Legislatura XXIX - Año II - Período Ordinario - Fecha 19210919 - Número de Diario 9

(L29A2P1oN009F19210919.xml)Núm. Diario:9

ENCABEZADO

MÉXICO, LUNES 19 DE SEPTIEMBRE DE 1921

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO II.- PERIODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO III. - NÚMERO 9

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 19

DE SEPTIEMBRE DE 1921

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior.

2.- Cartera. Se concede licencia a los CC. diputados Raquel D. Cal y Mayor y Felipe Carrillo Puerto. Es nombrada una comisión para que asista a las ceremonias a que fue invitada esta Cámara por el periódico "Excélsior".

3.- Sin discusión se aprueba en lo general y en lo particular el Proyecto de Ley Reglamentario de la fracción IV del artículo 74 constitucional; pasa al Senado para los efectos legales. Se nombra una comisión para que visite al C. diputado Manuel G. Toro, que se encuentra enfermo.

4.- Primera lectura del dictamen de las comisiones unidas 2a. de Gobernación y 1a. de Guerra, por el que se deroga el decreto por el que se autorizó al gobernador del Estado de Hidalgo para organizar fuerzas de seguridad en el mismo; se le dispensa la segunda lectura, imprímase y a discusión el primer día hábil.

5.- Continúa dándose cuenta con los documentos en cartera.

6.- Se concede la palabra, para informar, al ciudadano subsecretario de Gobernación. Para hechos usan de la palabra varios ciudadanos diputados. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. RODRÍGUEZ LÓPEZ SANTIAGO

(Asistencia de 129 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 6.10 p. m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Barragán, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día trece de septiembre de mil novecientos veintiuno.

"Presidencia del C. Enrique Bordes Mangel.

"En la ciudad de México, a las seis y veinte de la tarde del día trece de septiembre mil novecientos veintiuno, se abrió la sesión con asistencia de ciento veintiséis ciudadanos diputados, según consta en la lista que previamente paso el C. secretario Juan. B. Salazar.

"Fue aprobada el acta de la sesión celebrada el día nueve del presente mes, y se dio cuenta con los siguientes documentos:

"Invitación de la Orden Mexicana de Abogados, para la sesión inaugural del primer Congreso Jurídico Nacional, que se verificará el día catorce del mes en curso. La Mesa designó a los CC. Ignacio Borrego, Francisco Luque, Manuel Padilla, Luis Castro y López y secretario Pérez Gasga, para que representen a la Cámara en aquel acto.

"Invitación del Comité Ejecutivo de las Fiestas del Centenario, para el solemne homenaje a los héroes de la Independencia, que tendrá lugar en la Catedral de México, el día diez y seis de los corrientes. La Comisión que el ciudadano presidente nombró, con motivo de esta invitación, quedó integrada por los CC. Rivera Cabrera, Uriel Navarro, Maqueo Castellanos, Manrique, Lomelí y secretario Barragán.

"El C. Avilés se opuso al nombramiento de esta Comisión; el C. Rivera Cabrera hizo aclaraciones; la Presidencia contestó una pregunta del C. Manjarrez y sostuvo su determinación, la cual mereció la aprobación de la Cámara, después de que el C. César A. Lara hizo una moción de orden.

"Proyecto de reforma al artículo 4o. constitucional, subscripto por los CC. Angel Barrios, Enrique Berriozábal y demás firmantes, y hecho suyo por los diputados Díaz Soto y Gama y Rodrigo Gómez.- Segunda lectura.

"Estando impreso y distribuído el anterior proyecto, la Cámara lo admitió a discusión y se turnó a las comisiones unidas 2a. de Gobernación y 2a. de Puntos Constitucionales.

"Escrito en que el C. diputado Emilio Gandarilla dice que da por terminada la licencia de treinta días, con goce de dietas, de que venía haciendo uso.- De enterado.

"Dictamen de las comisiones unidas 1a. y 2a. de Instrucción Pública y de Universidad y Bellas Artes, que hacen suya la adición que el Senado aprobó al proyecto de ley que crea la Secretaría de Educación Pública.

No dio lugar a discusión el dictamen, y la adición de que se trata, que está concebida en los términos que a continuación se insertan, fue aprobada por unanimidad de ciento treinta y nueve votos.

"Artículo 3o. El lugar que ocupará la Secretaría de Educación Pública, entre las demás Secretarías, será el que definitivamente se fije en la

revisión de la Ley de Secretarías, de 25 de diciembre de 1917, la cual queda reformada conforme a las disposiciones de la presente."

"Pasó el proyecto a la Comisión de Corrección de Estilo en turno.

"Proyecto de decreto por el que se amplía el Presupuesto de Egresos vigente, a fin de establecer el Departamento de Estadística de la Cámara de Diputados, que subscriben los CC. Francisco Trejo y Marco Aurelio González y hace suyo el C. Lucas Bravo.

"El C. Francisco Trejo lo fundó y contestó una interpelación del C. Céspedes. En seguida se consideró el asunto de urgente resolución, y sin que ningún ciudadano diputado hiciera uso de la palabra, el proyecto fue aprobado por ciento treinta y dos votos de la afirmativa contra uno de la negativa del C. Zuno, y paso al Ejecutivo para los efectos constitucionales.

"El C. Borrego, como miembro de la 2a. Comisión de Gobernación, dio respuesta a una pregunta del C. Prieto Laurens, relativa a la convocatoria a elecciones extraordinarias de diputados en el 2o. distrito electoral de Campeche.

"A pedimento del C. Gandarilla, y después de una moción de orden del C. Zincúnegui Tercero, y de aclaraciones de la Presidencia y del C. Prieto Laurens, se dio cuenta con un proyecto de ley de los CC. Francisco Trejo, José Siurob, Manuel Padilla y Teodomiro T. Gutiérrez, que tiene por objeto reglamentar la fracción IV del artículo 74 de la Constitución general.

"Declarado el asunto de urgente resolución, el C. Siurob usó de la palabra en apoyo del proyecto, el cual se declaró, acto continuo, suficientemente discutido.

"El C. Manero hizo uso de la palabra para hechos: se refirió a la aprehensión arbitraria del C. Adolfo Manero, candidato a diputado por el 12 distrito electoral del Estado de México, e hizo constar su enérgica protesta por ese atropello. El mismo C. Manero contestó una interpelación del C. Siurob, quien unió su protesta a la de aquél. Lo propio hicieron los CC. Alessio Robles y Vizcarra, sugiriendo el primero que se llamara al subsecretario de Gobernación para que informara, y rectificando el último algunos conceptos del C. Siurob.

"El C. Sánchez Pontón hizo aclaraciones, e inmediatamente se dio cuenta con una proposición del C. Alessio Robles, redactada en esta forma:

" Llámese al C. subsecretario de Gobernación para que informe acerca de los motivos que mediaron en la detención del C. Adolfo Manero, sin llenar los requisitos legales y con flagrante violación de los preceptos constitucionales relativos."

"Se dispensaron los trámites y sin debate se aprobó, designándose, para complementarla, a los CC. Alessio Robles, Luque, Carlos Gómez, Castro y López Gandarilla y secretario Aillaud.

"A las ocho y media de la noche se levantó esta sesión pública para pasar a sesión secreta."

Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. No se aprueba el acta. (Voces: ¡Sí! ¡Sí!) Nuevamente se pregunta si se aprueba. Aprobada.

El C. secretario Salazar: se va a dar cuenta con los documentos en cartera:

"CC. secretarios de la H. Cámara de Diputados.

"Presente.

"Con el exclusivo objeto de ir personalmente a iniciar e impulsar la instalación de la red telegráfica que se establecerá próximamente en el distrito que represento, solicito de la soberana Cámara hasta un mes de licencia con goce de sueldo.

"Suplico a vuestras señorías deis cuenta con el presente, para que con dispensa de trámites se me conceda lo que solicito.

"Protesto a vuestras señorías mis más altas muestras de consideración y aprecio

"Sufragio Efectivo. No Reelección.- México, D. F., 19 de septiembre de 1921.- El diputado por el 4o. distrito del E. de Chiapas, R. D. Cal y Mayor."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Se dispensan los trámites. Esta a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Aprobada.

"Honorable Asamblea:

"Estando por fenecer la licencia que me fue concedida por dos meses, sin goce de dietas, y no habiendo concluído el arreglo de los asuntos que me obligaron a solicitarla, pido respetuosamente a esa H. Cámara se sirva acordar, con dispensa de trámites, se me conceda licencia ilimitada, quedando mi suplente en funciones.

"Protesto mi consideración y respeto.

"México, a 19 de septiembre de 1921.- Felipe Carrillo."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Dispensados los trámites. Está a discusión...

El C. Borrego, interrumpiendo: ¡No hay ni veinte de pie!

- El mismo C. secretario: Se vuelve a preguntar si se dispensan los trámites a esta solicitud de licencia. Sí se dispensan. Está a discusión ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se concede. Concedida.

"Excélsior" tiene el honor de invitar a usted a las ceremonias que se efectuarán el día 22 del presente mes, a las 4.30 p. m., frente a los templos de Santo Domingo y San Diego y las casas números 23 de la Avenida de la República de El Salvador, y 154 de la 8a. calle de Capuchinas, para el descubrimiento, que hará el señor presidente municipal, de lápidas conmemorativas, respectivamente, de los periodistas insurgentes fray Servando Teresa de Mier, licenciado Carlos María de Bustamante, José Joaquín Fernández de Lizardi

y licenciado Andrés Quintana Roo, en honor de los cuales harán uso de la palabra los señores diputados licenciado Miguel Martínez Rendón, y académicos de la Historia y profesores Nicolás Rangel, Alberto María Carreño e Ignacio B. del Castillo.

"La comitiva partirá del Palacio Municipal, a los 4.20 p. m., del mencionado día 22.

"México, septiembre de 1921."

(Aplausos.) La Presidencia, por conducto de la Secretaría, designa en Comisión a los ciudadanos diputados Serrano Gustavo, Guillén Fidel, Castillo Francisco, Moreno Jesús Z., Rivera Vicente y secretario Salazar.

- El mismo C. secretario: Se va a proceder a tomar la votación general de la Ley Reglamentaria de la fracción IV del artículo 74 de la Constitución general de los Estados Unidos Mexicanos, que dice:

"Artículo 1o. Los poderes de la Federación, los gobiernos del Distrito y de los territorios Federales, así como las secretarías de Estado y los demás departamentos que dependen del Poder Ejecutivo federal, formularán y remitirán a la Secretaría de Hacienda, dentro del mes de julio de cada año, su respectivo proyecto de Presupuesto de Egresos para el siguiente ejercicio económico.

"Artículo 2o. La Secretaría de Hacienda, durante el mes de agosto de cada año, formulará y remitirá a la Cámara de Diputados el proyecto del Presupuesto General de Egresos para el año fiscal siguiente. Al remitir dicho proyecto, informará sobre el movimiento de cada una de las partidas del Presupuesto en vigor, consignando los datos que siguen:

"I. Cantidad inicialmente autorizada en el Presupuesto en vigor;

"II. Importe, en su caso, de las ampliaciones votadas posteriormente, hasta el 30 de junio;

"III. Suma de los conceptos anteriores;

"IV. Monto de las cantidades pagadas durante el primer semestre;

"V. Monto de las cantidades vencidas y devengadas durante el mismo semestre, que al 30 de junio no hubieren sido aún pagadas;

"VI. Suma de los dos conceptos anteriores;

"VII. Remanente disponible para el segundo semestre.

"Artículo 3o. Siempre que alguna cantidad proyectada para el año siguiente, excediere de la que proporcionalmente corresponda a una anualidad calculada sobre los gastos del primer semestre, se fundará el aumento.

"Artículo 4o. Los miembros de la Comisión de Presupuestos podrán asistir a los trabajos de formación de los proyectos de presupuestos que se formulen y deberán presentar dictamen a la Cámara de Diputados, a más tardar, el 15 de octubre de cada año.

"Transitorios

"Artículo 1o. El proyecto de Presupuesto General de Egresos para el año fiscal de 1922, será remitido a la Cámara de Diputados, a más tardar, el día 30 del corriente mes.

"Artículo 2o. Los datos a que se refiere el artículo 2o. de la presente ley, serán enviados, por esta vez, en el orden y términos que indique la Comisión de Presupuestos de la Cámara de Diputados."

Está a votación en lo general. Se suplica al compañero Aguirre Colorado y al compañero Castrejón que tengan la bondad de auxiliar a la Secretaría en sus labores. Igual súplica se hace al compañero Lavín Urbano.

El C. Castrejón: Por la afirmativa.

El C. secretario Salazar: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

El C. Castrejón: Votaron por la afirmativa 126 ciudadanos diputados.

El C. secretario Salazar: En consecuencia, ha sido aprobado en lo general.

Se pasa a la discusión en lo particular. ¿No hay quien haga uso de la palabra? Se va a dar lectura al artículo respectivo.

"Artículo 1o. Los poderes de la Federación, los gobiernos del Distrito y de los Territorios federales, así como las secretarías de Estado y los demás departamentos que dependen del Poder Ejecutivo federal, formularán y remitirán a la Secretaría de Hacienda, dentro del mes de julio de cada año, su respectivo proyecto de Presupuesto de Egresos para el siguiente ejercicio económico."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para votación.

"Artículo 2o. La Secretaría de Hacienda, durante el mes de agosto de cada año, formulará y remitirá a la Cámara de Diputados, el proyecto de Presupuesto General de Egresos para el año fiscal siguiente. Al remitir dicho proyecto, informará sobre el movimiento de cada una de las partidas del Presupuesto en vigor, consignando los datos que siguen:

"I. Cantidad inicialmente autorizada en el Presupuesto en vigor;

"II. Importe, en su caso, de las ampliaciones votadas posteriormente, hasta el 30 de junio;

"III. Suma de los conceptos anteriores;

"IV. Monto de las cantidades pagadas durante el primer semestre;

"V. Monto de las cantidades vencidas y devengadas durante el mismo semestre, que al 30 de junio no hubieren sido aún pagadas;

"VI. Suma de los dos conceptos anteriores;

"VII. Remanente disponible para el segundo semestre." Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación.

Artículo 3o. Siempre que alguna cantidad proyectada para el año siguiente, excediere de la que proporcionalmente corresponda a una anualidad, calculada sobre los gastos del primer semestre, se fundará el aumento."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación.

"Artículo 4o. Los miembros de la Comisión de Presupuestos podrán asistir a los trabajos de formación de los proyectos de presupuestos que se formulen y deberán presentar dictamen a la Cámara de Diputados, a más tardar, el 15 de octubre de cada año."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación.

"Transitorios

"Artículo 1o. El proyecto de Presupuesto General de Egresos para el año fiscal de 1922, será remitido a la Cámara de Diputados, a más tardar, el día 30 del corriente mes."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación.

"Artículo 2o. Los datos a que se refiere al artículo 2o. de la presente ley, serán enviados, por esta vez, en el orden y términos que indique la Comisión de Presupuestos de la Cámara de Diputados."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación.

Se va a proceder a tomar la votación de todos los artículos que no hayan sido objetados y que forman el cuerpo de la ley a que se da lectura.

El C. Castrejón: Por la afirmativa.

El C. secretario Salazar: Por la negativa.

- El C. Castrejón. Votaron por la afirmativa 127 ciudadanos diputados.

El C. secretario Salazar: En consecuencia, fue aprobado el proyecto de ley. Pasa al Senado para los efectos legales. Comisión nombrada por la Mesa para llevar el proyecto de ley al Senado: Francisco Trejo, Lucas Bravo, Miravete, Luquín von Borstel y secretario Barragán.

El C. Castillo Francisco: Pido la palabra. Habiendo tenido conocimiento por la prensa que un ciudadano compañero de nosotros, el licenciado Manuel G. Toro, fue atropellado por un camión y que se encuentra, según el decir de la prensa, en la Cruz Roja, suplico atentamente a la Presidencia se sirva nombrar la Comisión de estilo para que se sirva pasar a su domicilio o a la Cruz Roja, con objeto de visitarlo e informar a la Asamblea del estado en que se encuentra, porque también informa la prensa que se encuentra en estado grave.

El C. secretario Salazar: La Presidencia ha tenido a bien designar a los ciudadanos Rivera Cabrera y Franco Cerqueda para que se acerquen a informarse de la salud del ciudadano diputado licenciado Toro.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Comisiones unidas 2a. de Gobernación y 1a. de Guerra.

"H. Asamblea:

"En memorial dirigido a la Cámara de Diputados con fecha 14 de diciembre del año próximo pasado, por numerosos ciudadanos originarios del Estado de Hidalgo, hecho suyo por la mayoría de la diputación del mismo, se solicita del Congreso la derogación del decreto por medio del cual se autorizó al gobernador de dicha Entidad federativa para que organizara las fuerzas de seguridad del Estado.

"Del estudio hecho sobre los antecedentes que originaron la expedición de dicho decreto aparece que dadas las condiciones de inseguridad por que atravesó la República durante la administración presidida por el C. Carranza, el gobernador constitucional del Estado de Hidalgo, con fecha 22 de 1917, solicitó del Congreso de la Unión la autorización que previene el artículo 118 de la Constitución federal para organizar las referidas fuerzas las cuales no se concretarían a prestar un servicio de policía y seguridad, sino también tendrían por objeto, además, ayudar a las tropas del Ejército de la Federación en cuanto fuere necesario para lograr la completa pacificación del territorio hidalguense.

"Atento a estas razones, el Congreso otorgó las autorizaciones respectivas a todos los gobiernos de los Estados que la solicitaron, considerando de gran utilidad la cooperación de las fuerzas locales con el Ejército para lograr la pacificación del país.

"Ahora bien; las condiciones generales de la República, de entonces acá, han cambiado radicalmente, toda vez que se ha obtenido, no por medio de la fuerza bruta como se procuraba en épocas pasadas, sino con procedimientos morales, la total pacificación de México, no habiendo, en consecuencia, necesidad alguna de que el Ejército se halle auxiliado, para el desempeño de su misión, por las fuerzas de los Estados.

"Por otra parte, nadie ignora la situación aflictiva por que atraviesan las Entidades de la Federación desde el punto de vista económico, de la cual no es ajeno en los presentes momentos el Estado de Hidalgo, lo que debe hacer pensar en la necesidad de la supresión de tan onerosos como inútiles gastos como lo son los que origina el sostenimiento de fuerzas en tiempo de paz.

"Y por último, es claro, en tesis general, puede aceptarse que los representantes de un Estado son los más capacitados para entender las necesidades de sus representados, y puesto que la mayoría de la diputación de Hidalgo ha apoyado la solicitud a que se contrae el presente dictamen, por ver un peligro en las fuerzas en mando de un gobernador contra la libre emisión del voto público, las comisiones someten a la consideración de la H. Asamblea el siguiente proyecto de decreto:

"Único. Se deroga el decreto de 19 de enero de 1918, por medio del cual se autorizó al gobernador del Estado de Hidalgo para organizar fuerzas de seguridad en el mismo, hasta por mil quinientos hombres.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, 13 de septiembre de 1921.-I. Borrego.- F. C. Manjarrez.- Leobardo L. Lechuga.- V. Alessio Robles."

Trámite: De primera lectura.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Castrejón.

El C. Castrejón: Ciudadanos diputados: Es muy poco lo que tengo que pedir a la honorable Cámara con motivo de este dictamen y es que se dispense la segunda lectura para que sea impreso el decreto y quede a discusión el primer día hábil.

El C. secretario Salazar: En votación económica se consulta si se dispensa la segunda lectura a este proyecto de decreto. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Sí se dispensa la segunda lectura. Imprímase y a discusión el primer día hábil.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"El C. general jefe de la Comisión de Pensiones solicita por acuerdo del C. presidente de la República los datos que obren en esta Cámara acerca de la solicitud de pensión formulada por el C. Eusebio Curiel."- Remítanse los datos solicitados.

"La Legislatura del estado de Campeche comunica que con fecha 20 de julio abrió un período extraordinario de sesiones."- De enterado.

"La Legislatura del Estado de Campeche comunica que con fecha 22 de julio clausuró un período extraordinario de sesiones.- De enterado.

"La Legislatura del Estado de Durango comunica que con fecha 30 de agosto abrió un período extraordinario de sesiones."- De enterado.

"La Legislatura del Estado de Durango comunica que con fecha 31 de agosto clausuró su período extraordinario de sesiones."- De enterado.

"La Legislatura del Estado de Nayarit envía una copia del expediente de responsabilidades oficiales seguidas en aquel Congreso en contra del C. gobernador constitucional del propio Estado."- Recibo.

"El Congreso del Estado de Nayarit transcribe en su circular número 49 de fecha 25 de julio, la ejecutoria dictada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el recurso de revisión interpuesto por el C. gobernador de aquel Estado en el incidente ocasionado por el cese del Ayuntamiento de Tecuala."- Recibo.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano subsecretario de Gobernación para informar.

El C. subsecretario de Gobernación: Señores diputados: Por la prensa de esta capital tuve noticia del hecho lamentable que ocurrió a alguno de los familiares del señor diputado Manero, que fue secuestrado en la Inspección General de Policía. La misma prensa informó que esta honorable Asamblea había acordado que se me llamase para informar sobre este asunto, y deseoso de presentar una vez más mi respetuosa consideración a esta honorable Cámara, no obstante que el asunto que motiva la invitación no es del resorte de la Secretaría a mi cargo, tengo el honor de participar a esta honorable Asamblea que inmediatamente que tuve conocimiento del hecho delictuoso, dirigí un telegrama al señor gobernador del Distrito, superior jerárquico del señor inspector general de Policía, haciendo que informase acerca de los motivos que habían determinado la orden de aprehensión. El señor gobernador de Distrito contestó a la Secretaría que ya abría la averiguación correspondiente y que en su oportunidad rendiría el informe respectivo. Hasta este momento no se recibe en la Secretaría de Gobernación el mencionado informe, (Siseos.) pero en vista de que tiene esta honorable Cámara por averiguar la verdad de los hechos, hoy mismo, a mi regreso, insistiré cerca del gobernador del Distrito para que a la mayor brevedad posible envíe dicho informe y poderlo transmitir a esta honorable Cámara. Por lo demás, me es grato consignar que deploro que el señor diputado Manero no se haya acercado a mí para hacer la averiguación correspondiente, pues en más de una ocasión ha visto que siempre he sido solícito a todas sus demandas.

El C. Manero: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Manero: Señores diputados: Realmente la información que el señor subsecretario de Gobernación acaba de rendir a esta Cámara sobre el bochornoso incidente a que tuve la pena de referirme en la sesión pasada, me da absolutamente la razón, porque el señor subsecretario afirma que se ha cometido en efecto un atentado, que se ha secuestrado al ciudadano Adolfo Manero, durante algunos días en la Inspección de Policía; nos ha manifestado, también, que ha pedido un informe amplio sobre el particular, el cual todavía no se le rinde. Yo espero, estoy cierto que toda la Cámara espera conmigo que al rendirse este informe el Ejecutivo tome alguna resolución sobre el particular. No hubiera hecho uso de la palabra si no fuera porque me veo obligado a contestar dos de las expresiones o de las ideas que el señor subsecretario Lugo ha manifestado aquí. Es la primera, que ha venido ante la Representación Nacional a rendir este informe por un sentimiento de respeto y de caballerosidad tradicional en él hacia esta Cámara, lo cual implícitamente significa que nosotros no hemos tenido ninguna razón para llamarlo ante la Representación Nacional. Yo, señores diputados, como indirectamente herido en esta cuestión no fui quien hizo el pedimento a la Cámara de que se llamara al señor subsecretario, pero creo que la Cámara ha hecho perfectamente bien, como voy a demostrarlo. El inspector general de Policía, dependiendo del gobernador del Distrito, depende indirectamente del Ejecutivo, es un órgano del Ejecutivo. De manera, señores, que si un órgano del Ejecutivo ha cometido un atentado, a nosotros no nos quedaría, según el pensamiento envuelto por el señor Lugo, sino un camino: el de dirigirnos al juez de Distrito pidiendo amparo y al juez competente pidiendo el castigo del culpable. Esto se ha hecho ya, señores diputados; no necesitaba yo que se me aconsejara. Pero hay otra circunstancia más: nosotros pertenecemos al Gobierno; debemos de velar por su dignidad, por su decoro, por su decencia. Nosotros sabemos que un miembro de este Gobierno, aunque simple

empleado, el inspector general de Policía, está transgrediendo disposiciones legales, cometiendo verdaderos atentados. El Ejecutivo, pues, debió de agradecer a la Cámara que se le llamara la atención sobre este particular, porque si es cierto que el juez puede, inclusive encarcelar al señor inspector general de Policía, no es menos cierto que el Ejecutivo puede, en una forma mucho más expedita, destituirlo cuando sepa que no está cumpliendo con los deberes que tiene que cumplir. (Aplausos.) El señor subsecretario ha dicho, además, que deplora que yo no me haya dirigido a él personalmente antes de poner en conocimiento de la Cámara esta cuestión, porque en otras ocasiones él ha sido consecuente, benévolo y quizá hasta amistoso para mí. No desconozco, señores diputados, que el señor subsecretario Lugo en alguna ocasión, cumpliendo también con su deber, haya puesto al distrito donde yo luchaba, un telegrama concediéndome las garantías que dentro de la Constitución y con pleno derecho yo solicitaba. Por otro lado, en lo particular, siempre ha sido evidentemente caballeroso y extraordinariamente correcto para conmigo; no tengo más que darle públicamente las gracias como públicamente ha venido él a afirmar que le debo esta consecuencia. Yo me hubiera dirigido al señor Lugo en lo personal si se tratara de un asunto personal, pero ya he demostrado en ocasión pasada que se trata de un asunto verdaderamente grave y trascendental, porque se ha aprehendido al ciudadano Manero con un nombre falso, con un nombre falso se le ha internado en la Inspección General de Policía, quizá por una simple denuncia, y aún preguntó:

Si ha habido la menor prueba ¿por qué no fue consignado? Además, ha calificado de secuestro el señor licenciado Lugo el atentado cometido por la Inspección General de Policía. No vine a denunciar un hecho privado, sino público, que nos atañe a todos, no solamente como diputados sino como miembros del Gobierno.

Además, señores diputados, no creo yo que fuera muy propio el ir a solicitar personalmente ningún apoyo, ningún favor. Yo he tenido que esperar, señores diputados, durante dos horas largas, a que el señor inspector general de Policía, que tenía secuestrado al ciudadano Manero en la Inspección de Policía, me hiciera el favor de recibirme, y durante dos horas vi que desfilaron delante de mí diferentes personas, que seguramente llevarían asuntos muy urgentes a la Inspección, pero no tanto como el que yo llevaba, reclamando un derecho que él estaba transgrediendo. Francamente, señores diputados, por este camino de las antesalas yo no hubiera llegado muy lejos; además, yo tengo derecho a venir a denunciar este hecho ante la Representación Nacional. Esta Representación Nacional ha creído que tiene el derecho de interpelar al señor subsecretario de Gobernación; luego entonces, ha hecho bien en no recurrir a él. Yo recurriré a él cuando tenga que pedirle algo como amigo, en lo personal, no en política, pero para solicitar el cumplimiento de su deber no recurriré nunca a las antesalas del señor Lugo ni a las de ningún ministro. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra nuevamente el ciudadano subsecretario de Gobernación.

El C. subsecretario de Gobernación: (Siseos.) Señores diputados: Debo hacer una rectificación al señor diputado Manero, porque entiendo que de buena fe ha comprendido de un modo muy ajeno a mi pensamiento algunos de los conceptos que he vertido en esta tribuna. En primer lugar, no he venido a darme baños de rosas, de caballerosidad ni de otras cualidades que no es a mí a quien toca apreciar; he venido, sí, con la creencia apoyada en los textos legales de la Constitución Política, a decir que este asunto que ha llamado la atención de la H. Cámara no es del resorte de le Secretaría de Gobernación, y sentado esto, conforme a lo dispuesto en el artículo 93 de la Constitución Política, he dicho que no estaba obligado a rendir informe alguno. (Siseos.) Sí, señores, conforme al texto legal que dice así: "Cualquiera de las Cámaras podrá citar a los secretarios de Estado para que informen, cuando se discuta una ley o se estudie un negocio relativo a su Secretaría."

A primera vista se advierte que este asunto no es materia de una ley ni es un negocio relativo a la Secretaría de Gobernación.

El segundo extravío del señor diputado Manero consiste en afirmar que si no se llama al señor subsecretario de Gobernación, entonces cómo se pone en conocimiento del Ejecutivo el hecho delictuoso que se ha denunciado ante esta honorable Asamblea. Y yo respondo, señores, que el artículo 77 de la Constitución, en su fracción II, dice: "Cada una de las Cámaras puede, sin la intervención de la otra:.....

"Comunicarse con la Cámara colegisladora y con el Ejecutivo de la Unión, por medio de comisiones de su seno."

He aquí un medio expedito, señores diputados, para poner en conocimiento del ciudadano presidente de la República asuntos que afectan a la tranquilidad pública y que esta Cámara estime oportuno poner en conocimiento del primer magistrado no tengo la pretensión de venir a dar una cátedra de Derecho Constitucional el señor diputado Manero, ni a ninguno de los demás señores diputados; basta con mi buena voluntad para concurrir a esta Asamblea cada vez que se me llame, y aquí podré cumplir con los dictados de mi deber. Por lo demás, no hice alusión a alguna atención que presté al señor diputado Manero en alguna ocasión con el objeto de recordarle un favor; tampoco lo que hice por el señor Manero fue un favor, porque era mi deber; si hubiera sido contrario a mi deber, me avergonzaría de decirlo.

El C. Alessio Robles: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Alessio Robles Vito.

El C. Alessio Robles: Yo, como autor de la proposición para que fuese llamado el ciudadano subsecretario de Gobernación, debo hacer alguna breve aclaración sobre las palabras que acaba de verter el ciudadano subsecretario. A ninguno de nosotros se nos ocultaba, ni se nos oculta, que la Inspección General de Policía no depende de la Secretaría de Gobernación, sino que depende del Gobierno del Distrito, el que a su vez depende directamente del ciudadano presidente de la República. No podíamos nosotros llamar al ciudadano gobernador del Distrito; teníamos que acudir al

Ejecutivo, y como lo acaba de decir muy bien el ciudadano Lugo, que citó el artículo 73 de la Constitución, la Cámara acordó dirigirse al Ejecutivo por medio de una comisión nombrada de su seno. Esta fue la Comisión que nombró la Cámara y se acercó muy cuerdamente al ciudadano subsecretario de Gobernación, porque el artículo 2o. de la Ley de Secretarías de Estado, dice:

"Corresponde a la Secretaría de Gobernación:....

"Relaciones con el Congreso de la Unión y con la Suprema Corte de Justicia de la misma."

Por lo demás, creo que toda la Cámara debe agradecer la atención que ha demostrado para ella el ciudadano subsecretario de Gobernación. Se trata de un caso grave, no se trata simplemente del ciudadano Manero. Ya desde hace mucho tiempo, como lo dijo un ilustre pensador mexicano, el pueblo tiene hambre y sed de justicia: hace mucho tiempo que se cometen atentados. Así vimos que durante el Gobierno de Carranza, en pleno período constitucional, se aplicó el artículo 33 a varios mexicanos. Varios mexicanos, señores, fueron aprehendidos sin orden de autoridad judicial competente y transportados a Laredo, Texas; cerca de quince ciudadanos mexicanos, entre los cuales iba el ingeniero Torres Torrija, el señor García Pimentel, y otros. Yo no sé si estos señores serían culpables o no; lo único que sé es que se cometió un atentado flagrante contra nuestra Constitución. Así vimos también que durante el mismo régimen del señor Carranza, fueron aprehendidos varios civiles por la Comandancia Militar de la Plaza. Bueno; ahora dicen que no hay Comandancia Militar: ahora se llaman jefaturas de Guarnición; pero es lo mismo están prohibidas por la Constitución; aquí somos muy duchos para voltear todas las cosas. Esa Comandancia Militar estaba a cargo del general Pablo A. de la Garza, quien aprehendió a varios civiles sin que mediara orden de autoridad competente; fueron transportados a Morelos y allí se les aplicó la ley fuga, la odiosa ley fuga inventada por el nefasto Bustamante. Ya queremos que se cumpla la ley. El ciudadano subsecretario de Gobernación ha hecho lo que ha debido, ha pedido los informes necesarios. Yo personalmente no creo que tenga ninguna responsabilidad en ese atentado el ciudadano Lugo; lo conozco desde hace muchos años, sé que es un revolucionario, lo conocí en la Convención de Aguascalientes, y que sería incapaz de cometer un atentado como ese. Por lo tanto, creo que únicamente nos resta dar las gracias al ciudadano Lugo y esperar que en su oportunidad nos transcriba el informe del gobernador del Distrito para tomar las determinaciones a que haya lugar. Por otra parte, el mismo ciudadano inspector general de Policía - yo sé que hay algunos empleados que, como los peces, por la boca mueren - lo mandé interrogar, y en "El Demócrata" de fecha 15 de septiembre, es decir, hace cuatro días, se publicaron estas declaraciones del ciudadano inspector general de Policía, que no han sido rectificadas:

"Quisiéramos, general, que se sirviera usted decirnos, ¿en virtud de qué orden judicial fue capturado el señor Adolfo Manero, por la Inspección General a su cargo?

"- El señor Manero, nos respondió el señor general Almada, no fue capturado, sino presentado a la Inspección de Policía, para practicar una importante investigación de carácter político.

"- Bien - agregó nuestro reportero -; ¿quisiera usted, ahora, decirnos cuántos días permaneció detenido e incomunicado en los calabozos o en las oficinas de la propia Inspección General?

"- Detenido, tres días; incomunicado, ni un solo momento; pues mientras estuvo aquí recibió a personas de su amistad y de su familia, se le tuvo toda suerte de atenciones y se le tuvo en las oficinas y no en calabozo alguno, como consta a todo el mundo."

Ya aquí confiesa el señor inspector general de Policía que estuvo detenido tres días; ese es un verdadero ataque a las garantías individuales, por eso debería estar detenido en estos momentos el ciudadano inspector general de Policía, (Aplausos.) y si no detenido, aunque fuera "presentado" en alguna cárcel. (Risa. Aplausos.)

"- Terminada la investigación que dice usted se practicó con el señor Manero, ¿se le consignó a alguna autoridad competente?"

Bueno; yo no soy abogado, pero creo que hay algún Código que dice que a las veinticuatro horas debe consignarse a un detenido: no debe pasar de ese tiempo.

"- No fue puesto en libertad, en vista de que supimos que la Policía Militar está ocupándose del esclarecimiento de los hechos, para los cuales se presentó al señor Manero."

Bueno; la verdad, pasma que haya empleados públicos, de los cuales dependen nuestras libertades, que sean tan ignorantes. ¿Qué tiene que ver la Policía Militar con un civil? No tiene que ver absolutamente. La Constitución expresa claramente que subsiste el fuero de guerra únicamente para los delitos y faltas que tengan exacta conexión con la disciplina militar, pero agrega la Constitución:

"La autoridad militar por ningún motivo y en ningún caso podrá dictar órdenes de aprehensión contra civiles." Y todavía agrega más, es más exigente la Constitución de 17: "En el caso de que en un mismo proceso estén inodados un civil y un militar, conocerá del caso la autoridad civil correspondiente." Eso quiere decir que ya los civiles no tienen que ver nada absolutamente con los policías militares, que casi no debían existir.

"- ¿Podría usted decirnos de qué delito se acusa al señor Manero, qué motivó que se le tuviera preso en estas oficinas?

- "Por informes absolutamente confidenciales, recibidos en esta Inspección General, hemos sabido que dicho señor es o fue agente confidencial de Humberto Barros, con quien se levantó en armas en Tampico, y que, además, pertenece a las fuerzas del general Murguía, en las cuales tiene el grado de coronel.

"- ¿Por qué fue puesto en libertad?

"- Ya lo he dicho a usted, esta Inspección juzgó que el asunto es de la competencia de la Policía Militar."

Yo creo que ya es tiempo, señores, de que pongamos coto, por el buen nombre del Gobierno al cual nos honramos en pertenecer, a todos estos abusos que desdicen mucho de las libertades que dizque

hemos conquistado después de largos años de lucha, después de haber derramado mucha sangre. En cada caso que haya un atropello como éste, no que se trate de un hermano de un diputado, que se trate de un obrero, que se trate de un individuo del pueblo, entonces debemos venir a levantar aquí nuestra voz, siempre y en todos los tonos; de otra manera no acabaremos nunca con estos abusos. (Aplausos.)

El C. presidente: La Cámara de Diputados agradece al ciudadano subsecretario de Gobernación la atención que ha tenido al venir a informar a esta Cámara sobre el caso Manero. Tiene la palabra el ciudadano Manrique para hechos.

El C. Borrego: Para interpelar al ciudadano presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Borrego: ¿En virtud de qué prescripción reglamentaria ha dado usted las gracias al señor subsecretario Lugo por haber venido a cumplir con su deber?

El C. presidente: La Presidencia tiene el honor de informar al señor diputado Borrego que cree deber de elemental cortesía el dar las gracias a cualquier funcionario público por su atención.

El C. Borrego: Me permito contestar a usted: si el señor subsecretario o cualquier secretario no tuviese la obligación de asistir a esta Asamblea cuando por ella fuere llamado, sino que fuere debido a una mera cortesía y favor, estaría en su derecho de dar las gracias por esta cortesía; pero cuando viene cumpliendo con un precepto constitucional, no tiene usted derecho para darle las gracias.

El C. presidente: La Presidencia repite nuevamente al señor diputado Borrego que insiste en considerar esto de elemental cortesía; por tanto, confirmo una vez más el procedimiento que he seguido. (Voces: ¡Muy bien!) Tiene la palabra el ciudadano Manrique. (Voces: ¡Sesión secreta! ¡No, pública!)

El C. Manrique: No voy, señores diputados, a hablar en estos momentos para obtener un fácil aplauso de la Asamblea; no vengo a seguir el trillado camino de los ataques fáciles al Ejecutivo de la Unión o a tal o cual Ejecutivo de los Estados. Se trata de algo que de fijo no ha de ganarme el aplauso de la Asamblea que me escucha; pero como no es el conseguir este aplauso, ciudadano Prieto Laurens, la finalidad que persigo, vengo a hablar simplemente con un sencillo, con un imperativo categórico.

Hasta el fondo de la provincia a donde me había retirado por algunos días, llegó hasta mí la dolorosa nueva de un grave error cometido por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Como quiera que se trata, ciudadanos diputados, de hechos que interesa a la nación conocer, vengo a decir públicamente lo que puede decirse entre cuatro paredes...

El C. Prieto Laurens, interrumpiendo: Quiere el aplauso de las galerías; quiere el aplauso de la prensa.

El C. Manrique, continuando: Bueno, me conoce bien el ciudadano Prieto Laurens y es el menos autorizado para hacer estos fáciles ataques. Voy a referirme en concreto, ciudadanos diputados, a la aprobación por esta Cámara en sesión secreta, de un partida extraordinaria.... (Siseos.) de una partida para gastos extraordinarios de la Cámara de Diputados y Senadores. No vengo a pedir tampoco el aplauso de la prensa, ciudadano Prieto Laurens, y os lo voy a demostrar. (Desorden.) Oigo voces que protestan, voces que protestan a media voz y éstas son las voces de los tímidos y de los cobardes. Oigo a mi espalda algunas voces que dicen: "Se trata de un asunto económico de la Cámara". Quisiera que estas voces se templaran algo mejor y se levantaran más recias y vibrantes....

El C. presidente: La Presidencia llama la atención del ciudadano Manrique acerca de que se trata de un asunto que debe considerarse en sesión secreta... (Desorden y siseos en las galerías.)

El C. Gandarilla, interrumpiendo: Moción de orden, señor presidente.

Conforme al reglamento debe cumplirse con lo estipulado en la orden del día a que se dio lectura en la sesión anterior. Hay a discusión asuntos de trascendencia. Las rectificaciones de hechos las aceptamos de buen grado, pero después de trabajar, no de politiquear. (Murmullos.)

El C. presidente: La Presidencia tiene el honor de manifestar al ciudadano Manrique que se le ha concedido la palabra para hechos que tengan relación no con los asuntos de orden privado que se tratan en sesión secreta en esta Cámara. Por tanto, si insiste el ciudadano Manrique en seguir tratando este asunto en sesión pública, se verá obligada la Presidencia a levantar la sesión pública para pasar a sesión secreta.

El C. Prieto Laurens: ¿Me permite una interpelación breve? ¿Cuánto recibió el ciudadano Manrique de gratificación, cuando era secretario de la Comisión Permanente? ¿Por qué aceptó algunas talegas de pesos? (Aplausos y voces: ¡Claro! Siseos en las galerías.)

El C. Gandarilla, interrumpiendo: Moción de orden.

El C. Manrique: Si lo que se quiere, ciudadanos diputados, es rehuir cobardemente la discusión de un asunto de interés, (Desorden.) invóquese en buena hora el reglamento. Yo estoy dispuesto a hacer valer mis derechos, ciudadano Moreno..

El C. Moreno: Para una moción de orden, ciudadano presidente. El ciudadano Manrique está en su perfecto derecho para tratar este asunto públicamente. Nosotros no podemos rehuir ni queremos rehuir esta discusión. Invito a la Presidencia a que deje en absoluta libertad al ciudadano Manrique. (Aplausos.) Yo no me voy a asustar por la festinación con que juzga siempre los actos de los demás, si el ciudadano diputado. Manrique trae aquí la consigna de venir a hacer esta quijotería. No, ciudadano Manrique, ya iremos a la tribuna a discutir, no tenía usted derecho para prejuzgar si yo me iba a oponer a que su señoría tomara el uso de la palabra; lo desafío a que públicamente llevemos la cuestión.

El C. Manrique: El ciudadano Moreno no tiene derecho para hablar en ese tono destemplado en que lo ha hecho, no se necesitaba mucha malicia para imaginar que el ciudadano Moreno trataba de oponerse a que yo usara de la palabra en esta ocasión. Se trata de un error, una falsa previsión siempre es tiempo de rectificarla y de darle las gracias caballerosamente al ciudadano Moreno. Y

vamos adelante. Se trata, ciudadanos diputados, de un grave error cometido por la Cámara de Diputados al aprobar en reciente sesión secreta una partida extraordinaria de setecientos setenta mil pesos, dividida en dos: seiscientos cuarenta y cinco mil pesos para gastos extraordinarios de la Cámara de Diputados, y ciento veinticinco mil pesos para gastos extraordinarios de la Cámara de Senadores. Y, señores diputados, cualquiera que sea el título, cualquiera que sea el nombre o el pretexto con que se bauticen estos actos, se trata en suma de una compensación más o menos disfrazada a los servicios que prestamos con nuestro carácter de diputados. De paso se ha dicho, supongo que sólo se trató de una verdadera ligereza, cuando el señor Moreno dejó deslizar de sus labios la palabra consigna, por que no es Manrique quien trae aquí consignas de nadie; supongo que el señor Moreno hará caballerosamente la rectificación necesaria. Un artículo constitucional claro y expreso.

El C. Aguirre Colorado Ernesto, interrumpiendo: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Aguirre Colorado Ernesto para una moción de orden.

El C. Aguirre Colorado Ernesto: Abundó en los deseos del compañero Z. Moreno bajo la base de que no queremos rehuir una discusión con el señor Manrique respecto a esos gastos extraordinarios; pero es el caso que la Presidencia, faltando a los más sagrados derechos...

El C. Manrique, interrumpiendo: ¡Sagrados!

El C. Aguirre Colorado Ernesto, continuando: ... y obligaciones que le concede el Reglamento interior del Congreso, ha concedido la palabra para hechos sin terminar asuntos de trascendencia que hay en cartera. A este respecto yo interrogo a la Secretaría se sirva decir si hay algo todavía pendiente en cartera y que el señor Manrique aborde esta situación que quiere traer aquí en sesión pública, en cuanto se haya terminado con los principales asuntos que están en cartera.

El C. Manrique, continuando: Yo puedo contestar al ciudadano Aguirre Colorado, que fue el propio presidente de la Cámara quien me expresó que ya no había asuntos en cartera y aun me suplicó que fuese breve, expresándome así tácitamente su intención de levantar de una buena vez la sesión. No vengo, pues, a perjudicar a los ciudadanos diputados. Luego no es tiempo perdido el tiempo gastado en la discusión, en la discusión de algo útil, en la discusión de nuestra conducta, de la que debemos estar obligados a responder siempre tan pronto como a cuenta se nos llame. (Aplausos.)

El C. Gandarilla, interrumpiendo: Moción de orden. Suplico a su señoría se sirva cumplir con el artículo 127 del Reglamento, o contestarme si no desea cumplirlo. (Siseos.) Pido que se lea.

El C. Manrique: Es inútil, ciudadano Gandarilla.

El C. secretario Barragán: Por disposición de la Presidencia se va a dar lectura al artículo 127, que dice:

"Pasada esta vez, sólo se les concederá la palabra en el turno que les toque, conforme a lo dispuesto en los artículos precedentes; a no ser que, ya por sí, o excitados por algún miembro de la Cámara, tuvieren que informar sobre hechos, pues entonces podrán hacerlo breve y sencillamente, con tal de que sea antes de cerrarse la discusión."

El C. Gandarilla: Pido, pues, que se cumpla con ese artículo reglamentario en virtud de que hay discusión pendiente de asuntos en cartera, que son de trascendencia.

El C. Aguirre Colorado: Yo interpelé a la Secretaría y no a usted, ciudadano Manrique.

El C. Manrique, continuando: Ciudadanos diputados: El artículo 127 reglamentario... (Desorden.)

- El mismo C. secretario: Por disposición de la Presidencia, la Secretaría informa que sí se encuentran documentos en cartera, y que, aunque no hay artículo del Reglamento que precise el caso, se ha sentado el precedente de que se conceda la palabra para hechos una vez agotados los asuntos importantes, sobre todo si éstos están en la orden del día. Eso hace constar la Secretaría.

El C. presidente: La Presidencia, en vista de que el señor Manrique insiste en continuar en el uso de la palabra para hechos, tratando asuntos que son del resorte exclusivo de la Cámara en sesión secreta, levanta la sesión. (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. Manrique: Pido la palabra para una moción de orden. El presidente de la Cámara en sus resoluciones, según lo prescribe el artículo 19 del Reglamento está sujeto a las decisiones de la Cámara. Si la Cámara apoya cobardemente... (Aplausos. Voces: ¡No! ¡No!) Este ciudadano presidente, que hace breves segundos, con voz temblorosa me decía: compañero, no quiero concederle la palabra porque se tachará después a la Vicepresidencia de débil, ahora se convierte en un dictadorzuelo, pero este dictador está sujeto a la decisión de la Asamblea. (Aplausos. Voces: ¡Que se pregunte a la Asamblea!)

El C. Gandarilla: Moción de orden. Habiendo el señor Manrique hecho una alusión a un artículo reglamentario, que establece que cuando algún orador consulte la decisión de la Cámara se pregunte a la vez a ésta su decisión; pido se consulte sobre si el compañero Manrique habla primero o si se observa el artículo 127 para asuntos de trascendencia.

El C. Alessio Robles: Pido la palabra. En el caso de que se sujete la decisión de usted a la de la Cámara, yo pido votación nominal para saber quiénes son los que tienen miedo de que se escuche la palabra del orador. (Aplausos. Voces: ¡Muy bien!)

El C. secretario Barragán: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, consulta a la Asamblea si se concede el uso de la palabra al ciudadano Manrique.

El C. Martínez de Escobar Rafael: Pido la palabra. En mi concepto, el señor Manrique tiene perfecto derecho para hablar en esa tribuna respecto a la cuestión del decreto que se ha expedido por esta Cámara aprobando un gasto extraordinario hace unos cuantos días. Debe tratarse eso en sesión pública. ¿Por qué no va a poderse escuchar la palabra del ciudadano Manrique en sesión pública, cuando esa tribuna es la tribuna de la libertad del pensamiento? Señores, lo que aquí se debe preguntar en este momento no es si se pasa a sesión secreta;

no, cobarde sería el diputado que quisiera tratar este asunto en sesión secreta. (Aplausos.) Yo, lo único que pido, es que se pregunte a la Asamblea, en vista de que Manrique quiere seguir hablando, y tiene razón, lo único que puede preguntar el señor presidente, caso de no seguir Manrique en el uso de la palabra, es decir, que no se sujete a la decisión de la Asamblea si él continúa allí; es esto: si habla en estos momentos o después de que se hayan agotado los documentos en cartera; pero Manrique tiene derecho a hablar en sesión pública.

- El mismo C. secretario: Eso iba a hacer la Secretaría, ciudadano Martínez de Escobar: consultar si se le concedía que continuara en el uso de la palabra.

El C. Manrique: Para moción de orden. Señores diputados: Lo que debe preguntarse es, lisa y llanamente, si el ciudadano Manrique continúa en el uso de la palabra.

- El mismo C. secretario: Eso iba a consultar la Secretaría.

El C. Manrique: No estoy entablando polémicas con el ciudadano Barragán.

El C. Barragán: La Secretaría tiene el derecho de hacer una aclaración.

El C. Manrique: Estoy en el uso de la palabra y no es interrumpiendo al orador como la Secretaría cumple con su deber, ciudadano Barragán. (Aplausos de las galerías.) No he interpelado a la Secretaría. Estoy en el uso de la palabra y no he interpelado a la Secretaría. Lo hago constar. Debe preguntarse simple y sencillamente si continúa o no en el uso de la palabra el ciudadano Manrique. Pretender aplazar el uso de la palabra a Manrique para cuando se agoten los documentos en cartera, es una maniobra como otra cualquiera para impedir al ciudadano Manrique que use de sus derechos, y él no está dispuesto a renunciar a ellos, ciudadano presidente.

- El mismo C. secretario: Por orden de la Presidencia se consulta a la Asamblea.

El C. Alessio Robles, interrumpiendo: Pido votación nominal.

- El mismo C. secretario, continuando: Por orden de la Presidencia se consulta a la Asamblea si continúa en el uso de la palabra el ciudadano Manrique o si se aplaza para más tarde. (Voces: ¡Sí! ¡Sí! Aplausos.) Continúa en el uso de la palabra.

El C. Prieto Laurens: Continuamos perdiendo el tiempo.

El C. Manrique: Estoy ya plenamente convencido, ciudadanos diputados, por la experiencia adquirida en estas luchas, de que son inútiles todas estas triquiñuelas para impedir a un hombre que exprese sus convicciones. Sé que a la postre el sentido de la caballerosidad, el sentido del valor cívico se imponen en estas asambleas y que siempre que se las coloca frente a esta disyuntiva: o permitir a un hombre que exprese su opinión, buena o mala, o quedar en concepto de hombres que temen afrontar la libre discusión de los hechos, de las ideas y de las personas, estas asambleas proceden siempre en el sentido más caballeroso, en el sentido más recto. He aquí por qué, ciudadano Gandarilla, me he reído de vuestras infantiles interpelaciones.

El C. Gandarilla, interrumpiendo: No lo he interpelado a usted, eso es falso.

El C. Manrique: He aquí por qué me he reído de vuestras infantiles interrupciones, ciudadano Gandarilla.

El C. Gandarilla: A usted no lo he interrumpido.

El C. Manrique, continuando: Ciudadanos diputados, seguro ya de contar con la atención del auditorio, planteo la cuestión, seguro ya de no contar con el aplauso del auditorio que no busco, ni espero, ni deseo; voy a exponer simple y sencillamente mis ideas sobre el error cometido por esta Cámara al aprobar en sesión secreta una partida extraordinaria de verdadera consideración. Tengo en mis manos, ciudadanos diputados, el acta de la sesión secreta del día 12 de septiembre de 1921, y en ella consta que se cometió el grave error de aprobar la erogación de una fuerte suma en los momentos en que el Ejecutivo proclama, con el conocimiento de la verdadera situación pública, la necesidad de inaugurar y ejecutar eficazmente un programa de economías. Si el Ejecutivo, ciudadanos diputados no cumple con estos mismos deseos por él expresados, ello no es razón para que la Cámara no cumpla con su deber. Y hay un artículo constitucional claro y expreso que dice: "Artículo 127. El presidente de la República, los individuos de la Suprema Corte de Justicia, los diputados y senadores y demás funcionarios públicos de la Federación, de nombramiento popular, recibirán una compensación por sus servicios, que será determinada por la ley y pagada por el tesorero Federal. Esta compensación no es renunciable, y la ley que la aumente o disminuya no podrá tener efecto durante el período en que un funcionario ejerce el cargo."

Podrán venir más tarde, ciudadanos diputados, sofistas y argumentadores más o menos hábiles a decir que no se trata en este caso de una remuneración, pero el pueblo y la nación que juzgan sintéticamente y que no entienden de estas sutilezas ni de estos distingos metafísicos, saben que se trata de un dinero que el diputado va a emplear en su personal beneficio para sus gastos personales; que se trata, en suma, de aumentar por uno u otro concepto más o menos especioso la compensación de que ya disfruta actualmente este alto funcionario de la Federación. Y, señores diputados, este Congreso, esta Cámara tan celosa de sus fueros y de su independencia, que no pudo permitir que la alcanzase el decreto de impuesto del Centenario, que no ha permitido que la alcance... (Voces: ¡Sí, todos pagamos!) Rectifico, la rectificación es muy fácil. Esta Cámara... Hasta el día 30 termina el plazo, ciudadanos. Esta Cámara que no ha aceptado el descuento que se quiso imponer de un diez por ciento a todos los empleados y funcionarios públicos, esta Cámara hizo bien en sostener sus fueros y su independencia; pero no puede, sin adoptar una actitud extraordinaria, rechazar las medidas del Ejecutivo en uso de facultades extraordinarias, cuando estas medidas perjudican a la Cámara y aprovechar estas mismas medidas cuando la benefician, aunque en uno o en otro caso se viole igualmente el artículo 127 constitucional. Señores diputados: La prensa ha aprovechado la oportunidad y ha batido palmas cuando se ha presentado la coyuntura favorable para decir que esta Cámara es sólo una turba de codiciosos; que es ésta la Cámara, que es ésta la Legislatura

más incompetente que hayamos tenido nunca y que se obsequió a sí misma regalándose con setecientos mil pesos. Señores diputados: la mejor prueba de que yo no vengo a lisonjear a la prensa, y ya mi criterio respecto de ella lo he expresado en alguna ocasión: soy de los que creen, como Antonio Zozaya, que a la prensa, en tesis general, a la prensa, he dicho genéricamente, ningún hombre que se precie de culto puede odiarla. Podemos odiar y combatir a tal o cual periódico, pero de la prensa en conjunto los hombres públicos tenemos el deber de estar pendientes, ora para aceptar las indicaciones y rectificar intenciones, ora para cuidarnos de los lazos que nos tienda; ¡pero hay de aquel que desprecie las indicaciones interesadas o no, sinceras o pérfidas de la prensa diaria! Y, señores diputados, yo sé muy bien que el periódico "Excélsior" es el clásico sostenedor de intereses conservadores y en estas condiciones "Excélsior" representa y tiene derecho de representar intereses opuestos a los que dominan afortunadamente en esta Cámara, que es en tesis general una Cámara, una Legislatura revolucionaria. Creo, pues, y lo digo crudamente, que hay tartufería en el ataque de "Excélsior" al denunciar este error cometido por la Cámara de Diputados. Creo que lo que hay en el fondo, creo que la causa, creo que el life motive de esta inquina de "Excélsior" es el saber que se trata de una Cámara que ha cometido un pecado que no puede perdonarle la burguesía: el haber expedido una ley agraria, buena o mala, pero que entraña un serio intento de reforma social. Frente a este peligro, ciudadanos diputados, frente al peligro de una Cámara, frente al peligro de un Congreso revolucionario y avanzado que se esfuerza por resolver desinteresadamente un problema agrario y mejorar la situación económica del campesino y por mejorar con otras leyes la condición económica y social del obrero mexicano, ¿qué de extraño tiene que este periódico, representante de intereses que no son los nuestros, los intereses de la clase capitalista, esté atenta, esté al acecho de la menor oportunidad que esta Cámara le brinde para atacarla? Y, señores diputados, la verdadera fuerza del hombre, como la verdadera fuerza de las asambleas, estriba en el prestigio, en la fuerza moral: Asamblea desprestigiada, es Asamblea debilitada. ¿Y ahora comprendéis, ciudadanos diputados, el por qué ni tardos ni perezosos aprovechan los periódicos enemigos de esta Cámara todas estas oportunidades que torpemente les brindamos para arrojarse sobre nosotros y despedazarnos y herirnos y presentarnos como un guiñapo a la faz de la nación? ¿Ahora comprendéis, señores diputados, por qué esta festinación para atacarnos, por, qué esta rabiosa saña con que se nos declara incompetentes, torpes y codiciosos?

Es que hay en el fondo intereses que no podrán perdonarnos nunca el haber constituído una Cámara revolucionaria. De manera que esto es lo que hay en el fondo, señores diputados. No me engaño ni creo que os dejéis engañar; pero negando la justificación de la tendencia, debemos, en cambio, aceptar honradamente la justificación del ataque en el caso concreto que motiva estas palabras mías. En una hoja suelta recientemente publicada por un exdiputado, hoy gobernador del Estado de Jalisco, por el profesor don Basilio Vadillo, dice Vadillo estas palabras: que en el fondo de todos nuestros males encontramos siempre tres cosas: codicia, codicia y codicia. ¿Queremos dar a la nación, señores diputados, el espectáculo bochornoso de ser un grupo de hombres que porque pueden legislar en el momento de aprobar presupuestos, ora ordinarios o extraordinarios; que porque pueden legislar en su propio beneficio aprovechan esta coyuntura que puso en sus manos la nación para fines muy más altos; queremos dar el espectáculo de hombres que sólo piensan en el provecho personal? ¿Queremos atarnos al carro de triunfo de los vencedores que son a la postre los aristócratas de ayer, aristocracia a la que se esfuerza por atraer esta neoaristocracia cuyos brillantes y cuyas joyas hoy deslumbran en los salones y en los palacios de los embajadores? No, señores diputados; tiempo es ya de que abandonemos estas vanidades y de que escuchemos una vez siquiera la voz austera de la provincia. Yo os puedo afirmar que en ella hay un hondo desconsuelo; yo os puedo afirmar que en Guadalajara, que en Morelia y en León y en la República entera - y aquí de este don maravilloso de adivinación que me atribuía el ciudadano Vizcarra -, yo puedo afirmaros que en Toluca, sin venir de allá, hay disgusto contra la Cámara de Diputados por haber procedido como lo hizo. Este don de adivinación, ciudadano Vizcarra, lo da el deseo de auscultar constantemente los latidos del pueblo a quien estamos obligados aquí a representar. Este es el secreto, ciudadano Vizcarra; ya veis que es bien sencillo. Cuando Juan Cristóbal, el héroe de un moderno evangelio de nuestras juventudes, llegó por primera vez a París después de haber abandonado su país natal, Alemania, Juan Cristóbal observa dolorosamente las lacras de la sociedad francesa y recuerda de algún período en que Roland, el autor, nos dice cómo Juan Cristóbal observa que los diputados franceses sólo se ocupaban, entre otras cosas, en aumentarse sus dietas. De manera que el mal no es solamente mexicano. Pero, ¿por qué hemos de imitar forzosamente las lacras de otros países y por qué no hemos de esforzarnos desinteresada y noblemente por arrancarnos estas cosas? El ciudadano Prieto Laurens lanzó por allí alguna voz imprecisa - no imprecisa, bastante precisa -, crea el ciudadano Prieto que yo, que me he esforzado siempre por ser consecuente con mis ideas, si se me orilla a ello no tendré absolutamente ningún inconveniente en proceder como quisiera el ciudadano Prieto que yo procediese por lo que toca a la compensación que hoy se nos asigna. Además, no por un vano afán, no por un vano alarde, sino porque creo que tendré imitadores, mejor aún, porque sé que en esta Cámara no soy el único que piensa como yo y que sólo se necesitaba iniciar el movimiento, creo que como yo habrá muchos diputados, confío que será la enorme mayoría, que se apresurarán a ceder para una u otra aplicación: profesorado, servicios públicos, etcétera, en beneficio de sus distritos esta asignación que incorrectamente nos hemos asignado. (Aplausos.) Bueno, compañeros; por allí habla alguno de que va a terminar el período, es decir, por allí hay alguno, paréceme el ciudadano Romero...(Voces: ¡No es él!) Parece que el ciudadano Aguirre Colorado, prestigioso representante de un distrito de Tabasco, atribuye fines torcidos a mi

moción; a cualquiera moción, a la más desinteresada moción pueden atribuírsele fines torcidos; pero, señores diputados, entre quienes sólo piensan en el cálculo mezquino de aprovechar un poco en esta feria de vanidades a expensas de la turba famélica de maestros de escuela, y entre quienes persiguen un interés más o menos remoto, pero de toda suerte de orden moral, calculando un fin moral, ceder en beneficio inmediato o directo de su distrito la asignación que aquí les fue concedida, creo que la opinión pública no vacilará nunca, ciudadano Aguirre Colorado.

En la sesión secreta, ciudadanos diputados, se presentó este interesante proyecto que vais a escuchar muchos de vosotros por primera vez:

"Proyecto de decreto firmado por los CC. José Gálvez, Jesús Z. Moreno y Enrique M. Barragán, que está concebido en estos términos:

"Se amplían las partidas números 50 y 72 del Presupuesto de Egresos vigente, en las cantidades que en seguida se fijan, destinándose para los gastos que los ciudadanos representantes del Poder Legislativo eroguen en la participación con que habrá de concurrir dicho Poder a las fiestas conmemorativas del primer centenario de la consumación de la Independencia Nacional:

"Partida número 50. Para gastos extraordinarios de la Cámara de Diputados, $625,000.00.

"Partida número 72. Para gastos extraordinarios de la Cámara de Senadores, $145,000.00.

"Después de que la Cámara consideró el proyecto de urgente resolución, el C. Jesús Z. Moreno quiso apoyarlo..."

El compañero Moreno, lealmente, porque creía útil proceder así, explicaba las razones que en su concepto abonaban la medida y quería defenderla públicamente, digo públicamente ante el público limitado de una Asamblea secreta. Quería defender claramente su proyecto explicando las razones que en su concepto le abonaban; pero... aquí viene una formidable conjunción adversativa.

"...pero en vista de mociones de orden de los CC. Aillaud y Castillo Nájera, desistió de su propósito." Es verdaderamente ejemplar lo sucedido.

"Ya ningún representante hizo uso de la palabra y por ciento diez votos de la afirmativa contra veintiocho de la negativa, la Cámara aprobó el proyecto, que paso al Ejecutivo para los efectos constitucionales."

El C. Castillo Nájera, interrumpiendo: ¿Me permite una interpelación?

El C. Lavín: Pido la palabra para una interpelación.

El C. Manrique: No cabe.

El C. Lavín: Sí cabe.

El C. Manrique: Votaron por la negativa... (Voces: ¡Moción de orden!) Es inútil.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Lavín.

- El. C. Lavín: Interpelo a la Presidencia sobre si autorizó al ciudadano Manrique para leer el acta de una sesión secreta, ya que el Reglamento lo prohibe.

El C. presidente: La Presidencia no ha concedido tal autorización.

El C. Alessio Robles: ¡Moción de orden! Debo recordar a la Presidencia que al terminarse la sesión respectiva, en virtud de lo prevenido en el Reglamento, se preguntó a la Asamblea si se debería guardar sigilo sobre lo tratado, resolviéndose negativamente.

El C. presidente: Efectivamente, se contestó que no se guardará sigilo, pero no se autorizó la lectura de documentos secretos.

El C. Aguirre Colorado Ernesto: ¡Moción de orden! Por espíritu de orden, ya que el ciudadano Manrique está leyendo el acta de una sesión secreta, pido que se mande traer del Archivo el acta de la sesión secreta de la Comisión Permanente, en que se autorizó cierta cantidad de dinero en favor del ciudadano Manrique, como a los demás secretarios de la propia Comisión.

El C. Manrique: El ciudadano Lavín pregunta si el ciudadano Manrique fue autorizado para leer el acta de que se trata, y le contesta que no ha menester de tal autorización...

El C. Garandilla, interrumpiendo: ¿Y el Reglamento?

El C. Manrique: Se invoca el Reglamento y debo refrescarles la memoria.

El C. Lavín: El Reglamento no autoriza a publicar documentos secretos.

El C. Manrique, continuando: Una vez que se trata de un documento histórico y de un hecho consumado, en cualquier momento cualquier representante - o no estamos en una Asamblea Nacional - tiene derecho a saber cómo obran los representantes de la nación. (Aplausos.) En mala hora para vuestra causa, ciudadano Lavín, habéis recordado algo que ya estaba olvidado. (Aplausos.) Efectivamente, ciudadanos diputados, hay un párrafo del acta, que es verdaderamente edificante: "Con relación al proyecto que se acaba de aprobar."

Después de enumerar al número de los ciudadanos diputados que votaron en tal o cual sentido, "usaron de la palabra para hechos los CC. Prieto Laurens y Norberto Domínguez, e hicieron mociones de orden los CC. Rafael Martínez de Escobar y Rafael Lara G."

Sin que el acta aclare en qué sentido fueron esas mociones o relaciones de hechos. "El C. César A. Lara pidió que se nombrara una Comisión que llevara el proyecto al Ejecutivo; el C. Paz -está es la parte más edificante del acta - (Risas.) "el C. Paz propuso que se acordara guardar sigilo sobre lo tratado en esta sesión, y para hechos habló el C. Jesús Z. Moreno", etcétera, etcétera.

Señores diputados: Sabemos bien que la luz es la piedra de toque de la bondad de nuestras acciones; los actos que nos esforzamos por ocultar a la vista de los demás son los actos que nos reprochamos en el interior de nuestras conciencias. ¿Por qué este empeño de guardar sigilo? (Voces: ¡Empeño de uno!) ¿Por qué este empeño de uno, afortunadamente no secundado por los demás? Porque este empeño no era sino la traducción del ambiente impreciso...(Voces: ¡No! ¡No!) Ciudadanos diputados, no erremos, no nos distraigamos en discusiones secundarias. ¿Creéis, por ventura, que porque mi argumento sobre tal o cual incidente de la sesión resultase erróneo...

El C. Moreno Jesús Z., interrumpiendo: No es leal el argumento.

El C. Manrique, continuando: ... quedaría

derrotada mi tesis de que la Cámara ha cometido un error al disponer de una cantidad bastante seria para gastos no autorizados ni justificados por una imperiosa necesidad de salud nacional? (Aplausos.) Señores diputados: Como no debe ser incompleto allá los ciudadanos diputados Aguirres Colorados y otros muchos (Risas.) - pluralizo porque fueron los dos estimables compañeros de este nombre y los demás diputados que votaron por la afirmativa -, allá ellos que se defiendan directa o indirectamente; el problema es suyo...

El C. Aguirre Colorado Ernesto, interrumpiendo: ¡No somos quijotes!

El C. Manrique, continuando: ¡Es verdad, sois Sanchos Panzas, ciudadano Aguirre Colorado! Me toca, para ser completo, hacer justicia a los diputados que votaron por la negativa, que los hubo...(Voces: ¡Pero ya cobraron!) Señores diputados, antes de leer la lista debo recoger una objeción que vaga en el ambiente. Hilario Medina - la frase no es de ninguno de vosotros - en la XXVII Legislatura decía alguna vez: "Sí, votaron por la negativa, pero cobraron por la afirmativa". Bueno; es posible que estos ciudadanos diputados, una vez que el error se consumó, fueron flacos y cobraron por la afirmativa; pero todavía es tiempo para los estimables compañeros que votaron por la negativa y todavía es tiempo para muchos de vosotros, para tomar la suprema resolución de privaros de la satisfacción de una vanidad y dedicar esta suma ilegal y anticonstitucionalmente distraída de los fondos públicos, en beneficio de vuestros distritos. (Aplausos.) Votaron por la negativa los ciudadanos Acevedo, Alarcón, Alessio Robles, Alonzo Romero, Arroyo Ch., Bonilla, Borrego, Barón Obregón, Chapa, Domínguez, Franco Urías, Lara G. Rafael, Lavín, Leyva, Lomelí, Maqueo Castellanos, Martínez de Escobar Rafael, Mastache, Pérez Gasga, Ramírez Francisco Modesto, Ramos Esquer, Romero Ricardo, Serrano Hermosillo, Soto José M., Toro, Valadez Ramírez, De la Vega, Velasco y Zuno."

Estos son los nombres de los diputados que quisieron impedir el error cometido por la Cámara. (Aplausos.) No he venido a presumir en estos momentos de Catón me he colocado siempre en este terreno: creo que mi suprema obligación es la de ser siempre consecuente con la exposición de mis teorías; me esfuerzo siempre, aunque no siempre lográndolo, por acomodar mi vida a mi doctrina; podré apartarme en tal o cual ocasión de cumplir con lo prometido; pero si alguien sincera o tartufamente me recuerda que falté en tal o cual ocasión al cumplimiento de mi deber, siempre, consecuente conmigo mismo, estoy a tiempo oportuno para rectificar lo hecho. El ciudadano Aguirre Colorado recogió al vuelo la expresión del compañero Prieto Laurens; recuerda que en la sesión secreta de la Comisión Permanente verificada poco ha se acordó, siguiendo por lo demás un precedente sentado en los años anteriores, conceder una gratificación de mil quinientos pesos a los ciudadanos... (Voces: ¡Ah!) secretarios del congreso de la Unión, a los ciudadanos secretarios de la Cámara de Diputados - yo no fui secretario de la Cámara de Diputados -...

El C. Aguirre colorado Ernesto, interrumpiendo: ¿Y la gratificación de la Permanente?

El C. Manrique: Sí, allá voy, ciudadano Aguirre Colorado, y una gratificación de 250 pesos a cada uno de los cuatro secretarios de la Comisión Permanente.

El C. Aguirre Colorado Ernesto: Está prohibido conforme al artículo 127 de la Constitución, que usted invocó.

El C. Manrique, continuando: Ciudadano Aguirre Colorado: No seáis niño. ¿Imagináis, ciudadano diputado, que he recogido, imagináis ciudadano Aguirre Colorado, que si no fuese para rebatirla habría recogido vuestra objeción y cometería la infantil torpeza de estar recordando palabras que fueron arma en vuestros labios en contra mía? No, ciudadano Aguirre Colorado; consecuente con lo que aquí he expuesto, digo simple y sencillamente que sin esforzarme en lo absoluto por justificar el haber yo recibido la cantidad de 250 pesos a título de gratificación por trabajos extraordinarios desempeñados por mí como secretario, lector de actas, autor de oficios, etcétera, etcétera, de la Comisión Permanente, (Murmullos.) recogiendo serenamente vuestra objeción, ciudadano Aguirre Colorado, digo sencillamente que a los mil o más pesos que habéis querido asignarnos, mil, dos mil o dos mil quinientos que habéis querido asignarnos en esta ocasión, agrego - públicamente lo digo y no soy hombre que acostumbra faltar a sus promesas -, los doscientos cincuenta pesos a que os habéis referido, ciudadano Aguirre Colorado. (Aplausos.) Y no lo agrego a título de desplante, ciudadanos diputados; consecuente con mi teoría, aun cuando hubiese de forzar un poco los hechos, sin esforzarme en lo más mínimo por tratar de justificar el haber recibido aquella cantidad de dinero, digo sencillamente que la restituyo; no se trata de un regalo ni de una ofrenda, sino pura y simplemente de un acto de justicia, de una restitución, ciudadano Aguirre Colorado. ¿Estáis satisfecho, ciudadano Aguirre Colorado? (Aplausos.)

El C. Aguirre Colorado Ernesto, interrumpiendo: No, se lo prohibe la Constitución.

El C. Manrique, continuando: Señores diputados: del tono con que me he expresado, de la extensión que he dado a mis palabras, no soy yo seguramente culpable, sino todos los compañeros que creyendo erróneamente ver en mis palabras, ver en mi actitud el deseo de ofender en lo personal, el deseo de lastimar en lo personal a alguien, han dado a este incidente proporciones que yo no habría querido darle. Es tiempo de resumir diciendo que la fuerza de una Asamblea reside en su prestigio y en su fuerza moral; que si nosotros nos hemos echado a cuestas la pesada tarea de reformar a la sociedad en que vivimos, debemos comenzar como comenzaron todos los grandes reformadores que en el mundo han sido: por reformarnos a nosotros mismos. (Aplausos.) Y debemos demostrarlo desenmascarando las maniobras y denunciando como tartufos a quienes nos atacan por este concepto, no porque les escandalice lo hecho por nosotros, sino porque ellos representan intereses antagónicos de los que nosotros por fortuna aquí representamos; desenmascarando la maniobra de aquéllos; yo que no he venido a adular a nadie, digo sencillamente que es tiempo aún de reflexionar un poco sobre lo hecho. No es un caballero, ciudadano

Aguirre Colorado, el que no ha cometido errores; caballero es quien, cometiéndolos alguna vez, sabe a tiempo repararlos. Si la Cámara de Diputados por una u otra de esas veleidades de las asambleas, ha cometido el delito o el error....

El C. Gandarilla, interrumpiendo: ¡No es delito!

El C. Manrique, continuando: No os aprovechéis de mis lapsus, ciudadano Gandarilla, porque eso fuera torpe; no he querido decir que la Cámara haya cometido un crimen o un delito, sino sencillamente un error. Si cada uno de los diputados hubiese reflexionado en lo que iba a perder moralmente haciéndose blanco de ataques - en esta ocasión justificados -, seguramente que los diputados, sé bien que los hay que no necesitan de esos dos mil quinientos pesos, que no venden ni pueden vender su prestigio por dos mil quinientos pesos -. se habrían opuesto a la aprobación del decreto respectivo. Lo que hay, lo que domina ya y nos esforzamos torpemente en fomentar, es una profunda animadversión contra los diputados y senadores y contra todos los funcionarios de la Federación, a quienes se considera como una casta privilegiada. Es bien sabido que hay quienes no nos perdonan, y son legión, por recibir como compensación de nuestros trabajos mil pesos mensuales; en corrillos, en teatros, en periódicos se nos canta constantemente como cansado estribillo de abejorro la compensación de los mil pesos mensuales; y es tiempo de decir que se trata de una compensación que tiene por objeto permitirnos, por su relativa cuantía, despreocuparnos del aguijón, de la dura necesidad del pan de cada día, para recluirnos en nuestro gabinete a estudiar y prepararnos para estos problemas. De manera que si cumplimos con nuestro deber, la remuneración de mil pesos mensuales es cosa perfectamente justificada; pero no cometamos el error de seguir fomentando la leyenda que tiende a presentarnos como un grupo de incompetentes, de necios y de codiciosos. Señores diputados: No es el enemigo quien os habla, es el amigo que cree de su deber exhortar a los amigos..... (Voces: ¡No sois amigo!) Creed o no en mi amistad; tratadme como enemigo, y del enemigo el consejo; escuchad este consejo que os da un enemigo, si pretendéis considerarme como tal. Si hemos cometido un error, ciudadanos diputados, aún es tiempo de rectificar, aún es tiempo de demostrar que no nos dejamos llevar por esta corriente, que parece invencible, que nos arrastra a esta feria de vanidades. (Aplausos.)

El C. Aguirre Colorado Ernesto: Pido la palabra para una aclaración con motivo de los debates.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Aguirre Colorado Ernesto: Señores representantes: Para que se pudiera debatir en esta Cámara sin el sigilo de costumbre para las sesiones secretas, atentamente solicité de la Presidencia de la Cámara que se hiciera venir aquí la sesión secreta que se tuvo por la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.....

El C. Manrique, interrumpiendo: ¿La sesión o el acta?

El C. Aguirre Colorado Ernesto, continuando: El acta de la sesión secreta de la Permanente en que no se aprobaron doscientos cincuenta pesos para cada uno de los señores secretarios, sino que se aprobó la cantidad de mil quinientos pesos para cada uno de los señores secretarios, tanto de la Cámara de diputados como de la cámara de Senadores y, además, se dio a los secretarios de la Comisión Permanente la cantidad de doscientos cincuenta pesos; pero intentaron darse quinientos; únicamente que hubo algún diputado o senador que objetó aquello - entiendo que fue el ciudadano diputado Avilés -, y quedó la partida con doscientos cincuenta pesos. Agradecería, para orientar el curso de los debates, que la Secretaría diera lectura a la parte conducente de esa acta.

El C. secretario Salazar: Por haberlo pedido el ciudadano diputado Ernesto Aguirre Colorado, la Secretaría va a dar lectura a la parte conducente del acta de la sesión secreta de la Comisión Permanente:

"Presupuesto de la Contaduría Mayor de Hacienda, para el mismo mes en curso, que asciende a la cantidad de sesenta y dos mil doce pesos cincuenta centavos.

"También se aprobó sin debate.

"Proposición firmada por doce miembros de esta Asamblea, relativa a que se haga extensivo a los secretarios de la Cámara de Diputados al acuerdo que tomó el Senado, tendente a gratificar con un mil quinientos pesos a cada uno de los secretarios de aquella Cámara.

"Se dispensaron los trámites y se aprobó, sin que nadie hiciera uso de la palabra."

El C. Aguirre Colorado Ernesto: Ya veis.

El C. Borrego, interrumpiendo: Pido que se lea todo.

El C. Aguirre Colorado, continuando: ¡Un momento! Usted es, ciudadano Borrego, de las personas que figuran allí y que renunció a la gratificación, usted es persona honorable; pero que no vengan aquí esos individuos como el ciudadano Manrique, a refutar errores de la Cámara cuando él no tuvo el suficiente valor para, representando a la Cámara de diputados dentro de la Comisión Permanente, oponerse en aquel entonces. ¿Por qué ahora viene intrépido a decir que no tiene facultades esta Cámara, cuando su única facultad, su principal facultad es la de manejar los dineros de la nación? Quiero hacer hincapié sobre este particular para que sirva de orientación a los oradores del pro y del contra.

El C. secretario Salazar: Continúa la lectura del acta:

"La presidencia hizo la aclaración de que la partida de gastos extraordinarios del Presupuesto de la Cámara de Diputados, quedaba aumentada en seis mil pesos.

"El C. Reynoso propuso que también se gratificara a los secretarios de esta H. Comisión Permanente. Hicieron aclaraciones los CC. González y Saucedo, y en seguida se presentó una proposición firmada por el referido C. Reynoso y por el C. Magallón, con objeto de que se acuerde una gratificación de quinientos pesos para cada uno de estos secretarios.

"Se dispensaron los trámites y se puso a discusión.

"El C. Avilés opinó que la gratificación se redujera a doscientos cincuenta pesos para cada

secretario. El C. Borrego habló en contra y agregó que si la Asamblea aprobaba la proposición, él, como secretario, renunciaba a la gratificación.

"En votación económica se desechó la proposición; pero reformada luego, a propuesta del C. Reynoso, en el sentido de que la gratificación sea de doscientos cincuenta pesos, la Asamblea le otorgó su aprobación."

El C. Gandarilla: ¿Me permite usted, señor secretario, que le interpele sobre si no se le paso algún renglón donde diga que el ciudadano Manrique siguió el ejemplo del compañero Borrego?

- El Mismo C. secretario: No, ciudadano Gandarilla.

El C. Manrique: Pido atentamente a la secretaría se sirva leer el comienzo del acta donde dice: con asistencia de los ciudadanos diputados fulano, zutano, etcétera.

- El mismo C. secretario: Obsequiando los deseos del ciudadano diputado Manrique la Secretaría va a dar lectura al acta en su principio. "En la ciudad de México, a la una y diez p. m. del miércoles tres de agosto de mil novecientos veintiuno, se abrió la sesión con asistencia de los CC. Alessio Robles, Avilés, Borrego, García, González, Jara, Lanz Galera, Magallón, Pérez Gasga, Reynoso, Rodríguez, Salazar, Santos Alonso, Saucedo, Solórzano Federico N., Solórzano José Luis, Trejo y Del Valle."

El C. Manrique: En consecuencia, quiero aclarar que llegué a la sesión de la Comisión Permanente después de presentada la proposición de la que no fui ni puedo ser autor; que supe que el compañero Avilés se había referido a la labor de los secretarios de la Permanente y que había elogiado a Manrique como uno de los dos que cumplieron con su deber. Esto motivó alguna interpelación mía al ciudadano Avilés, preguntándole lo que había dicho; y él contestó: "No te ataqué, Manrique; sólo dije que eras tú de los que trabajan más". En consecuencia, queda aclarado, como podrán confirmarlo los compañeros Avilés y Alessio Robles; que no intervine absolutamente en esto, consecuente con mis teorías. Vea el compañero Aguirre Colorado cómo voy todavía más allá: debí - aunque no hubiese hablado ni votado en contra -, debí haber renunciado a esa gratificación; pero renuncio ahora, ciudadano Aguirre Colorado. (Murmullos Voces: ¡Ah! ¡Ah!) Lo expresé ya claramente, y si cada uno de los señores diputados, después de haber cometido un error análogo al mío aunque la mayor cuantía, renuncia a la gratificación o a la compensación recibida, todavía es tiempo de renunciar, ciudadanos diputados. Si quieren renunciar los ciudadanos diputados a la compensación que les fue otorgada, quedaremos en igualdad de condiciones, ciudadano Aguirre colorado.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Jesús Z. Moreno.

El C. Moreno Jesús Z.: Ciudadanos representantes: si el ciudadano Manrique, que tan celoso se muestra en esta ocasión del cumplimiento de sus deberes, hubiera en la sesión secreta en que se debatió este asunto, seguido esa regla de conducta, es incuestionable que le hubiéramos tenido en cuenta aquí si hubiera levantado su voz y hubiera traído todos los argumentos que creyera de suficiente fuerza para que esta Cámara no incurriera en lo que él caprichosamente connota como un error. Pero no, el ciudadano Manrique creía que porque alguna vez aislada pedía que este asunto se debatiera en sesión secreta, la mayoría, si no la totalidad de nosotros, estaba con ese pensamiento y quería eludir esta discusión. ¿Por qué íbamos nosotros, que tenemos la convicción firme y profunda de que hemos obrado en una forma perfectamente justificada, a tratar de eludir esta discusión? No, señores, sí teníamos y tenemos interés en que se haga luz acerca de los móviles y del hecho mismo que es materia del debate con que el compañero Manrique ha venido aquí simple y sencillamente a colocarse en una pose vergonzante. (Siseos de las galerías.) Voy a demostrarlo. En la primera hora de la mañana de este día, el que tiene el honor de dirigiros la palabra supo que el jefe del Poder Ejecutivo deseaba tener un acercamiento o una conferencia con los miembros de la Comisión nombrada por esta Cámara para tratar el asunto del subsidio acordado, a fin de que se dejara el monto solamente en la cantidad de mil pesos y no en la suma de dos mil quinientos decretado para cada ciudadano representante. Sabemos perfectamente bien, y lo sabe todo el mundo, que el jefe del Poder Ejecutivo, fundándose en la Constitución, tiene derecho para observar las leyes; pero como el jefe del Poder Ejecutivo en los diversos cambios de impresiones con los representantes de esta Cámara cuando explicaron las causas en que fundaron el deseo de disponer de ese subsidio, que en seguida pasaré a justificar, en lugar de observar el decreto - tengo derecho a suponerlo -, apeló al procedimiento de la consigna por conducto del ciudadano Manrique... (Siseos.) para venir a estorbar el propio decreto.... (Siseos.) Tengo derecho para suponer esto, porque si el ciudadano diputado Manrique conociera el origen y las razones todas que se tuvieron en cuenta para acordar el subsidio, seguramente que no vendría a esta tribuna con los razonamientos que ha traído aquí sin más fin ni objeto que obtener un fácil aplauso. Antes de que se presentara este proyecto de decreto, no los miembros de un grupo político de esta Cámara, sino todos los diversos componentes de los diversos grupos, tuvieron cambios de impresiones y entre ellos también representantes del Senado. En aquella ocasión se dijo con toda calma, con toda ponderación, con todo razonamiento que en estas circunstancias el Gobierno de la nación, proponiéndose celebrar las fiestas de la Independencia Nacional, había hecho general invitación a representaciones extranjeras. ¿Para qué? Para que éstas vinieran a testimoniar ni más ni menos el grado de adelanto, el grado de cultura y las condiciones en que se encuentra actualmente el país. Para esto que sin duda significa un gran bien para la nación, porque después fuera del país se irá a publicar y se irá a dar fe de la situación que guarda el mismo, el Gobierno juiciosamente ha tenido necesidad de hacer fuertes erogaciones y el que en primer lugar ha tenido que hacer esas erogaciones, ha sido el Poder Ejecutivo por conducto de los diversos departamentos de Estado. Aquí no ha venido a decirnos el compañero Manrique que el Poder Ejecutivo está cometiendo un grande error con invertir cinco o más millones de pesos en dar a conocer al mundo el estado de adelanto y de cultura en que

se encuentra el país. Yo no sé, ciudadanos representantes, en qué parte de la tierra es posible que los pueblos puedan hacerse conocer ampliamente y puedan enseñar sus fuerzas vivas sin que tengan la forzosa necesidad de hacer grandes erogaciones. En estas condiciones, planteado el caso en un plano superior no de estas miserias morales del ciudadano Manrique (Siseos.), que viene a acusar de faltas y de errores lo que no ha sido más que el cumplimiento de un deber, (Siseos. Campanilla.), los miembros del Poder Legislativo, diputados y senadores, plantearon la cuestión de que no era decoroso en estas circunstancias y de que no era ni siquiera patriótico que permaneciera este Poder aislado de estas manifestaciones, de que son testigos, como lo dije antes, representaciones extranjeras de los principales pueblos de la tierra. ¿Y cómo, ciudadanos representantes, iba este Poder a concurrir a estas celebraciones, a estas manifestaciones....

El C. Manrique, interrumpiendo: En camisa. (Risas.)

- El C. Moreno Jesús Z., continuando:.....a estas demostraciones de nuestro estado de adelanto, de nuestro estado de civilización, si no es disponiendo de los medios económicos para ello? (Siseos. Murmullos.) Señores representantes: Sabemos nosotros perfectamente bien, y esta no es cuestión de obtener o no un aplauso, pues me importa muy poco que venga o no un siseo, (Siseos.) que después del período ordinario de sesiones ha sido costumbre perfectamente establecida y, sobre todo, un mandato de la ley, que venga un período de receso, el cual es aprovechado por los representantes para volver a sus hogares, porque la mayor parte de los que estamos aquí no tenemos intereses ni radicamos en la capital de la República. Ese período de tiempo que los representantes siempre han usado para rehacer sus recursos, que han usado para atender a sus obligaciones económicas, en esta vez el hecho de que se nos convocara a sesiones extraordinarias, obligó a los miembros del Poder Legislativo a permanecer en la capital cumpliendo con la misión que el pueblo les ha encomendado. (Siseos de las galerías.) Y después de haber tenido forzosa y necesariamente que hacer los gastos indispensables de la vida los ciudadanos representantes que no residen en la capital de la República, habérseles pedido, o cuando menos, impuéstoseles el deber de concurrir a la celebración de las fiestas del Centenario con sus propios recursos, no pregunto a las galerías, porque no pueden saberlo, pero sí a los ciudadanos diputados: ¿de qué recursos podían haber echado mano para haber puesto al Poder Legislativo en el lugar de decoro que le corresponde en una fiesta o en una oblación de carácter nacional? (Siseos de las galerías.)

El C. presidente: Se advierte a las galerías que no deben hacer manifestaciones en contra del orador; de lo contrario se las mandará desalojar.

El C. Moreno Jesús Z.: Es más: Creo que cualquiera persona que medite serenamente podrá encontrar la justificación del subsidio decretado para atender a las fiestas del Centenario. Yo pregunto: ¿por qué el ciudadano Manrique, cuando la Comisión Permanente decretaba doscientos cincuenta pesos, que no le sirven para nada, hubo de cobrarlos y entonces no sintió ningún rubor, viniendo después a decir que haría la restitución? Esto no es serio; por más que diga el ciudadano Manrique que viene a significar nada menos que lustre y prestigio para él, no es más que una vulgar posse. El Poder Legislativo, al haber decretado este subsidio, debe tener la convicción íntima y profunda de que de esta manera ha puesto a este mismo Poder en condiciones de cooperar con el Gobierno nacional en la celebración de las fiestas del Centenario. (Murmullos. Siseos. Campanilla.) Diré más, ciudadanos representantes: no pasarán muchos momentos sin que vengan aquí miembros de las comisiones que han sido citadas por el ciudadano presidente de la República, para que nos vengan a traer como opinión del mismo, el punto de vista que ha venido a sugerirnos el compañero Manrique. Esto, ciudadanos representantes, no es más que una maniobra perfectamente vulgar; nosotros no debemos de vacilar sobre si hemos estado a la altura de nuestro deber o no hemos estado. (Siseos. Campanilla.) Nos viene a decir, por lo demás, el compañero Manrique, que este subsidio que la Cámara ha decretado, que para corregir este error se dé a nuestros distritos para que se aplique a la instrucción pública, etcétera, etcétera. Pues bien, ciudadanos diputados: el ciudadano Manrique no quiere más que darle una modalidad a su manera a ese subsidio; en lugar de que este Parlamento esté digna y decorosamente representado en las fiestas del Centenario, que cada uno de nosotros vayamos a hacer caravana con sombrero ajeno. Esto es lo que pretende, y en el mismo caso quedan los intereses de la nación colocados, en el plano que él quiere colocarlos y en el mismo lugar. Por lo tanto, ciudadanos representantes, yo no quiero caldear esta discusión ni venir a decir aquí que el compañero Manrique ha faltado no solamente a sus deberes como diputado, al no haber estado aquí en la sesión en que se trató el asunto, para haberse opuesto vigorosamente a él, ni quiero decir tampoco que el compañero Manrique irá a la Tesorería de la Cámara a cobrar el subsidio, porque no quiero hacer el asunto personal; el hecho es que no es la Cámara mexicana, no es la única que ha dado este paso. Citaba yo, fundando esta misma proposición, que en la exposición universal de París, en 1900, la Cámara francesa decretó un subsidio para los gastos de su propia representación para asistir a aquella manifestación del adelanto francés, y allí no hubo ningún Manrique que fuera a sacar la tripa del mal año en política, queriendo prestigiarse a costa de la respetabilidad de una Asamblea y de sus propios compañeros. (Aplausos. Siseos. Campanilla.)

El C. Manrique: Una interpelación al orador.

El C. presidente: No hay orador.

El C. Manrique: El que estaba en la tribuna. Ciudadano Rodríguez López: Olvidaos un poco de vuestra opinión personal y recordad que debéis ser imparcial y sereno en vuestra calidad de presidente de los debates, Compañero Moreno Z.: Quiero que se sirva usted contestar dos interpelaciones. El compañero Moreno Z., que parece profesar la opinión de que se cumple con el deber en esta puja de vanidades con ver quién gasta más, si el Legislativo o el Ejecutivo; el compañero don Jesús Z. Moreno, que hace consistir el decoro no en el

cumplimiento del deber y en la íntima satisfacción del deber cumplido, sino en la exterioridad y en la vanidad, creo que se servirá contestar estas dos interpelaciones. Primera: Hace pocos momentos me pareció creer que el ciudadano Moreno - preferiría pensar en una ligereza a pensar en una ruindad -, el ciudadano Z. Moreno, que pocos momentos ha tuvo en sus labios la palabra "consigna", ahora la ha repetido, ahora es reincidente y relapso, y ahora tengo derecho a decirle que se conduce ruinmente, porque me conoce bien para saber que no puedo aceptar consignas.... (Voces: ¡Eso no es interpelación! Aplausos) Yo querría que los diputados que me tuviesen, por la experiencia y el conocimiento personal que de mí tienen, en la opinión de ser capaz de aceptar consignas del Ejecutivo, del pasado o futuro, se sirvieran poner en pie.... (Una voz: ¡Yo me siento! Nadie se pone de pie.) Entre bromas y veras no ha habido diputado que crea que soy capaz de ser portavoz de consignas. (Aplausos)

El C. Gandarilla, interrumpiendo: Porque son caballeros.

El C. Manrique, continuando: De modo que aunque el ciudadano Moreno creyese que había consigna en mí, me quedaría siempre la satisfacción no sólo del deber cumplido, sino de ver que no habían contagiado sus sospechas a los señores diputados.....

El C. Luque, interrumpiendo: ¿Y la interpelación?

El C. Manrique: La interpelación, ciudadano Luque, que cuando erais presunto me llamabais adulonamente: "Señor diputado Manrique.." (Risas. Aplausos.)

El C. Gandarilla, interrumpiendo: ¡Moción de orden! ¿Es esto un pleito de comadres o es una discusión seria?

El C. Manrique, continuando: La interpelación consiste, ciudadano Moreno y ciudadano Gandarilla, en preguntaros, compañero Moreno, si insistís en creerme capaz de aceptar consignas, a mí, que distanciado por decoro personal del trato con el actual presidente de la República, que asistente, como otros ciudadanos diputados, a la junta en que el ciudadano presidente de la República trató de la cuestión del petróleo, fui el único, secundado por el ciudadano Chapa, en expresar clara y terminantemente que no creía decoroso que la Representación Nacional concediese al Ejecutivo facultades extraordinarias. Ciudadano Moreno: querría saber si insistís en suponerme portador de consignas y querría finalmente que me dijeseis, ya que de gastos de representación se trata, si no sería bueno, ya que hacéis consistir el decoro en la representación exterior nuestra, que el cuerpo de profesores hubiera recibido también... (Aplausos.) ellos que deben ser el más alto exponente de la cultura nacional, ellos que debieran estar flamantemente vestidos, ellos, cuyo exterior debiera corresponder a una alta posición económica, claro signo y manifestación y exponente del respeto que tuviésemos al maestro de escuela, decidme si ellos no merecerían mucho más que nosotros esa gratificación de dos meses y medio de sueldo, de ese sueldo que tan mezquinamente les concedemos, ciudadano Moreno. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra para contestar el ciudadano Moreno.

El C. Moreno Jesús Z.: Ciudadanos representantes: Verdaderamente las dos interpelaciones del ciudadano Manrique no fueron más que un pretexto para dar de alfilerazos a algunos ciudadanos representantes. Me pregunta que si insisto en creerlo capaz de ser portavoz de una consigna, y voy a contestarle lo que era inútil que me hubiese preguntado. Ciudadano Manrique, soy de los hombres que siempre que hago una afirmación, previamente he pensado en toda su fuerza y en todo su valor. Antes manifesté que el movimiento de los hechos, las manifestaciones que me eran conocidas y que coincidían con la actitud de vuestra señoría, me hacían creer, y lo creo y lo repito si es necesario cien veces, que sí os creo portavoz de consignas.

El C. Manrique, interrumpiendo: Me importa muy poca cosa vuestra opinión.

El C. Moreno: Sí, repito que sí os creo capaz de eso.

El C. Manrique: Ahora sé de qué ruindades sois capaz.

El C. Moreno: ¿Quién juzga?

El C. Manrique: Yo.

El C. Moreno Jesús Z., continuando: Me tiene sin cuidado. (Voces: ¡Moción de orden!) La otra pregunta, que era un poco más pertinente, de si creía que era merecido y justo que los profesores hubieran recibido o tienen derecho a que se les diera dos meses y medio de sueldo para gastos de representación, no tengo inconveniente en contestarle que no sólo creo que los profesores de enseñanza tienen preferentemente todos esos derechos por la elevadísima misión social que les está encomendada, sino todos los empleados del Gobierno.

El C. Luque: Una interpelación.

El C. presidente: No hay nada a discusión.

El C. Gandarilla: ¡Moción de orden! Tenía mi turno en este momento y lo he cedido al compañero Siurob.

El C. Siurob: Pido la palabra para rectificar algunos hechos asentados por el ciudadano Manrique, con el mismo derecho con que a este ciudadano representante se le ha concedido la palabra. (Voces: ¡Tribuna!)Ciudadanos diputados: He pedido la palabra con objeto de hacer una moción de orden y que se me conceda la palabra para rectificar hechos. Las razones en que fundo mi petición para hacer uso de la palabra son las siguientes: primera, que los hechos que ha asentado el ciudadano Manrique redundan en desdoro de la Representación Nacional, y que considerándome yo como miembro de ella, porque me ha conferido ese poder el pueblo, tengo el derecho de rectificar los hechos asentados por el ciudadano Manrique. Segunda, porque al habérsele concedido a él antes la palabra para asentar esta clase de hechos, ese mismo derecho tengo yo para que se me conceda el uso de la palabra con objeto de rectificar hechos; así es que pido, basándome en estas consideraciones, al ciudadano presidente que me conceda el uso de la palabra para rectificar hechos, lo mismo que se le ha concedido al ciudadano Manrique.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Siurob para rectificar hechos.

El C. Siurob: Muy bien; Ahora que se me ha

concedido el uso de la palabra para rectificar hechos, comienzo por celebrar que se encuentra presente el pueblo y que en sesión pública se traten estos asuntos, precisamente para dar una muestra de que el Poder Legislativo hace todas las cosas delante de todo el pueblo, en presencia de sus mandantes, en presencia de aquellos que le han otorgado su voto y por los cuales se encuentra cada uno de los ciudadanos diputados en la Representación Nacional. En seguida paso a decir lo siguiente: que yo no estuve presente en la sesión en que se votó el subsidio a que se ha referido tanto el ciudadano diputado Manrique como el ciudadano diputado Z. Moreno. Tercero, que la cantidad o importe de este subsidio la donaré íntegra, como la va a donar el ciudadano diputado Manrique, para mis comitentes (Aplausos.) Sentados estos hechos, ahora paso a rectificar las aserciones del señor diputado Manrique. La primera aserción del señor diputado Manrique es que esta Cámara no había trabajado...

El C. Manrique: No he dicho eso.

El C. Siurob: Sí ha dicho eso el ciudadano Manrique; ha dicho que esta Cámara había trabajado demasiado mal, que esta Cámara no había trabajado.

El C. Manrique: ¿Me permite usted una aclaración?

El C. Siurob: Así que yo termine le permitiré a usted todas las aclaraciones que guste. Pues bien; este hecho es absolutamente falso: la Cámara de Diputados sí ha trabajado...

El C. Manrique, interrumpiendo: No he dicho lo contrario.

El C. Siurob, continuando: Voy a citar las leyes que ha elaborado esta Cámara en su propio seno: en primer lugar el proyecto de ley creando de nuevo la Secretaría de Instrucción Pública; en segundo lugar, la Ley Agraria de Fraccionamiento de Latifundios, una ley expedida en cumplimiento del artículo 27 constitucional, precisamente para crear la pequeña propiedad, muy combatida, pero que triunfó, por fortuna, dentro de esta Asamblea revolucionaria e independiente; tercero, la Ley de Reglamentación de la Fracción XII del Artículo 123, una ley en virtud de la cual todo propietario de fábrica, de hacienda o industria tiene obligación de establecer una escuela para sus trabajadores; la Ley de Ejidos, autorizando las posesiones provisionales, única Ley en virtud de la cual se dado tierras a más de 300 pueblos en la República, sabiendo bien el ciudadano Manrique que si no fuera por esa ley, muchas de las posesiones de que actualmente gozan los pueblos se hubieran visto impedidas por los amparos; la ley que derogó las facultades extraordinarias del Ejecutivo en el ramo de Hacienda, la cual fue ya aprobada por la Cámara de Diputados y que está pendiente en el Senado; con esta ley la Cámara de Diputados se ha quitado un verdadero bochorno, consistente en que el Ejecutivo siga en el uso de facultades extraordinarias, que son anticonstitucionales; la iniciativa de Ley de Ingresos, que consultaba la rebaja del impuesto federal al 40 por ciento; iniciativa que quitaba el impuesto del Timbre sobra una buena parte de los elementos económicos sobre que ha venido pesando; iniciativa que recargaba el impuesto sobre capitales; iniciativa que aumentaba el impuesto a las bebidas embriagantes; iniciativa que rebajaba una multitud de impuestos que son muy mal tolerados por el pueblo, entre otros que desaparecerán; el impuesto sobre los teléfonos y todos esos antieconómicos, cuya recaudación cuesta más que los productos; iniciativa de reglamentación de la fracción XXVII del artículo 73 constitucional, y reforma del artículo que consiste en devolver a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la facultad de convocar a sesiones extraordinarias; esta ley también es revolucionaria porque el Congreso estaba perfectamente maniatado, desde el momento que no se podía convocar a sí mismo y tenía que estar supeditado constantemente al Ejecutivo en el uso de sus facultades, y, en tal concepto, no podía el Congreso reunirse en período extraordinario cada vez que lo exigieran las necesidades de la nación, interpretadas por sus representantes.

Ya ve el compañero Manrique cómo esta ley también es revolucionaria. Ley Orgánica de la Defensoría de Oficio. Esta es una ley en virtud de la cual se organiza este sistema de defensores de oficio, de manera que sean lo más independientemente posibles, para que puedan cumplir mejor con su deber. Erección en pueblo de la Sección Municipal de Mexicali. Este es un asunto que parece muy pequeño y que, sin embargo, tiene importancia porque es un pueblo limítrofe en la frontera con los Estados Unidos, que es interesante que cuanto antes se pueble para que haya un municipio que rija su progreso. Ley de Indulto. Esta ley precisamente con motivo del Centenario y en virtud de la cual se indultaba a muchos de los reos que equivalía casi a un indulto general para todos los penados. Esta ley ha sido acabada de aprobar tanto por la Cámara de Diputados como por la de Senadores. La Ley Orgánica de la Secretaría de Instrucción Pública, es decir, la ley que ha de regir a esta propia Secretaría durante su funcionamiento. Ahora bien, señores diputados, aparte de esto existen allí en la Oficialía Mayor una lista como de 30 ó 40 distintos decretos, autorizando pensiones, condecoraciones, etcétera, etcétera y asuntos pequeños, pero más o menos importantes. Interpelo a la Secretaría para que diga cuántos pueden ser más o menos estos asuntos, con objeto de que se vea que no hemos perdido el tiempo. Mientras la Secretaría me contesta, debo afirmar que ya basta de calumniar a la Cámara de Diputados; que no parece sino que la Cámara de diputados es el blanco de los insultos, es el blanco de las injurias; que no parece sino que no es un Poder de la Unión, sino un trapo sucio al que se consideran con derecho a arrastrar todos aquellos que por servilismo para el Ejecutivo pretenden deprimir a la Cámara de Diputados (Aplausos.) para que no sirva de coto a los abusos posibles de Poder Ejecutivo....

El C. secretario Salazar: De acuerdo con la interpelación que el ciudadano doctor Siurob hizo a la Secretaría, la Secretaría se permite manifestar que son 32 los permisos constitucionales que se han trabajado, así como otras peticiones.

El C. Siurob: Yo me alegro sinceramente de que el pueblo venga a escuchar el balance de los trabajos que se han hecho. ¿Y sabe el pueblo por qué no se ha hecho más? ¡Nadie tiene la culpa más que el pueblo mismo! ¿Para qué eligió a

estos representantes? ¿Hizo alguien presión sobre el pueblo? (Aplausos.) Tengo para el pueblo el respeto y las debidas consideraciones que se merecen y por eso interpelo al ciudadano Manrique para que diga: de todas estas iniciativas, ¿cuáles son las que él ha presentado?

El C. Manrique, interrumpiendo: Voy a contestar.

El C. Siurob, continuando: No necesito que usted me conteste, porque lo voy a decir inmediatamente: no tiene usted ninguna. (Aplausos.) Estoy hablando en estos momentos porque me considero con derecho, desde el momento que muchas de esas iniciativas que están aquí son mías. He presentado el primer proyecto que dio esta Legislatura sobre la Reglamentación de la fracción XII del Artículo 123 constitucional; he colaborado en la Ley Agraria y en la de Presupuestos y he hecho muchos de los demás proyectos; por consiguiente, sepa el ciudadano Manrique que nosotros los que hemos trabajado efectivamente dentro de estas iniciativas que representan la labor real de la Cámara, no nos escandalizamos porque la Cámara haya decretado este subsidio, y las razones las voy a exponer dentro de muy pocos momentos. Pero decía yo que la labor toda conjunta que se han trazado todos los elementos controlados, influenciados por esa gran burocracia que se llama Ejecutivo - y no trato de censurar al actual Ejecutivo, si todos los ejecutivos son iguales, no penséis que éste es más malo que los otros, por el contrario, creo que es menos malo que los anteriores -, todos esos elementos parece que tienden a aplastar a la Cámara de Diputados y a la de Senadores. Ignoro qué objeto se persigue, si se pretende que vuelvan a comenzar las imposiciones y en los Estados, como ya lo hemos estado viendo en el cercano Estado de México en otros puntos; si se pretende que ya se pueda pasar sobre las elecciones; si se pretende que ya la Cámara de Diputados desprestigiada por medio de esta labor conjunta y coordinada, que no parece sino que se trata del ataque de un grupo de famélicos sobre un grupo de hombres que están cumpliendo con su deber, cuando hagamos censuras ya no se nos crea por nadie, supuesto que ya está desprestigiado el Poder Legislativo. Pues bien, esta labor es reprobable, esto es indigno; el pueblo mismo no debe ver con satisfacción que sus representados sean insultados, escarnecidos, sean befados sea por quienes fueren, ni en los jacalones de barrio, ni por la prensa subvencionada y pagada por el Ejecutivo, hoy pagada lo mismo que antes, no más que hoy pagada más hipócritamente. (Siseos.) Y ahora, señores, vamos a ver cuál es la justificación de estas cantidades. Ya digo que no la utilizaré yo para mi provecho; la utilizaré en la misma forma que el ciudadano Manrique; pero al menos, señores diputados, no vengo aquí a valerme de toda una Asamblea que ha hecho una cosa en todo caso discutible, pero que vamos a discutir aquí, cuando el ciudadano Manrique no estaba aquí para discutir esto, por que no estuvo aquí para oponerse a este asunto en esa sesión secreta, porque andaba paseándose sin licencia por San Luis Potosí o por allá no sé dónde... (Aplausos.) Ahora, señores, vamos a ver cuál es la justificación de esta cantidad. Los actuales representantes del pueblo son el blanco, entiéndase bien, el blanco de una multitud de exigencias de dinero, primero por parte de sus comitentes; segundo, de parte de una multitud de asociaciones benéficas; tercero, de parte de sus partidos políticos; cuarto, de parte de la sociedad entera, porque no hay un diputado que no necesite relacionarse, y que no me vengan a decir aquí que un diputado cumple con su deber sin relacionarse; esas son hipocresías, esas son mentiras; un diputado necesita relacionarse con todas las capas sociales, desde el más empingorotado burgués, desde el aristócrata, hasta el último humilde, hasta el más pequeño proletario; pues bien, para relacionarse con todas estas capas sociales, para ir a visitar las industrias, los comercios, para darse cuenta del estado de la banca, para saber todas las cosas que se necesitan saber para ser diputado, se necesita gastar, porque todos esos conocimientos no se obtienen así a la ligera.

Esta es la razón por la que los representantes del pueblo pasan trabajos y sufren, teniendo que ir a solicitar préstamos de la Secretaría de Hacienda; yo me he puesto siempre a estos préstamos y yo, desde que soy diputado, no he pedido un solo centavo a la Secretaría de Hacienda, porque creo que algo se coarta, un poco, si ustedes quieren, pero un poco siempre, la libertad de ciertos espíritus pequeños, no digo de los espíritus dignos, de los espíritus levantados, esa libertad no se coarta nunca, pero sí se coarta la libertad de los pequeños, sí se coarta un poco con eso de ir a solicitar, aun cuando sea a costa de su sueldo, algún adelanto. Pues bien, ¿Sabéis de lo que se ha tratado aquí? que no con motivo de las fiestas del Centenario fueran los diputados a tener que ir a suplicar a la Secretaría de Hacienda, rebajándose, en los momentos en que le quitamos las facultades extraordinarias al Ejecutivo - nosotros acabamos de quitarle las facultades extraordinarias al Ejecutivo y este acto no es un acto de hostilidad para el Ejecutivo; es un cumplimiento de la Constitución. Nuestras relaciones con el Ejecutivo son cordiales, son correctas, pero nosotros tenemos que quitar esas facultades al Ejecutivo -, y si ahora nosotros, en virtud de la psicología especial de nuestros gobernantes, fuéramos a solicitar un anticipo para poder pasar decorosamente las fiestas del Centenario, ¿creéis que no pondrían algunas dificultades, como quien da una limosna, como un obsequio, si hubieran otorgado esos préstamos a los ciudadanos representantes? Pues para evitar ese bochorno, para evitar eso, para impedir que los representantes del pueblo fueran a inclinarse para hacer estas cosas, pues para evitarlas se hicieron a la luz del día, delante de todo el pueblo, para que en algo nuestros pueblos humildes se beneficien con el dinero que sale de la Tesorería Nacional. ¿Sabéis cuánto llevan gastado las secretarías de Estado, según se nos ha informado? En todos los gastos, 6 millones; 6.700,000 pesos. Muy bien. Pues bien, hay representantes humildes del Poder Ejecutivo, miembros del protocolo, que tienen 15,000 pesos por este solo mes, de gastos. Nosotros hemos observado lo siguiente: las fiestas, casi todas las hechas por el Ejecutivo, son fiestas exclusivamente de invitación y a la mayor parte de esas fiestas no se ha invitado a los representantes del

pueblo. (Voces: ¡A ninguno!) Es exacto, es cierto. Hasta cierto punto la obligación del Ejecutivo es dar una convivialidad al Poder Legislativo. Este asunto no se ha hecho, sin duda, por muchas atenciones del primer magistrado de la República, a quien ha pasado desapercibido este asunto. (Voces: ¡Al Comité del Centenario!) al Comité del Centenario que, distraído con la traslación de los pegasos, se ha olvidado de que esto podía se un número digno y respetable en las fiestas del Centenario. Pues bien, nosotros con esa cantidad, con ese subsidio decretado, tenemos ya el acuerdo de hacer una convivialidad a la cual serán invitados no sólo el presidente de la República, no solos los señores magistrados de la Corte, sino los representantes de los tres poderes y el Cuerpo Diplomático, como una manifestación....

El C. Manrique, interrumpiendo: ¡Y el pueblo!

El C. Siurob, continuando: Allá voy. Como una manifestación de que en los actuales momentos, de que en los actuales momentos, cuando toda la nación necesita ver unidos a todos los miembros del Poder Público al frente de sus destinos, se dé cuenta de que estos poderes son armónicos, de que están unidos dentro de una sola idea, dentro de un solo principio, que es el criterio emanado de la revolución constitucionalista. Existe también el criterio o el pensamiento ya en proyecto, de ofrecer un banquete a todos los ciudadanos profesores de educación pública del Distrito Federal.....

El C. Manrique, interrumpiendo: Quieren otra cosa, compañero.

El C. Siurob, continuando: ...con el objeto de cambiar impresiones con ellos, de ponerse en contacto directamente con la intelectualidad, de que se establezca una corriente entre la intelectualidad y los representantes del pueblo, para que de esta manera puedan ejercer éstos más dignamente todavía su cargo y puedan comprender mejor las necesidades del profesorado. Y el pueblo decía el compañero Manrique. Cada diputado, allí está el ciudadano Alessio Robles, allí está el ciudadano Manrique y muchos otros que ya tienen el pensamiento de trasladarse a sus respectivos distritos o de enviar las sumas necesarias para que aquellos pueblos directamente aprovechen, sea por medio de libros, sea por medio de escuelas, sea por medio de pensiones a distintos planteles, el exceso o el sobrante de las cantidades que el Poder Legislativo tenga que emplear para acudir a estas necesidades que como Poder tienen los representantes del pueblo. ¿Que no la harán los ciudadanos diputados? Esto es mentira. Basta simplemente la consideración de que muchos de estos ciudadanos diputados pretenden seguir teniendo los sufragios de sus respectivos distritos, para suponer que ellos gastarán algún dinero allá con sus comitentes. Ahora bien, yo pregunto: ¿Qué ha aprovechado el pueblo en las fiestas del Centenario? (Voces: ¡Nada! ¡Nada!) Habéis visto cómo en la jura de la bandera por los niños colocados a lo largo de las avenidas, para que pasara revista el señor presidente de la República, ésta fiesta debió haber tenido gran solemnidad. Yo la critico porque esta fiesta debió tener mucho mayor solemnidad: los niños deberían haber estado en presencia de todo el pueblo y no que se les pasara como una revista militar, porque estaban ya cansados cuando paso el presidente en su automóvil a toda velocidad y había niños que al pasar cantaban la primera estrofa y los que estaban más adelante cantaban la segunda. Estos niños deberían haber estado agrupados en presencia de todo el pueblo para jurar la bandera nacional, que es el símbolo de una patria, ya que es preciso estar agrupado bajo un símbolo para luchar en favor de la libertad y que todavía tenemos necesidad de cobijarnos bajo la bandera de las tres garantías. Pues bien, esto se hubiera hecho más decorosamente. Yo recuerdo lastimosamente cómo estos niños tendidos a lo largo de las avenidas y al rayo del sol esperaban el paso del señor presidente. (Voces: Siseos. ¡Acórtale!) Y el Comité Ejecutivo gozando, porque aquello era una de las fiestas más solemnes que le ofrecía al pueblo. ¿Y dónde estaba el pueblo, ciudadano Manrique? Nosotros al menos contribuiremos con cincuenta , con cien pesos para una escuela en nuestro distrito, con cuarenta o cincuenta pesos para un banquete con nuestros comitentes o para el alumbrado en algún poblacho humilde de nuestros distritos, porque estamos interesados en conservar el favor del pueblo, porque por el favor del pueblo lo estamos representando aquí y demasiado estimamos nuestra representación aquí para darle toda la importancia que esta representación se merece. De manera es que yo sostengo en esta tribuna que estará mejor gastada la parte del subsidio que el Poder Legislativo se ha asignado, que toda la parte que el Ejecutivo haya podido gastar. (Aplausos. Voces: ¡Bien!) Ahora bien, en el Centenario de la Independencia, en 1910, precisamente con motivo de los gastos que tuvieron que hacerse, el Poder Legislativo se decretó un subsidio en aquella época, y era mucho mayor que éste, ¿por qué? porque los ciudadanos representantes tenían también en aquella ocasión la necesidad de presentarse decorosamente ante los representes de las países extranjeros... (Voces: ¡Y ante sí mismos!) Ante ellos mismos, ante sí mismos, ante sí mismos como Poder, ante el propio pueblo, decorosamente como dignos representantes de sus respectivos distritos.

El C. Prieto Laurens, interrumpiendo: ¡Los pseudo - representantes de 1910, diga usted!

El C. Siurob, continuando: Para concluir, señores diputados, yo sí sencillamente repugno francamente con esta actitud de posee del compañero Manrique; esta actitud de especulación en favor del compañero Manrique a costa de esta Asamblea, yo no creo que sea deliberada; yo creo que es uno de tantos arranques de quijotismo intermitente que padece el estimable compañero Manrique, y me permito hacerle comprender al estimable compañero que no es consecuente con su propias ideas. Dice que toda erogación fuera de lo que la Cámara se ha asignado es anticonstitucional; pues bien; el propio compañero Manrique se ha asignado en la comisión permanente, dice él que no se ha asignado, que no estuvo allí, pero aceptó los efectos del decreto.... (Risas. Voces: sí! estuvo!) ¿Por qué aceptó el compañero Manrique los efectos de ese decreto? Fue una debilidad del compañero

Manrique. Pues sepa el compañero Manrique que si ha tratado de ganarse las simpatías del pueblo, las simpatías del pueblo sólo las ganan de una sola vez los que siempre dicen lo mismo. (Aplausos.) Los que siempre sostiene su propio criterio, y en este asunto, si el compañero Manrique lo quiere hacer asunto de honradez, no puede haber más que un solo criterio, un solo camino: hoy, mañana y pasado mañana. (Aplausos.) Ahora dice el diputado Manrique que la codicia. Este cargo es pueril, señores diputados, este cargo es sumamente tonto. ¿Cree el compañero Manrique que no sería más halagador para la codicia de los diputados ir a ofrecer sus servicios al Poder Ejecutivo? Sí, cien veces sí para un diputado que es codicioso y que, por consiguiente, estima más la codicia que a sí mismo, ¿qué es más codicioso: ir a ofrecer sus servicios al Ejecutivo, o que a la luz del pueblo y delante de sí mismos decretarse un subsidio para poder cumplir mejor con su deber? Esta Cámara, ciudadanos representantes, el pueblo que acude a esta Asamblea, esta Cámara puede tener muchos defectos, pero un solo defecto no tiene: el ser servil; esta Cámara es independiente. Si esta Cámara fuera codiciosa, entonces ya hubiera ido a prosternarse a los pies del Ejecutivo, y el Ejecutivo la hubiera comprado más cara; el Ejecutivo hubiera dado a la Representación Nacional un valor muchísimo mayor que el que la Cámara se ha otorgado a sí misma por medio de este subsidio. ¿Qué preferiría mejor el pueblo: que la Cámara sea independiente decretándose un subsidio para su propio decoro, a que la Cámara, verdaderamente codiciosa, vaya a arrastrarse a los pies del Ejecutivo y a sacar por la puerta falsa de la Tesorería el doble de la cantidad que se ha decretado como subsidio....?

El C. Manrique, interrumpiendo: ¡Hay un tercer término! Ser independiente y no cobrar nada.

El C. Siurob, continuando: Hay un tercer término, dice el compañero Manrique, y tomo su argumento: ser independiente y que no se cobre nada. Ya veis cuándo fácil es decir eso y cuán difícil es de hacerse. Vos habéis querido ser independiente con vuestra propia conciencia, respetando en todo el criterio de legalidad absoluta, y no es posible que no pensarais, desde entonces, que aceptar cualquiera cantidad decretada anticonstitucionalmente, como vos creéis, fuera honrado, ni fuera correcto y, sin embargo, habéis aceptado los doscientos cincuenta pesos que se decretaron por la Permanente; equivaldría a tanto como decir que el señor Manrique no pecó en aquel caso, porque la cantidad era solamente de doscientos cincuenta pesos, y que ahora los señores diputados sí pecan porque la cantidad es de dos mil quinientos. Señores: éste es un criterio absolutamente absurdo; ni en uno ni otro caso se peca, porque no peca el diputado que legítimamente, que honradamente, con el derecho que le confieren nuestras leyes para decretar sobre los dineros del pueblo lo que cree conveniente para su propia representación, que es la representación del propio pueblo, al proporcionares los elementos necesarios para cumplir con su deber....(Siseos.) No me importa a mí que pueda haber personas oposicionistas a las ideas que estoy expresando, estoy diciendo la verdad; es más difícil y se necesita más valor civil para decir la verdad de casos como éste, que para venir a arrancar aplausos de las multitudes cuando se trata de ir en contra del propio criterio de uno mismo ya sentado anteriormente. Yo al compañero Manrique no le supongo ninguna maldad en toda su conducta, yo lo único que le supongo es una versatilidad femenil.... (Risas.) En este caso, el compañero Manrique.... (Murmullos.)

El C. presidente: Se ruega a los Diputados escuchen al orador.

El C. Siurob: Para terminar, concluyo diciendo al pueblo que creo haber justificado dentro de la honradez, dentro de la rectitud, el subsidio que se ha decretado por el Poder Legislativo. Que la Cámara de diputados ha cumplido hasta hoy en la forma que mejor le ha sido posible con su deber y que comparado su récord de trabajo con el récord de las Cámaras pasadas, puede decirse que esta Cámara no es de las Cámaras que han trabajado menos, sino que, colocándonos dentro de un término medio, ha hecho lo posible para cumplir con su deber , y suponiendo que así no fuera, entonces yo me concretaría a decir al pueblo: Señores: para otra vez, escoged mejor. (Aplausos.) Al mismo pueblo y a la prensa sí dirijo en estos momentos las siguientes palabras: Cuando veáis al Poder Legislativo que como Poder se le vitupera, se le escarnece, se le insulta, se le denigra, se trata de hacerlo pasar por las horcas caudinas del ridículo; cuando veáis que a lo que forma una de las columnas de la soberanía mexicana se le intenta hacer que se incline ante un posible o futuro despotismo; entonces, si vosotros no salís a la defensa del Poder Legislativo cuando se le denigra, no dais el ejemplo, daréis con vuestro silencio o sin vuestra protesta la aprobación de esos hechos, y entonces habréis sido cómplices de la tiranía de mañana, y entonces vosotros no os podréis quejar y seréis los responsables de ello. (Aplausos.) Pero al pueblo, con absoluta certidumbre de estar diciendo la verdad con la honradez de un verdadero revolucionario que ha luchado desde hace diez años a esta parte en bien del propio pueblo, yo les digo lo siguiente: esta Cámara sí es la legítima representante del pueblo mexicano; esta Cámara no es en lo absoluto servil; esta Cámara sí es revolucionaria, y si una Cámara es revolucionaria, si una Cámara no es servil, si una Cámara está identificada con las ideas del pueblo, y si aquella Cámara hace lo que puede por cumplir con su deber, el pueblo, a lo menos, debe pensar que sus representantes no merecen que se les haga pasar bajo las horcas caudinas de una tiranía posible, sea próxima o lejana.

El C. Manrique: Para una interpelación al orador. (Murmullos. Campanilla.)

El C. Gandarilla: ¡Moción de orden! (Murmullos. Campanilla.) Moción de orden.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gandarilla, para moción de orden.

El C. Gandarilla: He pedido la palabra para una moción de orden, que creo altamente justificada.... (Siseos.) y a aquellos que me sisean les suplico que me escuchen para que puedan juzgar honradamente. La moción de orden es la siguiente: toda la Asamblea sabe que no hace mucho tiempo, por asuntos urgentes, solicité una licencia para ir al Estado de Durango a atender asuntos de

urgencia, y creyendo que en esta asamblea se iba a trabajar, di por renunciada esa licencia, viniendo con el anhelo de la mayoría de los diputados provincianos, de hacer obra efectiva en pro de la patria; en estos momentos lanzo mi más enérgica protesta porque se ha perdido miserablemente esta tarde debido a los demagogos que, como Manrique, no saben sino criticar en lugar de trabajar.

El C. Manrique: ¿Me permite una interpelación el ciudadano Siurob? señor Presidente: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Siurob: En virtud de la pérdida de tiempo, no admito interpelaciones. Hay asuntos en cartera.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Salazar, para una aclaración.

El C. Salazar: He pedido la palabra para una aclaración. Honorable Asamblea: La sinceridad es un género de heroísmo que aún no está debidamente estudiado El diputado Salazar viene a justificar su voto, porque votó por la afirmativa, y si se presentara aquí otra vez esa proposición, votaría nuevamente por la afirmativa. Voy a tratar el asunto lo más ligero posible y en abstracto, no personalizo, que cada quien haga de su capa un sayo y meta debajo al rey. Diputados hay que han votado afirmativamente, con toda sinceridad, y desafiando la responsabilidad del mañana; diputados habemos que no tenemos miedo a la censura porque, como las mujeres honradas, no tenemos historia; diputados hay que cobardemente abandonaron este salón o rehusaron venir a esta sesión, sabiendo que en ella se iba a discutir esto; diputados hay que votaron negativamente y, sin embargo, cobraron.....

El C. Borrego, interrumpiendo: ¡Yo no he cobrado!

El C. Salazar, continuando: Finalmente, hay diputados sinceros que votaron por la negativa, así, y que al recibir sus dietas o la gratificación o como quiera llamársele, la entregarán íntegra a su distrito o si para significarse darán orden a la Tesorería para que se mande; por último, habemos los que hemos votado por la afirmativa, porque no lo necesitamos para nosotros, pero sí para nuestros gastos. El diputado Salazar no tiene gajes, no es amigo de ningún ministro, no tiene flamantes automóviles, despachos flamantes y, en cambio, cuando hemos visto que en confeti, que en flores se gasta, entonces sí podrá decir a sus comitentes: Aquí está este dinero, dispongan de él, funden escuelas. Y aquí vamos a hacer balance de quiénes son honrados y quiénes son farsantes. Así pues, los que hayan votado por la afirmativa y hayan recibido ya dinero, lo darán a sus distritos; los que hayan votado por la negativa y no lo reciban, lo mandarán por orden de la Tesorería, y los que vengan aquí a fingir, los juzgará la Historia. Estos son los puntos en que brevemente quería hacer hincapié para que abramos una nueva página, la página de la sinceridad política. (Aplausos.)

El C. presidente, a las 9.25 p. m.: Se levanta la sesión pública y se pasa a la secreta.