Legislatura XXVIII - Año II - Período Ordinario - Fecha 19191112 - Número de Diario 55

(L28A2P1oN055F19191112.xml)Núm. Diario:55

ENCABEZADO

MÉXICO, MIÉRCOLES 12 DE NOVIEMBRE DE 1919

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADO UNIDOS MEXICANOS

AÑO II.-PERIODO ORDINARIO XXVIII LEGISLATURA TOMO III.-NUMERO 55

SESIÓN

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 12

DE NOVIEMBRE DE 1919

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior. Se da cuenta con los asuntos en cartera, concediéndose licencia a los CC. diputados Avellaneda y Martínez Saldaña.

2.- La mayoría de la diputación del Estado de Puebla, presenta una iniciativa con el fin de que en el Presupuesto de Egresos para 1920, correspondiente al gobierno del Distrito Federal, figure una partida para el pago de jubilaciones a los maestros de escuela del propio Distrito; a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

3.- Pasa a la 1a. Comisión de Justicia, la proporción de los CC. Palacios Moreno, Angeles Carlos L., Gómez Noriega, Zerecero, Urdanivia y otros ciudadanos diputados con objeto de que se haga una investigación sobre cada uno de los jueces y magistrados del Distrito Federal, sobre si reúnen los requisitos que la ley exige para desempeñar esos puestos, y en particular sobre la falta del oído del juez primero de lo Civil, C. Tapia.

4.- Primera lectura al dictamen de las comisiones unidas 1a. y 2a. Agrarias relativo al proyecto de la ley sobre fraccionamiento de los ejidos de los pueblos, enviado por el Senado para su revisión; imprímase. 5.- Asuntos de particulares.

6.- El C. diputado Díaz Infante presenta un proyecto de adición al artículo 17 de la ley de impuestos de minería, de 27 de junio de 1919; hacen suya dicha iniciativa numerosos ciudadanos diputados, y pasa a las comisiones unidas de Minas y de Hacienda en turno, e imprímase.

7.- Pasa a la Comisión de Presupuestos y cuenta, el proyecto de ley presentado por los CC. Avilés, Carriedo Méndez, Breña, Mota, Mercado y otros ciudadanos diputados, para que al partir del 1o. de enero de 1920, los gastos correspondientes al ramo de educación primaria en el Distrito Federal sean pagados directamente por el Ejecutivo de la Unión, para cuyo objeto se crea una partida en el Presupuesto de Egresos de dicho año; imprímase.

8.- Los CC. diputados Toro, Olivé, Andrade, Castillo Nájera y Lanz Galera presentan un proyecto de presupuesto de Egresos para la Administración de Justicia del fuero Común del Distrito Federal y territorios, para el resto del presente año; a la Comisión de Presupuestos y Cuenta, e imprímase.

9.- Continúa la discusión de la iniciativa de ley de Ingresos. La Comisión presenta reformado el inciso (b) de la fracción XIII del artículo 1o., poniéndose al debate; declarado suficientemente discutido, se vota y aprueba.

10.- A discusión la fracción XV del mismo artículo 1o., hace uso de la palabra el C. secretario de Hacienda y Crédito Público. La Comisión solicita permiso para retirar dicha fracción y por no concedérsele, se procede a su votación, resultando aprobada.

11.- Es puesto a debate el inciso (a) de la fracción XVI del propio artículo. Los CC. Galindo Aurelio F., Malpica, Avilés, Rodríguez de la Fuente y García Carlos presentan una moción suspensiva sobre dicho inciso; no se toma en consideración; declarado suficientemente discutido el referido inciso, se procede a su votación, resultando aprobado. - Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. FRANCO AGUSTIN

(Asistencia de 133 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 4.23 p.m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Aguilar, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día once de noviembre de mil novecientos diez y nueve.

"Presidencia del C. Agustín Franco.

"En la ciudad de México, a las cuatro y veinticinco de la tarde del martes once de noviembre de mil novecientos diez y nueve, con asistencia de ciento veintiséis ciudadanos diputados, se abrió la sesión.

"Sin debate se aprobó el acta de la sesión celebrada el día anterior, y se dio cuenta con estos documentos:

"Oficio en que el C. licenciado José A. Brown manifiesta que, al aceptar el cargo de juez 2o. de lo Civil que le confirió el Congreso, pondrá la mayor acuciosidad para que su labor resulte en provecho de la sociedad. - A su expediente.

"Oficio del C. licenciado Francisco Ramírez Romano, en que avisa que se hizo cargo del Juzgado 7o. de lo Civil de esta ciudad. - A su expediente.

"Oficio por medio del cual el C. licenciado Enrique Arévalo comunica que tomó posesión del Juzgado 3o. Correccional de esta ciudad. - A su expediente.

"Telegrama procedente de Ciudad Victoria, Tamaulipas, en que el C. Andrés Osuna participa que entregó el gobierno de ese Estado al C. Francisco

González, quien fue nombrado gobernador provisional por la Cámara de Senadores. - De enterado.

"Telegrama de Villahermosa, Tabasco, por medio del cual el C. Tomás Garrido, con el carácter de gobernador interino de ese Estado, manifiesta que ya se emprenden algunas operaciones militares con objeto de consolidar a las autoridades legítimas en varias poblaciones de aquella entidad. - Recibo y al Archivo.

"Solicitud de los CC. diputados Arriaga, López Emiliano Z. y Roel, a fin de que se les conceda licencia hasta por diez días, a los dos primeros, y por veinte días al último, con goce de dietas. Se aprobaron sin discusión , previa dispensa de trámites.

"Iniciativa de numerosos ciudadanos diputados para que el Presupuesto de 1920 se aumente un peso a los sueldos de los empleados de esta Cámara y cincuenta centavos a los de la servidumbre. - A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Iniciativa del C. diputado Azmezola, tendiente a que se reformen las partidas 20 y 21 del Presupuesto de Egresos para 1920. - A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Iniciativa de numerosos ciudadanos diputados con objeto de que en el próximo presupuesto se asigne el sueldo de once pesos diarios a los taquígrafos segundos parlamentarios de esta Cámara. - A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Iniciativa del C. diputado Morales Francisco César para que en el Presupuesto del próximo año, disfruten del mismo sueldo los taquígrafos parlamentarios de ambas Cámaras. - A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Telegrama procedente de Chihuahua, en que el C. agente del Ministerio público en funciones de procurador de justicia de ese Estado, comunica que el C. Manuel H. Segovia, diputado suplente al Congreso de la Unión por el 6o. distrito electoral de aquella Entidad, se encuentra procesado por injurias al Ejército Nacional .- A la Comisión de Peticiones en turno.

"El trámite anterior, por haberlo desechado la Asamblea después de que lo impugnó el C. Segovia, se substituyó por el de: "Recibo y al Archivo."

"Escrito del C. licenciado Luis G. Palacios, electo magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Norte de Baja California, en que solicita la cantidad de $1,500.00 en calidad de viáticos. - A la Comisión de Peticiones.

"Memorial de los empleados de la Contaduría Mayor de Hacienda, en que piden que se les pague los bonos que les adeuda el Erario. - A la 2o. Comisión de Peticiones.

"Proposición de varios ciudadanos diputados, relativa a que se derogue el acuerdo de esta Cámara para celebrar sesiones las mañanas de los martes, jueves y sábados. - Segunda lectura. - Admitida a discusión se turnó a la 1a. Comisión de Gobernación.

"Dictamen de la Comisión de Industria y Comercio, que consulta un proyecto de ley por el que se establece que todos los artículos manufacturados en el país se marquen con un sello o letrero en español que así lo exprese. - Segunda lectura y a discusión el primer día hábil.

"Dictamen de la Comisión de Presupuestos y Cuenta sobre la iniciativa del diputado Lanz Galera, relativa a que en el Presupuesto de Quintana Roo para 1920, figuren dos nuevas partidas. - A discusión en la sesión en que esté a debate el Presupuesto de Quintana Roo.

"Dictamen de las Comisiones unidas 1a. Agraria y 1a. de Crédito Público, que trata del proyecto de ley sobre la Deuda Agraria de los Estados, que devolvió con observaciones el Ejecutivo de la Unión. - Segunda lectura y a discusión el primer día hábil.

"Proposición firmada por los CC. Aguilar Pablo, Morales Francisco César y Saldaña José P., que concluye con estos puntos resolutivos:

"1o. A las cuatro en punto de la tarde se comenzará a pasar lista y si al concluirla no hubiere quórum, se suspenderá la sesión, aplicando el artículo 64 constitucional a los faltantes.

"2o. Se aplicará el mismo precepto a los ciudadanos diputados que, sin estar en el uso de licencia, no figuren en la lista de asistencia del día.

"3o. Asimismo se aplicará el descuento de dietas en los casos de desintegrarse el quórum antes de la hora reglamentaria, a los ciudadanos diputados que se hayan retirado del salón sin dar aviso a la presidencia."

"Así que se le dispensaron los trámites, hablaron en pro los CC. Saldaña José P. y Espinosa Luis, y en contra usó de la palabra el C. Lara. El C. Aguilar Pablo hizo aclaraciones y pidió un voto aprobatorio para la proposición, la cual se estimó suficientemente discutida y se aprobó en votación económica.

"Proposición de varios ciudadanos diputados para que se pasara desde luego a sesión secreta, con objeto de tratar asuntos de índole económica y de resolución urgente. En votación económica se negó la dispensa de trámites.

"El C. Cravioto Gallardo informó del resultado de la Comisión que le dio el pésame al ciudadano presidente de la República, con motivo del fallecimiento de uno de sus familiares, y la Presidencia hizo presente su agradecimiento a los comisionados.

"En seguida se aprobó el inciso (a) de la fracción XIII del artículo 1o. de la iniciativa de Ley de Ingresos, cuya votación quedó pendiente en la sesión del ocho de los corrientes, por ciento cuarenta y ocho votos de la afirmativa, contra tres de la negativa de los CC. Castilleja, González Galindo y Vadillo.

"A discusión el inciso (b) de la misma fracción , que establece el cuarenta por ciento de contribución federal, usaron de la palabra en contra de los CC. Villaseñor Salvador, Valadez Ramírez, Rodríguez Sabino y el ciudadano secretario de Hacienda, y en pro los CC. Roaro y Trejo, éste a nombre de la Comisión de Presupuestos y Cuenta. También hablaron en pro los CC. Besáñez. Siurob y Vadillo, y contra el C. Pérez Vela y otra vez el ciudadano secretario de Hacienda. El C. Trejo rectificó hechos y solicitó permiso para retirar el dictamen, por lo que se refiere a la fracción a debate, a fin de modificarla fijando el cincuenta por ciento de contribución federal. El C. Siurob hizo una aclaración y la Cámara accedió a la solicitud del C. Trejo.

"A las ocho y veinticinco de la noche se levantó la sesión."

Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se consulta a la Asamblea si se aprueba el acta. Los que estén por la afirmativa, sírvase ponerse de pie. Aprobada.

- El mismo C. secretario: Se va a dar cuenta con los asuntos en cartera:

"Poder Ejecutivo Federal. - México . - Estados Unidos Mexicanos. - Secretaría de Relaciones Exteriores. - Sección de Protocolo. - Número 247.

"Ciudadano presidente de la H. Cámara de Diputados. - Presente.

"Tengo la honra de participar a usted que el día 14 del actual tendrá lugar en el Panteón de Dolores (Rotonda de los Hombres Ilustres), los funerales del señor don Amado Nervo, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de México en las repúblicas Argentinas y oriental del Uruguay.

"En tal virtud, he de agradecer a usted, si para ello no hubiere inconveniente, se sirva honrar dicho acto con su presencia, así como nombrar una comisión oficial con objeto de que asista a los citados funerales.

"El cortejo fúnebre saldrá de la Secretaría de Relaciones Exteriores a las nueve y media de la mañana.

"Reitero a usted las seguridades de mi distinguida consideración.

"Constitución y Reformas. - México, noviembre 12 de 1919. - El jefe del Protocolo, M. Amaya." - Contéstese que ya está nombrada la Comisión respectiva.

La presidencia manifiesta a los ciudadanos diputados que en virtud de que el C. Escudero forma parte de la Comisión que fue a Veracruz y debe formar parte de la Comisión que aquí habrá de ir en representación de la Cámara a los funerales del extinto diplomático, para el sólo hecho de acompañar a los funerales, como miembro de la Comisión, se designa al C. licenciado Fierro Manuel Ignacio.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - 1a. Sala. - Número 50.

"Tengo la honra de participar a usted que con fecha cinco del mes en curso, quedaron instaladas la primera y la segunda salas de que se compone este H. Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, cuya presidencia es a mi cargo, habiendo resultado electo presidente de la primera Sala (Civil), el C. magistrado licenciado Santiago Martínez Alomía, y para la segunda Sala (Penal), el C. magistrado licenciado Sabino M. Olea.

"Protesto a usted las seguridades de mi atenta y distinguida consideración .

"Constitución y Reformas. - México, 10 de noviembre de 1919. - El presidente, José M. Truchuelo. - A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente.". - De enterado.

"Telegrama procedente de Ciudad Victoria, Tamaulipas, el 11 de noviembre de 1919.

"H. Cámara Diputados.

"Hónrome comunicar a usted que ayer tomé posesión gobierno este Estado, por entrega hízome C. profesor Andrés Osuna, por nombramiento confirióme H. Cámara de Senadores. - Atentamente, el gobernador provisional, Francisco González." - De enterado.

"Honorable Asamblea:

"Teniendo el subscripto que atender a importantes asuntos relacionados con el cargo de diputado que actualmente desempeña, se permite solicitar a vuestra soberanía una prórroga de la licencia de que disfruta, por quince días, con goce de dietas y dispensa de todo trámite.

"Protesto a ustedes las seguridades de mi atenta y distinguida consideración

. "Constitución y Reformas. - México, noviembre 10 de 1919. - Juan de Dios Avellaneda. - A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente."

En votación económica se consulta a la Asamblea si concede la dispensa de Trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

Se concede la dispensa de trámites. Está a discusión. No habiendo quien solicite el uso de la palabra, en votación económica se consulta a la Asamblea si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

Concedida.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"H. Asamblea:

"El que suscribe, diputado en ejercicio por el 3er. distrito electoral del Estado de Tamaulipas, ante vuestra soberanía respetuosamente solicita una licencia por un mes, con goce de dietas y dispensa de todo trámite, pues tiene urgente necesidad de salir de esta capital al arreglo de importantes asuntos de familia.

"México, 11 de noviembre de 1919. - F. Martínez Saldaña." En votación económica se consulta a la Asamblea si se concede la dispensa de trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

Se concede la dispensa de Trámites. Está a discusión. No habiendo quien solicite el uso de la palabra, en votación económica se consulta a la Asamblea si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa, sírvase ponerse de pie.

Se concede la licencia.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"La mayoría de la diputación por el Estado de Puebla presenta una iniciativa con el fin de que en el Presupuesto de Egresos del Gobierno del Distrito Federal para el año de 1920, figure una partida de $150,000.00 para el pago de jubilaciones de los

maestros de las escuelas del propio Distrito." - A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

(La citada iniciativa está concebida en los siguientes términos:)

H. Cámara de Diputados:

Entre las múltiples solicitudes de jubilación que han presentado los maestros, al Ayuntamiento de la ciudad de México, hay muchas que se refieren a servicios prestados en diversas poblaciones del Distrito Federal, lo cual se explica teniendo en consideración que en todas ellas quedaban comprendidos dentro de la jurisdicción de la Dirección General de Educación Primaria, y que el escalafón establecido para los maestros que trabajan en las escuelas primarias era el siguiente:

1o. Ayudante de escuela elemental foránea.

2o. Ayudante de escuela elemental de la ciudad de México.

3o. Ayudante de escuela superior foránea.

4o. Ayudante de escuela superior de la ciudad de México.

5o. Director de escuela elemental foránea.

6o. Director de la escuela elemental de la ciudad de México.

7o. Director de la escuela superior foránea.

8o. Director de escuela superior de la ciudad de México.

9o. Inspector de zona foránea.

10o. Inspector de zona urbana.

Aunque en muchos casos se salvaban estos escalafones para llegar a los puestos más altos en el ramo de Instrucción, ya fuera por méritos especiales de los agraciados o por alguna otra circunstancia, en lo general era este el escalafón para la mayoría de maestros, y de aquí resultaba que casi todos ellos, antes de presentar sus servicios en la ciudad de México, habían pasado por alguna o varias de las municipalidades foráneas, consumiendo sus energías, no solamente en la agotante labor de la escuela, sino en recorrer largas distancias y pasando una buena parte de sus vida en los pequeños villorrios, donde se carece de todo elemento para la subsistencia.

Un gran número de maestros de los que estuvieron por más de veinte años al servicio del gobierno federal, y que han recorrido una parte del escalafón, se han visto precisados a trabajar en distintas poblaciones del Distrito Federal, encontrándose ahora en una situación anómala, pues teniendo servicios que ameritan una pensión de retiro, no hay quien se las pueda hacer efectiva, en virtud de que habiendo pasado las escuelas a depender de los ayuntamientos, ninguna de las corporaciones municipales en cuya jurisdicción prestaron sus servicios, se cree obligada a cubrir esta deuda, a pesar de considerarlo enteramente justo.

En efecto, un maestro que tiene treinta años de servicios no interrumpidos, de los cuales trabajó cinco en Tacubaya, diez en Coyoacán, cuatro en Xochimilco y los once restantes en la ciudad de México, ¿a quien se dirigen para solicitar su jubilación, indiscutiblemente justa?

El Ayuntamiento de cada uno de estos municipios, sin desconocer la justicia que asiste al solicitante, alegará no estar obligado a cubrir el importante de dicha jubilación, aun en el caso de que tuviera elementos precuniarios para hacerlo, por el echo de que los años de servicios prestados en cada municipio, no ameritan una pensión de retiro. Y entonces cabe preguntar: ¿Es justo que a los abnegados maestros que fueron de aquí para allá difundiendo la luz de la enseñanza y consumiendo heroicamente sus energías, se les pague ahora con una negativa, a pesar del indiscutible derecho que tiene adquirido?

Seguramente que no; pero en este caso, ¿quién deberá cubrir esta sacritísima deuda?

No vacilamos en firmar que es al gobierno federal a quien le corresponde cubrirla:

1o. Porque cuando los maestros empezaron a trabajar, las escuelas primarias dependían del gobierno federal, y en esta virtud, cada maestro celebró con este gobierno un contrato de presentación de servicios, mediante el cual uno y otro de los contratantes quedó obligado a cumplir determinados compromisos, siendo uno de ellos, por parte del gobierno, el pago de jubilaciones, como claramente se desprende del texto de los artículos siguientes:

"Después de treinta años de servicios, los profesores que hubieran llenado su encargo satisfactoriamente, tienen derecho a pedir jubilación con el goce de sueldo. Este se duplicará en caso de que el interesado continuare desempeñando su empleo."

(Artículo 64 de la Ley Reglamentaria de la Instrucción Obligatoria, de fecha 3 de junio de 1896.)

"Se premiará a los inspectores, directores y ayudantes de Educación Primaria, concediéndoles con decoraciones, distintivos y diplomas cuando presten sus servicios distinguidos; se les otorgarán las exenciones que las leyes permitan y se les asignará sueldos proporcionales al número de años que hayan servido satisfactoriamente; se les ortgarán pensiones de retiro; se organizarán en su favor seguros y cajas de ahorros; y cuando fallezcan, se proveerá a la educación de sus hijos; todo dentro de los términos que el Ejecutivo defina." (Artículo 21 de la ley de Educación Primaria para el Distrito y Territorios federales, expedida con fecha 15 de agosto de 1918.)

2o. Porque al pasar las escuelas de la Federación a los municipios, es inconcuso que debían pasar con todo su activo y su pasivo, y en el primero debió contestarse un fondo propio para jubilaciones de los maestros que prestaban sus servicios en las escuelas primarias del Distrito Federal, supuesto que el monto de ésta dependía del tiempo y la calidad de servicios anteriores a la fecha en que las escuelas pasaron a los municipios.

3o. Porque las pensiones de retiro son una consecuencia lógica de los servicios prestados, y pueden reputarse legalmente como una deuda que el gobierno tiene con sus buenos servidores; y en el caso concreto de las jubilaciones a los maestros, no hay razón para que los ayuntamientos deban cubrir deudas atrasadas contraidas por el gobierno federal, si éste no les proporciona los medios para satisfacerlas.

4o. En otro orden de ideas, hay que tener en cuenta que mediante las jubilaciones podrá retirarse del servicio a todos los maestros que por su avanzada edad o por el agotamiento de sus energías no están ya capacitados para laborar eficazmente en bien de la instrucción popular; pero sin cometer la injusticia de privarlos de los medios de vida a los

que tienen el más absoluto derecho, y se podrá substituirlos con elementos jóvenes y entusiastas que respondan mejor a las necesidades actuales del servicio.

En vista de las razones expuestas, se somete a la consideración de la muy H. Cámara de Diputados, el siguiente proyecto de ley:

Artículo 1o. Se adiciona el Presupuesto del Gobierno del Distrito Federal con una partida de ciento cincuenta mil pesos, para el pago de Jubilaciones a los maestros que hayan prestado sus servicios en las escuelas del Distrito Federal, durante el tiempo que éstas dependan de la Federación, y que hayan adquirido el derecho de percibir una pensión de retiro hasta esta fecha.

Artículo 2o. Se autoriza al Ejecutivo para expedir las bases que deberán servir para la jubilación de los maestros a que se les refiere esta ley.

México, noviembre 10 de 1919. - Pedimos dispensa de trámites, atentamente. - Fortunato Méndez. - Pedro Z. Maceda. - Pablo García. - Sabino Rodríguez. - Benjamín Balderas Márquez. - F. Cabrera. - Samuel Malpica. - L.F.Contreras. - Pablo Silva. - Rafael Jiménez. - E. Guerra.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"Los subscriptos, diputados en ejercicio al Congreso de la Unión, venimos a reclamar la atención de la Cámara sobre las deficiencias que presentan el personal recientemente electo para cubrir la administración de justicia del Distrito Federal, pues el clamor público nos obliga a excitar las actividades de esta Asamblea para que desde luego subsane esas deficiencias.

"Es ya del dominio general que varios de los jueces electos por el Congreso de la Unión carecen de los requisitos que la ley vigente de organización de Tribunales exige para el desempeño de esos puestos; también es sabido que el juez primero de lo Civil carece en lo absoluto del sentido del oído y estas incapacidades, las primeras legales y la última física, invalidan sin duda alguna los nombramientos de funcionarios aludidos y provocan la nulidad de sus procedimientos.

"Semejante situación puede ocasionar gravísimos daños a la sociedad porque la administración de justicia en manos de dichos funcionarios no tiene estabilidad ni firmeza, toda vez que sus resoluciones pueden ser constantemente atacadas y aun desobedecías, y porque la incapacidad de que adolecen redunda indudablemente en perjuicio de la eficaz administración de justicia.

"Es necesario, pues, y urgente de todo punto, subsanar las irregularidades, purgar los vicios de que adolece la elección de jueces y magistrados y proceder dentro de los normas de los mandatos de la ley a integrar legítimamente los Tribunales del Distrito Federal, pues no cabe disculpa alguna para el Congreso de la Unión, que pudiendo subsanar esas irregularidades y ajustarse a los imperativos legales, abandone el funcionamiento de la justicia en manos de un personal espurio.

"Por estas consideraciones, nos permitimos poner que se apruebe el siguiente acuerdo:

"Hágase una investigación sobre cada uno de los jueces y magistrados del Distrito Federal con el objeto de averiguar si reúnen los requisitos que la ley vigente exige para desempeñar esos puestos, y en particular sobre la falta del oído del juez Tapia, y dése cuenta a la Cámara con el resultado, dentro de un plazo de cinco días.

"México, 11 de noviembre de 1919. - Genaro Palacios Moreno. - Carlos L. Angeles. - M. Gómez Noriega. - R. Zerecero. - M. Urdanavia. - F. Cravioto G. - Guillermo E. Cordero. - A. Rodríguez. - E. Cervantes Olivera. - Juan Velázquez. - B. Méndez, Jr." - A la 1a. Comisión de Justicia.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Las comisiones unidas 1a. y 2a. Agrarias presentan su dictamen relativo al proyecto de ley sobre fraccionamiento de los ejidos de los pueblos, enviado por el Senado para su revisión."- Primera lectura, e imprímase.

(El dictamen de referencia está concebido en los siguientes términos:)

Comisiones unidas 1a. y 2a. Agrarias.

Señor:

En acatamiento del trámite por el que se nos turnó el proyecto de ley sobre fraccionamiento de ejidos, nos consagramos al análisis del proyecto enviado por el Senador, con el deseo de pasar por alto todas aquellas deficiencias que, en nuestro concepto, tuviera el referido proyecto, y deseando que cuanto antes se convierta en realidad la promesa hecha por la revolución de construir la pequeña propiedad individual.

Muy a pesar nuestro y después del estudio detenido que hicimos del mencionado asunto, resolvimos hacerle algunas modificaciones, con la mira principal de hacer no sólo más claros sus preceptos, sino verdaderamente aplicables, y en consecuencia, con la mira de interpretar el espíritu de la Ley Agraria de 6 de enero de 1915.

Sin pretender fundar en esta exposición todas las alteraciones que hemos introducido, sino solamente enumerarlas explicándolas ligeramente, nos permitimos hacer las consideraciones siguientes:

El artículo 1o. tal como lo concibió el Senado, además de carecer de la claridad indispensable, no precisa los casos de aplicación de la ley, para subsanar lo cual lo modificamos en la forma que adelante se verá.

El artículo 3o., primitivo, parece referirse a la clasificación que debe hacerse de los terrenos con que cuenta un pueblo, a saber: Fundo legal, ejidos y terrenos de común repartimiento, y no a la numeración de la calidad de la tierra, por razón de su aprovechamiento agrícola; por este motivo, modificamos un tanto dicho precepto para aclarar que el fundo legal no debe ser tomado del terreno que constituye el ejido.

Exceptuamos del repartimiento de parcelas a los que tengan ingresos iguales al doble o mayor del jornal diario de un peón, por considerar que, además de no ser agricultores, propiamente, los que obtengan este rendimiento diario de sus fincas, ganados, industria o Comercio, tiene así una manera

independiente de vivir que los coloca en plano superior al en que están colocados los individuos que verdaderamente necesitan del cultivo de la tierra para promover a su subsistencia.

Fijamos en el artículo 7o. un año para la tramitación del expediente de fraccionamiento, atendiendo que en ese lapso de tiempo podrán todas las autoridades, encargadas de su elaboración, concluirlo. Convencidos, por otra parte, de que de no fijarse un término razonable y fijo, como lo proponemos, se repetirán indefinitivamente los casos, que actualmente se están dando con la tramitación de los expedientes de dotación y restitución de ejidos.

La adición que nos permitimos consultar para el artículo 9o. se explica por sí misma, puesto que es necesario que la Secretaría de Agricultura y Fomento tenga un empleado en el lugar mismo en que se va a llevar a cabo el fraccionamiento, para que, asesorado con dos miembros del Comité Administrativo o de aprovechamiento, atienda con toda equidad las solicitudes y quejas que formulen los vecinos sobre la distribución de los predios.

Encontrando que, a nuestro juicio, en los artículos 18 y 20 se trataba en realidad del mismo caso, al especificar las causas, por las que un fraccionista debería ser desposeído de su parcela, modificamos los mismos artículos, para ajustarlos a términos más precisos, a fin de que la Secretaría de Agricultura y Fomento tenga una base segura para normar su criterio en este particular, ya que en el cuerpo de la ley se enumeran las obligaciones que contrae el parcelista, y sin cuyo cumplimiento no puede seguir poseyendo el predio que se le designó.

Suprimimos el artículo 22, porque reconociendo al Ejecutivo la facultad para reglamentar la ley que se estudia, estimamos que en esta forma podrá aclarar las dudas que surjan con motivo de la aplicación de la ley, sin invadir la facultad que sobre interpretación de leyes compete de una manera exclusiva al Poder Judicial federal.

Con las anteriores explicaciones creemos haber expuesto las razones en que nos apoyamos para consultar el dictamen subscripto, reservando para el momento de la discusión la exposición en detalle de todos los fundamentos de nuestras opiniones.

En esta virtud, nos permitimos proponer a la consideración de la H. Asamblea la aprobación del siguiente:

PROYECTO DE LEY SOBRE EL FRACCIONAMIENTO DE LOS EJIDOS DE LOS PUEBLOS ENTRE

SUS VECINOS

Artículo 1o. Los terrenos que, de acuerdo con la Ley de 6 de enero de 1915 se hubieren entregado definitivamente o se entreguen con tal carácter en lo sucesivo a los pueblos, congregaciones, comunidades, etc. serán fraccionados y repartidos entre sus vecinos, siguiendo los preceptos de esta ley.

Artículo 2o. Las comisiones locales agrarias procederán inmediatamente al fraccionamiento de las tierras dotadas o restituídas a los pueblos, y al efecto se formarán desde luego los proyectos correspondientes por ingenieros, que deberán ser designados por las mismas comisiones agrarias, sin perjuicio de que los interesados en el fraccionamiento respectivo, puedan nombrar ingenieros por su cuenta, con la obligación unos y otros de dar cuenta de sus trabajos a las referidas comisiones.

Artículo 3o. El proyecto de fraccionamiento constará en un plano y en una relación escrita de todo el terreno ejidal, con la especificación de la calidad de la tierra, deterninándose en él los terrenos que formen el fundo legal, si lo tiene; los que se reserven para uso común y los que serán de común repartimiento. Los terrenos de uso común deberán tener una extensión máxima igual a la décima parte de la superficie repartible.

Artículo 4o. En el proyecto de reparto de tierras, se formarán parcelas, aproximadamente de igual valor, calculándose que cada una tenga, cuando menos, un rendimiento agrícola ordinario, mayor que el doble del jornal medio de la localidad.

Artículo 5o. Fijado que sea el monto de la indemnización de las tierras expropiadas, se distribuirá proporcionalmente entre el número de parcelas y se hará saber el valor de cada una a los vecinos del pueblo, para que los que deseen adquirirlas, entre los que tengan derecho, se anoten en los registros que al efecto se abran.

Artículo 6o. Tendrán derecho para adquirir parcelas los vecinos de los pueblos que sean jefes de familia y varones mayores de diez y ocho años, siempre que no sean propietarios de tierras dentro o fuera del ejido, en superficie igual o mayor a la de un lote de los que se van a repartir. Se exceptuarán igualmente a los que tengan fincas urbanas, ganaderas, industria o Comercio que les proporcione un rendimiento líquido diario igual o mayor que el doble del jornal medio de la localidad.

Serán preferidos para la adquisición de las parcelas los individuos que consten en el padrón que figuren en el expediente de votación y los mencionados en el artículo 12 transitorio de la Constitución, domiciliados en el lugar.

Artículo 7o. Las comisiones locales agrarias formarán un expediente para cada caso de fraccionamiento, en que figurarán los proyectos respectivos; las objeciones que aquellos se hagan por los interesados y por el ciudadano gobernador del Estado, Distrito Federal o Territorios; la cuanta comprobada de fraccionamiento; el registro a que se refiere el artículo 5o. y el dictamen de la Comisión Local.

La tramitación correspondiente, no durará más de un año, bajo pena de destitución e inhabilitación por un año para desempeñar empleo o cargo público, que se impondrá al funcionario o empleado responsable.

Artículo 8o. Los expedientes concluidos se remitirán a la Comisión Nacional Agraria para que dictamine, dentro del plazo y bajo la sensación fijada en el artículo anterior, y los someta a la consideración del ciudadano presidente de la República.

Artículo 9o. Aprobado el fraccionamiento por el ciudadano presidente de la República, la Comisión Nacional Agraria pasará los expedientes a la Secretaría de Agricultura y Fomento, que será el conducto por el cual el Ejecutivo celebrará los contratos y expedirá los títulos a que se refiere esta ley.

La misma Secretaría del Estado, para el caso

de la asignación y entrega de las parcelas a los vecinos, acreditará un comisionado, que unido a dos miembros, con voz y voto, del Comité Administrativo de la localidad respectiva, atenderán las solicitudes y quejas que formulen los vecinos, resolviendo en definitiva cómo debe hacerse la distribución de los predios.

Artículo 10. La entrega de las parcelas se hará a los vecinos de los pueblos por medio de contratos de promesas de venta, celebrados administrativamente entre la Secretaría de Agricultura y Fomento y cada interesado, excepción hecha de los casos de restitución en que no haya que indemnizar el valor del terreno fraccionado.

En los contratos de referencia se hará contestar los preceptos de los artículos 14 y 19.

Artículo 11. Cada adquiriente estará obligado a pagar a la nación el valor de su parcela, y además un interés de cinco por ciento anual sobre el valor insoluto de su lote.

Al efecto, se distribuirá el importe de la parcela y los intereses respectivos en 19 anualidades iguales, que comenzarán a pagarse, cada una a su vencimiento, desde el segundo año de la adjudicación.

Es potestativo del adquiriente amortizar el valor de su parcela en cualquier tiempo antes de los 20 años, pagando en este caso sólo la parte insoluta del valor del lote, sin los réditos de los abonos pendientes.

Artículo 12. Los gastos de fraccionamiento se repartirán entre todos los parcelistas y cada uno cubrirá la cuota proporcional que le corresponda, dentro del primer año de haber recibido su lote.

Artículo 13. Los pagos a que se refiere al artículo anterior, deberán ser hechos en oro nacional, en bonos de la Deuda Pública Agraria o sus cupones de réditos vencidos; los enteros se efectuarán en las oficinas que al efecto se designen.

Artículo 14. El que reciba una parcela mediante contrato de promesa de venta, estará obligado:

I. A tenerla en cultivo;

II. A verificar los pagos establecidos por los artículos 11 y 12;

III. A no enajenarla, gravarla ni sujetarla a responsabilidad alguna, so pena de nulidad absoluta de la operación;

IV. Al pago de las contribuciones correspondientes.

Artículo 15. Satisfechos por el fraccionista los pagos que se designan en los artículos 11 y 12, se le otorgará desde luego por la Secretaría de Agricultura y Fomento el título correspondiente de propiedad de su parcela, haciéndose constar en él las restricciones contenidas en los artículos 14, 16 y 18.

Artículo 16. Las parcelas o lotes transmitidos a los vecinos de los pueblos, se considerarán como patrimonio de familia; son, por lo tanto, inalienables y no están sujetos a embargo, gravamen o responsabilidad alguna.

Todo acto, contrato, mandato o convenio contrario a los términos de este artículo, es nulo de pleno derecho.

Artículo 17. Un solo individuo no podrá celebrar contratos de promesa de venta ni recibir títulos de propiedad más que de una sola parcela.

Artículo 18. Los derechos sobre cada lote, solamente podrán ser transferidos por herencia.

Artículo 19. Si el poseedor de un lote deja de explorarlo tres años consecutivos sin causa justifícala, o si deja de cubrir dos anualidades de los pagos a que se refiere el artículo 11, la Secretaría de Agricultura y Fomento podrá declarar la insubsistencia del respectivo contrato de promesas de venta.

Artículo 20. Declarada la insubsistencia del contrato a que se refiere el artículo anterior, la parcela de que se trata pasará a ser de propiedad de la nación, la que por equidad, al venderla a un nuevo vecino que reúna los requisitos de ley, le devolverán, de las cantidades que hubiere exhibido para amortizar el precio del lote, el setenta y cinco por ciento.

Artículo 21. Si efectuado el fraccionamiento quedaren algunos lotes sin solicitantes, se reservarán para irlos distribuyendo en los términos de esta ley. Si, por el contrario, en virtud de lo mandado en el artículo 4o., las parcelas no bastaren a responder al número de solicitudes, se repartirán por sorteo entre vecinos a quienes da preferencia esta ley. En este último caso, queda expedito a los vecinos, a quienes no se haya repartido tierras, el derecho para pedir la ampliación del tejido en los términos de ley.

Artículo 22. Las dudas que surjan con motivo de la aplicación de la presente ley, serán resueltas por el Ejecutivo federal, previo informe que rinda el gobernador del Estado o el Distrito y Territorios federales.

Artículo 23. El Ejecutivo reglamentará la ejecución de la presente ley.

Artículo 24. La presente ley comenzará a regir el día de su promulgación. Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., a 7 de noviembre de 1919. - F. Martínez Saldaña. - Antonio Gutiérrez. - Luis Espinosa. - F. Aguirre León. - Antonio Villalobos. - F.A. Mendoza."

- El mismo C. secretario, leyendo:

"El C. licenciado José Pedro Meza envía un proyecto de ley reformando algunos artículos de la Ley Orgánica de los Tribunales del Fuero Común." -A la Comisión de peticiones en turno.

"El C. Lorenzo N. Delgado envía un memorial relacionado con el conflicto obrero que ha surgido en Orizaba."- A la Comisión de Peticiones en turno.

"El C. Antonio León Carbajal reitera la Solicitud que ha hecho a está Cámara para que se autorice el pago de $6,000.00 que el gobierno de don Benito Juárez quedó a deber al general de División, José M. de J. Carbajal." - Agréguese a sus antecedentes.

"Numerosos vecinos de los municipios de Tlatlauqui y Matamoros y de los departamentos de Ixcaquistla, Atexcal y Huatlatlahua, del municipio de Tepeji, y Atempan, del municipio de Tlatlauqui, del

Estado de Puebla, envía seis escritos en los que protestan por la acusación presentada ante el Congreso de la Unión en contra del gobernador de aquel Estado." - Agréguese a su expediente.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"El C. diputado J.D. Infante presenta un proyecto de adición al artículo 17 de la Ley de Impuesto de Minería, de 27 de junio de 1919.

"Hacen suya la iniciativa numerosos ciudadanos diputados." - A las comisiones unidas de Minas y de Hacienda en turno, e imprímase.

(El proyecto de referencia está concebido en los siguientes términos:)

H. Asamblea:

Con fecha 27 de junio del año actual, el ciudadano presidente de la República, en uso de las facultades de que goza en el ramo de Hacienda, expidió una ley de impuestos a la minería, en la que establecen las bases para el cobro de impuestos en ese ramo y que corresponde a la Federación. A la vez, en la misma ley se limita la facultad de los Estados para, crear y cobrar impuestos, tanto en las propiedades mineras, como en las industrias que con la minería se relacionan.

Limitándome sólo a mencionar lo que toca a los impuestos decretados para la producción de metales, debo hacer observar que en el artículo 7o. de la citada ley se fijan las cuotas que pagan las haciendas de benéficos y establecimientos metalúrgicos, las que varían según sea la clase de metal, pero que llegan hasta el ocho por ciento sobre el metal beneficiado. Con tales cuotas, los ingresos que de las haciendas de beneficio y establecimientos metalúrgicos vienen a la Federación son bien crecidos, bastando para comprobarlo citar el dato de que la "American Smelting and Refining Co." de Aguascalientes, paga anualmente un promedio de dos millones de pesos.

En cambio, la ley a que me vengo refiriendo, como he dicho, limitada la facultad de los Estados, relativa a cobrar impuestos sobre esas industrias, de donde resulta que una de las mayores fuentes de riqueza en los Estados donde existan establecimientos metalúrgicos, nada relativamente aportan a la Entidad donde están establecidas.

Consecuencia de ello es que las autoridades locales están obligadas a prestarles todos los servicios que al Gobierno corresponden, sin que se reciba por ellos una remuneración justa, atenta la limitación de que antes se habla.

Para no hablar de otros casos, voy a limitarme a mencionar lo que al Estado de Aguascalientes se refiere.

La fundición allí establecida paga a la Federación, según se ha ya dicho, cerca de dos millones de pesos anuales; y, en cambio, al Estado sólo ingresan por este capítulo siete mil quinientos pesos anuales, atento que el artículo 17 de la ley a que me vengo refiriendo ordena que tales industrias pagarán a los Estados donde estén ubicadas como impuesto único, el cinco al millar anual sobre el valor de la finca y maquinaria.

Como se ha dicho, tal precepto es justo por lo que a los derechos del Estado toca, en razón de que esas grandes industrias, no obstante gozar de todos los beneficios que se les proporcionan las autoridades locales, éstas no reciben de ellas ni aun lo que los particulares pagan como remuneración de los servicios públicos de que disfrutan, pues éstos enteran, según la ley local, sobre el valor de la propiedad urbana, el 10 al millar anual, o sea el doble de lo que una grande empresa como la fundición hace ingresar a las arcas locales, dando el precepto prohibitivo antes citado. Se impone, pues, buscar la forma de que los Estados perciban lo que legítimamente les corresponde como compensación de los servicios públicos de que tales empresas disfrutan, y para ello no hay otro medio que ampliar la autorización que la federación da a los gobiernos locales para cobrar sus impuestos sobre tales industrias, y siendo el artículo 17 de la ley en cuestión el que impone la taxativa de que se ha venido hablando, debe reformarse en forma tal, que los derechos de los Estados no sufran el menoscabo a que están sujetos ahora con tal mandato.

Esas consideraciones me obligan a proponer la reforma al final enunciada, debiendo advertir que con el tipo que ella se fije no sufra ningunos perjuicios las industrias de que se trata, pues además de que sólo es un límite, aunque se impusiera el máximo, la suma que por impuesto arrojaría, vendrá a equivaler a lo sumo a un diez por ciento de los impuestos que percibe la Federación.

En virtud de todo lo expuesto, someto a la consideración de la Asamblea el siguiente proyecto de ley:

Se reforma el artículo 17 de la ley de impuestos a la minería, de 27 de junio de 1919, adicionándolo con las palabras: "Sin perjuicio de que puedan imponer también una contribución especial, hasta de uno por ciento sobre el valor líquido de los metales que fundan."

En consecuencia, el artículo adicionado quedará concebido en estos términos: Artículo 17. Las haciendas de beneficio y establecimientos metalúrgicos de cualquier clase que sean, pagarán al Estado en que se encuentra, a los gobiernos de los Territorios o del Distrito Federal, como impuesto único, hasta el cinco al millar al año sobre el valor de la finca y su maquinaria, -sin perjuicio de que puedan imponer también una contribución especial hasta de uno por ciento sobre el valor líquido de los metales que fundan.- Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados, a 10 de noviembre de 1919.-J. D. Infante.

Hacemos nuestra la anterior iniciativa para efecto de que pase en seguida a Comisión. - Joaquin Lanz Galera. - F.A. Mendoza. - Antonio Gutiérrez.- J. Silva.- R. Casas Alatriste. - Emiliano Z. López. - Porfirio Pastor. - Oscar H. León.- F.Valladares.- Jesús Pérez Vela.- A. Lazcano C. Alfonso Breceda. - Dionicio Zabala. - N. Sánchez Salazar.- L. Bravo.- Horacio Uzeta. - C. Navarro. - S.M. García.- I. Moctezuma.- José Macías Rubalcaba. - A. Toro. - C. Esparza.- Mariano Leal.- Gildardo Gómez.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Ciudadanos representantes:

"Los subscritos, miembros de esta H. Cámara, con la convicción profunda de cumplir con nuestro

deber supremo como representantes del pueblo, de velar por el bien social, e inspirados en sentimientos de patriotismo y de humanidad,

"Considerando, 1o.: La indeficiencia con que los ayuntamientos del Distrito Federal han visto el ramo de Educación Primaria desde el momento en que les fue encomendado, la incurría en que lo han mantenido y, por último, el abandono en que se encuentra desde hace seis meses, hasta el grado de permitir, con violación patente de la Constitución, que los maestros que continúan trabajando en las escuelas oficiales exijan de los padres de familia la remuneración de sus servicios, porque los ayuntamientos han declarado no poder pagarlos;

"Considerando, 2o.: Que las consecuencias de esta situación vergonzosa son: El aumento de nuestro analfabetismo, que ya causa pavor; el mayor desequilibrio entre los elementos sociales, pues en la actualidad los únicos que reciben los beneficios de la educación son los hijos de las clases acomodadas, quedando desamparadas las humildes; la dispersión de los maestros, instrumentos indispensables de la función educativa, y la pérdida de nuestro crédito ante al mundo entero, como pueblo civilizado;

"Considerando, 3o. Que la conducta de los ayuntamientos pone a relieve su ineptitud para manejar este importantísimo ramo y al mismo tiempo extraña doble injusticia, pues, por una parte no proporcionando los servicios indispensables a la comunidad, no corresponde a los esfuerzos del contribuyente y, por otra, no pagando, como no ha pagado durante muchos meses los servicios del profesorado, ha pasado impunemente por encima de los más elementales principios de derecho y de moralidad;

"Considerando. 4o.: Que esta situación lamentable de la enseñanza primaria no tiene trazas de remediarse, pues aun en el caso de que se admitiera que los ayuntamientos carecen de recursos suficientes para atender este servicio y se les dotara ampliamente de ellos, subsistirían como obstáculos inseparables para el regular funcionamiento del ramo de Instrucción, la notaria desorganización de la hacienda municipal, la tendencia de las corporaciones edilicias para atender preferentemente las mejoras de índole material con perjuicio de las de índole moral y, por último, la intervención funesta de las actividades políticas en sus múltiples formas, en el funcionamiento de la enseñanza;

"Considerando, 5o.: Que la educación primaria es de altísimo interés nacional y no de interés municipal, puesto que incluye el problema de la unificación del alma patria;

"Considerando, 6o.: Que el poder Ejecutivo de la Unión se encuentra en condiciones de juzgar ese problema desde más alto punto de vista, y de emplear los más eficaces medios para resolverlo de acuerdo con las aspiraciones nacionales;

"Considerando, 7o.: Que por la organización y abundancia de sus recursos, su intervención en el ramo de enseñanza primaria asegurará el funcionamiento del mismo, de manera que constituya una palanca poderosa para impulsar el progreso y engrandecimiento del pueblo;

"Considerando, 8o.: Que esta H. Cámara, representante genuina de la nación, no puede permanecer indiferente ante la situación lamentable de la enseñanza primaria, so pena de atraer sobre sí el juicio severo de la Historia, por haber desatendido este ramo, fundamento principal de las instituciones democráticas;

"Apoyados en las razones expuestas, sometemos muy respetuosamente a esta H. Cámara el siguiente proyecto de ley:

"Artículo 1o. A partir del día 1o. de enero de 1920, los gastos correspondientes al ramo de Educación Primaria en el Distrito Federal, serán pagados directamente por el Ejecutivo de la Unión.

"Artículo 2o. Para el efecto, se crea una partida de cuatro millones de pesos en el Presupuesto de Egresos del citado año."

"Uriel Aviléz. - P. Carriedo Méndez.- L. Breña.- Julio Mota.- F.Mercado.- Estanislao Peña. - J. Gaitán.- F. César Morales.- Salvador Saucedo.- Humberto Villela." -A la Comisión de Presupuestos y Cuenta, e imprímase.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Los CC. diputados Toro, Olivé, Andrade, Castillo Nájera y Lanz Galera, presentan un proyecto de presupuesto de Egresos para la administración de Justicia del Fuero Común del Distrito Federal y Territorios, para el resto del presente año." - A la Comisión de Presupuestos y Cuenta, e imprimirse.

- El mismo C. secretario: Continúa a discusión la iniciativa de ley de Ingresos.

La Comisión presenta reformado el inciso (b) de la fracción XIII del artículo 1o., en la siguiente forma:

"Contribución federal sobre los enteros hechos en las oficinas recaudadoras de los Estados, Territorios y Distrito Federal y en las de los municipios, que se causarán y percibirá a razón del cincuenta por ciento sobre dichos enteros, en la forma prescripta por la citada ley de 1o. de junio de 1906 y disposiciones relativas."

Está a discusión. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el C. Roaro José A.

El C. Roaro: Señores representantes: Vengo a tomar nuevamente la palabra en esta tribuna para rebatir la fresca idea de la Comisión , que aceptó de una manera casi sin debate, las ideas presentadas aquí por el señor ministro Cabrera.

En realidad, si el gabinete estuviera formado por hombres del talento del señor licenciado Cabrera, creo que no habría tantas censuras como todos los días se lanzan al señor presidente de la República, porque en efecto, el señor ministro Cabrera es un hombre de talento y sabe convencer; pero me extraña sobremanera que no hace muchos meses el señor Cabrera haya salido derrotado de esta Asamblea cuando se trataba un asunto que incumbía únicamente a los intereses de un Estado, y ahora,

cuando los intereses de toda nación están de por medio en el inciso (b) de la ley a debate, me extraña que con tanta facilidad esta mayoría haya aceptado las indicaciones del señor licenciado Cabrera. Ayer el señor licenciado Cabrera decía que nosotros, que estábamos en contra de la iniciativa de ley presentada por el Ejecutivo, que era el sesenta por ciento federal, hacíamos "cuentas alegres" y que presentábamos a vuestra consideración un porvenir risueño y alagador por todos sentidos; pero yo quisiera que el señor Cabrera nos hubiera demostrado que no era verdad esto. Yo simplemente, leyendo en el mismo Presupuesto de Ingresos presentado por el Ejecutivo a esta H. Cámara, la partida segunda en los derechos de importación, encuentro que en 1918, el mes de enero, hubo un ingreso de $2.780,428.00; en febrero, $2.000,000.00; en marzo $1.900,000.00; en abril $1.800.000.00; en mayo, $1.700,000.00. Eso fue en 1918. Ahora bien; en 1919, es decir, en el año en que estamos, en enero hubo $2.200,000.00; en febrero, $2.900.000.00; en marzo $3.700,000.00 y en abril $3.500,000.00, y así sucesivamente se está notando un aumento de $100,00.00 mensuales, lo que quiere decir que a fin de este año y en el año entrante los ingresos por concepto de importación, serán muy elevados y entonces, haciendo la reducción que nosotros hemos pedido del sesenta por ciento al cuarenta por ciento, los $12.000,000.00 que el señor Cabrera no quiere ceder por ningún motivo, serán remunerados ampliamente con los derechos de importación. No sé cómo el señor Cabrera haya podido seducir a esta Asamblea a fin de que se inclinara en aquel "tapete de Persia" de que nos habla el señor diputado Vadillo y hasta la misma Comisión, por boca de su presidente, el señor Trejo, que tan enérgico se había mostrado en esta tribuna en días anteriores, con simples indicaciones cayó inmediatamente al "tapete de Persia", se inclinó de una manera completa y ya se le hacía tarde para presentar su dictamen con el cincuenta por ciento. El señor Cabrera me pareció ayer, cuando presentaba ante vuestra soberanía las ventajas del cincuenta por ciento, me parecía, digo - pues me perdonará la expresión -, el sacristán de un templo de pueblo que está arreglando el monumento, porque él nos decía que el cincuenta por ciento era muy bonito, que se veía artístico, (Voces: ¡Simétrico!) que era simétrico; pues bien, encontraba una simetría verdaderamente agradable en el cincuenta por ciento. ¿Qué, en todos los asuntos de Hacienda el señor Cabrera querrá ver la simetría? Ha habido muchos casos en que no ha tenido nada de simétrico, sino que, todo lo contrario, se ha notado en sus asuntos algo de desbarajuste; sin embargo, ahora con la cuestión del cincuenta por ciento quiere dejarla simétricamente arreglada.

No estoy conforme con que la Comisión, de una manera tan violenta, haya venido a presentar su dictamen, porque creo que si estas mayorías reaccionan un poco, verán que ese diez por ciento de aumento todavía pesa mucho sobre los intereses del pueblo, del pueblo bajo, que es el que lo paga. Por lo tanto, yo pido a vuestras señorías que no aceptéis el dictamen de la Comisión, para que vuelva a ella misma y sea reformado, imponiendo un cuarenta por ciento únicamente.

El C. secretario Aguilar: No habiendo más oradores inscriptos en pro ni en contra, en votación económica se consulta a la Asamblea si se considera este asunto suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

Suficientemente discutido.

También en votación económica se consulta a la Asamblea si ha lugar a votar

. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

Ha lugar a votar. Se va a proceder a recoger la votación nominal.

- El C. secretario Saldaña, leyendo:

"Artículo 1o. ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...

"Fracción XIII. ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...

"b) Contribución federal sobre los enteros hechos en las oficinas recaudadoras de los Estados, Territorios y Distrito Federal y en las de los municipios, que se causará y percibirá a razón del cincuenta por ciento sobre dichos enteros, en la forma prescripta por la citada ley de 1o. de junio de 1906 y disposiciones relativas."

Se procede a recoger la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. secretario Aguilar: Por la negativa.

(Se procedió a recoger la votación.)

Se procede a la votación de la mesa. Votaron por la negativa 10 ciudadanos diputados.

El C. secretario Saldaña: Votaron por la afirmativa 139 ciudadanos diputados. (Votaron por la afirmativa los CC. diputados Aguilar Antonio, Aguilar Pablo, Aguirre León, Alejandre, Alencáster Roldán, Alvarez del Castillo, Amezola, Anda, Andrade, Angeles Carlos L., Angeles Jenaro, Arlanzón, Aviléz, Balderas Márquez, Baledón Gil, Barragán, Barrera de la, Berumen, Bolio, Bouquet, Bravo Carlos, Bravo Lucas, Breceda, Breña, Cabrera, Cárdenas Emilio, Carriedo Méndez, Casas Alatriste, Castillo David, Castillo Garrido, Castro Alfonso, Castro Roberto, Cervantes Olivera, Céspedes, Cornejo, Cravioto Gallardo, Chablé, Díaz Infante, Esparza, Espinosa Bávara, Espinosa y Elenes, Fernández Ledesma, Fernández Martínez, Ferrel, Fierro, Flores, Franco, Frías, Gaitán , Gámiz Luis G., García Adolfo G., García Antonio M. García Carlos, García Emiliano C., García José Guadalupe, García Pablo, Gómez Noriega, González Galindo, González Jesús N. González Marciano, Guerrero, Gutiérrez Atanasio, Gutiérrez de Velazco, Guerra, Hernández Loyola, Huerta, Jiménez, Lanz Galera, León, Limón Uriarte, Lomelí, López Serrano, Macías Juan E., Macías Rubalcaba, Madrid, Mancisidor, Mariel, Martínez Ignacio E., Martínez Saldaña, Méndez Arturo, Méndez Benjamín, Méndez Fortunato, Méndez Pánfilo, Méndoza, Mercado, Moctezuma, Molina, Morales Francisco César, Morales Sánchez, Mota, Navarro, Ocampo, O' Fárrill, Palacios Moreno, Parra, Pastor, Paz, Pérez, Vargas, Pérez Vela, Quiroga, Reyes, Ríos Landeros, Rivera Castillo, Rocha, Rodríguez Alfredo, Rodríguez Matías, Rodríguez Sabino, Rojas Rafael, Romero Cepeda, Rosas, Ruiz Martínez, Ruiz Porfirio, Rubalcava, Saldaña, Sánchez Margarito, Sánchez Salazar, Schulz y Alvarez, Silva Jesús, Silva Pablo, Solórzano, Soto Rosendo A., Sotres y Olaco, Suárez José María, Segovia, Tamez, Tello, Torre de la, Trejo, Treviño, Urdanivia, Uzeta, Valdés, Valladares, Vázquez Genaro V., Verástegui Franco, Vilchis,

Villalobos, VIllaseñor Mejía, Villela y Zerecero. Total, 139 votos. Votaron por la negativa los CC. diputados Galindo Aurelio F., García Norberto, Garza, Roaro, Rodríguez Herminio S., Saucedo, Vadillo, Valadez Ramírez, Valverde y Velázquez López. Total, 10 votos.)

El C. secretario Aguilar: En consecuencia ha sido aprobado el inciso (b) de la fracción XVIII.

- El mismo C. secretario: Está a discusión la fracción XV, que dice:

"Productos de impuestos especiales que se causan en la forma de timbres comunes, según lo determine el Ejecutivo en las disposiciones relativas....." Ha sido impugnada por el C. García Vigil. Tiene la palabra el C. García Vigil Manuel. (Voces: ¡No está!) No estando presente en el salón el C. García Vigil, y no habiendo más oradores inscriptos.....

El C. Trejo: Pide la palabra la Comisión.

El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Trejo: Señores diputados: El C. García Vigil habló con la Comisión respecto a las observaciones que tiene que hacer a la primera parte de este inciso XV. La Comisión no estuvo de acuerdo con el C. García Vigil. El C. García Vigil pretende que no se diga: "Según lo determine el Ejecutivo en las disposiciones relativas", porque, como sabemos, la Cámara de Diputados votó una ley privando al Ejecutivo de las facultades extraordinarias, y la Comisión está de acuerdo en que se diga en este inciso: "Según lo determinen las leyes relativas", sin decir de dónde han de emanar esas leyes, porque si el Ejecutivo continúa con el uso de las facultades extraordinarias, emanarán del Ejecutivo, y si no continúa con el uso de las facultades extraordinarias, emanarán del Congreso. Así es que la Comisión propone simple y sencillamente esta modificación: "Según lo determinen las disposiciones relativas", sin decir si proceden del Ejecutivo o de dónde. (Voces: ¡Bueno! ¡Bueno!) En esta virtud, la Comisión pide permiso para reformar el inciso en esos términos: "Según lo determinen las disposiciones relativas."

El C. Morales Francisco César: Pido la palabra, señor presidente.

- El mismo C. secretario: ¿Con qué objeto?

El C. Morales Francisco César: Con el mismo objeto. Yo no estoy de acuerdo con lo que propone el señor licenciado Trejo, por lo siguiente: Si las circunstancias a las cuales se refiere el artículo a discusión se presentaren en momento en que la Cámara de Diputados no estuviere en funciones, la Comisión Permanente no tiene capacidad para legislar y, en tal caso, solamente que se convocara al Congreso para que dictara esas determinaciones. (Voces: ¡No, hombre! Siseos.)

Puedo estar equivocado a este respecto, y entonces suplico al señor licenciado Trejo que tenga a bien aclarar este asunto; y digo, es un escrúpulo que tengo, como podía tener cualquier otro.

- El mismo C. secretario: Tiene la palabra el ciudadano ministro de Hacienda.

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: He pedido la palabra para informar a la Cámara sobre cuáles han sido últimamente las tendencias de la Secretaría de Hacienda en materia de impuesto del Timbre. Durante mucho tiempo se han estado cobrando impuestos en forma de timbres con resellos especiales, o ya sean timbres comunes.

Desde principios de este año se había visto que había impuestos que era innecesario cobrar en forma de timbre, supuesto que tienen procedimientos de recaudación enteramente seguros, por ejemplo: El impuesto sobre metales y el impuesto sobre petróleo. Era absolutamente ocioso estar imprimiendo timbres para fijarlos en recibos por impuestos que tenían una manera de calcularse y de justificarse enteramente segura. El ejemplo típico, los dos ejemplos típicos que he mencionado, el de metales y el de petróleo, hicieron comprender a la Secretaría de Hacienda la inutilidad del procedimiento del timbre, que venía a ser meramente una especie de sello de autenticidad del impuesto recaudado. Como podrán cerciorarse los señores diputados, con sólo leer la iniciativa, está dividido el impuesto del timbre en varias fracciones: La fracción XIII, que se refiere a los impuestos del timbre que se causan en la forma de timbres comunes; la fracción XIV, que es la que se refiere a impuestos de timbre especial, que tiene que imprimirse el timbre en forma diferente de la estampilla común; la fracción XV, que se refiere a productos del timbre que, causándose, que imprimiéndose la estampilla en la forma común, simplemente se resella, y la fracción XVI, en la cual se incluyeron un gran número de impuestos, respecto de los cuales la Secretaría de Hacienda tiene ya en estudio la reforma de la ley, de las leyes respectivas, con objeto de no hacerlas causar en forma de timbre, sino en efectivo. De estas fracciones que incluyen en la fracción XVI, se encuentra en primer lugar el impuesto a las bebidas alcohólicas. Estando casi para expedirse las nuevas disposiciones sobre impuestos, el Ejecutivo encontró que no podría hacer la transformación, sino en una de dos maneras: O en uso de facultades extraordinarias, o expresamente autorizado por la Ley de Presupuestos. A esto se debe la redacción de este artículo, que dice: "Producto de impuestos especiales que se causaran o no en la forma de timbre, según lo determine el Ejecutivo en las disposiciones reglamentarias." No se trata de que el Ejecutivo modifique los impuestos, substancialmente, sino de que modifique la forma que debe asumir el impuesto, es decir, que en vez de timbre, sea en derrama, o sea por producción; pero de todas maneras, es la forma de timbre a la que se refiere esta fracción. A eso se refiere también el impuesto sobre terrenos petrolíferos en los cuales no podríamos todavía saber al hacer la iniciativa si podríamos recaudarlos o no conforme a las actuales disposiciones. A esto mismo se refiere el impuesto sobre propiedades mineras, en que la experiencia nos ha enseñado que podría causarse sin necesidad de la adhesión de timbres en las boletas de tercios mineros; a esto mismo se refiere la autorización para pesas y medidas, en donde el empleo del timbre es innecesario, y, por último, el impuesto sobre patentes de invención y marcas en que

también el uso material del timbre es innecesario. Igualmente el uso, el aprovechamiento de aguas públicas que, aunque determinado en formas de timbre, hay procedimientos de recaudación mucho más fáciles que si se usara la estampilla; así pues, el principal problema sometido a la consideración del Congreso en la fracción XVI, no es el impuesto mismo, sino se autoriza al Ejecutivo para que, conforme vaya adelantando en sus estudios y expidiendo meramente reglamentaciones en uso de sus facultades reglamentarias, use o no use la estampilla, según la experiencia demuestre lo que sea más conveniente. Sobre este particular, me permito llamar la atención de la Comisión, de que si dijera esta fracción: "Según lo determinen las disposiciones", no diría más que lo que en realidad actualmente es, y el Ejecutivo no quedaría facultado, no tendría facultad de usar la forma de timbre o usar una forma de recaudación en efectivo. Así pues, cuando leen los señores diputados, que dice: "Causarán o no en la forma de timbre", no quiere decir que el impuesto se cause o no se cause, sino que el impuesto se recaude por medio de una estampilla o se recaude en efectivo, según encuentre el Ejecutivo la facilidad para usar un sistema u otro. Esta redacción fue especialmente buscada de esa manera y lo diré con entera franqueza, porque suponiendo que no tenga el Ejecutivo facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda, entonces la autorización para transformar la percepción en timbre, en percepción en efectivo, está contenida en este artículo expreso. Así pues, lo que aquí se pide es autorización que dé la Cámara al Ejecutivo para que de los estudios que vayan efectuándose, vaya viéndose cuáles de estos impuestos siguen cobrándose en la forma de timbre, como ahora, y cuáles pueden comenzar a cobrarse en efectivo para ahorrar el gasto del timbre.

En la actualidad, la impresión de timbres es un verdadero problema para el Ejecutivo. Antiguamente, se imprimían, según entiendo, alrededor de doce tipos de estampillas especiales, lo cual requería un gasto y una vigilancia en la impresión, considerables. En la actualidad no se imprimen como estampillas más comunes, las federales, la de tabacos y la de botella cerrada; de tal manera, que son las comunes las que sirven, como resello especial, para cobrar, por ejemplo, hilados y tejidos, consumo de luz y fuerza, teléfonos, venta de cerillos, cancelación de créditos hipotecarios y capitales de beneficencia privada. En todos estos casos usamos las estampillas comunes. La tendencia de Hacienda es la simplificación de la forma de timbre, porque ya sea resellado, o sea estampilla especial, hay siempre un desperdicio considerable de impresión de timbres; en el año pasado, por ejemplo, me parece que llegó hasta a la cantidad de ciento y tantos millones de pesos en timbres impresos de más que no pudieron ser utilizados, porque si una vez resellados dan determinada forma, es imposible utilizarlos de un ramo para el otro ramo. Teniendo estas ideas en consideración, y sobre todo, pensando en la transformación del impuesto de bebidas alcohólicas, para cobrarlo en efectivo, en vez de cobrarlo en forma de timbre sobre las facturas, que tiene un gran número de dificultades, que oportunamente conocerá la Cámara, el Ejecutivo ha pensado paulatinamente ir imitando la forma de timbre a aquellos impuestos que es absolutamente innecesario que la tenga. Todavía en el presupuesto de Ingresos del año pasado, el petróleo y los metales tenían la forma de timbre; en la actualidad, el petróleo y los metales, que son dos de los ramos principales de recaudación que montan, aproximadamente, a $16,000,000.00 los metales, y el petróleo , entre $12,000.000.00 y $14,000,000.00, se están cobrando, ya no en la forma de timbre, sin que haya absolutamente ningún inconveniente, ninguna dificultad. Esta misma evolución, esta misma transformación que hacemos respecto al petróleo y metales, tenemos el propósito de seguirla haciendo respecto de todos esos impuestos comprendidos en la fracción XVI.

La fracción XVI, traducida al castellano, quiere decir que se propone el Ejecutivo ir suprimiendo el uso de la estampilla en cada uno de esos impuestos; pero como no puede en un momento dado someter ya a la Cámara las nuevas disposiciones o los nuevos reglamentos, como, por otra parte, es facultad reglamentaria del Ejecutivo determinar la forma de percepción, quiso el Ejecutivo desde luego anticiparse a la Cámara y manifestar que estos impuestos, aunque clasificados entre impuestos que causan en forma de timbre, irán paulatinamente transformándose y se irán cobrando en forma efectiva.

Así pues, llamo la atención de la Comisión sobre este punto, porque, en mi opinión, no creo que haya ningún inconveniente; no es propiamente facultad legislativa la que toma el Ejecutivo en este caso, es meramente una autorización reglamentaria para transformarlos. Suplico, por consiguiente, a la Comisión, se sirva considerar este punto. Creo que no es necesario modificar la fracción para ser aprobada, teniendo en cuenta que el resultado en cuanto al fondo del impuesto será el mismo y solamente para lo que pide autorización el Ejecutivo es para modificar la forma de percepción del impuesto.

El C. Trejo: Pide la palabra la Comisión.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Trejo.

El C. Trejo: La Comisión quiere referirse especialmente a las palabras del señor ministro de Hacienda: La Comisión ha estado de acuerdo con el fondo de este artículo, y solamente opinó ya aquí que pretende retirarlo en cuanto a su forma por estas razones: Ya la Cámara tiene establecido el criterio de que el Ejecutivo no debe de gozar de las facultades extraordinarias, sino que en cada caso -La Cámara así estableció su criterio al discutir el asunto de las facultades extraordinarias - se le darían al Ejecutivo las que solicitara. Cuando los impugnadores de este artículo para obviar dificultades, hablaron con nosotros, les dijimos que no teníamos inconveniente, porque en el fondo, el resultado es el mismo. Yo supongo que en estos estudios a que ha hecho referencia el señor ministro de Hacienda, y no sólo lo supongo, sino que estoy casi seguro que estos estudios ya están muy adelantados y es posible que de un momento a otro se den, el Ejecutivo actualmente goza de facultades extraordinarias, no sabemos si estas facultades extraordinarias le serán quitadas o si las tendrán; pero nosotros, al pretender la reducción decimos: "Según se determine en las disposiciones relativas";

esto no quiere decir absolutamente que el Ejecutivo quede privado de ellas, sino que simple y sencillamente si el Ejecutivo tiene esas facultades extraordinarias, él dictará esas disposiciones, y si se le quitaran esas facultades extraordinarias, yo tengo entendido, y por esta razón someto a la consideración de esta Asamblea el permiso que pedimos para reformar el artículo en el sentido en que dije. Tengo entendido que el Ejecutivo no goza de facultades extraordinarias, debemos concedérselas en lo relativo a la reglamentación de este asunto de la percepción del impuesto de bebidas alcohólicas. Las razones del ciudadano ministro de Hacienda convencen; pero como la Comisión tiene actualmente contraído el compromiso con los impugnadores, la Comisión no puede menos que volver a solicitar el permiso para retirar el asunto y reformarlo en el sentido que dejo dicho, si la Asamblea lo juzga pertinente, o que la fracción ésta quede redactada lo mismo que la fracción XVI, en los términos que está. Puede creer la Asamblea, que la Comisión absolutamente no tiene ningún interés en concederle esto al ministro de Hacienda, porque aquí simplemente la Comisión cumple con un compromiso contraído. Se ha dicho a la Comisión en algunas circunstancias, y ahora en la mañana nos lo decían, que la Comisión es complaciente con unos y con otros. La Comisión no tiene empacho en decir que quiere ser consecuente con todo el mundo, porque quiere que a la mayor brevedad se promulgue esta ley, por esta razón: Porque más vale una ley de consecuencias, a que no haya ley.

Por esta razón, en vista del compromiso contraído, venimos a solicitar permiso a la Asamblea para retirar y reformar esto en el sentido indicado. Ya sabéis porque lo solicitamos, y si no, la Comisión, que no está cansada con sus ideas, tendrá mucho gusto en que se vote el artículo tal como está.

El C. secretario Aguilar: Habiendo reiterado la Comisión su solicitud para modificar la fracción XV en los términos que expresó, en votación económica se consulta a la Asamblea si la concede. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

No se concede el permiso.

No habiendo más oradores inscriptos en pro ni en contra, en votación económica se consulta a la Asamblea si se considera suficientemente discutida la fracción XV. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

Suficientemente discutida.

En votación económica se consulta a la Asamblea si ha lugar a votar. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

Ha lugar a votar.

Se va a proceder a recoger la votación nominal de la fracción XV.

El C. secretario Saldaña: Se procede a recoger la votación. Por la afirmativa.

El C. secretario Aguilar: Por la negativa.

(Se recogió la votación.)

El C. secretario Saldaña: Votaron por la afirmativa 128 diputados.

El C. secretario Aguilar: Votaron por la negativa 12 ciudadanos diputados. En consecuencia, ha sido aprobada la fracción XV.

(Votaron por la afirmativa los CC. diputados Aguilar Antonio, Aguilar Pablo, Aguirre León, Alejandre, Alvarez del Castillo, Amezola, Anda, Andrade, Angeles Carlos L., Angeles Jenaro, Avilés, Baldera Márquez, Baledón Gil, Barragán, Barrera de la, Bolio, Bouquet, Bravo Carlos, Bravo Lucas, Breceda, Breña, Cabrera, Cárdenas Emilio, Castillo David, Castillo Garrido, Castillo Torre, Castro Alfonso, Castro Roberto, Cervantes Olvera, Céspedes, Colina de la, Cornejo, Cravioto, Cravioto Gallardo, Chablé, Díaz Infante, Esparza, Ezpinoza Bávara, Fernández Ledesma, Fernández Miguel B., Ferrel, Franco, Frías, Fuentes Barragán, Gaitán, Galindo Aurelio F., Galindo Carlos, Gámiz Luis G., García Adolfo G., García Antonio M., García José Guadalupe, García Norberto, García Pablo, Garza Gómez Gildardo, González Galindo, Guerrero, Gutiérrez Antonio, Gutiérrez Atanasio, Gutiérrez de Velasco, Hernández Loyola, Huerta, Lanz Galera, León, Liekens. Limón Uriarte, López Serrano, Macías Rubalcaba, Madrid, Mancisidor, Mariel, Méndez Arturo, Méndez Benjamín, Méndez Fortunato, Méndez Pánfilo, Mendoza, Meza, Morales Francisco César, Morales Sánchez, Mota, Navarro, Ocampo, O'Farril, Palacios Moreno, Parra, Pastor, paz, Pérez Vargas, Pérez Vela, Quiroga, Reyes, Ríos Landeros, Rivera Castillo, Rodríguez de la Fuente, Rodríguez Herminio S., Rodríguez Matías, Rojas Rafael, Romero Cepeda, Ruiz Martínez, Ruiz Porfirio, Rubalcaba J. Guadalupe, Saldaña, Sánchez Margarito, Sánchez Salazar, Schulz y Alvarez, Silva Jesús, Silva Pablo, Solórzano, Soto Peimbert, Sotres y Olaco, Suárez José María, Segovia, Tamez, Tejeda Llorca, Tello, Torre de la, Trejo, Treviño, Uzeta, Valadez Ramírez, Valdés, Valverde, Valladares, Velázquez López, Verástegui Franco, Vilchis, Villalobos Antonio, Villaseñor Mejía y Zerecero. Total, 128 votos.

Votaron por la negativa los CC. diputados Alencáster Roldán, Díaz González, Espinosa y Elenes, Fernández Martínez, Fierro, García Vigil, Guerra, Roaro, Rosas, Saucedo, Soto Rosendo A. y Valdillo. Total, 12 votos.)

- El mismo C. secretario: Está a discusión el inciso (a) de la fracción XVI, impugnado por los CC. Pastrana Jaimes David, González Galindo, y Barrera Felipe de la, que dice así:

"a) Impuesto especial sobre ventas de primera mano de licores, alcoholes, tequila, mezcal, pulque y tlachique, vinos y cervezas de producción nacional y sobre productos similares procedentes del extranjero, con arreglo a la ley de 6 de enero de 1919 y demás disposiciones posteriores."

Tiene la palabra encontra el C. Pastrana Jaimes David.

No encontrándose en el salón, tiene la palabra en contra el C. González Galindo Modesto.

No encontrándose en el Salón el C. González Galindo, tiene la palabra el C. Barrera Felipe de la.

El C. de la Barrera Felipe: Señores legisladores: Un deber conglomerado con mi obligación me trae ante vosotros. También por circunstancias especiales debo traer mi contingente al asunto que en el debate palpita. Por haber nacido yo en los tepetatales de Otumba, el distrito más pulquero que tiene

el país; por haber pasado casi toda mi vida besando los pies de las últimas ramificaciones de la cordillera central; tengo un pleno conocimiento, que debo transmitir a ustedes, de aquella región, cuyo único producto es el pulque fino, tan oprimido, tan flageado siempre, pero al través del rodar de los siglos, con fuerza de gigante no ha podido ser vencido. (Aplausos.)

Nuestra misión de legisladores es trascendentalísima, casi indescriptible. En los tiempos viejos, en los tiempos lejanos, esa legislación correspondía a personalidades unitarias. Moisés, entre los Judíos; Solon en la Grecia; Licurgo en Esparta; entre nosotros hemos tenido épocas en que la ley, violada siempre, ha llevado en algunas ocasiones también en forma de legislación. En la época de Juárez el invicto, que casi gobernó siempre en virtud de circunstancias anormalísimas, con facultades extraordinarias, y en la época del gran dictador Porfirio Díaz, por la sumisión de sus Cámaras, los deberes de los cuerpos legislativos, y por esto comencé a llamaros así: "Ciudadanos legisladores". Es de tan alta trascendencia, como que la tiene un alto significado implícito

en todas sus fuerzas, en su mejor intención y en sus anhelos y propósitos. (Voces: ¡No se oye! ¡No se oye!)

Este deseo de procurar que los ingresos y los egresos se hagan de una manera justificada, antójaseme a mí que la labor del legislador es como la del sembrador que va a su parcela y sobre el surco abierto de la buena voluntad, exprimiendo la esponja de su frente, deja allí la semilla para venir más tarde a hacer la recolección que justamente le corresponde por su labor y su trabajo. Nosotros, bajo esa forma, señores, somos los que ahora venimos como el pueblo, el gran labrador, a echar la simiente para que mañana también nosotros veamos cómo se hace esa distribución. Antójaseme también, señores, que la ley más grande, la más grata para el pueblo, es precisamente la discusión, la formación de sus diversos presupuestos; por esto lo debemos hacer con toda calma, con toda prudencia y con todo patriotismo. Entiendo que de todas las leyes que se dicten en estos períodos, la de principal función es ésta, por las razones que he expuesto.

El pulque, señores diputados, me refiero al pulque fino, al pulque que no tiene violaciones de ninguna especie, debe recibir vuestra protección, debe recibirla. (Siseos.) porque antes voy a demostrar - y solicito que este propósito mío ustedes lo confirmen -, que el pulque es absolutamente benéfico y completamente medicinal. (Voces: ¡No! ¡No!) El pulque tiene grandes cualidades nutritivas; que el pulque da un contingente para la criminalidad, esto lo dicen para atacar nuestras ideas; el pulque no merece, señores, ser flageado, porque eso no se refiere más que a moralistas mercenarios, a gentes que no tienen conciencia de sus deberes, como lo demostraré en el curso de mi peroración. (Aplausos.)

Estoy viendo que me aplaudís, pero no es un aplauso de buena fe, porque cuando un diputado viene aquí a defender con honor - porque el honor es mi bandera -, se le escarnece y se le vilipendia; pero esto no es tratrándose de gente seria ni patriótica. El que vosotros lo rechacéis, el que vosotros lo impugnéis, demuestra no venir aquí a representar una parte del pueblo, sino venir a flagelar por intereses bastardos la producción más nacional que tiene el país. (Aplausos.)

Suplico a la Presidencia se sirva ordenar a la Secretaría dé lectura a estos dictámenes; ¿ustedes creen, señores, que hechos en cualquier ateneo rústico?, no, señores, hechos en la escuela, en la Academia Nacional de Medicina el uno, y el otro en la Dirección de Estudios Biológicos.

El C. secretario Saldaña, leyendo: "Levaduras del pulque. Profesor Miguel Cordero...."

El C. de la Barrera Felipe, interrumpiendo: El profesor Miguel Cordero es apenas lo que ustedes van a oir: Recibido en la Escuela de Medicina de México. Químico de los institutos: Patológico, Médico y Biólogo, Catedrático de química legal y de farmacia en la escuela de Medicina. Coronel del Cuerpo Sanitario del Ejército. Perito químico del servicio médico - legal. Químico del Ministerio de industria. Delegado del Consejo Universitario. Miembro de la Academia de Medicina y de otras corporaciones científicas.

¡Cualquiera cosa, intelectualmente juzgado! (Risas. Aplausos.)

- El mismo C. secretario, continuando la lectura: "Después de mis trabajos ("Boletín del Instituto biológico", tomo I, número 5, página 561) sobre la selección y aislamiento, con resultado feliz, de las levaduras del pulque, denominadas, respectivamente, Pichia y Saccharomyces, por el mitólogo francés Alexander Guillermond, a quien se remitieron cultivos de ellas para su clasificación; circunstancias especiales han requerido que me ocupe de la multiplicación de ellas con propósito industrial.

"Este problema, por lo que se relaciona con la fermentación de los mostos azucarados, he llenado pos completo los ideales perseguidos, y siendo abundante la producción, por el hecho de usar una aparato que rinde mucho, tengo el intento de proporcionar a estas levaduras otras aplicaciones, como producto alimenticio y también como agente medicinal.

"Por lo que el primer ejemplo se refiere, debía comenzar por asegurarse de la composición química de las levaduras, y para eso, principié por investigar si contenían nitrógeno, elemento muy interesante por su valor energético, y en caso positivo, cuánto había de él.

"La reacción de Lassaigne, hecha con todo escrúpulo, me demostró la existencia de nitrógeno; con lo cual corroboré la teoría que había adquirido sobre el particular."

El C. de la Barrera Felipe: Señores: No distraigo vuestra atención, porque tengo para mí el mismo apotegma del escritor que dice: "Los pábilos y los discursos se parecen; mientras más largos son, menos alumbran." Voy a suplicar a la Secretaría nuevamente, con permiso de la Presidencia, que se sirva dar ligeros apuntamientos sobre estos estudios hechos en la Dirección de Estudios Biológicos.

El C. secretario Saldaña, leyendo: "Para hacer efectiva la fermentación del jugo agávico por una diastasa, asunto principal de la comunicación que hice a ustedes la vez pasada, se

requiere, como es evidente, una cantidad apreciable de fermento, para extraer de él la zimasa."

"Los microorganismos que, colocados en condiciones apropiadas, hacen la fermentación alcohólica, se llaman en lenguaje industrial levaduras. Los pequeños seres que poseen aptitud para obrar de tal modo en condiciones especiales, pueden ser: Mohos (mucorineas), levaduras, tórnulas. Puesto en líquidos azucarados, de consistencia determinada, en un ambiente de temperatura propicia que mejor estimule su conservación y desarrollo, llamada temperatura óptima, adicionando a esto la calidad o naturaleza de ese medio que debe ser más o menos ácido, se reúnen las condiciones indispensables para la supervivencia de esos seres microscópicos que al desenvolverse, utilizando los factores apuntados, constituyen lo que se entiende por fermentación alcohólica. Este fenómeno importantísimo, manantial de riqueza inagotable por él mismo y por los subproductos que de allí se derivan; alcohol, ácido carbónico, glicerina, ácido succínico, etc., no puede desligarse directa o indirectamente del fermento mismo, y hace indispensable el conocimiento íntimo de este agente."

"Por consideraciones de orden botánico, relacionadas con la formación de esporas contenidas en ascas, se ha fundado el orden de los Acontecimientos, que subdividido en cuatro familias, comprenden las discomicetáseas, a la que pertenecen los Saccharomyces. Son, pues, hongos unicelulares que comúnmente viven como células aisladas, las cuales al llegar a un estado apropiado de desarrollo, se dividen para constituir un elemento joven, que a su vez, crecido, dará una nueva célula, continuándose así el proceso en tanto que las condiciones del medio sean propicias para la repetición de ese modo de crecimiento. La división a que nos referimos, se hace comúnmente por gemación o gemiparidad, y algunas veces por tabicamiento transversal, constituyendo esta manera de multiplicación, el grupo llamado de los esquizosacaromicetos."

"Más sobre las levaduras del pulque.

"Durante el curso del pasado año académico, proseguí ocupándome, aunque irregularmente, del asunto que me tiene intrigado y que sirvió de motivo a mi trabajo anterior, que giró en rededor de los Saccharomyces del ágave mexicana.

"Tres aspectos pueden notarse en mi comunicación de hoy: Terapéutico, fisiológico e industrial.

"Aspecto terapéutico

"Hice mérito la vez anterior de la notable acción que los hongos de la cerveza tienen con relación a ciertos padecimientos cutáneos, como la furunculosis de focos múltiples, en la cual se marchitan los furúnculos en plena evolución, abortando los que principian, fenómeno particularmente apreciado en los diabéticos. Acción igual se observa en el proceso evolutivo del ántrax, donde el edema periférico y el dolor disminuyen; mencionando por último, las experiencias de Bolognesi en el tratamiento de diversas dermatitis y especialmente en algunos eczemas.

"Sugerí entonces la aplicación de las levaduras del pulque en substitución de las de cerveza, demostrando con los ejemplares aquí presentados, que su olor y sabor gratos, nada tenían que recordarse nuestra bebida nacional, pudiendo tomarlas el más exquisito en materia de gusto.

"Afortunadamente para mi propósito, correspondió a mi invitación el señor doctor don Alfredo Montaño, el cual se sirvió aplicar la levadura en su propia persona, con el fin de tratar un acenea rebelde que sufría de tiempo atrás. Se aplicó la levadura en glicerol, tomando de esta suspensión algunas cucharaditas por día, en resultado satisfactorio como puede verse por la carta inserta que expresa su beneplácito por el éxito alcanzado.

"Espero que el resultado feliz obtenido en este caso, estimulará a los señores médicos a emplear la levadura del pulque como sucedáneo de la levadura de cerveza, ratificando o rectificando esta opinión de su acción curativa.

"Aspecto fisiológico

"El de mi comunicación considera las vitaminas de la levadura del pulque, aminas contenidas en el frasco que presento a ustedes.

"Para rememorar, consignaré algunos detalles respecto a tan interesante substancias. Indudablemente que uno de los primeros y más entusiastas colaboradores de esta concepción, fue Casimiro Funk, de Londres, el cual dio el nombre de vitaminas a ciertas substancias accesorias contenidas en los alimentos.

"Para que una ración alimenticia pueda promover la conservación y el crecimiento de un organismo animal, se necesita que encierre en unión de los proteicos, hidratados de carbono, grasas y sales minerales, una cantidad satisfactoria de esos accesorios que, aunque tan esenciales para la vida, no es grande la cantidad de ellos requerida, pues se asegura que el arroz completo no encierra más de 0.1 gramos por kilo, y tal vez mucho menos, y el pulque 0.2 gramos por kilo.

¿Por qué son esenciales las vitaminas y cómo obran? Cuestiones son que no se han resuelto aún. Pero es demostrable la influencia de las vitaminas solubles en el agua como la intervención de las solubles en las grasas. Por lo pronto nos fijaremos el en efecto de las primeras, que pueden demostrarse como sigue: Alimentándose dos ratas albinas con una dieta que contenga: Veinte por ciento de caseína; quince por ciento de grasa; cincuenta y seis por ciento de almidón; cuatro por ciento de la mezcla salina cuya fórmula consigo como nota, y cinco por ciento de levadura. Esta última colabora con sus vitaminas solubles de agua, en tanto que la mantequilla contiene las vitaminas solubles en grasa. Con esta alimentación, las ratas doblarán el peso en quince días, debiendo pasarse a intervalos de una semana, para darse cuenta de este aumento. Transcurridas dos semanas se suprime la levadura, sin cambiar en nada el resto de la alimentación. La falta de vitaminas solubles en el agua, que proporciona la levadura, se hace sentir porque las ratas no solo dejan de crecer, sino que pierden peso notablemente. Véase la gráfica adjunta."

"Después de lo asentado podré aventurarme a sostener que del maíz y del pulque, líquido que es

una suspensión de levaduras y una solución de vitaminas que se adiciona a las vitaminas contenidas en el cotiledón del maíz, toma el organismo de nuestros jornaleros las vitaminas que promueven el crecimiento de su cuerpo y la conservación de su salud?

"Indudablemente así podremos explicarnos más fácilmente la resistencia y la maravillosa energía que el maíz y el pulque imparten a la gran mayoría de nuestro pueblo bajo, alimentado sólo con esos dos productos de nuestros campos.

"Aspecto industrial

"Los ricos hacendados don francisco Henkel y don Miguel González Montalvo perseguían la fermentación del jugo del maguey obtenido por expresión de las pencas, problema importante que implica el aprovechamiento de los productos fermentescibles, comúnmente perdidos al desechar las hojas, pues aun en el caso de utilizar la celulosa, se perdía el jugo por imposibilidad de beneficiarios.

"Con este propósito y expensado ampliamente por ellos, disponiendo de un laboratorio montado al efecto con los útiles necesarios para el cultivo y multiplicación de las levaduras del pulque en aparato Magné, autoclave, compresora de aire, microscopio, estufas de temperatura constante, colorantes, etc., me di al trabajo durante algunos meses y después de adaptar mis levaduras al medio en que habían de trabajar y no sin algunos fracasos, se dispuso lo necesario para emprender una prueba en escala industrial, consiguiendo que se realizara en la hacienda de Ometusco, a la que nos trasladamos llevando un barril de la semilla que habíamos cultivado, provisto de un cierre especial que permitía la salida del anhídrido carbónico.

"Tropezamos con algunas dificultades de que hago mérito para demostrar el vigor de nuestra levadura. Como la hacienda estaba en sus labores, hubimos de esperar a que se desocuparan algunas tinas de fermentación; nuestra levadura, que estaba en completo proceso, tuvo que refrigerarse por introducción en ella de botes conteniendo agua fría. El tubo de evacuación de la tina se encontraba obstruído por un verdadero tapón de productos acetificados, residuo de algún trabajo anterior, que nos expuso a la contaminación acética por haber confiado en la limpieza previa de tan importante implemento. A pesar de todo, se consiguió sembrar la semilla en cerca de 3,000 litros de mosto de maguey reparado convenientemente y después de exprimir las pencas.

"Con satisfacción asistimos al proceso fermentativo, el cual se realizó activamente, y utilizando el alambique de columna que galantemente nos fue proporcionado, se hizo el 1o. de abril de 1918 la destilación del mosto fermentado, cuya muestra presento. El marbete fijado a la botella está firmado por el administrador de la hacienda y por el alambiqueo y fermentador."

"Doctor Alfredo Montaño .- 1a. calle de Zarco 17. - México, D. F.

"S. C., 12 de octubre de 1919.

"Señor profesor don Miguel "Cordero. - Presente.

"Muy estimado y fino amigo:

"He ensayado la preparación de levadura de pulque que se sirvió usted enviarme, y debo decirle que mejoré muchísimo de la acmea rebelde que desde hace tiempo padezco.

"Agradeceré a usted se sirva enviarme otra botella para continuar el tratamiento que inicié con tan buen éxito.

"Con este motivo, me es grato repetirme su inútil amigo afectísimo, atento servidor. - Alfredo Montaño."

"En mayo 29 de 1919 solicité patente por mi procedimiento en las oficinas del Ministerio de Industria y Trabajo, extendiéndoseme la patente número 18,224, que ampara el privilegio para explotar este trascendental asunto para la industria alcoholera de nuestro país.

"15 de octubre de 1919. - Miguel Cordero."

Presidencia del C.

MORALES SANCHEZ GREGORIO

El C. de la Barrera Felipe, continuando: Señores diputados: La discusión de este grave problema, que siempre ha tenido integrado al país, a los hombres de ciencia, a los señores médicos, ha tenido su mejor sostén, ya ven ustedes en dónde: ¡En la Escuela Nacional de Medicina de México! ¡En el Instituto de Estudios Biológicos! Pero, señores todavía voy a pasar aún más allá, a que se sirva el señor secretario ver el examen analítico. Yo creo que tendréis derecho a dar un momento de veneración a ese gran químico que se llamó Leopoldo Río de la Loza, gloria mexicana en la ciencia y en las letras. Por ese examen se verá que contiene gran cantidad de elementos y esencias albuminosas, excesivamente ricos y especiales para el organismo.

- El mismo C. secretario, leyendo: "Muchos análisis se han hecho del pulque, pero el clásico es el que practicó nuestro gran químico el señor don Leopoldo Río de la Loza, y que ha sido rectificado y confirmado por estudios posteriores.

"Este análisis, en mil gramos de pulque, da los siguientes resultados:

"Agua. . 940.11 partes "Substancias albuminoides 6.82 " "Gomas y resinas. 5.75 " "Sales solubles en el agua. 1.68 " "Sales solubles en los ácidos. 0.37 " "Insolubles en ambos vehículos 0.15 " "Alcohol absoluto. 36.89 " "Azucares. 8.23 " "Total . 1,000.00 partes.

El C. de la Barrera Felipe, continuando: Ya ven ustedes, señores, que me refiero especialmente a los señores médicos, que naturalmente tienen autoridad por poseer un título profesional, que han estimado que el pulque tiene grandes propiedades terapéuticas. Se ha señalado, señores, en ese proceso que ha llevado esta bebida desde los tiempos que se han ido, hasta achacarle el aumento de la criminalidad,

se ha dicho que el pulque es un factor de la criminalidad. Yo vengo a demostrar, si vosotros me dais vuestra benevolencia, si vosotros me escucháis con la atención, no que merezco, sino que merecéis vosotros mismos, que la criminalidad de México, al contrario, disminuye cuando el uso del pulque aumenta, porque, señores, (Risas.) ¡No se rían! Las cosas se discuten, no con ironía, se discuten dentro del cartabón de la lógica, dentro del crisol del buen sentir, del revolucionario. (Aplausos.) El pulque, señores, hace la competencia al alcohol; el pulque hace la competencia a las bebidas tóxicas; el pulque hace la competencia a todos esos vinos que todo el mundo consume, porque ninguno de los de aquí es santo ni bueno, aunque aparentemente quieran justificarlo aquí, porque es el que menos alcohol tiene entre las bebidas fermentadas, como es el vino, como es la cerveza, como es la sidra y el pulque. Me permito suplicar al señor secretario que lea un cuadro comparativo entre una y otras, y se verá que se demuestre mi aserto. Aquí tenéis apuntados vinos, cervezas y pulque.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"El análisis químico cuantitativo ha dado los resultados siguientes:

Dar doble click con el ratón para ver imagen

"De esta comparación resulta que el pulque apenas contiene una insignificante cantidad de alcohol absoluto etílico, que es el más tóxico, que carece completamente de los demás alcoholes tan dañosos a la salud, mientras que, por el contrario, es Muy rico en sustancias albuminoides que son el tipo por excelencia de las sustancias nutritivas."

El C. de la Barrera Felipe, continuando: Ya veis, señores diputados, si me escucháis con calma, con la serenidad que solicito de vosotros, cómo el pulque es una sustancia fermentada de las que menos alcohol tienen; por consiguiente, haciéndole competencia al vino extranjero, a esos que contienen tóxicos y que por razón natural no contienen una sola uva, un solo jugo de esa fruta; veréis, señores, si tengo razón al deciros que la criminalidad en México no tiene por factor principal a la gran bebida nacional. (Aplausos.) Y tan es así, señores, que no solamente nosotros decimos esto en una forma empírica, no, señores; ya se acabó el tiempo en que se confundía la ebriedad con el alcoholismo; la ebriedad es un acto pasajero, incidental, mientras que el alcoholismo es un acto persistente, un acto que ya va implícito con la forma patológica que padece cada individuo. El pulque, señores diputados, debe tener por esa razón vuestra protección. (Voces: ¡No! ¡No!)

Pero, señores, ocurre preguntar: ¿Los ingresos que se tienen a las comisarías, los ingresos que se tienen a la Penitenciaría, sólo son provocados cuando el actor generador de esos delitos es el pulque? Yo pregunto a ustedes: ¿De dónde han sacado esta estadística? ¿Qué autoridad se ha preocupado por el porvenir de la sociedad? Pues que, ¿nada más el pulque tiene que culparse, al pulque, a esa substancia tan flagelada en la familia? Señores: Desgraciadamente nuestro pueblo dentro de su educación étnica padece grandes y graves errores. Generalmente cuando alguien está ante la presencia de una autoridad, lo primero que hace, como un acto de disculpa, es decir: "Estaba yo borracho". Pero no es cierto eso, señores; es que naturalmente en el antiguo derecho penal era un atenuante esa embriaguez; hoy, por fortuna, en la órbita penal, en la órbita de ese derecho, es una agravante. Antiguamente cuando se llevaba a un individuo a la comisaría, todavía ebrio y con las manos tintas en la sangre de su víctima, le preguntaban que qué le había pasado, y no decía, señores, que había estado toda la mañana o toda la tarde en la taberna de alcohol, donde le presentan más variedad, más gusto para su paladar estragado, sino que decía: "Salí de la pulquería". Sí, pero en último término, cuando yo había ingerido gran cantidad de tóxicos, y entonces decía: "Salí de la pulquería", y su crimen se le atribuía al pulque. No, señores, ocurrió a la pulquería como al último baluarte donde apagar su sed, porque el pulque es fresco y porque es una bebida que puede tomarse en una cantidad considerable. (Risas y aplausos.)

El hambre, señores diputados, es la primera impulsora de la embriaguez. No sé por qué se trata en este caso de flagelar esa bebida tan sana, esa bebida tan elocuentemente avasalladora por sus propiedades tónicas. (Risas.) La prensa, ese cuarto Poder que jamás debería desaparecer, la prensa que está en su puesto frente a los grandes horizontes del porvenir de un país, ya ha tomado cartas en este asunto y siento haber dejado sobre mi pupitre dos periódicos que tratan este punto y en que demuestran las cualidades de la bebida nacional - me refiero a "Excélsior"- en el que se asentaba esto: Que el doctor Urrutia, el gran asesino, iba a hacer estudios profundos sobre las cualidades de esta bebida; me refiero también a un artículo publicado en una hoja en que se demostraban las grandes cualidades que tenía entre nuestros ancestros y que era cuando se hacía una bebida que verdaderamente podría competir, señores, con cualesquiera otra que fuera elaborada como aquélla. Vosotros lo deberías entender así; vosotros, que venís a legislar no para una región.

Recuerdo que cuando vi ascender a esta tribuna al C. Castillo Torre para defender algo que significaba un asunto local, vi palidecer su semblante porque él, intelectual enorme, erudito, sabio, se había hecho el ánimo de salvar ese asunto que era de gran

importancia para Yucatán. Ahora que se trata de una contienda en que está de por medio el interés del pueblo, yo hago también un llamamiento a vosotros para que traigas aquí todo vuestro contingente a fin de salvar esta bebida. No está aquí el señor ministro de Hacienda.... (Voces: ¡Si está!) Si el señor ministro, con permiso de la Presidencia,.... Ruego a usted (dirigiéndose al ciudadano secretario de Hacienda) con todo respecto, me conteste esta interpelación, Señor: Al hacer esta interpelación repito a usted que con esas consideraciones, con ese talento clarísimo del abogado, (Risas y toses.) del ministro de Finanzas - eso es cierto, nadie lo puede negar -, con ese talento que yo estimo, para los debates; siendo usted una figura principalísima con su elocuencia, tanto que ya le han llamado a usted "rey del sofisma", se va usted a dignar contestarme la siguiente pregunta: ¿Por qué, señor ministro, en la sesión del mes de septiembre de 1917 vino usted aquí a pronunciar un discurso que quedó grabado en la historia del Parlamento de entonces, haciendo una defensa verdaderamente elocuente, atinada, científica, de esta producción nacional? ¿Por qué entonces abogó usted por ella? ¿Por qué, señor, después hasta ha hecho usted una revoltura, un conglomerado de alcoholes malos con pulque bueno? (Risas.) ¿Qué razón ha tenido usted, señor? decidla, que yo la acataré respetuoso.

Señores, voy a entrar al punto económico, al punto que más bien compete a nosotros, para demostrar que esa bebida reporta tal cantidad de impuestos, que ustedes - en este momento si reclamo vuestra atención completa - van a quedar asombrados de los impuestos que tiene. Probablemente el señor ministro de Hacienda ignora muchos impuestos locales y por eso quedó el impuesto en esta ocasión tal cual se pretende. Yo entiendo que sería la única razón que podría dar a mi interpelación. Ha persistido en imponer ese 50 por ciento y en reunir en un conglomerado de maldición lo que es bueno y lo que es malo; el Angel exterminador y el Angel bendito. (Risas.) Oigan ustedes, señores, la cantidad de contribuciones que reporta esta bebida: Contribución predial sobre el valor de la finca, que lo constituye el maguey. Aquí importa hacer una aclaración pertinente: Contribución predial, es decir, contribución del predio, del predio ¿para qué?, para que sea siempre un nombre vano; del predio, ¿para qué?, para que a ningunos productos se les aplique el producto que justamente merece el maguey. En mi Estado, señores, hay otro impuesto a este maguey; de tal manera que con esta teoría, a una tierra de labores se le impone el impuesto de labores y el impuesto del producto, es decir, que a una sastrería no se le cobra únicamente el impuesto que le corresponde, sino que cuando el chaleco que salga de allí lleve botones de fantasía, se le aplica otro impuesto por los botones.

Los impuestos que gravitan sobre el pulque en la actualidad, son los siguientes:

#1.00 por barril, por contribución predial por el valor de la finca.

$0.60 por el 60 por ciento federal sobre el impuesto anterior.

$0.25 por el 25 por ciento municipal sobre el mismo.

$1.25 impuesto de elaboración en los estados.

$0.75 por el 60 por ciento federal sobre el mismo.

$0.31 por el 25 por ciento municipal sobre el mismo.

$2.50 por el 50 por ciento en timbres sobre el valor del pulque.

$0.25 timbres federales en conocimientos de embarques.

$2.00 impuesto municipal en los expendios.

$1.20 por el 60 por ciento federal sobre impuesto.

$050 por timbre de la Renta Federal en los expendios.

Contribución de andén, $5.00 por descargue.

Espántense ustedes también, señores, porque si allí no se paga a un señor Rueda y a un señor Peñafiel determinada cantidad para que desembarque el pulque, ese pulque no se desembarca, es decir, que el gobierno está coadyuvando al mejoramiento de dos señores que ningún mérito tienen más que el de oprimir, no solamente al vendedor, sino la comprador de esa bebida. Eso no fue en tiempo del señor Luis Cabrera, el señor Cabrera no lo hubiera consentido; fue en la época del señor Nieto, de tal manera que esto es como si se dijese en el ferrocarril que al tomar un carro por entero se debe de pagar también un impuesto por cada una de las mercancías que contengan; total, señores, catorce impuestos; esto en todo país culto, dentro del orden constitucional, resulta confiscatorio. ¿Sabéis, señores, en qué proporción están los impuestos y a qué se reduce esa mercancía por las diversas transacciones a que está sujeta? Señores: Gravita sobre ella un impuesto del doscientos por ciento. ¿No os causa pena?, ¿no mueve vuestro corazón? Yo creo que lo que nos urge es cargar fuerte, cargar impuestos demasiados fuertes sobre aquellas bebidas que expenden las cantinas; no que, por el contrario, hasta la autoridad las apoya y les da hasta protección; las lleva bajo un palio de entusiasmo permitiendo tal cantidad de absurdos como los que voy a demostrar: Una cantina. Las cantinas venden mucho - casi nada las fondas. Allí tenemos el caso Messer ante un juicio de concurso, ante un juicio de quiebra, en que se aprobó que había vendido la cantina...... $200,000.00 en un año. A una fonda donde van los obreros, los que dicen ustedes que son sus "hermanos, quieren arrebatarles esa bebida; donde es justo, señores, que tengan un rato de distracción con sus amigos.

En cambio, señores, vean las cantinas, donde está el tóxico, donde está el veneno, donde vive la muerte aprovechando a todos los parroquianos; sí, señores, a las cantinas, ¡a toda protección! muchos colores por fuera; muchas luces por dentro; muchas mujeres pintarrajeadas preparando al parroquiano para la injuria; mucha música halagando el sentido para que no se salga de allí para que cuando se saque la moneda extraída de la caja del taller se deje allí la vida y venga después la rutina y la miseria para la mujer y los hijos. Pero cuando se trata del pulque, de esta bebida nacional, lo vapuleamos y todos nos constituímos en demoníacos del huracán para azotarlo, para anonadarlo. Y esto es inhumano, señores. El barón de Humboldt - miren ustedes: Hasta el extranjero se ha preocupado por la bebida nacional que nosotros deberíamos estimular; pero no, señores, nos convertimos en la

madrastra de todas esas grandes industrias. Esa es nuestra lacra enorme, señores, la que trajo el destino a este país infortunado -, el barón de Humboldt, ese ilustre hombre, que visitó nuestro país y siempre tuvo para él alabanzas, decía:

"Los europeos estiman la bebida del pulque, como estomacal, fortificante y, sobre todo, muy nutritiva, siendo ésta una de las principales causas de consumo."

Y refiriéndose el propio barón a los impuestos, dice:

"El deseo, en un tiempo, de aumentar las rentas de la Corona hizo sobrecargar los derechos del pulque de un modo tan vejatorio como inconsiderado. Ya es tiempo de que se cambie de sistema en este particular, pues no haciéndolo, es presumible que este cultivo, uno de los más antiguos y lucrativos, declinará insensiblemente, a pesar de la decidida protección del pueblo por el jugo fermentado del maguey."

Pero los extranjeros se preocupan más que nosotros. Vosotros lo sabéis perfectamente, porque sois personas ilustradas: El desquisiamiento, no del pueblo mexicano, sino de todos los pueblos de la tierra, se debe a la falta de virtud, se debe al mal ejemplo y a la falta de ilustración. Nosotros procuremos, señores, ilustrar a este pueblo; nosotros procuraremos llevarlo por el camino de la ilustración y del saber, y veréis entonces cuántas reformas se llevan a cabo en la sociedad; pero si, por el contrario, uno de los más grandes fracasos de la Revolución es la falta de maestros y de escuelas, por que actualmente van de Herodes a Pilatos pidiendo pan de comer, pan que llevar a sus labios y en todas partes se les cierra la puerta y se les niega aquello a que justamente tiene derecho, ¿cómo vamos a exigir de nuestro pueblo una muestra de intelectualidad en el camino de sus deberes? No, señores; el pobre maestro es resignado y el pan que lleva a su casa es el de abnegación y sacrificio, el licor que bebe es el de sus lágrimas de desgraciado y olvidado. Hoy, como ayer, subsiste el enemigo eterno del pulque, el eterno prepotente: El Comercio de caldos extranjeros. Pero como esta ocasión espero que vosotros rechacéis el dictamen en el sentido que viene, de que sea el cincuenta por ciento para el pulque, habréis hecho un acto de verdadera justicia.

Decía el señor secretario de Hacienda, en otros términos, que no siempre volver hacia el pasado es signo de atraso, y yo estoy conforme. Aquí traigo, señores, lista de todas las leyes que han gravado esa bebida nacional. Nunca jamás han pasado de un veinte por ciento. Tocaba a nosotros hacer esta opresión sobre artículo tan noble, (Risas.) sobre artículo, señores, que os vais a quedar asombrados ante la gran cantidad de gente a que da de comer. Viven, señores, a la sombra de esa industria, viven con la energía que inyecta el producto, las siguientes personas:

"Peones encargados de sembrar y trasplantar 6,000 "Podadores 1,000 "Tlachiqueros 9,000 "Mayordomos de tinacal 300 "Capitanes. 300 "Carretoneros 1,000 "Ayudantes. 1,000 "Empleados de ferrocarril. 500 "Encargados de fondas. 1,000 "Subencargados de las mismas. 1,000 "Toneleros. 200 "Jicareros. 1,000 "Expendedoras de alimentos en las fondas 800 "Inspectores. 300

Total aproximado, veinticinco mil personas, que son jefes de familia; pongan ustedes cinco o seis personas más en cada grupo de familia, y tienen ustedes un total de doscientas mil personas, que viven al amparo de esta industria. Hay otro hecho de consideración económica verdaderamente bursátil; todas las mercancías tienen tiempo para este hecho: Para que la previsión y el cálculo formen un empeño, y en realidad todas las mercancías tienen tiempo de ver el flujo y reflujo, la alta y baja de la marca comercial; el pulque no, señores; tan desgraciado es así que solamente bastan unas cuantas horas para que, si en estos momentos no se realizo el pulque, queda nulificado para siempre, se destruye, no admite composición que lo haga durar más tiempo.

Señores diputados: Después de la guerra que sacudió a los pueblos europeos, el gran problema que agita a la Europa y a los Estados Unidos del Norte, es este: El hambre. El esfuerzo de Europa y de las grandes sociedades en la actualidad, consiste en estudiar la manera de encontrar una bebida que al mismo tiempo que sea barata, contenga la menor cantidad de alcohol, puesto que las bebidas destiladas, repito, no son más que conglomerados de tóxicos y de veneno. Miren ustedes cómo somos ingratos contra la naturaleza; aquellos pueblos se estremecen pensando en el porvenir, y nosotros, que no les debemos a los moralistas, a los legisladores ni a nadie esa costumbre del pulque, lo queremos suprimir por que es redentor, lo queremos crucificar porque no tenemos conciencia de nuestros deberes, lo queremos aniquilar. ¡Qué felices serían Europa y Estados Unidos si tuvieran una bebida como la nuestra, que tantos beneficios presta al trabajador humilde, a todas las clases sociales, porque estoy seguro de que cada uno de vosotros, aunque vengan a votar en contra, en su mesa de burgués también habrá un litro de pulque blanco y sabroso. (Risas.) Este punto, señores, como entra bajo el dominio de los sentidos, no puede discutirse. Yo entiendo que aquí hay señores diputados que conocen haciendas del interior de la República; yo creo que aquí hay señores diputados que conocen haciendas de la Mesa Central, y verían este fenómeno que, repito, ni toda la elocuencia de los moralistas mercenarios puede combatir victoriosamente mi argumento: Los indios, los servidores, los peones de las fincas rústicas en los Estados del interior, cuando más, ejerciendo todo el poder de su fuerza no levantan más que un saco que contiene de cincuenta a setenta kilos de cereal. Los indios de mi tierra - Otumba, cuna de valor de las glorias primitivas de nuestros ancestros -, levantan sin esfuerzo de alguna especie, estirando sus músculos de acero y llevándolo, un fardo que pesa de ciento veinte a ciento veinticinco kilos.

Otro dato, señores, traído del Consejo Superior de Salubridad - yo traigo para ustedes cosas técnicas, cosas de verdad -; el Consejo Superior de Salubridad, con los datos que me dio, sentó este precedente, sentó este acierto: La región donde menos estragos hizo la influenza, fue la región Pulquera.

Cuando el hambre, señores diputados, en Otumba sólo comíamos "metzal", que es la corteza que se saca del corazón del maguey, ese metzal, señores, lo tomábamos revuelto con maíz y con pulque, que era lo que podíamos comer. Estábamos salvados. La fortuna me deparó que no me muriera de hambre y aquí estoy entre vosotros a pedirnos justicia para ese líquido. Se ha comprobado también, señores - y esta es una de las teorías que necesito yo combatir -, que el maguey podría tener aplicación a otras muchas cosas. No, señores, miren ustedes, ya se han ensayado la fibra de maguey para la fabricación de reatas y cepillos y no ha dado buen resultado; se ha pretendido hacer panela, pero tampoco ha dado resultado; se ha pretendido hacer alcohol y la verdad es que yo me felicito de que ese producto no haya tenido toda la bondad que se requiere, porque, señores, yo no desearía que se le diera ese empleo; ya he declarado, es peor el alcohol. Por consiguiente, la naturaleza ha dado a cada uno de lo que debía darle, según sus facultades, según los sentimientos bastardos a unos, su nobleza e hidalguía a otros, su gallardía a los de más allá; y por eso la naturaleza en las cosas ha dado a cada región lo que le correspondía. (Voces: ¡Ya! ¡Ya! ¿A votar!)

Debo decir a ustedes, señores, este es un punto capital - y les ruego que me presten su atención -; si vosotros seguís castigando de una manera despiadada esto, va a resultar que los pueblos van a salir perjudicados y no el capital; el capital no sufre, el capital siempre tiene colocación, y si hoy no tiene esta industria, mañana tendrá otro negocio y así sucesivamente; no así los pueblos. En Ahuatepec, San Marcos, San Cristóbal y los Angeles, los pequeños aparceros que rodean la hacienda de Cuautenco estorbaron los esfuerzos del que estaba haciendo un ensayo, y entonces todos los terrenos los ocupó con maguey. El pobre apacero que está a la sombra de aquellos terrenos, también está en malas condiciones, porque su pedazo de tierra no sirve para nada. Las grandes haciendas de aquel Estado no son más que pulqueras, y por eso se presenta este fenómeno: No ha habido una solicitud a la Comisión Agraria para que se reparta un solo pedazo de terreno de las grandes fincas, pues no les sirve; el día que no haya maguey no tendrán su alimentación; por eso no ha habido una solicitud a la Comisión Agraria, ni una sola solicitud en nombre de la Revolución, que fue uno de sus principios prendidos a su pendón de victoria, para que diga: "Dame un pedazo de tierra." ¿Pero para qué? ¿Para que pague contribución por un tepetatal que no le produce nada y que resulta infructuoso el esfuerzo de su inteligencia y el sudor de si frente?

Ahora, señores diputados, a los que habéis dicho que vengo yo aquí a laborar por un punto inmoral, no os extrañe que yo pregunte de una manera alta y sincera; que yo os interrogue de una manera profunda desde mi alma y que os diga: Si consideráis inmoral la bebida del pulque, ¿cómo la mandáis con vuestros impuestos al mercado público para explotarla? Se me antoja, con todo respecto que se merece esta Cámara, que se asemeja al "souteneur" que manda a la prostituta pintarrajeada, con flores en la cabeza, con los labios rojos por los colores arrancados a las tlapalerías; con las manos perfectamente pulidas con su rostro demacrado, para provocar la pasión, y sabiendo que su producto es inmoral en el mercado, sin embargo, la manda. Solamente que es más inmoral lo que nosotros pretendemos. Si sabemos que le hace mal al pueblo, ¿por qué conservarlo? ¿Por qué no hacemos que carezca de esos vinos el pueblo, que como la túnica del Nazareno se ha hecho grande por sus penas? Señores diputados: Temo haberos cansado con la sencillez de mi palabra, pero con la vehemencia de la justicia que me asiste en este punto, yo ruego a todos vosotros que meditéis que gravar esta bebida es llevarla a la ruina y de la ruina a la muerte.

Yo espero que penséis esto con amor al pueblo que representáis; con cariño a los habitantes que os enviaron aquí, porque en esa forma cumplís realmente nuestro deber. Mi mejor anhelo, señores diputados, es que, el descender de esta tribuna, y mañana, cuando nos despidamos todos de aquí, se ponga la gloria de esta XXVIII Legislatura, no como la del poeta, "de polvo y sol"; sino que el timbre del orgullo de esta Legislatura, tenga como mejores componentes, nuestro patriotismo y nuestra justificación. (Aplausos.)

Presidencia del C. FRANCO AGUSTIN

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Trejo.

El C. Trejo: Señores diputados: Con razón en Veracruz llaman al pulque "el mal comprendido licor"; ninguno de nosotros lo ha comprendido todavía. Después del patético discurso del C. de la Barrera, casi, casi estaba yo inclinado, casi conmovido, para retirar este dictamen; pero hay razones de gran peso, legales, que me obligan a sostenerlo, y a sostenerlo en verdadero tesón. La Comisión de Presupuestos, ciudadanos diputados, no es una Comisión hacedora de leyes, sino que es una Comisión compiladora de leyes. La Comisión se ha encontrado con una ley de enero de este año, mediante lo cual se agravan las bebidas alcohólicas de producción nacional o extranjera y la Comisión no ha podido hacer otra cosa que tener en cuenta esta ley y calcular el monto de los ingresos que mediante ella pueden producirse. El C. De la Barrera creo que ha errado completamente el camino; no en esta sesión no es está en este debate el momento oportuno de venir a abogar por que la contribución del pulque sea reducida. El ciudadano De la Barrera con anterioridad debió de haber presentado su iniciativa aquí, la cual debía haber sido turnada a la Comisión de Hacienda para que ella determinara y se diera la ley relativa a bajar la contribución del pulque; o por un camino mucho más rápido: Sabiendo el C. De la Barrera que el ciudadano presidente de la República tiene facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda, debió haber llevado allá su solicitud;

allá la debió haber fundado; allá debió haber dicho todo lo que nos trajo aquí a nosotros; allá debió haber hablado del pulque como medicina, del pulque como bebida alimenticia y embriagante, porque las dos cosas es. El allá debió haber conseguido todo lo que desea que nosotros hagamos. La Comisión lamenta muchísimo no poder acceder en este caso a lo solicitado por el señor De la Barrera, porque, repito, la Comisión no puede hacer leyes en materia de Hacienda. La Comisión simplemente viene a compilar esas leyes. El ciudadano ministro de Hacienda vendrá a la tribuna a contestar la interpelación del C. de la Barrera, y por boca de él sabrá la Asamblea cuáles son las razones económicas que ha tenido el Ejecutivo para decretar la Ley de enero de 1919. La Comisión de Presupuestos, simple y sencillamente viene a sostener esa ley, porque es una ley, pero no puede modificarla. Todavía es tiempo, si el C. de la Barrera quiere, todavía puede ir al Palacio Nacional, al Ministerio de Hacienda y procurar allí que se rebaje la contribución del pulque; o si quiere darle mayores trámites al asunto, puede traer aquí su iniciativa; pero, repito, no es el momento oportuno de discutir acerca de esto.

Esta fracción, señores, es una de las que iban a ser más debatidas. El C. Pastrana Jaimes, que no está en el salón, iba a atacar la fracción, porque era indispensable elevar la contribución al doble. El C. De la Barrera y algunos otros individuos de distritos pulqueros pretenden que la contribución se reduzca. La Comisión, ya ven ustedes, no puede atender a todos; es imposible que atienda al C. Pastrana Jaimes y a los ciudadanos de los distritos pulqueros; por esta razón, lo único que ha podido hacer la Comisión es sostener la ley de enero de 1919 y pedir un voto aprobatorio para esta fracción.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Avilés.

El C. Avilés: Señores diputados: El discurso del compañero De la Barrera se me antoja, y al oírlo se me vinieron a la memoria aquellos versos del poeta donde pintaba a la mujer falsa, es decir, a la mujer hermosa, y que dicen así

: "¿Veis a esa niña con tanto rizo, color purpúreo, gran cabellera, pecho turgente y alta cadera? Pues mira, Fabio, todo es postizo."

(Aplausos y risas.)

Todos los argumentos que el C. De la Barrera ha traído a esta tribuna, señores diputados, han sido argumentos postizos. Como principio de cuentas me voy a permitir hacer una pregunta a los señores galenos que hay en esta Asamblea para que se sirvan contestarme si es verdad, como lo ha venido a asentar aquí el C. De la Barrera, que el pulque es medicinal, y me permito hacerle luego esta pregunta al C. Gómez. (Risas.)

El C. Gómez Gildardo: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Gómez Gildardo.

El C. Gómez Gildardo: Tengo entendido, señor, que, en rigor, el pulque no es medicinal, ni tampoco es alimenticio, como lo dijera el C. De la Barrera; alimento es el maíz, el trigo. Cuando veamos los campos sembrados de estos granos, entonces podremos decir que se cultiva un producto que sirve para la alimentación. Está usted servido.

El C. Avilés, continuando: Tantas gracias. (Voces: ¡A otro! ¡A otro!) Me voy a permitir hacer esa misma pregunta al C. Uzeta, únicamente ampliada con estas otras palabras: Que si realmente el pulque es perjudicial.

El C. Uzeta: Pido la palabra para contestar.

El C. presidente: Tiene la palabra.

El C. Uzeta: El pulque es como todas las bebidas que tienen algo de alcohol: Depende de la cantidad en que se beban. Si se bebe en una cantidad moderada, es alimenticio; si se bebe exageradamente, produce la intoxicación alcohólica con todas sus consecuencias. (Aplausos.)

El C. Avilés, continuando: Señores diputados: (Voces: ¡A otro! ¡A Siurob!) Como ha habido discrepancia entre los dos señores doctores a quienes he hecho esta pregunta, voy a dirigirme a un tercero, para que éste sea el tercero en discordia; será el C. doctor Siurob.

El C. Siurob: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Siurob.

El C. Siurob: Señores diputados: El año pasado, cuando se trató este mismo asunto en esta Asamblea, yo tuve la oportunidad de atacar enérgicamente al pulque como bebida alcohólica, pero de ninguna manera el producto primitivo del maguey, que es el aguamiel. Hay que hacer una distinción absoluta entre estos dos productos: El aguamiel es un producto verdaderamente alimenticio, en sí mismo alimenticio; no solamente alimenticio, sino que posee la facultad de modificar esencialmente el metabolismo y, por consiguiente, la nutrición. Es medicinal, en efecto, el aguamiel. Yo he podido comprobarlo con muchos enfermos, especialmente de afecciones gástricas o de afecciones que dependen de dificultades de nutrición; en cambio, del pulque, sí tengo ya alguna experiencia sobre los efectos que produce, especialmente la embriaguez producida por él. Yo he conocido multitud de enfermos que han ido a curarse y que son ebrios consuetudinarios por el uso del pulque, y he encontrado en todos ellos un verdadero embrutecimiento; este es un hecho absolutamente comprobado por todos los médicos: Pueden atestiguarlo los informes al Consejo Superior de Salubridad, informes rendidos a la Academia Nacional de Medicina, y por ello se verá que el pulque, como bebida alcohólica, debido principalmente a la fermentación que sufre en la mayoría de los casos, porque la fermentación del pulque no se hace de una manera regular ni siempre por los mismos gérmenes que originan esta fermentación; es una fermentación que está muy mal estudiada entre nosotros, como todo lo que se refiere al pulque y al maguey. Si estudian los señores diputados cualquier proceso que haya sobre el cultivo del maguey y sobre la manufactura del pulque, verán que allí todo es empírico, que no hay un estudio verdaderamente profundo sobre el particular; apenas han comenzado a hacerse estudios científicos sobre el cultivo de la planta y sobre la producción del pulque; que los gérmenes que ocasionan la fermentación del aguamiel para convertirla en pulque, no siempre son los mismos y los malos procedimientos de la fermentación dan lugar a que el pulque en la mayoría

de las casos sea muy perjudicial para la salud y de efectos nocivos para la inteligencia de los individuos que lo acostumbran como bebida ordinaria con poco que exageren el uso de esta bebida. Por lo demás, he encontrado otros padecimientos: La dilatación gástrica, porque como los que se embriagan con esta bebida necesitan ingerir considerable cantidad de ella, en la mayor parte de los casos viene la dilatación gástrica. Otras de las consecuencias del pulque son los abscesos del hígado. Este hecho es también conocido de los médicos; la cirrosis hepática se observa muy pocas veces, pero sí se observan muy frecuentemente los abscesos del hígado.

Esto es lo que puedo explicar de una manera científica, hasta donde alcanzan mis conocimientos y en el límite de una interpelación, porque muy bien sería motivo de una conferencia; pero dentro de mis conocimientos esto es lo que yo puedo atestiguar en estos momentos, y a la ligera, al compañero Avilés.

El C. Avilés, continuando: Pues ya ven ustedes, señores diputados, (Voces: ¡Otro!) cómo el C. De la Barrera tiene razón y no tiene razón. (Risas.)

Tiene razón cuando viene aquí y sostiene esta tesis diciendo que hay que tomar el pulque por cucharaditas. Entonces está de acuerdo con la tesis sustentada aquí por el doctor Uzeta y por el doctor Siurob; pero en lo que no tiene razón es en decir que el pulque no es perjudicial y en aquello de que es el "Angel blanco." (Risas.) Viene y nos habla aquí el C. De la Barrera, de la levadura del pulque. Perfectamente; sí, señores; la levadura del pulque la usan los panaderos también para hacer pan, para hacer que se fermente la harina, pero ya esto es en otra forma; pero los que están acostumbrados a tomar el pulque, como decía el doctor Siurob, para emborracharse, no necesitan una pequeña dosis, no necesitan cucharaditas, como dice aquí el licenciado De la Barrera, sino que necesitan cubos. (Risas.) Y como resultado, señores diputados, tienen ustedes lo que el señor doctor Siurob acaba de exponer aquí. El compañero De la Barrera dice que es tanta la bondad del pulque, que uno que toma una vez, en seguida pide otra botella. (Risas.) Perfectamente. ¡Ya lo creo! Se comienza por tomar un vaso y después se toman veinte. Este no es argumento de peso que haya venido a esgrimir aquí el C. De la Barrera. Sigue en su argumentación sobre estos terrenos, diciendo que el vino contiene un ciento o sesenta o quién sabe qué de alcohol; (Risas.) la cerveza, dice que contiene un cuarenta y cuatro por ciento de alcohol, y el pulque que contiene un treinta y seis por ciento, si es que no recuerdo mal el análisis ese que estuvo haciendo aquí el señor de la Barrera...

El C. De la Barrera, interrumpiendo: ¡Que hicieron los químicos!

El C. Avilés, continuando: ...que él estuvo aquí diciendo, o que los químicos estuvieron aquí diciendo por boca del señor De la Barrera; pero ese es el caso. Un treinta y seis por ciento de alcohol, dice el señor De la Barrera que no perjudica; yo estoy de acuerdo con él: No perjudica cuando se toma es cucharaditas, pero cuando, como vemos nuestro pueblo se exita, nunca va a tomar por cucharadas, siempre va a tomar por "chicas" o por vasos, (Risas.) por todas esas cuestiones... (Risas.) luego quiere decir que sí tiene que serle perjudicial el pulque. El señor De la Barrera viene y asienta aquí en esta tribuna algo que de veras es inaudito, y es esto: "Que el pulque no es ni ha sido nunca un factor de la criminalidad; que el pulque no ha llevado ni lleva a las comisarías a ningún delincuente; que siempre los que se emborrachan, el último reducto que tienen es el de la pulquería y que si los sacan de allí van diciendo "vengo de la pulquería", pero que realmente no van de la pulquería, sino que vienen de la cantina; pero que de todos modos han entrado allí". Este es un argumento que la otra vez, en el período pasado que se discutió aquí este asunto del pulque, fue comprobado numéricamente no recuerdo porqué señor diputado, haciendo constar el número excesivo que había producido la criminalidad por el exceso del pulque; y no sucedió así cuando el pulque, por un decreto dado en el período preconstitucional, estuvo proscripto. ¿Luego quiere decir - y este es uno de los mayores absurdos que vino a sostener aquí el C. De la Barrera - que el pulque no acarrea criminalidad de ninguna naturaleza? Ojalá y que el C. De la Barrera hubiera dejado su elocuencia, que yo le admiro, hubiera dejado esos arrestos que trajo aquí tan hidalgamente, en pro de una causa más, justa, más científica, en pro de la supresión completa no sólo del pulque, sino de todos los acoholes. ¡Voces: ¡Ah! ¡Ah!) ¡Si el C. De la Barrera hubiera venido aquí con esos arrestos, con esa hidalguía que yo le admiro, ciudadanos diputados, a pedir que en vez de haber una cantina en cada puerta, en vez de haber diez pulquerías en cada cuadra, hubiera, no ya una escuela, ciudadanos diputados, en cada puerta, sino una escuela siquiera en cada comisaría! Pero a medida que se vienen a traer aquí arrestos y gran pujanza oratoria y se viene a alegar que se viene con buena fe a defender la propagación del pulque, ciudadanos diputados, los maestros se mueren de hambre, ¿y quiénes se preocupan por esos individuos? Nadie absolutamente.

El C. Ruiz Martínez, interrumpiendo: Yo me preocupé por ellos, señor.

El C. Avilés, continuando: Señores diputados: Si nosotros nos preocupámos por dar leyes efectivas en contra del alcohol, en contra de todo lo que tiende a degenerar al pueblo, contra todo lo que de hecho lo ha estado degenerando y que ha llegado a convertir la raza, de gigante que era, en pigmea, porque si damos una mirada atrás y damos una vuelta por aquellos lugares donde no ha invadido el alcohol, donde no hay pulque, veremos a una raza fuerte, vigorosa y eso sin tomar pulque y que también sabe levantar bastantes kilos de peso. Id a la sierra, id a muchas partes de tierra caliente donde no se conoce el pulque, donde por la cuestión del clima no puede elaborarse, y veréis también hombres fuertes que sin tomar pulque están a una altura superior y son de intelectualidad superior también a la que producen los lugares donde hay pulque.

Así es, ciudadanos diputados, que yo estaría de acuerdo en que en vez de imponer al pulque un cincuenta por ciento como el que le impone la ley, se le impusiera cuando menos un ochenta por ciento porque la tendencia, sí, señores, la tendencia debe ser la de disminuir precisamente el vicio para de

ese modo garantizar la estabilidad de nuestra raza, porque mientras no se funden muchas escuelas, mientras no se hagan desaparecer muchas cantinas, mientras no se hagan desaparecer todas las pulquerías, ciudadanos diputados, no habrá una raza fuerte ni vigorosa y la raza mexicana, porque no come, por el hecho de que prefiere ir a gastar lo poco que consigue en pulque, por ese solo hecho tendrá que ir degenerando, como la ha ido, y esto será a pasos de gigante. Ahora, como en la Unión Norteamericana se han cerrado todas las cantinas; ahí viene el aluvión de exploradores de la humanidad a establecer ya sus fábricas de alcoholes en esta República. Vosotros, señores diputados, debéis ser inflexibles en este sentido: No permitir que se establezca una sola fábrica de alcoholes en nuestra República, si es que queremos, vuelvo a repetir, que la raza no degenere. Parece una maldición, ciudadanos diputados, que todo lo malo, todo lo que no sirve allá en aquellos países, todo nos lo manden para acá y nosotros lo recibamos como una novedad. Hay este detalle que habla muy elocuentemente en pro de los borrachos de los Estados Unidos y en pro, más bien que de los borrachos de los Estados Unidos, en pro de la raza de los Estados Unidos. Ciudadanos diputados: Cuando en San Antonio, Texas, se pretendía, o se estaba estableciendo el "estado seco", se sujetó a una votación general al pueblo y yo tuve oportunidad de ver cómo los que habían dado mayor votación para que se estableciera el "estado seco" en el Estado de San Antonio....(Risas y voces: ¡De Texas!) el Estado de Texas, fue el elemento borracho. (Risas.) ¡Por qué, ciudadanos diputados, no vamos a hacer aquí un esfuerzo? ¿Por qué no vamos a hacer aquí un esfuerzo, ciudadanos diputados, para acabar con toda cuestión de alcoholes que es la que está matando a la raza? Puesto que no le damos al pueblo que comer, puesto que no nos hemos preocupado por haber hecho ya la repartición de tierras, puesto que no nos hemos preocupado por haber resuelto el problema agrario, resolvamos siquiera el problema del alcohol que en estos momentos tenemos en nuestras manos. ¿En qué forma?, cargando de un modo exorbitante todo eso que está perjudicando al pueblo. (Voces: ¡Bien! Aplausos.)

El C. secretario Aguilar: Tiene la palabra en contra el C. González Galindo Modesto.

El C. González Galindo: Ciudadanos diputados: pienso como el señor licenciado Cabrera cuando asegura que el diputado tiene dos funciones que desempeñar, una como representante de la nación para resolver los problemas que atañen a la nación, y otra como diputado que representa una región de la nación, esto es, un distrito. Bajo este concepto, ciudadanos diputados, no cabe duda que el señor diputado De la Barrera está desempeñando perfectamente las dos funciones, como representante de la nación y como representante de un distrito electoral, y lo mismo puedo decir del que habla: Vamos a cumplir con el deber de resolver un problema nacional y como representante de un distrito, es nuestro deber también resolver el problema de nuestros distritos respectivos.

Es ésta la segunda vez, señores diputados, que vengo a hablar en pro de la industria, como dijera irónicamente la Comisión, "mal comprendida", y yo creo que quitándole todo lo irónico que pueda tener este concepto, es efectivamente, señores diputados, mal comprendida la industria. No es alcoholismo precisamente, porque está conforme la mayor parte de la Asamblea en que tiene alcohol el pulque en menor cantidad que otras bebidas. En la XXVII Legislatura, señores diputados, tuve la honra de hacer uso de la palabra en este lugar, defendiendo, al mismo tiempo que el señor ministro de Hacienda actual y entonces diputado a la XXVII Legislatura, la contribución de veinticinco por ciento a la elaboración de primera mano del pulque. El año pasado no tuve esta honra porque no concurría por entonces a las sesiones, en virtud de adoler de una enfermedad: La influenza. Hoy vengo, señores diputados, a hacer ver a la honorable Asamblea, hasta donde mis pocos conocimientos me lo permitan, dando el conocimiento que tengo de la industria en las haciendas de que están llenos varios Estados de la República, a pedir a la honorable Asamblea tenga a bien considerar que el cincuenta por ciento para la elaboración de primera mano que actualmente pagan los productores, es demasiado excesivo, puesto que se suma esta contribución a otras muchas, que en número de doce o trece, como ya lo ha dicho el señor De la Barrera, están pagando.

Decía la Comisión que no se atiene más que a la vigencia de una ley; que este no es el momento de discutir si procede o no el cincuenta por ciento u otro tanto por ciento; que otro momento habría sido el oportuno para gestionar la rebaja a este impuesto que se pretende. Yo creo, señores diputados, que si no fuera este el momento de discutir todo lo que se relaciona a esta Ley de Ingresos, de seguro que la Presidencia no habría puesto a discusión este proyecto o esta iniciativa de ley; pero es seguramente con el objeto de que se apruebe o rechace en todo o en parte este proyecto de Ley de Ingresos, y es por eso que si considero que es momento oportuno para tratar de reducir este impuesto.

Señores diputados: Yo no vengo a decir aquí que el pulque sea un alimento de primer orden; yo no vengo a decir aquí que el pulque sea una delicia o quién sabe cuántos nombres le atribuye el señor De la Barrera, inspirado seguramente por la arraigada convicción que tiene de que en realidad el pulque no es malo, no es perjudicial; y tan es así, señores diputados, que vuelvo por pasiva la irónica frase del señor diputado Avilés, que decía refiriéndose a lo que dijo el señor De la Barrera: "En otras partes de la República hay también hombres fuertes que soportan un peso de muchos kilos, y estos no toman pulque." Ya la vuelvo por pasiva; yo digo: En otras regiones de la República hay muchos hombres fuertes que toman pulque y, sin embargo, resisten fuertemente el trabajo y grandes pesos, muchos kilos de peso; de modo es que el hecho de que en algunas partes de la República haya hombres que por no tomar pulque se conservan sanos, puesto que soportan grandes pesos, eso no quiere decir que la gente que toma pulque, puesto que también soporta grandes pesos, se perjudique con esa bebida. Lo que sí puedo decir es que las bebidas regionales del país son, como lo decía muy acertadamente el señor doctor Uzeta, perjudiciales, y no, según la cantidad de alcohol o algún fermento que

contenga el alimento o la bebida. Si la bebida contiene una gran dosis de alcohol, entonces la intoxicación y sus consecuencias son más acentuadas, más intensas, más perjudiciales; pero si el porcentaje de alcohol es en pequeña escala, de seguro que no es dañosa tanto como se ha creído, porque no es necesario repetirlo, todos los días se dice en todos los hogares que todo hace daño si se toma con abuso y no por simple uso. Desde este punto de vista, lo mismo es perjudicial el pulque, que la cerveza, que el alcohol, que el coñac, que la fruta, que los mismos alimentos, que el propio maíz, que el propio trigo - que calificó el señor doctor Gómez como los granos por excelencia alimenticios -, si se abusa de ellos. Tengo idea de haber oído decir que el maíz, el trigo, la papa y, en general, todos los alimentos feculentos, producen alcohol al nutrirse con ellos el organismo donde se elabora; por eso decía acertadamente el doctor Uzeta, que el pulque es alimenticio; y que es medicinal, agregó el doctor Siurob. Ahora bien, señores diputados, yo apruebo, yo secundo, y es muy loable la tendencia de la H. Representación Nacional, de querer suprimir, querer restringir todas las causas que perjudican la salud; estoy de acuerdo en que establezcamos el estado seco de una vez, porque esto es muy moral y traerá como consecuencia que no se abuse del alcohol y no se degenere la especie. Sí, señores diputados; declaremos el estado seco, que esto es muy moral; ¿pero esto es económicamente conveniente? ¿Esto trae beneficios al Erario nacional? Estableciendo el estado seco, ¿podrían tener los ingresos necesarios la Federación, los Estados y los municipios para solventar sus necesidades más ingentes? Yo recuerdo, señores diputados, que en el Congreso Constituyente fue presentada una iniciativa para suprimir, cortar de raíz, de plano, todos estos vicios de que adolece el pueblo mexicano, para evitarle muchos medios de degeneración; entre ellos se contaba la fabricación de alcoholes y entre esos alcoholes, el pulque; pero juntamente con esto se pretendía la supresión del juego, y esto es muy conveniente, es muy procedente; se trataba también en la misma iniciativa, de suprimir las corridas de toros y las peleas de gallos, y no recuerdo qué otras tantas cosas, y si esto no triunfó en el Congreso Constituyente, y de ello son testigos todos los señores diputados constituyentes que están aquí presentes, fue porque se hizo ver a la Asamblea que la supresión de la elaboración del pulque y de otras producciones alcohólicas en el país importaba al Gobierno de la nación fuertes ingresos, suficientes para solventar muchas necesidades nacionales; y fueron estas razones las que se tomaron en consideración para que no se hubiera aprobado todo eso que se pedía en esa iniciativa que se aprobara. Muy loable, señores diputados, que se estableciera el estado seco; pero, repito, esto no tiene un fin práctico y lesiona hondamente los intereses nacionales, puesto que dejaría de percibir fuertes ingresos el tesoro nacional. Pero aparte de esto, señores diputados, como lo dije en una ocasión, no es el pulque que se vende en la ciudad de México, no es el pulque que se vende en la ciudad de Puebla y otras poblaciones de segundo orden, no es no siquiera el pulque que se vende a bordo de los trenes lo que se debe entender por pulque, puesto que el verdadero pulque, como decía el señor diputado De la Barrera, tiene otra calidad y tiene otras cualidades, tiene otras propiedades: y yo creo que muchos señores diputados, al condenar el pulque, lo hacen inspirados por los efectos que produce el pulque que se toma en la capital. El pulque que se toma aquí, como en otras partes de la República, no es el pulque que se grava con el cincuenta por ciento por la venta de primera mano.

Quiero invocar muy respetuosamente la atención de la Asamblea para explicar cómo es que el pulque que se toma en las ciudades, perjudica; el pulque elaborado en las haciendas no perjudica el organismo; no sé si en realidad será alimenticio, no sé si en verdad será nutritivo, porque habéis de saber, como lo dije en otra ocasión, que no acostumbro tomar pulque; no lo tomo, ni nunca lo he tomado, a pesar de haber vivido muchos años y nacido en hacienda pulquera; bastará esto para suponer que conozco el pulque y que lo tomo; pero no es así; repito que no sé si en realidad será nutritivo, porque no lo tomo; sin embargo, estoy en condiciones de afirmar que el pulque no es perjudicial, desde el momento que toda la gente de fuera del Distrito Federal, en muchas leguas a la redonda, toma pulque con sus alimentos: En todas las haciendas del Estado de Tlaxcala, todos los trabajadores, todos los peones, todos los comerciantes, todos los obreros, hombres y mujeres, toman pulque con sus alimentos. Yo me admiro, señores diputados: ¿Cómo es que si el pulque es nocivo, si es pernicioso, si es perjudicial, por qué esa gente de los campos, por qué esa gente de todas las haciendas que lo acostumbran desde niños, casi desde que se amamantan, cómo es que gozan de una perfecta y cabal salud? ¿Cómo es que su resistencia física es notoria, puesto que sin hacer caso de la jornada de ocho horas de trabajo, esa gente trabaja desde a las cuatro, o cinco, o seis de la mañana hasta las seis de la tarde y llega a su casa de vuelta de su trabajo y todavía continúa trabajando en algunos quehaceres domésticos; duerme tranquilamente, repara sus fuerzas y al día siguiente está fuerte todavía, no resiente las fatigas del trabajo, y no solamente carga pesos enormes, sino que soporta un gran tiempo de trabajo? Además, esa gente no se sustenta con alimentos completos; esa gente no acostumbra tomar leche, chocolate, carne y todos los alimentos perfectamente nutritivos que se acostumbra tomar en las capitales; esa gente se aviene a tomar tortillas con sal, toma picantes, algunas legumbres, como arvejones, habas y frijoles, y su pulque, y con esta alimentación que cualquier médico de una capital puede decir que es enteramente deficiente, con esa alimentación resiste mucho más el trabajo físico que los habitantes de la ciudad de México que se alimentan con alimentos completos.

En una ocasión decía que los casos de longevidad en las haciendas, en los ranchos, son mucho más frecuentes y mucho más largos que los que se registran en la ciudad de México o en la ciudad de Puebla o en alguna otra ciudad, porque si aquella gente no se alimenta más que con maíz, chile y pulque, ¿por qué está gozando de completa salud? Allí el peón resiste fuertemente el sol todo el día en el trabajo, no busca la sombra, hace largas caminatas , le llueve, le caen tempestades y ni

siquiera le da catarro, como sucede con la gente de la ciudad de México, que apenas si se da aire, ya le dio catarro, y ya tiene que pedir licencia para no ir a trabajar. ¿Por qué esa gente que toma pulque que, según el sentir de muchos, es pernicioso y degenera la especie, tiene una gran resistencia física? Seguramente porque el pulque no es perjudicial, porque si lo fuera, entonces no estaría apta para el trabajo. Con esta explicación verán ustedes que el pulque que toma en las haciendas la gente de campo, no es perjudicial, el cual es enteramente distinto del pulque que se vende en las ciudades.

Ahora voy a explicar cómo el pulque de las ciudades, no es tal pulque, sino una mezcla de qué sé yo cuántos ingredientes verdaderamente nocivos a la salud. Quienes conocen la elaboración del pulque, saben perfectamente que el aguamiel, analizada por el señor doctor Siurob, quien ha declarado que no sólo es alimenticia, sino también medicinal, seguramente por la gran cantidad de azúcar que contiene, esa aguamiel no puede durar sin fermentarse más de tres días, qué digo tres días, no dura sino unas cuantas horas y es por esto que a los tres días o menos está convertida en pulque. Hasta aquí es lo que propiamente se llama pulque, pues a partir de esto, comienza la especulación, desde la que verifican los conductores del pulque a las estaciones, hasta la que llevan a cabo en las pulquerías de las ciudades los que lo venden al vaso. He aquí el proceso de cómo se adultera el pulque: Los encargados de conducirlo de la hacienda a la estación más inmediata del ferrocarril, para llevarlo de allí a las ciudades, buscan la manera de robarse el pulque y extraen algunos litros de cada barrica, y para que no se note por el contratista, dueño de esas cantidades de pulque, le echan agua; esa agua, señores diputados, no es ni siquiera agua limpia, no es ni siquiera agua potable, es agua tomada de los aljibes, de los jagüeyes o simplemente de los baches que hay en las orillas del camino, en las zanjas; de esa agua putrefacta, descompuesta y llena de muchos microbios, de esa agua le echan a esas barricas y entonces allí comienza la descomposición. Después de la estación del ferrocarril adonde lo fueron a colocar los productores, se encargan de conducirlo otros empleados de los contratistas o introductores y en el trayecto de la estación hasta la ciudad de su destino, van robando, ya sea el conductor, ya sean los garroteros o ya sean algunos agentes que vienen para ir robando en cada estación una cantidad de pulque, y esa cantidad que roban, la substituyen con agua; después llega a la ciudad, es decir: Llega a su destino, y allí todavía el introductor, que también posee pulquerías en las ciudades, le pone agua para aumentarlo en cantidad y lo adultera mucho más, y cuando lo vende a otros dueños de pulquerías, estos también para sacarle mayor utilidad le ponen más agua; y es más, señores diputados, ya en la pulquería, cuando se expende "al vaso", se ve este ,fenómeno: Hay algunos bebedores que por darse el lujo de desperdiciar, de derrochar, no toman más que una pequeña cantidad del vaso y lo ponen sobre el mostrador de la pulquería; entonces el pulquero, el jicarero vacía todo aquel líquido de los vasos en una cuba que tiene aparte, y de esa cuba toma para ponerlo después otra vez y servirlo a nuevos consumidores. ¡Ya se imaginarán, señores diputados, y especialmente los que son doctores, todas las consecuencias que lleva esta inmoralidad, este vicio, esta porquería, que no es otra cosa, de vender sobrantes ya tocados por bocas quizá enfermas, quién sabe cuántos millones de microbios y cuántas especies de estos se lleva el bebedor en un vaso de pulque. Este intercambio de microbios que hay en las pulquerías de las ciudades es lo que produce sin duda muchas enfermedades, entre ellas algunas de las que efectivamente degeneran la especie. Hago omisión del 40, 50 ó 60 por ciento de agua que al llegar a las pulquerías ya tiene este licor, y sólo diré que los jicareros tienen un sistema de componerlo para quitarle el mal sabor, porque para entonces ya huele mal, ya está descompuesto, ya se lo dice una jerga Pulquera que está "picado"; pues bien; para quitarle lo "picado" al pulque, usan este procedimiento, que es el más acostumbrado, aun cuando hay otros menos en uso: El jicarero extrae el jugo de esa planta conocida con el nombre de organillo, machacándola, y lo agrega a guisa de masa, al pulque, para que tome cuerpo, es decir, para que "haga hebra" o sea esa cualidad viscosa de crear una especie de baba; después, para darle buen sabor, le echan sacarina, que es más dulce que el azúcar y, por consiguiente, con una pequeña cantidad endulzan varios litros de pulque; después agregan una cantidad de linaza hervida para ayudar al organillo, y, señores diputados, aquí entra lo más grave y en este momento también me dirijo al pueblo de la capital para que se fije bien en esto: El jicarero no sólo pone al pulque organillo,, linaza y sacarina, cuyos efectos son verdaderamente desastrosos para el organismo, sino que también le pone substancias fecales envueltas en "muñecas" de género; no sé con qué objeto le ponen esta substancia; pero es un hecho que lo hacen.

Ahora yo deseo preguntar si el pulque así compuesto - dicen que compuesto -, si el pulque así preparado puede ser el mismo pulque que salió de los tinacales en las haciendas productoras. El buen sentido, la buena voluntad, un poco de buena disposición y el más recto criterio indican que no es pulque lo que se vende en la ciudad de México y que esto que se vende en la ciudad de México es lo que condenan, con bastante razón, los señores diputados; esto que se vende en la ciudad de México es lo que realmente perjudica al organismo. Yo no niego que esto se vende en México es lo que positivamente degenera la especie; pero no es lo único que la degenera. Ustedes, mejor que yo, saben que hay muchas causas que degeneran a la población de una gran ciudad, ya sea la insalubridad, ya sea.... ustedes saben muchas cosas que yo me callo por verdaderamente sabidas. Ahora bien, señores diputados; hasta aquí está el procedimiento para ver cómo se altera o se adultera el licor y, como repito, esto es lo que positivamente tenemos que condenar: Las condiciones en que se vende el pulque en la ciudad de México, en la ciudad de Puebla o en algunas otras ciudades, pero no gravar el pulque de primera mano, que es el que sirve para la alimentación del peón: Que es el que sirve para la alimentación del que verdaderamente necesita fuerzas para ir a cultivar los campos, puesto que es el

que verdaderamente va a sacarle a la tierra esa semilla tan nutritiva como el maíz y el trigo. Yo sé, señores diputados, porque he estado en completo contacto con la gente trabajadora de los campos, yo puedo asegurar a ustedes que cuando esa bebida se le quite a aquella gente, no podrá subsistir. (Voces: ¡Ya! ¡Ya! ¡A votar! ¡A votar!)

Señores diputados: Decidme francamente que no queréis oir que hable, y bajaré inmediatamente; pero entiendo, señores diputados, que estoy poniendo mi grano de arena, bien o mal, pero estoy cumpliendo con un deber, y reclamo de ustedes ser respetuosos para un compañero que no tiene más aspiración que cumplir con lo que él cree su deber; yo, cuando me siento en mi curul, también oigo con respeto a los oradores y tengo derecho a suplicar que se me escuche.

Hasta aquí solo he hablado de lo que condena la H. Asamblea, y lo que condenan todos los médicos, no es el pulque que sale de las haciendas, sino, el pulque que se vende en las ciudades. Pero ahora vamos a otro orden de discusión, esto es, al orden económico...(Voces: ¡A votar!) En los Estados de Hidalgo, México y Tlaxcala, la elaboración del pulque es una verdadera fuente de ingresos al tesoro del Estado y al tesoro federal, así como al tesoro de los municipios; es una industria que produce pingües utilidades, y precisamente porque las produce, es por lo que se le ha recargado, no una, ni dos, ni tres, sino doce o trece contribuciones. Ahora bien; el productor y el introductor, o sea el contratista, tienen que pagar todas esas contribuciones, y si conservaran el pulque en su estado primitivo, no sacarían para pagarlas ni mucho menos para obtener alguna utilidad. ¿Por qué, pues, se sostiene la industria? Sencillamente por esto que acabo de decir, porque adulteran el pulque; pero entonces perjudican al pueblo tan sólo para pagar esas contribuciones y en su provecho personal. Si no fueran éstas tan pesadas, entonces no habría tanta necesidad en el productor ni en el introductor, de adulterarlo, y así todo sucedería: Si perjudicarían al pueblo y, tanto la Federación como los Estados, recibirían fuertes ingresos por este capítulo. La elaboración de pulque es verdaderamente la gallina de los huevos de oro de los Estados de México, Hidalgo, Tlaxcala y parte de Puebla. Si se aumentan las contribuciones y se deja subsistente el cincuenta por ciento sobre ventas de primera mano de pulque, no se va a poder resistir semejante carga y entonces no seguirán trabajando las haciendas pulqueras, con lo cual los Estados y la Federación dejarán de percibir lo que ahora reciben, resultando al fin que no se realizará el propósito que se persigue, o sea buscar una fuente de ingresos y no perjudicar al consumidor.

Por estas razones suplico muy respetuosamente a los señores diputados se dignen tomar en cuenta estos argumentos para que tengan a bien no aprobar esa partida del cincuenta por ciento sobre las ventas de pulque de primera mano, sino que se reduzca al veinticinco por ciento. En apoyo de esta tesis tengo de mi parte, señores diputados, la opinión del diputado licenciado Luis Cabrera, que en la XXVII Legislatura abogó por el veinticinco por ciento de contribución a las ventas de primera mano. En aquella ocasión, el señor diputado Luis Cabrera, que secundó mis objeciones, fue derrotado, pero no del todo, porque en vez del cincuenta por ciento que se le quería poner, o más, como él lo había dicho, es decir, como algún diputado - un señor Higareda - pedía, y el señor licenciado Cabrera se opuso, quedó esta contribución reducida al treinta por ciento, y todavía no la podía resistir el productor, porque el productor lo que apenas resiste es del veinte al veinticinco por ciento: Un término medio; pero nosotros estamos de acuerdo interpretando los intereses de la región que representamos, en que el veinticinco por ciento es la contribución justa y equitativa que se puede dar. Hoy el señor licenciado Cabrera, ministro de Hacienda, tendrá que defender la iniciativa y argüirá, no cabe duda, razones de peso y tendrá que anonadarnos, porque somos débiles; pero por ser débiles es por lo que reclamo vuestra benevolencia para que tengáis en cuenta que las necesidades públicas de las regiones que representamos reclaman que el impuesto sea solamente de veinticinco por ciento; lo suplico muy respetuosamente a la H. Asamblea. (Aplausos.)

El C. secretario Aguilar: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Hacienda.

- El C. secretario de Hacienda y Crédito Público, leyendo:

"Señores diputados: Dos cosas me han sorprendido en el debate, en la parte de debate que llevo escuchada: Una es la interpretación general que se da a la función de formar el presupuesto de ingresos, y otra es la relativa al punto concreto tratado por el diputado Siurob. Siguiendo la regla de conducta que me he impuesto para la modesta participación que puedo tomar en los debates de esta Cámara, voy a permitirme llamar la atención de los ciudadanos diputados, sobre un punto que, indudablemente, muchos de ellos ya habrán tomado en consideración, pero que tal vez no haya sido expresado con toda la fuerza suficiente para moveros a desviar un poco el curso de la discusión sobre las leyes de ingresos. Si los ciudadanos diputados hojean cualquiera ley de ingresos que se haya expedido anteriormente, verán que la ley de ingresos no es más que un catálogo de las disposiciones hacendarias ya dictadas previamente, las cuales van a ser ratificadas o no para el año que sigue, mientras una ley de carácter general, digamos, por ejemplo, la ley de impuestos a la minería; digamos por ejemplo, el arancel de Aduanas, los derechos de importación y exportación, la Ley del Timbre, etc., es una ley de alcance generalísimo, estudiada, discutida y resuelta para muchos años de vida económica del país. El presupuesto de ingresos es una ley que sólo va a tener vigor en el curso del año que va a seguir; la razón de ser de esto, es que el presupuesto de ingresos sólo tiene por objeto dar al Ejecutivo dinero hasta donde lo necesite, para las necesidades de aquel año, mientras la discusión general de las leyes sobre impuestos, envuelve problemas de trascendencia económica y de desarrollo económico del país, mucho más trascendentales; por consiguiente, las funciones de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores al discutir una ley, por ejemplo, el impuesto a la minería, la tarifa de importación y exportación, deben tener en consideración no solamente las necesidades del Ejecutivo en un año, sino el futuro

de las fuentes de recursos de nuestro país. Si los ciudadanos diputados abren cualquiera ley de ingresos, tomo por ejemplo la de 1912 a 1913, verán que están catalogados los ramos, las fuentes de ingresos, conforme a leyes que han sido previamente expedidas; estas leyes han sido discutidas con la calma, el descanso y el suficiente estudio de parte de las comisiones y de parte del Congreso, mientras que la ley de ingresos solamente hace recoger las leyes en vigor y decir cuáles de ellas deben seguir vigentes para el año entrante y cuáles son, sin que esta función propiamente tenga por objeto reformar totalmente y hacer una labor que, de tan grande y considerable importancia, nunca cabría dentro del limite estrecho de la discusión de un presupuesto de ingresos.

"No sé si habré sido claro, pero sí creo que sinceramente la labor de reforma que en materia económica tiene que hacer el Congreso es tan importante y trascendental, que estaríamos faltando a nuestro deber si con pretexto de la discusión de la Ley de Ingresos, quisiéramos reformar toda la condición económica de nuestro país en este mismo período. Estas son las observaciones que me han ocurrido al escuchar el esfuerzo sinceramente loable del señor diputado Siurob para introducir en nuestras leyes de ingresos relativamente al Timbre y con especialidad respecto al pulque, un principio de moral y una nueva orientación..."

Esto decía el diputado Luis Cabrera el 16 de julio de 1917; el diputado Cabrera, en el mes de julio de 1917 abogó, en efecto, por que no subiera la contribución del veinticinco por ciento al pulque. El señor diputado De la Barrera, raza mestiza tendiente a española, pero con palabra animada por el espíritu transmitido por la reina Xóchitl a través de las edades, y el diputado Márquez Galindo...

El C. González Galindo, interrumpiendo: ¡Protesto! Mi apellido es González Galindo.

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público, continuando: ...y el diputado González Galindo, raza típicamente autóctona, se encuentran de acuerdo en la defensa del pulque. El que habla....(Voces: ¿Qué raza?) Mestiza. El que habla opina como el señor diputado Trejo....(Voces: ¿Qué raza?) que la discusión del presupuesto de Ingresos es una función distinta de la de reformas de las leyes de impuestos, y que la discusión del presupuesto de Ingresos debe limitarse a conceder o no el cobro de determinados impuestos conforme a las leyes establecidas; pero que cuando en esta ley se encuentran modificaciones trascendentales, esto debe ser objeto de una discusión especial. Quiero, sin embargo, dar a conocer a la Cámara sencillamente cuáles son las dificultades con que el Ejecutivo ha tropezado para el cobro de los impuestos a las bebidas alcohólicas y cuáles son los esfuerzos que hasta ahora se llevan hechos para efectuar, para dictar una legislación respecto de esta bebida que sea un poco más práctica y un poco más efectiva.

La historia del impuesto al pulque comienza en la XXVII Legislatura; durante la XXVII Legislatura, con motivo del decreto de 25 de junio de 1917 que imponía el veinticinco por ciento, al discutirse la ley de Ingresos la Cámara creyó que debía modificar esa ley en el sentido de aumentar del veinticinco por ciento hasta el cincuenta por ciento, y fue con motivo de la discusión de esa ley cómo el diputado Cabrera en aquella época expresaba su idea de que la discusión de la Ley de Ingresos no debía llegar hasta la modificación de la substancia de las leyes fiscales. Sin embargo, y no obstante la defensa que del pulque, pero no tanto del pulque sino del maguey como planta refaccionaría de la Mesa Central, hizo el diputado Cabrera, fue derrotado y la Asamblea aprobó un dictamen que elevaba al cuarenta por ciento el impuesto sobre el pulque.

Más tarde, en la XXVIII Legislatura se aprobó, según tengo entendido, un dictamen que elevaba el impuesto del cuarenta por ciento al cincuenta por ciento. El Ejecutivo, en principios del año de 1919, siguiendo la orientación ya definitivamente marcada por la Cámara de elevar hasta un cincuenta por ciento el impuesto al pulque, expidió el decreto de 9 de enero por virtud del cual se establecía una tarifa para todas las bebidas alcohólicas, entre las cuales estaban considerados los alcoholes destilados, inclusive el mezcal y el tequila, con cincuenta por ciento; los vinos con cincuenta por ciento; la cerveza con dieciséis por ciento y el pulque, por razón de esa tendencia moralizadora que nos había entrado en aquella época, con el cincuenta por ciento; las bebidas alcohólicas importadas, con setenta por ciento, y las bebidas fermentadas, como la cerveza de importación, con el ochenta por ciento. Esta ley de 9 de enero de 1919 tuvo de particular que por primera vez cobraba los impuestos a las bebidas alcohólicos en forma de timbres a las ventas de primera mano, apartándose de la anterior tradición que cobraba el impuesto a las bebidas alcohólicas en forma de impuesto de producción a los centros donde se fabricaba. Sin entrar en tecnicismos fiscales, me permitiré expresar que la diferencia entre el antiguo sistema y el nuevo era de importancia. Cuando lo que se grava es la producción, el productor oculta la cuantía de lo producido y, por consiguiente, siempre había carecido el fisco de México de datos estadísticos para juzgar de la producción de acoholes en el país; cuando lo que se grava son las ventas de primera mano, entonces la ocultación recae sobre el precio de las mercancías, pero se descuida ocultar la producción. Así pues, la ley de 9 de enero de 1919, con todos los graves defectos de que pueda adolecer, ha servido exclusivamente para esto: Para proporcionar por primera vez en la historia de nuestro régimen fiscal una estadística más aproximada sobre la producción de bebidas alcohólicas. En cambio, el gravamen sobre las ventas de primera mano ha hecho necesario un sistema de recaudación que es, ¿por qué no confesarlo? verdaderamente ominoso y alcabalatorio; pero como el procedimiento de recaudación de este impuesto persigue al comprador de primera mano, la circulación libre de las mercancías compradas no puede hacerse y de ahí la necesidad de implantar este sistema con respecto a todas las bebidas alcohólicas, el fraude en materia del precio a que se venden es absolutamente general y con respecto al pulque es muy especial. La Secretaría de Hacienda se ha visto en la necesidad, en una forma casi arbitraria, de obligar especialmente a los productores de pulque a poner un mínimum de precio en sus facturas, y, sin embargo

de que moralmente tenemos el convencimiento de que esos precios son absolutamente falsos; legalmente los jueces de Distrito en algunas ocasiones han concedido los amparos y en otros casos ha sido imposible obtener elementos de certeza para comprobar que el cubo de pulque que aparece vendido a $0.40 no vale eso, sino $1.00, o que el cubo de pulque vendido a $0.50 ó $0.60 no vale esto, sino que vale $1.25 ó $1.30. La ocultación en el valor de las bebidas alcohólicas es general en todo el país; lo que digo del pulque, igualmente puede decirse del tequila y puedo decirlo igualmente de los aguardientes de caña, y de uva; en todos los casos en las facturas de venta siente uno que en el fondo tienen una falsedad, pero como el espíritu de solidaridad entre los productores y consumidores es tan grande, es absolutamente imposible, desde el punto de vista fiscal, encontrar dónde se encuentra la falsedad. En cambio, la ley de 9 de enero de 1919 nos ha hecho conocer con cierta exactitud cuál es la producción de bebidas alcohólicas en el país. La Secretaría de Hacienda en el mes de mayo del corriente año comenzó los estudios para la reforma de la ley de bebidas alcohólicas, y encontró desde luego que era una medida de importancia no involucrar en la misma ley y en los mismos procedimientos fiscales el impuesto a los alcoholes procedentes de maguey, el impuesto a la bebida fermentada de maguey, pulque y tlachique, el impuesto a los alcoholes procedentes de caña que tienen condiciones distintas, el impuesto a los alcoholes y vinos procedentes de uva y los impuestos a la cerveza, comprendiendo que era necesario no hacer una ley de bebidas alcohólicas, sino varias leyes de bebidas alcohólicas que tuvieran en cuenta cada uno de los diversos ramos. Se provocaron y se obtuvieron juntas para cambiar ideas sobre la materia con cada uno de estos grupos, las cuales se celebraron semanariamente en la Secretaría de Hacienda y en las cuales llegó a comprenderse desde luego la prudente necesidad de transformar el sistema, es decir, de cobrar en vez de un impuesto sobre ventas un impuesto de producción y en seguida de regular el impuesto de producción de tal manera que coincidiera con los datos de producción que comenzaban a tenerse. En este estado se encontraban ya los estudios sobre la materia de bebidas alcohólicas, cuando se abrió el período parlamentario y debo decir a los señores diputados, suplicándoles no tomen mis palabras a ofensa, que recibió la Secretaría de Hacienda instancias muy suplicativas y muy apremiantes para que no enviara a la Cámara de Diputados a discusión las leyes sobre bebidas alcohólicas, sino que procediera en uso de las facultades extraordinarias a dictar dichas disposiciones; sin embargo, el cúmulo de quehaceres de orden tal vez un poco más alto a que ha tenido que consagrarse la Secretaría de Hacienda, ha impedido poner nuevamente la mano en la materia y simplemente se continúa el trabajo entre los subcomités nombrados para la recolección de datos; pero creo que en el curso de unos tres o cuatro meses más podrá quedar concluído el trabajo. Me diréis: Si la Secretaría de Hacienda está pensando ya en la modificación de las leyes respecto de las bebidas alcohólicas, ¿entonces por qué pedir a la Cámara la aprobación de esta fracción? Sencillamente porque la ley vigente en este momento es la de 9 de enero de 1919.

Ahora bien; ¿es preferible hacer una modificación atropellada sobre uno de los ramos afectados por esta ley, el pulque, dejando sin un estudio maduro los demás ramos, como, por ejemplo, el tequila; o es mejor dejar la reforma de una ley de esta naturaleza para un estudio más sesudo? En mi opinión, esto es lo que indica la prudencia, y he ahí explicado, aun para los que me llaman "El Rey del Sofisma", como el señor diputado De la Barrera, cómo es que siendo yo partidario de que el pulque no tenga más impuesto que el veinticinco por ciento, sin embargo de esto abogo por la aprobación de la fracción tal como se encuentra. La reducción al veinticinco por ciento del impuesto del pulque no afectaría al fisco, y voy a decir por qué: No afectaría al fisco, porque en la actualidad, de hecho no cobramos arriba del veinticinco por ciento; todas las facturas de venta de pulque a los introductores son falsas; todos ocultan cuando menos el cincuenta por ciento del valor. Así pues, lo único que se haría con reducir esta fracción del cincuenta por ciento al veinticinco por ciento es obligar al fisco a ser más extremadamente exigente en la comprobación de los valores, más fiscalizador, diremos, para usar la palabra; pero nada habríamos ganado con la reducción del cincuenta por ciento al veinticinco por ciento, porque mientras no trasformemos el sistema, mientras no hagamos desaparecer el aspecto alcabalatorio, mientras no tengamos necesidad de perseguir desde las tres y media de la mañana en la estación del "Mexicano" y en la estación del "Interoceánico" al pulque que llega de la ciudad de México, no habremos avanzado nada. Lo que realmente necesita reformarse, es el procedimiento de recaudación yendo a las fuentes de producción de los alcoholes, que son las únicas que, en efecto, podríamos gravar, porque son las únicas donde podemos percibir productos en los momentos de su elaboración. Así pues, mi petición a la Cámara, de que apruebe la fracción como se encuentra, es una petición de mero aplazamiento de la medida, con mi promesa de que los estudios sobre las reformas a la ley de impuestos a las bebidas alcohólicas continuarán y quedarán concluídos antes de que este Congreso deje de funcionar el 31 de diciembre.

En la actualidad, la mera aprobación de esta fracción deja claramente incluída cualquiera reforma que se haga, porque notoriamente cualquiera ley que se expida a este respecto, automáticamente entra dentro de esta fracción, supuesto que se refiere a la ley sobre bebidas alcohólicas. Creo que el diputado González Galindo, que en muchos de los puntos tiene razón - había yo marcado toda la discusión de 1917 en la materia -, y el diputado De la Barrera, que en algo tiene razón, están descaminados al pretender que en los momentos de la aprobación de la Ley de Ingresos se haga una modificación. No es el momento oportuno la discusión de esta ley; ni siquiera quedarían debidamente salvaguardados los interese de sus respectivos distritos con sólo hacer la reducción al veinticinco por ciento. Así pues, creo que lo prudente es aprobar la fracción como se encuentra, que equivale a decir: "Cóbrense los impuestos a las bebidas alcohólicas conforme a la ley que está vigente, o conforme a la que

estuviere vigente tan pronto que ésta haya sido reformada"; pero he querido hacer del conocimiento de los señores diputados cuál es la situación de todas las bebidas alcohólicas, para hacer comprender que, en efecto, hay una necesidad urgente de reforma de esta ley, y que esta reforma de esta ley se continúa y se llevará a cabo en el más breve plazo posible.

El C. De la Barrera: Pido la palabra. (Voces: ¡A votar!)

- El C. secretario Aguilar, leyendo:

"H. Asamblea:

"Los subscriptos pedimos moción suspensiva en el inciso (a) de la fracción XVI que está a discusión, con el objeto de presentarlo reglamentado, en el término de seis días.

"Sala de Comisiones. - México, a 12 de noviembre de 1919. - Aurelio F. Galindo.- Samuel Malpica. - Uriel Avilés. - J. Rodríguez de la Fuente.- C. García."

El C. Galindo Aurelio F.: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Galindo Aurelio F.: Ciudadanos diputados: El objeto de la moción suspensiva que acabamos de presentar varios compañeros y el que habla, ha sido únicamente con el fin de hacer un estudio más concienzudo y, asimismo, presentar a vuestra consideración algunas reformas que creemos pertinente se haga en este inciso (a) de la fracción XVI que está a discusión. Si no fuera porque vuestra atención está sumamente cansada, los distraería un poco para exponerlos, aunque sea de una manera muy sucinta, cuál es el motivo que hemos tenido para formular esta moción; sin embargo, creo que no los cansaré disponiendo de unos cuantos minutos y, al efecto, principio por decir que después de haber hablado los compañeros De la Barrera y González Galindo, atacando la iniciativa que grava el pulque con un cincuenta por ciento de contribución, y en cuyos ataques no hemos encontrado razones de peso que tengamos en consideración lo expuesto por ellos, pues que únicamente hemos visto que no han sido más que a base de provincialismo, porque dichos señores son de Estados netamente pulqueros; yo, como hijo de un Estado donde el pulque no es ni siquiera conocido, voy a decir mis razones acerca de por qué creo que es inmoral, si ustedes me lo permiten, que dicha contribución quede tan baja.

Debemos, antes que nada, ver dos cosas en esto: El asunto moral y el asunto económico. Moralmente haríamos una obra de verdadera justicia al pueblo, procurando, por cuantos medios estén a nuestro alcance, alejarlo de esta plaga, que no se le puede llamar de otro modo a las pulquerías que existen en México, en el Distrito Federal y en otras partes de la República. Allí sólo vemos centros de vicio; no vemos sino la prostitución más completa; no vemos más que al padre de familia, después de haber ido a ganar su corto salario durante los seis días de la semana, que se presenta allí a derrochar en un momento con los amigos, libando el "néctar blanco", lo poco que ha ganado y que podría haber llevado a su casa para el sostenimiento de su familia.

El uso del pulque, por más que digan lo contrario algunos de los señores que me han precedido en esta tribuna, es de consecuencias fatales para la humanidad. Registremos a cada paso, todos los días, la prensa, y veamos, ved lo que nos dice acerca de cuántos crímenes se cometen, y, ¿quiénes los cometen? Seguramente que ninguno de los que los cometen está en estado normal. ¿Quiénes son los que dan más contingente de sangre, quienes son los que llenan las cárceles, quiénes son, en fin, los que están, diariamente quehacer a la justicia, sí no son esos hombres que están constantemente en el fango, que están en la pulquerías, que están en las cantinas, que están en prostíbulos de esa naturaleza? Todos los impuestos que sobre el pulque gravitan... (Voces: ¡Ya, hombre, ya! ¡A votar! ¡A votar!)

¿ Puedo seguir, o quieren que se vote?

Todos los impuestos que sobre el pulque gravitan actualmente son muy pequeños; debemos nosotros como dije antes, considerar el punto económico, como decía el señor licenciado Cabrera: " Hay que tomar el dinero de donde lo haya", y aquí hay una fuente de donde podemos tomar dinero, haciendo que el impuesto sea mayor del que actualmente tiene, y con eso se conseguirán dos cosas: Hacer que el Erario perciba más por concepto de impuestos y moralizar al pueblo, como antes dije. Es por esto, ciudadanos diputados, que nosotros hemos presentado esta moción, y espero de vuestra soberanía tenga en consideración las razones que he expuesto y opine favorablemente. (Voces: ¡A votar!)

El C. secretario Aguilar: Tiene la palabra el C. Trejo en contra, como miembro de la Comisión.

El C. Trejo: Dos palabras nada más, porque tengo entendido que en el ánimo de la Asamblea está no tomar en consideración esta moción. Las dos palabras son desde el punto de vista legal. Si aprobamos la fracción a debate, no quedan privados los predominantes para traer a la consideración de la Asamblea una reglamentación o nueva ley para cobrar el impuesto del pulque. Por lo demás, considero que esta es una tarea tan ardua, que ninguno, ni todos juntos, trabajando cada quien por su lado, traería una ley en seis días; interpelo al ministro de Hacienda para que diga si el Ministerio de su cargo, que tiene hechos estudios desde hace algún tiempo, en seis días se comprometería a dar la ley que ha anunciado a la Cámara.

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: Ni en seis semanas se podría presentar; en seis días es absolutamente imposible.

El C. Trejo, continuando: Si el ministro de Hacienda, que tiene estudios hechos sobre el particular, dice que ni en treinta y seis días podría presentar ese trabajo, menos los autores de la moción podrán hacerlo en seis días; por esto pido a la Asamblea que ni siquiera tome en cuenta esta moción. (Aplausos.)

El C. secretario Aguilar: Habiendo hablado los oradores que marca el Reglamento, en votación económica se consulta a la Asamblea si se toma en consideración la moción suspensiva. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

No se toma en consideración. (Aplausos.)

No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica se consulta a la Asamblea si se considera suficientemente discutida la fracción. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

Suficientemente discutida. En votación económica se pregunta a la Asamblea si ha lugar a votar. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Ha lugar a votar. Se va a proceder a recoger la votación nominal.

El C. posecretario Castro: Por la afirmativa.

El C. secretario Aguilar: Por la negativa.

(Se procedió a recoger la votación.)

- El mismo C. secretario: El C. Suárez José María rectifica su voto por la negativa, pues lo dio por la afirmativa.

Votaron por la negativa 19 ciudadanos diputados. Votaron por la afirmativa 113 ciudadanos diputados; en consecuencia, ha sido aprobada la fracción XVI. (Votaron por la afirmativa: Aguilar Pablo, Alencáster Roldán, Anda, Angeles Carlos L., Araujo Emilio, Arlanzón, Avilés, Balderas Márquez, Bandera y Mata, Barragán, Bolio, Bouquet, Bravo Lucas, Cancino, Carriedo Méndez, Casas Alatriste, Castilleja, Castillo David, Castillo Torre Torre, Castro Alfonso, Céspedes, Colina de la, Contreras, Cornejo, Cravioto Gallardo, Cuéllar, Chablé, Díaz González, Esparza, Espinosa Bávara, Espinosa y Elenes, Fernández Ledesma, Fernández Martínez, Ferrel, Franco, Fuentes Barragán, Frías, Galindo Aurelio F., Gámiz Luis G., García Antonio M., García Norberto, García Pablo, Garza, Gil, Gómez Gildardo, González Jesús N., Gutiérrez Antonio, Gutiérrez Atanasio, Gutiérrez de Velasco, Guerra, Hernández Eulogio, Hernández Loyola, Huerta, Jiménez, Lanz Galera, Leal, Liekens, Limón Uriarte, Lomelí, López Serrano, Macías Juan E., Madrid, Malpica, Mancisidor, Martínez del Río, Martínez Saldaña, Méndez Benjamín, Méndez Fortunato, Mendoza, Mercado, Moctezuma, Morales Francisco César, Morales Sánchez, Mota, Navarro, Ocampo, Peña, Pérez Vargas, Pérez Vela, Quiroga, Reyes, Ríos Rafael L. de los, Rivera Castillo, Rodríguez de la Fuente, Rodríguez Sabino, Rojas Rafael, Romero Cepeda, Rosas, Ruiz Porfirio, Sánchez Margarito, Sánchez Salazar, Silva Herrera, Silva Jesús, Silva Pablo, Soto Rosendo A., Sotres y Olaco, Tamez, Tejeda Llore, Tello, Torre de la, Trejo, Treviño, Uzeta, Valadez Ramírez, Valdés, Valverde, Valladares, Velásquez Juan, Velásquez López, Verástegui Franco, Vilchis, Villalobos y Villela. Total, 103 votos.

Votaron por la negativa: Alejandre, Barrera de la, Basáñez, Bravo Carlos, Breña, Castillo Garrido, Díaz Infante, García Adolfo G., García José Guadalupe, González Galindo, Guerrero, Lazcano Carrasco, Méndez Pánfilo, Pastor, Paz, Rodríguez Alfredo, Ruí Martínez, Schulz y Alvarez y Suárez José María. Total, 19 votos.)

Se cita para el próximo viernes a las cuatro de la tarde, con la siguiente orden del día: Sesión secreta. Sesión pública: Proyecto de Ley de Ingresos para 1920.

El C. presidente, a las 8.10 p. m.: Se levanta la sesión.