Legislatura XXIX - Año I - Período Extraordinario - Fecha 19210609 - Número de Diario 59

(L29A1P1eN059F19210609.xml)Núm. Diario:59

ENCABEZADO

MÉXICO, JUEVES 9 DE JUNIO DE 1921

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO I. - PERIODO EXTRAORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO II. - NÚMERO 59

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA

9 DE JUNIO DE 1921

SUMARIO

1. - Se abre la sesión Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2. - Se concede licencia a los CC. diputados Ibarra y Reynoso Díaz. Es discutida y rechazada una proposición de la Gran Comisión, a fin de que se nombre una tercera Comisión de Petróleo. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. LARA G. RAFAEL.

(Asistencia de 131 ciudadanos diputados.)

- El C. presidente, a las 5:58 p.m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día siete de junio de mil novecientos veintiuno. - Periodo extraordinario.

"Presidencia del C. Rafael Lara G.

"En la ciudad de México, a las seis y cinco de la tarde del martes siete de junio de mil novecientos veintiuno, se abrió la sesión con asistencia de ciento veintiséis ciudadanos diputados.

"Se aprobó el acta de la sesión celebrada el día anterior, así como una solicitud por quince días de licencia, con goce de dietas, del C. Leobardo L. Lechuga.

"Continuó la discusión del artículo 7o. del proyecto de ley relativo a fraccionamiento de latifundios.

"El C. Laris Rubio habló en pro y solicitó la lectura de un documento, que la Secretaría dio a conocer.

"La Asamblea, a moción de las comisiones dictaminadoras, acordó que fuese retirado el artículo 7o. para su reforma.

"Lo mismo ocurrió respecto del artículo 8o., en vista de las objeciones que durante el debate se le han hecho.

"Fue puesto a debate el artículo 9o.

"El C. Manrique dirigió una pregunta a las comisiones, la cual fue contestada por el C. Díaz Soto y Gama, e hizo una observación acerca del precepto a debate, lo que motivó que la Secretaría, a pedimento del referido ciudadano Díaz Soto y Gama, leyera un cuadro que sobre extensión de parcelas acordó la Comisión Nacional Agraria. El propio ciudadano Díaz Soto y Gama solicitó que ese cuadro se imprimiera, a fin de que fuera distribuído entre los ciudadanos diputados y que entre tanto se suspendiera el debate del artículo 9o.

"Se leyó el artículo 107 reglamentario y pocos momentos después se presentó una moción firmada por los CC. Bravo y Juárez y Cerda, tendente a suspender la discusión del artículo 9o. Fue tomada en consideración y se aprobó sin que nadie hiciera uso de la palabra.

"Sin debate se declaró con lugar a votar el artículo 10 y se reservó para su votación.

"A consideración de la Cámara el artículo 11, el C. Gandarilla interpeló a las comisiones, contestándole el C. Díaz Soto y Gama, y pidió que fuera llamado el C. secretario de Agricultura y Fomento para que informara. La Mesa accedió y nombró en comisión al mismo ciudadano Gandarilla y al C. Vicente Rivera para que fueran en busca de aquel funcionario.

"El C. Rodrigo Gómez hizo una moción de orden y la Presidencia concedió la palabra en contra al C. Manrique, quien manifestó que haría uso de ella en cuanto estuviera presente el C. secretario de Agricultura y Fomento.

"El C. Guillermo Rodríguez empezó a hablar en pro, pero como era visible la falta de quórum lo reclamó y no continuó su discurso.

"Pasóse lista y no había en el salón más de ciento doce ciudadanos diputados.

"A las siete y cuarto de la noche se levantó la sesión y se citó para las cinco de la tarde del siguiente día."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Aprobada.

Se va a dar cuenta con los asuntos en cartera.

"H. Asamblea: "El subscripto, diputado en ejercicio por el 3er. distrito electoral del Estado de Michoacán, con toda atención expone:

"Que teniendo necesidad de salir de esta capital para el Estado de Sonora, al arreglo de asuntos urgentes que requieren su presencia, solicita con dispensa de todo trámite, le sea concedida por vuestra soberanía, una licencia hasta por treinta días, con goce de dietas.

"Protesta a ustedes sus respetos.

"México, D.F., 9 de junio de 1921. - B. Ibarra."

En votación económica se consulta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se concede. Concedida.

"H. Asamblea: Leopoldo Reynoso Díaz, diputado propietario en ejercicio por el 1er. distrito electoral del Estado de Morelos, ante vuestra soberanía con el debido respeto, comparece y expone:

"Teniendo asuntos de suma urgencia en el Estado de Morelos, se ve en el caso de solicitar una licencia hasta por veinte días, con goce de dietas, para poder atenderlos.

"En virtud de lo anterior y con apoyo en los artículos 50 y 51 del Reglamento interior del Congreso General, vigente, viene a solicitar con dispensa de todo trámite, la licencia anteriormente referida.

"Protesto lo necesario. - México, D.F., junio 9 de 1921. - Leopoldo Reynoso Díaz.

En votación económica se consulta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Si dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Se concede.

"Honorable Asamblea: "Teniendo en consideración la conveniencia de que lo más pronto posible se presente el dictamen relativo a la Ley del Petróleo, que obra en poder de las comisiones respectivas, y el deseo expresado por algunos de los miembros de ellas, la Gran Comisión, en sesión celebrada hoy, tuvo a bien acordar se propusiera a la Cámara de Diputados la designación de una nueva comisión que auxilie en sus labores a las ya existentes.

"Al efecto se permite someter a la deliberación y aprobación de vuestra soberanía la siguiente proposición: Unica. Nómbrese una tercera Comisión de Petróleo, que estará integrada por los siguientes ciudadanos diputados: Vito Alessio Robles, Pedro A. Chapa, Teodomiro T. Gutiérrez, suplente, Eduardo Vasconcelos.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D.F., 9 de junio de 1921. - E. Bordes Mangel, presidente. - A. Valadez Ramírez. - S. García G. - Salvador Saucedo. - A. Gutiérrez Castro. - C. Rivera Cabrera. - J. M. Soto. - E. M. Barragán. - F. Martínez de Escobar. - M. F. Ortega. - Macario Hernández. - Marco Aurelio González. - Francisco Trejo. - L. Vicencio. - Rodrigo Palacio. - J. B. González. - M. Montero Villar."

El C. Paz: Pido la palabra. Sobre este mismo asunto tengo presentada anteriormente una proposición y pido sea leída. Suplico a la Presidencia se dé cuenta con ese asunto. (Siseos.)

El C. presidente: Una vez que se haya discutido y votado esta proposición, no tendrá inconveniente la Presidencia en poner a discusión la proposición de que habla su señoría.

El C. Paz: Pido la palabra. Como es sobre el mismo asunto, de una comisión, pero en diferentes términos de los que se proponen allí, si se discuten separadamente, resulta que si se aprueba esta comisión, ya mi proposición no tiene objeto, y la Asamblea no se habrá dado cuenta de lo que yo propuse.

El C. presidente: Efectivamente, pero en cambio si se desecha esta proposición....

El C. Paz: ¡Ah, si fuera desechada...!

El C. presidente: ... una vez desechada pasaríamos a la de usted; una vez agotado el debate pasaríamos a la otra.

El C. Paz: Pues yo pido que se lea mi proposición antes.

El C. Presidente: Para que se vea que no hay parcialidad por parte de la Mesa, y a título de lectura de un documento, se va a dar lectura a la proposición.

El C. secretario Valadez Ramírez: Se va a dar lectura al siguiente documento:

"H. Asamblea: "Me permito someter ante vuestra soberanía un proyecto sobre la cuestión del petróleo, para su mejor estudio y resolución, que pido sea tratado en sesión secreta por los puntos de carácter internacional que encierra y con dispensa de trámites.

"Primero, Nómbrese una comisión compuesta de seis miembros con el objeto de que haga un estudio detallado y concienzudo sobre la cuestión del petróleo.

"Segundo. Procúrese que dos de dichos miembros sean técnicos o de los más capacitados y competentes en la materia; otros dos abogados y los dos restantes internacionalistas o conocedores de la situación internacional de nuestro país con el vecino del Norte.

"Tercero. Facúltese a los comisionados técnicos para ir a estudiar a las zonas petroleras y asesorarse de los especialistas que juzguen conveniente, para que puedan tener un exacto y amplio conocimiento sobre el asunto.

"Cuarto. Facúltese a los internacionalistas para que de una manera secreta, investiguen en los Estados Unidos hasta qué punto el Gobierno y el pueblo de aquel país están dispuestos a apoyar las demandas de las compañías petroleras. "Quinto. Los dos abogados de la comisión quedan obligados a hacer un estudio profundo sobre la legislación petrolera.

"Sexto. Los seis comisionados se comprometerán formalmente ante la Cámara, a rendir un informe ante la misma, antes de que empiece el periodo ordinario, que contenga todos los datos e investigaciones que haya hecho, que servirá de base tanto a las comisiones ya nombradas para rendir su dictamen, como a la Cámara para

orientarse sólidamente y resolver definitivamente la cuestión del petróleo.

"Sala de Sesiones de la Cámara de Diputados, mayo 10 de 1921. - Octavio Paz.

"Hacemos nuestra la anterior proposición. - G. C. Correa. - L. Guzmán. - R. Gómez. I. Cervantes. - E. Hernández. - Onésimo González. - Gilberto Sánchez." - Siguen numerosas firmas.

Está a discusión la proposición de la Gran Comisión. Tiene la palabra en contra el ciudadano Ollivier Francisco.

El C. Ollivier Francisco: Señores diputados: Cuando tuve el alto honor de ser designado por esta Cámara miembro de la 1a. Comisión del Petróleo, traté ante todo de darme cuenta de la trascendencia del problema y aplicar todos mis esfuerzos a su solución. Días pasados estaba yo bajo la satisfacción de que mis compañeros de Comisión y yo creímos haber dado cima a la misión que se nos confirió. Ayer en la mañana justamente, el compañero Israel del Castillo y yo meditábamos los términos en que podía redactarse una minuta de dictamen que podía ser sometida a la deliberación de la honorable Asamblea; creo que el compañero del Castillo ayer mismo en la tarde expresó las ideas de ese proyecto de dictamen ante el bloque del Partido Liberal Constitucionalista y esas ideas fueron acogidas generosamente por el bloque mencionado. (Voces: ¿Cuáles?) Las que expuso el compañero Del Castillo en el seno del bloque Liberal Constitucionalista relativas al proyecto de dictamen. Después de eso el bloque sugirió la conveniencia de nombrar una tercera comisión auxiliar. Yo creo, señores, que el nombramiento de esta tercera comisión es innecesario. Nosotros podemos presentar ya muy próximamente el dictamen a que hago referencia. En todo caso, creo que si se nombra esa tercera comisión, nosotros lo presentaríamos firmándolo no como dictamen de la comisión en total, sino como voto particular. Si no nos resignamos en esta vez a que se aumente la comisión, es porque estamos suficientemente empeñados e interesados en el asunto para no querer resignarnos a las prerrogativas que tenemos durante el debate como miembros de la Comisión. Nosotros no queremos dudar absolutamente de la competencia, de la idoneidad y de la inteligencia de los señores candidatos del Partido Liberal Constitucionalista. Ellos no nos han hecho favor de juzgarnos en esta forma; pero de toda suerte, si ellos tienen méritos, tendrán oportunidad para hacerlos valer durante la discusión del mencionado dictamen. Nosotros, ya digo, no podemos resignarnos a dejar de ser comisión, porque hemos trabajado desde hace cinco meses; a los compañeros les consta que pedimos un subsidio ridículo para trasladarnos a la región petrolera, y ese subsidio que ahora solicita el bloque liberal nos fue rechazado. Por lo tanto, no me parece que ahora venga el bloque Liberal Constitucionalista a decir que está dispuesto a hacer cuanto sea necesario para solucionar este problema y pidiendo un subsidio para pagar las consultas de los técnicos y el contingente de especialistas. Nosotros que hemos trabajado con más o menos éxito y siempre con muy buena voluntad, prometemos a la Asamblea que al terminarse la discusión de la ley agraria estará ya publicado el dictamen, que en todo caso haremos como voto particular respecto de la Ley del Petróleo. Teníamos la ilusión de que este debate se desarrollara dentro de un ambiente de cordialidad para procurar alcanzar la solución más ventajosa del problema, pero creemos que el buen sentido de la Asamblea se impondrá en esta ocasión que no se nombrará esta tercera comisión porque en todo caso, con la presentación de nuestro dictamen, como ya lo he demostrado, el contingente de esa comisión es absolutamente innecesario.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Espinosa Luis.

El C. Espinosa Luis: Señores compañeros: Vengo a hablar en pro de la proposición que pide que se nombre una tercera Comisión de Petróleo, por las razones que expondré en seguida; pero antes quiero de manera pública dar una explicación a mis honorables compañeros de comisión, a los demás miembros que integran las dos comisiones de petróleo de esta Cámara.

No me explico por qué toda la prensa de esta mañana, todos los periódicos serios publicaron la especie de que el bloque del Partido Liberal Constitucionalista iba a pedir a vuestra señoría el nombramiento de esta Comisión de Petróleo en atención a que las dos existentes carecen de conocimientos para hacer el estudio y el dictamen respectivo, haciéndoles otros cargos todavía más duros, tan duros como injustificados, y digo, señores compañeros, que me extrañan estos cargos acogidos por los señores representantes de la prensa, y publicados esta mañana, porque puedo declarar que en la sesión habida en el salón verde el día de ayer, en manera alguna se habló de incompetencia o falta de actividades de parte de los miembros que integran esas dos comisiones; fueron otros, muy otros, los motivos que se tuvieron en cuenta para llegar a la conclusión de que se necesitaba, de que era indispensable nombrar otra comisión con el carácter de auxiliar de las dos comisiones existentes; esta fue la denominación que se dio a esta comisión que se va a nombrar. Yo no hubiera consentido, señores compañeros, en que se hubiera puesto en tela de juicio vuestro empeño por estudiar y resolver este asunto; yo no hubiera aceptado tampoco que se os hubiese hecho el cargo de negligentes; tampoco hubiera aceptado el que se os hubiese hecho el cargo de individuos que no quieren cumplir con su deber, como lo ha asegurado la prensa de esta mañana. Yo no culpo por esto ni a los representantes de la prensa ni al bloque, por que el bloque no dijo nada de esto y estoy seguro que los representantes de la prensa fueron sorprendidos con una información absolutamente falsa, porque de otro modo no hubiera habido la coincidencia de que todos, absolutamente todos los periódicos dijeran la misma cosa. Es muy probable que esa fuente calumniosa para los miembros de las comisiones del petróleo, haya tenido origen en los grupos contrarios al P. L. C.; yo me atrevo a creerlo sinceramente....(Murmullos. Siseos.)

Desde luego en la proposición que en estos momentos se ha sometido al estudio y aprobación de vuestras señorías se dice claramente que se va a crear esa tercera comisión a petición de algunos de los miembros que integran estas comisiones del

petróleo. Esta es la demostración más palpable de que no se hace ni por falta de actividad, ni por falta de competencia de las comisiones. La clave, señores compañeros, es la siguiente: Urge resolver el problema del petróleo por encima de cualquier otro problema de interés nacional. Consta a todos los compañeros la forma en que se ha venido trabajando para dar cima al dictamen correspondiente a la reglamentación, más bien dicho, al proyecto de Ley enviado por el Senado sobre la cuestión del petróleo. Todos y cada uno de los miembros de esa segunda comisión han trabajado con verdadero empeño, con entusiasmo por llegar a ponerse de acuerdo y producir cuanto antes este dictamen. Me consta que han acudido en solicitud de datos y de luces a las Secretarías de Estado que tienen conexión con el problema, por ejemplo, a la Secretaría de Industria y Comercio, que es la que conoce de la industria del petróleo; con la Secretaría de Relaciones Exteriores que es, naturalmente, la que puede darnos su opinión, nada más su opinión, por lo que hace al punto de vista internacional de este problema. Se ha consultado la opinión de peritos en asuntos petroleros, como el licenciado Manuel de la Peña y algunas otras personas; se han estudiado todos los textos, más bien dicho, no textos, todo lo que se ha escrito en México sobre la materia del petróleo; se ha tenido a la vista la legislación extranjera sobre la materia; en fin, se ha hecho cuanto humanamente ha sido posible por llegar a producir este dictamen. Naturalmente, señores....(Voces: ¿Entonces para que se pide otra comisión?) Naturalmente, señores, que éstas no son bastantes, que esto no es bastante para producir el dictamen en el término perentorio que se necesita. Aquí únicamente se solicita el concurso de otros compañeros, por que dividiéndose el trabajo es claro que se ahorraría mucho tiempo y se resolvería cuanto antes esta cuestión; esto es todo lo que hay en el asunto, no es otro el motivo por el cual se pide esto. La resolución de este problema nunca se creyó que fuera de una solución tan inmediata como la que se ha venido a determinar con la cuestión internacional. Es público, porque toda la prensa lo dijo, que el punto más atacado por el Gobierno de los Estados Unidos para conciliarse con el de México estriba en que exigen garantías amplísimas para los intereses de sus connacionales adquiridos en la República con anterioridad a la promulgación de la Constitución vigente y es natural, señores, que los que estamos hondamente preocupados no sólo por consolidar al actual Gobierno, sino por salvar el decoro y la integridad de la patria, no nos fijemos en detalles pequeños de politiquería ramplona para negar que debemos contar con el auxilio de todos nuestro compañeros, no sólo con los de una comisión; de tal manera, señores, que no debe verse a través de un criterio microscópico, a través de un criterio mezquino la actitud de los que vienen a proponer el nombramiento de una nueva comisión. Nosotros tenemos el derecho de reclamar de todos los compañeros de esta Asamblea no sólo por solidaridad de grupo, sino por el interés general que debe haber en cada uno de los representantes, su concurso personal, sus luces propias para resolver de una manera atinada y lo más pronto posible este dictamen sobre el petróleo.

El C. Alvarez del Castillo Juan Manuel: ¿Me permite una interpelación?

El C. Espinosa Luis: Con todo gusto.

El C. Alvarez del Castillo: ¿Podría decirme el señor compañero Espinosa qué criterio normó la selección de las personas propuestas para integrar esa comisión especial? ¿fue partidarismo o fue capacidad? (Aplausos.)

El C. Espinosa Luis: Con mucho gusto. Señores diputados. Me extraña en sumo grado la interpelación que me hace el ciudadano diputado Juan Manuel Alvarez del Castillo y me extraña porque no sólo viene de un hombre culto, sino de un diputado ducho en achaques parlamentarios. El compañero Alvarez del Castillo sabe que los nombramientos de las personas que están aquí propuestas por la Gran Comisión no constituyen un fin definitivo, esto no es en manera alguna la voluntad de la Asamblea. Es natural, señores que tendrán razón de ser las interpelaciones del señor Alvarez del Castillo si esta proposición ya hubiese causado ejecutoria, es decir, si ya hubiese venido a esta tribuna, no a ser discutida, sino a ser impuesta, o que ya hubiese sido aprobada; pero no, señores, vengan aquí los arrestos del compañero a impugnar estas personalidades, que la Asamblea justa, ecuánime y patriota sabrá rechazar los candidatos que a su juicio no llenen los requisitos bastantes para desempeñar una labor dentro de las comisiones. Queda, pues, contestada ampliamente la pregunta del señor. (Voces: ¡No! ¡No!)

Si no he satisfecho, iré más lejos. Se consultó a los representantes de varios

Estados que estuvieron en la junta numerosa de diputados y en las que había diputados por Veracruz, por Tamaulipas, por San Luis Potosí y por algunas otras regiones petroleras....(Voces: ¡Tamaulipas!) ....¿Tamaulipas? Chapa, compañeros, supongo que es de Tamaulipas. (Voces: ¡Es de Nuevo León!) ....Bueno pero es la misma región... (Murmullos.)....No estoy hablando de Estados, estoy hablando de regiones petroleras. Creo, señores, que esto es bien claro, de tal manera que se les invitó a que despojándose de toda modestia, se propusieran ellos mismos; así es como figura el ciudadano Teodomiro T. Gutiérrez que fue propuesto por varios compañeros que justifican, que certifican la competencia del compañero Gutiérrez en estos asuntos y espontáneamente brotaron de todos los demás compañeros las proposiciones que se aceptaron; pero debo advertir a la Asamblea que no fueron nada más éstas, que hubo como veinte candidatos y que en estos veinte candidatos no hubo únicamente peleceanos, sino que también hubo candidatos que pertenecen a otros grupos parlamentarios de esta Asamblea.... (Murmullos.) ...Digo que fueron más de veinte... (Voces: ¡Nombres!) ¿Cómo voy a recordar en estos momentos quiénes eran dentro de un número tan grande? Yo nada más refiero los hechos que es a lo que tengo obligación, que es lo que se me ha interrogado; de tal manera que la mayoría de los compañeros presentes resolvieron aceptar como candidatos a los que figuran aquí. Eso es todo. No veo, pues, aquí interés de grupo ni mucho menos maniobras de ninguna naturaleza.... (Murmullos. Siseos.) ....De cualquiera manera, señores representantes, yo levanto mis consideraciones sobre este

asunto por encima de los intereses bastardos y politiqueros de grupo. Ya sé que a determinado grupo le convendría y estaría satisfechísimo si aquí figurase como candidato, por ejemplo, Díaz Soto y Gama. (Voces: ¡No! ¡No!) Me alegro; agradezco que toda la Asamblea repudie a Soto y Gama para que figure en esa comisión.

El C. Gandarilla: Eso le demostrará a usted que somos honrados.

El C. Espinosa Luis: Demuestra que estaba yo equivocado. Nada más. Demuestra esto que estaba yo equivocado. En fin, podría citar a otros compañeros a quienes vería con gusto que figuraran aquí, por ejemplo, al talentoso compañero Octavio Paz, miembro también de las izquierdas. (Siseos.) Celebro también que lo rechace la Asamblea. Podía yo, por ejemplo, asegurar que veríamos con gusto que estuviera aquí el as de los bolcheviques, Aurelio Manrique, que conoce tanto de petróleo como el que habla. (Voces: ¡No! ¡No!) También celebro las demostraciones de reprobación de la Asamblea. (Aplausos.) Ya véis, pues, cómo espigando en el campo contrario y señalando a los más representativos de la intelectualidad de estos grupos, la Asamblea y las galerías los rechazan de plano. (Siseos. Murmullos. Campanilla.) Bueno, me faltaba alguno, que por su ecuanimidad, por su serenidad absoluta, por su falta de nervios, casi por decirse así, y que es figura culminantísima de las extremas izquierdas, también podría hacer un papel brillantísimo y yo lo propongo, lo acepto como mi candidato revelándome por encima de los acuerdos de mi bloque y rompiendo toda disciplina, yo propongo a la Asamblea que para que vea que no hay mezquindades de nuestra parte, acepto como uno de los componentes al talentoso abogado ciudadano Rodrigo Gómez. (Voces: ¡Huy! ¡Huy! ¡Huy!)

El C. Rico: ¿Me permite una interpelación?

El C. Espinosa Luis: Señores: Creo que basta y sobra de humorismo. Yo suplico que le déis toda la importancia que tiene al nombramiento de una nueva comisión. Nosotros no queremos el concurso de cuatro compañeros nada más; lo hemos pedido porque las escuetas reglas de nuestro Reglamento nos lo exigen que sea así, pero ¡venga el concurso de todos los compañeros que se interesen por la resolución de este problema! que nosotros los acogeremos sin mezquinidades, sin ruindades y tendremos en cuenta todas sus razones, todas sus luces, toda su sabiduría para dar cima, en el menor tiempo posible, a este dictamen sobre la cuestión petrolera, que sí reclama, como una de las soluciones más urgentes y más necesarias de nuestro actuales problemas, la patria entera.

El C. Gandarilla: ¿Me permite una interpelación el compañero Espinosa? Compañero Espinosa, ¿me permite una interpelación? Compañero Espinosa, ¿me permite una interpelación? Pido la palabra, señor presidente, para una aclaración.

El C. Casas Alatriste: Pido la palabra.

El C. Gandarilla: Yo reclamo mi derecho para interpelar a un orador sobre asuntos trascendentales y sobre el tema que se discute. He interpelado al compañero Espinosa y se ha negado a contestarme; eso es cierto, nadie puede negarlo. Yo estaré con todos aquellos individuos en los momentos en que demuestren que están por encima de los intereses mismos de su grupo y que velan por los intereses nacionales. Yo aplaudo la labor del compañero Espinosa diciendo que es necesario que nosotros en la cuestión del petróleo aceptemos las luces de los compañeros que sepan; estoy perfectamente de acuerdo con él. La interpelación que quería hacerle, y que él rechazó, es la siguiente, señores compañeros: El Reglamento da derecho a todos y cada uno de los diputados y más aún, significa una obligación, el que vayan con las comisiones que están formulando dictámenes para llevar sus luces; ¿por qué esos individuos patriotas, que saben que unida al asunto del petróleo va la salvación de la patria, no fueron con las comisiones para ilustrarlas? En primer lugar, yo sé porqué, señores, no han ido con esas Comisiones: Por que aquí en la Cámara, y esto aunque duele mucho, estamos acostumbrados a olvidarnos de nuestros deberes y es la verdad; debemos volver por sobre nuestros pasos si queremos velar por el decoro de la Asamblea. Esto lo digo porque estamos violando los principios elementales de equidad. Si esas Comisiones que se han nombrado para el petróleo no son competentes, si no presentan su dictamen, como es su obligación, todos, unánimemente, debemos rechazarla; pero que se obre en la forma en que se está haciendo, es obrar con toda injusticia; obrando así como así, como dice el señor Espinosa.

El C. Espinosa Luis: Voy a contestar ampliamente a la interpelación del compañero Gandarilla. (Murmullos.) Es lamentable que un joven tan simpático, tan estudioso, tan trabajador como el compañero Gandarilla, desconozca, o a lo menos exhiba como un absoluto desconocer del Reglamento del Congreso. El compañero Gandarilla sabe que, efectivamente, todos los ciudadanos representantes pueden acercarse a las comisiones dictaminadoras a prestarles su ayuda llevándoles sus luces; esto es genérico, compañeros; puede hacerse en todas y cada una de las comisiones, pero el compañero Gandarilla debería saber que esto no constituye obligación a ninguno de los ciudadanos diputados......

El C. Gandarilla: La obligación de cumplir con el deber.

- El C. Espinosa Luis:....esto es protestativo, compañero Gandarilla, la obligación es exclusiva de los miembros que constituyen las comisiones; de tal manera que el Reglamento mismo tiene sanciones para obligar a los comisionados a que cumplan con su deber dentro de un determinado término, es decir, quince días; en cambio, sería ridículo exigirles su apoyo a los demás compañeros que no pertenecen a estas comisiones, porque no habría ningún artículo que autorizara a las comisiones a exigir ese concurso; esto es voluntario, es espontáneo, depende de la buena voluntad, del celo con que el compañero quiera cumplir con sus deberes dentro de esta Asamblea. Esa es la única obligación, compañero Gandarilla; ya ve su señoría, por lo tanto, que ha estado fuera de lo justo al querer hacer cargos a comisiones que no pueden ser responsables por la falta de ayuda de los compañeros; no puede obligárseles. Pero sí voy a decir una verdad amarga para esta Asamblea, porque

es necesario y oportuno que la diga, a ver si esto sirve para que en realidad nos compenetremos de la responsabilidad tan grande que nos corresponde en el desempeño de nuestras funciones, y compenetrados de esta responsabilidad, le hagamos honor a nuestro puesto trabajando con entusiasmo y dando cima siempre a los muchos dictámenes que hay pendientes en el seno de las comisiones y que es necesario que estén listos para el momento en que se abra el periodo ordinario de sesiones. (Aplausos.) Desde luego tenemos como dictámenes de verdadera importancia y que recuerdo de momento, el relativo a la autonomía municipal; tenemos también el relativo al parlamentarismo; y así por el estilo otros: La ley de bancos, sobre instituciones bancarias, y así por el estilo otros muchos; pero ya hemos visto que no sólo en esta Legislatura, sino que en las anteriores, entran a la Cámara infinidad de proyectos, infinidad de iniciativas de particulares o de funcionarios que aquí vienen a recibir, por decirlo así, el tiro de gracia. En cada Legislatura se vienen acumulando montañas de papeles, montañas de iniciativas que mueren en el seno de las comisiones y que jamás se despachan. Tal parece, señores compañeros, que no procuramos más interés que venir a sentarnos a estas curules a decir que sí y a decir que no, y muchas veces ni decir que sí ni no, sino a ir a cobrar con toda puntualidad nuestras decenas a la Tesorería de la Cámara y, en cambio, cuando se reclama el concurso de los compañeros en la única forma que los permiten los reglamentos de la Cámara, los grupos obstruccionistas se levantan y protestan airados diciendo que esto obedece a combinaciones políticas. Esto no es cierto, esto no es honrado, señores compañeros. (Voces: ¡Si nadie ha protestado!)

En buena hora que los miembros discolados capitaneados por Soto y Gama vayan a las comisiones y trabajen de día y de noche con nosotros si ese es el deseo de ellos; en buena hora que los correligionarios del Prieto Laurens y algunos otros hagan lo mismo, ¿quién lo impide? Pero tampoco puede obligárseles, y como queremos que haya otro grupo responsable dentro del seno de las mismas comisiones que con nosotros apechugue el trabajo y las responsabilidades, hemos creído conveniente, hemos creído oportuno solicitar de vosotros el nombramiento de esta tercera Comisión. No veo, señores compañeros, que haya nada de reprobable en nuestra conducta, sino, por el contrario, la manifestación del deseo de dar cumplimiento cuanto antes a nuestras altas y trascendentales obligaciones.

El C. Rodríguez Herminio: ¿Me permite una interpelación el orador? (Voces: ¡No! ¡No!) Es muy sencilla. Con permiso de la Presidencia. En la XXVIII Legislatura, con motivo de la discusión de la Ley del Trabajo, el ciudadano diputado García Vigil presentó una proposición semejante a la que se debate en estos momentos, pidiendo se nombrase una tercera Comisión que auxiliase a las comisiones que trabajen sobre ese dictamen. La Asamblea entonces estuvo conteste en que juzgando deprimente e injusto que se asesorara a estas comisiones con una tercera Comisión, ya que ellas habían trabajado diligentemente en este asunto, juzgó que era deprimente, y, por lo tanto, no aprobó el nombramiento de esta tercera Comisión, y entonces el ciudadano diputado Espinosa votó en contra de la proposición del diputado García Vigil. Ahora es el mismo caso: Un presidente de las comisiones de Petróleo ha hablado ya a la Asamblea informando que está listo el dictamen sobre la cuestión del petróleo, ¿por qué es que la Asamblea va a juzgar con un criterio distinto al de aquella ocasión? (Voces: ¡Es otra Legislatura!) ¿por qué el ciudadano Espinosa votó en contra de una proposición igual en aquella ocasión y ahora viene a propugnar por que se nombre una Comisión en iguales términos?

El C. Espinosa Luis: Contestaré brevemente al compañero Herminio Rodríguez los siguiente: Que desde luego el compañero Herminio Rodríguez, que con Valadez Ramírez fueron los más esforzados forjadores de la Ley del Trabajo, no hacen más que darnos la razón a los miembros de la Comisión del Petróleo que hemos pedido la creación de una tercera Comisión, supuesto que el compañero Herminio Rodríguez, como miembro de aquella ocasión, dictaminó lo que ahora estamos pidiendo nosotros. Pero hay esto, compañero: Cambian los criterios de los hombres de acuerdo con circunstancias especialísimas; yo pude haber votado aquella vez, porque no había, de seguro, la necesidad tan urgente que hay (Voces: ¡Porque antes había Aguirre Berlanga!) hoy para resolver el problema del petróleo. Ya ve cómo hay explicaciones lógicas y naturalmente para justificar el por qué ahora pedimos la creación de una Comisión y haberla negado antes. Esto se explica por sí solo, compañero Rodríguez; pero desde el momento en que somos miembros de las comisiones del Petróleo quienes pedimos que se cree otra para que nos ayude y no para que nos asesore, ¿dónde está lo denigrante? Por esto precisamente protesté al principio, porque malévolamente, y quién sabe por qué origen, se ha querido echar lodo sobre las comisiones del Petróleo, cargos que yo rechazo con toda energía, porque son completamente injustificados.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Tiene la palabra en contra el ciudadano diputado Casas Alatriste.

El C. Casas Alatriste: Honorable Asamblea: Enteramente de acuerdo con que el asunto que se debate se juzgue con un criterio muy por encima de las pequeñas pasioncillas que pudieran agitar a los distintos grupos parlamentarios, deseo oponerme a esta proposición en abstracto, sin tocar en lo más mínimo a las personalidades, para mí muy respetables, de don Vito Alessio, don Pedro Chapa y don Teodomiro Gutiérrez, a quienes el bloque del Partido Liberal Constitucionalista propone para integrar una tercera Comisión de Petróleo para que auxilie, dicen ellos, a las ya existentes... (Voces: ¡La Gran Comisión!) ¡La Gran Comisión, hablando por boca de ganso del Partido Liberal Constitucionalista!

Hemos oído ya la declaración enfática y clara que quedará inscripta en el DIARIO DE LOS DEBATES de esta Asamblea, del ciudadano diputado Ollivier, por medio de la cual nos ha asegurado que en un término perentorio las comisiones actuales estarán capacitadas para rendir un dictamen en el asunto que se debate. Yo me permito también interpelar, para que en esto no quede duda, a otros de los miembros de las mismas comisiones, al

ciudadano diputado doctor Romero, suplico al doctor Romero, si es que se halla en el salón, se sirva decirme si el estado que guardan los trabajos de las comisiones de Petróleo es tal que les permita rendir un dictamen en un término corto.

El C. Romero: Pido la palabra para contestar la interpelación.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Romero José H.: Estoy enteramente de acuerdo en todo y por todo con lo expresado por el compañero Ollivier Isaac; de tal manera, que estimo justas las palabras que ha vertido el compañero en la tribuna y dentro de unos cuantos días, un término perentorio, como dijo, al terminar la Ley Agraria, habremos presentado el dictamen correspondiente.

El C. Casas Alatriste: Ahora, señores, por último voy a proponer un testigo de mayor excepción, al ciudadano diputado Israel del Castillo. Suplico a su señoría se sirva decirme si no está de acuerdo con sus compañeros de Comisión, doctor Romero e ingeniero Ollivier, en que están ustedes capacitados para rendir en un término perentorio el dictamen que tienen en estudio.

El C. Del Castillo Israel: Honorable Asamblea: Los miembros que integran las dos comisiones del Petróleo, personalidades sin duda humildes, pero con un gran deseo de trabajar y perfectamente compenetrados de la importancia, de la trascendencia que tiene para la vida nacional la resolución del problema del petróleo, hace cuatro meses que incansablemente estamos dedicados al trabajo de la resolución del dictamen de la ley que el Senado envió a esta Cámara de Diputados para su discusión. Hace mucho tiempo que reunidos el diputado Espinosa, el diputado Romero, el diputado Ollivier y el que habla, hicimos un plan de estudios para ilustrar su criterio, porque la verdad se ha de decir: No hay especialistas en toda la Asamblea sobre este ramo; no hay especialistas, señores, esta es la verdad, por que la industria del petróleo es una industria nueva y la honorable Asamblea en los momentos en que escogió a estas comisiones, lo hizo fundándose tan sólo en las personas que estuvieran más capacitadas para hacerlo, ya sea por sus conocimientos adquiridos en la escuela, o por sus relaciones con las compañías petroleras o con la industria del petróleo. Este plan de estudios a que se ajustaron las comisiones del Petróleo lo traigo aquí y comprende tres o cuatro puntos de vista importantes. Primero, estudios preliminares; después, estudio de legislaciones y después la recopilación de los datos que se obtuvieron en fuentes oficiales y en fuentes particulares. En esta virtud, señores compañeros, yo, al ver que en la mañana la prensa, de una manera injusta, porque está muy bien, señores, que la prensa, que debe ser el portavoz de la opinión pública, castigue desde sus columnas a los individuos que no cumplen con su deber; pero no estoy de acuerdo en este caso, señores compañeros, y desde aquí levanto mi voz, porque es honrado decirlo que no es cierto que las comisiones del Petróleo no han cumplido con su deber. Si esto es política, señores, ya vuelvo a repetir que yo no soy político, yo sí he cumplido con mi deber. Así pues, contestando la interpelación de una manera categórica del señor compañero Casas Alatriste, yo entiendo que las comisiones de Petróleo están en aptitud, y así lo dijo ayer el compañero Ollivier en la sesión del bloque: Estamos unificados en criterio para rendir el dictamen.

El C. Casas Alatriste: Ha oído la honorable Asamblea por boca de tres de los miembros de las comisiones de petróleo, y pudiera interpelar al señor Aquilino Rama el cual me contestaría indudablemente lo mismo que los ciudadanos Romero y Ollivier e Israel del Castillo: Que están completamente de acuerdo con dictaminar pronto. ¿No es eso, señor Aquilino Rama?

El C. Rama: Pido la palabra para contestar la interpelación. Honorable Asamblea: Para contestar la interpelación del compañero Casas Alatriste, solamente debo decir que a lo que ha dicho el compañero Israel del Castillo, solamente podría agregar que al doctor Romero y al ingeniero Ollivier que integran la Comisión, les he dicho que a mí me corresponde la cuestión jurídica técnica. Yo sólo puedo decir en esto momentos que desde hace dos meses también ha estado listo y no necesito un día, sino en esto momentos puedo yo rendir por lo que a mí toca, ese dictamen. (Aplausos.)

El C. Casas Alatriste: La Asamblea ha visto, pues, que la mayoría de las comisiones....

El C. Juan Angel Morales: ¿Me permite usted una interpelación?

El C. Casas Alatriste: ¿Me permite usted terminar, ciudadano Morales? (Risas.) Ha visto, pues, que la mayoría de la Comisión está ya lista para rendir un dictamen en este asunto. La única razón de peso que el ciudadano Espinosa esgrimió en esta tribuna fue la siguiente: Que necesitando tratarse el asunto del petróleo con una brevedad muy grande, es necesario nombrar a nuevas personas que vayan a auxiliar a las actuales comisiones, con el objeto de expeditar la formación del dictamen respectivo. Este razonamiento que se me antoja aquel famoso de los niños de escuela que aprenden regla de tres y que dice: Si un trabajo lo hacen cinco hombres en tantos días, diez hombres los harán en la mitad del número de días; y nosotros, sin tener necesidad de recurrir a Gustavo Lebón, ciudadanos diputados, tenemos que convenir en que en estos asuntos la regla de tres fracasa en un forma lamentable...(Aplausos.) Se puede establecer todo lo contrario: Que si un trabajo lo puede hacer un individuo o dos en X tiempo, si se aumenta el número de individuos el tiempo se aumentará en una proporción probablemente igual a la del número de individuos....(Aplausos.)....La situación, pues, señores diputados, y quiero que en esto paréis mientes en mi absoluta falta de consideración a las disensiones que dividen al bloque demócrata - social del Partido Liberal Constitucionalista de esta Cámara, y que convengáis conmigo en que el nombramiento de esta nueva Comisión lejos de venir a facilitar las labores, muy adelantadas ya, próximas a su fin, de los actuales comisionados, vendrán a entorpecerlas los ciudadanos nuevamente nombrados. Tendrían necesidad, por primera providencia, que enterarse de toda la labor desarrollada por los compañeros; en eso tendrían que invertir algún tiempo que ya aquellos ciudadanos lo tienen ganado y eso suponiendo en los nuevos miembros de la Comisión una preparación por lo menos igual a aquella que los ciudadanos Ollivier, Romero y socios han podido adquirir después de cinco meses de constante

estudio en el cual, según han declarado ellos mismos, han dedicado la mayoría de su tiempo. Yo tengo noticias de que cotidianamente se marchan a buscar las auras del bosque de Chapultepec estos ciudadanos para estudiar lejos por completo "del mundanal ruido", si se me permite la expresión, la solución más adecuada del problema del petróleo. He demostrado, pues, evidentemente que el nombramiento de una nueva Comisión auxiliar lejos de facilitar las labores de las ya existentes, vendría a entorpecerlas y esto requeriría mayor tiempo, mayor que el que tendrán menester los actuales miembros para presentar el dictamen. Yo llego, señores diputados, hasta creer que los ciudadanos Alessio, Chapa, Gutiérrez y Vasconcelos serán capaces con sus luces muy grandes de volver, digamos así, el dictamen que ya tienen en gestación los actuales comisionados, más luminoso, más contundente, más lleno de ciencia; pero se necesita, señores, esto: No se trata de mejorar la labor de esto señores, sino de ayudarlos, de abreviar tiempo, de ahorrar tiempo, se nos dice, y si se trata de ahorrar tiempo y si ya hemos oído la declaración unánime de la mayoría de las comisiones, declaraciones que están corroboradas por uno de sus miembros, el ciudadano Israel del Castillo que, como dije antes, es un testigo mayor de excepción, porque es un testigo que pertenece precisamente al partido que trata de que se nombre esta nueva Comisión ¿para qué, señores, vamos a lanzarles la injuria, perfectamente injusta, de insuficiencia y de incapacidad, cuando ellos nos han declarado que tan son capaces que han demostrado el movimiento andando y nos dicen: Dentro de breves días presentaremos dictamen? Creo, señores diputados, que esto es inútil; yo no sé qué móvil se pueda encerrar detrás de esta proposición, pero no quiero ni analizarlo, porque, repito, yo creo que todos los ciudadanos diputados, sobre todo en este asunto, tienen una alteza de miras muy por encima de toda sospecha; creo que todos y cada uno de nosotros está deseoso de que se expida esta ley del petróleo en los términos más equitativos y en los términos más perentorios posibles y pues si todos nosotros queremos cuanto antes se termine este asunto, tomemos nota de la promesa que han hecho los ciudadanos miembros de la Comisión y exijámosles que cumplan esa promesa en un tiempo perentorio y esperemos oír las luminosas - que seguramente serán luminosas - ideas de los compañeros Alessio Robles, Chapa y socios a la hora de discutirse el dictamen, que dada la humildad que el ciudadano Castillo acaba de manifestar, podrá ser deficiente, pero de todas maneras servirá de base a esta honorable Asamblea para construir esta ley del petróleo de que tanta necesidad tiene la nación. (Aplausos.)

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Tiene la palabra en pro el ciudadano Siurob.

El C. Siurob: Honorable Asamblea: Es verdaderamente lamentable el criterio que se ha venido a sentar a esta Asamblea, oponiéndose a que las comisiones de petróleo sean debidamente reforzadas para resolver uno de los problemas más arduos que existen, tanto desde el punto de vista internacional, como desde el punto de vista interior. ¿Qué criterio es éste que quiere impedir que otros ciudadanos vengan a aprontar sus luces, que vengan a traer su contingente, que vengan a ayudar con su adición de responsabilidad a un dictamen que va a ser de importancia en el curso de nuestra historia, que casi va a decidir en buena parte los destinos del país, sobre el cual están fijos no sólo los habitantes de la República, sino que están pendientes algunas naciones del mundo? Señores: En esta Asamblea se observa muchas veces que las comisiones, aunque en realidad están estudiando, no hacen esto en forma amplia ni en la forma suficiente que se necesita para aprovechar todos los datos necesarios sobre un asunto. También tachan esto, de que la honorable Cámara no ha sido suficientemente liberal con estas comisiones para proporcionales todos los medios y todos los elementos de que deben disponer para desempeñar su cometido. Pero estudiando el asunto en particular, nos decía uno de los miembros de esta Comisión de Petróleo, que tanto el compañero Rama como el compañero Altamirano casi ni se han parado en la Comisión del Petróleo. Yo interpelo al compañero Israel del Castillo para que vuelva a repetir sus palabras en el sentido....(Murmullos.) Yo lo interpelo para que me diga si es la verdad lo que dijo antes, que estos ciudadanos, Aquilino Rama y Altamirano, ni siquiera se han parado en las comisiones de petróleo o han actuado demasiado.

El C. Castillo Israel: Pido la palabra, señor presidente. Señor compañero Siurob: Usted dice que yo asenté antes....¿Dígame usted cuándo fue ese "antes"?

El C. Siurob: Ayer.

El C. Del Castillo Israel: Ayer. Pido la palabra. Efectivamente, señores, en la sesión del bloque, al informar al bloque, dije, y esta es la verdad, que nos habíamos reunido el compañero Espinosa, Romero y yo, y en ningún caso, cuando nos hemos reunido allí, he visto al compañero Rama y al compañero Manlio Fabio Altamirano. Puede que se haya reunido él con los otros tres y entonces yo sea el que haya faltado. (Murmullos. Siseos.)

El C. Siurob: Ya veis, pues, cómo las reuniones de estas comisiones han sido intermitentes, nunca han revestido el carácter que debían tener de uniformidad y de un estudio acucioso y concienzudo para rendir un buen dictamen. Por otra parte, ¿por qué no se ha rendido este dictamen? (Voces: ¿Conoce usted el dictamen?) ¿Por qué no se ha rendido este dictamen? ¿Por qué no existe en poder de la Secretaría de la Cámara?

El C. Rama: Porque no lo queremos rendir como el de la Ley Agraria, ¡tan malo!

El C. Siurob: Porque no lo quieren rendir como el de la Ley Agraria, dice el compañero Rama. No es cierto; el de la Ley Agraria, como quiera que sea..... (Voces: ¡Es muy malo!) Pero ha estado siendo aceptado por esta Asamblea con ligerísimas modificaciones. En cambio, en un momento oportuno, cuando la Cámara no tenía qué discutir, en ese momento se presentó con mucha oportunidad el dictamen sobre la Ley Agraria. En cambio, estos ciudadanos saben que la nación necesita resolver el problema del petróleo en estos momentos y, sin embargo, no han presentado ningún dictamen y ya van varios meses. La Cámara tiene perfecto derecho para pedir que tan luego como se termine la

discusión de la Ley Agraria, entre ésta. La Cámara tiene perfecto derecho para desconfiar de la eficiencia y de la energía de las comisiones.....(Voces: ¡Que se les destituya!) De la eficiencia y actividad de las comisiones, que sabiendo que un asunto es de suprema gravedad para el país, sin embargo no se atreven a resolverlo de una vez y en tiempo suficiente para cumplir con esta delicada misión. Me permito hacer observar al compañero Rodríguez que recuerde que nosotros hemos excitado ya a esas comisiones varias veces para que cumplan con su cometido y que, a pesar de ello, no nos han presentado aquí ningún dictamen.

El C. Casas Alatriste: ¡Que se les destituya!

El C. Siurob: Vamos a estar excitando..... (Desorden.) Suplico a los compañeros se sirvan prestar atención a este asunto. Parece increíble que los estimables compañeros, tratándose de un asunto de tanta gravedad para el país, no presten la debida atención. Pues bien, ciudadanos diputados; nosotros, digo la Asamblea, tiene derecho a desconfiar de la actividad y de la eficiencia de comisiones que, después de varios meses y después de diversas excitativas, no se han atrevido a presentar un dictamen. ¿Por qué no ha sido presentado ese dictamen? No tienen ninguna razón que contestar, no pueden justificarse de ninguna manera los miembros de las comisiones al no haber presentado un dictamen en tiempo oportuno. Así es que, tratándose de un asunto de tanta gravedad, nosotros debemos reforzar estas comisiones en forma suficiente, a juicio de la honorable Asamblea, para que cuanto antes se presenten estos dictámenes. (Murmullos. Campanilla.) Suplico al compañero Casas Alatriste, al compañero Manjarrez y al compañero Arrioja Isunza tengan la bondad de escuchar. El mismo impugnador, ciudadano Casas Alatriste, cuando ha venido a esta tribuna ha dicho que él cree que los ciudadanos Alessio Robles y demás compañeros que se proponen, harían una labor luminosa, contribuirían con su esfuerzo, contribuirían con sus conocimientos a que el problema del petróleo se resolviera de una manera absolutamente patriótica y de acuerdo con los intereses nacionales. Pues bien; entonces yo preguntaría al ciudadano Casas Alatriste por qué razón se opone a que estos individuos vengan a traer nuevas luces, vengan a traer su colaboración en este asunto.

El C. Casas Alatriste: Porque retardarían el dictamen.

El C. Siurob, continuando: Dice el ciudadano Casas Alatriste que retardarían el dictamen; es su única argumentación. ¿Y más de lo que vosotros lo habéis retardado, (Siseos.) puesto que ya van cuatro o cinco meses, o seis...?

El C. Bojórquez, interrumpiendo: ¿Para qué queremos el dictamen?

El C. Siurob, continuando: No tratamos de ahorrar tiempo, ciudadano compañero Casas Alatriste, lo que tratamos es que este dictamen se haga a conciencia. (Voces: ¡Ah! ¡Ah!) El tiempo es un factor relativo; el tiempo si se ahorra, y a costa de ese ahorro el dictamen va a venir improvisado, va a venir falto de documentación, va a venir sin los suficientes elementos para el juicio, no queremos que se haga, puesto que no deseamos un dictamen apresurado en esta forma.....

El C. Manjarrez, interrumpiendo: ¡Pero es un prejuicio!

El C. Siurob, continuando: Si el dictamen, en cambio, se retarda un poco más, pero ese dictamen engloba el parecer de mayor número de representantes, y así que estas comisiones consulten con comisiones técnicas, con comisiones técnicas, no a las cuales vayan a pedir favor a los ministerios, sino con comisiones técnicas a su propio servicio, que no se ocupen de otra cosa. Yo voy a proponer en esta misma tribuna que esta honorable Asamblea dé todos los créditos y las cantidades que se necesiten para que la Comisión del Petróleo integrada por los nuevos elementos, disponga...... (Voces: ¿Y por qué no los antiguos?) con los nuevos elementos y los antiguos, porque éstos nunca lo habían pedido..... (Voces: ¡Sí lo pidieron!) Lo pidieron a la Comisión Permanente, pero no lo han pedido a la Cámara.

El C. Casas Alatriste: De la cual usted forma parte.

El C. Siurob: Yo no formo parte, se equivoca usted, compañero. Ya veis cómo todas las objeciones de los enemigos van estrellándose de una manera absoluta, y siempre que ellos tratan de salir avantes con su idea, se encuentran con el dogal que ellos mismos se han echado a la garganta y que les ha impedido producir un dictamen como la nación tiene derecho a exigir desde hace tantísimo tiempo. El P. L. C. lo que desea es que el dictamen sobre la cuestión del petróleo se haga sobre una base de absoluta eficiencia.

El C. Casas Alatriste: El P. L. C. nombró esas comisiones.

El C. Siurob: El P. L. C. nombró esas comisiones, dice el ciudadano Casas Alatriste; pero el P. L. C. se equivocó al creer que serían eficientes, y desde el momento en que no han sido eficiente y que todavía el Partido Liberal Constitucionalista está en el momento de reparar su error, debe nombrar nuevos ciudadanos que vayan a llevar al seno de esas comisiones la eficiencia y capacidad que les ha faltado hasta estos momentos para hacer un dictamen. Como digo, ciudadanos diputados, sólo una maniobra de la minoría es la que puede oponerse a que se realice un acto a todas luces justo y a todas luces razonable; la minoría, ignoro por qué causas, ignoró por qué secretas maquinaciones, trata de oponerse a esta actitud franca, leal y decidida del Partido Liberal Constitucionalista; pero es necesario que sepa toda la nación que el Partido Liberal Constitucionalista lo que desea en este caso es que el dictamen se haga a base de eficiencia, que las comisiones del Petróleo se reorganicen, contando con mayor número de elementos, con mayor número de luces; que tengan bajo sus auspicios a una comisión de técnicos y a otra comisión de peritos en Derecho Internacional, para que de esa manera puedan producir un dictamen verdaderamente luminoso, un dictamen que venga a realizar las aspiraciones nacionales y que venga a ayudar a combatir las insinuaciones de los pérfidos enemigos que tratan por este medio de hollar la soberanía nacional. Parece increíble que tratándose de un asunto en que está de por medio la soberanía nacional y la integridad del territorio, haya quien se oponga a que se vengan a traer nuevas luces en este asunto.

El C. Rama, interrumpiendo: ¿Me permite una interpelación?

El C. Siurob: Sí, señor con mucho gusto.

El C. Rama: Usted, como presidente de la Comisión Agraria, ¿consultó a algún agrarista?

El C. Siurob: A muchos, señor.

El C. Rama: ¡Pues no se conoce!

El C. Siurob: Voy a citárselo a usted para que vea que sí los consulté. (Voces: ¡Sabían poco!) Son éstos: El ciudadano Molina Enríquez, que es uno de los viejos agraristas del país; el estimable compañero Loría, otro de los agraristas; el ciudadano general Aguirre, otro de los elementos agraristas; consultas muchas hice al compañero Vadillo, que es otro de los elementos agraristas y así por el estilo podría citar a usted más de doce o quince personas con las cuales consulté antes de emitir la Ley Agraria. Así es que, ciudadanos diputados, ya estáis mirando....

El C. Rama, interrumpiendo: Pues eso probara que de nada sirve consultar a los técnicos.

El C. Siurob, continuando: Así es que, ciudadanos diputados, si tratándose de la Ley Agraria, que es una ley que no interesa sino desde el punto de vista de la política interior del país, nosotros hemos consultado a cuantas personas hemos necesitado consultar, y estos señores, en cambio, tratándose de un asunto en que está de por medio la política internacional del país, en que está de por medio la autonomía del país, la soberanía de la nación, deberían haber consultado autoridades en derecho internacional,.....

El C. Gandarilla, interrumpiendo: Lo están haciendo.

El C. Siurob, continuando: ....especialmente a los peritos técnicos. Yo he escuchado la relación que ha hecho el ciudadano Del Castillo, y de ella se desprende que si es verdad que la Comisión ha ido simplemente a interpelar y a cambiar impresiones con las comisiones consultivas, en cambio no podría presentar un dictamen técnico de personas capaces ni sobre puntos de derecho internacional, ni tampoco sobre puntos especialmente técnicos de la cuestión del petróleo.

El C. Rodríguez Guillermo: Para una interpelación.

El C. Gandarilla: ¿Me permite usted una interpelación, compañero?

El C. Siurob: Yo quiero citar a ustedes el ejemplo de la Comisión del Petróleo de la Legislatura pasada. La Comisión del Petróleo de la Legislatura pasada también quedó de que presentaría cuanto antes un dictamen y, sin embargo, el dictamen se fue retrasando y paso aquella Legislatura y el dictamen no llegó a presentarse y quizá por esta causa todavía tropezamos con dificultades en nuestras relaciones internacionales, porque si en aquella época hubiera sido presentado un dictamen, este asunto ya hubiera sido resuelto por los congresos y no estaría todavía en tela de juicio y nuestras relaciones internacionales en condiciones perentorias y difíciles, porque ya habríamos pronunciado una palabra clara, franca, antes que las intrigas de los petroleros envolvieran en su vasta red a los dos países. Razón tenía el ciudadano Vadillo cuando decía que el petróleo es una materia combustible, no sólo esencialmente en nuestra política internacional, sino que yo agregaría que también en nuestra política interior. Ya lo estáis mirando, simplemente para proponerles a los miembros de las comisiones colaboradoras que ellos mismos confiesan que les pueden dar luces, simplemente por esto se pierde el tiempo y se hace perderlo a la Asamblea. Yo, señores, como Comisión Agraria, si me dijeran: Pensamos que tres o cuatro individuos más te ayuden, levantaría los brazos al cielo y daría gracias a la honorable Asamblea porque me habría proporcionado un número suficiente de colaboradores en una cuestión tan difícil y tan ardua para la Asamblea; pero estos señores con un criterio estrecho y mezquino, pretenden ser acaparadores de la sabiduría en el asunto del petróleo, sin pensar que hay personas que pueden darles luces sobre el particular. De todas maneras la honorable Asamblea hará bien en votar por esta nueva proposición para el nombramiento de otra comisión de petróleo, porque la nación tiene perfecto derecho para que las comisiones de la Cámara, para exigir que las comisiones de la Cámara cumplan en plazo breve y perentorio con su deber, como lo ordena el propio Reglamento. El público, todo el mundo sabe perfectamente....(Varias voces: ¿Me permite una interpelación?) Ya he contestado muchas interpelaciones y he tenido el honor de contestarlas victoriosamente. No tolero que se me interrumpa. (Voces: ¡Tiene miedo!)

El C. Rodríguez Guillermo: Una aclaración.

El C. Siurob: No tolero que se me interrumpa; ya he contestado varias interpelaciones.

El C. Gandarilla: ¡Tenéis miedo!

El C. Siurob: Aunque lo tenga. (Risas.) Ahora bien, ciudadanos diputados, las mayorías de esta Cámara son responsables ante la opinión pública de las leyes que se den durante este periodo. Existiendo todavía en cartera la iniciativa de esa Ley del Petróleo que envió el Senado y no habiéndose dictado todavía ningún dictamen sobre esa ley, es obligación de las mayorías de esta Cámara hacer que las comisiones dictaminen cuanto antes. (Voces: ¡Quince días) Y como no pueden tener confianza en las actuales comisiones, porque no han cumplido con su deber... (Voces: ¡Que se les destituya!)

El C. Gandarilla, interrumpiendo: ¡Es una ofensa que les hace usted!

El C. Siurob, continuando: Yo no digo que no podamos tener confianza desde el punto de vista de la honorabilidad - porque son honorables - ni desde el punto de vista del interés patriótico que ellas tengan sobre el particular; pero desde el punto de vista de la actividad está autorizada la Asamblea a no tener confianza, porque vosotros habéis retardado la resolución de este problema meses y meses. Este argumento no lo podéis contestar, por que para contestarlo tendría que arderos un poco la cara por no haber traído antes el dictamen. (Aplausos.) Yo tengo derecho a hablar así, porque como Comisión, he procurado traer aquí cuanto antes mis dictámenes, porque no tengo pendiente ningún dictamen en estos momentos que tenga más de quince días y, por consiguiente, tengo derecho para venir a esta tribuna a impugnar a los miembros de otras comisiones que no cumplen a tiempo

con sus deberes. (Aplausos.) Vosotros, señores miembros de las comisiones del petróleo, no tenéis derecho a privar a esta honorable Asamblea del derecho que le asiste, como mayoría, para adjuntaros mayor número de colaboradores para que os ayuden en este problema que habéis demostrado por vuestra falta de actividad - yo no quiero atribuirlo más que a falta de actividad - que habéis demostrado por vuestra falta de actividad - y la falta de actividad cuando se trata de un asunto de tanto interés, significa una verdadera falta de civismo. (Aplausos.) Si yo sé que un asunto interesa al país, que es de tal gravedad que pueda decidir de sus destinos y yo lo retardo de una manera indefinida por angas o por mangas durante muchos meses, ¿qué se podrá pensar de mí? Pues que sencillamente no he cumplido mis obligaciones, porque no he tenido la suficiente eficacia para proporcionar al país aquello de que está urgentemente necesitado. Decía yo, compañeros de las comisiones del Petróleo, que vosotros debéis recibir con beneplácito que se os den nuevos colaboradores que lleven nuevas luces a vuestro dictamen y también no debéis desaprovechar el ofrecimiento que en nombre del bloque del Partido Liberal Constitucionalista os hace la mayoría de la Cámara y es de proporcionaros todos los elementos necesarios para que tengáis bajo vuestros auspicios, sin ir a solicitarlos y a demandarlos del Ejecutivo, una comisión técnica especial perita en derecho internacional que venga a ilustrar vuestro dictamen.

El C. Bojórquez: ¿Me permite una interpelación el orador?

El C. Siurob: No permito ninguna, compañero; ya he contestado victoriosamente varias; pero para que vea usted que las contesto victoriosamente hágala usted. (Aplausos.)

El C. Bojóruqez: El compañero Siurob ha dicho que se necesita mayor actividad, mayor cantidad de trabajo entre los miembros de las comisiones, y quiero que me diga honradamente si con la ayuda de la Comisión que se propone, el ciudadano director de "El Demócrata" podrá tener tiempo para trabajar en por del asunto del petróleo, porque yo creo que el ciudadano Siurob, como muchos de los compañeros, sabe perfectamente cuán grandes, cuán enormes son las labores del director de un periódico. ¿Podrá asegurarnos el ciudadano Siurob que el ciudadano Vito Alessio Robles tenga tiempo que dedicar, podrá dedicar todas sus actividades, en unión de los otros compañeros, a estudiar la cuestión del petróleo?

El C. Siurob: Para contestar.

El C. Bojórquez, continuando: Ahora, respecto a la competencia, quiero que el ciudadano Siurob me diga dónde han presentado examen de peritos en petróleo los nuevos miembros que se proponen. (Aplausos y voces: ¡Huy!)

El C. Siurob: Voy a contestar, ciudadanos diputados, para que os convenzáis de que todos los argumentos del contra se estrellan como contra una muralla de acero. ¡Que el compañero Alessio Robles no tiene tiempo para desempeñar esta Comisión! Tratándose de un asunto de gravedad nacional - por más que creo que sus labores no se lo impedirán y ni siquiera lo voy a interpelar sobre el particular - , sepa usted, estimable compañero, que el ciudadano Alessio Robles ha dado suficientes pruebas de patriotismo para abandonar todo aquello que sea necesario y dedicarse de preferencia al estudio de los asuntos nacionales. (Aplausos.) Yo interpelo al compañero Alessio Robles para que diga si tendrá el tiempo suficiente para dedicarse a estudiar la cuestión del petróleo.

El C. Alessio Robles Vito: Para contestar la interpelación del ciudadano Bojórquez que me hace por conducto del compañero Siurob, debo manifestar, antes que nada, que yo no tuve ningún empeño en pertenecer a esta Comisión; la designación se debió a una bondadosa proposición que hizo en mi favor el ciudadano Borrego. En caso de que la Asamblea me honrara con ese nombramiento, debo manifestar que dejaré por completo las labores del periódico y todas las demás que tenga con el objeto de que el dictamen se presente lo más pronto posible, dada la trascendencia que tiene para los destinos de nuestra patria. (Aplausos.)

El C. Siurob: Pregunta el compañero que si los miembros de la nueva Comisión presentaron examen de peritos en petróleo y yo le contesto: Presentaron examen en el mismo lugar en donde los presentaron los otros que ya son miembros de las comisiones. (Aplausos. Voces: ¿Entonces qué se mejora?) Suplico a esos políticos impacientes que tratan de forzar a la Asamblea, tengan calma, que escuchen los razonamientos, es la impaciencia de todos los que no tienen razón, de todos los que tratan de forzar un debate, de los que tratan de suplir con falsos entusiasmos la razón que no tienen. Ahora bien, ciudadanos diputados; por otra parte, añado que no se necesita haber presentado examen como perito en cuestiones de petróleo; las mismas comisiones saben perfectamente que lo único que se necesita es recibir todos los datos de personas suficientemente concienzudas, suficientemente veraces, empapadas en el problema. Todos los más arduos negocios del Estado, los negocios más difíciles, los negocios más graves no requieren en realidad sino un profundo pensamiento suficientemente ilustrado, suficientemente docto, suficientemente ejercitado y ágil en el estudio de ese estira y afloja que se llama los negocios en que continuamente tienen que estar luchando el sí y el no, el pro y el contra de una misma cosa y en que se resuelve verdaderamente por circunstancia del medio, del momento unas veces y por circunstancias dictadas por todo un gran medio en la mayoría de los casos. Creo haber combatido de una manera suficiente todas las argumentaciones del contra, y yo invito a la mayoría a que no se deje arrebatar sus derechos (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Campanilla.) únicamente por un puntillo de honor, por un puntillo de honor de las comisiones del Petróleo. Si vosotros queréis deteneros por este puntillo de honor, yo os digo que no os detengáis: Haced rasguños en su susceptibilidad a los señores miembros de las comisiones del Petróleo, pero pensad en la patria para votar por una Comisión suficiente, para que esa Comisión suficiente active el asunto para que cuanto antes se presente en esta Representación Nacional un dictamen luminoso y suficiente sobre la cuestión del petróleo. (Aplausos. Siseos.)

El C. Espinosa Luis: Señor presidente, pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Espinosa.

El C. Espinosa Luis: Para poderla hacer, suplico a la Secretaría que se sirva dar lectura a un documento que he puesto en sus manos.

- El C. secretario Zincúnegui Tercero, leyendo:

"Plan de estudios de las comisiones de Petróleo en la parte relativa a la reglamentación del artículo 27 constitucional.

"Estudios preliminares

"A. Extracto del artículo 27, relativo a petróleo.

"B. DIARIO DE LOS DEBATES del Senado, relativos a la discusión del petróleo en la XXVIII Legislatura.

"C. Recortes de las crónicas de las sesiones publicadas en la prensa de la capital.

"D. Colección del Boletín del Petróleo, del Departamento de Industria y Comercio.

"E. Nociones y Geología aplicadas al petróleo y Geología en general.

"F. Planos de las regiones petroleras del país.

"G. Datos estadísticos en general sobre petróleo, desde los tiempos más remotos a la fecha.

"H. Proyecto de reglamentación Carranza.

"I. Proyecto de reglamentación Aguilar.

"J. Proyecto de reglamentación de las comisiones del Senado en la XXVIII Legislatura y voto particular del senador Tejeda.

"K. Proyecto de ley del Senado.

II

"Legislación

"A. Legislación española.

"B. Legislación precolombina.

"C. Legislación de México independiente.

"D. Legislación extranjera y comparada.

"E. Legislación de Rumania, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Rusia, Argentina, etc., etc.

"F. Informe del presidente Wilson al Senado americano en 12 de mayo de 1920.

"G.....................................................................................................

III

"A. Elaboración de interrogatorios.

IV

"Fuentes oficiales

"A. Secretaría de Relaciones Exteriores.

"B. Secretaría de Industria y Comercio.

"C. Secretaría de Hacienda.

"D. Presidente de la República.

"F. Suprema Corte de la Nación.

"G. Instituto Geológico Nacional.

V

"Fuentes Particulares

"A. Licenciados: De la Peña, Elorduy, Díaz Dufóo, Vera Estañol, Molina Enriquez, Rouaix, Lugo, compañías Petroleras Nacionales y Extranjeras, propietarios de terrenos, ingenieros petroleros residentes en Tampico, etc., etc."

El C. Espinosa Luis: Como ha oído la honorable Asamblea, ese es el plan de estudios que trazaron las dos comisiones desde algunos meses, y desde entonces se han ocupado exclusivamente de cumplir con todas las partes de ese programa de trabajo. Es cierto, señores, que nosotros hemos hecho cuanto ha estado de nuestra parte por asimilarnos todos esos conocimientos señalados en ese programa de trabajo; pero probablemente por nuestra incapacidad, como lo ha dicho el señor Siurob, no hemos podido en realidad hasta la fecha compenetrarnos debidamente de todos estos antecedentes sobre la cuestión del petróleo. Yo estoy seguro de que la Asamblea convendrá con nosotros en que es imposible que en el espacio de tres meses pueda hacerse un estudio concienzudo de todos estos antecedentes sobre la industria del petróleo. (Aplausos.) Desde luego, señores, hago esta confesión sincera y honrada: Yo creo que los miembros propuestos para integrar la nueva Comisión no están más capacitados - y esto lo digo haciendo a un lado toda modestia, que no la acostumbro cuando creo tener razón, como en el presente caso - , desde luego ni Vito Alessio Robles, ni Chapa, ni Gutiérrez, ni Vasconcelos son reconocidos geólogos especializados en las cuestiones petroleras; ni Chapa, que es ingeniero; ni Vito Alessio Robles, que es ingeniero; ni Gutiérrez, que no sé qué título tenga; ni Vasconcelos, que es abogado, están reconocidos como autoridades, como maestros en derecho internacional; desde luego declaro que no sé yo hasta ahora que alguno de estos señores compañeros haya desempeñado labores de importancia en el terreno técnico de las cuestiones petroleras; tampoco sé - puedo estar equivocado - que estos mismos cuatro apreciables compañeros tengan conocimientos amplios en el terreno práctico de la industria petrolera. Cuando discutimos las personalidades, confieso honradamente que se nos presentó al compañero Chapa como uno de los hombres que han adquirido más conocimientos prácticos por haber trabajado mucho tiempo en las negociaciones petroleras y fue uno de los motivos por los cuales se le incluyó, y así podría yo citar méritos especiales de cada uno de los compañeros que al fin triunfaron en esta reñida lucha para formar la planilla; pero esto no quiere decir que nosotros los creamos, ya no digo capacitados, ni siquiera igualmente capacitados a nosotros para hacer ese estudio. (Murmullos. Aplausos.) La cuestión única que yo quiero que la Asamblea tenga en cuenta para aprobar esto, es el deseo de muchos compañeros de que este problema se resuelva pronto. Si queréis, habremos pensado torpemente al creer que podría ser una ayuda eficiente la de una nueva Comisión. Yo sigo creyendo que sí es necesaria, que no sobra; pero tampoco acepto que sea una Comisión más capacitada que nosotros. (Voces: ¿Pues

entonces?) Llevo, señores, tres años de estar estudiando con verdadero cariño esta cuestión; he leído cuanto se ha escrito en México sobre esto, y yo mismo, cuando he creído tener ya un criterio definitivo sobre cierta fase del problema, he visto que estaba en un error y he cambiado por completo de criterio. Así es de serio y de difícil el problema. Ahora, señores, como el que ni acepta ni puede aceptar el cargo gratuito e injusto que hace el compañero Siurob respecto a la incapacidad y negligencia de las comisiones, yo no quiero ser un obstáculo para que esta ley se despache cuanto antes y aquí tengo escrita mi renuncia para presentarla a la consideración de la Asamblea. Creo, señores, que este es el mejor mentís que puede darse, de desinterés y de honradez, a los que nos hacen la imputación de ineptos e incapacitados para resolver este problema. Es probable, señores, que el compañero Siurob tenga razón, cuando menos al juzgarme a mí a este respecto, aunque él no ha personalizado; pero como el asunto es tan grave y tan serio, yo quiero dejar a la Asamblea en libertad absoluta para que me releve por cualquier compañero que tenga más capacidad en este asunto. Desde luego rechazo el cargo global del compañero Siurob a las comisiones, por esto he pedido que se diera lectura a ese documento; tal vez sí se deba a falta de preparación científica, pero en manera alguna a falta de voluntad. (Aplausos Voces: ¡A votar!)

El C. Manjarrez: Pido la palabra para interpelar a alguno de los miembros de las comisiones del Petróleo.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Manrique.

El C. Manjarrez: ¿Me permite usted que haga una interpelación, compañero Manrique?

El C. Manrique: Sí, señor.

El C. Manjarrez: Atentamente ruego al compañero Ollivier se sirva decirme en qué tiempo preciso se comprometerían las comisiones a presentarnos el dictamen.

El C. Ollivier: Pido la palabra para contestar.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Ollivier: En quince días estará presentado el dictamen. (Aplausos.)

El C. Manrique: Ciudadanos diputados: Si no hubiese de por medio poderosos intereses políticos, yo os aseguro que esta proposición habría sido ya unánimemente rechazada; pero en asambleas esencialmente políticas como ésta, nada hay más opuesto a la libre y franca confesión de una convicción ya adquirida que el interés político privado perfectamente arraigado. Sentimientos, ya sabemos que los hay aquí muy altos y muy nobles. Al escuchar aquí ciertas prosopopéyicas declaraciones, hasta nosotros mismos nos sentimos inclinados a exclamar con el otro: ¡Aún hay patria, Veremundo! Pero vamos a estudiar la proposición a debate. Reglamentariamente esta proposición es un dislate. La Gran Comisión, cediendo, esto es transparente, a la presión de un bloque político de la Cámara, oficiosamente presenta a vuestra consideración el nombramiento de una Comisión que nada ni nadie exige. El funcionamiento de la Gran Comisión es claro, lo preceptúa diáfanamente el Reglamento de debates del Congreso y lo indican suficientemente los antecedentes parlamentarios: "Compete a la Gran Comisión - dice el artículo 74 reglamentario - proponer a su Cámara el personal de las comisiones permanentes y especiales."

Las comisiones permanentes, como sabéis, según el artículo 75, se designan, se proponen, por la Gran Comisión al día siguiente de la apertura de las sesiones del primer año. Esta labor ya se hizo.

"Artículo 76. Luego que ocurra vacantes en las comisiones, se reunirá la Gran Comisión para postular a los que deban cubrirlas, observándose en tal caso las reglas anteriormente establecidas para el nombramiento de comisiones.

"Artículo 77. Serán comisiones especiales las que acuerde cada Cámara para el mejor despacho de los negocios."

Cuanto se ha creído pertinente, previa proposición de algún diputado o de algún grupo de diputados, previo acuerdo de la Cámara, es la Gran Comisión la que decide; a la Gran Comisión solamente toca proponer - previo acuerdo de la Cámara en sesión pública o secreta, según el caso - los candidatos para formar las comisiones cuyo nombramiento hubiese sido acordado previamente por la Cámara. En este caso la Gran Comisión, con una festinación que no se explicaría si no hubiese en juego intereses políticos, ha oficiosamente presentado esta proposición a la Asamblea. Este solo procedimiento irregular, que constituye un verdadero dislate, bastaría para que enmendásemos por lo menos el procedimiento, sin perjuicio de considerar la pertinencia del nombramiento de la Comisión.

¿El nombramiento de la Comisión es pertinente? ¿Qué objeciones se han hecho al trabajo de las comisiones? La objeción más seria es la del compañero Siurob: las comisiones han dejado transcurrir tres o cuatro meses sin presentar su dictamen. Es cierto. Que el reglamento de debates exija como principio general que las comisiones rindan sus dictámenes dentro de un plazo de quince días, pero nadie, a menos de ser un insensato o un ignorante, habría pensado nunca en reclamar a estas comisiones por no dictaminar en un asunto de tanta monta, en un asunto de tal gravedad como éste, dentro del plazo insuficiente de quince días. No se trata de tener un dictamen a todo trance, sino de tener un buen dictamen, lo mejor posible, dentro de las condiciones del medio y momento en que nos hallamos. Pero si hemos de ser francos, la causa principal para que no haya habido legislación petrolera en México hasta estos días no está, no debemos buscarla precisamente en la incapacidad técnica más o menos real o positiva de los legisladores, esto ha dependido exclusivamente de condiciones internacionales; todavía en estos momentos es perfectamente sabido que decidido ya por el Ejecutivo de la Unión que el Congreso General habría de ocuparse en este período extraordinario de sesiones en el estudio de la Ley del Petróleo, es bien sabido que constantemente las comisiones del petróleo y los bloques políticos de la Cámara han estado auscultando el sentir político del Ejecutivo sobre la pertinencia del estudio de este asunto en sesiones públicas en el Congreso de la Unión. Esto es perfectamente sabido, fuera insincero el negarlo. En estos momentos el Congreso de la Unión es solidario, en tesis general, de la política del Ejecutivo; hasta estos momentos el Congreso de la Unión ha procedido

de acuerdo con el Ejecutivo, no hay una pugna clara y precisa entre el Ejecutivo y el Legislativo; ¿podrá haberla más tarde?: el tiempo lo dirá. Pero positivamente no existe esa pugna ni ha existido hasta hoy; ha habido pugna de algunos miembros de la Cámara con tal o cual miembro del Gabinete, pero pugna, choque, divergencia entre el Ejecutivo y el Legislativo no ha existido hasta hoy. Nada, pues, más explicable que el Congreso, que la Cámara de Diputados, en concreto, haya procedido de acuerdo en este caso; no es un misterio para nadie que se ha consultado al secretario Zubaran, que se ha consultado al presidente Obregón sobre la conveniencia de estudiar o no el asunto en determinado tiempo, en determinado momento. Esta es la verdad de las cosas; querer olvidarla, o pretender negarla porque así conviene a determinados intereses, y querer hacer cabeza de turco de la Comisión, es muy cómodo, pero no es leal. (Aplausos.) Las comisiones no han presentado, pues, su dictamen porque no debían haberlo presentado hasta hoy; ahora se advierte que la situación internacional es delicada - esto no es un misterio - como consecuencia de la presión de poderosos intereses capitalistas petroleros en los Estados Unidos, sobre el Gobierno plutocrático de aquella nación, y ahora se considera ya pertinente que se estudie la cuestión. Esta es la verdad; pero querer sacrificar a las comisiones por causas que son perfectamente ajenas a cada uno de los miembros de las comisiones en lo personal, es perfectamente injusto. Será proceder de acuerdo con un fin utilitarista harto mezquino, pero no es decoroso ni justo. ¡Parece mentira que tratándose de un asunto tan serio como éste, que envuelve los intereses, no de un grupo político - que es cosa mezquina -, sino de la nación entera, se pretenda anteponer los intereses de grupo a los intereses de la nación; esto es visible. La postulación hecha por el bloque del Liberal Constitucionalista, o al menos por algunos miembros del Liberal Constitucionalista, cuyo sentir interpreta en este caso la Gran Comisión, indica claramente un espíritu de sectarismo que en asuntos como éste debemos procurar excluirlo. Miembro yo de la Gran Comisión, y miembro también del bloque y del Partido Liberal Constitucionalista, me esforcé siempre, cuando presentamos un proyecto de planilla en septiembre pasado, por adunar los intereses de los diversos grupos políticos, ¡claro! quise siempre y desde aquí lo confesé paladinamente, el predominio político de mi grupo, esto no lo negué nunca, pero me sois todos testigos de que me esforcé por adunar estos intereses: testigo, la Comisión Agraria. Hay una Comisión Agraria formada por el grupo agrarista, que no es el grupo del Liberal Constitucionalista, por más afinidad que tenga con él, y en la que entran también miembros del Partido Liberal Constitucionalista; una Comisión de Puntos Constitucionales en la que participamos el ciudadano Martínez de Escobar y yo, miembros ambos en aquel entonces del Partido Liberal Constitucionalista - yo no lo soy ya en este momento -, la completaba el ciudadano Díaz Soto y Gama, que no era miembro de ningún grupo político. Creo que este criterio de armonización, sin excluir el predominio del grupo, puesto que por el predominio luchan aquí los grupos políticos, es la única forma armónica que debemos aceptar. Pero querer el predominio exclusivo de un grupo como éste cuando el tema a debate no sólo interesa al presente y al porvenir de ese grupo, sino al presente y porvenir de la nación entera, me parece mezquino. Tiempo es ya de que demos a nuestro pensamiento y a nuestra conducta orientaciones más amplias y más altas. (Aplausos.) El proceder de otra suerte justifica la decepción que existe, no en México, sino en el mundo entero respecto de los partidos políticos y hasta respecto de la democracia, a la que se proclama en bancarrota en todo el mundo. Debemos procurar justificar nuestros procedimientos de tal quisa que no recordemos a los políticos de todos los tiempos y de todas las naciones que en los momentos en que se presenta un grave conflicto internacional, ya piensan en la próxima combinación ministerial. ¿Es pertinente en estos momentos relevar a las comisiones o darles una comisión auxiliar cuya capacidad no está comprobada y cuya pertinencia no está tampoco demostrada? Yo creo que no. ¿Se trata de dar luces, se trata de hacer el dictamen más luminoso? Aunque ésta parece ser la objeción del compañero Siurob, pues si de esto se trata hay un artículo reglamentario que dice claramente: "Cualquier miembro de la Cámara puede asistir sin voto a las conferencias de las comisiones, con excepción de las de la Sección del Gran Jurado, y exponer libremente en ellas su parecer sobre el asunto en estudio."

Si, pues, el ciudadano ingeniero Vito Alessio Robles, el ciudadano ingeniero Chapa, el ciudadano Teodomiro Gutiérrez, propuestos como propietarios, tienen luces que aportar, tienen luces que suministrar para la resolución del problema, siempre es tiempo de hacerlo. Si lo que se quiere es solamente la vanidad de figurar en una comisión aprobada públicamente por esta Asamblea, esto ya es otra cosa. ¡Siempre es más cómodo que la Asamblea lo nombre a uno públicamente y que al siguiente día la prensa lance nuestro nombre a los cuatro vientos! (Aplausos.) ¡Pero no se trata de eso! En concreto, señores diputados, no se necesitan aquí esfuerzos oratorios ni dialéctica para convencerse de la impertinencia de la proposición presentada, primero, porque visiblemente se desprende de los antecedentes parlamentarios que la Gran Comisión no puede oficiosamente presentar proposiciones de esta suerte. La proposición dice así en uno de sus párrafos, en una de sus frases:

"Teniendo en consideración la conveniencia de que lo más pronto posible se presente el dictamen relativo a la Ley del Petróleo que obra en poder de las comisiones respectivas, y el deseo expresado por algunos de los miembros de ellas....." Esta sí podía ser una causa; la Gran Comisión, señores diputados, como órgano oficial que es de esta Cámara, no puede saber oficialmente de las opiniones expresadas en lo personal por estos honorables miembros de las comisiones del Petróleo. Mientras los miembros de las comisiones del Petróleo, o algún otro compañero no hayan expresado aquí, públicamente, por proposición formal y escrita, la necesidad de que se les auxilie por otra Comisión, la Gran Comisión ignora todo esto, la Gran Comisión no tiene oídos sino para escuchar los informes oficiales de la Oficialía Mayor y de la Secretaría de la Cámara.

El C. Siurob: No es verdad, compañero.

El C. Manrique: Esto es secundario y no pretenda el compañero Siurob darle mayor importancia de la que tiene. Lo esencial es esto: ¿está positivamente justificado el nombramiento de la Comisión? (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! ¡Sí!) ¿Es un reproche? ¿Puede reprocharse lealmente a las comisiones el no haber dictaminado, cuando sabemos que ha sido por razones de conveniencia pública nacional?

El C. Siurob: No es cierto eso.

El C. Manrique: La competencia de las comisiones nombradas - que aquí nadie ha negado -, competencia relativa, porque es perfectamente sabido y eso lo dijimos al defender nuestro dictamen el pasado mes de septiembre, aquí no tenemos especialistas en materia petrolera; la competencia de estas comisiones, que suponemos formadas por compañeros estudiosos, es incuestionablemente mayor hoy que en 9 de junio, que lo era el 1o. de septiembre pasado.

Estos compañeros se han consagrado seriamente al estudio del problema que pusimos en sus manos, algunos de ellos tienen estudios muy anteriores a aquella fecha. ¿La Comisión que ahora pretendemos nombrar va a especializarse en quince días? Si pretende especializarse, ¿es justo que se retarde todavía más la solución del problema? Yo creo que no. Creo, pues, señores diputados, que es obvia la solución que debemos dar al asunto; nuestro deber, si no nos mueven intereses políticos de bloque, es rechazar la proposición presentada.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Tiene la palabra en pro el ciudadano Bordes Mangel. (Aplausos.)

El C. Bordes Mangel: Procuraré desentenderme de todo aquello que han vertido aquí los oradores del contra, referente a la faz meramente política del asunto; pero con mi doble carácter de presidente de la Gran Comisión que formula esta proposición y de miembro del bloque del Partido Liberal Constitucionalista, voy a entrar en explicaciones que creo no se han hecho completas ante la Asamblea.

Comenzaré por la parte reglamentaria, a que aludía mi estimable compañero, el ciudadano Manrique. Es a la Gran Comisión a quien compete proponer aquí las comisiones y existe el precedente de que la Gran Comisión ha aumentado o disminuído las comisiones que han existido en las listas de comisiones de directorios anteriores, y a esta labor personalmente ha ayudado el ciudadano Manrique......

El C. Manrique, interrumpiendo: En septiembre.

El C. Bordes Mangel, continuando: En los momentos en que hay angustia nacional - esta es la palabra -, en que la prensa nos señala de una manera categórica que nuestros problemas internacionales están dependiendo en gran parte de la rápida solución de lo que se refiere al artículo 27 constitucional, la mayoría de la Cámara de Diputados que constituye el bloque del Partido Liberal Constitucionalista, cree encontrar una buena solución, cree dar una buena ayuda al problema nacional, cree prestar una ayuda patriótica a nuestros problemas y a nuestras dificultades, e inicia que se nombre una nueva Comisión que auxilie a las ya existentes. ¿Por qué lo inicia? En el bloque dos de los miembros de las comisiones existentes dijeron que ese auxilio les sería de utilidad. Y tengo una opinión insospechable: el licenciado Vicencio, miembro de la Gran Comisión, pero perfectamente distanciado del Partido Liberal Constitucionalista en cuanto a política, quiso orientar su criterio y su voto en el asunto que se iba a debatir en la Gran Comisión, y se dirigió a otro no miembro del Partido Liberal Constitucionalista y sí de las comisiones del Petróleo, al señor doctor Romero, quien le dijo, a pesar de las declaraciones que ha hecho aquí, que había todavía muchos puntos sobre los que no podían resolver las comisiones; que creía que les serviría de auxiliar la nueva Comisión y que en lo único en que no estaba de acuerdo, era en la designación de personas. Ruego al señor licenciado Vicencio se sirva manifestar si sé interpretar fielmente lo que contestó a su señoría el diputado Romero.

El C. Vicencio: Con permiso de la Presidencia. En efecto; quise orientarme respecto a la necesidad del nombramiento de la Comisión; tan es así, que me permití interpelar a la Presidencia sobre los datos que tuviera respecto a la necesidad de ese nombramiento, y se sirvió exponerme precisamente eso: que algunos miembros de las comisiones del Petróleo habían manifestado esa necesidad. Yo también pregunté al señor doctor Romero, miembro de la Comisión, si seria necesario eso y me dijo estas palabras: que sí sería muy conveniente, si esa Comisión venía a prestar ayuda eficiente a las comisiones, porque realmente no habían acabado los estudios respectivos. (Aplausos.)

El C. Bordes Mangel: Forman las comisiones del Petróleo que han trabajado hasta ahora....

El C. Romero: ¿Me permite, compañero, una interpelación?

El C. Bordes Mangel: permítame el compañero que conteste a su interpelación cuando haya acabado mis argumentos.

El C. Vicencio: Ampliando un poco mi contestación, con permiso del señor presidente, también se hizo valer acerca de la necesidad de nombrar otra Comisión, esta circunstancia perfectamente comprobada: que muchos de los miembros de las comisiones del Petróleo, varios, no sé cuántos, jamás habían asistido a las sesiones. (Aplausos.)

El C. Bordes Mangel: Forman las comisiones del Petróleo que hasta ahora han tenido en estudio el proyecto, seis miembros, tres de la primera y tres de la segunda. Según declaraciones de los miembros de las comisiones, hechas en presencia de más de sesenta personas, dos de esos miembros no trabajan. (Voces:) (¡Nombres!) De los cuatro miembros que trabajan tenemos la opinión de tres, es decir, la mitad de los miembros de las comisiones y la mayoría absoluta de los miembros que trabajan, según nos informamos en el seno de esas comisiones, y si ellos eran los primeros que nos decían que sí era útil y sí era buena esa Comisión y que sería un auxiliar efectivo que violentaría la resolución del problema, ¿por qué ahora se nos viene a criticar esta iniciativa? Respecto de las personas que fueron escogidas para esta Comisión, debo decir esto: la mayoría de los miembros del bloque del Partido

Liberal Constitucionalista que actúa en la Gran Comisión, hizo triunfar la planilla del Partido Liberal Constitucionalista. Y fueron escogidos los miembros de esa nueva Comisión que se propone, después de una larga deliberación y escogiendo de entre los que contamos, de entre los que tenemos entre nosotros, lo más aceptable. Se les preguntó con toda franqueza: "¿Qué saben ustedes acerca del petróleo?" Y a cada candidato que se fue inscribiendo, se le fue examinando sobre su capacidad en materia petrolera. (Voces: ¡Huy! ¡Huy!)

Sí, señores. Se le rogó que sin modestia de ninguna especie nos pusiera en antecedentes de dónde había estudiado esos asuntos, de si tenía conocimiento de ellos y de si creía poder prestar un servicio útil y eficiente en esa probable comisión. Y con esos datos, por mayoría fueron electos los candidatos. Esa planilla, que me parece la más eficiente que podía haber dentro de la condición de nuestros grupos parlamentarios, fue la que hoy adoptó la Gran Comisión por la mayoría de sus miembros. Así, pues, la necesidad de la Comisión fue iniciada por miembros de las comisiones del Petróleo; la conveniencia fue estimada por la mayoría de la Cámara en sesión de bloque, con fines patrióticos; el procedimiento fue reglamentario y el resultado es el que todos ustedes conocen, sin que se venga aquí a torcer nuestra intención ni a excitar el amor propio de los miembros de las comisiones de quienes, entre paréntesis, nos dicen nuestros adversarios: "¿Por qué si los consideran ineptos, no los destituyen?" Porque no los consideramos ineptos, en primer lugar, y porque no estamos locos para tirar al cesto de los papeles el trabajo de cinco meses de estas comisiones. (Aplausos.)

El C. Gandarilla: Moción de orden, señor presidente. 101 reglamentario. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. Rama: Para una alusión personal. Tengo derecho, señor presidente.

El C. secretario Valadez Ramírez: Han hablado tres oradores en pro....

El C. Gandarilla: Moción de orden, señor presidente. Suplico a usted que se lea el artículo 101 reglamentario.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Artículo 101. "Los individuos de la Cámara, aun cuando no estén inscriptos en la lista de los oradores, podrán pedir la palabra para rectificar hechos o contestar alusiones personales."

El C. Rama: El 105, señor secretario.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Artículo 105. "No podrá llamarse al orden al orador que critique o censure a funcionarios públicos por faltas o errores cometidos en el desempeño de sus atribuciones; pero en caso de injuria o calumnia, el interesado podrá reclamarlas en la misma sesión, cuando el orador haya terminado su discusión, o en otra que se celebre en día inmediato. El presidente instará al ofensor a que las retire o satisfaga al ofendido. Si aquél no lo hiciere así, el presidente mandará que las expresiones que hayan causado la ofensa se autoricen por la Secretaría, insertándose ésta en acta especial, para proceder a lo que hubiere lugar."

El C. Espinosa Luis: Señor presidente, para una moción de orden. Yo creo que nobleza obliga a que su señoría conceda el uso de la palabra al ciudadano Aquiles Rama; ha sido aludido y como miembro de una Comisión de Petróleo, tiene derecho a repeler el ataque.

El C. presidente: La Presidencia no tiene inconveniente en concederle el uso de la palabra al compañero Rama; él pidió la lectura de un artículo.

El C. Rama: Sí, para fundar mi petición, por que no se me hacía caso.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Rama: Honorable Asamblea: No creáis que porque se haya aludido a mi personalidad física venga yo aquí a rectificar hechos; se ha aludido a mi personalidad como miembro de la Comisión del Petróleo y por existir en ello una profunda injusticia, por encontrarse eso en los bajos fondos del cieno de la política casera, por eso vengo aquí. Señores: Habéis oído a Manrique cuando decía que es demasiado serio, que es demasiado trascendental el asunto del petróleo. Si el señor licenciado Martínez de Escobar, a quien estimo y respeto, recuerda, no podrá negarme que aun en sesiones ordinarias, aprovechando momentos en que podíamos desatendernos un poco de nuestra misión aquí, yo hablaba con él - por creerlo persona muy capacitada - de asuntos petroleros. Igual hacía con el señor doctor Siurob y aun recuerdo que con el compañero Manrique, en un domingo, en día de paseo, en día de descanso, discutía con toda amplitud y pensábamos en este asunto. Pero hoy, señores, ¿qué importa la dignidad de un hombre, qué importa el honor de una Comisión y qué de extraño es que se le abofetee soezmente por intereses políticos? (Aplausos.) ¿Qué tiene de extraño que el señor Siurob, que viene a defender aquí intereses de su grupo - que yo respeto y que yo no quiero tocar -, ataque con cosas que él mismo no siente, dirija ataques que está muy lejos de decirlos cuando él se encuentre con toda serenidad? ¿Qué de extraño es, señores, que una comisión de seis modestos diputados que no tienen personalidad política, que no andan en los ministerios....(Voces: ¡Muy bien! Aplausos.) sean atacados, señores, con toda actitud para venir aquí a defender el dictamen de Zubaran? (Murmullos.) Sí, señores, es una cuestión numérica, es una modesta suma y una resta. Éramos seis miembros de las comisiones del Petróleo; de esos seis, cuatro habíamos formado nuestro criterio con toda honradez, oídlo bien, después de amplias discusiones; cuatro, restándolos de seis, quedaban dos; dos estaban muy lejos de formar mayoría peleceana; pero si se agregan tres más, entonces ya son cinco contra cuatro; eso es todo, señores. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos.) Los argumentos del señor doctor Siurob, y conste que yo hablo a los peleceanos, porque aquí sé que hay muchos peleceanos honrados... (Aplausos.)

El C. Espinosa Luis: ¿Me permite una interpelación el compañero Rama?

El C. Rama: Le ruego que me permita un momento, para no perder el hilo de mi discurso; con toda caballerosidad después se la concedo. Digo que hablo a los peleceanos, porque sé que hay muchos peleceanos que están agrupados allí por principios, pero no para fines políticos ni para fines

caseros. Decía el compañero Manrique con toda justicia, y creo que todos así lo han de creer, que esta es una cuestión de política internacional, señores; que todos debemos tener derecho para venir a esta discusión; que por qué la vamos a hacer de interés de grupo; ¿por qué, señores? Eso es antipatriótico, eso está muy lejos de lo que usted decía, ciudadano Siurob. Porque cuando usted decía aquí.....

El C. Siurob: Ya iré yo a combatir a usted.

- El C. Rama:....cuando usted decía que habría luz, que nos llevaría a aportar luz, ¿por qué no reserva su foco de arco para esta tribuna en los momentos de la discusión? ¿Sabe usted el único temor que tengo? Que para entonces ya no exista Necaxa y ya no pueda usted ayudarnos. (Risas. Aplausos.) Por lo demás, creo que si nosotros que nos juzgamos - considerándonos sin modestia y sin vanidad -, unas medianías, hemos necesitado seis o siete meses para medio comprender el asunto del petróleo, ¿cree su señoría que los miembros propuestos o cualesquiera otros, si más o menos somos iguales en esta Cámara, se van a preparar en veinte días o en un mes? ¿Está el ciudadano Teodomiro Gutiérrez? (Voces: ¡Sí!) ¿Se considera usted un superhombre para prepararse en quince días sobre la Ley del Petróleo?

El C. Gutiérrez Teodomiro: Con permiso de la Presidencia. No debo contestar esa interpelación porque tiene un fondo que no es sincero. Sin embargo, diré que cuando en el seno del bloque del Partido Liberal Constitucionalista se me propuso para esta Comisión, allí dije que tenía muchos datos relativos al petróleo, porque soy de la zona del cantón de Papantla, Veracruz, donde hay pozos. He recorrido todo el cantón y conozco multitud de datos que pueden ser útiles a las comisiones. Eso es todo. No me considero un superhombre.

El C. Rama: Pues bien; habéis oído la contestación del ciudadano Gutiérrez, que justifica lo que he dicho. Manifiesta que ha ido a los pozos y que los conoce, pero nada más. ¿Cree usted, señor compañero Gutiérrez, que para hacer la Ley del Petróleo basta con saber lo que son los pozos y lo que es el petróleo, así como lo que es el chapopote? No puede usted creerlo porque es un absurdo. Para hacer la ley del petróleo se necesita saber lo que es no retroactividad y lo que es propiedad. Decía hace un rato, quizá un poco exaltado, que en este momento estaba dispuesto a aportar mi contingente en materia jurídica, mi escaso contingente , pero mi totalidad, oídlo bien, la totalidad de mi contingente puedo aportarla en este momento a la Ley del Petróleo; quien diga que yo no trabajé está en un error, porque al hombre que da todo lo que tiene de sí, nada se le puede exigir sobre eso. Creo, señores, que ya está demasiado bien formado el criterio de la Asamblea a este respecto; yo no os diré, como decía el estimable compañero doctor Siurob, que es el deseo de las mayorías; yo le hablo a la Asamblea, yo le recuerdo a la Asamblea que se trata de algo de política internacional, de algo que no debe ser de política casera, señores, de algo en que todos debemos aportar nuestros conocimientos, esas luces que con buena voluntad nos ofrece el doctor Siurob y que nosotros con todo gusto, con los brazos abiertos, las recibimos, pero no es necesario aumentar el número de las comisiones. Que vayan esos señores, que vaya el ingeniero Alessio Robles, persona capacitada, persona competente, a llevarnos sus luces y con los brazos abiertos lo recibiremos y tomaremos en cuenta esas luces y discutiremos con él; pero, ¿por qué, señores, querer llevar tres votos y esos tres votos forzosamente han de ser peleceanos? ¿Es acaso que los intereses patrios sólo de vosotros dependen? Yo no os ataco, señores; en buena hora que busquéis el predominio, si es muy humano; pero si venís aquí a tratar el tópico del patriotismo, justo es que siquiera ocultéis un poco vuestros deseos. Por todo lo expuesto, señores, yo creo que en vuestro criterio ya habrá una convicción sincera; yo hablo también a aquellos peleceanos que no se quieren prestar a maniobras. En consecuencia, señores, yo pido que después de la promesa del señor ingeniero Ollivier, después de la promesa de los demás compañeros y de la mía, de que dentro de quince días tendréis un dictamen, yo creo, señores, que es inútil seguir discutiendo, y como no sea la pasión o el interés mezquino, no debemos discutir más sobre este asunto. (Aplausos y voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. Siurob: Pido la palabra: Con el mismo derecho que se le concedió al señor Rama, yo pido la palabra. (Voces: ¡No, hombre! ¡A votar!)

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra para una aclaración. Porque yo creo en la honorabilidad absoluta del compañero Rama, me voy a permitir hacerle una aclaración. El compañero Rama habló de una suma y una resta, diciendo que la actitud del bloque del Partido Liberal Constitucionalista se sintetiza en esto: en que como sólo tiene dos miembros dentro de la Comisión del Petróleo, necesita agregar tres para tener mayoría. Compañero Aquilino Rama: yo le declaro que no ha sido la mente ni de Israel del Castillo ni del que habla sumarnos como elementos dentro de esta Comisión para tener mayoría e imponer nuestro criterio, porque a todos los compañeros de Comisión les consta que hasta este momento hemos estado enteramente de acuerdo sobre todos los puntos estudiados. Desde luego suplico que usted rectifique este cargo. Otro punto necesario de aclaración: en el bloque del Pélece no se habló de ineptitud ni de falta de actividad para resolver este problema. La expresión del compañero Siurob es una expresión personal; en cambio, el compañero Bordes Mangel ha traído con su voz serena la verdadera expresión de todo lo actuado dentro del bloque del Partido Liberal Constitucionalista. Pero quiero acabar de hacer esta aclaración: Que nos diga honradamente el ciudadano Rama si cree que los dos miembros del Pélece que integran las comisiones del Petróleo tienen algún interés en aprobar el proyecto del ministro Zubaran. El compañero Rama debe saber cuál es el sentir del ciudadano Israel del Castillo y del que habla sobre el particular; conoce demasiado nuestro criterio por lo que hace al dictamen del propio ciudadano secretario Zubaran. De esto se desprende que la apreciación del ciudadano Rama ha sido ligera, un tanto apasionada y absolutamente carente de veracidad. Ahora, el Pélece no necesita llevar esta mayoría a las comisiones para hacer una ley de acuerdo con sus intereses o sus convicciones, porque como el dictamen no es la última palabra,

sino nada más una opinión de las comisiones, y teniendo el Pélece mayoría dentro de este Parlamento, como de hecho la tiene, es claro que esta ley habrá de dictarse de acuerdo con la voluntad de esa mayoría. Nosotros, como miembros del Pélece en estas comisiones, nos hemos alejado de todo sentimiento partidarista; estamos inspirados en un alto sentimiento de patriotismo que anima a todos nuestros compañeros de Comisión y también a esta Asamblea. Queremos unir nuestro pequeño esfuerzo, como lo dijo muy bien el ciudadano Manrique, con el del Ejecutivo para dar una ley a base de absoluto patriotismo que salve el decoro, el honor y la integridad de la patria. (Aplausos.)

El C. Rama: Yo, en primer lugar, le contesto que Luis Espinosa e Israel del Castillo, peleceanos o no peleceanos, siempre serán honrados. En cuanto a la segunda parte de su pregunta que me han dicho, que el Pélece no tiene interés en llevar una mayoría al seno de las comisiones, yo sinceramente no me explico el objeto de esta discusión ni de esta proposición, si los mismos peleceanos o muchos de ellos están convencidos de que en quince días no se van a preparar para la ley. La Ley del Petróleo no es un carro que se arrastre con más o menos facilidad, sino que es algo que es muy pesado; pero que no necesitamos más números. En consecuencia, no me explico la actitud de ellos. (Aplausos y voces: ¡A votar!)

El C. Siurob: Vengo a rectificar, ciudadanos diputados, conceptos emitidos por el ciudadano Aquilino Rama. El ciudadano Rama ha dicho que es opinión mía haber dicho que él no había trabajado en esto; lo que he dicho no es la opinión mía, sino que es la opinión de uno de los compañeros de Comisión de usted que ratificó aquí en la Asamblea. De manera que no es opinión mía, y si usted me inculpa por esa opinión, carece usted en absoluto de razón. (Voces: ¡A votar!) Afirmo yo que la Comisión de que ustedes forman parte no había sido capaz hasta estos momentos de dar una Ley del Petróleo, y esa es la verdad, que no han sido capaces de traernos un proyecto de Ley del Petróleo, porque no han sido capaces. Vamos a examinar los hechos. (Voces: ¡Ya, hombre! ¡A votar!) No, sí, tengo derecho; si la Asamblea quiere, me escucha, y si no, también; porque es un derecho mío el hablar en esta tribuna. (Risas.) Voy a demostrar que sí es falta de capacidad. Confiesan los señores que no es falta de deseo de cumplimentar una necesidad nacional; confiesan que no es falta de actividad. Pues bien, señores; ¿qué cosa lo que puede impedir hacer una cosa? Si no es falta de deseo, ni falta de actividad, no puede ser más que falta de capacidad. (Voces: ¡No, hombre! Murmullos.)

El C. Espinosa Luis: La gravedad del asunto.

El C. Siurob: Ya ve, pues, la honorable Asamblea que así como el pez por su boca muere, los miembros de la Comisión de hecho han venido con su propia boca a confesar su falta de competencia para hacer un dictamen sobre la Ley del Petróleo. Hay una palabra que debe retirar el ciudadano Rama; dice que ha venido aquí una persona soezmente. Tenga en cuenta lo que es la palabra soez.

El C. Rama: Dije que se nos quería dar una bofetada soezmente. Por lo demás, si usted se siente aludido, no tengo interés en no retirar la palabra que pudiera haberlo ofendido y diré: una bofetada poco caballerosa.

El C. Siurob: Pues peor. Esto no es cuestión de caballerosidad; esto es cuestión de intereses del país que deben cumplimentarse. Vamos suponiendo el caso que quiere, culpando al bloque del Partido Liberal Constitucionalista, esta vez sí poco caballerosamente, malévolamente, diciendo que lo que pretende el Partido Liberal Constitucionalista es tener mayoría; vamos suponiendo que ésta fuera su intención: pues tendría perfecta razón.

El C. Rama: ¿Es usted de Silao?

El C. Siurob: Quien tiene la responsabilidad de los actos de esta Asamblea es el Partido Liberal Constitucionalista que cuenta con mayoría. (Voces: ¡No! ¡Sí!) Vamos suponiendo que el Partido Liberal Constitucionalista quisiera llevar mayoría al seno de esta Comisión; vamos suponiendo el caso más malo que pretende poner el ciudadano Rama; pues bien, el Partido Liberal Constitucionalista estaría en su perfecto derecho y no haría más que el uso del derecho que tiene como mayoría dentro de este Parlamento para establecer su criterio. (Voces: ¡Entonces a votar!) Pero no eso sólo; no se trata del criterio de la mayoría, sino se trata de un hecho que no pueden negar las comisiones del petróleo; el hecho es que no han presentado hasta la fecha ningún dictamen. (Voces: ¡A votar!) Calmen su impaciencia los señores del bloque personalista. (Voces: ¡A votar! Desorden. Campanilla.) Calmen su impaciencia, porque estoy resuelto a que se me escuche en esta tribuna y no descenderé de ella hasta que sea escuchado completamente. Los miembros que forman parte de estas comisiones, que son seis, dos, por opinión de uno de ellos, no han trabajado en el desempeño de estas comisiones; otros tres miembros de estas comisiones piden mayor cantidad de luces para ilustrarse. Ahora bien, en esta forma resulta que cinco miembros de las comisiones han declarado de hecho aquí en esta tribuna, que se necesita la existencia de nuevas comisiones, (Voces: ¡No es cierto!) pero dice el ciudadano Rama, y voy a combatir este argumento que es muy esencial, dice que en quince días las nuevas comisiones de petróleo....(Voces: ¡A votar! Desorden Campanilla.)

El C. Bojórquez: ¡Moción de orden, señor presidente! En vista de que ya han hablado los oradores que marca el Reglamento para una discusión, atentamente suplico a su señoría que pregunte a la Asamblea si el asunto se encuentra suficientemente discutido.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al ciudadano Bojórquez que habiendo hablado ya tres oradores en pro y tres en contra, que son los reglamentarios, había lugar a proceder a la votación. Posteriormente pidió la palabra el ciudadano Rama y se le concedió fundado en el Reglamento; con el mismo derecho pidió la palabra el ciudadano Siurob y la Presidencia no ha podido negársela. Ahora bien, si la Asamblea quiere que se termine esto cuanto antes, la Presidencia suplica muy atentamente a los ciudadanos diputados que se sirvan prestar la atención debida al orador. (Desorden. Campanilla.)

El C. Siurob: Decía que tengo perfecto derecho para rectificar hechos asentados por el compañero

Rama; él ha dicho que la nueva Comisión no puede llevar en lo absoluto ni nuevas iniciativas, ni nuevas luces a este debate. El compañero Rama está en un completo error. La nueva Comisión que se pretende nombrar piensa precisamente estudiar el asunto desde un punto de vista sobre el cual no han hecho ningunos estudios los demás miembros de la Comisión....(Voces: ¡A votar!)

El C. Ángeles Ignacio: ¡Moción de orden! (Gritos.)

El C. Siurob: Son inútiles las impaciencias de algunos diputados. Declaro que no bajaré de esta tribuna hasta que no sea escuchado. (Voces: ¡A votar!)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Ángeles para moción de orden.

El C. Ángeles: Está perfectamente comprobado que no tiene importancia el nombramiento de la Comisión....;(Voces: ¡Esa no es moción de orden!) con tal motivo, fundado en la fracción IV del artículo 23 del Reglamento, pido que se termine este debate que no constituye más que una pérdida de tiempo que deberíamos ocupar en la cuestión agraria. Que se acabe de discutir la Ley Agraria y que en seguida se pase a la discusión de la Ley del Petróleo cuando ya esté listo el dictamen respectivo, lo cual será en beneficio de la nación Todo esto es cuestión de política, según se nota de una manera palpable. (Gritos. Desorden.)

El C. secretario Zincúnegui Tercero: La Secretaría ha creído adivinar lo que dijo el ciudadano diputado que acaba de hablar. Parece que pedía la lectura de la fracción IV del artículo 23 reglamentario, ¿no es así?

El C. Siurob: Suplico a los estimables compañeros Alessio Robles, Castillo ... (Desorden. Campanilla.)

El C. secretario Zincúnegui Tercero: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, suplica atentamente a los señores diputados ocupen sus curules.

El C. Siurob: Continuando en el uso de la palabra, señores diputados, muy brevemente....(Voces: ¡No! ¡No! ¡A votar! Gritos. Desorden. Campanilla.) Aunque protesten los estimables compañeros, deben escucharme con atención porque yo los he escuchado a ellos; de lo contrario estoy resuelto a hacer valer mis derechos, haciéndome oír en esta tribuna. Pues bien, ciudadanos diputados, continuando en el uso de la palabra debo decir a ustedes que no es verdad lo que afirmó el ciudadano Rama de que las nuevas comisiones no pueden traer nuevas luces a este debate. Las nuevas comisiones pretenden hacer lo que no han hecho las antiguas: consultar a elementos técnicos, y a elementos peritos en derecho internacional, cosa que no han hecho todavía las antiguas comisiones. (Murmullos. Gritos. Desorden. Campanilla.) La maniobra realmente es de las minorías que pretenden conservar el predominio de determinados individuos en el seno de las comisiones, que pretenden rechazar todas las luces que les vengan a ilustrar, no obstante que han demostrado con su falta de actividad y con su falta de capacidad no poder dar, como la nación lo exige, un dictamen sobre la Ley del Petróleo. (Voces: ¡A votar! Gritos. Desorden. Campanilla.) En tal concepto, señores diputados, resulta que no ha podido ser destruído en esta tribuna el hecho de que las comisiones del petróleo hasta hoy, sea por falta de actividad, sea por falta de capacidad no han podido presentar todavía el dictamen sobre la ley. (Aplausos. Voces: ¡Ya!) Suplico a los estimables compañeros sean más serios en esta discusión. (Aplausos.) Están desacreditando a la Representación Nacional con estas muestras de su poca seriedad y de su poco tino.

El C. Bojórquez: ¡Moción de orden! Conforme al Reglamento la Presidencia está obligada a encauzar los debates y en esta vez parece que lo que pretende el ciudadano Siurob es que no se vote este asunto. Por lo tanto, suplico a la Presidencia recomiende al orador que se concrete al asunto para el cual se le concedió la palabra, esto es, para certificar hechos. Está metiéndonos en una nueva discusión para lo cual no tiene derecho.

El C. presidente: Suplico al ciudadano Bojórquez y a la Asamblea que, para acabar cuanto antes, escuchen al orador, y a este ciudadano se le ruega que sea más conciso.

El C. Soto Francisco: Tanto el ciudadano Siurob como la Presidencia nos amenazan, como si fuéramos chicos de escuela, con que debemos escuchar al orador. La Asamblea es la que debe decidir.

El C. presidente: La Presidencia no amenaza, sino invita de la manera más cordial a los ciudadanos diputados, a que escuchen al orador. (Desorden.)

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Moción de orden! Como está patente la maniobra del compañero Siurob, que repite y repite los mismos gastados argumentos para cansar a la Asamblea, a fin de que no haya votación, pido que se consulte a la Asamblea si el asunto está suficientemente discutido. No dice nada nuevo el orador.

El C. Siurob: ¡Moción de orden!

El C. presidente: Si está usted en el uso de la palabra.

El C. Siurob: Mi moción de orden consiste en lo siguiente: ustedes pretenden restringirme el derecho que yo tengo (Voces: ¡No! ¡No! Gritos. Desorden.) Ustedes no me han dejado concluir mi discurso; ustedes no tienen derecho de interrumpirme en la forma en que lo están haciendo. Ustedes deben ser consecuentes con mi derecho y con su cultura y no estar dando el espectáculo que estáis dando a las galerías y a la prensa, de estar interrumpiendo a cada momento a los oradores, al grado de que no puedan continuar sus discursos. Yo suplico a la Asamblea que, como una manifestación de su cultura y de su respeto al sitio donde se encuentra, permita que concluya mi discurso. (Voces: ¡Ya, hombre! Gritos. Desorden.) Ustedes tienen la culpa del desorden que está reinando aquí. Yo estoy en el uso de mi derecho; vosotros sois los que no estáis en el uso de él. (Desorden. Gritos. Campanilla.) Señores: Permitidme acabar en tres palabras. Yo sostengo en esta tribuna que, en vista de que las comisiones del Petróleo no han podido cumplir con su cometido.....(Voces: ¡No! ¡No!) No me interrumpáis, combatidme como queráis, pero no me interrumpáis, porque esa es prueba de mala educación. Pues bien; yo sostengo que, en vista de que estas comisiones no han cumplido hasta estos

momentos con su deber..... (Murmullos. Voces: ¡No es cierto!) Tan no han cumplido con su deber, que no han presentado un dictamen. Pues bien; en vista de que no han cumplido con su deber estos ciudadanos miembros de las comisiones, pretenden valerse y apoyarse en las minorías para continuar ellos en su cargo. (Gritos. Desorden. Campanilla.)

El C. Gandarilla: ¡Moción de orden!

El C. Siurob: Su señoría está interrumpiendo el orden.

El C. Gandarilla: Ruego a su señoría mande dar lectura al artículo 102 reglamentario.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: "Artículo 102. Los discursos de los individuos.....(Desorden Gritos. Campanillazos.)

El C. Díaz Soto Y Gama: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. presidente: En cuanto termine la Secretaría de dar lectura al artículo que se pidió.

El C. Díaz Soto y Gama: Usted concedió la palabra al señor Siurob para rectificar hechos, y él nos está llevando nuevamente al debate. (Desorden. Gritos. Campanillazos.)

El C. presidente: La Presidencia manifiesta a los señores diputados que, de seguir el desorden, levantará la sesión. (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Gritos. Desorden Campanilla.)

El C. Gandarilla: Señor presidente: El artículo 102 reglamentario.

El C. secretario Zincúnegui Tercero, leyendo: "Artículo 102. Los discursos de los individuos de las Cámaras sobre cualquier negocio, no podrán durar más de media hora, sin permiso de la Cámara." (Gritos. Desorden. Campanilla.)

El C. Gandarilla: El artículo 102 reglamentario establece claramente que los discursos de los individuos de las Cámaras sólo pueden durar media hora y no más, sin permiso de la Asamblea. (Desorden.)

El C. Siurob: No me dejan hablar. (Gritos.) Una minoría escandalosa se ha empeñado en no permitir que hable. La minoría escandalosa pretende que no se aclare cuáles son sus maniobras en esta Asamblea; pero es necesario que sepa el pueblo en general que esta minoría escandalosa pretende impedir el legítimo curso de los debates. (Aplausos.) Pretende desvirtuar todo lo que se trata dentro de la Asamblea con sus escándalos. No estoy dispuesto a dejarme atropellar con esas maniobras escandalosas, y tienen que escucharme, porque tengo derecho a hablar (Desorden.) Dejadme concluir; tenéis miedo de que hable (Voces: ¡No! ¡Sí! Aplausos.) Digo que es una maniobra de las minorías... (Voces: ¡Otra vez!) Pues tengo que repetirlo; no transigiré con una minoría escandalosa.....

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Moción de orden! El ciudadano Siurob no tiene derecho para estar insultando a la Asamblea. Interpelo a la Presidencia para que diga si le concedió la palabra para ese objeto.

El C. Siurob: Yo, señores, para concluir, denuncio ante esta honorable Asamblea.....

El C. Díaz Soto y Gama: He interpelado a la Presidencia y pido que me conteste.

- El C. Siurob:....la maniobra escandalosa....(Desorden. Gritos. Campanillazos.)

El C. Díaz Soto y Gama: ¡He interpelado a la Presidencia e insisto en que me conteste! La Presidencia no debe ser parcial.....

El C. Siurob: Llamo la atención sobre este individuo, que está escandalizando aquí.

El C. presidente, dirigiéndose al C. Díaz Soto y Gama: Su señoría es el que está introduciendo el desorden. Si la Presidencia hubiese sido parcial, no le habría concedido el uso de la palabra. Pido a usted una poca de atención, nada más. (Desorden. Campanilla.)

El C. Díaz Soto y Gama: Pero ya han hablado tres oradores en pro y tres en contra y yo interpelo a la Presidencia, porque el ciudadano Siurob no está rectificando hechos, sino que está faltando al Reglamento. (Desorden. Gritos. Campanilla.)

El C. Siurob: En vista de que esta Asamblea se muestra ansiosa de votar y ya he rectificado, aunque no me habéis dejado concluir los razonamientos a propósito de la maniobra, esta vez de las minorías, para seguir predominando en el seno de las comisiones, no obstante que no han sabido cumplir con su deber, yo me retiro de la tribuna, pero hago caer sobre vosotros la responsabilidad de que no estáis obrando con rectitud, (Murmullos. Desorden.) y desde luego os auguro que si seguís bajo estas bases impidiendo que se ejercite libremente el derecho de los ciudadanos, me refiero a las minorías escandalosas y ministeriales, (Aplausos. Desorden. Campanilla.) no podrá expresarse de una manera honrada y legítima la voluntad nacional. Ahora, sabed que la nación entera exige que se dictamine sobre este asunto cuanto antes, y que si las comisiones actuales no han sabido o no han podido cumplir con su deber, debemos nombrar otras que sean capaces de cumplir con su deber. (Aplausos.)

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Habiendo hablado los oradores que marca el Reglamento, en votación económica se pregunta si se considera el asunto suficientemente discutido. (Voces: ¡Votación nominal! ¡No!)

El C. prosecretario Castrejón: En votación económica se consulta si el asunto está suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se considera suficientemente discutido. Se procede a tomar la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. secretario Valadez Ramírez: Por la negativa. La proposición que se vota dice así:

"Única, Nómbrese una 3a. Comisión de Petróleo, que estará integrada por los siguientes ciudadanos diputados: Vito Alessio Robles, Pedro A. Chapa, Teodomiro T. Gutiérrez; suplente, Eduardo Vasconselos."

El C. prosecretario Castrejón: Votaron por la afirmativa 76 ciudadanos diputados.

El C. secretario Valadez Ramírez: Votaron por la negativa 78 ciudadanos diputados. (Voces: ¡Reclamo la votación! ¡Declaratoria! ¡Que se lean las listas!)

El C. prosecretario Castrejón: Se va a dar lectura a las listas. Votaron por la afirmativa los ciudadanos siguientes: Aillaud, Alanís Fuentes, Alessio Robles, Alonzo Romero, Angulo, Bordes Mangel, Borrego, Castillo Agustín, Castillo del, Castillo Francisco, Castillo Israel del, Cervantes, Cienfuegos y Camus, Colón, Cuéllar, Chapa, Damián, Domínguez, Esparza Martínez, Espinosa Luis, Espinosa

Natalio, Fernández Miguel B., Franco Abraham, Franco Cerqueda, García Socorro, Gómez Cosme D., González Rafael M., Gutiérrez Castro, Gutiérrez Teodomiro T., Hernández Alvarez, Hernández Macario M., Hidalgo Catalán, Huerta, Lara Grajales, Lavín, Lechuga, Leyva, Lira, Llaca, Manero, Maqueo Castellanos, Martínez de Escobar Federico, Martínez de Escobar Rafael, Martínez Gustavo S., Méndez José, Montero Villar, Morales, Moreno, Ortega José Juan, Ortiz, Paredes, Portales, Ramos Esquer, Reyes Tereso, Riva Palacio, Rivera Cabrera, Romero Ricardo, Salazar, Salgado, Sánchez Anaya, Sánchez Gilberto, Sánchez Pontón, Sariol, Saucedo, Siurob, Solís, Solórzano José Luis, Soto José M., Serrano Hermosillo, Trejo Erasmo, Trejo Francisco, Vásquez, Vega de la, Velarde, Vicencio y Zubaran Capmany.

Total, 76 ciudadanos diputados.

El C. Alonzo Romero: Que lea Saucedo, que lea Saucedo. (Desorden. Campanilla. Voces: ¡Esta es una maniobra!)

El C. secretario Valadez Ramírez: Se va a dar lectura a la lista de la negativa. (Crece el desorden.) Votaron por la negativa.....Se ruega atentamente a los señores diputados que escuchen, para que si hay que hacer alguna rectificación, se haga inmediatamente. Votaron por la negativa.....

El C. prosecretario Castrejón: Moción de orden. Deseo manifestar a la honorable Asamblea que tanto el secretario Valadez Ramírez como el que habla, que tomaron la negativa, tuvieron buen cuidado de ir diciendo claramente los nombres. Por otra parte, fueron también recogidas las votaciones habidas por los compañeros Aguirre Colorado, asesorado por el compañero Sánchez Pontón, y el compañero Bojórquez, asesorado por el señor vicepresidente Riva Palacio Yo creo que hay verdadera honorabilidad entre nosotros y no deben estar encima de nosotros para estas rectificaciones. (Aplausos. Desorden. Campanilla.) Pues nosotros no hacemos chanchullos.

El C. Majarrez: ¡Chanchullero, Saucedo!

El C. secretario Valadez Ramírez: Se continúa dando lectura a la lista. Votaron por la negativa los ciudadanos siguientes: Aguilera, Aguirre Colorado Fernando, Aguirre Emilio, Aja, Alba, Alvarez del Castillo, Alvarez Ricardo A., Ángeles, Ayala, Barbosa, Bojórquez, Bolio, von Borstel, Bravo Lucas, Camarena, Carrillo Puerto Benjamín, Carrillo Puerto Felipe, Casas Alatriste, Castañeda Nigra, Castillo Garrido, Castrejón, Cerda, Céspedes, Correa, Chávez Francisco, Díaz Soto y Gama, Espinosa y Elenes, Estrada, Franco Urías, Gámiz, Gandarilla, García Rojas, Garza Candelario, Gómez Carlos, Gómez Rodrigo, González Jesús B., González Onésimo, González y González, Guadarrama, Guerrero, Guzmán Luis, Luquín, Macías Rubalcaba, Manjarrez, Manrique, Martínez Fernando B., Martínez Rendon, Méndez Manuel F., Meza, Miramontes, Montes de Oca, Montes Manuel, Munguía Clemente, Ogarrio Meixueiro, Ollivier, Ortega Antonio, Paz, Peña Francisco de la, Pichardo, Quiroga, Rama, Ramírez Francisco Modesto, Ramírez G. Benito, Reyes Francisco, Rico G. Manuel, Rodríguez Guillermo. Rodríguez Herminio S., Romero José H., Sánchez Pablo H., Sepúlveda Roberto, Serrano Gustavo P., Soto Francisco, Torre, Tovar y Pérez, Valadez Ramírez, Vidales, Villegas y Vizcarra.

Total, 78 ciudadanos.

El C. Manrique: Para una moción de orden, señor presidente. Señores: Yo creo que la Secretaría es un órgano oficial de la Mesa Directiva; es muy poco edificante el espectáculo de que los estén espiando en sus procedimientos. (Aplausos.) Aumenta el desorden. Voces: ¡Abajo todos! ¡Abajo todos! Aplausos. Gritos. Campanilla. Voces: ¡Declaratoria! ¡Declaratoria!)

El C. secretario Valadez Ramírez: En consecuencia ha sido desechada la proposición presentada. (Aplausos. Gritos. Desorden. Campanilla.) Por acuerdo de la Presidencia se levanta la sesión y se cita para mañana a las cinco de la tarde. (9:07 p.m.)