Legislatura XXIX - Año II - Período Ordinario - Fecha 19211027 - Número de Diario 31

(L29A2P1oN031F19211027.xml)Núm. Diario:31

ENCABEZADO

MÉXICO, JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 1921 DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO II. PERIODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO III.- NÚMERO 31

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 27

DE OCTUBRE DE 1921

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior.

2.- Cartera. Se nombra una comisión para que visite al C. diputado Castillo Agustín. Escribió de la señora María Adame Viuda de Linares, por el que pide se le pensione; lo hacen suyo la diputación de Guerrero; a la 3a. Comisión de Guerra.

3.- Sin discusión, se aprueban dos dictámenes de la 2a. Comisión de Peticiones, que presenta en forma de acuerdos económicos. Se nombra una comisión para que visite al C. diputado Peña Ildefonso que se encuentra enfermo.

4.- Para hechos, usan de la palabra los C. C. diputados Siurob y Cerda.

5.- Se aprueba, sin discusión, una proposición subscripta por los C. C. diputados Ramírez M. Fidel y Manrique a fin de que se llame al ciudadano subsecretario de Gobernación a informar acerca de los sucesos políticos de San Pedro, Coahuila; se nombra una comisión para cumplimentar el anterior acuerdo. Para hechos usa la palabra el C. diputado Espinosa Luis. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. ZINCÚNEGUI TERCERO

LEOPOLDO

(Asistencia de 132 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 7.42 p. m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Barragán, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veintiséis de octubre de mil novecientos veintiuno.

"Presidencia del C. Enrique Hernández Alvarez.

"En la ciudad de México, a las cinco horas y cinco minutos de la tarde del miércoles veintiséis de octubre de mil novecientos veintiuno, se abrió la sesión con asistencia de ciento veintisiete ciudadanos diputados.

"Dióse cuenta del acta de la sesión celebrada el día anterior, que se aprobó sin debate, y de los documentos siguientes:

"Iniciativa de su presupuesto de egresos para 1922, que envía la Cámara de Senadores.- Recibo, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Telegrama procedente de Silao, Guanajuato, en que el C. Constantino Llaca solicita licencia por diez días, con goce de dietas. Previa dispensa de trámites y sin debate se concedió la licencia.

"Dos dictámenes de la 2a. Comisión de Relaciones Exteriores, que consultan proyectos de decreto por los que se concede el permiso constitucional correspondiente a los C. C. Mariano Salem y Alfonso A. Schreck, al primero para desempeñar el cargo de canciller de la Agencia Consular de Guatemala en el puerto de Tampico y al último para desempeñar el empleo de agente comercial de la República del Uruguay y en Port Arthur, Tex., E. U. de A. Primera lectura. En votaciones económicas, la Cámara les dispensó la segunda lectura, con objeto de que se discutan el primer día hábil.

"Solicitud del C. Eduardo Vasconcelos, relativa a que se le concede licencia por quince días. Con dispensa de trámites y sin discusión se aprobó.

"Presidencia del C. Leopoldo Zincúnegui Tercero.

"La Presidencia manifestó que algunos diputados se habían acercado a la Mesa para solicitar sesión secreta, pero que debiendo iniciarse en esta sesión el debate sobre la Ley del Petróleo y estando presentes para informar los ciudadanos secretarios de Hacienda y de Industria y Comercio, se consultaría a la Asamblea sobre el particular. El C. Martín Barragán pidió la sesión secreta, apoyándose en el artículo 41 reglamentario, que fue leído por la Secretaría. La Presidencia sostuvo su determinación y a ella se opuso el C. Avilés. El C. Barragán insistió en su petición y con ese motivo el C. Barón Obregón hizo aclaraciones. La Presidencia invitó al C. Barragán para que manifestara con qué fin solicitaba la sesión secreta y en seguida expresó que se cumpliría con la orden del día en esta sesión pública y que luego se pasaría a secreta.

"A moción del C. Rivera Cabrera se dio cuenta con una proposición por él firmada en unión de los C. C. Vasconcelos y Cienfuegos y Camus, tendente a que llamara a informar en la discusión de la Ley del Petróleo al ciudadano secretario de Relaciones Exteriores. La fundó el C. Rivera Cabrera y en votación económica fue desechada, según recuento de votos que hicieron cuatro ciudadanos diputados, a quienes con ese fin comisionó la Mesa, por ser dudoso el resultado de la votación.

"Se puso a discusión, en lo general, el dictamen de la mayoría de las comisiones unidas del Petróleo, que consulta el proyecto de Ley Orgánica del Artículo 27 Constitucional en el ramo del petróleo.

"A pedimento del C. Pérez Gasga, el C. Aquilino Emilio Rama fundó el dictamen a nombre de las comisiones.

"Presidencia del C. Enrique Hernández Alvarez.

"El C. Rama, después de que concluyó su discurso, contestó interpelaciones de los C. C. Francisco Castillo, Jesús Z. Moreno, Padilla, y Guillermo Rodríguez.

"El C. Chapa pidió que informaran los ciudadanos secretarios de Hacienda y de Industria y Comercio, que estaban presentes, y en seguida paso a hacerlo a la tribuna el último de estos funcionarios, quien fue interrumpido por interpelaciones de los C. C. Rafael Lara G. y Barón Obregón y por aclaraciones de éste. El propio ciudadano secretario de Industria y Comercio, después de su discurso, dio respuesta a una pregunta del C. Gandarilla.

"El C. Borrego, en moción de orden, sugirió que la Presidencia invitara para informar al ciudadano secretario de Hacienda. El C. Luis Espinosa hizo también una moción de orden y la Presidencia, aclaraciones. El mismo C. Espinosa dirigió interpelaciones a los secretarios de Estado que estaban presentes, interrumpiéndole el C. Sánchez Pontón con una moción de orden. Y como al hacer esas interpelaciones el C. Espinosa, pronunciara una frase que la Presidencia estimó injuriosa para la Asamblea, el referido representante, a invitación de la propia Presidencia, retiró esa frase, agregando que no había sido su intención injuriar a la Cámara.

"El ciudadano secretario de Industria y Comercio contestó la pregunta que momentos antes le hiciera el C. Luis Espinosa, y en seguida usaron de la palabra, para aclaraciones, el C. Barón Obregón y el repetido ciudadano secretario de Industria y Comercio.

"El ciudadano secretario de Hacienda, una vez que para ello fue invitado por la Presidencia, paso a informar a la tribuna.

"El ciudadano presidente dio las gracias a los mencionados funcionarios por los informes que habían rendido, de conformidad con lo que previene el artículo 93 constitucional.

"Presidencia del C. Leopoldo Zincúnegui Tercero.

"El C. Siurob interpeló al ciudadano secretario de Hacienda. Esto dio lugar a mociones de orden de los C. C. Jesús Z. Moreno y Borrego, adhiriéndose el último a interpelación del C. Siurob. El ciudadano secretario de Hacienda volvió a usar de la palabra para informar, y acto continuo, siendo las siete y cincuenta de la noche, se levantó la sesión para pasar a secreta." Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba.

Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. secretario: Telegrama procedente de: "México, D. F., octubre 27 de 1921.

"Presidente de la Cámara de Diputados . Cámara de Diputados.- Ciudad.- Urgente.

"Particípole hace 7 días estoy en cama atacado infección intestinal; tan pronto me alivie haréme presente esa Representación Nacional.- Agustín Castillo." De enterado.

La Presidencia nombra en Comisión para que lo visiten en nombre de la Cámara, a los ciudadanos diputados César A. Lara y Castrejón.

"El C. Fernando Lera solicita el permiso constitucional respectivo para usar las condecoraciones de San Estanislao y de San Olaf, que se han servido concederle los gobiernos de Rusia y de Noruega." A la 2a. Comisión de Peticiones.

"La señora María Adame viuda de Linares, solicita le sea concedida una pensión por los servicios prestados a la patria por su extinto esposo, el teniente coronel de Caballería en depósito, C. Juan Linares.

"Para los efectos reglamentarios hace suya esta solicitud la mayoría de la diputación del Estado de Guerrero." A la 3a. Comisión de Guerra.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"2a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"La subscripta Comisión, atendiendo a que la solicitud del C. Carlos I. Meléndez, pidiendo se le conceda el permiso constitucional respectivo para aceptar el nombramiento de cónsul honorario de la República de Paraguay en esta ciudad, está ajustada a los mandatos legales, y teniendo además en cuenta que esta clase de asuntos son del resorte de las comisiones de Relaciones Exteriores de esta H. Cámara, tiene el honor de someter a vuestra aprobación el siguiente punto de acuerdo:

"Pase a la Comisión de Relaciones Exteriores en turno, la solicitud del C. Carlos I. Meléndez."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., a 13 de octubre de 1921.- M. Barragán.- Edmundo Bolio.- A. Valadez Ramírez." Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobado.

"2a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"A esta 2a. Comisión de Peticiones paso, para su estudio y dictamen, por acuerdo de vuestra soberanía, el escrito de la señora Ana María Reed viuda de Sánchez de Tagle, en que solicita una pensión para los menores Raúl, Fernando Luis, María Luisa, Elena y Ana María de los Ángeles, por los servicios prestados a la nación, y especialmente a

la Cámara de Diputados, por su extinto padre el C. Agustín Sánchez de Tagle.

"Encontrando los subscriptos que la mencionada solicitud está ajustada a los requisitos legales, se permiten presentar a la ilustrada consideración de vuestra soberanía, el siguiente punto de acuerdo:

"Pase a la 1a. Comisión de Hacienda la solicitud de la señora Ana María Reed viuda de Sánchez de Tagle."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., a 26 de octubre de 1921.- Martín Barragán.- A. Valadez Ramírez." Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Se aprueba.

Teniendo conocimiento la Presidencia de que el ciudadano diputado Ildefonso Peña se halla enfermo, ha tenido a bien designar en comisión a los ciudadanos siguientes para que lo visiten: Vidales Agustín, Portales Arnulfo y secretario Salazar.

El C. Cerda: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra para hechos el ciudadano doctor Siurob.

El C. Siurob: Ciudadanos diputados: De propósito he estado con toda paciencia esperando una oportunidad para rectificar algunos hechos que se desprenden como una consecuencia de opiniones sobre datos vertidos en esta tribuna en alguna de las sesiones pasadas. Digo esto porque hoy, por ejemplo, ya no sería posible estudiar la Ley del Petróleo debido a que el tiempo de que disponemos es demasiado corto y no alcanzaría para hacer una discusión seria sobre una ley tan importante cuya discusión debe ser detenida. El hecho que deseo rectificar es el siguiente y se relaciona estrecha e íntimamente con mi honorabilidad como parlamentario. En una de la sesiones pasadas hice yo aquí declaraciones que me fueron hechas por el ciudadano secretario de Hacienda, don Adolfo de la Huerta. Al día siguiente este ciudadano secretario de Estado desmintió haberme hecho semejantes declaraciones, y mi deber, para ser creído en lo de adelante cuando haga alguna declaración, es demostrar que esas declaraciones se me hicieron efectivamente. Ahora bien, señores diputados, no sólo me fueron hechas a mí esas declaraciones, sino que el ciudadano De la Huerta en aquella época hizo declaraciones a toda la prensa de la capital. Estas declaraciones, como dije yo desde aquella sesión, fueron recogidas por los redactores de varios periódicos de la capital; pero habiendo influido el director de uno de estos periódicos, a quien ya conocéis suficientemente, para que no se publicaran las declaraciones, habiéndose valido del Cuerpo Diplomático o de representantes del Cuerpo Diplomático para que influyeran cerca del ciudadano De la Huerta a fin de que estas declaraciones no se publicaran, y un representante de una de las naciones europeas fue especialmente a las mesas de redacción de todos los periódicos de la capital a suplicar que no se publicaran esas declaraciones. Los redactores de los periódicos, los que habían recibido las declaraciones del ciudadano De la Huerta, no publicaron efectivamente en los periódicos de la capital estas declaraciones; pero se las dieron a los periódicos de los Estados y cabalmente a mí me ha sido proporcionada una copia de las declaraciones del ciudadano De la Huerta, hechas a la prensa, y al mismo tiempo me ha sido dada esa copia por dos periódicos de fuera de la capital y por un redactor de uno de los periódicos de los que primero fueron a entrevistar al ciudadano De la Huerta. Hay una circunstancia especialísima: las declaraciones hechas por el ciudadano De la Huerta a los redactores de los periódicos capitalinos, difieren de las declaraciones hechas a mí personalmente; pero hay la circunstancia de que estas declaraciones no sólo fueron hechas a mí como diputado, sino que fueron hechas a algunos otros diputados, y voy a citar a uno de ellos, que está dispuesto a ratificar en todas sus partes, que a él le fueron hechas esas mismas declaraciones; es un hombre honrado y digno de confianza para todos vosotros: es el ciudadano Rafael Martínez de Escobar. Desgraciadamente el compañero Martínez de Escobar se encuentra enfermo... (Voces: ¡Aquí está!) Pues bien, en la primera sesión en que esté el ciudadano Martínez de Escobar, únicamente con el objeto de que corrobore mi dicho, voy a interpelarlo para que la Cámara y la opinión pública se convenzan de que el ciudadano De la Huerta no sólo a mí, sino que a otro representante le hizo las mismas declaraciones que a mí; es decir, el ciudadano Palavicini había sostenido la campaña de los aliados y la campaña en favor de los petroleros con dinero que había recibido tanto de los aliados como de los petroleros. Es, pues, absolutamente cierto, es exacto que el ciudadano Adolfo de la Huerta hizo esta clase de declaraciones y no sólo me las hizo a mí, sino que se las hizo a otro ciudadano representante. Ahora bien, yo respeto las razones que pudo haber tenido el ciudadano Adolfo de la Huerta para desmentir la aseveración mía, porque me figuro que esa razón no es otra cosa que su palabra de honor empeñada a un diplomático; pero, en cambio, censuro la ligereza del ciudadano Adolfo de la Huerta para empeñar su palabra de honor a un diplomático en asuntos de tanta gravedad y de tanta trascendencia para el país, puesto que significan nada menos que una labor de traición a la patria, consumada solapadamente dentro de nuestro propio territorio. Aquí tengo en mi poder las declaraciones que en aquella época hizo el ciudadano De la Huerta a los reporteros de la capital y que fueron publicadas, entre otros periódicos, por los siguientes: por "El Informador" de Guadalajara, por "El Porvenir" de Monterrey y por "La Prensa" de San Antonio, además de otros muchos periódicos de la tarde en que fueron publicadas estas mismas declaraciones. Pido a la Secretaría que dé lectura a estas declaraciones, advirtiendo que de estas declaraciones no puede decir el ciudadano De la Huerta que no tuvo conocimiento de ellas, puesto que es imposible que no haya recibido todos estos periódicos; además, como no las desmintió, es evidente que está aquiescente con el contenido de estas declaraciones. Yo suplico a la

honorable Asamblea que se fije en el contenido de estas declaraciones que son sumamente graves, puesto que entrañan hechos que después me voy a permitir comentar.

El C. secretario Barragán, leyendo: "Sensacionales revelaciones sobre la política internacional de Carranza."

"Sensacionales revelaciones sobre la política internacional de Carranza. "El señor don Adolfo de la Huerta declara que el expresidente sostenía tanto la política germanófila como la aliadófila.

"Muy graves, muy importantes revelaciones fueron hechas ayer en la tarde por el señor don Adolfo de la Huerta a los periodistas que con él hablaban con objeto de recabar informes sobre los asuntos de actualidad. Esas importantísimas revelaciones se basan especialmente en una información sobre cuál fue la verdadera actitud del Gobierno carrancista con motivo de la política internacional, desprendiéndose de esas informaciones, asimismo, la declaración rotunda y categórica de que el expresidente sostenía por un lado la propaganda y la prensa germanófila, y por el otro, a parte de la prensa aliadófila, subvencionando al señor ingeniero Félix F. Palavicini.

"La conversación giraba anoche sobre diversos asuntos, y se preguntó al señor De la Huerta cuál era su opinión respecto a los ataques que le fueron dirigidos ayer por dos periódicos, y que tomaban como base la convocatoria a remate de la rotativa.

"Alicia", empleada actualmente por "El Heraldo de México".

"El señor De la Huerta sólo esperaba este momento para expresar su sentir, y levantándose repentinamente de su asiento, nos ofreció hacernos sensacionales revelaciones. Inmediatamente dijo que todos esos ataques han partido del diario "El Universal", y que aun cuando llevaban ya muchos días de estarse haciendo en forma más o menos ruda, no fue sino hasta ayer cuando ya se aludió directamente al señor presidente de la República, y que en vista de esto y de la forma grave de los ataques, el señor De la Huerta se veía ya precisado a hablar. Y hablaré muy claro, nos dijo. Todo el mundo sabe que yo soy prudente y sereno; que no acostumbro atacar por gusto a nadie, ni provocar a mis amigos ni a mis enemigos; pero cuando a mí se me ataca y se me calumnia, soy duro, soy en realidad implacable.

"¿Hasta cuándo, Catalina, te cansarás de abusar de mí? - nos dice nuestro interlocutor para empezar sus declaraciones-. Se me está atacando ahora por la convocatoria a subasta de la rotativa "Alicia"; el señor Palavicini fue precisamente de los primeros que estuvieron insistiendo y atacando el hecho de que la rotativa estuviera alquilada conforme a la ley. Ya he dicho repetidas veces que el contrato de ese arrendamiento fue firmado durante la gestión del general Alvarado en la Secretaría de Hacienda, y ese contrato está ajustado a las prescripciones legales. Pero queriendo yo dar gusto a mis atacantes, y queriendo también procurar que siguiera la concordia y la buena armonía, consentí en que se lanzara la convocatoria a subasta, y entonces se me ataca nuevamente. Es que hay en el fondo asuntos muy serios, extraordinariamente serios, que demuestran la labor solapada de algunas personas.

"La política internacional.

"Deseo referirme a la política internacional desarrollada durante el Gobierno del señor Carranza; Palavicini, que tanto alardeó de ser partidario de los aliados, nunca lo fue en realidad por convicción. Era aliadófilo, porque estaba alquilado por Venustiano Carranza para fingir que existía neutralidad en México, y él se prestó a esta maniobra político - internacional. Esto me consta, porque tuve de ello conocimiento pleno durante la gestión que desarrollaba en Estados Unidos. A mí me encargó el mismo expresidente Carranza que hiciera sentir ante al pueblo americano que se subvenía a esa política aliadófila, sencillamente porque el germanofilismo estaba tomando mucho incremento en el país, y el Gobierno se vería en peligro.

"De tal manera que, mientras por un lado Carranza sostenía a "Rip - Rip", para que hiciera labor germanófila, por la otra sostenía a Palavicini para que hiciera precisamente lo contrario. Yo mostraré datos, mostraré las cuentas de la misma Comisión Monetaria, por las que se verá la forma en que el Gobierno sostuvo a "El Universal". Dos platillos en la balanza

"Establecida definitivamente la balanza en esa forma, quedaba Palavicini como el subvencionado por el mismo Gobierno carrancista y constituía, por decirlo así, uno de los platillos de la balanza político - internacional; pero en el otro platillo estaba el ministro de Gobernación, el licenciado Manuel Aguirre Berlanga, y este platillo pesó más en la balanza carrancista; Palavicini tuvo que salir.

"Pero no salió como él mismo dijera, castigado por su política aliadófila, que había sido sostenida por el mismo Carranza; salió sencillamente porque pudo más Aguirre Berlanga que él; y al salir, recibió veinte mil dólares por su participación en "El Universal", porque ese periódico no era suyo y sólo tenía en él una participación, compensación al hecho de haber ayudado a que se fingiera una política aliadófila, cosa de que ya se tenía conocimiento en el país vecino.

"Llegó el señor Palavicini a New York, y entonces yo le tendí una mano de amigo; le prometí ayudarlo y sacarlo de la difícil situación en que se encontraba colocado; por esa época vine yo a México, y cumplí las promesas que le hubiera hecho. Celebré una conferencia larguísima con el señor Carranza, conferencia que duró hasta después de la media noche, y conseguí que se diera permiso a Palavicini para volver al país, ofreciendo que jamás se volvería a mezclar en política.

"De manera es que esa labor aliadófila de que tanto se ha vanagloriado el señor Palavicini, no existió en realidad, ni lo fue de convicción; las condecoraciones que se le han dado en Europa estarían mejor en la tumba de Venustiano Carranza. Y la prueba es que en los últimos tiempos, mientras se tratan asuntos de carácter interior nuestro, el

señor Palavicini ha dio a Europa, y su mismo informe, que ya ha sido dado a la publicidad, resulta mutilado precisamente en los pasajes en que más duro se muestra contra representantes extranjeros en los países aliados.

"Duros reproches

"Como ustedes ven, yo fui el responsable del regreso al país del ingeniero Palavicini, y acabo de recibir hoy mismo de numerosos correligionarios míos, de hombres del Gobierno, duros reproches por la responsabilidad que a mí me incumbe.

"Pero cuando se me han lanzado tan duros cargos; cuando se me ha culpado de toda la labor desarrollada en México por Palavicini, he tenido que contestar que creí que se habría regenerado; pero ahora creo que laboraré en pro del interés del país y de la sociedad, librándolos de elementos malsanos.

"Ofrezco proporcionar datos importantes para desenmascarar cuanto antes a ese elemento que, en estos momentos, cuando yo acabo de ser el mediador de sus disgustos con sus enemigos, se vuelve contra ellos y contra mí. Yo no he querido provocar, y sólo invoco, para que se vea mi acostumbrada serenidad, la circunstancia de que al terminar el Gobierno de Carranza, estando yo en el Gobierno de Sonora, traté siempre de buscar un avenimiento; yo era con Carranza el más leal, el más abnegado; pero cuando desoyendo la voz de la razón quiso extremar las cosas, no tuve más remedio que guardar la actitud que guardé en mis notas dirigidas a dicho Gobierno, y que fueron las que iniciaran el movimiento que derrocó ese régimen."

Presidencia del

C. HERNÁNDEZ ALVAREZ ENRIQUE

El C. Siurob, continuando: Habéis escuchado esta lectura, ciudadanos diputados, y comprenderéis por la forma en que está hecha esta exposición, por los hechos que se relatan, por las circunstancias que en ellos se expresan y por la conexión que tienen con toda la actitud de Félix Fulgencio Palavicini, con la actitud de su periódico y con todas las demás circunstancias que conocéis, que no podía ser yo el que hubiera inventado este engranaje de cosas; que era imposible que yo las hubiera creado y barajado a mi antojo; que estas cosas han existido realmente. Y todavía voy a citar otro comprobante: El periódico "Excélsior" en aquella época tenía una pugna con "El Universal" y publicó un pequeño cuadro en donde decía:

"De hoy en adelante "El Universal" o el señor Palavicini -no me acuerdo precisamente del texto- no atacará en su periódico ni al señor presidente Obregón, ni al señor ministro de Hacienda De la Huerta, ni a este periódico. El sabe por qué". Era que ya los redactores de "Excélsior" conocían perfectamente estos datos. Por todas estas razones comprenderéis que no he sido el que ha venido a engañar a la Asamblea; comprenderéis que cuando he asegurado una cosa la he asegurado en serio y en forma. Sólo lamento que el señor De la Huerta haya incurrido en el error - que a mí me parece error, quizá a él le parezca la cosa más recta del mundo, porque el señor De la Huerta es en ciertos momentos hasta ingenuo-, que haya caído en el error de que debía sobreponer su palabra de honor empeñada a un diplomático, a los intereses nacionales que realmente se encuentran de por medio, porque a una persona que tome parte tan activa en la política del país y de una manera tan aviesa, es necesario que el país sepa el valor que debe dar a cada una de sus palabras. El señor De la Huerta en sus declaraciones decía que era enemigo mío político. Yo no sé que el señor De la Huerta haya pensado en convertirse en reaccionario, yo no lo he pensado todavía....(Voces: ¡Ah!) Yo creo que los únicos enemigos que pueden dividir a los hombres desde el punto de vista político son sus contrarios en política. Yo desde ese punto no me conceptúo contrario al señor De la Huerta; si él juzga que soy su enemigo, será quizá porque me he permitido censurar actos de su administración. Suponer que porque una persona censura actos de su administración ya es su enemigo político, o quizá piensa el ciudadano De la Huerta que soy su enemigo político porque no le daré mi voto para presidente de la República, cuando ya se anuncia su nombre como el de uno de tantos candidatos, también en este punto se equivoca el ciudadano De la Huerta porque todavía no he pensado sobre el particular. (Voces: ¿A quién se lo vas a dar? ¿A Villareal?) Yo no he pensado todavía cuál será mi candidato para presidente de la República ni mi Partido ha pensado tampoco cuál será su candidato, ni creo que ningún mexicano debe pensar en estas cosas, sino que es tiempo de laborar honrada y honestamente colaborando con el Gobierno cada uno dentro de la esfera de nuestra propia actividad, para que el país camine por senderos fáciles y se implanten las reformas revolucionarias y todos absolutamente estemos apegados a la ley. Quedan, pues, señores diputados, absolutamente al descubierto las dos personalidades políticas a quienes yo en aquellos momentos aludí. En los periódicos igualmente haciéndose eco, porque aquí en este país, señores, cuando dos personas hacen declaraciones contradictorias nunca tiene la razón sino el que está arriba, nunca se cree que dice la verdad sino el que tiene más categoría, nunca está en lo justo sino el que tiene más posición social o más dinero o que está en más posibilidad de darlo, y la moraleja que se debe sacar de este hecho es que a veces tenemos razón los que estamos abajo, aun cuando los de arriba gocen de prestigio y de facultades para dar dinero y todas las circunstancias que rodean a los hombres del Poder. Por lo demás, señores, quedan perfectamente definidas las personalidades: El ciudadano De la Huerta, haciendo bien o mal, al callar un asunto que sabía, acerca del cual había hecho declaraciones, pero en el cual había empeñado su palabra de honor a un diplomático; yo, creyendo cumplir con mi deber, o cumpliendo, efectivamente, al hacer al país declaraciones que creo que son de necesidad para todos los mexicanos a fin de que se formen un juicio sobre cada personalidad de las que emiten opiniones acerca de la política del país, y el ciudadano Palavicini en su

papel, en el papel que legítimamente le corresponde y que se desprende de toda su actuación. Hace muy poco, precisamente al salir yo de la Cámara, se me acercó una persona que muchos de ustedes conocen y de cuya actitud y de cuya personalidad yo no puedo dudar: es el ciudadano Rubén Morales, miembro antiguo del Ejército y que perteneció a los amigos íntimos del señor Madero y fue también encargado durante algún tiempo de la Secretaría de Guerra durante al Gobierno del ciudadano Venustiano Carranza, y me refería un hecho que me voy a permitir citar a esta honorable Asamblea. (Murmullos.) Salía el señor Madero de la cárcel de San Luis Potosí y hablando con algunos de sus compañeros de prisión - entre otros estaba presente el ciudadano Sánchez Azcona y la esposa del propio apóstol de la democracia, don Francisco I. Madero-, les dijo que qué haría para imprimir el famoso plan de San Luis Potosí. Entonces Rubén Morales le dijo: "Señor, está la imprenta de "El Antirreeleccionista". El señor Madero hizo un gesto muy suyo y le dijo: "La imprenta de "El Antirreeleccionista" sépase usted que se la robó Félix Fulgencio Palavicini". El hecho es éste: la imprenta era del señor Madero, el señor Madero la había comprado para hacer la propaganda del Partido Democrático, pero sucedió que la puso a nombre del ciudadano Félix Fulgencio Palavicini con el objeto de no aparecer él como dueño de la imprenta. El ciudadano Palavicini luego que vio que Porfirio Díaz hacía razzia con todos los elementos libertarios, se cambió con armas y bagajes al enemigo, publicando un artículo en que decía que no seguiría a Madero a la revolución, y vendiendo y entregando la imprenta a los corralistas quienes publicaron un periódico "El Republicano". Posteriormente se me ha citado otro hecho que desconoce la mayor parte de los habitantes de la República y que servirá para formar el juicio de las personalidades políticas. Se libraba en aquellos momentos la batalla de León; el ciudadano Venustiano Carranza estaba intranquilo temiendo a cada momento que los mismos soldados que tenía en Veracruz fueran a volteársele. Y sucedió que estaban recibiéndose los partes. El primer parte que se recibió fue el de un barco americano que anunció que el general Obregón había muerto. Posteriormente se recibió un telegrama del hoy general Osornio en que daba cuenta de que al general Obregón le había sido amputado un brazo; que había ganado una batalla. Daba los datos relativos a aquella batalla. Lo recibió Venustiano Carranza y después de leerlo le dice a Rubén Morales. (Estos son hechos que Rubén Morales me ha contado y que está dispuesto a ratificarlos en todas sus partes.) Entonces le dice Venustiano Carranza: "¿no le parece a usted que sería mejor que el general Obregón se hubiera muerto?" Y al expresarle su admiración Rubén Morales porque pronunciara semejantes palabras, el entonces primer jefe contestó: "Hubiera sido mejor porque se hubiera vuelto a verificar lo que se cuenta del Cid: que ganaba batallas después de muerto". Se hizo el parte de la batalla, lo llevó Rubén Morales, que fue el que hizo el primitivo parte, y después de habérselo presentado a Venustiano Carranza no volvió a tener conocimiento si se daría ese parte o no, hasta que el mismo Palavicini entrevistó al ciudadano Rubén Morales y le dijo: "Es usted un bárbaro, ha perdido usted la Secretaría de Guerra". ¿Por qué? "Porque en el parte que se había hecho comenzaba a relatar que se había ganado una gran batalla, y que el que había ganado la batalla y había salvado a las instituciones era Alvaro Obregón". Entonces Palavicini le dijo: "Ese parte está mal hecho; en ese parte no conviene elogiar de esta manera al general Obregón". ¿Por qué?

"Por la sencilla razón de que, como dice don Venustiano Carranza y yo lo confirmo, Obregón será el Villa de mañana". (Voces: ¿Será qué?) El Villa de mañana. Posteriormente todo el mundo recuerda que en "El Universal" se dijo y se publicó que el general Obregón se había robado la vajilla de Maximiliano Carranza. (Murmullos.) En "El Universal" apareció esto y el general Obregón tuvo que rectificar desde Sonora que no se había robado nada....(Risas. Voces: ¿La vajilla de quién? ¿De Maximiliano Carranza?) La vajilla de Maximiliano quise decir. (Risas.) Apareció en "El Universal" que el general Obregón se había robado la vajilla de Maximiliano. Este fue un hecho de todos conocido; todo el mundo lo leyó en ese periódico. Este es un hecho absolutamente cierto.

En fin, podría citar a ustedes una multitud de hechos que demuestran hasta la evidencia que la personalidad de que me ocupo en estos momentos carece en absoluto de escrúpulos, carece de toda moralidad, no puede ser en ninguna forma digna de fe y, por consiguiente, es indigna de figurar en la política y en los destinos de la República, sobre todo cuando trata de hablar de despojos llevados a cabo por la Comisión Nacional Agraria, de honorabilidad política y de cualquiera de estas cosas que sólo incumben a los hombres que tienen muy distinta clase de conducta. ¿Qué opinaríais del Chato Bernabé si os viniera a hablar de despojo? (Risas.) ¡Peor todavía es el caso de "El Universal" hablando de despojos, es decir, no de "El Universal", sino de Palavicini hablando de los despojos de la Comisión Nacional Agraria. Yo distingo entre "El Universal" y Palavicini. "El Universal" tiene accionistas y pueden ser muy honorables; distingo al personal que allí trabaja y que no hace más que ganar el pan con el sudor de su rostro. (Murmullos.) Pero también no sólo eso, sino que los mismos accionistas de "El Universal" han sido defraudados por Palavicini. Aquí tienen ustedes una carta de Luis Cabrera, en que irónicamente se relata el hecho. Es la carta en que Luis Cabrera decía que pagaba sobre sesenta pesos por el impuesto del Centenario. Hablando de sus bienes y de las acciones de "El Universal", cita que se le dieron sesenta pesos como dividendo o parte de utilidades en el periódico de "El Universal", y lo dice con ironía:

"Aunque usted se sonría, eso fue todo lo que pagó "El Universal" por dividendos, ignoro cómo haría la aplicación de las ganancias el socio señor Palavicini, tenedor de casi todo el resto de las acciones, o si esos $3,000.00 fue todo lo que produjo el negocio."

Eso fue todo lo que pagó "El Universal" por dividendos. Ahora se dice que "El Universal" está quebrado, que tiene ochocientos mil pesos de pasivo y trescientos mil de activo; que veinte mil pesos

ganó "El Universal" en todo el año pasado, dice en sus propias cuentas y, sin embargo, está haciendo una catedral, que se quiere llamar la Catedral de la Prensa, y que yo la llamaría, hecha por semejantes autores, la Catedral de la Ignominia. Podría seguir bordando sobre este punto, pero lo creo absolutamente inútil, me concreto a repetir las palabras del ciudadano De la Huerta: "Las condecoraciones de Palavicini deberían estar sobre la tumba de Venustiano Carranza". Y repito que todos los habitantes de la República harán bien, siempre que vean la firma de Palavicini en cualquiera idea, en cualquiera cosa que hable de política del país, en entender todo al revés, porque sencillamente equivale a la palabra de un hombre que carece en lo absoluto de honorabilidad política. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Cerda. (Voces: ¿Y el petróleo?) La Presidencia no puede negar la palabra a los ciudadanos diputados que piden la palabra para hechos; sin embargo, se va a consultar.

El C. secretario Barragán: Por disposición de la Presidencia se consulta a la Asamblea si se concede el uso de la palabra al ciudadano Cerda. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Sí se concede.

El C. Cerda: Seré muy breve, señores diputados. He venido únicamente para relatar a ustedes algunos hechos que por demás son conocidos de la mayoría. Se refieren a lo acaecido en San Pedro de las Colonias, Coahuila, en que ha sido villanamente ultrajado nuestro compañero de la Cámara, el ciudadano Aureliano J. Mijares. (Una voz: ¡Es que se metió a valiente!) Defiende un derecho, compañero; no es que se meta a valiente. En Coahuila, señores, toda la reacción se ha puesto en contra del elemento trabajador sindicalizado que verdaderamente hace una presión de importancia en aquel Estado. El ciudadano Mijares ha hecho su propaganda política en una forma radical, yo convengo en ello; debo aclarar que mis palabras aquí son absolutamente insospechables de partidarismo, puesto que en la lucha política que acaba de pasar no estuve al lado de Mijares, puesto que fui partidario de Arnulfo J. González, pero esto no quita que como coahuilense y compañero de Cámara no venga a levantar mi enérgica protesta por los hechos que acaban de realizarse en Coahuila. Aureliano J. Mijares, enemigo en política en el Estado de Coahuila, es el compañero Mijares miembro del Bloque Socialista, perfectamente caracterizado por sus ideas. Señores compañeros, yo al tomar la palabra para expresar estos hechos quiero hacer una excitativa al presidente de esta Cámara para que pregunte al gobernador de Coahuila lo que haya sobre el particular y se le impartan al ciudadano Mijares las garantías que tiene como ciudadano y como diputado que goza de fuero. No quiero cansar más a la Asamblea con palabras que saldrían sobrando; baste por última vez el decir que levanto mi enérgica protesta contra los hechos realizados en San Pedro de las Colonias por el pretorianismo y la reacción en confabulación contra un hombre que, equivocado o no, de todas maneras defiende un principio que él cree bueno y que yo también creo bueno. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Espinosa.

El C. Ramírez M. Fidel: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. presidente: Tiene usted la palabra para una moción de orden.

El C. Ramírez M. Fidel: Me extraña demasiado que habiendo yo puesto en manos el señor secretario Barragán una moción tendente a que se llame al señor secretario de Gobernación para que informe sobre estos acontecimientos, no se le haya dado lectura en los documentos de la cartera. Yo suplico a la Presidencia ordene a la Secretaría se dé cuenta con mi moción y se ponga a la consideración de la Asamblea.

El C. presidente: La Presidencia no había tenido conocimiento de esto. Se va a dar lectura desde luego a su moción.

El C. secretario Barragán: Y por vía de aclaración, la Presidencia manifiesta que fue entregado a la Oficialía Mayor para que fuera colocado en la cartera del día.

"H. Asamblea:

"La prensa de hoy trae las noticias de que el C. diputado al Congreso de la Unión, Aureliano J. Mijares, fue mandado aprehender por el juez de 1a. Instancia de San Pedro, Coahuila, a sabiendas este funcionario que el señor Mijares es diputado en ejercicio. La misma prensa informa que el diputado Mijares fue herido, así como varios obreros, y muertos dos de éstos, al salir de un mitin obrero que celebraban en un teatro de aquella ciudad, tomando parte muy activa en estos acontecimientos las fuerzas federales, y como tanto lo primero como lo segundo, no caben en tratándose de un diputado en ejercicio y menos que las fuerzas federales tomen ingerencia en los asuntos obreros, pido, previa dispensa de trámites, se apruebe el siguiente acuerdo:

"Único. Llámese inmediatamente al ciudadano subsecretario de Gobernación para que informe sobre estos sucesos."

"Salón de Sesiones del Congreso de la Unión. - México, a 27 de octubre de 1921. - Diputado por el 4o. distrito de Coahuila, Fidel Ramírez M.- Aurelio Manrique, jr."

En votación económica se consulta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en la misma forma de votación se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Espinosa Luis.

El C. Espinosa: Aprovechando estos momentos en que ya no será posible discutir absolutamente nada sobre el proyecto de reglamentación de la Ley del Petróleo, quiero saldar una vieja deuda, sintiendo únicamente que no esté presente el ciudadano diputado Manero, a quien tengo que referirme.

Con motivo del retiro de facultades extraordinarias que vuestra soberanía acordó hace muy poco,

el ciudadano Manero, desde la tribuna, se permitió lanzar algunas frases que si no son precisamente injuriosas, sí me han lastimado un tanto, porque son absolutamente falsas y dolosas. El ciudadano Manero dijo que me había llamado el ciudadano secretario de Hacienda; dio a entender que ante él me había yo doblegado, y que se le hacía raro que no estuviera presente esa tarde. Empiezo por manifestar que no es cierto que el ciudadano secretario de Hacienda y Crédito Público me haya llamado; que tampoco es cierto que yo me haya doblegado ante él y que si no me encontraba presente en aquella tarde, fue debido a que por petición de algunos compañeros de la diputación del Estado de Puebla, muy estimados para mí, tuve que trasladarme a aquel lugar a atender asuntos que para ellos eran de bastante importancia. Toda la prensa de la capital dio cuenta de los diputados que se encontraban en Puebla y entre los enumerados está el que habla. Queda, pues, plenamente justificado por qué motivo no estuve presente esa tarde.

El ciudadano secretario de Hacienda, a quien fui a ver por mandato de vuestra soberanía con motivo del decreto que se expidió para que se autorizara al Ejecutivo a efecto de que proporcionara cincuenta mil pesos para las víctimas de las inundaciones en San Cristóbal las Casas, no tuvo para el que habla nada que fuese ofensivo, nada que le obligara a doblegarse. Amistosamente tuvo un cambio de impresiones sobre el asunto de las facultades extraordinarias, y después de haberme expuesto varias razones para significar que él creía que no era oportuno que esas facultades se retiraran en aquel momento, por estar tratando precisamente la cuestión financiera con el enviado de los financieros de Estados Unidos, creía que era conveniente que aquello se aplazara, y yo, honradamente, le ofrecí de manera espontánea, sin que él me lo pidiera, que no tendría inconveniente en venir a manifestarles a los compañeros, en sesión secreta, los deseos del señor secretario de Hacienda, deseos que él no me había manifestado que yo expusiera aquí, sino que yo le había ofrecido a él exponer, no para retractarme, no para votar en sentido de que no se retiraran esas facultades extraordinarias, sino para que la Asamblea, teniendo en cuenta las opiniones del señor secretario de Hacienda, decidiera si aplazaba o no el retiro de esas facultades; pero esto en manera alguna significa ni que se me haya tratado mal, ni que yo me haya doblegado. He creído justo hacer esta aclaración, para que mis estimados compañeros no vengan creando mala opinión de los que, como el que habla, son aquí continuamente combatidos.

El C. secretario Barragán: La Presidencia ha tenido a bien nombrar en comisión para que se acerquen a llamar al ciudadano subsecretario de Gobernación, con motivo de los acontecimientos de San Pedro, Coahuila, a los ciudadanos Fidel Ramírez M., Cerda, De la Torre Francisco, González y González, Barragán Enrique M. y secretario Pérez Gasga.

Por disposición de la Presidencia se pregunta a la Asamblea si habiendo llegado la hora reglamentaria, continúa la sesión. Los que estén por la afirmativa, sírvanse indicarlo. No continúa la sesión. Se va a dar cuenta con la orden del día para el 28 de octubre de 1921:

"A las cuatro de la tarde: Sesión secreta, únicamente para....." (Voces: ¡No! ¡No!) Se ruega a los ciudadanos diputados tengan la bondad de escuchar antes de protestar.

"Orden del día para el 28 de octubre de 1921.

"A las 4 p. m.: Sesión secreta, únicamente para conocer y resolver un proyecto de decreto formulado por la Comisión de Administración.

"Sesión pública: Proyecto de Ley del Petróleo."

El C. presidente: Se levanta la sesión. (8.30 p. m.)