Legislatura XXIX - Año II - Período Ordinario - Fecha 19211107 - Número de Diario 37

(L29A2P1oN037F19211107.xml)Núm. Diario:37

ENCABEZADO

MÉXICO, LUNES 7 DE NOVIEMBRE DE 1921

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO II.- PERIODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO III.- NÚMERO 37

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 7

DE NOVIEMBRE DE 1921

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior. La Comisión de Presupuestos y Cuenta presenta un cuadro de ingresos probables durante el año fiscal de 1922; imprímase y agréguese a su expediente.

2.- Continúa la discusión en lo general del proyecto de Ley de Ingresos. Hace uso de la palabra el ciudadano secretario de Hacienda y Crédito Público, para exponer la opinión del Ejecutivo acerca del asunto a debate. Se suspende la sesión .

3.- Reanudada ésta, se da cuenta con los documentos en cartera. Se concede licencia a los CC. diputados Aguirre Colorado, Ernesto y Ortiz.

4.- Se turnan a la Comisión de Presupuestos y Cuenta dos iniciativas de los CC. diputados Rodríguez Guillermo y Miramontes, apoyados por numerosos ciudadanos diputados, para que se destinen, respectivamente, las cantidades de $100,000.00 y $ 150,000.00 para construcción de caminos carreteros en el Estado de Veracruz y de Guadalajara a Zacatecas. Se levanta la sesión para pasar a secreta.

DEBATE

Presidencia del

C. DEL CASTILLO ISRAEL

(Asistencia de 126 ciudadanos diputados.)

- El C. presidente, a las 11:48 a.m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Aillaud, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día cuatro de noviembre de mil novecientos veintiuno.

"Presidencia del C. Francisco López Soto.

"En la ciudad de México, a las once y cincuenta a.m. del viernes cuatro de noviembre de mil novecientos veintiuno, se abrió la sesión, con asistencia de ciento veintisiete ciudadanos diputados.

"La Secretaría comenzaba a leer el acta de la sesión celebrada el día anterior, cuando interrumpida por el C. Jesús Z. Moreno, quien pretendió hacer uso de la palabra. Con este motivo, la presidencia hizo aclaraciones y continúo la lectura del acta, la que aprobada sin discusión.

"El C. Jesús Z. Moreno reclamó el quorum: La Presidencia hizo una explicación, y como el C. Moreno insistiera en que se pasara lista, el C. Chapa hizo una moción de orden, que interrumpida por el mismo C. Jesús Z. Moreno.

- El C. Borrego hizo otra moción de orden, que dio lugar a nuevas aclaraciones de la presidencia. EL C. secretario Aillaud paso lista y declaró que había una asistencia de ciento veintinueve ciudadanos diputados, por lo que continuó la sesión.

"La secretaría dio lectura a una proposición firmada por los CC. Norberto Domínguez, Israel del Castillo y Pablo H. Sánchez, la que en parte resolutiva dice:

"Se faculta a la Secretaría para proporcionar a la prensa la lista diaria de los faltistas, para su publicación."

"El C. Domínguez fundó la proposición, después de que el C. Chapa hizo una moción de orden; en seguida éste habló en contra y contestó una interpelación del C. Serrano Gustavo P.

"El C. Alessio Robles habló en pro y el C. Borrego en contra. Este último respondió a preguntas de los CC. Serrano Gustavo P. Y Manrique.

"El C. Chapa usó de la palabra para un hecho y el C. Manjarrez hizo aclaraciones sobre lo asentado por el primero.

"El C. Pedro de Alba, como miembro de la comisión que a invitar al ciudadano secretario de Hacienda para que asistiera a la discusión del proyecto de Ley de Ingresos, hizo aclaraciones y interrumpido por una moción de orden del C. Borrego, quien contestó una interpelación del C. Pedro de Alba.

"Así que el C. Casas Alatriste, como presidente de la Comisión antes citada, también hizo aclaraciones, la Asamblea, en votación económica, consideró suficientemente discutida la proposición, que resultó desechada por setenta y nueve votos de la negativa contra cincuenta y cinco de la afirmativa, en votación nominal solicitada por varios representantes.

"El C. Gandarilla hizo una moción de orden, y la secretaría leyó el artículo 64 constitucional. El mismo C. Gandarilla pidió se diera a conocer en cada caso la lista de los ciudadanos faltistas. A este respecto, la Presidencia hizo aclaraciones y dijo se cumpliría con el artículo antes citado. El C. Zubaran usó de la palabra para oponerse a la aplicación de las multas.

"El C. Casas Alatriste informó acerca del resultado de la comisión que entrevistó al ciudadano secretario de Hacienda y Crédito Público.

"A nombre de la comisión de Presupuestos y Cuenta habló el C. Trejo, y interrumpido por el C. Arce, quien propuso se imprimieran los datos a que se estaba refiriendo el orador. Este contestó interpelaciones de los CC. Casas Alatriste, Manrique y Arce.

"El C. Gandarilla hizo una pregunta a la Presidencia, que atendida por conducto de la Secretaría.

"A la una y treinta y cinco p.m. se suspendió la sesión.

"Presidencia del C. Israel del Castillo.

"A las cinco y diez minutos p.m. se reanudó la sesión, con asistencia de ciento veintiocho ciudadanos diputados, según declaración de la Secretaría.

"En este orden se dio cuenta con los documentos recibidos:

"Copia de la ley sobre régimen territorial que acaba de dictar la Legislatura del Estado de Texas, Estados Unidos de Norteamérica, enviada por la Secretaría de Relaciones Exteriores.- Recibo.

"Oficio del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, que el que comunica el nombramiento del C. licenciado Aurelio Velásquez como presidente para el periodo que terminará el 31 de octubre de 1922. - De enterado.

"Escrito de la Legislatura del Estado de Chihuahua, por el que participa su aprobación respecto de las reformas al artículo 27 constitucional, formuladas por el Congreso del Estado de Sonora. - Recibo, y a su expediente.

"Oficios de las legislaturas de los Estados de Chihuahua y Nuevo León, en que expresan han aprobado la iniciativa del Congreso del Estado de Veracruz sobre las reformas a los artículos 12 y 22 del proyecto de la Ley Orgánica del artículo 27 constitucional, en la parte relativa al petróleo. - Recibo, y a su expediente.

"Comunicación de la Legislatura del Estado de Nuevo León, por la que dice ha aprobado la iniciativa de reforma al artículo 115 de la Constitución federal.

Recibo, y a las comisiones que tienen antecedentes.

"Solicitud de licencia, por quince días, con goce de dietas, subscripta por el C. Rodrigo Gómez.

"Dispensados los trámites y puesta a discusión, sin ella aprobada en votación económica.

"Escrito en que el C. Benjamín Carrillo Puerto pide licencia por veinte días con goce de dietas.

"Una vez que se dispensaron los trámites, y después de una moción de orden y de aclaraciones de la Mesa, acordada de conformidad esta solicitud.

"Las peticiones de licencia que por quince y veinte días, respectivamente, presentarón los CC. Ignacio C. Reyes y Lucas Lira, son concedidas por la Asamblea, sin objeción alguna.

"Proyecto de reformas a las fracciones V Y VI del artículo 82 de la Constitución Política de la República, signado por el C. representante Fidel Ramírez M. -Primera lectura, e imprímase.

"Dictamen de la segunda Comisión de Gobernación, por el que se concede licencia indefinida, sin goce de dietas, al C. Alejandro Velásquez López.

"Sin discusión, resultó aprobado en votación económica.

"Estado que manifiesta el número de expedientes tramitados durante el mes de octubre del año actual, por las comisiones de esta H. Cámara, y que se inserta en la presente acta de acuerdo con el trámite respectivo:

COMISIONES Existencia Pasados a TOTAL Despa - Pendientes anterior Comisión chados 1a. Agraria 10 1 11 0 11 2a. Agraria 4 0 4 0 4 "Agricultura y fomento. 4 0 4 0 4 "1a. de Comunicaciones 2 0 2 0 2 "2a. de Comunicaciones. 2 0 2 0 2 "3a. de Comunicaciones 2 0 2 0 2 "Contraloría. 1 0 1 0 1 "2a. de Crédito Público. 1 0 1 0 1 "1a. de Gobernación. 10 3 13 1 12 "2a. de Gobernación. 14 2 16 3 13 "1a. de Guerra. 16 7 23 4 19 "2a. de Guerra 18 8 26 0 26 "3a. de Guerra. 81 12 20 6 14 "1a. de Hacienda. 18 11 29 6 23 "2a. de Hacienda. 7 10 17 1 16 "Industria y Comercio. 1 0 1 0 1 "Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda. 2 0 2 0 2 "1a. de Instrucción Pública. 2 0 2 0 2 "2a. de Instrucción Pública. 2 0 2 0 2 "1a. de Justicia. 13 5 18 0 18 "2a. de Justicia. 15 2 17 0 17 "Marina. 1 1 2 1 1 "1a. de Minas. 1 0 1 0 1 "2a. de Minas. 1 0 1 0 1 "1a. de Peticiones. 0 19 19 18 1 "2a. de Peticiones. 0 16 16 16 0 "Unidas 1a. y 2a. de Petróleo.0 2 2 0 2 "Presupuestos y Cuenta. 9 22 31 0 31 "1a. de Puntos Constitucionales. 33 7 40 5 35 "2a. de Puntos Constitucionales. 33 7 40 6 34 "Reglamento. 7 0 7 0 7 "1a. de Relaciones Exteriores. 4 3 7 0 7 "2a. de Relaciones Exteriores. 1 3 4 4 0 "1a. de Trabajo y Previsión Social. 3 3 6 0 6 2a. de Trabajo y Previsión Social. 3 0 3 0 3 "Universidad y Bellas Artes. 3 0 3 0 3 Al frente. 251 144 395 71 324

COMISIONES Existencia Pasados TOTAL Despa- Pendientes chados Del frente 251 144 395 71 324 "Ramo secreto 1a. Sección Instructora del Gran Jurado 28 1 29 0 29 2a. Sección Instructora del Gran Jurado 27 0 27 0 27 "Totales. 306 145 451 71 380

"México, D.F., 3 de noviembre de 1921. - M. Barragán, D. S. - A. Aillaud, D. S.

"Proposición del C. Diputado Aureliano. J. Mijares, a fin de que se envíe a Saltillo y San Pedro, Coahuila, una comisión integrada por miembros de esta Asamblea, para que tome informes de los acontecimientos registrados en aquella región del país y con motivo de los cuales violado el ro constitucional al mencionado ciudadano representante.

"Después de una moción de orden del C. Barón Obregón y de una aclaración de la Presidencia, el C. Mijares paso a fundar su proposición y contestó una interpelación del C. Chapa, quién opinó debieran consignarse estos hechos.

"La Asamblea no dispensó los trámites a la proposición del C. Mijares y, en consecuencia, quedó de primera lectura.

"Se pondrán a discusión el primer día hábil los siguientes dictámenes de la 1a. Comisión de Puntos Constitucionales, que consultan los proyectos de decreto que se transcriben a continuación y a los cuales se dio la primera lectura y se les dispensó la segunda:

"Se concede permiso a los CC. Enrique González Martínez, Antonio Castro Leal y Francisco Borja Bolado, para que, sin menoscabo de sus derechos de ciudadanos mexicanos, acepten y usen las condecoraciones que ha tenido a bien conferirles el gobierno de la República de Chile."

"Se concede permiso al C. Pedro de la Sota para que, sin menoscabo de sus derechos de ciudadano mexicano, acepte y use la condecoración que ha tenido a bien conferirle la República de Chile."

"Se concede permiso al C. Antonio Medís Bolio para que, sin perder sus derechos de ciudadano mexicano, acepte y use el título e insignias de comendador de la Orden de Isabel la Católica, que se sirvió conferirle el rey de España."

"Se concede permiso al C. Mario Alemán y Chavero para que, sin perder su calidad de ciudadano mexicano, acepte y use la condecoración que el Rey de España le ha conferido."

"Se concede permiso al C. Alfredo Rosenzweig Díaz para que, sin perjuicio de su calidad de ciudadano mexicano, acepte y use la condecoración de la Tercera Orden de la " Rica Mies", que le concedió el ciudadano presidente de la República de China."

"Dictamen de la 3a. Comisión de Guerra, que concluye con el siguiente proyecto de decreto:

"Se concede una pensión de seis pesos diarios a la señora Asunción Merino viuda de Del Río, la cual le será pagada íntegra por la Tesorería General de la Nación, mientras no cambie de estado, como recompensa a los servicios que prestó su finado padre el Coronel Lino Merino."

"Se dio primera lectura a este dictamen, se le dispensó la segunda y quedó a discusión el primer día hábil, lo mismo que a los que en seguida se mencionan y los cuales son dados a conocer después de una moción de orden del C. Alessio Robles y de una aclaración de la Presidencia.

"Proyecto de decreto. Se concede una pensión de seis pesos diarios a la señora Francisca Morales viuda de Fernández, que le pagará íntegramente la Tesorería General de la Nación, mientras no cambie de estado como recompensa a los servicios que prestó su finado esposo el C. coronel Tomás Fernández."

"Proyecto de decreto. Se concede una pensión de dos pesos diarios a cada una de las señoritas Etelvina, Concepción y María de Jesús Valencia y Reyes, por los servicios que prestó su finado padre el C. coronel médico cirujano Jesús Valencia. Dicha pensión les será pagada íntegramente por la Tesorería General de la Nación en tanto conserven su actual estado civil."

"La Presidencia designó en comisión a los CC. González Jesús B. y Casas Alatriste, para que den el pésame, a nombre de esta honorable Asamblea, al C. Lorenzo Gámiz por la reciente muerte de uno de sus familiares.

"El C. Manero paso a la tribuna para hacer la rectificación de algunos hechos y dio lugar a aclaraciones del C. Siurob, quien interpeló en dos ocasiones al C. Manero.

"Le Secretaría declaró que continuaba la discusión sobre el proyecto de Ley Orgánica del Artículo 27 Constitucional en la parte relativa al petróleo y a continuación habló en pro el C. Arce; el C. Castillo Francisco impugnó el dictamen de que se trata, y interrumpido por mociones de orden de los CC. Romero José H. y Gandarilla y por una interpelación del C. Rama.

"El C. Barón Obregón usó de la palabra en pro y contestó dos preguntas del C. Pérez Gasga. El C. Rama, en nombre de las comisiones dictaminadores, hizo aclaraciones y interrumpido por una interpelación del C. Pichardo, quien se refirió a la parte expositiva del dictamen a debate.

"A las ocho y quince p. m. se levantó la sesión y se citó para el lunes próximo a las once a.m."

Está a discusión el acta. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobada el acta.

- El mismo C. secretario: La Comisión de Presupuestos y Cuenta presenta un cuadro de ingresos probables durante el año fiscal de 1922. Imprímase y agréguese a su expediente.

- El mismo C. secretario: Por disposición de la Presidencia continúa a discusión el proyecto de Ley de Ingresos.

El C. presidente: La Presidencia, con apoyo en el artículo 126 del Reglamento, invita al ciudadano secretario de Hacienda para que se sirva exponer sus opiniones y las razones que tenga en lo relativo a la discusión del proyecto de Ley de Ingresos.

- El C. De la Huerta Adolfo, secretario de Hacienda y Crédito Público:

Honorable Asamblea: Es altamente satisfactorio para mí traer del Ejecutivo un aplauso para esta honorable Asamblea y muy especialmente para la Comisión de Presupuestos y Cuenta, por la iniciativa de Ley de Ingresos que ha presentado con tanto acierto, demostrando su interés y su dedicación para resolver tan interesante problema que está encomendado a esta Asamblea. El Ejecutivo había ideado presentar un proyecto en igual sentido, pero pidiendo la transformación de nuestro sistema tributario; felizmente, la resolución de la Comisión aludida ha venido a hacernos reflexionar, considerando que en los momentos actuales, sin que haya desaparecido aún la crisis mundial - que si bien no nos ha afectado intensamente, sí nos obliga a estar para el futuro - , con esa resolución de la Asamblea ha recapacitado el Ejecutivo, digo, y considera que es mejor continuar sobre las bases que hasta aquí se han tenido para el cobro de los impuestos con que se han de atender las erogaciones de la Administración. Sólo en algunos puntos de detalle, de forma, tendría que proponer algunas modificaciones. Desde luego, la forma que ha tomado la Comisión, incluyendo reglamentos de los incisos que competen al Ejecutivo, creo yo que es punto que debe rectificarse. La condición de la Ley de Ingresos esencialmente numerativa, no permite incluir los reglamentos que se hacen por medio de decretos supletorios, orgánicos de cada uno de los incisos que comprende la ley. Otro punto muy trascendental, es la rebaja al 20 por ciento sobre el impuesto federal relativo a los ingresos locales en los Estados y municipios. La transición es demasiado brusca; no se ha considerado ningún sucedáneo, ningún impuesto substituto para esa diferencia tan grande, tan enorme, que tiene que resultar con la rebaja del 50 al 20 por ciento. Si bien es cierto que con la amplitud que tienen los Estados, aumentando la extensión de su legislación económica puede determinarse un aumento sobre los ingresos, sobre el número de impuestos, no es probable que la cantidad que se recobre venga a substituir al margen que queda entre el 20 y 50 por ciento federal.

Cree el Ejecutivo que el 25 por ciento que había fijado, aunque es peligroso, sin embargo puede defenderse con ese tipo la recaudación del impuesto federal.

Además, con toda anticipación la Secretaría de Hacienda publicó el decreto de la rebaja del 25 por ciento, no precisamente para buscar un efecto político sino para preparar a los gobiernos de todas las entidades federativas y municipios en la formación de sus presupuestos locales, en los que desempeña un papel importante el impuesto federal. Por estas razones, creo pertinente suplicar a esta honorable Asamblea reconsidere el tipo que ha escogido poniéndolo de acuerdo con el decreto ya publicado por el Ejecutivo Federal.

Sobre este mismo impuesto hay algo también muy trascendental en el proyecto de las comisiones. Dice la parte conducente:

"b) Contribución federal del 20 por ciento sobre los enteros que se hagan en las oficinas recaudadoras de los Estados y de sus municipios, la cual se causará en el momento de efectuarse el pago de los arbitrios locales, cualquiera que sea la época en que éstos hayan debido satisfacerse."

Altamente peligrosa es esta concesión que hace a los causantes morosos, porque en vista del aliciente que tienen los que verifiquen sus pagos el próximo año, tanto la Federación como los Estados y los municipios no recibirán por este concepto, por la recaudación federal, un solo centavo. Todos los que tengan que verificar pagos quedarán para el próximo año esperando el veinte por ciento o el veinticinco que en aquella época gravarán los impuestos locales. Una reconsideración en este punto es urgente para que los causantes no demoren más sus pagos que, de otra suerte, traerá un pérdida para el Erario federal y de los Estados y de los municipios, de varios millones de pesos.

"1) Los donativos que se recauden con destino a Instrucción Pública, en favor de cualquier obra de beneficencia oficial de los Estados o municipios, o para la ejecución de obras materiales de interés local o general, siempre que el importe de los donativos se apliquen íntegramente a dichos objetos." Encierra también peligros esta cláusula, porque en muchos Estados, en muchos municipios se substituyen las cantidades que tienen que entregar por impuestos o donativos que hacen los causantes, es decir, aparentes donativos, y si dejamos sin el control de la Secretaría de Hacienda la calificación de esos donativos, tendríamos que en muchos Estados y en muchos municipios muy poco se recaudaría por conceptos de impuestos y sí aumentarían los filántropos, aumentarían todos los que deseen desarrollar la instrucción pública en las diferentes ciudades de la República. Hasta la fecha no hemos tenido ninguna dificultad con los Estados que de casualidad reciben algún donativo de esta naturaleza y que hacen la aclaración a la Secretaría de Hacienda; creo conveniente que sigamos en la misma forma que hasta hoy se ha procedido, porque no presenta ninguna irregularidad.

"El impuesto especial sobre terrenos petrolíferos y contratos petroleros, conforme a los decretos de 31 de julio y 8 y 12 de agosto de 1918, y a las demás disposiciones relativas."

Hay que hacer esta aclaración. En la sesión a que anteriormente tuve el gusto de asistir, hice la aclaración de que muchos de estos impuestos habían ya sido substituídos en las reformas del decreto sobre producción. Como este concepto, este renglón, este capitulo va a ser modificado de acuerdo con la reglamentación del artículo 27 en su parte relativa al petróleo, creo que debía modificarse aquí la redacción, expresando que ese ingreso quedará sujeto precisamente a la reglamentación que se está haciendo, que se está llevando a cabo en la Ley del Petróleo. Son todas las observaciones que el

Ejecutivo considera pertinente hacer el proyecto de las comisiones. He tenido oportunidad de cambiar impresiones con algunos miembros encargados de la Ley de Ingresos y me he dado cuenta del acierto con que han ido desempeñando su trabajo. Los datos que tiene la Comisión son de la misma ante de los que cuenta la Secretaría de Hacienda; no hay disparidad, no hay divergencia de ninguna especie; creo, pues, que sólo toca a esta honorable Asamblea discutir ya en detalle el proyecto de las comisiones que, como he dicho antes, tiene el aplauso y la congratulación del Ejecutivo.

El C. Salazar: Pido la palabra, señor presidente, para una interpelación al ciudadano secretario de Hacienda y Crédito Público.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Salazar.

El C. Salazar: El cuadro comparativo que nos presenta la Comisión, ciudadano secretario de Hacienda, arroja doscientos doce millones setecientos sesenta y nueve mil quinientos pesos. Ahora bien; suplicaría a su señoría se digne decirme cuál es el monto probable de los egresos.

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: Están en este momento estudiándose, tanto en la propia Secretaría de Hacienda, como en el seno de las comisiones, cada uno de los proyectos de presupuesto que han enviado cada una de las diferentes secretarías. Ha sido muy difícil uniformar esas reglamentaciones, y, según tengo entendido, el ciudadano diputado Trejo va a presentar un proyecto a esta Asamblea, a fin de conseguir la autorización para la uniformación de esas erogaciones. Creo yo que procede aprobarse la proposición del señor diputado Trejo, y ya en estas condiciones podrán reducirse mucho esos presupuestos de egresos; juzgando por los ingresos y que deben ajustarse a ellos los egresos, no creo que deba pasarse de la cifra de 220.000,000 de pesos.

El C. Salazar: Aunque la Constitución prescribe que primero debe en esta Cámara discutirse el presupuesto de ingresos, sin embargo yo me permito suplicar que se proceda de otra manera, porque primero debemos saber cuáles son las necesidades que tiene el Gobierno, ya sea administrativamente o de orden político, para así poder, cuando menos, saber de dónde sacamos esos doscientos doce millones. Suplico, pues, a su señoría se sirva decir si la cuenta de las economías que deban realizarse no afectarán profundamente al presupuesto de egresos, porque el de ingresos suma doscientos doce millones.

- El C. secretario de Hacienda y Crédito Público:

El de ingresos importa doscientos doce millones. Entiendo que no se ha pensado todavía en el substituto para la diferencia que existe en el impuesto federal; una vez considerando, probablemente equilibrará el proyecto de egresos que tiene la Comisión, con la Ley de Ingresos que ha presentado.

El C. presidente: Tiene la palabra para una interpelación al ciudadano secretario de Hacienda, el ciudadano diputado Antonio Manero.

El C. Manero Antonio: Yo creo, señores, que al discutir el Presupuesto de Ingresos en lo general, debemos - quizá por primera vez en la historia de nuestro Parlamento - llevar la discusión al punto realmente en lo general, es decir, a observar si el sistema presupuestal, el sistema que actualmente nos rige es bueno o si debe reformarse. Como yo creo que el sistema presupuestal mexicano es deficiente y quiero sostener esta tesis después de que su señoría haya tenido la amabilidad de terminar su informe y de contestar amablemente estas interpelaciones, le ruego se sirva decirme si considera que es conveniente reformar este sistema presupuestal, y, en este caso, si alguno de los sistemas que en el Derecho Positivo de otros países están en vigor, sería posible o conveniente adoptar. En una palabra, las modificaciones que es necesario hacer a nuestro sistema presupuestal para ponerlo en consonancia con nuestras necesidades y con los adelantos en esta materias en otras partes del mundo.

El C. secretario de Hacienda: ¿Terminó ya su señoría?

El C. Manero: Sí, señor.

El C. secretario de Hacienda: Como dije antes, el Ejecutivo, pensando en otro sistema fiscal, en otro sistema de tributación más de acuerdo con la técnica y con los principios revolucionarios, había ideado un plan general para someterlo a la consideración de esta honorable Asamblea; pero tomando en cuenta que la situación mundial presenta todavía peligros verdaderamente pavorosos; tomando en cuenta que en la actualidad no contamos con ningún remanente para hacerle frente a cualquier desequilibrio que nos viniera en la experimentación, en el ensayó de algún otro sistema; atendiendo a la iniciativa de la Comisión, se ha sometido a los capítulos que ya se han ensayado en nuestros sistemas actuales; nos hemos sometido a la resolución de ella, de esta Comisión, prescindiendo de todos los proyectos que había de parte del Ejecutivo. No estamos en condiciones de ensayar un nuevo sistema de impuestos; no cree el Ejecutivo que sea la época propicia, toda vez que, como dije antes, las condiciones mundiales no han mejorado; el descenso de nuestras exportaciones se ha acentuado en estos últimos tiempos y sería aventurarse mucho si ramos en el momento a establecer en la Secretaría de Hacienda nuevas cargas a la minería, en los precios del café, en el henequén en el precio del azúcar, para que todos estos productos nos trajeran una condición económica mejor de la que actualmente disfrutamos.

Creo yo que lo prudente, lo juicioso es proceder como ha hecho la Comisión: permanecer, conservar todos los capítulos ya aprobados, ya experimentados y seguir trabajando tranquilamente dentro de ese sistema, mientras contamos con algún remanente para hacer frente, como decía antes, a cualquier desequilibrio que se presentara con el ensayo de nuevos impuestos. (Aplausos.)

El C. Manero: Probablemente el secretario de Hacienda no entendió mi interpelación, o no fui claro. Su señoría se ha servido contestarme respecto de nuestro sistema fiscal, de nuestro sistema impositivo. Yo he hecho una pregunta sobre nuestro sistema presupuestal, que es una cosa totalmente diversa. Para ser más correcto y más claro: Ruego a su señoría me diga cuáles son los sistemas presupuestales, no fiscales, no impositivos, sino presupuestales que en el derecho positivo actual existen, y cuáles son las reformas que

nosotros debemos hacer a nuestro derecho presupuestal, no fiscal. - El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: En algún tratado de presupuestos probablemente encontrará las aclaraciones que desea, el señor Manero; René Stoorm tiene una obra muy completa en dos tomos....( Risas.)....

que podrá darle muchas luces sobre todos los sistemas; allí podrá el señor Manero estudiar cuáles son los más convenientes; yo sólo sé que las comisiones tienen a su cargo revisar los presupuestos que les sean enviados por conducto de la Secretaría de Hacienda, de los diferentes departamentos del Ejecutivo; disminuir esos gastos conforme a su criterio y los conocimientos que ellos en lo particular se alleguen, y vayan pidiendo las reformas que juzguen necesarias. Entiendo, y creo que a ello se quiso referir el señor Manero cuando me interpeló por primera vez, que lo que está a discusión es la Ley de Ingresos; a ella me he referido.... (Voces: ¡claro! ¡claro!).... y he tocado ya con bastante extensión todos los puntos que en concepto del Ejecutivo, dentro de mis posibilidades, naturalmente, en concepto del Ejecutivo pueden considerarse, para poner de acuerdo el criterio de los poderes. (Aplausos.)

El C. Manero: Voy a cansar más al señor secretario de Hacienda y Crédito Público. (Campanilla.)

El C. presidente: La Presidencia llama al orden al señor diputado Manero, porque está estableciendo un diálogo entre él y el ciudadano secretario de Hacienda, sin permiso de la Mesa. (Murmullos.)

El C. Manero: Yo le ruego a la Presidencia que me diga si tengo obligación de volver a pedir la palabra; si cada vez que dirija la palabra al ciudadano secretario tengo que pedir permiso. Sírvase decírmelo y sírvase decirme también en qué artículo del Reglamento se está basando la Presidencia para hacerlo así.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta que el Reglamento previene que cada vez que se hace uso de la palabra, se necesita pedirla a la Presidencia. Usted pidió la palabra para hacer una interpelación al ciudadano secretario, no para hacer interpelaciones.

El C. Manero: He pedido la palabra para interpelar al señor ministro con una serie de interpelaciones.

El C. presidente: No tiene usted la palabra.

El C. Manero: Bueno, señor presidente, ¿tengo la palabra, sí, o no?

El C. presidente: Sí señor, para una interpelación.

El C. Manero: No una vez, señor, si para las que yo desee.

El C. presidente: Tiene usted la palabra para interpelar al ministro de Hacienda; pero no para diálogos.

El C. Manero: No es un diálogo; lo que estoy haciendo es interpelar al ministro de Hacienda. No quiero molestar al ministro de Hacienda si él no quiere darme su punto de vista sobre esta cuestión. Para estudiar tratados no necesito que me recomiende autores ni la recomendación de que los estudie. Lo único que deseo es que me diga si él los ha estudiado, cuál es su punto de vista sobre la cuestión, y es pertinente saber cuál es ese punto de vista del Ejecutivo en el derecho positivo, en el sistema que nos rige, en el sistema presupuestal. ¿Este sistema debe subsistir o debe reformarse? Si el ministro de Hacienda no quiere contestar esta pregunta, no insistiré; pero ya tendré oportunidad, cuando haga uso de la palabra, de demostrar que ha sido muy pertinente por más que no se me quiera contestar. Ruego a su señoría me conteste esta pregunta, si es que no tiene inconveniente: ¿Cree su señoría que el Ejecutivo está obligado a presentar a la Cámara un proyecto de Presupuesto de Ingresos y de Egresos, y en qué época? Debo advertirle que la Constitución actual no obliga, como la de 57, al Ejecutivo, a presentar en determinada oportunidad esos anteproyectos de presupuesto; pero aún así, quiero saber cuál es la opinión del Ejecutivo.

Ruego a su señoría me diga si el Ejecutivo tiene esta obligación.(Siseos.)

Noto que algún compañero dice que no se me entiende. Mi interpelación es completamente clara: ¿El Ejecutivo tiene o no el deber de presentar un anteproyecto de presupuesto en determinada fecha? Es lo que quiero saber. Si la tiene, ¿entonces por qué no lo ha presentado? (Murmullos.) Sobre todo, hay que esperar para juzgar de lo pertinente de mi pregunta.

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: He sido invitado por la honorable Asamblea a preguntar un punto de vista del Ejecutivo sobre el proyecto de Ley de Ingresos que está a discusión. Creo que he cumplido ya con el mandato de la Cámara; rehuyo la polémica con el señor Manero; no la deseo, no la quiero, no la juzgo necesaria para esta honorable Asamblea, y pido permiso para retirarme. (Murmullos.)

El C. Manero: Protesto enérgicamente por la actitud del señor ministro de Hacienda....(Murmullos. Campanilla.)....y también protesto por la actitud de los ciudadanos que se hacen eco de esta actitud....(Murmullos. campanilla.)....

El ministro de Hacienda tiene obligación de contestar las interpelaciones para aclarar el debate. (Murmullos. Campanilla.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gandarilla para interpelar al ciudadano secretario de Hacienda.

El C. Manero: ¡Para qué! ¡para qué!

El C. presidente: Se llama el orden al ciudadano diputado Manero.

El C. Gandarilla: Honorable Asamblea: No hace muchos días, al presentarse ante esta honorable Representación el ciudadano secretario de la Guerra, algún diputado, quizá por ligereza, asentó que el que tiene la palabra se dejaba llevar siempre por su impulsivismo. En vista del aspecto que toma este debate, voy a procurar hablar fríamente, serenamente.

Entro en materia. Había apenas triunfado el movimiento restaurador, cuando ya la reacción provocada las prevaricaciones de los hombres que servían a Carranza. Y entonces cuando el ciudadano Carranza creyó hacer su voluntad. Lo que él creía que era su voluntad. Pero no era otra cosa que el resultado

de las insinuaciones y de las provocaciones de los enemigos del ciudadano Carranza, que esperaban con fruición el momento, que había de llegar. El momento que se acercaba fatalmente, aquel momento en que se habían de hundir las balas homicidas en el pecho del que todo lo sacrificaba a su obsecación. Y llegó el terrible día de Tlaxcalaltongo. El pueblo mexicano, ajeno completamente a este crimen, aplaudió entonces a los hombres que llegaban al Poder, porque creía el pueblo mexicano que seguirán una senda muy distinta a la que siguiera el victimado.

Y el pueblo mexicano aplaudió de buena fe al hombre que creyó por un momento el salvador de la República. Y el pueblo mexicano aplaudió al general Obregón, porque el pueblo mexicano creía que al amparo de su Gobierno podía entregarse a realizar sus anhelos de progreso. Haciendo obra de trabajo. Haciendo obra de paz. Haciendo obra de patria. Pero, señores diputados, las leyes de la naturaleza son inflexibles. Las relaciones de causa y efecto son y existirán siempre; en estos momentos los amigos del Gobierno actual o, como se dice, del Ejecutivo, sostienen que la reacción ha hecho cambiar los propósitos del ciudadano presidente de la República y dicen que lo han obligado a hacer algo verdaderamente innoble, algo verdaderamente inexplicable, y es lo siguiente: Que el que ayer se dijera defensor de los intereses populares. Y amigo del pueblo. Al menos durante su campaña electoral exclame a los cuatro vientos, por la República, sin empacho y sin rubores, más o menos lo siguiente: Los gobiernos, el Gobierno, o mi Gobierno puede imponer todos los impuestos tan altos como sea posible, o como se quiera. Que el pueblo no tiene más derecho que saber en qué gastamos el producto de sus afanes; que el pueblo no tiene más derecho que saber cuál es el destino que damos a los dineros que obtenemos a cambio de sus sufrimientos, a cambio de sus dolores y, muchas veces.... a cambio de sus lágrimas!.... Eso ha dicho el general Obregón no hace muchos días. Me permito interpelar a su señoría el señor secretario de Hacienda sobre este criterio. (?) Yo quiero que esta Cámara conozca la manera de sentir del presidente de la República en materia de impuestos. Y si él ha sostenido esta tesis absurda, yo quiero que me diga si todavía esa tesis la sigue sosteniendo, porque si no, no debemos hacerle caso. Si simplemente una humorada gubernamental o un ardid necesario por el momento.

O bien, será bueno saber si debemos tener en cuenta esas declaraciones ante las necesidades populares. Es mi pregunta. Eso es lo que pregunto primero al honorable señor secretario de Hacienda.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Hacienda.

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: Entiendo que el ciudadano diputado Gandarilla se refiere a algún discurso o a alguna declaración del ciudadano presidente de la República; creo que no debe haber contado con el tiempo ni la oportunidad necesaria para extenderse ampliamente sobre el particular; no he cambiado impresiones sobre las frases que a él se le atribuyen, ni sé si positivamente son auténticas; pero conociendo el fondo, el sentir íntimo del presidente Obregón, siempre con su espíritu de consideración para el pueblo mexicano, tal vez, sin afirmarlo, creo que al asegurar que poco debían de preocuparnos los impuestos, sino su honrada aplicación, se refería a que si por un lado, si bajo un aspecto eran exacciones al pueblo, eran sacrificios que se ponían al pueblo, volvían a ese mismo pueblo al manejarse honradamente sus intereses, esos fondos, traduciéndose en mejoramiento material e intelectual de la colectividad.

Supongo que ese el principio que debe haber sostenido el presidente de la República, o cuando menos lo que tuvo en su mente al pronunciar esas frases que sólo con mala intención pueden interpretarse torcidamente.

El C. Gandarilla: Muchas gracias. Habéis oído, señores diputados, las declaraciones no ya del señor presidente de la República, que las conocemos porque todos los diarios las publicaron. Ahora oímos el parecer del honorable señor secretario de Hacienda, que en este caso viene a sostener esta tesis. Supongo que si no digo la verdad, él podrá objetarme inmediatamente:

"Debemos preocuparnos de los impuestos, de sacar el dinero, no teniendo en cuenta si no la utilidad práctica que el mismo pueblo pueda obtener". Dejo, pues, a la consideración de esta Asamblea, la tesis nueva sostenida por el señor secretario de Hacienda, para que se tenga en cuenta al normar los presupuestos. Y voy a algo más trascendental.

El C. Manjarrez: Eso no está a discusión.

El C. Gandarilla: Extraño mucho, compañero, que si el señor secretario a quien he pedido caballerosamente que me objetara si tenía que hacer objeciones, no lo haya hecho, y en cambio, lo haga usted, resultando así más papista que el Papa.

El C. Manjarrez: Yo haré oportunamente aclaraciones.

El C. Gandarilla: No tiene usted derecho para interrumpirme; debe ser usted más correcto. Voy a otro asunto más trascendental. Señores diputados: Me refiero al criterio del Ejecutivo por lo que respecta a las facultades extraordinarias y esto tiene una relación directa con los impuestos o con la Ley de Ingresos que estamos discutiendo, puesto que aquí tengo el DIARIO DE LOS DEBATES en donde está un decreto importantísimo, al que voy a referirme en seguida. (Voces: ¡Será el "Diario Oficial"!) El "Diario Oficial", rectifico. Cuando el señor general Obregón hacía su campaña electoral, decía palabras más o menos como las siguientes, que inflamaban de entusiasmo el corazón de todos sus amigos, y yo lo confieso, yo fui uno de los entusiastas. Decía:

Las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda no las necesitaré gobernando; mi Gobierno será el Gobierno de la justicia, solamente necesitan facultades extraordinarias los tiranos y los dictadores, y solamente hacen uso de ellas los gobernantes que quieren desprestigiarse. Esas son palabras perfectamente conocidas por todos vosotros. Y bien, señores representantes, cuando la Cámara, haciendo uso de su soberanía, pero, qué digo de su soberanía, de la soberanía popular, de la voluntad del pueblo, pretende retirar esas facultades extraordinarias al Ejecutivo de la Unión, interpretando así el sentir de la opinión pública, el señor presidente de la República, Obregón, nos objetó el decreto

relativo diciéndonos cosas como estas; aunque yo soy respetuoso de la opinión pública, aunque yo sé respetar la voluntad de los gobernados, porque los gobernantes siempre deben hacer la voluntad de aquellos a quienes gobiernan y no su propia voluntad, apesar de todo esto yo no renuncio a esas facultades extraordinarias y vengo a decirles a ustedes que interpreto el famoso decreto en que se me concedieron, de esta manera y de esta otra, y que no haré uso de esas facultades en egresos hasta en tanto que la Cámara resuelva. Hojeando el "Diario Oficial", me encuentro un decreto de fecha 21 de octubre de 1921, firmado por el señor presidente don Alvaro Obregón y por el honorable señor secretario don Adolfo de la Huerta. En este decreto se dice, entre otras cosas, lo siguiente: El Presupuesto de Egresos, con todas sus partidas, regirá por todo un año, o sea por el año de 1922, hasta en tanto la Cámara no resuelve lo siguiente, por lo que ve a egresos. El Ejecutivo sabe perfectamente bien, como todos sabemos, que las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda son concedidas por circunstancias especiales, en tiempos especiales, al ciudadano Carranza, y el Ejecutivo, en estos momentos, cuando objeta a la Cámara el proyecto por medio del cual la Cámara quiere recobrar, o quitarle esas facultades, el Ejecutivo trae una interpretación muy a su manera, contraria a la letra escrita, contenida en el decreto.

Y yo objeto: EL Ejecutivo también no hace muchos días, por medio de la prensa, público un artículo que mereció los aplausos unánimes de la opinión pública y que creo que el honorable señor secretario de Hacienda conoce perfectamente. Ese artículo dice, entre otras cosas, lo siguiente: Desgraciados los pueblos, infelices los hombres cuyos mandatarios se olviden de que no solamente hay responsabilidades legales, sino también responsabilidades morales, y que estas responsabilidades morales son sintomáticas del estado de corrupción de todo un régimen, o de todo un organismo. Yo pregunto al honorable secretario de Hacienda, para que tenga la amabilidad de contestar, sincera y honradamente, esta segunda interpelación, dándole al mismo tiempo las gracias por haberme contestado la anterior: El señor secretario de Hacienda, que conoce perfectamente el manejo de los caudales públicos, que sabe cuáles son nuestras necesidades, que sabe cuáles son las erogaciones y la política del Gobierno, ¿cree el señor secretario que el Gobierno actual pueda entrar a gobernar inmediatamente, sin peligro ninguno, sin facultades extraordinarias, sí, o no?

El C. Moreno Jesús Z.: Moción de orden. (Voces: ¡No hay desorden!

El C. presidente: La Presidencia suplica al señor diputado Moreno Z., le indique qué artículo del Reglamento se está violando.

El C. Moreno Jesús Z: El precepto expreso que deseo que lea la Secretaría, deseo que su señoría ordene que la Secretaría dé lectura a un artículo y que se refiere a la obligación, la pertinencia, la claridad absoluta, del deber que tiene la Presidencia de encauzar los debates, y yo no he visto ningún precedente en que esté discutiendo un punto de vista, cualquiera que sea, y que se salga de esta cuestión; que no se salgan de otro asunto ajeno al motivo de este debate. Es el artículo 93 y pido que su señoría ordene sea leído.

El C. presidente: La Presidencia suplica a la Secretaría se sirva dar lectura al artículo 93.

El C. Moreno Jesús Z.: Es de la constitución.

El C. secretario Salazar: " Artículo 93 constitucional: " Ley secretarios del Despacho"..... (Murmullos. Campanilla.)

El C. Castrejón, interrumpiendo: No, reglamentario.

El C. secretario Salazar: La Secretaría ratifica su lectura: "Artículo 93. Los secretarios de Despacho, luego que esté abierto el periodo de sesiones ordinarias, darán cuenta al Congreso del estado que guarden sus respectivos ramos. Cualquiera de las Cámaras podrá citar a los secretarios de Estado para que informen, cuando se discuta una ley o se estudie un negocio relativo a su Secretaría".

El C. Moreno Jesús Z.: Con fundamento en esta disposición constitucional, señor presidente, yo pido de una manera muy atenta y respetuosa a su señoría se sirva encauzar los debates acerca del objeto con que ha sido citado aquí el ciudadano secretario de Hacienda y Crédito Público. No es mi intención, señor presidente, evitar que el señor secretario de Hacienda conteste o no las interpelaciones que se hacen. Los que venimos con el propósito de discutir, de examinar, de conocer el proyecto de ley de las comisiones, queremos que nos expliquen los fundamentos capitales, el criterio que tuvieron estas comisiones para elaborar este presupuesto; y yo creo, señor, que si su señoría permite que entren a derivaciones ajenas a este debate, no sacaremos ningún provecho; sobre todo, la ley en este caso es expresa. Por conveniencia para el conocimiento de todos nosotros de la materia que estamos tratando, yo suplicaría muy atentamente, por segunda vez, se encauce el debate en el asunto que está siendo materia de consideración en esta Asamblea.

El C. Manrique: ¡Moción de orden!

El C. presidente: La presidencia se permite manifestar al señor Moreno que el diputado Gandarilla pidió la palabra para hacer interpelaciones al señor ministro y que yo no puedo prever si los señores compañeros se salen o no del punto a debate; pero la Presidencia estima, y siempre ha seguido aquí el sistema de dejar en absoluta libertad a los oradores con objeto de no coartarles el uso de la palabra. (Aplausos.) Continúa en el uso de la palabra el ciudadano Gandarilla para terminar la interpelación y le suplica la Presidencia sea lo más breve posible. (Voces: ¡no! ¡no! ¡puede hablar media hora!)

El C. Gandarilla: Tengo la pena de comunicar a usted que un diputado que tiene tanto derecho como el que más, ha pedido la palabra para una moción de orden, y usted no puede hacerme recomendaciones sobre la brevedad de mis discursos, que cada quien está obligado a hacer lo que puede.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al señor diputado Gandarilla que si le suplico que se breve, es porque tiene facultades para recomendarle que sea breve. ( Voces: ¡No! ¡No! Murmullos. Campanilla.)

El C. Manrique: Simplemente deseo hacer constar, señor presidente, a la honorable Asamblea, en una contramoción de orden, que el ciudadano Gandarilla tiene perfecto derecho para interpelar al secretario de Hacienda, en la forma que lo ha hecho. Es verdad que apoyándonos en el artículo 93 constitucional hemos solicitado la presencia del ciudadano secretario de Hacienda para informar, respecto del negocio que ahora se discute, en relación con su Secretaría. Sí el señor Gandarilla cree, como nosotros, que el uso de las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda puede influir en la aprobación o reprobación del proyecto de presupuesto de ingresos actualmente a discusión, razón hay para que el señor Gandarilla y nosotros hagamos preguntas pertinentes al asunto. Creo, pues, y también la Cámara, que el ciudadano Gandarilla puede interpelarlo.

El C. presidente: Continúa en uso de la palabra el ciudadano Gandarilla.

El C. Gandarilla: Decía el honorable compañero Jesús Z. Moreno que me había salido del asunto a debate, y voy a demostrar con dos palabras que no me he salido un ápice. Nosotros estamos discutiendo el presupuesto de ingresos la cantidad que nosotros podemos traer en forma de contribuciones a las arcas del tesoro y ya traté la cuestión sobre el monto, según el criterio del Ejecutivo, estos presupuestos; en consecuencia, esa primera pregunta que me hizo el honor de contestar el secretario de Hacienda no impertinente; la segunda, la que se refiere a las facultades extraordinarias, tampoco es impertinente porque estaba diciendo - cuando el señor Moreno con una moción de orden me interrumpió - , que el Diario Oficial tiene un decreto en donde se aprobaban ya los presupuestos de egresos para el año entrante, es decir, que se suponía que está Cámara no podría o no daría por alguna circunstancia los presupuestos de egresos relativos. Yo me permito, pues, después de esta disgresión, volver a hacer mi pregunta al señor secretario de Hacienda, pregunta que quiero que la sepa toda la República, pero sobre todo la contestación, porque ella servirá para reafirmar el prestigio del Gobierno. Suplico al señor secretario de Hacienda sea tan amable y me conteste esto: ¿El Gobierno, el Ejecutivo puede gobernar, no tendrá dificultades posteriores de ningún género, si se retiran o el abdica o renuncia - como debe renunciar - , a esas facultades extraordinarias?....

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Hacienda.

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: El ejecutivo hizo observaciones sobre el aspecto legal de la resolución de esta Honorable Asamblea, protestando que no haría uso de las facultades extraordinarias mientras llegaba a la aprobación en forma legal de la iniciativa que había sometido esta honorable Asamblea retirando las facultades extraordinarias.

Está mal interpretado el sentir del Ejecutivo, si es que toda esta honorable Cámara juzga con igual criterio que el diputado Gandarilla; no se propone el Ejecutivo sostener las facultades extraordinarias en Hacienda, lejos de ello, es más conveniente para su política, y para la Secretaría de Hacienda en particular será altamente provechoso, que las Cámaras retiren esas mismas facultades. Actualmente con muchísimas dificultades, con muchas contrariedades de índole política pueden detenerse los gastos de los diferentes departamentos; cuando esté justificado el Ejecutivo por medio de la Secretaría de Hacienda para detener muchas erogaciones, que si bien necesarias pueden suprimirse hasta que las condiciones económicas mejoren, sí puede defenderse del deseo de trabajo que tienen todos los ministros, pueden guardarse en las arcas algún remanente que nos ponga a cubierto de cualquier desequilibrio económico, sería altamente ventajoso para nosotros, y el Ejecutivo tendría, pues, una ayuda si las Cámaras retiran las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda.

El C. Gandarilla: Muchísimas gracias. Ya ve, pues, la honorable Asamblea cuál es el criterio del Ejecutivo, porque el honorable secretario de Hacienda nos habla en nombre del presidente de la República y nos dice que para él es mucho mejor, para el Ejecutivo y sus dependencias es mucho mejor que se retiren las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda.

En consecuencia, ya que he logrado, aunque sea torpemente, que el honorable secretario de Hacienda nos haga estas declaraciones, se les haga al pueblo de la República, yo invito formal y solemnemente a todos los compañeros para que cuanto antes ratifiquen el decreto respectivo en que se retiran las facultades extraordinarias al Ejecutivo y que entremos de lleno, sin vacilaciones, sin temores, sin nimiedades y sin resquemores - como lo hacen algunos compañeros - , a discutir la ley de ingresos cuanto antes.

El C. Manero: ¿Me permite una palabra el orador? Estimado compañero: El señor secretario de Hacienda y Crédito Público acaba de decir que el Ejecutivo recibirá una enorme ayuda en el momento en que la Cámara de Diputados le quite las facultades extraordinarias que tiene en egresos. Mi interpelación consiste es esto: ¿No tiene usted ningún inconveniente en preguntar al secretario de Hacienda el por qué, sin tan grande ayuda sería para el Ejecutivo, por qué no las devuelve espontáneamente? (Aplausos.)

El C. Gandarilla: Honorable compañero Manero: Como su señoría comprende, no tengo absolutamente ningún inconveniente para hacer esa interpelación; antes al contrario, me sería altamente satisfactorio; pero necesito primero conocer el parecer del muy honorable señor secretario de Hacienda sobre el particular, si la Presidencia me permite interpelarlo sobre esto. ¿El honorable señor secretario de Hacienda tiene la amabilidad de contestar esta interpelación: Si el Ejecutivo de la Unión recibe grandes ventajas y grandes beneficios si esta Cámara recobra sus facultades, por qué el Ejecutivo de la Unión. (Murmullos.)... Si el Ejecutivo de la Unión recibe grandes ventajas y grandes beneficios si la Cámara recobra su hegemonía; si el Ejecutivo de la Unión está convencido de que no debe hacer uso de esas facultades, aunque sea porque le estorban, por qué el Ejecutivo de la Unión no haciendo uso de un derecho, del ejercicio libre de su voluntad, no ha renunciado a esas facultades extraordinarias?... (Voces: ¡No, hombre! Murmullos.)

Esa es la pregunta que el señor Manero me suplica haga a su señoría. (Murmullos.)

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: Se hizo referencia al escrito que presentó el Ejecutivo objetando la resolución de esa Asamblea sobre facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda, y en lo que a egresos se refiere, hablé precisamente de las erogaciones de algunos departamentos del Ejecutivo, y la mente, al expresar mi opinión y el parecer del Ejecutivo sobre las facultades extraordinarias; bajo ese aspecto fui precisamente a concretarme exclusivamente a egresos, y entiendo que ya en esa comunicación el Ejecutivo hizo renuncia de esas mismas facultades, desde el momento en que promete solemnemente no hacer uso de ellas... (Voces: ¡Sí sigue haciendo!)

El C. Gandarilla: Y, sin embargo, está este decreto en que pone en vigor estas facultades extraordinarias para el año que entra, sin saber si esta Cámara hace o no presupuestos de ingresos en este año.

El C. secretario de Hacienda: Le suplico cotejar las fechas únicamente.

El C. Gandarilla: ¡Es un decreto que tiene fecha 21 de octubre, pero que surte sus efectos aun para todo el año de 1922! Muchas gracias, señor. Está servido el compañero Manero. ( Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Trejo.

El C. Manrique: Señor presidente, oportunamente pedí la palabra. Hago constar que pedí la palabra, señor presidente, en lo privado, a su señoría, suplicándole me permitiera hacer una serie de interpelaciones, antes que la Comisión usara de la palabra.

El C. presidente: La presidencia manifiesta al ciudadano Manrique y a la honorable Asamblea, que no tiene inconveniente en concederle la palabra antes que al compañero Trejo; pero que en acatamiento a un sentido de justicia, puesto que el compañero vino a pedirla antes que el ciudadano Manrique, cree que es él el primero en tiempo; por consiguiente, la Presidencia sostiene la resolución de dar la palabra al ciudadano Trejo, para contestar un punto de vista mencionado por el ciudadano secretario de Hacienda.

El C. Manrique: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Manrique: Hago constar que el señor Trejo, como presidente que es de la Comisión, tiene derecho de hacer uso de la palabra cuantas veces lo desee; por lo tanto, no tiene necesidad de inscribirse. Puede hacer uso de la palabra cuando le acomode; yo creo que lógicamente no se me puede negar el uso de la palabra.

El C. presidente: La Presidencia no tiene inconveniente en darle el uso de la palabra al ciudadano Manrique; pero manifiesta que antes la pidió el ciudadano Trejo; pero en vista de que éste se la ha cedido, tiene la palabra el ciudadano Manrique.

El C. Manrique: Muchas gracias, compañero Trejo. Quiero, señores diputados, referirme, como lo ha hecho el señor Gandarilla, al uso de las facultades extraordinarias en el ramo de la Hacienda por el Ejecutivo de la Unión. Creo, a pesar de la opinión personal de algún compañero, que nuestras interpelaciones en este caso son del todo pertinentes. Creo que, efectivamente, en tanto al Ejecutivo de la Unión se halle en el pleno góse de las facultades extraordinarias que le son concedidas en el ramo de la Hacienda desde el año de 1917, esto puede influir en las resoluciones que esta Cámara dicte al aprobar la Ley de Ingresos que está en este momento a nuestra consideración. Señores diputados: Efectivamente, el hoy presidente de la República, ciudadano Alvaro Obregón, siendo candidato a la Presidencia, expresó en repetidas ocasiones su deseo de no gobernar con facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda; todavía más: Aun cuando no hubiese expresado él su deseo de proceder en tal guisa como presidente de la República, condenó repetidas veces la política del entonces presidente, ciudadano Venustiano Carranza. Esto lo obligaba, pues, tácitamente, a dejar de aprovechar las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda. Ahora bien, ciudadanos diputados; el primer acto de esta Cámara, uno de los primeros actos de la Cámara en el periodo anterior, el de solicitar el retiro de estas facultades extraordinarias; esto aprobado, si no me equivoco, por unanimidad, por unanimidad aprobó esta Cámara que se retirasen al Ejecutivo de la Unión las facultades extraordinarias. Pocos días después, algún compañero solicitó y obtuvo la reconsideración del asunto, y entonces la votación afirmó la resolución anterior, con unos cuantos votos menos; posteriormente, el decreto paso al Senado, paso a la Cámara de Senadores; el Senado no se hizo eco del sentir de esta Cámara popular, y dejó, pasar todo el ejercicio anterior, todo el periodo anterior, sin decir su opinión sobre el particular. Más leal habría sido de parte del Senado decir de una vez para todas que su sentir era adverso al de esta Cámara popular; el Senado prefirió seguir el camino más fácil, el callar, el enviar al cesto de los papeles la iniciativa de esta Cámara popular. Posteriormente, ya en el año de 1921, el primer acto, esta vez sí absolutamente espontáneo, el primer acto de esta Cámara de Diputados el de solicitar que se enviase a la Cámara de Senadores una comisión que le suplicase resolviera sobre nuestro decreto a la brevedad posible y de acuerdo con el sentir aquí dominante. Es perfectamente sabido que el Senado, hasta ahora, no ha decidido sobre el particular. En estas condiciones, señores diputados, tenemos derecho a pensar que si el Senado no ha dicho aún su opinión sobre el particular, ni siquiera se ha atrevido a expresar si acepta o se opone a nuestro sentir, ello es porque imagino lisonjean y es tal vez adular así al Ejecutivo (Voces: ¡Muy bien!) Efectivamente, es extraño que habiendo la Cámara de Diputados, prácticamente por unanimidad, solicitado el retiro de las facultades extraordinarias al Ejecutivo, el Senado desdeñe este sentir, que es el sentir popular, y se haga sordo a nuestra petición. ¿Qué persigue el Senado? Indudablemente que en aquella Cámara - hablo en tesis general, las personas me son respetables, la idea es la que combato - , es indudable

que en aquella Cámara hay un espíritu conservador que no existe en la nuestra. En aquella Cámara hay un espíritu de independencia mucho menos mareado que en la nuestra, menos aún, casi no existe espíritu de independencia. (Aplausos.) En estas condiciones, señores diputados, como no debe ocultársenos que esto es algo más que una oposición jacobina de la Cámara, nosotros debemos insistir en tratar este asunto con todo vigor y demostrar que esto no es un signo de oposición naciente, sino simplemente el deseo de recobrar nuestros ros cuando sabemos que la Constitución de 17, actualmente en vigencia, restringe considerablemente las facultades políticas del Poder Legislativo, y es, desde este punto de vista, inmejorable la Constitución de 57. Por tanto, ¿es legítima la ambición de nosotros al pretender que conservemos las escasas prerrogativas que la Constitución de 17 depara al Poder Legislativo?. Seguramente que sí, y por esto, y porque tenemos la conciencia de nuestra misión y la conciencia de nuestras responsabilidades, hemos de aprovechar cada ocasión que se nos presente para reclamar la devolución de esas facultades. Esta es la explicación de esta aparente obsesión nuestra. Ahora bien, señores diputados; el decreto por el cual la XXVII Legislatura aprobó que se concediese al Ejecutivo de la Unión el uso de facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda, de fecha 26 de abril de 1917, tiene dos brevísimos artículos que dicen así: "Artículo 1o. Se conceden al presidente...". Me equivoqué en la fecha, es 8 de mayo de 1917, y el artículo dice, el primero:

"Artículo 1o. Se conceden al presidente de la República facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda, mientras el Congreso de la Unión expide las leyes que deban normar en lo sucesivo el funcionamiento de la Hacienda Pública federal.

"Artículo 2o. El Ejecutivo de la Unión dará cuenta al Congreso del uso que haya hecho de las facultades extraordinarias que por el presente se le confieren."

Debo advertir a titulo de historia, digo, a título de dato personal, como lo recordó en alguna ocasión el compañero Manero, que yo fui personalmente uno de los diputados que se opusieron a la aprobación de las facultades extraordinarias, con su voz primero y con su voto más tarde; en aquel entonces la Cámara concedió esas facultades por unos cuantos votos de mayoría. Ahora, señores diputados, tenemos derecho a insistir en que el Ejecutivo no tenga mayores prerrogativas que las que la Constitución federal ya le concede. No es verdad que el uso de estas facultades sea anticonstitucional; el Congreso tiene perfecto derecho de conceder estas facultades en momentos en que la salud pública así lo reclame, y el ejecutivo tiene perfecto derecho, dentro de la Constitución, de usar de esas facultades. No es, pues, exacto - como alguien ha sostenido - que el uso de estas facultades sea anticonstitucional; sí me parece, en cambio, que es inconstitucional, que es opuesto al espíritu de la Constitución y es opuesto, por lo menos, al sentir popular, al sentir dominante en esta Cámara de Diputados. En estas condiciones también debe hacer constar que hace pocos meses, el 25 de julio, el presidente de la República convocó a algunos diputados a una junta privada, para tratar de que se le facultase para legislar en el ramo de Petróleo. Fui un diputado, uno de los diputados, secundado por el compañero Chapa, que clara y expresamente indicó al señor presidente que no estaba la Cámara de Diputados decidida a abdicar de nuevas facultades. En estas condiciones, y a pesar de que el sentimiento allí dominante favorable a la iniciativa del señor presidente, inmediatamente, mejor dicho, días después, al tratarse la cuestión en los bloques, la idea de los bloques de la Cámara triunfó de la idea opuesta; es decir, la Cámara hizo sentir, por conducto de sus bloques, al Ejecutivo de la Unión, que no estaba dispuesta a concederle nuevas facultades. En estas condiciones, señores diputados, y como quiera que el artículo 1o. de la Ley de 8 de mayo de 1917 es perfectamente claro y expresa que el presidente gozará de facultades extraordinarias, textual, "mientras que el Congreso de la Unión expide las leyes que deban normar el funcionamiento de la Hacienda Pública federal."

Llega el momento de explicar en qué consiste mi interpelación al señor secretario de Hacienda y Crédito Público. Mi interpelación es esta: Este artículo es claro y entendemos más correctamente su explicación si recordamos en qué condiciones se facultó al Ejecutivo. Acababa de entrar en vigor, en fecha 1o. de mayo, la Constitución de 17, promulgada el día 5 de febrero. El presidente de la República, el jefe del Estado era ya el presidente constitucional, dejaba de ser el jefe revolucionario, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista Encargado del Poder Ejecutivo de la Unión, para convertirse por elección popular, en presidente legítimo constitucional de la República Mexicana. En estas condiciones, como dejaba de ser ya el Ejecutivo, es decir, dejaba de ser ya el Ejecutivo el hombre que reunía las facultades de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Ahora nos encontrábamos en una situación anormal, en una situación semiconstitucional, en un periodo de transición de régimen constitucional propiamente dicho, nos hallábamos sin presupuestos aprobados, aprobados por una Cámara legal, por un Congreso legal, y en estas condiciones no había presupuestos de egresos y de ingresos aprobados por una Cámara. Se quiso entonces suplir la falta concediendo al Ejecutivo facultades para legislar que en materia de Hacienda. Sabéis perfectamente que en materia de crédito y en otros aspectos hacendarios, es decir, para satisfacer otras necesidades de la Hacienda Pública, legisló muy poco el Ejecutivo, su principal finalidad era la de tener facultades para modificar los presupuestos a medida de las necesidades de la nación, y también para legislar en materia de Aranceles; posteriormente hemos seguido creyendo que el Ejecutivo puede, por un tiempo más o menos limitado, legislar en materia de Aranceles; a esa transacción se llegó en la Legislatura anterior, en la XXVIII, si no me equivoco; pero en materia de presupuestos esta Cámara quiere seguir legislando; todavía más: Queremos recobrar nuestras facultades en materia hacendaria. En estas

condiciones, señores diputados, aprobada la Ley de Ingresos por está Cámara, y en el supuesto favorable de que la Cámara de Senadores la aprobase también, convertiríase ya en un decreto, en una ley expedida por el Congreso de la Unión, después de los trámites de rigor, esta ley sería aprobada por el Ejecutivo y entraría en vigor y nuestra pregunta es esta: ¿El Ejecutivo de la Unión podría, una vez expedida esta Ley de Ingresos por el Congreso de la Unión, modificarla el año entrante en uso de las facultades extraordinarias? (Voces: ¡No!) El sentir de esta Cámara es claro y terminante; debe entenderse que una de las leyes a que alude el artículo 1o. del decreto de 8 de mayo de 1917, una de las leyes que normen en lo sucesivo el funcionamiento de la Hacienda Pública federal, es evidentemente la Ley de Ingresos. En estas condiciones, nuestra tesis es esta, clara y definida: Cada una de las leyes expedidas en materia hacendaria por el Congreso de la Unión va automática, proporcional, simultáneamente mermando, restando las facultades extraordinarias del Ejecutivo de la Unión. En estas condiciones, mi tesis, que es seguramente la tesis de la Cámara, es esta: Que una vez que el Congreso de la Unión legislase en materia de ingresos para el año de 1922, ya el Ejecutivo de la Unión no podría invocar las facultades extraordinarias de que ra investido el 8 de mayo de 1917, para modificar en poco o en mucho la Ley de Ingresos expedida por el Congreso de la Unión. (Voces: ¡Egresos!) Este es mi sentir, ciudadanos diputados, ese es el sentir dominante en esta Asamblea. Ya veis que conviene conocer si la opinión del Ejecutivo es también la nuestra, porque debéis comprender que si el Ejecutivo se creyese facultado para legislar en materia de ingresos, apesar de que el Congreso hubiese ya legislado, señores diputados, resultaría inútil que estuviésemos perdiendo el tiempo, y entonces, señores diputados, la conclusión práctica, la regla de conducta que yo opondría a esta respuesta del ciudadano secretario de Estado a mi interpelación, sería esta: Presentar una moción para que la Cámara dejara de ocuparse en el estudio de la Ley de Ingresos y pasar a estudiar otros asuntos más interesantes - digo más interesantes, porque éste ya habría perdido su interés práctico para nosotros - . Formuló, pues, concretamente, mi proposición al señor secretario de Hacienda y Crédito Público, pidiendole atentamente se sirva explicarme si el sentir del Ejecutivo, por él dignamente representado en estos momentos ante nosotros, es el nuestro, es decir, si cree que la expedición de una Ley de Ingresos por el Congreso de la Unión impediría ya al Ejecutivo legislar en materia de ingresos el entrante año de 1922.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Hacienda para contestar.

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: EL Ejecutivo acatará sumisamente las resoluciones de esta honorable Cámara. Si se hace la aclaración de que únicamente en el ramo de Aranceles ha de conservar el Ejecutivo sus facultades, indudablemente que se concretará a hacer uso de esa facultades extraordinarias en el ramo de Aranceles solamente. De otra suerte, creo que teniendo necesidad de conjurar muchas crisis que se presentan con motivo de la situación anormal mundial, dentro de la conveniencia del Ejecutivo está el conservar algunas facultades en ese ramo, pero, vuelvo a repetir, si el sentir del Congreso de la Unión, del Poder Legislativo, es poner al Ejecutivo en situación embarazosa para que no pueda hacer frente a todos los peligros, a todas las situaciones que, como las que se nos han presentado en este periodo, estuvieron a punto de desequilibrarnos y hasta traernos grandes conflictos internacionales, pues sea la resolución del Poder Legislativo la que impere, y la que tenga el Ejecutivo que acatar. Voy a citarles a los ciudadanos diputados dos casos positivamente trascendentales en que las facultades extraordinarias han sido de gran ayuda para nuestro equilibrio internacional: Cuando después de publicado el decreto de 7 de junio se tuvieron algunas dificultades con el país del Norte, hubo necesidad de llegar a algunos arreglos, a algunos tratados de los que hablé la vez anterior ante esta honorable Asamblea, y precisamente haciendo uso de esas facultades extraordinarias se promulgaron algunos decretos que sirvieron de base para cerrar esos arreglos; me refiero a los llevados a cabo con los representantes, con los presidentes de las compañías petroleras. Otro punto también muy importante, que si se le juzga superficialmente no tiene interés, pero que si nos hubiera traído alguna atmósfera pesada en el exterior, la erogación que tuvo que hacerse para repatriar a nuestros obreros que sin trabajo arrastraban su miseria en el extranjero. Eran en número considerable.

Expulsados de las fábricas, sin qué comer, se hubiera orillado a nuestros compatriotas a cometer tal vez muchos crímenes para poder sostener a sus familias; quién sabe a qué extremo hubieran llegado nuestros compatriotas en el extranjero; necesaria una erogación bastante considerable, y esa se hizo en virtud de facultades extraordinarias. La reducción del Ejército, de que han hecho mención acertadamente algunos ciudadanos diputados, pudo llevarse a cabo también haciendo uso de facultades extraordinarias. Había que verificar algunos pagos a todos aquellos que regresaban a sus hogares sin un pie para iniciar de nuevo sus trabajos; de lo contrario, hubieran surgido algunos núcleos de descontentos y no hubiera podido hacerse la pacificación del país tal como se ha hecho. Hay una infinidad de casos en que las medidas deben ser dictadas violenta y urgentemente. Los periodos de sesiones del Congreso son relativamente cortos y con el recargo de trabajo que hay en las Cámaras, no había que contar con la violencia en la expedición de las leyes y decretos necesarios para determinar el equilibrio de la República; pero, vuelvo a repetir, si el Congreso de la Unión resuelve que el Ejecutivo no debe seguir con las facultades extraordinarias, aunque no he hablado en estos últimos días sobre el particular con el ciudadano presidente, conociendo su sentir íntimo, puedo asegurar que no recibirá objeción el decreto en virtud del actual se le despoja de esas facultades, he dicho mal, se le retiran al Ejecutivo esas facultades.

El C. Manrique: Me permito aclarar al ciudadano secretario de Hacienda, que yo no me he

referido al probable retiro de facultades extraordinarias, ya en lo absoluto, o ya solamente en el ramo de egresos, como esta Cámara lo decidira en pasados días; me he querido referir simple y sencillamente a la probabilidad o a la hipótesis de que el Congreso de la Unión llegue a expedir la Ley de Ingresos que ha de regir en el año de 1922. Mi pregunta concreta y clara fue esta: ¿Cree el señor representante del Ejecutivo que después de expedida esta ley podrá aún invocar el Ejecutivo de la Unión las facultades extraordinarias de que le invistiera el decreto de 8 de mayo de 1917 para modificar siquiera en mínima parte esta Ley de Ingresos aprobada por el Congreso de la Unión?

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Hacienda y Crédito Público.

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: Sugerí precisamente una aclaración a este respecto en mi argumentación con que contesté al señor diputado Manrique. Creo yo que procede una aclaración de parte de las Cámaras. No me siento capacitado para responder esta pregunta de índole legal, y en próxima sesión, si no se llega a una resolución final en ésta, tendré el honor de contestar la interpelación del diputado Manrique.

El C. Manrique: Para terminar, señores diputados, después de agradecer al señor secretario su atención, hago constar que recojo su promesa de contestar categóricamente a mi interpelación de hoy en alguna de las sesiones próximas.

Deseo también hacer constar que de los argumentos por él empleados de paso en defensa del uso de facultades extraordinarias esta última vez que usara de la palabra, sólo considero como serio el relativo a las conferencias o a los tratados con los representantes de las compañías petroleras; todo lo demás, señores diputados, es cosa que puede ser resuelta de una plumada por la Cámara de Diputados, no he dicho el Congreso de la Unión, por sólo la Cámara de Diputados facultada para legislar en materia de egresos exclusivamente, es decir, que tiene entre sus facultades exclusivas, es decir, que no comparte con el Senado, la de legislar en materia de egresos.

Es bien sabido que aquí recientemente, a propósito de las inundaciones de Tlacotálpan, Tabasco y Chiapas, bastó que algunos compañeros diputados presentasen una moción para que ésta fuese unánimemente aprobada por nosotros. Idéntica cosa habría sucedido tratándose de la repatriación de mexicanos; habría bastado una sencillísima indicación del Ejecutivo para que esta Cámara hubiese aprobado una partida tan alta como las circunstancias lo exigiesen. Debo terminar recordando que no acepto, que no puedo aceptar, que no podemos aceptar absolutamente...iba yo a decir en manera alguna (Risas) y es éste un ripio digno de evitarse; digo que no podemos aceptar absolutamente la suposición del señor secretario de Hacienda cuando decía momentos ha: "Si esta Cámara lo que se propone es embarazar al Ejecutivo de la Unión, etcétera, colocar al Ejecutivo en una situación embarazosa", tengo que decir enfáticamente, señores diputados, que esta Cámara no abriga tal propósito.

A despecho de las diferencias de matices que puedan separarnos del Ejecutivo de la Unión, según que seamos aquí radicales, moderados o conservadores, que los hay en minoría, creo que podemos afirmar que no existe separación absoluta ni deseo de oposición sistemática al Ejecutivo de la Unión.

Queremos colaborar con el Ejecutivo, pero queremos colaborar con él digna y decorosamente, (Aplausos.) y colaboración no es abdicación ni sacrificio. La colaboración supone la plena conciencia de nuestras responsabilidades. Mucho se dice del exceso de trabajo de estas Cámaras y de lo poco que en ellas se despacha, y debemos admitir, señores, en el momento de definir responsabilidades, que una de las causas que más estorban la labor de este Congreso es de índole moral, es un sentimiento de impotencia, el sentimiento de quienes comprenden que siendo tan limitadas las facultades que la ley fundamental les concede y hallando en todas partes, en la opinión pérfidamente explotada, en el Ejecutivo, por intereses vitales fácilmente explicables y por éstas y otras razones que sería largo desentrañar, quienes comprenden, digo, que por esta serie de razones la eficacia de su labor es verdaderamente escasa, ¿de qué sirve que esta Cámara unánimemente apruebe en éste y en el pasado ejercicio el retiro de facultades extraordinarias al Ejecutivo, si ha de estrellarse su labor, gracias a nuestro sistema bicamarista, en la obstrucción sistemática del Senado? ¿De qué sirve que esta Cámara legisle en otras materias, de qué sirve que el pasado año, por ejemplo, esta Cámara aprobase, después de una discusión reñida y entusiasta, la reducción del tanto por ciento federal en una proporción verdaderamente seria, si pasando la ley al Senado, el Senado, creyendo con esto lisonjear o adular al Ejecutivo, no se ocupa de expedir la Ley de Ingresos, y el Ejecutivo, más tarde, no trata siquiera de interpretar, como era su deber, el sentir popular que se traduce claramente por la aprobación de esta Cámara y, sin embargo, deja en vigor, gracias a sus facultades extraordinarias, el elevadísimo tanto por ciento federal que hasta hace pocos meses, hasta hace pocas semanas, fue derogado merced a poderosas corrientes de opinión que ya no fue posible arrostrar? En estas condiciones, señores diputados, creo que el pedir atentamente el retiro de las facultades extraordinarias, no es labor de oposición al Ejecutivo. Aunque parezca paradójico, señores diputados, debo expresar que de quienes debemos defendernos es de nuestros amigos; cabalmente porque somos amigos del Ejecutivo, por eso debemos estar siempre dispuestos a rechazar todas sus insinuaciones que tiendan a apartarnos del camino recto y justo, porque, señores diputados, una vez colocados en este terreno, en este plano inclinado de las concesiones, ¿adónde iríamos a parar? Facultades extraordinarias ayer en Hacienda, que no se han querido aún devolver; facultades extraordinarias más tarde, si hubiésemos aceptado la indicación del Ejecutivo, en materia petrolera; facultades extraordinarias después en todos los ramos, hasta reducirnos a una Asamblea sin poder, sin eficacia en sus resoluciones, sin responsabilidades y sin conciencia de su verdadera misión.

(Aplausos.)

El C. secretario Aillaud: Tiene la palabra el ciudadano Manero.

El C. Manero: Señores diputados: Cuando he tratado de tomar los puntos de vista del Ejecutivo para normar la discusión y la votación de la ley que está debate, el señor secretario de Hacienda y Crédito Público, poniendo un ejemplo sin precedente en esta tribuna, ha dicho categóricamente: Rehuye toda polémica con el diputado Manero. No se trata, señores diputados - y ruego al señor secretario de Hacienda y Crédito Público tome en consideración estas palabras - , de hacer polémicas personales; en nada entra la pasión por mi parte en este asunto, y si por parte del secretario de Hacienda hubiera alguna pasión, lo invito cordialmente a que la deponga. Cada una de las cosas, cada una de las razones que aquí se aducen, quedan escritas en el DIARIO DE LOS DEBATES; pueden comentarse después fielmente, con toda calma, y entonces, señores diputados, se vería una cosa que podría ser triste para el señor ministro de Hacienda y Crédito Público: Que no ha tenido la ecuanimidad suficiente, que no ha tenido la sabiduría suficiente o, por lo menos, la prudencia suficiente para contestar en una forma más o menos cortés mis interpelaciones, por ejemplo, diciendo: Señor Manero, no considero pertinente esta interpelación por tales o cuales razones y por eso no la contesto. Pero venir a informar en el ejercicio de una obligación constitucional y sencillamente decir: Rehuyo polémicas, es faltar a su deber. Yo invito cortésmente al señor secretario de Hacienda a deponer esa actitud. Por último, señores, el que el señor ministro de Hacienda me conteste o no me conteste es cuenta suya; pero el que yo deje de hacer las interpelaciones que yo juzgue necesarias para ilustrar mi criterio, no debo abdicar de ello, porque él querrá contestarme o no contestarme, pero yo voy a insistir en interpelar al señor ministro de Hacienda y Crédito Público, dejando a su conciencia el contestar o el rehuir las contestaciones. Como algunas preguntas pueden aparecer impertinentes, debo de hacer una aclaración poniendo un ejemplo: Cuando un diputado para una moción de orden se levanta y pide la palabra, no es raro que el presidente de la Cámara le objete: "No hay desorden"; es que el señor presidente de la Cámara no ve, no tiene en el entendimiento lo que aquel diputado tiene al pedir la moción de orden. Así es que lo que al señor presidente de la Cámara le parece absolutamente impertinente, al diputado le parece muy a cuento y es necesario escucharlo para saber si es pertinente o no su moción de orden. Lo mismo digo de las interpelaciones que estoy haciendo.

Será necesario que venga después el desarrollo del debate para ver si son pertinentes o no las interpelaciones que he hecho; por ejemplo, al tratar de conocer el punto de vista general, porque creo que es la primera vez que en la Cámara de Diputados trata de discutirse en lo general el proyecto de Ley de Ingresos, es decir, si nuestro sistema actual debe modificarse o es bueno, el señor ministro de Hacienda me ha contestado que lea un texto de Stoorm, yo le podría responder que lea algunos otros como a Wagner, Schmoller, Seligman, Caillaux, Foignet, Wolowsky y otros muchos, pero eso no es contestar, eso no es ponerse bajo el punto de vista de la cuestión. Le he preguntado también si su obligación era haber presentado los presupuestos, es decir, el proyecto de presupuestos con todos los documentos que debe tener un proyecto de presupuesto y esto quería hacerlo en beneficio de nuestros compañeros de Comisión que han luchado en una forma verdaderamente titánica para poder sacar adelante este proyecto de presupuesto, y yo demostraré oportunamente que en ninguna parte del mundo, en el derecho presupuestal positivo, se puede exigir a una Comisión de una Cámara de representantes que haga la labor que han hecho aquí las comisiones de Presupuestos. El señor ministro de Hacienda no quiso contestarme si tenía la obligación de presentar ese anteproyecto y cuándo.

Yo desearía ahora saber, si el señor secretario de Hacienda y Crédito Público no tiene inconveniente, si sus cálculos de previsión en materia de egresos son consonantes con las previsiones de las comisiones de Presupuestos de la Cámara, y en este caso se sirva decirme cuál es el procedimiento que ha seguido para determinar esas previsiones.

El C. presidente: Se suplica al señor secretario de Hacienda pida la palabra antes de hacer uso de ella. (Voces: ¡Todavía no ha habido! Siseos.)

- El C. secretario de Hacienda y Crédito Público:

Pido la palabra, ciudadano presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. secretario de Hacienda: Con todo respeto quiero hacer la aclaración al ciudadano diputado Manero, de que no existe de mi parte ninguna predisposición ni apasionamiento de ninguna clase; únicamente no me creí obligado, ni capacitado tampoco, para poner cátedra ante esta Asamblea, muy respetable por mil títulos para mí, sobre un asunto que tiene tantos escollos al abordarse; contesté al diputado Manero que en la obra de Stoorm, Renee Stoorm, podría encontrar apreciaciones sobre los sistemas presupuestales que mucho ilustrarían su criterio, creyendo que de buena fe había hecho esa pregunta.

Contesté también que el Ejecutivo sí estaba obligado a enviar sus presupuestos. Probablemente por su contrariedad, interpretando mal la forma de mi contestación, no se dio cuenta de que resolví esa interpelación en esa forma. El Ejecutivo cree que ha cumplido enviando ya los presupuestos a las comisiones, si no todos, cuando menos la mayor parte, porque muchos departamentos no han terminado los proyectos que han de enviar a la Secretaría de Hacienda para su aprobación. Las comisiones podrán informar a su debido tiempo, creo que lo hará el ciudadano Trejo, sobre estos proyectos que les han sido enviados extraoficialmente, creyendo así que se trabaja más en armonía, más en confraternidad y se determinaba más al acercamiento entre ambos poderes. Precisamente al iniciar mi peroración traje un aplauso, una congratulación de parte del Ejecutivo para esta Asamblea, porque adelantándose, haciendo más de lo que era su obligación, por medio de sus comisiones ha visitado los diferentes departamentos, allegándose datos para violentar la resolución de un problema tan importante como es la formación de los presupuestos y la Ley de Ingresos. Creo que no hay obstinación del Ejecutivo para que se traten estos asuntos, pues para la mejor marcha de la administración está que a la mayor brevedad posible se limiten las erogaciones, como dije antes, y se determinen también aquellos impuestos de que ha de hacer uso en

su administración el Ejecutivo para atender a los gastos públicos.

El C. Manero: Agradezco mucho al señor secretario de Hacienda y Crédito Público sus palabras. Mi interpelación consistía en preguntar al señor secretario de Hacienda y Crédito Público si estaba conforme con las previsiones que en ingresos tiene la Comisión de Presupuestos y cuál es el sistema que siguió para calcular esas posibilidades. No he tenido el gusto de escuchar una contestación a mi interpelación.

- El C. secretario de Hacienda y Crédito Público:

Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: Expliqué también que los puntos de vista y los cálculos de previsión que habían hecho las comisiones estaban enteramente de acuerdo con los de la Secretaría de Hacienda, con los del Poder Ejecutivo, y que no había discrepancias de ninguna naturaleza.

Cuando se solicitó el punto de vista del Ejecutivo, y yo, cumpliendo con ese mandato, externe mis opiniones; creo que los componentes de esta Asamblea se dieron cuenta de que hice notar que existía completa analogía entre el criterio de las comisiones y el de la Secretaría de Hacienda. No hay discrepancias, pues; toca a la Asamblea ahora discutir ya en detalle cada uno de los conceptos que forman la ley.

El C. Manero: Muy agradecido al señor ministro de Hacienda por su contestación categórica en este caso. Señores diputados: Al entrar a la discusión de las probabilidades para el país de obtener determinados ingresos es necesario que nosotros tengamos los antecedentes precisos para discutir con la Comisión de Presupuestos su punto de vista. La Comisión de Presupuestos asigna una partida alrededor de cuarenta y cinco millones de pesos para el petróleo. Las bases que ha tenido la Comisión, entiendo yo, que son aparte del sentimiento personal del cálculo absolutamente individual que tiene que entrar en la formación de su presupuesto, las partidas de los años anteriores; pero la Cámara no podrá discutir a ciencia cierta, con pleno conocimiento de causa, esta cuestión si por más tiempo sigue ignorando cuáles son los arreglos que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público tiene propalados con los petróleos, a fin de poder prever si esos arreglos llegan a un grado en que es inútil que legislemos sobre esta materia y, por el contrario, si la legislación que hagamos en materia de petróleo concuerda con los arreglos que haya tenido el señor ministro de Hacienda y Crédito Público con los petróleos. Así, pues, respetuosamente ruego al señor ministro de Hacienda se sirva explicar ante la Representación Nacional cuáles son los arreglos que ha tenido con esos señores y por qué hasta hoy han permanecido ocultos.

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: Creo que recordará la honorable Asamblea que en sesión pasada a la que tuve el honor de asistir, expliqué los motivos y las razones que ha tenido el Ejecutivo para guardar reserva sobre esos arreglos, haciendo notar que tenían una base económica que al conocerse se prestaría a especulaciones desfavorables para la nación; pero debo agregar hoy que felizmente en muy breves días, según telegramas recibidos el sábado, podrán ya darse a la publicidad esos arreglos y será ya muy satisfactorio para mí complacer los deseos del ciudadano Manero y traer en el transcurso de esta semana el contrato petrolero para darle lectura ante vosotros.

El C. Manero: No puedo por menos, señor ministro, de recibir con positivo aplauso sus palabras. Por este camino puede usted tener la seguridad de que llegaremos a la más franca y leal amistad. Cuando nada hay oculto, cuando se respeta el derecho que cada uno tiene, cuando se da a cada uno en la colaboración de los poderes públicos el lugar que constitucionalmente tiene asignado, no podemos verdaderamente dejar de aplaudir esa actitud y yo espero, señores, que esta partida del Presupuesto de Ingresos podremos discutirla entonces ya a plena luz y a plena conciencia cuando hayamos conocido ese tratado. No deseo molestar más ni vuestra atención ni la cortesía del señor ministro de Hacienda; tengo todos los datos que deseaba para que al entrar a la discusión del presupuesto, pueda exponer mis puntos de vista sobre el particular.

El C. secretario Aillaud: Tiene la palabra el ciudadano diputado Trejo.

El C. Trejo Francisco: Honorable Asamblea: No puede menos la Comisión que felicitarse porque su labor ha tenido la fortuna de llevar el acierto, tanto en las apreciaciones como en el plan que se trazara para formular la iniciativa de Ley de Ingresos, pues que de esta manera, al no rebatirse ni su plan ni sus cálculos, la discusión en lo general de la ley será breve. Las objeciones que el Ejecutivo hace por conducto del señor ministro de Hacienda, son las siguientes: Que en el texto de la Ley se incluyen preceptos relacionados con leyes especiales, modificando preceptos de éstas. No es inusitada esta práctica. Si se consultan las leyes de ingresos de años anteriores, se encuentra que ninguna de ellas se concreta a hacer la enumeración de las disposiciones conforme a las cuales deba recogerse la tributación, sino que frecuentemente se han introducido modificaciones en las cuotas o ya en preceptos. La Comisión se vio obligada a seguir este camino con objeto de no perder la oportunidad de que se establecían innovaciones necesarísimas, porque de otro modo se hubieran presentado tantos proyectos como leyes se ha tenido el propósito de modificar. Tanto la discusión como la votación, como la labor que tuviera qué desarrollar esta Cámara, se hubieran multiplicado y casi sin temor de equivocarse la Comisión, lo mismo que esta Cámara, hubieran visto que expiraba un período ordinario de sesiones, muy avanzado ya, y no se hubiera llegado a terminar el estudio de la formación de estas reformas. Así, pues, la Comisión cree que, como en años anteriores, se tenga en cuenta, antes que nada, el factor tiempo, y se acepte que en el cuerpo de la Ley de Ingresos figuren aquellas disposiciones reformatorias que vienen a corregir en algunos casos vicios, a hacer más fácil la tributación en determinados sentidos y a establecer prácticas más de acuerdo con las tendencias de la Comisión, de modificar su sistema de

tributación. Al haber propuesto la Comisión que se mantuviera el mismo sistema que en años anteriores ha sido fuente de ingresos para hacer frente a las erogaciones nacionales, tuvo en cuenta que no podía, a fuer de hacer que peligrara la estabilidad de nuestra Hacienda Pública, transformar el sistema tributario. Se refirió también el señor ministro de Hacienda al desnivel que podría provocarse por la declaración que la Comisión hace en uno de los preceptos relacionados con la contribución federal, en el sentido de que el tanto por ciento que señala se causara por razón del entero, desentendiéndose de la época en que el adeudo hubiera tenido origen. La Comisión - en este salón la mayoría de ella - ha meditado con todo detenimiento sobre las insinuaciones hechas por el señor ministro de Hacienda, y reconoce que tiene positivamente razón. Si el principio que nosotros sentamos, de que la contribución federal se cause por razón del entero, desentendiéndose de la época en que tuvo origen subsiste durante el mes actual y el mes de diciembre, ni el Erario de la Federación, ni los erarios municipales, ni los erarios de los Estados recibirán, por concepto de contribuciones locales, un sólo centavo, pues esperarán a que entre en vigor la nueva cuota, y con esto seguramente que antes de llevar a esos erarios el beneficio que la Comisión persiguió, llevaríamos una violenta bancarrota. La Comisión se permitirá sobre este particular, en tal virtud, presentar a vuestra consideración un nuevo proyecto de redacción para ese precepto, con objeto de que la contribución federal se cause a los tipos que estaban en vigor en la época en que la misma contribución se ha causado. Con esto creo que ni el Erario federal ni los erarios locales resentirán perjuicios de ninguna clase y nosotros llevaremos adelante nuestro propósito de mantener reducida al veinte por ciento la contribución federal sin premiar, como dijo el ciudadano ministro de Hacienda, la acción de los morosos al no satisfacer las contribuciones, al no llevar su contingente para el sostenimiento de los gastos públicos, provocando así de antemano ya un desequilibrio bastante censurable, sin perjuicio de no premiar, repito, con una reducción de cuota cuando todos los que las satisficieran en su oportunidad se vieran sujetos al tanto por ciento que les correspondía. Respecto de los donativos, la Comisión lo que hizo fue hacer extensiva a toda la República una excepción que favorecía a determinada institución de instrucción pública. La Secretaría de Hacienda, que conoce mejor que nosotros las dificultades que en la práctica ocasionan las excepciones, nos dice que ya de antemano esta clase de donativos venían exentos de contribución federal, solamente que la Secretaría de Hacienda intervenía con objeto de calificar y evitar que arbitrios o impuestos normales fueran involucrados entre las cantidades que figuraran como incluídas en el capítulo de donativos y que de esa manera se sustrajera también el impuesto. La Comisión toma debida nota de esta indicación y en su oportunidad, cuando en lo particular se discuta, conservando en toda su pureza el deseo que tiene de que se federalice la excepción para todos los donativos destinados a instrucción pública o a beneficencia, tenga la Secretaría de Hacienda la intervención que es indispensable para evitar que se consideren como donativos cantidades que no lo son.

En cuanto al impuesto sobre terrenos y contratos petrolíferos, la Comisión lo conservó en su Ley de Ingresos, en virtud de que hasta la fecha no han sido derogadas ningunas de las leyes que estableció ese impuesto, pero de seguro al terminarse la discusión de la Ley del Petróleo, estos preceptos quedarán derogados y, por lo mismo; no es necesario que en esta Ley de Ingresos se haga la salvedad de que quedan a reserva de lo que se determine en la Ley del Petróleo, puesto que automáticamente, de hecho, una vez aprobada esta ley, desaparecerán como vigentes los preceptos relacionados con este gravamen. Con relación a alguna de las interpelaciones hechas al señor ministro de Hacienda - la Comisión se cree obligada a adorar este tópico, porque pudiera quizá decirse que ha sido omisa al formular su proyecto - , debo decir que precisamente porque creo que automáticamente al expedirse la Ley de Ingresos y la de Egresos cesan las facultades que el Ejecutivo ha venido teniendo en esta ley, es por lo que no consideró indispensable incluir en el texto de su proyecto ningún artículo que de una manera expresa derogara el decreto de 8 de mayo de 1917. Estimo que una vez aprobada por el Senado la Ley de Ingresos y creo que después de las declaraciones terminantes que el ciudadano ministro de Hacienda ha hecho ante esta Asamblea, el Senado ya no tendrá absolutamente ningún escrúpulo para llevar adelante los proyectos que tiene pendientes de resolución en su seno; resolverá definitivamente y acabará de una vez la pugna establecida muy justificadamente por este Poder por participar en la cosa pública asumiendo todas las responsabilidades que la Constitución le señala.

La Comisión ha incluído, en algunos de sus preceptos, facultades especiales no sólo en aranceles, lo ha hecho también, por considerarlo indispensable, en lo que se refiere a impuestos sobre metales y sobre el petróleo, porque es incuestionable que es indispensable que el Ejecutivo mantenga estas facultades en estos ramos productores especialmente, porque de otra manera no podría hacer frente a situaciones anormales que inopinadamente pudieran presentársele Para terminar, la Comisión no tiene inconveniente en asentar que ha recibido la mayoría de los presupuestos de egresos, es decir, casi todos los anteproyectos, faltando únicamente el relacionado con las partidas del Poder Ejecutivo, es decir, con los servicios de la Presidencia. Es el único presupuesto del que no tiene hasta ahora datos de ninguna especie. Tiene ya en su poder un gran número de proyectos hechos por la Secretaría de Hacienda, en los cuales se introducen modificaciones y economías, con relación a los anteproyectos presentados por las secretarías simultáneamente a la Secretaría de Hacienda y remitidos a esta Cámara en acatamiento del artículo 88 reglamentario de la Cámara. Cree la Comisión, que, en vista de las informaciones presentadas ante vuestra consideración, ya puede esta honorable Cámara entrar de lleno a la discusión, si todavía cabe discutir en lo general el proyecto respectivo, o a lo que vuestras señorías determinen.

(Aplausos.)

El C. presidente: La Presidencia da muy atentamente las gracias al ciudadano secretario de

Hacienda por los informes que ha venido a dar a esta honorable Asamblea en cumplimiento de un mandato de ella, apoyado en un artículo constitucional.

El C. secretario Aillaud: Se suspende la sesión para reanudarla a la tarde a las cuatro treinta. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. presidente: La Presidencia hace la aclaración a la honorable Asamblea, de que hay oradores inscriptos en pro y en contra del dictamen, y de acuerdo con el precepto reglamentario, no puede proceder a la votación del proyecto de ley hasta que no hayan hablado tres oradores en pro y tres en contra; en consecuencia, se suspende la sesión y se cita para la tarde a las cuatro y media.(2:50 p.m.)

Presidencia del C. LÓPEZ SOTO FRANCISCO

(Asistencia de 126 ciudadanos diputados)

- El C. presidente, a las 5:21 p.m.: Se reanuda la sesión.

- El C. secretario Aillaud, leyendo:

Telegrama procedente de: "Oaxaca, Oax., noviembre 4 de 1921.

"Secretarios de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión:

"Honrámonos comunicarles esta Cámara prorrogó licencia hasta día último este mes general Manuel García Vigil, gobernador Estado, para que pueda seguir separado de sus funciones; continuando como interino, por igual período, el C. doctor Ramón Pardo.- Atentamente.- M. Aguilar y Salazar, diputado secretario.- Juan E. Pérez, diputado secretario."-

De enterado.

(Voces: ¡El acta! ¡El acta!) Se ha reanudado la sesión de la mañana. - El mismo C. secretario, leyendo:

"La Legislatura del Estado de Querétaro solicita, por medio de su oficio número 236, fechado el día 31 de Octubre, que sea reducido el Presupuesto de Egresos de la Federación para el año de 1922."- Recibo, y a la Comisión de Presupuesto y Cuenta. "La Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda envía su proyecto de Presupuesto de Egresos de la citada Contaduría Mayor para el año fiscal de 1922."- Recibo, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"H. Asamblea:

"El que subscribe, diputado en ejercicio, ante vuestra soberanía, expone:

"Que teniendo urgencia de salir fuera de la capital para el arreglo de asuntos urgentes de familia, que reclaman su presencia, pide con todo respeto se sirvan concederle, con dispensa de todo trámite, veinte días de licencia, con goce de sueldo.

"Protesta respetuosamente su alta y distinguida consideración.

"México, a 4 de noviembre de 1921.- E. Aguirre C."

En votación, económica se pregunta si se dispensan los trámites.

Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se dispensan los trámites. A discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se consulta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Concedida.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Ciudadanos secretarios de la Cámara de Diputados.- Presente.

"En virtud de tener que atender a varios asuntos relacionados con el distrito que represento, por medio de la presente ruego a ustedes se sirvan dar cuenta a la H. Representación Nacional, a fin de que se me conceda una licencia hasta por treinta días, con goce de dietas y con dispensa de todo trámite.

"Reitero a ustedes las seguridades de mi distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.- Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, 7 de noviembre de 1921.- Manuel Ortiz." En votación económica se consulta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se dispensan los trámites.

Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Concedida la licencia.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"El C. diputado Guillermo Rodríguez, apoyado por setenta ciudadanos representantes, presenta un proyecto de decreto por el cual se destina la cantidad de $100,000.00 para proceder lo antes posible a la reconstrucción del camino nacional entre los municipios de Santa Rosa, Nogales, Río Blanco y Orizaba, y el que va de Orizaba a Zongolica."- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

(La iniciativa aludida es como sigue:)

"Honorable Asamblea:

"Con fecha quince de enero del presente año, tuvo a bien acordar el ciudadano presidente de la República, se contestara de conformidad, después de varias instancias hechas por el suscripto a la solicitud de un subsidio para reconstruir el camino nacional entre los municipios de Santa Rosa, Nogales, Río Blanco y Orizaba, del Estado de Veracruz .

"Desde luego se procedió en los municipios antes mencionados, a nombrar una junta, que se encargara de llevar a efecto el proyecto en la forma más económica posible, solicitando al efecto la cooperación de las Cámaras de Comercio e

Industriales, las cuales insinuaron la grandísima conveniencia de que también se reconstruyera el camino que parte de Orizaba a Zongolica, región agrícola cuyos productos se encuentran estancados por falta de vías de comunicación.

"Por otra parte, la grave crisis industrial que se siente en todo el mundo, ha hecho que numerosos trabajadores carezcan de lo más indispensable para la subsistencia de ellos y de sus familias, estando en una situación desesperada, por lo tanto, urge acudir en su ayuda proporcionándoles, hasta donde sea posible, trabajo en obras de utilidad pública.

"Por todo lo expuesto, ruego atentamente sean servidos de aprobar la siguiente proposición única: Incluyese en el actual presupuesto una partida especial de cien mil pesos a disposición de la Secretaría de Comunicaciones para proceder lo antes posible a la reconstrucción del camino nacional entre los municipios de Santa Rosa, Nogales, Río Blanco y Orizaba del Estado de Veracruz y el que parte de Orizaba a Zongolica.

"Cámara de Diputados, noviembre 1o. de 1921.

- Diputado por el XIII distrito de Veracruz, Guillermo Rodríguez. "Hacemos nuestra la anterior proposición.- Eliseo L. Céspedes.- Jesús Z. Moreno.- Pedro A. Chapa.- A. Díaz Soto y Gama.- E. M. Barragán.- S. García, 1o. de Chihuahua.- C. Rivera.- Enrique Barón Obregón.- B. Ibarra.- Uriel Avilés.- I. del Castillo.- Macario M. Hernández.- Ed. Laris Rubio.- Pablo H. Sánchez.- A. Aillaud Fco. Aguirre.- F. Ramírez Luque.- L. A. Aldaco.- Carlos Cuervo.- N. Domínguez.- H. S. Rodríguez.- E. von Borstel.- A. Valadez Ramírez.- Ignacio Luquín.- R. Romero. A. Campillo Sey de.- R. D. Cal y Mayor.- C. Pichardo.- E. Gandarilla.- J. M. Alvarez del Castillo.- Francisco M. Romero.- Custodio Valverde.- Carlos Riva Palacio.- Gustavo S. Martínez.- M. Zapata.- J. B. Salazar.- J. Ogarrio Meixueiro.- Juan Quiroga.- Abraham Franco.- Francisco Z. Moreno.- M. A. González.- J. L. Solórzano .- Angel Alanís.- T. Salgado.- A. Hernández Coronado.- J. A. Olguín.- Clemente Munguía.- T. Mastache.- Miguel B. Fernández.- Miguel Martínez Rendón.- Antonio Ortega.- A. Gutiérrez Castro.- Porfirio del Castillo.- Aurelio M. Aja.- Leobardo L Lechuga.- Edmundo Bolio.- Luis G. Morales.- Enrique Meza.- Macedonio B. Gutiérrez. - Manuel Miravete.- Rafael M. González.- J. M. Velasco."

"El C. diputado José C. Miramontes, apoyado por la diputación del Estado de Jalisco, presenta una iniciativa con el fin de que en el Presupuesto de Egresos próximo figure la cantidad de $150,000.00 para ayuda de la construcción de un camino carretero que unirá las capitales de Jalisco y Zacatecas."- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

(La iniciativa de referencia dice así:)

"H. Asamblea:

"El subscripto, diputado propietario por el 17 distrito electoral de Jalisco, expone:

"Que una de las más imperiosas necesidades que existen en el Estado de Jalisco es la de vías de comunicación con el Norte de la capital de dicho Estado, pues los pueblos de dicha región, importantes por su agricultura y por su minería, se encuentran aislados de la capital del Estado y sin poder transportar sus productos a los grandes centros de consumo.

"Existe el proyecto de la construcción de un camino carretero, que partiendo de la ciudad de Guadalajara y pasando por las de Tlaltenango Villanueva y Colotlán de Zacatecas y Jalisco, respectivamente, termine en la ciudad de Zacatecas y aun se ha construído ya parte de ese camino al Norte de Guadalajara y a fin de que el Gobierno federal, ayude a la realización de mejora tan importante para los Estado de Jalisco y Zacatecas y se termine en el menor plazo posible, someto a la aprobación de la H. Asamblea, con dispensa de todo trámite, la siguiente proposición:

"Unica. Destínese en el Presupuesto de Egresos de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, la cantidad de $150,000.00 para ayuda de la construcción de un camino carretero que unirá las capitales de Jalisco y Zacatecas pasando por las ciudades de Tlaltenango, Colotlán y Villanueva.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, octubre 31 de 1921.- José C. Miramontes.

"Hacemos nuestra la anterior iniciativa.- S. Serrano Hermosillo.- Tereso Reyes.- A Valadez Ramírez.- Ignacio Luquín.- F. Ollivier.- J. Macías Rubalcaba.- Leopoldo Estrada.- Pablo H. Sánchez.- A. Aillaud.- F. N. Solórzano.- M. G. Rojas.- José Maqueo C.- J. B. González.- Rodrigo Palacios.- José Gómez Luna."

Por disposición de la Presidencia se levanta la sesión pública y se pasa a sesión secreta. (Voces: ¡El petróleo!) El Reglamento dispone que el primer lunes de cada mes o de cada semana, haya sesión secreta.