Legislatura XXXI - Año I - Período Ordinario - Fecha 19241210 - Número de Diario 49
(L31A1P1oN049F19241210.xml)Núm. Diario:49ENCABEZADO
MÉXICO, MIÉRCOLES 10 DE DICIEMBRE DE 1924
DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CAMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.
AÑO I. - PERÍODO ORDINARIO XXXI LEGISLATURA TOMO I. - NÚMERO 49
SESIÓN DE COLEGIO ELECTORAL DE LA CAMARA DE DIPUTADOS
EFECTUADA EL DÍA 10 DE DICIEMBRE DE 1924
SUMARIO
1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.
2.- Son aprobados los dictámenes referentes al 6o. y 3er. distritos electorales del Estado de Sinaloa.
3.- Es discutido el dictamen relativo al 2o. distrito electoral de Sinaloa; a votación. Se levanta la sesión por falta de "quórum".
DEBATE
Presidencia del
C. FRANCISCO GARCÍA CARRANZA
(Asistencia de 133 ciudadanos diputados y presuntos diputados.)
El C. presidente, a las 11.35: Se abre la sesión de Colegio Electoral.
- El C. secretario Rueda Magro, leyendo:
"Acta de la sesión de Colegio Electoral celebrada por la cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día ocho de diciembre de mil novecientos veinticuatro.
"Presidencia del C. Francisco García Carranza.
"En la ciudad de México, a las diez y siete horas y quince minutos del lunes ocho de diciembre de mil novecientos veinticuatro, se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta y tres ciudadanos diputados y presuntos diputados.
"Fue aprobada el acta de la sesión anterior, celebrada el día nueve de octubre último.
"Se puso a discusión el dictamen de la Décima Sección de la 1ra. Comisión de Poderes, que trata de las elecciones en el 6o. distrito electoral de Sinaloa y que propone para diputado propietario al C. Salomé Vizcarra, jr., y para suplente, al C. Martiniano H. Osuna.
"El C. López Sorcini habló en contra; le interrumpió una aclaración del C. Bátiz e interpeló al C. Guillermo Zárraga, quien respondió.
"El C. Salomé Vizcarra, jr., usó de la palabra en pro y contestó una pregunta del C. Madrigal.
"El C. Arriola Valadez se produjo en contra, habiéndole interrumpido una aclaración del C. Vizcarra; el C. Cerisola contestó a una pregunta del orador.
"El C. López Sorcini hizo aclaraciones y a una pregunta de él contestó el C. Santos Mendiola.
"Agotado el debate, se aprobó en votación económica el primer punto resolutivo del dictamen, que declara válidas las elecciones, y respecto del segundo, que otorga el triunfo a los CC. Vizcarra y Osuna, a pedimento del C. López Sorcini, debidamente apoyado, se recogió votación nominal, la que produjo noventa y siete votos de la afirmativa contra veintinueve de la negativa.
"En vista de que se había desintegrado el quórum, se levantó la sesión, siendo las diez y nueve horas y cuarenta y siete minutos.
"Se citó a sesión de Cámara para las diez y seis horas del siguiente día y a sesión de Colegio Electoral para las diez horas del miércoles diez de los corrientes."
Est el acta a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada.
- El mismo C. secretario: Se procede a tomar la votación nominal pendiente de la sesión anterior y se suplica a los ciudadanos prosecretarios pasen a auxiliar a la Secretaría.
El C. Del Campo Martín: Habiendo sido uno de los que pidieron votación nominal en la sesión pasada, por mi parte retiro mi proposición para ganar tiempo y poder trabajar.
El C. Madrigal: Nosotros también pedimos votación nominal y no retiramos nuestra petición.
El C. secretario Puig y Casauranc: Se procede a tomar la votación nominal.
El C. secretario Rueda Magro: Por la afirmativa.
El C. secretario Puig y Casauranc: Por la negativa. (Votación.)
- El secretario Rueda Magro: Se aprueba el segundo punto resolutivo del dictamen por ciento veintinueve votos de la afirmativa contra treinta de la negativa, y el cual dice:
"Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Salomé Vizcarra, jr., y Martiniano H. Osuna."
En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 6o. distrito electoral del Estado de Sinaloa, los ciudadanos Salomé Vizcarra, jr., y Martiniano H. Osuna.
(Aplausos.)
"1ra. Comisión Revisora de Credenciales. - Séptima Sección.
"H. Asamblea:
"A la séptima Sección de la 1ra. Comisión Revisora de Credenciales que suscribe, tocó conocer el expediente electoral correspondiente al 3er. distrito del Estado de Sinaloa. Jugaron en este distrito las fórmulas de los CC. Juan de Dios Bátiz - Fernando Cuén, que obtuvo 4,009 votos; Alfonso Leyzaola- Eliseo Quintero, con 1,902 votos, y, por último, la de Francisco Ramos Esquer - Ramón Murillo, con 884 votos.
"El C. Ramos Esquer envió a esta comisión un memorial acompañado de varios documentos, con objeto de probar que hubo presión oficial, y pide la nulificación de todos los votos de la fórmula Bátiz - Cuén, así como la del C. Alfonso Leyzaola, que ocupa el segundo lugar.
"Del estudio hecho con todo cuidado de estos documentos, se ha llegado a la conclusión que no prueban suficientemente la presión oficial que alega el C. Ramos Esquer, ni tampoco la nulidad de los sufragios emitidos en favor del C. Leyzaola, en vista de que también aparecen en este expediente documentos del C. Juan de Dios Bátiz, con los cuales refuta y desvirtúa estos cargos.
"En tal virtud, estiman los subscriptos que no debe accederse a lo que solicita el C. Ramos Esquer, porque sería tanto como nulificar toda la elección. En vista de lo expuesto, sometemos a la deliberación y aprobación de este H. Colegio Electoral los siguientes puntos resolutivos:
"Primero. Son válidas las elecciones efectuadas el día 6 del pasado mes de julio en el 3er. distrito electoral del Estado de Sinaloa, para diputados al Congreso de la Unión.
"Segundo. Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, los CC. Juan de Dios Bátiz y Fernando Cuén."
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 21 de agosto de 1924.-M. Rueda Magro. - V. Lorandi. - B. Méndez, jr."
Est a discusión el dictamen.
El C. López Sorcini: Pido la palabra. (Siseos.)
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. López Sorcini: Compañeros, no deseo quitar el tiempo absolutamente, sino muy breves minutos para hacer una aclaración. No puedo presentar las pruebas que en estos momentos se desearía tener para hacer constar ante la Asamblea lo que aseveramos, por la circunstancia de que el segundo caso iba a ser uno de los que teníamos que tratar después, según promesa del señor presidente; y yo esperaba que el compañero callísta que me iba a presentar las pruebas para enseñarlas a ustedes se encontrase aquí; así es que el compañero Ramos, contrincante del señor Bátiz, no se encuentra aquí en este momento, porque estaba en la creencia de que su caso no se iba a tratar estrictamente en este momento, sino dentro de media hora, poco más o menos. No voy a discutir el caso....(Voces: ¡A votar! No voy a defender el caso porque sería inútil sin presentar a ustedes documentos fehacientes y pruebas concluyentes, que son las que ustedes necesitarían; por lo mismo voy a hacer la aclaración de que el caso no se defiende porque no tengo los documentos para presentarlos, debido a que estábamos en esa creencia por una promesa del señor presidente, que nos había prometido tratar el segundo o cuarto caso, y no el tercero; de manera que se va pasar este caso sin discusión y sin presentar ninguna prueba que pueda favorecer al contrincante del señor Bátiz.
El C. secretario Rueda Magro: En votación económica se consulta a la Asamblea si se aprueba el dictamen. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobado.
En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 3er. distrito electoral del Estado de Sinaloa, los ciudadanos Juan de Dios Bátiz y Fernando Cuén. (Aplausos.)
- El mismo C. secretario, leyendo:
"1ra. Comisión Revisora de Credenciales. - Sexta Sección.
"H. Asamblea:
"A esta Sexta Sección de la 1ra. Comisión Revisora de Credenciales, tocó conocer del expediente electoral del 2o. distrito del Estado de Sinaloa.
"En este distrito contendieron las fórmulas Angel Montoya A. - Carlos Cázares, Manuel Riveros - Filiberto Mora y Ochoa, Fernando V. Martínez - Melesio Orrantia, Feliciano Gil- Anacleto Avilés y Ramón R. Delgado S. Zazueta, debiendo funcionar 81 casillas, de las cuales sólo funcionaron 71. Funcionó una sola Junta Computadora, que extendió credencial única a la fórmula Montoya- Cázares, siendo el resultado del escrutinio general, como sigue:
"Fórmula Montoya - Cázares, 3,801 votos; Riveros - Mora Ochoa, 1,618; Delgado- Zazueta, 979, Martínez Orrantia, 645; Gil- Avilés, 252. El C. Riveros presenta fotografía de una carta que se dice firmada por el C. Homobono Gastélum, presidente municipal de Mocorito, en la que se habla del apoyo del gobernador del Estado para el C. Montoya; pero comparada la firma que aparece en la fotografía con la de cuatro documentos de distintas épocas, desde el año de 1923 a la fecha, firmados por el mencionado C. Homobono Gastélum, la comisión opinó que era falsa la firma que aparece en la fotografía citada; pero no conforme con su opinión, sujetó los documentos mencionados al examen de un perito calígrafo, y así el señor Filogones Romero, perito calígrafo, con domicilio en la 4ta. calle de Donceles, número 89, de esta ciudad, en amplio y bien detallado examen crítico de las firmas puestas en sus manos para su estudio, concluyó lo mismo que la comisión, y como es lógico suponerlo, con ese dictamen se encuentra más convencida de su primera
opinión, afirmándose en ella el criterio de que el documento presentado por el C. Riveros es apócrifo.
En nuestro concepto, por el examen detenido de paquete por paquete de los 71 que fueron enviados por la Junta Computadora en el mencionado distrito electoral, hubo verdadera lucha democrática política, en la que el triunfo correspondió a la fórmula Montoya - Cázares; por lo tanto, la comisión tiene el honor de proponer a la consideración de la H. Asamblea, los siguientes puntos resolutivos:
"1o. Son válidas las elecciones verificadas el día 6 de julio del corriente año en el 2o. distrito del Estado de Sinaloa.
"2o. Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Angel Montoya A. y Carlos Cázares."
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. -México, D. F., a 26 de agosto de 1924. - Enrique Hernández Alvarez. - Jesús Santos Mendiola. - Dr. Carlos Puig y Casauranc."
Est a discusión.
El C. Madrigal: Pido la palabra encontra.
El C. López Sorcini: Pido la palabra en contra.
El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Madrigal. (Siseos.)
El C. Madrigal: Señores diputados y presuntos diputados:
Vuelvo otra vez a esta tribuna con los nervios encogidos, ahora ya no solamente por mi condición de provinciano que le impone profundamente la majestad de esta honorable Asamblea, donde se recogen todas nuestras palabras por ese órgano potente del pensamiento humano que llamamos la prensa; ahora más, llevo en el alma una verdadera desilusion por estar viendo cómo se lanza de aquí a compañeros cuando se suplica a todos que siquiera permitan que vengan, que traigan documentos para defenderse y, sin embargo, no lo permiten, no quieren oírlos. Encuentro en esta Asamblea una notaría agresividad para los compañeros. Est bien que se piense como se quiera, est bueno todo, pero que se les arrojé de aquí sin permitir que se les oiga, me parece cruel, me parece casi infame. (Siseos.) Traigo esta profunda desilusión y a la vez una enorme dificultad para expresar mis ideas, y solamente el deber que impone un mandato de conciencia, porque vengo a defender a un compañero, es lo que me obliga aquí a venir a esta tribuna a llamar otra vez al alma de los compañeros que piensen en ese desventurado Estado de Sinaloa que se ha quedado sin representación revolucionaria. Yo ya sé lo que pasa en esta Asamblea. Desde los principios, cuando empezaban las juntas previas del Colegio Electoral, hubo una versión insidiosa que flotó en todo el ambiente de esta Asamblea, en que se decía: Conviene a los intereses del general y él mismo lo ha expresado así, de que se dejen entrar todos los casos de Sinaloa a favor de los floristas, para justificar su política. (Siseos.) Nosotros los que venimos de la provincia, que no teníamos todavía los conocimientos tan dolorosos que se tienen en estas maniobras políticas, nos sentimos contagiados, ese contagio general que se observa con una facilidad asombrosa en las multitudes, porque las multitudes es muy difícil que se convenzan. Algún pensador decía: No gastéis el tiempo en querer convencer a una multitud, procurad impresionarla. Y lo que ha pasado en esta Asamblea es que se le ha conseguido impresionar, aquí no se han dejado oír argumentos, ni siquiera a documentos fehacientes se les ha querido dar el crédito que merecen. No valen los documentos, no vale una información testimonial de un compañero de nosotros que nos merece toda fe, como el compañero Larrañaga.... (Voces: ¿Quién?) que expresó cómo se desarrollaron los acontecimientos; quise decir el compañero Zárraga, que estuvo aquí y rindió una amplia información de los acontecimientos de Sinaloa, cuando fue con la misión dificilísima de levantar el callismo en Sinaloa.
El C. Riva Palacio: Lo levantaron los pantalones de Nelson.
El C. Madrigal: Todos nosotros sabemos que no es cierto que en el Estado de Sinaloa haya tenido el general Flores una votación uniforme, eso no es cierto; el general Calles obtuvo diez mil votos y, por consecuencia, en algunos distritos debe haberse perdido, necesariamente, la elección de los floristas; en cambio, en esta Asamblea no se quiere oír a nadie, quieren que entren todos los casos, quieren que entren todos por la gatera como han entrado más de una vez y voy a probarlo; me refiero a los individuos que se trata de meter ahora. Voy a tratar en el caso que defiendo, que el señor Montoya en la vez pasada fue diputado al Congreso de la Unión y entró por la gatera de esta Cámara; voy a demostrarlo.
El C. Martín del Campo: Moción de orden. No est a discusión la credencial de la vez pasada, est la de hoy.
El C. Madrigal: He podido notar que algunos compañeros, y es doloroso decirlo quieren poner trabas al cúmulo de acontecimientos que deben presentarse en esta Asamblea para que se forme una idea completa, y hasta eso quieren evitar diciendo que no est a discusión la credencial de la vez pasada; pero sí son acontecimientos que es indispensable que se conozcan, porque si el señor Montoya en esa vez no fue popular, no hay razón para ceer que ahora lo sea. Las doctrinas que al principio del año se hicieron conocer a todos los provincianos que de buena fe estuvieron dispuestos a aceptar, los que no estábamos avesados en la política, fueron éstas: se decía que todos los parlamentos del mundo civilizado tienen representantes de todas clases sociales, y por consecuencia nosotros no nos vamos a distinguir en el sentido de arrojar a todos los que representan a la reacción para que la Cámara quede integrada por puros revolucionarios; sería un principio fatal y todo el mundo diría que en México se les lesionan los principios democráticos. Ese era el argumento total que se ponía y se llevaba a las comisiones para que se formulasen estos dictámenes que ahora se est n discutiendo. Yo apelo a la honorabilidad y a los conocimientos profundos de algunos elementos que tenemos en esta Asamblea para que puedan dar una garantía, para que puedan expresar sus ideas respecto de este fundamental principio. Es cierto y es indiscutible que una de las más graves circunstancias que han puesto a México en condiciones difíciles ha sido el delirio de copiar de los pueblos civilizados y han sido por una razón: por
que no se toman en cuenta las circunstancias actuales para calmar esas ideas que se quieren traer de otros pueblos. Yo estoy convencido de que en los pueblos civilizados como Francia, se da entrada, es cierto, a todas las clases sociales; lo mismo entran los republicanos y hay hasta monarquistas dentro del parlamento; pero eso no sucedía cuando ese gran pueblo defensor de las ideas de todo el universo estaba en condiciones como las nuestras, eso no sucedió jamás en el período de la revolución francesa, en el período de tumultos, de vida turbulenta de la Francia, en ese período en que habían de cristalizarse los derechos del hombre que fueron elevados en todo el universo. En esa época de dolorosa gestación de las ideas que habrían de afirmar las instituciones de Francia, se cortaban cabezas y no se permitía entrar a ningún individuo que presentara a la reacción y había esta razón: cada vez que un individuo de la reacción entra donde se encuentran los revolucionarios, es un germen que se propaga formidablemente y ahoga entonces las instituciones que con tantas dificultades viven una vida raquítica, difícil, como la nuestra. Esto pasaba en la Francia y por eso se cercenaban cabezas y por esto no se permitía entrar a la reacción, hasta que se afirmaron definitivamente sus instituciones. Esto no pasa con nosotros, compañeros, nosotros vivimos un período álgido y tremendo, estamos en un momento tan difícil, en que el general Calles acaba de tomar posesión del poder y en que el Ejército tiene cierta expectación para ver cómo se desarrollan los acontecimientos. (Voces: ¡No es cierto!) Sabemos que el Ejército est con Calles.
El C. Martín del Campo: No, señor, el Ejército est con las instituciones, El Ejército es leal y el pueblo est con Calles.
El C. Madrigal: Yo también lo acepto y también debemos aceptar y hay informaciones en la Secretaría de Guerra de que en estos momentos tenemos más de cincuenta brotes de revolución en la República. En estas condiciones, compañeros, cuando la prensa nos informa que en San Luis Potosí se descubrió un complot.... (Voces: ¡Es falso!) Cuando la prensa nos informa que en Ocotlán se levanta un coronel y en Veracruz hay combates y en estas condiciones estamos metiendo a los individuos que tienen especial empeño en que la revolución se propague, aunque no lo consigan, pero que harán cuantos esfuerzos estén a su alcance porque esta lucha es la más cruel; en la lucha pasada, en la Guerra de Reforma, era una lucha religiosa; ahora es una lucha económica porque nosotros nos andamos disputando el pan que comer. Hay un momento en que las clases laborantes tienen una profunda espectación y se dice: ¿por qué en una época en que se pudo haber hecho algo, no se hizo? ¿Por qué en estos momentos en que estamos viendo nuevamente amenazados nuestros intereses, por qué se deja entrar a la reacción, que es enemiga nuestra? Hay una desorientación absoluta, el campesino no quiere ir a reclamar un pedazo de tierra porque teme que lo asesinen, y no solamente teme que no se lo den, sino que se ejerciten venganzas cuando la reacción triunfe, y hay que convenir en que una vez triunfa la revolución y otra vez triunfa la reacción y esta es la única vez en la historia de México en que se ha derrotado a la reacción definitivamente y ahora nosotros estamos dándole nuevamente armas para que se defienda. (Voces: ¡No es cierto! Siseos.)
El C. Martín del Campo: ¡ Los compañeros que hemos aceptado son revolucionarios más antiguos que usted!
El C. Torregrosa: ¿Me permite usted una interpelación? No cree usted, compañero Madrigal, que el respeto al sufragio es una de las bases más sólidas para consolidar la paz y un triunfo definitivo de la revolución?
El C. Madrigal: Voy a contestar en condiciones que convenga a la forma en que yo debo contestar. Juzgo que el respeto al sufragio es una institución tan raquítica como otras muchas instituciones que tenemos en México actualmente. (Voces: ¡Ah! Siseos.) Así como en otras ocasiones no hemos sido tan quijotes para respetar el sufragio tratándose de compañeros que no son floristas sino callistas y ha habido dificultades de grupo en esos mismos , ahora que hay una razón de principio, creo que debemos aplicar definitivamente el criterio político, porque conviene a los intereses de la nación.
El C. Torregrosa: Compañero ¿cree usted, entonces, que un error justificar otro error? Porque esta es la base de su argumentación.
El C. Madrigal: Si aquel era un error, era nuestro, porque es un principio fundamental aceptado por toda la humanidad, la defensa de los intereses de un pueblo.
El C. Torregrosa: Antes que los intereses de un pueblo est la democracia; en México la democracia naciente y raquítica, como usted la llama, obliga a los hombres bien intencionados a inyectarle vida y respeto a ese sufragio; por ser raquítico ese sufragio estamos obligados a hacerlo fuerte con nuestra actitud enteramente honrosa; aceptamos a los señores floristas por esta razón sencilla: porque han triunfado en Sinaloa. (Aplausos.)
El C. Madrigal: Sigamos nosotros presentando las cosas como deben presentarse. El compañero Torregrosa afirma que debe haber un respeto absoluto al sufragio, cualquiera que sean las circunstancias en que nos coloque esta institución, en síntesis; pero no toman en cuenta que la presión oficial no ha dejado que en el Estado de Sinaloa se manifieste libre y espontáneamente la voluntad del pueblo para nombrar a sus representantes, y lo vamos a probar. En el Estado de Sinaloa es absurdo considerar que hay florsimo, lo que hay en Sinaloa es un sistema de terror formidable; en el Estado de Sinaloa, desde que se apoderó de toda esa desventurada región el general Flores, desde ese mismo momento empezaron a cometerse crueles asesinatos, y voy a tener la oportunidad de relatar algunos. Allí se fusilaba sin formación de causa, no se entregaban los hombres a los jueces, y los jueces se pasaban la vida durmiendo porque no tenían un solo caso del cual pudieran ocuparse; allá todos los asuntos los resuelve el general Flores y esa fue la causa por qué en el Estado de Sinaloa prevaleciera un sistema de tenor tal, que no hay uno solo que quiera enfrentársele al general Flores, y si en Sinaloa hubo callismo, fue debido a que llegó Nelson cargado con energías y porque Flores había salido a hacer su propaganda fuera
de la región; por eso hubo callismo.(Una voz: ¡De todos modos hubiera ido Nelson!) Voy a relatar, especialmente para aquellos que de veras se juzgan agraristas de corazón, para que se den cuenta de los acontecimientos que se realizaron bajo la férula del general Flores en Nayarit; es asunto conocido porque toda la prensa nacional lo hizo conocer. En el Estado de Nayarit, cuando el general Madrigal era jefe de operaciones en ese Estado, hermano mío, (Voces: ¡Ah!) estuve a visitarlo en Tepic. En esos días lo mandó llamar una vez el gobernador y le dijo: tenemos aquí unos salteadores o bandidos que hay que castigar. Mi hermano le contestó que estaba bien, que los pusiera a disposición de los jueces, y él le dijo: "No, si los ponemos a disposición de los jueces se quedan riendo de nosotros, porque los jueces no sirven para nada, no hacen más que poner en la calle a los ladrones y tengo instrucciones del general Flores para mandarlos fusilar."
El C. Bátiz: ¿Y su hermano de usted no denunció ese hecho a la nación? Porque si no lo denunció, claro est : o no fue cierto o él fue cómplice:
El C. Madrigal: Sí lo denunció y no se cometió el asesinato. Entonces mi hermano se negó y pidió que se le mandara al Cuartel General a estos infelices para salvarlos de la saña del gobernador de Nayarit; se dieron de alta en un batallón y entonces el general Flores mandó llamar a mi hermano y le dijo que se pusiera de acuerdo con el gobernador de Nayarit, con quien estaba perfectamente bien orientado. Pasaron estos acontecimientos y a los pocos días se presentó un procurador de pueblos y le dice a mi hermano: estamos pasando una situación difícil, le ruego me dé tropas para dar posesión a unos agraristas que piden tierras en tal hacienda, no recuerdo el nombre, una hacienda de la casa de Aguirre. Entonces mi hermano le dio las tropas a él y él fue personalmente a dar posesión de las tierras. Cuando llegaron allí, todos dijeron que no querían tierras, que no querían nada, expresaron que no deseaban despojar a los dueños legítimos de aquellas tierras, que cuando las quisieran las comprarían. Mi hermano se tuvo que ir porque no podía dar posesión y el procurador de pueblos se informó, como debía informarse, y al día siguiente le presentaron con cerca de trecientos individuos y ésos declararon que cuando pidieron las tierras los expulsaron de aquella hacienda y llevaron a otros individuos con la consigna de decir que no necesitaban tierras. En tonces mi hermano hizo los esfuerzos necesarios y se las dieron y el general Flores le dijo: "Voy a mandarlo al Distrito Sur de la Baja California para que allí reparta las tierras que le dé la gana y no se meta aquí"; y consiguió que fuera al Estado de Nayarit, estando como jefe de las operaciones el borrachín don Alfonso de la Huerta, y cuando llegó, entonces asesinaron sin formación de causa a aquellos dos infelices que había dado de alta mi hermano en aquel batallón para librarlos de la saña del gobernador, y entonces se cometieron todos los asesinatos que diera a conocer toda la prensa y se trató de formar Gran Jurado en el Senado contra el gobernador Villanueva por aquellos veintinueve asesinados que todavía claman justicia; todavía las sombras de aquellos infelices se presentan clamando justicia donde hay viudas que quedaron en la miseria, como consecuencia de esos espantosos asesinatos; todavía se encuentra latente la serie de crímenes que se cometieron en Nayarit por orden del general Flores y por esto es que en el Senado se iba a formar el Gran Jurado; pero no ha seguido su curso por mil circunstancias, que en política todas las tramitaciones se dificultan y el hecho es evidente, es conocido. Entre ellos murió el procurador de pueblos. Ahora no sé cómo los laboristas se ciegan y se atreve a sostener una situación de esta índole que abarcó toda la región que tenía bajo su férula el general Flores.
El C. Bátiz: ¿Me permite una aclaración, compañero? ¿Usted cree que el general Obregón es un revolucionario honrado y justiciero?
El C. Madrigal: Sí.
El C. Bátiz : ¿Y usted cree que el general Obregón, que impartió la justicia en la República y se preocupó por el bienestar del pueblo mexicano, iba a tolerar que el general Flores, subordinado de él, estuviera cometiendo esos atropellos?
El C. Madrigal: Los hechos se estaban esclareciendo, compañero, cuando estalló la revolución.- El C. Martín del Campo: ¿En qué parte del Estado de Sinaloa?
El C. Madrigal: Voy a terminar, porque si no, no acabo nunca.
El C. Martín del Campo: Para que me diga en qué parte de Sinaloa se cometieron esos asesinatos.
El C. Madrigal: En Escuinapa, donde mataron al capitán sedando que le llamaban por apodo "El Bonito", sin formación de causa. En Mazatlán asesinó el general Flores personalmente al infeliz aquel que tenía un puesto de enchiladas, porque le vendió vino a un soldado. Compañeros, cuando tenemos individuos intelectuales, individuos de cierta fuerza cultural que se le acercan a un cargador ensoberbecido, como lo es el general Flores, tenemos nosotros la seguridad plena de que esos deben ser sus consejeros, y si no son sus consejeros, por lo menos siguen su política de terror, de asesinatos, de crueldad y de reacción, porque la característica de la reacción ha sido el asesinato por la espalda, nunca ha sido la discusión serena, nunca ha sido tampoco la lucha armada frente a frente como luchan los hombres; la reacción siempre ha luchado procurando dividir a la revolución; ese ha sido el papel que ha estado jugando desde la Guerra de Reforma hasta nuestros días.
El C. Bátiz: Cualquiera de los floristas es más revolucionario que usted, compañero.
El C. González Gonzalo: ¿El orador me permite una interpelación? Compañeros hemos tenido la oportunidad en muchas ocasiones, también de Colegio Electoral, de oír a usted sostener en esa tribuna el criterio legal. Hace un momento acaba usted de dirigirse a nosotros los laboristas y en atención a eso me permito suplicarle atentamente nos haga favor de decirnos qué criterio sostiene en este momento, compañero Madrigal. ¿El revolucionario o el legal?
El C. Madrigal: Los dos: el revolucionario y el legal.
El C. González Gonzalo: Es incompatible, entonces, compañero, y tendré la pena de decirle que
su defenso en estas condiciones resulta derrotado. (Aplausos.)
El C. Madrigal: Quiero hacer una pequeña aclaración: El criterio legal y el criterio político no son incompatibles; sí puede a la vez un individuo ser inconveniente en politica y haber perdido; por consecuencia, se pueden sustentar los dos criterios. El revolucionario puede tener un criterio legal y revolucionario; se puede haber perdido y no ser revolucionario; por consecuencia, los dos criterios se pueden sustentar a la vez. Después de esta serie de consideraciones quiero que el compañero Montoya tenga la bondad, si acaso lo desea, de hacerme el favor de contestar unas pequeñas preguntas. ¿Quisiera usted decirme cuántos votos trajo usted la vez pasada?
El C. Montoya: La vez pasada traje mil novecientos setenta y seis votos....
El C. Madrigal: ¿Y su contrincante?
El C. Montoya: Mi contrincante trajo dos mil y pico.
El C. Madrigal: De suerte que su contrincante trajo mayoría de votos sobre usted.
El C. Montoya: Trajo unos doscientos votos más.
El C. Madrigal: ¡De suerte que tenía más votos que usted! ¿Entonces por qué es que usted entró a la Cámara y no él?
El C. Montoya: Yo entré a la Cámara porque logré demostrar que en tres o cuatro casillas hubo imposición oficial de parte del presidente municipal, que era primo del señor Riveros y, además, mi contrincante tenía un proceso en Mocorito, como lo tiene su defenso.
El C. Madrigal: ¿Tuviera la bondad de decirme por qué tenía ese proceso pendiente?
El C. Montoya: Por haber desobedecido una orden de autoridad.
El C. Madrigal: Bueno; voy a explicar ese asunto y usted me va a decir que miento, si acaso yo he mentido. En la vez pasada el compañero Montoya, muy popular en su distrito, trajo minoría en votación, trajo menos votos que su contrincante; en cambio, a su contrincante, para mí, se le inventó un proceso y les voy a decir en qué forma estuvo. Este fue un proceso ad hoc. (Voces: Moción de orden. ¡No est a discusión eso!) Tengo derecho a hablar lo que se me dé la gana. (Voces: ¡No! ¡No!) Sí tengo derecho para ilustrar a la Asamblea; todo lo que se refiere a personalidades, desde niños si es necesario tanto del compañero Montoya como del compañero Riveros; no se puede dibujar una personalidad si no se conocen sus antecedentes; ésta es una infamia que se quiere cometer con los compañeros callistas. Se inventó, digo, un proceso para inhabilitar al contrincante del señor Montoya en estas condiciones: se le acusó dos días antes de la elección, de que debía cien pesos y luego se le dio una orden de arraigo en un lugar que estaba fuera de la cabecera del distrito y él tenía que estar en la cabecera del distrito el día de las elecciones; no pudo obedecer a esa orden de arraigo civil y se presentó en la cabecera del distrito, y como consecuencia de ello se le formuló un proceso para inhabilitarlo. Ahora dejo a la conciencia de todos ustedes para que se formen la opinión que se les ocurra. Se ha recurrido desde entonces a ese expediente a propósito para poder sacar a fuerza a este señor en Sinaloa. ¡Un arraigo por cien pesos y luego inhabilitar a un candidato arraigándolo! No se hizo el animo de dejar de asistir a las elecciones en la cabecera del distrito y esa fue la formula para inhabilitarlo. Se habla de presión. Ustedes est n viendo que en casos como el actual es evidente la presión, por que el Gobierno de Sinaloa tuvo toda la maquinaria administrativa, que es florista, y se puso en juego y hay documentos que prueban que sí hubo una presión formidable, que se ejerció contra estos desventurados compañeros que les tocó en suerte ir a la lucha en condiciones tan desiguales; pero, en fin, quiero manifestar más todavía. Es interesante que se conozca la personalidad del compañero Riveros y lo que paso en toda una larga época en esa región, para que vean cómo se las gasta Flores. ¿Quiere usted decirme, compañero Montoya, quiénes jugaron en Mocorito para presidentes municipales unos días después de su elección?
El C. Montoya: Señor Madrigal, desde un principio le dije a usted, cuando supe que iba a atacar este caso, que iba usted a hacerlo engañado completamente y sorprendido. El señor Riveros le ha contado mil patrañas y mil mentiras; probablemente le ha contado que él ganó las elecciones en Mocorito. Fue un partidario de ellos y sepa usted que fue Manuel Moreno y no tuvo ningún contrincante.
El C. Madrigal: Yo le pregunto quiénes jugaron esa vez, no ahora; hace dos años.
El C. Montoya: Hace dos años yo no estaba allí, señor Madrigal; no lo sé; pero deben haber jugado el señor Nabor Sánchez y el señor Manuel Riveros; y al señor Riveros desde que fue presidente municipal en Mocorito siempre lo han venido derrotando debido a su actuación.
El C. Madrigal: Usted no sabe que ha estado preso el señor Riveros, yo se lo voy a demostrar. Como ustedes ven, compañeros, en las elecciones pasadas, cuando se eligió presidente municipal, que es el que fungió ahora precisamente en las elecciones para diputados al Congreso de la Unión; jugaron el señor Riveros y el señor Nabor Sánchez; en estas elecciones para el Congreso de la Unión era presidente municipal el señor Sánchez. Ahora voy a relatarles los acontecimientos realizados en esas elecciones porque el procedimiento enconado que se llevó a la práctica demuestra con toda evidencia la profunda enemistad que hay entre el presidente municipal de Mocorito y el señor Riveros. Días antes de las elecciones, cuando vieron que el triunfo era evidente para Riveros para presidente municipal, el señor general Flores, que entonces era comandante militar del Estado, ordenó la excarcelación de Riveros, y lo pusieron en la cárcel el día de las elecciones, y a pesar de eso ganó y entonces, para que no insistiera, lo amenazaron con fusilarlo, y como pasaron las elecciones y se le dio posesión al otro, entonces se le ordenó a Riveros que abandonara Sinaloa, porque si no lo mandaba fusilar el general Flores. Desde entonces tuvo que salir de Mocorito y se vino a residir a México; por esa razón hay documentos que prueban, y si la Secretaría tiene la bondad de leerlos, se lo agradecería. Yo ruego a los ciudadanos diputados pongan atención en la lectura de este documento que es de
trascendental importancia para esta discusión y para que se vea la presión que se tuvo contra Riveros en aquel entonces.
- El C. secretario Rueda Magro, leyendo:
"Coronel Bardomiano González. - Subjefe de las Guardias Presidenciales.
"Tacubaya, D. F., noviembre 12 de 1924.
"Señor don Manuel Riveros.- México, D. F.
"Muy señor mío y amigo:
"En debida respuesta a su atenta carta de fecha 10 del actual, con todo gusto contesto por medio de la presente los puntos a que en ella se refiere.
"Efectivamente; en los primeros días de noviembre del año antepasado estuve en Mocorito con el general José María Ochoa, quien salió a aquella plaza por órdenes expresas del general Angel Flores, llevando una fuerza de 150 hombres.
"A los tres días de nuestro arribo a aquel lugar recibí orden verbal de mi jefe, general Ochoa, de que aprehendiera a usted como diera lugar, orden que me dí perfecta cuenta fue dictada de Mazatlán por el general Flores.
"Como subordinado tuve que cumplir con dicha orden aprehendiendo a usted en el costado Poniente de la plaza del mercado, cuando conversaba usted con un amigo suyo. Se me dijo que usted era hombre de peligro y que con la mayor energía y precaución llevara a cabo la aprehensión, pues que era como seguro que usted se defendería a balazos contra mí; esto seguramente se me indicó para que yo procediera con violencia, pero como usted vio le hablé con todo comedimiento, entregándome usted su pistola con toda corrección y acompañandome al cuartel en donde quedó detenido hasta pasadas las elecciones municipales en las que usted jugó como candidato a primer regidor.
"Encontrándose usted prisionero, se cateó su casa habitación por órdenes del general Flores, y habiéndose encontrado tres armas, le fueron recogidas.
"Por último, me consta de haberse recibido orden para que usted fuera pasado por las armas, no habiéndose llevado a cabo este crimen, debido a que el general Ochoa obró cuerdamente, pues era injusto que por cuestiones meramente políticas, se le quitara la vida a un hombre honrado como usted que no tenía más delito que ser un hombre popular y que estaba enemistado con el general Angel Flores.
"Esta hostilización que desplegó en su contra el general Flores, sin duda alguna fue por quitarle el triunfo en aquellas elecciones, apoyando muy a las claras a su contrincante Nabor G. Sánchez.
"Todo lo que en este documento asiento, estoy dispuesto a sostenerlo ante los tribunales o ante quien corresponda, pues las verdades deben de decirse siempre
"Sin otro particular soy de usted afectísimo, atento y seguro servidor. - Coronel B. González.
"Certificación de firma:
"Juan Vásquez, oficial primero de la sección 3a. del departamento de Caballería, actualmente encargado de la sección.
"Certifico: que la firma que calza al presente documento, corresponde al C. coronel de caballería Bardomiano González, y confronta con las que existen del mismo, en el expediente que tiene formado en este propio Departamento.
"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, D. F., a 18 de noviembre de 1924- J. Vásquez".
"Confronté: el teniente coronel jefe de la Mesa, A.M. del Valle.
"Departamento de Caballería. - Estados Unidos Mexicanos.-México. - Vo. Bo. - P. O. del general jefe del Departamento, el coronel subjefe, Jesús A. Celis."
El C. Madrigal: Como ustedes ven, compañeros, en aquella época jugaron -y fue una lucha enconada y tremenda- para la Presidencia Municipal; contendieron el que ahora es presidente municipal y el coronel Manuel Riveros; al coronel Manuel Riveros lo mandó fusilar el general Flores solamente para quitárselo de enmedio y poner en la cabecera del distrito al señor Nabor Sánchez. Ahora, si con este documento no se prueba la profunda enemistad que había entre el coronel Riveros y el general Flores, no sé cómo se va a probar entonces. Además, hay aquí una carta del mismo presidente municipal, que estos señores han querido redargüir de falsa, para saber es cierto, que el encono que le tenía es evidente, era bastante para que hubiera recomendado y luchado furiosamente porque no saliera presidente municipal. Con esto es bastante, aunque no se leyera la carta, para que ustedes se convencieran de la formidable presión que se realizó en el segundo distrito del Estado de Sinaloa. Yo ruego a todos los compañeros que tomen en consideración estos acontecimientos: la infamia, la insidia ha llegado a tal grado, ha llegado hasta el punto de negar la condición de callista abierto del compañero Riveros: se ha dicho que fue un florista o un callista pescado a última hora, que fue algo híbrido, algo no definido y voy a probar hasta la evidencia que fue uno de los callistas más abiertos que tuvo la contienda en Sinaloa. Compañero Montoya, ¿quisiera usted decirme si conoce el órgano que se llama "El Demócrata Sinaloense"? ¿Qué clase de periódico fue ese, florista o callista, en la contienda?
El C. Montoya: Era florista.
El C. Madrigal: Suplico a la Secretaría que me haga el favor de leer este párrafo de "El Demócrata de Sinaloa".
El C. secretario Rueda Magro: "El Demócrata Sinaloense", de 26 de mayo de 1924.
"Pero hay que esperar para hablar con mayor justificación; y mientras se llega este momento, elevemos al Eterno nuestras plegarias por que el servicio público se libre de la plaga riverista, uña y carne del callismo y del nelsismo, de que tantos males espera nuestro infortunado Estado de Sinaloa si desgraciadamente se consuma la descarada imposición que se prepara."
El C. Madrigal: Como ustedes ven, compañeros, aquí est este periódico y ruego a los que sean revolucionarios escuchen siquiera "que se elevan al Eterno las plegarias para poder liberarse de la plaga riverista". esto lo dice un órgano del florismo y el mismo señor Montoya afirma que es un órgano del florismo.
El C. Montoya: Yo no he dicho que fuera un órgano florista, sino que era un periódico florista y con eso quise decir que ni nosotros ni el
gobernador teníamos que ver con ese periódico, ni absolutamente mandábamos en esa redacción, ni mucho menos.
El C. Madrigal: Es un periódico florista que eleva al Eterno sus plegarias para librarse del riverismo; sin embargo, sí se trata de presentar pruebas de que este señor no era callista, cuando ellos mismos lo atacan en su periódico florista, cuando la misma prensa florista dice que hay que librarse de la plaga riverista, porque est n identificados con el callismo; este es un horror espantoso. (Risas.) En síntesis, señores, quiero escuchar las argumentaciones de la parte contraria para desbaratarlas una por una; en síntesis, voy a terminar: al coronel Riveros, cuando jugó para presidente municipal, el general Flores lo mandó asesinar, lo mandó fusilar -y aquí lo he comprobado con documentos-, lo mandó fusilar y, en consecuencia, es imposible que un individuo desterrado por el general Flores pueda ser florista y desde luego se ve cómo se las gastó el general Flores para realizar la imposición en Sinaloa desde principios de 1922 hasta nuestros días. En segundo lugar, la misma prensa florista quiere deshacerse de la plaga que llama riverista, y en tercer lugar, el contrincante que jugó en esa elección era el presidente municipal en el momento de realizarse las elecciones. Todos estos no son indicios, sino pruebas fehacientes de que hubo una presión formidable en contra del coronel Riveros y aquél que sea revolucionario, que tenga conciencia, aun el mismo compañero Torregrosa, que quiere que la democracia se salve, debe tomar en consideración que donde se hace una presión de esa índole no es posible que se manifieste el voto popular como debiera manifestarse. Al coronel Riveros, sí se le expulsó, quiere decir que era popular y que le robaba a Sánchez la fuerza de que disponía, y si en estas condiciones no est suficientemente probado que Riveros ganó en ese distrito electoral, a pesar de que estos traigan una votación uniforme, especialmente en la región de Guasave, como se probar aquí después, entonces yo no sé cómo demostrar a los compañeros callistas que se va a cometer una ignominia si se arroja de la Cámara a un individuo revolucionario para meter a otro por la gatera, que tenemos todo el derecho de llamarlo reaccionario.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Carpio.
El C. Carpio: Compañeros:
No me inscribí para hablar en pro con el propósito de hacer una defensa del compañero Montoya, porque esto de la desatentada, de la desilvanada y mal hecha peroración de nuestro compañero Madrigal, quedó en segundo lugar. El compañero Madrigal se ha encargado de demostrarnos con hechos positivos e irrefutables que es un pésimo orador y esto podía estar dentro de los cánones de la disculpa más amigable si no se le hubieran deslizado algunos conceptos como se le deslizaron, que nos lo acreditan como un pésimo político
El C. Madrigal: No tengo pretensiones de ser político.
El C. Carpio: Compañero, para ocupar una curul, como la que usted ocupa, se necesita tener sobre todo, tacto político, y usted ha venido a decir a esta tribuna que ha habido tal o cual indicación para tal o cual grupo de la Cámara, de parte del presidente Calles para que se admitiera a estos señores en este recinto, y eso es una falsedad. Yo quiero interpelar a la Cámara para que se levante y diga si de una manera directa o indirecta el general Calles ha tenido alguna vez la menor palabra o sílaba para indicar quienes han de formar esta Cámara.
El C. Riva Palacio: ¡Qué tiene que ver Calles en este asunto!
El C. Madrigal: Yo no he dicho nunca que Calles; digo que se lanzó desde un principio esa insidiosa, esa malvada versión que creó cuerpo en los provincianos que creíamos de buena fe que ciertos políticos eran...(Siseos. Murmullos.) Eso es lo que he dicho. Calles no ha dicho nada y estoy de acuerdo.
El C. Carpio: Precisamente, ese ha sido el punto que me obligó a venir a esta tribuna, precisamente con el objeto de que la prensa se sirva tomar nota de ese hecho, de que en el grupo de los ciudadanos diputados de la Cámara no existe el menor vestigio, ni siquiera como una cosa íntima, como una idea íntima, en cualquiera de nosotros no existe la idea de haber recibido jamás una consigna, ni de Obregón ni de Calles. (Aplausos.) Nosotros, compañeros, hemos luchado cuerpo a cuerpo, los de las minorías contra los de la mayoría; nos hemos quejado de tal o cual injusticia, pero todo ha sido asunto enteramente nuestro, unos con otros nos hemos entendido, jamás hemos tenido inspiraciones de presidentes y también ha habido balazos, compañeros. (Aplausos.) Otra cosa me permito aclarar para ser breve y no hacer perder más el tiempo a esta honorable Asamblea. El señor Madrigal también en su peroración poco meditada, sin orden, cosa que debía tener, por lo menos, ya que no la palabra galana, el orden, como se enseña en los seminarios. (Risas.) Incurrió en el defecto, efecto de lapsus linguae, de afirmar que el Ejército se encuentra en un estado expectante, algo por el estilo; y es necesario, es urgente que rectifiquemos esos conceptos de que el Ejército se encuentra expectante para ver cuál es la actitud del general Calles; algo por el estilo; debemos rectificar esto: el Ejército demostró en una forma que no deja lugar a duda, que durante la rebelión delahuertista la depuración se había hecho de una manera definitiva; el Ejército estaba definitivamente de parte de las instituciones, no de parte personal del general Obregón, sino de las instituciones que sostienen la revolución y esto ya est demostrado, compañeros. Esos pequeños núcleos de sublevados de que habla el compañero Madrigal, no tienen nada que ver con el problema del Ejército, hay que asegurarlo así, hay que decirlo a la prensa para que se sepa que en el seno de esta Cámara no se hace ninguna insinuación malévola sobre la suerte que correr el Ejecutivo como entidad política, respecto del Ejército como entidad nacional. (Aplausos.) Ese ha sido, compañeros, el móvil que me trajo a esta tribuna; por lo demás, entiendo que ahora la comisión que examinó el expediente del señor Montoya lo ha encontrado ajustado a la ley, digno de la aprobación de la Cámara; votó el pueblo por él, la comisión lo ha
reconocido así; creo que es un gesto de imparcialidad, de caballerosidad, que nosotros nos dobleguemos ante la voluntad del pueblo. ¿Cómo vamos a cambiar nuestra actitud porque el que antes era verdugo y ahora se nos presenta como paloma, el que degolló mayor número de agraristas, venga ahora a defender a un político contra un florista? ¿Qué razón hay para esto? (Aplausos.) desde el punto de vista de la moral política interior de esta Cámara yo propongo, compañeros, que evitemos el gasto, el derroche de tiempo para continuar con las otras credenciales y que de una vez por todas aprobemos la credencial del compañero Montoya. (Aplausos.)
El C. Madrigal: Con permiso de la Presidencia.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Soto y Gama.
El C. Madrigal: Es de trascendencia para mi personalidad, compañero. Le ruego, le suplico que me la permita; es muy importante, es una aclaración pequeña, no llega a cinco palabras. Se ha dicho esto: que yo dije que el Ejército estaba en expectación respecto al general Calles. Compañero, permítame, por favor, hacer esta aclaración; me lo permite el orador: Que no he dicho eso, he dicho que el Ejército tiene expectación por ver la suerte que correr la revolución, no el general Calles. tengo plena seguridad de que el Ejército est con el general Calles. Es algo distinto.
El C. Díaz Soto y Gama: Compañeros, el papel del contra en este momento es desairado por motivos que analizaré rápidamente, pero debo empezar por afirmar que algunos miembros de la minoría, no todos, como por ejemplo el compañero Carpio que ha hablado sobre este caso sin conocer absolutamente nada de él, algunos miembros de la minoría hemos estudiado en la forma más profunda que nos ha sido posible los cinco casos de Sinaloa pendientes, y hemos encontrado esto, con honradez lo digo: triunfó evidentemente Vizcarra, triunfó indiscutiblemente Bátiz, triunfó también, según datos que tenemos, un señor Alvarez que ni siquiera tengo el honor de conocer; pero, en cambio, tenemos motivos más que suficientes para creer que el compañero Montoya en esta vez, como en la pasada que entró a la Cámara, no contó con el voto del pueblo. (Aplausos.) La vez pasada el ciudadano Montoya, y su conciencia se lo dirá, no pido que sus labios lo digan, entró a la Cámara exclusivamente con el apoyo de Prieto Laurens. Muchos no lo conocían y formaron mafia con él, se amainaron con él, y usted durante toda su gestión en la Legislatura pasada estuvo identificado por desgracia con Prieto; de manera que fue una imposición visible la del compañero la vez pasada y esta vez también ha sido una imposición visible; nosotros, pues, en este caso obramos con absoluta imparcialidad. Ha pasado algo aquí que ya conocían los clásicos romanos: desde las antigüedades paganas se conocía; decía Cicerón, y se me permitira un latinajo, que orador quiere decir virábonus dicendi peritus, hombre bueno, perito en el decir, y en el caso contrario el compañero Madrigal por su conducta en el Colegio Electoral no es precisamente un hombre bueno en el sentido político, sino que es casi un tratado prohibido Naturalmente que la defensa de Riveros confiada a él tuvo que correr una suerte desastrosa, no quiero lastimar al compañero: bastante castigado est con el concepto que la Asamblea tiene de él, perfectamente merecido porque defendió casos indefendibles. De manera que él echó a perder la defensa de Riveros. En lo particular puede ser un hombre magnífico; pero en el sentido político no es un hombre bueno. Evidentemente venir en esas condiciones a la tribuna como yo vengo, se supone este preámbulo. y yo en el estudio de los antecedentes y del expediente en este caso, me he encontrado con tres cargos formidables: primero, hubo presión de los líderes callistas antes de la elección, lo que absolutamente imposibilitó la bondad de la elección. Hay aquí algunos compañeros que pueden afirmarlo, lo puede afirmar el compañero Ramos aquí presente.
El C. Ramos: Yo, como representante del 4o. distrito electoral del Estado de Sonora, colindante con el Estado de Sinaloa y, además, por haber estado mucho tiempo trabajando en dicho Estado de Sinaloa ya particularmente o ya en las oficinas del mismo Gobierno de la Federación, conozco, se puede decir, mejor el Estado de Sinaloa que el mismo de Sonora; pero aquí el compañero Soto y Gama me pone en un compromiso, porque además, el señor Montoya, presunto diputado, es compañero de escuela mío y el señor Riveros es cierto que es un buen amigo mío y para ser franco, porque ante todo eso debe ser la guía que tengamos aquí y para ilustrar a la Asamblea, les debo decir esto únicamente: yo poco antes de la elección no estuve en Sinaloa, yo me retiré de allí en el año de 1922, a fines, pero sí debo decir que cuando yo estuve en la Comisión Agraria en Sinaloa y me tocó hacer unas medidas en Mocorito, era en ese entonces presidente municipal el señor coronel Manuel Riveros; debo, para ser franco y hacerle justicia a dicho señor Manuel Riveros, que se portó bien conmigo, es decir, que no me hostilizó en la comisión que iba a desempeñar y me prestó todo su apoyo para que yo hiciera las medidas a que me vengo refiriendo; lo mismo diré, por supuesto, porque conozco a todos los compañeros que vienen como presuntos diputados por Sinaloa y que me merecen entera confianza y no los tildaría de reaccionarios; yo tildaría de reaccionario, por ejemplo, a Ignacio Gastélum y a toda esa serie de individuos que traía a su alrededor en la propaganda el general Flores. El general Flores cometió una inconsecuencia con estos señores al relegarlos y al hacerlos menos que a otros individuos y que sí est n reconocidos en Sinaloa como caciques de pura cepa. Con esto creo contestar la pregunta del compañero Soto y Gama, y respecto a las elecciones no puedo decirle nada, porque no estuve allí, lo que diría sería por lo que he leído y por lo que me han contado.
El C. Díaz Soto y Gama: Pero creo que sí me podrá usted decir esto: el compañero Montoya sé yo que radica en México desde hace bastante tiempo; usted como compañero de escuela debe saberlo. Se me dice que desde los quince años se vino de allí y que no ha durado después en Sinaloa sino temporadas, de manera que casi se puede decir que desde los quince años hasta la edad presente ha radicado en México.
El C. Ramos: Al señor Montoya lo conozco desde 1909 a 1910, no estoy seguro de cuándo
ingresó a la Escuela de Agricultura; primero estuvo en la Normal, pensionado por el Estado de Sinaloa, pero me consta que sí fue a su distrito por el cual ahora viene de presunto diputado, lo mismo que sí anduvo el señor Riveros; así es que por este hecho usted sabe perfectamente bien que siendo nativo est capacitado para ser diputado. Por lo demás, es cierto que en 1920 el señor Montoya fue a lanzarse como candidato a Sinaloa. Yo estaba allí precisamente en la Agraria; lo encontré en San Blas, y lo pude saber cuando me participó meses antes que se iba a lanzar como candidato. es cierto que él anteriormente había estado aquí, como digo, de alumno de la Escuela de Agricultura, y después trabajando en otras actividades; pero desde ese año estuvo allí . Después estuvo dos años de diputado y volvió a hacer su campaña de diputado.
El C. Díaz Soto y Gama: Muchas gracias. Ven ustedes, pues, que el compañero Montoya es perfectamente desconocido, por lo menos como político, en Sinaloa; es verdaderamente increíble que un hombre que se separa a los quince años, cuando no se puede tener personalidad política de ninguna especie; que se viene a la capital de la República a estudiar en la normal primero y en Agricultura después; que durante todo ese tiempo perdió el contacto con su tierra natal, después por obra de encantamiento resulta triunfante en una elección. En el año de 1920 va, pierde, pero con el apoyo de Prieto, con el apoyo del Cooperatista viene a la Cámara; hace aquí una labor opaca en que yo recuerdo que nunca habló ni hizo nada que lo significara como un político militante, y vuelve a los dos años y nos trae una credencial. ¿Es de creerse que este hombre haya triunfado en su distrito? ¿Creen ustedes que sea argumento del compañero Ramos -que ha confesado ser amigo de él-, el hecho de que la familia de uno sea conocida en el distrito? Yo creo que no. No se elige por dinastía; no se debe elegir a la familia Montoya, sino al señor Montoya, candidato, en lo personal. De manera que la explicación del compañero es una explicación de amigo, pero no prueba la fuerza política del señor Montoya. Me divagué en esto, pero yo quise insistir de antemano en este hecho que es enteramente significativo: no tiene fuerza política, allí la fuerza política se la presta la imposición florista y, sobre todo, la imposición de un señor Nabor G. Sánchez, presidente municipal de Mocorito, enemigo personal, enemigo a muerte, enemigo de familia del señor Riveros. Esto me lo ha confesado un hombre honrado, el señor Bátiz, hace un momento y creo que no tendrá inconveniente en ratificar en público lo que en privado me dijo. Dijo: es cierto, no hay enemistad, como dice Riveros, entre Flores y él; pero no es lo fundamental; sí hay una honda y antigua división entre la familia de Nabor Sánchez y la familia del señor Riveros que hoy se presenta como candidato, tanto que agregó no es la enemistad con Felipe Riveros, ¿no es verdad esto? Yo le suplico me conteste con la misma honradez con que yo he venido a reconocer el triunfo de usted.
El C. Bátiz: Primeramente debo decir a usted que no es cierto que el señor Montoya no se haya parado en Sinaloa; cuando el movimiento de Agua Prieta el señor Montoya estaba trabajando en la Dirección de Irrigación, haciendo estudios en los ríos Sinaloa, Mocorito y El Fuerte; él estuvo también con el movimiento, en su esfera de acción. Respecto al asunto entre la familia Sánchez y la familia Riveros, se trata de un asunto personal debido a lo siguiente: Nabor G. Sánchez, candidato a presidente municipal el año de 1920 o 21 -no recuerdo-, tuvo toda Manuel Riveros, antes su amigo, mi amigo Manuel Riveros, antes amigo también de Sánchez. Con motivo de eso y de que Manuel Riveros apoyaba a un hermano de él, Macario Guillermo, y a un primo de él, Enrique Riveros, actual diputado a la Legislatura local, hubo varias dificultades entre ellos, que después se ahondaron por la intransigencia de unos y otros. Yo no sé que entre las familias de ellos haya dificultades, sé que la dificultad era personal por las diferencias que tuvieron cuando Manuel Riveros pretendió imponer de una manera descarada a su primo Enrique y a su hermano Macario en Huamuchil, donde el síndico municipal, Macario Alanís, antiguo subordinado mío, ejerció una presión brutal, y con motivo de la imposición de Huamuchil fueron consignados Manuel Riveros y todo el ayuntamiento de Mocorito al Tribunal Superior del Estado. Allí paró la cosa. El Tribunal Superior del Estado, en vista de que Riveros había salido de Sinaloa y los demás habían dejado de ser municipios, sobreseyó el asunto.
El C. Díaz Soto y Gama, Continuando: Muy bien; es así que Nabor Sánchez, enemigo personal, o mejor, acusador ante los tribunales de Riveros, enemigo político, que es lo mismo, es decir, individuo que tenía que ejercer una represalia política, a él lo autoriza a hacer una imposición y Riveros se venga ahora haciendo otra. De momento vamos a analizar el caso. Nabor Sánchez, enemigo personal o político -usted dice que personal, pero yo creo que personal y político a la vez, enteramente enemigo-, ejerce la Presidencia Municipal de Mocorito, tiene la oportunidad de vengarse de la anterior tentativa de imposición de Riveros, suelta una carta cuya autenticidad se niega ahora y en la cual recomienda que se derrote en cualquiera forma a Riveros, a quien considera peligroso. Se niega la autenticidad de la carta y se prueba, con el dictamen de un perito caligrafo, que es auténtica, y de más a más, en esa carta obra Sánchez como psicológicamente tiene que obrar, es decir, la carta queda completamente corroborada con la presunción de que un enemigo tiene que atacar a su enemigo y resulta que en Mocorito pierde en lo absoluto Riveros, y, además, que Mocorito es el municipio más fuerte en votación de todo distrito. ¿Qué quiere decir esto en lenguaje electoral? Que Nabor Sánchez aguzó su odio y su enemistad contra Riveros imponiendo a Montoya. Demostración de que hubo imposición: las prisiones de líderes callistas. El compañero Ramos, en su neutralidad benévola hacia Montoya, no quiso ni tocar el punto; fingió no conocer Sinaloa, cuando en realidad sí la conoce; pero hay otros compañeros aquí que sí conocen el punto. Fueron encarcelados los lideres callistas, nelsistas y riveristas Macario Alanís, José Riveros, Sarmiento y otros muchos antes de la elección, para impedir la libertad electoral. Esto lo saben, por
ejemplo, el señor Armenta, que fue presunto diputado por otro distrito, y lo sabe el señor López Sorcini y todo Sinaloa; estos encarcelamientos son de pública notoriedad. Yo pregunto a López Sorcini y a Armenta si hubo esos encarcelamientos de líderes callistas, nelsistas y riveristas.
El C. López Sorcini: Pido la palabra. Yo, produciéndome con verdad en esta Asamblea, puedo decir que como miembro que fui del Gran Partido Revolucionario Sinaloense, estaba al tanto de todos los ataques que se nos hacían, ya fuera entre nuestros delegados o propagandistas, en fin, todos los ataques que pudiéramos sufrir nosotros, del partido contrario al nuestro. Y me consta, porque era público y notorio que hubo aprehensiones por causas baladíes, por causas fútiles e insignificantes y que, por ejemplo, Macario Alanís y un señor Riveros, hermano del señor Riveros, y Francisco Sarmiento, delegado nuestro, fueron encarcelados, como digo, por causas insignificantes; uno que porque promovió un escándalo y grito ¡mueras! contra el Gobierno florista; otro que porque tuvo un disgusto con el presidente municipal y trató de asesinarlo... En fin, otros por el estilo; me consta eso. Después de las elecciones también es público y notorio -y yo puedo traer a esta Asamblea la prensa de aquella época- que el señor Muson, presidente de un club florista, asesinó al señor Castro.
El C. Díaz Soto y Gama: Lope Castro.
El C. López Sorcini: Sí, señor. También, después de las prisiones, vino un asesinato de un hermano político del general Flores, un asesinato del señor...¿Cómo se llama? Un asesinato en la persona del señor... no recuerdo su nombre; pero este asesinato fue cometido por un hermano político o por un pariente muy allegado del general Flores. De ambos asesinatos yo no tuve noticia de que se procediera contra el autor, sino que se dejó la cosa como se dejaban las cosas allí : en familia.
El C. Díaz Soto y Gama: Como ustedes ven, era imposible que hubiese libertad electoral si eran puestos en prisión los líderes de la propaganda, los delegados de nuestro partido, como dice el compañero. Cuando los agentes de propaganda son encarcelados, ¿creen ustedes que haya posibilidad de votar libremente y creen ustedes que se pueda hacer la propaganda con libertad cuando visiblemente se imposibilita? ¡Evidentemente que no! El asesinato de Lope Castro a que se refiere el compañero, me dicen los sinaloenses con quienes yo he hablado, que fue de pública notoriedad, porque fue un asesinato cometido públicamente, con fines políticos. ¿No es así?
El C. Bátiz, interrumpiendo: ¿Me permite aclarar el compañero?
El C. Díaz Soto y Gama: No, le pregunto yo al compañero Sorcini.
El C. Bátiz: Lope Castro era delegado florista en Guasave. (Murmullos.)
El C. Díaz Soto y Gama: Aquí lo tengo apuntado como líder de las candidaturas de los generales Calles, Nelson y Riveros.
El C. López Sorcini: Lope Castro era delegado callista; puedo pedir el comprobante gráfico y mañana me comprometo a presentarlo.
El C. Díaz Soto y Gama: Es cierto que hay testigos innumerables de este asesinato; además de que lo ha confesado el compañero, lo ha confesado Montoya y lo confiesa Bátiz. ¿Y es cierto que los encarcelamientos de los líderes callistas y de la propaganda de Riveros, son también de pública notoriedad en Sinaloa?
El C. López Sorcini: Sí, compañero.
El C. Soto y Gama: ¿En estas condiciones quieren ustedes que se tome uno el trabajo de estudiar papeles, cuando los papeles nada dicen? Si lo que est de manifiesto es la presión brutal que consiste en privar de la libertad y de la vida. ¿Se quiere presión más bárbara que esa? En estas condiciones ¿para qué estudiar el expediente? Y dada la confesión, la declaración de todos los compañeros de que Sánchez, el presidente municipal de Mocorito, es enemigo personal del candidato Montoya, ¿creen ustedes que Montoya, que ya la vez pasada trajo una credencial falsa, que entró a esta Cámara indebidamente, que no radica allí, que esta allí como de paseo en la Dirección de Irrigación sin que ese puesto sea un puesto político ni dé lugar a que sean favorecidos gran número de individuos para el efecto de la votación; creen ustedes que Montoya no esté en el caso de que se le presuma una vez más violador del voto público, cuando ya la vez pasada lo violó? Todas, absolutamente todas las personas, todos los datos están contra la credencial de Montoya. Yo he tomado la defensa de Riveros, porque he recibido telegramas numerosos de agraristas de la localidad y entre otros el telegrama, un ocurso del pueblo de Mocorito, del representante agrarista en el que se me invita, se me excita a que como agrarista tome la defensa de uno de los pocos agraristas que actúan en Sinaloa, y como los partidos de clase no podemos dejar que Sinaloa esté en manos de un Gobierno conservador como el de Flores, que muchas veces ha dicho que serían fusilados los agraristas que fueran allí, que completamente se ha opuesto al triunfo del ideal agrario, nosotros cumplimos con un deber, y creo que los compañeros de Sinaloa harían muy mal en evitarlo; cumplimos con un deber tratando de que frente a la dictadura militar de Flores haya uno o dos representantes amparados con el fuero que poco a poco vayan difundiendo el ideal agrarista en aquel Estado. Yo sería un traidor a mi causa o por lo menos un farsante si conociendo esos antecedentes dejase al Estado de Sinaloa completamente en manos del pretorianismo de Flores, porque allí hay una dictadura florista, es evidente, no cabe la menor duda de que allí hay un encono terrible contra el agrarismo. Flores no es agrarista, me consta por toda la documentación que tengo que es un individuo que abandonó ya a la clase popular de que salió; es otra verdad. A mi se me ha dicho por persona fidedigna que uno de los apotegmas de Flores es este: "No, el indio nació indio e indio tiene que morir". (Siseos.) Es decir, "el indio nació siendo carne de explotación, carne de sacrificio, carne de trabajo, y ha de seguir engordándonos a nosotros los tránsfugas de clase, los que hemos abandonado su causa". Porque se me dice que Flores es mestizo de mayo, y sin embargo de ser mestizo de indio mayo reniega absolutamente de la sangre indígena; si no reniega, ve con
indiferencia o con desprecio a los de su raza y a los de su clase. Y si esto es falso, en cambio es enteramente cierto que Flores ha hecho una resistencia, una obstaculización, como quieren los juristas que se diga, una obstaculización sistemática, continua, a la difusión del agrarismo. ¿Y va a permitir esta Cámara que Sinaloa sea una excepción en el movimiento social del país; que quede completamente abandonada a su propia suerte; que sigan a allí los asesinatos, las prisiones, las persecuciones a los agraristas por el solo hecho de ser agraristas? Yo por eso tengo empeño en demostrar que es enteramente distinto el caso de Montoya al caso de Vizcarra o al caso de Bátiz o al caso de Alvarez. La excitativa que se me dirige y los datos que se me dan son estos:
"Esto como revolucionario, lo acredita honrosamente. Ahora, como hombre que siempre ha estado al lado del pueblo humilde, del pueblo que sufre, nosotros podemos dar elocuente testimonio de cuantos casos se han presentado. Por ejemplo: cuando se ha tratado de las comisiones que han venido a este lugar, él, como presidente municipal, hizo todo lo que estuvo en su mano porque se nos atendiera en nuestros propósitos y justos derechos autorizados por una disposición presidencial; pero si no se llevaron a feliz término, fue debido a la resistencia que en ese entonces oponía el general Angel Flores, como lo puede atestiguar el señor ingeniero Ramón Ramos, quien fue uno de los mencionados delegados en aquel entonces, no pudiendo ponernos en posesión de los ejidos a nosotros los indigenas por las circunstancias especiales mencionadas." Caso único casi entre los alcaldes y caciques de Sinaloa. Lo acaba de ratificar el compañero cuyo testimonio en este caso es valioso; él como agente agrario, como autoridad agraria, encontró todas las facilidades de parte de Riveros; luego Riveros representa allí el proletariado contra Flores que indudablemente a pesar de todo el respeto que como particular me merece, representa en Sinaloa y en la República a las clases acaudaladas; su candidatura fue sostenida por los privilegiados, por los latifundistas de todo el país, y yo he oído personalmente a habitantes de Sinaloa, a una dama burguesa que me decía: No, en Sinaloa estamos en la gloria; allí no entrará el agrarismo, porque allí no entran los bandidos; Flores lo evitará". esta conversación la he tenido en un pullman -ocasionalmente viajo en pullman- con una señora de Sinaloa que no sabía que estaba hablando con uno de los bandidos a que se refería. (Aplausos.) Doy mi palabra de honor, de caballero, que no estoy hablando como político, sino como hombre que se precia de tener palabra; estas fueron las palabras de esta señora: "En Sinaloa estamos en la gloria; allí no entran los bandidos agraristas". ¿Y en estas condiciones la Cámara va a arrojar a Riveros para que quede toda la ínsula de Sinaloa en las manos de los floristas? Yo creo que no. (Aplausos. Voces: ¡A votar! ¡A votar!)
El C. secretario Rueda Magro: Se consulta a la Asamblea si el asunto está suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Suficientemente discutido. En votación económica se consulta... (Voces: ¡No, en votación nominal!)
El C. Bátiz: Pedimos votación nominal.
El C. secretario Rueda Magro: Se va a proceder a la votación nominal.
El C. secretario Puig y Casauranc: Por la afirmativa.
El C. secretario Rueda Magro: Por la negativa. (Votación.) Votaron por la afirmativa 22 ciudadanos diputados y presuntos diputados. (Voces: No hay quórum.)
El C. secretario Puig y Casauranc: Votaron por la negativa 77 ciudadanos diputados. No hay quórum.
El C. presidente, a las 13.30: Se levanta la sesión y se cita para la tarde a las 16 horas para Cámara de Diputados y a las 10 horas de mañana para Colegio Electoral.
SESIÓN DE LA CAMARA DE DIPUTADOS
EFECTUADA EL DÍA 10 DE DICIEMBRE DE 1924
SUMARIO
1.- Abierta la sesión, es leída y aprobada el acta de la anterior. Protestan los CC. Juan de Dios Bátiz y Salomé Vizcarra, diputados propietarios por los distritos electorales 3o. y 6o. de Sinaloa.
2.- Se concede licencia al C. diputado Aceves. Asuntos en cartera. Proyecto de ley de garantías para el personal docente de la Secretaría de Educación Pública, presentado por el Partido Revolucionario Pro-Educación y hecho suyo por varios representantes; a las comisiones unidas Educación Pública, e ímprímase. Proyecto de decreto suscrito por miembros de la diputación de Oaxaca, tendiente a aumentar la pensión de la señora María Kleryan viuda de Juárez; a la primera Comisión de Hacienda.
3.- El C. diputado Carpio informa acerca de la comisión que se le confirió. A discusión en lo general, el proyecto de Ley de Ingresos. Es aprobada una proposición de los CC. diputados Guillermo Rodríguez, Manuel Carpio y Rafael Alvarez y Alvarez, para que se constituya la Cámara en sesión permanente. Se levanta la sesión.
DEBATE
PRESIDENCIA DEL
C. FRANCISCO GARCÍA CARRANZA
(Asistencia de 134 ciudadanos diputados.)
El C. presidente, a las 17.32: Se abre la sesión
- El C. secretario Puig y Casauranc, leyendo:
"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión el día nueve de diciembre de mil novecientos veinticuatro.
"Presidencia del C. Francisco García Carranza.
"En la ciudad de México, a las diez y siete horas y treinta y tres minutos del martes nueve de diciembre de mil novecientos veinticuatro, se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta y tres ciudadanos diputados.
"Fue aprobada el acta de la sesión anterior, celebrada el día cinco del mes en curso.
"Con dispensa de trámites y sin debate se acordaron de conformidad las solicitudes de licencia con goce de dietas, formuladas por los CC. diputados J. Trinidad Obregón, Santiago Chávez y J. Jesús Pineda, por veinte días las de los dos primeros y hasta por treinta días la del último.
"Se dio cuenta también con un escrito, que recibió el trámite de enterado y comuníquese a la Tesorería del Congreso, en que el C. diputado Eduardo Delhumeau avisa que con esta fecha da por terminada la licencia de que venía disfrutando, reasumiendo sus funciones de representante.
"Los demás documentos que había en cartera se referían a los siguientes asuntos:
"La Cámara de Senadores, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los ciudadanos secretarios de Comunicaciones y Obras Públicas y de Relaciones Exteriores, el director del Departamento de la Estadística Nacional; las Legislaturas de Aguascalientes, Colima, Chihuahua, Durango, Guanajuato, México, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, Sinaloa y Veracruz; los gobiernos del Distrito Norte de la Baja California y de los Estados de Coahuila, Colima, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, México, Nayarit, Puebla, Querétaro, Sinaloa, Tlaxcala y Zacatecas, y los tribunales superiores de Justicia de Aguascalientes, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Jalisco, México, Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas y del Distrito Norte de la Baja California, envían comunicaciones de condolencia por el fallecimiento del C. diputado Leocadio Guerrero. - A su expediente.
"La Secretaría de Gobernación envía los proyectos de Ley de Ingresos y Presupuestos de Egresos del municipio de Mulegé, Baja California, para el año de 1925.- Recibo, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.
"La misma Secretaría remite una iniciativa de adición al Presupuestos de Egresos para 1925, del Territorio de Quintana Roo.- A la comisión que tiene antecedentes.
"El C. Adalberto Tejeda comunica que con fecha cuatro del mes en curso se hizo cargo del despacho de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, por designación que en su favor hizo el ciudadano presidente de la República.- De enterado.
"El ciudadano secretario de Comunicaciones y Obras Públicas participa que con fecha primero de este mes, el C. Eduardo Ortiz tomó posesión del puesto de subsecretario.- De enterado.
"La Secretaría de Relaciones Exteriores solicita permiso constitucional para que el C. general de división Alvaro Obregón, pueda aceptar la Gran Cruz de la Orden Suprema del Crisantemo, que le confirió el emperador del Japón.- Recibo, y a la 1a. Comisión de Puntos Constitucionales.
"El ciudadano secretario de Educación Pública avisa que con fecha primero de este mes tomó posesión del puesto de subsecretario el C. Manuel Gamio.- De enterado.
"El mismo C. Manuel Gamio solicita permiso constitucional para usar la condecoración científica de Caballero de primera clase de la "Estrella Polar", que le confirió el rey de Suecia.- Recibo, y a la 1a. Comisión de Puntos Constitucionales.
"Circular en que se comunica que con fecha veintiuno del mes próximo pasado se instalaron en el Palacio Nacional las oficinas del Departamento de la Estadística Nacional. - De enterado.
"La Suprema Corte de Justicia de la Nación manifiesta que con fecha primero de este mes abrió el segundo período de sesiones de su segundo año de ejercicio.- De enterado.
"El ciudadano gobernador del Distrito Federal, por acuerdo del Ejecutivo de la Unión, envía una iniciativa para que el poblado del Peñón de los Baños sea elevado a la categoría política de pueblo.- Recibo, y a la 3a. Comisión de Gobernación.
"La Legislatura de Aguascalientes da a conocer los nombres de los diputados que forman su Mesa Directiva para el mes en curso.- Recibo.
"La Legislatura de Chihuahua informa que concedió licencia hasta por treinta días al gobernador constitucional, C. Jesús Antonio Almeida, designando al C. Vicente N. Mendoza B. para que lo substituya interinamente. - De enterado.
"La Legislatura del Estado de Hidalgo avisa que abrió un período extraordinario de sesiones con fecha veintiséis del mes próximo pasado. - De enterado.
"La Legislatura de Oaxaca comunica que el C. Onofre Jiménez rindió la protesta de ley como gobernador constitucional de aquel Estado, con fecha primero de este mes. - De enterado.
"El Congreso de Querétaro apoya y secunda la iniciativa de la Cámara de Comercio de Ciudad Juárez, con objeto de convertir en puertos libres las poblaciones fronterizas del Norte.- A su expediente.
"La Legislatura de Zacatecas hace suya la iniciativa del Congreso de Guanajuato, referente a la expedición de una ley que evite la tala inmoderada de árboles. - A su expediente.
"La Legislatura de Zacatecas avisa que con fecha primero de este mes clausuró el primer período de sesiones de su segundo año de ejercicio, dejando integrada su Diputación Permanente. - De enterado.
"El C. Carlos Garza Castro, gobernador constitucional substituto de Coahuila, participa que la Legislatura local le concedió licencia por diez días y que hizo entrega del Poder Ejecutivo al C. Miguel Farías. - De enterado.
"El C. Miguel Farías dice que se hizo cargo del puesto de gobernador constitucional interino de Coahuila. - De enterado.
"El ciudadano gobernador constitucional del Estado de Durango informa que le fue concedida una licencia e hizo entrega del despacho al secretario general, C. licenciado Vicente Guerrero. - De enterado.
"El C. E. Peña Navarro comunica que se hizo cargo del puesto de gobernador substituto interino del Estado de Nayarit, en tanto transcurre la licencia concedida al gobernador constitucional. - De enterado.
"El C. Vicente Guerrero participa que se hizo cargo del puesto de gobernador constitucional interino de Durango. - De enterado.
"El ciudadano gobernador constitucional de Oaxaca comunica que nombró al C. Francisco Canseco secretario general del aquel Gobierno. - De enterado.
"El ciudadano gobernador constitucional interino de Yucatán comunica que con fecha veinte de noviembre último volvió a encargarse del despacho de la Secretaría General de ese Gobierno el C. Antonio Gual García. - De enterado.
"El propio gobernador de Yucatán dice que le fue concedida licencia por treinta días y que se hizo cargo del despacho del Poder Ejecutivo el secretario general, C. Antonio Gual García. - De enterado.
"El repetido C. Guay García avisa que se hizo cargo del despacho del Poder Ejecutivo del Estado de Yucatán en su carácter de secretario general de aquel Gobierno, con fecha 1o. del mes próximo pasado. - De enterado.
"El ciudadano gobernador constitucional de Zacatecas comunica que se le concedió licencia por veinte días y que hizo entrega del Poder Ejecutivo al C. Isauro Pérez Espinosa. - De enterado.
"El C. Isauro Pérez Espinosa informa que con fecha 21 de noviembre último se hizo cargo del puesto de gobernador constitucional interino de Zacatecas. - De enterado.
"El gobernador constitucional interino de Zacatecas participa que con fecha 4 de este mes nombró al C. Luis Mora G. de la Cadena para desempeñar el puesto de secretario general interino del Despacho. - De enterado.
"La Comisión Permanente del Tercer Congreso de Ayuntamientos transcribe una solicitud del Ayuntamiento de Mexicali, Baja California, relativa a la expedición de leyes que restrinjan la inmigración china. - A su expediente.
"La Suprema Corte de Justicia de la Nación envía una copia del proyecto de Presupuestos de Egresos del Ramo Tercero, Poder Judicial, para 1925, cuyo original envió a la Secretaría de Hacienda con fecha 18 de septiembre último. - Recibo, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.
"Dictamen de la 3a. Comisión de Guerra, que consulta un proyecto de decreto por el que se pensiona a las señoritas Edelmira, Acelie y Amelia González Ortega, así como a la señora Hortensia González Ortega viuda de Valero.- Primera lectura. Se le dispensó la segunda para discutirse el primer día hábil.
"Proyecto de Ley de Jubilaciones del Profesorado, que formula la 1a. Comisión de Educación Pública. - Primera lectura, e imprímase.
"Iniciativa de Ley de Ingresos para el año de 1925, formulada por la sección respectiva de la Comisión de Presupuestos y Cuenta. - Segunda lectura, y a discusión el primer día hábil.
"El C. diputado Carpio propuso que se llamara al ciudadano secretario de Hacienda para que informe en la discusión de la referida iniciativa de Ley de Ingresos. Lo acordó de conformidad la Cámara y se nombró en comisión para llamar al ciudadano secretario de Hacienda, a los CC. Carpio, Yépez Solórzano, Pérez Salinas y secretario Ruega Magro.
"El C. Luis Monroy Aguirre rindió la protesta de ley como diputado suplente por el 7o. distrito electoral del Estado de Chiapas.
"Dictamen de la 2a. Comisión de Relaciones Exteriores, que concluye con un proyecto de decreto por el que se concede permiso al C. Leopoldo Alvarado para que acepte y desempeñe el puesto de estenógrafo de la delegación americana al Congreso Científico Panamericano que se efectuar en Lima, Perú.
"Dictamen de la 1a. Comisión de Relaciones Exteriores, que consulta otro proyecto de decreto por el que se concede permiso al C. Agustín Basave para que acepte y desempeñe el cargo de cónsul de la República del Uruguay en los Estados de Jalisco y Colima.
"Estos dos dictámenes estaban de primera lectura. En votaciones económicas se les dispensó la segunda, poniéndose a discusión. No la hubo y por unanimidad de ciento treinta y cinco votos fueron aprobados los proyectos de que se trata, pasando al Senado para los efectos constitucionales.
"Se dio cuenta, por último, con una proposición de varios ciudadanos diputados, tendiente a facultar a los miembros de esta H. Cámara para que desempeñen comisiones del Ejecutivo federal o de los Estados durante el próximo receso, con la obligación de dar aviso en cada caso a la Comisión Permanente.
"Se aprobó con dispensa de trámites y sin debate.
"A las diez y ocho horas y quince minutos se levantó esta sesión pública y se paso a sesión secreta."
Est a discusión el acta. No habiendo quien la impugne, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada el acta.
La Presidencia ha tenido a bien nombrar a los cuidadanos Manuel Carpio, Pedro Rodríguez, Juan I. Martínez y secretario Puig para que introduzcan a los ciudadanos electos Vizcarra y Juan de Dios Bátiz a rendir la protesta de ley.
(Rinden la protesta legal los CC. Juan de Dios Bátiz y Salomé Vizcarra, diputados propietarios por los distritos electorales 3o. y 6o. de Sinaloa.)
- El C. secretario Rueda Magro, leyendo:
"Honorable Asamblea:
"El subscripto, diputado en ejercicio por el 18 distrito electoral del Estado de Michoacán, ante ustedes, con el respeto debido, expongo:
"Teniendo asuntos urgentes que reclaman mi presencia en el distrito que represento, solicito que se me conceda una licencia hasta por veinte días, con goce de sueldo, dispensándole a la presente los trámites de reglamento.
"Protesto lo necesario.
"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, D.F., 10 de diciembre de 1924.- Ernesto Aceves."
Se consulta si se dispensan los trámites. Se dispensan los trámites. Est a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra en contra, se consulta a la Asamblea si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedida.
"La Legislatura del Estado de Tlaxcala propone como candidato a magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al C. licenciado Enrique Osorno Aguilar." - Recibo, y resérvese para el Congreso General.
"El Partido Revolucionario "Pro-Educación" presenta un proyecto de Ley de Garantías para el personal docente que presta sus servicios en la Secretaría de Educación Pública federal.-Hacen suyo este proyecto trece ciudadanos diputados." - A las comisiones unidas de Educación Pública, e imprímase.
(El proyecto de ley de referencia est concebido en los siguientes términos:)
Partido Revolucionario "Pro- Educación". - Renovación.
H. Cámara de Diputados.
Todos los pueblos cultos han reconocido que el maestro es el alma de la escuela; porque de él, de sus aptitudes o de su impericia, depende el éxito o el fracaso de su labor educativa; porque en su labor trascendental se fundan las más caras esperanzas nacionales, desde el momento que el objeto de la educación es formar a los hombres y a los ciudadanos de mañana, los que por fuerza ser n los depositarios de las tradiciones, de las glorias, de las grandezas, de los ideales y, en una palabra, del alma misma de la patria.
Las mejores leyes sobre educación pública, los mejores programas, las grandes y sabias organizaciones escolares, no bastan, mejor dicho, para nada sirven, y est n condenadas a la esterilidad y al fracaso, si los maestros, si los agentes encargados de llevarlos a la práctica no pueden o no se les coloca en condiciones de imprimir a su tarea todo el empeño, toda la abnegación, toda la pericia y todo el amor que requiere su delicada y augusta misión. Si esto es verdad, si en el maestro est n comprometidos todos los esfuerzos y los afanes en pro de la educación, es por demás evidente que se hace necesario mejorar su condición profesional, y dentro de esa condición hay que considerar no solamente su aptitud pedagógica, sino también su situación económica, social y política, como bases principales de toda tentativa para mejorar y dar impulso a la educación.
Las buenas escuelas las hacen los buenos maestros. Tener buenos pedagogos es, pues, la cuestión fundamental; y ésta no quedar resuelta mientras al mismo tiempo que buenas escuelas normales no se ofrezca a los educadores y a los aspirantes a este ministerio una carrera, ya que no lucrativa, al menos dignificada por el Gobierno y la sociedad, vista con el interés y el respeto que merecen y exenta de las contingencias, los desencantos y peligros a que suelen exponerla, cuando no la indiferencia, las envidias, los rencores y aun los eventos de las contiendas político- Electorales. Para comenzar esta obra urgente de seguridad y de dignificación, el maestro necesita leyes que garanticen los derechos a que se hace acreedor por su trabajo, por sus servicios en pro del adelanto social y de dignificación y progreso para la República.
No quienquiera puede ser maestro; no basta ser sabio para ser pedagogo. El educador, el encargado de dar fuerza, agilidad y gracia al organismo físico, de cultivar inteligencias, de refinar sus sentimientos, de encauzar voluntades y energías, de templar caracteres, de destruir defectos y exaltar virtudes, de perfeccionar las condiciones de la raza, de imbuir en el alma de las nuevas generaciones los grandes ideales de la patria, de modelar, en suma, el alma nacional con la mira de unificarla y de llevarla a los más altos destinos, no puede ser cualquiera; debe ser un hombre técnico, necesita una preparación especial; y no es, no puede jamás considerarse justo, ni decoroso, ni digno, que si el pedagogo sacrifica algunos años de su vida en esta preparación para dedicarse a una carrera por demás difícil para ser bien desempeñada, y que a la vez est mal remunerada y peor estimada, pero que es necesaria y trascendental para el bien del país, no encuentre en ley alguna ni un solo amparo, ni una sola garantía de que, a cambio de su abnegación y de sus fecundos servicios, su trabajo es seguro y que, si no le ofrece tesoros ni honores codiciados, est , al menos, exento de las ingratas perspectivas que ofrecen la cesantía y la miseria, y es altamente injusto y hasta inmoral y antipatriótico que después de haber dedicado el pedagogo su tiempo al estudio profesional y haber prestado un servicio público de importancia indiscutible, se vea un día inmotivadamente arrojado de su puesto y convencido de que el hábito de tratar a los niños y la necesidad de dedicar toda su energía y toda su atención a los trabajos de la escuela, lo han incapacitado para emprender otro trabajo, otra labor que no sea aquella a la que ha consagrado todos sus pensamientos y en la que ha cristalizado su vida. Es propio de todos los pueblos el proverbio que dice: "La práctica hace al maestro", y de él se desprende que mientras más se ejercita el educador, mejor maestro es, y más empeño debe haber, por consiguiente, en conservarlo, particularmente si se toma en cuenta que los cambios que no tienen como fundamento ni una norma legal ni una necesidad de mejorar el servicio, producen siempre serios trastornos en la educación, interrumpen la marcha escolar y lesionan, a la vez que los intereses del maestro, los de la educación, que son sagrados y altos intereses nacionales. El educador, por último, es un formador de hombres, de hombres libres y de ciudadanos libres. Esta es, acaso, su mejor función, este es su más importante papel en toda democracia. Y es seguro que el primer requisito para educar, para poder formar a hombres libres y a ciudadanos libres, es el de estar en condiciones de poder ser, y ser de hecho, un hombre libre y un ciudadano libre. Pues bien, al magisterio, por falta de garantías profesionales, gremiales y cívicas, no le ha
sido posible cumplir dignamente su papel, tal y como se lo impone su elevada misión.
La escuela, pues, no podrá ser, como se ha pretendido, la madre de las libertades y de la democracia, si el pedagogo no puede infundir, con convicción y con amor, las virtudes cívicas, si a pesar de las conquistas de la revolución social, se mantiene en constante zozobra y bajo la férula denigrante de la opresión.
Se ha dicho que la educación pública debe estar desligada de la política militante y que en la escuela no debe hacerse política. En buena hora que así sea, mejor dicho, ojal y que así fuese, para evitar los graves inconvenientes que con los cambios políticos sufre la marcha de la misma educación pública. Pero de esto no puede ni debe desprenderse nunca que el pedagogo no ejerza sus derechos políticos y que quede relegado a la triste condición de ilota. Bien por el contrario, el pedagogo debe ser un ciudadano, un modelo de ciudadanos; pues de otro modo no podría considerarse en el camino de realizar una obra eminentemente dignificadora, patriótica y altamente humanitaria.
Estas y otras importantes consideraciones que sería largo de exponer, han servido de base para que en los países actualmente más adelantados, se expidan leyes de garantías para los profesores; y fundados en los hechos, principios y razones que se dejan anotados, así como en las elevadas ideas y alta cultura de los representantes del pueblo mexicano, el Partido Revolucionario Pro-Educación espera que esa H. Cámara se servir tomar en consideración y aprobar el siguiente
Proyecto de ley de garantías para el personal docente y técnico que preste sus servicios en las dependencias de la Secretaría de Educación Pública federal.
Artículo 1o. Los maestros que con carácter docente o técnico presten sus servicios en las dependencias de la Secretaría de Educación Pública federal, ser n nombrados de acuerdo con los requisitos que exija la Ley de Escalafón del Profesorado, y sólo podrá n ser cesados de su cargo o suspendidos en el ejercicio de él, cuando haya causa justificada bastante que calificar un jurado de honor, integrado por maestros y que se formar en cada caso, a menos que la superioridad acuerde su promoción, con la conformidad de los interesados, o que por causas ajenas a su voluntad no estén en condiciones de desarrollar una labor eficiente; en estas circunstancias la orden de jubilación determinar la separación del maestro.
Artículo 2o. Los cambios de una institución a otra del personal docente y técnico de que trata el artículo anterior, solo podrá n acordarse con la anuencia de los interesados o por responsabilidad de los mismos, y en este caso, previa formación y resolución del jurado de honor correspondiente.
Artículo 3o. Les jurados de honor tendrán por objeto conocer y decidir sobre las acusaciones que se formulen contra los maestros, siempre que los hechos en que se hagan consistir dichas acusaciones no envuelvan la comisión de delitos o faltas castigadas por la ley penal, pero que ameriten el cese, la suspensión o el cambio de los profesores de que se trata.
Artículo 4to. - Los maestros no podrá n ser cesados, suspendidos o cambiados de sus puestos, sino habiendo sido oídos en defensa, en los casos que determine el reglamento de esta ley, y por las causas fundamentales siguientes:
I. Ineptitud manifiesta;
II. Notoria mala conducta;
III. Violación a las disposiciones legislativas relacionadas con la educación pública, y
IV. Haber sido condenados (por sentencia que haya causado ejecutoria) en causa del orden común y por delito conceptuado como infamante.
Artículo 3o. Se reconocen como nacionales los servicios oficiales prestados por los maestros en cualquier parte del país; aunque para los efectos de la jubilación, ser indispensable que dichos servicios sean prestados durante cinco años consecutivos en instituciones federales, con buenos resultados.
Artículo 6o. Los maestros no podrá n ser reconvenidos, amenazados o perjudicados en forma alguna, por ejercitar sus derechos profesionales, gremiales o políticos.
Artículo 7o. Los sueldos que se asignen a los maestros ser n progresivos y proporcionales, y no ser n disminuídos con motivo de la elaboración de nuevos Presupuestos, ni cubiertos con retraso en relación de los pagos que se efectúen a cualquiera otra de las secretarias de Estado.
Artículo 8o. Las condiciones de sexo o nacionalidad, no ser n motivos para establecer diferencias en los sueldos que se fijen a los propios maestros.
Artículo 9o. Los profesores tendrán derecho a gozar de licencias y vacaciones, a que les sea aumentado su sueldo y a ser ascendidos y jubilados por sus buenos servicios; siendo, además, obligatorio para el Gobierno, en caso de fallecimiento, la ministración de tres meses de sueldo como paga de marcha, y la asignación de una pensión para los hijos, en los casos que determine la Ley de Jubilaciones respectiva.
Artículo 10. El profesor que durante el transcurso de un mes deje de percibir el sueldo que le corresponde, podrá , previo aviso, suspender sus labores, teniendo derecho a volver al desempeño de su empleo tan pronto como le sean reanudados sus pagos, dando el aviso correspondiente, sin que en el lapso en que deje de recibir su sueldo pueda ser substituído por otro maestro.
Artículo 11. Los sueldos de los maestros no podrá n ser embargados ni descontados, excepción hecha de tener que cumplimentarse una resolución judicial relativa a ministración de alimentos
Artículo 12. Los maestros y las asociaciones que los mismos formen, serán reconocidos para todos los efectos a que haya lugar y gozarán de las franquicias y prerrogativas que determinan los artículos 123 y 12 transitorio constitucionales.
Artículo 13. El magisterio, debidamente organizado, tendrá derecho de iniciativa, referéndum y revocación, en lo que atañe a los intereses de la educación nacional.
Artículo 14. El Gobierno establecer al seguro del maestro.
Artículo 15. El propio Gobierno, con objeto de ampliar los conocimientos del personal docente y técnico de que se trata, establecerá cursos especiales y academias, y enviará a los principales centros
de cultura escolar del país o del extranjero, a los maestros que se hagan acreedores a esta distinción.
Artículo 15. La violación de las disposiciones contenidas en esta ley, hecha por autoridad escolar, será castigada con suspensión, destitución o inhabilitación para el desempeño de toda clase de empleos en las dependencias de la Secretaría de Educación Pública federal.
Renovarse o morir.
México, D.F., a 1o. de diciembre de 1924. - El secretario general, Rafael Jiménez.- El jefe de la comisión de control político, C. A. Miranda. - Hacemos nuestro este proyecto. - Daniel L. Barrera. - J. M. Castro. - Ramón Ramos. - Emiliano Corella M. - V. Lorandi. - Justo A. Santa Anna.- Isaac Velásquez. - C.T. Ocampo.- Manuel López.- E. Padilla.- A. Vásquez del Mercado.
"Ciudadanos diputados:
"La señora María Kleryan viuda de Juárez disfruta de una pensión de $250.00, que le fue concedida por el Gobierno del señor Madero a la muerte de su esposo, el señor don Benito Juárez, hijo del benemérito de las Américas, en recompensa de los servicios prestados por su esposo durante más de 38 años a la nación, y por ser nuera del benemérito de las Américas.
"Durante el Gobierno del señor Carranza, en la época de la circulación fiduciaria, se anoto la pensión de dicha señora ala suma de $500.00.
"A fines del año de 1916, cuándo se inicio el regimen de circulación metalica, por disposición del Ejecutivo, se mandaron pagar las pensiones al 50 por ciento, y, lejos de computar la de la señora Kleryan viuda de Juárez su pensión en $500.00, sólo le pagaron el 50 por ciento de $250.00, importe de la que se le concedió por decreto de 11 de junio de 1912, que aparece en el Periódico Oficial que se adjunta a este memorial. Posteriormente se le pagó el 75 por ciento de la última suma dicha, hasta que, durante el Gobierno interino del señor De la Huerta, se mandaron pagar las pensiones íntegramente.
"Diferentes personas disfrutan de pensiones mayores de la que se le tiene asignada a la señora Kleryan viuda de Juárez, que es insuficiente, no sólo para que dicha señora conserve la posición social a que est obligada, dado el aumento que han tenido de 1912 a la fecha los artículos indispensables para la vida y las habitaciones para vivir decorosamente.
"Por esa circunstancia los subscriptos pedimos que, con dispensa de trámites, se reforme el artículo 2o. del decreto de 11 de junio de 1912, que concede a la señora Kleryan, viuda del C. Benito Juárez, jr., la cantidad de $3,000.00 anuales, mientras dure su viudez, se le aumente dicha pensión hasta la cantidad de $5,000.00 anuales, con las mismas condiciones. Por tanto, sometemos a vuestra consideración y aprobación, en su caso, el siguiente proyecto de decreto:
"Unico. Se reforman el artículo 2o. del decreto de 11 de junio de 1912 en los siguientes términos:
"Artículo 2o. se concede una pensión íntegra de $5,000.00 anuales a la señora Kleryan, viuda del C. Benito Juárez, jr., mientras dure su viudez."
"Salón de Sesiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 10 de diciembre de 1924. - Genaro V. Vásquez. - Alfonso F. Ramírez. - M. Rueda Magro.- Rafael E. Melgar.- José García Ramos. - Rafael Hernández Pimentel. - J. Castillo Larrañaga. - Librado G. López. - Rufino Zavaleta." - A la 1a. Comisión de Hacienda.
"La Confederación Nacional Agraria envía, por conducto de su presidente, un proyecto de ley para el establecimiento del impuesto federal a los latifundios de toda la República." - A la 1a. Comisión de Peticiones.
"La señora María Francisca Higareda viuda de Amézquita solicita pensión por los servicios que prestó a la patria su extinto sobrino el coronel David Castrejón." A la 2a. Comisión de Peticiones.
"El C. Filiberto Valero, excónsul de México en Paterson, New Jersey, E. U., solicita le sean cubiertos los vi ticos de regreso que conforme a la ley le corresponde." - A la 1a. Comisión de Peticiones.
"El C. licenciado Aurelio Lomelí envía un memorial y varios anexos que justifican los cargos que ha formulado en contra del juez 9o. de lo civil de la ciudad de México." - A la 2a. Comisión de Peticiones.
"El C. Augusto Gadea R. solicita se le conceda su jubilación por haber prestado servicios a la Administración por más de treinta y seis años." - A la 1a. Comisión de Peticiones.
"El C. Luis G. Ezquerro solicita se le conceda jubilación por más de treinta y siete años de servicios que ha prestado a la Administración pública." - A la 2a. Comisión de Peticiones.
"Las señoritas Angela y Delfina Robles Linares solicitan se aumente la pensión de que actualmente disfrutan." - A la 2a. Comisión de Peticiones.
"La señora Luz Alcocer viuda de Romero solicita una pensión por los servicios prestados a la patria por su extinto abuelo don Vidal Alcocer.-
Hace suya esta petición la diputación de la Baja California." - A la 1a. Comisión de Hacienda.
"El C. profesor Francisco César Morales solicita se apruebe la iniciativa que formuló dentro de la XXVIII Legislatura, relativa a destinar la cantidad de quinientos mil pesos para la construcción de la Casa del Maestro." - A la 1a. Comisión de Peticiones.
- El mismo C. secretario: Est a discusión la Ley de Ingresos en lo general. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasar a inscribirse.
El C. Fabila: Pido la palabra. Ruego a su señoría que invite a la comisión nombrada ayer para que informe de su cometido.
El C. Carpio: Señores diputados:
La comisión nombrada para invitar al señor Pani para que viniera a informar a esta Cámara respecto a algunos puntos relativos a la Ley de Ingresos, tuvo la pena de no haber encontrado al señor Pani en sus oficinas las tres veces que se intentó este asunto. Hablamos por teléfono ayer y suplicamos al señor Pani que nos diera una cita para hoy, pero uno de sus empleados nos manifestó que el señor Pani no se encontraba en su oficina. El día de hoy insistimos procurando que nuestro recado le fuese dado con la oportunidad debida, y también se nos manifestó que el señor Pani no se encontraba en su oficina. Esta tarde el señor secretario Rueda Magro y el que habla fueron personalmente a las oficinas de Hacienda tratando de encontrar al señor Pani; después de haber permanecido por algún tiempo en las antesalas, un empleado nos manifestó que había entrado a la oficina particular del señor Pani y que tampoco lo había encontrado, puesto que todavía no llegaba. Eran las cuatro y treinta y como ya considerábamos que la sesión tendría que comenzar; desistimos de nuestro empeño de esperar al señor Pani y regresamos para poder informar a ustedes lo que acaban de oír.
El C. secretario Rueda Magro: Continúa a discusión la Ley de Ingresos en lo general.
El C. Fabila: Pido la palabra.
El C. presidente: Tiene la palabra el señor Fabila.
El C. Fabila: Señores diputados:
La Sección de Ingresos de la Comisión de Presupuestos y Cuenta que me honro en presidir, ha hecho todo lo posible por cumplir con su deber de traer a discusión en esta Asamblea el proyecto de Ley de Ingresos, a fin de que la Asamblea pueda aprobar esta discusión con conocimiento pleno de todos los antecedentes en pro. Me voy a permitir previamente hacer una exposición a ustedes de cómo fue formulado este proyecto. En el mes de septiembre, de acuerdo las entonces mayorías, con las minorías actuales y previas pláticas extraoficiales con el señor general Obregón, se convino en que una comisión mixta extraoficial de la Cámara procediera al estudio de un proyecto de Ley de Ingresos, con una comisión de la Secretaría de Hacienda. Al efecto las mayorías de entonces nombraron tres delegados a esa comisión y las minorías designaron al ciudadano doctor Siurob. Tengo la pena de manifestar a ustedes de que todos los delegados designados solamente el que tiene el honor de dirigiros la palabra estuvo concurriendo a las juntas, hasta llegar a un acuerdo final con la Secretaría de Hacienda; en virtud de las juntas celebradas entre esta comisión, el que habla y la Comisión, de Hacienda, se llegó a formular un proyecto que en resumen numérico asignaba la cifra de doscientos setenta y cuatro millones de pesos para los ingresos probables del ejercicio fiscal de 1925. La Comisión de Ingresos fue informada por mí del resultado de mis trabajos con la comisión de la Secretaría de Hacienda, es decir, puso a su consideración el proyecto de ley formulado por la comisión mixta, que asignaba la cifra de doscientos setenta y cuatro millones para los ingresos del año próximo. Dicha comisión, o más bien, para ser más verídico, algunos de los miembros de esa comisión con toda actividad y empeño se pusieron a estudiar el proyecto de ley de la comisión mixta, se pusieron en contacto con la Comisión de Estadística de esta Cámara y con el departamento de igual nombre y objetaron en distintas partes el proyecto formulado por la comisión mixta. En virtud de esas objeciones la Comisión de Ingresos que presido formuló un proyecto definitivo, que asciende a trescientos cinco millones de pesos para los ingresos del próximo año. Estos antecedentes del proyecto de ley a debate vinieron a plantear, como de hecho han planteado, una seria e importante interrogación: ¿Por qué la Secretaría de Hacienda formuló un proyecto de ley cuyo monto alcanzaba a doscientos setenta y cuatro millones, y la Comisión de Ingresos, de acuerdo con la de Estadística, formula ahora un proyecto de trescientos cinco millones de pesos más? Sencillamente porque la Comisión de Ingresos aceptó un aumento de veinte millones sobre el proyecto de la Secretaría de Hacienda. Esta interrogación que para algunos compañeros estudiosos de la minoría, como el compañero García Téllez, Carpio y algunos otros, ha sido inexplicable, tiene una explicación sencilla pero intrincada en el fondo, puesto que por distintas líneas va a tocar a serios problemas parciales de la organización y funcionamiento de la Hacienda pública federal. La Comisión de Ingresos, por mi conducto, est en la obligación de externar su criterio sobre esta tremenda interrogación con toda imparcialidad y con toda lealtad, para hacer honor a la verdad y para que la Representación Nacional, que est designada por la Constitución para velar por el manejo de los fondos de la nación, tome la parte de responsabilidad que le corresponde en el momento histórico que vivimos y, sobre todo, en el problema que se presenta a nuestra vista y que es muy serio, puesto que al resolverse se resolverá el funcionamiento sistemático, ordenado, racional, técnico, en una palabra, de la Hacienda pública federal.
La Comisión de Ingresos debe desde luego informar a esta Asamblea de un hecho básico, del cual debemos partir para que obtengamos una explicación del fenómeno, aparentemente raro, que se nos presenta, o sea de aumentar sin razón
aparente en veinte millones los ingresos para el año próximo. La Secretaría de Hacienda, de acuerdo con la comisión mixta, es decir, en realidad de acuerdo con el que habla, aceptó al principio un proyecto de ingresos de doscientos setenta y cuatro millones de pesos; posteriormente tuvimos varias entrevistas el señor Quevedo y el que habla con la Secretaría de Hacienda para poner en claro algunas diferencias en algunos capítulos de ingresos. Logramos poner en claro que había algunas diferencias de menos en los datos de la Secretaría de Hacienda, y entonces esta Secretaría convino en que era racional y justificado aumentar los ingresos probables para 1925 de doscientos setenta y cuatro millones a doscientos ochenta y cinco millones. Admitió, pues, que la Comisión de Ingresos y la de Estadística unidas tenían razón en aumentar su proyecto final hasta en diez millones de pesos. No paró allí la Secretaría de Hacienda, sino que hoy en la mañana me fue entregado un nuevo cuadro de los cálculos de ingresos probables, en el cual la Secretaría de Hacienda aumenta cinco millones más a su segunda tolerancia, es decir, la de ciento ochenta y cinco millones, y ahora conviene en que la Comisión de Ingresos puede admitir hasta un ingreso probable de doscientos ochenta y nueve millones de pesos. La Comisión de Ingresos, pues, pone en claro este hecho: la Secretaría de Hacienda no tiene hasta este momento un dato seguro para limitar o para fijar el ingreso probable de 1925; en consecuencia, si seguimos hurgando sobre los ingresos probables para el año entrante, la Comisión de Ingresos tiene la seguridad de que la Secretaría de Hacienda va a admitir a la postre de una ligera o más o menos prolongada discusión, que el dato de trescientos cinco millones como ingreso probable es el más exacto. Por lo expuesto, la Comisión de Ingresos deja planteado al compañero Carpio y a los demás compañeros que se han interesado por interpelar al señor secretario de Hacienda, este hecho: la Secretaría de Hacienda no tiene datos, no digamos precisos, ni siquiera fijos, puesto que no han sido fijos los que ha proporcionado a la Comisión de Ingresos, dado que durante todas las veces ha modificado en cifras muy estimables su proyecto original; y como corolario de esta interpelación tendrán que entrar a otras no menos delicadas, cuyo resultado ser , como dije al principio, que la Representación Nacional tome parte de su responsabilidad propia, a fin de lograr resolver serios problemas en los sistemas financieros de la nación; dejando a un lado este punto, La Comisión de Ingresos est obligada a dar una explicación del por qué del aumento que hizo al proyecto original. Desde luego el aumento de veinte o de veintitantos millones de pesos sobre el cálculo de la Secretaría de Hacienda, lo explicamos de una manera muy sencilla La Secretaría de Hacienda creo que hasta la fecha no toma en consideración el ingreso que corresponde al diez por ciento sobre las entradas brutas de los ferrocarriles, cuya participación por ley expresa est dispuesta a cubrir la Deuda Pública nacional; este diez por ciento monta a la cifra de once millones de pesos. La Secretaría de Hacienda explica esta eliminación de la Ley de Ingresos en el hecho de que los Ferrocarriles no han pagado jamás un solo centavo por concepto de este impuesto. La Secretaría de Hacienda tiene razón o es muy posible que tenga razón en un terreno absolutamente práctico; pero en un terreno técnico, en un terreno para un cálculo racional de los ingresos, la comisión que tengo el honor de presidir considera que deben tomarse en consideración esos once millones, puesto que hay una ley que así lo determina. Quedar el problema de hacer que los Ferrocarriles entreguen esa suma; pero de cualquiera manera debe figurar esa cifra en la Ley de Ingresos. Igualmente la Secretaría de Hacienda, en su proyecto original, dejaba en blanco el concepto de utilidades de la Comisión Monetaria. Es bien sabido que la Comisión Monetaria es una institución nacional y que por ello sus utilidades corresponden al Erario Nacional; la Secretaría de Hacienda, sin embargo, nunca ha considerado las utilidades de la Comisión Monetaria, utilidades que casi siempre han sido una línea recta y han variado muy poco alrededor de siete millones y medio de pesos al año. La Comisión de Ingresos incluyó en su proyecto de doscientos cinco millones las utilidades de la Monetaria, es decir, siete y medio millones, que, sumados a los once a que me he referido, hacen diez y ocho y medio millones. La Secretaría de Hacienda tampoco considera una partida que se refiere a los ingresos habido por explotación del patrimonio nacional, es decir, de los recursos nacionales. La Comisión de Ingresos tuvo amplias pláticas con la Secretaría de Agricultura y Fomento, la que desde hace algunos años, por lo menos que yo sepa, desde que don Ramón P. De Negri estuvo al frente de esa Secretaría, formuló un vasto plan de explotación de ciertos recursos naturales a su cargo, especialmente de la pesca, de la caza, de los bosques y de algún otro que no recuerdo en este momento. La Comisión de Ingresos reconoció que el plan propuesto o preparado por el señor De Negri puede ser efectivo y debe ser efectivo; puede ser efectivo, porque el plan sobre el que rebosa el proyecto de la Secretaría de Agricultura es un plan perfectamente meditado, sencillísimo y bien fundado, y debe producir esos resultados el plan de la Secretaría de Agricultura, porque a nadie mejor que a ustedes, señores representantes, debe constar que todos los objetos del patrimonio nacional que conocéis perfectamente en vuestros distritos, son explotados de la manera más desastrosa, ya no digamos para beneficio del Erario Nacional, sino ni siquiera para beneficio de los mismos necesitados en explotar esos recursos. Los señores diputados que sean de las regiones del Istmo, de las huastecas, de las costas de Sinaloa, de Tepic, etcétera, estar n de acuerdo conmigo y con la Secretaría de Agricultura y Fomento en que, sobre todo, en la explotación de bosques se hace un derroche escandaloso de esa riqueza nacional y la Secretaría de Agricultura ha preparado un plan por medio del cual no solamente la nación percibe lo que debe percibir por la explotación de esos recursos, de su patrimonio, sino que la explotación de esos recursos se haga racional y técnicamente en virtud de ese plan que la Secretaría ya sostenía y sostiene que puede percibir hasta la cifra de seis millones de pesos anuales. La comisión, sin embargo, considerando que
puede haber algo de optimismo en este cálculo, solamente admitió la cifra de tres millones y medio que se le ha garantizado que ser percibido por el Erario. Todo el personal técnico de la Secretaría de Agricultura, personal al que en todo caso la Comisión de Ingresos debe reconocerle absoluta autoridad y competencia en la materia, sumados estos tres millones y medio de pesos a los diez y ocho y medio que antes os había citado, tenemos un resultado de veintidós millones de pesos.
He allí señores, del por qué a grosso modo la Comisión de Ingresos presentó un proyecto de ley aumentado, con relación el proyecto de la Secretaría de Hacienda, en veinte millones de pesos. La comisión debe también llevar al convencimiento de vuestras soberanías que sus cálculos sobre cada capítulo de ingresos son extremadamente conservadores. Una prueba evidente de ello es que dichos cálculos est n bordados sobre la base de los ingresos habidos en los seis primeros meses del año y algunos en los ocho primeros meses del año. Todos vosotros sabéis que durante enero, febrero y casi todo marzo, el Erario nacional tuvo segada la mayor parte de las más importantes fuentes de ingresos. También sabemos que las más importantes aduanas estuvieron cerradas a la percepción del Gobierno constitucional y legítimo de la República durante varios meses y esos ingresos, si los hubo, fueron a parar en manos de los levantados en armas en contra del Gobierno; que, además, vencida la rebelión, fue necesario un término de varios días o de algunas semanas para que se normalizaran los servicios públicos. En consecuencia, de hecho los cálculos, las bases sobre que descansan los cálculos de la comisión virtualmente aparecen sobre seis u ocho meses; pero en realidad no vienen a ser más que sobre los ingresos de cuatro o cinco meses. Por otra parte, los cálculos de la Comisión de Ingresos, en términos generales y en la mayoría de los preceptos fiscales concuerdan con los datos de la Secretaría de Hacienda, con excepción de algunos que, en su oportunidad, al discutirse en lo particular, lo iré mencionando, las diferencias en esos conceptos fueron por otra parte reconocidas por el mismo secretario. Por ejemplo, la Secretaría de Hacienda no tenía datos exactos y quizá ni aproximados sobre los ingresos relativos a las industrias extractivas y de éstos, a la minería; interpelado el Departamento Técnico de la Secretaría de Hacienda sobre cuál de las cifras era la exacta, si la de la Comisión de Estadística o la de la Secretaría de Hacienda, claramente manifestó que el dato que ella consignaba en su proyecto era aproximativo y que no debería tenérsele confianza, porque no había podido recoger todos los datos necesarios; nos dio, pues, la razón de que el dato de la Comisión de Estadística es el verdadero; lo mismo podría decir otros capítulos que ya mencionaré, como dijera antes, al discutirse en lo particular. Quiero dar a ustedes este otro informe más para justificar el aumento de veinte millones que hemos hecho en el proyecto de la Comisión de Ingresos: El manejo de la Cuenta de Ingresos y Egresos federales desgraciadamente se viene relacionando de una manera desastrosa, de una manera desordenada; no es éste un cargo que quiera hacer a la Secretaría de Hacienda, es un dato que serenamente vengo a poner a la consideración de la Cámara de Diputados para que, como dije antes, cada miembro de la Asamblea tome la parte de responsabilidad que le toque en tan funesta situación de la Hacienda pública. No puede ni ha podido la Secretaría de Hacienda haber hecho durante seis o siete años un cálculo de los ingresos probables para el ejercicio siguiente, fundado ese dato siquiera en una probabilidad del setenta y cinco por ciento de veracidad....
El C. Izábal, interrumpiendo: Porque nunca ha habido un ministro hábil.
El C. Fabila, continuando: No depende del ministro, compañero Izábal; le ruego a su señoría que no introduzca prejuicios a la Asamblea, porque yo no vengo a hacer cargos ni al señor Pani ni a la Secretaría de Hacienda como órgano funcional: vengo a pedir que usted tome, como todos nosotros, la parte de responsabilidad que le toque como diputado, puesto que los diputados estamos en la obligación de vigilar el ordenado manejo de los fondos públicos. (Aplausos.)
El C. Izábal, interrumpiendo: Lo haré, compañero.
El C. Fabila, continuando: Yo no vengo aquí a servir de instrumento ni para atacar ni para censurar a un ministro ni a un secretario; vengo absolutamente animado de un sentimiento de cumplimiento de mi deber y si ese sentimiento fuera mal interpretado por algún ciudadano diputado, por algún señor ministro o por cualquier alto funcionario, me tiene sin cuidado; mi conciencia est tranquila: al menos por esta vez he cumplido con mi deber de diputado.
El C. Rodríguez Guillermo, interrumpiendo: ¿Me permite un paréntesis, una interrupción?
El C. Fabila, continuando: No, compañero. Decía yo que la Secretaría de Hacienda desgraciadamente durante seis o siete años no ha podido por más que lo quiere, formular un proyecto de Ley de Ingresos sobre bases firmes, sobre datos más o menos exactos y racionales. La prueba la tenemos entre otras partes, en la Contaduría Mayor de Hacienda, que con todo y sus deficiencias nos viene a dar la luz, nos viene a dar el por qué de esa deficiencia en la Secretaría de Hacienda. Nos dice la Contaduría Mayor de Hacienda, y lo mismo la Comisión de Estadística de esta Cámara que durante los últimos cuatro años, es decir, de 1920 a la fecha se han dejado de aplicar a las cuentas respectivas de ingresos ciento cuarenta y tres millones de pesos. Algunos señores diputados no se dar n cuanta de lo que esto quiere decir, como yo tampoco me la daba antes de estudiar en detalle este asunto. Sucede lo siguiente: termina un ejercicio fiscal; al terminar ese ejercicio fiscal se dan por cerradas las cuentas del año a que corresponden y se abren las del siguiente. Por las deficiencias de organización de las oficinas que recaudan y de las oficinas que pagan, por la negligencia de los empleados y por la ingerencia de la política y de los políticos, por conveniencia de los mismos empleados y por infinidad de circunstancias que est y estar obligado a explicar el señor Pani; por todas estas razones, digo, quedan pendientes de aplicar durante el ejercicio de un año determinado, X cantidad de millones de pesos; más claro: supongamos, tomemos
por ejemplo el impuesto a la minería: termina un año, llega el 31 de diciembre; las oficinas de Parral, las oficinas de San Luis Potosí, de donde ustedes quieran, no rinden sus datos en ese día sino que los vienen rindiendo en enero, febrero, marzo o hasta diciembre de 1925. Entonces la Secretaría de Hacienda, que ha cerrado sus cuentas del ejercicio fiscal de 1924, dice oficialmente: En el año de 24 se recaudaron X millones de pesos; y ha dejado fuera, ha dejado de considerar las cantidades cuya glosa, cuya documentación llegó extemporáneamente; est s sumas han quedado aisladas, no aparecen en el dato oficial de la Secretaría de Hacienda. Voy a dar a ustedes un detalle de las cantidades que han quedado pendientes de aplicación durante los últimos cuatros años....
El C. Rodríguez Guillermo, interrumpiendo: ¿Me permite una interrupción?
El C. Fabila, continuando: De los años de 1917 a 1923 se ha dejado pendiente de aplicación por concepto de ingresos, como dije antes, ciento cuarenta y tres millones de pesos; en el año de 1917, fueron veintitrés millones los que quedaron pendientes de aplicación, es decir, de consignar dentro del capítulo correspondiente de ingresos. Y así se han venido aplicando posteriormente; por ejemplo, lo dejado de aplicar en 1917 se ha aplicado hasta el año de 1923 o el año de 1924 o el año de 1921; pero de cualquiera manera el dato proporcionado por la Secretaría de Hacienda en 1817 cuando se le pidió el resumen de los ingresos de ese año, fue de ciento diez millones de pesos, dejando fuera veintitrés, cuya concentración no tenía todavía hasta el momento que se le pidió.
Lo mismo acontece en el año actual, señores diputados: la Secretaría de Hacienda ha hecho sus cálculos de ingresos probables sobre los datos que ya tiene concentrados, aplicados, ejecutados, como dicen en el caló de la Contraloría o de la Glosa; ya est n inscriptos en su cuenta relativa, pero a juzgar por los precedentes anteriores, es evidente que en los datos ministrados por la Secretaría de Hacienda hay una cantidad de millones de pesos que no podemos apreciar, que han ingresado ya a las arcas federales, pero que no están aplicados en su cuenta respectiva y, en consecuencia, que no han sido tomados en consideración para el cálculo de los ingresos probables. En el año de 1918 quedaron pendientes de aplicación treinta y cinco millones de pesos; en el de 1919, cincuenta y siete; en el de 1920, nueve; en el de 1921, veintidós; en el de 1922, veintidós también, y en el de 1923, es decir, en el actual, quince millones de pesos, según los datos que tiene el Departamento de Estadística. En consecuencia, por este otro concepto tendrán ustedes la explicación del por qué la Comisión de Ingresos ha aumentado en veinte millones el proyecto original de la Secretaría de Hacienda; es decir, tomando un promedio de las cantidades que quedan pendientes de aplicación, o que han quedado pendientes de aplicación desde 1917, resulta que han variado en más o menos alrededor de veinte millones de pesos. Y estos veinte millones de pesos son los que la Comisión de Estadística tomó en consideración para hacer sus cálculos de trescientos cinco millones. Ahora debo a ustedes esta explicación que vendra a plantear otras interpelaciones que harán los compañeros que est n empeñados en hacérselas al señor secretario de Hacienda: ¿Por qué-me dirán ustedes- el Departamento de Estadística de la Cámara de Diputados, departamento desprestigiado, departamento del que la voz común y corriente asegura que sólo ha servido para mangoneos y politiquerías por qué este departamento ha estado en aptitud de ministrar este dato y la Secretaría de Hacienda no? La explicación es muy sencilla: en primer lugar, señores diputados, debemos hacer honor a quien honor merece. Si el Departamento de Estadística est desprestigiado, con razón o sin ella. no se debe afirmar en términos absolutos que ese desprestigio abarca a todo el personal de ese departamento, ni tampoco debemos afirmar que esas oficinas sean absolutamente inútiles para el servicio de la Cámara de Diputados. La explicación de por qué ese departamento puede tener esos datos, es la siguiente: el Departamento de Estadística, conforme a la ley que lo creó, recibe los datos directamente, por mandato legal, de la Contraloría General de la Nación y de las oficinas recaudadoras o pagadoras, directamente. La ley que creó el Departamento de Estadística autoriza a esta oficina y manda a las otras que entreguen esos datos directamente el departamento de que hablo; con esos datos directos que recibe ha podido hacer la glosa y por tanto la aplicación en tiempo oportuno de todas las cuentas que se le han remitido, y en virtud de esos datos es que ha podido poner en claro que en el año de 1923 quedaron sin aplicación quince millones de pesos. Ahora bien; dirán sus señorías: ¿por qué la Contraloría o las oficinas pagadoras o recaudadoras de la Federación no rinden con la misma oportunidad y con la misma eficacia sus datos a la Secretaría de Hacienda, como lo hacen al Departamento de Estadística? Señores diputados, esta es una pregunta que hay que contestar como el italiano aquél: Chi lo sá! Lo sé, pero no me atrevería a decirlo y es una interpelación que deberán hacerle las minorías al señor secretario Pani; yo solamente puedo informar que es manifiesto, que es público, que hay de cierto distanciamiento entre la Secretaría de Hacienda y la Contraloría General de la Nación; es muy posible que este distanciamiento sea la causa de que la Secretaría de Hacienda no reciba oportunamente los datos que necesita para tener los informes precisos sobre los ingresos y egresos de la nación.
Creo, señores diputados, haber explicado el difícil geroglífico que est planteado desde que la comisión presentó su proyecto de ingresos de trescientos cinco millones de pesos. Aclarado este punto, creo que podemos entrar a la discusión en lo particular, o bien, si lo juzgan necesario vuestras señorías, esperar a que el señor ministro de Hacienda conteste las interpelaciones que crean pertinentes. La comisión ha explicado el por qué aumentó el Presupuestos de Ingresos y est tan consciente de que sus datos son exactos, o cuando menos, de que tienen mayor número de probabilidades que los de Hacienda, que sostendrá con toda energía el proyecto de Ley de Ingresos que ha tenido el honor de someter a la consideración de vuestra soberanía.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Carpio.
El C. Carpio: Señores diputados: Antes de proceder a las breves consideraciones que tengo que hacer sobre la tesis general sustentada por la Comisión de Ingresos para la próxima ley, deseo suplicar a los compañeros de la minoría, a efecto de no pecar de ligero, que me digan si est n de acuerdo en que sometamos a la consideración de la Cámara de moción suspensiva a fin de que podamos continuar la discusión de la ley en presencia del señor ministro de Hacienda, cuya colaboración, cuyas luces nos son absolutamente indispensables. Yo suplicaría a mis compañeros de la minoría que me auxiliaran en esto, no quiero ser indisciplinado. (Murmullos.) Entonces, mientras yo hago mis objeciones, rogaría a alguno de los compañeros se sirva presentar esta moción, que al fin y al cabo hay bastante que tratar sobre este asunto que es de vital importancia para la nación.
El C. García Téllez: Ya est aprobado por la Asamblea.
El C. Carpio: Ruego a la Presidencia que se sirva hacer efectivo el acuerdo que, según dicen los señores, se ha tomado ya de que se suspenda la discusión, no sé si en lo particular o en lo general.
El C. García Téllez: Una aclaración, compañero, con permiso de la Presidencia. En la sesión de ayer se acordó que se invitara al señor ministro de Hacienda, y se designó una comisión para que cumpliera dicho acuerdo. El hecho de que en la sesión de esta tarde no haya podido asistir el ministro o la comisión no haya podido comunicarse con él, no implica la revocación del acuerdo dictado ayer por la Cámara. Además, como la estimación de los egresos, el cálculo de los egresos se basa, para fijar su monto general, en la estimación de la totalidad de los ingresos probables, el compañero comprender que es indispensable no darle, si se quiere, la forma de interpelación, porque no se va a encorralar, porque no se trata de exhibir deficiencias o competencia alguna cuando el ministro esté con nosotros, sino de solicitar de él informes para aclarar un punto que es de trascendental importancia en la materia de ingresos y que repercute en el cálculo de esos mismos ingresos. Por eso yo creo que no es necesario, sino prudente, sostener la opinión que usted sostiene, de suspender la discusión en lo general hasta tener las luces del señor ministro de Hacienda.
El C. Carpio, continuando: Entonces, compañeros, yo me permito rogar a ustedes que insistamos, que la Cámara insista en suspender por un día siquiera la discusión de esta importantísima ley, con el objeto de que la presencia del señor secretario de Hacienda nos dé las luces que imperiosamente vamos a necesitar. Sin embargo, antes de retirarme de esta tribuna... (Una voz: ¿Me permite una interrupción, compañero?) Un momento, compañero, que no se me vaya la idea. Antes de retirarme de esta tribuna deseo referirme a algunos conceptos del compañero Fabila en este sentido: Las minorías, a las que tengo el honor de pertenecer, no tienen, como dice el viejo dicho, ninguna hacha que afilar en cuestiones de Hacienda pública, ni en cuestiones de política relacionadas con la Hacienda pública. Las minorías felizmente, compañeros, se encuentran limpias en lo absoluto de toda tendencia de animosidad o de interés respecto de cualquiera persona que temporal o definitivamente se encuentre ocupando la silla de la Secretaría de Hacienda; las minorías, al ocuparse por nuestro humildes conducto, puesto que, tanto el compañero García Téllez, como yo, formamos parte de la Comisión de Presupuestos de nuestro bloque, no han pretendido, en ninguna forma, darle ningún aspecto político a nuestra actuación como miembros estudiosos que deseamos ser en la cuestión de Presupuestos; simplemente hemos querido, como lo dijo el compañero García Téllez, aclarar puntos de fundamental importancia. Nosotros no deseamos interpelar al ministro Pani ni a ningún otro ministro; no tenemos interpelaciones pendientes que no lleven en grupo o personalmente a llamar la atención de tal o cual funcionario; nosotros queremos, como ya lo asentó el compañero Fabila, cumplir con nuestro deber. Sabemos más: sabemos que esta cuestión de la Ley de Ingresos no es algo que se va a efectuar o que se va a construir por un Ministerio dependiente del Ejecutivo; es algo, compañeros, que todos y cada uno de nosotros, los que venimos aquí con el carácter de representantes del pueblo, necesitamos asumir, respecto de ello, la responsabilidad personal que nos corresponde. Deberemos saber que aquí el ensayo que ha hecho el compañero Fabila, siendo algo que representa la labor de un hombre y que humanamente presenta deficiencias a las que todos nosotros nos referiremos, tiene, sin embargo, el insólito mérito de ser el esfuerzo de un solo miembro de la comisión; que todos nosotros hemos estado pendientes, compañeros, de los asuntos políticos: cuando se trata del festival oratorio de las credenciales, estamos listos para acudir porque hay algo de emoción y de sensación; pero cuando se trata de trabajar, de estudiar a fondo los problemas más interesantes de la nación, cual son los problemas fiscales, entonces estamos perdidos, nadie sabe a qué atenerse y se ha llegado a la monstruosidad de creer que nosotros solamente prestamos una colaboración al Ejecutivo para darle una ley; y no es exacto, compañeros; nosotros tenemos que ser los autores de la ley, nosotros tenemos que fincar sobre una base jurídica y de estructura impecablemente económica, la ley sobre la cual el Ejecutivo va a operar. Nosotros tenemos que sancionar este nuevo método que, a pesar de lo que dice el compañero Fabila y que yo considero erróneo, que es un paso más hacia el impuesto único, o sea el impuesto llamado "incometax", creo que no es sino un expediente, no es sino algo sobre lo cual se va a pasar en una forma temporal; creo que estamos acertado el compañero Alvarez y Alvarez al proponer, al atreverse a proponer el impuesto sobre la tierra. Estoy con el compañero Alvarez y Alvarez, y estaré con él al tratarse en lo particular este asunto, aclarando entonces todos los puntos que tengo estudiados y que ahora no es ni oportuno mencionar. Ruego, por tanto, a la Asamblea, se sirva a apoyar esta moción suspensiva y que empecemos a estudiar el asunto en presencia del señor ministro Pani.
El C. Alvarez y Alvarez: Con permiso de la Presidencia. Yo suplicaría al compañero me permitiera reformar su proposición en el sentido de hacer un nuevo llamamiento al señor ministro
de Hacienda, a efecto de no perder esta tarde de labores. Es incompatible el trabajo de presentar nuestro proyecto de ingresos en el poco tiempo que nos resta de discusión si queremos hacer un trabajo descansado, y, por lo tanto, sería coordinar las dos tendencias constituyéndonos en sesión permanente hasta que viniera el señor ministro de Hacienda, tiempo que aprovecharíamos para ir cambiando impresiones en lo general y llegar a una conclusión sobre los puntos confusos todavía.
El C. Carpio: Yo dejo a la Presidencia este asunto para que lo resuelva como lo juzgue oportuno, en la inteligencia de que nosotros estaremos dispuestos... Aunque creo que se debería robustecer esta comisión. Probablemente alguno de los secretarios podría tomar el nombre de la Presidencia para llamar a este señor secretario a ver si nos hace el honor de favorecernos con su presencia. (Murmullos.)
El C. secretario Rueda Magro: Se necesita una moción por escrito para que se constituya la Asamblea en sesión permanente.
"Honorable Asamblea:
"Siendo absolutamente indispensable que el señor secretario de Hacienda nos haga conocer su criterio sobre el aumento de veinte millones que nos presenta la comisión, nos permitimos proponer que se constituya la Asamblea en sesión permanente, en tanto llega el señor secretario de Hacienda. - Guillermo Rodríguez.- Manuel Carpio.- R. Alvarez y Alvarez."
El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabra para fundarla.
El C. secretario Rueda Magro: Se consulta a la Asamblea si se aprueba la moción presentada. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Hay mayoría. Aprobada. Se constituye la Asamblea en sesión permanente entretanto viene el señor ministro de Hacienda a informar. (Voces: ¡No hay quórum!)
El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabra para fundarla. (Voces: ¡No! ¡No!)
El C. secretario Rueda Magro: Se consulta a la Asamblea, en votación económica, si se aprueba la moción presentada. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. (Voces: ¡No hay mayoría!) ¡Sí hay!) Aprobada la moción. Se constituye la Asamblea en sesión permanente entretanto viene el señor secretario de Hacienda a informar.
El C. Ponce: ¡No hay quórum!
El C. Carpio: Deseo rogar a la Presidencia tenga la amabilidad de designar a uno de los señores secretarios para que, a nombre de la misma Presidencia, con esa autoridad invite al señor ministro. Ya vimos que la representación que llevaba la comisión fue ineficaz porque no dio el resultado apetecido.
El C. secretario Rueda Magro: La Presidencia comisiona al secretario Puig y Casauranc para que se comunique por teléfono con el señor ministro Pani. (Se suspende brevemente la sesión.)
El C. secretario Puig y Casauranc: En la Secretaría Particular del señor secretario de Hacienda informan que no ha llegado aún a su oficina el señor Pani; por lo tanto, no fue posible a la Secretaría cumplir con la orden de la Presidencia.
El C. Alvarez y Alvarez: Pido la palabra, señor presidente.
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Alvarez y Alvarez: Como se trata de obviar tiempo y en realidad, éste no lo estamos aprovechando, me permito proponer que principiemos la discusión en lo particular, reservando aquellos capítulos que necesiten la información directa y personal del secretario de Hacienda, para cuando se halle presente; hay algunos puntos de la ley que, en realidad, no amerita tal información y que pudieran pasar con las explicaciones que la misma comisión proporcione. De esta manera ganaríamos tiempo, dejando solamente reservados para consultar con el ministro de Hacienda, aquellos capítulos que sean impugnados y que necesiten una amplia información. (Voces: ¡No es posible!)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano García Téllez.
El C. García Téllez: Señores diputados:
Por fin la Cámara de Diputados empieza a estudiar una materia que es la causa fundamental de la existencia de las Cámaras de Diputados en el mundo. Una obligación constitucional nos impone que de los primeros puntos, de las primeras materias de la Cámara de Diputados debe tratar, es la materia de Presupuestos, y no obstante que han transcurrido varios meses sin que la Cámara se avocase el estudio y entrase a la discusión de tan trascendental materia, puesto que si la Cámara no resuelve o no la estudia, la Cámara no habrá cumplido con la obligación fundamental de dar Presupuestos a la nación, y la Cámara habrá sido responsable de que el Ejecutivo continúe en uso de facultades que inveteradamente han venido fortificando una dictadura financiera. (Murmullos.)
El C. presidente: Se ruega a los ciudadanos diputados que ocupen sus curules y escuchen al orador.
El C. García Téllez: Y es justo reconocer a la Comisión de Presupuestos y especialmente al compañero Fabila - porque el esfuerzo y la laboriosidad y la buena voluntad hay que reconocerlos, vengan de donde vengan y sean de quienes fueren- el esfuerzo que han desarrollado para presentar el dictamen sobre la Ley de Ingresos; pero surge al presentar ese dictamen una interrogación seria, una interrogación fundamental, que en el fondo extraña el saber, el control que la Secretaría de Hacienda tenga sobre los datos estadísticos, base fundamental de todo Presupuestos científico. Como es indudable que la estimación de los ingresos entraña, no un simple cálculo, sino la información de toda la política hacendaria que en materia de impuesto sigue, puesto que el aumentar o disminuir un ingreso entraña muchas veces en el fondo una inmoralidad o un deseo de moralización administrativa, puesto que entraña la aplicación, ya de una tarifa proteccionista o de un sistema socialista, es indispensable que la Cámara sepa cuál es la estimación más segura, que más se acerque a la verdad, sobre los ingresos, puesto que sobre la estimación general de los ingresos se basa indudablemente todo el programa que en el cálculo de Presupuestos de egresos se desarrolla. Desde luego, como explicaba el compañero Fabila, las estimaciones que la Secretaría de Hacienda ha hecho en
relación con las estimaciones de la comisión, han venido fallando, puesto que la primera estimación hecha de acuerdo con la comisión extraoficial ascendía a doscientos setenta y cuatro millones; después a la cantidad de doscientos setenta y nueve millones y posteriormente, en la iniciativa que envió, se estiman en doscientos ochenta y cinco y medio millones. Esta diferencia la explica el compañero Fabila diciendo que en las estimaciones de la Secretaría de Hacienda no se han tomado en cuenta rendimientos, como son las utilidades de la Comisión Monetaria, el diez por ciento sobre los ingresos de los Ferrocarriles; y es indispensable que la Cámara, para poder ilustrar su opinión sobre el monto total de los ingresos, la estimación total, sepa las causas por la que no se estiman las fuentes de ingreso que en cambio toma en cuenta la Comisión de Presupuestos. Para no alargarme ni entrar en materia, sino cuando el momento oportuno lo exija, basta hacer estas observaciones: los Ferrocarriles Nacionales, al estar administrados por el Gobierno, tienen toda la personalidad de una institución oficial, y como Institución oficial no va la nación a conceptuar como ingresos, a gravar lo que es producto o utilidad de un servicio o de una función completamente identificada con la personalidad del Estado, es decir, cómo el Estado va a grabar a una institución oficial. Pero todavía más: Si los ingresos de los Ferrocarriles, el diez por ciento de los ingresos brutos est destinado para cubrir, para ser parte de una de las obligaciones principales y de mayor trascendencia internacional, el servicio de la Deuda Pública, ya que, como recordarán los compañeros, en el Convenio Lamont se dio facultades al Comité para declara para proceder, o más bien para conceptuar como derogado ese convenio si no se cumple con pagar las cantidades que en el mismo se destinan para cubrir la cantidad anual que se requiere para el servicio de la Deuda, es, pues, trascendental saber y recibir los informes del señor ministro sobre las causas por las que dichos productos no se conceptúan como ingresos de la Federación, es decir, el por qué que no destinan para el servicio de la Deuda los ingresos de los Ferrocarriles. Otro de los puntos...
. - El C. Fabila, interrupiendo: ¿Me permite una brevísima aclaración para dejar definido el punto de los Ferrocarriles? En términos generales o en apariencia, hablando m propiamente, vuestra señoría puede tener razón en que el diez por ciento sobre las entradas de los Ferrocarriles no debe figurar en los ingresos, puesto que es un gravamen sobre un servicio propio de la nación; sin embargo, ruego a su señoría me explique por qué en el capítulo VIII o IX del proyecto de la Secretaría, que se intitula "Productos de bienes muebles de la Federación y aprovechamientos diversos", dice: "Aprovechamientos diversos no especificados", y nos pone una cifra de doce millones de pesos, entre los cuales, si quiere usted que entremos al detalle de cuáles son esos aprovechamientos, está la explotación de algunos ferrocarriles propios del Gobierno, como el Ferrocarril de México a Mixquiahuala y algún otro cuyo nombre no recuerdo. En esta partida de "Aprovechamientos diversos", de doce millones de pesos, están los ingresos por ferrocarriles del Gobierno. Sí, pues, los Nacionales est n administrados por el Gobierno y en cierta forma pudiéramos equiparlos a los propios genuinamente como el de Mixquihuala, entonces si no queremos que figure en un concepto especial el diez por ciento de los Ferrocarriles, que quede incluído en el capítulo de aprovechamientos diversos, y en vez de once millones, digamos veintrés millones.
El C. García Téllez, continuando: Quiero hacer la aclaración al compañero Fabila, de que se percate de que aún no desciendo al estudio especial de la Ley de Ingresos, sino que trato de fundar la necesidad de que el señor ministro de Hacienda nos ilustre sobre el particular; por qué no conceptúa como ingresos o no pone dentro de las recaudaciones que sirven para aumentar los ingresos en general, las utilidades o el diez por ciento de los ingresos de los Ferrocarriles, puesto que, como se comprenderá, el no ponerlos equivale a destacar de los ingresos federales un rendimiento que est destinado al servicio de la Deuda Pública y que importa, según los cálculos aproximados que están de acuerdo con los del compañero Fabila, once millones de pesos. Esta aclaración mía solamente obedece a la necesidad de que para orientar el criterio sobre los ingresos en general, tiene la Cámara necesidad de que el señor ministro de Hacienda nos informe por qué no figura entre los ingresos en general el diez por ciento de los Ferrocarriles, pues es lógico, compañeros, que si las cantidades que se distraigan para el pago de la Deuda Pública deben tomarse de los ingresos federales, y si conforme al convenio está destinado para ese pago el diez por ciento de los ingresos de los Ferrocarriles, no se explica por qué no figuran dentro de las estimaciones de la Secretaría de Hacienda los ingresos a que hago referencia.
Es, pues, esta explicación necesaria porque debemos saber cómo va a cubrirse la cantidad destinada al pago de la Deuda Pública si aquellos rendimientos que por convenio están destinados para ella, no figuran dentro de los ingresos. Otro de los puntos importantes es también el de las utilidades de la Comisión Monetaria. Es importante saber por qué las utilidades que percibe, que son utilidades obtenidas en el giro de un capital de la Federación y que es muy conveniente y sería de importancia saber el monto de ese capital que está en movimiento en la Comisión Monetaria, la situación en que se encuentran las operaciones y el por qué de esas utilidades, para saber por qué las utilidades que van aumentando ese capital no figuran dentro de los rendimientos generales que vienen a formar cuerpo en la estimación general de los ingresos; y lo que es todavía más importante: si la Secretaría de Hacienda, órgano encargado de controlar todos los datos que son indispensables para una estimación seria de los ingresos, sabe hasta dónde pueden llegar los Presupuestos, que indudablemente descansan y tienen como base la estimación general de los ingresos , porque ¿cómo es posible que pueda encarrilarse científicamente la Hacienda, que pueda llevarse con mano segura o desarrollarse un programa eficiente si no se tiene la concentración de datos por el órgano encargado de hacer el cálculo de las
estimaciones? ¿Cómo es posible que pueda preverse el éxito o el fracaso de un presupuesto si no se puede por la Secretaría de Hacienda, periódicamente, estar siguiendo la línea paralela de los ingresos con los egresos ? ¿Cómo es posible prever que al finalizar un año nos espera la bancarrota hacendaria si no se puede prever anticipadamente que los ingresos que se van teniendo permiten gastar las partidas que el presupuesto señala? Estas consideraciones llevarán al ánimo de los compañeros la necesidad de que el señor ministro de Hacienda, en cumplimiento de un precepto constitucional y para tratar una materia de trascendental importancia para la Cámara, informe sobre esos puntos. El sabe, pero es indispensable que se haga constar, que a los que estudiamos esta materia no nos guía un espíritu de acometividad ni tampoco deseamos divorciarnos ni dejar de comprender las dificultades con que se tropieza; es sólo un afán de saber lo que vamos a hacer, es sólo el deseo de poder tener la conciencia, la responsabilidad de nuestros actos. Por esta razón, compañeros, suplico a ustedes convengan en que no se puede entrar al estudio de los ingresos, aun cuando sea en lo general, mientras no se tengan estas orientaciones que son indispensables para la estimación general de los ingresos. Por esta razón creo que debe esperarse y que sería prudente citar al señor secretario de Hacienda para que concurra mañana a informarnos y a aclararnos, entre otros, estos puntos que no son los más importantes, puesto que hay otros, en mi concepto, que conviene aclarar y que pueden ser indudablemente de más trascendencia para orientar nuestro criterio. Concluyo pidiendo a los compañeros que estén conformes en suspender la discusión de la Ley de Ingresos en lo general hasta escuchar al señor ministro de Hacienda en las aclaraciones que haga sobre la estimación de los ingresos, y en caso de que no venga entonces sí cumplir con nuestro deber de seguir adelante.
El C. presidente, a las 18.55: Se levanta la sesión y se cita para mañana a las diez a Colegio Electoral, y a las diez y seis horas para continuar la discusión de la Ley de Ingresos. Se excita a la misma comisión que ocurrió a ver al señor Pani, a que hable con él y lo cite para la tarde.