Legislatura XXVIII - Año I - Período Ordinario - Fecha 19181216 - Número de Diario 99

(L28A1P1oN099F19181216.xml)Núm. Diario:99

ENCABEZADO

MÉXICO, LUNES 16 DE DICIEMBRE DE 1918

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO I.- PERÍODO ORDINARIO XXVIII LEGISLATURA TOMO I.- NÚMERO 99

SESIÓN ORDINARIA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 16 DE DICIEMBRE DE 1918

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior. 2.- Se da cuenta con los asuntos en cartera.

3.- Segunda lectura de la Iniciativa de Ley presentada por los CC. diputados Camarena, Meza, Zayas y Velásquez Juan, en que modifican el artículo 116 del Reglamento interior; pasa a la Comisión de Reglamento. Los CC. diputados Leal y Gutiérrez de Velasco apoyados por la mayoría de la Diputación del Estado de Guanajuato, presenta una iniciativa para que se modifique la partida relativa del Presupuesto de Egresos, fijando la cantidad de $ 150,000.00, destinados al sostenimiento de Estaciones Agrícolas Experimentales y Comisiones de Experimentación Local, así como para subvencionar a las ya existentes o que en lo sucesivo se establezcan; a la Comisión de Presupuestos y Cuenta. Primera lectura al dictamen de la 2a. Comisión de Hacienda, referente al proyecto de Ley suscrito por el C. diputado Carrión Luis G., modificando las fracciones 139 A, 139 B y 134 C, de la tarifa de exportación sobre tabacos en rama y labrado, de fecha 31 de agosto último; dispensándosele la segunda lectura, queda a discusión para el primer día hábil.

4.- Continúa la discusión de la Sección Quinta del Ramo Primero del Presupuesto de Egreso, siendo aprobada la partida 65 y rechazadas las 76, 81, y 82, volviendo a la Comisión para que las reforme.

5.- Es discutido y desechado el dictamen de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, correspondiente a la petición que un grupo de ciudadanos diputados hizo para que se decrete una partida de gastos de representación de los ciudadanos diputados y senadores al Congreso de la Unión, de $5.00. Es discutido y aprobado el voto particular del C. Garza Candelario, relacionado con el mismo asunto. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. BLANCARTE RAMÓN

(Asistencia de 143 ciudadanos diputados.)

El C. Presidente, a las 4.20 p. m.: Se abre la sesión.

- El C. Prosecretario Aguilar, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de diputados del Congreso de la unión, el día catorce de diciembre de mil novecientos diez y ocho.

"Presidencia del C. Ramón Blancarte.

"En la ciudad de México, a las diez y treinta y cinco de la mañana del sábado catorce de diciembre de mil novecientos diez y ocho, con asistencia de ciento veintiséis ciudadanos diputados, según consta en la lista que pasó el C. Prosecretario Aguilar, se abrió la sesión.

"El mismo ciudadano Prosecretario leyó el acta de la sesión celebrada el día trece de los corrientes, la que se aprobó sin discusión en votación económica.

"El C. Secretario Soto dio cuenta con los documentos siguientes:

"Oficio de la H. Cámara de Senadores, en que, con relación al oficio que se le dirigió el 23 de noviembre último bajo el número 251, manifiesta que resolvió no concurrir a la sesión del Congreso General a que ese oficio se refiere.- A sus antecedentes.

"Escrito del ciudadano Magistrado a la Suprema Corte, licenciado Manuel E. Cruz, al que acompaña un libro de que es autor y que dedica a la Biblioteca de esta Cámara.- Recibo y dénse las gracias.

"Solicitud del C. Mendez Fortunato, relativa a que se le conceda licencia por el tiempo que permanezca enfermo. Previa dispensa de trámites, se aprobó sin debate.

"Memorial de los alumnos de la Escuela Odontológica Nacional, en que piden se considere en el Presupuesto del Departamento Universitario lo relativo a la Facultad Odontológica. Hacen suyo este memorial los CC. Rodríguez de la Fuente, Ortiz José de la Luz y Suárez José María.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Ocurso en que los ciudadanos Presidente, Vicepresidente y Secretario de la Sociedad Dental Mexicana, solicitan se incluyan en el Presupuesto del Departamento Universitario las partidas relacionadas con la Escuela Dental. Hace suyo este ocurso la Diputación de Hidalgo.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Memorándum de los alumnos de la Facultad de Ciencias Químicas, en que piden figuren en el Presupuesto de Egresos las partidas que se refieren a dicha Facultad. Hace suyo este documento la Diputación de Hidalgo.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Iniciativa de los CC. Méndez Benjamín y Ríos

Landeros, y apoyada por la diputación de Guanajuato, tendiente a que se incluya en el Presupuesto del Ramo de Comunicaciones y Obras Públicas una partida de quince mil pesos destinada a las obras necesarias para introducir agua potable a la ciudad de Dolores Hidalgo.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Proyecto de Ley de los CC. Fernández Ledesma, Gómez Noriega, Aguilar Pablo, Camarena, González Marciano, Bolio y treinta y un ciudadanos diputados mas, para que se modifiquen las partidas 11,493 y 11,494 del Ramo Undécimo del Presupuesto de Egresos, estableciendo una subvención de treinta y cinco mil pesos a la Orquesta Sinfónica Nacional, y otra de veinte mil pesos a la Escuela de Arte Teatral.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Puesto a discusión, en lo general, el proyecto de ley que consultan las Comisiones unidas 2a. de Guerra y 1a. Gobernación, relativo a que se autorice al Gobernador de Veracruz para organizar fuerzas de Seguridad en el Estado, ningún ciudadano uso de la palabra y se declaró con lugar a votar en lo general por ciento treinta y cuatro votos de la afirmativa contra cuatro de la negativa.

"A discusión en lo particular el mismo proyecto de ley, ninguno de los dos artículos que lo forman, dieron lugar a debate, habiéndose aprobado el primero por ciento treinta y dos votos de la afirmativa contra cinco de la negativa y el segundo por ciento treinta y nueve votos de afirmativa contra cuatro de la negativa.

"El proyecto de ley aprobado que pasa al Senado para los efectos constitucionales, dice así:

"Artículo 1o. Se autoriza al ciudadano Gobernador del Estado de Veracruz, para que pueda organizar fuerzas de seguridad en el Estado, hasta por mil hombres, con carácter transitorio.

"Artículo 2o. Dichas fuerzas dependerán directamente del Gobernador del Estado de Veracruz y su sostenimiento será a cargo del Presupuesto de Egresos de dicha Entidad Federativa; pero quedarán sujetas a las prescripciones de la Ley Orgánica y de la Ordenanza General del Ejército actualmente en vigor, mientras se reglamenta y organiza la Guardia Nacional de dicho Estado, como lo previene la constitución General de la República."

"Proyecto de ley de los CC. Alejandre y De Anda, que tiene por objeto formar la Tarifa Arancelaria en la parte relativa a equipo ferroviario de procedencia extranjera.- Segunda lectura.

"El C. Alejandre fundó el proyecto y el C. Méndez Benjamín lo impugnó; ambos hicieron aclaraciones y en seguida se admitió a discusión el proyecto y se turnó para su estudio a las Comisiones unidas de Hacienda en turno, Ferrocarriles e Industria y Comercio. La Comisión de Ferrocarriles se agregó al trámite en virtud de una moción del C. Andrade.

"Dictamen de la 3a. Comisión de Guerra que consulta un proyecto de ley que establece que todos los miembros del Ejército Nacional, deben ser mexicanos por nacimiento.

"A discusión en lo general, hablaron en contra los CC. Leal y Franco, y en pro, los CC. Espinosa Luis, miembro de la Comisión, y Trigo, autor del proyecto. La Secretaría leyó el artículo 32 de la Constitución a solicitud del C. Fernández Martínez, quien hizo una aclaración. El C. Trigo, contesto interpelaciones de los CC. Altamirano y García Carlos, y la Comisión, por conducto del C. Espinosa, solicitó permiso para retirar el dictamen, a fin de modificarlo, a lo que se opusieron los CC. Velásquez López; Andrade y González Marciano. Consultada la Asamblea sobre el particular, negó el permiso.

"A las doce y cincuenta y dos se suspendió la sesión y se reanudó a las cuatro y quince con asistencia de ciento treinta y dos ciudadanos diputados, según aparece en la lista que pasó el C. Prosecretario Aguilar, quien dio cuenta con estos documentos:

"Oficio del Senado en que manifiesta que estimaría en alto grado el que se igualaran en el Presupuesto los sueldos de los empleados y servidumbre de ambas Cámaras.- A La Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Oficio de la Secretaría de Hacienda, en que acusa recibo del decreto que amplía en ocho mil pesos la partida número 26 del Presupuesto de Egresos vigente.- A su expediente.

"Oficio de la secretaría de Gobernación al que acompaña, en cincuenta fojas útiles, la iniciativa de Ley General de Instituciones de Crédito."- Recibo, a los Comisiones unidas de Crédito Público y de Hacienda en turno, Imprimase.

"Proyecto de Ley que envía el Ejecutivo de la Unión, a fin de que se le faculte para disponer de diez millones de pesos oro nacional o comprometer el crédito de la Nación, por esa cantidad, con objeto de adquirir el control de los Ferrocarriles Unidos de Yucatán y de la Empresa encargada de abastecimiento de combustible mineral.- Recibo, a las Comisiones unidas de Hacienda y Crédito Público en turno y de Ferrocarriles, e imprimase.

"Iniciativa de los CC. Villaseñor Salvador. Méndez Benjamín, Alcocer, García Carlos y nueve ciudadanos diputados más, relativa a que se adicione el Ramo Octavo del Presupuesto de Egresos para 1919, en la cantidad de trescientos díez mil pesos, para la reapertura de la Escuela Nacional de Agricultura.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Iniciativa del C. diputado Soto Rosendo A., y hecha suya por la diputación de Jalisco, tendiente a que se adicione la partida respectiva del Presupuesto de egresos para el próximo año, en la cantidad de cincuenta mil pesos, que se destinará a la construcción de una presa en el 8o. Cantan de Jalisco.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Solicitud del C. Ruvalcaba J. Guadalupe para que se le conceda licencia por diez días, con goce de dietas.- Previa dispensa de trámites, se aprobó sin discusión.

"Después de que la Secretaría pasó lista, que demostró la presencia de ciento cuarenta y nueve ciudadanos diputados, se procedió a la votación, por el sistema que se ha venido practicando, de las partidas reservadas del ramo Undécimo del Presupuesto de Egresos para 1919, que se refiere al Departamento Universitario y de Bellas Artes.

"La partida 11,480 fue desechada por noventa y nueve votos de la negativa, contra cincuenta de

la afirmativa y volvió a la comisión para que la reforme en el sentido del debate a que dio lugar en sesión anterior.

"Presidencia del C. Jesús Rodríguez de la fuente.

"La partida 11,492 también fue desechada por noventa y nueve votos de la negativa, contra cincuenta de la afirmativa. Por ciento cuatro votos de la afirmativa contra cuarenta y cinco de la negativa que aprobó la partida 11,498 Las 11,499, 11,500 y 11,501 fueron desechadas, las dos primeras por ochenta y siete votos de la negativa, contra sesenta y dos de la afirmativa, y la última, por ciento cuarenta y siete votos de la negativa contra dos de la afirmativa. La última volvió a la comisión para ser reformada. El C. Alejandro solicitó un informe respecto de la partida 11,501, y la Presidencia hizo una aclaración.

Se pasó a la discusión de las Secciones II y IV del Ramo Primero, que se refieren a la Cámara de Senadores.

"A excepción de la partidas 52 y 53, que fueron separadas para su discusión, todas las demás se aprobaron por unanimidad de ciento cuarenta y nueve votos

"A debate las partidas 52 y 53, referentes al sueldo de los taquígrafos parlamentarios, el C. Guerrero habló en contra, pidiendo se aumentase; a petición de los CC. Saucedo y Alvarez del Castillo, se leyeron dos cartas sobre el particular; el C. Garza a nombre de la Comisión , expuso las razones que se tuvieron en cuenta para no proponer el aumento de sueldo a esos empleados; el C. Avellaneda habló en pro de la partidas como las presenta la Comisión; dirigió una interpelación el C. Fernández Martínez al C. Alvarez del Castillo; habló en pro el C. García Ruiz y en contra lo hizo, en dos ocasiones, el C. García Vigil, quien apoyó el aumento de que pretendía.

"consideradas suficientemente discutidas las partidas, se desecharon, por ciento quince votos de la negativa, contra treinta y cuatro de la afirmativa, y volvieron a la Comisión para que las modifiquen en el sentido del debate.

"A consideración de la Cámara la Sección V del mismo Ramo Primero, relativa a la Contaduría Mayor de Hacienda, se apartaron las partidas de la 64 a la 73, 76, 81 y 82; las restantes, es decir, 74, 75, 77, 78, 79 y 80, se aprobaron por unanimidad de ciento cuarenta u nueve votos.

"Presidencia del C. Ramón Blancarte.

"A discusión las partidas de la 64 a la 73, hablaron, en contra los CC. Zincúnegui Tercero, Pérez vela y Arrioja Isunza, y en pro los CC. Rodríguez de la Fuente, Soto Peimbert, Casas Alatriste y García Vigil. El C. Arrioja Isunza aclaración, que interrumpió el discurso del C. Casas Alatriste, y el C. Soto Peimbert, a nombre de la Comisión de Presupuestos, contesté una pregunta de la C. Alarcón.

"Presidencia del C. Octavio M. Trigo.

"La Comisión, por conducto del C. García, solicitó permiso para retirar la partida 65, con objeto de modificarla en el sentido que indicó en sus discursos el C. García Vigil, pero la Asamblea no concedió el permiso respectivo.

"Tratándose de recoger una sola votación para las partidas de la 64 a la 73, los CC. Arrioja Isunza y Flores Manuel H., pidieron, respectivamente, se votarán por separado las partidas 64 y 65, a lo que accedió la Mesa.

"La Secretaría pasó lista, y con un quórum de ciento cincuenta y cuatro ciudadanos diputados, se aprobaron las partidas de la 66 a la 73, por ciento veinticuatro votos de la afirmativa, contra treinta de la negativa.

"Acerca de la partida 64, a petición del C. Espinosa Luis, debidamente apoyado, y después de aclaraciones de la Presidencia y de los CC Secretario Soto y Villaseñor Mejía, se recogió votación nominal, saliéndose del procedimiento adoptado para votar las partidas del Presupuestos, y se obtuvo un resultado de setenta y seis votos por la afirmativa contra setenta de la negativa, por lo que se declaró aprobada dicha partida 64.

"Como de la votación llevada a cabo para resolver si continuaba la sesión, se vino en conocimiento de que no había quórum, se levanté la sesión a las ocho y treinta y cuatro de las noche y se cita para el próximo lunes diez y y seis, a la cuatro de la tarde."

Esta discusión el acta. Los que deseen hacer uso de la palabra sírvase pasar a inscribirse. no hay quien pida la palabra? En votación económica se consulta si se aprueba. Los que están por la afirmativa sírvanse ponerse de piel. Aprobada.

- El Secretario Pesqueira, leyendo:

"Poder Ejecutivo Federal.-Estados Unidos Mexicanos.- México.- Secretaría de Gobernación 1a. numero 5,822.

"A los ciudadanos Secretarios de la honorable Cámara de Diputados.- Presente.

"Se ha enterado esta Secretaría, por el atento oficio de ustedes, número 43, fechando el 12 de los corrientes, de que la honorable Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, ha concedido permiso al C. diputado Francisco Medina

para aceptar una comisión del Ejecutivo.

"Reitero a ustedes la seguridades de mi consideración distinguida.

"Constitución y Reformas.- México, 13 de diciembre de 1918.- Por orden del Secretario, el Oficial Mayor, P. Machorro y Narvaez." -A su expediente.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"México, D.F., diciembre 15 de 1918.

"Ciudadanos Secretarios de la Cámara de diputados del congreso de la Unión.- Ciudad.

"El señor Chiristian Schjetnan, Presidente y Director General de la Compañía de Fomento de Chapala, S.A., me ha hecho una invitación para presenciar algunos trabajos que va a iniciar en Chapala, de acuerdo con la concesión que Àltimamente le fue otorgada, y como se trata precisamente del Distrito Electoral que tengo el honor de representar ante esa honorable Cámara, estimaré a ustedes se sirvan dar cuenta con este oficio a la honorable Asamblea, a fin de que, con dispensa de trámite;

si no hubiere inconveniente, se me conceda una licencia de quince días, con goce de sueldo, a efecto de obsequiar la invitación aludida.

"Reitero a ustedes las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.

"Constitución y Reformas.- J. Aguirre Berlanga."

(Siseos.) En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que están por la afirmativa sírvanse poner de pie, en la inteligencia de que se necesitan las dos terceras partes para que se lo dispensan los trámites. Si se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba la licencia. (Voces: ¡No, no!) Los que este por la afirmativa sírvanse poner de pie. (Voces: ¡No, no!) Se concede la licencia. (Voces: ¡No! no!)

El C. Rocha Federico: Reclamo la votación.

El C. Secretario Pesqueira: Habiendo reclamado la votación algún ciudadano diputado, se va a proceder a contar los votos. Se suplica a los ciudadanos que votaron por la afirmativa que no se sienten. Se comisiona a los CC. Rocha y Espinosa Luis para contar a los ciudadanos que están sentados y a los CC. Orantes y Padrés para que se sirvan contar a los que están de pie. (Se hace el recuento.) El resultado de la votación es como sigue: 65 ciudadanos de pie y 83 sentados; en tal concepto no se concede la licencia.

El C. Álvarez del Castillo: Pido la palabra.

El C. Presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Alvarez del Castillo: Al margen de este asunto, para hacer una ligerísima aclaración a la Asamblea.

El C. Presidente: No hay nada a discusión.

- El C. Secretario Pesqueira, dio segunda lectura a la Iniciativa de ley presentada por los CC. Camarena, Meza, Zayas y Velázquez Juan, en que modifica el artículo 116 del Reglamento Interior adicionándole con un nuevo artículo.

En votación económica se pregunta si se admite a discusión. Los que están por la afirmativa sírvanse poner de pie. Se admite a discusión. Pasa a la Comisión de Reglamento.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"Los CC. diputados Leal y Gutiérrez de Velasco, apoyados por la mayoría de la Diputación del Estado de Guanajuato, presentan una iniciativa tendiente a que se modifique la partida relativa del presupuesto de Egresos fijando la cantidad de ciento cincuenta mil pesos, destinados al sostenimiento de Estaciones Agrícolas Experimentales y Comisiones de Experimentación local, así como para subvencionar a las ya existentes o que en lo sucesivo se establezcan."

A la Comisión de Presupuestos y cuenta.

El C. Leal: Pido la palabra para que aclaración sobre este asunto.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Leal.

El C. Leal: No pedimos nosotros que se adicione esa partida del Presupuesto en ciento cincuenta mil pesos, sino únicamente en cincuenta mil pesos. En el proyecto del Ejecutivo hay fijados cien mil pesos para las estaciones agrícolas experimentales y campos de presentación agrícola; nosotros pedimos el aumento en cincuenta mil pesos para que se subvencionen los campos agricolas experimentales que están funcionando, no únicamente a cargo de la Federación, sino a cargo de particulares y de los Estados, para que con esa subvención puedan tener el desarrollo necesario en el centro de la república, donde el Gobierno no sostiene ningún campo de esta naturaleza. Hago esta aclaración porque me parece que el extracto está mal hecho.

- El mismo C. Secretario: Con la aclaración hecha por el señor diputado Leal, se hace la modificación a este extracto o sea que se pida una adición de cincuenta mil pesos.

Como esta solicitud está firmada por mayoría de diputación; pasa desde luego a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"2a. Comisión de Hacienda.

"Señor:

"El C. diputado Luis G. Carrión, con fecha 24 del presente mes, sometió a la consideración de esta H. Cámara, un proyecto de ley que propone la supresión o reducción del impuesto e exportación sobre el tabaco en rama.

"La Comisión 2a. de Hacienda que tuvo conocimiento de referido proyecto, estudió determinadamente la exposición de motivos en que funda el peticionario su iniciativa, de la cual se desprende que efectivamente, los derechos de exportación sobre tabaco en rama, son muy altos, privado por consecuencia a los comerciantes de este artículo del exportar grandes cantidades de tabaco que no puede consumirse en el país. Del tabaco que se produce en la República, una gran parte no tiene utilización en ella y siendo tan oneroso el impuesto de exportación, no hay negociante que pretenda exportar dicho tabaco toda vez que no le resultaría utilidad alguna. Esta es la causa precisamente porque varios de los campos destinados al cultivo del tabaco se encuentran abandonados, privado de salarios a infinidad de trabajadores que se dedicaban a esas labores; pues en los pocos campos en que se cosecha dicho artículo, la producción es suficiente para llenar las necesidades del país y por lo tanto todos los sobrantes son acaparados a precios sumamente bajos.

"La propia Comisión teniendo en cuenta que desde que rige la tarifa de exportación mencionada, el Gobierno no ha recibido ventaja alguna en sus ingresos, pues muy por el contrario éstos se han reducido notablemente, opina la conveniencia de modificarla creyendo que fijando cuotas más pequeñas, el gobierno percibirá por este concepto mayores beneficios en sus ingresos.

"Por lo anterior manifestado, tenemos el honor de someter a la aprobación de Vuestra Soberanía el siguiente proyecto de ley:

"Artículo único. Se modifican las fracciones 139 A, 139 B, y 234 C., de la tarifa de exportación.

sobre tabacos en rama y labrado, de fecha 31 de agosto del corriente año, en los términos siguientes:

"Tabaco en rama"

"Fracción 139 A.- Capa, kilo bruto, $0.10.

"Fracción 139 B.- Tripa, kilo bruto, $0.08.

"Tabaco labrado"

"Fracción 234 C.- Picado o en hebra, kilo bruto, $0.10"

"Sala de Comisiones de la Cámara de diputados del congreso de la Unión .- México, 13 de diciembre de 1918.- C. Galindo.- F Tejeda Llorca.

-Marciano González"- Primera lectura.

El trámite es de primera lectura.

El C. Carrión Luis G.: Pido la palabra para reclamar el trámite.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Carrión Luis G.: En vista de ser de obvia resolución el asunto por estar relacionado el hecho de la pacificación de las naciones europeas con el comercio que se puede establecer con nuestro país y ser muy necesario para la zona que yo represento en esta honorable Asamblea el que cuanto antes se resuelva la reducción de impuestos, dado que se encuentra por decirlo así, arruinada debido al impuesto con que se grava al tabaco, pido a la Presidencia consulte a la honorable Cámara si despensa la segunda lectura y se mande imprimir para que se discuta el primer día hábil.

- El mismo C. secretario: En vista de la moción del C. Carrión, se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si se dispensa la segunda lectura a este asunto, para que se imprima y se discuta el primer día hábil. Los que están por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Se dispensa la segunda lectura, e impresa para discutirla el primer día hábil.

- El mismo C. Secretario: continúa la discusión del Presupuesto. Está a discusión la partida número 76 que dice "Quince mozos, a $2.50 diarios." Los que deseen hacer uso de la palabra pueden pasar a inscribirse.

El C. Presidente: Habiendo sido apartada esta partida por el C. Pastrana Jaimes que no está en el salón y no habiendo otra persona inscripta en contra, se va a preguntar si se reserva para su votación.

El C. Casas Alatriste: Pido la palabra para una moción de orden. Tengo entendido que quedó pendiente de votación la fracción relativa al Oficial Mayor.

El C. Presidente: Se votará juntamente con las demás.

El C. Secretario pesqueira: No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación.

Esta a discusión la partida 81 que dice: "Para renta del local, transacción de archivos, gastos imprevistos y reparaciones, $16,000.00."

El C. Villaseñor Salvador: Pido la palabra para una interpelación a la Comisión.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Villaseñor Salvador: C. Soto Peimbert:¿Tuviera usted la bondad de informarnos cuál es la renta que se paga por el local de Contaduría Mayor de Hacienda?

El C. Soto Peimbert: Cuatrocientos pesos mensuales.

- El C. Villaseñor Salvador: ¿Cuánto?

El C. Soto Peimbert: Cuatrocientos pesos. Hay también el hecho de que se ha pedido un aumento en la renta del local, que no ha logrado fijarse, pero que será mayor de mil pesos, según informes que tengo a la vista del ciudadano Contador Mayor de Hacienda.

El C. Secretario Pesqueira: No habiendo quien haga uso de la palabra en contra, se reserva para su votación.

Esta a discusión la partida 82, que dice: "Para uniformes de la servidumbre, $ 1,000.00."

No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación. Se va a proceder a pasar lista, con objeto de votar las partidas que fueron objetadas.

El C. Secretario Soto, pasó lista: Hay una asistencia de 171 ciudadanos diputados. A votación las partidas 65,76, 86 y 82.

El C. Villaseñor Mejia: Pido la palabra: Para suplicar al señor presidente se separen las partidas, porque habemos varios que vamos a aprobar unas y reprobar otros, sobre todo la partida de mozos, por considerarla exagerada.

- El mismo C. Secretario: A votación la partida 65: "Un oficial Mayor, a $20.00 diarios."

El C. Flores Manuel H.: Pidió la palabra, señor Presidente. Para suplicar a usted se sirva ordenar a la Secretaría recaude a la Asamblea que el C. García Vigil pidió que se aumentara esa partida a $25.00.

Presidencia del C. TRIGO OCTAVIO M.

El C. Secretario Soto: A petición del C. Flores Manuel H., la Secretaría recuerda a la Asamblea que la partida 65 fue objetada por el C. García Vigil, en el sentido de que esta partida fuera rechazada, para que la Comisión la modificará en el sentido de que el Oficial Mayor ganara $25.00 en vez de $20.00. (Voces: ¡No, no! ¡Sí, sí!)

A votación la partida 65. Los ciudadanos que desean aprobar esta partida tal como la presenta la Comisión, sírvase ponerse de pie.

El C. González Galindo: ¿Cuánto?

- El mismo C. Secretario: ¡Veinte pesos! Se procede a la votación.) ¿Falta algún ciudadano que desee votar por la afirmativa? Aprobada la partida 65 por 116 votos de la afirmativa, contra 55 de la negativa.

Avotación la partida 76: "Quince mozos, a $2.50 diarios."

El C. Villaseñor Mejia: únicamente para hacer una proposición que abrevia tiempo. Las partidas 76 y 82 se comprenden; que se voten juntas.

El C. Secretario Soto: Se van a poner la votación las partidas 76 y 82, en una sola votación. Se consulta a la Asamblea partida 76 dice así: "Quince mozos, a $2.50 diarios."

La 82: "Para uniformes de la servidumbre,.... $1,000.00."

Como estas dos partidas están relacionadas, por esa razón en una sola votación se consulta si se aprueba o no. (Voces: (¡No, no!) Los ciudadanos que deseen votar por la afirmativa estas dos partidas, la 76 y la 82, sírvanse ponerse en pie. (Se toma la votación.) ¡Falta algún ciudadano diputado que desee votar por la afirmativa estas dos partidas? Han sido rechazadas las partidas 76 y 82, por 134 votos de la negativa, contra 37 de la afirmativa. Vuelven a la Comisión par que las reforme.

A votación la partida 81: "Para renta del local, traslación de archivo, gastos imprevistos y reparaciones, $16,000.00." (Siseos.)

Los ciudadanos diputados que sean aprobar esta partida sírvanse poner en pie. ¿Falta algún ciudadano diputado que desee votar por la afirmativa? Rechazada la partida 81, por 134 votos de la negativa, contra 37 de la afirmativa. Vuelve a la Comisión para que la reforme. (Campanilla.)

El C. Soto Peimbert: Señores diputados: Como han sido rechazadas las partidas que se refieren a los uniformes, al número de mozos y a la renta del local, y como se han aducido en esta tribuna razones y número que puedan orientar a la Comisión en el sentido en que esta Asamblea desee que se reformen dichas partidas rechazadas, yo me voy a permitir informar a ustedes pormenorizadamente el destino que pensaba darseles a las sumas consignadas en el Presupuesto. La partida 77, que comprende 15 mozos, con la asignación diaria de $2.50 y que monta a $13,687.50, esta distribuida en la forma siguiente: Un mozo al Contador Mayor, uno al Oficial Mayor, uno a cada una de las diez Secciones de Glosa y tres al Archivo, para subir, bajar y transportar libros.

Como ustedes ven, el personal de que está compuesta cada Sección, el número de que está compuesta cada Sección es de quince empleados, y por la índole de las labores que vosotros mismos habéis acordado que se lleven a cabo en la Contaduría, es decir, que se glose ya no un diez o un veinticinco por ciento, sino la totalidad de las cuentas, el movimiento en el Archivo necesariamente tiene que ser intenso. En esas condiciones, un mozo para atender a diez Secciones e imposible: se necesitan tres mozos de pie en el Archivo y uno en cada Sección , que este atendiendo a la traída y llevada de los expedientes y a las visitas a las oficinas para recabar violentamente los datos que sean preciosos. En esa virtud, yo me permito suplicar muy atentamente a los del contra se sirvan exponer desde esta tribuna que número de mozos encuentra suficiente para el servicio y que sueldo, en su concepto, debe asignárseles, pues la Comisión carece en lo absoluto de datos para poder presupuestar esta partida.

Por lo que respecta a uniformes, me permito informar a ustedes que la práctica establece que, por la calidad de los casimires hasta ahora usados por los mozos, les dura en estado de ser presentables exactamente seis meses; en ese concepto, la partida consultada para un uniforme anual, no es suficiente y se puso en precio alto con el objeto de poder equilibrar uno con otro, para que tenga dos uniformes al año. En esa virtud me permito también suplicar a los señores del contra informen a esta Comisión qué número de uniformes desean para cada mozo y de que calidad, con el objeto de que todo el año están vestidos con la corrección que es de desearse. Por lo que respecta a las partida 81, la distribución del dinero es en la forma siguiente: la renta actual de la casa es de $400.00 mensuales; pero como el contrato respectivo está para fenecer, se fijó por parte del propietario la cantidad de mil quinientos o por lo menos de mil pesos.

Como la traslación de la Contaduría no puede hacerse con la violencia que el caso requiere, yo me permito suplicar a los señores del contra aconsejen a esta Comisión qué debe hacerse en caso de rescisión del contrato y en que condiciones podría encontrarse una casa dentro del precio de renta que se sirvan ustedes fijarle.

También se ha dicho que para la marcha correcta de las labores en la oficina se necesitan máquinas de sumar y de cálculo. Voy a permitirme dar a ustedes el precio de cada máquina. Se necesitan trece máquinas de sumar y una de calcular, que se destinan, nueve a otras tantas Secciones de Glosa y la cinco Ultimas a la Sección de Aduana. Como la práctica es la que establece la necesidad de estas máquinas y la Comisión no ha tenido otra fuente de información que ella, también insiste que los señores del contra se sirvan especificarnos del contra se sirva especificarnos qué número de máquinas, a su juicio, son necesarias y que marca la que debe adquiriese para que sea a menor precio. La conducción del archivo por el número de volúmenes, por el número de volúmenes, por el número de expedientes y por el costo que la traslación de algunos de ellos ha originado, haciendo el descuento pertinente por la continuidad del trabajo y la mejor organización de la traslación, no es exactamente seis meses; en ese concepto la partida consultada para un uniforme anual, no es suficiente y se puso un precio alto con el objeto de poder equilibrar uno con otro, para que tengan dos uniformes al año En esa virtud me permito también suplicar a los señores del contra informen a esta Comisión qué número de uniformes desean para cada mozo y de qué calidad, con el objeto de que todo el año estén vestidos con la corrección que es de desearse. Por lo que respecta a la partida 81, la distribución del dinero es en la forma siguiente: la renta actual de la casa es de $400.00 mensuales; pero como el contrato respectivo está para fenecer, se fijó por parte del propietario la cantidad de mil quinientos o por lo menos de mil pesos.

Como la traslación de la Contaduría no puede hacerse con la violencia que el caso requiere, yo me permito suplicar a los señores del contra aconsejen a esta Comisión que debe hacerse en caso de recesión del contrato y en qué condiciones podría encontrarse una casa dentro del precio de renta que se sirvan ustedes fijarle.

También se ha dicho que para la marcha correcta de las labores en la oficina se necesitan máquinas de sumar y de cálculo. Voy a permitirme dar a ustedes el precio de cada máquina. Se necesitan trece máquinas de sumar y una de calcular, que se destinan, nueve a otras tantas Secciones de Glosa y las cinco últimas a la Sección de Aduana. Como la práctica es la que establece la necesidad de estas máquinas y la Comisión no ha tenido otra fuente de información que ella, también insiste que los señores del contra se sirvan especificarnos qué números de máquinas, a su juicio, son necesarias y qué marca la que debe adquirirse para que sea a menor precio. La conducción del archivo, por el número de volúmenes, por el número de expedientes y por el costo que la traslación de algunos de ellos ha originado, haciendo el descuento pertinente por la continuidad del trabajo y la mejor organización de la traslación, no es menor de mil pesos anuales. En esa virtud, yo me permito también suplicar a los señores del contra digan a esta Comisión a que contratista deberá dirigirse la Contaduría Mayor para que se haga a un precio más bajo.

El aumento de personal requiere la adquisición del moviliario apropiado, es decir, sillones y pupitres y uno con otro no cuestan en la actualidad menos de cien pesos. Si alguno de los señores diputados cree que puede encontrarse mobiliario a menor costa, nosotros con todo gusto lo escucharemos y tomaremos en cuenta sus indicaciones.

Ahora bien, al recibirse las nuevas cuentas pendientes que necesariamente deben archivarse y estando agotados los anaqueles para su conservación, ha sido presupuestada la construcción de nuevos anaqueles que importan, como mínimum, mil pesos, y esto sin que están protegidos contra el polvo. En estas circunstanciás la propia Comisión ruega atentamente a los señores del contra se sirvan indicarle a quién debe dirigirse para que le presente presupuestos en mejores condiciones. La renta de casa se calcula en doce mil pesos; la translación de archivo, en mil; cinco máquinas de sumar y una de calcular, en tres mil. Las máquinas de calcular no valen menos de $500.00 cada una, y eso adoptando

el sistema más sencillo: aquél en que es preciso llevar a la memoria la serie de operaciones mecánicas y de cambios en la mano para hacer todas las operaciones, como son las máquinas "Bonrroughs." En tal virtud, la misma Comisión ruega a ustedes muy atentamente, a los señores del contra, se sirvan darle noticia de todas las máquinas más baratas que conozcan. Estos son los datos en concreto que la Comisión puede suministrar a ustedes y espera, para poder modificar las partidas, ora la opinión de los señores impugnadores para consignarla en su nuevo dictamen.

- El C. Secretario Soto, leyendo:

"Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Señor:

"Fue turnada a la Comisión de Presupuestos y Cuenta de que formamos parte, la petición de un grupo de ciudadanos diputados, en el sentido de que se decrete por esta honorable Asamblea, una partida para gastos de representación de los ciudadanos diputados y senadores al Congreso de la Unión, de $5.00 diarios. Aducen los firmantes, como razón fundamental de dicha petición, el elevado costo que han alcanzado los artículos de primera necesidad que no tiende, según ellos, a disminuir durante el año fiscal de 1919; y la imposibilidad de que se vote un aumento en las dietas, puesto que este no podría surtir sus efectos, sino hasta la renovación de la actual XXVIII Legislatura.

"Estudiada convenientemente la solicitud relativa, los miembros de la referida comisión de Presupuestos y Cuenta somos de opinión que debe desecharse por ilegal e improcedente. Con efecto, el artículo 127 de nuestra Carta Fundamental, previene de la manera más terminante que la ley que aumenta o disminuye la compensación que deban gozar los funcionarios públicos de nombramiento popular, no podré tener efecto durante el período en que el funcionario ejerza el cargo. Claro es que, de aceptarse la creación de una partida para gastos de representación, se burlaría abiertamente el precepto l legal involucrado, sin que se pudiera argüir que los gastos de representación de que se trata no constituyen en aumento en las dietas de los señores diputados y senadores, sólo por que a dicho aumento quiera dársele el nombre de gastos de representación. A nadie puede ocultarse que el espíritu de nuestro Constitución en su artículo 127 es el de que los emolumentos que disfrutan los emolumentos que disfrutan los funcionarios de elección popular, llámese sueldos, dietas o de cualquier otra manera, no puede aumentarse sino para el período siguiente a aquél en que se decretan; así se explica que dicho artículo constitucional use la palabra compensación que es genérica, y por lo tanto, a nuestro modo de ver, se refiere a sueldos, dietas, etc.

"Pero haciendo a un lado las anteriores consideraciónes de orden legal, que desde luego constituyen un fundamento indestructible para que la proposición de que se trata sea rechazada, existen además circunstancias de que siendo palpable y de todos conocida la penuria del Fisco Nacional, no debemos recargar los gastos nacionales con ningún pretexto. La opinión pública tiene sus miradas fijas en la actuación de la honorable Cámara y seguramente que, consciente de la pobreza del erario Nacional, no verla con satisfacción que se decretará el aumento que se pide.

"Por las anteriores consideraciones, los subscriptos nos permitimos someter a la deliberación de la honorable Asamblea la siguiente proposición:

"Rechácese y archivase la solicitud que hace un grupo de diputados de esta honorable Cámara para que se decrete una partida de gastos de representación hasta la cantidad de $5.00 diarios para cada representante.

"Sala de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México 14 de diciembre de 1918.-A. Rodríguez.- L. F. Contreras.- E. Soto P.

(Siseos.)

"Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. -Estados Unidos Mexicanos.- Comisión de presupuestos y Cuenta.

"Honorable asamblea:

"Por acuerdo de fecha 12 del mes en curso pasó al estudio y dictamen de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, la iniciativa presentada por los CC. Benjamin Mendez, jr., Ramón Martínez, del Río, Donato Bravo Izquierdo y otros ochenta diputados en ejercicio de sus funciones, en la cual Iniciativa se propone con fundamento en las actuales circunstancias económicas, la creación de una partida para gastos de representación de cada uno de los miembros del Congreso de la Unión. Los autores de la citada iniciativa fijan en cinco pesos diarios los referidos gastos de representación par los ciudadanos diputados y senadores.

"Estudiada dicha iniciativa, la mayoría de la comisión rindió desfavorable a los solicitantes. El subscripto. desentiendo de la opinión de la referida mayoría de la Comisión, formula el siguiente voto particular.

"No puede dejar de hacer constar el signatorio que la asignación de veinte pesos diarios de que actualmente disfrutan los miembros del Poder Legislativo, es insuficiente para sostener con el debido decoro el elevado cargo de los funcionarios, es de ir, de los representantes del pueblo. Comprueba este aserto la circunstancia de que los demás funcionarios de la Federación, Presidente de la República, Secretarios del Despacho, Magistrados de la Suprema Corte de Justicia ganan sueldos muy superiores a los que disfrutan actualmente los miembros de las Cámaras. Pero no son únicamente los Funcionarios antes aludidos los que disfrutan emolumentos mayores que los representantes del pueblo, sino que existe un gran número de simples empleados del Ejecutivo que se encuentran en el mismo caso. Así, estudiado los Presupuestos relativos, se ve que los Oficiales Mayores de los Ministerios cobran veintiséis pesos diarios y que el Jefe del Estado Mayor Presidencial, es un simple servidor y no un representante de la Nación, recibe veinte pesos al día y diez pesos más en concepto de gastos de representación. Por lo tanto, si todos los funcionarios de la República, con excepción de los diputados y senadores, reciben ahora del Erario cantidades mayores de veinte pesos diarios, no hay razón alguna para oponerse al aumento que para

los últimos solicitan los firmantes de la iniciativa, pues en el caso de consi derarse indebido tal aumento, tendría que ser exagerados asimismo los sueldos de que ahora disfrutan los otros funcionarios y de modo especial los que están cobrando el Jefe del Estado Mayor Presidencial los Oficiales Mayores de la secretarías y los jefes de los Departamentos del Ejecutivo, conviene a saber, el de la Universidad Nacional, el de Salubridad pública, etc., quienes por ser simples servidores y no representantes de la Nación, ocupan necesariamente en la jerarquía administrativa, un puesto inferior al de los diputados y senadores.

"Es preciso, además, tener en cuenta que en todos los países que han admitido la necesidad de remunerar a los representantes del pueblo para asegurar el de oro y la independencia del Poder Legislativo, dichos representantes se hallan convenientemente remunerados. Los miembros de las Cámaras de la República de Cuba, cobran veinticinco dólares diarios y cada representante del Congreso Argentino tiene un sueldo de mil quinientos pesos mensuales. Los autores de la iniciativa han demostrado, pues propósitos moderados al pedir el modesto aumento, como gastos de representación, que sumado al sueldo que los diputados y senadores perciben como dietas, asciende tan sólo a la suma de setecientos cincuenta pesos al mes por cada representante.

"Por las consideraciones que anteceden, al subscripto, miembro de la Comisión, propone a la honorable Asamblea, la siguiente adición a la Sección I del Presupuesto del Poder Legislativo, Ramo Primero:

"Partida número..... Para gastos de representación de 240 diputados, a $5.00 diarios, cada uno, $438.000.00.

"Partida número..... Para gastos de representación de 58 senadores, a $5.00 diarios cada uno, $105,850.00."

"Sala de Comisiones de la honorable Cámara de diputados del Congreso de la Unión.- México, 16 de diciembre de 1918.- Candelario Garza."

(Aplausos. Siseos.)

Está a discusión el dictamen de la Comisión, que en su parte resolutiva dice: "Rechácese y archívese la solicitud que hace un grupo de diputados de esta honorable Cámara para que se decrete una partida de gastos de representación hasta la cantidad de $5.00 diarios para cada representante." Están inscriptos para hablar en pro del dictamen de la Comisión los CC. Espinosa.... (Voces: ¡Ya perdió!) y Pastor. Para hablar en contra, los CC. Andrade Priego, Altamirano, Quiroga y Zincúnegui Tercero.

El C. Zincúnegui Tercero: Yo no.

El C. Presidente: La Presidencia hace la aclaración de que se acercaron a la Mesa el C. Zincúnegui y el C. Malpica, y el C. Zincúnegui pidió inscribirse en contra del dictamen. De manera que la Presidencia lo ha anotado.

El C. Zincúnegui Tercero: Pido la palabra. Yo hice representarme a la Presidencia que no me inscribía.

El C. Presidente: El C. Malpica vino aquí a decirle al ciudadano Secretario que el C. Zincúnegui se inscribía. (Voces: ¡Qué lo borren!) Queda usted borrado. Tiene la palabra, en contra del dictamen, el C. Andrade Priego.

(Aplausos.)

El C. Prosecretario Aguilar: Por disposición de la Presidencia se ruega a los ciudadanos diputados se sirvan ocupar sus curules.

El C. Andrade Priego: Ciudadanos diputados: Vengo a defender la causa común y espero, pues, que me prestéis atención y llegar así a la convicción de que me asiste la razón al haberme inscripto en contra del dictamen.

Tanto el artículo 120 de la Constitución de 1857 como el 127 de la Constitución expedida en Querétaro, actualmente vigente, perpetuaban que, tanto las asignaciones de los Presupuestos correspondientes al Presidente de la República como a los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a los diputados y senadores, no podrían aumentarse en el periodo mismo en que ejerciera sus funciones una Legislatura, sino que para que pudieran entrar a regir esos aumentos del Presupuestos de Egresos, deberían decretarse por las Legislatura inmediata anterior; pero no debemos impresionarnos por el concepto general de sus artículos, del 120 de la Constitución anterior y del 127 de la actual, por que ellos sobreviven que no podrá aumentarse esas asignaciones del Presupuesto, cuando se refieren a la compensación por sus servicios, por los servicios del Presidente de la República, de los Ministros de la Corte y de los diputados y senadores. La iniciativa que dá fundamento al dictamen negativo de la Comisión no se refiere, ni ha tenido la intención de asignarse un aumento a la compensación por los servicios de los diputados y senadores, sino asignarlos aislada y separadamente con el carácter de renunciables.- Que no lo son los otros sueldos o dietas-, una cantidad modestísima de cinco pesos, y digo modestísima, porque los gastos de representación del diputado más humilde no puede ser menores de ciento cincuenta pesos mensuales. La compensación que por concepto de servicios asigna el Presupuesto a los diputados y senadores no puede ser, por determinación de la Constitución misma, renunciare. Esta asignación que con título y por el concepto de gastos de representación venimos a pedir, sí podrá ser renunciable por los señores diputados que tengan una posición holgada y que tenga bienes de fortuna (Aplausos) y no por los que, como la mayoría, estamos viviendo estirando el Presupuesto. Yo creo que para que los hombres presten sus servicios con dedicación y con entusiasmo se les debe retribuir, siquiera apenas lo que vale su trabajo. (Voces en las galerías: ¡Huy! Siseos.) Todos los ramos, todas las dependencias del Poder Público tienen una serie de gastos que vienen a ser en el fondo gastos de representación. El Estado mayor Presidencial tiene gastos de representación; todos los Secretarios de Estado tienen automóvil costeado por las arcas públicas, público, y nosotros no tenemos más que el ridículo camión y el tranvía. (Siseos. Aplausos.) Nosotros no tenemos automóviles; nosotros no tenemos ningún otro ingreso para llenar los gastos de representación que socialmente eroga constantemente el diputado, y no se puede invocar de inconstitucionalidad el decreto que creara ese aumento de cinco pesos, porque yo digo y repito: son en el concepto de renunciables; y los veinte pesos que actualmente tienen asignados los señores diputados

y senadores, no son renunciables. Antes, la Constitución de 1857 permitía a los señores diputados desempeñar otros cargos públicos. El Diputado era, generalmente, o Secretario del Ministro, o abogado consultor de una Secretaría, o profesor de una escuela o, en fin, podía desempeñar una serie de cargos públicos que actualmente veda la Constitución desempeñar a los diputados y senadores. Anteriormente no tenía trabajo los diputados y senadores, la labor de las Cámaras era una labor, si labor puede llamársele, pasiva e indiferente. Hoy, cometiendo errores quizá en algunos casos, pero con entera buena voluntad, todos los diputados concurrimos asiduamente a las sesiones de la Cámara y despachamos los asuntos que se nos turnan a Comisiones. Es evidente que la labor es hoy más intensa en las dos Cámaras; tampoco acepto el cargo de que no trabajamos; estamos haciendo de buena voluntad lo que se puede y no podemos transformar el aspecto legislativo de un país en cuatro meses de funciones legislativas; necesitamos un período, no de dos Legislaturas, sino de muchas, y debemos rechazar eternamente el cargo de que nada hacemos y para nada servimos, porque no es cierto. Es posible que no podamos hacer tanto como hicieron los llamados científicos; somos los provincianos a quienes antes no se nos querían dar entrada en el despacho de los asuntos de la Administración Pública, y hoy venimos probablemente, no con la expedición y experiencia de los hombres de gran saber, pero si con la buena voluntad necesaria y no podemos realizar una obra tan grande como quisieran los censuradores del Poder Público, siendo por esto por lo que a todo trance debemos rechazar el cargo de que no trabajamos. ¿Es culpa nuestra -yo no soy constituyente-, de que se haya señalado en todo el año un período de sesiones de sólo cuatro meses? No, señores. Ahora, creyendo siempre que no es aplicable ni el artículo 127 de la Constitución actual para objetar de inconstitucional la proposición que crea esos cinco pesos en concepto de gastos de representación, y aceptando como cierto que no existe la inconstitucionalidad al proponer ese aumento, tenemos el antecedente parlamentario de la época del señor Madero. El 7 de octubre de 1912, mas de 100 diputados presentaron a la consideración de la Cámara una proposición de igual índole que la que ahora estamos discutiendo; en aquella época se propuso se decretara la suma de $8.25 diarios para cada diputado, por concepto de gastos de representación; se discutió en el seno de la Cámara el asunto con ardor y, naturalmente, encontró opositores de algunas gentes que hicieron la pose de desprendidos y de patriotas, pero fueron ellos los ricos, los acomodados que todavía quedaban dentro de la Cámara y que fueron electos en la época del general Díaz. Se llegó a decretar la ley, pues facultad constitucional tenía entonces la Cámara para decretar esa partida de egresos; fue el decreto al Ejecutivo para su sanción y publicación y el Ejecutivo, pro conducto del entonces Secretario de Hacienda, don Ernesto Madero, después de reconsiderar el asunto en Consejo de Ministros, devolvió el decreto a la Cámara, objetándolo de inconstitucional, invocando el artículo 127 de aquella Constitución, no obstante que en todos los conceptos que expresó el señor Ministro Madero, de entonces, convino en que habla razón fundada para aumentar esos gastos de representación a los señores diputados y senadores. La Cámara de Diputados reconsidera entonces el asunto y, tras nuevos debates, dejé firme su resolución, necesitándose entonces la votación de las dos terceras partes de la Cámara; las dos terceras partes de la Cámara sostuvieron el decreto y enviado al Ejecutivo fue entonces ley y se pagaron a los señores diputados las dietas, digo, los gastos de representación a razón de ocho pesos veinticinco centavos diarios a cada uno, todo el tiempo que faltaba entonces para que concluyese el período fiscal de octubre de 1912 al año inmediato siguiente.

De modo, pues, que yo suplico a la Asamblea que, tomando en cuenta estas consideraciones, que no son sofisticas, que no están animadas del deseo de hacer prosperar una iniciativa fuera de orden, fuera de moral y fuera de ley, acepte la proposición, la iniciativa de los diputados y deseche el dictamen de la Comisión que, seguramente por algún temor o por algún escrúpulo, quiso dictaminar en sentido contrario de la petición, no obstante que ellos crean que es justificada la solicitud . Los miembros de la Comisión sostienen que el artículo 127 consticional prohibe decretar esa partida de $5.00 por concepto de gastos de representación y más bien por un escrúpulo jurídico dictaminaron en sentido contrario, pues no habría incurrido en ningún error moral al aceptar la proposición dictaminando en sentido favorable. Ahora me permito recomendar, de la manera más eficaz, a la Asamblea, resuelva el asunto hoy mismo, para que mañana , en caso de que sea votado en sentido contrario al dictamen de la Comsión, sea enviado al Jefe del Poder Ejecutivo; si éste objeta la ley, sólo tendrá para ello diez días, y el 27 podremos entonces tener aquí nuevamente el decreto, que podemos despachar en los últimos días de este mes, si contamos con la votación de las dos terceras partes de los miembros de la Cámara, a fin de que la Ley empiece a regir el 1o. de enero. Alguien me decía que la prensa iba a caer sobre nosotros y nos iba a devorar con sus ataques; la prensa no es inconsciente ni puede serlo; ¿qué nos diría esa prensa cuando le preguntáramos por que vale hoy un periódico siete centavos? Nos contestaría que los gastos y el precio de los artículos necesarios para manufacturar un periódico valen cinco o diéz veces más que antes. La prensa, en caso de que no piense en los mismos términos que nosotros, no es de temerse; y por otro lado no podemos tratar este asunto en sesión secreta, porque en primer lugar lo prohiben el Reglamento y la Constitución, ya que se trata de la expedición de una ley; y en segundo lugar, no debemos esconder al pueblo que nos vamos a aumentar cinco pesos, pero no por concepto de dietas, sino por concepto de gastos de representación, porque el pueblo no ha de querer que los representantes del pueblo vivan en condiciones miserables.... (Murmullos. Siseos en las galerías.) No nos importa que alguien crea que nosotros venimos a pedir aquí impúdicamente un aumento de sueldo; nosotros no podemos realmente vivir con las dietas asignadas en el Presupuesto....(siseos en las galerías) y debemos expresarlo leal y francamente, sobre todo lo que, como yo, no reciben sueldos de ninguna especie en forma de

nóminas con nombres de otros en ninguna Secretaría de Estado.... (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra, en contra, del dictamen, el C. Luis Espinosa. (Siseos. Voces: ¡Huy, huy! Aplausos en la galerías. Campanilla.)

El C. Espinosa: Señores diputados: Los ciudadanos disputados interesados en el aumento de cinco pesos a las dietas que actualmente disfrutan, porque esto es, aunque se quiera disfrazar con el nombre de gastos de representación, estoy seguro que se sienten regocijados al ver.... (Voces: ¡Nos sentimos!), al ver que vengo a sostener el dictamen subscripto por la mayoría de la Comisión.... (Voces: ¡No, hombre!) Ya que los cronistas de la prensa, con su psicología tan especial, han encontrado en m¦ algo así como una fuerza malévola o fatídica que lleva irremisiblemente al fracaso todas las causas que yo defiendo.... (Voces: ¡Muy bien! Aplausos, Risas), y el ciudadano diputado por Villa hermosa, con voz dulce y suave como un plátano roatán, ha venido a atacar el dictamen, en realidad que me encuentro perplejo al no encontrar los argumentos necesarios para poder impugnar la defensa que pretendió hacer, porque, efectivamente, no trajo ni un solo argumento de peso que pudiera preocupar al que viene a sostener la teoría contraría; por consiguiente, me encuentro en condiciones tales que no se ni por dónde empezar.

El C. Andrade Priego en primer lugar dice que el aumento de cinco pesos se pide en calidad de gastos de representación y no como aumento a las dietas que corresponden a los diputados. Esto, desde el punto de vista legal, es sencillamente un absurdo. El artículo 127 constitucional dice que los ciudadanos diputados tendrá como compensación de sus servicios la cantidad que asigne el Presupuesto y que bajo ningún concepto podrán aumentarse esta compensación en el período en que desempeñan sus funciones; y llámese como se quiera llamar a este aumento, no puede ser mas que una compensación, no diré a los servicios que aquí se prestan, porque si fuéramos a valorar nuestros servicios, probablemente estaríamos sobradamente pagados con la mitad de los veinte pesos diarios. (Aplausos de las gallerías.) El C. licenciado Martínez del Río desde su curul exclama, no se si con ingenuidad o con mala fe: ¡qué bárbaro!, y él, en mi concepto, es quien tiene menos derecho a adecirlo, ya que es de presumirse que, como apoderado del clero, tenga grandes emolumentos, a mas de los veinte pesos que aquí gana.... (Voces: ¡Pruebas!) El C. Andrade Priego dice entre sus aparatosos argumentos, que varios funcionarios públicos, embriagados en las orgías y en la prostitución de inmoralidad que con respecto a los dineros hay en la actualidad, andan en automóvil, mientras que muchos ciudadanos diputados usan regularmente el ridículo camión. Esto no s+ efectivamente ni como llamarlo. Un diputado que siempre ha sido humilde, que viene a representar verdaderamente al pueblo y no a una clase privilegiada, en mi concepto hace mal a venir aquí a alardear de comodidades que no están en consonancia con el hambre y con la miseria que reina en todo el país en estos momentos... (Aplausos en las galerías.) Si los funcionarios públicos de otras dependencias están en estos momentos enriquecidos por medio del pillaje, quedan ellos con sus riquezas, pero no se venga aquí a esgrimir como un argumento el que nosotros estamos obligados a hacer lo mismo. en mi concepto, señores diputados, aunque aquí pretendamos aumentarnos estos cinco pesos dentro de una forma mas o menos legal, el resultado, en consecuencia y viendo bien las cosas y llamándolas por su propio nombre, no es otro que el de un zarpazo más al exhausto Erario Nacional.....(Aplausos en las galerías.) Para los que quieran llevar una vida modesta en la capital, si no son sobrados, s¦ son suficientes los veinte pesos diarios que se consignan en el Presupuesto. Estoy seguro que el noventa por ciento de los ciudadanos diputados, por la razón de que casi todos somos provincianos, aquí en la metrópoli no hacemos vida social.... (Siseos. Voces: ¡Huy, huy! Si hacemos, cómo no! Campanilla.) Los que sesean probablemente no tienen ni idea de lo que es vida social..... (Aplausos en las galerías.) Probablemente entienden que hacer vida social en la capital es ir a tomar un modesto chocolate a "La Europea," ir al cine , etc. pero no es esto lo que debe entenderse por vida social. Dice el licenciado Andrade Priego que los diputados de la época del cientificismo hacia mas que nosotros en esta Representación....

El C. Andrade Priego, interrumpiendo: No dije eso.

- El C. Espinosa, continuando:....y este es otro absurdo; no los representantes, sino los que venían aquí por favor del dictador, es sabido de todos nosotros que no venían a ser mas que las estatuas del silencio, aceptando sin protestar jamás todos los atentados que quería el dictador en contra del pueblo. Nosotros, aunque por falta de capacidad o de práctica hasta estos momentos no hayamos desarrollado una labor verdaderamente respetable, si estamos en condiciones muy distintas a los representantes de aquella época, por fortuna para siempre pasada.

En cuanto al aumento de cinco pesos que se solicitan, no sólo demuestro mi inconformidad por creer que es altamente inconveniente, ya que en todos los Presupuestos de las dependencias del Ejecutivo se ve que hay marcados aumentos sino que deberíamos dar un ejemplo disminuyéndonos las dietas, si es posible..... (Siseos en las curules.) ¡Si por desgracia se aprueba este aumento declaro que no hará uso de un solo centavo de él! ¡Si se decreta este aumento de cinco pesos, los dedicaré integramente a fomentar la construcción en el Distrito que represento. (Aplausos de las gallerías) y lo haré Únicamente porque sería una inconsecuencia que unos lo aceptaran y otros no... (Aplausos. Voces: ¿Aaaah?, pero no sin manifestar que lo haré con pena (risas, campanilla), ya que como representante de un Estado que siendo libre se unió voluntariamente a México, no quiero, bajo ningún concepto, que el Estado de Chiapas reciba protección en esta forma de la Federación. Sí estoy conforme en que el Estado de Chiapas le siga dando a México, como le ha dado siempre, todas las rentas federales que con toda regularidad han salido de aquel Estado en pro del bien común: pero yo me opondré aquí, por todos lo s medios que estén a mi alcance y cuantas veces se necesite, para que al Estado de Chiapas, la Federación le imparta auxilios pecuniarios, y es por eso que manifestaba que

yo aceptaría con pena este aumento, que no sería para mí, sino que sería para los ciudadanos que represento. Creo, pues que todos los ciudadanos diputados que no vengan a ver aquí la conveniencia personal, todos aquellos que no tengan el concepto de que el puesto de diputado es un negocio, por decoro propio y teniendo en atención las dificultades por que atraviesa en estos momentos el país, renunciarán a este aumento de cinco pesos, si es que se aprueba; o bien lo dedicarán para fomentar la instrucción pública en sus respectivos Distritos....(Aplausos en las galerías, Siseos. Campanilla)

El C. Presidente: Tiene la palabra, en pro, el C. Manlio Fabio Altamirano.

El C. Altamirano Manlio Fabio: Señores diputados: El señor compañero Espinosa, que nos viene a decir aquí que con mucha pena votará por la negativa y que al ir a cobrar votará por la afirmativa.... aplausos, risas), viene aquí a hacer al arde de patriotería, a decir que el Estado de Chiapas le da las renta federales a la Nación, y yo se diré al compañero Espinosa, que por nuestra Constitución Política todos los Estados de la República le dan rentas a la Nación, las rentas que llaman federales....

El C. Espinosa, interrumpiendo: ¿Me permite usted una aclaración?

El C. Altamirano: No, señor. ¿Por qué tanto se asusta el compañero Espinosa acerca de lo propuesto por ochenta y tantos diputados, lo que demuestra que, efectivamente, las dietas de veinte pesos no bastan para sufragar los gastos de los diputados? (Siseos en las galerías) La XXVI Legislatura hizo lo mismo, duplicándose las dietas; y la XXVII Legislatura que nos precedió, tenía una proposición para aumentar las dietas de los diputados a treinta y tres pesos diarios. Voy a explicar sucintamente las razones loables que tuvo esa Legislatura para formular su proposición. El Poder Legislativo generalmente sólo de nombre es independiente frente al Poder Ejecutivo. ¿Cómo pueden los diputados ser verdaderamente independientes del Poder Ejecutivo, si ganaran un sueldo mezquino que por la misma situación económica del país no los pusieran en condiciones de emitir libremente aquí su opinión y sostener su criterio independiente? ¿Por qué los representantes cubanos, cuya nación menospreciamos nosotros por muchos conceptos, sin ninguna razón, ganan veinticinco dólares diarios? ¿Por qué en la Argentina, que es una de las Repúblicas más adelantadas de la América, los diputados ganan mil quinientos pesos al mes ? Los que venimos únicamente a representar al pueblo que nos eligió; los que no andamos husmeando en los Ministerios una orden de pago contra la tesorería con cargo a gastos secretos....(aplausos, siseos), los que no desempeñamos hipócritamente dos cargos: el de diputado y otro allá afuera; los que no vamos a las antesalas presidenciales a solicitar orden de pago, dizque para gastos de representación, después de haber hecho una campaña ficticia; todos nosotros los que hemos sostenido nuestro criterio verdaderamente independiente y que no lo hemos enajenado a nadie ni estamos dispuestos a enajenarlo, sí necesitamos ese aumento, porque verdaderamente no se puede vivir o el diputado no puede vivir con el decoro que necesita para representar dignamente a su pueblo con los veinte pesos diarios que aquí se perciben....(Siseos en las galerías) Señores diputados: Los que no tenemos aquí otros empleos, los que no tenemos, como vulgarmente se dice, "chambas" en las oficinas de la República, los que hemos abandonado, señores diputados, nuestras oficinas allá en el terruño a muchas leguas de distancia para venir aquí, siquiera con el ánimo, siquiera con el deseo de cumplir con nuestro deber, señores diputados, nosotros, y hay que decirlo sin hipocresías, hay que tener el valor civil suficiente para decirlo, necesitamos esos cinco pesos ....(Siseos en las galerías) No vengo yo, señores diputados....

El C. Mancisidor, interrumpiendo: ¡Moción de orden!

El C. Presidente: No está interrumpiendo el orden.

El C. Mancisidor: ¡Moción de orden, señor Presidente!

El C. Presidente: Se llama al orden al C. Mancisidor.

- EL C. Mancisidor: ¡Moción de orden, señor Presidente! Suplico a la Presidencia se sirva mandar dar lectura al artículo 195 del Reglamento.

El C. Presidente: No se le ha concedido la palabra al C. Mancisidor y se le llama al orden: (Voces: Tiene derecho)

El C. Mancisidor: Pido la palabra ¡Moción de orden!

El C. Presidente: ¿Qué artículo se está violando?

El C. Mancisidor: El 195. Tengo derecho, señor Presidente.

- El C. Secretario Pesqueira, leyendo:

"Artículo 195. Los concurrentes a las galerías se presentarán sin armas; guardarán respeto, silencio y compostura, y no tomarán parte en los debates con ninguna clase de demostración."

Está complacido su Señoría.

El C. Altamirano, continuando: Señores diputados: Ya me figuro yo al señor compañero Espinoza, que viene hablarnos de humildad, en ir en calzoncillos y con un sombrero de palma al Ministerio de Gobernación a tramitar los asuntos de su pueblo; (Risas.) ya me figuro yo al señor compañero Espinoza, que dice que la vida holgada no es ir a comer a "La Europea", ir a comer enchiladas a cualquier figón....(Risas) Sin embargo, señores compañeros, el señor Espinoza que viene a predicar en esta tribuna la humildad, no procede de esa manera en su vida íntima, no ha procedido así. Al señor compañero Espinosa, que nos viene a decir aquí que no es esa la vida holgada que debe llevar un diputado, varias veces lo he visto entrar a "La Europea," un centro aristocrático a donde sólo van los hombres acomodados. Ya ven ustedes que esas sólo son palabras del C. Espinoza y que en su vida íntima no ha procedido como él dice. (Aplausos) ¿Que existe la penuria del Erario? Pero la penuria del Erario, señores compañeros, no se remedia con los cinco pesos que vayan a percibir los diputados; se remedia moralizando a algunos jefes militares que tienen seis cientos hombres y al pasar revistas aparecen mil doscientos.( Aplausos) La penuria del Erario se acabará con la moralización de todos los empleados públicos; la penuria del Erario se compondrá.

cuando quitemos los setecientos mil pesos que pide la Secretaría de Gobernación para gastos secretos. (Aplausos) Yo sé algunos diputados que apenas hace tres meses que llegaron a esta representación Nacional y ya han podido comprar casas de cinco mil pesos; ¿de dónde habrá podido salir ese dinero? (Voces: ¡Nombres!) No tengo obligación de citarlos. ¿Cómo habrán podido habérselas esos diputados, cuando hay otros que no han podido reunir ni veinte pesos en todo ese término? Indudablemente que alguna de esas partidas de gastos secretos ha sido disminuida con la orden respectiva para poder comprar esas casas. Ya ven ustedes, señores, que no son esos escrúpulos de la penuria del Erario lo que inducirá a algunos diputados a votar en contra de esta petición. Yo pido a los que voten en contra que si no necesitan esos cinco pesos, que son perfectamente renunciables, dirijan se renuncia a la Tesorería del Congreso de la Unión para no gravar al Erario con esos cinco pesos diarios. (Aplausos)

El C. Presidente: Tiene la palabra en pro el C. Porfirio Pastor.

El C. Pastor: Honorable Asamblea: No vengo a rebatir que este sea justo o injusto, necesario o innecesario, sino que vengo a exponer que cuando se pertenece a la clase media, a la que pertenecen en su inmensa mayoría los diputados y senadores a esta Legislatura, debemos ver las circunstancias en que esa misma clase se encuentra, especialmente aquí en la capital. La clase media intelectual y la clase media trabajadora tienen entradas que fluctúan entre los diez y los veinte pesos; nosotros podemos decir que tenemos el máximo de esas entradas correspondientes a la clase media. Si no hemos cambiado la posición, si no nos hemos vuelto de sangre azul al venir a esta Representación Nacional, (Voces: ¡Ah! es de entenderse que deberemos continuar con nuestras necesidades, viviendo en nuestro mismo medio. Ahora bien, se habla aquí de gastos de representación; vamos a ver esos gastos de representación cuáles son: Los correspondientes a presentarnos dignamente y consonancia con nuestro cargo? ¿es que se nos obliga a venir aquí de casaca todos los días? Me parece que no, señores, y hay algunos representantes que aquí vienen a veces hasta sin chaleco...(Aplausos en galerías. Voces: ¡Nombres! ¡Nombres!) No hay necesidad de decir nombres. Pero en cambio, en ocasiones sí tenemos que hacer un remedo de las costumbres aristocráticas, los tenemos que presentar de frac o por lo menos de jacquette, pero esas prendas sólo en muy raras ocasiones salen aquí a relucir; con comprarse una para todo el período es suficiente... (Aplausos en las galerías.) Fuera de esto, ¿Qué otros gastos de representación hay? Uno que otro banquete que no cuesta arriba de veinte pesos la cuota y eso no es todo todos los días. Los demás gastos de representación que podrían invocar algunos compañeros consistentes en esa confusión que se han hecho muchos caballeros sin fondos que son nuestros amigos, al equivocarnos con una divina providencia sitiándonos materialmente a la salida de la Cámara y en los pasillos, creo que con una poca de energía los podríamos reducir al orden y evitar esos gastos de representación. Si estos sucede cuando no disfrutamos más que de veinte pesos, en cuanto se enteren estos individuos de que ya tenemos un aumento, va a ser materialmente imposible transitar en las afueras de la Cámara con los pedigüeños que nos sitiarán. Ahora, analizando las condiciones en que se encuentran algunos otros miembros de esta clase media, por lo general, en los Ministerios, fuera del Ministro, el Sub Secretario y del Oficial Mayor, los demás empleados ganan también menos de veinte pesos y todavía sujetos a un descuento del veinticinco por ciento.

Si el aumento éste se llega a aprobar, importará mil quinientos pesos diarios y con éstos se podrán pagar seiscientos maestros de a dos pesos cincuenta centavos, como quien dice a todos los profesores que actualmente no comen. (Aplausos.)

Respecto a que el aumento sea legal o ilegal, como no tengo conocimiento en jurisprudencia, no seré yo quien discuta el punto; pero sí creo que las argumentaciones en contra del dictamen se asemejan al dicho de aquel franciscano, a quien habiéndole preguntado si había pasado un delincuente, contestó: "Por aquí no ha pasado." No nos estemos engañando; si la Constitución prohibe aumentar la compensación por nuestros servicios, no le demos la vuelta; no hagamos un rasgo de huizachero al poner aquellos cinco pesos a cuenta de gastos de representación...(Voces: ¡A votar, a votar!) Algún compañero nos citó que en Cuba, Argentina y otros países los diputados ganan determinadas cuotas muy superiores a las de nosotros; pero hay que ver el costo de la vida y las circunstancias económicas existentes en cada una de esas localidades. Si en Cuba los diputados ganan veinticinco dólares, en cambio un cargador no cobra menos de dos dólares por hacer el simple traslado de una petaca. Respecto a lo que dice el compañero Manlio Fabio, que podemos renunciar el aumento, entiendo que no sólo podemos, sino que debemos hacer esa renuncia, con lo que evitaremos seguir poniendo en la picota del ridículo a esta Asamblea, sin que por esto quiera decir que estamos muy bien parados. Resultará que por la friolera de cinco pesos, que a lo más servirán para pagar una hora de automóvil, se dirá en todo la República que somos unos sinvergüenzas que sólo pensamos en extraer fondos del Erario. (Aplausos.)

El C. Andrade Priego: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra

El C. Andrade Priego: ¿Usted protesta bajo su palabra de caballero y representante del pueblo renunciar a los cinco pesos, para el caso de que triunfe esta ley?

El C. Pastor: ¡Sí protesto, compañero!

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Quiroga.

El C. Quiroga: Honorable Asamblea: Confieso palmariamente que de todos los oradores que han venido a hablar en pro, no he podido ver en sus ojos, no he podido ver en sus gestos un rasgo de convicción; no han traslucido nada que sea virtud en ellos, no he visto en ellos más que esto: que son posseurs, que únicamente quieren aparentar lo que no son....(Voces: ¡Muy bien ! Aplausos), porque ellos, aunque vinieron a hablar en contra, quisieran que este asunto se ganara, para favorecer sus intereses. Voy a demostrarlo.

El C. Espinosa Luis, interrumpiendo: ¿Me permite una aclaración su señoría? (Voces: ¡No, no!) ¡Renuncio a los ciento cincuenta pesos que me pertenecen y se los paso a usted!

El C. Quiroga, continuando: Estos señores lo que hacen es popularizarse en una forma enteramente vulgar: se alucinan con los aplausos de las galerías.... (siseos en las galerías), y creen que con eso únicamente son populares. Estos señores deberían popularizarse en sus Distritos, debieran de llevar a sus distritos el convencimiento de que estaban cumpliendo con su deber, pero no conformarse exclusivamente con que aquí los aplaudan veinte o treinta o cien o mil; deberían de estar siempre en su lugar y entonces serían verdaderamente populares. Estos señores lo que hacen hacer llegar a sus distritos la noticia de que fueron modestos en pedir, para preparar su reelección. (Aplausos) tengan ustedes la seguridad de que dentro de dos años va a ser uno de sus argumentos cuando anden haciendo manifestaciones en sus distritos.

Decía un orador del pro que no se habían expuesto argumentos de peso, y yo le pregunto a ese señor: ¿qué más argumento de peso que la carga del modo de vivir? ¿qué, le parece poco estar luchando diariamente con las necesidades y estar afrontando todas la coyoterías? ¿les parece que un diputado debe vivir como pretende el señor Espinoza? ¡Pues no: ni todos queremos, ni todos podemos! pero voy a analizar el asunto para presentar los argumentos de peso que quiere el señor Espinoza. desde luego, esta honorable Representación ha visto con buenos ojos el aumento de muchas de las partidas del Presupuesto; la Contaduría Mayor de Hacienda aumentó su presupuesto en $128,952.00 y la honorable Representación lo aprobó, creyendo que era conveniente aumentar ese Presupuesto, para cubrir las necesidades de aquella oficina; en los otros Presupuestos analizados, como en el del Departamento Universitario, la disminución es aparente, porque no se presenta el Presupuesto de la Escuela Odontológica y de la Facultad de Ciencias Químicas. tengan ustedes la seguridad de que al presentar la Comisión el Presupuesto de estas dos secciones del Departamento Universitario, tendrá que aumentarse considerablemente el Presupuesto, y entonces equivaldrá a como estaba antes o quizá resulte aumentado. La disminución que aparentemente sufrió el Presupuesto de la Cámara de Diputados se debió a que el Presupuesto pasado se puso para gastos generales la cantidad de $60,000.00 y como se vio ya por los hechos que es exagerada, se disminuyó en $30,000.00 por lo que no debiera haber estado disminuído el Presupuesto en $20,000.00 únicamente como aparece, sino en los $30,000.00 que se quitaron de los gastos generales; pero no, señor aparecen nada más $20,000.00; de manera que hasta este Presupuesto, analizándolo en la forma en que lo expreso, viene a ser aumentado en la cantidad de $10,000.00. Además, recuerden ustedes que yo hablé a propósito de la Facultad de Medicina, pidiendo que se disminuyera el Presupuesto, y entonces varios ciudadanos diputados hablaron de la carestía de la vida, hablaron de la necesidad que había de aumentar el Presupuesto por el modo de vivir actual, y entonces la honorable Asamblea dio su fallo de que era de sostenerse el Presupuesto presentado, por creerlo equitativo; se aumentó considerablemente, y la Asamblea lo aprobó. Pero hay más: el espíritu de la ley que cita el dictamen, no es el que han venido a citar los señores que hablaron en pro; el espíritu de la ley tiende a que no se cometan abusos, es decir, a que nosotros no nos extralimitemos en nuestras funciones, a que no creamos que, porque tenemos el poder, podemos abusar de él y llegar hasta la extralimitación más absoluta, dentro de la inmoralidad; el espíritu de la ley pretende que no exageremos los sueldos, pero nunca que, si creemos conveniente aumentarnos cinco pesos por gastos de representación, no deban aumentarse, porque la ley lo prohibe. Esto no es exacto, esto no es más que un dique, más que una barrera a que se pone a los representantes del pueblo para que no aumenten considerablemente sus dietas; pero nunca con el objeto de que estrictamente se apeguen a esto de los veinte pesos, que por ahora no son suficientes para nuestra vida. (Siseos en las galerías. Campanilla) Hay más : la Constitución prohibe a los diputados desempeñar otro puesto. Vemos, mejor dicho, sabemos que algunos compañeros sí desempeñan varios puestos, y muchos de estos señores naturalmente que votarán en contra; yo sé de algunos que ganan cincuenta pesos diarios. (Voces: ¡Nombres, nombres!) Y claro es que estos señores ven con indiferencia el que se aumenten o no las dietas a los diputados, porque el sueldo que ganan con otras funciones que no son las de diputado, es muy superior a aquel se asigna a un representante del pueblo. Hay más: frecuentemente vienen comisiones de los Distritos; todos ustedes habrán recibido comisiones que, naturalmente, al llegar a México, tienen que gastar mucho, por el modo de vivir que se acostumbra aquí; y no se les ocurre otra cosa más que pedir a los diputados, porque tanta campaña se ha hecho en contra de nosotros, que siempre se nos hace aparecer como los más ricos, lo que está muy lejos de la verdad; lo que no está muy lejos de la verdad es que tenemos la imprescindible necesidad de ayudar a esas comisiones para que regresen a sus pueblos. Todos nosotros diariamente recibimos comisiones que, seguramente, nos piden dinero para regresar a su pueblo. A propósito de estos, he visto cartas dirigidas al señor Besáñez, representante de uno de los distritos de Veracruz, en que se le pide la renta de la casa de la "Federación de Sindicatos." El señor Basáñez es representante obrero del pueblo de Veracruz, y no sé si en sus ofertas durante la campaña electoral, ofreció esto; pero lo que sí me consta es que él paga renta a la "Federación de Sindicatos" por la casa que ocupa y que las comisiones de obreros vienen de allá, reciben por parte de él donativo para que puedan vivir en México. Además, los jefes de Departamento ganan dieciocho pesos; los jefes de sección, ganan diez y seis pesos y los oficiales primeros catorce pesos. ¿Cómo van ustedes a comprar la representación que tienen estos señores, con la que tenemos nosotros? Estos señores únicamente se limitan a cultivar las relaciones de la vecindad y no tienen el peso que tenemos nosotros ante la sociedad. Es indiscutible que la representación de un diputado

tiene que ser considerablemente mayor que la de un jefe de Departamento, y ya véis que la única diferencia consiste en dos pesos, que el jefe de Departamento gana diez y ocho pesos y el diputado gana veinte pesos, y no se llevan estas dos cosas unidas. Además, las Secretarías de Estado todas tienen gastos de representación. ¿Por qué - pregunto yo -, todos los departamentos del Poder Ejecutivo tienen gastos de representación, y los diputados no pueden tener gastos de representación? ¿Por qué motivo va a ser esta diferencia que no tiene razón de ser y que, además, no hace más que provocar una distinción injusta?

Pero hay otras razones de consideración moral: a ustedes les consta que cuando se discutieron las credenciales varios de los compañeros y aun la misma prensa declaró a la Cámara de Diputados como una bolsa; ustedes recuerdan que se acusó, no francamente, pero si se dijo, como se lanzan esos díceres, que algunas Comisiones de Poderes recibían dinero para dictaminar en tal o cual sentido. En la discusión de las corridas de toros en esta tribuna se dijo que varios diputados que hacían propaganda en pro estaban vendidos. ¿En dónde, entonces, buscáis moralidad? Si queréis moralidad no deis motivo a que digan algunos representantes del pueblo se venden: ayudadlos en todas sus necesidades, dadle lo suficiente para vivir y entonces si, con verdadera cólera, rechazad cualquier cargo que se haga a un representante del pueblo; pero cuando estamos viendo que en todos los asuntos de palpitante interés se versan, cuando menos así se dice, se versan dineros, ¿cómo vamos nosotros a ver con indiferencia, a rechazar esta proposición que hacemos del aumento de cinco pesos, si apenas es suficiente para cubrir nuestras necesidades?....(Siseos en las galerías ) ¿Cómo es que no queréis que acusen a los representantes de haberse vendido? Sed ecuánimes en este sentido. Yo estoy seguro de que, como se dice vulgarmente, "el hábito no hace al monje"; pero no se les ocultará que cuando una persona se encuentra en malas condiciones, - y esto se ve, lo ve todo el mundo -,al saludarla es mal tratada; ustedes habrán visto que al que se presenta mal, lo reciben mal; consideran que es un don nadie ¿y cómo quieren ustedes que un representante del pueblo pase por don nadie? Yo no concibo esto; creo que todos nosotros debemos presentarnos dignamente, porque no cabe duda que el exterior del individuo, - y esto lo ha dicho el C. Altamirano que es un buen psicólogo -, que la manera de presentarse influye mucho para el trato, para la resolución, de los asuntos y hasta para que le concedan a uno dignidad. Esta es la vida; ustedes estarán convencidos de ello, el grado de que se dice que mientras mejor se está vale uno más. Eso dicen ¿y qué, quien ustedes exigir que un representante del pueblo vaya con los codos rotos y venga de blusa a la Cámara de Diputados? Si pensáis bien, deberéis comprender que estoy en lo justo. Creo que este asunto debe ganarse por las consideraciones expuestas y porque la solicitud la subscriben ochenta y tantos diputados; de manera que tengo la obligación de suponer que ochenta y tantos diputados votarán en contra de este dictamen, y tengo obligación de suponerlo porque no concibo a una persona consciente que firme un escrito y después no lo sostenga; no comprendo cómo ahora quieran pensar estos señores que suscriben la proposición y después voten en contra de lo que han firmado; de manera que yo tengo que admitir al haber subido a esta tribuna, que ochenta y tantos diputados seguramente votarán en contra del dictamen. Esto lo digo porque algunos señores diputados un poquillo débiles, de los que se asustan de cualquiera cosa,.... (Risas) ya piensan votar en contra de lo que firmaron... (Voces: ¡Nombres, nombres!) y no deben de hacerlo, por que antes de haber firmado esto ya lo debían de haber pensado; no es ahora cuando deben de pensarlo.... (Voces: ¡Ya, ya! ¡A votar, a votar!) Yo siento mucho que venga a hablar en pro del dictamen el señor general González...(Voces: ¡No va a hablar!) Según me dicen está inscripto, pero únicamente debo decirle al señor general González que él no necesita hablar en contra de este asunto, por que tiene suficiente popularidad, porque no necesita ésta para su reelección....( Aplausos)... por que él con sus antecedentes podría triunfar y, además, su carácter y su psicología me hacen pensar que no lo ilusionan los aplausos motivados quién sabe por qué de las galerías. (Aplausos).

El C. Contreras Luis Felipe: Pido la palabra. (Voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Avellaneda. (Voces: ¡A votar, a votar Campanilla.)

El C. Avellaneda: Como me parece que la asamblea se encuentra algo fatigada, me permito renunciar al uso de la palabra.

El C. Secretario Soto: No habiendo más oradores inscriptos en votación económica se pregunta si se considera suficientemente discutido. La parte resolutiva dice así:

"Rechácense y archívese la solicitud que hace un grupo de diputados de esta H. Cámara para que se decrete una partida de gastos de representación hasta la cantidad de $5.00 diarios para cada representante."

El C. Avilés Urien: Pido votación nominal. (Murmullos. ¡No, no! Sí, sí!)

- El Mismo C. Secretario: Se procede a la votación nominal. (Desorden. Campanilla)

El C. Presidente: La Presidencia manifiesta a la Asamblea que la votación debe ser económica, pero habiendo pedido el C. Uriel Avilés votación nominal y estando suficientemente apoyado, se procede a la votación nominal.

El C. Secretario Pesqueira: Se pregunta al C. Avilés si insiste en que sea nominal la votación.

El C. Avilés: Sí, señor.

El C. Secretario Soto: se procede a la votación nominal.

El C. Secretario Pesqueira: Por la negativa.

El C. Secretario Soto: Por la afirmativa. (Se recoge la votación) Falta algún ciudadano diputado por votar?

El C. Secretario Pesqueira: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar? (Algunos diputados dan sus nombres) Se procede a la votación de la Mesa. ( Se recoge la votación de la Mesa)

El C. Secretario Soto: Votaron por la afirmativa los CC. diputados Aguilar Pablo, Alencáster, Ángeles Carlos, Ángeles Jenaro, Balderas Márquez,

Blancarte, Bouquet, Cárdenas Rafael, Carrión Luis, G., Casas Alatriste, Castillo Garrido, Castro Alfonso, Castro Roberto, Contreras, Chávez, Díaz Infante, Espinoza Luis, Fernández Miguel B., Fierro Manuel Ignacio, Fuentes Barragán, Gómez Gildardo, González Marciano, Gutiérrez Atanasio, Gutiérrez de Velasco, Lanz Galera, Leal, Limón Uriarte, Lomelí, López Emiliano Z., Maceda, Mariel, Méndez Arturo, Parra, Pastor, Patiño, Pérez Vela, Rebolledo Reyes Rafael, Roaro, Rodríguez Alfredo, Ruíz H., Sánchez Salazar, Sehulz y Álvarez, Silva Herrera, Silva Pablo, Soto Peimbert, Soto Rosendo, A., Suárez, Tamez, Toro, Vadillo, Valladares, Verástegui José, Vilchis, Villela, Zavala Dionisio y Zincúnegui Tercero.

Total, 57 votos.

El C. Secretario Pesqueira: Votaron por la negativa los CC. Aguilar Antonio, Aguirre León, Aguirre Vito, Alarcón, Alcocer, Altamirano, Álvarez del Castillo, Amezola, De anda, Andrade, Araujo Francisco, Arriola Isunza, Avilés, Baledón Gil, Bandera y Mata, Barragán, Barrera de la, Berumen, Bravo Carlos, Breña, Camarena, Cárdenas Emiliano, Carrión Luis G., Castillo David, Castillo Nájera, Castillo Torre, Céspedes, Colina de la, Cuéllar, Chablé, Díaz González, Escudero, Espinosa Bávara, Ferrel, Flores, Franco, Gaytán, Galindo, Gámez, Gámiz, García Carlos, García José Guadalupe, García Ruiz, García Vigil, Garza, Gil Feliciano, Gómez Cosme De., González Galindo, González Jesús N., Guerra, Guerrero, Gutiérrez Orantes, Hernández Eulogio, Hernández Loyola, Huerta, Jiménez, Lara, León, López Ponciano, Madrid, Malpica, Mancisidor, Martínez del Río, Martínez Ignacio, Mejía, Mena, Méndez Benjamín, Méndez Pánfilo, Mendoza, Navarro, Ocampo, Olivé, Ordorica, Ortiz, Padrés, Palacios Moreno, Pastrana Jaimes, Paz, Pérez Carbajal, Pesqueira, Quiroga, Ramos, Reyes Francisco, Ríos Landeros, Ríos de los, Rocha, Rodríguez Matías, Rodríguez Sabino, Rojas Rafael, Rojas Rafael, R., Romero Cepeda, Rosas, Ruiz Martínez, Saldaña, Saucedo, Silva Federico, Soto José M., Tapia, Tello, Torre Jesús de la, Torre Rómulo de la, Torres Garza, Trejo, Treviño, Trigo, Uzeta, Valadez Ramírez, Velasquez Juan, Verástegui Franco, Villaseñor Mejía, Villaseñor Salvador y Zayas.

Total, 113 votos.

Rechazado el dictamen de la Comisión. Está a discusión el voto particular.

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Basilio Vadillo.

El C. Vadillo: Honorable Asamblea....(Voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Secretario Soto: Se ruega a los ciudadanos diputados que guarden orden y se sirva escuchar al orador.

El C. Vadillo: Honorable Asamblea: El voto casi unánime que ha recibido esta moción relacionada con un aumento efectivo de cinco pesos diarios para las dietas de los señores diputados, revela muy a las claras que los ciudadanos oradores del contra han logrado llevar al ánimo de la honorable Representación Nacional, que existe actualmente una situación económica tal, que hace que esta Cámara de Diputados, que evidentemente será muy escrupulosa en la discusión de los Presupuestos de Egresos para otras partidas que vienen, a pesar de eso, digo, han votado para sí un aumento modesto de cinco pesos diarios respecto de las dietas que asignan al presupuesto. Evidentemente también, señores diputados, que estábamos obligados los que ahora venimos a hablar en contra, a dar por sentado de modo absoluto e indubitable, que los argumentos de la moralidad, de la delicadeza personal y colectiva de esta Asamblea, nada tiene que ver en estos momentos en está discusión, puesto que los que hablemos de oponernos a esta discusión, puesto que los que habremos de oponerlos a este aumento, no tenemos derecho, de ninguna manera tenemos derecho a dudar de la honorabilidad, del grado de conciencia de que han dado pruebas constantemente los ciudadanos diputados, al haber tomado esta determinación. Hago esta salvedad, a la que ruego déis la debida importancia, por que no quiero, ni por un momento, que mis palabras vayan a ser motivo de agravio para nadie en lo particular, ni para esta honorable Asamblea, a la cual profeso profundo respeto; pero creo, señores diputados, que la Representación Nacional en este caso, ha cometido un grave error, un grave error político.

Por todos los ciudadanos diputados es conocido de un modo innegable, que la situación económica del País en general, para todas las clases populares y con particularidad para las clases asalariadas en el país, es detestable, los salarios con los cuales se aprecia actualmente el trabajo en nuestra República, están en todos los órdenes de la actividad muy por abajo del costo nominal de la vida. La legislación monetaria, la escasez en la producción, tanto natural como artificial, el extrangulamiento del comercio, tanto nacional como extranjero, la falta de transacciones mercantiles dentro de nuestro país, la dificultad en las comunicaciones, ¡qué sé yo cuántas otras causas! han dado origen a un estado económico apenas soportable por todas las clases laborales en nuestro país; nos lo prueba amplísimamente el estado de intranquilidad de todos los gremios obreros, muy propensos a la huelga; nos lo prueba de un modo total el estado de intranquilidad en los gremios productores, que no saben en dónde colocar sus productos, por una parte, y dónde buscar sus obreros, por la otra, todo lo cual ha dado, como digo, un desastre en la balanza del comercio del estado normal.

Ahora bien, señores diputados, el Presupuesto nacional, que debe ser no otra cosa que la traducción de su estado económico respecto a los pagos generales, ésta revelado a las claras el esfuerzo que hace la administración Pública por sacar avante sus compromisos con las pocas entradas que existen en la actualidad, es decir, que existe en las cuentas fiscales una verdadera bancarrota, de la cual no sabemos cuándo saldrá esta Administración. Estas observaciones que yo hago de índole general, explica por qué ciudadanos diputados, muchos de esta Representación Nacional en lo sucesivo vendremos a atacar con toda energía determinadas partidas del Presupuesto, que señalen gastos o que no están justificadas o que no correspondan a la evaluación natural que tiene que hacer el Gobierno, en estos momentos, del trabajo de sus servidores. Sin ir muy lejos, señalaré, desde luego, la partida que se asigna en el Presupuesto de Gobernación y que ha levantado un verdadero

escándalo en muchos de los ciudadanos diputados, aun en aquellos que ahora han votado un aumento de cinco pesos diarios para esta Representación Nacional. Este podríamos decir que es el argumento principal de índole económica: la Cámara de Diputados, como solidaria de la Administración emanada del movimiento revolucionario, desde ponerse también y ser solidaria en todas las demás partes integrantes de esta Administración, y mantenerse dentro de un rango decoroso, pero moderado, en cuanto al pago del trabajo de esta Representación Nacional. Pero si nosotros estamos obligados a exigir demasiada cautela en el Encargado de Poder Ejecutivo para todos los Ramos de la Administración, debemos nosotros, por la lógica elemental, empezar a ser cautos y exigentes y circunspectos en los gastos que corresponden a esta Representación Nacional que es, como dije, solidaria de las responsabilidades económicas que tiene la Nación. Yo quiero insistir, señores diputados, en el argumento que anunciaba al principio y que yo dije que es un argumento de índole política.

Por causas que no es el momento conveniente examinar, la XXVIII Legislatura ha sido en el país una de las Legislaturas más discutidas. La XXVII Legislatura lo fue también; se le tachó precisamente por un exceso de actividad desacorde, según los críticos, con las necesidades del momento; aquella acometividad revolucionaria de la Legislatura pasada, llamó grandemente la atención de los elementos reaccionarios de entonces y se tachó a esa Representación Nacional de no ser otra cosa que una legión de energúmenos, que se había acampado en este honorable recinto. La XXVIII ha sido especialmente criticada por elementos serios de la opinión pública en el sentido opuesto, es decir, de falta de laboriosidad. (Aplausos en las galerías.) ¿Esto, ciudadanos diputados, no es uno de tantos cargos que hace la opinión pública a esta Representación Nacional?

Podría en estos momentos interrogar a la Secretaría a fin de que nos diese cuenta del número de expedientes que están faltos de dictamen y ella, estoy cierto, porque yo he visto estas cifras, tendría que demostrar ante el público y ante vosotros, que más de la mitad de los expedientes pasados a Comisión, yasen todavía en el seno de esas mismas Comisiones sin que hayan recibido el dictamen correspondiente, es decir, que esta Legislatura ha hecho menos de la mitad de aquel esfuerzo que, natural y lógicamente, estaba obligada a realizar por la naturaleza misma de las cosas, por la exigencia misma de los asuntos que son competencia de esta Representación Nacional. De manera que, ciudadanos diputados, aunque estos nos sonroje un poco, si es que aquellos que han votado esos cinco pesos tiene todavía fuerza para sonrojarse; de manera, ciudadanos diputados, que estamos obligados a callar un poco, a ser discretos un poco, a avergonzarnos un poco y hasta un mucho, ante el pueblo que nos esta pidiendo cuentas de todos esos trabajos que están sin dictaminar en el seno de las Comisiones. (Aplausos de las galerías) Estos cargos que la opinión pública hace con justicia que le sobra, aun cuando a nosotros, como digo, nos avergüence, deben de recaer sobre aquellos elementos que aquí desde al principio han representado la hegemonía política en la Cámara es decir, contra el "Bloque Liberal Nacionalista" ¿Sencillamente por qué? Porque es una representación Nacional, ciudadanos diputados, así como el prestigio de sus labores, por su actuación en lo general, por lo luminoso de sus iniciativas por la habilidad para zanjar las dificultades de orden público así como también aquellos motivos de desprestigio natural, legítimos y privados, siempre son, siempre van a caer ala cuenta de aquel grupo político que es el que lleva la hegemonía política en la Cámara Respectiva. En consecuencia, cuando yo vengo a decir ahora que este cargo que la opinión pública hace a la Cámara es de la propiedad exclusiva y única del "Bloque Liberal Nacionalista." Lo hago con la convicción de que no estoy haciéndoles a ellos un cargo calumnioso y gratuito, sino un cargo lógico, porque ellos son los responsables de este desprestigio en que ha caído la Cámara Popular. (Aplausos en las galerías.) Pero el aspecto político de la cuestión es otro. Aparte de la justicia que asiste a la opinión pública para tachar a la Representación Nacional de poca actividad, para echarle en cara esos ciento sesenta y cuatro expedientes que están sin dictaminar en el seno de la Comisiones, aparte de esa causa cierta, ciertísima, el aspecto principal es la serie de opiniones, de censuras, de comentarios más o menos justificados, pero que de todas maneras son ineludibles, que hará la opinión pública en todo el país; en los momentos, ciudadanos diputados, en que el pueblo que representan muchos de los ciudadanos diputados aquí presentes, gana todavía un salario que es exactamente el que ganaba hace cincuenta años; desde el momento en que los empleados públicos de toda la República no han mejorado en modo absoluto en su situación económica, cuando sirven al Estado; en los momentos en que a nuestras puertas, es decir, en esta misma capital, el profesorado, como vosotros lo sabéis bien, no tiene lo suficiente para vivir; en el momento en que las Comisiones de presupuestos no saben en dónde encontrar diez millones que se piden en una iniciativa de ley para el pago del profesorado de la capital de la República, es un contraste doloroso, justificado o no, aunque ya he probado que es justificado, en un contraste doloroso el que hará la Cámara de Diputados señalándose de una plumada, por medio de una votación así desconsiderada, un sueldo que supera en mucho a lo que naturalmente, según el trabajo hecho por esta Legislatura, se debiera ganar...... (Aplausos en las galerías.) A los oradores que han hecho prosperar y triunfar este aumento, les ha faltado uno de los razonamientos principales que tal vez nos hubiera convencido a aquellos que votamos por la afirmativa, es decir, contra el aumento de sueldo; les ha faltado este razonamiento de orden político: nos aumentamos este sueldo - debieron haber dicho los miembros del "Partido Liberal Nacionalista" -, porque con ello queremos asegurar nuestra independencia política, con ello queremos que todos los que vamos a ganar hoy veinticinco pesos, no nos veamos obligados a ir todos los días a recomendar este o aquel negocio a las Secretarías de Estado, a fin de que nos den un apoyo a cambio del apoyo..... (Aplausos nutridos en las galerías.) Este argumento sí nos hubiera convencido

a muchos, porque entonces veríamos que aquí, en esta Representación Nacional, volvía a levantarse el espíritu liberal, el espíritu intransigente, el espíritu noble y orgulloso de aquellos diputados de hace cincuenta años que desde la tribuna de la República eran los portaestandartes de los verdaderos principios de la libertad, en contra de los elementos reaccionarios fuertes de entonces y en contra de los elementos reaccionarios del Gobierno de entonces.

El C. Altamirano: ¿Me permite el señor orador una aclaración? ¿Me permite el orador una aclaración? (Siseos. Murmullos. Voces: ¡No hay Presidencia, no hay Presidencia!)

El C. García Vigil: Moción de orden, señor presidente.

El C. Vadillo, continuando: Bien quisiéramos ver nosotros, ciudadanos Representantes, que detrás de esta iniciativa aparentemente mercenaria, aparentemente voraz, escuetamente militarista, bien quisiéramos nosotros ver el espíritu de orgullo político, de la dignidad política, de esta intransigencia que creó a los diputados de aquel tiempo, sostenedores de una pieza de los principios por los cuales lucharon, y vaya que entonces se luchó menos por los grandes principios que lo que se ha luchado ahora por el bien del pueblo; bien quisiéramos que detrás del C. Fabio Manlio Altamirano que venía a defender esos veinticinco pesos, estuviera aquella figura descolorida, desgreñada de algún Altamirano, o Altamirano que fuera verdaderamente él, desgreñado, sucio, pobre, encorvado de sacrificios y de estudios, que viniera, sin embargo, a ser el baluarte de la libertad.... (Aplausos en las galerías.) Bien quisiéremos, detrás de este acuerdo de la mayoría que ha aprobado veinticinco pesos, ver la silueta de algún Nigromante que fuera un imperturbable defensor de sus principios contra de esta formidable presión oficial que hace con todos sus pasquines el Gobierno actual. (Aplausos en las galerías.) Pero no hay eso, la República toda tendrá derecho a ver en el "Partido Liberal Nacionalista" que aquí ha votado sin consideración, con una confabulación de intereses personales, un aumento a sus dietas sin haber aumentado sus trabajos; la República tendrá derecho a ver en ellos una legión de gusanos voraces y rastreros..... (Aplausos en las galerías.) Estoy examinando que las características esenciales de los gusanos, son ser rastreros y ser voraces.... (Aplausos en la galerías.) porque son ellos los que van a alimentarse con las hojas amarillas de un árbol caído y el árbol caído hoy es el Presupuesto de la República. (Aplausos.)

Repito lo dicho al principio, señores diputados: al haber de esta manera es porque tengo la persuasión absoluta de que la deshonra histórica que va caer sobre esta Representación Nacional, por este acuerdo aprobado tan ala ligera, tiene que caer sobre la mayoría del "Bloque Liberal Nacionalista." (Voces: ¡No, no! Desorden. Campanilla.).... Los ciudadanos diputados independientes que aquí, por consideración a la mayoría hayan dado su voto.... (Voces: ¡Hu, hu,hu!).... Los ciudadanos diputados independientes que en esta ocasión haya dado un voto de acuerdo con los intereses de la mayoría sin analizar las razones que personalmente hayan tenido, no habrían hecho de ninguna manera, por su número exiguo, no habrían hecho que este acto tuviera el carácter, la magnitud y la seriedad que le ha dado el "Bloque liberal Nacionalista," que con su voto afirmativo ha constituído verdaderamente el acto y la consumación del acto mismo. Por esta razón me creo obligado, con la misma energía y la misma entereza que hago el cargo a la mayoría, a excluir de ella por razón de lógica, no por otra causa, a los miembros de las minorías que impensadamente han votado de acuerdo con los elementos de la mayoría. Ciudadanos representantes: quitándole al C. Espinosa su puesto, estoy persuadido de que por el solo hecho de haber atacado el voto particular en la forma en que lo he hecho, es decir, en la única forma en que debe hacerse, el Bloque de la mayoría, siempre leal a sus compromisos, siempre solidario de sus esfuerzos, habrá de hacer triunfar es esta segunda instancia el aumento de las dietas; pero yo he querido fijar de una vez la posición que los grupos políticos han asumido aquí y señalar la responsabilidad a la faz de la misma República, a aquéllos que deben tenerla y no a otros. Yo personalmente, ciudadanos diputados, siento verdadera desilusión, verdadero desengaño de que al final de las labores de esta Legislatura hayamos puesto este borrón más que será imborrable absolutamente en la historia de esta Legislatura. En la historia del arte hay un rasgo sumamente interesante: un genial artista quiso un día pintar en símbolo hermoso lo que es la vida misma en general y hubo de pintar un cadáver a medio salir de la tierra, pero que con su dedo descarnado pusiese sobre la tierra removida esta palabra: nada. Esta Legislatura, ciudadanos diputados, antes de morir en este período, ya bien muerta en su prestigio como legislativo de la República, todavía levanta el dedo descarnado y con él señala esta palabra: dinero. (Aplausos en las galerías.) y esa palabra, señores diputados, la póstuma de esta Representación Nacional, esta palabra será su verdadero epitafio: "nada," esta Legislatura no ha hecho nada. (Voces: ¿Y la otra?) Pero puede hacer mucho, ciudadanos diputados, puede hacer mucho, volver sobre sus pasos en este rasgo de su actividad que será característico... (Murmullos. Voces: ¡A votar, a votar! Campanillas.)...volver sobre sus pasos en este rasgo de su actividad que será característico y borrar esta impresión que va ha producir en la República.

Yo no he venido a hablar, como vosotros lo habéis visto, en nombre de un misticismo, no soy San Francisco de Asis, ni tengo la cara descolorida.... (Risas. Campanilla.).... no tengo la cara descolorida de los famélicos que hacían milagros y que hacía prodigios; como todos vosotros sufro yo también seguramente las necesidades a que todos estamos expuestos, pero mi deseo es que un representante del pueblo debe, en circunstancias críticas, serlo también hasta en el estado económico que resiente el pueblo. Si el pueblo perece, ¿Por qué sus representantes van a exigir verdaderos lujos en el pago, cuando todos los empleados de la Administración están sometidos a un descuento y están todos los días dándose golpes de frente en las pagadurías, porque el dinero no existe? Si vosotros lo consideráis bien, deberíais tener en cuenta que el Ejecutivo de la unión, con muy buen acuerdo, - por

que para eso es el Ejecutivo de la Unión -, habrá de hacer observaciones a este aumento de dietas, no por otra razón, no porque no las ganen, no porque no sea conveniente y quizá necesario, sino porque faltan los elementos necesarios para satisfacer estas demandas de la Representación Nacional. Entonces, si el Ejecutivo lo hace, os quedaréis únicamente con el desprestigio ante la Nación y ni los cinco pesos aumento vendrán a vosotros y sí vendrá el fallo inapelable del pueblo de la República, que no será piadoso con vosotros, que no será ecuánime para juzgaros y que no tendrá en cuenta estos argumentos especiosos que vienen a aducir acá los partidarios del aumento, sino que será austero, severo, firme, enérgico y reprobará esta voracidad insaciable en los momentos en que el hambre pública está llamando a las puertas de todos los ciudadanos. (Aplausos.) Nadie, por consiguiente, tome en cuenta las exageraciones, si vosotros queréis, de mi lenguaje, ni siquiera el calor que he puesto en reprobar un acto que a mí me parece inconveniente; nadie tenga en cuenta de los oradores que ya sé que vendrán aquí a defender, más que la dignidad, el punto político, el amor propio del grupo, nadie tenga en cuenta sino la intención íntima de lo que he dicho y que es esto: que el Bloque Liberal Nacionalista no tiene derecho, absolutamente no tiene derecho a poner en le desprestigio a toda la Legislatura Nacional, solamente porque algunos de ellos tengan una moralidad tan rudimentaria que no encuentre injustificado un aumento de dietas en momentos en que nadie tiene derecho a pedir aumento al Gobierno Federal, ni menos tienen derecho a pedir aumento aquéllos que todos los días no están aquí con la cantata eterna de que quieren sostener al Gobierno, ayudarlo en sus dificultades y estar con él en los momentos todos. (Aplausos en las galerías.) Si no está, pues, con el Gobierno en los momentos en que el Gobierno necesita de ellos y en la parte económica principalmente, para que son esos alardes de fidelidad, para qué son esos alardes de ayuda constante al Gobierno para sostenerlo, para qué son esas genuflexiones en vano ante un ídolo ficticio; si no tenéis la seriedad siquiera de estar quietos en vuestras curules, no haced nada, pero al menos no dar molestias al pueblo por el cual tenemos la obligación de velar. Yo represento, ciudadanos diputados, más que a nada - como lo dicho muy repetidas veces -, a mi distrito, y mi distrito es un pueblo pobre, en mi distrito perecen los hombres, ha hecho estragos enormes la epidemia y no ha habido quien vaya a velar por ellos.... (Una voz: ¿Por qué no fuiste tú?) Yo represento a un pueblo de proletarios y tengo derecho hablar como un representante del proletario. Los que representan industrias, los que representan a las partes elevadas de la sociedad, que tienen siquiera espectáculo, en compensación a estos sinsabores de la representación Nacional, siquiera el espectáculo de ver a gentes que viven en buenas condiciones, de buen grado que ellos se porten como quieran y vengan a autorizar todo aumento; pero lo que tenemos la visión clara de un pueblo que se sufre y al cual se le exigen las contribuciones para que vengan a darse a individuos que aquí no representan más que la actitud monolítica de los que quieren sostener al Gobierno como un peñasco sostiene a otro peñasco, esos que hagan lo que su conciencia les dicte.

Los que representamos al pueblo en las condiciones presentes, estamos obligados a esta actitud; el pueblo en estos momentos apenas puede pagar las altísimas contribuciones que se le han impuesto a cambio de los sacrificios que ha hecho en la Revolución. (Aplausos.) Los oradores que me siguen en el uso de la palabra, si quieren ser lógicos en el debate, que se sirvan probar que las contribuciones son hoy más bajas que en ningún tiempo; en nuestra República las contribuciones en estos momentos son las más altas, las contribuciones que pesan sobre el pueblo, son las que pesan sobre un pueblo en estado de guerra. Ahora bien, el que demuestra que la situación económica del pueblo es tal que se le pueda exigir el aumento para estos empleados, porque pueden hacerlo, mañana el aumento que nos pide el Ministro de Gobernación para gastos que no se sabe para que son, mañana el Presupuesto de Guerra, que es el más alto que ha habido en la República desde que la República es República, el que venga a demostrar esto lo autorizo de antemano para que lance sobre mí todos los dicterios y me llame con todos los epítetos que puedan ridiculizarme. (Voces: ¡A votar, a votar!) No, ciudadanos diputados... (Voces: ¡A votar, a votar, Siseos.) Yo acostumbro bajarme de la tribuna, ciudadanos diputados, hasta que yo creo haber expuesto mi pensamiento cabal a los ciudadanos que escuchan... (Voces: ¡A votar!) y tengo también la costumbre de escuchar atentamente a todos los diputados que vienen aquí a emitir su opinión; por consiguiente, a esos ciudadanos impacientes les suplico, la primera vez que lo hago, tengan la bondad de atenderme hasta el final. (Aplausos en las galerías.) Yo creo cumplir con un deber de conciencia, de conciencia de representante, al venir a hacer una amistosa reconvención a muchos de los descarriados, y una enérgica, una virulenta, una sarcástica reconvención a aquellos elementos dañados de esta Asamblea que no tienen en consideración los intereses del pueblo y únicamente tienen en consideración a la hora del pago, a la hora de discutir los Presupuestos personales, aquello que más les conviene personal, económica y pecuniariamente. (Aplausos en las galerías.) Y al descender de la tribuna, ciudadanos diputados, es haciendo esta suprema advertencia: la República desgarrada, mísera, desangrada todavía, ha puesto ya por dos veces su suprema esperanza en la Representación Nacional, ha pretendido escuchar siquiera palabras de aliento, ya que no otra cosa, y el pueblo de la República ha visto que las conquistas sangrientas de la Revolución, hoy, hoy que pesa el manto ardiente del Gobierno sobre los hombros de aquellos que fueron invitado a los pueblos de aldea en aldea, de pueblo en pueblo, hoy que el mando de las responsabilidades pesa sobre los hombres, hoy hay individuos miserables en las Cámaras que no hacen otra que tomar un puñado de arena para ir a cubrir la sangre que derramó el pueblo. (Aplausos en las galerías.) El artículo 3o. de la Constitución, que fue de todas maneras la condensación del espíritu, en un momento dado, por hombres que fueron electos por el pueblo a un Congreso supremo, como el

Constituyente, empieza ya a ser discutido y empieza, con debilidad inconcebible, a ser proclamado como una aberración por los mismos elementos del Gobierno que convocaron a los pueblos. El artículo 27 Constitucional, única esperanza que tiene a los pueblos tranquilos, esperando que algún día, que algún día los hombres que fueron a llamarlos a las armas habrán de volver por los fueros de la justicia y darle al pueblo lo que legítimamente le corresponde dándole ya al ser reglamentado, es decir, dándole al pueblo una nueva desilusión, un nuevo desengaño, que de ninguna manera compensa los sacrificios que el pueblo mismo ha hecho por la Revolución; y en el momento en que eso sucede, cuando el espíritu público es evidentemente hostil al Gobierno emanado de la Revolución, cuando el pueblo, el pueblo que apenas tiene conciencia de sus necesidades empieza a ver que este Gobierno es incapaz de satisfacer plenamente las promesas hechas de una manera solemne hasta en una Constitución, a ese mismo pueblo en ese momento dáis la nota suprema, la campanada solemne que se ha de oír por todos los ámbitos de la República: que estos diputados. flamantes, a la vera de una revolución sangrientísima no han hecho otra cosa, entre otras ínfimas que aumentarle las dietas en cinco miserables pesos. (Aplausos.) Por eso, señores diputados, en obsequio a la solidaridad los que proclaman la solidaridad del Gobierno emanado de la Revolución; en obsequio al momento histórico por que atravesamos, para prestigio de toda la Representación Nacional que no está obligada a que por una firma sacada por sorpresa, obtenida por la amistad...(Voces: ¡No, no! Campanilla) u obtenida con toda convicción, dada con toda buena voluntad y con una dosis de inmoralidad formidable en algunos, no tiene el deber esta Representación Nacional de hacerse solidaria de todos esos actos. Yo desde luego, señores diputados, localizo la responsabilidad política, principalmente, en el "Bloque Liberal Nacionalista" (Voces: ¡No!) porque el tuvo el deber de oponerse solidariamente, enérgicamente a medidas de esta índole, porque en sus manos estuvo hacerlo, porque así como sacaron credenciales que eran ilegales, porque así como han obtenido triunfos parlamentarios innegables, absolutos, totales, hoy debieron esos líderes, esos líderes que tienen tanta aceptación, tan alto prestigio en todos los grupos que forman este conglomerado de la mayoría, hoy debieron, más que nunca, haberse repartido por las curules y señalar el camino verdadero a aquellos que necesitan señalarles este camino. Y luego, por el hecho de no haber realizado este acto, tiene la responsabilidad: en sus manos estuvo haber hecho fracasar esta iniciativa. (Voces en las galerías: ¡Bravo! Aplausos.) Nietzche, como una síntesis de su moral, recomendaba: "Haceos duros." Aquellos que sean partidarios de Nietzche, yo digo: "Haceos duros, haceos cinco duros," (Risas.) pero aquellos que no sean partidarios de esta moral extraordinaria, aquellos que ven la moral social, si quiera el prestigio de la Asamblea, siquiera tenga conciencia del momento histórico por que se atraviesa, esos no se hagan duros, no reclamen duros, esos pidan trabajo, reclamen la necesidad de dar cima a la labor que tienen esta Legislatura y pongan al final de ella, no la palabra suprema que yo decía antes, si no la palabra que dé el prestigio definitivo a esta Representación Nacional que será seguramente la más debatida en la historia política de México. (Aplausos ruidosos en las galerías. Campanilla.)

El C. Altamirano: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra en pro el C. García Vigil.

El C. Quiroga: Para una pequeña aclaración. Tengo entendido, señor Presidente, que no se permite interrumpir al orador, pero así que termina de hablar el orador hay derecho para hacer una aclaración respecto a lo que el orador ha expresado. (Siseos.)

El C. Presidente: Su Señoría puede inscribirse; la Presidencia no impide el derecho que tienen los ciudadanos diputados de hablar, siempre que lo permita el orador.

El C. Altamirano: Yo pido permiso al señor orador para que me permita una aclaración.

El C. Quiroga: El orador consciente en esta aclaración.

El C. Altamirano: Pido la palabra para una aclaración, con permiso del señor orador.

El C. Presidente: Ya se le concedió al C. García Vigil el uso de la palabra.

El C. Altamirano: Para una interpelación al señor Vadillo. ¿Me permite usted una interpelación, señor Vadillo?

El C. Vadillo: ¡Sí, señor!

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Altamirano.

El C. Altamirano: Señor Vadillo: Yo daría entera fe y crédito a las palabras de usted, si la voz pública no dijera que antes de presentarse a la lucha electoral de diputados, y a pesar de haber sido usted una de los rabiosos antigobiernistas, se cambió en gobiernista. Yo respetaría mucho a sus palabras vertidas en esta tribuna, si la voz pública no dijera que en tiempo de Victoriano Huerta usted se lanzaba loas en el Estado de Colima. (Siseos.) Yo respetaría su palabra profundamente, si en la XXVII Legislatura, y con el mismo calor con que hoy ataca usted ese aumento, no hubiera defendido el aumento de treinta y tres pesos para cada uno de los diputados. (Aplausos. Siseos.) Señor diputado Vadillo: cuando todas estas cosas corren en la voz pública, no puedo dar entera fe y crédito a sus palabras, y menos cuando, haciendo alarde de literatura, va usted a combatir con armas que distan mucho de la seriedad que ha conquistado usted dentro de esta Honorable Asamblea. Nos dice usted que el "Bloque Liberal Nacionalista" debe cargar con esa responsabilidad usted de que estimables compañeros de usted, de las izquierdas han firmado con toda buena voluntad esa misma petición. (Siseos en las galerías. Aplausos.) En consecuencia, señor Vadillo, yo interpelo a usted para que me diga con qué fin se vale usted de estas armas, que no son dignas de un buen orador, para poder triunfar o queremos hacer triunfar una idea. (Aplausos Siseos.)

El C. Vadillo: Pido la palabra. (Aplausos en las galerías.)

El C. Presidente: Tiene la Palabra el C. Vadillo.

El C. Vadillo: Ciudadanos representantes: Ya

que el C. Manlio Fabio Altamirano le ha dado ciertos visos de solemnidad a su interpelación, me permitiréis, los que me sois hostiles, que venga a decir unas cuantas palabras acerca de mi persona. (Murmullos.)

Yo no conozco quién es la opinión pública. (Murmullos. Voces: ¡Aah!) Muchas veces se me ha dicho: "A usted lo acusa la opinión pública de que ha hecho esto o aquello." Una vez un ciudadano representante, que se sienta en estos momentos en esta Asamblea, dijo por la prensa: "A usted todo Colima lo escuchó decir tales y cuáles discursos, o tales y cuáles cosas en loor de Victoriano Huerta." Pero algunos ciudadanos representantes, que también se sientan en estas curules, saben bien si yo puedo, si yo pude haber siquiera alguna vez dicho loores a don Victoriano Huerta. Si el sistema de las interpelaciones no estuviese aquí tan desprestigiado, porque cualquiera se para de su curul a preguntar una sandez..... (risas, aplausos en las galerías), tendría a honor, verdaderamente a honor, el poder escuchar las frases que dijeran individuos tan honorables como muchos de la diputación de Jalisco, como todos los de la diputación de Jalisco, como el C. Damián Alarcón, que me acompaño en esa debatida gira hacia el Occidente, cuando catorce estudiantes, encabezados por el que habla, fueron a incorporarse al C. general Álvaro Obregón. Pero, repito, yo no conozco a la opinión pública, y mientras el C. Manlio Fabio Altamirano no me diga: "yo le acuso." ,no me creo obligado a hablar de mi persona. (Aplausos en las galerías.) Yo, ciudadanos diputados, estoy muy lejos, pero muy lejos de parecerme a perecerme a aquellos otros que se ponen lívidos y que caen desmayados en su curul cuando alguien viene a hacerles un cargo político; a mí no me puede hacer nadie un cargo político.... (aplausos en las galerías), sencillamente porque yo no tengo historia política, sencillamente porque yo soy recién llegado a la escena política por una razón de tiempo bastante. No es un elogio de mi persona, por consiguiente, sino porque detrás de mí no hay mas que un estudiante de Escuela Normal, detrás de mi vida política no hay más que un hombre que ha estado en los banquillos de la escuela difundiendo un poco de luz entre los pueblos proletarios de mi Distrito. (Aplausos en las galerías.) Sí, señor Manlio Fabio Altamirano, si fuese de veras Manlio, o que fueses siquiera Fabio, o fuese siquiera Fabio ya que no puede ser Altamirano..... (risas, aplausos en las galerías, campanilla), debería haber investigado en el "Diario de los Debates" que cuando se discutió el aumento a $20.00 diarios, fui yo uno de los que votamos en contra. También si ese sistema de preguntas, ese sistema catequístico no me causara profunda repugnancia, le preguntaría aquí nada menos que al C. Dionicio Zavala, que creo fue otro de los ciudadanos del "Bloque Socialista" que entonces nos opusimos al aumento de dietas. Esta es la segunda interpelación La tercera: que por qué yo en la pasada Legislatura me declaré gobiernista antes de las elecciones, o cosa por el estilo, es largo de contar. (Risas.) En primer lugar, yo nunca me he declarado gobiernista ni antigobiernista, yo jamás en esta tribuna me he declarado gobiernista o antigobiernista

...... - El C. Garza Candelario, interrumpiendo: ¡Neutral! (Risas.)

El C. Vadillo, continuando: ..... sencillamente porque no vengo a ser gobernista ni antigobiernista. Los diputados vulgares, cuando andan en sus Distritos haciendo sus campañas, siempre hablan de los grandes principios: la libertad, la justicia, la verdad; jamás se acuerdan del Ejecutivo ni del Gobierno; pero en cuanto entran en este salón, inmediatamente examinan su actitud a través de la actitud del Ejecutivo. Yo, señores, siempre reacciono contra esa tentación. A mí me eligió mi Distrito como diputado, pero nunca me dijo: "Tú vas con el Ejecutivo o tú vas contra el Ejecutivo." A mí me dijo: "Tú eres el representante de los intereses de este Distrito," y eso soy aquí. Algunas veces coincido con el Ejecutivo y algunas veces no coincido con el Ejecutivo, o con los que se dicen representantes del Ejecutivo aquí, o con los que se dicen representantes de la tesis contraria del Ejecutivo; pero nunca me ha ocurrido a mí, a fe de hombre honrado, nunca me ha ocurrido a mí pensar ¿el Ejecutivo está o no está en estos momentos de acuerdo, o yo lo estoy con el Ejecutivo? Jamás. ¿Por qué? Porque yo creo de buena fe que un diputado que lo sea realmente, debe tener la convicción de que es únicamente diputado y nada más. No se elige al Poder Legislativo a través del Ejecutivo; no se elige para comparar los unos a los otros: al diputado se le elige, nada más. Pero ya que el C. Manlio Fabio Altamirano..... (risas), al parecer, pretendiendo dar un capotazo al "Bloque Liberal Nacionalista," a que él pertenece, me hace.....

El C. Altamirano, interrumpiendo: ¡No pertenezco!

El C. Vadillo, continuando: ..... me hace la acusación de orden político, permitidme, señores diputados, que os ocupe la atención un poco más en algunos que corresponde a mí. (Siseos. Voces: ¡No!) Ahora bien, si vosotros queréis que quede contra mi la acusación del C. Manlio Fabio Altamirano y sin que yo haga alusión a ella, desciendo en estos momentos. (Murmullos.) Siempre, al final de la XXVII Legislatura y hoy, siempre he soñado yo, ciudadanos representantes, con la formación en México de un partido revolucionario que sea el sostén político de las reformas que han exigido la Revolución. Tengo la convicción firmísima de que sin un organismo político que actúe en las Cámaras, las reformas que requiere la República Mexicana, por las cuales han luchado no podrán llevarse a cabo. Estoy persuadido de que el Gobierno a los políticos que hoy sostienen al Gobierno deberían haber organizado este partido revolucionario que fuera el oficial y que de un modo decoroso, pero que de un modo enérgico y de un modo incontrastable, sostuviese al Gobierno en todos sus acto trascendentales, porque el Gobierno necesita de este apoyo, el gobierno necesita de un apoyo en la opinión publica y especialmente políticos que se llaman los partidos, para las reformas tan trascendentes como las del artículo 27, como son las del artículo 3., como son las del artículo 123 constitucional. El Gobierno tuvo los elementos todos al final de la XXVII Legislatura y quizá antes para haber organizado un partido respetable

que hubiese traído a estas curules la representación verdaderamente genuina del pueblo revolucionario de la República y que esa representación fuera la que llevara en sus hombros la carga suprema de la renovación de los sistemas de nuestro país. Tuvo los principios el Gobierno, tuvo los principios que forman un partido, los principios que proclamó en todos los decretos preconstitucionales el C. Carranza, los principios que después se consagraron en la Carta Magna, los principios que sostuvo el partido oficial que creó esta Administración, es decir, el "Partido Liberal Constitucionalista," y que constan en sus manifiestos, es decir, hubo principios razonables, principios concretos que son el alma de un partido nacional. El Gobierno tuvo también la organización, porque todos los elementos personales de aquella época pudieron haberse agrupado en un momento psicológico que ya pasó y que no puede volver, para constituir un verdadero partido decoroso que, siendo oficial, no pudiera avergonzar a nadie en nuestro país. Todos esos elementos fueron los que hoy forman la plana del Ejército, las organizaciones obreras que entonces eran absolutamente afectas al régimen revolucionario, tuvo también a toda la intelectualidad de más empuje y de mayor manifestación, a tiempo en que la intelectualidad mexicana reaccionara estaba sometida a un segundo término, a la sombra a que están sometidos todos los vencidos; tuvo también como base, como elemento a toda la población agrarista de nuestro país, que sería favorecida con la reglamentación del artículo 27 constitucional y que tenía en aquellos momentos un espíritu de adhesión constantemente el Gobierno de entonces. A fines de la Legislatura pasada yo reclamaba la formación de ese gran partido, yo proclamaba la necesidad de un partido oficial decoroso, fuerte, con principios de verdadera política que sostuviera frente a frente a los grandes enemigos, las verdades de la Revolución. Ahora todavía sostengo esa necesidad; lo que yo niego, lo que yo niego de un modo absoluto, señores, es que el llamado "Partido Liberal Nacionalista" sea ese partido oficial; lo que yo niego, lo que yo niego, es que el partido decoroso del Gobierno sea ese partido que tiene en sus bolsillos el ingeniero don José Reynoso, lo que yo niego de un modo absoluto, es que la forma del progreso político en México pueda ser la divisa de los hombres prominentes de este partido, que consiste en tener poder para poder tener. Por esa razón, señores representantes, en aquella ocasión, como ahora, pido y hago votos por la formación de un gran partido nacional que sea el partido revolucionario, que sea el que tenga los principios, es decir, el alma de la Revolución; que sea el que tenga, en una organización vasta, a todos aquellos que de alguna manera lucharon por el triunfo armado de estos principios, y que tenga una representación en las Cámaras y una mayoría, para que ese partido sí sea el destinado a aplastar para siempre al espíritu reaccionario que ahora se levanta a través del artículo 3o. reformado, a través del artículo 27 reformado, a través de las organizaciones industriales que tienden a derogar también el artículo 123. Esa es la razón, C. Manlio Fabio Altamirano, por la que entonces, como ahora, he pedido, para consolidación, no del Gobierno, no del Ejecutivo, porque estas son administraciones que habrán de pesar, sino para una organización nacional, seria, que en concierto con todos los partidos mundiales represente en México la tesis, la aspiración mundial de la reforma social; sea el partido oficial, porque en México solamente los partidos oficiales en las presentes circunstancias pueden tener esa fuerza suprema de aplastar, de dominar absolutamente a los elementos reaccionarios que pugnan todavía por subsistir. No me he contradicho, C. Altamirano; sigo creyendo en la necesidad de que haya un partido honorable; lo que niego es que vos y que todos aquellos que aquí no están unidos, sino por vínculos de personalismo, sean los representantes sensatos, decorosos, de ese partido nacional. (Aplausos en las galerías.)

El C. Quiroga: Para una interpelación al orador.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. García Vigil.

El C. García Vigil: Ciudadanos representantes: Es extremadamente sensible para mí venir a esta tribuna y precipitado por el lenguaje tan vehemente del diputado Vadillo, me veo en el caso no sólo de discrepar de sus opiniones, sino también de aclarar muchos puntos y de volverle en determinados momentos palabra por palabra echadas en la balanza y con el fiel en el centro. (Aplausos. Siseos.) Y es extremadamente sensible, porque desgraciadamente, el diputado Vadillo, contra ese desinterés o contra la doctrina del desinterés que ha venido a proclamar desde la tribuna, inconscientemente haya hecho una discusión verdaderamente trascendental a propósito de cinco pesos diarios.

Señores representantes: El problema del aumento de cinco pesos a cada representante por concepto de gastos de representación, puede dividirse, en tres: el problema social, el problema económico, el problema político. Yo he tratado de profundizar en estos tres problemas y hallar la ponderación de alguno de ellos sobre los otros y he llegado a pensar que estos tres culminan en el problema político. Y las palabras del C. Vadillo son harto sugestivas para todos nosotros y persuasivas por lo que respecta a la tesis que yo acabo de sentar, porque, en efecto, el C. Vadillo, socialista, ha venido a hacer cinco pesos, es decir, de cinco pesos, una daga con la cual ha querido herir al "Bloque Liberal Nacionalista." (Aplausos. Siseos.) En vano ha pretendido el C. Vadillo en determinado momento fijar definitivamente una línea de separación entre el "Bloque Liberal Nacionalista" y los que no pertenecemos a dicho Bloque; en vano tampoco con palabras harto insinuantes e indirectas, ha tratado de ponernos a salvo a algunos de los que hemos firmado la iniciativa y de los que hemos votado en pro de este aumento, en vano, digo, porque la Asamblea no ha adquirido el convencimiento de que ni sea solamente el "Bloque Liberal Nacionalista" el determinante de esta votación, ni tampoco sean sólo intereses bastardos los que se mueven tras estos cinco pesos, ni menos aún, que no se justifiquen desde el punto de vista más sereno, desde el que puede verse: desde el punto de vista meramente económico.

El diputado Vadillo evocó figuras respetables y gloriosas de tiempos que para muchos parecen

definitivamente idos, y ojalá que al conjuro de mi palabra unida a la de él, vinieran esos dos Ignacios: Ignacio Manuel Altamirano, e Ignacio Ramírez, y es seguro, es indudable que con una ironía más profunda que la de las enormes mandíbulas de la plaza de toros "El Toreo" de la ciudad de México, reirían ante la figura tan empequeñecida del diputado Vadillo, (Aplausos. Siseos en las galerías) que en dos ocasiones memorables se ha puesto a una distancia inmensa de esos dos Ignacios, y esas dos ocasiones memorables son cuando el diputado Vadillo, de un verdadero representante de sesenta mil habitantes, de un absoluto respetuoso de la ley, vino a defender la ley que concedió al Ejecutivo facultades extraordinarias en Hacienda y por tanto conculcadoras de la Constitución, (Aplausos.) y la otra vez en que el diputado Vadillo, sintiendo la caravana que se aproximaba, esto es, en vísperas de las elecciones, haya iniciado el postulado más desquiciante de la libertad humana, pretendiendo que un gobierno democrático tiene derecho a constituir un partido político por todos los medios que estén a su alcance. (Aplausos.) Casi cierro los ojos en este instante y no me engaña mi pensamiento, mi mirada llega hasta esas figuras venerables y juro a ustedes que sonríen ante el diputado Vadillo, que no es una paradoja, que no es una antítesis como representante, sino un verdadero absurdo. (Aplausos.) ¿Cómo puede compadecerse la actitud del diputado Vadillo, socialista, con el defensor de las facultades extraordinarias en Hacienda que entrega todas las contribuciones a la Administración?; en este momento no voy a decir hasta qué punto es mala, quiero considerarla absolutamente buena, pero dentro de los principios democráticos, esto nunca, nunca podrá ser justificado, no digo por el diputado Vadillo, ni por el oligarca más completo, ni por el más acérrimo dictador podrá ser justificado. De modo, señores, que la actitud del diputado Vadillo en una vez es enteramente distinta, contrapuesta a como lo es en otra. ¿Por qué, entonces, el diputado Vadillo viene con tal vehemencia a atacar este pretendido aumento de cinco pesos diarios para los representantes? ¿Y por qué, falto de clarividencia política o no carente de esa clarividencia, no les extraña el problema que se presenta ante sus ojos y exhibe tales como son las causas de este aumento que ha sido votado admirablemente por 113 ciudadanos representantes? (Siseos.) Es que el diputado Vadillo, hombre lleno de prejuicios y en muchos casos de perjuicios vulgares, pretende llevar al cartabón del vulgo, las opiniones de esta Representación Nacional. (Siseos en las galerías) Por esto es que el C. diputado Vadillo, cuando se refería a los toros, pretendió que esta demanda en favor de las corridas de toros se hicieran por asociaciones, por gremios, como está acostumbrado a pensar él constantemente, esto es, por unidades de rebaño, (Risas y siseos en las galerías.) de estos rebaños que él en una ocasión flageló y en cuyas carnes levantó ámpulas. (Siseos en las galerías. Murmullos.) Sí, señores, el diputado Vadillo, con su criterio socialista pretendió que fuera la asociación de carretoneros, la asociación de empleados de restaurantes, la asociación de pulqueros, o la asociación hasta de vagos (Risas y siseos en las galerías.) la que pidiera las corridas de toros. Para él, sociólogo incipiente, (Risas. Siseos en las galerías.) pasó desapercibido que en los aficionados a la tauromaquia existen desde el profesionista, desde el médico, desde el abogado, desde el ingeniero, desde el notario, desde el terrateniente, el comerciante, el empleado de las oficinas públicas, el empleado de comercio, choferes, los militares, en fin, están representadas todas las clases sociales; pero el criterio vulgar del C. Vadillo pretendía que, como vulgarmente se hace, fuera la asociación de veleros de parafina (Risas.) la que pidiera que las corridas de toros volvieran a instaurarse en la capital de la República. (Risas. Aplausos. Siseos en las galerías. Campanilla.) Y ya nosotros sabemos que no puede ser así, que es imposible que sea así, y el C. Vadillo si hubiera obrado con la lógica que pretende, por lo menos hubiera exhibido en algunos estatutos de esas asociaciones la negación para las corridas de toros; pero es que este asunto de las corridas de toros es un asunto tan independiente de las cuestiones gremiales que él tan acuciosamente estudia, que en ninguna asociación se tiene en los estatutos ni la condenación ni la aprobación absoluta para las corridas de toros. (Siseos.) Y este error de apreciación en sociología de que ha dado patentes pruebas el C. Vadillo, en ese caso se manifiesta en esto con particularidad extrema. El C. Vadillo contra todas sus ilusiones, contra todos esos sueños en germen, contra toda su luz de visionario y contra toda su fe de creyente, contra todo, no podrá substraerse a la realidad de las cosas; la humanidad desde los tiempos más remotos en ella ha venido delineando capitalmente una doctrina que lo mismo es social, que política, que económica: la doctrina de la apropiación. Esta doctrina apenas a sido combatida, y débilmente, por algunos filósofos a quienes vulgarmente se llama apóstoles, que han proclamado la doctrina de la renunciación. Así, en el mundo tenemos dos doctrinas capitales: la doctrina de la apropiación y la doctrina de la renunciación. La doctrina de la apropiación es la que seguimos todos los humanos; la doctrina de la renunciación es la que siguen esos seres extraordinarios, casi divinos, que han peregrinado por la tierra de siglo en siglo y qué de siglo en siglo! cada diez o veinte siglos, para el fin de cuentas no realizar una sola obra de esas, sino solamente haber desquiciado al mundo, haberle señalado nuevos derroteros, pero en definitiva haber hecho que todos los hombres, aun sentando como base en esa doctrina de la renunciación, hayan constituido a la vida como una verdadera apropiación. Y que la vida es una apropiación esto es innegable; la vida es una apropiación porque sin esta doctrina, sin este egoísmo supremo que llevamos todos los hombres, sin este germen que tenemos todos nosotros, la vida sería la renunciación de todo, esto es, la muerte, ¿Y para qué vivir? (Aplausos.)

Así, señores, nosotros, si tenemos en la historia de la humanidad estas dos doctrinas contrapuestas, y si la experiencia, si la observación nos demuestran que la primera doctrina es la capital, es la determinante de todos los actos de la vida del hombre, esto es, que la doctrina de la apropiación es la que prevalece sobre la doctrina de la

renunciación, y que es justo que prevalezca porque la naturaleza es sabia y a la naturaleza no hay que discutirla, si estas dos doctrinas son contrapuestas, justo es que las encontremos en todos los órdenes de la actividad humana y las encontremos principalmente en la orden de la actividad política. Si nosotros encontramos, si nosotros convenimos en que la doctrina de la apropiación, no la del renunciamiento, es la determinante en los actos de la vida y más particularmente en los actos políticos de la vida, y si nosotros somos eminentemente políticos, es inconcuso, sin embozo, sin hipocresía, señores, que nosotros nos sujetamos fielmente a esa doctrina, que la observamos y que no hacemos más que obedecer a nuestro sino.

Así, señores, si nosotros somos políticos, si el político es no precisamente el reformador, no es el promulgador de ciertos postulados de ideal, de mejoramiento en el mundo, si el político es el que se constituye capaz de gobernar, y si nosotros, no ya por la misión que nosotros mismos nos hayamos señalado sino por la misión que han señalado nuestros comitentes somos en estos actos eminentemente políticos, tenemos que ser consecuentes con los fines que se nos han señalado , tenemos que declarar, sin hipocresía ninguna, que nuestra actuación política tiende precisamente a gobernar. ¿Que al gobernar existan todas las diferencias que puedan establecerse según los hombres, según los sistemas? Hay que reconocerlo. ¿Que en el acto de gobierno se verá quién ha sido el bien intencionado, quién el mezquino que ha supeditado los intereses generales a los particulares? ¿Que en esos actos de gobierno haya de verse quién ha cumplido lo prometido y quién ha faltado a ello? Justo es también. Sí, señores, allá se verá la nobleza de cada causa y la nobleza de cada alma, pero negar que nosotros, como funcionarios políticos, tenemos que obedecer a esta ley y que tenemos que obrar como políticos , es tanto como pretender que la tierra sea la a cuyo torno gire el sol y no que ella gire en torno al sol. (Siseos.) Sí, señores, es negar una ley universal. Así, señores, (siseos.) en torno a los cinco pesos diarios tenemos que considerar los tres problemas: el problema económico, el problema social y el problema político. Si el C. Vadillo no cierra los ojos a la verdad, tendrá que reconocer que el orden que nos rige exige una actuación constante de parte de la Representación de la Nación tendiente a hacer que la Representación Nacional sea cada vez más completa, sea cada vez más verdadera. Extraña al C. Vadillo que el "Bloque Liberal Nacionalista." predominante es esta Cámara, no haya tomado un acuerdo para esto, pero el C. Vadillo no debe desconocer que la época de la discusión de las credenciales ha pasado, que los políticos prominentes emplean a los políticos inferiores en el tiempo y forma que les conviene, que si para los políticos prominentes ha pasado el instante de emplear al "Bloque Liberal Nacionalista" en masa, justo es que el "Bloque Liberal Nacionalista, " disperso, por efecto de la carencia de esta necesidad en los políticos superiores, tome individualmente los derroteros que cada quien considere mejores; (siseos) y el diputado Vadillo, no obstante que la experiencia le está demostrando lo craso de su error, persiste en él y con una contumacia inexplicable persiste en creer que un Gobierno que ha dado pruebas patentes de pretender una conciliación entre los enemigos de ayer y los vencedores de esa misma hora, puede llevar a cabo en su totalidad todas las reformas enunciadas esporádicamente por los precursores de la Revolución y por los principales autores de ella. Indudablemente el diputado Vadillo cuando pretende que el Gobierno constituya un partido oficial y que este partido oficial sea el partido radical que él pretende, está completamente cegado. Las tendencias conciliatorias de nuestro actual Gobierno se han manifestado no precisamente en la XXVII Legislatura, se manifestaron desde la actuación del Constituyente. Parece que el diputado Vadillo desconoce que el proyecto de reformas a la Constitución presentado por el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, no está acorde con la Constitución que al fin se votó; parece que desconoce que el artículo 3o. constitucional no fué enunciado en esa forma en el proyecto del Primer Jefe del Ejército Constitucionalista. De modo que el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, actual Presidente de la República, es consecuente con sus principios; fué el elemento genuinamente radical, genuinamente revolucionario el que en el Constituyente de Querétaro se asoció para poder, para pretender salvar a la Revolución en sus principios más radicales y que tuvo que contender nada menos que con el señor licenciado Don José Natividad Macías, con el señor ingeniero Palavicini y con otros muchos que justificadamente eran considerados como portavoces del Ejecutivo, del Primer Jefe del Ejército Constitucionalista. ¿Como es, pues, que el C. Vadillo pretenda que pueda constituirse por el Gobierno actual que preside el C. Carranza, ese partido revolucionario con radicalismo con que él sueña? Esto es imposible, y debe mejorar saludar la aurora que se presenta por parte de muchos representantes en esta Asamblea, en que de una manera clara tratan de seguir derroteros determinados por ellos mismos, y no supeditándose a autoridades políticas que no deben de ejercer nunca un mandato en forma de consigna. (Murmullos.) Así, señores representantes, el más formidable impugnador del aumento de cinco pesos diarios ha sufrido equivocaciones graves y, sobre todo, ha mostrado una absoluta inconsistencia de ideas, supuesto que unas veces ha abogado por un sistema, por un procedimiento, y otras veces ha abogado por otro. La constitución de un partido político oficial, empleando todos los medios de que se pueda disponer un Gobierno, como el nuestro que dispone en su favor de la Ley que establece rigurosamente la dictadura, es un absurdo y debe de saber el C. Vadillo y él que tiene un gran temperamento artístico tan notable, debe saber que en el arte, como en todas las cosas, según los términos de un maestro en estética, sólo la libertad es fecunda, que es imposible pedir a otra cosa que no sea la libertad, fecundidad alguna; que sólo la libertad es capaz de producir no solamente formas nuevas, sino aun seres nuevos. ¿Cómo, pues, pretende el C. Vadillo que una organización que podemos considerar caduca, pueda procrear, pueda producir, pueda dar en estos momentos a la República una organización tan vital, tan vigorosa, tan potente como la de un partido revolucionario radical con que él sueña? Es de todo

punto imposible. Mejor debe encontrarlo en las rancherías, en esos innominados que todavía no salen hoy con nombre alguno a la vida pública y que quizá mañana han de venir acá a esta Representación Nacional y menos aún de las estrechas paredes de los Ministerios no podrá, no podrá mecerse en ningún Ministerio la cuna de la libertad y menos la cuna que meció a la Revolución no podrá ser ésta. La Revolución se meció en las alturas, se meció en las cimas donde soplaron los vientos más fuertes, donde hincharon los pechos vigoroso de la Revolución. (Aplausos.) De la estrechez de las paredes de los Ministerios públicos, lo mismo de los Ministerios mexicanos que de los de cualquiera otra parte, se saldrá jamás otra cosa que las formas ya consagradas, esto es, expresiones de conservatismo, expresiones de rutina y expresiones de reacción. Nunca podrá de allí venir el impulso, el impulso que renueva, nunca podrá venir de allí la savia que vigoriza; no, esa viene de las corrientes subterráneas, esto es, de los espíritus que viven en las profundidades del alma de una nación y que no se manifiestan sino cuando la piqueta, esa piqueta que destruye, esa piqueta que reconstruye en todas las épocas de la humanidad, hace saltar el agua, como hace saltar la veta virgen de oro. Pero esperar que de las antesalas ministeriales pueda venir la constitución de un partido que haga triunfar a la Revolución y pueda levantar este pendón caído, arrastrado, vapuleado, vejado, hollado, encarecido ya por todos, supuesto que nadie cree ya en la Revolución ni en los revolucionarios, es un imposible. Otras manos tentadoras, y sobre todo rebeldes, serán las que vengan a levantar ese trapo hoy caído y que lo hagan de nuevo flamear en las mayores alturas. (Aplausos.)

Y, señores, el C. Vadillo, no obstante que aguza su inteligencia en la resolución de los problemas sociales, y, principalmente, socialistas, desconoce o no quiere confesar que de cuatro años a la fecha los salarios del proletariado han sido no sólo duplicados en muchos casos, sino triplicados y cuadruplicados.... (Voces: ¡No es cierto! ¡Sí, sí! Siseos en las galerías.) Esta es la verdad. (Siseos. Voces: ¡Huy!) La demanda de proletariado en las fábricas se ha repetido insistentemente; muchas veces en el transcurso de un año se ha dado en dos o tres ocasiones el caso de que los obreros hayan pedido el aumento de salario, o hayan amenazado con la huelga, y siempre los obreros, a pesar de todas las vicisitudes consiguientes a esta acto, siempre han obtenido un aumento de salario. (Voces: ¡No, no! ¡Sí, sí!) Si nos referimos a los establecimientos oficiales, no podemos dejar de reconocer, y lo tenemos en los establecimientos militares del Gobierno, el aumento de salario para los obreros. Si este aumento de salario no es todavía la bastante, perfectamente, no es bastante todavía; pero dejar de reconocer que este aumento ha venido efectuándose sucesivamente en el transcurso de estos cuatro últimos años, en unos casos en dos, tres, y en otros hasta cuatro veces, es negar la evidencia. La guerra europea, tan combatida, ha traído también, como era de rigor, un aumento en los salarios de los obreros, si bien por otra parte ha traído un aumento en las contribuciones para poder subvenir a los gastos de la misma guerra; no es menos cierto que la demanda de obreros ha traído consiguientemente el aumento en la jornal, esta es una ley económica inviolable. Pero, señores, contra lo que era de esperarse del C. Vadillo, esto es, contra esa entereza para hacer frente a los problemas sociales, a los problemas económicos, encontramos en el diputado Vadillo un espíritu vulgar (siseos), que tiene a la República ante sí y que teme como una mujerzuela (risas, siseos, campanilla), la crítica de esa República, porque se haya aumentado cinco pesos diarios cada diputado, como puede temer, digo, una mujerzuela que está al corriente de la moda el que otra le critique su sombrero, o le critique su falda o le critique el tacón de sus chapines. (Risas. Siseos. Aplausos.) No, señores, en estos casos, la misión de todo legislador es enfrentarse francamente con el problema, es considerarlo desde su verdadero punto de vista, y el C. Vadillo no podrá, sin dejar de hacer un retorcimiento a su conciencia, no podrá dejar de reconocer que para que haya habido una votación de 113 representantes, es indudable que hay necesidad económica ingente lo menos para 113 representantes, que los hace votar en favor de este aumento. (Aplausos. Siseos. Campanilla.) Pero no, el C. Vadillo, respetando el reflejo del exterior, de todo aquello, es decir, de ese exterior de hoja de lata vino a hablar comiserantemente del profesorado y se cohibió, pues no es otra cosa lo que pasó al C. Vadillo, se cohibió ante ese exterior de hoja de lata y no se atrevió a declarar que positivamente los representantes de la Nación, para satisfacer a sus necesidades económicas, para satisfacer sus necesidades sociales, para satisfacer a sus necesidades políticas, cinco pesos más, sobre los veinte que ya se tienen, es un aumento verdaderamente mezquino. (Voces: ¡Es cierto! Siseos en las galerías.) Señores, en este asunto hay un miraje, hay una ficción: que la Representación Nacional, cuya es la exclusiva de los Presupuestos, se aumenta a sí, para cada uno de sus miembros, cinco pesos diarios. ¿Cómo? ¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo puede esto coordinarse con la doctrina del desprendimiento, del desinterés? ¿cómo puede ser esto? Pero he aquí la ficción, he aquí el error que padece el C. Vadillo, como lo padecen tantos que me están escuchado: no está la bondad de un representante en que prescinda de los emolumentos a que tiene derecho, y yo no consideraré que los representantes actuales del Poder Legislativo tengan derecho a veinte pesos porque sí; para eso habría que hacer verdaderos estudios sociales y económicos que nos vengan a determinar el coeficiente indispensable que hay que anteponer a cada representante de la Nación; pero cuando con un criterio enteramente vulgar se viene a decir nada más que las contribuciones no son bastantes, que las necesidades de la vida, aunque sean muchas en la actualidad, otros no han obtenido este aumento, es una cosa que ni siquiera debe tomarse en cuenta. (Siseos en las galerías.) ¿Por qué es que el C. Vadillo considera que veinte pesos diarios, que son una rutina en los Presupuestos, sí bastan a las necesidades? ¿Por qué no considera que sean quince? ¿Por qué no considera que sean diez? ¿Por qué no considera, por fin, que nada, para que la figura del representante sea más, digna, muchísimo más alabada? (Risas. Aplausos. Siseos en las galerías.)

Señores, yo tengo entendido que el orden político actual es contrario a los más elementales principios democráticos, que es contrario a las corrientes de la época. La subversión sufrida por nuestro estado político en el Constituyentes de Querétaro ha sido un salto atrás de más de cincuenta años. El establecimiento legal de la dictadura tendrá constantemente en un menosprecio absoluto a la verdadera Representación Nacional, esto es, al Poder Legislativo. Este salto atrás de más de cincuenta años nunca, nunca será bastante teniendo en cuenta estos para que sobre él se lloren lágrimas de arrepentimiento, que si desde un punto de vista, esto es, desde el punto de vista de los fines de la Representación Nacional, en el orden legal casi para nada sirve la Representación Nacional. ¿Qué, por esto vamos a cruzarnos de brazos y no vamos todavía a hacer los últimos impulsos para que la Representación Nacional sea lo que debe ser? ¿Nosotros vamos a mantenernos en atraso con los demás pueblos de la tierra en un período de cincuenta o setenta años cuando menos y vamos a tener esa forma antigua, férrea, estrecha, ruda, vejatoria de la dictadura? No, señores, yo veo retratada en todos los rostros de los representantes la necesidad que tienen de sentirse verdaderos representantes: yo veo retratadas en todos ellos las cifras, ya de los quinientos, ya de los mil pesos que han recibido de la Tesorería de la Nación; yo veo retratado en todos los rostros que tengo anta la vista el pesimismo, fruto natural del estado a que se nos ha traído por efecto de esa dictadura que se defiende con tanto acaloramiento por los oligarcas. Si para la mayoría de todos vosotros, para una inmensa mayoría el ser diputado es ser representante de sesenta mil habitantes, tener un verdadero poder político, determinado por las leyes que deben de regir a la Nación, desgraciadamente cuando se viene acá, cuando se viene acá, hasta que se viene acá se aprende que no se puede ser otra cosa más que un vil lacayo de la Secretaría de Gobernación: (aplausos) y no debe ser así, señores representantes, no debe ser así. El C. Vadillo no podrá, de ninguna manera, pretender que somos incapaces de sacrificios no sólo incruentos, sino aun cruentos, por lo que respecta a los intereses de la Patria. Si el C. Vadillo no nos vió a muchos de nosotros en la campaña, hasta con el cuerpo cubierto de parásitos, quizá fué porque el C Vadillo no estuvo en la campaña... (aplausos); pero una mayoría de nosotros, los revolucionarios, hemos sufrido esas privaciones y las hemos sufrido con placer, las hemos sufrido con verdadero regocijo, considerándolas como una cosa absolutamente adherida a la causa que veníamos defendiendo; de manera que esos sacrificios y otros más han sido para nosotros causa de bienestar y los hemos recibido como una compensación equivalente a nuestra aspiración grandísima de ver regenerada a la Patria. Aquel que no ha sufrido, aquel que ha padecido los rigores de la campaña, aquel que no ha sentido a la Revolución lejana y que no ha sentido en sí el impulso prepotente de alcanzarla, no ha sido revolucionario. ¡Habrán venido a hablar de la Revolución, pero no la han sentido! (Aplausos.) De modo es, señores representantes, que por lo que respecta a abnegación, a estoicismo, a decálogo de sufrimientos, indudablemente que no iremos a la zaga del C. Vadillo, y ojalá, ojalá, sólo para esto, que una nueva aurora viniera a señalarnos el mismo camino, el camino recorrido antaño, en que fuera necesaria no solamente esa sangre, sino más aún, y que fieles a nuestra doctrina, a nuestra doctrina suprema del darse para los que vienen, pudiéramos enclavar en lo desconocido de una sierra o en un llano la cruz de nuestro cuerpo, ¡ojalá así fuera! pero en los momentos actuales, cuando somos representantes de la Nación, cuando estamos obligados por esas mismas leyes sociales que rigen al Universo entero, que rigen a la sociedad moderna, cuando estamos obligados a hacer que el representante popular no sea objeto de ludibrio, no sea objeto de vejaciones, no sea objeto de menos precio, es imposible que nosotros podamos voluntariamente, sin protestar, sin rebelarnos contra este desequilibrio; es imposible, repito, que podamos convenir en que lacayos, en que serviles vivan parasitariamente, y ostensiblemente, insolentemente poseen éstos despilfarrando el Erario Nacional (Aplausos.) Pero es una misión política la que nosotros tenemos aquí; si nosotros tuviéramos la virtud de obscurecernos algún tiempo, de recurrir a las influencias, de perdernos en las crujías de los palacios ministeriales, de sentarnos horas largas en las antesalas de estos palacios, y si tuviéramos esa avidez de oro, si fuéramos comerciantes, mercantilistas, no necesitaríamos, no estaríamos, indudablemente, aquí, no vendríamos a solicitar nada, no levantaríamos nuestra palabra, como lo hago yo; no, una sola exención de derechos, un sola dádiva presidencial sería bastante para hacernos ricos por muchos lustros; ¡pero no lo hacemos así y deseo que no lo hagamos nunca! (Aplausos.) Quiero que con un esfuerzo tenaz y sincero resistamos y nos opongamos a las tentaciones de ese Poder que mengua, mengua desgraciadamente la individualidad mexicana y que, por otra parte, nos sonriamos de esa crítica del vulgo, que debe esperar de nosotros, no la renunciación de cinco pesos en este instante, sino una actitud rectilínea y, sobre todo, el renunciamiento verdadero de la vida, el renunciamiento a las riquezas acumuladas. Esto es lo que debe verse en nosotros; así será como sabremos corresponder; y como verdaderos elegidos, no como electores, debemos dar el ejemplo, no sólo a los que no están escuchando, a la capital de la República, sino a las mismos que nos han elegido, de con qué interés a sostener estas convicciones en que pretende ver un interés bastardo y que no es sino una verdadera necesidad política, para que se dé lo que corresponda a esta alta investidura, que no debemos dejar vejada por ninguno, ni en un solo instante de la vida, ¡sí, señores! (Aplausos.)

Así, pues, estos cinco pesos que nosotros pretendemos, debemos meditarlos bastante. Yo lo he meditado desde la Legislatura pasada, cuando quise, con muy escasas esperanzas de volver a ésta, cuando quise que esta XXVIII Legislatura tuviera por emolumentos de cada diputado, o de cada representante, $33.33 diarios; de manera que soy absolutamente fiel a mis convicciones, y con la entereza con que defendí ese aumento, no para mí, no para los míos, no para los de aquel entonces, sino para vosotros, para los de hoy, para los que hoy

prevalecéis en esta Asamblea, con esa misma convicción lo pido hoy que sé que es una verdadera necesidad económica, que es una verdadera necesidad social y que es una alta necesidad política. (Aplausos prolongados.)

Presidencia del C. BLANCARTE RAMON

El C. Secretario Soto: Habiendo pasado la hora reglamentaria, la Presidencia consulta a la Asamblea si se prorroga la sesión. (Voces: ¡Para votar, para votar!) En votación económica se consulta a la Asamblea si considera suficientemente discutido este asunto. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse pie. Suficientemente discutido. Las partes resolutivas son las siguientes:

"Partida número ....

"Para gastos de representación de 240 diputados, a $5.00 diarios cada uno.. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..$ 438,000.00

"Partida número .....

"Para gastos de representación de 58 senadores, a $5.00 diarios cada uno .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. 105,850.00

Se va a proceder a la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. Rocha: Por la negativa.

(Se procedió a recoger la votación.)

El C. Secretario Soto: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar? (Algunos ciudadanos diputados dan sus nombres.)

El C. Rocha: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar?

- El mismo C. Secretario: Se procede a la votación de la Mesa. (Se recogió ésta.) Votaron por la afirmativa los CC. Aguirre León, Aguirre Vito, Alarcón Alejandre, Altamirano, Alvarez del Castillo, Anda de, Andrade, Araujo Francisco, Avilés, Baledón Gil, Barragán, Barrera de la, Bolio, Breceda, Breña, Camarena, Cancino, Carriedo Méndez, Castillo David, Castillo Nájera, Castillo Torre, Céspedes, Chablé, Díaz González, Escudero Espinosa Bávara, Ferrel, Flores, Franco, Gaitán, Galindo, Gámez Gustavo, García Carlos, García José Guadalupe, García Ruiz, García Vigil, Garza, Gil Feliciano, Gómez Cosme, Gómez Noriega, González Galindo, González Jesús N,. Guerra, Guerrero, Gutiérrez Orantes, Hernández Eulogio, Hernández Loyola, Huerta, Jiménez, Lara, León, Madrid, Malpica, Cancisidor, Márquez Galindo, Martínez del Río, Martínez Ignacio, Mejía, Mena, Méndez, Pánfilo, Mendoza, Navarro, Olivé, Ordorica, Padrés, Palacios Moreno, Pastrana Jaimes, Paz, Pérez Carbajal, Quiroga, Ramos, Reyes Francisco, Ríos Landeros, Ríos de los, Rocha, Rodríguez Matías, Rojas Rafael, Rojas Rafael R., Romero Cepeda, Rosas, Ruiz Martínez, Saucedo, Silva Federico, Soto José M., Tapia, Tello, Torre Rómulo de la, Torres Garza, Trejo, Treviño, Trigo, Uzeta, Valadez Ramírez, Velásquez Juan, Verástegui Franco, Villaseñor Mejía, Villaseñor Salvador y Zayas.

Total, 99 votos.

El C. Rocha: Votaron por la negativa los CC. Aguilar Pablo, Alencáster, Angeles Carlos, Angeles Genaro, Balderas Márquez, Basáñez, Blancarte, Bouquet, Cárdenas Emilio, Casas Alatriste, Castillo Garrido, Castro Alfonso, Contreras, Cuéllar, Chávez, Espinosa Luis, Gómez Gildardo, González Marciano, Gutiérrez Antonio, Gutiérrez Atanasio, Gutiérrez de Velasco, Hernández Jerónimo, Lanz Galera, Leal, Lomelí, López Emiliano Z., Macias Rubalcaba, Méndez Arturo, Morales Sánchez, Parra, Pastor, Patiño, Pérez Vela, Rebolledo, Reyes Rafael, Rodríguez Alfredo, Rodríguez Sabino, Roel, Ruiz. H., Sánchez Salazar, Schulz y Alvarez, Silva Herrera, Silva Pablo, Soto Peimbert, Soto Rosendo A., Suárez, Tamez, Toro, Vadillo, Valladares, Verástegui José, Villela, Zavala Dionisio y Zincúnegui Tercero.

Total, 53 votos.

- El mismo C. Secretario: En consecuencia, ha sido aprobado el voto particular. Orden del día para la sesión de mañana a las once.

Continúa a discusión el proyecto de ley por el que se excluye a los extranjeros del Ejército: Discusión del dictamen relativo al uso que ha hecho el Ejecutivo de las facultades que se le concedieron en el Ramo de Hacienda.

El C. Presidente, a las, 9.20 p. m.: Se levanta la sesión y se cita para mañana a las once en punto.