Legislatura XXXVII - Año I - Período Ordinario - Fecha 19371209 - Número de Diario 32

(L37A1P1oN032F19371209.xml)Núm. Diario:32

ENCABEZADO

MÉXICO, D. F., JUEVES 9 DE DICIEMBRE DE 1937

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO I.- PERIODO ORDINARIO XXXVII LEGISLATURA TOMO I.- NUMERO 32

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 9 DE DICIEMBRE DE 1937

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- Cartera.

3.- El ciudadano Gobernador del Estado de Jalisco invita a la Cámara a la 7a. Exposición Regional Agrícola Ganadera que tendrá verificativo en la ciudad de Guadalajara, y pide se otorgue un premio a la persona que lo merezca en dicha Exposición. Se designa la Comisión de Administración para que adquiera el trofeo que se solicita.

4.- El Ayuntamiento de Ecatepec Morelos, Estado de México, invita a la Cámara para que designe una comisión que la represente y un orador, en la ceremonia que se efectuará el próximo día 22 en dicha población con motivo del CXXII aniversario del fusilamiento del gran héroe don José María Morelos y Pavón. Se designa la comisión y como orador oficial al ciudadano Diputado Luis Flores G.

5.- Continúa la Cartera.

6.- La 2a. Comisión de Gobernación presenta un dictamen relativo a la iniciativa del Ejecutivo Federal sobre reformas al Código Civil. Trámite: Imprímase, y a discusión en su oportunidad. Se levanta la sesión.

7.- Suplemento.

DEBATE

Presidencia del

C. ENRIQUE ESTRADA

1 ç

(Asistencia de 90 ciudadanos diputados).

El C. Presidente (a las 21.50): se abre la sesión.

- El C. Secretario Ramírez López Adán (leyendo):

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del XXXVII Congreso de la Unión, el día dos de diciembre de mil novecientos treinta y siete.

"Presidencia del C. Enrique Estrada.

"En la ciudad de México, a las dieciocho horas del jueves dos de diciembre de mil novecientos treinta y siete, se abre la sesión con asistencia de ochenta y siete ciudadanos diputados, según consta en la lista que previamente pasó el C. Secretario Rodolfo Delgado.

"La Asamblea aprueba, en votación económica y sin discusión, el acta de la sesión anterior efectuada el día treinta de noviembre último.

"En seguida se da cuenta con los documentos en cartera:

"La Legislatura del Estado de Guanajuato participa la forma en que se encuentra integrada su Mesa Directiva que actuará hasta el 15 de corriente mes.- De enterado.

"El C. Pedro V. Rodríguez Triana comunica que, con fecha primero del actual, se hizo cargo del Gobierno del Estado de Coahuila.- De enterado.

"El C. Senador Gonzalo N. Santos solicita el permiso constitucional necesario para aceptar y usar la condecoración de Gran Cruz de la Orden de la Corona, que le otorgó el Rey de Bélgica.- Recibo, y a la Comisión de Puntos Constitucionales en turno.

"Estado que manifiesta el número de expedientes tramitados por las Comisiones Permanentes de la Cámara de Diputados durante el mes de noviembre que acaba de terminar.- Insértese en el "Diario de los Debates".

"El Comité Ejecutivo General del Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana, hace sugestiones con objeto de que en la Ley del Trabajo figuren disposiciones para que se impida que las empresas mineras y metalúrgicas realicen paros y suspensiones del trabajo sin llenar los requisitos de la Ley y que ocasionan perjuicio a los trabajadores, y que en todo caso de paro o suspensión contrario a la ley, se cancelen las concesiones y se entreguen las mismas a los trabajadores afectados. - Recibo, y a la Comisión de Trabajo en turno.

"El Sindicato Industrial de Carpinteros de Ribera, ayudantes y Calafates del puerto de Veracruz, solicita ayuda de esta Cámara, a fin de que se lleve a efecto el laudo del Tribunal del Trabajo, que obliga a los navieros de cabotaje a firmar un contrato colectivo de trabajo con ese Sindicato.- Recibo, y a la Comisión de Trabajo en turno.

"Dictamen de la Segunda Comisión de

Gobernación que propone se archive el expediente formado con el proyecto del C. Leopoldo Gatica Neri y que prohibía el cruce de apuestas en los juegos permitidos por la ley.- Aprobado en votación económica y sin discusión.

"Dictamen de la Segunda Comisión de Puntos Constitucionales que finaliza con un acuerdo económico por el que se dice a las señoritas Rosa y Josefina Quintana que, habiendo sido promulgado el decreto que les concede la pensión de que gozan hasta el 12 de agosto de 1937, no puede considerarse vigente dicho mandato por ningún período anterior a esa fecha.- Aprobado sin debate.

"Iniciativa que presentan los CC. Diputados Miguel Ángel Menéndez, Héctor Pérez Martínez, José Muñoz Cota y Rodolfo Delgado, que dice:

"Artículo 1o. Se crean los Premios Nacionales de Literatura, Poesía, Música, Artes Plásticas e Investigación Científica.

"Artículo 2o. Los Premios serán de $ 10,000.00 (diez mil pesos) cada uno y se otorgarán anualmente a las mejores obras mexicanas de Literatura (novela, o cuento, o ensayo, o teatro), de Poesía, de Música y de Artes Plásticas inscritas en el Registro de la Propiedad Artística, y a la mejor Investigación Científica.

"Artículo 3o. Para recibir algunos de los premios nacionales especificados en los artículos anteriores se requiere ser mexicano por nacimiento o naturalización, siempre que éste haya sido obtenida por el autor cuando menos un año antes de la publicación de la obra que se premie.

"Artículo 4o. Se adoptará, para valorizar el mérito de cada obra, un criterio amplio, aunque debiendo preferirse aquellas que estén presididas por un mayor sentido de justicia social.

"Artículo 5o. El otorgamiento de estos Premios se hará por conducto de una Comisión Administradora de los Premios Nacionales de Literatura, Poesía, Música y Artes Plásticas que dependerá de la Secretaría de Educación Pública, y cuyo Presidente nato será el Secretario de Educación Pública.

"Por cuanto hace al Premio de la Investigación Científica, será discernido por el Consejo Nacional de la Educación Superior y de la Investigación Científica, o por el Organismo de Estado que lo substituya en caso de que dicho Consejo desaparezca.

"Artículo 6o. La Secretaría de Educación Pública expedirá la Reglamentación del funcionamiento de la Comisión Administradora de los Premios Nacionales que se menciona en el artículo anterior.

"Transitorio:

"Artículo único. Este decreto deroga los de la materia, de fechas 2 de enero de 1929 y de 28 de diciembre de 1933, y comenzará a surtir sus efectos a partir de su publicación en el "Diario Oficial" de la Federación".

"La Asamblea acuerda dispensar los trámites al proyecto anterior, que no da origen a discusión en lo general ni en lo particular. Se reserva para su votación nominal.

"Dictamen de las Comisiones unidas de Tierras Nacionales y 2a. de Puntos Constitucionales que somete a la consideración de la Cámara el siguiente proyecto de decreto:

"Artículo primero. El Gobierno Federal cede al pueblo de Salina Cruz, del Estado de Oaxaca, a título gratuito, para que con ellos se constituya su fundo legal, los terrenos nacionales, urbanos y suburbanos planificados del puerto, con exclusión de los predios y construcciones destinados actualmente para los servicios públicos de la Federación y de los que ella se reserve para los mismos fines.

"Artículo segundo. La cesión a que se refiere el artículo anterior, comprende igualmente las obras de previsión de agua potable, saneamiento y drenaje incorporados en el mencionado inmueble.

"Artículo tercero. El Gobierno Federal rescindirá los actuales contratos de enfiteusis y arrendamiento que se encuentran en la condición legal de ser rescindidos, quedando a opción de los adquirientes de lotes no comprendidos en el caso anterior, el continuar bajo el régimen de los contratos actuales o acogerse a los beneficios de esta Ley.

"Artículo cuarto. La Hacienda Pública Federal renuncia en favor de los actuales enfiteutas y de sus sucesores legales, con las limitaciones que establezca el reglamento, los derechos que ha venido adquiriendo sobre las construcciones erigidas en los lotes que han sido materia de sus respectivos contratos.

"Artículo quinto. Se cancelan los adeudos que con la Hacienda Pública Federal tengan los enfiteutas y arrendatarios cuyos contratos deban rescindirse, por concepto de cánones y rentas insolutos hasta la fecha.

"Artículo sexto. Los terrenos cedidos estarán en lo sucesivo bajo la administración del Ayuntamiento de Salina Cruz de acuerdo con las bases que fije el reglamento que formulará una comisión especial integrada por un representante del Gobierno Federal, uno del referido Ayuntamiento y otro de los enfiteutas y demás organizaciones afectadas, de la localidad.

"Artículo séptimo. El reglamento a que se refiere el artículo anterior deberá adoptar como criterio general la preferencia a favor de los actuales enfiteutas para la adquisición de los lotes que ocupen; establecerá los requisitos de consolidación de la propiedad predial en favor de los mismos enfiteutas y fijará las bases para la adquisición de los terrenos vacantes.

"Dicho reglamento necesitará, para su vigencia y aplicación, la previa aprobación del Gobierno Federal.

"Transitorio.

"Único. Este decreto surtirá sus efectos a partir de su publicación en el "Diario Oficial" de la Federación."

"Se le dispensan los trámites a este proyecto que se reserva para votarlo nominalmente, sin que motive discusión en lo general ni en lo particular.

"Dictamen de la 2a. Comisión de Puntos Constitucionales que consulta un proyecto de decreto por el que se concede permiso a los ciudadanos que se mencionan para que puedan aceptar y usar, sin perder su calidad de ciudadanos mexicanos, la condecoración de la orden "Carlos Manuel de Céspedes", en los grados que a cada uno de ellos tuvo a bien otorgarles el Gobierno de la República de Cuba; General Lázaro Cárdenas, Gran Cruz con Distintivo Especial; General Eduardo Hay,

Licenciado Gonzalo Vázquez Vela, Doctor Francisco Castillo Nájera y Licenciado Alfonso Cravioto, Gran Cruz; Licenciado Ramón Beteta, Profesor Luis Chávez Orozco, Ernesto Hidalgo, Jaime Torres Bodet y Octavio Reyes Spíndola, Gran Oficial; y Licenciado Luis I. Rodríguez, Doctor Gabriel Malda e Ingeniero Félix F. Palavicini, Comendador.

"Sin discusión se reserva para su votación nominal.

"Dictamen de la 2a. Comisión de Puntos Constitucionales que contiene un proyecto de decreto por el que se concede permiso a los CC. Generales Manuel Ávila Camacho, Samuel C. Rojas y J. Salvador Sánchez para que, sin perjuicio de su ciudadanía mexicana, puedan aceptar y usar la Gran Cruz Primera Clase con distintivo Blanco de la Orden del Mérito Militar, que fue otorgada a cada uno de ellos por el Gobierno de la República de Cuba.

"También este proyecto se reserva para su votación nominal sin que se le impugne al ser puesto a discusión.

"Dictamen de la 2a. Comisión de Puntos Constitucionales que termina con un proyecto de decreto por el que a los CC. Octavio Reyes Spíndola y Mayor Luis Ramírez Fontánez se les concede el permiso constitucional necesario para que puedan aceptar y usar la condecoración militar "Por Servicios Distinguidos al Ejército", que el Gobierno de la República de Cuba les confirió.

"Sin que motive debate se reserva el proyecto para ser nominalmente votado.

"Dictamen de la Comisión de Relaciones Exteriores por el que se concede permiso al C. Doctor Francisco A. Albuerne para que, sin perder su calidad de ciudadano mexicano, pueda aceptar y desempeñar el cargo de Vicecónsul Honorario de la República de Panamá en Monterrey, N. L.

"Se pone a discusión, y sin que nadie haga uso de la palabra, se reserva para su votación nominal.

"Dictamen de la 2a. Comisión de Gobernación que somete a la consideración de esta Cámara un proyecto de decreto que textualmente dice:

"Artículo único. Se declaran días de luto nacional el 21 de mayo y el 10 de abril de cada año, como actos de justicia para honrar la memoria de los destacados revolucionarios C. Venustiano Carranza, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, y C. Emiliano Zapata, Jefe de la Revolución del Sur, en las fechas en que fueron asesinados."

"Consultada la Asamblea acuerda se ponga desde luego a discusión este proyecto que no es objetado y se reserva para votarlo nominalmente.

"A continuación se procede a recoger la votación nominal de todos los proyectos que para el efecto se reservaron, los que resultan aprobados por unanimidad de ochenta y ocho votos. Pasan al Senado y al Ejecutivo, según corresponda, para sus efectos constitucionales.

"En seguida hace uso de la palabra el C. Diputado Miguel Ángel Menéndez Reyes e informa a la Asamblea del resultado de las entrevistas que celebró con los CC. Presidente de la República y Secretario de Hacienda y Crédito Público, de acuerdo con la comisión que se le confirió en sesión anterior para solicitar que se siga sacando del Estado de Yucatán la maquinaria destinada al cultivo y beneficio del henequén.

"A las dieciocho horas y treinta y cinco minutos se levanta la sesión".

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"La Legislatura del Estado de Nayarit comunica que el 1o. del actual quedó debidamente instalada, inaugurando su primer período ordinario de sesiones correspondiente al primer año de su ejercicio". -De enterado.

"La Legislatura del Estado de Sinaloa comunica que eligió su Mesa Directiva para actuar durante el presente mes, y da a conocer la forma en que está integrada".- De enterado.

"La Legislatura del Estado de Tlaxcala participa la forma en que se encuentra integrada su Mesa Directiva, electa para actuar durante el presente mes".- De enterado.

"La Legislatura del Estado de Zacatecas informa que, con fecha 1o. del actual, clausuró su primer período ordinario de sesiones, correspondiente al primer año de su ejercicio legal".- De enterado.

"El C. Eduardo R. Mena Córdoba participa que en virtud de la licencia que se le concedió para separarse del Gobierno del Estado de Campeche, con fecha 7 del actual hizo entrega del mismo al C. Licenciado Pedro Tello Andueza, quien a su vez comunica haberlo asumido".- De enterado.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"El Gobernador del Estado de Jalisco invita a esta Cámara a la Séptima Exposición Regional Agrícola Ganadera que tendrá lugar en la ciudad de Guadalajara del 26 del mes en curso al 2 de enero del año próximo, y solicita se otorgue un premio a la persona que lo merezca en estos eventos".- Se designa en comisión a los CC. Teobaldo Pérez y Miguel Moreno; y se turna a la Comisión de Administración para que adquiera el premio a que se refiere esta invitación.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Estados Unidos Mexicanos.- H. Ayuntamiento de Ecatepec Morelos.- Estado de México.

"Presidencia Municipal.

"Ciudadano Presidente del Congreso de la Unión.- México, D. F.

"Debiendo tener verificativo el día 22 del presente mes una ceremonia cívica para rememorar el CXXII luctuoso aniversario de la muerte del Gran Morelos, el H. Ayuntamiento que tengo el honor de presidir suplica a usted el que, si a bien lo tiene, que por su conducto ese H. Congreso de la Unión designe orador que le represente en dicha ceremonia, la cual se verificará a las 11 horas del día de referencia, en el lugar donde este gran Patricio fue sacrificado en aras de la Patria.

"Reitero a usted mi atención muy distinguida.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.

"Ecatepec Morelos, Méx., a 4 de diciembre de 1937.- El Presidente Municipal, Regino Fragoso".- La Presidencia ha tenido a bien designar en comisión a los siguientes CC. Diputados: Leyva Velázquez, Hidalgo Salazar y Flores G., fungiendo este último como orador.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Las Secciones número 48, fracción número 1 de la número 18 y la número 100 del Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros de la República, apoyan la iniciativa del Diputado Adán Velarde, referente a que se reduzca la jornada máxima de los trabajadores mineros sin que disminuyan sus jornales".- Recibo, y a la Comisión de Trabajo que tiene antecedentes.

"La Federación Distrital Agraria y Sindicalista del Norte, establecida en Yurécuaro, Mich., solicita que esta Cámara interponga su influencia ante la Secretaría de Agricultura y Fomento, a fin de que a la Comunidad Agraria de "San Isidro" y a los exmedieros de los Municipios de Yurécuaro, Mich., y Ayo el Chico y Degollado, Jal., se les den en arrendamiento lotes de la zona federal de las márgenes del Río Lerma. Se queja, además, de los procedimientos que en contra de esos trabajadores han seguido las autoridades municipales de Yurécuaro".- Recibo, y transcríbase al Ejecutivo de la Unión.

"La Asociación Nacionalista de los Estados Unidos Mexicanos, solicita se expida una ley de inmigración que favorezca al trabajador mexicano, evitando la desenfrenada entrada al país de elementos extranjeros indeseables que desalojan a los mexicanos de las actividades de la vida nacional".- Recibo, y a la Comisión de Migración.

"La Asociación de Médicas Mexicanas, apoya el proyecto de ley enviado por el Ejecutivo de la Unión por el que se reforma el Código Penal en lo que respecta a delitos contra la salud."- Recibo, y a las Comisiones unidas 2a. de Justicia y de Salubridad, que tienen antecedentes.

"Los Secretarios de Acuerdos de los Juzgados Menores de esta capital, solicitan aumento de sueldos en el Presupuesto del próximo año fiscal.- Recibo, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Estados Unidos Mexicanos.- Cámara de Senadores.- México, D. F.

"Ciudadanos Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presentes.

"Para conocimiento de esa H. Cámara Colegisladora, nos permitimos comunicar a ustedes que en sesión celebrada el día 26 del próximo pasado mes de noviembre, resultó electa para el corriente mes de diciembre, la siguiente planilla:

"Presidente, ciudadano Doctor y Senador Julián Garza Tijerina.

"Vicepresidentes, ciudadanos Licenciado y Senador Nicéforo Guerrero jr. y Senador J. Jesús Marmolejo.

"Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración.

"México, D. F., 1o. de diciembre de 1937.-J. M. Esponda, S. S.- Román Campos Viveros, S. S."- De enterado.

"Estados Unidos Mexicanos.- Cámara de Senadores.- México, D. F.

"Ciudadanos Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presentes.

"Para los efectos constitucionales, nos permitimos remitir a ustedes el expediente número 52 de la Sección Primera con la minuta Proyecto de Decreto, correspondiente, que concede permiso constitucional al ciudadano Doctor Francisco Castillo Nájera, Embajador de México en los Estados Unidos de Norteamérica, para que sin perder su calidad de ciudadano mexicano, pueda aceptar y usar la condecoración Gran Cruz de la Orden Nacional del "Cruzeiro do Sul", que tuvo a bien otorgarle el Gobierno del Brasil.

"Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración.

"México, D. F., 1o. de diciembre de 1937.- Augusto Hernández Olivé, S. S.- Leobardo Reynoso, S. S."- Recibo, y a la Comisión de Puntos Constitucionales en turno.

"Estados Unidos Mexicanos.- Cámara de Senadores.- México, D. F.

"Ciudadanos Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presentes.

"Para los efectos constitucionales, nos permitimos remitir a ustedes el expediente número 51 de

la Sección Primera y la Minuta Proyecto de Decreto correspondiente, que concede permiso al ciudadano Ingeniero Alfonso Márquez Petricioli para que, sin perder su calidad de ciudadano mexicano, pueda aceptar y usar la "Cruz de Mérito" de la Orden del Águila Alemana, Tercer Grado, que tuvo a bien otorgarle el Gobierno Alemán.

"Reiteramos a ustedes nuestra atenta y distinguida consideración.

"México, D. F., a 1o. de diciembre de 1937.- Augusto Hernández Olivé, S. S.- Leobardo Reynoso, S. S."- Recibo, y a la Comisión de Puntos Constitucionales en turno.

- El mismo Secretario (leyendo):

"2a. Comisión de Gobernación.

"Honorable Asamblea:

"A la Comisión que suscribe fue turnado el proyecto de ley que fue servido de enviar el C. Presidente de la República para reformar el Código Civil, modificando los preceptos relativos al reconocimiento de los hijos naturales; y en cumplimiento de las atribuciones que le competen, tiene el honor de presentar a la consideración de esta H. Asamblea el presente dictamen:

"Digna de encomio es la tendencia revolucionaria que inspira la reforma que se propone, en el sentido de hacer más humanas y más altamente morales, las normas preceptivas del Código Civil vigente, en lo que se refiere al reconocimiento de los hijos nacidos fuera del matrimonio; y esto sólo es bastante para que se estime que la H. Cámara de Diputados debe darle todo su apoyo y su legal aprobación; si bien, inspirándose en la misma tendencia y por virtud de las consideraciones que en seguida se exponen, la Comisión que suscribe, se permite sugerir algunas modificaciones y ampliaciones al proyecto original.

"1o. Para proponer las ampliaciones a que se alude, la Comisión ha tenido presente lo dispuesto por el artículo 23 de la Ley General de Población, que dice: "La Secretaría de Gobernación promoverá las disposiciones necesarias para que los hijos naturales no reconocidos legalmente gocen sin embargo, del derecho de alimentos." Y aunque es cierto que en la iniciativa del C. Presidente de la República, no se alude a la expedición de algún mandamiento en el orden de la indicada ley, la Comisión considera que es justamente la oportunidad, cuando se promueven reformas en beneficio de los hijos naturales, para satisfacer un postulado bienhechor contenido en una ley recientemente expedida por el Ejecutivo de la Unión, en uso de facultades expresamente concedidas.

"La Comisión cree que es el caso de dictar disposiciones que, confirmando la posesión de estado de hijo natural a que expresamente se refieren los artículos 378, 382 fracción II, 384 y demás relativos del Código Civil; y siguiéndose el sistema establecido para los hijos legítimos (que en el relacionado Código generalmente se denomina como hijos nacidos de matrimonio) en los artículos 341, 342 y 343, pueda llegarse a determinar, de momento, la ratificación de la obligación de dar alimentos a que se refiere el artículo 303 del mismo Código, y, más tarde, a aceptar la posesión de estado de hijo natural, como título bastante, para suceder en caso de intestado o de percepción de pensiones o indemnizaciones por accidentes de trabajo.

"Grande importancia reviste, a juicio de la Comisión, el punto que se viene tratando, ya que la inmensa mayoría de los trabajadores de la ciudad y del campo, se encuentra sustraída a ciertas exigencias del Registro Civil y es raro que hagan reconocimiento expreso de los hijos naturales, condición que también en su mayoría guardan los frutos de las uniones de las clases laborantes.

"Y es que, en el régimen individualista que con anterioridad a nuestro movimiento revolucionario venía prevaleciendo en el país, la inscripción en el Registro Civil sólo se utilizaba para dilucidar derechos patrimoniales; y las clases desposeídas, sin derechos patrimoniales que deducir, no encontraban utilidad en una institución que les era extraña a su existir habitual.

"Razones históricas que solamente apuntamos, porque no es necesario profundizarlas para administrarlas como evidentes, determinaron también el alejamiento de las grandes masas de las oficinas del Registro Civil. Constituido éste por la grande visión y la entereza de los hombres de la Reforma para proclamar el exclusivo predominio del Estado sobre los actos de la vida civil, aparecía como un competidor de la función que por largos años venía usufructuando la Iglesia; en la mente de las clases fanáticas que constituían mayoría, parecía que con la expedición de las leyes respectivas se pretendía privar a la Iglesia de la administración del sacramento del bautismo, del sacramento del matrimonio, del sacramento de la extremaunción. Y quizá hasta por el propio sentir de los hombres de la Reforma, estuvo el propósito de acentuar tal concepto, ya que se llenaron de formulismos y requisitos las inscripciones en el Registro Civil, al grado de que aún hoy día puede decirse que el matrimonio civil es el único contrato solemne y sacramental que admite nuestro derecho, ya que ha de celebrarse precisamente ante determinado funcionario, quien debe pronunciar precisamente, para que tenga validez el acto, la fórmula sacramental de "en nombre de la ley os declaro unidos en legítimo matrimonio", fórmula sin la cual el contrato es inexistente.

"Pero la Revolución con sus preceptos, con sus realizaciones y con sus tendencias, libera a los trabajadores; los hace de hecho y no sólo nominalmente, sujetos de derecho y titulares de acciones jurídicas y económicas; eleva la condición material e intelectual de las masas, y funde en ellas y con ellas la base de una nueva economía nacional; lo que significa que hoy, más que nunca, y antes de que el desarrollo cultural y económico de los trabajadores haga más complejo el problema, deben dictarse las normas legales que adaptándose a las costumbres de aquéllos y sustentándose en la moral revolucionaria, más humana y más justa, haga el afianzamiento y consolidación de los derechos conquistados.

"Sirvan estas reflexiones para fundar las proposiciones que en la materia se permite presentar la Comisión, adicionando el proyecto de ley que se estudia.

"2o. El marcado y justificado ritmo socialista que

distingue tanto a la Revolución Mexicana, como al régimen de ella emanado, obliga a considerar al Registro Civil como una institución de lineamientos diferentes a los que presentaba desde la época de su establecimiento hasta la consolidación de nuestro movimiento. En efecto, por más que en la Constitución Federal de 1857 se aludía a determinados actos del estado civil, el Registro Civil era más una institución de derecho privado que de derecho público; y así, sólo se ponía en movimiento por excitativa privada, y la omisión realizada por un particular se traducía en perjuicio para un extraño: la falta de inscripción de un hijo, imputable al padre o a la madre, dejaba a aquél sin una situación legal definida.

"Dentro de un régimen acentuadamente socialista, el Registro Civil es, y debe ser ante todo, una institución de derecho público, pasando el hombre a colocarse en el más alto plano de los valores sociales, y constituyendo, por lo mismo, la riqueza fundamental del país, los gobiernos no pueden dejar a la voluntad de los particulares la inscripción en los registros oficiales, ni sufrir ni permitir que otros sufran las consecuencias de una omisión debida a la ignorancia o a la malicia.

"Es de innegable interés público conocer la cifra exacta y las modalidades todas del movimiento demográfico; es de la más alta necesidad colectiva, poder precisar en todo momento sobre quién debe recaer la responsabilidad tanto de la subsistencia como de la educación de los hijos; es de interés general hacer la distribución de las obligaciones y la atribución de los derechos, ya se trate de un sistema de intervencionismo del Estado o de economía dirigida; pues en uno como en el otro, los problemas de la subsistencia, de la distribución de la riqueza y de la determinación y asignación de ocupaciones son más de índole pública que de mero interés particular.

"Sobre estas consideraciones, la inscripción en el Registro Civil, tiende, cada vez más, a llegar a ser una inscripción "de oficio"; esto es, debe realizarla el Estado independientemente de la voluntad o el deseo de los particulares, realizándolo por medio de una obligación impuesta tanto a los padres, médicos, comadronas, conserjes o porteros de casas de vecindad, directores de asilos, hospitales, casas de vida comunal, etc., como a los agentes de la autoridad. Porque el Registro Civil deberá ser la base de la estadística demográfica, del cumplimiento de los preceptos relativos a la enseñanza obligatoria, del acatamiento a lo que manda el artículo 31 de la Constitución Federal y más tarde, de la atribución de la calidad de ciudadano, la más alta que pueda obtenerse en una nación democrática y libre, sin desatender las disposiciones relativas a la identificación y a la cédula personal.

"Juzga, en consecuencia, la Comisión que suscribe, que debe imponerse a todos los que tengan conocimiento por razón de su oficio o por otras circunstancias concretas, de un nacimiento, la obligación de participarlo al Oficial del Registro Civil, quien, abandonando su papel pasivo de simple formulador de actas, deberá ocurrir a cerciorarse del nacimiento, recabando todos los datos necesarios para que pueda con la mayor exactitud y la más amplia verdad, consignarse lo que sea preciso para identidad del nacido.

"Podrá argüirse que el número de Oficiales del Registro Civil es insuficiente para una labor de esta índole, y que la extensión de la ciudad de México haría casi imposible el cumplimiento de esa obligación; a ello puede responderse que si es un simple escollo el número de funcionarios, bastará con aumentar éstos en la medida que se requiera tomando por base las cifras que arroje la estadística actual; y que desde un punto de vista humano, no es explicable por qué motivo se atribuye, con una especie de culto hacia lo negativo y lo que desaparece, mayor importancia a la muerte de un individuo que al nacimiento de un ser; ya que vemos toda una maquinaria de policía, jueces, cortes penales, Ministerio Público, médico - legistas, etc., concurriendo a dar fe o a certificar, o simplemente a reconocer a un fallecido.

"En tal virtud, la Comisión se ve precisada a apartarse del proyecto que al reformar el artículo 55 del Código Civil quita a los médicos, cirujanos, o matronas, la obligación de dar aviso del nacimiento; así como a los Oficiales del Registro Civil el deber de tomar las medidas legales necesarias.

"3o. Igualmente, y antes de pasar adelante con otras consideraciones, la Comisión estima de su deber exponer que no juzga necesario el agregado que se propone al artículo 43 del referido Código Civil, para que no queden comprendidos en la limitación que señala el mismo artículo los datos requeridos por las leyes y reglamentos de la estadística; esperando que baste para los propósitos del Ejecutivo con poner en plural la última palabra del primer párrafo del precitado artículo que quedaría como sigue:

"Artículo 43. No podrá asentarse en las actas, ni por vía de nota o advertencia, sino lo que deba ser declarado para el acto preciso a que ellas se refieren y lo que esté expresamente prevenido en las leyes."

"Correlativamente, los médicos, los cirujanos, las parteras y las personas que asistan al parto o a prestar auxilios a la mujer en un alumbramiento, así como los conserjes, porteros, etc. a quienes la ley les imponga la obligación de declarar un nacimiento, están en el deber de recabar los mayores datos que puedan allegar al Oficial del Registro Civil para que éste si no hace el registro dentro de los 90 días señalados al padre o a la madre, de oficio levante el acta, dando aviso a la autoridad administrativa para que ésta imponga las sanciones a los padres que no cumplieron con la ley.

"El Ejecutivo en su proyecto, en el artículo 56, propone que se imponga una multa de 5 a 50 pesos cuando se haga la inscripción del nacimiento fuera del término fijado en el artículo 55, pero siempre que no exceda de 5 años. La Comisión se permite proponer modificaciones a tal respecto que son:

"1o. Que la multa sea de 1 a 5 pesos en lugar de a 5 a 50 para los padres que no registren a sus hijos en el término de 90 días.

"2o. Que se suprima el término de 5 años para hacer la inscripción mediante esa multa, y

"3o. Que las demás personas indicadas en el artículo 55 y que no den aviso del nacimiento de un niño sean sancionados con un multa de 5 a 20 pesos

y suspensión de ejercicio de empleo por un mes cada vez que dejen de dar el aviso de referencia.

"En cuanto al primer punto, estima la Comisión que una multa excesiva, aun cuando existan medios pecunarios para cubrirla, origina una dificultad más en perjuicio de las inscripciones de nacimiento, que no se solicitan con tal de no cubrir la cantidad que se impone como sanción; y con mucha más razón, cuando se tiene una reducida capacidad económica. Y como lo que pretende la ley, en primer término, es la inscripción y no la multa, la Comisión persigue a su vez este objeto, reduciendo el monto de la sanción.

"En cuanto al segundo punto, la Comisión propone se suprima, porque siendo la mayoría de los que no registran a sus hijos obreros y campesinos inpreparados en las prácticas del derecho usual, ahora se pretende dar facilidades a éstos para el registro y no obstaculizarlo, como tal sucedería al aceptar la reforma del Ejecutivo, de que si en cinco años no se hace la inscripción, debe seguirse un juicio ante los Tribunales. Pues si con trámites sencillos, como los que existen, no se ha logrado el tal registro de los hijos, menos se conseguirá obligando a los interesados a seguir un juicio, que además de tardado, sería oneroso para ellos, por los trámites diversos y la intervención de letrados en la materia.

"Por lo demás y como un punto considerable en el orden jurídico, la razón que existe para poder reconocer a un hijo sin juicio contradictorio dentro de cinco años, es la misma para reconocerlo después de esa edad, puesto que no varían las circunstancias sociales y de estadística.

"Tengase en cuenta que el nacimiento como hecho biológico se encuentra evidenciado por la existencia misma del sujeto, y su anotación en el Registro Civil no puede ameritar formalidad de ninguna especie, porque ella se ha creado exclusivamente para regular las relaciones de parentesco, cosa completamente distinta del nacimiento en sí.

"En cuanto al tercer punto, cree la Comisión que si no se imponen sanciones fuertes para el cumplimiento de la ley, sus disposiciones serían negatorias.

"La Comisión redacta en otros términos el artículo 62, diferentes de aquellos que propone el Ejecutivo, cuyo texto es: "Artículo 62. Si el hijo fuere incestuoso o adulterino, se asentarán los datos contenidos en el artículo 58." Partiendo del principio de que se prohibe la investigación de la paternidad, máxime cuando se trata de hechos que constituyen por sí mismos delitos, como el incesto o el adulterio, no puede seguirse la práctica señalada en el proyecto respecto a que se asienten los datos del artículo 58, porque tales datos son nada menos que los nombres, domicilios y nacionalidad de los padres y abuelos; y si bien es cierto que en el mismo artículo 58 se establece la salvedad por la cual no se asentarán forzosamente los nombres de los padres de un hijo incestuoso o adulterino, para abundante claridad, los suscritos opinan que debe suprimirse la prevención de asentarse los nombres de los progenitores.

"4o. En cuanto al reconocimiento, puede hacerse en la propia acta en que se consigne la declaración de nacimiento o en acta por separado, o ante notario o funcionario judicial. Este acto atribuirá al reconocimiento todos los derechos que el Código Civil les reconoce, inclusive el de concurrir con los hijos legítimos o con el cónyuge supérstite, a la sucesión.

"5o. La Comisión, por otra parte, se permite proponer una adición que es una novedad en nuestra legislación: ya que se admite el reconocimiento de padres respecto a los hijos, y de tal reconocimiento se derivan derechos y obligaciones recíprocos, también debe admitirse el reconocimiento del hijo respecto al padre o a la madre, pues es una estimación lógica existe la misma razón para uno y otro caso. Pero como el reconocimiento de hijos a los padres, podría prestarse a abusos que es preciso evitar, tan sólo se propone que estos reconocimientos tengan validez en todo aquello que beneficie al progenitor reconocido.

"En cuanto a los artículos 58, 60, 76, 77 y 78 del proyecto del Ejecutivo, los acepta la Comisión tal como fueron presentados, por creer que corresponden a una necesidad actual.

"El artículo 2o. Transitorio del proyecto del Ejecutivo propone la derogación de los artículos 59 y 64 del Código Civil, pero la Comisión considera que es una grave deficiencia de forma el hecho de alterar el orden progresivo del articulado del Código, ya que se prestaría a confusiones y aún a inconvenientes técnicos y por ello se dictamina en el sentido de separar el texto de algunos artículos con objeto de que los dos se pretenden suprimir queden incluídos en el Código aun cuando correspondan a distintas prevenciones.

"Al formularse el proyecto del Ejecutivo se sufrió un error en cuanto a la forma, proponiendo la modificación del artículo 375 cuando su texto corresponde al 376; en consecuencia, siguiendo la tesis marcada en los considerandos del proyecto, se acepta la reforma propuesta al artículo 375 así como la que se refiere al 376.

"La nueva redacción del artículo 387 explica por si misma las razones que la Comisión tenía en cuenta para proponer su modificación.

"Atenta la amplitud con que la Comisión ha expuesto su sentir en relación con el importante proyecto de ley que se examina, no parece pertinente hacer mayores consideraciones y con todo acatamiento y respecto a la soberanía de la H. Cámara de Diputados, somete a su resolución modificando y ampliando el proyecto de ley, en los siguientes términos:

"Proyecto de Ley que reforma el Código Civil:

"Artículo único. Se reforma y adiciona el Código Civil del Distrito y Territorios Federales, en los siguientes términos:

"Título Cuarto.

"Del Registro Civil.

"Capítulo I.

"Disposiciones Generales.

"Artículo 43. No podrá asentarse en las actas, ni por vía de nota o advertencia, sino lo que deba ser declarado para el acto preciso a que ellas se refieran y lo que esté expresamente prevenido en las leyes.

"Capítulo II.

"De las actas de nacimiento.

"Artículo 55. Tienen obligación de declarar el

nacimiento, el padre o la madre dentro de un término de noventa días de ocurrido aquél.

"Artículo 56. Los médicos, cirujanos, parteras, enfermeras, conserjes o porteros de casas de vecindad, directores de asilos, hospitales, casas de vida comunal, agentes de la autoridad y encargados de la casa donde haya tenido lugar el nacimiento, están obligados a dar aviso de tal hecho al Oficial del Registro Civil, dentro de los tres días siguientes de acaecido éste.

"Recibido el aviso, el Oficial del Registro Civil tomará las medidas legales que sean necesarias, a fin de que se levante el acta de nacimiento, conforme a las disposiciones relativas; pero si al concluirse el término de noventa días, que fija el artículo anterior, no se ha hecho la inscripción, el Oficial del Registro Civil la hará mediante los requisitos que señala este Código; pero si no se levanta el acta en el término antes fijado, será suspendido en su empleo sin poder ocupar otro por el término de cinco años.

"Artículo 57. El padre o la madre que declaren el nacimiento fuera del término fijado en el artículo 55, serán sancionados con una multa de uno a cinco pesos, que impondrá la autoridad administrativa del lugar donde se haya hecho la declaración extemporánea.

"Las demás personas de que habla el párrafo primero del artículo anterior, serán sancionadas con una multa de cinco a veinte pesos, y suspensión de profesión o empleo por un mes, cada vez que dejen de dar el aviso de nacimiento de referencia.

"Artículo 58. En las poblaciones en que no haya Oficial del Registro, el niño será presentado a la persona que ejerza la autoridad municipal, y ésta dará la constancia respectiva que los interesados llevarán al Oficial del Registro que corresponda, para que asienten el acta.

"Artículo 59. El acta de nacimiento se extenderá con asistencia de dos testigos que pueden ser designados por las partes interesadas. Contendrán los nombres, domicilios y nacionalidad de los padres y abuelos y los de quien haga la presentación, la hora, el día y el lugar del nacimiento, el sexo del presentado, el nombre y apellido que se le ponga y la razón de si es presentado vivo o muerto, sin que por motivo alguno puedan omitirse, salvo los casos a que se refieren los artículos 60, 61 y 63. Al margen del acta se tomará la impresión digital del presentado.

"Si éste se presentara como hijo de padres desconocidos, el Oficial del Registro le pondrá el nombre y apellido, haciendo constar estas circunstancias.

"Artículo 60. Para que se haga constar en el acta de nacimiento el nombre del padre de un hijo nacido fuera de matrimonio, es necesario que aquél lo pida por sí o por un apoderado especial, constituído en la forma establecida en el artículo 44, haciéndose constar en todo caso la petición.

"Artículo 61. La madre no puede dejar de reconocer a su hijo, sino que tiene la obligación de que su nombre figure en el acta de nacimiento. Si al hacerse la presentación no se da el nombre de la madre, se pondrá en el acta que el presentado es hijo de madre desconocida; pero la investigación de la maternidad podrá hacerse ante los Tribunales de acuerdo con las disposiciones relativas de este Código.

"Artículo 62. Si el padre o la madre no pudieren concurrir, ni tuvieren apoderado, pero solicitaren ambos o alguno de ellos, la presencia del Oficial del Registro, éste pasará al lugar en que se halle el interesado, y allí recibirá de él la petición de que se mencione su nombre; todo lo cual se asentará en el acta.

"Artículo 63. Si el hijo fuere incestuoso o adulterino, en el primer caso los progenitores que lo reconozcan tienen derecho a que conste su nombre en el acta, sin expresar que es incestuoso, y en el segundo no podrá asentarse el nombre de la madre, cuando sea casada y viva con su marido, a no ser que éste haya desconocido al hijo y exista sentencia ejecutoriada que declare que no es hijo suyo, no poniéndose en ningún caso en el acta, la calidad de adulterino.

"Artículo 64. Cuando el hijo nazca de una mujer casada que viva con su marido, en ningún caso, ni a petición de persona alguna, podrá el Oficial del Registro asentar como padre a otro que no sea el mismo marido, salvo que éste haya desconocido al hijo y exista sentencia ejecutoria que así lo declare.

"Artículo 76. En las actas de nacimiento de gemelos, se hará constar los requisitos enumerados en el artículo 58, relacionando entre sí una y otra, asentando al efecto la circunstancia de ser gemelos.

"Capítulo III.

"De las actas de reconocimiento de hijos naturales.

"Artículo 77. Si el padre, la madre de un hijo natural o ambos, hicieren la presentación del mismo, el acta de nacimiento contendrá los requisitos establecidos en los artículos anteriores y surtirá los efectos de reconocimiento legal, cualquiera que sea el tiempo en que se hiciere la presentación; pero si se hace fuera del término fijado en el artículo 55, se aplicará la multa a que se refiere el 57 de este Código.

"Artículo 78. Si el hijo presentado fuere mayor de edad, se expresará en el acta su consentimiento para ser reconocido.

"El hijo menor de edad que tuviere bienes propios necesitará el consentimiento de un tutor nombrado al efecto, para ser reconocido; pero si ya lo hubiere sido por el otro progenitor, bastará el consentimiento de éste.

"Título séptimo.

"De la paternidad y filiación.

"Capítulo III.

"De la legitimación.

"Artículo 355. Para que surtan los efectos del artículo anterior, bastará que en el acta de matrimonios se haga la designación expresa de aquéllos, con anotación de las fechas y circunstancias del nacimiento; a menos que hubieren sido registrados o reconocidos con anterioridad, en cuyo caso se harán las anotaciones procedentes al margen de las actas respectivas.

"Capítulo. IV.

"Del reconocimiento de padres e hijos naturales.

"Artículo 360. La filiación de los hijos nacidos fuera del matrimonio, resulta, con relación a la

madre, del solo hecho del nacimiento, pero mediante presentación del hijo al Registro Civil. Respecto del padre, se establece por la simple presentación en los términos del artículo 77 de éste Código, por sentencia que declare la paternidad o por cualquiera de los demás medios a que se refiere el artículo 369.

"Artículo 361. Los padres pueden ser reconocidos por los hijos mediante declaración expresa hecha en documentos públicos, y este reconocimiento sólo tendrá validez en lo que beneficie al progenitor reconocido.

"Pueden reconocer a sus hijos los que tengan la edad exigida para contraer matrimonio, más la edad del hijo que va a ser reconocido.

"Artículo 365. Los padres pueden reconocer a sus hijos conjunta o separadamente; pero en el último caso, el progenitor que lo haga con posterioridad, necesita del consentimiento del que primero lo haya reconocido.

"Artículo 375. El hijo mayor de edad no puede ser reconocido sin su consentimiento. Respecto del menor se observará lo prevenido en el artículo

"Artículo 376. Si el hijo reconocido es menor de edad y el reconocimiento le perjudica, puede reclamar éste, dentro de los dos años siguientes a la fecha en que llegue a la mayor edad.

"Artículo 387. El hecho de dar alimentos no constituye por sí solo prueba ni aún presunción de paternidad o maternidad. Tampoco puede alegarse como razón para investigar éstos; pero probada la posesión de estado, sí da derecho a alimentos.

"Transitorio.

"Artículo único. Esta Ley entrará en vigor a los sesenta días de su publicación en el "Diario Oficial" de la Federación; pero las actas de nacimiento de hijos naturales levantadas con anterioridad a la indicada fecha, en las que hubieren quedado satisfechos los requisitos del artículo 77 de este Código, surtirán los efectos de reconocimiento en forma."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 3 de diciembre de 1937.- José Santos Alonso.- Rodolfo Delgado. - Alfredo Zárate Albarrán."- Imprímase y a discusión en su oportunidad

El C. Presidente (a las 22.25): No habiendo otro asunto de qué tratar, se levanta la sesión y se cita para el lunes próximo a las 17 horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES"

El Director, Jefe de la Oficina, JOAQUÍN Z. VALADEZ.

SUPLEMENTO ç

AL NUMERO 32 DEL DIARIO DE LOS DEBATES

SESIÓN celebrada por el Bloque Nacional Revolucionario de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día 9 de diciembre de 1937.

Presidencia del C. Celestino Gasca

(Asistencia de 90 ciudadanos diputados.)

El C. Presidente (a las 17.27): Se abre la sesión de Bloque.

El C. Secretario Ochoa Rentería: Leyó la orden del día y el acta de la sesión anterior que dice:

"Acta de la sesión pública efectuada por el Bloque Nacional Revolucionario de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día 30 de noviembre de 1937.

"Presidencia del C. Gonzalo Peralta A.

"En la ciudad de México, D. F., a las 17 horas y 20 minutos del día 30 de noviembre de 1937, con asistencia de 93 ciudadanos diputados miembros del Bloque, se abrió la sesión.

"Después de hacerse conocer la Orden del Día, se leyó y aprobó, sin debate, el acta de la sesión anterior.

"En seguida, se dio cuenta con los siguientes asuntos en cartera:

"Invitación del C. Diputado Pascual Alcalá, en nombre de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado de Guanajuato, para concurrir al Congreso de Unificación Campesina que se efectuará en aquella Entidad durante los días 11 y 12 de diciembre próximo.- Se designó en comisión a los CC. Pascual Alcalá y León García.

"El C. Diputado Juan Pérez, en una comunicación que dirige a la Cámara de Diputados, acompaña un estudio intitulado "La Crisis Eléctrica en México", y manifiesta que, en su oportunidad, presentará un proyecto para resolver este problema, esperando que le presten su apoyo los ciudadanos diputados.- Que se reserva este trabajo, para darlo a conocer cuando el proponente presente el proyecto a que hace referencia.

"El Bloque Nacional Revolucionario de la Cámara de Senadores, después de hacer una excitativa para que se le envíen a la mayor brevedad los Proyectos de Ley del Ejecutivo Federal, que tiene pendientes de resolución la Cámara de Diputados sugiere la conveniencia de que cuando se trata de estudiar proyectos o leyes de trascendencia nacional, las comisiones similares de ambas Cámaras trabajen conjuntamente.- Sobre este asunto, y después de que usaron de la palabra los CC. Emilio N. Acosta y Luis Viñals León, se acordó, a propuesta del C. Antonio S. Sánchez, que cada Cámara asuma la responsabilidad que le corresponda.

"El periódico quincenal "Ejido", órgano de defensa campesina, pide ayuda económica.- Que se le conceda un subsidio, cuyo monto fijará la Comisión de Control, de acuerdo con las posibilidades económicas.

"El C. Doctor José G. Parrés, Secretario de Agricultura y Fomento, comunica que ha señalado las horas de las 14 a las 14.30 de todos los días hábiles, para recibir y atender a los señores diputados que deseen tratarle asuntos relacionados con esa Secretaría a su cargo.- De enterado con agradecimiento.

"Las Secciones 14, 15 y 46 del Sindicato de Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana, apoyan la iniciativa del C. Diputado Adán Velarde para que la jornada de trabajo de los obreros mineros se reduzca a seis horas.- Recibo, y a la Comisión que tiene antecedentes.

"Dictamen de la 1a Comisión de Puntos Constitucionales, sobre la iniciativa del Ejecutivo de la Unión para reformar la fracción I del artículo 104 constitucional.- A moción del C. Antonio S. Sánchez, se aprobó que este dictamen y a todos los documentos que sean de interés se les dé lectura desde la tribuna, para que se puedan enterar bien de ellos todos los señores diputados. Y al terminarse la lectura de los puntos resolutivos del dictamen de que se trata, y de acuerdo con la respectiva disposición reglamentaria invocada por el C. León García, se le dio el trámite de: imprímase.

"Proposición de los CC. Diputados Miguel Ángel Menéndez Reyes, Héctor Pérez Martínez, José Muñoz Cota y Rodolfo Delgado, para que se instituyan los premios nacionales de literatura, poesía, música, artes plásticas e investigaciones científicas, por la cantidad de diez mil pesos cada uno. Esta proposición se aprobó con dispensa de trámites, después de una aclaración hecha por el C. Menéndez Reyes, quien también contestó una pregunta del C. Emilio N. Acosta.

"Agotada la cartera, se procedió a la elección de Mesas Directivas de Bloque y Cámara para el próximo mes de diciembre, proponiéndose las dos planillas siguientes:

"Una, respaldada por 99 firmas de ciudadanos diputados, integrada así: Para la Directiva del Bloque: Presidente, Celestino Gasca; Vicepresidente, Santos Pérez Abascal; Secretarios, Salvador Ochoa Rentería y Agustín Olvera; Prosecretarios, Agustín Huerta y Job R. Gutiérrez; Tesorero, Agustín Fuentevilla, Jr. Para la Directiva de Cámara: Presidente, Enrique Estrada; Vicepresidentes, Carlos Aguirre y Ramón B. Aldana.

Y otra presentada por el C. Gil Salgado Palacios, en nombre de un grupo de compañeros diputados, integrada así: Para la Directiva del Bloque: Presidente, Jaime Chaparro; Vicepresidente, Miguel Z. Martínez; Secretarios, Manuel E. Miravete y David Pérez Rulfo; Prosecretarios, Francisco Sotomayor Ruiz y Manuel L. Farías; Tesorero, Emiliano

Siorub. Para la Directiva de la Cámara: Presidente, Lindoro Hernández Alderete; Vicepresidentes, Raúl I. Simaneas y Carlos Domínguez López.

"A propuesta del C. Pedro Quevedo, y después de que usaron de la palabra los CC. Fernando Amilpa, Ricardo G. Hill y Adán Ramírez López, se tomó votación nominal, habiendo resultado triunfante la planilla encabezada por los CC. Celestino Gasca y Enrique Estrada por 98 votos de la afirmativa contra 17 de la negativa. La Secretaría hizo la declaratoria del caso, turnándose la planilla encabezada por el C. Enrique Estrada a la Cámara para sus efectos.

"En seguida y al margen de la elección anterior, se suscitó un debate en el que intervinieron los CC. Jaime Chaparro, León García, Antonio S. Sánchez, Carlos Domínguez López, Manuel Jasso, Emilio N. Acosta, Fernando Amilpa y J. Teobaldo Pérez; debate que se dio por terminado a propuesta del C. Acosta.

"A continuación, los ciudadanos diputados electos para integrar la Mesa Directiva del Bloque, que funcionará durante el próximo mes de diciembre, rindieron la protesta de estilo.

"Finalmente, a propuesta del C. Joaquín Jara Díaz, se aprobó nombrar una comisión que se acerque al C. Ingeniero Antonio Madrazo, Presidente Ejecutivo de los Ferrocarriles Nacionales de México, para solicitarle que esos ferrocarriles, así como otras empresas ferroviarias lo han hecho, concedan descuentos en los pasajes de los delegados magisteriales que, de las diversas regiones del país, deberán trasladarse a esta capital para concurrir al Congreso que se verificará el próximo mes de diciembre, convocado por la Federación de Trabajadores de la Enseñanza y por los maestros agremiados a la Confederación de Trabajadores de México. Esta comisión quedó integrada por el proponente, y por los CC. Carlos Aguirre y César Martino.

"No habiendo otro asunto de qué tratar, a las 19 horas se levantó la sesión, citándose para el próximo viernes a las 16 horas".

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán indicarlo. Aprobada el acta.

(Se dio cumplimiento por la Secretaría a los puntos 2o, 3o, 4o, 5o, y 6o. de la Orden del Día, leyéndose los documentos que constan en el acta de esta sesión, y dictándose los trámites que constan en el propio documento).

El C. Badillo: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Badillo: Por la prensa se habrán dado ustedes cuenta de la catástrofe automovilística que ocurrió en Zimapán, Hidalgo, donde murieron nueve campesinos y resultaron heridos cuarenta y cinco; todos de la región que represento en este Congreso. Inmediatamente que pasó el desastre, me dirigí al compañero Margarito Ramírez, quien diligentemente comisionó al Diputado Doctor Velarde y al Diputado Quevedo para que hicieran las gestiones del caso ante algunas Secretarías, con objeto de que se impartiera ayuda a los damnificados. El Gobierno del Estado de Hidalgo, que siempre ha ayudado eficazmente a los elementos campesinos de esa Entidad, nos facilitó medicinas. Y aquí se logró que la Cruz Roja mandara a Zimapán algunas ambulancias para traer a los heridos, no pudiendo trasladar más que cuatro, porque los demás fue imposible hacerlo, en vista de su gravedad.

Pero es el caso, compañeros, que han quedado nueve viudas y que desgraciadamente se ha cebado la fatalidad en los campesinos más pobres de mi región. Por humanidad, compañeros, ocurro a ustedes para que se les ayude económicamente en algo.

El Doctor Velarde, que me hizo el favor de acompañarme hoy a ver al Doctor Priani, podrá explicar a ustedes también en el estado en que se encuentran los compañeros campesinos de mi región. El Doctor Priani se trasladó ayer violentamente a Zimapán y él mismo le explicó al Doctor Velarde la situación en que vio a esos pobres compañeros.

Yo pido a ustedes una ayuda económica para los compañeros de la región, porque, como acabo de decir, se trata de campesinos sumamente pobres. Cualquiera ayuda que sea, sería aliviar la situación aflictiva por que atraviesan.

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Velarde.

El C. Velarde Adán: En compañía del compañero Quevedo y con toda diligencia, de acuerdo con el compañero Margarito Ramírez, nos trasladamos al Departamento de Salubridad para demandar su ayuda, la cual nos fue prestada inmediatamente por el Doctor Priani.

El accidente automovilístico de Zimapán toma caracteres de una verdadera catástrofe, por haberse registrado entre pobres campesinos y porque, además del problema que en sí constituyen las pérdidas de vidas y heridos, se presenta la interrogación tremenda de los hogares que sin el sostén diario de estos brazos que trabajaban, se encuentran en la miseria más tremenda.

Yo me permito leerles a ustedes el memorándum que el señor Doctor Priani nos manda y en el que da cuenta del auxilio que acaba de prestar.

"En relación...(Leyó).

Como verán ustedes por el texto de este memorándum, debemos respaldar en todo la petición justificada del compañero Badillo; y me permito sugerir al Bloque que dada la diligencia y buena voluntad del Departamento de Salubridad en este caso, se dirija una carta al Jefe del Departamento dándole las gracias. Debemos tener presente a los funcionarios que cumplen con su deber, y señalar con dedo de fuego a los que no lo hacen.

Por otra parte, creo que con una cuota personal de cada diputado, que el Bloque fije de común acuerdo, podremos ayudar en una forma práctica y efectiva a estos campesinos.

El C. Quevedo Pedro: Propongo que fijemos la cantidad de veinte pesos por cada diputado, lo que arrojaría un total de tres mil y pico de pesos.

El C. Santillán Daniel C.: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Santillán Daniel: La Diputación del Estado de Hidalgo hace suya la petición del compañero Badillo. Los campesinos que sufrieron la desgracia fueron precisamente a cumplir con un deber cívico. El Gobierno de Hidalgo, como el mismo compañero lo ha afirmado, ya ha ayudado, en la

medida de sus posibilidades, con medicinas, a los que resultaron lesionados. El Gobierno del Estado de Hidalgo seguramente que habría ayudado en una forma más eficaz a todos estos compañeros, incluso las viudas, si no fuera por la gran cantidad de obras que en el terreno social está realizando: carreteras, presas, y, en fin, todo aquello que se traduzca en una elevación de las condiciones económicas de los campesinos y de los obreros del Estado de Hidalgo.

La Diputación del Estado de Hidalgo, por lo tanto, respalda íntegramente la petición del compañero Badillo y suplica a todos y cada uno de los señores diputados que, de no ser posible que del fondo de la Cámara pudiera distraerse de alguna partida alguna cantidad determinada para auxiliar a las viudas de los compañeros fallecidos, que cada uno de los señores diputados asignara aquí una cuota, con objeto de concurrir a ayudar a estas viudas que tienen absoluta necesidad de que concurramos a auxiliarlas, puesto que son las compañeras de los camaradas campesinos que habían concurrido a sostener al candidato a Presidente Municipal por el Partido Nacional Revolucionario.

Por lo tanto, suplicamos atentamente a la Directiva del Bloque y a todos los señores diputados que, haciéndose eco de esta catástrofe sufrida por los compañeros campesinos del Estado de Hidalgo y para satisfacer las necesidades de sus viudas, se tome un acuerdo en el sentido de que se les ayude en todo lo posible.

El C. Amilpa Fernando: Quiero solamente adicionar las diversas proposiciones hechas. Que tome el Bloque el acuerdo de autorizar a la Tesorería de la Cámara para que, a cargo de los diputados, se entregue la cantidad que corresponda, a razón de veinte pesos por cada uno, con objeto de que este auxilio se envíe inmediatamente a los damnificados. (Aplausos).

El C. Badillo Leopoldo: Una aclaración. Hoy en la mañana entrevisté al Diputado Margarito Ramírez, quien dio instrucciones para que por cuenta del Bloque se entregaran quinientos pesos para estos damnificados. Aunque esta cantidad remedia en mucho los males de los compañeros campesinos, si ustedes están de acuerdo en aceptar la cuota que se ha expresado, u otra menor, se los agradeceremos bastante.

El C. Presidente: Se pregunta a la Asamblea si se aprueba la cuota propuesta por el ciudadano. Diputado Quevedo. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobado. (voces: ¡No!) Se suplica a los señores diputados vuelvan a votar. (Votación). Queda aprobada la cuota de veinte pesos que entregará desde luego la Tesorería para que se mande en seguida a su destino.

El C. Simancas Raúl I.: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Simancas Raúl I.: La proposición mía es elogiosa por todos conceptos para la solicitud del compañero Badillo. Por lo que a mí respecta, estoy enteramente de acuerdo con la cuota de veinte pesos para ayudar a las familias de los damnificados de Zimapán; pero quiero que la Cámara, de las partidas globales que tenga, vote alguna cantidad para esta ayuda.

El C. Ramírez Margarito: Deseo que se haga la aclaración de si estos veinte pesos de cuota abarcan únicamente a los que estamos presentes o a los ciento setenta y dos diputados. (Voces: ¡A todos!)

El C. Presidente: La Presidencia se permite aclarar que el acuerdo tomado en esta Asamblea debe ser para todos los miembros de esta Legislatura. ¿Está de acuerdo la Asamblea? (Voces: ¡Sí!) Aprobado.

El C. Simancas: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Simancas: No se ha puesto a votación lo que yo propuse, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene usted razón.

El C. Simancas: Que la Cámara, según las posibilidades por estar a fin de año, de sus partidas...

El C. Presidente (interrumpiendo): Me permito manifestar al compañero que ya se dieron quinientos pesos, ya se entregó la cantidad de quinientos pesos.

El compañero Velarde propone que el Bloque mande un oficio al Doctor Siurob. ¿La Asamblea está de acuerdo en que se mande ese oficio? (Voces: ¡si!) De acuerdo.

Se pasa a asuntos generales.

El C. Calderón Sánchez: Compañeros: Se trata de un asunto que sería preferible tratarlo en sesión secreta. Por tanto, ruego a la Presidencia se sirva ordenar que pasemos a ella.

El C. Presidente: ¿Hay algún otro compañero que quiera hacer uso de la palabra para asuntos generales? No habiéndolo, se pregunta a la Asamblea si acepta pasar a sesión secreta.

El C. García León: ¡Moción de orden!

El C. Presidente: No hay desorden.

El C. García León: El Reglamento señala expresamente cuáles son los asuntos que deben tratarse en sesión secreta. Que diga el compañero si lo que va a tratar está comprendido entre estos asuntos.

El C. Calderón Sánchez: Concierne al Bloque exclusivamente.

El C. Presidente: La Mesa pregunta a la Asamblea si considera que debemos pasar a sesión secreta en vista de lo que ha manifestado el compañero. (voces: ¡¡No!! ¡¡No!!) Continúa la sesión pública.

El C. Calderón Sánchez: Compañeros: han sido tema de palpitante actualidad las declaraciones que el grupo de camaradas que se hacen pasar como minoritarios y oposicionistas al Bloque, han estado haciendo frecuentemente a la prensa. Los asuntos que han dado margen a esas declaraciones parten de la fecha de la elección de la Mesa Directiva. Entiendo que el hecho de que un grupo reducido de compañeros no haya estado de acuerdo con la designación de la Mesa Directiva actual, no es motivo para que se establezca un distanciamiento entre nosotros. Quisiera preguntar a esos camaradas si se hacen solidarios de tales declaraciones hechas a la prensa como producto de su disgusto por la expresada designación. Si no han estado de acuerdo con ello, no quiere decir que se venga, y menos por medio de la prensa, a dar motivos para que mañana, si este recinto se vuelve un campo de agramante, se nos tache de que la cabra siempre tira al monte. Yo pediría a los compañeros que

presenten la situación en que está colocado su grupo y la del grupo que ellos mismos llaman mayoritario, pues no tenemos ningún interés en coartarles sus derechos. (Voces: ¡Pido la palabra!) Quiero que definan su situación....(Voces: ¿Quiere que le conteste?)

El C. Presidente: No se permiten los diálogos.

El C. Calderón Sánchez: Los cargos que hace ese grupo minoritario, sería preferible que los puntualizaran de una vez, para saber si efectivamente......

El C. Martínez P. Francisco (interrumpiendo): Yo pido que se lean. Aquí está la prensa.

El C. Calderón Sánchez: Si tienen que decir algo en contra de los camaradas que dirigen la Cámara, pues que de una vez por todas definan esa situación.

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Aguirre.

El C. Aguirre Carlos: Compañeros: Después de escuchar los conceptos de mi antecesor, quiero dirigir a ustedes unas cuantas palabras para decirles lo siguiente: El domingo en la tarde.......(Voces: Me tiré al ruedo. Risas.) el domingo en la tarde, después de salir de los toros, leí en el periódico "Novedades" una noticia en la que se injuriaba a los que formamos parte de esta Cámara.

Con sorpresa y con profunda pena, al día siguiente, lunes, la misma prensa publicó unos insultos de compañeros nuestros de esta Cámara. Al terminar de leer yo la noticia que iba calzada por los compañeros Vaca Solorio y Ricardo Hill, del primero no hago ningún comentario en virtud de que no conozco sus antecedentes, y creo que no conociéndolo a él no puedo juzgarlo, como creo que él no conociéndonos a nosotros no debe de juzgarnos. Del señor Ricardo Hill, me extraña mucho haber visto calzada con su firma una noticia de la prensa donde nos insulta y nos tacha de aristócratas, cobardes y serviles, y creo que el señor Ricardo Hill no tiene ningún derecho, aunque no nos conozca, para insultarnos en la forma en que lo ha hecho. Si lo hace por llevar el nombre ilustre de un gran idealista todo dinamismo, que ha pasado a las páginas de la historia como un patriota y revolucionario, menos está autorizado para venir a calificarnos de rastreros. Porque creo, si mal no recuerdo, cuando el señor Ricardo Hill estaba en la lactancia, que hay aquí muchos que cargamos algunas espiguillas polvorientas. No vengo a defender méritos, sino únicamente a pedir un respeto absoluto para esta Cámara, porque se encuentran hombres revolucionarios dentro de este recinto, que con las armas en la mano, unos, y otros, obreros y campesinos, que han luchado y han conocido del dolor en la vida, se han esforzado por conseguir un beneficio social para el pueblo de México. Por eso no debe el señor Hill tacharnos de serviles y cobardes, pues sepa él que los que hemos luchado únicamente con el fin preconcebido de un bienestar social, ayer con las armas y hoy con nuestro pequeño grano de arena en el servicio social, no es él el autorizado para venirnos a juzgar.

El señor Ricardo Hill, como lo dije antes, lleva un apellido ilustre; pero se me antoja creer que en este país que es netamente demócrata, donde no hay cetros, donde no hay dinastías, viene a buscar una personalidad de respaldo ante nuestros compañeros que han sufrido. ¿Con qué derecho? Que el señor Ricardo Hill recuerde que su padre, un gran hombre de la Revolución a quien yo en lo personal venero, nos trató con respeto y cariño, porque vio que fuimos con entusiasmo a exponer nuestra vida. Si él viviera, tengo la seguridad absoluta de que lo reprocharía por tratar así a sus subalternos. (Aplausos.)

Con ese motivo, creo que se ha llamado a un grupo, como ellos mismos se dicen, minoritario, y para mí en lo personal, y me hago solidario responsable de mis palabras, no lo considero un grupo minoritario, porque donde hay un solo grupo que se llama Bloque Nacional Revolucionario del Partido Nacional Revolucionario lógico es creer, y así creo, que es el Partido Nacional Revolucionario dentro de la Cámara de Diputados. Entonces es muy mal entendido creer que dentro de este grupo único del Partido Nacional Revolucionario haya dos grupos, mayoritario y minoritario. Para mí no hay más que un solo grupo: el Bloque del Partido Nacional Revolucionario. Y mientras este Bloque, un gran número de compañeros que lo forman, que para mí merecen todo respeto, está propugnando por llevar un camino recto de cooperación con la pauta que está en Palacio Nacional, para luchar por el beneficio social de nuestro pueblo; mientras el señor General Cárdenas está poniendo el ejemplo con su sacrificio y su responsabilidad, este grupo se está esforzando en el Salón Verde, día a día, estudiando las leyes que el Ejecutivo nos ha mandado. ¿Con que objeto está ese grupo allí? Para compartir las responsabilidades del Ejecutivo. Y repito: mientras este grupo se está esforzando por estudiar esos proyectos de ley en beneficio del pueblo, el otro grupo está haciendo una agitación para dividir a la Cámara. ¡Esto es antipatriótico, y los que lo hacen no son verdaderos amigos del señor Presidente de la República, pero si lo son, debían ponernos el ejemplo! ¿En qué forma? Luchando con la responsabilidad que este hombre lleva a cuestas. (Aplausos.)

Es vergonzoso para nosotros, compañeros, que la prensa de México publique insultos para nuestros propios hermanos que tienen la representación de un pueblo, como el de México, que se ha forjado a base de lucha; es vergonzoso para nosotros que en la prensa de México y en un teatro donde trabaja un señor "Cantinflas", se diga, en un pasaje de una revista, donde se presenta un señor general y un señor diputado, que el diputado es un lambiscón. ¿Qué no consideran estos señores que ellos se están atacando?

¿Qué acaso no están aquí representando en este lugar a un conglomerado social? Yo no considero que es ni más ni menos que la pasión.

Yo pido de la benevolencia de ustedes, que ya que me han escuchado con detenimiento, pido a los compañeros Ricardo Hill y Vaca Solorio rectifiquen en el mismo vehículo en que hicieron el ataque, o, en su defecto, como dije antes, que no considero minorías ni mayorías dentro de un mismo grupo que es el Partido Nacional Revolucionario, que se les aplique la sanción de la expulsión de este Bloque; (Aplausos.) porque si nosotros no nos damos a respetar, nuestros representados van a decir: si

yo he mandado con mi representación al compañero N para que me represente de acuerdo con mis necesidades, mi compañero N al llegar al recinto de la Cámara de Diputados lo han desvirtuado, porque aquí lo conocemos como un luchador en el sacrificio de la vida real de nuestro pueblo, y al llegar allá se volvió un aristócrata; y considero que aquí no hay aristócratas, considero que no hay cobardes y considero que tampoco hay lambiscones. Por tal motivo sigue en pie mi proposición y, en consecuencia, si los señores Vaca Solorio y Ricardo Hill no rectifican por el mismo vehículo de la prensa donde nos lanzaron ese insulto, ruego y pido a todos mis camaradas la expulsión del Bloque de esos señores.

El C. Flores M.: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. Presidente: No hay desorden.

El C. Flores M.: Pido la palabra para una moción de orden. Tengo derecho a hablar.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra; pero antes la tenía pedida otro compañero.

El C. Flores M. Alfonso: Compañeros: Desgraciadamente esta Representación ha tomado rumbos distintos de los que todos los componentes de ella creo anhelábamos para esta Cámara. Llegamos aquí, compañeros, lo digo por mí, llenos de ilusiones, llenos de esperanzas, con el propósito firme de trabajar y de ser dignos representantes de los que nos mandaron aquí con el sano propósito de que legisláramos en nombre de la Revolución. Desgraciadamente, situaciones que no me explico o intereses que debíamos hacer a un lado, porque no podemos ocultar, compañeros, que en el seno de nosotros existe una división, yo como miembro de esta Cámara fui solicitado por un grupo de compañeros para dar apoyo a cierta planilla. Con gusto acepté respaldar con mi firma esa planilla, porque yo desde un principio, y lo digo aquí con toda sinceridad, mostré mi desagrado con los actuales directores de la Cámara. No obstante eso, compañeros, lamento que se llegue a extremos condenables al tratar de discutir aquí situaciones que debíamos de pasar por alto y no por otra cosa, compañeros, no porque yo rehuya, como miembro de la minoría a la que me honro en pertenecer, un ataque no tiene razón de ser. Yo personalmente les he recomendado prudencia a los miembros de la minoría, exhortándolos para que nos coloquemos en un plano de mayor altura.

El C. García León: ¡Una interpelación! Usted que ha recomendado ponderación a sus compañeros, ¿quiere decir categóricamente ante la Asamblea si se hace solidario de las injurias lanzadas por ellos contra nosotros? ¿Nos considera usted aristócratas, serviles, etcétera?

El C. Flores M. Alfonso: Voy a seguir hablando. En esas condiciones no hubiera creído yo, aunque me lo hubiesen dicho antes, que ustedes, compañeros, que deben tener serenidad y mayor alteza de miras, hubiesen provocado un debate que no nos lleva a nada. (Voces: ¿Y lo de la prensa?) Voy para allá. El hecho de que los compañeros Vaca Solori y Hill hayan publicado sus declaraciones, y de que yo figure en ese grupo, me obligan como hombre a solidarizarme con ellos; pero sin creer, sin tener para ninguno de ustedes, ni para León García, ni para Margarito Ramírez, ni para nadie, ningún reproche en lo personal, ni la creencia de que son aristocrátas. (Voces: ¿entonces para quién es el reproche?) He querido elevar la situación a un plano de altura y no descender a mezquindades.

El C. García León: No ha contestado categóricamente mi pregunta; no se lo exijo porque es muy dueño de su voluntad. Por una parte, dice que no nos hace ni un reproche; pero no ha expresado usted categóricamente si se hace o no solidario de los insultos que se no han lanzado. Por otra parte, dice usted que llegó a esta Cámara lleno de ilusiones y de sanas ideas, con nobles y generosos propósitos. ¡Muy bien! ¿Pero quién le ha impedido trabajar? ¿Quién le ha coartado su libertad? ¿Quien le ha cerrado la boca o detenido su mano para que escriba o haga una ponencia o una proposición en defensa de los intereses de su Distrito o de la República? ¿No acaso el Diputado Acosta, que siempre ha sido un opositor, ha presentado una proposición que ha merecido el aplauso y el respaldo de todos nosotros? ¿A quién se le ha coartado el derecho de exponer con libertad sus sanos, sus nobles, sus generosos ideales? Ellos se reducen a formar parte de la Comisión. (Aplausos.)

El C. Flores Alfonso: Desgraciadamente, compañeros, creo que las leyes no se hacen sobre la rodilla; desgraciadamente creo que los legisladores no nos improvisamos; desgraciadamente creo que además de la buena voluntad que nosotros traemos para trabajar, necesitamos tiempo para meditar una ley, para sazonar un propósito o para hacer un proyecto. En estas condiciones, les consta a los miembros de la Comisión de Trabajo cuál ha sido mi propósito, cuál ha sido mi ideal, cuál ha sido el único compromiso que les he arrancado. Yo interpelo al compañero Falcón y al compañero Aguilar y Maya de la Comisión de Presupuestos, donde trabajo, y que les digan a ustedes qué ha sido lo que les he pedido. Les he pedido que se amplíe la partida para el mejoramiento de comunidades indígenas, porque les he dicho que yo represento una región del país en donde las comunidades indígenas son el factor primordial (Una voz: ¿Quién se lo ha impedido?) Nadie me lo ha impedido. Malamente podría venirme a quejar de que me lo han impedido. Voy a terminar. No me refiero, compañero León García, y creo que el compañero Hill no se refiere a que ustedes sean aristócratas de nacimiento, compañero León García; el se refiere a que hay un grupo al que él llama aristócrata, que no me va usted a negar que está manejando los destinos de la Cámara, un grupo que queremos llamarlo así, que es un grupo de hombres que hemos llamado privilegiado. Yo en otros términos diría, señores, que nos encontramos ante una situación donde hay un grupo director que debe existir y que existe en todas las organizaciones y en todos los parlamentos. Ustedes seguramente han tomado......(Una voz: ¿Donde está lo de aristócrata?) Muy bien, compañeros, así se les ha llamado. ¿Qué no tenemos la libertad de pensar? ¿Que no tenemos la libertad de expresarnos? ¿Por qué se nos amenaza con expulsarnos del Bloque? ¿Porque opinamos de tal o cual manera? Mire, compañero

León García, yo siento que estas cosas se lleven a tales extremos. Yo no lo deseo; yo, en lo personal, tengo esa opinión, que no es la de la minoría. He estado con ellos, y por temperamento, por educación, por convicciones no puedo aceptar situaciones engañosas: o me voy a un lado o a otro. De manera que me solidarizo con las declaraciones de los compañeros, porque estoy en su grupo; y si quieren expulsarme , estoy dispuesto a recibir la sanción.

El C. García León: Ya que ha sido usted tan bondadoso quiero decirle: a una persona a quien se juzga servil, incondicional, cobarde, ratero, etcétera, calificativos que ustedes nos han aplicado, y ya que ustedes se han solidarizado en esa tesitura moral, no le saludo, ni deseo estar en su grupo. Si así nos consideran ustedes, su papel sería renunciar a nuestro grupo y formar un grupo aparte.

El C. Flores M. Alfonso: ¿Usted habla a nombre del Bloque o del Partido?

El C. García León: Hablo por mí.

El C. Flores M. Alfonso: Lamento sinceramente y lo hago en una forma franca, que se nos haya llevado a un terreno como éste; pero nosotros hemos de seguir una actitud de prudencia. Nuestro programa...

El C. García León: ¿Cree usted que es seguir una actitud de prudencia amenazarnos con que habrá aquí una tragedia?

El C. Flores M. Alfonso: Ustedes están dando la interpelación que les conviene. Interpretan las cosas a su manera. Yo solo declaro, en nombre mío, y si lo quieren tomar también a nombre de la minoría, que estamos obrando con pleno derecho, que tenemos pleno derecho para opinar y para censurar la actitud de los directores de la Cámara. (Voces: ¡Nos has injuriado!) Yo no he injuriado a nadie, no he ofendido a nadie. En esas circunstancias, compañeros, nosotros obraremos con prudencia, obraremos con ecuanimidad, pero con energía, cuando haya necesidad de censurar los actos de los directores de la Cámara.

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Ochoa Rentería.

El C. Ochoa Rentería: Compañeros: Para orientación de los compañeros diputados, se ha solicitado de la Secretaría la lectura de un párrafo de las declaraciones de los compañeros de la minoría. Dice así: "Nuestros deseos son en síntesis, que se establezca la armonía absoluta entre los miembros de nuestra Cámara...(Leyó).

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Acosta.

El C. Acosta Emilio N.: Había solicitado la palabra, y el señor Presidente del Bloque me hizo notar que el señor Licenciado Sánchez, el compañero Ochoa Rentería y el compañero León la tienen antes que yo. Sin embargo, le supliqué que me dejara hablar antes que ellos, porque es mi deseo que dentro de esta Asamblea no establezcamos un sistema de riña, de injuria, de denigración, que no va contra uno de los diputados, sino que va contra toda la Cámara. La Cámara tiene tanta respetabilidad, como tenga respetabilidad cada uno de sus componentes; y cuando tratamos de rebajar el valor moral de cualquier miembro de la Cámara, quienquiera que éste sea, automáticamente estamos no sólo rebajando el valor moral total del Congreso, sino dando armas a nuestros enemigos para conceder la razón a sus acusaciones, de que este Congreso ha sido seleccionado, no entre verdaderos representantes del pueblo, que venimos animados por los mejores deseos de trabajar, sino entre individuos llenos de rapacidad y envidia.

Quiero hacer la aclaración, sin meterme a decir por qué, que pertenezco a lo que se ha llamado, y en efecto es, una minoría en esta Cámara; pero quiero manifestar las razones de vida de esta minoría. Juzgo que está equivocado el compañero Aguirre al establecer que no puede haber divergencia de opiniones dentro de un solo Bloque. Fundamentalmente, básicamente, el Bloque es del Partido Nacional Revolucionario, y su idea general, su marcha general, la finalidad a que deben tender nuestros esfuerzos, están encajados dentro de la ideología revolucionaria que sustenta el Gobierno que nos preside y que maneja, políticamente, su organismo, que es el propio Partido.

Pero dentro de una misma Asamblea, que persigue los mismos fines; dentro de una misma familia con idénticas necesidades de toda clase, aun entre hermanos, puede haber distinto criterio; y si no están en pugna con los principios generales que deben regir a una familia, no hay razón para juzgarnos fuera de un sentido natural de lucha. ¿Por qué vamos a querer que todos los diputados tengan la obligación de pensar igual en un caso de como piensa un solo representante del Congreso? Es conocido en la Cámara el hecho de que muchos elementos, algunos de ellos no en voz alta, pero otros sí, y muchos en corrillos, están en desacuerdo con algunas de las cosas sin importancia real de la vida del Congreso, que se hacen dentro de la Cámara, pero que tienen derecho a hacerlo.

Yo quisiera que nos diésemos cuenta, en primer lugar, de que los diputados tienen derecho de tener criterio propio, ¿o no lo tienen? (Voces: ¡Sí!) Tienen derecho de externar sus ideas? (Voces: ¡Sí!) La única recomendación que he hecho a mis compañeros de minoría, y de ello hay aquí muchos testigos, es que no invadamos los derechos de tercero y que no injuriemos a nadie, por el mismo principio que sostengo de que al injuriar a un compañero de Cámara nos injuriamos a nosotros mismos, porque ésta es la representación de la familia revolucionaria de México. No tenemos derecho a injuriarnos unos a otros; le he rogado al compañero Sánchez y al compañero Hill, que debe estar lastimando por las palabras duras del compañero Aguirre, que me permitiera hablar antes, para rogar aquí públicamente a los componentes de la minoría que hagamos esta declaración categórica y sin reservas mentales de ninguna especie: ganemos o perdamos la situación, nos obligamos a continuar honesta y valientemente en pie como minorías dentro de este Bloque; pero nos obligamos absoluta, terminantemente, a no herir jamás en lo más mínimo a ninguno de los componentes del Congreso.

Ahora, quiero suplicar a los compañeros de la minoría que declaren categóricamente que al hacer sus declaraciones, que publicaran en la prensa...

El C. León García: Que retiren los insultos.

- El C. Acosta Emilio N.:... lo han hecho con el deseo de marcar senderos nuevos al grupo que se forma, y que manifiesten claramente que no han tenido deseo de herir en lo personal a ningún miembro del Congreso y que cese esta discusión en ese sentido...

El C. León García: Públicamente que retiren los insultos.

El C. Acosta Emilio N.: Yo solamente les hago esa proposición, animado del deseo de que no llevemos esto a un camino que a nada nos conducirá. Si vamos a dividirnos en una forma en que estorbemos la marcha del Congreso, estamos estorbando la labor del Congreso. No hay razón para que aventemos piedras a ninguno de los componentes de la Cámara. Pero si es cierto que ellos pueden estar animados de este deseo, también es verdad que el grupo mayoritario, juzgándose fuerte, juzgándose el gobernador de los destinos de la Cámara, debe ser más noble para tratar a las minorías, debe tomar en cuenta su poderío y no abusar de la situación.

Nosotros, como minoría, tenemos absoluto y perfecto derecho para continuar, sin pretender que ganemos; pero a fuerza de perder y a fuerza de caer, hemos de aprender a elevarnos algún día; pero sí podemos continuar esta situación. Y yo quiero que los mismos directores de la mayoría se den cuenta de que nuestra actuación en este sentido beneficia a la Cámara, porque le sirve como un freno a pasiones que podrían desbordarse, si no hubiera entre nosotros alguno que marcara el límite a que debemos llegar.

Miren ustedes. Vamos a citar un caso claro: se llegan momentos en los que la discusión de cualquier acto o de cualquiera situación, el Bloque la toma por su cuenta y va por un sendero en el que de antemano -y deben reconocerlo las mayorías- nunca se nos ha tomado en cuenta para preguntarnos si estamos de acuerdo en tal o cual forma, a los que integramos las minorías.

El C. Jasso: ¿Me permite usted una pregunta?

-E. C. Acosta: No, señor, hasta que termine. En pasada ocasión, con motivo de un desagradable incidente sufrido por un compañero, Amilpa, en representación del Bloque, lanzó ataques a la policía. Nosotros, y al decir nosotros me refiero a los soldados, no podíamos aprobar los ataques a la policía, y voy a decir por qué.

El C. Amilpa Fernando: Está usted haciendo imputaciones falsas. Permítame una aclaración.

El C. Acosta Emilio N.: No, señor. En esta tribuna se dijo que la policía, si no en su totalidad, sí en su mayoría estaba integrada por ladrones.

El C. Amilpa Fernando: No lo dije a nombre del Bloque, sino bajo mi responsabilidad, y lo sostengo.

El C. Acosta Emilio: Como víctimas de su lealtad a jefes militares en las revueltas interiores de la Revolución, una gran cantidad de jefes y oficiales del Ejército, muchos de ellos a quienes conozco y con muchos méritos, necesitados, con hambre, sin hogar y sin pan, han tenido que darse de alta como policías; y conozco, digo, a mayores coroneles, tenientes coroneles y oficiales, trabajando como policías, después de haber ocupado dentro de la sociedad y de la Revolución puestos prominentes por sus servicios, actuación y sacrificios, de muchos años en nuestras filas. Causas ajenas a su verdadera voluntad los coloca en esa situación, y para mí en lo general, los policías todos, porque en cada uno de ellos casi creo ver un soldado, me merecen el concepto de que no merecen las críticas que se les hicieron. Sin embargo, compañero Amilpa, todos callamos por solidaridad, aunque no compartiéramos en lo íntimo los ataques. La creación de un grupo de esta naturaleza, si se llega a una situación análoga, nos da ocasión a decir con absoluta justicia, porque no estamos metidos dentro de ese marco férreo en que trata de manejarse al Bloque, que no respaldamos la declaración de fulano o zutano en esta o en aquella situación, y tenemos el derecho de quedar colocados en donde debemos quedar colocados. Las obligaciones sociales de todos los individuos de esta Cámara son muy distintas en relación con las obligaciones sociales que tenemos los hombres que venimos del Ejército por los compromisos contraídos con los miembros del Ejército. En esa situación nosotros quedamos obligados a respaldar esas injurias a la policía, y hoy, como ya pasó, quiero declarar que no las respaldábamos.

Hay otra cosa que es importante para animarnos en el deseo de continuar con el carácter de minoría derrotada pero unificada dentro del Bloque y solamente en lo que atañe a la administración interior. Tenemos el deseo de que todos los diputados tengamos absolutamente iguales derechos, iguales prerrogativas, cada quien de acuerdo con su competencia, cada quien de acuerdo con su asiduidad en el trabajo, cada quien de acuerdo con el empeño que demuestre dentro del Congreso, y que no haya un grupo de infanterias, siempre relegados, a los que no se les toma en cuenta absolutamente para nada.

Es ésta una de las razones fundamentales en la que yo me baso para continuar adherido a ese grupo minoritario que pugna por una igualdad dentro del Congreso.

El C. Amilpa Fernando: ¿Me permite la palabra para contestar?

El C. Jasso: Pido la palabra para una aclaración al compañero Acosta.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Jasso: Compañero Acosta: Quiero hacerle la aclaración de que usted estuvo en la comida a donde se hizo la designación de las actuales Directivas de Bloque y Cámara y aprobó usted esas plantillas y no dijo nada. Nada más eso le quería aclarar. (Aplausos)

El C. Acosta Emilio N.: ¡No! Aclaración por aclaración, mi General Jasso. El señor Licenciado Sánchez y el señor Adán Ramírez López tuvieron la bondad de invitarme a comer, no a elaborar planillas. Como tenía hambre, me fui a comer. (Silbidos y siseos.) Déjenme terminar; después aprenden a chiflar, porque ni eso saben hacer bien. Después de aquello, Margarito Ramírez, el Licenciado Cantú Estrada y el compañero Antonio Sánchez me pidieron que aprobara aquello, y yo les confesé claramente. No puedo hacerlo,

señores, porque estoy con las minorías. ¿Es cierto, Licenciado?

El C. Sánchez Antonio: Sí señor.

El C. Acosta: ¿Es cierto, Margarito?

El C. Ramírez Margarito: Sí.

El C. Amilpa Fernando: Para una alución.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Amilpa Fernando: Insisto en que cuando yo ataqué a la Policía no lo hice en representación del Bloque, en primer lugar; en segundo, General Acosta, yo no esperaba que su silencio en esa asamblea fuera un favor que me estaba usted concediendo, porque en su fuero interno estaba la plena convicción de que yo estaba siendo injusto con la policía. No ataco a la policía como institución, en cuanto es una institución de beneficio y de servicio social; pero no puedo apartarme, aunque yo quisiera, de mis vínculos de hombre no desclasado, no pueden hacerme olvidar las horas de amargura, de desesperación y coraje que yo personalmente he sentido en contra de cinco, diez o veinte policías que armados con mausers han ido a romper huelgas y a ponerse al servicio de los patrones. De manera que no me hizo usted ningún favor, General Acosta.

Claro que usted no puede sentir como yo, porque los vínculos con los generales, mayores, coroneles y tenientes coroneles que fungen como comandantes, segundos comandantes y jefes de servicio, lo apartan indudablemente de aquella corriente de malestar que se siente en contra de esa gente que golpea a los choferes frente a Palacio, frente al despacho del señor Presidente de la República. Claro que hago excepciones, y ya las hice, respecto de todos aquellos policías honrados, que son por lo general los que están cesados. Dije que el General Martínez Montoya, cuya actuación revolucionaria no conozco y por tanto no podría criticar, no podría en un momento dado comprobarnos que la inspección o los policías bajo sus órdenes constituyen un ejemplo que pudiera ser imitado por cualquiera autoridad de servicio social.

Esto lo puedo demostrar, porque la Comisión que conoció de este asunto, tiene graves acusaciones en contra de algunos elementos que están desempeñando altos cargos dentro de la policía, que no han salido de ella y que constituyen una amenaza para la autonomía y serenidad en que deben llevarse a cabo las discusiones dentro de esta Cámara. En lo sucesivo y puesto que el señor Higgins se ha echado en contra de la Cámara, tratando de desvirtuar el criterio que los diputados expusieron, y tratando de desvirtuar también la legitimidad del voto de censura que aquí se dio como consecuencia de que la policía había encarcelado a un diputado, ya no tenemos nosotros ni siquiera que pensar en pedir un servicio de policía, con la seguridad de que se nos va a dar eficientemente.

En tales condiciones, la censura sigue en pie. Los procedimientos que se han seguido para depurar esta situación, no los conocemos; pero si es necesario, General Acosta, que usted sepa que mi coraje que mi rabia y mi crítica en contra de la policía no es para el servicio social, para el servicio que cuida de las garantías individuales, sino sólo considerándolo como un conjunto de rompehuelgas. Así es que sigue y seguirá en pie mi censura, me cueste lo que me cueste, porque vengo a defender intereses de trabajadores que se juegan la vida por ganar un peso, por llevar un poco más de pan a su hogar y tener un poco más de libertad para azotar al capitalismo cruel que los explota inicuamente. (Aplausos nutridos.) Así pues, usted no me ha hecho ningún favor, General Acosta. Únicamente como revolucionario ha cumplido con su deber.

El C. Ramírez Margarito: Yo recibí de la Cámara de Diputados una comisión para acercarme a las autoridades que correspondieran con objeto de pedirles la destitución de los elementos policiacos que intervinieron en el caso del Diputado Radilla. Mi obligación, pues, es rendir este informe en la Cámara de Diputados; pero como se hacen aluciones por el compañero Amilpa al señor Inspector General de la Policía, creo que es oportuno rendirlo en este momento, al fin que para que lo conozcan, lo mismo es en Cámara que en Bloque.

Me acerque al señor Inspector General de Policía y me dijo que la destitución de Higgins no podía él dictarla, porque desde antes de su llegada a México ya tenía presentada su renuncia, renuncia que se le aceptaría y ya se le aceptó.

Creo, pues, que por esa parte han quedado satisfechos. Respecto a los otros elementos que corresponden a la policía, como es el gendarme 900 y un ayudante de la Inspección de apellido Rosas, también ya se dictaron las destituciones.

El señor Inspector General de Policía me recibió en una forma muy cordial. Me dijo que el conocía la responsabilidad que pesaba sobre la policía que había intervenido en el caso de la violación del fuero y que estaba enteramente dispuesto, como lo hizo, a cumplimentar los deseos de la Cámara.

En abono, pues, del señor General Martínez, creo de mi deber hacer del conocimiento de la Asamblea que es un hombre ecuánime, revolucionario de convicciones, un luchador completo, que siempre, en todas las épocas de la Revolución, ha sabido cumplir con su deber, y en esta vez también lo demostró.

Creo, pues, que con esto han quedado satisfechos los deseos de la Cámara.

Me faltaba un punto, y perdónenme. En relación con el otro ayudante, cuyo nombre no recuerdo, Me dijo que no era posible la destitución por una razón elemental: que había habido confusión en el nombre de este individuo, que se encontraba enfermo en cama esa noche; por consiguiente, era imposible que hubiere asistido a los acontecimientos.

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Ochoa Rentería.

El C. Ochoa Rentería Salvador: Compañeros diputados: casi siempre que he pedido permiso para hablar en esta Cámara, lo he hecho para defender los intereses de determinado grupo de trabajadores, y casi nunca he molestado la atención de ustedes para tratar un asunto que no tenga importancia. Pero en este caso quiero decir unas palabras sobre el incidente que ha surgido entre nosotros, por estas consideraciones.

Ayer me presenté en la Federación Nacional de Trabajadores del Estado, que tiene un contingente de cincuenta y dos mil trabajadores, y me dijeron: "Vete de aquí, aristócrata". A mí ese término me dolió, porque no lo soy y porque iba a discutir algunos problemas de ellos sobre el Estatuto Jurídico. Acababa de salir de la Cámara, donde me había reunido con algunos compañeros para discutir asuntos sobre la Ley de Cooperativas. Lo que quiere decir que dentro del grupo de nosotros hay compañeros que trabajan y compañeros que no trabajan. Me he dado cuenta de esto, porque todos los días vengo a la Cámara a atender los asuntos del Comité de Defensa de los Trabajadores, que sí hay un considerable número de diputados que están dedicados a trabajar y que cada uno de ellos tienen sentido de responsabilidad. He llegado a esta conclusión: en la Cámara de Diputados hay cuatro grupos identificados ideológicamente, y son estos: los representantes de la Confederación Campesina Mexicana; los representantes de la Confederación de Trabajadores de México; los militares revolucionarios que hay aquí en la Cámara, y un grupo de intelectuales que también están definidos con el ideal de la Revolución.

¿A qué viene este incidente en los momentos en que, como lo dijera el Diputado Flores, nosotros queremos secundar la labor del Presidente, queremos trabajar? Pues vamos a hacerlo y que no se provoque una división en el Parlamento; vamos a hacerlo cooperando con él, apretando día a día las filas de la Revolución, y no dividiéndolas. (Aplausos.)

Tengo la seguridad, aunque no conozco mucho al señor Presidente de la República, como lo pueden conocer los compañeros de Michoacán, a quienes estimo, porque soy paisano de ellos, que al señor Presidente no le debe satisfacer mucho esta división; tengo la seguridad de que él la condena, porque él, en su último mensaje, dijo "Necesitan unirse todos los revolucionarios de México"; y no creo justificado que los compañeros de la minoría quieran dividir a la Cámara y les anuncio un serio fracaso, porque no tienen bandera y una causa que no tiene bandera nunca puede progresar. (Aplausos.) El compañero Flores quiso justificar en cierta forma el que sí tenía una causa para haberse ido con los compañeros de la minoría y nos dijo que no le gustaba la planilla.

Yo quiero preguntarle al compañero Flores esta cuestión. Figuraba como Presidente del Bloque el compañero Chaparro, que es muy mi amigo, pero que no tiene los antecedentes que tiene el General Gasca, (Aplausos.) para presidente del Bloque. Debo decirles a los compañeros de la minoría, y particularmente a mi amigo Chaparro, que cuando todavía él no pensaba en encabezar determinado movimiento revolucionario, mi General Gasca en 1914 organizó los batallones rojos para la defensa de la Revolución. (Aplausos.)

Compañeros: Yo soy joven, no quiero ponerme a darles consejos a tantos viejos que tienen más edad que yo, (Voces: Gracias. Risas.) a compañeros que fueron a la lucha revolucionaria con las armas en la mano; yo no tuve oportunidad de hacerlo, si no también lo hubiera hecho. Así es que esta es una de las cosas que justifican prácticamente el que ser revolucionario no es haber empuñado las armas; ser revolucionario es tener ideología revolucionaria, conocer los problemas nacionales y estar con la Revolución. Eso es ser revolucionario. (Aplausos.) No hay, mentira como dijo Luis Cabrera, revolucionarios de ayer y revolucionarios de hoy. Hay viejos de ayer que conservan su ideología revolucionaria y siguen siendo revolucionarios de hoy; y hay revolucionarios de ayer que claudicaron por intereses económicos, por intereses creados robando a la Revolución y que hoy se dicen revolucionarios, y que hoy no son sino capitalistas y enemigos de los trabajadores de México. (Aplausos.)

Quiero, para terminar, decir esto: Todos nosotros, camaradas, debemos dedicarnos a trabajar. Los compañeros de la minoría, muchos de ellos paisanos míos a quienes estimo particularmente mucho, como ellos lo saben, deben no sumarse a una minoría ni a una mayoría. En el Congreso de la Unión, en la XXXVII Legislatura no se habían formado ni minorías ni mayorías, todos habíamos respondido aquí unánimemente a cualquier movimiento que se hiciera dentro de la Cámara para beneficio de los trabajadores. ¿Es o no cierto, camaradas¿ Nunca se había formado aquí un grupo de mayorías ni de minorías. Y el grupo se ha formado actualmente, si no tiene bandera, se va a morir, y como no la tiene, el mismo general Acosta hacía con la cabeza que sí. Y es un líder que podría considerarse de la minoria, porque el General Acosta, además de estar en la minoría, se ha significado en esta Cámara formulando un proyecto de ley revolucionaria en favor de los campesinos. Así es que él trabaja y reconoce que ha cometido un error al meterse con una minoría que no tiene derecho a existir.

Lo único que quiero ahora es llamar a mis compañeros a que nos unamos en un solo frente de lucha común; que mediten los compañeros que nuestro deber es proteger los intereses de los trabajadores y del pueblo que nos han traído a esta Cámara, y que cada uno de nosotros apoyemos esos ideales de los trabajadores y no nos vayamos a dividir, porque no hay derecho y porque debe haber en México un solo frente revolucionario.

Me he dado cuenta en el Comité de Defensa de los Trabajadores, que la reacción cada día aprieta sus filas, y no es justo, ni es práctico ni es de ética revolucionaria estarnos atacando para hacerle juego a la reacción. La reacción todos los días se reorganiza, y no está dividida; lo cual quiere decir, repito, que nosotros debemos hacer un frente único contra la reacción, que todo el día y toda la noche trabaja para minar la fuerza de la Revolución Mexicana y de los representantes de la treinta y siete Legislatura que tienen plena conciencia de responsabilidad.

Mis compañeros de Michoacán que representan a la Confederación Michoacana del Trabajo, están obligados a no contribuir a esta división que compromete los intereses de esa misma Confederación, que es muy respetable para todos los revolucionarios que la conocen. ¡Salud, camaradas! (Aplausos.)

El C. Carrillo Manuel: Compañeros de Cámara:

Por lo que veo y por lo que me estoy dando cuenta la situación día a día dentro del seno de la Cámara que representamos se agrava. Por lo mismo, compañeros, creo que a todos nos trajo una representación, una representación de hombres de lucha, de hombres de trabajo, de hombres campesinos y de obreros. Por tal motivo deberíamos de estar todos unificados para llevar adelante el triunfo, no de nosotros, compañeros, en lo personal sino de los hombres que están sufriendo en los campos, de los hombres que están sufriendo en el taller. Por eso, compañeros, nosotros unificados con el criterio completamente amplio del señor Presidente de la República, deberíamos continuar esta obra de unificación, pero de unificación no a medias, compañeros, sino de unificación completa, a fin de que se resuelvan los problemas que tenemos en nuestra Cámara, como son las leyes que tenemos que estudiar.

Nosotros somos campesinos, no entendemos precisamente de leyes, pero sí nos acercamos a los compañeros que mejor van encauzando precisamente esos mismos movimientos para que estemos unidos y de esa manera resolvamos y aportemos nuestro granito de arena para hacer cumplir precisamente esos mandatos. Ahora bien, compañeros, si queremos nosotros ver que nuestro país se transforme en una obra precisamente meritoria, necesitamos no sembrar la discordia dentro de la Cámara. Los compañeros que están divididos por alguna cuestión personal, por algunas obras precisamente personalistas, deben hacerlas desaparecer, compañeros. Debemos dedicarnos a trabajar, a la obra que tenemos emprendida. Por eso es que hoy, en este momento en que estamos precisamente uniendo nuestro criterio, debemos entender que los hombres que no cumplimos con ese deber, estamos precisamente en el lado que nos corresponde; pero no para hacer una labor de discordia, sino para hacer una labor de unificación. Con su criterio, los hombres minoritarios precisamente deben pensar en que detrás de ellos está una representación de campesinos y obreros y que estos necesitan su respaldo. Entonces no habremos cumplido con nuestro deber si fomentamos aquí una división y no trabajamos.

Ahora bien, nosotros hemos elegido a los compañeros que nos están representando en la Mesa Directiva y en las Comisiones y los hemos elegido haciendo uso de nuestras facultades, lo cual no es ser servil, sino simplemente es nombrarlos, porque les tenemos simpatía y confianza. Los del Estado de Morelos queremos que la Revolución se haga sentir en cada uno de los Estados que representamos, con un sentido completo de ideología sana para el progreso de las clases humildes del país que representamos.

Por el lado de los compañeros que tomaron las armas y están colaborando con todo entusiasmo para llevar adelante la ideología de la Revolución, debemos secundarlos y unirnos a ellos para estar dentro de este mismo factor de unificación, en beneficio del proletariado.

Espero que de hoy en adelante todos los compañeros descarriados cambiarán de actitud, definiendo si estamos unidos o no, para trabajar. Espero también que los compañeros que representan al Estado de Michoacán, donde está el símbolo de la Revolución ahora, como lo estuvo en Morelos, tengan la seguridad de que los hombres que estamos aquí somos hombres de trabajo y de lucha, que no merecemos los insultos que se han lanzado contra nosotros en los periódicos. Por eso exhorto a todos a que, si tenemos responsabilidad, hagamos la unificación y marchemos unidos para resolver nuestros problemas, con lo cual habremos cumplido con nuestra misión.

Así es que espero, en nombre de la Revolución de Morelos, que todos unidos, olvidemos nuestras rencillas y entremos en una era más amplia de trabajo para resolver los problemas que se nos han planteado. Espero, asimismo, que si somos hombres de convicción, tendremos la franqueza de, mañana o pasado, tener que contribuir a esa misma obra para hacer que la Revolución no pierda sus derechos y siga hacia adelante, como son los vivos deseos del ciudadano Presidente, compañeros. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Pérez Redondo.

El C. Pérez Redondo: Compañeros diputados: El compañero Aguirre inició esta tarde la discusión que se ha venido desarrollando dentro de esta sesión. Para mí es altamente vergonzoso tener que venir a hablar aquí en la tribuna de un asunto que jamás pensé yo en tratar, porque creí que todos los componentes de la treinta y siete Legislatura serían hombres honestos, serían hombres que tendrían responsabilidad de sus actos y que no nos iban a atacar en la forma en que nos han venido atacando. Y digo que se nos ha atacado, porque en los periódicos del domingo, en "El Universal", se nos tachó a nosotros de aristócratas, de serviles y de timoratos.

Vengo a levantar mi voz de protesta ante estas aseveraciones, porque son injustas del todo; y son injustas, porque el que habla, y creo que todos los representantes de la treinta y siete Legislatura, somos hombres y no somos timoratos. Es vergonzoso, como decía el compañero Aguirre, también, que en un teatrucho de quinta categoría se nos esté jalando noche a noche allí. Es vergonzoso que la nación entera se esté dando cuenta de que aquí en la Cámara parecemos perros y gatos. ¿Por qué? Es por demás decirlo, porque en la conciencia de todos está que no son más que miras personales de grupos y nada más. (Aplausos). Si tratáramos las cosas honradamente, veríamos que a los dirigentes de la Cámara a quienes nosotros elegimos desde un principio, les dimos nuestro respaldo. ¿Por qué? Porque conocemos su actuación dentro de la Revolución y conocemos su honorabilidad. Ahora nos extraña que un grupo distinto venga a mostrarnos ante la opinión pública como una manada de borregos, de timoratos y de no sé cuántas cosas.

Es vergonzoso, compañeros, que en cuatro meses que tenemos casi de estar trabajando, ya hayamos tenido cinco o seis sesiones por este estilo. Es tiempo ya de que volvamos un poco de cara atrás y veamos que los compañeros campesinos, los compañeros trabajadores que nos eligieron tendrán en la actualidad un desaliento muy grande al ver que todo hacemos menos trabajar por el bien social. Y digo esto, porque desgraciadamente en la opinión

pública hay la convicción de que aquí no se trabaja, y la opinión pública no tiene más que un gran derecho al tenernos en ese concepto, porque nuestros mismos compañeros de Cámara nos exhiben como unos borregos y unos timoratos y así por el estilo nos dan mil títulos.

Yo, que no he tenido la oportunidad de hablar antes en esta Cámara, porque mis actividades las he dedicado a otras cosas muy distintas, preocupándome por ir al Departamento del Trabajo y al Departamento Agrario a tratar asunto de mis compañeros respeto a ejidos y a laborar en favor de mis representados, dentro de mis posibilidades, siento pena tener que subir por primera vez a la tribuna para echarles en cara sus errores a quienes nos denigran ante la opinión pública.

Que sirva esta mi voz para que, en nombre de la Diputación veracruzana, rechace yo el cargo de timoratos, de rastreros y serviles que se nos ha hecho. (Aplausos).

La Diputación veracruzana está encauzada en tal forma, que lo que hacemos nosotros, lo hacemos con la plena conciencia de que estamos sabiendo lo que hacemos; y creo que todas las demás diputaciones están en el caso de la Diputación veracruzana.

Por eso me extraña que ahora ese grupo que se llama minoritario nos venga a decir que a sotto voce se hacen planillas, que a puerta cerrada se hacen planillas.

Yo, en mi carácter de diputado, en mi carácter de miembro de la Diputación veracruzana, rechazo ese cargo, porque la Diputación veracruzana ha estado al margen, como creo que están todas las Diputaciones de toda la República, y lo digo porque aquí tenemos en la Representación de la treinta y siete Legislatura a verdaderos hombres y a verdaderos revolucionarios.

Sirvan, pues, estas breves palabras, para que en nombre de mis compañeros de Veracruz protestemos enérgicamente contra quienes han venido a decir aquí que han querido tratar las cosas con mesura, que le hemos aconsejado al compañero fulano, que le hemos aconsejado al compañero zutano; pero si se les ha aconsejado, si se les ha vejado, ¿por qué se nos exhibe por medio de la prensa en la forma en que se ha hecho? ¿En qué quedamos? Son tres y no se comprenden. Y si vamos a seguir así, no hay derecho para que siga sirviendo la treinta y siete Legislatura de escarnio, ya que se nos quiere poner en ese plano.

Por lo que respecta a los ataques que se hicieron al Licenciado García de Alba, también vengo a levantar mi voz, aunque un poco tarde; pero esa tarde en que se hizo la alusión del Licenciado García de Alba, yo no creí prudente tratar más el asunto en vista de que ya algunos compañeros habían puesto los puntos sobre las íes. Pero si se está atacando al Partido Nacional Revolucionario, si se está atacando al Partido al cual pertenecemos, al que como soldados de la Revolución y de la causa social tenemos la obligación de ser disciplinados, por qué ahora venimos con enjuagues y saliéndonos por la tangente? Si se nos invita a que sigamos una norma de conducta, ¿Por qué se nos dice borregos, serviles y timoratos? Esa no es la manera de llamar al orden a nadie ni de hacer labor de conciliación. Yo protesto enérgicamente, compañeros, por las declaraciones hechas en la prensa. Que sirva esta mi protesta, a nombre de la Diputación veracruzana, para decir que a nosotros nadie en lo absoluto nos maneja, nadie; que somos absolutamente autónomos, que tenemos el derecho, sabemos nuestra obligación y no somos la manada panurgina que esos señores han querido hacer aparecer, no sólo por lo que respecta a la Diputación veracruzana, sino a toda la Cámara. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Falcón.

El C. Falcón Ismael C.: Señores diputados: Aunque, como acertadamente ha manifestado el compañero Pérez Redondo, es profundamente lamentable tener que venir a dar el espectáculo de esta discusión, que ya en otras ocasiones también, con aspectos más o menos similares, se ha suscitado ocasionando tormentosas sesiones en este Parlamento Nacional, me considero obligado a hacer uso de la palabra, porque la situación personal mía, como diputado dentro del Bloque Nacional Revolucionario de la Cámara de Diputados, se ha prestado precisamente por el motivo fundamental que ya ha salido a discusión en este debate, a interpretaciones más o menos capciosas, en vista de que han encontrado o han visto en la actitud mía cierta amigüedad, tanto en mi acción como diputado, como en la misma acción mía como miembro del grupo mayoritario de la Cámara.

Considero que de los más autorizados en esta Honorable Asamblea para rechazar las imputaciones de los compañeros Hill y Vaca Solorio, dentro del grupo mayoritario, soy uno de ellos. Reconozco, y es perfectamente racional, el derecho que asiste a los miembros del Bloque Nacional Revolucionario para disentir de opinión en relación con la de la mayoría, y considero perfectamente justificado que quienes difieran del criterio del grupo mayoritario que domina la treinta y siete Legislatura, lo manifiesten como lo crean pertinente. Pero sí quiero declarar, como miembro de la mayoría, que malamente se puede tachar de incondicional, de servil, de rastrero y aristócrata, a uno de los diputados de la mayoría que ha presentado aquí como lo quería el Diputado Ochoa Rentería, que es trabajador, un proyecto de ley positivamente trascendental para el porvenir de las generaciones de trabajadores de México, que con el tiempo vendrá a colocar el control de la vida económica del país en manos de los trabajadores mexicanos, a los cuales tanto hemos halagado en esta tribuna y por quienes tan poco hemos hecho hasta ahora.

Considero, pues, que las declaraciones de los señores Hill y Vaca Solorio, en representación del grupo que se titula minoritario de este Bloque Nacional Revolucionario, son absolutamente injustificadas, porque si alguien no ha sido servil, si alguien no ha sido incondicional y si alguien ha sido en momentos de discusión dentro de esta Asamblea un positivo problema para los directores del Bloque Nacional Revolucionario, ese ha sido el que está haciendo uso de la palabra. Yo pongo por testigos a Margarito Ramírez y al compañero Jasso, para que me digan si alguna vez me he dejado manejar servilmente por el compañero Ramírez, por

el compañero Jasso o por el Licenciado Antonio Sánchez, que son quienes ocupan las Comisiones prominentes dentro de esta Cámara. Los señores Hill y Vaca Solorio han repetido en Bloque estas declaraciones para todo el grupo; y como miembro de una diputación que en manera alguna podría aceptar esa alusión de serviles y de timoratos que hacen los compañeros Hill y Vaca Solorio, vengo aquí a rechazarla porque en la conciencia misma del compañero Hill está que Falcón nunca ha sido incondicional del grupo mayoritario en ninguna situación. Pero sí quiero, ya que un viejo amigo mío y luchador revolucionario como el compañero Carlos Aguirre, que conmigo ha ido a la revolución militar, el compañero Aguirre que ha planteado aquí una situación que necesitamos definir, yo vengo a que la definamos en estas taxativas: si los compañeros de la minoría han violado algunos de los mandatos o de las prescripciones que informan los Estatutos del Bloque, que se apliquen las sanciones; pero ahora, compañero Aguirre, a quien yo reconozco como viejo revolucionario, como gran luchador y hombre que conmigo ha ido a la Revolución a exponer su vida en defensa de los intereses del pueblo mexicano; como hombre a quien ideológicamente lo considero tanto o más identificado que muchos de los elementos de la minoría, con la doctrina y los principios de la Revolución; compañero Aguirre, a quien aplaudo y estimo, ha planteado usted una situación en que desgraciadamente sufre un error.

Los de la minoría hasta ahora no han violado los Estatutos del Bloque Nacional Revolucionario; no se han hecho acreedores a ninguna de las sanciones, puesto que el artículo 35 del reglamento dice: que el miembro del Bloque que contravenga las disposiciones de tales y tales artículos será expulsado del mismo; y hasta ahora los elementos que han ocupado esta tribuna para atacar a las minorías no han demostrado que se haya incurrido en una causa de sanción, ni se haya violado ninguna prescripción de los Estatutos del Bloque.

Declaro categóricamente que soy miembro del grupo mayoritario, que critico y rechazo las imputaciones que se han lanzado contra la mayoría, que se dice está compuesta de serviles, rastreros y timoratos, porque aquí todos, y aun los mismos compañeros Hill, Vaca Solorio y Chaparro, según consta en el DIARIO DE LOS DEBATES, reconocen que esta Cámara está constituida por elementos trabajadores y elementos revolucionarios, por elementos que vienen aquí a defender al pueblo de México, según lo declaró aquí el mismo compañero Chaparro en representación de la minoría cuando perdieron la votación de la actual Mesa Directiva. En esas condiciones, como miembro del grupo mayoritario, yo pido a esta Asamblea, primero, que no se acepte la moción presentada por el compañero Carlos Aguirre, porque hasta ahora el grupo minoritario no se ha hecho acreedor a la aplicación de ninguna de las sanciones que aplica el Reglamento del Bloque Nacional Revolucionario de la Cámara de Diputados. Y declaro, también, como miembro de la mayoría, que el en mismo DIARIO DE LOS DEBATES consta cuál es mi actitud y cuál seguirá siendo en lo futuro. Me hago solidario en todo de todas las resoluciones, acuerdos y tendencias del grupo mayoritario, sin haberme dejado, ni dejarme nunca manejar como elemento servil, como elemento incondicional de nadie en esta Asamblea. Rechazo las imputaciones de la minoría, pues, y rechazo la proposición del compañero Aguirre porque la encuentro injustificada, y pido a esta Honorable Asamblea que con un perfecto criterio llamemos aquí a los compañeros Hill y Vaca Solorio, conforme lo estatuye el Reglamento del Bloque Nacional Revolucionario de la Cámara de Diputados, para que ellos sí nos declaren categórica y enfáticamente que no quisieron lastimar al ofender a los ciudadanos diputados con el término de servirles e incondicionales. Entonces, que se proceda en la misma forma en que lo estatuye el Reglamento del Bloque, para que oyéndolos previamente en defensa, sean expulsados si tuviere razón el compañero Aguirre. He dicho. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Manuel L. Farías.

El C. Farías Manuel L.: Compañeros: Quiero exclusivamente hacer una aclaración. Voy a leer el artículo 61 de la Constitución Política, que dice: "Los diputados y senadores son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de sus cargos y jamás podrán ser reconvenidos por ellas".

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Hill.

El C. Hill Ricardo G.: Compañeros: muchos han sido los diputados que me han precedido en el uso de la palabra, y aun cuando he tomado algunas notas de sus afirmaciones, creo que no podré contestar algunas preguntas y algunas cargos. Me voy a referir, en primer lugar, al compañero que en realidad inició este debate, el cual aseguró que nosotros los minoritarios, debido a nuestra inconformidad con el resultado de las elecciones de las Directivas de Bloque y Cámara, nos habíamos constituido en grupo minoritario. Está en un grave error ese compañero, porque nuestra existencia data de fecha anterior. La planilla que presentamos a la consideración de esta Asamblea, de Bloque y Cámara, fue rechazada, y obtuvo el triunfo en el Bloque el compañero Gasca, y en la Cámara el general Estrada.

Por boca del compañero Chaparro ofrecimos nuestra colaboración sincera a ambas Directivas, y felicitamos a los Presidentes de ambas Directivas por su elección aplastante, el día 30 de noviembre próximo pasado.

En seguida hace uso de la palabra el compañero Aguirre para, en cierta forma, tachar mi actitud actual, diciendo que mi padre, a quien le reconoce un revolucionarismo sincero, que mucho le agradezco, se sentiría quizás avergonzado o me reprocharía mi actitud.

Yo quiero manifestar a ustedes, señores, que mi padre, tengo la satisfacción de decirlo, no me reprocharía mi actitud actual de rebelde, porque mi padre fue siempre rebelde ante las dictaduras. (Aplausos.) Así es, pues, que si yo actualmente no estoy conforme con la Directiva y con los manejos de esta Cámara, no me puedo considerar avergonzado ante la memoria de mi padre y de su revolucionarismo. Estoy en pleno goce de mis derechos al asumir la actitud que conforme a mi criterio me parezca más razonable y más leal a mis principios y a mis electores, que me han traído a

esta Cámara para asumir la actitud actual, compañero Aguirre.

Quiero en estos momentos respetar los consejos de un leal y viejo amigo mío y viejo amigo y compañero de mi padre, para asumir una actitud serena y justiciera en este caso; por ello, respetando, pues, esa amistad y respetando también las opiniones de algunos compañeros que con toda serenidad han mostrado sentirse ofendidos por algunas de las palabras que vertimos en nuestras declaraciones a la prensa, repito, quiero con un sentido de serenidad manifestar a ustedes que no fue el objeto de nuestras declaraciones insultar personalmente a ninguno de los miembros de este Bloque de la treinta y siete Legislatura. Quisimos, por el contrario, reprochar, sí, los procedimientos que se siguen en esta Cámara para dirigir los trabajos y las labores de la misma. Yo, señores, lo digo sinceramente, me he significado como uno de los que han protestado, si ustedes quieren en forma callada, por los procedimientos que se siguen para la dirección de esta Cámara. No quiero, señores, sin embargo, seguir en este debate y si los compañeros, como algunos me han demostrado buena fe, buenas intenciones para trabajar y para laborar en beneficio de las clases laborantes del campo y de la ciudad, que venimos a representar en este recinto, son esas palabras de buena fe, sinceramente con todo gusto las acepto en la misma forma, y me adhiero a ellas para trabajar en los términos que ustedes han delimitado.

Así, pues, quiero sinceramente poner punto final a este debate, sin rehuir, por ningún motivo, la responsabilidad que pueda recaer en mí por la actitud que he asumido hasta la fecha. No quiero presentar el espectáculo de que ahora me siento arrepentido; pero sí quiero que en esta Cámara haya serenidad, cordura y justicia, y que haya también compañerismo; que todos y cada uno de los diputados nos sintamos con la libertad plena de venir a opinar dentro de este recinto, como mejor nos plazca y como creamos que estamos más cercanos a la verdad y a la justicia. ¡Mil gracias! (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Cantú Estrada.

El C. Cantú Estrada José: Compañeros diputados: Me voy a referir someramente a dos conceptos expuestos por los estimados compañeros Emilio Acosta y Pérez Redondo. Pertenezco a un grupo de diputados que hasta ahora había guardado una posición de cordura esperando que la Cámara se ocupase de asuntos realmente interesantes y de importancia para la colectividad nacional. Desgraciadamente, tres meses y medio de nuestra actuación son la experiencia más dolorosa para convencernos, si obramos con sinceridad y si queremos juzgar las cosas desapasionadamente, de que no hemos hecho gran cosa en beneficio del país.

Hemos contraído con el pueblo de la nación una responsabilidad enorme; hemos ofrecido colaborar, en la medida de nuestros esfuerzos, por servir los intereses generales, y hasta ahora un pequeño grupo de diputados ha discutido en forma privada el proyecto de Cooperativas. Tenía razón Emilio Acosta al referirse hace unos momentos en esta tribuna a que deben desaparecer de entre nosotros las rencillas y las divisiones. Desgraciadamente desde que México es México, nosotros hemos sido educados en la escuela del odio; se fomenta constantemente la discordia, desde que íbamos a la escuela; los pequeños la primera impresión que reciben es odiar a los caídos y a los vencidos en las luchas. No es el momento de calificar la actitud de los hombres; pero es necesario en este momento de recuperación social de la Revolución, olvidar por un momento esas rencillas y esos odios y dedicarnos a construir y a laborar en bien de la misma Revolución. Es necesario, más bien, es natural y lógico que en al vida parlamentaria existan grupos de mayorías y minorías; no debe ser motivo de alarma para la Representación Nacional, para la Cámara de Diputados a la treinta y siete Legislatura, que en este grupo, que en esta Asamblea exista una minoría o varios grupos minoritarios. En los parlamentos extranjeros los grupos de izquierda en muchas ocasiones han tenido necesidad de juntar sus elementos con otros pequeños grupos para abatir a las mayorías, y las mayorías dejan de ser mayorías cuando las minorías triunfan, pero en esos parlamentos extranjeros y en la vida parlamentaria del mundo, las minorías tienen fundamentalmente un antecedente de plataforma política o social.

Yo quiero preguntar a los compañeros que integran la minoría de esta Cámara cuál es el programa parlamentario, cuál es su finalidad política, cuál es la acción social que vienen persiguiendo. Y si juzgamos la cosa en forma desapasionada, si nos damos cuenta de que en las manifestaciones que han hecho dentro de este recinto y en las declaraciones a la prensa nacional, nos damos cuenta de que su programa es el mismo que sustentamos los miembros de la mayoría, es, pues, vergonzoso que exista un grupo minoritario que no disiente ni en lo político, ni en lo económico, ni en lo social con el grupo de la mayoría al que yo siento el honor de pertenecer; es triste, es lamentable, es por mil títulos deplorable que en grupo se constituya para perseguir finalidades particulares de grupo. Las personalidades dentro de un recinto parlamentario se hacen, se modelan trabajando intensamente. Todos los miembros de la treinta y siete Legislatura tenemos un amplio campo para trabajar, todos tenemos las experiencias recogidas en la lucha; pero sé muy bien, y creo que la mayoría de los compañeros que me escuchan también lo saben, que cuando lanzamos nuestras candidaturas para diputados, no preguntamos, ni nos preocupamos por investigar cuál era la condición económica del diputado, asignada en el Presupuesto Nacional.

Nosotros debemos trabajar dentro de un plano de elevación moral. ¿Los compañeros de la minoría tienen cargos fundamentales que hacer a los directores del grupo mayoritario? En buena hora que se discutan; pero que no se use el dicterio ni la injuria, porque eso ahonda la pasión y divide más y más a la familia revolucionaria. Soy de los que creen firmemente que las Cámaras de esta época no deben ser las Cámaras de la dictadura porfiriana. Estoy de acuerdo en que haya agitación e inquietud espiritual, ansiedad de renovación; pero no inquietud demagógica, no agitación estéril que haga

perder el tiempo a los diputados que quieren trabajar. (Aplausos.)

No estoy tampoco de acuerdo con la proposición que desde esta tribuna hizo el compañero Carlos Aguirre. Por ningún motivo debemos expulsar a los compañeros del grupo minoritario. Sé que en ese grupo hay hombres de significativo valor moral y revolucionario: allí está el Coronel Prado, un hombre de enorme valer en el movimiento agrario nacional; allí está Jaime Chaparro, que con su juventud no puede tener reservas mentales y que debe trabajar con nosotros, al igual que Hill, codo con codo, corazón con corazón, en la obra de reivindicación revolucionaria.

No tengo ningún prejuicio para ningún compañero de Cámara que quiera aprovechar esta oportunidad, la primera que se me brinda para hablar desde esta tribuna, a fin de invitar a todos los compañeros a la concordia, a que nos unamos y trabajemos unidos de acuerdo con las indicaciones que el día primero de septiembre de este año, desde este mismo lugar, hizo el señor Presidente de la República, que es el abanderado máximo del movimiento social mexicano: La Revolución requiere unidad de acción, unidad de pensamiento, unidad de criterio, y sólo en esta forma se puede abatir a las fuerzas reaccionarias y conservadoras, que momento a momento, e instante por instante nos acechan. Recojo las palabras de los compañeros Hill y Aguirre y quiero desde esta tribuna manifestar que saben hacer honor a su firmeza revolucionaria. Ha confesado un error, pero como todo joven es sincero, rectifica su conducta y desea trabajar con nosotros. No me corresponde a mí porque no soy el autorizado para hacer este llamado a nombre del Bloque, será el señor General Gasca el que haga este llamado a los compañeros para que trabajemos todos unidos en bien de la Revolución. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Simancas.

El C. Simancas: Compañeros diputados: Verdadero gusto sentí al oír expresarse desde esa tribuna al querido compañero y amigo Cantú Estrada. Precisamente muchos de los puntos que él acaba de tratar a ustedes los tenía yo en cartera para decírcelos, pero ahora es obvio. Solamente voy a referirme a algunas frases que los oradores que nos precedieron en el uso de la palabra han externado. Han hecho mucho hincapié y hasta ha habido compañeros, como el camarada Aguirre, que han pedido la expulsión del Bloque solamente porque hemos tenido el valor civil de convertirnos en un grupo minoritario. Efectivamente, muchos de los compañeros que estamos integrando esa minoría nos damos cuenta de que esas frases que ustedes han interpretado de otra manera de la que se quiso expresar, darían margen a un debate como el en que estamos en estos momentos; pero expresado por el compañero Hill, afirmado por el compañero Acosta y dicho también por mí, vuelvo a insistir en que no ha habido en el fondo ninguna intención dolosa para herir la susceptibilidad de los compañeros diputados. Probablemente se ha usado mal la palabra aristócrata, pero en la palabra aristócrata no quisimos nosotros involucrar a toda la mayoría de la Cámara. (Murmullos y voces: ¿Entonces a quién? ¡Nombres! ¡Nombres!

Voy a hablar, compañeros. Nos referimos a que dentro de la Cámara, como en todos los órdenes de la vida, se ha formado un grupo selecto que goza de bastantes privilegios. (Voces: ¡Nombres!)... para poder atraer a la mayoría... (Voces: ¡Nombres!) No necesito decir ningún nombre, compañero, (Voces: ¡Ah!) Ustedes, la mayoría, la minoría y todos nosotros, sabemos quiénes son, porque siempre que se ha tratado un caso de estos aquí, ellos salen a la tribuna a defenderse, ¿para qué los voy a nombrar? Todos ustedes los conocen; nos estamos refiriendo a la Directiva de la Cámara, no al General Estrada ni al General Gasca. (Voces: ¡Pues ésas son las Directivas!) Bueno, pero ellos no tienen todas las facultades constitucionales y administrativas de la Cámara. (Risas). ¿De qué se ríen?. Precisamente lo que nosotros queremos combatir es esto: que todas las comisiones tengan sus facultades constitucionales íntegras. Queremos combatir el procedimiento.

Algún compañero dijo que vivíamos en un país de democracia, pero no estamos dando una demostración de que haya democracia dentro de la Cámara de Diputados, porque se ha iniciado la formación de un grupo minoritario y los de la mayoría quieren expulsarlo del Bloque. ¿Por qué ese rencor? Si vivimos en un régimen de democracia, tenemos derecho a formar un grupo minoritario y expresar nuestro pensamiento y nuestra doctrina revolucionaria, que, en síntesis, como dijo el compañero Cantú Estrada, es la misma de ustedes.

Sólo discrepamos en procedimiento, pero no en ideología; porque no podemos poner tachas a ninguno de ustedes, a los de la minoría selecta que maneja a la mayoría de revolucionarios dentro de esta Cámara, pues que les reconocemos méritos de revolucionarios completos.

Como en una de las sesiones pasadas quise hablar y el compañero Gonzalo Peralta no me permitió el uso de la palabra alegando que se había agotado el debate, hasta ahora vengo a hacer estas declaraciones públicas delante de la mayoría y de la minoría, para que no haya malas interpretaciones: nosotros no estamos en contra del Partido Nacional Revolucionario; somos amigos personales del Licenciado Barba González, del Licenciado García de Alba y de todos los Secretarios del Comité Ejecutivo del Partido; son ellos grandes amigos nuestros y les estamos reconocidos. Así es que esa mala interpretación queda deshecha.

Y hago públicamente la declaración de que la minoría otorga un aplauso a estos funcionarios por su actitud, y que gozan de toda nuestra confianza y de todo nuestro aprecio.

Volviendo a que vivimos en un régimen democrático y que precisamente por esa democracia, como decía el compañero Ochoa Rentería, no debe haber discrepancias dentro de la Cámara, con esto no estoy de acuerdo. Si por el solo hecho de ser revolucionarios, nosotros tenemos la obligación imprescindible de pensar igual, todos, entonces no llegaremos a ninguna parte ni formaremos ninguna democracia. Tenemos grupos obreros tan respetables y tan revolucionarios con la C. T. M., la C. G. T.

y la C. R. O. M., que no porque tengan distintos nombres dejan de ser obreros, proletarios y revolucionarios. Así es que por qué dentro del Bloque Nacional Revolucionario no vamos a tener nosotros una línea de conducta que beneficie precisamente a la mayoría parlamentaria del Congreso? Los compañeros minoritarios que forman filas, no cabeza directriz en la mayoría, deben agradecernos a nosotros esa actitud, porque en esa forma afirman más su posición dentro de la mayoría. Así es que debemos vernos todos como amigos, como compañeros, como correligionarios y tratarnos en una forma democrática como han dicho.

El compañero Ochoa Rentería dijo que no teníamos bandera, y es cierto, estoy con él; la bandera de nosotros es la de la mayoría, es la misma de nosotros. He dicho que no discrepamos en ideología, pero sí en procedimiento. Otro compañero hizo expresión pública de su disgusto porque en un teatrucho de la capital se carga el nombre de los diputados en boca de los artistas. Quiero decirle a ese compañero diputado que con el solo hecho de ser funcionario estamos expuestos a las críticas del público. (Una voz: ¡Somos dos! Pues a los dos.

El C. Redondo: Respeto a lo que usted dice que no se trata de ofendernos a nosotros, quiero que me diga... (Campanilla).

El C. Presidente: No tiene usted la palabra, compañero Redondo.

El C. Simancas: No me referí a usted: ha oído mal.

El C. Presidente: Sigue en el uso de la palabra el compañero Simancas.

El C. Simancas: El compañero León García ha hecho que interrumpa uno de los puntos que les voy a tratar a ustedes. El ha estado diciendo aquí en alta voz que los centavos. ¡Que me diga el compañero García o algún otro, qué centavos son los que he pedido a la Cámara!

El C. Menéndez: Moción de orden.

El C. Acosta: Moción de orden.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Acosta Emilio N.: En atención a que las palabras que motivaron el debate están fuera, propongo que suspendamos este debate que no conduce a nada.

El C. León García: Que retiren las palabras.

El C. Simancas: Acabo de decir, compañeros, que la intención de los que formamos el grupo de la minoría es trabajar, es estar de acuerdo con el grupo mayoritario, y que no hubo intención dolosa para herir la susceptibilidad de ninguno de los componentes de la Cámara. Lo dijo también aquí el compañero Hill. Así es que está hecha esa aclaración.

El C. León García: ¿Quiere que le conteste lo que me preguntó?

El C. Presidente: Compañero García, le suplico...

El C. Simancas: Termino, pues, compañeros, haciendo la aclaración e insistiendo en que estamos con la misma bandera de la mayoría pero discrepando en procedimiento. Queremos una situación de altura y queremos más trabajo en la Cámara, tal como lo dijo el compañero Cantú Estrada.

- PRESIDENCIA DEL C. SANTOS PÉREZ-

El C. Presidente: Tienen la palabra el ciudadano Celestino Gasca.

El C. Gasca Celestino: Voy a principiar haciendo saber a los compañeros que el camarada Amilpa me ha hecho el honor de concederme el sitio que le corresponde en este debate. Hago esta aclaración porque siendo yo quien lleva el record de los compañeros que han pedido la palabra, bien pudiera suponerse que me he puesto anticipadamente a hablar antes del compañero a quien corresponde su turno.

Compañeros. Creo que a ninguno de nosotros se escapa la enorme responsabilidad que tiene la treinta y siete Legislatura. La misma presencia de componentes de organizaciones de significación en el país, en este recinto, nos marca perfectamente bien el sentido de responsabilidad que cada uno de nosotros debemos tener. Hay responsabilidades concretas e inmediatas, representadas en cada uno de los grupos que aquí están tratando de llevar, en los distintos aspectos de la lucha social, al triunfo definitivo la causa del proletariado.

Esta Cámara, por el simple hecho de que está totalmente formada, o casi totalmente, por elementos representativos del movimiento obrero organizado en el país -y al hablar de movimiento obrero quiero referirme también al movimiento obrero organizado de México -, tiene el derecho de imponernos como norma ineludible de todos nuestros actos, la más grande, la más absoluta seriedad que haga justo honor a las organizaciones que nos han mandado para defender sus intereses. (Aplausos). Si nosotros no nos ponemos a la altura del cumplimiento de nuestras obligaciones; si nosotros no recogemos el clamor de justicia que reclama el país entero, no estaremos entonces cumpliendo los sagrados deberes que nos hemos impuesto al aceptar venir a ocupar honrosamente un sitial en esta Cámara. Si desgraciadamente desviáramos el sentido de nuestra responsabilidad no sólo a las vaciedades de discusión en esta Cámara, sino hiriendo también profundamente el sentimiento revolucionario de los que nos han mandado, nosotros haríamos fracasar la primera Cámara que en la República, después de la Revolución, ha venido a ser ocupada por verdaderos representativos del movimiento obrero nacional. (Aplausos). Y este fracaso, consecuencia de ese error, traería como consecuencia ineludible que caería sobre la parte legislativa de la Revolución una mancha que nosotros no seríamos capaces de borrar jamás, ni siquiera con la sangre toda de nuestro cuerpo. Es preciso entonces que nosotros hagamos honor completo a los elementos que nos han mandado aquí a defender sus intereses y que no hagamos fracasar la primera Cámara revolucionaria en la que tiene asiento el campesino y en la que tiene asiento el trabajador del banquillo en el taller. (Aplausos). No, no somos legisladores, porque pretender aparecer como tales, sería estar faltando a una verdad que nosotros debemos reconocer en todo caso. Pero sí debemos declarar de una manera terminante que a falta de una preparación consecuente para hacer leyes que pudieran servir de ejemplo,

no a México sino al mundo, tenemos una gran voluntad, y esa voluntad debemos manifestarla en hechos concretos de trabajo y de labor, a fuerza de estudiar y de estudiar las leyes que necesita el país para la resolución de sus grandes problemas. Económica, educacionalmente y en el orden político y en el orden social, en general, hay mucho que hacer, compañeros. Nosotros hablamos todos los días de triunfos de la Revolución y todavía tenemos que estarnos debatiendo aquí mismo en el seno de nuestra Cámara, adonde nos hemos hecho aparecer como verdaderos revolucionarios; todavía estamos debatiéndonos en intrigas; todavía estamos debatiéndonos en actitudes falsas que no han de conducirnos jamás al verdadero éxito al que debemos llevar a la treinta y siete Legislatura. (Aplausos).

Yo, compañeros haciendo honor al camarada Acosta cuando trataba de justificar que no ha habido delito en los trabajos que ha realizado el grupo de compañeros que se ha hecho llamar minoría, yo alabo su gran deseo de que no se desencadenara el encono y la pasión entre nosotros; pero también es justo que al hacer honor a esa idea y a esa actitud del compañero Acosta, precisemos los puntos sobre los cuales habrá de descansar la armonía futura.

Yo he recibido el inmerecido honor de ocupar un puesto en la Directiva del Bloque, y quiero, a fuerza de voluntad, de trabajo y buena fe, estar a la altura de este honor que me han hecho los compañeros. Y no cumpliría con esa grata y noble misión que me estoy imponiendo, si no hiciera la terminante declaración, como Presidente del Bloque de la Cámara, dependiente del Partido Nacional Revolucionario, que por ningún motivo la Directiva del Bloque actual puede reconocer hegemonía a ningún grupo, cualquiera que sea la denominación que tenga (Aplausos).

Quiero creer, me estoy esforzando por creer, que no hay dolo en las minorías; pero si no existe dolo en las minorías, en lo que ellos mismos han llamado minoría y que, repito, nosotros no podemos aceptar porque no existe; si no ha habido dolo. digo, sí por lo menos ha faltado táctica. Por esa falta de táctica se tienen, fuera y dentro de la Cámara, falsas interpretaciones.

Nosotros no debemos dar el espectáculo, ni siquiera dentro de nosotros mismos, de que pueda existir un motivo justificado de división porque no lo hay; honradamente no lo hay. Habrá el deseo de declarar que tales o cuales hechos de algunos de nuestros compañeros no se ajusten a la manera de pensar de algunos: ¡¡perfectamente!!; pero eso no da el derecho de crear un grupo que se quiere hacerse llamar minoritario; y el hecho de que no tenga, por declaraciones ya expresadas aquí, dolo ninguno, sí, por lo menos, deja suponer que lo que se pretende es en realidad dividir a la Cámara. (Aplausos).

Pero la Directiva del Bloque, así como la mayoría que está con él, no puede permitir que la Cámara se divida, porque no podría permitirlo, si es que todos hemos consentido en que venimos animados de un claro sentimiento revolucionario, y además hemos reconocido como nuestro tutelar en política al Partido Nacional Revolucionario; y así mismo, porque todos hemos convenido en que debemos solidarizarnos con la labor del actual Gobierno, que a nuestro juicio está cumpliendo con los principios de la Revolución. Y si todos estamos de acuerdo en estos tres puntos básicos, que son los que deben normar moral y políticamente la labor del Bloque, no hay razón, mientras no declaren algunos compañeros que están en contra del Bloque, del Partido Nacional Revolucionario y de la labor que el Gobierno ejecuta, así como que también están en contra del sentimiento revolucionario que aquí campea; no hay razón, digo, para que podamos consentir que existe una minoría. (Aplausos).

Que se trataba simplemente de crear un grupo para poder, como decía alguno de mis antecesores en esta tribuna, servir de punto de oposición para aclarar conceptos, ¡muy bien!; pero el simple hecho de que se haya nombrado un Comité de Prensa para dirigir los trabajos de ese grupo que se llama minoritario, con eso se nos está queriendo decir que lo que se quiere es formar un grupo con hegemonía absoluta; y no es posible que si nosotros hemos consentido en declarar que somos revolucionarios, que pertenecemos al Partido y que estamos solidarizados con la labor del Gobierno, no podemos permitir, repito, que se nos quiera en este caso mentalmente tener una reserva. Si no hay fines ulteriores detrás del deseo de formar este grupo minoritario, como se le ha llamado, entonces yo pido que los compañeros que lo dirigen, si es que en masa los descontentos no lo quieren hacer, deben declarar de una vez por todas que no existe esa minoría en la Cámara, y cuando esta declaración sea hecha públicamente, como se ha hecho aparecer la existencia de un grupo, entonces sí la Cámara estará convencida de que en realidad lo único de que se ha tratado es de oponer en determinadas ocasiones, cuando así parezca a sus propios intereses o a su manera de pensar, una oposición a tales o cuales deseos. Nosotros estamos dispuestos a que si hay en realidad quejas contra algún compañero, cualquiera que sea la comisión que esté desempeñando, que se diga con claridad, pero que nunca se hable en forma velada, porque esa forma velada da lugar a muchas interpretaciones que no siempre han de dar a la Cámara el prestigio que merece. Y es preciso también, al margen de esta discusión, si es que los compañeros que se han llamado minoría quieren hacer esa declaración terminante, como una justificación de las palabras que ha vertido aquí el compañero Hill y otros que voy a decir, autorizado por el compañero Chaparro, deben hacerlas cuanto antes, con el objeto de que esa inquietud que se ha tratado de establecer dentro y fuera de la Cámara termine, y que la prensa mañana lleve la buena nueva de que nunca ha habido y nunca habrá, mientras haya los tres puntos básicos de que he hablado como unión de este Congreso, nunca habrá división, y si la hay algún día, ha de ser porque no siguen pensando como revolucionarios y porque no quieren seguir solidarizándose con el Gobierno que actualmente rige los destinos de la República, y si lo hacen así, es que ya no quieren pertenecer al Partido Nacional Revolucionario. Así sí consentimos nosotros en que haya una minoría y estoy seguro que a cualquiera de los compañeros de la Cámara no le asustaría la existencia de esa minoría; pero que

al amparo de un simple deseo de poner ciertas taxativas a determinada labor de Comisiones quiera hacerse aparecer una minoría, nosotros no lo aceptamos.

Yo suplico, pues, que después de hablar el compañero Hill o el compañero Chaparro a cuyas palabras me voy a referir, se sirvan declarar de una manera terminante ante esta Asamblea, si en realidad convienen en que no existe minoría y en que no debe existir por ningún motivo; y que esos puntos que han hecho aparecer como programa de esa minoría, no tienen razón de ser, porque ya lo dijo el compañero Cantú Estrada, lo mismo que ustedes lo han declarado en la prensa, esos puntos son el mismo sentimiento de la mayoría. Y si es el sentimiento de la mayoría, no hay razón para que una minoría, queriendo arrogarse el derecho único de ese sentir general de la Asamblea, pretenda por ese hecho formar un grupo aparte del que nosotros llamamos aquí: Bloque del Partido Nacional Revolucionario de la Cámara de Diputados.

De manera que el compañero Chaparro... (Voces: ¡Vaca Solorio!)... me dijo que lo que afirmó el compañero Hill es el sentir de ellos: que no han tratado de herir ni de lastimar a ningún compañero de la Cámara. Si no interpreto con toda fidelidad lo que se me dijo, suplico al compañero que me haga la rectificación debida. Pero entiendo que el compañero me dijo: "Los de la minoría - a quienes no podemos reconocer como tales - declaramos que no hemos tratado de lastimar a ningún compañero de la Cámara". ¿Es así, compañero?

El C. Vaca Solorio Rafael: Sí, señor: no hemos tenido intención de lastimar a nadie.

El C. Gasca Celestino: Si no ha habido intención de lastimar a nadie y si no hay puntos de discrepancia dentro de este Bloque, para que se organice otro con hegemonía, entonces insisto en que los compañeros que se han hecho llamar minoría hagan una declaración terminante, si no aquí, por lo menos en la prensa, de que no existe tal minoría, y que sólo hay un Bloque dentro de la Cámara: el Bloque dependiente del Partido Nacional Revolucionario, y que este Bloque, por la razón misma de depender de aquel Partido, se solidariza con la labor actual del Gobierno de la República.

Voy a pasar a otro punto que también es de interés. Si hemos convenido en que debemos dignificar a la Cámara y en desarrollar una labor revolucionaria que dé prestigio a los elementos que nos han mandado aquí, debemos entonces guardar toda la compostura necesaria. Hay ciertas formas de ser, que sin ser la esencia del ser, sí le dan valor al ser. Y es preciso que si tenemos el propósito firme de dignificar el título honroso de diputados, que nuestra conducta sea un complemento de nuestros sentimientos y de nuestras ideas; que esta Cámara le demos el valor moral que tiene, porque los elementos que en ella se congregan, representan el sentimiento y el derecho cívico de los ciudadanos todos de la República; que nosotros, siguiendo el deseo y el noble propósito de dignificar la política misma en sí, nuestros procedimientos sean claros, transparentes, y ve nuestra conducta, aunque sea un simple corolario de nuestros sentimientos y de nuestras ideas, venga a demorar, dentro y fuera de la Cámara, que somos dignos representantes del pueblo.

Esta forma de dignificar a la Cámara, tratando de dignificarnos cada uno de nosotros, indudablemente que traerá la labor trascendental de que nosotros demos el honor que merece la dignidad que reclama el pueblo de México, representado en sus Cámaras Legislativas. Debemos abandonar las prácticas interiores en este recinto, de displiscencia, de enfado y muchas veces de indiferencia a los asuntos que en él se tratan, que por insignificantes que parezcan, van a normar un sector de la vida del país; y por pequeño que sea ese sector, nuestras disposiciones tienen en sí un valor, y ese valor debe estar respaldado siempre por nuestra propia actitud.

Que no hagamos, que no sigamos haciendo de la Cámara el refugio de todas las peticiones, sino que hagamos de la Cámara el recinto en el que, desde el más humilde hasta el que se sienta más elevado, lo vea con veneración, y al pisar cualquiera de sus escaños sienta el deseo de descubrirse ante el honor que nuestro trabajo y nuestros sentimientos revolucionarios han de dar para la grandeza de la XXXVII Legislatura. (Aplausos).

Sólo quiero, para terminar, decir a los compañeros que me han hecho el honor, como ya dije, de darme un sitio en la Directiva del Bloque, que pueden estar seguros de que yo haré honor a esa confianza y que no habrá para mí ni límite de tiempo, ni de fuerza física ni de fuerza moral ni de fuerza intelectual, cualquiera que sea la que tenga, que no la dedique a la grandeza del Bloque de la Cámara, porque de la grandeza del Bloque de la Cámara habrá de derivarse la grandeza de la Cámara de Diputados, y de la grandeza de la Cámara de Diputados, habrá de elevarse el criterio de los elementos que nos mandaron aquí para defender sus intereses. (Aplausos).

Esta es mi profesión de fe, ésa es mi profesión de fe, y creo que habré de cumplirla, porque siempre he tratado, y los antecedentes pueden decirlo, de cumplir con lo que yo ofrezco, cuando lo que ofrezco es lo que debe merecer el sacrificio, si preciso, para resolver los problemas ingentes que tiene el país. (Aplausos).

El C. Amilpa Fernando: Compañeros: A mí me satisface sobre manera la declaración hecha por las personas que nos insultaron por medio de los periódicos, porque esta es una rectificación de conceptos que vertieron y gracias a los cuales, aunque no se quiera, tendremos que cargar con el mote de aristócratas, sin que la disculpa que se nos ha dado nos permita llamar a los que nos insultaron, pues, no unos pelados, porque no lo estarán como un tomate, las damiselas, que es algo también sutil y frágil que pudiera caerles, pero ya no vamos a decírselos. ¿Por qué? Porque ellos han rectificado los conceptos que tuvieron respecto de nosotros. Pero es conveniente, en vista de que hay personas fuera de la Cámara empeñadas en trabajar a un grupo determinado, en trabajar a compañeros sin auditorio y sin respaldo pero con muchas ambiciones - no hago aluciones personales a nadie, es una consideración de orden general producto de mis observaciones a través del ambiente que se aprecia aquí -, como hay fuera de la Cámara personas interesadas en trabajar estas

cuestiones con fines inconfesables por el momento, aunque a su tiempo saldrán. Es necesario poner un punto final a esta cuestión.

Yo no reprocho, sino elogio, la actitud del compañero Chaparro, porque él hizo lo que ya era necesario que hiciera ese grupo de descontentos a quienes nosotros veíamos en la sombra, o en la penumbra, sin siquiera saber si lo estaban y por qué.

El compañero Chaparro expresó en ocasión anterior, y perdóneme la crítica si es que en algo le hiere, algunos conceptos haciendo la defensa del grupo que lo postulaba, y la autodefensa de su propia personalidad, tratando de darle relieve que muy en justicia puede ser que tenga. Pero ya es conseguir algo sacarnos de una inquietud que nos está presionando el cerebro y el espíritu. ¿Qué quiere esta minoría de descontentos? ¿Qué necesita, si tiene completa libertad, si tiene la pluma en la mano, si tiene el grupo de empleados que necesita para los proyectos que tenga a bien presentar, si puede tratar los problemas nacionales con toda la amplitud de criterio que sus propias facultades le permita, si dentro de este Bloque se le escucha, si no hay un Presidente de Debates poco honesto que la sabotee y que esté echando a rodar sus proposiciones? ¿Qué quiere esa minoría? Nada absolutamente.

El compañero Chaparro no expresó las causas de su descontento, pues cuando más dijo: "no estamos conformes con ciertos procedimientos"; pero no los señaló. Y luego se expresó otro compañero por el mismo estilo - El compañero Salgado Palacios-, diciendo que no estaba de acuerdo con el estado de cosas que prevalecía. ¿A dónde vamos a dar con una minoría que no se explica, que no se hace sentir? Es conveniente que nos fijemos en lo que puede resultar de consentir en que este estado de cosas prevalezca; porque se dan casos como el que tenemos enfrente: los compañeros Vaca Solorio y Hill se han ido a tocar las campanas del escándalo, a quejarse con la reacción, con la única con quien pueden quejarse a través de los periódicos, empeñados en hacer fermento de levadura y descomposición en la treinta y siete Legislatura, asuntos en el Bloque, que era lo que correspondía.

No ha habido en la historia del Bloque y en la historia de la treinta y siete Legislatura una posición doctrinaria, una posición de táctica, de lucha, una posición eminentemente legislativa de parte de la minoría; si hubiera esto, al proletariado le llenaría de inquietud la existencia de esta minoría. Pero cuando en el fondo no se ve más que satisfacción, el proletariado no puede sentir más que desprecio frente a esos elementos que se están empeñando frente a la reacción que quiere vernos divididos por ciertos elementos en la Cámara. (Aplausos). Al proletariado no le importa, a la Nación no le importa que Amilpa, Chaparro, zutano o mengano tengan comisiones ni se les dé autobombo ni una personalidad altísima, con o sin capacidades; lo que al proletariado le importa y espera de nosotros, y también con toda razón, es trabajo sobre los proyectos de ley, es trabajo legislativo, para que puedan apresurarse las resoluciones de problemas de carácter social, económico y político que tiene México frente a sí. Esto es lo que sí preocupa; y si esa minoría se viera colocada ya dentro de un plano elevado para desarrollar una acción positiva frente a una acción negativa y reaccionaria de nuestro Partido, en buena hora que tuviera la razón invocando su existencia dentro de esta Legislatura, que, aunque no se quiera, el Legislatura revolucionaria. De manera que en conveniente, para poner término a este estado de cosas, y me permito proponerlo a ustedes, una adición a los estatutos del Bloque en su artículo 27, agregándole un inciso D. que diría: "Son obligaciones de los miembros del Bloque tratar las cuestiones referentes al mismo, exclusivamente por conducto de sus organismos". Esto es lo que procede, esto es lo leal, esto es lo que debemos hacer, con el objeto de que no al primero que se le ocurra vaya a los periódicos a hacer escándalo con objeto de hacerse de personalidad, con el objeto de hacerse una vez más o menos apreciable para las gentes que están viendo la manera de meter la garra sacando un diputado hoy y otro mañana e ir formando un conjunto de gentes a quienes puedan mover a su antojo para la resolución de los problemas y cuestiones personales; y agregar también en el capítulo de sanciones, que es causa de expulsión el hecho de no cumplir con las disposiciones del inciso D del artículo 27 que he citado.

Esto me permito hacerlo con carácter de proposición suplico a la presidencia que en su oportunidad lo ponga a votación. No es la mordaza para nadie; es que las cuestiones de Bloque deben tratase primero en Bloque, si es que efectivamente interesa que se nos oiga y se rectifique una posición errónea de la mayoría. No ganamos nada yendo a la prensa, sino dar el escándalo, exhibirnos, presentarnos con el carácter de exhibicionistas que creo que a nadie debe satisfacer este calificativo, este epíteto, frente a las masas que están esperando una acción sincera, revolucionaria y elevada de nuestra parte. De manera que es conveniente que se medite sobre la necesidad de aprobar esta proposición que hago, y en lo futuro no tendremos indudablemente que lamentar escándalos, ni censuras, ni críticas malévolas de parte de la prensa reaccionaria, que está atisbando cualquiera de nuestros errores, para explotarlos.

Y ahora no puedo sentirme menos que satisfecho por la actitud del compañero Ochoa Rentería. Este compañero es de Michoacán, y piensa, como el señor Presidente de la República, que ya no puede regionalizarse ni el espíritu ni la mente, ni la acción de los diputados. (Aplausos.) Ya no puede michoacanizarse a la Cámara, ni de ninguna manera sujetarse la mentalidad y la acción de los diputados a un cartabón determinado. Tenemos un Presidente honesto y revolucionario, que es el primero que repudia una acción de esta índole.

Por estas razones es bueno que encaucemos nuestros pasos hacia otros planos y que nuestras dificultades internas las liquidemos aquí. La ropa sucia se lava en casa. Y cuando los compañeros no sean oídos por nosotros, cuando se les sabotee por la Presidencia de Debates, cuando hagan proposiciones y no sean atendidos, cuando levanten una cuestión de carácter social que esté vinculada a la responsabilidad de la XXXVII Legislatura y encuentren oposición sistemática de nuestra parte,

muy bien que vayan a echar a vuelo las campanas del escándalo, pero antes no.

La minoría debe precisar su oposición, si existe. Yo, como el General Gasca, quisiera que no existiese, ni tengo el propósito de señalarla; pero tenemos que llamarla de algún modo. ¿Que la mayoría de la Cámara está defraudando a la Revolución? ¿Qué aspecto, en qué forma, en qué actitud? ¿Defrauda al proletariado? ¿Defrauda al Gobierno? ¿Defrauda al Presidente de la República? ¿En qué aspecto, en qué forma? Esto es lo que la minoría necesita decir, y crean ustedes que no estamos ninguno de nosotros con el propósito de no atender todos aquellos razonamientos que hagan y todas las peticiones que pudieran formular, para salvar en conjunto una responsabilidad que compartirnos. No hay razón para encastillarse dentro de un grupo opositor, como no sea teniendo propósitos inconfesables y aspiraciones de otra índole.

¿Qué es lo que se debe definir en este momento? Cualquiera que nos vea perder tres horas en esta discusión, que es intrascendente va a pensar que en la XXXVII Legislatura existe una minoría, que es la expresión del malestar de un grupo pisoteado por una mayoría atrabiliaria, por una mayoría reaccionaria que se está oponiendo al avance de las ideas y al avance de la acción revolucionaria dentro de la XXXVII Legislatura. Pero es conveniente que se sepa que no ha habido hasta este momento en que se hacen declaraciones, diciendo que en la Cámara no hay autonomía, que no se trata a los diputados por igual, diciendo que en la Cámara no hay fraternidad, diciendo que en la Cámara hay un grupo de aristócratas, diciendo que se está en vísperas de choques sangrientos terribles y cosas por el estilo; sí quiero hacer constar, para adelantar a liquidar responsabilidades, que el grupo que se ha llamado minoritario, no ha hecho ni un solo acto de presencia determinando su posición revolucionaria respecto de tal o cual posición reaccionaria de nuestro Partido. Eso es necesario que se quede grabado en la mente de todos. ¿Por qué? Porque es producto del malestar que no puede confesarse, que no puede salir, porque nadie pude decir: yo estoy descontento porque no se me quiere considerar como líder nacional; yo estoy descontento porque no se me da la representación que quiero dentro de la Cámara, la que yo necesito; yo estoy descontento porque no tengo la manera de controlar a los demás, porque si hay quien controle con gajes o cosas que se tienen a su alcance, no se pueden confesar estas cosas, y cuando se hace, cuando se está así, es imposible salir adelante; y cuando hay gentes que están deseando la existencia de un grupo homogéneo dentro de la Cámara, quiere decir el éxito de la dirección de la política nacional de tal o cual miembro del Comité Ejecutivo del Partido Nacional Revolucionario o de tal o cual amigo mío, y es necesario porque a mi me interesa, a mí me conviene que este amigo ha fracasado en la dirección de la política nacional y que se sepa que yo cuento dentro de la Cámara con un grupo determinado. Esto es criminal y este es otro de los aspectos que hemos podido encontrar en la minoría. Perdónenme si estoy equivocado, pero es culpa de ustedes. Es que nunca los hemos oído, es que no conocemos a fondo su manera de pensar, ni la causa de sus negativas, ni mucho menos la causa de su oposición a que nosotros trabajemos y no perdamos el tiempo como lo estamos haciendo. Hay dentro elementos circunstanciales que tenemos que buscar por una o por otra actitud, por una actitud de crítica mordaz en corrillos, elementos que circunstancialmente, con una práctica que debe satisfacerles, atizban el momento propicio para poder entrar al conjunto, y una vez que el asunto está hecho llegar a hacerla de manager de aquella pequeña minoría con el objeto de elevar los bonos personales, si es que se tienen algunos. Y este es otro de los aspectos que aclaro de esta minoría, si es que se empeña en seguir existiendo, de seguir siendo un conjunto disímbolo, un conjunto de circunstancias, compuesto de puros reyes, porque ninguno quiere ser paje. Y esta es la imposibilidad: tener un criterio uniforme, una sola convicción, un solo concepto respecto de todas aquellas cosas que queremos estimar. De allí que Chaparro tenga una actitud, Vaca Solorio otra, Hill quizás otra y otros compañeros otra, y otros se la callan, -pero se las adivinamos - para socavar a la mayoría.

¿Se puede hacer algo de esta minoría circunstancial? ¿Se puede hacer algo de esta minoría que está sobre un plano de engaños, de cosas de capricho, de disgusto, coraje o casas por el estilo? ¿A dónde vamos a dar? Queremos comprender a los compañeros de la oposición; queremos entendernos; queremos ayudarnos a resolver los problemas para salir de este atolladero y de esta lucha y ponernos a trabajar. Pero es necesario que se hable, y si se aprueban estas declaraciones, de hoy en adelante no habrá más pasto para la prensa reaccionaria; habrá actitudes de hombría, habrá actitudes definidas, viriles, claras y concretas que sólo podrán asumir los hombres con valor civil suficiente y los hombres competentes para abordar determinadas cuestiones, porque por muy simpáticos que seamos, no es posible que se nos dé una representación si no la tenemos. La personalidad de alguien dentro de la Cámara no puede estimarse por el cargo que desempeña; cualquier diputado, con cargo o sin él, con comisión o sin comisión, puede demostrar ante la opinión pública y ante los trabajadores, que es tan capaz y merecedor de confianza de todos, como lo es dentro de sus mismos compañeros, donde a base de aptitudes, de méritos revolucionarios, a base de trabajo constante, ha acumulado la estimación de ellos. Al fin y al cabo nuestro puesto no es más que circunstancial, y de éste es de donde menos provecho saca el proletariado, y menos provecho también saca la nación.

Así pues, conviene no perder este punto de vista. Una minoría, producto de un estado de descontento, pero no porque prevalezca dentro de la Legislatura un estado de corrupción, un estado de retraso, un estado de rectificación en la obra de la Revolución, un estado de confusionismo, un estado de desviación hacia la derecha, no puede justificar su existencia, ni menos puede crecer en lo sucesivo como lo dije hace días. Mientras nosotros no defraudemos las esperanzas que el proletariado y la nación tienen en nosotros mismos, no es posible que se sume un miembro más a ese grupo; es más fácil que se deshaga, que por su propia inconsistencia sucumba; y no desearíamos ver dentro de

nosotros a un grupo de decepcionados, de amargados, cuya colaboración en un momento dado puede ser muy provechosa y muy saludable. Por eso, compañeros, es necesario insistir. No somos nosotros quienes queremos elevar a la categoría de delincuentes a ningún grupo de compañeros colocados cada quien en el lugar que le corresponde; pero sépase que cuando se ofende a mansalva, se está expuesto a lo mismo.

Es necesario que ya acabemos estas sesiones en donde se pierde el tiempo miserablemente. Sólo quiero hacer ver al compañero Hill que no es sincero en sus palabras, que no es sincero en su actitud, y hasta la minoría no es sincera. ¿No están diciendo que están descontentos con nosotros porque no hay democracia, porque los procedimientos que se emplean para las cuestiones de la directiva son antidemocráticos? Tenemos al diablo predicando la moral. Ellos están haciendo lo mismo. Ellos presentaron su planilla la vez pasada. ¿Entonces dónde está la causa? No hay razón cuando no se lucha con la verdad y no se tiene justicia; cuando se está haciendo algo que no es legítimo, se tiene que incurrir en muchas y lamentables contradicciones.

Es necesario, pues, poner punto final a esto, porque, camaradas, esas actitudes de choque personal redundan en perjuicio de esta Legislatura, y redundan porque cada compañero cuenta las cosas a su modo, y como ya tiene un propósito preconcebido, va a trabajar la personalidad de determinado compañero con un grupo determinado de políticos para hacerlo aparecer como que es un peligro para las ambiciones de aquel grupo de políticos en quien piensa encontrar aquél respaldo o apoyo para el futuro. En estas condiciones a quien se le intriga en esa forma no puede hacer otra cosa que defenderse, que puntualizar las cosas en el momento en que se necesite y ante quien sea necesario. Y si vamos a seguir así compañeros, cuando volteemos estamos profundamente desprestigiados y estamos incapacitados para organizar la labor de verdadera eficiencia que reclama el proletariado.

Ya digo, no es nuestro propósito, confirmamos también nuestras palabras de días anteriores, no deseamos erigir a nadie en culpable; colóquese cada quien en el puesto que le corresponda. Si esto no obstante sigue adelante, nosotros lo hemos de lamentar mucho; pero ustedes han de comprender que es necesario tomar actitudes enérgicas cuando hay obstáculos que se levanten cuando queramos realizar una labor aquí en bien de los trabajadores del país. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero León García.

El C. García León: Compañeros: voy a decir unas cuantas palabras en nombre de los diputados que pertenecemos a la Confederación Campesina Mexicana. Quiero ser absolutamente sereno y tan desapasionado, como lo permita una junta de esta naturaleza. Aplaudo con toda sinceridad y con todo entusiasmo la actitud del compañero Gasca, al llamar a la concordia y al pedir que se liquide para siempre una situación que redunda en perjuicio de la XXXVII Legislatura y, en último análisis, en perjuicio de los trabajadores del país que representamos.

Creo que ante la declaración categórica de los compañeros que han motivado este debate, de que piensan igual que nosotros, sienten lo mismo que nosotros los principios de la Revolución, que están identificados, como nosotros, con el Gobierno del General Cárdenas, y sienten lo mismo que nosotros la imperiosa, la ingente necesidad de legislar en bien de las clases trabajadoras y de los sectores populares de México; creo, digo, que al afirmar por otra parte esos compañeros que no tienen una bandera distinta de la nuestra, debemos despojarnos de cualquiera pasión momentánea, cualquier ofuscamiento personal y llamarlos a ellos, como lo hizo tan brillante, tan sincera y lealmente el General Gasca.

Pero considero que no pueden liquidarse hechos como éste, cuando no se ponen sobre el tapete de la discusión las cartas, cuando no se habla con claridad y precisión, y cuando no se expresa lo que se siente en el fondo del corazón. Creo que los compañeros michoacanos que forman el núcleo más números y el único representativo, podemos decirlo, dentro del grupo minoritario, llegaron a México sufriendo un lamentable espejismo. Cuando vinieron como candidatos a diputados, supusieron que el control de la Cámara, la hegemonía de la Cámara era para ellos, la herencia de los compañeros Mora Tovar y Mayés Navarro. Y así fue como vimos que cuando el Partido Nacional Revolucionario convocó a todos los presuntos diputados, a todos sus candidatos, a constituir el Bloque Nacional Revolucionario de la Cámara de Diputados de la XXXVII Legislatura, ninguno de esos compañeros se presentó, y en cambio convocaron e hicieron activa e intensa propaganda para que se celebraran reuniones de presuntos diputados en un lugar distinto al local oficial del P. N. R. Creo que posteriormente deberíamos haber aclarado este hecho con lealtad, deberíamos haber hablado con estos compañeros y haber liquidado este asunto. Ese acto inicial vino a ser un fermento que ha venido evolucionando dentro de las labores de la XXXVII Legislatura y cuya resultante es el actual grupo minoritario.

Yo creo que los compañeros no tienen razón. Ellos convinieron tácitamente en que habían sufrido un error el aceptar venir a formar parte del Bloque Nacional Revolucionario de la XXXVII Legislatura y lo ratificaron con lealtad y vinieron a colaborar con nosotros en las juntas previas y actuaron en ellas con entusiasmo, dinamismo y actividad. Uno de sus miembros, el compañero Zavala Ruiz, fue Secretario del Colegio Electoral y actuó con todo entusiasmo dentro de él. Pero posteriormente, y siguiendo ese paso inicial, los compañeros han mostrado determinado descontento. Yo creo que es injustificado. Estoy hablando en un tono de absoluta ponderación, de serenidad completa, y creo que es necesario llamar la atención sobre todos estos puntos con el objeto de que queden liquidados definitivamente. No podemos liquidar el pasado si no lo exponemos con claridad y si no hablamos con verdad.

Los compañeros que forman el grupo que se han empeñado, que se han esforzado en constituir, un grupo que no tiene razón de ser ni de existir dentro del Bloque Nacional Revolucionario de la XXXVII Legislatura, se quejan de que no hay

equidad en el reparto de Comisiones, y yo quiero recordar esto: que Zavala Ruiz fue secretario del Colegio Electoral, que Ricardo Hill fue Secretario de la primera Directiva de esta Legislatura, del Bloque de septiembre; que el compañero José María Cano es Secretario de la Comisión de Control, y como a la Comisión de Control están enderezadas todas las quejas, si la Comisión de Control funciona mal, el compañero Cano es uno de los responsables, y el compañero Cano no puede alegar ignorancia, y el compañero Cano a quien conozco, respeto y estimo, pues es uno de los dirigentes de la Confederación Michoacana Revolucionaria del Trabajo y tiene varios años en la lucha, habiendo sido por un período social secretario general de esa Confederación, no puede alegar ignorancia; tiene responsabilidad, tiene personalidad, tiene criterio y talento y preparación en la lucha. Así pues, si hay fallas en la Comisión de Control, el compañero Cano es responsable, ya que es miembro de la que se ha dado en considerar como la comisión más importante dentro de la Cámara. No tiene, pues, razón para decir que no hay equidad en el reparto de las comisiones.

Elías Miranda es uno de los elementos más ponderados, más ecuánimes y más preparado de la diputación michoacana, y es también secretario permanente de la Cámara de Diputados durante este ejercicio.

El compañero Alfonso Flores, que dice que le han cortado las alas y sus aspiraciones, es miembro de la Comisión de Presupuestos de la Cámara; y no sé si esas aspiraciones, esos deseos, esos anhelos generosos de que él hablaba, lo haya puesto en el desempeño de su cometido, ya que allí tiene tela de donde cortar.

El compañero Acosta es miembro de la Comisión de Comunicaciones y me consta que trabaja intensamente.

He citado a ocho o diez compañeros de los diez y siete que forman la minoría y que tienen comisiones importantes dentro de la Cámara. ¿Que podemos esperar los restantes diputados que somos ciento cincuenta y tantos? ¡Creo que mayor equidad no puede haber! En ninguna Legislatura ha habido tanta equidad como en ésta en el reparto de comisiones.

Circunscribiéndome al hecho que motiva este largo debate, creo que los compañeros no han obrado con absoluta sinceridad. Ricardo Hill Manifestó en esta tribuna que sus declaraciones, firmadas por él y Vaca Solorio, no trataban de herir a nadie en lo personal; y oí que algún compañero le interrumpió diciéndole: "Entonces, ¿en general a todos?". Yo no sé que acepción dan Hill y Vaca Solorio a las palabras de "servil", "timorato", "incondicional" y otros adjetivos conque nos califican a todos en general y a ninguno en particular, según la expresión del compañero Hill. No quiero suponer que el compañero Hill, más bien dicho, quiero convenir, esforzándome, en que el compañero Hill ha obrado de buena fe al redactar al manifiesto y al emplear términos cuya acepción. Le aconsejaría que le pidiera prestado su diccionario a Flores Villar. (Risas.)

Creo fundadamente que el compañero Hill no conoce en toda su acepción el significado de estas palabras, porque tengo entendido que salió en su más tierna infancia del país y que regresó para ser diputado. Así es que yo me explico y disculpo la equivocación del compañero Hill y del compañero Vaca Solorio. Los demás compañeros que forman el grupo de los 17 sí conocen el español, sí han vivido en México, sí están familiarizados, inclusive con los modismos que empleamos en este país, y yo creo que es una explicación hasta banal esa de "Yo no quise herir a nadie en los personal"; no es una cosa que nos satisfaga a nosotros. Pero dentro de ese espíritu de conciliación que han traído a esta Asamblea las palabras del compañero Gasca, yo quiero proponer concretamente que lleguemos a una conclusión fija, precisa, categórica. Nosotros aceptamos con toda buena fe, con toda sinceridad, con los brazos abiertos, que no hay, que no debe haber, que no podrá existir dentro del seno de la XXXVII Legislatura una división tan lamentable como la que se pretende provocar, azuzada desde afuera como ha dicho el compañero Amilpa. Yo pido y propongo formalmente a esta Asamblea que se pida a los compañeros que han expresado que no tuvieron la intención de herirnos, que por conducto de la prensa declaren categóricamente que retiran las injurias que tan generosamente nos prodigaron. (Aplausos.) Creo que es una forma de liquidar definitivamente esa cuestión.

Quise establecer antes que el motivo del descontento no tiene razón de ser, que el motivo del descontento es ficticio, puesto que el reparto de Comisiones ha sido equitativo, puesto que la designación de Comisiones ha sido democrática, puesto que ha sido la expresión de la voluntad de la mayoría, abrumadora siempre, casi unánime. Así pues, creo que no existe el motivo.

Yo quise analizar esta cuestión y posiblemente mi argumentación sea cansada, porque he querido llegar al fondo de ella para demostrar que desaparece esa división, que el grupo minoritario dice que no hay nada. Pero es necesario explicar, poner a la luz toda la verdad de esta cuestión y demostrar que no hay ningún motivo que pueda expresarse, que pueda sacarse a la luz, que pueda exponerse sin sonrojos que justifique la existencia del grupo minoritario dentro de la Cámara.

Por otra parte y levantando ahora el debate, sacándolo del ambiente a que desgraciadamente nos han traído, yo quiero manifestar, como lo han hecho los compañeros, que consideramos absolutamente criminal que se trate de establecer una división entre uno de los sectores de la Revolución, como es esta Legislatura. No se es cardenista sembrando divisiones, ni revolucionario, dividiendo al sector revolucionario mexicano. Tenemos muchos ejemplos, y podemos poner toda nuestra actuación pasada como hombres y como organización, para demostrar que hemos hecho todos los esfuerzos necesarios para salvar a la Revolución de una división.

Consideramos que es el momento más importante en que el proletariado de México, todos los sectores, populares, obreros y campesinos, trabajadores intelectuales y empleados públicos, deben estar fuertemente unidos en torno de la figura del General Cárdenas. En estos momentos se agitan

fuerzas formidables, internas y externas, que tratan de arrastrar a un fracaso al movimiento revolucionario. Es necesario en estos momentos en que en la América toda se trata de infiltrar el fachismo, en que amenazan los capitales imperialistas que actúan en México con arrastrarnos a una crisis económica, es necesario que se estrechen las filas de los trabajadores, de los sectores populares y revolucionarios sinceros.

En estos momentos en que todos los sectores hablan como un clamor de la constitución del Frente Popular y del acercamiento entre todas las fuerzas populares proletarias, entre todas las fuerzas revolucionarias, es criminal sembrar una división, por insignificante que parezca al principio. Hemos puesto desde hace mucho tiempo nuestro contingente franco y leal al servicio de una noble idea. Cuando se habló por el General Cárdenas de integrar esta Legislatura con representativos del proletariado y de todas las clases de trabajadores organizados, sacrificamos a innúmeros compañeros, estimabilísimos dentro del seno de la Confederación Campesina Mexicana, para dar paso a elementos del Partido Nacional Revolucionario y de la C. T. M., de quienes tuvimos una absoluta correspondencia fraternal. Nunca llegamos al extremo de plantear una intransigencia o de plantear un problema, así fuera sacrificado el más estimable y el más querido de nuestros compañeros. Y esto lo sabe usted, compañero Chaparro; cuando se planteó en su distrito una situación de diputados en que un secretario de la Confederación Campesina Mexicana luchó contra usted, y no quiero discutir quien tenía razón, nosotros lo hemos sacrificado para no plantear una división en el Partido; para que no se diga que la Confederación Campesina Mexicana trata de llevar a toda costa a sus hombres al Parlamento, aprovechando la oportunidad que el General Cárdenas y el Partido Nacional Revolucionario le brindan para fines personalistas. Igual hizo la C. T. M. en mucho casos. Igual hicimos con ella. Igual hizo con nosotros. Hemos llegado aquí desposeídos de todo interés personalista; hemos llegado aquí con el propósito de desarrollar una intensa labor revolucionaria, una intensa labor para señalar a los elementos que tratan de hacer fracasar a la Revolución y que tratan de arrastrarnos a situaciones difíciles, poniendo en un predicamento al Gobierno del General Cárdenas; y ante ese deseo ferviente es que nosotros venimos aquí a reclamar de los elementos que se hacen llamar minoría, a reclamar de los 17 compañeros que se han significado como enemigos de la totalidad, de los restantes miembros de la Cámara, a reclamar su contingente en este esfuerzo generoso de unificación de los revolucionarios. ¿ Cómo es posible que Vaca Solorio, que Chaparro, que Cano, que Miranda y los demás miembros de la Confederación Michoacana del Trabajo establezcan una división en las filas de la Revolución a la que ellos han servido con todo desinterés ? ¿ Cómo es posible, compañero Acosta, que usted que ha luchado en las filas de la Revolución y ha expuesto su vida, pretenda por una causa baladí o por algo que no existe, por algo que no es visible, plantear una división en el seno de esta Cámara ?

Estamos dispuestos a la unificación, pero no podemos predicar la unión de los sectores revolucionarios y la constitución del Frente Popular Mexicano; no podemos pregonar la formación de un frente único de todos los trabajadores y de todos los sectores populares que pongan un valladar a la reacción, si damos un ejemplo de división, de desunión, de personalismo y de egoísmos. Por tanto, nosotros los llamamos a la concordia, a la fraternidad y a la unificación; pero esta concordia, esta fraternidad y esta unificación han de ser sobre la base de lealtad absoluta, de la comprensión de nuestros errores y de la rectificación pública de ellos, a base de lealtad, de honradez y sinceridad revolucionaria. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Miranda.

El C. Miranda G. Elías: Estimables compañeros: hay en el grupo llamado minoría elementos muy capacitados para hacer uso de la palabra en estos instantes, y que podrían decir a ustedes algunas cosas con toda amplitud, con mayor facilidad que yo y quizás con más aplomo por su experiencia, sus conocimientos y su preparación; pero como quiera que en esta sesión se ha oído varias veces el nombre de Michoacán, y siendo yo miembro de la Diputación del Estado que lleva ese nombre, supliqué a los camaradas me permitieran un momento para dirigir a ustedes unas cuantas frases, que en primer lugar se refieren a los motivos de nuestra presencia en esta Cámara; porque la Diputación michoacana ha querido ser siempre la manifestación de una opinión de los trabajadores de mi Estado, y no podríamos permitir que se dudase un instante de la buena voluntad de aquellos trabajadores y de las intenciones que animan a esta diputación.

El camarada León se refirió, al pretender citar los antecedentes de los casos enojosos que se han suscitado aquí, a los albores de nuestros trabajos en esta Cámara. Efectivamente, camaradas, muchos compañeros estuvieron a visitarnos en el sitio donde instalamos nuestras oficinas para estudiar asuntos particulares referentes a cuestiones de nuestros representados; y la presencia de esos compañeros en esas oficinas era muy explicable, y quiero dar a ustedes, a mi modo, un detalle.

El compañero Mayés Navarro, Presidente de la Comisión de Control, ya saliente en esos momentos; era natural que tuviera muy amplias relaciones con algunos precandidatos y candidatos a diputados federales; y que estos compañeros, al llegar ya triunfantes a la capital, con quienes primero tuvieron cambio de impresiones fuera con el propio señor Mayés Navarro, y con aquellos elementos en los cuales este señor veía amigos de confianza e intimidad. Y por razones de una psicología que todos ustedes conocen, por unos cuantos días aquellas relaciones subsistieron. Pero a medida que las nuevas directivas vinieron substituyendo a aquel momento psicológico, los compañeros fueron tomando el lugar que a cada uno correspondía según su diputación, según sus labores, sus ocupaciones, y en la actualidad ya no asisten a las oficinas de la diputación michoacana.

Nosotros agradecemos lo anterior y no damos importancia a lo presente; que naturalmente queremos ser conscientes de que a cada quien

corresponda una situación en el trabajo. Esta aclaración creo yo que conviene, porque no podríamos nosotros permitir que quedara sentado aquí que la diputación de Michoacán tenía intenciones de futurear y de hacer labor personalista con objeto de apoderarse de tal o cual situación. La prueba de ello es que, como atinadamente lo dice el compañero, cuando se presentaron las labores del Bloque la Diputación en masa estuvo allí presente y tomó parte en las elecciones respectivas sancionando el resultado de aquellas reuniones y haciéndose responsable de aquellos trabajos. Alguno de nosotros se acercó con alguna intención al compañero Margarito Ramírez con objeto de aclarar alguna situación, no lo negamos tampoco; es muy humano, es muy natural que, cualquiera pregunte cuál va a ser la situación de su Diputación, ¿ cuál va a ser la situación nuestra ? Y no podemos negar, sería una ingratitud, que fuimos objeto de atenciones por parte del compañero Ramírez y seguimos siéndolo. Estas circunstancias vienen para nosotros como la demostración de que sabemos comprender cuál es la labor de todos. Posiblemente la creencia de que esta Diputación pretendía desarrollar algún trabajo personalista, posiblemente eso haya sido la primera fase de una cuestión que con el tiempo debía traernos hasta estas circunstancias. Lamentamos que pueda haber en el ánimo de algunos de los compañeros diputados tal idea; los invitamos también a pensar en ello con todo el detenimiento que el caso requiere y concedernos un detalle de razón en lo que se refiere al paisanaje con altas personalidades de la actual administración del país. Efectivamente, nosotros hemos querido permanecer al margen de muchas cosas porque ante todo no queremos que se confundan asuntos de amistad y de paisanaje cuando se presenten circunstancias en que forzosamente es indispensable a veces estar en la primera fila. Los compañeros que con la Diputación de Michoacán forman el grupo de los diecisiete, pues son compañeros que en determinadas circunstancias han querido ver, como nosotros, irregularidades que se trata de remediar. ¿ Por qué aquí no se han citado ? ¿ Por qué no se han presentado iniciativas para remediarlas ? ¿ Por qué no se han presentado proyectos y proposiciones para encauzar algunas cuestiones que pudieran aclarar asuntos ? Por varias razones: en primer lugar, nosotros tenemos firme confianza en que las comisiones designadas para determinadas labores cumplan con su trabajo; creemos, y estamos convencidos que son ellos responsables de estas comisiones, y nos lo han demostrado ya, y hemos tenido el placer de oír muy buenas intenciones, muy buenas exposiciones de esas labores; y nosotros secundamos, aprobamos y apoyamos todo aquello que va en beneficio de los trabajadores.

Que nos hemos aislado, apartado un tanto y no hemos aparecido presentando proposiciones o proyectos de ley, es porque tenemos confianza en que las comisiones cumplen con su deber, y no queremos de ninguna manera interrumpir esos estudios, aunque en lo particular la hacemos para saber lo que aprobamos en las sesiones. Posiblemente, en vista del curso de los acontecimientos, atendiendo a la invitación que se nos hace, y aprovechando la oportunidad que se nos presenta para trabajar con ustedes, colaboraremos de una manera más activa; porque en honor a la verdad, la mayoría de los diez y siete son elementos que nunca hemos figurado en cuestiones públicas, notorias, ni mucho menos habíamos soñado con venir a ponernos frente a un grupo de elementos como el presente, que tiene todo empeño en hacer una labor propatria prohumanidad y prorevolución.

Nuestra labor ha sido siempre humilde ante los grupos, ante los elementos de esta Cámara, pues tenemos maneras humildes de expresión, porque nuestro trabajo ha estado entre los campesinos y obreros, porque nosotros no hemos tenido una sola oportunidad en toda nuestra vida de poder hacer juego político . ¡ Quién sabe si en esas condiciones haya mucho de lo que se quiere tachar de mala voluntad al grupo de los diez y siete ! Estamos haciendo experimentos en esta Cámara, de labor parlamentaria, porque nos estamos orientando y escuchando las buenas intenciones de los camaradas que vienen con mejor preparación que nosotros.

Reprochamos todo aquello que tienda a hacernos partícipes de una labor de demagogia, confundiéndola con una labor honesta y humilde; pero eso sí, no podemos aceptar nunca que se nos tache de incondicionales de una cuestión planteada por el fascismo, porque nos sentimos, como ustedes, contrarios a todo aquello que es enemigo de los trabajadores. Como ustedes, somos también rebeldes a todo aquello que signifique opresión para nuestro pueblo; nos sentimos también solidarizados con la Revolución y somos los primeros en lamentar estas circunstancias, que nos colocan en situación tan desventajosa.

Entre varios de los diez y siete compañeros hay personas que tienen comisiones de mucha trascendencia. Esperamos que estos camaradas cumplan con ellas, porque esto tiene trascendencia muy grande para el país, pero es que efectivamente hemos pasado mucho tiempo en divagaciones inútiles. Es cierto, compañeros, que por determinadas razones de un orden psicológico muy bien comprendido y conocido por todos ustedes, ha venido apareciendo por partes este grupo de diecisiete. Yo estoy también de acuerdo en que en esta Cámara, en este Bloque, no existan tales grupos de mayorías y minorías porque es imposible imaginarse que elementos que piensan de la misma manera tengan forzosamente que chocar en el camino que ellos mismos han tomado o por donde a ellos mismos los ha puesto la Revolución que sustentan. Luego quiere decir que hay otras cosas, luego hay algo más en el fondo que parece muy superficial, pero que viene procediéndose con ello hasta colocar a un grupo en una situación frente a otro de la misma situación. Yo creo que si en una labor de entendimiento, de estudio, de comprensión, se llegara a colocarse ante los puntos de vista de cada quien, podría llegarse a aclarar esta situación. Desde luego se ha invitado a este grupo con toda demostración de ecuanimidad, de cultura, de honestidad; si el grupo de los diecisiete no me faculta, yo me faculto solo para agradecer a los compañeros que han abierto el camino, un camino a base de toda comprensión. Y en particular, como michoacano, quiero dar un voto de adhesión al compañero Cantú Estrada, al compañero General Celestino Gasca, por todos

los compañeros de Michoacán, porque sus consejos, porque su amabilidad los significa como elementos de toda comprensión revolucionaria y nos imaginamos con las palabras amistosas de estos compañeros, nos imaginamos a nosotros mismos allá ante las comunidades agrarias cuando tenemos que dar consejos a los compañeros agraristas, cuando tenemos que descender, si cabe esa palabra, hasta la comprensión de los humildes, para hacernos entrar con nuestras palabras hasta el fondo de aquella conciencia proletaria. Muchas ocasiones, hablando así a los compañeros, es como se entienden mejor las cosas, porque en determinadas circunstancias todo mundo tiene concepto de lo que es desgraciadamente el llamado amor propio.

El compañero Ricardo Hill hizo una exposición de varios detalles que conciernen a sus declaraciones. Yo no voy a decir que deberemos oponernos a toda aclaración que él hiciera; pero hubiéramos deseado que se hubiera cumplido por él lo que pedía León García; pero cupo en bien al camarada Hill dar el camino que le dio y los compañeros tomar en cuenta su sentimiento de que no quiso ofender a esta Honorable Cámara. Nosotros queremos, por nuestra parte, solidarizarnos con esos sentimientos del compañero Hill, y yo muy en lo particular quisiera hacerme eco de los diez y siete para dar a esta honorable Cámara una completa satisfacción por aquello en que se sintiera ofendida por las palabras que se publicaron en la prensa. (Aplausos.)

De esta manera correspondemos a las buenas intenciones de los camaradas, porque en las experiencias que estamos tomando queremos demostrar a propios y extraños que otras razones, de un orden económico tal vez, es decir, cuestiones de momento dentro de la Cámara, cuestiones de un desacuerdo y en que no se quiso ofender a ninguno, nos colocaron en la situación en que nos encontramos. No es pues cuestión de ideología. La llamada minoría existe, porque así hemos querido todos, porque el simple hecho de haber presentado una planilla que no era la que apoyaba un numeroso grupo, no implicaba que por partes viniera colocándosenos en una situación, en el grupo que apoyaba la planilla de la minoría, al grado de constituirse como un grupo especial dentro de la Cámara. Es que, compañeros diputados, desde un principio se habló de minoría; es que se señalo a este grupo de minoría y este grupo no tuvo menos que aceptar el nombre de minoría y aun hasta reglamentar sus funciones. Ojalá y que esta labor de estudio y de entendimiento llegue efectivamente a aclarar esta situación y haciendo eco a las intenciones del compañero General Gasca, que con tanta amabilidad puntualizó la situación de ese grupo y que está sintiéndose miembro activo del Partido Nacional Revolucionario, hizo una labor en concordancia con las intenciones del Presidente del Bloque; este grupo está dispuesto a estudiar esta situación, está con la mejor intención de llegar al fondo del asunto y conocer con más amplitud sus problemas, y como una demostración del revolucionarismo que en alguna ocasión quisieron quitarnos, este pequeño grupo manifiesta a ustedes, camaradas, toda su buena voluntad para colaborar en el desarrollo del programa revolucionario de esta Cámara, secundando en todas sus partes el programa del Gobierno que nos rige y declaro que está presto ese grupo a estudiar la mejor manera de resolver o ayudar a resolver este caso. Y para esto voy a proponer a los camaradas que no se diga hoy a propósito de este asunto una palabra y que en la próxima sesión a que tenga a bien citar el compañero Presidente del Bloque, el grupo de esos diecisiete exponga alguna situación que convenga, ya sea en esa sesión o ya sea por medio de la prensa. Y para luego yo invito a estos compañeros diecisiete a que nos reunamos para estudiar con todo cuidado este asunto y con toda voluntad ofrecemos nuestra cooperación nosotros, en nuestro lugar de trabajo particular, en nuestras oficinas, citando a esos compañeros para mañana a las once horas.

Como esta cuestión es necesario estudiarla con objeto de que no discrepe en la opinión ninguno de los camaradas y haya oportunidad de presentar a ustedes un proyecto en concreto, yo creo que vale la pena de que se dé oportunidad para conocer este asunto con la amplitud que el caso requiere.

Con esto termino con el mejor deseo de lo que acabo de decir sea la manifestación de la Diputación de Michoacán, la manifestación de la mejor voluntad que la anima para venir a colaborar en este recinto en el programa revolucionario del Gobierno y de esta Cámara en lo particular; y con el mejor deseo, también, de que los compañeros tomen en cuenta nuestra buena intención. Nosotros, como siempre, manifestamos estar unidos dentro de los lineamientos que nos marca la ideología revolucionaria, con el mejor propósito de saber cooperar con ustedes, estar unidos con ustedes en la realización de este programa y poner de nuestra parte la mayor voluntad para resolver todos los diversos casos que se presten en nuestras luchas de Cámara.

La Confederación Revolucionaria Michoacana del Trabajo, que nos trajo a este lugar, mediante los trámites acostumbrados y legales, y de nuestro Partido, no puede nunca avergonzarse de la actuación de los elementos que trajo a esta Cámara. Nos sentimos responsables de ello y esta responsabilidad nos obliga, de acuerdo con nuestro propio criterio, a hablar en esta Asamblea con todo nuestro empeño, con todo nuestro afecto y con el mejor deseo de colaborar en beneficio y para la realización del programa revolucionario que es común entre todos nosotros. ¡ Salud ! (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Rico.

El C. Rico J. Jesús: Compañeros: el mismo buen resultado que ha dado la resolución de este problema, trae esta apasibilidad de esta Asamblea que denota la cordura y la sinceridad con que se han tomado las palabras, tanto de una parte como de la otra.

Ruego a ustedes se sirvan dispensarme si voy a ocupar su atención un momento, en virtud de que considero necesario puntualizar algunas cosas, de modo que venga a señalar la situación en que yo pudiera estar colocado por la amistad tan íntima que me liga con los compañeros de Michoacán, por pertenecer a la Confederación Revolucionaria Michoacana del Trabajo.

Perdonadme si acaso en forma sentimental me

dirija a ustedes, pero quiero que lo acepten mis compañeros de Michoacán, como una demostración de afecto, simpatía y adhesión completa para ellos. La actitud de mis compañeros me ha tenido noches sin dormir, pensando en estas cosas, que por fortuna han terminado bien. Sé de la responsabilidad que traemos a este recinto y los compañeros Margarito Ramírez y Jasso conocieron mis preocupaciones. Me consta que los compañeros que vienen de Michoacán, pues con ellos me he codeado en la lucha, han hecho enormes sacrificios para que no fuera a ocasionarse una división o algo que viniera a restringir sus actividades, porque se perjudicaría la misma Confederación, en vista de que ellos son elementos muy valiosos. Con ellos, en cada región, en cada Distrito de Michoacán, repito, hemos luchado codo con codo. Sé lo que valen en la lucha y de qué manera han actuado, y si acaso ha habido errores, todos podemos tenerlos.

Pero en esta cuestión, ya que el compañero Miranda ha señalado la forma de resolverla, creo que no hay inconveniente para que en estos mismos instantes se declare terminantemente tal como lo hicimos en aquel solemne momento en que la Confederación Revolucionaria Michoacana del Trabajo entraba a un peligro enorme, al cambiar el Gobierno del Estado de Michoacán, al tomar las riendas el General Serrato, que no hay división, como lo hicimos, de pie, todos los compañeros miembros de la Confederación, en un Congreso en pleno de representantes de todo el sentir del proletariado del Estado, manifestando solemnemente no dividirse jamás la Confederación y morir mejor todos, pero no desaparecer la acción de la Confederación. Y en esa forma obtuvimos contra todo el Gobierno del Estado, sin ningún apoyo de la acción Federal, sólo con el apoyo moral y de acción del señor Presidente de la República y entonces solamente como nuestro guía, puesto que no tenía más carácter, con esta bandera y con ese idealismo nosotros salvamos la Confederación. ¿ Por qué ? Porque todos nuestros compañeros nos comprendieron. En este instante nos encontramos en otras circunstancias muchísimo más grandes, muchísimo más elevadas, que jamás vuelvan a discutirse en este recinto actos de esta índole . Nosotros tenemos una enorme responsabilidad. El que habla, compañeros, cedió, digo que cedió porque no quiso meterse en el Estado de Michoacán para no interrumpir, es decir, para dejar que vinieran puros elementos de la Confederación y procurar luchar en cualquier otro sector para engrosar las filas de la Cámara en acción revolucionaria, pensando que tenía que cuidar un sector; así es que venía con toda el ansia, con todo el deseo de luchar contra cualquiera, contra toda la Cámara, si era posible que interrumpiera la Cámara de Diputados la labor de los compañeros de Michoacán en acción y desarrollo que podría llevar. No sabíamos cómo vendría la política. El que habla también tiene ansiedad de figurar; si venimos de las filas de los trabajadores y deseamos figurar, pero si me abro paso en firme, será a base de servicios, a base de ayudar a nuestros compañeros. No tengo ninguna comisión de importancia. ¿ Por qué ? Porque quizás los compañeros no alcancen a repartirse, en virtud de que todos son útiles. Yo no tengo nada que decir de ninguno de mis camaradas; yo los he visto trabajar ardua y valientemente, defendiéndose, debatiéndose en la lucha; yo he visto cómo el General Iturbe, cómo el compañero Sánchez, el compañero García, todos en una actitud, debatiéndose desinteresadamente, discutían la cuestión de las cooperativas. Ví al compañero Velarde de qué manera se le recibió en California, es decir, que he estudiado en cada uno de los compañeros que la Cámara vale mucho y vine así a ver en qué forma quedaba la actual Legislatura. Por la experiencia en la lucha social, estoy completamente seguro, como decía el General Gasca, no ha habido, -no porque esté aquí, no es por eso, es porque la actitud que he visto en los compañeros es para analizarse-, no ha habido Legislatura, creo yo, que haya tomado tanto empeño en servir a la clase trabajadora como la actual la está sirviendo. Por eso, compañeros, en recuerdo de nuestras luchas en el Estado de Michoacán, espero que de una vez por todas, categóricamente, y de pie, si fuera posible, ojalá para una esperanza de nuestros compañeros de la República, porque hasta en el último rincón del país hay una esperanza de redención, dijéramos para que mañana la prensa lo publique: "No fue absolutamente nada, y se acabaron todas las declaraciones. La XXXVII Legislatura no tiene ni tendrá divisiones; la XXXVII Legislatura estará respondiendo a la Revolución."

Creo que no se presentará otra ocasión. Son tres años miserables, y digo miserables, porque no nos bastan para poder salvar todo lo que necesitan nuestros compañeros de clase. No sabemos cómo venga la situación después del Gobierno del General Cárdenas. Queremos aprovechar esos tres años al lado del Presidente de la República, en tal forma, que podamos responder positivamente a los anhelos de nuestros compañeros. (Aplausos).

El C. Presidente: En vista de que se ha terminado la lista de los compañeros que desearon tomar parte en este debate, la Presidencia del Bloque se permite hacer la declaración siguiente, tomando como base lo expuesto por los compañeros Miranda y Hill:

No hay división en el Bloque de la Cámara.

Que esta declaración terminante sea para los de adentro y los de afuera: No hay división en la Cámara de Diputados. No existe un grupo minoritario por el hecho sencillo de que no hay división en el Bloque. Sólo esperaremos una próxima sesión para debatir asuntos que no son precisamente de división de Bloque, sino puntos de vista de un grupo de diputados. (Aplausos nutridos).

Suplico que para afirmar de una manera consciente la declaración terminante de que no hay división en el Bloque de la Cámara de Diputados, que cada uno de nosotros nos pongamos de pie, para que de esta manera estemos afirmando que en realidad no existe división.

Yo, en nombre del Partido Nacional Revolucionario, en nombre de la Revolución, en nombre de nuestros compromisos contraídos con el país, me siento alta y honradamente satisfecho porque en esta ocasión hemos terminado lo que bien pudo, de no haber llegado a esta conclusión, traer graves perjuicios para el país. Agradezco honradamente que en los que estamos aquí parados afirmando que

no hay división en la Cámara, esté precisamente comprendido el grupo que así se quiso hacer aparecer y porque de esa manera ratifica su manera de pensar e invito también a los compañeros de Michoacán y a los que deseen para que el día que quieran, para que el día que así lo estimen conveniente, estoy a su disposición para poder dilucidar estas pequeñas cosas que no deben, a mi juicio, llegar a distraer la atención de la Cámara. (Aplausos.)

El C. Presidente: Para otro asunto tiene la palabra el C. General Estrada.

El C. Estrada Enrique: Con permiso de la Presidencia del Bloque. No voy a cansar a ustedes sobre un asunto que ya fue agotado. Hay algo en que está envuelta la dignidad de la Cámara. Uno de los compañeros al hacer uso de la palabra en este debate, cuya honradez reconozco y por consiguiente creo sincera su apreciación, dijo que la Presidencia de la Cámara no tenía las facultades que constitucionalmente le correspondían, después de haber hecho alusión a que existía un grupo director detrás de la misma Directiva de la Cámara.

El asunto no me afecta en lo personal, más bien dicho, aun cuando me afecta, la investidura con que me han honrado es tantas veces superior a mi modesta personalidad, que sólo esa investidura es la que trataré de defender.

Hago la declaración terminante de que en el tiempo que tengo de desempeñar las funciones que ustedes me encomendaron, no se ha presentado nadie, ni ningún grupo pretendiendo dar una consigna, ni yo tampoco la aceptaría, no tanto por el decoro personal, sino porque es mi deber guardar el decoro de una investidura que ustedes han puesto en manos de uno de los miembros de esta Cámara. (Aplausos.) Esto no es para rebatir un ataque, es para tranquilizar las conciencias de todos ustedes que han depositado su confianza en mí. No traicionaré esa confianza. Me han dado una investidura cien veces superior a mi modesta personalidad y no prostituiré esa investidura. Quiera yo o no quiera, en este efímero tiempo en que soy depositario de la confianza de ustedes, esa modesta personalidad tengo que elevarla, porque es mi deber, al decoro de esa misma investidura.

No puedo negar que puede presentarse el caso de que haya un cambio de impresiones con el Presidente de la República, porque ustedes han hablado repetidas veces de colaboración, de cooperación con el otro Poder; y ese cambio de impresiones tiene que ser para orientar mejor esa cooperación, no para recibir una consigna, porque sobre el Poder Legislativo no puede haber consignas de ningún otro Poder.

No cabe duda que en ese cambio de impresiones tenga que pesar fuertemente la opinión del mismo Presidente; pero la razón es muy sencilla: ustedes han estado proclamando, día a día y continuamente, que el General Cárdenas es el abanderado de la Revolución; es decir, juntamente con su puesto de Presidente de la República, tiene el de líder principal, el de abanderado de la Revolución. El peso de su opinión, no la consigna, es lo que en muchos casos tendrá que orientar la labor de cooperación de esta Cámara. (Aplausos.)

Dentro del mismo Ejército, todos ustedes lo reconocen, y en especial los militares, que no sólo es el Jefe del Ejército, sino que es el líder dentro de esa gran Institución Nacional. Así es que de una manera terminante declaro que en la Directiva de la Cámara no hay más consigna que el voto de ustedes, ni más opinión que valga que la expresada en sus deliberaciones de diputados libres, representantes de hombres libres. (Aplausos.)

El C. Presidente (a las 21.55): Se levanta la sesión de Bloque y se cita para el lunes a las diecisiete horas.

Se pasa a sesión de Cámara.