Legislatura XXXVIII - Año III - Período Ordinario - Fecha 19421110 - Número de Diario 16

(L38A3P1oN016F19421110.xml)Núm. Diario:16

ENCABEZADO

MÉXICO, D. F., MARTES 10 DE NOVIEMBRE DE 1942

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO III. - PERIODO ORDINARIO XXXVIII LEGISLATURA TOMO I. - NUMERO 16

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 10 DE NOVIEMBRE DE 1942

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Se lee y aprueba el acta de la sesión anterior.

2. - Usan de la palabra para glosar los conceptos contenidos en un mensaje que dirigió a la Nación el C. Presidente de la República, los siguientes ciudadanos diputados: Emilio Gutiérrez Roldán, Aurelio Pámanes Escobedo, Alberto Trueba Urbina, Alfonso Corona del Rosal, Fernando López Arias, Ernesto Gallardo S., César Garizurieta y Alejandro Carrillo.

3. - Pasa a la Comisión de Puntos Constitucionales el proyecto que presenta el C. diputado José Ch. Ramírez, en lo relativo a la federalización de la industria azucarera.

4. - La Primera Convención de Juventudes Liberales de Bolívar, envía un saludo de solidaridad a México. De enterado con agradecimiento.

5. - Invitación para el acto en que rendirá su informe el C. Gobernador del Estado de Coahuila. Se nombra una Comisión.

6. - Cartera.

7. - Solicitud de pensión apoyada por varios ciudadanos diputados, de la señora Eleuteria Vela viuda de Cozar. Pasa a la Comisión de Hacienda en turno.

8.- El C. diputado Eduardo Hernández Cházaro solicita que la Comisión respectiva rinda su dictamen sobre el proyecto que restablece la pena de muerte. El C. diputado Fernando López Arias informa sobre el particular. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. JACINTO LÓPEZ

(Asistencia de 92 ciudadanos diputados).

El C. Presidente (a las 12.10): Se abre la sesión.

- El C. secretario Salazar Florencio (leyendo):

"Acta de la sesión celebrada por la H. Cámara de Diputados del XXXVIII Congreso de la Unión, el día tres de noviembre de mil novecientos cuarenta y dos.

"Presidencia del C. Braulio Meraz Nevárez.

"En la ciudad de México, a las doce horas y cincuenta minutos del martes tres de noviembre de mil novecientos cuarenta y dos, se abre la sesión con asistencia de ochenta y ocho ciudadanos, según consta en la lista que previamente pasó el C. secretario Luis Márquez Ricaño.

"Es leída el acta de la sesión anterior que se efectuó el veintisiete de octubre próximo pasado, la que se aprueba, sin discusión y en votación económica.

"En seguida, se procede a la elección, por cédula, de presidente y vicepresidente de esta Cámara para el mes en curso, y por unanimidad de noventa y un votos, resultan electos, presidente, el C. Jacinto López y vicepresidentes, los CC. Antonio Betancourt Pérez y Marcos Sánchez.

"La Directiva hace la declaratoria de rigor e invita a los electos a tomar posesión de sus puestos.

"Presidencia del C. Antonio Betancourt Pérez.

"Se da cuenta a la Asamblea con los siguientes documentos en cartera:

"Cablegrama procedente de Santiago de Chile en que el Presidente de la Cámara de Diputados de aquel país hace votos por la prosperidad de México.

- De enterado con agradecimiento.

"Estado que manifiesta el número de expedientes tramitados en el mes de octubre de 1942, por las Comisiones Permanentes de esta H. Cámara de Diputados. - Insértese en el DIARIO DE LOS DEBATES.

"La Legislatura del Estado de Chihuahua comunica que con fecha 20 de octubre, designó Gobernador interino del mismo al C. licenciado Alberto de la Peña Borja, en virtud de la licencia que concedió al Gobernador Constitucional, C. Alfredo Chávez. - De enterado.

"La Legislatura del Estado de Tabasco participa que declaró Gobernador Constitucional de la misma Entidad, para el período comprendido del primero de enero de 1943 al 31 de diciembre de 1946, al C. licenciado Noé de la Flor Casanova, por haber obtenido mayoría de sufragios. - De enterado.

"El C. licenciado Alberto de la Peña Borja participa que el día 22 de octubre asumió, interinamente, el Gobierno del Estado de Chihuahua, en

virtud de la licencia concedida al C. Gobernador Constitucional. - De enterado.

"El C. Florencio Topete informa que se hizo cargo interinamente, con fecha 21 de octubre, del Poder Ejecutivo del Estado de Nayarit. - De enterado.

"El C. Candelario Miramontes comunica que con fecha 22 del mes próximo pasado, se hizo cargo nuevamente del Poder Ejecutivo del Estado de Nayarit. - De enterado.

"El C. licenciado Jesús Escobedo G. participa que el día 21 de octubre último se hizo cargo, interinamente, del Poder Ejecutivo del Estado de Zacatecas, en virtud de la licencia que para separase de su puesto se concedió al Gobernador Constitucional, C. general Pánfilo Natera G. - De enterado.

"La Unión Sindical de Obreras y Obreros Cerilleros "Unión y Progreso" de la ciudad de Puebla, solicitan se reforme la Ley Federal del Trabajo a fin de que se incluya en ella a la industria cerillera. - Recibo, y a la Comisión de Trabajo en turno.

"Dictamen de la 2a. Comisión de Gobernación que propone se envíe original al C. Jefe del Departamento del Distrito Federal, el expediente que contiene la proposición de varios ciudadanos diputados para que a una de las calles de esta ciudad se le dé el nombre del general Camerino Z. Mendoza, manifestando que esta Cámara vería con agrado que se honrara la memoria de este revolucionario.

"Es aprobado, en votación económica y sin discusión.

"Dictamen de la 2a. Comisión de Gobernación que propone se turne a las Comisiones de Hacienda y del Departamento del Distrito Federal, el expediente formado con motivo del Proyecto de Ley de Inquilinato que presentó el C. Demetrio Gutiérrez.

"Aprobado sin discusión.

"La Directiva designa la siguiente comisión para que en representación de esta Cámara, concurra al sepelio el C. general y senador Enrique Estrada, que se efectuará mañana a las diez horas: Eduardo Hernández Cházaro, Aurelio Pámanes Escobedo, Ismael M. Lozano, Luis Quintero Gutiérrez, César Garizurieta, Emilio Gutiérrez Roldán, Alfredo S. Sarrelangue López, Carlos R. Balleza jr., Rubén Figueroa, Luis Márquez Ricaño, Mariano Samayoa y Manuel Bernardo Aguirre.

"El C. diputado Hernández Cházaro usa de la palabra y propone que todos los ciudadanos diputados asistan al sepelio del C. general Estrada; que la tribuna de esta Cámara permanezca enlutada por el término de ocho días y que los miembros de esta Asamblea concurran también a la sesión con que el Senado honrará la memoria del extinto revolucionario.

"A propuesta del mismo C. Hernández Cházaro los asistentes a la sesión se ponen de pie y guardan un minuto de silencio, como homenaje al ilustre desaparecido.

"En seguida la Cámara, sin discusión, aprueba las proposiciones del C. Hernández Cházaro.

"Acto continuo, los CC. diputados Aurelio Pámanes Escobedo, Emilio Gutiérrez Roldán y Florencio Salazar pronuncian discursos en los que hacen el panegírico del C. general Enrique Estrada, poniendo de relieve su actuación revolucionaria y los eminentes servicios que en distintos órdenes presentó a la patria.

"El C. Presidente manifiesta que en estos momentos el Senado celebra la sesión con que honrará la memoria del C. general Estrada, por lo que suplica a los ciudadanos diputados se trasladen a aquella Cámara.

"A las trece horas y cuarenta minutos se levanta la sesión".

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

2.........................................................................

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Gutiérrez Roldán.

El C. Gutiérrez Roldán Emilio: Señores diputados : el mensaje que el Jefe de la Nación diera a conocer el día de ayer a toda nuestra República y a todo el mundo, me anima a recordar a ustedes nuestra actuación en el último período extraordinario de sesiones, en el que hubimos de tomar una de las determinaciones más grandes, más trascendentales para nuestra patria; actividades esas, las nuestras, que nos llevaron a afirmar la convicción de la nacionalidad mexicana para tomar el puesto en el consorcio de las democracias del mundo en defensa de las libertades de la Humanidad.

A partir de esa fecha y en cuanto nuestra nación se declaró en estado de guerra, cuán satisfactorio para nosotros es el hecho de ir viendo cómo el pueblo entero de México ha venido respondiendo a ese estado de emergencia de la patria. El campesino, cubriendo más y más superficies de tierra; el obrero, laborando intensamente en su taller, evitando constantemente los conflictos de trabajo, dedicado ciento por ciento a la tarea de la producción; todos los sectores de la nacionalidad mexicana dedicados a un solo propósito: fortalecer a México para hacerlo salir en una forma airosa de esta difícil prueba a que se ve sometido en estos tiempos.

Pero, a pesar de nuestras inquietudes nacionales, nunca hemos dejado de sentir las inquietudes que corresponden a otras democracias en el mundo y, muy especialmente, las de las naciones como la heroica Francia, que en esta contienda mundial se ha visto obligada a sufrir los horrores de la guerra realizados en su propio suelo, se ha visto obligada a tomar derroteros que desdicen, en cierta forma, de su glorioso historial de democracia pura, de pueblo libre, de pueblo avanzado, amante siempre de las libertades.

Es por ello, compañeros, que cuando el Jefe de nuestra nación se ve obligado a tomar una determinación que consiste en romper las relaciones diplomáticas con el gobierno de Vichy, nosotros debemos hacer un llamado a todo el pueblo de México para aclarar en una forma definitiva que la idea de todos los mexicanos ha sido desde un

principio y seguirá siendo, mantener, sostener indefinidamente nuestras relaciones con el verdadero pueblo francés, con los franceses que ahora, sojuzgados por la fuerza de las bayonetas, no están en condiciones de responder, como lo están haciendo las otras democracias del mundo.

El señor Presidente bien lo dijo en su claro y sencillo mensaje de ayer: la hora que esperábamos, la hora que anhelábamos llegara para la heroica Francia, ha llegado. Los ejércitos libertadores de Inglaterra y de Estados Unidos, al abordar las costas de las colonias francesas, tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo, marcan la iniciación de los trabajos que terminarán, indiscutiblemente, con la liberación de Francia, ahora sojuzgada por las bayonetas nazis.

El señor Presidente ha expresado con toda claridad cuál es el sentimiento del pueblo mexicano hacia el pueblo francés. Estimo oportuno repetir uno de los párrafos de su mensaje, aquel en que dice: "Los franceses pueden abrigar absoluta fe en que México dice en estos instantes la verdad, porque México que siempre ha confiado en Francia y amado a Francia, no ha empeñado jamás su palabra internacional sino para defender una causa noble, ¿y cuál más noble que el restablecimiento de los derechos de una República que, como la suya, ha sido cuna de las libertades en el Occidente y ejemplo de igualdad en las democracias y símbolo de fraternidad para el mundo entero?"

Ese es el sentimiento que el pueblo de México tiene para el pueblo de Francia. La ruptura de relaciones con un Gobierno que no representa al pueblo libre de Francia. La ruptura de relaciones con un Gobierno que no representa el pueblo libre de Francia, no tiene que ver nada con los franceses en sí mismos. Francia sigue viviendo en el corazón de los mexicanos.

El señor Presidente ha hecho llegar su voz y con él la voz de los mexicanos a todos los franceses, que están ya en territorio propio de Francia o en territorio del Imperio Francés o en el de las distintas naciones del mundo, para decirles que México, fiel a sus tradiciones y fiel al glorioso historial de la República Francesa, seguirá considerando invariablemente a los franceses como hermanos, como elementos que deben regir en el mundo y exhibir su situación de hombre libres, de hombres aptos para construir con los demás países democráticos, un mundo mejor para todos los habitantes del globo.

De igual manera, el señor Presidente expresa con una claridad diáfana, cuál es el motivo por el que su Gobierno se vio obligado a tomar la determinación de contestar a la actuación de Gobierno de Vichy con la ruptura de relaciones diplomáticas. A ese respecto, el Primer Mandatario dice: "Hasta hoy habíamos conservado la convicción de que la administración del Estado Francés, bajo la presión de las bayonetas agresoras, no encontraba camino para defender sus libertades perdidas. Por desgracia, la actitud asumida por el Gobierno de Vichy ante la acción de los democracias en África, ha venido a comprobar dolorosamente que ese Gobierno no representa el espíritu libre de Francia. En tal virtud, México considera que no puede sostener por más tiempo una situación que no corresponde ya a la verdad internacional y se ve en el caso de romper sus relaciones diplomáticas con las autoridades subyugadas que han ordenado combatir a nuestros aliados, sin advertir que esa orden no implica una posición de defensa de sus territorios, sino una última abdicación de su soberanía".

México ha sido siempre celoso de su soberanía y lo es también de la soberanía de los pueblos hermanos. Por ello la actitud del Gobierno subyugado de Francia, - un gobierno de Francia que no piensa como un Gobierno Francés sino que piensa como elementos que están actuando en favor de las potencias del Eje - , no puede ser de ninguna manera una actitud de justificación para mantener relaciones diplomáticas con el Gobierno de Vichy, que ha aceptado, sin poner gran resistencia, el fusilamiento de rehenes de sus nacionales, que ha aceptado el acondicionamiento y la translación de sus elementos humanos para trabajar al servicio de la industria bélica nazi. El Gobierno de Vichy, que a última hora, ante los ejércitos libertadores de su mismo pueblo, opone la fuerza de sus últimos recursos bélicos, y de esa manera pretende retardar la acción de la liberación de Francia misma, y condenar a una complicación mayor el problema restante de las democracias, no puede tener de ninguna manera base sólida para el mantenimiento de relaciones. Por eso nosotros debemos aplaudir, sincera y profundamente, la determinación de nuestro Presidente, cuando ha suspendido sus relaciones con el Gobierno espurio de una Francia subyugada y que no representa las libertades del glorioso pueblo francés. (Aplausos).

Cuando el señor Presidente se dirige a los franceses en el mundo, empeñando la palabra de México, con el ofrecimiento de una próxima liberación de esa heroica República, no lo hace solamente con lirismos oratorios, sino que tiene argumentos sólidos para fundar ese dicho - el hecho de empeñar la palabra internacional de México.

Afortunadamente, los actuales momentos nos encuentran con un panorama tal, que la balanza se inclina en favor de las democracias, en forma ostensible. Podemos nosotros ufanarnos de observar en estos tiempos, contra el desastre de Dunquerque, contra la gloriosa retirada de los ejércitos ingleses y franceses, la tenacidad de acero del pueblo inglés, que no ha podido ser abatido en su moral por los bombardeos de los nazis. Debemos estar satisfechos de contestar a la invasión de Rusia, con la gloriosa resistencia de Leningrado, Moscú y Stalingrado, y con el desgaste enorme de la potencia bélica nazi en el territorio ruso. Contra el artero ataque a la Bahía Perla, debemos contestar con la toma de las posiciones de Guadalcanal; contra la invasión de China, debemos contestar con la magnífica resistencia del mariscal Chiang Kay Shek; contra la artera preparación, contra la alevosa preparación de más de veinte años para la guerra, que llevaba la República Alemana, debemos contestar con el inmenso poderío de la producción industrial, de la producción bélica industrial, en particular, de las naciones aliadas.

En todos estos argumentos funda el señor

Presidente de la República esa promesa de liberación para Francia que, además de tener la base sólida de los hechos contundentes, tiene el inmenso amor, el grandísimo amor del pueblo mexicano para los franceses libres de Francia y de todo el mundo. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Pámanes Escobedo.

El C. Pámanes Escobedo Aurelio: Compañeros diputados: un nuevo paso de afirmación democrática, de colaboración hacia las naciones unidas en la defensa del común ideal libertario, ha dado el Gobierno de México en materia internacional al romper sus relaciones diplomáticas con el pseudo Gobierno de Vichy, cuya actitud al ordenar a sus tropas en Noráfrica de oponerse con las armas a la cruzada libertaria que los ejércitos de las naciones unidas, con el de los Estados Unidos a la cabeza, inician en estos momentos en los litorales Mediterráneo y Atlántico de aquel Continente, han colocado a este Gobierno de Vichy franca y definitivamente al lado de los totalitarios, sus verdugos, ya que, como expresara el señor Presidente de la República en su mensaje último, esa orden no implica una posición de defensa de su territorio, sino una última abdicación de su soberanía.

¡Qué lejos está el Gobierno de Vichy de representar el honor y la dignidad del gran pueblo francés! Los que hemos convivido con los soldados de Francia, quienes hemos formado en sus filas y hemos sentido y experimentado con ellos todo su anhelo de libertad, todo su ideal, todo su inagotable amor por la democracia en el mundo, no podemos sino levantar airada nuestra voz de protesta contra los traidores a su pueblo, a sus tradiciones y a la Humanidad, que han osado poner sus armas al servicio de sus ancestrales enemigos, colocándose a las órdenes de sus verdugos nazifascistas. Pero las flaquezas de la tenebrosa pareja de Vichy no pueden sino manchar los laureles marchitos ya, que, por ironía del destino, permanecieran durante años sobre las sienes nevadas del octogenario Petain. ¡ Cuán mejor hubiera sido para Francia y para la Humanidad toda, que el entonces brillante general, que el héroe de la guerra 1914 - 18 hubiese quedado sepultado bajo los muros de Verdún, donde el Ejército francés escribiera una de las más brillantes páginas de la historia militar del mundo.

México no ha empeñado jamás su palabra sino en defensa de una causa noble. ¡Qué gran verdad encierran esas palabras presidenciales pronunciadas ayer noche por nuestro Primer Magistrado! Constituyen en estos momentos un verdadero apotegma, ya que la nación entera, con su Presidente a la cabeza, está convencida de que la operación que se realiza en Noráfrica no implica, ni está inspirada en tendencias o condiciones de dominación, sino que es impulsada por una generosa voluntad de reconquista. Por ello el pueblo de México unánimemente aplaude y respalda calurosamente la recia política internacional de nuestro Gobierno, y aplaude y respalda igualmente con todo el entusiasmo nuestro la decisión de las naciones unidas al formar el ambicionado, el esperado, el anhelado segundo frente, como una vibrante, como una digna y merecida respuesta al heroico ejército soviético que en estos momentos se cubre de gloria en Stalingrado. Y qué mejor oportunidad que expresar en este momento mi personal anhelo de que el ejército mexicano, de que el pueblo de México haga representar sus armas al lado de aquellos valientes soldados de Norte América y de la Gran Bretaña, que en estos momentos abren con sus cañones en el Norte de África una anchurosa senda de libertad, que a través de la sublime Unión Soviética y de las caídas Polonia, Austria, Checoslovaquia y Bélgica, llegará hasta Berlín a presenciar la estrepitosa caída del falso Mesías del Nuevo Orden, del pseudo profeta de la nueva religión nacional socialista, del nefasto Hitler; y allí deberá estar representada Francia, no la Francia de Vichy, sino la Francia del noventa y dos, la que vibra a los sones de la Marsellesa; la Francia que habla por boca de su Ejército del Marne; la Francia de Foch, de Lebrun, la Francia de Reynaud, la que en la presente guerra sacrificara lo más florido de su Ejército, la juventud de sus masas y que, mediante el sacrificio de sus mejores divisiones, salvara del desastre a los ejércitos aliados en las amplias llanuras de Flandes e hiciera posible la epopeya inglesa de Dunquerque; la Francia vencida hoy por la ignominia y la traición, pero cuyo honor, cuya dignidad de pueblo, quedará a salvo de toda mancha; cuyo honor militar dejará a salvo los cien mil soldados galos que al ofrendar su vida plena de juventud cayeron de cara al sol ante la embestida de la barbarie nazi en los campos de Bélgica y del Norte de Francia, la Francia que habla por boca de las madres y de las jóvenes esposas que esperan con los corazones desgarrados la llegada, no del esposo, no del hijo que jamás regresara al hogar, sino la hora de la justicia que en estos momentos se abre paso en el Norte de África. Rindamos en este momento un homenaje de cálida admiración, de simpatía, de respaldo hacia los valientes, hacia los heroicos soldados de la Rusia Soviética, de la Gran Bretaña y de los Estados Unidos, que en este momento libran una de las operaciones militares más difíciles de la guerra moderna, y que esbozan una de las más grandes maniobras estratégicas de la historia del mundo.

¡Viva la Francia inmortal, al lado de la sublime Unión Soviética, de la libre Inglaterra y de la próspera nación norteamericana! ¡Salud! (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Alberto Trueba Urbina.

El C. Trueba Urbina Alberto: Señores diputados: México ha roto sus relaciones con el Gobierno de Vichy. ¿Por qué? Porque, como acertadamente dice en su mensaje el señor presidente Avila Camacho, ese Gobierno no representa el espíritu libre de Francia.

Esta posición de México se ajusta a los principios más puros del Derecho Internacional. Esta posición de México significa el cumplimiento de un deber: el deber contraído por las naciones de América para defender la democracia en todo momento y para mantener muy en alto el decoro y la

dignidad de todos los países del mundo, acatando los tratados internacionales.

Con razón el señor Presidente de la República ha roto las relaciones diplomáticas y consulares con ese Gobierno de Vichy, porque el llamado Gobierno de Vichy no responde a la gloriosa tradición del pueblo francés. ¿Cuál es la tradición del pueblo francés? La defensa de la libertad, hacer honor a su insuperable Revolución que abrió definitivamente los cauces del Derecho Internacional Universal y dio más fuerza y vigor al derecho de las nacionalidades. Y es que la Revolución Francesa, como escribe Jean de Vaux, introdujo en el Derecho de gentes la noción de la libertad de los pueblos en el seno de la gran sociedad de pueblos.

El Gobierno de Vichy, al combatir al Ejército de la libertad, no puede ser un Gobierno de Francia; no puede ser un Gobierno auténticamente francés, porque el Gobierno de Francia, de una Francia libre y soberana, forzosamente tendrá que estar con las naciones unidas, con los ejércitos que defienden la libertad y la democracia de los pueblos.

Francia, desde la época de su Revolución, legó al mundo tres principios: el principio de la libertad, el principio de la igualdad y el principio de la fraternidad. El Gobierno de Vichy ha abdicado, no sólo de su soberanía, sino de su tradición; ha olvidado estos famosos principios que le dieron lustre y gloria a Francia; ha obedecido ciegamente las instrucciones de los bárbaros que lo tienen sojuzgado. Y por esta razón el Gobierno de Vichy no representa a Francia; Francia está representada por De Gaulle.

El auxilio que prestan los ejércitos de los Estados Unidos de América en las colonias del África del Norte es la realización del proyecto auténtico del Gobierno francés, del Gobierno francés que presidió Paul Reynaud. Paul Reynaud quería que su Francia, que su Francia libre, que su Francia gloriosa peleara en África, peleara en cualquier territorio, que diera señales de vitalidad, que hiciera honor a su legendario pasado combatiendo a las huestes de los bárbaros modernos. Y con la colaboración que actualmente presta el Ejército democrático de los Estados Unidos de América, Francia en sus colonias, Francia en el territorio del África del Norte, seguirá siendo para el mundo entero un baluarte de la libertad. El Ejército de los Estados Unidos de Norteamérica, en defensa de Francia en el África, vendrá a ser carapacho para que los franceses puedan luchar contra los opresores, contra el nazifascismo.

Esta es la realización de la comparación que empleó Churchill en una conversación que tuvo con André Maurois respecto a la época en que Inglaterra, cuando las sanciones, se dejó ganar la partida por Italia. Refiere Maurois en un libro muy conocido, "Tragedia en Francia", que Churchill le decía a Maurois: "Señor Maurois: Este momento crítico que estamos viviendo tiene gran importancia y le voy a hacer a usted una comparación - comparación que dejó sorprendido a Maurois - .Observe usted la costumbre de los cangrejos. En una época de su vida pierden el carapacho, pierden la resistencia; el crustáceo se oculta en la roca y espera que le nazca el carapacho y entonces sale. Inglaterra perdió, ¿por qué¿, por sus ministros cobardes perdió el carapacho". Maurois, al comentar esta plática con Churchill, nos dice: "Inglaterra y Francia deben de pelear sin carapacho".

Y ahora yo digo: Francia ya tiene carapacho, es el Ejército de los Estados Unidos en el África del Norte.

Si Maurois sostenía que las circunstancias obligaban a Francia e Inglaterra a salir de sus agujeros a luchar frente a un enemigo poderoso, ahora felicitaos, franceses, franceses dirigidos por De Gaulle, franceses libres, contad con el Ejército de los Estados Unidos, luchad denodamente en defensa de la libertad y de la cultura universales que han constituído los grandes ideales de Francia.

El mensaje presidencial de ayer coloca a México, una vez más, a la altura de su deber internacional: el presidente Avila Camacho, como estadista y como patriota, está cumpliendo su misión histórica con abnegación y decoro en esta hora trágica de la Humanidad. Nuestro país tiene un hombre guía que sabrá salvar su destino; tengamos fe en él; tengamos fe en el legado de la Revolución Francesa; tengamos fe en la Revolución Mexicana y en sus hombres representativos; tengamos fe en la Revolución Rusa, en su heroico pueblo y en su glorioso Ejército Rojo; tengamos fe en el triunfo del nuevo derecho y de la justicia social; tengamos fe en el triunfo de la democracia; tengamos fe en el triunfo de todos los pueblos que luchan por la libertad en esta hora aciaga: ¡Vivan la Naciones Unidas¡ ¡Viva Francia¡

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Corona del Rosal.

El C. Corona del Rosal Alfonso: Compañeros diputados: Anoche el señor Presidente de la República reafirmó, una vez más, su firme política internacional que ha venido desarrollando; como él mismo lo manifestó, el hecho de que el Gobierno pelele de Vichy ordenara defender las tierras africanas que van a ser el trampolín para la victoria definitiva de las naciones aliadas, hizo que el resto de dignidad que se suponía en ese Gobierno quedara definitivamente borrado.

México, que ha adoptado una posición de franca decisión, de abierta cooperación con las naciones aliadas, no tenía otro camino a seguir que el que el señor Presidente adoptó haciendo uso de las facultades que tiene conferidas como Jefe de la Nación Mexicana: declarar rotas las relaciones con el Gobierno de Vichy; no con Francia, como el mismo señor Presidente dijera, porque a Francia, México y todas las naciones hispanoamericanas están vinculadas definitiva y profundamente; todos nosotros, como dijera el señor Presidente de la República, hemos amado y amamos a Francia, a la eterna Francia, como dijera el gran presidente Roosevelt, a la Francia que jamás perecerá mientras sople en la conciencia de los hombres el hálito de la libertad.

Francia es eterna, Francia no puede desaparecer, porque ella siempre ha sido, desde hace muchos años, faro y guía de la Humanidad entera, faro y guía de todos los hombres que ansían la

fraternidad, la igualdad y la conquista de la democracia. Por tanto, el que México rompa las relaciones con Vichy es un acto lógico de nuestra política internacional; porque, más que nunca, estamos hoy unidos a Francia; más que nunca, estamos convencidos de que su destino está en el triunfo de la democracia, en el triunfo de los ejércitos americanos que han desembarcado poderosamente en las costas africanas para hacer una realidad la conquista de esas libertades, para que la guerra tome un rumbo nuevo y definitivo que la lleve a la victoria total de las naciones aliadas.

Era indudable, compañeros diputados, que las naciones aliadas, que los Estados Unidos, con todo su poderío militar, se iban a ver obligados a realizar este trascendental paso. Alemania estaba amenazando rutas vitales para la seguridad de la causa de los aliados: las Islas Canarias y Dakar son puntos que los estrategas militares tuvieron que considerar para suprimir esa amenaza de los submarinos enemigos. La decisión de ocupar la costa septentrional de África viene a traer varios hechos de trascendencia desde el punto de vista militar, viene a borrar la amenaza a las tierras de América; viene también a darle una base a las naciones aliadas desde la cual les será fácil dirigir sus desembarques más tarde, ya sea a las costas españolas, a las costas de Grecia, a las de Italia, o establecer sus comunicaciones en forma definitiva e ininterrumpida con el glorioso ejército ruso.

No se necesita tener conocimientos profundos en materia militar para ver la importante trascendencia de esta acción de los americanos, para comprender que esta acción es el preludio obligado del segundo frente por el cual han estado clamando las naciones que desean el triunfo de las democracias. Militarmente, los americanos tenían que realizar este paso, y lo han realizado con todo su poderío, con toda su fuerza; pero también con toda la justificación de su causa.

México, señores, siempre ha sido enemigo de las invasiones. Lo hemos sido, porque nuestra patria se ha visto agredida sin razón y sin derecho. Por eso México, como país débil, pero como país que ama profundamente el derecho y la justicia, detesta y condena todas las agresiones a los países débiles, las agresiones que se hagan con fines de conquista. Pero este hecho militar de los Estados Unidos no encierra finalidades de conquista, no encierra el sojuzgamiento de países débiles por otros países más fuertes; encierra simplemente la necesidad vital de esos territorios por razones militares, y la ocupación de ellos para vender definitivamente a las fuerzas del Eje, para condenar definitivamente las razones de conquista que animan a Hitler y a todos los suyos y para dar libertad a esas tierras y a la misma Francia. Esta es la razón fundamental de la ocupación de estos territorios.

Nosotros aplaudimos entusiastamente esta medida del señor Presidente de la República. Francia, como dice él, ha sido la cuna de la libertad en el Occidente, el ejemplo de la igualdad en la democracia y el símbolo de fraternidad para el mundo entero. Con Francia, todo nuestro cariño, todos los anhelos porque salga pronto de la esclavitud en que hoy se encuentra, debido a la preparación militar de Alemania y a la agresión injusta de que fue objeto; pero todos estamos de acuerdo con el señor Presidente, y pensamos que la batalla que hoy se libra en África, es la batalla de la justicia, es el preludio del triunfo definitivo de la causa de la democracia; y nosotros pensamos con él que esas tropas americanas que hoy hacen ondear sus banderas en las tierras de África al soplo de los cálidos vientos del desierto, llevan todo su poderío y su fuerza en sus tanques y aviones que no van movidos simbólicamente, sino por el fuego de la libertad que ha alentado siempre en la mente de los hombres de Francia y que será eterna e imperecedera en la de todos los hombres que amamos la libertad. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Fernando López Arias.

El C. López Arias Fernando: Una vez más, señores diputados, hemos de ocupar esta tribuna y la atención de ustedes, para rendir homenaje y pleitesía a la libertad y a la democracia en el mundo.

Cuando el señor Presidente de la República, en frases serenas, conteniendo una honda emoción profundamente sentida, manifiesta a su pueblo que el Gobierno de México ha roto sus relaciones con el Gobierno de Vichy, el pueblo mexicano tiene que aceptar racionalmente que esta medida no es más que consecuencia de la actitud de ese gobierno para con los pueblos que están defendiendo la libertad en el mundo. No podía ser de otra manera. El pueblo mexicano tenía que aceptar y aceptó en una forma decidida, en una forma sincera, profundamente sincera, la decisión del Primer Mandatario de nuestro país.

México ha bebido su libertad en las fuentes de la Revolución Francesa; México inició su libertad, inició su independencia habiendo abrevado los hombres que hicieron posible la libertad de México las ideas que impelieron a los hombres que lucharon por esa libertad, en los enciclopedistas. Voltaire y Rousseau fueron los autores principales de las ideas de libertad que hoy flotan en el mundo, que hoy se advierten en todos los conglomerados sociales y que forman parte de la Humanidad.

Y México, después de haber apreciado profundamente el sentimiento de libertad que embargara al mundo después de la Revolución Francesa, tenía que seguir su camino y la trayectoria señalada también por la independencia que nos legaron nuestros antepasados.

Hemos dicho desde esta tribuna que México ama la paz, como justa relación de convivencia entre los hombres en el mundo; y no podía aceptar sino con dolor, con profundo dolor en el alma, que el pueblo francés, que paseara las ideas de libertad por todo el mundo, permaneciera hoy derrotado y aherojado por las huestes nazifascistas varios años, tras de haber figurado como uno de los primeros en las luchas de la humanidad, por la democracia.

El señor Presidente de la República ha interpretado el sentimiento del pueblo mexicano, el sentimiento del pueblo mexicano que no puede aceptar en ninguna de sus formas la esclavitud, el

sentimiento del pueblo mexicano que siempre ha luchado, que eternamente ha luchado por fincar su libertad en el derecho y en el respeto a todos los pueblos del mundo.

Cuando nosotros, a través de nuestro desarrollo, hemos atravesado la historia de México pasando por días amargos, por horas enlutadas, hemos aprendido a saborear el dolor, hemos aprendido a saber lo que es el sojuzgamiento, hemos sabido comprender a los hombres de la Reforma que pasearon la bandera de la libertad por todo nuestro país y que hicieron posible recuperar nuestro derecho a sentirnos como un pueblo libre; si hemos aprendido eso, dentro del dolor y la tragedia; si hemos pasado por esas horas de luto, nosotros podemos comprender al pueblo francés cuando ve pasar bajo el arco de triunfo a los ejércitos que hoy están dominando a su patria. Nosotros tenemos que saber y tenemos que sentir hondamente en el corazón lo que están sufriendo las mujeres, los hombres y los niños de Francia cuando ven su bandera aherrojada, cuando ven a sus mejores hombres fusilados, cuando ven a sus rehenes que aman la libertad y que siguen gritando "¡Viva la Francia¡" muertos y asesinados, porque sólo piensan en servir a la Humanidad.

Por ello, la actitud de nuestro Presidente es grande y digna de aplauso, digna de respaldo y consideración por el pueblo de México.

Nosotros aprendimos la ciencia del derecho y tendremos que seguirla aprendiendo en las fuentes del Derecho Civil que nos legara Francia. Los hombres que se dedican a escribir, los hombres que se dedican a pensar, tienen forzosamente que ocurrir a las fuentes de Francia. Con toda generosidad Francia ha legado a la humanidad, con su propia sangre, el sentimiento de libertad, de igualdad y de fraternidad, que es un tesoro que la Humanidad debe cuidar. Y si nosotros hemos aprendido a hacerlo, es justo aceptar que el señor Presidente de la República, al levantar la bandera de la libertad, sólo está reconociendo que en Francia sigue perdurando eternamente el sentimiento de libertad y de democracia que ha animado al mundo.

Por ello nuestra admiración y nuestro respeto para los viejos hombres de Francia, para los viejos hombres de Francia que a pesar de muertos, con su idea siguen señalando el derrotero y el camino a los hombres de la humanidad; siguen manifestando que es mejor permanecer libres, alejados de todas las ambiciones que vuelven a los hombres interesados, que someterse a las condiciones oprobiosas y de indignidad que estos señores de la swástica vienen proclamando.

Señores: La Francia es eterna, "la France eternelle". Nosotros debemos seguir amamantando a nuestros hijos en las ideas de libertad y seguir pensando que Francia, junto con las demás naciones, que Francia Libre, que el pueblo francés, tendrá que ir un día junto a los demás países del mundo a firmar la paz, a vivir de ella y a gozarla cuando ésta se haga, después de que hayamos luchado por ella. Salud. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Ernesto Gallardo S.

El C. Gallardo S. Ernesto: Señores diputados: Cuando nos hemos enterado de la resolución tomada por el Primer Magistrado del país, frente a las relaciones que éste guardaba con el Gobierno de Vichy, hemos creído, hemos confirmado que el criterio que anima al señor Presidente de la República es una síntesis del sentimiento nacional. Cuando observa la política internacional que el Gobierno de México ha venido desarrollando en estos momentos de confusión mundial. Con toda autoridad ha expresado que México no puede concebir la idea de una Francia vencida; y no puede concebir la idea de una Francia vencida, porque quienes hayamos hojeado la historia de Francia tendremos que reconocer que es una sucesión constante de rebeldías a la opresión, de manifestaciones de libertad y de organización jurídica, buscando siempre una convivencia más humana para los pueblos. De allí surgieron los términos célebres que se han repetido en esta tribuna de Libertad, Igualdad y Fraternidad, cuando como consecuencia del movimiento de mil setecientos ochenta y nueve, Francia fincara definitivamente no sólo para su pueblo sino para el mundo entero las normas que deben observarse para que los pueblos sean más humanos y sientan un aliciente de vivir. Por ello, cuando hemos observado que Francia ha sido desgarrada por la opresión brutal, hemos tenido que reflexionar sobre los tradicionales ímpetus del pueblos francés y sobre el patriotismo de los hombres que la dirigen. Felizmente para el pueblo francés todavía existen herederos de aquella tradición gloriosa que hicieron que Francia fuera reconocida por el mundo entero, no solamente como un país militarmente fuerte, sino como una fuente de cultura para la humanidad y una fuente de derecho organizado para la convivencia de los pueblos.

Se acaba de expresar aquí que nuestro movimiento libertario, que nuestro movimiento de independencia se abrevó en la filosofía y en la literatura de mil setecientos ochenta y nueve y ello nos dejó la herencia de amar a la libertad sobre todas las cosas y conservar nuestra independencia a costa de nuestros propios recursos, para sentir la dignidad de vivir esa libertad y esa independencia.

Cuando nosotros hacemos visión retrospectiva a nuestras instituciones jurídicas, tenemos que reconocer también que el Código de Napoleón, monumento de derecho civil, ha inspirado a esta legislación nuestra y ha servido de norma aun para que las relaciones entre los mexicanos sean dirigidas con la mira de respetarse mutuamente y a que los intereses particulares tengan una feliz realización y contribuyan a engrandecer la economía del país.

Si, pues, hemos tenido, tanto en el aspecto meramente político, como en el jurídico ¿y por qué no decirlo también¿ en el intelectual; si hemos tenido, repito, fuente inagotable en el pueblo francés, tendremos que reconocer que nuestros destinos deben sentirse vinculados a los del auténtico pueblo de Francia, y que todo aquello que lo afecte, tendrá que afectar profundamente el alma nacional.

Es por eso que el señor Presidente de la República, haciéndose eco del sentir de su pueblo y considerando que las actuales autoridades francesas no

representan al auténtico pueblo de Francia, ha roto las relaciones que nuestro país mantenía con ellas, y ha declarado al mundo que México sigue reconociendo como representativos de Francia a todos aquellos individuos que estén dispuestos a mantener incólumes los principios de fraternidad, igualdad y libertad.

De modo que la Representación Nacional quiere elevar su voz para decir al señor Presidente de la República que sigue considerándolo como la síntesis del sentimiento nacional. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. César Garizurieta.

El C. Garizurieta César: Señores diputados: México tiene un gran Presidente antifascista. Desde hace años, desde que comenzó la amenaza fascista en el mundo, México pasó lista de presente en contra del fascismo. Como consecuencia de esa posición antifascista de México, nuestro país protestó enérgicamente en contra de la invasión por Italia de la indefensa Etiopía; protestó con energía por la entrega de España al régimen de Hitler; protestó por la invasión en China; protestó cuando la invasión de Checoslovaquia; protestó con energía en contra de la entrega de Chamberlain en Munich; protestó enérgicamente contra el petenismo. México también estuvo en contra de la invasión nazi de Rusia; México también, como buen país antifascista, ha reanudado las relaciones diplomáticas y comerciales con la Unión Soviética; México también ha estado con el Ejército Rojo y ha sentido en el corazón todo el horror del salvajismo que se ejerce en Stalingrado, en contra del heroico pueblo de Stalingrado, México también ha pedido el segundo frente. Por eso, también, México nunca ha reanudado ni reanudará relaciones diplomáticas con Francisco Franco, otro pelele de Hitler.

México ha estado contra todos los traidores: contra los Antonescu, contra los Fascia, contra los Quisling, contra los Laval, contra los Petain. Por eso, consecuentemente con esa posición democrática aliada del poderío anglosoviéticoamericano. México debía romper sus relaciones diplomáticas con Vichy; por que Vichy no es Francia; Vichy es la traición, Vichy es la voluntad de Hitler; Vichy es el capataz que contrata a obreros franceses para trabajar en las fábricas alemanas, porque Vichy es el que presta las brigadas azules para que vayan a combatir a la Unión Soviética.

Y ya que el compañero Pámanes Escobedo, con sobrada razón y con el valor y la energía de un gran luchador antifascista, ha hablado del segundo frente y de que de México salgan soldados a cualquier parte del mundo a pelear en contra del fascismo, es necesario que nosotros también en México abramos un segundo frente, pero un segundo frente contra los traidores a la patria, contra los que creen que México en las revoluciones ha perdido ciento treinta años, contra los sinarquistas enemigos de la Revolución y de las conquistas revolucionarias; contra esos hay que abrir el segundo frente.

Señores: México ha roto sus relaciones con la Francia de Vichy que, como ya dije, no es Francia; Vichy es la traición, es la negación, es el fascismo, porque el fascismo representa en el mundo la regresión al pasado. El petenismo representa una reacción: son los Capetos son los Luises, son Napoleón el Pequeño, son toda la parte nociva de Francia; lo que no es Francia. Nosotros no estamos contra el pueblos francés; no estamos contra la Francia heroica de Vercingetorix; no estamos contra la Francia de Juana de Arco, no estamos contra la Francia de D'Alembert, de Voltaire, de Rousseau, del Frente Popular; contra esa Francia no vamos nosotros. Nosotros vamos contra el fascismo francés de los Petain, de las "doscientas familias", de los "Cagoulars", los encapuchados, de los sinarquistas franceses, de los "cruz de fuego", de la aristocracia francesa, de los grandes capitales que armaron a Alemania para que después invadiera al mundo, contra esos hombres hemos peleado, y no es la primera vez que lo hacemos; en esta pelea ya alguna vez la plutocracia francesa, la burguesía francesa con Napoleón el Pequeño nos invadió. Aquí tenemos todavía en estos muros los nombres de los héroes: a Zaragoza, a Escobedo en el sesenta y dos, en el sesenta y tres y en el sesenta y siete. Esos traidores, contra los que estamos nosotros, son los que se han apoderado de Francia; y cuando yo digo que hay que combatir, que hay que hacer un segundo frente contra los sinarquistas, lo digo porque éstos también son traidores a México.

"He traído, lleno de indignación, dos periódicos de "El Sinarquista" en contra de estos grandes héroes (señalándolos nombres de los héroes inscritos en los muros). He aquí los periódicos. Nosotros fusilamos, nuestro pueblo, los chinacos, los liberales de Juárez, fusilaron a Maximiliano, Miramón y Mejía, que se habían puesto al servicio de los enemigos de México. He aquí lo que dicen estos traidores de México, (risas): Dice así la historia que están escribiendo, la antihistoria de México, porque esto no es México, estos no son los héroes de la patria; dice así, después de publicar las fotografías de Tomás Mejía, al que fusilaron los héroes de Querétaro precisamente:

"He aquí una notable figura histórica de pura raza otomí: el general don Tomás Mejía. Fue éste un gran soldado de la causa nacionalista y católica. Bravo como un león, fuerte y leal como pocos mexicanos ha habido, don Tomás Mejía, el indio otomí de la sierra de Guanajuato, es uno de los hombres de mayor relieve en la historia de México. Fue imperialista. Al ver a su patria hundida en el caos y en peligro de ser absorbida por los Estados Unidos, cuyo instrumento era el partido desintegrador, el general Mejía fue de los que estuvieron de acuerdo en pedir la intervención de una potencia europea para contrarrestar el poder expansivo de la nación del Norte. Peleó valerosamente por sus ideales. Imponía respeto y temor a sus enemigos. Cuando Querétaro cayó en poder de los republicanos, éstos proporcionaron a Mejía la oportunidad de fugarse. Pero Mejía, que era la lealtad en persona, prefirió morir con sus compañeros. Y el noble indio mexicano pereció al lado del príncipe europeo. El general Mejía, tan calumniado por la historia oficial, es un hombre cuya sola figura inspira admiración y que demuestra, además, cómo se

puede ser un gran indio sin dejar de ser católico y sin dejar de ser patriota".

Ahora vamos a leer en el mismo diario oficial de los sinarquistas lo que dicen de otro fusilado por estos héroes cuyos nombres están aquí inscritos en los muros, He aquí (mostrando un cliché de un periódico) el "brazo fuerte" de la intervención francesa, he aquí al héroe de los sinarquistas, a su brazo derecho, al emperador de las barbas rubias, Maximiliano:

"El general don Miguel Miramón, que fuera gran caudillo nacionalista de México y uno de los hombres más calumniados por la historia oficial, nació en esta ciudad de México de una familia militar por abolengo. Fue la síntesis de la nobleza y el arrojo. Siendo aún niño peleó contra los invasores americanos, defendiendo el Castillo de Chapultepec con otros valientes. Más tarde puso su espada al servicio de la causa católica y de la patria amenazada por el partido desintegrador. Le llamaban "el rayo de la guerra' y "el joven Macabeo". Tenía sólo veinticinco años y se impuso al viejo ejército, haciéndose obedecer de todos; colmó sus ambiciones sin envanecerse; organizaba campañas con un golpe de vista infalible y una audacia de ejecución casi milagrosa. Durante la Guerra de Tres Años, venció a todos los generales del partido contrario. Cuando estaba por aniquilarlo, intervino lo marina de guerra de los Estados Unidos y apresó los barcos de la nación. Fue imperialista por la necesidad de oponer al poder desbordante del país del Norte la fuerza de una nación europea, y por salvar a México. Cayó junto a su soberano en Querétaro. Antes de morir escribió a su esposa: "Querida mía: He recibido a Dios y estoy lleno de confianza en su misericordia. Te he bendecido, así como a mis hijos... En el cielo, si Dios me lo concede, rogaré por tí y por mis hijos. Perdona a los que causan tu desolación". Murió como un valiente. Su figura es una de las más nobles que presenta la historia de México".

Estos son, compañeros diputados, los grandes traidores de México; son de la calaña de los Petain y Laval. Por eso es necesario, compañeros, ser enérgicos y abrir un segundo frente aquí en nuestro país. Si ya abrimos el primero, declarando la guerra a los totalitarios, es preciso abrir el segundo frente contra todos los traidores de México que piensan traer un gobierno nazi.

Nosotros estamos con la Francia inmortal, con la Francia grande, la Francia dio la libertad al mundo. Y quiero, para terminar, repetir las frases de aquel francés, Gabriel Périe: "¡Muero para que la Francia viva¡" (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Alejandro Carrillo.

El C. Carrillo Alejandro: Manuel Avila Camacho ha dado un nuevo paso trascendental en la ruta luminosa del México contemporáneo. Frente al dilema de mantener relaciones diplomáticas con el régimen pelele de Vichy o acudir en defensa de los derechos legítimos del pueblo francés, el Presidente de México ha preferido abrir sus brazos cordialmente, en nombre de nuestra nación, a la Francia eterna, a la Francia inmortal.

México, se ha dicho ya en esta tribuna, considera a Francia como su maestra en libertades. Cualquiera que conozca, así sea de un modo superficial, la historia de la Patria mexicana, no podrá menos que leer entre líneas, en cada uno de los mejores capítulos de las grandes epopeyas de la Patria, el nombre y la influencia de la Francia inmortal. Todas nuestras gestas, todos nuestros empeños libertarios, todos nuestros anhelos de lograr justicia plena para el pueblo, se inspiraron en los acontecimientos decisivos de allende los mares y tuvieron su sede en la Francia popular. Nosotros sabemos bien que los primeros hombres que levantaron la bandera de la independencia en México, abrevaron en el pensamiento francés. Miguel Hidalgo y Costilla y los que con él, en aquella histórica madrugada de septiembre de 1810; se lanzaron a la lucha para darnos una patria libre; Miguel Hidalgo y Costilla y sus compañeros de ideal, todos ellos, fueron discípulos devotos de la doctrina revolucionaria francesa.

Es necesario decirlo aquí, repetirlo aquí: que de no haber sido por la tea libertaria que se encendió en Francia y cuyos resplandores iluminaron el mundo entero, seguramente la gesta de independencia no se hubiera forjado en la época en que fue hecha. La Revolución Francesa, pues, no sólo es nuestra maestra, sino es la que nos ha impulsado en las luchas por la libertad de la Patria.

Yo quiero decir que México tiene una gran deuda con el pueblo francés, que tiene una enorme deuda contraída con sus grandes hombres, con sus grandes luchadores. Nosotros sabemos la influencia decisiva que en México han tenido Voltaire, Juan Jacobo Rousseau, Diderot, D'Alembert, todos los célebres enciclopedistas forjadores de un concepto nuevo de la vida y la justicia en el mundo.

Sabemos también que no sólo fue la Revolución de 1879 la que iluminó la conciencia de los mexicanos que buscaban un régimen de libertad; sabemos también que en 1791, que en 1793, cuando los "descamisados" de París tuvieron el poder en sus manos y con el rojo gorro frigio de la libertad se lanzaron a imponer la dictadura del pueblo francés, también ese ejemplo maravilloso de los "Sans - Culottes" de Francia, de los hombres que quisieron romper para siempre con la injusticia de la nobleza, llegó hasta México y aquí hubo mexicanos ilustres que lo recogieron para darle vida, para acomodarlo a la realidad mexicana y adaptarlo a nuestras luchas libertarias. Si Hidalgo recogió los primeros albores del 89, José María Morelos y Pavón recogió también las inquietudes de los descamisados de Francia. Por eso el genial Morelos, el visionario Morelos, promulgó aquellos célebres decretos que todavía recordamos con emoción profunda, con júbilo verdadero, los revolucionarios de 1942. ¿Quién de ustedes, señores diputados, quién de los hombres y mujeres de México que me escuchan a través de la radio, no recuerda con emoción verdadera los "Sentimientos de la Nación Mexicana" dados a conocer el 14 de septiembre de 1812 por José María Morelos y Pavón en Chilpancingo¿ ¿Quién de ustedes no recuerda aquel célebre proyecto por medio del cual José María Morelos

fustigaba de un modo tremendo, implacablemente, a los explotadores de México y pedía la libertad no sólo política sino económica de nuestras masas populares¿

Ese decreto, que por sí solo consagraría a Morelos como visionario, como uno de los más grandes revolucionarios de América y del mundo, es un decreto que vale la pena recordar hoy, porque sus raíces profundas, sus hondas raíces, estaban en aquel París rojo de 1793, en donde la nobleza caía bajo el peso de la guillotina y el pueblo conquistaba su pleno poderío. Ese decreto he querido recordarlo hoy porque tiene significación actual, actualísima.

Morelos, discípulo de Francia; Morelos, paladín de la libertad, decía en su "Proyecto para la confiscación de intereses de europeos y americanos adictos al Gobierno Español", estas palabras que necesitamos grabar en nuestra memoria: "Debe considerarse enemigos de la nación y adictos al Partido de la Tiranía a todos los ricos, nobles y empleados de primer orden, criollos y gachupines, porque todos estos tienen autorizados sus vicios y pasiones en el sistema de legislación europeo, cuyo plan se reduce en substancia en castigar severamente la pobreza".

¡José María Morelos y Pavón, visionario, estadista magnífico, discípulo ardientísimo de los grandes pensadores franceses, prohombre de México, forjador de nuestra nacionalidad¡ Si esa fuera nuestra única deuda con Francia; si ese fuera el único compromiso histórico contraído con esa gran nación; si no fuera más que por la influencia que ella tuvo en Morelos, uno de nuestros grandes hombres de siempre, en esta tribuna tendríamos que venir hoy a rendir homenaje a la Francia inmortal, adhiriéndonos en justicia al acto trascendental de Manuel Avila Camacho al romper con los traidores a Francia y manifestar públicamente nuestra amistad a los franceses auténticos que la honran con su conducta, con sus luchas, con su heroísmo.

Esa es la causa fundamental que nos ha movido en este día a venir a esta tribuna a señalar que nosotros estamos en deuda con aquel país y que debemos cubrir y pagar esa deuda. Nosotros sabemos bien, nosotros no olvidamos la significación que en México han tenido los verdaderos hijos de Francia; no podríamos olvidarlo.

Francia, diputados de México; Francia, pueblo de México, fue amiga de nuestro país inclusive en los momentos en que Laurencez hollaba nuestro territorio, porque Laurencez no era Francia, porque Bazaine no era Francia, porque Napoleón III , Napoleón el Pequeño, no era Francia. Francia alentaba en sus grandes hombres, que allá en París combatían la invasión francesa en México; Francia estaba en la pluma magnífica de Víctor Hugo, que increpaba a Napoleón el Pequeño por la invasión a un pueblo libre; Francia estaba en Emilio Ollivier, Jefe de los Republicanos, que en París apostrofaba a Napoleón III por su infamia al invadir a nuestro país. Esa Francia, la Francia inmortal, la que cantó Víctor Hugo, la que llevó por todos los ámbitos del mundo la guerra revolucionaria del ochenta y nueve, fue amiga de México en los momentos en que los ejércitos de un gobierno que no representaba los intereses profundos del pueblo de Francia, invadían nuestro pueblo.

Benito Juárez, los hombres de la Reforma, Santos Degollado, Leandro Valle, Zaragoza, todos los que constituyeron esa pléyade de brillantes mexicanos aún no igualada, fueron amigos de Francia; en su corazón ardía diáfano, perenne, el fuego sacro de las libertades originando en Francia; en su pensamiento hervían las ideas libertarias forjadas en Francia. Nada importa que el Cinco de Mayor del sesenta y dos los mexicanos hayan tenido que hacer que sus fusiles vomitaran fuego contra los invasores; el corazón de Francia, el pueblo de Francia, y el corazón de México, el pueblo de México, estaban entrelazados por encima de las contingencias producidas durante el efímero y artificial imperio de Napoleón III.

¿Quiénes fueron en México, en ese entonces, los amigos verdaderos de Francia¿ ¿Los que recibieron a las tropas invasoras procedentes de Francia con Te Deum, con rumbosas fiestas de toda índole, con recepciones magníficas¿ ¿Los Miramón, los Mejía, los Márquez¿ ¿Ellos fueron amigos de Francia, o de los usurpadores del nombre de Francia, de los traidores al pueblo de Francia¿ (Aplausos). ¿Quiénes, quiénes lo fueron, Juárez o Miramón¿ ¿Juárez, que combatió al ejército de invasión, o Miramón, que se puso a sus órdenes como lacayo¿ ¿Quiénes fueron los amigos de Francia¿ Yo digo, señores diputados; yo afirmo, pueblo de México, que Juárez fue el amigo de Francia, que Juárez fue el amigo de la Francia inmortal y eterna, y que Miramón fue el traidor a Francia; que Miramón no supo amar a Francia. Y no es esto un decir aventurado. Hoy, hoy en mil novecientos cuarenta y dos, ¿quiénes aplauden a Francia, a la Francia del ochenta y nueve, a la Francia del noventa y tres, a la Francia de la Comuna de mil ochocientos sesenta y uno¿ ¿Quiénes aplauden hoy al pueblo francés¿ ¿los que aplauden a Miramón, a Mejía y Maximiliano en México¿ No; aplaudimos a la Francia auténtica a la Francia eterna, los que aplaudimos al México de Juárez, los que aplaudimos al México de la Reforma, los que aplaudimos al México de siempre, al México que arranca con Hidalgo y que continúa con Cárdenas y Manuel Avila Camacho. (Aplausos).

Yo sé que nosotros podemos juzgar a los hombres en función de aquellos a quienes alaban y aquellos a quienes critican. Los que alabaron a Miramón, los que rindieron testimonio de fidelidad a Maximiliano, hoy están aplaudiendo a Vichy en México.

En México hay dos clases de hombres, como en todos los países del mundo: los hombres dignos y los que tienen en alma de esclavos. Los que tienen el alma de esclavos, lloraron anoche amargamente, porque México había roto con el régimen pelele de Vichy; los que tienen dignidad y conciencia, se pusieron jubilosos cuando México fortaleció sus relaciones con la Francia Libre y las rompió con el régimen pelele de Vichy. Esa es la verdad.

Los revolucionarios de mil novecientos cuarenta y dos elogiamos a la Francia de Víctor Hugo, a

la Francia del ochenta y nueve, a la Francia de los Descamisados, a la Francia de la Convención Nacional, a la Francia de la Comuna de mil ochocientos setenta y uno. Los contrarrevolucionarios de hoy, los herederos espirituales de Napoleón el Pequeño y sus adláteres en México, los que aplauden a Mejía y Miramón, esos no pueden estar felices porque hayamos reavivado nuestras relaciones con el auténtico pueblo de Francia.

México ha venido a pagar hoy una gran deuda, decía hace un momento. Yo sé que los que lloran el tiempo "perdido" por México en sus luchas libertarias, pensarán que hemos vuelto a torcer el camino, porque hemos reconocido al pueblo de Francia, en lugar de seguir teniendo contacto con el Quisling de Vichy. Yo sé perfectamente que éstos que usan la bandera tricolor para escudar su falta de patriotismo, y de esa manera hacer labor de zapa y traición en contra de los más altos ideales de México, condenarán este nuevo paso del Gobierno de la República; pero sé también que el pueblo de mi patria, que el pueblo que siguió a Juárez con su devoción, con su aliento, en esa marcha admirable del Indio de Guelatao por toda la República para no entregar la soberanía de México; yo sé que todos los hombres patriotas de México, que todas sus mujeres, tiene fe en nuestro porvenir, que todos sus jóvenes que tienen esperanza profunda y verdadera en el futuro de la patria, cantarán con nosotros hosannas, porque México ha cubierto esta deuda que tenía con Francia.

México estaba en deuda con los hombres libres de Francia. México, por medio de Manuel Avila Camacho, ha venido a cumplir, a pagar esa deuda inmensa.

Mexicanos: Debemos estar satisfechos, debemos sentirnos orgullosos de tener al frente del Gobierno de la República a un hombre que entiende cuáles son los mejores caminos que han de conducir a México a un gran destino. Debemos sentirnos felices del documento que Avila Camacho entregó al pueblo de México ayer, porque ese documento es una promesa y una garantía de que México no habrá de estar nunca más con los regímenes peleles.

¿Cómo México, que no reconoció a Franco, el de los Moros, el de los Nazis, el de los Italianos que luchan por "hispanismo" bajo el control de Berlín; cómo México, que no ha podido reconocer a los traidores, iba a poder en estos momentos mantener relaciones con Vichy¿ Hubiera sido incongruente, hubiera sido inconsecuente.

Pero Avila Camacho tuvo sus razones. Idealista, hombre cabal, nos dice en su mensaje de ayer: "Pensábamos que en la hora del desastre los hombres de Vichy no tenían manera de luchar en contra del adversario que los había derrotado; pensábamos que, cuando acudieron a América pidiendo ayuda en momentos supremos, eran sinceros con lo que decían; pero hoy nos hemos dado cuenta de que eso no es así. Sabemos que en el momento mismo en que las fuerzas libertadoras llegaban a las posesiones francesas, Vichy dio la orden de

ataque".

Avila Camacho y México tienen sus razones. Si Vichy quisiera la independencia de Francia, hubiera recibido con los brazos abiertos a las tropas libertadoras de Norteamérica; si Vichy quisiera defender sus posesiones, diputados de México, pueblo de México, ¿por qué no luchó en Indochina Francesa en contra del Japón, sino que incondicionalmente entregó la Indochina para que sirviera de trampolín para luchar en contra de los aliados en el Oriente¿ (Aplausos). ¿Por qué, entonces, cuando llega un totalitario, Vichy abre los brazos y agacha la cerviz y cuando llegan las tropas de la libertad Petain y sus peleles ordenan abrir el fuego¿ Está clara la estratagema, está claro el propósito, está evidente el pensamiento, su filiación. Es que Laval, hombre ignominioso, hombre cuya historia de ignominia llena una época del mundo contemporáneo, es lacayo de Hitler, es traidor a Francia. Por eso se explica esa actitud.

México sabe que en el momento supremo Francia acudió a América pidiendo ayuda; no pudo dársela América, dice Avila Camacho, porque no estaba preparada; pero hoy lo está. Y los Estados Unidos, recogiendo esa voz de angustia de Francia, ha ido a invadir a posesiones de Francia para reintegrarlas al mundo de la democracia.

Los Estados Unidos, diputados de México, han ido a pagar una deuda. Se equivoca quien crea que los Estados Unidos hacen esto sólo por cuestiones tácticas.

Hay en la historia de los Estados Unidos una deuda enorme que los Estados Unidos tenían que pagar. Cuando el pueblo vecino nuestro se lanzó a hacer su Revolución de Independencia, los hombres de Francia, los hombres libres de la Francia inmortal, mandaron sus brigadas al mando de Lafayette, para que combatieran en favor de los derechos y de las libertades norteamericanas. Van los Estados Unidos, pues a pagar esa deuda. Van los Estados Unidos a pagar la deuda que contrajeron hace muchos años: una deuda histórica, una deuda que no han podido olvidar los norteamericanos.

Avila Camacho dice que nosotros ofrecemos a Francia nuestra garantía. ¡Qué feliz - modestia aparte el hecho de que seamos mexicanos - qué feliz debe sentirse un pueblo agobiado, un pueblo que gime bajo la bota del invasor, del invasor nazi, un pueblo al que las noticias no llegan con la verdad, que no sabe exactamente lo que está ocurriendo, que es engañado constantemente, qué feliz habrá de sentirse ese pueblo cuando sepa que la limpia voz de México ha respaldado la acción de las tropas norteamericanas.

Mexicanos: nosotros que estuvimos en contra de la invasión de Etiopía, que estuvimos en contra del golpe internacional en España, que estuvimos en contra de la anexión de Austria, en contra de la crucifixión de Checoslovaquia; mexicanos, nosotros estábamos en pro de la resurrección de Francia. No hemos de prestarnos a empeños innobles, a propósitos imperialistas. Si Estados Unidos fuese al África con el fin de aumentar su territorio, México no habría elevado su voz ofreciendo al pueblo de Francia la garantía de nuestra limpia conducta. (Aplausos).

Por esa causa yo digo: debe sentirse feliz el pueblo de Francia al saber que cuenta con la garantía de México.

A la Francia eterna, a la Francia del 89, del 91, del 93, a la Francia de la Comuna de 1871, a la Francia del Frente Popular, a la Francia que hoy lucha clandestinamente, a la Francia que integra centenares de miles de héroes anónimos que luchan por arrojar de su Patria al enemigo, a esa Francia inmortal de ayer, de hoy y de mañana, queremos que llegue esta voz de México anunciándole la aurora, anunciándole que su cautiverio habrá determinar, anunciándole que México está con ella, que México está con los patriotas, que México no está como no estuvo nunca - pero hoy ni siquiera protocolariamente - en relaciones con los peleles de Vichy. Tengo, señores diputados y pueblo de México, la íntima satisfacción de saber que cuando estas palabras nuestras, que cuando esta actitud de México se conozca en Francia, los millones de hombres y mujeres que luchan por recuperar su libertad, cobrarán nuevos alientos en su titánica empresa. Y querrán, para corresponder a este gesto noble y digno, mexicanismo, de Manuel Avila Camacho, que la voz limpia de México, que antes se levantó para defender a los pueblos sojuzgados, llegue hasta ellos en el momento en que luz de la libertad brille de nuevo sobre sus cabezas, para unirse, fervorosamente, al coro de los millones de patriotas franceses para entonar, con ellos, las estrofas de la Marsellesa inmortal:

"¡ Allons enfants de la patrie

le jour de gloire est arrivé ¡".

(Aplausos nutridos).

El C. Presidente: Se va a dar cuenta con los documentos en cartera

El C. secretario Samayoa Mariano (leyendo): "La Cámara de Senadores devuelve, por extemporáneo, en virtud de haberse reformado ya la fracción X del artículo 73 de la Constitución General de la República en lo relativo a la federalización de la industria azucarera, el proyecto que sobre el particular presentó el C. diputado José Ch. Ramírez". - Recibo, y a la Comisión de Puntos Constitucionales que corresponda.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Estados Unidos Mexicanos. - Poder Ejecutivo Federal. - México, D. F. - Secretaría. - 3 de noviembre de 1942.

"C. Secretario de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - Presente.

"Para su conocimiento me es honroso transcribir a usted, a continuación, el texto del oficio número 455 que con fecha 28 de julio próximo pasado envió a esta Secretaría nuestra Embajada en Bogotá, Colombia.

"Para conocimiento de esa Superioridad me es grato transcribir a continuación el texto de la nota que con fecha 8 del actual me ha sido enviada por la 1a. Convención de Juventudes Liberales de Bolívar:

"1a. Convención de Juventudes Liberales de Bolívar. Cartagena, julio 8 de 1942. Excelentísimo señor Embajador de los Estados Unidos de México, Bogotá. Tengo el honor de transcribir a usted el texto de la Resolución número 7, aprobado unánimemente por la 1a. Convención de Juventudes Liberales de Bolívar: La Convención de Juventudes Liberales de Bolívar, considerando: 1o. Que México constituye una de las más avanzadas democracias del Continente Americano; 2o. Que habiendo sido víctima de cobarde atentado por parte de las naciones del Eje se vio precisada a declarar la guerra a tales naciones, dando así nuevas muestras de patriotismo; 3o. Que es deber de la juventud manifestar su decidido apoyo a la causa mejicana, que es la misma de toda la humanidad; Resuelve: Presentar por conducto de su Excelencia el Embajador de México en Colombia un respetuoso saludo de solidaridad al Excelentísimo señor Presidente de México, al Congreso de la nación azteca, a la Confederación de Trabajadores Mexicanos, al Presidente de la Confederación de Trabajadores de la América Latina, a la juventud y al pueblo de México en general. De su Excelencia, respetuosamente (fdo.) Jorge Navarro Patrón, Secretario de la Convención de J. L. B."

"Reitero a usted las seguridades de mi muy atenta consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.

"P. O. del Secretario, el Oficial Mayor Ernesto Hidalgo". - De enterado con agradecimiento.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Estados Unidos Mexicanos. - Congreso del Estado Independiente, Libre y Soberano de Coahuila de Zaragoza.

"H. Cámara de Diputados. - México, D. F.

"Por acuerdo de esta Comisión Permanente, tenemos el honor de invitar a ustedes a la solemne inauguración del segundo período de sesiones ordinarias de la XXXV Legislatura del Estado, correspondiente al segundo año de su ejercicio legal, y en la que el C. general de división Benecio López Padilla, Gobernador Constitucional de esta entidad, leerá el informe de su gestión administrativa, durante el primer año de su Gobierno.

"El acto se efectuará en el Salón de Sesiones de esta Cámara, a las once horas, del día 15 del mes en curso.

"Nos es grato protestar a ustedes las seguridades de nuestra consideración atenta y distinguida.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.

"Saltillo, Coah., a 3 de noviembre de 1942. - Presidente, Manuel López Guitrón.

- Secretario, León V. Paredes. - Secretario, Santiago Aguirre C."

La presidencia ha tenido a bien designar en comisión, para que asistan a la lectura del informe del Gobernador de Coahuila, señor Benecio López Padilla, a los ciudadanos diputados Manuel Pérez Bermea, Pedro Cerda, Jaime Llamas y Carlos Samaniego.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"La Legislatura del Estado de Chiapas comunica

que con fecha 31 de octubre último, quedó legítimamente instalada".-

De enterado.

"La Legislatura del Estado de Veracruz participa que, con fecha 29 de octubre, eligió su Mesa Directiva que actuará durante el mes en curso." - De enterado.

"El C. Alfredo Chávez comunica que, el día 29 de octubre próximo anterior, volvió a hacerse cargo del Poder Ejecutivo del Estado de Chihuahua."

De enterado.

"El C. general Pánfilo Natera comunica que, con fecha 31 de octubre próximo pasado, asumió nuevamente su puesto de Gobernador Constitucional del Estado de Zacatecas." - De enterado.

-El mismo C. Secretario (leyendo):

"La señora Eleuteria Vela viuda de Cosar solicita pensión por los servicios que prestó a la patria, durante la segunda Invasión Americana, en el puerto de Veracruz, su extinto hijo el C. Gonzalo Cozar Vela. Apoyan los CC. diputados Eduardo Hernández Cházaro, Ramón Camarena Medina, Alfredo S. Sarrelangue López, Braulio Meraz Nevárez, Manuel Bernardo Aguirre, Florencio Salazar y Mariano Samayoa". - Recibo, y a la Comisión de Hacienda en turno.

El C. Presidente: ¿Algún ciudadano diputado desea hacer el uso de la palabra?

El C. Hernández Cházaro Eduardo: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Hernández Cházaro.

El C. Hernández Cházaro Eduardo: Señores diputados: En el período pasado de sesiones presenté una iniciativa para la reimplantación de la plena de muerte en el Distrito Federal y Territorios. Esa iniciativa Fue turnada a la Primera Comisión de Justicia. Vengo a dirigirme a los componentes de dicha Comisión para suplicarles que presenten su dictamen a fin de que se haga del conocimiento de esta Honorable Asamblea. Muchas gracias.

El C. López Arias Fernando: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado López Arias.

El C. López Arias Fernando: Como presidente de la Comisión de Justicia que está estudiando el proyecto de ley del señor coronel Eduardo Hernández Cházaro, quiero informar a esta Honorable Asamblea que la próxima sesión se dará cuenta con ese dictamen, que ya está formulado.

El C. Hernández Cházaro Eduardo: Muchas gracias.

El C. Presidente: No habiendo otro asunto que tratar, se levanta la sesión y se cita para el próximo viernes a las doce horas. (13.55 hrs.)

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES"

El Director, Jefe de la Oficina, JUAN ANTONIO MOLL.