Legislatura XXIX - Año II - Período Ordinario - Fecha 19211209 - Número de Diario 60

(L29A2P1oN060F19211209.xml)Núm. Diario:60

ENCABEZADO

MÉXICO, VIERNES 9 DE DICIEMBRE DE 1921

DIARIO DE LOS DEBATES DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 192

1 AÑO II. - PERÍODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO III. - NÚMERO 60

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 9 DE DICIEMBRE DE 1921

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior. La Comisión de Presupuestos y cuenta presenta los proyectos de presupuesto de la Procuraduría General y Poder Judicial; se les dispensan las lecturas; a discusión el primer día hábil.

2. - Cartera. Se concede licencia al C. diputado Basaldúa. El Ejecutivo de la Unión envía el memorial por el que se solicita se pensione al C. Francisco Díaz Barreiro; recibo y a la 1a. Comisión de Hacienda. Se concede licencia al C. diputado Castro y López. Iniciativa del C. diputado Juan Manuel Álvarez del Castillo, apoyado por numerosos ciudadanos representantes, para que figure en el Presupuesto de Egresos próximo una partida de $40,000.00, destinada a la introducción del agua potable en Tlaquepaque, Jalisco; a la Comisión de Presupuestos y Cuenta. Iniciativa del C. diputado Luis G. Morales, apoyado por varios ciudadanos representantes, a fin de que se incluya en el Presupuesto de Egresos del año entrante una partida de $10,000.00, para la reparación de un camino de herradura que une a Naulinco y Jalapa, Veracruz; a la comisión de presupuestos y cuenta. Escrito del C. diputado J. Joaquín Silva, por el que pide permiso para retirar su iniciativa referente a la erección de un monumento al general Rosales; se concede permiso.

3. - A discusión el proyecto de Presupuesto de Egresos correspondiente al Ramo V. Usa de la palabra, para informar, al C. Alberto J. Pani, secretario de Relaciones Exteriores. Se suspende la sesión.

4. - Reanudada ésta, se da cuenta con los documentos en cartera. Sin discusión, son aprobados varios dictámenes que en forma de acuerdos económicos presenta la 1a. Comisión de Peticiones.

5. - Sin debate se aprueba el dictamen de las comisiones unidas 1a. de Gobernación y 1a. de Hacienda, acerca de la solicitud del C. Hilario Rodríguez Malpica.

6. - Es aprobada una proposición del C. diputado Alessio Robles, a fin de que se continúe la discusión del Presupuesto de Egresos del Ramo V. Para informar de la comisión que se le confirió, usa de la palabra el C. diputado Trejo Francisco.

7. - Son reservadas para su votación las partidas no objetadas del Ramo V del Presupuesto de Egresos. Se discute y aprueba la partida 4001 del propio Ramo.

Se levanta la sesión

DEBATE

Presidencia del C. VASCONCELOS EDUARDO

(Asistencia de 126 ciudadanos diputados)

El C. presidente, a las 11.55 a. m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Aillaud, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día siete de diciembre de mil novecientos veintiuno.

"Presidencia del C. Eduardo Vasconcelos.

"En la ciudad de México, a las doce y diez p.m. del miércoles siete de diciembre de mil novecientos veintiuno, se abrió la sesión con asistencia de ciento veintiséis ciudadanos diputados.

"El acta de la sesión celebrada el día anterior se aprobó sin debate. "Cuando el C. secretario Salazar se disponía a dar cuenta con varios documentos que obraban en cartera, el C. Aillaud se opuso a ello, con objeto de que se entrara desde luego a la discusión de los Presupuestos de Egresos. Consultada sobre el particular la Cámara, resolvió de conformidad con la moción de C. Aillaud.

"La Presidencia declaró que estaba a debate el Ramo Quinto, correspondiente a la Secretaría de Relaciones Exteriores; pero incontinenti el C. Guillermo Rodríguez pidió que preferentemente se pusiera en conocimiento da la Asamblea el resultado de la Comisión que entrevistó al ciudadano presidente de la República, con motivo de las quejas presentadas por la Unión de Conductores, Maquinistas, Fogoneros y Garroteros de los Ferrocarriles Nacionales.

"La Asamblea tomó nuevo acuerdo en el sentido de que se oyera ese informe, y a ese fin usaron de la palabra los CC. Portales y Guillermo Rodríguez.

"Hizo una moción de orden el C. von Borstel y en seguida usó de la palabra para hechos el C. Barón Obregón, quien fue interrumpido por mociones de orden de los CC. Juan Angel Morales y Pedro de Alba. Este fue llamado al orden por la Presidencia, en virtud de que la misma estimó que el orador no se había limitado a hacer una moción de orden.

"Presidencia del C. Ángel Alanís Fuentes.

"También para hechos usó de la palabra el C. Vasconcelos, quien fue interrumpido por la Secretaría para llamar al orden a los asistentes a las galerías, en vista de sus manifestaciones.

"La Presidencia concedió la palabra para una moción de orden al C. Rafael Martínez de Escobar; pero como también pretendiera hablar para aclaraciones el C. Pedro de Alba y las manifestaciones de las galerías continuaran, el ciudadano presidente, a la una y cinco de la tarde, levantó la sesión."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada el acta.

- El mismo C. secretario: La Comisión de Presupuestos y Cuenta presenta los proyectos de presupuestos de la procuraduría General y Poder Judicial. Se consulta a la Asamblea si se les dispensa las lecturas en votación económica. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan las lecturas. A discusión el primer día hábil.

"H. Asamblea:

"Para entender asuntos de familia, pido a vuestra soberanía una licencia, con dispensa de trámites, por veinte días y con goce de dietas; en la inteligencia que al serme concedida, haré uso de ella a partir del día 12 del corriente.

"México, D. F., diciembre 8 de 1921. - Filemón Basaldúa."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. En igual forma se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa , se servirán manifestarlo. Se concede.

"Estados Unidos Mexicanos,. - Presidencia de la República. - México, D.F. - Número 1,434

. "Ciudadanos diputados secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - Presidente.

"Original tengo la honra de remitir a esa H. Cámara, el memorial presentado al Ejecutivo de mi cargo por la Prensa Asociada de los Estados, solicitando se otorgue una pensión para el periodista ciego, señor licenciado Francisco Díaz Barreiro, quien perdió la vista en los campos de batalla europeos durante la gran guerra, en la noble tarea de levantar heridos, como miembro de la benemérita asociación de la Cruz Roja Mundial; y considerando de toda justicia dicha solicitud, por ser público y notorio que el referido señor licenciado Díaz Barriero quedó ciego y se encuentra en la indigencia, mereciendo la ayuda del Gobierno que en su favor se pide, como un distinguido mexicano que ha prestado importantes servicios a la humanidad, con fundamento en la fracción I del artículo 71 de la Constitución general de la República, me permito someter a la consideración de esa H. Cámara , el siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se concede una pensión vitalicia de cinco pesos diarios íntegros, con cargo al Erario federal, a favor del señor licenciado Francisco Díaz Barreiro, en compensación de los servicios prestados a la humanidad en la gran guerra europea."

"Al suplicar a ustedes se sirvan dar cuenta de esta iniciativa, me es satisfactorio reiterarles las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. - Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, 3 de diciembre de 1921. - El presidente de la República, A. Obregón.". - Recibo, y a la 1a. Comisión de Hacienda.

"La Secretaría de Gobernación transcribe un oficio de la de Comunicaciones y Obras Públicas, solicitando de esta Cámara la devolución del contrato para un servicio público de navegación aérea celebrado con los señores Lody A. Winship y Harry J. Lowson, con el fin de hacerle algunas modificaciones "

- Devuélvase el contrato a que se hace mención.

El C. Domínguez: Pido la palabra. Se trata de dos contratos para líneas de navegación, que la Comisión de comunicaciones tuvo algún tiempo; creo conveniente llamar la atención sobre algunas observaciones, con mayor razón supuesto que hubo cambio de ministro, y el actual señor ministro de Comunicaciones nos indica que pudieran resultar algunas inconveniencias en los términos en que estaba el contrato, por lo que en vez de esperar que se diera el dictamen, solicitaba que éste y el otro contrato se le devolvieran. Es lo único que tenía que decir.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"La Secretaría de Gobernación transcribe un oficio de la de Comunicaciones y Obras Públicas, solicitando de esta Cámara la devolución del contrato para un servicio público de navegación aérea celebrado con el C. Mario Bulnes, con el fin de hacerle algunas modificaciones."-Devuélvase el contrato a que se hace mención. "La Secretaría de Hacienda y Crédito Público comunica que los expagadores Antonio J. Ruiz y Juan Díaz Galindo, han sido sentenciados por la autoridad respectiva a inhabilitación perpetua para obtener un empleo en el ramo de Hacienda y por diez años para los diversos ramos de la administración." - De enterado.

"La Legislatura del Estado de Aguascalientes apoya la iniciativa enviada por el Congreso del Estado de Querétaro, referente a crear en el Presupuesto de Egresos un partida que se destine para el fomento de la irrigación en la República."

- Recibo y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"La Legislatura del Estado de Hidalgo comunica que con fecha 21 de noviembre abrió un período de sesiones extraordinarias."- De enterado.

"La Legislatura del Estado de México comunica que con fecha 30 de noviembre clausuró su primer período ordinario de sesiones, dejando nombrada su diputación permanente."- De enterado.

"Ricardo Olvera, presidente del H. Congreso del Estado, participa a usted con sentimiento que ayer, a las 7 p. m., falleció el C. Ladislao U. Garrido, diputado propietario por el 3er. distrito electoral de San Juan del Río, a la XXV Legislatura constitucional del Estado.

"Querétaro, Queretaro., a 6 de diciembre de 1921."- De enterado con sentimiento.

"El C. general Luis Gutiérrez comunica que con fecha 1º. de diciembre hizo entrega del despacho del Poder Ejecutivo del Estado de Coahuila, al C. general Arnulfo González."- De enterado.

"El C. general Arnulfo González comunica que con fecha 1º. de diciembre se hizo cargo del Poder Ejecutivo del Estado de Coahuila."- De enterado.

"El ciudadano gobernador constitucional del Estado de Coahuila, comunica que con fecha 2 de diciembre aceptó la renuncia que presentó el C. licenciado Jesús Garza Cabello, del puesto de secretario oficial de Gobierno, nombrando para substituirlo al C. licenciado Pablo Valdés."- De enterado.

"El C. licenciado Juan Manuel Ramírez comunica que con fecha 1o. de diciembre se hizo cargo de la presidencia del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Tamaulipas.". - De enterado.

Telegrama procedente de "San Luis Potosí, S. L. P., 8 de diciembre de 1921.

"Presidente de la Cámara de Diputados. - Cámara de Diputados.

"Asunto urgentísimo, oblígame solicitar respetable Cámara por digno conducto suyo, concédaseme licencia con goce de dietas por diez díaz. Pido dispensa de trámites.

"Respetuosamente, licenciado Luis Castro y López."

En votación económica se consulta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Se dispensan.

El C. Aldaco, interrumpiendo: Es por demás que la pida, si no viene jamás.

El C. secretario Aillaud: Si queréis hacer uso de la palabra, podéis pasar a inscribiros.

El C. Aldaco: Muchas gracias.

El C. secretario Aillaud: En votación económica se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Concedida. "El C. diputado Juan Manuel Alvarez del Castillo, apoyado por numerosos ciudadanos representantes, presenta un proyecto con el fin de que en el Presupuesto de Egresos Próximo figure en el Ramo de Comunicaciones y Obras Públicas, una partida de $40,000.00 para la introducción del agua potable de la villa de Tlaquepaque, Jalisco."- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta. (El documento de referencia está concebido en los siguientes términos:) H. Asamblea:

La villa de Tlaquepaque es la cabecera del municipio del mismo nombre y está situada a cuatro kilómetros de la capital del Estado de Jalisco. Casi toda su población, 6,500 habitantes aproximadamente, está compuesta de obreros que se dedican a la manufactura cerámica.

Ahora bien; la villa de Tlaquepaque carece en lo absoluto de un servicio de agua potable y hasta de manantiales aprovechables, de tal suerte, que varios meses del año sus moradores se ven precisados, por la satisfacción de sus necesidades de vida más apremiantes, a hacer uso de una agua insalubre que produce anualmente enfermedades endémicas y epidémicas que aumentan de manera considerable la mortalidad del vecindario, principalmente entre los miembros de la clase menesterosa.

Por otra parte, esta alarmante escasez de agua obliga a los obreros a suspender sus trabajos, colocándolos por esta causa en una situación económica verdaderamente desesperada. Este terrible mal solamente puede corregirse introduciendo el agua a la población de referencia, del lugar más inmediato que pueda proveerla del líquido elemento.

Los peritos que en diversas ocasiones han presupuestado el costo de la introducción de agua a Tlaquepaque, han estimado que no se puede realizar con una cantidad menor de cuarenta mil pesos; para el efecto, y en vista de los motivos expuestos, nos permitimos someter a vuestra deliberación y aprobación el siguiente proyecto de decreto:

Único. En el Presupuesto de Egresos del año próximo en el Ramo de Comunicaciones y Obras Públicas, consígnese una partida de cuarenta mil pesos, para la introducción del agua potable a la villa de Tlaquepaque, Jalisco.

Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., a 23 de noviembre de 1921. - . M. Alvarez del Castillo. - M. F. Méndez. - J. Prieto Laurens. - José de J. Aguilar. - Francisco Ramos Esquer. - Salvador Saucedo. - Juan Angel Morales. - J. M. Soto. - G. C. Correa. - B. Carrillo P. - E. Aguirre C. - José Gálvez. - A.

Valadez Ramírez. - Candelario Garza. - L. Bravo. - S. Franco Urías. - D. Montes de Oca. - Francisco Reyes. - A. García. - Francisco G. Luque. - José Gómez Luna. - J. A. Castillo Nájera. - F. Castrejón. - A. Aillaud. - Carlos Cuervo. - Leopoldo Estrada. - Pedro de Alba. - Juan Quiroga. - Liborio Espinoza y E. - R. Casas Alatriste. - Miguel Martínez Rendón. - F. Manjarrez. - A. Lazcano Carrasco. - E. M. Barragán. - L. A. Aldaco. - Moises Huerta. - F. Basaldúa. - F. Martínez Luque. - M. Navarro. - R. Ramos Pedrueza. - Gustavo Arce.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"El C. diputado Luis G. Morales, apoyado por varios ciudadanos representantes, presenta un proyecto con el fin de que en el presupuesto próximo figure una partida de $10,000.00 para la reparación del camino de herradura que une la ciudad de Naulinco con la de Jalapa, Veracruz."- A la Comisión de presupuestos y cuenta.

(El documento de referencia, a la letra dice:)

"H. Asamblea:

"Luis G. Morales, como representantes del 8º. distrito electoral del Estado de Veracruz, ante vuestra soberanía vengo a solicitar atentamente que en el Presupuesto de Egresos de 1922, figure una partida de $10,000.00, para la reparación del camino de herradura que une la ciudad de Naulinco con la ciudad de Jalapa, capital del Estado, que se encuentra en pésimas condiciones, siendo indiscutibles los beneficios que reportará a los habitantes de las poblaciones antes mencionadas, el rápido y oportuno transporte de mercancías y cereales, así como a las fincas agrícolas que se encuentran en la zona que abarca dicho camino.

"La longitud de vía de comunicación que considero necesario reconstruir, es de 24 a 25 kilómetros, aproximadamente, ya que por abandono y falta de reparaciones, se ha hecho difícil al transporte de los productos de la agricultura de aquella región a la ciudad de Jalapa, que es donde está la estación del Ferrocarril Interocéanico.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., 6 de diciembre de 1921. - Luis G. Morales.

"Hacemos nuestra la presente solicitud. - Guillermo Rodríguez. - Jesús Z. Moreno. - Aurelio P. Márquez. - Pedro de Alba. - F. Castrejón. - A. Aillaud. - Enrique Barón Obregón. - A. G. García. - A. Campillo Seyde. - Adolfo Contreras. - Manuel E. Miravete."

- El mismo C. secretario, leyendo:

"H. Asamblea:

"Habiéndose dado cuanta en la mañana del día de ayer con un proyecto de decreto en el cual solicito se vote la cantidad de $10,000.00, que será invertida en la erección de un monumento al general Antonio Rosales, teniendo la necesidad de hacer algunas reformas al precitado proyecto, atentamente solicito de vuestra soberanía se me conceda permiso para retirarlo y presentarlo reformado, pues el subscripto no se encontraba presente en los momentos en que indebidamente se dio cuenta con el proyecto aludido, ya que le había indicado al ciudadano oficial mayor de esta Cámara, que hiciera figurar la iniciativa entre los documentos en cartera para la sesión de la tarde.

"Diputado por el 4º. distrito electoral de Sinaloa, J. Joaquín Silva. - 1er distrito de Sinaloa, Francisco Ramos Esquer. - Fernando B. Martínez, diputado por el 5º. distrito de Sinaloa."

En votación económica se pregunta si se concede al diputado Silva retirar el proyecto de que se trata. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo en alguna forma. Sí se permite.

- El mismo C. secretario:

Telegrama procedente de "San Diego, California, 7 de diciembre de 1921.

"Ciudadanos secretarios de Cámara de Diputados. - México.

"Esta Cámara tiene conocimiento del mansaje de protesta elevó este ayuntamiento ante esa H. Cámara, relativo erección municipio Tijuana, y considerando graves y trascendentales perjuicios ocasionaría a esta jurisdicción si dicha iniciativa llegara a aprobarse, por medio éste hacemos nuestra referida protesta, rogándoles atentamente sírvanse interceder, fin conjurar grave peligro amenaza toda esta municipalidad, si tal absurda pretensión tijuanenses llegare realizarse. - Respetuosamente. - Cámara Nacional de Comercio, Industrial Agrícola y Minera. - El presidente, M. Labastida. - El secretario, S. C. Campero.". - Recibo, y a la comisión que tiene antecedentes. Telegrama procedente de: "Ensenada, Baja California, 7 de diciembre de 1921.

"Secretario Cámara de Diputados.

"Por prensa ha llegado conocimiento este Ayuntamiento solicitud algunos vecinos de Tijuana, gran parte de ellos con residencia extranjera, para creación municipio independiente éste; como para resolverla indudablemente que oirse previamente este Ayuntamiento, muy directamente interesado, rogamos atentamente a ustedes Cámara con protesta permitimos elevar sobre dicha iniciativa, fundándonos en que pueblo y sección municipal Tijuana no reune todavía condiciones, porque no cuenta con más elementos vida propia, que productos carrera hipódromo y cantinas y otras análogas eventuales; no tiene arriba trescientos electores, incluyendo destacamentos fuerzas federales y, por consiguiente, sólo podría formarse un distrito electoral de los siete previene nuevo reglamento, y únicamente dos regidores podrían integrar aquel municipio, de los quince previene ley; de oirsenos, podremos dar otras muchas razones de peso para comprobar Tijuana no está en condiciones dársele autonomía buscan unos cuantos, para provecho personal.

"Con todo respeto, el presidente municipal, D. Zárate."-Recibo, y agréguese a sus antecedentes.

"La señorita María Márquez solicita le sea concedida una pensión por los servicios prestados a la nación por su extinto padre, el general de División, Rosendo Márquez."- A la 1a. Comisión de Peticiones.

"La señora Lidia Velásquez viuda de Estrada solicita le sea concedida una pensión por los servicios prestados a la patria por su extinto esposo, el C. Enrique Estrada."- A la 2a. Comisión de Peticiones.

"La señorita Mariana Yépez solicita se siga tramitando el expediente formado con la solicitud de pensión que ante la XXVI Legislatura Presentó con fecha 18 de marzo de 1913."- A la 1a. Comisión de Guerra.

El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

El C. Trejo Francisco: Honorable Asamblea: El secretario de Relaciones Exteriores asistió hace dos días, con el propósito de intervenir en su presupuesto; ante la comisión alegó que lo había recibido horas antes del momento en que se presentaba en esta Asamblea. La circunstancia de haberse tratado el asunto del ferrocarril y algunos otros y de no haber habido sesión ayer, ha impedido que la Comisión cumpliera con el ofrecimiento que le hizo al secretario de relaciones, en aquel momento, de pedir que el Ramo de Relaciones se discutiera en segundo término, es decir, después del de Aprovisionamientos Generales, con el objeto de que él pudiera hacer ante esta Asamblea la defensa de las partidas afectadas con reducción por la comisión. La Comisión cumple al pedir a esta Asamblea que la discusión se inicie en vez del Ramo de Relaciones, por el de Aprovisionamientos Generales, en la inteligencia de que si el voto fuera negativo, habría que llamar inmediatamente al señor secretario de Relaciones, para que concurriera.

El C. Gandarilla: Pido la palabra, señor presidente. En virtud de que la honorable Comisión representada por el compañero Trejo no ha hecho una proposición concreta y en la debida forma y solamente se ha concretado a manifestar y a dar informes sobre los magníficos deseos del secretario de Relaciones, deseos que están en contraposición con los de esta Cámara de cuanto antes entrar a la discusión del Presupuesto de Egresos para determinar nuestras labores, yo me opongo a que se hagan estas preferencias y ya que así venía el Presupuesto de Relaciones, primero que el de Aprovisionamientos, debemos entrar de lleno a la discusión de este Presupuesto. El señor secretario de Relaciones debe estar perfectamente preparado para defender su presupuesto, y esta Cámara no puede tansferir sus labores porque este señor tenga más o menos preparación este día o el día de mañana.

El C. presidente: La Presidencia debe hacer esta aclaración: Hace un momento que el oficial mayor se comunicó con el secretario de Relaciones, indicándole que hoy entraría a discusión el presupuesto de su ramo; pero para no perder el tiempo y en virtud de que no hay otros asuntos en cartera, la Presidencia, de acuerdo con la Comisión de Presupuestos, quería que entrara a discusión el Ramo de Aprovisionamientos. La Comisión ha informado a la Presidencia que es un ramo sencillo.

El C. Gandarilla: Está bueno.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Vito Alessio Robles.

El C. Alessio Robles: Al entrar a discusión el Presupuesto del Departamento de Aprovisionamientos, yo y muchos diputados queremos que esté presente alguno de los interesados en informar y aquí se presenta este conflicto que debe resolver la Asamblea: ¿Quiénes van a defender los presupuestos de los departamentos?

El C. Castrejón, interrumpiendo: La Secretaría de Gobernación.

El C. Alessio Rosales Vito, continuando: Solamente Gobernación; de manera que en este caso tendremos que llamar al ciudadano secretario de Gobernación también para que informe sobre las necesidades del Departamento de Aprovisionamientos supuesto que los jefes de Departamento no tienen personalidad para venir a informar aquí.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Trejo.

El C. Trejo Francisco: La Comisión va a concretar su proposición en la siguiente forma: ¿Se aplaza la discusión del Ramo de Relaciones Exteriores, o se entra a ella desde luego? Es decir, ¿se aplaza la discusión del Ramo de Relaciones Exteriores?

El C. secretario Aillaud: En votación económica se pregunta si se acepta la proposición del ciudadano diputado Trejo. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. No se acepta.

El C. presidente: En vista de que la Asamblea ha aceptado que se pase inmediatamente a discutir el Ramo de Relaciones, yo creo que por elemental cortesía hacia el señor secretario del ramo, deberíamos esperar unos momentos mientras él se presenta. (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. Castrejón: Permítame la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Trejo Francisco: Honorable Asamblea:

El C. Castrejón: interrumpiendo: Pido la palabra. Nada más quería hacer notar esto: que antier en la mañana cuando iba a entrar ya a discusión el Presupuesto de la Secretaría de Relaciones, yo vi aquí al ciudadano subsecretario, el general Saenz. Naturalmente que ya desde antier en la tarde y ayer en el día, pudo haber tenido tiempo para ir viendo eso; nosotros podemos adelantar desde luego la discusión de esto, porque se nos presentaría el mismo problema con la cuestión de Aprovisionamientos, tendríamos que llamar al otro ministro por si quiere estar presente en el debate y hacer algunas observaciones. Yo quisiera nada más que el señor presidente tuviera la amabilidad de mandarle avisar, aunque sea por teléfono, al

ministro de Relaciones o al secretario de Relaciones para que se presente aquí, diciéndole que ya se va a comenzar a discutir esto, para ahorrar tiempo.

El C. presidente: En debida aclaración la Presidencia manifiesta que se avisó por teléfono al señor secretario de Relaciones que va a principiar la discusión de su ramo; la Presidencia va a dictar el trámite de que se avise a la Secretaría de Gobernación que inmediatamente después de terminar la discusión del Presupuesto de Egresos de Relaciones, se seguirá la discusión de Aprovisionamientos Generales, por si ese secretario quiere estar presente durante la discusión.

El C. Castrejón: Gracias.

El C. Trejo Francisco: Honorable Asamblea: En tanto que el ministro de Relaciones llega, la Comisión cree conveniente expresar algunos conceptos respecto al plan general que debe seguirse en la discusión de presupuesto de Egresos.

Como los honorables miembros de la Asamblea verán por los ejemplares que tienen en su poder, el método seguido en los proyectos de 1922 se modifica en cuanto a su forma. La aprobación se hará por esta Asamblea por grupos de empleados de una misma cuota. La segunda hoja del proyecto respectivo es, en tal virtud, la que va a quedar sujeta a la aprobación de la Asamblea. La distribución del personal consta en último término en todos y cada uno de los proyectos presentados, a fin de que si algún miembro desea impugnar alguna partida lo haga guiándose por la distribución de personal a fin de separar en concreto la partida relativa a la cual corresponda la plaza por su cuota impugnada. Las partidas globales están consideradas de mayor a menor cantidad. En la Secretaría de Relaciones Exteriores se redujeron las cantidades propuestas por esta Secretaría en partidas por concepto de sueldos en seiscientos cuarenta y nueve mil pesos. La reducción obedece a que concretando las citas, por ejemplo, un embajador en Estados Unidos tenía un sueldo de ciento ochenta pesos el año pasado contra ciento veinte pesos del año de 1918. La comisión establece únicamente ciento cincuenta pesos, menos de lo que en la actualidad tiene asignado. Los ministros, los enviados extraordinarios tenián señalado un sueldo de cien pesos; la Comisión lo reduce a ochenta, contra sesenta pesos que tenián hace tres años; los enviados extraordinarios, que tenián ochenta pesos, la Comisión fija sesenta y cinco, contra cuarenta y cincuenta que tenián hace tres años. En la misma proporción se reducen los sueldos, porque este fue uno de los medios de que se valió la Comisión para reajustar y equilibrar los presupuestos.

Respecto de las partidas globales, la Comisión desechó totalmente las dos partidas siguientes: Una partida de quinientos mil pesos que se proponía para hacer campaña por México en el extranjero, consistente, según indicaciones verbales, de hacer exhibiciones de cintas cinematógraficas que enaltecieran a la República, en dar conferencias y otros medios de propaganda favorables a México para contrarrestar la propaganda antimexicana en el extranjero; pero la Comisión creyó que no debía aceptar esta partida de quinientos mil pesos tratándose de ese programa de campaña planteado por la Secretaría de Relaciones, más que por otra cosa, porque no pueden durante el año de 1922 hacerse erogaciones extraordinarias, como la Comisión conceptúa que sería la de esta índole. La Comisión no aceptó tampoco la partida de cuatrocientos mil pesos para la compra de edificios, legaciones y embajadas en el extranjero, porque conforme a la Ley Orgánica de Secretarías de Estado, todo lo relacionado con bienes nacionales depende de la Secretaría de Hacienda. Consultaré en su oportunidad, en el ramo respectivo, si se concede una partida especial para la adquisición de edificios para embajadas; creo que debe seguirse la práctica de consignar en las Secretarías partidas que no estén de entero acuerdo con la organización dada por la ley respectiva. (Aplausos.) La Comisión estableció también la siguientes modificaciones: Para los gastos generales de los empleados del cuerpo Diplomático en general, durante el año de 1920 se votaron trescientos setenta y un mil pesos; la Secretaría de Relaciones Exteriores pidió trescientos setenta y nueve mil pesos y se fija por la Comisión en trescientos mil pesos esta retribución y no la redujo en la misma proporción que otras, porque la mayor parte de las cantidades que se satisfacen son el resultado de contratos hechos de antemano con relación a arrendamiento de edificios, de servicios de teléfonos, servicio de luz y otros generales. Para consulados también la reducción fue sólo de cuarenta y cinco mil pesos, pues habiéndose pedido doscientos cuarenta y cinco mil la Comisión consulta doscientos mil para viáticos de personal. La Secretaría de Relaciones pidió doscientos cincuenta mil teniendo en cuenta el número de consulados, de embajadas, de ministerios establecidos en el extranjero y que después de haberse hecho algunas movilizaciones en el Cuerpo Diplomático, probablemente en el año de 1922 ya no serán tan numerosas esas movilizaciones, la Comisión consulta la mitad de la cantidad pedida por la Secretaría de Relaciones; es decir, sólo ciento veinticinco mil pesos.

El C. Zubaran. interrumpiendo: Ciento veinte mil.

El C. Trejo: continuando: Ciento veinticinco mil. Partida 4,503. Para gastos extraordinarios e imprevistos, la Secretaría de Relaciones, y en esto la Comisión quiere hacer justicia, involucró las cantidades que tenía antes para gastos secretos, y la cantidad que tenía para extraordinarios e imprevistos. La Secretaría de Relaciones durante el presente año ha conservado intacta la partida de gastos, porque, según manifestación hecha por el propio secretario, no quiere que en la Secretaría haya ningún gasto sin comprobación. Esta actitud apacible del ministro de Relaciones, que no ha hecho ninguna erogación por concepto de gastos secretos, la Comisión la enaltece en lo que vale, porque viene a facilitar a la Comisión el plan que se había trazado de proscribir de una manera completa de nuestros Presupuestos de Egresos toda partida para gastos secretos. (Voces: ¡Bien!) Sin embargo de eso, la Secretaría de Relaciones, que pedía doscientos sesenta y cinco mil pesos para extraordinarios e imprevistos, creyó la Comisión que, no obstante la importancia de los servicios que tiene esta Secretaría, bien podía reducirse a ciento

veinte mil pesos, o sean diez mil pesos mensuales. Para los gastos generales de la Secretaría se apuntaban siete partidas, que ascienden a ciento noventa y seis mil pesos. La Comisión fija en cien mil pesos la cantidad dedicada al sostenimiento de los servicios de alumbrado, calefacción, cables, conservaciones, etcétera, etc. La Secretaría de Relaciones consultaba ciento noventa mil pesos para empleados interinos, empleados auxiliares, sobresueldos y gratificaciones. Sobre este particular, la Comisión inició en este ramo el criterio de que no debe autorizarse, no debe concederse en ninguna partida autorización para el pago de gratificaciones y para el pago de sobresueldos; siendo constitucional que por servicios deba recibirse la compensación que fijan las leyes relativas, la Comisión en éste y en los demás ramos no apuntará en partida alguna autorización que implique la facilidad de pagar nada por concepto de gratificaciones, por concepto de sobresueldos. Así pues, en vez de cientonoventa mil pesos, solamente señala cien mil pesos, que considera bastante para los gastos en que tengan que pagarse por empleados interinos los servicios en caso de licencias, enfermedades, etcétera, en los casos conforme a la ley. Para repatriación de mexicanos, extradicción de reos y expulsión de extranjeros perniciosos, la Secretaría de Relaciones Exteriores consultaba dos partidas. Para repatriación de mexicanos cincuenta mil pesos y para expulsión de extranjeros perniciosos veinte mil. La Comisión creyó que en este caso debería seguir un procedimiento inverso al de las otras partidas, y es por eso que consulta, en vez de setenta mil pesos, cien mil, para que el Ejecutivo no tropiece con dificultades en caso de que se presenten nuevas necesidades de hacer repatriación de mexicanos durante el año de 1922. Por esto es por lo que la amplió a cien mil pesos. Y como está perfectamente definido el concepto de gastos, no hay lugar a que por medio de esta partida se hagan erogaciones de distinta índole. Para gastos de representación consulta la Secretaría ciento diez mil pesos. La Comisión únicamente consulta setenta y cinco mil y redactó su fracción en el sentido de que los gastos de representación serían de acuerdo con las disposiciones relativas, la redacción que la Secretaría de Relaciones deba a esta partida, decía: "Gastos de representación para los altos empleados del Ministerio." La comisión cree que hay casos en que deben seguramente concederse estos gastos de representación, como es en aquellos en que a los diplomáticos se les comisiona para que asistan a asambleas o que tengan alguna representación adicional a la propia, y es evidente que estos servicios extraordinarios sí implica la necesidad de dar gastos de representación, porque los colocan en situaciones enteramente especiales y distintas de la propia de su cargo. La Comisión reduce desde luego la cantidad pedida y no asienta que se trata de gastos de representación para los altos funcionarios, sino para los casos en que sean indispensables. De las demás partidas, las cuotas para la Unión Panamericana, la Comisión acepta la cantidad pedida por la Secretaría. Aprobó también la cantidad de treinta mil pesos para gastos de impresión y personal de redacción de la Gaceta Comercial, publicación que, en concepto de la comisión, debe prohijarse e impulsarse, porque hasta ahora el resultado de los servicios consulares en el extranjero no había producido ningún resultado práctico; por medio de esta gaceta podrán propalarse todas las informaciones que tengan interés para la nación, rendidas por el cuerpo consular. Para la remuneración de cónsules honorarios se fija la misma partida de años anteriores y pedida por la Secretaría que, dada su insignificancia de veinte mil pesos, no amerita el detenerse a considerarla. Por último, para la conservación de monumentos en la línea divisoria, adquisición de implementos y gastos menores de la Comisión de Límites en Estados Unidos, en vez de treinta mil pesos, la Comisión consulta viente mil. Explicará, al terminar, la Comisión el criterio que ha seguido para establecer esas reducciones. Las cantidades asignadas para gastos generales presentan en todas las oficinas el fenómeno de que mes a mes se agotan con una exactitud matemática. Esto ya se sabe qué es, porque todas las dependencias del Gobierno pretenden sostener la cantidad que figura en el Presupuesto, a fin de que en años ulteriores no se le reduzcan. Es sabido de todos, que los excedentes, que las cantidades remanentes que pudieran figurar por concepto de economía, son gastadas en cosas inútiles muchas veces; se mejora el mobiliario, se hacen adquisiciones que no son indispensables para los departamentos con tal de agotar las partidas y tener el derecho expedito para años ulteriores. La Comisión no tiene ni abriga temor de que se entorpezcan los servicios de la Secretaría de Relaciones ni de ningunos otros ministerios, a los cuales ha hecho reducciones en este Presupuesto, reducciones globales, porque basta con que vuelvan a controlar la nivelación de las cantidades globales a que concreten y no a comprar ni a gastar en relación con la cantidad autorizada, evitando así filtraciones y despilfarros, para que puedan sujetarse sin entorpecimientos para los servicios de las Secretarías y que se ciñan a las cantidades fijadas por nosotros. Desde luego los ministerios en general alegan que estas reducciones no pueden llevarlos sino a serias dificultades, pero hay que tener en cuenta que, a virtud de las facultades extraordinarias que el Ejecutivo tenía en el Ramo de Hacienda, los gastos en todas las secretarías se hacían sin base, y no obstante de que en algunos casos no se trataban de cosas necesarias, se hacían las erogaciones. La Comisión cree, en virtud de lo expuesto y está dispuesta a entrar a mayor número de aclaraciones, si fuera pertinente, que las economías establecidas no perjudican en nada la marcha de los negocios públicos de ninguna dependencia del Gobierno.

El C. Zubaran: Pido la palabra para una interpelación.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Zubaran: Agradecería a la Comisión que completase su informe con lo siguiente; la partida número 4,509, para gastos de representación, de acuerdo con las disposiciones relativas, setenta y cinco mil pasos, ¿Estos gastos de representación para quiénes son?

El C. Trejo: Para cualquier empleado de la Secretaría de Relaciones que se viera en el caso de asistir, con representación oficial, a asambleas, a festividades, o alguna otra cosa extraordinaria

y excepcional que por razón de los servicios propios de Relaciones Exteriores, tienen a que estar sujetos.

El C. Zubaran: ¿Podría informar la comisión si sabe si tiene gastos de representación los secretarios, subsecretarios y oficiales mayores de las Secretarías del Estado?

El C. Trejo Francisco: La Comisión, que ha visto ya todos los ramos del Presupuesto de Egresos, puede afirmar categóricamente que, con excepción de la Secretaría de Relaciones, en donde de una manera expresa figura esta cantidad - sin atreverse la Comisión a asegurarlo. . . - (Voces: ¡Y en Guerra!) y en Guerra, en donde también existen cantidades expresas por concepto de representación en el Poder Ejecutivo, donde también existen cantidades expresas por concepto de representación, creo que en las restantes no existen partidas de esta índole.

El C. Zubaran: Me voy a permitir decir, para seguir mi interpelación, que todos los secretarios de Estado tienen igual cantidad de gastos de representación, a su sueldo diario, todos los secretarios de Estado tienen por por gastos de representación exactamente la misma cantidad que se les asigna diariamente por sueldo; en consecuencia, es preferible que en lugar de ponerles cincuenta pesos, como se dice,y los cincuenta pesos de gastos, ponerles cien pesos. ¿Por qué no lo va a hacer la nación? Yo creo que debe retribuírseles bien a estos hombres y ponerles en cantidad, lo mismo saber los emolumentos, los gastos de representación que se dan a los secretarios y a los oficiales mayores Absolutamente todos los secretarios tienen estos gastos. Mi otra interpelación es la siguente: en el Cuerpo Consular dice lo siguiente:

" 7 cónsules generales de 1a. . . $ 38.00

"14 cónsules generales de 2a. . . " 30.00

El C. secretario Aillaud: Se suplica a los ciudadanos diputados escuchen al orador.

El C. Zubaran continuando: Y después viene:

"15 cónsules particulares de 1a. . . $ 21.00

"15 cónsules particulares de 2a. . . " 19.00

"16 cónsules particulares de 3a. . . " 17.00

"60 cónsules particulares de 4a. . . " 15.00

Yo deseo saber para qué es este gasto de cónsules particulares. ¿Qué objeto tiene dar canonjías, tener ese montón de empleados vagos, que no tienen manera ni competencia de cónsules particulares adscriptos a los consulados? Yo entiendo una cosa: si no es competente un cónsul, o no es suficiente el número de empleados, por el mucho trabajo, debe ponerse mayor número; pero no poner consulados de primera y de segunda. Hay consulados que tienen tres cónsules particulares, que no son más que gente que los enviados para darles una canonjía. Yo creo que esto es inmoral, esto debe suprimirse y que informe el secretario de Relaciones. Esto lo sé de buena fuente y por esto me atrevo a decirlo. Suplico a la Comisión que me informe, porque estas partidas debe objetarlas la Representación Nacional.

El C. Trejo Francisco: La Comisión, respecto a la primera insinuación del compañero Zubaran, al menos es el sentir particular del que habla, se opondría a que se aumentara a la cantidad de cien pesos el sueldo de los secretarios de Estado. Respecto de los Cónsules, la Secretaría de Relaciones. . . (Murmullos.)

El C. secretario Aillaud: Se suplica atentamente a los ciudadanos diputados se sirvan escuchar al orador.

El C. Trejo, continuando: Respecto del servicio consular, en este momento he pedido la relación de los cónsules establecidos en el extranjero, pudiendo anticipar la creencia de que si existen consulados en los cuales presten sus servicios cónsules, la verdad es que los cónsules particulares son aquellos que atienden a zonas reducidas en el extranjero. Por ejemplo: Hay cónsul general en Nueva York, en París, en Londres, y cónsules particulares en zonas más reducidas y especialmente en las fronteras y en los puertos. Así pues, ese servicio consular que se hace por medio de los cónsules de primera, segunda, tercera y cuarta, particularmente se refiere a zonas menores, encajadas dentro de la esfera de acción de los consulados generales. La Comisión de Estadística tuvo oportunidad y se dirigió a todos los cónsules en el extranjero, pidiéndoles datos sobre legislación fical, sobre estudios económicos, y ha comenzado ya a recoger ejemplares valiosos de obras y de leyes del extranjero, que podrán servir para parangonar nuestros sistemas económicos con los de otros países. Si existe la irregularidad o la circunstancia de que en un consulado General existan cónsules de distintas categorías, la Comisión más bien cree que se trate de cuestiones de escalafón, de que un consulado General tenga, ademas, un cónsul de primera y un cónsul de segunda. No insiste ni sostiene este criterio la Comisión, porque cree pertinente que sea el ministro de Relaciones quien plantee la verdad sobre estos hechos.

El C. Zubaran: Pido la palabra para una aclaración. Insisto yo, señores, en que sobre las partidas de cónsules particulares debe venir el secretario a informar, pues vemos que esto es escandaloso, una irregularidad, Belice; que es un territorio que está enclavado en territorio nacional, que es una posesión inglesa, tiene un Consulado de cuarta clase, no tiene más, y es precisamente un Consulado que tiene bastante trabajo; un cónsul de cuarta clase, y vemos que un cónsul de cuarta clase, no gana más que quince pesos, y un cónsul particular gana veintiún pesos; son cónsules éstos que están adscriptos a los consulados de primera y a los consulados de segunda que, como ha dicho el ciudadano Trejo, hay en algunas regiones que no tienen absolutamente ninguna importancia. En consecuencia, esto es una anomalía, y no debemos nosotros permitirlo, sino que se deben poner en claro las cosas. En todos los lugares en que sea necesario la existencia de un representante comercial, que es lo que es cónsul, no debemos escatimarlo; pero no vayamos a aprobar el pago de empleados que no hacen falta y que si se les envía es porque han sido recomendados por tal o cual general, que en multitud de ocasiones nos ponen en ridículo, porque no saben ni escribir.

El C. Trejo Francisco: La comisión se guió, al contestar al ciudadano Zubaran, por los datos del

mismo Presupuesto, y encontró, haciendo una comparación numérica, lo siguiente: Entre cónsules generales y particulares, se consultan ciento veintisiete plazas y ciento veinticinco cancilleres. Así pues, cree la Comisión, y está en espera de la relación para poder concretar su dato, que se trata con las plazas de cónsules particulares de atender a zonas reducidas de una zona general que atienden los cónsules generales.

El C. Alessio Robles: Pido la palabra para una interpelación.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Alessio Robles: Ciudadano representante por Nayarit, presidente de la Comisión de presupuestos y cuenta: Para interrogar, para pedir a usted se sirva informar a la Asamblea si las diversas Secretarías, por el conducto debido, han remitido sus presupuestos a esta Cámara de Diputados.

El C. Trejo Francisco: La Comisión informa a la Asamblea que los anteproyectos de presupuestos formados por las Secretarías de Estado y por los Departamentos dependientes directamente del Ejecutivo, los obtuvo a virtud de peticiones reiteradas, que inició a mediados del mes de octubre, por la vía teléfonica y con apoyo en el artículo 88 de la ley del Régimen Interior del Congreso, es decir, los obtuvo pidiéndolos con el carácter de documentos que tienen obligación las Secretarías de proporcionar a todo presidente de Comisión, un ejemplar o copia de todo documento que integre un Archivo de una oficina. Oficialmente no es la Comisión la que hubiera recibido proyectos de Presupuestos de Egresos, si no hubiera sido por conducto de esta Cámara; así pues, oficialmente, no se ha recibido, es decir, con apego a la ley, por lo que se refiere a cuestiones presupuestales, no se ha hecho envío a este Poder de un solo presupuesto. Todos los anteproyectos obtenidos han sido de acuerdo con la ley, pero con carácter de documentos que integran los archivos públicos, de oficinas públicas. Es lo que tengo que decir.

El C. Alessio Robles Vito: Pido la palabra para otra interpelación. El artículo 17 de la ley de Secretarías de Estado dice a la letra: "Cada Secretaría o Departamento remitirá con toda oportunidad a la de Hacienda su respectivo proyecto de presupuesto, para que pueda someterse a su tiempo a la aprobación de la Cámara de Diputados."

Ahora mi interpelación es ésta: ¿Los anteproyectos que han venido aquí extraoficialmente han sido ya depurados por Hacienda o no han pasado por este tamiz?

El C. Trejo: La Comisión tiene en su poder cuatro o cinco contraproyectos formulados por la Secretaría de Hacienda, que también en lo particular o extraoficialmente, ya que no se ha hecho uso del conducto de la Secretaría de la Cámara, han llegado a poder de la Comisión. Estos contraproyectos la Comisión no ha podido tenerlos en cuenta, porque el plan que la Secretaría de Hacienda quería para la reducción de partidas de plazas, discrepaba de lo que la Comisión se impuso al iniciar sus labores, toda vez que con el procedimiento que sostenía en su primer proyecto la Secretaría de Hacienda, no se hubiera llegado a conseguir la reducción que es indispensable para que de los trescientos treinta y siete millones a que ascienden los anteproyectos de las Secretarías, podamos votar un presupuesto al margen de doscientos veinte millones. Así, pues, tiene la Comisión como seis contrapoyectos de Hacienda, pero éstos no se han recibido por conducto de la Secretaría, sino en lo particular han sido entregados a la Comisión de Presupuestos y Cuenta. Presidencia del

C. ALANIS FUENTES ÁNGEL

El C. Alessio Robles Vito: Para otra interpelación. La partida 4509 del proyecto de presupuestos presentado por las comisiones de Presupuestos y Cuenta, dice taxtualmente: "Para gastos de representación, de acuerdo con las disposiciones relativas". Ruego atentamente a su señoría se sirva informar cuáles son esas disposiciones relativas a que se refiere esta partida del Presupuesto.

El C. Trejo Francisco: Para las erogaciones de cantidades pertenecientes al Erario federal, la ley de 23 de mayo de 1910, que reorganizó la Tesorería de la Federación, establece requisitos y procedimientos. La Comisión se encontró con que año a año venían votándose partidas globales para gastos de representación y en el último año -no recuerdo si en los anteriores sería igual-, se decía que los gastos de representación eran exclusivamente para los altos empleados del Ministerio. La Comisión no se atrevió a suprimir esta partida; pero en vista de que el señor ministro de Relaciones está aquí, la Comisión cree que debe eximírsele de contestar sobre este particular a fin de que se rinda la información a satisfacción plena de los señores representantes.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Ramos Pedrueza.

El C. Ramos Pedrueza: Señores diputados: He pedido la palabra en contra del Ramo V, porque tengo la convicción de que son excesivos los sueldos para las condiciones en que se encuentra el país: Para el embajador en los Estados Unidos y los ministros en algunos países, se ponen ciento cincuenta pesos diarios al embajador y ciento cincuenta pesos de gastos de representación, son trescientos pesos diarios; esta suma, señores diputados, es fabulosa si se tiene en cuenta que aunque es verdad que las representaciones de esos ministros originan para ellos crecidas sumas que deben invertir en el desempeño de su cometido, no amerita una dos o tres recepciones anuales el fabuloso sueldo de trescientos pesos diarios. Por otra parte, señores diputados, es preciso tener en cuenta que muchos de estos sueldos se convierten, por las condiciones económicas de los países que nuestros representantes actúan, en liras, en francos, en marcos, etcétera, haciéndose cantidades verdaderamente fabulosas, de tal manera que sería un negocio ir al extranjero con estos sueldos para volver con obras costosísimas o con una riqueza acumulada en poco tiempo. Creo, señores diputados, que en estos momentos de depuración, de reconstrucción, y en que no sólo en nuestro país, sino en el mundo entero hay una corriente, producto de

la guerra mundial, de economía y de moralidad en el personal de todos los países y de todos los servicios, se puede comprobar que en ningún país del mundo se pagan sueldos tan crecidos; y si se tiene en cuenta la reducción de la moneda, como he dicho, en algunos países que durante mucho tiempo tendrá que existir por la abundancia de papel, en liras, marcos, francos, etcétera, que comparados con nuestra moneda, hace que un peso mexicano valga 85 marcos, resultan cantidades fabulosas las que en el extranjero puedan tener los representantes de nuestro país. Por esto, señores diputados resumo en breves palabras esta proposición mía, para que se reduzcan estos exorbitantes sueldos y mucho para ello hago un llamamiento a vuestra señoría , a fin de que teniendo en cuenta, como he dicho, la necesidad de economizar, que ya se ha hecho sentir en todas partes y en todos los ramos, la necesidad de moralizar y entrar a una corriente más modesta que en el mundo entero se observa, puesto que por los resultados de la catástrofe mundial, después de la gran guerra en todas partes tiende a suprimirse lo superfluo, a refrenarse la ostentación, el lujo insultante al lado de la miseria que hay en el mundo; si, pues, en todas partes se trata de establecer un padrón, podemos decir, de modestia, de sobriedad en todas las manifestaciones de la vida, no debemos ser menos en este ramo internacional, cuyos crecidos gastos y cuyos sueldos fabulosos causarán el desequilibrio en el Presupuesto del año próximo.

El C. Trejo: Pide la palabra la Comisión.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Trejo Francisco: Con objeto de encauzar los debates, sería conveniente que no se entrara a discusión en lo particular, sino hasta que se hayan separado las partidas que en concepto de algunos de los miembros de esta Asamblea deban ser objetadas o sometidas a una discusión más amplia; pero como el ciudadano Ramos Pedrueza envolvió en su prooración la idea de que la Comisión ha fijado sueldos elevados y a que estos sueldos implican desequilibrio en las rentas federales, la Comisión debe decir, en defensa del trabajo emprendido por ella, que redujo de acuerdo con un plan general los sueldos del personal diplomático en el extranjero; que si bien es cierto que en algunas naciones de Europa, a virtud de cuestiones de cambio, pudiera estimarse que las asignaciones son elevadas, la Comisión no perdió de vista este aspecto; pero consideró que es meramente transitorio y que no podía la Comisión hacer una modificación en este sentido, sin exponerse a colocar en un futuro más o menos próximo a los empleados o a los funcionarios, embajadores y ministros en el extranjero, en situación difícil. La Comisión tuvo en cuenta también que los representantes de México en el extranjero no son ya personas adineradas que como en épocas anteriores se enviaban como representantes de México únicamente a derrochar sus fortunas y a tener como agregada la percepción del sueldo que se asignaba por concepto de la representación que se les concedía. Para estar representados decorosa y dignamente, nosotros debemos pagar sueldos que permitan a nuestros representantes atender de una manera decorosa y digna su representación, capacitando al Gobierno para escoger a estos elementos entre personas idóneas, sin que sea requisito indispensable el que se trate de individuos adinerados, es decir, debe compensárseles en términos de que puedan atender a sus atenciones personales, así como hacer frente a sus compromisos y representar decorosamente al país. Termina la Comisión insistiendo en que no se particularice la discusión, sino que, aprobado en lo general el proyecto, se entre en detalle a analizar las partidas que merezcan objeción por parte de al gunos de los miembros de esta honorable Asamblea.

El C. Ramos Pedrueza: Pido la palabra para una interpelación.

El C. Alberto J. Pani, secretario de Relaciones Exteriores: Pido la palabra.

El C. Zubaran: Moción de orden.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Zubaran para una moción de orden.

- El. C. Zubaran: Mi moción de orden consiste en que no debemos seguir discutiendo esto y perder el tiempo, mientras que no sea aprobado en lo general. Suplico a la Mesa que ponga a votación en lo general el proyecto, supuesto que ya han dado una información las comisiones; de otra manera, perderemos el tiempo en discusiones bizantinas, que no conducen a nada. Vamos a aprobar el proyecto en lo genral y después entraremos a discutirlo en lo particular.

El C. presidente: Es ya una costumbre que en materia de presupuestos de egresos no se ponga éste a discusión en lo general, pues se trata de un solo estudio que comprende todos los ramos; así es que solamente se pone a discusión en el orden que establece el Reglamento, pero sin que se discuta primero en lo general y después en lo particular, porque se trata de un solo artículo.

El C. Alessio Robles: Pido a su señoría que se ponga a discusión.

El C. presidente: Está a discusión.

El C. Castillo Francisco: Con el objeto de que ya que se encuentra en esta Asamblea el señor secretario de Relaciones, nos dé su punto de vista respecto del proyecto presentado por las comisiones y así también nosotros podemos darnos cuenta en lo general y en lo particular respecto a cada partida, porque creo que él debe conocer el presupuesto de esa Secretaría y creo que con los datos que él nos dé y con su punto de vista podremos resolver esto de una manera consiente. Ya que el señor secretario ha solicitado permiso para ir a informar, suplico a usted le dé la palabra para que se sirva informarnos.

El C. presidente: Según el artículo 126 del Reglamento, los secretarios sólo pueden informar antes de que empiece la discusión; después sólo tendrán derecho a usar el turno como cualquier orador. Como quiera que el ciudadano secretario de Relaciones no me ha pedido la palabra. . . (Voces: ¡Se la está pidiendo!)

El C. Castillo Francisco: Señor presidente, para una moción de orden. Usted mismo ha dicho hace un momento que no había a discusión nada y que ponía a discusión este asunto, y precisamente yo he pedido a usted la palabra para que el ciudadano secretario de Relaciones informe entes de la discusión.

El C. presidente: La Presidencia no tiene inconveniente en concederle la palabra al ciudadano secretario de Relaciones.

El C. Alberto J. Pani, secretario de Relaciones Exteriores: Señores diputados: Desde que la Secretaría de Relaciones Exteriores envió a la de Hacienda su proyecto de presupuesto, y de esto hace ya, entiendo, que algunos meses, puse en conocimiento de la Comisión de Presupuestos y cuenta de esta Cámara la buena disposición en que se encontraba para proporcionarle todos los datos que considerara necesarios para el estudio del presupuesto relativo. La Secretaría de Relaciones Exteriores desde entonces hasta la fecha ha enviado a dicha Comisión todos los datos que se le han solicitado. Esperaba tener algunas conversaciones con los miembros de esa Comisión, el que habla, pero la oportunidad no se presentó, porque las primeras noticias que tuve de la proximidad de la discusión del presupuesto de la Secretaría fue antier al llegar a mi oficina y encontrarme la nota en que se comunicaba la proximidad de esa discusión. Inmediatamente vine al recinto de esta Cámara, me puse en comunicación con los miembros de la Comisión de Presupuestos, y cuando tuvimos una larga conversación, en ella acordamos que era humanamente imposible entrar a la discusión de asuntos tan trascedentales como son estos - puesto que de ellos depende la vida eficiente de la administración pública en todo un año-, de buenas a primeras, sin preparación previa, sin discusiones previas entre el secretario del ramo y la Comisión respectiva de la Cámara de Diputados. Esta Comisión, considerando pertinentes mis razones, de modo benévolo ofreció al que habla, que el presupuesto de la Secretaría de Relaciones Exteriores no se discutiría hasta el mes Próximo.

El C. Trejo Francisco, interrumpiendo: ¿Me permite una aclaración?

El C. secretario de Relaciones: Con mucho gusto.

El C. Trejo Francisco: La Comisión indicó al señor ministro de Relaciones hace dos días, que sometería a la consideración de la Asamblea el aplazamiento, pues de ninguna manera lo podía hacer la Comisión. Se le hizo notar al ciudadano ministro de Relaciones, que la comisión de ninguna manera podría comprometerse a que el ramo entrara a discusión el lunes, pues recuerda el que habla, que él personalmente insinuó que el ciudadano ministro de Relaciones debería estar listo para la discusión en el caso de que, como ha sucedido, fuera negativo el permiso solicitado para aplazar la discusión.

El C. secretario de Relaciones: Tiene razón el señor Trejo, pero yo confiaba en que la Cámara accedería a la petición que le hiciera la Comisión por tratarse precisamente de este. tan interesantes y en que está de por medio nada menos que el decoro de la nación en el extranjero. Desde ese momento me puse a coleccionar todos los datos que pudieran ilustrar mejor la discusión con el fin de llegar a determinados acuerdos por divergencias que se suscitaron entre la Comisión de Presupuestos y Cuenta y el que habla. Estaba precisamente en esa tarea, cuando por teléfono recibí la noticia de que el presupuesto de la Secretaría de Relaciones estaba discutiéndose en la Cámara de Diputados; de manera que casi ni he terminado la recolección de todos esos datos como punto en que podría yo apoyarme para demostrar la necesidad de aplazar esta discusión. Comprendo perfectamente la necesidad en que la Cámara de Diputados se encuentra, de festinar la discusión de los presupuestos, (Voces: ¡No es festinación!) pero no creo que deba llevarse hasta el punto de comprender el buen servicio de la administración pública. Sin embargo, la cosa está hecha y estoy aquí dispuesto o cooperar con los señores diputados para el mejor resultado de nuestros trabajos. Y precisamente el punto en que me apoyo para demostrar la necesidad de estudiar con más detenimiento estas cuestiones, es lo único que he escuchado en esta Cámara, que probablemente es el principio de la discusión del presupuesto del Ramo Quinto. Ha hablado el señor Ramos Pedrueza impugnando los sueldos asignados por la Comisión para el personal diplomático y ha contestado el señor diputado Trejo. Entiendo que el señor diputado Trejo ha tenido éxito destruyendo completamente las argumentaciones del señor diputado Ramos Pedrueza; pero si eso fuere así, bastaría una sola consideración: Las primeras palabras del señor diputado Ramos Pedrueza fueron estas: Al embajador de Washington le asigna la Comisión ciento cincuenta pesos diarios de sueldo, más ciento cincuenta pesos de gastos de representación, serían trescientos pesos diarios. Sin embargo, el miembro de la Comisión de Presupuestos y Cuenta que rebatió al señor diputado Ramos Pedrueza no advirtió el error que incurrió el señor Ramos Pedrueza. ¿Por qué? Porque probablemente a la Comisión de Presupuestos no han llegado todos los datos necesarios para discutir conscientemente este punto. No es cierto que se le asignen trescientos pesos diarios al embajador en Washington, ni que se les asignen ciento sesenta pesos diarios, ochenta como sueldo y ochenta como gastos de representación, a los ministros plenipotenciarios. En la ley Orgánica del Cuerpo Diplomático y en los reglamentos respectivos, hay cláusulas que dicen:

"De la asignación del presupuesto se considera la mitad como sueldo y la otra mitad como gastos de representación". De manera que si el señor diputado Ramos Pedrueza impugnaba una asignación de trescientos pesos diarios para el embajador, siendo que sólo llega a ciento cincuenta, viene enteramente por el sueldo toda la argumentación del señor diputado Ramos Pedrueza. En las consideraciones anteriores me fundo para pedir respetuosamente a la Cámara que aplace la discusión para el lunes próximo. (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. Gandarilla: Ya se acordó que no. Pido la palabra.

El C. Ramos Pedrueza: Pido la palabra para una interpelación al señor secretario. . .

El C. Castrejón: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Gandarilla.

El C. Aillaud: Moción de orden, señor presidente. El ciudadano secretario de Relaciones ha hecho una proposición a la Asamblea y yo creo que se debe discutir.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano

Gandarilla para interpelar al ciudadano secretario de Relaciones.

El C. Castrejón: Moción de orden, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra una moción de orden el ciudadano Castrejón.

El C. Castrejón: Hace un momento, señores diputados, se resolvió por la Asamblea se empiece a discutir el presupuesto de Relaciones Exteriores, y esto es lo natural, porque el compañero Trejo decía esto: Si se aplaza la discusión del presupuesto de Relaciones Exteriores, tendría que comenzarse a discutir el de Aprovisionamientos generales. El ciudadano Vito Alessio Robles entonces dijo: "¿Quién va a informar sobre el asunto del Presupuesto en el Departamento de Aprovisionamientos"? Claro que tiene que ser Gobernación y nos vamos a encontrar otra vez en este conflicto si no sigue la discusión de Relaciones; que el ministro de Gobernación puede decir exactamente lo mismo que el señor Pani: "No estoy preparado para poder discutir el presupuesto", tanto más, señores diputados, cuanto que la labor que se ha echado encima el compañero Trejo ha sido la de hacer él los presupuestos, porque oficialmente aquí a la Cámara, por conducto de la Secretaría de la Cámara de Diputados, no han venido los presupuestos. Si vamos a esperar a que vengan estos presupuestos por los conductos debidos, es decir, por la Secretaría de Hacienda o de Gobernación resulta que se pasará el mes de diciembre y no habrá presupuestos. En ese concepto yo deseo que, tomando en cuenta todas estas razones, y que no habría materia de discusión durante los días que faltan de aquí al lunes, se siga la discusión en lo general del Presupuesto de Egresos y que el ciudadano Pani, ministro o secretario de Relaciones, más bien dicho, ilustre el criterio de esta Asamblea con las observaciones que del momento pueda darnos, que debe tener, en algunos informes que pueda darnos y en ese sentido podemos escucharlo con el objeto de que esta sesión no se pierda.

El C. Gandarilla: Pido la palabra para una interpelación.

El C. presidente: La Presidencia se permite, en contestación a la moción presentada por el ciudadano Aillaud, mandar que se dé lectura al artículo 128 del Reglamento.

El C. secretario Aillaud: Por disposición de la Presidencia se va a dar lectura al artículo 128 del Reglamento.

"Artículo 128. Los secretarios del Departamento no podrán hacer proposiciones ni adición alguna en las sesiones. Todas las iniciativas o indicaciones del Ejecutivo deberán dirigirse a la Cámara por medio de un oficio."

El C. Gandarilla: Moción de orden.

El C. Ramos Pedrueza: Quiero interpelar al secretario del ramo y a la Comisión sobre puntos indispensables para ilustrar el criterio de la Asamblea. Primero, si esos gastos de representación, señor secretario de Relaciones, son de la propiedad de los señores ministros o si no hacen uso de todos ellos, es decir, si tienen que rendir cuentas y reintegrar lo que sobre de esos gastos. Supongamos que el señor embajador de los Estados Unidos con esa cuota de ciento cincuenta pesos diarios de gastos de representación, al fin de año, semestralmente o en alguna forma tiene que reintegrar lo que sobre de los gastos de representación que ha invertido en dar fiestas y en dar recepciones; si no tiene que rendir cuentas, entonces debemos considerar que es de la propiedad de él, es decir, que es un sueldo del que tendrá que hacer ciertos gastos, y en ese caso sí está en pie que recibe una cuota de trescientos pesos diarios. Lo mismo sucede con los demás señores ministros en Europa, desde el momento en que son cuotas duplicadas: La mitad por sueldo y la mitad por gastos de representación, sin rendir cuentas de lo que sobra, del excedente de los gastos de representación que tengan. A la Comisión le suplico que me informe cuál es la proporción en que se han reducido esos sueldos, porque el del señor embajador no se ha reducido. El señor Trejo dijo que se había reducido, y entiendo que es el mismo sueldo. . .

El C. Trejo Francisco, interrumpiendo: ¡No!

El C. Ramos Pedrueza, continuando: Bueno; que haga favor el señor Trejo de informarnos en qué proporción. . .

El C. secretario Barragán, interrumpiendo: Por disposición de la Presidencia se suplica a los ciudadanos diputados ocupen sus curules.

El C. Ramos Pedrueza, continuando: En consecuencia, después de que el señor secretario tenga la bondad de darnos un informe sobre el punto, suplico a la Comisión nos diga la proporción en que se han reducido estos gastos y si han tomado en consideración la moneda de los países en que actúan los ministros para que nos diga la cuota aproximada de francos, liras, marcos, etcétera. . . (Siseos. Murmullos. Voces: ¡Es muy largo eso!) No, señores; porque la Asamblea no podrá tener una idea, porque los que viven en Alemania no tienen el mismo costo de vida que los que están en México. Si van a ganar dos mil marcos diarios, tenemos la obligación de impedir esta inmoralidad. (Murmullos.)

El C. presidente: La Presidencia llama la atención del ciudadano diputado Ramos Pedrueza en el sentido de que ha pedido la palabra para interpelar a la comisión.

El C. Ramos Pedrueza: Señor, quise aprovechar ambas cosas.

El C. secretario de Relaciones: Yo tomo para mí la interpelación del señor diputado Ramos Pedrueza y voy a contestarla: Sobre los ciento cincuenta pesos diarios que la Comisión ha asignado a nuestro embajador en Washington, y los ochenta pesos diarios que ha asignado a cada uno de nuestros ministros plenipotenciarios, no se les paga ni al embajador ni a los ministros plenipotenciarios absolutamente nada para gastos de representación extra. Y la ley dice: "De la asignación del presupuesto del personal diplomático, se considera la mitad de esa asignación como sueldo y la otra mitad como gastos de representación". Así pues, de los ciento cincuenta pesos asignados al embajador en Washington, son setenta y cinco pesos como sueldo y setenta y cinco como gastos de representación, en vez de ser ciento cincuenta pesos por el primer capítulo y ciento cincuenta pesos por el segundo, es decir, trescientos pesos; es la mitad de lo que el señor Ramos Pedrueza cree

El C. Gandarilla: Señor presidente: ¿Me

permito darme el honor de solicitar de usted el uso de la palabra para interpelar al honorable señor secretario de Relaciones? - El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Gandarilla: Honorable Asamblea: Todos vosotros sabéis perfectamente bien, y lo sabe más tal vez que nosotros el honorable señor secretario de Relaciones, que el progreso de un pueblo depende de dos factores eficientes: la vida normal, la buena vida interior y la excelente vida de relaciones, o sea la internacional. Algún compañero acaba de objetar la afirmación rotunda y categórica que hago, y me veo en la penosa necesidad de no tomarlo en cuenta, porque no debo contestarle. En nuestro país, desde luego, honorable Asamblea, el progreso dependerá del buen Gobierno que el país tenga, y por lo que ve a los asuntos internacionales, a la magnífica administración, válgaseme la frase, de las relaciones internacionales. Pues bien; vamos a tratar ahora de discutir el Presupuesto de Relaciones, teniendo en cuenta, como dijera el señor secretario Pani, que va de por medio la honorabilidad y el decoro de nuestro país, y el señor Pani ha traído, como uno de los principales argumentos para defender su presupuesto, el que nuestros representantes en los países extranjeros deben representarnos de una manera decorosa que, según él, parece que sólo puede hacerse cuando se tiene suficiente dinero o quizá más del necesario! Desde luego, voy a concretar mis interpelaciones al señor secretario de Relaciones, para que sea tan amable que tenga la bondad de contestarme sobre cuatro preguntas concretas.

Es la primera, señor secretario, la siguiente: su señoría afirma que el embajador de México en los Estados Unidos, y el presupuesto así lo indica, tiene un sueldo de ciento cincuenta pesos diarios. En este sueldo de ciento cincuenta pesos diarios, según usted mismo indicaba, está considerada la mitad como honorarios para el embajador y la otra mitad, como gastos de representación. La primera pregunta que me permito hacer a su señoría, para normar mi criterio sobre este asunto, es la siguiente: ¿cuál es el sueldo, señor secretario de Relaciones, o cuáles son los emolumentos u honorarios -como usted quiera llamarlos- de que disfrutan los embajadores de los Estados Unidos en las principales partes del mundo, para compararlo con el sueldo que asigna la Secretaría de Relaciones a nuestro embajador en la Unión Americana? Esa es la primera pregunta. Si su señoría me permite escuchar la contestación, puedo hacerlo, o bien, terminaré todas las interpelaciones; lo que usted tenga a bien determinar.

El C. secretario de Relaciones: Como usted lo desee, señor.

El C. Gandarilla: Entonces suplico a usted tenga la amabilidad, para evitar digresiones, de contestarme.

El C. secretario de Relaciones: Para contestar la primera pregunta, exhibo mi ignorancia y la confieso honradamente: No sé lo que los embajadores americanos en los demás países tienen como sueldo o gastos de representación. Sí recuerdo que en alguna conversación que tuve con el embajador de los Estados Unidos en París, hace año y medio o dos años, me decía que su sueldo no le bastaba ni siquiera para pagar la renta de la casa en que vivía. Pero aquí viene bien traen a colación lo que el señor diputado Trejo dijo hace un momento: en condiciones tales, el Gobierno se vería obligado a reclutar su personal diplomático solamente entre las clases ricas, que no son, quizás, las que tienen la mayor idoneidad para la representación eficiente del país en el extranjero.

El C. Gandarilla: Con la venia de usted, señor presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Gandarilla: Acaba de contestar el señor secretario de Relaciones de una manera sincera, que no sabe cuál es el sueldo que asigna el Gobierno de la Unión Americana a sus embajadores en otras partes del mundo. Yo voy a permitirme dar este pequeño dato a la Asamblea, para que se forme un juicio comparativo: Según datos o pruebas que pudiera yo calificar de fehacientes, señor secretario, los embajadores de los Estados Unidos en las otras partes del mundo con las cuales la nación americana tiene relaciones, ganan al año la cantidad de treinta y siete mil pesos... (Voces: ¡Dólares!) No son dólares, y conforme al presupuesto que su señoría ha presentado a las comisiones, la honorable Asamblea verá que hay una diferencia enorme! ¿Esa diferencia es de cuánto, señor Trejo?...

El C. Trejo Francisco: Los sueldos de los empleados diplomáticos no son sino de veintinueve mil pesos. El único embajador que hay es el de Estados Unidos, y su sueldo es de cincuenta y cuatro mil pesos.

El C. Gandarilla: Ya ve entonces la Cámara que nuestro embajador tiene asignada la cantidad de cincuenta y cuatro mil setecientos cincuenta pesos, o mejor dicho, cincuenta y cinco mil pesos; en cambio, los embajadores de los Estados Unidos ganan treinta y seis mil pesos! Es así, pues, que nosotros somos un país que está pagando los más altos honorarios a nuestros representantes; los Estados Unidos, país financiero, conceptuado por todo el mundo como la nación más rica del mundo, paga menos, mucho menos que nosotros! Es por lo que ve a la primera pregunta. Muy agradecido al señor secretario por la contestación que tuvo a bien darme. ¿Me permite que haga la segunda?...

Va la segunda. Existe, señor secretario, una partida señalada con el número 4,509. Esta partida dice: "Para gastos de representación, de acuerdo con las disposiciones relativas, setenta y cinco mil pesos." Yo quiero que su señoría sea tan amable que me conteste si los gastos de representación asignados en alguna de las partidas del presupuesto no van a ser, o no son, mejor dicho, disfrutados en forma alguna por los embajadores, ministros, etcétera, y si esas partidas de gastos extraordinarios o de representación de la Secretaría de Relaciones, corresponden únicamente al servicio de planta o local, de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

El C. secretario de Relaciones Exteriores: Los sueldos asignados incluyen, como he dicho, los gastos de representación del personal diplomático. La partida de setenta y cinco mil pesos, es para gastos de representación del personal de esta Secretaría, principalmente el Departamento de Protocolo, que está en condiciones especiales respecto de las otras

Secretarías y necesita en determinadas condiciones hacer gastos de representación. Estos son gastos debidamente comprobados.

El C. Gandarilla: Con permiso, señor presidente. Al señor secretario de Relaciones me permito el honor de preguntarle si esos embajadores o si esos ministros, además de su sueldo de ciento cincuenta pesos, de ochenta pesos, etcétera, no disfrutan de alguna otra partida que les favorezca por virtud de gastos de representación.

El C. secretario de Relaciones: Absolutamente nada.

El C. Gandarilla: Muchas gracias. Va la tercera pregunta. El sueldo de los secretarios de Estado hace un momento que fue puesto a discusión en esta Asamblea por un capítulo interesante, señor secretario. No faltó diputado que perfectamente documentado, indicase a la Cámara que los secretarios de Estado tienen la asignación de cincuenta pesos diarios, pero que, además, en virtud de que existen las partidas correspondientes a gastos de representación ¡disfrutan de otros cincuenta pesos! Total: que un honorable señor secretario de Estado gana cien pesos diarios, es decir, no gana, sino que recibe cien pesos diarios, que no es lo mismo. (Risas.) Yo me permito interpelar a su señoría para que tenga la bondad de indicarme si las afirmaciones de ese diputado que se dijo - y yo lo creo así - perfectamente documentado, son o no ciertas, para saber a qué atenernos, pues ese señor diputado proponía que en lugar de decir: "El señor secretario de Relaciones gana cincuenta pesos, y el señor secretario de Relaciones tiene derecho, además a cincuenta pesos por gastos de representación", se pusiese: ¡El señor secretario de Relaciones ganará cien pesos al día! Yo quiero que su señoría me diga si es cierto que reciben cincuenta pesos diarios, tanto por sueldo como otros tantos por concepto de gastos de representación.

El C. secretario de Relaciones: Es cierto que actualmente los secretarios de Estado reciben, mejor dicho, ganan, bien o mal, pero ganan, (Risas. Aplausos.) cien pesos diarios: cincuenta que son los que les asigna el Presupuesto como sueldo, y cincuenta que reciben como asignación extraordinaria por gastos de representación. (Murmullos.) Lo mismo el de Relaciones que todos los otros secretarios.

El C. Gandarilla: Dando las gracias al señor secretario porque se ha servido contestarme, y felicitándolo (?) muy cordialmente porque nos ha manifestado que tiene la convicción de que gana cien pesos diarios, voy a hacer la última pregunta de carácter...

El C. secretario de Relaciones, interrumpiendo: Faltan dos. - El C. Gandarilla, continuando: Por lo demás si su señoría quiere otra quinta tendré el gusto de hacérsela. La cuarta pregunta es la siguiente: el señor diputado Zubaran nos indicaba aquí, y hacía la observación a la Comisión y al señor Trejo, presidente de las comisiones, respecto a los honorarios que corresponden a los cónsules de primera, de segunda y particulares, etcétera, y le suplico a su señoría que, cotejando los datos que traiga con lo que yo tengo, veamos, si podemos llegar a alguna conclusión. La pregunta es ésta, señor secretario: Viene el cuerpo consular y en la parte correspondiente dice:

" 7 cónsules generales de primera . . . 38.00 "14 cónsules generales de segunda . . . 30.00 "15 cónsules particulares de primera . . . 21.00 "15 cónsules particulares de segunda . . . 19.00 "16 cónsules particulares de tercera . . . 17.00"

Y otros muchísimos cónsules particulares de quién sabe qué clase. Señor secretario, el señor Zubaran nos indicaba que había, por ejemplo, en los Consulados Generales, cónsules particulares adscriptos, de 1a., de 2a., de 3a., etcétera y nos decía el señor Zubaran, no sé si bien o mal informado, que hay una enorme cantidad de cónsules adscriptos que no prestan servicios de ninguna naturaleza sino que constituyen una pesada carga para el país. Quiero que tenga su señoría la bondad de indicarnos algo sobre el funcionamiento de los consulados particulares y sobre el funcionamiento de los adscriptos a los consulados de primera. Esa es una información que agradecería sinceramente.

El C. secretario de Relaciones: Ultimamente se ha reorganizado el servicio consular, definiéndose la jurisdicción de cada uno de los consulados generales, comprendiendo un cierto número de consulados particulares. Los cónsules generales tienen, además, funciones de inspección sobre todos los consulados particulares de su jurisdicción; de manera que estas funciones de inspección los obligan muy frecuentemente a alejarse de su Consulado General con el fin de visitar los consulados particulares. Esa es la razón por la que se ha adscripto a cada cónsul general, un cónsul particular que lo substituye durante sus ausencias reglamentadas de inspección en toda la zona de su jurisdicción.

El C. Gandarilla: Y mientras no haya ausencias, ¿qué hacen esos señores?...

Presidencia del

C. VIDALES AGUSTIN E.

El C. secretario de Relaciones: Mientras no hay ausencias cooperan con el cónsul general. Hay una división de trabajo en cada oficina.

El C. Gandarilla: Esas eran las cuatro únicas preguntas, señor, que yo me prometí hacer a usted. Le doy, pues, las gracias y repito, si usted quiere que haga la quinta, puedo hacerla.

El C. Franco Abraham: Pido la palabra para una interpelación.

El C. Alessio Robles: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Alessio Robles para una moción de orden.

El C. Alessio Robles: Cuando empezó esta discusión yo creí que el Presupuesto de Relaciones entraba a discusión en lo general, pero su señoría que presidía, ciudadano Alanís Fuentes, nos hizo saber a todos una cosa que yo ignoraba: que en la discusión de Presupuestos no había discusión en lo general; que tenía que entrarse desde luego a la discusión en lo particular. Para encauzar debidamente los debates, yo ruego muy atentamente a la

Presidencia se sirva poner a discusión en lo particular el Presupuesto, siendo el procedimiento que los ciudadanos diputados pasen a inscribirse apartando las partidas que crean conveniente a fin de votar en globo las partidas no objetadas, para que después cada uno tome la palabra en cada una de las partidas objetadas y se vayan votando separadamente, pues sólo de esta manera podremos abreviar el procedimiento, ya que nos falta tan poco tiempo para la discusión de los Presupuestos.

El C. Franco: Pido la palabra.

El C. Paz: Pido la palabra para interpelar al señor secretario.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Serrano que la había pedido con anterioridad para una interpelación.

El C. Serrano: Muy atentamente ruego a usted, señor secretario, se sirva informarme sobre la Comisión Internacional de Límites. En el Presupuesto, tal como figuran los sueldos de los ingenieros, rebajados, y como yo voy a proponer que se sostengan los sueldos anteriores, deseo estar documentado sobre estos puntos: Primero, si actualmente se están haciendo algunos trabajos por los señores ingenieros de la Comisión Internacional de Límites. Segundo, si en esta Comisión están comprendidos los asuntos del Chamizal, etcétera, todo lo que se refiere al Río Bravo y también al Río Colorado, porque para poder sostener mis puntos de vista, al llegar en lo particular esto, necesito saber si esta Comisión atiende los dos puntos que son igualmente importantes o si será necesario formar dos comisiones.

El C. Secretario de Relaciones: La Comisión Internacional de Límites desempeña actualmente todas las funciones que le asigna la ley relativa, pero en el punto al que se refirió el señor diputado que ha interpelado, debe tomarse en consideración principalmente esto: que los sueldos que ha asignado la Comisión de Presupuestos y Cuenta son sumamente insuficientes para que viva el personal en Ciudad Juárez o en El Paso. Estos sueldos son menores -esto se lo puedo yo asegurar porque he tomado los datos respectivos- que los correspondientes al personal de la Comisión de Límites de los Estados Unidos, siendo las condiciones de vida en los dos puntos, en El Paso y en Ciudad Juárez, exactamente las mismas.

El C. Franco Abraham: Pido la palabra.

El C. presidente: Habiendo terminado las interpelaciones, se suplica a los ciudadanos diputados, para mayor orden, se sirvan pasar a inscribirse con objeto de que señalen las partidas que deseen impugnar.

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra para una moción de orden. Señor: Para discutirse las partidas en lo particular, es necesario que este Presupuesto de la Secretaría de Relaciones se apruebe primero en lo general... (Voces: ¡No! ¡No! Desorden.)

El C. Domínguez Norberto: Pido la palabra para una interpelación.

El C. Espinosa Luis: De cualquiera manera, a los señores que van a hacer simples interpelaciones y no a atacar o defender una partida, entiendo que no se les puede exigir que vayan a inscribirse como si se tratara ya de entrar al debate. De tal manera, señor presidente, que yo no creo correcta su disposición. Cuando ya se trate de discutir partida por partida, en buena hora; eso es lo que procede conforme al Reglamento; pero mientras sean simples interpelaciones, debe usted conceder la palabra sin exigir que se inscriban. Por lo demás, yo suplico a los compañeros que nos dejemos ya de preguntas que no contienen ningún fondo y que sólo sirven para estar perdiendo el tiempo. Vamos, si quieren, de una buena vez a discutir estas partidas, pero yo creo que ya estamos cansados de tantas interpelaciones que no nos han dado ninguna luz o que no nos han servido para nada. Yo les ruego que seamos un poco más serios y más avaros del tiempo, de nuestro tiempo; que entremos ya al debate rehuyendo toda pregunta que no tenga objeto.

El C. Franco Abraham: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Franco.

El C. Franco: Muy atentamente suplico al señor ministro tenga la bondad... (Voces: ¡Secretario!) Al señor secretario... Bueno, los han llamado aquí ministros. (Murmullos.) Aparece aquí en la distribución del personal que hay: "7 enviados extraordinarios y ministros plenipotenciarios en Bélgica, Chile, Dinamarca, Guatemala, El Salvador, Honduras y Suecia y Noruega. "9 ministros residentes en Austria, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Perúy Venezuela." Guatemala y El Salvador, aparte de Honduras, están formando la Unión Centroamericana, han formado ya, nadie puede asegurar que realmente esté formada, se han reunido en un Congreso. (Murmullos.)

El C. Zubaran, interrumpiendo: Moción de orden.

El C. secretario Aillaud: Por disposición de la Presidencia se hace saber a los ciudadanos diputados que de continuar este desorden se verá obligada a levantar la sesión.

El C. Franco, continuando: Además, aparecen nueve ministros entre los cuales se cuentan los de Costa Rica, Honduras y Nicaragua. Creo, en mi concepto, que bastaría con un solo ministro, enviado o ministro plenipotenciario en El Salvador o en Honduras. (Murmullos. Campanilla.)

El C. Alessio Robles Vito, interrumpiendo: Moción de orden. La interpelación que hace el estimable compañero Franco, tiene su lugar cuando se discuta en lo particular.

El C. Franco: Quiero preguntar esto al señor Pani: el país, la nación, está dispuesta a apoyar...

El C. Alessio Robles, interrumpiendo: Si no está conforme con la partida que la aparte.

El C. Franco, continuando: Señor secretario: ¿cree usted que la nación estará dispuesta a reconocer la Unión Centroamericana? En ese caso, estando allí tres países formando la Unión Centroamericana, yo considero absolutamente innecesario que haya un ministro en cada uno de estos países.

El C. secretario de Relaciones: Voy a contestar al señor diputado Franco: Desde luego no creo deber contestar una parte de la pregunta que el señor diputado Franco hace. Si el Gobierno va o no

va a reconocer a la Unión, no es el lugar ni las condiciones, ni yo personalmente quien deba contestarlo. (Aplausos.)

El C. Vasconcelos: Pido la palabra para moción de orden.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Vasconcelos.

El C. Vasconcelos: Yo creo, señores, que el sistema que estamos siguiendo para preparar la discusión de nuestro Presupuesto de Relaciones, es el más malo, porque es el más ilógico que pueda uno imaginarse. El señor secretario del ramo no ha venido a informarnos sobre el Presupuesto en general, ni para someterse a esta catequista sucesión de interpelaciones respecto a los asuntos de su ramo. El señor secretario de Relaciones debe traer, como representante de uno de los departamentos del Ejecutivo, un punto de vista respecto al proyecto de Presupuesto presentado por las comisiones; los diputados, si queremos creer que hemos cumplido con nuestro deber, debemos tener ya también nuestro punto de vista, ya sea el del señor secretario de Relaciones, ya sea el de las comisiones, o ya sea uno que no sea ni el del secretario de Relaciones ni el de las comisiones. Mi moción de orden, señor presidente, va a esto: Quiero que se consulte a la Asamblea si el proyecto de Presupuesto de Egresos presentado por la Comisión habrá de discutirse en lo general, o no, para pasar en seguida a la discusión en lo particular. (Voces: ¡No! ¡No!) en virtud de que la Asamblea casi opina que no debe discutirse el Presupuesto de Egresos en lo general...

El C. Castrejón, interrumpiendo: ¡Es el reglamento!

- El C. Vasconcelos, continuando:... y el Reglamento también lo asienta y tiene razón de ser; mi moción de orden se reduce exclusivamente a que la Presidencia haga desde luego la declaración de que está a discusión en lo particular el Presupuesto y que se abre en la Secretaría el registro respectivo para que los diputados aparten las partidas del Presupuesto que quieran objetar. (Aplausos.)

El C. presidente: La Presidencia hace la declaración...

El C. Cienfuegos y Camus, interrumpiendo: Para una moción de orden, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra para una moción de orden el ciudadano Cienfuegos.

El C. Cienfuegos y Camus: Yo creo que está muy bien la petición que hace el compañero Vasconcelos acerca de que entremos desde luego al estudio en lo particular de este Presupuesto, pero creo ilógico, sin embargo, que desde luego entremos a su estudio si antes el señor secretario de Relaciones no nos informa, como lo decía el mismo señor Vasconcelos. Debemos conocer el punto de vista del señor secretario de Relaciones para entrar al estudio de cada una de las partidas que integran ese Presupuesto. De otra suerte, creo que no estamos obrando con la lógica que nos aconseja el compañero Vasconcelos. - El C. presidente: La Presidencia manifiesta a la Asamblea que ya se dijo que no habrá discusión en lo general. Se invitó a los ciudadanos diputados que quieran separar partidas a que pasen a inscribirse con objeto de ponerlas a discusión. Tiene la palabra el ciudadano Serrano...

El C. Alesio Robles Vito: Pido la palabra para una moción de orden. Que se abra primero un registro de las partidas objetadas para que por su respectivo orden se vayan discutiendo y que las partidas que no hayan sido objetadas se voten en globo. Ese es el procedimiento.

El C. presidente: La Presidencia hace la aclaración que de ningún ciudadano diputado ha pasado a inscribirse.

El C. Vasconcelos: Para una moción de orden que complementa la anterior. Yo estoy de acuerdo con la indicación que acaba de hacer el ciudadano Cienfuegos y Camus, porque la creo pertinente desde todo punto de vista. Parece que el ciudadano secretario del ramo juzga que la Comisión ha limitado las funciones de la Secretaría de Relaciones en general. Yo quisiera que la Presidencia, antes de que se abriera el registro para apartar las partidas que vamos a objetar, le concediera la palabra al señor Secretario de Relaciones para que él nos dijera en términos generales y sin referirse especialmente, o si quiere refiriéndose especialmente a las partidas del Presupuesto presupuestas por la Comisión, por qué juzga que en el ramo hemos cercenado las cantidades de dinero que él cree que son necesarias para el sostenimiento del mismo ramo.

El C. presidente: La Presidencia no tiene ningún inconveniente en conceder la palabra al señor secretario de Relaciones si él desea hacer uso de ella.

El C. secretario de Relaciones: Estoy a la disposición de la Cámara, no de mis deseos. Podría señalar muchos puntos en el proyecto presentado por la Comisión de Presupuestos y Cuenta, que no sólo dificultan, sino que imposibilitan materialmente la continuación de los servicios actuales en el Ramo de Relaciones Exteriores durante el año próximo con las asignaciones hechas por dicha Comisión. Me bastará, por vía de ejemplo, la partida 4,501 del mencionado proyecto. La partida 4,501 engloba cuatro partidas del proyecto enviado por la Secretaría de Relaciones Exteriores, que son las 4,088, 4,089, 4,090 y 4,093, y comprende, según reza la parte relativa al proyecto. "Para los servicios de automóviles, aseo, acondicionamiento y conservación de edificios, rentas de casas, compra y reparación de muebles, gastos de oficio y menores, y cualesquiera otros del Cuerpo Diplomático."

La 4,089 del proyecto de la Secretaría de Relaciones, que se refiere a gastos de oficio, en la cual están comprendidas las rentas de casas que ocupan los consulados y las legaciones -y tengo aquí una enumeración detallada de todos esos gastos; el detalle de los consulados generales, los consulados particulares, la Embajada y las legaciones-, y las cantidades asignadas actualmente para gastos de oficio, entre las cuales la partida principal corresponde a la renta de la casa que ocupan las oficinas respectivas. Sólo para los consulados se gastan efectivamente alrededor de doscientos treinta y dos mil pesos y para las legaciones doscientos ochenta mil, lo que hace una suma de más de quinientos mil pesos anuales; y la partida 4,501 del proyecto de la Comisión, que engloba cuatro partidas de

nuestro Presupuesto, y que una sola de ellas monta a más de cuatrocientos mil pesos, todo eso en conjunto la Comisión lo pone en trescientos mil pesos; de manera que nos veríamos en el caso de suprimir legaciones y suprimir consulados.

El C. Domínguez: Con permiso de la Presidencia. ¿No cree el señor secretario que algunas de estas legaciones pudieran suprimirse? Desde luego en el Presupuesto figura una que me llamó la atención: Legación con Venezuela. Creo que nuestras relaciones con Venezuela están demasiado tibias. Venezuela tiene aquí un cónsul general, accidentalmente, entiendo que tuvo la categoría de ministro plenipotenciario para las fiestas del centenario nada más; pero según sé, es nada más un cónsul general, y si Venezuela no ha acreditado Legación permanente entre nosotros, creo que es una de las que se podrían suprimir.

El C. secretario de Relaciones: El señor diputado Domínguez está perfectamente informado. Efectivamente, en nuestro Presupuesto aparecen los gastos necesarios para sostener una legación en Venezuela, y la República de Venezuela no tiene representante diplomático en México, tiene representante consular nada más. Lo que se dice de Venezuela puede decirse de Centro y de Sudamérica; pero el Gobierno actual se encontró con una situación creada. El establecimiento de las representaciones diplomáticas entre dos países es el resultado de una convención verbal escrita, pero de todos modos una convención. Durante el Gobierno del señor Carranza fue cuando se hicieron todas esas convenciones, y como resultado de las cuales se establecieron varias legaciones en los países de Centro y Sudamérica. Algunos de esos países no han correspondido la representación diplomática todavía por las condiciones financieras especiales en que esos países se encuentran, verdaderamente difíciles, y nosotros no nos hemos atrevido a suprimir esas legaciones, pero sí a reducir al mínimo posible su personal y, por lo tanto, su costo para el país. En los países que no tienen una debida y completa representación diplomática en México, a pesar de que se ha celebrado la convención respectiva para establecer las representaciones diplomáticas recíprocas, no tenemos acreditado ministro plenipotenciario; hemos dejado el cuidado de las legaciones a un segundo o a un tercer secretario, esperando a que las condiciones financieras de los países respectivos les permitan establecer la reciprocidad y crear la Legislación completa y tal como es debido.

El C. Domínguez: ¿Me permite una interpelación el señor secretario de Relaciones Exteriores? Me tomo la libertad de hacerle esta pregunta, porque yo no soy muy competente en asuntos de Protocolo, no obstante haberlo sido de una manera enteramente accidental. ¿No cree el apreciable señor secretario de Relaciones Exteriores que puesto que en la mente de nosotros está el reducir nuestros gastos, debemos aprovechar la oportunidad que para ello se nos presenta, y si esos países de Sud - América cuyas relaciones son producto más bien de un lirismo que de necesidades reales, puesto que no proviene más que del platonismo de la época de Carranza, cuando se creía que la unión de los países hispanoamericanos iba a ser una formidable potencia y una grande ayuda para nosotros, siendo que sabemos demasiado bien que las condiciones de algunos países son las mismas que las de nosotros y algunos están en peores todavía. En otras épocas se han conservado relaciones con esos países, pero han sido más restringidas; se tenía una Legación en Buenos Aires, para las repúblicas hispanoamericanas del lado del Atlántico, y una en Santiago de Chile para las repúblicas del lado del Pacífico. En tiempos de Carranza se puso de moda el hispanoamericanismo y quisimos poner legaciones en muchos países que materialmente no las ameritan. Por lo que yo he leído, y más que por lo que yo he leído, por las conversaciones que he tenido en distintas épocas con diplomáticos de varios paises del mundo, me he convencido de la pequeña importancia diplomática de algunas de esas repúblicas de la América del Sur. Está bien que si ellas establecen una Legación permanente, nosotros, por un deber internacional, debemos corresponderla, no obstante que no la veamos conducir a un fin práctico. pero si ellos nos dan la oportunidad para suprimir ese gasto, puesto que no han cumplido con su ofrecimiento de establecer una Legación, sin desdoro ninguno para el Gobierno y sin cometer ninguna inconsecuencia internacional, podríamos suprimir esas legaciones. Pasan cosas, algunas de las cuales conozco por la voz de la calle, por lo cual no me constituyo garante de su verdad; se dice que cuando se quiso descubrir una placa con el nombre de la República del Ecuador en una de las calles de esta ciudad, no se encontró representante de ese país. Bolivia tiene una vida diplomática muy reducida, y Bogotá, que es otra de las ciudades en donde se ha puesto una Legación, está tan al interior de Colombia, que es verdaderamente una empresa llegar a esa ciudad, porque se tiene que hacer una gran navegación fluvial. Hago estas observaciones, porque si es cierto que necesitamos estar en contacto internacional y fomentar nuestras relaciones, creo que debemos fomentarlas preferentemente con aquellos países en que están forzosamente indicadas y no con aquellas en que nuestras relaciones no pasan de idealismos; y si se presenta una magnífica oportunidad ¿por qué no aprovecharla para suprimir esas legaciones?

El C. secretario de Relaciones Exteriores: Francamente no creo que no sufra el prestigio...

El C. Espinosa Luis, interrumpiendo: ¡Moción de orden! El compañero Domínguez, a quien tanto respetamos, no ha hecho más que una impugnación sobre el vacío; es no es una interpelación, ni nada. Si seguimos por este camino, no avanzaremos absolutamente. Ruego a la Presidencia, de la manera más atenta, que cuando se convenza de que el que pide la palabra para una interpelación no la hace, sino aprovecha el permiso para fines distintos, se le corte el uso de la palabra; porque, en realidad, los que tenemos la paciencia de estar cumpliendo con nuestro deber hasta después de las dos de la tarde, tenemos derecho a pedir una poca de eficiencia.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta a los ciudadanos diputados que cuando quieran hacer alguna interpelación, se servirán formularla concretándose al punto de que se trate. - El C. Alessio Robles: ¡Moción de orden! Su señoría (dirigiéndose a la Presidencia) no ha podido

o no ha querido encauzar los debates, y estamos perdiendo lastimosamente el tiempo. Si el diputado Domínguez no está conforme con la partida que señala los ministros mexicanos en el extranjero, debe pasar a la Presidencia a apartar esa partida e impugnarla a su debido tiempo, porque con este sistema de interpelaciones y de estar haciendo esas impugnaciones en lo general, no adelantamos absolutamente nada, y si seguimos por este camino, nunca terminaremos con los presupuestos; hemos perdido más de hora y media lastimosamente. Yo insisto con la Presidencia, por tercera vez, e insistiré hasta la quincuagésima, si es preciso, para que se encaucen los debates y que se pongan a discusión los presupuestos en lo particular, e invito a los diputados que no estén conformes con alguna partida, a que la aparten para discusión. Es el único camino.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta que hizo la declaratoria de que estaba a discusión en lo particular y que los ciudadanos que desearan hacer uso de la palabra pasaran a inscribirse.

El C. Gandarilla: ¡Moción de orden, señor presidente! (Desorden. Campanilla.)

El C. presidente: Permita usted que termine la Presidencia.

El C. Gandarilla: Con mucho gusto, y luego haré mi moción de orden.

El C. presidente: La Presidencia, en vista de la moción hecha por los señores diputados Cienfuegos y Camus y Vasconcelos, en el sentido de que el ciudadano ministro o el secretario de Relaciones Exteriores fijase su punto de vista, según su criterio, sobre el particular, la Presidencia no tuvo inconveniente en concederle el uso de la palabra al ciudadano secretario de Relaciones; de manera que el ciudadano secretario de Relaciones está informando. Por lo demás, el ciudadano diputado Norberto Domínguez no pidió a la Presidencia permiso para hacer uso de la palabra...

El C. Domínguez Norberto: Sí lo pedí.

El C. presidente: No la oyó la Presidencia. Continúa en el uso de la palabra el ciudadano secretario de Relaciones Exteriores.

El C. Gandarilla: Esa era mi moción de orden.

El C. secretario de Relaciones Exteriores: Para continuar, tendría necesidad de seguir ejemplificando partida por partida y, probablemente, creo yo interpretar el ambiente de esta Asamblea: es preferible reservarme a la discusión en lo particular. (Voces: ¡Muy bien!)

El C. presidente, a las 2.10 p. m.: Se suspende la sesión y se cita para la tarde, a las cuatro y media. (Voces: ¡Orden del día!) El petróleo.

Presidencia del

C. VIDALES AGUSTIN E.

(Asistencia de 126 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 5.55 p. m.: Se reanuda la sesión.

- El C. secretario Barragán, leyendo:

"El ciudadano procurador general de Justicia del Distrito y Territorios Federales, transcribe un oficio de la Suprema Corte de Justicia, comunicándole la queja formulada por el ciudadano jefe de las operaciones en Tijuana, general A. L. Rodríguez, en contra del juez de la. Instancia de aquel partido, C. Luis Cacho." - Recibo, y a la Comisión que tiene antecedentes.

"1a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"Para su estudio y dictamen, paso a esta 1a. Comisión de Peticiones el escrito de la señora Elisa Salas viuda de Zepeda, en el que pide se le conceda una pensión por los servicios que prestó su finado esposo como comandante del buque guardapesca "Tecate", C. Leonardo Zepeda.

"Del estudio que han hecho los subscriptos, de la mencionada solicitud, la han encontrado en forma legal y, por lo mismo, se permiten someter a la ilustrada consideración de esta H. Asamblea, el siguiente acuerdo económico: "Pase a la Comisión de Hacienda que corresponda, la solicitud de pensión de la señora Elisa Salas viuda de Zepeda."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., A 5 de diciembre de 1921. - A. Pérez Gasga. - E. L. Céspedes." Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Se suplica atentamente a los ciudadanos diputados escuchen atentamente la lectura de documentos y voten en el sentido que deseen. En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, Se servirán manifestarlo. Aprobado.

"1a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"El escrito del C. C. O. Garrido A., en el que solicita la sea decretada a su favor una gratificación por la cantidad de $1,200.00, en virtud de que se retira de la milicia para dedicarse a la medicina, por acuerdo de esta H. Cámara paso para su estudio y dictamen a esta 1a. Comisión de Peticiones. "Encontrando los subscriptos que lo que pide el citado señor Garrido no es del resorte de esta Asamblea, se permite presentar, para su aprobación, el siguiente punto de acuerdo:

"Por improcedente, archívese este expediente y comuníquesele al interesado."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., A 5 de diciembre de 1921. - A. Pérez Gasga. - E. L. Céspedes." Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Aprobado.

"1a Comisión de Peticiones.

"Señor:

"Para su estudio y dictamen, paso a esta 1a. Comisión de Peticiones, el escrito que con fecha 4 de septiembre último envió la señorita María Ruiz Romero, en el que solicita se le conceda una pensión en virtud de los servicios que prestó a la patria su finado padre, el C. Rafael Ruiz. "Del estudio que se ha hecho del citado escrito y anexos, esta Comisión encuentra que reúnen los requisitos legales, por lo que no tiene inconveniente en someter a la deliberación y aprobación de esta H. Asamblea, el siguiente acuerdo económico:

"Pase a la Comisión de Guerra que corresponda, la solicitud de pensión de la señorita María Ruiz Romero."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. México, D. F., a 5 de diciembre de 1921. - A. Pérez Gasga. - E. L. Céspedes." Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobado.

"1a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"El escrito de la señora Soledad Castillo viuda de Valenzuela, de fecha 27 de noviembre próximo pasado, en el que solicita de esta H. Representación Nacional se le otorgue una pensión en virtud de los servicios que prestó a la patria su finado esposo, el capitán 2o. José Valenzuela, paso para su estudio y dictamen, por acuerdo de vuestra soberanía, a esta 1a. Comisión de Peticiones.

"Encontrando la subscripta Comisión, que el escrito de referencia está conforme con los preceptos legales, se permite someter para su deliberación y aprobación a esta H. Asamblea, el siguiente acuerdo económico:

"Túrnese a la Comisión de Guerra que corresponda, el escrito de la señora Soledad Castillo viuda de Valenzuela."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., a 5 de diciembre de 1921. - A. Pérez Gasga. - E. L. Céspedes." Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobado.

"1a. Comisión de Peticiones.

"Señor:

"A esta 1a. Comisión de Peticiones paso, para su estudio y dictamen, por acuerdo de esta H. Cámara, el escrito de la señora María Refugio Martínez viuda de Villaseñor, de fecha 17 de noviembre último, en el que solicita sea rectificada la pensión que actualmente disfrutan sus tutoriadas las menores Juventina y Gracia Villaseñor, hijas del extinto coronel Miguel Villaseñor.

"Del estudio que han hecho los subscriptos del citado escrito, lo encuentran en forma legal, por lo que no tienen inconveniente en proponer, para su aprobación, a esta H. Asamblea, el siguiente punto de acuerdo:

"Pase a la Comisión de Guerra que corresponda, el escrito de la señora María Refugio Martínez viuda de Vilaseñor."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., a 5 de diciembre de 1921. - A. Pérez Gasga. - E. L. Céspedes." Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarla. Aprobado.

"1a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"El telegrama de fecha 19 de noviembre último, subscripto por el C. R. Ramírez, director general de los ferrocarriles de Yucatán, S. A., en el que se pide sea reformada, la fracción 44 de la Ley del Timbre vigente, paso para su estudio y dictamen, por acuerdo de esta H. Asamblea, a esta la. Comisión de Peticiones.

"Encontrando la subscripta Comisión que el citado mensaje reúne los requisitos legales, se permite presentar para su aprobación, a esta H. Asamblea, el siguiente acuerdo económico:

"Pase a la Comisión de Presupuestos y Cuenta, el telegrama del C. R. Ramírez, director general de los Ferrocarriles de Yucatán, S. A."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., a 5 de diciembre de 1921. - A. Pérez Gasga. - E. L. Céspedes." Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobado.

"1a. Comisión de Peticiones.

"Señor:

"Para su estudio y dictamen fue turnado a esta la. Comisión de Peticiones, el escrito de la señora Guadalupe Ruiz viuda de Reyes, en el que solicita le sea concedida una pensión, por los servicios que prestó su extinto esposo, el teniente coronel José Reyes Zayas.

"Encontrando esta Comisión en forma legal la solicitud de referencia, se permite proponer, para su aprobación, a esta H. Asamblea, el siguiente acuerdo económico.

"Pase a la Comisión de Guerra en turno, la solicitud de pensión de la señora Guadalupe Ruiz viuda de Reyes Zayas."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., a 5 de diciembre de 1921. - A. Pérez Gasga. - E. L. Céspedes." Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta

si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobado.

"1a. Comisión de Peticiones.

"Señor:

"El escrito fechado el 19 de noviembre último subscripto por el C. José M. Cruz, señora Felisa G. viuda de Camarena y la señorita Marina Melchor, en el que solicitan les sea aumentado el sueldo de que disfrutan como escribientes de la Agencia del Ministerio Público Federal del Estado de Puebla, paso para su estudio y dictamen, por acuerdo de esta H. Cámara, a esta 1a. Comisión de Peticiones.

"La Comisión encontrando en forma legal este escrito, se permite someter a vuestra consideración el siguiente punto de acuerdo:

"Pase a la Comisión de Presupuestos y Cuenta el escrito del C. José M. Cruz y demás firmantes."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., a 5 de diciembre de 1921. - A. Pérez Gasga. - E. L. Céspedes." Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobado.

- El mismo secretario leyendo:

"Comisiones unidas la. de Gobernación y 1a. de Hacienda.

"H. Asamblea:

"A las comisiones 1a. de Gobernación y la. de Hacienda, fue turnada la solicitud que hace el C. Hilario Rodríguez Malpica, pidiendo le sea ampliada por veinte años la concesión que por dos años le concedió el Ayuntamiento de la ciudad de México para explotar un centro deportivo.

"El peticionario manifiesta que en cabildo extraordinario, celebrado por el H. Ayuntamiento de esta capital, el 2 de septiembre del año en curso, previo acuerdo favorable de la Comisión de Diversiones, acordó de conformidad su solicitud, encaminada a obtener el permiso correspondiente para establecer un gran centro deportivo, que se denominará "Jockey and Auto Club", de la ciudad de México, para tres pistas en un gran terreno apropiado para el efecto, una para carreras de caballos, otra para carreras de automóviles y otra para deportes musculares, como carreras de obstáculos, de motocicletas y bicicletas, juegos de pelota de todas clases, Ali - Ali, tenis, peleas, competencias de corridas de fuerza y educación física, exposiciones, ferias, exhibiciones, juegos permitidos por la ley, cinematógrafos en conexión con todas las diversiones atléticas que se organicen; un gran centro social para todos los socios, con salones adecuados para sus familias, para bailes completamente serios, un gran parque limítrofe al estadium, etcétera, todo en los términos permitidos por nuestras leyes y autorizado por los reglamentos respectivos; manifiesta, además, el señor Rodríguez Malpica, que establecerá por lo menos mil quinientas caballerizas para quinientos o más caballos, trayendo éstos de los Estados Unidos o de Europa, procurando que sean de raza pura; que establecerá una sociedad mercantil para la explotación de dichos negocios, con capital de dos millones quinientos mil dólares, sufragados por capitalistas nacionales y extranjeros, pero la sociedad de referencia se ajustará a las leyes mexicanas y tendrá un carácter absolutamente nacional.

"Obtenido el permiso correspondiente del H. Ayuntamiento de esta capital, sólo logró que se le otorgase por el término de dos años, máximum de plazo que la ley orgánica concede a la Corporación edilicia para sus contrataciones; que pagó los derechos de ley y ahora ocurre a la H. Cámara de Diputados para que ese permiso sea confirmado no sólo por dicho plazo, sino hasta por uno mayor, hasta de veinte años, que garantice a los capitalistas la inversión de su capital.

"Esta Asamblea no puede acceder a la petición de que se trata, porque no está en sus facultades hacerlo y porque, además, el señor Rodríguez Malpica no necesita que se le confirme el permiso citado; en efecto, conforme a nuestras leyes, tiene derecho a establecer los negocios de que se trata y de que hemos hecho mención antes, con tal de sujetarse a las leyes mexicanas que amparen en todas sus partes sus propósitos; el H. Ayuntamiento, a lo único que tiene derecho, no es a otorgar el permiso, puesto que no puede estorbar la libertad del peticionario para establecer su negocio, sino a cobrar los derechos respectivos, a vigilar que se guarden el debido orden y compostura y que en todo caso se cumpla con las leyes que deben regir los espectáculos y sports a que se refiere. En este concepto, puede tener garantías para el capital que aporten él o sus coasociados, pues, en todo caso, el Ayuntamiento no podrá restringirle sus derechos, sino hasta tanto tenga una limitación establecida por las leyes de la materia.

"Por todo lo expuesto, esta H. Comisión sujeta al acuerdo de la H. Asamblea los siguientes puntos de resolución:

"Primero. Dígase al señor Hilario Rodríguez Malpica, que no ha lugar a acceder a su petición contenida en su escrito de 11 de octubre del año en curso, por no tener la H. Cámara de Diputados facultad para ello, por no tratarse de un contrato y porque, conforme a nuestras leyes, no necesita de autorización para establecer los negocios a que se refiere.

"Segundo. Transcríbase íntegramente este dictamen y sus puntos de acuerdo al interesado y devuélvanse los documentos que exhibió con su solicitud correspondiente."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General. - México, a 6 de diciembre de 1921. -E. Bordes Mangel. - S. Franco Urias. - Juan Zubaran. - Moisés Huerta. - Francisco Trejo. - I. Borrego."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

- El mismo C. secretario, leyendo:

-"H. Asamblea: "Pido atentamente a vuestra soberanía la aprobación, con dispensa de trámites, del siguiente acuerdo:

"Dedíquense la sesión de esta tarde para continuar la discusión del Presupuesto de Egresos de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

"México, 9 de diciembre de 1921. - V. Alessio Robles." En votación económica se consulta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, Sírvanse manifestarlo. Sí se dispensa. Está a discusión. Las personas que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en la misma forma de votación se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Aprobado. Continúa a discusión la Ley de Egresos.

El C. Alessio Robles: Que se llame al secretario.

El C. presidente: Por teléfono se va a llamar al ciudadano secretario de Relaciones, a fin de que se sirva concurrir a la discusión. Se suplica a los ciudadanos diputados se sirvan pasar a inscribirse, señalando las partidas que deseen impugnar a fin de no perder tiempo.

El C. Del Castillo Israel: Suplico atentamente al ciudadano presidente se sirva informar a la Asamblea si ya mandaron llamar al ciudadano secretario de Relaciones.

El C. presidente: Ya se le avisó por teléfono. Tiene la palabra el ciudadano Trejo para informar.

El C. Trejo Francisco: Honorable Asamblea: Cumpliendo con la comisión que nos fue conferida, llevamos al Senado la minuta de Ley de Ingresos. El presidente de aquella Cámara manifestó que, dado el interés de la ley y con el propósito de que la recaudación durante el año fiscal próximo se haga de acuerdo con la ley expedida por el Congreso, se le dedicará especial atención. Nos hizo portadores a la vez de un saludo cordial para esta Cámara.

El C. Vasconcelos: Pido la palabra, señor presidente, para una moción de orden.

El C. Vasconcelos: En virtud de que estamos perdiendo el tiempo lastimosamente, porque el secretario de Relaciones Exteriores no se presenta al local de la Cámara, y en virtud también de que sería malo, o podría atacarse a la Cámara de que comenzará a discutir un presupuesto sin estar presente el secretario del ramo a que corresponde, y en virtud de que ya está presentado el presupuesto relativo al Ramo de Aprovisionamientos, y de que el secretario de Gobernación, lo mismo que el secretario de Hacienda, fueron avisados de que ya se iba a proceder a la discusión de este ramo, por la participación que pudieran tener en él, yo ruego a la Presidencia que se sirva someter a la decisión de la Asamblea esta proposición que, en términos concretos, le hago: que se aplace la discusión del Ramo de Relaciones y que se proceda inmediatamente a discutir el Ramo de Aprovisionamientos.

El C. Zubarán: Para una moción de orden.

El C. presidente: El ciudadano secretario de Relaciones Exteriores avisó por teléfono que tardaría, a lo más, veinte minutos para llegar.

El C. Zubaran: Para una moción de orden. Es una galantería de la Cámara invitar a un secretario de Estado para que venga a contender o a dar sus razones con una voz informativa, nada más, en la discusión de presupuestos. No tiene ninguna obligación la Cámara de esperarlo. De manera que podemos entrar, ya sea a la discusión del Ramo de la Secretaría de Relaciones o a la discusión del Ramo de Aprovisionamientos, como ha dicho el compañero Vasconcelos, de una vez. No tenemos necesidad de mandar llamar a ningún secretario de Estado; ellos deben estar pendientes para venir en su oportunidad.

El C. Vasconcelos: Pido la palabra para una aclaración nada más.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Vasconcelos: Yo no quiero que sea una galantería para el señor secretario de Relaciones; quiero que simplemente se cumpla con una fórmula de decencia. Al cerrarse la sesión esta mañana, el señor presidente anunció que en la tarde discutiríamos la Ley del Petróleo y que la discusión del Presupuesto de Relaciones continuaría el día de mañana. ¿No cree la Asamblea que el señor secretario de Relaciones podría decir que nosotros tratamos de darle puñalada de pícaro, discutiendo hoy en la tarde el asunto relativo a su ramo, sin que él esté presente? Por otra parte, no creo que los secretarios de Estado tengan sólo una voz informativa. Casi son absolutamente necesarios en la discusión de los presupuestos, supuesto que es sabido que en doctrina y en la práctica, quien conoce la administración de un país es el Poder Ejecutivo, y los representantes del Poder Ejecutivo son los secretarios de Estado.

El C. Castrejón: Por otra parte, podemos esperar; todavía no hay quórum. (Risas.)

El C. presidente: La Presidencia cree pertinente que se entre a la discusión del Ramo de Relaciones Exteriores, en virtud de que el ciudadano ministro avisó que vendría Seguramente que cuando llegue, a penas empezará la discusión.

El C. Zubarán: Pido la palabra, señor presidente. En el tiempo que llegue aquí el ciudadano secretario de Relaciones, puede discutirse el Ramo Judicial, que no es más que de lectura y votación; de manera que pido se consulte a la Asamblea.

El C. secretario Pérez Gasga: La Presidencia somete a la consideración de la Asamblea si se discute primeramente el Ramo Judicial o el de Relaciones Exteriores. Los que estén porque se discuta primero el Ramo Judicial, que se sirvan manifestarlo. No hay mayoría. Está a discusión el proyecto de Relaciones Exteriores. Los señores diputados que deseen impugnar alguna de las partidas, sírvanse pasar a la Presidencia para indicarlas.

El C. presidente: Están inscriptos en contra los ciudadanos diputados: (Leyó.)

El C. secretario Pérez Gasga: Se reservan para su votación las partidas no objetadas. Está a

discusión la partida 4,001. Tiene la palabra el ciudadano diputado Alessio Robles.

El C. Céspedes: Para una moción de orden.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Céspedes, para una moción de orden.

El C. Céspedes: Iniciar la discusión de las distintas partidas que comprende el Ramo V, sin oír previamente el informe que el ciudadano secretario de Relaciones debe proporcionar a esta Asamblea, de acuerdo con el Reglamento... (Murmullos. Voces: ¡Ya! ¡Ya!) es colocarlo en condiciones de un orador igual a cualquier miembro de la Asamblea. El ciudadano secretario de Relaciones quedó con el uso de la palabra esta mañana, y yo ruego a la Presidencia que, por espíritu de orden, esperemos a que el ciudadano secretario de Relaciones exponga los puntos de vista que tiene alrededor de este Ramo V, para después comenzar el debate.

El C. secretario Pérez Gasga: La Secretaría hace la aclaración de que el ciudadano secretario de Relaciones Exteriores manifestó hoy en la mañana que ya no continuaba su exposición en lo general, sino que se reservaba para cuando se discutieran en lo particular las partidas que fuesen separadas.

El C. Céspedes: Moción de orden. En la mañana se acordó que no hubiera discusión en lo general de este Ramo V; toda la discusión ha sido en lo particular, mejor dicho, no se ha abierto discusión en ningún sentido, puesto que estamos de acuerdo en que esto no debe discutirse en lo general. Quiero que su señoría el señor presidente, se sirva decirme si el ciudadano secretario de Relaciones renunció a informar a esta Asamblea, como tiene obligación de hacerlo de conformidad con el Reglamento.

El C. presidente: El ciudadano secretario de Relaciones Exteriores manifestó hoy en la mañana que no seguía haciendo uso de la palabra, reservándose para cuando fuesen discutidas las distintas partidas.

El C. secretario Pérez Gasga: La partida 4,001 dice: "Número de partidas: 4.001. Número de plazas: 1. Cuota diaria: $150.00. Asignación al año por plaza, $54,750.00. Total, 54,750.00."

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Alessio Robles Vito, en contra.

El C. Alessio Robles: La única plaza que en el Ramo V, que corresponde a Relaciones Exteriores, tiene una cuota diaria de ciento cincuenta pesos, corresponde a la Embajada de México en los Estados Unidos, que tiene el personal siguiente:

" 1 embajador. . . $ 150.00

" 1 consejero. . . " 50.00

" 1 primer secretario. . . " 36.00

" 1 segundo secretario. . . " 28.00

" 1 tercer secretario. . . " 22.00

" 1 traductor. . . " 18.00

" 1 secretario particular. . . " 20.00

" 4 taquígrafos. . . " 15.00"

Vengo a oponerme a la aprobación de la partida 4,001. Todos nuestros presupuestos, a partir de 1913, se han venido inflando, inflando, al grado de que en los presentes tiempos puedo asegurar, sin temor de equivocarme, que México es el país que mayores emolumentos paga a sus diplomáticos. Se ha venido a hablar aquí del decoro de México, de que se necesita que esos diplómaticos que nos representan en el extranjero, hagan grandes fiestas, se den una vida principezca, y yo creo que eso es enteramente indebido. En ningún país del mundo se acostumbra recibir a los diplomáticos como los recibimos aquí en México. Aquí, apenas se tiene noticia de que llega a uno de nuestros puertos o de nuestras fronteras un diplomático, se pone inmediatamente un carro especial, cuando no un tren especial, para que vaya a recibirlo a las fronteras. Va una caterva de esos parásitos que se llaman miembros del Protocolo, (Aplausos.) que deben quedar suprimidos en lo absoluto, y que exhiben a toda hora del día su vida de zánganos desmedrados en la esquina de "El Globo". (Aplausos.) El famoso Protocolo, señores, data de las fiestas de 1910, antes no había ese famoso Protocolo. Y a propósito de él, tengo que referir algo que me paso en estas fiestas del Centenario. En 1912 me encontraba en Roma con el carácter de agregado militar a la Legación de México en Italia, y allí tuve la oportunidad de conocer a un diplomático sudamericano que entonces era primer secretario de Legación y que vino a la capital con el carácter de ministro especial para representar a su país en las fiestas del Centenario. Como era conocido mío, le hice una visita tres o cuatro días de que llegó a México. Voy a hacerle una pregunta, me dijo, desprovisto enteramente del carácter de diplomático; se la hago a un antiguo amigo mío, no se la hago al periodista. Al llegar aquí, la Secretaría de Relaciones me designó un agregado del Protocolo para que me acompañase, y la verdad es que ya no hallo que hacer con ese agregado; no me deja ni de día ni de noche; no puedo ir ni al excusado. Le dí un consejo: que lo corriera. Ese agregado estaba ganando veinticinco pesos diarios como todos los demás. Se dice que es necesario recibir bien a los diplomáticos. Se les llena de atenciones, se les facilita un carro especial, un carro principesco. Todos sabemos bien que en Estados Unidos, que es el país más rico del mundo, no viaja en carro especial ni el presidente de la República. Y para que ese representante diplomático no se diera cuenta de nuestras lacras y no estableciera dolorosos contrastes entre los gomosos del Protocolo que lo venían acompañando, entre las caobas y los terciopelos del carro especial y nuestra pobre raza indígena que acude en todas las estaciones a pedir limosna, sería necesario haberlo traído, no en un carro especial, en un carro pullman, sino en un carro blindado donde no se pudiera ver para afuera. Da tristeza ver que nuestro futuro embajador en Washington va a tener una asignación diaria de ciento cincuenta pesos, y eso que la Comisión de Presupuestos y Cuenta rebajó la asignación que proponía la Secretaría de Relaciones Exteriores, porque entiendo que en el proyecto de Presupuesto enviado por la Secretaría de Relaciones Exteriores, figuraba con un sueldo de ciento ochenta pesos. De manera que aquí hizo ya una rebaja y vamos a ver, vamos a establecer una triste comparación. Aquí estamos llenos de vanidades y la manera de conservar el decoro de México es mandar representantes enteramente idóneos, no representantes que

vayan a hacer fiestas, como pavos reales, con dinero del pobre pueblo mexicano. En Estados Unidos, señores, un embajador, todos los embajadores de Estados Unidos en los distintos países europeos, ganan diecisiete mil quinientos dólares anuales, es decir, treinta y cinco mil pesos mexicanos, aproximadamente, sin tener en cuenta la depreciación de nuestra moneda por el exceso de importaciones, que están haciendo que a pasos agigantados se cumpla la profecía de nuestro amigo el diputado Padilla, que decía que a ese paso, si seguían las importaciones en una forma desmedida, el peso mexicano se cotizará a 25 centavos de dólar; pero, en fin, treinta y cinco mil pesos mexicanos considerando el dólar al cambio de dos por uno; y en esta partida, ya cercenada por la Comisión de Presupuestos y cuenta, nuestro futuro embajador figura con cincuenta y cuatro mil setecientos cincuenta pesos anuales, es decir, más de diecinueve mil pesos anuales que lo que ganan los embajadores de Estados Unidos en los distintos países del mundo, y esto no debe ser por ningún motivo y por ningún concepto. Una de las cosas que me agrada, una de las cosas por las que estoy enteramente satisfecho, es que hemos empezado la discusión de estos Presupuestos y que habremos de cortar de raíz todos los abusos del carrancismo, todas las inmoralidades del carrancismo que hacían que continuamente se fueran inflando e inflando los Presupuestos. La Cámara terminará con muchos abusos, la Cámara terminará con muchos zánganos, la Cámara terminará con muchos favoritos. El ideal que perseguimos casi todos los diputados es suprimir de un golpe todas las partidas de gastos extraordinarios, todas las partidas de gastos imprevistos, todos los gastos de representación. Estamos en una República y debemos exigir que nuestros ministros nos representen con los dineros del pueblo. Por ningún motivo debemos consentir que nuestro embajador en Estados Unidos gane más que los embajadores de Estados Unidos en el resto del mundo, y por eso vengo a impugnar esta partida, proponiendo que la cantidad máxima que se asigne sea la de treinta mil pesos anuales para gastos de ese embajador. Pido a la honorable Cámara que deseche esta partida.

El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Trejo Francisco: Honorable Asamblea: La Comisión quiere llamar la atención únicamente respecto a las asignaciones que la Embajada de Estados Unidos tenía hace diez años. Entonces, o sea en el año de 1911 a 13, el embajador tenía un sueldo y gastos de representación inclusive de ciento treinta pesos diarios, o sea $47,450.00. A la Comisión llegó el dato de que los embajadores de Estados Unidos ganaban los treinta y cinco mil pesos a que se ha hecho alusión, pero la Comisión no ha llegado a tener en su poder el Presupuesto de Egresos de aquel país, y por lo mismo, sin dudar de que la cifra ésta sea exacta, no podemos saber si por algún otro capítulo tengan alguna otra asignación complementaria. La Comisión, que ha visto la asignación de cuotas solamente en el aspecto presupuestal que tiene, se concretó dentro del plan seguido por ella de obtener economías y llegar a un límite predeterminado, a reducir el sueldo del embajador de México en Estados Unidos en la forma que ya conoce esta Asamblea, es decir, de ciento ochenta a ciento cincuenta pesos. Debe tener en consideración que independientemente de que la representación en aquel país sea hecha en términos que satisfagan de una manera completa a la nación, estableceríamos un desnivel, ya que siguiendo este procedimiento tendríamos nosotros que volver a los sueldos de los años de 12 a 13 para todo el personal que presta sus servicios a la Federación; y esto sería sencillamente llevar a la ruina a todos los empleados. Es innegable que las condiciones de la vida se han modificado, que las necesidades no se cubren con la misma suma de dinero en la actualidad, que hace ocho o diez o doce años. Así pues, al tomar esta Cámara la determinación de fijar al embajador de México en los Estados Unidos un sueldo inferior al que venía disfrutando hace diez o doce años, de seguro que lo colocará en una situación personal bastante difícil. La Comisión no tiene ningún empeño en sostener que la cuota subsista por la cifra de ciento cincuenta pesos diarios que ha consignado; pero sí llama la atención de la Asamblea respecto a que las medidas radicales que se tomen, si bien encaminadas están tratándose de la supresión de partidas globales que permiten dispendios y erogaciones indebidas, no deben extremarse tratándose de cuotas diarias para personas a quienes debe exigirse idoneidad, para personas de quienes seguramente debe esperarse que vayan a prestar sus servicios a países extranjeros, atenidos exclusivamente al sueldo, ya que debe buscarse antes que nada la competencia, sin preocuparse de las condiciones económicas personales de quienes vayan a esos países. La Comisión, pues, suplica a la Asamblea tenga en cuenta estas razones y caso de modificar la cuota, que no lo haga en el extremo que ha propuesto el ciudadano Alessio Robles, ya que la cifra de treinta mil pesos sería al margen de 80 pesos diarios, pues esta cuota da precisamente al año veintinueve mil doscientos pesos.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Ramos Pedrueza.

El C. Ramos Pedrueza: Señores diputados: Ya que por primera vez después de largo tiempo toca a la Representación Nacional discutir los Presupuestos, estemos, señores, a la altura de las circunstancias y cumplamos nuestra elevada misión en estos momentos de transformación mundial. Se nos presenta una ocasión para moralizar la administración internacional y para ir a la vanguardia de ese, movimiento de depuración que se encauza... (Murmullos.) En todo el mundo hay una corriente, una tendencia a suprimir lo superfluo y los contrastes odiosos entre los grandes próceres y las grandes miserias, entre las grandes opulencias y los grandes dolores del proletariado; en todas partes se hacen economías en los presupuestos. Después del desastre de la guerra mundial, en todas partes se tiende a una vida sencilla y modesta, suprimiendo tantas cosas superfluas y tantas cosas innecesarias que ultrajan la miseria, como ultraja el palacio a la buhardilla, como ultrajan los diamantes al que padece hambre; en todas partes hay esa corriente y México no sólo no debe oponerse a ella, sino que debe ir a la vanguardia y ya que no es posible suprimir de

un solo golpe esos uniformes pomposos y ridículos, esos sombreros montados y ese espadín en individuos que nunca han estado en un combate y que no lo saben manejar, todo lo que da a los diplomáticos un aspecto arlequinesco; ya que no es posible romper violentamente con la tradición y los perjuicios del pasado, con las rutinas y las miserias de la humanidad, al menos económicamente sí coartemos esa vida de los señores diplomáticos que, salvo raras y honrosas excepciones, son vidas doradas, vidas artificiales, vidas estériles en contraposición con la actividad que requiere el momento en el mundo entero, actividad para reconstruir, trabajo, porque el único medio honrado de adquirir dinero, es el trabajo y todo lo demás es asimilable al robo. Esos sueldos excesivos ultrajan al proletariado, por ese odioso contraste, claroscuro, por esa odiosa antítesis de luz y sombra, poseer todo hasta lo más superfluo por un lado; por el otro, carecer de todo, hasta de lo más necesario, hasta de la alimentación abundante y sana para vivir. Este sueldo de los señores embajadores, de los señores ministros, de 85, de 80, de 65 pesos diarios, es perfectamente inmoral; con 50 pesos diarios puede vivirse perfectamente. Se nos habla de recepciones, se nos habla de fiestas constantes, y esto es mentira, señores; no hay tales recepciones, no hay tales fiestas, ni son necesarias. No es necesario más que una recepción anual para celebrar el natalicio del rey o del gobernante del país en que se encuentra el diplomático mexicano y la independencia de su país, es decir, dos recepciones al año; las demás son o pueden ser de un carácter simple, de un carácter familiar. Puede, señores, en ese día, alquilarse un servicio de todo lujo y presentarse una comida con todo decoro, con el sueldo a que me he referido. Y para que ustedes, señores, diputados, tengan una idea de que estas recepciones constantes no son verdaderas ni necesarias, voy a interpelar al compañero Norberto Domínguez, que ha viajado mucho, que ha estado en contacto con muchos diplomáticos y que puede darnos una idea de hasta dónde, sin tocar el decoro del país que se represente, pueden suprimirse esos gastos ostentosos, esos gastos de ultrajante lujo; para dar recepciones decorosas en una proporción debida, sin alterar, sin tocar, como he dicho, el buen nombre nacional, y al mismo tiempo evitando despilfarros completamente inmorales. Ruego al compañero Domínguez que nos dé su opinión sobre lo que he dicho.

El C. Domínguez: Pido la palabra, señor presidente. Voy a contestar la interpelación de mi apreciable compañero el señor Ramos Pedrueza, con todos los datos que he podido adquirir, parte en mis viajes y parte en las misiones que accidentalmente he desempeñado. (Voces: ¡No se oye! ¡Tribuna!) Permítanme pasar a la tribuna.

Complaciendo a los señores que me suplican que pase a la tribuna para que se pueda oír, voy a contestar la interpelación de mi apreciable amigo el señor Ramos Pedrueza. Haré una exposición hasta donde me lo permita mi propia observación, sin que me precie yo de ser un diplomático profundo ni de una larga carrera; pero generalmente en la vida diplomática, se lleva la costumbre de tener dos clases de recepciones: las recepciones ordinarias y las recepciones extraordinarias. El número de recepciones extraordinarias depende de la categoría de la embajada o legación de que se trata. Los más ostentosos, los más elegantes suelen señalar un día de la semana; los diplomáticos más modestos, como deben serlo nosotros, pues cuando nos encontramos en los grandes centros diplomáticos europeos no debemos olvidar que dada la categoría mundial que tiene nuestra patria, el querer excedernos para ponernos a la altura de las grandes potencias, no traería grandes ventajas y sí sería inconveniente; para esas legaciones, como digo, creo que bastas dos recepciones al mes: casi siempre se señalan el primero y tercer martes o el primer o tercer miércoles, etcétera. La costumbre en esas recepciones es tener no una cena en toda forma, sino que se pone un comedor con vinos, pastas y flores, que es lo que cuesta más en el extranjero. Las personas que van a esas recepciones, saludan al dueño de la casa, en seguida a la señora; pasan un rato de conversación y hacen un consumo que generalmente no es exagerado. El que va por primera vez a esas recepciones, sobre todo si uno no ha andado en la diplomacia, sino que ni siquiera ha frecuentado la gran sociedad, se queda espantado cuando ve lacayos con lujosisimas libreas, una magrnífica vajilla y vinos exquisitos; cree uno que esa es la vida ordinaria y normal de los diplomáticos; pero no hay tal cosa. Los diplomáticos llevan casi siempre una doble vida; lo digo porque he cultivado en la intimidad el trato de algunos. Esos lacayos con libreas son alquilados por ese día; la vajilla también es alquilada, y la economía de los diplomáticos llega a tal grado, que en cierta ocasión, estando yo en un banquete, oí a su excelencia el señor ministro que decía al mozo: "Guarda los dulces que sobraron". (Risas.) Otro diplomático, cuyo nombre no menciono, siguiendo mi táctica de no decir nada que pueda lastimar a nadie, pero que al oído sí podría decirlo a algún curioso, fue compañero mío en alguna misión y me decía: "Permítame pasar adelante para encender la luz". Pasábamos. "Permítame pasar detrás para extinguir la luz", y recorríamos dos departamentos de la Legación y no había más luz que la del cuarto donde andábamos. No pude resistir la curiosidad y le dije: Señor, ¿qué aquí es muy cara la luz? "Sí, señor, es mucho muy cara". Sin embargo, se ilumina a giorno en los días de recepción; se ponen los mozos con muy buenas libreas; se usa una vajilla exquisita; pero los mozos bien pueden ser alquilados y eso no es un desdoro ninguno; la vajilla también puede ser alquilada, y los vinos, aun cuando sean exquisitos, pues no es más que por aquel día, (Risas.) y en cuando a los dulces, si se tiene la precaución de conservar los que sobran pues resulta que se tiene una innegable economía. Pues bien; pasa el día de la recepción, y si las personas que no son íntimas van a visita y se tiene miedo de exhibir la pobreza, se les dice: "No está el señor, no está la señora en casa". Están en su perfecto derecho, desde el momento en que no es día de recibo, y nadie está obligado a recibir otro día. Pero si va una persona que tenga una amistad estrecha muy familiar, de una manera sencilla, de una manera natural, como podemos hacerlos los más pobres de

esta Cámara y ese día ni están los lacayos de librea, sino que hay mozos poco más o menos al estilo de los que aquí usan las familias pobres aquí en México, y comen aun manjares por el estilo de los que aquí tomamos. Los trajes es verdad que es lo que cuesta algo más en la diplomacia; pero son tan costosos tampoco, porque generalmante, y no generalmente, sino absolutamente, los diplomáticos tienen la introducción libre de derechos. Se sabe que París de la moda femenina y Londres la masculina, y el señor ministro, su esposa y su familia encargan a París o a Londres, y reciben todo aquello sin pagar derechos, y en ocasiones hasta con una rebaja especial en los fletes, porque es sabido que para los diplomáticos hay grandes exenciones y grandes prerrogativas, y con razón. Un diplomático es un personaje semisagrado, cosa extraterrenal; tiene que ser un refinado, un culto. Después de esas recepciones informales, les llamaría yo, o bien habituales, están las grandes recepciones, las recepciones que da cada Legación cuando es el día de la patria; si es monarquía, el santo del rey; si es República, el aniversario de su independencia; alguna vez en el año nuevo, pero fuera de esos días no se dan recepciones, al menos, no se tiene la obhligación de darlas. Sucede también que se invitan cuatro o cinco amigos a comer; pero esto ya no es protocolario. Naturalmente los representantes de las grandes potencias sí, porque se juegan en ello grandísimos intereses; pero nosotros no; nosotros nos engañamos acerca del papel de los diplomáticos en el extranjero y siempre estamos diciendo, no ahora, sino en los viejos tiempos, que necesitamos mucho dinero para hacer buen papel, que eso sólo es propio de millonarios. Pues yo les aseguro que en materia de diplomacia ocurre lo que le pasaría a cualquiera de nosotros cuando fuera a alternar con un millonario: gastaría cuando tiene, empeñaría los sueldos no devengados, y cuando ha gastado cuanto tenía, resulta que ha quedado en segunda fila y que ha hecho un papel cursi y desairado. Eso pasa en Europa donde son enormes las fortunas; pero eso tiene un gran inconveniente pretender brillar. En Europa nuestros diplomáticos pueden brillar, y de hecho algunos han brillado; ¿pero cómo? Al menos cuando no se va a arrojar polvo a los ojos, jeter poudre aux yeux, como dicen los franceses, se brilla con talento, con honradez, con ilustración y con buenos modales, y tan es así, que voy a citar, ya que algún compañero lo dijo, nombres de diplomáticos que han hecho con excelente papel en Europa y Estados Unidos. Don Matías Romero fue un hombre famoso por lo económico; fue ministro de Hacienda mucho tiempo, singularizándose por el orden que tenía en los gastos; fue ministro de México en los Estados Unidos y miren ustedes en qué época tan difícil, cuando teníamos la intervención aquí, cuando ayudó de una manera tan poderosa influyendo con el secretario de Estado Seward con sus famosas notas para que se retirara el ejército de Napoleón; pues bien, don Matías Romero, uno de los hombres más ilustres, patriotas y honrados que hemos tenido, un verdadero orgullo de nuestra patria, brilló en los Estados Unidos, tuvo una grandísima personalidad y fue universalemte respetado por su honradez, competencia y laboriosidad.

Podría citar otro caso. Cuando he andado en Europa he oído hacer ausencias respecto de algunos diplomáticos y de sus señoras también, porque, justo es decirlo, en la diplomacia tiene tanta importancia el hombre como la mujer; en la vida civil, si uno es el director, su mujer no es la directora; si uno es el diputado, su mujer no es la diputada; pero en la vida diplomática, si uno es el ministro, su mujer es la ministra, y se necesita no solamente escoger la personalidad del hombre, sino la personalidad de la mujer, la personalidad de la familia entera para no dar notas discordantes. Pues bien; uno de los hombres que más se distinguió por culto, fue don Jesús Zenil; don Jesús Zenil fue ministro en Australia durante mucho tiempo, y todo el mundo lo elogiaba y aun en ciertas publicaciones, como en la Unión Postal, viene citado don Jesús Zenil como autoridad. Y así oye uno expresiones de todos esos hombres cuando tienen esas condiciones; pero cuando no es así, creo yo que un diplomático si no diera recepción ninguna, sería mucho mejor, porque si no esta a la altura de las recepciones, no le servirán más que para ponerse él y para poner a su país en el más completo ridículo. La diplomacia es extraordinaria difícil; el Protocolo es una serie de reglas muy complicadas y se necesita talento hasta para sentar a los compañeros en la mesa; se necesita práctica para dirigir una conversación, y todo eso no se hace con dinero. Nosotros desgraciadamente en México no nos damos cuenta de eso. Aquí se manda una misión diplomática, y no crean ustedes que hago estos cargos a la época actual, porque pudiera decirse que viniendo yo de la pasada, voy a encontrar bueno nada más lo de aquella época y no lo de ahora, y no, señores; en todas las épocas ha sido lo mismo; se manda de diplomático a un general, porque prestó servicios a la revolución, y hay que convenir en que los campos de batalla y las campañas no son una gran preparación para la vida diplomática. Se manda otras veces a un individuo a una Legación porque no hallan qué hacer con él. "¿Pues qué haremos? a la Legación fulana". Creyendo que el individuo que no sirve para nada, no puede servir más que para la diplomacia. Y señores, yo que he andado en la diplomacia. Y señores, yo que he andado en la diplomacia y que he oído los comentarios que hacen, voy a citar a ustedes hasta qué grado puede uno ponerse en ridículo. Estaba yo en una reunión y uno de los compañeros fue y brindó con esa manía muy de acá de América, de brindar aun cuando no esté uno obligado a hacerlo. Bueno; su brindis fue más o menos bien recibido, porque este señor hablaba bien francés; pero después que se sentó noto que no había hablado en favor del país en donde estaba aquella fiesta, sino nada más en favor de la misión que la daba; sonó él solo la copa y fue a hablar, y unos franceses que estaban cerca de mí dijeron: "il a bu", ha bebido. Yo les dije: No, señores, no ha bebido; trata de reparar una omisión. Por este solo hecho juzgarán ustedes lo difícil que es. Nosotros creemos que México y que Hispanoamérica son grandes factores en el concierto internacional, y es triste confesarlo: ¡no somos nada, somos mucho muy poco! Si queremos levantarnos, no será mandado rastacueros a las legaciones, sino mandado a gentes que hablen varios idiomas, que tengan grandes usos sociales y

que observen una conducta irreprochable, porque si no todas esas cantidades, más y más dinero, sólo servirán para pasarse la vida alegre en Montmartre, si se está en París; en el Café Margherita, si se está en Roma. en el restaurant L'Hermitage, o en el Café Maxim, si está en Moscow. Así pues, contesto la interpelación diciendo que, en síntesis, la vida diplomática es mucho menos costosa de lo que se cree y que la manera de hacer buen papel en el extranjero no es derrochando dinero, sino derrochando ilustración, talento y buena educación. (aplausos.)

El C. Ramos Pedrueza, continuando: Acabáis de oír una voz autorizada en este caso, puesto que la experiencia la asesora. No es enviado un asno de oro como se prestigiará al país, sino enviando a un intelectual, un hombre honorable y culto. Si se pudiese enviar a un Amado Nervo, a ese altísimo poeta, con y sin dinero haría un brillante papel, porque el talento se impone y no el dinero. Ahora, tened en cuenta la depreciación de la moneda de algunos países adonde irán nuestros representantes; tened en cuenta que el que va a Alemania a ganar ochenta pesos diarios, tendría aproximadamente siete mil marcos diarios, cuando un obrero vive con cuarenta o cincuenta al día; es verdad que el cambio lo hace por papel moneda, pero de todos modos resulta una cantidad exhorbitante. Tan es cierto, que muchos diplomáticos nuestros han venido al país, después de una corta temporada, ricos, porque no han necesitado hacer muchos gastos; por lo tanto, o tienen grandes sumas de dinero para derrochar, o para atesorar rindiendo culto a la avaricia; ni una ni otra cosa debe permitirse. Tenemos el deber ineludible en estos momentos, en que por primera vez se discuten los presupuestos en este Parlamento, de ir, como he dicho, hacia una vida sencilla, noble, verdadera, intensa, profunda, dejando las suntuosidades ultrajantes y procurando evitar esos contrastes odiosos, porque esos contrastes entre las inmensas miserias y las grandes riquezas, son los que engendran las revoluciones; el paraíso de los ricos, decía Víctor Hugo en un momento de maravillosa lucidez: está elaborado con el infierno de los pobres". Pues bien, compañeros; pensad en el taller, pensad en la fábrica, pensad en el campo, pensad en el jacal desolado por la miseria de esos pobres hombres, en la buhardilla y comparar la vida de nuestros diplomáticos, ociosa y estéril, derrochando el dinero o acaparándolo. Es este el momento, señores, de que se obre con justicia y con acierto, y yo declaro, cumpliendo un ineludible deber, que todo sueldo que en estos momentos en que se trata de nivelar, de hacer acercamiento, procurando que bajen un poco los de arriba y que asciendan un poco los de abajo para evitar esos contrastes repugnantes y criminales, la manera de hacer, señores, eso es, no prodigar sueldos enormes. Pensad en nuestros maestros, que a pensar del aumento hecho en el presupuesto de Educación Pública, estudian y se especializan 20, 25 años, para dar una cátedra y ganan 4 ó 5 pesos diarios. Pensad en los que están en las escuelas, todo el día, con 6 ú 8 pesos a los sumo. Pensad en los obreros, pensad en los campesinos, pensad en los maestros, pensad en los modestos empleados cuyos sueldos van a reducirse en un 25 por ciento en unos casos y en un 10 por ciento en otros, y pensad también en las fáciles fortunas, en los grandes sueldos que permiten enriquecerse a hombres en poco tiempo, puesto que debe desaparecer la leyenda dorada de las fastuosas recepciones, que sólo existen en la imaginación de los que no tienen una idea de la verdadera diplomacia, pues no hay tales recepciones, no hay tales gastos exorbitantes. Puede llevar una vida modesta y decorosa cualquier representante, con un sueldo máximo de 50 pesos diarios. ¿Qué no es una vergüuenza, señores, que en los Estados Unidos, en ese país que está nadando en oro, se pague un sueldo casi de la mitad del que nosotros pagamos a nuestros representantes? Los demás embajadores, señores, como en Francia, en Alemania, en Italia, en España, no ganan sino la mitad o la tercera parte de estos sueldos que nosotros pagamos. De manera, señores, que este es el momento de hacer justicia, este es el momento de dar un paso, aunque sea pequeño, hacia la igualdad económica; igualdad, naturalmente, no absoluta, sino dentro de cierta relatividad; igualdad a base de oportunidad, porque, señores, la justicia, la libertad, la democracia, los grandes ideales, serán siempre mitos y palabras vanas mientras no haya igualdad económica. Esta es la base, ésta es la verdadera base de toda redención: la igualdad económica, puesto que el pobre no tiene ni para pagar sus gastos en las campañas electorales, ni para instruirse. Ahora comienzan a brindarse oportunidades a los proletarios para instruirse; pero antes no podían hacerlo, porque no podían abandonar el trabajo, ni comprar libros costosos, ni cultivarse. Estemos, pues, señores, a la altura de las circunstancias, porque, ha dicho un gran pensador, que renovarse es vivir y que sólo el que se reforma tiene derecho al porvenir. No defendamos al pasado, no defendemos las prácticas usadas en la época del general Díaz, en que se mandaba a magnates que recibían sueldos enormes en relación con el precio de la vida; renovémos en el sentido de aceptar el presente y fecundar el provenir; renovémos en el sentido de moralizar todos los ramos de la administración, comenzando por el Ramo de Relaciones, y para evitar los contratos de que he hablado, reduzcamos a cincuenta pesos diarios el sueldo de los diplomáticos, cumpliendo así con un alto deber de justicia. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Vasconcelos.

El C. Vasconcelos: Señores diputados: Más que referirme concretamente a la partida del Presupuesto que en estos momentos se discute, quisiera dar una voz de alerta respecto a lo malo que haríamos al iniciar nuestra discusión en el Ramo de Relaciones Exteriores si fuéramos a limitar las asignaciones al grado de hacer precaria y tristísima la vida de nuestros diplomáticos. Acabo de recoger de los labios del compañero Ramos Pedrueza esta aseveración, que es absolutamente injustificada; ha dicho el compañero Ramos Pedrueza, que todo nuestro servicio diplomático en el extranjero es absolutamente inútil, estéril y vano. Si el compañero Ramos Pedrueza tuviera razón, desde luego deberíamos suprimir lógicamente todos nuestros servicios diplomáticos en el extranjero por inútiles. Creo que es el momento de hacer grandes

economías en nuestros presupuestos, pero hay que hacer esas economías de acuerdo con un determinado criterio, con el criterio que pueda fundar esa economía. Llegar al límite del consumo de un individuo es tan antieconómico como establecer un superconsumo de acuerdo con las necesidades normales de un medio. Es muy agradable hablar desde esta tribuna en contra de esas figuras que injustificadamente llama el compañero Ramos Pedrueza arlequinescas y que son nuestros diplomáticos en el extranjero. Es una injusticia completa creer que un induviduo a quien el país envía a otra parte a representarlo, tiene sólo como función principal la de despachar hora y media en su Legación o en la Embajada e irse en seguida a darse una vida de lujo y de ostentación. Nuestra delegación diplomática en el extranjero es cierto, señores, que no puede ponerse en el mismo nivel en que lo están las delegaciones de los países ricos en el mundo, de los países en los que existe una aristocracia entre la que casi en su totalidad se reclutan los enviados al extranjero; no, nuestras delegaciones en el extranjero sí deben ser sobrias, sí deben tener hasta un espíritu republicano que indique claramente que deben ser sobrias en sus costumbres; pero llegar a hacer de estos induviduos algo así como un proletario a quien se mande a sufrir al extranjero en bien de su país, no me parece ni justo de nosotros ni digno de la representación que nuestros representantes tienen en el extranjero. Yo no puedo referirme en el caso concreto que se discute, a la situación de nuestro embajador en los Estados Unidos de norteamérica, pero sí puedo relataros más o menos hechos que he visto últimamente y que revelan cuán triste es la situación de nuestros diplomáticos. Hace poco menos de seis meses, conversando en Guatemala con nuestro ministro, el señor general Caballero, le preguntaba yo una noche, y de esto es testigo el compañero Solís, que estaba con nosotros, porqué no se encendían las luces de una lámpara que hay en el centro de la sala de recepciones de nuestra Legación (y esto lo recuerdo a propósito de lo que acaba de decir nuestro compañero el ingeniero Dominguez.) Nuestro ministro allá, en una conversación muy íntima, por cierto, nos dijo que no mandaba encender aquella luz porque la Legación no tenía gastos suficientes para poder mantener ese servicio. (Voces: ¡Para ahorrar!) Hablaba hace un momento el compañero Ramos Pedrueza de que nuestros enviados en el extranjero son los favoritos del Poder Público. Yo quiero admitir que sean los favoritos del Poder Público; pero no puedo admitir que el Ejecutivo sea tan ciego que mande al extranjero a verdaderos asnos de oro. ¿Por qué? Porque el Ejecutivo es el más interesado en sostener en el extranjero individuos que por sus antecedentes intelectuales, por sus costumbres y hasta por su perspicacia, condición sine qua non de la carrera diplomática, sean capaces de ir a hacer un bien a su país en el extranjero. No debo, no puedo admitir, porque admitirlo sería una injusticia, que nuestros diplomáticos en los tiempos presentes son los diplomáticos de los tiempos pasados, cuya personalidad estaba perfilada en esta frase, que corre en casi todos los libros en que se habla de diplomacia: "El diplomático es un hombre honrado, a quien se envía a mentir al extranjero en beneficio de su país". Misión muy alta es la del diplomático, tan alta como la que en el interior del país realiza el maestro de escuela. El diplomático en los momentos presentes y, dadas las tendencias y orientaciones que la diplomacia tiene, es un individuo que va al extranjero a elevar el concepto que se tiene de un país; es decir, para que a un país se le juzgue a través de la personalidad de un individuo, como desgraciadamente nos conoce el extranjero; es necesario que enviemos allá a individuos que tengan una cultura y costumbres morales tan elevadas que cualquier extranjero que vea a un ministro mexicano, intelectual y honorable, así crea que somos todos los mexicanos. Desgraciadamente con los diplomáticos se ha cometido y se quiere cometer hoy una injusticia; ya se ha declarado desde esta tribuna con absoluta injusticia, que la función de ellos es una función inútil, una función estéril. No se llegó, porque el radicalismo no puede llegar hasta allá, a querer suprimir de una plumada todas las partidas del Presupuesto destinado a sostener a nuestros representantes en el extranjero. Se dice que nuestros diplomáticos se han enriquecido en el extranjero. ¿Se puede citar siquiera el ejemplo de un diplomático que, atenido a su sueldo, muy superior en relación con el valor de la moneda en otros tiempos, haya regresado al país rico? ¿Se puede citar un solo ejemplo, señor Ramos Pedrueza? No hay un solo diplomático mexicano que, atienda a su sueldo, haya regresado al país rico, y os voy a decir que los diplomáticos generalmente se reclutan entre las clases profesionistas del país: el médico de provincia, que por sus estudios y sus inclinaciones ha venido a la capital de la República y ha adquirido aquí una clientela por su talento y conocimientos, cuando se le ha ofrecido un puesto diplomático ha cancelado absolutamente su carrera, lo que significa el esfuerzo de toda su vida, y se ha ido a representar al país al extranjero. Y cuando ese hombre ha vuelto al país, no ha encontrado ni el más infeliz de sus antiguos clientes.

La vida de esos hombres se agota en la diplomacia; la vida de esos hombres se agota en servicios al país en el extranjero, y cuando esos hombres, que apenas ha podido vivir con las cantidades que el presupuesto les da en el extranjero, regresan al país encontrándose sin conocidos muchas veces, habiendo perdido su familia, habiendo perdido todo género de relaciones, a principiar su vida profesionista o su vida intelectual de actividad en un medio que no es ya el medio que dejaron en la época en que se fueron del país. Lo mismo que digo del médico, puedo decir de todos los profesionistas, puedo decir absolutamente de todos los intelectuales, entre los que debe reclutarse la clase diplomática. ¿Vais a arrancar a un individuo del centro de sus actividades, donde, si se quiere, mezquinamente o limitadamente, pero día a día, tiene garantizado su sustento? ¿Váis a enviarlo a que lleve una vida contra sus propias costumbres, una vida de lujo, es decir, de un lujo relativo, porque no estaría bien que un representante del país fuese a hacer papeles ridículos en comparación con los representantes diplomáticos de los otros países? Y después de ello, cometéis la misma injusticia que se ha cometido siempre, la misma injusticia que se

comete constantemente en México: dejar a nuestros enviados en el extranjero sin un centavo, por que no ha podido ahorrar de su sueldo ni un centavo, y sin siquiera una partida en el presupuesto, sin siquiera una erogación del presupuesto con cargo a gastos extraordinarios para sostenerlos en el extranjero. ¿No tenéis el ejemplo del cultísimo poeta Amado Nervo? Amado Nervo, si sus libros no le hubiesen producido algo, o si sus libros le han producido algo, eso es lo que ha dejado a su familia. Dentro de la carrera diplomática no tenía nada, y recuerde perfectamente el compañero Ramos Pedrueza que no sé si el gobierno español o alguna asociación española, en ocasión en que a Amado Nervo, el más alto poeta de nuestros tiempos , el Gobierno mexicano, ingrato, lo dejó abandonado en el extranjero, se ofreció a pagarle las dietas que el Gobierno mexicano no le pagaba a su buen hijo, a su cultísimo poeta. (Aplausos.) Y no es esa, desgraciadamente,la situación sólo de los diplomáticos en México; recuerde el compañero Ramos Pedrueza aquellas tristísimas páginas de la autobiografía de Rubén Darío, en que nos habla de sus miserias, de su vida de diplomático en que muchas veces bajo el arlequinesco - como llama el compañero Ramos Pedrueza - jaquetín o casaca del diplomático, vivía el cuerpo de un hombre sin el sustento y sin la satisfacción de sus necesidades mentales, y muchas veces hasta sin la satisfacción de sus necesidades corporales. ¿Pues no sabemos de aquella tristísima entrevista de Rubén Darío con nuestro poeta Amado Nervo, quejándose de las miserias de su vida de diplomático? Pues bien; si no queremos adjudicar a esa clase media intelectual del país, entre la que se tiene que reclutar forzosamente a los elementos que nos representen en el extranjero; si queremos prestar a nuestros representantes toda la ayuda pecuniaria necesaria para que llenen debidamente su cometido en el extranjero, no limitemos esas partidas. Vamos a sacrificar a lo más bello, a lo más digno que tengamos en el país, enviando a nuestros conciudadanos a que nos representen en el extranjero y cuando por una ingratitud nuestra - porque los hombres son ingratos -, les quitemos el puesto que tienen allá, van a volver al país en la situación más precaria que pueda imaginarse. Por otra parte, la diplomacia mexicana en estos momentos tiene que desarrollar una gran función. Todo nuestro tiempo pasado en materia de relaciones internacionales ha sido tiempo perdido. Nuestros ministros, es cierto, han sido designados entre una de las partes cultas del país; pero nuestros ministros han ido a darse lujo en el extranjero y poco han trabajado en bien del país. Afortunadamente desde la época del señor Carranza, y esto es un mérito que le corresponde y que hay que dárselo, nuestra diplomacia va tomando otras orientaciones. El diplomático ya no se juzga el individuo empaquetado en aureo traje, que sólo sirve para asistir a grandes ceremonias, sino que el diplomático tiene un papel de difusión de cultura y de conocimientos de nuestro medio mexicano en el extranjero altísimo. ¿Queréis que esa función, que es absolutamente necesario para el país, hasta desde el punto de vista moral o práctico, porque muchas veces la persona y el trato social de un diplomático en el extranjero podrá hacer venir capitales al país, queréis, digo, que esa función se cumpla debidamente? Pues entonces no tengáis limitados a los diplomáticos, no los hagáis morir de hambre en el extranjero. Si mala es la diplomacia, hay que admitirla como mal necesario, pero dentro de la necesidad de ese mal hay que saber sostener esa necesidad. Yo por eso, señores, invito a la Cámara a que muy seriamente piense en este asunto; que piense que si nosotros limitamos las partidas del presupuesto, el Poder Ejecutivo, al seleccionar a nuestro personal de representación en el extranjero, tendrá que hacer como en la época del general Díaz se hacía: que para embajador en los Estados Unidos no se buscaba al más competente, no se buscaba al más patriota, sino que se buscaba a quien tuviese dinero bastante para hacer los gastos, para poder sumar las cantidades necesarias para llenar sus gastos, porque el presupuesto de México no alcanzaba.

El C. Domínguez, interrumpiendo: ¿Y Romero y Azpíroz?

El C. Vasconcelos, continuando: Sí, señor, hay ejemplos magníficos; pero usted recuerde que hasta nuestro gran intelectual, el señor Lerdo de Tejada, nos habla en sus "Memorias" del papel ridículo que socialmente desempeñaba en los Estados Unidos el embajador Romero. ¿No recuerda el señor ingeniero Domínguez que en las "Memorias" de don Sebastián Lerdo de Tejada se dice que una vez al entrar el embajador de Bélgica en los Estados Unidos a la Legación de México, viendo tan mal vestido a nuestro ministro, le entregó la ropa, porque creía que era el portero?

El C. Domínguez, interrumpiendo: ¿Me permite usted una aclaración? - El C. Vasconcelos: Sí, señor, con mucho gusto. - El C. Domínguez: Incurre el señor, y lamento decirlo, porque el señor Vasconcelos es uno de los hombres más inteligentes de la Cámara, incurre en una de tantas vulgaridades que solamente tuvo éxito fundada en la pasión política. Que un ignorante, que un analfabeto diga que esas "Memorias" las escribió don Sebastián Lerdo de Tejada, se explica; pero que un hombre culto crea que esas "Memorias" las escribió don Sebastián, es hacerle a ese grandísimo hombre de Estado una ofensa tan grande, como se la podría hacer ni el mayor de sus enemigos; solamente los hombres que crean que en el mundo hay siete mujeres y media para cada hombre o que los toros embisten cerrando los ojos, pueden creer que ese libro lo escribió don Sebastián Lerdo. (Risas Aplausos.)

El C. Vasconcelos, continuando: En el terreno de la creencia tanta razón puede tener el señor ingeniero Domínguez, que niega que esas "Memorias" las escribió don Sebastián Lerdo de Tejada, como yo, que lo afirmo. Como quiera que sea, señores, yo creo que debemos sostener la vida decorosa de nuestros diplomáticos en el extranjero por bien del país. Yo no quiero que se ponga en parangón o que se trate de balancear quién tiene más importancia para la vida del país, si el maestro de escuela o el diplomático en el extranjero. Este es un error. Para mí, cuando hay dos necesidades que llenar, deben satisfacerse esas dos necesidades bien, y es tan necesario pagar bien a nuestros diplomáticos en el extranjero, como es necesario pagar bien

a nuestros maestros de escuela en el interior del país. Si las comisiones han satisfecho hasta donde es posible las necesidades de nuestro cuerpo diplomático sin causar serio déficit y ni siquiera déficit al Presupuesto de Egresos, ¿por qué no votamos de acuerdo con las comisiones, supuesto que no causamos ningún perjuicio al país y sí sostenemos decorosamente la función nobilísima, la función altísima y de la alta trascendencia intelectual, moral y práctica de nuestros diplomáticos en el extranjero?

El C. Ramos Pedrueza: Pido la palabra para interpelar al orador.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Ramos Pedrueza: Para que la Asamblea se oriente, ruego al compañero Vasconcelos conteste este argumento toral y por decirlo así básico que he presentado y al cual él no hizo referencia. ¿Por qué todos los países del mundo, todos los países civilizados pagan sueldos mucho más cortos a sus diplomáticos que nosotros, la mitad o la tercera parte, especialmente los Estados Unidos que es el más rico, el que sólo paga la mitad?

El C. Vasconcelos: Voy a contestar, preguntando al señor Ramos Pedrueza si conoce los presupuestos en el ramo de otros países que no sean los Estados Unidos.

El C. Ramos Pedrueza: Sí los conozco.

El C. Vasconcelos: ¿Cuánto gana el embajador de Argentina en los Estados Unidos?

El C. Ramos Pedrueza: Ya dije que aproximadamente la mitad o la tercera parte; no retengo las cifras exactas; no tengo tan prodigiosa memoria.

El C. Vasconcelos: Afirmando desde luego que dudo que el compañero conozca esos presupuestos, voy a decirle por qué los Estados Unidos no necesitan pagar a sus diplomáticos como nosotros necesitamos pagar a los nuestros. En Estados Unidos se recluta la clase diplomática entre la jeunesse dorée, entre el elemento áureo de la sociedad, y sólo en casos especiales, cuando la política internacional así lo indica, se designa a los prohombres de la política porque a ellos compete resolver los asuntos. Voy a terminar manifestando que como los Estados Unidos son conocidos hasta en el corazón de nuestras montañas, acaso más que nos conocemos a nosotros mismos, no necesitan enviar grandes diplomáticos; los Estados Unidos por la fuerza del oro que tienen, son conocidos en todas partes y admirados porque tienen mucho dinero en muchas partes. Nosotros, que no somos conocidos, necesitamos enviar grandes hombres bien remunerados para que a través de esos hombres conozcan al país. (Aplausos. Siseos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Avilés.

El C. Avilés: Señores diputados: El discurso del ciudadano Vasconcelos, más que un discurso defendiendo a los señores diplomáticos, debía ser un discurso defendiendo el oropel de los señores diplomáticos. Indudablemente, señores diputados, que sí se necesita tener buenos diplomáticos en los países extranjeros; pero para tener estos buenos diplomáticos no se necesita derrochar los dineros de la nación, ¿por qué? porque, ciudadanos, el país poco o nada toma cartas en este asunto, pues es el presidente de la República quien nombra estos señores diplomáticos. Por algún azar de la suerte llega a nombrar algún competente, éste individuo, no obstante de lo sostenido por el ciudadano Vasconcelos, diciendo que don Matías Romero vestía mal y que se presentaba de un modo ridículo, no obstante de eso, ¿sabe el compañero Vasconcelos, él, que es una persona ilustrada, que fue uno de los mejores diplomáticos que ha tenido el país en los Estados Unidos? Y don Matías Romero con toda su economía, con todas sus ridiculeces en el vestir, supo don Matías Romero sostener en los Estados Unidos la bandera del país a la altura en que debía sostenerla. No se necesita, cuidadanos diputados, derrochar esos ríos de oro, como dice el ciudadano Vasconcelos, que se necesita para que un país esté bien representado... (Voces: ¡No! ¡No ha dicho eso!) Esos que dicen que no lo ha dicho, es que no han sabido interpretar las palabras del ciudadano Vasconcelos; pero la tesis que el ciudadano Vasconcelos ha venido a sostener aquí, no es otra cosa sino que se necesita mucho dinero y gastar mucho dinero para tener una buena representación en los países extranjeros. Yo no estoy de acuerdo absolutamente en eso; se necesita, sí, tener buenos diplomáticos, pero no se necesita tampoco mucho dinero para que haya buenos diplomáticos. Yo tampoco estoy de acuerdo con muchas de las teorías expuestas aquí por el ciudadano Domínguez en lo que se refiere a cuestiones diplomáticas. El dictamen pide para los diplomáticos mexicanos en los países extranjeros, que éstos sean un dechado de cultura, que éstos lleguen a ser una especie de superhombres. Yo tampoco creo que se necesiten hombres de una talla de esas que es difícil encontrar para que puedan representar al país. Ahora, señores diputados, hay otro medio también de economizar, de hacer que nuestros diplomáticos no estén dando esas recepciones a que se refería el ciudadano Domínguez, de que se dé una recepción diaria y otra semanaria, y que se haga esto y aquello. ¿Por qué nuestro Gobierno no se fija en elegir nuestros representantes diplomáticos entre elementos solteros?... (Risas. Aplausos.) Estos se conforman con vivir en un hotel, y se le quita de encima a la nación ese gasto de recepciones. Decía el ciudadano Domínguez, y yo aquí me estoy concretando a combatir algunas de las teorías de él, porque en verdad no estoy de acuerdo, vuelvo a repetir, con muchas de esas teorías; dice él que no somos nada en cuestiones diplomáticas en los países extranjeros; pues siguiendo esta teoría del ciudadano Domínguez, yo propondría que de una vez por todas se quitara esa carga enorme de la nación, de estar sosteniendo legaciones y cuerpos diplomáticos en los países extranjeros, si conforme a la teoría del ciudadano Domínguez no sirven para nada; pero sí no estoy de acuerdo con eso: yo creo que si no somos nada, debemos de procurar ser algo, y eso no se consigue solamente, vuelvo a repetir, derrochando ríos de dinero, esto se consigue con hombres competentes, con hombres de buena voluntad, con hombres que sepan dominar el medio en que se encuentran. Esa yo creo que es la única condición que debe tener el diplomático, porque si seguimos esa carrera que se han impuesto y que han sentado que la diplomacia debe ser el arte de engañar a los gobiernos donde se va a

representar, me supongo que nuestros diplomáticos vayan a engañar a los gobiernos extranjeros...

El C. Rivera Cabrera, interrumpiendo: No se dejan engañar.

El C. Avilés, continuando: Pues está muy bien lo que ha dicho el ciudadano Rivera Cabrera; no se dejan engañar. ¿Luego nosotros para qué vamos a gastar ese cúmulo de dinero que se gasta diariamente para que no se dejen engañar los países extranjeros? ¿para qué se va a gastar tanto dinero?

El C. Vasconcelos, interrumpiendo: ¿Me permite usted una aclaración, honradamente, compañero Avilés? Yo dije quien en los antiguos tiempos el diplomático era lo que acaba de referir el señor Avilés, pero en estos tiempos, la misión del diplomático es más alta y verdaderamente moral.

El C. Avilés, continuando: Acepto el esculpante (Risas.) del compañero Vasconcelos; pero no estoy de acuerdo en que los diplomáticos de ayer no se vayan a equiparar a los diplomáticos de hoy. Si la diplomacia de ayer y la de hoy ha sido la mísma, no se entiende la diplomacia por otra cosa si no es el especializarse en la "arrebatinga" de esto, aquello y lo otro. Que no nos vengan con esos cuentos de que se va a hacer aquí y allá. En diplomacia es el más hábil el que mejor engaña; se necesita una verdadera habilidad para engañar. Es una lucha entre dos potencias que se quieren arrebatar esta ventaja y la otra ventaja que le conviene, y el otro a no dejarse arrebatar esas ventajas. Ese es verdad el papel del diplomático, y para eso no se necesita aquí de dinero, no se necesitan las cantidades enormes que se quieren asignar en ese Presupuesto. Lo hemos venido viendo, ciudadanos diputados, cómo la diplomacia nuestra, por más que se diga, ha fracasado casi en todos los países donde ha estado representado nuestro país, ha sido una diplomacia tan torpe, ¿qué no lo estamos viendo, en la actualidad, después de las cantidades de dinero que se han gastado a base de enviados extraordinarios, de ministros plenipotenciarios y de todas esas cuestiones, se ha llegado a conseguir el reconocimiento por los Estados Unidos? (Risas. Aplausos.)...

Eso quiere decir, ciudadanos diputados, que ese dinero se ha gastado, que ese dinero que ha gastado el país, lo ha gastado de un modo torpe; no ha sabido el señor presidente, ni los consejeros del señor presidente elegir a estos hombres que vayan a buscar el reconocimiento de Estados Unidos hacía nuestro país. En cambio, si nos ponemos a hacer una suma de las fabulosas cantidades de dinero que a base de busca de reconocimiento se han gastado, llega a cantidades enormes; hubiera ganado más el país si esas cantidades de dinero se hubieran invertido ya en vías férreas, ya en instrucción, ya en sacar de la miseria al pueblo; se hubiera ganado mucho más que esto de andar buscando el reconocimiento y, sobre todo, valiéndose de elementos que no han estado al alcance de su papel, o que no han tenido los tamaños suficientes para afianzar este reconocimiento... (Risas. Aplausos.)... Hemos visto, ciudadanos diputados, que la diplomacia nuestra en todas las épocas, con excepción, es decir, con raras excepciones, han sido fracasos; quienes se han aprovechado de las torpeza de nuestros diplomáticos ha sido las naciones extranjeras; ellas sí han sacado todo lo que han querido sacar de nuestra torpe diplomacia; en cambio nuestra diplomacia nada ha sacado de la diplomacia extranjera, si no es en muchos casos el ridículo. Yo creo, señores diputados, que cien pesos que se le asignen a este señor embajador son más que suficientes para que pueda representar al país con decoro; no se necesita ir a derrochar en francachelas de esta naturaleza y de la otra los dineros de la nación; lo que se necesita es que haya representantes que estén a la altura de su deber, que sepan a la vez por qué se les mandó, porque yo no voy a comprender, ciudadanos diputados, cómo un diplomático después de "cargarse" una "parranda" diaria va a estar en condiciones de poder cargar con la responsabilidad que como diplomático tiene en un país extranjero, porque parece que esta es la tendencia, esto es lo que ha venido a testificar el ciudadano Domínguez cuando nos habló de los ciudadanos representantes de México en el extranjero, diciendo que los diplomáticos tienen que dar una recepción y que tienen que recibir a los invitados en esta forma y que tienen que alquilar mozos de librea, vajillas más o menos elegantes, etcétera, etcetera. Parece que esto es diario ¿o no es así, ciudadano Domínguez? (Risas.) Parece que esto es diario. (Voces: ¡No, hombre! ¡Dos veces al año!) No, dijo que era dos veces a la semana, eso está en el DIARIO DE LOS DEBATES. ¿Una vez a la semana? ¡Bueno! Una vez a la semana, ciudadanos diputados, y dado el modo de ser de los diplomáticos por lo que yo me dí cuenta de los diplomáticos que vinieron de los otros países (Aplausos.) que no llegaron estos señores a rehusar ni una sola invitación que la flamante comisión del Centenario les hacía diariamente, ellos comieron de lo lindo, y bebieron de lo lindo (Gran hilaridad.) Luego, señores, dicen que por el sobre se saca la carta. Si a nuestros diplomáticos se les atiende en otros lados de ese modo, si los atienden como nosotros a los flamantes diplomáticos que vienen de los otros países, que nos olvidamos completamente de los nuestros, porque las Fiestas del Centenario no se hicieron para conmemorar el Centenario de nuestra Independencia, sino que se hicieron para conmemorar a los señores diplomáticos... (Risas. Aplausos.)... Porque cuando se le hizo una fiesta al pueblo, se le dijo: para que vayas a Chapultepec, a la Noche Mexicana, tienes que pagar cinco pesos... (Risas. Aplausos.) ... En cambio, los señores diplomáticos tenían hasta carta blanca en hoteles, en cantinas y en todas partes; luego quiere decir que nosotros nos preocupemos mucho, ciudadanos diputados, por la cuestión diplomática y según el decir del ciudadano Norberto... (Risas.)... ellos no se preocupan absolutamente de las cuestiones diplomáticas nuestras. Yo he querido tomar como base lo asentado aquí por el ciudadano Norberto Domínguez, porque él, como hombre de experiencia, como diplomático que ha sido también...

El C. Domínguez, interrumpiendo: ¡No!...

- El C. Avilés, continuando:... pero ha ido usted agregado con los diplomáticos y es lo mismo y como agregado diplomático pues sabe mucho de estos achaques y uno debe de tomar como base lo que la experiencia le pone a uno y yo en este caso

he visto en don Norberto Domínguez una verdadera experiencia; luego, señores, si no nos hacen caso, si no somos nada, si nuestros diplomáticos no necesitan de esos mozos de librea, de sus vajillas alquiladas, de todas esas cosas y hacen un tristísimo papel, pues dejémoslos que nos representen tal como nosotros somos, sin ostentación de ninguna naturaleza y sin nada de eso. Somos una nación pobre, somos una nación débil ¿cómo es que vamos a deslumbrar a estos señores gastando los dineros de la nación para que no nos hagan caso? Aquí se me figuran, señores diputados, los señores diplomáticos como cuando uno viene de pueblo y se junta con los señores de aquí de la capital... (Voces: ¡Fifies! Risas.)... Con los Fifies, con toda esa clase de gente; se carga uno sus centavitos en la bolsa... (Risas.)... lo invitan a que vaya uno a tomar la copa a este centro de reunión o a aquél otro centro y no lo hacen por otra cosa sino por hacer que uno gaste su dinerito; lo invitan a esto y a lo otro y ya que ha llegado el momento en que los centavos se han agotado, entonces el "fifi" y todos aquellos ni caso le hacen a uno. Esa es la misión del diplomático en el extranjero. (Risas.) Ahora, señores diputados, nuestro actual ministro de Relaciones, hombre culto, ha buscado hombres cultos también para que vayan a la Secretaría de Relaciones; pero él ha hurgado entre los más cultos para llevar a los más cultos a la Secretaría de Relaciones y ha llegado el señor ministro de Relaciones la Secretaría de Relaciones de puro elemento reaccionario, de puro "fifi". (Aplausos. Risas.) Aquí, ciudadanos diputados, no está en la Secretaría de Relaciones la competencia diplomática, es un absurdo, no existe la competencia diplomática, sino la competencia "fifi" (Risas.) y el hijo de don Justo Sierra, Manuel Sierra, a quien su mismo padre, para quien su mismo padre tuvo frases despectivas diciendo que su hijo lo único que tenía era ser tonto, resulta que nuestro cultísimo ministro lo nombra nada menos que el director de consulados o cosa así por el estilo. Ahora, si analizamos los antecedentes políticos, que cuando se hace una revolución debe procurarse escoger dentro del elemento revolucionario a hombres más cultos, a hombres más capaces, más inteligentes... (Aplausos.)... para que sean los que vayan a representar esta revolución; y si la van poner en ridículo, pues cabe siquiera la satisfacción de que éste ha sido un revolucionario, de que éste ha sido uno de los que ha ayudado o ha hecho aquella revolución; pero cuando se eligen hombres incapaces, enemigos de la revolución como este señor Sierra, no hay derecho, señores diputados, para que nosotros derrochemos los dineros de la nación... (Aplausos.)... Y si así siguiera yo analizando a los componentes que el señor cultísimo ministro de Relaciones... (Risas.)... tienen en el Ministerio de Relaciones, no se saca un solo elemento de allí que haya prestado sus servicios a la revolución; con todo su talento, con toda su cultura, el ciudadano ministro de Relaciones ha entregado el Ministerio de Relaciones en manos de los "fifíes" y en manos de los reaccionarios... (Aplausos.) Yo, como revolucionario, ciudadanos diputados, debo hacer estas aclaraciones: ya que a la revolución la denigran todos los días, ya que propios y extraños, ya que revolucionarios, ya que no revolucionarios, ya que la prensa pagada por el Gobierno, ya que la prensa pagada por el capital, ya que en corrillos, ya que en todas partes se denigra a la revolución, justo es que nosotros los revolucionarios, cuando hay estos momentos, hagamos la defensa de la revolución... (Aplausos.)... No, ciudadanos diputados, no se debe tanto error de la revolución, no se debe precisamente a la revolución, sino que se debe a los claudicantes revolucionarios... (Aplausos.)... Se debe a ellos, como el señor ministro de Relaciones, que ha hecho a un lado al elemento revolucionario para llenar sus bodegas de elemento reaccionario... (Risas. Aplausos.) El señor ministro de Relaciones, entre el elemento revolucionario, y óiganlo bien los revolucionarios de todo el país, no encontró el ciudadano ministro de Relaciones un solo individuo que fuera capaz de ser el jefe de los cónsules que hay en el extranjero; no, no encontró ¿dónde estaba este revolucionario? No, no lo hay, ni con la linterna de :Diógenes podría encontrarse; pero sí había un "fifí" que sabía representarse bien y nada más natural que llamara a aquel "fifí" para que viniera a formar parte de ese protocolo, al cual se refirió el ciudadano Vito Alessio Robles que está compuesto de parásitos y que no hacen más que sangrar a la nación. El único mérito que les atribuyen es el de que pertenezcan a la aristocracia, a la llamada aristocracia y de que se les llama personas cultas.

Siguiendo el criterio de mi maestro, (Risas. Aplausos.) de mi maestro el señor Norberto Domínguez, como según el criterio de él no se puede ser ministro si no a base de una cultura refinada y que estos ministros no se van a escoger entre los elementos que han triunfado, entre los elementos triunfantes, en la revolución, y que tienen derecho a ser progresistas, porque todas las revoluciones se hacen a base de progreso; no hay que ofuscarse, el deber del ministro de Relaciones es buscar dentro del elemento revolucionario, el que derrocó al viejo régimen; hay que buscarlo dentro de la revolución, no dentro del régimen caduco que ya acabó. Es una creencia errónea, absolutamente errónea, el creer que no hay hombres cultos en la revolución triunfantes, sino que la cultura estaba con los de antes y éste es un error, ciudadanos diputados, es un error que es imperdonable y que los revolucionarios y la revolución no debemos perdonar nunca; ¿por qué, ciudadanos diputados? Porque precisamente si ha venido fracasando la revolución no se ha debido sino a los hombres qué como el señor ministro de Relaciones, han postergado a los revolucionarios para llevar a su Ministro a elementos netamente reaccionarios, retardatarios, a elementos conservadores enemigos de la revolución. ¿Y cómo van a poder estos señores diplomáticos, estos consulares, estos jefes de Consulados prestigiar a la revolución, cómo la van a prestigiar, ciudadanos diputados, si ellos no han sentido lo que se siente amando a la revolución, lo que es la revolución...? (Aplausos. Voces: ¡Muy bien!) ¿Cómo es que van a prestigiar a la revolución? Claro, señores diputados, que ellos procurarán día por día, momento a momento, minar esa revolución, para poner esa revolución en ridículo y luego surgir y decir ellos: henos aquí, nosotros

somos los competentes, nosotros somos los que hemos salvado la situación; ¿la revolución en inepta. No, ciudadano ministro de Relaciones, usted debe volver por los fueros de la revolución, usted debe ir con sus hermanos los revolucionarios, porque ¡ay de aquel que no siga el camino recto, tarde que temprano tiene que encontrarse su calvario, ciudadano ministro de Relaciones! (Risas Aplausos.)

Es tiempo, pues, ciudadanos diputados, de que nosotros ya comencemos de una buena vez a defender los intereses de la nación, que están vinculados y que tienen su verdadero éxito en esa sola cosa: en la economía. Cuando nosotros lleguemos a ser un país en que todo se haga a base de economía, entonces llegaremos a ser grandes, y el coloso del norte nos tenderá no la mano de protector, como ha pretendido tendérmosla, sino nos tenderá la mano de amigos y esto nosotros necesitamos conquistarlo única y exclusivamente por la economía. Si nuestros ministros en el extranjero pueden vivir con cien pesos, ¿por qué no economizarle a la nación el resto, por qué no economizárselo? Ellos, como patriotas, como mexicanos, deben de sujetarse en lo más posible a representar decorosamente a la nación, pero a base de economía, a base de no sacrificios a los intereses nacionales. Así es, ciudadanos diputados, que yo me permito proponer a esta honorable Asamblea que en lugar de asignarse ciento cincuenta pesos al embajador en los Estados Unidos, se le asignen cien pesos diarios, que ya es una cantidad bastante, suficiente, para que pueda representar a México de un modo decoroso y a usted ciudadano ministro de Relaciones, (Dirigiéndose a éste.) le suplico por segunda vez que vuelva por el camino de la revolución. (Aplausos nutridos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Espinosa, en pro.

El C. Espinosa Luis: Ciudadanos representantes: Más que apoyar la partida 4001, que se discute, y que señala la cantidad de ciento cincuenta pesos diarios para el embajador de México en los Estados Unidos, tengo especial interés en rectificar los conceptos de nuestro apreciable compañero el señor ingeniero Norberto Domínguez.

El señor ingeniero Domínguez, que merece todo nuestro respeto no sólo porque peina canas, no sólo por su actitud ecuánime dentro de esta Asamblea, sino por su sinceridad al proclamarse desde esta tribuna un representativo de los intereses netamente reaccionarios; este último concepto de la conducta del ciudadano Domínguez siempre lo he considerado como un título que debe enaltecerlo ante nuestra consideración de compañero. Entiendo, señores, que la sinceridad de los hombres en ciertas ocasiones vale más que ciertos artificios que tiendan a engañar a los que, como nosotros, somos y hemos sido de buena fé. Es natural, señores que el ciudadano ingeniero don Norberto Domínguez haya venido a hablar a esta tribuna como lo hizo. Los hombres que se formaron a travéz de la dictadura de treinta años, los hombres que tuvieron entonces altos puestos, los que creyeron dentro de un criterio lamentablemente torcido, pero definitivo, que ellos eran los superhombres, que ellos eran los únicos en quienes residía la ciencia, no pueden de ninguna manera consentir que dentro del movimiento revolucionario, o revolucionario evolutivo como el nuestro, pueda haber hombres, si no con una cultura oropelesca, si no con una cultura aparatosa, sí con una cultura moderna, que muy lejos de la enciclopedia, viene ya especializándose, están más capacitados, si se quiere para representar los intereses del pueblo mexicano en el extranjero. El criterio de los modernos diplomáticos, señores compañeros, ya no es el de antes que consistía en hacerlo todo en secreto, es decir, a puerta cerrada. Este viejo criterio está en completa bancarrota y en absoluto desprestigio. Ahora, señores, cuando el mundo se ha conmovido a través de una guerra grandiosa que la germinaron intereses colosales, la diplomacia ha seguido un camino enteramente distinto y ya hemos visto cómo los protocolos, los contratos por escrito no ha sido más que palabras muertas en papeles diáfanos, que no han tenido ningún valor, porque ha faltado el honor a los representantes de aquellos pueblos o a los pueblos mismos. De tal manera, señores, que más que esa cultura exquisita que reclama el ciudadano Domínguez, nosotros debemos ver en los representantes nuestros condiciones epeciales. Es natural, señor ingeniero Norberto Domínguez, que para representar a México dentro de un concierto de naciones entre las cuales haya una inteligencia para nuestro país y que no se nos discuta si somos o no una nación organizada, se podrá desempeñar un papel brillante, oropelesco en tiempos de calma, como en los tiempos en que usted era administrador general de correos; pero como las cosas ha cambiado radicalmente, nosotros tenemos que escoger dentro de nuestra gente, y no porque nosotros nos guiemos con espíritu de partidarismo, sino porque nos impulsa la defensa de los intereses que representa el movimiento revolucionario, a hombres que sin esa cultura exquisita tengan el corazón bien puesto y las cualidades bastantes para desempeñar una labor eficiente en pro de los intereses nacionales. Toda la Representación sabe que México no tiene desde 1919 representante acreditado ante el Gobierno de Washington, es decir, no tenemos embajador. Esta situación anormal significa para México una desgracia, supuesto que la vida de nuestro Gobierno está a merced del Gobierno y de los capitalistas de los Estados Unidos. Si nosotros tuviéramos un embajador acreditado, estaríamos ya en estos momentos sobre una base firme, sin los nubarrones que se cierren sobre el cielo de la patria y en espera de un porvenir indeciso que por más esfuerzos que hacemos por penetrarlo no sabemos cuál será. El compañero Norberto Domínguez y toda la Asamblea que haya leído algo de Historia, como de seguro la han leído, saben que la paz de México, que la estabilidad de los gobiernos de la República han dependido, dependen y dependerán tal vez por siempre del Gobierno de los Estados Unidos, es decir, de las relaciones de nuestro país con el Gobierno de los Estados Unidos. ¿Para qué citar hechos, señores compañeros, si están en la conciencia de todos vosotros? El Gobierno de Porfirio Díaz; caduco por venal, falso por inmoral, imposible por absolutista, cayó el día en que ya no contó con las simpatías y el apoyo del Gobierno americano; más tarde el Gobierno revolucionario, el Gobierno

altamente, eminentemente democrático, representado por el Apóstol de la Democracia, cayó cuando la intriga de Wilson y del representante de España se confabularon para derrocar aquel Gobierno; más tarde también el llamado Gobierno de la usurpación cayó por las mismas circunstancias...

El C. Castillo Israel, interrumpiendo: ¿Me permite una interpelación el orador?

El C. Espinosa Luis: Me perdona, compañero.

Y lo mismo caerá el Gobierno actual si nosotros, el Gobierno que nosotros representamos, compañero Domínguez - y claro es que a usted no le importa, sino que, al contrario, vería con satisfacción que cayera -... (Murmullos.)... si nosotros nos esforzamos y nos esforzaremos porque el día en que nuestras relaciones con los Estados Unidos se reanuden, haya un representante no solamente de la nación mexicana, sino de los intereses revolucionarios que nosotros representamos en el país y los que tenemos este concepto, los que abarcamos este miraje del problema internacional, no vamos aquí a venir con regateos mezquinos sobre una partida que sostendrá a una personalidad tan conspicua como será nuestro futuro ministro ante el Gobierno de Washington. Es natural que si nosotros no contamos con esos cerebros privilegiados de la dictadura, pero privilegiados para los que formaban aquella dictadura, no para nosotros, porque muchos de nosotros, aunque ignorantes e incultos, tenemos razón, tenemos derecho por más de un título para poner en duda esa intelectualidad cultivada de muchos representativos de aquel Gobierno; sino que esforzándose por llevar allí algo que honre a nuestro Gobierno y a nuestro país, seleccionaremos dentro de los elementos que nos inspiran confianza, porque representan los intereses del pueblo, a personas que completamente identificadas vayan a poner toda su alma, todo su espíritu y todo su cerebro al servicio de la patria mexicana. Y esto, señores, no se paga con dinero, para esto no hay más premio que el de la gratitud nacional. Yo creo, señores, que es ocioso hablar de la situación de los diplomáticos en Europa y Sub - América. Debemos concretarnos al caso de los Estados Unidos, porque es el sueldo del embajador a lo que se concreta la discusión de este incidente. ¿Qué, cree el ciudadano Domínguez que todo es gloria dentro de la representación diplomática? No, señores; precisamente ante el Gobierno de los Estados Unidos es donde se necesita llevar a los hombres más capacitados, a los mejor preparados, porque es ahí donde se tiene casi seguro el fracaso, porque es allí una de las cancillerías donde más se trabaja y donde tiene que resolverse, como antes decía, el porvenir de la patria. Si hay, pues, en perspectiva un fracaso diplomático que será la muerte de la carrera para los hombres de pudor y de vergüenza, si ahí se vive en la zozobra, si se abandona a veces hasta la familia, si se deja a la patria porque esta representación es de transición y no definitiva; si allí no se vive en calma, sino que se vive en completo sobresalto pensando del día a la noche en el éxito o en el fracaso, yo creo, ciudadanos diputados, que es mezquino que esta Representación Nacional venga a discutir ese sueldo de ciento cincuenta pesos diarios. Yo, que siempre he tenido el criterio alto para compensar a los servidores hábiles y honrados del país, no puedo menos que pedir a mis compañeros que juzguen sin pasión esta partida y que aprueben los ciento cincuenta pesos diarios para el embajador de México en Washington. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Trejo Francisco: Con objeto de que se tenga el verdadero punto de vista al margen del cual esta Asamblea debe tomar una resolución, la Comisión creo de su deber manifestar que no es por el procedimiento seguido en la tarde de hoy por el que nosotros lograremos establecer economías en los Presupuestos; la economía no debe ser únicamente de dinero, cuando se trata de cantidades verdaderamente insignificantes como en este caso, debe ser también de tiempo: es más lo que cuesta a la nación el tiempo invertido en la discusión respecto de si el embajador debe ganar treinta pesos más o menos, que la importancia de esta cifra. La Comisión se adelanta a informar que con el proyecto de Presupuesto sometido a vuestra consideración, ya la Secretaría de Relaciones de su contingente de economías bastante considerable para el fin de armonizar los ingresos con los egresos y llegar a la nivelación. La Comisión cree que ya que los individuos llamados a ir a representarnos a países extranjeros tienen que salir de la clase media que carece de dinero, debe esta Cámara asignar cantidades que les permitan vivir con cierta amplitud. El ciudadano Vasconcelos y algunos otros compañeros que me han precedido en el uso de la palabra, han significado cómo es necesario que la nación retribuya ampliamente estos servicios. Hay otro aspecto que interesa también que la Asamblea tenga en cuenta: el servicio diplomático, así como el consular, ya no tiene en los actuales tiempos el aspecto de carga para la nación que tenían hace algunos años. Hace diez años el servicio consular y el diplomático no eran sino los representantes de nuestro país en países extranjeros y el Presupuesto tenía que salir del volumen de las cantidades que se recaudaban por concepto de impuestos interiores; en la actualidad, y aquí tiene la Comisión a disposición de la Asamblea los cuadros relativos al Cuerpo Consular y en parte el diplomático, que significa un contingente de ingresos de bastante consideración para la nación. Del mes de enero a mayo, por concepto de las seis o siete formas de impuesto, se han recaudado en los Consulados y las Embajadas seis millones novecientos cuarenta y dos mil pesos. De sostenerse esta cooperación, lo cual ya en su oportunidad la Comisión dijo que no era factible, porque en los últimos meses del año había disminuído el movimiento de importación para México, ascendería la recaudación del servicio consular a diez y seis millones de pesos. Nosotros pedimos para cubrir los servicios de la Secretaría de Relaciones la cantidad de cuatro millones ochocientos sesenta y nueve mil pesos menos de la mitad de lo que este servicio produce. Bien está, señores, que respecto a los servicios dispendiosos, que son erogaciones del Erario Federal, para esos seamos un poco más parcos; pero tratándose de representantes que cumplen con sus obligación de representar decorosamente a México, y que son elementos de recaudación, nosotros no seamos tan severos para esgrimir el

concepto de economía. Por otra parte la Comisión al presentar este proyecto ya lo ha hecho dentro del plan general reduciendo en forma considerable los gastos de la Secretaría de Relaciones. Según el sentir del señor ministro, con esas reducciones la Comisión ha colocado a dicho Ministerio en condiciones difíciles. Según el sentir de la Comisión ésta lo único que ha hecho es imponer, si se quiere, un severo sistema de economía, una constante economía; nosotros hemos colocado al Ministerio de Relaciones en situación de que si no controla, si no establece todos sus servicios a base de economía, si no introduce en todos los ramos que tienen a su cargo esta economía, seguramente que entonces sí resultaría insuficiente el Presupuesto, y si ya la Comisión ha reducido considerablemente el proyecto de Presupuesto de Relaciones, si ya la Comisión ha reducido los sueldos de los representantes mexicanos en una forma proporcional como lo ha hecho con los demás servidores de la nación, cree que ya no debe extremarse esta medida y, sobre todo, que se tenga noción de la verdadera economía, que no se gaste el tiempo para defender cantidades positivamente insignificantes, pues la diferencia, ya que a la Comisión se han acercado distintos compañeros proponiendo transcacciones en el sentido de que se señalen cien o ciento veinte pesos, no significa más que quince mil pesos, y más de esta cantidad significa el tiempo que nosotros hemos invertido en esta discusión.

El C. secretario Pérez Gasca: Habiendo hablado tres oradores en contra y tres en pro y no habiendo más oradores inscritos, en votación económica se consulta si se considera el punto suficientemente discutido... (Voces: ¡Sí! ¡Sí!) Suficientemente discutido. En la misma forma de votación se consulta si ha lugar a votar. Sí ha lugar a votar. Se procede a la votación nominal.

El C. Aillaud: Moción de orden, señor presidente. Es visible la falta de quorum, vamos a hacer una votación completamente inútil. (Voces: ¡En la votación se verá si no hay quórum!)

El C. Ramos Esquer: En la votación se verá. Hay muchos ciudadanos diputados en los pasillos. Pase el ciudadano secretario Aillaud a auxiliar en la votación.

El C. Aillaud: No va a haber quorum.

El C. prosecretario Ramos Esquer: Por la afirmativa.

El C. secretario Pérez Gasca: Por la negativa. (Se recoge la votación.)

El C. prosecretario Ramos Esquer: Votaron por la afirmativa 110 ciudadanos diputados.

El C. secretario Pérez Gasca: Votaron por la negativa 16 ciudadanos diputados. Ha sido aprobada la partida 4001. Por acuerdo de la Presidencia se levanta la sesión y se cita para mañana a las diez y media. El ciudadano presidente manifiesta que se impondrán las multas a los ciudadanos diputados si falta quorum. (8.55 p. m.)