Legislatura XXVIII - Año I - Período Ordinario - Fecha 19181221 - Número de Diario 104

(L28A1P1oN104F19181221.xml)Núm. Diario:104

ENCABEZADO

MEXICO, SABADO 21 DE DICIEMBRE DE 1918

DIARIO DE LOS DEBATES DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO I. - PERÍODO ORDINARIO XXVIII LEGISLATURA TOMO I. - NÚMERO 104

SESIÓN ORDINARIA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 21 DE DICIEMBRE DE 1918

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior. Se da cuenta con los asuntos en cartera.

2. - La Comisión de Presupuestos y Cuenta presenta el dictamen relativo al presupuesto de Egresos para 1919, Ramo Segundo; se le dispensan las lecturas; imprímase, y a discusión el primer día hábil.

3. - Iniciativa de ley presentada por varios ciudadanos diputados a fín de que sea reconsiderado el título de la Comisión de Presupuestos y Cuenta y que en lo sucesivo se denomine de Presupuesto, y para que pase a la Comisión de Contraloría todo lo que emane del departamento de ese nombre; a las Comisiones de Puntos Constitucionales y turno de Reglamento.

4. - Proyecto de ley signado por el C. diputado Vito Aguirre y apoyado por varios ciudadanos diputados, proponiendo se exceptúe del pago de derechos al papel que importe el Gobierno del Estado de Chihuahua; a la Comisión de Hacienda en turno.

5. - Varios ciudadanos diputados presentan una proposición a fin de que se nombre una Comisión especial para que en el término de veinticuatro horas, declare qué asuntos, por su importancia, merecen ser tratados en un período extraordinario de sesiones, y para que se faculte a la misma Comisión con objeto de que, cumpliendo al acuerdo citado, se acerque al Ejecutivo de la Unión y gestione sea convocada la Representación Nacional a sesiones extraordinarias, inmediatamente después de que comience su receso; dispensada de trámites es puesta a discusión y rechazada.

6. - Continúa la discusión en lo general del dictamen de las Comisiones unidas 1a. y 2a. de Hacienda, que consulta la aprobación del uso hecho por el Ejecutivo de la Unión, de las facultades extraordinarias que se le concedieron en el Ramo de Hacienda, y se le faculta para hacer modificaciones en los aranceles de importación y exportación. Se suspende la sesión.

7. - Reanudada ésta en la tarde, se da cuenta con los asuntos en cartera. Iniciativa presentada por los CC. M. López y socios, apoyados por cuarenta y nueve ciudadanos diputados, a fin de que se considere en el Presupuesto de Egresos para 1919, la Sección relativa al Internado Nacional para estudios preparatorios y mercantiles; a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

8. - Varios ciudadanos diputados presentan tres iniciativas a fin que se modifique el decreto de 5 de junio de 1917, el 22 de junio de 1917, el de 30 de agosto de 1918 y la Circular número 273 de 12 de diciembre de 1917, en las partes que expresan; para que se modifique el decreto de 1º. de abril de 1918, relativo a Compañías de Seguros; y para que se modifiquen las fracciones 139 A, 139 B y 234 C de la tarifa de derechos de importación, respectivamente; a la Comisión de Hacienda en turno e imprímase.

9. - El C. Antonio Varela envía un escrito en el que renuncia el cargo de juez quinto de Instrucción; resérvese para dar cuenta en la próxima sesión de Congreso General y transcríbase al Senado.

10. - Es puesto a discusión el Ramo Quinto del Presupuesto de Egresos para 1919; son separadas por varios ciudadanos diputados las partidas 4006 a la 4010, 4035, 4036, 4040, 4041, 4045, y 4108, siendo votadas y aprobadas las restantes. A discusión las objetadas, se aprueban las 4006 a la 4010, 4035 y 4036. Varios ciudadanos diputados presentan una moción a fin de que sea derogado al acuerdo que estableció el sistema de votación "por eliminación"; no se le dispensan los trámites y queda de primera lectura. Son discutidas y aprobadas las 4040, 4041 y 4045. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. BLANCARTE RAMON

(Asistencia de 126 ciudadanos diputados.)

El C. Presidente, a las 10.35 a.m.: Se abre la sesión.

- El C. Secretario Soto, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veinte de diciembre de mil novecientos diez y ocho.

"Presidencia del C. Ramón Blancarte.

"En la ciudad de México, a las cuatro y veinte de la tarde del viernes veinte de diciembre de mil novecientos diez y ocho, con asistencia de ciento treinta y nueve ciudadanos diputados, según aparece en la lista que previamente pasó el C. Secretario Soto, se abrió la sesión.

"El mismo ciudadano Secretario leyó el acta de la sesión celebrada el día anterior, que se aprobó sin debate en votación económica.

"Los CC. Valladares, de los Ríos y Prosecretario Morales Sánchez, introdujeron al salón al C. Porfirio Ruiz, quien rindió la protesta de ley como diputado propietario al Congreso de la Unión por el 16 Distrito Electoral del Estado de Oaxaca.

"Dióse cuenta en seguida con los documentos siguientes:

"Oficio de la Secretaría de Gobernación, al que acompaña el contrato celebrado por la Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo, en representación del Ejecutivo de la Unión, y el señor Edwin W. Sours. - Recibo, a la Comisión de Industria y Comercio, e imprímase.

"Oficio de la Secretaría de Hacienda, remitiendo los Ramos Noveno y Decimotercero del Proyecto de Presupuesto de Egresos para 1919, que se refieren a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, y al Departamento de Aprovisionamientos Generales, respectivamente. - Recibo, a la Comisión de Presupuestos y Cuenta, e imprímase.

"Dictamen de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, relativo al Proyecto de Presupuesto de Egresos del Gobierno de los Partidos Sur y Centro del territorio de la Baja California, para 1919. - Primera Lectura. La Asamblea acordó dispensarle la segunda lectura, que se imprima y se ponga a discusión el primer día hábil.

"El mismo acuerdo se tomó acerca del dictamen de la propia Comisión, que estudia el Proyecto de Presupuesto de la Procuraduría General de Justicia. "A las cuatro y cuarenta y cinco se suspendió la sesión y se reanudó a las seis y cincuenta y siete, bajo la

"Presidencia del C. Jesús Rodríguez de la Fuente.

"Continuó la discusión, en lo general, del dictamen de las Comisiones unidas de Hacienda, que consulta un proyecto de ley por el que se aprueba el uso hecho por el Ejecutivo de la Unión, de las facultades extraordinarias que se le confirieron en el Ramo de Hacienda y se le autoriza para introducir modificaciones en los aranceles de importación y exportación.

"Hablo en contra el C. García Vigil. El orador interpeló a las Comisiones dictaminadoras, por las que contestó el C. Silvia Herrera, y solicitó la lectura de los artículos 29,49 y 80 constitucionales, la del segundo como respuesta a una interpelación que dirigió el C. González Marciano.

"Presidencia del C. Ramón Blancarte.

"El ciudadano Presidente levantó la sesión, siendo las ocho de la noche y citó para las diez de la mañana del día siguiente."

Está a discusión el acta.¿ No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Aprobada.

- El mismo C. Secretario: Se va a dar cuenta con los asuntos en cartera:

"Congreso del Estado Libre y Soberano de Zacatecas. - Circular número 55.

"Tenemos el honor de participar a usted que hoy, a las once y cuarenta y cinco minutos de la mañana, clausuró la XXV Legislatura Constitucional de esta Entidad Federativa, su primer período de sesiones ordinarias, correspondiente al tercer año de su ejercicio, dejando previamente nombrada la Comisión Permanente que deberá funcionar el receso, y la cual quedó integrada como sigue:

"Presidente, C. doctor Daniel Hurtado.

"Primer Secretario, C. ingeniero Adolfo Villaseñor.

"Segundo Secretario, C. J. Inés Ortega.

"Suplentes:

"Primero, C. profesor Salvador Vidal.

"Segundo, C. licenciado Leopoldo Estrada.

"Tercero, C. Manuel Viadero Armida.

"Protestamos a usted las seguridades de nuestra atenta consideración.

"Constitución y Reformas. - Zacatecas, 15 de diciembre de 1918. - A. Villaseñor, D. S. - I. Ortega, D. S." - De enterado.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"La comisión de Presupuestos y Cuenta presenta su dictamen relativo al Ramo Segundo del Presupuesto de Egresos para 1919.

Se consulta a la Asamblea si se dispensan las lecturas al dictamen de la Comisión, respecto al Ramo Segundo de Presupuesto de Egresos, para que se imprima y se someta a discusión el primer día hábil.

Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse en pie. Dispensadas. A Discusión el primer día hábil, e imprímase.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"Señor:

"Establecido por ley de 25 de diciembre de 1917 el Departamento de Contraloría de la Nación, dependiente del Ejecutivo, y existiendo, consiguientemente, en esta Cámara de Diputados una Comisión de Contraloría; y habiéndose rendido el Estado de la Cuenta de la Hacienda Pública Federal, por dicho Departamento de Contraloría, con fecha 5 de septiembre de este año, los que subscribimos consideramos que es de rigor el pasar dicho estado a la Comisión de contraloría de esta Cámara, y no a la de Presupuestos y Cuenta, como se hizo con fecha 14 de octubre de este mismo año.

"Por todo lo anterior, que es de elemental lógica, y por ser verdaderamente laboriosa la formación de los Presupuestos por parte de la Comisión respectiva, sometemos a la consideración de esta honorable Asamblea las siguientes proposiciones, solicitando la dispensa de todo trámite:

"Primera. Reconsidérese el título de la Comisión llamada de Presupuestos y Cuenta, que inventeradamente se ha venido usando, y en lo sucesivo denomínese Comisión de Presupuestos.

"Segunda. Pase a la Comisión de Contraloría todo lo que emane del Departamento del mismo nombre, dependiente del Poder Ejecutivo."

"Constitución y Reformas. - México, D. F., 13 de diciembre de 1918. - M. García Vigil. - José Federico Rocha. - Salvador Saucedo. - L. Bravo." - A las Comisiones unidas, de Puntos Constitucionales, en turno, y de Reglamento.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"Teniendo en cuenta la carencia absoluta de

papel en que se encuentra el Gobierno del Estado de Chihuahua, cuyo 1er. Distrito Electoral represento en esta Cámara y encontrándose dicho Gobierno imposibilitado para atender aun a las más urgentes de sus necesidades oficiales por lo que el papel se refiere, con el carácter de urgente y con dispensa de trámites, me permito someter a la consideración de Vuestra Soberanía, la siguiente proposición económica:

"Exceptúese al Gobierno del Estado de Chihuahua, del pago de derechos de importación sobre el papel consignado a dicho Gobierno, a fin de que pueda atender desde luego a sus muy necesarias y urgentes necesidades oficiales"

"Sala de la Cámara de Diputados. - México, a 19 de diciembre de 1918. - Vito Aguirre.

"Salvador Saucedo. - E. Soto P. - Dionisio Zavala. - M. Sánchez Salazar. - C. Navarro. - Franco Verástegui. - Alfonso Fuentes Barragán. - G. Torres Garza. - Arturo Méndez. - R. Casas Alatriste. - Velásquez López." - (Una firma ilegible. - A la Comisión de Hacienda en turno.

El C. Aguirre Vito: Pido la palabra para reclamar el trámite.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Aguirre: En la proposición que me permitió someter a la consideración de esta Asamblea, (Voces: ¡Tribunal! ¡No se oye!) solicito la dispensa de trámites.

- El mismo C. Secretario: Están dispensados, por eso pasa a Comisión.

- El Presidente: Precisamente por haberse dispensado los trámites, es por lo que pasa desde luego a Comisión.

- El mismo C. Secretario: La Secretaría no hizo la consulta a la honorable Asamblea, porque firma el C. Saucedo, quien forma mayoría de diputación. Por eso pasa desde luego a Comisión.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"Teniendo en cuenta la buena disposición en que se hallan los miembros de este H. Cuerpo Legislativo para demostrar de una manera palpable y que no deje lugar a duda que la falta de resolución de los asuntos que le han sido encomendados, no se debe a su morosidad o indolencia sino al poco tiempo de que ha dispuesto para su estudio. Teniendo en cuenta asimismo que es indispensable para la buena marcha de la Administración Pública, el que se resuelvan a la mayor brevedad posible algunos de notoria urgencia como los que se refieren a la Ley del Trabajo, al Banco de Estado, a la Ley Agraria, etc., y considerando, por otra parte, que el tiempo que falta a esta H. Cámara para terminar su período de sesiones ordinarias es ya tan corto que apenas si alcanzará para estudiar los ramos pendientes del Presupuesto de Egresos, el subscrito concentúa necesario el que por medio de una comisión, o por medio de un oficio se haga saber al Ejecutivo, que esta H. Cámara vería con agrado y juzga conveniente, se le cite inmediatamente después de que termine el actual período de sesiones ordinarias a uno de extraordinarias. Por lo expuesto, se honra en someter a la consideración de ustedes las siguientes proposiciones, para las que atentamente solicita dispensa de trámites:

"Primera. Nómbrese una Comisión especial para que el término de veinticuatro horas, decida qué asuntos, por su mayor importancia, ameritan ser tratados en su próximo período de sesiones extraordinarias.

"Segunda. Facúltese a la misma Comisión para que, complido el acuerdo de la proposición anterior, se acerque al Ejecutivo y gestione ante él, sea citada la representación Nacional a sesiones extraordinarias inmediatamente después que comience su próximo receso.

"Constitución y Reformas. - Sala de Comisiones, diciembre 20 de 1918. - L.G. Carrión, Diputado por el 18. Distrito Electoral de Veracruz.

"Los subscriptos, hacemos nuestra la moción anterior. - Pánfilo Mendez. - Basáñez. - C.Esparza. - Dionisio Zavala."

(Murmullos.) En votación económica se consulta a la Asamblea si se dispensan los trámites a esta proposición.

El C. Carrión: Pido la palabra para fundarla.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Carrión.

El C. Carrión: Ciudadanos Representantes: La moción que me ha permitido presentar a la consideración de ustedes, es de tal carácter, que se recomienda por sí sola. Basta un ligero esfuerzo de voluntad para que encontréis en vuestra conciencia los fundamentos de tal moción. Es palpable que la prensa y el público comenta desfavorablemente nuestra actuación, debido a que se cree que por falta de actividad y por negligencia no se han despachado los asuntos más importantes que nos han sido encomendados. Abrigo la convicción íntima de que no es la causa primordial a la que se refiere la prensa, el que no hayamos resuelto los problemas que tenemos encomendados, si no a la falta notoria de tiempo. La discusión de credenciales y la discusión de los Presupuestos nos han quitado todo el tiempo que hubiéramos podido aprovechar para discutir problemas tan indispensables y tan necesarios para la buena marcha de la Administración actual. Tenemos pendientes la Ley del Trabajo, la del Banco de Estado y la Ley Agraria, tres importantísimos asuntos para la marcha de nuestra República. El obrero y el industrial, el jornalero y el terrateniente, y el empleado y el banquero, no saben todavía qué atenerse; no están reglamentados en sus derechos y obligaciones, y es indispensable que se reglamente esto para dar perfecta fuerza a nuestras riquezas, a nuestro estado actual que es completamente anárquico, por decirlo así. Lo que yo pido es perfectamente legal, dado que aunque es facultad exclusiva del Ejecutivo el convocar a un período de sesiones extraordinarias, no indica precisamente que se obligue a que se insinúe al Ejecutivo el que se convoque, si no que se le haga ver la conveniencia de que la Cámara sea convocada con objeto de que, tanto en el seno de la Capital como en el resto de la República, no quedemos ante el pueblo, ante nuestros representados, como hombres faltos de deseos de laborar por el bien de la Patria. Hoy más que nunca estamos obligados a observar una conducta ejemplar, digna y de trabajo, dado que esta H. Representación ha aprobado por una mayoría un

aumento a nuestras dietas de $5.00. De suerte que yo espero por todas estas razones y por las expuestas en la moción que presenté, que sean aprobadas las proposiciones presentadas.

- El mismo C. Secretario: En votación económica se consulta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie.

Se dispensan los trámites. Esta a discusión. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasar a inscribirse.¿ No hay quien solicite el uso de la palabra? La parte resolutiva dice así:

"Primera. Nómbrese una Comisión especial para que el término de veinticuatro horas, decida qué asuntos, por su mayor importancia, ameritan ser tratados en próximo período de sesiones extraordinarias.

"Segunda. Facúltase a la misma Comisión para que, cumplido de la proposición anterior, se acerque al Ejecutivo y gestione ante él, sea citada la Representación Nacional a sesiones extraordinarias inmediatamente después que comience su próximo receso."

No habiendo quien desee hacer uso de la palabra, en votación económica.....

El C. Casas Alatriste, interrumpiendo: En contra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Casas Alatriste: Señores diputados: La Constitución política de la República Mexicana establece que solamente el ciudadano Presidente de la República puede convocar al Congreso a sesiones extraordinarias para tratar los asuntos que se expresen exactamente en esa convocatoria. En consecuencia, el único capacitado para determinar la conveniencia de las sesiones extraordinarias y fijar los asuntos que deban tratarse en esas sesiones extraordinarias es, constitucionalmente, el ciudadano Presidente de la República. Hacer esta excitativa o hacer esta gestión ante el ciudadano Presidente de la República, me parece enteramente oficioso, porque él conoce mejor que la Cámara las condiciones del país y está mejor capacitado que nosotros para determinar cuáles son las leyes que deben expedirse preferentemente y para las cuales se necesita período extraordinario de sesiones, Yo por mi parte, puedo asegurarles que indudablemente se nos citará, pero creo que no es el papel de la Cámara de Diputados el hacer una gestión que aparecería enteramente oficiosa y que se sale por completo de los cánones constitucionales. Por estas razones creo inútil que se nombre la Comisión que se solicita para que dictamine los asuntos que son de importancia y para que se acerque el ciudadano Presidente a gestionar que se cite a la Representación Nacional a sesiones extraordinarias, porque, repito, mejor que la Comisión que nombremos de nuestro seno, el Ejecutivo puede determinar las leyes que, en su concepto, deban expedirse. Y además, es él el que, conforme a la Constitución tiene esta facultad única. En consecuencia, señores, os pido un voto reprobatorio para la proposición. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra, en pro, el C. Méndez Pánfilo.

El C. Méndez Pánfilo: Señores diputados: Como habrán visto por la lectura de la proposición, fuí uno de los firmantes, haciéndola mía. ¿Por qué hice mía la proposición? Es porque tengo bastantes razones para desear, como el autor de la proposición, que se gestione que el Ejecutivo convoque a sesiones extraordinarias y especialmente para tratar la Ley del Trabajo. Yo, por mi carácter de representante de los trabajadores y por tener íntima confianza con ellos y ellos conmigo, he recibido infinidad de cartas de distintas partes, en que me dicen que en los grandes centros trabajadores y en los pequeños, existe la creencia, ha llegado hasta ellos la noticia de que intencionalmente no se quiere legislar en la cuestión del trabajo y en las cuestión agraria; esta creencia va haciendo que se pierda la confianza en las promesas de la Revolución y en los nombres del actual Gobierno, tanto del Ejecutivo como del Legislativo. Por eso he creído muy oportuno, para que se deslinden las responsabilidades sobre si existe o no existe esa intención de no legislar, que la Cámara apruebe la moción propuesta para que se nombre una Comisión, y si el Ejecutivo no cree conveniente convocar para discutir la Ley del Trabajo y la Ley Agraria, pues la Cámara al menos habrá salvado su responsabilidad, habrá justificado su conducta y su buena intención para cumplir las promesas de la Revolución y no seguirá mereciendo la desconfianza que empieza, ya existe, entre gran número de las clases trabajadoras.

Por eso, por el prestigio y por la justificación de la Cámara, es como apoyo y pido que se vote por el nombramiento de la Comisión. (Aplausos.)

- El mismo Secretario: ¿No hay algún otro ciudadano diputado que solicite el uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se considera suficientemente discutido este asunto. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Suficientemente discutido. En votación económica se pregunta si se aprueba.(Voces: ¡No! ¡Sí) Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. No hay mayoría de pie. No se aprueba.

El C. Pastrana Jaimes: Pido votación nominal. (Voces: ¡ Ya se hizo la declaratoria!)

El C. Siurob: Reclamo la votación. Pido votación nominal.

- El mismo C. Secretario: Ya se hizo la declaratoria.

- El mismo C. Secretario: Continúa la discusión en lo general del dictamen de las Comisiones, relativo a las facultades extraordinarias.

Presidencia del C. RODRÍGUEZ DE LA FUENTE JESÚS

El C. Presidente: Tiene la palabra, en pro el C. Martínez del Río.

- El Martínez del Río: Señores diputados: Uno de los sofismas más frecuentes en toda clase de discusiones y en toda clase de argumentaciones que se desarrollan, no sólo entre particulares, si no especialmente en los cuerpos colegiados, es un viejo sofisma ya clasificado por la vieja filosofía

aristotélica y que la filosofía escolástica....(Voces:¡ Vieja también!) ha denominado: Ignoratio Elenchi.

Generalmente, Señores, discutimos e insistimos en argumentos en pro o en contra, llegando a darse el caso de que unos y otros de los oradores, tanto del pro como el contra, nos convencen, resultando de ello, señores, que venimos de aceptar como verdaderas dos proposiciones que aun cuando aparentemente son contradictorias, en el fondo no existe esa contradicción, porque cada una de esas proposiciones se dirige a puntos enteramente distintos. En este error capital ha incurrido, en mi concepto, el señor general García Vigil al desarrollar ayer una serie de argumentaciones llenas de datos y casos especiales, para argumentar en contra de las facultades extraordinarias que se pretende conceder al Ejecutivo en el Ramo de Hacienda.

Para fijar, señores, el punto a discusión y conocer con toda exactitud el alcance de esas facultades que se trata de conceder al Ejecutivo, me voy a permitir leer a ustedes el proyecto de ley que somete a consideración de esta honorable Cámara la Comisión respectiva. El artículo 1º., señores, dice: "Se aprueba el uso hecho por el Ejecutivo de la Unión, de las facultades extraordinarias que se le confirieron en el Ramo de Hacienda, por Ley de 8 de mayo de 1917; en consecuencia, se ratifican los decretos y disposiciones dados por el ciudadano Presidente de la República, en virtud de tales facultades, con excepción de los que expresan en el artículo siguiente."

El artículo 2º. dice :

"Desde fecha de la promulgación de esta ley quedan derogados los decretos de 19 de julio y 16 de octubre de 1917, que establecen un impuesto sobre los capitales de Beneficencia Privada...."

Y el artículo 3º dice:

"Se autoriza al Ejecutivo de la Unión para introducir las modificaciones que crea conveniente en los aranceles de importación y exportación; en el concepto de que las modificaciones que haga serán de aplicación general y nunca en forma de concesiones a particulares."

Ruego a los señores diputados que acerca del contenido de este artículo fijen su atención, porque este artículo es precisamente el que se refiere a las facultades extraordinarias que se han de conceder al Ejecutivo.

"Se autoriza - dice el artículo 3º. - , al Ejecutivo para introducir las modificaciones que crea conveniente en los aranceles de importación y exportación; en el concepto de que las modificaciones que haga serán de aplicación general y nunca en forma de concesiones a particulares."

Como ven ustedes, señores diputados, y precisando mis argumentaciones por lo que se refiere al artículo 3º., que es lo más importante de este proyecto de ley, sólo se autoriza al Ejecutivo para hacer modificaciones arancelarias en el concepto de esas modificaciones serán de aplicación general y nunca en forma de concesiones a particulares. Fijado con toda precisión el concepto bajo el cual se habrán de conceder facultades extraordinarias al Ejecutivo en el ramo de aranceles para hacer modificaciones, voy a examinar punto por punto las argumentaciones del C. García Vigil, que pueden reducir haciéndose una síntesis de ellas, a tres distintos Órdenes: Argumentaciones del orden jurídico, argumentaciones del orden político y argumentaciones del orden moral.

El C. García Vigil comenzó su ataque a este proyecto de ley interpelando a la Comisión dictaminadora para que dijera en qué precepto legal o constitucional fundaba el dictamen que emitió a este respecto; la Comisión, a mi entender con poco juicio, contestó por la boca del señor licenciado Silva Herrera, que se apoyaba en el artículo 29 constitucional. Como ustedes saben, el artículo 29 constitucional se refiere a conceder al Ejecutivo facultades extraordinarias de un carácter esencialmente político, extensivas hasta el grado de decretar la suspensión de garantías individuales; no es, por consiguiente; de una aplicación exacta la disposición constitucional invocada por la Comisión para fundar el dictamen, que única y exclusivamente se refiere a asuntos hacendarios. Sin embargo, la Comisión, que al citar este artículo declarándolo como el fundamento legal de su dictamen estuvo quizás equivocada, tiene en el fondo alguna razón para ello. Es principio general de Derecho que:" Lo más comprende lo menos." Ahora bien, si el Congreso General, en condiciones anormales del orden político, puede conceder al ejecutivo facultades extraordinarias hasta para suspender las garantías individuales, puede deducirse, a mayoría de razón, que, si circunstancias anormales del orden económico exigen facultades extraordinarias al Ejecutivo en el Ramo de Hacienda, también en vista esas circunstancias, el Congreso General está perfectamente facultado para conceder al Ejecutivo facultades extraordinarias sobre ese particular.

Si tratándose, señores, de algo lo más sagrado, lo que viene a ser la base y el fundamento de las sociedades y la base y el fundamento de todo organismo político, como son las garantías individuales, puede el Congreso, por circunstancias anormales, conceder al Ejecutivo facultades extraordinarias hasta para decretar la suspensión de esos derechos individuales, con mayor razón, señores tratándose de asuntos enteramente del orden económico, puede el Congreso conceder al Ejecutivo facultades extraordinarias, si las condiciones anormales del orden hacendario o del orden económico así lo exigen. En estas consideraciones, que son llevadas a la interpretación del espíritu contenido en el artículo 29 constitucional, son las consideraciones en las que podía haberse apoyado la Comisión, dentro de un orden genuinamente jurídico, para sostener el dictamen que ha presentado a la consideración de esta honorable Cámara de Diputados; pero hay, en mi concepto, otras razones, señores, del orden jurídico, que pueden perfectamente justificar el dictamen de la Comisión. El artículo 73 de la Constitución General de la República, en sus fracciones VII y IX, autorizada al Congreso General para decretar contribuciones - fracción VII -, y para dictar aranceles en los comercios de importación y exportación - fracción IX-. Claro está que genuinamente es al Congreso General de la República a quien está encomendada la facultad de legislar y, por consiguiente, es a este Congreso al que corresponde dictar los impuestos y establecer los aranceles. Sobre este particular me permito llamar la atención de ustedes sobre que el proyecto

presentado por la Comisión no autoriza al Ejecutivo para expedir aranceles, sino que lo autoriza simplemente para establecer modificaciones arancelarias a los comercios de exportación y al comercio de importación.

Presentadas así las cosas, el aspecto jurídico de la cuestión tiene una variante de importancia, que viene a justificar perfectamente el dictamen de la Comisión: Si el Congreso tiene facultades para expedir esos aranceles, ¿puede negarse al Congreso la facultad de delegar, atentas las necesidades económicas, la facultad necesaria al Ejecutivo, para que éste expida las modificaciones que correspondan, en vista de las condiciones económicas de esos comercios de exportación e importación? Y aquí me veo en el caso de volver a recurrir a argumentaciones del orden jurídico para justificar esta delegación que puede hacerse al Ejecutivo. Mas importantes todavía que las disposiciones arancelarias y más importantes que toda legislación que pueda darse en materia hacendaria, serían las disposiciones legislativas relativas a la Constitución, a la reglamentación misma de los derechos sociales y de los derechos enteramente del orden civil. Ahora bien, el Congreso General jamás ha expedido directamente un Código de Procedimientos Civiles, un Código Civil, un Código de Comercio; la codificación de todas estas leyes, en todos los parlamentos del mundo ha sido generalmente encomendada por el Ejecutivo a una Comisión de especialistas en la materia, quienes, consultando los dictados de la ciencia, elaboran los Códigos Civiles y de Comercio para presentarlos a la consideración del Ejecutivo y éste, después, presentarlos a la consideración de las Cámaras legisladoras para que sean debidamente aprobados. Y si como decía, señores, tratándose de asuntos de tan alta importancia como son los relativos a la codificación de esas leyes, el Ejecutivo generalmente se concreta a presentar a las Cámaras los proyectos de ley correspondientes para que estos proyectos de ley sean aprobados o rechazados por el Poder Legislativo, entiendo señores, que a mayoría de razón, también el Ejecutivo puede perfectamente tener las facultades necesarias para introducir modificaciones en los aranceles de importación y exportación, único punto al cual se contrae el proyecto de ley que ha traído a la consideración de esta honorable Asamblea la Comisión respectiva. En consecuencia, señores, creo que las argumentaciones del C. García Vigil por lo que se refieren al orden jurídico, carecen absolutamente de base y de consistencia.

Hay otras consideraciones a las que voy a referirme: Las consideraciones del orden constitucional.

La división de Poderes establecida por nuestra Carta Fundamentalmente, en virtud de cuya división el Ejecutivo y el Legislativo tienen perfectamente de terminadas las funciones que a cada Poder corresponden, no sufre absolutamente alteración alguna porque se concedan al Ejecutivo facultades extraordinarias en lo que se refiere a legislar, a introducir modificaciones en los aranceles de importación y exportación.

Esta separación de Poderes no significa, en manera alguna, el desprendimiento absoluto, por lo que se refiere al Congreso General, de las facultades que le corresponden para legislar; hace un momento indicaba que no precisamente lo más importante de las funciones legislativas legislar en materia arancelaria; podemos decir que estos asuntos relativos a introducir modificaciones en los aranceles, más que de un carácter genuinamente legal, pueden corresponder a un carácter más bien administrativo. Los aranceles que pueden fijarse para determinar los impuestos de importación y de exportación, son algo en materia económica perfectamente variable, porque, obedeciendo esos aranceles al fin de beneficiar el interés del fisco, debiendo obedecer las cuotas arancelarias a las necesidades económicas que en un momento dado pueden sufrir modificaciones de importancia, no sería ni prudente y quizás hasta estaríamos imposibilitados para que el Congreso General, en un momento dado, estuviera introduciendo esas modificaciones que fueran necesarias para favorecer los intereses del comercio interior y exterior de la República, Esta variabilidad constante de los intereses económicos es precisamente por lo que, a mi parecer, las modificaciones arancelarias más bien caen dentro del terreno administrativo que dentro del terreno genuinamente legal que puede corresponder a las facultades del Congreso General de la República . Como decía, señores, no es una delegación, no es la renunciación del poder de legislar que corresponde al Congreso de la Unión, sino que es únicamente la delegación para sólo objeto de establecer modificaciones en los aranceles, lo que somete la Comisión dictaminadora a la consideración de la honorable Cámara de Diputados.

Se citaba ayer el caso del vapor " Monterrey," que al llegar a uno de los puertos de la costa con un cargamento determinado, había tenido que sufrir graves trastornos el fletador de esa mercancía, por virtud de haber encontrado modificadas las tarifas arancelarias. Este fenómeno, señores, no es exclusivo de la República Mexicana, este fenómeno se repite en todas las fronteras de todos los pueblos del mundo, por que en todas partes y en todas las fronteras los aranceles relativos a la importación y exportación sufren constantes modificaciones, modificaciones que atentas las condiciones económicas actuales, perfectamente variables como consecuencia de los trastornos del orden político internacional por que hemos venido atravesando en estos últimos tiempos, tienen que ser cada vez más intensas e imperiosas en todo el comercio mundial. Si la Cámara de Diputados, el Congreso de la Unión, hubiera de estar pendiente constantemente de las modificaciones que fuera necesario hacer para beneficiar los intereses del Fisco nacional, atentos los cambios económicos que se verifiquen en el transcurso del año entrante, el Congreso General necesitaría estar constantemente reunido y tener, además, todos los elementos de información, todos los antecedentes de estadística y todas las luces económicas necesarias para poder en cada caso, estar haciendo las modificaciones arancelarias correspondientes. Estas modificaciones, señores, son a veces precisas, no de un día para otro, hasta de una hora para otra.

En consecuencia, señores, no estaría el Congreso en condiciones para estar haciendo las modificaciones que correspondieran a los aranceles establecidos. En estas circunstancias no sólo creo

que se imponga que sea conveniente conceder al Ejecutivo esas facultades extraordinarias para modificar los aranceles, sino que absolutamente necesario conceder esas facultades al Ejecutivo, por la sencilla razón de que el Congreso estaría en la imposibilidad física para introducir las modificaciones que fuera conveniente hacer en cada caso.

Se ha hablado también de los abusos que pueden cometerse por algunos elementos allegados al Ejecutivo mismo, si le concedemos estas facultades extraordinarias para modificar los aranceles; sobre este particular solo podría hacer esta consideración: Creo que los abusos por parte de elementos que se encuentren en el Poder no son exclusivos de nuestra República, porque en todas partes del mundo hay personas allegadas a los Ministerios que se aprovechan de los secretos del orden económico y político que esos Ministerios tienen para obtener utilidades con perjuicio de los intereses públicos y quizá mediante la comisión de verdaderos fraudes y delitos; pero esto no lo podemos evitar. Se habla sin duda de la honorabilidad de los elementos del Ejecutivo; ¿no se ha hablado también, y con alguna frecuencia desgraciadamente triste, de la honorabilidad de los intereses particulares que se pueden haber ventilado en el seno de esta Representación Nacional? Quiere decir que si al Ejecutivo exigimos, por lo que se refiere a todos sus miembros y a todos los allegados a los personajes del Ejecutivo, honorabilidad, ¿no estamos en la obligación de exigirla por lo que a nosotros se refiere? Si nosotros exigimos honorabilidad del Ejecutivo, ¿nosotros no podemos pensar que tratándose, por ejemplo, de los impuestos fijados a la importación del azúcar, no habría en nuestro seno, - quiero pensar que no habrá - algún representante que aceptara utilidades y promesas para obtener que se asignaran determinadas cuotas a la importación de esa materia prima? A alguno de los señores compañeros oí decir que había compañías refinadoras de azúcar que estarían dispuestas a dar $300,000.00 si se llegaba a fijar una cuota, por mínima que fuera, al azúcar que se importara del extranjero. Digo: ¿La Representación Nacional estaría perfectamente exenta de que cada uno de sus miembros dejara de proceder en un momento dado con la honradez que nosotros pedimos nos garantice el Ejecutivo? En consecuencia, señores, por lo que se refiere a la falta de moralidad que pueda suscitarse concediendo estas facultades al Ejecutivo para modificar los aranceles, creo yo, señores, que no estamos en condiciones de asegurar, por lo que a nosotros se refiere, una alta moralidad acerca de este particular. Solamente me resta, señores, agregar algunas consideraciones del orden económico que, en mi concepto, son las fundamentales y las únicas que, tratándose de este particular, debemos de tomar en consideración para conceder al Ejecutivo las facultades a que se refiere el artículo 3º. del Proyecto de Ley presentado por la Comisión. Estas consideraciones, señores, las indicaba: No es posible, el Congreso estaría imposibilitado para fijar a cada momento las modificaciones arancelarias que fueran necesarias. A nadie se le oculta que el año próximo y quizás durante ducho tiempo los fenómenos económicos en todo el mundo tendrán que estar sufriendo alteraciones constantes, hasta que podamos más o menos restablecer el equilibrio y el desarreglo hacendario y económico a que hemos llegado con motivo de las conmociones del orden internacional por las cuales acaba de pasar el mundo. Estas alteraciones del orden económico, que serán extraordinariamente frecuentes, son precisamente las que autorizan a la Comisión o son las consideraciones de más peso que debemos tener en cuenta para autorizar al Ejecutivo a que establezca, en los casos en que lo crea conveniente, las modificaciones arancelarias que estime oportunas.

Se decía también por el C. García Vigil que el ciudadano Presidente de la República era irresponsable, a no ser por el delito de traición a la Patria y por graves delitos del orden común. Indudablemente que los trastornos públicos que se ocasionaran si fuéramos a exigir al Ejecutivo responsabilidades a no ser por delito de traición a la Patria y delitos graves del orden común, serían esos trastornos de mayores consecuencias que los que pudieran resultar de los abusos que no quiero suponer, pero que pudieran cometerse por el Ejecutivo tratándose de la aplicación de las facultades extraordinarias que se concedieron el Ramo de Hacienda; y esta es una consecuencia necesaria e ineludible del funcionamiento constitucional y de las facultades que a cada uno de los Poderes corresponden. Creo, pues señores, que la Comisión dictaminadora al conceder estas facultades, ha estado perfectamente ajustada a la ley y a las necesidades imperiosas de la situación económica actual; por eso pido a ustedes que en su oportunidad den un voto aprobatorio al mencionado dictamen.

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Basáñez.

El C. Siurob: Reclamo el trámite. Yo estaba inscrito desde ayer en seguida del C. García Vigil para hablar en contra; en tal concepto, me corresponde hacer uso de la palabra.

El C. Presidente: Tiene razón Su Señoría; está inscrito antes que el C. Basáñez.

El C. Basáñez: ¡Moción de orden!

El C. Presidente: La Presidencia no le da el uso de la palabra; no hay desorden.

El C. Basáñez: Sí lo hay en el turno de los oradores.

El C. Presidente: Se sigue exactamente el orden marcado en la lista que formó el C. Blancarte.

El C. Basáñez: Esta lista está tachada.

El C. Siurob: Me permito informar al C. Basáñez que la lista se tachó por error del señor Presidente Blancarte, porque pedí la palabra para interpelar al ciudadano Subsecretario de Hacienda y el señor Blancarte creyó que con ese hecho debía suprimirse de la lista de los oradores en contra de este dictamen; por eso está tachada, pero se trata de un error sin importancia y subsanado a tiempo por el ciudadano Presidente.

El C. Basáñez: Está bien.....

El C. Siurob: Honorable Asamblea: Antes de tomar la palabra en contra de un dictamen que viene a dictar una resolución sobre un asunto verdaderamente grave, de importancia y de trascendencia para la República, yo solicito de Vuestras Señorías toda la atención, toda la seguridad mental

que el caso requiere, y al mismo tiempo que abandonéis una multitud de prejuicios, una multitud de intereses creados entre vosotros. Al referirme a prejuicios, me refiero al bluff que tan a menudo se esgrime en contra de los intereses nacionales por el Ejecutivo, de hacer creer que si no le dan facultades extraordinarias en el Ramo de Hacienda va a desquiciarse la República, y al referirme a los intereses creados vosotros, me refiero desde las palmaditas que viene a dar en los hombros de los señores diputados en los pasillos de esta misma honorable Asamblea los delegados del Ministerio de Gobernación, hasta los negocitos y las concesiones que los ciudadanos diputados van a solicitar y muchas veces hasta mendigar en los Ministerios respectivos. (Aplausos en las galerías.) Que se olviden todas estas causas que obligan al ánimo de los ciudadanos diputados, que los inclinan forzosamente en determinado sentido, ya que es muy humano que el que tiene concesión o que aspira a ella, que el que tiene un negocio que se relacione con los altos mandatarios, no quiera exponerse con ellos para medro y exclusiva satisfacción de sus intereses particulares. Comienzo, pues, por hacer un llamamiento en primer lugar a vuestra atención como representantes del pueblo, que teneís la obligación de prestármela en este caso, pero que yo la solicite especialmente, porque no sólo quiero obtenerla por la obligación, si no también por la benevolencia de mis estimables compañeros y , en seguida, suplicar a ustedes que olviden todas esas circunstancias que los liguen, porque hay una conveniencia más alta que los intereses particulares y es la conveniencia de los altos intereses nacionales que estamos obligados a representar, a cumplimentar y a defender dentro de esta honorable Asamblea, so pena de pasar ante la República como grupo de parias, doblemente parias que los que lo son actualmente todavía, de una manera efectiva, puesto que aquéllos son parias que no comprenden que los son y no saben defenderse, y nosotros habremos sido parias pasando sobre toda la instrucción que nos han hecho adquirir nuestros padres, sobre todos los años gastados inútilmente en las escuelas y, lo que es peor, sobre nuestra propia conciencia de ciudadanos libres de la República Mexicana. Una vez hecho este llamamiento, voy a comenzar a abordar el tema.

Desde luego, el decreto que nos propone la Comisión es un decreto, en primer lugar, perfectamente mal estudiado; en segundo lugar, perfectamente inconsecuente, y, en tercer lugar, hace a un lado en absoluto los intereses de la Nación y de la Patria.

Un dictamen debe combatirse en lo general: Primero, cuando se combate en general: El principio que asienta ese dictamen y que preside en todos sus artículos; segundo, cuando se puede combatir, una a una, todas las cláusulas mencionadas en esos mismos artículos. Por ambas razones voy a combatir este dictamen: Primero, porque todos los artículos comprendidos dentro de ese dictamen se inspiran en dos hechos esenciales: Que debe seguir el Ejecutivo en el uso de facultades extraordinarias, y que ya es tiempo de aprobar el uso hecho por el Ejecutivo de esas mismas facultades extraordinarias.

Voy a demostrar que ambos fundamentos son absolutamente improcedentes y absolutamente inoportunos, más aún absolutamente imprudentes y contrarios al espíritu de justicia y rectitud que debe presidir los actos de la Representación Nacional: No es tiempo todavía de aprobar el uso que ha hecho el Ejecutivo, de las facultades extraordinarias en Hacienda, sencillamente porque no conocemos todavía hasta dónde ha abarcado ese uso. Ayer nos decía el ciudadano Subsecretario Nieto, que de las modificaciones hechas por el Ejecutivo en el Ramo de Presupuestos, no puede juzgar aún la honorable Cámara, ni puede él dar detalles, porque no conoce siquiera cuál ha sido la calidad y la cantidad de esas modificaciones, hasta que no se haga la glosa de la cuenta relativa a todos esos datos. ¿Qué resulta? Que nosotros al aprobar el uso hecho de las facultades extraordinarias, aprobamos hechos que todavía no conocemos, de los cuales no sabemos siquiera el alcance, de los cuales no comprendemos ni la importancia, ni la trascendencia, es decir, aceptamos anticipadamente responsabilidades cuya magnitud no somos siquiera capaces de medir; de donde se desprende que, si al aprobar el uso que ha hecho el Ejecutivo de las facultades extraordinarias vamos a aprobar lo que todavía ni siquiera sabemos hasta dónde alcanzará, es decir, antes de conocer todos los datos vamos a dar nuestra aprobación a esos mismos datos; antes de conocer los hechos, vamos a dar nuestra aprobación a esos mismos hechos. Equivale sencillamente a que nos dijeran que nosotros aprobamos los hechos que actualmente están verificandose en cualquier Estado de la República y que nos hiciéramos solidarios de esos hechos y que los aprobáramos como justos, como buenos y como beneficiosos para aquellos pueblos, lo cual es una absoluta, una completa inconsecuencia; por eso el dictamen de la Comisión es absolutamente inconsecuente.

Ahora, el uso de las facultades extraordinarias en el Ramo de Hacienda, ya ayer el C. García Vigil vino a demostrar a esta tribuna la inconstitucionalidad de que la Cámara apruebe en el caso presente las facultades extraordinarias en el Ramo de Hacienda; pero más aún diré: Este dictamen trae implícito el hecho de que de aprobarlo nosotros, continuará el Ejecutivo en uso de las facultades extraordinarias en todos los Ramos de Hacienda, no solamente en el Ramo de Aranceles, como ha venido a decir aquí el orador que me precedió en el uso de la palabra, sino que el Ejecutivo continuará en lo absoluto usando de toda clase de facultades legislativas en el Ramo de Hacienda. El Ejecutivo no debe continuar en el uso de esas facultades, no solamente por la inconstitucionalidad que señaló ayer el C. García Vigil, sino por otras razones que voy a permitirme señalar aquí en este momento.

La única razón que justificaría el hecho de que el Ejecutivo siguiera gozando de facultades extraordinarias, sería la nivelación de los Presupuestos.

Señor Presidente:¿ Tiene usted la bondad de llamar al orden a todos esos diputados que están parados, porque no es posible hablar así?

El C. Secretario Soto: La Presidencia llama la atención a los ciudadanos diputados Mancisidor y Carrión Luis G., para que se sirvan ocupar sus curules.

El C. Siurob, continuando: El ciudadano Subsecretario de Hacienda en distintas oportunidades

ha manifestado que el único déficit que existe actualmente en el Presupuesto, es de $800,000.00 mensuales; en estas condiciones, con los Presupuestos aprobados el año pasado porque no es verdad lo que afirmó el propio Subsecretario, que el Presupuesto de Egresos no fué aprobado, puesto que sí lo fué aprobado íntegramente por esta Cámara, y como esta Cámara es la única que tiene que aprobarlo, conforme a la ley, resulta que sí hubo Presupuesto de Egresos aprobado por el Congreso durante el ejercicio fiscal anterior, si el déficit es sólo de $800,000.00, quiere decir que toda nuestra labor para suplir ese déficit, es decir, para evitarlo, consistirán en hacer rebajas en los Presupuestos por esa misma cantidad; con ese solo hecho habremos nivelado en absoluto los Presupuestos: A nosotros nos toca esa tarea de nivelarlos; esta labor no es difícil si atendemos a la manera cómo han sido formados los Presupuestos; los Presupuestos que se nos someten son una pura engañifa, una pura mentira; allí tenemos erogaciones que se han hecho por calor de $50,000.00 y aparecen en el Presupuesto por $500,000.00: allí están las cantidades proporcionadas para combatir epidemias; allí tenemos ingresos que se nos hace aparecer por $50,000.00 o $100,000.00 y producen $1.000,000.00 o $2.000,000.00; allí está la contribución sobre aguas; allí está el impuesto sobre pulques; allí teneís el impuesto del sesenta por ciento federal, y todos estos impuestos se nos han traído aquí en el Presupuesto de Ingresos con sumas verdaderamente irrisorias. Ahora, cada Ministro ha hecho su Presupuesto de "manga ancha," es decir, abarcando no solo sus necesidades actuales, sino las futuras, más allá de los posible; ¿y qué resulta? Que todos estos Presupuestos abultados vienen tan amplios y tan altos, que podemos hacerles rebajas de mucha consideración, sin que se perjudiquen las necesidades nacionales; resulta también que es muy fácil obtener la rebaja de los $800,000.00 mensuales en todo el Presupuesto en general, haciendo la derrama por los distintos Ministerios y de acuerdo con los gastos que tengan que hacer en relación con la cantidad de esos mismos gastos; de donde se deduce que si nosotros podemos nivelar los Presupuestos únicamente por nuestra actuación dentro de está honorable Asamblea y si tenemos en cuenta que las condiciones del país cada día mejoran que los ingresos que actualmente se recaudan seguirán aumentando en cantidad, puesto que mejorándose las condiciones del país será más fácil su cobro y habrá menos malas condiciones en los negocios, el resultado es que podremos nivelar el Presupuesto con sólo discutirlo y con sólo hacer las rebajas que nos dicte la justicia y el sentido común. En estas condiciones y si obtenemos nosotros la nivelación del Presupuesto, ¿para qué quiere el Ejecutivo las facultades extraordinarias? La única necesidad nacional que podría obligarlo a solicitarlas, sería el hecho de que no se nivelaran los Presupuestos y de que tuviera que dar decretos para traer nuevas fuentes de ingresos al Tesoro Público. Si sentamos como base que los impuestos actuales llenan suficientemente el Presupuesto, con sólo la rebaja que nosotros hagamos en los Presupuestos de Egresos, resulta que la única causa que podría alegar el Ejecutivo como necesidad nacional, como una necesidad de su Gobierno para que nosotros le concediéramos esas facultades extraordinarias, no tiene razón de ser, cae absolutamente por su base; por eso la aprobación de facultades extraordinarias, el que siga en ellas el Ejecutivo, es absolutamente ilógico y contrario a las necesidades nacionales.

De paso debo advertir que lo único en que no me opongo a que el Ejecutivo tenga facultades extraordinarias, es exclusivamente en el Ramo de Aranceles; en ese Ramo sí lo considero y creo justo y conveniente, aunque limitándolas dentro de esos mismos aranceles. Ayer, por ejemplo, iniciaba yo. - y aquí traigo el Proyecto relativo -, que determinados de esos ingresos por aranceles, sí deben limitarse como una garantía para el público, como una base de seguridad para los intereses nacionales. De manera, ciudadanos diputados, que creo haber llevado el convencimiento a esta honorable Asamblea, de que la única razón que podría alegar el Ejecutivo, que sería el desnivel en sus presupuestos y la falta de dinero necesario para sustituir como Gobierno, es una razón que ha caído en lo absoluto por su base, puesto que está demostrado que nosotros podemos traer la nivelación del Tesoro Nacional con el simple hecho de discutir correctamente nuestro Presupuesto de Egresos que todavía nos falta por discutir. Pero más aún, señores diputados: Este Proyecto que se nos ha traído no es más que una maniobra política; se dijo desde un principio que se pasaría a la discusión de los Presupuestos, porque después que terminara, podríamos limitar las facultades extraordinarias del Ejecutivo en este Ramo; ¿y qué ha sucedido? que antes de que acabemos la discusión de los Presupuestos se nos abruma con esta discusión que es perfectamente anticipada, que no tiene lugar en este momento y sólo introduce un desorden en nuestras labores con el objeto de absorber nuestra atención, impedir nuestros trabajos, obligarnos a dar facultades extraordinarias al Ejecutivo y llevar acabo una maniobra política, haciendo que nuestros Presupuestos no sirvan para nada, nulificando en lo absoluto la acción de este Congreso. Se trata de nulificar en lo absoluto nuestra acción legislativa, como si no estuviera de sobra modificada con las demasiado exiguas facultades que nos dejó la Constitución de Querétaro; como si no estuviera suficientemente menguada con el hecho de haber impuesto el Ejecutivo un gran número de representantes, que sólo vienen a traer la consigna (aplausos); como si no estuviera suficientemente menguada por el hecho de que se nos han traído Presupuestos que, por erogaciones de cantidades insignificantes se hacen aparecer cantidades cinco veces mayores y un Presupuesto de Ingresos que por entradas al Tesoro Federal por valor de varios millones se nos hace aparecer como que importa una suma insignificante, fundándose en datos falsos que no se nos pueden proporcionar. Ya habéis visto que ayer el ciudadano Subsecretario de Hacienda no resolvió una sola de las preguntas verdaderamente sencillas que tuve el honor de hacerle en el desempeño de su encargo y que estaba obligado a contestármelas en mi carácter de representante del pueblo; ya habéis visto que sólo se dan datos falsos, sino que se niegan, con un budhismo que desdice mucho de un Gobierno democrático, a la representación Nacional toda clase de datos

positivos en qué fundar su actuación; como si no bastara todavía para nulificar nuestra actuación el hecho de que las leyes que damos jamás se cumplen, puesto que son leyes en el papel que nunca llegan al terreno de los hechos; como si no bastara todo eso, todavía se trata de nulificar más nuestra actuación por medio de maniobras políticas dentro de esta honorable Asamblea, que vienen a traer aquí la discusión de un asunto que es enteramente extemporáneo, que es enteramente prematuro. ¿Por qué no se ha dado cuenta a esta honorable Asamblea con una solicitud presentada a la Legislatura pasada, pidiendo que se limitaran las facultades extraordinarias al Ejecutivo? ¿Por qué no se ha dado cuenta con la solicitud que hicimos desde el año pasado, desde diciembre del año pasado, pidiendo que se restringieran o que se privara al Ejecutivo de las facultades extraordinarias de que se le había investido? Porque eso es lo que no interesa; lo que interesa es que venga a discutir esto en globo, de una manera torpe, sin ningunos datos, pasando el asunto enteramente a la ligera en medio de la algarabía, en medio de la falta de sindéresis de los ciudadanos diputados.....(siseos) para que nosotros vengamos a dar nuestro voto en un asunto que es enteramente contrario a los intereses de la República. Me alegro de que se me sisee, porque esto quiere decir que despierta la vergüenza. (Risas. Aplausos en las galerías.)

Ahora, ciudadanos representantes, vamos a examinar el decreto, artículo por artículo, para que se vea de una manera clara y precisa que el estudio de este Proyecto fué absoluta y enteramente deficiente, que es extemporáneo, que falta a la lógica y a la consecuencia. El artículo 1º. dice:

"Se aprueba el uso hecho por el Ejecutivo de la Unión, de las facultades extraordinarias que se le confirieron en el Ramo de Hacienda, por ley de 8 de mayo de 1917; en consecuencia, se ratifican los decretos y disposiciones dados por el ciudadano Presidente de la República, en virtud de tales facultades, con excepción de los que se expresan en el artículo siguiente:

"Artículo 2º Desde la fecha de la promulgación de esta ley, quedan derogados los decretos de 19 de julio y 16 de octubre de 1917, que establecen un impuesto sobre capitales de Beneficencia Privada, y el de 22 de agosto del año en curso, que establece un impuesto de importación al papel en la misma especie."

Desde luego, le faltó a la Comisión expresar otra de las leyes por las cuales también se le concedió al Ejecutivo el uso de las facultades extraordinarias, y esta ley fué del 31 de octubre de 1917, y como las leyes deben ser precisas, deben ser concretas, aquí, al decir que se aprueba el uso hecho por el Ejecutivo de estas facultades extraordinarias, en realidad no se aprueba más que el uso de las facultades conferidas conforme al decreto del 8 de mayo y no al uso de las facultades conferidas conforme al decreto de 31 de octubre de 1917; de manera que ni siquiera se logra el objeto que se propusieron las Comisiones. Las Comisiones han faltado a la precisión legal; de manera que este artículo carece de la precisión legal necesaria para que tenga toda la efectividad que quieren darle las Comisiones. Carece, por otra parte, de lógica, porque pretenden que aprobemos nosotros el uso de facultades extraordinarias que no conocemos, puesto que ya hemos demostrado y lo he demostrado fundándome en las propias palabras del Subsecretario, que era imposible conocer todavía el uso que el Ejecutivo había hecho de determinadas facultades, mientras tanto no pasaran a la cuenta de glosa, para que allí se nos dijera cuál había sido el uso que el Ejecutivo había hecho de esas mismas facultades. Equivale este artículo 1º. a que el Ejecutivo siga todavía con facultades extraordinarias y este hecho es perfectamente inmoral, y digo que es perfectamente inmoral, porque ya es tiempo de que nuestros gobiernos, dentro del orden constitucional, se acostumbren a gobernar sin facultades extraordinarias. ¿Qué herencia vamos a legar al nuevo Presidente que se elija en 1920, qué herencia vamos a legar de una actuación que ha transcurrido única y exclusivamente con uso de facultades extraordinarias en el Ramo más importante de todos, que es el Ramo Hacendario? Y conste que se trata, para unos, de un candidato, y para otros, de otro, pero de cualquiera manera nosotros, los partidarios de determinado candidato, no queremos que ningún candidato que llegue a la Presidencia de la República gobierne con facultades extraordinarias.....

- El C.Márquez Galindo, interrumpiendo:¡ Lo echamos abajo!

El C. Siurob, continuando .....porque estimamos precisamente que es altamente interesante distinguir desde el punto de vista de la actuación, que los Gobiernos liberales son los que se apegan a la ley, son los que se sujetan de manera absoluta y escrita a esa misma ley, son los que respetan la ley, no precisamente la ley misma que puede tener artículos erróneos, sino porque la dió el pueblo por medio de sus representantes. La ley tiene todo el respeto del pueblo, y el Gobierno que no respeta la ley, no respeta al pueblo, y desde ese momento se convierte en dictador, porque ésta es la política conservadora, la política de violación, la política de intromisión del Ejecutivo dentro del terreno legal, y por eso nosotros no queremos que los futuros gobernantes de República gobiernen con facultades extraordinarias cuando no las necesitan; por eso es inmoral aprobar las facultades extraordinarias en Hacienda en estas circunstancias. Ahora, si se aprueban las facultades extraordinarias, en Hacienda, ¿qué objeto tiene que discutamos los presupuestos? ¿Vamos a seguir perdiendo el tiempo en una discusión absolutamente estéril, o estamos convocados aquí única y exclusivamente para aumentarnos nuestros propios haberes y para seguir en esta forma defraudando los intereses de la Nación? Por esto, el artículo 1º. peca contra la lógica, peca contra el sentido común, peca contra la democracia y es absolutamente ilógico e inconsecuente hasta en su parte literaria, puesto que no incluye lo que debía habe incluído: Todas las leyes por las cuales se concedieron al Ejecutivo facultades extraordinarias.

Vamos a pasar ahora al artículo 2º. El artículo 2º., dice:

"Artículo 2º. Desde la fecha de la promulgación de esta ley, quedan derogados los decretos de 19

de julio y 16 de octubre de 1917, que establecen un impuesto sobre los capitales de Beneficencia Privada, y el de 22 de agosto del año en curso, que establece un impuesto de importación al papel en la misma especie."

Estando única y exclusivamente de acuerdo con la parte que se refiere al papel, ya ayer hice hincapié sobre otra multitud de reformas y de correcciones a las leyes promulgadas por el Ejecutivo, que deben, desde luego, para garantía de los intereses nacionales, tener cabida dentro de esta ley. No es la verdad, como dijo el ciudadano Subsecretario de Hacienda ayer, no debe ser así, que las reformas deban hacerse separadamente, porque estas reformas ¿cuándo se aprobarán, cuándo esperamos, dado el exiguo de nuestra actuación, dado el poco tiempo del que disponemos, cuándo esperamos aprobar estas modificaciones? Y ¿mientras vamos a tolerar que sigan padeciendo tantas gentes en la República, precisamente por esos decretos expedidos por el Ejecutivo, en uso de las facultades extraordinarias y que, como toda obra humana, ya que no quiero por otra causa, siquiera por ser humana, son susceptibles de haberse cometido en ellos un error? Yo no quisiera que los ciudadanos de obstinaran en creer que todo lo que ha hecho el Ejecutivo en uso de las facultades extraordinarias, por el único y exclusivo hecho de haberlo ejecutado el jefe del Ejecutivo, ya por ese simple hecho se conviertan en axiomas desde el punto de vista económico, en axiomas de justicia en la interpretación de los intereses nacionales. Ya he señalado ayer, al hablar con el Subsecretario de Hacienda, todos los decretos que era preciso modificar y voy a citar en este momento algunos que deben tener cabida dentro de este artículo 2º., por lo cual no estoy de acuerdo con él y pido a la Asamblea que tampoco esté de acuerdo con este artículo. Desde luego, como dije ayer, hay que eximir de una parte de esos impuestos, hay cumpliendo las leyes del impuesto progresivo, a las hipotecas y a los capitales impuestos que sean menores de $5,000.00, porque estos capitales representan el trabajo del proletario o cantidades que vayan a servir para el fomento de la pequeña agricultura, del pequeño comercio y todas esas pequeñas actividades que apenas emergiendo del proletariado, necesitan el estímulo y la ayuda de parte de nuestro Gobierno. Se necesita gravar todavía con mayores cantidades, hasta hacer prohibitivas, toda clase de bebidas alcohólicas que sean importadas del extranjero, porque si otras naciones del mundo han llegado a proscribir en absoluto el alcohol, nosotros, al menos, ya que no nos atrevemos, ya que no tenemos la suficiente energía para dictar esta reforma, debemos, al menos, impedir que vengan a especular a costa de nuestros vicios los extranjeros, por medio del alcohol importado, que se vende a precios exorbitantes, verdaderamente onerosos para todas las clases sociales; por eso solicito yo aquí un aumento al triple de la cuota de importación a toda esta clase de líquidos.

Otra de las modificaciones interesantes es fijar de una manera definitiva la cuota de la harina, de la manteca y de los artículos de primera necesidad, arroz, azúcar; debemos fijar de una manera definitiva estas cuotas y no conceder facultades extraordinarias en esta clase de aranceles al Ejecutivo, porque son bastante claras las necesidades nacionales, las necesidades nacionales son bastante imperiosas y al mismo tiempo bastante claras. ¿Qué nos importa que se perjudiquen dos o tres individuos que tienen industrias relacionadas con estos artículos, si en cambio gana la mayoría del pueblo, porque de esta manera tendrá mucho más baratos los artículos de primera necesidad?

Si permitimos la introducción de fuertes cantidades de harina, azúcar y arroz por la frontera y si en estas condiciones estos artículos hacen la competencia a los que están actualmente en el país en manos de acaparadores sin conciencia y de individuos que están especulando con las necesidades nacionales, entonces bajarán estos artículos de primera necesidad y habremos ofrecido algo de lo que hemos ofrecido a nuestro pueblo: Abaratar estos artículos para hacer más llevadera la vida del proletario. En la misma forma están las modificaciones relativas a la absoluta prohibición de exportar ganado. ¿Quién no sabe las circunstancias por que atraviesa nuestra agricultura? ¿Quién no ha visto los campos, cuando los atravesó para hacer su propaganda electoral, - aunque no sea por otro motivo -, quien no ha visto la circunstancia de que falten animales de tipo y de trabajo en los ranchos, en las haciendas, para continuar todas las labores agrícolas? En este punto se necesitan limitar en absoluto las facultades del Ejecutivo en asuntos de aranceles; que no salga ningún ganado fuera de las fronteras de la República para de esta manera tener los animales necesarios para el tiro y para el trabajo en las fincas de campo y abaratar la carne, que es un artículo de primera necesidad que está fuera del alcance de nuestras clases proletarias.

Proponía yo igualmente la modificación relativa a las compañías de seguros. Estas compañías de seguros están formadas por individuos explotadores que por medio de condiciones leoninas adquieren las pólizas de los individuos que han ido a asegurarse y están facultadas por el Ejecutivo para no ganar ni un solo centavo a sus actuales acreedores. En esta forma no debemos consentir nosotros que compañías extranjeras estén defraudando los intereses de nuestros nacionales y más los intereses de los proletarios, puesto que los que los que se aseguran generalmente son personas de muy poco capital. En esto estriba, señores diputados, el verdadero nacionalismo; en eso quiero ver a los "nacionalistas" y no para formar bloques para que se aprueben exclusivamente las facultades extraordinarias en materia de Hacienda. Todas estas modificaciones de leyes dictadas por el Ejecutivo, lo cual no significa en ninguna forma un reproche para el Ejecutivo, puesto que el Ejecutivo puede muy bien haberse equivocado, puesto que el Ejecutivo es un hombre y está aconsejado por hombres y todos son susceptibles de equivocarse. En esta forma, si el Ejecutivo no tuvo en cuenta estas necesidades que vemos ahora palpables, es hasta un hecho de reciprocidad y de fraternidad que la señalemos nosotros los errores en que ha incurrido. Como dije ayer, demasiado pocas son las modificaciones que pretendemos introducir, de ciento cuarenta y tantas leyes que ha expedido el Ejecutivo y esto indica dos cosas; que el Ejecutivo ha

hecho buen uso de las facultades al expedir esas leyes, o que nosotros somos demasiado apáticos y faltos de estudios y de conocimientos para hacer las modificaciones en todos estos innumerables ramos que han sido modificados por ciento y tantos decretos por el mismo Ejecutivo, en uso de las mismas facultades extraordinarias.

Otra razón para rechazar el artículo 2º.: Yo estoy absolutamente de acuerdo con el parecer del ciudadano Subsecretario del Ramo, de que no debe eximirse de una contribución a los capitales de la beneficencia privada; los que quieren eximir a los capitales de Beneficencia privada de todo impuesto, lo hacen sencillamente porque quieren favorecer al gran capital, es decir, al capital acumulado y asociado. El capital en las actuales condiciones, este capital de la beneficencia privada está administrado por unos cuantos especuladores que sacan de allí pingües utilidades y que están haciéndose ricos a costa del dinero legado por hombres altruistas y amantes de los pueblos, para bienestar de esos mismos pueblos; por consiguiente... (Campanilla.)

El C. Prosecretario Aguilar, interrumpiendo: Habiendo usado el orador del tiempo que le concede el Reglamento, la Presidencia consulta a la Asamblea si se le prorroga para que pueda seguir haciendo uso de la palabra. En votación económica, los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Continúa en el uso de la palabra.

El C. Siurob, continuando: Como decía, señores diputados, refiriéndome al asunto de la beneficencia, yo si estoy de acuerdo con el representante aquí del Poder Ejecutivo de que debe aumentarse el impuesto, que por cierto es demasiado exiguo, demasiado pequeño, pues que es de un cinco al millar sobre estos capitales, que tan poco están dando para las clases necesitadas, que tan poco están cumpliendo con su verdadero objeto y que sí tanto están defraudando los intereses de esas clases necesitadas, y si defraudan los intereses de las clases humildes, pues siquiera que paguen al Gobierno una parte de ese dinero que debe entrar al bolsillo de unos cuantos especuladores, no sólo, sino que yo pediría que este impuesto quedara tal y como está para los demás capitales en general y que no estimemos el hecho de que se legarán mayores capitales para la beneficencia que al fin está demostrado el hecho palpable en los Estados Unidos, que estos capitales legados a la beneficencia, al acumularse, constituyen elementos de presión y de retroceso para los pueblos; en principio vienen a constituir aparentemente beneficios para las clases proletarias y humildes y para que una que otra industria, pero en el fondo no constituyen más que centros de oposición y de fuerza del conservatismo y de la reacción en contra de los pueblos en donde tiene asiento estos mismos capitales. Por consiguiente, yo no estoy de acuerdo con esa modificación que propone la comisión y por lo tanto me opongo a este artículo 2º.

En la tercera parte en lo que se refiere al artículo 3º., no estoy de acuerdo con este artículo 3o., que es el último de este dictamen, porque no limita el tiempo por el cual hará el Ejecutivo uso de las facultades extraordinarias; si no limita el tiempo del uso de las facultades extraordinarias, peca contra la Constitución de la República y desde el momento en que no está de acuerdo con la Constitución de la República en su artículo 29, no debemos aceptar este artículo, que es anticonstitucional.

Alli tenéis, ciudadanos diputados, como he demostrado de una manera palmaria y patente que todos estos artículos, los tres únicos de que se compone este dictamen, están absolutamente desacordes, primero con la Constitución y en seguida con las necesidades públicas, después con la lógica, con el sentido común y, por último, pugnan en lo absoluto con el criterio revolucionario. Nosotros, los que venimos a objetar esto y que no somos como se ha dicho aquí, los oposicionistas a outrance, tampoco somos los extremistas, puesto que en la actualidad nosotros los liberales no deberíamos ser, por decirlo así, más que el centro de esta Cámara. El Ejecutivo al objetar la obra de los reformistas del Constituyente, la ha objetado en el sentido conservador; al objetar toda la obra de los radicales dentro de este honorable Asamblea, se ha colocado de hecho dentro del partido reaccionario, en decir, dentro de la reacción, puesto que no quiere ni siquiera que las cosas sigan como las estatuyó el Congreso Constituyente, sino quiere llevarlas atrás.

En esta forma nosotros aquí única y exclusivamente queremos el dominio constitucional, y que prevalezca el mismo criterio sentado aquí por los radicales. De hecho constituimos nosotros el centro de la Cámara, es decir, debemos conservar lo que ya está establecido y estatuído; por eso los que están de parte del Ejecutivo, son los conservadores en este caso. (Siseos.) Las izquierdas en la Cámara deberían constituir realmente el centro, las izquierdas no se han formado todavía; las izquierdas deberían ser las que introdujeran reformas a la Constitución capaces de hacer evolucionar el medio en mucho mayor escala de lo que lo hicieron los radicales del Constituyente. Demasiado ha legislado ya el Ejecutivo, cuidadanos diputados, para que nosotros vayamos a darle facultades para que siga legislando todavía más. Esta manía de legislar ya venía desde que el C. Aguirre Berlanga se encontraba al frente del Gobierno de Jalisco, desde que algunos otros legisladores y Gobernadores de la República llegaron a expedir 200 y 300 decretos durante un período apenas de un mes. Ya lo creo, como que existían decretos con considerandos como uno que yo he leído, en que se hacía figurar entre las grandes prostitutas del mundo al mismo tiempo a Mesalina y a Zaratustra, y después se legislaba con cualquier motivo, para un cambio de Presidente Municipal, para un asunto de orden municipal, para la modificación más sencilla, un decreto.

Más aún, ciudadanos diputados, sí es cierto lo que ha afirmado el C. García Vigil: El Ejecutivo ha abusado de las facultades de legislar, porque ha legislado en asuntos en que no tiene facultades extraordinarias y voy a citar el hecho: Ha legislado sobre el artículo 27 constitucional; aquí está el último decreto expedido por el Ejecutivo, con el nombre de circular número 33, en que este decreto viola la Constitución, puesto que la constitución afirma que se deben entregar a los pueblos las tierras en dotación de ejidos, y este decreto dice que de les debe cobrar a tanto más cuanto; antes que las Cámaras aprueben

algo en esta materia, ya el ejecutivo está legislando; hay que acabar, pues, con esta manía de legislar; tenemos que terminar con este sistema pernicioso que consiste en que el Ejecutivo esté abrogándose facultades que no le corresponden. Urge, pues, que le demos nuestra reprobación absoluta a este proyecto de ley que nos trae aquí la Comisión dictaminadora, además de todas las anteriores razones, por suprimir esa idea de entrometerse y de mezclarse en asuntos que no corresponden absolutamente al Poder Ejecutivo.

Para terminar, señores diputados, solicito de esta honorable Asamblea dé su voto reprobatorio al dictamen de esta Comisión, y ya que el asunto que verdaderamente preside a la discusión de la consulta del Ejecutivo, debe ser si se prorroga o no el uso de las facultades extraordinarias, pido que se traiga aquí, con dispensa de todo trámite, el proyecto presentado por nosotros en la legislatura pasada, pidiendo que se quiten al Ejecutivo las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda; en cambio, estoy de acuerdo con la Comisión - y es lo único en que estoy de acuerdo -, en que se le den al Ejecutivo facultades en determinados Ramos de Aranceles, porque en este ramo sí está de absoluto acuerdo con las necesidades públicas. Yo suplico a Vuestras Señorías, para terminar de la misma manera en que principie, olviden por un momento todas aquellas circunstancias que puedan inclinar su ánimo de una manera artificial, de una manera ficticia que no sea con el criterio con que deben proceder los hombres y especialmente los mexicanos en la esfera de sus facultades como representantes del pueblo, que debe ser el criterio de la razón, de la justicia y que debe ser el punto de mira que nos ha traído aquí, el punto de mira en virtud del cual los pueblos hicieron sacrificios para oponerse a la voluntad de los caciques, para oponerse a la voluntad de los gobernantes y dar nuestro voto exclusivamente para los diputados independientes.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Palacios Moreno.

El C. Palacios Moreno: Señores diputados: El debate ha sido fundamentalmente desorientado por los CC. García Vigil y Siurob; estos dos señores diputados han venido a atacar la inconstitucionalidad de las facultades extraordinarias concedidas en el Ramo de Hacienda al Ejecutivo, y no es esto lo que está a discusión, no están a discusión las facultades extraordinarias ilimitadas en el Ramo de Hacienda, porque ellos le fueron concedidas al Ejecutivo de la Unión por la XXVII Legislatura en un decreto que está vigente y, en todo caso, señores diputados, sería responsabilidad de esa XXVII Legislatura, en cuyas mayorías figuraron los señores García Vigil y Siurob...

El C. Siurob, interrumpiendo: Votamos en contra.

- El C. Palacios Moreno, continuando..el que se hubiera consentido que el Ejecutivo hubiera tenido facultades extraordinarias en el Ramo de Hacienda. Lo que se está discutiendo acerca de las facultades extraordinarias, es algo muy concreto y limitado que se refiere a los aranceles aduanales.

En consecuencia, señores, toda la argumentación espaciosa del C. García Vigil huelga en este debate y nos ha hecho perder un tiempo preciosísimo.

Al referirme a la responsabilidad de la XXVII Legislatura al conceder las facultades extraordinarias en Hacienda al Ejecutivo, no quiere decir por esto, señores, que la XXVII Legislatura procediera mal concediéndolas. Voy a demostrar que las facultades extraordinarias en el Ramo de Hacienda, tan impugnadas por el C. diputado García Vigil, son una necesidad verdadera. El C. diputado García Vigil al atacar los acuerdos de la XXVII Legislatura en este sentido, al subirse a esta tribuna a decir, como dijera don José María Iglesias, "sobre la Constitución nada ni nadie," se me figura, señores, después de una Revolución que desquició completamente el antiguo sistema financiero de la República; se me figura, señores, no don José María Iglesias en toda la grandeza de sus principios, sino más bien el jefe de la policía de "Los Miserables," de Víctor Hugo, Javert, que por no salirse de los Códigos no sabía interpretar los sentimientos de la humanidad que palpita a su lado. Sólo cerrando los ojos al fenómeno sociológico que se ha realizado en la República , sólo por un espíritu de obstrucción se puede negar, señores diputados, que la Revolución acabó completamente con el sistema financiero anterior, se puede negar, señores diputados, que la Revolución transformó todas nuestras condiciones económicas y se puede negar, señores diputados, que sea preciso un largo período de tiempo para substituir el sistema antiguo con el sistema nuevo de legislación fiscal. Querer, como lo pretende el señor García Vigil, que la Nación funcione económicamente de una manera perfecta y sin necesidad de que el Ejecutivo de la Unión que está en contacto directo con las necesidades económicas nacionales provea a ellas con la rapidez y la eficacia que lo exigen, es negar, señores, la realidad de la vida social, la realidad de la vida económica, la realidad de todas esas necesidades, para investir de la armadura de hierro de Javert, respetando el Código ante las necesidades de su pueblo.

En consecuencia, señores diputados, la XXVII Legislatura dio una muestra de alta penetración de las necesidades del país, dio una muestra de haberse compenetrado de la verdadera, de la positiva, de la más grande y profunda conciencia de la Revolución de 1913, que lo fue la Revolución económica y por esto la Legislatura XXVII, en vez de cargar con un valdón de haber proveído en la única forma eficaz y posible a la restauración, o más bien dicho, a la confección de un nuevo sistema Legislativo, dio una muestra de alta penetración en los fenómenos sociológicos y dio una muestra de alto patriotismo....

El C. Arriaga, interrumpiendo: ¡Reclamo el quórum! (Campanilla.)

El C. Prosecretario Aguilar: Habiendo reclamado el quórum el C. Arriaga, se procede a pasar lista. (Se pasó lista.)

Hay una asistencia de 126 ciudadanos diputados. Hay quórum.

El C. Presidente: Continúa en el uso de la palabra el C. Palacios Moreno.

- El mismo C. Prosecretario: por disposición de la Presidencia, se suplica a los CC. Treviño, Castillo Nájera, Angeles, Altamirano y Rodríguez se sirvan ocupar sus curules.

El C. Palacios Moreno, continuando: ¿Es posible aceptar, señores diputados, con el criterio estrecho de Javert que toda la vida nacional quede supeditada a lo que está únicamente escrito en el Código de 1917? ¿Es posible creer, señores diputados, que después del período de agitación social y política por que hemos atravesado sea factible, que no pueda hacerse en la esfera administrativa y en la esfera política otra cosa que la que nos autorice el código de 1917? ¿ Es posible creer, señores diputados, que el problema financiero, que para la reconstrucción económica del país es tan sencillo de resolver como pretende el diputado Siurob, reduciendo simplemente los presupuestos en.... $800,000.00, tal y como se hubiera encontrado nuevamente la solución aquella del huevo de Colón? ¿Es posible, señores, pensando que la cámara de Diputados, el Poder Legislativo ha tenido tiempo, y tiene medios, tiene la eficacia necesaria para reconstruir él exclusivamente, el, como lo quiere el espíritu de Javert, todo el sistema económico de la Nación, tal como sus necesidades lo exigen? Esto, señores diputados, es verdaderamente absurdo; esto, señores diputados, sólo puede venirse a sostener por cualquier espíritu que se haya quedado en los dinteles de la sociología o por cualquier diputado que no sienta los intereses y las necesidades nacionales. En consecuencia, señores diputados, yo vengo a sostener y vengo a declarar que el decreto de la XXVII Legislatura no fúe más que el ajustamiento del Poder Legislativo a las necesidades reales de la nación.

Los oradores del contra impugnan en la ley que se está discutiendo el uso hecho por el Ejecutivo, la aprobación del uso hecho por el Ejecutivo de las facultades extraordinarias. Sobre este punto debo hacer a ustedes, señores diputados, debe luego una reflexión sencilla: El ciudadano Subsecretario de Hacienda nos informó ayer que el Ejecutivo hizo uso de esas facultades extraordinarias por medio de los decretos que forman la ley de Ingresos; es así señores diputados, que la Ley de Ingresos ha sido aprobada y expedida por esta Legislatura, luego, de hecho, señores, hemos reconocido la eficiencia y la legalidad de todos estos decretos. El señor Siurob sostenía que no sabíamos lo que íbamos a aprobar y yo desearía entonces, señores diputados, que ustedes me dijeran si no supieron la que aprobaron cuando aprobaron la Ley de lngresos. El acuerdo que en este caso trata de someterse a la aprobación de ustedes no es, señores, propiamente más que la ratificación de lo que ya se hizo al aprobar la expresada Ley de Ingresos. Esto por lo que se refiere a la parte legal, por lo que se refiere también a la situación real, de la que no debemos nunca apartarnos si no queremos legislar para los mundos desconocidos, por lo que se refiere a la situación real, señores diputados, es evidente que la desaprobación de todos esos decretos, que la desaprobación del uso de todas esas facultades, produciría legalmente el desquiciamiento económico más grande que pudiera haber producido la Revolución misma. Esos decretos han creado situaciones comerciales, industriales, son la vida misma económica de la Nación ¿y nosotros vamos ahora a decir: Todo lo que se hizo anteriormente, todo lo que se decretó, todo lo que se refiere al papel moneda, a la transición del papel moneda a la moneda metálica, todo lo que se ha cobrado de contribuciones, todo eso no lo aprueba el Congreso? Yo quiero decirles a ustedes, señores, a los diez minutos de expedida esa ley desaprobatoria, el caos, el desquiciamiento que se produciría en la sociedad y en toda la Nación. En consecuencia, señores, sujetándonos a las necesidades positivas de la vida social, no podemos hacer otra cosa, ya que no hemos podido expedir esas leyes, que indudablemente hubieran sido más perfectas o posiblemente hubieran sido más perfectas que las expedidas por el Ejecutivo, ya que no pudimos, señores, entonces debemos cuando menos ratificar y aprobar el uso que de buena fe, el uso que no pudo tampoco haber hecho con una perfectibilidad absoluta el Poder Ejecutivo, de estas facultades.

En cuanto el punto concreto que debe ocupar nuestra atención, que es conceder al Ejecutivo la facultad de reformar las tarifas arancelarias, sobre esto, señores, que era especialmente lo que debía habernos ocupado, sobre esto, con lo cual está, conforme el señor Siurob, orador del contra, huelga una argumentación especiosa. ¿Creen ustedes, señores diputados, que las tarifas arancelarias sujetas al vaivén constante del comercio exterior, creen ustedes que nosotros, que la Cámara legisladora que pierde en la discusión de cualquiera cosa de poca importancia un mes, esté en aptitud de reformar y de expedir las tarifas conforme se necesiten cada día, cada veinticuatro horas, cada ocho días, conforme lo que las exigencias del comercio exterior pidan? Evidentemente que no, señores diputados, y si la Constitución no dice especialmente que le podemos conferir al Ejecutivo la facultad de reformar estas tarifas, yo creo, señores, que debemos sacrificar esta deficiencia muy natural en un código humano y ponernos a la altura de las circunstancias reales y darle al Ejecutivo facultades que él mejor que nosotros puede ejercitar. Pero hay más, señores diputados, en la Constitución hay un precepto general que faculta al Poder Legislativo para expedir todas aquellas leyes que hagan eficaces, que puedan hacer eficaces los impuestos que debe decretar.

Si la constitución autoriza al Legislativo para expedir leyes que hagan eficaces esas facultades, esos impuestos, es claro, señores, que tenemos facultad para expedir una ley autorizando al Ejecutivo a modificar las tarifas, porque es el único medio de hacer eficaces los impuestos que, según la Constitución, deben cobrarse. De modo que en este punto concreto no solamente es necesario, no solamente es imprescindible, sino que es constitucional, y no porque se funde en el artículo 29, sino más bien porque se funda en las facultades generales de la Cámara y del Congreso, consignadas en la fracción XXXI del artículo 73, que dice que el Congreso tiene facultades:

"Para expedir todas las leyes que sean necesarias a objeto de hacer efectivas las facultades anteriores y todas las otras concedidas por esta Constitución a los Poderes de la Unión."

Así es, señores, que la única manera de hacer efectivas esas tarifas y esos impuestos, es concediéndole facultades al Ejecutivo para que lo

haga, luego es absoluta y perfectamente constitucional que le demos esas facultades.

Para concluir, señores, debo hacer una consideración de carácter general acerca de los cargos que se han vertido en esta tribuna por el señor diputado Siurob, diciendo que nosotros deseamos aprobar las facultades extraordinarias, única y simplemente por servir al Ejecutivo, mas no por servir los intereses reales de la Nación. Yo digo al señor Siurob, y digo también al compañero García Vigil, que su actitud al oponerse a la aprobación de este decreto, no es justificada, que, como dice muy bien el señor Siurob, estamos perdiendo el tiempo por la obstrucción abanderada por ellos. El desprestigio de la XXVII Legislatura. (siseos), acerca de su procedimiento de oposición....(siseos), el mayor desprestigio justísimo de la XXVII Legislatura acerca de sus procedimientos....(siseos), ese desprestigio, señores, nació de esta razón: Cuando se hace la oposición, se debe substituir lo malo por algo mejor; cuando no se substituye lo malo, sino que se ataca sistemáticamente, entonces, señores, la oposición es obstrucción y, entonces, señores,se sufre el desprestigio de la opinión pública; pues bien, la XXVII Legislatura jamás substituyó lo malo criticado al Ejecutivo, por algo bueno que hubiera iniciado lo mismo que ahora los diputados del contra, en vez de proponer le reforma de las leyes que critican, en vez de proponer la ley que se refiere a la exportación de ganado, en vez de hacer todo eso, que seria la labor positiva, la labor digna de aplauso de la oposición, simplemente se limitan a hacer la obstrucción a que se expida esta ley y hacernos perder hora tras hora en esta discusión estéril, y son ellos precisamente únicamente ellos los que cargan la responsabilidad de que no se siga adelante la discusión de los Presupuestos para que tenga necesidad la República de que el Ejecutivo legisle en esta materia, debiéndolo de hacer nosotros; yo le digo a los señores del contra que como dijo Boileu: "La crítica es muy fácil la creación es lo difícil," señores del contra.

El C. Presidente, a las 12.50 p. m.: Se levanta la sesión y se cita para las cuatro de la tarde, bajo la siguiente orden del día:

Discusión del Presupuesto de Egresos para 1919. Ramos relativos a la Secretaría de Relaciones, al Poder Ejecutivo, a la Procuraduría General y al Gobierno de la Baja California.

Presidencia del C. BLANCARTE RAMON

(Asistencia de 134 ciudadanos diputados.)

- El C. Presidente, a las 4:22 p. m. Se reanuda la sesión .

El C. Prosecretario Aguilar: Se va a dar cuenta con los documentos en cartera:

"Poder Ejecutivo Federal. - Secretaría de Gobernación. - Sección 1a. - Número 5,926.

"A los ciudadanos Secretarios del honorable Congreso de la Unión. - Presente.

"De conformidad con el atento oficio de ustedes, número 145, girado por la Sección 1a. el 14 de los corrientes, se recibió para su publicación el decreto que adiciona el artículo 21 de la Ley de Secretarías de Estado, de 25 de diciembre de 1917.

"Reitero a ustedes las seguridades de mi atenta consideración.

"Constitución y Reformas. - México, diciembre 20 de 1918. - P. O. del Secretario, el Oficial Mayor, P. Machorro Narváez." - A su expediente.

Los CC. M. López, E. P. Alvarado y diez firmantes más, apoyados por cuarenta y nueve ciudadanos diputados, presentan una iniciativa relativa a que se considere en el Presupuesto de Egresos para 1919, la sección relativa al Internado Nacional para estudios preparatorios y mercantiles. - A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

- El mismo C. Prosecretario: Los CC. diputados Siurob, Leal, Saucedo, Vadillo, García Carlos, Morales Hesse, de la Torre Rómulo, Ríos Landeros y Gutiérrez de Velasco, presentan una iniciativa relativa a que se modifique el decreto de 5 de junio de 1917, en la parte relativa a bebidas; el decreto de 22 de junio de 1917, en la fracción relativa a los encendedores de metal; la ley de 30 de agosto de 1918, en su artículo 8º; la circular número 273, de 14 de diciembre de 1917, sobre cuotas de importación de harina, azúcar y manteca, y prohibiendo la exportación de ganado. - A la Comisión de Hacienda, en turno.

Los CC. diputados Siurob, Saucedo, Leal, Vadillo, Morales Hesse, Padrés, García Carlos, Gutiérrez de Velasco y Ríos Landeros, presentan una iniciativa de ley por la que se modifica el decreto de 1º. de abril de 1918, relativo a Compañías de Seguros. - A la Comisión de Hacienda, en turno.

Los CC. Siurob, Leal, Saucedo, Vadillo, Morales Hesse, Padrés, Ríos Landeros, Gutiérrez de Velasco y Gómez Gildardo, presentan una iniciativa de ley, tendiente a que se modifiquen las fracciones 139 (a), 139 (b) y 234 (c), de la tarifa de derechos de importación. - A la Comisión de Hacienda, en turno.

El C. Siurob: Pido la palabra, señor Presidente. Pido que se lean esas iniciativas.

- El mismo C. Prosecretario: ¿Esta, o todas?

El C. Siurob: Las tres que dice. Pido también que se impriman; en tal caso que se suprima la lectura y que se impriman.

- El mismo C. Prosecretario: Habiendo solicitado el C. Siurob que estas tres iniciativas de que se acaba de dar cuenta sean impresas, la Presidencia ha acordado que se haga como lo pide el C. Siurob.

El C. Siurob: Gracias.

- El mismo C. Prosecretario: El C. Antonio Varela envía un escrito, en el que renuncia del cargo

de Juez 5º. de Instruccion. - Resérvese para dar cuenta en la próxima sesión de Congreso General y transcríbase al Sendo.

(El mismo ciudadano Prosecretario dio lectura a la parte expositiva del dictamen de la Comisión de Presupuestos y cuenta, sobre el Presupuestos de Egresos para 1919, correspondiente al Ramo Quinto.)

Habiendo sido impreso y distribuido el Proyecto del Presupuesto de Egresos correspondientes al Ramo Quinto, por disposición de la Presidencia se invita a los ciudadanos diputados que deseen objetar alguna partida se sirvan pasar a inscribirse, señalando la partida que objeten.

El C. Presidente: Informa la Secretaría que está a discusión el Ramo Quinto, Secretaria de Relaciones Exteriores; las personas que quieran objetar alguna partida pueden pasar a inscribirse.

- El mismo C. Prosecretario: No habiendo inscripto ningún ciudadano diputado para objetar partidas, se va a proceder a la votación nominal.

El C. Siurob: Un momento, señor Presidente; pido que se lean.

El C. Secretario Pesqueira: La Secretaría manifiesta a los ciudadanos diputados que son 32 hojas las de este Presupuesto y se perdería hora y media en leerlo; ya está distribuído convenientemente. (Voces: ¡Muy bien!).

El C. Sánchez José M.: Tiene que leerse.

El C. Siurob: Pido la palabra, señor Presidente; lo acaba de dar ahorita; pido que se lea.

El C. Presidente: A petición de algunos ciudadanos diputados, se suplica a la Secretaría se sirva darle lectura.

- El mismo C. Prosecretario, a las 4:40 p.m. Habiendo solicitado algunos representantes 15 minutos para examinar de nuevo el folleto en que está impreso el Proyecto de Presupuesto de Egresos correspondiente al Ramo Quinto, la Presidencia ha dispuesto se conceda ese plazo a fin de que puedan estudiar las partidas y pasar a inscribirse, diciendo cuáles son las que objetan.

- El C. Secretario Pesqueira, a las 4:53 p.m. Han sido separadas las partidas 4009 y 4,010, por el C. Casas Alatriste. han sido separadas las partidas siguientes, del Ramo Quinto: 4,006, 4,007, 4,008, 4,009, 4,010, 4,035, 4,036, 4,040, 4,041, 4,045 y 4,108. Se van a poner a votación las partidas que no han sido objetadas, del Ramo Quinto. Se procede a la votación nominal. Se suplica a los ciudadanos Prosecretarios pasen a auxiliar a la Secretaría. Por la afirmativa.

El C. Secretario Lorandi: por la negativa.

Presidencia del C. RODRÍGUEZ DE LA FUENTE JESÚS

El C. Saucedo: Para una moción de orden, señor Presidente. Ruego a la Presidencia me informe por qué se suspendió la discusión de las facultades extraordinarias y se ha dado preferencia a este asunto que se va a votar ahora.

El C. Presidente: La presidencia manifiesta a Su Señoría que se ha acordado que en las tardes se estudien los Presupuestos, dejándose para la mañana los demás asuntos que haya en cartera.

El C. Saucedo: Pido la palabra, señor Presidente. En todo caso suplico a la Presidencia consulte a la Asamblea si está de acuerdo en que se suspenda la discusión de las facultades extraordinarias.

El C. Presidente: La Asamblea no hizo objeción ninguna al acuerdo tomado por la Presidencia hoy en la mañana al presentarse la Orden del Día. La moción de su Señoría no es pertinente, puesto que está trastornando el orden en estos momentos.

El C. Secretario Lorandi: Por la negativa.

(Se procedió a recoger la votación.)

- El mismo C. Secretario: Votó por la negativa el C. Alejandre J. Pascual.

El C. Secretario Pesqueira: Votaron por la afirmativa 140 ciudadanos diputados. Han quedado aprobadas las partidas no objetadas del Ramo Quinto del Presupuesto de Egresos.

- El mismo C. Secretario: A discusión la partida 4,006, separada por el C. Velásquez López.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Velásquez López.

El C. Velásquez López: Señores diputados: En la Secretaría de Relaciones Exteriores, que se ha dividido en departamentos y secciones, debido a la reforma que introdujo en ese Departamento de Estado el ex Subsecretario del mismo, señor licenciado Neftalí Amador, quien murió en el desempeño de ese elevado cargo, se establecieron solamente siete jefaturas de Sección; y después, cuando él dejó la Subsecretaría, se agregó una Sección que lleva el nombre de Sección de Personal. Esta tiene a su cargo, como debe dejarse comprender por su título, expedir los nombramientos del personal, ya de la Secretaría, del Cuerpo Consular o del Cuerpo Diplomático. Naturalmente, esta Sección de Personal está incluida entre las ocho jefaturas de Sección a razón de $15.00 diarios, y tiene por objeto recibir las solicitudes de licencia del personal de la Secretaría; pues bien, en ninguna otra Secretaría de Estado los jefes de Sección de han asignado la cuota diaria de $15.00 como es la que aquí se propone; todos los demás Departamentos de Estado tienen para estos empleados la cuota diaria de $12.00. Vengo a atacar la subsistencia de la Sección de Personal, por ser completamente inútil, como deben saberlo algunos ciudadanos diputados que fueron empleados de la Secretaría de Relaciones, principalmente el señor diputado Lorandi, que me parece que jamás se presentó a esa Secretaría y siempre cobró sus sueldos.....(Risas. Aplausos.) Es por esto que el trabajo de la Sección de Personal lo tenía antiguamente la Oficialía Mayor, y cuando estaba este trabajo a cargo de la Oficialía Mayor, fue entonces cuando se llevó con más regularidad que cuando pasó a la Sección de Personal, que no fue más que para favorecer, más que para conceder esa canongía al señor Daniel Garza Pérez, hermano del hoy Subsecretario de Relaciones Exteriores.

Desde ese entonces, la Sección de Personal marcha de una manera completamente imperfecta, la inutilidad de ella puede perfectamente comprobarse con sólo indicar que solamente al año son presentadas cuatro o cinco solicitudes de licencia; los

nombramientos, solamente cuando viene un año fiscal nuevo y entonces sí hay bastante trabajo para la Sección de Personal, pero fueron de esta fecha en que se renuevan los nombramientos, la Sección de Personal no tiene tanto trabajo que venga a justificar el número de empleados que tiene esa Sección de Personal. Estos ocho jefes de Sección se han asignado la cuota diaria de $15.00, sencillamente por esta circunstancia que voy a permitir indicar a los ciudadanos diputados: Quien de seguro hizo el Presupuesto fue el señor Daniel Garza Pérez, hermano del hoy Subsecretario; éste no tuvo empacho ninguno en colocarse la cifra - muy modesta por cierto -, de $15.00 para él y sus compañeros.

Como esta Sección es completamente ineficaz, no presta ningunos servicios a la Secretaria de Relaciones y sus trabajos pueden ser dados a la Oficialía de la misma o a cualquier otra de las secciones, vengo por eso a atacar la existencia de la Sección, es decir, a que se disminuya una de las jefaturas de Sección de la Secretaría de Relaciones Exteriores, para que en lugar de que sean ocho, como de indica en el Proyecto de Presupuesto, sean siete, de tal manera que desaparezca la Sección de Personal, y ya que las jefaturas de sección se han puesto la cantidad de $15.00 diarios que no puede justificar, porque en estos momentos la Secretaría de Relaciones es cuando menos trabajo tiene por las circunstancias de la guerra mundial que acaba de pasar; es indudable que cuando venga la paz y se restablezcan las relaciones con todo el mundo, sí habrá más trabajo; pero de ninguna manera servirá para ese entonces, cuando se restablezcan las relaciones internacionales, la Sección de Personal.

Por lo tanto, pido a la Asamblea rechace, en primer término, los $15.00 diarios asignados a los jefes de Sección y disminuya una de estas jefaturas por ser completamente ineficaz.

El C. Presidente: Tiene la palabra en pro el C. Trigo.

El C. Trigo: Honorable Asamblea: La Comisión de presupuestos debe sentirse satisfecha, y por mi parte así me siento, puesto que me he fijado que no sólo los proyectos salidos de mi "proyectomanía" aguda son los atacados por su Ilustrísima, el señor diputado Velásquez López.

Este señor ha dado como fundamento principal para impugnar la partida 4,006 el hecho de que la Sección de Personal de la Secretaría de Relaciones lleva a cabo una labor deficiente; pero esta manera de razonar, muy del señor Velásquez López, desde luego no debe haber dejado satisfecha a la honorable Asamblea, toda vez que el hecho de que un jefe o empleado sea malo, no quiere decir que la institución en que está colocado necesariamente deba ser suprimida por ser malo el jefe o el empleado. Esto es razonar con absoluta falta de razón; por otra parte, sostener que por que las relaciones actuales de nuestro país son raquíticas o que porque por virtud del conflicto mundial han sufrido restricciones, debemos no tan sólo disminuir el personal de la Secretaría de Relaciones, si no llegando a más, suprimir la Secretaría de Relaciones, es caso infantil, puesto que nadie nos asegura que las relaciones nuestras que estuvieron por un período de tiempo, según el C. Velásquez López, porque yo creo que si en alguna ocasión las relaciones nuestras han sido sumamente delicadas, ha sido en el periodo que acaba de pasar, suponiendo que efectivamente la Secretaría de Relaciones hubiera reducido grandemente su trabajo, no significa por este solo hecho que debamos dejar de prever que aquel trabajo puede llegar y es necesario tener quien lo desempeñe a conciencia. Debe ser el C. Velásquez López que todas la Secretarías de Estados tienen la Sección de Personal, todas, absolutamente todas, hasta el Gobierno del Distrito Federal; que si bien es cierto que en algunas de estas Secretarías tienen un sueldo menor, debe tener en cuenta también el C. Velásquez López que los conocimientos que se exigen para un jefe de Sección en la Secretaría de Relaciones no son los mismos que los que se exigen para un jefe de Sección del Gobierno del Distrito Federal.

El C. Velásquez López: ¿Me permite el orador una interpelación?

El C. Trigo: Yo, por mi parte, a la hora que usted quiera.

El C. Velásquez López: Con permiso de la Presidencia....(Campanilla.)

El C. Presidente: La presidencia manifiesta al C. diputado Velásquez López que después de que termine de hacer uso de la palabra el C. Trigo, no tiene inconveniente en concederle la palabra para una interpelación.

El C. Velásquez López : Lo permitió el orador.

El C. Trigo, continuando: Por lo tanto, tenemos demostrado que no hay ninguna razón para suponer que porque haya un mal servidor en un puesto, deba necesariamente ser suprimida la función que desempeñe aquel servidor. En buena hora que se separe a ese señor Garza Pérez que ha tenido la desgracia de provocar las iras del C. Velásquez López; en buena hora que se separe a todos los empleados que no cumplan con su deber como, según lo asegura el C. Velásquez López, lo hacía el C. diputado Lorandi; pero de esto a pretender que por que haya malos servidores debemos prescindir necesariamente de los servicios públicos, repito, es razonar con absoluta falta de razón.

Por lo que toca al cargo que el C. Velásquez López veladamente ha lanzado al señor Garza Pérez, que tenga entendido que es un perfecto caballero e incapaz de servirse de su puesto para llevar a cabo un nepotismo, debo advertirle que yo creo que la Representación Nacional debe ocuparse de algo más práctico, inclusive el mismo C. Velásquez López, que no de venir a censurar la actitud del señor Garza Pérez con respeto a su hermano, cosa que ha molestado tan grandemente al C. diputado "Velásquez López.

Por lo tanto, yo pido que se acepte el dictamen de la Comisión a este respecto, ya que el señor Velásquez López no ha destruído con razones, como deben destruirse estas cosas que son inútiles, el funcionamiento de los ocho jefes de sección.

El C. Secretario Pesqueira: No habiendo quien haga uso de la palabra,....

El C. Lorandi, interrumpiendo: Pido la palabra para alusiones personales.

- El mismo C. Secretario:...en votación económica se pregunta si está suficientemente

discutida esta partida. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Suficientemente discutida.

Está a discusión la partida 4,007, separada por el C. diputado Avilés.

El C. Presidente: tiene la palabra el C. Avilés.

El C. Avilés: Señores diputados: El Ejecutivo, en su Ramo Quinto, relativo a la Secretaría de Relaciones Exteriores, presentó un Primer Introductor de Embajadores con sueldo de $ 20.00 diarios; pero la honorable Comisión objeta esta partida diciendo que es de agregarse a este señor la cantidad de $10.00 diarios para gastos de representación. Voy a permitirme interpelar a la Comisión para que se sirva decirme si los gastos de representación este señor Introductor no los hace la Secretaría de Relaciones, usando para ello de los gastos extraordinarios, puesto que hasta la fecha no he visto una sola vez que el señor Introductor de Embajadores, con el sueldo que ha venido disfrutando, se haya presentado ante los Ministros de las naciones extranjeras en un estado indecoroso.

El C. Rodríguez Alfredo, miembro de la Comisión: Pido la palabra para contestar.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra para contestar.

El C. Rodríguez Alfredo: Contestando la interpelación del C. Avilés. principio por decir que en el caso concreto del actual Introductor de Embajadores, señor Amaya, concurre la circunstancia de que éste es un hombre de fortuna; a caso se debe que no se haya presentado ante los Ministros extranjeros en un estado indecoroso; pero la Representación Nacional debe tener en cuenta que no siempre existirán las mismas circunstancias, sino que debe retribuir ese puesto con la cantidad necesaria para el sostenimiento del decoro del puesto.

El señor Introductor de Embajadores tiene $20.00 que apenas, como a todos nos consta, le bastan para la vida en circunstancias normales, repito, sin tener en cuenta que ahora es un hombre rico quien desempeña ese puesto. Además, los gastos a que el señor Avilés hace alusión, es decir, los gastos de representación que pregunta si la Secretaría de Relaciones los satisface con cargo a la partida de gastos extraordinarios, debo decir al señor Avilés y a la Representación Nacional que no los hace la Secretaría de Relaciones, que los señores Primero y Segundo Introductores de Embajadores, hacen los gastos de coche y además como obsequios y otros muchos que les obliga a hacer su cargo, de su propio peculio.

El C. Avilés, continuando: Pues entonces, señores diputados, no son suficientes los $10.00 más que nos viene a proponer aquí la Comisión, porque si el señor Introductor de Embajadores se va a dar obsequios por aquí y obsequios por allá al cuerpo Diplomático, (Risas.) resulta que los $30.00 que la comisión pretende asignar aquí no lo son suficientes. Yo sé que la Secretaría de Relaciones dispone tanto de automóviles como de coches para todos los usos particulares, tanto de los señores Introductores, como del alto personal de esa Secretaría. Ahora, si el Ejecutivo no estuviera al tanto de que esos $20.00 que en su Proyecto asigna al Introductor de Embajadores fueran suficientes, entiendo que el Ejecutivo hubiera presentado este proyecto de Presupuesto, aumentando indudablemente el sueldo del señor Introductor de Embajadores. Yo creo que dado que el Ejecutivo, que es el que está al tanto de los gastos de representación, así como de cualquier otro gasto que este señor Introductor de Embajadores haga, indudablemente, vuelvo a repetir está en la conciencia de él que con $20.00 diarios de son suficientes, puesto que así lo presenta en su Presupuesto. Yo entiendo que la honorable Asamblea debe desechar el dictamen que sobre este particular nos presenta la Comisión, porque las razones que acaban de exponer aquí el C. Rodríguez, miembro de ella, no son en verdad razones de peso, porque o es el sueldo mucho o es el sueldo nada y yo vuelvo a hacer hincapié sobre este particular: Si el señor Embajador o el señor Introductor tienen que pagar coche de su propio peculio, tienen que pagar gastos para obsequiar a los señores embajadores, indudablemente que los $20.00 no les sirven absolutamente para nada así es que pido a la honorable Asamblea que deseche este dictamen de la Comisión, aprobando lo propuesto por el Ejecutivo.

El C. Rodríguez Alfredo: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Rodríguez Alfredo.

El C. Rodríguez Alfredo: Debo principiar por decir que las partidas que la Comisión consulta en aprobación de los gastos de representación para el primero y segundo Introductor de Embajadores, con $18.00 diarios, respectivamente, están ya aprobadas, pues no fueron objetadas las partidas 4,007 bis y 4,008 bis que a esos gastos se refieren, y por lo tanto ya se aprobaron juntamente con las partidas cuya aprobación acabamos de dar. Así es que estas dos partidas están fuera de discusión, señor Avilés.

Por lo que se refiere a que los Introductores de Embajadores tengan que hacer gastos de coches, debo decir que la Secretaría de Relaciones , como lo puede ver su Señoría en el Presupuesto, consulta únicamente el pago de dos "chauffeurs," lo que quiere decir que tiene a su servicio dos coches: Uno que utiliza el Ministerio, y el otro que se utiliza en la Secretaría; pero las funciones de ella son de tal naturaleza que hacen que se use el coche constantemente. Para el Personal del Protocolo no hay coches asignados a su servicio: El Primer Introductor de Embajadores tiene el suyo propio, lo mismo que el segundo, esos vehículos son los que usan, sin tener obligación de hacerlo y si la Comisión no ha pedido a la respetable Asamblea que se voten partidas especiales para la adquisición y sostenimiento de esos vehículos, ha sido porque ha tenido en cuenta las condiciones difíciles en que se encuentra el Erario Nacional y los deseos del Ejecutivo de hacer economías, por esas mismas razones el Ejecutivo no pidió aumento de sueldo para los referidos introductores. Debo advertir a su Señoría, el diputado Avilés, que el primer Introductor de Embajadores en todos los países del mundo, inclusive el nuestro, tiene las consideraciones y la categoría de Ministro; por lo mismo debía, en puridad de justicia, percibir los emolumentos asignados a un Ministro residente; sin embargo, se le asignó esa partida, porque tiene menos gastos de representación y menos obligaciones diplomáticas y protocolarias que los Ministros que

representan a nuestro país en algunas otras naciones del mundo.

Por lo que se refiere a los obsequios, señor Avilés, no es que los señores Introductores de Embajadores hagan como su Señoría ha dicho, obsequios por aquí y obsequios por allá no, señor; estos no debe de tomarlos en cuenta ni la Soberana Representación Nacional, ni mucho menos el Presupuesto respectivo del Ramo de Relaciones. Son, dije yo, obsequios, para indicar a Su Señoría que los señores Introductores de Embajadores en justa correspondencia, - oídlo bien -, en justa correspondencia a las amabilidades que para ellos tienen los Ministros extranjeros deben corresponderlos en la misma forma y si no es posible hacerlo en la misma forma, porque su peculio y sus emolumentos no se los permitan, sí deben hacerlo en alguna forma, señor, y esa forma es que por cada dos o tres invitaciones que reciben nuestros Introductores de Embajadores, corresponden con una y para eso, señor, es para lo que se pide el aumento, es decir, la partida nueva de gastos de representación que es pequeña, sí, señor, pero repito que las condiciones del país no permiten que esa partida sea lo bastante cuantiosa para sufragar los gastos que en el ejercicio del encargo tienen que desempeñar los señores Introductores de Embajadores.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Villaseñor Mejía.

El C. Villaseñor Mejia: Ciudadanos diputados: Asociado con los compañeros señores Avilés y Zavala, nos pusimos a hacer un estudio comparativo acerca de las diferencias que presenta el proyecto de la Comisión con el que mandara a esta honorable Asamblea el Ejecutivo, y fueron las partidas 4,007 y4,008 objetadas por nosotros porque aparecen agregadas a ellas las cantidades de $10.00 y $8.00 respectivamente, que como gastos de representación se asignaban a los empleados comprendidas en las mismas. Y ahora bien, como de una manera poco meditada la honorable Asamblea ha hecho la aprobación de las partidas y es el señor general Rodríguez Presidente de la Comisión quien, valiéndose de algo que yo llamaría un chanchullo. (Murmullos, siseos.) dice que las partidas quedaron aprobadas, debo de manifestar en defensa de la idea sostenida aquí por el señor Uriel Avilés, que no se ha llenado en esta vez el requisito reglamentario acerca de la impresión que se merecen los dictámenes de las Comisiones y que en esta vez, aprovechándose del Proyecto y agregando una hoja pequeña adjunto al mismo, sin tener esta relación ni estar las partidas colocadas en su lugar, se ha hecho la aprobación en la forma indicada. Esta aclaración se merece, porque creo que la discusión sobre las partidas 4,007 bis y 4,008 bis, procede, ya que en esta vez no se ha cumplido con los mandatos reglamentarios de hacer la impresión del dictamen respectivo. Si bien es cierto que en un tanto o ejemplar que tiene la Secretaría para su servicio aparecen colocadas al margen y con letras manuscritas las partidas 4,007 bis y 4,008 bis, en ninguno de los ejemplares que tenemos en nuestro poder aparece la modificación indicada. Hago esta aclaración, porque debe prosperar la objeción hecha por el C. Avilés. No vengo a negar al C. Rodríguez que los funcionarios de referencia tengan la categoría de Ministros; pero sí creo que está bien documentada sobre el particular el Ejecutivo, de quien dependen las diversas Secretarías, para fijar a sus servidores las cantidades necesarias que deben servirles como emolumentos. En esta vez la Comisión presentó modificadas esas partidas en un tanto que equivale a la mitad en un caso y en el otro a más de la mitad; por eso la Asamblea debe rechazar las partidas, y si el Presidente de la Comisión cree que serán aprobadas por la defensa que haga de las mismas, nosotros tenemos nuestro derecho a salvo para pedir la reconsideración de las mismas, por no haber llenado los requisitos de la impresión del dictamen.

Por tal motivo me opongo al aumento de gastos de representación que presentan los miembros de la Comisión.

El C. Secretario Pesqueira: La Secretaría hace la aclaración de que no cabe discutir las partidas 4,007 bis y 4,008 bis, porque esta honorable Asamblea ya las aprobó.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Rodríguez Alfredo: Habéis oído de labios del C. Villaseñor Mejía, el menos capacitado para hablar de chanchullos, que lo que la Comisión de Presupuesto y Cuenta que me honro en presidir, ha hecho al hacer observar a la honorable Asamblea que se encontraban ya aprobadas por dicha honorable Asamblea las partidas 4,007 bis y la siguente, dijo que él creía ver en eso algo como un chanchullo. Está usted muy equivocado, señor Villaseñor Mejía; la Comisión no necesita hacer chanchullos y la honorable Asamblea no fue sorprendida; si Su Señoría no tuvo el cuidado que le impone el cargo de diputado, de leer el impreso que Su Señoría debió haber leído, culpa es de Su Señoría, no de la Comisión ni de la Asamblea. La Asamblea no es inconsciente, señor Villaseñor Mejía, la Asamblea se dio perfecta cuenta, puesto que debe, leyó, mejor dicho, el diputado de la Comisión, y ese dictamen es el que ha votado; por eso se objetaron ciertas partidas, y si algunos señores representantes no lo hicieron, culpa es de ellos...

El C. Villaseñor Mejía, interrumpiendo: Pido la palabra.

El C. Rodríguez Alfredo, continuando: No he terminado todavía, señor mío.

Además, el señor Villaseñor Mejía dice que no se cumplió el requisito reglamentario de imprimir el dictamen de la Comisión. Todos vosotros, señores representantes, habéis visto este impreso que, así como lo tengo yo, lo tenéis todos vosotros; la Comisión no tiene obligación de ir personalmente a corregir las pruebas de imprenta; si algún error allí se metió, si Su Señoría, como dice, estaba ya de acuerdo con el señor Avilés y con el señor Zavala para impugnar estas partidas, debió haber tenido primero el cuidado y después la oportunidad de haber apartado las partidas de referencia para objetarlas, y entonces hubieran entrado a discusión; ahora huelga esa discusión, porque no es posible hacerla, desde el momento que las partidas están aprobadas. Por lo que dijo que tenía Su señoría su derecho a salvo para pedir la reconsideración, sí, señor; pero eso también debe hacerse

conforme al Reglamento; que la Asamblea apruebe que se reconsidera la aprobación referente a esas partidas, y entonces sí la Asamblea, soberana como es, dará su resolución; pero insisto en que las partidas se encuentran ya aprobadas, y sin el requisito de la reconsideración, acordado por la Asamblea, no deben volverse a traer a la discusión.

El C. Villaseñór Mejía, interrumpiendo: Pido la palabra.

El C. Presidente: ¿Con que objeto?

El C. Rodríguez Alfredo, continuando: No he terminado.

Además, la Secretaría de la Cámara, de la manera clara dio lectura a todo el dictamen de la Comisión que, además de impreso, fue leído aquí, y no puede alegar el señor Villaseñor Mejía, ni el señor Avilés, ni ningún señor representante, ignorancia a este respecto.

El C. Presidente: La Presidencia manifiesta a los señores diputados que, efectivamente, el dictamen emitido por la Comisión de Presupuesto, fue leído por el C. Prosecretario Aguilar; que en ese dictamen aparecen las partidas 4,007 bis y 4,008 bis, a que se ha referido la Comisión, y puestas a discusión, no fueron objetadas por ningún diputado.

En consecuencia, la Presidencia no permite que se siga discutiendo las partidas 4,007 bis y 4,008 bis, por haber sido aprobadas.

El C. Villaseñor Mejía: Pido la palabra para contestar alusiones personales.

El C. Presidente: Después de que termine la discusión.

El C. Villaseñor Mejía: Ya terminó, según su propia declaración.

El C. Avilés: Pido la palabra para hechos.

El C. Espinosa Luis: ¡Moción de orden!

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Espinosa Luis.

El C. Espinosa Luis: Conforme al Reglamento, el C. Villaseñor Mejía tiene derecho a hablar una vez que termine el orador, no hasta que concluya la discusión.

El C. Presidente: La Presidencia sólo deseaba saber con qué objeto pedía la palabra el C. Avilés.

Tiene la palabra el C. Villaseñor Mejía.

El C. Avilés: Reclamo el turno; estoy pidiendo la palabra desde hace mucho tiempo.

El C. Villaseñor Mejía: En vista de que la presidencia de esta Cámara sostiene que se ha leído el dictamen a Vuestra Soberanía, debo decir que el dictamen no se ha leído, sino únicamente la parte expositiva del mismo, sin haberse leído ninguna de las partidas, porque fue el propio secretario Pesqueira, o el Prosecretario Aguilar, quien hablara de que, siendo voluminoso el dictamen, se daban diez minutos para que nos fijáramos los representantes, a fin de poder presentar las objeciones consiguientes. Entiendo que el C. general Rodríguez sabe muy bien, y tendrá que darme la razón, que se ha leído la parte expositiva y no el dictamen. Las partidas 4,007 bis y 4008 bis habían quedado perfectamente colocadas, como lo dice la Secretaría, en el ejemplar que tiene a su servicio; pero ninguno de nosotros tenemos los nuestros con la corrección respectiva. Es claro que nosotros buscamos en la parte que está a discusión las partidas de que se trata; pero no las encontramos. Hago esta aclaración y creo que me concederá la razón el C. Rodríguez.

El C. Rodríguez Alfredo: pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Rodríguez Alfredo: Para contestar al C. Villaseñor Mejía que si es verdad que en el cuerpo del proyecto de Presupuesto no figuran las partidas 4,007 bis y 4,008 bis, más verdad es todavía que en el dictamen de la Comisión, porque este es el dictamen, se dice de manera clara y terminante:

"La Comisión, teniendo en cuenta que las funciones de estos empleados requieren ciertos gastos que les permitan presentarse dignamente ante los señores Ministros de las naciones extranjeras amigas de México y demás personal diplomático acreditado ante nuestro Gobierno, estima que debe señalarse a ambos Introductores de Embajadores una cuota diaria fija de $10.00, y $8.00, respectivamente, por concepto de gastos de representación, cuyas partidas llevarán los números 4,007 bis y 4,008 bis."

Señores: Quien hubiese leído este dictamen y después hubiese consultado, como dice el señor Villaseñor Mejía, el cuerpo del Proyecto de Presupuesto, debe haber extrañado forzosamente la ausencia de esas dos partidas en este Presupuesto. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que le hacía hacer memoria el párrafo relativo del dictamen de la Comisión; así es que la razón que alega el C. Villaseñor Mejía, no es razón.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Avilés.

El C. Avilés: Señores diputados: Nada acarrea estas dificultades, más que la festinación que se tiene para todos estos asuntos. Varios de los señores diputados estábamos pidiendo a la Secretaría que se diera lectura a todo el dictamen de la Comisión, y la Secretaría se excusó con esto: Diciendo que estaba compuesto de treinta y tantas fojas o qué sé yo y que no podía darle lectura, y como todo aquí se vuelve barullo y no se oye ni se entiende, eso precisamente es lo que acarrea estas dificultades. ¿Cómo es que sostiene la Comisión que había presentado ya este dictamen, cuando en el mismo dictamen que ella presenta existe un verdadero error, que sea de imprenta o no sea de imprenta, eso no tiene que averiguarlo la Representación Nacional? Por eso la Sección de Imprenta tiene correctores. Aquí aparecen esas partidas no precisamente con la 4,007 bis, sino con la 407 bis, y la otra no aparece con la 4,008 bis, sino con la 408 bis, y la Representación Nacional no tiene obligación de averiguar si es un error o no. Por lo demás, este dictamen impreso, hasta hoy se entregó a los ciudadanos diputados en el momento en que ya se iniciaba la discusión de este asunto; y la Presidencia apenas concedió quince minutos para su estudio. Ahora se viene sentado el precedente de no permitir, ya no sólo la segunda lectura, sino tampoco la primera; y esto viene a redundar en perjuicio de las discusiones. Es natural que los diputados no estén al tanto de este dictamen, así como de las observaciones hechas por la Comisión, ya que, como dije, hasta pocos momentos antes de iniciarse el debate lo conocimos, teniendo que pedirlo a los mozos de la Cámara, ya que la Secretaría no le dio lectura alegando que era muy.

extenso. Por lo tanto, creo que este asunto debe de reconsiderarse, puesto que se ha procedido con verdadera festinación.

No estoy de acuerdo con los argumentos de la Comisión, porque no son justos, pues ya que el señor Introductor de Embajadores es bien conocido del Ejecutivo, al haberle asignado el sueldo de $20.00 diarios quiere decir que con eso le basta. Sigo sosteniendo que debe reconsiderarse este asunto, por que se ha obrado con verdadera festinación; además, se nos han entregado los dictámenes casi a jalones, porque hemos tenido que estarlos pidiendo a los mozos de la Cámara y no somos ferrocarriles para leerlos de carrera y darnos cuenta de lo que en ellos se encierra. Si el tiempo no alcanza para discutir, discutamos lo que podamos, que ya el Ejecutivo nos convocará a sesiones extraordinarias para tales y cuales asuntos; pero no procedamos con tanta celeridad.

El C. Rodríguez Alfredo: Pide la palabra la Comisión.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Rodríguez Alfredo: Para contestar al C. Avilés que lo que él llama festinación, si es que existe, no se debe a la Comisión, sino únicamente a que la honorable Asamblea creyó conveniente, como lo hizo y en uso de su soberanía, dispensar las lecturas al Proyecto de Presupuesto. Si la honorable Cámara le dispensó las lecturas primera y segunda, nadie tiene la culpa, señor Avilés; la honorable Asamblea las dispensó y la honorable Asamblea es la que tiene que resolver sobre este asunto. Además,. dice Su Señoría, el diputado Avilés, que el impreso en el que se consigna el dictamen de la Comisión, respecto al Ramo que nos ocupa, fué repartido momentos antes de esta sesión, es decir, en esta sesión y al "jalon". En eso no está en lo justo el señor Avilés; estos impresos son conocidos de los señores diputados desde el día de ayer; así es que Su Señoría se preocupa por el cumplimiento de sus deberes, Su Señoría debió haber conocido esto desde ayer, como la mayor parte de los señores diputados lo conoció.

El C. Secretario Pesqueira: Siendo la partida 4,007 la separada por el C. diputado Avilés, se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si está suficientemente discutida. los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Se reserva para su votación.

Esta discusión la partida 4,008 separada por el C. diputado Avilés.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Avilés.

El C. diputado Avilés: Señores diputados: Entiendo yo que huelga seguir discutiendo estas partidas. Aquí, una de dos: O la Representación Nacional vota contra esas partidas que dice el señor Rodríguez están aprobadas, o presentamos una moción que reconsidere este caso. Creo que la Representación Nacional debe tomar en cuenta esta moción que dentro de un momento presentaremos, por que en verdad sigo insistiendo en que ha obrado con verdadera festinación. Así es que suplico a la Asamblea apruebe la moción que sobre este particular vamos a presentar.

- El mismo C. Secretario: En votación económica se pregunta si está suficientemente discutida la partida 4,008. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Suficientemente discutida. Se reserva para su votación.

A discusión la partida 4,009, separada por el señor Casas Alatriste.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Casas Alatriste.

El C. Casas Alatriste: Señores diputados: He separado las partidas 4,009 y a ambas me voy a referir, porque hablan de un primero y de un segundo ayudante del Protocolo y para ambas son aplicables las razones que voy a exponer.

La Comisión dictaminadora propone, que por las mismas razones por las que propuso un aumento de $10.00 diarios para el primer Introductor de Embajadores y de $8.00 para el segundo, que se aumente la cuota del primer ayudante del Protocolo a $12.00 diarios, y la del segundo a $10.00; y yo encuentro muy poco equitativo este aumento que viene a comprobar aquel dicho vulgar que dice: "La cuerda se revienta siempre por lo más delgado;" mientras que el primer Introductor de Embajadores se le hace el aumento de un cincuenta por ciento y al segundo Introductor se le aumenta más de un cincuenta por ciento, quien probablemente hizo ante la honorable Comisión las gestiones del caso, se le aumenta en más del cincuenta por ciento y al personal inferior, al segundo y primer ayudante, se les hace un pequeño aumento, algo así como "para que no digan". (Murmullos.) Los ayudantes del Protocolo, señores, tienen que estar en relación constante con el personal de las Embajadas, de los Ministerios extranjeros y todo eso les origina indudablemente gastos para cuidar de su presentación personal, de su ropa y compromisos sociales que no se ocultarán a Vuestra Soberanía. En ese sentido, yo me permito sugerir a la honorable Comisión que haga un aumento por concepto de estos gastos de representación al personal inferior del Protocolo en un cincuenta por ciento, poco más o menos, es decir, que el primer ayudante del Protocolo se le asignen $15.00 y al segundo ayudante del Protocolo se le asignen $12.00; esto es justo. Además, me voy a permitir interpelar a la honorable Comisión o al C. licenciado Rebolledo que, según sé, conoce perfectamente bien las leyes que rigen la materia, para que me digan si no es cierto que el primer ayudante del Protocolo tiene una categoría equivalente a la del segundo Secretario del Legación y el segundo ayudante del Protocolo, una categoría similar a la de tercer Secretario. Ruego al señor licenciado Rebolledo me conteste.

El C. Rebolledo: Pido la palabra para contestar.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Rebolledo: Es verdad lo que asienta el señor Casas Alatriste: El segundo Secretario de Legación, como vera en la lista de Secretarios, desde la partida 4,102, tiene $24.00 diarios asignados y el tercero $18.00; de manera que la proposición del señor Casas Alatriste me parece muy justa, dado el contacto que tienen esos empleados del Protocolo con el personal de las Legaciones acreditadas en México.

El C. Casas Alatriste, continuando: Muchas gracias. Habéis oído, señores.....

El C. Velásquez López, interrumpiendo: ¿Me permite una aclaración? (Campanilla.)

El C. Casas Alatriste, continuando: Habéis oído de una persona competente, que conoce el asunto mejor que todos nosotros, la declaración evidente de que es perfectamente justo el aumento que solicito, puesto que los segundos Secretarios ganan $24.00 y solamente yo propongo $15.00 para empleados de igual categoría en el Protocolo y los terceros Secretarios ganan $18.00, mientras que yo propongo un aumento de $12.00 a los segundos ayudantes del Protocolo. Debo advertir, y esta advertencia se dirige especialmente a los CC. Avilés y Villaseñor Mejía, que no han leído, según acaban de declarar, el dictamen presentado por la Comisión, que estos aumentos no modificarán esencialmente el resultado del presupuesto, ya que el dictamen de la Comisión propone que se suprima el tercer ayudante del Protocolo, cuyas labores no son indispensables; y al suprimirse ese sueldo, se puede aumentar los de los otros empleados para que éstos se presenten con el decoro que les corresponde y puedan atender a los compromisos sociales a que están constantemente sujetas las personas que tiene que ver con el Ramo de la Secretaría de Relaciones Exteriores. En consecuencia, suplico a la Comisión que reforme su dictamen en este sentido, y en caso de que se niegue, ruego a la Asamblea vote en contra de esta partida.

El C. Rodríguez Alfredo: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Rodríguez Alfredo.

El C. Rodríguez Alfredo: Habéis oído la solicitud que hizo el compañero Casas Alatriste para que el primero y segundo ayudante del Protocolo se les aumente el sueldo; alega las mismas razones que la Comisión tuvo en cuenta para la asignación de gastos de presentación al Primero y Segundo Introductores de Embajadores. No son las mismas: A las recepciones diplomáticas que los enviados extranjeros en México dan, no tienen obligación de asistir, como de hecho no asisten, ni el primero ni el segundo ayudantes del Protocolo; la obligación es únicamente para los introductores; así es que no tienen estos señores la obligación de concurrir a las recepciones, ni están obligados tampoco a erogar gastos que los otros funcionarios tienen que erogar. Con respecto al razonamiento del C. Casas Alatriste de que la carrera del primer ayudante del Protocolo se equipara a las de un segundo Secretario, la Comisión lo tuvo en cuenta también al afirmar que el Primer Introductor de Embajadores debe tener la categoría de Ministro, como el segundo Introductor de Embajadores tiene la categoría de Primer Secretario de Legación, y no percibe el sueldo correspondiente. Por eso el Ejecutivo no ha hecho la asignación del sueldo correspondiente a un segundo secretario al segundo ayudante del Protocolo. Creo que por estas razones la soberana Asamblea debe reprobar la solicitud del C. Casas Alatriste y dar un voto aprobatorio al dictamen de la Comisión.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Avilés.

El C. Avilés: Señores diputados: Me he inscripto para hablar en contra de la partida de la cual vino a hablar el C. Alatriste, porque esta partida está en las mismas condiciones, es decir, ya está aprobada por esta honorable Asamblea, tal como está en el presupuesto, puesto que ese es el criterio que ha sentado aquí la Comisión...

El C. Casas Alatriste, interrumpiendo: Pido la palabra para aclararle que no está en lo justo... (Campanilla.)

El C. Presidente: La Presidencia manifiesta al C. diputado Avilés que las partidas 4,009 y 4,010 no están aprobadas; fueron separadas para su discusión.

El C. Avilés, continuando: Yo preguntaría a la Presidencia, ya que se ha anticipado a contestar a una interpelación que yo no he hecho,... (Murmullos, risas.) Se sirviera decirme si también las partidas 4,008 y 4,007 no fueron apartadas por mí.

El C. Presidente: La Presidencia contesta a su Señoría que se le concedió el uso de la palabra para objetar las partidas 4,007 y 4,008, pero no las partidas 4,007 bis y 4,008 bis que ya estaban aprobadas por la Asamblea.

El C. Avilés: Ya que la Presidencia se muestra tan celosa, debía haber hecho la aclaración de que estas partidas 4,007 bis y 4,008 bis no estaban a discusión, y no hubiera admitido que yo apartara estas partidas; así que se ve la inconsecuencia de la Presidencia en este asunto de que no estamos ocupando.

El C. Casas Alatriste: Pido la palabra para una aclaración.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Casas Alatriste: La aclaración es ésta: La modificación que la Comisión de presupuestos y cuenta propone al Proyecto enviado por el Ejecutivo está contenida por lo que se refiere a gastos de presentación de los ciudadanos Primero y segundo Introductor de Embajadores, en dos partidas nuevas que propone la honorable Comisión; y por lo que se refiere al sueldo de los ayudantes del Protocolo, se modifican las partidas sin cambiarles número; en consecuencia, al separar yo las partidas 4,008 y 4,009 me referí a las del proyecto presentado por la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

El C. Secretario Pesqueira: Por haber sido discutidas, se apartan las partidas 4,009 y 4,010; se pregunta la Asamblea si están suficientemente discutidas. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Suficientemente discutidas. Se separan para su votación.

Está a discusión la partida 4,035 separada por el C. Velásquez López.

El C. Velásquez López: Entre los gastos generales de la Secretaría de Relaciones, la partida 4,035 asigna la cantidad de quince mil pesos para los gastos de impresión de formas, publicaciones y encuadernación de documentos de todas clases. Esa impresión de formas a que se refiere esta partida no es otra cosa sino pequeños cuadernos que se hacen con el objeto de anotarse allí la correspondencia que sale y que se reparte por los mozos de la Secretaría. Las publicaciones y encuadernación de diversos documentos se refiere a una revista consular que se publica mensualmente en la Secretaría. Se coleccionan todos los periódicos que se publican en la capital y estos se encuadernan mensualmente; así, por ejemplo, el "Diario oficial," "El Universal," "EL Pueblo," etc. Según cálculos que yo he hecho, todas las impresiones de formas y

encuadernación - y supuesto que aquí no está indicada la compra que se hace también de libros para la biblioteca de la Secretaría -, vienen a ascender a unos $500.00 ó $600.00 mensuales, de tal manera que el gasto por ese concepto sería anualmente de siete, ocho, o nueve mil pesos. Si acaso quisiéramos nosotros todavía aumentar estos gastos mensuales de las encuadernaciones e impresión de formas, sería excesivo decir que se necesitarían $1,000.00 mensuales, de tal manera que si nosotros aplicamos todavía esta cantidad muy aumentada por cierto, vendría a resultar anualmente la cantidad de $12,000.00.

Estos datos son perfectamente verídicos, porque en diversas ocasiones yo tuve oportunidad de llevar los gastos de la encuadernación e impresión de las formas y demás documentos que se utilizan y se llevan a la biblioteca para el servicio de la Secretaría, para el servicio del personal de la misma y para el servicio del Cuerpo Diplomático o Consular. Es cierto que los precios absolutamente en toda clase de artículos principalmente de papel y encuadernación han aumentado en está última época, pero de seguro que por mucho que hayan aumentado no llegará el gasto mensual a la cantidad de $1,000.00 y en todo caso serían $12,000.00 y no $15,000.00 como se asigna en la partida número 4,035. Por estas razones y como en verdad no entran muchas encuadernaciones a la biblioteca, ni estas se mandan hacer mensualmente en tal número que pueda justificar la cantidad anual que se asigna en esta partida y en vista de que uno de los miembros de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, como es el C. licenciado Trigo, está al tanto de estos gastos yo suplico a él informe sobre este asunto y si acaso la Comisión ha podido justificarlos. Suplico al diputado Garza tenga la bondad de informar a la Asamblea si están justificados estos gastos y si la Comisión sabe que, en efecto, la impresión de las formas de la Secretaría de Relaciones demanda esta cantidad anual y si sabe él cuáles son.

El C. Castillo Torre, miembro de la Comisión, interrumpiendo: Pido la palabra, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Castillo Torre: El C. Garza tuvo la amabilidad de cederme la palabra; voy a informar a la Asamblea que la partida es mínima para cubrir esta clase de necesidades en la Secretaría de Relaciones, porque es preciso tener en cuenta que esta partida se destina también a la impresión del Boletín de la Secretaría de Relaciones, que es un periódico mensual. Además, solamente las Legaciones de la República son 21 y los Consulados son en mayor número y con frecuencia llegan a las Legaciones y Consulados informaciones que es preciso publicar en folletos en el boletín órgano de la Secretaría de Relaciones, y para la publicación de los folletos de informes que llegan de los consulados de la República. En consecuencia, la Comisión ha creído que la suma de $15,000.00 es la más modesta que se podía proponer en los presupuestos.

El C. Velásquez López: La cantidad de. . . $12,000.00, considerando que se gastaran $1,000.00 mensuales, me parece excesiva. En efecto, llegan multitud de documentos de los distintos Consulados nuestros en el extranjero, así como de nuestras Legaciones, pero que de seguro todos ellos sumados, todavía los gastos del periódico que se llama la "Revista Consular de la Secretaría de Relaciones," las encuadernaciones y demás, me parece una cantidad demasiado excesiva la de $15,000.00 para cubrir todos los gastos de esas encuadernaciones. Por tanto, suplico a la honorable Asamblea se sirva tener en cuenta las razones expuestas cuando venga la votación de esa partida.

El C. Secretario Soto: En votación económica se pregunta si se considera suficientemente discutida la partida 4,035. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse en pie. Suficientemente discutida. Se reserva para su votación .

Está a discusión la partida 4,036: "Gastos extraordinarios de Emergencias, $100,.000.00."

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Saucedo.

El C. Saucedo Salvador: Ciudadanos representantes: Vengo a oponerme a la aprobación de esta partida de $100,000.00, porque no encuentro justificado el que la Comisión la haya aceptado tal como la envió el Ejecutivo. El presupuesto del año anterior consignaba únicamente $60,000.00 y no se explica, pues, este aumento de $40,000.00 más; además de esto, también existe en el Presupuesto, en los gastos de extradición de criminales que antes comprendían $15,000.00, ahora se aumentan a . . . $40,000.00; los subsidios a la prensa, que antes eran $40,000.00, hoy son $60,000.00; en consecuencia, toda esta serie de partidas están aumentadas excesivamente. Comprendo que los gastos de viáticos que antes comprendían $80,000.00 y ahora $100,000.00, se hayan aceptado dada la elevación de las tarifas de fletes y pasajes y por las demoras que sufren los viajeros antes de llegar al punto de su destino, pero las demás partidas no las encuentro justificadas y pido que está sea reprobada y quede como estaba en el presupuesto anterior, es decir, $60,000.00.

El C. Pastrana Jaimes: Pido la palabra en contra.

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Pastrana Jaimes.

El C. Pastrana Jaimes: señores diputados: Deseo que la Comisión me informe el carácter que tiene esta partida de gastos extraordinarios de emergencia, porque me parece que es un disfraz que se pone a gastos secretos. La Constitución terminantemente prohibe que haya dobles partidas para gastos secretos y no debemos permitir que con un disfraz se nos saque otra partida. Dice el artículo constitucional: "Artículo 65. No podrá haber otras partidas secretas, afuera de las que se consideren necesarias con ese carácter, en el mismo Presupuesto; las que emplearán los Secretarios por acuerdo escrito del Presidente de la República;" Esta partida de gastos extraordinarios de emergencia, no es una partida de gastos secretos con otro nombre. Se proponen de doscientos a quinientos mil pesos para gastos secretos en varias partidas con distinto nombre y esto está prohibido por la Constitución. Yo deseo que la Comisión informe qué carácter tienen estos gastos extraordinarios de emergencia.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Castillo Torre: Con verdadero gusto voy a complacer al C. Pastrana Jaimes, haciéndole ver que no es lo mismo la partida de gastos extraordinarios que la partida de gastos secretos.

En la Secretaría de Relaciones existen unos gastos que se llaman gastos de oficio y otros que se llaman gastos extraordinarios de emergencia. Los gastos de oficio se refieren, por ejemplo, a los gastos de escritorio, luz y otras cosas indispensables par los servicios de las Legaciones y gastos extraordinarios son aquéllos que, como su nombre lo indica, no tienen una fisonomía , se puede decir, continua, sino que es una fisonomía que le dan las circunstancias. Así, por ejemplo, a la partida de gastos extraordinarios tendrán que cargarse el envío de Embajadas Especiales a los distintos países del mundo y también para las fiestas sociales que los representantes de México en ciertos días del año están obligados a dar a sus colegas de los Cuerpos Diplomáticos en el extranjero.

El C. Pastrana Jaimes, interrumpiendo: Para todos esos gastos hay partidas en los Presupuestos.

El C. Castillo Torre, continuando: Los gastos son extraordinarios de emergencia, es decir, son gastos que nacen conforme llegan las circunstancias y es indudable que en los presupuestos no podrían preverse todas estas circunstancias; por eso se engloban, se encierran en una sola partida que se llama de gastos extraordinarios de emergencia.

El C. Secretario Soto: En votación económica se consulta si se considera suficientemente discutida la partida 4,036. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse en pie. Suficientemente discutida. Se reserva para su votación .

Está a discusión la partida 4,040: "Para los gastos de extradición de criminales, exhortos y publicaciones de edictos, $40,000.00."

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Velásquez López.

El C. Velásquez López: Me permito preguntar a la Comisión si acaso ella tuvo en cuenta para aceptar la cantidad de $40,000.00 para los gastos de extradición de criminales, etc., la cantidad que asignó el Presupuesto del año actual. En el Presupuesto vigente se asignó la cantidad de $15,000.00 y en el presupuesto próximo se asigna la cantidad de $40,000.00; deseo que la Comisión se sirva informar a esta Asamblea cuáles son las causas que ha aducido la Secretaría de Relaciones Exteriores para haber aumentado esta partida.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Castillo Torre: El C. Velásquez López no puede ignorar que a medida que se regulariza la administración del país, se regularizan en la misma forma las relaciones con las diversas naciones del globo; de consiguiente, si en el presupuesto anterior se asignaban $15,000.00 para esta partida, ahora que el Gobierno de la República se encuentra más consolidado y tiene más representantes diplomáticos en el extranjero y, de consiguiente, la posibilidad de extraditar mayor número de criminales, es natural que la partida haya crecido en la misma forma que ha crecido la posibilidad de extraditar aquellos criminales.

El C. Velásquez López: Como ha escuchado la honorable Asamblea, por boca de uno de los miembros de la Comisión, seguramente que no es una verdad que a medida que se normalizan las condiciones del país, sea mayor el número de extradiciones que tengan que hacerse en el extranjero; si hay algo de verdad, lo es para un futuro no próximo, supuesto que durante todo el año fiscal presente debe saber la Comisión que de seguro el número de extradiciones de criminales que se ha hecho del extranjero, son nones y no llegan a tres. Por eso es que ataco esta partida, porque creo, y por otra parte, las publicaciones de los edictos que se hacen en los periódicos extranjeros o que se hagan también en los periódicos del país, no son para justificar un aumento de $15,000.00 que tenía el presupuesto de Egresos actual, por 40,000.00 que se asignen en el Presupuesto de Egresos para el próximo año fiscal. Esta cantidad me parece exorbitante, supuesto que las extradiciones de criminales en el extranjero, no han llegado a una cantidad tal, que justifique el gasto de $40,000.00 anuales.

El C. Secretario Soto: No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica se pregunta si se considera suficientemente discutida la partida número 4,040. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. No está suficientemente discutida. Continúa la discusión. (Voces: ¡Sí, sí!) Suficientemente discutida. Se reserva para su votación.

A discusión la partida 4,041: "Subscripciones y subsidios a propagandistas y a periódicos nacionales y extranjeros, $60,000.00."

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Avellaneda. (Siseos.)

El C. Avellaneda: Señores diputados: El Gobierno que paga por ser adulado, paga también porque se le corrompa; la adulación prostituye.... (Voces: ¡Ah, ah!) El gobierno que tiembla ante la crítica, es un gobierno cobarde; el gobierno que necesita para sostenerse de engañar a su propio pueblo, no es un gobierno, sino un conglomerado de mendaces. Esto es lo que hace la partida que vengo a atacar. Por medio de esta partida se quiere que el Gobierno use del dinero del pueblo para pagar a los periodistas asalariados, para pagar porque digan que el Gobierno es una gran cosa, para que cubran los delitos, las faltas, los errores de los hombres del poder, y ustedes, que supongo que están de acuerdo con la libertad, de acuerdo con la libertad de la expresión de pensamiento, los que están de acuerdo con que el pueblo necesita de esa misma libertad para evolucionar, que tiene derecho a saber cómo y de qué manera es manejada la cosa pública y sus propios intereses, estarán de acuerdo conmigo en que es una verdadera infamia usar del dinero del pueblo para engañar a ese mismo pueblo. Tiempo es ya, señores diputados, que comience en México una labor de higiene, una labor de moralización y que echemos al cesto el procedimiento antiguo, por el que Porfirio Díaz pagaba en el extranjero para que se dijera que era el gran demócrata, que el pueblo mexicano estaba a la altura de las primeras naciones del mundo, cuando la mayor parte de los nuestros es hasta la fecha un sinnúmero de analfabetos; tiempo es ya, señores, de que comencemos el saneamiento de la cosa pública, que estemos a la altura de nuestro deber para evitar, de una vez por todas, esos

procedimientos atentatorios contra la libertad de la expresión del pensamiento, contra la libertad de imprenta, y voy a decir por qué: Bajo el punto de vista netamente comercial, los periódicos que reciben subvención del Gobierno se ponen en condiciones ventajosas sobre la prensa independiente; ellos pueden comprar el papel, pueden adquirirlo con mayor facilidad, y hecho, señores diputados, rechazan del, mercado a la prensa independiente y por eso el procedimiento de subvención de periódicos mata la libertad de imprenta, que fué uno de los principios que llevó consigo la Revolución Constitucionalista. Yo hablo a vosotros, a los que creéis que en la libertad de imprenta se basan todas las libertades; a vosotros, los que creéis que estáis identificados con los principios libertarios; no hablo con aquellos que, como se me ha dicho - y no me extraña que el C. Castillo Torre firme el dictamen como esta -, pues se me ha dicho que, a pesar de ser un intelectual, está del lado de la reacción; no es un cargo, pero es una suposición fundada por algún dicho; de tal manera que, señores diputados, viendo esto bajo el punto de vista netamente libertario, conviene que los hombres del poder sean conncidos en sus procedimientos por la opinión pública bajo el punto de vista de que los dineros del pueblo no sean usados para engañar a ese mismo pueblo, bajo el punto de vista de que debemos proteger la libertad de imprenta, debemos poner en iguales circunstancias a los periodistas independientes, que todos y cada uno de los periodistas sean independientes, que deben existir realmente, porque ya ha llegado la fecha de exigir al hombre que exista por sí mismo, por ideales, no porque reciba un mendrugo de pan, no, establezcamos la libertad de imprenta, la igualdad entre los periodistas, y rechacemos una vez por todas esta partida qué, como dije antes, se atentatoria contra la libertad de imprenta y porque, además, se usa del dinero del pueblo para engañarlo a él mismo.

El C. Castillo Torre: Pido la palabra para una interpelación.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Castillo Torre: El C. Avellaneda impugna la partida 4,041, que se refiere a subvenciones y a subsidios a propagandistas y periódicos nacionales y extranjeros, y como el hecho de haber impugnado esta partida trae implícita la presunción de que la persona que la ataca sabe los fines para los cuales está destinada, yo ruego al C. Avellaneda se sirva decirme qué servicios nacionales son los que trata de llenar el Estado con dicha partida de $60,000.00.

El C. Avellaneda: Tan sólo diré que juzgo esta partida por la significación etimológica de las palabras que la componen, que respecto al uso que se va a hacer de ella, es a la Comisión a la que corresponde informar.

El C. Castillo Torre: Como ustedes ven, señores diputados, el compañero Avellaneda está envuelto en la más espesa nube de ignorancia respecto de los fines de la citada partida. El Estado lo que se propone con los $60,000.00, es que el país no quede aislado dentro del concierto universal y que, por medio de sus agentes consulares, que son al mismo tiempo agentes de propaganda de comercio, se publique en cada uno de los hemisferios de la tierra, cúales son las riquezas, cúales son los dones naturales de la República, cúales son las ventajas que a los comerciantes, industriales y además hombres de empresa proporcionaría emplear en el país sus capitales, y otras cosas de esta misma índole. De consiguiente, teniendo en cuenta la importancia vital de una propaganda de esta naturaleza, se necesita poseer un espíritu verdaderamente mezquino para atacar una partida destinada a tan nobles fines.

El C. Avellaneda: Pido la palabra para una aclaración.

El C. Presidente: Para una aclaración tiene usted la palabra.

El C. Avellaneda: Debo hacer saber al C. Castillo Torre que está hablando de lo que yo no hablé; yo me referí a los periódicos, a los periódicos única y exclusivamente.

El C. Trejo: Pido la palabra para una aclaración.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Trejo: El señor Castillo Torre nos ha dicho que estos $60,000.00 se destinarán para subvencionar periódicos extranjeros y como en la misma partida se hace saber que parte de esos..... $60,000.00 se destinarán para subvencionar periódicos nacionales, yo deseo saber si esta será la única partida que sirva para subvencionar periódicos nacionales o si después vamos a aprobar una exorbitante partida que se consigna en el Presupuesto de Gobernación.

El C. Castillo Torre: La interpelación del C. Trejo carece por completo de importancia toda vez que si yo tuve un lapsus liguae, ese lapsus liguae está suficientemente aclarado en el texto de la misma partida. En efecto, se lee en ella: "Subscripciones y subsidios a propagandistas y periódicos nacionales y extranjeros, asignación anual...... $60,000.00."

Hablé de la propaganda que hacen los cónsules en el extranjero y en ese sentido dije que no me parecía exigua la partida de $60,000.00 y menos exajerada le puede parecer a cada uno de los representantes de la Cámara y a mí mismo luego de ver que soló se refiere a la propaganda en el extranjero sino a la propaganda hecha en periódicos nacionales.

El C. Pastrana Jaimes: Pido la palabra para una aclaración.

El C. Presidente: Para una aclaración tiene la palabra el C. Pastrana Jaimes.

El C. Pastrana Jaimes: Suplico... (Siseos y voces: ¡Huy, huy!)

¡Siquiera urbanidad ya que no atención!

Suplico al señor Castillo Torre que me diga qué clase de propaganda tienen que hacer los periódicos nacionales en México. ¿Propaganda de qué? Ya el Ministerio de Hacienda tiene una partida para subvención, ya que el Ministerio de Gobernación tiene una partida para subvención de periódicos y no falta más que la Secretaría de Relaciones tenga una partida para el mismo objeto. ¿Propaganda de qué hacen aquí en la nación ?

El C. Castillo Torre: Yo creo, señores diputados, que cuando se trata de algo tan interesante como dar a conocer los recursos de un país, es

indudable que la propaganda tiene por único objeto lo que pudiéramos llamar una propaganda comercial que encierra verdadero interés cuando esta propaganda comercial debe hacerse dentro o fuera de las fronteras. Los periódicos nacionales subvencionados por la Secretaría de Relaciones tienen por objeto defender las ideas oficiales y todo lo que se refiere al ramo a que pertenece esa Secretaría.

El C. Presidente: tiene la palabra el C. Velásquez López.

El C. Velásquez López: Me voy a referir Únicamente a la subvención que respecto a los periódicos nacionales, como dice el señor Castillo Torre, en estos momentos sirve para hacerse propaganda comercial en nuestro país. Se ha consignado una cantidad para subvenciones de periódicos nacionales por nuestra parte del Ramo que corresponde a Gobernación y no encuentro yo razón justificada para que la Secretaría de Relaciones tome a su vez subvención de periódicos. La propaganda a que se refiere el señor Castillo Torre no es más que esto: Los informes que rinden mensualmente o anualmente los distintos Consulados, vienen a la Secretaría de Relaciones y tratan sobre cuestiones puramente comerciales, por ejemplo, dando informes sobre la producción de tal o cual artículo, informes sobre asuntos de cuestiones monetaria, etc., etc. Estas publicaciones, estos documentos que se reciben de nuestros distintos Consulados en el extranjero, se publican en el "Boletín Consular" de la Secretaría, para lo cual ya está asignada una partida. Por otra parte, las informaciones que rinde la Secretaría de Relaciones Exteriores, como muy bien saben los señores periodistas y los señores reporteros, se recogen en la Secretaría de Relaciones Exteriores y se publican en los periódicos nacionales y en el Periódico Oficial, sin que a la Secretaría de Relaciones Exteriores le cueste ni un solo centavo. No cobran los periódicos nacionales las publicaciones de los informes consulares en lo que respecta a las cuestiones comerciales, económicas, financieras, etc. Así es que la asignación de esta partida yo no la ataco en lo que respecta a la propaganda en el extranjero, y si la ataco sólo por lo que respecta a los periódicos subvencionados que corresponden a nuestro país.

El C. Castillo Torre: El C. Velásquez López no pierde la oportunidad de hacernos saber que ha servido algún tiempo en la Secretaría de Relaciones Exteriores y de pretender probarnos que todos aquellos que no han sido empleados más o menos inferiores de aquella Secretaría, ignoran completamente lo que se refiere a este importante órgano del Poder Ejecutivo. Efectivamente, nunca he sido servidor de la Secretaría de Relaciones Exteriores, pero me parece que en este asunto sé mucho más que el C. Velásquez López. Es preciso notar en primer lugar que hay en defecto de redacción en la partida, porque la palabra "nacional" sale sobrando; la propaganda que establece dicha partida es casi esencialmente dirigida para el extranjero y aquí creo oportuno recordar que el Gobierno de la Argentino tiene no sólo un periódico, sino casa propia en París y en esa casa redactores pagados que hacen propaganda a las riquezas de aquella República hermana del Sur. Además, no existe sólo la propaganda de la palabra escrita en el periódico, sino también la propaganda por medio del cinematógrafo. Respecto a este particular me voy a permitir interpelar al C. Gutiérrez de Velasco, quien está bien informado de este asunto, para que lleve un poco de luz a los equivocados como el C. Velásquez López, quien se ha atrevido a impugnar partidas de cuyos fines no está bien compenetrado.

- El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Gutiérrez de Velasco.

El C. Gutiérrez de Velasco: Contestando la interpelación que se sirve hacerme el C. Castillo Torre, debo informar a la honorable Asamblea que en el mes de Agosto fueron pagadas dos cantidades por películas cinematográficas tomadas en México con el objeto de exhibirse en el extranjero y estas dos cantidades ascendieron a treinta y cinco mil pesos.

El C. Velásquez López: Pido la palabra para una aclaración. El C. Castillo Torre no ha hecho otra cosa que ratificar el ataque que yo hice respecto a la subvención que se ha puesto aquí para periódicos nacionales. El mismo ha dicho que es puramente propaganda extranjera y la propaganda que la Argentina hace en París, es respecto a este país, una propaganda extranjera. Ahora bien, como toda la propaganda de nuestros Consulados en el extranjero con respecto a México, no se necesita en este caso la subvención para periódicos nacionales y cuando hay propaganda de México para el extranjero, entonces sí estoy conforme con que sea para periódicos extranjeros y como el señor Castillo Torre ha convenido de hecho conmigo en que debe suprimirse la palabra "nacionales," yo también ruego a la Asamblea lo tome en cuenta para la hora de la votación.

El C. Avellaneda: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Avellaneda: Ya que el C. Castillo Torre conviene con nosotros en que la palabra "nacionales" en esta partida no debe existir, es motivo más que suficiente para que la Comisión retire esa partida, porque no es para periódicos nacionales y pido que se rectifique ese error.

El C. Secretario Soto: No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica se consulta si se considera suficientemente discutida esta partida. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Suficientemente discutido. Se reserva para su votación.

Está a discusión la partida 4,045: "Gastos secretos, $110,000.00."

El C. Presidente: Tiene la palabra, en contra, el C. Siurob.

- El mismo C. Secretario: No estando presente el C. Siurob, que apartó esta partida, se reserva para su votación.

El C. Velásquez López: Yo también estoy anotado en contra de esa partida 4,045.

El C. Presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Velásquez López: Con objeto de atacarla.

El C. Presidente: La presidencia manifiesta al C. Velásquez López que únicamente estaba inscripto el C. diputado Siurob.

El C. Quiroga: Moción de orden.

El C. Velásquez López: Pido la palabra para objetar la partida de que se está tratando.

El C. Presidente: La palabra manifiesta a su Señoría que la partida 4,045 fué apartada por el C. Siurob, que no hubo ningún otro orador en contra y la Secretaría preguntó si estaba suficientemente discutida y se reservó para su votación.

El C. Quiroga: Moción de orden.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Quiroga: No porque el C. Siurob haya sido el que apartó esa partida, quiere significar esto que sea el único capacitado para impugnarla. De manera que este hecho no niega el derecho a todos los demás miembros de la Representación para hablar en contra de esta partida. Si el C. Velásquez López ha pedido la palabra en contra de esa partida, no hay razón para que la Presidencia le niegue ese derecho.

El C. Presidente: La Presidencia manifiesta al señor diputado Quiroga que el señor Velásquez López pidió la palabra después que se había hecho la declaración de que se reserva para su votación y que sería una inconsecuencia de la Presidencia darle la palabra después de haberse reservado ya esa partida.

El C. Villaseñor Salvador: Pido la palabra.

El C. Presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Villaseñor Salvador: Acerca de lo mismo, sobre lo que acaba usted de contestar.

El C. Presidente: ¿Para una moción de orden?

- El C. Villaseñor Salvador: Sí, señor.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Villaseñor Salvador: Se dice que esta partida, en vista de que fué separada por el doctor Siurob, que no se encuentra en estos momentos aquí para impugnarla, se ha apartado para su votación; yo creo que no, que lo que debe hacerse es reservarse para cuando esté presente.

El C. Presidente: La Presidencia manifiesta a su Señoría que no es moción orden la que acaba de hacer. Cuando la partida se ponga a votación, tendrán derecho a votar en contra a los que no les plazca.

El C. Secretario Soto: A discusión la partida 4,108: "Viáticos para el personal diplomático y comisiones científicas, asignación anual. . . . . . $1000,000.00."

El C. Presidente: Tiene la palabra, en contra, el C. Siurob. No encontrándose presente el C. Siurob, tiene la palabra, en contra, el C. Saucedo Salvador.

El C. Saucedo Salvador: Renuncio al uso de la palabra.

Presidencia del C. BLANCARTE RAMÓN

El C. Secretario Soto: ¿No hay algún otro ciudadano diputado que desee impugnar esta partida? No estando presente el C. Siurob, habiendo renunciado al uso de la palabra el C. Saucedo y no habiendo quien solicite el uso de la palabra, se reserva para su votación.

Se procede a pasar lista.

(Pasó lista.)

Hay una asistencia de 132 ciudadanos diputados, hay quórum.

- El mismo C. Secretario: A votación la partida 4,006: "Ocho jefes de sección, a $5,475.00, cuota diaria, $15.00." Los que deseen votar en contra. sírvanse ponerse de pie, y los demás favor de sentarse.

(Se recogió la votación.)

Aprobada la partida 4006 por 116 votos de la afirmativa contra 16 de la negativa.

- El mismo C. Secretario: A votación la partida 4007: "Un primer introductor de embajadores, cuota diaria, $20.00." Los ciudadanos que deseen votar en contra de esta partida sírvanse poner en pie.

(Se recogió la votación.)

Aprobada la partida 4007, por 128 votos de la afirmativa, contra 4 de la negativa.

- El mismo C. Secretario: A votación la partida 4008: "Un segundo introductor de embajadores, cuota diaria, $15.00." Los ciudadanos que deseen votar por la negativa sírvanse ponerse en pie ¿Falta algún ciudadano diputado que desee votar por la negativa?

(Se recogió la votación.)

Aprobada la partida 4008, por 120 votos de la afirmativa contra 12 de la negativa.

- El mismo C. Secretario: A votación la partida 4009: "Un primer ayudante del protocolo, cuota diaria $10.00." Los ciudadanos que deseen votar en contra de esta partida, sírvanse ponerse de pie.

(Se recogió la votación.)

El C. Baledón Gil: Pido la palabra para hacer una aclaración.

- El mismo C. Secretario: Aprobada la partida 4009 por 116 votos de la afirmativa contra 16 de la negativa.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Baledón Gil.

El C. Baledón Gil: Señores diputados: Quiero hacer una aclaración de esta partida que se acaba de aprobar. (Voces: ¿Ya para qué? ¡Ya está aprobada!) Pero es que dice por $10.00 se aprobó, y entonces no está de acuerdo con el dictamen de la Comisión. (Voces: ¡Es cierto!) Pido que se haga una aclaración .

El C. Rodríguez Alfredo: Es que la Secretaría se equivocó en la lectura.

- El mismo C. Secretario: Se hace la aclaración siguiente: La partida 4009, "Un primer ayudante del Protocolo, cuota diaria , $10.00," en vez de tener $10.00 diarios, tiene $12.00 diarios. (Voces: ¿Y la otra? ¿Y la otra?)

El C. Quiroga: El primer Introductor de embajadores y el segundo, tienen aumento.

- El mismo C. Secretario: A votación la partida 4010: Un segundo ayudante del protocolo, cuota diaria, $8.50." Los ciudadanos diputados que deseen votar en contra de esta partida, sírvanse ponerse en pie.

(Se recogió la votación.)

Aprobada la partida 4010 por 111 votos de la afirmativa, contra 21 de la negativa.

- El mismo C. Secretario: A votación la partida 4035: "Para impresión de formas, publicación y encuadernación de documentos de todas clases, asignación anual, $15,000.00." Los ciudadanos que deseen votar por la negativa de esta partida sírvanse ponerse de pie.

(Se recogió la votación.)

Aprobada la partida 4,035 por 112 votos de la afirmativa contra 20 de la negativa.

El C. mismo Secretario: A votación la partida 4036: "Gastos extraordinarios de emergencia,...... $100,000.00." Los ciudadanos diputados que deseen votar por la negativa esta partida sírvase poner de pie.

(Se recogió la votación.)

Aprobada la partida 4036 por 67 votos de la afirmativa contra 65 de la negativa.

El C. Saucedo: Pido la palabra, señor Presidente. Reclamó la votación . Pido la votación nominal, señor Presidente. Creo que no hay ese número de ciudadanos diputados. (Desorden y voces: ¡Ya está hecha la declaratoria!) Que se repita la votación. Pido votación nominal. (Desorden. Campanilla.)

El C. Villaseñor Mejía: Moción de orden.

El C. Rodríguez Alfredo: Para una moción de orden, señor Presidente.

- El mismo C. Secretario: Un momento....

El C. Rodríguez Alfredo: Para una moción de orden señor Presidente.

El C. Presidente: Hasta que no guarden orden los ciudadanos diputados.

El C. Rodríguez Alfredo: precisamente pido la palabra para una moción de orden.

El C. Presidente: Hasta que no guarden orden los ciudadanos diputados no se puede proceder a la reclamación que se hace. Tiene la palabra para una moción de orden el C. Rodríguez Alfredo.

El C. Rodríguez Alfredo: Para pedir a Su Señoría se sirva decir a la Asamblea si la declaratoria fué hecha, o no; la declaratoria fué hecha, señores, y una vez hecha la declaratoria no podemos por ningún motivo volver sobre nuestros pasos.

El C. Saucedo: Pido la palabra.

El C. Presidente: Va informar la Secretaría si se hizo la declaración o no.

- El mismo C. Secretario: La Secretaría informa a la Asamblea que se recogieron 65 votos, pero por la negativa; como se está votando con 132 votos (Voces: ¡No hay 132!), por eso resulta que son 65 por la negativa y son 67 votos por la afirmativa. Por eso la Secretaría hizo la declaratoria de que la partida estaba aprobada. (Aplausos en las derechas.)

El C. Saucedo: Pido la palabra, señor Presidente; reclamo el quórum.

El C. Presidente: Se va a proceder a pasar lista.

El C. Pastrana Jaimes: No hay 132 diputados.

El C. Trejo: ¡Moción de orden!

El C. Saucedo: Pido votación nominal, estoy apoyado.

- El mismo C. Secretario: Se pasará lista, pero la Secretaría ha hecho ya la declaratoria consiguiente.

(Aplausos en las derechas. Desorden.)

El C. Trejo: ¡Moción de orden, señor Presidente! (Desorden.) ¡Moción de orden! ¡Moción de orden! (Murmullos. Voces: ¡Está hecha la declaratoria. Campanillas.) Sin quórum se ha hecho esa declaratoria. (Voces: ¡Sí se hizo!) Pero se emitieron 65 votos.

- El mismo C. Secretario: ¿Y por qué en las anteriores declaraciones no reclamaron ustedes el quórum? (Aplausos en las derechas.) Lo reclaman cuando les conviene. La misma razón que tenía para reclamar el quórum en esta votación, la tenía usted para reclamarlo en las otras.

El C. Trejo: Pero las otras votaciones no han sido dudosas. (Voces: ¡Lista, lista!)

(El mismo ciudadano Secretario comenzó a pasar lista.)

El C. Saucedo, interrumpiendo: Moción de orden, pido votación nominal (Voces: ¡No, no!), y que sirva de lista. (Voces: ¡Sí, sí! ¡No, no! Desorden.)

El C. Trejo: Se pide votación nominal.

El C. Saucedo: Moción de orden, señor Presidente.

El C. Presidente: Se llama la atención del C. Saucedo. Se ha reclamado el quórum y se va a pasar lista.

El C. Saucedo: Yo pido votación nominal; una partida tan importante no se debe votar en la forma que se han votado las anteriores.

- El mismo C. Secretario: Eso lo debía usted haber pedido a tiempo.

El C. Saucedo: No se trataba de partidas de importancia.

El C. Rodríguez Alfredo: Para una aclaración muy importante. Para que la Asamblea tenga conocimiento de que habiéndose reclamado el quórum, si hay quórum, esa votación será para las partidas siguientes (Voces: ¡No, no!), pero la partida anterior ya esta aprobada.

El C. Saucedo: No, señor. (Voces: ¡No, no!)

El C. Ríos Landeros: Pido la palabra para una aclaración. (Murmullos. Desorden. Campanilla.)

El C. Pastrana Jaimes: Para una moción de orden.

El C. Presidente: Se suplica a los señores diputados se sirvan guardar el orden, pues así no se puede hacer nada. Varios ciudadanos reclamaron el quórum y se va a proceder a pasar lista.

El C. Ríos Landeros: Para una moción de orden. (Murmullos.)

(El mismo ciudadano Secretario continúa pasando lista.)

El C. Saucedo, interrumpiendo: ¡Moción de orden, señor Presidente! Llama la atención de Su Señoría que muchos ciudadanos diputados están entrando en este momento y no estuvieron al verificarse la votación. Es ilegal lo que se hizo.

(El mismo ciudadano Secretario continúa pasando lista.)

Hay una asistencia de 135 ciudadanos diputados; hay quórum. (Aplausos en las derechas.)

El C. Ríos Landeros: Pido la palabra para una aclaración, señor Presidente, relativa a la votación que pasó.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Ríos Landeros: El año pasado se optaba por este mismo sistema de votación; pero en caso de duda siempre se hacía lo contrario de los que se había hecho en la primera votación; es decir, los que votaban por la negativa en un caso se ponían de pie, y en caso de duda, los que votaban por la afirmativa eran los que se ponían de pie, y en esa forma se podía contar el número de diputados que había presentes. Usted, señor Presidente, en esta ocasión se negó a concedernos la palabra para hacer esa aclaración; en tal virtud, pido que se haga esta rectificación.

El C. Presidente: Pongo en conocimiento de la Asamblea que la Presidencia, precisamente con

objeto de que a la hora que se haga la reclamación se pueda contar con el número de los que voten en sentido contrario, manifiesta que se recomienda a la Secretaría que en adelante se haga esto: Primero se diga el número de votos en un sentido y en otro, para que si se hace la reclamación se pueda hacer y luego a continuación hacer la declaratoria, a fin de que no vuelva a haber este incidente que se presentó. Se va a dar cuenta con una moción que se hace.

El C. Saucedo: ¡Moción de orden!

El C. Presidente: No hay desorden.

El C. Saucedo: Ruego a su Señoría me diga en qué forma va a quedar la votación que acaba de verificarse.

El C. Rodríguez Alfredo: Para una aclaración, señor Presidente.

El C. Presidente: Para contestar a Su Señoría, se va de nuevo a preguntar a la Secretaría si hizo la declaratoria en el sentido de que quedaba aprobada la partida.

- El mismo C. Secretario: La Secretaría hace la siguiente aclaratoria: Procedió la Secretaría tomando los nombres de los ciudadanos que se pusieron en pie, votando el que habla en contra de la partida a discusión. Después de hecho el cómputo, resultaron 65 votos por la negativa y 67 por la afirmativa. En tal concepto, aun cuando el que habla haya votado en contra de esa partida, no tenía más remedio que hacer la declaratoria consiguiente. (Aplausos.)

El C. Saucedo: Pido la palabra, señor Presidente, para aclaración. La última aclaración, señor Presidente. (Voces: ¡No, no! Murmullos.)

El C. Rodríguez Alfredo: Moción de orden.

(Voces: ¡No, no!) - El C. Saucedo: Para una aclaración. Debo manifestar a Su Señoría..... (Campanillas.)

El C. Presidente, interrumpiendo: No se le ha concedido el uso de la palabra al C. Saucedo.

El C. Saucedo: Voy a hacer una aclaración, señor Presidente.

El C. Rodríguez Alfredo: Moción de orden, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra para una moción de orden.

El C. Rodríguez Alfredo: Mi moción de orden no tiene más objeto, sino que Su Señoría diga al C. Saucedo que la partida está aprobada; que la declaratoria la hizo la Secretaría y que es inútil cuanto sobre ese asunto se siga diciendo. No debemos perder el tiempo. (Aplausos en las derechas.)

El C. Saucedo: Pido la palabra para una moción de orden. Otra aclaración, ciudadanos diputados. Esa declaratoria fué ilegal; voy a demostrar que no estaban muchos ciudadanos diputados en el salón.

- El mismo C. Secretario: La declaratoria que hizo la Secretaría, la hizo en la misma forma que hizo todas las anteriores, y es muy extraño que el C. Saucedo insista en está, cuando antes ninguno de ellos reclamó las votaciones y ésta sí la reclamaron. (Aplausos.) Sepa el C. Saucedo que el C. Soto, que habla, tendría tanto interés como él mismo, o quizá más, con que se hubiera rechazado esa partida; sin embargo, el Secretario Soto no puede hacer otra cosa más que declarar lo que ha votado la Asamblea. (Aplausos en las derechas.)

El C. Saucedo: Pido la palabra señor Presidente, para una moción de orden. Quiero hacer una aclaración. (Voces: ¡No, no!) Señor Presidente: Aunque no se reconsidere la votación, yo quiero hablar, yo necesito hablar para hacer una aclaración sobre este punto. Pido la palabra, señor Presidente. (Campanillas)

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"En vista de....."

El C. Saucedo, interrumpiendo: Pido la palabra. (Voces: ¡No, no! ¡Tiene derecho a hablar!)

El C. Presidente: ¡No esté interrumpiendo el orden!

El C. Saucedo: Yo tengo derecho a hacer una aclaración. Varios ciudadanos diputados no estaban presentes al recogerse la votación. (Voces: ¡No, no! ¡Que hable!)

El C. Presidente: Se suplica al C. Saucedo se sirva no interrumpir el orden. Va a darse cuenta con la moción que se ha presentado.

El C. Saucedo: Yo suplico al ciudadano Presidente me conceda la apalabra.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"En vista de las irregularidades.."

El C. Saucedo, interrumpiendo: Pido la palabra, señor Presidente. (Voces: ¡No, no!) Tengo derecho; para una aclaración. (Voces: ¡No, no! Desorden.) Suplico al señor Presidente tenga la bondad de concederme la palabra, quiero hacer una aclaración. (Voces: ¡No, no!) Aunque no se reconsidere la votación, señor Presidente. (Voces: ¡No, no!) Los señores diputados Siurob, Escudero, Vadillo, Villeda, Quiroga, etcétera, no votaron; en consecuencia, no había 132 diputados y, por ende, es ilegal esta votación. (Campanilla.)

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"En vista de las irregularidades a que se presta el sistema que actualmente se emplea para recoger las votaciones, pido a esta honorable Asamblea tome en consideración el siguiente acuerdo, con dispensa de trámites:

"Unico. Deróguese el acuerdo tomado por esta honorable Asamblea, relativo al sistema de recoger las votaciones."

"Salón de sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, diciembre 21 de 1918. - Uriel Avilés. - E. Ríos L. - A. J. Trejo. - Lic. A. Pastrana J."

En votación económica se consulta si se dispensan los tramites a esta proposición. Los que estén por la afirmativa sírvanse poner de pie.

El C. Avilés: Pido la palabra para fundarla.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Avilés: Señores diputados: Al presentar esta proposición, lo hacemos con el objeto de que termine este estado de irregularidades que hay en las votaciones; la Asamblea cree que, con el sistema que está empleando, gana mucho tiempo, y esto no es más que una solemne mentira porque, al contrario, es muchísimo el tiempo que se pierde con toda esta clase de reclamaciones que a cada momento se están haciendo y, además, este sistema de votaciones se presta para muchos chanchullos; se acaba de pasar lista e inmediatamente salen

seis, ocho o diez señores diputados, y la Secretaría los toma en consideración como si hubiera votado. La Asamblea, con este sistema de votación que ha establecido de un modo antirreglamentario - por que el Reglamento estrictamente señala ahí el momento de hacer las votaciones -, está perdiendo un tiempo preciosísimo. Ya, si hubiéramos hecho una votación nominal, indudablemente que no estaríamos metidos en este asunto en que estamos ahorita; yo pido a la honorable Asamblea que apruebe este acuerdo, desechando el sistema de votaciones que hasta ahora tiene empleado; no gana nada absolutamente con este sistema de votación y se pierde el tiempo de un modo enteramente grande, y a más se presta este sistema para estar haciendo escándalos a cada momento. Ya ahora pasa casi media hora que estamos metidos en este asunto de la votación de los $100,000.00, y resulta que no hemos llegado a nada práctico. Yo suplico a la Asamblea que deseche este sistema de votación.(Voces: ¡No, no!)

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Casas Alatriste.

El C. Casas Alatriste: Señores diputados: Vengo a oponerme a esta moción para que no demos el espectáculo triste de que aprobemos un día una cosa y al día siguiente la echemos abajo. Debemos tener en consideración las razones que la Asamblea tuvo en cuenta para aprobar el nuevo sistema de votaciones, y éstas son que, siendo muy numerosas las partidas que se separaban por los ciudadanos diputados y muchas de ellas teniendo objeciones de muy poco peso, no valía la pena perder media hora en una votación nominal para todas y cada una de las partidas separadas por los ciudadanos diputados, y que siguiendo ese procedimiento, indudablemente emplearíamos todo el tiempo que falta del mes actual y cerraríamos el período y no habríamos hecho más que estar votando constantemente, sin hacer nada de provecho en el asunto. Los casos como el presente son excepcionales, se han presentado con muy poca frecuencia y, en cambio, se ha visto cómo hemos podido adelantar en nuestros trabajos por el otro sistema de votación, en esa virtud yo me permito suplicar a la Asamblea se sirva rechazar esta proposición, con la salvedad siguiente: En los casos en que la votación sea dudosa, que sea, como en la que acaba de pasar, una diferencia de dos votos más o menos, se puede rectificar esa votación leyendo los votos en sentido contrario al que se tomó. (Murmullos.)

- El mismo C. Secretario: En votación económica se consulta a la Asamblea se dispensa los trámites a esta proposición. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. (Voces: ¡No, no! ¡Si, si!) No hay mayoría de pie. (Voces: ¡Si, si!) No se dispensan los trámites.

El C. Ríos Landeros: Pido la palabra, señor Presidente, una moción de orden.

- El mismo C. Secretario, continuando: Queda de primera lectura.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Ríos Landeros, para una moción de orden.

El C. Ríos Landeros: Como estamos en sesión y se encuentra el C. diputado Espinosa en los palcos de la prensa, suplico a la Presidencia se sirva invitarlo a que pase a ocupar su curul.

El C. Espinosa: Yo soy libre de estar en donde me dé la gana.

El C. Presidente: La Presidencia suplica al C. diputado Espinosa se sirva pasar a ocupar su curul.

- El mismo C. Secretario: La Presidencia invita al C. Espinosa se sirva ocupar su curul. (Murmullos.)

A votación la partida 4,040: "Para gastos de extradición de criminales, exhorto y publicaciones de edictos, asignación anual, $40,000.00."

Los ciudadanos diputados que deseen votar en contra de esta partida sírvanse ponerse de pie. (Se recogió la votación.) La Presidencia invita al C. Espinosa (Voces: ¡Esta fuera de la Cámara!) se sirva ocupar se curul, pues no podemos saber cómo vota su Señoría. (Campanillas.)

El C. Quiroga: moción de orden.

El C. Presidente: No hay ninguna sanción para cuando un diputado salga, estando en las galerías o fuera de su curul, se le pueda hacer venir a la Asamblea. Solamente la dignidad o la honorabilidad de los ciudadanos diputados es lo único que puede hacer en estos casos que se obedezca a lo que se indica. (Aplausos.)

El C. Ríos Landeros: Para una interpelación a la Mesa.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Ríos Landeros: Para suplicar al señor Presidente se sirva decirme en qué sentido se computa el voto del señor Espinosa.

El C. Quiroga: ¡Que se le aplique la multa por haber faltado a la sesión! (Murmullos y voces: ¡Pido la palabra!)

El C. Araujo Francisco: Pido la palabra.

El C. Valadez Ramírez: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. Ríos Landeros: Pido a la Mesa se sirva decirme en qué sentido se va a computar el voto del C. Espinosa.

El C. Valadez Ramírez: Pido la palabra para una aclaración.

El C. Presidente: Estamos en votación. (Murmullos.)

El C. Valadez Ramírez: Pido la palabra para una aclaración. (Murmullos.) No estamos en votación.

- El mismo C. Secretario: Se ha estado votando, ciudadanos diputados, con 132 ciudadanos diputados de asistencia. En esta última votación se han recogido 15 votos por la negativa, en consecuencia, son 177 votos por la afirmativa.

El C. Villaseñor Mejía: Para una aclaración.

- El mismo C. Secretario: Aprobada la partida 4,040 por 117 menos 1 de la afirmativa, contra 15 de la negativa.

El C. Villaseñor Mejía: Para una aclaración, señor Presidente.

El C. Saucedo: Pido la palabra señor Presidente, para reclamar la votación.

El C. Presidente: desde el momento en que se leyó al principio el número de votos y no lo reclamaron, se advierte a Su Señoría que se acaba de hacer la declaratoria. Respecto a la interpelación que se hizo, la Presidencia va a contestar a ésta: Desde el momento en que hemos adoptado este sistema de votación, si uno, de dos o tres ciudadanos diputados abandonan el salón, saben que se

les considera su voto por la afirmativa, y serán los únicos responsables de que se haya tomado una votación que no corresponda exactamente a ese número. (Voces: ¡No, no!) Cuando se ha pedido por la Asamblea que se llame al orden al C. Espinosa y a pesar de todo lo hecho por la Asamblea, el C. Espinosa no ha obedecido, no hay más que dos caminos: o dejamos que pese sobre él la responsabilidad de no obedecer, o se consigna al Gran Jurado para que él pueda en este caso resolver lo que crea conveniente. (Voces: ¡Sí, sí! Aplausos.)

El C. Villaseñor Mejía: Pido la palabra, señor Presidente. ¡No es un delito!

El C. Saucedo: Pido la palabra, señor Presidente, voy a ser muy breve.

El C. Presidente: ¿En qué sentido?

El C. Saucedo: Quiero reclamar la votación. En la última lista que se pasó dijeron que había 135 ciudadanos diputados y ahora dicen que hay 132; no se ha pasado nueva lista, ¿en qué consiste esto?

- El mismo C. Secretario: Voy a hacer la siguiente rectificación, ciudadanos diputados: En efecto, al restar yo los ciudadanos diputados que votaron por la negativa, los resté de 132 que fué el total de la primera lista que se pasó, debiendo restarse de 135 que fué el quórum de la última votación. En consecuencia, se ha aprobado la partida 4,040 por 120 votos de la afirmativa contra 15 de la negativa; está hecha la rectificación.

El C. Saucedo: Para una interpelación a la Secretaría, señor Presidente. Para hacer una breve interpelación a la Secretaría.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Saucedo: Hace un momento ¿por qué no le hizo resta igual de los señores Siurob, Escudero, Vadillo, Villela, Pesqueira y Quiroga que se ausentaron? Con esos votos ganábamos los de la negativa, y además los señores Quiroga y Leal no estaban en el salón. ¿Por qué no se hizo igual resta que la que se hace ahora?

- El mismo C. Secretario: La Secretaría le va a contestar a usted, C. Saucedo, en los siguientes términos: La Secretaría no puede saber ni puede adivinar qué ciudadanos diputados se salen del salón; sabe que el C. Espinosa Luis está fuera, y por eso hizo la deducción de su voto, porque lo está mirando ahí afuera. (Aplausos.)

El C. Quiroga: ¡Moción de orden! Teniendo en cuenta la declaración de Su Señoría de que la conducta del compañero Espinosa era de consignarse al Gran Jurado, creo enteramente inadecuado tal trámite, desde el momento en que la Asamblea es la capacitada para hacerlo. (Voces: ¡No existe el trámite! ¡No existe el trámite! ¡No se ha pedido que se consigne! Campanilla.)

El C. Presidente: No se le ha consignado al Gran Jurado. Lo único que se dijo fué que ese era uno de los caminos que podían seguir, si así lo acordaba la Asamblea.

El C. Quiroga, continuando: Sigo en mi moción de orden. Es que yo considero que están fuera del lugar las advertencias que se le están haciendo al C. Espinosa, porque lo más que conduce aquí es que se considere al C. Espinosa como fuera del salón de sesiones, y por tal motivo, ausente para todo asunto que se relacione con esta Cámara. En estos momentos el C. Espinosa es ajeno a todo asunto que se trate en el seno de la Asamblea...

El C. Presidente, interrumpiendo: No es moción de orden la que está haciendo Su Señoría.

El C. Espinosa: Pido la palabra para una aclaración (Voces: ¡No, no!)

El C. Presidente: Se le concederá a usted la palabra luego que termine la votación, para que haga usted la aclaración que desea.

El C. Espinosa: Perfectamente.

El C. Secretario Soto: Aprobada la partida 4,040, por 120 votos menos 1 (Siseos) por la afirmativa, contra 15 de negativa. (Murmullos.)

A votación la partida 4,041: "Subscripciones y subsidios a propagandistas y a periódicos nacionales y extranjeros, asignación anual, $60,000.00."

El C. Espinosa: Pido la palabra, señor Presidente (Voces ¡No, no!)

- El mismo C. Secretario: Los ciudadanos que deseen votar en contra de la partida 4,041 sírvanse ponerse en pie (Se recogió la votación.)

Votaron 13 ciudadanos diputados por la negativa y 122 por la afirmativa; en consecuencia, ha sido aprobada la partida 4,041 por 122 votos de la afirmativa contra 13 de la negativa.

A votación la partida 4,045: "Gastos secretos, asignación anual $110,000.00,"

El C. Sánchez José M.: Pido votación nominal.

El C. Saucedo: Pido votación nominal

El C. Presidente: La Presidencia se permite manifestar al ciudadano diputado José M. Sánchez, que si después de que voten los de la negativa Su Señoría desea que se cuenten los de la afirmativa, se les suplicará que se pongan de pie para obsequiar sus deseos.

- El mismo C. Secretario Soto: Los ciudadanos diputados que deseen votar por la negativa se servirán ponerse de pie. (Se recogió la votación.)

Se han recogido 42 votos por la negativa y 93 por la afirmativa; en consecuencia, ha sido aprobada la partida 4,045 por 93 votos de la afirmativa contra 42 de la negativa.

El C. Presidente, a las 8.03 p. m.: Se levanta la sesión y se cita para el lunes a las cuatro de la tarde. (Murmullos y voces.)