Legislatura XXX - Año I - Período Extraordinario - Fecha 19230516 - Número de Diario 43

(L30A1P1eN043F19230516.xml)Núm. Diario:43

ENCABEZADO

MÉXICO MIÉRCOLES 16 DE MAYO DE 1923

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración local de correos, el 21 de septiembre de 1921.

Año I. - PERIODO EXTRAORDINARIO XXX LEGISLATURA TOMO II. - NUMERO 43

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 16 DE MAYO DE 1923

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Lectura y aprobación de la acta del anterior.

2. - El Ejecutivo de la unión envía una iniciativa de ampliación a varias partidas del Presupuesto de Egresos, correspondiente a la Suprema Corte de la Nación; recibo y a la 2a Comisión de Hacienda.

3. - Cartera. Se concede licencia a los CC. diputados Ramírez Mariano, Barranco, Meza y Gutiérrez José María.

4. - Es discutida y aprobada una proposición de numerosos ciudadanos diputados tendiente a que la Cámara de Diputados se hace solidaria de la política internacional desarrollada por el Ejecutivo de la Unión.

5. - Sin debate se prueba una solicitud de la Liga Panamericana de Mujeres apoyada por los CC. diputados Manrique y Altamirano Manlio Fabio, a fin de que se les proporcione a los taquígrafos parlamentarios y se impriman 10,000 ejemplares de las memorias de la Convención. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. ORTEGA ROMEO

(Asistencia de 131 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 17.10: Se abre la sesión.

- El C. secretario Esparza Martínez leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión el día nueve de mayo de mil novecientos veintitrés. - Período extraordinario.

Presidencia del C. Romero Ortega.

En la ciudad de México, a las diez y siete horas y diez y ocho minutos del miércoles nueve de mayo de mil novecientos veintitrés se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta y dos ciudadanos diputados.

"Se aprobó el acta de la sesión celebrada el día anterior.

"Continúo el debate de la adición presentada por los CC. Manrique, Díaz Soto y Gama y otros diputados, al proyecto de decreto por el que se derogan las autorizaciones concedidas a los gobiernos de varios Estados para organizar fuerzas de seguridad.

"La Cámara accedió a una petición que hizo el C. Manrique a nombre de los autores de la propia adición, con el fin de que fuera retirada. En seguida se presentó nueva iniciativa, relativa asimismo al artículo 4o. adicional.

"El C. Basáñez pidió que algunos de los autores de dicha adición la fundar , y de ello se encargó el C. Siurob, después de que la subscribió a invitación del C. Manrique.

"La secretaría leyó los artículos 122 y 123 reglamentarios y en seguida preguntó a la Cámara si se admitía a discusión la adición de que se trata. El resultado de la votación económica fue negativo y, en esa virtud, se tuvo por desechada.

"El C. Manrique pidió la palabra para una moción de orden y atacó el procedimiento de la Mesa en este caso. Con motivo de las manifestaciones de los concurrentes a las galerías, el C. José María Puig y Casauranc hizo una moción de orden y momentos después una parte de aquéllas fueron desalojadas por orden de la Presidencia. El C. Manrique hizo algunos cargos a la Secretaría y ello dio lugar a que le interrumpieran con aclaraciones los CC. secretarios Barón Obregón y Gandarilla.

"Se recogió la votación nominal acerca de los artículos 1o. y 3o. del referido proyecto de ley, que estaban pendientes de votación, y fueron aprobados por ciento veintiocho votos de la afirmativa contra cinco de la negativa.

"La Secretaría declaró que quedaba aprobado el proyecto de decreto por el que se derogan las autorizaciones concedidas a los gobiernos de varios Estados para organizar fuerzas de seguridad y que pasaba al Senado para sus efectos constitucionales.

"A las diez y ocho horas y veinte minutos se levantó la sesión y se citó para las diez y seis del día siguiente."

Está a discusión el acta. ¿ No hay quien pida la palabra ? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, manifestarlo. Aprobada.

-"El mismo C. secretario, leyendo:

"EL Ejecutivo de la Unión envía una iniciativa

de ampliación a varias partidas del Presupuesto de Egreso vigente, a los gastos generales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación." - Recibo, y a la 2a Comisión de Hacienda.

(La iniciativa de referencia dice a la letra:)

Estados Unidos Mexicanos. - Presidencia de la República. - México, D. F. - Departamento de Legislación y Justicia. - Número 5,784.

Ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presentes.

A instancias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y haciendo uso del derecho que me concede la fracción I del artículo 71 de la Constitución General de la República; tengo a honra consultar a esa H. Representación Nacional la ampliación de algunas partidas del Presupuesto de Egresos, relativas a gastos generales de aquel alto Cuerpo.

Paso a exponer los motivos que apoyan las modificaciones que se solicitan:

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En la noticia número 7 podrá verse que las asignaciones que se consultan, aún un con las ampliaciones, son muy inferiores a las que tuvieron las partidas expuestas en el año próximo pasado: se realiza, efectivamente, con relación a 1922, una verdadera economía.

Por lo expuesto, someto a la aprobación de la H. Cámara de Diputados, el siguiente proyecto de ampliación al Presupuesto de Egresos para el año de 1923:

Artículo único. Se amplían las partidas números 2,100, 2,101, 2,102, 2,103, 2,109, y 2110 del Presupuesto de Egresos para el año de 1923, en los términos que en seguida se expresan:

Número de las Asignación Asignación Asignación

partidas actual adicional total

2100 $30,000.00 $ 5,000.00 $35,000.00

2,101 " 8,000.00 " 2,000.00 "10,000.00

2102 "15,000.00 "10,000.00 "25,000.00

2103 "30,000.00 "40,000.00 "70,000.00

2109 " 8,000.00 " 4,000.00 "12,000.00

2110 "15,000.00 "15,000.00 "30,000.00

Me es grato renovar mi consideración atenta y distinguida.

"Sufragio Efectivo. No reelección. - México, D. F., mayo 9 de 1923. - El presidente de la República, A. Obregón. - P. A. del secretario de Gobernación, el subsecretario, Gilberto Valenzuela."

- El mismo C. secretario, leyendo:

"La Legislatura del Estado de Colima comunica que con fecha 7 de mayo designó como candidato para magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al C. licenciado Julio García, revocando sus acuerdos anteriores de 22 y 27 de marzo." - Recibo, y resérvese para el Congreso General.

(La comunicación anterior está concebida en los siguientes términos :)

Estado Libre y Soberano de Colima. - Poder Legislativo. - Estados Unidos mexicanos. - Número 155.

"Ciudadanos secretarios de la H. Diputación Permanente del Congreso de la Unión. - México, D. F.

Esta H. Cámara, en sesión ordinaria que verificó el día de ayer, aprobó el siguiente acuerdo:

"I. Se revocan los acuerdos de fechas 22 y 27 de marzo último, relativos a la designación que hizo esta H. Cámara para candidatos a magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación;

"II. Se designa como candidato para el indicado cargo al C. licenciado Julio García, y

"III. Comuníquese este acuerdo a la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión y al candidato designado."

Y cumplimentando lo dispuesto en la cláusula última del acuerdo anterior, nos permitimos hacerlo del conocimiento de esa H. Corporación, reiterándoles nuestra atenta y distinguida consideración.

Sufragio Efectivo. No reelección. - Colima, 8 de mayo de 1923. - Licenciado J. J. Ahumada, diputado, secretario, J. Llerena, diputado secretario.

"La Legislatura del Estado de Colima propone como candidato a magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al C. licenciado Teófilo H. Orantes, revocando el acuerdo que sobre el particular tomó con fecha 7 del corriente mes de mayo." - Recibo, y resérvese para el Congreso General.

(El oficio en que se comunica el anterior acuerdo, dice a la letra:)

Estado Libre y Soberano de Colima.- Estados Unidos Mexicanos. - Poder Legislativo. - Número 167.

Ciudadanos secretarios del H. Congreso de la Unión. - México, D. F.

Para conocimiento de este alto cuerpo, nos permitimos insertarles a continuación el acuerdo que en sesión verificada el día de hoy tuvo a bien aprobar esta H. Cámara:

"Primera. Se revoca el acuerdo de fecha 7 del corriente mes, relativo a la designación que hizo esta H. Cámara para candidato a magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación;

"Segunda. Se designa como candidato para el cargo referido, al C. licenciado Teófilo H. Orantes, y

"Tercera. Comuníquese el anterior acuerdo al H. Congreso de la Unión y al interesado."

Y al hacerlo del conocimiento de ustedes, cumplimentando lo dispuesto en la cláusula anterior, nos es grato reiterarles nuestra atenta y distinguida consideración.

Sufragio Efectivo. No Reelección. - Colima, 9 de mayo de 1923. - Licenciado J. J. Ahumada, D. S. - Ignacio M. Villalobos, D. S.

"La Legislatura del Estado de Chihuahua propone como candidato al ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al C. licenciado Antonio Horcasitas, revocando el acuerdo que había tomado en favor del C. licenciado Pedro S. Olivas." - Recibo, y resérvese para el Congreso General.

(El telegrama y oficio original en que se comunica el anterior acuerdo, dice:)

Chihuahua, Chih., mayo 10 de 1923.

Secretarios de la H. Cámara de Diputados. - México, D. F.

H. Congreso, constituído Colegio Electoral, designó candidato para integrar Suprema Corte Justicia de la Nación, por Estado Chihuahua, C. licenciado Antonio Horcasitas. Correo salen hoy oficios respectivos, revocando nombramiento anteriormente expedido favor licenciado Pedro A. Olivas. - Afectuosamente, D. S., F. R. Almada. - D. S., Refugio Salazar.

Estado Libre y Soberano de Chihuahua. - Estados Unidos Mexicanos. - Poder Legislativo. - Secretaría. - Número 137 bis.

A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F.

Este H. Congreso, constituído hoy en el colegio

Electoral, tuvo a bien designar, por mayoría de votos, al C. licenciado Antonio Horcasita, como candidato por el Estado de Chihuahua, para integrar la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La designación hecha con anterioridad y con el mimo objeto, en favor del C. licenciado Pedro S. Olivas, ha quedado revocada en la misma fecha.

Lo que tenemos la honra de comunicar a ustedes, suplicándoles lo hagan del conocimiento de esa alta Cámara, para los efectos correspondientes.

Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra particular estimación .

"Sufragio Efectivo. No Reelección. - Chihuahua, mayo 10 de 1923. - F. R. Almada, D. S. - Ref. Salazar D. S.

(Otro oficio igual dirigido a la Cámara de Senadores.)

Telegrama procedente de Villahermosa, Tabasco, 11 de mayo de 1923.

"Presidente de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

"Esta H. Cámara, sesión ayer, acordó proponer candidato magistrado Suprema Corte de Justicia Nación, al licenciado Gilberto Valenzuela, virtud haberle aceptado renuncia hizo licenciado Alberto M. González. - Atentamente. - Diputados secretarios, Alejandro Lastra. - S. Ruiz S." - Recibo, Y resérvese para el Congreso General.

Telegrama procedente de Villahermosa, Tabasco, 12 de mayo de 1923.

"Presidente de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

"Virtud licenciado Gilberto Valenzuela, designado candidato magistrado a la Suprema Corte, no aceptó, por estar imposibilitado respecto a edad necesítase, esta H. Cámara sesión hoy acordó proponer esa H. Representación C. licenciado José Diego Fernández, como candidato alto puesto citado. - Atentamente. - Diputados secretarios, Alejandro Lastra. - M. Calzada D." - Recibo, y resérvese para el Congreso General.

Telegrama, procedente de "Ciudad Victoria, Tamaulipas, 14 de mayo de 1923.

"Secretarios de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

"H. Congreso sesión ordinaria 30 pasado abril, en cumplimiento artículo 96 Constitución General República, y fracción 51 Constitución Estado, acordó y designó candidato magistrado Suprema Corte Justicia Nación al C. licenciado Joaquín Argüelles. - Comunicámoslo. - Atentamente. - D. S. Cipriano Martínez. - D. S., Juan Carmona." - Recibo, y resérvese para el Congreso General.

"Varios ciudadanos abogados del foro Tabasqueño, envían un memorial fechado en Villahermosa el 25 de abril, por el que recomiendan a diversos ciudadanos para desempeñar el cargo de magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación." - A su expediente.

"A la H. Cámara de Diputados.

"Mariano Ramírez, diputado en funciones, con el debido respeto, digo: Padezco una enfermedad para la cual me han prescripto los facultativos el aire libre y absoluto reposo, para lo cual me es preciso abandonar esta ciudad. En tal virtud, atentamente pido a la Representación Nacional, con dispensa de todo Trámite, se me conceda un mes de licencia con goce de dietas.

"Protesto a vuestra soberanía mi respeto y consideración. - México D. F, A 10 de mayo de 1923. - Mariano Ramírez."

En votación económica se consulta a la asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. A discusión. N o habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedida.

"H. Asamblea:

"Habiendo encontrado a mi familia, bastante delicada de salud y necesitando, por prescripción médica, guardar reposo por unos días más a fin de poderla trasladar a esa capital, muy atentamente suplico se me conceda una prórroga de quince días, a la licencia que esa misma Asamblea se sirvió concederme.

"Seguro de que no se me negará lo que con justicia solicito, anticipo mis agradecimientos.

"Sufragio Efectivo. No reelección. - Huayacocotla, Ver., mayo 11 de 1923. - Diputado, Isauro Barranco."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Dispensados. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse a manifestarlo. Aprobado.

"Honorable Asamblea:

"El subscripto, diputado en ejercicio a la XXX Legislatura Federal, de vuestra soberanía, con todo respeto, se permite solicitar, con dispensa de trámites, una licencia con goce de dietas por doce días para poder ausentarse de esta capital y atender asuntos particulares de urgencia.

"Sufragio Efectivo. No reelección. - México, 14 de mayo de 1923. - Enrique Mesa.

"A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. A discusión. ¿ No hay quien pida la palabra ? En votación

económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada.

Telegrama procedente de "San Miguel Allende, Guanajuato, 14 de mayo de 1923.

"Romeo Ortega. - Presidente Cámara de Diputados. - México D. F.

"El diputado José M. Gutiérrez respetuosamente solicita de esa H. Cámara un permiso de diez días con goce de dietas, por tener que atender asuntos de familia en el distrito que representa; asimismo pide la dispensa de trámites. - Diputado, J. M. Gutiérrez."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que por la afirmativa, sírvanse a manifestarlo. Dispensados. A discusión. No habiendo quien pida la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueban. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"Los subscriptos, diputados al Congreso de la Unión, teniendo en consideración que la labor desarrollada por el Ejecutivo de la Unión, tratar los diversos asuntos internacionales, siempre ha sido inspirada en propósitos de patriotismo tendientes siempre a hacer respetar la soberanía nacional y procurando en todos los casos que la resolución de los diversos problemas que se han presentado, sean de acuerdo con el interés general de la Nación; a efecto de hacer patente que el Poder Legislativo se hace solidario de dicha labor, nos permitimos someter a la consideración de vuestra soberanía el siguiente acuerdo económico:

"Único. La Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, considera que la política internacional desarrollada por el Poder Ejecutivo, ha sido en un todo de acuerdo con las aspiraciones generales de la Nación, y la propia Cámara de Diputados se siente solidarizada con esta labor.

"Salón de Sesiones, mayo 15 de 1923. - E. Barón Obregón. - E. Portes Gil. - M. Lailson Banuet. - E. L. Céspedes. - Pedro Laguna. - Enrique M. Barragán. - Rubén Vizcarra. - M. Samayoa. - J. D. Robledo. - Juan Pastoriza. - Justo A. Santa Anna. - E. Padilla. - A. R. Guzmán. - Rodrigo Palacio. - I. Olivé. - Moisés Herrera. - Luis Espinosa. - A. Casanova C. - Mauricio Gómez. - J. M. Cuéllar. - Otilio González. - J. Certucha. - Romeo Ortega. - J. de D. Bátiz. - Luis Ramírez Corzo. - Marcos Esmerio. - R. Quevedo. - J. Barriga Zavala. - Francisco Z. Moreno. - José Manuel Puig y Casauranc. - Guillermo Rodríguez, - Jenaro V. Vásque. - R. Basáñez. - Federico B. Villegas. - Arturo J. Valenzuela. - L. Espinosa y E. - Salvador Murguía. - J. E. Domínguez. - P. I. Chacón. - Francisco de P. Alvarez. - Reinaldo Espinosa Martínez. - A. Gutiérrez. - A. M. Azueta."

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Puig y Casauranc.

El C. Puig y Casauranc José Manuel: Señores diputados:

Al subir a esta tribuna oí decir a algún compañero que era innecesario fundar esta proposición; pero precisamente es ésta una de las proposiciones que necesitan fundamento más sereno para que no pueda caber ni la sombra de una sospecha lo que se refiere a la actitud de la Representación Nacional. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión al dar este acuerdo, que significa, en el fondo, un voto de confianza al Ejecutivo en su política internacional, no expresa por boca de alguno de sus miembros, los motivos poderosos y razonables que le alimentan para tomar esta determinación, indudablemente que se prestar la Cámara de Diputados a los más acres comentarios, y posiblemente se creer que estaba movida en este caso por el deseo infantil de lisonjear al Ejecutivo de la República y no por el sentimiento profundo del deber de secundar la política del Ejecutivo, porque esta política ha respondido a las necesidades nacionales y porque se está atravesando por un momento de verdadera gravedad. De esta manera, señores diputados, que aun cuando por el número de firmas que calzan este escrito y por la actitud misma de la Representación Nacional podría aparecer ocioso fundarlo, es indispensable, para el conocimiento de los señores diputados y para el conocimiento del país, el hacer una reseña - aunque sea muy breve - de las condiciones en que se han mantenido las relaciones diplomáticas entre México y el vecino país y de las circunstancias que han provocado las conferencias que están celebrándose en estos momentos en la ciudad de México, conferencias para las cuales queremos hacer sentir en el exterior, que tiene Ejecutivo de la República todo apoyo; que está plenamente respaldado, en este caso, por la Representación Nacional.

En las diversas notas que se han cambiado entre las cancillerías de los Estados Unidos y de México, de dos años a esta parte, es en lo único en que pueden encontrarse las bases firmes de la política internacional, tanto de nuestro país como de los Estados Unidos, y es, por tanto, indispensable acudir a esas notas, o por lo menos, al conocimiento que se tiene de esas notas por los resúmenes o por los informes oficiales de la Casa Blanca y de la Cancillería mexicana, para encontrar si la actitud del Ejecutivo mexicano ha sido verdaderamente nacionalista y ha obedecido a una política sabia y reconstructiva. Y a este propósito tendremos que recordar la situación verdaderamente desastrosa en que se encontraba nuestro país, en lo que a relaciones diplomáticas se refiere, hace apenas dos años, cuando se exigía, como condición sine qua non para el reconocimiento del Gobierno de México, la firma de un tratado previo de amistad y comercio, que envolvería forzosamente, en algunos de sus puntos, la burla no sólo del espíritu, si no de la letra del texto constitucional de la República. Y cuando se han logrado, a costa de verdadera habilidad, de inteligencia, de sano patriotismo, de actos plenos de derecho; cuando se ha logrado modificar la opinión de la Cancillería americana hasta conseguir las conferencias actuales en cuyo análisis entraré después, es indispensable entonces que la Representación Nacional manifieste claramente que

respalda al Ejecutivo en esa política internacional, sabia, nacionalista y verdaderamente patriótica. Las notas de la Cancillería americana anteriores al mes de agosto del año próximo pasado, exigían todas, como condición precisa, la firma de un tratado previo de amistad y de comercio, hecho que le Ejecutivo de la República consideró indecoroso para nuestro país, y por lo cual se negó terminantemente a firmar ese tratado previo de amistad y comercio, posponiendo así indefinidamente la posibilidad de un reconocimiento. En el mensaje presidencial del 1o de septiembre del año pasado, el presidente Obregón anunciaba a la Representación Nacional que existía ya la posibilidad de un reconocimiento sin tratado, y aunque en dicho informe no se precisaban los orígenes en que fundamentaba esta afirmación el presidente de la República, poco después fue conocida por informes oficiales que dio la Cancillería de Washington que fueron comentados por todos los periódicos de la capital; fue conocida, decía, la nota de tres de agosto de 1922, nota en la que ya no se insistía en la firma previa del tratado de amistad y comercio, pero en la cual se precisaban cinco puntos, se señalaban cinco obstáculos definitivos para el reconocimiento de México por los Estados Unidos, obrando entonces el Gobierno de la República con verdadera sabiduría y patriotismo, porque no se apresuró a contestar la nota de agosto, si no que esperó hasta el 31 de marzo del corriente año para contestarla.

La Cancillería americana, según los resúmenes oficiales publicados por los periódicos americanos, presentaba entonces cinco obstáculos que le parecían definitivos en aquel tiempo para llegar a la reanudación de las relaciones diplomáticas entre México y los Estados Unidos: El primer obstáculo era la falta de un convenio para la reanudación de los servicios de la deuda. Cuando se contestó esta nota el 31 de marzo del presente año, pudo señalarse ya que este obstáculo no existía, puesto que el convenio Lamont - De la Huerta no sólo se había firmado, sino que había merecido la aprobación del Congreso General. Este primer obstáculo, de orden meramente material, que interesaba profundamente a capitalistas europeos y americanos, quedó resuelto, como los señores diputados saben, comprometiéndose el país a aceptar el pago por concepto de capital y de intereses, de algo más de mil millones de pesos, y comprometiéndose también a la devolución de los Ferrocarriles Nacionales. De este modo y con la formación del convenio Lamont - De la Huerta, quedó absolutamente resuelto el primer obstáculo que ponía la Cancillería americana en su nota de agosto de 1922.....(Desorden el las galerías.)

El C. secretario Esparza Martínez: Se suplica a la persona que está repartiendo los periódicos, tenga la bondad de abandonar la galería. (Voces en las galerías: ¡ No ! ¡ No ! ¡ No ! Murmullos.)

El C. Puig y Casauranc José Manuel, continuando: El segundo obstáculo para la reanudación de las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y México, que se señalaba en la nota de 3 de agosto de la Cancillería americana, era el no haberse llegado a la firma de cierto convenio para dar una reorganización a la forma financiera de las empresas petroleras, con el fin de garantizar plenamente las inversiones. Este segundo obstáculo, que ha aparecido siempre bastante obscuro en las declaraciones de la Cancillería americana a la prensa, se refería , probablemente, a la formación de una supercompañía en los intereses de los big five, que comprenden la casi totalidad de los terrenos contratados posteriormente a 1917. El Gobierno de los Estados Unidos mexicanos pudo responder con plena justicia en su nota de marzo de 1923, que este punto, como de derecho netamente mexicano, sería resuelto por la Ley Reglamentaria del artículo 27, y no era, de ninguna manera, de la competencia del Ejecutivo federal. El tercer obstáculo se refería a la protección de los títulos legales de toda naturaleza, anteriores a 1917, en poder de los ciudadanos americanos, aspecto también de la cuestión que no podía ser resuelto si no por el Congreso de la República en la reglamentación del artículo 27. El cuarto obstáculo señalado por la Cancillería americana en su nota de agosto último, se refería a la obscuridad de las ejecutorias de la Suprema Corte de Justicia.....(El C. Manrique quema un ejemplar de "El Fuego". Gritos en las galerías. Desorden.)

El C. Pastoriza: Moción de orden, ciudadano, presidente. Llame usted al orden a ese troglodita.

El C. presidente: Se ruega al ciudadano diputado Manrique se abstenga de hacer fuegos pirotécnicos en la Asamblea.

El C. Castillo Nájera: Moción de orden. Para suplicar a la Presidencia que llame al orden al señor Manrique, que está faltando a la Representación Nacional. Es una absoluta falta de respeto de ese individuo, que está abusando, porque se le tiene compasión .....

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al ciudadano diputado Castillo Nájera que ha llamado al orden al ciudadano Manrique, pero que no hace caso.....

El C. Castillo Nájera, interrumpiendo: Es una absoluta falta de respeto la que está cometiendo. (Murmullos. Campanilla.)

El C. Puig y Casauranc José Manuel, continuando: Yo no puedo achacar, señores diputados, sin al hecho de que indudablemente el diputado Manrique no ha oído mis palabras, el caso verdaderamente insólito - dada su seriedad y su caballerosidad perfectas -, de que tratándose por primera vez, con plena libertad, en la República Mexicana, del contenido de las notas secretas cruzadas entre la Cancillería de México y la de los Estados Unidos, se distraiga la atención de la Representación Nacional. (Murmullos.) Yo estoy seguro, como antes decía, de que esto sólo puede atribuirse a que por mi escasa voz el compañero Manrique no se haya fijado en la trascendencia del análisis insignificante, pero verdaderamente interesante para los mexicanos, que estoy tratando de hacer; y estoy perfectamente cierto de que sabrá el compañero Manrique contenerse en tanto que termino este breve análisis, que puede creer que no está inspirado, sino en el deseo de que la Representación Nacional, al dar su aprobación a esto que es un verdadero voto de confianza al Ejecutivo, lo haga así porque esté convencida de que el Ejecutivo, tratándose de los arreglos con la Cancillería americana para el reconocimiento, ha procedido siempre de acuerdo con la conveniencia nacional y ajustándose en todo a

lo que impone el decoro de México. Por este motivo espero de los compañeros perfectamente seriedad en este debate, que es indudablemente de trascendencia nacional, porque va a significar el apoyo definitivo de esta Cámara al Ejecutivo de la Nación en un momento en que está jugándose el general Obregón, por su actividad nacionalista, serena, patriótica y revolucionaria, posiblemente hasta el futuro de su Gobierno. (Aplausos.)

Decía que de los cuatro primeros obstáculos, el más serio quizá en la nota de 3 de agosto de 1922, era el no considerar suficientemente claras las ejecutorias de la Suprema Corte, las ejecutorias que la Cancillería de México había enviado a la Cancillería americana algunos días antes como demostración palmaria del criterio de la Suprema Corte de Justicia en lo referente a la retroactividad o no retroactividad del artículo 27 constitucional. Se exponía en la nota de la Cancillería americana, que era insuficientemente clara la tesis sentada en estas ejecutorias; insuficiente porque la Suprema Corte de Justicia había tratado casos concretos y preciosos, y los periódicos americanos llegaron al extremo, en esos días de agosto de 1922, de presentar como declaraciones oficiales de la Casa Blanca, que las ejecutorias de la Suprema Corte si bien resolvían los intereses petroleros anteriores a 1917, los de aquellos que tenían ya terrenos en explotación, no resolvían de ninguna manera el caso de los terrenos contratados con anterioridad a 1917, sin explotar todavía, y, sobre todo, nada decían de aquellos terrenos en que no se habían otorgado antes del 1o. de mayo de 1917 arrendamientos o derechos por contratos para explorar o explotar petróleo. lo que era de excesiva gravedad, comentamos nosotros, porque significaba que, concedido ya mucho, se exigía ahora lo que antes no se había siquiera soñado en exigir, porque, exigido el criterio de la Suprema Corte de Justicia en lo que se refería a la retroactividad del artículo 27, se quería después exigir respeto para los derechos que pudieran tener los ciudadanos americanos que no habían hecho contratos para explotación de petróleo antes de 1917, y para los cuales, por lo tanto, ni dentro del Derecho ni dentro de la Lógica había para qué hablar de no retroactividad. Era, por lo mismo, el considerando cuarto de la nota de agosto de 1922 excesivamente serio y parecía alejar indefinidamente la posibilidad de un reconocimiento decoroso para el Gobierno de México. El quinto obstáculo - y aquí estoy perfectamente seguro de que el diputado Manrique no volver a encender "El Fuego"-, el quinto obstáculo se refería concretamente a la cuestión agraria: La nota de agosto trataba de las expropiaciones por dotación de ejidos hechas sin previa indemnización. todos estos obstáculos, como la Asamblea ve, se condensaban en tres categorías: derechos de petroleros y de terratenientes y de acreedores que, para ser resueltos, necesitaban forzosamente de la acción del Congreso, necesitaban de la expedición de una reglamentación del artículo 27 en materia de petróleo y de la aplicación estricta y de la expedición de nuevas y completas leyes agrarias. Si el Gobierno del general Obregón, obrando por intereses particulares, hace un año se hubiera apresurado a contestar la nota de la Cancillería americana de agosto, indudablemente que no habría podido llegar a un arreglo ni siquiera medianamente satisfactorio y de seguro que, a menos de sacrificar los verdaderos intereses del país y los ideales verdaderos de la revolución, no habría conseguido éxito ninguno; por lo cual el Ejecutivo de la República obró prudentemente esperando desde agosto hasta el 31 de marzo de este año para dar respuesta a la nota de la Cancillería americana. Ya en este año podía contestarse la nota de la Cancillería con hechos; ya podía entonces afirmarse que los dos requisitos únicos, decorosos, esenciales, aceptados de pleno derecho por todos los tratadistas internacionales para el reconocimiento de un Gobierno: la estabilidad y la capacidad para cumplir con sus obligaciones internas y externas, los llenaba forzosamente el Gobierno del general Obregón. Ya podía el Gobierno, en marzo de este año, presentar de modo definitivo una argumentación formidable de hechos; podía decir que a pesar de todo lo dicho por las compañías petroleras y de toda la oposición de esos intereses al artículo 27, la industria del petróleo no sólo no había sido ahogada en su nacimiento, sino que se había quintuplicado la producción de aceite desde la vigencia de la Constitución de Querétaro, siendo antes de la expedición de ésta, de veinte y tantos millones de barriles, y de ciento ochenta y cuatro millones en el año de 1922; podía ya argüir el Gobierno que, a pesar del artículo 27, se había invertido en México capital en petróleo por valor de mil cincuenta millones de dólares, de los cuales el cincuenta y cinco por ciento estaba representado por capital americano; podía demostrar su buena voluntad para la no aplicación retroactiva de los decretos referentes a petróleo, por la suspensión de los decretos de Carranza, poniendo en claro, además, que aquellos decretos, si de naturaleza enteramente retroactiva, habían sido expedidos por un Gobierno reconocido por la Casa Blanca, por lo que resultaba ilógico señalar ese obstáculo para el reconocimiento de otro Gobierno que no sólo no seguía aquellos pasos, sino que ponía en suspensión los decretos retroactivos de Carranza; y, por fin, podía decir, con pleno derecho y razón el Gobierno de México, que la falta de reglamentación en materia de petróleo había sido debida, más que a ninguna otra circunstancia, a la política misma de exigencia constante y de amago constante de los intereses petroleros de los Estados Unidos, porque con la sensibilidad exagerad a, específica, rabiosa y salvadora de las legislaturas latinas, en cuanto había habido una amenaza o el asomo de algo que pudiera considerase una insinuación o una exigencia, las asambleas se resistían constante y definitivamente a la reglamentación del artículo 27.

Por lo que se refiere a la aplicación de las leyes agrarias, el Gobierno de la República pudo entonces invocar como suprema razón, como razón fundamental para la aplicación en la forma en que se había hecho de las leyes agrarias, que sólo por medio de esas leyes agrarias se había logrado la paz; que había sido condición indispensable oír el grito nacional, satisfacer el ansia ardorosa de tierras para logra una paz inmediata y que el Gobierno del general Obregón, necesitando urgentemente

la paz, y convenciendo del ansia, de la necesidad de justicia y del clamor nacional, había llegado (aun por procedimientos que el mismo Gobierno confesó que en algunos casos no se ajustaban del todo ni a la letra constitucional ni a los términos específicos de las leyes derivadas), a la restitución de ejidos y a la dotación de tierras, y que aplazando - no negando indefinidamente, sino aplazando el pago de las indemnizaciones hasta que tuviera elementos con qué hacerlo, satisfacía una imperiosa necesidad nacional: iba al reparto de las tierras, añadiendo que en esos momentos - en marzo de este año - estaba ya el Gobierno de la República capacitado para hacer frente a sus compromisos y en aptitud de pagar las indemnizaciones dentro de los términos que el mismo Gobierno mexicano fijara.

De modo, señores diputados, que en la nota del Gobierno mexicano, de 31 de mayo de este año, se aceptaba terminantemente la responsabilidad de la aplicación de las leyes agrarias en la forma en que se había hecho; pero se asentaba también que estaba el Gobierno en condiciones y en capacidad de no seguir ya haciendo expropiaciones sin indemnizaciones, sino de modo que los propietarios recibieran el pago de esas tierras, garantizando el pago cuando éste no pudiera hacerse desde luego, con el crédito de la República.

De este modo, ciudadanos diputados, y con las declaraciones de fines de marzo de este año contenidas en la nota de la Cancillería mexicana al Gobierno de Washington, se logró, siquiera en principio, desvanecer los cinco puntos fundamentales u obstáculos irreductibles que marcaban entonces casi la imposibilidad del reconocimiento de los Estados Unidos, y a la Cámara de Diputados ha cabido la alta satisfacción de cooperar a estos propósitos, dando una Ley Reglamentaria del Petróleo, cuya más alta prueba de revolucionarismo es la objeción que le est n haciendo algunos intereses petroleros, lo que significa que, satisfaciendo lo que era de estricta justicia y concediendo lo que no impedía un elemental decoro, no se llegó en ningún caso a sacrificar los intereses del país para satisfacer exigencias de determinadas compañías petroleras. Y tengo verdaderamente satisfacción en repetir que esta obstinación, esta inquina de algunos - muy pocos - intereses petroleros a la reglamentación del petróleo, es el mejor elogio que puede hacerse a la Cámara revolucionaria que la dio. Para las conferencias actuales, señores diputados, conferencias para cuyo éxito pedimos a la Representación Nacional que apoye esta moción, que encarna un voto de confianza al Ejecutivo en su política internacional, para estas conferencias, decía, cuyo significado no ha llegado a entenderse con precisión, (se cree de ordinario que son conferencias que si llegan a un éxito, tendrán que provocar forzosamente la firma de algo, y que el no firmar algo, ser la prueba de un fracaso; y esto no es la verdad, porque se trata de conferencias en las que no hay como finalidad concreta el propósito de llegar a la firma de nada, sino simplemente contestar a todo lo que se quiera preguntar y procurar que surja de ellas un entendimiento, una comprensión real de los intereses sólo en apariencia encontramos de los gobiernos de los Estados Unidos y México, conferencias en que se va a procurar armonizar el verdadero sentimiento cariñoso que existe entre los pueblos de Estados Unidos y México y que está simplemente detenido ahora por suspicacias y argucias y distingos sutiles de legista); para estas conferencias, decía, para su éxito, para que en los Estados Unidos se entienda de una manera plena y precisa que la Representación Nacional apoya al presidente Obregón en su propósito de que no se discutan las leyes vigentes, de que no sólo no se llegue a la discusión, sino que ni siquiera se entre al estudio de las leyes vigentes, por ser de pleno y absoluto derecho de la soberanía nacional; para el buen éxito de estas conferencias, es indispensable que la Cámara haga sentir en el exterior, que el presidente de la República, en sus propósitos netamente nacionalistas y patrióticos está respaldado por la Representación Nacional, y que si por esa conducta, celosamente nacionalista, se aplaza todavía el reconocimiento, esta Representación asume la responsabilidad de lo que pudiera considerarse un fracaso. (Aplausos.) Después de todo, señores diputados, y esto no podría decirlo quizás un diplomático, pero lo puede decir un modesto representante del pueblo, el reconocimiento del Gobierno de México por los Estados Unidos ni siquiera es, en todos sus aspectos, pura ventaja; pueden señalarse precisamente y dentro de un ordenamiento lógico de ideas, ciertas y relativas desventajas a este reconocimiento; estas desventajas serían: una de naturaleza económica, numérica, y dos de naturaleza moral; la desventaja de naturaleza económica consistiría en gravar inmediatamente nuestro presupuesto con una cifra que variaría de veintiocho a treinta millones de pesos por el pago de aquellos créditos que no pueden exigirse en este momento, porque la sola exigencia implicaría el reconocimiento, pero que ser n exigidos cinco minutos después que el reconocimiento se firme. Las desventajas de orden moral son dos: una de orden interior: el retardo, la posible suavidad que pudieran venir en ciertos procedimientos, en ciertos métodos, en ciertas tendencias que, creemos sinceramente, son indispensables porque son de naturaleza salvadora revolucionaria; y otra todavía más fundamental, porque se refiere a la América Latina toda: si nosotros pudiéramos, si estuviéramos seguros de llegar al fin de este período presidencial y a la transmisión pacífica del poder sin el reconocimiento, habría desaparecido definitivamente, de una vez para todas, la influencia decisiva de la política internacional americana en los países de Hispanoamérica, porque se habría señalado de un modo evidente que era posible que en plena paz y con desarrollo armónico de la vida nacional y con respecto de los intereses legítimos, existiera un Gobierno de México y que se hiciera el milagro de una sucesión presidencial tranquila, sin el referendum o el visto bueno del Gobierno de la nación americana. Así pues, señores diputados, no se nos oculta a los firmantes de esta proposición que no todo es miel sobre hojuelas; sabemos perfectamente que podría haber hasta ciertas ventajas en el hecho de prolongar esta situación; pero, en cambio, para lograr inmediatos beneficios para la masa general del país, por el desarrollo

de la riqueza, por el restablecimiento del crédito, por la plena garantía de subsistencia de éste y de los demás gobiernos revolucionarios; para que, dada nuestra condición de país débil, se tolere, se permita que nos anticipemos simplemente, que nos anticipemos algunos años a la obra de renovación social que allá también habrá de hacerse; todo esto, señores diputados, y, sobre todo la seguridad de que no seguirían en los Estados Unidos forjándose asechanzas contra la paz pública y contra la estabilidad del Gobierno y el obtener la seguridad plena de que podremos llegar a una sucesión presidencial pacífica que permita al advenimiento de un hombre inteligente y radical que lleve a cabo los principios revolucionarios, todo esto hace que hagamos todo lo que permita nuestro decoro nacional para que esas conferencias lleguen a buen término y para que se obtenga el reconocimiento del Gobierno de México sin tratado de amistad y de comercio.

Y para lograr esto, para que se entienda plenamente esta actitud y para que se sepa en los Estados Unidos que la Representación Nacional respalda absolutamente al presidente de la República en su política internacional y en su política revolucionaria que ha señalado claramente, política perfectamente nacionalista, revolucionaria y patriótica, pedimos a la Representación Nacional que dé este voto de confianza, consciente y satisfecha de que no envuelve la menor lisonja al Ejecutivo, sino que es una exigencia del momento histórico y la expresión inequívoca de la necesidad forzosa de que se sienta en el exterior que hay una perfecta solidaridad entre los poderes federales de la República. (Aplausos.)

El C. secretario Esparza Martínez: En votación económica se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites a la proposición que acaba de fundar el ciudadano Puig y Casauranc. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. A discusión.

El C. Del Castillo Israel: pido la palabra para interpelar a los firmantes.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Del Castillo Israel: Señores diputados: (Voces: ¡ Tribuna ! ¡ Tribuna !) Voy a permitirme (Voces: ¡ Tribuna ! Sube a la tribuna.) No quería pasar a la tribuna porque quiero concretarme simplemente a hacer una interpelación a los firmantes de la proposición, que indudablemente como interpelación debe ser seca, concisa y precisa. El señor Puig, que ha venido a fundar esta proposición, nos ha dicho en síntesis que es político que la Cámara de Diputados - no el Poder Legislativo, señor Puig - dé un voto de confianza, aparente o como. quiera llamarlo, al Poder Ejecutivo, sin perjuicio de que yo quiera que se venga a sorprender a esta Asamblea con un informe de nuestras relaciones internacionales, que han sido siempre a puerta cerrada, por el señor Puig, que en este caso se viene a constituir en portavoz de esas relaciones, razón por la cual deduzco e infiero que este señor debe tener mucha confianza, o bien con el secretario de Relaciones, o bien con el presidente de la República....

El C. Puig y Casauranc José Manuel: No, señor.

El C. Del Castillo Israel continuando: Digo sin tener en cuenta que después de que a esta Representación Nacional se le tiene todos los días a ciegas, se le tiene todos los días en una completa ignorancia de estas relaciones internacionales, hoy, por conducto del señor Puig y Casauranc, que no tardar en irse a Europa, se viene aquí a hacer una relación de nuestras relaciones internacionales, y viene el señor Puig a decir que los petroleros est n desde Wall Street protestando por su radical Ley del petróleo. En las legislaturas pasadas - y en esto rectifico al señor Puig -, no han sido las Cámaras anteriores las que no han querido legislar en materia de petróleo, ha sido siempre el Poder Ejecutivo, y yo invito aquí al licenciado Rama, invito a todos los señores que han formado parte de las comisiones del Petróleo para que digan si es cierto, o no, que ha sido el Poder Ejecutivo el que siempre se ha opuesto a que se cristalice la legislación petrolera.

El C. Rama: Pido la palabra para contestar. Para contestar al compañero Israel del Castillo, debo decirle que, efectivamente, la Legislatura pasada, cuando menos una parte de la Legislatura, pretendiendo dar la Ley del petróleo. Yo pertenecí en aquella ocasión, como ahora, a las comisiones del Petróleo, y propugné, en la medida de mis fuerzas, para lograr que se expidiera esa ley: pero como en aquella época el control lo tenía la mayoría peleceana, toca al señor Israel del Castillo decir por qué esa mayoría no hizo que se expidiera la Ley del Petróleo. (Aplausos.)

El C. Del Castillo Israel: El señor licenciado Rama ha hecho de esta cuestión, pretende hacer de esta cuestión, cuestión política. No, señor licenciado Rama, se trata de algo un poco más serio y trascendental para el país, que venir aquí con nuestros "istas" a la tribuna. Es un hecho, señores diputados - y el señor licenciado Rama lo sabe y el señor Arce lo sabe también - que en la Legislatura pasada, cuando menos, se intentó dar fin a las discusiones con motivo de la legislatura petrolera por el Poder Ejecutivo, ya diciéndonos que había recibido un telegrama en donde le decía su representante confidencial que no era político, ya diciéndonos que había un barco en Tampico o cualquiera cosa; nos decía que no era patriótico legislar en materia de petróleo. Pero vayamos al grano, y quiero entrar en materia para fundar mi interpelación. Este asunto de los votos de confianza ha sido ya discutido ampliamente en esta tribuna; este asunto de los votos de confianza enmascarados que hoy quiere dar el señor Puig al Poder Ejecutivo, ya ha sido discutido ampliamente en esta tribuna. En tiempos pasados y dentro de este período legislativo, ya vino aquí, con motivo precisamente de las relaciones internacionales, a defender con mucho calor el diputado Padilla la tesis contraria de estos votos de confianza; y la razón fundamental, la razón a secas, la razón que no puede negar ninguno de los representantes populares ni ninguno de los firmantes de la proposición, es que estos votos de confianza son perfectamente anticonstitucionales. Dentro de nuestro régimen institucional, señor diputado Puig, existe la teoría de la independencia de poderes; dentro de nuestro régimen institucional la armonía de los poderes, el mecanismo de los

tres poderes, que se me ocurre debiéramos colocar en una balanza fantástica de triple platillo y de doble fiel, debe mantenerse el equilibrio solamente por una sola fuerza, por la fuerza de la opinión pública, de la cual la prensa debiera ser un fiel portavoz. y viene aquí mi pregunta: Si dentro de es independencia de poderes nosotros le damos hoy un voto de confianza al Poder Ejecutivo con motivo de nuestras relaciones internacionales, yo preguntaría al señor diputado Puig y Casauranc: ¿ qué haríamos el día en que la Cámara de diputados no estuviera de acuerdo con la política seguida por el Ejecutivo ? ¿ Le daríamos un voto de desconfianza ? ¿ Le daríamos un voto de censura dentro de nuestro régimen presidencial fatídico ? No quedaría en aquel momento m s que un rompimiento absoluto del equilibrio de los poderes y, por consiguiente, un caos dentro de nuestras instituciones. De tal manera, que solamente sin tocar ningún otro punto de los puntos tocados por el ciudadano diputado Puig y Casauranc, me concreto yo a suplicar a los firmantes de la proposición que hagan el favor de explicar a la Asamblea cuál es el artículo constitucional en que se fundan para hacer la proposición de que se dé un voto de confianza al Poder Ejecutivo. Podéis perfectamente bien, vosotros los de la mayoría y vosotros los de la minoría y los que queráis, extraoficialmente darle todos los votos de confianza que queráis al poder Ejecutivo; pero oficialmente, en plena actuación de Cámara, no podéis hacerlo, porque violaríais la Constitución que habéis venido a jurar. (Aplausos. Siseos.)

El C. Puig y Casauranc José Manuel: Pido la palabra señor presidente. Señores diputados: Precisamente como una demostración palmaria de nuestra sinceridad, manifestamos desde un principio que esto en el fondo era un voto de confianza; pero precisamente también porque no ignoramos la Constitución, redactamos este artículo en forma tal que no fuera, en la forma, ese temido voto de confianza, sino un acuerdo simple de la Cámara, que la Cámara tiene perfecto derecho de dar conforme con sus facultades constituciones. pero hay un punto en lo que ha manifestado el diputado Israel del Castillo que es preciso explicar a la Representación Nacional para que no pueda decir, como ha dicho. que se quiere sorprender a la Cámara con un informe oficioso sobre nuestras relaciones internacionales, que no tengo cómo conocer. Pues sí tengo derecho y medios de conocerlo y lo conozco plenamente, señor diputado Israel del Castillo, porque entiendo mi función de representante del pueblo. porque me empeño en escarbar lo que hay en el fondo de los asuntos que a mi país se refieren y porque para eso no me contento simplemente con leer lo que llega a publicarse en los periódicos de la capital, sino que voy a buscar luz en los periódicos americanos, en los que, y su señoría debe saberlo. notas que nunca se conocen en México, son a las veces publicadas y, además, si esto no fuera suficiente para convencer al compañero Israel del Castillo, le diré que todo esto lo conocía de viva voz del secretario de Relaciones de México desde antes de ser diputado, cuando en mi caracter de director político de un periódico de esta capital ("El Universal Gráfico"), fui invitado como todos los directores políticos de los periódicos de México, amigos y enemigos del Gobierno, para que supiéramos, en aquel, que era un momento angustioso de las relaciones de México con los Estados Unidos, la verdad de esas relaciones: para que conociéramos el texto oficial de las todas notas cambiadas entre la Cancillería de México y la Cancillería americana, pidiéndosenos entonces (y lo cumplimos lealmente todos los directores políticos de los periódicos de México), que no diéramos a la publicidad sino aquello que no pudiera comprometer el curso de las relaciones internacionales. De modo, señor diputado Del Castillo, que cuando marqué los cinco puntos, de la nota de Summerlin, lo hice porque los cinco puntos existieron, y no hubiera necesitado ni de esa declaración terminante del secretario de Estado, porque en mi carácter de periodista, desde el 12 de agosto, desde el 10 de agosto, y refiriéndome a declaraciones oficiales del Departamento de Estado de la Casa Blanca, había analizado ya algunos de los puntos de esas nota. De modo que ya ve el compañero Israel del Castillo que solamente por olvido o por desconocimiento de los asuntos que se refieren a la situación internacional, pudo pensar que vendría yo a tratar de sorprender a la Cámara o que necesitara yo ser muy amigo del Presidente de la República o del secretario de Relaciones para conocer estos hechos.

El C. Del Castillo Israel, interrumpiendo: Eso es lo que dije.

El C. Puig y Casauranc José Manuel, continuando: Pues no es verdad, porque, sin ser amigo suyo, sin haber conocido siquiera al señor Pani, supe todos estos hechos como director de un periódico político y tuve el suficiente patriotismo para esperar todos los meses necesarios para que, en momentos en que no fuera de peligro ninguno, sino al contrario, conviniera su conocimiento, supiera la Representación Nacional el contenido de aquella nota y con pleno conocimiento de los hechos, juzgara el patriotismo del Gobierno y la habilidad del presidente al haber ido orillando a la Casa Blanca a retirar la exigencia de la firma previa del tratado, hasta llegar, como posiblemente puede llegarse ahora, al reconocimiento sin tratado ninguno, sin firma ninguna de convenios previos, sin revisión ninguna de las leyes "vigentes" -ninguna revisión ni discusión siquiera de leyes vigentes (que son, se asegura, las instrucciones terminantes y precisas que tienen los delegados mexicanos)-. Y era indispensable que la Representación Nacional conociera todo al probar esta proposición, que sí es en el fondo, aunque no en la forma, un voto de confianza, y que vamos a aprobar, aun cuando fuera opuesto a la Constitución, como opuesto a la Constitución es dar dotaciones de tierras sin indemnización previa..... (Murmullos.)

El C. Domínguez Enrique B.: ¡ No !

El C. Puig y Casauranc J. M.: ....y, sin embargo, se ha hecho.....(Voces: ¡ No ! ¡ No !) lo hemos hecho.....

El C. Domínguez Enrique B.: No, ¡ qué va ! No es constitucional.

- El C. Puig y Casauranc J. M.:....... Sí, lo hemos hecho...... (Murmullos. Campanilla.) No se preocupe usted, señor; no se espante usted, colega..... (Murmullos. Campanilla.)

El C. Domínguez Enrique B.: Sí, me espanto

de que diga usted semejante cosa aquí.... (Murmullos. Desorden. Campanilla.)

El C. Puig y Casauranc J. M.: No se preocupe usted.....

El C. Domínguez Enrique B.: Sí me preocupo, porque esté en boca de usted señor Puig y Casauranc.....(Campanilla.)

El C. Puig y Casauranc J. M.: Sé lo que digo, diputado Domínguez. (Murmullos.) He dicho varias veces en la Cámara que no soy de los diputados que por violencias de momento no mido mis palabras; todas las palabras que digo, las digo con pleno conocimiento, con pleno conocimiento de sus efectos y de sus resultados, y por eso precisamente, porque es la dotación de tierras sin indemnización un punto en estos momentos puede significar un serio obstáculo para las conferencias es que señalo ese hecho. Sí es verdad que en contra de la letra y del espíritu constitucional se han hecho dotaciones de tierras sin indemnización previa. (Aplausos.) Pero se han hecho porque ello ha sido una necesidad imperiosa, una exigencia pública para la paz nacional, y ahora se est perfectamente decidido a reparar aquello, pagando todo; pero mientras tanto, hemos ahorrado muchos miles de vidas en los campos de la República Mexicana. (Aplausos.) ¡ Ojalá, señores diputados, que todas las violaciones a la Constitución fueran como esa pretendida violación que, se dice, proponemos los firmantes ¡ Ojalá, señores diputados, que esto, que no es una violación constitucional de hecho, pero que en el fondo puede serlo, - y yo acepto que lo sea -, ya que en realidad significa un voto de confianza..... (Voces: ¡ No se viola la Constitución !) Compañeros: no gusto de las argucias de abogado, no entro nunca a ese terreno; para mí esto sí es un voto de confianza, y si es un voto de confianza, puede estar opuesto a esa división de poderes, a esa estructura metafísica e ideal de la Constitución mexicana, de que hablan los opositores. Pero yo deseo, señores diputados, que cada vez que pueda, a un cuando sea muy levemente, violarse la Constitución en México, sea con un propósito tan noble, tan firme, tan patriótico, como es en este caso el de sostener al Ejecutivo, que no ir al reconocimiento sino con pleno decoro del país y con respeto absoluto de sus leyes vigentes revolucionarias. (Aplausos.)

Esto es a lo que hemos querido llegar, esto es lo que hemos querido lograr; no hemos pensado que este voto de confianza vaya precisamente a hacer que se facilite, que se expedite el reconocimiento; no hemos pensado en eso; sólo hemos querido decir al exterior que, si no se obtiene el reconocimiento, porque el general Obregón no haya pido ceder en esos puntos que se refieren a los principios revolucionarios mexicanos, la Cámara de Diputados, consciente de su responsabilidad, acepta esa falta de reconocimiento y sabe que el general Obregón interpreta la voluntad del pueblo mexicano. (Aplausos.) Y para concluir, señores diputados, y esto para que ya no vuelva el Caballero Israel del Castillo a hablar de mi viaje a Europa, que él supone jugosa canonjía que debo a algún ministro, voy a decirle al compañero que de las gentes del Gobierno he hablado una vez con Calles, una vez con Pani, con De la Huerta, cuando me han necesitado o lo he necesitado yo, con mi carácter de diputado, como miembro de alguna comisión y para cuestiones de estricto interés nacional, y debo advertirle también que cuando esa comisión científica se me confió, De la Huerta, que es el único ministro a quien puedo considerar amigo mío, no estaba en México, y tan no lo sabía, que me telegrafió -y esto lo saben algunos compañeros, y no leo ese telegrama, porque sería inmodestia-, me telegrafió rogándome que no abandonara entonces el país, para seguir cumpliendo con mis obligaciones de diputado, durante las discusiones de la Ley del Petróleo.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Isidro Fabela para hacer una interpelación.

El C. Espinosa Luis: ¡ Para una moción de orden ! De acuerdo con el Reglamento, cualquiera proposición se funda primero y se consulta a la Asamblea si la toma en consideración; la Asamblea a declarado que esta proposición es de admitirse; en consecuencia, ya la ha tomado en consideración; después se pasa a discutirla, y se leen las listas de los oradores inscriptos en pro y en contra. Las aclaraciones, rectificaciones, alusiones, etcétera, se hacen al final del debate, y como la Presidencia en este caso, lo está violando, yo le ruego que vuelva sobre sus pasos y deje para después las interpelaciones y las aclaraciones, permitiendo que hablen los pro y los contra, si lo hay.

El C. presidente: La Presidencia tiene el honor de informa al ciudadano diputado Espinosa que la proposición está ya a discusión y que los ciudadanos Israel del Castillo y Fabela solicitaron la palabra para hacer interpelaciones al ciudadano diputado Puig y Casauranc, que fundo la moción. Por lo tanto, en estos momentos está la Presidencia cumpliendo con el Reglamento, en la inteligencia de que tan pronto como terminen las interpelaciones del ciudadano diputado Fabela, se dar a conocer la lista de las personas que están inscriptas para tomar parte de este debate.

El C. Fabela Isidro: Señores diputados:

Si el Gobierno de la Casa Blanca se hubiera atenido a los preceptos del Derecho Internacional Público, hace ya mucho tiempo que el Gobierno del general Obregón debiera estar reconocido. ¿ Por qué ? Porque el Derecho Internacional ordena que, para reconocer un Gobierno, basta que este Gobierno domine la extensión territorial de su país, sin averiguar cuál es el origen de las autoridades, legal o ilegal; de otro modo: los gobiernos extranjeros que pusieran reparos a otros Gobierno amigo respecto a su origen de legalidad, intervendrían en su política interna clara y abiertamente. Y son tan estrictos los tratadistas de Derecho Internacional en este punto, que hay alguno que afirma que cuando un Gobierno que tiene ya derecho a ser reconocido por dominar con sus autoridades la extensión territorial de su nación, no lo es, por un Gobierno extranjero, tiene derecho -dice René Foigner - a declarar la guerra aquel Gobierno. (Murmullos.) Claro est que este principio no pueden ejercitarlo m s que los países fuertes; pero para nosotros sería este derecho reconocido por todos los jurisconsultos, imposible de ejercitar; pero lo cito, porque, el señor Fall, que ha sido tan abiertamente enemigo de México, no sólo de su Gobierno, sino del pueblo, ha tratado de imponer al Gobierno

mexicano condiciones indecorosas e indignas, que ningún Gobierno podría aceptar dentro del decoro nacional; el señor Fall, como miembro del Comité Investigador de los asuntos de México, desde hace tiempo trata de basar sus peticiones en la opinión de un jurisconsulto americano, gloria de los Estados Unidos, de la América toda, y de las letras político - internacionales, el señor Basset Moore, diciendo que el señor Basset Moore opinaba porque se podía reconocer a un Gobierno bajo condición.

Esto no es exacto. Precisamente Basset Moore afirma que sólo se puede reconocer que sólo bajo condición a nuevos Estados, pero no a nuevos gobiernos, y México es un nuevo Estado desde 1821, reconocido por los Estados Unidos cuando los Estados Unidos mandaron aquí a Poinsset, que fue el primer embajador norteamericano en esta República. De manera que los fundamentos de Fall son absolutamente absurdos y, sin embargo de eso, la Cancillería americana y una buena parte de la prensa norteamericana, muchos políticos y sobre todo los plutócratas y especialmente los petroleros han insistido en que el Gobierno mexicano cumpla ciertas condiciones antes de ser reconocido por el Gobierno de los Estados Unidos. Yo hago hincapié en el seno de la Representación Nacional y podría en este punto sostener públicamente a los jurisconsultos de los Estados Unidos que hubieran tenido la audacia de defender ese principio diz que jurídico, que es absolutamente falso, y que México, el Gobierno de México, desde hace tiempo, de acuerdo con los verdaderos principios internacionales, debiera estar ya reconocido.

Pero independientemente de estas consideraciones y entrando de lleno a la proposición fundada por el señor Puig, yo pregunto: ¿ Se va a dar un voto de confianza al Ejecutivo cuando no se conocen en sus detalles la política internacional de nuestra Cancillería ? No se sabe más que el señor presidente Obregón y la Cancillería mexicana no han aceptado un previo tratado para el reconocimiento; no sabemos cuáles son los detalles. El memorándum del señor Summerlin, que hace un año más o menos se presentó a la Cancillería y que contiene las condiciones bajo las cuales el Gobierno norteamericano estaba dispuesto a reconocer al nuestro, el memorándum Summerlin contenía varios puntos. Yo pregunto: ¿ cuáles son esos puntos ?

El C. Puig y Casauranc José Manuel: Ya los dije.

El C. Fabela: Yo pregunto entonces el señor Puig: ¿ cuáles son las contestaciones ? ¿ Las conoce el señor Puig ? No las conoce.

El C. Puig y Casauranc José Manuel: Sí las conozco.

El C. Fabela: Nosotros no las conocemos. Las Representación Nacional no podría lógicamente, por respeto a la Representación Nacional, por tratarse de una cuestión tan importante y de tanta trascendencia para la Nación, dar un voto de confianza en un asunto político internacional de tanta gravedad, cuando no se conocen los detalles de las Cancillerías. Sería preciso que, como se dice en términos diplomáticos, se conociera el "dossier" de la Cancillería, el archivo de la Cancillería, las notas, del libro rojo de nuestra Secretaría de Relaciones, en el que consten bajo la firma del señor Pani las notas contestaciones - que yo no dudo dignísima, que estoy seguro que son dignas - a la Cancillería de Washington. Pero precisamente porque pienso que son dignas, por eso debe de conocerlas, para orgullo de la Nación, toda la Nación y nosotros primero. (Aplausos.) Además, señores diputados, en estos momentos se están celebrando las conferencias entre los delegados norteamericanos y nuestros dignísimos delegados. Pues bien; ¿ Sabemos cuál es la política del Ejecutivo en esas conferencias ? (Murmullos.) No la sabemos a punto fijo; nos imaginamos que ser una consecuencia de la política digna del Ejecutivo anteriormente, pero no las conocemos. Entonces, si la opinión de los delegados va a ser ad referendum del presidente de la República, sino podrá ser aceptada la opinión de los delegados hasta que el señor presidente de la República no le dé su visto bueno y no sabemos cuál va a ser la opinión de los delegados ni el visto bueno del señor presidente la República, ¿ vamos nosotros a dar un voto de confianza anticipado ? Yo creo, señores, que, sensatamente, nosotros no debemos dar ese voto de confianza. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el pro ciudadano Luis Espinosa.

El C. Espinosa Luis: Antes de empezar ruego a la Presidencia que tenga la bondad de autorizar a la Secretaría para que de lectura a las listas que los ciudadanos diputados inscriptos en pro y contra de la proporción.

El C. secretario Esparza Martínez: En pro están los ciudadanos Espinosa y Juan Pastoriza; en contra el ciudadano Julián S. González.

El C. González Julián S.: ¡ Moción de orden, señor presidente ! Dentro del Reglamento es indispensable que hable primero el contra....

El C. Espinosa Luis: Es indispensable que yo empiece a manifestar a vuestras señorías....

El C. González Julián S.: Debe hablar un orador del contra conforme al Reglamento y me extraña que el ciudadano Espinosa no lo haya manifestado así.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al ciudadano González que el ciudadano Castillo pidió la palabra para interpelaciones, pero verdaderamente habló en contra de la proposición; también el ciudadano Fabela pidió la palabra para interpelación es y ha hecho un discurso en contra de la proposición. La Presidencia cree que esté cumpliendo con su deber y por eso a dado la palabra en pro al ciudadano Espinosa.

- El S. González Julián S.: No tengo inconveniente en esperar.

El C. Espinosa Luis: Ciudadanos representantes: Es ocioso en mi concepto este voto de adhesión y simpatía al ciudadano presidente de la República, porque est antemano aprobado; son alrededor de cien ciudadanos representantes quienes lo autorizan con su firma y sólo un diputado se ha inscripto en contra. Dos hechos que vienen a demostrar desde luego que los ciudadanos diputados que han estampado su firma al calce de este documento lo han hecho en una forma consciente, a pesar de que un compañero.... (Voces: ¡ Barrera !) ....un compañero acaba de decir que retira su firma, habla únicamente por él, pero no

por los noventa y nueve ciudadanos diputados restantes que han firmado.

El C. Castillo Israel del: Entonces ya no discutamos.

El C. Espinosa Luis: Voy a procurar demostrar, para borrar toda duda y para eliminar toda sospecha, cómo del texto constitucional si puede esta Cámara de Diputados aprobar esta proposición.

El compañero Israel del Castillo sostuvo una teoría constitucional completamente absurda sobre la integración del Poder público federal. El compañero Israel del Castillo aseguró desde esta tribuna que el Ejecutivo es una cosa completamente distinta al Legislativo; y no, ciudadanos representantes, Legislativo, Ejecutivo y Judicial son partes integrantes de una mismo organismo político que tienen funciones determinadas, concisas y concretas, obedeciendo a un principio de economía política, a la división del trabajo, perfectamente reconocido. Si Legislativo, Ejecutivo y Judicial son en esencia una misma cosa, no podemos considerarnos ni debemos considerarnos extraños al Poder Ejecutivo.

Pero antes de proseguir necesito aclarar que no vengo, como pudieran creer algunos compañeros, a pedir que se sostenga esta proposición para demostrar a los Estados Unidos que nosotros cooperamos con el Ejecutivo a efecto de que sea reconocido, porque hacer tal cosa en estos instantes sería, en mi concepto, dar muestras de debilidad. Yo vengo a sostener esta proposición, porque sé que cumplo con mi deber como representante. Sé que es necesario decir al Ejecutivo en estos momentos, también representativo de la soberanía nacional, que esta parte del Poder Legislativo, mientras no se aparte de la línea de conducta que ha seguido, respalda y respaldar que todos sus actos, unos a uno, y que está dispuesta a sostenerlo hasta consolidarse definitivamente o a caer, unidos, con las mismas convicciones y los mismos ideales revolucionarios. Por todo esto vengo a sostener la proposición.

El artículo 39 constitucional, al hablar de la soberanía nacional y de la forma de Gobierno, dice textualmente:

"La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo Poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alternar o modificar la forma de su Gobierno."

El artículo 40:

"Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental."

Y el artículo 41:

"El pueblo ejerce su soberanía por medio de los poderes de la Unión, en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados, en lo que toca a sus regímenes, en los términos respectivamente establecidos por la presente Constitución federal y las particulares de los Estados, las que en ningún caso podrán contravenir las estipulaciones de pacto federal."

Este artículo declara de manera categórica que el pueblo ejerce su soberanía por medio de sus representantes, por medio de sus autoridades supremas; y el artículo 49 dice de manera terminante:

"De la división de Poderes.

"El supremo Poder de la Federación se divide, para su ejercicio, en Legislativo, Ejecutivo y Judicial."

"Es decir, el Poder de la Federación, el Poder supremo del país, se divide, para su funcionamiento, en tres partes, que giran dentro de facultades delimitadas en esa misma Constitución, pero que vienen a ser, en esencia, la misma cosa. No hay tres poderes supremos en la República, es un solo Poder, dividido en tres partes; esto es bien claro; ¿ porqué, entonces, considerarnos como ajenos, como parte extraña al Poder Ejecutivo, cuando somos, en esencia, la misma cosa ? Yo entiendo, ciudadanos representantes, que por lo que hace a este concepto, la teoría sustentada por el compañero Israel del Castillo, es absolutamente falsa. No venimos, como se cree, a robustecer a un cuerpo extraño, venimos a vigorizarnos a nosotros mismos, venimos a defender algo que es nuestro, venimos a defender a la patria, venimos a defender a la soberanía nacional, representada por el Poder supremo de la República.

El compañero Isidro Fabela, honra de esta Cámara de Diputados, jurisconsulto eminente, especializado en Derecho Internacional, ha traído aquí algunos puntos de vista muy dignos de tomarse en consideración; pero uno tan falso como el del compañero Israel del Castillo; voy a demostrarlo; dice el compañero Fabela como un argumento toral esgrimido en contra de la proposición: ¿ como se va a dar voto de confianza al Ejecutivo, cuando no se conoce la política de nuestra Cancillería ? ¿ Esto es lo que sustentaba su señoría ?

El C. Fabela: Las notas de la Cancillería, no la política.

El C. Espinosa Luis: ¿ Cómo se va a dar un voto de confianza cuando no se conocen las notas, los documentos de la Cancillería sobre este asunto ? Y voy a demostrar, ciudadanos representantes, en la medida de mis esfuerzos y de mis escasos conocimientos, que el compañero Fabela no está en lo justo.

Dentro de la división de poderes de que hablaba yo hace unos instantes, la Constitución Política, ley suprema del país, emanada del pueblo representado en un Congreso Constituyente, señala en las fracciones III y X del artículo 89, si mal no recuerdo, que son facultades exclusivas del Ejecutivo nombrar a los ministros, a los agentes del Cuerpo Consultar y a todos los demás funcionarios que deban tener la representación del país en las naciones extrañas; al mismo tiempo le confiere expresamente las relaciones directas con todos los países extranjeros, sin dar para nada intervención en estos asuntos ni a la Cámara de Diputados ni al Poder Legislativo, es decir, a las dos Cámaras, conjuntamente.

El C. Fabela, interrumpiendo: ¿ Me permite usted una interpelación ?

El C. Espinosa Luis: Con todo gusto, compañero.

El C. Fabela: Señor compañero:

Si la Cámara entonces no tiene nada que ver con los asuntos internacionales, ¿ para qué se le viene a pedir un voto de confianza en un asunto internacional ? (Aplausos.)

El C. Espinosa Luis, continuando: Empiezo por manifestar, ciudadanos representantes, que no viene nadie a pedir a la Cámara de Diputados este voto de confianza; que es una mayoría de más de cien ciudadanos representantes los que de una manera espontánea quieren dar este voto de confianza al Ejecutivo, en primer lugar; en segundo lugar, las fracciones del artículo constitucional a que antes hacía referencia, dicen, fracción III:

"Nombrar los ministros, agentes diplomáticos y cónsules generales, con aprobación del Senado..."

"La fracción X del mismo artículo dice:

"Dirigir las negociaciones diplomáticas y celebrar tratados con las potencias, extranjeras, sometiéndolos a la ratificación del Congreso federal..."

Ciudadanos representantes: Después de esto, ¿ por qué se queja el compañero Fabela, profundo conocedor de los asuntos de cancillerías, de que no conozca vuestra soberanía la documentación sobre las relaciones con los Estados Unidos ? No tiene el Ejecutivo, conforme a las fracciones citadas del texto constitucional, obligación de darla a conocer, ni nosotros derecho de exigirla; pero, en honor de la verdad, ciudadanos representantes, todavía es más de desentenderse la objeción del compañero Fabela, si recordamos que en sesión memorable y no muy lejana, el presidente de la República, el general Obregón, dando muestras de lealtad al pueblo que lo llevó al Poder, dando muestras de consideración a la Representación popular, a esta Cámara de Diputados, envió una nota a vuestra soberanía sobre las relaciones con los Estados Unidos, demostrando que no hacía ni hace política misteriosa.

Si el presidente de la República, con hechos patentes, ha demostrado ante vuestra soberanía que no tiene por qué esconder, por qué callar o por qué negar sus procedimientos en política internacional, ¿ por qué entonces, señores, querer esgrimir como argumento el que no debe darse este voto de confianza, porque no se conoce el proceso de las negociaciones para reanudar las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos ? Yo creo, ciudadanos representantes, que este argumento también es deleznable y que, por lo tanto, tampoco debe de tomarlo en consideración vuestra soberanía.

Veamos la realidad de las cosas: el Ejecutivo de la República, procediendo como jamás se había visto en la historia parlamentaria de México, viene ante vosotros y os dice: las relaciones entre los gobiernos de los Estados Unidos y el país que yo represento por la voluntad del pueblo, son éstas: los Estados Unidos exigen tales y cuales condiciones y yo, celoso defensor del honor del país, he contestado lo que sigue, y lo pongo en tu conocimiento para que apruebes o repruebes mi procedimiento. Si el Ejecutivo, en lugar de ocultar el fondo de estas negociaciones, nos lo ha puesto de manifiesto, nos lo ha dado a conocer cuando lo ha creído oportuno, cuando lo ha creído pertinente, sin que haya artículo expreso ni ley que así se lo mande, nosotros debemos, por correspondencia, darle este voto de confianza. No sería lo mismo, ciudadanos representantes, se tratase de dar, como se ha pretendido en algunas ocasiones, un voto de confianza algún secretario de Estado. Todos vosotros recordaréis los debates sostenidos desde esta tribuna parlamentaria cuando algún grupo ha querido dar un voto de confianza a un secretario de Estado. El argumento es obvio para rechazar estos votos de confianza: los votos de confianza sólo pueden darse dentro de los regímenes parlamentarios, pero no dentro de lo regímenes presidenciales como el nuestro; los votos de confianza sólo pueden darse a un ministro que lo mismo puede sostenerse con él que caer con un voto de censura, correlativo del voto de confianza. Si aquí no hay parlamentarismo, si en México no hay ministros, si en México sólo hay secretarios de Estado que dependen directamente del Ejecutivo, y que carecen de responsabilidad propia, pues el Ejecutivo es el único responsable de los actos de sus colaboradores, es natural, es lógico, es claro que resulte absurdo el voto de confianza para los secretarios de Estado; pero no es lo mismo cuando es el voto de confianza para el Ejecutivo de la República. El Ejecutivo, como nosotros, como los ministros de la Corte forman, en conjunto, un mismo organismo político y se mueven de acuerdo con las funciones que les da el texto constitucional. No hay, pues, ciudadanos representantes, motivos de ninguna naturaleza para confundir las cosas; no sería yo de seguro quien viniera a solicitar de vuestra soberanía un voto de confianza para un secretario de Estado, porque esto es absurdo, porque esto es improcedente, porque esto es ilegal; pero yo reto al compañero Israel del Castillo y al compañero Fabela para que digan en qué parte de la Constitución o qué ley expresa se prohibe a esta Cámara de Diputados que le demuestre su simpatía y su adhesión al Ejecutivo de la República por medio de un voto de confianza. Yo quisiera que lo dos estimados compañeros tuvieran la bondad de decirnos donde está la prohibición para dar este voto de confianza.

El C. Fabela: Voy a contestarle. Yo no niego que nosotros tengamos el derecho, la Representación Nacional, para dar un voto de simpatía al Ejecutivo; pero lo que niego es que esto sea oportuno, porque no conocemos en detalle el "dossier" de las Cancillerías, las notas cambiadas entre Washington y México. Eso es lo que yo sostengo.

El C. Espinosa Luis: El compañero Fabela desde luego no niega a vuestra soberanía el derecho de dar este voto de confianza; esta es una declaración honrada y preciosa que debe recoger vuestra soberanía, porque si algún escrúpulo se os había despertado por la voz autorizada del compañero Fabela, queda desde luego desvanecido por esa misma vez, ya que el compañero Fabela es un profundo internacionalista. El nada más sostiene que este voto de confianza es inoportuno; eso, vamos a verlo, señores compañeros. Si no hay, pues, base legal que se oponga a que demos este voto de confianza, es inútil seguir discutiendo sobre este tema: no es anticonstitucional este voto de confianza como se ha sostenido aquí, en todo caso sería inconstitucional; esto es, que daríamos este voto de confianza sin obedecer a una facultad expresa de la Constitución, pero de ninguna manera violando ningún

artículo del mismo Código. Planteando pues, así el punto de vista constitucional del asunto, creo haber demostrado hasta la saciedad que no hay precepto legal expreso que nos prohiba dar este voto de confianza.

Ahora, compañero Fabela, por lo que hace a la oportunidad para darlo, yo debo decir, sin que esto se tome como una bajeza de mi parte, que teniendo al frente del Ejecutivo de la República a un hombre de la talla moral del general Alvaro Obregón, siempre es oportuno un voto de confianza. (Murmullos. Aplausos.)

Yo creo, ciudadanos representantes, que nosotros no debemos de proceder con egoísmos en estos momentos; no debemos pensar que el Ejecutivo es una parte integrante del poder contrario o ajeno al poder Legislativo, porque en contra de lo que ha pasado con los Ejecutivos que ha tenido el país, de la revolución a la fecha, el presidente actual de la República no solamente ha sido patriota, sino que ha sido un excelente amigo del Poder Legislativo, y nosotros, al aprobar la proposición, no haríamos más que reconocer esa cordialidad que el Ejecutivo ha tenido para con nosotros... (Voces: ¡ Ya ! ¡ Ya !) Me parece inútil, señores insistir. Estoy seguro de haber llevado el convencimiento a vuestras conciencias de que no violamos ninguna ley al dar este voto de confianza, y de que sí es oportuno y necesario. Este voto sirve para decir al Ejecutivo de la República que moralmente estamos con él, y que con reconocimiento, o sin reconocimiento, mientras siga la conducta honrada que ha seguido hasta la fecha, la Representación Nacional tendrá a satisfacción ser solidaria de sus actos

El C. Fabela: Pido la palabra para una alusión personal.

El C. presidente: Una vez que termine el debate.

El C. Fabela: Para una alusión personal.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano González Julián S.

El C. González Julián S.: Estas proposiciones, señores Diputados, tienen la gran virtud de poner siempre en un aprieto a los oradores del contra; tal aprieto consiste en que por la índole misma de la proposición, por el espíritu mismo de la proposición, el orador que venga a esta tribuna a rebatirla, pasar indefectiblemente por oposicionista aun al mismo espíritu de la proposición, aun cuando en el fondo, sus principios y sus ideas estén altamente vinculados a la misma. Esa virtud tiene esta proposición, que me ha hecho meditar por primera vez desde que estoy es esta Cámara, antes de venir a esta tribuna. Pasado ese momento de meditación, quiero bordar unas cuantas frases, si se quiere faltas de coherencia, si se quiere carentes de fundamentos sólidos, pero que bien pueden traer una pequeña luz a los cerebros quizá un poco obscuros que se encuentran en estos momentos en la Asamblea. (Murmullos. Voces: ¡ Gracias !) Y no es esto, señores diputados, faltar a la modestia. No es esto (Voces: ¡ No, de ninguna manera !) Señores diputados, no hay razón para que del seno de esta Asamblea se levante esa ola turbulencia como una muestra de desaprobación a mis palabras. Al decir antes que algunos cerebros se encontraban ofuscados, es claro que es fácil demostrar lo aseverado, porque aquellos individuos, porque aquellos compañeros que sin meditar previamente lo que van a hacer encadenan su firma a un compromiso previo, uncen su firma al yugo de ese compromiso previo, claro está que por un momento han tenido los cerebros ofuscados. (Aplausos. Siseos.)

Bien está, señores diputados, que después de una amplia deliberación en el seno de esta Asamblea, surjan de las curules las voces del pro y del contra respecto que la proposición que está a debate; bien está que, una vez que los oradores del pro y del contra vengan a traer a esta tribuna el sortilegio de su fácil palabra, o la débil palabra de que puedan disponer en un momento dado; bien está que entonces se hagan los partidos, bien está que entonces el pro surja como una especie de monumento egipcio para anonadar a los oradores del contra; pero antes, cuando únicamente por un compromiso hacia un compañero o por un compromiso hacia un líder de partido; cuando únicamente por esos compromisos sectarios se ha encadenado su firma a un compromiso o a una proposición, yo desafío a cualquiera que me diga qué cerebro se encuentra en el momento lúcido. Pasada esta pequeña digresión, ocasionada por ese ataque a la modestia que les ha parecido a mis estimables compañeros, quiero entonces entrar de lleno a la proposición de debate.

El compañero don José Manuel Puig y Casauranc, que en tantas ocasiones ha traído a esta tribuna los conocimientos amplios que lleva como bagaje en su vida política e intelectual, nos ha venido a hablar en estos momentos de algo que ya es una cosa dogmática: nos ha venido a hablar de la dignidad del Ejecutivo en materia internacional; eso que ya viene siendo una perogrullada; eso que no desconoce absolutamente nadie; eso no es absolutamente, de ninguna manera puede ser, el argumento sólido que venga a darle vida a esta proposición. ¿ Por qué el compañero Puig y Casauranc no nos ha venido a analizar aquí detenidamente ese voto de confianza, lo que significa ese voto de confianza que ya est asentado hasta la exageración, que es correlativo de un voto de censura ? ¿ Desde cuándo, señores diputados, esta Cámara, que es la Representación genuina del pueblo de la República, va a premiar al Ejecutivo porque sabe cumplir con ese deber ? ¿ Desde cuándo, señores diputados, porque el Ejecutivo está en el camino recto que debe trazarse como mandatario emanado de una revolución muy sangrienta y muy gloriosa, desde cuándo, señores diputados, ese pueblo representado por nosotros, necesita premiar con un voto de confianza la labor de ese Ejecutivo ? Creo que esto, señores representantes, es altamente absurdo. Quiero que se levante una voz en esta Asamblea a decirme: cuando dentro de su humanidad el ejecutivo ha cometido algún pequeño error, ¿ se ha levantado una voz en esta Asamblea a proponer un voto de censura ? Yo podría citar algún caso, señores diputados, en que el Ejecutivo se ha apartado del camino recto del deber y, sin embargo, nunca ha venido el compañero Puig y Casauranc ni los exaltados partidarios del voto de confianza a proponernos que demos este voto que ahora resulta ser de simpatía.

Señores diputados, yo principalmente estoy en

contra del voto de confianza, porque lo considero superfluo, porque lo considero estéril. Quiero que alguien se atreva a sostener que la base máxima de la vida y el porvenir de México no estriban en dos grandes cosas, en dos grandes problemas que tiene pendientes de resolver: uno de ellos la cuestión de nuestra deuda interior, y el otro el que más huele: la cuestión del petróleo; quiero que alguien me diga que eso no es cierto. Pues bien; al sostener que este voto es superfluo, quiero recordar a esta Asamblea que desde el momento en que por una ruidosa unanimidad fue aprobado por esta misma Asamblea el convenio celebrado en Nueva York por el ciudadano secretario de Hacienda, implícitamente, con la aprobación unánime de esta Asamblea, iba encerrado un voto de confianza. ¿ Qué acaso, señores diputados, al probar recientemente la Ley del Petróleo no dábamos con ello un voto de confianza a la política del Ejecutivo ? ¿ O es entonces que el Ejecutivo no está de acuerdo con la política enunciada en la Ley del Petróleo que aprobó esta Cámara ? Porque de estarlo, implícitamente llevaba también un voto de confianza. Y si, pues, ya está plenamente demostrado que esta Cámara ha estado con el Ejecutivo en materia internacional, siempre que el Ejecutivo ha sabido cumplir con su deber, ¿ para qué venir ahora a darnos bombo, para qué venir ahora con este acto de sumisión ante el Ejecutivo a proponer este voto de confianza? Se decía hace unos momentos por los oradores del pro, y lo escuché también en los corrillos de la Cámara, que de lo que se trata en estos momentos es de demostrar al Gobierno americano y a los extranjeros en general, que el pueblo de la República, encarnado en nosotros, está de acuerdo con el Poder Ejecutivo. Yo interpelo a los más fervientes partidarios de esta proposición para que me digan si no es cierto que ésa es la base máxima de la proposición misma. ¿ No es, ciudadano Puig y Casauranc, que el fondo de esta proposición, que el espíritu de la misma consiste en demostrar ante los ojos de los extranjeros que el pueblo de la República, representando por nosotros en esta Cámara, está de acuerdo con el ejecutivo ? ¿ No es que queremos respaldar la actitud del Ejecutivo ? ¿ no es que queremos respaldar los actos llevados a cabo por el presidente Obregón ?

El C. Puig y Casauranc José Manuel: ¿ Me interpela usted ?

El C. González Julián S: Sí lo interpelo.

El C. Puig y Casauranc José Manuel: Pues, efectivamente, no necesitaba el compañero haber interpretado ese pensamiento, porque yo lo expuse terminantemente, que uno de los propósitos de los firmantes era demostrar palpablemente en el exterior que la Cámara de Representantes apoyaba en lo absoluto la política internacional del Ejecutivo, desarrollada hasta el día.

El C. González Julián S.: Al decir usted, compañero Puig y Casauranc, " la Cámara de Representantes", ¿ quiere decir usted el pueblo mexicano ? Parece algo ingenua la pregunta, pero quiero que me la conteste.

El C. Puig y Casauranc José Manuel: Yo doy a mis palabras el alcance que tienen en la lógica y en el lenguaje. No soy el vanidoso para sostener como usted sí sostiene que la Cámara de Representantes es la genuina y esencial representación del pueblo, que no es ningún país; esta Cámara de Diputados si se compone de diputados bien electos, indudablemente que es representante de la mayoría de la nación; eso no tiene otra manera de interpretarse. El compañero González ha dicho antes que esta Cámara es genuina representación del pueblo; si es genuina representación del pueblo, indudablemente el apoyo que el general Obregón va a recibir, va a ser todavía mayor, más terminante, más definitivo y concreto que el que proponemos los firmantes de la proposición.

El C. González Julián S: Señores diputados:

Una vez sentada en una forma rotunda la advertencia de que lo que se trata es de hacer ver a los Estados Unidos que el pueblo está de acuerdo con la política seguida por el presidente Obregón, voy a permitirme hacer unas cuantas reflexiones en torno de este nuevo aspecto del asunto. Yo quiero preguntar a la Asamblea y también al pueblo, desde lo alto de esta tribuna: ¿ desde cuándo el Gobierno de los Estados Unidos ha reconocido pueblos en lugar de reconocer gobiernos ? Yo quiero preguntar a esos señores patriotas, a esos señores que con un noble esfuerzo, con un noble entusiasmo vienen a proponer ese voto de confianza, quiero preguntarles si ellos est n completamente persuadidos de si lo que se tratan es hacer algo que beneficie a la patria, al gobierno; o únicamente quieren poner un valladar a la obra del presidente Obregón. (Siseos.)

Y decía esto, señores diputados, porque es muy triste, muy doloroso, ver por todas partes, por dondequiera que se envía una mirada, ver que el Gobierno de los Estados Unidos, lejos de reconocer a los pueblos de la tierra, reconoce únicamente a aquellos gobiernos dictatoriales y despóticos, que están más alejados de sus respectivos pueblos. (Murmullos.) ¿ No infieren los ciudadanos firmantes de la proposición que, por el hecho mismo de que el pueblo de la República manifiesta estar al lado del presidente Obregón, por ese mismo hecho se obstrucciona la obra del mismo presidente ? Al contrario, señores: si el pueblo de la República no estuviera abiertamente de parte del presidente Obregón, seguramente que ya hubiera sido reconocido. ¿ No creen señores que firman esta proposición, que el Gobierno ruso, que el Gobierno emanado de la gloriosa revolución rusa, no ha sido reconocido por el de los Estados Unidos, porque el pueblo apoya a ese Gobierno ? Si el Gobierno ruso, a semejanza del Gobierno de los zares, se desvinculara gradualmente de su pueblo para convertirse en un Gobierno despótico y tirano, indudablemente que Rusia desde hace muchos años hubiera sido reconocida por los Estados Unidos.

Tenemos infinidad de ejemplos prácticos; tenemos ejemplos aquí, en la misma América latina. ¿ No hemos visto el caso doloroso que le ha pasado a Guatemala ? ¿ No hemos visto con verdadera indignación que un Gobierno emanado de un cuartelazo vil, que un Gobierno emanado de la reacción más ignominiosa, fue al día siguiente reconocido por los Estados Unidos, únicamente por que ese Gobierno no llevaba el enorme pecado de estar apoyado por el pueblo ? ¿ No tenemos el caso de

Venezuela, en que un tirano, el más odioso que ha registrado la historia de la América latina, ese tirano odioso es actualmente uno de los cortesanos de la Casa Blanca ? ¿ Y ese tirano, acaso podrán decir ustedes que está apoyado por el pueblo de Venezuela ? No, señores, mientras más los pueblos se alejen de sus gobernantes, y mientras más los gobernantes se alejen de sus pueblos, más facilidades tendrán ante el Gobierno plutocrático de los Estados Unidos. El Gobierno de México el gran defecto que tiene es estar apoyado por el pueblo y, principalmente, por las clases laborantes. Si el Gobierno no tuviera detrás de sí ese pesado lastre de su revolucionarismo social, desde cuándo, señores representantes, hubiéramos obtenido ese mezquino reconocimiento. (Murmullos.)

Sería una oposición sorda, señores diputados, sostener dentro de la lógica ortodoxa de los tiempos que corren, que el Gobierno del presidente Obregón ha cumplido con su deber dentro de la sociedad burguesa en que vivimos; dentro de esta viciosa y viciada sociedad contemporánea. Indudablemente que el presidente Obregón esplende como un astro de primera magnitud. Pero si análizaramos un poco la cuestión, si metiendo el bisturí del análisis llegáramos hasta el fondo mismo de lo que está podrido, entonces veríamos cuántas úlceras saldrían a relucir. El Gobierno del presidente Obregón, que ha tenido muchos destellos de revolucionarismo social, es indudable. Pero, señores diputados, ser por obra de las circunstancias, ser por el apremio en que vivimos o ser por la fuerza misma del exterior, no ha sabido nunca estar a la altura de las circunstancias sociales, de esas circunstancias que vienen determinando que la humanidad dé un vuelco estruendoso hacia un futuro menos pérfido y menos malvado que el presente en que vivimos. No es esto un reproche para el general Obregón; es un reproche para el medio en que se agita el presidente Obregón.

Políticamente ha estado muy bien dentro de su papel; pero socialmente, dentro de los derechos que reclama la revolución social, el presidente Obregón, dentro de las aspiraciones legítimas de las clases proletarias, muchas veces, muchas veces se ha quedado muy atrás; y si no, que lo digan los sucesos sangrientos de la calle de Uruguay..... (Siseos. Aplausos.) que lo digan esos sucesos en los que perdieron la vida unos obreros rojos.

Señores diputados: debemos vanagloriarnos, desde luego, de tener un Gobierno que, en muchas ocasiones, ha estado de parte de los principios reivindicadores de la humanidad; pero también debemos lamentar que, debido a nuestra poca fuerza, ya sea militar, ya sea económica, el Gobierno y con el Gobierno el pueblo mexicano, ha tenido que soportar multitud de indignidades y un gran número de vejaciones. Este Gobierno y este pueblo y esta Cámara de Diputados, tan revolucionaria y tan airosa y tan gallarda; este pueblo que se regocija porque se reparten las tierras de los españoles, se les reparten y, desgraciadamente, a veces se les pagan, porque éstas son tierras que han robado a los pueblos; este pueblo que se regocija por eso, debe sentir honda tristeza porque eso se hace, señores diputados, porque España no tiene el viejo poderío colonial para venir a aplastarnos en un momento dado; pero, en cambio, volvamos los ojos hacia los campos petroleros; volvamos los ojos hacia los latifundios amparados por una firma yanqui y veremos cómo esos latifundios siempre, invariablemente, han sido respetados. (Aplausos.)

En la frontera de la República citaré casos concretos: en el Estado de Sonora compañías extranjeras son dueños de extensiones tan grandes, que podrían dar cabida en su seno a muchos pequeños Estados europeos. Y bien; ¿ esas propiedades, esos enormes latifundios, cuándo han sido sacrificados en aras de la revolución ? ¿ Cuándo la mano devastadora, la mano implacable ha llegado hasta ellos ? Absolutamente nunca; pero, en cambio, tratándose de España, allí sí somos los fuertes; allí sí podemos decirles a los españoles: "Tú has robado esta tierra, luego debes deshacerte de ella". Esto, señores diputados, est muy lejos de constituir una censura para el actual Gobierno; sería ilógico que lo hiciera; es una censura para el medio ambiente en que vivimos; es una censura para los agentes externos que nos están apremiando, que nos están degollando.

Creo, ciudadanos diputados, que cuando ya más de cien firmas se han atrevido a calzar previamente una proposición que no fue previamente discutida, es inútil, es inútil, perfectamente inútil seguir bordando en el vacío; pero sí quiero decir a los estimables compañeros que si aprobamos esta proposición, la Cámara de Diputados aparecer ante la República entera como que se prosterna incondicional y sumisa ante el poder omnímodo del Ejecutivo. (Aplausos.)

El C. Pastoriza: Lamento profundamente, señores diputados, que, cuando en la Representación Nacional se va a tratar de algo que del entendimiento de los firmantes de la proposición es de buena fe, vengan algunos compañeros con ofuscación, unos por falta de intelectualidad, otros con ofuscación por verdadero partidarismo, y otros con ofuscación por espíritu de maledicencia. Los firmantes de la proposición hemos creído estar en nuestro papel al firmarlo, pensando que le Ejecutivo federal ha estado en su papel sosteniendo, dentro de la doctrina internacional y dentro de todo aquello que han sido las relaciones con los Estados Unidos, siempre dentro de los preceptos revolucionarios. Si el señor general Obregón, dentro del régimen interior de la República ha tenido mementos en que no ha sabido estar a la altura de su papel, no es materia para venirla a discutir aquí.

Se habla en estos instantes de la actuación que el presidente de la República ha tenido en las relaciones internacionales de México. Yo no creo, y quisiera que todas las personas que han desfilado por esa tribuna impugnado la proposición, vinieran a decir, con hechos concretos, cuál ha sido el hecho que el presidente de la República haya realizado con detrimento de los intereses nacionales. ¿ Qué hecho ha tenido con relación a su política internacional, que haya venido en contra de los principios de la Revolución mexicana ? ¿ Quién de los señores que me han precedido en uso de la palabra, quiere contestar esta interpelación ?

El C. Del Castillo Israel: No la conocemos.

El C. González Julián S.: Ya cité el caso de Uruguay.

El C. Pastoriza: La actuación del señor general Obregón, conocida por todos en la República Mexicana, cuando se le propuso que para que se pudiera reconocer al Gobierno de México, se solicitaba que anteriormente se firmara un pacto o convenio, todos reconocemos las declaraciones patrióticas del general Obregón sobre este particular. Nosotros hemos visto, señores, la atingencia de él y, ténganlo entendido, señores: yo soy un espíritu rebelde, que jamás he venido a postrarme, como están ustedes creyendo; jamás he pertenecido, y la mayor parte de los firmantes no hemos pertenecido a las glebas de los que van a arrodillarse ante los hombres del Poder. Si alguna vez en la vida, cuando se obra de buena fe y con energía, se cree que se puede ser incondicional, tengan entendido que entonces ser la primera vez que yo quiera llevar en la frente estigma de incondicional. Sobre este particular, creo que todos los firmantes de la proposición han meditado serenamente que no se trata de un voto de confianza; allí está el exceso de la generalización de algunos de las minorías, como el señor compañero, en creer que nosotros vamos a analizar el resultado de las conferencias que se tienen en estos instantes. No, nosotros no estamos hablando de eso; nosotros estamos tratando de respaldar al Ejecutivo federal en la política internacional que ha tenido anteriormente a estas conferencias, para que se sepa, señores, en todas partes del mundo, que este Poder está en perfecta armonía con el Ejecutivo de la Nación. Esta ha sido la mente de los firmantes de la proposición y yo pido a los compañeros que hayan firmado esta proposición y a muchos de los demás compañeros, que se den cuenta exacta de que no es un voto de confianza, porque no estamos aquí para dar votos de confianza, porque no se trata de una Cámara de incondicionales, porque no se trata de una Cámara de "lambiches" ni de grupos que vayan a besar la bota fuerte del general Obregón; se trata de una Cámara consciente, se trata de una Cámara fuerte en donde hay una mayoría que sabe, en todos los momentos, llevar la responsabilidad de sus propios hechos.

El C. Padilla: Pido la palabra. Señores diputados:

El compañero Israel del Castillo ha hecho una alusión respecto de la firma que puse en el voto de confianza que se solicitó, contrastando con mi actitud de otra ocasión, en que terminantemente me negué a que se diera al Ejecutivo un voto de confianza. Yo debo recordar a ustedes todos, que en aquella ocasión, cuando la "Oliver Trading Company " había puesto en su barca de pirata plutócrata la sagrada bandera de Mount Vernon , era natural que la actitud del Ejecutivo, cumpliendo con su deber, hubiera estado a la altura gallarda y decorosa con que la sostuvo en aquella ocasión, y cuando consumado el hecho, lleno de dignidad para la patria mexicana, se quiso dar un voto de confianza, yo vine a esta tribuna porque era necesario demostrar que debíamos respetar el espíritu del Constituyente de 1917, que había borrado de la Constitución la frase lisonjera de que: "si bien lo hiciereis, la patria os lo premie", y sólo había dejado enérgica, firme y punzante la frase de que: " si no lo hiciereis así, la patria os lo demande". Pero en esta ocasión, señores diputados, el caso no es el mismo, no se trata de un hecho consumado, en que el presidente de la República haya tenido una actitud gallarda y definitiva; se trata de un momento en que un pueblo débil, desangrado, desgarrado, lleno todavía con todas las turbulencias de una lucha, de pasiones políticas que debilitan tanto a los pueblos, va a enfrentarse en contra del poder plutocrático más grande del mundo y no sabemos si es David el que avanza hacia Goliat o si según la frase de los americanos, "México es el hermano débil que marcha hacia le hermano fuerte para estrecharse otra vez las manos". Y yo creo que la Cámara de Diputados, que representa en estos instantes a la Nación, debe en estos momentos estar detrás de David o del hermano débil.

El C. Fabela: Pido la palabra para una alusión personal.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Fabela: Unas cuantas palabras nada más, señores diputados. La proposición presentada se refiere a la política del Ejecutivo en cuestión internacional, aunque no se conoce por el pueblo ni por la Representación Nacional; no se conocen los detalles de nuestra Cancillería, es decir las notas cambiadas por Washington y México. Sin embargo, todos sabemos que en los actos visibles, los actos visibles de carácter internacional, que han sido dos o tres, la política del presidente Obregón ha sido digna y patriótica; por ejemplo: cuando se trajo aquí una iniciativa para aplaudir al Ejecutivo por no haber aceptado una nota del señor Summerlin en la cuestión del petróleo, yo fuí de quienes se honraron aplaudiendo esa actitud. Esto, cuando se conoce la política del Ejecutivo; pero la política de nuestra Cancillería en este caso no se conoce, y a eso me refiero, al desconocimiento en que estamos de la política del Ejecutivo; en este sentido hago referencia para no dar un voto de confianza, puesto que no sabemos cuáles hayan sido los fundamentos ni la actitud de nuestra Cancillería; dije y repito, que supongo que esa actitud ha sido digna; pero como en general, nosotros, el Gobierno de México, no ha aceptado ningún tratado previo, como lo exigen Fall y socios, y como el presidente Harding lo ha exigido también, en general la política internacional de nuestra Cancillería ha sido de acuerdo con nuestra soberanía y nuestra dignidad nacional; pero si la nota presentada por los señores hiciera referencia a al política que debe el Ejecutivo seguir en las conferencias actuales, si le dijera que espera de su anterior actitud que su actitud en las conferencias que se celebran en estos momentos sea la misma, yo creo que no tendrá un solo voto de desaprobación el proyecto presentado; pero como no se conoce la actitud del presidente de la República ni de su Cancillería en las conferencias que se están celebrando actualmente,¿ cómo vamos a dar un voto ? Diríamos, y diríamos con justicia: la Representación Nacional espera del Ejecutivo y de la Cancillería que su actitud en estos momentos sea tan digna como lo ha sido anteriormente. Si es así y se hace una pequeña modificación a la proposición, yo sería el primero en votar afirmativamente.(Aplausos.)

El C. secretario Barón Obregón: Habiendo hablado los oradores en pro y en contra, que estaban inscriptos, se consulta a la...

El C. Manrique: Me permito recordar a la Secretaría que no basta indicar hablaron determinados oradores, que es necesario indicar a la Asamblea si aún hay oradores en la lista.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al diputado Manrique, que la Secretaría ha cumplido exactamente con su deber, pues ha dicho que habiendo hablado los oradores inscriptos, en pro y en contra, se preguntaba si se votaba o no; lo que paso es que su señoría estaba escribiendo y no oyó bien.

Presidencia del

C. GUTIÉRREZ ALBERTO

- El mismo C. secretario: Se consulta a la Asamblea si se considera suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Suficientemente discutido.

El C. Puig y Casauranc José Manuel: Pido votación nominal.

- El mismo C. secretario: ¿ Está usted suficientemente apoyado ?

El C. Puig y Casauranc José Manuel: Lo supongo.

- El mismo C. secretario: Se va a proceder a recoger la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. secretario Esparza Martínez: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

El C. secretario Barón Obregón: ¿ Falta algún ciudadano diputado por votar ? ¿ Falta algún ciudadano diputado por votar ? Se procede a recoger la votación de la Mesa. ( Votación.)

El C. secretario Esparza Martínez: Votaron por la negativa nueve ciudadanos diputados.

Presidencia del C. ORTEGA ROMEO

El C. secretario Barón Obregón: Votaron por la afirmativa ciento treinta y un ciudadanos diputados. En consecuencia, ha sido aprobada la proposición. Pasa al Ejecutivo por medio de la comisión siguiente: Emilio Portes Gil, Juan de Dios Robledo, Espinosa Luis, Gutiérrez Alberto y secretario Barón Obregón.

El C. Del Castillo Israel: Pido la palabra. Para pedir atentamente a su señoría ordene que para hacer honor a los diputados que votaron por la afirmativa esta proposición, que está fundada en una argumentación del ciudadano Puig y Casauranc, de que violáramos tantito la Constitución, que figuren sus nombres en el DIARIO DE LOS DEBATES y los nuestros también.

El C. presidente: Atendiendo a sus deseos, se hará constar.

Votaron por la afirmativa los siguientes ciudadanos diputados: Aguirre Emilio, Altamirano Manlio Fabio, Aranda, Aranzábal, Azueta, Barón Obregón, Barragán, Barrera, Barriga Zavala, Bátiz, Bravo, Campillo Seyde, Cardona, Carmona Ismael Casanova, Castillo Porfirio del, Castillo Torre, Certucha, Compeán, Cuéllar José de Jesús, Cuéllar José María, Cerecedo Estrada, Chacón, Dávalos Aragón, Dávila Lorenzo, Díaz Fermín E., Díaz Jesús M., Díaz Luis Manuel, Domínguez Enrique, B., Domínguez J. Enrique, Esparza Martínez, Espinosa Luis, Espinosa y Elenes Liborio, Estrada J. Guadalupe, Estrada Leopoldo, flores Olvera, Franco Fernando F., Franco Urías Salvador, Gálvez, Gama, Gámiz, García Ramos. García Ruperto S., Garibay Rafael, Garza Castro, Gómez Campos, Gómez Dionisio, Gómez Filiberto, Gómez Mauricio, González Onésimo, Guerrero, Gutiérrez Alberto, Gutiérrez José F., Guzmán Apolonio R., Hernández Francisco, Hernández Porfirio, Herrera Fernando, Herrera Moisés G., Hinostrosa, Iturralde, Jiménez Martín, C., Joachín, Laguna, Lailson Banuet, Lazcano Carrasco, Lira, Manrique, Marín Efrén D., Márquez Luis G. Martínez Adame, Martínez Gabriel, Méndez Manuel M., Mercado, Miravete, Montero Villar, Montes de Oca, Montoya A. Ángel, Moreno Francisco Z., Murguía, Ogarrio Meixueiro, Olivares, Olivé, Ortega, Padilla, Palacio, Palencia, Pastoriza, Peña Aurelio M., Pérez Acevedo Pérez de León, Pérez Rojas, Portes Gil, Prieto, Puig y Casauranc Carlos, Puig y Casauranc José Manuel, Quevedo, Quiroga, Rama, Ramírez Corzo, Ramírez Enrique, Ramírez Lázaro V., Razo, Reyes Márquez, Reyes San Germán, Reyes Tereso, Rivero, Robledo, Rodríguez Guillermo, Rodríguez Policarpo, Romero Ismael, Romo, Sáenz Juárez, Samayoa, Sánchez Campa, Sánchez de Cima, Santa Anna, Santacruz, Sepúlveda, Solís Vidal, Suárez Torregrosa, Trejo Martínez, Valdés Prisciliano, Valenzuela Arturo J., Vásquez, Vicencio, Vidales, Villegas Federico, Vizcarra Rubén y Zarza.

Votaron por la negativa los siguientes ciudadanos diputados: Castillo Israel del, Torres, Fabela, González Julián S., Hurtado, Nieto Roberto, Trueba, Vasconcelos y Vizcarra Salomé.

El C. secretario Esparza Martínez, leyendo:

" Vicepresidencia de la Liga Panamericana de Mujeres. - Apartado Postal número 1,528. - México, D. F.

" México, a 7 de mayo de 1923.

" A La H. Cámara de Diputados. - Presente.

" Respetable Congreso:

" La Sección Mexicana de la Liga Panamericana para la Elevación de la Mujer, va a celebrar su primera Convención del 20 a 30 de mayo actual.

" Hemos contado con la ayuda del Ejecutivo, pero una convención requiere gastos muy crecidos que no estamos en posibilidad de hacer con fondos particulares, ya que las organizadoras somos gente pobre, y la mujer no tiene la facilidad exclusiva de manejar los dineros de la Nación, y nos vemos en el caso recurrir a esa H. Cámara de Diputados en demanda de ayuda que pedimos en la forma siguiente:

" Taquígrafos parlamentarios durante los días que dure la Convención, y la impresión de 10,000

ejemplares de las memorias de la misma Convención.

"Agradeciendo a esa H. Cámara, en nombre de la Liga, lo que haga por nuestra causa, esperando que se acuerde de conformidad nuestra petición, con lo que recibiremos especial gracia y favor. - Atentamente, Elena Torres.

"Hacemos nuestra la anterior solicitud y pedimos para ella dispensa de trámites. - Aurelio Manrique. - M. F. Altamirano."

El C. Espinosa Luis: Pido que se agregue mi nombre a los de los diputados que hacen suya esta proposición.

El C. secretario Esparza Martínez: En votación económica se consulta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Dispensados.

El C. presidente: La Presidencia no oyó, señor Espinosa; sírvase repetir.

El C. Espinosa Luis: pedí que se agregara por la Secretaría mi nombre a la lista de diputados que hacen suya la moción.

El C. Secretario Barón Obregón: Est a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

El C. presidente , a las 19.28: No habiendo más asuntos de que tratar, se levanta la sesión y se cita para mañana a las diez y seis.