Legislatura XXIX - Año II - Período Ordinario - Fecha 19210909 - Número de Diario 7

(L29A2P1oN007F19210909.xml)Núm. Diario:7

ENCABEZADO

MÉXICO, VIERNES 9 DE SEPTIEMBRE DE 1921

DIARIO DE LOS DEBATES DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO II.- PERIODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO III. - NUMERO 7

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 9 DE SEPTIEMBRE DE 1921

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior.

2. - El C. diputado Maqueo Castellanos informa acerca de la comisión que le fue conferida. Usan de la palabra para hechos varios ciudadanos diputados.

3. - Cartera. La Secretaría de Gobernación remite las observaciones que hace el Ejecutivo a los presupuestos de los ramos del Poder Legislativo y de Instrucción Pública; recibo y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta. La misma Secretaría envía el proyecto de Presupuesto de Egresos del Territorio de Quintana Roo; recibo, a la Comisión de Presupuestos y Cuenta, e imprímase. Varios ciudadanos remiten un proyecto de reforma al artículo 4o. constitucional, haciéndolo suyo los CC. diputados Antonio Díaz Soto y Gama y Rodrigo Gómez; primera lectura e imprímase. Se concede licencia a los CC. diputados Miguel F. Ortega y Adolfo Cienfuegos y Camus. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. RODRÍGUEZ LÓPEZ SANTIAGO

(Asistencia del 133 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 6.12 p.m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Barragán, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día siete de septiembre de mil novecientos veintiuno.

"Presidencia del C. Santiago Rodríguez López.

"En la ciudad de México, a las seis de la tarde del miércoles siete de septiembre de mil novecientos veintiuno, se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta y un ciudadanos diputados.

"Se aprobó el acta de la sesión celebrada el día anterior, y se dio cuenta con los documentos siguientes:

"Oficio del C. contralor general de la Nación, que se refiere a la Cuenta de la Hacienda Pública federal, por el ejercicio económico de 1920, y que se remite a esta Cámara para los efectos correspondientes. - Recibo, a la Comisión de Presupuestos y Cuenta, e imprímase.

"Circular en que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público comunica que el C. Manuel García Núñez tomó posesión del puesto de oficial mayor segundo de dicha Secretaría. - De enterado.

"Petición del jefe de la Comisión Investigadora de Pensiones, a fin de que se le envíen datos relacionados con la solicitud de pensión de las señoritas Candelaria y Josefa Escalona. - Remítanse los datos solicitados.

"Oficio del mismo empleado, en el que pide un extracto de los antecedentes relacionados con la solicitud de pensión de la señorita Soledad Arriaga. El mismo trámite.

"Circular en que se avisa que el 5 de agosto último el C. Antonio Vázquez tomó posesión del cargo de oficial mayor de la Inspección General de Policía del Distrito Federal. - De enterado.

"Circular por medio de la cual se participa que el C. Luis Pastor tomó posesión del cargo de secretario general de la referida Inspección de Policía, con fecha 17 de agosto próximo pasado. - De enterado.

"Circular de la Legislatura de Colima, en que dice que el 15 de agosto último abrió un período extraordinario de sesiones. - De enterado.

"Circular de la Legislatura de Chihuahua, comunicando que con fecha 15 del mes próximo pasado abrió su tercer período extraordinario de sesiones. - De enterado. "Telegrama de la propia Legislatura, en que expresa le han extrañado, por notoriamente falsas, las noticias que publica la prensa de esta capital, sobre falta de garantías en ese Estado. - Recibo.

"Circular en que la Legislatura de Guanajuato avisa que abrió un período extraordinario de sesiones con fecha 20 de agosto último. - De enterado.

"Subsistió el trámite de "recibo" para el telegrama procedente de Toluca, firmado por el C. Melitón V. Romero, con que se dio cuenta en la sesión anterior, y que se refiere a atropellos de que fueron víctimas varios presuntos diputados a la Legislatura del Estado de México.

"Nueve telegramas y cuatro escritos procedentes de Toluca, Estado de México, firmados unos por el C. José Morales Hesse, y otros por los CC.

Melitón V. Romero, Jesús Díaz Montiel, S. R. Arellano, diputado al Congreso de la Unión, Isauro Castillo Garrido, Andrés G. Castro, J. Murillo, Rafael Vázquez y Casimiro L. Martínez, que se refieren a la instalación de la XXVIII Legislatura de ese Estado, así como a los conflictos que el mismo han ocurrido con motivo de las elecciones para poderes locales, y a distintos acontecimientos que han tenido lugar. - Recibo.

"Presidencia del C. Enrique Bordes Mangel.

"Mensaje depositado también en Toluca, México, en el que el C. Manuel Campos Mena, como gobernador del Estado, participa que se instaló la XXVIII Legislatura del mismo, y que ante ella rindió su informe constitucional. - Recibo.

"El C. Céspedes habló en contra del trámite, y propuso se contestara de enterado.

El mismo C. Céspedes solicitó un informe de la Secretaría y con ese motivo ésta y el C. Zincúnegui Tercero hicieron aclaraciones. Después de una moción de orden del C. Francisco Castillo, la Mesa declaró que estaba a discusión su trámite.

"Hablaron en pro y en contra, respectivamente, los CC. Díaz Soto y Gama y Manrique; el primero fue interrumpido por mociones de orden de los CC. von Borstel y César A. Lara, que ocasionaron aclaraciones de la Secretaría, y el C. Manrique propuso que el telegrama de que se trata se mandara al Archivo.

"Presidencia del C. Santiago Rodríguez López.

"Como se concediera la palabra para contestar alusiones personales al C. Bordes Mangel, el C. Céspedes hizo una moción de orden, y el referido C. Bordes Mangel declaró que iba a hablar en pro del trámite.

"Así que el C. Bordes Mangel concluyó su peroración, se produjo en contra el C. Céspedes. Durante el discurso de este representante, se suscitó un incidente por las manifestaciones de las galerías, que concluyó con la orden de la Presidencia para que se expulsara a uno de los asistentes a aquéllas.

"Suficientemente discutido el trámite, la Cámara lo desechó y la Mesa lo substituyó por el de "al Archivo", que asimismo se puso a debate.

"Usaron de la palabra en contra los CC. César A. Lara y Vizcarra, interpelando éste al C. Abraham Franco, y en pro el C. Díaz Soto y Gama. Este diputado nuevamente habló después para hechos; le interrumpieron aclaraciones de los CC. Vizcarra y Alanís Fuentes; interpeló a la diputación del Estado de México, contestando los CC. Alanís Fuentes y Abraham Franco, y concluyó dando respuesta a una pregunta que le hizo el C. Vizcarra.

"Agotado el debate, de la Cámara, en votación económica, aprobó el trámite de "al Archivo".

"El C. César A. Lara hizo una moción de orden, y el C. secretario Barragán una aclaración. Acto continuo, dióse cuenta con otro telegrama de la misma procedencia, por medio del cual el C. José Morales Hesse comunica que la Legislatura del Estado de México declaró gobernador constitucional del mismo al C. Abundio Gómez. Este mensaje recibió de la Mesa el trámite de "Recibo", pero el C. Manrique tomó la palabra y dijo que en conformidad con el acuerdo anterior de la Asamblea, debía mandarse el telegrama al Archivo, trámite que fue aceptado por la Mesa.

"Después de mociones de orden de los CC. Manrique y José Remedios Colón, el C. Prieto Laurens usó de la palabra en contra del referido trámite. Interrumpieron a este ciudadano diputado, mociones de orden de los CC. Quiroga y Zincúnegui Tercero y una interpelación del C. Alanís Fuentes.

"Reclamó el quórum el C. Vizcarra; hicieron mociones de orden los CC. Zincúnegui Tercero y von Borstel; la Secretaría comenzó a pasar lista, pero como visiblemente se había desintegrado el quórum, la Presidencia, una vez que se leyó la orden del día para la sesión siguiente, levantó la sesión a las nueve y cuarto de la noche."

Está a discusión el acta. ¿No hay quien quiera hacer uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Aprobada.

- El C. Montes de Oca; Pido la palabra para hechos.

El C. presidente: Se le concederá a usted después de que haga uso de la palabra el ciudadano diputado Maqueo Castellanos para informar del resultado de una comisión que se le confirió. Tiene la palabra el ciudadano diputado Maqueo Castellanos, para informar.

El C. Maqueo Castellanos: Honorable Asamblea: La comisión que tuve el honor de presidir, y que fue nombrada para asistir al primer Congreso Agrario en la municipalidad, en el pueblo, mejor dicho, de Ixtapalapa, tiene el honor de informar a vuestra soberanía que fue positivamente muy satisfactorio para nosotros el acto a que tuvimos el gusto de concurrir. En él, señores compañeros, se dio una muestra plenamente justificada de la razón que tuvo el pueblo mexicano para luchar durante muchos años por la revolución. Oímos de los labios de dieciocho presidentes de comités ejecutivos de distintos pueblos del Distrito Federal, un informe rendido, por el que se ve que los terrenos que han recibido, unos como restitución, y otros como dotación de ejidos, los han trabajado, señores compañeros, de una manera positivamente hermosa. Nos dimos cuenta del sentir general de estos hombres del campo, que con frases no elocuentes ni galanas, pero sí con la sinceridad en los labios, nos demostraron con hechos los beneficios tan grandes que han recibido esos pueblos que ya poseen en la actualidad una pequeña parcela de terreno y que la están trabajando con toda atingencia, con todo juicio y con todo tino. Se dio señores, una bofetada con guante blanco al elemento reaccionario que siempre tacha a estos hombres de campo como viciosos, como inútiles, como hombres corrompidos que reciben la tierra, y que su única misión es procurar venderla. Todos los pueblos, señores, que están en posesión de sus tierras, todavía no se ha dado un solo caso en que alguno de ellos las haya vendido, las haya enajenado o que pretenda, en alguna forma,

deshacerse de su terreno; por el contrario, presenciamos el agradecimiento tan grande que demuestran estos hombres, que han sido seguramente los elementos principales que han revolucionado en este país; los elementos sanos que siempre que los hemos llamado a la lucha han estado con nosotros, y oímos, señores, con mucha satisfacción, que ya hay comités que se preocupan por la fundación de escuelas, que ya muchos de estos señores tienen y están estableciendo un sistema cooperatista, por lo que ellos mismos nos están dando a todos los mexicanos un gran ejemplo. Están creando un fondo de economía para poder hacer desarrollar la agricultura, perfectamente moderno. Tuvimos la satisfacción, señores compañeros, de oír después un discurso maravilloso, que da la talla de un joven que sabe sentir con la gente del pueblo, de un compañero revolucionario que seguramente llegará, señores, con el tiempo, a ser probablemente una de las figuras más importantes de nuestra actual época administrativa y política; me refiero, señores, al secretario del gobernador del Distrito, que fue en representación del ciudadano gobernador: al licenciado Toledano; me parece que se apellida así.... (Voces: ¡Lombardo Toledano!) ....Lombardo Toledano. Este señor manifestó tales cosas de una importancia tan trascendental, que todos los diputados que estábamos allí, pedimos, y creemos que lo alcanzaremos, que esa pieza oratoria se mande imprimir para que se reparta a todos los compañeros, para que se den cuenta de que el agrarismo ese agrarismo, señores, que todavía muchos elementos reaccionarios, que todavía muchos elementos que juzgan a la revolución y al pueblo del campo como la rémora de este país, vean que ya descuellan hombres que saben adónde van los hombres del campo y que les están haciendo justicia.

Tuvimos ocasión, señores, de ver también una gran cantidad de vecinos allí de distintas municipalidades del Distrito Federal que todavía no han recibido sus terrenos, y atraídos por la simpatía y unión que reina entre el elemento del campo, fueron a exponer sus quejas justificadas y a pedir a la Comisión Local y a la Nacional Agraria que a la mayor brevedad posible se les den sus tierras. Ojalá, señores compañeros, que al leer cada uno de ustedes el discurso del señor Toledano se den cuenta de la importancia que él encierra en sí, y penetrándonos cada uno de nosotros y apartando a un lado esas politiquerías de partidos en la cuestión agraria, estemos unidos todos, hagamos actos de neta justicia, procurando en todo aquello que esté a nuestro alcance ayudar a la clase del campo, con lo cual habremos demostrado la razón que tuvo de ser la revolución. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra para hechos el ciudadano Montes de Oca.

El C. Quiroga: ¡Pido la palabra! Pido la palabra para una interpelación. ¿Me concede la palabra?

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Quiroga.

El C. Quiroga: Yo ruego muy atentamente a su señoría se sirva exponer ante esta Representación Nacional las razones que ha tenido para reiterar de la orden del día anterior, la Ley del Banco Único y de Instituciones de Crédito que estaba presentada para su discusión antes que la Ley de Secretarías de Estado.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta que se retiró la Ley del Banco Único y de Instituciones de Crédito, porque algunos diputados, teniendo en cuenta que el dictamen era extenso, quisieron documentarse ampliamente, igual cosa que el ministro de Hacienda, y por tal razón se acordó que el lunes definitivamente entrara a discusión el proyecto de referencia.

El C. Quiroga: Doy las gracias a la Presidencia y ruego que se quede como plazo fijo el lunes próximo de la entrante semana para que entre a discusión la Ley de Bancos.

El C. presidente: El lunes próximo entrará a discusión.

El C. Montes de Oca: Honorable Asamblea: Por circunstancias especiales, ajenas a mi voluntad, no pude estar en las sesiones habidas el día 6 del actual, sino solamente en la primera que fue sesión secreta. Enterado después por el DIARIO DE LOS DEBATES de lo manifestado en esta tribuna por el señor compañero Alanís, me veo obligado a hacer una rectificación ante esta honorable Asamblea. Las palabras dichas por el compañero Alanís dicen así:

"....cuando pretendimos que los diputados realmente electos, verdaderamente electos por la voluntad del pueblo, entraran al recinto de la Cámara a ejercitar sus derechos, entonces ya los voluntarios del señor compañero Montes de Oca, los voluntarios que sostuvieron al ciudadano Montes de Oca en Joquicingo, ya estaban encargados de dar culatazos a nuestros diputados."

Señores compañeros: debo participar a ustedes con toda honradez que los soldados que custodiaron la Cámara local de Toluca son soldados o fueron soldados de la Montada del Estado, más no voluntarios, en primer lugar, y en segundo, no soy jefe de los voluntarios del distrito de Tenango del Valle desde hace dos años; en consecuencia, señores diputados, dejo asentado con toda claridad.... (Voces: ¡Más de un año!) más de un año, compañero; sólo un año tenemos aquí en la Cámara. Voy a corroborar mi dicho también, señores, por lo dicho por el compañero Alanís cuando defendí mi credencial hace un año.

El C. Paz: Para una moción de orden. En la sesión pasada.... (Campanilla.)

El C. presidente: No se le ha concedido la palabra.

El C. Paz: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. presidente: No hay desorden.

El C. Paz: El desorden consiste en que el ciudadano Montes de Oca está tomando la palabra para hechos sobre un asunto que estaba pendiente la vez pasada y estaba en el uso de la palabra el compañero Prieto Laurens.

El C. presidente: No se le puede coartar el uso de la palabra al orador por una moción de orden de su señoría.

El C. Paz: Está tomando la palabra para hechos y eso corresponde hacerse después de la discusión.

El C. Montes de Oca: En estos momentos

tengo la palabra y prosigo. Repito, señores compañeros, que hace un año el señor Alanís, amigo muy querido en aquellos días para mí....(Voces: ¿Y ahora?) habló mucho en mi favor y así consta en el DIARIO DE LOS DEBATES. El manifestó con claridad que no había habido ninguna presión entonces, pero ahora, dadas las circunstancias políticas del Estado de México, en que yo no he pensado como él, entonces ya han cambiado las circunstancias, entonces ya no soy su amigo, entonces se me hace el cargo de ser el jefe de voluntarios. Como ustedes deben comprender por lo dicho antes y por lo pasado, existe una contrariedad grandisima , por lo cual creo yo dejar satisfecha a toda la Representación Nacional de que lo que ha hablado en mi contra está fuera de lugar. Por otra parte, señores, quiero hacer saber que lo vertido aquí por el señor Soto y Gama relativo a que existió una gran presión, una gran imposición en el Estado de México y que esa ha sido sostenida por el señor Lugo, subsecretario de Gobernación, declaro, señores, que este funcionario no se ha metido ni en favor ni en contra....(Voces: ¡Huy! ¡Huy!) Señores todo lo ha conocido el señor general Calles.... (Murmullos. Siseos.)

El C. Soto y Gama, interrumpiendo: No es cierto; Lugo sugestionó a Calles.

El C. Montes de Oca: No tengo el criterio de usted, compañero.

El C. Soto y Gama: Lo voy a demostrar a usted. (Murmullos.)

El C. Montes de Oca: Sí, quiero que lo demuestre.

El C. Soto y Gama: Lo demuestro.

El C. Montes de Oca: Sírvase usted aceptar que yo hable y después usted dirá lo que guste.

El C. Soto y Gama: ¡Cómo no! ¡Naturalmente!

El C. Montes de Oca, continuando: El señor licenciado Soto y Gama ha manifestado aquí conceptos denigrantes para el señor general Gómez, a quien en un tiempo, por mi conducto, se le ha manifestado adhesión, cordialidad y amistad; pero como el general Gómez no aceptó nunca el camino que se señalaba por el compañero Soto y Gama, por esa razón hasta la fecha lo ha denigrado como lo ha hecho en esta tribuna. Señores: debo manifestar que el general Gómez es más agrarista que el mismo señor Soto y Gama....(Siseos. Aplausos.) Lo voy a probar.

El C. Soto y Gama, interrumpiendo: ¡Muy bien! (¡Aplaude!)

El C. Montes de Oca: En la sesión pasada el compañero Manrique manifestó poco más o menos en los mismo términos, iguales conceptos que el ciudadano Soto y Gama, pero dentro de aquello se ha dejado escondido algo que no podría dolerle hablar en esta tribuna y es lo siguiente:

El C. Soto y Gama, interrumpiendo: ¿A mí?

El C. Montes de Oca, continuando: Me refiero al compañero Manrique.... (Voces: ¡No está!) pero conste a ustedes lo que voy a decir. Ha manifestado ser reaccionario, ha demostrado con palabras, por supuesto, no con hechos, que ha habido imposición y no sé qué tantas cosas. Al compañero Manrique le consta; el compañero Manrique ha sido invitado por el general Gómez a ir al pueblo de Juchitepec para ver recibir a ese pueblo diez y seis mil hectáreas de terreno en presencia del compañero Manrique y de otros muchos amigos. Efectivamente, compañeros, le tocó también comer barbacoa al compañero Manrique, es verdad....(Risas.) pero con el regocijo grandísimo que existió del pueblo que recibió tierras por conducto del general Gómez.... (Voces: ¡Sea usted breve!) Tengo derecho, compañeros, y suplico un poco de paciencia. Para terminar, señores, siendo consecuente con lo justo que se me pide, quiero que se me atienda en unas cuantas palabras más para demostrar algo de mi aserto. Se ha dicho aquí que el general Gómez está rodeado de reaccionarios, de latifundistas, de hacendados y no sé qué tantas cosas más han dicho. Perfectamente bien, yo afirmo que está rodeado de todo el pueblo del Estado de México, entre ellos los hacendados....(Voces: ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! Murmullos Siseos).

El C. Soto y Gama, interrumpiendo: ¡Es lo que yo dije!

El C. Montes de Oca: Estos hacendados, querido amigo, le voy a decir a usted quién es uno de ellos, el cual ha repartido una hacienda y que le queda otra para repartirla, óigalo bien, señor Soto y Gama.

El C. Soto y Gama: Nada más que esperó la revolución, ¿verdad? (Campanilla)

El C. presidente: Se ruega atentamente a los señores diputados no interrumpan al orador.

El C. Montes de Oca, continuando: A los señores diputados que voy a nombrar, y si alguno se encuentra aquí presente, suplico a ellos me digan si es cierto o no a lo que me voy a referir; los señores diputados son estos: Carlos Riva Palacio, Jorge Prieto Laurens, Rubén Vizcarra, Froilán Manjarrez, Manuel García Rojas, Clemente Munguía, Barragán, César A. Lara, doctor Carlos Gómez, doctor Leopoldo Estrada, Onésimo González, Melquiades Vergara, Alberto Guerrero, Franco Urías, Lucas Bravo, Juan Quiroga, Candelario Garza, Espinosa y Elenes, José Castañón, Martínez Rendón y otras más. En la jira política del señor general Gómez en el Estado de México, a todos los compañeros que he referido y a algunos más, nos constan muchos hechos, muchos hechos honrados, y del hecho a que yo me voy a referir. Quiero y suplico a esta honorable Asamblea se sirva prestarme su atención. De estos compañeros fueron algunos conmigo a la hacienda de Cartagena, del distrito de Cuautitlán, cuyo propietario es el señor Roqueñí....

El C. Soto y Gama, interrumpiendo: ¡Uno de los banqueteros!

El C. Montes de Oca: Allí, señores, nos llevó a mostrar parte de su finca, nos enseñó allí mil vacas... (Risas. Campanilla.) y nos dijo: "Señores diputados: nosotros hemos visto por la prensa la forma de repartir tierras que quiere el señor licenciado Soto y Gama....

El C. Soto y Gama, interrumpiendo: ¡No yo, la nación!

- El C. Montes de Oca:... "pero ese individuo no tiene razón..."

El C. Soto y Gama: ¿No? ¿Ni la nación tampoco?

- El C. Montes de Oca:..."porque si se procediera conforme a su manera de pensar no

existirían haciendas ni existiría leche para él mismo en México... (Risas. Aplausos.)

El C. Soto y Gama: ¡Ni "Excélsior" razona tan bien!

El C. Montes de Oca, continuando: Yo no soy parlamentario, compañero Soto y Gama; pero tengo conciencia de lo que digo. Pues bien, señores, relató lo siguiente: "Yo he repartido la hacienda de Santillán al pueblo Ezequiel Montes del distrito de San Juan del Río, del Estado de Querétaro;" oídlo bien, compañero Soto y Gama. Allí la repartió en la forma siguiente, dijo el señor Roqueñí......

El C. Soto y Gama, interrumpiendo: Es otra plaga en Querétaro el señor Roqueñí.

- El C. Montes de Oca:...."Busqué aquí individuos verdaderamente pobres, pero sí honrados, y les di una parcela de terreno a cada uno, con yuntas y aperos necesarios para su trabajo, y ahora pienso y ofrezco bajo mi palabra de honor, señores diputados - dijo -, que esta misma finca, la hacienda de Cartagena, la repartiré en la misma forma. Estoy abriendo pozos para la irrigación propia de esta hacienda, y buscaré también a individuos honrados....."

El C. Soto y Gama, interrumpiendo: ¡Como él!

- El C. Montes de Oca:... Les dedicaré parte de tierras y parte de estas vacas al llamar a cada uno de ellos para que vengan al lugar, y de esa manera se puede favorecer a la gente proletaria, a la gente que necesita todo y hasta la fecha no ha tenido nada."

Señor Soto y Gama: a usted más que a nadie debo decirle que esta es la forma de trabajar, con práctica y no con palabras huecas que viene usted a lanzar a esta tribuna, y declaro que en México no ha habido imposición....(Voces: ¡Ah! ¡Ah! Murmullos.) El general Gómez ha sido electo por el pueblo... (Siseos. Murmullos.) Por lo tanto, amigo, usted seguirá hablando aquí solamente de despecho porque perdió su candidato con cinco mil miserables votos que obtuvo en todo el Estado de México.

El C. Soto y Gama: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano soto y Gama.

El C. Soto y Gama: Señores diputados: Francamente vacilaba en hablar, porque es casi un abuso contestar al llamado discurso del compañero Montes de Oca. Yo podría contestar estas dos palabras que usa nuestro vulgo: "No me defiendas, compadre". Con eso podría estar contestado todo lo que dijo el compañero Montes de Oca que, entre paréntesis, en esta ocasión no tuvo ese aplomo que le conocemos, que le conocimos cuando defendió encarnizadamente su credencial. Pero para ser serio y para no dedicarme, como podría hacerlo, a chotear infamemente, a mansalva, las palabras chistosas vertidas por el compañero Montes de Oca, para no dedicarme a forzar su defensa de los latifundistas, digna de parangonarse con las defensas que hace "Excélsior", pues me limitaré seriamente a narrar hechos y a pedir una que otra lectura de documentos. El compañero Prieto Laurens, entrando a un debate en donde no debía haber entrado, porque nadie lo llamaba a él, dijo algo, entre tantas necedades como dijo (Risas.), dijo algo verdaderamente chusco: que se habían repartido veintisiete mil hectáreas en dos meses, y que ese era el colmo del agrarismo. Yo le explicaré al compañero Prieto Laurens en qué consistió ese reparto de veinte mil hectáreas, y por qué se repartieron; pero antes quiero que la Secretaría lea un mensaje que recibí precisamente ayer, procedente de un amigo de Prieto Laurens y mío: del señor Bersunza, gobernador de Yucatán, para que vea el compañero Prieto Laurens cómo se hace labor agrarista cuando se quiere hacer.

El C. Prieto Laurens: Pero se repartieron, ¿sí, o no?

El C. Soto y Gama: Después explicaré el por qué del reparto de esas hectáreas, y el por qué de mi felicitación en los primeros días del gobierno del señor Gómez.

El C. secretario Barragán, leyendo: "Telegrama recibido en México, procedente de Mérida, Yucatán, 6 de septiembre de 1921. "Licenciado Antonio Díaz Soto y Gama. - Cámara de Diputados.

"Tengo la satisfacción de informar a usted que durante los cuatro meses que tengo de estar en el Gobierno, he hecho entrega de sus ejidos a 21 pueblos, con un total de 119,343 hectáreas de tierras, cuyos expedientes han sido remitidos a la Comisión Nacional Agraria, con el objeto de que sean firmados por usted.

"El día 15, como uno de los números con que se celebrarán las fiestas patrias.

"No omito manifestarle que por haberse preocupado especialmente de llevar a la realidad el ideal de que los pueblos tengan sus ejidos, los enemigos del agrarista, que son los políticos contrarios a la administración actual, han desarrollado todas sus actividades en el sentido de obstaculizar mi Gobierno, calumniándolo por medio de la prensa, que se encuentra en poder suyo. - Respetuosamente.-El gobernador del Estado, Manuel Bersunza."

El C. Soto y Gama: Basta una simple comparación aritmética para ver la diferencia que hay entre repartir por timo electoral, como lo demostraré, veinte mil hectáreas en dos meses, a repartir 119,000 hectáreas en cuatro meses, ¡va diferencia! Ahora, el por qué repartió esas 20,000 hectáreas que tanto le admiran al señor Prieto Laurens. De esas 20,000 hectáreas nos acaba de confesar ingenuamente, con una ingenuidad que lo honra como novicio en política, nos acaba de confesar el compañero Montes de Oca, que diez y seis mil fueron repartidas en Juchitepec, adonde fue con motivo de un banquete ofrecido, el compañero Manrique; pues bien, el objeto de repartir a Juchitepec diez y seis mil hectáreas que, entre paréntesis, fue ganarse al general zapatista Everardo González, para que después ayudara a Abundio Gómez en su imposición, quedan, pues, once mil hectáreas, en dos meses.

Este sistema es el mismo sistema, compañero Montes de Oca, compañero Prieto Laurens, que usó Porfirio Díaz en su primer período. Su primer período, si no lo sabe usted porque es muy joven, se lo diré yo.... (Risas.) ...en su primer período, Porfirio Díaz aparentó cumplir sus compromisos, y su primer período se distinguió por una admirable administración. El primer período

de Porfirio Díaz fue enteramente correcto, pero después dejó a Manuel González, que era ladrón de camino real, para que la nación estableciera el contraste entre su administración y la de él. Algo semejante ha hecho el invicto paladín del compañero Montes de Oca, que no quisiera que fuera el paladín de este partido, señor compañero, porque lo estimo a usted y no quisiera que hubiera tomado semejante bandera. Pues bien, Abundio Gómez quiso ganarse a la revolución, quiso engañar a los campesinos, dio el banquete a las autoridades de Juchitepec, invitó diputados, invitó a jefes surianos, invitó a agraristas, como después invitó a toda la Cámara a las orgías aquellas de Toluca, según todos recordamos. Una vez que él creyó que había hecho pro - agrarismo, y habiendo recibido una carta mía de felicitación, carta en que se explica mi asombro por que en el Estado de México, metrópoli del latifundismo, centro de la acción de los latifundistas, se empezaran a repartir tierras, y ante el informe del delegado nuestro, de la Comisión Nacional Agraria, compañero José D. Baz, quien ratificó su informe en la junta celebrada por el Partido Agrarista, de cuya junta se levantó una acta que se repartió entre los señores diputados, el señor José D. Baz me dice: "De tal manera está cumpliendo hasta este momento con las promesas de restitución de ejidos el general Gómez, que bien vale la pena de que, para estimularlo y contrarrestar las influencias que sobre él están haciendo valer los hacendados, le dirija el Partido Nacional Agrarista una felicitación."

¡En mala hora se le dio la felicitación al señor Abundio Gómez! Desde este momento creyó que estaba consumada su obra de timo, y dijo: con las veintisiete mil hectáreas repartidas y la conquista que he hecho de Everardo González y sus zapatistas, y con la felicitación del presidente del Partido Nacional Agrarista, conocido como agrarista incapaz de dar una felicitación si no es fundada, con esto me tengo ganados a los revolucionarios; ahora vamos a ver cómo nos ganamos la reacción.

Querido compañero: ¿Quiere que le explique cómo se ganó a la reacción el señor Abundio Gómez....? (Una voz: ¡A mí no me interesa!) No le interesa a usted, pero esto será capítulo aparte, porque tengo que hacer revelaciones, compañeros, quiero que se vea qué gente rodea a Gómez y cómo se ganó a la reacción o, más bien dicho, cómo la reacción se lo ganó. ¿Sabe el señor Montes de Oca la frase textual de Rafael Roqueñí, ¡ese hombre ímprobo!, ¡ese agrarista noble!, ¡ese latifundista que va contra sus intereses? ¿Sabe usted la frase textual que dijo a otros hacendados a propósito de Abundio Gómez? "En dinero no hay qué pararse; que se gaste todo el dinero que sea posible, pero hay que ganarse a Abundio Gómez con banquetes.....

El C. Montes de Oca, interrumpiendo: ¡Pero ese es dicho de usted, compañero!

El C. Soto y Gama, continuando: Es dicho mío que garantiza mi palabra de caballero.... (Una voz: ¡Usted no es caballero! Murmullos. Aplausos. Siseos.) Un momento. Yo aseguro que la Cámara de Diputados, le da más crédito en este asunto a mi palabra, que a la palabra de los compañeros de Montes de Oca. (Murmullos. Aplausos. Siseos.) Le voy a decir por qué. Porque esta imposición se reduce a esta fórmula matemática: José Inocente Lugo, Abundio Gómez y Próspero Montes de Oca, son los tres instrumentos de la imposición; los voluntarios del Estado, como lo sabe todo el mundo, en Toluca - todo el mundo -, contribuyeron a la imposición, fueron parte integrante de ella, desempeñaron uno de los principales actos de aquella imposición. ¿Hay algún diputado del Estado de México que ignore esto? De manera que son tres los factores de la imposición: José Inocente Lugo, Abundio Gómez y su cortejo indispensable de Campos Mena y de Trueba, el tinterillo de Luis Cabrera, el que conservó las mañas de Luis Cabrera; de manera que la palabra de usted en este caso carece de veracidad, Yo no estoy autorizado a decir el nombre de la persona allegada íntimamente a Roqueñí, que oyó a Roqueñí estas palabras. ¿Cree usted que Roqueñí iba a consignar eso en aviso de la prensa o en un documento público? ¿Cree usted que lo iba a firmar? Esas cosas se dicen en la intimidad, porque comprar a un hombre revolucionario, hacer que un gobernador traicione a la revolución, como esto es delicadísimo, ni se consigna en documentos, ni se grita en la plaza pública, compañero. Por eso aquí yo apelo a la Asamblea: ¿tiene más fe en mí o en el compañero Montes de Oca? Apelo a este argumento de conciencia, valor moral de la prueba. El señor Rafael Roqueñí, según apunte que me acaba de dar el compañero Pulido, ha hecho el siguiente pequeño negocio con el fraccionamiento: compró la hacienda de Santillán en doscientos mil pesos y la fraccionó en un valor de quinientos mil pesos, de manera que su generosidad se valúa en trescientos mil pesos que se hecho a la bolsa. ¡Ya ve usted qué agrarista! Y si usted se informa en el Estado de Querétaro, en el Estado de Guanajuato y en el Estado de México quién es este señor Roqueñí, le dirán a usted que es uno de los latifundistas más poco estimables en esos Estados. Vengo del Estado de Querétaro y lo supe yo de los vecinos quién es este señor Roqueñí. Ahora les voy a enseñar a ustedes quiénes son los hombres que rodean a Abundio Gómez, quienes hicieron la postulación de Abundio Gómez, como es público y notorio: la postulación de Abundio Gómez la hicieron en un banquete los hacendados, encabezados por un señor don Antonio Vilchis Barbabosa. ¿Antonio Vilchis Barbabosa es reaccionario? (Voces: ¡Sí! ¡Sí!) No quiero que me conteste usted. Fue diputado de las Cámaras impuestas por Huerta. ¿Es cierto esto, compañero Castillo Garrido? ¿Es cierto esto, compañero Alanís? (Voces: ¡Sí!) ¿Es cierto, compañero Franco?

El C. Franco, interrumpiendo: Sí es cierto.

Presidencia del C. BORDES MANGEL ENRIQUE

El C. Soto y Gama, continuando: Para no incurrir en error....

El C. Franco Abraham, interrumpiendo: ¿Me permite usted la palabra? Creo que puede usted preguntar al señor Montes de Oca y él, honradamente, porque creo que todavía tiene honradez, habrá de decirlo.

El C. Montes de Oca: ¡Soy completamente honrado!

El C. Soto y Gama: Con permiso de la Presidencia, interpelo al señor Montes de Oca para que me diga si el señor Vilchis Barbabosa fue diputado en tiempo de Huerta.

El C. Montes de Oca: No lo conozco.

El C. Prieto Laurens: Si el señor Franco es honrado, debe decir que fue "de la barrista"...

El C. Soto y Gama, interrumpiendo: ¿Qué le importa a la Cámara, juvenil compañero, inocente compañero, candorosísimo compañero, que uno de los individuos que atacan a Abundio Gómez haya sido o no "bonillista"? De manera que el "bonillista", según usted, no tiene ya el derecho de conocer un hecho cierto y atestiguarlo? Es muy doloroso, compañero, que por buscar compañeros de esa clase, es verdaderamente penoso que por eso exponga usted su reputación. Continuó, señores. Como a mí me gusta, en materia de hechos ciertos, de hechos históricos, no incurrir en inexactitudes, voy a leer los antecedentes que tiene el "Partido Agrarista" sobre las personas que rodean al señor general Gómez. Después interpelaré a los diputados aquí presentes de la diputación del Estado de México, para que digan si es cierto que esos hombres forman la camarilla de Gómez. Después interpelaré al compañero Zincúnegui Tercero, que fue periodista en la época del huertismo, cuáles son los antecedentes de esos hombres, y después enseñaré al compañero Montes de Oca y al compañero Prieto un discurso pronunciado por uno de los paniaguados de Abundio Gómez, para que vea la República en las manos de quiénes ha ido a parar el Estado de México. (Aplausos en las galerías.)

"Domingo S. Trueba, autor principal de la imposición, barrilete - como suena - barrilete del nefasto Luis Cabrera. Luis Cabrera le transmitió sus mañas sin trasmitirle su talento. Domingo S. Trueba ha puesto en práctica todo género de cosas de las más infames y sucias para imponer a Abundio Gómez. Personalidad de Domingo S. Trueba, antes "peleceano" en México, después secretario de Gómez en Toluca para preparar la imposición y hoy presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México. Trueba anda en jira de propaganda con Gómez y cuenta, como es natural, para secundar la imposición, con el apoyo de todos los jueces de la 1a. Instancia y conciliadores que le están subalternados."

Tengo aquí un acta y un ocurso dirigido a la Cámara de Diputados, en que se comprueba que la odiosa deposición del Ayuntamiento de Tezoyuca, que usted conoce, distrito de Texcoco, fue obra del juez de 1a. Instancia manejado por Trueba y secundado por veintitrés gendarmes mandados exprofeso de Toluca, gendarmes que fueron destituidos; lo sabe todo el Estado de México, menos usted, o usted finge no saberlo.

El C. Montes de Oca, interrumpiendo: No lo sé.

El C. Soto y Gama, continuando: Sí lo sabe usted, pero lo oculta; no le honra a usted ese desplante, compañero. Es muy triste ocultar la verdad.

"Vilchis Barbabosa, viejo político porfirista, diputado de la Cámara que instaló Huerta, después del golpe de Estado y jefe de los latifundistas en Toluca."

Ruego a todos los diputados del Estado de México se fijen en la narración, a ver si miento en una sola sílaba: Vilchis fue, - fíjese bien la Cámara- quien ofreció la candidatura a Abundio Gómez y a quien usted ahora ha ensalzado.

"Vilchis fue quien le ofreció la candidatura a Gómez y ahora el mismo Vilchis y todos los hacendados que se oponen al fraccionamiento de los latifundios, trabajan con actividad y francamente en favor del gomismo.

"Leopoldo Rebollar, ministro que fue durante el régimen de Huerta, es el director intelectual de la restauración que encabeza Gómez, como es público y notorio en Toluca y puede probarse.

"Pérez Bolde, prófugo de Querétaro por delitos del orden común y actualmente presidente municipal impuesto por Gómez en aquella ciudad.

"Tal individuo, luego que supo el señor Bulmaro Nava, director de un grupo de obreros, trabajaba activamente en pro de la candidatura que sostiene el Partido Nacional Agrarista, encarceló a este señor, diciéndole que lo iba a poner a disposición de la Secretaría de Gobernación."

Porque de más a más, estos individuos han cometido la torpeza de embarrar en todo este asunto al ministro de Gobernación, al general Garza, al general Serrano, a no sé cuántos políticos de esta capital. (Murmullos.) Los han embarrado con o sin razón. El compañero Prieto y el compañero Montes de Oca tienen la palabra para decir si ha habido razón en esa maniobra.

El C. Montes de Oca: A usted no le contesto ni media palabra.

El C. Prieto Laurens: Con permiso de la Presidencia.

El C. presidente: Si lo permite el orador.

El C. Soto y Gama: ¡Cómo no!

El C. presidente: Desde luego. (Risas.)

El C. Prieto Laurens: Debo manifestar que es absolutamente falso que los revolucionarios cuyos nombres ha citado el compañero Soto y Gama hayan tenido que ver absolutamente para nada en la elección de gobernador en el Estado de México. En cambio, aprovecho la oportunidad para decir que el compañero Soto y Gama está tratando de subrayar sus afirmaciones con preguntas que hace a diputados del Estado de México, entre los cuales hay revolucionarios, es cierto, pero entre los cuales hay dos caracterizados reaccionarios (Voces: ¡Nombres!) que son los que más le aplauden; dos reaccionarios que están continuamente diciendo que es cierto y que es cierto; que fulano de tal fue "huertista" y que fulano de tal fue reaccionario (Voces: ¡Nombres!) y antirrevolucionario. Está hablando de un señor Vilchis Barbabosa, que efectivamente perteneció a la Legislatura impuesta por Victoriano Huerta y pide la ratificación de los diputados del Estado de México, entre los cuales hay un diputado que perteneció a la Legislatura huertista, el señor De la Barrera. ¿Con qué derecho están haciendo estos señores esa actitud

tan ridícula y tan falsa de valor civil? (Siseos.) ¿Con qué derecho otros señores, como este señor Franco, un "barrista" y un "huertista"...(Siseos. Desorden.) Esta es la verdad, señores representantes. ¿Por qué estos señores están haciendo ese papel ridículo, ese papel, como pudiéramos decir en términos vulgares, de cobros del compañero Soto y Gama? Si hay revolucionarios como el compañero Solórzano, como otros compañeros, como Alanís y otros diputados del Estado de México, ellos sí tienen derecho a levantar la frente muy alta y a hablar muy claro en estas cuestiones; pero no este reaccionario de buena cepa que está aquí subrayando las palabras de Soto y Gama.

Ellos han sido huertistas, barristas, enemigos de la revolución y hasta latifundistas. ¿De manera que con qué derecho asumen esa actitud? Por una parte, y por otra, el compañero Soto y Gama no está defendiendo un caso propio, sino haciendo la defensa en esta vez del candidato peleceano, y por eso queremos saber nosotros hasta dónde va a llegar. (Aplausos.)

El C. Soto y Gama: Le ruego al impaciente joven Prieto Laurens tenga una poca de calma. Ruego a la Secretaría tenga la amabilidad de leer el discurso pronunciado por otro auxiliar de Abundio Gómez, como lo sabe toda la Cámara, o por lo menos todos los diputados por el Estado de México, el escribano Silviano García, uno de los adictos de Abundio Gómez, uno de los paniaguados que más le han ayudado en la imposición, discurso cuyo título es: "Discurso pronunciado por el C. escribano Silviano García, al celebrarse el aniversario del 2 de abril de 1914." Año de 1914, en pleno huertismo. Ruego a la Secretaría que lea uno de las muchas edificantes frases de ese discurso, para que se vea quiénes rodean a Abundio Gómez y a quiénes está defendiendo el inocente joven Prieto. (Aplausos.)

- El C. secretario Barragán, leyendo:

"Casi replegada la revuelta a los Estados de la frontera Norte, procede preguntar: ¿qué desean los atacados aún de maderismo agudo? No han sido igualmente favorecidos por el progreso: ¡No hay contestación? Los regresivos se explican con brutal salvajismo. Lo que hay en el fondo de la actual situación, debe decirse claramente es la intervención norteamericana, con hombres y dinero mexicanos. Ante esta cobarde ignominia, no hay más medio que agruparse en torno del ilustre presidente Huerta, en cuya mano vigorosa están los destinos nacionales; pero con fe y lealtad, con patriotismo y abnegación, porque si es cierto que ha formulado la solemne promesa de hacer la paz "cueste lo que cueste" tenemos la obligación de no ser criminalmente egoístas."

Ahora, puesto que el compañero Prieto es tan escrupuloso en el caso de los diputados, ya que no lo es en el caso de los colaboradores de Abundio Gómez, a quienes defiende, voy, con permiso de él, con todo respeto, a interpelar a una persona que yo creo que es revolucionario, que no ha tenido que ver con el huertismo, el compañero Zincúnegui Tercero, que fue periodista y que luchó valientemente contra el huertismo. Yo quiero, compañero Zincúnegui Tercero, yo quiero que me haga el favor de decir esto: ¿es cierto que todos los personajes que yo mencioné rodean a Abundio Gómez, lo aconsejan y lo dirigen, y que, por otro lado, tomaron intervención en los asuntos del huertismo, que yo he dicho? Ruego sea todo lo amplio posible para quitar unas cuantas caretas en esta Cámara de Diputados.

El C. Zincúnegui Tercero: Pido la palabra para contestar una interpelación.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Zincúnegui Tercero: Efectivamente, señores, aunque soy hijo del Estado de Michoacán, pasé la mayor parte de mi vida en el Estado de México, donde hice mis primeros estudios y donde comencé a iniciarme en trabajos de prensa, así como en la revolución; habiendo tomado participación muy directa en la política desde la fundación del "Partido Antirreeleccionista", época en la cual era yo estudiante, época en la cual comenzaban a luchar también ya revolucionarios, como el señor José Luis Solórzano y toda la pléyade de jóvenes que en Toluca se han distinguido durante la época revolucionaria. Comenzamos a tener por enemigos a los mismos que hoy están rodeando al señor Gómez, esto es, a los que a la sombra del general González, Fernando González, hijo del que fuera presidente de la República, a quien se refiriera hace poco el compañero Soto y Gama; dichos individuos -entre los cuales figuraban ya Jenaro Barrera, Alfonso Castillo, Carlos Raúl Reyna, Bernal Reyes, etcétera, etcétera-, dichos individuos habían convertídose en una camarilla en torno de Fernando González, a pesar de que éste los trataba con la punta del pie, pues es sabido por toda la sociedad de Toluca la forma bochornosa y despreciativa en que Fernando González trataba a estos undividuos, a muchos de los cuales dirigía palabras que no podría repetir en esta Asamblea. Ahora bien, señores, al estallar la revolución de 1910, se pusieron abiertamente en contra del movimiento. Fueron los que continuamente, por medio de la prensa, por medio de panfletos, por todos los medios de propaganda posibles atacaron a los revolucionarios del Estado de México, entre los cuales - y esto es de justicia hacerlo constar - encontré muchas veces al ciudadano Abraham Franco. Esto es de justicia, por que el ciudadano Franco formaba parte de la Mesa Directiva, desde la época en que lo fundamos, del "Partido Antirreeleccionista". Continuando, señores, al llegar la época del huertismo, cuando se supo en Toluca la muerte de los infortunados mandatarios de la República, salió una manifestación por las calles de la ciudad, no manifestación: un grupo le paniaguados, entre los cuales figuraban - lo recuerdo a la memoria - Leopoldo Rebollar, Silviano García y otros varios, lanzando mueras a don Francisco I. Madero, que ya había caído bajo las balas de los asesinos, de los esbirros de Huerta, y entonando un verdadero himno al asesino Victoriano Huerta. En aquel entonces un reducidísimo grupo de estudiantes y parte del pueblo nos opusimos a esa manifestación, enviándose la policía para disolvérsenos. Todos estos señores, Vilchis Barbabosa, Jenaro Barrera, Silviano García, Alfonso Castillo Carlos Raúl Reyna, Bernal Reyes y el joven Sánchez Albarrán, hijo de uno de los predilectos de

la pasada dictadura, todos estos individuos han sido los abanderados de la reacción, los abanderados de la reacción en el estado de México. Es muy cierto todo lo aseverado aquí por el ciudadano Soto y Gama y emplazo a esta honorable Representación, si lo juzga necesario, para traer toda mi colección de periódicos en los cuales está la actuación de estos ciudadanos y los ataques de que fuimos objeto. Así es que no falta a la verdad el ciudadano Soto y Gama al referirse a esos ciudadanos, ese discurso leído por el ciudadano Silviano García, un individuo a quien sus mismos compañeros designan con el título de "El Vinagrillo". este ciudadano fue uno de los que más se distinguieron como huertistas recalcitrantes; su fama le viene ya de lejos, porque como decía antes, ya en tiempo del Gobierno de Fernando González era el encargado de organizar fiestas para halagar a aquel especie de tiranuelo que gobernó al Estado de México, y hasta recuerdo en estos momentos que en una de las famosas reuniones organizadas por Silviano García, unas posadas que se organizaron en Toluca, se conocieron con el nombre de las posadas de los "maridos infieles". (Aplausos.)

El C. Díaz Soto Y Gama: Agradezco mucho su amabilidad y su franca contestación al compañero Zincúnegui Tercero, y sólo le ruego que a esta pregunta me conteste con una pregunta o negación: ¿es cierto que ese señor Vilchis Barbabosa, a quien acabo de citar, fue el que ofreció en banquete público la candidatura al señor Abundio Gómez?

El C. Zincúnegui Tercero: Con permiso de la Presidencia. Hace algún tiempo estoy alejado de la política del estado de México; sé, por referencias, que así ocurrió, aunque no podría afirmarlo rotundamente.

El C. Díaz Soto y Gama: Muy bien; entonces me permito dirigirme al compañero Solórzano, al compañero Alanís, al compañero Franco, al compañero De la Barrera, a todos los diputados de la Legislatura del Estado de México, con excepción, naturalmente, de Montes de Oca. ¿Verdad? ( Voces: ¡También a él!) O a él. El mismo me ha confesado, delante de un grupo, que sí es cierto que los latifundistas postularon a Abundio Gómez. Acaba de decir aquí, con un criterio que por cierto no es socialista, que por cierto no es suyo, sino que era el criterio de "El Imparcial" cuando decía que el general Díaz "gobernaba con todas las clases sociales", ha dicho aquí con una ingenuidad grande que este señor Gómez gobierna con todo el pueblo, inclusive los latifundistas; que también los latifundistas estaban con él. Hecha esta salvedad, esta refutación de los conceptos del compañero Montes de Oca, yo le ruego que me diga: ¿Es cierto que Vilchis Barbabosa le ofreció, a nombre de los hacendados, su candidatura a Abundio Gómez?

El C. Montes de Oca: Yo no sé nada. (Risas.)

El C. Díaz Soto y Gama: El compañero Alanís, con permiso de la Presidencia.

El C. Alanís Fuentes: Debo manifestar a la Asamblea que, efectivamente, el ciudadano doctor Vilchis Barbabosa ofreció la candidatura al general Gómez para el gobierno del Estado de México. Este hecho lo hizo público la prensa de la capital y hay ejemplares que así lo revelan. Además, el órgano oficial de la propaganda, un periódico que se denominaba "El Paladín", y que el pueblo del Estado de México, mofándose, le ha puesto por mote "El Peladín", también ese periódico relató - y me parece que transcribió - el discurso del señor doctor Vilchis Barbabosa. Debo agregar un hecho más: el señor doctor Antonio Vilchis Barbabosa fue en algún tiempo vicepresidente de un partido católico que se formó en el Estado de México y actualmente creo que es vicepresidente de una junta honorable de caballeros de Colón, encargados de levantar una capilla. (Murmullos,)

El C. Díaz Soto y Gama: Me voy a permitir hacer otra pregunta, con permiso de la Presidencia, al compañero Alanís porque viene a cuento. (Voces: ¡Ya!) Es de sumo interés que sepa la nación en qué clase de hombres está el Estado de México, por complacencias odiosas del subsecretario Lugo, como lo demostraré, puesto que así lo quiere el compañero Prieto. ¿Es cierto que Campos Mena, el actual gobernador del Estado de México, o el que lo era hasta ayer, según los chanchullos que allí se están estilando, es cierto que este señor es presidente de la Cámara de Comercio?

El C. Alanís Fuentes: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Alanís Fuentes: El señor Manuel Campos Mena fue presidente de la Cámara de comercio de la ciudad de Toluca, y el ciudadano Manuel Campos Mena, cuando contestó el discurso en que le fueron a ofrecer su postulación, habló en nombre de la Banca, de la agricultura y del comercio de la ciudad de Toluca.

El C. Prieto Laurens: ¡Qué delito!

El C. Díaz Soto y Gama: Sumamente complacido y más complacido todavía por la interrupción de algún compañero diputado que dijo que qué delito. Yo oí la contestación de algún compañero que dijo que qué gran delito, refiriéndose a que yo tomase a mal que Campos Mena fuera presidente de la Cámara de Comercio. Para este diputado anónimo va esta aplicación... (Voces: ¡Fue Prieto Laurens!) ¡Ah! Para el compañero Prieto, que yo creía había entendido la revolución, va esta explicación: la revolución compañero Prieto, se hizo por el proletariado y a nombre del proletariado para destruir la supremacía, la oligarquía, la opresión de las clases privilegiadas, las clases privilegiadas son la Banca, el comercio, el latifundismo, el Clero, las mismas clases que representa el señor Campos Mena. ¡Es absurdo, es ilógico que una revolución haya durado diez años y costado ríos de sangre para encumbrar a los enemigos! (Aplausos.)

El C. Prieto Laurens, interrumpiendo: ¡Para que todavía haya cámaras de Comercio!

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Sólo al compañero Prieto se le puede ocurrir que esta revolución renuncie al triunfo para que después de haberlo obtenido entregue el poder a sus enemigos. De manera que el compañero no tendría ningún resabio para que el arzobispo de México fuera senador por el Distrito Federal. No le llamaría la atención, por ejemplo, que los herederos de Iñigo Noriega vinieran a sentarse en esta Cámara o que Casasús fuera gobernador del Estado que oprimió, verbi gracia; en fin, esto es tan trivial, que no vale la pena insistir. ¿Quiere la cámara que la

fatigue yo refiriéndole cómo se hicieron las elecciones en el Estado de México? (Voces: ¡No! ¡sí!) ¿Quiere la Cámara que le explique detalle a detalle lo que ya expliqué brevemente sobre el asunto de Toluca? ¿Quiere la cámara que se lea el ocurso que dirigen apremiosamente a la misma cámara los infelices vecinos de Tezoyuca quien anduvieron errantes durante varios días, como les consta a varios agraristas? (Voces de las galerías: ¡Aquí estamos! ) ¿Quiere la cámara que le repita lo que ya conocen, de la forma en que se destituyó al Ayuntamiento de El Oro? Creo que no, sería muy largo. Quiero concretar de esta manera el proceso o génesis de la imposición, por más que sea una repetición. Abundio Gómez, no conforme con haber destituido a todos los ayuntamientos y de haberlos substituido por municipios nombrados por él por conducto de la famosa Junta revisora de expedientes electorales, creada por él, con infracción expresa de la Constitución; no conforme con eso, hizo, voy a repetirlo, reformó el decreto electoral ad hoc para que los presidentes de los ayuntamientos nombrasen a los presidentes de las casillas electorales e instalasen las juntas computadoras; no conforme con eso, quiso que la insaculación para el nombramiento de presidentes de mesas electorales se hiciera en secreto a horas que no eran de votación y excluyendo al público. De todo esto resulta que las elecciones en el Estado de México no las hizo el pueblo, las hicieron los ayuntamientos; voy a leer nada más un documento que terminantemente lo expresa "Constituídas..." (Leyó.)

Es la votación que el Senado, haciéndose el inocente, haciéndose el tonto, va a declarar a favor de Abundio Gómez, pero no es tal votación, son votos viciados por el fraude, por la violencia, votos completamente inadmisibles en Derecho, votos que son nulos conforme a todas las prescripciones de todas las leyes electorales. De manera que la decisión del Senado, aunque venga del Senado, no será una decisión respetable. "Instalación..." (Leyó.)

Frases textuales de la protesta. No me hago yo solidario, por más que me incline a creer que tenga derecho, ¿Verdad? Podríamos continuar con el proceso de la imposición de Gómes durante varios días, muchos días; tengo documentación bastante para eso, pero sería abusar de la paciencia de la Cámara y distraerla demasiado de otros asuntos más interesantes. Quiero dar por concluido el examen de los hechos y referirme sólo a un argumento legal, argumento legal que no soy yo tan candoroso de creer que lo tomará en cuenta el Senado. El Senado de la República sabe ya a qué atenerse a este respecto, tiene tal vez compromisos, en fin, su actuación va a decirlo; pero el argumento legal que la República debe conocer y que es irrefutable, demuestra que la elección del general Abundio Gómez tiene un vicio de origen, es nula absolutamente a la luz de los preceptos de la Constitución general y de la Constitución local. (Aplausos.) aquí sí ruego un poco de atención a la Cámara, es breve, pero es concluyente. Invito al compañero Prieto a que me refute el argumento, lo mismo que al compañero Montes de Oca o a cualquiera que se atreva a tomar la defensa de Abundio Gomez. Vuelvo a decir que no creo que el Senado tomará en consideración este hecho, pero la República entera sabrá que el Senado no ha cumplido con su deber, desde ahora lo denuncio. (Voces: ¿Cuándo ha cumplido?) Artículo 83 de la Constitución federal de 1917, vigente en la República, quiéranlo o no los reaccionarios de Toluca:

"El presidente entrará a ejercer su encargo el 1o. de diciembre, durará en él cuatro años y nunca podrá ser reelecto.

"El ciudadano que substituyere al presidente constitucional, en caso de falta absoluta de éste, no podrá ser electo presidente para el período inmediato."

Artículo 115, inciso III de la misma Constitución general:

"Son aplicables a los gobernadores substitutos o interinos, las prohibiciones del artículo 83."

Es decir, el gobernador substituto no podrá ser electo constitucional en el período inmediato. Constitución del Estado de México, artículo 76:

"El gobernador durará en su encargo cuatro años y nunca podrá ser reelecto ni electo para otro período constitucional."

Luego el período constitucional es de cuatro años. Artículo 78:

"El período constitucional del gobernador del Estado comenzará el 16 de septiembre del año de su renovación."

Es decir: el período constitucional que terminó el 15 de septiembre empezó el 16 de septiembre del año pasado y termina el 15 de septiembre de este año, es decir, se trata ahora de saber si Abundio Gómez puede ser electo para el período que empieza en septiembre de este año, es decir, el próximo día 16, siendo así que fungió en el período que concluye el mismo 16 de septiembre.

El C. Prieto Laurens: ¿Me permite una interpelación, compañero?

El C. Díaz soto y Gama: El artículo 85 dice -es la respuesta - :

"El ciudadano que substituyere al gobernador constitucional en sus faltas temporales o absolutas, no podrá ser electo gobernador en el período inmediato.

"Hay dos períodos: período de 1917 a 1921, en el que funge como substituto Abundio Gómez. El período inmediato es el de 21 a 25. Si Abundio Gómez funcionó como substituto en el período de 17 a 21, ¿puede, conforme a este artículo, ser electo gobernador constitucional para el período del 16 de septiembre de 1921 a 15 de septiembre de 1925? Dejo la respuesta a la Cámara. (Voces: ¡No! ¡No!) El argumento lo arrojará al cesto de los papeles inútiles el Senado de la República, pero habrá violado la Carta Magna de la República y la Constitución local del Estado de México. (Aplausos.) Hay otro vicio constitucional que tampoco tomará en cuenta el Senado de la República, que es el de la falta de vecindad por cinco años antes de la elección al gobernador Abundio Gómez; tampoco tomará ese argumento en cuenta, puede estar tranquilo el compañero; seguirá de gobernador Abundio Gómez, pero no será gobernador aunque sea gobernador de facto, será usurpador con el mismo título con que fue usurpador Victoriano Huerta.(Aplausos.) Quiero ahora referirme a las alusiones, intemperancias, etcétera, etcétera, de mi juvenio

contrario, etcétera, etcétera, compañero Prieto, cuya característica moral, psicológica, política y social se reduce a esto: ser antipeleceano. (Aplausos.) Que todas las cuestiones, absolutamente todas las cuestiones las ve con este sólo prisma: ¿esto favorece al Pélece o perjudica al Pélece? Yo, un poco más revolucionario quizá que él, veo las cuestiones con otro prisma: ¿esto favorece a la revolución o favorece a la reacción? (Una voz: ¡Porque cree que la revolución está en el Pélece!) No, yo no veo eso, ¿Cómo voy a ver eso? Yo veo en el Pélece un hibridismo que todo el mundo conoce, veo que en el Pélece hay elementos revolucionarios y que hay un lastre numeroso y poderosísimo de reaccionarios que triunfa siempre. (Aplausos.) ¿Con que el compañero Prieto se espanta y cree que yo voy a dar el chaquetazo o el cambiazo? No, compañero, no necesito al Pélece en mi modestia, no necesito al Cooperatista y puedo con el Agrarista sólo valer lo poco que valgo; de manera que no crea usted que ando enamorando al Pélece ni le ando haciendo la corte al pélece. (Aplausos.) No hay que alarmarse, yo pertenezco y seguiré perteneciendo al bloque Social - Demócrata, con esta sola condición: que el Bloque Social - Demócrata no exija para poder formar parte de él, que un individuo sacrifique sus convicciones revolucionarias. El día que el Bloque Social - Demócrata diga: usted tiene que poner sus compromisos de bloque por encima de sus convicciones agraristas, ese día me despido con toda cortesía y con toda caballerosidad del Bloque Social - Demócrata. Digo más: no cometo la torpeza de confundir al compañero Prieto Laurens con todo y sus arrebatos, con todo y su inteligencia, con todo y sus dotes para agitador popular, (Risas.) no lo confundo, de ninguna manera lo confundo con el Bloque Social - Demócrata, no hago solidario en manera alguna al Bloque Social - Demócrata de las palabras atrevidas y necias del compañero Prieto, absolutamente. Esas palabras han sido dichas bajo su responsabilidad, no se ha hecho el Bloque Social - Demócrata responsable de la imposición de Abundio Gómez. Es cierto que algunos compañeros del bloque fueron arrastrados a las filas imposicionistas por el compañero Prieto, pero no se tomó ningún acuerdo oficial por el bloque al respecto. En cuanto a mi actitud respecto del Pélece en este caso, es perfectamente clara. Yo no pido.... No se ría usted, compañero, o ríase usted después. Yo en este caso pido simplemente una cosa que a usted no le había pasado ni por aquí: la nulidad de las elecciones. En otros términos, yo pido que se lleve a cabo el dictamen que está pendiente en el Senado de la República, no sobre esta elección de Abundio Gómez, sino sobre la elección de Campos Mena. ¿Sabe el compañero cómo dice ese dictamen? Dice así:

"no siendo posible saber con certidumbre cuál de las dos legislaturas representaba la legalidad, debía declararse que habían desaparecido los poderes, nombrándose, en consecuencia, un nuevo gobernador substituto que convocara otra vez a elecciones." (Aplausos.)

De manera que yo pido, no que triunfe el doctor Castro, de cuya candidatura nos desligamos los agraristas, y a usted le consta; no que triunfe mi querido amigo el magnífico e inmaculado revolucionario SuriANO Angel Barrios, pido que se diga que unas elecciones donde no hubo libertad electoral, donde se dieron decretos ad hoc, donde se impusieron ayuntamientos, donde se forzó el voto, donde hubo asesinatos (Voces: ¡Nulas!) donde no se ha permitido instalarse a la nueva Legislatura, donde los diputados castristas, según consta a todo el mundo, en número de 14, yacen en las mazmorras del gomismo, donde se les obliga -procedimiento seguido por la dictadura de los tiempos porfirianos- a salir por las mañanas cargados con barriles de inmundicia para hacer la limpieza de las calles, donde, según es fama, llegó a orinárseles el piso de las celdas para que no pudiesen ni dormir siquiera, que esas elecciones se declaren, como deben declararse, nulas de pleno derecho, absolutamente nulas. (Aplausos.)

El C. Prieto Laurens, interrumpiendo: ¡Qué plancha!

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: ¿Va a ser plancha? ¡Pues claro! El Senado de la República no lo hará, es evidente; el Senado de la República violará la Constitución tranquilamente, pero esa sonrisa de usted no le honra, compañero. (Aplausos.) No debe usted alegrarse de que en nuestro país, después de once años de revolución que surgió al grito de "Sufragio Efectivo y No Reelección", todavía haya un senado, el más alto cuerpo Legislativo, que sin respetar su investidura, viole descaradamente la Constitución Federal y transgreda descaradamente el voto público de un Estado tan respetable como es el de México, por estar compuesto de raza indígena, de campesinos que tienen derecho a ser liberados y que no van a ser liberados por el grupo reaccionario de latifundistas que rodea a Abundio Gómez. (Aplausos.) Pido a la Secretaría se sirva leer este telegrama.

El C. von Borstel: Moción de orden, ciudadano presidente. Ha concluido la media hora que el Reglamento ...(Voces: ¡Huy!) concede; se está perdiendo miserablemente el tiempo con estas cuestiones; es necesario que la Asamblea diga si el orador sigue en el uso de la palabra para esto que está hablando, o no.

El C. presidente: Se pregunta a la Asamblea si permite al orador que continúe en el uso de la palabra. (Voces: ¡Sí! ¡Sí! ¡Que siga!)

- El C. secretario Barragán, leyendo:

"Toluca, México, el 6 de septiembre de 1921.

"Señor general doctor Andrés G. Castro. - Ayuntamiento, 133.

"Consecuencia baño diéronle cárcel esta ciudad, háyase gravemente enfermo pulmonía diputado por Zumpango, Jesús O. Parra. Témese funesto desenlace. Salúdolo. - J. Flores."

Es el procedimiento de los huertistas, es el procedimiento de Porfirio Díaz, sólo falta una cosa para que estos diputados se parezcan a aquéllos: en el Estado de México sólo falta que vuelvan aquellas famosas estrangulaciones, aquel famoso sistema de colgar a los hombres de partes pudendas para hacerlos no ir a una elección, para obligarlos a declarar, no en determinado sentido, sino en otro. Los barriles de inmundicia sacados de la cárcel, los baños, etcétera, son los procedimientos de Huerta y de Díaz, es algo que horripila, es algo que avergüenza, es algo que demuestra la mano de huertistas y

reaccionarios en ese Gobierno, porque ningún revolucionario en la República, ni el mismo Abundio Gómez -no le hago ese honor -, sería capaz de ordenar esa clase de procedimientos. Allí se ve la mano de un Jenaro Barrera, de un Vilchis Barbosa, de un Leopoldo Rebollar, de los diputados de Huerta; ¿y con estos hombres tratan de aliarse algunos de los jóvenes cooperatistas? Yo no me lo explico, francamente. (Aplausos.) Quiero ahora explicar y comprobar la frase que grité a voz en cuello desde mi asiento, de que el licenciado Lugo sugestionó al general Calles. La comprobación la tengo en este hecho: los mismos argumentos, exactamente los mismos argumentos que desde esta tribuna vino a decir el joven compañero Prieto Laurens, fueron los mismos argumentos que el general Calles, bajo la sugestión del señor Lugo, y en mi presencia me espetó a mí y a otros compañeros, el compañero Felipe Santibáñez, del Partido Agrarista, quien le fue a decir que si no había medio legal que oponer a la imposición de Campos Mena, y entonces me dijo exactamente lo que usted, me enseño las cartas del general Castro abonando a los miembros de la Legislatura del Estado de México; se me habló de la carta de felicitación mía. Tuve que explicarle los hechos, tuve que decirle -no me inspiraban fe aquellas personas, no obstante la firma del doctor Castro, que para mí no crea usted la una firma fehaciente de todo punto, yo no lo defiendo - que esos documentos no probaban de ninguna manera que esos diputados fueran agraristas, y tan no eran agraristas que en la junta habida en el local del Partido Nacional Agrarista llegó a confesar, como a usted le consta, Clemente Trueba, el hermano de Domingo Trueba, lo siguiente: "Que el bloque agrarista no era posible formarlo, porque sólo se decían agraristas los diputados Agustín Domínguez, Enrique Ortiz Gómez, Galicia, Vargas y el que hablaba; total, cinco contra once contrarios."

Esta fue la base de la decisión del general Calles, de no intervenir en el asunto; se lo comprobaré a usted, es muy fácil aclararlo.

"...aclaró que al general Calles se le dijo por personas de la Legislatura local, que había en ella mayoría agrarista, y que tal cosa constituía un engaño al mismo Calles, según lo expresado por el diputado Trueba."

Aquí tiene usted la génesis de la sugestión de Lugo sobre Calles. Hay que advertir esto: que cuantas veces el general Calles ha tratado el asunto del Estado de México - eso nos consta a todos los que hemos ido allí, lo mismo a Santibáñez que a mí, que a los diputados del Estado de México -, invariablemente llamaba a Lugo; otras veces - en la mayoría de los casos -, Lugo directamente trataba estos asuntos de la imposición. Pues bien; después de llamar a Lugo, quien trajo inmediatamente su documentación, no la pidió a una sección ni perdió el tiempo en encontrarla, sino que la tenía a la mano como asunto personal de él, como asunto de familia, puesto que Abundio Gómez es pariente de él. De otra manera nunca me hubiera puesto a lanzar la afirmación de que Lugo era el autor de la imposición. Lugo sorprendió a Calles, lo sorprendió evidentemente; voy a explicar por qué. (Voces: ¡No! ¡No!) La Asamblea puede creer lo que guste; yo explico lo que es y cómo lo interpreto; la Asamblea puede interpreto como le venga en gana. Cuando le dije a Calles: es imposible que un hombre rodeado de huertistas, un hombre que ha suspendido la reforma agraria, esté en el poder. El me dijo: pero, hombre, si la legalidad está de parte de Campos Mena; se dividieron Austreberto Castañeda y Castillo, no llegaron a ponerse de acuerdo, y no sumando mayoría, ni mucho menos, yo tengo que aprobar conforme a la ley a Abundio Gómez, aunque no me gusta. Bueno, le dije, ¿pero va usted a dejar el Estado en manos de latifundistas? Y me dijo: vea usted estas cartas. Y entonces llamó a Lugo y me mostró esas cartas y quiso deducir de ellas que había mayoría de agraristas y hasta me invitó a hacer propaganda agrarista para ganar aquellos diputados a la causa del agrarismo. Creyó Calles, bajo sugestión de Lugo, que, efectivamente, la Cámara local agrarista dominaría la situación y se impondría al gobernador del Estado. Ese mismo argumento que él me expresó basado en los documentos que traía Lugo en la mano, es el mismo argumento que nos trae uno de los paladines de la imposición gomista. Yo dejo la consecuencia al criterio de la Cámara. Otro argumento se ha hecho valer ante el Ejecutivo, que es el mismo que nos trajo el compañero, retratos que muestran una gran cantidad del pueblo haciendo manifestaciones, carta de felicitación mía y una carta mía recomendando a un señor diputado Ortiz Gómez, porque, en efecto, parece que es agrarista, según indicación del compañero Felipe Santibáñez.

El C. Prieto Laurens, interrumpiendo: Yo le digo a usted que se convenza primero para que no firme cartas.

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Firmé esa carta porque Santibáñez, que era candidato por el Partido Agrarista por el distrito de Tenango, me aseguró que era un magnífico agrarista, y como entonces el compañero Montes de Oca se os acercó al Partido Agrarista para demostrar que, efectivamente, había mayoría agrarista y que se cambiaría la Local Agraria a nuestro gusto; yo entonces tenía fe en el testimonio del compañero Montes de Oca. ¿He sido claro en el argumento que demuestra que Lugo sugestionó a Calles? Yo creo que sí. hora, hay un dicho latino que usamos los abogados cuando se comete un delito: Quid prodest? ¿A quién aprovecha la imposición en el Estado de México? ¿A Abundio Gómez, a Calles, o al pariente de Abundio Gómez, José Inocente Lugo?

El C. Castrejón, interrumpiendo: No es tan inocente.

El C. Díaz Soto y Gama: ¿Quién?

El C. Castrejón: Lugo. (Risas.)

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Yo quisiera, ya para abandonar esta tribuna, precisar este punto: el partido Nacional Agrarista, que atacó sin motivo el compañero, no anda flirteando ni con el señor general Calles, ni con el general Villarreal, ni con el Pélece, ni con el Cooperatista, ni con el Laborista. El Partido Nacional Agrarista ha acordado, en junta reciente, dejar el punto pendiente de la alianza con el Partido Laborista y el Partido Cooperatista, que yo apoyaré, por cierto, por más que ya la actuación del Cooperatista no es muy satisfactoria para mí. (Aplausos.) En las diversas juntas celebradas se acordó dejar, posponer esa

alianza para que quien resuelva sea la Convención del Partido Nacional Agrarista, compuesta por representantes de los clubes agraristas instalados en todo el país; sólo la soberanía representada por el agrarismo del país podrá decidir ese punto. Por otro lado, la política del Partido Nacional Agrarista hasta este momento es tan clara como la luz. Dice el compañero que no está definida, y voy a demostrar que sí está definida. La política del Partido Nacional Agrarista es ésta, en tres palabras: exención de personalismo. ¿Es esto definir una política o no? ¿Cuándo el Partido Nacional Agrarista podrá inclinarse por una personalidad o por otra? Cuando la Convención del Partido Nacional Agrarista lo diga.

El C. Prieto Laurens, interrumpiendo: ¿Me permite contestarle?

El C. Díaz Soto y Gama: ¿Cómo no? Cuanto más se aclare, mejor.

El C. Prieto Laurens: Señor presidente: Para una breve contestación.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Prieto Laurens: El señor tesorero y el señor secretario del Partido Agrarista me manifestaron en presencia de algunos compañeros del Partido Cooperatista, lo siguiente: está muy indignado el Partido Agrarista porque usted, miembro del Partido Cooperatista, haya interpelado al ministro Villarreal porque asistió a una junta del Pélece, en que éste atacó al presidente de la República, porque nosotros tenemos que estar y estaremos siempre con Antonio I. Villarreal. ¿Es o no es personalista el Partido Agrarista? ¿Es o no es autorizada la voz de don Rodrigo y del señor Santibáñez, dos altos representantes del agrarismo? Por otra parte, señor Soto y Gama, ya que todos sus cargos los ha enderezado en torno de una persona a la que le ha dado una importancia muy grande, este señor Vilchis Barbabosa, justo es aclararle a usted, en el asunto del Estado de México, esta cuestión: en el asunto del Estado de México Vilchis Barbabosa fue propuesto por el señor De la Huerta para la terna que el Senado había de discutir cuando nombró al gobernador provisional. (Siseos.) Segundo: Vilchis Barbabosa fue representante del doctor Andrés G. Castro en la campaña contra el general Millán. Ya ve usted que Vilchis Barbabosa ha estado al lado de Pélece y ha estado apoyado por otros individuos y no tiene nada que ver absolutamente el que Vilchis Barbosa haya tenido esa actuación en la elección del general Gómez, porque Barbosa no es, ni con mucho, el jefe de la propaganda de Abundio Gómez; por una parte; por otra, también es necesario que aclare usted si es o no es cierto que al Partido Agrarista no ha podido resolver la unión con los demás partidos revolucionarios, porque el general Antonio I. Villarreal ha estado llamando a los distintos diputados agraristas y a algunos que no lo son, para que se cambien de nuestro bloque al Pélece, y eso lo podemos probar.

El C. Díaz Soto y Gama: Perfectamente; cuando la ropa es limpia, compañero...

El C. Gómez Rodrigo: ¿Me permite usted una aclaración después?

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Los amigos del señor general Villarreal, en ausencia mía, procuraron destituir de la directiva al compañero Gómez y al compañero Santibáñez, porque no le ofrecen garantías suficientes al Pélece y al general Villarreal. (Voces: ¡Ah!) Eso lo sabemos los agraristas, puedo demostrarlo con las actas de la junta, y yo Antonio Díaz Soto y Gama, al volver, plantee la cuestión de esta manera: mi obligación como presidente de un partido caótico, desorganizado, puesto que todavía no ha habido una convención que lo organice, es ésta: llevar honradamente la nave del Partido Nacional Agrarista pasando por en medio de los dos escollos, de las dos sirtes: Villarreal y Calles. Les llamo escollos, porque el personalismo siempre será escollo, es un dilema que, como todos los dilemas, es peligroso; de manera que yo, como presidente del partido, estoy obligado a entregar mi partido en manos de la convención, para que ella sea la que resuelva si se lleva a cabo o no la unión con el Laborista y el Cooperatista, que es la manzana de la discordia. Y yo diré -juego a cartas vistas - como el Laborista que representa a los trabajadores de la ciudad y el Agrarista a los del campo en buena lógica deben estar unidos, yo no seré el que proponga el crimen de distanciar o dividir al trabajador de la ciudad y al trabajador del campo. ¿Quiere usted que firme esta promesa de que así lo haré? En cuanto al Cooperatista, yo ahora y antes de ahora tengo esta idea: el Partido Cooperatista pretende, bien o mal, representar o pretende representar al frente avanzado, a la parte avanzada, a la parte radical de la clase media. No me satisface ni por el nombre ni por las tendencias, pero a falta de otro partido, es uno que representa a la parte avanzada de la clase media. El Partido Cooperatista debía llamarse, por ejemplo, Partido de Reforma Social, que abarcará toda la clases media. Yo diría: tres ramas de la revolución agrarista representando al campesino, Laborista, representando al trabajador y Partido de la Reforma Social, hoy Cooperatista, representando a las clases medias sociales, deben unirse; pero ante la actuación del Cooperatista yo necesito aclaraciones, necesito garantías, porque si en cada caso el Partido Cooperatista se va a poner a defender para gobernador de un Estado a un hombre como Abundio Gómez, (Aplausos.) y si va a escoger como ayuda a un Vilchis Barbabosa que sí ofreció la candidatura a Abundio Gómez, si va a aliarse a un Leopoldo Rebollar, ministro de Huerta, francamente yo seré el primero en decir: me equivoqué, haremos la alianza con el Laborista, esperaremos a que el Cooperatista se depure, se purifique, se desinfeccione o como ustedes quieran llamarle. Yo creo que soy claro como la luz. ¿Qué otra explicación quiere el compañero? Le voy a dar la explicación de mi conducta personal. Yo me incliné con toda mi alma, con toda mi energía, a la unión con el Laborista; me inclinaba a la unión con el Cooperatista, pero no puedo imponer mi voluntad a mi grupo. Yo deseo la unión con el Laborista por una razón: porque yo, socialista de convicciones, socialista evolucionista, sé esto: que uno de los primeros procedimientos de la lucha de clases es éste: la unidad de clase y la unidad de clase con todos los revolucionarios, la unidad de todo el proletariado mexicano. De manera que ya ve usted mi actuación personal

qué bien definida está, y digo más: con la voluntad de Villarreal o sin ella, con la voluntad de los amigos de Villarreal o sin ella, con la voluntad de mis compañeros agraristas o sin ella, seguiré perteneciendo al Bloque Social - Demócrata y estaré con el Bloque Social - Demócrata en tanto el Bloque Social - Demócrata no se haga solidario de actitudes como la actitud poco revolucionaria o nada revolucionaria del compañero Prieto y del compañero Vizcarra en lo individual. (Aplausos.)

El C. presidente: La Presidencia se permite dirigirse a la Asamblea para hacerle una cortés súplica: la Presidencia no tiene derecho a negarles el uso de la palabra a quienes la piden para rectificar hechos, para alusiones personales y demás que el Reglamento les concede; pero sí se permite recordar que hemos agotado más de dos tardes en esta discusión que, después de todo, no nos lleva a ningún resultado práctico, (Aplausos.) ya que no es la Cámara de Diputados la que puede resolver nada sobre el asunto electoral del Estado de México. (Voces: ¡Muy bien!) Yo ruego, pues, atentamente a mis compañeros de Cámara, me permitan que se pase a otro asunto y hagan abstracción de sus deseos o de sus intereses políticos o personales aquéllos que están todavía inscriptos y que todavía quieran hablar. (Aplausos. Voces: ¡Tienen derecho a hablar!) Tienen derecho a hablar. Es lo primero que he dicho, compañero, y por eso hago una súplica cordial, no les niego el uso de la palabra, (Aplausos.) Tiene la palabra el ciudadano Franco Abraham.

El C. Franco Abraham: El compañero Prieto Laurens, que poco me conoce, me ha llamado reaccionario, y debo defenderme de este calificativo con todos mis antecedentes, en la forma más breve para no cansar la atención de esta Asamblea.

Comenzaré por decir que en mi época de estudiante, en la Escuela Nacional Preparatoria, yo, juntamente con otros compañeros de colegio, entre ellos un eminente revolucionario como el señor Aquiles Elorduy, y que seguramente afirmará mis palabras, fuimos de aquellos que nos opusimos a los movimientos reeleccionistas continuados por el general Díaz. Pongo por testigo a un liberal viejo, al señor Remigio Matías, actualmente empleado en la Suprema corte de Justicia. Salido de las aulas y entrado al terreno del trabajo, consta al señor diputado Zincúnegui Tercero, que me ha hecho el honor de decir que muchas veces estuve de lado de la revolución, le consta este solo hecho: que el único industrial en Toluca que estuvo con los estudiantes del Instituto Científico y Literario del Estado para sostener el antirreeleccionismo y sostener la personalidad de Madero, el único fui yo y que iba al frente de esos estudiantes llevando también una bandera con un rótulo significativo, motivo por el cual los capitalistas de Toluca, la gente reaccionaria, siempre me consideró como uno de los hombres más avanzados. Invito al señor compañero Solórzano, a quien conocí desde niño, a que tenga la bondad de decir si es cierto o no que estoy reputado en Toluca como uno de los hombres más exagerados en materia política.

El C. Solórzano José Luis, interrumpiendo: Es cierto lo afirmado por el compañero Franco.

El C. Franco Abraham, continuando: Cuando el cuartelazo del general Huerta pude muy bien, en virtud de ciertas relaciones políticas con que contaba con algunos compañeros que ocupaban altos puestos en la Administración, colarme en algunos empleos más o menos importantes; pude haber sido nombrado -porque entonces no había elecciones - para este Congreso, y, sin embargo, no lo quise. Todavía más: con algunos amigos míos que eran de ideas retardatarias tuve luchas constantes, no una, sino mil veces, sosteniendo mis principios liberales. Otra cosa más: cuando se dio el golpe de Estado, llevando a la Cámara en conjunto a la Penitenciaría, me acerqué al señor Garza Aldape, de quien era conocido viejo porque habíamos trabajado en la masonería, unidos, cuando éramos jóvenes, para pedirle por todos los revolucionarios que estaban allí a fin de que se les diera sol, se les proporcionara la manera de vivir de un modo decente y para que se les permitiera que sus familias entraran a hablar con ellos. Con este motivo, Garza Aldape desde la Secretaría de Gobernación me decía estas palabras: "Mucho cuidado, amigo Franco, con la pintura". Yo le contesté: "Mucho cuidado con usted, porque en las situaciones políticas del país, hoy se puede estar en la Secretaría de Gobernación y mañana en la Penitenciaría. Desde la Secretaría de Gobernación se pueden ver las torres de la Penitenciaría de la capital." Más aún... (Voces: ¡Ya! ¡Ya!) fui a ver al señor Querido Moheno junto con un español, para impedir verdaderos asesinatos que se tramaban en la noche en que se dio el golpe de Estado; entonces tuve que escapar de la policía entrando al hotel Iturbide por la puerta de San Carlos y saliéndome por otra puerta. Huerta trató no una, sino muchas veces, de indagar quién era ese mexicano junto con otro que ya murió que trató de echarle encima a los ministros extranjeros para impedir los atentados; y sobre este asunto tengo una carta. Después, posteriormente, porque yo siempre sostuve la candidatura del señor De la Barra, debo hacer esta aclaración: (Murmullos. Voces: ¡Ya! ¡Ya! Campanilla.) El Partido Liberal del Estado de México, del cual era yo uno de los miembros... (Desorden. Campanilla.) quiso sostener la candidatura del señor De la Barra; el Partido Católico también sostuvo la misma candidatura y hubo una escisión entre algunos miembros del Partido que trataron de sostener la candidatura del señor licenciado Gaxiola. El señor licenciado Gaxiola, amigo íntimo de don Fernando González, estaba sostenido por el ministro señor Bonilla, y nosotros tratando de evitar una imposición, cometimos el error de haber llevado a la gubernatura del Estado al señor De la Barra. Confieso mi error y me arrepiento de él; pero ese error no da derecho al señor Prieto Laurens a considerarme reaccionario. Más reaccionarios son seguramente todos los que usan procedimientos como los que están usando con los elementos castristas del Estado de México, atropellándolos, maltratándolos y vejándolos de una manera miserable. (Aplausos.) Más reaccionarismo hay en esa persecución que se hizo, como si se hubiera perseguido a una fiera, al mayor Castillo hasta llegarlo a matar entre las estaciones de Lerma y Jajalpan. Porque no es creíble, señores, de ninguna manera es creíble que un hombre que va solo, perseguido por seis, según refiere el señor Garrido, teniendo milpas por dónde escapar o dónde esconderse para no ser visto, no

pudiera escapar; indudablemente que él no disparó y aquellos seis individuos que lo perseguían debieron matarle como a un perro. Nosotros los revolucionarios no podemos aprobar esos procedimientos, sean de Abundio Gómez, autorizados por él, por Campos Mena o por cualquier otro, cualquiera que sea su personalidad, son procedimientos netamente dictatoriales, dignos del zar de Rusia y de ninguna manera de un revolucionario mexicano. Ya ha dicho antes que no soy castrista por algunos motivos que no hace al caso referir; pero tampoco estoy del lado del general Gómez, porque en materia de política del Estado, lo mismo que el doctor Fernando Moreno, a quien ayudé en las elecciones por el 1er. distrito de Toluca, trabajamos con entera libertad sin compromisos con los partidos militantes en aquel momento. Es todo lo que tengo que decir.

El C. presidente: Con el objeto de fundar la súplica que hice hace un rato, voy a permitirme hacer leer la orden del día, y si después insisten los señores diputados en hacer uso de la palabra, se les concederá.

- El C. secretario Barragán, leyendo:

"Dictamen del proyecto de ley adicionado por el Senado, creando la Secretaría de Educación Pública.

"Proyecto de decreto por el que se establece el Departamento de Estadística de la Cámara de Diputados.

"Proyecto de ley por el que se cambian las horas de trabajo, durante el presente mes, de los tribunales del Distrito Federal y Territorios.

"Proyecto de Ley Reglamentaria de la Fracción VI del Artículo 74 de la Constitución."

(Voces: ¡Esa orden es para el día ocho!) Sí, señores, pero ayer no hubo sesión.

El C. Quiroga: Pido la palabra en contra de la orden del día.

El C. presidente: Ruego a su señoría que no convierta a la Cámara en recinto de burlas; bien sabido es que la orden del día no está sujeta a discusión.

El C. Quiroga: Pido la palabra para interpelar a su señoría.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Quiroga: Ruego a su señoría se sirva decirme qué razones tuvo para retirar la Ley Orgánica del Banco Único de Emisión y la general sobre Instituciones de Crédito, que estaban en la orden del día para ser discutidas antes que la Ley de Secretarías de Estado.

El C. presidente: La razón es que la Comisión dictaminadora se acercó a la Presidencia pidiendo que fueran retirados esos asuntos, y se acordó después por la misma Comisión que el lunes de la próxima semana principiara el debate. Está servido su señoría.

El C. Quiroga: Muchas gracias. En tal caso, la Asamblea queda advertida de que el lunes próximo se discutirá la Ley de Bancos y no de la de Secretarías de Estado.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gómez Rodrigo.

El C. Gómez: Quiero hacer una aclaración a las frases del señor Prieto Laurens... (Voces: ¡Tribuna!) Es muy breve lo que voy a decir, señores. (Voces: ¡Tribuna! ¡tribuna!) No hay necesidad, es muy breve... (Voces: ¡Tribuna! ¡Tribuna! El orador asciende a la tribuna. Aplausos.) Señores: en diversas ocasiones los miembros del Partido Nacional Agrarista hemos estado tratando... (Voces: ¡Más fuerte!) No tengo la voz fuerte, compañero... los miembros del Partido Nacional Agrarista hemos estado tratando con los hombres prominentes del Partido Laborista acerca de la conveniencia de celebrar una liga entre esos partidos para trabajar por los ideales revolucionarios. Nosotros, los miembros del Partido Nacional Agrarista, hemos sostenido últimamente que no podríamos llegar a un acuerdo, mejor dicho, que nosotros no podríamos tomar acuerdos sin contar con la mayoría de los miembros del Partido Nacional Agrarista, es decir, que nosotros estábamos esperando que se reunieran en una Asamblea los agraristas o en una convención, como se ha acordado últimamente, para que allí se tomara un acuerdo. Estuvimos hablando el señor Prieto Laurens, el señor Felipe Santibáñez, secretario general del partido y yo sobre este asunto, y entonces le manifesté yo al señor Prieto Laurens que las elecciones verificadas en el Estado de México iban a ser probablemente la manzana de la discordia que nos alejaría de esa unión; y entonces el señor Prieto Laurens nos manifestó que él no tenía interés especial en sostener a Abundio Gómez y que no lo sostendría. Nosotros dijimos que en esas condiciones continuarían nuestras negociaciones. Si en esa vez dije al señor Prieto Laurens que no encontrábamos oportuno que hubiera atacado al señor Villarreal, es porque nosotros hemos sostenido siempre el principio agrarista sobre todas las cosas, y debemos confesar con sinceridad que el señor Villarreal ha estado cumpliendo con sus deberes, trabajando en pro del agrarismo, por cuyo motivo no deseábamos que se le atacara. Es toda la aclaración que tenía que hacer. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Reynoso Díaz.

El C. Reynoso Díaz: Señores diputados: Como he oído unas frases que dirigiera el señor Prieto Laurens a los revolucionarios del Sur, nada más justo que venir a contestar, cumpliendo con mi deber, puesto que se trata de una alusión a los revolucionarios del Sur. Los revolucionarios surianos, óigalo usted bien, señor Prieto Laurens, han sabido cumplir con su deber hasta hoy, porque en el Estado de Morelos en 1915 se repartieron ejidos y se dieron posesiones provisionales a los pueblos, repartiéndose además medio millón de pesos, aunque sea en papeles, a todos los agricultores en pequeño en virtud de un acuerdo del ciudadano Roque González Garza cuando estuvo de presidente en esta capital. Como la revolución del Sur a estas fechas está plenamente justificada por sus ideales, vengo a hacer luz sobre este punto, ya que la discusión se suscitó por causa de las elecciones del Estado de México....

El C. Prieto Laurens, interrumpiendo: ¡Yo no los ataqué!

El C. Reynoso Díaz: Como compañero de causa acompañé al ingeniero Barrios en su jira política por el Estado de México, y por lo tanto me consta, por las visitas que practicamos a varios distritos, el sentir del pueblo. Como revolucionario honrado debo decir aquí la verdad para que la Representación

Nacional se dé cuenta de que sí es una imposición la elección de Abundio Gómez en el Estado de México.... (Aplausos.) apoyado por quien haya sido, no sé eso, porque al fin no vengo aquí a atacar personalidades. Yo soy bastante respetuoso y serio para con todos los hombres que están representando el Gobierno nacional; pero es necesario que nosotros honradamente ilustremos también el criterio de esos hombres y no a merced de que vayamos a hacer propaganda vengamos a decir que efectivamente el voto popular ha sido respetado, cuando el voto popular, cuando el pueblo, los hombres que se sienten las masas compactas que sufren y que siguen sufriendo hasta hoy, están resentidos de una imposición vergonzosa, de una imposición bochornosa. De seguro que nosotros tenemos que venir a decir la verdad a esos hombres; esa es la labor de los ciudadanos representantes en este Congreso para asimismo no dejar caer al desprestigio a nuestro Gobierno, ya que formamos parte de él. Los zapatistas en muchas ocasiones hemos sido vejados, en muchas ocasiones hemos sido humillados aquí con malas palabras, y no he querido contestar porque no lo he creído de mi deber, porque han sido ofensas que no están fundadas en la verdad; pero cada vez que se venga a decir una ofensa aquí, la contestaré, quizá con palabras no muy adecuadas, pero a esta Asamblea diré la verdad y lo que siento como revolucionario que he sido durante diez años, porque yo he ido a la revolución desde la época del señor Madero. Creo de mi deber condenar la imposición del Estado de México... (Voces: ¡Bien! Aplausos. Gritos. Campanilla.) En el cerebro de todos debe estar que nuestro deber es estar a la altura de nuestro deber y decir la verdad para evitar las ruines intrigas de nuestros enemigos; honradamente debemos decir la verdad para que asimismo al pueblo no se le siga vejando como hasta ahora se ha hecho. Es lo único. (Aplausos.)

El C. de la Barrera Felipe: Voy a contestar una alusión personal del señor Prieto Laurens, porque carece de fundamento su aserción... (Voces: ¡Tribuna!) No os fastidiaré. (Sube a la tribuna.) Decía, señores diputados, que no os fastidiaré y que esta aclaración tendrá para mí solamente y también para ustedes, la fulguración de un relámpago. Dijo el señor Prieto Laurens, entiendo que equivocada o precipitadamente, que a mí me había impuesto Huerta como diputado al Congreso de mi glorioso estado, y el señor Prieto Laurens no está en lo justo; fui electo diputado a la Legislatura de mi Estado por el voto unánime de mis conciudadanos, y las veces que he venido aquí he traído un número de votos no menor de ocho o nueve mil.

Y sepa el señor Prieto Laurens que en esta vez tanto se ha inmiscuido en los asuntos políticos de mi Estado, que Abundio Gómez, declarado gobernador, y el Senado, hecho un espectro atónito verdaderamente inmoral, porque no resuelve los conflictos de los Estados, alumbrado por una vela, por un tenebrario inextinguible, harán que la democracia en mi Estado sea un cadáver putrefacto eternamente. Digo a Prieto Laurens, que estuvo en diversas propagandas en favor de Abundio Gómez, que le pasa lo que a los muñecos que están dentro de los cristales de los aparadores: miran, pero no ven; le pasa lo que a la multitud que está en las plazuelas al derredor de los merolicos que se encumbran sobre una carretela desvencijada: oyen, pero no escuchan; le pasa lo que a aquella mujer que le escribe a su amante: "Tu fiel Elena", y al día siguiente se va a la casa de citas. (Aplausos.) El señor Prieto Laurens estuvo realmente en algunos distritos de mi Estado, pero no se convenció, no contempló que el vicio de origen estaba en las elecciones de Ayuntamiento preparadas por Abundio Gómez con ese decreto nefasto a que tan juiciosamente aludió el señor Soto y Gama. El vicio de origen fue ese, pero como he ofrecido no cansar vuestra atención, ya no hago más reminiscencias sobre el particular. Después, cuando usted escuchaba esas manifestaciones, no se percató usted de que allí estaba el dinero del Gobierno; de que allí estaba el dinero del pueblo; de que allí estaba el dinero de los hacendados y, por consiguiente, veía usted, como antes he dicho, la forma colectiva de los hombres en una reunión, pero así nada más, no para oír, no para escuchar, no para discutir, no para comentar. Respecto a lo otro, a lo que usted aludía a lo que usted decía de su revolucionarismo, ha comprobado usted que abandona su ideal de oro que traía, su tesoro de juventud y sus ensueños; que va usted desorientado, pues ha puesto su contingente para labrar la desgracia de ese glorioso, tradicional, grande y fuerte Estado, porque ha sido el padre territorial de muchos Estados de la República. (Aplausos.)

El C. Prieto Laurens: Voy a dar lectura al "Diario de los Debates" de la XXVIII Legislatura, (Voces: ¡No! ¡No! Gritos. Desorden. Campanilla.) para demostrar al señor De la Barrera si es cierto o no es cierto lo que he afirmado. Hablaba el diputado Díaz González y decía:

"Pasando ahora al punto político y moral del señor De la Barrera, sólo me basta suplicar a la Presidencia ordene a la Secretaría dé lectura a la contestación al informe del general de División Joaquín Beltrán, que dio el señor Felipe de la Barrera cuando aquél fue mandado por el asesino de Huerta al Estado de México. Aquí se puede ver, señores, cuál es..... (Una voz: ¿Quién es?) Bueno; ¿usted no sabe quién es? Pues indáguelo. De suerte es que yo ruego a vuestras señorías pongan atención en la lectura de este documento, que es de suma importancia, para que ustedes tengan en cuenta la personalidad de que se trata, ya que ustedes no han querido oír los argumentos que he esgrimido respecto del dictamen. (Voces: ¿Cuáles?)

"- El C. prosecretario Bolio, leyendo:

"Contestación del presidente de la Cámara, C. escribano Felipe de la Barrera:

"Señor gobernador:

"En estos momentos solemnes para la República, que se encuentra envuelta en un tupido manto de tinieblas y, evocando en nuestros espíritus la imagen ensangrentada de este pueblo viril por sus seculares tradiciones y grande por el ejemplo de sus apóstoles y de sus mártires, cuando mil convulsiones están sacudiendo su vitalidad y los relámpagos de una hecatombe próxima, alumbran ya siniestramente su porvenir que va de prisa, hoy, que los excesos de fuerza parece que son superiores al esfuerzo de conciencia, es acontecimiento de encumbrada

importancia que, en cumplimiento de un alto mandato de la ley, comparezcáis ante esta honorable Legislatura, la que ha escuchado con interés profundo y devoción sincera el informe que acabáis de presentarle acerca del Estado que guarda esta Entidad federativa, cuyo Gobierno esta Cámara confió a vuestra rectitud y probidad, y nos dáis a conocer las gestiones emprendidas en los diferentes ramos de vuestra administración, a la que habéis dedicado atenciones especiales y preferentes", etcétera.

Esto, señores diputados, ¿es o no sancionar al huertismo, es o no reconocer a la usurpación? ¿Es o no darle validez legal para aquellos que se contaban electos popularmente, yendo a presidir una Cámara espuria, yendo a presidir una Cámara que se apoyaba en la otra fuerte y en el machete filoso que mandaba Victoriano Huerta para acallar el plan revolucionario de los electos popularmente? (Siseos.) Por lo que toca al señor Abraham Franco él ha confesado su error, su gran error; elogió sus antecedentes, dijo que él había sido un gran revolucionario; pero llegó al punto que queríamos todos que llegara, cuando la Asamblea casi no lo escuchó, y dijo que había cometido el error de apoyar a De la Barra, al principal consejero de la traición que se hizo a Madero, al principal autor moral del asesinato de Madero y al más hipócrita de todos. (Aplausos.) Y estos dos dignos colaboradores que apoyaron con todo su esfuerzo y todas sus energías a los usurpadores, no pueden, repito, sancionar ni insistir en las palabras de los revolucionarios del Estado de México; ciertamente los que aquí protestan contra el general Gómez muchos son revolucionarios, pero otros carecen de esa cualidad; por lo tanto, no tienen derecho a hablar de imposición, de usurpación, ni revolucionarismo. Está demostrado que Abundio Gómez, pésele a sus contrarios, es revolucionario. (Gritos.) Señores De la Barrera y Franco: Abundio Gómez no estuvo con Joaquín Beltrán, ni con Huerta, ni con De la Barra. Abundio Gómez se fue a darse de balazos contra los huertistas. Abundio Gómez sí ha sido revolucionario en le período guerrero y ha sido también revolucionario en el período más difícil, cuando la revolución tropieza con las trabas y dificultades de las leyes y de los tribunales en contra de la realización de los principios proclamados por la Revolución. Por eso no es tan fácil que el general Gómez repartiera más de las veinte mil setecientas hectáreas que repartió en dos meses; por eso no se le puede exigir que hiciera más de lo que hizo, pagando todas las deudas del Estado, pagando absolutamente a todos los profesores, no se le puede exigir más. Después de que Abundio Gómez, candidato popular al Gobierno del Estado de México.... (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Gritos. Desorden. Campanilla.) después de que Abundio Gómez ha hecho y está haciendo en estos momentos todavía esfuerzos porque no entren.... (Desorden. Gritos. Campanilla.) esfuerzos porque no entren a la Cámara local elementos reaccionarios, estos elementos que ha denunciado el compañero Soto y Gama, como ese señor a quien llaman "El Vinagrillo", Sánchez Albarrán, y los otros a quienes Zincúnegui Tercero se refirió, a todos esos se ha opuesto Abundio Gómez; estos individuos, como Carlos Reyes, Sánchez Albarrán, como "El Vinagrillo", como Vilchis Barbabosa, a todos ha repudiado el bloque gomista de la Cámara local, el bloque encabezado.... (Gritos. Desorden. Campanilla. Voces: ¡No es cierto!) Sí es; esta es una verdad que no se puede contradecir con gritos, con aullidos, y allí están los hechos, las pruebas, y lo pruebo con los documentos que existen sobre el particular. De manera que si Abundio Gómez todavía en estos momentos, cuando todavía es discutido si triunfó, cuando todavía podría él estar en peligro, tiene el valor civil, tiene la entereza de enfrentarse a esos que le ayudaron en su campaña, pero que sabe él que fueron huertistas, que fueron barristas o que fueron cualquiera otra cosa menos revolucionarios, a esos individuos a los que con razón Zincúnegui Tercero y Soto y Gama han señalado como enemigos de la revolución, a esos mismos Carlos Reyes, Sánchez Albarrán, etcétera, etcétera, en la discusión de credenciales en la Legislatura que está funcionando, se les atacó por los representantes de Abundio Gómez por reaccionarios y enemigos de la revolución, y estos individuos están en contra de Abundio Gómez, no obstante que en sus distritos, para poder triunfar, tomaron la candidatura de Gómez para gobernador, es decir, les sirvió el general Gómez para hacer más fácil el triunfo de ellos. (Siseos. Aplausos.) He demostrado..... (Siseos. Gritos en las galerías.) ¡No me importan los gritos de estos esbirrillos que vienen a las galerías..... (Una voz: ¡Cállate, vendido!)

El C. presidente: ¡Un momento! La policía expulsará del salón a ese individuo. (Lo señaló.) La Presidencia no tolerará que se injurie a ningún diputado. (La policía cumplió la orden.)

El C. Prieto Laurens: Realmente no tiene razón de ser este largo debate y debemos ponerle punto final; ya el señor presidente ha dicho que aquí nada se va a resolver. Se ha estado discutiendo un trámite por una necedad de los enemigos del general Gómez, que quieren atacarlo aquí. Deben atacarlo en otra forma más efectiva los que tengan documentos y, sobre todo, valor para hacerlo.

El C. secretario Barragán: Se va a dar cuenta con los documentos en cartera.(Voces: ¿Y el trámite?) No hay nada a discusión.

El C. Borrego: Pido la palabra, señor presidente. Se ha estado bordando sobre un trámite y los oradores que han hecho uso de la palabra han hablado en pro y en contra de él; en consecuencia, corresponde proceder a su votación.

El C. presidente: Desde que estoy en la Presidencia, los oradores que han usado la palabra lo han hecho para rectificar hechos o para contestar alusiones personales. El trámite fue discutido conforme al Reglamento y desechado y reformado desde la sesión pasada.

El C. Borrego: Está en un error el señor presidente. Ese trámite fue impugnado por el señor Prieto Laurens; después, hoy usó de la palabra en pro el señor Soto y Gama; ha habido, pues, una impugnación; de manera que debe resolver la Cámara si aprueba o no el trámite dado.

- El mismo C. secretario: La Secretaría hace constar que pidieron la palabra los oradores para hechos, sin que continuara el debate sobre el trámite del mensaje a discusión; pero como se ha bordado sobre el asunto, se va a preguntar si se acepta o no

el trámite. Había sido desechado el trámite de "recibo", y la Presidencia lo cambió a moción de algunos señores diputados por el de "al Archivo". Se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Poder Ejecutivo Federal.- México.- Estados Unidos Mexicanos.- Secretaría de Gobernación.- Número 735.

"Ciudadanos secretarios de la Cámara de Diputados.- Presentes.

"Por acuerdo del ciudadano presidente de la República y para que se sirva dar cuenta con ellas a esa H. Asamblea, me permito insertar a ustedes las observaciones que el Ejecutivo federal hace, conforme al artículo 72 de la Constitución, a las partidas correspondientes a los presupuestos de los ramos del Poder Legislativo y de la Instrucción Pública, aprobadas por aquélla en su último período ordinario de sesiones.

"Los presupuestos generales están formados por la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos. De acuerdo con los artículos 65, fracción II; 73, fracción VII, y 74, fracción IV, de la Constitución, ambos actos están unidos tan íntimamente, que no puede formularse el uno sin aprobarse el otro. Esa circunstancia no es sino la sanción del principio de la unidad del presupuesto, universalmente considerado como la base más sólida del orden en los gastos públicos, y habitualmente aplicado en el curso de nuestra historia fiscal.

"Como, por una parte, y debido a múltiples circunstancias, el Congreso de la Unión clausuró su último período ordinario de sesiones sin haber dictado la Ley de Ingresos correspondientes al año fiscal en curso, y por otra parte, la Cámara de Diputados sólo pudo aprobar las partidas del Presupuesto relativas al ramo del Poder Legislativo y parte de las referentes al de Instrucción Pública, el Ejecutivo, para no romper la unidad del Presupuesto General y la del Presupuesto de Egresos, resolvió promulgar las partidas aprobadas, no separadamente, como le habían sido remitidas, sino dentro del Presupuesto General de Egresos que, a falta de otro votado por la Cámara, debió expedir en uso de las facultades extraordinarias que tiene conferidas en el ramo de Hacienda, y hacer a tales partidas las objeciones que su aprobación aislada merece, dentro de los preceptos constitucionales respectivos.

"Reitero a ustedes mi atenta y distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.- México, septiembre 7 de 1921.- P. A. del secretario, el subsecretario, J. I. Lugo."- Recibo, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Poder Ejecutivo Federal.- México.- Estados Unidos Mexicanos.- Secretaría de Gobernación.- Número 5.459.

"A los ciudadanos secretarios de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

"Por duplicado tengo la honra de remitir a ustedes, suplicándoles se sirvan dar cuenta a esa H. Cámara, el proyecto de presupuesto de egresos que envió el Gobierno del Territorio de Quintana Roo, para que rija en dicha Entidad en el próximo año de 1922.

"Rogando a ustedes se sirvan acusarme el recibo de estilo, les reitero mi atenta y distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.- México, D. F., a 7 de septiembre de 1921 P. O. del secretario, el subsecretario, J. I. Lugo."- Recibo, a la Comisión de Presupuestos y Cuenta, e imprímase.

"Los CC. ingeniero Angel Barrios, Enrique Berriozábal, Enrique E. Téllez, Leopoldo García y numerosos firmantes más, envían un proyecto de reforma al artículo 4o. constitucional, en favor de los incapacitados para el trabajo que carezcan de bienes propios para subsistir. Hacen suya esta iniciativa de reforma los CC. diputados Antonio Díaz Soto y Gama y Rodrigo Gómez."- Primera lectura, e imprímase.

(El documento de referencia está concebido en los términos siguientes:)

Ciudadanos diputados:

La desaparición progresiva y constante de los productores autónomos y la concentración de los campesinos en los latifundios y de los obreros en los grandes centros industriales, como una consecuencia necesaria del acaparamiento del territorio nacional y de las acumulaciones del capital por una minoría insignificante egoísta y parásita, han modificado profundamente la vida del hogar y las relaciones de la familia.

La necesidad en que se encuentran los trabajadores de los campos y de las ciudades, de permanecer siempre alejados de sus hijos por razón del trabajo, les impide atender ahora, como antes lo hicieran, a la educación de éstos. Los mezquinos salarios que reciben en cambio de sus duras faenas, los cuales no bastan para vivir la vida humana, los impulsa a cubrir su presupuesto doméstico entregando sus tiernos niños a los amos despiadados, violentando de esta manera la natural inclinación de la niñez por el juego y el ejercicio libre y matando en ellos la alegría, la salud y la inteligencia. Finalmente, la perniciosa influencia de la miseria, con su inseparable séquito de enfermedades, vicios, humillaciones y sufrimientos, relaja los afectos y disminuye el sentimiento de responsabilidad del padre para con la familia, de lo que resulta que muchos niños sin hogar y sin padres conocidos o que los han abandonado, viven en el mayor desamparo y en un medio corrompido empeñados en imitar las costumbres viciosas y criminales de la ley de la sociedad.

Un educador ha dicho: que el juego deber de ser la única ocupación de la niñez, porque en el juego es donde sus facultades se desarrollan. Sin embargo, se encuentran actualmente trabajando en los campos, en las fábricas y talleres niños menores de catorce años, con la manifiesta complicidad de las autoridades, convertidas en dóciles y complacientes instrumentos de los hacendados y de los capitalistas sin conciencia. ¿Cómo, cabe preguntar, cómo

pueden llegar esos niños embrutecidos por la esclavitud económica a ser hombres inteligentes, emprendedores y activos? De ninguna manera, porque los centros de explotación capitalista no instruyen, sino que deprimen el entendimiento; no elevan el espíritu de iniciativa, sino que lo ahogan; no fortalecen los delicados músculos de los niños, sino que los debilitan aún más por el exceso del trabajo y la pobreza de la alimentación.

Ahora bien; si alguna vez puede imputarse la pobreza a propios actos del individuo que la sufre, nunca puede ser esto en tratándose de los niños; y el triste espectáculo que ellos ofrecen es la más horrible aberración en una sociedad que se precia de civilizada y que, como tal, debe de cuidar de la vida, de la educación y del bienestar de esa parte de ella, la más débil e indefensa, como es la niñez.

Y si el trabajo en los niños es un grave mal, ¿qué debe decirse del abandono de ellos entre gente vagabunda, viciosa y criminal, sino que la sociedad se empeña en convertirlos en candidatos para las prisiones y el patíbulo? Bajo este punto de vista, la enorme culpabilidad de la sociedad es evidente, por más que los defensores de ella se esfuercen en desvirtuarla o atenuarla.

Frente al problema de la miseria de los niños necesitados se presenta el no menos pavoroso de la miseria de los ancianos, de los enfermos, de los inválidos y demás incapacitados para el trabajo. Es una vergüenza para nuestra decantada civilización la existencia de esos infelices que vagan por las calles hambrientos, cubiertos de harapos, sin albergue y que mueren a millares en los hospitales por falta de cuidados, mientras los individuos de las clases dominantes y directoras de la sociedad pasean su insultante lujo en costosos carruajes, vestidos de telas costosas y luciendo toda clase de piedras preciosas y se divierten y gozan de todos los placeres y viven en la holganza, sin preocuparse para nada de los intereses generales de la colectividad social a que pertenecen, como no sea para obtener de ella mayores beneficios.

Nuestros constituyentes de Querétaro, como antes del 57, se olvidaron de consignar en nuestra Carta Magna el principal de los derechos naturales del hombre, como es el derecho a la vida, y sólo se preocuparon de este importante asunto con respecto a los criminales sujetos a proceso por sus crímenes, pero no de la gente honrada que, por circunstancias independientes de su voluntad, se encuentran imposibilitadas para ganarse la vida mediante el trabajo y que carece de recursos.

Es, por tanto, una imperiosa necesidad social de nuestros tiempos, una obligación incluible para el Estado, como regulador de las funciones sociales y un sagrado deber de solidaridad humana venir en auxilio de esa numerosa clase de los incapacitados para el trabajo y asegurarles la vida, el bienestar y el perfeccionamiento a que tienen derecho como hombres y como hijos de la patria mexicana.

Ese H. Congreso de la Unión, formado por revolucionarios conscientes de los deberes de su cargo y penetrados profundamente de las verdaderas necesidades y aspiraciones del pueblo trabajador, sabrá acudir al llamado de la sociedad aprobando la reforma constitucional que proponemos, anhelada por todos los hombres honrados y sólo rechazada por unos cuantos aconsejados por su sórdida codicia.

Es por lo expuesto que los subscriptos, ciudadanos en el pleno ejercicio de nuestros derechos políticos y miembros de la confederación comunista de los caballeros cristianos de la humanidad, nos permitimos presentar ante ustedes, ciudadanos diputados, la siguiente iniciativa de ley, la cual hacen suya los ciudadanos diputados que con nosotros firman para el efecto de que sea tomada en consideración, discutida, aprobada y sancionada por ustedes con su voto.

Proyecto de reformas al artículo 4o. constitucional en favor de los incapacitados para el trabajo, que carezcan de bienes propios para subsistir. Único. Se reforma el artículo 4o. de la Constitución general de la República en los siguientes términos:

Artículo 4o. A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad sólo podrá vedarse por determinación judicial, cuando se ataquen los derechos de tercero, o por resolución gubernativa dictada en los términos que marque la ley, cuando se ofendan los derechos de la sociedad.

Las oportunidades naturales deberán estar abiertas al trabajo y nadie podrá ser privado de ellas ni del producto de su esfuerzo, sino por resolución judicial.

Respecto de los incapacitados para el trabajo, por razón de su edad, sexo, enfermedad o cualquiera otra circunstancia, la nación deberá asegurarles gratuitamente la obtención de lo necesario para que conserven su persona en buen estado de salud, no a título de caridad, sino de justicia, como una consecuencia del derecho a la vida.

La ley determinará cuáles son las profesiones que necesitan título para su ejercicio, las condiciones que deban llenarse para obtenerlo y las autoridades que han de expedirlo. La ley también determinará las medidas que han de tomarse para hacer efectiva la asistencia pública en favor de los necesitados.

Transitorio: La presente ley comenzará a surtir sus efectos desde la fecha de su promulgación.

México, D. F., mayo 1o. de 1921. - Angel Barrios. - Enrique Berriozábal. - Enrique E. Téllez. - Prof. Leopoldo García. - Enrique R. Calleros. - Francisco Munguía Torres. - J. M. Uribe. - Héctor Fierro. - Vicente Ferrer Aldana. - Tiburcio Cuéllar. - Fortino Ferrand. - Julio Cuadros Caldas. - José G. Ortiz. - Atilano Gómez Tejeda. - Lic. Antonio Campos. - Albino Ortiz. - Daniel Contreras. - José de Jesús Barragán. - El secretario general de la Confederación: M. Mendoza L. Schuertfgers. - Gral. Eugenio Aviña. - José Rubalcaba. - Juan R. del Castillo. - Zenón Arévalo. - Los subscriptos, diputados al Congreso de la Unión, hacemos nuestra la anterior iniciativa de ley para todos los efectos legales. - A. Díaz Soto y Gama. - Rodrigo Gómez. - A los ciudadanos secretarios de la Cámara de Diputados. - Presente.

- El mismo C. secretario, leyendo:

Telegrama procedente de "Bravos, 9 de septiembre de 1921.

"Ciudadanos secretarios Cámara Diputados:

"Hoy véncese licencia concedióseme económicamente; pero no habiendo terminado asuntos trajéronme ésta, ruégoles dar cuenta H. Asamblea solicitud licencia por quince días, con goce de dietas y dispensa de trámites. Atentamente. - M. F. Ortega."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites a esta solicitud. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. A discusión. ¿No hay quien pida la palabra? En votación económica se consulta si se concede la licencia. Concedida.

- El mismo C. secretario, leyendo:

Telegrama procedente de "Bravos, 9 de septiembre de 1921.

"Ciudadanos secretarios Cámara Diputados:

"Vencida hoy licencia económica concedióme presidente esa H. Asamblea, ruégoles someter consideración de la misma solicitud licencia por quince días, con goce dietas y dispensa trámites, objeto dejar concluídos asuntos trajéronme ésta. Atentamente. - A. Cienfuegos y Camus."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? En votación económica se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede la licencia.

El C. presidente: Siendo notoria la falta de quórum, se levanta la sesión y se cita para el lunes próximo a las cinco de la tarde. (8.35 p. m.)