Legislatura XXIX - Año II - Período Ordinario - Fecha 19211115 - Número de Diario 43

(L29A2P1oN043F19211115.xml)Núm. Diario:43

ENCABEZADO

MÉXICO, MARTES 15 DE NOVIEMBRE DE 1921

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO II.- PERIODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO III.- NÚMERO 43

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 15

DE NOVIEMBRE DE 1921

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- Es discutido y aprobado el trámite de la Mesa recaído al oficio del C. Herminio Pérez Abréu, en que comunica que a partir de esta fecha concurrirá a la Cámara, en su carácter de diputado por el 2o. distrito electoral de Campeche.

3.- Prosigue el debate, en lo particular, del proyecto de Ley de Ingresos. Continúa a discusión el inciso (d), fracción XII, del artículo 1o.; a votación, es aprobado. Se suspende la sesión.

4.- Reanudada ésta se da cuenta con los documentos en cartera. Iniciativa del Ejecutivo de la Unión, por la que se erige en pueblo la corporación de Tijuana, Ensenada, Distrito Norte de Baja California; recibo y a la 1a. Comisión de Gobernación. Se concede licencia a los CC. diputados Enrique Hernández Alvarez y Quiroga.

5.- Se discute y aprueba una proposición de varios ciudadanos diputados, a fin de que se averigüe si algún miembro de esta Cámara se encuentra mezclado en el desfalco del extesorero Eduardo S. Díaz; se nombra una comisión para que cumplimente el anterior acuerdo. Usa de la palabra para hechos el C. diputado Saucedo.

6.- Primera lectura al dictamen de la 2a. Comisión de Comunicaciones, por el que se autoriza al Ejecutivo para que lleve a cabo los trabajos de mejoramiento en el puerto de Frontera, Tabasco; se declara de obvia y urgente resolución; es aprobado. El C. diputado Casas Alatriste presenta una adición al anterior dictamen; a votación, se levanta la sesión por falta de "quórum".

DEBATE

Presidencia del C. LÓPEZ SOTO FRANCISCO

(Asistencia de 126 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 11.40 a.m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Aillaud, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día catorce de noviembre de mil novecientos veintiuno.

"Presidencia del C. Francisco López Soto.

"En la ciudad de México, a las cinco y diez de la tarde del lunes catorce de noviembre de mil novecientos veintiuno, se abrió la sesión con asistencia de ciento veintiséis ciudadanos diputados.

"Fue aprobada el acta de la sesión celebrada el día once del presente mes.

"Con dispensa de trámites y sin debate se aprobaron las siguientes solicitudes de licencia, con goce de dietas:

"Hasta por un mes, del C. Díaz Soto y Gama.

"Por diez días, del C. Francisco Garza.

"Por el mismo término, del C. Martínez Rendón.

"Hasta por veinte días, a contar del 21 del presente, del C. Daniel Cerda.

"Por diez días, del C. Campillo Seyde.

"Dióse cuenta, además, con los documentos de que en seguida se hace mérito:

"Oficio en que la Secretaría de Relaciones Exteriores comunica que el C. Genaro Estrada se hizo cargo del puesto de oficial mayor de la propia Secretaría.- De enterado.

"Circular de la Legislatura de Aguascalientes, en que apoya la petición del Congreso de Querétaro, relativa a que se reduzca el Presupuesto de Egresos para 1922.- Recibo, y a su expediente.

"Oficio por medio del cual la Legislatura de Guerrero apoya la iniciativa de la de Sinaloa, referente a la reforma del artículo 27 constitucional, por lo que respecta a las aguas de la Federación.- Recibo, y a sus antecedentes.

"Telegrama en que el magistrado del Distrito Sur del Territorio de la Baja California propone al C. licenciado Arnaldo Palacios Mendoza para substituir en el cargo de juez de Primera Instancia de ese Distrito al C. Cuauhtémoc Hidalgo, en caso de que éste se le conceda la licencia que por dos meses ha solicitado.- Transcríbase al Senado y resérvese para el Congreso General.

"Oficio del presidente municipal de Mulegé, Baja California, al que acompaña la solicitud original del C. Manuel Tena, tendente a que se implanten en aquella cabecera suplentes de juez de Primera Instancia.- A la primera Comisión de Justicia.

"Solicitud de pensión de la señorita Victoria Orozco y Berra.- A la segunda Comisión de Peticiones.

"Memorial en que la señora Rosa Acuña viuda de García solicita pensión.- A la primera Comisión de Peticiones.

"Escrito fechado en Guadalajara, Jalisco, en que los CC. Aurelio López, Miguel R. Armas y Manuel Ruiz reiteran la solicitud que por telégrafo enviaron, relativa a que se disminuya el impuesto a los fabricantes de alcoholes.- Recibo, y a sus antecedentes.

"Ocurso en que la señora Trinidad Bonilla viuda de Tapia, manifiesta que retira la solicitud de pensión que había presentado, en virtud de que el ciudadano presidente de la República decretó a su favor una pensión de diez pesos diarios.- De enterado, y a su expediente.

"Iniciativa del C. Macedonio B. Gutiérrez, apoyada por otros muchos ciudadanos representantes, que tiene por objeto incluir en el Presupuesto de Egresos dos partidas de cincuenta mil pesos y una de cien mil, que se destinarán, respectivamente, a la conclusión de un camino en el Estado de Sinaloa; a obras de perforación de pozos artesianos o cualesquiera otras necesarias para dotar de agua potable a la municipalidad de Concordia, Sinaloa, y a las obras de canalización del río del Rosario.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Se dió primera lectura, dispensándoseles la segunda, a fin de que se discutan el primer día hábil, a cuatro dictámenes de la primera Comisión de Relaciones Exteriores, que en otros tantos proyectos de decreto proponen se conceda el permiso constitucional a que se refiere la fracción II del artículo 37, a los siguientes ciudadanos: Carlos I. Meléndez, para admitir y desempeñar el cargo de cónsul honorario del Paraguay en México; Agustín Arriaga, para aceptar el desempeñar el cargo de cónsul ad honorem de Venezuela en el puerto de Tampico; Francisco Reyes, a fin de que acepte y desempeñe el puesto de escribiente en el Consulado de los Estados Unidos de Norteamérica en el puerto de Belice, Honduras Británicas, y Benjamín Barrios, para admitir y usar condecoraciones de los gobiernos de la Gran Bretaña, Grecia y Bélgica.

"También se dió cuenta con una proposición del C. Vito Alessio Robles y otros varios ciudadanos diputados, que en su parte resolutiva dice:

"Al terminar la lectura del acta de la sesión anterior, la Secretaría leerá los nombres de los diputados faltistas, expresando los que tengan permiso y los que no concurren sin haber justificado previamente su falta de asistencia."

"Una vez que se le dispensaron los trámites, la apoyó el C. Alessio Robles, quien contestó una pregunta del C. Avilés. El C. Jesús Z. Moreno solicitó un informe de la Secretaría, ofreciendo ésta proporcionarlo tan luego como fuera posible. Hizo una moción de orden el C. Alessio Robles y en seguida la proposición se aprobó, leyendo la Secretaría los nombres de los diputados que no habían concurrido a esta sesión.

"Continuó el debate, en lo general, del dictamen de la mayoría de las comisiones del Petróleo, que consulta un proyecto de Ley Orgánica del Artículo 27 Constitucional, en el ramo del petróleo.

"En pro habló el C. Moisés Huerta.

"El C. Pérez Gasga lo hizo en contra, interrumpiéndole interpelaciones de los CC. Moisés Huerta y Barón Obregón. El ciudadano secretario de Industria y Comercio contestó preguntas que el orador le dirigió.

"El C. Ollivier, firmante del dictamen, hizo aclaraciones al margen de los conceptos del C. Pérez Gasga.

"El C. Rama, firmante también del dictamen, respondió a una interrogación del C. Francisco Castillo. Luego este representante, así como el C. Pichardo, hicieron aclaraciones.

"Después de una moción de orden del C. Chapa y de aclaraciones de la Presidencia, usó de la palabra en pro del C. Guillermo Rodríguez.

"El C. Manrique, inscripto en contra, cedió su turno al C. Luis Espinosa, quien hizo aclaraciones.

"Renunció al uso de la palabra en pro el C. Enrique Meza.

"Una vez que la Asamblea resolvió, en votación económica, que se había agotado la discusión, se declaró con lugar a votar en lo general el dictamen por ciento trece votos de la afirmativa, contra quince de la negativa de los CC. Avilés, Castañón, Castillo Francisco, Castillo Garrido, Fernández Martínez, Gutiérrez Macedonio B., Lechuga, Leyva, Manrique, Morales Juan Ángel, Pérez Gasga, Pichardo, Ramos Esquer, Ramos Pedrueza y Toro.

"La Presidencia anunció su propósito de aplicar el artículo 64 constitucional a los faltistas e inmediatamente levantó la sesión, siendo las ocho y diez y siete de la noche y citando para las once de la mañana del día siguiente."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Aprobada.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Herminio Pérez Abréu.- Jalapa, 62.- México, D. F.

"Herminio Pérez Abréu, diputado por el 2o. distrito electoral del Estado de Campeche, a ustedes respetuosamente digo: Que habiendo optado por el cargo de diputado por el distrito de referencia, para lo cual he abandonado el de presidente municipal de la ciudad de México, vengo a rogar a ustedes se sirvan incluirme en la lista de asistencia, a contar desde el día 15 del mes en curso, fecha en que me presentaré a esa H. Cámara para ocupar mi curul.

"Protesto a ustedes mi atenta y distinguida consideración.

"México. D. F., noviembre 14 de 1921.- Pérez Abréu."

"A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Ciudad." - De enterado y comuníquese para sus efectos a la Tesorería del Congreso.

El C. Aguirre Colorado Ernesto: ¡Reclamo el trámite! (Murmullos.)

El C. secretario Aillaud: ¿Es en serio? (Risas.)

El C. Aguirre Colorado Ernesto: ¡Reclamo el trámite, señor presidente!

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Aguirre Colorado Ernesto: Señores: Es verdaderamente....(Voces: ¡Tribuna! ¡Tribuna!) (El orador asciende a la tribuna.) Señores diputados: He pedido la palabra para reclamar el

trámite dado al ocurso presentado por el diputado Pérez Abréu, en virtud de que es verdaderamente bochornoso, e inmoral para esta Representación Nacional, aceptar en su seno al ciudadano Pérez Abréu, después de que ha desempeñado el cargo de presidente municipal de elección popular...

El C. Chapa: Muy bien desempeñado por cierto.

El C. Aguirre Colorado: Aun cuando no fuera bien desempeñado; pero de todas maneras es anticonstitucional enteramente, porque la Constitución previene que cuando algún ciudadano de la República es electo para un cargo o para varios de elección popular, inmediatamente que tome posesión, deberá optar por una de las dos representaciones, y el ciudadano Pérez Abréu de hecho ha aceptado la representación de presidente municipal y ha renunciado el cargo de diputado al Congreso de la Unión, (Murmullos.) desde luego que ha fungido como presidente municipal de la ciudad de México. (Voces: ¡Está con licencia!) No tengo yo absolutamente ningún empacho en que venga aquí ni le tengo ningún temor al ciudadano Pérez Abréu; pero debo hacer constar que si se le acepta en el seno de esta Asamblea, es con violación de la ley y por el imperio de las mayorías, con lo cual se cometerá indudablemente una inmoralidad. Por lo tanto, yo quiero levantar aquí mi voz enérgica de protesta, porque verdaderamente estamos nosotros burlando la Constitución general de la República, que hemos protestado guardar y hacer guardar cuando hemos venido a este recinto. El señor Pérez Abréu no tiene derecho de venir aquí, y por lo tanto yo me opongo terminantemente al trámite de que se comunique a la Tesorería para que principie a cubrírsele allí sus dietas, porque el ciudadano Pérez Abréu debió haberse presentado en el término legal. Por eso vuelvo a protestar enérgicamente a pesar de lo que diga el ciudadano Chapa, y que siga él con su Pérez Abréu pisoteando descaradamente la Constitución general de la República.

El C. Avilés: Pido la palabra para una interpelación al orador. (Murmullos.) Es pertinente.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Avilés.

El C. Avilés: Para suplicar al ciudadano Aguirre Colorado diga qué opina del caso Velásquez López, quien desempeñando un cargo federal, lo abandonó por cinco minutos para venir a estar presente a una votación, y que me diga también qué opina de este mismo señor Velásquez López, que no ha venido a presentarse a cumplir con su deber y quien, sin que esta Cámara le haya concedido permiso, desempeña en la actualidad un cargo federal, lo que está prohibido por la Constitución.

El C. Aguirre Colorado Ernesto: Pido la palabra para contestar.

El C. Céspedes: Pido la palabra para una interpelación.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Aguirre Colorado.

El C. Aguirre Colorado Ernesto: Mi opinión, señor Avilés, como la he sentado en la tribuna, es esta: Que todo aquel diputado que haya venido a protestar guardar y hacer guardar la Constitución general de la República, y acepta un cargo opuesto a esto, está violando flagrantemente la Constitución, llámese Velásquez López o sea el miembro que fuere de la Representación Nacional. Todos debemos proceder con honradez y rectitud cuando somos representantes del pueblo.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Borrego.

El C. Castillo Francisco: Pido la palabra para interpelar a la Presidencia.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Castillo Francisco: Pido a la Presidencia haga favor de ordenar a la Oficialía Mayor que informe si hay algún documento en virtud del cual el ciudadano Pérez Abréu haya declarado que optaba por uno de los dos cargos.

El C. presidente: Va a informar la Comisión.

El C. Borrego: Señores diputados: El cargo hecho por el ciudadano Aguirre Colorado al ciudadano Pérez Abréu, es enteramente injustificado y, sobre todo, acusa muy escasa ecuanimidad. Yo preguntaría al ciudadano Aguirre Colorado por qué no se levantó a protestar cuando el ciudadano Prieto Laurens abandonó este recinto para volver al Ayuntamiento, y por qué igualmente no protestó cuando el ciudadano Claudio N. Tirado hizo cosa semejante. Si a estos señores la Cámara les ha dado permiso para ir a desempeñar nuevamente el cargo de regidores, ¿por qué ahora hacemos tanto aspaviento y por qué nos repugna que el ciudadano Pérez Abréu haya hecho una cosa semejante? Yo indudablemente que no voy a defender la tesis de que hace muy bien un diputado en ir a desempeñar un cargo de regidor; esto es enteramente anticonstitucional, porque el deber de todo individuo que tiene dos cargos de elección popular, es optar inmediatamente por uno u otro; (Voces: ¡Es claro!) pero, repito, señores, sería proceder injustamente, sería tener dos pesas y dos medidas para el señor Pérez Abréu, cuando hemos concedido otros permisos al señor Prieto Laurens y al señor Claudio N. Tirado para que estando aquí desempeñando su cargo de diputados, fueran al Ayuntamiento a hacerse cargo de los puestos que desempeñaban anteriormente. Yo he pedido la palabra en pro del trámite no sólo porque considero que deberíamos tener la misma regla de conducta y que deberíamos aplicar el mismo principio de equidad que aplicamos a los otros señores, sino porque en la 2a. Comisión de Gobernación había una iniciativa para que se convocase a elecciones por el 2o. distrito electoral del Estado de Campeche. La Comisión giró dos oficios al señor Pérez Abréu para que manifestara si optaba por este cargo o por el de regidor, y uno de ellos fue de tal manera conminatorio, que se le dijo que si en el término de setenta y dos horas no contestaba si aceptaba o no la opción a que le daba derecho la ley, la Comisión de Gobernación procedería a dictaminar de acuerdo con los preceptos legales. El señor Pérez Abréu contestó en los siguientes términos: "Contesto sus notas... (Leyó.) (Voces: ¿Qué fecha?) 8 de noviembre de 1921. (Voces: ¡Huy!) Pues me parece que no hay gran retraso, puesto que apenas estamos a 15 y debemos tener en cuenta que en una sesión anterior del Ayuntamiento, el ciudadano Pérez Abréu intentó renunciar, teniendo tales y cuales dificultades, y por eso no se llevó a cabo su renuncia; pero ayer

la reiteró, le fue aceptada, y como ustedes han oído, ya manifiesta en un ocurso dirigido a esta Cámara, que vendrá a desempeñar su cargo de representante nacional. Pido por todos esos motivos que se sirvan ustedes aprobar el trámite dado por la Mesa.

El C. Aguirre Colorado Ernesto: Pido la palabra para interpelar a la Secretaría.

El C. Céspedes: Pido la palabra para interpelar al orador.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Aguirre Colorado.

El C. Aguirre Colorado Ernesto: Acaba de asentar el ciudadano Borrego que optó el ciudadano Pérez Abréu, al conminársele si aceptaba la representación por el 2o. distrito electoral del Estado de Campeche en la Cámara de Diputados, o por el cargo de presidente municipal, y yo quiero interpelar a la Secretaría para que nos diga esto, porque es un caso especial el del señor Pérez Abréu, quien fue electo diputado propietario por el 1er. distrito electoral del Distrito Federal.....

El C. Martínez Gustavo S., interrumpiendo: Eso ya no se cuenta, ya murió....

El C. Aguirre Colorado Ernesto, continuando: Un momento; y entonces, cuando también se le conminara, optó por el cargo de presidente municipal. Ruego atentamente a la Secretaría se sirva decir si existen antecedentes sobre este particular.

El C. Céspedes: Pido la palabra para hacer una interpelación a la Comisión de Gobernación de que es miembro el ciudadano Borrego.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Céspedes: Tengo entendido que, con relación al asunto que hoy se discute, la Comisión de Gobernación de que es usted miembro, conoce de una solicitud, de una proposición, mejor dicho, presentada por algún ciudadano diputado. Esta proposición o este asunto aún no se ha dictaminado por la Comisión y aún no se ha resuelto por esta Cámara; por lo tanto, creo pertinente, y para ello pido la opinión de la Comisión de Gobernación, que esta Cámara conozca antes del dictamen que sus señorías rindan sobre esa proposición, antes, repito, de aprobar el trámite de la Mesa respecto a ese oficio del ciudadano Pérez Abréu, que manda dar los avisos de ley a la Tesorería del Congreso y demás oficinas de la Cámara, a fin de que corra como diputado en ejercicio el ciudadano Pérez Abréu. Pido a la Comisión que se sirva informar sobre el resultado de esa proposición; si ya dictaminado y si no es pertinente que nosotros debamos conocer antes de esa opinión de la Comisión de Gobernación.

El C. Borrego: La Comisión de Gobernación a que pertenezco, por mi conducto se permite manifestar al señor compañero Céspedes que mañana mismo presentará el dictamen de la iniciativa de los señores diputados que solicitaron se hicieran nuevamente elecciones por el 2o. distrito electoral de Campeche.

El C. Céspedes: Pido la palabra. En vista de lo declarado por el ciudadano Borrego, miembro de la Comisión de Gobernación, quien dice que mañana conocerá esta Cámara el dictamen que esta Comisión rindió sobre la proposición presentada por un ciudadano diputado en el asunto Pérez Abréu, pido a la Presidencia que se sirva retirar el trámite de la Mesa, a efecto de aprobarlo después que conozcamos ese dictamen..... (Voces: ¡No! ¡No!) ¡Eso es lo lógico! (Voces: ¡Sí! ¡No!)

El C. presidente: La Presidencia no puede retirar ningún trámite; únicamente se limita a decir que tiene la palabra el ciudadano Moreno.

El C. Manrique: ¡Moción de orden! Pido atentamente a la Presidencia se sirva ordenar a la Secretaría que lea el artículo relativo a trámites. Por lo menos el precedente establecido es, si no me equivoco, que hable un orador en pro y otro en contra; no es un trámite que merezca una larga discusión; todos tenemos una opinión formada y sería lamentable perder el tiempo. Pido atentamente que se ponga a votación el trámite de la Mesa.

El C. presidente: Habiendo hablado el diputado Borrego como miembro de la Comisión, tiene la palabra en contra el licenciado Jesús Z. Moreno.

El C. Manrique: Me permito aclarar, atentamente, que en este caso el señor Borrego no puede haber hablado como miembro de comisión, puesto que no hay dictamen a discusión; el señor Borrego habló como diputado que es, en pro del trámite.

El C. secretario Salazar: El artículo que se pide que se lea dice así: "Artículo 20. Este voto será consultado cuando algún miembro de la Cámara reclame la resolución del presidente, previa una discusión en que podrán hablar dos individuos en pro y dos en contra; lo cual se podrá hacer siempre que no haya mediado votación en el mismo negocio y se adhieran a la reclamación, por lo menos, dos de los individuos presentes."

Por consiguiente, basada la Secretaría en este artículo, en votación económica.....(Siseos. Campanilla.)

El C. Céspedes: Pido votación nominal, y para ello solicito que me apoyen algunos ciudadanos diputados.

El C. secretario Salazar: Estando debidamente apoyado el ciudadano Céspedes, se procede a tomar votación nominal. Por la afirmativa.

El C. secretario Aillaud: Por la negativa. El trámite que se sujetará a votación es el siguiente:

"De enterado, y comuníquese para sus efectos, a la Tesorería del Congreso." (Aplausos. Siseos.)

El C. Avilés: Estos señores del Social - Demócrata están siempre con la cantinela de no perder el tiempo, y son los primeros que nos lo hacen perder. (Aplausos.)

(Se recoge la votación.)

El C. Aillaud: ¡Moción de orden! Siendo las sesiones de la mañana sumamente cortas y el tiempo limitado, yo pido a usted mande retirar todos los documentos que hay para su lectura en cartera y que nos sujetemos únicamente a la discusión de la Ley de Ingresos.

El C. presidente: La Presidencia contesta al ciudadano diputado Aillaud que dará cumplimiento a lo acordado por la Asamblea.

El C. secretario Salazar: Votaron por la afirmativa 102 ciudadanos diputados.

El C. prosecretario Ramos Esquer: Votaron por la negativa 25 ciudadanos diputados.

El C. secretario Salazar: En consecuencia, ha sido aprobado el trámite de la Mesa. (Aplausos.)

- El mismo C. secretario: Continúa en lo particular la discusión de la Ley de Ingresos.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el diputado Casas Alatriste.-

El C. Casas Alatriste: Honorable Asamblea: Por más que el día que se puso a discusión este asunto de la cuota a los pasaportes expedidos a favor de extranjeros que vengan al país, la asistencia en esta honorable Asamblea fue extraordinariamente mezquina, considero inútil, puesto que los discursos que en esa ocasión se pronunciaron tanto en pro como en contra han sido debidamente publicados en el DIARIO DE LOS DEBATES, considero inútil insistir sobre el asunto, puesto que considero que está en la conciencia de los representantes mexicanos esto: Que no debemos eximir de esta cuota a los extranjeros que vengan a nuestro país, en vista de que tampoco eximen a los mexicanos que van al suyo, de esta misma cuota. Por esto, ciudadanos diputados, no hago uso de la palabra y sólo me concreto a suplicaros que déis un voto aprobatorio al proyecto de la Comisión. (Voces: ¡Bien! ¡Bien!)

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Manrique.

El C. Manrique: Señores diputados: Por última vez, y en breve réplica, debo referirme a los argumentos del ciudadano Casas Alatriste, del ciudadano diputado Domínguez y del ciudadano diputado Manjarrez, argumentos expuestos en pro del impuesto por vista de documentos consulares, visa de pasaportes, cuota de veinte pesos oro nacional o su equivalente en moneda extranjera, pagadero en los consulados de México en el extranjero. La verdad es, señores diputados, que ningún argumento serio se ha opuesto a mi tesis. La expresión del ciudadano Manjarrez respecto del discurso.....(Desorden.)

El C. presidente: Se suplica a los señores diputados tomen sus lugares, al ciudadano Castro y López y otros.

El C. Manrique: La expresión del ciudadano diputado Manjarrez aplicada al discurso del diputado Domínguez, don Norberto, puede perfectamente aplicarse al discurso del propio diputado Manjarrez, y sólo faltó para completar su obra, terminar su discurso a los sonoros acordes del Himno Nacional. Pero es más peligrosa la actitud de estos sedicentes internacionalistas Casas Alatriste, Gandarilla y Manjarrez, que levantando las manos al cielo nos dicen: ¡Ah, yo también soy internacionalista! ¡Si yo me entusiasmo también ante estas bellas teorías; pero, señores, es necesario impedir la entrada a nuestro país o poner trabas a la entrada de extranjeros a nuestro país, si en otros países se ponen idénticas, análogas trabas! Esto quiere decir que se trata de espíritus tímidos que vienen a presentarnos aquí un internacionalismo mistificado; se trata de hombres que no tienen el valor de sus convicciones, de hombres que carecen de valor intelectual..... (Voces: ¡Bien! ¡Bien!) que carecen de valor intelectual para llevar sus ideas y sus doctrinas a sus últimas consecuencias.

El C. Manjarrez: ¿Me permite una interpelación, compañero Manrique?

El C. Manrique, continuando: ....Hombres incapaces de llevar a la práctica las ideas que dicen profesar. Señores diputados: También los internacionalistas de la segunda internacional, también los sedicentes internacionalistas de las postrimerías del año de 1914 abandonaron su causa, abandonaron su bandera, traicionaron su causa y se convirtieron en patriotas y nacionalistas y fueron a combatir por la causa de Francia, por la causa de Inglaterra, por la causa de Alemania y Austria Hungría, traicionando a su bandera internacionalista. Por eso cuando una que otra voz aislada, recia y vibrante, como la voz de Jaurés, se levantó fiel a su vieja bandera, fiel a su noble doctrina, esa voz tuvo que ser apagada; por eso Jaurés murió asesinado la víspera de la declaración de guerra y los socialistas, los sedicentes internacionalistas de la segunda internacional traicionaron a su causa y abandonaron su bandera. Ahora observamos análogo, idéntico fenómeno: Todos somos internacionalistas en esta Asamblea. ¡Ah! Pero cuando se trata de dar serenamente un voto para derogar una vieja disposición arancelaria para oponerse a una vieja y nociva rutina, entonces traemos a colación todos los viejos y gastados argumentos nacionalistas, entonces somos patriotas y entonces, porque los Estados Unidos de Norteamérica u otro país poderoso de la tierra pone trabas a la entrada de los extranjeros a su territorio, nosotros seguimos, no el ejemplo de los países - que los hay - que han suprimido o reducido a un mínimo estos derechos de visa de pasaportes, sino que seguimos el ejemplo del poderoso. Esto no es proceder como nuestro deber lo indica, compañero Casas Alatriste; en lugar de argumentar diciendo que debe fijarse la cuota de veinte pesos como máximo y facultar a la Secretaría de Relaciones para gestionar con otros gobiernos, es decir, para conceder el que otros gobiernos supriman o reduzcan esta cuota, concediéndoles, es decir, colocándose con ellos en un terreno de reciprocidad, colocando a sus nacionales en condiciones idénticas a las en que aquellos países colocan a los nuestros; en lugar de proceder así, señores diputados, consecuentes con nuestro deseo y doctrina, debemos suprimir lisa y llanamente el impuesto y entonces nuestra cancillería tendrá derecho de decir: Señores, yo he suprimido el impuesto; ahora, por reciprocidad, deben suprimir el impuesto que exigís a los mexicanos para penetrar a vuestro territorio. Este es el camino recto y honrado; el contrario, el opuesto, es el camino de las transacciones, de los tímidos, de los que carecen de valor intelectual suficiente para llevar sus ideas a sus últimas consecuencias.

El C. Manjarrez: ¿Me permite una interpelación el compañero Manrique?

El C. Manrique: Expresé que sería breve y debo cumplirlo. Tengo la discusión por prácticamente agotada; me dirijo a hombres a quienes supongo dotados de sensibilidad moral suficiente para apercibirse que está a debate su doctrina y que la resolución que se dé ha de ser precedente serio que puede constituir obstáculo cada vez más formidable en lo sucesivo. Es estrecho el criterio de quienes defendiendo el artículo de la Comisión

argumentan diciendo: Si se suprime el pago de este derecho, señores diputados, la nación deja de percibir, según las cuentas galanas del señor diputado Trejo,....

El C. Trejo, interrumpiendo: ¡Exactas!

El C. Manrique: Un millón doscientos mil pesos. Galanas por venir de él, que es un galantón, un perfecto caballero. Según estas cuentas galanas y galantes del compañero Trejo, la nación perdería un millón doscientos mil pesos y no se explican, no se quieren explicar, señores diputados, en que lo que se pierde por este concepto, se puede ganar, no sólo moralmente, que lo que se gana moralmente no está sujeto a cuantificación pecuniaria, sino aun pecuniariamente; la desaparición de esta traba a la entrada de los extranjeros a nuestro país, convirtiéndose en estímulo para la venida de extranjeros a nuestro país, puede determinar que esta misma cantidad, o cantidad mayor, ingrese por otros conceptos a las arcas de la nación. Voy a poner un ejemplo para que veáis que no lirizo: En la XXVII Legislatura me opuse con éxito al establecimiento o a la fijación de un impuesto sobre el aviso, sobre el anuncio, sobre el aviso en todas sus modalidades, desde el rótulo en una calle hasta el aviso comercial en la prensa diaria, hasta en aviso comercial en la prensa. La teoría es sencillísima: Establecer un impuesto al aviso, es poner una traba a las transacciones comerciales; facilitar el aviso es facilitar la propaganda comercial, y sabéis perfectamente lo que significa en la moderna vida comercial la publicidad, el anuncio. Poner, pues, una traba al anuncio fijando un impuesto que a la postre, como es natural y bien sabido, paga el interesado, el contribuyente, el público, es poner una traba a las transacciones comerciales. Argumentando con el criterio de las comisiones, decía entonces el Ejecutivo: Este impuesto produce tantos miles de pesos y el suprimirlo es, pues, gravoso para el Erario; y no, señores diputados, no es necesario torcer los hechos ni dar tortura a la imaginación para comprender que suprimido este impuesto al anuncio, se facilitarían indirectamente las transacciones, y a la postre por otros conceptos determinarían ingresos a la nación. Tan diáfanos, tan claros, tan convincentes eran estos argumentos, que no hubo compañero que me objetase y mi idea fue aprobada y el impuesto fue rechazado por unanimidad; sino que, compañeros, en uso el Ejecutivo de facultades extraordinarias, hizo su capricho -gobernaba entonces Venustiano Carranza - y al siguiente ejercicio económico de 1918, al siguiente ejercicio fiscal, el impuesto sobre el anuncio quedó en vigor. Otro ejemplo que no es de la XXVII Legislatura, sino de la XXIX: Jesús Z. Moreno acertadamente sostuvo la idea - que es por lo demás una de esas ideas que están ya en el ambiente y que han ganado todas las conciencias y que sólo necesitan de un hombre que aproveche la oportunidad para expresarlas clara y diáfanamente -, el compañero Moreno, digo, expresó que debían suprimirse las cuotas arancelarias, los impuestos que gravitan sobre el papel, constituyendo, haciendo de la fábrica, es decir, estableciendo un sistema proteccionista que favorecía directamente a la fábrica de San Rafael y Anexas, haciendo de ella un verdadero monopolio. Entre paréntesis, he visto rectificada la idea; no se trata de un monopolio - sin descender a sutilezas para entender lo que por monopolio debe entenderse -, la verdad práctica es esta: La tarifa proteccionista al papel constituye indirectamente un monopolio en favor de la fábrica de San Rafael y Anexas. Esto es irrefutable. Digo que el compañero Moreno argumentó así poniendo de relieve la necesidad moral - oídlo bien -, él no hablaba de ingresos pecuniarios por otros conceptos; Moreno ponía de relieve la necesidad de facilitar la propaganda cultural, la difusión del periódico y la difusión del libro. Estas ventajas, señores diputados, no pueden cuantificarse pecuniariamente. Si pudieran valorizarse, si los valores morales pudieran tener un equivalente económico, numérico, precedido por el signo de pesos, entonces, señores diputados, es incuestionable que lo que la nación gana por la supresión del impuesto, culturalmente, es enormemente mayor lo que se pierde percibiendo el impuesto sobre el papel extranjero.

El C. Avilés: ¡Muy bien!

El C. Manrique: Ya veis, pues señores diputados, que no es justo argumentar diciendo: Señor: Si dejáramos de cobrar este impuesto, la nación dejaría de percibir en el próximo ejercicio económico un millón doscientos mil pesos, sin pensar que en el caso de los pasaportes no debemos tener a la vista exclusivamente valores económicos, valores pecuniarios, sino también valores morales. Cuando una idea, cuando un impuesto es expresión de un estado de la mentalidad que no es ya el nuestro, este impuesto debe desaparecer para compadecerse con el nuevo estado de la mentalidad, la nueva manera de pensar; el pensar dominante. Por otra parte, señores diputados, para aquellos que no seáis muy sensibles a los valores morales, insisto en afirmar que un millón doscientos mil pesos que dejarían de percibirse por concepto de visa de pasaportes, podría percibirlo el Gobierno por otros conceptos, cosa que se concibe fácilmente sin esforzar la imaginación, sin darle tormento, teniendo en cuenta que desaparecida esta traba a la entrada de los extranjeros a nuestro país, a menor traba correspondería mayor inmigración, mayor aflujo de extranjeros a nuestro país, extranjeros que podrían determinar por otros conceptos, es decir, cuyas transacciones comerciales o de otra índole podrían determinar por otros conceptos un ingreso equivalente o acaso superior a este millón doscientos mil pesos, tan pequeño en relación con el volumen total del presupuesto. Debo cumplir mi promesa, señores diputados, terminando, no sin exhortaros a dar un no rotundo al dictamen de las comisiones en el artículo a discusión, como expresión de que estáis animados de las nuevas ideas, como expresión de vuestra creencia de que deben desaparecer lenta y gradualmente todas esas trabas al libre comercio espiritual y económico entre los pueblos; la desaparición lenta, gradual y simultánea de todas estas trabas será lo que a la postre determine la unificación real y ya no lírica de los pueblos. Entre esto y querer esperar a que de una vez, como por ensalmo, como por obra de magia los pueblos se unifiquen, si antes no han ido lenta y gradualmente desapareciendo esas trabas, ese fardo, ya lo dijo el poeta: Nunca en el breve término de un

día maduró el fruto ni la espiga grano. (Aplausos.)

El C. Casas Alatriste: Pido la palabra para una interpelación.

El C. Manjarrez: Con permiso de la Presidencia voy a hacer una interpelación.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Casas Alatriste.

El C. Casas Alatriste: Yo deseaba solamente preguntarle al compañero Manrique cómo, si lleva el cumplimiento de sus ideas radicales hasta los extremos, por qué no fue a la tribuna a objetar con el mismo calor los derechos de importación y exportación, lo cual verdaderamente sería la abolición de las fronteras entre los países.

El C. Manrique: Idéntica observación hizo el compañero Salazar. La objeción no es sino aparente. Yo no podría, señores diputados, proponeroslo en estos momentos, porque entonces se demostraría que sí era un lírico incorregible, sin contacto alguno con la realidad, sin conocimiento de la realidad dentro de la cual nos movemos y vivimos y somos. ¿Sabéis por qué no hago esto? Porque en tanto que el impuesto por visa de pasaportes produce -aceptando las cuentas del gran capitán de nuestro amigo Trejo - un millón doscientos mil pesos, los impuestos de importación producen, no esta cantidad relativamente pequeña, sino, si no me equivoco, compañero Trejo, setenta y dos millones de pesos. Yo no podría racionalmente, señores diputados, proponeros que suprimáis para el año entrante radicalmente, bruscamente, olvidando el viejo aforismo, el viejo y sabido aforismo de Lineo: La natura no da saltos, no procede por saltos; proponiendo, digo, que suprimáis de una vez el impuesto de importación, suprimir los impuestos de importación que dan setenta y dos millones, es decir, una proporción considerable del presupuesto, algo así como la tercera parte, yo no podría proponeros esto, si no os proponía a la vez algo con qué substituir esos setenta y dos millones que dejarían de percibirse por concepto de derechos de importación y exportación; yo no podría hacer eso, si no os proponía un cambio radical de sistema; mientras yo no os diese un sucedáneo, algo que substituyera al sistema aduanal de impuestos de importación y de exportación, no podría racionalmente proponer esto, porque os reiríais de mí y haríais muy bien. Lo que os propongo ahora es sólo una reforma de impuesto. Yo lo que he dicho, sin presunción, es demostrar que estamos ya dentro de nuestra nueva manera de pensar. Este será el paso de hoy, suprimimos los derechos de visa de pasaportes; mañana algún otro impuesto de aranceles y llegaremos con el tiempo al ideal de la República internacionalista, y colocaremos a la nación, a la República, en las nuevas condiciones. Y así, dentro de 10, 20 ó 30 años se podrá decir racionalmente que ha llegado el momento de suprimir nuestras aduanas y los impuestos de exportación e importación.

El C. Rodríguez: Señores diputados: Yo tengo el honor de pertenecer a una sociedad internacionalista, así es que estoy interesado, como el que más, en los principios que nos enseñan los libros; pero creo que éstos deben aplicarse teniendo en cuenta el medio social en que uno vive. Yo he visto prácticamente en los ingenios de Veracruz substituir a los jornaleros mexicanos por avalanchas de chinos y japoneses que se contentan con 50 centavos de sueldo y reciben un trato peor que las bestias, y yo creo que habiendo una crisis mundial de trabajadores y estando prácticamente sentado por la moral que la caridad entra por casa, no debemos descuidar que tenemos no menos de veinte mil trabajadores sin ocupación y que sería peligroso que debido a nuestra benignidad, nosotros no encontráramos mañana la forma de evitar esas competencias. Usted dice que nosotros podemos poner el remedio siendo benignos y abriendo nuestras fronteras; pero desgraciadamente no hay reciprocidad en esto. Y para que vea el compañero Manrique que yo hablo de casos prácticos que se presentan a diario, debo decirle que aquí tenemos al compañero Barragán, el cual puede testificar que en la frontera de los Estados Unidos, no obstante que México sí les permitía a los americanos el libre acceso, ellos exigían que los mexicanos pasaran por la estufa y hasta que los mexicanos tomaron la providencia en la época preconstitucional de establecer también unas estufas provisionales y hasta de quemar la ropa de los gringos que entraban, hasta entonces, debido a que los mexicanos se defendieron en esa forma, esa fue la manera de que se derogara esa ignominia de que los mexicanos pasaran por la estufa; hasta que los mexicanos hicieron que los gringos pasaran por la estufa también. Ya ve el compañero Manrique que no obstante que nosotros estamos bien intencionados, no se nos corresponde en igual forma. Como ya digo, el principio moral dice que la caridad debe entrar por el propio hogar y por la propia casa. Tenemos obligación de proteger primero a los mexicanos y después a los mexicanos y siempre a los mexicanos. (Aplausos. Voces: ¡Muy bien!)

El C. Manjarrez: Con permiso de la Presidencia. Decididamente el compañero Manrique o estuvo muy distraído cuando yo hice en días pasados mi disertación sobre internacionalismo....

El C. Manrique: Escuché atentamente.

El C. Manjarrez: ....O no quiso entenderla. Hice un análisis sobre las dos fases que presenta el internacionalismo mundial; una fase que es eminentemente proletariada, y otra fase que es eminentemente imperialista;.... (Voces: ¡Burguesa!) ....no sólo burguesa, sino imperialista. Ya dije a su señoría y ya dije a la Cámara de Diputados que yo estaba de acuerdo en que México abriera sus puertas a los países hermanos, a los países con quienes debe estar en entera fraternidad y debe abrírseles también a todos los pueblos proletarios del mundo, pero yo dije también a su señoría que no podía hacer lo mismo México colocándose al igual con los países imperialistas. México no debe ser internacionalista imperialista, México debe ser internacionalista del proletariado y probablemente eso se le olvidó al señor compañero Manrique, y dígame el señor compañero Manrique si quiere que nosotros nos coloquemos como simples, como un país que está bajo la presión, que acepta todos los desmanes de los países imperialistas, que no les opone ninguna resistencia, en fin, si no vamos a colocarnos en la misma posición en que nos debemos colocar respecto a los países proletarios.

El C. Manrique: Señores diputados: En primer lugar prometí ser breve, y si se alarga mi permanencia en esta tribuna, culpa es de los estimables compañeros que me han interpelado. A las interpelaciones de los compañeros Rodríguez y Manjarrez contestaré sucesivamente. El compañero Rodríguez, al final no dice algo serio, aquel argumento ya tan traído y llevado, de la estufa y de los abusos de autoridades sanitarias. La verdad es que si los Estados Unidos de Norteamérica tienen rigurosas medidas sanitarias, nadie nos impide poner idénticas medidas sanitarias a las de aquel país. Esto será una medida de defensa, esto es secundario; pero en la primera parte de su interpelación se expresó el compañero Rodríguez en algo que puede ser más serio; en pocas palabras es este su argumento: En momentos en que hay en nuestro país excedencias de brazos y escasez de trabajo; en momentos en que el mundo entero pasa por una crisis, debido al desequilibrio económico que ha producido la guerra mundial; en momentos en que hay, por ejemplo, en la vecina nación de los Estados Unidos hasta seis millones de hombres sin trabajo, ¿No sería peligroso el abrir de par en par las puertas del país para que entraran por nuestras fronteras todos estos hombres sin trabajo? ¿No vendrían a constituir un serio competidor, a determinar mayor.... bueno, señores, a determinar, naturalmente, una baja de los salarios? Este es el argumento del compañero Rodríguez. A esto se puede contestar que la previsión de los casos en que puedan o no venir al país por hallarse éste afectado por la crisis económicas o de otra índole, el ingreso de extranjeros de una u otra nación, esto debe ser materia de una ley de inmigración, óigalo bien el compañero, para que se faculte a quien corresponda para la exención o aplicación del impuesto en determinados casos en que la salud pública lo exija, el ingreso de determinados extranjeros, y esto no es materia de una ley de impuestos. Por otra parte, si el compañero Gandarilla y el compañero Rodríguez se imaginan que el hecho solo de la desaparición del impuesto va a determinar el aflujo de esos seis millones de sin trabajo de los Estados Unidos de Norteamérica a nuestro país, esto es cometer un error. Las corrientes migratorias, es decir, las corrientes de emigración y de inmigración las determinan otros poderosos factores de más universal aplicación; no crean los compañeros Gandarilla y Rodríguez que están sujetas a una simple modificación de tan escasa monta como ésta que propongo a los aranceles en un ejercicio fiscal dado. Por lo que toca al compañero Manjarrez, como se trata de objeciones que no son una novedad, sino de los mismos argumentos que usara en la pasada sesión, sólo debo referirme a ello sintéticamente. Escuché atentamente la argumentación del compañero Manjarrez, y el escucharla en sus labios fue para mí doloroso; después, por eso, con todo conocimiento de causa, le señale como un sedicente internacionalista, como un muchacho de buena fe que se cree internacionalista, porque él se cree sinceramente internacionalista, pero en el momento de llevar a la práctica sus ideas, en el momento en que su ensueño choca con las durezas y con las asperezas de la realidad, entonces sigue aferrado al nacionalismo. Esta es la verdad de las cosas. Argumentos análogos se escucharon en los parlamentos de todos los países europeos que entraron a la pasada guerra; argumentos análogos se escucharon en el Parlamento francés, en el Parlamento inglés, en la Dieta, en el Reichstag; argumentos de sedicentes internacionalistas que hablaban de la necesidad de posponer la realización del viejo ensueño internacionalista y de tomar las armas en defensa de la patria, de la patria nacionalista por cuya desaparición tanto habían propugnado. En consecuencia, como nada nuevo ha traído al debate el compañero Manjarrez, sólo me resta insistir en mis argumentaciones.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado González Jesús B.

El C. González Jesús B: Creo, no obstante que el compañero Manrique ha hablado en esta ocasión empleando todo el talento que le caracteriza, que en esta vez está un poco equivocado respecto al inciso (d); está equivocado porque el inciso (d) ya tiene una parte de internacionalismo; el inciso (d) es probablemente, de toda la ley que nos han presentado, el más elástico, el que presenta mayor flexibilidad; basta nada más leer la última parte que dice lo siguiente:

"La cuota anterior podrá ser disminuida o dispensada por la Secretaría de Relaciones Exteriores, cuando a su juicio lo crea conveniente, y cuando así proceda en reciprocidad de lo que otras naciones establezcan con relación a la visa o refrendo de pasaportes expedidos por autoridades mexicanas."

Pues si ya hay naciones que hayan eximido de ese impuesto a los mexicanos, es lógico pensar que nosotros, por esta reciprocidad que impone el inciso, vamos a eximirlos también a ellos; pero es muy distinto a que nosotros estemos ofreciendo anticipadamente un favor que nadie, por otra parte, no hace a nosotros. No soy internacionalista en la forma que lo es el señor Manrique, es verdad; lo soy desde otro orden de ideas, pero lo soy también; como no soy tampoco nacionalista en la forma radical de Rip - Rip, por ejemplo, soy un nacionalista que entiende el nacionalismo desde un punto de vista patriótico, más bien de gabinete, y no de barricada que muchos sienten dentro de su corazón.

La inmigración en México es bien conocida y es causa de perfiles típicos la emigración española, por ejemplo. Ya sabemos que al español lo trae un tío que está dentro del país, de un tío que ya ha recibido los frutos del país, y el tío que puede enviar juntamente con el pasaje veinte pesos para que venga otro a disfrutar de la riqueza nacional de México. En la actualidad los norteamericanos - hay una gran afluencia en Tampico -, han producido una competencia a los trabajadores nacionales; y no solamente vienen trabajadores, sino que vienen tramps, que es lo más triste. Tampico está lleno de tramps; en la actualidad son ahí frecuentísimos los asaltos, los atracos por parte de estos extranjeros. El mismo compañero Manrique me habló hoy en la mañana de que un inteligente mexicano había sido asesinado por un tramp, en terrenos de Tampico....

- El C. Manrique; No es exacto; asesinado, sí; pero no por un tramp.

El C. González Jesús B.: Estoy seguro de que se comete una serie de atracos por parte de los extranjeros. Y nosotros estamos tolerando la entrada de esta gente sin siquiera cobrar los veinte pesos a estos tramps.(Risas.) ¡Es demasiado barato! (Risas.) La competencia de los chinos es perfectamente bien conocida....

El C. Manrique, interrumpiendo: ¡Pero lavan la ropa!

El C. González Jesús B., continuando: Creo que la Asamblea ya tiene bien normado su criterio sobre esto y, sobre todo, que atenderá a que se concede la reciprocidad, esta reciprocidad que se pide, que es lo importante; y de este modo podremos tener nosotros un ingreso que tanto necesita el país, al mismo tiempo que será la ley cortés con los países que son corteses con nosotros. Creo, pues, que la Asamblea votará de conformidad con la ley presentada por la Comisión. (Aplausos.)

El C. secretario Salazar: No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica se pregunta si el asunto está suficientemente discutido. Suficientemente discutido. En votación económica se pregunta si ha lugar a votar. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Ha lugar. Se procede a recoger la votación nominal.

El C. Moreno Jesús Z.: ¡Moción de orden!

El C. secretario Salazar: Por la afirmativa.

El C. prosecretario Ramos Esquer: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

El C. secretario Salazar: Votaron por la afirmativa 108 ciudadanos diputados.

El C. Ramos Esquer: Votaron por la negativa 21 ciudadanos diputados.

El C. secretario Salazar: En consecuencia, ha sido aprobado el artículo. Se levanta la sesión y se cita para la tarde a las cuatro en punto. Orden del día: Asuntos en cartera. Ley del Petróleo. Sesión secreta.

El C. presidente, a la 1 p.m.: Se levanta la sesión.

Presidencia del C. LÓPEZ SOTO FRANCISCO

(Asistencia de 127 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 5.15 p.m.: Se reanuda la sesión.

- El C. secretario Salazar, leyendo:

"Cámara de Senadores del Congreso de la Unión. - México.- Estados Unidos Mexicanos.- Sección de Archivo y Biblioteca.- Número 742.

"CC. secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente.

"Por acuerdo de la Cámara nos es honroso acompañar a ustedes la comunicación que la H. Legislatura del Estado de San Luis Potosí dirigió al Senado, con fecha 4 de los corrientes, transcribiendo los acuerdos aprobados por la misma Legislatura, con fecha 31 de octubre último, modificando los artículos 12 y 22 del proyecto de Ley sobre explotación del Petróleo.

"Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra consideración muy distinguida. - México, 14 de noviembre de 1921.- Francisco Field Jurado, S.S.- Rafael Martínez, S. S." - Recibo y a sus antecedentes.

"Estados Unidos Mexicanos.- Presidencia de la República.- México, D.F.

"A los CC. secretarios de la honorable Cámara de Diputados.- Presente.

"Varios vecinos de la sección municipal de Tijuana, Distrito Norte de la Baja California, han dirigido a esta Presidencia de la República un extenso memorial, en el que solicitan se presente a esa H. Cámara una iniciativa de ley proveyendo su erección en municipio, independiente del de Ensenada; al tramitar dicho asunto, surgieron dudas acerca de que Tijuana estuviera legalmente erigido en pueblo, y consultadas las colecciones de leyes y decretos que obran en la Secretaría de Gobernación, se llegó al convencimiento de que en realidad ese pueblo no tiene existencia legal; pero, tomando en cuenta que el número de habitantes que lo forman y los recursos de que dispone son bastantes para constituir un municipio autónomo, en uso de las facultades que me concede la fracción I del artículo 71 de la Constitución Política de la República, presento a la consideración de esa H. Cámara la siguiente iniciativa de ley:

"Artículo 1o. Se erige en pueblo la corporación de Tijuana, municipalidad de Ensenada, correspondiente al Distrito Norte de la Baja California, conservando la misma denominación.

"Artículo 2o. Se declara de utilidad pública la adquisición de la superficie que sea necesaria para constituir el fundo legal de dicho pueblo, facultándose al Ejecutivo de la Unión para proceder a la expropiación respectiva.

"Artículo 3o. Se erige en municipio la sección municipal de Tijuana, con cabecera en el pueblo de este nombre y con la siguiente jurisdicción territorial:

"Por el Norte, la línea divisoria con los Estados Unidos; al Sur, la línea que corresponda al paralelo 230 grados 15 minutos; al Este, el lindero Oeste de la municipalidad de Tecate, determinado por decreto de 8 de marzo de 1917; y por el Oeste, el Océano Pacífico.

"Artículo 4o. El Ayuntamiento de Tijuana se compondrá de quince regidores y un síndico con sus respectivos suplentes, designados en la forma que señalan las leyes vigentes.

"Al rogar a ustedes se sirvan dar cuenta con la anterior iniciativa a esa H. Cámara, me es grato reiterarles mi atenta y distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.- México, 7 de noviembre de 1921.- El presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, A. Obregón." - Recibo y a la 1a. Comisión de Gobernación.

"H. Asamblea:

"El que suscribe, diputado propietario en ejercicio por el 16 distrito electoral del Estado de

Guanajuato, solicita respetuosamente de vuestra soberanía, le sea concedida una licencia de veinte días, con goce de dietas y con dispensa de todo trámite, para el arreglo de un asunto urgente.

"México, D. F., 14 de noviembre de 1921.- E. Hernández."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Dispensados. En igual forma se pregunta si se concede la licencia solicitada. Concedida

"H. Asamblea:

"Juan Quiroga, diputado propietario en ejercicio por el 4o. distrito electoral del Estado de Nuevo León, ante vuestra honorabilidad comparezco y con el debido respeto expongo que:

"Teniendo necesidad de atender asuntos que reclama mi distrito, con dispensa de todo trámite y con goce de dietas, solicito de vuestra soberanía una licencia, hasta por veinte días, que al serme concedida, comenzaré a hacer uso de ella el día 17 del presente mes.

"Protesto lo necesario.

"México, D.F., a 15 de noviembre de 1921.- Juan Quiroga."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Dispensados. En igual forma se pregunta si se concede la licencia. Concedida.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"H. Asamblea:

"Siendo que la prensa diaria de esta capital ha venido insinuando que algunos ciudadanos diputados encuéntranse mezclados en el desfalco del extesorero Díaz, a fin de dejar a salvo el buen nombre de esta H. Cámara, nos permitimos proponer, con dispensa de todo trámite, el siguiente acuerdo económico:

"Único. Averígüese, por todos los medios posibles, al alcance de esta H. Cámara si efectivamente alguno de esos miembros han incurrido en responsabilidades, a efecto de proceder conforme lo amerita el honor y respetabilidad de este alto Cuerpo."

"México, noviembre 14 de 1921.- E. von Borstel.- Manuel Rico G.- Juan B. Salgado.- José H. Romero.- Carlos Gámez.- L. A. Aldaco.- R. D. Cal y Mayor.- S. García G.- Rafael M. González.- R. Casas Alatriste.- J. Prieto L.- R. Romero.- Custodio Valverde.- A. Arroyo Ch."

El C. von Borstel: Pido la palabra para fundarla.

- El mismo C. secretario: En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Dispensados. Está a discusión.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano von Borstel.

El C. von Borstel: Señores compañeros: A raíz de que toda la prensa de la capital consignaba la noticia de que varios ciudadanos diputados encontrábanse en complicidad con el extesorero Díaz, para bien de esta Asamblea quise presentar una proposición idéntica a ésta; pero al presentarla a algunos compañeros, éstos opinaron que no dilataría 24 horas en aclararse todo, dejándome entrever que si presentara esa proposición, podría tomarse como un autobombo de mi parte. Por estas razones preferí aguardar dos o tres días para presentarla, esperando que el juez que instruye el proceso respectivo se dirigiera a esta Cámara proporcionando los datos necesarios, a efecto de que si desgraciadamente algunos compañeros tenían algo que ver en este bochornoso asunto, nosotros procediéramos como era debido. Esta tardanza en presentar esta proposición ha hecho que un periódico - con justicia creo yo - enderece un editorial contra la Cámara, bastante fuerte, en que hace ver la atonía moral en que se encuentra esta Asamblea, que siendo que se ha rumorado que varios de sus miembros encuéntranse complicados en este asunto, no ha pedido aún los datos necesarios a efecto de proceder al desafuero de esos diputados si acaso fueren culpables. Este editorial demuestra, pues, que yo tenía demasiada razón al querer presentar esta proposición, pues no es justo que la Cámara lleve sobre sus hombros la culpa de uno o dos miembros de ella, caso de que existan, y es necesario, para el buen nombre de esta Asamblea, que se aclaren por completo las responsabilidades que algún diputado pudiera tener, a efecto de que si este diputado no es culpable, la Asamblea quede con todo su buen nombre y todos sus miembros queden en el lugar que les corresponde, y si desgraciadamente se demostrare en el curso de las averiguaciones que existe la más mínima responsabilidad de parte de cualquiera de los demás miembros de la Asamblea, debe de procederse con toda energía, debe desaforárseles inmediatamente a los presuntos culpables, para que asimismo no puedan alegar el fuero para librarse de la responsabilidad inmensa que les corresponda. Yo no creo que esto sea falta de compañerismo, ni mucho menos; el compañerismo en estas cuestiones no puede existir en lo absoluto. Yo soy el primero en creer que seguramente no habrá ningún compañero culpable, pero repito, que si desgraciadamente lo hubiera, nosotros debemos de proceder con toda justicia, con toda energía contra aquellos que no hayan tenido el suficiente raciocinio para pensar que el lodo donde ellos se encharcaban podía llegar a salpicar, aunque fuera levemente, a toda la Representación Nacional. Yo creo, pues que nadie podrá no estar de acuerdo con esta proposición, que es para bien de todos y para prestigio de esta Representación, que es necesario elevar y evitar se siga manchando como hasta la fecha se ha hecho.

El C. Casas Alatriste: Pido la palabra para una interpelación al compañero von Borstel.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Casas Alatriste: Compañero von Borstel: He subscripto en unión de usted la proposición que está a debate, porque, como usted y como seguramente todos los ciudadanos diputados, estoy interesado en que se aclare si hay realmente algún diputado complicado en este bochornoso asunto, a efecto de que la mancha que ellos pudieran haber conseguido en su vida, no salpique - como dice

usted muy bien - a toda la Representación Nacional; pero yo considero, compañero, que nuestra proposición realmente es estéril, ya que la Cámara no tiene a sus manos, de aprobarse esa proposición, los medios de investigar la verdad en este asunto. Y yo desearía que el compañero von Borstel, que se ha preocupado tanto en este caso, nos dé el camino verdaderamente práctico para llegar al objeto que se propone y que no quedase esto como lirismo.

El C. von Borstel: Compañero Casas Alatriste: Tiene usted mucha razón y antes de presentar la proposición algo me dijo sobre el particular. Efectivamente, yo, al presentar la proposición, lo hice en términos más o menos amplios, dejando a esta honorable Representación que eligiera la forma más adecuada para hacer las averiguaciones respectivas. Por mi parte, creo que el nombramiento de una Comisión formada de todos los bloques de esta Cámara podría, en breve tiempo, adquirir el conocimiento de la verdad, para que esta misma Comisión ocurra a todas las fuentes que puedan proporcionar los datos respectivos. Pido, pues, ampliando la misma proposición, que se proceda al nombramiento de esta Comisión para que a la mayor brevedad rinda a esta Cámara un informe bajo el cual se pudieran calmar los ánimos.

El C. Moreno Jesús Z.: Para una interpelación.

El C. Soto Francisco: Para una interpelación.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano César A. Lara para una interpelación.

El C. Lara César A: Esto que voy a hacer no es una interpelación, señores representantes; yo no estoy conforme con el texto de esta proposición porque indica que la Cámara está metiéndose en cosas en que no debe meterse. Yo lo que propondría a los ciudadanos representantes que suscriben esa proposición, es que la reformaran en el sentido de que la Cámara tome el acuerdo de que la Presidencia se dirija al ciudadano juez de Distrito que está instruyendo la causa para que a la mayor brevedad diga si hay responsabilidades y sobre quienes pesan, para que esta Cámara se constituya en Gran Jurado y diga si ha lugar o no al desafuero de los que se encuentren inodados.

El C. von Borstel: Yo me he limitado a dar el grito de alerta sobre este particular; respecto del medio que esta Representación emplee, yo estaré enteramente de acuerdo con él, pues lo único que deseo es salvaguardar la respetabilidad de este Poder y la moralidad del mismo.

El C. Moreno Jesús Z.: Pido la palabra para interpelar al orador y poner fin a este asunto.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Moreno.

El C. Moreno Jesús Z.: Sírvase decir, señor von Borstel, si sabe que desde el momento en que el caso Díaz fue consignado a un juez competente, al juez de Distrito, si sabe que a él compete y está dentro de la salvaguardia de su honorabilidad esclarecer quiénes y cuántos sean los responsables de este hecho punible. En consecuencia, el juez no puede eludir el deber, en su caso, de pedir a esta Representación Nacional el desafuero si resulta responsable alguno de los ciudadanos diputados. Se está adelantando un juicio perfectamente inútil, haciendo supuestos que no hay necesidad de adelantar; cuando el juez del conocimiento diga a esta Representación Nacional: Fulano, Zutano y Mengano aparecen coaludidos en este hecho punible, entonces la honorabilidad de esta Cámara se exaltará lo bastante, procediendo con absoluta justificación. Por lo tanto, yo creo que es absolutamente estéril la proposición y hasta me permito calificarla como un rasgo de exhibicionismo y nada más.

El C. von Borstel: Señores compañeros: No ignoro que el juez pude y debe instruir el proceso respectivo; no es eso, pero este editorial de un periódico de la mañana que con justicia, señores, diga lo que diga el ciudadano Z. Moreno....

El C. Moreno Jesús Z., interrumpiendo: ¡Jesús!

El C. von Borstel, continuando: Jesús... .(Voces: ¡María y José! Risas.)...Al mirar la indiferencia con que la Cámara ha tomado este asunto, endereza un editorial, hace muy pertinente la proposición que hemos tenido la hora de someter a la Asamblea. Por lo demás, como pasan los días y no se ha aclarado nada; como en la opinión pública los rumores circulan y se enfanga a varios compañeros, varios compañeros a los cuales no es posible creer complicados en este asunto, es por lo que es necesario lanzar ante la faz de la República la declaración de que esta Cámara verá con todo agrado el que se hagan las aclaraciones respectivas y demostrar a esa misma opinión pública que la Cámara no trata de encubrir a ninguno de sus miembros, que la Cámara trata de que se haga justicia y no quiere que nadie de los componentes de ella pueda escudarse con el fuero. Pudiera creer, compañero Z. Moreno.

El C. Moreno, interrumpiendo: Jesús.

El C. von Borstel, continuando: ... La opinión pública que la Cámara al no hacer una declaración categórica sobre el particular, pudiera explotarse, repito, en contra de algunos de los miembros de la misma y es por eso que yo quiero que a la mayor brevedad se hagan las aclaraciones respectivas para dejar a todos los miembros del Poder Legislativo fuera de cualquiera calumnia que en tiempos como los actuales de política....(Voces: ¡Muy Activa!) eso es, muy activa, bien pueden emplearse en contra de algunos miembros; por lo tanto, compañeros, esto no lleva idea de autobombearme ni de herir a ningún compañero, absolutamente, sino únicamente que el Poder Legislativo quede libre de toda mancha. (Aplausos.)

El C. secretario Salazar: No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica se pregunta si se aprueba la proposición. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! ¡Sí!) Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Sí se aprueba. (Aplausos.)

El C. von Borstel: Como al presentar esa proposición yo no he propuesto una forma concisa para averiguar los hechos, sino que me he limitado a pedir que se nombre una comisión, yo deseo que se someta a la Asamblea si se aprueba el nombramiento de esa comisión o cualquier otro medio que puedan sugerir los abogados de esta Cámara.

El C. presidente: Va a leer la Secretaría la proposición de usted que está aprobada. Esto que usted propone daría lugar a una nueva proposición; en consecuencia, para que usted sepa lo que

se ha aprobado y lo sepa toda la honorable Representación Nacional, se le va a dar lectura.

El C. secretario Salazar: "Honorable Asamblea:

"Siendo que la prensa diaria de esta capital ha venido insinuando que algunos ciudadanos diputados encuéntranse mezclados en el desfalco del extesorero Díaz...."

El C. Avilés: Pido la palabra para hacer una interpelación a la Secretaría. Que me diga la Secretaría si a esta cosa presentada por el señor von Borstel ....(Risas.).... se le dispensaron los trámites.

El C. secretario Salazar: Sí se le dispensaron, ciudadano Avilés.

El C. presidente: Proceda usted a la lectura.

El C. secretario Salazar: Continúa la lectura:

".... a fin de dejar a salvo el buen nombre de esta H. Cámara, nos permitimos proponer con dispensa de todo trámite, el siguiente acuerdo económico:

"Único. Averígüese por todos los medios posibles, al alcance de esta H. Cámara, si efectivamente alguno de esos miembros han incurrido en responsabilidades, a efecto de proceder conforme lo amerita el honor y respetabilidad de este alto Cuerpo."

El C. Soto Francisco: Para una interpelación, señor presidente.

El C. presidente: Está leyendo la Secretaría. Después.

El C. von Borstel: Amplié la proposición diciendo que se nombrara una comisión.

El C. Soto Francisco: Pido la palabra para una interpelación. Para demostrar al ciudadano von Borstel y a la Asamblea la incongruencia de la proposición aprobada, suplico a su señoría o al ciudadano von Borstel que me diga ¿Quién es ese "se" que va a hacer esa investigación. Que se sirva contestar.

El C. presidente: Tiene la palabra el autor de la proposición.

El C. von Borstel: ¿Me la repite?

El C. Soto Francisco: Compañero: ¿quién es ese "se", ese pronombre personal que va a hacer las investigaciones?

El C. presidente: La Presidencia informa que va a nombrar una comisión que estará compuesta por los ciudadanos Soto Francisco....

El C. Soto Francisco, interrumpiendo: ¿Con qué facultades la nombra usted?

El C. presidente, continuando: Porque así lo han pedido, sobre todo, pida usted la palabra y no interrumpa usted a la Presidencia.

El C. Gandarilla: Pido la palabra.

El C. Soto Francisco: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gandarilla.

El C. Gandarilla: Solamente me voy a permitir hacer una pequeña aclaración sobre el resultado a que se llegó en esta proposición, y teniendo también relación con lo que leí en la prensa de esta mañana, especialmente en "El Universal". El señor tesorero don Eduardo S. Díaz manifestó al juez que nombraba defensores a varias personas, y entre esas personas designó al compañero Arroyo Ch., al Compañero Prieto Laurens y al que tiene el honor de dirigiros la palabra. Desde luego, tanto el señor Prieto Laurens como el señor Arroyo Ch., como Gandarilla, se han extrañado de esta designación, y compañero Prieto Laurens y el compañero Arroyo Ch. y Gandarilla, tienen la sana intención de manifestar a esta Cámara, que siendo miembros integrantes de ella y estando la Cámara especialmente interesada en que se hagan las averiguaciones del caso, los tres van a renunciar esa defensoría que ha llegado como caída del cielo. (Aplausos.)

El C. von Borstel: Pido la palabra para contestar. Compañero Soto: El que se haya omitido agregar, averígüese por la Cámara de Diputados, no tiene nada de particular, no quita nada de fuerza a la proposición; por tanto, creo que con agregar averígüese por esta honorable Cámara, queda todo subsanado y me permito solicitar, respetuosamente, que así se haga con la proposición. El fondo de la proposición no se altera en absoluto.

El C. Soto Francisco: Ciudadano presidente: ¿Tengo la palabra para contestar? Bueno. Manifiesto a su señoría que la comisión que se ha servido usted nombrar par investigar algo en el asunto de Díaz, creo yo que no está muy acertada; estimo que su señoría haría más bien en nombrar a una de las personas que estuvieron de acuerdo en esa proposición y no a mí que no me juzgo suficiente. Yo estimo que el nombramiento de esta comisión en las condiciones en que se pide, supone desde luego, que prácticamente existe el pensamiento de que hay algún sospechoso, algún culpado dentro de esta Asamblea. Por lo tanto, renuncio al nombramiento que hizo usted de mí.

El C. Arroyo Ch.: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Arroyo Ch.

El C. Arroyo Ch: A propósito de lo que acaba de decir el ciudadano Soto, de que quienes firman esa proposición abrigan la sospecha de que hay algunos diputados complicados, yo, como firmante, debo manifestar que hablando aquí, con el jefe de las comisiones de Seguridad, dijo que tenía, por anónimos, y por las declaraciones del ciudadano Díaz, datos para presumir que había diputados comprometidos en el escándalo del ciudadano Díaz, y por eso es por lo que nosotros insistimos en que se aclare cuanto antes quiénes son esos individuos, y pedimos a la Cámara nombre una comisión de ciudadanos diputados que se acerque a obtener los nombres, porque por dignidad de la Cámara no debemos esperar nosotros que se le pruebe a algún individuo, basta la sospecha que recaiga sobre él para nosotros lo entreguemos a la autoridad, despojándolo del fuero que tiene. (Aplausos.)

El C. presidente: La Presidencia, de conformidad con lo acordado y en vista de que la proposición dice lo siguiente: "Averígüese por todos los medios posibles al alcance de esta honorable Cámara, si efectivamente alguno de esos miembros ha incurrido en responsabilidades, a efecto de proceder conforme lo amerita el honor y respetabilidad de este Alto Cuerpo", se va a nombrar inmediatamente una comisión.

El C. Castrejón: ¡Pero eso no está bien explicado!

El C. presidente: Se nombra a los ciudadanos von Borstel, Casas Alatriste y Adalco.

El C. von Borstel: Pido la palabra.

- El C. secretario Salazar, leyendo:

"2a. Comisión de Comunicaciones.

"Señor:

"La 2a. Comisión de Comunicaciones, al hacer el estudio del expediente que se le turnó con motivo de las solicitudes del Gobierno y varios de los ayuntamientos del Estado de Tabasco para que esta H. Cámara de Diputados expida un decreto encareciendo la terminación de las obras del puerto de Frontera..."

El C. Saucedo, interrumpiendo: Señor presidente, pido la palabra.

El C. secretario Salazar: Después de la lectura de documentos.

El C. Saucedo: Es conexo con el debate anterior, señor presidente; yo ruego a su señoría que me conceda la palabra.

El C. presidente: La Presidencia hace la siguiente aclaración: Se había acercado el diputado Saucedo a pedir la palabra para una aclaración después de agotado este debate. Tiene usted la palabra.

El C. Saucedo: Ciudadanos representantes: A mi regreso de la ciudad de Puebla, me encontré con que el periódico "Las Noticias" del viernes pasado, asienta que el secretario de la Inspección de Policía había preguntado a la amante del señor Díaz si era verdad que yo los había ocultado en mi domicilio una noche o dos. En el mismo periódico "Las Noticias" se afirma que la dama se negó a declarar si era cierto o incierto lo que se preguntaba. Celoso como el que más del decoro de esta Representación Nacional, y del mío propio, inmediatamente pasé ante el procurador general de la República, con el fin de entregarle un pliego cuya lectura voy a suplicar a la Secretaría; antes de entregar ese pliego voy a hacer una aclaración pertinente: no porque el señor Díaz haya tenido un tropiezo en su vida voy a negar yo que fui su amigo y que aun lo ayudé en su propaganda para ser tesorero del Congreso de la Unión; pero de ahí a que yo esté complicado en su fuga, de ahí, a que yo lo haya vuelto a ver desde la ocasión que cito en este memorial, hay una diferencia muy grande, pues como yo no recibí más legado de mi padre que su honradez, os juro por sus cenizas que no tengo ninguna participación en la cuestión de Díaz. (Aplausos.)

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Ciudadano procurador general de la República.

- Presente.

"Desde que el chauffeur del extesorero Eduardo S. Díaz fue capturado por la policía y rindió su declaración ante el juez 2o. Supernumerario de Distrito de esta capital, diciendo que no tenía que ver absolutamente nada con la fuga de su patrón, porque desde antes había salido rumbo a Ciudad Juárez, con objeto de informarse si llegaba a mi consignación un automóvil, he venido siendo víctima de malevolentes alusiones, por las cuales parece que se intenta inodarme de algún modo en ese desagradable asunto; y como quiera que esas aseveraciones lastiman mi dignidad, me veo en la precisa necesidad de dirigirme a usted, como lo hago mediante el presente memorial, a fin de que se sirva transcribirlo al ciudadano juez que conoce del proceso incoado en contra del citado Díaz, a efecto de que al tomar su inquisitiva al presunto responsable, o bien ampliándole su declaración, le prevenga manifieste categóricamente si he tenido yo la más insignificante participación en los hechos que se averiguan; y si es verdad que desde el domingo 18 de septiembre último en que se verificó el combate de flores y que lo encontré cuando iba en el automóvil que ocupaba la familia del señor general Calles, no hemos vuelto a vernos. Pido igualmente que explique el extesorero Díaz el motivo que tuvo para tomar mi nombre al enviar al chauffeur a Ciudad Juárez.

"Igualmente solicito declare a qué se debió que se dirigiera a mí en cartas fechadas desde San Antonio y Chicago, siendo que el mismo Díaz se encontraba oculto en esta capital. Acompaño originales las dos cartas a que me refiero. También pido se examine al señor Luis Pastor, secretario de la Inspección General de Policía, para que manifieste terminantemente los motivos que haya tenido para preguntar a Amalia Meza si estuvieron ocultos en mi casa habitación, según aparece del párrafo que acompaño, publicado en el periódico "Las Noticias", de fecha 11 del mes actual.

"Como en la prensa se ha llegado a afirmar que varios diputados se encuentran de algún modo complicados en los hechos delictuosos imputados al extesorero Díaz, sin mencionar nombres, asimismo pido que Díaz declare si en el número de los mismos diputados me encuentro yo, o no.

"Como una prueba de que la Policía obra por ignorancia, o quizás por mala fe, únicamente basada en suposiciones caprichosas o dolosas, existe la circunstancia de que al designar mi casa habitación la sitúa en las calles de Guerrero, cuando a multitud de personas les consta que vivo en la Colonia Roma, novena calle de Colima número 286, en compañía de mi familia, y en donde jamás hubiera podido albergar al extesorero Díaz y a su amante; suposiciones policíacas que demuestran su torpeza y tal vez hasta su malicia para tratar de hacer inculpaciones a algunos representantes del pueblo, sin tener en cuenta su dignidad y su decoro.

"Como a raíz de las averiguaciones practicadas por el ciudadano juez segundo supernumerario de Distrito, y cuando el chauffeur del extesorero Díaz hizo alusión a mi persona, me dirigí inmediatamente a dicho funcionario, manifestándole que desde luego renunciaba las prerrogativas que me da mi fuero como diputado, para facilitar las investigaciones conducentes, el ciudadano juez manifestó que de todo lo actuado no aparecía absolutamente ningún dato en mi contra; pero como posteriormente a esa manifestación, el señor diputado Berumen dijo en la tribuna que él se sometía desde luego al juez que practica la averiguación sin hacer uso de su fuero, y, según parece, resultan en contra de dicho señor algunos cargos, fundados o infundados, no lo sé; y como no quiero quedar colocado en iguales condiciones que el señor Berumen, a usted, señor procurador, pido atentamente se sirva hacer presente al juez que, si de los datos recogidos en el proceso me puede resultar alguna responsabilidad, desde luego me pongo a su disposición

para que me cite cuantas veces lo crea conveniente, sin necesidad de que me tome declaración en mi propio domicilio, para dar mayores facilidades a la justicia, a fin de que se esclarezca a la mayor brevedad si tengo o no alguna responsabilidad; pues como mi padre me legó como única herencia la honradez, no quiero en manera alguna que se vea maculada por gratuitas suposiciones o noticias suspicaces de periódicos que envuelven mi nombre, hasta hoy sin mancha, con falsas imputaciones.

"Protesto a usted mi atenta consideración y respeto.

"México, D. F., 14 de noviembre de 1921. - Salvador Saucedo."

¿Doy lectura a la contestación, ciudadano?

El C. Saucedo: Sí, señor.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Poder Ejecutivo Federal. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - Procuraduría General de la Nación. - Número 28,211. - Urgente.

"Al C. Salvador Saucedo, diputado al Congreso de la Unión. - Presente. "Como se sirve usted solicitarlo en su memorial de esta fecha, que alude a hechos relacionados al caso de peculado de Eduardo S. Díaz, extesorero del Congreso General, lo transcribí desde luego al ciudadano agente del Ministerio Público adscripto al Juzgado 2o. supernumerario de Distrito del Distrito Federal, tribunal en que radica el juicio, con instrucciones de que, sin demora alguna, promueva la práctica de las diligencias conducentes, que se desprenden del contexto del citado memorial.

"Protesto a usted mi muy atenta consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, a 14 de noviembre de 1921. - El procurador general de la Nación. - E. Neri."

Está usted servido.

El C. Luque: Pido la palabra. He estado en el juzgado 2o. supernumerario de Distrito, que conoce de este asunto, y he sabido de muy buena fuente que el ciudadano tesorero Eduardo S. Díaz dice que se echa toda la responsabilidad del asunto y no mezcla absolutamente a ninguno de los diputados en esa responsabilidad; de tal manera, que esto es enteramente del periódico amarillo "Las Noticias", y viva tranquilo el compañero Saucedo respecto a la responsabilidad que se dice que Díaz le implicó a usted, compañero. De tal manera que, vuelvo a repetir, el tesorero Díaz dice: Soy el único responsable de estos acontecimientos; no hay ningún diputado mezclado en esto.

El C. Saucedo: Compañero: aunque yo quisiera, no podría estar lo bastante tranquilo desde el momento en que las versiones que han circulado se han esgrimido como arma política. Es muy bien sabido que el señor Díaz era muy amigo del señor De la Huerta, que siendo éste presidente de la República, lo tuteaba; en ocasiones el señor Díaz era recogido por el señor De la Huerta en la avenida de Madero y se lo llevaba a comer, siendo presidente de la República; el señor Díaz, además era amigo de altos funcionarios, como el general Serrano, como el general Garza y con el mismo general Calles tenía mucha confianza; sin embargo, señores diputados, a nadie se le ha ocurrido decir que estos funcionarios estén complicados. Aquí se trata, señores representantes, de una maniobra política contra los diputados peleceanos. Yo, como dije antes, no porque haya tenido ese tropiezo voy a negar que fue mi amigo y que yo lo ayudé para que fuese tesorero; pero yo no he tenido que ver nada absolutamente con su desfalco. Y teniendo, como tengo, tantos enemigos en mi Estado, los cargos velados que ha hecho la prensa, no dejan de causarme daño, ya que me hizo aparecer innovado en el asunto. Yo, pues, celoso como el que más de mi propio decoro y por un exceso de dignidad, si sé quiere, y de escrúpulo, he querido que el juez cuanto antes declare la verdad en este asunto, para que de una vez quede yo en el lugar que me corresponde.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"2a. Comisión de Comunicaciones.

"Señor:

"La 2a. Comisión de Comunicaciones, al hacer el estudio del expediente que se le turnó con motivo de las solicitudes del Gobierno y varios de los ayuntamientos del Estado de Tabasco para que esta H. Cámara de Diputados expida un decreto encareciendo la terminación de las obras del puerto de Frontera de dicha entidad federativa, ha encontrado que ya la misma Comisión de que hoy tenemos el honor de formar parte, sometió a la ilustrada consideración de esta Cámara en su XXVIII Legislatura, un importante informe sobre las obras de referencia y la urgencia de su terminación para llenar las imperiosas necesidades de todas las fuerzas productoras del Estado de Tabasco, informe que esta Comisión hace suyo en su parte expositiva.

"Pero habiendo adelantado mucho desde 1918 a la fecha los arreglos preliminares llevados a cabo por el Ejecutivo de la Unión para obtener una pronta conclusión de las obras de referencia, ya que las condiciones generales y económicas del país lo permiten, la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas ha estudiado con todo interés y detenimiento las mencionadas obras y ha llegado a la conclusión de que éstas deberán llevarse a cabo por medio de la celebración, con una compañía de reconocida competencia y honorabilidad, de en contrato, o la renovación del de 30 de noviembre de 1911, con las modificaciones adecuadas.

"Para el efecto, no tardará en firmarse el respectivo contrato, que comprenderá de toda preferencia estipulaciones para la apertura inmediata de un canal provisional y su mantenimiento hasta que las obras definitivas de mejoramiento del puerto, que se contratarán a la vez, lo hagan innecesario.

"Los trabajos del canal provisional se emprenderán tan pronto como sea firmado el contrato, y su duración no pasará de seis a ocho meses, después de los cuales ya podrán entrar y salir del puerto de Frontera, embarcaciones de cinco metros de calado, suficientes para el actual tráfico de exportación e importación en toda la región.

Al terminarse las obras definitivas, en un período máximo de seis años, se contará en Frontera con un magnífico puerto, acondicionado para

embarcaciones hasta de seis metros de calado, que se calcula suficiente para los próximos diez años después de su terminación, y que podrá ser ampliado a medida que las necesidades del tráfico y los adelantos de la arquitectura naval lo vayan exigiendo.

"Para el desarrollo, tanto de las obras del canal provisional, como de las definitivas, habrá que incluir en el Presupuesto de Egresos del próximo año, las partidas necesarias para dichas obras, que alcanzarán un costo no mayor de un millón de pesos y que en su oportunidad serán solicitadas por el Ejecutivo, y en los sucesivos años, las que sean necesarias para las obras definitivas, que en conjunto no excederán de $8.000,000.00.

"Por todo lo expuesto anteriormente, nos permitimos someter a vuestra soberanía el siguiente proyecto de decreto:

"Único. Se autoriza al Ejecutivo de la Unión para que firme contrato con la compañía que mejores proposiciones haga, a efecto de llevar a cabo los trabajos de mejoramiento del puerto del Frontera, Tabasco.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., a 14 de noviembre de 1921. - Gustavo P. Serrano. - Guillermo Rodríguez. - A. Arroyo Ch." - Primera lectura.

En votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Dispensada. Queda a discusión el primer día hábil.

El C. Serrano Gustavo P.: El presidente de la Comisión que rindió el dictamen que se ha leído a esta honorable Cámara, ruega atentamente a la Asamblea declare de urgente resolución el asunto, que interesa no solamente al Estado de Tabasco, sino a los Estados de Campeche y Chiapas. El hecho de que la Cámara apruebe este decreto, significará que las obras empezarán en breves días, pues todo está listo para las obras de mejoramiento de aquel puerto tan importante para esa zona. Debo agregar que, si bien la erogación que se va a hacer en el puerto de Frontera, parece a primera vista cuantiosa, no lo es, desde el momento en que si se va a invertir un millón de pesos en dichas obras durante el año próximo, se sabe perfectamente bien, y lo saben los señores diputados de aquella región, que solamente por concepto de exportación del plátano por el dicho puerto de Frontera se puede recaudar alrededor de medio millón de pesos al año; esto sin contar con los derechos de exportación que pudieran causarse por concepto de exportación de varios otros productos de aquella rica región.

El C. secretario Salazar: En vista de lo expuesto por el ciudadano diputado Serrano, presidente de la Comisión que dictaminó el asunto, la Secretaría se permite preguntar si el asunto se declara de urgente y obvia resolución.

Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo, en el concepto de que se necesitan las dos terceras partes de los presentes. No se declara de obvia y urgente resolución. (Voces: ¡Sí! ¡Sí!)

El C. Aguirre Colorado Ernesto: Pido la palabra para una aclaración, señor presidente.

- El mismo C. secretario: En vista de que ya se pusieron en pie muchos ciudadanos diputados, sí se declara de obvia y urgente resolución. Está a discusión. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) No habiendo oradores inscriptos en pro ni en contra, se va a proceder a recoger la votación. Por la afirmativa.

El C. secretario Aillaud: Por la negativa. (Comienza a recogerse la votación.)

El C. Manrique, interrumpiendo: Señor presidente: Si cabe todavía, reglamentariamente, yo me permitiría interpelar al ciudadano Gustavo P. Serrano, firmante del dictamen. Si lo permite la Presidencia.

El C. Aguirre Colorado: Para moción de orden, señor presidente. Entiendo que el señor Manrique, que aboga siempre por el orden en esta Asamblea, es el primero que mete el desorden. Estamos ya en votación, y la Presidencia puso el dictamen a discusión en su oportunidad. No hubo quien se inscribiera, y como ya se ha iniciado la votación, no puede interrumpirse.

El C. presidente: La Presidencia informa a su señoría que el diputado Manrique, para hacer su solicitud, dijo que si sabía; como no está dentro del Reglamento, va a continuar la votación.

El C. Manrique: No insisto.

(Continúa recogiéndose la votación.)

El C. secretario Salazar: Votaron por la afirmativa 115 ciudadanos diputados.

El C. secretario Aillaud: Votaron por la negativa 19 ciudadanos diputados.

El C. secretario Salazar: En consecuencia, ha sido aprobado.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"Con fundamento en el artículo 122 del Reglamento, propongo que se adicione el decreto que acaba de ser aprobado, con el siguiente artículo:

"2o. El Ejecutivo someterá a la ratificación del Congreso el contrato que haya celebrado."

"Pido dispensa de trámites.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados. - México, noviembre 15 de 1921. - R. Casas Alatriste."

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Casas Alatriste.

El C. Casas Alatriste: Honorable Asamblea: Hace pocos minutos el compañero muy estimable para mí, Aguirre Colorado, me hacía un amistoso extrañamiento por mi voto en contra del proyecto de ley que acabáis de aprobar; en consecuencia, tengo que justificar ese voto negativo. Ese voto no implicaba, en manera alguna -que diría el compañero Espinosa -, que me opusiera a que se llevaran a cabo las obras del puerto de Frontera, que tanto interesan al compañero Aguirre Colorado y a todos los habitantes del Sureste de la República. Por lo que yo me oponía es porque, en acatamiento de una ley fiscal, que tengo entendido es la de Organización de la Tesorería de la Nación, de 23 de mayo de 1910 -sin que, por supuesto, en estos momentos pudiera asegurároslo-, todos los contratos que celebre el Gobierno para obras que importen una cantidad de consideración, deben ser ratificados por el Congreso. La proposición que acabáis de aprobar dice:

"Único. Se autoriza al Ejecutivo de la Unión para que firme contrato con la compañía que

mejores proposiciones haga, a efecto de llevar a cabo los trabajos de mejoramiento del puerto de Frontera, Tabasco."

Esta ley no obliga al Ejecutivo a presentar a la ratificación del Congreso el contrato que haga y deja enteramente a juicio del Ejecutivo el calificar cuáles son las mejores o peores condiciones que hayan presentado las compañías. Yo consideraba, pues, que en ese decreto faltaba la obligación de imponer al Ejecutivo ratificar ese contrato por el Congreso de la Unión. A eso tiende la proposición que con fundamento en el artículo 122 del Reglamento someto en esta ocasión a la consideración de ustedes. Como quiera que el decreto en cuestión fue declarado de urgente y obvia resolución, pido que esta adición que hoy someto a vuestra opinión sufra los mismos trámites; en consecuencia, solicito de la Asamblea que rápidamente declare este asunto de urgente y obvia resolución y vote de conformidad la modificación que propongo.

El C. Borrego: Para una interpelación.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Borrego para una interpelación.

El C. Borrego: Ruego al compañero Casas Alatriste se sirva decirme si hay alguna disposición legal que obligue al presidente de la República a someter esta clase de asuntos a la ratificación del Congreso.

El C. Casas Alatriste: Ya he dicho, compañero Borrego, que la rapidez con que se presentó este asunto a la consideración de la Asamblea me impidió recabar exactamente la fecha de la ley; pero puedo asegurar al compañero Borrego que existe una ley de orden hacendario que obliga a esto, y de hecho la práctica constante es que esos contratos hayan sido ratificados por el Congreso. Si probablemente el ciudadano Borrego ha visto que últimamente no ha sucedido tal cosa, eso se debe a que desgraciadamente desde la revolución el Ejecutivo ha seguido usando de facultades extraordinarias en el Ramo de Hacienda...

El C. Manero, interrumpiendo: ¡En todos los ramos!

El C. Casas Alatriste, continuando: En todos los ramos, y, en consecuencia, el Ejecutivo ha estado aprobando estas cosas. Y puedo citarle al compañero Borrego que hace pocos días he visto en el "Diario Oficial" un decreto del Ejecutivo de la Unión, en uso de las facultades extraordinarias en Hacienda, ratificando un contrato de navegación celebrado por la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas con los señores Huereña Hermanos, de Mazatlán. La práctica constante, compañeros Borrego, y la existencia -que le protesto existe - de una ley fiscal cuya fecha o título en estos momentos no podría citarle, ya establece de una manera clara que el Congreso de la Unión debe ratificar todos los contratos en que se versen cantidades importantes del Erario Nacional. Creo que con eso estará satisfecho el compañero Borrego y que también estará de acuerdo conmigo en que estos términos amplísimos en que se faculta al Ejecutivo para celebrar un contrato no deben quedar aquí, sino que debe sujetarse al mismo Ejecutivo a la obligación de presentar el contrato que tenga ya propalado a la aprobación del Congreso de la Unión, como genuino representantes del pueblo...

El C. Borrego: Señor presidente....

El C. secretario Salazar: En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites.

El C. Borrego: Pido la palabra para aclarar el punto de la interpelación que hice.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Borrego.

El C. Borrego: Desde luego aplaudo la idea del compañero Casas Alatriste por su carácter moral y legalista, pero me hago esta observación: Si existe una ley que obliga al Ejecutivo a someter a esta Cámara la aprobación de contratos de esta naturaleza, es perfectamente inútil que esta Cámara diga que debe someter a su consideración los contratos que celebre, puesto que está obligado conforme a una ley. Si no existe esa ley, pues entonces la cuestión quedaría reducida a esto: si tiene facultades la Cámara para obligarlo a que lo someta a su consideración. Yo por eso me permito insistir con el compañero para que se cerciore primero de si existe esa disposición, y si existe pues que retire la proposición, porque sobra, desde el momento en que existe una ley, que hay un imperativo que le ordena someta a la consideración de esta Cámara esa clase de asuntos.

El C. Manero: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: La había pedido con anticipación el ciudadano Aguirre Colorado. Tiene la palabra del ciudadano diputado Aguirre Colorado.

El C. Aguirre Colorado Ernesto: Yo quería solamente, señores hacer una pequeñísima aclaración. En la facultad de legislar sobre egresos la Cámara de Diputados es la única que tiene esa facultad; si, pues, en esta ocasión ha sido ya aprobado un decreto que pasa al Ejecutivo para que surta sus efectos, porque se trata de una erogación nacional en beneficio de una región del país, ¿cómo puede el Congreso de la Unión ratificar lo que le ha facultado una sola de las Cámaras? Yo pregunto al señor Casas Alatriste.

El C. secretario Aillaud: Por disposición de la Presidencia se va a dar lectura al artículo 123 del Reglamento:

"Artículo 123. Leída por primera vez una adición y oídos los fundamentos que quiera exponer su autor, se preguntará inmediatamente si se admite o no a discusión. Admitida, se pasará a la comisión respectiva; en caso contrario, se tendrá por desechada."

El C. secretario Salazar: En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Sí se dispensan. Está a discusión.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Casas Alatriste.

El C. Casas Alatriste: Honorable Asamblea: Doy por hecho que la interpelación del compañero Aguirre Colorado signifique un ataque a la adición que he sometido a vuestra consideración. El compañero Aguirre Colorado dice que habiéndose dado el trámite de que esta proposición pase al Ejecutivo para los efectos constitucionales, no procede que el Congreso de la Unión ratifique el contrato. Desde luego quiero hacer esta aclaración a la honorable Asamblea, y pido que esta misma Asamblea pare mientes en ello: El decreto a que se alude no

es la votación de una partida del Presupuesto de Egresos, que es para lo que tiene facultades la Cámara. Es una autorización al Ejecutivo para que celebre un contrato, y esa autorización, este decreto tendrá que pasar al Senado para su ratificación; de otra manera sería ilegal, sería objetado por el Ejecutivo y el compañero Aguirre Colorado, lejos de obtener lo que con justicia pide, de violentar este asunto en beneficio de su Estado, lo único que logrará será entorpecerlo. Esta proposición deberá, pues, pasar al Senado para que se expida el decreto con todas las formalidades de la ley porque, repito, no es una partida del Presupuesto de Egresos lo que se vota aquí: es la autorización al Ejecutivo para que celebre un contrato. Ahora insisto, ciudadanos diputados, en que es preciso que dados los términos amplísimos en que está redactado este acuerdo, dado que no se fijan más requisitos para la celebración del contrato, sino que el Ejecutivo lo dé a la compañía que a juicio del mismo Ejecutivo, naturalmente, presente mejores proposiciones -y por supuesto sin que esto signifique ni con mucho la idea de que el Ejecutivo pudiera tener preferencia ilícitas para una compañía o para otra -, yo sí insisto en que establezcamos ya el precedente de que debemos hacer uso de las prerrogativas que nos dan las leyes.

El compañero Borrego también objeta que existiendo una ley fiscal que previene que los contratos en que se versen mayores cantidades de dinero deben ser ratificados siempre por la Cámara, podría tener razón si no cupiera también la posibilidad de que precisamente este proyecto de decreto se tomara ya como la ratificación del contrato. Aquí se han invertido los procedimientos; el procedimiento que ordinariamente se sigue para celebrar un contrato de esta naturaleza es el siguiente: El Ejecutivo, de acuerdo con el artículo 134 constitucional, pone a subasta la celebración de una obra; firma en contrato con el que mejores proposiciones presente y lo manda al Congreso a ratificarlo una vez que lo hizo. Aquí, señores, hemos invertido completamente estos procedimientos, compañero Borrego. Aquí damos desde luego autorización al Ejecutivo para celebrar un contrato; el Ejecutivo, en uso de la autorización, o con fundamento en este decreto, hace el contrato, y el contrato debe tenerse ya por perfeccionado sin necesidad de que vuelva a la Cámara para su ratificación, porque se entenderá que en este caso especial este decreto de la Cámara revoca o modifica la Ley general de 23 de mayo de 1910, que establece que los contratos sean ratificados por el Congreso. Por eso, señores diputados, insisto en que , puesto que tenéis el propósito firme de reivindicar lo que las leyes otorgan al Poder Legislativo, votéis de acuerdo con esta proposición, en el concepto de que esto no hará sino darle mayor fuerza, mayor legalidad al contrato y que, es consecuencia, se encuentren con mayor facilidad compañías extranjeras que quieran invertir su dinero en esta forma. Si nosotros dejamos algún resquicio, compañero Aguirre Colorado, a las compañías que vayan a hacer estas obras que pudiera tildarse después este contrato de ilegal, las compañías esas probablemente exigirían mayores cantidades por el riesgo que corren de que en posibles futuras administraciones sea desconocido este contrato por tachársele de ilegal. Yo creo que, en consecuencia, es preferible para los intereses del pueblo de Tabasco que se sujete este contrato a todos los procedimientos y secuelas legales, de tal manera que su legalidad no pueda ser controvertida en ningún caso. Considero, honorable Asamblea, que todos los miembros que la componen estarán compenetrados de la justicia y conveniencia de la adición que he propuesto y que, en consecuencia, la votaran en definitiva.

El C. Manrique: Pido la palabra para una observación al orador.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Manrique: Creo, señores, que el sentir dominante de la Cámara es favorable en tesis general a la proposición del ciudadano diputado Casas Alatriste; sin embargo, el compañero Casas Alatriste revela que no pudo preparar su tesis, no pudo documentarse. Por más que creemos en su honorabilidad, no hemos de creer bajo su palabra de honor que existe una disposición que obligue al Ejecutivo a someter al Congreso de la Unión para su revisión todos los contratos por él celebrados. Si el compañero Casas Alatriste no cita la proposición concreta y no nos demuestra -este es un segundo capítulo - que esta ley, que esta disposición están aún vigentes, no podremos conscientemente aprobar la proposición por él presentada, por mucho que nuestras simpatías estén con sus ideas. Revisando a toda prisa el artículo constitucional que enumera las facultades del Congreso de la Unión y las exclusivas de la Cámara de Diputados y del Senado, no encontramos precepto constitucional alguno que pueda fundar expresamente, que pueda dar carácter, fundamento constitucional a esta proposición del compañero Casas Alatriste. En consecuencia, yo me permito sugerirle, para el mejor éxito de su deseo, que presente moción suspensiva - que será seguramente aprobada por todos nosotros - para documentarse mejor, señalarnos el texto concreto, y si éste está aún en vigor, usarlo en defensa de su argumentación, de su proposición. De otra manera no podríamos en este momento votar favorablemente la proposición de Casas Alatriste, por no haber en esta nuestra Constitución facultad alguna que nos permita aprobar lo indicado por Casas Alatriste. Me remito al artículo 72 constitucional.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el diputado Gandarilla.

El C. Gandarilla: Honorable Asamblea: Desde el momento en que el compañero Casas Alatriste vino a presentar esta proposición me inscribí en pro, porque ella viene a salvar los escrúpulos de muchos ciudadanos representantes sobre la determinación que se había tomado anteriormente. Desde luego la proposición, que establece que sea esta Cámara la que dé su ratificación al contrato que celebre el Ejecutivo, no puede ser más pertinente si tenemos en cuenta los razonamientos del compañero Casas Alatriste; o, en último caso, sería pertinente, si la Cámara no acepta la proposición de Casas Alatriste, la moción suspensiva de Manrique. Voy a demostrar en dos palabras por qué y voy a decir a todo el pueblo de la República que ¡ya es tiempo de que se dé cuenta de cómo obra el Ejecutivo, cogiéndose a las facultades

extraordinarias como una ostra a su concha! Y aquí está la prueba en mis manos: Cuando la Cámara de Diputados, señores representantes, mandó al Ejecutivo un proyecto por el que le retiraba las facultades extraordinarias en Egresos, el Ejecutivo lo regresó objetado con fecha 29 - oídlo bien -, 29 del mes pasado, según puede certificar la Secretaría, que tiene la comunicación oficial firmada por el presidente de la República; y en esta comunicación, señores diputados, el presidente de la República hace una promesa a la Cámara, pero qué digo, no a la Cámara, sino al pueblo, diciendo que no hará uso ya de las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda. Muchos diputados, ante la declaración del señor presidente, creímos que obraba de una manera recta y sincera y muchos de nosotros creímos que se encauzaban por buen camino todas las disposiciones del Ejecutivo para gastar los dineros del pueblo. Pero, señores diputados, casualmente al venir a discutir esta proposición, un compañero me facilitó uno de los diarios de la mañana, un diario que puede considerarse como el mejor informado en los asuntos gubernamentales; me refiero a "El Demócrata", y "El Demócrata", señores, trae, allá en una de sus planas como perdido entre las noticias sensacionales del día, algo verdaderamente sensacional y que es lo siguiente: El Ejecutivo de la Unión, respaldado por la firma del secretario de Hacienda, don Adolfo de la Huerta, publicó un decreto que tiene fecha 31 de octubre, es decir, uno o dos días después de que el Ejecutivo mandó a la Cámara objetando el proyecto en que se le quitaban las facultades extraordinarias en Egresos, y en esta ley que acaba de publicar el Ejecutivo respaldado por el secretario de Hacienda, hay algo verdaderamente monstruoso por lo que ve a las facultades extraordinarias. Voy a demostrarlo. Dice:

"El ciudadano presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, se ha servido dirigirme el siguiente decreto:

"ALVARO OBREGÓN, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, a sus habitantes, sabed:

"Que en uso de las facultades extraordinarias de que se halla investido el Ejecutivo de la Unión en el ramo de Hacienda, he tenido a bien expedir el siguiente decreto:

"Artículo 1o. Se amplían en las cantidades que a continuación se expresan, las partidas números 5,427, 5,428, 5,433, 5,440 bis, 5,441, 5,469 y 5,476, del Ramo Sexto del Presupuesto de Egresos vigente."

Y trae entre esas cantidades una sobre la cual yo pido respetuosamente que se fije la atención de extraordinarios e imprevistos, $1.500,000.00.-.... $1.000,000.00."

Partida que ya tenía una asignación de un millón y medio de pesos para este año... (Voces: ¿Qué ramo?) Hacienda, partida 6442; ¡para gastos extraordinarios imprevistos (?) había una partida de un millón y medio de pesos! dice: Se amplía para gastos imprevistos, es decir, para gastos de lo que falta en el año, en un millón de pesos más. ¡Pero todavía es nada, señores representantes! Dice el Ejecutivo, así como así -porque tengo facultades en Hacienda -, voy a cogerlo y dice:

"Partida 5428. Para gastos de correspondencia postal, telefónica, telegráfica y cablegráfica de la Secretaría y sus dependencias que no dispusieran de partidas para esos objetos $20,000.00.-.....$1.000,000.00."

Había presupuestada la suma de veinte mil peso, esa era la asignación actual. "Pues bien, yo destino un millón de pesos para gastos de telegramas, Correo, total dos millones de pesos, y otro millón de pesos más para distintos gastos". ¿y qué resulta?... Que después de que el Ejecutivo nos dice: "Honorables señores representantes -porque así lo dijo el ministro De la Huerta -, yo prometo a ustedes que no haré uso de las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda mientras la Cámara no dé sus presupuestos"... Cómo, ¿después de mandarnos esa comunicación, puede defenderse la Secretaría de Hacienda sosteniendo que este decreto tiene fecha muy anterior, puesto que este decreto tiene fecha posterior del escrito del ciudadano presidente de la República?...... Así pues, señores, si el presidente de la República nos viene a decir una cosa y hace otra muy distinta; si el presidente de la República se acerca a las redacciones de los periódicos y dice: los funcionarios deben tener en cuenta las responsabilidades morales, él no tiene escrúpulos ningunos para aprobar estos gastos injustificados, gastos imprevistos, etcétera, de millones, y millones ¿qué confianza puede tener el pueblo de la República en la sinceridad de los procedimientos de los hombres del Gobierno? Y yo, señores, por eso desde el primer momento en que Casas Alatriste vino a presentar esta proposición, estuve con él y yo invito a todos los hombres de esta Cámara que se hayan trazado un camino recto en su vida política, en su actuación parlamentaria, y en su vida toda, que aprueben esta proposición, o cuando menos la de Manrique. ¡Basta ya de que el Ejecutivo nos mienta a nosotros -porque esa es la palabra - y al mentirnos mienta al pueblo de la República. (Aplausos.)

El C. Serrano: Honorable Asamblea: Debo explicar antes que nada, por qué la Comisión solicitó que este asunto se declarara de urgente y obvia resolución Para nadie es desconocida la aflictiva situación por que atraviesa el Sureste de la República, no tan sólo por las recientes inundaciones sufridas, sino porque está prácticamente cerrado el comercio desde hace varios años. La Comisión, desde el año pasado, es decir, desde los primeros meses de esta Legislatura, recibió el dictamen que hasta hoy tiene el honor de presentar a la consideración de esta honorable Asamblea. Si no lo dictaminó con anticipación, fue por haberse encontrado en condiciones absolutamente imposibles para hacerlo. En efecto, y esta es la parte en la que yo quiero que la asamblea fije su atención: en 30 de noviembre de 1912, la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas celebró un contrato con la Norte American Draging Company of Texas, para las obras de Frontera, tendentes a salvar la barra por medio de un canal lateral proyectado para el dragado de la misma zona Las obras se comenzaron un poco después, en el mes de mayo, cuando fue aprobado por el Congreso de la Unión el

contrato respectivo con la North American Draging Company, según ley de enero de 1912. Ahora bien; por virtud de la situación por que ha atravesado el país en 1914 la Compañía se vio obligada a suspender las obras, ya que no se le pagaban las cantidades a que estaba obligado el Gobierno. En 1917, los habitantes del Estado de Tabasco y las autoridades respectivas, solicitaron la terminación de esas obras ya comenzadas e hicieron ver que mientras más tiempo pasara, más costosa sería su ejecución. Entonces la Comisión quiso resolver tan pronto como fuera posible este asunto y se acercó a recabar los datos necesarios del entonces ciudadano secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, señor ingeniero don Pascual Ortiz Rubio, así como de la dirección de obras de quien depende la ejecución de estos trabajos. Se llegó a la conclusión de que no se podría verificar ningún nuevo contrato si no se rescindía el que está vigente con la North American Draging Company. Por tal motivo, estando en negociaciones la Secretaría de Comunicaciones para la rescisión de ese contrato, la Comisión creyó oportuno esperar un tiempo razonable para que se rescindiera ese contrato y entonces dictaminar en consecuencia. Actualmente la Secretaría de Comunicaciones está en arreglos con la misma Compañía, cuyo contrato está vigente y el cual no se puede rescindir, para que se terminen las obras, y de las proposiciones recibidas hasta la fecha, resulta que las más aceptables son las que la misma Compañía que tiene el contrato ofrece. Ahora bien; si la Secretaría de Comunicaciones se empeñara en obtener la rescisión del contrato, entonces tendría que indemnizar a la Compañía por daños y perjuicios, en más de dos millones de pesos, que es una de las cosas que la Secretaría trata cuerdamente de evitar, y la Comisión, por su parte, hace lo posible por colaborar con esta labor honrada de la Secretaría. El contrato es posible que se llegue a firmar con la misma Compañía, mediante pequeñas alteraciones que son de justicia, supuesto que las condiciones han cambiado de entonces acá por causas enteramente ajenas a la Compañía, y que en todo caso pudieran más bien atribuirse a la situación del país. Esta es una de las aclaraciones que quería hacer. Ahora, la Comisión no tiene empeño en que este contrato que celebre el Ejecutivo se presente para su ratificación a esta Cámara; no va, por lo tanto, a defender ni a atacar esta proposición; deja al buen juicio de la Asamblea su resolución, aun cuando en lo particular cada uno de los miembros de la Comisión tiene ya formado su criterio sobre este asunto. Como quiera que sea, este decreto tendrá que pasar al Senado para su ratificación. Lo que pasa, señores, y hay que decirlo claro, es que este asunto se aprovecha por alguno y quizá por algunos diputados, para atacar al Ejecutivo; es ya manifiesta la impaciencia que existe entre muchos compañeros por lanzarse a la oposición abierta contra el Ejecutivo, y se quiere aprovechar este asunto para comenzar a lanzar ataques directos al Ejecutivo. Muy bien que se le ataque; yo no seré el que me venga a constituir en defensor del Ejecutivo, pero sí no creo que sea la oportunidad para que se le venga a atacar con el objeto de querer hacer fracasar o posponer una obra que es absolutamente indispensable parea el progreso del Sureste de la República, que es una de las regiones, como todos sabemos, una cuando no la conozcamos de visu, una de las regiones que deben ser más prósperas, pero que son actualmente las más pobres del país; sin embargo, el puerto de Frontera, Tabasco, está reducido a la inacción. Ninguno de los miembros de la Comisión pertenece a los Estados del Sureste; por consiguiente, no pueden tener un interés de carácter particular o de carácter político, para ganarse la buena voluntad de los ciudadanos votantes de aquellos Estados, como sucede muchas veces con ciertas iniciativas que se traen aquí a la Cámara. De paso se dice que el Ejecutivo hace uso de facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda, en el ramo de esto y de lo otro, y se cita el caso de que se amplía la partida de telegramas como otras muchas.

Yo pudiera perfectamente bien explicarme por qué la partida de telegramas se amplía; es muy sencillo: antiguamente los telegramas simplemente pasaban con pase y no se cargaban a ninguna Secretaría; actualmente, por cuestión de orden, por cuestión de moralización, cada Secretaría tiene que presentar su presupuesto de correspondencia, telegramas, etcétera, para que se sepa cuánto es lo que gasta cada Secretaría en estas partidas. ¿Qué importa que las Secretarías de Estado gasten un millón de pesos, o lo que fuere, en telegramas, si simplemente van a pasar del debe al haber de la misma nación? Es cuestión de orden nada más. Como esto, puede haber algunos otros cargos, señores; pero, como digo, yo no vengo aquí a defender al Ejecutivo, sino simplemente a hacer notar que es muy grande la impaciencia y el deseo de atacar al Ejecutivo y que se quiso aprovechar esta circunstancia para hacer fracasar este proyecto; por eso cito como un ejemplo, este caso de los telegramas. Que venga la oposición; lo único que quiero es que sea franca, abierta y honrada, y que cuando se lance un cargo se traigan las pruebas en la mano.....

El C. Gandarilla, interrumpiendo: Como yo las he traído.

- El C. Serrano, continuando:..... de otra manera esta oposición simplemente hará que nos pongamos en ridículo. Por último, debo agregar que este expediente está en la Cámara desde el año de 917 y que por nuestra parte la Comisión quiso que cuanto antes se dictaminara, encontrando que esta era la ocasión en que se podía dictaminar, no para quedar archivado el dictamen, sino para que se llevaran a cabo esas obras. Por eso ha venido la Comisión a sostenerlo. Ahora será un millón de pesos en Tabasco, en seguida será en Chihuahua, en Durango, compañero Gandarilla, en seguida será en toda la República, cuando haya dinero; alguno tiene que ser el primero, y es lógico que sea la primera aquella región que es la más rica, que es la más necesitada, y aquella región que es la que le puede producir entradas fabulosas a la nación desde luego. No es lo mismo que la nación invierta un millón de pesos en un campo que indirectamente va a favorecer a la nación y a producirle entradas, a que se invierta un millón de pesos en una obra como la de Frontera, en que sólo por el capítulo de exportación de plátano puede dejar a la nación más de medio millón de pesos al año, sin contar

con los otros productos de exportación que existen allí, y con ese dinero que van a producir las obras se puede continuar en seguida la terminación de ellas.

El C. Gandarilla: Señor presidente: Desde hace un momento me permití suplicar a usted que se sirviera preguntar al ciudadano Serrano sobre si me permite o no una interpelación.

El C. Serrano Gustavo P.: Todas las que usted guste, compañero; las he permitido siempre.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gandarilla.

El C. Gandarilla: Hace un momento, señor diputado Serrano, decía usted:

"Este asunto puede ser aprovechado, como otros muchos, por aquellos que desean lanzarse a la oposición, pero que no vienen a hacer oposición de una manera franca, de una manera honrada." Yo, señor, al oponerme a las gestiones del Ejecutivo en asuntos de Hacienda, he demostrado hasta la evidencia que siempre traigo las pruebas; de lo contrario no pronunciaría una sola palabra, señor Serrano. Ahora bien; quiero que usted tenga la bondad de decirnos cuál es la objeción seria, de peso, que usted tiene para oponerse a esa modificación. Lo único que los proponentes queremos es que la Cámara ratifique lo que ya la Cámara ha expresado que está anuente a que se lleve a cabo: no queremos que el Ejecutivo siga, como hasta ahora, haciendo y deshaciendo. ¿Cuál es la objeción de peso, la más seria? ¿Por qué la Comisión no quiere que la Cámara ratifique esa determinación o ese contrato del Ejecutivo? Es lo único que me permito preguntar a usted.

El C. Serrano: Con todo gusto, con permiso de la Presidencia, voy a contestar al compañero Gandarilla. El compañero Gandarilla probablemente se encontraría comentando algún asunto con alguno de los señores diputados cuando comencé a hablar, puesto que lo primero que dije fue que la Comisión no venía ni a defender ni a atacar la adición que se proponía al proyecto; que simplemente venía a hacer aclaraciones, que son las que he hecho para ilustrar a la Asamblea. Por otra parte, no dije que usted se lanzara a una oposición que no fuera honrada; dije que deseaba que toda oposición que se hiciera al Ejecutivo, fuera sana, fuera horada, y que cuando se lanzara un cargo, que se viniera a probar. Eso es todo.

El C. Gandarilla: Ya ve, pues, la honorable Cámara que la misma Comisión no ataca la proposición del compañero Casas Alatriste y que, de hecho, está de acuerdo con ella. (Voces: ¡A votar!)

El C. Serrano: ¿Me permite una aclaración, señor?

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Serrano.

El C. Serrano: La Comisión yo no he dicho que esté de acuerdo con esa proposición; dije que individualmente cada uno de sus miembros ya tenía sentado su criterio sobre el particular para votar; de manera que no dije que no lo aprobaba; dije que no lo atacaba por esto: porque no esperaba yo la objeción y no venía preparado para decir con qué ley, con qué fundamento se exigía eso. Si mañana se me demuestra que es obligación del Ejecutivo, conforme a un precepto constitucional, que todos los contratos que celebre, deban ser ratificados por el Congreso, votaría en contra, por la sencilla razón de que sale sobrando. Si es un precepto constitucional, tendrá que mandar su contrato para que se ratifique; si no existe ese precepto constitucional, también votaría en contra, porque entonces vamos a exigir una cosa que no es constitucional.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Arroyo Ch. para una aclaración.

El C. Arroyo Ch.: Honorable Asamblea: Yo creo que, haciendo una pequeña historia de todo lo que se ha tramitado hasta hoy para llegar a la realización de esos trabajos que proponemos nosotros haga el Ejecutivo, podrá quedar conforme el compañero Gandarilla, así como otros ciudadanos diputados que se empeñan en poner esta adición.

Yo, como miembro de la Comisión, a tiempo tuve -como lo puede justificar el ciudadano Serrano - la idea de que pusiésemos nosotros una adición a este decreto, diciendo que el Ejecutivo de la Unión trajera para su aprobación en el seno de esta Asamblea los contratos, y lo único que deseamos nosotros es que cuanto antes se prosigan los trabajos ya iniciados. Desde 1912, desde 1910 se han empezado a hacer las gestiones para llevar a cabo esos trabajos; entonces, en la época del general Díaz, la Secretaría de Comunicaciones compró en cuarenta mil pesos el proyecto para estos trabajos. El 30 de noviembre de 1911 celebró un contrato con esa compañía para que iniciara los trabajos, y en mayo de 1912 ese contrato fue ratificado por la Cámara, contrato que no se pudo cumplir por culpa del Gobierno de la Federación, que no tuvo dinero para seguirle dando a la compañía, como se había comprometido. Ahora, la verdad de los hechos es esta: que si el Gobierno da esos trabajos a otra compañía que no sea la misma compañía que es la que está en estos momentos tratando con la Secretaría de Comunicaciones, esta compañía exigirá por indemnización, algunos millones de pesos, que vendrán a caer pesadamente sobre el pueblo mexicano. Es por esto que facultamos al Ejecutivo para que él, con la misma compañía -como ya lo está haciendo - celebre los contratos. De esta manera podrá economizar mucho dinero, en contra de lo que sucedería si fuera a firmar contrato con otra compañía. El ciudadano Gandarilla y todos los demás ciudadanos diputados saben que yo fui uno de los primeros que se opusieron a que el Ejecutivo gozara de facultades extraordinarias, y ni por un momento la firma de nosotros en este dictamen pudo ser un acto de servilismo al Ejecutivo; por el contrario, queremos nosotros expeditar de esta manera la realización de esos trabajos que, además, señores, traerán, como hemos dicho ya en repetidas ocasiones, el compañero Rodríguez, otro firmante del dictamen, y el que habla, trabajo para muchos ciudadanos de la República que no lo tienen y lo pueden encontrar en esas obras, que facultando al Ejecutivo para que las contrate se proseguirán desde luego.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Moisés Huerta.

El C. Huerta: Señores representantes: De todos vosotros es ampliamente conocida mi norma legalista; por eso es que en esta ocasión hablo en contra de la adición que propone el ciudadano

diputado Casas Alatriste, en virtud de estar fundado en ley constitucional. El artículo 73 de la Constitución Política vigente expresa de una manera clara, categórica e indubitable, cuáles son las facultades de la Cámara, y como quiera que en esas facultades no está exigir del Ejecutivo la ratificación de un contrato como el de la naturaleza del que he hablado, resulta que la adición del diputado Casas Alatriste no es otra que una exigencia más clara, una desconfianza contra el mismo Ejecutivo. La fracción VII del artículo 73 establece la obligación, respecto de la Cámara, para fijar las bases cuando se trate de celebrar empréstitos y la facultad de aprobar esos empréstitos, para reconocerlos y mandar pagar la deuda nacional, y en la parte final del mismo artículo 73 se dice que serán facultades de la Cámara las demás que le confiere expresamente la propia Constitución. Como la propia Constitución no confiere esa facultad, resulta que la petición del señor Casas Alatriste, que hacen suya algunos señores representantes, es enteramente infundada. Es por esto que pido a la Asamblea que dé un voto negativo a esa adición, por ser anticonstitucional.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Avilés Uriel.

El C. Avilés Uriel: Señores diputados: Por ninguna circunstancia voy a estar de acuerdo con la exposición hecha aquí por el ciudadano Arroyo Ch., lo mismo que por el ciudadano jurisconsulto Moisés Huerta. El ciudadano Arroyo Ch. nos ha venido a decir aquí que ya de antemano existe un contrato y que como consecuencia el Ejecutivo sólo espera la sanción de este proyecto de ley, que esta Comisión, de la que él es miembro, presenta, para que se proceda a hacer esas obras, y que de no ser la misma compañía que tiene ese contrato la que ejecute esas obras, tendrá que haber en contra de los dineros de la nación alrededor de dos millones de pérdida. Yo no me explico, ciudadanos diputados, el criterio de esta Comisión que dictaminó en este caso. Si realmente existe ya ese contrato, ¿qué tiene que ver la proposición que presentan aquí estos señores? No tiene nada que ver absolutamente este proyecto de ley; si ya de antemano el Ejecutivo tiene un contrato con esa compañía, pues no queda otra cosa sino que el Ejecutivo, de su propio yo, sea el que inicie, el que procure que se hagan esas obras que ya de antemano existen. Es capcioso, ciudadanos diputados, el proyecto que nos presenta aquí la Comisión y es más capciosa todavía la defensa que viene a hacer el ciudadano Arroyo Ch. Yo suplico a esta Asamblea que se fije cómo está redactado este proyecto de ley. Dice así:

"Único. Se autoriza al Ejecutivo de la Unión para que firme contrato con la compañía que mejores proposiciones haga..."

Fíjense ustedes: "con la compañía que mejores proposiciones haga". Y luego uno de los firmantes de este proyecto de ley nos viene a decir aquí que estas obras en el puerto de Frontera no puede hacerlas otra compañía, si no es con la que de antemano se ha hecho ya un contrato.

El C. Serrano, interrumpiendo: Una aclaración.

El C. Avilés, continuando: Luego quiere decir que sale sobrando este proyecto de ley. Yo no me explico cómo la Comisión nos quiere dar en este caso gato por liebre. Si ya existe ese contrato, ciudadanos diputados firmantes de este proyecto de ley, no tiene caso que sus señorías nos vengan a hacer perder el tiempo con él; este es un trabajo único y exclusivo del Ejecutivo, y en tal caso lo único que podía hacer esta Representación Nacional, era hacer una excitativa para que se llevaran adelante y se cumpliera con ese contrato que dicen de antemano existe ya con esa compañía y que de no ejecutar esa compañía esos trabajos en el puerto de Frontera, traería como consecuencia la pérdida de dos millones de pesos. He aquí refutados los argumentos de la honorable Comisión. Ahora me voy a permitir refutar los argumentos del señor licenciado don Moisés Huerta. El viene y nos habla aquí con el léxico enteramente jurídico o del hombre jurisconsulto, y yo no estoy de acuerdo con esa tesis que él ha venido a asentar, que dice que sólo que expresamente esté escrito en la Constitución, en las facultades que debe tener la Cámara para esta y para esta otra cosa, y yo le voy aprobar al ciudadano Huerta cómo sí estamos autorizados por la Constitución para todos estos casos, y para esto me voy a permitir hacer una interpelación al ciudadano Huerta para que me diga para qué estamos aquí, si no es para legislar.

El C. Huerta Moisés: Pido la palabra para contestar.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Huerta Moisés.

El C. Huerta: Nuestra misión es, efectivamente, legislar, pero dentro de los postulados constitucionales; en todo aquello que no estemos autorizados expresamente, no obramos dentro de la ley.

El C. Avilés: Se trata de una ley, ciudadano Huerta; se trata de expedir una ley, un decreto para el cual estamos perfectamente bien autorizados por la Constitución para expedirla, para incluir allí toda clase de modalidades, todas las modalidades que nosotros queramos poner en este asunto, estamos nosotros autorizados para ello. ¿Cómo no vamos a estar autorizados para incluir en este proyecto de ley otro artículo que diga: "El Ejecutivo de la Unión dará cuenta al Congreso del uso que haga de esta ley"? ¿Cómo no vamos a estar autorizados, ciudadano Huerta, si esa es la misión que precisamente tenemos los legisladores? Y como consecuencia lógica, claro que se desprende que sí tenemos la facultad, la verdadera facultad de poder poner aquí en esta ley ese otro artículo que tanto escuece a sus señorías. Yo por ninguna circunstancia me opongo a que se hagan esas obras en el puerto de Frontera, nada hay más lejos de mí; pero sí pido que las cosas se hagan como Dios manda. Si ya hubo una ley antes, si ya se hizo un contrato con una compañía, a esta Representación Nacional no le queda otro recurso sino el de excitar al Ejecutivo para que éste cumpla con ese contrato; pero no que se nos presente aquí un proyecto, es decir, que no se nos diga que se darán los trabajos al que preste mayores garantías, al mejor postor, y luego venga uno de los miembros de la Comisión y nos diga: "No, si ya de antemano está el contrato, y si esa misma compañía no hace estas obras, la nación pierde dos millones de pesos". Esto no es correcto, ciudadanos diputados; por eso es muy bueno no dejarse meter nada

de esto por sorpresa; hay que estudiarlo, hay que meditarlo y en esta vez...

El C. Huerta, interrumpiendo: ¡Ya está aprobado!

El C. Avilés, continuando: Pues ya que está aprobado, ciudadano Huerta, no hay ningún inconveniente en que sus señorías aprueben el otro artículo adicional, que se refiere a que el Ejecutivo dé cuenta del uso que haga de esta ley. ¿Cómo no vamos a estar facultados para hacer esto, ciudadano Huerta? Eso lo digo yo que no soy abogado, que no soy nada absolutamente, sino nada más un hombre de buena fe.

El C. Arroyo Ch.: Para una alusión, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Arroyo Ch.

El C. Arroyo Ch.: El ciudadano Avilés acaba de decir que lo dicho por mí es capcioso, y el ciudadano Avilés no se ha fijado para nada en las verdades que fui a asentar. Yo, como miembro de la Comisión, no me opongo a que se vote la adición; lo único que digo es que es de urgente necesidad la construcción de esas obras, al grado de que la Secretaría de Comunicaciones, a petición de todos los vecinos del Estado de Tabasco, está ya celebrando contratos. Si nosotros decimos que venga ese contrato aquí, nunca lo aprobaremos porque aquí no se hace nada; esa es la verdad. (Aplausos.)

El C. Gandarilla: Si en esto nos basamos, nunca se hará nada.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Martínez de Escobar Federico.

El C. Martínez de Escobar Federico. Honorables compañeros: Conozco un tanto el asunto que se está tratando. Es verdad que existe desde 1910 un contrato del Gobierno para que se llevaran a cabo las obras de Frontera; pero con motivo de la solución de continuidad que hubo en la paz, por la guerra, no se pudo seguir continuando este trabajo de la guerra de frontera. Hoy se presenta esto: La compañía que tenía un contrato antiguamente en 1910, desea que se reanude el contrato con ella; pero tengo conocimiento concreto de que vino una carta de recomendación de los Estados Unidos firmada por el señor Caturegli para que esta concesión se la dieran a otra compañía, lo que indudablemente traerá más gastos al gobierno general. Yo desearía, pues, que los legalistas acomodaran el asunto a la forma más conveniente; que se ratifique al ejecutivo que no se celebre el contrato con ninguna otra compañía que no sea la que ya tiene celebrado anteriormente el contrato.

El C. Gandarilla, interrumpiendo: ¡Es anticonstitucional! Artículo 134.

El C. Martínez de Escobar Federico, continuado: Dado que el Gobierno ya gastó una determinada cantidad de millones de pesos en esos trabajos, si se da el negocio a otra empresa, los gastos serán mucho mayores. He sido autorizado por uno de los principales terratenientes de Tabasco para que me acercara a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas a fin de que suplicara allí que cuanto antes se ratificara el mismo contrato hecho antiguamente con una compañía cuyo nombre no recuerdo, y que no se hiciera ese contrato con otra porque, repito, supe que había una recomendación llegada de los Estados Unidos firmada por el señor Caturegli para que en lugar de que se ratificara el contrato con la misma compañía que ya tiene hechos algunos trabajos, se dieran éstos a otra. Esto traerá más erogaciones de gastos a la nación. Yo suplico, pues, a los estimables compañeros, sobre todo a los legalistas, que vean en qué forma acomodan esto que yo expongo en el fondo.

El C. Moreno Jesús Z.: ¿Me permite usted una interpelación?

El C. presidente: el ciudadano diputado Gandarilla pidió la lectura del artículo 134, y la Secretaría va a hacerlo.

El C. Moreno Jesús Z.: Pido la palabra para una interpelación.

El C. presidente: Después de que la Secretaría dé lectura al artículo que indicó el señor Gandarilla.

El C. secretario Salazar, leyendo: "Artículo 134. Todos los contratos que el Gobierno tenga que celebrar para la ejecución de obras públicas, serán adjudicados en subasta mediante convocatoria y para que se presenten proposiciones en sobre cerrado, que será abierto en junta pública."

El C. Moreno Jesús Z.: Pido la palabra, señor presidente, para hacer una interpelación. Ciudadano diputado Martínez de Escobar: Supongo que su señoría ha prestado atención a la lectura que se acaba de dar al artículo 134 constitucional....

El C. Martínez de Escobar Federico: Si viera usted, compañero, no presté atención; pero ruego a su señoría que tenga la bondad de explicármelo, lo cual me agradaría mejor.

El C. Moreno Jesús Z.: El artículo constitucional que acabo de invocar establece que todos los contratos que el Gobierno tenga que celebrar para la ejecución de cualquiera obra de utilidad pública, serán adjudicados sólo mediante subasta, mediante convocatoria; en su consecuencia, mi interpelación a su señoría es esta: no quiero yo hacer mención de la afirmación que acaba usted de hacer de que el doctor Alfredo Caturegli trajo aquí la insinuación de que se contrataran con tal o cual empresa esas obras; mi pregunta es esta: si la Constitución de una manera expresa, como la acaba de ver su señoría, fija la forma en que pueden contratarse esas obras, en que deben contratarse esas obras, ¿cree su señoría que nos es dable emplear otras, violando de una manera flagrante la Constitución?

El C. Manrique: Pido la palabra para una interpelación al orador.

El C. Martínez de Escobar Federico: Soy, compañero, poco realmente versado en leyes; a lo que yo voy siempre es al fondo; por eso dejo a los legalistas que acomoden hasta donde sea posible los asuntos de fondo con objeto de ponerlos dentro de la forma de ley. Sé yo que ninguna otra compañía da mejores condiciones que la misma con la cual estaba hecho el contrato; no solamente, sino que como a mí me interesa mucho este asunto, por que es de mi Estado, sé yo que las otras compañías a quienes se requiere recomendar la ejecución de las obras, tratan de dragar la parte antigua de la barra que científicamente -pues he conversado con algunos ingenieros y resulta enteramente anticientífico - no es debido. Esta compañía que tenía el

contrato desde 1910 hizo un canal especial paralelo al antiguo y he conversado, repito, con ingenieros que me han dicho que la única manera de gastar menos dinero es hacerlo por el nuevo canal que se abrió, con motivo X de la arena, en fin, no conozco el asunto de ingeniería; pero, repito, sé que esta compañía, la que tiene el contrato desde 1910, es la que lo pone en mejores condiciones y seguirá abriendo el canal nuevo que ella misma abrió, pero que se volvió a azolvar; mientras que la otra trata de seguir el canal antiguo. Estas explicaciones las he obtenido de algunos ingenieros de mi Estado. Por eso desearía que en la forma que más convenga legalmente, se ratifique al Ejecutivo que cuanto antes ratifique a la misma compañía antigua se deseo de que lleve a cabo las obras de Frontera.

El C. Manrique: Pido la palabra para interpelar al orador.

El C. presidente: Tiene usted la palabra, suplicándole sea breve. (Voces: ¡A votar!)

El C. Manrique: Seré breve. Mi interpelación se reduce a solicitar que el ciudadano Federico Martínez de Escobar, como tabasqueño que es y como debemos suponerlo enterado de lo que se refiere a este caso particular del dragado del puerto de Frontera, nos informe. Para proceder con toda conciencia desearía que nos suministrase algunos datos concretos respecto del contrato. Mis preguntas son muy sencillas y no envuelven ninguna sutileza legal, ni el deseo de poner a mi interpelado en un brete, ni mucho menos. Es una serie de preguntas. ¿El contrato está vigente? ¿La compañía no ha incurrido en ninguna de las causas de caducidad señaladas por ese contrato? Si el compañero Martínez de Escobar contesta afirmativamente a estas preguntas mías es decir, si el contrato está actualmente vigente y si la compañía no ha incurrido en causa alguna de caducidad, entonces la consecuencia sería esta: no podemos invocar al artículo 134 a que se refiere el compañero Moreno. Este artículo será aplicable para toda obra que deba contratarse en lo sucesivo a partir de la promulgación de la Constitución de 1917; pero el artículo 134 no implica una declaración de nulidad de todos los contratos celebrados por el Ejecutivo de la Unión antes del 1o. de mayo de 1917. Pido, pues, atentamente al compañero, a quien debo suponer documentado, conteste concretamente estas preguntas. ¿El contrato con la compañía dragadora está vigente? ¿No ha concurrido la compañía en ninguna de las causas de caducidad señaladas por el propio contrato? ¿No hay alguna causa de utilidad pública que pudiera permitir al Ejecutivo de la Unión declarar nulo el contrato celebrado con esta compañía?

El C. Martínez de Escobar Federico: En caso de que alguna cosa, estimable compañero, no estuviera usted satisfecho, su pregunta la contestará el ingeniero Serrano; pero voy a contestar parte de ella, lo que me sea posible. Sé yo que la Legislatura de 1910 de una manera legal facultó al Ejecutivo de aquel entonces para que hiciese ese contrato con la compañía y que únicamente por fuerza mayor, como fue la revolución, fue por lo que hubo esa solución de continuidad y que por ese motivo, después déficits económicos y cosas por el estilo hicieron que no se llevaran a cabo esos trabajos de la barra de Frontera. Desconozco que haya motivos legales algunos y que sean motivo de caducidad. Es lo único que puedo contestar a su señoría.

El C. Manrique: Entonces, señor presidente, me permito trasladar mi interpelación al señor presidente de la Comisión, al señor Serrano, miembro de la Comisión, suplicándole se sirva explicarme las condiciones, si es posible leernos una copia del contrato original, y si no, por lo menos hacernos un extracto señalando las principales condiciones y las causas de caducidad en el contrato enumeradas. Segunda: estado actual de la cuestión. ¿El contrato está en vigor? ¿La compañía ha incurrido en alguna de las causas de caducidad previstas por el contrato? ¿Es útil la obra? ¿es útil para la nación seguir encomendando a la North American Draging Co. of Texas la conclusión de estas obras, la ejecución de estas obras, o hay causas de utilidad pública que permitan, es decir, que indiquen la conveniencia de anular este contrato? Esto querría que el compañero Serrano tuviera la bondad de aclararme.

El C. Borrego, interrumpiendo: Moción de orden.

El C. Manrique, continuado: Mi interpelación tiene por objeto aclarar si el contrato está en vigor. De estar en vigor el contrato, entonces, señores diputados, a pesar de nuestra simpatía y de nuestros buenos deseos, lo indicado sería desechar la proposición del artículo adicional de nuestro compañero Casas Alatriste.

El C. Serrano: Con todo gusto voy a contestar la interpelación del ciudadano diputado Manrique. El contrato se celebró en 1911 y fue ratificado por el Congreso de la Unión a principios de 1912, como dije anteriormente. Se comenzaron las obras ese mismo año y se suspendieron dos años más tarde por causa del estado revolucionario por que atravesaba el país. Ese contrato está vigente, no ha sido rescindido. El proyecto de dictamen de las comisiones de la Legislatura anterior era que se procurara la rescisión del contrato para entrar en nuevas negociaciones con otra compañía; pero esto no fue posible porque la compañía, para rescindir el contrato exigía la indemnización correspondiente, que será justa o injusta, pero que ascendía a más de dos millones de pesos; de ahí que antes de rescindir ese contrato, el Gobierno hubiera tenido necesidad de entrar en un litigio con la dicha compañía. Entonces la Secretaría de Comunicaciones, después de un minucioso estudio por parte del Departamento Legal y por parte del la Dirección de Puertos, llegó a la conclusión...

El C. Gandarilla, interrumpiendo: Moción de orden!

El C. Serrano: Compañero Gandarilla, le suplico que me permita hablar. Usted constantemente está haciendo mociones de orden. Parece que no quiere que hable nadie más que usted.

El C. Gandarilla: ¡Moción de orden!

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gandarilla.

El C. Gandarilla: Honorable Asamblea: Desde luego todos nosotros nos percatamos de que los compañeros Serrano y Manrique están bordando sobre si es o no conveniente que una compañía u

otra lleven a cabo los trabajos, etcétera. Todo eso es inútil y tiempo perdido, porque ya acordamos que el Ejecutivo está autorizado para firmar los contratos, y lo único que está a discusión es si la Cámara ratifica o no esa firma. Ya que el diputado Serrano quiere que se vea breve, le suplico que él también hable poco y que vaya directamente al grano.

El C. Serrano, : Continúo. Soy de los diputados que menos hablan y soy de los que menos hacen perder el tiempo a la Asamblea, pudiendo decir lo mismo de los demás compañeros Arroyo Ch. y Guillermo Rodríguez; jamás hemos venido ninguno de los tres con asuntos de campanario, como muchos otros diputados...

El C. Avilés, interrumpiendo: Los asuntos que yo he tratado en esta Representación Nacional siempre he juzgado que a ella corresponde tratarlos...

El C. presidente: No se ha concedido la palabra al ciudadano Avilés.

El C. Avilés: Lo que pasa, ciudadano Serrano, es que usted se ha declarado en esta vez defensor del Ejecutivo.

El C. Serrano, continuando: Dice el ciudadano Avilés que soy defensor del Ejecutivo, y es la primera vez que hablo en esta tribuna defendiéndolo. En este caso estoy defendiendo un dictamen, y todavía después de aprobado se nos ataca diciendo que quién sabe qué haya abajo. Por esto quiero que el asunto quede en claro, no tan sólo por honor de la Comisión, sino también por honor de la Cámara; ya que algunos diputados no supieron lo que aprobaron, ahora yo se los voy a decir. Esto que quedó aprobado perfectamente bien, compañero Avilés, y la Comisión, si defiende o no defiende al Ejecutivo, yo sí le digo una cosa: que por mi parte, cuando el Ejecutivo tenga razón, así haya 348 diputados en contra, yo tendré el valor de defender al Ejecutivo, como tendré también el valor civil de atacarlo, aun cuando sea yo solo.

El C. Gandarilla, interrumpiendo: Vamos a verlo.

El C. Serrano, continuando: Vamos a verlo. (Murmullos.) Continuó, señores.

Este es un asunto de orden técnico. Yo he procurado estudiarlo hasta donde mis facultades me lo permiten, y lo mismo han hecho los otros miembros de la Comisión con todo empeño. Creo que iba yo diciendo, compañero Manrique, que el contrato se suspendió, que no se rescindió, que en caso de que se fueran a rescindir, se entraría en litigio en el cual se le reclaman al Gobierno más de dos millones de pesos, aparte de todo lo que costaría el mismo litigio, y en caso de que lo perdiera el Gobierno en todo o en parte, pues dicho está que habría sido torpe el comenzarlo sabiendo que había la posibilidad de perder por lo menos una parte de esta reclamación. ¿Qué es lo cuerdo, qué es lo sensato en este caso? Simplemente autorizar al Ejecutivo de la Unión para que modifique ese contrato; que entre en arreglos con la compañía que lo tiene vigente y que si es posible llegar a un arreglo satisfactorio para los intereses de la nación, que se logre una solución y que no llegue a un litigio con objeto, tanto de economizar los dineros de la nación, cuanto de evitar la pérdida de tiempo que resulta y pérdida de dinero para aquella región, la Comisión no tiene empeño en que se celebre el contrato con la North American Draging Co. of Texas, y por eso se le dice al Ejecutivo que se le faculta para que celebre el contrato con la compañía que mejores proposiciones presente. Ahora bien; si de las consideraciones, si del estudio que hace el Ministerio de Comunicaciones y Obras Públicas resulta que no hay ninguna compañía que haga mejores proposiciones que la compañía anterior, y, que, además, al llevar acabo el contrato que está vigente con esta compañía se evitarán futuras reclamaciones onerosísimas, entonces querría decir que dejemos al buen juicio, al buen sentido de la Secretaría de Comunicaciones el que modifique este contrato o lo rescinda, pero sabiendo de antemano cuáles son las consecuencias para la nación, y entonces, una vez rescindido, convoque a subasta pública.

En este caso, como dijo muy bien el compañero Manrique, no se puede desde luego convocar a subasta pública, sino simplemente oír proposiciones por las razones que ya dije y que sale sobrando repetir. Pero aun en el caso, señores -esto va incidentalmente -, de que fuera posible lanzar a subasta pública un contrato, no siempre es conveniente aceptar las proposiciones que aparentemente pueden ser las más baratas, porque a la postre resultan más caras, como ya tiene experiencia la propia Secretaría en contratos que importan millones de pesos. Resulta que muchas veces viene un coyote americano o del país - lo mismo da, los hay de todos -, y dice: yo represento un sindicato X, una compañía multimillonaria; yo hago este contrato por un cincuenta por ciento menos que los competidores. Bueno; pues lo indicado es darle el negocio; ¿y qué resulta? Que aquel coyote negocia el contrato, ganándose buen dinero; se le dan anticipos, y a la vuelta de meses o años aquella compañía quiebra y se va con lo que pudo. De ahí que el Gobierno tiene necesidad de fijarse en la responsabilidad efectiva que tenga el concesionario y en el crédito que tenga adquirirlo después de muchos años de negocios en esta nación y en otras del mundo. Es claro que un contrato de un millón o más de pesos, no se va a dar al que ofrezca condiciones más baratas, sino al que ofrezca mayores garantías, mejor calidad y mayores seguridades. Para terminar, repito, la Comisión no tiene empeño en que se haga el contrato con ninguna compañía; simplemente, al dictaminar, ha procurado que los intereses de la nación se lesionen lo menos posible y que las obras se hagan cuanto antes, que se eviten litigios y pérdidas de tiempo. La Comisión ha procurado ser breve en este caso y en los anteriores; pero si a pesar de ello todavía se le desea interpelar, está dispuesta a seguir contestando, hasta donde la Asamblea lo exija.

El C. Avilés: Deseo interpelar a la Comisión.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Avilés: Señor compañero: Hay antecedentes en el mismo expediente del cual se sirvió para dictaminar en este proyecto de ley, de que en la XXVII o en la XXVIII Legislatura se aprobó un decreto, el cual se envió al Ejecutivo, donde se le decía que..... Pido a la Secretaría tenga la bondad de que me den el proyecto de ley para leerlo al compañero. El decreto, o el acuerdo -porque

éste fue un acuerdo económico, fíjese su señoría decía así:

"I. Remítase al Ejecutivo copia de este expediente para que, en vista de las constancias convenientes, exija a la "North American Dredging Company of Texas", el cumplimiento del contrato que celebró para la ejecución de las obras de mejoramiento en el puerto de Frontera, o para la rescisión del contrato en su caso;

"II. Transcríbase este dictamen al gobernador del Estado de Tabasco y municipios solicitantes, como debida contestación a sus respectivas instancias."

El C. Arroyo Ch., interrumpiendo: ¿Me permite una aclaración?

El C. Avilés, continuando: Ciudadano diputado Serrano: Ya en la XXVIII Legislatura se había hecho esto, y entonces sí se había obrado cuerdamente, porque se hizo lo que debía de haberse hecho, es decir: puesto que existía un contrato, se le decía al Ejecutivo: o hace usted que se cumpla ese contrato, o rescíndalo. Que la compañía haya dicho, o que el ejecutivo haya contestado que en esos momentos no podía hacer eso con la compañía, porque se vería obligado a indemnizarla en tal o cual forma, por cualquiera circunstancia, es otra cosa; pero el camino que sus señorías debían haber seguido en este caso era éste, porque aun queriendo, como usted quiere en este caso, proteger a esa compañía, ciudadano compañero, no hacen eso, porque ustedes lo dejan tácitamente o no tácitamante, sino abiertamente, de par en par las puertas al Ejecutivo para que él contrate con la compañía que mejor le plazca, las obras del puerto de Frontera, y no así el acuerdo de la XXVIII Legislatura, que sí era terminante; se le decía: o haga usted que se cumpla ese contrato, o rescíndalo. Ese camino era el que ustedes debían haber seguido. Por ninguna circunstancia me opongo yo a que se hagan estas obras en Frontera, vuelvo a repetirlo, sino que lo que yo quiero, señores, es que se hagan las cosas como deben hacerse, y como debían haberlas hecho sus señorías, era en esta forma: haber dicho al Ejecutivo en la forma que ustedes crean más conveniente: "ya sea indemnizado a esa compañía, ya sea por cualquier camino, háganse las obras de Frontera". Ese era el camino que sus señorías debían haber seguido en este caso; pero no el proyecto de ley que nos presentan, donde se dice que se autoriza al Ejecutivo para que contrate con la compañía que preste mejores garantías las obras de Frontera. Eso no es práctico, ciudadano diputado Serrano, por más que usted quiera, con todo su talento, con todo su título de ingeniero, con todo su saber; por más que usted quiera, eso no es práctico, porque con esto no hace usted más que dejarle abiertas las puertas al Ejecutivo para que él, conforme a este decreto que acabamos de aprobar, ciudadano Serrano, él haga el contrato con la compañía que mejor le venga en gana, y si la Asamblea no aprueba el proyecto presentado por el ciudadano Casas Alatriste, pues está rematado completamente el asunto, porque entonces el Ejecutivo hará lo que él quiera. De otro modo, siquiera aprobando lo que el ciudadano Casas Alatriste propone aquí, entonces vendría a esta Representación Nacional el contrato del Ejecutivo y entonces aquí esta Representación Nacional obligaría al mismo Ejecutivo a que ese contrato lo hiciera con la compañía con la cual ya de antemano existe un contrato, según lo dicho por sus propias señorías y según lo aprueba ese decreto.

El C. Serrano, interrumpido: ¡Su interpelación, compañero!

El C. Avilés, continuando: Mi interpelación es ésta: Si ustedes tenían a la mano, si ya sabían de antemano el camino, ¿por qué no seguir el mismo, por qué en vez de querer cerrar las puertas al Ejecutivo para que no contratara con otra compañía, por qué se las abren?

El C. Serrano: Voy a contestar, con permiso de la Presidencia. En primer lugar, el dictamen de la Legislatura pasada o antepasada no quiere decir que sea infalible, que forzosamente tengamos que seguir ese dictamen; en segundo lugar, suponiendo que el dictamen fuera bueno, lo que entonces fue bueno, ahora no puede serlo. No queremos a todo trance seguir el camino que señalara aquella Comisión, porque ahora no es conveniente para los intereses nacionales. Si lo indicado entonces era que se rescindiese el contrato, ahora no lo es, porque ahora vienen las reclamaciones, y lo que se trata es de conciliar los intereses nacionales con los de la compañía, que reclama indemnizaciones por daños y perjuicios que la nación, si es honrada, tendrá que pagar forzosamente. ¿Qué no es más cuerdo y más lógico autorizar al Ejecutivo para que, en vista de los antecedentes que son conocidos al detalle, contrate lo que sea más conveniente? Al dictaminar hemos partido de la base de que el Ejecutivo de la Unión es honorable y que tiene sentido común, así que como que al hacer nuevo contrato no va a hacer el más desventajoso, sino que teniendo en cuenta todos los factores, preferirá el que mayores ventajas presente; por eso no quisimos seguir el dictamen anterior de la XXVII o XXVIII Legislatura. Ahora está en posibilidad el Gobierno de hacer las obras, cosa en que no estaba en aquel entonces, cuando tampoco se habían presentado las reclamaciones. De manera que la Comisión tuvo en cuenta todos estos detalles, informándose constantemente en el Departamento de Puertos para seguir la marcha del asunto y producir un dictamen en el momento en que estuviera en vías de arreglo este negocio. No creo que a todo trance debemos decir que se rescinda el contrato, aunque le cueste a la nación tres millones de pesos y varios años de espera; tampoco tenemos interés en defender a la compañía contratante, puesto que ni de vista siquiera conocemos a los interesados; a no ser que veladamente se quiera indicar que la Comisión tiene interés personal, y entonces que el ciudadano Avilés lo diga, para contestar lo que se debe.

El C. Avilés: El ciudadano Serrano no ha contestado a mi interpelación.

El C. Serrano, interrumpiendo: Entonces le suplico atentamente al compañero Arroyo Ch. que la conteste.

El C. Avilés, continuando: Yo no le he dicho que se rescinda ese contrato; muy lejos de mí todo eso; al contrario, si hay alguien que esté sosteniendo la tesis de que debe cumplirse con ese contrato, he sido yo, ciudadano Serrano; única y exclusivamente es que he sostenido yo que si ya más o

menos existe ese contrato, ¿para qué esta honorable Comisión viene a presentarnos un nuevo proyecto de ley? Eso lo diré hasta el cansancio, ciudadano Serrano; que tácitamente eso sí echa abajo de una sola plumada todo el contrato anterior; con ese proyecto de ley, ciudadano Serrano, pueden seguirle al Ejecutivo todas las reclamaciones que se quieran, eso es claro, ciudadano Serrano; mientras que si ustedes hubieran seguido el camino indicado por la XXVII o por la XXVIII Legislatura, derecho hubieran ido ustedes al punto que perseguían, pues de otra manera sí dan ustedes amplia entrada a que la compañía esa haga reclamaciones al Gobierno; si a ella no le conviene por ninguna circunstancia aceptar la proposición del Ejecutivo, puesto que hay un proyecto de ley que dice terminantemente que se contrate con la compañía que mejores condiciones presente, puesto que hay ese proyecto de ley, claro está que de hecho está rescindido ese contrato, quieran ustedes o no quieran, está rescindido ese contrato, porque esta es una ley que autoriza al Ejecutivo para que él contrate de nuevo. Si ustedes hubieran tenido el cuidado de haber dicho aquí, como decía la XXVIII Legislatura: llévense adelante esas obras o no se lleven, y ustedes podían allí haber agregado todo lo que hubieran querido, perfectamente bien, estaban ustedes dentro de su papel; pero como ustedes nos presentan un nuevo proyecto de ley donde sí autorizan al Ejecutivo para que él nuevamente contrate, tácitamente echan ustedes abajo con este proyecto de ley el contrato anterior, quiéralo usted o no lo quiera, ciudadano Serrano; esto es lo lógico.

El C. Arroyo Ch.: Para una aclaración, señor presidente.

El C. Gandarilla: Moción de orden. Señor: se está discutiendo sobre una nueva proposición, no sobre el dictamen de una Comisión; en consecuencia, pido a su señoría que sujete esta discusión a la lista de oradores.

El C. Arroyo Ch.: Pido la palabra.

El C. presidente: Está en el uso de la palabra el ciudadano Avilés. Si él lo permite, se le concederá.

El C. Avilés: Con mucho gusto.

El C. Arroyo Ch.: Lo que el ciudadano Avilés propone es lo mismo que nosotros: que el Ejecutivo haga lo que mejor convenga a los intereses de la nación; todo es cuestión de detalle. Quien no conoce los tratados previos que está haciendo la Secretaría de Comunicaciones con las empresas encargadas de hacer los trabajos, claro que tiene que sospechar; nosotros al firmar ese dictamen sin la proposición o sin el dictado de que venga el contrato a revisión a la Cámara, lo hemos hecho fiados en la buena fe de dicha Secretaría, porque allí se nos ha dicho que van a dar el contrato a la misma Compañía. El ciudadano Avilés acaba de decir que el camino que debemos de seguir, es el trazado por la Legislatura anterior, y no tiene razón, porque la Legislatura anterior, para proponer el acuerdo económico de que se dijera al Ejecutivo que rescindiera el contrato, no tuvo en cuenta que no se puede rescindir el contrato, a menos que el Ejecutivo dé una cantidad fuerte que exige la compañía que empezó los trabajos como indemnización. El contrato no está vigente, porque el Gobierno de la Federación no cumplió lo que en él ofreció cumplir y, en consecuencia, la Compañía le ha dicho: o me das ese contrato, o te exijo tanto más cuanto a que legalmente tengo derecho; y entonces el Gobierno le dice: pues prosigue los trabajos conforme a aquel contrato; pero la Compañía dice: no, porque ahora ya no vale el material lo mismo, ahora tendré que cobrar más. Por consiguiente nosotros, que ya hemos hablado en la Secretaría de Comunicaciones, facultamos al Ejecutivo, y si allí nos engañan, y después de confiarnos en lo que dicen, no se dan los trabajos a esa Compañía, sino a otra, no es culpa nuestra, y de ahí que no nos opongamos a que se apruebe la proposición del ciudadano Casas Alatriste, sino que la dejamos a lo que diga la Asamblea. Con esto ponemos punto final al asunto. (Voces: ¡A votar!)

El C. Avilés: Yo también voy a poner punto final a estas cosas, pero sigo insistiendo en que se conozca la verdad. Si realmente las cosas están como dice el ciudadano Arroyo Ch., no quedaba otro recurso a la Comisión sin haber pedido a ratificación del contrato y no haber presentado un nuevo proyecto de ley; pero como dice el ciudadano Arroyo Ch., con la argumentación que viene y nos dice aquí en defensa del proyecto de ley de ellos, ciudadanos diputados, me acuerdo yo de aquel pintor italiano que fue a pintar a su santidad, y que para que lo conocieran, abajo le puso: éste es León XIII. Así está el dictamen de los señores miembros de la Comisión.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Casas Alatriste.

El C. Casas Alatriste: Desde luego honorable Asamblea, quiero hacer constar que la idea que me movió a firmar la proposición que está a debate, no fue, ni con mucho, la de hacer una oposición al Ejecutivo. En este expediente no figura ninguna iniciativa del Ejecutivo; este expediente ha sido formado a petición de los ayuntamientos del Estado de Tabasco, que piden que se continúen las obras de Frontera, y más que nada, quise que la Comisión viniera a dar todos estos datos a la Asamblea, que la Asamblea ignoraba por completo, y la Asamblea es testigo de que se festinó la aprobación de este decreto, que se declaró rápidamente de urgente y obvia resolución, y cuando el ciudadano Manrique pidió la palabra, se le negó el uso de ella, en virtud de que ya habían votado uno o dos ciudadanos diputados. La Asamblea, pues, votó este decreto, que es un decreto importante, como habéis podido daros cuenta por la explicación de la misma Comisión, con una festinación verdaderamente censurable. Deseo hacer constar que el móvil principal que me mueve a sostener la proposición a debate, es el siguiente: el de dar a los contratos que firme el Ejecutivo con cualquiera compañía, que seguramente será extranjera, un mayor cariz legal que el que tuviera si no fueran ratificados por el Congreso de la Unión. Para eso me he basado en antecedentes del mismo asunto. El contrato primitivo celebrado entre el ciudadano Manuel Bonilla, como secretario de Estado y del Despacho de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, con la Compañía North American Draging Company of Texas, fue

ratificado por la XXVI Legislatura de la Unión; este nuevo contrato que, en resumen, si nos atenemos a las informaciones de la Comisión, no sería sino una modificación o una prolongación o una prórroga de aquél, lógico me parece que sufra los mismos trámites que el primero. Yo decía, ciudadanos diputados, que la rapidez con que se puso este asunto a debate, me impidió buscar la ley en la cual se basaba la obligación del Ejecutivo de hacer ratificar los contratos que celebraba, por el Congreso de la Unión. Realmente, ciudadanos diputados, ahora no he podido encontrar sino la ley de 18 de diciembre de 1902, expedida por el Congreso de la Unión, que se refiere a los bienes de la nación. Esta ley, en su artículo 1o., dice:

"Los bienes inmuebles de la Federación, se dividen en dos clases:

"I. Bienes de dominio público, o de uso común:

"II. Bienes propios de la Hacienda Federal."

En su artículo 4o., dice:

"Son bienes de dominio público o de uso común, dependientes de la Federación, los siguientes:

"I. El mar territorial hasta la distancia de tres millas marítimas, contadas desde la línea de la marea más baja en la costa firme o en las riberas de las islas que forman parte del territorio nacional."

El C. Gandarilla: ¡Ya!

El C. Casas Alatriste, continuando: Permítame usted concluir, no tenga tanta impaciencia.

El artículo 33 de esta misma ley, dice:

"I. A la construcción y conservación de los puertos y fondeaderos con sus diques, muelles, escolleras y demás obras anexas."

"IV. Los puertos, bahías, radas y ensenadas."

Después no vuelve a hablar de la forma de trabajar estos puertos; pero en el artículo 53 habla de enajenación de los bienes de la nación y dice que: "La enajenación de los bienes de que habla el artículo anterior, ya sea por medio de venta, permuta, cesión u otro título y que se verifique en totalidad o por fracciones, requiere para su validez:

"I. La aprobación del Congreso de la Unión, siempre que el precio del inmueble sea mayor de cien mil pesos;

"II. La publicación en el "Diario Oficial" de las condiciones de la enajenación."

Soy el primero en confesar que este artículo se refiere a la enajenaciones, pero toda la ley se está refiriendo a la administración de los bienes de la nación e incluye entre éstos a los puertos, diques, etcétera, como habéis visto. Evidentemente, en una forma absoluta no cabe dentro de este artículo, sino por analogía, la aprobación por el Congreso de la Unión de cualquier contrato; pero, repito, suponiendo que no hubiera ninguna ley, ésta era la ley de la que yo no recordaba, cuyos términos precisos no podía tener presente en un momento dado y que soy el primero en reconocer honradamente que son los que leí y que se refieren a enajenaciones, por más que también se habla de obras de puertos, etcétera; aun cuando no hubiera ninguna ley, vuelvo a decir, para garantizar más el contrato, sea con esta compañía o con cualquiera otra es conveniente que ese contrato sea sometido a la ratificación del Congreso de la Unión. Como digo, en esta proposición mía no hay la menor malicia, no hay absolutamente la idea de lastimar al Ejecutivo, porque de la rápida hojeada que dí del expediente, no pude encontrar que el Ejecutivo haya tenido intervención en él; se formó este expediente a petición de los ayuntamientos de Tabasco, que solicitaban la ejecución de estas obras. En consecuencia, insisto en que para dar mayor solidez a cualquier contrato que se verifique, sea sometido a la ratificación del Congreso de la Unión. (Voces: ¡A votar!)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Manero.

El C. Manero: Realmente, señores diputados, cada vez que es preciso venir a defender lo que yo conceptúo derechos claros y precisos de la Cámara, titubeo, porque o bien se toma como un deseo de oposición sistemática e irreflexiva al Ejecutivo, o bien se contesta con lo siguiente: ¿Cómo queréis que nosotros tengamos toda esta suma de facultades si somos incapaces aun de tener quórum? Ante estos dos extremos, realmente hay que titubear, realmente hay que pensar mucho; pero sobre todas estas cuestiones está el deber que nos imponer nuestra conciencia. En donde yo creo que defiendo un derecho personal o que defiendo un derecho de la Cámara, estaré siempre aun cuando me exponga a que se me tilde de obstruccionar la labor del Ejecutivo o aun cuando vea yo defraudadas mis esperanzas porque la Cámara no corresponda a esos derechos. En la presente discusión el punto de vista concreto no tiene grande importancia, es decir, por lo que se refiere a este preciso contrato; hay que levantar un poco más la discusión. ¿Está obligado el Ejecutivo a mandar a la ratificación de la Cámara los contratos que celebre para obras públicas? (Voces: ¡No!) Eso es lo que vamos a poner en claro. El diputado Huerta decía: examinando concienzudamente las fracciones del artículo 73 constitucional que dice cuáles son las facultades del Congreso de la Unión, no he encontrado que el Congreso de la Unión tenga esa facultad. De allí deduce el compañero Huerta que es facultad del Ejecutivo, y yo le pregunto al compañero Huerta que vea cuáles son las facultades que el Ejecutivo tiene en la propia Constitución, y no encontrará tampoco esta facultad explícitamente. Hay, pues, que ir no a la ley expresa, sino a la doctrina, a la interpretación de esa ley.

El C. Gandarilla, interrumpido: A los antecedentes.

El C. Manero, continuando: O bien a la jurisprudencia, es decir, a los hechos consumados, a los casos concretos que sirvan de antecedente. En primer lugar, señores diputados, me llama la atención que algunos compañeros que propugnan por elevar el poder de esta Cámara hasta el parlamentarismo, vengan haciendo objeciones de esta naturaleza. ¿No es suficiente que el Ejecutivo tenga facultades extraordinarias en Hacienda, las cuales a veces con habilidad y a veces sin ella, las ha extendido a otros ramos de la administración pública? ¿No es suficiente eso? ¿Es preciso todavía que cuando se asigna una partida para que se emplee en obras públicas, para que se lleve a cabo o se perfeccione o se modifique un contrato, es preciso todavía que le

demos facultades expresas al Ejecutivo para que haga las cosas como le dé la gana y con quien le dé la gana? ¡Esto ya es demasiado, ciudadanos diputados! Se alude también a que si hay alguna ley que precisa la necesidad de que el Ejecutivo mande estos contratos a la ratificación de las Cámaras, ¿para qué se discute esta cuestión? Y si no hay esa ley, ¿para qué se discute? Pues si hay esa ley, se discute para que cumpla esa ley el Ejecutivo, porque tengo todo derecho a afirmar, y lo sabe la nación entera, que el Ejecutivo no está cumpliendo con la ley, no sólo con leyes secundarias, orgánicas, sino que no está cumpliendo con la ley constitucional. Si esa ley no existe, ¿entonces para qué hacemos esta moción? Justamente para sentar el precedente, como para ir haciendo jurisprudencia en el particular, para que exista esa ley que no existe. En el caso concreto no se trata de que el Ejecutivo rescinda el contrato que tiene hecho; lo puede perfeccionar, modificar o hacer con otra compañía si así le conviene; pero de todas maneras que venga a la ratificación de las Cámaras. Yendo a los antecedentes del asunto, el mismo contrato nos da el principal antecedente: este contrato ha sido ratificado por la Cámara; es, pues, el antecedente más importante. Si esto no fuera suficiente, el Ejecutivo hace muy pocos días, no más de quince, nos ha mandado dos proyectos de contratos de vías para que la Cámara los ratifique o los deseche. En la época del general Huerta el señor don Cecilio Ocón que, según dicen, tomó una participación importantísima en los asuntos de la Ciudadela y a quien con razón o sin ella se achaca la muerte de Gustavo Madero, pidió una concesión al general Huerta para hacer un dragado en Mazatlán, para compra de grúas, no recuerdo en este momento exactamente los términos del contrato; el asunto era el siguiente: que se dieran al tal Ocón sesenta mil pesos. Pues los diputados huertistas que por aquella puerta penetraron a puntapiés, hechos por el propio general Huerta, tuvieron el rubor de no aprobar aquel contrato que aquel dictador mandó a esta Cámara para su aprobación y le fue aventado en la cara al dictador el contrato, y Ocón se quedó sin su indemnización de sesenta mil pesos que él pedía directa o indirectamente por sus servicios. Yo me pregunto: ¿vamos a ser con el Ejecutivo más serviles nosotros, que no hemos sido hechos por ese Ejecutivo, como lo fueron los diputados hechos por el general Huerta? Ustedes tienen la palabra; su voto resolverá. (Aplausos.)

El C. secretario Salazar: Habiendo hablado los oradores que marca el Reglamento, en votación económica se pregunta si el asunto se considera suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se considera suficientemente discutido. Se va a proceder a recoger la votación nominal.

El C. secretario Aillaud: Se va a leer lo que se va a votar. "El Ejecutivo someterá a la ratificación del Congreso el contrato que haya celebrado". Por la afirmativa.

El C. secretario Salazar: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

El C. secretario Aillaud: Votaron por la afirmativa 103 ciudadanos diputados.

El C. secretario Salazar: Votaron por la negativa 6 ciudadanos diputados. En consecuencia, no hay quórum. (Voces: ¡Lista! ¡Lista!)

El C. secretario Aillaud: Se harán figurar los nombres de los faltistas en el DIARIO DE LOS DEBATES.

El C. presidente, a las 8 p. m.: Se levanta la sesión. Se cita para mañana a las once de la mañana y se suplica a los ciudadanos diputados que sean puntuales.