Legislatura XXXVI - Año II - Período Extraordinario - Fecha 19360217 - Número de Diario 3

(L36A2P1eN003F19360217.xml)Núm. Diario:3

ENCABEZADO

MÉXICO, D. F., LUNES 17 DE FEBRERO DE 1936

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1931.

AÑO II. - PERIODO EXTRAORDINARIO XXXVI LEGISLATURA TOMO III. - NUMERO 3

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 17

DE FEBRERO DE 1936

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2. - La Cámara de Senadores participa la elección de su mesa directiva.

3. - Dictamen de las comisiones unidas de Trabajo, que consulta proyecto de Decreto por el que se adiciona el artículo 78 de la Ley Federal del Trabajo. Se dispensan los trámites. A discusión. Se aprueba. Pasa al Senado para los efectos de ley. A las 13.45 se suspende la sesión.

4. - A las 14.15 se reanuda la sesión. Rinde la protesta de ley el ciudadano Manuel Gil Barradas, Diputado suplente por el 12 Distrito Electoral del Estado de Puebla, Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. LAMBERTO HERNÁNDEZ

(Asistencia de 88 ciudadanos diputados.)

El C. Presidente (a las 12.40): Se abre la sesión.

- El C. Secretario Chávez Arturo (leyendo):

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del XXXVI Congreso de la Unión, el día quince de febrero de mil novecientos treinta y seis. Periodo Extraordinario.

"Presidencia del C. Lamberto Hernández.

"En la ciudad de México, a las trece horas y veinticinco minutos del sábado quince de febrero de mil novecientos treinta y seis, se abre la sesión con asistencia de ochenta y nueve ciudadanos diputados.

"Se aprueba, sin discusión, el acta de la Junta Preparatoria celebrada el día anterior.

"Los CC. Gilberto Bosques, Rafael Ávila Camacho y Jesús Govea T., informan sobre las comisiones que les fueron conferidas para participar que esta Cámara quedó debidamente constituída.

"Una comisión introduce al salón a una de la Cámara de Senadores, y el senador que la preside, ciudadano Vicente L. Benéitez, informa a la Asamblea que la Cámara colegisladora se constituyó legalmente para actuar durante el próximo período extraordinario del Congreso, y expresa los deseos del Senado porque sea benéfico para la Nación. El C. Presidente da respuesta.

"A las trece horas y treinta y cinco minutos se suspende la sesión, reanudándose a las trece horas y cuarenta y cinco minutos.

"Se dá cuenta con un oficio de la Secretaría de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, con el que remite la iniciativa del Ejecutivo que adiciona el artículo 78 de la Ley Federal del Trabajo, estableciendo que por cada seis días de trabajo disfrutará el trabajador de un día de descanso, cuando menos, con goce de salario íntegro.

"También se da cuenta a la Asamblea con un oficio de la misma Secretaría de la Comisión Permanente, con el que envía el expediente relativo a la solicitud de desafuero del C. diputado Juan L. Cardona.

"El primero de los citados asuntos es turnado a las Comisiones unidas de Trabajo, y el segundo a la segunda Sección Instructora del Gran Jurado.

"A las trece horas y cincuenta minutos se levanta la sesión."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Oficio del Senado de la República en que participa la elección de su Mesa Directiva." - De enterado.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Comisiones unidas de Trabajo.

"Honorable Asamblea:

"A las Comisiones unidas de Trabajo que suscriben, fue turnada para su estudio y dictamen, la iniciativa de Ley que el C. Presidente de la República somete a la consideración del H. Congreso,

relativa a que se adicione el artículo 78 del Código Federal del Trabajo.

"El Ejecutivo Federal para fundar su iniciativa hace las consideraciones siguientes: que el párrafo primero del artículo 78 de la Ley Vigente, únicamente se limita a reproducir el texto de la fracción IV del artículo 123 constitucional, pero sin que en él se establezca la obligación para los patrones de pagar el séptimo día; que, por otra parte, el artículo 93 del mismo Código, al mencionar los artículos 80 y 82, sólo previene en forma categórica el derecho de los trabajadores a percibir su salario íntegro durante los días 1ro. de mayo, 16 de septiembre y 25 de diciembre, además del período de vacaciones, que un importante sector del grupo patronal se ha allanado al pago del séptimo día, modificándose para esto los contratos de trabajo respectivos, faltando otros sectores patronales que acepten esta modificación en sus contratos, incluyéndose en ellos la cláusula que se refiere al pago del día de descanso.

"Estas Comisiones unidas de Trabajo, tomando en consideración lo trascendental de esta iniciativa del Ejecutivo Federal, que viene a establecer que el obrero después de seis días de labor tenga uno de descanso, pero con goce de salario que le ayudará a arbitrarse mayores elementos para satisfacer sus necesidades y las de sus familiares y con lo que se logrará que ese día lo dedique efectivamente al descanso sin preocupaciones por falta de salario y pueda reponer todas sus energías; estiman procedente la adición que consulta el Ejecutivo Federal y estas Comisiones unidas de Trabajo, tienen el honor de someter a la consideración de la H. Asamblea, el siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se adiciona el artículo 78 de la Ley Federal del Trabajo que deberá quedar redactado en la siguiente forma:

"Artículo 78. Por cada seis días de trabajo disfrutará el trabajador de un día de descanso, cuando menos, con goce de salario íntegro.

"Los Gobernadores de los Estados de los Territorios y el Jefe del Departamento del Distrito Federal, reglamentarán este artículo, procurando que el día de descanso semanal sea el domingo. En aquellas industrias en que la aplicación de esta Ley corresponda a las autoridades federales, la reglamentación se hará por el Ejecutivo de la Unión.

"Transitorios.

"Artículo único. La presente reforma empezará a surtir sus efectos a partir de la fecha de su publicación en el "Diario Oficial" de la Federación."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 17 de febrero de 1936. - Luis Mora Tovar. - Alejandro Cerisola. - Tomás Siqueiros. - Augusto Vallejo. - Leobardo Coca Cabrera. - Félix C. Rodríguez. - Rafael Cebada T."

El C. Secretario Chávez Arturo: - Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensados.

Está a discusión en lo general.

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Ramírez de Arellano.

El C. Ramírez de Arellano: Señores diputados: Seguramente asunto de tanta trascendencia para el proletario nacional, no se había ventilado a partir de la promulgación de la Constitución que nos rige. Efectivamente, si nos remontamos a aquellos aciagos días en los cuales todavía la lucha armada no terminaba en la República; en aquellos días en que las pasiones políticas habían ensangrentado en forma tremenda el país; pero que la mano austera, la mano enérgica y el cerebro que era todo videncia y todo penetración a los problemas nacionales, el cerebro privilegiado de Venustiano Carranza que llevaba a la ciudad de Querétaro a resolver, todavía en el fragor del combate, la forma de cumplir con el proletariado mexicano; si nos transportamos a aquellos días en los cuales las sesiones del Constituyente en la ciudad queretana hacían agitar todas las pasiones en torno de los constituyentes para dar al proletariado lo que la Revolución le había ofrecido con la punta de las bayonetas, llegaremos a la conclusión de que los constituyentes habían previsto en forma clara y en la multitud de discursos, en los numerosos discursos que se pronunciaron en este aspecto al integrarse en forma revolucionaria y definitiva el artículo 123, que estaba establecida ya, como ahora con toda claridad lo desea el señor General Lázaro Cárdenas, la compensación del séptimo día para los trabajadores de la República.

"La constitucionalidad de esta reforma adicionando el artículo 78 de la Ley Federal del Trabajo es tan clara y tan precisa, que no habría argumentación en contra, por encima de todas las suspicacias y por encima de todas las suspicacias y por encima de todas las maledicencias del régimen capitalista; la constitucionalidad en que descansa esta adición es tan clara, que el mismo proletariado y hasta los mismo elementos radicales que desearan en una forma definitiva la emancipación económica del proletariado mexicano, aceptarán esta adición dentro de lo más estricto, dentro del criterio más legal de la Constitución que nos rige.

En estas condiciones, señores diputados, es plausible la iniciativa del señor Presidente de la República. ¿ Para qué vamos a recordar aquí en la tribuna, cuando la tribuna popular en todos los pueblos de la República proclama y dice con el corazón bien puesto, que el Presidente de la República, que el General Lázaro Cárdenas es el obrerista número uno de la Nación Mexicana ? ¿ Para qué vamos a repetir en la tribuna de la Representación Nacional que el señor Presidente de la República, fiel a sus propósitos, firmemente convencido de que las promesas que hizo en su campaña electoral son en beneficio del proletariado mexicano, y firme y fiel a esas promesas está cumpliendo día a día, sin atentar contra la soberanía nacional, sin atentar contra los más elementales principios de la economía, sin atentar contra los intereses creados, y está dando al proletariado mexicano lo que es necesario darle, lo que es necesario y justo darle a ese proletariado que ha seguido al General Lázaro Cárdenas en todos los aspectos de su vida política y de su vida ciudadana ?

Señores diputados: Si el aspecto constitucional que presenta la adición al artículo 78 de la Ley Federal del Trabajo es clara, solamente podríamos

dejar a la opinión pública, pero a la malaventurada, a la que está viendo en todos los actos del Gobierno, en todas la disposiciones que salen del cerebro del General Lázaro Cárdenas, y más que del cerebro, de su corazón y de sus compromisos, podríamos dejar una ligera rendija en este aspecto y en esta reforma, en esta adición a la Ley Federal del Trabajo: el problema económico. Los más radicales, como en un principio decía a ustedes, señores diputados, desearían que el séptimo día que ahora se va a remunerar a los trabajadores, que el séptimo día fuera parejo en todas las semanas. Seguramente que las condiciones económicas de México, si fueran más bonancibles, a pesar de los diferentes aspectos de Conciliación que han venido sucediéndose entre los conflictos del capital y del trabajo; si fueren mas bonancibles las condiciones económicas de México, podríamos afirmar que el séptimo día de cada semana podría darse a los obreros y a los trabajadores en general. Pero desgraciadamente los conflictos patronales; desgraciadamente diversos aspectos que no sólo responden a las necesidades capitalistas y obreristas de la nacionalidad mexicana a las cuales no se puede sustraer México en el concierto universal de las Naciones, como por ejemplo el problema de la plata que tiene un origen universal, que afecta por completo y por parejo a todas las Naciones del Universo; esos y otros conflictos y numerosos problemas de carácter económico, seguramente detendrían las manos, los avances y las aspiraciones de los radicales mexicanos para que se diera el séptimo día en otras condiciones a como se hubiera deseado.

Nadie va a ser seguramente en los presentes momentos, que resultan históricos para el proletariado de México, nadie va a ser más amigo del proletariado de los trabajadores del campo y del taller que el mismo General Lázaro Cárdenas; y seguramente cuando Lázaro Cárdenas ha mandado a la Representación Nacional la adición de la reforma del artículo 78 de la Ley Federal del Trabajo, ha tenido que hacer un estudio, si se quiere minucioso, un estudio detallado de las condiciones económicas por las cuales atraviesa nuestra patria, y ha llegado al convencimiento también, para no romper el orden o la base constitucional que tiene esta adición, que la encontramos claramente en la fracción IV del artículo 123, de que por cada seis días de trabajo - entiéndase claro - que por casa seis días de trabajo se tendrá uno de descanso, cualquiera que sea la forma en que trabaje el proletariado; y el señor Presidente de la República, que no es ajeno porque por sus manos están pasando y se están resolviendo, claro está que unas veces a satisfacción de unos elementos y otras a satisfacción de otros, pero de todas maneras se están resolviendo con un criterio eminentemente nacionalista y patriota todos los problemas económicos de México; el señor Presidente de la República meditó, como en todos los asuntos graves, todos los aspectos en los cuales se encierra la misma nacionalidad; estudió claramente el punto de vista económica que tenía que tocarse al aprobarse esta adición a la Ley Federal del Trabajo.

Nosotros desearíamos para el proletariado mexicano, para nuestros representados, para todos los que están sirviendo de nervio activo y constante en la industria y en el campo; nosotros desearíamos que la compensación fuera semanaria; nosotros desearíamos que de una vez por todas estos problemas quedaran total y definitivamente resueltos; pero la economía a la cual hay que respetar, la economía nacional a la cual ni el señor Presidente Cárdenas ni ninguno de nosotros; ni los mismos factores capitalistas, ni los mismos centros y organismos sindicalizados de trabajadores, querrían ver a la economía en una bancarrota, no solamente tendrán que conformarse, sino que tendrán que aceptar, como acepta la Representación nacional, este llamado del Presidente de la República para que el proletariado tenga un poco más de dinero, para que sus esfuerzos sean mejor retribuidos que ayer, sin importarnos el silencio de los Gobiernos que hayan transcurrido, que hayan tenido la Jefatura de la Nación desde 1917 hasta la fecha.

El señor Presidente de la República envía a la Representación Nacional esta adición al artículo 78 de la Ley Federal del Trabajo con el corazón de servir al proletariado mexicano y con el cerebro claro y preciso, como uno de los nuevos orientadores de la economía nacional, de que no atenta ni en contra de unos ni en contra de otros, y que el servicio que se va a remunerar de hoy en adelante a partir de la promulgación de esta ley, será una de las satisfacciones que reciba el proletariado y una comprobación exacta de que Lázaro Cárdenas sigue encajado en los problemas y aspiraciones del proletariado mexicano, y que estará hoy y siempre dispuesto a satisfacer y a garantizar sus derechos y sus intereses. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Trejo.

El C. Trejo Francisco: Han sido necesarios casi veinte años para que a los trabajadores de México se les conceda el pago del día de descanso, a fin de que sin preocupaciones y sin lamentaciones de ninguna naturaleza lo disfruten reparadoramente.

Los Constituyentes se limitaron a consignar en la Constitución el derecho que los trabajadores tenían a disfrutar por cada seis días de trabajo uno de descanso. Es ahora cuando el señor General Cárdenas, cumpliendo con los compromisos contraídos durante su campaña y satisfaciendo sus obligaciones categóricamente expresadas en su programa de gobierno, viene a someter al Congreso la reforma en términos de adición al artículo 78 del Código del Trabajo, para que este día de descanso sea la compensación normal en favor de los trabajadores. Es indiscutible el derecho que éstos tienen para que este descanso les sea retribuído.

De las impresiones cambiadas en los Bloques, la Cámara está totalmente de acuerdo en sostener el criterio del Ejecutivo en los términos consignados en su proyecto, a fin de que en lo sucesivo se equilibren las condiciones en que están trabajando las empresas que en un grupo numeroso había contratado ya con los sindicatos el pago del día de descanso, haciendo que el resto de las empresas que se habían substraído a esta obligación queden colocadas en una situación económica semejante. El imperativo de la Ley en la forma en que quedará después de ser aprobada la adición, hará que a

partir de su promulgación todas las empresas sin excusas ni subterfugios satisfagan el pago del día de descanso.

La reforma introducida, que es sólo un escalón de las reformas necesarias al Código del Trabajo para lograr que desaparezcan las inquietudes y las luchas, viene a llenar una necesidad importante. En lo sucesivo los trabajadores tendrán mayores elementos económicos con que llenar sus necesidades vitales y en esta forma mejorarán incuestionablemente la satisfacción de esas mismas necesidades y podrán, además de satisfacer en mejores condiciones sus necesidades de alimentación, vestido y habitación, atender las de descanso, recreo y cultura, a fin de que el núcleo trabajador pueda seguir en mejores condiciones luchando por la satisfacción de todos los derechos que hasta ahora no ha visto totalmente cumplidos.

Es indudable que la Cámara dará su voto aprobatorio al dictamen a que se dio lectura, porque llena las necesidades del momento y da un paso firme hacia adelante en las aspiraciones del proletariado y en el cumplimiento de las obligaciones del Ejecutivo. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Riva Palacio.

El C. Riva Palacio Jacinto: Aun cuando parecería paradógico que después de haber presentado yo una iniciativa más radical que la del señor Presidente de la República, venga a hablar en pro de la de nuestro Primer Mandatario, lo hago con toda buena fe porque yo sé que defendiendo la iniciativa del Presidente de la República, defiendo la mía misma.

Hasta ahora, a pesar de que por allí se han dicho muchas cosas, nadie ha tocado el aspecto que voy a permitirme tocar en esta pequeña disertación.

La justicia de la iniciativa del señor Presidente de la República es tal, que basta con atenernos a la expresión elocuente e irrefutable de los números; y, para el efecto, me voy a permitir informar a la Asamblea, por lo que se refiere solamente a la industria manufacturera, cuál es el estado de ella, con datos tomados de la única fuente de investigación oficial que tenemos, proporcionados por la Secretaría de la Economía Nacional.

El capital invertido en la industria manufacturera es de $ 979.500,000.00. El importe de las materias primas que en ella se manufacturan es de $ 335.100,000.00. La nómina anual de salarios es de $ 137.400,000.00 y el valor obtenido de la producción es de $ 900.300,000.00. Así que descontando del valor de la producción que es de..... $ 900.300,000.00, el valor de las materias primas, el valor de la nómina anual de salarios y el valor de 52 días extras que se pagarán, que equivalen a $ 19.547,794.00, todavía queda a la industria manufacturera una utilidad de $ 408.225,206.00 anuales.

Así es que ustedes comprenderán, compañeros, si hay o no justicia para decretar una ley estableciendo que se pague un día de descanso al trabajador, cuando el capital invertido en la industria manufacturera tiene una utilidad que es casi el 50 % del capital invertido.

Ahora, si nos atenemos al monto total de la producción en todas las industrias del país, conforme a los mismos datos consignados, en México, en cifras, esa producción es de $ 1,766.500,000.00. Este es el valor total de la producción en todo el país en toda clase de industrias.

Creo que con la elocuencia de los números que dará rebatida cualquiera tesis que se pudiera esgrimir en contra de la iniciativa; y, repito, que defendiendo la iniciativa del Ejecutivo defiendo la mía.

Quede también asentado que no son los. . . . $ 800.000,000.00 de salarios anuales los que se pagan, como dijo el compañero Trejo en la última sesión, sino que son solamente $ 594.000,000.00. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Diputado Gómez Maganda.

El C. Gómez Maganda: Compañeros diputados: voy a permitirme hacer consideraciones generales para apoyar el dictamen en favor de la iniciativa Presidencial sobre la adición al artículo 78 de la Ley Federal del Trabajo. Y digo que serán consideraciones de orden general, porque ya oímos aquí la voz fuerte del compañero Ramírez de Arellano plateando también estas necesidades obreristas y demostrándonos, que, desde la reunión del Congreso Constituyente de Querétaro a la fecha, esta iniciativa presidencial y la reforma al artículo 3o. constitucional en materia educativa, marcan los más grandes jalones revolucionarios en la segunda etapa de nuestro movimiento libertador.

Don Pancho Trejo, docto en achaques de economía, respetable para mí, y el compañero Riva Palacio, con la estadística en la mano, con la elocuencia de las cifras, han apoyado esta misma iniciativa. Y yo vengo a hacerlo para volver a repetir lo que en cierta ocasión decía: tres problemas fundamentales con un denominador común se platearon a la Revolución desde 1910 en que estalló; después de una dictadura, después de una opresión de treinta y cuatro años; tres problemas fundamentales, a saber: el problema agrario, nervio vital de la Revolución Mexicana; el problema obrero, y el problema educativo; el denominador común era el mismo dolor de la masa; el denominador común era el mismo grito de angustia de las multitudes, que no iban a ir tras de una reforma política, sino que iban marchando hacia el logro definitivo de sus conquistas económicas.

El Presidente Cárdenas, desde su jira, jira insólita como candidato a la Presidencia, fue a percatarse al lugar de los hechos de las miserias, de los dolores y de los problemas ingentes de las clases humildes del país. El señor Presidente Cárdenas, de esta manera, supo el problema lo mismo en el Norte que en el Sur, en el Este que en el Oeste. El señor Presidente, pues, poniéndose en su calidad de candidato a la Presidencia, al margen de las clásicas campañas electorales, haciendo a un lado la literatura y el clasicismo lírico de todas las campañas incumplidas a base de promesas, supo que al pronunciar discursos obreros en Monterrey, por ejemplo, estaba planteando una verdad, estaba planteando una promesa que iba a cumplir como Primer Mandatario; supo que al decir un discurso minero en Zacatecas, estaba adentrándose en el

dolor de los mineros que son víctimas de la silicosis; supo que al bajar a la cabaña donde todavía no se veía, como hoy, tapizada de escuelas rurales, donde todavía no se veía la actitud valiente de la Revolución en cuestión educativa, estaba conociendo cuál era su verdadero papel como Primer Mandatario, para tratar de liberal con normas que un Congreso revolucionario como el nuestro ha dado, para poder preparar, digo, la capacitación integral de las futuras generaciones de trabajadores.

Conoció la miseria del tarahumara de Chihuahua; visitó al yaqui arisco en sus montañas de Sonora; supo de la tristeza del chamula, que según la frase vibrante de un orador, después de trotar días y noches, y cuando se le van a reventar la venas congestionadas en las piernas, se hace una punción y de ellas sale un líquido obscuro como petróleo; supo de las tristezas de los yucatecos; que perdieron con Carrillo Puerto y más tarde con Cházaro Pérez toda esperanza de mejoramiento económico inmediato; supo de todo lo que constituía la gama de los problemas nacionales, sintetizados en los tres primordialmente fundamentales que plantee. Y al llegar el Presidente de la República al poder, vimos cómo al ritmo de su palabra y de su acción, la XXXVI Legislatura, a la que me honro en pertenecer, adoptó una actitud coherente, sintonizada al movimiento urgente de reivindicación, económica de la clase trabajadora.

Y se hizo mucha alharaca, y hubo en la República una conmoción preparada sordamente por las clases retardatarias. Se atacó la actitud del Gobierno en materia educativa, y vimos cómo de esta tribuna del pueblo surgieron las voces de los compañeros diputados para decir que la Revolución en materia educativa se definía como socialista.

Pero más tarde también contemplamos cómo Cárdenas, en el poder, está llevando a la cristalización sus promesas de candidato. No ha habido en los Gobiernos de revolucionarios anteriores, que no voy a analizar; no ha habido un período de repartición ejidal, de repartición de tierras, más activo que bajo el Gobierno del Presidente Cárdenas.

Y en materia obrera, ese problema que también valientemente se ha echado a cuestas el Presidente de la República, en materia obrera que ha hecho que también tortuosas maquinaciones precipite en luchas intergremiales a los trabajadores del país, con el prurito de plantear un problema tremendo al Presidente de la República; jamás habíamos contemplado, fuera, como decía yo, de actitudes demagógicas, irresponsables o de palabras de ideologías dispersas e incoherentes, jamás habíamos visto que un Presidente de la República - Lázaro Cárdenas solamente - pudiera decir en una declaración a los periodistas del extranjero y nacionales, en una declaración valiente que lo pinta de cuerpo entero ante el mundo: "No hay anarquía económica, no hay anarquía social; la huelga es un fenómeno ordinario, es un fenómeno necesario para el mejor acomodamiento de las clases en pugna, como táctica de lucha consagrada por las leyes, que a pesar de su aparente desconcierto que tratan de explotar los enemigos del movimiento de los trabajadores de México, trae un rendimiento de economía colectivizada que es adonde va el Gobierno de la Revolución.

Y, queridos compañeros de Cámara, ya hemos visto cómo en el transcurso de los meses, la agitación obrera, la agitación sindical es, como lo dijo el Presidente de la República, en un movimiento, un fenómeno social de las clases trabajadoras para su mejor acomodamiento. Que callen, pues, ya, lo mismo las plañideras de la reacción, que los personajes timoratos que creen que el Gobierno de la República, en sus actitudes valientes, va hacia un futuro incierto de desquiciamiento.

Ya no es posible concebir, cuando estamos viendo cómo las Izquierdas españolas se apoderaron del poder, cuando estamos contemplando cómo el Presidente Roosevelt también se coloca en la extrema izquierda del Partido Demócrata y provoca la iracundia de Hoover; y cuando estamos viendo cómo, pues, esta vibración social justifica a Lázaro Cárdenas en su actitud de Presidente de la República en México, ya no podrán oirse, cuando se plantea una reforma constitucional a la Ley del Trabajo, ni gritos de timoratos, ni plañideras de la reacción.

La reforma, como decía el compañero Ramírez de Arellano, es una reforma, una adición al artículo 78 de la Ley Federal del Trabajo, que hace que las empresas paguen el séptimo día, el día de descanso a los trabajadores, trayendo un beneficio inmediato para ellos. ¿ Qué podríamos decir de la bondad, de la nobleza de esa iniciativa ? Lo único que podemos dejar dicho en esta tribuna, es que el Presidente Cárdenas, al mandar su iniciativa; el Presidente Cárdenas, al ir a Monterrey a escuchar en el lugar de los hechos, y proclamar más tarde que el choque de intereses no acusaba la manifestación del comunismo en México; que el Presidente Cárdenas al partir a Tampico a conocer en el terreno de los hechos la situación en Tamaulipas, está demostrando al pueblo de México que su campaña presidencial, que sus discursos de ofrecimiento a los trabajadores del campo, a los trabajadores de las fábricas y al sector social oprimido de México no era una vana literatura electoral.

La reforma del artículo 3o. en materia educativa; la movilidad del Poder Judicial; la destrucción de los cacicazgos y ahora la adición al artículo 78 de la Ley Federal del Trabajo, definen, marcan y cumplen lo que Lázaro Cárdenas como candidato pregonó de Norte a Sur. Tenemos, pues, en el poder, al más radical de los abanderados de nuestro Partido Nacional Revolucionario. El Presidente Cárdenas garantiza el avance progresivo y efectivo de los trabajadores de México. Tengamos absoluta fe y absoluta confianza en él. Su actitud es indiscutiblemente clara y limpia. La reforma a este artículo dice, por último, a la República, que Cárdenas está cumpliendo y cumplirá su plan perfectamente obrerista y de equilibrio económico de México. (Aplausos nutridos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Rodríguez.

El C. Rodríguez Félix C.: Compañeros: vengo a la tribuna sin la intención de producir una pieza oratoria con motivo de esta adición a la Ley Federal del Trabajo. Juzgo necesario que en el DIARIO DE LOS DEBATES de la Cámara de Diputados quede expresada con toda claridad la

intención que tuvo el ciudadano Presidente de la República al enviar su iniciativa de adición al artículo 78 de la Ley Federal del Trabajo.

Es necesario que los trabajadores de la República y los juristas de México y todos los sectores que giran alrededor de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, se den cuenta de que no se trata del descanso semanario. Principalmente los trabajadores, los sindicatos, para defender ese derecho, nunca deben hacer esa petición como descanso semanario, porque esa petición ha entrañado para ellos el riesgo que han corrido siempre, de que cuando no trabajan los seis días completos de la semana, no les pagan el día de descanso. De allí arranca el error.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 123, fracción IV, expresa que por cada seis días de trabajo, disfrutará el trabajador de un día de descanso. Este es el verdadero aspecto del problema. Ahora agregamos a la Ley Federal del Trabajo, que es reglamentario del 123, el precepto de que por cada seis días de trabajo se abonará al trabajador un día de pago por concepto de día de descanso. Esta es la mente clara y precisa del Poder Ejecutivo de la Unión, y entiendo que el Poder Legislativo no debe separarse, no debe alejarse de esa tendencia.

Ya que estamos concediéndole al trabajador ese derecho desde un punto de vista económico, no debemos dejar resquicios para que el patrón, cuando el trabajador dentro de la semana no labore los seis días completos de trabajo, prive al trabajador, por ese hecho, del derecho que tiene al día de pago.

Quiero presentar ante ustedes y ante la opinión pública de los trabajadores de México, la circunstancia penosa de todos aquellos trabajadores que por diversas circunstancias no trabajen los seis días de la semana. El problema económico de esos camaradas es mucho más difícil, se entiende desde luego que el de aquel trabajador que tiene la oportunidad de laborar los seis días.

Entonces, compañeros, si la mente del señor Presidente de la República; si los propósitos del Congreso de la Unión al apoyar y aprobar esta iniciativa son los de llevar un mejoramiento efectivo a los trabajadores, y tomamos en consideración a los que tienen la suerte de trabajar los seis días, con mucha mayor razón debemos tomar en consideración a los trabajadores que no tienen esa oportunidad, no porque les falten ganas, sino por que les falta trabajo en la República. (Aplausos.) Entonces, compañeros, si les concedemos ese derecho a los que están relativamente mejor que sus camaradas que trabajan en las factorías con carácter de extras, con carácter de suplentes, con carácter de supernumerarios, o como queramos llamarles, pero que no trabajan completa la semana, es necesario que quede asentado en el DIARIO DE LOS DEBATES que si la mente del legislador es la de pugnar al trabajador por cada seis días de trabajo uno retribuido con carácter de descanso, en necesario que cuando haya conflictos provocados por los patrones que no quieran pagar a los trabajadores después de seis días de trabajo el día de descanso, vengan los funcionarios de los Tribunales del trabajo al DIARIO DE LOS DEBATES a convencerse de que la opinión, el criterio del Congreso de la Unión al aprobar la iniciativa del señor Presidente de la República, estrictamente está apegado a la Constitución, en el sentido de que por cada seis días de trabajo se abone al trabajador un día de sueldo por concepto de día de descanso. (Aplausos.)

No creo, compañeros, con mi carácter de diputado, ni menos todavía con mi carácter de obrero sindicalizado, que esté en un error interpretando el sentir del señor Presidente de la República que, sin apasionamiento y tampoco sin lirismos, quiere y debe hacerle justicia al trabajador de México.

En consecuencia, compañeros, quedando asentado este concepto en el DIARIO DE LOS DEBATES, si en alguna ocasión el texto de esta iniciativa quisiera ser mal interpretado, que vengan los interpretadores al DIARIO DE LOS DEBATES a conocer que el criterio del señor Presidente de la República, interpretado fielmente por la XXXVI Legislatura, está concebido en esos términos: Al trabajador extra, al trabajador suplente, al trabajador supernumerario, al trabajador que por cualquiera circunstancia no cumpla dentro de los siete días de la semana los seis días de trabajo, sino que los cumple en dos o tres semanas o en un mes, cuando cumpla seis días de trabajo, el patrón tendrá que pagarle irremisiblemente el día de descanso. (Aplausos.)

Decía al principio, compañeros, que los trabajadores, al interpretar nuestros puntos de vista y nuestro derecho, no acostumbramos pronunciar piezas oratorias, y he venido a nombre del sindicato a que pertenezco e interpretando los deseos de justicia de todo el elemento proletario de México, a hacer estas declaraciones que creo que sean aprobadas integralmente por la XXXVI Legislatura. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Coca Cabrera.

El C. Coca Cabrera Leobardo: Compañeros: El General Lázaro Cárdenas en Monterrey dijo: "No hay comunismo". Y francamente, camaradas, la represión del capitalismo en contra de la FROC de Monterrey se viene acentuando, porque quiso hacer creer al señor Presidente de la República que los trabajadores no tenían ningunas aspiraciones en su mejoramiento económico. Felizmente los trabajadores de la Vidriera de Monterrey, pertenecientes a la FROC y a la Confederación General de Obreros y Campesinos de México, pudo defender en toda forma su situación económica; y por eso, camaradas, firmó un contrato en el que se hacía constar el pago del séptimo día.

Pero no es esto todo, camaradas. En Puebla, en donde hay malas interpretaciones de lucha, en donde se juzga a la FROC de Puebla como un grupo de políticos insanos que agitan al proletariado para beneficio personal, también en Puebla se llevó a cabo una huelga revolucionaria, en donde se pusieron treinta y ocho mil obreros en pie de huelga, pero que ciertos individuos que están dentro de la política quisieron hacer creer que ese movimiento proletario de verdadera aspiración económica iba a un movimiento sencillamente porque pensaba respaldar a un acto político. Pero mienten

los detractores de la clase proletaria. Nosotros, y digo nosotros, camaradas, porque yo formo parte de la FROC en Puebla y de la Confederación de Obreros y Campesinos de México, que en estos momentos se inicia en un magno Congreso Nacional, donde trataremos asuntos y problemas de verdadera trascendencia nacional.

El gerente de "Cementos Atoyac" en Puebla, al saber que la FROC, teniendo un pensamiento anticipado de su mejoramiento económico, ha comenzado a transformar su contrato colectivo de trabajo; y por eso, camaradas, el gerente de "Cementos Atoyac" creyó que podía ahogar las esperanzas y las rebeldías de los trabajadores, negándose a firmar un contrato de tanta trascendencia como era el nuestro. Y estuvimos en la Junta Central de Conciliación y Arbitraje Federal de día y de noche convenciendo a este señor de que los trabajadores, al solicitar el pago del séptimo día, no solamente queríamos, no solamente luchábamos por conseguirlo como una conquista, sino sencillamente porque era una necesidad económica. Pero a la clase trabajadora de Puebla se le estaba acusando, se le estaba calumniando cerca del señor Presidente de la República.

Felizmente, camaradas, posiblemente movido el señor Presidente de la República por esa acusación, quiso también, porque él, en su conciencia de ciudadano, en su conciencia de amigo de los trabajadores, quiso averiguar y vio que nuestra petición no era otra casa sino la realidad de la miseria en que viven los trabajadores. Y nosotros, después de más de setenta y ocho horas continuas de estarle exigiendo en la Junta de Conciliación y Arbitraje al gerente de "Cementos Atoyac", al americano Miller, que nos firmara ese convenio, al fin lo firmamos y se resolvió el problema del paro de los treinta y ocho mil trabajadores en Puebla.

Posteriormente a este movimiento, el señor Presidente de la República determinó que se hiciera la adición revolucionaria en el artículo 78 de la Ley Federal del Trabajo; se han hecho y se ha enviado a esta Cámara.

Los trabajadores nos sentimos satisfechos, camaradas, porque es una mejoría que enaltece al hombre revolucionario, al hombre de buena fe, al hombre que no piensa jamás en que sus enemigos políticos pueden calumniarlo, pueden acusarlo de elemento radical, porque sencillamente no está haciendo otra cosa de radicalismo en su Gobierno, sino dar al proletariado lo que realmente le corresponde. Por eso los trabajadores de todo el país, los trabajadores que en estos momentos se reúnen en un Congreso Ordinario de la Federación General de Obreros y Campesinos de México y de todas las FROCS de la República, van a dar una demostración de adhesión al Primer Mandatario, porque el movimiento obrero no piensa ni cree que solamente con esta adición al artículo 78 del Código Federal del Trabajo sea resuelto el problema económico de los trabajadores, sino confía y espera, y tiene fundadas esperanzas, camaradas, en que el señor Presidente siga dando de bofetones al capitalismo y a todos los elementos retardatarios que están en torno suyo y que no lo dejan administrar la economía de los trabajadores en forma debida, porque se sienten que no pertenecen a la clase obrera, a la clase proletaria, sino que ya son de la clase de los conservadores, de los científicos de ayer.

La clase trabajadora está dispuesta a hacer movimientos revolucionarios en todos los tiempos y en todas las épocas para que los problemas de los trabajadores queden de una vez para siempre definidos, para que los trabajadores ya no sufran miserias ni estén sujetos al capricho de los malvados que quieren desvirtuar la labor revolucionaria y sana del señor Presidente. Por eso yo, en nombre de mi organización, como trabajador, y en nombre de la XXXVI Legislatura, como miembro integrante de ella, felicito al señor Presidente de la República, porque él tiene una visión clara de las miserias de los trabajadores y tiene una visión clara del estado económico en que vive su pueblo. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se pregunta a la Asamblea si considera suficientemente discutido el asunto. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Sí se considera.

El C. Secretario Esteva: Se va a proceder a la votación del siguiente proyecto de decreto. Dice así:

"Artículo único. Se adiciona el artículo 78 de la Ley Federal del Trabajo que deberá quedar redactado en la siguiente forma:

"Artículo 78. Por cada seis días de trabajo disfrutará el trabajador de un día de descanso, cuando menos, con goce de salario íntegro.

"Los Gobernadores de los Estados, de los Territorios y el Jefe del Departamento del Distrito Federal, reglamentarán este artículo, procurando que el día de descanso semanal sea el domingo. En aquellas industrias en que la aplicación de esta Ley corresponda a las autoridades federales, la reglamentación se hará por el Ejecutivo de la Unión.

"Transitorio:

"Artículo único. La presente reforma empezará a surtir sus efectos a partir de la fecha de su publicación en el "Diario Oficial" de la Federación."

El C. Vértiz Mariano: ¡ Una aclaración ! ¿ Qué no es una Ley Federal ? Si lo es, ¿ por qué van a hacer las reglamentaciones los Gobernadores de los Estados ?

El C. Cebada Tenreiro: Porque hay algunas leyes en materia de trabajo que autorizan a los Gobernadores a hacer estas reglamentaciones; y en cambio, las Leyes del Trabajo que están bajo el control de la Federación, son reglamentadas por la Cámara de Diputados, por el Poder Legislativo de la Federación.

El C. Secretario Esteva: Para mayor comprensión, se va a dar lectura al texto del artículo que dice así en su parte relativa:

"Los Gobernadores de los Estados, de los Territorios y el Jefe del Departamento del Distrito Federal, reglamentarán este artículo, procurando que el día de descanso semanal sea el domingo. En aquellas industrias en que la aplicación de esta Ley corresponda a las autoridades federales, la reglamentación se hará por el Ejecutivo de la Unión."

Se va a proceder a recoger la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. Secretario Chávez: Por la negativa. (Votación).

El C. Secretario Esteva: ¿ Falta algún ciudadano diputado de votar por la afirmativa ?

El C. Secretario Chávez: ¿ Falta algún ciudadano diputado de votar por la negativa ? Se procede a recoger la votación de la Mesa.

(Votación).

El C. Secretario Esteva: Ha sido aprobado el proyecto de ley por unanimidad de 92 votos. Pasa al Senado para los efectos constitucionales.

El C. Presidente (a las 13.45): Se suspende la sesión de Cámara de Diputados para constituirse en Gran Jurado.

SESIÓN DE GRAN JURADO

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 17

DE FEBRERO DE 1936

SUMARIO

1. - El C. Presidente hace la declaratoria de que la Cámara de Diputados se erige en Gran Jurado.

2. - La Secretaría da lectura al dictamen de la Sección Instructora del Gran Jurado, el que propone que ha lugar a proceder en contra del ciudadano Diputado Juan L. Cardona por el delito de homicidio cometido en las personas de los ciudadanos Isaac Vite Cardona y Mauro Quiroga Escamilla de que se le acusa, y queda suspendido de su encargo de Diputado al Congreso de la Unión, y sujeto a la acción de los tribunales comunes. A discusión. Se aprueba por unanimidad de votos. Comuníquese al Ejecutivo para su promulgación en el "Diario Oficial" y al ciudadano Juez 15 de la Quinta Corte Penal.

3. - Se lee y aprueba el acta de la presente sesión, levantándose ésta.

DEBATE

Presidencia del

C. LAMBERTO HERNÁNDEZ

(Asistencia de 92 ciudadanos jurados).

El C. Presidente (a las 13.45): Se erige la Cámara de Diputados en Gran Jurado.

- El C. Secretario Esteva (leyendo):

"2a. Sección Instructora del Gran Jurado.

"Honorable Asamblea:

"A la Sección Instructora del Gran Jurado que subscribe, se turnaron, por acuerdo de Vuestra Soberanía, los siguientes documentos:

"Ocho telegramas procedentes de Teziutlán, Pue., y por medio de los cuales el Comité Municipal del P. N. R. en dicha población, el Sindicato de Obreros Panaderos del mismo lugar, el Comité Ejidal de Atoluca, las cooperativas forestales de Chignautla Xiutelolco, La Garita, Atoluca y el Comité Ejidal de La Garita, protestan enérgicamente por los asesinatos de los señores Isaac Vite Cardona y Mauro Quiroga Escamilla, que se atribuyen al C. Diputado Juan L. Cardona y solicitan que este representante sea desaforado por manchar la Representación Nacional.

"Otro mensaje depositado en esta ciudad firmado por los CC. Licenciados Enrique Gómez Goron, Jesús Teutle Talavera, Emilio Rebollo, José Luis Saldaña, Porfirio Téllez Ch, J. J. Covarrubias y Julio Torres, integrantes del Comité Ejecutivo de la Unión Poblana Revolucionaria, en que formulan enérgica protesta ante los crímenes de que se acusa al Diputado Juan l. Cardona, exigiendo su desafuero inmediato y la consignación penal del responsable, por estimar que esos hechos constituyen una vergüenza para el Estado de Puebla y una deshonra para la República y agregan que confían en la rectitud inflexible de esta Cámara.

"Un oficio del C. Licenciado Isaac Olivé, Juez Décimoquinto de la Quinta Corte Penal, en que dice que la han sido consignadas las diligencias practicadas con motivo de la muerte de los señores Isaac Vite Cardona y Mauro Quiroga Escamilla, en las que el Ministerio Público en turno solicita la orden de aprehensión del señor Juan L. Cardona como presunto responsable de los delitos de homicidio y robo y pide se le informe si efectivamente es diputado en ejercicio al Congreso de la Unión el citado ciudadano Cardona. Agregada a este oficio obra la minuta de la respuesta que dieron los Secretarios de la Comisión Permanente al mencionado Juez Décimoquinto de la Quinta Corte Penal, comunicado que el C. Juan L. Cardona es Diputado propietario en ejercicio al Congreso de la Unión por el 12 Distrito Electoral del Estado de Puebla.

"Oficio núm. 95 Part. 155/36 del Juzgado Décimoquinto de la Quinta Corte Penal, con anexo en 23 fojas, en que aparecen constancias que existen en el proceso que por el delito de homicidio se sigue en contra de Juan L. Cardona. En vista de los considerandos del Juez, el mismo resuelve: "Por estar comprobados los cuerpos de los delitos de homicidio, perpetrados en las personas de Isaac Vite Cardona y de Mauro Quiroga y haber datos que hacen probable la responsabilidad del Diputado Federal Juan L. Cardona, en esos delitos y en el de robo, que le imputa el Agente del Ministerio Público en turno, se solicita de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, que erigida en Gran Jurado, declare que ha lugar a proceder en contra del mencionado Diputado Juan L. Cardona, como presunto responsable de esos delitos, y que por esa sola declaratoria queda separado de su encargo de diputado, y sujeto, desde luego, a la acción de este Juzgado, que es el que conoce del proceso respectivo."

Hecho un estudio minucioso del caso, encontramos lo siguiente:

"El artículo 111 de la Constitución Federal, en su párrafo cuarto, concede acción popular para denunciar ante la Cámara de Diputados los delitos

comunes de las altos funcionarios de la Federación. La Ley de 6 de junio de 1896, que se refiere a responsabilidad y fuero de los altos funcionarios de la Federación, que está en vigor, dice en su artículo 14, al referirse al procedimiento en los casos de delitos del orden común, que de cualquiera manera que se ocurra a la Cámara de Diputados, cuando se trate de proceder contra algún funcionario que goce de fuero constitucional, aun cuando sea por denuncia de particulares, se pasarán los documentos respectivos a la Sección Instructora que corresponda para que produzca su dictamen. La misma Ley establece determinados procedimientos que deben seguirse en estos casos, tales como que el dictamen debe producirse dentro de determinado plazo; que la existencia del delito sea justificada, si existen presunciones para creer racionalmente que el funcionario acusado pueda ser el autor del hecho criminoso; faculta a la Sección Instructora para hacer comparecer al acusador y al acusado, para examinarlos sobre los hechos relativos a la acusación y practicar las diligencias que estime conducentes para obtener la comprobación del delito. Todo este proceso que señala la Ley en cuestión. Indudablemente que tiene por objeto llegar a una conclusión cierta cuando hay duda sobre los hechos o actos delictuosos que se atribuyen al funcionario que goza de fuero constitucional. Pero no está en este caso el Diputado Cardona.

"La prensa, ampliamente se ha ocupado del asunto y ha consignado declaraciones que determinan la responsabilidad del citado representante. Nuestro Instituto Político, Partido Nacional Revolucionario, al considerar el asunto, por haber formado parte de esa Institución el acusado, dice en las consideraciones en que se apoya para resolver la expulsión del seno de esa agrupación del presunto responsable, que los alevosos asesinatos cometidos por el Diputado Juan L. Cardona en funcionarios del Municipio de Huauchinango, del Estado de Puebla, hicieron que el Comité del Partido autoriza la suspensión de Cardona como miembro del mismo Partido; que corroborados los hechos por las autoridades encargadas de la investigación de los delitos, el mismo Comité está interpretando, no sólo la opinión revolucionaria sino la de todos los sectores sociales, al reprobar el hecho ignominioso de un representante del pueblo que debería, por su investidura, dar ejemplo de respeto a las instituciones ya que el fuero se estatuye sólo como protección personal de los representantes para la libre emisión de sus ideas en el cumplimiento de su delegación democrática, y de ninguna manera puede constituir un privilegio de impunidad en la ejecución de actos de barbarie que, de permanecer sin castigo, destruirían la fuerza moral de las Cámaras y mancharía el prestigio del pueblo que permitiera que el crimen prevaleciera sobre el orden social; que no puede oirse en defensa a quien se ha colocado al margen de la Ley, y que en esta ocasión se trata de un caso de ineludible vindicta pública.

"Todas estas consideraciones parecen a la Sección Instructora del Gran Jurado que suscribe muy atinadas, y las hace suyas.

"En virtud de todo lo expuesto, nos permitimos someter a la consideración de la H. Cámara de Diputados, erigida en Gran Jurado, las siguientes proposiciones:

"Primera. Ha lugar a proceder contra el C. Diputado Juan L. Cardona por el delito de homicidio cometido en las personas de los CC. Isaac Vite Cardona y Mauro Quiroga Escamilla, de que se le acusa.

"Segunda. Queda suspendido de su encargo de Diputado al Congreso de la Unión, el C. Juan L. Cardona y sujeto a la acción de los Tribunales Comunes."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., a 15 de febrero de 1936. - Presidente, Mario E. Balboa R. - Primer Vocal, Pedro Trueba. - Segundo Vocal, Julio T. Villegas. - Secretario, A. Gómez Maganda."

Está a discusión el dictamen.

El C. Presidente: Se pregunta a la Asamblea si hay algún compañero que tenga la representación del C. Diputado Cardona, para hablar en su defensa. (Voces: ¡ No !)

Tiene la palabra el C. Rodríguez Félix C.

El C. Rodríguez Félix C.: Compañeros: desconozco en lo absoluto trámites de carácter jurídico, pero juzgo que la responsabilidad moral de cada uno de nosotros al aprobar el dictamen, exige que la Representación Nacional justifique ante el pueblo de México que la XXXVI Legislatura, al no escuchar en defensa al acusado, lo hace simple y sencillamente porque el propio acusado no recurrió a esa defensa.

El más humilde de ustedes, con su carácter de diputado, considera que debe darse esta explicación. Nadie puede ser condenado sin haber sido escuchado en defensa. Nuestro Instituto Político, el Partido Nacional Revolucionario, al suspender en sus derechos el compañero Cardona, cumplió con su deber al dar una explicación de carácter público a la nación entera. Esta misma obligación considero que tiene la XXXVI Legislatura, al tomar los acuerdos propuestos por la Segunda Sección Instructora del Gran Jurado.

Ojalá que el camarada Cardona hubiese venido a explicar lo que dijo públicamente también él por medio de la prensa, en el sentido de que había matado en legítima defensa. Yo todavía creo que el compañero Cardona, al haber hecho uso de un derecho, no solamente constitucional, sino de defensa legítima desde el punto de vista físico y moral; digo, hablando más claro, después de haber cometido, si así fue los asesinatos de que se le acusa, espantado tal vez su espíritu y pensando esconder su propio crimen, arrojó al canal a esos dos cadáveres.

Lamento demasiado que la cortedad de espíritu de nuestro compañero lo haya hecho no tener siquiera el valor civil de haber designado a quien lo defendiera en esta tribuna ante la opinión pública, si sus actos no tienen la tenebrosidad y la apariencia feroz conque se le acusa públicamente por medio de la prensa.

En mi humilde concepto, compañeros, repito, y al hacer un acto de conciencia, un examen de mis propios actos, estimo que la XXXVI Legislatura, al aprobar estas conclusiones decretando el desafuero del compañero Cardona para que responda de

sus actos ante la justicia, las funda en el hecho de que Cardona no supo responder de sus propios actos.

Quiero también, compañeros, desde esta tribuna hacer del conocimiento del pueblo mexicano que la totalidad de los miembros de XXXVI Legislatura abominan del asesinato político. Yo mismo he venido aquí, con el valor civil que debe caracterizar a un funcionario de la categoría de nosotros, a denunciar asesinatos cometidos por el Gobernador de mi Estado. Intimamente lamento mucho que la justicia no resplandezca en todos los casos. Yo he venido aquí afrontando cualquiera situación y con mis cortos conceptos, con la escasa o la absoluta falta de elocuencia de mis palabras, a pedir justicia para aquellas familias que quedan en la orfandad, víctimas de la pasión política y de la miseria de los hombres que se valen del asesinato para quitarse de enfrente a sus enemigos políticos.

Creo que la XXXVI Legislatura, como dije antes, en su totalidad trata de moderar los acontecimientos y desarrollo de la política, para encausarlos por un sendero de verdadera democracia y no por un certamen de asesinatos.

Hechas estas consideraciones publicamente, me disculpo ante el amigo, ante el compañero, porque hay que decirlo también que en su carácter privado y en su vida íntima, me consta que es un caballero. Si la pasión política lo llevó al estado en que se encuentra actualmente, es necesario, cuando menos, compañeros, que reconozcamos que si la XXXVI Legislatura obra en la forma radical que lo hace, repito por último, ha sido por la falta de valor civil del compañero Cardona para no presentarse ante la vindicta pública, en su defensa. Nosotros no lo hacemos de oficio, no podríamos hacerla en tales condiciones, porque desconocemos los problemas que haya tenido y las circunstancias que lo hayan llevado a la situación que guarda.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Gamiochipi.

El C. Gamiochipi Ignacio: Honorable Asamblea: es incuestionable que la altura moral de la Cámara de Diputados y de cualquiera institución, se mide por la altura moral de cada uno de sus componentes. Apuntadas estas palabras, deseo hacer una pequeña recordación de la línea rectilínea que se ha trazado esta Cámara desde el principio de su funcionamiento.

Los lamentables acontecimientos de septiembre pasado fueron una elocuente demostración a la república entera, de que esta Cámara ha obrado siempre con positiva integridad, y que no se ha apartado un punto de la línea de conducta moral, altamente moral, que siempre ha seguido; y no podía ser de otra manera cuando en todos sus actos procura solidarizarse con el Presidente de la República, quien es un ejemplo de honestidad, desde su hogar hasta sus actos públicos más elevados.

La Cámara de Diputados deplora y seguimos deplorando profundamente aquellos acontecimientos de septiembre, y cada uno de nosotros en nuestro fuero interno reprobamos las circunstancias que contribuyeron fatalmente para privar de la existencia a compañeros nuestros en esta Cámara; y no obstante el sentimentalismo que pudiera provocar el afecto y el cariño a los compañeros que tomaron parte en ese incidente, no vacilamos un punto, y estuvo unánime la opinión para reprobar aquellos acontecimientos y expulsar del seno de nuestra Asamblea a estimables compañeros.

En el presente caso no es la Cámara de Diputados, como dice el compañero Rodríguez, la que va a juzgar al Diputado Cardona. Nosotros no vamos a juzgar de los actos de este ciudadano de ninguna forma; no nos hemos constituído en sus jueces. El juez 15o. de la V Corte Penal, con acopio de las constancias y declaraciones que obran en el expediente, se dirigió a esta Honorable Cámara de Diputados pidiendo que sea separado de su cargo el Diputado compañero Cardona, para ser juzgado en la Corte Penal. Nosotros, lógicos con nuestra conducta y deseando dar a la República el mismo ejemplo que hemos venido dando en todos nuestros actos, pequeños y grandes, dentro de esta Cámara, de honestidad y rectitud, y, sobre todo, de alta moralidad, no debemos oponernos al dictamen de la Comisión del Gran Jurado, que ha hecho un examen minucioso de las constancias procesales, que ha tenido fundamentos, y por datos que ha recabado, por las explicaciones que se les han dado, por las denuncias que ha recibido y, muy particularmente, por las constancias que obran en la Corte Penal, pide a esta Asamblea sea desaforado el Diputado Cardona para ser puesto en manos de la justicia.

Si el compañero Cardona, obrando con la conciencia limpia, se hubiese puesto desde un principio en manos de un tribunal del orden común para ser juzgado, renunciando a su fuero constitucional, hubiera estado armónico perfectamente en su conducta con la idea que prevalece en cada uno de nosotros. Muy bien que estemos solidarizados para defender a un compañero cuando éste sostenga un principio en bien del país; pero tratándose de vulgaridades que son un bochorno para la Representación Nacional, no debe la Cámara de Diputados obrar con sentimentalismos, sino que en este caso debemos hacer que todos respondamos de nuestros actos.

Dejemos nuestro criterio, dejemos nuestro entusiasmo por la unificación nuestra, cuando se trate del engrandecimiento de la República y de asuntos trascendentales en bien de la patria. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se pregunta a la Asamblea si considera el dictamen suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se considera suficientemente discutido.

El C. Secretario Esteva: Se procede a recoger la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. Secretario Chávez: Por la negativa. (Votación.)

El C. Secretario Esteva: ¿ Falta algún ciudadano diputado de votar por la afirmativa ?

El C. Secretario Chávez: ¿Falta algún ciudadano diputado de votar por la negativa? Se procede a recoger la votación de la Mesa. (Votación.)

El C. Secretario Esteva: Por unanimidad de votos fue aprobado el dictamen. Comuníquese al Ejecutivo para su promulgación en el "Diario Oficial" y al Juez 15o. de la V Corte Penal.

- El mismo C. Secretario (Leyendo):

"Acta de la sesión de Gran Jurado de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, celebrada el día diez y siete de febrero de mil novecientos treinta y seis.

"Presidencia del C. Lamberto Hernández.

"En la ciudad de México, a las trece horas y cuarenta y cinco minutos del lunes diez y siete de febrero de mil novecientos treinta y seis, con asistencia de noventa y dos ciudadanos jurados, se constituye la Cámara en Gran Jurado para conocer del expediente formado con las solicitudes del C. Juez Décimoquinto de la Quinta Corte Penal de esta capital y de varios particulares, tendientes a que se declare el desafuero del C. diputado Juan L. Cardona, y con el dictamen relativo formulado por la Segunda Sección Instructora del Gran Jurado que termina con las siguientes proposiciones:

"Primera. Ha lugar a proceder contra el C. Diputado Juan L. Cardona por el delito de homicidio cometido en las personas de los CC. Isaac Vite Cardona y Mauro Quiroga Escamilla, de que se le acusa.

"Segunda. Queda suspendido de su encargo de Diputado al Congreso de la Unión, el C. Juan L. Cardona y sujeto a la acción de los Tribunales Comunes."

Se pone a discusión el dictamen, en lo general y luego en lo particular, y la Presidencia pregunta si alguna persona designada por el C. Cardona desea hacer uso de la palabra en su defensa, o si algún ciudadano diputado desea hablar en el mismo sentido.

"El C. Félix C. Rodríguez hace algunas consideraciones sobre los hechos que se imputan al C. Cardona, y el C. Ignacio Gamiochipi pronuncia un discurso en apoyo del dictamen.

"Consultada la Asamblea, estima que el asunto está suficientemente discutido y son aprobadas las dos proposiciones del dictamen, por unanimidad de noventa y dos votos.

"La presidencia, por conducto de la Secretaría, hace la declaratoria de que ha lugar a proceder en contra del C. Diputado Juan L. Cardona, y que se comunica al C. Juez Décimoquinto de la Quinta Corte Penal, para los fines a que haya lugar, y al Ejecutivo para su publicación en el "Diario Oficial", de conformidad con lo que previene el artículo 63 de la Ley de 6 de junio de 1896 sobre Responsabilidades y Fuero Constitucional de los Altos Funcionarios Federales.

"Se lee la presente acta."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán indicarlo. Aprobada el acta.

El C. Presidente (a las 13.45): Se levanta la sesión de Gran Jurado para pasar a sesión de Cámara de Diputados.

El C. Presidente (a las 14.15): Se reanuda la sesión.

El C. Secretario Esteva: Encontrándose a las puertas del salón el C. Manuel Gil Diputado suplente por el 12o. Distrito Electoral del Estado de Puebla, se comisiona a los compañeros Coca Cabrera, Gamiochipi, Loaiza y Secretario Chávez, para que lo introduzcan al salón a rendir la protesta de ley.

(Rindió la Protesta.) (Aplausos.)

El C. Presidente: Se levanta la sesión de Cámara de Diputados y se cita a sesión para esta tarde a las cinco y media para clausurar el Congreso General

. TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE LOS DEBATES"

El Director, Jefe de la Oficina,

JOAQUÍN Z. VALADEZ.