Legislatura XXIX - Año II - Período Ordinario - Fecha 19210923 - Número de Diario 12

(L29A2P1oN012F19210923.xml)Núm. Diario:12

Colegio Electoral

ENCABEZADO

MÉXICO, VIERNES 23 DE SEPTIEMBRE DE 1921

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO II.- PERIODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO III.- NUMERO 12

SESIÓN DE COLEGIO ELECTORAL

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 23

DE SEPTIEMBRE DE 1921

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la sesión del día 26 de agosto último. Se recoge la votación pendiente acerca del dictamen del 12 distrito electoral del Estado de México; se aprueba. Lectura y aprobación del acta de la presente sesión, levantándose ésta para abrir la de Cámara de Diputados.

DEBATE

Presidencia del

C. RODRÍGUEZ LÓPEZ SANTIAGO

(Asistencia de 132 ciudadanos diputados y presuntos diputados.)

El C. presidente, a las 5.55 p. m.: Se abre la sesión de Colegio Electoral.

- El C. secretario Aillaud, leyendo:

"Acta de la sesión de Colegio Electoral, celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veintiséis de agosto de mil novecientos veintiuno.- Período extraordinario.

"Presidencia del C. Socorro García.

"En la ciudad de México, a las seis y diez de la tarde del viernes veintiséis de agosto de mil novecientos veintiuno, se abrió la sesión con asistencia de ciento veintisiete ciudadanos diputados y presuntos diputados.

"Se aprobó el acta de la sesión celebrada el día veintiséis del mes próximo pasado.

"Sin debate la Asamblea otorgó su aprobación, en votación económica, al dictamen que formuló la Segunda Sección de la Primera Comisión de Poderes, relativo a las elecciones extraordinarias de diputados en el 7o. distrito electoral de Puebla, y que propone para diputado propietario al C. Francisco G. Luque, y para suplente al C. Carlos Hernández.

"Se hizo la declaratoria de rigor.

"Como la Presidencia se dispusiera a levantar la sesión, varios ciudadanos representantes pidieron que se pusiera a debate el dictamen que trata de las elecciones extraordinarias de diputados en el 12 distrito electoral del Estado de México. La Secretaría informó que ese expediente lo había retirado de la cartera la Comisión respectiva, y el C. Moisés Huerta, a nombre de ésta y a moción del C. Jesús Z. Moreno, informó sobre ese hecho; pero la Cámara resolvió, a consulta de la Mesa, que se pusiera a discusión dicho dictamen, y así se hizo una vez que la Secretaría lo leyó.

"El C. Francisco Castillo reclamó el quórum, y no lo había, pues sólo contestaron a la lista que se paso, setenta y ocho representantes.

"A las seis y cuarenta se levantó la sesión, y se citó para el próximo lunes veintinueve, a las cinco de la tarde, a sesión de Cámara de Diputados."

Está a discusión el acta. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobada.

El C. secretario Barragán: Se procede a recoger la votación nominal del segundo punto que dice:

"2a. Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. doctor Emilio Cárdenas e ingeniero Mariano Vicencio."

(Voces: ¡No! ¡No! ¡Si! ¡Si!)

El C. Siurob: Pido la palabra, señor presidente, simplemente para suplicar que se lean las listas de votación de ayer.

El C. presidente: Estamos en votación.

El C. Siurob: Suplico que se lean las listas de votación de ayer.

El C. Zincúnegui Tercero: Estamos en votación, ciudadano presidente.

El C. Siurob: No puede negarse esto; pido que se lean las listas.

El C. secretario Barragán: La Secretaría va a dar lectura a la lista de votación, según lo pide el ciudadano Siurob. (Voces: ¡Estamos en votación!)

El C. Zincúnegui Tercero: Para una moción de orden, señor presidente. El reglamento previene terminantemente que una vez iniciada la votación, está no podrá interrumpirse por ningún motivo. La Secretaría ha hecho la declaración de que comenzó ya la votación; en tal concepto y en virtud de que ya ayer esta votación quedó pendiente y de hecho estamos dentro de la votación, yo pido a la Presidencia atentamente se proceda

desde luego a continuar la votación interrumpida ayer. (Aplausos.)

El C. Siurob: En vista de que no trato de interrumpir la votación, sino de que simplemente se dé cuenta con el resultado de la votación de ayer, y como esto no obstrucciona la votación, simplemente pido que se dé lectura a un documento. (Voces: ¡Tampoco!)

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al ciudadano diputado Siurob, que no habiendo ningún artículo reglamentario para acceder a la petición de su señoría y en cambio sí se previene que comenzada una votación no puede interrumpirse, se va a proceder a recoger la votación pendiente.

El C. secretario Barragán: Se procede a recoger la votación. Por la afirmativa.

El C. secretario Aillaud: Por la negativa.

(Votación.)

El C. secretario Barragán: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar?

(Algunos ciudadanos diputados dan sus nombres.)

El C. secretario Aillaud: ¿Falta algún otro ciudadano diputado por votar? Se procede a la votación de la Mesa. (Se recoge.)

El C. Manrique: Voto por la negativa.

El C. secretario Barragán: Ya está cerrada la votación.

El C. Manrique: De todas maneras, quiero que conste que mi voto es por la negativa.

El C. secretario Barragán: Votaron por la afirmativa 78 ciudadanos diputados.

(Aplausos.)

El C. Zincúnegui Tercero: Pido atentamente a la Presidencia ordene que se dé lectura al resultado del cómputo, citando los nombres de los votantes, porque creo que por la violencia con que se ha procedido, se ha incurrido en error. (Voces: ¡Las listas van a leerse en seguida!)

El C. secretario Aillaud: Votaron por la negativa 57 ciudadanos diputados.

El C. secretario Barragán: Los ciudadanos diputados que votaron por la afirmativa son los siguientes: Acevedo, Aguilera, Aguirre Colorado Ernesto, Aguirre Emilio, Aja, Alvarez Ricardo A., Alvarez Vicente, Arce, Avilés, Ayala, Barbosa, Barón Obregón, Basaldúa, Von Borstel, Bravo Betancourt, Bravo Lucas Cal y Mayor, Cano, Cárdenas, Castañón, Castillo Agustín, Castillo Porfirio del, Castro y López, Céspedes, Chávez Franco, Chico, Domínguez, Dorantes, Espinosa y Elenes, Fernández Martínez, Franco Abraham, Franco Cerqueda, Gálvez, Gandarilla, Garza Candelario, González Rafael M., Guerrero Alberto, Guillén, Gutiérrez Teodomiro T., Guzmán Peláez, Huerta, Ibarra, Lavín, Lomelí, Luque, Martínez Fernando B., Mastache, Miramontes, Miravete Morales, Munguía Clemente, Ogarrio Meixueiro, Ortega Antonio, Ortiz, Padilla, Peña Francisco de la, Pino, Portales, Quiroga, Ramírez Francisco Modesto, Rico G., Rivera Vicente, Rodríguez López, Romero Ricardo, Sánchez Gilberto, Sánchez Pablo H., Sepúlveda, Serrano Hermosillo, Siurob, Solórzano José Luis, Valverde, Vázquez, Vega, Velasco, Vergara, Vicencio, Vidales y Zárate."

El C. secretario Aillaud: Votaron por la negativa los siguientes ciudadanos diputados: "Aillaud, Alarcón, Alba, Aldaco, Alessio Robles, Alonzo Romero, Altamirano, Arroyo Ch., Barragán Enrique M., Bonilla, Bravo y Juárez, Castillo Francisco, Castillo Garrido, Castillo Nájera, Castrejón, Colón, Chapa, Díaz Soto y Gama, Fernández Miguel B., García Adolfo G., Garza Francisco, Gómez Cosme D., Gómez Rodrigo, González Marco Aurelio, González y González, Guillén, Gutiérrez Macedonio B., Guzmán Luis, Hernández Coronado, Leyva, Manero, Manrique, Maqueo Castellanos, Martínez de Escobar Federico, Martínez - de - Escobar - Rafael, Martínez Gustavo S., Martínez Rendón, Méndez José, Montero Villar, Moreno Francisco Z., Moreno Jesús Z., Olguín, Paz, Peña Ildefonso, Pimentel, Ramírez M. Fidel, Ramos Pedrueza, Rodríguez Guillermo, Sánchez Pontón, Soto Francisco, Tejeda Llorca, Torre, Tovar y Pérez, Trejo Erasmo, Velázquez López, Zincúnegui Tercero y Zuno."

El C. Silva Joaquín: Reclamo mi voto por la negativa. (Voces: ¡Ya consta en la lista!)

El C. secretario Barragán: Habiendo sido aprobada la segunda parte del dictamen, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el distrito de Tlalnepantla, 12 del Estado de México, los ciudadanos doctor Emilio Cárdenas e ingeniero Mariano Vicencio. (Aplausos.)

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Acta de la sesión de Colegio Electoral celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, los días veintidós y veintitrés de septiembre de mil novecientos veintiuno.

"Presidencia del C. Santiago Rodríguez López.

"En la ciudad de México, a las seis de la tarde del jueves veintidós de septiembre de mil novecientos veintiuno, se abrió la sesión con asistencia de ciento veintisiete ciudadanos diputados.

"La Secretaría dio cuenta del dictamen que trata de las elecciones extraordinarias de diputados al Congreso de la Unión, celebradas en el 12 distrito electoral del Estado de México, y que propone para diputados propietario y suplente, respectivamente, a los CC. Emilio Cárdenas y Mariano Vicencio.

"Puesto a debate, hablaron en contra los CC. Pedro de Alba, José Remedios Colón y Leopoldo Zincúnegui Tercero, y en pro los CC. Francisco Luque, José Siurob y Luis Castro y López. El C. Luque fue interrumpido por una aclaración del C. de Alba. El C. Colón solicitó la lectura de documentos, la cual fue interrumpida por mociones de orden de los CC. Ortiz y Zincúnegui Tercero. Los conceptos del C. Colón motivaron una aclaración del C. César A. Lara, y durante el discurso del C. Siurob se leyeron, un párrafo del Diario de los Debates de 17 de septiembre de 1920, a pedimento del C. Francisco de la Torre, y varios documentos que el orador proporcionó.

"Suficientemente discutido el dictamen, en votación económica se aprobó la validez de las elecciones y respecto de la segunda proposición, favorable a los CC. Emilio Cárdenas y Mariano Vicencio, el C. Colón, debidamente apoyado, solicitó votación nominal la cual produjo setenta y un votos de la afirmativa y cincuenta de la negativa.

"En vista de la falta de quórum, se suspendió la sesión, siendo las ocho y treinta y cinco de la noche.

"Se reanudó la sesión a las cinco y cincuenta y cinco de la tarde del viernes veintitrés de septiembre de mil novecientos veintiuno, con asistencia de ciento treinta y dos ciudadanos diputados.

"Fue aprobada el acta de la sesión celebrada el día veintiséis del mes próximo pasado.

"El C. Siurob pidió se leyeran las listas de la votación nominal recogida el día anterior, acerca de la proposición que declara diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 12 distrito electoral del Estado de México, a los CC. Emilio Cárdenas y Mariano Vicencio. El C. Zincúnegui Tercero se opuso a la petición del C. Siurob y la Presidencia no accedió a ello.

"Repetida dicha votación, puesto que no hubo quórum la vez anterior, se obtuvieron setenta y ocho votos de la afirmativa contra cincuenta y siete de la negativa. En consecuencia, se declaró aprobada la referida proposición, y la Secretaría hizo la declaración correspondiente.

"Se leyó la presente acta."

Está el acta a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Aprobada.

El C. presidente, a las 6.21 p. m.: Se levanta la sesión de Colegio Electoral y se pasa a sesión de Cámara de Diputados.

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 23

DE SEPTIEMBRE DE 1921

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior. Rinde la protesta de ley el C. Emilio Cárdenas, diputado propietario por el 12 distrito electoral del Estado de México.

2.- Se aprueba y pasa al Ejecutivo para los efectos constitucionales, la minuta con el proyecto de ley que crea la Secretaría de Educación Pública. Es discutida y pasa a la 1a. Comisión de Puntos Constitucionales, una iniciativa de numerosos ciudadanos diputados, para que en el recinto de la Cámara se substituya el nombre de Iturbide por el del extinto senador Belisario Domínguez. Varios ciudadanos diputados usan de la palabra para hechos.

3.- Se aprueba y pasa al Ejecutivo para los efectos constitucionales, la minuta con el proyecto de decreto para que el día 7 de octubre próximo sean leídos en las escuelas oficiales del Distrito Federal y Territorios, los discursos del C. senador Belisario Domínguez. A discusión una proposición de los CC. diputados Altamirano y Rodríguez Guillermo, tendente a que se pida al Ejecutivo ordene al Comité del Centenario, que la Noche Mexicana sea netamente una fiesta popular. Se levanta la sesión por falta de "quórum".

DEBATE

Presidencia del

C. RODRÍGUEZ LÓPEZ SANTIAGO

(Asistencia: la misma de la sesión inmediata anterior.)

El C. presidente, a las 6.22 p. m.: Se abre la sesión de Cámara de Diputados.

- El C. secretario Aillaud, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veintiuno de septiembre de mil novecientos veintiuno.

"Presidencia del C. Santiago Rodríguez López.

"En la ciudad de México, a las seis y cuarenta de la tarde del miércoles veintiuno de septiembre de mil novecientos veintiuno, se abrió la sesión con asistencia del mismo número de ciudadanos diputados que estuvieron presentes en la sesión secreta inmediata anterior.

"El C. senador Iglesias Calderón, presidente de una comisión de la Cámara colegisladora que fue recibida con el ceremonial de costumbre, paso a la tribuna y manifestó que era portador de un proyecto de decreto aprobado por el Senado tendente a que el 7 de octubre del corriente año los alumnos y profesores de las escuelas de educación primaria del Distrito Federal y Territorios, concurrirán a los planteles con el solo objeto de que los primeros escuchen la lectura de los discursos del senador Belisario Domínguez, que motivaron la pérdida de su vida, y los segundos expliquen a los educandos los conceptos cívicos de dichos discursos.

"La presidencia contestó en términos generales el discurso del senador Iglesias Calderón y la comisión se retiró.

"A las seis y cuarenta y ocho se suspendió la sesión pública para reanudar la secreta.

"A las seis y cincuenta y cinco continuó la sesión.

"Sin debate se aprobó el acta de la sesión celebrada el día anterior y en seguida se dispensaron los trámites a una proposición de los CC. Altamirano y Guillermo Rodríguez, relativa a que se llamara a un juez de reconocida honorabilidad para que practique las diligencias relacionadas con la desaparición del tesorero del Congreso; que se nombre una comisión especial que presencie los trabajos de ese juez y de la Comisión de Administración, rindiendo después el informe correspondiente, y que se tomen las precauciones del caso para evitar que la Tesorería sea abierta en tanto no se presente la autoridad judicial.

"Abierto el debate, los CC. Céspedes y Francisco Castillo hicieron mociones de orden y el C. José María Soto solicitó lectura de documentos. El C. Altamirano apoyó su proposición y contestó una pregunta del C. Gandarilla. El C. Zubaran hizo una moción de orden.

"Por disposición de la Presidencia se leyó un oficio, recibido en aquellos momentos, del juzgado 2o. de Distrito Supernumerario del Distrito Federal, en que inserta un auto proveído en el proceso que ha iniciado en contra del tesorero del Congreso. Este auto se refiere al nombramiento de los peritos contadores que deberán intervenir en

la revisión de libros de la Tesorería y arqueo en las cajas de la misma. El oficio recibió este trámite: enterado y transcríbase para sus efectos a la Comisión de Administración.

"En vista de este oficio los firmantes de la proposición retiraron el primer punto resolutivo de la misma. A debate el segundo, que se refiere al nombramiento de la comisión especial; habló en contra el C. Francisco Castillo y en pro lo hizo el C. Prieto Laurens, cuyo conceptos dieron lugar a rectificaciones del C. José María Soto.

"Presidencia del C. Enrique Bordes Mangel.

"Después de una moción de orden del C. Altamirano y de aclaraciones de la Presidencia, el C. Zubaran usó de la palabra en contra.

"Con motivo de que la Presidencia concedió la palabra al C. Rafael Lara G. y el C. Altamirano reclamaba ese turno como orador del pro, se leyó el artículo 99 reglamentario y la Mesa, así como el mismo ciudadano Altamirano y el C. Rodríguez López hicieron aclaraciones acerca del orden en que se habían inscrito los oradores; concluyó el incidente cediendo el C. Lara su turno al C. Altamirano, quien habló en pro y contestó una pregunta del C. Velarde.

" El C. Avilés se produjo en contra.

" El C. Rafael Lara G. hizo aclaraciones como miembro de la Comisión de Administración y expresó la conveniencia de que los ciudadanos diputados asistieran a las diligencias que practicaría el juez. El C. Lara, además, contestó una interpelación del C. Manrique.

" El C. Altamirano, después de que hizo aclaraciones, pidió permiso para retirar la proposición, a lo que accedió la Cámara.

" El C. Siurob sugirió la conveniencia de que en lo sucesivo se exija por quien corresponda una fianza al tesorero del Congreso de acuerdo con el monto de las cantidades que maneje.

"La Secretaría paso a dar cuenta con los documentos en cartera:

"Oficio de la Secretaría del Senado, con el que remite el proyecto de decreto a que antes se hace referencia en esta acta y que fue entregado a la Mesa por la comisión que presidió el C. senador Iglesias Calderón.- Recibo y a la 1a. Comisión de Instrucción Pública.

"Oficio de la Secretaría de Gobernación, enviando el proyecto de Presupuesto de Egresos y el de la Ley de Ingresos del Distrito Sur de la Baja California, para el año fiscal venidero.- Recibo y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Oficio de la propia Secretaría, en que inserta otro de la de Comunicaciones y Obras Públicas, que se refiere al contrato, del que se acompaña copia, celebrado entre dicha Secretaría de Comunicaciones y el C. Mario M. Bulnes para un servicio de transportación aérea entre México y el puerto de Tampico. - Recibo, a la 3a. Comisión de Comunicaciones e imprímase.

"Telegrama en que el presidente de la Cámara de Diputados del Perú participa que aquella Asamblea acordó enviar a esta Cámara un fraternal saludo con motivo del Centenario de la consumación de la independencia.- Recibo con agradecimiento y se comisiona a la Comisión de Estilo para que redacte la contestación.

"Solicitud del C. Eduardo Guerrero, a fin de que se le prorrogue por diez días la licencia de que ha venido haciendo uso, con goce de dietas.

"Se dispensaron los trámites y sin debate se aprobó.

"Circular en que la Legislatura de Michoacán comunica que el 11 de agosto último clausuró su período extraordinario de sesiones.- Recibo.

" Dos telegramas por medio de los cuales el Congreso de Oaxaca comunica que el 24 del próximo pasado clausuró su primer período de sesiones ordinarias y que el 17 de los corrientes abrió su 2o. período de sesiones ordinarias.- De enterado.

"Circular de la Legislatura de San Luis Potosí, en que avisa que abrió un período de sesiones extraordinarias el 30 de agosto último.- De enterado.

"Circular de la Legislatura de Zacatecas, por medio de la cual manifiesta que el 15 de agosto próximo pasado clausuró su período extraordinario de sesiones.- De enterado.

"Circular en que el gobernador del Distrito Norte de la Baja California expresa que nombró secretario general de gobierno al C. licenciado Daniel Benítez.- De enterado.

"Circular del C. G. Ferrer, en que participa que con fecha 11 del mes próximo pasado se hizo cargo del Gobierno provisional de Campeche y que designó secretario general al C. licenciado Adalberto Galeano S.- De enterado.

"Oficio del gobernador de Colima en que transcribe otro de la Junta Organizadora del Centenario en la Capital de ese Estado, por medio del cual se solicita se declare día de fiesta nacional el 27 de septiembre.- Recibo y a su expediente.

"Circular del C. Adalberto Tejeda, en que avisa que volvió al desempeño de sus funciones como gobernador constitucional de Veracruz, una vez terminada la licencia de que disfrutaba.- De enterado.

"Circular en que manifiesta que el Ayuntamiento constitucional de San Angel, D. F., tomó posesión el 15 de agosto último y designó como su presidente al regidor José D. Pérez.- De enterado.

"Circular en que participa el C. Ariosto Cano que se hizo cargo de la Presidencia del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, interinamente, en virtud de licencia concedida al presidente municipal.- De enterado.

"Oficio por medio del cual el Ayuntamiento de Tacuba, D. F., comunica que se instaló legítimamente el 15 del mes próximo pasado.- De enterado.

"Escrito del C. Manuel Méndez, fechado en Lima, Perú, en que participa que hizo entrega al presidente de aquella República de las cartas que lo acreditan como ministro residente de México cerca de ese gobierno.- De enterado.

"Oficio del magistrado interino del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Norte de la Baja California, en que pide se nombre persona que substituya al C. Mariano Villavicencio, juez de 1a. Instancia de Ensenada, pues ha encontrado justificadas las quejas que en contra de éste se han presentado. - Recibo y a la 1a. Comisión de Justicia que tiene antecedentes.

"Telegrama del C. subsecretario de Gobernación, en que transcribe otro de la Inspección de Policía del Distrito Federal, referente a los

motivos que hubo para aprehender al C. Adolfo Manero.- Recibo y transcríbase al procurador general del Distrito y Territorios Federales.

"Telegrama de San Pedro, Coahuila, en que el C. F. J. Saucedo, con el carácter de presidente municipal, dice que las autoridades civiles protestan enérgicamente por que el general Pablo Rodríguez desarmó a la policía de ese lugar, y piden se respeta la autonomía municipal.- Recibo y transcríbase al Ejecutivo.

"Los CC. Diputados Gandarilla y Borrego presentaron una proposición, referente a que se declarara de urgente y obvia resolución el proyecto de decreto que en esta sesión entregó una comisión del Senado.

"Con dispensa de trámites y sin debate se aprobó en votación económica, por lo que inmediatamente se puso a discusión el citado proyecto, que está concebido en estos términos.

"Artículo único. El día 7 de octubre del corriente año se vacarán las escuelas de educación primaria del Distrito Federal y Territorios concurriendo alumnos y profesores a las escuelas con el solo objeto de que los primeros escuchen la lectura de los discursos del Senador Belisario Domínguez, que motivaron la pérdida de su vida, y los segundos expliquen a los educandos los conceptos cívicos de dichos discursos."

"No hubo quien hiciera uso de la palabra y por unanimidad de ciento treinta y un votos se aprobó el proyecto, que paso a la Comisión de Corrección y Estilo.

"A las ocho y treinta y cinco de la noche se levantó la sesión."

Está a discusión el acta. ¿No hay quien pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Aprobada.

El C. presidente: Encontrándose a las puertas del salón el ciudadano Emilio Cárdenas, diputado electo por el 12 distrito electoral del Estado de México, la Presidencia nombra en comisión, con objeto de que lo introduzcan a rendir la protesta de ley, a los ciudadanos diputados Francisco Luque, Godofredo Guzmán Peláez y secretario Aillaud.

(Rinde la protesta legal el ciudadano diputado Cárdenas.)

El C. secretario Barragán: Se procede a dar cuenta con los documentos en cartera:

"2a. Comisión de Corrección de Estilo.

"Minuta.- Proyecto de ley.

"Artículo 1o. Se establece una Secretaría de Estado, que se denominará Secretaría de Educación Pública.

"Artículo 2o. Corresponde a la Secretaría de Educación Pública, entretanto se expida la ley completa de Secretarías de Estado, que asigne definitivamente sus dependencias a dicha Secretaría, lo siguiente:

"Universidad Nacional de México, con todas sus dependencias actuales, más la Escuela Nacional Preparatoria;

"Extensiones universitarias;

"Dirección de Educación Primaria y Normal; todas las escuelas oficiales, primarias, secundarias, y jardines de niños del Distrito Federal y Territorios, sostenidos por la Federación;

"Escuela Superior de Comercio y Administración;

"Departamento de Bibliotecas y Archivos;

"Departamento Escolar;

"Departamento de Educación y Cultura para la raza indígena;

"Departamento de Bellas Artes;

"Escuelas e instituciones docentes que en lo sucesivo se funden con recursos federales;

"Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología;

"Conservatorio Nacional de Música;

"Academias e Institutos de Bellas Artes, que, con recursos de la Federación, se organicen en los Estados;

"Conservatorios de Música que se creen en los Estados con fondos federales;

"Museos de Arte e Historia que se establezcan, ya sea en el Distrito Federal o en los Estados, con fondos federales;

"Inspección General de Monumentos Artísticos o Históricos;

"El fomento del Teatro Nacional;

"En general, el fomento de la educación artística del pueblo, por medio de conferencias, conciertos, representaciones teatrales, musicales o de cualquier otro género;

"Academia Nacional de Bellas Artes;

"Talleres Gráficos de la Nación, dependientes del Ejecutivo;

"La propiedad literaria, dramática y artística;

"La exposición de obras de arte y la propaganda cultural por medio del cinematógrafo, y todos los demás medios similares y las representaciones y concursos teatrales, artísticos o culturales, en cualquier parte del país;

"Pensionados en el extranjero.

"Artículo 3o. El lugar que ocupará la Secretaría de Educación Pública entre las demás Secretarías, será el que definitivamente se fije en la revisión de la Ley de Secretarías de Estado de 25 de diciembre de 1917, la cual queda reformada conforme a las disposiciones de la presente.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 22 de septiembre de 1921.- Reinaldo Esparza Martínez.- Miguel Martínez Rendón."

Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Aprobado. Pasa al Ejecutivo para los efectos constitucionales.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"En vista de la audaz tentativa de la reacción para lograr la imposible, la absurda apoteosis de Agustín de Iturbide, el conocido traidor, el iniciador de los cuartelazos, creemos necesario que esta Cámara de Diputados, que es y debe ser el baluarte de la revolución, sostenga los fueros de la verdad histórica y evite la indigna mistificación, la grotesca superchería con que los obscurantistas tratan de desorientar infamemente el espíritu de nuestras masas.

"Los reaccionarios se atreven a presentar a Iturbide como el verdadero Libertador de México y los mexicanos honrados y conscientes debemos oponernos a ese crimen contra la santidad de la historia.

"Sobre la tenebrosa figura de Iturbide, debemos los revolucionarios, debemos los mexicanos, levantar e imponer el de Vicente Guerrero, el precursor del agrarismo, el glorioso defensor de los oprimidos del campo.

"Para fundar nuestra iniciativa sentamos a continuación los siguientes antecedentes históricos:

"Don Agustín de Iturbide nació en Valladolid, hoy Morelia, el 1o. de octubre de 1783 y comenzó a figurar siendo ya cadete en las fuerzas provinciales, denunciando una conspiración de los partidarios de la Independencia Mexicana encabezada por el teniente D. José Mariano Michelena, según se lee en la página 73, tomo III de "México a través de los Siglos", con los apoyos a que se contrae.

"El señor Zavala en su "Ensayo Histórico", tomo I, página 38. dice: "D. Agustín de Iturbide, fiel servidor de los opresores de su patria y uno de los enemigos más temibles de la causa americana por su valor e infatigable actividad; este hombre, que después adquirió una grande celebridad por haberse puesto ocho años después a la cabeza de estos mismos que combatía y que se alucinó hasta el grado de hacerse nombrar emperador. Muy joven aún, pues apenas tendría treinta años, se distinguió por espacio de nueve por sus acciones brillantes en la campaña y por su crueldad contra sus conciudadanos. Los mexicanos no pueden olvidar sus matanzas en Celaya y Salvatierra ni el número de víctimas que sacrificó después de haberlas hecho prisioneras."

"Refiere Bustamante, escritor de aquella época, que el 30 de octubre de 1810, el ejército que mandaba Trujillo, súbdito del virrey Venegas, fue derrotado en el Monte de las Cruces por las Tropas que encabezaba el cura Hidalgo, y que al llegar el jefe español a Santa Fe, sólo llevaba ya 50 soldados y unos cuantos oficiales, entre los que se encontraba el teniente Iturbide, quien por ese hecho de armas desgraciado fue ascendido a capitán, del cual da amplios detalles el historiador Zárate en el "México a través de los siglos", tomo III, página 144.

"La "Gaceta", de 12 de junio de 1812, que citan varios autores, publicó un parte oficial de Iturbide, dando cuenta de la sorpresa que causó al enemigo en el Valle de Santiago, diciendo: "No puedo formar cálculo seguro de los que murieron, porque como estaban en diversas calles, casas y plazas, es muy difícil, pero creo llegarán, y tal vez excederán, de trescientos, con inclusión de más de ciento cincuenta que mandé pasar por las armas. El dolor de la muerte del granadero Avilés, a pesar de que fue la única desgracia que tuvimos, y la precisión de hacer morir sin auxilios cristianos a tantos MISERABLES, lo que sólo puede mandarse en casos igualmente estrechos, han contristado terriblemente mi espíritu, sin embargo de la satisfacción de un golpe tan afortunado por la utilidad pública y particularmente por la del Bajío."

"D. Lucas Alamán pretendió justificar tal hecatombe con estas palabras: ".... no es fácil decir qué otro partido le quedase que tomar." El hecho fue que Iturbide privó a su patria en esa madrugada de más de trescientos defensores.

"El mismo historiador monarquista Alamán, refiere los siguientes sucesos en que intervino Iturbide: "Aunque García Conde juzgaba arriesgado e innecesario intentar tomar esta isla a viva fuerza (la de la laguna Yuriria, que se creía inexpugnable), creyendo que dominadas las márgenes de la laguna habrían de tener que rendirse por necesidad, Iturbide emprendió atacarla, comenzando por despojar de insurgentes la circunferencia de la laguna con una serie de acciones o escaramuzas continuas, con las que, con su actividad genial, destruyó o dispersó las partidas que en aquellas inmediaciones había, mandadas por varios jefes, no dejándolas momento de descanso desde el 9 de septiembre en que dio principio a estas operaciones hasta asentar su campo en Santiaguillo, frente a la isla. En estas diversas escaramuzas o acciones de guerra, que fueron diecinueve en cuarenta días, además de haber sido muertos en ellas varios jefes insurgentes de nombradía, fueron hechos prisioneros el coronel Francisco Ruiz y el teniente coronel de artillería Francisco Valle, conocido por el "negro habanero", a quienes Iturbide hizo pasar por las armas."

El C. presidente: Se suplica a los ciudadanos diputados se sirvan ocupar sus curules y escuchar la lectura del documento... (Voces: ¡Nombres! ¡Nombres!) ... pues por más esfuerzos que hace la Secretaría, es imposible hacerse escuchar.

El C. Riva Palacio Carlos: ¡Eso no lo quieren oir los reaccionarios!

El C. Castillo Francisco: ¡Ya está muy gastada la palabra!

- El mismo C. secretario, continuando la lectura:

"Al tomarse la posición de los insurgentes, fueron cogidos el P. Ramírez, coronel y comandante de la isla; José María Santa Cruz, mayor de Plaza; Tomás Moreno, comandante de artillería; el inglés Nelson, que hacía de ingeniero y dirigió la construcción de las fortificaciones, y Felipe Amador, ordenado de menores, que conducidos a Irapuato fueron pasados por las armas; la misma suerte corrieron los demás de menos nota que fueron colgados.

"... La pérdida de los realistas fue corta, no pudiendo ser grande según el número de armas que en la isla se tomaron, pues aunque había ocho cañones de varios calibres, no se encontraron más que unos treinta fusiles o escopetas servibles. De los defensores no se escapó uno solo, pues los que no cayeron en manos de Iturbide en el fuerte o de la caballería destacada en las riberas de la laguna, perecieron en el agua, a la que se arrojaron, con cuyo motivo Iturbide, que era muy pedante en sus partes, exclama: "Miserables, ellos habrán conocido su error en aquel lugar terrible en que no podían remediarlo! (suponiendo condenados a todos a las penas del infierno, como excomulgados, comenta Alamán), ¡Quizá esa catástrofe triste servirá de escarmiento a los que están aún en disposición de salvarse!"

"Se ve, pues, que Iturbide sacrificó a doscientos compatriotas suyos que tenían el mismo delito que él, más tarde, iba también a cometer, privando a su país, de un solo golpe, de 200 de sus nobles defensores!

"El combate verificado en Salvatierra, el 15 de abril de 1813, lo refiere así "México a través de los Siglos":

"Con grande actividad se dedicó este jefe (Rayón) a fortificar el puente que comunica ambas orillas del Río Grande, y que en la margen derecha termina en la población nombrada. Y no eran inútiles sus precauciones, porque el teniente coronel realista Iturbide, que marchando de Morelia a Guanajuato con una división de mil hombres, supo la aparición de la tropa insurgente, no tardó en marchar a atacarlo, presentándose a la vista de Salvatierra el Viernes Santo, 13 de abril. Pudo el jefe realista aplazar el combate para el día siguiente; pero queriendo santificar el día con un ataque al enemigo, como dice en su parte, cargó vigorosamente por el puente y por los vados de San Francisco y de San José. Las columnas realistas que atacaron por estos dos últimos puntos, fueron rechazadas con grandes pérdidas, e igual suerte tuvo la que al mando del mismo Iturbide asaltó el puente, defendido por Rayón en persona. Pero volvieron a la carga los realistas, el jefe independiente Oviedo, que se hallaba situado en un cerro próximo, quiso tomar parte en el triunfo que parecía indefectible, y avanzando al frente de su pequeña sección, atacó a las de Iturbide y fue destrozado con considerables estragos. La huida de Oviedo contagió a los demás batallones de los independientes, que se pusieron en fuga, perseguidos por la caballería del jefe realista, quien se hacía dueño al mismo tiempo de toda la artillería de Rayón y del pueblo de Salvatierra. Trescientos cincuenta muertos dijo Iturbide en su parte que tuvieron los independientes, "miserables excomulgados que descendieron a los profundos abismos", y setenta y cuatro prisioneros, de los que fusiló diez y seis. Por este hecho de armas, obtuvo el grado de coronel del regimiento de infantería de Celaya, que se mandó restablecer, y la Comandancia General de la provincia de Guanajuato, que fue separada de la dependencia del odioso Cruz.

"En esta vez Iturbide quitó a su patria más de quinientos defensores de la causa santa de que más tarde él debía tomar la jefatura; una vez que en primera línea estaban siempre sus propias aspiraciones.

"Hasta entonces, en los dos años transcurridos de frecuentes combates entre realistas e insurgentes, no había habido ninguno de resultados tan fatales como el que inició el gran Morelos atacando a Valladolid en diciembre de 1813, en que Iturbide, el mexicano Iturbide hirió de muerte la causa de la Independencia que estuvo casi agonizante durante siete años, sin tener en ese largo período sino muy raros movimientos de consoladora vitalidad.

He aquí cómo describe "México a través de los Siglos", al final de su capítulo IX del tomo III, el terrible combate:

"Morelos, el 23 de diciembre, dirigió una intimación al teniente coronel Landázuri, exigiéndole que se rindiese a discreción dentro de tres horas. Sin esperar respuesta, ordenó a la división de Galeana que atacase la garita del Zapote, y una vez tomada ésta y dejando en ella a don Nicolás Bravo, avanzase contra la ciudad misma. El intrépido Galeana arrolló la guarnición de la garita y llegó hasta las primeras calles de Valladolid, donde sostuvo con los defensores de la plaza un nutrido y formidable tiroteo. Pero Bravo, atacado por la mayor parte de la caballería de Iturbide y Llano, quienes la habían hecho salir a toda prisa de Indaparapeo, al saber que los independientes aparecían en Valladolid, se vio forzado a abandonar la garita, replegándose en desorden hacia donde estaba Galeana. Este bravo jefe, cogido entonces entre dos fuegos, acudió a Morelos en demanda de refuerzos, y aunque el generalísimo ordenó a Matamoros que marchase con su división a restablecer el combate, Galeana, más y más apretado y sin aguardar auxilio, se abrió paso entre las filas enemigas, aunque perdiendo setecientos hombres entre muertos y prisioneros.

"La tropa americana que entró en acción en este día, fue: de Galeana, quinientos hombres; de Sesma, cuatrocientos; de Guerrero, doscientos; de Bravo, seiscientos; de Sánchez, setenta, todos valientes y dignos de mejor suerte. Ya hemos dicho que Iturbide y Llano traían más de dos mil de socorro. Si se hubieran aprovechado los momentos, y a la intimación sigue el ataque inmediatamente, la plaza es tomada. El canónigo abad Queipo recorría las calles a caballo; más los momentos de intimación que gastó Morelos en comunicar a Landázuri, éste los aprovechó en avisar a Iturbide, que se hallaba en la vanguardia en Charo, y pudo llegar en el instante en que más lo necesitaba." (Bustamante.- Cuadro histórico, t. II, pág. 416.)

"Este combate, fatal para las armas independientes, no era, sin embargo, decisivo. Quedaban en pie la brillante división de Matamoros, parte de la de Galeana, pues que la tropa de Bravo fue la que más sufrió en la garita del Zapote, y la división de Navarrete, que de un momento a otro se esperaba en el cuartel general. Pero había sonado para Morelos la hora de la fatalidad. Aturdido por el descalabro que acababan de sufrir Galeana y Bravo, no supo aprovechar el tiempo, y en tanto que por parte de los independientes transcurrió casi todo el día 24 en las más completa inacción, del lado de los realistas llegaban a Valladolid, momento tras momento, las tropas de la división de Llano. Ya estaba próxima la noche (según Bustamante, la hora en que Matamoros ordenó ese movimiento, fue la de las cuatro de la tarde, y debe tenerse presente que ese día (24 de diciembre) es precisamente el más corto del año), cuando el general Matamoros, en su calidad de segundo jefe, hizo formar todas las tropas independientes en el llano que se extiende entre las lomas de Santa María y Valladolid, para pasarles revista. Observado este movimiento desde la plaza, resolvieron sus defensores hacer una salida y formalizar un reconocimiento. "Por una desgracia imprevista, dice Bustamante, habían interceptado una orden de Morelos, en que

prevenía que de capitán para abajo, todos los suyos se tiñesen la cara, a fin de no equivocarse con los enemigos; así es que aprovechándose de esta prevención, los de la plaza pintaron de negro a trescientos dragones con otros tantos infantes, que montados en las grupas de aquéllos, salieron a la deshilada de Valladolid." Marchaba Iturbide a la cabeza de esa vanguardia, y detrás seguían las tropas de Llano y la guarnición, en número total de cuatro mil hombres. Fue la acometida recia y sangrienta, y aunque los independientes lograron rechazar los primeros asaltos de Iturbide, éste fue eficazmente sostenido por las columnas de Llano y de Landázuri. Entretanto, la noche había cerrado, y como si la desgracia se hubiese conjurado contra los defensores de la independencia, acertó a llegar entonces el padre de Navarrete con su división, por las lomas en que se apoyaba Matamoros el ala izquierda de su línea. Sus soldados y los de éste se desconocieron y comenzaron a luchar entre sí con verdadero furor; aumentaban la confusión los dragones de Iturbide, que, merced a la estratagema de que hemos hablado antes, hicieron grandísimo daño a los insurgentes, y la huida de varios batallones aumentó la espantosa confusión de aquella tristísima noche.

"Morelos, Matamoros, Galeana, Bravo y Sesmas desplegaron entonces heroico valor a fin de evitar el desbandamiento de sus tropas: perdíanse sus voces de mando en el ronco estruendo de las armas y entre la ensordecedora gritería de los combatientes, y la oscuridad nulificaba el prestigio que hubieran alcanzado a la luz del sol su presencia y su ejemplo. Unas veces envueltos por los suyos, otras confundidos entre los realistas y a riesgo de caer prisioneros, prodigaban su vida ansiando por tornar en victoria la derrota. Todo fue en vano y el torrente de los fugitivos acabó por arrastrarlos fuera de campo de batalla. Galeana se quedó en Puerto Viejo, punto no muy distante del lugar en que ocurrió la derrota sangrienta, y allí permaneció hasta el día siguiente, reuniendo dispersos, armas y municiones. El bravo Galeana no quería creer en la destrucción del ejército independiente: con el rostro ennegrecido por la pólvora, con los vestidos sucios y rotos por el combate, pero con el relámpago de la gloria en los ojos, se obstinaba en hacer frente a la fatalidad.... Y razón tenía para no creer lo que veía: no era el enemigo quien había vencido a las huestes de la Independencia; ellas mismas eran la causa de su ruina, y después de combatir entre sí con intenso furor, se desbandaban espantadas de sus propios estragos."

Presidencia del

C. BORDES MANGEL ENRIQUE

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Perdióse en esta acción el inmenso material de guerra aglomerado en Chilpancingo a costa de tantos trabajos y de tan infatigable constancia; quedaron sepultadas en los campos de Santa María las esperanzas que alentaba Morelos de situar el Congreso en Valladolid y de abrir una nueva y victoriosa campaña en el centro más poblado y rico del país, y desvanecióse en esa infausta jornada lo que era quizás de más subido precio: el renombre militar de Morelos. Así se cerraba para la causa de la Independencia, el año de 1813, obligando a sus constantes defensores a desplegar el más grande de los heroísmos, cual es el de luchar sin esperanza de obtener la victoria."

"Demasiado elocuente es la descripción anterior, ante la cual aparecería débil cualquier otro comentario.

"Sigue diciendo el historiador Zárate: "Morelos, arrastrado por aquel torrente (de fugitivos) esperaba hallar una posición ventajosa para tentar el último esfuerzo y resistir a los realistas que le seguían de cerca. Estos, en efecto, divididos en dos columnas al mando del coronel D. Agustín de Iturbide, persiguieron a los fugitivos hasta el pueblo de Atécuaro, tomando en su marcha gran número de municiones y pertrechos y fusilado sin compasión a los prisioneros que cayeron en sus manos.

"Morelos, con los restos de las tropas desmoralizadas que le quedaron después de la tremenda derrota, tuvo que detenerse en la Hacienda de Puruarán, a veintidós leguas de Valladolid, donde se trabó nuevo combate muy desfavorable como tenía que ser para los independientes, en el cual perdieron los pocos elementos que les quedaban; pero la pérdida mayor, dice Zárate, copiando al historiador Bustamante, fue la captura del general Matamoros, que cayó prisionero al vadear el río.

"En esta refriega, ¡dato horrible! aseguran los autores que murieron seiscientos insurgentes en el combate y fueron hechos prisioneros setecientos, entre ellos diez y ocho oficiales, siendo todos fusilados en el campo de batalla.

"En esta vez Iturbide privó a su patria de mil trescientos de sus defensores con más uno de los primeros generales del Ejército Independiente, pues que Matamoros fue fusilado en Valladolid con todo regocijo, celebrando tal captura y tal ejecución el Gobierno virreinal en México como la más señalada victoria, pues Matamoros se había hecho el terror de los realistas en sentir de los mismos historiadores ya citados.

"El fusilamiento de Matamoros se verificó en Valladolid el 3 de febrero de 1814, no sin que Morelos hubiera ofrecido canjearlo por doscientos prisioneros del batallón de Asturias, que Morelos tenía en lugar seguro, bien atendidos, en tanto que el cura Matamoros fue puesto a la expectación pública en la plaza de Pátzcuaro y tratado de la peor manera en todo el camino hasta llegar a Valladolid, en donde se le fusiló. (Bustamante, tomo II, página 423.)"

El C. presidente: se ruega a los señores diputados atiendan la lectura de la Secretaría, porque nadie se está dando cuenta de lo que se está leyendo.

(Aplausos. Voces: ¡Yo sí!)

- El mismo C. secretario, continuando la lectura:

"En la página 428 del libro antes citado, dice Zárate: "Los coroneles Ordoñez y Concha en la zona de Toluca, Llano y Andrade en Michoacán, Hevia en Veracruz y Puebla, Cruz y sus tenientes

en Jalisco y otros cien de menos renombre ordenaban incontables fusilamientos y en los diarios de sus operaciones siempre se hallan consignadas las más atroces matanzas.

"Emulaba a todos esos hombres feroces el coronel D. Agustín de Iturbide, quien había recibido en premio de sus distinguidos servicios, el mando militar de la provincia de Guanajuato y que situó en Irapuato su cuartel general. Con grande actividad organizó la defensa de algunos pueblos y batió a las partidas independientes acaudilladas por el P. Torres, Tovar y D. Rafael Rayón, ahuyentando de la provincia a los Pachones, (los Ortiz) que tuvieron a gran fortuna escapar a la inmediata de San Luis Potosí. Pero inexorable para con los prisioneros, a ninguno de los que caían en sus manos perdonaba la vida. Ni el sexo débil se eximía de esta terrible pena y en prueba de ello, dice el historiador Alamán, que algunos meses después de la época a que hemos llegado en nuestra historia, Iturbide participaba al virrey que en la hacienda de Villela y entre los muchos prisioneros que allí mandó que fueran fusilados se halló María Tomasa Estévez, comisionada para seducir las tropas; "habría sacado mucho fruto por su hermosa figura, a no ser tan acendrado el patriotismo de los soldados del rey".

"Larga y penosa tarea sería la de seguir las huellas de sangre de este jefe, principalmente en los primeros meses de 1814, que forman uno de los más cruentos períodos de la guerra de Independencia; bástenos copiar aquí el siguiente trozo de una biografía de este hombre que llegó a encumbrarse a tan altos destinos: "En una ocasión interceptó una carta dirigida a un jefe insurgente por D. Mariano Noriega, vecino distinguido de Guanajuato, y con sólo esto, dio orden desde su cuartel de Irapuato para que Noriega fuese inmediatamente fusilado, como se verificó, sin que siquiera se le dijera el motivo, cuyo crimen llenó de horror a los habitantes de Guanajuato. Otra vez fue hecho prisionero el padre Luna, su condiscípulo en el colegio y que había tomado partido por la insurrección. Presentado a Iturbide, éste lo recibió como quien recibe a un amigo antiguo, mandó que le sirviesen un chocolate y luego ordenó que lo fusilaran. Entre las innumerables ejecuciones que dispuso, se recuerda todavía con horror en Pátzcuaro la de D. Bernardo Alvarez, vecino pacífico distinguido, quien no tenía más delito que haber admitido, a instancias del doctor Cos, un empleo en un regimiento de dragones que intentó levantar allí para resguardo de la población."

"En la página 453 dice el mismo historiador Zárate:

"Más afortunado el coronel Iturbide, llevó a cabo una importante correría en los últimos meses de 1814, sembrando la desolación y la muerte por dondequiera que dirigía sus pasos. En los primeros días de noviembre hizo que sus tropas efectuasen diversos movimientos en las inmediaciones de Yuriria y Valle de Santiago, para disfrazar su verdadero intento, que era el de sorprender en Puruándiro al guerrillero Villalongín, allí situado con una fuerza considerable. En el momento que consideró oportuno, ordenó al teniente coronel Castañón que con una sección de Caballería saliese de la hacienda de Pantoja y marchara rápidamente en dirección de Puruándiro. Hízolo así este último jefe, y a las dos de la mañana del 2 de noviembre caía sobre la población, sorprendiendo a los independientes y haciéndoles muchos muertos, entre ello al célebre Villalongín, que había alcanzado el empleo de mariscal de campo. Iturbide, al dar cuenta al virrey de este hecho de armas y de otros triunfos de menor importancia que sus tropas acababan de obtener en el Bajío, le decía que, sin tener que lamentar ni un herido, él había logrado matar en campaña a ciento ochenta y seis insurgentes y pasado por las armas a ochenta y uno. El activo Iturbide, obrando luego en combinación con las tropas de Nueva Galicia, al mando de Negrete, que acababa de recibir el grado de brigadier, atacó el 1o. de diciembre a varios jefes insurgentes del Bajío, acampados en la hacienda de Cuerámaro, dispersólos y en la persecución fue aprehendido el padre Sáenz, que murió pasado por las armas en Canalejo, el 12 del mismo mes. Iturbide lamentó en el parte oficial de esta acción, la necesidad en que se vio de dar muerte a un eclesiástico, y cuatro días más tarde informaba al gobierno virreinal desde la hacienda de Barajas, que el fruto de sus recientes correrías y las de su segundo, el teniente coronel Orrantía, "había sido dar muerte o hacer prisioneros, en menos de dos meses, a cerca de novecientos hombres, entre ellos diez y nueve jefes; coger ciento noventa y cinco armas de fuego y más de novecientos caballos y mulas, sin más pérdida, por su parte, que tres hombres muertos, y catorce heridos ligeramente."

"Teniendo sangre mexicana en las venas parece imposible no estremecerse de horror y de indignación al leer los partes con que tanto se complacía Iturbide al dar cuenta de las matanzas de los valientes que querían independer a su patria del dominio español, del cual fue entonces el más firme sostén ese infiel y pérfido mexicano.

"Después, en la página 475, el señor Zárate, al dar cuenta de los sucesos que se registraron ya en 1815, dice:

"Pero más importante en resultados fue la campaña confiada el coronel don Agustín de Iturbide, poco después de la retirada de Cóporo. El Congreso, tras una permanencia de varios meses en Apatzingán, había vuelto a establecerse en Ario, e Iturbide, ambicionando la gloria de dar un golpe funesto a los independientes (no podía haber otro más funesto que el que causo la tremenda derrota de Morelos), pretendió y obtuvo el mando de una expedición contra aquel grupo de esforzados patriotas que formaban el centro directivo de la revolución. Calleja aprobó el plan que le propuso Iturbide y lo autorizó para ejecutarlo con absoluta independencia del brigadier Llano, causando a este jefe grandísimo disgusto con semejante providencia. Lista la expedición y habiendo cuidado Iturbide de ocultar mañosamente su intento, salió de Irapuato el 1o. de mayo, con dirección a Puruándiro, mientras que su segundo, el coronel Urrutia, marchaba desde Coeneo hacia Chimalpa, con el fin de destruir las fortificaciones que los independientes habían comenzado a levantar en ese sitio, para impedir que se retirasen a él los que huyeran de Ario. Esperaba Iturbide que, caminando día y

noche las treinta y cuatro leguas que separan a Puruándiro de Ario, ningún aviso podría llegar a los miembros del Congreso de su rápida marcha. Sin embargo, el día 4, Iturbide llegó a Binziro, punto distante diez y ocho leguas de aquel a que se dirigía; pero solamente lo acompañaba su vanguardia, y los demás trozos en que había dividido sus fuerzas, extraviadas durante muchas horas en los bosques que hubieron de atravesar, no se le reunieron hasta las dos de la mañana del día 5.

"Esta detención forzada del activo coronel realista frustró por completo sus planes y salvó a los miembros del Congreso de una muerte segura. Avisados con anticipación de algunas horas, por el cura de Tingambato, del riesgo que les amenazaba, resolvieron entonces separarse y se dividieron en pequeñas partidas," etcétera. Como nota agrega el autor mencionado el diario que escribió Iturbide:

"Echase de ver en ese documento el tono despreciativo e injurioso que emplea Iturbide para denigrar a los miembros del Congreso."

"Ese solo hecho, ese afán que demostró el terrible sostenedor del dominio español en México, siendo tal hombre mexicano, a efecto de destruir al grupo de abnegados patriotas que componían el comité directivo de aquella revolución, si no hubiera otros y otros, sería suficiente para que la memoria de Iturbide se considere como un oprobio para México y un negro borrón para su historia.

"En unión de Ortega, poco tiempo después, agrega el autor, fueron derrotados los independientes y se les hicieron prisioneros tres oficiales y veinte soldados que, como de costumbre, fueron fusilados. Entre ellos pereció el brigadier Rosas, que había sido fiel compañero de Hidalgo. "La última campaña de Iturbide fue en 1816. "Reunidas diversas partidas, dice Zárate, hasta el número de mil quinientos hombres, que mandaban Huerta y el presbítero don José Antonio Torres, fueron atacados y dispersos por Iturbide, y para que la persecución se hiciera mejor, dividió sus tropas en secciones, acosaron a los fugitivos y por espacio de algunas leguas....." Por supuesto, con los respectivos partes retumbantes y acostumbradas matanzas.

"Fue interrumpida por entonces su carrera, con motivo de una acusación que ante el virrey le formularon los vecinos acomodados de Guanajuato. "Tan ávido de riquezas como sanguinario, dice Zárate en la pagina 507, el activo coronel realista venía ejerciendo, desde que su mérito militar lo elevó a mandos superiores, un comercio abusivo. Hacía llevar a Guanajuato cargamentos de azogue y de otros efectos necesarios para las minas, los cuales vendía a precios exorbitantes, pudiendo retardar, según convenía, la llegada de los convoyes, perjudicando así, en provecho propio, a la minería y al comercio. Su mando militar en Guanajuato le facilitó más y más el ejercicio de una especulación que no tardo en ser descubierta por aquellos que sufrían sus desastrosas consecuencias. Además, estableció el monopolio de granos, situando agentes suyos en todas las poblaciones del Bajío, que compraban a vil precio los acopios de las haciendas circunvecinas, a cuyos dueños obligaba a vender, a pretexto de que se hicieran dueños de ellos los independientes, y luego, los granos así adquiridos, eran vueltos a vender por sus agentes a un precio cuatro veces mayor. Crecieron a tal grado sus abusos en esta materia, que algunas casas de comercio de Querétaro y las principales de Guanajuato, se quejaron al virrey y le pidieron que Iturbide fuese removido del mando de las provincias que explotaba con tan desenfrenada codicia.

"El virrey, sigue diciendo Zárate, lo mismo que los demás historiadores, que quería a todo trance salvar a Iturbide, anduvo remiso en el procedimiento, pues que hasta los tres meses pidió la ratificación de su dicho a los acusadores, los cuales, por miedo, se excusaron, y sólo el cura Labarrieta tuvo el valor de decir la verdad, instruyendo al virrey de todo lo que pasaba. Refirió todos sus excesos para hacerse de caudal, y ponía en duda la sinceridad de los sentimientos cristianos de aquel jefe, no obstante las prácticas exteriores de oír misa y rezar el rosario en alta voz, para que los soldados lo oyeran, y terminaba asegurando que, con tales manejos, Iturbide había hecho más insurgentes que los por él destruidos en el campo de batalla.

"En la prosecución de la causa, dice Alamán, hubo puntos tan claros, que no fueron negados, tales como los comercios y los tratos ilícitos de que Iturbide era acusado; pero aun en éstos , el auditor de guerra, Bataller, tan empeñado como el virrey en sostenerlo, opinó que no perteneciendo aquel jefe a los cuerpos de línea, sino a los cuerpos provinciales, podía, según las leyes, ejercer el comercio, como si fuera lo mismo ser de profesión comerciante, que es de lo que hablaban los reglamentos de aquellos cuerpos y a cuya clase pertenecían casi todos sus oficiales, que abusan del puesto en el ejercicio de un empleo superior y arruinan una provincia con monopolios que las leyes condenan en todos los tonos.

"El licenciado Ireneo Paz, autor de varios trabajos históricos, en su leyenda intitulada "Guerrero", afirma, apoyado en las crónicas de aquel tiempo, que Iturbide, absuelto de culpa y pena de aquella acusación que tanto ruido hizo, siguió viviendo en México como particular, entregado a una vida de las más licenciosas, gastando a manos llenas aquel caudal que no le había costado más trabajo que cogerlo de donde quiera que lo encontraba, y que sólo llegó a ponerse un poco en juicio cuando entró a la conjuración de la Profesa, encabezada por el canónigo Monteagudo, de quien aparentemente se dejaba conducir, lo mismo que de su abogado Zozaya, a quien llamaba su consejero.

"Se confirma lo anterior con lo que dice Alamán en el tomo V, página 50, que: "Iturbide se entregó sin templanza a las disipaciones de la capital, que le produjeron disgustos con su familia y le dieron ocasión de ejercer su carácter imperioso, exigiendo, como se refiere de Federico el Grande, que le diera recibo de unos azotes el individuo a quien los había propinado. Agrega que en los pasatiempo menoscabó en gran manera su caudal, hallándose ya en triste estado de fortuna cuando los conspiradores de la Profesa abrieron nuevos horizontes a su desmedida ambición. Consiguieron éstos que él sustituyera al coronel Armijo en el mando de las tropas del Sur, adonde se trasladó engañando antes al virrey respecto de los propósitos que llevaba, lo mismo que a los que le habían conseguido la

encomienda, pues lo que hizo fue entrar en componendas con el valiente general don Vicente Guerrero, y al cual no logró engañar también, como pensaba, y antes bien tuvo que recibir de él buenas lecciones de patriotismo.

"Haya tenido o no lugar el abrazo de Acatempan, Alamán lo pone en duda, el hecho histórico fue, según todos los autores, que Iturbide y Guerrero se pusieron allí de acuerdo para proclamar la independencia de la Nueva España con un plan que, por estar ya impreso en Puebla, serviría de bandera a la nueva revolución, firmándose aparte la promesa de que más tarde fuera reformado.

"La perfidia principal de Iturbide, ya que toda su vida fue ignominiosa, consistió entonces no tanto en traicionar a la causa realista, a la que siempre había servido, cuanto al virrey, que había depositado en él toda su confianza. Iturbide, cuando ya se había puesto de acuerdo con Guerrero, escribía cartas y más cartas al señor Apodaca, tan llenas de dulces mentiras, que logró con ellas que le mandara las tropas que quiso y hasta una conducta de $600,000.00, que ofreció custodiar hasta embarcarla en Acapulco, y fue el dinero que le sirvió para dos cosas, para dar mayor impulso a sus planes y para empezar a formar de nuevo su fortuna particular.

"He aquí una de las principales cartas que aquel terrible embaucador dirigió al virrey Apodaca:

"Tengo la satisfacción de decir a V. E., que don Vicente Guerrero se ha puesto a mis ordenes y, por consiguiente, a las de V. E., con mil doscientos hombres armados, en los que se incluyen las partidas de Alvarez y otras pequeñas, a consecuencia de los pasos de que sea dado parte a esa superioridad.

"No habiéndosele podido inspirar a aquel caudillo la confianza necesaria para que se prestara a venir a contestar conmigo, se logró que viniera el individuo que merece toda la suya, conviene a saber, don José Figueroa, coronel y tesorero de su partido, con carta en que se le confirió la facultad y poder convenientes para el arreglo de condiciones, etcétera, y bajo la principal de que no se les tenga por indultados: fue cosa de muy pocas palabras lo demás.

"Se convino, por supuesto, en poner luego en práctica la más activa diligencia para que en iguales términos se presentaran las partidas de Ascencio, Montes de Oca, Guzmán, etcétera, etcétera, con cuantos anden desde aquí hasta Colima y reconocen por jefe superior a dicho Guerrero, titulado teniente general; de suerte que no dudo asegurar a V. E. que esto es hecho.

"Según entiendo, debe pasar la fuerza de todas las partidas de tres mil quinientos hombres, conforme a los estados que se me han ofrecido, y estos insurgentes son los que en pequeños trozos nos hostilizaban, como V. E. sabe: número que únicamente se hará creíble a V. E. por las listas nominales y revista que se pasará de presente."

El C. Alessio Robles: ¡Moción de orden! (Murmullos. Campanilla.)

El C. presidente: Para moción de orden tiene la palabra el ciudadano Vito Alessio Robles.

El C. Alessio Robles: Todavía falta más de la mitad en la lectura del documento en cuestión. Ni a las iniciativas más trascendentales se les ha concedido el honor de la lectura; yo pido que se suspenda esa lectura, que se imprima esa moción y se estudie debidamente... (Voces: ¡No! ¡No!) Nadie oye la voz monótona del secretario. (Siseos. Aplausos. Campanilla.)

El C. secretario Barragán: La Secretaría tiene el gusto de informar que se han leído trece páginas y sólo restan tres; en consecuencia, no es verdad que falte la mitad. (Aplausos. Desorden. Campanilla.)

El C. presidente: Me permito rogar a los señores diputados se sirvan atender a la lectura de la iniciativa. Yo suplico al señor Z. Moreno, que si le ha cansado la lectura, permita cuando menos que los demás la oigan. (Aplausos. Murmullos. Campanilla.)

- El mismo C. secretario, continuando la lectura:

"Su pronta subsistencia, interín de les destina, que es de lo primero de que hablaron, confesando ingenuamente que no contaban para ello con otro arbitrio que el de la guerra, me hace interrumpir con molestias los instantes que no puedo menos de considerar son los más satisfactorios para V. E., y le hablo de ello en oficio separado.

"Aun me ocurre otra interrupción, pero si la omitiera, faltaría a la justicia. Don Antonio de Mier y Villagómez, administrador de Correos de la Villa de Salamanca, y dependiente mío ya hace algún tiempo, con los antecedentes que tenía de mis deseos acerca de este asunto, salió de México en mi compañía con objeto de cooperar a mis ideas. El resultado dice que las ha llenado, y es mi deber recomendarlo a V. E., como lo verifico.

"Dios guarde a V. E. muchos años. Febrero 18 de 1821, a las siete de la noche. Hacienda de Mazatlan.- Agustín de Iturbide."

"El buen virrey puso de su puño y letra un acuerdo, diciendo que quedaba enterado con gran satisfacción de aquel feliz resultado tan apetecido; que dijera cuáles eran los términos del convenio, siendo requisito que los indultados , que no se tendrían por tales indultados, los que prestaran públicamente el juramento de la Constitución de la monarquía española.

"Que se les pagaran sus armas y se les diera un papel de resguardo a los que quisieran retirarse.

"Que respecto de Villagómez, serían atendidas todas sus instancias.

"Y que, en fin, al mismo Iturbide se le dieran las gracias por tan señalados servicios, y que lo iba a recomendar al rey muy especialmente."

"Siguió entonces una cadena de engaños de Iturbide, comenzando por sus oficiales, a quienes, después de darles un banquete, les dijo, según el señor Alamán:

"Mi edad madura, mi despreocupación y la naturaleza misma de la causa que defendemos, están en contradicciones con el espíritu de personal engrandecimiento. Si yo accediese a esta pretensión (la de llamarme teniente general) hija del favor y de la merced que esta respetable junta me dispensa, ¿qué dirían nuestros enemigos? ¿y qué, en fin, la posteridad? Lejos de mí cualquiera idea de cualquier sentimiento que no se limite a conservar la religión adorable que profesamos en el bautismo y a procurar la independencia del país en que

nacimos. Esta es toda mi ambición y ésta la única recompensa a que me es lícito aspirar!"

"¡Qué tardía manifestación, aun en caso de ser verdadera, cuando tan cruel y sanguinario había sido antes combatiendo a los que querían lo mismo que él estaba ahora predicando!

"Escribió igualmente al virrey y a cuantos hombres tenían alguna importancia en la capital y en las provincias, a cada uno diciéndole lo que más convenía a sus planes, que él solo conocía, porque esos sí a nadie se los comunicaba.

"Se reconcentra la opinión de los historiadores en la obra "Guerrero" del autor ya citado que dice en la página 614: "Iturbide comenzó a descubrir sus tendencias desde que en el año de 1808 entró a medias en la conspiración de Valladolid para denunciarla y procuró llenarse de riquezas en el bajío, hasta que conspiró en la Profesa y llegó a entrar triunfante en México encadenados todos sus actos como se ven para llegar a un fin bien meditado. Para él era igual la independencia o la sumisión, con tal de que él hiciera una de las principales figuras. Después que triunfó y entró en México, si hubiera Fernando VII aceptado su plan de Iguala diciéndole: "Aquí estoy", ¿qué le hubiera contestado Iturbide? Le hubiera contestado lo que a Victoria: "Si con atolito vamos sanando, atolito sólo vamos tomando", o lo que es lo mismo: "Tú me serviste para embaucar a los españoles ahora ya no te necesito."

"Se dice también esto en la misma página: "Iturbide entró en posesión de Querétaro y comenzó a dar muestras de las malas intenciones que llevaba, promulgando un decreto en que por primera vez hizo uso de todos los siguientes apellidos: "Don Agustín de Iturbide y Arámburo, Arregui, Carrillo y Villaseñor, primer jefe del ejército imperial mexicano de las tres garantías etcétera, etcétera.

"Hacen hincapié los autores de la misma manera en el artículo 2o. del célebre tratado de Córdoba que dice: "El imperio del Gobierno será monárquico constitucional moderado" porque se ve claro que él quería ser el emperador y porque su gobierno no tuvo ninguna moderación, pues que precisamente los atentados que en él se cometieron, primero, reduciendo a prisión a buen número de diputados que no le simpatizaban y luego dando el golpe de Estado disolviendo al Congreso, hecho que naturalmente, juntos con otras tantas intrigas, violencias, y maldades, concurrieron para su caída.

"Zavala exclama al referir la actitud del Congreso Cuando el general don Luis Cortazar le presentó la orden de Iturbide para que se disolviera: ¡Ah! cuanto distaba entonces el pueblo mexicano de la situación en que estaba la Francia cuando la potente voz de Mirabeau tronó desde la tribuna del constituyente aquellas memorables palabras: "Decid al amo que os envía, que reunidos aquí nosotros por la voluntad del pueblo, sólo saldremos por la fuerza de las bayonetas."

"Le faltó agregar que Iturbide no había tenido el menor escrúpulo en hacer uso y abuso de las bayonetas.

"Dice el mismo autor en la página 150 que Iturbide osó mandar aprehender a los valientes Bravo y Guerrero, y que el segundo dijo al comandante de la escolta: "señor oficial, usted tiene en sus manos arrestarnos y llevarnos a que seamos fusilados en recompensa de los muchos servicios que hemos hecho a la libertad y del que ahora intentamos hacerle. La patria gime bajo el despotismo y es indigno del nombre mexicano el que quiera sostener la opresión". A estas palabras el oficial mandó retirar la tropa y suplicó a los generales que escapasen cuanto antes."

"Se sabe que Santa Anna, que después fue otra pesadilla para los mexicanos, se pronunció contra Iturbide, siendo tan oportuno este pronunciamiento como lo había sido el del mismo Iturbide en favor de la autonomía que todos deseaban.

"Iturbide después de algunos meses en que se dio el gusto de hacerse llamar Majestad, sin corte ni chambelanes, pues según afirman Zavala y Bustamante, que lo vieron, aquello era un sainete, era lo más ridículo, pues que todo quería copiarse de Napoleón, hasta la capa imperial de la cual se adquirió una copia, se vio precisado a presentar su abdicación que le fue aceptada por el mismo Congreso disuelto antes, y que por una aberración, de tantas como se usaban entonces, estaba funcionando de nuevo desde el 4 de marzo. A los quince días era difunto aquel imperio carnavalesco.

"En la obra histórica "Guerrero" página 692 se lee lo siguiente:

"Lo que acabó de desprestigiar al imperio, fuera de las ridículas ceremonias de palacio, fue el robo que se hizo de una conducta de más de un millón de pesos en el camino de Veracruz para las atenciones de la corona, y todavía más, que el despótico emperador mandó poner en las espaldas de un alcalde un aparejo de mula, cometiendo otras muchas indignidades que hicieron recordar al militar voluntarioso del Bajío."

"Todavía el señor Iturbide tuvo el desplante de pedir $150,000.00 para su viaje y quince días para hacer sus preparativos. Zavala fue el encargado de hacer el dictamen sobre las bases acordadas por el Congreso, ya libre, según dice, para deliberar, en que se afirmó que ya no podía haber nada de borbones ni nada de gobiernos extranjeros, ni subsistir ningún plan de Iguala, declarándose nulo el nombramiento de Iturbide para emperador, no habiendo sido hecho sino bajo la presión del miedo por las amenazas de los soldados y de algunos léperos sostenidos por éstos."

"Por último, Iturbide salió para Veracruz bien escoltado, y después de pasar algunos meses en el extranjero, dice Zavala que "el Congreso recibió con sorpresa una comunicación pidiendo volver al país para servirlo como soldado, lo cual se acordó no contestar, y por el contrario, el diputado Lombardo hizo una proposición para que en el caso de que Iturbide intentase regresar al territorio mexicano, se le considerara fuera de la ley.

"A mediados de julio, sin embargo llegó Iturbide a Soto la Marina bajo nombre supuesto, se descubrió quién era, consultaron al Congreso las autoridades lo que debería hacerse con él, disponiéndose que se le aplicara la ley en cuya virtud fue pasado por las armas el 20 de julio de 1824."

"En consecuencia, proponemos, con dispensa de todo trámite, los siguientes acuerdos económicos:

"Primero: Bórrese del recinto de la Cámara el odioso nombre del primer contrarrevolucionario mexicano. Agustín de Iturbide, fusilado en Padilla por virtud de un decreto memorable del Congreso federal.

"Segundo: Substitúyase el nombre del traidor Iturbide por el del heroico revolucionario doctor don Belisario Domínguez."

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, 22 de septiembre de 1921.- A Díaz Soto y Gama. - Octavio Paz - Carlos Riva Palacio.- Diputación de Michoacán; M. Marragán.- Uriel Avilés.- Luis Guzmán.- C. Rivera.- José Sánchez Anaya.- Rafael M. González.- Ignacio C. Villegas.- B. Ibarra. - José Bravo B.- S. Hurtado.- Diputación de Guerrero: 7o. distrito de Guerrero, U. Lavín. - 8o de Guerrero, I. Cervantes. - Diputación de Guanajuato: E. bordes Mangel. - Francisco Soto. - Manuel Ortiz. - E. Fernández Martínez. - Enrique Hernández. - Roberto Sepúlveda. - 17 de Guanajuato. - 2o. de Yucatán. - J. Zárate G. - M. F. Altamirano. - 8o. de Veracruz. - Rafael Lara. - 8o del D. F. - Aurelio Márquez. - 17 de Veracruz. - J A. Castillo Nájera. - 2o. de Sonora. - L. Aldaco. - E. M. Barragán. - Q. Roo Francisco Z. Moreno. - 6o. de Jalisco.- Liborio Espinosa y E.- F. de la Peña.- 5o. Hidalgo.- Rodrigo Gómez.- S. Franco Urías.- Gustavo Arce.- G. C. Correa.- 5o de Yucatán.- Onésimo González.- 14 de Oaxaca.- M. Montes de Oca.- 4o. de Puebla.- J. Prieto Laurens.- 11 del D. F.- A. G. García.- F. Tejeda Llorca.- 17 de Veracruz.- C. Pichardo.- 7o. del Estado de México.- Miguel Hernández.- 10 de Veracruz.- G. Rodríguez.- L. Guadarrama.- 10 de México.- Filemon Basaldúa.- 4o. de Querétaro.- P. Dorantes.- 16 de México.- Luis Paredes.- 1o. de Hidalgo.- J. A. Olguín.- 6o. de Hidalgo.- J. F. Azuara.- 4o. de Hidalgo.- Isauro Castillo Garrido.- 11 de México.- Antonio Ortega.- 3o. de Puebla.- Francisco J. Barbosa.- 1o de Puebla.- A. Gutiérrez Castro.- 5o de Coahuila.- José G. Zuno.- 1o de Jalisco.- C Damián.- 2o. de Tabasco.- L. Pimentel.- 2o. de Coahuila.- C. Llaca.- 3o. de Querétaro.- Francisco López Soto.- 9o. de Hidalgo.- Felipe de la Barrera.- 14 de México.- Lic. Francisco G. Luque.- 7o. de Puebla.- José Leyva.- 2o. de Oaxaca.- Miguel Martínez Rendón.- 1o. de Nuevo León .- José R. Colón.- 5o. de México.- Juan Bravo y Juárez.- 19 de Jalisco .- A. Guerrero.- 12 de Puebla.- Carlos B. Munguía.- 19 de jalisco.- Dr. Alonzo Romero.- 6o. de Yucatán.- I. Peña.- 10 De San Luis.- Flavio B. Ayala.- 6o. de San Luis Potosí.- J. M. Velasco.- 2o. de Chiapas.- V. Rivera.- 3o. de Coahuila.- Juan Angel Morales.- 5o. de San Luis Potosí.- Dr. A. E. Vidales.- 9o. de San Luis Potosí.- Manuel E. Miravete.- 18 de Veracruz.- Manuel F. Méndez.- 15 de Puebla.- Custodio Valverde.- 1o. de Guerrero.- Manuel Rico G.- 5o de Chihuahua.- Pedro de Alba.- 1er. distrito de Aguascalientes.- Pablo H. Sánchez.- 3o. de Jalisco.- J. L. Solórzano.- 2o de México.- J. Siurob.- 1o. de Querétaro.- J. M. Bonilla.- 17 de Puebla.- R. Ramos Pedrueza.- 6o del D. F.- Francisco Tovar y Pérez.- 4o. de Chihuahua.- Erasmo Trejo.- 11 de Hidalgo.- D. Montes de Oca.- 3o. del Estado de México.- E. Aguirre.- 7o de Chihuahua."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo.

El C. Alessio Robles: ¡Pido votación nominal! (Murmullos. Varios ciudadanos diputados piden votación nominal (Campanilla.)

- El mismo C. secretario: Se dispensan los trámites. Está a discusión. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Si! ¡Si!. Desorden. Campanilla.)

- El C. Moreno Jesús Z. Reclamo el trámite.

El C. Castillo Ignacio: ¡Moción de orden. (Desorden. Campanilla.)

El C. Ollivier: Señores compañeros..(Murmullos.) Había pedido con mucha anterioridad la palabra...(Desorden Campanilla.) en contra de este trámite y la presidencia se sirvió inscribirme (Gritos Desorden. Campanilla.)

El C. Díaz Soto y Gama: No tenga usted miedo.

El C. Ollivier: No tengo yo miedo, no vengo a rehuir la discusión. (Desorden. Campanilla.)

El C. Quiroga: ¡Moción de orden! (Varios ciudadanos diputados piden la palabra para mociones de orden. Campanilla.)

El C. presidente: Ruego a los señores diputados tomen asiento y no hagan desorden. Por un error de la Secretaría se pidió la votación inmediata; tiene la palabra en contra de la dispensa de trámites el ciudadano Ollivier.

El C. Ollivier: Señor licenciado Soto y Gama: no vengo a eludir la discusión, precisamente vengo a suscitarla. Creo que en esta Cámara de Diputados hay personas suficientes capacitadas para dilucidar el punto. La crítica histórica no puede verificarse en medio minuto. Creo que si aceptamos esto en la forma tan ligera en que se propone, la Cámara de Diputados se habrá expuesto a muy justificadas y acres censuras. (Aplausos.) Señores compañeros, en primer, lugar lo que proponen estos señores es un disparate; el asunto que se discute no puede ser materia de un acuerdo económico. La ley de 20 de mayo de 1835, expedida por este Congreso General, dice:

"Que se inscriba en la Cámara de Diputados el nombre de Agustín de Iturbide."

Se dijo esto, señor Paz. El tiene el tomo de la Legislación Mexicana en donde está esto, esta ley que dice que se inscribiese en la Cámara el nombre ilustre de don Agustín de Iturbide. Por tanto, señores, además de esto, es decir, de que el acuerdo que precedió a esa inscripción en el frontis de este palacio no fue materia de un acuerdo económico, sino de una ley, tenemos el artículo 62 del Reglamento, que ruego a la Presidencia se sirva ordenar a la Secretaría se sirva leer.

- El C. secretario Barragán. leyendo:

"Articulo 62. Ninguna proposición o proyecto podrá discutirse sin que primero pase a la Comisión o comisiones correspondientes, y éstas hayan dictaminado.

Sólo podrá dispensarse este requisito en los asuntos que por acuerdo expreso de la Cámara, se calificaren de urgente o de obvia resolución."

(Voces: ¡No se oye!)¡Pues si no quieren oir! (Campanilla.)

El C. presidente: Yo ruego a los señores

diputados que reclaman que no se oye, que hagan silencio para que puedan oír.

- El mismo C. secretario: Tomando un reglamento y viendo el artículo 62, los señores que no escuchan pueden salir de duda.

"Articulo 62. Ninguna proposición o proyecto podrá discutirse sin que primero pase a la Comisión o comisiones correspondientes, y éstas hayan dictaminado. Sólo podrá dispensarse este requisito en los asuntos que por acuerdo expreso de la Cámara, se calificaren de urgente o de obvia resolución.

El C. Ollivier: Señores compañeros: Honradamente vamos a confesar que si aquí no procedemos guiados por un apasionamiento irrefrenable, este asunto no es de urgente ni mucho de obvia resolución ...(Voces: ¡Si es! ¡No es!) No. señores; absolutamente...(Murmullos.) Resulta, señores, enteramente inoportuno. (Murmullos. Desorden. Campanilla.)

El C. presidente: Ruego al señor diputado Quiroga ocupe su asiento y no levante la voz más alto que el orador.

El C. Ollivier: Señores compañeros: Resulta absolutamente inoportuno que en estos momentos, después de que hace setenta años que hemos dejado pasar desapercibida la fecha del 27 de septiembre, consumación de la Independencia; después que de una manera más o menos intempestiva se ha resuelto celebrar en la forma suntuosa en que estamos presenciando este aniversario...(Murmullos. Voces: ¡Es pura coba! Campanilla.) Señor compañero Soto y Gama: yo jamás me he permitido interrumpirlo a usted en sus largos discursos...(Voces: ¡Es coba! Desorden Campanilla.) Señores resulta inoportuno decía yo, y esto ha provocado una gran desorientación en el público y todo el mundo lo ha presenciado, inclusive las misiones especiales extranjeras que nos honran con su visita, han palpado esta desorientación que existe en el público debido a que no había precisamente una preparación adecuada que justificase la celebración de estas fiestas. Al iniciarse esta celebración se ha suscitado la discusión bajo el punto de vista histórico, y polemistas e historiadores se han empeñado en definir de una manera resuelta si por fin la figura de Iturbide es meritoria o debe, por fin, de una manera decisiva, deprimirse. (Murmullos.) Señores: ¿la Cámara puede en medio minuto establecer un criterio definitivo en la materia? Esto es injusto. Yo creo que lo indicado, señores, es que esto pase a Comisión; no se trata de eludir la discusión, tenemos muchos asuntos interesantes en cartera que bien merecen nuestra atención. Que pase a una comisión, a la de Puntos Constitucionales, que es la que, en mi concepto, está capacitada para decretar honores. Si la Comisión de Puntos Constitucionales no se considera competente, que se asesore de alguna otra, por ejemplo, de la de Universidad; pero no resolvamos un asunto sobre la rodilla, por que no somos la autoridad capacitada para ello. Es muy poco lo que pido, señores compañeros, y espero que en esta vez el buen sentido de la Cámara se demuestre y no cometamos una injusticia.

El C. secretario Barragán: Nuevamente se pregunta a la Cámara si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. (Voces: ¡Votación nominal!)

El C. Chapa: Moción de orden.

El C. Moreno Jesús Z: ¿Con qué derecho hace la Secretaría las declaratorias?

- EL C. Alessio Robles: Pido votación nominal, Estoy suficientemente apoyado.

El C. secretario Barragán: Es manifiesta la mayoría, señor Robles.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Altamirano.

El C. Altamirano Manlio Fabio: (Aplausos.) Señores diputados: Hace algunos días, abandonando esta capital y con ella las suntuosas fiestas que - aunque con el título de populares, no lo han sido - se han celebrado con motivo de la consumación de nuestra Independencia, nos dirigimos algunos ciudadanos a las ciudades de Zacatecas y de Aguascalientes con el objeto de celebrar reuniones de carácter netamente agrarista, y nos fuimos a encontrar con esto que, al mismo tiempo que causaba un pesar en nuestro ánimo, nos daba fuerzas para seguir luchando en pro de los ideales que nosotros perseguimos. Nos encontramos en Zacatecas con que el obispo de aquel Estado estaba absolutamente interesado en las fiestas del Centenario, tan interesado estaba, que tenía un representante en el comité de aquel Estado. Con este motivo, los caballeros de Colón y todas las asociaciones religiosas tomaron parte activísima, haciendo un alarde de su fuerza frente al pueblo trabajador y frente al pueblo agricultor, quien, a pesar de todo, a pesar de la escasa ilustración que le han dado los gobiernos, por intuición sabe que Iturbide fue un contrarrevolucionario y no hacen caso a las fiestas de los caballeros de Colón Pasamos a la ciudad de Aguascalientes; allí, señores, el baluarte de la reacción, allí donde el obispo es compadre del ciudadano gobernador; allí donde se consulta hasta el último detalle del Gobierno con el señor obispo; allí llegamos nosotros para dejar sembrada la idea revolucionaria. Los caballeros de Colón y todas las asociaciones religiosas, que son absolutamente enemigas del ideal revolucionario, hacían alarde de su fuerza y hasta en su programa ponían con letra muy grandes, esta frase; Invitamos a los caballeros de Colón, a los componentes de la A. C. J. M. y a una infinidad de asociaciones religiosas para celebrar una gran manifestación en honor de Agustín de Iturbide, primer emperador de México y verdadero (con unas letras de este tamaño) libertador de la nación mexicana. (Siseos. Murmullos.)

Pues bien, señores; ante esta actitud de los caballeros de Colón, que son los más interesados en tener en Agustín de Iturbide un baluarte ideológico para sus trabajos, para poder inficionar el cerebro de la juventud mexicana, ante esto tuvimos que desplegar toda nuestra energía y, acompañados del pueblo de Aguascalientes, de los agricultores y de los obreros de los talleres, pudimos impedir aquella manifestación, que iba a ser una bofetada para los ideales revolucionarios. Pues bien. señores diputados; en estos momentos se va a debatir en la Cámara de Diputados algo que es de suma trascendencia para la intelectualidad mexicana. No crea el compañero Quiroga que esto no tiene mucha resonancia y no tiene gran importancia: Aquí está debatiéndose el pasado frente al porvenir; aquí se debate la juventud que despunta, contra los

que tiene complicidad con el pasado. (Aplausos) Cuando estamos viendo, señores compañeros, que un José Vasconcelos, que próximamente será - si tiene una poquita de más audacia -, será con su talento el Lunacharsky de la nación mexicana; cuando hace un esfuerzo supremo hacia ideales nuevos; cuando se lucha por arrancar a la juventud mexicana de todos aquellos prejuicios que le legó el clericalismo; cuando vemos a ese campeón de la nueva revolución victoriosa querer forjar una verdadera patria, vemos también por otro lado a los caballeros de Colón que se congregan en apretadas filas para poner un valladar, para poner una muralla a esa labor de los nuevos intelectuales que quieren, por todos los medios que están a su alcance, con toda su energía, emancipar a la juventud mexicana y que no vayamos a tener próximamente una juventud degenerada, una juventud que sólo piense en las asociaciones religiosas; una juventud que tiene miedo al porvenir; una juventud que sólo mira hacia el pasado y que tiene temor de mirar hacia adelante. (Aplausos.) Decía el ciudadano Ollivier que el asunto está todavía a debate. Si el compañero Ollivier se fija, habrá visto que en las columnas de los periódicos, que en las columnas de las revistas que se publican, se han dado los datos suficientes necesarios, para que tengamos un criterio bien formado acerca del particular. En primer lugar pasamos por las aulas y allí vimos quién fue Agustín de Iturbide; vimos que él traicionó a su rey; vimos que después traicionó - y esto es más importante -, traicionó a los ideales democráticos, a los ideales verdaderamente populares que traía en su bandera la revolución mexicana en aquella fecha y después, poco después, mostró toda su ambición, demostró cínicamente todos los móviles que lo impulsaron a celebrar la entrevista de Acatempan: se coronó emperador y sirvió entonces de bandera, no a los insurgentes, no a los hombres que habían alentado una chispa de rebelión en su cerebro para conquistar una patria; no a los hombres que querían la Independencia, sino que se puso a la cabeza de la aristocracia de México y a la cabeza de algo que es peor, del clericalismo de México. (Aplausos. Voces: ¡Muy bien! ¡Muy bien!) Se han leído aquí los antecedentes, señores diputados, se ha visto que Agustín de Iturbide persiguió a los insurgentes, no por cumplir con una obligación, como la tenía por ser militar, no únicamente cumplía con su deber, sino que cumplía con su deber poniendo algo de lo que llevaba dentro, poniendo todo su corazón, poniendo todo su cerebro, poniendo verdadera zaña para perseguir a los insurgentes libertarios. Por consecuencia, señores, el abrazo de Acatempan fue primero una traición a su rey y después su coronación fue una traición a los ideales revolucionarios de los mexicanos. (Aplausos.) Yo desde esta tribuna, la más alta de la República Mexicana, hago un llamamiento a mis compañeros para que se acuerden de que son revolucionarios; los que no puedan desasirse del pasado por tener muchas complicidades con él, siquiera que no nos obstruccionen y que nos dejen ir por el sendero recto. (Aplausos.) Y a la juventud mexicana, a la juventud mexicana, la que comienza en estos momentos su vida en las aulas, que se deje llevar por los maestros de las nuevas ideas, que siga los nuevos ideales revolucionarios, que no tenga temor a lo desconocido, que se aparte del pasado para ver los nuevos senderos por donde tendrá que ir la humanidad hacia un mejoramiento económico, ya que a él se ha de llegar por medio del gran progreso material que ha alcanzado el hombre, pues, si no se ha llegado a ese mejoramiento económico por medio del mejoramiento material, ha sido precisamente por esa caterva de hombres que sólo viven metiendo en el cerebro de la juventud que estudia, ideas de temor, ideas de miedo para todo lo que no sea el pasado. Nosotros seguimos un método absolutamente contrario; vamos diciéndole a la juventud: estudien, es preciso que estudien; pero no estudien ya a los reaccionarios de ayer; estudien a Ingenieros, estudien a Barbirsch, a Anatole France; estudien a todos aquellos que constituyen hoy, en todo el mundo, la gloriosa internacional del pensamiento, que para quienes los comprenden, es lo más glorioso; pese a los retardatarios, la revolución del pensamiento es la revolución más gloriosa que la revolución armada. (Aplausos.) Si nosotros hemos tenido fe y entusiasmo para ir a las revoluciones armadas; si hemos sido suficientemente valerosos para poner nuestro pecho en un momento dado frente a las balas de los traidores de la revolución, ¿porque no hemos de ser lo suficientemente fuertes - porque estamos obligados a ello -, ¿por qué no hacer la revolución en las inteligencias? Se diría de los Revolucionarios de México que sólo son capaces de destruir, que sólo son capaces de convertir en ruinas a una nación y que no son capaces de hacer la revolución en los cerebros. Cuando nosotros hayamos hechos la revolución en las inteligencias entonces sí cantaremos victoria; entonces sí podremos decir con todas nuestras fuerzas que la patria mexicana existe y que la patria mexicana está salvada. (Aplausos.)

El C. Secretario Barragán: Habiendo hablado los oradores que marca el reglamento, en votación económica se pregunta...

El C. Alessio Robles Vito: Pido votación nominal.

El C. secretario Barragán: Estando suficientemente apoyado, en votación nominal se pregunta si se considera de urgente y obvia resolución. Se procede a recoger la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. secretario Aillaud: Por la negativa. (Votación.)

El C. secretario Aillaud: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar? (Desorden. Campanilla.)

El C. Ollivier: ¡Moción de orden, señor presidente! (Continúa el desorden. Campanilla.)

El C. secretario Barragán: Después se leerán las listas para que rectifiquen los que deseen (Murmullos. Campanilla.)

El C. presidente: Yo ruego a los señores diputados que en lugar de estar interrumpiendo la votación, se esperen a la lectura de las listas, para que aclaren sus dudas. (Continúa la votación.)

El C. secretario Aillaud: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar?

El C. secretario Barragán: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar?

El C. secretario Aillaud: Se va a proceder a la votación de la Mesa.

El C. secretario Barragán: Se va a proceder a la votación de la Mesa. (Votación.)

El C. secretario Barragán: Votaron por la afirmativa 81 ciudadanos diputados.

El C. secretario Aillaud: Por la negativa 53 ciudadanos diputados.

El C. secretario Barragán: No habiendo las dos terceras partes...(Voces: ¡Que se lean los nombres!)

El C. secretario Barragán: Votaron por la afirmativa los siguientes ciudadanos diputados: "Aguirre Emilio, Aillaud, Alarcón, Alba, Aldaco, Altamirano, Alvarez Vicente, Arce, Avilés, Ayala, Barbosa, Barragán Enrique M., Barragán Martín, Basaldúa, Bonilla, Bordes Mangel, Bravo y Juárez, Cano, Casas Alatriste, Castillo, Garrido, Castillo Nájera, Correa, Damián. Díaz Soto y Gama, Dorantes, Espinosa y Elenes, Fernández Miguel B., Garza Francisco, Gómez Rodrigo, González Onésimo, González Rafael M., Guadarrama, Guerrero Alberto, Gutiérrez Castro, Guzmán Luis, Hernández Alvarez, Hidalgo Catalán, Ibarra, Lavín, Leyva, López Soto, Luque, Manrique, Maqueo Castellanos, Martínez de Escobar Rafael, Martínez Rendón, Méndez Manuel F., Montero Villar, Montes de Oca, Moreno Francisco Z., Munguía Carlos B., Olguín, Ortega Antonio, Ortiz, Padilla, Paredes, Paz Peña Francisco de la, Peña Ildefonso, Pimentel, Prieto Laurens, Ramos Ezquer, Ramos Pedrueza, Reynoso Díaz, Rico G; Riva Palacio, Rivera Vicente, Rodríguez Guillermo, Sepúlveda, Siurob, Solorzano José Luis, Soto Francisco, Tirado, Torre, Tovar y Pérez, Trejo Erasmo, Valverde, Vásquez, Vidales, Zárate, Zincúnegui Tercero y Zuno. Total 81 votos.

Habiendo reclamando su voto el ciudadano Riva Palacio, se hace constar por la afirmativa. Munguía Carlos reclama su voto por la afirmativa.

El C. Chapa: Pido la palabra, señor presidente, para rectificar...

El C. presidente: Ruego a su señoría permita que termine la lectura de la lista.

El C. Chapa: Ya terminó la lectura. Yo he votado por la negativa, porque me opongo a que se festine este asunto y porque no me dejo sugestionar por las mayorías apasionadas; en cambio, se me ha anotado por la afirmativa.

El C. presidente: Ruego a su señoría se limite a decir lo que es del caso, que rectifica su voto.

El C. Chapa: Yo creo que tengo libertad para hacerlo.....

- EL C. secretario Barragán: El C. Hernández Miguel B. reclama su voto por la afirmativa, se hace constar. Se suprime al ciudadano Chapa en la afirmativa, donde equivocadamente se le había anotado.

El C. secretario Aillaud: Votaron por la negativa los siguientes ciudadanos diputados: "Acevedo, Aguirre Colorado Ernesto, Aguirre Colorado Fernando, Aja, Alanís, Alessio Robles, Barón Obregón, Borrego, Von Borstel, Bravo, Cal y Mayor, Carriedo Méndez, Castañón, Castillo Francisco, Castillo Porfirio del Cuéller, Chapa, Chávez Franco, Domínguez, Esparza Martínez, Franco Cerqueda Franco Urías, Gómez Cosme D., Gómez Luna, González y González, Gutiérrez Teodomiro T., Hernández Coronado, Huerta, Lazcano Carrasco, Lomelí, Martínez de Escobar Federico, Méndez, Miramontes, Moreno Jesús Z. Munguía, Navarro Uriel, Ogarrio Meixueiro, Ollivier, Pino, Portes Gil, Quiroga, Ramírez Francisco Modesto, Ramírez Luque Francisco, Ramírez M. Fidel, Reyes Ignacio C; Romero Ricardo, Sánchez Gilberto, Serrano Gustavo P., Serrano Hermosillo, Silvia, Trejo, Vega y Vizcarra. Total 53 votos."

En consecuencia, no habiendo las dos terceras partes que señala el Reglamento, pasa a la 1a. Comisión de Puntos Constitucionales. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Ollivier.

El C. Ollivier: Señores compañeros: Os voy a distraer brevísimos momentos.

Únicamente vengo a manifestaros que a los que votamos en contra nos complace sobremanera que se nos brinde la oportunidad para que se discuta este asunto a la verdadera luz de la razón. Dice el compañero Altamirano que al pasar por las aulas hemos leído la historia, ¡pero que historia, señores! Una historia que ha cometido errores hijos del apasionamiento. Y a propósito, señores, ya que de reivindicaciones históricas se trata, yo vengo a reclamar a los señores proponentes la injusticia que aún siguen cometiendo con uno de los más grandes revolucionarios que hemos tenido, el general zacatecano Trinidad García de la Cadena que, quiérase o no, es el precursor moral de la actual revolución. Esto también como una rectificación al estimable compañero Altamirano. Se ha dicho que el pueblo de la ciudad de Zacatecas y en general del Estado, es reaccionario; eso no: fue, es y sigue siendo liberal.

El C. Siurob: Pido la palabra para rectificar un hecho.

El C. Altamirano: Pido la palabra para rectificar hechos.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Siurob.

El C. De la Peña: Pido la palabra. Muy atentamente suplico a alguno de los miembros de la Comisión de Instrucción Pública o de la de Hacienda, a quien fue turnada la solicitud de la diputación de Hidalgo, respecto a los bienes del Clero, que tenga la bondad de decirme si se va a dictaminar pronto este asunto. Como la Cámara se va a ocupar próximamente de la discusión de los presupuestos y el asunto nuestro lo creemos muy interesante, suplico a esta Comisión que conteste mi interpelación. Ademas, el señor licenciado Padilla que hace pocos días vino del Estado de Michoacán, nos refirió que en aquella tierra, cuna del inmortal Ocampo y del no menos prominente doctor Silva, el Clero se ha levantado de una manera estupenda, al grado de que diariamente predica en los púlpitos una revolución en contra de los liberales, llaman llamándonos facinerosos, ladrones y cuanto ellos quieren. Hace pocos días todavía, señores en el pueblo de Tacuba, aquí en el Distrito Federal, el cura de aquel lugar provocó un gran escándalo incitando al pueblo para que se opusiera a una disposición gubernativa, azuzándolo a la rebelión. Y señores, si hemos de permanecer en esta inercia y permitir que los caballeros de Colón y todos los reaccionarios se

nos suban a las barbas, espero que la revolución próxima será de religión y fueros y esto quiere decir que hemos retrocedido sesenta años en nuestra marcha social. (Aplausos.)

El C. presidente: La Presidencia va a hacer esta aclaración: están inscriptos para hablar con el objeto de hacer rectificaciones, aclaraciones, contestar alusiones personales, etcétera, los ciudadanos diputados Altamirano, Siurob, Domínguez y Padilla; lo que quiere decir que en ánimo de la Asamblea está que el debate se prolongue a pesar de haber dicho que no se dispensaban los trámites. La Presidencia no tiene el derecho de negar el uso de la palabra a quienes se la han pedido con estos objetos; pero se hace constar que se va a entrar de hecho a la discusión del asunto. (Voces: ¡No!)

El C. Gandarilla: Moción de orden.

El C. presidente: No hay ningún desorden.

El C. Gandarilla: Sí lo hay, se lo voy a demostrar a su señoría.

Respetuosamente pido la palabra para moción de orden. Tengo derecho, señor presidente, a pedir la palabra para moción de orden. Señor presidente, se está violando el orden establecido por la orden del día. Hay asuntos importantes en cartera.

El C. presidente: Sírvase citar su señoría el artículo del Reglamento que se está violando.

El C. Gandarilla: El artículo que dice que se discutirán primero los asuntos que hay en cartera y las rectificaciones de hecho se harán al terminar las discusiones. En cartera hay asuntos de importancia, las rectificaciones de hechos son para después.

- EL C. presidente: tiene la palabra el ciudadano Altamirano en virtud de que la ha pedido para rectificar hechos: Tiene derecho.

El C. Altamirano: Señores diputados:...

El C. Gandarilla: Debe ser al último, señor presidente; hay asuntos en cartera, señor presidente; moción de orden. Hay que trabajar, señor presidente, hay asuntos en cartera.

El C. presidente: Esa es la intención de la Presidencia, ciudadano Gandarilla se está llamando al orden a la Asamblea, pero mientras los miembros de esta Asamblea hagan uso de los derechos que el Reglamento les concede, no será el presidente quien les niegue ese derecho.

El C. Gandarilla: Pero debe señalarles cuándo deben hacer uso de ese derecho.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Altamirano.

El C. Altamirano: Señores diputados: Voy a ser demasiado breve y voy a demostrar al señor compañero Ollivier que a pesar de que en su gloriosa tierra, el Estado de Zacatecas, ha habido prohombres en ideas revolucionarias, hay también, señor compañero Ollivier, en estos momentos un gran número de individuos que sólo se dedican a contrarrestar los ideales de la revolución; en tres palabras se lo voy a demostrar. Cuando llegamos nosotros a Zacatecas, estaba citada una gran manifestación de agraristas y de agricultores en pequeño. Esta gran manifestación fue un verdadero éxito; concurrieron a ella más de tres mil personas; los labriegos, llevando como bandera sus milpas, desfilaron por las calles de la ciudad de Zacatecas. Cuando comenzamos a hacer uso de la palabra, el compañero Soto y Gama y yo, no hizo más Soto y Gama que comenzar a hablar del problema agrario y de sacar la misma encíclica de León XIII, en la cual el mismo León XIII dice que la división, y los caballeros de Colón inmediatamente - pues habían ido exprofeso para interrumpirnos en número de veinticinco o treinta - comenzaron a no dejarnos hablar, y entonces, compañeros, para honor de usted, para orgullo de usted, compañero Ollivier, el mismo pueblo de Zacatecas, que estaba ya formado en sus caballos, en sus burros, etcétera, el mismo pueblo de Zacatecas sacó las reatas para castigar a esos fifíes caballeros de Colón. (Aplausos.) y dispararon cinco o seis tiros, con lo que bastó para que los caballeros de Colón estén todavía escondidos en la cocina de su casa. (Aplausos.) Quiero hacer todavía esta pequeña rectificación: dice el compañero Ollivier, que aunque pasamos por las aulas, allí estudiamos la historia, ¡Y qué historia! dice él. Pues la misma historia que estudiamos, compañero, la que estudiamos casi todos en la escuela, la misma historia de Pérez Verdía, que tengo entre mis manos, con esa basta para formarnos un criterio de la labor de Iturbide. La pongo a la disposición de usted para que vea que no necesitamos profundizarnos acerca de la vida de Iturbide para llegar a la conclusión de lo que fue como contrarrevolucionario y traidor a los ideales de la revolución mexicana.

- EL C. Ollivier: Agradezco en primer término el generoso concepto que se ha servido dirigirme el compañero Altamirano, pero a propósito de la enseñanza de la historia, me permito preguntarle lo siguiente: ¿cree usted que baste el criterio de Pérez Verdía para formarse un juicio acerca de la labor de Porfirio Díaz? (Aplausos.)

El C. Altamirano: El compañero Ollivier escoge precisamente el caso menos a propósito...(Voces: ¡Ah!) porque para juzgar a Porfirio Díaz no necesitamos ni siquiera pasar por la historia, por que hemos vivido casi dentro de su régimen de manera que con los hechos que vinieron a demostrar la traición de Porfirio Díaz a su ideales revolucionarios, con eso podemos juzgarlo.

El C. Ollivier: Gracias, compañero.

El C. presidente: Para contestar una interpelación, tiene la palabra el ciudadano Pedro de Alba.

El C. Alba Pedro de: Contestando la interpelación del ciudadano De la Peña.. (Voces: ¡Tribuna!) Son tres palabras. Debo decir al compañero De la Peña que su iniciativa fundamentalmente se refiere a una cuestión de Hacienda, que paso a la 1a. Comisión de Hacienda y 1a. de Instrucción Pública, fue entregado el expediente al señor Zubaran. El dictamen debe referirse esencialmente a una cuestión de Hacienda y secundariamente a una de Instrucción Pública. Los miembros de la Comisión de Instrucción Pública hemos estado trabajando en un dictamen muy extenso sobre la Ley Orgánica de la Secretaría de Instrucción Pública, y no hemos puesto mano en este asunto; pero yo ofrezco que nos pondremos en contacto con el presidente de la 1a. Comisión de Hacienda y a la mayor brevedad presentar un dictamen sobre su iniciativa.

El C. Barón Obregón: Pido la palabra para interpelar al ciudadano presidente.

El C. Siurob: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. presidente: Permita usted a la Presidencia que conteste una interpelación.

El C. Barón Obregón: Para suplicarle sencillamente que tenga usted la bondad de informarme por qué no se ha puesto a discusión el dictamen relativo a la reglamentación del artículo 27, en lo que se refiere a la ley del Petróleo.

El C. González y González: Tenemos otra ley antes.

El C. presidente: La presidencia ha puesto en cartera los asuntos pendientes de discusión en el orden que han sido presentados; ignora en qué orden las comisiones rindieron su dictamen; en ese orden se discutirán siempre que antes la Asamblea permita que entremos a la discusión de los asuntos en cartera. Tiene la palabra el ciudadano Siurob.

El C. Domínguez: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: En seguida está anotado su señoría el diputado Domínguez.

El C. Siurob: Ciudadanos diputados: Mi rectificación es muy breve, no va a quitar el tiempo a esta honorable Asamblea; solamente vengo a decir a esta tribuna que me he adherido de todo corazón a la proposición presentada por varios compañeros, que ha sido tema de ardua discusión esta tarde; en el único punto en que no estoy de acuerdo es en la substitución del nombre de don Agustín de Iturbide por don Belisario Domínguez, no porque no lo considere grande a Belisario Domínguez, no porque no lo considere digno por todos conceptos del respeto nacional y ser un verdadero héroe en nuestra Historia, sino sencillamente porque quiero darle el lugar a uno de los verdaderos liberales, a don Nicolás Bravo, que no figura en la lista de los inscriptos en el recinto de la Representación Nacional. (Aplausos.) Está don Eduardo Bravo, el padre de don Nicolás; está don Miguel Bravo, hermano de don Nicolás; pero don Nicolás, ese héroe purísimo, ese libertario - tipo para nuestra Independencia, para nuestras luchas en pro de nuestra libertad, no figura en esa lista. ¿El por qué no figura don Nicolás Bravo? Yo no lo sé, tal vez a un olvido de las generaciones pasadas se deba el no incluir allí el nombre de don Nicolás Bravo; así me lo explico. Pero yo, señores, entre Iturbide y don Nicolás Bravo hago la siguiente comparación: Ante Nicolás Bravo compareció su propio padre, compareció a suplicarle, en obsequio a su cariño, cediera de su actitud revolucionaria, y don Nicolás Bravo se mantuvo incólume dentro de sus principios y no cedió ante el autor de sus días. (Voces: !Fue Guerrero! ¡Huy!) Perdonad la confusión momentánea que ha sufrido mi cerebro en vista del entusiasmo que despierta en mí la idea de la reivindicación que trata de lograr esta honorable Cámara. El hecho verificado por don Nicolás Bravo consistió en haber perdonado la vida a los insurgentes y en haber antepuesto una idea de humanidad a intereses personales que le dictaba su sangre. Pues bien, la comparación es, de todas maneras, absolutamente efectiva entre don Nicolás Bravo, que perdona a un grupo de prisioneros, no obstante que su padre está en peligro; entre don Nicolás Bravo, que después se batió en chapultepec contra el invasor, y Don Agustín de Iturbide que ante la presencia dolorida de la patria y siendo uno de sus hijos, no vaciló en seguir todavía sacrificando a los defensores del país; no cabe la comparación y por eso yo vengo a hacer la rectificación, dado que yo propongo lo mismo acerca de la supresión del nombre de Agustín de Iturbide, de que en su lugar se inscriba el nombre de don Nicolás Bravo. Es todo lo que quería manifestar a vuestras señorías.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Norberto Domínguez, (Voces: ¡Tribuna! ¡Tribuna!)

El C. Domínguez: Vengo a la tribuna porque ustedes lo mandan, pero es para una cosa muy sencilla. Como el asunto pasa a la 1a. de Puntos Constitucionales, de la cual forma parte el señor Díaz Soto y Gama, he pedido la palabra únicamente para suplicar que se lea el artículo 83 del Reglamento; vine a la tribuna porque ustedes lo mandaron, pero no se necesitaba. (Risas.)

- El C. Secretario Barragán, leyendo:

"Articulo 83. Cuando uno o más individuos de una Comisión tuvieren interés personal en algún asunto que se remita al examen de ésta, se abstendrán de votar y firmar el dictamen, y lo avisarán por escrito al presidente de la Cámara, a fin de que sean substituidos para el sólo efecto del despacho de aquel asunto.

El C. Díaz Soto y Gama: Como miembro de la Comisión hago constar que es excesivamente original que crea el señor Domínguez, el bueno de don Norberto, que yo tengo interés personal en este asunto. No conocí a Iturbide personalmente, (Aplausos.) no me hizo ningún ultraje, ninguna ofensa tampoco hizo a mi familia, el interés general más grande de todos, el de hacer la revolución en los espíritus y el de detener la obra obstruccionista de la reacción en el terreno ideológico, es la que me lleva a dictaminar y dictaminaré, a pesar de los muy buenos deseos del señor don Norberto Domínguez. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Padilla.

El C. Padilla: El señor ingeniero Francisco de la Peña citó la relación que yo le hice de los acontecimientos que pude presenciar en el Estado de Michoacán y en la capital principalmente del Estado, en donde estaba hace pocos días. Sí es necesario que la Asamblea se percate de los trabajos que está verificando el elemento clerical en contra de la revolución. Se ha unido con los capitalistas para obstruccionar el triunfo de la revolución, para impedir el reparto de tierras, para impedir el cumplimiento de los postulados revolucionarios y para esto apela a los medios del confesionario y de la sugestión, amenaza a los labriegos, para evitar que pidan tierras, con las penas del infierno; los amenaza con excomuniones y procura a cada momento obstruccionar la obra del partido liberal; públicamente en las iglesias se hace propaganda antirrevolucionaria, se predica la rebelión en contra del actual Gobierno y en contra de las autoridades constituidas, diciendo que hace cien años que la nación sufre a los liberales con diferentes nombres y formas ya se llamen socialistas, ya se

llamen puros, ya moderados; que es necesario que los espíritus sanos, que los espíritus religiosos sean los que en lo sucesivo dirijan la marcha de la nación.

Es por esto por lo que yo vengo a hacer esta aclaración para que la nación tenga presente, para que la Asamblea conozca esta lucha; las próximas elecciones van a tenerse que hacer enfrentándose francamente con el Partido Católico, que con sus sociedades secretas de los Caballeros de Colón y de la Asociación de Jóvenes Cristianos, está formando una organización política para luchar en contra del Partido liberal que ha logrado conservar el poder por las tradiciones, por las luchas que hace cincuenta años viene empeñando por los principios que viene haciendo inscribir en nuestras leyes para mejorar las condiciones de la nación mexicana.

El C. Leyva José: Pido la palabra, señor presidente, para interpelar al orador.

El C. presidente: Si el orador está dispuesto a contestar la interpelación, no tiene la Presidencia inconveniente.

El C. Padilla: Sí, señor.

El C. Leyva: Usted dijo, señor, que sabía que en los confesionarios se trataba de impedir el cumplimiento de la Ley Agraria. ¿Que es usted algún hijo de confesión indiscreto? (Risas. Aplausos.)

El C. Padilla: No, señor.

El C. Gandarilla: Moción de orden, señor presidente.

El C. Padilla: Voy a contestar la interpelación. Creo que la interpelación del señor diputado como chiste es muy malo, pero todo el mundo sabe a qué procedimientos recurre el clero y yo he estado con los electores y con mis amigos y con los labriegos de mi distrito electoral y ellos me han dicho esto.

El C. secretario Barragán: Continúa la lectura de los documentos en cartera.

"2a. Comisión de Corrección de Estilo.

"Minuta.- Proyecto de decreto.

"Artículo único. El día 7 de octubre del corriente año vacarán los alumnos de las escuelas de educación primaria del Distrito Federal y Territorios, concurriendo éstos y sus profesores con el solo objeto de que los primeros escuchen la lectura de los discursos del senador Belisario Domínguez, que motivaron la pérdida de su vida y los segundos expliquen a los educandos los conceptos cívicos de dichos discursos.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso general.- México, D. F; a 23 de septiembre de 1921- Reinaldo Esparza Martínez - Miguel Martínez Rendón."

Está a discusión ¿No hay quien haga uso de la palabra? en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvase manifestarlo. Aprobado. Pasa al Ejecutivo para los efectos constitucionales.

- El C. secretario Aillaud, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"Desde que se anunciaron las fiestas que deberían celebrarse para conmemorar la consumación de nuestra independencia política, se dijo en todos los tonos que ellas revestirían un carácter netamente popular, ya que el pueblo es el que con su dinero ha costeado y costea dichos festivales. Posteriormente se ha visto que la mayoría de las fiestas ha carecido del carácter de populares y que el pueblo se ha concentrado a ver desde lejos la deslumbradora aristocracia en sus saraos o a escudriñar por las rendijas como sucedió en la última fiesta de los charros.

"Teniendo en consideración lo anterior y deseando que aunque sea la última de las fiestas, la Noche Mexicana en Chapultepec, la que más ha llamado la atención de nuestro pueblo y por la que existe inusitado entusiasmo, sea verdaderamente popular, y sabiendo que para tener acceso a ella se necesitarán boletos que ya han comenzado a ser distribuidos, aunque mezquinamente, nos permitimos someter a la consideración y aprobación de la Asamblea el siguiente acuerdo económico para el que pedimos dispensa de todo trámite:

Único. Diríjase atento oficio al Ejecutivo para que ordene al Comité del Centenario que ponga todo lo que esté de su parte para que la Noche Mexicana sea celebrada en un ambiente netamente popular, y para que tenga acceso al bosque todo el elemento trabajador, sin necesidad de pases ni de boletos de entrada.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., septiembre 23 de 1921.- M. F. Altamirano.- Guillermo Rodríguez."(Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Guillermo Rodríguez.

El C. Zincúnegui Tercero: Para una aclaración (Voces: ¡No se necesita que la funden!)

El C. presidente: Ruego a los señores diputados se sirvan permitir al orador que exprese sus ideas.

El C. Rodríguez Guillermo: Señores diputados: Tengo entendido que en una República donde se hace alarde de democracia, ésta debe consistir en hacer único blasón de los ciudadanos de talento, de la justicia, la laboriosidad y la honradez. Aquí vemos que después de diez años de lucha en que se ha tratado constantemente de igualar a las clases humildes en lo posible, en que se ha tratado de destruir privilegios que fueron la ruina del pasado Gobierno, ahora vemos con estupor que los únicos que sobresalen son los magnates del dinero, los hombres que no por su talento, sino por los capitales que tienen están en posibilidad de poseer palacios y ostentar sus riquezas habidas no sé cómo. Es por esto que no debemos permitir por ningún motivo que en una República que aspira a ser demócrata se entronice una nueva aristocracia. Debemos tener presente que hasta la misma dictadura de Porfirio Díaz se creó su aristocracia, pero de sus adictos, y aquí un Gobierno revolucionario de reciente creación echa mano del desecho de esa aristocracia carcomida y decadente. Es por esto que vengo a levantar mi voz para que no permitamos estos atentados. Hace pocos días, con motivo

de la fecha más gloriosa de nuestra historia de independencia, vimos cómo frente a Palacio se estableció una tribuna para comodidad de los que podían pagar la cuota que fijaron; tened en cuenta que el pueblo que acude entusiasmado a esa solemnidad no pudo asistir a ese festival y esa fue la causa de que muchos obreros, muchas mujeres y muchos niños perecieran asfixiados por la ambición de unos cuantos de lucrar así con los festejos populares. Nosotros, ya que estos festejos resultan tan caros a la nación, no debemos permitir que únicamente los aristócratas gocen de ellos; estos festejos populares deben ser también para regocijo del pueblo que tanto sufre y tanto padece, que es el que contribuye directamente a estos festejos. Por eso suplico a ustedes atentamente que acepten esta proposición. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Pedro de Alba.

El C. De Alba: Honorable Asamblea: Yo entiendo que fundamentalmente esto representa una pifia de esta Representación Nacional. Sí se ha dicho repetidas veces desde esta tribuna que la Comisión de Festejos del Centenario no le ha reconocido a esta Cámara de Diputados ni el derecho para recibir las invitaciones que la mayoría de los ciudadanos reciben, la Cámara de Diputados no debe de reconocerle la beligerancia al Comité de Fiestas del Centenario y abstenerse en lo absoluto de opinar sobre las cosas que estos caballeros hagan. En mi distrito, en la ciudad de Aguascalientes, al celebrar una junta popular en la Alianza de Ferrocarrileros y donde se celebran también las sesiones del Partido Regeneración Agrarista, un obrero que hasta voy a decir su nombre para que no se crea que esto es fantasía mía, el líder obrero José Angeles Moreno, me interpeló en esta forma: ¿Qué opina usted sobre las fiestas del Centenario? Pues, hombre que es algo en que ha desbarrado lamentablemente el Gobierno y que ya que en su seno hay elementos revolucionarios de fuerza y prestigio, no deberían haberse inmiscuído en esta forma. Celebro, dijo el obrero, que usted opine de esta manera y lo conminamos y comisionamos a usted para que en la Representación Nacional diga, en la primera oportunidad, que el pueblo obrero de Aguascalientes, los trabajadores de los ferrocarriles y campesinos que aquí estamos reunidos, protestamos en globo contra las fiestas del Centenario por el carácter de derroche de caudales públicos que con ese pretexto se ha hecho.

Ahora bien; venía yo resuelto a la primera oportunidad - porque eso es un mandato de mis electores - a decirlo en esta tribuna, pero en el camino me encontré con la nueva de que esta Representación Nacional no se había quedado atrás en el derroche de los caudales del pueblo (Risas.), que también esta Representación Nacional había querido entrar en el panamá del Centenario, decretándose los famosos miles que a estas fechas ya muy pocos darán razón de ellos. Esto es un poco doloroso, esto ha constituído una trama, una jaula matrera en la que hasta los líderes más avanzados de nuestro parlamento han caído con toda facilidad, porque al fin y al cabo venía a salvarlos tal vez de alguna situación pecuniaria entrampada, (Siseos.), por lo que cayeron con toda facilidad y fueron las primeras víctimas. Yo creo que a esta Representación Nacional no le queda más camino, si es que está protestando a cada paso por las fiestas del Centenario, que emplear esos famosos dineros en algo concreto y definido en sus distritos, como lo han dicho varios representantes. Nosotros iremos a nuestros distritos a decir que hemos usado hasta donde absolutamente estábamos ungidos de ese dinero para nuestros gastos personales, pero vamos a emplear el resto en mejoras en nuestro distrito, porque de otra manera esta Representación no se quitará esta afrenta que ya circula de boca en boca y con la que a cada momento se nos hacen cargos que no podemos quitarnos. (Aplausos.)

En cuanto a que nosotros tomemos un acuerdo queriéndonos congraciar en cierta forma con el pueblo, esto realmente no tiene mayor seriedad; es muy simpática la idea; seguramente que nosotros quisiéramos que al revés de lo que ha ocurrido en las demás fiestas, como decía muy bien el compañero Rodríguez, que aquí como en Francia, en Italia y en España, los líderes radicales, los líderes más avanzados, los ministros revolucionarios se pavonean con codearse con los apellidos linajudos y antiguos de carcomidas noblezas y degenerados antecedentes, como dijo el compañero Rodríguez.

El C. Altamirano: Enemigos de la revolución.

El C. De Alba: Y enemigos de la revolución, por el simple hecho de darse lustre en tés y saraos como lo hemos visto aquí, yo creo que la Representación Nacional más valía que se abstuviera, porque al fin y al cabo el beneficio, la concurrencia de pueblo, a pesar del acuerdo que aquí se tome, no tendrá ningún verificativo, vamos a cometer una pifia más como cuando ocurrió la protesta del presidente de la República que la Cámara ordenó la entrada libre, a excepción de los boletos que tenían que darse a los representantes extranjeros, a todas las localidades y, sin embargo, no entró el pueblo al recinto de la Cámara, sino nada más los que traían boleto. Así es que para qué vamos a dirigir nosotros este oficio cuando sabemos que no va a tener efecto. Así es que su excelencia, la Alteza Serenísima del Comité Nacional del Centenario será a la que le toque lavarse las manos y obrar dentro de su jurisdicción, porque nosotros no tenemos que ver nada con ella, porque lo que interesa es, antes que nada, que la Cámara no le reconozca beligerancia a ese Comité del Centenario.

El C. secretario Aillaud: Habiendo hablado un orador en pro y uno en contra, en votación económica se pregunta a la Asamblea si dispensa los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se dispensa los trámites. Está a discusión.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Avilés en pro.

El C. Manrique: Debe ser primero el contra.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Manrique.

El C. Manrique: Señores diputados: No me toca sino reforzar los argumentos de mi estimable compañero don Pedro de Alba. Yo habría preferido que esta discusión se suscitase incidentalmente

a título de alusiones, pero ya que hubo compañero que presentase proposición completa, afronto sencillamente la discusión del problema. Creo que si revisamos el artículo constitucional que en numerosas fracciones esboza cuáles son las facultades del Congreso de la Unión y en parte, en algunas de esas fracciones, las exclusivas de la Cámara de Diputados, nada podríamos encontrar que nos autorizase para enviar de oficio una comunicación al Comité de Festividades del Centenario con objeto de hacerle determinadas indicaciones. (Voces: ¡Es al Ejecutivo!) Sería menos decoroso aún dirigirnos al Ejecutivo; no se trata de asunto de nuestra competencia; debemos de poner en estas cosas un poco de nuestro sentido común.

El C. Gandarilla: En todas.

El C. Manrique: En estas cosas de preferencia, compañero Gandarilla, si en ocasiones lo descuidamos, porque si estudiamos, repito, el artículo constitucional en que se enumeran nuestras facultades, no encontramos algo en que podamos esencialmente apoyarnos. Yo quiero, como el compañero don Pedro de Alba, insistir en que no es decoroso, ni siquiera serio, que la Cámara de Diputados se ocupe en proposición concreta del estudio de estos asuntos. Enhorabuena que se hubiesen tocado incidentalmente, como se tocan aquí tantas cosas a título de hechos o con motivo de cualquiera otra discusión que por inevitable asociación de ideas nos trajese a tocar con un pretexto más o menos plausible esto que pasa actualmente. Creo, señores diputados, que el aplauso unánime con que la proposición fue recibida, no es precisamente señal de que haya en todos nosotros la convicción ya definitiva de la pertinencia de esta proposición concreta que nos ha sido presentada, sino simplemente quiere esto decir que todos estamos de acuerdo en reprochar este alarde de vanidades en que consisten los llamados festejos del Centenario. Señores diputados, a cada época debe corresponder una nueva mentalidad; a cada época debe corresponder, a medida que , la mentalidad se reforme, nuevos procedimientos y nueva conducta. ¿En qué difiere esencialmente, podría yo preguntaros, el Centenario de 1921 del Centenario de 1910?

El C. Zincúnegui Tercero: En que falta Porfirio Díaz.

El C. Manrique: En que falta Porfirio Díaz, explica el compañero Zincúnegui Porfirio Díaz es un accidente, compañero, luego está de acuerdo conmigo en que no hay diferencia esencial ninguna. Me refiero a las ideas dominantes, a las ideas que han precedido a la celebración.

El C. Zincúnegui Tercero: Yo me refería a las fiestas palaciegas. (Campanilla.)

El C. Manrique: Ningún acontecimiento verdaderamente revelador de una nueva mentalidad, de un cambio del sentir, del pensar dominante, el mismo despliegue, el mismo derroche de vanidades. Quienes reprochamos este alarde de vanidades que se llamó la celebración del Centenario de 1910, no tendremos en buena lógica derecho de aceptar como bueno, como expresivo del pensamiento nacional hoy dominante, el nuevo alarde de vanidades del Centenario de 1921. Cuando el Poder Legislativo se pone a pujar también en esta feria, cuando el propio Poder Legislativo, por boca de uno de sus líderes afirma que el decoro de la Representación Nacional es proporcional a la exterioridad con que asistimos a los festejos, esto revela que dolorosamente se ha perdido el tiempo y que apenas si a flor de piel nos ha transformado esta dolorosa revolución de diez años. Uno de los compañeros que viene aquí a sostener lo insostenible, a defender aquí lo indefendible, a tratar de demostrar que era bueno que el Poder Legislativo, cumpliendo con uno de sus más sagrados deberes - fue la expresión textual -, aprobase el derroche de una fuerte cantidad en momentos que son indiscutiblemente de penuria nacional, a despecho del alarde de prosperidad hecho indebidamente por el Ejecutivo de la Unión. Si queremos conservar nuestro ánimo tranquilo para reprochar como pretendemos reprochar ahora tal o cual error por el Ejecutivo cometido, no podemos en buena lógica hacerlo si no hemos comenzado antes, como el buen juez, por la propia casa. No es, pues, decoroso compañeros, que la Cámara oficialmente, como institución oficial, como cuerpo colegiado, se dirija directa o indirectamente al Comité de Festejos del Centenario. Estando, pues, de acuerdo con la idea fundamental de considerar esta proposición como un voto de censura, como la expresión de nuestro reproche al procedimiento seguido por el Comité de Festejos, creo indigno, creo esta vez sí indecoroso de la Representación Nacional, ocuparse en la discusión y aprobación de proposiciones como ésta.

El C. Rodríguez: ¿Me permite una interpelación?

El C. Manrique: Con mucho gusto, compañero.

El C. Rodríguez: Como sabe el compañero Manrique, yo tengo contacto con muchos obreros, con muchos órganos obreros y he recibo especial encargo de ellos de hacer desde la tribuna de la Cámara, que es el lugar donde puede hacerse oír la voz del pueblo, el reproche sobre lo que no le parece a ese pueblo, y yo considerándome representante del pueblo no me muerdo la lengua al censurar lo que al pueblo no le parece. Nada menos refiriéndome a la fiesta que se celebró en el llano de los Morales, decía que era un corral, una plaza de toros que se había levantado exprofeso para una fiesta teniendo a su disposición la plaza de El Toreo, donde podía haber tenido acceso infinidad de pueblo y únicamente con el pretexto de hacer un nuevo derroche en la construcción de esa plaza, por eso la habían emprendido. (Aplausos.) En lo que se refiere el compañero Manrique a los festivales que se pretenden hacer por la Cámara, yo también comulgo con sus deseos y ojalá se suprimiera la comilona proyectada. Yo estoy de acuerdo en que ese dinero se gastara en beneficio del pueblo, en ropa o cosa semejante, en libros, para no incurrir en lo que también censuran los obreros de que se han repartido en las comisarías huaraches, siendo que actualmente debido al adelanto de los trabajadores y obreros ya no usan huaraches, sino zapatos, como todos lo sabemos. Por eso los trabajadores me han rogado hiciera leer en la Cámara este párrafo de "El Demócrata", donde fielmente interpreta el sentir de los trabajadores, y ya digo, no creo que sea inoportuna la proposición, porque

si nosotros somos los representantes del pueblo, ¿por qué no vamos a decir con entera claridad, así sea en contra del presidente, lo que al pueblo no le parece?

El C. Manrique: Como veis, compañeros, no hay discrepancia fundamental entre las ideas propuestas por el compañero Rodríguez y las ideas por mí sostenidas. Si lo que el compañero Rodríguez deseaba era la satisfacción de un deseo, de un generoso impulso suyo diciendo aquí esas cosas, habría podido proceder de otra guisa solicitando la lectura de ese documentos y comentándolo .A lo que yo me opongo es a que continuemos discutiendo y aprobemos consiguientemente una proposición como ésta, que la creó sencillamente impertinente. Yo he aprovechado esta ocasión también para decir lo mismo que el compañero Rodríguez, yo quiero insistir serena y austeramente en que confesemos los errores cometidos. El hombre debe esforzarse por acomodar su vida a su doctrina. Cuando a mí se me ha señalado tal o cual inconsecuencia más o menos seria con mi doctrina, en lugar de esforzarme por defender mi acto he confesado lisa y llanamente que mi acto ha sido erróneo y he procedido a rectificarlo. Creo que colectivamente debemos proceder a rectificar nuestros errores. Ahora entraré concretamente a la ley recientemente expedida, ampliando determinada partida del Presupuesto de Egresos. Ya que no se consideró, ya que fue promulgada por el ciudadano presidente de la República, todavía podemos en lo personal rectificarlo los diputados, y si doscientos cincuenta diputados rectifican lo hecho, esto equivaldría prácticamente a que la Cámara hubiese colectivamente hecho la rectificación. Lo que sucede, señores diputados, es que ya nos estábamos olvidando de la vieja austeridad provinciana. En esta Babilonia hay seguramente mucho de noble y de alto, moral e intelectualmente; también México, como gran capital, tiene antagónicos aspectos; no es exacto que sea esto solamente una Babilonia, también hay aquí muchos ignorados heroísmos, muchos nobilísimos heroísmos, pero, ¿por qué olvidarnos del aspecto de lucha intelectual y moral seriamente sostenido en pro de la consecución de más altos ideales, para ver solamente el aspecto exterior de esas cosas y dejarnos arrastrar por la corriente vana y superficial? ¡Ah! porque quizás es más fácil y más galano vivir como vivió el rey Jorge IV, como dice un poeta que vivió "entregado a locuras deliciosas, olvidando entre impúdicas hermosas oculta pena que su pecho hería". (Risas.) Esto es probablemente más galano y más elegante y más versallesco; pero, señores diputados, es tiempo todavía de rectificar nuestra conducta; la proposición puesta a debate no es una ocasión para hablar una vez más de estas cosas; rechacemos la proposición esforzándonos, sin embargo, por dejar en pie nuestro criterio, por reformar, por rectificar los errores que hayamos podido cometer y por demostrar en lo sucesivo que no seguimos creyendo que el decoro de las instituciones haya de consistir solamente en una vana exterioridad. Señores diputados, desde esta tribuna en más de una ocasión se ha tomado contra la burguesía, contra la moral, contra las instituciones y las leyes burguesas, y si yo preguntase a uno de estos declamadores que nos hablan de burguesía en que consisten las características de la burguesía, si supiesen analizarlas, encontraríamos que su vida entera es una manifestación de espíritu y sentimiento burgués. El espíritu burgués creo que consiste, me esforzaré por demostrarlo sintéticamente, en el culto de lo superfluo, de lo vano, de lo exterior. El mundo ideal sería aquel - lo dijo un pensador inglés - en que nadie tuviese lo superfluo mientras alguien careciese de lo necesario. Díaz Mirón lo dijo en una forma más elegante: mientras alguien carezca de lo estricto. Pero el pensamiento es fundamentalmente el mismo. Cuando ha habido orador que afirme que es necesario dar a la nación el edificante y ejemplar espectáculo de la unión absoluta e incomparable de los poderes, Legislativo, Ejecutivo y Judicial, en un soberbio banquete, yo, señores diputados, tengo derecho a afirmar que la nación no se paga de estas cosas. Al siguiente día del banquete con discursos protocolarios, vamos de mera fórmula, de cliché, veremos que se presentará aquí la oportunidad de censurar tal o cual acto del Ejecutivo y se censurará aquel acto o se censurara muy bien a despecho del discurso más o menos meloso y acaramelado que se hubiese pronunciado. Señores diputados, si a cada nueva época ha de responder nueva mentalidad, yo soy quien tengo derecho a firmar, a despecho de la réplica más o menos hábil del ciudadano Bordes Mangel, que sí hizo mal en reciente ocasión en seguir el trillado sendero de las prácticas porfiristas. El presidente afirmó que estamos en Jauja, que estaba encantado del patriotismo de los diputados, y el presidente del Congreso contestó que los diputados, que los representantes de la nación, están encantados del patriotismo del presidente, y tutti contenti. (Aplausos.) Eso a despecho de las fórmulas y de los discursos de protocolo encendidos al calor de una cordialidad, encendidos al calor de los vapores de vinos espumosos. Yo afirmo, ciudadanos diputados, que la nación está ya cansada de estas vanidades y que si los diputados insisten todavía en demostrar su decoro y patriotismo organizando un fastuoso banquete para obsequiar a los demás poderes, los diputados no tendrán en lo sucesivo derecho de reprochar en ocasión de la discusión de presupuestos o en otra ocasión los dislates y errores cometidos por el Ejecutivo de la Unión. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Avilés.

El C. Avilés: Señores diputados: No obstante la galanura de los discursos de los ciudadanos diputados Pedro de Alba y Manrique, sigo creyendo que debe aprobarse esta proposición. Para nadie es un misterio, puesto que amigos del Ejecutivo, como enemigos de él, lo han venido a sostener aquí en esta tribuna que los dineros de la nación se han estado derrochando en las fiestas del Centenario a manos llenas; para nadie es tampoco un misterio, puesto que amigos y enemigos del Ejecutivo lo han venido a censurar en esta tribuna, que los actos de la comisión de organización de dichas fiestas han merecido general reprobación, comisión que, como un arete, anda perdida al lado del presidente de la República. Ayer, sin ir muy lejos, deben ustedes recordar el jaripeo de que nos habla en su iniciativa el ciudadano Rodríguez; allí en ese jaripeo, del cual se dijo por todos los ámbitos de la

República que era una fiesta exprofeso para el pueblo, es decir, una fiesta popular, no estuvo reunida sino la aristocracia rancia, la aristocracia apestosa, porque también hay aristocracias apestosas. Allí se trataba de darse un premio, un galardón al charro que mejor dejara sentado su prestigio, ya manejando el caballo o ya manejando la reata. Muchos de nosotros, ciudadanos diputados, que a mucha honra hemos tenido ver cómo en el campo el verdadero charro, el verdadero ranchero sabe manejar ese caballo y esa reata, nos quedamos pasmados al ver cómo la flamante comisión que estaba encargada de dictaminar cuál era el mejor charro para darle un galardón, no tuvo ningún escrúpulo, ciudadanos diputados, en haber dado un premio al más inepto de los charros, de esos semicharros que estaban en ese coso. (Voces: ¡Eran fifíes! ¡Fue un camouflage!) pues que en el coso ese de camoufflage, como bien lo acaba de decir el compañero, a este señor, a este fifí que lleva por nombre el rimbombante de Rincón Gallardo...(Voces: ¡Marqués!) marqués de Guadalupe, o qué sé yo. (Murmullos. Risas.) a este señor que tan mal lo había hecho manejando, tanto el caballo como la reata, no tuvo escrúpulos, ciudadanos diputados, esa comisión, para darle el galardón, como no han tenido escrúpulos otras comisiones en no dar los premios precisamente al verdadero arte, al verdadero valor, sino a aquel por quien se inclinen estos señores que no van sino precisamente tras el relumbrón, del camouflage.

Me platicaba también, ciudadanos diputados, uno de los compañeros, que anoche por uno de esos caprichos de la diosa fortuna, pudo concurrir, pudo adquirir uno de esos boletillos flamantes y perfumados para poder haberse introducido al baile o, más bien dicho, a la inauguración del Country Club que, como consecuencia lógica, eso es precisamente la resurrección de esa apestosa aristocracia. (Risas.) Allí, como estos señores aristócratas no quieren prescindir de invitar a algunos de esta nueva aristocracia, que también ellos pretenden crear, allí, señores, se juntó una poca de esta nueva aristocracia que, codeándose con esa apestosa aristocracia que ha venido resucitando las épocas del porfirismo, y todavía las épocas más atrás del porfirismo, es decir: las ideas de Su Alteza Serenísima don Antonio López de Santa Anna, puesto que ya no se tiene escrúpulo de que en los periódicos se llame a don fulano, a don zutano, el señor marqués de la Quemada, el señor marqués de X etcétera; los reporteros de los periódicos van señalando a Rincón Gallardo, a este otro, a aquel y al de más allá con estos títulos nobiliarios. Ya lo dice como si estuviéramos de veras en aquellos tiempos felicísimos de don Antonio López de Santa Anna: el señor marqués X, la señora condesa de X, el señor barón de más allá. Ahora que se ha venido a tratar el asunto de Iturbide, se ha resucitado también al marqués de Iturbide, a la marquesa de Iturbide y a los caballeros de Guadalupe. Pronto se creará una condecoración que se llame la Condecoración de Guadalupe, y así por el estilo. El título literario ha completamente desaparecido de entre nosotros ¿Qué significa el maestro entre esta nueva y entre la vieja aristocracia que se han estado dando la mano como un gorrión da de comer a otro gorrión? ¡Con cuánto disgusto he contemplado cómo hombres que se han dicho bregadores de las nuevas ideas y de los nuevos principios, ahora que apenas por una consecuencia ideológica se trajo el asunto de Iturbide, los hemos visto palidecer o encresparse como turbulentas olas, cuando muchos de estos diputados se han hecho llamar representativos del pueblo y de las clases laborantes! Esos señores diputados se han puesto a que se dispensen los trámites al decreto económico presentado para borrar de esta Representación Nacional el nombre del más traidor de los traidores, el nombre de don Agustín de Iturbide que, dicho de paso sea, este hombre nunca pudo consumar la Independencia ni nunca la consumó; lo que hizo Iturbide no fue otra cosa más que haber hecho un traslado de dominio. (Murmullos. Risas. Voces: ¡Pero sin impuesto!)

El C. Gandarilla: ¿Y el punto a debate?

El C. Avilés: Al ciudadano Gandarilla, quien tiene muchos nervios y que si supiera dominar esos nervios de veras sería un hombre representativo, le ruego que calme su impaciencia cuando aquí se vienen a tratar estos asuntos; pero yo necesitaba hacer, ciudadanos diputados, estas rectificaciones, porque como michoacano que soy, indiscutiblemente que como michoacano que soy y como considero que quizás en estas cuestiones de Iturbide no está muy bien empapado el ciudadano Gandarilla, claro es que yo tengo que venir aquí a hacer estas rectificaciones, como vendré también a esta tribuna a defender el proyecto de ley presentado. Pero volviendo al punto a debate, yo sí creo, ciudadanos diputados, que debe de aprobarse, porque es justa esta iniciativa presentada por los compañeros Rodríguez y Altamirano, no tomando en cuenta los pequeños escrúpulos legales presentados por el ciudadano Manrique, así como los pequeños escrúpulos de forma presentados por el ciudadano Pedro de Alba. Si nosotros queremos ayudar en algo al pueblo, ciudadanos diputados, debemos hacerlo en este caso en que los dineros de él se están derrochando. Yo, en el fondo, estoy de acuerdo con lo expuesto aquí tanto por el compañero Pedro de Alba, como por el compañero Manrique; yo sí creo que nosotros, en nuestra esfera de acción, debemos de procurar ayudar al pueblo, ya que se está gastando su dinero a manos llenas, pues el pueblo no se divierte sino en calles, en callejuelas estrechas por donde pasa un pelotón de soldados o por donde pasa un ridículo carro alegórico; y a todo eso viene y se le da el pomposo nombre de fiestas del Centenario. Yo tenía razón, ciudadanos diputados, cuando aquí sostenía desde esta tribuna que estas fiestas del Centenario no serían más que un solemne ridículo, y no están siendo otra cosa, ciudadanos diputados; estas fiestas del Centenario son un solemne ridículo que está teniendo como epílogo que queden sin un centavo las arcas de la nación y que ese dinero pase a manos de una docena de achichincles del Ejecutivo, que no han tenido escrúpulo de ninguna naturaleza en estar derrochando un poco de dinero en querer bajar los pegasos, otro poco de dinero en hacer un muladar del Zócalo, y otro poco de dinero en desempedrar las calles; y el resto de dinero, pues. como tiene águilas y como las águilas vuelan, ¡sabrá Dios adónde habrán ido a parar!

Creo que nosotros sí debemos dirigir una comunicación al Ejecutivo, no al famoso Comité del Centenario, porque estoy de acuerdo con el doctor De Alba, en que no hay que concederle ninguna beligerancia; pero al Ejecutivo sí en un tono respetuoso. El, como representativo del pueblo, debe acceder a esta petición que los representativos del pueblo le hacen. Creo que el ciudadano presidente de la República no se rehusará a acceder. Para terminar me permito suplicar a los diputados que, como obsequio, de limosna, han recibido un boletito para la dichosa noche, que pomposamente llaman mexicana, que devuelvan ese boleto, teniendo en cuenta que no nacieron en incubadora y que tienen familia, ya que con un boleto de esos no les va a ser bastante; deben de volver por decoro personal esos quinientos boletos que allá por distracción o por darles un pedazo en la boca a los diputados, mandó el Comité del Centenario. Os invito también a que aprobéis esta moción, porque la creo de justicia. El pueblo, puesto que se está derrochando su dinero, tiene derecho a divertirse, ya que no puede de otro modo hacer que en algo se les desquiten las cantidades de dinero que en estos momentos se están derrochando.

El C. presidente: En contra tiene la palabra el ciudadano Zincúnegui Tercero.

El C. Aguirre Colorado Ernesto: ¡Moción de orden! Habiendo llegado la hora reglamentaria y no habiendo quórum, suplico atentamente a la Presidencia mande pasar lista o levante la sesión.

El C. Zincúnegui Tercero: ¡Moción de orden! He pedido la palabra para una moción de orden.

El C. Ortiz Manuel: ¡Reclamo el quórum! ¡No hay quórum!

El C. Zincúnegui Tercero: Ciudadanos representantes: He pedido la palabra para hacer una moción de orden, porque si se levantara esta sesión se perdería el tiempo de mañana en nuevas discusiones sobre un asunto que se puede agotar desde luego. Yo no vengo a hablar en contra de esta proposición; vengo únicamente a proponer una pequeña modificación, que concilia los intereses de todos y que acabará con los escrúpulos del ciudadano Manrique y del ciudadano Pedro de Alba. En consecuencia, yo ruego se me escuche brevísimos momentos, a efecto de que, agotado el asunto, se entre a la votación desde luego el día de mañana. (Voces: ¡Mañana no habrá sesión!) Pues entonces el lunes, pero que se agote la discusión de una vez.

El C. Gandarilla: ¡Reclamo el quórum, señor presidente!

El C. Zincúnegui Tercero: ¡Moción de orden! Yo ruego a los ciudadanos diputados me dejen terminar. (Campanilla.)

El C. presidente: ¡Un momento! En vista de que mañana va a haber una fiesta, a la que probablemente asistirá la mayor parte de los ciudadanos diputados, (Voces: ¿Cuál fiesta?) la Presidencia no quiere citar inútilmente a sesión para mañana, hasta recibir un informe que acaba de mandar pedir, de si siempre se suspende esa fiesta, o no. En caso de que se suspenda, será citada la sesión para mañana; pero si no se suspende, no tiene objeto, cuando tiene la seguridad la Presidencia de que no habrá quórum.

El C. Zincúnegui Tercero: Señores diputados: Voy a ser muy breve, toda vez que la impaciencia de ustedes no permite que se termine este asunto y pasará la oportunidad sin que lleguemos a un acuerdo en definitiva. Mi proposición consiste únicamente en lo siguiente: que en lugar de decírsele en una forma imperativa al Ejecutivo que ordene al Comité del Centenario que a la fiesta en cuestión tengan acceso las masas populares, que se le diga únicamente esto - ya hay precedentes de que se ha obrado en casos parecidos cuando hay escrúpulos de este mismo orden -, que esta Cámara vería con gusto que a las fiestas del Centenario, etcétera. en esa forma creo que se solucionaría todo.

El C. Gandarilla: He reclamado el quórum.

El C. Zincúnegui Tercero: En el fondo estoy de acuerdo con todo. Ruego a la Comisión se sirva decir si tendría inconveniente en aceptar lo que propongo.

El C. Rodríguez Guillermo: Acepto. (Voces: ¡No hay quórum!)

El C. presidente, a las 9.20 p.m.: Se levanta la sesión por falta de quórum y se cita para mañana a las once.