Legislatura XXVIII - Año II - Período Ordinario - Fecha 19191014 - Número de Diario 32

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ENCABEZADO

MÉXICO, MARTES 14 DE OCTUBRE DE 1919

DIARIO DE LOS DEBATES DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO II. - PERIODO ORDINARIO XXVIII LEGISLATURA TOMO III. - NUMERO 32

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 14 DE OCTUBRE DE 1919

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- Asuntos en cartera.

3.- A votación el artículo 1o. del proyecto de ley relativo a las facultades extraordinarias concedidas al Ejecutivo; habiendo faltado el "quórum", se pasa lista, quedando aquél integrado. Es discutido y rechazado el trámite de la Mesa, referente a que se haga efectiva la multa de veinte pesos a los ciudadanos diputados que no asistan a toda la sesión.

4.- Es discutida una proposición suscrita por varios ciudadanos diputados, relativa a que se constituya la Cámara en sesión permanente hasta que se vote el asunto de la supresión de las facultades extraordinarias en Hacienda y Aranceles, al Ejecutivo. Se levanta la sesión por falta de "quórum".

DEBATE

Presidencia del C. LEAL MARIANO

(Asistencia de los 128 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 4.39 p. m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Castillo, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día trece de octubre de mil novecientos diez y nueve.

"Presidencia del C. Mariano Leal.

"En la ciudad de México, a las cuatro y treinta y ocho de la tarde del lunes trece de octubre de mil novecientos diez y nueve, con asistencia de ciento veintisiete ciudadanos diputados, se abrió la sesión celebrada el día once de los corrientes y se dio cuenta con estos documentos:

"Oficio de le Secretaría de Gobernación, en que hace consideraciones con motivo de la última comunicación que le dirigió esta Cámara, relativa al decreto que establece gastos de representación para los miembros del Poder Legislativo. - A sus antecedentes.

"El C. Espinosa Luis propuso que el asunto se turnara a la Comisión de Puntos Constitucionales que tiene antecedentes, y el C. Siurob fue de parecer que se tratara en sesión secreta. En votaciones económicas se desecharon el trámite de la Mesa y el sugerido por el C. Espinosa, y se aprobó el propuesto por el C. Siurob. En tal virtud, la Secretaría declaró que se reservaba el asunto para sesión secreta.

"Continuóse dando cuenta con los documentos en cartera:

"Oficio del ciudadano gobernador del Estado de Michoacán, con el que envía un certificado referente al estado que guardaba la cabecera del municipio de Necupétaro, distrito de Tacámbaro, el día en que se celebraron las elecciones extraordinarias de diputados al Congreso de la Unión. - A la Comisión Revisora de Credenciales que tiene antecedentes.

"Circular del C. Nicéforo Zambrano, gobernador constitucional del Estado de Nuevo León, en que comunica que hizo entrega del gobierno al C. José E. Santos, electo gobernador del propio Estado. - Enterado.

"Dos circulares del C. José E. Santos, en que participa que se hizo cargo del gobierno del Estado de Nuevo León y que se nombró secretario interino al C. licenciado Bibiano Villarreal. - El mismo trámite.

"Circular por medio de la cual el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Querétaro, manifiesta que la Legislatura local hizo la declaración de los ciudadanos que deben formar el Supremo Tribunal de Justicia de aquel Estado. - De enterado.

"Dictamen de la 2a. Comisión de Hacienda, que consulta un proyecto de ley con objeto de que se aumente la pensión de que actualmente disfrutan los hijos del doctor don Belisario Domínguez. - Segunda lectura, y a discusión el primer día hábil.

"Dictamen de las comisiones unidas 2a. de Puntos Constitucionales y 2a. de Gobernación, que trata de reformar la fracción I del artículo 72 de la Ley de Organización del Distrito y Territorios Federales, de 13 de abril de 1917, sobre el requisito de edad de los munícipes. - Igual trámite.

"Proposición de los CC. Zavala Dionisio, Garza, Velázquez López y Alencáster Roldán, relativa a que se remita a la Suprema Corte de Justicia de la Nación la denuncia presentada por varios diputados, y que se refiere a las violaciones a la Constitución General de la República, cometidas

en San Luis Potosí, con motivo de las últimas elecciones de poderes allí verificadas. Previa dispensa de trámites, se aprobó sin discusión.

"Continuó la discusión en lo general del proyecto de ley que trata de retirar al Ejecutivo de la Unión las facultades de que disfruta para legislar en todo lo relativo a presupuestos.

"La Secretaría leyó la lista de los oradores que han hablado, y en seguida se consideró el asunto suficientemente discutido y se declaró con lugar a votar en lo general, por noventa votos de la afirmativa contra treinta y siete de la negativa.

"Votaron por la afirmativa los CC.: Alarcón, Alejandre, Altamirano, Alvarez del Castillo, Ángeles Carlos, Arriaga, Balderrama, Baledón Gil, Barragán, Basañez, Berumen, Blancarte, Bolio, Bravo Carlos, Bravo Lucas, Breceda, Breña, Cárdenas Emilio, Crespo, Chablé, Espinosa Luis, Espinosa y Elenes, Fernández Ledesma, Fernández Martínez, Fernández Miguel, Ferrel, Fierro, Galindo Aurelio, García Antonio, García de Alba, García José Guadalupe, García Norberto, García Vigil, Garza, Gómez Gildardo, González Galindo, Guerrero, Gutiérrez Antonio, Gutiérrez Atanasio, Gutiérrez de Velasco, Hernández Jerónimo, Hernández Loyola, Herrera, Huerta, Jiménez, Lanz Galera, Lazcano Carrasco, Leal, León, Lomelí, López Emiliano Z., López Serrano, Maceda, Macías Rubalcaba, Mena, Méndez Fortunato, Méndez Pánfilo, Mendoza, Mercado, Morales Francisco César, Olivé, Pastrana Jaimes, Paz, Pérez Vargas, Reyes Francisco, Ríos Landeros, Roaro, Rodríguez Herminio, Rodríguez Matías, Rojas Rafael, Romero Cepeda, Rosas, Ruiz H. José María, Ruiz Porfirio, Saldaña José P., Saucedo, Schulz y Alvarez, Silva Jesús, Silva Pablo, Siurob, Soto José M., Soto Rosendo A., Tamez, Toro, Trejo, Vadillo, Valadez Ramírez, Valverde, Verástegui Franco, Villalobos, Villaseñor Mejía, Zavala Dionisio y Zincúnegui Tercero.

"Votaron por la negativa los CC. Aguilar Antonio, Aguilar Pablo, Alcocer, Castro Alfonso, Flores Manuel H., Gámiz, García Emiliano C., García Pablo, González Marciano, Limón Uriarte, Lorandi, Madrid, Mancisidor, Mariel, Martínez del Río, Mejía, Méndez Arturo, Moctezuma, Molina, Navarro, Palacios Moreno, Pesqueira, Ríos Rafael L. de los Rocha, Rodríguez de la Fuente, Rodríguez David, Soto Peimbert, Sotres y Olaco, Tello, Trigo, Urdanivia, Uzeta, Valdés, Velásquez Juan, Vilchis, Villaseñor Salvador y Zerecero.

"Se dio cuenta con una proposición de varios ciudadanos diputados, tendiente a que se llamara al ciudadano secretario de Hacienda, a fin de que informara en el asunto a debate. El C. García de Alba, a quien se concedió la palabra para una moción de orden, interpeló a los firmantes de la proposición, así como a la Secretaría, y se opuso a la dispensa de trámites, invocando los preceptos reglamentarios respectivos. La Asamblea negó la dispensa de trámites y la proposición quedó de primera lectura.

"A debate en lo particular el proyecto de ley que retira al Ejecutivo las facultades para legislar en todo lo relativo a presupuestos, usaron de la palabra en contra y en pro, respectivamente, los CC. García Vigil y Espinosa Luis. La Comisión de Presupuestos y Cuenta, aceptando las ideas del C. García Vigil, retiró el artículo 1o. del proyecto para reformarlo.

"El C. Bolio usó de la palabra para hechos y acto continuo, la Comisión de Presupuestos presentó el artículo 1o. del proyecto de que se ha hecho referencia, modificando así:

"Artículo 1o. Se derogan los decretos de 8 de mayo de 1917 y 30 de diciembre de 1918, por los cuales se concedieron facultades extraordinarias al Ejecutivo federal en Hacienda y Aranceles, respectivamente.

"Sin discusión se procedió a la votación nominal respectiva, que hubo de recogerse por tres veces, en vista de que se descompletaba el quórum, y luego al pasar lista la Secretaría, volvía a integrarse. Por tal circunstancia no se llegó a resolución alguna sobre el artículo 1o.

"A las siete y cincuenta de la noche se levantó la sesión."

Está a discusión el acta. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta la Asamblea si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

Aprobada.

El C. secretario Aguilar: Se va a dar cuenta con los asuntos en cartera:

"Secretaría de la Cámara de Senadores de Congreso de los Estados Unidos Mexicanos. - Sección 1a. - Número 275.

"Ciudadano presidente del Congreso de la Unión. - Presente.

"En sesión del Senado celebrada ayer, fue aprobado el siguiente punto de acuerdo:

"Único. Suplíquese al presidente del Congreso de la Unión se sirva transferir el día señalado para las elecciones de jueces y magistrados del Distrito y Territorios Federales."

"Lo que transcribimos a usted para su conocimiento y fines consiguientes, reiterándole las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración.

"Constitución y Reformas. - México, octubre 14 de 1919. - A. S. Rodríguez, S. S. Alfonso Quintana, S. S."

Trámite: Comuníquese a la Cámara colegisladora que se transfiere la sesión de Colegio Electoral del Congreso General, para el día 24 del presente, a las cuatro de la tarde.

El C. Olivé: ¡Son muchos días! ¡Con cinco es suficiente!

El C. secretario Aguilar: Se va a proceder a recoger la votación nominal del artículo 1o. del proyecto de ley relativo a las facultades extraordinarias, que quedó pendiente ayer por falta de quórum. (Voces: ¡No se vayan! ¡No tengan miedo!)

Por la afirmativa.

El C. prosecretario Mena: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

El C. secretario Aguilar: ¿Falta algún ciudadano

diputado por votar? (Algunos ciudadanos diputados dan sus nombres.)

El C. prosecretario: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar?

El C. secretario Aguilar: Se procede a la votación de la Mesa.

(Se recoge aquélla.)

El C. prosecretario Mena: Votaron por la negativa 19 ciudadanos diputados. (Siseos.) Los que votaron son los siguientes CC. Aguilar Pablo, Camarena, Cravioto Gallardo, Díaz Infante, Gaitán, García Emiliano C., García Pablo, Márquez Galindo, Mejía Abraham, Molina, Pérez Vela, Rodríguez de la Fuente, Sánchez Salazar, Sostres, Tejeda Llorca, Treviño y Villaseñor Salvador.

¿Algún ciudadano diputado reclama su voto por la negativa? (Voces: ¡Zerecero!) Zerecero; son veinte por la negativa. La Secretaría tiene que rectificar que sí estaba ya anotado el C. Zerecero y que, por consiguiente, no son más que

El C. secretario Aguilar: Votaron por la afirmativa los siguientes CC.; Alejandre, Alencáster, Altamirano, Amezola, Ángeles, Arriaga, Balderrama, Baledón Gil, Barragán, Basañez, Bolio, Bravo Carlos, Bravo Lucas, Breña, Cárdenas Emilio, Carriedo Méndez, Casas Alatriste, Castillo Garrido, Castillo Nájera, Castillo Torre, Céspedes, Cornejo, Crespo, Chablé, Díaz González, Espinosa y Elenes, Fernández Martínez, Fernández Miguel B., Ferrel, Galindo Aurelio, García Antonio M., García de Alba, García José Guadalupe, García Ruiz, Garza Candelario, Gómez Gildardo, González Galindo, Guerrero Antonio, Gutiérrez Antonio, Gutiérrez de Velasco, Gutiérrez Orantes, Hernández Jerónimo, Huerta, Jiménez Rafael, Lanz Galera, Lazcano Carrasco, Leal, León Oscar H., Lomelí, López Emiliano Z., Macías Rubalcaba, Martín del Campo, Mena, Méndez Pánfilo, Mendoza, Mercado, Morales Francisco César, Morales Sánchez, Olivé, Ortiz José de la Luz, Pastor, Paz, Pérez Vargas, Ramos Matías, Reyes Francisco, Ríos Landeros, Roaro, Rodríguez Matías, Rojas Rafael, Romero Cepeda, Rosas Miguel, Ruiz H. José María, Ruiz Porfirio, Saldaña, Saucedo, Schulz y Alvarez, Silva Jesús, Siurob, Soto José M., Soto Rosendo A., Suárez José María, Tamez, Toro, Torre Rómulo de la, Trejo, Valadez Ramírez, Valdés José de la Luz, Valverde Custodio, Velásquez López, Verástegui Franco, Villalobos, Villaseñor Mejía, Zavala Dionisio y Zincúnegui Tercero.

Aquí hay una equivocación: El C. García Ruiz no está en el salón y falta el voto del C. García Vigil.

El C. Trejo: El C. García Ruiz ha votado al lado mío..... (Voces: ¡No vino!) Me consta, porque ha venido conmigo.

El C. Rodríguez de la Fuente: ¡Moción de orden, señor presidente!

- El mismo C. secretario: ¿No hay algún ciudadano diputado que desee reclamar su voto por la afirmativa? El C. Torre Rómulo de la, reclama su voto por la afirmativa.

El C. García Vigil: García Vigil, reclama su voto por la afirmativa.

- El secretario Aguilar: García Vigil reclama su voto por la afirmativa. Castilleja reclama su voto por la afirmativa. (Voces: ¡González Jesús N.!)

Total, 96 votos por la afirmativa; en consecuencia, no hay quórum. (Desorden. Murmullos. Campanilla.)

El C. Trejo: ¡Moción de orden, señor presidente! Suplico a la Presidencia que levante la sesión y que multe a las personas que habiendo pasado lista, no estuvieron en la votación. (Aplausos.)

El C. Rodríguez de la Fuente: No puede la presidencia tomar ningún acuerdo, porque no hay quórum. (Gritos. Golpes en los pupitres. Desorden. Campanilla. Voces: ¡Sí se puede! ¡Sí se puede! ¡Lista! ¡Lista!)

El C. presidente: La presidencia manifiesta que aplicará el reglamento. (Voces: ¡Multa! ¡Multa! ¡Lista! ¡Lista! Desorden. Campanilla.)

El C. prosecretario Mena: Por disposición de la Presidencia se va a pasar lista. (Se pasó lista.) ¿Falta algún ciudadano diputado por pasar lista? Hay una asistencia de 150 ciudadanos diputados; hay quórum.

El C. Trejo: ¡Moción de orden! (Campanilla.)

- El presidente: La presidencia se ve en la necesidad de manifestar a esta Asamblea que se va a tomar nota de la lista que se acaba de pasar, y si al pasarse lista al final de la sesión o por resultado de una votación nominal, algún ciudadano diputado de los que aparecen en la lista no aparece en aquélla, se verá la Presidencia, como ha dicho, en la imprescindible necesidad de aplicar los artículos 64 de la Constitución y 47 del reglamento. (Aplausos.)

El C. Gómez Noriega: ¡Moción de orden!

El C. Rodríguez de la Fuente: ¡Moción de orden, señor presidente! (Murmullos. Campanilla.)

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Rodríguez de la Fuente.

El C. Rodríguez de la Fuente: Señores representantes: A la altura a que han llegado ya las palabras políticas en esta Cámara, (Voces: ¡Huy! ¡Huy! ¡Huy! Campanilla.) me obligan a venir a esta tribuna.....

El C. Trejo: ¡Moción de orden, señor presidente! Su señoría el diputado Rodríguez de la Fuente lo único que puede hacer es reclamar el trámite dado por la Mesa.

El C. Rodríguez de la Fuente: He pedido la palabra para una moción de orden.

El C. Trejo: Absolutamente no puede interrumpirse una votación, lo prohibe el reglamento.

El C. Espinosa: Para una verdadera moción de orden! (Desorden. Campanilla.)

El C. Trejo: Pido que el C. Rodríguez de la Fuente diga qué artículo del reglamento se está violando. (Desorden. Campanilla.)

El C. Espinosa: ¡Para una verdadera moción de orden!

El C. Rodríguez de la Fuente: Tengo permiso de la Presidencia para hablar y yo suplico a Sus Señorías se sirvan escucharme, pues aun cuando tienen una aplastante mayoría en contra de las minorías que nos oponemos aquí a los desmanes y atropellos que quieren cometer en esta Representación (Gritos. Desorden. Campanilla) he venido a esta tribuna, señores representantes, a sostener mi moción de orden. El señor presidente de la Cámara está infringiendo la Constitución y está infringiendo el reglamento.

El C. Espinosa Luis: ¡Para una verdadera moción

de orden! Aquí no hay más que esto: el compañero Rodríguez de la Fuente, que subió a deshonrar esta tribuna para hablarnos de política, es el menos autorizado porque yo lo invito a que nos diga que artículo del reglamento se está violando. Aquí lo que se está violando son los intereses verdaderamente políticos de cierto candidato, cuyos partidarios van a esa tribuna porque ven escaparse de las áreas del tesoro el dinero... (Aplausos nutridos. Voces ¡Bien! ¡Bien!) porque ven escaparse de las áreas del tesoro el dinero con que habían soñado para imponer un candidato que no cuenta con las simpatías del pueblo... (Aplausos.) Yo suplico al compañero Rodríguez de la Fuente, cuya honorabilidad he reconocido en otras ocasiones, que de una manera terminante, que de una manera precisa se concrete a manifestar qué artículo del reglamento se está violando y en cambio, yo sí reclamo del ciudadano presidente con todo respeto que exija al C. Rodríguez de la Fuente que baje de la tribuna, porque cuando se está en votación no hay desorden y por lo tanto no hay derecho para reclamar ningún desorden.

El C. presidente: El C. Rodríguez de la Fuente tiene derecho para hacer una moción de orden y en ese concepto le concedió la palabra la Presidencia.

El C. Rodríguez de la Fuente: Señores representantes: A pesar de que esta mayoría novísima no quiere que yo haga uso de la palabra, a pesar, señores representantes, de la claque que envía aquí el P. L. C., (Voces: ¡Huy! Huy! Desorden. Campanilla.) el Partido Liberal Constitucionalista, a pesar de todo esto, ciudadanos representantes, tenemos nosotros, los que formamos en estos momentos las minorías de la Cámara...

El C. Trejo, interrumpiendo: ¡Oye, chico: bájate y déjate de boberías!... (Risas y aplausos. Campanilla.)

El C. Rodríguez de la Fuente: Los términos que han causado tanta hilaridad, empleados por el C. diputado Trejo, son, señores, muy comunes y muy conocidos en la costa, por eso los emplea él. Yo suplico al C. diputado Trejo que me oiga con atención unos cuantos momentos. He reclamado, señores; he pedido la palabra para reclamar el orden en esta Asamblea, porque el ciudadano presidente de la Cámara está violando la Constitución.... (Voces ¡No! ¡No! ¿En qué sentido?) El señor presidente de la Cámara...

El C. Trejo, interrumpiendo: ¡Moción de orden! Su Señoría el señor diputado Rodríguez de la Fuente es quien está introduciendo el desorden en este asunto; la Presidencia debe ser enérgica y proceder a la votación del artículo que se ha discutido ya y aplicar la multa a los individuos que habiendo pasado lista se salgan del salón. (Voces: ¡Muy Bien! Aplausos.)

El C. presidente: La Presidencia no puede saber las consecuencias de lo que está exponiendo el C. Rodríguez de la Fuente y como él ha expuesto que se ha incurrido en una violación al reglamento, por lo mismo la Presidencia se ve en el caso de no poder suspender en el uso de la palabra al C. Rodríguez de la Fuente.

El C. Rodríguez de la Fuente: La Asamblea debía de ser más consecuente y podía terminarse este asunto en unos momentos más; pero, señores representantes, continuamos viendo a esta aplastante mayoría queriendo imponerse forzosamente...

El C. Toro: La misma que había en el Nacionalista. (Voces: ¡La aplanadora!)

El C. Rodríguez la Fuente: Allí estaba en esa mayoría el C. diputado Toro que me está interrumpiendo y ahora ya no es de esa mayoría. (Voces: ¡Porque no quiso ser borrego!) Esta mayoría novísima, señores representantes, no quiere dejar hablar; pero yo he de seguir en la tribuna hasta agotar el último recurso que me queda como representante del pueblo para sostener aquí mis ideas. El presidente de la Cámara, señores representantes, no está en lo justo. Yo quisiera que Sus Señorías me escucharan para probarles de una vez por todas que hace unos cuantos meses esta honorable Asamblea aprobó una proposición presentada por los mismos ciudadanos diputados y que decía que no podía multarse a los señores representantes por las faltas que tuvieran aquí... (Voces: ¡No! ¡No! ¡Es constitucional!) Y ahora, señores representantes, esta mayoría inmensa quiere vulnerar este acuerdo aprobado por la honorable Asamblea. El señor presidente de la Cámara también en estos momentos está violando ese acuerdo sostenido por la mayoría absoluta de esta Cámara... (Siseos. Campanilla.) No puede absolutamente ninguno de los ciudadanos representantes negarme el hecho de que la honorable Asamblea aceptó esa proposición. Yo suplico, pues, al ciudadano Presidente de la Cámara...

El C. Espinosa Luis: ¿Me permite una aclaración?

El C. Rodríguez de la Fuente: Yo suplico al ciudadano presidente de la Cámara que no trate de imponer estas multas, porque si nosotros los de las minorías hacemos uso de un legítimo derecho... (Voces: ¡No! ¡No!) el legítimo derecho que tienen las minorías de todos los parlamentos para descompletar el quórum cuando no esté en sus intereses llegar a una votación nosotros, señores representantes, tenemos que decirlo de una vez, hemos de seguir desintegrando el quórum, porque no deseamos que se trate esta cuestión.

El C. Toro, interrumpiendo: Váyanse a sus casas y que vengan suplentes. (Aplausos estruendosos. Campanilla.)

El C. Rodríguez de la Fuente, continuando: Las mismas palabras que en estos momentos dice el C. diputado Toro, las decía hace unos cuantos días no sé si el ministro de Hacienda, cuando se trataba aquí de esa famosa proposición del C. diputado Espinosa en que decía que si el Ejecutivo no promulgaba el decreto de los cinco pesos, la Cámara tendría que decretar un receso y no venir más a legislar aquí; y en esos momentos el ciudadano ministro Cabrera dijo: Que vengan los suplentes; y entonces esta mayoría de la Cámara de Diputados dijo: no pueden venir los suplentes; pero ahora que la minoría de la Cámara trata de ejercitar ese derecho, el derecho que tiene de desintegrar el quórum... (Siseos. Murmullos. Campanilla.) el C. diputado Toro y la mayoría absoluta de la Cámara no quieren que nosotros desintegremos el quórum y sí que se llame a los suplentes,

que se llame a los suplentes cuando nosotros faltemos diez veces consecutivas a esta Cámara; entre tanto no tiene derecho esta mayoría, no tiene derecho esta mayoría, señores, para imponerse aquí al criterio de cuarenta o cincuenta diputados que estamos sosteniendo en estos momentos al Gobierno legítimo de la República. (Siseos. Voces: ¡Ah! ¡Ah! Campanilla.)

El C. Trejo: No te pongas en ridículo; bájate mejor! (Risas y aplausos. Campanilla.)

El C. Rodríguez de la Fuente: Le importa muy poco al C. diputado Trejo que yo venga a esta tribuna a ponerme en ridículo. Estoy representando a un distrito del Estado de Coahuila.... (Voces: ¡Ah! ¡Ah!) estoy representando a un distrito del Estado de Coahuila, y mal haría en no levantar mi voz de protesta contra esta mayoría de incondicionales del general Hill.... (Voces: ¡Ah! ¡Ah!) mal haría yo en no levantar mi voz de protesta contra esta mayoría de incondicionales del general Benjamín Hill.... (Gritos y voces: ¡Ah! ¡Ah!) que van a recibir sus órdenes al paseo de la Reforma número 5. Mal haría yo, ciudadanos representantes, en no venir a protestar contra los atentados que se quieren cometer en esta Representación Nacional, contra los atentados que se están cometiendo y que se seguirán cometiendo contra el Poder Ejecutivo; mal haría yo, señores representantes, como diputado por el 4o. distrito de Coahuila, en no venir a protestar aquí contra los incondicionales de la Asamblea.... (Voces: ¡Ah! ¡Ah! Murmullos, Campanilla.) Tengo el uso de la palabra, porque me la ha concedido el ciudadano presidente, y he de seguir aquí, señores representantes, para sostener a Vuestras Señorías que estamos dispuestos a que sigan las minorías en este camino; vamos a continuar ahí hasta que Sus Señorías acepten la derrota absoluta en este negocio.... (Voces ¡Ah! ¡Ah! Desorden. Campanilla.) en que están de por medio los intereses mezquinos de la mayoría que hace aquí una oposición sistemática en contra del Ejecutivo, nada más por los cinco pesos. (Voces: ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! campanilla.) En esta Asamblea hubo diputados, que dijeron que era un acto impolítico del Gobierno, el no haber ministrado esos mil doscientos pesos para cada uno de los señores diputados.... (Voces: ¡No! ¡Son los treinta millones de pesos!)

El C. Siurob, interrumpiendo: Para una moción de orden. A toda la Asamblea le consta, ciudadanos diputados, que el C. Rodríguez de la Fuente no ha hecho ninguna moción de orden, ni mucho menos se ha concretado a tocar lo que él cree que es moción de orden, sino que está engolfándose en desahogos políticos que no tienen importancia y sí nos hacen perder tiempo. Por lo tanto, mi moción de orden consiste en que el ciudadano presidente de la Cámara suspenda en el uso de la palabra al C. Rodríguez de la Fuente, porque no tiene ningún derecho de hablar, desde el momento en que estamos en votación y lo que debemos hacer es votar. Ya consta al ciudadano presidente, que el C. Rodríguez de la Fuente no ha hecho moción de orden de ninguna especie, sino que únicamente está desahogándose políticamente de la manera más tonta y más ridícula. Pido, pues, al ciudadano presidente de la Cámara que lo suspenda en el uso de la palabra y que pasemos inmediatamente a la votación.

El C. presidente: La moción de orden del señor Rodríguez de la Fuente consiste en que él afirma que la presidencia ha infringido el reglamento al dictar su trámite con respecto al desacuerdo de las dietas; pero no puede coartar el uso de la palabra al señor Rodríguez de la Fuente, a menos que la Asamblea lo acuerde así.

El C. Rodríguez de la Fuente: Tengo derecho, señor presidente, a hablar media hora aquí para sostener mi moción de orden, y como se me ha interrumpido infinidad de veces, pues entiendo que apenas si habré hablado cinco minutos. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Veinticinco!) El señor presidente quiere dar de nuevo un caballazo al ciudadano representante que está haciendo uso de la palabra, y ya pretende consultarlo a esta mayoría absoluta de incondicionales para que se suspenda en el uso de la palabra. Yo entiendo que tengo derecho a hablar media hora para sostener mi moción de orden. (Siseos. Murmullos. Campanilla.) Ya voy a terminar, señores representantes, suplicándoles a Sus Señorías se sirvan recordar que está vigente un acuerdo de esta honorable Asamblea, y mientras ese acuerdo no sea desechado o no sea retirado por la mayoría absoluta de esta Cámara, tendrá que subsistir, y la Tesorería del Congreso no tiene más obligación que pagar a todos los señores diputados pero esto, señores, es percata minuta; nosotros hemos de seguir desintegrando el quórum, y yo suplicarle a Sus Señorías se sirvan aceptar esto como un derecho legítimo que tenemos nosotros los cuarenta representantes únicos que seguimos deseando sostener aquí al gobierno legítimo de la República... (Murmullos.) como un derecho absoluto que tienen las minorías en todos los parlamentos del mundo; si no quisieran aceptarlo así, pueden pensar como gusten, nosotros seguiremos en los pasillos de la Cámara, porque no queremos llegar a esta votación, que será de graves consecuencias para la patria. Así pues, mi moción de orden consiste en esto principalmente, contra lo que el presidente de la Cámara ha dicho desde este augusto sitial, que va a aplicar el artículo respectivo de la Constitución y otro de los artículos del Reglamento. ¿Quién está facultado para hacer efectiva esta sanción? Solamente la honorable Asamblea, por medio de un acuerdo expreso, y ese acuerdo expreso está en el sentido contrario y sostenido - allí está en el DIARIO DE LOS DEBATES -, por la mayoría absoluta de todos los ciudadanos representantes. (Voces: ¡A votar!)

El C. Gómez Noriega: Reclamo el trámite.

El C. presidente: El C. Soto Peimbert ha pedido a la Presidencia que haga cumplir el artículo 47 del reglamento, que prohibe que los diputados fumen en el salón. La Presidencia advierte eso a los ciudadanos diputados para su cumplimiento.

El C. Gómez Noriega: Reclamo el trámite, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra del trámite de la Mesa, por haberlo reclamado, el C. Gómez Noriega.

El C. Gómez Noriega: Señores diputados:....

El C. Altamirano, interrumpiendo: Moción de orden, señor presidente. Pido la palabra para una moción de orden. Que se invite a los señores que

están haciendo un papel muy ridículo en las puertas de los pasillos, a cumplir con su deber.

El C. Gómez Noriega: Señores diputados: Yo he pedido la palabra para reclamar el trámite exclusivamente; para reclamar el trámite de la Mesa o la advertencia, más bien dicho, del señor presidente.... (Voces: ¡No es trámite!) Precisamente por eso lo voy a reclamar. Yo suplico a los señores compañeros que me hagan el favor de escuchar cuatro palabras que yo nada más voy a decir aquí...

El C. Díaz González, interrumpiendo: Que diga la Presidencia qué trámite está a discusión. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. presidente: No es un trámite precisamente; pero la Presidencia, queriendo obrar con un espíritu de liberalidad, ha concedido el uso de la palabra al C. Gómez Noriega. (Voces: ¡Si no es trámite, no ha lugar a discusión!)

El C. Gómez Noriega, continuando: Precisamente por eso al hablar voy a ser demasiado breve, y si la impaciencia llega al extremo de no querer escuchar, en ese caso voy a descender de la tribuna sin decir una palabra. La advertencia, señores compañeros, haciendo a un lado las mayorías y las minorías.... (Murmullos.) Yo considero que las mayorías están en su perfecto derecho de hacer lo que mejor quieran, yo respeto cualquiera actuación de las mayorías aquí; pero, señores, también suplicamos atentamente los de las minorías, que ya que nosotros no podemos nada desde esta tribuna contra mayorías, siquiera nos escuchen lo que venimos a explicar aquí.

El señor presidente acaba de advertir, señores, después de pasar lista la Secretaría, que los señores diputados asistentes, según la lista última, que no votaren por la afirmativa o por la negativa, serían multados: esta fue la advertencia de la Presidencia de la Cámara. Y vengo a oponerme a esta advertencia, en virtud de que la Presidencia de la Cámara no tiene ningún fundamento legal, evidentemente legal para imponer una multa a los diputados que no voten. No, señores; no se viola aquí el reglamento con esta actitud anunciada por el señor presidente Leal, no; se viola el artículo 64 de la Constitución general de la República, que previene la única forma, el único caso es que un representante puede ser multado en esta Cámara. Yo por lo tanto, suplico a la Secretaría que dé lectura al artículo 64 de la Constitución.

- El C. secretario Aguilar, leyendo:

"Artículo 64. Los diputados y senadores que no concurran a una sesión, sin causa justificada o sin permiso del presidente de la Cámara respectiva, no tendrán derecho a la dieta correspondiente al día en que falten.

El C. Gómez Noriega: Como ven los señores compañeros de las mayorías y de las minorías, únicamente en este caso, conforme a nuestros estatutos legales y fundamentales en que descansa la Cámara de Diputados y toda la nación, solamente en este caso cuando falten los señores representantes sin permiso de la Cámara, no tendrán derecho a percibir las dietas de ese día. El reglamento, según el C. García de Alba, dice que los diputados tienen obligación de concurrir a las sesiones y no salir de ellas; pero esta prevención reglamentaria nuestra, únicamente expresa ese mandato, pero no tiene sanción de ninguna especie..... (Voces: ¡Sí! ¡Sí!) No tiene sanción de ninguna especie..... (Voces: ¡Sí! ¡Sí!) No tiene sanción de ninguna especie. Por otra parte, señores, yo pregunto: ¿nosotros, señores, faltamos a la sesión de 14 de octubre de 1919? Evidentemente que no; en consecuencia, no podemos ser multados por el sólo hecho de que no votemos un asunto que se pone a debate. Yo ruego a las mayorías que en este caso sean sensatas y, más que a ellas, el señor presidente Leal, que en este caso se ajuste estrictamente a la ley.

El C. Reyes Francisco: Ruegue a sus amigos que se queden.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Espinosa Luis.

El C. Espinosa: Empiezo por lamentar que mi muy estimado compañero el señor licenciado Jesús Rodríguez de la Fuente, haya venido a defender un punto tan deleznable como es el de defender el que no se aplique a los ciudadanos diputados que no cumplan con su deber, un artículo punitivo de la Constitución General de la República. El C. Rodríguez de la Fuente merece toda mi consideración, ciudadanos representantes. (Voces: ¡Oh! ¡Qué bueno! Risas.) Merece, me merece toda mi admiración porque nadie más que él está obligado a venir a esta tribuna a defender los intereses de cierto candidato, de cierta agrupación política, ya que él cuenta como un honor muy legítimo, y yo así lo considero de toda buena fe, de ser el exsecretario particular de ese candidato.....

El C. Rodríguez de la Fuente, interrumpiendo: ¡Defiendo al Gobierno!

El C. Espinosa, continuando: y probablemente también un candidato a alguna Subsecretaría de Estado, si es que.....

El C. Rodríguez de la Fuente, interrumpiendo: ¡Defiendo al Gobierno, C. Espinosa!

El C. Espinosa, continuando: Si es que llegamos a gobernar.....

El C. Cornejo, interrumpiendo: Lo menos cien mil cabezas..... (Risas.)

El C. Espinosa, continuando: El día que ese candidato gobierne, si es que llega a gobernar, (Risas.) el C. Rodríguez de la Fuente tendrá un puesto importantísimo en aquel presupuesto, y por eso es que yo le concedo mucha razón al venir a defenderse y a defender a los suyos; está en su legítimo derecho, y es por eso, ciudadanos representantes, que yo he dicho que el C. Rodríguez de la Fuente merece toda mi admiración.

El señor Rodríguez de la Fuente ha dicho que un grupo de diputados va a recibir la consigna al paseo de la Reforma. Tiene razón el señor diputado Rodríguez de la Fuente, es muy cierto; yo compruebo esto: no se olviden, ciudadanos diputados que en el paseo de la Reforma, en el aristocrático paseo de la Reforma, vive el C. Venustiano Carranza. (Murmullos.) Pero entrando al fondo del asunto, yo sí voy a proponer y suplico de la manera más atenta al compañero que me precedió en el uso de la palabra, y que es abogado, según entiendo, el compañero Gómez Noriega, también compañero de Rodríguez de la Fuente en asuntos políticos, que me obsequie su atención, porque voy a tratar este asunto precisamente dentro del aspecto

puramente legal. Suplico a la Presidencia que tenga a bien pedir a la Secretaría o autorizar a la Secretaría para que lea el artículo 73 de la Constitución, en su fracción XXIII.

El C. secretario Aguilar: Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Artículo 73.

"Fracción XXIII. Para formar su reglamento interior y tomar las providencias necesarias a fin de hacer concurrir a los diputados y senadores ausentes y corregir las faltas u omisiones de los presentes."

El C. Espinosa, continuando: La fracción XXIII del artículo 73 es terminante; el ciudadano presidente de la Cámara tiene facultad de disponer de los medios que crea pertinentes a efecto de que no se descompleto el quórum; a efecto de obligar a los señores representantes a que no abandonen el salón de sesiones, y a efecto de que los señores representantes cumplan con su deber. Esto lo ordena de una manera terminante la Constitución, y el C. Gómez Noriega, que es abogado, no puede negar que es cierto; pero hay más: suplico a la Secretaría que, con permiso de la Presidencia, tenga la bondad de leer los artículos 47 y 49 del reglamento. (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. Gómez Noriega, interrumpiendo: El reglamento no......

El C. Espinosa: ¿Por qué no?

El C. Gómez Noriega: Porque la Constitución está sobre todo. (Campanilla.)

El C. Serrano: Señor presidente: Aquí no hay reclamación de trámite, ni derecho de desintegrar el quórum, ni mociones de orden; hay solamente algo que se llama cobardía, el miedo a contrariar al Ejecutivo o el miedo de contrariar a la conciencia, y ha hecho muy bien la Presidencia de recordar la cuestión de los veinte pesos, porque para ciertos diputados, no hay que hablar de aquí (señalando la cabeza), ni hay que hablar de aquí (señalando el corazón); hay que hablar de aquí (señalando el estomago.) (Aplausos nutridos. Voces: ¡Muy bien.

- El C. secretario Aguilar, leyendo:

"Artículo 47. Los individuos de las Cámaras asistirán a todas las sesiones desde el principio hasta el fin de éstas y tomarán asiento sin preferencia de lugar, y se presentarán con la decencia que exigen las altas funciones de que están encargados.

"Artículo 49. El senador o diputado que por indisposición u otro grave motivo no pudiese asistir a la sesión o continuar en ella, lo avisará al presidente por medio de un oficio o de palabra pero si la ausencia durase más de tres días, lo participará a la Cámara, para obtener la licencia necesaria."

El C. Espinosa: El artículo 47 del reglamento dice que es obligación de los ciudadanos diputados concurrir a todas las sesiones y permanecer en el salón desde el principio hasta el fin de las mismas sesiones.....

El C. Gómez Noriega, interrumpiendo: Pero no tiene sanción.

El C. Espinosa, continuando: La sanción es precisamente el artículo 64 constitucional. Cuando se falta de esta manera, cuando no se cumple con el artículo 47 del reglamento, es cuando debe aplicarse el artículo 64 constitucional; pero dice muy bien el C. diputado Serrano: aquí salen sobrando toda clase de argumentaciones de orden legal, supuesto que está en la conciencia de todos y cada uno de los ciudadanos representantes que el ciudadano presidente de la Cámara tiene facultad amplia y bastante para hacer efectivo el artículo 64 de la Constitución cuando falten algunos ciudadanos diputados. Pero hay más: yo quiero recordar al compañero de la Fuente que el argumento esgrimido por él para sustentar su tesis, ya no tiene razón de ser. Efectivamente, esta honorable Asamblea aceptó que no eran de imponerse las multas a los ciudadanos diputados faltistas; pero esto fue única y exclusivamente dentro del período extraordinario de sesiones; pero naturalmente, ahora ya no estamos en ese período extraordinario; ahora estamos dentro de otro orden de cosas; ahora estamos dentro de un orden verdaderamente ordinario, donde estamos verdaderamente ordinario, donde estamos verdaderamente obligados a cumplir tarde a tarde y concurrir a ellas desde el principio hasta el fin. Como no quiero argumentar más, ha dicho muy bien el C. Serrano: aquí no se trata de pensar ni se trata de sentir en bien de la patria; aquí se trata, en muchos casos, de defender el estómago, y es por eso que el ciudadano presidente, con toda energía, debe aplicar la ley a aquellos ciudadanos que por cobardía abandonen el salón a la hora de votar este asunto de las facultades extraordinarias.....

El C. Rodríguez de la Fuente, interrumpiendo: ¡No es cobardía!

El C. Espinosa: Tengo derecho a creer que es por cobardía, o por servilismo, que es un poco peor que cobardía...

El C. Mancisidor: No tiene derecho el C. Espinosa a insultar.

El C. Espinosa Luis: Suplico al ciudadano presidente de la Cámara que cuente con la fuerza de la ley y también con la mayoría de esta Asamblea, que está dispuesta a apoyarlo de una manera decisiva a efecto de que haga cumplir el reglamento. Hay más, el C. Rodríguez de la Fuente nos ha repetido aquí que mientras no se quite esta sanción, los inconformes que tienen miedo de que se disguste el C. Carranza porque se le quiten esas facultades, se saldrán ellos allá afuera. Nosotros nos quedaremos aquí dentro, y la nación que juzgue. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el C. diputado Trigo.

El C. Trigo: Honorable Asamblea: Cuando llegué al salón de sesiones y vi lo que ocurría, dándome cuenta de la vanalidad del asunto, era mi intención no ocuparme absolutamente de terciar en estos debates; pero se me informó de que la Comisión o la Presidencia de esta honorable Asamblea había tomado la determinación de imponer multa a cada uno de los ciudadanos diputados que después de haber pasado lista y abierta la sesión, descompletaran el quórum y estoy completamente opuesto a determinación semejante. (Voces: ¡Ah!) Soy de los individuos, señores diputados, que han demostrado no en una, sino en veinte ocasiones, como en el caso de los Ferrocarriles Unidos de Yucatán, cuando muchos tuvieron miedo, cuando muchos sintieron temor ante el señor ministro Cabrera,

entonces yo, unido al grupo que valerosamente combatió el dictamen: la diputación de Yucatán, el C. Siurob, el C. García Vigil y demás, permanecía en el salón para votar en contra de los designios del Ejecutivo. Así yo, por mi parte, no me conceptúo lastimado por las frases del C. diputado Serrano que dice que quien se marcha de este salón es por cobardía y, sin embargo, en este caso, de persistir la determinación del presidente, yo, que no he tenido miedo para votar en contra del Ejecutivo, saldré igualmente por esa puerta. Y no es ya por el hecho, ciudadanos representantes, de descompletar el quórum. Ayer, les consta a los ciudadanos diputados Siurob, García Vigil y a otros, que tres veces se votó y tres veces voté negativamente sin salir del salón; pero en esta ocasión, señores diputados, cuando el presidente, queriendo dar sanción a una ley que no tiene - porque la ley no la registre -, se constituye en árbitro exclusivamente de esa ley para imponer una multa, yo no puedo, bajo ningún concepto, tolerar cosa semejante y, repito, estoy firmemente resuelto, mientras permanezca esta decisión de la Presidencia, a salir de este recinto. (Voces: ¡Ah! Murmullos.) Hace un momento... Ruego al diputado que me interrumpe que recuerde que por ahí hay un buen señor a quien se le ocurrió escribir un tratado de urbanidad, y que no me interrumpa. (Voces: ¡Ah! ¡Ah!) Ciudadanos diputados: si es que queréis pasar arrolladoramente por sobre toda razón y por sobre todo criterio, sale sobrando que invoquéis la ley para eso. Para eso basta que digáis: es nuestro capricho de mayoría y debéis obedecerlo las minorías. Esto no es lógico; yo sencillamente vengo a refutar los argumentos del C. Espinosa desde esta tribuna. Tengo entendido que la Presidencia, aun cuando esto no lo afirmo, ha invocado el artículo 47 del reglamento de la Cámara para imponer ese castigo, porque así debe tomarse, como castigo a los ciudadanos diputados que descompletan el quórum para no votar en esta oportunidad.

El C. Espinosa Luis: Es el 64 de la Constitución.

El C. Trigo: Pasaré después al 64, compañero Espinosa. El artículo 47 terminantemente expresa que se impondrá la multa correspondiente a los diputados que falten a las sesiones, y faltar a una votación, ciudadanos diputados, a pesar de que vosotros deis vueltas a la Constitución, no puede constituir bajo ningún concepto falta a la sesión. (Una voz: ¡Es peor!) Será peor si usted quiere, ciudadano diputado; pero la votación no es más que uno de los actos que se verifican en la sesión, no es la sesión en sí; por lo tanto, no puede constituir la razón que da el artículo reglamentario para la imposición de las multas. El artículo constitucional a que se refiere el C. Espinosa, desde luego adolece de un efecto; que si bien es cierto que autoriza al presidente para que tome las medidas que estime pertinentes para obligar a los diputados para que concurran a las sesiones, ese artículo, como se podrá ver con sólo leerlo , no tiene sanción penal absolutamente ninguna, es decir, el presidente dentro de esas medidas no puede sino limitarse a hacer extrañamientos a los ciudadanos diputados que no quieran cumplir con su deber y que salgan de este recinto; pero de ahí a llegar a la multa que, repito, es un castigo, hay una diferencia tan grande como el cielo a la tierra. Pero tenemos un hecho para que se vea en el fondo de esta cuestión no hay más que una politiquería torpe de campanario y de intrigas: tenemos el caso del C. Palavicini que está en el tapete de la discusión hace un mes y que no se ha podido votar porque se ha descompletado el quórum y nadie se la había ocurrido ponerse a vociferar y a dar gritos estentóreos por el sólo hecho de que al C. Palavicini no se le había autorizado para usar la condecoración que le fue concedida.

El C. Arriaga, interrumpiendo: Porque eso no tiene importancia.

El C. Trigo: Desde luego, C. Arriaga, cuando se cumple con un deber no hay términos medios, no hay más que un deber: el deber cuando tiene importancia, y cuando no tiene importancia; no puede haber apreciaciones distintas del deber.

El C. Rodríguez de la Fuente, interrumpiendo: ¡Muy bien!

El C. Trigo, continuando: Ciudadanos diputados: repito que soy uno de aquellos que siempre han reprobado grandemente a los miembros de esta Asamblea, que haciendo uso de un derecho que yo les reconozco, un derecho muy parlamentario de las minorías, descompletar el quórum, apelan a él y no se enfrentan abiertamente con la verdad de las cosas; pero de subsistir esta determinación de la Presidencia, de querer obligarlos por sobre todas las cosas, ante la amenaza de un castigo, a permanecer en esta Asamblea, yo, que jamás he temblado para dar mi voto en contra del Ejecutivo de la nación, en esta ocasión iré a engrosar el grupo de mis compañeros, afuera, y no le habré dado el derecho a nadie de que me llame cobarde por el solo hecho de no tolerar amenazas de nadie.

El C. Díaz González, interrumpiendo: ¡Pero sí servil!

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Altamirano. (Murmullos.)

El C. Altamirano: Señores diputados: Con la amplitud que se merece el asunto, esta honorable Asamblea discutió durante varias sesiones el proyecto de ley para retirar al Ejecutivo las facultades extraordinarias. Durante esta discusión, los oradores del pro y los oradores del contra hicieron valer ampliamente todas las razones que creyeron tener en favor de la idea que defendían; por consecuencia, ninguno de nosotros, por ese concepto, tiene facultades para decir que desconoce el asunto. Todos conocemos el pro y todos conocemos el contra; por consecuencia, estamos obligados a votar.

Decía el señor Rodríguez de la Fuente, que es un asunto de gran trascendencia para la patria; ya lo creo, señores, aquí mismo todos los oradores del pro y del contra han demostrado que es de gran trascendencia para la patria retirarle al Ejecutivo las facultades extraordinarias, y es de gran interés también para aquellos que han ido al Ministerio de Gobernación o al Ministerio de Hacienda a recabar órdenes extraordinarias de pago; es de mucho interés también para ellos que no se le quiten al Ejecutivo las facultades extraordinarias.... (Voces: ¡Nombres! ¡Lorandi!) ¿Para qué queréis los nombres, señores compañeros, si de los labios de cada

uno de ustedes se escapan los nombres de estos señores, señalados ya con el estigma de cada uno de vosotros, con el estigma de la nación y principalmente con el estigma de los que desgraciadamente les dieron su voto en mala ocasión? A mí me da verdaderamente pena que los señores diputados, sin comprender cuál es su deber, se ausenten del salón para entorpecer las funciones de esta honorable Asamblea; pero más tristeza siento, señores, cuando en medio de esos señores diputados, veo yo un grupo de veracruzanos, admírense ustedes, de veracruzanos, encabezados por el señor Limón Uriarte, ausentarse de este salón, porque tienen miedo de votar en contra del Ejecutivo. (Aplausos en las galerías.) ¿Pero qué podemos esperar, qué podremos esperar del señor compañero Limón Uriarte, que siento que no esté aquí para que se defienda, que fue jefe político en tiempo de Victoriano Huerta, que fue a encontrar a la revolución allá en Tuxpan ya que había triunfado ésta, y haciéndole la barba al señor general Aguilar ha llegado a ocupar los puestos que tiene ahora? Por eso el C. Limón Uriarte está obligado a hacer uso de estas maquinaciones para defender al Ejecutivo y, en consecuencia, defender las ideas huertistas que trae de antaño. Pero, señores diputados, juzguéis a los veracruzanos por este grupo; los veracruzanos sabemos perder; pero en medio de nuestra derrota, siempre caemos con la frente altiva, nunca vamos cabizbajos rehuyendo el combate y saliendo tristemente por esas puertas.

Se dice aquí que no tiene razón la Presidencia al ordenar que se quiten las dietas a los ciudadanos diputados que no cumplen con su deber, y sí tiene derecho, señores. ¿Qué quiere decir si no la frase "concurrir una sesión"? Yo creo que concurrir a una sesión no quiere decir estar entrando y saliendo por esas puertas cada vez que se ofrece una votación de importancia, y no, señores: ya lo define otro artículo del reglamento. Los señores diputados tienen la obligación de permanecer en el Salón de Sesiones, desde el principio hasta el fin de estás. Por consecuencia, concurrir a las sesiones es permanecer en ellas desde el principio hasta el fin, y naturalmente votar todos los negocios que en dichas sesiones se traten. Ya ve el señor compañero Trigo que no es cierto que el presidente de est honorable Asamblea no tenga fundamento legal para imponer esto que él llama pena. Decía el C. Rodríguez de la Fuente, que ellos tienen derecho de descompletar el quórum cuantas veces sea necesario. Yo lo preguntaría al señor Rodríguez de la Fuente, que es un abogado, me dijera en qué ley funda él este derecho; en qué precepto legal está contenido ese derecho que tienen ellos para descompletar el quórum cuantas veces sea necesario, aunque por esto se interrumpan las labores de esta honorable Asamblea. Por todo lo expuesto, señores diputados, yo creo que tiene razón la Presidencia, y nosotros debemos tener la suficiente energía de sostener al señor presidente en su trámite; es decir, que a los diputados que sistemáticamente, no por casualidad, sino que sistemáticamente se ausentan del salón con objeto de interrumpir las labores de esta Asamblea, se les imponga la pena que señala la Constitución para los que no saben cumplir con su deber. (Aplausos.)

El C. Lorandi: Reclamo mi turno, señor presidente.

El C. Pérez Vela: Pido la palabra, señor presidente.

El C. Trejo: Moción de orden, señor presidente.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al C. Lorandi, que aunque está inscripto en contra del trámite, ya han hablado los oradores que marca el reglamento y, por consiguiente, lo que procede es votarse.

El C. Rodríguez de la Fuente: ¡Pido votación nominal!

El C. Lorandi: En distintas ocasiones, honorable Asamblea.... (Risas. Campanilla.) Honorable Asamblea: En distintas ocasiones, el reglamento se ha contravenido en el caso precisamente que señala la Presidencia; cuando han hablado tres oradores en pro y tres en contra, la Asamblea ha concedido que otros hablen en tal o cual sentido.... (Voces: ¡La Asamblea!) En consecuencia, atentamente vengo a suplicar a ustedes que me concedan el uso de la palabra. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! ¡Sí!)

El C. secretario Saldaña: Por orden de la Presidencia se va a dar lectura al artículo 20 del reglamento.

"Artículo 20. Este voto será consultado algún miembro de la Cámara reclame la resolución del presidente, previa una discusión en que podrán hablar dos individuos en pro y dos en contra; lo cual se podrá hacer siempre que no haya mediado votación en el mismo negocio y se adhieran a la reclamación por lo menos dos de los individuos presentes."

El C. Lorandi: Para rectificación de hechos pido la palabra entonces, señor presidente.

El C. presidente: Después de la votación.

El C. Lorandi: Que se consulte a la Asamblea acerca de lo que yo pido.

El C. Espinosa: Para una moción de orden, señor presidente. El licenciado Rodríguez de la Fuente pidió votación nominal; estábamos en eso, el C. Lorandi tiene mucho derecho a hablar; pero como él pidió la palabra para rectificación de hechos y, conforme al reglamento, eso se hace después de la votación, suplico a Su Señoría que lo inscriba para entonces y que se proceda a la votación nominal que pidió el licenciado Rodríguez de la Fuente.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta que, como lo ordena el artículo 20 del reglamento, se va a proceder desde luego a la votación y después se concederá la palabra al C. Lorandi para rectificación de hechos.

El C. Lorandi: Señor presidente: antes de que pidiera la palabra para rectificación de hechos, la tenía concedida ya en el contra; en consecuencia, ya se ha agotado el debate a este respecto, pido que se consulte a la Asamblea si consiente que yo hable.

- El mismo C. secretario: Se consulta a la Asamblea si concede el uso de la palabra al C. Lorandi. (Voces: ¡Estamos en votación!) Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

Tiene la palabra el C. Lorandi.

El C. Lorandi: Quiero rectificar alguno de los conceptos vertidos por el gran pastor de la mayoría de esta Cámara, el señor general Serrano. ¿Que

nosotros por cobardía, no por enojar al Ejecutivo, por servilismo, compañeros, nos salimos de la Cámara, del Salón de Sesiones? ¡No, hombre, no! (Risas). ¿Por qué hemos de temer al Ejecutivo? ¿Que cosa nos da el Ejecutivo? Yo desafío a don Manlio Fabio Altamirano, que en lo particular es buen amigo mío, pero que en lo político estamos perfectamente distanciados, a que diga qué negocios sabe que yo haya hecho en las antesalas presidenciales o en algún Ministerio.....

El C. Gutiérrez Orantes, interrumpiendo: ¿Me permite el orador una interpelación?

El C. Altamirano: Pido la palabra para contestar.

El C. Lorandi: Sí, señor.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Gutiérrez Orantes.

El C. Gutiérrez Orantes: Señor compañero Lorandi: Sin que mi interpelación lleve el veneno de la perfidia ni de la maldad, ni que tampoco crea yo todas las versiones que circulan, yo suplico a Su Señoría se sirva decirme si es cierto que usted se presentó ante el C. Venustiano Carranza, muy contristado, y con un aire lastimero le dijo que usted estaba en circunstancias económicas difíciles, y entonces, como resultado de esa gestión, el C. Carranza acordó que se le obsequiaran a usted dos mil pesos. (Risas. Murmullos. Aplausos.)

El C. Altamirano: Pido la palabra para contestar, ciudadano presidente.

El C. Lorandi: Un momento. No concedo la palabra al C. Altamirano, porque voy a contestar al señor Gutiérrez Orantes.

El C. Altamirano, interrumpiendo: Entonces, no me interpele, señor compañero.

El C. Martínez del Río: ¡Primero, hombre, por partes! (Risas.)

El C. Lorandi, continuando: Me desorienta la interpelación del compañero, porque ¿cómo voy a probar yo que eso no es cierto? Eso no es más que una infamia, ¿pero cómo pruebo yo que no es? (Risas. Voces: ¡Allí está lo difícil!) Tenga la bondad Su Señoría - y en este caso me auxilia el señor García Vigil - de probar su aserto. Está bien claro eso. Repito, no es más que una infamia; pero yo no puedo probar que no es cierto. Y como quiera que otras acusaciones pueden ser de este calibre, ya no tolero interpelaciones. (Risas. Aplausos.) Pues bien, a nosotros, señor general Serrano, y se lo digo con todo respeto, se nos llama acá (señalando al corazón), donde tenemos un corazón pletórico de convicciones y que hemos puesto, al menos dígolo por mí, al servicio del Ejecutivo. ¡Francamente estoy convencido de que hago bien estando en este caso con el señor Carranza!

El C. Ríos Landeros, interrumpiendo: ¡Dos mil pesos! (Risas.)

El C. Lorandi, continuando: Ahora bien, señores; mis compañeros de la minoría hemos hecho perfectamente bien; hemos usado de un procedimiento aceptado en todos los parlamentos del mundo, cuando nos hemos salido. Mal, cuando tratamos que no se nos imponga esa multa de veinte pesos; hacemos perfectamente mal a ese respecto. ¿Qué, señores compañeros - me refiero a los míos de la minoría -, es necesario que les llamen aquí, en el estómago, para que vengan aquí a votar en tal o cual sentido? No, señores; la Cámara, lo dijo bien el C. García Vigil, se reivindicó rechazando los cinco pesos; nosotros, los de la minoría, nos reivindicamos no aceptando los veinte pesos ni hoy, ni mañana, ni pasado. (Aplausos.) Y de una vez por todas, hoy no votaré, no haré uso del derecho que concede el artículo 49 del reglamento, que dice que cuando uno está enfermo, debe notificarlo a la Cámara, y manifiesto que no estoy enfermo, que me saldré de la Cámara y no votaré.

El C. Avellaneda: ¡Con el mismo derecho que se le concedió la palabra al C. Lorandi, suplico que se me conceda a mí!

El C. presidente: Si lo permite la Asamblea.

El C. Avellaneda: Que se pregunte a la Asamblea.

El C. presidente: Se va a preguntar a la Asamblea, y si lo permite, se le concederá a usted la palabra.

El C. Avellaneda: Es lo que solicito, que se consulte a la Asamblea.

El C. secretario Saldaña: Se consulta a la Asamblea si permite la palabra al C. Avellaneda. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

Tiene la palabra el C. Avellaneda.

El C. Avellaneda: En una de las votaciones, señores diputados, ayer tarde, a ustedes les consta, y entre otros al C. Manlio Fabio Altamirano, que yo voté, y voté por la afirmativa; de manera que queda rechazado en mí ese incondicionalismo de que se ha hablado respecto del Ejecutivo. ¿Es cierto, C. Altamirano, que hasta usted me aplaudió porque voté por la afirmativa, ayer tarde?

El C. Altamirano: Claro que sí aplaudí.

El C. Avellaneda: Muy bien. Aquí se ha hablado de cobardía, miedo y quién sabe cuántas cosas. Yo pregunto: ¿miedo a quién? ¿Miedo de qué? Si yo voté ayer en favor de la proposición, la votaré siempre; pero lo que yo rechazo y por lo que me he de salir de este salón, sin importarme los veinte pesos, es la amenaza; porque a mí se me habla al corazón, se me habla a conciencia. Yo me saldré de aquí por ese afán de la mayoría de querer imponer sus caprichos absolutos, transgresores y equivocados. Sí señores; por ese motivo, porque yo no tolero imposiciones de nadie, llámese mayoría, llámese Ejecutivo o llámese quienquiera que sea. Yo siempre he luchado por algo: por la libertad, y si no la puedo conseguir para otros, siquiera lucho por la mía; por eso, porque yo no tolero la imposición de nadie, por eso saldré y no votaré. Ahora, señores diputados, no vengo a defender esos veinte pesos, que rechazo por mi parte; ¡que se me multe en lo particular sin meterme en lo de los demás! ¿Pero con qué derecho habláis vosotros de veinte pesos, y habláis de multa, cuando de presidente el C. Morales, habiendo acordado multar a muchos de nosotros, vosotros mismos echasteis abajo esa decisión? (Aplausos. Murmullos.) Ahora, yo no vengo aquí a hablar con sólo palabras; yo cito hechos en que vosotros mismos, el licenciado Trejo, vino aquí a la tribuna a defender esos veinte pesos que a él le correspondían. ¿En dónde está vuestra conciencia? ¿En dónde vuestro pasado? ¿Acaso habéis perdido la memoria? ¿No os acordáis de que fue obra vuestra la de echar abajo aquel acuerdo de la Presidencia? Conste, pues que en mí no es aplicable ni la palabra

cobardía, porque no sé a quién se le tenga miedo en este caso; ni tampoco la de incondicionalismo, porque he votado en pro de ese proyecto de ley, En lo que no estoy de acuerdo, y por lo que vengo a protestar, es con que aquí, en esta Cámara la mayoría impida a los ciudadanos que no están de acuerdo con sus ideas, hasta que vengan aquí a hacer uso de la palabra para externar lo que ellos creen conveniente; aquí se ha evitado que el C. Rodríguez de la Fuente haga uso de la palabra; aquí se interrumpe; aquí no se le concede al ciudadano que no pertenece a la mayoría, el derecho de venir a decir lo que siente, lo que quiere, desconociéndosele los derechos que como diputado tiene. Allí es donde no estoy de acuerdo, y cuando esos procedimientos se sigan; cuando se venga a hablar de política en el sentido de la campaña presidencial; cuando no se respete este lugar que debe ser sagrado para nosotros - dejemos nuestra política de partido para fuera de la Cámara de Diputados -; cuando no nos dediquemos aquí a tratar los asuntos trascendentales de la patria, entonces yo no estaré ni con la mayoría ni con la minoría.

Protesto, pues, por el hecho de que aquí a la minoría se le impida hacer uso de la palabra, y que ahora se quiera aplicar una multa, no a mí - que yo la acepto desde luego y deseo que se me aplique -, pero sí a aquellos de vosotros que habéis sentado el precedente de haber echado abajo un acuerdo de la Presidencia, cuando se trataba de multarnos a nosotros mismos. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Pérez Vela.

El C. Pérez Vela: Renuncio.

El C. presidente: Habiendo renunciado el uso de la palabra el C. Pérez Vela, se procede a la votación nominal.

El C. prosecretario Mena: La Presidencia pone a votación el trámite de la Mesa, que consiste en que se hará efectiva la multa de veinte pesos a los ciudadanos diputados que no asistan a toda la sesión. Es lo que está a votación.

El C. Rodríguez de la Fuente: Pido votación nominal.

El C. secretario García Ruiz: Se procede a la votación nominal.

El C. prosecretario Mena: Por la afirmativa.

El C. secretario García Ruiz: Por la negativa, (Se recoge la votación.)

El C. prosecretario Mena: Votaron por la afirmativa 66 ciudadanos diputados.

El C. secretario García Ruiz: Por la negativa 86 ciudadanos diputados. En consecuencia, queda rechazado el trámite de la Mesa.

- El C. prosecretario Mena; Ha sido presentada la siguiente proposición:

"Los subscriptos diputados al Congreso de la Unión, pedimos con dispensa de trámites se apruebe la siguiente proposición:

"Constitúyase esta Cámara en sesión permanente hasta que se vote el asunto de la supresión de las facultades en Hacienda y Aranceles, al Ejecutivo de la Unión.

"Salón de sesiones.- México, octubre 14 de 1919.- M. García Vigil.- J. Siurob.- Salvador Saucedo.- Ismael Díaz González.- M. F. Altamirano.- R. de la Torre.- M. Romero C.- A Villalobos.- E. Ríos Landeros."-(Murmullos y voces: ¡No! ¡No!).

En votación económica se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites, en la inteligencia de que se necesitan las dos terceras partes. Hay mayoría de pie.

Sí se dispensan los trámites. Está a discusión.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. García Vigil, para fundarla.

El C. García Vigil: Ciudadanos diputados: Yo considero este asunto de obvia resolución. Desde hace varios días el dictamen, o sea la proposición hecha por la Comisión de Presupuestos en que consultó a la Asamblea el retirar al Ejecutivo las facultades extraordinarias en Hacienda, ha sufrido en su resolución un considerable retraso; pero finalmente ayer, agotados todos los debates, este asunto se votó afirmativamente y luego, al ponerse a discusión en lo particular, y habiéndose hecho las modificaciones de que todos nosotros tenemos conocimiento, se ha visto que se ha descompletado el quórum sucesivamente, dándose el caso - bastante desagradable -, de que los ciudadanos diputados que están absolutamente renuentes a reconocer el derecho de las mayorías, que es mayor que el de las minorías, se han ausentado y han entrado al salón en cuanto se ha comenzado de nuevo a pasar lista. Esto naturalmente entorpece las labores legislativas; yo no creo, no puedo creer que esta minoría, es decir, la minoría actual, la minoría que se ha presentado en el caso de las facultades extraordinarias al Ejecutivo, haya de persistir Indefinidamente entorpeciendo así, de un modo radical, las labores del Poder Legislativo. Yo reconozco que para las minorías el descompletar el quórum no es un derecho en puridad legal, es una facultad, más, es un recurso, pero de ninguna manera puede constituir un derecho contra otro, contra el derecho del pueblo a obtener del Poder Legislativo las leyes que de acuerdo con la emisión de su voto haya de recibir para su observancia y cumplimiento. Así es que yo, algo práctico ya en esas cuestiones parlamentarias, no quiero censurar de ninguna manera el acto de los pocos que se han salido repetidas veces del salón a la hora de la votación y han vuelto a entrar a la hora de pasarse la lista. Yo quiero hacer un llamamiento al buen juicio de todos y principalmente de los corifeos de esa facción dentro de la Cámara, con objeto de que comprendan perfectamente que el descompletar el quórum es un acto que constituye un recurso temporal, más no definitivo; que si, por ejemplo, por determinadas circunstancias han sufrido en la Asamblea una merma, pero que pueden recuperarse al día siguiente o en unas cuantas horas solamente, hay que reconocer que pueden valerse de este recurso con objeto de hacer triunfar sus ideas, tanto más cuanto que ya saben que hay un número de diputados ausentes que vengan a darles la mayoría a ellos; pero si en el presente caso, como lo estamos viendo, resulta una mayoría que podemos considerar ya definitiva y absoluta en pro del dictamen en el sentido de retirarse las facultades extraordinarias al Ejecutivo, verdaderamente esto parece cosa de chiquillos o de inconscientes. Una votación constante

dada ayer de 97 votos por la afirmativa, es indudable que persistirá y dado que no hay lugar a debate alguno y, consiguientemente, si estos ciudadanos representantes compañeros míos, persisten en su actitud, téngase por seguro que no vamos a pasar adelante, pero téngase en cuenta que durante el periodo extraordinario no hemos siquiera concluído la Ley del Trabajo; que estamos a la mitad del mes de octubre, que nos quedan dos meses y medio para laborar como es de nuestro deber; que tenemos muchísimos asuntos de verdadera trascendencia; que si esa minoría no cede en lo que respecta a esta votación, a este asunto, menos puede esperar que nosotros cedamos, y menos, dígolo no solamente por el número de votos con que se cuenta en este sentido, sino también porque contamos con la aquiescencia de la nación. Todos nosotros sabemos que la noticia dada desde hace algunas semanas de que se retirarían las facultades extraordinarias al Ejecutivo, ha sido recibida con verdadero beneplácito; que la prensa se ha interesado en este asunto y que ha marcado ya su dirección por la misma que ha marcado definitivamente esta Cámara, ayer. De modo es que considero de todo punto inútil, es ocioso, es torpe, persistir en una actitud que de ninguna manera va a obtener un resultado mediano. ¿Qué es indispensable que todos nosotros nos elevemos a la altura del deber? Considero superfluo decirlo. Todos vosotros sabéis que yo no soy un obcecado y menos en asuntos considerados como superficiales; que yo no trato de convenceros por medio de la fuerza, sino por medio de la razón; que no tengo empeño alguno en que contra esta minoría perdidosa hoy se ejerzan medidas coercitivas como la del descuento de los veinte pesos; que no viene a mis labios una sola palabra de reproche ni una sola palabra de vehemencia en contra de esos señores diputados, sino que yo solamente deseo exponeros el caso como es. ¿Vamos a continuar indefinidamente, tarde a tarde, suspendiendo de una vez por todas las labores del Poder Legislativo, después del espectáculo dado consuetudinariamente, de que a las seis o seis y media de la tarde ya no hay quórum, aun para asuntos en que los intereses políticos de los bloques son marcadísimos? ¿Vamos a insistir nosotros en una conducta que ha sido reprochada por la nación entera? ¿Vamos a dar pábulo a la crítica que se ha ensañado contra la Representación Nacional? ¿Vamos a prestar elementos de ataque a todos los políticos gazmoños contra este Poder, que nosotros consideramos como el Supremo Poder de la nación, el Poder Legislativo? Indudablemente que no. Así es que yo, para terminar, quiero de nuevo reiterar con la mayor atención mi súplica y mi exhorto: votemos este asunto, votémoslo de acuerdo con nuestras convicciones. En ocasiones que no deben olvidarse, los que hemos constituído minorías hemos sabido permanecer en nuestras curules y hemos quedado allí, puede decirse, inermes contra las mayorías vencedoras y, sin embargo de eso, nosotros no hemos recurrido a ese recurso con esa persistencia y con la idea premeditada únicamente de hacer cuestión de amor propio un asunto que es de interés general; si alguna vez lo hemos hecho ha sido momentáneamente, pero siempre confiando en obtener la mayoría y en caso de no lograrla, votar y perder, porque no nos queda otro remedio. Ahora, se me dirá que yo he hecho una proposición en el sentido de declararnos en sesión permanente. Efectivamente; de modo es que yo considero que la Asamblea debe resolverse por dar el trámite definitivo a este asunto: la votación. Que en caso de que no sea así, que yo lo dudo mucho, pues confío en la honradez de todos los ciudadanos representantes, demos los restantes el ejemplo de quedarnos aquí esperando hasta que ellos, ya sea por convencimiento o ya sea por otra causa cualquiera, se decidan otra vez a volver al seno de la Representación y a dar su voto en el sentido que les plazca; nosotros los esperamos como unos compañeros, tened en cuenta que todos somos representantes del pueblo, quizá más que como compañeros, que los esperamos como unos hermanos. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el C. Martínez del Río. (Siseos y voces: ¡Tiene derecho! ¡Es hermano! Risas.)

El C. Martínez del Río: Señores diputados: Acabáis de oír al estimable compañero, señor general García Vigil, exponer las consideraciones que a su juicio cree pertinentes en apoyo de su moción, para que nosotros nos constituyamos en sesión permanente hasta que se vote este asunto de las facultades extraordinarias. Creo interpretar el sentimiento de la minoría, que a cada momento se ha separado de este recinto, haciendo uso de un derecho muy parlamentario, a fin de descompletar el quórum, único recurso que le queda en este asunto de las facultades extraordinarias. El señor general García Vigil ha dicho esto: "La labor legislativa de esta honorable Cámara de Diputados ha sido casi nula." Esto ha dado a entender el señor general García Vigil y citaba especialmente la Ley del Trabajo, ley a la que no hemos podido dar término y que seguramente no será terminada por esta Legislatura.

No quiero, señores diputados, entrar a discutir el pro o el contra de las razones que pueden tener los miembros de esta mayoría para intentar retirar al Ejecutivo las facultades extraordinarias de que ha venido disfrutando en materia de Hacienda; pero puesto que el señor compañero García Vigil ha dicho - y con mucha cordura - que la labor legislativa de esta Cámara ha sido nula, puesto que ni siquiera la Ley del Trabajo hemos terminado, ley que, debemos recordar, fue la primera que se empezó a discutir por esta XXVIII Legislatura, ¿cómo, señores diputados, es cuerdo pensar que retirando las facultades extraordinarias de que disfruta el Ejecutivo, y debiendo venir a esta Cámara ese cúmulo de trabajo que significa la solución de todos los problemas que implican el ejercicio de las leyes que deben dictarse en materia de Hacienda, y ya que el Ejecutivo no las habrá de dictar, sino las ha de dictar esta Cámara, cómo es posible pensar, ya que esta XXVIII Legislatura no ha producido una sola ley; ¿cómo es posible y cuerdo pensar que vaya esta honorable Cámara de Diputados a atender a todas las necesidades del orden legislativo que significan la recuperación muy legítima, muy constitucional, de las facultades extraordinarias de que ha venido disfrutando hasta hoy el Ejecutivo? ¿Es cuerdo pensar que esta honorable Cámara de Diputados atenderá por medio de sus comisiones

técnicas que al efecto se nombraran, por medio de todos los recursos de división de trabajo, de organización, a ese cúmulo de trabajo de orden esencialmente técnico y hacendario que significa el recuperar estas facultades extraordinarias? Por eso es, señores diputados, que los miembros de la minoría de esta Representación Nacional, convencidos plenamente, absolutamente, de que la Cámara de Diputados no llenará sus funciones del orden hacendario, han optado por descompletar el quórum, porque piensan que tarde o temprano, la Cámara de Diputados se convencerá.... (Voces: ¡No! ¡No! Siseos.) Esta minoría es la que piensa.... (Voces: ¡Ah!) y seguirá esa minoría creyéndolo, a pesar de todas las protestas, que la Cámara de Diputados no está capacitada, psicológicamente está imposibilitada para desarrollar una labor legislativa tan amplia como es necesaria para el desarrollo....

El C. Espinosa, interrumpiendo: ¡Cállate, reaccionario!

El C. Martínez del Río: Sí, señor; acepto el cargo de reaccionario; nunca lo he rechazado.

Repito, señores diputados: en la última ocasión que vine a esta tribuna dije, y han pasado algunos días, que la Cámara de Diputados no emitirá los presupuestos, no estudiará ni dará leyes de presupuestos, ¿por qué? Porque está incapacitada para hacerlo. No está incapacitada legalmente, está incapacitada psicológicamente; la Cámara de Diputados no emitirá Ley de Presupuesto ninguna. Ante esta consideración, señores diputados, creo que esta proposición, muy cuerdamente pensada por el señor general García Vigil, no dará los resultados que él quisiera; creo que no tiene objeto el aprobar esta proposición para que nos constituyamos en sesión permanente. Estimo que en los pocos meses que faltan para que termine la labor de esta Legislatura, que esta Legislatura. - péseme a mí, porque he tenido el honor de pertenecer a ella -, pasará su periodo enteramente nugatorio, enteramente sin utilidad para la patria y con grave perjuicio para la República. Desgraciadamente, eso pasará con esta muy honorable Legislatura. (Siseos. Voces: ¿Por culpa de quién?)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro, el C. Avellaneda.

El C. Avellaneda: Es así, señores diputados, como me he convencido y como desearía que mis compañeros de la minoría se sirvieran convencerse. Apelar a nuestra hidalguía, apelar a los grandes intereses nacionales, es la manera como debieran tocar nuestros corazones y nuestros altos sentimientos. El C. García Vigil no ha hecho uso de la potencia de la mayoría; el C. García Vigil nos ha concedido un derecho; el C. García Vigil nos llama como compañeros y nos llama también como hermanos. Pues bien; si presentes están los altos intereses patrios; si estamos convencidos de que este asunto tendrá que ser así, como ya se ha votado; si estamos convencidos también de que retirarnos más o menos, ninguna significación práctica tiene; si ahora nos tienden una mano de amigos y de hermanos, ¿por qué no probar a la mayoría que no somos obcecados, que no somos obstruccionistas, que tenemos, ante todo, presentes los grandes intereses nacionales? (Aplausos.) Lo dije la otra vez que estuve aquí: cuando se trata de extorsionarnos, cuando se trata de oprimirnos, entonces no estoy de acuerdo con el procedimiento; pero ahora que se nos llama cordial y honradamente por un ciudadano del que no tenemos derecho a dudar, que siempre ha probado ecuanimidad y hasta de gran visión intelectual, yo llamo a mis compañeros de la minoría para que votemos esto, (Aplausos.) ya que el dilatarlo a nada práctico conduce, y si nosotros nos retiramos de aquí, los señores de la mayoría tendrán que pasar aquí, la noche, la semana, el mes, (Risas.) ¿y qué resultado práctico tendría ello? Absolutamente ninguno. Ya que el señor García Vigil ha reconocido ese recurso que a nosotros nos asiste, el que tenemos derecho de usar, yo ruego a ustedes que se sirvan votar cuanto antes el proyecto de ley a que se refiere y poder continuar los asuntos para cumplir con nuestro deber. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Siurob. (Voces: ¡A votar!)

El C. Siurob: Si no hay orador en contra, renuncio, señor presidente.

El C. prosecretario Mena: Habiendo renunciado al uso de la palabra el C. Siurob, en votación económica se consulta a la Asamblea si considera suficientemente discutido el asunto. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Hay mayoría de pie.

Se considera suficientemente discutido.

Se procede a su votación.

El C. Méndez Benjamin: Pido votación nominal.

- El mismo C. prosecretario: Habiendo pedido votación nominal el C. Méndez, suficientemente apoyado, se recogerá la votación nominal. La proposición a votación, dice así:

"Constitúyase esta Cámara en sesión permanente hasta que se vote el asunto de la supresión de las facultades en Hacienda y Aranceles, al Ejecutivo de la Unión."

Por la afirmativa.

El C. secretario García Ruiz: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

- El mismo C. prosecretario: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar? (Algunos ciudadanos diputados dan sus nombres.) ¿Falta algún otro ciudadano diputado por votar? Se procede a la votación de la Mesa. (Se recoge aquélla.) Se va a dar lectura a la lista de los que votaron por la afirmativa para que, si hay alguno que lo desee, reclame su voto.

Votaron por la afirmativa los CC. Aguilar Antonio, Alarcón, Alejandre, Alencáster Roldán, Altamirano, Arriaga, Avellaneda, Balderrama, Barragán, Basáñez, Bolio, Bravo Carlos, Bravo Lucas, Breña, Camarena, Cárdenas Emilio, Carriedo Méndez, Castilleja, Céspedes, Cornejo, Crespo, Chablé, Díaz González Espinosa Luis, Espinosa y Elenes, Fernández Martínez, Fernández Miguel B., Fierro, Galindo Aurelio F., García Antonio M., García de Alba, García José Guadalupe, García Norberto, García Vigil, Garza, Gómez Cosme D., González Galindo, Guerrero, Gutiérrez Antonio, Gutiérrez Atanasio, Gutiérrez de Velasco, Gutiérrez Orantes, Hernández Jerónimo, Huerta, Jiménez, Lanz Galera, Lazcano Carrasco, Leal, León, Liekens, López Emiliano Z., López Serrano, Macias Rubalcaba, Márquez Galindo, Mena, Méndez Pánfilo, Mendoza, Mercado, Morales Francisco César, Morales Sánchez.

Ortega, Ortiz, Pastor, Pérez Vargas, Ramos, Reyes Francisco, Ríos Landeros, Roaro, Rodríguez Herminio S., Rodríguez Matías, Rojas Rafael, Romero Cepeda, Rosas, Ruiz H. José María, Ruiz Porfirio, Saucedo, Silva Jesús, Siurob, Soto José M., Suárez José María, Toro, Torre de la, Treviño, Vadillo, Valadez Ramírez, Valdés, Valverde, Velásquez López, Villalobos, Villaseñor Mejía, Zerecero y Zincúnegui Tercero.

Total, 92 ciudadanos diputados. El C. Berumen reclama su voto por la afirmativa. Total, 93.

El C. secretario Castillo: La Secretaría informa que el C. Berumen no estaba presente al recogerse la votación. (Voces: ¡Sí estaba!)

El C. secretario García Ruiz: Votaron por la negativa los siguientes CC. diputados: Aguirre Vito, Amezola, Angeles Carlos, Balderas Márquez, Baledón Gil, Bandera y Mata, Blancarte, Casas Alatriste, Castillo David, Castillo Garrido, Colina de la, Díaz Infante, Ferrel, García Ruiz, González Jesús N., González Marciano, Lomelí, Mariel, Martínez del Río, Martínez Ignacio E., Mejía, Molina, Olivé, Ruiz Martínez, Saldaña, Sánchez Salazar, Silva Herrera, Silva Pablo, Tamez, Trigo y Villaseñor Salvador.

¿No hay ningún ciudadano diputado que quiera reclamar su voto por la negativa? Total, 31 ciudadanos diputados. En consecuencia, no hay quórum. Orden del Día para mañana:

"Proyecto de Ley sobre Facultades Extraordinarias del Ejecutivo. Votación del proyecto de ley facultando al C. Félix F. Palavicini para aceptar y usar una condecoración. Sesión de Colegio Electoral. Dictamen sobre elecciones en el 8o. distrito electoral de Michoacán. Sesión secreta."

El C. presidente, a las 7.15 p.m.: Se levanta la sesión y se cita para mañana a las cuatro de la tarde.