Iturriaga, Castañeda, del Castillo, Cienfuegos y Camus, Cruz, Domínguez, Dyer, Esquivel, Figueroa, García Vigil, Gaxiola, Gay Baños, González y Jesús M., González Justo, Hernández Jerónimo, Higareda, Leyzaola, Limón, López Couto, López Ignacio, Manjarrez, Manrique, Mata Filomeno, Mata Luis I, Mendoza, Montiel, Navarrete, Neri, Pardo, Peña, Peralta, Pineda, Ramírez G. Benito, Ramírez, Pedro, Reynoso, Rivas, Rivera Cabrera, Robles Domínguez, Rojas Rafael R., Rueda Magro, Ruiz Estrada, Sánchez José M. Sánchez Pontón, Sánchez Tenorio, Saucedo J. Concepción, Saucedo Salvador, Sepúlveda, Torre Rómulo de la, Torres Berdón, Viesca Lobatón, Villaseñor, Zapata, Zavala y Zubaran.

Total: sesenta y un votos por la negativa.

El C. Sánchez Tenorio: Reclamo mi voto por la negativa.

El C. Mata Filomeno: Se anotó el voto del C. Sánchez Tenorio. Total: sesenta y un votos de la negativa.

El C. Secretario Alonzo Romero: Queda aprobado en lo general el proyecto sobre suspensión de garantías por ciento cinco votos de la afirmativa, contra sesenta y uno de la negativa. (Aplausos y siseos.)

El C. Presidente: Encontrándose a las puertas del salón una Comisión de la Cámara de Senadores, se nombra a los CC. diputados Carrillo Iturriaga, Castro José H., Ventura Simón, Castañeda Austreberto P., Sánchez José M. y Secretario Magallón, para que la introduzca al salón.

(Es introducida la Comisión.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Presidente

de la Comisión de la Cámara de Senadores.

El C. senador Hidalgo Cutberto: Señores diputados: La Cámara de Senadores se ha servido nombrar una Comisión, de la que tengo el honor de formar parte, para traer a vuestra consideración el proyecto de ley que se sirvió estudiar esta Cámara de Diputados, relativo a la incautación de las fábricas. No sería fácil en una pequeña exposición relatar a ustedes todos los debates que ha suscitado este proyecto de ley; paso a referirme brevemente respecto de los capítulos que formaron el proyecto que se sirvieron ustedes remitirnos. En el primer capítulo, la Cámara de Diputados consideraba pertinente que el Poder Ejecutivo ejercitara las funciones de las Juntas de Conciliación y Arbitraje; en el segundo capítulo se autorizaba al Ejecutivo para que se incautara de las fábricas y las administrase; en el tercero juzgó la Cámara de Diputados pertinente que se invitaran a los Estados de la Federación para que promulgaran una ley semejante a ésta. Dentro de los debates hemos creído que uno de los laureles que conquistaron en el Constituyente los ciudadanos que tuvieron el honor de pertenecer a él, fue el capítulo consagrado en nuestra Constitución de 17, relativo al Trabajo y Previsión social. (Aplausos.) Y dentro de ese capítulo los constituyentes establecieron un sistema para que se resolvieran los conflictos que surjan entre el capital y el trabajo, el establecimiento de esas Juntas de Conciliación. Más todavía: dentro del capítulo de la Previsión Social y del Trabajo, los constituyentes hicieron una clasificación muy digna de tenerse en consideración, los paros lícitos y los paros ilícitos. Ha creído la Cámara de Senadores que no serían pertinente ni siquiera disminuir en el mínimo posible esa facultad de resolver los conflictos y, por lo tanto, no creyó pertinente se le diesen al Ejecutivo las funciones de las Juntas de Conciliación y Arbitraje. Si a eso agregamos que en el capítulo 2º., después de ser juez en capítulo 1º., venía siendo parte para poderse incautar de las fábricas, creímos que no era pertinente. Además, el capítulo 2º. Hablaba simplemente de la administración, y es un hecho fuera de duda que la administración está sujeta a responsabilidades, y en estos casos, sí hay que concederle al Ejecutivo facultades para incautación de las fábricas, es un hecho inconcuso que no se debe sujetarlo a responsabilidad ninguna. Por lo que respecta al artículo 3º., hemos creído - y ese fue casi unánime el sentir de la Asamblea -, que las leyes son seguramente preceptos de observancia general, y si este era un proyecto de ley, no cabe dentro del cuerpo de ella misma un invitación a los Estados de la Federación para que hicieran o no hicieran leyes semejantes a ésta. Basada en estas consideraciones, la Cámara de Senadores se ha servido modificar el proyecto de ley que se remitió para su estudio, y con el respeto que nos merece esta Cámara, vengo, en nombre suyo, a rogar atentamente se sirvan estudiar los nuevos capítulos que proponemos para que se lleve a cabo la ley, la iniciativa presentada y aceptada por esta Cámara en beneficio, como es nuestro ideal, del proletario, del obrero que ha sufrido tantos años:

El proyecto de ley que hoy traemos a vuestra consideración consta de algunos capítulos; el 1º., la forma de establecer las juntas de Conciliación y Arbitraje; el capítulo 2º., de la manera de integrar esas Juntas; los capítulos 3º. y 4º., de la manera cómo deben funcionar esas Juntas de Conciliación y Arbitraje; el capítulo o artículo 5º. se refiere a la responsabilidad; el capítulo 6º. se refiere a los paros ilícitos; el capítulo 8º. a los paros ilícitos. De esta suerte, hemos podido o creímos haber logrado estudiar dentro de la misma ley, primero, los conflictos: del conflicto estudiarán las Juntas de Conciliación y Arbitraje, si el paro que se inicia es lícito o ilícito, y en esa forma determinar lo que juzguen conducente; entonces será cuando al Ejecutivo se le faculte para incautarse de aquellas fábricas que procedan de aquellos industriales que pretendan lanzar contra el Gobierno de la Revolución toda una legión de hambrientos.

En estas condiciones ruego a ustedes atentamente, que de una manera detenida se sirvan estudiarla, con la esperanza de que la idea que ha surgido en esta Cámara, de defender a los obreros en contra del capital y de los industriales, sea un hecho efectivo, pues bajo ese programa han sido todas las deliberaciones de la Cámara de Senadores. Esto, señores, seguramente será el subrayado más firme que se pueda poner al capítulo del Trabajo y Previsión Social, gloria de los constituyentes que lo asentaron en nuestra Carta Magna. (Aplausos.)

El C. Presidente: C. Presidente de la Comisión de la Cámara de Senadores: La Cámara de Diputados ha escuchado atentamente las razones que tuvo la de Senadores para introducir determinadas modificaciones al proyecto de ley sobre incautación de fábricas, y en su oportunidad, estoy seguro que se tomarán en consideración por esta Asamblea para redactar definitivamente esta ley.

(Se ausentó la Comisión del Senado.)

El C. Secretario Aranda: "Orden del día 20 de octubre de 1917: Discusión en lo particular del proyecto de Ley de Suspensión de Garantías."

El C. Presidente, a las 8.03 p.m.: Se levanta la sesión, citándose para mañana a las cuatro de la tarde.

El Jefe de la Sección de Taquigrafía, JOAQUÍN Z. VALADEZ.