Legislatura XXVIII - Año II - Período Ordinario - Fecha 19191015 - Número de Diario 33

(L28A2P1oN033F19191015.xml)Núm. Diario:33

ENCABEZADO

MÉXICO, MIÉRCOLES 15 DE OCTUBRE DE 1919

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Año II.- PERIODO ORDINARIO XXVIII LEGISLATURA TOMO III.- NÚMERO 33

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 15

DE OCTUBRE DE 1919

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- Hacen uso de la palabra para hechos los CC. García Ruiz, Trigo, Espinosa, secretario Aguilar, y Trejo.

3.- Se pone a votación la proposición para que se constituya la Cámara en sesión permanente hasta que se vote el asunto de la supresión de las facultades extraordinarias en Hacienda y Aranceles al Ejecutivo de la Unión, y por falta de "quórum" se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. LEAL MARIANO

(Asistencia de 135 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 4.35 p. m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario García Ruiz, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día catorce de octubre de mil novecientos diez y nueve.

"Presidencia del C. Mariano Leal.

"En la ciudad de México, a las cuatro y cuarenta de la tarde del martes catorce de octubre de mil novecientos diez y nueve, con asistencia de ciento veintiocho ciudadanos diputados, se abrió la sesión.

"Sin debate se aprobó el acta de la sesión celebrada el día anterior, y se dió cuenta con un oficio, en que la honorable Cámara de Senadores pide se transfiera el día señalado para las elecciones de jueces y magistrados del Distrito y Territorios federales.- Comuníquese a la Cámara colegisladora que se transfiere la sesión de Colegio Electoral del Congreso General para el día 24 del presente, a las 4 p. m.

"Se recogió la votación nominal que en la sesión anterior quedó pendiente por falta de quórum, acerca del artículo 1o. del proyecto de ley por medio del cual se retiran al Ejecutivo de la Unión las facultades extraordinarias que se la concedieron en Hacienda y Aranceles. Se obtuvo noventa y seis votos de la afirmativa y diez y nueve de la negativa; en consecuencia, no había quórum. El C. Trejo pidió se multara a los ciudadanos diputados que, figurando en la lista de asistencia, no habían votado, y a ellos se opuso el C. Rodríguez de la Fuente. La Secretaría pasó lista y, comprobada la asistencia de quórum, la Presidencia declaró que se repetía la votación y que se aplicarían los artículos 64 de la Constitución y 47 del reglamento, a los ciudadanos diputados que, apareciendo en la última lista, no votaran. El C. Trejo hizo una moción de orden; el C. Rodríguez de la Fuente impugnó la determinación de la Presidencia; los CC. Espinosa Luis y Siurob hicieron mociones de orden y en seguida la Presidencia recomendó el cumplimiento del artículo 47 reglamentario.

"El C. Gómez Noriega también se opuso a que se multara; el C. Espinosa Luis solicitó la lectura de la fracción XXIII del artículo 73 constitucional y de los artículos 47 y 49 del reglamento, e hizo aclaraciones; el C. Serrano usó de la palabra para una moción de orden; el C. Trigo habló en contra del trámite de la Mesa; el C. Altamirano hizo aclaraciones; la Secretaría leyó el artículo 20 del reglamento, y el C. Espinosa Luis hizo una moción de orden; con permiso de la Asamblea usó de la palabra para rectificar hechos el C. Lorandi, quien fue interrumpido por una interpelación del C. Gutiérrez Orantes; el C. Avellaneda se produjo en contra del trámite, que fue sometido al voto de la Cámara. El C. Rodríguez de la Fuente, debidamente apoyado, solicitó votación nominal, y ésta produjo ochenta y seis votos de la negativa contra sesenta y seis de la afirmativa. Por consiguiente, se declaró desechado el trámite por el que debía multarse a los que no votaran.

"La secretaría dió cuenta con una proposición de varios ciudadanos diputados, relativa a que se constituyera la Cámara en sesión permanente hasta que se vote el asunto de la supresión de las facultades extraordinarias de que disfruta el Ejecutivo de la unión en Hacienda y Aranceles. Así que se le dispensaron los trámites, hablaron en pro los CC. García Vigil y Avellaneda, y en contra el C. Martínez del Río. Suficientemente discutido el punto el C. Méndez Benjamín, en la forma que previene el reglamento, solicitó votación nominal.

"Votaron afirmativamente noventa y tres ciudadanos diputados, y negativamente treinta y uno.

"No habiendo quórum se levantó la sesión, siendo las siete y quince de la noche."

Está a discusión. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse.

No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada.

- El C. presidente: Tiene la palabra para hechos el C. García Ruiz.

El C. García Ruiz: Señores representantes: En la sesión de ayer tarde y debido seguramente a una confusión de mi muy estimado compañero el C. Trejo y de algunos otros compañeros, se dijo que el que habla había votado afirmativamente el proyecto de ley que quita en su totalidad las facultades extraordinarias de que goza actualmente el Ejecutivo de la Unión, y yo vengo a aclarar con todo el respeto que me merecen estos amigos míos y a la honorable Asamblea, que de ninguna manera, que en modo alguno he emitido mi voto aún en tan ruidoso asunto; primero, porque, a mi modo de ver, señores representantes, no ha habido serenidad, sinceridad ni con mucho, al tratarlo o discutirlo, ya que los partidos políticos, los partidarismos y los personalismos han ahogado férreamente y de una manera inconcebible toda expresión sincera, toda expresión lógica que bien pudiéramos haber escuchado, si las burlas de la Asamblea, si los siseos, si la crítica acerba y hasta la calumnia vil no se hubieran esgrimido por algunos ciudadanos diputados, cuando algunos, desligados de toda borrachera de partidarismo, vienen aquí lealmente a defenderla con toda serenidad, y después, señores, porque con toda mi escasa ciencia, pero con la honradez que siempre ha normado mis pasos por la vida, quise estudiar este asunto para votarlo de acuerdo con la conciencia de representante, no de un partido político, sino representante de la patria mexicana, que hoy más que ayer exige de nosotros imperiosamente que tengamos más juicio, más rectitud, más serenidad y menos fetichismo. Por eso, señores, queda asentado que el que habla no votó ayer ni antes de ayer el proyecto en cuestión. (Voces: ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!)

El C. presidente: Tiene la palabra para hechos el C. Trigo.

El C. Trigo: Ciudadanos diputados: He solicitado la palabra para hechos, porque estimo pertinente, ahora que se va a volver a traer sobre el tapete la cuestión de la votación de las facultades extraordinarias, que todos nos fijemos detenidamente en que los que hemos votado por la negativa y que los que han salido para descompletar el quórum no han carecido de razón, como se intenta hacerlo creer. Recordad, señores diputados, que la primitiva proposición de la Comisión de Presupuestos y Cuenta fue esta: retirarle al Ejecutivo las facultades extraordinarias que se la habían concedido en materia de presupuestos, y este primitivo proyecto tenía un artículo transitorio; puesto a discusión, se aprobó por Vuestras Soberanías en lo general dicho proyecto y quedó aprobado; puesto a discusión en lo particular, el C. García Vigil en virtud del prestigio ineludible con que cuenta en esta Cámara y en virtud de esa psicología de esta misma Cámara, consiguió que al discutirse en lo particular se afectara al fondo de la cuestión, es decir, a lo general que ya estaba aprobado y que se cambiara por completo el espíritu de lo ya aprobado por la Asamblea; es decir, la discusión de este proyecto aprobado en lo general, en lo particular no podía ser más que de mero detalle, es decir, cómo se restarían estas facultades si entrara en vigor desde luego el decreto, etc., etc.; pero no era al fondo de la cuestión, como se vió después de haberlo aprobado en lo general. Yo quiero hacer constar a esta honorable Asamblea esto, porque estoy firmemente resuelto, ya no a votar por la negativa, como lo había hecho, sino a unirme abiertamente a las minorías y descompletar hoy, mañana, pasado y siempre, el quórum. (Aplausos y siseos.)

Es necesario, ciudadanos diputados, que hablemos con la verdad, que nos dejemos de estos escarceos y de esos procedimientos, y de ahogar todo resentimiento y al no escuchar ninguna reflexión sólo porque tal o cual diputado o tal o cual orador no nos es simpático; aquí debemos dejar la simpatía personal a un lado, para discutir las cuestiones desde su verdadero punto de vista. Yo insisto en que lo honrado, en que lo correcto de las mayorías era haber pedido que se reconsiderara el voto primitivo de la Asamblea, aquel que había aprobado en lo general el proyecto, y puesto que tenía....

El C. García de Alba, interrumpiendo: ¡No!

El C. Trigo, continuando: Yo no sé si el C. diputado García de Alba, que efectivamente es fuerte en el reglamento, entiende que aprobado un proyecto en lo general, al discutirlo en lo particular debe cambiarse de esencia e invadirse el fondo de la cuestión misma; yo no sé si ese será el criterio de Su Señoría.

El C. García de Alba, interrumpiendo: Pido la palabra para rectificar hechos.

El C. Trigo, continuando: Tenga usted la bondad de dejarme terminar, ciudadano diputado. Yo insisto en que el señor García de Alba tiene mucho derecho a tener su criterio, como las minorías tienen derecho de tener el suyo; pero sí quiero manifestar a ustedes que la minoría está perfectamente dispuesta a ir al entendimiento con la mayoría de la Cámara; pero al entendimiento razonable, no queremos reconocer una mayoría que porque sí o porque no, no hace más esa mayoría que por ser mayoría, querer pasar sobre todo, por sobre todo espíritu de justicia y por sobre todo espíritu de consideración. Yo ruego a la Comisión se sirva fijar en esta cuestión y que después obre como crea conveniente.

El C. presidente: Tiene la palabra para hechos el C. Espinosa.

El C. Espinosa: Ciudadanos representantes: Vengo a hacer una aclaración: el que habla, como el compañero García Ruiz, tampoco ha emitido su voto hasta la fecha ni en pro ni en contra de este asunto que está votándose desde hace tres días. En la lista de ayer aparece como que voté en pro, pero probablemente porque me vieron aquí en la Asamblea hicieron constar mi voto; pero yo también fui de los que engrosaron las minorías y me salí a la hora de votar.

El C. Lorandi, interrumpiendo: ¡Una maniobra habilísima! ¡Esta va a ser la gran maniobra!

El C. Espinosa, continuando: Hemos comprendido perfectamente bien que tres o cuatro hábiles políticos de profesión de esta Asamblea, llegan hasta a pretender querer cambiar el criterio de la misma en pro de sus intereses personales; tres o cuatro politicastros de oficio en esta Asamblea (Voces: ¡Nombres!) no quieren que se vote este asunto, porque desean hacer méritos ante Su Excelencia el C. Venustiano Carranza, para que se les tenga en cuenta; ellos quieren demostrar ante el criterio público y en las esferas del Ejecutivo, que está librándose una batalla formidable y que en ellos son los paladines, para poder después reclamar el mendrugo a cambio de una victoria imposible. Estos señores darán una importancia grande al asunto de las facultades extraordinarias y hasta vendrán ahora a decir que no se trató en lo general de quitarle al Ejecutivo estas facultades extraordinarias por todos conceptos; que están conformes en lo primero, pero que no están conformes en que se quiten también las facultades en cuanto a aranceles y así, con minucias por el estilo, para ir falseando este asunto, pretenden, en su inconsciencia e intereses bastardos, disminuir esa enorme mayoría de cien votos contra treinta.

Ellos dicen que es un ardid parlamentario muy lícito que las minorías abandonen el salón, porque de esta manera obligarán a la mayoría a entrar en transacciones. ¡Qué cándidos, qué absurdo, ciudadanos representantes! Yo convengo en que una minoría pueda imponerse a una mayoría, y hasta exigirle transacciones; pero cuando la relatividad de fuerzas sea casi igual, es decir: cuando haya una diferencia de cinco, ocho o diez votos de uno u otro lado; solamente así podría haber probabilidades de transacción; pero cuando se trata de una fuerza enorme, aplastante, como es la de cien votos contra treinta, ¿cómo va a ser posible que estos señores, pensando cuerdamente, puedan esperar de nosotros una transacción? (Voces: ¡No la pedimos!) Así pues, la medida parlamentaria usada, empleada por estos ciudadanos no demuestra más que dos cosas: falta de patriotismo y falta de honradez política; falta de patriotismo, porque gracias a esta maniobra no se está haciendo absolutamente nada en esta Cámara; y falta de honradez política, porque se están derrochando los dineros de la nación también por no hacer nada.

De una manera cortés me dirijo a los representantes del Cuarto Poder, para que ellos, por medio de sus respectivos órganos, hagan saber a la nación entera quiénes somos en esta Representación Nacional los que estamos cumpliendo con nuestro deber y quiénes son los que están pisoteando ese deber y que sepan de una vez por todas, ciudadanos de la minoría, que será de más cuanto hagan, que saldrá sobrando ese manifiesto que van a lanzar a la nación para justificar su antipatriótica actitud en esta Asamblea. Ya la nación los conoce demasiado; ya hace más de un año que venimos nosotros trabajando y hemos dejado huellas muy hondas para que se nos confunda dentro de este parlamento. Ya sabe la nación entera quiénes son los que firman ese documento; ya sabe también qué es lo que buscan; ya sabe también dónde van; nada más me resta dirigirme a los elementos verdaderamente honrados de esta Representación Nacional, para que no se dejen sugestionar por la voz de las sirenas oficiales; ellos dirán que es inconcebible dejar al ciudadano presidente de la República sin facultades extraordinarias en el ramo de aranceles, y yo les ofrezco, ciudadanos representantes, que no se trata precisamente de eso; nosotros lo que queremos, y yo lo digo por mí, con mi más íntima convicción, es dar una lección al Ejecutivo; nosotros queremos que el ciudadano presidente de la República sepa que esta Representación Nacional ha reasumido de hecho todas sus facultades; nosotros queremos que el ciudadano presidente de la República sepa que esta Representación Nacional no quiere imponerse, que está dispuesta a colaborar con el Gobierno; que está dispuesta hasta a concederle esas facultades extraordinarias en el ramo de aranceles; pero quiere, antes que todo, que nos reconozca el derecho que tenemos para quitárselas o para dárselas. En buena hora, ciudadanos representantes, que una vez que se le haya quitado esas facultades de manera absoluta el Ejecutivo, él envíe a esta Cámara una nueva iniciativa, pidiendo esas facultades extraordinarias en el ramo de aranceles, y el que habla tendrá el honor no sólo de dar su voto en pro de esa iniciativa, sino de sostenerla en esta tribuna. Con esto demuestro que nos guía únicamente un alto interés de patriotismo; queremos que el Ejecutivo reconozca todas las facultades del Legislativo y que nos guarde el respeto y la consideración que merecemos. De esta manera, con gusto estaremos al lado del Ejecutivo.

El C. Mancisidor: ¿Me permite una interpelación el orador?

El C. secretario Aguilar: Con mi carácter de secretario, y habiendo afirmado el C. Espinosa que en la lista de votación de ayer figuraba su nombre, mandé traer las listas, y hago constar a la Asamblea que el nombre del C. Espinosa no figura entre los de los votantes.

El C. Espinosa: Lo ví, compañero, con mis propios ojos.

El C. Fierro: No; lo viste con los míos, hermano!

El C. presidente: Tiene la palabra para hechos el C. Trejo:

El C. Trejo: Ciudadanos diputados: Comisionado por las cinco personas que firmamos el proyecto de ley está sometido a vuestra consideración, vengo a hacer algunas aclaraciones. Creo que está en la conciencia de todos, ciudadanos diputados, que el objeto de los miembros de la Comisión de Presupuestos fue evitar que el Ejecutivo continuara legislando en materia de presupuestos, y al decir presupuestos, he hecho la aclaración de que queremos decir tanto Ley de Ingresos como presupuestos de egresos; pero también afirmamos aquí que la Comisión de Presupuestos y Cuenta consideraba que sí era pertinente que el Ejecutivo de la Unión siguiera legislando en materia de aranceles; nosotros aclaramos más todavía: dijimos que estamos de acuerdo con que el Ejecutivo de la Unión legisle en materia arancelaria; pero queremos por todos conceptos, que sus disposiciones tengan el carácter de generales y no el de simples concesiones, como ha venido sucediendo. Consta a muchos ciudadanos diputados que se dedican al comercio,

que en diversas ocasiones en este año, el Ejecutivo de la Unión ha dado concesiones a particulares para que introduzcan o saquen mercancías sin pagar los derechos arancelarios, y la Comisión de Presupuestos lo que quiere es que, quedándose el Ejecutivo con facultades para modificar los aranceles, según las conveniencias generales del país, también se abstenga de dar esa clase de concesiones, que si bien beneficia al individuo que las recibe, en cambio perjudica grandemente los intereses del país. La Comisión ha lamentado que a este asunto se le haya dado caracteres torcidos, que la Comisión es la primera en negar que tenga. Nosotros, los comisionados, es decir, los cinco individuos que firmamos esto, lo he protestado siempre, no venimos instigados por bandería de ninguna clase, y yo he repetido y lo seguiré repitiendo siempre: hasta estos momentos, señores diputados, no me he afiliado a ningún partido que tenga carácter netamente presidencial. Nosotros sometimos a vuestra consideración un artículo que al ser revisado por la Comisión hoy, declaramos que está perfectamente mal redactado. Dice nuestro artículo 1o....

El C. Martínez del Río, interrumpiendo: ¡Vaya hombre; ya es algo! (siseos.)

El C. Trejo, continuando: Dice mi buen amigo el C. Martínez del Río, con su voz de sochantre: "que ya es algo." Yo hubiera querido que el C. Martínez del Río hubiera venido aquí en el momento oportuno, cuando se ponía a discusión el primer artículo de la ley, a hacernos la declaración de dónde estaba lo mal redactado. Ayer han oído al C. Martínez del Río y hoy he oído al estimado diputado pasante de abogado, Ríos (Voces: ¡No, es abogado!) Si tiene su título, sí es abogado.

Efectivamente, ciudadanos diputados, nosotros proponemos la derogación de dos leyes: la Ley de 8 de mayo que creó las facultades extraordinarias y la ley de 30 de diciembre; pero la Ley de 30 de diciembre contiene tres artículos: el primero, en donde se aprueba el uso que el Ejecutivo hizo de las facultades extraordinarias durante el año de 1918. Si nosotros declaramos esto nulo, entonces aquello quedará sin afecto de ninguna clase: eso ya pasó a la autoridad de cosa juzgada y nosotros por ningún concepto podemos derogar ese precepto legal. Si el C. Martínez del Río hubiera examinado la ley y nos lo hubiera dicho aquí...

El C. Martínez del Río, interrumpiendo: Con la rapidez con que la presentaron, era imposible.

El C. Trejo, continuando: El artículo 2o. de la propia ley deroga un decreto anterior del 22 de agosto de 1918 que dió facultades extraordinarias al Ejecutivo en el ramo de Aranceles, y el artículo 3o., que es el que concede las facultades extraordinarias en el ramo de Aranceles, nosotros queremos que sea el modificado. Desde este punto de vista, nosotros los comisionados, creemos que para mayor claridad y para evitar malas interpretaciones, se nos permita que el artículo 1o. hagamos dos artículos; uno que condense el pensamiento general, el pensamiento que acepta que se derogue la Ley de 8 de mayo de 1917, y hagamos un artículo 2o. inmediatamente al pie que diga lo siguiente: Que se modifica el decreto de tal fecha en su artículo 3o. precisamente diciendo esto, que nosotros queremos que se diga...

El C. Lorandi, interrumpiendo: ¿Pero cómo puede ser eso?

El C. Trejo: Yo le pediría al C. diputado Lorandi que me dijera por qué no puede ser eso.

El C. Lorandi: Deroga usted primeramente... (Campanilla.) Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Lorandi: Deroga usted primeramente el artículo de la Ley de 8 de mayo y después lo modifica usted. (Voces: ¡No, hombre! Siseos.)

El C. Trejo, continuando: Mi buen amigo el diputado Lorandi andaba por Huatusco en este momento. (Risas.) No, C. Lorandi, nosotros votamos la derogación de la Ley de 8 de mayo, que es la que da las facultades extraordinarias omnímodas, y pedimos la modificación de la Ley de 30 de diciembre, que es la que da las facultades en Aranceles. Ya veo inmediatamente una objeción de Su Señoría: "si las minorías aprobamos el primer artículo y si no se aprueba el segundo, ¿entonces cómo queda el Ejecutivo si no se aprueba el segundo?" Queda la Ley de 30 de diciembre en vigor. Nosotros lo que queremos es que en el artículo 3o. de la Ley de 30 de diciembre, al dar facultades extraordinarias al Ejecutivo en materia arancelaria, se especifique clara y terminantemente que esa legislación sea de carácter general y no se haga legislación particular para cada caso. Su Señoría el diputado Lorandi, como buen veracruzano, sabe que por el puerto principal del país - y digo esto sin lastimar a mi buen amigo el diputado Céspedes, representante por Tampico - han entrado mercancías en gran abundancia sin que hayan pagado derechos de importación sabe también Su Señoría el diputado Lorandi, que por allá han salido grandes cantidades de pieles de res sin pagar derechos de exportación. Y nosotros queremos esto: que si por el puerto de Veracruz van a salir mercancías sin que paguen derechos de exportación, puedan salir por todas partes, es decir, que sea una cuestión general.

El C. Saldaña, interrumpiendo: ¿Me permite una aclaración el orador, con permiso de la Presidencia?

El C. Trejo: Sí señor.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Saldaña.

El C. Saldaña: Como bien han oído los ciudadanos diputados, lo que desea el compañero Trejo es que el decreto de 30 de diciembre de 1917 se haga una modificación en el artículo 3o. que tienda a evitar que el Ejecutivo dé concesiones a particulares en contra de los fondos de la nación. Yo creo que el compañero Trejo no ha leído el artículo 3o., porque dicho artículo está precisamente en estos términos... Me voy a permitir leerlo para que se den cuenta todos los ciudadanos diputados en qué forma está. Dice así:

"Artículo 3o. Se autoriza al Ejecutivo de la Unión para introducir las modificaciones que crea convenientes en los Aranceles de importación y exportación; en el concepto de que las modificaciones que hagan serán de aplicación general, y nunca en forma de concesiones a particulares."

Estando en esta forma el artículo, señores diputados, no hay para qué hacerle modificación, puesto que está de acuerdo exactamente con el espíritu

de lo que ha informado la Comisión; por lo tanto, yo considero que el asunto quedaría perfectamente arreglado diciendo en el proyecto de ley que está discutiendo, que se quiten únicamente las facultades al Poder Ejecutivo en lo que se refiere al decreto de mayo de 1917, dejando en pie el decreto de 30 de diciembre que es el que se refiere precisamente a aranceles.

El C. Trejo, continuando: Un error ha tenido nada más señor diputado Saldaña y es que yo no haya leído el artículo 3o.; precisamente por haber leído el artículo 3o. es por lo que nosotros queremos que se modifique, no en la forma en que está redactado, sino es que se diga esto: se conceden facultades al Ejecutivo para legislar en materia de aranceles. Nada más, no queremos más. Este asunto de que introduzca las modificaciones que crea convenientes es, pues, autorizar precisamente eso de las concesiones que han resultado y aun que se hacen de carácter general; yo sí le voy a explicar al C. Saldaña por qué resultan de carácter particular. Si el C. Saldaña estuviera interiorizado de cómo son las cosas, por ejemplo, en el puerto de Veracruz, sabría esto: que en determinadas bodegas se hace acopio de mercancías. Supongamos que los derechos de exportación son altos; están allí almacenados doscientos, trescientos, quinientos mil, un millón, dos millones de pesos de esos artículos, y se espera que venga un decretito que diga esto: "Los derechos de exportación de tal mercancía se reducen a tanto; o se derogan los derechos de exportación de tal mercancía." Y en ese caso sale toda la mercancía y cinco días después viene otro decreto diciendo: "Se deroga el derecho de hace cinco días." Eso, me dirá el señor Saldaña, que es legislar en lo general; pero esto es una verdadera concesión.

A un amigo mío le sucedió esto: hizo gestiones para que se derogara determinado impuesto porque así lo consideraba justo, y yo también considero que era justo derogar ese impuesto, por lo menos, reducirlo. Se le dieron las seguridades para que ese impuesto se derogara; se hizo el acopio de mercancías para introducirlas en el barco; se introdujeron en el barco y no se derogó el impuesto. Aquellos comerciantes que consideraban necesaria la reducción de ese impuesto para tener éxito en sus operaciones, les ha resultado un verdadero fracaso. Y todo simple y sencillamente quizá porque no hubo mucho "aceite amarillo".

Por esta razón, insistiendo sobre el asunto, la Comisión de Presupuestos quiere dejar que se apruebe o no se apruebe la segunda parte; pero sí quiere que la primera diga esto: "Artículo 1o. Se deroga la Ley de 8 de mayo de 1917." El artículo 2o., ya la Asamblea sabrá si lo aprueba o no lo aprueba. Se modifica el artículo 3o., o no se presenta la segunda parte, como bien dijo el diputado Saldaña; pero lo esencial es que seamos consecuentes con nuestro criterio. Yo quiero presentar en esta forma el artículo 1o., porque debemos ser lógicos, como decíamos el otro día; no es posible que creemos una nueva ley dejando en pie anterior, pues resultarían los conflictos de que habló el general García Vigil. Debemos derogar la anterior, es decir, la de 8 de mayo de 1917, y no importa que quede en pie la del 30 de diciembre, con o sin modificaciones.

El C. Casas Alatriste: Pido la palabra para pedir la lectura de un documento. Deseo solicitar de la Presidencia que pida a la Secretaría dé lectura a un memorial que yo presenté a la Secretaría para el caso de que se aprobara el decreto cuya votación está pendiente.

El C. presidente: Conforme al reglamento, sólo se puede dar lectura a documentos que sean conexos con el debate, y no hay en este momento nada a discusión.

El C. Casas Alatriste: Para la lectura de documentos en cualquier momento se puede pedir la palabra; es conexo con el asunto que se está tratando, aun cuando no está a debate; probablemente es la solución del problema.

El C. Siurob: Pido la palabra, señor presidente. A lo que parece, la Comisión acaba de hacer una proposición en que expresa sus deseos de retirar ese dictamen y de modificarlo. Como comprenderá esta honorable Asamblea y como comprenderán todos los hombres sensatos, esto es enteramente imposible, porque habiendo pasado ya toda discusión y estando el asunto ya en los momentos de votarse, esto es algo que sale fuera del reglamento y fuera de toda ley y todo procedimiento honesto. Por tanto, no queda más que votar. A la Asamblea consta que si un sano espíritu de radicalismo ha predominado en esta Comisión haciendo las proposiciones de que consta el dictamen y que no tiene por objeto sino suprimir las facultades extraordinarias en todos los ramos, esto se debe al enorme abuso para cometer inmoralidades que se ha hecho de las facultades dadas al Ejecutivo, en cualquiera forma que estas facultades hayan sido concedidas. Que es perfectamente anticonstitucional el hecho, también está en la mente de toda la Asamblea y también en la mente de esa misma minoría que descompleta el quórum debe estar que nosotros hemos sido hasta hoy demasiado considerados, los de la mayoría, no lanzando una sola frase que pudiera herirlos, sino invitándolos de una manera cordial y correcta a cumplir a la votación; pero, señores, desgraciadamente hay personas que no entienden por los buenos procedimientos, y para ellos la misma Constitución señala procedimientos mucho más radicales. Yo pido el señor presidente que se pase inmediatamente a la votación y que en caso de que en esta votación se vuelva a descompletar el quórum, se ponga todos los días este asunto a votación como uno de los primeros puntos, porque no podemos pasar adelante hasta que esta votación no se efectúe, y si esta votación no se efectúa, que se cumpla con la última parte del artículo 63, al que se pide se dé lectura.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al C. diputado Siurob que al ocupar este lugar se encontró con que ya estaban inscriptos para hechos los ciudadanos diputados García Ruiz y Trigo. En ese concepto, el que habla no ordenó que inmediatamente se procediera a la votación, como cree era su deber, sino que tuvo que respetar la inscripción que se encontró en este lugar.

El C. Siurob: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Siurob: Consta al señor presidente que los ciudadanos que han inscripto, no pidieron la

palabra desde ayer cuando estaba discutiéndose el asunto, para rectificaciones de hechos. Por consiguiente, si acaso ahora quieren rectificar hechos, que la mayor parte de las veces ni siquiera están conexos con el debate, en todo caso pueden hacerlo después de la votación. Por tanto, para que no se interrumpa el orden y para que sepamos de una vez a qué atenernos, si hemos de cumplir o no con nuestros deberes legislativos, yo pido a Su Señoría se sujete el asunto a votación y se siga poniendo todos los días en la Orden del Día como primer punto de lo que debe hacer esta Asamblea en cumplimiento de sus deberes, la votación de que se trata, y en caso de que no se pueda concluir en el plazo de diez días que marca la Constitución, se cumpla con la última parte del artículo 63.

El C. Lorandi: ¡Moción de orden, señor presidente!

El C. presidente: La Presidencia vuelve a insistir en que si concedió la palabra para hechos a los ciudadanos García y Trigo, fue porque ya estaban inscriptos cuando ocupó este lugar. Como están inscriptos para hechos algunos otros ciudadanos diputados, la Asamblea decidirá si es de concedérseles la palabra, por más que la Presidencia no cree que sea justo negarles el derecho después de que han hablado ya los ciudadanos que estaban inscriptos anteriormente.

El C. Casas Alatriste: Pido la palabra.

El C. Siurob: Pido que se consulte a la Asamblea.

El C. Casas Alatriste: Pido la palabra, señor presidente, para insistir en que se lea la proposición presentada por mí, y que, en mi concepto, soluciona este conflicto dentro del reglamento.

El C. presidente: A petición del C. Siurob, la Secretaría preguntará a la Asamblea si se concede la palabra a los ciudadanos que están inscriptos para hechos, antes de principiar la votación.

El C. secretario Aguilar: Por disposición de la Presidencia.....

El C. Morales Hesse: Moción de orden. El C. diputado Casas Alatriste, con apoyo del reglamento, ha pedido a Su Señoría se sirviera dar instrucciones a la Secretaría para que dé lectura a un documento. Al señor Casas Alatriste le asiste la razón en un todo; yo sé por qué la Presidencia quiere ser un tanto parcial en este asunto; si no está de acuerdo con el reglamento la primera petición que ha hecho el C. Casas Alatriste, suplico atentamente, adhiriéndome a la petición del C. Casas Alatriste, que la Presidencia ordene la lectura de dicho documento.

El C. presidente: La presidencia manifiesta al C. Morales Hesse, que si no ha ordenado la lectura del documento que pidió el C. Casas Alatriste, es porque no hay nada a debate.

El C. Siurob: Pido la palabra para una moción de orden. Señor presidente, precisamente apoyando la última resolución de Su Señoría yo he objetado un trámite; se ha acordado por Su Señoría que se sujete a la consideración de la Asamblea; pido que se cumpla con este trámite antes de dar lectura a la proposición del compañero Casas Alatriste.

- El mismo C. secretario: Habiendo solicitado la palabra los ciudadanos Angeles, Martínez del Río, Lorandi y el C. Fierro, miembro de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, en votación económica se consulta a la Asamblea, por disposición de la Presidencia, si se les concede la palabra. (Voces: ¡No! ¡No!) Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

No hay mayoría de pie. (Voces: ¡Sí hay mayoría!)

El C. Mancisidor: ¡Reclamo la votación!

El C. Espinosa: ¡Reclamo la votación! (Voces: ¡No! ¡No!)

- El mismo C. secretario: Habiendo sido reclamada la votación, se nombra a los CC. Mancisidor y Amezola para que cuenten a los ciudadanos diputados que están de pie, y Márquez Galindo y Morales Sánchez para que cuenten a los que están sentados.

(Se hace el recuento.)

Los ciudadanos nombrados para practicar el recuento de votos manifiestan que hay 34 ciudadanos de pie y 103 sentados. (Aplausos.) No se concede el uso de la palabra.

El C. Lorandi: ¡Para una moción de orden! (Voces: ¡No! ¡No! hay desorden!) Quiero ahorrar tiempo a la Asamblea para no interrumpir sus trabajos.

- El mismo C. secretario Se va a proceder a recoger la votación nominal de la proposición relativa a que esta Cámara se constituya en sesión permanente, y que dice así:

"Los subscriptos, diputados al Congreso de la Unión, pedimos, con dispensa de trámites, se apruebe la siguiente proposición:

"Constitúyase esta Cámara en sesión permanente hasta que se vote el asunto de la supresión de las facultades en Hacienda y Aranceles, al Ejecutivo de la Unión."

"Salón de Sesiones.- México, octubre 14 de 1919. - Salvador Saucedo.- M. García Vigil.- J. Siurob.- Ismael Díaz González.- M. F. Altamirano.- R. de la Torre.- M. Romero C.- A. Villalobos.- E. Ríos Landeros."

Está a votación.

Por la afirmativa.

El C. secretario García Ruiz: Por la negativa.

El C. Siurob: Pido la palabra para una moción de orden, señor presidente. En este momento que hay quórum, pido a Su Señoría que haga la declaratoria de que si no hay quórum después de esta votación, se levantará la sesión y así se seguirá en los días subsecuentes hasta cumplir con la última parte del artículo 63.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al C. Siurob que no puede hacer ninguna declaración con respecto al cumplimiento del reglamento; está obligada la Presidencia a cumplirlo y así lo hará. (Aplausos.)

(Se procedió a recoger la votación.)

- El mismo C. secretario: Votaron por la negativa 23 ciudadanos diputados.

El C. secretario Aguilar: Votaron por la afirmativa 97 ciudadanos diputados. En consecuencia, no Hay quórum.

El C. presidente: Se levanta la sesión y se cita para mañana a las cuatro de la tarde. (Aplausos.)

- El mismo C. secretario: La Orden del Día para mañana es la siguiente:

"Proyecto de Ley sobre Facultades Extraordinarias del Ejecutivo.

"Votación del Proyecto de ley facultando al C. Félix F. Palavicini para aceptar y usar una condecoración.

"Sesión de Colegio Electoral.

"Dictamen sobre elecciones en el 8o. distrito electoral de Michoacán.

"Sesión secreta." (5.30 p. m.)