Legislatura XXXVIII - Año II - Período Extraordinario - Fecha 19420528 - Número de Diario 2

(L38A2P1eN002F19420528.xml)Núm. Diario:2

ENCABEZADO

MÉXICO, D. F., JUEVES 28 DE MAYO DE 1942

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO II. - PERÍODO EXTRAORDINARIO XXXVIII LEGISLATURA TOMO II. - NÚMERO 2

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 28 DE MAYO DE 1942

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Se lee y aprueba el acta de la Junta Preparatoria celebrada el día anterior.

2.- La comisión nombrada al efecto introduce al Salón de Sesiones al C. Luis Rivera, quien rinde la protesta de ley como diputado suplente por el 1er. Distrito Electoral del Estado de Nayarit.

3.- Los CC. diputados Leonardo M. Hernández, Alejandro Carrillo y Carlos Zapata Vela informan del resultado de la comisión que se les confirió para participar, respectivamente, al C. Presidente de la República, a la Cámara de Senadores y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que esta Cámara de Diputados quedó debidamente instalada.

4.- Es introducida al Salón de Sesiones una comisión del Senado de la República, y el C. senador Vicente Aguirre informa que aquella Asamblea colegisladora se instaló legalmente y hace presente su solidaridad con esta Cámara de Diputados. El C. Presidente de la Cámara de Diputados da respuesta a los conceptos expresados. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. EMILIO GUTIÉRREZ ROLDAN

(Asistencia de 130 ciudadanos diputados).

El C. Presidente (a las 10.10): Se abre la sesión.

- El C. secretario Figueroa Rubén (leyendo):

"Acta de la Junta Preparatoria de la Cámara de Diputados del XXXVIII Congreso de la Unión, celebrada el día veintisiete de mayo de mil novecientos cuarenta y dos. Periodo extraordinario.

"Presidencia del C. Armando P. Arroyo.

"En la ciudad de México, a las doce horas y diez minutos del miércoles veintisiete de mayo de mil novecientos cuarenta y dos, con asistencia de cien ciudadanos diputados según consta en la lista que previamente pasó el C. secretario Manuel Rueda Magro, se abre esta junta preparatoria.

"Se procede a la elección, por cédula, de Mesa Directiva y por unanimidad de ciento dos votos resulta electo presidente el C. Emilio Gutiérrez Roldán, y vicepresidentes los CC. Florencio Salazar y Vicente Madrigal Guzmán.

"La Secretaría hace la declaratoria de rigor y los electos toman posesión de sus cargos.

"Presidencia del C. Emilio Gutiérrez Roldán.

"Puesto de pie los asistentes a la junta, el C. Presidente hace la declaratoria que sigue:

"La Cámara de Diputados de los Estados Unidos Mexicanos se declara legítimamente constituida para funcionar durante el periodo extraordinario de sesiones a que fue convocado el Congreso de la Unión por su Comisión Permanente".

"De acuerdo con el artículo 11 de Reglamento Interior del Congreso, la Presidencia designa las siguientes comisiones para participar que esta Cámara ha quedado legítimamente constituida y que mañana, a las once horas, se efectuará la sesión de apertura del Congreso de la Unión:

"A la Cámara de Senadores: CC. Alejandro Carrillo, Jesús U. Molina, Ricardo Acosta V., Braulio Meraz Nevárez, Jaime Llamas y secretario Manuel Gudiño.

"Al C. Presidente de la República: CC. Leonardo M. Hernández, Ismael M. Lozano, Manuel Chávez, Luis Quintero Gutiérrez, Rafael Granja Lizárraga y secretario Rubén Figueroa.

"A la Suprema Corte de Justicia de la Nación:

CC. Carlos Zapata Vela, Valente Chacón Baca, Fernando López Arias, Jesús Arizmendi, Lucío González Padilla y secretario José Ch. Ramírez.

"Además, como se tiene conocimiento de que el C. Presidente de la República asistirá a la sesión de apertura del Congreso, se designan las comisiones que siguen:

"Para acompañar al Primer Magistrado, de su residencia al recinto del Congreso: CC. Eduardo Hernández Cházaro, Armando P. Arroyo, Joaquín Madrazo Basauri, Blas Chumacero, Juan Manuel Torres y secretario Manuel Rueda Magro.

"Para recibirlo en el acto de la sesión de apertura: CC. Ernesto S. Gallardo, Juan Gil Preciado,

Raúl Serrano T., Alberto Trueba Urbina, Jesús Muñoz Vergara y secretario Manuel Gudiño, y

"Para acompañar al C. Presidente nuevamente a su residencia: CC. Ramón Camarena Medina, Alfonso Corona del Rosal, Juan I. Gódinez, J. Jesús Landeros Hugo Pedro González y secretario José Ch. Ramírez.

"A las doce horas y treinta minutos se levanta la junta preparatoria y se cita para mañana, a las diez horas, a sesión de Cámara, y a las once horas a sesión de apertura del Congreso de la Unión".

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado.

El C. secretario Figueroa Rubén: Encontrándose a las puertas del salón el ciudadano Luis Rivera, suplente del ciudadano Candelario Miramontes por el Primer Distrito Electoral de Nayarit, se designa en comisión para que lo reciban, con fin de que rinda la protesta de ley, a los ciudadanos Cuauhtémoc Ríos Martínez, Emilio M. González y secretario Gudiño.

(El C. Luis Rivera es introducido al salón).

- El mismo C. Secretario: Se suplica a los ciudadanos diputados y a los asistentes se sirvan ponerse de pie.

El C. Presidente: Ciudadano Luis Rivera: ¿Protestáis guardar la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de diputado que el pueblo os ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión?

El C. Rivera Luis: Sí Protesto.

El C. Presidente: Si así no lo hiciéreis que la nación os lo demande. (Aplausos.)

El C. secretario Figueroa Rubén: Tiene la palabra, para informar, las comisiones nombradas en la Junta Preparatoria de ayer, para participar al Senado, al C. Presidente de la República y a la Suprema Corte, que esta Cámara se ha constituido legítimamente para funcionar durante el período extraordinario de sesiones del Congreso, cuya apertura tendrá lugar el día de hoy.

El C. Hernández Leonardo M.: Señores diputados: Vengo a esta tribuna a informar a Vuestras Señorías respecto a la comisión que nos fue conferida a los compañeros Lozano, Chávez, Figueroa y Granja Lizárraga, presidiéndola el que habla, para participar al señor Presidente de la República haber quedado inaugurados los trabajos para el período de sesiones extraordinarias a que fue convocado el Congreso.

El señor Presidente nos manifestó que agradecía la atención y que hoy estaría con nosotros en este recinto parlamentario.

El C. Carrillo Alejandro: En cumplimiento de la honrosa comisión que la Honorable Cámara de Diputados, a la Honorable Cámara de Senadores para informarle que ha quedado legítimamente constituída la Cámara de Diputados para el período extraordinario de sesiones a que fue convocada por la Comisión Permanente.

Después de dar un saludo a los señores senadores de parte de la Cámara de Diputados, somos el vehículo a través del cual envían los ciudadanos senadores también un saludo a los señores diputados.

El C. Zapata Vela Carlos: En compañía de los demás diputados que fueron designados para comunicar a la Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación la inauguración de este período extraordinario de sesiones del Congreso Federal de los Estados Unidos Mexicanos, hemos cumplido debidamente con la comisión que se nos confirió. La comisión designada se presentó ante la Suprema Corte de Justicia y entrevistó a la comisión de receso de la propia Suprema Corte para informarle detenidamente de que, a convocatoria de la Comisión Permanente, solicitada por el ciudadano Presidente de la República, el Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos se reunía en período extraordinario de sesiones para conocer de los graves asuntos que la situación internacional plantea al país.

Los ciudadanos ministros de la Suprema Corte manifestaron que asistirán gustosos a la sesión inaugural de este período extraordinario de sesiones y que desde luego el Poder Legislativo puede tener la seguridad de que con el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial constituirían una férrea e indestructible unidad para la defensa y para la seguridad del pueblo mexicano.

El C. secretario Figueroa Rubén: Encontrándose a las puertas del salón una comisión del Senado, se designa en comisión, para que la reciban, a los ciudadanos Antonio Portas, Adelaido Ojeda, Carlos Zapata Vela, Lucío González Padilla, José M. Bolio Méndez y Rafael Otero y Gama.

(La comisión del Senado es introducida al salón).

El C. Presidente: Tiene la palabra el Presidente de la Comisión del Senado.

El C. Aguirre Vicente: Honorable Cámara de Diputados: El Senado de la República comunica a la Representación Popular haber quedado constituído legalmente para iniciar el período extraordinario de sesiones a que fue convocado.

La Cámara de Senadores saluda cordialmente a la de Diputados y le manifiesta su más completa solidaridad en estos momentos difíciles para la patria. (Aplausos).

El C. Presidente: La Cámara de Diputados queda enterada de que su colegisladora, la de Senadores, se instaló debidamente y que espera trabajar en bien de la nación, en estos momentos de prueba para la patria.

De la manera más atenta suplicamos a los comisionados retornar el saludo que agradecemos, manifestando a nuestra colegisladora, la Cámara de Senadores, que el deseo y el empeño de los diputados

para salvaguardar los intereses de la patria. (Aplausos).

- El mismo C. Presidente (a las 10.20 hs .): Se levanta la sesión de Cámara para cubrir en su oportunidad la sesión de Congreso General.

SESIÓN DE APERTURA DEL CONGRESO GENERAL

EFECTUADA EL DÍA 28 DE MAYO DE 1942

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. El C. Presidente hace la declaratoria de que el XXXVIII Congreso de los Estados Unidos Mexicanos abre hoy el período de sesiones extraordinarias a que fue convocado por su Diputación Permanente.

2.- El C. diputado Aurelio Pámanes Escobedo, Presidente de la Comisión del Congreso de la Unión, manifiesta que el C. Presidente de la República informará personalmente al Congreso sobre las razones que dieron origen a la Convocatoria a este período extraordinario de sesiones

3.- El C. Presidente de la República es introducido al Salón de Sesiones por la comisión al efecto designada. El propio Primer Magistrado informa respecto de los motivos en que se fundó la iniciativa para que la Comisión Permanente convocara a un período extraordinario de sesiones. El C. Presidente de la Asamblea contesta al anterior mensaje. Con el ceremonial de estilo se retira del Salón de Sesiones el C. Presidente de la República. Se lee y aprueba el acta de la presente sesión, levantándose ésta.

DEBATE

Presidencia del C. EMILIO GUTIÉRREZ ROLDÁN

(Asistencia de 130 ciudadanos diputados y 53 ciudadanos senadores).

El C. Presidente (a las 10.30): Se abre la sesión de Congreso General.

El C. secretario Figueroa Rubén: Se suplica a los ciudadanos Diputados y Senadores se sirvan ponerse de pie.

El C. Presidente: El XXXVIII Congreso de los Estados Unidos Mexicanos abre hoy, veintiocho de mayo de mil novecientos cuarenta y dos, en su segundo año de ejercicio, el período de sesiones extraordinarias a que fue convocado por su Comisión Permanente. (Aplausos).

- Tiene la palabra el Presidente de la Comisión Permanente.

El C. Pámanes Escobedo Aurelio: Honorable Asamblea: La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la segunda parte de su artículo 69 previene que en la apertura de las sesiones extraordinarias del Congreso de la Unión, el Presidente de la Comisión Permanente informe a la Asamblea acerca de las razones que hayan motivado la convocatoria.

En esta memorable sesión será el señor Presidente de la República en persona quien informe al Honorable Congreso de la Unión acerca de las razones que han motivado la convocatoria a este período extraordinario.

Por mi parte y con el propósito de no restar brillantez y solemnidad a un acto de tal trascendencia, que seguramente la historia de México recogerá en una de sus más brillantes páginas para presentarlo a las generaciones futuras como uno de los pasos que el Gobierno de la República durante la vida independiente de México haya dado de más solemnidad, de más trascendencia y que representa los más altos valores de la dignidad de nuestro país, que arteramente ha sido ultrajado por actos de barbarie, por zarpazos incalificables de las naciones totalitarias, discúlpeseme de que en esta ocasión me abstenga de rendir este informe que la Constitución marca para dejar, como he dicho, al señor Presidente de la República la oportunidad de que sea él personalmente quien lo haga. (Aplausos).

(A las once horas se presenta en el salón de sesiones de la H. Cámara de Diputados al Congreso de la Unión, el C. Presidente de la República, acompañado de las comisiones protocolarias). (Aplausos nutridos y prolongados).

- El C. Presidente de la República, general de división Manuel Avila Camacho:

"Honorables miembros del Poder Legislativos:

"Me presento a cumplir, ante ustedes, el más grave de los deberes que incumben a un jefe de Estado: el de someter a la Representación Nacional la necesidad de acudir al último de los recursos de que dispone un pueblo libre para defender sus destinos. (Aplausos).

"Según lo informó oportunamente a la Nación el Gobierno de la República, durante la noche del 13 del mes en curso un submarino de las potencias nazifascistas torpedeó y hundió en el Atlántico, a un barco tanque de matricula mexicana, el "Potrero del Llano".

"Ninguna consideración detuvo a los agresores. Ni la neutralidad del país al que la nave pertenecía, ni la circunstancia de que ésta llevase todos los signos externos característicos de su nacionalidad, ni la precaución de que el barco viajase con las luces encendidas a fin de hacer claramente perceptibles los colores de nuestra bandera; ni, por razones de derecho internacional y humanitarias, el deber de otorgar a los miembros de la nave la oportunidad de atender a su salvamento.

"De los 35 tripulantes en su integridad mexicanos, sólo 22 lograron llegar a Miami y uno de ellos, pocas

horas más tarde, pereció víctima de las lesiones sufridas durante el hundimiento. Con la suya, fueron catorce las vidas segadas por el ataque de los países totalitarios. Catorce vidas de hombres jóvenes y valientes, sobre cuyo recuerdo la Patria entera se inclina con emoción.

"Tan pronto como el Gobierno de México tuvo conocimiento del atentado, formuló una enérgica protesta que fue trasmitida al Ministerio de Relaciones Exteriores de Suecia, país que en diciembre de 1941 aceptó hacerse cargo de nuestros intereses en Alemania, Italia y Japón.

"En dicho documento, México establecía que, sí en el plazo de una semana, contada a partir del jueves 14 de mayo, el país responsable de la agresión no procedía a darnos una satisfacción completa. así como a proporcionaron las garantías de que nos serian debidamente cubiertas las indemnizaciones por los daños y perjuicios sufridos, adoptaríamos las medidas que reclamara el honor nacional.

"El plazo ha transcurrido. Italia y Japón nos han respondido a nuestra protesta. Peor aún. En un gesto de menosprecio que subraya el agravio y mide la arrogancia del agresor. la Cancillería alemana se rehusó a recibirla.

"Pero no se limitó a esto la alevosía de los Estados totalitarios. Siete días después del ataque al "Potrero del Llano", un nuevo atentado se llevó a cabo. En la noche del miércoles 20, otro de nuestros barcos, el "Faja de Oro", fue torpedeado y hundido frente al litoral norteamericano, en condiciones idénticas a las que se registraron en el caso anterior.

"Esta vez, también, tuvimos que deplorar la pérdida de un valeroso grupo de compatriotas. De los 35 tripulantes de la nave a que me refiero, 6 han desaparecido. Los 29 restantes, recogidos por un guardacosta de los Estados Unidos, llegaron a Cayo Hueso en la mañana del día 22 del actual; uno de ellos falleció a bordo del guardacostas y seis se encuentran heridos.

"Todas las gestiones diplomáticas han terminado y se plantea ahora la necesidad de tomar una pronta resolución.

"Antes de someter a ustedes la proposición del Ejecutivo, deseo declarar solemnemente que ningún acto del Gobierno o del pueblo de México puede justificar el doble atentado de las potencias totalitarias.

"El resumen de los acontecimientos internacionales desarrollados durante los últimos años constituye la más elocuente demostración de la impecable actitud de nuestro país y de lo inicuo del atropello que se nos hace. Tan pronto como la agresión del Japón y Italia se proyectó contra China y contra Etiopía, comprendimos que había propiciado una época en la que todos tendríamos que asumir responsabilidades de alcance trascendental. Los hechos no tardaron en revelar que los más sobrios pronósticos iban a realizarse. En 1936, fue la guerra de España, golpe de estado internacional que, con la apariencia de una resolución de finalidades nazifascistas, hundió al heroico pueblo español en un mar de sangre.

"En 1938, tocó el turno a Austria; amagada por la superioridad de un ejército frente a cuyas armas se vio en la obligación de aceptar las condiciones de una anexión ultrajante e ignominiosa. En 1939, asistimos a la desaparición de Checoslovaquia y de Albania. Y, poco después, a la invasión de Polonia. Este último hecho por los compromisos políticos que violaba, obligó a Inglaterra ya Francia a declararse en estado de guerra con Alemania.

"A partir de entonces, las agresiones se sucedieron con un ritmo cada día más rápido y más cruel. Noruega, Dinamarca, Holanda, Bélgica y el Gran Ducado de Luxemburgo fueron cayendo, en espacio de pocos meses, vejados en su posición de neutralidad por gobiernos para quienes los tratados son letra muerta, los derechos simples ficciones y el cumplimiento de la palabra empeñada en argumento carente de validez.

"El colapso de Francia y la entrada de Italia en la guerra, dieron ocasión a Alemania para aumentar su lista trágica de injusticias, destrozando la varonil resistencia de Grecia y de Yugoslavia; imponiendo a Rumania un gobierno sumiso, a Hungría bajo el yugo de la política agresora, atando a Bulgaria con los Estados Imperialistas y preparando así, brutalmente, la acometida contra Rusia.

"El nuevo paso a ejecutar ideado por los nazifascistas iba a ser el aplastamiento del pueblo ruso. Pero, contra la capacidad combativa de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas, ha fracasado el poder ofensivo de los ejércitos de Alemania. El arrojo de los defensores de Moscú y de Leningrado permitió el establecimiento de un frente enorme, en el que está librandose en estos momentos la más grande de las batallas de que tiene noticia la Humanidad.

"Mientras tanto, en la sombra, como lo había hecho Italia desde la iniciación de la guerra hasta la derrota de Francia, el Tercer acto de este drama se disponía a entrar en escena agrediendo a los Estados Unidos en las Islas Filipinas y en Hawai. Con el ataque a Pearl Harbor y a Manila, el Japón extendió todavía más el campo de las operaciones militares y el conflicto se presentó -hasta para los más ignorantes e impreparados- como lo que era realmente desde un principio; es decir: como el intento de sojuzgar al mundo entero.

"América no podía dejar sin respuesta la provocación de los jefes totalitarios. México -que, tras de expresar su simpatía por las causas del pueblo chino, se había opuesto a la guerra de Etiopía y había tendido su mano desinteresada y amiga a la España Republicana-, México, que prestó contra la anexión de Austria y contra la ocupación de Checoeslovaquia; México, que condenó la violación de la neutralidad de Noruega, de Holanda, de Bélgica y del Gran Ducado de Luxemburgo, así como las campañas contra Grecia, Yugoeslavia y Rusia, levantó también esta vez su voz. Y, leal al espíritu de los compromisos adquiridos en las conferencias de Panamá y de La Habana, rompió desde luego sus relaciones diplomáticas con Alemania, Italia y Japón.

"Antes de llegar a esa ruptura, Alemania había pretendido vulnerar en varias circunstancias el sentido de nuestra soberanía, ya sea exigiendo la

adopción de determinados sistemas que no estaban de acuerdo con nuestra voluntad política nacional -según ocurrió en ocasión de la imperiosa nota enviada a la Secretaría de Relaciones Exteriores con motivo de la inclusión de ciertas empresas en las listas negras formuladas por el Gobierno norteamericano-, ya sea ordenando, de la manera más descortés, la clausuras de nuestros consulados en la zona ocupada de Francia.

"En uno y en otro casos, la reacción de México fue inmediata. A la nota del Ministerio alemán sobre el asunto de las listas negras, contestamos rechazando la intervención de su Gobierno. Y, a la orden de clausura del consulado Mexicano instalado en París, correspondimos con la supresión de todas las agencias consulares que nuestra nación tenía establecida en Alemania y con la cancelación del exequátur de que gozaban los cónsules alemanes en la República.

"Estas medidas, que hacían honor a nuestra dignidad demostraban claramente que nuestra intensión no era belicosa. Sabíamos demasiado bien lo que significa la guerra y, por lo mucho que nos hiriese la injusticia de los países totalitarios, juzgábamos que las disposiciones adoptadas ponían a salvo nuestro decoro y seguían la línea de conducta que aconsejaban la prudencia del Gobierno y los Propósitos del país.

"Igual criterio nos guió al enterarse del estado de guerra existente entre los Estados Unidos y Alemania, Italia y Japón.

"Ustedes, que conocen es escrúpulo con que el Gobierno ha procurado siempre atender las aspiraciones justas de la opinión, podrán imaginar sin esfuerzo el incomparable problema que representó para el Ejecutivo el elegir entre las diversas responsabilidades que en ese instante solicitaban mi conciencia de gobernante y de mexicano. Dos caminos se ofrecían entonces a México. Uno, el de la guerra. Otro, el de la cesación de todas nuestras relaciones con los Estado nazifascistas. Al optar por esta última solución, creímos interpretar adecuadamente el deseo nacional.

"Debo añadir con satisfacción que nuestra actitud coincidió con la de la mayoría de las Repúblicas del Continente y que mereció una aceptación general en la Junta de Cancilleres de Río de Janeiro.

"El cuadro que acabo de trazar describe con exactitud la situación en que nos hallábamos el día 13 de mayo. Unidos a los demás pueblos libres de este Hemisferio por los vínculos de la amistad panamericana, rotas nuestras relaciones con las Potencias imperialistas de Europa y Asia, procurábamos estrechar nuestra solidaridad con las democracias y nos absteníamos de ejercer actos de violencia contra las dictaduras. Los nacionales de Alemania, Italia y Japón residentes en la República disfrutaban de todas las garantías que nuestra constitución otorga a los extranjeros. Ninguna autoridad mexicana los molestaba en el ejercicio de sus actividades ilicitas; nadie los hizo objeto de persecuciones o de medidas de coacción. En otras circunstancias, hubiéramos podido estimar que nuestra paz no se hallaba amenazada directamente. Sin embargo, sentíamos que, dentro de la red bochornosa en que se ha convertido la historia de los gobiernos nazifascistas, México podría verse envuelto, contra su voluntad, el día menos pensado. Por eso organizábamos nuestra defensa y vigilábamos nuestras costas; por eso tomábamos las determinaciones indispensables para incrementar nuestra producción y por eso, en cada discurso, en cada acto público, repetíamos la exhortación de vivir alertas para el ataque que, de un momento a otro, pudiera sobrevenir.

"El 13 de mayo el ataque vino. No decidido y franco, sino desleal, embozado y cobarde asestado entre las tinieblas y con la confianza absoluta en la impunidad. Una semana más tarde, se repitió el atentado. Frente a esta reiterada agresión, que vulnera todas las normas del Derecho de Gentes y que implica un ultraje sangriento para nuestra Patria, un pueblo libre y deseoso de mantener sin mancha su ejecutoria cívica no tiene más que un recurso: el de aceptar valientemente las realidades y declarar -según lo propuso el Consejo de Secretarios de Estado y de Jefes de Departámento Autónomos reunido en esta capital el viernes 22 del corriente- que, a partir de esa fecha, existe un estado de guerra entre nuestro país y Alemania, Italia y Japón. (Aplausos nutridos y prolongados).

"Estas palabras "estado de guerra" han dado lugar a interpretaciones tan imprevistas que es menester precisar detalladamente su alcance. Desde luego hay que eliminar todo motivo de confusión.

El "estado de guerra" es la guerra (Aplausos). Si, la guerra con todas sus consecuencias; la guerra, que México hubiera querido proscribir para siempre de los métodos de la convivencia civilizada, pero que, en casos como el presente y en el actual desorden del mundo, constituye el único medio de afirmar nuestro derecho a la independencia y de conservar intacta la dignidad de la República. (Aplausos).

"Ahora bien si el "estado de guerra" es la guerra misma, la razón que tenemos para proponer su declaración y no la declaración de guerra, obedece a argumentos muy importantes, que me siento en la obligación de aclarar aquí.

"Tales argumentos son de dos órdenes. Por una parte, la declaración de guerra supone en quien la decide la voluntad espontánea de hacer la guerra. Y México sería inconsecuente con su tradición de país pacifista por excelencia si admitiera, aunque sólo fuese en la forma, que va al conflicto por su propio deseo y no compelido por le rigor de los hechos y por la violencia de la agresión. Por otra parte, el que declara la guerra reconoce implícitamente la responsabilidad del conflicto. Y esto, en nuestro caso, sería tanto más absurdo cuanto que los agredidos somos nosotros.

"Atendiendo a esta circunstancias, la situación que expone el Ejecutivo es igual a la que escogieron, en septiembre de 1939, los Gobiernos de Inglaterra y de Francia al entrar en guerra con Alemania y, el 8 de diciembre de 1941, el Gobierno de los Estado Unidos al entrar en guerra con el Japón. Semejante modalidad, que responde a la verdad de las cosas y a la limpieza de nuestra vida

internacional, deja a salvo nuestra doctrina jurídica, pero no disminuye la significación del acto, ni aminora sus riesgos, ni debe ser estimada como un paliativo a nuestra franca resolución. (Aplausos).

"El estado de guerra en que encontrará el país si ustedes aprueban mi iniciativa, no querrá decir que México va a entreparse a persecuciones injustas. La defensa de la patria es compatible con la tradición de generosidad y decencia mexicanas.

"Tampoco significará que la vida interior de la República va a alterarse, suspendiendo aquellas garantías que puedan mantenerse, sin quebrantar el espíritu de la defensa nacional.

"Debemos confiar mucho más en el patriotismo que en las medidas represivas. En el sentido cívico de la nación, más que en el uso arbitrario de la fuerza.

"Pueden ustedes estar convencidos de que, antes de dar este paso, he tomado en cuenta todas las reflexiones que se habrán presentado también ante vuestro examen. Me he detenido, con reverencia, frente al panorama augusto de nuestra historia Desde la época precortesiana y durante las luchas de la conquista, nuestros antepasados se caracterizaron por el épico aliento con que supieron vivir y morir por la defensa de sus derechos. Su recuerdo es una lección de heroísmo en la que encontramos un estímulo permanente para combatir contra todas las servidumbres. A partir de la hora de nuestra emancipación política, la vida exterior de México ha sido igualmente en constante ejemplo de honradez, de decoro y de lealtad. Fieles a los postulados de la democracia, hemos preconizado siempre la igualdad física y moral de los pueblos, la condenación de las anexiones logradas por la violencia, el respeto absoluto de la soberanía de los Estados y el anhelo de buscar a todos los conflictos una solución pacífica y armónica. Tenemos la experiencia del sacrificio; no la del oprobió. Hemos sabido del infortunio; no de la abdicación.

"Una trayectoria tan noble nos marca el imperativo de continuarla. De ahí que, al venir ante ustedes, no intente yo reducir la magnitud de las privaciones que podrá representar para todos nosotros, durante años, la determinación que propongo a Vuestra Soberanía. Soy el primero en apreciar el esfuerzo que va a requerir del país la situación en que nos hallamos.

"Pero, si no hiciéramos ese esfuerzo, ¿no perderíamos, acaso, algo infinitamente más valioso que nuestra tranquilidad y que nuestras vidas: el honor de la Patria, el claro nombre de México? (Aplausos nutridos).

"Por comparación con los elementos que luchan para destruir la civilización del hombre, la impresión de lo desproporcionado de nuestras fuerzas se contrarresta cuando se considera que, entre nuestras armas, se encuentran el ideal, el derecho y el amor de la libertad, por los cuales están combatiendo también las grandes y las pequeñas democracias del mundo.

"La actitud que México toma en la presente eventualidad tiene como base el hecho que nuestra determinación emana de una necesidad de legítima defensa. Conocemos los límites de nuestros recursos bélicos y sabemos que, dada la enormidad de las masa internacionales en pugna, nuestro papel en la actual contienda de guerra extracontinentales, para las que no estamos preparados. Nuestras fuerzas, por con siguiente, no se dispersarán; pero responderemos a los intentos de agresión de los adversarios manteniendo a todo trance la integridad del país y colaborando enérgicamente en la salvaguardia de América, dentro de la medida en que lo permitan nuestras posibilidades, nuestra seguridad y la coordinación de los procedimientos defensivos del Hemisferio. (Aplausos).

"Durante años, hemos tratado de permanecer ajenos a la violencia. Pero la violencia ha venido a buscarnos. Durante años, nos hemos esforzado por continuar nuestra propia ruta, sin arrogancia ni hostilidades, en un plano de concordia y de compresión.

"Pero los dictaduras han acabado por agredirnos. El país está enterado de que hemos hecho todo lo posible por alejarnos de la contienda. Todo: menos la aceptación pasiva del deshonor. (Aplausos).

"Señores:

"Sean cuales fueren los sufrimientos que la lucha haya de imponernos, estoy seguro de que la nación los afrontará. Los ilustres varones cuyos nombres adornan los muros de este baluarte de nuestras instituciones democráticas garantizan, con el testimonio de su pasado, la austeridad de nuestro presente y son la mejor promesa espiritual de nuestro futuro. (Aplausos).

"De generación en generación, ellos nos transmitieron esta bandera que es el símbolo espléndido de la Patria. ¡Que ella nos proteja en la solemnidad y gravedad de esta hora en que México espere que cada uno de sus hijos cumpla con su deber! (Aplausos nutridos y prolongados. Voces: ¡Viva México!)

- El C. Presidente del Congreso de la Unión:

"Señor Presidente:

"En acatamiento a la convocatoria lanzada por la Honorable Comisión Permanente, el XXXVIII Congreso de la Unión inicia hoy su período extraordinario de sesiones durante el segundo año de su ejercicio. En él deberemos conocer, tratar y resolver, sobre asuntos de la más, alta importancia para nuestra Patria.

"Los ciudadanos senadores y diputados que integran el H. Congreso de la Unión, se presentan en esta histórica Asamblea, abroquelados en la más profunda convicción de que México ha sabido hacer siempre honor de sus antecedentes democráticos, tanto en el campo de su política interior como exterior; y es por ello que ahora empiezan por reiterar su conformidad de franca y decidida protesta en contra de las agresiones inhumanas llevadas a cabo por parte de los dictadores sin escrúpulos sobre pueblos pacíficos y débiles.

"Tal actitud de nuestro Gobierno se ha manifestado vigorosamente en los casos: de la agresión del Japón contra China, del ataque de Italia contra Abisinia, de la intromisión de Alemania e Italia en la contienda civil española, del sojuzgamiento

y la invasión de Polonia, Checoeslovaquia, Bélgica, Holanda, Noruega, Yugoeslavia, Grecia y Francia, y otras naciones del Continente Europeo, que mantenidas en esta hora trágica para la Humanidad, bajo el yugo nazi, conquistadas por la fuerza o sometida por la presión política, han sido privadas de los más elementales derechos de libertad y justicia.

"Este proceder del Gobierno Mexicano nos lleva a refrendar a usted, que es en los presentes momentos el digno representante de nuestras mejores tradiciones, la confianza y el respaldo que ya le fueron otorgados, con motivo del rompimiento de relaciones con las potencias del eje, resuelto por usted, al aplicar los principios de solidaridad continental, a consecuencias de la agresión de que se hizo víctima a nuestro vecino del Norte.

"Quienes integramos a la Representación Nacional, estamos informados de los motivos que impulsaron a usted para solicitar el concurso constitucional del Poder Legislativo, y convencidos de que le asiste la razón. Por lo tanto, nos representamos en esta ocasión como un todo compacto, revelador de la unidad nacional. Conocemos la protesta presentada ante los responsables del ultraje inferido a nuestra soberanía nacional, causante al mismo tiempo del derramamiento de sangre mexicana, así como la actitud deliberantemente ofensiva que asumieron los Gobiernos del Eje (Alemania, Italia y Japón), negándose a recibir la nota de justa protesta de nuestro Gobierno y, asimismo, la forma en que respondieron, con nuevos agravios, hundiendo otra nave de nuestra marina mercante. El hundimiento de los barcos "Potrero del Llano" y "Faja de Oro" y la muerte de los veintitrés tripulantes de nacionalidad mexicana, deben constituir hechos que nos recuerden permanente la necesidad de no descansar hasta lograr la satisfacción correspondiente.

"El Poder Legislativo al interpretar fielmente la tradición y el sentir del pueblo mexicano, ha respaldado siempre la política de paz y concordia que ha normado los actos de sus Gobierno; pero ante los hechos consumados, justifica la actitud de usted, que invocando lo preceptos aplicables de nuestra Carta Magna, solicita del Poder Legislativo las facultades necesarias para defender, en la mejor forma, los intereses de la Patria.

"Con tal motivo, el Congreso de las Unión estudiará los puntos contenidos en la convocatoria que regirá las actividades de este período extraordinario de sesiones y, tanto en el caso relativo a la expedición de la ley que lo faculte a usted para declarar un "Estado de Guerra con nuestros agresores, como en el de otorgamiento de facultades extraordinarias en diversos ramos de la Administración y en el de la suspensión de garantías individuales contenidas en nuestra Ley Fundamental, nuestras deliberaciones y, consecuentemente, las conclusiones a que habremos de llegar tendrán como único fin el de facilitar al Poder Ejecutivo, el camino más adecuado para que realicen la misión delicada, que este momento histórico le ha señalado de salvaguardar el honor nacional y proteger a nuestro pueblo; y al hacerlo así, tenemos fe y seguridad absolutas de que usted encarnará y dará fiel cumplimiento a las aspiraciones de la nacionalidad mexicana.

"Si la actitud de los agresores hace necesario que nuestra nación tome medidas drásticas para defender su soberanía, queremos hacer constar ante la opinión pública internacional y recordar a todos los pueblos, que México jamás se ha lanzado a la agresión contra cualquier otro pueblo; que siempre ha deseado sinceramente mantenerse en paz y compartir con sus vecinos una vida de cooperación y de armonía; y que si ahora se ve obligado a levantarse airado para lavar una afrenta que no provocó y que por lo mismo no merece, ello no quiere decir que haya renunciado a sus inmutables principios de confraternidad humana.

"Nos damos cuenta de la responsabilidad que para usted significa, señor Presidente, el hecho de concertar facultades que constitucionalmente corresponden al Poder Legislativo y que sólo el estado de emergencia, según lo expresa nuestra Constitución, justifica que sean concentradas en el Poder Ejecutivo; pero al mismo tiempo, tenemos la absoluta seguridad de que esas facultades, en sus manos, serán ejercidas tomando como norma invariable, el más profundo concepto de amor a la Patria, que siempre lo ha caracterizado.

"Es esta la tercera ocasión en que el Congreso de los Estados Unidos Mexicanos tiene ante sí el tremendo problema de un conflicto armado; y al recordar con emoción la forma patriótica como actuaron los hombres que integraron los Congresos de México cuando se aproximaban las fechas luctuosas que para el país son los años del 47 y del 62, deseamos afirmar, en forma categórica, que inspirados en la conducta de los patriotas de aquel entonces, sabremos hacer honor a nuestra condición de mexicanos, y sin importarnos privaciones ni sacrificios, cualquiera que estós sean, daremos el apoyo necesario a nuestro Gobierno, seguros como estamos de que con ello contribuiremos a salvaguardar el honor de nuestra Patria.

"Hemos escuchado con toda atención el informe que nos da usted en esta hora difícil para la nacionalidad mexicana. Sobre él meditaremos detenidamente y sin festinar nuestras resoluciones sobre materia tan grave, procederemos de acuerdo con nuestra constitución, teniendo como única mira el bienestar moral y material de México.

"Puede llevar usted la seguridad de que su entereza nos tonifica y de que al igual que usted, seremos dignos hijos de nuestra Patria y merecedores del nombre de Mexicanos". (Aplausos nutridos).

(A las 12.34 hs. se retire el C. Presidente de la República del salón de sesiones del Congreso de la Unión, acompañado de las comisiones protocolarias nombradas al efecto).

- El C. secretario Figueroa (leyendo):

"Acta de la sesión de apertura del Período Extraordinario del XXXVIII Congreso de la Unión celebrada el día veintiocho de mayo de mil novecientos cuarenta y dos.

"Presidencia del C. Emilio Gutiérrez Roldán.

"En la ciudad de México, a las diez horas y treinta minutos del jueves veintiocho de mayo de mil

novecientos cuarenta y dos, se abre la sesión con asistencia de ciento treinta ciudadanos diputados y cincuenta y tres ciudadanos senadores, según consta en las listas que previamente pasó la Secretaría.

"El C. Presidente hace la declaratoria que sigue:

"El XXXVIII Congreso de los Estados Unidos Mexicanos abre hoy, veintiocho de mayo de mil novecientos cuarenta y dos, en su segundo año de ejercicio, el período de sesiones extraordinarias a que fue convocado por su comisión permanente".

"El C. diputado Aurelio Pámanes Escobedo, Presidente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, usa de la palabra y manifiesta que el C. Presidente de la República informará al Congreso sobre las razones que dieron origen a la convocatoria a este período extraordinario de sesiones.

"Poco después es introducido al Salón de Sesiones el C. Presidente de la República, por las comisiones que al efecto estaban designadas.

"En seguida el propio Primer magistrado informa respecto de los motivos en que fundó la iniciativa que envió a la Comisión Permanente, para que convocara al Congreso de la Unión al período extraordinario de sesiones que hoy se inicia.

"El C. Presidente de la Asamblea contesta el anterior mensaje.

"Se retira el Primer Magistrado con las comisiones que estaban nombradas para acompañarlo a su residencia.

"Se lee la presente acta.

Está a discusión el acta. NO habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvase a manifestarlo. aprobada.

El C. Presidente (a las 11.42 hs.): Se levanta la sesión de Congreso y se pasa a sesión de Cámara de Diputados.

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 28 DE MAYO DE 1942

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la sesión inmediata anterior.

2. - Iniciativa de ley de C. Presidente de la República por la que se declara que a partir del día 22 de mayo de 1942 existe un estado de guerra entre los Estados Unidos Mexicanos, y Alemania, Italia y Japón. Trámite: Recibo, y a las Comisiones Unidas Primera de Puntos Constitucionales, Primera de la Defensa Nacional, Primera de Gobernación y de Relaciones Exteriores.

3. - Proyecto de ley del Ejecutivo Federal por el que se conceden facultades extraordinarias en distintos ramos de la Administración y se suspenden las garantías constitucionales que en el mismo proyecto se expresan. Trámite: Recibo, y a las Comisiones Unidas Primera de Puntos Constitucionales y Primera de Gobernación. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. EMILIO GUTIÉRREZ ROLDÁN

(Asistencia de 130 ciudadanos diputados).

El C. Presidente (a las 12.30): Se abre la sesión.

- El C. secretario Rueda Magro Manuel (leyendo):

"Acta de la sesión celebrada por la H. Cámara de Diputados del XXXVIII Congreso de la Unión, el día veintiocho de mayo de mil novecientos cuarenta y dos.

"Presidencia del C. Emilio Gutiérrez Roldán.

"En la ciudad de México, a las diez horas y diez minutos del Jueves veintiocho de mayo de mil novecientos cuarenta y dos, se abre la sesión con asistencia de ciento treinta ciudadanos diputados, según consta en la lista que previamente pasó el C. secretario Rubén Figueroa.

"Se aprueba, sin discusión, el acta de la junta preparatoria celebrada el día anterior.

"Una comisión nombrada por la Presidencia introduce al Salón de Sesiones al C. Luis Rivera, quien rinde la protesta de ley como diputado suplente por el 1er. Distrito Electoral del Estado de Nayarit.

"En seguida, los CC. diputados Leonardo M. Hernández, Alejandro Carrillo y Carlos Zapata Vela informa del resultado de la comisión que se les confirió para participar, respectivamente, al C. Presidente de la República, a la Cámara de Senadores y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que esta Cámara de Diputados quedó debidamente instalada.

"Acto continuo, es introducida al salón una comisión del Senado y el C. senador Vicente Aguirre hace uso de la palabra e informa que aquellas Asamblea colegisladora se constituyó legalmente, y hace presente su completa solidaridad con esta Cámara de Diputados en los actuales momentos difíciles para la patria.

"El C. presidente Gutiérrez Roldán da respuesta para agradecer los conceptos expresados por el C. senador Aguirre.

"A las diez horas y veinte minutos se levanta la sesión para abrir, en su oportunidad, la de Congreso General".

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvase manifestarlo. Aprobada.

El C. secretario Gudiño Manuel: Se va a proceder a dar cuenta con la siguiente iniciativa del Ejecutivo:

"Estados Unidos Mexicanos. - Presidencia de la República.

"CC. secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- Presentes.

"En ejercicio de la facultad que me concede la fracción I del artículo 71 de la Constitución política de la República, para los efectos señalados en la fracción XII del artículo 73 del mismo Ordenamiento Constitucional y con fundamento en el informe que he tenido la honra de rendir personalmente al H. Congreso de la Unión, someto a la consideración del mismo la siguiente iniciativa de ley:

"Artículo 1o. Se declara que, a partir del día 22 de mayo de 1942, existe un estado de guerra entre los Estados Unidos Mexicanos y Alemania, Italia y Japón.

"Artículo 2o. El presidente de la República hará la declaración correspondiente y las notificaciones internacionales que procedan.

"Artículo 3o. Esta ley entrará en vigor a partir de su publicación en el

"Diario Oficial".

"Reitero a ustedes las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.

"México, D.F., 28 de mayo de 1942.- El Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Manuel Avila Camacho.- El Secretario de Gobernación Miguel Alemán". (Aplausos). Recibo, y a las comisiones unidas, 1, de Puntos Constitucionales, 1. de la Defensa Nacional, 1. de Gobernación y de Relaciones Exteriores.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Estados Unidos Mexicanos. - Por Ejecutivo Federal. - Secretaría de Gobernación.- México, D.F.

"CC. secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presentes.

"Para la consideración de esa H. Cámara, anexo al presente me permito remitir a ustedes el proyecto de Ley formulando por el C. Presidente de la República, a efecto de que se le concedan al Ejecutivo facultades extraordinarias para legislar en los distintos ramos de la Administración y de que se suspendan las garantías constitucionales que en la misma iniciativa se expresan, en los términos de los artículos 29 y 49 relacionados, de la Constitución General de la República.

"Reitero a ustedes las seguridades de mi muy atenta y distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.

"México, D.F., a 28 de mayo de 1942.- El Secretario de Gobernación, Miguel Alemán".

"CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- Presentes.

"Con esta fecha me he permitido enviar a la H. XXXVIII Legislatura de la Unión, iniciativa a virtud de la cual propongo se declare que existe un estado de guerra entre los Estados Unidos Mexicanos, por una parte, y Alemania, Italia y el Japón, por la otra.

"Ante la gravedad de los acontecimientos que precedieron a la presentación de dicha iniciativa y a los cuales he tenido ocasión de aludir pormenorizadamente en presencia misma de Vuestra soberanía, juzgue indeclinable escuchar la opinión de mis inmediatos colaboradores a efecto de satisfacer el mandamiento del artículo 29 constitucional y en su caso, la conveniencia de consultar con el Poder Legislativo, la suspensión de las garantías individuales que fueren obstáculos para hacer frente rápida y fácilmente a la situación.

"El Consejo de Ministros reunidos el día 22 del mes en curso estimó con sujeción a lo dispuesto en el artículo 27 de la Ley de Secretarías y Departamentos de Estado que reglamenta este aspecto del artículo 29 constitucional, que la única solución acorde con la realidad y compatible con el honor nacional consistía en declarar la existencia de un estado de guerra, y como consecuencia de tal decisión, adoptó, a propuesta del Ejecutivo, las siguientes determinantes:

"I. Se suspenden en todo el país las garantías individuales consignadas en los artículos 4o., párrafo primero del 5o., 6o., 7o., 9o., 10, 11, 14, 16, 19, 20, 21, párrafo tercero del 22 y 25, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos:

"II. La suspensión a que se refiere el punto anterior durará todo el tiempo que México permanezca en estado de guerra con Alemania, Italia y el Japón o con cualquiera de estos países, y será susceptible de prorrogarse, a juicio del Ejecutivo, hasta treinta días después de la fecha de cesación de las hostilidades, y

"III. Solicítese del H. Congreso de la Unión la aprobación del acuerdo con acuerdo consignado en los dos puntos precedentes.

"Al solicitar del H. Congreso de la Unión, por el digno conducto de ustedes, que apruebe la suspensión de garantías acordadas por el Ejecutivo de conformidad con el parecer del Consejo de Ministros, cumple a mi deber expresar los motivos que me impulsan a dar ese paso.

"A diferencia de otras legislaciones europeas y americanas que no prevén en toda la amplitud de contingencias, lo que los tratadistas de derecho público denominan "Estado de necesidad", nuestras Constituciones Políticas de 1857 y de 1917, con innegable propósito de eficiencia merecedor de todo encomio, por su alto sentido de previsión, contienen normas precisas en las que se ha procurado cohonestar con los derechos del individuo, el interés social, que cobra características supremacía absoluta en situaciones de emergencia.

"Ambas Constituciones reconocen y aceptan la existencia de derechos inherentes a la eminente dignidad de la persona humana, y crean un mecanismo tutelar de esos derechos que es presea en nuestra legislación patria: el juicio de amparo; pero prevén al propio tiempo, la posibilidad de que se presenten casos excepcionales en los que los intereses del individuo deben ceder transitoriamente ante las consideraciones de salud pública. Sólo que, inclusive en tales casos y por la necesaria precaución de proscribir cualquier móvil despótico, nuestras leyes fundamentales exigen la concurrencia de diversos requisitos extrínsecos para que pueda el Poder Público declarar en suspenso las garantías constitucionales.

"No basta, desde luego, la voluntad de un solo

individuo, así sea éste el Jefe del Estado: precisa, además, que sus colaboradores inmediatos -los integrantes del Gabinete- presenten su acuerdo cerca de la existencia del "estado de necesidad".

"De ahí que el artículo 29 de la Constitución vigente -reproducción casi literal del precepto de igual número de la de 1857- exija que la determinación se adopte en Consejo de Ministros. Es indispensable, finalmente, que otro Poder - El Legislativo- apruebe la medida; esto es, se necesita el concurso de la voluntad de dos de los tres Poderes de la Unión para que surta todos sus efectos el mandamiento sobre suspensión de garantías.

"Todavía más: temerosos el Poder Constituyente de que al amparo de una suspensión de garantías, llegaran a adoptarse medidas privativas o prolongarse indefinidamente la vida de las decisiones de emergencia desaparecido el "estado de necesidad", cuidó de prescribir que la suspensión no puede contraerse a determinado individuo, sino que debe hacerse por medio de prevenciones generales, y por un tiempo limitado.

"Y en lo que mira a los requisitos que pudiera calificarse de intrínsecos, nuestras leyes fundamentales se abstuvieron de deferir a la discreción de los poderes Legislativos y Ejecutivo la determinación de cuando existe un "estado de necesidad", toda vez que, según el sistema por ellas adoptado, sólo en tres casos excepcionales podrán declararse suspensas las garantías individuales, a saber: 1o. Invasión; 2o. Perturbación grave de la paz pública, y 3o. Cualquier situación que ponga a la sociedad en grande peligro o conflicto.

"Otras legislaciones extranjeras no consignan en sus leyes fundamentales, la facultad de establecer medidas de excepción para el caso de que se presente un "estado de necesidad", Claro está que ello no ha sido óbice para que se implanten aquéllas, cuando así lo ha reclamado la seguridad colectiva, sin perjuicios de que los órganos parlamentarios ratifiquen después la gestión del Ejecutivo y declaren excentos de responsabilidad a los funcionarios que hubieren ejecutado tales actos. Por ello se ha considerado en los países que han adoptado ese sistema, que el "estado de necesidad" más que una doctrina jurídica, es una doctrina política.

"Nada semejante existe entre nosotros, ante la presencia del artículo 29 constitucional, cabe aseverar que el "estado de necesidad" ha alcanzado la categoría de una verdadera doctrina, como resultado de la previsión del legislador constituyente que tal vez inspirado en la gravedad de algunos precedentes de nuestra historia o por lo inopinado que es el empleo de la violencia quiso poner este recurso supremo en manos del Poder al servicio del bien público; y por ello se le hace formar parte, aunque sea excepcionalmente, de nuestro orden jurídico.

"Y que no sólo el legislador de 1857 se percató claramente de la necesidad de prever acuciosamente análogas situaciones, lo revela el hecho de que el Constituyente de 1917 suprimió la única limitación impuesta al Poder Ejecutivo en los casos de suspensión de garantías individuales: la que tutela la vida del hombre.

"Y así lo expuesto en su dictamen aprobado sin debate sobre el relacionado precepto, la Comisión de Constitución de la Ley Fundamental en vigor cuando expresa "que si la suspensión de garantías no comprende también las que protegen la vida no producirá la medida otro resultado que poner en descubierto la impotencia del poder público para garantizar la seguridad social".

"Todo ello lleva a concluir que el propósito de nuestros legisladores constituyentes, fue el de revestir al Poder Ejecutivo, de facultades omnímodas para afrontar situaciones de emergencia, pensando seguramente que el sentido de responsabilidad de la persona que desempeñe el cargo de Jefe de Estado, lo hará usar con prudencia y moderación de esas facultades. Los dictados de un temperamento propenso a las corrientes del bien y aún de la benignidad en el orden de la vida normal, no inducen por sí solos tal vez, a declarar la existencia de un "estado de necesidad", por cuanto en mismo aumenta las atribuciones y responsabilidades ya graves de suyo del Encargado del Poder Ejecutivo. Pero, en las actuales circunstancias, y dados los habituales procedimientos que emplean los países del Eje para quebrantar la moral de los pueblos con quienes están en conflicto, desorganizar su defensa y adueñarse de sus destinos, no podría negar, sin menoscabo de los más altos deberes, que vivimos en una situación de emergencia, y que resulta inaplazable adoptar excepcionales medidas para poder afrontarla en términos venturosos, y para estar legalmente en la capacidad de realizarlo.

"Las actividades de espionaje y quintacolumnismo, en las que son maestros los totalitarios, no podrán reprimirse eficazmente a virtud de los procedimientos usuales en las épocas de paz.

"Nuestra constitución tutela en términos tan liberales la libertad y la vida de todos los individuos, cualquiera que sea su nacionalidad y condición, que sólo suspendiendo en todo el país las garantías individuales, será posible combatir aquellas perniciosas actividades.

"Por otra parte, las leyes de la guerra autorizan el establecimiento, por los países beligerantes de determinados procedimientos cautelares respecto a los extranjeros enemigos residentes en su territorio, y esas medidas tampoco podrían adoptarse, en el caso, de no decretarse una suspensión de garantías individuales.

"Y si la medida cuya aprobación se solicita se circunscribe a los alemanes, italianos y japoneses residentes en territorio de la República, ello obedece, primero, al propósito de ceñirla estrictamente a la letra y al espíritu del artículo 29 constitucional que requiere sea revestida de condiciones de generalidad como toda disposición legal, y no fijando la suspensión de garantías en función de determinada nacionalidad, actividad económica o filiación política; en segundo término a la reflexión de que los actos susceptibles de poner en peligro nuestra seguridad colectiva, pueden ser realizados por individuos de cualquiera nacionalidad; y finalmente, porque se incurriría en la misma injusticia de los totalitaristas al establecer restricciones de orden legal, exclusivamente en razón de condiciones étnicas, pues es preciso repetir que el Gobierno de la República ofrece hoy como ofreció en la época

de la Intervención Francesa, el presidente Juárez: "continuarán los extranjeros gozando de las consideraciones debidas mientras hagan honor a la hospitalidad que México les ha brindado y correspondan a ella sin deslealtad.

"La suspensión de las garantías individuales cuya aprobación propongo a Vuestra Soberanía, en modo alguno significa la desaparición del orden constitucional, ni aun la inobservancia del orden jurídico.

"Aun cuando las naturales contingencias de la guerra no siempre permiten a un país beligerante prever las medidas que habrá de adoptar para hacer frente a la situación, confía el Gobierno de la República en que no se producirán graves alteraciones en el desenvolvimiento de la vida ciudadana, y en que las autoridades militares no tendrán necesidad de asumir las funciones propias de las civiles. Por ello no se declaró en suspenso la garantía consignada en el artículo 13 constitucional.

"El Congreso de la Unión celebrará sus sesiones ordinarias durante el período señalado por la Constitución, y será el Poder Judicial de la Federación el que continúe como órgano de control de la constitucionalidad de los actos de todas las autoridades del país, sin más excepciones que las previstas en el decreto cuya aprobación solicito de Vuestra Soberanía. Las autoridades locales y municipales conservarán intactas sus órbitas de competencia.

"Pero la sola suspensión de garantías individuales no es bastante para que el Ejecutivo pueda hacer frente rápida y fácilmente a la situación.

"Como consecuencia de ella es menester, además que esa H. Legislatura lo autorice para ejecutar todos los actos y expedir todas las leyes que sean indispensables para la eficaz defensa de la integridad del territorio nacional, de su soberanía y dignidad y para el mantenimiento incólume del respeto a sus instituciones.

"De no otorgársele al Ejecutivo estas facultades, se vería compelido a estar convocando reiteradamente al Congreso a sesiones extraordinarias, como único medio de resolver -quizá sin la prontitud y eficacia requeridas- problema de naturaleza inaplazable y no susceptibles, por ende, de decidirse dentro de los cauces normales de la vida de la administración.

"En tal virtud, con apoyo en los artículos 29, 49 y 71, fracción I, de la Constitución Política de la República, por el digno conducto de ustedes me permito someter a la consideración y aprobación, en su caso del H. Congreso de la Unión, el siguiente proyecto de decreto:

"Artículo 1o. Se aprueba la suspensión de las garantías individuales consignadas en los artículos 4o., párrafo primero del 5o., 6o., 7o., 9o. 10, 11, 14, 16, 19, 20, 21, párrafo tercero del 22 y 25 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que acordó el C. presidente de la República, previa conformidad del Consejo de Ministros, para todo el territorio y todos los habitantes de la República.

"Artículo 2o. La suspensión a que se refiere el artículo anterior, durará todo el tiempo de México permanezca en estado de guerra con Alemania, Italia y el Japón, o con cualquiera de estos países, y será susceptible de prorrogarse, a juicio del Ejecutivo, hasta treinta días después de la fecha de cesación de las hostilidades.

"Artículo 3o. Se autoriza al Ejecutivo de la Unión para dictar las prevenciones generales que reglamenten los términos de la suspensión de garantías individuales a que se contraen los dos artículos precedentes.

"Artículo 4o. Se faculta, asimismo, al Ejecutivo de la Unión para imponer, en los distintos ramos de la Administración Pública, todas las modificaciones que fueren indispensables para la eficaz defensa del territorio nacional, de su soberanía y dignidad y para el mantenimiento de nuestras instituciones fundamentales.

"Artículo 5o. Se autoriza, igualmente, al Ejecutivo de la Unión para legislar el los distintos ramos de la Administración Pública, con sujeción a lo preceptuado en el artículo précedente.

"Artículo 6o. Al iniciarse cada período de sesiones ordinarias del Congreso de la Unión, en Ejecutivo dará cuenta del uso que haya hecho de las facultades que se les otorgan a virtud del presente decreto.

"Transitorios.

"Artículo 1o. El presente decreto entrará en vigor en la fecha de su publicación en el "Diario Oficial".

"Artículo 2o. En esa misma fecha empazará a surtir sus efectos en todo el país y para todos sus habitantes, la suspensión de garantías materia del presente decreto, sin que se requiera la reglamentación a que se contrae el artículo 3o.

"Reitero a ustedes las seguridades de mi más atenta y distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.

"Palacio Nacional, a 28 de mayo de 1942.- El Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Manuel Avila Camacho.- El Secretario de Gobernación Miguel Aleman". (Aplausos).- Recibo, y a las Comisiones unidas, 1a. de Puntos Constituciones y 1a. de Gobernación.

- El C. Presidente (a las 12:31 horas): Se levanta la sesión y se cita para el día de mañana a las once horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES"

El Director, Jefe de la oficina, JUAN ANTONIO MOLL.