Legislatura XXIX - Año I - Período Extraordinario - Fecha 19210404 - Número de Diario 24

(L29A1P1eN024F19210404.xml)Núm. Diario:24

ENCABEZADO

MÉXICO, LUNES 4 DE ABRIL DE 1921

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO I. - PERIODO EXTRAORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO II. - NUMERO 24

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 4

DE ABRIL DE 1921

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2. - Se da cuenta con los asuntos en cartera. Es turnado a las comisiones unidas 3a. de Guerra y 2a. de Hacienda, el proyecto da Ley de Pensiones a los miembros del Ejército Nacional, enviado por el Ejecutivo de la Unión. Se nombra una comisión que visite al C. diputado Víctor del Pino.

3. - Se concede licencia a los CC. diputados Laris Rubio, Navarro Manuel y Rivera Constantino.

4. - Se da cuenta con un escrito del C. diputado Tirado Claudio N., en que pide se llame a su suplente en tanto dura la comisión que el Senado le confirió. Es discutido y rechazado el trámite de la Mesa. Varios ciudadanos diputados rectifican hechos. A discusión el nuevo trámite, se levanta la sesión por falta de "quórum".

DEBATE

Presidencia del C. SIUROB JOSÉ

(Asistencia de 129 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 5.40 p.m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Zincúnegui Tercero, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día treinta y uno de marzo de mil novecientos veintiuno. - Período extraordinario.

"Presidencia del C. Miguel Alonzo Romero.

"En la cuidad de México, a las cinco y treinta y siete de la tarde del jueves treinta y uno de marzo de mil novecientos veintiuno, se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta ciudadanos diputados.

"Sin debate se aprobó el acta de la sesión celebrada el día anterior y dos solicitudes de los CC. Jesús B. González y Pedro de Alba, relativas a que se le conceda licencia por diez días, con goce de dietas.

"Se eligió al C. José Siurob para funcionar como presidente de esta Cámara en el próximo mes de abril, y a los CC. Eduardo Vasconcelos y Luis Espinosa para vicepresidentes. Los CC. Siurob y Vasconcelos obtuvieron noventa y nueve votos, y el C. Espinosa noventa y seis. También obtuvieron votos el C. Froilán C. Manjarrez, para presidente, en número de cincuenta y tres, y los CC. Pedro de Alba y Salvador Franco Urías, para vicepresidentes, cincuenta y tres el primero y cincuenta y dos el último. En reducido número de boletas figuraron las candidaturas para vicepresidentes, de los CC. Luquín, Vicencio, von Borstel, Nicolás Cano, Guzmán Peláez, Enrique M. Barragán, Lucas Lira y José Macías Rubalcaba.

"La Presidencia hizo la declaratoria de rigor en favor de los candidatos triunfantes, y acto continuo, siendo las seis y media de la tarde, levantó la sesión y citó para las cinco de la tarde del día siguiente."

Está a discusión el acta. ¿No hay quien quiera hacer uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se aprueba el acta.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Cámara de Senadores del Congreso de la Unión. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - Sección Primera. - Número 403.

"Ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente.

"En sesión del Senado celebrada ayer, resultaron electos para funcionar en el presente mes, como presidente, el C. Adalberto Ríos, y como vicepresidentes, los CC. Francisco Field Jurado y Antonio Acuña Navarro.

"Lo que participamos a ustedes para que se sirvan hacerlo del conocimiento de esa H. Cámara, de la que son dignos secretarios, reiterándoles las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración.

"México, a 1o. de abril de 1921. - Senador prosecretario, José Ortiz Rodríguez. - Gerzayn Ugarte, S. S." - De enterado.

"Poder Ejecutivo Federal. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - Secretaría de Gobernación. - Legislación y Justicia. - Número 2,792.

"A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - Presente.

"En cumplimiento del acuerdo del ciudadano presidente de la República, el 29 de los corrientes, tengo el honor de remitir a ustedes el proyecto de Ley de Pensiones a los miembros del Ejército Nacional, con su correspondiente exposición de motivos, a fin de que se sirva dar cuenta a esa H. Cámara para los efectos legales correspondientes.

"Renuevo a usted mi atenta y distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, 30 de marzo de 1921. - P. O. del secretario, el subsecretario, J. I. Lugo." - Recibo, a las comisiones unidas 3a. de Guerra y 2a. de Hacienda, e imprímase.

Un sello que dice: "Estados Unidos Mexicanos. - Presidencia de la República. - México, D. F.

"Proyecto de Ley de Pensiones a los miembros del Ejército Nacional.

"Considerando: Que el sistema jurídico vigente en materia de pensiones a favor de los deudos de los miembros del Ejército que fallecen en acción de guerra o en actos de servicio a la nación, es ineficaz y defectuoso, porque, lejos de favorecer a las clases humildes del pueblo que componen la mayoría de nuestras tropas, las coloca en la imposibilidad de ejercitar sus derechos, desde el momento en que exige la presentación de los certificados de las actas del Registro Civil para comprobar el parentesco de los pensionistas, y es un hecho notorio que en multitud de casos las actas no existen por censurable abandono de las personas que deben levantarlas. El Ejecutivo desea evitar que precisamente los que no son culpables de la omisión de las actas del Registro Civil sean los perjudicados y no puedan hacer valer sus derechos y obtener la pensión legal.

A este fin, en el proyecto de ley que se somete a la muy ilustrada consideración de la H. Cámara de Diputados se establece que el parentesco que tengan los pensionistas con los militares muertos en campaña o por servicios prestados a la patria, pueda comprobarse no sólo con las actas del Registro Civil, sino también por medios supletorios de prueba, tales como una información judicial ante los jueces de Primera Instancia, o administrativa, ante la Secretaría de Guerra. De este modo desaparecen los inconvenientes del sistema hoy en vigor, que produce injusticias notorias.

"En el mismo proyecto se fija un sistema que tiende a igualar la condición jurídica de las diversas clases del Ejército en lo relativo a pensiones, terminando de una vez con los privilegios y prerrogativas tan odiosas de esta materia.

"Por todo lo expuesto, se decreta:

"Artículo 1o. Las pensiones que las leyes vigentes asignan a los deudos de los militares que fallezcan en acción de guerra o a consecuencia de heridas recibidas en campaña, o por actos ejecutados en el servicio, se hacen extensivas a todos los miembros del Ejército, cualquiera que sea su clase o categoría, y en la proporción que les corresponda, según su grado, comprendiéndose también a los asimilados y a los miembros de la Marina Nacional. Estas pensiones consistirán en un setenta y cinco por ciento del haber que tengan señalado, y lo percibirán:

"I. Los herederos instituidos por testamento, pudiendo éste otorgarse con las formalidades que exigen las leyes o conforme a los artículos del 3,548 al 3,564 del Código Civil del Distrito Federal, que para los efectos de esta ley se declaran vigentes en toda la República. La Secretaría de Guerra y Marina podrá otorgar la pensión a los interesados, con el carácter de provisional, y con sólo la presentación del testamento, sin necesidad de formalidades judiciales, resolver de conformidad o revocarla en definitiva cuando la autoridad competente resuelva en última instancia sobre la validez o nulidad del testamento;

"II. A falta de disposición testamentaria disfrutarán de la pensión los hijos legítimos menores de edad, o incapacitados para el trabajo, y las hijas legítimas mientras no tomen estado;

"III. La viuda, mientras lo sea y lleve una vida honesta;

"IV. A falta de los citados, los hijos naturales, menores de edad o incapacitados para el trabajo, y las hijas naturales mientras no contraigan matrimonio;

"V. Los padres legítimos;

"VI. A falta de los anteriores, la madre, cuando se trata de hijos naturales.

"Artículo 2o. Los grados de parentesco se justificarán con los medios de prueba que establece la ley, y a falta de éstos, por información rendida ante los jueces de Primera Instancia del lugar que escojan los interesados y en la que se acredite la posesión del estado civil en que se funda el derecho a la presión. Cuando por cualquier circunstancia los interesados no acompañan a su solicitud los certificados de las actas del Registro Civil, ni la información judicial, la Secretaría de Guerra y Marina podrá recibir administrativamente todas las pruebas que se presenten, a fin de resolver sobre la pensión solicitada, en la inteligencia de que deberá pronunciar la resolución respectiva a más tardar a los noventa días de aquel en que se presentó la solicitud, sin perjuicio de que la propia Secretaría, cuando lo estime procedente, conceda desde luego la pensión, con carácter provisional.

"Artículo 3o. Las patentes de pensiones que se expidan, contendrán:

"I. El nombre del agraciado, su edad y parentesco que haya tenido con el causante;

"II. La parte proporcional que le corresponda, cuando la pensión deba dividirse entre varios;

"III. La fecha desde la cual deberá entrar al goce de la asignación, que será desde la muerte del causante, expresándose que al concluir el derecho de alguno de los pensionistas por fallecimiento, mayoría de edad o cambio de estado, no acrecerá de ninguna manera a sus coherederos;

"IV. Los parientes de los miembros del Ejército Nacional que no fallecieren en campaña o en actos del servicio, tendrán, sin embargo, derecho a cobrar por una sola vez una pensión en la forma que previenen los artículos siguientes.

"Artículo 5o. El importe de la pensión será igual al diez por ciento de los haberes cobrados por el causante, desde la fecha de la presente ley, hasta el día en que muera.

"Artículo 6o. Tendrán derecho a percibir la pensión los parientes del causante, en el orden establecido en el artículo 1o.

"Artículo 7o. Si los interesados no se presentaren a cobrar la pensión de que hablan los artículos anteriores, dentro del año siguiente a la muerte del causante, perderán todo derecho a ella.

"Artículo 8o. Ninguna persona, cualesquiera que sean sus derechos o títulos, percibirá más de una pensión y, en los casos en que tuviere títulos para percibir más de una, sólo disfrutará de la mayor.

"Artículo 9o. Las personas que se crean comprendidas en la presente ley y cuyos causantes hayan fallecido con anterioridad, se presentarán a justificar sus derechos precisamente en el curso del corriente año, y de no hacerlo, prescribirá su acción.

"Artículo 10. Las disposiciones de este decreto son aplicables a las pensiones a que se refieren los artículos 55 al 74 de la Ordenanza General del Ejército

"Artículo 11. Todo el que reciba alguna pensión, quedará obligado a justificar su supervivencia en los plazos y forma que determinan las leyes.

"Artículo 12. Se derogan todas las leyes, decretos y reglamentos en lo que se opongan a la presente, que comenzará a regir desde la fecha de su promulgación.

"México, 29 de marzo de 1921. - El presidente de la República, A. Obregón. - El secretario de Guerra y Marina, E. Estrada."

"Las legislaturas de los Estados de Querétaro, Sinaloa, Veracruz, y el Gobierno del Distrito Norte de la Baja California, envían comunicaciones de condolencia por el fallecimiento del C. diputado Edmundo G. Cantón." - A su expediente.

- El mismo C. secretario Encontrándose enfermo el ciudadano diputado Víctor del Pino, se nombra en comisión para que lo visiten, a los CC. Aguirre Colorado Fernando, Gómez Carlos y secretario Saucedo.

Telegrama procedente de "Morelia; Michoacán, 4 de abril de 1921.

"Secretarios H. Cámara de Diputados. - Cámara de Diputados.

"Por atenciones familia me vi precisado venir ésta; no pudiendo regresar luego, respetuosamente vengo solicitar de esa H. Cámara, sírvanse concederme licencia hasta por veinticinco días, con, o sin goce dietas, como a bien tenga determinarlo. - Respetuosamente. Suplico sírvanse dar cuenta esta solicitud. Pidiendo dispensa trámites. - Atentamente, Ed. Laris Rubio."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se dispensan los trámites. No estando precisados los términos de esta solicitud, se va a preguntar, en dos votaciones, si la licencia se concede con goce o sin goce de dietas. Los ciudadanos diputados que estén por que se conceda con goce de dietas, sírvanse ponerse de pie. Se concede con goce de dietas.

- El mismo C. secretario, leyendo:

'Doctor Manuel Navarro, médico cirujano y partero.

"El subscrito, diputado en ejército por el 8o. distrito de Jalisco, como mejor proceda ocurro solicitando, con dispensa de todo trámite, un mes de licencia, con goce de dietas, a fin de poder curarme completamente de la enfermedad que sufro, pues aún estoy bastante delicado de salud, como lo acredito con el certificado médico adjunto.

"Protesto a usted mi atenta y distinguida consideración.

"Guadalajara, abril 1o. de 1921. - M. Navarro.

"Al C. Secretario de la H. Cámara de Diputados. - México, D.F."

El certificado médico adjunto dice:

"Los médicos cirujanos que subscribimos, certificamos que el C. diputado doctor Manuel Navarro continúa enfermo de la infección de las vías biliares, que ha venido sufriendo desde hace un mes y necesita, para su restablecimiento, continuar separado de sus labores actuales, por un mes más todavía.

"Para los fines que al interesado convengan, extendemos el presente en Guadalajara, a los treinta y un días del mes de marzo de mil novecientos veintiuno. - J. Baeza A. - C. Barreiro."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se dispensan los trámites.

En la misma forma se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada.

- El mismo C. secretario, leyendo:

Telegrama procedente de "Morelia, Michoacán, 4 de abril de 1921.

"H. Cámara de Diputados.

"Por encontrarme enfermo, solicito esa H. Cámara se me prorrogue licencia que disfruto, por diez días, con dispensa trámites, para presentarme a ocupar mi curul. - Constantino Rivera."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se dispensan los trámites. En la misma forma se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"CC. secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente.

"En virtud de haber sido designado gobernador provisional del Estado de Puebla, por el H.

senado, para restablecer el orden constitucional en aquella Entidad Federativa, tengo el honor de comunicarlo a esa H. Cámara, por el digno conducto de ustedes, con el fin de que sea llamado mi suplente en tanto dura la Comisión que el propio Poder Legislativo me ha conferido.

"Protesto a ustedes mi atenta consideración y particular aprecio.

"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, D.F., 1o. de abril de 1921. - Claudio N. Tirado."

Trámite: Por no pedir el interesado dispensa de trámites, pasa a la Comisión de Gobernación.

El C. Del Castillo Porfirio: Pido la palabra. Reclamo el trámite.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Del Castillo Porfirio: Yo pido que se dispensen los trámites a esa solicitud de licencia, en virtud de ser de urgente resolución.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: En virtud de haber sido objetado el trámite de la Mesa, se pone a discusión. Los oradores que deseen hacer uso de la palabra, deben pasar a inscribirse. Tiene la palabra en pro del trámite el ciudadano Sánchez Pontón.

El C. Bojórquez: Moción de orden. Conforme al Reglamento, primero debe concederse la palabra a uno del contra. (Aplausos.)

El C. Sánchez Pontón: Yo no hice más que cumplir la disposición de la Presidencia.

El C. presidente: En vista de la moción hecha por el ciudadano diputado Bojórquez, tiene la palabra en contra del trámite de la Mesa el ciudadano Porfirio del Castillo.

El C. Del Castillo Porfirio: Ciudadanos diputados: Ha sido un olvido seguramente, una omisión al formular su licencia el ciudadano Tirado, por la que no aparece que solicite dispensa de trámites para resolverse a continuación esta solicitud. Creo que no se necesita mucho esfuerzo para demostrar a vuestras señorías que es de urgente resolución esta solicitud, porque vosotros sabéis perfectamente la situación por que atraviesa actualmente el Estado de Puebla. Yo no me explico qué interés pudiera tener aquí un diputado poblano para venir a apoyar el trámite de la Mesa, que consigna esta solicitud a la Comisión de Gobernación para que la estudie, toda vez que sabemos todos los poblanos la urgente necesidad de que en el Estado de Puebla se restablezca el principio de autoridad y se encausen todos los actos del Gobierno a volver la tranquilidad a aquella sociedad desquiciada completamente por el conflicto político que vosotros conocéis. Creo, pues, que si la Cámara de la Unión quiere cuidar de los intereses del Estado de Puebla y ver que en las entidades federativas se vaya restableciendo el orden y que las sociedades puedan garantizarse por la justicia, es preciso que nosotros dispensemos de todo trámite a esta solicitud, y que en seguida pase a discusión para resolver lo que sea conveniente. No creo necesario hacer mayor esfuerzo, a menos que los del pro vengan a exponer razones de otra índole. Por lo tanto, hago mía la solicitud del ciudadano diputado Tirado y pido dispensa de trámites para resolverse en seguida. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Sánchez Pontón. (Siseos.)

El C. Sánchez Pontón: Señores diputados: Me extraña muchísimo la manera cariñosa como me reciben, porque todavía no saben en qué forma, ni cómo voy a hablar sobre este asunto. Si me he inscripto en la lista de oradores, es sencillamente porque deseo informar a la Asamblea.... (Siseos y gritos.) Suplico a la Presidencia calle a las galerías.

El C. presidente: Se recomienda tanto a los señores diputados, como a las galerías, que no hagan manifestaciones en contra del orador, y lo escuchen.

El C. Sánchez Pontón: Yo también me permito suplicar a los señores diputados tengan la bondad de escucharme, porque sólo con palabras habremos de entendernos y no de otro modo. Voy a referirme al caso de Puebla para que lo conozcan muchos de los diputados que no están al tanto de lo ocurrido; honradamente, sin prejuicios de ninguna naturaleza, deseo que conozcan el caso detalladamente. Repito que no me guía ningún prejuicio; los mismos diputados de Puebla, mis compañeros de diputación, saben que he estado alejado por completo de la lucha política; saben de sobra que absolutamente en nada he intervenido. (Siseos.) No soy partidario ni de Sánchez ni de Lara. (Voces: ¡Pruebas!) Tengo muchas. Suplico al ciudadano diputado Porfirio del Castillo diga si he intervenido en algo en la lucha electoral habida en el Estado de Puebla, tanto en lo relativo a gobernador como a diputados.

El C. Del Castillo Porfirio: No me consta que el ciudadano Carlos Sánchez Pontón haya intervenido en la cuestión electoral de Puebla y en qué forma lo haya hecho; sí me consta que su hermano sí ha intervenido.

El C. Sánchez Pontón: Ahí tienen ustedes, ciudadanos diputados; dice que mi hermano ha intervenido ¡y qué! ¿qué mi hermano soy yo? ¡Háganme ustedes favor....! Esta es una perogrullada..... (Siseos y gritos.)

El C. Castillo Francisco: Pido que la Mesa cumpla con el Reglamento, haciendo que las galerías guarden compostura.

El C. presidente: Me permito informar al ciudadano Castillo que no son las galerías, sino los diputados los que están haciendo manifestaciones.

El C. Castillo Francisco: Dispénseme la Mesa. Son las galerías las que están introduciendo el desorden. Las Señalo: son las de aquel lado.

El C. Sánchez Pontón: Perfectamente. Habéis escuchado cómo el ciudadano diputado Porfirio del Castillo ha declarado, como es su costumbre, honradamente -lo que me complazco en decir - , que no he intervenido yo en nada, pero sí mi hermano. Yo nada tengo que ver con sus actos; uno y otro siempre hemos obrado separadamente. Nunca he tenido conversaciones políticas con él, ni he hecho nada que sea por su mandato; por esto es que he tomado la palabra, porque me creo autorizado entre los diputados de Puebla precisamente por mi imparcialidad, porque puedo hablar con entera imparcialidad aquí, (Siseos), y tan puedo hablar imparcialmente del asunto, que voy a decir pocas palabras en el caso del Estado de Puebla para que juzguen ustedes si hay honradez en mi actitud.

Como ustedes saben, se hicieron las elecciones

locales y de allí resultaron dos candidatos que se disputaron el triunfo; se formó la Legislatura y el Gobierno provisional reconoció a aquella; fue a rendir el informe ante ella, y aquella Legislatura fue legal desde aquel momento. El otro candidato, el ciudadano Sánchez, vino a informar al Ejecutivo acusando al gobernador provisional de parcialidad; el Ejecutivo lo llamó; ¿cuál era el deber del Ejecutivo en ese momento? Enjuiciar a ese gobernador por haber cometido un delito. ¿Por qué no se siguió ese camino que era el legal? Eso es lo que no sabemos, señores diputados. El Senado, que debía haberse arrogado la facultad para conocer de la elección, en lugar de conocer de la elección y castigarlo si había cometido un delito, declara que no existen los poderes en el Estado, que han desaparecido, para nombrar un nuevo gobernador. ¿Es ésta la línea de conducta que había de seguir? Yo juro a ustedes, señores diputados, y les suplico que me hagan el honor de aceptar este juramento que lo hago por lo más sagrado que tiene el hombre, que no me guían prejuicios ni particulares intereses en política, ni de ninguna especie; no me guía más interés que el que puedo tener como representante del Estado: el que no se viole la soberanía del Estado. ¿Por qué se mandan ahí las tropas a dar un cuartelazo? Yo no tengo absolutamente ningún temor a decir lo que es la verdad; ustedes saben perfectamente que en el caso de Michoacán el Senado dice que han desaparecido los poderes, que se nombró a Fulano o a Zutano como gobernador y, sin embargo, Múgica queda sentado en su sitial, y desde ahí se ríe olímpicamente, con su desprecio, del Senado.

El C. Avilés: ¡Lo apoya Calles! (Risas. Aplausos.)

El C. Sánchez Pontón: Ya ven ustedes, señores diputados, como yo estoy diciendo la verdad; cómo obro honradamente y no traigo prejuicio de ninguna especie; pues más todavía: como he dicho, (Siseos.) ¿Cuál era el castigo, señores? Una vez enjuiciado el gobernador, y resultando acusado, nulificar las elecciones y darle el triunfo al ciudadano Sánchez; (Siseos.) pero no se ha seguido esta conducta, dice el Senado que no tiene suficiente con los papeles que le han enviado para juzgar de los detalles; que no puede saber si el gobernador fue parcial o no; es decir, que de esta manera se coloca al Estado en una batahola, se le acerca hasta la anarquía, porque pronto estará el Estado de Puebla dentro de la anarquía, porque esa línea de conducta que ha seguido, esa línea de conducta no es la que se debe de seguir; vosotros mismos lo sabéis. Ahora, ¿con qué objeto se manda un gobernador ahí, existiendo dos poderes? Que la legislatura no está reconocida, ¿por qué no se reconoce al poder Judicial? Ahí está el Poder Judicial para que se nombre al gobernador provisional. Yo no tengo ningún empeño; yo no vengo a acusar ni a defender; pero sí comprendo que la idea de enviar un nuevo gobernador a Puebla será un fracaso completo y tengo la obligación de venir a defender a mi Estado, porque para eso me han mandado. (Siseos.) Por lo tanto. yo suplico, señores representantes, que recordéis que ayer fue el Estado de Sonora quien defendió su soberanía con una virilidad y con una energía muy propia de los mexicanos; de esa virilidad y de esa energía, que solamente se conoce entre el Bravo y el Suchiate, yo suplico que recordéis que los poblanos también somos mexicanos.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Tiene la palabra en contra el ciudadano diputado Manjarrez.

El C. Manjarrez: Vengo a oponerme al trámite de la Mesa, que envía a Comisión la solicitud de licencia del ciudadano Claudio N. Tirado, nombrado ya por el Senado de la República gobernador interino constitucional del Estado de Puebla, porque, sea cual fuere la resolución que debiera tomarse aquí, es preciso ya que el Estado de Puebla deje de estar en aquel estado anárquico en que se mantiene desde que estalló el conflicto electoral en dicho Estado. (Aplausos.) La Representación Popular de ninguna manera podría nulificar, aunque lo quiera, la resolución ya tomada por el Senado, por que aun en el caso de que esta Cámara...

El C. Avilés, interrumpiendo: ¿Me permite una interpelación?

El C. Manjarrez: Cuando termine yo consiento todas las interpelaciones... porque aun el caso de que esta Cámara negara al ciudadano Tirado la Licencia que hoy pide, el ciudadano Tirado iría a cumplir la misión alta que se le ha encomendado y la Cámara quedaría burlada. ¿Cuál es la única sanción que la Constitución da a la Cámara de Diputados respecto a aquel de sus miembros que deje de asistir? Esta única: cuando el diputado deje de asistir diez días consecutivos a las sesiones de la Cámara, se mandará llamar al suplente; de tal suerte, que si esta Cámara negara la licencia del señor Tirado con el fin de que no se llevara a cabo el nombramiento que en su favor ya extendió el Senado, quedaría burlada la Cámara de Diputados, porque el señor Tirado iría a cumplir con su deber y a los diez días tendríamos aquí a su suplente. (Aplausos. Voces: ¡Bien! ¡Bien!) Esto desde el punto de vista del resultado a que llegaríamos; sin embargo, ahondemos más; ya que el señor Sánchez Pontón ha querido venir aquí a tocar el asunto de Puebla, nosotros habremos también de tocarlo, y conste que al hacerlo, lo hago con el carácter mío, verdadero, propiamente imparcial, y no puede se imparcial el hermano del gobernador Sánchez Pontón. (Voces: ¡Bravo! ¡Bravo!) Imparcial puedo serlo, yo porque me he mantenido absolutamente ajeno al conflicto hasta el momento en que hubo un asesinato de por medio, que me hizo clamar enérgicamente en contra de los asesinos. (Voces: ¡Bravo! ¡Bravo!) Esa fue la única participación que tomé y a pesar de ello ni soy partidario del señor Sánchez, ni soy partidario del señor Lara; soy partidario de que se ponga fin a este conflicto, que ya nos tiene hartos a los hombres del Estado de Puebla.

El C. Sánchez Pontón: ¿Y el de Michoacán?

El C. Manjarrez: No estamos discutiendo el caso de Michoacán; cuando se discutió el caso de Michoacán, yo supe ponerme del lado de los diputados de Michoacán y no lo supo hacer su señoría; yo supe pedir que viniera el subsecretario de Gobernación, y conste que en esto contrariaba la voluntad, la decisión del actual ministro de Gobernación; de suerte que no se me puede tachar a mí ni de miedoso, ni de cobarde, ni de que dejo de tomar participación en aquellos asuntos cuando mi

deber me lo manda; y natural es que aquí se levantara una voz en contra de que fueran a ponerse los puntos sobre las íes en el caso del Estado de Puebla; ¿que es el llamado, que es el indicado el señor Tirado? No lo diré yo, pero es natural, es lógico suponer que un muchacho como Tirado, que desde 1910 ha tomado participación en la revolución; un muchacho que a través de las luchas no ha claudicado; un muchacho que en medio de toda esta barahunda política no ha cedido a nada, permanezca neutral e imparcial en el nuevo orden de cosas que está llamado a encarrilar, bien que haya manifestado en la campaña pasada, como tenía derecho a manifestarla, su opinión en favor de uno o de otro candidato. Al señor Tirado, ¿qué se le tacha? ¿Que fue partidario de Sánchez? En buena hora. ¿Y no podía se partidario de Sánchez? ¿De qué se tacha al señor Tirado? ¿Ha cometido actos que lo degraden, ha cometido actos que lo nulifiquen, que lo descalifiquen para ocupar un elevado puesto? Indudablemente que no. Luego entonces si al señor Tirado no tenemos por qué tacharlo, ¿Por qué habremos de oponernos a que vaya allá a volver al Estado de Puebla al orden constitucional interrumpido por la imposición, al orden constitucional interrumpido porque hubo autoridades civiles y militares empeñadas en que no se manifestara libremente la opinión del Estado de Puebla?

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Arrioja Isunza.

El C. Arrioja Isunza: Honorable Asamblea: Es un caso el que se discute en el que verdaderamente los poblanos hemos de tomar todo el empeño que esté de nuestra parte para que no se veje de esa manera la soberanía del Estado. Aquí se trata únicamente, por lo pronto, de ver si se dispensan o no los trámites; pero como la dispensa de trámites encierra desde luego la discusión respecto a la licencia en sí misma, quiero adelantar algunos conceptos para que desde luego esta honorable Asamblea forme su criterio, y para ello voy a alejarme de asuntos netamente personales. Yo creo, señores diputados, que el señor Tirado será un magnífico revolucionario y un muchacho capaz de hacer algo bueno en el Estado; pero no es el caso de que vaya el señor Tirado. En el dictamen aprobado por el Senado no se desconocen precisamente los poderes del Estado, que es el único caso en que se podría hacer el nombramiento de gobernador provisional: el caso único en que hayan dejado de existir los poderes de un Estado; pero sí este dictamen, hecho de una manera capciosa y apegándose en todo a la opinión del ministro de Gobernación, manda al Estado de Puebla al ciudadano Tirado sin saber nosotros precisamente qué es lo que va a hacer el ciudadano Tirado al Estado de Puebla.

Según el dictamen, se dice que no existe gobernador, porque el señor Sánchez Pontón ha dejado de serlo en la fecha en que él mismo se señaló en la ley de convocatoria respectiva. Si hasta aquí el diputado Tirado fuera únicamente a sustituir al señor Sánchez Pontón para que, tomando las cosas en el momento en que se encuentran, siguiera adelante el proceso evolutivo electoral, entonces no tendríamos por qué oponernos; el ciudadano Tirado podría ir perfectamente reconociendo a la Legislatura legítimamente instalada en el Estado de Puebla y no tendría más que hacer que promulgar el decreto y regresarse para acá; pero no es ese el caso: al ciudadano Tirado se le dan facultades de tal manera amplias, que no se han dado en ninguna otra ocasión; parece que estamos en un período netamente preconstitucional, en que no es el Senado el que, ciñéndose a la fracción V del artículo 76, nombra al gobernador provisional para que haga elecciones, sino que es un gobernador provisional nombrado por el Ejecutivo para que vaya de una manera paternal a ver qué es lo que ha sido, que es lo que ha pasado en Puebla y ver qué es lo que conviene hacer, sin acatar para nada absolutamente las leyes. Desde que se trató de que fuera el ciudadano Sánchez Pontón a Puebla y estando yo allá, sostuve por medio de la prensa que el Poder Judicial del Estado no había desaparecido; sin embargo, eso sirvió precisamente, quiero decir, el hecho de aceptar que había desaparecido, aunque fuera de una manera ficciosa, el Poder Judicial por virtud del movimiento revolucionario, sirvió para nombrar el gobernador provisional. El Poder Judicial de hecho existe, existe constitucionalmente; pero si el Poder Judicial no existiera, sabemos todos -se ha aceptado últimamente y como tal ha quedado - , que fue electo el Poder Judicial por el congreso pasado, pues sabemos cómo fueron las elecciones, es decir, no lo sabemos, sabemos el resultado. En Puebla se instaló la Legislatura, y el gobernador provisional Sánchez Pontón, fue a informar ante esa Legislatura; la declaró solamente instalada, se invitaron al acto a las autoridades federales y a los poderes del Estado y se le dio todo el aspecto de legalidad que realmente tenía. Después de esto, a los dos o tres días se instaló una nueva Legislatura, sin credenciales, o al menos, con algunas, formada por los individuos que se habían separado de la anterior y por algunos otros agregados para completar quórum. Esta nueva Legislatura fue ya el recurso del que había perdido, como era natural. Bueno. En ese estado las cosas, la Legislatura legalmente instalada constituye el Poder en Puebla, así lo han reconocido todos los gobernadores de los distintos Estados de la República; sí lo ha reconocido las Secretaría de Estado de la capital y solamente la Secretaría de Gobernación es la única que no lo ha reconocido; pero para todos los poblanos, aun los alejados de la política, ese poder es netamente constitucional, es emanado de una lucha electoral buena o mala, en la imperfección de nuestra actual democracia no se puede pedir una obra perfecta, pero es desde luego un Poder perfectamente constitucional. ¿De qué nos viene ahora el Senado a nombrar un gobernador que no sabemos, que no tiene absolutamente facultades para ir a hacer nada en Puebla? En último caso, que se hubiera hecho alguna presión en la misma Legislatura para que reconsiderara su asunto y que la Legislatura, dentro de la Constitución de Puebla, nombrara ella misma un gobernador provisional, perfectamente; pero no que de aquí la Federación, existiendo en verdad dos poderes perfectamente constitucionales en Puebla, envíe un gobernador provisional con unas facultades que ni el mismo Senado se las supo dar. Del texto del dictamen resulta que el gobernador provisional se nombró únicamente porque

dejó de existir el gobernador Sánchez Pontón legalmente en Puebla, según ellos afirman. Dice:

"Como con los elementos que existen en poder del Senado no podemos precisar cuál de las dos legislaturas es legítima." etcétera..... "Procédase desde luego a elegir un gobernador provisional que se encargue de volver al orden constitucional el Estado de Puebla."

Presidencia del C. ESPINOSA LUIS

Repito, este gobernador podría ir a hacer tres cosas; la única en la cual no se atentaría contra la soberanía del Estado, sería ir a continuar el proceso electoral y declarar que ha sido electo gobernador de Puebla el ciudadano a quien la Legislatura misma ha declarado gobernador de Puebla. De no hacer esto, ni el mismo Senado puede darle las facultades con que iría el señor Tirado; el señor Tirado iría a Puebla ¿sabéis a qué? A tomar elementos de las distintas legislaturas, como a él le parezca, diciendo: este es bueno, este no es bueno; quiere decir, a calificar las elecciones o bien a nulificar definitivamente las elecciones o hacer que se hagan nuevas; pero ninguna de estas dos cosas puede hacer el señor Tirado, ni el Senado está facultado para enviarlo con esas funciones. La fracción V del artículo 76, en lo aplicable al caso, dice:

"Artículo 76. Son facultades exclusivas del Senado:

"V. Declarar, cuando hayan desaparecido todos los poderes constitucionales de un Estado, que es llegado al caso de nombrarle un gobernador provisional, quien convocará a elecciones, conforme a las leyes constitucionales del mismo Estado."

El mismo artículo dice lo único a que puede mandar el Senado al gobernador provisional, y esto previa una declaración de que han desaparecido los poderes ¿Por qué el Senado y por qué los dictaminadores en el Senado no declararon, en último caso, con toda energía y con todo valor que han desaparecido los poderes? No hacen esa declaración, al contrario, dicen que hubo elecciones, pero que no se sabe cuál de las legislaturas es la buena y que por tanto va el ciudadano Tirado para que él haga lo que crea conveniente, a fin de volver el orden constitucional a Puebla. Como ven ustedes, esto es enteramente ilegal; va el ciudadano Tirado a calificar las elecciones; va con poder omnímodo a disolver la Legislatura perfecta y constitucionalmente instalada y va a declarar que no hubo elecciones, cuando el Senado dice que sí las hubo. Pues no sé cómo pueda tener más facultades que las que pueda tener el mismo Senado; todo esto nos lleva a la conclusión de que, en este caso, se está dando un verdadero golpe de muerte a la soberanía del Estado, y nosotros, naturalmente, como poblanos estamos obligados a sostener aquí y en todo tiempo la soberanía del Estado y a oponernos en cuanto sea posible a que sea vejado.

Dice el ciudadano Manjarrez que no tendría objeto que aquí se diera la licencia; perfectamente, yo creo que con la licencia o sin ella, puede ir a Puebla y ya eso no es cosa nuestra; pero el ciudadano Tirado es, en primer lugar, un miembro de la Cámara, y si estamos mirando nosotros que se trata de enviar a un gobernador que vaya por sobre el Poder legalmente constituido en Puebla, que se trata de un gobernador que va a hollar la soberanía del Estado, no debemos permitir que sea uno de los miembros de la Cámara el que vaya a cometer esos actos. (Aplausos. Siseos.) Además, debemos considerar también en este caso que el ciudadano Tirado fue uno de los líderes del "sanchismo"; se ve perfectamente clara la mano de él y del ministro de Gobernación interviniendo en favor del ciudadano Sánchez. Yo creo que para nosotros este asunto es perfectamente claro, que no cabe duda y no debemos permitir de ninguna manera que si se trata de evitar una imposición, se vaya a hacer otra.

Repito, las elecciones son en todos nuestros Estados imperfectas; se dice por ahí que el Señor Sánchez obtuvo en verdad más votos; yo no lo sé, lo que sí sé es que, al final, la Legislatura, con quórum perfectamente instalado, tuvo una mayoría en favor del ciudadano Lara y hay que advertir, también, que en esta Legislatura había elementos sanchistas, elementos aguilaristas e independientes; luego no puede decirse que sea una Legislatura formada artificialmente para un color; es un Legislatura formada por distintos colores, en la cual, como era natural, obtuvo mayoría uno de los candidatos.

Señores: He tratado de evidenciar, de poner en conocimiento de ustedes, que el ciudadano Tirado al ir al Estado de Puebla, en cumplimiento del nombramiento que le ha dado el Senado, va atacando la soberanía del Estado, lo que no debemos permitir de ninguna manera. Si es así, y ustedes conocen el caso, creo que desde luego, para evitarnos discusiones, es preciso que se estudie por la Comisión dictaminadora y que, teniendo en cuenta estos antecedentes, se haga un dictamen en contra de la licencia.

Presidencia del C. SIUROB JOSÉ

El C. secretario Valadez Ramírez: Habiendo hablado los oradores que marca el Reglamento...

El C. Zincúnegui Tercero: ¡Moción de orden! Pido la palabra.

El C. Avilés: Para rectificar hechos.

El C. Zincúnegui Tercero: Pido la palabra para que se lea la segunda parte del artículo 111 del Reglamento.

- El mismo C. secretario: A solicitud del ciudadano diputado Zincúnegui Tercero, se va a dar lectura al artículo 111, en su segunda parte:

"En los demás asuntos que sean económicas de cada Cámara, bastará que hablen tres en cada sentido, a no ser que ésta acuerde ampliar el debate."

Por acuerdo de la Presidencia se va a dar lectura a los artículos reglamentarios 19 y 20.

"Artículo 19. El presidente, en sus resoluciones, estará subordinado al voto de su respectiva Cámara.

"Artículo 20. Este voto será consultado cuando algún miembro de la Cámara reclame la resolución

del presidente, previa una discusión, en que podrán hablar dos individuos en pro y dos en contra; lo cual se podrá hacer siempre que no haya mediado votación en el mismo negocio y se adhieran a la reclamación por lo menos dos de los individuos presentes."

El C. Zincúnegui Tercero: Pido la palabra en contra del trámite de la Mesa.

El C. presidente: Se hace saber el ciudadano Zincúnegui Tercero, que lo único que hace en este caso la Presidencia, es aplicar el Reglamento.

El C. Zincúnegui Tercero: Para sostener mi petición, pido el uso de la palabra.

El C. presidente: Participamos al compañero Zincúnegui que no se trata en este caso de una discusión sobre trámite, sino que sencillamente es un artículo reglamentario.

El C. Zincúnegui Tercero: Para una moción de orden, pido el uso de la palabra, ciudadano presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Zincúnegui Tercero: Ciudadanos representantes: A pesar de lo que trata de sostener la honorable Presidencia de esta Cámara, a efecto de que no sigamos haciendo uso de la palabra los oradores inscriptos en el trámite de discusión, yo deseo que en apoyo de mi solicitud, se sirva esta honorable Representación tomar en consideración... (Voces: ¡No se oye!) el artículo 111 del Reglamento. Es lo suficientemente claro este artículo para autorizarme a continuar esa discusión; en la parte resolutiva dice: "En los demás asuntos que sean económicos de cada Cámara, bastará que hablen tres en cada sentido, a no ser que ésta acuerde ampliar el debate."

Por lo tanto, ciudadanos diputados, creo tener derecho para hacer uso de la palabra en contra del trámite de la Mesa. (Voces: ¡No! ¡Sí! Murmullos.) Estoy en el uso de la palabra. En un asunto en el cual se debaten los intereses de un Estado; en un asunto en el cual va de por medio la tranquilidad de muchos hogares, creo que ningún inconveniente tendrá la honorable Asamblea en ampliar este debate, aun pasando sobre el Reglamento, toda vez que antes que estas pequeñas reglas que están comprendidas en este librito, están los intereses de un Estado. En todos estos casos hay que hacer luz meridiana para que la honorable Representación Nacional dé un voto de conciencia, ya que de por medio va la tranquilidad y la paz de uno de los más ricos Estados de la República; en consecuencia, ciudadanos representantes, espero que estaréis de acuerdo en que se amplíe el debate y que aun fuera del Reglamento continúe la discusión, para hacer luz meridiana en este asunto y pueda cada ciudadano representante emitir su voto, seguro de que la resolución que aquí se tome será favorable a los intereses del Estado de Puebla. En consecuencia, pido a ustedes atentamente que se amplíe el debate y que a pesar del Reglamento continúe la discusión.

El C. Esparza Martínez: ¡Moción de orden!

El C. presidente: La presidencia se ve en el caso de manifestar a los señores diputados, de que a pesar de que personalmente pudiera creer que el debate se debe ampliar todavía, en virtud de las obligaciones que tiene, no puede menos que cumplir con el Reglamento. El mismo ciudadano Zincúnegui Tercero, al hablar en contra del trámite, realmente han aceptado las circunstancias de que el Reglamento marca el trámite de la Mesa; de manera que la Presidencia no puede menos que consultar ese trámite a la Asamblea.

El C. Esparza Martínez: ¡Moción de orden!

El C. presidente: Tiene usted la palabra para una moción de orden.

El C. Esparza Martínez: Para dar fin a este debate, que podría prolongarse indefinidamente, ya que el apasionamiento político de los ciudadanos representantes poblanos podría prestarse para que en esa tribuna se hagan múltiples y variadas consideraciones sobre el caso Puebla, yo exhorto a la Presidencia para que haga cumplir el Reglamento. En este caso no está a discusión la licencia del señor diputado Tirado, sino únicamente ha sido impugnado el trámite de la Presidencia por el ciudadano Castillo. En consecuencia, es llegado el caso de consultar el voto de la Asamblea. (Aplausos.)

El C. Zincúnegui Tercero: ¡Moción de orden!

El C. presidente: ¿Qué artículo del Reglamento se está violando?

El C. Zincúnegui Tercero: El artículo 114. Precisamente a eso me refería, ciudadanos representantes: en cumplimiento del Reglamento se va a preguntar a la honorable Asamblea si el caso está suficientemente discutido. (Voces: ¡Sí! ¡Sí!) Si la honorable Asamblea no desea escuchar mayores razones... (Voces: ¡No! ¡No!) puede votar en el sentido que mejor le plazca; (Voces: ¡Sí! ¡Sí!) únicamente que con el tiempo recaigan las responsabilidades sobre la cabeza de los representantes que no saben escuchar la voz de la razón que se esgrime en esta tribuna.

El C. Avilés: Pido la palabra para rectificar hechos que conciernen con el debate; estoy dentro del Reglamento, ciudadano presidente.

El C. presidente: Únicamente que se declare suficientemente discutido.

El C. Avilés: Para rectificar hechos.

El C. presidente: La Presidencia ha inscripto ya el nombre del ciudadano Avilés para rectificar hechos y le concederá la palabra así que se haya votado este asunto; (Voces: ¡No! ¡No!) cuando ya se declare suficientemente discutido.

El C. avilés: Tengo derecho, ciudadano presidente, para pedir la palabra para rectificación de hechos.

El C. presidente: Ha solicitado el uso de la palabra para rectificación de hechos el ciudadano avilés. (Voces: ¡Sí! ¡No! ¡Que hable!) La presidencia, cumpliendo con su deber, no concederá la palabra para rectificar hechos, si no es que la Asamblea declare que el asunto está suficientemente discutido. En tal concepto, se va a preguntar a la Asamblea si el asunto está suficientemente discutido. (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. secretario Valadez Ramírez: Habiendo hablado los oradores que señala el Reglamento, en votación económica se consulta si se aprueba el trámite de la Mesa. (Voces: ¿Cuál? ¿Cuál?) Si el asunto está suficientemente discutido. (Voces: ¡No! ¡No!) Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie.

El C. Zincúnegui Tercero: Pido votación nominal. Pido votación nominal. Pido votación

nominal. (Una voz de las galerías: ¡Esto parece plaza de gallos!)

El C. Lara César: Moción de orden. (Gritos. Desorden. Campanilla)

El C. Zubaran: Señor, que se mande desalojar a ese hombre del salón. (Desorden. Campanilla.)

El C. presidente: Se ordena salga del salón el ciudadano que está cerca de la tercera columna a la derecha, y que está interrumpiendo el orden.

El C. secretario Valadez Ramírez: Nuevamente se pregunta, en votación económica, si el asunto está suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa....

El C. Zincúnegui Tercero: He pedido votación nominal, ciudadano presidente.

El C. secretario Valadez Ramírez: Hay mayoría de pie.

El C. Zincúnegui Tercero: He pedido votación nominal. (Desorden. Campanilla)

El C. secretario Valadez Ramírez: Por acuerdo de la Presidencia, se declara suficientemente discutido. (Voces: ¡No! ¡No! Gritos: ¡Sí! ¡Sí!)

El C. Zincúnegui Tercero: Ciudadano presidente: Con toda oportunidad pedí votación nominal debidamente apoyado; la resolución dada por usted va en contra del reglamento. (Campanilla.)

El C. presidente: La Asamblea entera, ciudadano Zincúnegui, acaba de dar la razón a la presidencia; por tanto, el asunto está suficientemente discutido. Tiene la palabra el ciudadano Avilés.

El C. Avilés: Señores diputados: Me pasara yo de un mal michoacano y por ende de un mal mexicano, si no viniera aquí a esta tribuna a rectificar hechos. El asunto de Puebla, ciudadanos diputados, que se acaba de poner el debate en esta Asamblea no es, ciudadanos diputados, sino hijo putativo del caso Michoacán. (Risas y aplausos.) Pero nosotros los michoacanos no alcanzamos a salir todavía del abistamiento en que nos ha colocado la resolución del ciudadano presidente de la República, haciendo que en el Estado de Puebla se cumpla con el acuerdo del Senado, cuando en el Estado de Michoacán no sólo una vez el Senado de la República ha declarado que han desaparecido allí los poderes, sino cuatro veces, ciudadanos diputados, y sin embargo, el Ejecutivo de la Unión aún no ha cumplido con ese acuerdo del Senado. (Aplausos.) Y hay más, ciudadanos diputados, El Ejecutivo de la Unión queriendo, como él dice, cumplir con la ley, mandó el caso Michoacán a la Suprema Corte y la Suprema Corte devolvió al ciudadano presidente de la República el caso Michoacán, diciéndole que eso no era de su competencia y, sin embargo, de ese otro acuerdo del Cuerpo más alto judicial de la República, sin embargo de ese acuerdo, repito, ciudadanos diputados, el Ejecutivo de la Unión todavía no encontró que hubiese justicia para los michoacanos. Y es ignominioso, ciudadanos diputados, que habiendo declarado el Senado que los poderes en Michoacán habían desaparecido, habiendo declarado la Suprema Corte que no era de su competencia conocer de aquellos hechos, el Ejecutivo entonces, dando una mirada retrospectiva hacia el pasado, (Risas y voces: ¡No se pueden dar miradas retrospectivas hacia el porvenir!) se acordó, ciudadanos diputados, de que allá en la época de los señores de horca y cuchillo, cada ducado, cada reinado, tenía a su lado una junta a quien se le daba el nombre de áulica y el ciudadano presidente de la República, acordándose quizá de aquellos hechos, ciudadanos diputados, también él ¡cómo no iba a hacer reminiscencias de los tiempos pasados! y dijo: Fúndese la junta áulica, mándese ahí el caso Michoacán y en poder de esa junta áulica está el caso Michoacán, y entre paréntesis, ciudadanos diputados, demos un vistazo para darnos cuenta de qué elementos están compuestos tanto esa junta legislativa que está adscripta a la Presidencia de la República, como esa junta áulica especial para conocer del caso Michoacán, y veremos con tristeza, ciudadanos diputados, que están compuestas por puros reaccionarios. (Aplausos.) A mí no me importa, ciudadanos diputados, que con esta mi peroración descontente a muchos; nada me interesa eso, yo he venido aquí, a la Cámara de Diputados, para sostener los principios revolucionarios, para sostener los principios de justicia, para sostener los principios de equidad, y no puedo permanecer callado, ciudadanos diputados, cuando veo que no hay equidad en el caso Michoacán, que no se ha podido resolverlo, lo mismo que en el caso Puebla, cuando -vuelvo a repetir - , estos dos casos se parecen como una gota de agua a otra gota. ¡Y ahora ved con qué celo el Ejecutivo manda legiones de soldados a desalojar a uno que ha imitado al usurpador de Michoacán, a uno , vuelvo a repetir, que ha imitado al usurpador de Michoacán y que se ha apoderado del Palacio de Gobierno! Para él sí hubo, ciudadanos diputados, las legiones de soldados; es decir, para ir a intervenir en el caso Puebla sí hubo soldados; pero para intervenir en el caso Michoacán no hubo soldados. Pero qué digo, ciudadanos diputados; pero qué digo! permitidme que rectifique lo que acabo de decir; si hubo soldados, pero nada más que allá se pusieron para otra cosa; aquí se usan lo soldados para arrojar del Palacio de Gobierno de Puebla al usurpador, y en Michoacán se hizo uso de los soldados para sostener al usurpador. (Aplausos.) Yo no puedo callar ante semejantes desaciertos, ciudadanos diputados; necesitaba, no, se necesita que por mis venas no circularan todavía átomos de sangre tarasca. (Risas y aplausos.) No, ciudadanos diputados, no soy enemigo del Gobierno, puesto que fui uno de los que puse mi grano de arena como muchos de vosotros lo pusieron también para llevar al sólio del Poder a este actual Gobierno; pero eso no quiere decir que nosotros "vayamos" (Voces: ¡vayamos!) a plegar la cerviz cuando vemos, ciudadanos diputados, que no hay esa equidad, que no hay esa justicia, que no hay ese orden, que no hay esa concordia que debe existir en todo Gobierno, que debe tener como principio el sostén del pueblo. Ya no quiero, ciudadanos diputados, seguir trayendo a colocación el caso Michoacán, cuando de vosotros, es bastante conocido. Vosotros y no nosotros, muchos de ustedes, ciudadanos diputados, hemos agitado todo el que se ha podido agitar para hacer que el Ejecutivo (Risas) para hacer que el Ejecutivo vuelva sobre sus pasos y haga lo que debe hacer, que es cumplir con el acuerdo del Senado en el Estado de Michoacán. Pero, ciudadanos diputados, quizá aquí en este caso el ciudadano Obregón ni sea el principal

culpable de estos desaciertos (Voces: ¿Quien? ¿Quien?) Aquí en estos desaciertos, ciudadanos diputados, como en la época de don Venustiano Carranza, que se veía la mano de Aguirre Berlanga, que era el que manejaba todo el tinglado de la farsa, así en este caso, ciudadanos diputados, se ve la mano de don Plutarco Elías Calles que es el que maneja todo esto. (Aplausos. Siseos.) Y tenemos no solamente el caso Michoacán, ahí está el caso México, el caso Jalisco.... (Risas. Voces: ¡No!) Ahí están varios casos, ciudadanos diputados, que ponen de relieve la mano de don Plutarco Elías Calles es la que ha movido a todo ese conjunto de monigotes que han estado actuando en el tinglado de esta nueva farsa. (Gritos, Siseos. Campanilla.) Los aullidos a mí me tienen sin cuidado, lo mismo que las amenazas, ciudadanos diputados; soy un hombre de temple que he venido pasando por todas las fraguas, es decir, por todas las fraguas del infortunio; me tiene sin cuidado, soy hombre libre, soy de los hombres que repetirían la frase de Hay: soy de los hombres que no tienen pelos en la lengua para decir las verdades, cuando éstas se necesita decirlas, sean éstas para quien sean y cójalas quien las cogiere.

Así es que, ciudadanos diputados, yo no me vengo a oponer ni vengo aquí tampoco a pugnar porque en el caso de Puebla se apruebe o no se apruebe la licencia del señor Tirado; allá con ustedes, ciudadanos diputados; yo lo que quería era poner de manifiesto aquí en el caso de Puebla y en el caso de Michoacán se ha usado de dos pesas y dos medidas; eso es lo que quería poner de manifiesto aquí; como antes decía, el caso Michoacán y el caso de Puebla son dos casos enteramente iguales. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! ¡Sí!) son dos casos enteramente iguales, ciudadanos diputados y, como consecuencia lógica, si el Ejecutivo hace cumplir su acuerdo en el Estado de Puebla, el acuerdo del Senado lo hace cumplir en el Estado de Puebla, así el Ejecutivo tiene la obligación sagrada, la obligación imprescindible de hacer cumplir el acuerdo del Senado en el Estado de Michoacán, porque de otro modo será dar un espectáculo tristísimo ante la nación entera, puesto que nos da derecho a decir a voz en cuello que para juzgar casos enteramente iguales, que para juzgar casos análogos, se tienen dos pesas y dos medidas. (Aplausos.)

El C. presidente: Se participa a la Asamblea que están inscriptos para hacer uso de la palabra para rectificación de hechos, los ciudadanos Castillo Porfirio y Prieto Laurens, y estando pendiente la votación, se pregunta a la Asamblea si se les concede.

El C. secretario Valadez Ramírez: En votación económica se consulta si se permite hablar a los oradores que están inscriptos. (Voces: ¡Que hablen! ¡Que hablen!)

El Ca stillo Francisco: Pido la palabra. Con fundamento en el artículo 110 del Reglamento, pido que se lea un documento, es decir, un oficio o comunicación que envía la Legislatura del Estado de Puebla, a esta honorable Cámara.

El C. Manrique: Tiene derecho.

El C. secretario Valadez Ramírez: Se va a dar lectura al documento a que se ha hecho referencia:

"Congreso del Estado libre y soberano de Puebla. - Secretaría.

"Honorable Cámara de Diputados. - México, D. F.

"Los subscriptos, miembros de la XXV Legislatura del Estado libre y soberano de Puebla, tenemos la honra de dirigirnos a esa H. Cámara, que es la más genuina representación del pueblo mexicano, para explicarle la conducta que hemos asumido en defensa de la soberanía de nuestro Estado, indigna e imprudentemente hollada con los ilegales procedimientos del Senado de la República.

"Ese Alto Cuerpo, que por razón de su institución, tiene que ser el más celoso guardián de la dignidad y de la soberanía de los Estados, con su resolución de 30 de marzo último, dictada en el "caso Puebla", ha demostrado que, o no conoce los deberes imperativos de su alta representación, o los pospone a complacencias mezquinas y despreciables personalismos.

"Como quiera que sea, la aprobación de un dictamen incongruente, ilegal, infundado y hasta incomprensible; de un dictamen que no pudo explicar ni defender la propia Comisión que lo formó; de un dictamen reprobado unánimemente por los ciudadanos senadores, cuando individualmente lo comentaban y opinaban sobre él, al resultar aprobado por una gran mayoría, constituye una extraña y elocuente demostración de la fuerza incontrastable del impulso grosero, pero biológico, que obliga a vivir antes que razonar.

"Poco importó a esa mayoría de senadores, que un incidente baladí, inconsistente, que apenas tenía la apariencia de cuestión política, se encrespara y creciera y tomara las serias proporciones que necesariamente tienen que tomar todas las heridas inferidas a la soberanía, que es en los Estados tan delicada como la honra en los individuos.

"¡ Y qué grave y cruel es la herida que se le hace a la soberanía del Estado de Puebla! El Senado, que no se atrevería con toda su responsabilidad, a revisar y calificar las elecciones del Estado, porque ese es asunto de su régimen interior, se atreve a delegar esa comisión, nombrando un gobernador provisional para que venga a decidir quién resultó electo y quién es grato al revisor y sus inspiradores.

"Consentir en esa ignominia, sería consentir en la derogación del pacto constitucional; ya no habría Federación de Estados soberanos, sino un descarado centralismo, perjudicial y odioso, por introducirse a espaldas y con violación de la ley.

"En defensa, pues, de la, soberanía del Estado de Puebla, en defensa de la soberanía de los demás estados, porque el precedente que se establecera sería una amenaza para el futuro de todos ellos; en defensa de nuestras instituciones y de nuestra forma de Gobierno, y en defensa de los principios proclamados en el Plan de Agua Prieta, que nos redimió de ominosas imposiciones, nos erguimos en actitud, no de rebeldía, sino de resistencia; no de agresión, sino de defensa. No somos nosotros, sino ellos, los senadores, los que provocan los conflictos. No somos nosotros, sino ellos, los que producen las alarmas en el interior y las censuras y las amenazas en el extranjero.

"Por respeto y consideración a la H. Cámara de

Diputados, a la que tenemos la honra de dirigirnos, hacemos las anteriores explicaciones, suplicándole que, en la amplia esfera de su acción, promueva lo procedente para poner a salvo la soberanía del Estado de Puebla, amenazada de muerte por la Cámara que está originalmente instituída para velar por la integridad del Pacto federal.

protestamos nuestros respetos.

"Puebla de Zaragoza, a dos de abril de mil novecientos veintiuno. - J. M. Jiménez. - Fausto Rojas. - Adolfo Rodiles. - A. L. Novoa. - Eduardo Vivanco. - M. Jiménez Fuentes. - Maclovio Guerrero." - Una firma ilegible.

Se hace del conocimiento de la honorable Asamblea que se ha leído este documento, por haberlo solicitado así el ciudadano Francisco Castillo, fundado en un artículo reglamentario; pero que de este asunto debe conocer la Comisión Permanente.

El C. presidente: Tiene la palabra para rectificar hechos, el ciudadano Castillo Porfirio.

El C. Del Castillo Porfirio: Creo que se ha declarado suficientemente discutido el trámite de la Mesa, y procede, en consecuencia, la votación. Yo quiero obviar tiempo y renuncio al uso de la palabra.

El C. presidente: El ciudadano Prieto Laurens ha pedido la palabra para rectificar hechos, y como la Asamblea ha concedido el uso de la palabra para ese objeto, la Presidencia no puede menos que concederle la palabra.

El C. Prieto Laurens: Ciudadanos representantes: Efectivamente, la discusión ha sido ya suficiente para poner las cosas en su lugar. Se han dicho aquí las verdades por una y por otra parte; pero será muy triste que esta Asamblea se deje arrastrar por chicanas políticas, por chicanas que se vienen realizando unas veces descompletando el quórum y otras veces tratando de echar sobre el señor Tirado el anatema de monigote del ciudadano ministro de Gobernación, como lo ha dicho aquí alguno de los compañeros. (Aplausos.) El ciudadano Tirado, nombrado por el Senado gobernador interino constitucional del Estado de Puebla, tiene necesidad de la licencia de esta Cámara para ir a tomar posesión, y se dice que el ministro de Gobernación - porque en esta discusión se ha tomado como pretexto el caso de Michoacán para atacar al ciudadano Calles - , se dice que el ministro de Gobernación es el que dirige la farsa, la farsa en todos estos asuntos; (Voces: ¡Sí! ¡No!) y es que no se quiere descubrir la verdad, es que no se quiere descubrir que quien dirige la farsa es otro ministro, como consta a un grupo de diputados independientes, que lo hemos visto reunido con el jefe del Pélece, el licenciado Rafael Zubaran. (Aplausos. Siseos).

El ministro de la libertad de trabajo, señores, el protector de los esquiroles, se encontraba el mismo día en que Rafael Lara salió para Puebla, en unión de Peralta, de Novelo, del procurador de Justicia de la Nación, del señor Neri y de otros grandes funcionarios, en el Café Colón, donde los hemos visto varios diputados, y ahí tramaban el asalto al Palacio de Puebla; de manera que el que verdaderamente trabaja debajo de tierra, el que trabaja ocultamente en esta labor, es el ministro, que está haciendo política futurista, ese ministro que quiere hacerse de la voluntad del Pélece; ese ministro que cree contar con la benevolencia de las naciones extranjeras, que cree lo pedirán a grito abierto cuando vean que en nuestro país prepondera el socialismo, a él que se dice amigo de la libertad del trabajo; ese ministro juntamente con Novelo, que también aspira a ministro, son los verdaderos directores de la farsa, y a quien no se critica en lo más mínimo, por haber ido sin licencia de la Cámara a asaltar el palacio de Puebla, es a Rafael Lara, que tramaba con Rafael Zubaran, con el general Peralta, con Novelo, con Neri y demás amigos, con el licenciado Sánchez Pontón, con el gobernador hasta ese momento, porque todavía no entregaba el gobierno, con el gobernador Sánchez Pontón, tramaban el asalto al Palacio de Gobierno, y eso no se ha querido descubrir aquí. Así es que por el honor mismo, ciudadanos peleceanos honrados, por el honor mismo de la Cámara, no nos debemos dejar arrastrar por esa chicana política, no hacer caso de los ataques, que no vienen al caso en estos momentos, contra el ministro de Gobernación. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra para rectificar hechos el ciudadano Juan Zubaran.

El C. Zubaran Juan: Señores diputados: He sido ajeno a toda contienda política en que se ha mezclado el nombre de mi hermano, porque desgraciadamente ocupa un puesto actualmente en el Gabinete del Ejecutivo, pero son tan constantes esos ataques, que se podría creer una cobardía mía si no viniese a defender aquí al que es mi hermano. (Aplausos.) Vino el señor Prieto Laurens por tres o cuatro veces a decir que mi hermano Rafael es uno de los que han tramado el complot, de que el ciudadano...

El C. Prieto Laurens, interrumpiendo: Lo hemos visto.

El C. Zubaran: (Perfectamente, lo ha visto usted.) ... de que el ciudadano Lara fuese a Puebla a asaltar el Poder. No es posible esto. Yo invito a que con la conciencia de todos los peleceanos digan aquí si no ha sido absurdo lo que ha hecho el ciudadano Lara, si lo que ha hecho para poder responder a sus actos con la fuerza no es absurdo; en cambio, señores, hemos visto un paseo triunfal con los dineros de la nación, del ciudadano Plutarco Elías Calles para hacer una imposición. (Aplausos ruidosos y voces: ¡Muy bien!) Lo hemos visto ir a sancionar la barbarie que ha invadido a una de las regiones más cultas de la República. (Aplausos ruidosos.) La península de Yucatán, lo que era próspero, lo que era un honor para la República, se ve hoy invadida por la barbarie. (Aplausos.) Se ven atropelladas allí la propiedad, las instituciones personales y mañana hasta el hogar se verá perseguido si no se toma con esas gentes una determinación. Allí, señores, apoyada por el secretario de Gobernación y no por otra persona, ha invadido la barbarie de tal manera...(Risas.) si, señor, la barbarie, no podemos llamarle de otra manera. El actual ministro de Gobernación tiene un artículo, el célebre artículo 174, en que se ordenaba fusilar al que se encontrase con una botella de alcohol, y en Sonora se fusiló a varias personas...

El C. Manjarrez: ¡No es verdad, a nadie se fusiló!

- EL C. Zubaran: Basta, señores, el decreto, para considerar que ese hombre es un bárbaro. (Risas. Aplausos. Desorden.) Señores: Yo protesto...

El C. presidente, interrumpiendo: La Presidencia excita a las galerías a que guarden el orden; de lo contrario, se verá obligada a cumplir con el Reglamento. También excita a los ciudadanos diputados a que ocupen sus curules.

El C. Zubaran, continuando: Yo protesto de la manera más formal, que mi hermano no ha tenido ninguna participación en el caso de Puebla; pero si la hubiese tenido, también hago esta declaración: que somos, tanto él como yo, muy capaces de asumir toda la responsabilidad de nuestros actos. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos.)

El C. secretario Valadez Ramírez: En votación económica se consulta... (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. Guzmán Peláez: ¡Pido votación nominal!

El C. Alvarez del Castillo Juan Manuel: ¡Moción de orden!

El C. Bojórquez: Pido la palabra para rectificar un hecho.

El C. presidente: Tiene la palabra para una moción de orden el ciudadano Alvarez del Castillo.

El C. Alvarez del Castillo Juan Manuel: Apelando a los principios de equidad y de justicia, y, sobre todo, a los cánones parlamentarios, pido al ciudadano presidente que se sirva invitar al ciudadano diputado Zubaran a que retire ese concepto denigrante para el ciudadano Calles. (Desorden.)

El C. presidente: La Presidencia excita al ciudadano Alvarez del Castillo para que se sirva precisar qué concepto desea que se retire. (Continúa el desorden Campanilla.)

El C. Alvarez del Castillo Juan Manuel: El de bárbaro. (Risas.)

El C. Manjarrez: Que no lo retire, si es lo que les duele.

El C. Manrique: Moción de orden.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Manrique para una moción de orden.

El C. Manrique: Yo, señores diputados, me habría abstenido de intervenir en este debate mediocre y pedestre, pero la expresión del compañero Alvarez del Castillo me subleva. Yo creo que no venimos aquí a ser salvaguardia de ministro alguno; el papel del diputado debe ser algo más firme y más fuerte que todo esto. (Aplausos.) Creo que por afecto, por consideración personal, bien está que el presidente de la Cámara o cualquiera de nosotros reclame cuando a un compañero - entiéndase bien - , cuando a un compañero se dirigiera una expresión más o menos ofensiva, ¡pero venir aquí a pedir respeto para un ministro! ¿Todavía creemos a los ministros seres extraordinarios? (Aplausos y voces: ¡Bravo!) Yo invito al compañero Alvarez del Castillo, al firmante de la iniciativa del establecimiento del régimen parlamentario, al hombre, al muchacho que ha tenido rasgos de simpática virilidad es más de una ocasión, a desistir de su impertinente moción. (Aplausos.)

El C. presidente: Habiendo reiterado su petición el ciudadano Alvarez del Castillo y estando apoyado en un artículo reglamentario, no obstante que la presidencia estima que en este caso no ha sido precisamente un insulto dirigido al ministro de Gobernación, la Presidencia no puede hacer otra cosa que invitar al ciudadano Zubaran a retirar esa palabra. (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. Zubaran: Pido la palabra para un hecho. El vocablo de bárbaro o barbarie quiere decir una ausencia de cultura ; sin embargo de eso, yo retiro mi frase, no por el señor ministro, sino por respeto a la Asamblea. Ahora respetuosamente quiero hacer a usted una interpelación, señor Manjarrez.

El C. Manjarrez: ¿A mí?

El C. Zubaran: Sí, señor. ¿Es cierto que usted atacó al general Calles cuando mandó asesinar a Gutiérrez de Lara porque estaba sindicalizando a los socialistas en el Estado de Sonora?

El C. Manjarrez: Sírvase decirme su señoría cuándo ataqué al general Calles por eso, porque desde luego desconozco yo que el general Calles haya mandado asesinar al general Lara. Sepa su señoría (estoy contestando la interpelación) que hace un momento dije que estuve en desacuerdo con la interpretación del ciudadano Calles a propósito del caso de Michoacán, pero voy a echarme sobre las espaldas un ataque que no he hecho o una censura. Si yo supiera que el ciudadano Calles había mandado asesinar o fusilar a Gutiérrez de Lara, lo hubiera ya dicho aquí, porque yo no le tengo miedo ni al señor ministro de la Industria, del Comercio, del Trabajo y del Previsión Social (Voces: ¡Huy!) Afortunadamente lo había dicho el compañero Manrique, ya no es el tiempo de que les tengamos miedo a los ministros y si yo le tuviera miedo lo diría, pero yo no he hecho ese cargo al general Calles porque sencillamente ignoro, desconozco que el general Calles haya mandado asesinar a Gutiérrez de Lara.

El C. Zubaran: Interpelo al ciudadano Chapa para que tenga la bondad de decir, con permiso de la Presidencia, si es cierto lo que ha dicho.

El C. Chapa: Es un hecho conocido el de que el socialista Gutiérrez de Lara, uno de los primeros socialistas que se enfrentaron contra la tiranía de Díaz, viajando por los Estados Unidos y dando conferencias socialistas, Gutiérrez de Lara, al regresar a Sonora, al tratar de sindicalizar a los obreros de Cananea, fue mandado fusilar por el general Calles. Esto lo sabe todo el mundo y el señor Manjarrez me llama la atención... lo ha dicho el señor Manjarrez.

El C. Manjarrez: No es verdad, no he dicho semejante cosa.

El C. Chapa: Pero sí es un hecho conocido...

El C. Manjarrez: No es verdad.

El C. Chapa: Usted lo ha dicho.

El C. Manjarrez: No, señor, Manjarrez no ha dicho a su señoría nada.

El C. presidente: Se llama al orden a los ciudadanos diputados.

El C. Chapa: Sí, señor, es cierto; el señor Manjarrez me lo dijo.

El C. presidente: Se llama al orden al ciudadano Manjarrez.

El C. Manjarrez: Solamente al ciudadano Manjarrez se le llama al orden

El C. presidente: También a todos los ciudadanos que se hallan de pie.

El C. Paz: Pido la palabra para rectificar un hecho, porque a mí me consta cómo fue la muerte

de Gutiérrez de Lara. (Voces: ¡Que hable Paz! Desorden.)

El C. Bojórquez: Pido la palabra para rectificar un hecho, en la inteligencia de que no voy a hablar de Política. (Desorden. Campanilla.)

El C. secretario Valadez Ramírez: Por acuerdo de la presidencia se pregunta a la Asamblea si no obstante estar pendiente la votación, se concede la palabra a las personas que han solicitado el uso de ella. Los que estén por la afirmativa sírvanse poner de pie. Hay mayoría de pie. Sí se concede.

El C. Bojórquez: Ciudadanos diputados: Yo creo que alguna vez ha de llegar la cordura y la sensatez a la Asamblea. En estos momentos estamos perdiendo el tiempo en discusiones que yo juzgo, si no inútiles, cuando menos tendentes a exacerbar nuestras pasiones políticas y vienen a desunirnos más en los difíciles momentos por que atraviesa nuestra patria, cuando se necesita hacer obra de unión, de fraternidad entre todos los ciudadanos de la República. Aquí en lugar de ocuparnos de trabajar, en cada ocasión que se nos presenta buscamos manera de hacer política y nuestros hombres de Gobierno, en lugar de dedicarse a los asuntos administrativos que les están encomendados, se dedican exclusivamente a hacerse propaganda, a hacerse reclamé, a hacerse de popularidad. Esto, lo mismo que hacen los hombres del Poder Ejecutivo, lo hacemos nosotros los miembros de la Representación Nacional; estos ejemplos que estamos viendo en los Estados de la República, manifiestan que también en el seno de la Cámara hay ambiciosos, que también hay aquí ciudadanos que aspiran a ser algo más que representantes del pueblo en la Cámara de Diputados. Y en estos momentos difíciles por que atraviesa la República, esta labor es nefasta, es nociva, tendrá trascendencias graves y consecuencias fatales para el futuro, para el porvenir de la patria. Yo quiero que en esta vez cese la contienda y que de una vez por todas se hagan a un lado las discusiones políticas, por lo que suplico a la Presidencia que encauce el debate.

En estos momentos se está resolviendo sobre una licencia: sencillamente un ciudadano representante pide licencia para desempeñar otro puesto que le ha sido encomendado por otro Poder, por el Senado de la República, y cuando se ha traído al seno de la discusión el caso de Michoacán y todos esos asuntos tan antiguos que no tienen otra finalidad que revivir, que traer otra vez a la conciencia de los ciudadanos representantes el tumulto, la sed de revolucionarismo, cuando a nosotros siempre nos han sobrado ánimos para ir a las revoluciones, cuando a nosotros siempre nos han sobrado entusiasmos para defender una causa, no es justo que en esta Representación Nacional se escandalice en esta forma; por eso yo quiero que volvamos al debate y quiero simplemente rectificar un hecho: el ciudadano Sánchez Pontón nos ha venido a hablar aquí de la soberanía del Estado de Puebla; la Secretaría leyó un escrito que a la Representación Nacional manda la Cámara local larista; esas dos cosas, tanto las palabras del diputado Sánchez Pontón como el documento de los diputados poblanos de la Legislatura local, no pueden darnos muchas luces en el asunto al resto de los representantes; pero en esta vez quiero que penséis que la mayoría de los representantes del Estado de Puebla en esta honorable Cámara, honorable a pesar de lo que ha sucedido, (Risas.) que la mayoría de los representantes del Estado de Puebla que ya son independientes, que están desligados del Gobierno local, que ya se han creado una posición, nuestros compañeros de esta Cámara en mayoría digan si están de acuerdo en que se conceda la licencia al ciudadano Tirado, y yo suplico a los ciudadanos representantes del Estado de Puebla, o más bien a todos los que sean poblanos en el seno de esta Cámara, que se sirvan levantarse, ponerse de pie, para que veamos cuántos son los que están de acuerdo en que se conceda la licencia al ciudadano Tirado. (Voces: ¡Todos!) Yo sé, por los informes que tengo, que hay mayoría absoluta entre los representantes de Puebla, hay mayoría absoluta en favor de la licencia, ellos pueden orientar mejor el criterio de la Asamblea en este caso y hagamos a un lado nuestros compromisos políticos personales. Yo no he hablado aquí de compromisos políticos ni vengo a defender a tal o cual mandatario; simplemente pido mayor cordura, mayor orden para resolver asuntos de tanta trascendencia, de los que está pendiente la tranquilidad del país y el porvenir de la patria mexicana. (Aplausos.)

El C. secretario Valadez Ramírez: En votación económica se consulta si se aprueba el trámite de la Mesa en el sentido de que el asunto pase a Comisión (Voces: ¡Que hable Paz!) Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie.

(Los CC. Castillo Francisco, Guzmán Peláez y Arrioja y algunos otros, piden votación nominal.)

El C. secretario Valadez Ramírez: Estando apoyado suficientemente el ciudadano Castillo, se procede a recoger la votación nominal.

El C. Franco: Pido atentamente a la Secretaría diga cuál es el trámite.

El C. secretario Valadez Ramírez: Se va a votar el trámite de la Mesa que dice que pase la solicitud de licencia a la Comisión de Gobernación en turno.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Por la afirmativa.

El C. secretario Valadez Ramírez: Por la negativa. (Votación.) ¿Falta algún ciudadano diputado por votar?

El C. Martínez de Escobar Federico: Rectifico mi voto. ¡No!

El C. secretario Zincúnegui Tercero: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar? Se procede a la votación de la Mesa. Votaron por la afirmativa 16 ciudadanos diputados.

El C. secretario Valadez Ramírez: Votaron por la negativa 134 ciudadanos diputados. Desechado el trámite de la Mesa.

Se dispensan los trámites.

El C. Secretario Zincúnegui Tercero: Está a discusión la licencia. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Arrioja Isunza.

El C. Arrioja Isunza: Honorable Asamblea: El oficio del diputado Claudio N. Tirado en sí mismo no es una solicitud de licencia; así se ha estado

discutiendo en la Mesa si se le da tal o cual trámite; pero en el fondo sí es una solicitud de licencia, por que dice que:

"En virtud de haber sido designado gobernador provisional del Estado de Puebla por el H. Senado, para restablecer el orden constitucional en aquella Entidad Federativa, tengo el honor de comunicarlo a esa H. Cámara, por el digno conducto de ustedes, con el de que sea llamado mi suplente en tanto dura la comisión que el propio Poder Legislativo me ha conferido."

Luego si pide que se llame a su suplente por el tiempo que dure la comisión que el Senado le ha conferido, está pidiendo realmente una licencia por ese tiempo. En tal virtud, vengo yo a hablar en contra de esa licencia y desde luego podría hacer también la protesta de que no tengo un gran interés ni de una parte ni de otra por lo que se refiere a los candidatos. He dicho antes que si la Legislatura del Estado de Puebla por sí misma, ya instalada nombrara un nuevo gobernador provisional, como lo prevé la Constitución del mismo Estado, yo quedaría perfectamente conforme, porque de esa manera no se habría atentado contra la soberanía del Estado de Puebla. Pero como no es así, yo quisiera, precisamente para que esta Asamblea se dé cuenta de que moralmente no debe apoyar al señor Tirado en su viaje a Puebla, quisiera preguntarle al señor Tirado, si está aquí, y si no, voy a hacer una interpelación al ciudadano Porfirio del Castillo o a cualquiera de los poblanos que estén de acuerdo en que vaya el ciudadano Tirado, para que me digan categóricamente en qué sentido interpretan la resolución del Senado, qué es lo que va hacer el ciudadano Claudio Tirado a Puebla. Me permito interpelar al ciudadano Porfirio del Castillo para que me sirva esto de base. (Desorden, Campanilla.)

El C. presidente: Se suplica a los ciudadanos diputados se sirvan ocupar sus curules.

El C. Del Castillo Porfirio: Para contestar, aunque someramente, a la interpelación del ciudadano Arrioja Isunza, pues ya cuando hable en contra, ampliaré. Por lo pronto remito al ciudadano Arrioja Isunza al propio dictamen de la Comisión del Senado, donde dice una manera clara a qué va el señor Claudio Tirado.

El C. Arrioja Isunza: El dictamen de la Comisión del Senado dice que el señor Tirado debe ir a restablecer el orden constitucional en el Estado de Puebla. Aquí dice:

"...no nos creemos capacitados para dar un fallo preciso diciendo si tal o cual Legislatura debe ser reconocida de una vez por el Senado de la República. Tampoco creemos que con los elementos actuales de que ha podido disponer la Comisión, se llegue a concluir la nulidad total de dichas elecciones, que nos consta que a pesar de esas graves irregularidades, se han verificado, puesto que hemos visto cantidades enormes de documentos electorales."

"Yo digo: ¿en qué forma va a volver al orden constitucional al Estado de Puebla? Es lo que quiero, que la Asamblea se dé cuenta de que el ciudadano Tirado no puede ir más que a completar la elección; la única forma en que puede volver al orden constitucional al Estado de Puebla, sin atropellar su soberanía, es, según se desprende también, pero que no lo quisieron decir de una manera categórica los senadores, a continuar la obra del anterior gobernador constitucional. Y aún recuerdo que el ciudadano Cravioto en el Senado, con esa risita mefistofélica que tiene, decía que el gobernador provisional debería ir y hacer lo que creyera conveniente: reconocer a alguna de las legislaturas, o bien declarar nulas las elecciones y hacer nueva elección. Si el Senado hubiera querido decir que se hicieran nuevas elecciones, el Senado habría empezado por aceptar como primer punto resolutivo el que habían desaparecido los poderes del Estado de Puebla y, sin embargo, no ha asentado de ninguna manera esto. El Senado acepta que hay dos legislaturas y no sabe cuál de ellas es la buena. Ahora, ¿el ciudadano Tirado va a estudiar la elección, va a ser el árbitro de aquella elección y a decir quiénes ganaron y quiénes perdieron? ¿Va a coger todos los paquetes electorales y a decir el ciudadano Tirado, nada más con su propio criterio, quien ganó y quién perdió? Yo creo que esto no lo encontramos en ningún artículo de la Constitución ni de ninguna otra ley. El ciudadano Tirado no puede ir a hacer esa elección al Estado de Puebla, y si la va a hacer, es perfectamente atentatorio, no hay ley en que se apoye el ciudadano Tirado. Es una de las situaciones en que puede colocarse el ciudadano Tirado. La segunda, si no hace esto, es ir a declarar la nulidad de las elecciones en el Estado de Puebla. ¿Puede el ciudadano Tirado, puede el Senado mismo de la República declarar nulas las elecciones de un Estado? ¿Con qué facultades? He dicho anteriormente que el Senado no tiene más que una sola fracción, la fracción V del artículo 76, que le permita inmiscuirse en los asuntos de los Estados; es una sola fracción y perfectamente demarca el caso en que los poderes hayan desaparecido totalmente, que no haya poderes; el caso yo mismo lo acepté, y es claro, cuando se trataba de Sánchez Pontón. He dicho que para mí el Poder Judicial no había desaparecido, creí que realmente no había desaparecido, pero por un movimiento revolucionario, por una ficción, si se quiere, el Poder Judicial sí desapareció, puesto que se desconocieron todos los poderes. En ese caso, el Senado dijo muy claramente en su dictamen: han desaparecido los poderes del Estado de Puebla y, por tanto, es llegado el caso de nombrar gobernador provisional. Perfectamente, no estaba dentro de mi sentir personal, pero yo sí lo admití como una ficción, porque la revolución así lo había querido; pero en el caso actual en que el mismo Senado declara que ha habido elecciones, porque dice que no puede negarse, dice:

"No nos creemos capacitados para dar un fallo preciso diciendo si tal o cual Legislatura debe ser reconocida de una vez por el Senado de la República."

Luego la Comisión del Senado dice muy claramente que no podría concluir con la nulidad total de las elecciones; que no podría de ninguna manera, meterse a tratar la nulidad de las elecciones. ¿Cómo va entonces un mandatario, un delegado de facultades del Senado, a hacer más de lo que puede hacer el cuerpo mismo que lo ha nombrado? De modo que se ve desde luego la flagrante imposición el ataque anticonstitucional que lleva en su misión el ciudadano Tirado. Yo creo, por estas razones, que

no debe permitirse de ninguna manera que vaya el ciudadano Tirado. Ahora, es cierto que la Cámara no va a poder detenerlo de manera que no pueda moverse ni llegar a Puebla. No hay más sanción para esto que la de llamar a su suplente si en diez días falta; pero la Cámara sí puede y debe, políticamente, no darle licencia al ciudadano Tirado, para que moralmente dé un pretexto a la resolución atentatoria del Senado para el Estado de Puebla. Si la Cámara acepta que vaya Tirado, se hace cómplice de esa determinación, a mi manera de ver enteramente infundada, enteramente inconstitucional. Dice el ciudadano Porfirio del Castillo que hay razones de orden que requieren que vaya desde luego un enviado. ¿Pero qué es esto un patriarcado, una familia en donde se mande nada más porque sí a determinados individuos para que impongan el orden? ¿Qué se ha declarado que está fuera del pacto federal, que está fuera de la constitución? ¿y se puede mandar algún emisario, a cualquiera, a que ponga el orden por la buena o por la mala, así como quiera, sin facultades definidas? ¿Qué es esto, señores diputados? Yo quisiera que se pusiera la mayor atención a este asunto. Es cierto que del lado de la licencia de Tirado está la mayoría de los diputados del Estado de Puebla, pero esto porque tienen interés personal en ello, es porque todos ellos han venido al Congreso de acuerdo con Sánchez, porque han venido al Congreso dentro del grupo sanchista...(Siseos.)

El C. Del Castillo Porfirio: Moción de orden.

El C. Arrioja Isunza: Permita usted terminar.

El C. del Castillo Porfirio: Pido la palabra para hacerle a usted una interpelación. Me la concede el señor presidente.

El C. Arrioja Isunza: Puede usted hacerla.

El C. Del Castillo Porfirio: Dígame el ciudadano Isunza si cree que yo haya podido venir a esta Cámara respaldado sólo por alguno de los candidatos de Puebla, y si el ciudadano Arrioja Isunza ha venido a la XXVII Legislatura respaldado por mí y por el diputado Bosques, en la elección de Atlixco. (Aplausos.)

El C. Arrioja Isunza: Casi me imagino lo que quiere decir el señor Castillo, por que no lo entiendo bien; pero yo no he venido aquí respaldado por usted ni por el señor Bosques, porque ellos mismos serían incapaces de haber ganado la elección como la gané yo. Me acompañaron a la vez pasada en la elección anterior, para la XVIII Legislatura; me acompañaron a hacer propaganda a mi distrito y me hicieron el favor también de decir unas cuantas palabras en mi honor; pero de eso a que ellos me hayan traído aquí al Congreso, hay mucha diferencia; pero, en fin, si así es, les doy las gracias de cualquiera manera. (Risas.) El caso es éste; no quiero entrar en dificultades personales, la cuestión es ésta: todos los diputados que forman mayoría en favor de que vaya Tirado, son diputados que formaron un club que organizó el señor Sánchez y que estuvieron dentro de ese club y respaldados, sí, por qué no, por el señor Sánchez; de modo que tienen ese interés político particular. Yo vine aquí absolutamente independiente, así es que no tengo ese interés; pero es para que la Cámara se dé cuenta de que existe interés de parte de ellos y por eso es claro que quieren que vaya el ciudadano Tirado y, como consecuencia, quieren que entre el ciudadano Sánchez; pero yo que no quiero eso porque no tengo ningún interés en el Estado de Puebla, lo que quiero es que se respete la soberanía del Estado, y ya he repetido que es flagrante esto que está enteramente a la vista de todo el mundo: que Tirado no puede ir a hacer otra cosa más que a imponer al señor Sánchez por medio de la primera Legislatura, o anular las elecciones, y ninguna de las dos cosas es legal, absolutamente ninguna, porque el Senado mismo no ha declarado que han desaparecido los poderes, el Senado mismo deja en pie la Legislatura actual que, entre paréntesis y muy mal hecho, el Ejecutivo ha mandado disolver o sacar del Congreso. El Senado no dice para nada que sea nula la Legislatura, eso yo supongo que llegaría a estar de acuerdo en que al señor Sánchez o al señor Lara, si no se le había promulgado su decreto, pudiera el Ejecutivo, en acatamiento de la orden del Senado, ir a sacarlo del Palacio de Gobierno; pero sí no llego a concebir que el Ejecutivo haya mandado sacar a los diputados del Palacio Legislativo y los haya puesto en la calle y haya cerrado; eso sí no lo concibo, por que ni el mismo Senado se ha atrevido a declarar la nulidad de esas elecciones; para eso va, si es que va, Claudio Tirado. De manera que la situación en que debería encontrarse Claudio Tirado sería la siguiente: dos legislaturas, una perfectamente instalada, con toda la documentación y en el Palacio Legislativo; la otra posteriormente instalada, sin documentación, en favor de Sánchez. Esa situación se podría encontrar, pero ya no va a encontrarse ni eso, por que a la Legislatura perfectamente instalada por el representante del Senado, o sea por Sánchez Pontón, se le ha sacado del Palacio del Poder Legislativo y se han cerrado las puertas; de modo que no sé a qué va Tirado si no es a hacer nuevas elecciones, sin facultades absolutamente ningunas, sin facultades que ni el mismo Senado le ha dado. Todos estos son los argumentos que honradamente vengo a exponer a la consideración de ustedes; ya esta honorable Asamblea creo que está perfectamente enterada del asunto y se servirá votar en el sentido que mejor le plazca.

El C. Castillo Francisco: Moción de orden, señor presidente.

El C. presidente: ¿Qué artículo del reglamento se está violando?

El C. Castillo Francisco: Se ha puesto a discusión un documento que no puede llamarse ni licencia, un documento en el cual el ciudadano Tirado avisa a la honorable Asamblea que él se va a separar y que se llame a su suplente. De manera, pues, que aquí estamos discutiendo un documento que no es licencia, que solamente es un aviso y, por consiguiente, el trámite debía ser:

" Llámese a su suplente." No hay necesidad de otra cosa. (Voces: ¡No! ¡No!) De lo contrario resultaría que nosotros le concederíamos licencia; ¿por cuánto tiempo? ¿Por tiempo indefinido? ¡No lo dice! El tal aviso quiere decir que él renuncia a venir a este período a la Cámara; por consiguiente, su suplente debe substituirlo; así se ha solicitado. De manera que, como digo, no es el caso de una licencia; es el caso de que un diputado avisa que no puede concurrir a la Cámara y pide que se llame a su

suplente. Pido que se lea el artículo 62 y que, en todo caso, se dé el trámite debido. Antes, señor presidente, solicito que se dé lectura al aviso del ciudadano Tirado, y después que se lea el artículo 62 para que se vea si tengo o no razón.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: El documento en cuestión dice a la letra:

"Ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente.

"En virtud de haber sido designado gobernador provisional del Estado de Puebla por el H. Senado, para restablecer el orden constitucional en aquella Entidad Federativa, tengo el honor de comunicarlo a esa H. Cámara, por el digno conducto de ustedes, con el fin de que sea llamado mi suplente en tanto dura la comisión que el propio Poder Legislativo me ha conferido.

"Protesto a ustedes mi atenta consideración y particular aprecio.

"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, D. F., 1o de abril de 1921. - Claudio N. Tirado."

Cumplimentando los deseos del distinguido compañero que pidió la lectura de un artículo reglamentario, se da lectura al mismo, que es el 62 y que dice al pie de la letra:

"Artículo 62. Ninguna proposición o proyecto podrá discutirse sin que primero pase a la Comisión o comisiones correspondientes y éstas hayan dictaminado. Sólo podrá dispensarse este requisito en los asuntos que, por acuerdo expreso de la Cámara, se calificaren de urgente o de obvia resolución."

(Voces: ¡No, no es ese! ¡El 62!) Se va a complacer a su señoría. El artículo en cuestión a que se refiere el distinguido compañero, dice lo siguiente:

"Artículo 62. Los diputados y senadores propietarios, durante el período de su encargo, no podrán desempeñar ninguna otra comisión o empleo de la Federación o de los Estados por los cuales se disfrute sueldo, sin licencia previa de la Cámara respectiva; pero entonces cesarán en sus funciones representativas, mientras dure la nueva ocupación. La misma regla se observará con los diputados y senadores suplentes, cuando estuvieren en ejercicio.

La infracción de esta disposición será castigada con la pérdida del carácter de diputado o senador."

Está complacido su señoría. Continúa el debate. Está en el uso de la palabra el señor diputado Del Castillo.

El C. Del Castillo Porfirio: Honorable Asamblea: El mismo ciudadano diputado Arrioja Isunza declaró aquí en la tribuna que, en la forma le parecía que ésta no era una solicitud de licencia, en el fondo sí lo era, y en esto está de acuerdo. "¿Por qué tiempo, dice el ciudadano Arrioja Isunza, vamos a concederle licencia? No sabemos." Lo dice la solicitud: por el tiempo que dure en el desempeño de su encargo. Ahora bien; como el ciudadano Arrioja vino a oponerse a la licencia del ciudadano Tirado, deseo demostrar que sus razonamientos no están en lo justo; desgraciadamente, el señor diputado Arrioja no vino a convencernos de por qué no procede la licencia del ciudadano Tirado, vino a discutir aquí un asunto enteramente ajeno, vino a discutir aquí un dictamen del Senado, vino a emitir su parecer sobre el dictamen de la Comisión del Senado, y ese asunto es enteramente independiente del caso concreto de la licencia que solicita el ciudadano Tirado y la Asamblea debe resolver sobre si le concede o no le concede licencia y las razones de por qué lo uno o lo otro. Los razonamientos luminosos del ciudadano Arrioja Isunza muy bien hubieran estado para el Senado de la República, y yo lamento que no hubiese sido senador el ciudadano Arrioja Isunza para que, con tan brillantes razonamientos, hubiese pulverizado allá a la Comisión dictaminadora. Como principal argumento, el señor Arrioja y el señor Sánchez Pontón han presentado aquí la soberanía del Estado, que estiman lesionada con el nombramiento del ciudadano Tirado como gobernador provisional. Esta soberanía del Estado que sostienen los señores Arrioja y Sánchez Pontón, es curiosísima, ¿por qué los señores Arrioja y Sánchez Pontón - y yo los interpelo de una manera formal - no reclamaron con energía la soberanía del Estado cuando la soldadesca de Luis G. Pradillo, en febrero de 1913, rodeó la casa del gobernador provisional para arrancarle la renuncia del Gobierno? ¿En dónde estuvieron entonces Sánchez Pontón y Arrioja para no clamar por la soberanía de Puebla? (Aplausos.)

El C. Sánchez Pontón: Era yo menor de edad.

El C. Castillo: Era yo menor de edad, dice el ciudadano Sánchez Pontón. (Voces: ¡Ah! ¡Ah!) La soberanía del Estado la entienden estos señores como se ha dado a entender desde hace poco tiempo allí, principalmente por uno de los líderes de los intereses creados y conservadores del Estado, el doctor Espinosa Bravo. El es el que ha querido formar esa teoría cuando quiso sostener el Gobierno interino del ciudadano Rafael R. Rojas, porque se adaptaba a sus conveniencias y a sus tendencias. (Aplausos.) Es ese mismo concepto de la soberanía del Estado la que el mismo Espinosa Bravo y sus corifeos sostienen, porque el Gobierno del señor Lara Grajales también podría convenirles, podría adaptarse a las tendencias y a los intereses que ellos representan. El señor Arrioja Isunza sostiene que existe una Legislatura local, la Legislatura larista. Quienes conozcan el proceso que han seguido los asuntos electorales de Puebla, quienes conozcan y honradamente vengan a declarar aquí cómo se ha constituído esa llamada Legislatura, no pensarán como piensa este señor. ¿Acaso ha olvidado el señor Arrioja Isunza que para constituir la Legislatura que llama legal hubo necesidad de poner una escolta en las puertas de la Cámara y de que se hubiera negado la entrada a los demás presuntos diputados, y que a nosotros mismos, diputados al Congreso de la Unión que pretendíamos presenciar cómo se desarrollaban aquellos acontecimientos para orientar nuestro criterio, se nos negó la entrada y se nos atravesaron los máusers a la puerta de la Cámara para impedirnos penetrar? ¿Es así cómo se constituye una Legislatura legal? ¿Es procedimiento democrático aquél que venga a sancionar la existencia de esa llamada Legislatura? Seguramente que no. El dice que otras legislaturas y otros ejecutivos de los Estados han contestado reconociendo aquella Legislatura. Yo pregunto al eminente abogado Arrioja Isunza si las Legislaturas y los Ejecutivos de los otros Estados También deben

reconocer - esa es la palabra - a la Legislatura que él llama legal. Es claro que es de cajón que cuando un cuerpo se dirige a otro comunicándoles tal o cual cosa, aquél, sin meterse a investigar las razones o la forma cómo ha llegado a tal estado, conteste de enterado y esa contestación de enterado, esa contestación de cajón que no significa nada, ya la da el ciudadano diputado Arrioja Isunza como una prueba de pleno derecho, como una prueba evidente de que es legal esa Legislatura. Si la Legislatura que él llama legal efectivamente lo es, ¿por qué entonces al Senado de la República no pudo llevar el convencimiento y la prueba plena de su legalidad? ¿Qué caso los razonamientos y los hechos que haya expuesto allí no fueron suficientes, no fueron contundentes, no fueron de tal manera evidentes que hayan hecho plena luz en el asunto para que el Senado hubiese dicho: por tales o cuales elementos de prueba el Senado reconoce que el Poder legalmente constituído conforme a las últimas elecciones es tal? Pero el Senado mismo dice que a pesar de todas las investigaciones que pudo hacer, a pesar de todas las declaraciones que pudo oír, no desprende todavía razones bastantes para poder decir bajo su responsabilidad y perfectamente convencido, cuál es el poder legal.

El C. Arrioja Isunza: ¿Me permite una interpelación el orador?

El C. Del Castillo Porfirio: Voy a terminar, señor Arrioja Isunza. ¿Es legal la instalación de aquella Legislatura? ¿Reclama la soberanía del Estado? ¿Y por qué esa Legislatura aceptó la intervención del Senado, desde el momento en que le fue consignado el asunto de Puebla? ¿Por qué desde entonces no se opuso a que el Senado tomase cartas en el asunto y reclame la soberanía? ¿Por qué se sometió a la decisión del Senado? ¿Por qué vino a alegar ante el Senado y trajo también sus pruebas y sus declaraciones y sólo cuando comprendió que la resolución de este Alto Cuerpo no era, como lo quería favorable enteramente, entonces resultó ridículo invocando tristemente la soberanía del Estado? Dice que esta honorable Asamblea, como una protesta, debe negar la licencia al ciudadano Tirado para que éste no vaya a allá, obedeciendo a determinación mal tomada por el Senado de la República; es decir, ¿entonces el ciudadano Arrioja Isunza quiere que el Estado continúe en la situación caótica en que se encuentra? ¿Quiere él que continúe el orden de cosas que prevalece y que perfectamente conoce?

El C. Arrioja Isunza: No, señor.

El C. Del Castillo Porfirio: ¿Quiere él que la Asamblea intervenga calificando de alguna manera los asuntos del Estado de Puebla y haciéndose solidaria de los actos ejecutados de una manera arbitraria e inconveniente por el ciudadano Lara y por su llamada Legislatura? ¿Cree que un Poder legalmente constituído se ocupa a la media noche de asaltar un Palacio de Gobierno sin contar con la sanción del pueblo? ¿Qué interés se ha despertado en el pueblo del Estado? Interpelo a los que creen lesionada la soberanía del Estado de Puebla para que me digan cómo ha manifestado el pueblo de esa Entidad su disgusto con este motivo. ¿Qué agitación, qué alarma se siente allí? Cuando el ciudadano Lara ocupó el Palacio de Gobierno y ahora que salió de él, el pueblo ha permanecido frío, indiferente y sólo vio con curiosidad la última carta que tonta y ridículamente jugaban estos señores. Alega que el señor Sánchez Pontón, gobernador provisional legalmente designado por el Senado, reconoció a aquella Legislatura, fue a leer ante ella su informe, y bien sabe el ciudadano Arrioja Isunza que fue haciendo muchas manifestaciones de regocijo, entre las que se contó el hecho de que las bandas solemnizaron aquel acto; pero el propio ciudadano Arrioja Isunza sabe también que el mismo señor Sánchez Pontón, que había reconocido a esa Legislatura, posteriormente la desconoció. ¿Por qué esta contradicción, por qué esta conducta del ciudadano Sánchez Pontón si estaba seguro de que obrando conforme a derecho reconoció a un Poder? ¿Que falta, entonces, ha cometido el ciudadano Sánchez Pontón? ¿Qué consistencia de criterio puede encontrarse en ese hombre que primero ejecutó una cosa y al día siguiente la desconoció y hace lo contrario? Ni ellos mismos han podido sostener la legalidad de su Legislatura. Por lo demás, ciudadanos diputados, ¿qué interés podría tener la honorable Asamblea en negar en esta ocasión la licencia del ciudadano Tirado, si sobre esto existen precedentes, si la Cámara no es en este caso a quien compete rectificar o ratificar el acuerdo tomado por el senado de la República? El Senado de la República ha creído que es llegado el caso de nombrar un gobernador provisional y con tal motivo ha designado al ciudadano Tirado. El ciudadano Tirado, obedeciendo los trámites del Reglamento, viene a comunicarle a la honorable Asamblea, viene a pedirle que por el tiempo que dure su encargo se llame a su suplente y se le conceda la licencia. ¿Por qué esto que ha sido tan obvio, tan fácil en otras ocasiones, en esta vez se presentan tantos obstáculos, y por qué se pretende negarle la licencia? Yo invito a la honorable Asamblea a que, procediendo con toda equidad, facilite la resolución del conflicto, político en el Estado de Puebla, dejando que esa sociedad vuelva a tranquilizarse, porque está desquiciada en todos sus órdenes y al mismo tiempo facilite la manera de que un agente de los poderes de la Unión vaya nuevamente a encauzar la situación del Estado, buscando otra vez el restablecimiento del principio de autoridad. (Aplausos.)

El C. Altamirano: ¿Me permite una interpelación el orador?

El C. Del Castillo Porfirio: Sí señor.

El C. Altamirano: Yo no tengo ningún interés en la cuestión electoral del Estado de Puebla; pero sí necesito fundamentar el voto que en breve vamos a emitir y para eso la cuestión de la licencia que solicita el señor Tirado debe estar vinculada íntimamente con lo que va a hacer el ciudadano Tirado en el Estado de Puebla. Yo le pregunto al orador que acaba de estar en la tribuna: ¿Qué cosa va a hacer el ciudadano Tirado al Estado de Puebla? El ciudadano Tirado, o va a reconocer a una de las legislaturas, y para eso no tendrá facultad, o va a disolver a las legislaturas, y para eso no tendrá facultad, o va a declarar la nulidad de las elecciones pasadas y para eso tampoco tendrá facultad, porque no es facultad del gobernador interino constitucional.

Entonces yo quiero saber categóricamente, porque esa frase de que va a restablecer el orden constitucional es muy vaga, necesito orientar mi criterio para saber siquiera qué cosa va a hacer Claudio N. Tirado a Puebla y para dar mi voto en pro o en contra de la licencia, aunque este voto no tenga absolutamente ninguna influencia en que Tirado deje o no deje de ir al Estado de Puebla. (Aplausos.)

El C. Del Castillo Porfirio: Ciudadano Altamirano: Si yo hubiese sido designado gobernador provisional del Estado de Puebla, quizá podría contestar a usted lo que iba a hacer; pero como es el señor Tirado el nombrado, no sé, después, de las investigaciones amplias y completas que practique sobre los asuntos electorales del Estado, qué sea lo que él vaya a hacer y en qué forma logrará el restablecimiento del orden constitucional.

El C. Espinosa: Compañero Manlio Fabio Altamirano, yo sí vengo a decir a su señoría lo que Claudio N. Tirado va a hacer en el Estado de Puebla...

El C. Manrique: ¡Moción de orden! Creo que hemos estado cometiendo un error. Hemos estado faltando a las prescripciones expresas y terminantes de Reglamento. Este, con todas sus deficiencias, si se aplicase exactamente nos evitaría en muchas ocasiones pérdidas de tiempo. La verdad es que por inadvertencia de la Mesa o quizá por no haberse escuchado debidamente la lectura del documento cuando por primera vez se leyó, digo que una o ambas causas han originado que nos hayamos engolfado en una discusión innecesaria e inútil. Discutíase el Trámite de la Mesa, de que la solicitud pasara a Comisión. La verdad es que individual y colectivamente debemos estar siempre dispuestos a rectificar errores. Hemos hecho mal en rechazar el trámite de la Mesa, que era adecuado, y hemos hecho mal en rechazarlo, porque al votarlo negativamente creo que confesarán los compañeros que lo hemos hecho en la inteligencia de que lo que se había puesto a discusión era una solicitud de licencia... (Voces: ¡No!) Ya oportunamente el compañero Castillo aclaró, ayudándose con la lectura del documento, que no había tal solicitud de licencia; se trata de un aviso, de una simple comunicación que merece un trámite. Si, pues, fue rechazado el primer trámite de la Mesa, ésta debió haberlo substituído por otro nuevo. Un simple aviso no puede ser motivo de discusión; a toda comunicación del Ejecutivo, del gobernador de un Estado, de un particular o de un diputado, debe recaer un trámite y sólo el trámite puede ser materia de discusión. Estamos pues, perdiendo el tiempo. Yo excito, pues, a la Asamblea, a que volviendo sobre sus pasos apruebe el mismo trámite que hace pocos momentos reprobó, confesando que cometió un error, o bien excito al señor presidente de la Cámara para que, corrigiendo su inadvertencia, dé un nuevo trámite que pueda ser materia de discusión en esta Asamblea...

El C. presidente: La presidencia se permite manifestar...

El C. Manrique: No he terminado todavía. Porque si no meditan los señores diputados en las consecuencias de su votación, y si en estos momentos votamos por la negativa, ¿qué significa nuestro voto negativo?

El C. Arrioja Isunza: ¡Una protesta!

El C. Manrique: ¿Qué alcances, qué consecuencias tiene? Una protesta, dice algún compañero. No, aquí debemos venir a dar a nuestros actos consecuencias concretas. Si damos un voto afirmativo, ¿qué consecuencias tiene? Si el señor Tirado no nos pide nada, fuera de que se llame a su suplente; el señor Tirado, lo único que hace es avisar que va a desempeñar la comisión que le fuera conferida por el Senado. La Mesa debe, pues, corregir su error, y yo concreto mi moción de orden en este sentido, dándole un nuevo trámite a la comunicación del ciudadano Tirado.

El C. presidente: La presidencia se permite manifestar al ciudadano Manrique, que celebra infinito y agradece las apreciaciones que ha hecho respecto del trámite que esta honorable Asamblea ha tenido el acuerdo de rechazar. Digo que lo celebro, porque el señor diputado Manrique ha dicho que la Mesa tenía razón. Por otra parte, la Mesa no podía dar otro trámite que el de que entrara a discusión este asunto, puesto que estaba perfectamente segura desde el punto de vista psicológico, de que si hubiera dado el trámite que procede, como es el que dio la Mesa, que es "de enterado, y llámese al suplente", hubieran protestado inmediatamente los miembros del partido contrario al ciudadano Tirado. De manera que la Mesa no tenía desde el punto de vista psicológico más camino para convencer a la Asamblea, que someter el asunto a debate ya como una licencia. Estará de acuerdo el compañero Manrique en que la Mesa en este punto se ha visto precisada a proceder en esta forma para que la Asamblea se saque de su error por sí misma. Hoy, ya emprendido el debate en esta forma, no tiene más remedio que continuarse hasta aclarar definitivamente las cosas; y en el momento que la Presidencia vea que el asunto está aclarado y que la Asamblea está dispuesta, dará el trámite que corresponda o dejará que continúen los debates hasta que se resuelvan con la votación de la Asamblea. Por lo tanto, continúa el debate y sigue en el uso de la palabra el ciudadano Espinosa.

El C. Manjarrez: Pido la palabra para una interpelación.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Espinosa Luis: Pero yo no se la concedo.

El C. presidente: Suplico al ciudadano Manjarrez que guarde compostura.

El C. Manjarrez: Yo he pedido la palabra para hacer una interpelación, si me lo permite el orador.

El C. Espinosa Luis: No la permito. Voy a contestar al ciudadano Manlio Fabio Altamirano ampliamente; yo diré a este estimado compañero a lo que va el ciudadano diputado en ejercicio Claudio N. Tirado a la ciudad de Puebla; diré toda la verdad y haré una revelación sensacional... (Voces: ¡Ah! Aplausos.)

Pero quiero desde luego haceros esta protesta:

mi peroración no girará alrededor de la política del Estado de Puebla, ni de las personalidades que forman el Gobierno, como lo han hecho los oradores que me precedieron en el uso de la palabra; me concretaré, hasta donde me sea posible, a tratar la licencia del ciudadano Tirado dentro del concepto constitucional.

Si quiero hacer una aclaración, que juzgo de

verdadera importancia, el compañero Castillo y al compañero Manrique. Conforme al texto constitucional, estos apreciables compañeros están en un error; el artículo 62, compañero Castillo, es terminante; conforme a ese artículo, cualquiera de los diputados para poder desempeñar otro puesto de elección federal en un Estado disfrutando de sueldo, necesita previamente licencia de la Cámara. Esto lo sabe bien vuestra señoría; así pues, Claudio N. Tirado, diputado en ejercicio, para poder ser gobernador provisional del Estado de Puebla, necesita antes el consentimiento de la Asamblea.

No quiero decir con esto que el ciudadano Tirado no puede ser gobernador; Claudio N. Tirado puede largarse a la hora que guste a la ciudad de Puebla y tomar posesión del puesto que en mala hora le ha dado el Senado; ¿pero sabéis lo que entonces sucedería? Claudio N. Tirado, diputado en ejercicio, conforme al artículo 62 constitucional, perdería por completo su carácter de diputado

El C. Castillo Francisco: Estamos de acuerdo.

El C. Espinosa Luis: Debemos tomar esta picolargada del ciudadano Claudio N. Tirado como una licencia. Recordaréis muy bien que el compañero Claudio N. Tirado no hace muchos meses, a fines de diciembre del año próximo pasado, vino ante vosotros también con una licencia por el estilo de ésta, de igual manufactura, ¡claro! como que estaba hecha también por el ciudadano Tirado, y venía con el mismo pretexto de pediros una licencia, casi económica, para ir a entregar unas llaves y unos papeles, y en el fondo de esa licencia no había más que esto: seguir fungiendo como regidor del Ayuntamiento de la ciudad de México para determinados fines políticos. (Voces: ¡Para que dominara el "Pélece"!) Y fue regidor y diputado a un mismo tiempo. Por esto, nadie podrá juzgar de pasional mi actitud en estos instantes. El ciudadano Tirado por segunda vez viene a sorprender - oídlo bien - la buena fe de todos nosotros. Ya es tiempo, señores representantes, de castigar estas inmoralidades de algunos compañeros; ya es tiempo, señores, de que no paguen justos por pecadores. (Aplausos.) Claudio N. Tirado no quiso venir francamente, como lo hubiese hecho cualquiera de vosotros, a decirnos: compañeros, he sido designado por el Senado de la República gobernador provisional del Estado de Puebla, y vengo a pediros vuestro consentimiento para desempeñar ese puesto; entonces, señores, no habría motivo para que nosotros discutiéramos y negásemos esta licencia. Pero cuando el ciudadano Tirado en vez de entrar por la puerta franca de la honradez quiere saltar como un ladrón por la ventana de la mentira, (Siseos.) esta Asamblea debe rechazar esta licencia. (Aplausos. Siseos.)

Desde luego, señores, he demostrado que este ciudadano, que este mal representante que con el desprestigio de sus malos actos pudiera traer desprestigio a la Cámara, no merece ninguna consideración de ninguno de nosotros. (Siseos. Aplausos.)

El hombre que no es franco y leal consigo mismo, tampoco puede serlo desempeñando un puesto como el que se le ha confiado; el ciudadano - que yo no sé si será poblano de origen, y si lo es me resisto a creerlo -, se presta a servir de instrumento a una de las maniobras más sucias que pueda concebir el cerebro del hombre más degenerado en política. (Murmullos. Aplausos. Siseos.) Desde luego declaro que no traigo aquí el calor de mi temperamento ni el eco pasional de mis palabras a favor del ciudadano José María Sánchez, o a favor del ciudadano Rafael Lara.

El ciudadano Rafael Lara y el ciudadano José María Sánchez, son para el que habla, dos completos caballeros y dos magníficos amigos; No puedo ni debo tener interés personal por la situación política del Estado de Puebla, ni por ninguno de los contendientes; pero sí, como representante, como componente del Poder Federal, me veo obligado a venir ante vosotros a apostrofar al ciudadano Tirado, más bien dicho, a decir todo lo que hay de podrido en el fondo de este asunto y a pediros que votéis a conciencia.

El C. Claudio N. Tirado, no sé si obedeciendo a arreglos previos o a qué clase de combinaciones, ha declarado - y me hago solidario de estas palabras - , que él va a Puebla a disolver a las presuntas legislaturas y a convocar de nuevo a elecciones de poderes locales. (Voces: ¡Y qué!) ¡Pues esto, sencillamente, para todos aquellos que tengan pudor político, que sientan todavía cariño por el jirón de tierra que los vio nacer, significa el atentado más inicuo! ¡Hasta las mujerzuelas se cubrirían de rubor si tuviesen que ver en esta sucia maniobra! (Aplausos.)

Son cientos de miles de mexicanos que han caído gloriosamente en los campos de batalla por conquistar la libertad del sufragio, los que me autorizan a hablar como estoy hablando.

Es seguro que de los cuatro candidatos que contendieron en el Estado de Puebla para gobernador, entre los que se cuentan el ciudadano general Higinio Aguilar, ciudadano Pastor Rouaix, ciudadano Rafael Lara y ciudadano José María Sánchez, alguno de ellos, con todas las imperfecciones inherentes a nuestra falta de educación pública, ha adquirido el triunfo legítimo. Pero la mayoría reaccionaria, la mayoría aljibista del Senado, esa mayoría de hombres descalificados que en este recinto dijeron en los momentos en que se preparaban los trenes dorados presidenciales para partir a Veracruz, que ellos se sentirian felices si pudieran teñir con la púrpura de su sangre el camino por donde pasara Venustiano Carranza, la que sin ley ni autorización alguna, pisotea de manera tan miserable los destinos de todo un pueblo.

José María Sánchez, a quien yo considero honrado, y Rafael Lara, igualmente honrado, igualmente digno, e igualmente viril, deberían unirse con todos sus partidarios y juntos, muy juntos, codo con codo y con un rifle en la mano y con el corazón bien puesto, deberían estar en las trincheras de las fronteras poblanas para repeler al usurpador Claudio N. Tirado. Esa debería ser su actitud. (Aplausos. Siseos.)

Claudio N. Tirado, señores, no puede, como lo dijo muy bien el talentoso compañero Manlio Fabio Altamirano, ir a calificar las elecciones de gobernador porque no hay ley que lo faculte; no tiene derecho para ir a disolver ninguna de las presuntas legislaturas y no tiene derecho alguno para ir a inmiscuirse en la cuestión electoral, ni mucho menos para convocar a nuevas elecciones.

El parto verdaderamente abominable de la mayoría del Senado, no faculta al llamado gobernador provisional para ninguna de estas cosas. Pero estos senadores, que representan toda la inmoralidad que todavía palpita en el fondo de la política mexicana, no tuvieron valor bastante para enfrentarse con la situación de Puebla. Estos senadores, que de seguro conservan allá, en el fondo, un átomo, si se quiere, de vergüenza, dicen en su dictamen con eufemismo, que no estaban capacitados para declarar cuál de las legislaturas era la legal, que faltaban elementos para llegar a esa conclusión.

Desde el luego, señores, es natural que con esta declaración palmaria, ellos convienen en que por la naturaleza misma de los hechos, una de esas legislaturas tiene que ser la Legislatura legal del Estado de Puebla, es decir, la representación genuina de la soberanía del Estado. (Aplausos. Siseos.)

Aquí está el dictamen de esta mayoría reaccionaria del Senado de la República; permítaseme hacer esta aclaración, señores: que en mis ataques a esta mayoría no incluyo a la minoría revolucionaria y digna del Senado de la República. No quiero que mis conceptos vayan a ser mal interpretados y se crea que envuelvo en estos duros calificativos a todos los senadores, y esta mayoría reaccionaria, no independiente, como torpemente se llaman ellos, como capciosamente se califican ellos, sino genuinamente reaccionaria, llega a la cobardía de no emitir sus conceptos con claridad; en la parte expositiva del dictamen dice: "Pero obrando con tal imparcialidad" ¡Qué sarcasmo! "y estricta justicia, no nos creemos capacitados para dar un fallo preciso diciendo si tal o cual Legislatura debe ser reconocida de una vez por el Senado de la República."

Ellos mismos se ven obligados a declarar la duda y, por tanto, a declarar que sí existe la legalidad en una de las dos legislaturas. Si es una verdad innegable, declarada por los mismos que han dictaminado, que en el fondo de una de esas dos legislaturas reside la voluntad del pueblo poblano y, por tanto, la soberanía del mismo, ¿cómo nosotros vamos a sancionar con nuestra aquiescencia el atentado cometido por esa mayoría reaccionaria de la Cámara de Senadores? ¿Vamos nosotros a permanecer impasibles? ¡Qué digo impasibles! ¿Ante esta actitud del Senado, será posible que nos convirtamos en cómplices de la mayoría reaccionaria de la Cámara colegisladora? ¡No, señores! Estoy seguro que todos vosotros estáis convencidos de que esta parte de la Cámara de Senadores ha cometido un acto injusto, un acto innoble; a vosotros toca reparar esta falta, negando la licencia al ciudadano Tirado. Que él vaya allá, pero descalificándose él mismo, abandonando él mismo este recinto, donde no puede ni debe estar, si acepta ir a desempeñar el papel de Judas en el Estado de Puebla. (Aplausos.)

No, señores, nosotros, como representantes del pueblo, como parte integrante del Poder federal, debemos hacer presión moral, si es que la ley no nos da otra, para que el Ejecutivo vuelva sobre sus pasos, para que las fuerzas federales estén nada más a la espectativa, guardando el orden, y los ciudadanos Sánchez y Lara resuelvan el conflicto del Estado de Puebla, como mejor convenga, como sea más justo; pero nosotros, ciudadanos representantes, no debemos sancionar la falta del Senado concediendo esta licencia, porque sería tanto como hacernos cómplices de un crimen (Aplausos. Siseos.)

El C. presidente: Ciudadanos diputados: Como según las mociones de orden que habéis escuchado, una presentada por el ciudadano Castillo y otra por el compañero Manrique, y como por el texto mismo aparece que lo que el ciudadano Tirado solicita no es una licencia, sino que sencillamente renuncia a su cargo de diputado, puesto que pide que se llame al suplente, y como la Cámara realmente cometería un error al conceder una licencia que no se le solicita, y realmente debe interpretarse la solicitud del ciudadano Tirado como una renuncia que hace del cargo de diputado, (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! ¡Sí!) en vista del cargo que le confirió el Senado, la Mesa se cree con derecho a proponer a la Asamblea el siguiente trámite: "de enterado, y llámese al suplente." (Voces: ¡No! ¡No! Gritos. Desorden. Campanilla.)

El C. Altamirano: ¡moción de orden, señor presidente! Yo invito al señor presidente para que se sirva leer despacio la licencia que pide el ciudadano Tirado, y verá que dice que pide que se llame al suplente mientras dura la comisión que se le ha conferido. Por consecuencia, en el fondo, por más que no se quiera, es una petición de permiso y no una renuncia como dice su señoría. (Aplausos.)

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra para una aclaración. Ya dije, señor presidente, desde la tribuna, que la comunicación del ciudadano Tirado en el fondo, no es más que una licencia; sólo que es una licencia hipócrita. No ha querido venir ante nosotros con toda franqueza a decir que quiere una licencia. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! ¡Sí! Gritos. Desorden. Campanilla.) Por lo tanto, yo sugiero a su señoría que, procediendo con toda honradez, acuerde ese documento con lo siguiente: de enterado, y conforme al artículo 62 de la Constitución, queda usted desinvestido de sus funciones de diputado. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Huy! ¡Huy! Gritos. Campanilla.)

El C. Castillo Francisco: Para una aclaración, señor presidente.

El C. presidente: La Presidencia retira su tramite y continúa el debate. Tiene la palabra el ciudadano Lechuga.

El C. Lechuga: Señores diputados.....

El C. Arrioja Isunza, interrumpiendo: ¡Moción de orden. Se ha presentado una moción suspensiva, que ruego a la Presidencia se sirva mandar leer.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Cumplimentando los deseos del distinguido diputado Arrioja Isunza, se va a dar lectura a la moción. Dice así:

"Los subscriptos, diputados al Congreso de la Unión, en el asunto a debate relativo a la licencia pedida por el diputado Claudio N. Tirado, respetuosamente exponemos:

"Que estando ambiguo el dictamen del Senado por el cual se nombra gobernador interino del Estado de Puebla al referido C. Tirado, y no sabiendo claramente a qué va el repetido diputado, pedimos se suspenda la discusión de este asunto en tanto se envía un oficio al H. Senado de la República,

con objeto de que determine qué facultades ha concedido al C. Tirado, y se obtenga una respuesta resolutiva.

"Salón de Sesiones, 4 de abril de 1921. - E. Arrioja Isunza. - Salvador Saucedo. - C. Sánchez Pontón. - Luis Espinosa. - Juan Zubaran. - Marco Aurelio González. - Altamirano."

Por disposición de la honorable Presidencia se va a dar lectura a los artículos 107 y 108 del Reglamento:

"Artículo 107. Ninguna discusión se podrá suspender sino por estas causas: primera, por ser la hora que el Reglamento fija para hacerlo, a no ser que se prorrogue por acuerdo de la Cámara; segunda, porque la Cámara acuerde dar preferencia a otro negocio de mayor urgencia o gravedad; tercera, por graves desórdenes en la misma Cámara; cuarta, por falta de quórum; quinta, por proposición suspensiva que presente alguno o algunos de los miembros de la Cámara y que ésta apruebe.

"Artículo 108. En este último caso, se leerá la proposición y, sin otro requisito que oír a su autor, si la quisiere fundar, y a algún impugnador, si lo hubiere, se preguntará a la Cámara si se toma en consideración inmediatamente. En caso afirmativo, se discutirá y votará en el acto, pudiendo hablar al efecto tres individuos en pro y tres en contra; pero si la resolución de la Cámara fuese negativa, la proposición se tendrá por desechada."

Conforme a lo dispuesto por el Reglamento, puede hacer uso de la palabra, para fundar la moción suspensiva, alguno de los autores de la misma. (Voces: ¡Que la funde Marco Aurelio!)

El C. Arrioja Isunza: Pido la palabra para retirar la moción.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: La presidencia, por conducto de la Secretaría, ruega atentamente al ciudadano Arrioja Isunza se sirva aclarar si la petición de retirar esa moción es suya únicamente o del conjunto de los firmantes de la misma.

El C. Arrioja Isunza: Pido la palabra para invitar a los que firmaron juntamente conmigo esta solicitud, a que la retiremos. El único objeto que tenía era que el Senado nos aclarara, porque realmente es un punto muy importante saber qué es lo que va hacer el ciudadano Tirado; pero puesto que ya está convencida la Asamblea de que este ciudadano no tiene facultad para ir a hacer nada, retiro la moción, por mi parte.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Se pregunta a los signatarios de esta moción suspensiva si están de acuerdo con lo propuesto por el señor diputado Arrioja Isunza. (Voces: ¡A votar!) Habiendo sido presentada esta moción suspensiva por varios ciudadanos diputados, la Presidencia no puede dictar un acuerdo por la petición de uno de ellos. Por lo tanto, se ruega a los demás firmantes que digan si la retiran.

El C. Lara César A.: ¡Moción de orden!

El C. presidente: ¿Qué artículo del Reglamento se está violando?

El C. Lara César A.: No es artículo, es sentido común. (Risas.) Desde el momento en que los ciudadanos diputados que firmaron esa moción no dicen que no están de acuerdo con la petición del ciudadano Arrioja Isunza, es lógico que sí están de acuerdo.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Se retira la moción suspensiva. Continúa el debate. Tiene la palabra el ciudadano Lechuga. (Voces: ¡A votar!)

El C. Lechuga: Señores diputados: Realmente el documento que se acaba de leer me da la medida de que lo señores del contra están quemando los últimos cartuchos y están dando patadas de ahogado. El señor Espinosa honradamente ha venido a dar su criterio, el criterio que se ha formado respecto del dictamen que el Senado de la República hizo en el caso de Puebla. Yo no le discuto al señor Espinosa - porque soy el menos capacitado para ello - si el Senado estuvo dentro de lo constitucional o no estuvo dentro de lo constitucional; lo que sí le discuto al señor Espinosa es que la intromisión del Ejecutivo en el caso de Puebla vino a salvar la voluntad popular en el Estado. (Aplausos. Siseos.) El señor Espinosa, que estima como yo estimo también y tengo respeto y consideraciones, tanto para el señor Lara como para el señor Sánchez, no está empapado, y ésta es la palabra, señor Espinosa, del proceso de las elecciones en el Estado de Puebla.

El señor Espinosa probablemente olvida que para que el señor Rafael Lara Grajales pudiera llegar a colocarse en la situación en que se colocó, hubo necesidad de que a su lado estuvieran las bayonetas del general Maycotte. Señores, yo pregunto a los revolucionarios honrados como el señor Espinosa, si en un caso como ése, cuando las bayonetas toman una parte decidida, influyen en el ánimo de los ciudadanos, los amenazan y los matan como a Ramón Medina, ¿se ha procedido con honradez? (Aplausos.)

El señor Espinosa nos dice que en el presente caso, según la concepción tan grande que tiene de la libertad, debíamos ver a José María Sánchez y Rafael Lara unidos alma con alma, hombro con hombro y codo con codo, como dice Zincúnegui, para defender la soberanía y encontrarse con las armas en la mano en las fronteras del Estado de Puebla.

El C. Hernández Macario, interrumpiendo: ¡Si vergüenza tuvieran!

El C. Lechuga, continuando: Probablemente no tienen vergüenza, según el concepto del ciudadano Macario Hernández; pero eso no está a discusión. Iba a decir el señor Espinosa que ese idealismo tan puro de él es imposible que pueda encajar dentro del medio humano en que vivimos y que nunca podría ver en una lucha de esta naturaleza al señor Lara Grajales y al compañero Sánchez unidos defendiendo la soberanía del Estado, porque hay un charco de sangre entre los dos y un espectro, que es la figura del presunto diputado Ramón Medina, asesinado en Puebla. (Aplausos.) Nos dice el señor Espinosa que los aljibistas del Senado son los que hicieron ese dictamen atentatorio, según su criterio. No discuto la constitucionalidad, compañero; que lo hayan hecho los aljibistas del Senado, tampoco está a discusión; lo que está a discusión es si a Tirado se le concede licencia, llamándose mientras tanto a su suplente. Ahora, si los aljibistas fueran rencorosos, en este caso habrían dictaminado en contra de Sánchez, que fue el primero en ir a atacar los trenes presidenciales

El C. Hernández Macario, interrumpiendo: ¡Miente usted!

El C. Lechuga: Suplico al compañero

Hernández retire esa palabra "miente". No tiene usted derecho para decirme "miente". Yo soy respetuoso de todos, señor compañero.

El C. Hernández Macario: Pues entonces no es verdad.

El C. Lechuga: Luego entra en consideraciones el compañero Espinosa sobre la Legislatura que estuvo en funciones en Puebla. Señores, nosotros que hemos estado trabajando dentro del Partido Liberal Constitucionalista del Estado de Puebla, sabemos perfectamente cómo se formó esa llamada Legislatura, a la que se le ha dado el nombre de "larista". Debéis saber, compañero Espinosa, que el señor Lara, a fuerza de imposición, sacó cuatro diputados en el Estado de Puebla para su Legislatura: uno en Teziutlán donde lo apoyó Pedro Morales; otro en Tlatlauqui, donde lo apoyó Salvador Vega Bernal; otro en Tetela, en donde lo apoyó Gabriel Barrios, y otro en Chalchicomula, donde, viéndose perdido Higinio Aguilar, acudió el señor Lara, no sé por qué ni discuto el por qué de aquello.

El C. Hernández Macario: ¿Y en San Martín? (Siseos Campanilla.)

El C. Lechuga: Los demás miembros de la Legislatura larista del Estado de Puebla, compañero, fueron tres del señor Rouaix y el resto de diputados, los cobardes que postulados por el Partido Liberal Independiente no tuvieron la vergüenza necesaria para continuar firmes en sus puestos después del asesinato del licenciado Medina. ¿Y cree usted, compañero Espinosa, honradamente -porque usted es honrado - , cree usted que esos individuos han ido a formar mayoría en una Legislatura con otros que no tenían credencial legal, porque la legalidad de esa credencial se la había dado un secretario general de Gobierno, sinvergüenza y perverso, como es Leopoldo García Veyrán? (Aplausos. Siseos.) Y todavía hay más, señores: cuando nuestros candidatos en Puebla, nuestros presuntos diputados por el Partido Liberal Independiente en Puebla se presentaron con actas notariales de los distintos puntos que pretendían representar, en cuyas actas notariales se hacía constar que la voluntad unánime del pueblo había estado en su favor, entonces el señor García Veyrán se salió por la tangente, diciendo que ya había registrado los primeros y que no podía registrar a los segundos, porque no le constaba. (Voces: ¡Lo mismo que en el Distrito Federal! ¡Lo mismo que en el Estado de México!)

El C. Prieto Laurens: Estilo Zubaran. (Murmullos.)

El C. Lechuga: Ese es el origen, compañero Espinosa, de la Legislatura que se ha dado en llamar larista, y para cuya Legislatura, señores, yo tengo el concepto siguiente: Legislatura chanchullera, porque en la elección de gobernador debéis saber que José María Sánchez tuvo una votación de cuarenta y siete mil votos, contra veintitrés mil que tuvo Lara Grajales. Dice el muy respetable general y compañero Macario Hernández, que fabricados en papeles. Probablemente el general Macario Hernández olvida que no se pueden hacer los votos en totomoxtle. Respecto de la fabricación de que habla, debo decir que es indudable que el señor general Hernández está acostumbrado a esto, lo que me da la medida de la personalidad de usted. (Dirigiéndose al C. Hernández.) Si no hubiera sido por la fabricación de boletas, tal vez seguiría usted viviendo tranquilamente en Tlaxcala. Señores diputados, es visible el cansancio de la Asamblea y no voy a continuar sobre este tema, porque sería muy largo venir a hacer un relato exacto de los hechos consumados en Puebla; solamente vengo a suplicar a ustedes con toda corrección y apelando al criterio revolucionario de ustedes, que concedan la licencia y que llamen al suplente, mientras el ciudadano Tirado desempeña su comisión. Si hizo bien o mal el Senado, eso no está a discusión, ni creo que sea esta Cámara la que deba oponerse a las determinaciones del Senado de la República. (aplausos.)

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Corresponde el uso de la palabra al ciudadano Sánchez Pontón, pero ha renunciado. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. Espinosa: Pido la palabra para una rectificación. (Voces: ¡A votar!)

- El mismo C. secretario: No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica se pregunta si se considera el asunto suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se considera suficientemente discutido.

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra para una rectificación. Señores compañeros: Voy a rectificar un hecho... (Voces: ¡No! ¡No! Gritos. Desorden. Campanilla.) Tengo derecho...

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al ciudadano Espinosa que, conforme al Reglamento, después de declarado un asunto suficientemente discutido, lo que procede es pasar a la votación, de acuerdo con el artículo reglamentario.

El C. Espinosa: Pero conforme a otro artículo reglamentario, pueden hacerse rectificaciones y alusiones... (Voces: Después de la votación!) No, señor, antes... (Desorden. Campanilla.) Es el artículo 104 o 105, si mal no recuerdo.

El C. presidente: Su señoría el diputado Espinosa no pidió la palabra en tiempo oportuno.

El C. Espinosa Luis: Sí la pedí, señor, antes de la votación. (Desorden. Campanilla.)

El C. presidente: Una vez preguntada la Asamblea si el asunto está suficientemente discutido...

El C. Espinosa Luis, interrumpiendo: Pero había yo pedido la palabra con anticipación...

- El C. presidente:... inmediatamente se pasará a la votación.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Habiendo pedido votación nominal el ciudadano diputado Sánchez Pontón y encontrándose en esos momentos suficientemente apoyado, se va a tomar la votación nominal del asunto. (Voces: ¿Qué se va a votar?)

(¡No se salgan!) Conforme al Reglamento, ningún ciudadano representante puede abandonar el salón a la hora de la votación.

El C. Prieto Laurens: ¡Que la Presidencia multe a los que abandonen el salón!

El C. Del Castillo Israel: ¿Qué es lo que se va a votar? Quiero que se aclare qué es lo que se va a votar. (Desorden. Campanilla.)

El C. Espinosa Luis: Que la Secretaría lea qué es lo que se va a votar.

El C. secretario Valadez Ramírez: Se va a votar lo siguiente: que se llame al suplente mientras dura el señor Tirado en el desempeño de la comisión a que se refiere en su oficio.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Por la afirmativa.

El C. secretario Valadez Ramírez: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

(Al preguntarse su voto al ciudadano Avilés, contestó:)

El C. Avilés: Para darle campo al Ejecutivo para que raciocine, sí. (Risas. Desorden. Campanilla.)

El C. Secretario Zincúnegui Tercero: Votaron por la afirmativa 92 ciudadanos representantes del pueblo.

El C. secretario Valadez Ramírez: Votaron por la negativa 24 ciudadanos diputados.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: En consecuencia, no hay quórum.

El C. presidente, a las 9.05 p. m.: Se levanta la sesión y se cita para mañana a la hora reglamentaria.