Legislatura XXIX - Año II - Período Ordinario - Fecha 19211215 - Número de Diario 64

(L29A2P1oN064F19211215.xml)Núm. Diario:64

ENCABEZADO

MÉXICO, JUEVES 15 DE DICIEMBRE DE 1921

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO 11. - PERÍODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO III - NÚMERO 64

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 15 DE DICIEMBRE DE 1921

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- Cartera. Se concede licencia a los CC. diputados Leopoldo Vicencio, Francisco de la Torre, Procuró Dorantes, Constantino Llaca y Daniel Cerda.

3.- Es retirada por el C. diputado Gandarilla, la moción suspensiva que teñia prestada acerca de la proposición de los CC. diputados Vasconcelos y Rama, sobre los acontecimientos políticos de Guatemala. Se continúa el debate de la referida proposición; es aprobada. Se suspende la sesión.

4.- Reanudada ésta, rinde la protesta legal el C. Mariano Vicencio, como diputado suplente por el 17 distrito electoral del Estado de México. Se suspende la sesión.

5.- Reanudada ésta es introducida una comisión del Senado, lo que invita a esta Cámara para que designe una partida para auxiliar a los obreros del Estado de Puebla. Usan de la palabra para informar de las comisiones que se les confirió, los CC. diputados Ramos Pedrueza y Avilés. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. VASCONCELOS EDUARDO

(Asistencia de 126 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 12.15 p. m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Salazar, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día catorce de diciembre de mil novecientos veintiuno.

"Presidencia del C. Agustín E. Vidales.

"En la ciudad de México, a las doce y veinticinco p. m. del miércoles catorce de diciembre de mil novecientos veintiuno, se abrió la sesión, con asistencia del mismo número de ciudadanos diputados que estuvo presente en la sesión permanente inmediata anterior.

"La lectura del acta de la sesión celebrada el día trece del presente mes, fue interrumpida por mociones de orden de los ciudadanos Mijares y Manjarrez. Aprobada el acta, el ciudadano González y González hizo otra moción de orden, y en seguida la Secretaría dió cuenta con un proyecto de adicción a la Ley para Elección de Poderes Federales, subscripto por el C. Uriel Avilés y otros muchos ciudadanos representantes, que en su parte resolutiva está concebido en los siguientes términos:

"Artículo 43. Es nula la elección de diputados y de senadores que recaiga:"...

"VIII. Sobre los tesoreros de los Estados, administradores de rentas y aduanas, jueces de 1a. Instancia, directores de rentas, agentes del Ministerio Público federales y locales, secretarios de Gobierno y particulares, oficiales mayores y jefes de Sección, administradores del Timbre, jefes y visitadores de Hacienda y componentes de las comisiones Nacional y Local agrarias, salvo que se hayan separado definitivamente de sus cargos tres meses antes del día de la elección."

"Declarado el proyecto de urgente y obvia resolución, se puso a debate.

"El C. Martínez Rendón propuso una adición.

"Presidencia del C. Angel Alanís Fuentes.

"El C. Castrejón hizo una moción de orden, y la Mesa concedió diez minutos a los miembros de la Asamblea para que cambiaran impresiones acerca del asunto a discusión.

"Transcurrido ese término, leyóse una adición firmada por el C. Vidales, quien momentos después la retiró.

"Hablaron en contra del proyecto los CC. Rico G., Chapa y Huerta, y en pro los ciudadanos Avilés, Castrejón y Gandarilla.

"Agotado el debate, el proyecto de adición resultó aprobado por ciento quince votos de la afirmativa contra quince de la negativa, de los CC. Aldaco, Arrioja Isunza, Céspedes, Cuéllar, Chapa, Espinosa Luis, Espinosa y Elenes, Huerta. Lazcano Carrasco, Paredes, Pérez Abréu, Ramírez M. Fidel, Ramírez Miguel, Rico G., Rodríguez Guillermo y Romero José H.

"Fueron comisionados los ciudadanos Avilés, José L. Solórzano, Castillo Garrido, Vicencio, Luis Espinosa y secretario Salazar, a fin de llevar el proyecto al Senado, a donde pasa sus efectos constitucionales.

"El C. Manuel Rico G. contestó alusiones personales.

"Se dió cuenta también con una iniciativa, que se turnó a la Comisión de Presupuestos y Cuenta,

subscrita por el C. Zincúnegui Tercero y hecha suya por otros varios ciudadanos diputados, que tiene por objeto incluir diez y siete mil pesos en el próximo Presupuesto de Egresos, destinados a la reconstrucción de las escuelas y obras materiales de los municipios de Zinapécuaro, Indaparapeo, Queréndaro y Villa Hidalgo, Estado de Michoacán.

"Asimismo, leyó la Secretaría una proposición de los CC. Rama, Vasconcelos y Manjarrez, hecha suya por numerosos ciudadanos representantes más, que en su parte resolutiva dice:

"Envíense por la Cámara de Diputados mensajes a cada uno de los cuerpos legislativos de los países latinoamericanos, excitándolos a protestar por la intromisión del pretorianismo en la República de Guatemala, manifestándole a la vez a este país hermano, que con nuestro carácter de genuinos representantes del pueblo, declaramos nuestra su causa y hacemos votos por su pronta libertad."

"Se dispensaron los trámites a la proposición, después de que la fundó el C. Vasconcelos.

"Abierta la discusión, el C. Norberto Domínguez usó de la palabra en contra. El C. Manjarrez contestó una interpelación del orador.

"El C. Luis Espinosa, inscripto en pro, así que se le concedió la palabra, pidió se preguntara a la Cámara, en vista de lo avanzado de la hora, si continuaba la sesión. Y como la resolución de aquélla fuera en sentido negativo, la Presidencia suspendió la sesión a las dos y media de la tarde.

"Presidencia del C. Eduardo Vasconcelos.

"A las cinco y cuarenta y cinco se reanudó la sesión, con asistencia de ciento veintiséis ciudadanos diputados.

"Presidencia del C. Angel Alanís Fuentes.

"El C. Luis Espinosa habló en pro y contestó una pregunta del C. Campillo Seyde.

"Se produjo en contra el C. Gustavo P. Serrano.

"El C. Rama pronunció un discurso en pro y dió respuesta a una interpelación del C. Rico G.

"La Secretaría, previa consulta a la Cámara, declaró el asunto suficientemente discutido, y con ese motivo hicieron mociones de orden los CC. Gandarilla y Luis Espinosa, y aclaraciones la propia Secretaría.

"El debate continuó. Usaron de la palabra en contra los CC. Barón Obregón y Gandarilla, y en pro los CC. Manjarrez y Pedro de Alba; el C. Manjarrez, durante su peroración, contestó una pregunta del C. Gustavo P. Serrano.

"Se dió cuenta con una moción suspensiva firmada por los CC. Gandarilla, Castañon, Rodrigo Gómez y otros varios representantes. La fundó el C. Gandarilla y la impugnó, después de una moción de orden del C. Luis Espinosa y de la lectura del artículo 108 reglamentario, el C. Manjarrez. Volvió a leer la Secretaría el precepto reglamentario indicado, y en seguida la moción suspensiva fue tomada en consideración por la Cámara, y se puso a debate.

"Hablaron en contra y en pro, respectivamente, los CC. Luis Espinosa y Gustavo P. Serrano.

"Presidencia del C. Agustín E. Vidales.

"Los CC. Vasconcelos y Gandarilla pronunciaron discursos, aquél en contra y éste en pro.

"Suficientemente discutida la moción suspensiva, se recogió votación nominal acerca de ella, a pedimento del C. Manuel Rico G., debidamente apoyado. Y como ya no había quórum, pues votaron setenta y cinco diputados por la negativa y por la afirmativa cuarenta, se levantó la sesión, siendo las ocho y treinta y siete de la noche."

Está a discusión el acta. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Señor:

"Por tener que abandonar esta población, respetuosa y atentamente suplico se me conceda una licencia indefinida, por tiempo ilimitado, sin goce de sueldo, debiendo, en consecuencia, llamarse al suplente.

"Sala de Comisiones. - México, diciembre 13 de 1921. - Leopoldo Vicencio." En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán iniciarlo. Se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán indicarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Se aprueba la licencia.

"Honorable Asamblea:

"Habiendo sido llamado del distrito cuya representación tengo el honor de llevar en el seno de esta Cámara, para el arreglo de asuntos que interesan al mismo, con todo respeto me permito solicitar de vuestra soberanía una licencia hasta por diez días, con goce de dietas, la que empezará a contarse desde luego. Solicito dispensa de trámites.

"Salón de Sesiones.- México, 13 de diciembre de 1921.-F. de la Torre." En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán indicarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Se aprueba la licencia.

"CC. secretarios de la Cámara de Diputados.- Presente.

"Atentamente me permito solicitar de esta H. Cámara, por el muy digno conducto de ustedes, y con dispensa de trámites, una licencia hasta por el término de quince días, con goce de dietas, a fin de poder atender asuntos de familia, fuera de esta capital; advirtiendo que es la primera licencia que solicito desde que fue aprobada mi credencial.

"Protesto a ustedes las seguridades de mi distinguida consideración y personal afecto.-México, D. F., a 14 de diciembre de 1921.-Prócoro Dorantes." En votación económica se pregunta si se dispensaban los trámites. Los que estén por la afirmativa

se servirán indicarlo: Se dispensan los trámites. Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Se aprueba la licencia.

Telegrama procedente de "Silao, Guanajuato.-13 de diciembre de 1921.

"CC. secretarios Cámara Diputados:

"Por enfermedad solicito diez días licencia con dietas, supliendo dispensa de trámites.- Respetuosamente.- Constantino Llaca."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán indicarlo. Se dispensan los Trámites.

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa se servirán indicarlo. Se concede la licencia. Telegrama procedente de "Saltillo, Coahuila.- 13 de diciembre de 1921.

"CC. secretarios de la Cámara de Diputados:

"Enfermedad oblígame pedir H. Asamblea licencia diez días, con goce de dietas y dispensa trámites.- Respetuosamente.- D. Cerda."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Sí se dispensan. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Concedida.

- El mismo C. secretario: Continúa a discusión la moción suspensiva del compañero Gandarilla.

(Voces: ¡No! ¡Está pendiente la votación solamente!)

El C. Gandarilla: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Gandarilla: Honorable Asamblea: En virtud del deseo manifiesto que hay entre todos los representantes de esta Cámara de continuar la discusión de los Presupuestos y ahorrarnos la mayor cantidad posible de tiempo, en el nombre de los firmantes de la moción suspensiva tengo el honor de retirarla, máxime, señores representantes, cuando hoy tuve conocimiento de que diputados perfectamente documentados, como Portes Gil y otros, tomarán la palabra para tratar el asunto de la moción presentada por Vasconcelos y Rama.

El C. secretario Salazar: En votación económica se pregunta si se concede permiso al señor Gandarilla para retirar la moción. Sí se concede. Continúa a discusión la proposición Vasconcelos Rama. Tiene la palabra en contra el ciudadano Portes Gil.

El C. Portes Gil Emilio: Señores representantes: La proposición que hicieron los estimables compañeros Rama y Vasconcelos a primera vista tiene escasísima importancia; pero si penetramos al fondo nos convenceremos de que envuelve un problema importante y de un gran fondo para la Representación nacional. Me parece, digno, que debemos estudiarlo con la meditación que ese problema entraña y resolverlo con toda ecuanimidad, con todo juicio y sin exaltaciones de momento que nos pueden llevar seguramente a excesos que pudieran ser perjudiciales.

Se trata de aprobar una moción en el sentido de que se dirijan mensajes a todos los Congresos de los países latinoamericanos manifestándoles que la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos reprueba el cuartelazo que acaba de verificarse en Guatemala y que dió al traste con el Gobierno del presidente Herrera. Yo creo que es de suma trascendencia el paso que se propone por los señores Vasconcelos y Rama, y basado precisamente en estos motivos voy a hacer una ligera exposición de las razones que en mi concepto debemos tomar en consideración para desechar la moción.

Refiriéndome a una de las partes del discurso pronunciado por el licenciado Vasconcelos que afirmaba ayer que la Cámara de Diputados no violaba ningún precepto constitucional al dar un paso de esta naturaleza, me voy a permitir manifestar a ustedes que en mi concepto la Cámara de Diputados sí viola un artículo constitucional que terminantemente previene que el encargado de dirigir las negociaciones diplomáticas con el extranjero sea el Poder Ejecutivo. Como todos nosotros sabemos, nuestra Constitución es Constitución rígida, es decir limitativa de facultades; en sus diversos artículos contiene prescripciones que limitan a determinada función o a determinadas facultades las que ha de ejercer cada Poder. El Poder Ejecutivo tiene sus facultades limitadas, el Poder Legislativo las tiene también, y lo mismo el Poder Judicial y en cada uno de los capítulos que se refieren a facultades de poderes determina con precisión y claridad completas cuáles son las atribuciones de cada uno de estos órganos. Natural es que la idea de fijar al Legislativo determinadas atribuciones y a cada Poder, fue seguramente la de evitar invasiones de un Poder hacia otro Poder, invasiones que en muchos casos se han verificado en los diversos funcionamientos de Gobierno que hemos tenido y que esas invasiones han provocado conflictos que en muchos casos se han resuelto con derramamientos de sangre y hasta con caídas de Gobierno. En el presente caso el artículo constitucional relativo a la facultad que tiene el Poder Ejecutivo determina claramente que es el Poder Ejecutivo el encargado de dirigir las negociaciones diplomáticas con el extranjero, y seguramente que este precepto se basa en consideraciones de orden tanto legal como moral y de carácter internacional desde el momento en que no se podía encomendar a una Asamblea una función tan delicada como es ésta. El Poder Ejecutivo, que es el tiene todos los datos para juzgar cuál es el camino que debe seguir en sus relaciones para con los países extranjeros, es el más capacitado para dirimir esta clase de cuestiones, y no podría hacerlo nunca el Poder Legislativo ni tampoco el Poder Judicial, porque

sus funciones son muy distintas y carecerían en lo absoluto de la documentación necesaria, documentación que puede cambiar de un momento a otro para juzgar cada caso de los diversos que se presentan en nuestras relaciones con los demás países.

Respecto de que no violamos ningún precepto constitucional, como dijera ayer el licenciado Vasconcelos, por los motivos que he expuesto creo que sí violamos el precepto constitucional que encarga al Poder Ejecutivo la misión de dirigir las negociaciones internacionales; natural es que el Poder Ejecutivo mexicano ante el movimiento de un cuartelazo, o subversivo, que acaba de estallar en Guatemala y que dió al traste con el Gobierno del presidente Herrera, tendrá que seguir una línea de conducta determinada. Si el Poder Ejecutivo tiene los datos suficientes para considerar que se trata de un verdadero cuartelazo, de un verdadero acto de pretorianismo, seguramente que no otorgará el reconocimiento de ese Gobierno que acaba de establecer en Guatemala, y eso es natural que sea: el acto más censurable al procedimiento que se siguió en aquel país hermano, el no reconocimiento de parte de nuestro Gobierno para el que se acaba de establecer en Guatemala es la mejor censura a los actos que se han suscitado allá. Por otra parte, la prensa de la República que viene a constituir , según las teorías expuestas desde hace muchísisimos años , el Cuarto Poder, ha externado ya su opinión, unánime casi, reprobando el cuartelazo, de Guatemala, y esta opinión nacional, seguramente que será también una reprobación enérgica al acto que se acaba de verificar en aquel país hermano. No considero yo por ningún motivo que el paso que se pretende dar tenga resultado práctico alguno, y sí puede tener escollos que a toda costa debemos evitar. Sabemos muy bien que la situación internacional que guarda nuestro país es sumamente delicada en estos momentos y esto lo sabe todo el mundo; hasta las personas más humildes de nuestro pueblo saben que en las Conferencias que se están celebrando en estos momentos en Washington se está discutiendo la suerte de muchos países, y sería un paso completamente torpe de parte de la Cámara de Diputados y de parte de nosotros reprobar en una forma como la que se propone, un acto que muy bien puede ser - y seguramente sería - reprobable, pero por ningún motivo debemos nosotros considerar a un pueblo, como el americano, autor de un acto de esta naturaleza.

No tenemos pruebas absolutamente ningunas para suponer que el pueblo americano ha tenido ingerencia en este asunto, y seguramente que no la ha tenido; las críticas que se han hecho y lo que se ha expuesto de que determinados elementos del Gobieno americano pudieran tener ingerencia en este asunto, no las tenemos comprobadas en manera alguna, y para no proceder impensadamente y para ser consecuentes con nuestros ideales de confraternidad latina, no vayamos a exponernos en estos momentos en que está muy delicada la situación para vuestro país, vayamos a exponernos, digo, a que vengan nuevos escollos a hacer más delicada esa situación. Perfectamente que el pueblo mexicano y nosotros, que somos sus representantes, aboguemos por las ideas panamericanas, que fortalezcan los lazos de confraternidad que cada día se hacen más intensos; pero no vayamos a extremos que pudieran sernos perjudiciales.

Quiero recordar un hecho del cual no debemos por ningún motivo olvidarnos: cuando la revolución mexicana se inició en el año de 1913 y cuando el país entero era un verdadero caos porque dos fuerzas distintas se disputaban la supremacia, la fuerza revolucionaria y la fuerza dictatorial, entonces, digo, el presidente Wilson invitó a tres países de la América Latina. ¿Con qué objeto? Con el objeto de discutir la suerte de México, y vimos que estos tres países de la América Latina no se negaron a aceptar una invitación tan bochornosa para nosotros. No quiero que nosotros hagamos semejante cosa, debemos ser consecuentes con nuestros ideales y principios de panamericanismo; pero debemos meditarlos, debemos pensarlos detenidamente y una cuando debemos fomentar el panamericanismo, también debemos ser un poco cuerdos y un poco sensatos para evitar extremos que pudieran ser un poco peligrosos para México. Recuérdese que en aquel entonces la triple alianza de Argentina, Brasil y Chile mandó sus delegados a Washington con objeto de discutir la suerte de México. Esto fue bochornoso para nosotros, pero más bochornoso debe haber sido para los gobiernos de esos tres países. Entonces recordamos también que nuestro principales jefes revolucionarios se negaron terminantemente a mandar delegados, como se les proponía, y ni siquiera dieron contestación a estas invitaciones. Como digo antes, debemos nosotros fomentar el panamericanismo con hechos verdaderamente prácticos que den resultados y que verdaderamente lo encaucen hacia un ideal, pero no con hechos que desdicen mucho de la seriedad de nuestras Cámaras y que las ponen verdaderamente en un conflicto, en el que principalmente el Ejecutivo será el que tenga que asumir determinada actitud que venga a hacer aun más delicada la situación del país.

Por todos los motivos, ciudadanos representantes, yo me permito suplicar que la Asamblea medite detenidamente el punto que se va a votar, su trascendencia, su improcedencia desde el punto de vista legal y sobre todo desde el punto de vista práctico. Si el Ejecutivo de la Unión es el encargado de dirigir y llevar a cabo las negociaciones diplomáticas, dejemos al Ejecutivo que con los datos que tiene y que seguramente serán concretos y perfectamente comprobados, dirija las negociaciones que ha de tener con el Gobierno que se acaba de establecer; y si el Ejecutivo en vista de esos datos opina que por ningún motivo debe reconocerse a ese Gobierno, dejémosle que obre con entera libertad , pero no invadamos las atribuciones que corresponden a ese Poder Ejecutivo. La Cámara de Diputados no puede en manera alguna, constitucionalmente y, sobre todo, por conveniencia opinar sobre cuestiones internacionales; el Senado de la República tiene determinadas facultades para el nombramiento de agentes diplomáticos y ministros, pero la Constitución tampoco le da facultad alguna para opinar sobre estos asuntos.

Termino, pues, pidiendo que se rechace la proposición por improcedente desde el punto de vista constitucional y por ser enteramente contraria a un hecho práctico, mejor dicho, que no conduce a

ningún resultado práctico para nuestro país ni para nuestra Representación Nacional.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Rama.

El C. Rama: Señores diputados: Yo no vendría a cansaros con mis palabras a no ser porque mi carácter de esta iniciativa me obliga a aclarar varios de sus conceptos. Desgraciadamente uno de los diputados más conscientes, uno de los diputados más ecuánimes, el señor licenciado Portes Gil, en este caso es ha equivocado, no ha sabido interpretar nuestra iniciativa; él ha creído, señores diputados, que nosotros tratamos de invadir facultades del Ejecutivo y en manera alguna es exacto. No ignoramos, señor licenciado Portes Gil, ni el licenciado Vasconcelos ni yo, las facultades que tiene la Cámara de Diputados, no ignoramos que es facultad privativa del Ejecutivo el normar y el regir las relaciones internacionales; pero vuestro error consiste en tomar esto como una relación de Gobierno a Gobierno, que es lo que constituyen las relaciones internacionales, que están bajo las reglas del Protocolo. No, señor diputado Portés Gil, esta es una manifestación de un pueblo a otro pueblo, es una labor pro-humanidad, no es una labor que tienda a establecer relaciones o destruir relaciones de un Gobierno a otro Gobierno. Hemos dicho desde un principio, señores diputados, que con nuestro carácter de genuinos representantes del pueblo hacemos una manifestación a todos los pueblos, si se quiere no solamente a los pueblos latinoamericanos, señores, para destruir ese prejuicio, entonces que se haga a todos los pueblos de la tierra, para que sea una labor pro-humanidad; nosotros, señores, no podemos permanecer impávidos ante los horrendos atentados que se cometen en Guatemala. Ayer algunos señores presentaron una moción suspensiva porque decían que carecíamos de datos exactos; hoy el tiempo nos ha venido a ayudar y tenemos datos preciosos, señores diputados. Está plenamente confirmado que en Guatemala toda la Cámara de Diputados, con su presidente, se encuentra en la prisión; está plenamente confirmado que hay algo que en ningún país del mundo, que en ningún movimiento pretoriano se había visto: hay más de trescientos obreros que se encuentran detenidos en las mazmorras por el solo hecho de que estaban confederados, por considerárseles sospechosos se les metió a las mazmorras. ¿Cómo, señores diputados, vamos a permanecer impávidos ante una actitud de esta naturaleza? ¿Cómo nosotros vamos a negar lo único que tenemos, nuestro apoyo moral al pueblo hermano que sufre, que se encuentra entre las garras de la traición y del pretorianismo? No, señores diputados, no hay que darle una torcida interpretación a nuestra iniciativa; la prensa toda, la prensa de todos los matices, que también representa la opinión pública, toda la prensa condena el cuartelazo de Guatemala. Yo he leído con detenimiento la prensa y no ha encontrado un solo periódico que apruebe esa actitud de estos señores guatemaltecos. En consecuencia, señores, yo quiero aclarar tan sólo este punto: no se trata de una cuestión de relaciones internacionales; es solamente una manifestación, una excitativa que hacemos a los pueblos de la tierra para desterrar el pretorianismo, para hacer que se respete la voluntad popular como quiera que ella sea. Eso es todo, señores diputados; no se vean otras cosas ocultas en nuestra iniciativa. En consecuencia, ¿en dónde está el peligro, en dónde está la torpeza, en dónde están esas consecuencias funestas que puede traer para nuestra patria una actitud viril y noble del pueblo mexicano que tiende su mano al caído, que tiende su auxilio espiritual al que sufre? No nos importa precisamente que sean latinoamericanos; lo haremos con cualquier pueblo de la tierra. Señores diputados: Nuestra acción no es contra de nadie, es en pro de la humanidad, es en pro de un pueblo que ha visto calculados sus derechos, es en pro de un pueblo que se encuentra bajo el yugo del pretorianismo. Señor compañero Gandarilla: Creo que usted desea hacerme una interpelación y estoy dispuesto a contestarla.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gandarilla.

El C. Gandarilla: Decía su señoría -y creo que para ello tiene bastantes razones- que no se trata de un hecho que se pueda llamar de diplomacia internacional, puesto que según sus propios conceptos, se dirige un pueblo a otros pueblos. Yo quiero permitirme preguntar a sus señoría si no es exacto que al aprobar la Cámara esta moción, al enviar los telegramas de excitativa a las otras Cámaras del mundo, como usted indica, no significa este hecho de una manera concreta el desconocimiento de los hombres que, bien o mal, están en el poder como Gobierno de facto en estos momentos. ¿No significa de hecho, señor compañero Gómez, que la Cámara reconoce o deja de reconocer a un Gobierno o a una facción, y en ese caso el Ejecutivo tendrá también que reconocer o dejar de reconocer conforme a los datos o pruebas fehacientes que tenga? ¿Y no pudiera suceder el caso, compañero Rama, de que el sentir de la Cámara sea contrario al sentir del Ejecutivo, ya sea por los sentimientos propios de cada uno de los poderes, ya sea por distintos datos? ¿Y en ese caso no resultaría una dificultad para el país encontrarse en abierta pugna el sentir del Ejecutivo y el sentir de la Cámara por lo que ve a asuntos internacionales? Muy bien que de pueblo a pueblo lo hagamos; usted, como representante, entiendo que debería habernos invitado en lo particular para dirigirnos a todos los pueblos del mundo... ¡Pero oficialmente el aspecto cambia! Esa es mi manera de pensar, señor, y honradamente la manifiesto.

El C. Rama: He dicho, señor diputado Gandarilla, que puesto que la Constitución establece como facultad privativa del Ejecutivo las relaciones internacionales de nuestro país con los demás países de la tierra, esa sola afirmación le contesta a usted su pregunta, señor diputado. Nosotros, hagamos lo que hagamos, no podemos establecer ninguna situación internacional. Precisamente, pues, no existe el peligro. El Ejecutivo sabrá lo que hace, sabrá si reconoce o no reconoce a esa facción, a ese Gobierno de facto. Mi opinión personal es que si el Ejecutivo nuestro es honrado y obra de acuerdo con el sentir popular, no deberá reconocerlo; pero esto no es sino de una manera tácita, la obligación que nosotros le imponemos de una manera moral, nunca

podemos ir a establecer una pugna, porque en todo caso se verá después que el pueblo mexicano no aprueba a ese Gobierno de facto y, en cambio, su Ejecutivo sí lo aprueba. Esta situación ha existido en muchos casos y en muchos países no sé por qué debe usted de extrañarse.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Chapa: Señor licenciado Rama: Ha dicho usted que desde ayer han sido confirmadas las noticias de que la Cámara de Diputados de Guatemala, inclusive su presidente, se encuentran recluídos en una prisión, además de algunos líderes obreros. Yo le suplico atentamente y esta es mi primera interpelacíon que nos diga cuáles son esos datos que tiene su señoría.

El C. Rama: Pido la palabra para contestar.

En primer lugar, señor compañero, la prensa; en segundo lugar, cables oficiales venidos de El Salvador a la Legislación de Guatemala y que me ha mostrado el señor ministro de Guatemala.

El C. Chapa: ¿No sabe su señoría si nuestro ministro en Guatemala ha mandado un informe sobre este asunto?

El C. Rama: Lo ignoro.

El C. Chapa: Yo creo que sus datos no son lo suficientemente serios para tomar la actitud tan peligrosa que quiere usted que esta Cámara tome. Ahora viene mi segunda interpelación: suponga usted que por desgracia, por sentimentalismo de esta Cámara, como resultado de los bellos discursos líricos que se han pronunciado, mandásemos esta condenación al Gobierno de facto de Guatemala; supóngase usted que al día siguente el Ejecutivo de la Unión reconozca a ese Gobierno; ¿en qué predicamento nos encontramos? La Cámara de Diputados, aislada, porque no es el Congreso de la Unión, reprueba ese Gobierno; en cambio, el Ejecutivo de la Unión, que es el verdaderamente capacitado para dar su reconocimiento o rehusarlo, da su reconocimiento; ¿en qué predicamento se encuentra la Cámara con respecto al Ejecutivo?

El C. Rama: Para contestar, señor presidente. Es en esencia, señor diputado Chapa, la misma interpelación que me hizo el compañero Gandarilla. Si la Cámara de Diputados, como representante legítima y genuina del pueblo mexicano, externa su opinión en el sentido de que nuestro pueblo condena ese movimiento, en el sentido de que nuestro pueblo no está de acuerdo ya con el pretorianismo, en el sentido de que en el pueblo mexicano vive un ideal un anhelo de libertad, y el Ejecutivo de la Unión, sin oír esa opinión del pueblo mexicano, reconoce a ese Gobierno, quiere decir, señores diputados, que la diplomacia fría, que la diplomacia del Protocolo no obedece a los dictados del pueblo mexicano; quiere decir, cuando mucho, que sobre un Gobierno que sobre un Ejecutivo están los ideales, los anhelos del pueblo mexicano; de todas maneras nosotros habremos cumplido con nuestro deber, porque nuestro verdadero papel es representar a nuestros comitentes, es decir, al pueblo que nos ha mandado aquí para representar todas sus ideas, todos sus sentimientos, todos sus deseos y todos sus anhelos. Eso es todo. (Aplausos.) Un argumento más, señores diputados: Los Estados Unidos, con motivo de nuestra situación. y eso los deben saber muy bien los señores diputados que tengan la curiosidad de leer la presa diaria-, las Legislaturas locales, la mayoría de las Legislaturas locales han estado pidiendo al Ejecutivo americano que reconozca al Gobierno de México. Ya ven, pues, que existe un precedente. Sin embargo, las Legislaturas locales americanas no tienen ningún fundamento de orden constitucional, de orden jurídico, para hacerlo; es un precedente y es una prueba, señores diputados, de que el pueblo americano, no la plutocracia, pero sí el pueblo, está con nosotros. Ya ven, pues, los señores diputados que sí es una misión que no está escrita, que la llevamos nosotros en nuestro corazón, señores diputados, es una misión que no está escrita en un cartabón, que no está escrita en una constitución, pero que estamos plenamente facultados para cumplirla. En consecuencia, ahí tenéis un precedente brillante que nos sirve para manifestar esta actitud. (Voces: ¡No! ¡ No!)

El C. León Luis L.: ¿Me permite el compañero una interpelación? Solicitado por dos fuerzas contrarias por una parte la del latinoamericanismo, un poco platónico, como lo llamaba ayer el ingeniero Domínguez, y por la otra por la prudencia de no buscarle conflictos mayores de los que ya tiene a nuestro país, me había abstenido en un equilibrio imposible de intervenir en este debate; pero una frase del compañero Rama me da pie para hacerle esta interpelación.

El ha dicho que el pueblo americano no es la plutocracia americana; pues muy bien, señores, en la forma en que está concebida esa iniciativa de dirigirnos única y exclusivamente a los Congresos latinoamericanos, por omisión le hacemos la ofensa al Congreso americano de creerlo inodado en el complot en contra de los revolucionarios guatemaltecos. Yo creo, señores, como cree Rama y lo acaba de decir, que la plutocracia americana no tan sólo no es el pueblo americano, sino que es un poder impuesto por la fuerza de muchos grupos y clases de los Estados Unidos que dentro de su país luchan por evitar los atropellos y malos procedimientos de esta plutocracia. Si en el Congreso americano hay representantes de todos estos grupos, si aprobamos que vaya esta manera de pensar nuestra a las Legislaturas latinoamericanas, que vaya también al Congreso americano para que sepa que no lo creemos del todo corrompido, para que sepa que creemos que en su seno hay individuos que sienten y piensan igual a nosotros.

El C. Rama: Para contestar. Yo le suplicaría al señor diputado León que en concreto fijara su interpelación para contestársela también de una manera categórica, en los términos exactos.

El C. León: Que en el caso de que la Cámara apruebe esta iniciativa, esa comunicación se haga extensiva al Congreso americano.

El C. Rama: Creo que tiene plena razón el señor diputado León y tal vez con eso se destruye todo escrúpulo que existe en algunos señores diputados. Si nosotros hacemos extensiva esta iniciativa al Congreso americano, entonces no se podrá decir que lastimamos ni que herimos a nadie, entonces se podrá decir que es una labor que hacemos para todos los pueblos de la tierra. Yo

le había iniciado, compañero León, yo lo había dicho en el curso de mi peroración de hoy; no vamos a lastimar a nadie, no vamos a ofender a nadie, vamos solamente a hacer una manifestación en contra del pretorianismo en donde quiera que se encuentre. Hemos hecho la distinción perfectamente clara de que si acaso atacamos, ha sido a la plutocracia americana, pero no al pueblo americano, ni mucho menos al Congreso americano. En consecuencia, entiendo que el señor licenciado Vasconcelos, que conmigo ha firmado esta iniciativa, estará conforme en ampliarla en este sentido Creo que entonces, señores diputados, ya no existirá ningún escollo, ya no existirá ningún escrúpulo y yo pido que por solidaridad con la humanidad, que tendiendo nuestros brazos al caído, demos un voto aprobatorio para esta iniciativa que en el fondo no tiene sino un gesto de nobleza y de generosidad.

El C. Gandarilla: ¿Me permite un interpelación?

El C. Chapa: Para una interpelación al orador, si lo permite.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gandarilla para una interpelación.

El C. Gandarilla: Una vez más quiero dirigirme a usted para hacer resaltar un hecho trascendentalísimo que quizá ha escapado a su penetración, que yo soy el primero en reconocer: Aceptando la proposición del compañero León sobre que nos dirijamos al Congreso americano oficialmente, debo recordarle al compañero Rama, si es que lo ha olvidado, que no tenemos ninguna representación oficial ante el Congreso americano y que nos exponemos a sufrir un nuevo fracaso.

El C. Domínguez Norberto: ¡Peor todavía!

El C. Rama: Señor diputado Gandarilla: Ya con toda claridad he manifestado que no se trata de relaciones internacionales. De sobra sabemos los autores de esta iniciativa que no estamos reconocidos por el Gobierno americano, no es la excitativa al Gobierno americano, óigalo bien; es la excitativa a los representantes del pueblo americano y los representantes del pueblo americano y los representantes del pueblo mexicano no necesitan ninguna relación protocolaria para dirigirse unos a otros. (Voces: ¡En lo particular!)

El C. Chapa: ¿Una interpelación? Señor diputado Rama: Pidiéndole perdón por tanta molestia, pero gracias a la amabilidad de su señoría, me voy a permitir hacerle otra interpelación.

Su señoría citó el caso de las legislaturas de los Estados americanos que han pedido al Gobierno de Estados Unidos que reconozca al nuestro. Pues señor, siguiendo ese precedente de que usted habla, la Cámara haría mejor pidiendo al Ejecutivo de la Unión que no diese su reconocimiento al nuevo Gobierno que ha surgido del cuartelazo de Guatemala. Eso sí tenemos el derecho de pedir como representantes del pueblo, pedir al Ejecutivo que no reconozca ese Gobierno; pero de eso, señores, a pedirles a los Congresos de la tierra que no hagan tal cosa, hay un abismo. Yo suplico al compañero Rama, si no tiene inconveniente, que modifique su proposición en el sentido de que nosotros demandemos del Ejecutivo que no sea reconocido el nuevo Gobierno.

El C. Rama: Para contestar, señor presidente.

Lo que propone usted en su interpelación, señor diputado Chapa,será materia de una nueva iniciativa o bien de una ampliación a la iniciativa, pero no se excluye ni se opone con la nuestra. Ciertamente nosotros tenemos el derecho de decirle a nuestro Ejecutivo: "Por tales o cuales razones que te exponemos, no reconozcas a este Gobierno guatemalteco"; pero eso no quiere decir que se excluya nuestra proposición. Nosotros no les decimos nada a los gobiernos extranjeros, porque ni siquiera tratamos con ellos; nos referimos a los Congresos extranjeros, pidiéndoles que den un voto de censura contra el pretorianismo, pidiéndoles que den su apoyo moral al pueblo guatemalteco, si el pueblo guatemalteco lo necesita. Si el pueblo guatemalteco lo quiere, si la mayoría del pueblo guatemalteco está conforme con ese estado de cosas, pues no se ha perdido nada, señores, ni nos hemos mezclado en algo que no nos interesa. Eso es todo, señores. (Voces: ¡A votar!)

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Jesús Z. Moreno.

El C. Jesús Z. Moreno: Honorable Asamblea:.. (Voces: ¡A votar!¡A votar!)

Honorable asamblea: Es manifiesto ya el criterio que se ha formado en la Asamblea... (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) Honorable Asamblea: Después de los largos y elocuentes debates a que ha dado lugar la iniciativa que en estos momentos se discute, y considerando, quien tiene el honor de dirigiros la palabra, que ya está formado el criterio de esta Asamblea, es obvio de tiempo y con objeto de entrar a otras labores igualmente útiles, renuncio al uso de la palabra. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos.)

El C. secretario Aillaud: Por disposición de la Presidencia, se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si se considera el asunto suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse en pie. Suficientemente discutido.

El C. Domínguez: Señor presidente: Pido votación nominal, suficientemente apoyado.

El C. secretario Salazar: Se procede a recoger la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. secretario Aillaud: por la negativa.

(Se recoge la votación.)

El C. secretario Salazar: Votaron por la afirmativa 86 ciudadanos diputados.

(Aplausos.)

El C. secretario Aillaud: Por la negativa, 49 ciudadanos diputados.

El C. Gandarilla: Pido la palabra, señor presidente. (Voces: ¡Declaratoria!)

El C. secretario Salazar: Ha sido aprobada la proposición del ciudadano diputado Vasconcelos. Pasa a la Comisión de Corrección de Estilo en turno.

(Aplausos. Voces: ¡Viva la Revolución!)

El C. Gandarilla: Pido la palabra. Para suplicar a su señoría ordene se consignen los nombres en el DIARIO DE LOS DEBATES. (Voces: ¡Sí, hombre; sí!)

No es una ofensa, creo yo.

(Las listas de votación son las siguientes:)

Votaron por la afirmativa los siguientes ciudadanos diputados: Aguilar, Aguirre Colorado Ernesto, Aguirre Emilio, Aillaud, Aja, Alanís Fuentes, Alba, Alonzo Romero, Avilés, Barajas, Barragán Enrique M., Barragán Martín, Bordes Mangel,

Borrego, Cal y Mayor, Cárdenas, Carrillo Puerto, Castañón, Castillo Enrique del, Castillo Garrido Isauro, Castillo Nájera, Castillo Porfirio del, Castrejón, Correa, Damián, Díaz Soto y Gama, Espinosa Luis, Espinosa y Elenes, Fernández Miguel B, Franco Abraham, Franco Cerqueda, Garza Candelario, Garza Francisco, Gómez Rodrigo, González Jesús B., González Rafael M., Guerrero Alberto, Guerrero Eduardo, Gutiérrez Castro Andrés, Gutiérrez Macedonio B., Gutiérrez Teodomiro T., Guzmán Luis, Lechuga, León, Leyva, Lira, Lomelí, Luquín, Macías Rubalcaba, Maqueo Castellanos, Martínez de Escobar Rafael, Martínez Gabriel, Martínez Rendón, Montes de Oca, Montes Manuel, Morales Juan Angel, Moreno Francisco Z., Olguín, Ortega Antonio, Paredes, Paz, Peña Francisco de la, Peña Idelfonso, Quiroga, Rama, Ramos Esquer, Reynoso Díaz, Rico G., Riva Palacio, Rodríguez Guillermo, Rodríguez Herminio S., Romero Ricardo, Sánchez Pablo H., Silva, Solórzano Federico N., Tirado, Toro, Trejo Erasmo, Valverde, Vasconcelos, Velarde, Vidales, Villegas y Zárate.

Votaron por la negativa, los siguientes ciudadanos diputados: Acevedo, Aldaco, Alvarez del Castillo, Angulo, Barón Obregón, Bravo Betancourt, Campillo Seyde Carriedo Méndez, Céspedes, Contreras Adolfo, Chapa, Chico, Domínguez, Dorantes, Estrada, Galvéz, Gandarilla, García Socorro, Gómez Carlos, Guzmán Peláez, Huerta, Ibarra, Lara Rafael, Lazcano Carrasco, Martínez Fernando B., Martínez Gustavo S., Miramontes, Moreno Jesús Z., Ogarrio Meixueiro, Padilla, Pérez Abréu, Portes Gil, Ramírez M. Fidel, Ramírez Miguel, Reyes Francisco, Reyes Ignacio C., Reyes Tereso, Rodríguez López, Salazar,

Salgado, Sánchez de Cima, Sepúlveda, Serrano Gustavo P., Solórzano José Luis, Soto Francisco, Trejo Francisco, Vásquez, Velasco y Vergara.

El C. presidente, a la 1.15 p. m.: Se levanta la sesión ordinaria.

SESIÓN PERMANENTE DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 15 DE DICIEMBRE DE 1921

SUMARIO

1.- A discusión el proyecto de Presupuesto de Egresos para 1922, del Ramo XII, correspondiente al Departamento de Salubridad Pública. Se permite a la Comisión modificar las partidas 11,501, 11,505 y 11,509. A debate las partidas 11,001 y 11,002; se suspende la sesión.

2.- Reanudada ésta, se reservan para su votación las partidas 11,001 y 11,002. Es reformada la partida 11,006, reservándose para ser votada. Se suspende la sesión.

3.-Reanudada nuevamente ésta, son discutidas y reformadas algunas partidas más, quedando aprobado todo el Ramo XII. Es leída y aprobada el acta respectiva, levantándose la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. VASCONCELOS EDUARDO

(Asistencia: La misma de la sesión ordinaria inmediata anterior.)

El C. presidente, a la 1.15 p. m.: Se abre la sesión permanente. Está a discusión el Ramo de Salubridad.

El C. secretario Salazar: Antes de que se ponga a discusión el Presupuesto de Salubridad, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, manifiesta que la Comisión ha pedido permiso para retirar las partidas 11,501, 11,505 y 11,509, y para hacer una adición a la partida 11,509 y presentarlas en seguida modificadas. En el proyecto se asignaba a la partida 11,501, trecientos setenta y cinco mil pesos, y adicionada se presenta en quinientos mil pesos; la partida 11,505 estaba en treinta mil pesos y se presenta con cuarenta y cinco mil pesos ; y se adiciona la partida 11,509, para gastos extraordinarios e imprevistos, con quince mil pesos. En votación económica se consulta a la Asamblea si concede permiso a la Comisión para separar las partidas indicadas. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Sí se concede. Se invita a los ciudadanos diputados a que pasen a separar las partidas que deseen impugnar.

Presidencia del C. VIDALES AGUSTIN E.

El C. Moreno Jesús Z.: Separo las partidas 11,019, 11,501, 11,505 y 11,509, y pido la palabra para interpelar a la Comisión.

El C. presidente: tiene usted la palabra.

El C. Moreno Jesús Z.: Suplico con todo respeto a la Comisión de Presupuestos y Cuenta, se sirva informarme si el criterio que en lo personal me fue expuesto por el ciudadano Trejo, lo mantendrá la Comisión con respecto a la partida 11,501 que fija la cantidad de trescientos setenta y cinco mil pesos Como esta partida, a juicio del que habla es insuficiente para el objeto, me decía el ciudadano Trejo que se aumentaría a la suma de quinientos mil pesos.

Si así es, le ruego se sirva decírmelo para no inscribirme.

El C. Trejo Francisco: La Secretaría pidió permiso a la Asamblea para retirar esta partida, y ya la misma Asamblea lo concedió, así, pues, subsiste por quinientos mil pesos.

El C. Moreno Jesús Z.: Pido la palabra para que la Comisión me diga si en las mismas circunstancias se encuentra colocada la partida 11,505 que aquí figura con treinta mil pesos.

El C. Trejo Francisco: Está propuesta por cuarenta y cinco mil pesos.

El C. Moreno Jesús Z.: Y, por último, que se sirvan informarme las comisiones si encontrando insuficiente el presupuesto de este departamento en sus gastos imprevistos y de emergencia, fija una nueva partida con la cantidad de quince mil pesos.

El C. Trejo Francisco: Está establecida también la partida de quince mil pesos para extraordinarios e imprevistos.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Pedro de Alba.

El C. De Alba: Señores representantes: Vamos a tratar de uno de los presupuestos más interesantes de la administración pública: del Presupuesto de Salubridad. Con motivo de haber separado la partida inicial de este presupuesto, yo me voy a permitir, no como voz autorizada del Departamento de Salubridad Pública, sino únicamente a título de datos informativos, dar una idea a esta Asamblea de cuál ha sido la marcha de este Departamento, o más bien, de cuál ha sido la marcha y cuáles son los proyectos que piensa desarrollar este Departamento para el futuro y para los cuales se han incluído algunas partidas nuevas que requieren ser explicadas ante vuestra soberanía. Antes de seguir adelante, quiero hacer constar que el estudio de los presupuestos seguirá su curso, y se ha establecido una relación cordial entre los diversos grupos de la Cámara, a fin de cada uno de éstos se acerque a la Comisión oficial de Presupuestos y Cuenta, le presente sus puntos de vista y los datos en los que estén mejor informados, con objeto de que el presupuesto resulte más de acuerdo con la necesidades públicas y no se diga lo que se ha venido sustentando. Los del bloque de la minoría de esta Cámara, muy al contrario de lo que algunos pudieran suponer, es esto, que queremos obstruccionar la discusión y expedición de presupuestos; lo que pretendemos únicamente, es enterarnos lo más concienzudamente posible de cada una de las partidas, de cada uno de los departamentos y ministerios, para que los presupuestos sean lo más claro, lo más justo y lo más adecuado a las necesidades del momento. En lo que se refiere al Presupuesto de Salubridad Pública, llama la atención desde luego que es un presupuesto vedaderamente pequeño, por no decir irrisorio. Un país como el de México que tiene por delante que llevar a cabo una gran labor de higienización pública y de educación popular en el terreno de la higiene, debiera tener un presupuesto verdaderamente alto, un presupuesto que correspondiera cuando menos a lo que se gasta en otros ministerios o departamentos cuyas funciones no me pongo a discutir por el momento, pero que no representan indudablemente el interés que en el fondo tiene el Departamento de Salubridad Pública, puesto que, como ustedes saben, en muchos ramos tiene facultades federales. Ya algunas vez se había dicho que, como en otros países, sería hasta preciso fundar un Ministerio de Salubridad Pública, un Ministerio que tuviera a su cargo esta tarea enorme de modificar el substratum de todos nuestros vicios colectivos en el terreno de la higiene; pero ya que por el momento esto no es posible, nosotros deberíamos haber exceptuado este Presupuesto de Salubridad Pública para haberlo dejado casi en la forma en que lo propuso el Departamento, puesto que fue un presupuesto hecho sin ninguna intención de aumento; es un presupuesto que no se ha inflado, es un presupuesto que casi se limita a los gastos estrictamente necesarios. Tan es así, que el mismo Presupuesto del Departamento, ateniéndose exclusivamente a sus datos y a lo que se ha gastado en él, propuso sus partidas sin incluir una partida para gastos extraordinarios, cosa que ha hecho posteriormente la Comisión, con muy buen juicio, para que quedara alguna partida a qué consignar tantas cosas imprevistas que puede haber en este Departamento. El Departamento de Salubridad Pública propuso apenas un presupuesto de tres millones cuatrocientos mil pesos y un departamento de la importancia de éste que propone un presupuesto de tres millones cuatrocientos mil pesos, desde luego se ve que no hay la mira de salirse del momento en que vivimos de dificultades y de escaces, para constreñirse casi a lo absolutamente indispensable. En la Habana, donde periódicamente tiene la vista de la fiebre amarilla, o tuvieron durante mucho tiempo la epidemia de la fiebre amarilla, solamente para combatir la fiebre amarilla se presupuestaban anualmente cinco, ocho y hasta diez millones de pesos; así es que nosotros vemos que aquí hay un presupuesto de tres millones y medio de pesos que propone el departamento que, como dije antes, acaso no debiera haberse recortado en nada, porque hay planes que desarrollar para el año entrante, modestos si se quiere, pero que son la iniciación de una labor que habrá de rendir sus frutos posteriores. Por fortuna el Departamento de Salubridad Pública está absolutamente ajeno a toda intervención política; ha sido un departamento que ha tenido la antingencia de mantenerse en todos estos asuntos y orientarse hacia la disciplina científica de todos los elementos que los componen; hay que decirlo con toda claridad: casi no tenemos todavía médicos especialistas en esta materia de higiene pública, y por lo mismo se están formando; es necesario que nosotros en todas aquellas partidas que se refieren al mejoramiento y a la disciplina científica del personal del Consejo de Salubridad, no seamos cortos al votarlas, tanto las globales como los sueldos. Para el año entrante, el Consejo Superior de Salubridad tiene, entre otros, estos tres proyectos que quiero hacer resaltar ante vuestra consideración. Ustedes saben que las leyes sanitarias no dan ingerencia federal al Departamento de Salubridad Pública, sino sólo en los puertos, en las fronteras y en otros lugares de la República que están especificados en códigos sanitarios; pero como hay la idea de hacer del Departamento de Salubridad un verdadero organismo federal que se encargue de unificar las tendencias y hacer las observaciones científicas rigurosamente necesarias al través de todo nuestro país, fuera de las facultades explícitas del Código Sanitario, el Consejo Superior de Salubridad piensa para el año entrante convocar a todos los presidentes de Salubridad de las capitales de los distintos Estados de la República, para que concurran a una convención anual a esta ciudad. Ustedes saben cómo en las capitales de los Estados, por la fuerza de la inercia, por la falta de recursos, el presidente del Consejo de Salubridad llega a ser un empleado casi administrativo, que se limita a firmar y a hacer las cosas esenciales de trámite en los asuntos del ramo, sin renovar ni los útiles, ni sus procedimientos, ni sus puntos de vista. Con este criterio, el Consejo de Salubridad consigna entre las partidas globales una que se refiere a

hacer una convención de todos los presidentes de consejos de Salubridad de los Estados, para que haya un plan común, una orientación definida y datos de estadística, así como científicos en lo que se refiere a las distintas endemias, epidemias y, en lo general a la salubridad de cada región, para que se vaya formando, antes de que por ley, el Departamento de Salubridad Pública que tenga una acción federal en todos estos ramos; ya por los estudios y por los antecedentes que se forman con este motivo, se prepara el camino para que este Departamento logre unificar toda campaña en pro de la salud pública del país.

Otro de los puntos que propone el Departamento de Salubridad Pública, y que es también un punto de vista nuevo, es el que se refiere a pensionados nuestros en el extranjero en departamentos destinados exclusivamente al estudio de las cuestiones higiénicas tanto nacionales como internacionales. Esto, como dije antes, es una cosa enteramente necesaria, porque necesitamos formar nuestros médicos higienistas en el extranjero, en establecimientos dedicados exclusivamente a la materia. Ya hay médicos mexicanos que están estudiando estas cuestiones de higiene en el Instituto Rockefeller, de Nueva York, y la labor del presidente del Congreso de Salubridad, ha sido fructífera a este respecto, porque la nación mexicana, por medio de estas relaciones cordiales con el Instituto Rockefeller, de Nueva York, se ha ahorrado una infinidad de gastos para el Erario público nacional. El Instituto Rockefeller, que entre sus ramas tiene la cuestión de higiene bajo el punto de vista continental, por decirlo así, ha enviado para las campañas contra la fiebre amarilla en nuestro país, a algunos de sus más ilustres representantes. Deben recordar ustedes que estuvo el doctor japonés Noguchi para hacer el principio de la campaña contra la fiebre amarilla en Progreso, Yucatán; posteriormente han venido el doctor White, el doctor Cowden, el doctor Seyden, todos ellos pagados por el Instituto Rockefeller, para hacer la campaña contra la fiebre amarilla en los puertos mexicanos. Así es que estas relaciones entre el Departamento de Salubridad Pública y el Instituto Rockefeller, de Nueva York, son altamente benéficas, bajo el punto de vista científico, como también muy especialmente bajo el punto de vista económico para nosotros. Otro de los proyectos que trata de llevar a cabo el Departamento de Salubridad Pública, es el de luchar para salvar a la infancia, para hacer una lucha de higiene de la infancia. El instituto de la higiene de la infancia, que empezará a funcionar el año entrante, cuya partida debemos aprobar sin reserva, para que se establezca como otras sociedades de beneficiencia que hay en distintas partes del mundo con distinto nombre, se encargará de proteger, de cuidar de los niños en la primera infancia, que es la época en que México ustedes saben muy bien que hay una mortalidad pavorosa. Así que el instituto de higiene de la infancia no es sólo de estudios, sino que es un instituto para la administración de leche y de ropas higienizadas y para vigilar directamente a todos estos niños desheredados, que están verdaderamente en las garras de la más absoluta inercia y del más absoluto descuido, para establecer oficialmente una lucha formal en contra de esta mortalidad infantil que nos aniquila. Este instituto de higiene de la infancia para la protección de niños, en la primera edad, tendrá una importancia mayor tal vez que nunca para el año entrante; por eso es que el presupuesto en general del Departamento de Salubridad Pública...

(Desorden.)

El C. presidente: Se suplica a los ciudadanos diputados escuchen al orador y guarden orden.

El C. De Alba Pedro, continuando: Iba a decir que debemos tomar todas las medidas profilácticas necesarias para prevenir, sobre todo en el año entrante, las epidemias y calamidades públicas, por lo cual debe aprobarse el presupuesto. Tenemos el hecho de observación muy corriente: que los años en que hay hambre, escasez de trabajo, cosechas, etcétera, son años muy propensos para el desarrollo no solamente de la miseria pública, sino de las epidemias y de los males que representan verdaderos problemas para la colectividad. Así es que nosotros, puesto que hay esta presunción que hacen los economistas y los hacendistas, de que el año entrante será un año de crisis, será un año difícil, será un año duro verdaderamente para las clases necesitadas, necesitamos prever en cierta forma cuando menos, en este capítulo que se refiere a la protección de los niños en la primera infancia, con la fundación del instituto de higiene de la infancia, necesitamos dar los recursos a fin de que, en cierta forma, se salve a toda esta gente de llegar a un estado verdaderamente desesperante en sus condiciones sociales.

Es muy común que los establecimientos de beneficencia pública, los hospitales sean los que más sufren en las crisis, en las calamidades públicas, en las revueltas y en los desórdenes, y ésta seguramente es una de las causas por que vienen tantos trastornos, tantas epidemias, y nosotros debemos ser previsores. Ya que he hablado algo, aunque no lo que yo quisiera, sobre esta cuestión de puntos de vista en general del Presupuesto del Consejo Superior de Salubridad, vamos a hablar algo, compañeros, de algunos puntos de vista en lo particular.

Yo he separado la partida I del presupuesto, la que se refiere al personal de la Dirección del Consejo Superior de Salubridad, y vengo a colocarme en el mismo terreno en que se colocaba el señor licenciado Martínez de Escobar al referirse a la Procuraduría de Justicia de la Nación. No venimos a referirnos a determinado funcionario ni a determinada persona exclusivamente, sino que vamos a referirnos, sobre todo, al cargo y a la responsabilidad de él. (Murmullos.) Como éste es un punto concreto, sí me permito solicitar una poca de atención de la Representación Nacional, y muy especialmente de las comisiones, para ver si es posible que abreviemos tiempo en la discusión de este presupuesto, que yo entiendo que, con una poca de buena voluntad, hoy mismo podemos despacharlo. (Murmullos.)

El C. secretario Barragán: Por disposición de la Presidencia se suplica a los ciudadanos diputados ocupen sus curules y escuchen al orador.

El C. De Alba, continuando: Voy a referirme, sobre todo, y en esto quisiera conocer la opinión de la comisión, acerca del sueldo del director presidente del Departamento de Salubridad y del

secretario general del mismo. Se asignan al director cuarenta y cinco pesos diarios, y al secretario general treinta pesos. Para abreviar tiempo quiero preguntar a la Comisión si tendría algún inconveniente formal, a reserva de decir las razones que tengo para hacerle esta proposición, en que al presidente del Consejo de Salubridad se le asigne la cuota de cincuenta pesos diarios y al secretario general la de cuarenta. Mis razones son estas: el Departamento de Salubridad es un Departamento de una enorme responsabilidad para su presidente o para su director; es un Departamento técnico, escencialmente técnico; es un Departamento de jurisdicción federal; es un Departamento que carga sobre sí una infinidad de responsabilidades que seguramente a ninguno de los que me escuchan se les escapan, y, además, está desempeñado por médicos generalmente de tales condiciones y de tal prestigio social, que tienen que sacrificar, en detrimento tal vez de sus planes económicos, mucho de su tiempo que podría serles más productivo en otro terreno, para dedicarlo a las atenciones oficiales que requieren este Departamento. Como es el mismo caso, colocándonos en distinto plano o supuesto pero es similar al del procurador general de la República en cuanto al tecnicismo, en cuanto a la responsabilidad, acción federal y otros puntos de vista que se citaron, creo que la Cámara no debe escatimar el sueldo del presidente del Departamento de Salubridad; tiene casi la responsabilidad de un ministro e igual representación y, sin embargo, el presidente del Departamento de Salubridad no tiene gastos de representación ni otros emolumentos, sino únicamente el sueldo que se le señala. En cuanto al secretario general, tiene funciones tan complejas como puede tenerlas un subsecretario de Estado. El secretario general del Consejo, siendo un médico técnico de prestigio y especialista en la materia, tiene que dedicar todo su tiempo, no puede ejercer absolutamente en nada su profesión, porque tiene el despacho del Departamento a mañana y tarde en todas las horas de oficina. Así es que debe de tener cuando menos, si no el sueldo de un subsecretario, el sueldo de un oficial mayor de otro Departamento, porque es necesario que se le retribuya, puesto que es una función técnica, una función de responsabilidad y una función que le absorbe todo su tiempo. Como verán ustedes, los sueldos de casi todos los médicos que trabajan en el Consejo Superior de Salubridad no son excesivos; en otros años se habían aumentado los sueldos al personal administrativo y se había reservado esto para aumentárselos al personal técnico; sin embargo, se ha quedado el resto del personal en las mismas cantidades y hay sueldos de médicos verdaderamente irrisorios, de cuatro y cinco pesos diarios, que esta Cámara no debe aprobar, sino que debe aumentarlos por cuestión de la justicia más elemental. Se ha dicho muchas veces que el médico y el maestro de escuela deben tener en su misión más que nada un espíritu de apostolado, y es un hecho; pero nosotros no debemos abusar de esta idea porque ya hemos visto que abusando de la idea del espíritu de apostolado en los maestros de escuela, los hemos llevado hasta la peor condición, casi hasta la condición del hambre, y nosotros debemos, cuando se trate también de los maestros, ser muy celosos en este asunto, así como lo debemos de ser ahora por lo que se refiere a los médicos que, como digo, es muy poco el aumento que se les pone, únicamente por cuestión de dignidad profesional, al margen de otras personas que no son técnicas y que ganan más que un médico y sin dedicarle todo su tiempo a su empleo. Así es que para no entrar en más disquisiciones, yo quisiera que si la Comisión cree fundadas mis razones, aceptara esta indicación al margen de la partida concreta 11,001, a fin de que se abreviara tal vez una votación nominal de un artículo impugnado, porque yo tengo la seguridad de que en la conciencia de la Representación Nacional está el hecho de que lo que yo asiento con respecto al sueldo del jefe del Departamento de Salubridad, lo mismo que al del secretario general del mismo Departamento, debemos aprobarlos en la forma en que yo lo propongo.

El C. Trejo Francisco: Pide la palabra la Comisión. La Comisión, para resolver la cantidad que debiera asignarse por concepto de sueldos al director del Departamento de Salubridad, tuvo en cuenta que durante los años de 1918 y 1919 la retribución señalada era de treinta pesos; en los años de 1920 y 1921 se elevó a cincuenta. Al hacer el reajuste de cuotas diarias y en vista de que la retribución de sesenta pesos diarios se bajó a cincuenta, y las de los subsecretarios, de cincuenta a cuarenta, con el criterio que ha sostenido en esta Asamblea la Comisión, de considerar a los jefes de Departamento con la responsabilidad propia de la función que desempeñan entre la categoría de subsecretario y ministro, pues el hecho de que pudiera justificarse la necesidad de crear un Ministerio de Salubridad y de no ser ésta la verdad legal, todavía no inclinó a la Comisión a otra cosa que a mediar el sueldo y establecerlo en términos generales para los directores de Departamento que por una u otras razones merecen una retribución equitativa en la cantidad de cuarenta y cinco pesos. Es evidente que en este caso la Comisión no redujo lo que proporcionalmente hizo para otros empleados o funcionarios que disfrutaban del sueldo de cincuenta pesos; habiendo llegado a la mayoría de ellos al sueldo de cuarenta pesos, dejó para el director de este Departamento el de cuarenta y cinco, que la Comisión creyó que era el que procedía.

En cuanto al personal de médicos que prestan sus servicios en el Departamento, la Comisión cree pertinente manifestar que, fuera de algunas insinuaciones que el propio Departamento hizo de aumentos, la Comisión espontáneamente aumentó la retribución del numeroso personal, cosa que en detalle conoce ya el ciudadano De Alba; esto lo hizo por creer que el mejoramiento de sueldos no debería concretarse a determinados empleados de Salubridad, sino extenderse dentro de lo posible a todos aquellos que durante los últimos años no habían tenido aumento de ninguna clase. Aceptó la Comisión también todo el personal que para integrar debidamente el Departamento se propuso y es el único ramo en el cual la Comisión prescindió de su criterio de economía, por considerar que era indispensable satisfacer con la amplitud debida las necesidades de los servicios encomendados a Salubridad.

La espontaniedad con que la Comisión hizo las rectificaciones de las partidas globales atacadas en lo personal por numerosos diputados, demuestra la buena voluntad que en este caso ha animado a la Comisión para ponerse a la altura del sentir de la generalidad de la Asamblea.

Por los motivos primeramente expuestos, la Comisión pediría a la Asamblea que ratificase la asignación de cuarenta y cinco pesos diarios señalada, ya que entra dentro de la clasificación metódica establecida para establecer las asignaciones de cuotas diarias en el Presupuesto para 1922.

El C. De Alba: Nuevamente quiero insistir, no sin antes manifestarle a esta honorable Asamblea todas las facilidades que nos ha dado el ciudadano Trejo, presidente de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, para tratar previamente estos asuntos a fin de que no se embrollen y no se eternice esta discusión de los presupuestos, y casi en la mayoría de los puntos hemos llegado a ponernos de acuerdo, constándonos de paso a las comisiones del bloque Social Demócrata que hemos intervenido en esta discusión del presupuesto de Salubridad Pública el empeño y la laboriosidad, la dedicación que en horas extraordinarias, que casi ningún diputado haría, y hasta en horas extemporáneas, en que el presidente de la Comisión ha dedicado para atender a todas las comisiones no solamente de la Cámara de Diputados, sino de fuera de ella, que vienen a traerles alguna sugestión o dato nuevo sobre la cuestión de presupuestos, a fin de que éstos sean más completos y más justos; pero yo voy a insistir en lo que se refiere al sueldo del señor secretario general. Este es un caso insólito dentro de los departamentos. Ningún departamento tiene, y casi podría decir que en pocos ministerios tienen tanta importancia las labores del secretario general. Tiene, como dije antes, la dedicación estricta y completa de todo su tiempo al asunto, como puede estarlo cualquier oficial mayor o subsecretario; tiene que se un hombre técnico en la materia, un médico especialista en cuestiones sanitarias e higienista, y tiene por correspondencia, que a cada paso recibe de todo el país.

De paso, quiero hacer notar también, de que a pesar de que el Código y la Constitución no le dan intervención al Departamento de Salubridad en todos los asuntos nacionales, ya por instinto de todo el país se dirigen al Departamento de Salubridad haciendo una infinidad de consultas técnicas, que tiene que resolver el secretario general, así como por instinto se dirigen al Departamento de Salubridad, y esto por primera vez, después de mucho tiempo, ha surtido a toda la República de linfa para vacuna, de sueros preventivos preparados en sus institutos como preventivos, de sueros a precios módicos para gentes menesterosas; en fin, se ha hecho una labor esencialmente científica y humanitaria en este Departamento y, como dije antes, ante esa idea empírica, pero muy instintiva y clara que hay en todo el país, de que el Departamento de Salubridad de México debe vigilar por la salubridad de todo el país, aun cuando sea fuera de la organización y fuera de la ley, se dirigen frecuentemente, diariamente al Departamento de Salubridad, consultas de carácter técnico, al margen de cuestiones de salubridad pública, y el secretario general tiene que resolver la mayor parte de éstas, porque son numerosísimas, y a esas tiene que dedicar casi todo su tiempo.

El C. Trejo Francisco: Respecto del secretario general, la Comisión se preocupó de buscar el equiparamiento con empleados que desempeñen una función similar. Para los directores de ramos de las secretarías, por ejemplo, el del Timbre, que atiende también las consultas de toda la República, que tiene a su cargo millares de oficinas; el de Aduanas que, por lo que a su ramo respecta, también atiende consultas y tiene a su cargo un número considerable de oficinas, y en sus ramificaciones tiene el alcance que Salubridad Pública, se señalan treinta pesos. La Comisión es la primera en lamentar que no se conozca a fondo cuál es la labor de todos y cada uno de los departamentos, de las oficinas federales, y la importancia de la misma labor, porque de esa manera podría establecer la diferencia equitativa y conveniente y la retribución sería justa. Pero vista bajo un aspecto general la labor del secretario general, yo espero que no me negará el ciudadano De Alba que existe cierta similitud respecto de la desarrollada por los empleados a que nos hemos referido. No es un criterio arbitrario el que la Comisión ha seguido al señalar las emolumentos de que deban disfrutar por compensación los empleados federales; es, dentro de lo posible y especialmente de aquellos empleados superiores, un estudio juicioso el que nos ha llevado a señalar las cuotas. Se puede tachar de falta de equidad algunas otras cuotas de menor cuantía, por no contar con los elementos bastantes para establecer la diferencia de la intensidad de labor de unos y otros empleados; respecto de éstos, la Comisión sí tiene la tranquilidad, cuando menos, de haber espigado en todas las fuentes informativas que ha tenido a su alcance, y tiene la satisfacción de manifestarle que no queda el secretario general en desigualdad de condiciones respecto de otros empleados que desempeñan funciones similares con la misma intensidad, si cabe, en algunos casos especiales y con mayor intensidad aún, y es por esto que la Comisión se permite pedir respetuosamente que subsista la cuota de treinta pesos, ya que no puede ser atacada en el sentido de que esté en desnivel con los señalados a empleados similares.

El C. De Alba: La Comisión, en esta vez, yo creo que no está en lo justo, porque realmente el parangón que ella se ha servido ponerme en lo que se refiere al secretario general del Timbre, por ejemplo, no es el mismo. Yo no quiero alegar la superioridad técnica o la preparación necesaria, porque realmente hay que ver...

El C. Trejo Francisco, interrumpiendo: Un compañero de Comisión me indica que el secretario de acuerdos de la Corte gana treinta pesos. Los agentes adscritos a la Procuraduría General de la República o jefes de departamento de la Procuraduría General de la Nación, que también se encargan de resolver las consultas generales de toda la nación, ganan treinta pesos, y olvidé indicar que, por ejemplo, el secretario general de algún otro departamento administrativo dependiente del Ejecutivo solamente se le señalan diez y ocho pesos de

sueldo, en virtud de que en ese departamento, que es el de Aprovisionamientos Generales, sí la labor del secretario general no puede parangonarse con la del secretario general de Salubridad. Vea usted, pues, como la Comisión no ha señalado únicamenta a virtud de las designaciones los sueldos, sino que ha tenido en cuenta la diferencia de labor. El secretario del Departamento de Aprovisionamientos tiene diez y ocho pesos; en la Suprema Corte, que es un puesto que se puede equiparar, tiene treinta pesos; en la Procuraduría General, que está en las mismas condiciones, treinta pesos; y en los distintos ministerios también puede hacerse extensiva la similitud, como en Comunicaciones, donde existen Caminos, Hidrografía y otros distintos ramos y en donde también tiene treinta pesos; en algunos casos ha aumentado y disminuido en otros, siempre que se ha juzgado que la labor de cada uno de estos empleados es más o menos intensa.

El C. Alba Pedro de: Pues a pesar de todo, yo no creo que éste sea un problema en sí mismo que merezca demasiado, que merezca que nos detuviéramos más tiempo en él; pero hay que ver que nosotros necesitamos dar un estímulo muy formal a los hombres de ciencia que se dedican con especialidad a a determinado ramo; y yo he dicho que para desempeñar dignamente, para desempeñar concienzudamente el cargo de secretario general del Consejo de Salubridad, se necesita un médico especialista en la matería, que haya dedicado casi toda su vida al estudio de estas cuestiones; que haya renunciado, probablemente, en otro terreno, a un porvenir más, es decir, en el campo de la retribución, mucho más seguro al ejercer su profesión libremente, y se ha consagrado a estos asuntos para hacer el mayor bien posible, dentro del Ramo de Salubridad Pública; así que yo creo que, a pesar de que el compañero Trejo dice que es un caso idéntico al de otros muchos secretarios generales, yo no lo considero idéntico. La preparación misma, además del hecho de ser médico titulado, además de la carrera de médico, la preparación para llegar a estos puestos debe ser, y debemos sentar este precedente, de que sea un médico especialista en el asunto para que, además de los estudios comunes que haya hecho en su carrera, haya hecho estudios especiales y dedicado todo su tiempo a las cuestiones relativas a los estudios de higiene, que son por demás áridos y difíciles. Y como la sociedad frecuentemente sobre estos funcionarios lanza cargos y responsabilidades, cuando no cumplen con la delicadísima misión que tienen, nosotros no debemos ser cortos en este asunto, y ya que el compañero Trejo me citara como caso el del procurador general de la República, yo también se lo citaba a él, puesto que a pesar del proyecto de la Comisión, al procurador general de la República se le asignaron cincuenta pesos. Yo le suplico al señor Trejo que, en este caso, haciendo un parangón compaginando estos dos datos, ya que el presidente del Consejo Superior de Salubridad deberá quedar en cuarenta y cinco pesos, que al secretario general se le asignen treinta y cinco pesos.

El C. Trejo Francisco: Hay un último detalle por el cual la Comisión se resiste, crea el ciudadano De Alba que con pena. Los abogados a que se ha referido están privados del ejercicio de su profesión; cosa que no sucede con los médicos que prestan sus servicios en el Consejo Superior de Salubridad. Esta fué una de las razones de más peso que se tuvieron en cuenta para que la retribución fuera más elevada. Vea usted cómo la Comisión afortunadamente cuenta con razones que fundan el criterio que ha sostenido, y puede y está capacitada para sostener cuáles son las circunstancias especiales en que están colocados unos y otros.

Después de lo advertido, yo espero que el ciudadano De Alba sí tenga en cuenta que no puede esteblecerse una equiparación completa, ya que en un caso están privados del ejercicio de su profesión, y en el otro la tienen libre.

El C. Alba Pedro de: Vuelvo a la carga y por última vez, porque este diálogo se está haciendo un poco enojoso; pero recojo el mismo argumento del compañero Trejo. No insisto en que al presidente del Consejo Superior de Salubridad se le ponga el sueldo del jefe de la Procuraduría de la República, atendiendo a las razones que él me da de que el jefe del Consejo Superior de Salubridad no tiene ocupado todo su tiempo y tiene algo de su profesión a más de lo que gana aquí; pero el caso del secretario general que me cita, tiene que dedicarse única y exclusivamente al desempeño de su cargo. Por ese motivo vuelvo a insistir, y quisiera que la Comisión me diera la razón en este caso, porque en caso insólito; el secretario general es un empleado que tiene una infinidad de responsabilidades, que tiene que hacer estudios de cada caso, que se le consulta a cada paso, que tiene que ver con la correspondencia que viene oficial y extraoficialmente que se le manda a cada momento, y no está en las condiciones del abogado o del médico que puede dedicar parte de su tiempo a otras atenciones, sino que tiene que dedicarse a eso exclusivamente. Así que en el caso del presidente no insisto, porque es un empleado al que le queda algún tiempo para dedicarse a otros asuntos; pero en el caso del secretario general, si se quiere que sea un hombre de idoneidad, de preparación científica suficiente y de una dedicación completa y al que hay que exigirle las responsabilidades consiguientes, debemos remunerarlo en la forma que yo propongo.

El C. Trejo Francisco: La Comisión va a descender a detalles, pero hasta esos detalles son necesarios y son los que normaron su criterio.

Algunos compañeros, y esto sin en afán de molestar a la persona que en la actualidad desempeña la Secretaría - pues tiene toda mi estimación personal - , me han indicado que el secretario general, si bien es cierto que dedica todo su tiempo, toda su atención y con todo entusiasmo cumple con sus obligaciones como secretario general, también lo es que sí está capacitado y tiene alguna o algunas clases en las escuelas de Medicina y no sé en qué otra. Vea cómo la Comisión en este caso no puede más que ratificar su criterio, pues ha hecho investigaciones también, y resulta que siempre por este concepto, ya que hay compatibilidad, éste empleado sí recibe algo más de la cantidad asignada. La comisión no quiere, cediendo, establecer desigualdades. Si a algo a propugnado y quiere que subsista, a través de su labor muy ardua, muy dura y desagradable también, porque ya comienza

a palpar alejamientos y censuras que no están justificados, se ve en el caso, para no perder la uniformidad y la cohesión de su plan, en dejar a la resolución de la Asamblea este asunto; en la inteligencia de que ya al resolver la Asamblea si la Comisión no tiene absolutamente nada que agregar, y cualquiera que sea este fallo, queda perfectamente satisfecha.

El C. De Alba: Para terminar, el último argumento del compañero Trejo es el más débil de todos los que propone, porque es un caso absolutamente personal y ya hemos dicho y dije, que me iba a colocar en el caso en que se colocó el ciudadano Martínez de Escobar, al hablar del procurador. Dijo:"No hablo del licenciado Neri, que es mi amigo, que es mi correligionario; no, hablo de la responsabilidad, de la preparación que requiere el puesto". Por esto yo en este caso no quiero entrar tampoco en minucias personales. Yo quise hacer resaltar a esta Asamblea, y creo haberlo logrado, la urgencia que hay de que este empleado tenga una remuneración que sea cuando menos la que tiene el oficial mayor de un Ministerio, puesto que el trabajo, la preparación, la necesidad de dedicación, el empeño y, sobre todo, la responsabilidad, son mucho mayores de las que pueda tener un funcionario de esta especie.

El C. Trejo Francisco: La indicación que hizo la Comisión no personaliza; lo único que hace es sentar que igual capacidad qu el actual secretario general del Departamento de Salubridad, tendrá quien lo substituya en el caso de que no sea esta persona la que ocupe ese puesto. Así, pues, se concreta la Comisión a decir que sí tiene tiempo, aunque sea relativamente corto, para atender algunas clases agregadas al puesto que desempeña.

El C. presidente, a las 2.20 p. m.: Se suspende la sesión y se cita para la tarde a las cuatro y media.

Presidencia del C. VIDALES AGUSNTÍN E.

(Asistencia de 137 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 5.50 p. m.: Se reanuda la sesión permanente.

El C. secretario Ramos Esquer: En vista de no haber más oradores inscriptos, se pregunta si la partida 11,001 está suficientemente discutida.

El C. Alba Pedro de: Pido la palabra.

El C. secretario Aillaud: En votación económica se pregunta si está suficientemente discutida la partida 11,001. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Suficientemente discutida. En igual forma de votación se pregunta si ha lugar a votar. Ha lugar a votar. Se reserva para su votación.

El C. Alba Pedro de: Un momento. Pido la palabra. Conforme al Reglamento, como yo impugné esta partida, debería tomarse desde luego la votación nominal; pero como no es mi propósito obstruccionar, retardar la discusión del Presupuesto del Ramo de Salubridad Pública, quiero que la Asamblea y la Comisión tomen en cuenta que yo quise hacer valer razones de peso para que el director y el secretario general tuvieran un sueldo superior al que se les asigna; pero dado que no se formó criterio suficiente la Asamblea sobre este punto, ni la Comisión tampoco quiso acceder a mis peticiones, yo quiero hacer constar que insistí en un punto que es de interés muy científico, pero a la vez personal, y retiro mis objeciones a fin de que pueda reservarse para su votación entre los artículos no objetados, a reserva de que la Comisión por su parte en aquellas partidas que representen, no el interés por más noble que sea de determinadas personas, sino el interés colectivo, tenga en cuenta las razones que seguiremos exponiendo, a fin de que en algunas partidas de las más importantes nos concedan lo que nosotros solicitamos.

El C. secretario Aillaud: Está a discusión la partida 11,006. Tiene la palabra en contra el ciudadano diputado Lavín (voces: ¡No está!)

El C. prosecretario Ramos Esquer: No habiendo más oradores inscriptos para esta partida, y no estando el ciudadano Lavín, se reserva para su votación.

El C. Cienfuegos y Camus: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Cienfuegos.

El C. Cienfuegos y Camus: Con este objeto: El ciudadano Lavín, ya que no se encuentra en el salón, debo decir que trataba de apartar esta partida porque él considera que el Departamento de Higiene Escolar incluído en el de Salubridad debe pasar a la Secretaría de Educación Pública, ya que ésta ha sido creada.

Yo entiendo que hay razones absolutamente visibles para todos para que este Departamento de Higiene Escolar pasa a la Secretaría respectiva de Educación. Huelga indudablemente hacer razonamientos en detalle sobre este particular, porque no creo que haya persona alguna en esta Cámara que no pueda tomar en consideración que, existiendo el Departamento de Educación Pública Federal, a él corresponde la vigilacia de la higiene en las escuelas a fin de aplicar todas las medidas de este carácter a la construcción de edificios para escuelas y al servicio médico correspondiente, vigilando por que la salubridad dentro de ellas sea un hecho efectivo. Yo ruego a las comisiones - aún cuando no veo al presidente de ellas aquí - se fijen mucho en esta circunstancia, y que ya no se trata de atacar presupuestalmente. como pudiera decirse, este asunto, coloque a este Departamento donde debe ser colocado.

El C. De Alba: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. De Alba: Honorable Asamblea: Realmente las razones del compañero Cienfuegos y Camus son del todo ajustadas al espíritu más razonable y más juicioso; únicamente que el Departamento de Educación Pública tiene un servicio que no debe llamarse de higiene escolar, sino de salubridad escolar, puesto que la higiene escolar es algo que atañe a la ciencia y al estudio de la pedagogía y que no debe estar ligado con cuestiones de un punto de vista exclusivo de la higiene, puesto que la higiene escolar bien entendida y estudiada será

la que dé las bases para una educación juiciosa y científica. Únicamente quiero hacer esta advertencia: nosotros por ley misma del Código Sanitario, el Departamento de Salubridad debe tener servicio médico de salubridad escolar, no de higiene escolar, para las construcciones, para vigilar todo lo que se refiere al mobiliario, a la cuestión de atención, de trabajo, etcétera, que está relacionada con la higiene escolar. Por el momento, Salubridad Pública está colaborando con la Secretaría de Educación en el trabajo de higiene escolar; posteriormente se deslindarán esos campos; pero como ahora la Secretaría de Educación está organizándose, es necesario que estos servicios médicos escolares, que los presta el Consejo Superior de Salubridad, sobre todo a las escuelas particulares y a aquellas que no están bajo el control de la Dirección de Educación Pública, subsista, porque de otro modo vendría un trastorno en lo que se refiere a la vigilancia médica de los establecimientos. En ese caso, por cuestión de tecnicismo científico. debía llamarse servicio de salubridad escolar, y no servicio de higiene escolar. Con esto quedaría zanjado un escrúpulo dientífico muy razonable del compañero Cienfuegos, que quisiera que la Comisión también en esta partida le llamara así: "Servico de Salubridad Escolar", para que posteriormente se haga una unificación disciplinada de los servicios médicos escolares bajo un punto de vista pedagógico, que es como deben estar.

El C. Cienfuegos y Camus: Hecha la aclaración por el compañero Pedro de Alba no tengo inconveniente en retirar la proposición que hacía con anterioridad; pero sí apoyo de una manera amplia la indicación que hace el mismo compañero , pues no debe ser una sección de higiene escolar, sino de salubridad escolar, como acaba de decirlo. La de higiene escolar es cosa que compete - como acaba también de decirlo el compañero De Alba - exclusivamente a la Secretaría de Educación Pública, que es la encargada de vigilar los edificios destinados especialmente a la educación. Pero como no hemos podido legislar todavía, es decir, no hemos podido votar la Ley Orgánica de Educación Pública, claro está que quedaría este hueco y absolutamente sin el auxilio de la higiene la Secretaría respectiva mientras no tuviésemos hecha la ley correspondiente. Así pues, nada más que se modifiquen la denominación que se aplica a esta sección en el Departamento de Salubridad y con ello creo que por el momento queda subsanado el error a que venimos refiréndonos.

El C. Gutiérrez Teodomiro: La Comisión acepta el cambio de nombres propuestos por el señor Cienfuegos y Camus y pide permiso para substituir la palabra "higiene" por la de "Salubridad".

El C. prosecretario Ramos Esquer: En votación económica se pregunta a la Asamblea si se concede el permiso que se solicita. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Sí se permite.

- El mismo C. prosecretario: La partida queda modificada y dice así:

"Servicio de salubridad escolar. Servicio de enfermedades infecto - contagiosas. Servicio de enfermedades venéro - sifilíticas.Servico de vacuna antivariolosa. Servicio antirrábico." Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

El C. presidente: En vista de encontrarse a las puertas del salón el C. Mariano Vicencio, suplente del ciudadano Leopoldo del mismo apellido, se suspende por un momento la sesión permanente y se abre la Pública para que rinda la protesta de ley dicho ciudadano. (6.05 p. m.)

Presidencia del C. VIDALES AGUSTÍN E.

(Asistencia: la misma de la sesión permanete inmediata anterior.)

El C. presidente, a las 6.05 p. m.: Se reanuda la sesión ordinaria. Encontrándose a las puertas del salón el ciudadano Mariano Vicencio, suplente del ciudadano Leopoldo del mismo apellido, se nombra en comisión a los ciudadanos diputados Del Castillo, Solórzano y secretario Aillaud para que lo introduzcan a rendir la protesta de ley.

(Rinde la protesta legal el C. Mariano Vicencio.)

El C. presidente, a las 6.08: se suspende la sesión.

Presidencia del C. VIDALES AGUSTÍN E.

(Asistencia: la misma de la sesión ordinaria inmediata anterior.)

El C. prosecretario Ramos Esquer, a las 6.08 p. m.: Por acuerdo de la Presencia, se reanuda la sesión permanente. Está a discusión la partida 11,009. Tiene la palabra en contra el ciudadano Reyes Francisco. No encontrándose en el salón el ciudadano Reyes Francisco y no habiendo otro diputado inscripto, se reserva para su votación.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Castillo Nájera.

El C. Castillo Nájera: Ciudadanos representantes: Vengo a impugnar las partidas que se refieren a los sueldos del personal técnico y administrativo del Hospital Morelos, institución de beneficiencia que, como ustedes saben, está destinado exclusivamente al asilo de las meretrices que se encuentran en malas condiciones sanitarias.

La dirección de este establecimiento se ha considerado casi siempre como honorifíca; al frente de ella han estado personalidades tan conspicuas como el extinto y sabio doctor Ramón Macías, como el no menos prestigioso y sabio doctor Ulises Valdés, ambos que fueron en determinada época directores de la Escuela Nacional de Medicina y maestros de varias generaciones, y actuales médicos.

El sueldo que se asigna en esta partida al director de ese establecimiento es verdaderamente mezquino: nueve pesos, y si se tiene en cuenta las labores que desarrolla el director de ese establecimiento

y su responsabilidad, se verá que está mezquinamente retribuído, pues el director del establecimiento no sólo es el jefe técnico del mismo, sino el jefe administrativo del hospital en cuestión. El hospital citado, para su funcionamietno cuenta con nueve médicos que distribuyen sus labores de la manera siguiente: uno de ellos, está encargado permanentemente de la sala de operaciones, y los ocho restantes son jefes, respectivamente, de una sala en la que se encuentran, por lo común, enfermeras que fluctúan entre cincuenta y sesenta, habiendo ocasiones en que estas enfermeras sobrepasan en cada sala el número de cien. Los médicos subscriptos a este establecimiento son jefes - como he dicho anteriormente - , cada uno, de una sala, y tienen a su cargo la curación de las enfermeras asiladas en sus respectivas salas. A veces, personalmente cada uno de estos médicos se hace cargo de la curación y tratamiento de las asiladas. El sueldo que se asigna en este proyecto de presupuesto a los médicos de que se trata, es la irrisoria cantidad de cuatro pesos, sueldo inferior al que se asigna a los cocheros y a los chauffeurs en este mismo presupuesto, sueldo que es para estos últimos de seis pesos. Creo que es necesario dignifcar la elevadísima y noble misión que desempeñan los médicos en nuestra sociedad. Un médico, por mediocre que se le suponga, pierde no menos de dos o tres horas diarias en la atención de su respectiva sala, y durante ese tiempo, en su consultorio pudiera ganar cantidades infinitamente superiores a la exigua de cuatro pesos, con que se retribuye su trabajo. Así mismo, en este presupuesto se fija el sueldo de dos pesos diarios a los practicantes del mencionado hospital. Como todos sabemos, estos puestos los desempeñan en su totalidad estudiantes de años superiores de Medicina, quienes con demasiada frecuencia solamente cuentan con esa pequeña suma para su sostenimiento. Sesenta pesos mensuales, efectivamente, es una cantidad ridícula y mezquina para el sostenimiento de un estudiante que la mayor parte de las veces no cuenta con otros emolumentos para poder continuar su carrera. Ciertamente que estas funcines sirven en gran parte de entrenamiento, de práctica y preparación a estos estudiantes; pero de todos modos, convendría, por los trabajos importantes y por la tarea que desarrollan, que estuvieran mejor retribuídos. Como esta mañana lo expresó el compañero De Alba, es cierto que tanto la misión de los maestros como la de los médicos casi entraña una misión de sacerdosio; más no debemos abusar de este concepto, sino elevar en la medida de nuestras fuerzas la altísima y noble misión que socialmente corresponde a los médicos.

En este mismo presupuesto se asigna la cuota de dos pesos diarios a las enfermeras que prestan sus servicios en este establecimiento, es decir, se les equipara con los practicantes, y véase cuál de los dos desarrolla trabajos más importantes. Desde luego, el practicante debe tener mayores conocimientos y prácticas científicas que las que debe tener una enfermera a quién se asigna asimismo la ridícula cantidad de dos pesos. Debemos tener en cuenta que estas abnegadas mujeres realizan también una nobilísima misión y ellas, sin aureolas de santidad ni prestigios de mística pureza, están constantemente con el dolor y con las más repugnantes miserias humanas. Debemos tener en cuenta que este personal técnico encomienda la ciudad de México, cuando menos gran parte de ella, el sostenimiento de su salubridad. En este mismo presupuesto figura una profesora de canto, con tres pesos diarios. Verdaderamente yo no me explico por qué la Comisión ha incluído una profesora de canto en un establecimiento de la índole del que se trata. En buena hora, y sabido es que en esta clase de reclusas, la mentalidad de ellas es sumamente baja y que hay un gran número que ni aun siquiera saben leer ni escribir ; que se les enseñe en buena hora, y para eso están, tres profesoras. ¿Pero una profesora de canto? Solamente faltaba - tal vez la Comisión tendrá interés en facilitar a esas ciudadanas el ejercicio de la carrera que han elegido - , que quisiera también una profesora de baile, para que las adiestrara en la rumba y en el shimmy. Sugiero que esta profesora de canto sea cambiada por una profesora que les enseñe algo más útil y práctico, por ejemplo, una profesora de costura, porque el mayor tiempo que una asilada puede permanecer en el hospital, será cuando mucho de cuatro meses, y creo que no se va a dedicar esta profesora de canto a enseñar a las reclusas arias de óperas italianas. En síntesis, propongo a la Comisión que acepte mis sugestiones fijando un sueldo diario de doce pesos al director de dicho establecimiento; de seis pesos diarios a los médicos que en él prestan sus servicios; de tres a los practicantes, y de dos pesos cincuenta centavos a las enfermeras.

Suplico a la Comisión se sirva decirme si estaría conforme en aceptar estas sugestiones.

El C. Padilla, miembro de la Comisión: El compañero Castillo Nájera pidió la palabra para atacar la partida 11,009, y está refiriéndose a otras partidas. Por eso, la Comisión se ha confundido un poco para poder contestar.

El C. Castillo Nájera: Pido, en resumen, vuelvo a decir, que se fije el sueldo de doce pesos diarios al director del Hospital Morelos; de seis pesos a los médicos adscriptos a dicho establecimiento; de tres pesos diarios a los practicantes, y de dos pesos cincuenta centavos a las enfermeras. Suplico a la Comisión se sirva indicarme si estaría conforme con las sugestiones que propongo.

El C. Padilla: La Comisión no puede ir más allá del proyecto que presentó el Departamento de Salubridad y que ya la misma Secretaría de Hacienda revisó oportunamente; el director, en ese anteproyecto, gana diez pesos diarios. La Comisión no puede excederse; si sobre los cálculos de Hacienda se excede la Comisión, se excede sobre los mismos cálculos de la Comisión, que son inferiores a los de la Secretaría de Hacienda.

El C. Castillo Nájera: Y si estaría también conforme en substituir a esa profesora de canto por una profesora de costura.

El C. Padilla: Nosotros no hicimos más, en el caso, que aceptar el proyecto que mandó el Departamento de Salubridad. Esa profesora de canto existe desde hace varios presupuestos; no sé qué motivos tenga el Departamento de Salubridad para haberla puesto aquí. Debe comprender el compañero que la Comisión de Presupuestos, por muy

activa que haya estado y por muy laboriosa que esté no ha podido estar en cada una de las oficinas de la Federación para cerciorarse de cuáles son las funciones que ejercitan los empleados y cuáles son las necesidades precisas de cada una de esas oficinas, sino que tiene que atenerse, en todos esos detalles, a los informes que le den los departamentos respectivos que envían sus presupuestos. Por eso puso la profesora de canto, porque no sabe qué motivos haya tenido el Departamento de Salubridad para ponerla, y la Comisión no quiere suprimir de una plumada lo que ese departamento ha pedido.

El C. Castillo Nájera: Me acaba de informar el compañero Del Pino que él impugnará todas las partidas a que me estoy refiriendo y que por el momento me concrete a impugnar la que se refiere al sueldo que se fija para el director de ese establecimiento, y suplico a la Comisión me diga si estaría dispuesta a aceptar la sugestión que yo propongo, referente a asignar un sueldo de doce pesos diarios al director de este establecimiento, que aún así, es todavía bien mezquino, si se tienen en cuenta las importantísimas labores que realiza y desarrolla este funcionario.

El C. Padilla: La Comisión, como he dicho antes, no puede ir más allá de los presupuestos, de los anteproyectos de presupuesto que le han enviado los diferentes departamentos, porque entonces todos los cálculos saldrían fallidos. En consecuencia, habiendo pedido el Departamento de Salubridad que al director se le pusiera diez pesos, la Comisión no puede señalar más que esos diez peso; no los rebajará porque los había rebajado, conforme a su criterio, de como venían en el anteproyecto; pero...

El C. Castillo Nájera, interrumpiendo: Entonces yo me permito suplicar a los estimables compañeros que den su voto negativo a estas partidas. Es necesario que dignifiquemos a los médicos en cuyas manos ponemos la salubridad de gran parte de los habitantes de esta metrópoli. En efecto, a este establecimiento el Departamento de Salubridad debiera concederle una importancia mucho mayor que la que actualmente tiene, mucho mayor que al mismo Hospital General, porque en este establecimiento no solamente se cuida la salud de las propias asiladas, sino que se evita al mismo tiempo que éstas, por medio de contactos sucesivos, contaminen con el azote de sus males al resto de la humanidad, haciendo que llegue el mal con demasiada frecuencia hasta el seno de las mismas familias. Pido por todas las razones que he expuesto y por otras que vendría a exponer, en caso de que sea preciso, que la Comisión acepte mi sugestión o que, de lo contrario, los compañeros se sirvan dar un voto reprobatorio a estas partidas.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Padilla: Señores diputados: Aunque la partida que estaba objetándose era la 11,009, el compañero que hizo uso de la palabra se extendió a otras y la Comisión va en este caso a expresar su criterio sobre este particular para que los señores diputados que quieran hacer objeciones sobre esas partidas que señaló en su discurso el compañero Castillo Nájera, vean si están conformes con lo que la Comisión pudo presentar sin excederse de la proposición que hizo el Departamento de Salubridad para no resultar con un exceso sobre lo mismo que pedía dicho Departamento, lo cual sería incompatible con el plan general que se ha trazado la Comisión. Después de esto vendrá también lo relativo a Beneficiencia Pública, que está comprendida en el presupuesto del Ministerio de Gobernación, y otras dependencias que hay del Gobierno del Distrito, como son las escuelas correccionales, etcétera, que son establecimientos, o bien de beneficiencia o de educación, y en todo esto hay servicios médicos en que es necesario fijar desde ahora un criterio para evitar que estén pagados de una manera diferente que hieran susceptibilidadades de los médicos que ejercen sus funciones. En la partida 11,009, la Comisión acepta poner diez pesos diarios al director del hospital, que era la cantidad que se pedía en el anteproyecto del Departamento. de Salubridad. La Comisión comprende la importancia de los servicios del director; pero se encuentra en la imposibilidad de ir más allá del anteproyecto de Salubridad. Al Administrador, en lugar de siete pesos, le fija ocho que era lo que se fijaba en el anteproyecto respectivo, y a los médicos la Comisión en este caso se excederá procurando ahorrar de todas las partidas globales la diferencia, y en lugar de cuatro pesos que sañala el Departamento, pone cinco.

El C. Castillo Nájera: Menos que a los chauffeurs y a los cocheros ¿Y a los practicantes?

El C. Padilla: Bueno; entonces a los médicos les pondremos seis pesos. (Voces: ¡Muy bien!) A las enfermeras dos cincuenta y en cuanto a los practicantes me permito decir al compañero Castillo Nájera que, efectivamente, nosotros comprendemos que el practicante, pues, presta muy útiles servicios, pero al mismo tiempo el Gobierno le está proporcionando la enseñanza gratuita. En el mismo caso se encuentran los practicantes de la Escuela de Jurisprudencia en los juzgados, a quienes también en muchos casos se les recarga el trabajo y no tienen retribución.

El C. Castillo Nájera: ¿Me permite usted una aclaración? En el mismo caso se encuentran los estudiantes que no prestan servicios en ningún hospital, ciudadano compañero Padilla, y voy a explicar a usted el trabajo que realizan esos estudiantes.

El C. Padilla: Lo conozco, compañero.

El C. Castillo Nájera: Uno de ellos está encargado permanentemente de la sala de operaciones, y en cuanto a los ocho restantes, son ayudantes de las salas respectivas y diariamente pierden no menos de dos horas en la curación de todas las enfermas asiladas en su sala. Una vez por semana les toca guardia y tienen que estar de día y de noche en el establecimiento, con la obligación de que si alguna enferma lo requiere, levantarse durante varias veces en la noche y presentarle sus servicios profesionales. Estos estudiantes, por lo tanto, faltan de cuatro a cinco veces al mes a sus clases. Hay estudiantes excesivamente pobres que no cuentan para el sostenimiento de su carrera sino con este mezquino y exiguo sueldo. Creo que es de todo punto de equidad y de justicia asignarles el sueldo de tres pesos diarios.

El C. De Alba: Pido la palabra para interpelar a la Comisión.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. de Alba: Ya que la Comisión se ha puesto razonable y justa en lo referente a los sueldos asignados a los médicos que prestan sus servicios profesionales en el Departamento de Salubridad, quisiera que de una vez para todas la Comisión dijera si está anualmente en que no haya ninguna partida en la que tomen parte médicos titulados que ganen menos de seis pesos; únicamente hay seis medicos en el servicio de salubridad escolar, enfermedades infectocontagiosas, enfermedades venéreosifilíticas que ganan cuatro pesos. Quisiera que de una vez se señale a estos cinco médicos la misma cuota que se ha acordado para los el Hospital Juárez, y en este caso presentaría un interesante antecedente para partidas posteriores del Presupuesto, en que nos podríamos entender con mucha facilidad.

En lo relativo a practicantes, el compañero Catillo Nájero ve las cosas desde un punto de vista distinto de lo que realmente debe verlas. Aplaudo su buena voluntad para ayudar la situación pecuniaria de estos muchachos; pero no sólo hay que decir que cualquiera retribución se da, no a título de servicio, no no a título de pago, sino como un estímulo, puesto que los estudiantes tienen obligación, conforme a los planes de estudio de la Facultad, de practicar en un hospital; y aquellos que logran tener plaza de pie son los más favorecidos, porque otros están sin tener siquiera la plaza. Así es que en ese punto espero qu el ciudadano Castillo Nájera retirará su sugestión y de esta manera podremos pasar a otros ramos.

El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión

El C. Padilla: La Comisión no tiene inconveniente en aceptar las sugestiones del doctor Alba y fijar a los médicos de la sección de higiene escolar, salubridad y enfermedades infectocontagiosas, etcétera, etcétera, la cantidad de seis pesos diarios en lugar de cuatro. (Voces: ¡Muy bien!) Respecto a los practicantes, pues vuelvo a insitir en lo que dije antes, y a las enfermeras dos cincuenta.

El C. prosecretario Ramos Esquer: La Comisión pide permiso para retirar las partidas 11,008, 11,009, 11,015, 11,019, 11,022 y 11,023, para presentarlas modificadas en el sentido de la discusión. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Sí se concede. La Comisión también pide permiso para retirar las partidas 11,011 y 11,013. Se pregunta a la Asamblea si lo concede. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Concedido.

El C. Padilla: La Comisión presenta modificado el dictamen en el concepto de la discusión. La partida 11,008, en lugar de tener 28 plazas, tiene 29 de diez pesos, por incluir al director del hospital Morelos. Se afecta la partida 11,009 que en lugar de 94 plazas tendrá 93, porque se disminuye una plaza que es la del director del propio hospital. La partida 11,011 se aumenta, quedando en lugar de 25 plazas, 26, una plaza más que es la del administrador del hospital Morelos. La partida 11,013, en lugar de 10 plazas tendrá 9, porque disminuye la relativa al administrador del hospital que pasa a ganar ocho pesos. La partida 11.015, que tenía 52 plazas, se aumenta con 14 más quedando con 66, que son las de los médicos del hospital Morelos y de los demás asignados en este presupuesto. La partida 11,019, en lugar de 217 plazas, tendrá 203, quitándose las 14 plazas de los médicos que ganaban cuatro pesos y pasan a ganar seis. La partida 11,022 en lugar de tener 29 plazas tendrá 39, porque las enfermeras pasarán a ganar dos cincuenta, en lugar de dos pesos que señala la partida 11,023 y por consiguiente, esta partida quedará con 36 plazas, en lugar de 43. Estas son las modificaciones que la Comisión presenta a la Asamblea, en el dictamen de discusión.

El C. prosecretario Ramos Esquer: Con las modificaciones propuestas,. y no habiendo oradores inscriptos, se pregunta a la Asamblea si se reservan estas partidas para su votación. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado.

- El mismo C. prosecretario: Está a discusión la partida 11,501. Tiene la palabra en contra el ciudadano Zapata. No encontrándose el ciudadano Zapata, se pregunta si se reserva para su votación. Los que estén a la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se reserva para su votación Está a discusión la partida 11,503. Tiene la palabra en contra el ciudadano Barón Obregón.

- El C. Barón Obregón:Señores diputados: Después del brillantísimo....

El C. Padilla, interrumpiendo: Un momento; pide la palabra la Comisión. La partida 11,501 que señala trescientos setenta y cinco mil pesos para la campaña contra la fiebre amarilla, el paludismo, la sífilis, la tuberculosis y para los gastos que origine las epidemias y la epizootias, la Comisión no tenía ....(Voces: ¡Ya está reservada! Desorden. Campanilla.)

El C. Barón Obregón, continuando: Señores diputados: Después del brillantísimo debate que acabamos de presenciar en esta honorable Cámara, tal parece que esta honorable Asamblea ha entrado en un período de soñolencia (Voces: ¡Somnolencia!) ya ni siquiera los entusiastas miembros de esta honorable Asamblea, que han hecho alarde en todas las ocasiones en que se tratan asuntos de interés para la nación, ya digo, ni siquiera la presencia de ellos puede servir en este caso para incitar a entrar en una discusión verdadaderamente interesante. Decididamente, esta tarde es mala, es una tarde como la de los malos toreros: así nos encontramos en este momento. Agotados por un debate que atrajo la atención bastante prolongada de la mayoría de esta honorable Cámara a, ya a este asunto de verdadero interés no se le da ni siquiera una mezquina atención.

Señores diputados: no vengo precisamente a impugnar ni a atacar la partida 11,503; más bien vengo a hacer una pequeña historia sobre el interés que tiene para la nación aumentar esta partida en una proporción bastante considerable para satisfacer necesidades verdaderamente imperiosas que desde hace largos años se han suscitado y que esta Cámara no ha tomado en consideración en ningún caso. Para todos aquellos que hayan viajado y que conozcan los asquerosos edificios en que están instaladas las delegaciones sanitarias en los puertos y en las poblaciones fronterizas, no será un ministerio lo que voy a decir. Pido en primer lugar que esa partida se amplíe en la cantidad de dos cientos veinte mil pesos, y que se le dé la siguiente distribución:

"1. Para instalar y acondicionar el

edificio y oficinas de la

Delegación sanitaria de Nuevo

Laredo Tamaulipas . . . $ 50,000.00

"2. Para acondicionar el Lazareto

y oficinas de inmigración en el

puerto de Veracruz . . . $ 50,000.00

"3. Para acondicionamiento del

Lazareto y oficinas de inmigración

en el Puerto de Tampico . . . $ 50,000.00

"4. Para acondicionar el Lazareto

y oficinas de inmigración del

Puerto de Progreso . . . $ 20,000.00

"5. Para acondicionar el Lazareto

y oficinas de inmigración de

Ciudad Juárez . . . $ 50,000.00

Total . . . $ 220,000.00

Ahora bien; quiero hacer una pequeña explicación con la brevedad necesaria para no causar la atención de ustedes, pero sí concretando mis indicaciones para que las tomen ustedes en consideración.

Todos nosotros sabemos perfectamente bien que aquellos viajeros que desgraciadamente llegan a nuestras playas en un barco que trae patente sucia, es decir, que viene de algún puerto infestado, tiene que sufrir una cuarentena; pues bien, en nuestro primer puerto, en el puerto de Veracruz, en nuestro segundo puerto, en el de Tampico, y en el puerto de Progreso también, todo viajero que llega a las playas mexicanas encuentra su viacrucis. Es verdaderamente interesante que fijéis la atención sobre este particular. El Lazareto de Veracruz se encuentra en unas condiciones verdaderamente deplorables; no hay ni qué reseñar, señores; es un cuartucho inmundo con tres o cuatro catres donde se obliga a los pasajeros a desembarcar y donde ni siquiera hay medicinas ni elementos ni personal que lo pueda atender y donde verdaderamente en lugar de ser un centro de aislamiento para el pasajero, viene a constituir nada menos que un foco de infección. En las mismas condiciones y todos vosotros, mejor dicho, la mayoría de vosotros conocéis ya el estado en que se encuentra el edificio de migración de sanidad en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas; allí tenemos una prueba palpable de nuestro abandono, y allí tenemos una prueba palpable también de lo que son los americanos para atender esta clase de servicio: enfrente, a 100 o 200 metros de distancia de la Delegación Sanitaria mexicana, se encuentra la Delegación Sanitaria americana con toda clase de comodidades, con salas perfectamente acondicionadas para desinfección y perfectamente atendidas también para toda clase de enfermedades contagiosas, con objeto de poder, de esta manera, impedir el paso de elementos que puedan producir algún contagio de enfermedad en la propia nación americana. Y señores, nosotros en nuestro país, en la oficina que le correspondería tener las mismas funciones, como lo es la oficina de Migración de Nuevo Laredo, Tamaulipas, allí se vacuna en estos momentos al aire libre; el puente internacional, que hace poco se destruyó por causa de un incendio, destruyó también parte de la oficina de Migración de la Delegación Sanitaria de Nuevo Laredo, y ahora, señores, como digo, en la puerta de un jacalón inmundo, allí se hace la vacuna, allí se desinfecta, allí se hace un examen de todos los viajeros que viene de los Estados Unidos, y que muchos de ellos vienen con algunas enfermedades contagiosas sin que haya elementos para que nuestro país pueda salvaguardarse de esta infección precisamente por el abandono en que tenemos todas esas oficinas.

Por otro lado, el puerto de Tampico, que es un puerto que constantemente está teniendo un movimiento considerable de aumento a cada paso en la inmigración, y siendo una parte de nuestra República, carece en lo absoluto de oficina de esta naturaleza. Para este objeto, señores, solicito que esta partida sea ampliada; estos gastos por ningún motivo pueden representar para la nación dinero perdido o invertido en obras más o menos fútiles; muy al contrario, se trata de corresponder las atenciones que nosotros mexicanos y viajeros en el extranjero, recibimos de todas aquellas naciones cultas, justamente en las propias delegaciones sanitarias, en las propias oficinas de migración, donde se nos atiende con toda clase de consideraciones y se nos toma como una partida de animales que arriban al país en la forma que lo hacae el ganado. En estas condiciones, pido, de una manera enérgica, que se preste atención a este asunto, porque representa indudablemente la correspondencia que la nación mexicana, como pueblo culto, debe desde hace mucho tiempo a todas las demás naciones que han establecido ya verdadaderas oficinas modelos de migración, verdaderas oficinas donde puede uno con toda tranquilidad sufrir un examen minucioso y completo que aquí no podemos exigir, porque no sería posible por ningún motivo desvestir a un viajero en plena plaza pública de Nuevo Laredo, como se hace actualmente, donde se está vacunando a señoras, niños y familias en general, nada menos que a las puertas de un jacalón inmundo, cuyo interior se utiliza para toda clase de necesidades. Ruego a la Comisión de Presupuestos se sirva indicarme si tendría algún inconveniente en aceptar esta ampliación a la partida 11,503, ampliación que es verdaderamente necesaria por las razones que acabo de señalar.

El C. De Alba: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. De Alba: Quiero hacer constar al compañero Barón Obregón y a la Asamblea, que esta partida, conforme al anteproyecto del Departamento, alcanzaba una suma de $135,000.00. El Departamento de Salubridad seguramente que está penetrado de la urgencia que existe de cuanto antes poner a la altura de la civilización moderna que el compañero nos señala que deben estar esas estaciones sanitarias de los puertos y de las fronteras; únicamente que el Departamento de Salubridad ya sabía que el Presupuesto en general de este año debía estar limitado hasta donde fuera posible a mantener casi, por decirlo así, el statu quo, cosa en que yo estoy de acuerdo; pero también estoy de acuerdo con el compañero en que no debemos

extremar el sentido económico, y hacer por ampliar esta partida. Es un hecho que hay una infinidad de obras pendientes y obras que deben iniciarse. El compañero ha visto también la cosa bajo un punto de vista unilateral. El se ha acordado del Golfo y de Nuevo Laredo y se olvida de que hay otra infinidad de puertos y de estaciones sanitarias de frontera. Por lo mismo, el Departamento de Salubridad necesita estas partidas globales en la forma en que las ha estipulado la Comisión, por que usted sabe que en ningún punto como éstos está sujeto a emergencias y a casos imprevistos, de tal manera que si desgraciadamente se necesitara activar más los trabajos en una región que en otra, esta partida global de ciento treinta y cinco mil pesos que proponía el Consejo, le daría margen para ampliar esta cantidad sin necesidad de recurrir a pedir ampliaciones o modificaciones al presupuesto de esta Cámara. Como le digo, estos ciento treinta y cinco mil pesos que había propuesto la Comisión eran bajo esta idea que ya la Comisión de Presupuestos y Cuenta ha externado en esta tribuna: por este año entrante no será posible ni hacer edificios ni comprar terrrenos ni emprender obras materiales de gran importancia, sino más bien mantener el statu quo y hasta donde sea posible mejorar, aunque sea mínimamente, los servicios.

Por tal motivo, yo creo que la Comisión sí debía ampliarnos esta partida cuando menos a la cantidad que pide el Departamento., que es de ciento treinta y cinco mil pesos, si fuera posible a ciento cincuenta mil pesos para que tuviera un margen mayor a fin de que pudiera emplearla en estos servicios tan importantes que nos ha puesto de relieve y a lo vivo el compañero Barón Obregón.

El C. Padilla: Pide la palabra la Comisión. Señor compañero Obregón: La Comisión no puede aceptar la sugestión hecha por usted por una razón que tendrá que repetir muchísimas veces durante la discusión de estos presupuestos: no hay dinero. No es posible emprender nuevos trabajos ni nuevas obras, sino aguantar pacientemente nuestra situación con lo que tenemos hasta ahora, porque nuestro Presupuesto de Ingresos difícilmente puede proporcionarnos la cantidad que se requiere para los egresos regulares sin modificación de ninguna naturaleza. Naturalmente que la Comisión comprende lo benéfico de las obras a que se requiere para los egresos regulares sin modificación de ninguna naturaleza. Naturalmente que la Comisión comprende lo benéfico de las obras a que se refiere el compañero Barón Obregón; nadie como la Comisión está compenetrada de la necesidad que hay en la nación de llenar muchos huecos que existen por falta de dinero y la necesidad de crear nuevas obras y nuevos departamentos en todos los ramos; pero las condiciones del Erario Nacional no son en estos momentos las más factibles para recargar los gastos con partidas globales más amplias de lo que la Comisión las ha presentado, ciñendose a un criterio de economía.

El C. Barón Obregón: Señores diputados: La voz del compañero Padilla, miembro de la Comisión del Presupuesto, se ha dejado aquí escuchar y sus razonamientos, aunque son de un pesos fundamental, no pueden en estos casos hacer mella a una necesidad verdaderamente imperiosa, así, que tiene la República Mexicana, de corresponder a las atenciones que sus propios habitantes reciben de los Gobiernos de las naciones civilizadas y cultas del mundo entero. Por esto, compañero Padilla, no es precisamente que yo insista en que la Comisión modifique determinado rumbo o ruta que se hayan marcado, pero la honorable Asamblea que me escucha, los honorables diputados que están completamente compenetrados de esta necesidades, van a decidir esta cuestión. Indudablemente que si la Comisión se ha engolfado en un principio de no querer modificar tal o cual asunto porque no hay dinero, ¿vamos, pues nosotros a consentir que sigamos discutiendo presupuestos de este interés como el actual, si ya desde luego con la simple declaración que acaba de hacer la Comisión quedaría descartada esta propia discusión? No señores. ¿Qué no hay dinero suficiente? Pues bien, verdaderamente es interesante esta mejoría que yo propongo, porque, como he señalado, es materialmente imposible, así, poder soportar ya los inmundo jacalones que, tanto en los puertos del Golfo como en los del Pacífico, como en las poblaciones fronterizas sirven para que el viajero sufran ahí un víacrusis completo. Ahora bien; el sistema de que no hay dinero, como lo señaló la Comisión, no es digno de tomarse en consideración por estas razones: porque la propia Comisión ha señalado ya algunas economías y esas economías son muy dignas de invertirse en obras de esta naturaleza. De manera, pues, que si yo pidiera alguna cantidad, alguna inversión de fondos para fines que no fueran, como en el caso presente, de necesidad real y patente de nuestro país, no sería yo quien viniera a entorpecer las labores de la Comisión y muy calladito en mi curul me podría yo estar; puesto que ya la Comisión dice que no hay más fondos, pues aceptemos como bueno el dictamen que nos presenta; para qué perder más tiempo.

Señor diputado Padilla: No estoy de acuerdo con su conclusión; le ruego sinceramente que tome en cuenta lo que acabo de aseverar, y comprenda usted que es peligroso señalar partidas globales en un presupuesto como éste; que nosotros heos dado prueba, al presentar un presupuesto, el de Agricultura y Fomento, de señalar partidas perfectamente concretas, para fines muy bien definidos, y no así en la forma en que están éstas. De manera, pues, que si en esta partida de cien mil pesos dejará usted veiticinco o cincuenta mil pesos para atenciones o para instalar y acondicionar tal o cual oficina de migración, de salubridad en las aduanas, o, digo, en los puertos o en las poblaciones fronterizas, estaría yo completamente satisfecho. Si usted quiere, me permito hacerle una pequeña proposición: Consigne usted en esos ciento treinta o ciento cincuenta mil pesos, que ustedes señalan aquí, una partida, por lo menos, la del puerto principal de nuestro país, como es Veracruz y la de la población fronteriza más importante que tiene mayor afluencia de inmigrantes en el país, como es Nuevo Laredo. (Voces: ¿Y Ciudad Juárez y Acapulco?) Precisamente por eso no he querido yo sentar, es decir, indicar aquí en una lista todas las necesidades que tenemos, porque todos los puertos las necesitan: pero sí siquiera las dos poblaciones importantes y principales, por donde afluye a nuestro país el mayor número de inmigrantes, para que siquiera vean que en este país se les recibe con las

mismas consideraciones que en el país de donde provienen.

El C. Padilla: Pido la palabra. La Comisión no puede aceptar las sugestiones de señor Barón Obregón, porque aunque manifiesta que no son de peso las razones que ha expuesto la Comisión, para ella sí lo son; no hay dinero suficiente para satisfacer todas las necesidades; lo mismo que le contestamos a usted, le contestamos al ministro de Relaciones. El decía que lo que pedía era más urgente que lo que pide el señor Barón Obregón. Después vendrán otro señores diputados y dirán lo mismo de otras partidas. La Comisión no puede acceder a esto, en vista de las necesidades que tiene para ajustar el Presupuesto de Egresos con el de Ingresos. Además, no sería posible meter en las partidas globales esos distingos, esas aplicaciones que quiere el señor diputado Barón Obregón, porque también otros diputados de otras regiones pedirían lo mismo respecto de cada una de las partidas globales, porque serán comprobados, porque estas partidas no se gastarán sin comprobación, como se hace con los gastos secretos, sino que se comprueban, y esto no es sino, que se comprueban, y esto no es sino darle facilidades al Departamento de Salubridad, para que pueda ejercer sus funciones, disponiendo de cantidades de consideración para cumplir sus funciones; de otra manera, se le obliga, en cada caso en que tenga que disponer de esos dineros, que se le dan sin hablar de generalidadaes, sino especializándose tendremos que el Departamento de Salubridad no podrá funcionar, ni ningún otro ministerio; cualquier gasto que se viniera, no podría aplicarlo a una partida determinada, y tendrían muchas dificultades para la marcha de la administración pública. En consecuencia, la Comisión no puede aceptarlo, lo expresa con pena, las sugestiones del compañero Barón Obregón.

- El Barón Obregón: Señores diputados: No quiero hacer larga la permanencia mía en esta tribuna, cuando debería ser perenne aquí hasta que esta honorable Asamblea se compenetrara verdaderamente del interés que tiene para la nación la petición que acabo de presentar; pero no quiero que la impresión que ha querido dejar sentada la Comisión de Presupuestos, vaya a campear en el ánimo de vosotros. No se trata de provicialisimos, ni propaganda, ni cosa por el estilo, compañero; pido una cosa de justicia; por lo demás, he dicho también que, si bien es cierto que el argumento principal y de peso bastante que emplea la Comisión de Presupuestos, es que no hay fondos, he señalado también que la propia Comisión ha hecho determinadas economías en los presupuestos y que entre esas economías en los presupuestos y que entre esas economías bien pudiera caber la partida de doscientos veinte mil pesos para una obra que, con toda seguridad, el propio compañero Padilla en el primer viaje que haga, podrá comprobar si tiene o no interés para la nación.

El C. Padilla: He viajado precisamente por Laredo y he pasado también por Veracruz y sé que todos estos servicios de Sanidad no son sino verdaderas explotaciones, lo mismo que lo son en Cuba. En Cuba hay un lazareto, en Tirsconia, donde se baja a los individuos que van de México para la Habana, con el objeto de que paguen diez dólares, que era una concesión que tenía el hermano del presidente Menocal; era un negocio meramente; pero para los viajeros que venían de Nueva York a la Habana, no se hacía eso, porque los Estados Unidos sabían hacerde respetar, y a los mexicanos, por nuestra circuntancias especiales,se no obligaba a ir al lazareto aquél. De manera que esto de la Sanidad es, en la mayoría de los casos, puro negocio; por otra parte, digo al compañero Obregón que las economías que ha hecho la Comisión no son economías efectivas, no es dinero que va a guardar la Tesorería en las cajas, sino que es la nivelación entre el Presupuesto de Ingresos con el de Egresos, sin que quede ningún remanente ni ningún superávit.

El C. prosecretario Ramos Esquer: No habiendo más oradores inscriptos...

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano doctor De Alba.

El C. De Alba: Realmente el asunto que trató el compañero Barón Obregón, es muy interesante; las objeciones que él hizo no son de aquellas que pueden retirarse simplemente por la complacencia de evitar una votación; son objeciones en las cuales se pone de relieve lo que yo decía ahora al entrar a la discusión en lo general del proyecto del Departamento de Salubridad. Realmente, un país que apenas fija tres millones y medio de pesos para el servicio de salubridad pública de la Nación, acaso no debía haberse hecho una excepción con él en cuanto a la táctica que tienen las comisiones con relación a los otros ramos.Por lo mismo, ya que el compañero Barón Obregón no iba a retirar su objeción y él mismo debe comprender tambien que estas partidas asignadas parcialmente a determinado puerto, a determinada zona fronteriza, no sería posible asignarlas, puesto que entonces vendría por tierra el plan mismo del presupuesto que ha hecho la Comisión con bastante

En esta partida que ustedes ven, de cien mil pesos, aquí están fusionados estudio.

En esta partida que ustedes ven, de cien mil pesos, aquí están fusionados muchos servicios, muchos gastos extraordinarios, muchos gastos menores también; así que realmente, por más que la necesidad sea urgentísima de dignificar nuestras estaciones sanitarias, yo creo que el compañero Barón Obregón y la Comisión, a su vez, que ha subido el tipo de muchas de las partidas globales que antes había rebajado, podrán transigir en alguna forma para que la Comisión pusiera esta partida, que es importante, en la cantidad de ciento veite mil pesos. Aquí ya entramos en el capítulo del regateo, porque no hay otro remedio.

El C. Barón Obregón: Pido la palabra para una aclaración. Compenetrado de las ideas del compañero doctor de Alba, no tengo ningún inconveniente en seguir insistiendo constantemente para que la Comisión se deje de pichicaterías con este ramo, que debería ser, como lo ha dicho el doctor De Alba, el más protegido con los dineros de la nación, puesto que nosotros, desgraciadamente, somos los más viciados en el mayor número de enfermedades, etcétera; de manera, pues, que, si no es posible conseguir que se determinen partidas fijas para tal o cual obra, tal como lo había señalado, por lo menos, sí estaremos dispuestos a seguir insistiendo con la Comisión y ella, probablemente, compenetrada de nuestra idea, que no es la de

negocio, como lo ha expresado aquí el propio diputado señor Padilla, que no se traduce en buscar negocios para determindos individuos; quiero, sí, por lo menos, señalar que se acepte la partida que había pedido el Departamento de Salubridad en los presupuestos que envió a la Comisión.

El C. Padilla: No he querido de ninguna manera manifestar que se busque negocio. El señor Barón Obregón ha entendido muy mal el asunto. Digo que esto de Sanidad en determinadas partes son verdaderos negocios; yo me he referido a esos servicios ni siquiera en el país, porque no existen sino en una forma rudimentaria. Apenas en Veracruz se declara una fiebre amarilla o se declara una peste bubónica, para que cobren ochocientos dólares por la fumigación de un barco y tener al pasaje esperándose uno o dos días mientras el barco sale. Estos son los negocios; pero no son los negocios a que se refiere el señor Barón Obregón que se andan buscando; estos negocios los hacen las compañías navieras, de acuerdo con determinados individuos que tiene concesiones especiales y que tienen ciertas influencias con el servicio de Salubridad para que declaren que hay fiebre amarilla o peste bubónica en determinados casos. La Comisión, vuelvo a insistir, no puede aceptar la sugestión a que se refiere el compañero Barón Obrgón, porque se ha visto en este caso que la Comisión ha procedido con demasiada largueza saliéndose de su criterio. A la vista de los señores diputados está el proyecto respectivo y se ve que el año de 1918 se votaron para Salubridad un millón ochocientos noventa y ocho mil trescientos noventa y seis pesos cincuenta centavos; en 1919, un millón novecientos ochenta y siete mil cuatrocientos noventa y un pesos cincuenta centavos; en el de 1920, dos millones ciento diez y seis mil novecientos ochenta y un pesos, y en el actual, dos millones quinientos sesenta y cuatro mil novecientos setenta y dos pesos cincuenta centavos, y en la actualidad, la Comisión pide a la Cámara en su dictamen dos millones novecientos veinte y tres mil seiscientos dos pesos cincuenta centavos; de tal manera, que en esta cuestión de Salubridad no sigue su criterio de reducir los presupuestos en comparación con los presupuestos de 1918 y 1919, sino que amplía los gastos por las necesidades de beneficiar los servicios de Salubridad en beneficio de la comunidad.

El C. secretario Salazar: No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica se pregunta si el asunto está suficientemente discutido. Está suficientemente discutida la partida 11,503. En igual forma de votación se pregunta si ha lugar a votar. Se reserva para su votación.

El C. Barón Obregón: Pido la palabra, señor presidente. Con el objeto de que no se interrumpa la discusión de las partidas, me permito proponer a su señoría que sirva declarar que esta partida queda para votarse sola como objetada, en la primera oportunidad.

El C. secretario Salazar: En votación económica se pregunta si se toma en consideración la proposición. (Voces: ¡Ya no hay más partidas!) Vamos a proceder a la votación de las partidas no objetadas. Habiendo separado la partida 11,506 el ciudadano doctor De Alba, tiene la palabra para impugnarla.

El C. De Alba: Honorable Asamblea: Es ésta la última partida objetada del presupuesto de Salubridad Pública. Realmente nuestra labor la hicimos previamente con las comisiones, como me permití informar esta mañana. Únicamente que en algunas partidas el compañero Trejo y el licenciado Padilla nos decía: Realmente, dentro del plan general de presupuestos que hemos hecho, no podemos transigir con que ustedes aumenten el monto de estas partidas globales, a menos que en la Asamblea ganaran ustedes el favor y el voto de nuestros compañeros, a fin de que así, si aceptan, en ese caso la Comisión ha salvado su punto de vista general; y por su parte la Asamblea habrá demostraba que en algunos casos es necesario salvar ese punto de vista general de las comisiones.

La partida a que voy a referirme es la 11,506; dice a la letra:

"11,506. Para gastos de propaganda y educación higiénica, para celebrar convenciones nacionales de salubridad y para establecer un instituto de higiene de la infancia, centros de higiene y salubridad pública y cursos especiales para formar empleados técnicos. $ 60,000.00"

En esta partida está precisamente, con esta partida está vinculada una de las modalidades por medio de las cuales el Consejo de Salubridad quiere, además de ir haciendo más eficiente su servicio, impartir beneficios efectivos, benficios materiales, tanto enlo que se refiere a alimentación, como a educación; y por lo mismo, es necesario que nosotros lo tomemos en cuenta. Para esta partida en el presupuesto que envió el Departamento de Salubridad, en el proyecto de presupuesto, se establecían ciento cinco mil pesos; en cambio, la Comisión la redujo a sesenta mil pesos y posteriormente todavía quedó en sesenta mil. Yo aseguro a ustedes que sesenta mil pesos para una labor amplia de los departamentos que se pretende iniciar con la partida, serían absolutamente insuficientes. Ya lo dije antes, precisamente por los augurios que se han hecho de que el año entrante será un año de una crisis y de necesidades públicas, es necesario que todos aquellos ramos de la Administración Pública en alguna forma puedan ser convertidos en ramos de beneficencia, se amplíen y se les den todo género de facilidades para llegado el caso en que las necesidades públicas, en que, para decirlo en una palabra, el hambre, la necesidad misma de la clase menesterosa sea de tal suerte que necesite la intervención de estos departamentos, éstos cuenten con alguna partida estrictamente asignada para el caso. Y aquí se habla, como dije también esta mañana, del instinto de higiene para la infancia, del reparto, aunque sea en pequeña escala, de alimento a los niños en la época de lactancia. Es lo que ustedes saben que en muchos otros países funcionan como instituciones, ya privadas u oficiales, con el nombre de Gota de Leche, casa de cuna, etcétera, etcétera, instituciones privadas que tanto ayudan para mejorar la condición de la infancia en esos países. También en esta partida está

englobado este punto, que estimo uno de los principales proyectos del Departamento de Salubridad: celebrar convenciones, para lo cual se invitará a los presidentes de los consejos de Salubridad de cada Estado, dándoles, por supuesto, todo género de facilidades y viáticos por cuenta de la Federacón, puesto que los Estados y esos mismos funcionarios son muy pobres para que se reúnan en la capital, y estén algunos días penetrándose del funcionamiento del Departamento, de los recursos con que cuenta, de las nuevas medidas implantadas, de la preparación, y aquí voy a decir, por ejemplo, una cosa: es necesario que los presidentes de los consejos de Salubridad en toda la República estatuyan como obligatorio en cada Estado la vacuna con el sistema animalizado de cultivo en ternera, porque todavía en muchos Estados de la República parece mentira que en estas épocas se use la vacuna exclusivamente de brazo a brazo con grave perjuicio; y los presidentes de los consejos de Salubridad, a sabienda de que esto es un peligro para los niños que se vacunan, siguen usando rutinariamente el procedimiento. Ese es uno de los casos concretos que me ocurren de las ventajas que pueden obtenerse con ese congreso de presidente de Consejo de Salubridad de cada Estado, para ir despertando un poco la inercia e ir atrayendo más entusiasmo a estos empleos públicos que se han llegado a convertir en puestos administrativos y no en puestos de carácter científico, o de invetigación, cuando menos, y práctica científica. Otros muchos puntos de vista, otras muchas enseñanzas benéficas podrán obtenerse para los Estados en el ramo de Salubridad si nosotros consignamos en esta partida algo más de lo que considera la Comisión, a fin de que sean posibles estas convenciones sanitarias en la capital de la República, donde se congreguen todos los directores sanitarios de los Estados.

En el anteproyecto del departamento había una partida de ciento cinco mil pesos y en el dictamen... sesenta mil pesos, y en este caso también quiero ponerme a tono con las Comisiones, porque al fin y al cabo dentro del ambiente de estos momentos, el asunto hay que ganarlo con la Comisión. Yo creo que la Comisión debe atender a estas razones; son de mucho peso; no se trata de edificios; no se trata de mejoramiento de mobiliario; no se trata de aumento de sueldos; se trata de asignar partidas para dos ramos principales; se trata de que haya un fondo para el sustento y protección de la infancia desvalida, en el Consejo Superior de Salubridad, y que puedan celebrarse esas convenciones nacionales de presidentes de cada Entidad en la capital de la República, que serán altamente benéficas y no muy costosas, porque realmente sesenta mil pesos casi ni para uno de los ramos podía alcanzar y, como digo, quiero ganar en el ánimo de las comisiones, en la mente de las comisiones, por medio de la persuasión, este punto que es realmente pequeño: que en vez de sesenta mil pesos, se asignen cuando menos ochenta mil pesos en esta partida, quedando de ciento cinco mil pesos que proponía el anteproyecto del departamento, en ochenta mil pesos para este ramo, y otras cuestiones que son altamente interesantes; como digo antes, y no de sesenta mil pesos, porque realmente sesenta mil pesos...

El C. Padilla interrumpiendo: ¿Cuánto se pide?

El C. De Alba: Se pedían ciento cinco mil pesos por el departamento.

El C. Padilla: La Comisión no tiene ningún inconveniente en acceder a las sugestiones del doctor De Alba, puesto que se trata de una cantidad de veinte mil pesos que no tiene gran influencia en el presupuesto general.

El C. De Alba: continuando: Agradezco a las comisiones, y únicamente quedará en este caso objetada la partida que se ha servido impugnar el compañero Barón Obregón, y todos los demás ramos de este departamento están oportunamente separados para su votación, porque hemos retirado todas nuestras objeciones, y suplico a la Comisión que se sirva, una vez que ha retirado esta partida, preguntar por conducto de la Secretaría si se aprueba mi proposición.

El C. Padilla: La Comisión pide permiso para retirar el dictamen.

El C. prosecretario Ramos Esquer: La Comisión pide permiso para retirar la partida 11,506 para presentarla modificada en el sentido de la discusión. Se pregunta a la Asamblea si concede el permiso. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se concede permiso. La Comisión presenta modificada la partida 11,506 en la siguiente forma: asignado en vez de sesenta mil pesos, ochenta mil pesos. (Voces: ¡A votar!) Se pregunta a la Asamblea si se reserva para su votación. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Se reserva para su votación. Se va a proceder a la votación de las partidas no objetadas.

El C. secretario Salazar: Por la afirmativa.

El C. prosecretario Ramos Esquer: Por la negativa.

(Comienza a recogerse la votación.)

- El C. secretario Salazar, durante la votación:

La presidencia, por conducto de la Secretaría, se permite nombrar en comisión a los ciudadanos diputados Rodríguez López, Socorro García y González Jesús B., para invitar a los ciudadanos diputados que están en bloque a fin de que vengan a votar. En la Biblioteca también hay algunos. (Continúa recogiéndose la votación.)

- El mismo C. secretario: Votaron por la firmativa 138 ciudadanos diputados. En consecuencia, han sido aprobadas las partidas no objetadas correspondientes al Presupuesto del Ramo XII. Se va a proceder a recoger la votación de las partidas objetadas. (Voces: ¡No hay más que una!) De la partida objetada número 11,506, que a la letra dice : "Para los gastos de propaganda y educación..." (Voces: ¡No es esa!)

La Secretaría hace la rectificación del número de la partida: es 11,503, que dice así:

"11,503. Para los servicios de combustibles, desinfección, reparación y adaptación de edificios, compra de muebles útiles, gastos de oficio, de instalación, menores y cualesquiera otros de las delegaciones sanitarias del país, $100,000.00", que fue objetada por el ciudadano Barón Obregón. Por la afirmativa.

El C. prosecretario Ramos Esquer: Por la negativa.

El C. Barón Obregón: Pido la palabra, señor

presidente, para hacer una pequeña aclaración sobre el particular.

El C. secretario Salazar: Estamos en votación.(Voces: ¡Estamos en votación!)

El C. Barón Obregón: Antes de que se vaya a votar. (Voces:¡Estamos en votación!) No le hace.

- El mismo C. secretario: Estamos en votación. (Se recoge la votación.)

- El mismo C. secretario: Votaron por la afirmativa 70 ciudadanos diputados.

El C. prosecretario Ramos Esquer: Votaron por la negativa 56 ciudadanos diputados. (Murmullos.)

En consecuencia, ha sido aprobada la partida.

- El C. secretario Salazar, leyendo:

"Acta de la sesión permanente celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, los días catorce y quince de diciembre de mil novecientos veintiuno.

"Presidencia del C. Agustín E. Vidales.

"En la ciudad de México, a los doce y quince p. m. del miércoles catorce de diciembre de mil novecientos veintiuno, se abrió la sesión estando presente el mismo número de representatnes que asistió a la sesión permanente inmediata anterior.

"La Mesa sometió a consideración de la Asamblea el Ramo del Presupuesto de Egresos correspondiente al Departamento de Salubridad Pública. A ello se opuso el C. Casas Alatriste, y después de una aclaración de la Presidencia, el C. Francisco Trejo, a nombre de la Comisión de Presupuestos, fundó el dictamen por éste formulado, interrumpiéndole mociones de orden de los CC. Arce y León.

"A las doce y veinticinco se suspendió la sesión.

"Presidencia del C. Eduardo Vasconcelos.

"Se reanudó la sesión a la una y cuarto de la tarde del jueves quince de diciembre, con asistencia de los mismos diputados que estaban presentes a levantarse la sesión ordinaria inmediata anterior.

"La Comisión de Presupuestos, con permiso de la Cámara, reformó las partidas 11,501 y 11,505, y adicionó una partida, la 11,509, al mencionado Ramo de Salubridad Pública.

"Presidencia del C. Agustín E. Vidales.

"La propia Comisión, por conducto del C. Francisco Trejo, contestó varias interpelaciones del C. Jesús Z. Moreno, y el C. Pedro de Alba habló en contra de las partidas que señalan los sueldos del director del departamento y del secretario general, refutándole, a nombre de la Comisión, el C. Francisco Trejo.

"A las dos y diecisiete minutos se suspendió la sesión, y se reanudó a las cinco y cincuenta, con asistencia de ciento treinta y siete ciudadanos diputados.

"El C. Pedro de Alba renunció a las objeciones que hizo a las partidas que se refieren a los sueldos del director del departamento y del secretario general, y estas partidas se reservaron para su votación.

"En vista de aclaraciones de los CC. Cienfuegos y Camus y Pedro de Alba, la Comisión, con permiso de la Cámara, hizo una reforma de redacción en su dictamen.

"A las seis y cinco se suspendió esta sesión permanente, y se reanudó dos minutos después.

"Los CC. Castillo Nájera y Pedro de Alba impugnaron algunas partidas, y la Comisión, en vista de esas objeciones, reformó, con permiso de la Cámara, las partidas 11,008, 11009, 11,011, 11,013, 11,015, 11,019, 11,022 y 11,023. "Los CC. Barón Obregón y Pedro de Alba solicitaron se aumentara la partida 11,503, lo que no fue aceptado por la Comisión. Suficientemente discutida la partida, se declaró con lugar a votar y se reservó para su votación.

"El C. Pedro de Alba sugirió se aumentara a ochenta mil pesos la partida 11,506 la Comisión, con anuencia de la Asamblea, obsequió la indicación del C. De Alba, y la partida se reservó para su votación.

"Se recogió la votación nominal sobre las partidas no objetadas, y resultaron aprobadas por unanimidad de ciento treinta y ocho votos.

"La partida 11,503, discutida en virtud de que la impugnaron los CC. Barón Obrgón y Pedro de Alba, se votó nominalmente también y fue aprobada por setenta votos de la afirmativa contra cincuenta y seis votos de la negativa.

"Se leyó la presente acta".

Está a discusión el acta. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobada.

Presidencia del

C. VASCONCELOS EDUARDO

El C. presidente, a las 8.07 p. m.: Se levanta la sesión permanente, para abrir la sesión ordinaria.

Presidencia del C. VASCONCELOS EDUARDO

(Asistencia: La misma de la sesión permanente inmediata anterior.)

El C. presidente, a las 8.07 p. m.: Se reanuda la sesión ordinaria. Estando a las puertas del salón una Comisión del Senado, se designa para que se sirvan introducirla a este recinto a los ciudadanos diputados José Luis Solórzano, Raquel Cal y Mayor, Ricardo Romero, Francisco Ollivier, Francisco González y González y secretario Salazar. (La Comisión penetra al salón.) Tiene la palabra el ciudadano presidente de la comisión enviada por el Senado.

El C. senador Jara Heriberto: Ciudadanos diputados: La Cámara de Senadores ha tenido a bien nombrar la comisión que me honro en presidir, para acercarse a esta honorable Asamblea, con el fin de manifestaros algo respecto a unas peticiones de carácter urgente que aquella Cámara colegisladora acaba de recibir de los obreros de Puebla. Firmada por los representantes de la Confederación de Sindicatos de aquel Estado, llegó a la

Cámara de Senadores una solicitud de carácter urgente, pidiéndonos, primero, que pusiésemos en juego todo lo que estuviese de nuestra parte para hacer que el trabajo nocturno en las fábricas de hilados y tejidos se reanudara; después, que si esto no es posible, porque los señores industriales se empeñasen en su propósito de establecer esa especie de boycot al pueblo trabajador, se viera la manera de emplear a aquellos sin trabajo que, en los momentos actuales, se encuentran en condiciones verdaderamente apremiantes y, por último, manifestándonos todavía más urgencia, que viéramos la manera de votar alguna cantidad para aliviar en algo sus necesidades. Como vuestras señorías saben, lo relativo a presupuestos es vuestro resorte y, por consiguiente, la Cámara de Senadores creyó oportuno nombrar la comisión a que antes hago referencia, para que se acerque a vosotros y os haga presente lo apremiante de la situación de aquellos infelices, para que, sin pérdida de tiempo, se vote una suma no menor de veinticinco mil pesos, para aliviar en algo sus necesidades.

Con motivo de la expedición de la Ley del Trabajo en el Estado de Puebla, ley que, en concepto de muchos de nosotros, no traspasa los límites, constitucionales, sino que, lejos de eso, se circunscribe a un radio mucho más corto, los señores industriales con objeto de evitar el cumplimiento de la ley y de ejercer cierta presión tanto en el Gobierno como en los elementos de trabajo, resolvieron hacer un paro en los trabajos nocturnos y, con ese motivo, lanzaron a la calle a seis mil trabajadores, que desde el 24 de noviembre retropróximo se encuentran en la situación más desesperante, con sus correspondientes familias. Se han hecho varias gestiones en aquel Estado, con objeto de remediar esas necesidades. Y también gestiones tendentes a hacer que los señores industriales abandonen esta actitud de hostilidad para los hombres de trabajo; pero los esfuerzos de aquel Gobierno se han estrellado ante la resistencia tenaz y firme de esos señores industriales, y es por eso por lo que los trabajadores se han dirigido a nosotros con el fin antes expuesto. Yo he tenido ocasión de hablar personalmente con los delegados, y ellos me han confirmado, me han repetido que la situación, en realidad es ya desesperante. Vosotros sabeís que la miseria es el aguijón más poderoso para impulsar a cualquier hombre y a cualquiera colectividad a los desmanes más grandes. Por eso, para evitar trastornos más o menos graves y para aliviar la situación más difícil en que se encuentran aquellos hombres sin trabajo, venimos ante vuestras señorías a suplicaros de la manera más respetuosa, de la manera más atenta, toméis en consideración la petición que se os hace por nuestro conducto, para que, sin pérdida de tiempo, la tratéis, a fin de que se resuelva cuanto antes.

El senado de la República os envía, por mi conducto, el más cordial saludo y os desea todo éxito en vuestros nobles trabajos. (Aplausos)

El C. presidente: Sres. senadores: La Cámara de Diputados ha escuchado con toda atención el informe que vuestras señorías le rinden respecto a la solicitud que os ha hecho un grupo de obreros del Estado de Puebla. La Cámara de Diputados, inspirada en los mismos nobilísimos ideales que a vosotros os han inspirado, estudiará este asunto y lo resolverá de acuerdo con su reconocido patriotismo.En nombre de la Cámara de Diputados ruego a vuestras señorías que transmitáis al Senado de la República nuestro cordial saludo y que les hagáis presente a vuestros compañeros los deseos que tenemos de que su labor continúe siendo tan fructífera para el país, como hasta hoy lo ha sido.(Aplausos).

El C. Ramos Pedrueza: Señores senadores: (Voces: ¡Huy!¡No! Risas. Murmullos) Señores diputados: La honorable Asamblea a quien me dirijo, tuvo a bien nombrar una comisión para que, dirigiéndose al Senado, le suplicara con todo encarecimiento enviara lo que tuviese hecho de la Ley del Trabajo al Ejecutivo, la parte no objetada, previo el aviso reglamentario a esta Representación Nacional y lo objetado a esta Cámara, suplicando también que, hasta donde fuese posible, se adelantase en esta Ley del Trabajo.

La honorable comisión que tuve la honra de presidir, se dirigió al Senado, no habiéndolo hecho antes, porque teníamos noticia de que se estaba discutiendo la Ley Agraria, y creímos inoportuno hacerlo; pero esta tarde dio cuenta al honorable Senado de la República, manifestándole los deseos vehementes de esta Cámara para que se enviase la parte no objetada al Ejecutivo, y la objetada, a esta Cámara y, si era posible, antes de concluir el período de sesiones, se enviase algo más, a efecto de que, si no era posible que toda la Ley del Trabajo se promulgase en este período, al menos, una parte de ella fuese promulgada, a efecto de que los trabajadores pudieran tener la seguridad de que esta Cámara se preocupaba por su situación y hacía todo lo posible por aliviarla.

El Senado de la República tuvo a bien contestarme que sólo treinta artículos de la ley se habían aprobado; que consideraba que estos eran sumamente pocos para enviarse al Ejecutivo, lo mismo que la parte objetada a esta Cámara (Murmullos.) y que desde esta fecha al día último creía imposible, o sumamente difícil hacer algo más; que, sin embargo, haría todo lo posible por trabajar en ese sentido, enviando a esta Cámara su saludo más cordial.

El que habla hizo patente la necesidad de que algo de esta ley se diese; presentó los continuos conflictos, puso de relieve los continuos choques entre los patronos y los obreros, y hasta presentó el caso que en estos momentos preocupa a los que sabemos de esto. La huega de los tranviarios está tomando caracteres bastante serios; se han enviado guardias a los talleres; los rompehuelgas tratan de entrar y, de un momento a otro, puede surgir un choque entre la policía o los que resguardan los talleres, y los operarios. Sin embargo de esta información, solamente se me manifestó lo que he dicho a ustedes: que no había más que treinta artículos aprobados, y que eran demasiado pocos para enviarse al Ejecutivo; que se haría lo posible por avanzar algo más, y que se enviaba un saludo cordial a esta Representación Nacional.

El C. secretario Salazar: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, se permite manifestar

que la Comisión del Senado que acaba de estar en esta honorable Asamblea, no presentó por escrito ninguna proposición. Por lo mismo, toca a alguna diputación a la de Puebla, por ejemplo, o a la que guste hacerlo, presentar esa proposición por escrito, a fin de que se proceda desde luego a la discusión.

El C. Manjarrez: Los de Puebla lo haremos (Murmullos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Avilés para informar de una comisión.

El C. Avilés: Señores diputados: Esta tarde hemos puesto en manos del Senado de la República el proyecto de ley que esta Cámara tuvo a bien aprobar en lo que se refiere a las ampliaciones a la Ley Electoral sobre poderes federales.

El Senado de la República, por medio de su presidente, manifestó que ya se preocuparía de un modo preferente en dar solución a este asunto y, al mismo tiempo, se sirvió, como es de costumbre, mandar un saludo a esta Representación.

El C. presidente: En vista de que los compañeros no han terminado de redactar la proposición relativa al asunto que se acaba de tratar, y en atención a que ellos mismos están de acuerdo en que mañana se trate este asunto, se levanta la sesión y se cita para mañana, a las once, a sesión ordinaria.(8.30 p.m.)