Legislatura XL - Año III - Período Ordinario - Fecha 19481022 - Número de Diario 14

(L40A3P1oN014F19481022.xml)Núm. Diario:14

ENCABEZADO

MÉXICO, D. F., VIERNES 22 DE OCTUBRE DE 1948

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

Director de la Imprenta, Lic. Román Tena. Director del Diario de los Debates, J. Flores Castro

AÑO III. - PERÍODO ORDINARIO XL LEGISLATURA TOMO I. - NÚMERO 14

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 22

DE OCTUBRE DE 1948

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Lectura de la Orden del Día. Lectura y aprobación del acta de la sesión anterior.

2. - Cartera. Se turnan a comisión tres iniciativas de los CC. diputados Antonio L. Rodríguez, Miguel Ramírez Munguía y Juan Gutiérrez Lascuráin referentes, la primera, a reformas a la Ley Orgánica del Banco de México; la segunda, a una Ley sobre empresas en que intervengan el Estado, organismos descentralizados, o empresas de participación estatal, y la última, que tiende a prohibir actividades indebidas en el mercado de valores.

3. - Continúa la cartera. El C. Vidal Díaz Muñoz solicita se designe una comisión para que investigue hechos relacionados con el conflicto existente en el Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros. Apoyan esta proposición los CC. Antonio Vega García y Victoriano Anguiano, y se oponen a ella los CC. León V. Paredes, Alejandro Gómez Maganda, Luis Márquez Ricaño, Ramón V. Santoyo, Aquiles Elorduy, Alfonso G. Calderón y Fernando Amilpa, siendo desechada. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. FEDERICO BERRUETO RAMÓN

(Asistencia de 76 ciudadanos diputados).

El C. Presidente (a las 12.45 minutos): Se abre la sesión.

- El C. secretario Márquez Ricaño Luis (leyendo):

"Orden del Día.

"22 de octubre de 1948.

"Acta de la sesión anterior.

"Circular del C. licenciado Evelio H. González Treviño, participando que se hizo cargo del Poder Ejecutivo de Coahuila.

"Iniciativa de los CC. diputados Antonio L. Rodríguez, Ramírez Munguía y Gutiérrez Lascuráin acerca de la reforma a la Ley Orgánica del Banco de México.

"Iniciativa de los mismos ciudadanos referente a una Ley sobre Empresas en que intervengan el Estado, organismos descentralizados o empresas de participación estatal.

"Iniciativa de los propios ciudadanos representantes que tiende a prohibir las actividades indebidas en el mercado de valores.

"Aviso del Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros sobre su incorporación al Partido Revolucionario Institucional".

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del XL Congreso de la Unión, el día veinte de octubre de mil novecientos cuarenta y ocho.

"Presidencia del C. Federico Berrueto Ramón.

"En la Ciudad de México, a las trece horas del miércoles veinte de octubre de mil novecientos cuarenta y ocho, se abre la sesión con la asistencia de ochenta y un ciudadanos diputados, según consta en la lista que la Secretaría pasó previamente.

"Se da lectura a la Orden del Día.

"Sin discusión se aprueba el acta de la sesión anterior celebrada el día trece de los corrientes.

"Se da cuenta con los asuntos en cartera:

"Iniciativa del C. Presidente de la República, proponiendo se modifique la Tarifa del Impuesto de Exportación, adicionando al gravamen que tiene una sobretasa ad - valorem del 15 por ciento. Recibo, y a las Comisiones unidas de Hacienda en turno y de Impuestos e imprímase.

"La Legislatura del Estado de Zacatecas da a conocer su Mesa Directiva que funcionará del 14 de octubre al 15 de noviembre próximo. - De enterado.

"Dictamen de la Segunda Comisión de Hacienda que consulta la aprobación del siguiente proyecto de decreto: "Artículo único. De conformidad con la fracción III del artículo 3o. de la Ley de Jubilaciones a los Funcionarios y Empleados del Poder

Legislativo, se concede al C. Guillermo Vasconcelos, contador de la Tesorería de la H. Cámara de Diputados, jubilación de $24.00 diarios, sueldo de que disfruta actualmente, por los servicios que durante más de 30 años consecutivos ha prestado al Poder Legislativo. Esta jubilación le será pagada íntegramente por la Tesorería General de la Federación de acuerdo con el artículo 6o. de la citada ley". Sin que motive debate, se procede a su votación nominal, resultando aprobado por unanimidad de setenta y nueve votos. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

"El C. Ramón V. Santoyo, en uso de la palabra, solicita que se enlute la tribuna de la Cámara, por tres días, con motivo del fallecimiento del diputado constituyente licenciado José Natividad Macías. Se toma en consideración la proposición y, sin discusión, se aprueba.

"El C. Simón Sepúlveda, en uso de la palabra, se refiere en forma laudatoria a la actuación del Departamento Agrario.

"A las trece horas y cuarenta minutos se levanta la sesión y se cita para el viernes próximo a las doce horas en punto."

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Estados Unidos Mexicanos. - Estado de Coahuila de Zaragoza. - Poder Ejecutivo.

"Circular número 85. - Secc. II.

"Saltillo, Coah., octubre 16 de 1948.

"Cámara de Diputados.

"México, D. F.

"En virtud de licencia de 15 días que con el carácter de renunciable concedió la H. Diputación Permanente del Congreso del Estado al C. Gobernador Constitucional licenciado y senador Raúl López Sánchez por designación hecha en mi favor para substituirlo durante su ausencia, hoy, previa protesta de ley me hice cargo del despacho del Poder Ejecutivo.

"Lo que me permito participar a usted (es) para su conocimiento, reiterándole (s) las seguridades de mi atenta consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.

"El Gobernador Constitucional Interino del Estado, licenciado Evelio H. González Treviño. El Secretario de Ejecutivo del Estado, licenciado Jesús Rodríguez de la Fuente". - De enterado.

"H. Cámara de Diputados:

"Desde que en 1917 fue promulgada la Constitución General de la República, quedó establecido como uno de los datos fundamentales para la organización de nuestra economía, el de la existencia y el funcionamiento del Banco Central, institución de derecho público encargado de la misión importantísima de regular la creación y circulación de la moneda.

"En 1925, después de numerosos intentos frustrados y de crisis económicas graves que hacían cada vez más patente la necesidad de confiar esa misión social a un instituto autónomo, apto para ser guiado solamente por los más altos y permanentes intereses colectivos y por los principios mejores y más comprobados de la técnica monetaria, fue fundado el Banco de México y en él delegó el Estado de poderes de regulación de la moneda, rodeándolo de garantías en un expreso reconocimiento de que el ejercicio de tales poderes debe quedar separado hasta donde sea posible de las influencias políticas y burocráticas que en todo momento pueden ser movidas por consideraciones y conveniencias de carácter transitorio o de grupo, más que por las razones de orden técnico y por las conveniencias permanentes y más altas de la colectividad.

"Con los problemas que son inevitables en el comienzo de una institución que rompe viejas tradiciones y debe oponerse a intereses poderosos a ellas vinculados, el Banco de México inició desde luego, vigorosamente, su labor y fue adquiriendo prestigio y solidez que lo capacitaron para hacer frente a graves situaciones políticas y económicas y le permitieron ganar la confianza del pueblo. Y sólidamente establecido el Banco Central, fue posible en torno de él, después de la honda perturbación económica de 1931, echar las bases para una construcción ordenada de todo el sistema crediticio del país. Fue posible formular, así, la Ley General de Instituciones de Crédito de 1932, iniciar con ella la creación programática de numerosas instituciones que la vida económica de México requería inaplazablemente, y planear el funcionamiento de todo el sistema no con la orientación caprichosa y cambiante de la política inmediata, sino con una amplia y clara visión desinteresada de toda la vida económica nacional. Que fueron firmes las bases de ese sistema, lo demuestra con eficacia reiteradamente comprobada, el hecho de que por 16 años, a pesar de errores y deserciones de extrema gravedad y de perturbaciones generales, internacionales o internas, sin precedentes, México, no ha sufrido una crisis bancaria y ha contado con un instrumental técnico que por su propia eficacia, mermó las consecuencias del desorden monetario y puede permitir aún sin agobiante esfuerzo, la adopción de los programas mejores para la rehabilitación de nuestra economía y para el desarrollo que demanda el progreso de la nación.

"De los episodios que forman nuestra historia económica en estos años últimos, aquellos que se refieren al deterioro de ese instrumental económico y, muy especialmente, al régimen monetario y crediticio, tienen tal vez la importancia más grande, ya que mientras ese instrumental indispensable se conserve firme y ágil, habrá siempre la posibilidad de dar a la economía nacional la tónica y el sentido que más convengan al interés colectivo y en cambio, si esos instrumentos básicos se debilitan, anquilosan o corrompen, la tarea de reordenar, impulsar y orientar la economía y de hacer frente a las crisis internas o externas que la afecten, se vuelve imposible o inmensamente más cara y angustiosa para el país.

"Por ello, en la perturbada situación actual de México, las equivocaciones o desaciertos cometidos en cuanto se refiere al sistema monetario y de crédito, son factores esenciales, y la corrección de esos errores y desaciertos es la empresa básica que condiciona la formulación y el cumplimiento del programa general que urgentemente debe ser adoptado. Esos errores y desaciertos, que fundamentalmente han tenido manifestación en el manejo práctico, cotidiano, del Banco Central, del régimen monetario y del sistema de crédito, han quedado también expresados en el texto mismo de las reformas ineptas o deliberadamente desquiciantes que se han hecho en la Ley Orgánica del Banco de México y en la legislación de instituciones de crédito. Desde el punto de vista de las posibilidades del Poder Legislativo, estos últimos errores y desaciertos son los que están dentro de su directa competencia. Queda a la responsabilidad de los administradores, después, cumplir las disposiciones, por fuerza, generales de la ley y dar vida y cuidar del perfeccionamiento de las instituciones y de la orientación que la ley señala.

"La Ley Orgánica del Banco de México, de 26 de abril de 1941, modificada por diversos decretos de 31 de diciembre de 1941, 14 de enero y 24 de agosto de 1942, 26 de diciembre de 1945 y 30 de diciembre de 1947, es inadecuada y, en vez de continuar la línea de gradual, perseverante perfeccionamiento que leyes anteriores como la de 28 de agosto de 1936 habían procurado, debilita la autonomía del banco que es esencial y tuerce y empobrece, con grave peligro, las normas de su funcionamiento. Esa ley tendrá que ser substituida totalmente por un ordenamiento completo, resultado de una deliberación y de un estudio técnico nuevos, que sólo podrán efectuarse ulteriormente. Entre tanto, precisa introducir en ella las reformas mínimas indispensables para hacer que el banco recupere la posición vigorosa que ha de tener como centro y eje de nuestra economía y para protegerlo contra el uso indebido que quiera hacerse de las facultades que al banco competen en asunto tan grave y de tan tremendas consecuencias como es el de la moneda que a todos afecta y en el cual, por su índole misma, pueden causarle a la nación entera daños inmensos sin que la opinión pública advierta y combata desde su origen la causa de esos males.

"Proponemos, por tanto, que se modifiquen los artículos 16, 19, 22, 24, 27, 39, 40, 52, 53, 54 y 65 de la ley.

"El primero, simplemente para completar y dar sentido al texto que la ley en vigor mutiló. El segundo y el tercero, para puntualizar los términos en que debe estar constituída la reserva monetaria, impedir que pueda ponerse en grave riesgo esa reserva en cuanto esté constituída por divisas o cambio extranjero cuyo valor está sujeto a decisiones o emergencias ajenas, y establecer una regla de básica prudencia, que nunca debió ser abandonada, para la valuación de partes esenciales del patrimonio del banco, que lo es de toda la nación.

"Los artículos 24, 27, 39 y 40, requieren la reforma para ordenar y jerarquizar mejor las operaciones del banco, para señalar los marcos y condiciones de objeto, plazo y garantías de las operaciones dichas y, muy especialmente, para impedir que pueda hacerse de la creación de moneda un simple recurso presupuestal o, peor aún, un medio para financiar, con enorme daño general que jamás podrá compararse con los beneficios eventuales que de ellas deriven para la economía, empresas aventuradas y sin substancia.

"Los artículos 52 a 54 y 65, para garantizar la seriedad, la libertad y la responsabilidad del banco como institución autónoma, la posición del consejo como su órgano básico de funcionamiento, y la veracidad y suficiencia de las informaciones por las que la opinión pública debe estimar la situación y la conducta de esta institución que es parte fundamental de la economía de nuestro país.

"Las reformas propuestas, a pesar de su limitación, son simultáneamente indispensables y bastantes para restaurar el Banco de México a su función propia, para permitir que se reorganice así el sistema monetario y de crédito hondamente perturbado ahora y para cegar una de las fuentes peores de la creciente desvalorización monetaria, de la elevación angustiosa del costo de la vida para el pueblo, ninguna de esas reformas implica improvisación o innovación aventuradas ni establece límites o condiciones que reduzca u obstaculicen las inmensas posibilidades que el Banco de México tiene para servir al desenvolvimiento de la economía nacional dentro de la conservación, que es absolutamente esencial, de un orden monetario cuya violación acarrea siempre perjuicios de extensión y de hondura tremendas.

"Por ser, repetimos, expresión de una de las condiciones sin las cuales será imposible formular y cumplir un programa general de recuperación de nuestra economía y por estar encaminada a restaurar dentro de la tradición del mejor esfuerzo de perfeccionamiento al Banco de México, esperamos que sea considerada y aprobada desde luego esta iniciativa que presentamos con fundamento en la fracción II del artículo 71 de la Constitución General de la República.

"Reformas a la Ley Orgánica del Banco de México de 26 de abril de 1941.

"Artículo único. Se reforman los artículos 16, 19, 22, 24, 27, 39, 40, 52, 53, 54 y 65 de la Ley Orgánica del Banco de México del 26 de abril de 1941, en los siguientes términos:

"Artículo 16. Bajo su responsabilidad más estricta el Director de la Casa de Moneda deberá observar los acuerdos que el banco dicte conforme al artículo anterior, cualesquiera que sean las órdenes que en contrario reciban y la autoridad de que procedan.

"Artículo 19. La reserva a que se refiere el artículo anterior, se compondrá de oro y plata acuñados o en barras o de divisas extranjeras en los siguientes términos:

"I. Oro y divisas o cambio extranjero, por una suma no menor del 80% de la reserva, y

"II. Plata por la cantidad restante.

"Las divisas o cambio extranjero comprendidos en la reserva, sólo podrán quedar incluídos en ésta, si su disposición no está sujeta a restricción alguna en el país correspondiente, y su monto total no excederá del 20% de la reserva.

"Los metales y las divisas o cambio extranjero que formen la reserva, deberán hallarse libres de todo gravamen y pertencer al Banco, sin restricción alguna directa ni indirecta.

"Del oro, la plata y las divisas o cambio extranjero, poseídos por el Banco, sólo podrá computarse en la reserva el remanente libre después de deducir todas las obligaciones en oro o en divisas o cambio extranjero a cargo del mismo Banco, aun cuando esas obligaciones no estén garantizadas expresamente con lo valores dichos.

"Artículo 22.

"II. El oro y las divisas o cambio extranjero no comprendidos en la fracción anterior, a su valor comercial o al precio de costo si éste fuere inferior a aquél;

"IV. La plata restante, a su valor, comercial o al precio de costo si este fuere inferior a aquél.

"Artículo 24.

"III. Adquirir o descontar aceptaciones bancarias de primer orden sobre el exterior, que venzan en un plazo no mayor de 90 días a partir de la fecha de la adquisición y negociar los efectos así adquiridos;

"VIII. Adquirir, descontar o negociar letras de cambio, pagarés o bonos de prenda a la orden, que provengan de operaciones relacionadas con el cultivo o negociación de productos rurales, o la elaboración o negociación de productos industriales, o la negociación de mercancías, siempre que los efectos mencionados tengan un vencimiento, a partir de la fecha de su descuento o adquisición, a plazo no mayor de 90 días y, además de una firma de reconocida solvencia, lleven la firma de una institución de crédito asociada;

"IX. Adquirir, descontar o negociar letras de cambio, pagarés o bonos de prenda a la orden, que provengan de operaciones de las mencionadas en la fracción que antecede y llenen los demás requisitos que la misma fracción señala, en cuanto los efectos dichos tengan vencimiento, a partir de la fecha de su descuento o adquisición, a plazo mayor de 90 días; pero sin exceder de 270 días, siempre que tales documentos estén garantizados con prenda sobre valores que tengan las características señaladas en los incisos c), d), y e) de la fracción X ó en la fracción XV de este artículo, o sobre mercancías de fácil realización depositadas en almacenes generales de depósito y que el importe de los documentos adquiridos, descontados o negociados por el Banco, no exceda del 80% del valor del mercado que tenga la garantía correspondiente; "X. Abrir créditos y conceder préstamos a las instituciones asociadas sobre los valores siguientes:

"a) Efectos comprendidos en las fracciones VIII y IX de este artículo;

"f) Letras de cambio documentarias relativas a mercancías en tránsito cuyo valor no exceda del 80% del que tengan esas mercancías.

"Los créditos y préstamos a que esta fracción se refiere, podrán ser otorgados como créditos simples o en cuenta corriente; el saldo a cargo de la institución asociada deudora no excederá del 75% del valor de la garantía; el préstamo no podrá extenderse a plazo mayor de 6 meses y, si la operación se hubiere realizado como apertura de crédito el Banco se reservará el derecho para denunciar el contrato en cualquier tiempo después de los primeros 90 días de su vigencia y el saldo a cargo de la institución deudora será exigible en un plazo no mayor de 90 días.

"XIII. Comprar y vender los títulos y valores a que se refiere el inciso c) de la fracción X, siempre que la institución que los haya emitido o garantizado sea una institución asociada y que haya transcurrido más de un año desde la fecha de la emisión de tales títulos o valores;

"XIV. Comprar y vender los valores a que se refieren los incisos d) y e) de la fracción X de este artículo, o suscribirlos directamente, siempre que el importe de los títulos de esta clase que posea el Banco, unido al saldo que a cargo del Gobierno Federal resulte en la cuenta de que habla el artículo 39, y al monto de los documentos a cargo del propio Gobierno Federal en los términos del artículo 40, no exceda del 30% del promedio de los ingresos anuales que la Tesorería de la Federación haya percibido en efectivo durante los últimos 3 años;

"XV. Comprar y vender títulos y valores cuando estos tengan mercado constante, hayan transcurrido más de 5 años de la fecha de su emisión manteniéndose durante ese lapso al corriente sus servicios y en términos estables su cotización, y la operación se efectúe con el propósito exclusivo de ampliar o restringir, respectivamente, el volumen monetario disponible;

"XVI. Adquirir o descontar los cupones de interés de los títulos descritos en los incisos c), d) y e) de la fracción X de este artículo, siempre que el plazo para su pago no exceda de 90 días a partir de la fecha de adquisición descuento, y negociar los cupones así adquiridos;

"XVII. Efectuar reportes de los títulos y valores comprendidos en la fracción X, incisos c), d) y e), teniendo en cuenta respecto a los mencionados en los dos últimos incisos de referencia, lo dispuesto en la fracción XIV;

"XXIII. Adquirir inmuebles diversos de los señalados en la fracción anterior, aceptar la constitución de hipotecas a su favor o adquirirlas,

adquirir mercancías o establecimientos mercantiles o industriales y valores que no pueden formar parte de su activo de acuerdo con esta ley, cuando le fuere necesario recibirlos como dación en pago o en garantía para asegurar el reembolso de créditos ya legalmente otorgados y en la inteligencia de que las hipotecas deberán ser exigidas por el Banco o cedidas por él, en un plazo no mayor de un año a partir de la fecha de la constitución de la misma a favor del Banco o de su adquisición por éste; de que los inmuebles que no pueda conservar conforme a la fracción XII deberán ser vendidos por el Banco en el mismo plazo antes indicado y de que los valores, mercancías o establecimientos comerciales o industriales, deberán ser vendidos o cedidos en un plazo no mayor de 6 meses a partir de la fecha en que el Banco los haya adquirido;

"XXIV. Otorgar fianzas o cauciones, siempre que ninguna otra persona o institución pueda darlas en virtud de su cuantía o que la caución o fianza sean en garantía de empresas en las que el Gobierno Federal tenga participación dominante y a condición, en todo caso, de que el otorgamiento de la caución o fianza se derive beneficio importante para los fines del Banco, de que la fianza o caución sea por cantidad determinada y de que la contragarantía consista, precisamente, en el depósito de una suma igual en las cajas del Banco, o a la orden de éste, en instituciones de crédito de primer orden de la República, o del extranjero.

Artículo 27. El Banco fijará las reglas generales relativas al orden y a las condiciones en que han de practicarse las operaciones con las instituciones asociadas, según el objeto de tales operaciones, sus plazos o garantías.

"Sólo en casos excepcionales y por una sola vez, podrá autorizar la prórroga renovación o substitución de créditos o efectos no pagados a su vencimiento y siempre a condición de que el interés del Banco quede suficientemente asegurado.

"Con excepción de las inversiones a que se refieren las fracciones I, II, XII, XX, en cuanto se refiere a la adquisición de acciones, y XXII del artículo 24 quedan prohibidas al Banco las operaciones que impliquen inversión permanente.

"Artículo 39.

"III. El saldo en esta cuenta a cargo del Gobierno Federal, se sujetará al límite señalado en la fracción XIV del artículo 24.

"Artículo 40. Además de las operaciones a que se refieren las fracciones XIV y XV del artículo 24 y el artículo precedente, el Banco podrá celebrar con el propio Gobierno Federal, las operaciones de descuento, compra o subscripción de títulos o documentos emitidos o endosados por el Gobierno Federal y en general las operaciones de que tratan las fracciones II, III, VII, XVI y XVII del artículo 24, siempre que los documentos respectivos lleven firmas empresas solventes y que se guarde el límite del saldo a cargo del Gobierno Federal, establecido en la fracción XIV del artículo 24.

"Los documentos que lleven firmas de empresas bancarias, comerciales, industriales o de servicio público que pertenezcan total o parcialmente a la nación, serán aceptables para las operaciones a que se refiere el artículo 24, siempre que tales empresas tengan un patrimonio autónomo y que para la estimación de su solvencia y de sus posibilidades de pago sólo se tome en cuenta ese patrimonio y el estado financiero de las empresas mencionadas.

"Artículo 52. El Consejo podrá delegar algunas de sus facultades en comisiones de su seno o en el Director General, pero en ningún caso delegará las siguientes:

"I. Resolver sobre todos los asuntos relativos a la emisión y a la circulación monetaria;

"II. Dictar los reglamentos o las bases generales a que deberán sujetarse las operaciones del Banco;

"III. Fijar el premio, la tasa de interés o el tipo de descuento sobre las diversas categorías de operaciones que haya de celebrar el Banco, así como la remuneración por los servicios que el mismo preste;

"IV. Señalar y revisar los límites que hayan de regir para las operaciones de crédito con cada institución asociada o para la adquisición de valores o efectos de un mismo emisor o que tengan la garantía de una misma institución;

"V. Aprobar las operaciones a que se refieren las fracciones X, XI incisos e) y f), XII, XIV, XV, XXIII y XXIV del artículo 24 y el artículo 40;

"VI. Aprobar las recomendaciones de las comisiones y ratificar sus acuerdos, así como los actos del Director General, cuando procedan;

"VII. Aceptar las renuncias que presenten los Consejeros o el Director General, y conceder las licencias;

"VIII. Aprobar el orden y la forma en que ha de llevarse la contabilidad del Banco; examinar el proyecto de balance, la cuenta de pérdidas y ganancias y el proyecto de distribución de utilidades; proponer a la Asamblea los castigos y amortizaciones que procedan, así como la formación de reservas y determinar la forma en que hayan de ser publicados los estados de contabilidad y balances del Banco;

"IX. Convocar a la Asamblea de accionistas y aprobar los informes o memorias que a la misma deban presentarse;

"X. Autorizar el presupuesto anual de egresos y modificarlo, y

"XI. Aprobar las decisiones que, conforme a esta ley, estén sujetas al veto del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

"El Consejo designará, por lo menos, una comisión de moneda y cambios integrada por 2 consejeros de la serie "A" y 1 de la serie "B", que decidirá las normas para las operaciones de compra y venta de oro, divisas y plata, sobre la emisión de moneda y sobre el manejo de todos los recursos cambiarios de la institución, y una comisión de valores y de crédito, integrada también por 2 Consejeros de la serie "A" y 1 de la serie "B", que tendrá a su cargo la preparación del reglamento o de las bases generales de operación, el estudio de los límites de crédito o inversión y de las

disposiciones sobre premio, tasa de interés o tipo de descuento a que se refieren las fracciones II a IV inclusive del artículo anterior, así como la vigilancia de las operaciones de crédito o de suscripción y compraventa de valores conforme a las reglas o bases generales establecidas.

"El Consejo determinará los casos en los cuales las decisiones de estas comisiones podrán ejecutarse desde luego, a reserva de la decisión ulterior del propio Consejo.

"Artículo 53. El Director General tendrá a su cargo el Gobierno del Banco y la representación legal de éste con las facultades que señalan los estatutos y las demás que el Consejo le delegue. El Director, o en su falta el Subdirector que corresponda, deberán concurrir a las juntas del Consejo y a la de las de las comisiones del mismo.

"Artículo 54. Sin perjuicio de la responsabilidad penal correspondiente, la infracción de las disposiciones de esta ley hará civilmente responsables a los miembros del Consejo de Administración que la autoricen y al Director o funcionario que la ejecuten.

"Artículo 65 ..en el activo

"IX. Valores autorizados, con indicación del monto que tengan los comprendidos en cada uno de los incisos c), d) y e) del artículo 10 y las fracciones XV y

XVI del artículo 24;

"XI. Valores, mercancías, establecimientos o inmuebles de los mencionados en la fracción XXIII del artículo 24 y que se incluirán en un rubro general denominado "Valores en Liquidación", y

"XII. Cuentas de resultados, deudoras. En el pasivo:

"III. Depósitos a la vista constituídos por instituciones asociadas;

"IV. Otros depósitos y obligaciones a la vista;

"V. Depósitos y obligaciones a plazo;

"VI. Depósitos y obligaciones a la vista, en moneda extranjera;

"VII. Depósitos y obligaciones a plazo, en moneda extranjera;

"VIII. Capital social exhibido;

"IX. Reserva ordinaria y otras reservas de capital, y

"X. Cuentas de resultados, acreedoras.

"Al pie del balance se hará constar el importe de la moneda metálica en circulación.

"Artículos transitorios:

"1o. El Banco dispondrá de los bienes y valores que actualmente tiene en su activo y que legalmente no pueden formar parte de éste, en un plazo de dos años a partir de la fecha de promulgación de esta ley.

"2o. La presente ley entrará en vigor el día de su publicación en el "Diario Oficial" de la Federación.

"Salón de Sesiones de la H. Cámara de Diputados, 4 de octubre de 1948. "Dip. Antonio L. Rodríguez. - Dip. Lic. Miguel Ramírez Munguía. - Dip. Ing. Juan Gutiérrez Lascuráin". - A las Comisiones unidas de Estudios Legislativos y de Crédito, Moneda e Instituciones de Crédito, e imprímase.

"H. Cámara de Diputados:

"Para atender las necesidades crecientes de nuestra economía en cuanto desborden las posibilidades de la iniciativa privada, o en aquellos casos en que esa iniciativa no actúa con suficiente eficacia, o en otros en los que evidentemente corresponde de modo exclusivo o principal al Estado la obligación o la facultad de hacer frente a esas necesidades, han de crearse y de hecho han venido funcionando en nuestro país, numerosas instituciones y empresas con inversión cuantiosa de fondos públicos y con intervención directa o indirecta del Estado.

"Es evidente que la licitud de tales empresas depende en primer término, por lo que hace a su creación o a su subsistencia, de que éstas sean verdaderamente el remedio de una necesidad en los términos del párrafo anterior, y después, de que tales instituciones estén efectivamente cumpliendo su cometido y de que lo hagan con la aptitud y honradez con que siempre manejarse los caudales del pueblo.

"La multiplicidad de estas empresas, sus muy diversos intereses y los riesgos que esos intereses pueden constituir, originaron sin duda alguna la preocupación del Gobierno Federal. En diciembre de 1947 se promulgó una ley para el control de los organismos descentralizados y empresas de participación estatal y, posteriormente, con fecha 31 de enero, se expidió un decreto creando la Comisión de Inversiones que controlará las empresas y organismos dichos.

"El artículo 6o. del decreto mencionado da a conocer una lista de 72 organismos o empresas sujetos al control de la Comisión de Inversión. En esa lista hay desde instituciones descentralizadas que tienen a su cargo servicios públicos de evidente carácter nacional o la atención de obligaciones directas del Estado, así como instituciones de carácter financiero que pueden ser elementos importantes del régimen crediticio y monetario del país, hasta empresas de carácter industrial o mercantil que importan solamente, por cuanto significa inversión de fondos públicos, por más que no se pueda advertir cual sea el motivo que justifique esa inversión en ella de los recursos del pueblo.

"La lista comprende, así, instituciones como el Banco de México, el Banco Nacional de Crédito Agrícola y Ganadero, el Banco Nacional del Crédito Ejidal, el Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras Públicas, la Comisión del Papaloapan, la Comisión de Tepalcatepec, la Administración de los Ferrocarriles Nacionales de México, el Ferrocarril Mexicano, el Instituto Mexicano del Seguro Social, Petróleos Mexicanos, el Fondo de Fomento Industrial y Garantía de Valores Mobiliarios, la Lotería Nacional, la Nacional Distribuidora y Reguladora, la Comisión Federal de Electricidad y Subsidiarias, Puertos Libres Mexicanos, Zonas Federales Mineras del Estado de Oaxaca y la Dirección Nacional de Pensiones Civiles de Retiro. Comprende, además, empresas de crédito, de seguros o auxiliares, como Almacenes Nacionales de Depósito, el Banco del Pequeño Comercio

del Distrito Federal, el Banco Nacional Cinematográfico, el Banco Nacional del Ejército y la Armada, el Banco Nacional de Comercio Exterior, el Banco Nacional de Fomento Cooperativo, el Banco Provincial de Sinaloa, la Financiera de León, la Nacional Financiera, la Aseguradora Mexicana, la General Afianzadora, la Mutualista de México y Seguros de México, S. A. Comprende, finalmente, establecimientos como Altos Hornos de México, Clasa Films Mundiales, Cobre de México, Compañía Colonizadora del Río Guayalejo, Cía. Exportadora e Importadora Mexicana, Cía. Continental de Navegación, Cía. Eléctrica Guzmán, Cía. Eléctrica Morelia, Cía. Hidroeléctrica Occidental, Cía. Industrial de Atenquique, Cía. Terminal de Veracruz, Cooperativa Obrera de Vestuario y Equipo, Establecimiento Público Ingenio del Mante, Exportadora de Películas, Fábrica de Maquinaria y Motores Anáhuac, Guanos y Fertilizantes de México, Internacional de Películas, la Forestal, Nueva Compañía Eléctrica de Chapala, Operadora de Teatros, Películas Mexicanas, Películas Nacionales, Productora e Importadora de Papel, Radio de México, Servicio de Transportes Eléctricos del Distrito Federal, Sociedad Cooperativa de Ejidatarios y Obreros del Ingenio de E. Zapata, Sociedad Cooperativa Agrícola e Industrial del Ingenio de San Francisco, Sociedad Nacional de Productores de Alcohol, Talleres Gráficos de la Nación, Unión Nacional de Productores de Azúcar, Vidrio Neutro, Colonia Agrícolas Militares, Combustibles, Turismos y Transportes, Cía. Agrícola y Colonizadora Nacional, Cía. Agrícola Industrial Colonizadora Limitada Tlahualilo, Cía. Agrícola y Colonizadora del Soconusco, Fábrica de Cemento Hidalgo, Ferrocarril del Río Mayo, Ferrocarril Kansas City México y Oriente de México, Líneas Férreas de México en liquidación y The Colorado River Land Co.

"Como queda dicho, todos estos organismos y empresas han sido creados y fomentados, o adquiridos o refaccionados con inversión directa o indirecta de fondos públicos, y más trascendentalmente aún, con dinero de nueva creación en algunos casos, sin que la opinión nacional conozca, especialmente en lo que atañe a los dos últimos grupos mencionados, cuál es la cuantía de esa participación o cuál la amplitud de la responsabilidad del estado o de sus agencias, o el porqué de esa participación, ni en qué situación económica se hallan, ni qué necesidades nacionales satisfacen.

"El Ejecutivo mismo según puede advertirse por el ya citado decreto de 30 de diciembre de 1947, no tiene el conocimiento exacto de la situación de esas empresas y ha considerado indispensable establecer un organismo complejo y costoso para obtener ese conocimiento y para adquirir alguna forma de control que lo aproxime al cumplimiento de su deber ineludible de vigilar el empleo del patrimonio público.

"Si en épocas y condiciones normales no sería conveniente admitir que, sin regulación y sin vigilancia algunas, fueran creadas o subsistieran empresas del tipo mencionado, en las actuales condiciones de México, cuando son necesarias precauciones extraordinarias para lograr que los recursos públicos basten a las necesidades nacionales inaplazables, y cuando la situación monetaria reclama urgentemente un cuidado extremo que evite un incremento en el proceso inflacionista, es evidente que, a las medidas del Ejecutivo antes citadas, conviene se sumen mandatos de ley que garanticen tanto la prudencia para invertir fondos del pueblo en las empresas de referencia, como la justificación plena, por el propósito de las mismas y por la eficacia de su funcionamiento, de la intervención en ellas del estado o de sus instituciones.

"Por lo que hace a las empresas puramente comerciales o industriales, conviene recordar que en otros países en donde las necesidades de la guerra hicieron forzosa la inversión de fondos públicos y la participación del Estado en un número considerable de plantas industriales y de establecimientos de diversa índole, inmediatamente después del período de emergencia de la guerra, los gobiernos de esos países decidieron liquidar esas empresas o ponerlas en venta considerando que las plantas respectivas llenarían mejor su función en la iniciativa privada y que no se justificaba ya más la inversión de recursos públicos ni la responsabilidad del Estado en su funcionamiento.

"Evidentemente la ley para el control, por parte del Gobierno Federal, de los organismos descentralizados y empresas de participación estatal, crea un régimen de difícil aplicación y su reglamento, según decreto de 27 de enero de 1948, no mejora el sistema de la ley, en varios puntos incompatibles con las necesidades de operación de las diversas empresas incluídas en el enunciado legal. Las disposiciones dichas habrán de ser modificadas y complementadas, en lo futuro, con prudentes reglas viables de control y con una regulación que defina las condiciones en las cuales podrá hacerse el establecimiento de instituciones o empresas económicas con intervención del Estado o de los organismos descentralizados. Pero desde luego procede poner términos a una situación que es satisfactoria y obtener los datos que podrán servir de base al estudio y a la formulación de ese ordenamiento futuro más completo.

"Proponemos, por tanto, que los organismos descentralizados y las empresas de participación estatal, así como las asimiladas, publiquen desde luego sus estados de contabilidad y sus balances debidamente certificados por contador público; que la Secretaría de Hacienda forme y publique cada seis meses la lista de esos organismos y empresas y revise sus estados y balances y que promueva la liquidación o el traspaso de las empresas que no sean de utilidad pública. Proponemos, igualmente, que una comisión congresional proceda a investigar los aspectos más importantes de este asunto interesantísimo y que por tantos conceptos afecta nuestra situación monetaria y es factor grave de la crisis que México sufre. La comisión dará cuenta de su investigación al Congreso para que éste, con debido conocimiento de causa, pueda dictar las medidas que estén dentro de su competencia.

"Esta comisión del Congreso abre el camino para una labor fecunda del Poder Legislativo en el futuro. No es necesario insistir en las grandes posibilidades que esa labor puede tener. La representación nacional, mediante ella, podrá colaborar auténticamente con el Poder Ejecutivo en la gestión del bien público, haciendo frente a la grave responsabilidad propia que le incumbe.

"Por esos motivos, con apoyo en la fracción II, del artículo 71 de la Constitución General de la República, proponemos la siguiente Ley sobre Empresas en que intervengan el Estado, Organismos descentralizados o Empresas de Participación Estatal.

"Artículo 1o. Los organismos descentralizados y empresas de participación estatal a que se refieren los artículos primero a tercero de la Ley de 30 de diciembre de 1947, deberán publicar mensualmente un estado de su contabilidad y anualmente un balance general y un estado de pérdidas y ganancias certificados por contador público titulado y con la expresión de los datos que permitan juzgar de su situación financiera real. La publicación será hecha en el "Diario Oficial" de la Federación y en uno de los diarios de mayor circulación de la República. Se exceptúan de lo dispuesto en este artículo, aquellos organismos descentralizados o empresas de participación estatal que, conforme a la ley especial de su fundación, deban establecer o publicar sus estados de contabilidad y balances en forma o con requisitos diversos de los que en este precepto se establecen.

"Artículo 2o. El Ejecutivo asimilará a los organismos descentralizados o empresas de participación estatal a que se refiere la Ley de 30 de diciembre de 1947 y en los términos del artículo cuarto de dicho ordenamiento, a aquellas empresas en que el Gobierno Federal u organismos descentralizados o empresas de participación estatal, posean más del 40% del capital pagado, o tengan derecho a designar la tercera parte o más de los miembros del consejo de administración, o a vetar las decisiones de la asamblea o de los órganos directivos, o sean acreedores, por créditos directos o por garantías o avales otorgados, por cantidad igual o mayor al monto del capital social. La declaración correspondiente será hecha por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y será publicada en el "Diario Oficial".

"Artículo 3o. Las empresas a que se refiere el artículo anterior, además de quedar sujetas a las prescripciones de la ley de 30 de diciembre de 1947, deberán publicar sus estados de contabilidad y sus balances anuales y sus estados de pérdidas y ganancias conforme lo previene el artículo primero de esta ley.

"Artículo 4o. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público cuidará:

"I. De formar, mantener al corriente y publicar en el "Diario Oficial" de la Federación, cada seis meses, la lista de los organismos descentralizados, de las empresas de participación estatal y de las asimiladas conforme a los artículos 3o. de esta ley y 4o. de la ley de 30 de diciembre de 1947;

"II. De revisar y comprobar los estados y balances de esos organismos o empresas, y

"III. De publicar en el "Diario Oficial" de la Federación, dentro de los cuatro meses siguientes a la fecha en que forme su balance cada uno de los organismos o empresas dichos, su aprobación a tal balance o las observaciones que haga al efecto.

"Artículo 5o. Cada seis meses, también, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público deberá promover, conforme al artículo 12 de la ley de 30 de diciembre de 1947, la liquidación o traspaso de las empresas de participación estatal o asimiladas que, vistos los datos a que el artículo anterior se refiere, no realicen funciones de utilidad pública, o no las cumplan adecuadamente, o tengan un objeto que esté o pueda ser eficazmente atendido por empresas privadas.

"Transitorios.

"Artículo 1o. Nómbrese una comisión del Congreso, integrada por tres diputados y por tres senadores que serán designados por la Cámara respectiva, y que tendrá por objeto:

"I. Investigar cuál es el objeto de cada uno de los organismos descentralizados o de las empresas de participación estatal, de carácter económico, que actualmente existen;

"II. Investigar cuáles son las empresas en las que el Estado o las instituciones mencionadas en la fracción anterior tienen participación actualmente en los términos del artículo segundo de esta ley, cuál es esa participación, cuál es el objeto concreto que tales empresas persiguen, y cuál su estado financiero;

"III. Informar al Congreso, si éste se encuentra en período de sesiones, o a la Comisión Permanente en caso contrario, antes del 30 de junio próximo, del resultado de su investigación y de sus recomendaciones, a fin de que, en el primer caso, el Congreso tome los acuerdos que procedan y, en el segundo caso, la Comisión Permanente turne a la XLI Legislatura, conforme al artículo 179 del Reglamento para el Gobierno interior del Congreso, el informe de referencia.

"Artículo 2o. La Comisión nombrará, de su seno, un Presidente y un Secretario; podrá designar contadores o expertos que la asistan en su investigación y recibir el testimonio de las personas que a esa investigación quieran colaborar o requerir ese testimonio, de todos los funcionarios o empleados de la Comisión Nacional Bancaria, de la Comisión Nacional de Seguros, de la Comisión Nacional de Inversiones, de los Organismos descentralizados o empresas de participación estatal, así como de todos los administradores, miembros del Consejo de Administración, directores, gerentes, vocales ejecutivos o contadores de las empresas incluídas en el artículo segundo de esta ley. Será aplicable a los mandatos de la Comisión requiriendo el testimonio de las personas mencionadas al fin del párrafo anterior, y a los informes o testimonios que ante ella se rindan, lo dispuesto en los artículos 178, 179 y 247, fracción I, del Código Penal del Distrito Federal.

"Artículo 3o. La comisión celebrará sesiones con asistencia de cuatro de sus miembros, por lo menos: Las sesiones, así como la recepción de los testimonios o informes a que se refiere el artículo segundo, serán públicas.

"Artículo 4o. Las comisiones administrativas de las Cámaras proporcionarán, por mitad, a la comisión, las cantidades que ésta necesite para remunerar los servicios técnicos y cubrir los demás gastos que su cometido demande.

"Artículo 5o. Esta ley entrará en vigor el día de su publicación en el "Diario Oficial" de la Federación, y las Cámaras harán el nombramiento de los comisionados a que se refiere el artículo primero, en la primera sesión que cada una de ellas celebre después de la publicación dicha.

"México, Salón de Sesiones, octubre 20 de 1948. - Diputado licenciado, Miguel Ramírez Munguía. - Diputado Antonio L. Rodríguez. - Diputado Ingeniero, Juan Gutiérrez Lascuráin". Rúbricas.

"A las Comisiones unidas de Estudios Legislativos y de Gobernación en turno, e imprímase."

"H. Cámara:

"Uno de los factores que han contribuído de modo importante a desenvolver el proceso inflacionista y a perturbar nuestro régimen monetario, es el de la política seguida por instituciones oficiales o con su intervención, para reemplazar el funcionamiento auténtico de un mercado de valores con procedimientos artificiosos que, por supuesto, en vez de ampliar o apoyar siquiera ese mercado de valores, han conspirado a su destrucción y, además, han arrojado sobre la función monetaria, con inmenso daño general para México, la carga de absorber operaciones financieras que, aun en el caso de ser convenientes, sólo debieron ser acometidas con recursos realmente derivados del mercado de capitales.

"Entre estos procedimientos que responden a una técnica injustificable, se encuentra en primer lugar el otorgamiento de los llamados "pactos de recompra", mediante los cuales el Banco de México y otras instituciones que son organismos descentralizados o empresas de participación estatal, se obligan a adquirir a la vista determinados valores, de emisión hecha por el Estado, por instituciones oficiales o por particulares. Esta práctica, sin justificación alguna posible aun en condiciones normales, en las circunstancias de México, como queda dicho, ha roto la posibilidad de funcionamiento de un mercado genuino y, además, de ser una falsificación de ese funcionamiento y, por lo tanto, un substituto inoperante de él, sobre las puertas para todo género de corrupciones.

"Si es conveniente que el Banco Central tenga, por ejemplo, la facultad de operar en mercado abierto, comprando y vendiendo valores según lo demanden las necesidades de expansión o restricción de la circulación monetaria, esa facultad se convierte en una amenaza de inmediata y dañosísima realización, cuando se simula la existencia del mercado por el procedimiento dicho y el Banco Central, en vez de comprar y vender en él libremente, acumula en su activo valores que en realidad no son aceptados por el mercado de capitales o nunca llegaron a él.

"Es igualmente conveniente y debido un sistema que permita sostener e impulsar el mercado de valores con un apoyo marginal consistente en observar de modo transitorio aquellos que no por razón propia, sino por circunstancias generales, sufren una depresión que amenace el funcionamiento global del mismo mercado; pero es a todas luces inconveniente y llega a extremos de ilicitud, el empleo de fondos públicos o, peor aún, de moneda de nueva creación, para adquirir permanentemente, valores ofrecidos al mercado y que éste no acepta o no puede absorber dentro de sus posibilidades reales que indican el monto de los recursos de la colectividad genuinamente disponibles.

"Por estas razones proponemos, con fundamento en la fracción II del artículo 71 de la Constitución General de la República, la aprobación de la siguiente ley que prohibe actividades indebidas en el mercado de valores.

"Artículo 1o. Queda prohibido al Banco de México, así como a los organismos descentralizados y a las empresas de participación estatal que tengan carácter económico y estén incluídos en la descripción de los artículos 2 y 3 de la Ley de 30 de diciembre de 1947, celebrar operaciones por las cuales el propio Banco y los demás organismos o empresas mencionadas antes, se obliguen directa o indirectamente a adquirir valores públicos o valores emitidos por organismos descentralizados o por empresas de participación estatal o por particulares, a un precio determinado de antemano, cuando quede a voluntad del vendedor la fecha en que la operación haya de efectuarse. En esta prohibición se incluye toda operación por la cual el Banco y los organismos y empresas citados, se obliguen a no vender los valores que hayan adquirido, así como las operaciones por las cuales los organismos y empresas de referencia, al emitir valores destinados al financiamiento de inversiones a plazo largo, se obliguen a redimir tales valores a un precio determinado dejando a voluntad del tenedor la fecha en que la redención haya de hacerse.

"Artículo 2o. Los pactos o contratos celebrados con infracción de lo dispuesto en el artículo que antecede, no darán acción legal en contra del Banco de México, o de los organismos descentralizados y empresas estatales que en ellos aparezcan obligados.

"Artículo 3o. Se exceptúan de lo dispuesto en los dos artículos que anteceden aquellas operaciones que, aun incluídas formalmente en los términos del artículo primero, celebren el Banco de México, los organismos descentralizados y las empresas estatales mencionadas, en colaboración con las instituciones de crédito o de inversión, para constituir fondos y organizar sistemas de apoyo al mercado de valores.

"Transitorios.

"Artículo 1o. El Banco de México y las demás

instituciones a que el artículo primero se refiere, deberán publicar, dentro de los 10 días que sigan al de la promulgación de esta ley, una nota detallada, con expresión de cada uno de los valores y de su importe, de las operaciones comprendidas en el mismo artículo primero que tengan pendientes de cumplir en la fecha indicada.

"Artículo 2o. Solamente serán exigibles y producirán acción legal en contra del Banco de México y de las demás instituciones mencionadas en el artículo primero de esta ley, los pactos de recompra y las demás operaciones similares por ellas celebradas, que queden incluídas en la publicación a que se refiere el artículo precedente. En las operaciones de las mencionadas en esta ley, para las que no se hayan fijado un límite de plazo o la obligación de recompra del Banco de México o de las demás instituciones citadas, la obligación sólo será exigible dentro de los dos años siguientes a la fecha en que esta ley sea promulgada.

"Artículo 3o. Esta ley entrará en vigor el día de su publicación en el

"Diario Oficial" de la Federación.

"México, Salón de Sesiones, octubre 20 de 1948. - Dip. Lic. Miguel Ramírez Munguía. - Dip. Antonio L. Rodríguez. - Dip. Ing. Juan Gutiérrez Lascuráin". - A las Comisiones unidas de Estudios Legislativos y de Hacienda en turno, e imprímase.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana. - Comité Ejecutivo General. - Colombia No. 43. - México, D. F., octubre 19 de 1948.

"C. Presidente de la Cámara de Diputados. - Cámara de Diputados. - Ciudad.

"Respetable señor:

"La V gran Convención del Sindicato de Mineros acordó que colectiva e individualmente perteneciéramos al Partido Revolucionario Institucional, lo que hacemos de su conocimiento para los fines a que haya lugar.

"De acuerdo con los Estatutos de nuestro Sindicato, el suscrito tiene la representación para la intervención en todos los asuntos relacionados con la política del Gobierno, tales como informes del señor Presidente, de los señores Gobernadores de los Estados y cualesquier acto de conmemoración que haga el Gobierno a sus héroes, igualmente que resoluciones y fallas finales de nuestros compañeros mineros en casos de orden político; en tales condiciones, manifiesto a ustedes se dirijan, cuando se tenga cualquier asunto del orden arriba expresado, a esta Secretaría que se denomina Secretaría General de Asuntos Políticos, Calle Colombia No. 43, Sindicato Nacional.

"Sin otro asunto de momento, quedo de usted.

"Atentamente.

"Evolución y Trabajo". - Servando Zúñiga O. - Secretario General de Asuntos Políticos". - De enterado.

El C. Díaz Muñoz Vidal: Señores diputados: Vengo a distraer su atención para suplicar y pedir la atención de esta honorable Cámara, a través de una comisión especial, con objeto de que investigue los hechos registrados el día 14 del mes en curso en el asalto que sufrió el Sindicato Ferrocarrilero de la República Mexicana.

Por la prensa nacional, seguramente todos los ciudadanos diputados están enterados de este bochornoso hecho que no está de acuerdo con nuestra Constitución, ni está acorde con la política civilista, progresista, revolucionaria y democrática que sigue el señor licenciado don Miguel Alemán Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

Vivimos en una época de derecho; vivimos en una época democrática y no se compadece que la policía del Distrito Federal tenga que apoyar actos bochornosos en que se pisotean los derechos consagrados por la Revolución, derechos consagrados en la Constitución General del país, a las organizaciones de obreros y campesinos.

Todos sabemos que un estatuto de un sindicato, después de ser aprobado por una Asamblea, es remitido a la Secretaría del Trabajo para que ésta haga las observaciones que crea necesarias y posteriormente dé la aprobación correspondiente, teniendo de esta manera personalidad jurídica el Sindicato.

El Sindicato Ferrocarrilero, es una de las organizaciones más antiguas del país; es una organización revolucionaria; es una organización que ha sabido defender muy en alto los intereses de sus agremiados, y el día 14 del mes que corre, un grupo de trabajadores ferrocarrileros, apoyados por otro grupo de trabajadores no ferrocarrileros y apoyados también por policía disfrazada, asaltó las oficinas del Sindicato, en una forma arbitraria, grosera, rompiendo máquinas de escribir, archivos, estrellando los cristales del edificio, sacando de su interior a las personas que se encontraban desempeñando sus labores, no obstante que al conocerse momentos antes que iba a asaltarse el Sindicato se solicitó a la policía su intervención para que diera las garantías necesarias a fin de que impidiera este atentado. Pero desgraciadamente la policía no hizo caso y sí es sorprendente el hecho de que momentos después que los asaltantes ocupaban el edificio del Sindicato, la policía llegó a dar garantías a los malhechores, a los violadores de la ley y hasta la fecha se encuentran custodiados no sólo el local del Sindicato en la Avenida Hidalgo, donde se encuentra el Comité Ejecutivo General, sino todos los locales de las secciones de Distrito y se pretende también hacerlo en los Estados.

Los hechos fueron puestos en conocimiento del Procurador General del Distrito y hasta la fecha el señor Procurador no ha hecho nada que justifique su papel como funcionario judicial para intervenir y desalojar a los que indebidamente, violando la Constitución y las garantías individuales, violando el Estatuto Jurídico del Sindicato, se introdujeron al propio edificio.

Oportunamente el Comité de Vigilancia, el Comité Ejecutivo denunció los hechos por escrito en los

términos legales, y lejos de que el señor Procurador procediera, ha estado dándole "largas" a este asunto.

Hace unos cuantos días las organizaciones de coalición de mineros, ferrocarrileros, la Confederación Única de Trabajadores, la de petroleros, la Alianza de Obreros y Campesinos de México, dirigió al señor Presidente una denuncia de estos hechos, sin personalidad, repudiando la intromisión de gentes extrañas a los problemas internos de los sindicatos, porque viviendo, como vivimos en un régimen de derecho, los sindicatos tienen absoluta libertad de autodeterminación, y el señor Procurador se permitió llamar a los firmantes de dicho manifiesto, entre ellos al que habla, en su calidad de Secretario General de la Alianza de Obreros y Campesinos de México, y en una forma altanera pretendió llamarnos la atención, especialmente al que habla.

Como yo protestara por la forma en que el señor Procurador trataba de hacer una investigación, este señor, perdiendo los estribos, saliéndose de su papel, trató de regañarme, de insultarme. Como era natural, presenté respetuosamente mi protesta y dijo que a una autoridad no se le faltaba. Yo no le faltaba a la autoridad, sencillamente contestaba a las preguntas, refiriendo los hechos que ahora estoy denunciando ante esta representación nacional.

Sin previa cita y sin ningún trámite legal, se nos mandó con un agente del Ministerio Público para que se levantara un acta, en la cual, los que concurrimos, hicimos constar la ratificación del manifiesto. Quiero señalar este caso, porque el señor Procurador, se comprende que es una persona que interpreta debidamente la ley y se entiende que debe ceñirse absolutamente a ley; y en el procedimiento seguido, no se ciñó a ella; trató de investigar lo que se publicó en un manifiesto y no trató de hacer justicia a los que la han estado buscando un día después del asalto. Pero, en fin, ya tendremos la oportunidad de tratar este caso con el señor Presidente de la República, para denunciar la conducta del señor licenciado Sodi Procurador del Distrito y Territorios Federales.

Pero hay otro hecho que es importante que la Cámara conozca: si no fuera por la intervención de un ciudadano senador, de un ciudadano que no sólo tiene el fuero constitucional que nos da nuestra Constitución, sino la amistad que lo liga al señor Presidente de la República, no tendría importancia, como no tiene importancia la intervención de cada uno de nosotros en nuestras respectivas organizaciones; pero sí la tiene, a mi modo de ver y a mi modo de entender, cuando este ciudadano senador trata de patrocinar a ese grupo y pide la policía para que lo proteja y este ciudadano senador responde al nombre de coronel Carlos I. Serrano.

Por eso es necesario que la Cámara tenga que conocer de este hecho, para investigarlo, porque nosotros, los que representamos al pueblo en la Cámara baja y en la Cámara alta, tenemos que cuidar mucho de nuestra intervención en los casos de violación a la Constitución y a nuestras leyes, y si somos amigos personales del señor Presidente de la República, con mayor razón, porque siendo amigos personales del señor Presidente, con quien hemos convivido, con quien hemos trabajado, con quien hicimos una campaña brillante, cívica y hermosa, mayor responsabilidad tenemos para cuidar de nuestra intervención en cuestiones intergremiales, y si el señor coronel Serrano no forma parte de ningún sindicato ni es Secretario General de ninguna central, no tiene derecho de patrocinar grupos ni mucho menos en los momentos en que vivimos, en que los trabajadores de México se dividen en dos grandes grupos: los que llamamos grupos de izquierda, al cual tengo el honor de pertenecer, y el de derecha al cual pertenece el grupo de privilegiados.

No debe haber ninguna discriminación, no debe haberla cuando todos juntos hemos trabajado por la patria, cuando todos juntos hemos luchado al lado del señor Presidente de la República; no debe haber ninguna persona que trate de hacer selecciones y desgraciadamente mi amigo, el coronel Serrano, está tratando de hacer selecciones, tratando de seleccionar a los amigos y enemigos para él, a los que él llama enemigos.

Tiene que saber el coronel Serrano y los señores diputados que nosotros los de la coalición, los que representamos la izquierda, no somos enemigos del señor Presidente, somos sus amigos de verdad; la única cualidad que tenemos es que no somos lambiscones y que consideramos que cuando hay hechos, los denunciamos con toda virilidad y honradez ante el señor Presidente, como en veces en que se trató sobre la carestía de la vida y de la devaluación de nuestra moneda, etc; y que algunas personas, colaboradores que dicen de él, no respondieron al programa revolucionario del señor Presidente.

Históricamente la razón habremos de tenerla; no tardará mucho. Ahora se nos quiere coartar el derecho de criticar públicamente y se nos quiere acusar como gentes que recibimos dinero de Moscú y que estamos tratando de crear una situación difícil en el país; desde esta tribuna rechazo la afirmación de que nosotros somos enemigos del régimen; nosotros somos, repito, amigos sinceros del señor Presidente de la República; somos amigos leales del régimen; y el hecho de que hagamos una crítica, es porque tenemos el derecho constitucionalmente para hacerlo y ésta es la mejor forma de colaborar con un régimen, de poder trabajar para salvar a la Revolución, para seguir su marcha ascendente y para defender las normas jurídicas de los trabajadores del campo y de la ciudad.

En estas condiciones, se está pretendiendo divorciar a una gran parte de la masa trabajadora de México, del señor Presidente, haciéndole creer que se trata de trabajos de agitación y que no se pierde el tiempo en estar destruyendo el orden.

Plantear un movimiento de huelga dentro de la Constitución, plantear un pliego de peticiones a los patrones, ésto no es una agitación, no es una cosa nueva. Desde 1917 que por fortuna vino la

Constitución de Querétaro, gozamos de estos derechos todos los ciudadanos mexicanos y si gozamos de estos derechos, ¿por qué algunos diciéndose revolucionarios y militantes obreros, se espantan de las huelgas, cuando ellos también las han hecho y patrocinado?

¿Qué nos dicen ahora del último movimiento de huelga de los panaderos que se confabularon con los patrones y en que éstos afortunadamente atendieron la indicación del señor Presidente? Porque todo mundo supo cómo estaba hecho ese enjuague. ¿Qué se quiso decir también del movimiento de los maestros, cuando éstos tienen hambre, cuando los salarios no son suficientes para sus necesidades y piden un aumento en sus sueldos? No faltó persona que dijera que se trataba de un movimiento comunista, no obstante que la Constitución nuestra, por fortuna para nosotros, nació antes de la Constitución rusa, nació antes de la revolución rusa, pues ésta nació años después. El 5 de febrero de 1917 salió a luz pública, aprobada por nuestros constituyentes, nuestra constitución, consagrando los derechos de asociación, los derechos de paros y de huelga para los trabajadores. Después vino la revolución de octubre, la revolución bolchevique. Así es que no se puede aceptar las afirmaciones de quienes hacen el juego al imperialismo yanqui y tratan de hacer una división en la Revolución, tratando de dividir a los hombres que hemos luchado al lado de los agraristas y de los sindicatos. Es una cosa grande y sagrada la Revolución, y nosotros tenemos que defenderla, porque mucha sangre costó al pueblo de México, por que muchos de nosotros fuimos al campo de batalla y expusimos nuestras vidas, y muchos hermanos, - campesinos y obreros - regaron su sangre para defender la Constitución del país, que ahora les da derecho a los sinarquistas y a Acción Nacional, de estar ocupando una curul en este sagrado recinto. Y si nosotros ahora calláramos ante estos hechos, no nos perdonarían las generaciones del futuro ni la historia de la Revolución; permanecer mudos y callados cuando se trata de pisotear la Constitución, y a ciencia y paciencia de la policía estamos dejando correr el México que se pretende crear con los sindicatos un estado peronista, hacer una dictadura estilo Hitler, adonde quieren llevar a las organizaciones obreras para que no tengan el derecho de autodeterminación y queden sujetas a determinadas gentes.

No tienen derecho, ni mucho menos los amigos muy personales del señor Presidente, de tratar de crear problemas, porque eso sí es crear problemas. La fuerza revolucionaria de México no debe de ningún modo dividirse; si hay discrepancia, diferencias de opinión, que las haya. Por eso vivimos en un régimen democrático, y tiene que haberlas. Es por esto que vengo a solicitar de ustedes - y espero que así lo aprobarán - , que se designe una comisión que haga una investigación de verdad, minuciosa de estos hechos, porque es la forma de cumplir con nuestro deber como representantes del pueblo, y es cumplir con el programa de la Revolución y cumplir como amigos del señor Presidente Alemán y cumplir con la Constitución Federal del país. (Desorden en las galerías).

El C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado Paredes.

El C. secretario Márquez Ricaño Luis: Se recomienda a las personas que están en las galerías guarden el debido comportamiento, o se les hará desalojar.

(Una voz de las galerías: ¡Es que se nos está echando; es que esto es en beneficio del pueblo!).

- El mismo C. Secretario: Mire compañero de la Cámara: deje al público permanecer en ese lugar; pueden continuar en las galerías, conservando el orden y respeto debidos. (Aplausos en las galerías).

El C. Paredes León V.: Señores diputados: Solamente la necesidad de rectificar la serie de falsedades expresadas en esta tribuna por el diputado Vidal Díaz Muñoz, me ha obligado a distraer la atención de ustedes y para oponerme a la proposición que él plantea, de que se designe una comisión que investigue los hechos que, según él, están aconteciendo en el Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros.

El ha hablado de que los policías, disfrazados de particulares, han desalojado del edificio del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros a los miembros del Comité Ejecutivo y de la Comisión Nacional de Vigilancia; ha hablado de que hay intereses políticos que han movido el conflicto que afrontan los trabajadores ferrocarrileros, y ha señalado la intervención de algunas personas en este conflicto. Todo esto es falso.

Nosotros podemos afirmar que el problema interno que actualmente conmociona a los trabajadores ferrocarrileros, es ocasionado por el descontento de la inmensa mayoría de la masa ferrocarrilera, que no está dispuesta a permitir que se siga dilapidando su dinero con propósitos ajenos a los fines de su organización.

Lo que resulta es que el Secretario General del Sindicato, Jesús Díaz de León, cumpliendo con su responsabilidad como representante de ese gremio, ha iniciado una labor enérgica de depuración en el seno del Sindicato, para impedir que quienes han mangoneado al gremio ferrocarrilero por mucho tiempo, sigan haciendo uso de esta fuerza y disponiendo de las cuotas sindicales para beneficios muy personales de ellos. Entonces, el problema de los trabajadores ferrocarrileros es un problema interno. Que ha habido intervención de la autoridad judicial, esto fue a solicitud del Secretario General del Sindicato. El encontró un desfalco; él encontró que se estaban malversando los dineros de las cuotas de los trabajadores y para poder demostrar la cuantía del desfalco y el mismo hecho, denunció ante la Procuraduría de Justicia este asunto para que se abriera una investigación. Y, ¿que fue lo que dijeron entonces quienes aparecen como responsables del desfalco? No podemos permitir la intervención de las autoridades judiciales en el manejo interno de los sindicatos, porque esto es funesto; no debe permitirse que el Estado intervenga en las cuestiones internas de los sindicatos, porque esto deben resolverlo ellos mismos. Y

quiero hacer notar la contradicción: han sostenido que no puede intervenir la Procuraduría investigando qué se hizo del dinero de los trabajadores, y ¿por qué ahora ellos vienen a pedir la intervención de la Cámara para investigar hechos internos del Sindicato? Es que a ellos no les importa que se investigue o no lo que está aconteciendo en el Sindicato Ferrocarrilero; a ellos les importa el escándalo que se trata de provocar viniendo a la tribuna de la Cámara a denunciar algo que sólo está en su imaginación.

¿Persecución de la policía, represión de las autoridades, represión a quién? A la Alianza de Obreros y Campesinos. ¿Cuál Alianza de Obreros y Campesinos? ¿Dónde está la Alianza de Obreros y Campesinos? ¡Mentira! Se pretende agitar más todavía el ambiente político de México y se afirma que siendo amigos del Presidente Alemán están tratando de hacer una labor que lo beneficie para ocultar el verdadero propósito: mantener al país en un estado de agitación constante, aprovechando cualquier pretexto que se presenta, porque ellos saben que sólo a base de una agitación continua puede ser posible la realización de sus propósitos, porque no pueden conseguir sus finalidades con el apoyo de la masa, de la clase trabajadora, porque no lo tienen, porque la masa trabajadora de México se ha apartado definitivamente de la línea demagógica que ellos tratan de trazar. No es cierto que representen ellos a la izquierda y que el otro grupo representa a los amigos. Mentira. Ni representan a la izquierda ni son amigos ellos. La izquierda, los que efectivamente cumplen con su responsabilidad como representantes de los intereses comunes de la clase trabajadora, son los que vigilan porque a esa clase no se le lleve a luchas estériles; son los que tratan de conseguir el mejoramiento de la clase trabajadora, por el camino recto; los que solamente les preocupa que se consigan las finalidades de esa clase, y no aquellos que lo que menos les preocupa es el interés de la clase trabajadora, porque lo que importa es crear inquietudes, crear estados de ánimos que hagan posible el establecimiento de un ambiente propicio a sus finalidades.

Por eso, señores diputados, yo vengo a pedir a ustedes que se deseche la proposición del señor diputado Vidal Díaz Muñoz; no tenemos nada que investigar en un problema que corresponde dilucidar exclusivamente a los trabajadores ferrocarrileros y a las autoridades del Trabajo. (Aplausos en las galerías).

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Vega García.

El C. Vega García Antonio: Señores diputados: Yo vengo a reforzar la proposición de que se nombre esa comisión por los siguientes hechos: nosotros no queremos la intervención del Estado; que se entienda bien y que lo entienda bien el compañero Paredes, que venimos nosotros pugnando porque no intervenga el Estado en la soberanía y autodeterminación de los sindicatos...

El C. Mora Plancarte Francisco (interrumpiendo): Y en averiguar lo de la lana. (Risas).

El C. Vega García Antonio: es cierto todo lo que ha dicho el señor diputado Díaz Muñoz; a mí mismo me consta, porque he tenido que sacar directamente a cinco o más compañeros, por el delito de hacer propaganda en las oficinas y talleres de los Ferrocarriles. Ayer hablaba con tres jefes principales de la policía, y los tres me dijeron que debería de llevarles la propaganda hoy, para ver qué clase de propaganda era, y yo les dije que nosotros podemos repartir propaganda, cuando esté suscrita por hombres responsables, y, por lo mismo, no queremos que la policía intervenga hasta en el reparto de un volante. Esto es cierto y esto es lo que queremos que investigue la comisión; que investigue la parcialidad del Procurador, no que vaya a investigar la acción interna del Sindicato de Ferrocarrileros porque eso nosotros lo tendremos que hacer tarde o temprano.

Ya, en 1943 tuvimos una división parecida a ésta, y la dominamos. Fuimos también amigos leales del señor Presidente de la República, porque nosotros siempre hemos deseado la unificación de los ferrocarrileros de toda la República, así como de todos los centros de trabajo; y como recordarán varios de los señores diputados, en el mes de agosto la situación divisionista estaba que tronaba en todo México, lo mismo que en el Distrito Federal, y entonces fue cuando con mi carácter de diputado del Distrito Federal fui a calmar los ánimos de mis camaradas y de todas las masas, habiéndoseme llamado "el apaciguador" porque nosotros siempre hemos sido amigos leales, y esto le consta ahora al señor Presidente Alemán lo mismo que al señor Casas Alemán; pero de ninguna manera permitiremos que se trate de violar la soberanía de los sindicatos so pretexto de pelear situaciones de intereses o de juzgar que este sea el momento de salvar al movimiento obrero de México.

Usted, en lugar de venir a esta tribuna a desmentir, debía de haber acudido a los periódicos, como lo hizo el Secretario de Electricistas, pugnando porque se haga justicia. La policía en este caso se ha apoderado de los edificios; no puede entrar nadie a ellos. Si alguno de los señores diputados ha pasado después de las diez de la noche frente al edificio, habrá visto emplazada una ametralladora: todavía hoy la pueden ver ustedes para comprobarlo.

En tales condiciones, yo pido que se nombre esta comisión para que investigue los actos del Procurador y de los jefes de la policía ya que personalmente tuve que sacar a un agente cuando le dije: "usted no tiene que ver nada en los trabajos de nuestro Sindicato", y lo eché a patadas, yo mismo, señores diputados.

En tales condiciones, esta situación de nuestra nación mexicana debe sentar un precedente y debe quedar en la historia del Congreso la actitud de ustedes, señores diputados. Mil gracias. (Aplausos en las galerías).

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Gómez Maganda Alejandro.

El C. Gómez Maganda Alejandro: Señores diputados...

El C. Aquiles Elorduy (interrumpiendo): Pido la palabra en contra.

El C. Gómez Maganda Alejandro: Vengo a oponerme a la proposición del compañero Vidal Díaz Muñoz, y quiero dividir mi impugnación en dos partes: la primera, de orden técnico, digamos; y la segunda, de aspecto político.

Creo, en primer lugar, abundando en los razonamientos del compañero León V. Paredes, nada tiene que hacer la Cámara de Diputados al Congreso de la Unión en una divergencia, en un conflicto interno de una organización respetable y estimada como lo es el Sindicato de Ferrocarrileros del país; que por lo que se refiere al tratamiento, a las quejas que el señor diputado Díaz Muñoz expuso en esta tribuna, por lo que toca al Procurador del Distrito, licenciado Sodi, ya se tendrá una magnífica oportunidad cuando realicen esta entrevista presidencial que anuncian, de exponerle con toda claridad y precisión, que se trata de un alto funcionario del Ejecutivo. Pero en el segundo aspecto, hay algo más hondo, más importante que señalar: los señores que gritan a voz en cuello la amistad para el señor Presidente de la República, la niegan cuando él va a hacer justicia y esa amistad y a un deber elemental de gratitud. Y al negarla ellos con sus actos, me parecen el símil oportuno del avestruz que, con la cabeza hundida en la arena movediza de las acechanzas, con el voluminoso cuerpo ostensible y espectacular trazan una acción negativa contra todos los actos positivos del Gobierno.

Yo no sé si un sindicato va a ser un bloque aislacionista por lo que se refiere a la marcha en la vida social y política del país. Sí sé, en cambio que las grandes centrales que estructuran desde el punto de vista político al Partido Revolucionario Institucional, envían a las Cámaras, en actos electivos y cívicos, a sus representantes, para que tengan todo el derecho de opinar en las cuestiones públicas de la República. Desde este punto de vista, no es consecuente el compañero Díaz Muñoz al venir a negar aquí, en esta Cámara colegisladora, el derecho, en último caso, que le asiste plena y lógicamente al senador Carlos I. Serrano de opinar en los asuntos de la nación. No; yo sé perfectamente que el compañero Díaz Muñoz da por desechada, por falta de peso, la proposición que ha venido a hacer. En realidad, el compañero Díaz Muñoz está cumpliendo exactas finalidades de su Partido. Vino a aprovechar la tribuna de la Cámara para tratar de provocar una escisión en el frente unitario del Partido Revolucionario Institucional, lanzando aquí ataques velados al Presidente de la República, en la persona de un compañero senador, de cuya amistad me enorgullezco, del señor coronel Carlos I. Serrano.

Yo no entiendo esta clase de amistad que viene a pregonarse aquí para el señor Presidente de la República; yo entiendo el alemanismo, si hemos de hablar así, en la emoción magnífica del pueblo en favor de este gobierno esencialmente popular; entiendo el alemanismo como una actitud positiva y firme para lograr la grandeza de la patria, para laborar por el destino de México, para acatar la consigna de trabajo, para evitar disensiones en un mañana gris y tenebroso y para lanzar el grito de unidad con el fin de que las generaciones de México se olviden de la inquina personal de bandos en pugna. Así entiendo, en esta postura sempiterna, la amistad para el señor Presidente de la República; pero no la entiendo en función de "somos amigos de usted, señor Presidente, pero los maestros se mueren de hambre; somos amigos de usted, señor Presidente, pero nos arrebatan la propaganda y vivimos momentos de terror frente a la policía del Distrito Federal; somos amigos de usted, señor Presidente, pero se está asaltando al Sindicato de Ferrocarrileros y se está violando la Constitución". Y por ese desleal camino de la amargura, que a ningún fin positivo nos habrá de llevar, somos amigos de usted, señor Presidente, mientras no se presente la oportunidad de decirle que somos sus enemigos.

No; no es ésta la forma, compañero Díaz Muñoz, de demostrar la amistad al señor Presidente de la República; no es tratando de hacer intervenir, en jurisdicción que no le compete, a la Cámara de Diputados; no es, tratando de alzar volcanes de agitación, como habrá de afirmarse el camino recto, por fortuna ya iniciado, para el país.

Vivamos momentos serios; la vida de México ha sido un drama; México es un país atrasado, que pasa por realidades urgentes. México quiere acción, pero no acción negativa, no vueltas de espaldas ni medias vueltas frente a los problemas de la patria; no negación ni política de pasillos o de intriga baja; no, no hay que hacerse eco desde esta tribuna la más alta de mi patria, de los que susurran que es posible - menguados y soñadores - poder perturbar el orden constitucional, el orden institucional de México.

Nosotros somos de izquierda - lo digo por mí - , fuera de toda duda; somos de izquierda, sí pero, no somos los que vamos a caer en esa actitud demagógica, para decir, por un lado, que vamos a hacer la revolución social de México y nos quedamos con las ametralladoras en casa, tratando de vivir como un buen burgués; somos de izquierda, nada tenemos, nada que se nos pueda tachar, sólo un patrimonio de dolor y de pobreza; somos de izquierda y estamos con los sindicatos y con la política obrera del gobierno; somos miembros del Partido Revolucionario Institucional, y sentimos que es apoyándolo firmemente como habrá de proseguir el curso de la vida institucional de mi país; somos de izquierda y a nombre de esa izquierda que ha sido medula en el programa y en el ideal de la Revolución mexicana, venimos aquí a rechazar por inútil, la proposición del compañero Díaz Muñoz.

Siento mucho que un estimado amigo haya venido a aprovechar arteramente esta tribuna para plantear asuntos de índole ajena a esta Cámara. Consecuentemente, señores diputados, reafirmando aquí el credo del que habla, que trata de interpretar el sentimiento general de esta Cámara, con todo respeto pido a usted sea rechazada la proposición del señor diputado Vidal Díaz Muñoz. (Aplausos).

El C. Anguiano Victoriano: Pido la palabra para una interpelación al diputado Gómez Maganda. ¿Me permite usted?

El C. Gómez Maganda Alejandro: No.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Blas Chumacero.

El C. Chumacero Blas: Se ha aprovechado la tribuna de la Cámara para plantear un problema que no corresponde a esta representación nacional, y se ha planteado por uno de los hombres amargados del Partido Revolucionario Institucional: Vidal Díaz Muñoz. Como no se ha tenido el éxito con el procedimiento de coalición y alianza imaginarias, ahora se viene a la tribuna a provocar el escándalo. Soy miembro de la Confederación de Trabajadores de México y a mucho honor tengo el continuar siéndolo. Soy de los que piensan que el gremio ferrocarrilero está haciendo un ajuste de cuentas para sacar de su seno a todos los que han detentado la representación y robado el dinero de los trabajadores ferrocarrileros. (Aplausos).

El Secretario General de ese Sindicato, que pidió la intervención del Procurador de Justicia del Distrito y Territorios Federales, lo hizo en legítimo derecho como hombre que no quiere seguir siendo tutelado por un grupo que a sus espaldas sacaba dinero para una confederación imaginaria.

Las publicaciones están hechas y fue a petición de parte como las autoridades judiciales intervinieron. Ese grupo que no quiere que se examine la contabilidad del Sindicato Ferrocarrilero, ha dicho que no acepta la intervención del Procurador. Esta especie han esparcido por la calle. Si esa es la idea que tienen, ¿a qué viene la intervención de Vidal Díaz Muñoz, apareciendo como víctima, diciendo que lo han atropellado y que ahora quiere la intervención de la Cámara, del Cuerpo Legislativo más respetable de la nación mexicana? No se trata aquí de atropellar la soberanía de los sindicatos. Las autoridades sindicales, a petición de parte, están investigando un hecho delictuoso que ha sido denunciado por el que ostenta la representación legal del Sindicato Ferrocarrilero: Jesús Díaz de León. Esa es la situación, no es otra.

Venir a hablarse de amistad con el señor Presidente de la República cuando los hechos que desarrolla la llamada Alianza de Obreros y Campesinos y la llamada coalición son de trabajar en contra del señor Presidente de la República y en contra del actual régimen, es absurdo. Esa es la situación. No es necesario investigar mucho, sino nada más leer la prensa para ver todos los actos que han realizado estas llamadas coaliciones y alianzas, llevando la equivocación a los trabajadores y llegando a la ruptura de los contratos por la ineptitud de estas gentes.

En consecuencia, si se trata de aprovechar la tribuna para zaherir en ausencia a un senador de la República, porque no se encuentra presente, esto es cobardía y es falta de valor civil. Si se tienen diferencias, que se aclaren por el camino que aconseja la caballerosidad y la decencia y no con una puñalada trapera.

En estas condiciones, el procedimiento seguido por Vidal Díaz Muñoz no tiene otra finalidad que socavar al régimen institucional y causar escándalo.

Consecuentemente con lo que he expuesto, vengo a esta tribuna para oponerme a que se nombre comisión alguna para investigar un hecho que no corresponde a la Cámara.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Anguiano.

El C. Anguiano Victoriano: Compañeros diputados:

El C. Díaz Muñoz (interrumpiendo): Señor Presidente: Favor de inscribirme, en mi turno.

El C. Anguiano Victoriano: Desgraciadamente no puedo lucir, para esta intervención, una larga historia de lucha en pro de los obreros y campesinos, como los compañeros que me han precedido en el uso de la palabra, excepto mi dilecto y querido amigo Gómez Maganda que ha visto siempre la tragedia de México con su sensibilidad de poeta, y ha hecho figuras retóricas brillantes de los dolores y de la tragedia de la Revolución mexicana; pero sí como mexicano, como ciudadano y como representante en esta Cámara he decidido intervenir en este debate, porque me parece que no debe salpicarse la más alta tribuna de la nación con disputas de grupo o de intereses personales; y puede perfectamente distinguirse una cosa de otra: aquí se ha planteado la intervención de la Cámara para que nombre una comisión que investigue actos considerados indebidos desde el punto de vista de la autonomía de las organizaciones obreras y del derecho que la Constitución les otorga y que consigna la Ley Federal del Trabajo, cuyos triunfos costaron décadas de luchas violentas y destrucción material como de vidas humanas.

Cuando yo iba a interpelar al compañero Gómez Maganda, le iba a preguntar si recordaba aquellos días azarosos de la XXXVI Legislatura, en la cual también me tocó la fortuna de ser su compañero. Entonces también se trató en este recinto idéntico problema ante un conflicto intergremial de las organizaciones de izquierda de Tampico, con los Alijadores: un grupo de diputados pedía el nombramiento de una comisión que fuera a investigar los sucesos, a recoger datos, a elaborar un informe y rendirlo a esta Cámara, no ciertamente porque ella tenga facultad jurisdiccional para resolver conflictos o porque tenga facultad, de acuerdo con la ley, para decidir esas pugnas intergremiales sino precisamente porque es un cuerpo de representantes de la nación. Y así en aquella época, como la mayoría de los diputados que están en estas curules, se ostentaron como representantes de campesinos y de obreros y se llamaron revolucionarios y luchadores en pro del bien público, no negaron entonces que la Cámara debe intervenir en una postura ética, en una postura de alto cuerpo legislativo, que, por otra parte, tiene facultad de expresar su opinión política y debe intervenir como investigadora en los conflictos que atañen - porque aquí hay representantes de obreros y campesinos - a

ellos, y después influir, desde el punto de vista moral, con su peso ético, con su peso de Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, ante las autoridades que manejan el asunto, para que se vean más claras las cosas, para que se quite el polvo, el lodo y la paja y para que quede sólo la realidad de los hechos.

Entonces Alejandro Gómez Maganda sostuvo conmigo, con Praxedis Balboa y otros compañeros, cuyos nombres no recuerdo, la tesis de que sí debía intervenir la Cámara en la investigación de conflictos intergremiales. (Aplausos en las galerías).

El C. Gómez Maganda Alejandro: Ha sido muy gentil el compañero Anguiano al permitirme una aclaración. Yo me remito a los diarios de los debates de la época, para que se vea que en esa ocasión no sucedió exactamente así; no está en lo justo. Seguramente en ocasión anterior hubo un conflicto interno en la Federación Burocrática Nacional, un caso similar cuando se trató de la posesión de las oficinas de dicha central. Yo le suplico al compañero Anguiano que me diga si la Cámara intervino también en aquella ocasión.

El C. Anguiano Victoriano: Puede ser que mi memoria sea flaca, pero cuando yo afirmo lo que ponía en boca del compañero Gómez Maganda que estuvo conmigo, lo hago de buena fe. El está en su perfecto derecho de rectificar y por eso acepté que me hiciera la rectificación.

Entonces, decía yo, también se invocó mucho el argumento de que la facultad de la Cámara era legislar y que no debería inmiscuirse en conflictos o en actividades, que no fueran de su competencia, y hubo una discusión que aunque fue dentro del seno mismo del Partido de Estado - ¡fíjense ustedes qué maravilla! - pues no había más que representantes de un solo partido, un monobloc, una aplanadora completa y aplastante y, sin embargo, brilló la discusión en el seno de esta Cámara en un plano de altura y se ganó la proposición de que se nombrara una comisión que fuera a investigar el conflicto intergremial de Tampico. De eso hace apenas 12 años. Sería porque entonces, como se dijo muchas veces, vivíamos en una época de demagogia; sería porque entonces se quería vehementemente hacer un jalón recio en el camino de la Revolución o sustentarían las masas las mismas teorías o las ideas más avanzadas, pero ahora vuelven a la tranquilidad, al reposo, a la serenidad, e invocan el equilibrio y llaman comunismo a la inconformidad, llaman deslealtad a la crítica y llaman amistad turbia o emboscada al acto de denunciar hechos que suceden en la República. Yo pregunto, ¿debe ser la voz de la nación, la voz de los representantes populares, un coro uniforme, de una gran armonía? No Sería armonía, estoy equivocado, porque en la armonía hay notas encontradas, altas y bajas, diversas tonalidades. No sé cómo llamarle entonces a esa discrepancia que hubiera en nuestro país cuando se atreven a calificar a cualquiera que emite un juicio discordante del gran coro, o una nota discrepante de la gran uniformidad burocrática. No creo, señores. Muchos de ustedes proceden de provincia - la mayoría de ustedes - en donde han visto los problemas del pueblo, donde han observado las miserias, ya casi milenarias, de este pueblo, y que hemos tratado de resolver verbalmente; y no creo que por conservar una situación burocrática oficial y política, ustedes conviertan la verdad en mentira, la lealtad en sumisión, la Revolución en un catecismo del cual no se puede discrepar, en un momento dado, de la interpretación que hacen los pontífices. (Aplausos en las galerías).

Yo exhorto a ustedes a que la Cámara recapacite, y que no nos importen las luchas intergremiales de la C. T. M., ni los pleitos de Díaz Muñoz con Chumacero y sus antecedentes. Antes los vimos caminar juntos, codo con codo, como decían ellos en sus discursos, de la mano, e hicieron un gran movimiento obrero, porque así lo calificaban durante la unidad de la C. T. M. - lo digo como observador - , no debemos atenernos al rencor que se guarden y demás cosas de su intolerancia sino a los hechos planteados, al problema que aquí se discute.

Hay una organización de obreros que ha sufrido una escisión interna, que ha sufrido una crisis; ha habido toma de edificios, intervención de la policía, muy bien; eso está en manos de las autoridades competentes, y ellas lo resolverán; pero la Cámara no está impedida, pues no hay ninguna ley que se lo impida, que como alto cuerpo legislativo, como representante de la nación, nombre una comisión para que investigue y esclarezca los hechos, para que esclarezca la verdad, para poder servir así a la nación, ya que pocas veces legislamos, en la auténtica acepción de la palabra; ya que nos empeñamos en una forma honda y nutrida, en esta función, recordemos que tenemos otra misión como representantes: examinar las cuestiones públicas, los asuntos políticos, las inquietudes que conmueven al país, los problemas de obreros y campesinos, y que los que dicen ser sus representantes y todos en general debemos reconocer la verdad en esta representación y cumplirla siquiera preocupándonos por nuestros problemas.

Para terminar, quiero hacer otra aclaración: no vine aquí para aprovechar el debate y hacer propaganda política, ni tampoco para darme notoriedad personal. Pasé afortunadamente la edad de hombre de notoriedad personal y no me interesa pero quiero dejar sentado aquí como mexicano y como representante popular, que sería suicida para la democracia, para la libertad y la independencia de México el hecho de que se calificara como deslealtad al régimen, la crítica; que se calificara como una labor subversiva, subterránea y tortuosa la emisión de juicios diversos sobre lo que pasa. Yo afirmo aquí que no hay regímenes perfectos en el mundo, que no hay funcionarios y estadistas que no cometan un error o que no se equivoquen en la resolución de sus problemas; que no planteen con deficiencias, la resolución de varias cuestiones públicas; corresponde a la naturaleza humana la imperfección y, por eso, la lucha

por el perfeccionamiento es inacabable y jamás llegará el hombre a la perfección.

Entonces, compañeros diputados, no debe extrañarnos que aquí no suene una sola voz, que no entonemos una sola canción; debiéramos alegrarnos de que haya voces discrepantes, de que haya diversas notas para así realizar la verdadera armonía de la representación nacional. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Márquez Ricaño Luis.

El C. Márquez Ricaño Luis: Señores diputados: He venido a esta tribuna a hacer un llamamiento a la serenidad y a la razón, pero, esencialmente, a oponerme a la proposición del señor diputado Díaz Muñoz en el sentido de que la Cámara se mezcle en asuntos que no son de su competencia.

He escuchado con mucha atención los argumentos de los compañeros que han hablado apoyando la proposición del diputado Díaz Muñoz, y no encuentro más que cosas habilidosas para tratar de impresionar a los miembros de la Cámara, desorientándose y queriendo, por sorpresa, coaccionarlos para que aprueben la designación de esa comisión. Me opongo a esa proposición, repito, porque el papel de la Cámara de Diputados, dentro de las atribuciones constitucionales, es muy diferente al que estos señores, con toda mala fe, quieren señalar. Escuché también los cargos velados, hipócritas o insinceros que dirigen a funcionarios del régimen y claro que muy bien se cuidan de levantar la puntería para atacar abiertamente al Presidente de la República. Pero, compañero Díaz Muñoz, ya es tiempo que usted vea que su lugar está en la oposición, y déjese de andar en las antesalas de Los Pinos porque no es ambiente que vaya a ser propicio a sus ambiciones. (Risas).

Por otro lado, en honor a la verdad, yo reconozco, en los tres compañeros que han hablado en pro de la proposición del compañero Díaz Muñoz, sólo una voz sincera, una voz de auténtico trabajador, una voz de un obrero ferrocarrilero: la del compañero Vega García; la opinión de él y sus puntos de vista me son absolutamente respetables, por las razones que acabo de indicar. Creo que está desorientado, pero es un desorientado de buena fe; él sirve a su grupo y seguramente compromisos especiales lo atan a él; pero ¡qué mal se ve usted, siguiendo los lineamientos del compañero Díaz Muñoz! Eso es muy infortunado para usted.

En cuanto al compañero Anguiano, también creo que debo referirme muy brevemente a él. Le he escuchado dos o tres inteligentes intervenciones en los debates de esta Cámara, siempre discreto, culto, inteligente, pero no desaprovecha el viaje, como él dice, también no deja de zaherir al régimen y no deja de lastimarlo con sus conceptos; también se olvidó de que ese lugar que él busca en la izquierda de México, como último refugio de su carrera política, está muy reñido con un antecedente de su tierra michoacana. El combatió a uno de los hombres de izquierda más venerado, limpio y respetable de México, como es el general Lázaro Cárdenas, y no sé si sería por ingratitud, o porque un buen día se cambió la chaqueta. De todos modos, desde ese punto de vista, su opinión no me es respetable.

El C. Victoriano Anguiano, (interrumpiendo): ¿Me permite una interpelación?

El C. Márquez Ricaño: Con todo gusto.

El C. Anguiano: ¿Me podría decir el compañero Márquez Ricaño cuál es la fuente de esa información?

El C. Márquez Ricaño: No le oigo, compañero.

El C. Anguiano: ¿Que si me podría decir usted cuál es la fuente de esa información?

El C. Márquez Ricaño: Perdóneme, compañero; pero es que no le oigo.

El C. Anguiano: Digo, que si me podría usted informar cómo obtuvo usted esa información con respecto a mis relaciones con el general Cárdenas, y mi actitud en contra de él?

El C. Márquez Ricaño: Con mucho gusto. Parte de tantos y tantos puntos la información, que me sería largo enumerarlos. Tengo el honor de cultivar la amistad de muchos michoacanos distinguidos que militan en diversos bandos, y todos, ¡todos! coinciden en recordar antecedentes de usted que lo pintan desfavorablemente.

Ahora, habré de referirme de manera concreta a los funcionarios del régimen que son atacados en esta ocasión, repito, de manera injusta, y con ello tratando de sorprender a todos. La intervención de las distintas policías del Distrito Federal se ha concretado exclusivamente para cumplir con su deber y conservar el orden. De modo que dista mucho de mezclarse en un problema intergremial, tratando de proteger determinado grupo. La policía simplemente, repito, y cumpliendo su misión, se ha concretado a conservar el orden, y gracias a ello no se ha llegado a actos violentos en la pugna lamentable que hay en el seno del Sindicato de Ferrocarrileros; pero no quiero retirarme de esta tribuna sin referirme antes al señor diputado Díaz Muñoz. Siento tener que hacerlo porque difiero de él en muchas cosas, especialmente ideológicas, aunque en lo personal me parece un amigo muy agradable. Yo pienso, compañero Díaz Muñoz, que usted no tiene autoridad moral para venir a hablar en nombre de los grupos de izquierda de México. Tengo entendido que en la izquierda militan los proletarios, los asalariados, los descamisados, los desarrapados. Por eso no salgo de mi sorpresa, porque usted es un burgués enriquecido (no se sabe cómo); usted es un hombre que pasea en coches de lujo, que frecuenta sitios de moda, que pasea a hermosas mujeres cubiertas de pieles, y, por eso, no creo que usted sea la voz de los trabajadores de México y que lo hayan escogido, a usted, para hablar por ellos. No es mi deseo lastimarlo en lo personal, y ojalá no lo tome así; pero ¿cómo es posible que nosotros creamos al compañero Díaz Muñoz? Su trayectoria en la lucha obrera de México es perfectamente conocida por una de las organizaciones más fuertes y de más profundo arraigo nacional, como es la CTM, y de la cual fue

expulsado o echado, no sé cuál sea el mejor concepto, no entiendo si los auténticos líderes obreros, muchos de los cuales ocupan varias curules en el seno de esta Cámara, lo repudian, a usted, por insincero, porque no lo consideran firme en sus convicciones, porque no lo consideran amigo cabal de los trabajadores. Porque usted entró - si la información no miente - al ocupar la curul, invocando siempre su amistad al señor Presidente. Es verdad; usted no ha atacado al señor Presidente; usted siempre pregona que es su amigo, es muy cómodo; pero la verdad es que usted no hace una crítica constructiva de su régimen, ni ataca de manera limpia, leal y patriótica las equivocaciones que pueda tener el Gobierno. Usted lo único que hace es una demagogia irresponsable y desorientada y, hasta eso, creo que usted es ya un demagogo en decadencia.

Para terminar, compañeros, quiero manifestar que el señor Díaz Muñoz vino a hacer aquí algo que se antoja un alarde de valor: vino a atacar a un hombre, a un senador de la República, al señor coronel Serrano, sólo porque se le ocurre que es un grave delito del coronel Serrano ser amigo del señor Presidente de la República.

Pero en honor de la verdad el coronel Serrano, aun conservando esa situación de amigo personal del señor Presidente de la República, la respeta y la cuida quizá como ninguno, y jamás anda mezclando su influencia ni su categoría de amigo, para servir intereses de grupo. Y cuando ustedes trataron indirectamente de invocar la ayuda y protección de él para alcanzar sus finalidades, el coronel Serrano se negó diciendo que no era su papel mezclarse en esa clase de asuntos. Por consiguiente, es injusto y poco caballeroso por parte de ustedes, venirle a hacer cargos que no merece; y yo hablo del coronel Serrano sin tener para ello escrúpulos, por la sencilla razón que disto mucho de ser amigo personal de él. No le debo favores ni jamás se los he pedido; pero el conocimiento de la verdad y el de antecedentes que me constan, me obligan a cumplir con algo que yo considero un deber: el coronel Serrano no debe ser mezclado con mala fe en este debate.

Los compañeros a quienes encabeza Díaz Muñoz no necesitan ni deben atacar a los amigos del señor Presidente de la República, cualquiera que sea el lugar que ocupen, para impresionar o para hacer un juego de doble acción. El señor senador Serrano tiene muchos amigos en esta Cámara, muchos amigos personales, que en un momento dado podrán defenderlo con amplitud.

A mí no me guía que el reconocimiento de que usted ha venido a mentir aquí cuando acusa al coronel Serrano. Y para terminar, compañeros, la proposición de que se nombre una comisión que intervenga en la pugna intergremial del Sindicato Ferrocarrilero, debe ser rechazada, para no sentar precedentes funestos, para que la respetabilidad de la Cámara no se ponga en tela de juicio y, además, para que no vayamos a pasar por encima de las normas que la Constitución de México nos dicta. Por consiguiente, pido y propongo a todos los compañeros que integran esta Cámara, que se rechace la proposición del compañero Díaz Muñoz y que se le aconseje que recurra a los caminos establecidos dentro del régimen de derecho como es el que vivimos.

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Santoyo.

El C. Díaz Muñoz Vidal: Yo pido la palabra. Establecido está un turnó por el contra, para que no hablen dos personas sobre el mismo tema.

El C. Santoyo Ramón V.: Señores diputados; Tenemos ahora enlutada nuestra tribuna y francamente ya no sé si este lienzo negro se puso por la lamentable muerte del señor licenciado Macías, constituyente de muy grande envergadura, o si se puso por la muerte del reglamento de esta Cámara. Voy a pedir a la Secretaría que dé lectura al artículo 58 del citado reglamento.

- El C. secretario Flores Castro Manuel (leyendo):

"Artículo 58. Las proposiciones que no sean iniciativas de ley presentadas por uno o más individuos de la Cámara, sin formar los que las suscriben mayoría de diputación, se sujetarán a los trámites siguientes:

"I. Se presentarán por escrito y firmados por sus autores, al Presidente de la Cámara y serán leídas una sola vez en la sesión en que sean presentadas".

El C. Santoyo Ramón V. (continuando): Como ustedes ven, señores diputados, ha sido una omisión la que ha dado por resultado este debate, porque siguiéndose la norma reglamentaria se hubieran conocido oportunamente los términos de la proposición del diputado Vidal Díaz Muñoz y, de haberse rechazado, no hubiera sido necesario este gasto de calorías, este chisporroteo de palabras que a la postre resultarán inútiles.

El señor licenciado Anguiano, no se si toca algún instrumento, pero es el caso que usó algunas frases alrededor de la música y de la armonía. En esas condiciones, para no ser menos, declaro que yo no toco ninguno, ni siquiera el violín. (Risas). Quiero decir que un tenor, un bajo y un barítono han venido a proponer el nombramiento de una comisión. Son tres voces distintas, pero todas entonan la misma canción. La verdadera tragedia, la que señaló Gómez Maganda es la división profunda entre grupos de mexicanos, y la intervención de la Cámara, señores, sería ahondar esa división entre los grupos de mexicanos. Muy respetable el Sindicato de Ferrocarrileros, sí, pero la intervención de la Cámara no tendría por base ninguna facultad expresa en la Constitución de la República. Su facultad es legislativa, y dentro de ese concepto, no tiene porqué hacer funciones de investigadora, ni menos de tribunal, si no es que haya un funcionario que se encuentre en las condiciones que previene la propia Constitución para juzgarlo. Lo que sucede es una gran equivocación: el compañero Vega García dijo: "yo estuve en el Sindicato de Ferrocarrileros y expulsé a patadas a un policía", y aplicando esa misma figura a todo el Poder Legislativo, quiere ahora que la

Cámara proceda con la misma violencia, con el mismo abuso de autoridad, cosa que no puede hacer el Poder Legislativo.

El compañero Díaz Muñoz parece que hizo una revisión del artículo 123 constitucional; no se trata de eso. El artículo 123 constitucional está consagrado por muchos hechos de carácter jurídico dentro de la vida nacional, y no puede desvirtuarse por situaciones humanas que corresponde resolver a los tribunales de la República. También parece que quiso presentarse un contrainforme del ciudadano Presidente de la República; a todos los grandes capítulos de la administración pública a que él se refirió en su Informe del día primero de septiembre, se opuso un "pero", sin recordar que obró el señor Presidente de la República, en ese documento, con una gran sinceridad, llamando con sus verdaderas palabras a la crisis y hablando con la experiencia que tiene él como estadista, como Jefe de Estado, trabajando siempre dentro del camino del derecho y de un gran amor a México para resolver los problemas de la vida nacional.

He dicho que una omisión reglamentaria nos ha colocado ante la situación de quemar algunos cartuchos - afortunadamente de salva - adelantándonos a condiciones muy importantes que ponen alerta al Poder Legislativo cuando intervenga dentro de sus funciones. No podemos ahora impresionarnos como en la vez anterior por las palabras del licenciado Anguiano; su discurso acerca de la condición de los indígenas, emotivo y brillante, fue reconocido por nosotros como una pieza que hizo impacto en el espíritu de los que lo escuchamos; pero ahora distantes están sus palabras, muy distantes de la sinceridad que empleó en aquella sesión que yo llamé prolongación del festejo del Día de la Raza. Y era que en el primer caso, para el compañero Anguiano constituía un íntimo sentimiento; era la oración de todos los días, y, hoy el diputado Anguiano comenzó esta declaración que le resta autoridad a sus palabras: "no he tenido relación o por lo menos ha sido muy poca, con los problemas de los obreros y de los campesinos".

Señores diputados: No permitamos que la Cámara se convierta en una inyección de penicilina que cura todo. Vamos rigiendo los destinos de esta Legislatura dentro de sus facultades expresas, y con ello cumpliremos un deber constitucional, que es lo que debe importarnos sobre todas las cosas. No hagamos que al atacar a un senador, obsequiando los deseos de un diputado de nuestra Cámara, por natural solidaridad el Senado asuma esa actitud diferente y que el Poder Legislativo - y quizás eso sea en el fondo lo que aquí se pretende - que debe estar integrado por Cámaras colegisladoras, esté dividido en dos entidades adversas, por la acción que se atribuye a alguno de sus miembros.

Estoy seguro de que el señor coronel Serrano dice la verdad cuando asegura que no ha intervenido en el conflicto que motivó este debate; pero sin conceder, si él hubiese intervenido, ¿qué otra cosa está haciendo el diputado Vidal Díaz Muñoz? ¿Qué otra cosa pretenden el licenciado Anguiano y Vega García también, si no es, con su carácter de diputados estimular la acción del Poder Legislativo, para que se realice una contraofensiva a la acción que ellos suponen que ha iniciado el coronel Serrano?

Ven ustedes, con toda precisión, el juego interno, la nota neurálgica, la aspiración real de nuestros compañeros, al venir a plantear problemas en esta tribuna, que no es necesario debatir cuando la patria necesita la integridad nuestra, la serenidad nuestra, al lado del Presidente para resolver profundos problemas nacionales. Los estadistas son hombres sobre quienes pesa una gran responsabilidad. Un Jefe de Estado no está hecho de una materia especial para que su atención pueda dividirse en toda clase de resoluciones; tiene sus facultades como las tiene el Congreso y como las tiene jurisdiccionalmente el Poder Judicial.

Recuerdo que en una crisis mundial de las más terribles que han asolado a la Humanidad, cuando el desastre de Dunkerque, apenas pudieron cruzar el canal las fuerzas inglesas, y entonces Winston Churchill tuvo que pronunciar un discurso con una explicación sobre esos acontecimientos: "Obré con una gran lealtad; - dijo una verdad enorme - y no puedo ofrecerle al pueblo inglés más que tres terribles palabras - que hicieron que se colocaran en la verdadera posición de un combatiente decidido - no puedo ofrecer al pueblo inglés más que sangre, sudor y lágrimas". Cuidemos mucho, señores diputados, de que en el Informe próximo no vayamos a escuchar frase semejante en los labios del señor Presidente. El nos dirá la verdad; no estamos ante el desastre; pero sí tenemos la obligación de prevenir el desastre. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Vidal Díaz Muñoz.

El C. Díaz Muñoz Vidal: Quiero rechazar las palabras afirmadas aquí por los señores diputados Paredes, Chumacero y Gómez Maganda. No he venido a la tribuna de la Cámara a dar puñaladas traperas. Nunca me gusta hablar a espaldas de los hombres y siempre expreso mis sentimientos, y ellos mismos son testigos cuando los he criticado frente a frente.

Cuando hablo aquí de un señor senador, es porque creo que indebidamente trata de dirigir al movimiento obrero de México, aprovechando su investidura de senador y su amistad con el señor Presidente; porque lejos de hacer un beneficio al señor Presidente, le está causando daños, supuesto que hay órganos representativos donde se canalizan todos los problemas que afectan a la nación.

No tendría nada de particular ni me espantaría tampoco la intervención del compañero Serrano con o sin representación de agrupaciones obreras y políticas. Cuando yo hablo y señalo el caso particular es porque el compañero Serrano, con ese poder que tiene, con esa su representación está tratando de dirigir a las organizaciones obreras de México, dando facilidades a un grupo y condenando a otro. Si el coronel Serrano, como amigo del señor Presidente, con su investidura de senador y de revolucionario impartiera su influencia,

su saber, su personalidad, sin distingos, sería para mí muy aplaudido, porque un funcionario, un secretario de Estado sirve a la Revolución y a la nación y no le interesa si son pintos o colorados los que acuden a sus secretaría; pero cuando el senador Serrano interviene para pedir que intervenga la policía, yo no estoy de acuerdo; cuando él trata de intervenir en la autodeterminación del sindicato, no estoy de acuerdo...

El C. Márquez Ricaño Luis: ¿Me permite una aclaración?

El C. Díaz Muñoz Vidal: ¡No!

El C. Márquez Ricaño: Muchas gracias. No esperaba otra cosa de usted. Pero permítame usted...

El C. Díaz Muñoz Vidal: No se la permito. Ya conozco esa táctica de interrumpir al orador para distraer su atención.

El C. Márquez Ricaño Luis: Se lo ruego. No Trato de distraerlo, es una cosa seria. Gracias. En un momento dado ¿podría usted comprobar las acusaciones que está lanzando contra un miembro del Senado

El C. Díaz Muñoz Vidal: Sí señor. (Aplausos en las galerías). Yo aplaudo a los compañeros amigos y defensores del compañero Serrano, porque no se dan cuenta del terreno que está pisando el coronel Serrano. Lo están haciendo de buena fe y sinceramente, y en ese mismo terreno me colocaría yo también, porque ignoran las cosas de adentro, porque no saben el juego de cómo se pretende gobernar a la agrupación obrera del país; si lo supieran, no se atreverían a oponerse al nombramiento de una comisión; serían los primeros en condenar ese juego.

Yo he dicho y repito que se ha aprovechado la amistad del señor Presidente de la República para cometer actos de los cuales debe cuidarse una persona cuando más ligada está a otra persona tan importante como es el señor Presidente de la República, licenciado Miguel Alemán; y más responsabilidades se tienen y más cuidado debe haber en el individuo para no meterse en cosas que pueden trastornar la vida interna de las organizaciones y del país. Pero es que el coronel Serrano, con la policía, sólo se ha dedicado a la protección de ese asalto vergonzante de que hemos hablado; y no sólo con la policía lo ha hecho ahora compañeros, porque yo conozco al coronel Serrano - lo conocí en Veracruz y supe cómo trabajó en Veracruz y supe de los trastornos que le ocasionó al licenciado Miguel Alemán, siendo Gobernador en Veracruz - y conociendo esa trayectoria, yo creí que el coronel Serrano en esta ocasión no repetiría la situación atentatoria de Veracruz, pero desgraciadamente la está repitiendo y por eso, yo hablo sinceramente para que conste en la versión taquigráfica, porque no he hablado en la calle o en una cantina como muchos amigos del coronel Serrano que le van a dar avisos y también en la cantina hablan mal de él. Esos sí son "paperos" y falsos amigos del coronel Serrano.

La policía ha intervenido; a la policía se le pidió la intervención con objeto de evitar el atentado al Sindicato ¿Por qué no intervino la policía a tiempo para evitar la destrucción de las máquinas rotativas y de los archivos y el atropello a las gentes, y sí intervino posteriormente, a petición del coronel Serrano? Eso es lo que yo recalco y reclamo, pues ¿por qué ha de intervenir? Si hay un problema interno de un sindicato, que el sindicato lo resuelva; hay un estatuto que así lo dice; si hay dos o tres intrusos, que el Sindicato los corra, o pida la intervención...

(Voces: Entonces ¿para qué la pide?)

El C. Díaz Muñoz (continuando): Para que investigue por qué la policía no intervino a tiempo y para que investigue todos esos hechos y la conducta del Procurador del Distrito...

El C. Márquez Ricaño Luis (interrumpiendo): Y ¿por qué entonces quiere usted que intervengan los Poderes en los problemas internos del Sindicato?

El C. Díaz Muñoz Vidal: ¿De qué nos espantamos? Las Cámaras siempre han intervenido. ¿De qué nos asustamos ahora al pedir la intervención de la Cámara para que vaya a ver si es verdad o no lo que aquí viene a denunciarse. Eso le conviene al coronel Serrano. Al coronel Serrano, como funcionario, como senador, le conviene que se aclaren los hechos, para ver si estamos mintiendo o es verdad lo que hemos dicho. Pero el coronel Serrano, con su investidura, maneja a todas las policías; habla por teléfono en nombre del Presidente y maneja a estas gentes. Ya en su oportunidad se sabrá qué personas dieron esas instrucciones y por qué intervinieron. Eso es peligroso.

Los compañeros obreros, que todavía se dicen de la izquierda, vergüenza debía de darles aceptar la intervención de la policía en las autodeterminaciones de los sindicatos, si todavía les queda algo de sindicalistas.

Yo considero que es grave la situación y rechazo la afirmación que se hace aquí en lo que se refiere a la crítica. Nosotros hacemos una crítica constructiva y nosotros sí somos amigos leales del señor Presidente de la República, y a los hechos nos habremos de remitir, (aplausos en las galerías) porque queremos hacer del Presidente de México un gran Presidente. Hay que salvar a la Revolución y nosotros no debemos, de ninguna manera, prestarnos a una situación en que se abuse del derecho y se abuse de la Constitución...

El C. Márquez Ricaño Luis (interrumpiendo): He pedido identificar que en las galerías hay una porra traída por el diputado Díaz Muñoz, y pido que de continuar el desorden se aplique el reglamento.

El C. Díaz Muñoz Vidal: ¿Cuál desorden?

El C. Márquez Ricaño Luis: El de las porras pagadas por usted.

El C. Presidente: Se va a leer el artículo 207 del reglamento. (Una voz: ¡Que se imponga el orden!)

- El C. secretario Flores Castro Manuel (leyendo):

"Artículo 207. Los concurrentes a las galerías, se presentarán sin armas; guardarán respeto, silencio y compostura y no tomarán parte en los debates con ninguna clase de demostración".

El C. Amilpa Fernando: ¿Me permite una interpelación el orador?

El C. Díaz Muñoz Vidal: No tengo tiempo. (Desorden.. Campanilla).

El C. Gómez Maganda Alejandro (interrumpiendo): Si yo te negué hacerme la interpelación, fue porque yo ya había terminado de hablar.

El C. Díaz Muñoz Vidal: Dicho lo anterior, sí es necesaria la intervención de la Cámara en las cosas que hemos venido a denunciar; repito, no en la vida interna del sindicato, porque la Procuraduría General de Justicia que imparte esta, la justicia, oportunamente dirá si ha habido o no malos manejos; que un secretario general de un sindicato, antes de someterse a una autoridad judicial tiene la obligación de someter las violaciones al reglamento interior del sindicato, a sus propios integrantes, y los integrantes serán los que habrán de decir si hay o no razón, y si la hay, entonces se pide la consignación. Eso lo sabemos todos los que hemos manejado sindicatos.

No quiero irme de esta tribuna...

El C. Márquez Ricaño Luis (interrumpiendo): No oí bien, compañero, ¿manejado o mangoneado?

El C. Díaz Muñoz Vidal: Yo suplico al compañero Márquez Ricaño que me deje hablar. Yo no quiero irme de aquí sin decirle a Márquez Ricaño que todo el capital que tengo, que toda la fortuna que él me atribuye, ya en una ocasión se la heredé al camarada Fidel Velázquez y no la quiso recoger y ahora a ti te la voy a heredar.

El C. Márquez Ricaño Luis (interrumpiendo): No la recogerá nadie por lo vergonzante...

El C. Díaz Muñoz Vidal: De todos modos lo digo para que conste en la versión taquigráfica que todas las propiedades de Vidal Díaz Muñoz, excepto su coche, todas las propiedades que estén a nombre de mi señora madre, a nombre de mi esposa, a nombre de mis hijos, todas esas propiedades te las regalo. Yo no soy de los que ponen sus bienes a nombre de la esposa, de la amante para hacerse los pobres. Yo soy de los revolucionarios que van al campo y que se quitan el saco y la corbata para fajarse y yo invito a todos aquellos compañeros que lo duden a que vayamos a mi Estado natal, a Veracruz, a donde hemos luchado y seguimos trabajando por la Revolución y seguimos colaborando leal y sinceramente con el señor Presidente de la República.

Así es que puedes hacerte rico de la noche a la mañana, ya que tú me has denunciado aquí como millonario...

El C. Márquez Ricaño Luis (interrumpiendo): La opinión pública, no yo.

El C. Díaz Muñoz Vidal: La opinión pública, pero vamos a los hechos: el día que yo fuera millonario, tal vez le daría la espalda al movimiento obrero de México, como muchos lo han hecho y pongo por caso el de la Laguna, donde líderes sin escrúpulos ahora son enemigos de los campesinos y se han olvidado de ellos. Y es lógico: el que llega a ser rico, a millonario, se olvida de su base y yo no me olvido, porque no tengo más que un origen y en ese mismo origen he de morir, por la causa de los trabajadores, porque no he de morir de parto.

El C. Márquez Ricaño Luis: ¡Sea usted hombre!

El C. Díaz Muñoz Vidal: No permito que me siga interrumpiendo. Suplico respeto al reglamento. Yo no estoy ofendiendo a nadie; simplemente he contestado que mi fortuna se la heredo a la persona...

El C. Márquez Ricaño Luis (interrumpiendo): Guárdesela con todo y su vergüenza.

El C. Díaz Muñoz Vidal: Yo suplico al compañero Márquez Ricaño que no personalice; yo no vengo a personalizar. Considero que es muy honorable la tribuna de la Cámara de Diputados, donde tenemos el derecho de libre expresión. Vivimos en un país libre y democrático en donde la Constitución nos da el derecho de libre expresión y si hay que decir algo en contra, para esto está la tribuna, para venir a ella a contestar los cargos o los hechos cuando no estamos de acuerdo o no están ajustados a la realidad. Hay un reglamento, hay una Presidencia, hay un quórum y si la Asamblea dice que no se toma en consideración la petición del diputado Díaz Muñoz, que con su derecho constitucional ha formulado, está bien siendo así la opinión de los compañeros. Si nosotros pedimos y apoyamos que se nombre esa comisión, es porque es necesario aclarar esas cosas para bien del propio coronel Serrano, para bien de la Revolución y del Gobierno; es necesario que se esclarezca si hubo o no intervención.

Así es que espero que ustedes, compañeros, como revolucionarios habrán de aprobar la petición que hemos formulado.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Elorduy.

El C. Elorduy Aquiles: Casi no debería ser necesario que yo tomara la palabra porque es increíble que hayamos perdido tres horas en un debate que desgraciadamente está degenarando en ataques personales y que da lugar a la única acción en contra del Parlamento y por la cual la prensa puede atacarnos por entrar en terreno completamente fútil y odioso, cosa que no había sucedido y de lo cual estaba yo altamente complacido y está toda la opinión pública, porque esta Cámara estaba prestigiándose cada día más con la seriedad, cordialidad y sinceridad de todos los miembros de los distintos partidos y también por su caballerosidad y compañerismo.

Si me he dedicado a tomar la palabra, es porque soy de los pocos que peinan canas en este Parlamento y siempre la voz de un individuo que ya se aleja de la vida, parece que está llamada a serenar la contienda.

Ahora bien, entrando al terreno en que está la discusión, ya lo han dicho varios oradores: la razón fundamental que debe esgrimirse en contra de la proposición del señor diputado Vidal Díaz Muñoz, es la razón legal. La Cámara no tiene facultades para nombrar esa clase de comisiones y si las ha nombrado en otra vez, es porque se ha salido de su carril constitucional. En un régimen de Derecho, el Derecho es la norma y no la pasión. La Constitución no permite a la Cámara de

Diputados estar nombrando comisiones para investigar estos hechos. Pero más aún, yo me opongo porque la comisión quedaría en el más absoluto ridículo y voy a demostrarlo: se nombra la comisión para que investigue los actos del Procurador, para que vea si éste ha obrado parcialmente o no. Va la comisión a la Procuraduría. Yo no se lo que hará el Procurador; pero si yo fuera el Procurador le diría a la comisión: ¿con qué facultades vienen ustedes a examinar un proceso? ¿Son ustedes parte en el proceso? No señor. Entonces ¿quién los ha autorizado a ustedes para venir a estudiar las constancias secretas de un proceso? Y tendría razón el Procurador, y los diputados tendrían que irse a la calle, a no ser que recurrieran a una violencia, como la de sacar los papeles del cajón o del archivo en donde los tuviera la Procuraduría, porque el Procurador está en su perfecto derecho para rechazar toda intervención ajena en una causa judicial, toda intervención de personas que no sean parte, porque la ley no les da esa parte; y entonces quedaría en ridículo la comisión; si las autoridades conocen sus derechos o facultades, la comisión queda en evidencia. Para ilustrar el tema, supongamos que el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la nación está trabajando en la 3a. sala para que no se conceda un amparo, cosa indebida porque él no tiene que intervenir, pero con su influencia como Presidente de la Corte y su amistad con los demás ministros va a intervenir para ejercer influencias sobre los mismos para que no se conceda determinado amparo. Viene el quejoso aquí, por voz de un diputado, puesto que directamente aquél no podría hablar aquí, y pide que la Cámara nombre una comisión para que investigue si el Presidente de la Corte está obrando o no dentro de sus facultades, ¿a dónde vamos a dar? Y lo mismo se puede decir del señor Presidente de la República, supongamos que está en acuerdo con un secretario de Estado y que en contra de la ley se sabe que va a dar una disposición arbitraria o anticonstitucional. Entonces viene aquí un individuo de los que van a ser atacados por esa disposición, pongamos por caso de impuestos a la industria textil; viene aquí, y entonces pide que se nombre una comisión que vaya a investigar por qué el Presidente de la República va a expedir una ley que perjudica a la industria textil. Señores, ¿pero es posible que quepa en cabeza humana, en cabeza legisladora, llevar a este grado a la representación nacional, de evidencia y de ridículo? Yo puedo hablar en estos términos, porque jamás en la Cámara, en la XXVI Legislatura se aprobó una comisión investigadora de ningún hecho. Nosotros, cuando teníamos alguna cuestión con alguna dependencia del Gobierno, teníamos el derecho que da el reglamento de llamar al secretario de Estado, en representación del Ejecutivo, para interpelarlo, y al mismo Presidente de la República, en los casos extraordinariamente serios de faltas a las garantías generales de la nación, de ataques a la calma del país, etc. y así lo hacíamos, y aquí en esta tribuna fueron interpelados casi todos los ministros que gobernaban al país en ese tiempo; pero nunca se trató de nombrar una comisión para ir a saber si la policía en un caso determinado entró por la puerta principal o por la puerta falsa a investigar algunos hechos, ni cabría ahora investigar si el señor coronel Serrano fue a decir entren por aquí o por acá, porque eso no es función del Poder Legislativo ni de la Cámara que, repito, es muy respetable y yo deseo que lo siga siendo. (Aplausos nutridos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Alfonso G. Calderón.

El C. Calderón Alfonso G.: Señores diputados: No tenía la intención de intervenir en este debate, pero como el señor diputado Vidal Díaz Muñoz, para hacer una petición de que se nombre una comisión para que investigue si se obró o no a tiempo por parte de la policía y con consigna de quién, plantea ante nosotros el conflicto interno del Sindicato Ferrocarrilero y de paso hace determinadas declaraciones muy fuertes, en contra del régimen, de determinados funcionarios, y con pose demagógica y de exhibicionismo como acostumbra, se presenta como redentor de los trabajadores, enfilando en la acción obrera de México por el lado de la izquierda.

Compañeros diputados: Soy un modesto trabajador de la industria azucarera. Cuando Díaz Muñoz interviene en esta forma, planteando infundadamente un problema, cunde en nosotros el descontento general. En nombre de la clase trabajadora de la industria azucarera a la cual pertenezco, porque yo sí soy trabajador auténtico y como tal acostumbrado a compulsar situaciones buenas y malas en mi organismo sindical, manifiesto que nuestro sindicato en una ocasión tuvo el mismo problema que compulsa ahora el Sindicato Ferrocarrilero y no necesitamos de la intervención de nadie para depurar nuestras filas, porque sabíamos perfectamente que teníamos el consentimiento mayoritario de los trabajadores para apartar del seno de nuestro sindicato a aquellas gentes que habían actuado demagógicamente, vendiendo nuestros problemas y robando a la organización. En aquel movimiento de depuración nuestro, yo quiero preguntar a Vidal Díaz Muñoz ¿quién fue el primero en salir de nuestro sindicato? Fue él, a usted lo expulsamos. ¿Por qué? porque los trabajadores estamos convencidos de que solamente los trabajadores auténticos pueden dirigir la organización.

Díaz Muñoz, se presenta como amigo del señor licenciado Alemán y lo ataca; se presenta como amigo sincero del señor coronel Carlos I. Serrano y lo ataca también. Realmente, el señor Presidente de la República sí hace honor a la poca amistad que puede tener con usted, porque si no fuera eso, usted en lugar de ocupar la curul que actualmente ocupa en esta Cámara, estaría en la cárcel por el desfalco que dejó en la Cooperativa de San Francisco Naranjal.

Es una desgracia que lo orillen a uno a plantear en la tribuna de la Cámara, situaciones de carácter personal; pero como soy obrero y fui uno de los que estuvieron bajo el yugo de esta clase de gente, también participé en su expulsión. No es la

primera vez que Díaz Muñoz hace su testamento y, por consecuencia, lega su fortuna; tuvo el cinismo de actuar en la región de Los Mochis, tratando de desorientar a la organización que represento, y como en una ocasión yo había mencionado sus negocios y sus riquezas, también públicamente me declaró su heredero universal. Desde ese día he tenido mayor facilidad de vida por la fortuna de él.

Señores diputados: Realmente es para mí una oportunidad hacer declaraciones públicas de esta naturaleza. Yo respeto en todo lo que vale la exhortación hecha por el señor diputado Elorduy; pero es que nosotros estamos cansados ya de esta clase de actitudes perversas y demagógicas. La desorganización actualmente impera en el seno de las organizaciones obreras y con estas discusiones de carácter personal, no se hace más que desorientar a la opinión pública de México.

Al hacer la depuración de los malos elementos en fuertes organismos sindicales aquéllos han encontrado su tabla de salvación en una organización ficticia, la llamada Alianza de Obreros y Campesinos; y no por el hecho de haber encontrado ese reducto, son más revolucionarios que nosotros. Nos llaman privilegiados del régimen. Es mentira y completa demagogia; ellos, con esa actitud, cometen un abuso de las libertades que disfrutamos en México: Nosotros los trabajadores auténticos, sabemos concretamente donde está nuestro lugar de acción y sabemos que tenemos mucho tiempo y camino por recorrer todavía.

Vidal está en decadencia en todos los aspectos de su vida. En la Federación Cañera constituída hace unos días en el Palacio de Bellas Artes, expresó por el cinismo y altanería que le caracteriza, que los primeros pasos de esa organización serían por la reconquista del Sindicato Azucarero. ¡Ni en sueños señor Vidal! Allí hay hombres honestos y trabajadores. Su honestidad la manifiestan, regresando a su trabajo, después de cada encargo social o político. Yo llegué a la representación nacional del sindicato, terminé mi cargo y volví a mi trabajo, en la misma forma lo haré al concluir mi representación en esta Cámara, regresando a empuñar nuevamente el martillo y las pinzas. ¿Por qué? Porque esa ha sido mi ideología, porque en esa forma actuamos los trabajadores honestos, no los vividores como usted.

Con todo mi coraje de trabajador intervengo por el procedimiento y abuso que ha tenido Díaz Muñoz en esta Cámara. Que sirva esta oportunidad para clasificar a las gentes. Nosotros los trabajadores azucareros, somos sinceros colaboradores del señor Presidente y su régimen. ¿Por qué? No por servilismo sino por que ha sabido atender los problemas de la industria azucarera y muy principalmente los que aquejan a los obreros y campesinos; por eso nos llamamos sus amigos. Obramos con un sentido honesto y una verticalidad a toda prueba y, por lo mismo, el Sindicato Azucarero tiene cerradas las puertas a los Vidal Díaz Muñoz. México atraviesa por unos momentos de transición difíciles, y en vez de que discutiéramos aquí los verdaderos problemas que agobian a nuestro país como es la preocupación del señor Presidente, descendemos a esta clase de discusiones inútiles, manifestando una irresponsabilidad política.

Yo me opongo terminantemente a que se nombre la comisión que solicita Vidal Díaz Muñoz para que haga esa investigación. Creo que se ha aprovechado esta oportunidad de plantear este problema para insultar al régimen. Si nosotros consintiéramos en la designación de esa comisión y ésta dictaminara en su contra, tendrían ellos un motivo fundamental para atacar de una manera decidida al Gobierno. Pero no les vamos a hacer el juego; intervendremos cada quien en la forma que consideremos más viable para contrarrestar las actitudes dolosas de los falsos redentores del proletariado, y que esta discusión sea para nosotros el aviso de cómo van a actuar en el resto del período las gentes del Partido Popular, contrarrestando los puntos de vista dados por los sectores revolucionarios para encontrar resolución a los problemas nacionales. Les agradecemos, por esa parte, su actitud porque nos dan la claridad de alerta para defender las instituciones de nuestro país, que tanta sangre han costado.

Como trabajador azucarero, le aclaro a Vidal Díaz Muñoz que es muy difícil en la vida, actuar con dualidad de representación. Díaz Muñoz no es trabajador sino patrón. No tiene ningún derecho ni facultad para representar a los trabajadores de México. Si ha encontrado abrigo en una ficticia central obrera y en un ambiguo partido político, es porque fue expulsado vergonzosamente del Sindicato Azucarero, de la Confederación de Trabajadores de México y del Partido Revolucionario Institucional.

No quiero hacer una defensa completa de mi central obrera, pero sí quiero que ustedes, compañeros diputados, nos conceptúen, a nosotros los diputados del sector obrero, afiliados a la C. T. M., como obreros sinceros que con toda voluntad y tenacidad defenderemos los principios de la Revolución mexicana que son la preocupación de nuestro Gobierno.

Muchas gracias. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Amilpa.

El C. Amilpa Fernando: Señores diputados: hace unos cuantos momentos me encontraba en mi oficina despachando los asuntos de la Secretaría General de la Confederación de Trabajadores de México que me honro en presidir, cuando alguien me avisó que en la Cámara estaba realizándose un cálido debate marginado por el estruendoso aplauso de galerías que seguramente interesadas profundamente por el palpitar de esta Legislatura, frente a la contemplación de los problemas nacionales, se habían dado cita para concurrir a algo que posiblemente pensaron constituiría una de las asambleas más memorables que pudieran presenciar en su vida, porque un señor diputado de acero, fuerte como el roble y negro como el ébano, había levantado en la tribuna de la Cámara la

palabra indignada de las gentes llamadas o que se sienten llamadas a ser los pregoneros del ideal de los proletarios ultrajados vilmente por la policía del Distrito Federal, por acontecimientos que si ocurrieron en el seno del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros, no son precisamente del interés de la Confederación de Trabajadores de México.

Y fue la noticia recibida la que me indujo a hacer acto de presencia en esta tribuna, porque consideré un deber venir a sumarme a mis compañeros de representación, para correr la misma suerte, cualquiera que ella fuera, y para contestar, como saben contestar los hombres, a quien está acostumbrado a insultar cobardemente.

Lamento que la ordinariez del señor diputado Vidal Díaz Muñoz, a una interpelación mía, contestó con palabras de horizontal barata y no me haya dado oportunidad de fincar un discurso como el que yo deseaba pronunciar en réplica a sus viejas imputaciones y señalamientos a sus insinuaciones, cuando él se refería a los diputados de izquierda, de quienes decía que no defienden la autonomía sindical y acusaba a los diputados cetemistas, a los diputados de izquierda, de que toleraran que personas extrañas al movimiento obrero jefaturarán ese movimiento sin ningún derecho. Lo lamento, porque ésto me hubiera dado la oportunidad de sentar aquí ideas, explicaciones que pudieran, para la satisfacción de esta honorable Cámara y para la satisfacción del movimiento obrero del país, comprobar cómo a los que nos ha tocado en suerte abanderar los ideales de la Confederación de Trabajos de México en esta etapa de su vida, nos cabe el honor y la satisfacción de mantener muy en alto esos ideales y luchar por la defensa de las más preciadas conquistas del proletariado de nuestro país; pero no se me ha dado esta oportunidad.

Por esa razón, me veo casi impedido de poder fincar el tema, como contestación a las insinuaciones veladas que se hacen, atribuyéndonos tales o cuales actitudes para arrancar aplausos de las galerías, y para repartirnos el aprecio de ustedes que tanto necesitamos para estimular las actividades que realizamos en defensa de la clase obrera del país.

Quiero, simplemente, expresar lo siguiente: para satisfacción de la clase obrera de nuestro país y de esta Cámara, en la Confederación de Trabajadores de México no prevalece la idea de renunciar a la lucha por la defensa de la autonomía sindical, porque nosotros no confundimos la autonomía sindical con un fuero que pueda otorgarse a los representantes sindicales, que los ponga al margen, de tal manera que en sus traiciones a la clase obrera, estén muy fuera del alcance de las autoridades del país. No pugnamos por la existencia de un fuero que conserve la personalidad de pillos como los que han defraudado los fondos del Sindicato de Ferrocarrileros o de cualquier otro sindicato; pretendemos que la vida de las organizaciones obreras se desenvuelva dentro de cauces de absoluto respeto, por parte del Estado, en lo que concierne al desarrollo de su vida autónoma, de su régimen interno; pero no pretendemos crear privilegios para nadie que pueda haber llegado, por fuerza de las circunstancias o por suerte, a presidir los destinos de las organizaciones obreras que formen los trabajadores de México. Quiero expresar, además, si la insinuación fue para nosotros, que la C. T. M. no acepta la jefatura de nadie que no tenga el derecho de imponérsela, y en la C. T. M., integrada por trabajadores mexicanos, no hay más pensamiento ni más voluntad ni más resolución que la del proletariado mexicano. Precisamente por mantenernos en esta situación, estamos luchando contra la deslealtad que significa el propósito de desviar al movimiento obrero de México, de sus verdaderos cauces de responsabilidades históricas; precisamente por eso, nos vemos combatidos por personas a las que faltándoles razón y justicia y faltándoles también méritos suficientes para poder en un momento dado contar con esa opinión de los trabajadores, recurren a los políticos que hoy condenan. Si alguien es responsable de que el coronel Serrano pudiera acariciar una ilusión de tener algún ascendiente sobre las clases obreras del país, es el maestro de usted y de ustedes también, es el señor Vicente Lombardo Toledano, y a usted mismo voy a recordarle un hecho que es muy reciente: en vísperas de que Vicente Lombardo Toledano cometiera el desacato de desatender un llamado del tercer Consejo Nacional de la C. T. M. para que fuera a rendir cuentas de sus andanzas por Bulgaria y Yugoeslavia, a donde había ido sin autorización del Comité Ejecutivo de la C. T. M., usted fue quien pidió al señor Presidente de la República que se me llamara, a mí, con el objeto de ver si era posible que no se rompieran las hostilidades, que no llegara la sangre al río; y fue debido a esa gestión de usted como el coronel Serrano nos invitó a su despacho donde expresó usted plañideramente que lo único que deseaba era que no hubiera un rompimiento de tal naturaleza que hiciera imposible la convivencia de los elementos de izquierda en el seno de la Confederación; y usted también quería arrancar de mi parte la conformidad de que las cosas no se llevarían más allá de donde lo permitieran las circunstancias para impedir que se rompiera la unidad del movimiento obrero, de esa unidad que ha servido de muletilla y estribillo a todos los aventureros que se han enquistado en las filas del movimiento obrero. Usted no iba en defensa de la unidad del proletariado sino a cumplir una consigna que se le había dado con objeto de ver si era posible evitar la bancarrota de Lombardo Toledano. Lo único que quisiera es que no olvidara - me dijo - que alguna vez hemos sido amigos; y a pesar de lo que usted diga, le dije que Lombardo Toledano tendría toda clase de consideraciones y lo hice a usted depositario de esa promesa; pero a los cuantos días usted despotricaba y tan lenguaraz y leguleyo como siempre, usted me llamaba en Veracruz un cobarde; y ahora, he venido más que a nada, a demostrarle a usted, donde estamos de hombre a hombre, donde usted no puede hacer uso de sus pistoleros, que soy más hombre que usted, que no le tengo miedo

y que no soy un cobarde. Adelante, más adelante, al bajarme de esta tribuna usted puede demostrarme si tengo o no, y lo invito a que lo haga, el valor suficiente para colocarme en el terreno de los hombres.

Hace mucho tiempo estaba esperando esta oportunidad, no estamos amparados por la campaña de intriga; no estamos amparados por la pluma vendida que forja desprecios para nosotros y que nos acusa de actitudes en una forma convenenciera y mentirosa. Están aquí hombres observándonos y pueden ver y comprobar lo que yo diga en esta tribuna al enfrentarme a usted. Estoy aquí, precisamente para decir a usted, es decir, para desmentir a usted lo que dijo en el Congreso de Veracruz en el sentido de que yo no iba porque era un cobarde. Por eso he venido para desenmascararlo ante mis compañeros, pues sólo de hombre a hombre es la forma como puede desenmascararse a los que se dicen que son hombres y que no lo son y a los que dicen que son dirigentes obreros y son farsantes como usted. Por esa razón me siento cohibido para encauzar el debate en otro terreno, quedando una reserva de pasión que no ha podido descartarse; pero a pesar de esta reserva de pasión y a pesar de los momentos duros para la organización, nosotros hemos considerado que no obstante de ser débiles, nunca hemos recurrido a la ayuda de nadie para resolver nuestros problemas; hemos contado con nuestras propias fuerzas y con las de nuestros amigos muy estimables que han sabido comprender que en nuestra causa y patriotismo, hay sobre todo lealtad y que de ninguna manera deseamos servir a ninguna nación que no sea México.

De manera que usted es responsable, pues si alguien insinuara al coronel Serrano que jefaturará el movimiento obrero, usted y Lombardo, mejor dicho, son los responsables; y voy a referir este hecho: estando yo precisamente en el Senado de la República, un empleado del coronel Serrano, delante de mí y de muchos señores senadores, llegó a decirle: el señor licenciado Lombardo Toledano quiere hablar con usted por teléfono, y entonces el coronel Serrano le dijo: dígale usted al licenciado que cuando guste, estoy en el Senado de la República. ¿Qué culpa tiene el coronel Serrano de que se le ande buscando por este señor que tanto alardea de que no necesita del Gobierno ni de los hombres del Gobierno, y de que la política, en su Partido Popular, debe ser una política despojada de toda influencia del régimen y de sus políticos ladrones, en cuya forma no se cansa de decirlo?

Vean ustedes cómo se deforma la verdad de los hechos. ¿Para qué creen ustedes que quería el licenciado Lombardo al Coronel Serrano, el licenciado Lombardo que no puede estar sin su central obrera? ¿Para qué puede quererlo? ¿Para qué le diga cómo se hizo el subterráneo del Río Hudson? Pues indudablemente que no. Lo que quería ver si era posible que por medio de su amistad, que por medio de su influencia, que por medio de su poder, pudiera lograr tantas cosas a las cuales se ha propuesto llegar, sin perjuicio naturalmente de lo que dijo el licenciado Anguiano y otros compañeros, de que este señor licenciado Lombardo Toledano no puede ver al asqueroso coronel Serrano.

Es la mentira, es la insidia y es la intriga lo que ha hablado por boca del señor Vidal Díaz Muñoz. ¡Qué le van a preocupar los intereses de los ferrocarrileros, si no le han preocupado los intereses de los pobres azucareros, muertos muchas veces de hambre, exhaustos por el clima y por la tuberculosis, que han tenido la desgracia de contemplar una a una todas las actitudes que usted ha realizado de apostasía y que le han llevado a defraudar la confianza de ellos. No tiene usted tiempo, dice. Cómo le va a alcanzar si apenas tiene tiempo para contar los árboles que ha desmontado en la región de Jalapa. Cómo va a tener tiempo para contestar la interpelación que yo le quería hacer. La interpelación era para probar a usted que soy más hombre que usted. Para eso era la interpelación, no para otra cosa. Yo tenía la necesidad de expresar estos conceptos, para impedir que mi silencio se capitalice en diversas formas; ya he venido a expresar eso, para que se ponga en evidencia la falta de razón de este señor diputado por, haber traído una proposición tan descabellada como la que ha presentado. Pero no debemos extrañarnos de él, además de su irresponsabilidad ya crónica, carga hoy con el ambiente de las gentes en cuyo medio actúa y se desenvuelve. Y para esas gentes el parlamento es algo que no es digno de respeto y, por eso, no tiene inconveniente en pedir a ustedes que se convierta la tribuna de la Cámara en un barandal de una de tantas comisarías. Eso es lo que ha pretendido: colocar a la Cámara en una situación deprimente, porque es absolutamente necesario restar gente, restar valor moral y político a la actuación de esta Legislatura con objeto de que puedan ellos llevar la desesperanza al corazón de los trabajadores que esperan que de aquí salgan las leyes y las garantías que necesitan para la defensa de su pan y de su trabajo; hacer de la tribuna de la Cámara la barandilla de una comisaría, esto es indigno por todos los conceptos. Por otra parte, en el fondo de esto hay lo que decía el compañero Santoyo: es una finta que se realiza con objeto de ver si es posible dividir al Poder Legislativo en dos bandos, aprovechándose de cualquier circunstancia; se ha pretendido arrancar a la Cámara una actitud que puede ser desfavorable al coronel Serrano y que pueda traer, como consecuencia, un desajuste en las magníficas relaciones que existen entre Cámara y Cámara. Por esa razón debemos rechazar la proposición que aquí se ha presentado. Además, también debemos tener en consideración que ésta ha sido una treta empleada en contra de todos los hombres que se niegan a servir consignas del extranjero, al usar en su provecho al Poder Legislativo. Existe también el propósito de cerrarle la puerta al Procurador de Justicia de la República y al señor Procurador del Distrito Federal, con objeto de que no pueda hacerse luz en todo lo negro que hay en los malos manejos de los fondos del Sindicato de Ferrocarrileros. Y, ¿quién más, si no el señor diputado Vega y los diputados que representamos a los trabajadores? Creo que no debe hacerse

alarde de una independencia absoluta de criterio cuando la justicia trata de poner en claro la verdad. ¿Por qué nos vamos a hacer cómplices de gentes que merecen la sanción de los tribunales y la censura del pueblo? ¿Por qué cerrar el paso y pretender con esta Asamblea quebrantar el propósito resuelto del Procurador, de llevar la investigación a su fin? Porque en el fondo eso también se ha pretendido.

Yo considero que un voto en contra de esta proposición servirá para afirmar al señor Procurador en su propósito de intervenir en la vida de ese Sindicato; mejor dicho, en los malos manejos del patrimonio confiado a manos dirigentes, lo mismo se trate del Sindicato de Ferrocarrileros, que de cualquier otro. No creamos ninguna reserva para nadie, estamos empeñados como el que más, en que la depuración en las filas del movimiento obrero se realice. ¿Quién va a creer en nuestra sinceridad cuando se nombrara la comisión que investigara lo que ya una autoridad competente está practicando; si nosotros salimos al paso, pretendiendo que no se lleve adelante esa investigación? Es natural que quien tiene interés en que estas cosas permanezcan ocultas, venga a hacer esta clase de maniobras; pero quienes no tienen porqué hacer esto, solidarizarse con esos malos manejos, tiene que rechazar la petición que se ha hecho en este recinto. Así, pues, señores diputados ruego a ustedes que con su voto en contra rechacen la proposición y den una oportunidad más al movimiento obrero de contemplar cómo desde la representación nacional se vigila y se lucha porque el manejo de los dirigentes obreros sea claro como la luz del sol, para que los sinvergüenzas vayan a ocupar en el presidio el lugar que les corresponde. (Aplausos).

- El mismo C. Secretario: En votación económica se pregunta a los ciudadanos diputados si toman en consideración o no la proposición del ciudadano diputado Vidal Díaz Muñoz . Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. No se toma en consideración.

- El C. Presidente (a las 16.20 horas): Se levanta la sesión y se cita para el miércoles próximo, a las once horas.