Legislatura XLVI - Año III - Período Ordinario - Fecha 19660907 - Número de Diario 4

(L46A3P1oN004F19660907.xml)Núm. Diario:4

ENCABEZADO

MÉXICO, D.F., MIÉRCOLES 7 DE SEPTIEMBRE DE 1966

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración local de Correos el 21 de septiembre de 1931

AÑO III.- PERIODO ORDINARIO

XLVI LEGISLATURA

TOMO I.- NÚMERO 4

SESIÓN

DE LA

H. CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DIA 7

DE SEPTIEMBRE DE 1966

SUMARIO

I. Se abre la sesión. Lectura de la orden del día. Se lee y aprueba el acta de la sesión anterior.

II. Se designan comisiones para visitar a los CC. diputados Salvador Rodríguez Leija, Felipe Gómez Mont y Fernando González Piñón, que se encuentran enfermos.

III. Invitación a la dirección general de Acción Social, del Departamento del Distrito Federal, a la ceremonia que, para conmemorar el CXIX Aniversario de la Acción de Armas del " Molino del Rey y Casa Mata", se efectuará el día 8 del presente en la Loma del Molino del Rey. Se designa Comisión.

IV. Circulares de legislaturas de los Estados: Aguascalientes y Jalisco, comunicando la apertura del período extraordinario de sesiones y la designación de sus respectivas mesas directivas, y México, la instalación de su XLIII Legislatura. De enterado.

V. Invitaciones de las legislaturas de los Estados de Guanajuato y Querétaro a las sesiones solemnes que tendrán verificativo los días 15 y 16 del presente, respectivamente, y en las que los CC. gobernadores de los mismos rendirán su informe de gobierno. Se designan las correspondientes comisiones.

VI. Invitación del gobierno del Estado de Veracruz y de diversas organizaciones, a la ceremonia que, para conmemorar el VI Aniversario luctuoso del general Adalberto Tejeda, se efectuará el día 8 del presente ante su tumba, en el Panteón Francés, de esta ciudad. Se designa Comisión.

VII. Se turna a Comisión las solicitudes de jubilación de los CC. María de la Luz Perriel Calderón, Froylán Carreto Lobato, Jorge Estrada Peralta, Cayetano Flores Márquez, Manuel Gómez Hernández, Eustolia Pérez Aguirre, Carmen Salgado Rodríguez, Alfonso Vázquez, María de la Luz Domínguez, Juana Nava Godínez, Rebeca Castañeda Rivera, Elyda de la Llave Tejedor y Ramón Navarrete, empleados de esta H. Cámara de Diputados.

VIII. Análisis del Segundo Informe de Gobierno del C. Presidente de la República, licenciado Gustavo Díaz Ordaz, por los CC. diputados Juan Barragán Rodríguez (del PARM), Vicente Lombardo Toledano (del PPS), Adolfo Christlieb Ibarrola (del PAN), que presenta, además, una proposición para crear patrimonios para la enseñanza superior y pide se invite al Senado de la República a que haga lo propio, y Enrique Ramírez y Ramírez (del PRI).La presidencia turna a las comisiones 1a. y 2a. de Educación la proposición del C. diputado Christlieb Ibarrola.

IX. Primera lectura al dictamen, con proyecto de decreto, que concede permiso al C. Rogelio de la Selva para prestar servicios en la Embajada de la República de China.

DEBATE

Presidencia de la

C. LUZ MA. ZALETA DE ELSNER

(Asistencia de 145 ciudadanos diputados. )

I

- La C. Presidenta (a las 12:30 horas): Se abre la sesión.

- El C. secretario Gámiz Fernández, Everardo:

" Tercer período ordinario de sesiones.

Cámara de Diputados.

Orden del día.

7 de septiembre de 1966.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Invitación del Departamento del Distrito Federal a la guardia de honor que, en ocasión del CXIX Aniversario de la Acción de Armas del 'Molino del Rey y Casa Mata', se llevará a cabo el jueves 8 del actual frente al monumento erigido en la Loma del Molino del Rey.

Circulares de legislaturas locales: La XLVI Legislatura del Estado Libre y Soberano de Guanajuato invita a esta H. Cámara de Diputados a la sesión solemne que, a las 11 horas del día 15 de los corrientes, se efectuará en la capital del Estado, y en la cual el C. Juan José Torres Landa, gobernador de la Entidad, rendirá su quinto informe de Gobierno.

La Legislatura del Estado de Querétaro invita a la ceremonia que tendrá lugar el día 16 de los corrientes y en la cual rendirá su informe el gobernador de la Entidad. Invitación del gobierno del Estado, y diversas organizaciones de Veracruz, a la ceremonia que, con ocasión del VI Aniversario luctuoso del C. Adalberto Tejeda, tendrá lugar a las 11 horas del día de mañana 8 de los corrientes ante su monumento, en el Panteón Francés.

Solicitudes de jubilación de los CC. María de la Luz Berriel, Froylán Carreto Lobato, Jorge Estrada Peralta, Cayetano Flores Márquez, Manuel Gómez Hernández, Eustolia Pérez Aguirre, Carmen Salgado Rodríguez, Alfonso Vázquez, María de la Luz Domínguez, Juan Nava Godínez, Rebeca Castañeda Ribera, Elyda de la Llave Tejedor y Ramón Navarrete, empleados de esta Cámara.

Dictamen de la Comisión de Relaciones Exteriores, con proyecto de decreto, que concede permiso al C. Rogelio de la Selva para prestar servicios en la embajada de la República de China."

" Acta de la sesión efectuada por la H. Cámara de Diputados del XLVI Congreso de la Unión, el día dos de septiembre de mil novecientos sesenta y seis. Presidencia de la C. Luz María Zaleta de Elsner. En la ciudad de México, a las doce horas y cuarenta minutos, del viernes dos de septiembre de mil novecientos sesenta y seis, se abre la sesión con asistencia de ciento sesenta y siete ciudadanos diputados, según consta en la lista que previamente pasa la Secretaría.

Lectura de la Orden del Día.

Aprobación, sin debate, del acta de la sesión anterior, celebrada el día primero de los corrientes.

Se da cuenta con los documentos en cartera:

El C. licenciado Antonio Ortiz Mena, secretario de Hacienda y Crédito Público remite, para los efectos de la fracción I, del artículo 65 constitucional, oficio al que se acompañan doscientos treinta y dos estados que resumen la Cuenta de la Hacienda Pública Federal, relativa al ejercicio fiscal de 1965.

Recibo, y a la Comisión de Presupuesto y Cuenta.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público envía oficio, anexando Treinta y un estados que resumen la Cuenta de la Hacienda Pública del Departamento del Distrito Federal, correspondiente al ejercito fiscal de 1965. Recibo, y a la Comisión de Presupuesto y Cuenta.

De conformidad con el artículo 93 de la Constitución Política de la República, las secretarías de Comunicaciones y Transportes, Obras Públicas y Trabajo y Previsión Social, remiten los informes de las labores desarrolladas durante el lapso comprendido del primero de septiembre de 1965 al 31 de agosto del corriente año. Recibo, y resérvense, en la Oficialía Mayor, para consulta de los CC. diputados. Córrase traslado a la H. Cámara de Senadores.

Invitación de la Legislatura del Estado de México para asistir a la sesión solemne en la cual, el C. licenciado Juan Fernández Albarrán, gobernador de la Entidad, rendirá, el tercer informe de sus labores administrativas, acto que tendrá lugar el día 5 de los corrientes en la ciudad de Toluca.

La Mesa Directiva designa en Comisión, para asistir a este acto, a los siguientes ciudadanos diputados: Guillermo Molina Reyes, Juan de Dios Osuna Pérez, Francisco Pérez Ríos, Enrique González Vargas, Mario Colín Sánchez, Jesús Moreno Jiménez, Raúl Legaspi Donis, José Chiquillo Juárez, Enedino Ramos Macedo, Abraham Aguilar Paniagua, Celia Gallardo González y Arturo Domínguez Paulín.

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 179 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General, los ciudadanos secretarios de la H. Comisión Permanente entregan el inventario de los asuntos que fueron reservados para conocimiento de esta honorable Cámara. Túrnese a las comisiones permanentes que reglamentariamente corresponde.

La Secretaría hace del conocimiento de la Asamblea, de acuerdo con la fracción VI, del artículo 25, del Reglamento Interior del Congreso, el estado que manifiesta el número de expedientes tramitados en el mes de diciembre de 1965 por las comisiones permanentes de la Cámara de Diputados de la actual Legislatura. Insértese en el Diario de los Debates.

El C. diputado licenciado Ángel Rodríguez Solórzano, solicita licencia para separarse de sus funciones como diputado federal por el primer distrito del Estado de Durango, en virtud de haber sido designado, por la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión, gobernador provisional por su Entidad. Recibo, y a la Comisión de Gobernación en turno.

Propuesta de la Gran Comisión de la Cámara de Diputados relativa a la integración de las comisiones reglamentarias para el tercer año de ejercicio de la actual legislatura. A discusión, no habiendo quien haga uso de la palabra la asamblea, en votación económica, aprueba la proposición.

A las trece horas y diez minutos se levanta la sesión y se cita para el miércoles siete de los corrientes, a las once horas."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica, se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

II

- El mismo C. Secretario:

De conformidad con el artículo 52, del Reglamento para el gobierno Interior del Congreso General, la Mesa Directiva ha designado las siguientes comisiones para visitar a los miembros de esta H. Cámara que se encuentran enfermos: C. diputado Salvador Rodríguez Leija, los CC. Rigoberto González Flores y Manuel Contreras Carrillo. C. diputado Felipe Gómez Mont, los CC. Arturo López Portillo y Francisco Quiroga Fernández. C. diputado Fernando González Piñón, los CC. Salvador Padilla Flores y Ramón Zentella Asencio.

Rogamos a los comisionados que, una vez realizado su cometido, en sesiones por venir, se sirvan informar a esta asamblea.

III - El C. secretario Calleja García, Juan Moisés: "Escudo Nacional.- Estados Unidos Mexicanos.- Poder Ejecutivo Federal.- Departamento del Distrito Federal. México D. F., a 2 de septiembre de 1966

Al C. Presidente de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

La Dirección General de Acción Social, del Departamento del Distrito Federal, invita a usted a la guardia de Honor, que tendrá lugar el jueves 8 del actual a las 11 horas, con motivo del CXIX Aniversario de la Acción de Armas del 'Molino del Rey y Casa Mata'; se llevará a cabo frente al monumento erigido a la memoria de los héroes de aquella histórica jornada, en la Loma del Molino del Rey.

Además de reiterar a usted a nuestra atenta súplica para contar con su presencia en este acto, me permito rogarle tenga a bien dictar sus respetables instrucciones, a quien corresponda, con objeto de que una Comisión, que represente a esa H. Cámara de Diputados, asista a la guardia de referencia y haga el depósito de una ofrenda floral.

Reitero a usted mi atenta y distinguida consideración.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

El C. Director General, licenciado Baltasar Dromundo."

Para asistir, con la representación de esta H. Cámara de Diputados, se designan en Comisión a los siguientes ciudadanos diputados: Antonio Martínez Manautou, Hilda Anderson Nevárez, Ramón Zentella Asencio, Marta Andrade de Del Rosal, Jorge Ricaud Rothiot, Roberto Guajardo Támez, Marciano González Villareal, y Secretario Juan Moisés Calleja García.

IV

- El C. mismo C. Secretario:

"Escudo Nacional.- Estados Unidos Mexicanos.- Poder Legislativo.-

Aguascalientes, Ags.- H. XLVI Legislatura.

Aguascalientes, Ags., 18 de agosto de 1966.

CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados México, D.F.

Tenemos el honor de comunicar a ustedes que la H. XLVI Legislatura del Estado abrió, hoy, el segundo periodo extraordinario de sus sesiones, correspondiente al primer año de su ejercicio Constitucional, habiendo quedado integrada su Mesa Directiva en la forma siguiente: presidente, Zenón Rodríguez García; vicepresidente, José Ma. Martínez Velasco; secretario, José Padilla Cambero, y prosecretario, Roberto Díaz Rodríguez.

Al participar a ustedes lo anterior les reiteramos las seguridades de nuestra consideración atenta y distinguida.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Diputado Presidente, Zenón Rodríguez García.- Diputado Secretario, José Padilla Cambero."

Trámite: De enterado.

"Escudo Nacional.- Estados Unidos Mexicanos.- Congreso del Estado Libre y Soberano.- Jalisco.

H. Congreso de la Unión. México, D.F.

Tenemos el honor de comunicar a ustedes que, el día de hoy, fue inaugurado el primer período extraordinario de sesiones del Congreso del Estado Libre y Soberano de Jalisco, correspondiente a su segundo año de ejercicio constitucional, quedando integrada su Mesa Directiva en la forma que sigue: presidente, Genaro Cornejo Cornejo; vicepresidente, José G. Mata; secretarios, Carlos González Guevara y Salvador Orozco Loreto, y prosecretarios, Francisco Chavira Rojas y José Martín Barba.

Lo que comunicamos a ustedes para su conocimiento, aprovechando la oportunidad para reiterarles las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Guadalajara, Jal., a 23 de agosto de 1966.-, D.S., Carlos González Guevara, D. S.,- Salvador Orozco Loreto, D.S."

Trámite: De enterado.

"Toluca, Méx. agosto 31 de 1966.

C. Presidente de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. México, D. F. Tenemos el honor de comunicar a Ud. que, con esta fecha, ha quedado legalmente instalada la H. Cuadragesimatercera Legislatura Constitucional del Estado de México. Atte. Dip. Presidente, Carlos Gómez Hernández. Dip. Srio. José Delgado Valle. Dip. Srio., Manuel Tellez Sánchez."

Trámite: De enterado.

V

- El mismo C. Secretario:

"La XLVI Legislatura del Estado tiene el honor de invitar a Ud (s.) a la sesión solemne que se efectuará en el Teatro Juárez, de esta Capital, el día 15 de los corrientes, a las 11:00 horas, en la cual el C. licenciado Juan José Torres Landa, gobernador Constitucional del Estado, rendirá su quinto informe de Gobierno. Guanajuato, Gto., septiembre de 1966."

Para asistir con la representación de esta H. Cámara de Diputados se designa, en Comisión, a los siguientes ciudadanos diputados: Guillermo Molina Reyes, Gilberto Balboa Escobar, Carlos Sánchez Dosal, Luis Dantón Rodríguez, Jesús Orta Guerrero, Manuel Aranda Torres, Domingo Camarena López, Juan Varela Mayorga, Vicente Salgado Páez, Luis H. Ducoing, Enrique Gómez Guerra, Ricardo Chaurand Concha y Antonio Vázquez Pérez.

El C. secretario Gámiz Fernández, Everardo: "La XLI Legislatura Constitucional del Estado Libre y Soberano de Querétaro tiene el honor de invitar a ustedes a la sesión solemne, que tendrá lugar en el palacio municipal de la ciudad de Jalpa, Qro., a las 7 horas del día 16 del actual, con motivo de la apertura del período ordinario de sesiones, correspondiente al tercer año de su ejercicio legal, y en cuyo

acto el C. ingeniero Manuel González Cosío, gobernador constitucional del Estado, rendirá el 5o. informe de su gestión administrativa.

Por la atención que se sirvan prestar a la presente les anticipamos las más cumplidas gracias.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Querétaro, Qro., Septiembre de 1966."

Para asistir, con la representación de esta H. Cámara de Diputados, se designa, en Comisión, a los siguientes ciudadanos diputados: Ricardo Covarrubias, Mario Hernández Posadas, Antonio Pliego Noyola y Arturo Domínguez Paulín.

VI

- El mismo C. Secretario:

"El Gobierno del Estado y la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de Veracruz, invita a Ud. a la ceremonia conmemorativa del VI Aniversario luctuoso del Sr. General e Ing. Adalberto Tejeda, que tendrá lugar a las 11:00 horas, del jueves 8 del próximo mes de septiembre, en el monumento levantado a su memoria en el Panteón Francés, de la Avenida Cuauhtémoc de esta ciudad.

México, Agosto de 1966."

Para asistir, con la representación de esta H. Cámara de Diputados, se designa, en Comisión, a los siguientes diputados: Fluvio Vista Altamirano, Tulio Hernández Gómez y Agustín González Alvarado.

VII

- El mismo C. Secretario:

"CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

María de la Luz Berriel Calderón, Subjefe del Departamento de Archivo e Inventarios de esta H. Cámara de Diputados, ante ustedes, con todo respeto, comparece y expone:

Que a partir del 1o. de septiembre de 1936 vengo presentando mis servicios, ininterrumpidamente, según lo compruebo con la certificación del C. Oficial Mayor y de la Dirección General de Administración, devengando actualmente un sueldo mensual de $3,183.91 (tres mil ciento ochenta y tres pesos noventa y un centavos).

De acuerdo con el artículo 3o., fracción III de la Ley de Jubilaciones para Funcionarios y Empleados del Poder Legislativo, vengo a solicitar mi jubilación voluntaria por 30 años de servicios.

Por lo antes expuesto, solicito de Uds., CC. Secretarios, se sirvan dar cuenta a la H. Cámara a fin de que se resuelva lo conducente.

Atentamente.

México, D.F., a 5 de septiembre de 1966.- María de la Luz Berriel Calderón." Trámite: A la Comisión de Hacienda en turno.

"CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

Froylán Carreto Lobato, en mi carácter de clasificador de la Biblioteca del Congreso, de esta H. Cámara de Diputados, ante ustedes, con todo respeto, expongo:

Que vengo a solicitar, por medio del presente escrito, mi jubilación voluntaria, apoyado el artículo 3o, fracción I, de la Ley de Jubilaciones para Empleados y Funcionarios del Poder Legislativo, para comprobar que he prestado mis servicios, ininterrumpidamente, desde el 1o. de enero de 1946, adjunto certificados del C. Oficial Mayor y de la Dirección General de Administración, devengando un sueldo de $ 1,975.56 (un mil novecientos setenta y cinco pesos cincuenta y seis centavos) mensuales.

Por lo expuesto a ustedes, CC. Secretarios, atentamente pido turnar a la Comisión correspondiente dicha jubilación.

México, D.F., a 5 de septiembre de 1966. Firma Ilegible."

Trámite: A la Comisión de Hacienda en turno.

"A los CC. Secretarios del H. Cámara de Diputados.- Presente.

Jorge Estrada Peralta, subdirector de la Imprenta de esta H. Cámara, ante ustedes, con todo respeto, comparezco a exponer:

Que vengo a solicitar, por medio del presente escrito, mi jubilación voluntaria, apoyado en la fracción III, del artículo 3o, de la Ley de Jubilaciones para Funcionarios y Empleados del Poder Legislativo.

Para comprobar que he prestado mis servicios desde el 1o. de septiembre de 1930 a la fecha, y el sueldo que actualmente devengo, acompaño certificaciones del C. Oficial Mayor y del Departamento de Administración, de esta H. Cámara de Diputados.

Por lo expuesto, a esta H. Cámara atentamente pido se sirva turnar a la Comisión de Hacienda respectiva, para que se tramite mi jubilación, en virtud de llenarse todos los requisitos de la fracción III, del Artículo 3o. de la Ley de Jubilaciones para Funcionarios y Empleados del Poder Legislativo.

Protesto mis respetos.

México, D.F., a 24 de agosto de 1966.- Jorge Estrada Peralta." Trámite: A la Comisión de Hacienda en Turno.

"CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

Cayetano Flores Márquez, subjefe de oficina, del Departamento de Secretaría, de la H. Cámara de Diputados, atentamente ruega a ustedes se sirvan dar cuenta a la Honorable Asamblea con la presente solicitud de jubilación, que formulo con fundamento en la fracción II, del artículo 3o. de la Ley de Jubilaciones para Empleados y Funcionarios del Poder Legislativo.

Manifiesto que, con fecha 1o. de febrero de 1941, ingresé como trabajador a la H. Cámara de Diputados, habiendo laborado, ininterrumpidamente, hasta la fecha sumando un total de más de veinticinco años de servicios, como lo compruebo con los documentos anexos.

Esperando se acuerde favorablemente esta solicitud, protesto lo necesario. México, D.F., a 3 de septiembre de 1966.- Firma ilegible."

Trámite: A la Comisión de Hacienda en turno.

"A los CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

Manuel Gómez Hernández, jefe de Sección Técnica especializado, del Directorio de la Imprenta, de esta H. Cámara, ante ustedes, con todo respeto, comparezco a exponer: Que vengo a solicitar, por medio del presente escrito, mi jubilación voluntaria, apoyado en la fracción III, del artículo 3o. de la Ley de Jubilaciones para Funcionarios y Empleados del Poder Legislativo.

Para comprobar que he presentado mis servicios desde el 14 de septiembre de 1935 a la fecha, y el sueldo que actualmente devengo, acompaño certificaciones del C. Oficial Mayor y del Departamento de Administración de esta H. Cámara de Diputados.

Por lo expuesto: a esta H. Cámara, atentamente pido se sirva turnar a la Comisión de Hacienda respectiva, para que se tramite mi jubilación, en virtud de llenarse todos los requisitos de la fracción III, del artículo 3o. de la ley de Jubilaciones para Funcionarios y Empleados del Poder Legislativo.

Protesto mis respetos.

México, D. F., a 2 de septiembre de 1966.- Manuel Gómez H."

Trámite: A la Comisión de Hacienda en turno.

"A los CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

Eustolia Pérez Aguirre, jefe del Departamento de Doblado, de la Imprenta de esta H. Cámara, ante ustedes, con todo respeto, comparezco a exponer:

Que vengo a solicitar, por medio del presente escrito, mi jubilación voluntaria, apoyada en la fracción III, del artículo 3o. de la Ley de Jubilaciones para Funcionarios y Empleados del Poder Legislativo.

Para comprobar que he prestado mis servicios desde el 1o. de diciembre de 1935 a la fecha, y el sueldo que actualmente devengo, acompaño certificaciones del C. Oficial Mayor y del Departamento de Administración de esta Cámara de Diputados.

Por lo expuesto, a esta H. Cámara, atentamente, pido se sirva turnar a la Comisión de Hacienda respectiva para que se tramite mi jubilación, en virtud de llenarse todos los requisitos de la fracción III, del artículo 3o, de la Ley de Jubilaciones para Funcionarios y Empleados del Poder Legislativo.

Protesto mis respetos.

México, D.F., a 24 de agosto de 1966.- Eustolia Pérez A."

Trámite: A la Comisión de Hacienda en turno.

"A los CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

Carmen Salgado Rodríguez, oficial primero del Departamento de Estadística de esta H.

Cámara de Diputados, ante ustedes, con todo respeto, comparece y expone:

Que a partir del 1o. de noviembre de 1936 vengo presentando mis servicios, ininterrumpidamente, según lo compruebo con la certificación del C. Oficial Mayor y de la Dirección General de Administración, devengando actualmente un sueldo mensual de: $ 2,420.85 (dos mil cuatrocientos veinte pesos, ochenta y cinco centavos).

De acuerdo con el artículo 3o. fracción III, de la Ley de Jubilaciones para Funcionarios y Empleados del Poder Legislativo, vengo a solicitar mi jubilación voluntaria por treinta años de servicio.

Por lo antes expuesto solicito a ustedes, CC. Secretarios, se me conceda dicha jubilación, turnándose a la Comisión correspondiente.

Atentamente.

México, D.F., 5 de septiembre de 1966.- Carmen Salgado Rodríguez."

Trámite: A la Comisión de Hacienda en turno.

"A los CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

Alfonso Vázquez, jefe de Sección Técnica Especializada, en la imprenta de esta H. Cámara, ante ustedes, con todo respeto, comparezco a exponer:

Que vengo a solicitar, por medio del presente escrito mi jubilación voluntaria, apoyado en la fracción III, del artículo 3o. de la Ley de Jubilaciones para Funcionarios y Empleados del Poder Legislativo.

Para comprobar que he prestado mis servicios desde el 1o. de enero de 1935 a la fecha, y el sueldo que actualmente devengo, acompaño certificaciones del C. Oficial Mayor del Departamento de Administración de esta H. Cámara de Diputados.

Por lo expuesto, a esta H. Cámara, atentamente pido se sirva turnar a la Comisión de Hacienda respectiva para que se tramite mi jubilación, en virtud de llenarse todos los requisitos de la Fracción III, del artículo 3o. de la Ley de Jubilaciones para Funcionarios y Empleados del Poder legislativo.

Protesto mis respetos.

México, D.F., a 2 de septiembre de 1966.- Firma ílegible."

Trámite: A la Comisión de Hacienda en turno.

"A los CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. - Presente.

María de la Luz Domínguez, jefe del Departamento de Correspondencia, de la H. Cámara de Diputados, ante ustedes comparezco y expongo:

Que, desde el 16 de septiembre de 1928, vengo presentando mis servicios ininterrumpidos y efectivos al Poder Legislativo y hace veinte años, en 1946, se me nombró jefe del Departamento de Correspondencia, según se comprobará con mi expediente que obra en la Oficialía Mayor, por lo que ruego a ustedes, de la manera más atenta y respetuosa, concederme la jubilación voluntaria que otorga la Ley de Jubilaciones a los Funcionarios y Empleados del Poder Legislativo, en su artículo 3o, fracción III, con el sueldo que tiene asignada la categoría que actualmente desempeño. Total de servicios: 37 años 11 meses, 20 días.

Por lo anteriormente expuesto ruego a ustedes, CC. Secretarios, acordar de conformidad mi petición.

Atentamente.

México, D.F., a 6 de agosto de 1966.- María de la Luz Domínguez."

A la Comisión de Hacienda en turno.

"CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

Juan Nava Godínez, jefe de taller eléctrico de la Imprenta de esta H. Cámara de Diputados, ante ustedes, con todo respeto, comparece y expone:

Que, con fecha 1o. de enero del año de 1936, vengo prestando mis servicios, ininterrumpidamente, según lo compruebo con la certificación del C. Oficial Mayor y de la Dirección General de Administración, devengado actualmente un sueldo de $ 3,093.04 (Tres mil noventa y tres pesos cuatro centavos) mensualmente.

De acuerdo con el artículo 3o. fracción III, de la Ley de Jubilaciones para Funcionarios y Empleados del Poder Legislativo, vengo a solicitar mi jubilación voluntaria por 30 años de servicios.

Por lo antes expuesto solicito a Uds., CC. Secretarios, se sirvan dar cuenta a la H. Cámara de Diputados para que sea aceptada mi jubilación.

Atentamente.

México D.F., a 6 de septiembre de 1966.- Juan Nava. (Firma.) "

Trámite: A la Comisión de Hacienda en turno.

"A los CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

Rebeca Castañeda Rivera, taquígrafa especial de esta H. Cámara, ante ustedes, con todo respeto, comparezco a exponer.

Que vengo a solicitar, por medio del presente escrito, mi jubilación voluntaria, habiendo cumplido más de 25 años al servicio de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, apoyada en la Fracción II del artículo 3o. de la Ley de Jubilaciones para Funcionarios y Empleados del Poder Legislativo.

Acompaño certificaciones que comprueban mi dicho y constancia del Departamento de Administración, de esta H. Cámara de Diputados, sobre el sueldo que actualmente devengo.

Por lo expuesto, a esa H. Cámara, atentamente pido se sirva turnar a la Comisión de Hacienda Respectiva, para que se trámite mi jubilación, en virtud de llenarse todos los requisitos de la fracción II, del artículo 3o, de la Ley de Jubilaciones para Funcionarios y Empleados del Poder Legislativo.

Protesto mis Respetos.

México, D.F., a 6 de septiembre de 1966.- Rebeca Castañeda."

Trámite: A la Comisión de Hacienda en Turno.

"CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- Presente Elyda de la Llave Tejedor, taquígrafa especial de la Oficina de Personal de esta H. Cámara de Diputados, ante ustedes, con todo respeto expongo:

Que vengo a solicitar, por medio del presente escrito, mi jubilación voluntaria, apoyada en la fracción I, del artículo 3o, de la Ley de Jubilaciones para Empleados y Funcionarios del Poder Legislativo.

Para comprobar que he prestado mis servicios, ininterrumpidamente, desde el 1o. de enero de 1947, acompaño certificaciones del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje y del C. Oficial mayor de esta H. Cámara de Diputados.

Por lo expuesto, a ustedes CC. Secretarios atentamente pido se sirvan turnar a la Comisión de Hacienda respectiva, para que se tramita mi jubilación, en virtud de llenarse los requisitos de la fracción I del artículo 3o. de la Ley de Jubilaciones para Funcionarios y Empleados del Poder Legislativo.

Protesto mis respetos.

México, D.F., a 6 de septiembre de 1966.- Elyda de la Llave Tejedor."

A la Comisión de Hacienda en turno.

"CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- Presente. Ramón Navarrete González, supervisor "B", de la Contaduría Mayor de Hacienda, de esta H. Cámara de Diputados, ante ustedes expongo y solicito:

Con base en el artículo 3o. fracción III, de la Ley de Jubilaciones y Seguro de Vida y Accidentes para Funcionarios y Empleados del Poder Legislativo Federal, y 4o. transitorio del decreto que abrogó la primeramente mencionada, vengo a solicitar mi jubilación voluntaria por los servicios prestados a la Federación.

Adjunto al presente certificados de servicios y sueldos, para los efectos legales procedentes.

Atentamente.

México, D.F., a 2 de septiembre de 1966.- (Sin Firma.).

VIII

- La C. Presidenta: Como lo manifesté, el pasado 1o. de septiembre, la Honorable Cámara de Diputados del Congreso de la Unión analizará, hoy, el Segundo Informe de Gobierno rendido por el C. Gustavo Díaz Ordaz, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

Para tal fin se concede el uso de la palabra al ciudadano general y diputado Juan Barragán.

- El C. Barragán Rodríguez Juan:

"Señoras y señores diputados: Séame permitido, a guisa de preámbulo, antes de abordar mi modesta intervención en esta sesión en que se glosa el trascendental Segundo Informe del C. Presidente de la República, licenciado Gustavo Díaz Ordaz, dar a conocer a ustedes, ciudadanos diputados, un breve relato histórico, que espero les interese, relacionado, precisamente, con los informes presidenciales, desde el Presidente Carranza hasta el Presidente Díaz Ordaz.

Los que tuvimos la suerte, o, mejor dicho, la oportunidad de haber escuchado, si no todos, sí la mayor parte de los informes a que me refiero, nos consideramos capacitados para opinar, y, por ende, bosquejar un relato en esta clase de ceremonias nacionales, en las que actuaron los respectivos jefes de la Nación, incluyendo el estilo y la dirección, que sabían emplear, al informar a la Honorable Representación Nacional, sobre los graves y complicados problemas de orden interno y externo que les tocó sortear y resolver en sus períodos gubernamentales .

El imponente aparato militar, y de la ciudadanía, que aún rodea a este género de actos oficiales, es algo que perdura de la época colonial imitando a los

soberanos de la Madre Patria, como a los Virreyes de la Nueva España, cuando aquéllos tenían que asistir a la apertura de las Cortes y éstos a ciertas ceremonias de carácter oficial o conmemorativas; como, por ejemplo, el Paseo del Pendón, que se efectuaba cada año, con toda pompa y ostentación, y estas ceremonias aún se conservan en Inglaterra y en el Japón, y en algún país, que ha podido resistir a la eliminación de la realeza. Aquí en México, todavía, en época de los presidentes Carranza y Obregón, se usó la elegante carroza presidencial. tirada por briosos caballos y no fué sino en el periodo del Presidente Calles cuando se empezó a usar el automóvil presidencial para llevar y volver al Palacio Nacional a los jefes de la Nación.

Paso a narrar algunos episodios ocurridos en aquellas ceremonias y, sobre todo, dando a conocer la dicción peculiar de cada Presidente, así como la Forma de redactar los informes; sobre todo, tratándose del Presidente Carranza, con quién tuve el grandísimo honor de colaborar a sus inmediatas órdenes, desde el principio de la Revolución Constitucionalista hasta su trágica muerte.

El primer informe, como Presidente de la República, al dejar su alta investidura de Primer Jefe, que rindió al H. Congreso de la Unión, fue el primero de septiembre de 1917. En esta época estaba en todo su apogeo la Primera Guerra Mundial y de todos es sabido que México permaneció neutral en la contienda; aunque, si hablamos con franqueza, la mayoría del pueblo mexicano simpatizaba con la causa de los llamados imperios centrales, más que todo por la tirantez de relaciones que existía con los Estados Unidos del Norte, a consecuencia del reciente bombardeo y ocupación de Veracruz, incrementando el odio nacional por la llamada "Expedición Punitiva" y por una serie de invasiones aisladas que sufrió nuestro territorio por fuerzas de aquella nación. Toda esa tirantez de relaciones existió hasta la muerte del Presidente Carranza; de donde, era lógico, que la parte medular para informar a la Nación, por conducto del H. Congreso de la Unión, tenía que referirse a los asuntos internacionales y, a renglón seguido, a la parte militar y hacendista. La militar, porque el país estaba en constante estado de guerra intestina, y a los problemas económicos y financieros, porque era natural que en este ramo descansaba la potencialidad de la Nación para el sostenimiento de la costosa campaña militar.

El Presidente Carranza daba lectura a sus informes manteniéndose sentado: sabía leer y frasear muy bien, aunque el volumen de su voz era un poco débil, lo que suplía, con ventaja por su arrogante figura y con su severa dignidad en el característica.

El Presidente Obregón tenía fuerte voz de mando, pero no sabía leer con propiedad; en algunos periodos sufría equivocaciones; en cambio, el Presidente Calles sí leía bastante bien, como maestro de escuela que había sido, pero tenía algo cascada su voz. Este personaje inventó a cada uno de los secretarios de Estado leyera, personalmente, la parte relacionada con el Ramo que servía, de donde cosechaba más aplausos el ministro que mejor sabía leer; siendo el secretario de Hacienda, don Alberto J. Pani, el más aplaudido, y, a la vez, causaba pena la lectura de algunos ministros que no tenían voz o lo hacían bastante mal. Este sistema perduró hasta la Caída del General Calles. El Presidente Abelardo Rodríguez leía bastante mal y más se acentuaba su defectuosa, aunque simpática, dicción con su marcado deje de ranchero fronterizo. El Presidente Lázaro Cárdenas sí sabía leer bastante bien; sin embargo, mantenía el mismo tono en todo su Informe; en cambio, el Presidente Ávila Camacho no era buen lector, aunque su porte y sus modales de respetabilidad y sencillez hacían resaltar su figura. Los presidentes de la Huerta, Portes Gil, Ortiz Rubio, Alemán y López Mateos sí sabían leer con propiedad y con acento y volumen de voz. Por último, el Presidente Ruiz Cortines sí sabe leer perfectamente bien, frasear con propiedad y con su figura respetable y austera resaltaba su recia personalidad.

En casi todos los informes presidenciales no se notaba la mano de varias plumas por los diferentes estilos de los que intervenían en la redacción; en cambio, al escuchar el reciente informe del Presidente Díaz Ordaz, todos los aquí presente y los que, por radio y televisión, escucharon la interesante lectura y los que lo han conocido por la prensa, se formaron la impresión de que, en la redacción del trascendental documento, sólo había intervenido una sola persona; que no era otra que don Gustavo Díaz Ordaz. Y lo que más impresionó y cerró con broche de oro la lectura, fue la manera tan correcta como fue pronunciado; tal parecía que, en vez de estar informando estaba dictando una conferencia. Que yo recuerde, jamás había escuchado a un jefe de la Nación leer con tanta soltura y a la vez finura, con acento tan claro, frasear con correcta dicción una lectura tan extensa, durante más de tres horas. En los pasajes más trascendentales levantaba el metal de su voz, para bajarlas con otro de menor importancia, marcando, con precisión, hasta los paréntesis y, en fin, causando la impresión en algunos pasajes de que estaba dialogando con el auditorio. La expectación natural que existía por la lectura del Informe Presidencial ha producido tal impresión en la Nación entera en favor del Presidente Díaz Ordaz, que se puede decir, sin hipérbole, que con su respetabilidad y preparación ha adquirido relieves de gran estadista, en quien el pueblo mexicano espera con absoluta confianza que terminará su período con positivo acierto en beneficio de la nación entera.

Hasta aquí mi relato Histórico, y ahora paso a referirme a los pasajes más interesantes, para mí, del informe del Presidente Díaz Ordaz. Empezaré por el alto honor que le dispensó a nuestro glorioso Ejército, al mencionarlo, en primer término; lo cual fue una satisfacción para todos los soldados que estamos a sus órdenes. En efecto, el Actual Ejército y la Fuerza Aérea son productos de aquel Heroico Ejército Constitucionalista, que se formó al principiar la lucha armada para vencer al régimen usurpador y asesino de Victoriano Huerta, con un puñado de valerosos y abnegados soldados del pueblo que secundaron al Primer Jefe, don Venustiano Carranza, enarbolando la bandera del Plan de Guadalupe y después de numerosos combates y grandes sacrificios de vidas de aguerridos soldados, en su mayoría del campo, que defendían los ideales de justicia social, que quedaron plasmados en la bendita Carta de Querétaro. De este Ejército nació el actual, integrado hoy por la juventud militar egresada del Heroico Colegio Militar, que sólo tiene por

divisa la lealtad. En el reciente homenaje al Presidente Díaz Ordaz por las fuerzas armadas de la patria, el almirante Antonio Vázquez del Mercado, hablando en nombre de ellas, rubricó la lealtad al Comandante en Jefe, sirviendo las fuerzas armadas, en la paz, en todas las actividades que le ordene, pero subrayó, con énfasis, que, en caso de cualquier emergencia interna o externa que pudiera presentarse, las fuerzas armadas están a sus órdenes, con esta sagrada consigna del soldado mexicano: defender a la patria y a sus instituciones nacionales, que representa el C. Presidente de la República licenciado Gustavo Díaz Ordaz.

Los diputados del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, en el que militamos participantes de la lucha armada, que culminó con las transformaciones sociales que son hoy ley suprema de la nación, al analizar los aspectos sobresalientes del Segundo Informe de Gobierno del señor Presidente de la República, tenemos que dejar constancia de nuestra fe en los destinos de México; fue basada, no sólo en la certidumbre de que los principios y los ideales por los que luchamos hace más de 50 años siguen teniendo plena vigencia, sino también en la seguridad de que las generaciones y los hombres a quienes se ha confiado la salvaguardia de esos principios, han sabido mantenerlos firmes ante todas las circunstancias de nuestro devenir histórico.

En su mensaje del 1o. de Septiembre, el Presidente Díaz Ordaz da nuevo aliento a la doctrina revolucionaria mexicana; demuestra que sus tesis esenciales siguen siendo operantes a pesar de que las condiciones actuales no son las mismas que las de hace dos, ni tres, ni cuatro décadas; pone de relieve que la nuestra no es una doctrina sectaria ni dogmática; que puede enriquecerse sin deformarse; que su flexibilidad permite adecuarla a las circunstancias siempre cambiantes de la realidad, sin que esa adecuación signifique, en ningún caso claudicación, ni siquiera retroceso; que sus soluciones son eficaces, aun frente a obstáculos que, por ser nuevos, no pudieron ser previstos, y confirma, una vez más, que nuestra Revolución no es sólo un hecho histórico que enorgullece a quienes en él participamos, sino un movimiento políticosocial, de carácter permanente, que galvaniza e impulsa a un pueblo entero.

Este pueblo - El de México- es el que da razón, carácter y sentido a nuestra Revolución. En el mensaje del Presidente Díaz Ordaz aparece, con claridad evidente, esta esencia popular y humanista de la Revolución Mexicana. El progreso material, las obras públicas, la lucha por dominar la naturaleza hostil, el aumento de la producción; nada de esto tendría sentido si no se realiza con el propósito de dar bienestar al pueblo y dignidad al hombre. Por eso la idea de justicia social preside todas nuestras luchas. En su mensaje al pueblo de México el Presidente Díaz Ordaz carga el acento sobre este punto de su ideario. El desarrollo económico no es un fin, sino un medio para alcanzar la justicia social; la política de bienestar del Gobierno Revolucionario es un instrumento de esta justicia y, al mismo tiempo, un medio de crear las bases de apoyo popular indispensables para que nuestro desarrollo se realice con independencia.

Independencia nacional y justicia social son, pues, las dos grandes metas del pueblo de México.

Cuando el señor presidente nos habla de que el desarrollo en que nuestro pueblo está empeñado debe ser un desarrollo equilibrado, está expresando también, a mi juicio, en su sentido más profundo, la idea de la justicia social. En efecto, no es desarrollo equilibrado aquel que sólo beneficia a una clase social, manteniendo o acentuando la miseria de las otras; ni es desarrollo equilibrado aquel que sólo crea prosperidad en algunas regiones del país, mientras en otras la pobreza, la ignorancia y la desesperación se enseñorean de todos los hombres y todas las clases. Si no hubiera otras razones, bastaría, por ser imperativa, la razón de la justicia para que tratemos que impedir que las regiones ricas sean cada vez más ricas y las pobres cada vez más pobres.

Cuando el Presidente de México analiza, con honda perspicacia, el papel que juegan en nuestro desarrollo las diversas fuerzas sociales de nuestro pueblo, los campesinos, los obreros y la clase media; cuando subraya la necesidad de que la población urbana cobre conciencia de sus responsabilidades solidarias frente a la población campesina, vuelve el Primer Mandatario a formular, con nuevos argumentos, el postulado de la justicia social.

En efecto, si nuestro progreso sigue beneficiando, en forma desproporcionada, a quienes participan directamente en las actividades industriales y comerciales, en los medios urbanos, mientras se reparten apenas mendrugos de miseria entre las grandes masas rurales; si las deficiencias del desarrollo y el egoísmo clasista siguen cerrando los ojos a las necesidades de los campesinos, que son, sin embargo, productores de materias primas, abastecedores de alimentos y proveedores de divisas; si todo esto sigue ocurriendo llegará el momento en que, dentro de un mismo país, vivan dos tipos de mexicanos, distintos no sólo social y culturalmente, sino distintos hasta físicamente, pues encontraremos, al lado de los mexicanos - Los de las ciudades- más o menos vigorosos y saludables, a los mexicanos del campo, desnutridos, enanizados, aplastados por el hambre, inutilizados para el trabajo y para la vida.

Los hombres que participamos en la Revolución, con las armas en la mano, y que tenemos, a pesar del tiempo transcurrido, siempre fresca la imagen de aquellas masas anónimas que sembraron en surcos de batalla semillas de sacrificio; nosotros, que sabemos, mejor que nadie, que sin los campesinos mexicanos nuestra Revolución no hubiera sido posible; nosotros, digo, tenemos que reconocer que hay en el mensaje del señor Presidente Díaz Ordaz la más onda verdad revolucionaria cuando afirma que es preferible una reforma agraria en aplicación, aunque ella padezca defectos y problemas, a la falta de reforma agraria. Pero encontramos también, en este enunciado, la más severa admonición contra los falsos redentores, contra los simuladores que, en la mezquindad de su egoísmo, pretenden confundir el bienestar de los campesinos con el incremento de las ventas de sus "Bebidas de Moderación"; y también contra los corrompidos e ineptos, aquellos que, teniendo la responsabilidad de dirigir el movimiento agrario, lo desvían o empequeñecen, porque se sirven de él o porque no tienen capacidad para servirlo. ¡Hay muchos falsos redentores que proliferan la inmoralidad en el campo, hay que acabar con ellos!

Los diputados del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, nos hacemos eco del llamado a la juventud de México que, en forma vibrante, hizo el Presidente Díaz Ordaz. Estamos de acuerdo en que no es posible exigir a las nuevas generaciones que se conformen totalmente con lo ya establecido; ello sería tanto como haber exigido a los revolucionarios de 1910 que se conformaran con el liberalismo del siglo XIX y a los liberales del siglo XIX que se conformaran con la dictadura santanista. Pero unos y otros, en nuestra legítima rebeldía, nunca estuvimos, deliberadamente, de espaldas al pueblo de México; por el contrario, siempre nos inspiramos en sus necesidades y en sus luchas y por eso el pueblo estuvo con nosotros.

Deseo terminar mi intervención, recordando estas palabras del Presidente de México:

"De la entraña misma del pueblo nació nuestro ejército y cumple con honor la delicada misión que el propio pueblo le confirió: salvaguardar la soberanía de la patria, la integridad del territorio y nuestras instituciones."

Como viejo soldado de la Revolución yo quiero afirmar; que esa misión, que honra a quién la cumple, está respaldada por un pueblo celoso de su soberanía y amante de sus instituciones, y dirigida, con patriotismo y gallardía, por un hombre que, desde el Palacio Nacional, está entregado a cumplir la vocación de su vida: servir a México." (Aplausos.)

El C. Lombardo Toledano, Vicente: Pido la palabra.

- La C. Presidenta: Se concede el uso de la palabra al C. diputado Vicente Lombardo Toledano.

El C. Vicente Lombardo Toledano, Señora Presidenta, señoras y señores diputados: Desde las Cartas de Relación del Conquistador, las instrucciones de los Virreyes a quienes los sucedían en el mando, y los primeros Informes de los Presidentes de la República, a partir de la Administración de don Guadalupe Victoria, en 1824, hasta hoy, en los informes que el jefe del Gobierno ha dado de su gestión, hay tres partes fundamentales: primera, cómo se ha usado el poder por el jefe del gobierno; segunda, con qué objetivos se ha usado el poder; en tercera, la perspectiva para el desarrollo de México.

Con mayor acento, en unas partes que en otras, ésa ha sido la estructura del Informe del jefe de Gobierno. Veamos, de acuerdo con esta clasificación, no arbitraria, cuál es el valor del Segundo Informe del Presidente de la República, Gustavo Diaz Ordaz.

Ante todo, quiero decir dos palabras sobre sus características generales. El Presidente ha usado un estilo llano y directo. Eminentemente polémico, inspirado en un sano nacionalismo y escrito con una honda emoción patriótica. Pasemos a recordar las palabras del Presidente en cuanto se refiere a cómo ha usado el Poder en este segundo año de su Administración.

Afirma que está obligado a explicar, a reiterar las ideas que nos conducen, las razones que fundan las acciones gubernamentales a prever el curso de los acontecimientos.

Y tiene algunas formulaciones de evidente importancia que, aunque no lo son del todo, sí lo son en muchos sentidos, como ésta, "México ha formado el caudal de su corriente historia con todas las ideas, sin entregarse al exclusivismo de ninguna, sino manteniendo intacta su propia substancia. Nuestra forma de vivir no corresponde exactamente a otras formas de vivir en el mundo. La nuestra emana y crece de las raíces más profundas de nosotros mismos. Esto quiere decir que el Presidente, conocedor de la historia de nuestro pueblo y de nuestra patria, a la cual acude con mucha frecuencia, tiene el valor de afirmar un hecho que no por obvio y por cierto, para quienes han meditado un poco, deja de tener trascendencia política; porque todavía hay por ahí gentes que afirman que nuestro país se ha formado con ideas exclusivamente mexicanas, que no ha tenido ninguna influencia del exterior y que, por lo tanto, no salir jamás del cuadro de las ideas nuestras, es un deber elemental, lo mismo de los gobernantes que de las organizaciones y de clases sociales. Esta es una mentira.... que se esgrime cuando conviene a los intereses de quienes hablan.

El Presidente dice que se ha formado, que ha creado nuestro país su caudal de corriente con todas las ideas, "sin entregarse al exclusivismo de ninguna".

En otras palabras, la historia de nuestro país es la historia de una parte del mundo. Cuando las ideas universales son válidas, legítimas, muchas de ellas se han incorporado aquí, en nuestra tierra, y en nuestro pensamiento, y pasan a formar parte del caudal, de su corriente histórica.

El Presidente también dice que hemos vivido este año dentro de una paz; pero que esta paz es una paz dinámica, democrática, opuesta a las bases coercitivas de las dictaduras. La de México es una paz conquistada después de la Revolución. Lo sabemos. Pero todavía en muchos países de la América Latina esto no se sabe. Cuánto darían muchos jefes de Estado en Centroamérica, o en América del sur, por decir lo mismo con el aplauso de sus pueblos.

Esta paz ¿a qué se debe? Se debe a las libertades y, sobre todo, a la Concepción que México tiene de lo que es una democracia. La vieja idea de que la democracia es una forma de gobierno, es decir, una superestructura jurídica nada más ha pasado en nuestro país a la historia antigua.

La paz es la que define el Artículo 3o. de la Constitución. La democracia de este precepto es una democracia formal en cuanto a que encierra derechos; pero es una democracia con un contenido básico: la democracia económica, democracia social, democracia cultural y democracia internacional; aun cuando se hable de un país determinado como es el nuestro. Tal es la proyección del concepto, de la definición implícita que tiene el Artículo 3o. de nuestra Carta Magna, en cuanto el régimen de gobierno.

También no es ninguna novedad; pero ya es una afirmación muy valiosa como la anterior, reiterar qué entendemos los mexicanos por democracia. A veces ocurre que una situación constitucional derrumba a un régimen dictorial por ahí, en cualquier parte del Sur, y llega un civil a gobernar. ¿Pero se va este gobierno, con toda la apariencia de constitucional y de democrático, se va por el camino de la revisión de la estructura económica tan vieja? No, se mantiene en la superficie sin tocar el fondo de la vida nacional. Está es una de las causas de la gran tragedia que sigue aquejando a nuestros hermanos los pueblos de América Latina.

Sentadas estas premisas, en cuanto a cómo el Presidente Díaz Ordaz ha usado el poder, informa: "Hoy vengo a decir que las condiciones económicas son mas satisfactorias que las que prevalecían hace un

año. "Pudimos haber escogido, agrega, el camino fácil de la sobreexpansión; pero como no se trata de inflar, sino de crecer, optamos por corregir para reanudar el crecimiento firme, equilibrado y sano.

Todo gobierno que se inicia necesita ajustar la maquinaria del Estado, y aun cuando no toque ninguno de los principios que la impulsan, evidentemente se encuentra frente a los problemas económicos creados por el propio desarrollo y por la concepción de la Administración Pública pasada.

El presidente dice que se ha seguido una política crediticia y monetaria encaminada a la estabilización, canalizando el crédito, con riguroso criterio selectivo, hacia las actividades productivas y conservando un circulante monetario acorde con la producción de bienes y servicios y la velocidad del incremento.

Nosotros consideramos que ésta es una política sabia, porque tan pobre es nuestro país que todo crédito que no vaya a la producción, aun cuando atienda necesidades o demandas útiles, es, en cierta medida, un despilfarro. Insistir, en consecuencia, en las que el crédito debe ser para impulsar las fuerzas productivas es una base sana de la cual partir para orientar toda la política, no sólo crediticia, sino la política económica.

Gasto público estabilizado, inversión programada y coordinada, buscando su máximo rendimiento. Y aquí el Presidente empieza a desarrollar su tesis.

¿Qué se va a encontrar?, cuando se lee el documento con atención, ¿Qué se va encontrar en todas o en casi todas sus partes?: programar, darle orden al desarrollo, saber en qué consiste el desarrollo, cómo se debe ir alcanzando y con qué propósitos.

Inversión programada y coordinada y, agrega todavía más: el desarrollo debe ser importante y siempre sostenido. En los próximos 4 años el promedio anual de la producción económica real no será inferior al 6 por ciento.

Ya esto tiene una gran significación. Si nuestro desarrollo demográfico, como todos sabemos, es uno de los más altos del mundo y alcanza una fracción de más del 3 por ciento no es posible que el desarrollo de la producción sea inferior ni siquiera al que este ritmo de crecimiento económico se equipara, tiene que ser superior.

El Presidente señala que en los cuatro años venideros el ritmo de la inversión será importante para que logremos un índice de crecimiento del 6 por ciento. Dentro del desarrollo de la economía, dentro del marco de la producción económica, ¿cuál es el sector más urgido de estas medidas de impulso monetario? Evidentemente, el campo. El campo; por que sin él, y no sólo la agricultura, sino la ganadería, las industrias derivadas de la producción agropecuaria y otras actividades relativas, y lo recuerda el Presidente después, ni el mercado crece, el interno, ni el mercado de afuera, para las exportaciones nuestras ni hay materias primas en abundancia ni hay, tampoco, plazas nuevas para el mayor número de mexicanos, en un país que todavía tiene una población excepcionalmente activa, la más numerosa, en la población rústica.

Así, dice el Presidente, hemos usado el poder. Ahora, ¿con qué propósitos se ha usado el poder? Este capítulo del Informe, que no es del documento que el

Presidente leyó, sino los temas agrupados por mí para el fin de este análisis, este capítulo es el más rico por cuanto a que aquí la política del gobierno, sobre todo en materia económica, salta como una política concurrente con la promesa inicial y rebasa la forma de una simple información administrativa.

Esta frase bastará para darle toda la técnica a los propósitos con que se ha usado el poder. Dice el Presidente: "El objetivo supremo de nuestro desarrollo económico es la independencia nacional y el bienestar social del pueblo".

Después agregará: "Hemos vivido en un esfuerzo continuo, dramático de descolonización y no hemos abandonado todavía este combate. Descolonizar, liberarnos, lograr nuestra independencia nacional todavía trunca, no completa, desde el punto de vista económico, aun desde cuando el punto de vista político nadie lo discute y nadie la toca, la independencia de México.

Entonces; ¿cuál debe ser, para qué fines hemos de usar el poder? ¿Para qué propósitos lo hemos empleado? No sólo estamos obligados a informar lo que hicimos en este año, sino lo que vamos a hacer, como consecuencia de lo que hemos realizado, en los años que pasaron.

Los lineamientos para el desarrollo economico social de 1966 a 1970 son los que siguen:

Alcanzar un crecimiento económico de 6 por ciento en promedio anual, por lo menos. Otorgar prioridad al sector agropecuario. Impulsar la industrialización y mejorar la eficiencia productiva de la industria. Atenuar y corregir desequilibrios en el desarrollo, tanto regionales como entre distintas ramas de la actividad. Distribuir con mayor equidad el ingreso nacional. Mejorar la educación, la vivienda, las condiciones sanitarias y asistenciales, la seguridad y, en general, el bienestar social. Fomentar el ahorro Nacional. Mantener la estabilidad del tipo de cambio y combatir presiones inflacionarias.

Otra vez, no sólo ya da idea de la programación, sino el programa en síntesis, en indicadores claros. Por la primera vez, de un modo así, cabal, un Informe del Jefe del Gobierno se ciñe a su propia concepción del desarrollo. Objetivos claros, precisos y demás, jerarquizados.

Después dice, contestando las quejas justas, sólo en apariencia, del abandono en que algunas regiones de la República se encuentran, que el Gobierno Federal tenía dos caminos: dejar a los Estados solos o ir en auxilio no peculiar, ni fiscal, ni administrativo, sino de impulso productivo a los que lo necesitan, dentro de una concepción nacional del proceso de crecimiento.

Por eso el Presidente afirma: "El Gobierno Federal ha hecho de equilibrador de diferencias regionales. Justo, correcto, certero, porque toda planificación tiene que contemplar el área dentro de la cual se aplica el programa, y entonces no puede proceder sino de una manera: la que aconsejan los principios de la técnica y, al mismo tiempo, las necesidades de las partes para llegar al impulso general colectivo."

"Hemos empleado el poder, afirma el Presidente, para mantener nuestro sistema financiero mexicanizado. Para que no acontezca la paradoja de que, con los recursos ahorrados por los mexicanos, se realicen financiamientos extranjeros, sólo en apariencia."

Ya era hora. Hacía muchas años que estábamos esperando que el Jefe del Estado corrigiera este defecto. A veces nuestro ahorro nacional, manejado por instituciones del Estado, ha servido para impulsar

negocios del exterior, que para nada benefician a nuestro país.

Se ha integrado el sistema del crédito dedicado a la agricultura, dice el Presidente. ¡ojalá, con el Banco Nacional Agropecuario! Y digo ¡Ojalá!, no en tono de duda, sino en tono de deseo. Porque yo no acabo de entender, señoras y señores diputados, y lo digo con toda franqueza, cómo los 1,500 millones de pesos que han llegado a nuestro país de la Alianza para el Progreso, para impulsar la producción agrícola, tiene que dar una serie de vueltas raras y extrañas. En lugar del Banco Nacional del Crédito Agrícola, del Banco Nacional de Crédito Ejidal, directamente, o por conducto de la Nacional Financiera, o de alguna otra institución, o del Propio Banco Central, del Banco de México, esta suma enorme de dinero recorre un camino largo y va a dar a la banca privada para que ésta lo maneje. Y todos recordamos que la alianza para el Progreso da dinero a nuestro país con el 0.1 por ciento, que pagaremos dentro de diez años como primer abono, y dentro de cuarenta, se pagará el préstamo total, el capital. Dentro de cuarenta años, ¿quiénes van a pagar a los Estados unidos? Nadie. No sabemos, ni ellos tampoco, qué va a ocurrir dentro de medio siglo. Ellos no saben. Nosotros tampoco.

¿Por qué, entonces, este crédito no forma parte real y oportuno, sobre todo si es crédito a la nación, no se maneja por la Nacional Financiera y no por la banca privada con el aval, por añadidura, de la Nación? Por ahí se dice y creo que en el Banco de México, el gerente o el director general del Banco de México, ha dicho en alguna ocasión, y si él no ha sido, le pido excusas desde esta tribuna; pero algún funcionario público sí, que si se prestara muy barato el crédito para el campo, como se recibe, se desalentaría a la banca privada. Yo no sé que la Revolución Mexicana haya surgido y se haya enriquecido para alentar a la banca privada o a los Banqueros. No lo acabo de entender. (Aplausos.) Pero, ¡ojalá! que quede integrado el sistema del crédito rural, sin el cual no es posible el progreso de México.

El Presidente informa, y sale al frente del debate actual, de hoy mismo, acerca del crédito que proviene del exterior. Y dice, por que estamos nosotros totalmente de acuerdo, que los préstamos intergubernamentales o de organismos internacionales a nuestro gobierno y a nuestras empresas públicas son preferibles a la inversión directa.

Pero, en cuanto al debate, el Presidente recuerda que hay dos tesis, una, nada de inversiones extranjeras; pobres, pero libres. Y la otra: toda puerta libre, o abierta a las inversiones extranjeras. Más vale correr riesgos que morirse de hambre.

El Presidente dice: Ni la una ni la otra son tesis justas ni correctas. ¡Qué quisiéramos, no necesitar del crédito exterior; pero lo necesitamos! Entonces la inversión directa debe asociarse al capital nacional, con condiciones, y las condiciones son éstas: primera, debe ser conducto, la inversión directa extranjera, conducto permanente de innovaciones técnicas; segunda, no deben desplazar o substituir al capital o empresas nacionales y, tercera, debe respetar nuestra legislación y reinvertir una adecuada proporción de sus utilidades.

¡Ah, si esto fuese posible! Teóricamente, es posible; sí, legalmente, es posible exigir estas condiciones, pero, en la práctica, no, por desventura, por lo menos en esta etapa de nuestro desarrollo.

Asociarse al capital nacional; 51 Por ciento, dice la legislación imperante, en una empresa, debe ser de capital nacional, y el 49 por ciento, de capital extranjero. Si este mecanismo fuese posible podría ser objeto de un debate; pero, ¿no sería substancialmente peligroso? Sin embargo. ¿qué ha ocurrido en la realidad?, ¿Qué ha acontecido? Ha surgido un sector de mexicanos que se llama el sector de los prestanombres. Son muy numerosos. De la noche a la mañana han surgido muchos ricos en nuestro país. En la Baja California, y del norte al sur, en todos lados. ¿Es capital el suyo? No lo es. Es capital extranjero que ellos dicen ser de su propiedad. Y a ese capital extranjero se agrega el 49 por ciento del capital nacional. ¿No tiene remedio esta situación? Sí la tiene. Hay muchos medios para comprobar que se ha defraudado el principio de la subordinación del capital extranjero al capital mexicano.

Si esta disposición, o este pronunciamiento, esta norma del Presidente de la República, para las inversiones directas extranjeras, se complementara, y no dudo que pueda hacerse, y aún sé que hay la intención de hacerlo, si se complementa, y de eso estoy seguro que, tarde o temprano, se va hacer porque de otro modo quedaría incompleta la medida, entonces sí la inversión directa extranjera sería un buen factor como complemento de la inversión nacional subordinada.

Los partidarios de la puerta libre para la inversión directa extranjera la aplauden sin reserva. Claro porque son banqueros. Y dentro del proceso económico de cualquier país basado en la propiedad privada, sabemos muy bien que, a la larga o a la corta, el capital financiero domina al capital productivo. Pero, hace unos días, la Cámara Nacional de la Industria de Transformación publicó una respuesta a un señor, que es director de un banco privado importante, defensor de la libre puerta, y le demostró lo que hemos dicho hace muchísimos años, con cifras y datos: que uno de los factores por los cuales México no cuenta con capital nacional bastante, es porque ha sufrido un proceso de descapitalización, debido a la inversión directa extranjera, que exporta las ganancias,.

El Presidente reitera que la industria básica es patrimonio exclusivo de la nación. Esta afirmación es muy importante, porque la industria básica no es solamente la que hoy tenemos, surge de las ramas de la industria básica o pesada.

Hace unos años no había industria química, no había industria petroquímica Hoy la hay. Si el estado controla, en forma exclusiva la industria básica y se exige mayoría de capital nacional en industrias derivadas de la básica, pero importantes también de suyo, es una medida sana y limpia: porque, sin esta industria básica, que es el timón de la barca, no puede haber desarrollado de las industrias de transformación. Dice el Presidente que el crédito externo está sujeto a la capacidad de pago de nuestro país. Excelente. Porque ésa es la causa del desequilibrio de nuestra duda o del crecimiento de ella. Como ha bajado la deuda en un 2.1 por ciento se prueba que no nos endeudamos más de lo que podemos pagar, la política es correcta y justa.

Afirma el Presidente, también, que la inversión hecha en México ha sido financiada, principalmente, con recursos nacionales. Ya se apuntaba hace algunos años esta tendencia; pero, ahora, no sólo es una tendencia, sino un camino, y esto es muy positivo.

Reitera que la inversión se realiza para obras productivas, nunca para financiar gastos corrientes. E informa que se usó el poder para lograr un financiamiento de crédito, por la primera ocasión, para Petróleos Mexicanos.

Esto parecería sin mayor trascendencia; pero sí la tiene, si se piensa aquí mismo, hoy, en la ciudad de México, hay instituciones extranjeras, disfrazadas de mil modos, dizque para orientar al desarrollo económico, técnico, y que se dedican, no a interpretar la vida de México y a impulsar su desarrollo, sino a levantar murmuraciones y críticas insanas como alrededor del Petróleo. Esta afirmación del Presidente es muy valiosa.

La semana pasada, los señores diputados habrán recibido, probablemente, un folleto, al lado de otros papeles que pesan entre media tonelada y una tonelada que recibimos los representantes del pueblo. Este folleto dice "Ahí está el éxito del petróleo de Venezuela". Qué diferencia con el petróleo de México. Pobre de petróleos Mexicanos, tan escaso, con rendimientos tan bajos, con aportación tan miserable al Erario Nacional y a los otros, y a Venezuela, que la criticaban, ahí están ingresos semejantes a las utilidades. No tenemos queja ninguna. Sí habría que comentar es cierto. Nada más que nosotros no queremos agotar nuestros recursos petrolíferos. Nosotros queremos manejarlos, acrecentarlos y multiplicarlos, diversificarlos, por que sin la industria energética no es posible pensar en el desarrollo independiente de México. Hay algunos que prefieren subir su ingreso a subir su dignidad. Bueno, allá ellos. Nosotros no estamos en este caso. ( Aplausos.)

Por primera vez, también, la Comisión Federal de Electricidad logró colocar bonos en Europa por 20 millones de dólares. Es decir, que ya no sólo el Estado mexicano, como tal, es el que ha logrado créditos para su desarrollo; son las instituciones descentralizadas del Estado: lo cual implica el reconocimiento expreso de que la economía de nuestro país ha creado cauce distinto a toda su historia y que estas instituciones descentralizadas, que gozan de personalidad propia, aunque pertenecen a la nación, son capaces, por sí mismas, también, de adquirir compromisos que van a ser cumplidos.

El Presidente dice que se ha usado el Poder Público, igualmente, para detener el alza de los precios. E informa que a pesar de eso ha habido intentos bruscos de alterar los precios; pero que el pueblo no está conforme y que acudirá al Poder legislativo para que lo faculte a fin de tomar las medidas necesarias para evitar esta medida de especulación y de agio.

Sigue desarrollándose la petroquímica, sigue desarrollándose la energía eléctrica. Y en cuanto a la ganadería y agricultura reitera el Presidente el hecho valioso, por decirlo hoy, que no será posible permitir la pequeña propiedad agrícola ganadera, sino para 500 cabezas de ganado mayor, como lo marca el artículo 27, ya olvidado hace muchos años por los ganaderos mexicanos. Que no se prorrogarán las concesiones ganaderas. Que las tierras susceptibles de cultivo se entregarán de acuerdo con la ley y las que no sean así serán otorgadas para formar ejidos ganaderos. Eso está bien.

Todos esperamos que estas medidas, que son el marco dentro del cual debe ocurrir la producción agropecuaria, se completen con un plan muy concreto de mejoramiento de la producción ganadera, que se encuentra en una etapa todavía primitiva. Alguna vez dije yo, y es verdad, que la ganadería mexicana se encuentra en el periodo de los búfalos, cuando los pieles rojas iban detrás de las manadas, siguiendo las lluvias. Ahora no hay búfalos, aunque así les dicen a los ganaderos: búfalos (risas.) Si invirtieron los términos. Pero todavía hay necesidad de 25 ó 30 ó 35 hectáreas, para una cabeza de ganado mayor, y no en todos los casos son propias las tierras para la agricultura. Por eso es importante esta decisión inquebrantable.

El Presidente informa que hay diez mil solicitudes de tierra en el Departamento Agrario, acumuladas, con petición negativa de parte de los gobernadores. Me imagino que son peticiones que hace muchos años, como es cierto; largo sería explicar las causas de este hecho. Por eso hemos propuesto la supresión de la Primera Instancia.

Lo interesante es que el Presidente dice: No han sido dictaminadas por el Jefe del Ejecutivo. Será doloroso para el Presidente de la República negar las solicitudes de tierra pero vamos a contestarles todas. Aquellas que no sea posible atender, les diremos por qué no, y las que sí se puedan atender, se hará.

También eso es muy valioso. Porque si se pudiera hacer una especie de estadística de los llamados procuradores, tinterillos, coyotes, rábulas, que han explotado a los campesinos, dizque defendiendo sus derechos agrarios ante el Departamento Agrario, ante el Banco Ejidal, ante el Banco Agrícola, ante la Secretaría de Agricultura, ante el Banco de Comercio Exterior etcétera, pasarían de mil. Los indígenas nuestros, y nuestros campesinos, se han acostumbrado por generaciones a litigar. No nacieron abogados, pero litigan. Y litigan porque desde que se estableció la Primera Instancia y luego el Virreinato, hasta hoy, tienen que pelear lo que es suyo. Ya está bien que termine esto. ¿Se puede? Ahí están las tierras. ¿No se puede? ¿Por qué no se puede? no promesas vagas, ni ilusiones, realidades. Porque la política agrícola de México debe tener realidades, objetivos reales, posibles.

El Presidente dice: Alimentación, materias primas y exportación. Correcto. Pero hay que saber qué es posible. 15 millones 500 mil hectáreas, en los dos últimos ciclos, se cultivaron. Se aúnan a varios 75 cultivos principales. Diversificación: 20 mil millones de pesos precio del volumen. Siguen creciendo las industrias relacionadas con el campo como la de fertilizantes.

El Presidente dice, en cuanto a la industria forestal: Ni tala despiadada ni vedas totales. Es verdad. La Riqueza forestal es una riqueza, no es un valor fósil, sino vivo. Y todos los países que disfrutan de bosques los explotan racionalmente. Pero algún día se creará un instituto descentralizado, como Petróleos Mexicanos, como las demás, que maneje la riqueza forestal del país. Sólo el Estado a través de este instrumento, puede programar el desarrollo de

la explotación científica y técnica de la riqueza forestal. Los particulares no están capacitados para ello.

Sigue creciendo la red nacional de carreteras. Ya, más de 60 mil kilómetros.

Excelente. En un país montañoso, como el nuestro, sin carreteras, no aumentan las fuerzas productivas, no aumenta el mercado nacional, no aumenta la renta pública, no aumenta el nivel de vida de los mexicanos.

Menciona el Presidente, de paso, los problemas de la educación superior, y dice: Los que puedan pagar, y ahora son muchos, que contribuyan en algo, y los que no puedan hacerlo, que no lo hagan. Porque la educación superior no puede ser un privilegio. Y si las universidades quieren disfrutar de recursos, cada vez más amplios, hay que crearles un patrimonio propio.

Se sigue aumentando el servicio público de agua a las poblaciones pequeñas, a las poblaciones de 800 a 2,500 habitantes. Esta es una medida de una trascendencia enorme. Si hasta hoy el salto mayor que ha dado México consiste en el aumento del promedio de la vida, se debe a las obras fundamentales de salubridad y de asistencia. No sólo las ciudades, sino el campo, los pequeños poblados.

El Seguro Social, reitera el Presidente, se seguirá ampliando. Cubre ya a 7 millones de personas; ha aumentado. Pero hay que llevarlo al campo.

Y, no obstante que los Estados Unidos nos daban el 60 por ciento para los desayunos escolares, lo cortaron. Vamos a continuar; eso es muy útil, que el pueblo mexicano lo sepa. Muy importante. Porque, como decía un amigo mío, que murió en mala hora, es cierta la política de la buena voluntad, nada más que nosotros somos los buenos, y los otros, los vecinos. ¿Y eso es cierto: hechos, obras y no sólo palabras?

En donde el informe del Presidente Díaz Ordaz pone un acento muy valioso, muy reiterativo y apasionado, dentro del equilibrio del documento, al hablar de cómo ha usado el poder es en la política exterior. Sin una política interior, como la que se ha mantenido, no puede haber una política exterior, como la que hemos llevado a cabo. Son complementarias, reflejo la una de la otra. Así es.

Ya está tan labrada la política exterior de nuestro país que nadie se atreve a tocarla. No intervención, autodeterminación; no presión política en asuntos económicos, no presión económica en asuntos políticos, y solución pacífica de los conflictos. Nada más. Pero, ¿para qué más? Con esto es bastante. Ya, cuando se dice es intocable, la política exterior de México se vuelve intocable de verdad.

El General Eisenhower vino dos veces a México con el fin de que se tocara nuestra política. El Presidente Kennedy vino una vez. El Presidente Johnson no sé a qué vino (risas). No lograron nada. Si el Presidente de México puede decirlo, no importa a qué Jefe de Estado, con orgullo y con humildad: Este es terreno vedado para mí, señor, ya es una gran victoria, es un escudo formidable.

Pero Díaz Ordaz no sólo reitera esta política exterior en cuanto a sus principios y normas, sino que, en su viaje a la América Central, lo dejó: "No creo haberme salido de las facultades que tenía -dice, de un modo sencillo, humilde y un poco irónico y por lo cual lo felicito-; dije a Panamá que la zona del canal de Panamá pertenece a la soberanía del pueblo de Panamá." (Aplausos.) Y eso es verdad.

Informa de los intercambios de tipo cultural, de asistencia técnica entre México y Centroamérica, y aunque, por primera vez, nuestro banco central ha hecho un préstamo, simbólico, claro, de 5 millones de dólares al Banco Centroamericano de Integración Económica, porque es también la forma de ligarnos.

Ya era hora de que México tuviera una política hacia América Central. En el pasado no fue posible. Sería largo que yo explicara a ustedes porqué. Es larga la historia y, a veces, medio dramática. Pero los tiempos han cambiado, venturosamente, y ahora sí se puede decir que en México hay una política valiosa, positiva y justa hacia Centroamérica.

En cuanto a las relaciones con los Estados Unidos, el Presidente Díaz Ordaz nos informa que el Presidente Johnson convino que, en el futuro, se consultarán recíprocamente los problemas relativos a la producción y al mercado del algodón. Pero parece que se le olvidó al Presidente Johnson, no al Presidente Díaz Ordaz. Porque están empeñados, nuestros vecinos, en hacernos el dumping, y más que el dumping están decididos a hacer el dumping múltiple, a llevar sus reservas del algodón al mercado mundial, para arruinarnos.

Un funcionario, muy alto, del gobierno norteamericano, llegó, hace pocos meses, a aconsejarnos que por qué no cambiamos de cultivos. Nosotros no podemos cambiar de cultivos. Podríamos preguntarles: ¿Y ustedes, por qué no los cambian? Ustedes tienen mucho dinero, muchos recursos técnicos, pueden cambiar de cultivo fácilmente, nosotros no podemos. Además, el algodón de ustedes es inferior en calidad al algodón mexicano. Ustedes se quedan con el algodón nuestro y mandan al mercado mundial el suyo.

Ojalá que las preocupaciones del Presidente Johnson le permitan recordar ese compromiso. Por lo pronto, nuestro país sigue pidiendo la rectificación de esta política equivocada que atañe directamente a más de cien mil familias de nuestro país. No sólo es el primer capítulo de la exportación; es, también, el primer capítulo de la producción nacional y del empleo de mano de obra.

Pero uno de nuestros grandes problemas, de nuestra hora, es la Organización de los Estados Americanos. ¿Para qué repetir lo que ha ocurrido? Queremos que se revise el Estatuto con el cual nació y que se le dio a la OEA. Sí; pero no en cuanto a sus principios básicos, y con la condición, ha dicho México, de que a la hora de revisar el Estatuto de la OEA se incluyan compromisos de tipo económico. El gobierno norteamericano dice: No, eso sí no lo aceptamos.

Sería conveniente que existiera un ejército interamericano. México dice: No, no es conveniente, no participaremos en él, por razones constitucionales y por otros motivos.

Y, cada año, dice el Presidente, se ahonda la distancia entre los países altamente desarrollados, países industriales y los que apenas comienzan a desarrollarse. ¡Ojalá que se emplee una política más educativa! México ha proseguido en su labor para que se declare zona desatomizada la América Latina. Hasta hoy el gobierno Americano dice: No. Pero México ya tomó posiciones terminantes. Ni un centavo para la política bélica, ni permitiremos que por nuestro

territorio pasen, o se utilicen, o se almacenen, proyectiles atómicos. Otro gran tema, para este momento, es la Alianza para el Progreso. El Presidente Johnson vino a México, en realidad, amparado por la sombra de Lincoln, sombra que se volvió pesada aquí, y no por ella, sino por quien la portaba, para usar la tribuna de nuestro país y plantear el problema de la junta de los presidentes del Continente Americano.

El Presidente nuestro dice en su Informe: "No me puedo negar, pero tampoco podemos correr el riesgo que sería gravísimo, de reunirnos los jefes de Estado si no sabemos, previamente, para qué, de un modo concreto, y tenemos la seguridad de arribar a conclusiones, o acuerdos, o a pronunciamientos positivos." Está absolutamente en lo justo el Presidente. Y yo tengo la seguridad de que si estas negociaciones previas, que implican esta afirmación, fracasaran, el Presidente contaría con el apoyo clamoroso de nuestro pueblo, de la misma suerte que si el Presidente lograra que los principios, las normas de la política exterior de nuestro país, fueran aprobadas en una junta suprema de los Jefes de los Estados, también contaría con ese apoyo el gobierno.

¿Cuál es la perspectiva de México? ¿Cómo la ve el Presidente?

Para elevar el nivel de vida se requiere una tasa de crecimiento de 6.5 por ciento al año, en el período 1966-70. Para ese fin se requerirán inversiones por 275 mil millones de pesos; 95 mil el sector público y 180 mil el sector privado. El 90 por ciento de la inversión pública y privada se hará con recursos nacionales.

La inversión de 95 mil millones se distribuirá así, suprimiendo las fracciones en la proporción: 39 por ciento a la industria; 22, a las comunicaciones y transportes; 14, a fomento agropecuario y pesquero; 22, a obras de beneficio social y 1.6 por ciento, a administración y defensa.

¡Ojalá que este sector privado pueda tener los dos tercios de los 275 mil millones, y no sean para los prestanombres, porque, entonces, se rompería el equilibrio que existe, por fortuna, hoy, entre la inversión pública real y la inversión privada real de mexicanos; así lo esperamos.

Hemos de crecer en la producción agrícola, en el petróleo, en las ramas diferentes de la Industria pesada o básica, en la red de caminos. Y esto, que es muy importante, mucho muy importante: Se ha iniciado, dice el Presidente, la planeación regional, dividiendo el territorio de la Nación en ocho grandes zonas y setenta regiones económicas. ¡Eureka! Estamos muy contentos.

Nosotros, los eternos batalladores de la planeación y la programación económica, estamos de plácemes porque, no sólo se promete, se empezaron a dar pasos en esa dirección. Este es uno de los grandes aciertos y de las grandes victorias del gobierno en este año. Ocho zonas en la República. Por fin sabemos en donde queda cada zona, en qué región se va a sembrar, cuánto se va a sembrar, cuánto se va a producir, cuánto es el índice, la productividad, y poder calcular los resortes y las leyes del mercado, tanto del consumo cuanto las bases también para el mercado exterior.

Para todo este plan, dice el Presidente, necesitamos se ajuste el aparato del Estado que en muchas partes ya es obsoleto. Es verdad y es justo.

Pero los pronunciamientos más importantes son los de tipo político. La Revolución continúa, y continuará mientras no hayamos alcanzado todos los mexicanos el bienestar fincado en el trabajo y la seguridad basada en la justicia. El México, con el que soñamos, será fruto de nuestros esfuerzos; pero demandará, además, de la continuidad en el propósito y de la acción de las futuras generaciones que nos sucedan.

Creo firmemente, dice el Presidente, en el constante rebosamiento de la Revolución Mexicana; es decir, en la evolución dinámica y dialéctica de la Revolución, que tampoco es un proceso simplemente mecánico de aumentar y disminuir; no, es preciso aumentar en calidad, en nuevas metas, en nuevos objetivos.

Dentro de la paz, dentro del marco de la paz, que no es inmovilidad, el progreso tampoco lo es; tiene que ser, a su turno, dinámico.

No hacemos caso a los provocadores; no emplearemos, frente a la violencia irresponsable, la contraofensiva arbitraria. La mejor política, para acabar con los provocadores y los aventureros, es la política de producción, de elevación del bienestar, de la ampliación de la vida democrática.

La Revolución Mexicana nació con la confluencia de distintas ideas; obtuvo fórmulas de todas ellas, y su eficacia, cada vez mayor, deriva, no de una rigidez ni de un carácter monolítico que nunca ha pretendido tener, sino de la adaptabilidad con que actualiza sus principios, en la armonía de los intereses que representa.

La Revolución, por eso, proviene de abajo. Esta es la esencia del pueblo.

Mayor participación de los ciudadanos en la vida, no sólo política, sino económica, social, cultural. Mayor debate entre los mexicanos. Debate ideológico, ofrecimiento de solución para los problemas. Defensa y busca afanosa del perfeccionamiento de las instituciones. Ese es nuestro porvenir.

Saludamos su valiosa afirmación: La historia es un devenir. Es, como decía un viejo filósofo de la antigüedad clásica, Heráclito: "Es un fluir el agua que tocan nuestras manos en una corriente, no volveremos a tocarla jamás" Es cierto. Es saludable que en todo este proceso dinámico y dialéctico hayan surgido nuevos factores sociales, dice el Presidente.

Y hace un elogio de la clase media. Es verdad, pero, también, el que ha crecido es el sector de la clase trabajadora, que se junta con la clase media, y que es muy difícil separarla en muchos aspectos, porque ya no podemos, ni debemos, temer el concepto de la clase obrera que teníamos hace 50 años.

¿Obreros industriales nada más en un país no industrializado? Así comenzamos; pero hoy, no.

El desarrollo económico e industrial de nuestro país, técnico y aun científico, aunque en modesta escala, nos está indicando que la clase obrera creció, creció en número y en connotación del término. Para nosotros, todas las personas que viven del fruto de su esfuerzo manual o intelectual pertenecen a la clase trabajadora. Esta clase no es sólo equilibradora, como ha sido en ciertos momentos, sino que a ella pertenece el porvenir.

El Presidente termina su informe con llamamientos. Llamamientos muy peculiares y muy

interesantes. No son llamamientos al silencio. Son llamamientos a la lucha.

Por eso es polémico el documento del Presidente.

Polemiza con la derecha, polemiza con el extremismo irresponsable de la izquierda. No para colocarse en el justo medio, sino que la verdad está en la lucha y no en el justo medio a lo Aristóteles.

Afirma lo que es cierto y, reiteradamente, dijo: Las metas actuales de la Revolución ya no son las de ayer. Las de hoy no serán las de mañana.

Por eso llama el Presidente al pueblo a construir el México nuevo. El motor de la historia es el pueblo; sí, y dentro del pueblo, la clase trabajadora, para nosotros, con la connotación que acabo de dar, la que produce todos los bienes materiales y espirituales, es el motor, es la vanguardia. Nada más que la vanguardia en la historia se conquista, no se regala ni se otorga. Es la clase trabajadora la que debe conquistar la vanguardia del pueblo. No esperar a que el Poder Público de todo. Ayudar al Poder Público, sin complejos de servilismo, con independencia, proponiendo, cada vez, soluciones concretas a los problemas. Que haya relación entre el jefe del gobierno, con estas intenciones que lo mueven, y el pueblo; sobre todo, las organizaciones de masas.

¿No es triste, en los últimos años, ver cómo el Presidente de la República se ha esforzado por mejorar las prestaciones, los derechos de las gentes que viven de su trabajo, y éstas, ni siquiera, por una cuestión elemental de forma, le han expresado su reconocimiento? ¿En dónde están las organizaciones que deben ser el conducto lógico, el vínculo entre el Presidente de la República y las masas populares no organizadas? ¿No es triste que el Presidente Díaz Ordaz use un lenguaje, no para él triste, sino triste para otros que ya querrían o que deberían utilizar los jefes, lo líderes, los conductores de las organizaciones obreras y campesinas? (Aplausos.)

¿No es triste que haya silencio, en tanto que el Presidente se debate en su angustia frente a los problemas fundamentales y se muestre alegre ante el porvenir?

Nos ha complacido, enormemente, el Informe del Presidente de la República. Díaz Ordaz es un combatiente y no un burócrata (aplausos). Esa es la clave, la meta de este Informe tan valioso. Y cuando un combatiente en jefe llama a combatir hay que combatir.

Nuestro pueblo seguirá combatiendo, y nosotros, como una parte del pueblo, seguiremos hasta el último día, no de nuestras vidas personales, hasta el último día de la historia, que está todavía muy lejos, aún combatiendo.

(Ovación prolongada.)

- La C. Presidenta: Se concede el uso de la palabra al ciudadano diputado Adolfo Christlieb Ibarrola.

El C. Christlieb Ibarrola, Adolfo: Señora Presidenta; señoras y señores: Espero no correr el riesgo de quedar clasificado entre los sectores del general Barragán. Trataré de expresar, de la mejor manera posible, el pensamiento y la situación de Acción Nacional.

"La dinámica de nuestra vida política ha hecho que, en su contenido y sus propósitos, los informes presidenciales excedan la letra de la Constitución, sean algo más que un simple análisis del estado general de la administración pública y representen la expresión del Ejecutivo respecto a los problemas políticos, sociales y económicos del país.

Con motivo del segundo informe, rendido al Congreso por el Presidente Gustavo Díaz Ordaz, los diputados a la XLVI Legislatura, miembros de Acción Nacional, comentaremos brevemente algunos de los problemas que confronta México.

Independientemente de divergencias de criterio, a veces formales, otras profundas, es importante la expresión de opiniones sobre problemas vivos, cuya solución debe buscarse para lograr un avance en las condiciones de la convivencia entre mexicanos.

Un consenso nacional, sobre el planteamiento mismo y la importancia de las cuestiones, facilitará la estructuración y el cotejo de soluciones responsables.

Podrán aceptarse o rechazarse nuestros puntos de vista; pero consideramos conveniente y útil expresar, más allá de las contingencias de un informe anual, nuestro criterio sobre diversos aspectos de la realidad mexicana, dentro de cuyo marco se motivó y se mueve el Ejecutivo que informa.

Fuerzas Armadas. La instrucción y capacitación de las fuerzas armadas de tierra, mar y aire, y su participación en la realización de tareas de la vida civil, robustecen la esperanza de que México, definitivamente, se haya apartado del militarismo como solución política.

Política Interior. Los procedimientos en las elecciones locales y municipales siguen sin evolucionar, ni humana, ni técnica, ni políticamente. Continúan cerrados, para la oposición, los congresos locales y se mantiene, en ellos, la integración -muy sospechosa en un régimen democrático- a base de un solo partido.

Tales procedimientos viciosos alejaron a los ciudadanos de las elecciones estatales y municipales y demostraron la ineficacia del Registro Nacional de Electores, que debería servir, no sólo en materia federal, sino localmente por convenios con los Estados. Dicho Registro que, en realidad, opera bajo la responsabilidad de la Secretaría de Gobernación, carece de bases técnicas, de recursos económicos y de una organización permanente adecuada, para cumplir, eficazmente, las funciones mínimas que debe llenar una institución de esta naturaleza.

Lamentamos expresar que la llamada credencial permanente de elector, aprobada por mayoría -nuestro partido salvó su voto- en la Comisión Federal Electoral, no mejora en nada la técnica de las elecciones. Su utilización por varios lustros, como documento electoral en los planos federal, estatal y municipal, es obviamente imposible. Pudo haberse adelantado mucho en esta materia, con las ideas que propuso nuestro partido, o con otras que no desconocen quienes tienen a su cargo el sistema. Nada, sin embargo, se quiso avanzar en el camino para establecer bases sobre las que el ciudadano confíe en los procedimientos electorales tienen un mínimo de objetividad.

La situación que guarda nuestra organización electoral, dificulta mejorar los resultados de la actividad de los partidos encaminada a interesar a los ciudadanos en la vida democrática de México.

Realizar la pretendida reorganización de los procedimientos electorales por los mismos cauces, carentes de técnicas, recursos, permanencia y objetividad, retardará el desarrollo político de México, con

lamentables repercusiones en todos los campos de la vida nacional.

Por nuestra parte seguiremos pugnando, en todos los niveles de la política mexicana, para que en el seno de los organismos electorales se superen la concepción y la organización primarias de las funciones democráticas, y seguiremos luchando para que los ciudadanos, a fuerza de ejercitar sus derechos, obliguen al régimen a superar los sistemas conservadores y la ausencia de técnica que, por razones de partido, se mantiene en la organización electoral.

Régimen Federal. La desaparición de poderes en el estado de Durango, una vez más puso de manifiesto la indebida interpretación de las disposiciones contenidas en la fracción V, del Artículo 76 constitucional. Expresamos, oportunamente, la convicción de que la forma en que el Ejecutivo y la Permanente suelen interpretar dicho texto es contraria a los presupuestos del federalismo que informan nuestra ley fundamental.

Sin embargo, en esta ocasión, más que insistir en la crítica ciertamente fundada, sobre prácticas viciosas contrarias a la Constitución, hemos preferido invitar, formalmente, a los miembros de esta Cámara para que en conjunto realicemos un estudio sereno que en el futuro permita resolver las situaciones de hecho y de derecho que ameriten la intervención de la Federación en la vida política de los Estados, con el fin de que tengan vigencia en todo el país los supuestos que mantienen en México, en forma irreversible, un régimen representativo, republicano, democrático y federal.

Distrito Federal. No podemos negar -están a la vista- las obras materiales que se realizan por el gobierno en el Distrito Federal.

Sin embargo, el alto costo de su realización y mantenimiento, obliga a precisar, una vez más, que la opinión pública no tiene conocimiento de que tales obras se realicen mediante contratos adjudicados en subasta pública, de acuerdo con el artículo 134 de la Constitución.

Significaría un gran avance, en los sistemas de la administración pública, no sólo que el Departamento del Distrito Federal acate dicha disposición, sino que ponga en conocimiento de la opinión pública la forma y términos en que lo haga.

El gobierno de la ciudad no se manifiesta solamente mediante la ejecución de obras materiales. Los aspectos de gobierno, en el Distrito Federal -insistimos en el tema-, no marchan al paso de las obras públicas. Ni siquiera los reglamentos administrativos tienen la difusión requerida para que los ciudadanos, conociéndolos, mejoren tanto la convivencia como las relaciones con las autoridades del Distrito Federal. Buena parte de tales disposiciones, prácticamente, están fuera de las posibilidades de conocimiento, no sólo de la población en general, sino, también, de los curiosos o de los especialistas, quienes, ni siquiera en las dependencias del Gobierno del Distrito, pueden obtenerlas. Muchos reglamentos fueron dictados cuando las condiciones de vida en el Distrito Federal eran muy distintas de las actuales y otros contienen disposiciones anticonstitucionales que requieren una revisión urgente para hacerlos respetables.

La divulgación de los reglamentos, superando con criterio humano la disposición formal de que la ignorancia de la ley a nadie aprovecha, debe realizarse para que los habitantes del Distrito Federal, conociendo, efectivamente, las disposiciones que regulan la vida de la entidad, mejoren actividades y conductas, y se mejoren, también, como consecuencia, las relaciones entre ciudadanos y autoridades, que no puedan reducirse al cobro de impuestos y servicios y a la imposición de medidas represivas, sino que deben tener un propósito de educación cívica, que actualmente están muy lejos de llenar.

Una consecuencia de la desproporción entre la marcha de las funciones de justicia y gobierno, en el Distrito Federal y el desarrollo de las obras públicas, es que nada se ha hecho, desde el último informe, para mejorar la justicia de barandilla y nada tampoco respecto a la reorganización y moralización de las policías, de las que -cada día más- la prensa de la capital consigna las vejaciones y atracos de todo tipo que cometen en perjuicio de los habitantes.

En materia de transportes urbanos siguen agravándose las deficiencias, que se mantienen con detrimento de la vida diaria y de la economía de los habitantes del Distrito. Las autoridades, en esta cuestión, sólo mantienen relaciones con los intereses creados del transporte capitalino, ignorando a los usuarios, y sin que se conozcan otras muestras de actividad y competencia para el arreglo de este urgentísimo problema, que el anuncio periódico de aumento de unas cuantas placas para automóviles de alquiler.

La importante regularización de algunas colonias proletarias realizada durante el ejercicio del informe, debe continuarse como un camino eficaz para diminuir el problema de la falta de viviendas. Debe llegarse inclusive a una justa expropiación de terrenos en favor de los colonos, en aquellos casos en que, durante años, han sido explotados por uno o varios presuntos propietarios, a menudo con títulos dudosos, sin extenderles documentación alguna, con el pretexto de que las autoridades impiden la regularización de los fraccionamientos.

Política Económica. Estamos de acuerdo con los ocho puntos que contienen las orientaciones y objetivos nacionales para el desarrollo economico social de 1966 a 1970. Vemos, con satisfacción, el proyecto global de distribución del gasto público durante el mismo lapso, que asciende a noventa y cinco mil millones de pesos, destinados a industrias, básicas, comunicaciones y transportes, fomento agropecuario y pesquero, obras de beneficio social y administración, y esperamos que, con vista a dichos planes, la Cámara reciba un presupuesto, para el año de 1967. que por su técnica marque un avance radical en la historia hacendaría de México. Si el Ejecutivo ha formulado planes de inversión a largo plazo creemos que será muy satisfactorio para esta Cámara, y para nosotros en particular, que se conozcan, a través del presupuesto, en forma concreta, a cuáles de esos planes de desarrollo se aplicarán los excedentes de recaudación que, sobre el presupuesto básico, reciba la hacienda federal.

El destino de la inversión pública y el monto de las inversiones requeridas para alcanzar la inversión de doscientos setenta y cinco mil millones, en proporción de una tercera parte del sector público y dos terceras partes el sector privado, deja para éste un amplio campo de operación, tanto por razones de cuantía, como por razones de destino. Alcanzar la tasa de crecimiento de seis y medio por ciento al

año, en el período 1966-1970, requiere un esfuerzo nacional continuo y eficiente, del que ningún mexicano, en la medida de sus posibilidades, puede sentirse dispensado. La responsabilidad de su realización corresponde, en mayor proporción, a quienes, por razón de preparación, dirección o fortuna tienen el manejo de la riqueza nacional.

Nos parece adecuada la política de canalizar el grueso de la inversión pública hacia la provincia, y de fomentar el crecimiento equilibrado del país mediante una planeación regional. Consideramos que los programas regionales, encuadrados en los planes nacionales de desarrollo que están elaborándose, deben ser puestos a la consideración de la opinión pública, para una deliberación razonable y constructiva. Es requerimiento democrático el que de todos aquellos a quienes una programación va a exigir un esfuerzo, o a afectar de alguna manera, tienen derecho a ser oídos al elaborarse la misma.

Estamos de acuerdo con la concepción democrática de la programación, que se expresa en el informe. México tiene necesidad de dejar superada, para siempre, a etapa de su vida económica, en que la improvisación y el pragmatismo -tanto en las actividades de gobierno como en las privadas- imperaban con exclusión de la previsión y la técnica.

Tanto como la información relativa a que los problemas internos surgidos en 1965 por exceso de gastos realizados en 1964 fueron superados, nos satisface la noticia de que la inversión de los sectores público y privado, en 1966, será la más alta de nuestra historia económica. Pero, más aún, nos satisface la expresión de los propósitos presidenciales de realizar las inversiones gubernamentales, por sistema, en forma equilibrada coordinada y programada, manteniendo un gasto público estabilizado, buscando los rendimientos máximos y eliminando de la administración los gastos superfluos.

Sinceramente, deseamos que las críticas que nuestro partido formuló en el pasado sobre esta materia, para bien de México, no puedan volver a requerirse.

Administración Pública. Es de capital importancia la reforma a la administración pública, anunciada por el Ejecutivo. Sin restar importancia al respeto de las estructuras juridicopolíticas, que la Constitución consagra y a una equilibrada distribución de facultades entre las diversas dependencias del poder público, con atribuciones definidas y prácticas, y procedimientos ágiles, es necesario que de la reforma surja la posibilidad, real y práctica, hoy día inexistente, de la exigencia de responsabilidades a los funcionarios públicos que incurran en ellas.

La administración pública es el más frecuente contacto del hombre con el Estado. La falta de honradez, o las deficiencias en una administración obsoleta, repercute en la formación de una imagen desviada de las instituciones públicas y desinteresan al ciudadano del esfuerzo común.

Esta reforma, que el crecimiento de México hace necesaria, será estudiada por nosotros con todo el empeño tan pronto como se concreten los proyectos anunciados. Aportaremos, sin reticencias, nuestros puntos de vista en los trabajos de estudio y preparación de la reforma, que estamos de acuerdo en que no podrá ser realizada en forma inmediata y en que requiere del concurso de todos los mexicanos.

Distribución de ingresos fiscales. Discrepamos del planteamiento que el Informe presenta respecto a la distribución de los ingresos fiscales entre Federación, Estados y Municipios.

No es posible que el país viva el equilibrio político y económico que requieren las instituciones federales, dentro del sistema vigente, durante los primeros años de nuestros gobiernos independientes, en que la Federación -pariente pobre de los Estados- recibía de los mismos un subsidio anual fijo para afrontar sus gastos. Tampoco es posible aceptar, como buena, la tesis de que el Gobierno Federal debe captar la mayor parte de los impuestos en toda la República, para, después, repartirlos en la forma que la Federación juzgue equilibrada.

Ni la solidaridad humana, ni la fraternal vinculación de mexicano a mexicano, tienen como único camino de expresión y realización, por vía hacendaria, el centralismo fiscal que impera en el país, que ha reducido a la miseria a la hacienda de los municipios y ha convertido a los Estados en dependencias políticas y administrativas de la Federación. Este centralismo, aun con la repartición equilibrada de sus productos, recuerda el epigrama, tan poco federal, de aquel don Juan de Robles, que si construyó un hospital hizo primero a los pobres`.

Ni uno ni otro extremo. Debe superarse, en México, el centralismo fiscal, que no siempre se defiende por razones de equilibrio en la inversión, como se dice en el Informe, sino, lamentablemente, con mucha frecuencia, en los medios oficiales, como una medida que se toma en vista de la incapacidad o la falta de honradez de las administraciones estatales y municipales.

Son temas de siempre en nuestra historia, éste de la distribución de ingresos entre la Federación, los Estados y los Municipios, y el de la distribución de las obras públicas que las mismas entidades deben realizar. Ambos esperan la cooperación de todos nosotros, señores diputados, si no para tener una aplicación inmediata, cuando menos para establecer bases firmes que, en un futuro no lejano, permitan conciliar la teoría y la práctica de nuestra vida política. Creemos que hay en México capacidad humana y técnica para establecer las instituciones necesarias y sentar las bases económicas que hagan posible, en sus respectivas esferas, la acción autónoma de los Estados y Municipios, que establecen los artículos 40 y 115 de la Constitución.

Trabajo. La política de aumento de salarios y beneficios para los trabajadores, que los hace participar de inmediato en el desarrollo económico del país, al que, en forma tan destacada, cooperan, merece nuestro apoyo. No pude concebirse el desarrollo cabal de una sociedad sin atender, en primer lugar, a la satisfacción de las necesidades humanas. El desarrollo económico no es un objetivo en sí mismo, sino un medio para mejorar la convivencia humana. En contraposición tenemos que lamentar el sistema de afiliación forzosa de los trabajadores sindicalizados al partido oficial. La defensa de los intereses laborales en ningún caso hace necesario exigir al trabajador la renuncia al libre ejercicio de sus libertades políticas y de sus derechos humanos.

Tolerar, en la actividad y en la reglamentación de los sindicatos, la presión sobre los trabajadores, para exigir la adhesión política, con violación de la Constitución Federal, excede el campo del necesario respeto que las autoridades deben a la autonomía sindical.

Sinceramente, consideramos que, como hecho real, en México existe un consenso nacional en cuanto a la necesidad de llevar adelante la reforma social, hasta alcanzar que todo trabajador goce, como compensación a su trabajo, de medios que le permitan llevar una vida digna y proporcionarla, igualmente, a su familia.

Superadas huecas filantropías y falsos paternalismos en las relaciones obreropatronales, vigente un consenso nacional en materia de reforma social, queda, sin embargo, en la realidad de nuestra vida política, la tutela que sobre los trabajadores ejercen buena parte de los sindicatos del país, que los obligan a afiliarse a un solo y determinado partido, con violación flagrante de su derecho al trabajo y a la libertad política.

No es el trabajador un menor de edad o un incapacitado, que por el libre ejercicio de sus derechos políticos renuncie a luchar por sus derechos a mejores condiciones de trabajo, o sacrifique la cohesión interna de su sindicato.

Las actividades políticas -afirmó el Presidente- no constituyen, exlusivamente, actos electorales. También son actividades políticas la discusión de ideas, el esclarecimiento de problemas, la defensa de intereses y el perfeccionamiento ideológico. Estamos de acuerdo. Por eso consideramos que no puede justificarse la exclusión de cualquiera de dichos términos en función de alguno de los otros. La defensa de intereses no justifica cercenar la libertad electoral, ni acallar la discusión de ideas o el esclarecimiento de problemas comunes a todos los mexicanos, ni puede justificar que el derecho del hombre al trabajo esté condicionado a adhesiones políticas o ideológicas de cualquier tipo que sean.

Es ésta otra cuestión de interés nacional, que espera, de todos nosotros, soluciones que sólo requieren calidad humana, deseo de respetar, conjuntamente, los derechos constitucionales del trabajador y del sindicato, y un poco de imaginación. Poca capacidad tendremos los partidos y los mexicanos todos si no encontramos la forma de conciliar el ejercicio de las libertades políticas con los objetivos indiscutibles del movimiento sindical.

Política Agraria. No se discute, ni la necesidad ni la justicia de la reforma agraria. Las soluciones agrarias, que la justicia social reclama, pueden fundarse tanto en la propiedad como en otras formas de dominio del hombre sobre la tierra; pero, ni cumplen su finalidad atribuyéndoles un sentido preponderantemente posesivo, ni tampoco privado a la tendencia legítima de la seguridad que requiere.

Subsiste en México el problema de la inseguridad jurídica y de hecho en los diversos sistemas de tenencia de la tierra, consignados en la Constitución. La seguridad jurídica, clara y estable en la tenencia de la tierra y en el régimen de producción, es necesaria para promover, al máximo, el crédito en el campo; pero, sobre todo, es una necesidad para que el agricultor y el ganadero ejidatario, comunero o pequeño propietario, mantengan, sin sobresaltos, la confianza en su esfuerzo de hoy y en el de hoy para mañana. La seguridad en su derecho hará que el campesino redoble su esfuerzo para educarse y mejorar técnicas. Con seguridad jurídica para las distintas forma legales de tenencia de la tierra los créditos oficiales y privados rendirán insospechadamente.

Si la reforma agraria se planteó, originalmente, como un requerimiento de justicia para liberar al campesino de la servidumbre social y económica, actualmente la expansión demográfica impone la obligación de encauzarla, sin olvidar su origen, para que el país esté capacitado para alimentar a la población actual y a la de un mañana que llegará muy pronto.

Además del de la seguridad hay temas básicos de la reforma agraria, sobre los cuales estamos de acuerdo los mexicanos: acabar con el latifundio nuevo o viejo y repartir las tierras ociosas; educar y capacitar técnicamente al campesino y mejorar el medio rural con viviendas y servicios, salubridad y seguridad social; promover y facilitar el crédito rural y garantizar el acceso a los mercados de los productos del campo; necesidad de abrir centros de trabajo, suficientemente remunerado, para millones de mexicanos que en el campo viven en el subempleo y en la desocupación crecientes, y crearlos, sobre todo, para las nuevas generaciones, de quienes no podrán ya ser campesinos. La aplicación de técnicas modernas y sistemas racionales de cultivo, con propiedad privada o con sistema ejidal, dejará libre el esfuerzo personal de más del 50% de los campesinos actuales. Es preciso pensar en dar ocupación remunerativa a la población rural en el campo, en cuanto sea posible, pero sin olvidar las limitaciones de la naturaleza y los avances de la técnica.

Para resolver el problema se requiere un estudio rápido y completo que permita conocer, no sólo las necesidades de la población campesina, sino su verdadera extensión y los recursos humanos y naturales disponibles para México, con objeto de planear el desarrollo del campo, con eficiencia y sin mengua de la libertad y de la justicia.

No es fácil el camino, pero tampoco puede aplazarse su recorrido, sobre todo cuando hay que encarar, con honradez, la etapa de las tierras insuficientes.

Al margen de prejuicios e intereses políticos y económicos estamos dispuestos a repensar, con todos los mexicanos de buena voluntad, los aciertos, las deficiencias, los errores y las rectificaciones necesarias en la reforma agraria, para que la misma pueda proyectarse hacia el futuro, para beneficio de México, de nuestra paz interna y de una auténtica estabilidad fundada en la realización de la justicia.

Educación. Sin perjuicio de las diferencias que mantenemos respecto a los alcances de la libertad de enseñanza, Acción Nacional apoya la política que destina más del 25% del presupuesto nacional al fomento de la educación.

Sin ignorar otros aspectos de las tareas educacionales, hoy queremos referirnos, de manera especial, al tema de la educación superior.

Aceptamos que quienes se benefician con ella, deben retribuir al servicio que reciben, en la medida de su capacidad, y estamos de acuerdo con el establecimiento de seguros, cuotas diferenciales y exenciones, aplicables en vista de la capacidad económica y del rendimiento de los estudiantes.

Invitamos, cordialmente, a todos los miembros de esta Cámara para que se integre una Comisión que, coordinando actividades con el Ejecutivo Federal, inicie, desde luego, una campaña nacional permanente encaminada a la formación de patrimonios destinados al fomento de la enseñanza superior, que, conforme a la proposición presidencial, deberán ser manejados por patronatos idóneos, cuya formación

se encomendará, desde luego, a las instituciones de cultura superior. Pedimos, también, a ustedes, señores diputados, que, en caso de aprobarse esta proposición, se invite al Senado de la República para que integre una Comisión similar, que trabaje, conjuntamente con la que se forme en esta Cámara, para la mejor realización de los objetivos propuestos.

En la campaña que proponemos, por respeto a la autonomía de las universidades e instituciones de cultura superior, las funciones que deberán desempeñar las comisiones estarían limitadas a las de simple promoción económica.

Como mexicanos, como padres de familia y como universitarios, quienes tenemos el honor de serlo, hemos sentido, profundamente, las conmociones sufridas por la Universidad Nacional, a últimas fechas, a las cuales no han dejado de contribuir la impaciencia y las ambiciones políticas.

No queremos emitir, desde esta tribuna, juicio alguno sobre las mismas, por respeto a la autonomía de nuestra máxima Universidad, y porque tenemos fe en que sus maestros, investigadores, estudiantes y trabajadores son capaces de resolver los requerimientos culturales, pedagógicos, administrativos y disciplinarios que exija la reforma de su propia casa.

Política Internacional. Nos congratulamos por las puertas abiertas con motivo del viaje del Presidente a los países centroamericanos y por los convenios de intercambio cultural y de asistencia técnica celebrados con ellos.

Nos complace la política de solidaridad económica con los países de Latinoamérica, expresada en el aumento de relaciones comerciales con los mismos y sostenida por el gobierno de México en la Junta de Panamá y respecto de los precios del algodón.

Lamentamos la vigencia de la injusta situación que se mantiene respecto a las aguas a que tiene derecho el Valle de Mexicali, actualmente agravada por la escasez de lluvias en el Estado de Baja California. Sobre este particular reiteramos el juicio que expresamos, ante esta Cámara, al comentar el anterior informe presidencial, respecto a este problema que seguimos considerando como el más importante de los pendientes entre México y los Estados Unidos.

Reiteramos las coincidencias de nuestros puntos de vista con los del Ejecutivo respecto a la llamada Fuerza Interamericana. En las actuales circunstancias de América y del mundo cualquier fuerza militar internacional no es posible que, en la práctica, dependa de una autoridad internacional, imparcial y objetiva, y sólo serviría para someter a los países débiles a las presiones e intereses de los países o grupos de naciones prepotentes.

Deseamos la pronta conclusión del convenio para la desnuclearización de la América Latina y apoyamos la reiterada decisión, del gobierno de México, de no gastar un solo centavo en usos no pacíficos de la energía nuclear.

Apoyaremos cualquier tentativa de paz, a la que el gobierno coopere para lograr el cese de hostilidades en Vietnam.

Deseamos, por último, que llegue a realizarse la reunión de Presidentes de las Repúblicas que forman parte de la OEA, con los frutos que es necesario esperar de la misma.

Señores diputados: No ignoramos otros aspectos del informe a los que no hemos hecho referencia expresa, relativos a las metas y realizaciones de desarrollo económico y social -inversiones nacionales y extranjeras, vivienda, bienestar social, petróleo y electricidad, entre otras-; indiscutiblemente valiosas, que el Informe señala. Ya en otras ocasiones hemos expresado nuestros puntos de vista, que ahora reiteramos, por razones de brevedad.

El aumento de la producción y la productividad, la mejor distribución del ingreso, el fomento de la educación, la elevación del nivel de vida de la población, deben ser objetivos de todos los mexicanos y metas de la planeación regional y nacional.

Por su misma naturaleza estos programas socioeconómicos exigen una mejora constante de nuestra vida política, de acuerdo con los requerimientos democráticos. No es auténticamente humano un desarrollo económico que prescinda del desarrollo político en el comportamiento de las instituciones y en los procedimientos. No existe disyuntiva entre democracia socioeconómica y democracia política. Entre gobierno democrático y formas sociales y económicas de vida democrática; entre participación libre, real y respetada de todos los ciudadanos en la formación del gobierno y goce suficiente de bienes materiales y espirituales; entre espectativas teóricas de ejercicio de derechos de la persona y satisfacción real de sus necesidades, no debe plantearse una disyuntiva.

La democracia política y la democracia social, hemos afirmado en repetidas ocasiones, deben marchar juntas.

Muchos son los campos de actividad económica, social, cultural y política, comunes para los mexicanos que interpreten justas aspiraciones del hombre, con independencia de su inspiración filosófica; campos comunes de actividad para los mexicanos, que unidos en un consenso nacional, a la luz de la justicia social, debemos colaborar con buena voluntad en la solución de problemas que afectan a todos, a las generaciones de hoy y a las de mañana.

A cien años de la consolidación definitiva de las instituciones republicanas, que nuestro pueblo aceptó como camino y meta de su vida independiente, los problemas de México, seculares algunos, se presentan como un reto a la buena voluntad, a la inteligencia y a la preparación de todos los mexicanos que reconozcan, sinceramente, que, por encima del éxito de los partidos, ninguno de los cuales puede pretender el monopolio de los valores nacionales, están los destinos de la humanidad y de la patria.

Nuestra capacidad humana, para convivir y trabajar en tareas comunes, sin claudicar de las propias convicciones, será lo mejor que podamos entregar a las juventudes de México, enfermas de escepticismo sobre la política y la democracia, porque no ven confirmadas las palabras con los hechos, y será, también, el mejor homenaje a la mujer mexicana que, cada día más, toma con limpieza y responsabilidad el lugar que le corresponde en la vida pública de México.

Salón de sesiones de la H. Cámara de Diputados, a siete de septiembre de mil novecientos sesenta y seis.- Adolfo Christlieb Ibarrola.- Miguel Estrada Iturbide.- Antonio Rosillo Pacheco.- Abel Vicencio Tovar.- Felipe Gómez Mont. -Francisco Quiroga Fernández.- Salvador Rosas Magallón.- Florentina Villalobos Chaparro.- Jorge Ávila Blancas.- Jesús Hernández Díaz.- Jacinto Guadalupe Silva Flores.- Luis Manuel Aranda Torres.- Juan Landerreche Obregón.-

Federico Estrada Valera.- Jorge Garabito Martínez.- Jorge Ricaud Rithiot. -Ricardo Chaurand Concha.- Pedro Reyes Velázquez.- Guillermo Ruiz Vázquez. -Eduardo Trueba Barrera."

- La C. Presidenta: La proposición del Diputado Christlieb, para que se nombre una Comisión Especial, de los miembros de esta H. Cámara, para estudiar las medidas encaminadas a la formación de patrimonios destinados al fomento de la enseñanza superior, se turna a las Comisiones Unidas de Educación, para el dictamen al respecto.

Se concede el uso de la palabra al ciudadano y diputado Enrique Ramírez y Ramírez.

El C. Ramírez y Ramírez, Enrique: Señora Presidenta, Honorable Asamblea: Nunca se ha exagerado, en verdad, la importancia del Informe Anual que el titular del Ejecutivo presenta al Congreso de la Unión y a la Nación.

Tanto por la exposición del propio Jefe del Ejecutivo como por el debate que, habitualmente, suscitan sus informes y tesis, ese informe de la ocasión de tomar el pulso a la vida pública del país, de examinar el rumbo del Estado, de conocer, con cierta aproximación objetiva, cuál es la visión que el propio Jefe de la República sustenta sobre los más importantes problemas nacionales; pero ahora, con la composición nueva de esta Cámara de Diputados, la importancia de ese informe se acrecienta porque, como lo estamos presenciando en este día, en este recinto, el informe presidencial ha dado, en realidad, la señal para abrir todo un debate ideológico, doctrinario, eminentemente político, entre algunas de las más caracterizadas fuerzas políticas nacionales.

Venimos a esta tribuna conscientes y satisfechos de que eso es lo que está ocurriendo; de que estamos confrontando, los cuatro partidos representados en esta Cámara, nuestras afinidades y nuestras oposiciones. Y deseosos, también, de calar más hondo en el examen de los problemas a debate.

Somos, la mayoría de los diputados de esta Cámara, representantes en ella del partido nacional mayoritario, del partido del gobierno. Pero eso no es obstáculo, sino, al contrario, para que juzguemos con mirada objetiva, serena, y si es necesario, crítica, la propia actividad gubernamental que el informe refleja.

En el mismo informe tenemos un ejemplo; aunque el informe, como lo ha dicho aquí, con razón, el diputado Lombardo Toledano, es polémico. Esa es una de sus virtudes. No es el informe que da palmadas por la espalda a los distintos sectores de la nación; no es el informe que adula al adversario; no es el informe que calla la inconformidad con el oponente; no es el informe para dejar contentos a todos; es informe, ciertamente, de un Presidente de un país con desigualdades sociales, y que, como Presidente, no abandona, ni tiene por que abandonarla, su condición de militante de un partido y de una causa que es la causa de la Revolución Mexicana.

Pero es, también -quiero subrayarlo-, un informe autocrítico. El acento, en los aspectos negativos de la realidad nacional, aparece, una y otra vez, en el curso del Informe, del principio al fin. No es la descripción del mejor de los mundos posibles, no es el baño de rosas de una política satisfecha de sí misma, y eso está dicho con toda claridad en el Informe. Ejemplos: la situación económica del país es buena, pero esto no quiere decir que haya abundancia para todos; la hay para unos, así como hay escasez para otros.

La bonancible situación general de la economía nacional no debe paralizarnos. No debemos, por ningún motivo, hacer un alto en el camino y sentarnos a festejar los triunfos, y, citando a un secretario de las Naciones Unidas, estas palabras de advertencia contra el propio engreimiento, contra el cultivo de círculos ajenos al país quisieran hacer de una confianza excesiva en nosotros mismos, en la estabilidad y el desarrollo del país: "Pobre de aquel que se enamore de su propia imagen, tal como la dibujan las luces de la publicidad".

Por eso, si el Informe, en sí mismo, es autocrítico, es modesto, respira sobriedad, sería totalmente incongruente, por no calificarlo de otra manera, que nosotros viniéramos aquí, simplemente, a decir: "Señor Presidente, sí, sí, sí, sí, está muy bien todo lo que usted ha dicho". No es ésa nuestra tarea, ni se la moral de nuestro Partido, ni es el rumbo de acción de la mayoría de los diputados de esta Cámara; venimos a reflexionar un poco apoyándonos en los datos y en los elementos del Informe Presidencial, y queremos que esta reflexión de los diputados contribuya a una más amplia y profunda y aguda reflexión de todas las fuerzas nacionales.

Por eso nos satisface el empeño con que los representamos de los otros partidos han deseado someter a crítica el Informe. Francamente, yo, en lo personal, hubiera deseado más rigor crítico de parte de los otros partidos, crítica no quiere decir censura, quiere decir examen de los elementos de una gestión, y aunque el señor diputado Christlieb, el respetado jefe de Acción Nacional, que nos viene amenazando, hace tiempo, con tomar el poder y ya que no tiene todavía el poder se ha conformado, por lo menos, con adelantar su Informe sobre el estado de la Nación, aunque corremos ese peligro y aunque corremos el peligro de que el licenciado Lombardo Toledano, con su habilidad, que nunca será desmentida, haya querido realizar el prodigio de darnos una versión pepinosocialista del Informe presidencial, son todos esos riesgos y elementos naturales en la lucha política, la crítica es positiva, y no hay crítica responsable que no sea constructiva, que no sea útil a la Nación.

Saludamos esa crítica, le damos la bienvenida y aguardamos a que sea más profunda en el curso de este período de sesiones, tercero y último de esta Legislatura.

Si deseo comentar, con satisfacción, que haya una aprobación expresa de los tres partidos -que no son el partido del gobierno- si no a la totalidad, sí a todo lo esencial, fundamental y decisivo del Informe y, por consecuencia, de la política del Presidente Díaz Ordaz. (Aplausos.)

Yo no he escuchado, en este día, ninguna crítica capital, dirigida a lo medular de lo expuesto por el Presidente Díaz Ordaz. Hemos escuchado, de parte del diputado Lombardo Toledano, extensiones, desarrollos, acotaciones, muchas de ellos interesantes y valiosas. De parte del diputado Christlieb, también, agregamos cambios de enfoque y la repetición de los conocidos tópicos de los que tiene que vivir y seguir sustentándose Acción Nacional. Es su pan de cada día, la crítica menor al gobierno de la República. (Aplausos.)

Pero en lo fundamental, ninguna, ninguna crítica de fondo. ¿Habrá sido en ahorro de tiempo? Y eso es la verdad. Pero, de todas maneras, lo que aquí ha ocurrido nos autoriza a nosotros, la mayoría, para decir que, en ocasión del Segundo Informe del Presidente de la República, se está realizando un verdadero consenso de las más diversas opiniones y tendencias política favorables aún.

Y esto, no lo reivindicamos con mezquindad de partido, nos agrada que así sea. Porque eso quiere decir que hay una base, un acuerdo común para que pueda ser efectivo ir adelante en el esfuerzo unitario a que el Presidente Díaz Ordaz llamó, en forma apremiante, a todos los mexicanos para realizar las grandes tareas de la construcción nacional, de la defensa, de la independencia, de la defensa de la paz interior, de la defensa del pan, del vestido, del alojamiento de los mexicanos. (Aplausos.)

Ciertamente, es difícil, dentro de los límites de un turno oratorio, en esta Cámara, comprender todos los aspectos importantes de todo un informe, sobre la gestión del poder público, que contiene, además, una exposición a fondo de la doctrina de la Revolución Mexicana en el actual momento de la vida nacional.

Otras opiniones se han perdido aquí al referirse a diversos aspectos del informe; pero yo quisiera llamar la atención, en cuanto al riesgo de que fragmentamos tanto el examen del informe en sus diversas partes, que se nos escapara su esencia, su contenido, su rubro y significado central.

Este informe sustenta toda una teoría de gobierno, incluso, describe el método que se juzga apropiado para aplicar esa teoría de gobierno.

¿Cuál es la teoría, en síntesis? Impulsar, con todos los recursos de la unidad nacional, de la unión de todos los mexicanos, el desarrollo sostenido, equilibrado, de la Nación; con independencia nacional, cada día más vigorosa; con justicia social, cada día más auténtica, en la paz interior y en la paz internacional. Allí surgen, inmediatamente, los elementos polémicos.

¿Desarrollo? Todos hablan de desarrollo; pero hay sectores bien conocidos y calificados que estiman que el desarrollo debe ser sólo acumulación de fábricas, de centros de trabajo y acumulación de ganancias para los dueños del capital.

Y Díaz Ordaz polemizó, directamente, con esos círculos cunado dijo, entre otras cosas: "Queremos productores, pero que no produzcan sólo para sí mismos, sino también para la Nación". No aceptamos -dijo muchas veces- la tesis de que el desarrollo es un puro crecimiento económico. El desarrollo es inseparable de una mejor distribución del ingreso nacional, es inseparable de la justicia social, es inseparable de un cambio en la situación que hay en el país; a tal grado que Díaz Ordaz pronunció, desde esta tribuna, algunas de las palabras que pueden mover la historia en los próximos años: "No concibo -dijo- en 1966, a la Patria, sin justicia social." (Aplausos.)

Y recalcó: "Siglo y medio de la lucha dolorosa nos muestra que la patria, para hacerlo en toda su majestad, no puede ser compartimiento, estanco de estirpes, fortuna y privilegios." (Aplausos.)

"No hay -dijo, en otras palabras- que traficar con la Patria. La Patria no es cuestión de bolsillo ni de cajas fuertes la Patria es historia, comunidad andante en un largo camino de sacrificios, de luces y de sombras. Pero el desarrollo tiene que ser pacífico, y necesitamos la paz para llevar adelante el desarrollo."

Y todo su informe está saturado de la idea de la paz, y en contra de lo que llamó la contraviolencia arbitraria del Estado.

Con la paz no se puede jugar. Interrumpir la paz no puede ser decisión de los gabinetes, de los nuevos mafistófeles de la revolución figurada, imaginada y metafísico, copiándola, sin mayor digestión, de las experiencias de otros pueblos.

Las revoluciones no se hacen con el reloj en la mano, ni bajo el solo impulso de las cabezas calientes de los aspirantes a pequeños y caricaturescos lenines.

Sí, la Constitución dice que el pueblo es soberano, y tiene incluso el derecho de modificar la forma de su gobierno. Pero, nótese bien, la Constitución dice que este es un derecho del pueblo; no de una minoría extraviada del pueblo. (Aplausos.)

Y si llegase la ocasión, si los caminos del desarrollo pacífico del país fueran obstruidos porque el Estado hubiera abandonado sus deberes constitucionales y su misión promotora del progreso nacional; si, de verdad, no en las afirmaciones apasionadas, se hubieran cerrado los caminos de la evolución pacífica y democrática y todos los derechos y oportunidades del pueblo fueran negados y pisoteados, entonces no tendría que fabricarse la idea de una nueva insurrección en un gabinete de solitarios ambiciosos, sino que sería el pueblo en masa el que daría la orden de revolución. (Aplausos.)

Desarrollo sostenido y equilibrado, con estabilidad económica y política, con paz interior; pero advirtió el Presidente, recalcó: "la estabilidad no puede estar estática, no es quietud, no puede ser muerte, en una estabilidad dinámica", y he aquí, a mi juicio, una de las notas trascendentes, históricas, del mensaje Presidencial. El vino a hablar aquí en contra de la pasividad, él vino a negar que la Revolución esté ya terminada, él vino a hablar contra el conformismo, él vino a decir a las fuerzas del progreso: "De pie y adelante", porque éste es un país todavía en Revolución, porque ahí existe el derecho a la oposición, a la crítica y existe el derecho a la transformación social y a la revolución pacífica, dentro del genio peculiar de México. (Aplausos.)

Sí, ciertamente, el Presidente insertó -lo cual no es sino un reconocimiento histórico de hechos históricos-, insertó el proceso de la Revolución Mexicana dentro del proceso universal de transformación, o sea, de revolución social de nuestra época. No, claro está que la Revolución Mexicana no es una revolución separada de la Historia Universal. Triste prédica, en verdad, la de quienes quisieran, al idealizar a la Revolución Mexicana, desprendiéndola del conjunto, del torrente de la historia de nuestro tiempo. Se ha nutrido -dijo el Presidente-, la Revolución Mexicana, de las ideas, por cierto, de las ideas mejores de nuestra época. Lo ha tomado. ¿Pero en qué consiste, a este respecto, la discusión? Nutrirse de las ideas universales, pero asimilándolas tan a fondo, dirigiéndolas tanto, que pasan a convertirse en ideas nacionales, en ideas mexicanas. (Aplausos.)

Ese es el verdadero proceso por el cual no intercomunican las experiencias y los pueblos; pero ideas que permanezcan extranjeras por su falta de adaptación suficiente a la realidad mexicana, esas ideas seguirán siendo extranjeras y no son útiles para dirigir

con ellas la vida mexicana. (Aplausos.) Esta es una cuestión muy importante, en la teoría y en la práctica, en la vida misma. Muchas veces corremos el riesgo de parecer, los mexicanos, demasiado nacionalistas. ¿Pero, cómo reprocharle exceso de nacionalismo a un país que durante varios siglos no tuvo bandera propia, a quien no se le permitió gozar su propio himno nacional, con autoridades extranjeras? ¿Cómo reprocharle a este pueblo humillado, ofendido, desangrado por el extranjero, que no grite, que quiere una patria autosuficiente? Ese exceso de nacionalismo podrá ser, si se quiere, de mal gusto; pero es una barrera de sentimientos que defienden el territorio y el patrimonio de la Nación. (Aplausos.)

Pero eso sí, y lo digo yo, que he sido y soy un partidario también del internacionalismo progresista; pero eso sí, es una medida de altísima política el insistir, hasta la obsesión: México, México, México. Y decirlo, con todo respeto y con todo cariño a otros pueblos, que también quieren lo suyo, sin nacionalismo estrecho, sin chauvinismo, pero con severidad y rudeza política: México no tiene metrópolis exteriores, ideológicas ni políticas; nuestro pensamiento nacional, nuestro rumbo, no se dirige ni puede ser dirigido nunca desde Washington, ni desde Moscú, ni desde Pekín, ni desde La Habana, ni desde Buenos Aires, sólo desde el Palacio Nacional (aplausos).

Ni desde el Vaticano (aplausos).

Esa es la línea en esquema, y los instrumentos: el trabajo de la nación, el trabajo en

su más amplio sentido, no sólo el trabajo manual, también el trabajo mental, el trabajo político, el trabajo diplomático, el trabajo científico, el trabajo artístico. ¿Y cómo cargar, decisivamente, hacia ese rumbo la nave de la nación? Empujándola todos los mexicanos. La unidad nacional, que no solamente se justifica, como alguna vez se pretendió, en casos de peligro bélico, sino que siempre que hay una emergencia nacional y ahora está plenamente justificado decir que, durante décadas, para todos los pueblos hay una situación de emergencia nacional.

Está en peligro siempre la integridad de la nación, todos los días está en peligro el pan de los mexicanos, no solamente por la explotación de algunos de adentro, sino, también, por la explotación internacional que pesa sobre los precios de nuestros productos, sobre el fruto del trabajo de los mexicanos y de la nación en su conjunto.

Y basta recordar lo que pasa todos los días en este continente y en otros continentes para comprender que los riesgos son todos los días muy grandes para la nación. En este sentido el informe del Presidente es valiente, espartano. Dice: "La independencia nacional, que debemos consolidar lo antes posible, y la paz, es el fruto de un proceso de descolonización, que no concluye todavía." ¿Se puede hablar con más gravedad de la situación de la patria? Pero, al buen entendedor, pocas palabras. Por eso la unidad de la nación requiere que nadie renuncie a sus propias tendencias, a su recinto íntimo de creencias y preferencias, de aspiración, de ambiciones legítimas.

¿Y cuál es el pivote de esta unidad nacional, según el Presidente? Los campesinos -dice-, los obreros y la clase media, en los cuales radican en el presente, las virtudes cardinales de la nacionalidad.

No sólo el número, el trabajo; no sólo la afiliación, de un partido, la posesión del rumbo certero a seguir. Todo su informe es una apelación a estas fuerzas motrices de la Nación y, de un modo muy particular, a la mujer mexicana y a la juventud.

Meditemos un instante en su llamado a la juventud. "Jóvenes -les dijo el Presidente-: No los queremos resignados ni conformistas; no queremos apagar su rebeldía, porque juventud conformista, resignada y sumisa, no es juventud, no juega su misión renovadora de la vida social; no es manantial de nuevas aguas que fecunden la existencia histórica."

¡AH!, pero no lo queremos tampoco irresponsables, ni pobres, tristes y puerilmente de espaldas a la Nación. Lean nuestra historia, jóvenes de México. Nadie les niega a otros pueblos su gran historia, pero aquí también hay historia. Y no hay otro ejemplo más alto ni más cercano para México que México mismo.

El mundo empieza por el trozo de tierra pobre y estéril, o fértil, obscura, o luminosa, donde nos tocó nacer o venir a vivir con dignidad suprema, con derecho, no de carta de naturalización de una Secretaría de Estado, sino de carta de naturalización por la sangre, la comprensión y la lealtad a la nueva patria. (Aplausos.)

Jóvenes: Entréguense a esta tarea, que muchos dirán que no es muy airosa, ni muy heroica, porque por ahora consiste en construir casas de habitación para las familias del pueblo humilde que viven en condiciones infrahumanas; en levantar sanatorios, en extirpar las epidemias, en curar y educar. Son tareas de paz, mientras los adversarios del desarrollo progresista de México, no digan otra cosa.

Pero, en llevar adelante esta revolución pacífica, hay tarea no para una vida para muchas vidas. Y el mérito de ella puede colmar la dignidad de la ambición más pura y más alta.

Ese es el llamado del Presidente a la juventud para que se ponga de pie: es un llamado a estudiar a México en México mismo; es un llamado al servicio de la patria. Y ese llamado es, también, para toda la nación.

Por eso, en esta Cámara, que sí, quiérase o no - y no lo decimos por jactancia, sino con esperanza de que el futuro de ella sea mejor en esta Cámara, llamada a innovar- le entregamos la respuesta al Presidente.

Conocedores del minuto particularmente tenso de la vida internacional y de la vida nacional en que se producía ese informe, pusimos la respuesta de los diputados y de los senadores, de los representantes de la Nación, en los labios de una mujer, para que fuera una voz preñada de lágrimas, en nombre de las madres que ya no fueron, que ya no son, de las que son, y de las que van a ser en el futuro; para que fuera, en nombre de todas las madres del pasado, del presente y del futuro de México, que respondiera una palabra serena, grávida, llamando al combate y a continuar el camino.

¿Que todo proteja al viajero que está en camino esta noche! El viajero es la Patria, y la noche terminará en una nueva primavera de la Revolución Mexicana. (Aplausos.)

IX

- El C. Secretario Calleja García, Juan Moisés:

"Comisión de Relaciones Exteriores.

Honorable Asamblea:

La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión turnó a la Cámara de Diputados el expediente relativo a la solicitud del C. licenciado Rogelio de

la Selva formulada a través de las Secretarías de Relaciones Exteriores y de Gobernación, a efecto de que se le conceda el permiso constitucional necesario para aceptar el nombramiento, a título honorífico, de asesor jurídico de la Embajada de la República de China, acreditada ante el Gobierno de México.

En virtud de que el solicitante se ajusta a lo establecido por el Artículo 37 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es su fracción II, del apartado B, y condicionando este permiso a que el hecho de aceptar el nombramiento que se le confiere, no amerite para el ciudadano peticionario, mexicano por naturalización, sujeción de ninguna especie al gobierno otorgante, nos permitimos someter a la consideración de esta honorable asamblea, el siguiente proyecto de decreto:

Artículo Unico. Se concede permiso al C. Rogelio de la Selva para que, sin perder la ciudadanía mexicana por naturalización, pueda aceptar el nombramiento a título honorífico, de asesor jurídico de la Embajada de la República de China en esta ciudad.

Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.

- México, D. F., a 5 de septiembre de 1966.- Antonio Martínez Manautou.- Luis Dantón Rodríguez.- Emilio Gandarilla Avilés.- Fluvio Vista Altamirano.- Gabino Vázquez Oseguera." Primera lectura.

- El mismo C. Secretario: Señora Presidenta, se encuentran agotados los asuntos de la Orden del Día.

- La C. Presidenta (a las 16.10 horas): Se levanta la sesión y se cita para el próximo 9 de septiembre a las ll horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE LOS DEBATES"