Legislatura XXXVII - Año I - Período Extraordinario - Fecha 19380428 - Número de Diario 8

(L37A1P1eN008F19380428.xml)Núm. Diario:8

ENCABEZADO

MÉXICO, D.F., JUEVES 28 DE ABRIL DE 1938

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO I.- PERÍODO EXTRAORDINARIO XXXVII LEGISLATURA TOMO II.- NÚMERO 8

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 28

DE ABRIL DE 1938

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- Se concede licencia al ciudadano Diputado Sotomayor Ruiz Francisco.

3.- La Comisión de Impuestos presenta un dictamen que consulta la reforma al artículo 14 de la Ley del Impuesto sobre la Renta. Se dispensan los trámites. A discusión. Se aprueba y pasa al Senado para los efectos de ley. Se levanta la sesión.

4.- Suplemento.

DEBATE

Presidencia del

C. AURELIO MUNGUÍA H.

(Asistencia de 98 ciudadanos diputados).

- El C. Presidente (a las .... se abre la sesión).

- El C. Secretario Delgado Rodolfo (leyendo):

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del XXXVII Congreso de la Unión, el día veintisiete de abril de mil novecientos treinta y ocho. (Período Extraordinario).

"Presidencia del C. Aurelio Munguía H.

"En la ciudad de México, a las diez y ocho horas del miércoles veintisiete de abril de mil novecientos treinta y ocho, se abre la sesión con asistencia de ochenta y siete ciudadanos diputados.

"El C. Secretario Rodolfo Delgado, da lectura al acta de la sesión anterior, efectuada el día 21 de los corrientes, la que se aprueba sin discusión.

"El C. Diputado Jesús Yurén Aguilar, solicita una licencia para separarse de su encargo por el término de doce meses, con goce de dietas. Previa dispensa de trámites y sin discusión se concede esta licencia.

"El C. Licenciado Fernando Cahero Díaz, envía un escrito en el que se exponen sus puntos de vista sobre la reforma del artículo 34 constitucional que concede derechos políticos a la mujer.- Recibo, y a las Comisiones unidas Primera de Puntos Constitucionales y Primera de Gobernación que tienen antecedentes.

"En seguida se da cuenta con el dictamen que presentan las Comisiones unidas Segunda de Justicia y de Salubridad y que consulta un Proyecto de Decreto por el que se reforma el Código Penal vigente en lo que respecta a delitos contra la salud.

"La Asamblea acuerda dispensar los trámites a este proyecto por lo que se pone desde luego a discusión en lo general, y sin que la motive se reserva para su votación nominal. A discusión en lo particular, el C. Diputado Adán Velarde hace una aclaración sobre el artículo primero, que se reserva para votarlo nominalmente. Ninguno de los otros preceptos de que consta el proyecto es objetado por lo que también se reserva para el mismo efecto.

"Se procede a recoger la votación nominal del proyecto, en lo general y en lo particular, y es aprobado por ochenta y seis votos de la afirmativa contra dos de la negativa correspondientes a los CC. Diputados Adán Velarde y José Santos Alonso. Pasa el proyecto al Senado para sus efectos constitucionales.

"Acto continuo la Secretaría lee el dictamen de la Comisión de Impuesto sobre el Proyecto de Ley del Impuesto a los Tabacos Labrados.

"Presidente del C. Juan Rincón.

"Se pone este proyecto a debate, en lo general, en virtud de que previamente la Cámara acuerda se le dispensen los demás trámites. No da origen a debate por lo que es reservado para su votación nominal.

"A discusión en lo particular, sucesivamente, todos lo artículos de que se compone el proyecto, se reservan para votarlos nominalmente en virtud de que no originan a debate, con excepción del artículo 9o. que es separado para su discusión por el C. Diputado Miguel Flores Villar.

"Se recoge nominalmente la votación del proyecto en lo general, y en lo particular de todos los artículos que no fueron objetados, resultando aprobado por unanimidad de votos.

"A discusión del artículo 9o., el C. Diputado Flores Villar propone una adición y el C. Diputado Antolín Jiménez, como miembro de la Comisión dictaminadora, apoya el precepto y en contra de

él habla nuevamente el C. Flores Villar originando una aclaración del mismo C. Jiménez.

"La Asamblea estima que este artículo ha sido suficientemente discutido y lo aprueba por ochenta y cinco votos de la afirmativa contra tres de la negativa, correspondientes a los CC. Diputados Miguel Flores Villar, Víctor Mena Palomo y Gonzalo Peralta A. - Pasa el proyecto al Senado para los efectos que la Constitución señala.

"A continuación las Comisiones unidas Primera de Trabajo, Primera de Puntos Constitucionales, Segunda de Gobernación y Tercera de Trabajo, presentan su dictamen sobre el Proyecto de Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio de los Poderes de la Unión.- Imprímase, y a discusión cuando se haya distribuido entre los ciudadanos diputados.

"A las diez y nueve horas y veinte minutos se levanta la sesión". Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba el acta. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"A la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- Presente.

"El suscrito, diputado propietario en ejercicio por el 5o. Distrito Electoral del Distrito Federal, ante Vuestra Soberanía respetuosamente expone:

"Que teniendo necesidad de desarrollar sus actividades como miembro del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República, con motivo de la entrega que al mismo Sindicato hará el Gobierno, de las vías férreas, de acuerdo con la Ley aprobada por el Congreso y que crea el carácter de corporación pública descentralizada del Gobierno Federal la Administración Obrera de los Ferrocarriles Nacionales de México, viene ante esta H. Cámara a solicitar se le conceda una licencia ilimitada, sin goce de dietas, y se llame a su suplente, el C. Fernando Carrillo.

"Suplicamos a la H. Asamblea se sirva dispensar los trámites a esta solicitud y le hago presente mi consideración muy atenta y distinguida.

"México, D. F., a 23 de abril de 1938. - Francisco Sotomayor Ruiz".

Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se concede la licencia. Se llamará al suplente.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Comisión de Impuestos.

"H. Asamblea:

"Para su estudio y dictamen, fue turnada a esta Comisión de Impuestos, la iniciativa de reforma al artículo 14 de la Ley del Impuesto sobre al Renta, que el C. Presidente de la República somete a la consideración de esta H. Cámara.

"Los motivos que el ejecutivo tiene para llevar a cabo dicha reforma, se fundan en la experiencia adquirida en las tres veces que fue reformado el mismo artículo, y que resultaron inadecuados los procedimientos que se siguieron para hacer más común y equitativo el impuesto sobre las utilidades que las casas extranjeras obtienen por sus operaciones hechas dentro de nuestro territorio nacional que verifican por conducto de sus agentes, comisionistas o representantes.

"A demás concurrieron circunstancias tales como el considerar ingreso gravable a sus utilidades de un 35%, por lo que las mercancías extranjeras fueron elevadas de precio a un 3% como consecuencia del 3% que se les exigía como anticipo, para que el impuesto quedara debidamente garantizado, cuyo aumento no precisamente gravitaba sobre el causante sino sobre nuestros connacionales que son los consumidores.

"Con la reforma propuesta desaparece ese anticipo de 3% y se fija como ingreso gravable a sus utilidades un 15% y desaparecen igualmente las facultades que las Justas Calificadoras tenían para calificar estimativamente las utilidades de casas extranjeras, por la poderosa razón de que se carecía de elementos de información y estadística para calificar estimativamente las ganancias gravables.

"Ahora bien, a pesar de los casos que han concurrido, esta Comisión estima que no sería conveniente la abrogación del citado artículo 14 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, ya que con ello, las casas extranjeras que operan dentro de nuestro territorio nacional por conducto de sus agentes, comisionistas o representantes, disfrutarían de una exención de impuestos con privilegio respecto de nuestros connacionales y sí acepta como ingreso gravable a sus utilidades un 15% y esto por la imposibilidad de datos positivos que pudieran arrojar la verdadera realidad de las ganancias.

"En tal virtud, esta Comisión propone a Vuestra Soberanía se apruebe la siguiente reforma al artículo 14 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta.

"Artículo único. Se reforma el artículo 14 de la Ley del Impuesto sobre la Renta en los siguientes Términos:

"Artículo 14. Los agentes, comisionistas o representantes de casas extranjeras que no tengan sucursales en el territorio nacional, cubrirán el impuesto correspondiente a sus representadas de acuerdo con la tarifa del artículo 8o., sobre el monto de sus ingresos, deduciendo a éstos un 85%."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., a 28 de abril de 1938.- Antolín Jiménez.- Manuel E. Miravete. - Manuel L. Farías."

Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se procede a recoger la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. Secretario Ramírez López Adán: Por la negativa. (Votación.)

El C. Secretario Delgado Rodolfo: ¿Falta algún ciudadano diputado de votar por la afirmativa?

El C. Secretario Ramírez López Adán: ¿Falta algún ciudadano diputado de votar por la negativa? Se procede a recoger la votación de la Mesa. (Votación.)

El C. Secretario Delgado Rodolfo: Por unanimidad de votos fue aprobado el dictamen. Pasa al Senado para los efectos de Ley.

El C. Presidente: No habiendo otro asunto qué tratar, se levanta la sesión y se dicta para mañana a las 17 horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE LOS DEBATES"

El Director, Jefe de la Oficina,

JOAQUÍN Z. VALADEZ.

SUPLEMENTO

AL NÚMERO 8 DEL DIARIO DE LOS DEBATES

(PERÍODO EXTRAORDINARIO)

SESIÓN del Bloque Nacional Revolucionario de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, efectuada el día 28 del abril de 1938. Presidencia del C. José Angulo Araico

(Asistencia de 89 CC. diputados.)

El C. Presidente (a las 17.50): Se abre la sesión.

El C. Secretario: (Da lectura a la Orden del Día y al acta de la sesión anterior, que se consigna a continuación.)

"Acta de la sesión pública efectuada por el Bloque Revolucionario de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día 26 de abril de 1938.

"Presidencia del C. León García.

"En la ciudad de México, D. F., a las 17 horas y 50 minutos del día 26 de abril de 1938, con asistencia de 95 ciudadanos diputados miembros del Bloque, se abrió la sesión.

"Se leyeron y aprobaron, sin debate, la Orden del Día y el acta de la sesión anterior.

"Se dio cuenta con los siguientes asuntos en Cartera:

"Solicitud de licencia del C. Diputado Jesús Yurén Aguilar. - Concedida, con dispensa de trámites.

"Petición del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de la República Mexicana, para que se adicione el Proyecto de Estatuto Jurídico en el sentido de que todos los trabajadores de la enseñanza deberán formar parte de un solo organismo sindical, aunque presten sus servicios en distintas entidades burocráticas. - A las Comisiones unidas que estudian el Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio del Estado.

"El Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, por el conducto del Embajador de aquel país, agradece el mensaje de simpatía que le envío el Bloque por su actitud respecto a la liberación económica de los pueblos indohispánicos. - A sus antecedentes.

"Dictamen de las Comisiones unidas 2a. de Justicia, y de Salubridad, sobre el proyecto de reformas al Código Penal en lo que se refiere a delitos contra la salud. Este dictamen se aprobó sin discusión, en lo general y en lo particular, turnándose a la Cámara para sus efectos.

"Acto continuo, previa consulta a la Asamblea y después de una moción de orden del C. Ismael C. Falcón, los CC. Francisco Arellano Belloc y Salvador Ochoa Rentería leyeron la exposición de motivos y el dictamen que presentan las Comisiones unidas de Trabajo, Gobernación y Puntos Constitucionales, en relación con el Proyecto de Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio del Estado. A este dictamen, de acuerdo con el Reglamento, se le dio el trámite de que se imprima desde luego para ser distribuido entre todos los señores diputados y proceder a su discusión en los términos que señala el propio Reglamento; pero al conocer este trámite las galerías prorrumpieron en gritos irrespetuosos, haciendo manifestaciones de desagrado y provocando gran desorden, lo que motivó que la Presidencia, con toda energía, las llamara al orden, indicándoles que esta actitud irrespetuosa que habían asumido no era la mejor forma de corresponder a la cortesía del Bloque permitiéndoles asistir a la sesión, tanto más cuanto que el Estatuto Jurídico se iba a tratar de acuerdo con lo que establece la ley; agregando que si los elementos que concurrían a las galerías persistían en no guardar compostura, se vería obligada la Presidencia a mandarlas desalojar.

"Terminando este incidente, la Secretaría dio lectura al dictamen de la Comisión de Impuestos respecto a la iniciativa de ley del Ejecutivo de la Unión sobre Impuesto para Tabacos Labrados. Este dictamen se aprobó sin discusión, en lo general y en lo particular, turnándose a la Cámara para los efectos correspondientes.

"En seguida, el C. Hilario Contreras Molina rindió un amplio y documentado informe de la comisión que se le confirió, en unión de los CC. Alfonso Francisco Ramírez y Lindoro Hernández Alderete, para investigar, en el Estado de Chihuahua, los sucesos en que se perdió la vida el C. Ingeniero y Senador Ángel Posada. Este informe se aceptó con la aclaración del C. Eugenio Prado, quien pidió se agregue al expediente, en el sentido de que las tres únicas personas que declararon culpable al General Rodrigo M. Quevedo son Alfonso y Narciso Talamantes, hermanos del Gobernador de aquel Estado, y Pedro Díaz C., candidato oficial a diputado local por Ciudad Juárez.

"A continuación, el C. Salvador Ochoa Rentería usó de la palabra para hechos relacionados con el incidente desagradable provocado al principio de esta sesión, por algunos elementos que asistían a las galerías, cuando se daba el trámite reglamentario al dictamen sobre el Proyecto de Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio del Estado. Al margen de este incidente también hicieron aclaraciones los CC. Francisco Arellano Belloc y Luis Viñals León, aprobándose, a propuesta de la Presidencia, que el Bloque formulara enérgicas declaraciones sobre el particular, rechazando la actitud irrespetuosa de los elementos que antes se ha hecho referencia.

"Finalmente, a moción del C. Víctor Alfonso

Maldonado, se acordó que la Directiva del Bloque envíe telegramas al C. Presidente de la República y al C. Secretario de la Defensa Nacional, felicitando calurosamente, en ocasión del "Día del Soldado", al glorioso Ejército de la Revolución Mexicana.

"A las 21 horas y 30 minutos se levantó la sesión, citándose para el próximo jueves a las 17 horas".

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán a indicarlo. Aprobada el acta.

Se pasa al segundo punto del Orden del Día: asuntos en Cartera.

(Leyó la solicitud de licencia ilimitada, sin goce de dietas, del C. Diputado Francisco Sotomayor Ruiz).

Se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo Dispensados. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Concedida la licencia. Llámese al suplente.

(Leyó la Invitación el Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana, para que los diputados concurran al acto de la solemne entrega de la Administración de los Ferrocarriles Nacionales de México, de parte del Gobierno, a la Administración Obrera).

Se nombra en comisión a los Diputados Margarito Ramírez, Félix de la Lanza, Luis Viñals León y Manuel L. Farías.

Se pasa al tercer punto de la Orden del Día.

(Leyó el dictamen de la Comisión de Impuestos sobre la Iniciativa de Reforma al artículo 14 de la Ley del Impuesto sobre al Renta).

Estando impresa y distribuida la Iniciativa del Ejecutivo y no habiendo sufrido reformas de ninguna naturaleza, se pregunta a la Asamblea si considera de urgente y obvia resolución este asunto. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Está a discusión. no habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobado. Pasa a la Cámara para los efectos legales.

Se continúa con el punto cuarto de la Orden del Día: asuntos generales.

La Directiva del Bloque se permite citar a los compañeros que integran las Comisiones de Caminos: Enrique Estrada, Tomás Garza Felán, Miguel Z. Martínez; Correos y Telégrafos: Carlos Domínguez López, Leopoldo Badillo y Carlos Santibáñez; 1a. de Ferrocarriles: Gil Salgado Palacios, Félix de la Lanza y Demetrio Gutiérrez; 2a. de Ferrocarriles: Ramón B. Aldana, Francisco Sotomayor Ruiz y Alfonso Flores M.; Industria Eléctrica: Bolívar Sierra, José Zavala Ruiz, Eduardo V. Jiménez; Marina: David Pérez Rulfo, Francisco Martínez P. y Josué Escobedo, para que asistan mañana a las once horas al Salón Verde, para tener un cambio de impresiones sobre la Ley de Vías Generales de Comunicación.

El C. Acosta Emilio N,: Compañeros: Yo vengo hacerles una súplica. En la sesión anterior, cuando por falta de civismo de algunos de los individuos que había en las tribunas se suscitó aquí un escándalo, la Presidencia del Bloque, obrando con absoluto apego a su deber y buscando el respeto del Congreso, ordenó que las tribunas fueran desalojadas. La prensa ha publicado que se tomo también el acuerdo de prohibir la entrada a las tribunas al público durante la discusión de las leyes.

Yo vengo a suplicar que tratemos de reconsiderar este acuerdo, porque el hecho de que uno o cien individuos hayan faltado al Congreso, no nos autoriza a cerrar las puertas a todo el público de México que tiene absoluto y perfecto derecho para venir a las tribunas a escuchar la forma en que esta Cámara trabaja y la forma en que las leyes se discuten.

Yo vengo a suplicarles que este Bloque tome el acuerdo de que la directiva del mismo haga conocer al pueblo de México, por conducto de la prensa, que las puertas de las galerías y de las tribunas de la Cámara están siempre abiertas para el público, excepto, naturalmente, cuando se trate de sesiones secretas; que todo el mundo puede venir a las galerías a darse cuenta de lo que aquí se trata, en la inteligencia de que si alguno falta al respeto y al decoro a este recinto, será expulsado del mismo; pero no creo que tengamos derecho a mandar cerrar esas puertas y a tratar en secreto ningún asunto, por pequeña que sea su importancia, y mucho menos tratándose de una ley como la del Estatuto Jurídico, en la que tal parece que nos vamos a esconder para tratarlo.

Los compañeros que estuvieron ayer en el cambio de impresiones que tuvimos un numeroso grupo de diputados alrededor del Estatuto, saben de sobra cuál es mi criterio y cuál es mi opinión; pero yo me sentiría cohibido de sostener mi criterio y defender mi opinión, a puerta cerrada. Les ruego, por tanto, que tomen en cuenta mi moción y que aprobemos que la directiva del Bloque ordene que las puertas de las galerías estén siempre abiertas para el público.

El C. Jasso Manuel: Pido la palabra. Señores diputados: aunque no estuve en la sesión en la cual los trabajadores al servicio del Estado profirieron insultos contra todos nosotros, desde luego participo de los mismos insultos dirigidos a mis compañeros. No estoy de acuerdo con la proposición del compañero Acosta, por una razón muy sencilla: por la procacidad y por la manera soez con que nos injuriaron personas interesadas y movidas por motivos muy personales.

Además, sabemos lo que significa un Bloque. Este es justamente para tratar en él nuestros asuntos con entera libertad, que después llevamos a la Representación Nacional. Si diéramos acceso a las galerías, no veríamos nuevamente expuestos a tener que mandarlas desalojar, lo cual sería penoso. Esto por lo que respecta a la discusión de la Ley del Estatuto Jurídico.

Por otra parte, el mismo Reglamento de la Cámara nos obliga a que, cuando llegue la discusión formal, la legal, se permita a todo el mundo venir a escuchar nuestras discusiones; pero en Bloque

no, dados los antecedentes que existen, pues no tenemos solamente este último, sino muchos otros en los cuales los interesados en una ley o en otra nos vienen a insultar, sin que tengamos manera de desquitarnos. Recuerden el caso del señor Manrique. ¿A qué nos expuso? De esta modo, si se nos siguiera insultando desde las galerías, un día tendríamos que salir a tiros con el público, y después se diría que la Representación Nacional asesinó a indefensos trabajadores.

De manera que nuestras sesiones de Bloque, que son precisamente para externar en ella nuestras ideas con toda libertad, debemos efectuarlas dentro de los términos que previenen los Estatutos, pues en todas las organizaciones se acostumbra que los asuntos se traten primero previamente, nada más entre sus miembros, y no con la presencia de personas más o menos interesadas. Por este motivo me opongo a la proposición del compañero Acosta, que es muy bonita, pero ya conocemos los resultados que nuestra liberalidad nos ha producido. La experiencia ha sido cruel, compañeros.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Ochoa Rentería.

El C. Ochoa Rentería Salvador: Compañeros diputados: Con motivo del incidente bochornoso en que los trabajadores del Estado vinieron a dar un espectáculo que yo condené y que tuve la atingencia de poder comprobar qué antecedentes tenía este incidente, y una vez que estuve en la Federación de los Trabajadores del Estado que controla ciento veinticinco mil trabajadores, me di cuenta de que había sido un saboteo de parte de las organizaciones escisionistas que controlan un contingente de burócratas que se ha organizado a última hora, alrededor de una ley que los viene a amparar. Yo condené e hice la aclaración pertinente, después de que todos los compañeros me señalaban como el culpable de ese incidente, de que los trabajadores del Estado, ni como medida política, serían capaces de venir a echarse encima a todos los legisladores, porque, como antes he dicho, ni como medida política sería pertinente ni práctico para ellos. Y ahora que el compañero Acosta ha hecho una proposición en el sentido de que nosotros no debemos coartar la libertad de que las galerías sean ocupadas por trabajadores del Estado, yo vengo en estos momentos a apoyar la proposición del General Acosta y creo que es muy justa desde el momento en que el senado de la Representación Parlamentaria no debe coartarse la libertad de que vengan a escucharnos lo que estamos diciendo aquí dentro.

Estoy en contra del General Jasso que viene aquí a proponer que nosotros no deberíamos permitir la entrada a los trabajadores del Estado. Yo creo que el General Jasso está equivocado. Yo creo que nosotros debemos aquí permitir la entrada a todo el pueblo que quiera venir a escucharnos, ya sea en sesiones de Bloque o ya sea en sesiones de Cámara; y sigo sosteniendo la tesis que presentaba hace unos días aquí el compañero Arellano Belloc en el sentido de que cuando se discutiera una ley no debía perderse la historia del debate; y en este caso, si nosotros vamos a discutir una ley revolucionaria, como el Estatuto Jurídico de los servidores del Estado, debemos discutirla en Cámara, por que nosotros sabemos perfectamente bien que se va a sentar una tesis histórica, pues ningún país del mundo tiene una ley tan revolucionaria como el Estatuto Jurídico de los Servidores del Estado.

Nos hemos preocupado de entender y comprender todas las leyes que en la materia se han expedido en el mundo entero, resultando que la ley del Servicio Civil más avanzada, en Francia, no puede llegarle ni a lo talones a la que vamos a aprobar aquí. Así es que es una tesis nacional la que vamos a sentar, y no hay derecho para que se coarte la libertad a los trabajadores del Estado que quieran venir a presenciar las discusiones.

Quiero, camaradas, ratificar una vez más la opinión que tengo de que los servidores públicos nos estuvieron insultando y fui el primero en condenar esa actitud; pero no deseo que en la conciencia de ustedes exista la suspicacia de que son los burócratas todos, mejor dicho, los trabajadores de la Secretaría de Comunicaciones los que vinieron a insultarnos. En esta Secretaría el Sindicato está compuesto por cincuenta y cinco mil trabajadores, y de éstos, cincuenta mil son trabajadores que están gastando su vida construyendo carreteras en toda la República; y cinco mil son burócratas. Por tanto, no debemos hacer aquí la condenación de todos los trabajadores, manuales, que burócratas; y si muchos de los burócratas son reaccionarios, no hay derecho para condenar a aquellos trabajadores que no tiene por qué ser reaccionarios, porque por su misma condición de clase se colocan en una situación en que tienen que ser revolucionarios.

Así es que ruego a ustedes que apoyen la proposición del General Acosta, permitiendo a los trabajadores que vengan aquí a escuchar las discusiones del Estatuto, y borrando de su conciencia el prejuicio de que estoy sosteniendo a un grupo de trabajadores para que vengan a insultarnos, porque fui el primero en condenar, como miembro del Poder Legislativo, la actitud insolente de quienes vinieron a atacarnos. Insisto, camaradas, en que dejemos entrar aquí a los trabajadores del Estado, quiero que aquí se discuta esa Ley y que todo el mundo la escuche.

El C. Ojeda Nabor: El compañero Ochoa Rentería dice que no es la Federación la que vino a insultar aquí, y la Federación hizo declaraciones en los periódicos diciendo que sí es. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Menéndez Reyes.

El C. Menéndez Reyes Miguel Ángel: Es un clamor, compañeros, este que acaba de producir la aclaración del compañero Nabor Ojeda, que no debe asustarnos. La Federación de Trabajadores al Servicio del Estado reconoce públicamente la responsabilidad en que incurrió cuando se hizo el escándalo en el recinto del Congreso; pero si nosotros somos revolucionarios, si sentimos la Revolución ¿cómo es posible que nos atemorice, que nos llene de miedo, el hecho de que trabajadores a quienes nunca se había permitido el derecho de agruparse, protesten? (Voces: ¡No es miedo; es respeto al Bloque!) Entonces sientan.... (Voces: ¡No , no!) Es justo entonces hacer que sus sanciones, que las emociones y que las esperanzas que ese proyecto de ley les hace abrigar se manifiesten ante nosotros,

para que ellas nos sirvan a manera de puntos de relación, y para que ellos, con las esperanzas manifestadas en viva voz, nos den orientaciones, para que nosotros juiciosamente, con la gravedad que corresponde a los legisladores, seamos capaces de recoger y dictar una ley adecuada para el país y para los intereses de los trabajadores.

Yo vengo, como se habrá notado, a apoyar la iniciativa del General Acosta. Me parece leal con la Revolución; me parece justo que a los trabajadores a quienes interesa la expedición del Estatuto escuchen nuestros razonamientos, no para colocarnos en un plan demagógico, porque como no tenemos miedo, diremos lo mismo en presencia que en ausencia de ellos. No creo que ninguno de nosotros es capaz de callar sus pensamientos por el hecho de que las tribunas estén pletóricas de individuos interesados en la expedición del Estatuto. ¡No! Nosotros diremos nuestra verdad frente a cualquiera que sea. Y esto es así, ¿qué mas da que la XXXVII Legislatura dé una señal más de su revolucionarismo, permitiendo la entrada a los que ayer la injuriaron? (Siseos.)

El hecho de que nos hayan injuriado nada debe significar para nosotros; si acaso, es la desviación del entusiasmo popular, que ve, en nuestra posible actitud, la liberación de una clase que hasta hoy no ha tenido justicia, aunque sí la merece. No es posición demagógica la mía: es sencillamente colocarnos en una posición de libre crítica, frente a nuestro pueblo. Aquí tenemos a los representantes de la prensa, que son el conducto por el cual nuestras palabras - y digo, entre paréntesis, más o menos alteradas - llegan a conocimiento del público; y si esto es así, si los compañeros periodistas llevan nuestras palabras a nuestros electores, ¡cuánto mejor que el pueblo mismo, directamente, se entere de nuestro pensamiento!

Quiero recordarles, compañeros, colocándome en un cierto plan que hará sonreír maliciosamente a algunos de los aquí congregados - y lo digo por tí, Santos Alonso - , quiero recordarles el tema de la música inmortal del Tannhauser... (Risas)... ¡Esto sí va a hacer reír! ¡ya lo sabía yo! Lo anuncié antes. Pero quiero que entre todas las burlas, entre todas las injurias, entre todas las palabras altisonantes, se alce siempre la voz serena y reflexiva de los componentes de la XXXVII Legislatura. Es necesario, compañeros, que demos prenda de seguridad.

El C. Santos Alonso: ¿Cuál burla he hecho? ¿Cual palabra altisonante he dicho?

El C. Menéndez Reyes: En esto no me he referido a usted, sino al Congreso.

El C. Santos Alonso: Dijiste que te refería a mí. Ya sabes que soy tan hombre como tú. Y cuando injurian al Congreso, me injurian personalmente a mí.

El C. Menéndez Reyes: ¡Bueno! Yo podría contestar esto personalmente, pero no es el caso. Yo decía que el hecho de que nos lancen, desde las galerías palabras altisonantes, frases de desdén e injurias, no deben servir de pretexto para que evitemos que los trabajadores del Estado conozcan directamente nuestro pensamiento. Creo que estuvo muy bien que la Presidencia del Bloque hiciera respetar la libre emisión de las ideas de los representantes populares durante la sesión en al cual fueron interrumpidos, según crónica que de ello tengo, por los concurrentes; pero transcurrido ese instante de exaltación y con la lección dura puesta en marcha por el Presidente del Bloque, yo creo que se debe permitir a los trabajadores del Estado, apoyando la Iniciativa del General Acosta, para que escuchen directamente nuestro pensamiento.

Insisto: no creo que aquí haya ningún miedo; lo mismo diremos en ausencia que en presencia de ellos. Vamos entonces a tener el valor de legislar lealmente en presencia de los interesados. (Aplausos, silbidos, voces de protesta.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero León García para una aclaración.

El C. García León: Camaradas: He solicitado la palabra para una aclaración al margen de la discusión que al llegar a esta sesión he presenciado; más que en una aclaración, es una moción de orden.

Yo quisiera que antes de ponerse a discusión, antes de consultarse si se toma en consideración la iniciativa del compañero Acosta, se pregunta a la Asamblea, porque este sería el trámite correcto y el camino recto, si desautoriza a la Directiva del Bloque en su acuerdo tomado anteriormente. (Voces: !No, no!) La Directiva del Bloque, que tengo el honor de presidir, consideró como una elemental medida de dignidad y de decoro del Bloque Revolucionario de la XXXVII Legislatura prohibir categórica y terminantemente a la gente que han venido a insultarnos, el acceso a una sesión privada de un Bloque, que es un organismo cerrado, que es un organismo privado que no tiene nada que ver con el público. (Aplausos.)

El C. Menéndez Reyes Miguel Ángel: ¿Me permite una interpelación el compañero?

El C. García León: Con todo el gusto.

El C. Menéndez Reyes Miguel Ángel: Compañero: Quiero que me conteste usted si en los estatutos de nuestro Bloque, que aunque no están aprobados sí tienen precedentes en los Estatutos del Bloque anterior, no está previsto categóricamente que solamente habrá sesiones secretas, sin presencia de público, por consiguiente, cuando se trate de ataques a funcionarios públicos o de asuntos económicos de la Cámara.

El C. García León: Voy a contestar al compañero Menéndez, cuya interpelación atendí con al atención con que atiendo siempre las observaciones de cualquiera persona, porque nunca rehuyo discusiones ni rehuyo polémicas. Voy a contestarle al compañero Menéndez, lamentando que no conozco ni siquiera el reglamento de la organización a que pertenece. (Aplausos.) Rige para el Bloque el Reglamento Interior de la Cámara en todo aquello que no se oponga a sus fines específicos. El Bloque es una organización particular de miembros de la XXXVII Legislatura; por tanto, sus sesiones - y me remito a los antecedentes históricos, a los Diarios de la Cámara, a todos los documentos del Parlamento - , no han sido sesiones públicas, porque el Bloque, repito, es una organización particular de miembros de la Legislatura; no es la Legislatura, propiamente; no es

un órgano oficial; sólo es una agrupación de individuos que norman su conducta por la estricta disciplina de una organización privada que no tiene nada que ver dentro del régimen Interior de la Cámara.

El Bloque se reúne simplemente para cambiar impresiones y adoptar normas de conducta en las sesiones de la Cámara. Con eso me parece que queda contestada la interpelación del compañero Menéndez Reyes.

Por otra parte, quiero manifestar lo siguiente: a mí no me afectan en nada las injurias ni lo denuestos que los pobres irresponsables, instrumentos manejados por la Federación de Trabajadores al Servicio del Estado. (Aplausos.) Yo, personalmente como la mayoría y como la totalidad de los miembros de esta Legislatura, soy hombre capaz de responder, personalmente a cualquiera injuria. (Aplausos.) Digo que no me afectan las injurias que los dirigentes de la Federación de Trabajadores al Servicio del Estado lanzaron contra nosotros y, particularmente, contra mí y Margarito Ramírez. Sé que en el terreno de los hombres, todos podemos contestar. Adopto esta actitud únicamente por el decoro de la Cámara de Diputados. (Aplausos.)

Adopto esta actitud, enérgica y decisiva, en respaldo a la respetabilidad de la más alta representación del pueblo mexicano. Sería inconsecuente que nosotros nos dejáramos coaccionar y presionar, y aun diéramos explicaciones, como le pretendían Ochoa Rentería, Arellano Belloc y el General Estrada, a gentes que vinieron a injuriarnos. En la Cámara, en el Bloque, rigen estrictamente su Reglamento y la disciplina interior, y no tenemos que dar explicaciones a nadie. El Reglamento, y podemos decir con satisfacción que estamos ajustándonos a él y la Ley interior de la Cámara, han sido las únicas normas de nuestra conducta. Yo creo que como Presidente del Bloque he cumplido con mi deber, y exijo que antes de que se ponga a discusión la moción del compañero Acosta, se pregunte a la Asamblea si desautoriza la actitud del Presidente del Bloque, la disposición tomada por la Directiva del Bloque, (Voces: !No, no!) y entonces - y hablo en nombre de la Directiva, de los compañeros Secretarios, del compañero Pérez Alpuche, del compañero Angulo Araico y de los demás miembros de la Directiva del Bloque - , en caso de que se desautorice una actitud nuestra en este caso, presentamos nuestra irrevocable renuncia como Directiva del Bloque, y estamos dispuestos a combatir esas actitudes demagógicas desde cualquier curul de la Cámara. (Aplausos.)

Yo creo que no es justa la conducta de los compañeros diputados que quieren hacer una labor demagógica, creándose personalidad a costa de la XXXVII Legislatura, a costa de todos los compañeros. (Aplausos.) Yo tengo una modesta ejecutoria revolucionaria: he luchado en las trincheras; he luchado con el rifle en la mano; he luchado en el sindicato, cuando tenía chiste, no cuando Lázaro Cárdenas es Presidente de la República, no cuando la C. T. M. Soy un modesto soldado de la lucha agraria, desde la iniciación de la reforma constitucional; soy un hombre que puesto al servicio de mi causa mi vida, y creo que nadie tiene derecho a sospechar de mi integridad como revolucionario, y no creo que individuos emboscados, reaccionarios emboscados en las filas de la Revolución y en los puestos burócratas, tengan derecho a venir a injuriarnos y, fundamentalmente, que tengan derecho a venir a esgrimir un arma que el Presidente Cárdenas ha puesto en sus manos con toda buena fe y con toda sinceridad, para venir a coaccionar a la Representación Nacional. Es necesario hablar claro; detrás de esto no hay más que una labor demagógica y una labor política futurista. (Aplausos y voces: ¡Es la verdad!)

El C. Estrada Enrique: Para una alusión personal.

El C. Presidente: Tiene la palabra.

El C. Estrada Enrique: Mencionó usted mi nombre; no voy a discutir lo que usted ha expresado, estoy de acuerdo en muchos puntos; pero mencionó usted mi nombre diciendo algo que yo desconozco. Le suplicaría que me informara qué fue el asunto que trajo aquí a colación mi nombre.

- El C. García León. Con todo gusto, y antes voy a hacer una aclaración breve. Uso este micrófono a pesar de que mi voz es fuerte y clara, porque se ha dicho que hablé en voz débil, seguramente con objeto de dar la impresión de que soy un cobarde, que no tengo el valor de mis palabras. Voy enseguida a contestar la interpelación del General Estrada. Cuando el desorden de anteayer estaba en toda su magnitud él se acercó a mí, y con la cortesía que le es característica, me dijo que él tenía influencia suficiente sobre los trabajadores de Comunicaciones, que integraban la mayor parte de los asistentes a las tribunas, para hacerlos abandonarlas con una simple indicación de él.

Yo me permití manifestar al General Estrada, que no se trataba de una cuestión personal; que no era un asunto en que la influencia o valimiento de alguien debiera resolver la situación, y que los elementos trabajadores intrigantes, los politicastros o porristas a sueldo que estaban escandalizando en las tribunas, debían salir de la Cámara, no por la influencia personal del General Estrada, de Ochoa Rentería o de Arellano Belloc, sino porque así lo ordenaba la Directiva del Bloque en Cumplimiento estricto del Reglamento. (Aplauso.)

El C. Estrada Enrique: Permítame usted una aclaración. No lo volveré a interrumpir, porque realmente me interesa su discurso; pero probablemente por la exaltación muy justificada que usted tenía, cuando me atendió a medias, usted ha manifestado que he dicho lo que no he dicho. Cuando usted termine de hablar, entonces me permitiré exponer exactamente mis palabras con usted.

El C. León García: ¡Muy bien! Quiero manifestar que para tomar en cuenta la proposición del General Acosta, debe primero cancelarse el acuerdo del Bloque aprobado por unanimidad y con aplausos en la sesión anterior. Quiero hacer una declaración categórica, bajo mi exclusiva y personal responsabilidad: Detrás de todos los incidentes surgidos al calor de la expedición del Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio del Estado, no existe sino una maniobra demagógica, no existe sino una tendencia futurista, político - futurista,

tratando de enemistar a los trabajadores con la Cámara de Diputados, haciendo aparecer que nosotros somos enemigos de la causa de los trabajadores. (Aplausos.)

El C. Ochoa Rentería Salvador: Yo quisiera que usted nos concretará aquí cual es esa intención que usted atribuye a los compañeros que hemos estado trabajando y luchando porque cuanto antes se apruebe el Estatuto Jurídico; cual es el fondo futurista que usted ve en la actuación de nosotros al haber estado trabajando para que cuanto antes se elaborara el dictamen sobre el Estatuto Jurídico. Mi pregunta es clara.

El C. García León: Yo no he hecho ningún cargo al compañero Ochoa Rentería; no he hecho ningún cargo a los compañeros que, como él, se han ocupado con desinterés y con toda buena fe de estudiar y dictaminar el Estatuto Jurídico. Nunca - y pueden examinarse mis palabras a través de las versiones taquigráficas - me he opuesto en ningún sentido a la expedición del Estatuto Jurídico. Es más, y allí está el compañero José Muñoz Cota que puede rectificar mis palabras, que cuando él en una ocasión manifestaba que era necesaria una depuración, porque nos consta a todos que entre el elemento burocrático hay un noventa por ciento de reaccionarios. (Voces: Noventa y nueve por ciento.) Muñoz Cota exigía que hiciera una depuración, y yo expresé desde esta tribuna con toda claridad y con toda energía, que, a mi juicio, debe expedirse el Estatuto sin taxativas. Le consta al compañero Ochoa Rentería que he sido de los hombres que me he empeñado en la expedición del propio Estatuto; pero creo que éste es una cosa, las maniobras demagógicas son otra, y otra cosa distinta es también el futurismo político. ¡No tengo la culpa de que Ochoa Rentería sea ingenuo y no vea a través de las cosas que hay en el fondo de ellas! (Aplausos.)

El C. Ochoa Rentería: Una aclaración.

El C. García León: Cuando termine. No tengo la culpa de que Ochoa Rentería sea ingenuo; lo sé de buena fe, lo sé sincero y honrado, y sé que él lucha desinteresadamente por la expedición del Estatuto, que fue una de las promesas de su campaña política. Yo, sin haber contraído ese compromiso, con mucho de los aquí presentes, he luchado por la expedición del Estatuto; pero sí condeno enérgicamente que haciendo una maniobra política futurista, se venga aquí a tratar de enemistar a la Cámara con el pueblo, haciéndola aparecer como reaccionaria y enemiga de los trabajadores. Esa es la tendencia de los hombres que ocuparon ayer las tribunas. (Aplausos.)

Y es mentira y absolutamente falso - lo declaro categóricamente, y estoy dispuesto a demostrarlo - , que la Federación de Trabajadores al Servicio del Estado sea ajena a esta maniobra, porque sus principios dirigentes, desde ese palco y desde ese otro, estuvieron increpándonos y azuzando a las porras para insultarnos groseramente. Estamos dispuestos a luchar aquí por los derechos de los trabajadores al servicio del Estado; los consideramos con tantos derechos, facultades y prerrogativas, como cualquier trabajador, como cualquier asalariado; pero no somos peleles ni fantoches, ni individuos a quienes se pueda coaccionar con gritos y con injurias. Hemos de cumplir nuestro deber por nuestra propia convicción y nuestra plena conciencia del deber y no porque venga una camarilla de gritones a tratar de presionar nuestra conciencia y obligarnos a votar en determinado sentido.

Esta misma actitud que hoy asumo frente a los trabajadores, a pesar de que mañana me llame reaccionario el periódico ultrarreaccionario "Novedades", estoy dispuesto a adoptarla si alguna vez se presenta aquí una mesnada de gritones inconscientes, exigiéndonos que declaremos Presidente de la República al Arzobispo de México. En iguales condiciones nos colocaríamos ante la inconsciencia insolente de individuos que vengan a tratar de coaccionar nuestras conciencias, y tenemos igual obligación de ceder mañana ante la coacción de una mesnada católica que venga aquí a obligarnos a declarar que el culto oficial de la República Mexicana es el culto católico por la reverencia del Papa. (Aplausos.)

¿Qué es esto, camaradas, la representación del pueblo de México, la representación de los campesinos organizados, la representación de los obreros organizados, la representación del Ejército Nacional, la representación del Sector Popular de la República; es ésta la representación genuina del pueblo de México, o es una Asamblea de individuos serviles que se inclinan al primer grito de una manada de borrachos inconscientes que vienen a mentarnos aquí la madre? (Aplausos.)

Yo declaro categóricamente que he creído cumplir con mi deber lealmente como Presidente del Bloque exigiendo que se respete la integridad, la honorabilidad, el decoro y la dignidad del Bloque, como Presidente del mismo. Si la Asamblea considera - y yo pido que se ponga primero a votación, y en esto estriba mi moción de orden - que debe desautorizarse la actitud de la Directiva, entonces se discutirá la moción del compañero Acosta.

Yo creo, compañeros, que debemos despojarnos de una actitud personalista y demagógica, de una actitud populachera, para atender, primero que nada, a la dignidad de la representación que tenemos. Yo creo, compañeros, que antes que nada, que antes que los intereses personales, está la integridad de la Legislatura de que formamos parte y está la dignidad del Bloque, está nuestra dignidad como representantes. ¿Con qué derecho vamos ha hablar mañana delante del pueblo? ¿Qué informe vamos a rendir a nuestros representados? Yo que creo debemos despojarnos de toda pasión personal, mezquina, sentimentalista inclusive - y en esto me refiero a Ochoa Rentería - sentimentalista inclusive. Debemos pensar que sobre todas esas consideraciones está la alta dignidad de la Representación del pueblo de México que está en nuestras manos y que no debemos dejar que venga a enlodarla una mesnada inconsciente que obedece inspiraciones de política futura - y lo vuelvo a repetir en forma categórica y terminante - de hombres que piensan en un porvenir, porque no tienen la simpatía ni el cariño del Bloque ni de los integrantes de la Cámara, y que quieren, para vindicarse, despechadamente enemistarnos con el pueblo. (Aplausos.)

El C. Menéndez Reyes Miguel Ángel: ¡Moción de orden!

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Diputado Margarito Ramírez.

El C. Ramírez Margarito: Compañeros: Creo que la experiencia es la que debe guiar los actos de los hombres en la vida, y es una amarga experiencia la que nos han dejado los llamados componentes de la Federación de Trabajadores al Servicio del Estado; primero, nos insultaron por la prensa; tres o cuatro veces hicieron manifestaciones ante las puertas de esta Cámara, injuriándonos, y, por último, desde las tribunas de esta Cámara y sin razón también nos han insultado. ¿No les parece a ustedes ya más que suficiente esa experiencia que nos ha dado la actitud de estos hombres, para que sostengamos el acuerdo que se tuvo en la sesión pasada de Bloque, disponiendo que no se les permita la entrada a las tribunas? (Voces: ¡Sí!) Creo que es más que suficiente.

El compañero Ochoa Rentería decía hace un momento que había sido un grupo de disidentes los que habían venido a insultarnos, a fin de echarles lodo a los componentes de la Federación, pues que éstos habían sido ajenos al suceso. Y yo apelo a la caballerosidad del señor General Enrique Estrada para que me diga si no es cierto que él cambió allí algunas frases con líderes de Comunicaciones, para que calmaran sus ánimos los de las galerías. El General Estrada me lo dijo a mí. Eso viene a probar, compañero Ochoa Rentería, que sí había elementos de la Federación aquí. Así es que queda desvirtuado su dicho.

El C. Ochoa Rentería: ¡Permítame una aclaración!

El C. Ramírez Margarito: Usted dijo que no. Tanto usted como el General Acosta dicen que dejemos a los trabajadores venir a oír las discusiones; pero una cosa es que los dejemos venir a oír, y otra cosa es que los dejemos venir a que nos insulten. Si sabemos que no sólo vienen a oír, sino a insultarnos, ¿por qué les vamos a permitir la entrada? (Aplausos). Si algunos de ellos tienen algo que sentir de nosotros, pues andamos en la calle y andamos solos. ¿Estamos a su disposición! Pero que no vengan a interrumpir las labores de la Cámara, que no interrumpan nuestros trabajos que están cimentados en la mejor buena voluntad para servirles. Son dos casos diferentes oír e insultar. Se nos dijo lo indecible; lo más suave que se nos dijo es que éramos reaccionarios, cuando sabemos perfectamente que si alguna vez vino alguna Cámara aquí....

El C. Menéndez Reyes Miguel Ángel: ¿Me permite una aclaración el Orador?

El C. Ramírez Margarito: No. (Aplausos.) Para probar que esta Cámara, como pocas quizá, ha estado representada por las masas populares, tenemos al rededor de cuarenta elementos que vienen de las filas militares. Si eso no es ser revolucionario, pues que lo diga Menéndez! (Risas.) Tenemos individuos que viene de las filas de los trabajadores, que vienen de los sindicatos, como el que habla. Si eso no es ser revolucionario, también que lo diga Menéndez! (Risas.) Tenemos genuinos campesinos que también han andado con las armas en la mano. ¿No son revolucionarios tampoco? Nada más Menéndez y los de la Federación de los Trabajadores al Servicio del Estado? (Risas y aplausos.)

Yo, compañeros, le suplico que no retrocedamos en el acuerdo que ya tomamos, porque sería muestra de debilidad que daríamos. Primero tomamos un acuerdo de no dejarlos entrar; pasó el tiempo y ya les tuvimos miedo dándoles entrada, no nos vayan a matar. ¡No, compañero Menéndez, son cosas de hombre y adelante, señor!

Yo les ruego y les vuelvo a suplicar a mis compañeros que sostengan su acuerdo y sostengan a la Directiva. (Aplausos. Voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Presidente. Señores diputados: como tienen preferencia en las discusiones las alusiones personales, tiene la palabra el General Estrada. (Desorden. Voces: ¡A votar!)

El C. Estrada Enrique: Voy a ser breve.

El C. Ocampo J. Jesús: ¡Moción de orden! Que se consulte a la Asamblea si se aprueba la proposición del compañero León García.

El C. Presidente: Después de escuchar al General Estrada, haré la pregunta a la Asamblea.

El C. Estrada Enrique: Quiero un momento de atención. Tengo que hacer uso de la tribuna para una aclaración personal, aunque considero que esta tribuna sólo debe ser usada para la discusión de asuntos de interés general. Quiero, también, a pesar de que voy a rectificar de una manera categórica al compañero León García, que esta rectificación no influya en el ánimo de ustedes, ante los conceptos por él expresados, porque también categóricamente les manifiesto que siempre simpatizo con aquellos que saben sostener con hombría sus convicciones, sean cuales fueren; pero tampoco puedo permitir, por muy buena intención que en mí haya causado lo dicho por León García, que diga algo que es inexacto, para reforzar una peroración que no necesitaba, por su fuerza, de una base falsa, al menos en un incidente.

El incidente a que se refirió el compañero León García, acaeció de la siguiente manera, y me explico lo que haya falseado ante sí mismo, porque era natural su excitación en esos momentos. Cuando la actitud majadera de las galerías llegó a su máximo, conversé un momento con los directores de los sindicatos de la Secretaría de Comunicaciones, y casi sin dejarme que diera ningunas razones me dijeron: "Desaprobamos terminantemente esto, y la mejor prueba de nuestra desaprobación es, ya que no hay otra manera de hacerlo, hacer que los compañeros de Comunicaciones abandonen las galerías, no como una satisfacción al Bloque de un pecado que no tiene, sino como una desaprobación de la actitud de la masa restante que se encuentra ocupando las mismas galerías". Y me suplicaron que le dijera al compañero León García, como una muestra de respeto al Presidente de nuestro Bloque, que lamentaba el incidente y lo desaprobaban, y que nos dieran dos minutos para que los Compañero de Comunicaciones desalojaran las galerías.

Queda aclarado el incidente en que el crédito corresponde completamente a la actitud de los compañeros de Comunicaciones, y suplico al compañero León García, porque no lo necesitaba para la fuerza de su peroración, que convenga en que yo no le dije que tenía influencia con nadie; nunca he

pretendido de influencia con nadie, ni siquiera con usted, compañero.

Gracias.

El C. Presidente: La Presidencia se permite recordar a la Asamblea que hay un acuerdo de Bloque tomado en sesión anterior, y se permite preguntar si se sostiene o se va a derogar. Los que estén de acuerdo en que se sostenga el acuerdo, que se sirvan levantar la mano. Se sostiene el acuerdo de la mayoría del Bloque.

Se pasa a otro asunto.

El C. Secretario Pérez Alpuche: Se van a leer los siguientes mensajes:

(Leyó telegramas de Tamaulipas relacionados con la muerte del Senador Idar.)

El C. Cantú Estrada: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Cantú Estrada: Compañeros diputados: Seguramente que ustedes se enteraron por la prensa periódica de días pasados, de los ataques injustificados que se formularon en contra del Gobierno de mi Estado en el Senado de la República, y para evitar interpretaciones torcidas y bajo mi exclusiva responsabilidad, he formulado por escrito un discurso que contiene nuestra posición en relación con esos ataques de que fue víctima el Gobierno del Estado de Tamaulipas y también el Licenciado Emilio Portes Gil.

"H. Asamblea:

"Un suceso lamentable pero común en nuestro medio social, en el que todavía hay personas de representación y responsabilidad que no tiene la fuerza de voluntad y la reciedumbre moral necesarias para apartarse de la tentación de las cantinas, ha servido de pretexto para pretender involucrar en un artificioso enredo de antecedentes y consecuencias a la personalidad de un ex-Presidente de México y, también, al Gobierno de Tamaulipas.

"Ese suceso triste por la realidad del medio y forma en que ocurrió, el calor de aguardientes, humo de cigarros y choque de fichas de dominó, es el del asesinato del señor Senador Idar, que no tuvo más importancia, aparte de la muerte de un Senador de la República, que la de cualquiera de las reyertas que a diario ocurren en semejantes sitios de vicios, como todas las cantinas, esas tabernas nuestras de alta o baja categoría, donde el hombre pierde su conciencia humana por el solo ambiente y donde el alcohol rápidamente lo convierte en bestia. No nos asustemos de las palabras; alrededor de una mesa de cantina o de codos en las barras de sus mostradores ya no somos nosotros mismos; somos otros, unas pobres bestias cada vez más ávidas de alcohol para confundir y anular los últimos destellos de ideas y pensamientos humanos que en vano luchan entre las células cerebrales contra el veneno de los licores.

¡Qué atraso social comprobamos cuando aún las cantinas reunen a los hombres de México para emborracharse bestialmente!

No hemos podido infligir una derrota decisiva a las cantinas. A pesar de sostenidas campañas subsisten y la ocasión que significan para el olvido de la dignidad, se presenta en cada esquina de la ciudad, con tal fuerza de atracción que, en una de ellas, prestigiados senadores se pasaron toda una tarde acomodando el cuatro o el seis doble del dominó y escanciando copa tras copa.

La tragedia ocurrida al final no fue sino el resultado simple del medio y las circunstancias. Esto fue reconocido por el propio Senado de la República después de investigar los aspectos del sangriento hecho, a raíz de haber ocurrido, quedando limitado a sus precisas y verdaderas proporciones. Sin embargo, pasado el tiempo y por deficiencia del servicio de policía que no ha podido encontrar y detener al presunto culpable, se pretende de este lamentable suceso tomar base para atacar una personalidad mexicana del más alto relieve por su reciente pasado político, y para procurar desprestigio el Gobierno de Tamaulipas.

"La personalidad a que nos referimos es la del señor Licenciado Emilio Portes Gil, quien ostenta una ejecutoria limpia de hombre de acción y de gobierno. El más apasionado y parcial de sus críticos no podrá encontrar en los hechos de su dilatada vida política un solo punto negro o una simple debilidad que pudiera tener contacto más o menos aproximado al crimen en cualquiera de sus formas. Llegado a la Primera Magistratura de la República, su cualidad de hombre civil se señaló con perfiles firmes y vigorosos, imponiendo en el período de su gobierno un absoluto respeto para la vida humana, no obstante que se trataba de una época de resurgimiento de las asonadas militares con su cortejo de violencia. Su deber de gobernante lo llevó a asumir la responsabilidad de la campaña militar contra los sublevados de 1929, y en los campos de batalla necesariamente hubo derramamiento de sangre; pero fuera de la vertida en los momentos de la lucha, ni una gota más se derramó. Ni represalias ni venganzas; ni persecuciones ni atentados de ningún gobierno; nada, en fin, ensombrece el período presidencial de Portes Gil. Es por todo esto que Portes Gil hoy, apartado de la vida política y dedicado al ejercicio de su profesión, de abogados civilista, sea un hombre respetable y respetado; y, no siendo blanco de odios engendrados por actos injustos de hombre público ni estando acechado por la venganza de quienes pudieran sentir agravios por resultados de su continuada actuación política, vive la vida tranquila y pacífica del ciudadano sin buscar jamás forma alguna de protección personal.

"Resulta, pues, inexplicable el absurdo de que se quiera ahora manchar sus prestigios con involucrar su nombre en la muerte del Senador Idar por la coincidencia de que fuera su amigo el señalado como asesino. ¿Qué desdoro puede hacer para Portes Gil que uno de sus amigos, en aciago momento se haya ocasionalmente convertido en homicida? ¿Está alguien seguro de que el amigo más íntimo o el familiar más cercano llegue a cometer un asesinato en un instante de ofuscación u otra circunstancia desgraciada? ¿Está uno mismo seguro de no llegar a extremas violencias en condiciones semejantes como las que determinaron la muerte del Senador Idar?

Y si Porte Gil no negó a su amigo desde el primer momento en que tuvo noticias del suceso, sólo prueba su carácter leal que sabe y reconoce íntegramente el valor de la amistad, ese sentimiento

que representa el más alto sentido de solidaridad humana. Pero del hecho de no negar al amigo a convertirse en encubridor del mismo, media una distancia infranqueable por lo ancha y profunda. Lo uno se opone a lo otro y el absurdo es manifiesto.

"El pasado y el presente de Portes Gil, en la vida pública o privada, es la mayor garantía de que no puede prestarse a encubrir debilidades de sus amigos, menos el crimen de uno de ellos por circunstancial que haya podido ser.

Que hasta ahora el inculpado por la muerte del Senador Idar no ha sido hallado por la policía, nada tiene que ver con el ex-Presidente Portes Gil.

Este ciudadano desprovisto en la actualidad de todo poder, de toda influencia, de toda fuerza que no se su valer de profesionista, de hombre honrado y de cortés caballero, no puede olvidar ni por un instante lo que se debe a sí mismo y lo que debe a la sociedad en que vive para rodar hasta la sima de la bajeza donde los instintos primarios se traducen, cuando menos, en encubridores de crímenes. No. Portes Gil está y estará siempre sobre toda sospecha semejante; y es justo y es necesario, para el prestigio nacional, afirmarlo aquí en esta tribuna, porque no sólo se trata de un buen ciudadano de la República, sino de un ex-Primer Magistrado de la misma. Quien osare enlodar la personalidad del ex-Presidente Portes Gil, en tribuna como ésta de carácter nacional y con pretexto tan fútil como el mencionado, no hará sino enlodarse a sí mismo, pues en esta época de renacimiento de los valores cívicos y de sereno juicio crítico para toda clase de hechos, resulta estéril, torpe e insensato pretender macular un buen nombre adquirido por una sostenida ejecutoria de muchos años, que pertenece ya a la historia y que ésta la ha juzgado ya favorablemente.

"Y si está enteramente justificada todo lo dicho y que se refiere a un ciudadano, ¿qué no decir del gobierno constitucional de uno de los Estados de la República?

"El gobierno de Tamaulipas, a cuyo frente está el Ingeniero Marte R. Goméz, sin duda alguna que se destaca en la primera línea de los actuales buenos gobiernos de los Estados. Otros regímenes anteriores llevaban a Tamaulipas por pendiente abajo en los órdenes materiales y morales, quebrantando la unión social del pueblo tamaulipeco; pero apartir de febrero del pasado año, en que asume el poder gubernamental el Ingeniero Gómez, empieza a ocurrir lo contrario y no bien ha cumplido un año su gobierno. Tamaulipas sorprende ya por los progresos alcanzados en tan corto tiempo.

"Los tamaulipecos que procuramos el triunfo electoral del Ingeniero Gómez teníamos plena confianza en que su gobierno sería bueno. Las dotes administrativas del Ingeniero Gómez y sus cualidades de político honesto estaban probadas en los altos puestos de responsabilidad que había antes desempeñado; su vasta ilustración y amplia cultura adquiriendo proporciones mayores en el extranjero, donde por mucho tiempo representó a México con dignidad y decoro. Todo en el Ingeniero Gómez era garantía de éxitos plausibles y las realizaciones de su gobierno vienen ratificando nuestras esperanzas y confirmando nuestra confianza.

"Además, el Ingeniero Gómez no es un gobernante que se deba a una camarilla o a un clan; todo lo contrario, se debe a todo el pueblo tamaulipeco. De ahí que en la actual administración pública de mi Estado, ocupen puestos de responsabilidad los mejores tamaulipecos, sin importar que algunos de ellos tuvieron la debilidad de servir a regímenes impopulares y de marcado antagonismo con el presente. Y si esto parece a los politicastros de todas partes como inconsecuente, porque sólo alientan en los círculos cerrados de las camarillas, en Tamaulipas ha producido la unión de los distintos grupos sociales, la desaparición de las mutuas desconfianzas y el florecimiento de la cooperación social, de manera que ya en la actualidad es una hecho la unión firme de la familia tamaulipeca y su identificación en un mismo ideal de progreso político y económico del Estado.

"Es indudable que para llegar a estos resultados sean allí donde se gobierna con la ley, donde las garantías ciudadanas sean celosamente mantenidas y donde todas las clases sociales se sientan con las debidas seguridades de respeto a todos sus derechos; así pues, dentro de ese medio, no puede darse el caso de que un fugitivo cualquiera de la justicia encuentre seguro abrigo y deliberada protección.

"Resulta imposible de explicarnos, por lo dicho, suponer que un gobierno honesto y siempre respetuoso de la ley pueda, en cierto momento, desatender el cuidado de sus prestigios y olvidar su honestidad y cegar a la luz de la justicia, para encubrir un presunto delincuente, reclamado por otras autoridades, y ello por el solo concepto de ser hijo del Estado; quienes tratan de hacer factible tal hecho y se atrevan a señalarlo como cierto, son infantilmente insensatos, ya que repugna solamente pensar que pudieran ser malvados.

"El gobierno de Tamaulipas es, actualmente, un gobierno de acción diáfana y estrictamente condicionada por las leyes vigentes, que procura acrecentar su decoro y no menguarlo. Seguramente que no es allí, dentro de la jurisdicción de ese régimen, donde el homicida del Senador Idar iría a buscar abrigo y protección; debe haberlo reconocido así porque no se ha presentado, después del delito que se le imputa, por ninguna parte del Estado, ni mucho menos a la luz del día, en la capital, y haciendo público alarde de impunidad.

"Justo es el deseo de la sociedad mexicana de que se aprehenda y se castigue al autor de la muerte del señor Idar; muy justo también que el Senador clame porque el asesinato de un de sus miembros no llegue a quedar impune.

Nosotros nos unimos a ese deseo y a ese clamor; pero no es posible satisfacer ni uno ni otro, inventado consejas ni prohijando calumnias a gobierno y a persona que por ningún motivo ni causa tienen por qué mencionarse en relación con ese sangriento suceso. Este cae en la jurisdicción de los simples hechos policíacos y es a la policía a la que debemos exigir que aprehenda al homicida, descubriendo su refugio, y lo presente ante el juez que deberá juzgarlo. Pero no porque la policía se muestre tan notoriamente incapaz, cuando menos en este caso, de esa incapacidad se quiera alguien aprovechar para herir la reputación de uno de nuestros más altos valores

personales, de carácter nacional, y para intentar menoscabar el prestigio de uno de los gobiernos de los Estados que va a la vanguardia del cumplimiento de sus deberes.

"Por lo dicho anteriormente ante esta Representación Nacional, como mexicano y como diputado por Tamaulipas espero que la verdad quede establecida y la Nación tenga el convencimiento de que ni un ex-Presidente de la República, ni un gobierno de Estado, tienen que ver con los antecedentes, circunstancias y consecuencias de una reyerta de cantina, sin trascendencia por su vulgaridad, no obstante que de ella resultó víctima un Senador de la República."

El C. Rincón Juan: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Rincón Juan: Señores diputados: en estos momentos precisos de trascendencia histórica que vive la República y en que el pueblo mexicano procura mantener en alto una franca solidaridad y cordialidad, demostrando así las características distintivas de sus valores éticos y sus sentimientos de patriotismo; cuando a cada momento observamos la labor orientadora y de equilibrio a que tienden las justas y recias decisiones del Primer Mandatario de la Nación; cuando se tiene conciencia, en resumen, de un panorama nacional en que se exaltan las virtudes cívicas, es muy lamentable y penoso tener que referirnos a sujetos que asumen actitudes contrarias, y más lamentable es aún, cuando se trata de elementos que forman parte de Poder Público.

Obedeciendo a un imperativo de dignidad, y en nombre del pueblo que represento, que nunca ha sabido soportar la afrenta, vengo a levantar mi voz ante esta Representación Nacional, mi voz que es de justa protesta y de indignada reprobación contra las calumnias y los cargos infundados lanzados contra personas connotadas de mi Estado y las autoridades del mismo: Tamaulipas.

Todo con motivo de la tragedia ocurrida en una cantina de esta ciudad, y en la que perdió la vida el Senador Federico Idar.

Este hecho trágico a que aludo, no fue más que la resultante de un ambiente morboso creado entre los sujetos que en la tragedia intervinieron; pero determinados senadores interesados, no sé con qué motivo, han querido involucrar alrededor de este hecho, la personalidad indiscutible del Licenciado Portes Gil, sólo porque es amigo del homicida del Senador Idar.

Esta apreciación, que la estimo ingenua, pero profundamente perversa, constituye a la vez un caso curioso y sorprendente; tal parece que el Licenciado Portes Gil debiera tener la obligación de andar cuidando constantemente, durante todo el tiempo y en todos los lugares, la boca y la mano de sus amigos, que se cuentan a millares, para que no delinquieran, y mantenerlos al margen de las responsabilidades que les acarrearen sus actos.

Todavía más: un señor senador se atreve o ha tenido el atrevimiento de afirmar que en Tamaulipas las autoridades de aquella Entidad protegían al reo de homicidio en la persona del Senador Federico Idar y que se le permitía pasear tranquilamente en los centros de vicio de la capital del Estado. Esta afirmación burda y calumniosa ha producido profunda indignación no sólo en las autoridades del Estado sino en el pueblo todo del Estado de Tamaulipas.

Ya se ha pedido a los ciudadanos que han hecho esas afirmaciones que prueben su dicho.

El Gobernador de mi Estado se ha dirigido al señor Presidente de la República protestando contra esos cargos y ofreciendo toda su cooperación para que las autoridades judiciales y militares pasen al territorio de Tamaulipas a aprehender a quien se pretende que se oculta en aquella entidad. Solamente, señores diputados, una pasión innoble puede aconsejar grandes actos de malevolencia. Yo no encuentro un solo detalle en la actitud de estos señores senadores que corresponda a un alto, a un gallardo gesto moral; sólo veo el prurito persistente de afectar prestigios de hombres y de lastimar el sentimiento público de una Entidad.

Esta tendencia, además de ser absolutamente inmoral, es injusta y es antirrevolucionaria, porque la Revolución proclama superación de altos propósitos dentro de la vida del hombre, a fin de conseguir una verdadera armonía en la vida colectiva.

Compañeros diputados: no hay ni ha habido ninguna responsabilidad en la actuación de las autoridades de mi Estado. Por tal motivo, yo pido a ustedes se dé un voto de confianza al Gobernador del Estado de Tamaulipas, señor Ingeniero Marte R. Gómez, por su rectitud en la observancia de las leyes revolucionarias del país y del Estado que gobierna. (Aplausos.)

El C. Presidente: Está a discusión la proposición del compañero Rincón.

No habiendo quien haga uso de la palabra, votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo.

Aprobada. Se otorga el voto de confianza al Gobierno de Tamaulipas, cuyo Poder Ejecutivo es el Ingeniero Marte R. Gómez. (Aplausos.)

¿Algún ciudadano representante desea hacer uso de la palabra para tratar otro asunto? (Voces: ¡No!) Entonces, se levanta la sesión y se cita para mañana a las 16 horas. (A las 19.30.)