Legislatura XLIX - Año II - Período Ordinario - Fecha 19741015 - Número de Diario 19

(L49A2P1oN019F19741015.xml)Núm. Diario:19

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

XLIX LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO II México, D. F., Martes 15 de octubre de 1974 TOMO II. NÚM. 19

SUMARIO

APERTURA

ORDEN DEL DÍA

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR.

APROBADA SIN DISCUSIÓN.

PROTESTA DE LEY DEL C.

DIPUTADO IBARRA TENORIO

Una comisión nombrada al efecto introduce al C. Jesús Ibarra Tenorio, diputado suplente por el XIX Distrito Electoral del D. F., a fin de que rinda la protesta de ley como diputado suplente en funciones, en virtud del fallecimiento del diputado propietario José María Leoncio Alejandro Ruiz Zavala. Protesta.

Invitados de Honor

La Secretaría anuncia la presencia de diversas personalidades invitadas a esta sesión, entre ellas, la señora Helvi Sipila, Vicepresidenta General de la Organización de las Naciones Unidas.

Comparecencia del

Secretario de Gobernación

Lic. Mario Moya Palencia

Previa lectura del oficio relativo a la autorización presidencial para que comparezca ante esta Cámara el C. Secretario de Gobernación, licenciado Mario Moya Palencia, una comisión nombrada al efecto lo introduce al recinto parlamentario, tomando asiento a la izquierda de la Presidencia, quien, en seguida, informa del motivo de la presencia del Secretario de Gobernación...4 A continuación el C. licenciado Moya Palencia expresa los motivos que tuvo el Ejecutivo de la Unión al enviar las iniciativas de Decreto que reforman y adicionan diversos artículos constitucionales, y a leyes y códigos relativos a la situación jurídica de la mujer y a la protección y desarrollo de la familia.

Acto seguido los ciudadanos diputados que se mencionan interrogan al C. Secretario de gobernación: Estela Rojas de Soto, Alejandro Mújica Montoya, Jesús Dávila Narro, María Edwigis Vega Padilla.

Continúan: Ezequiel Rodríguez Arcos, Graciela Aceves de Romero, Manuel Félix García, Ofelia Casillas Ontiveros, Manuel Ramos Gurrión.

Finalizan: Octavio Peña Torres, Lázaro Rubio Félix, María de la Paz Becerril de Brun, Federico Martínez Manautou y Mario Ruiz de Chávez. La Presidencia agradece al C. licenciado Mario Moya Palencia su exposición y respuestas que son fuente valiosa para las comisiones dictaminadoras. La misma comisión que introdujo al alto funcionario lo acompaña al instante de abandonar el Salón.

DICTAMEN DE PRIMERA LECTURA

Elecciones Extraordinarias en los Estados de Baja California Sur y Quintana Roo.

Dictamen con proyecto de Decreto que convoca a la ciudadanía de los Estados de Baja California Sur y Quintana Roo, a elecciones extraordinarias de diputados al Congreso de la Unión, el segundo domingo de noviembre de 1974. Primera lectura.

A solicitud del C. José Ortiz Arana se le dispensan a este asunto los trámites. A discusión en lo General y después en lo particular. Sin discusión se aprueba en ambos sentidos por unanimidad. Pasa al Ejecutivo para los efectos constitucionales.

Orden del Día

Lectura del Orden del Día de la próxima sesión. Se levanta la sesión.

DEBATE

PRESIDENCIA DE LA C. CONCEPCIÓN RIVERA CENTENO

(Asistencia de 174 ciudadanos diputados.)

APERTURA

- La C. Presidencia (a las 11:05 horas): Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

- El C. secretario Carlos A. Madrazo:

"Cámara de Diputados.

Segundo Período Ordinario de Sesiones.

XLIX Legislatura.

Orden del día.

15 de octubre de 1974.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Oficio de la Secretaría de Gobernación

Por el que se comunica la autorización del C. Presidente de la República para que comparezca ante esta Cámara de Diputados el C. Secretario de Gobernación.

COMPARECENCIA DEL C.

LICENCIADO MARIO MOYA PALENCIA

SECRETARIO DE GOBERNACIÓN

Dictamen de primera lectura

Las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales, de Estudios Legislativos y de Gobernación, encargadas del estudio de las reformas al artículo 43 Constitucional, presentan proyecto de Decreto por el que se convoca a elecciones extraordinarias de diputados propietarios y suplentes de los Estados de Baja California Sur y Quintana Roo."

ACTA

- El mismo C. Secretario:

"Acta de la sesión efectuada por la Cámara de Diputados de la XLIX Legislatura del H. Congreso de la Unión. El día diez de octubre de mil novecientos setenta y cuatro.

Presidencia de la C. Concepción Rivera Centeno.

En la ciudad de México, a la once horas y cincuenta y cinco minutos del jueves diez de octubre de mil novecientos setenta y cuatro, se abre la sesión con asistencia de ciento cincuenta ciudadanos diputados, según declara la Secretaría una vez que pasa lista.

Lectura del Orden del Día.

Sin discusión se aprueba el acta de la sesión anterior efectuada el día ocho de los corrientes.

Se da cuenta de los documentos en cartera:

De conformidad con el artículo 93 constitucional, los Jefes de los Departamentos del Distrito Federal y de Turismo, envían el Informe de labores desarrolladas por dichos Departamentos, durante el período de septiembre de mil novecientos setenta y tres al 31 de agosto de mil novecientos setenta y cuatro. Recibo y resérvense en el Archivo para consulta de los ciudadanos diputados y córrase traslado a la H. Cámara de Senadores.

Oficio de la Secretaría de Gobernación relativo a la solicitud de permiso para que el C. Joaquín Bernal pueda aceptar y usar la condecoración que le fue otorgada por el Gobierno del Ecuador. Recibo y a la Comisión de Permisos Constitucionales.

La Secretaría da lectura al oficio enviado por la Secretaría de Gobernación, así como a la iniciativa de Decreto suscrita por el C. licenciado Luis Echeverría Alvarez, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, por el que se solicita permiso para que el C. Presidente pueda ausentarse del Territorio Nacional durante el tiempo necesario a efecto de celebrar una entrevista con el C. Presidente de los Estados Unidos de América.

En uso de la palabra, el C. diputado José Luis Escobar Herrera, resalta la importancia que reviste dicha entrevista, y solicita se dispensen los trámites por considerar el asunto de urgente y obvia resolución.

La Asamblea, en votación económica, dispensa los trámites a la solicitud presidencial, y en consecuencia, se pone a discusión el proyecto de Decreto respectivo.

En uso de la palabra el C. diputado Oscar Bravo Santos apoya el proyecto de Decreto que concede el permiso.

No habiendo otra persona que haga uso de la palabra, en votación nominal se aprueba por unanimidad de ciento setenta y dos votos. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

Las Comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Gobernación, Trabajo y Estudios Legislativos, con fundamento en lo dispuesto en la fracción VII del artículo 2o. de la Ley de Secretarías y Departamentos de Estado, suscriben una proposición a efecto de que, por los conductos debidos, se solicite la autorización del C. Presidente de la República, para que el próximo martes quince de los corrientes, a las once horas, comparezca ante esta Representación Nacional el C. licenciado Mario Moya Palencia, Secretario de Gobernación, e informe sobre las iniciativas de Decreto que reforman y adicionan diversos artículos de la Constitución Federal y de Leyes y Códigos, relativos a la igualdad jurídica de la mujer y a la protección y desarrollo de la familia.

Asimismo, en atención a la importancia de la proposición, solicitan se considere este asunto de urgente y obvia resolución.

En votación económica la Asamblea dispensa los trámites.

A discusión la proposición; no habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se aprueba en sus términos.

La Presidencia dispone que se gire atento oficio al C. Secretario de Gobernación para que

se sirva recabar del C. Presidente de la República la autorización correspondiente.

Se designa a la Comisión de Estudios Legislativos para hacer entrega del oficio relativo.

Dictamen con proyecto de Decreto, presentado por las Comisiones unidas de Hacienda, Crédito Público y Seguros; y de Estudios Legislativos, que reforma diversos artículos de la Ley General de Instituciones de Seguros.

Primera lectura.

La Comisión de Programación Cívica y Actos Especiales, emite un dictamen con punto de Acuerdo a efecto de que el día dieciocho del mes en curso se celebre una sesión solemne para rendir homenaje a la memoria de los ilustres mexicanos: Generales Lázaro Cárdenas del Río y Plutarco Elías Calles.

A discusión el punto de Acuerdo: sin ella, en votación económica se aprueba. Se da lectura al Orden del Día de la sesión próxima.

A las trece horas y cinco minutos se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar a las once horas del día quince del presente mes."

Está a discusión el acta. . . No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo...Aprobada.

PROTESTA DE LEY

- La C. Presidenta: Se encuentra a las puertas de este recinto el señor Jesús Ibarra Tenorio, diputado suplente por el XIX Distrito Electoral del Distrito Federal. Se nombra en comisión para introducirlo al Salón de Sesiones a fin de que rinda la protesta de ley a los siguientes ciudadanos diputados: Jesús Elías Piña, Arturo Romo, Rosa María Martínez Denegri y Lylia Berthely.

(La Comisión cumple su cometido.)

- La C. Presidenta: Se ruega a los presentes ponerse de pie.

"Jesús Ibarra Tenorio, ¿Protestáis guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, las leyes que de ella emanen y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de diputado que el pueblo os ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Nación?"

El C. Jesús Ibarra Tenorio: ¡Sí protesto¡

- La C. Presidenta: ¡Si así no lo hiciéreis, la Nación os lo demande!

(Aplausos.)

INVITADOS A LA SESIÓN

El C. secretario José Octavio Ferrer Guzmán: Se encuentran como invitados de honor de esta sesión, las siguientes personas: el diputado constituyente señor Antonio Gutiérrez; el señor Cándido Avilés Inzunza, diputado constituyente; profesor Jesús Romero Flores, diputado constituyente; profesor Gregorio A. Tello, diputado constituyente; señor arquitecto Antonio Calzada Urquiza, Gobernador Constitucional del Estado de Querétaro; licenciado Atanasio González Martínez, Presidente del Tribunal Fiscal de la Federación; licenciado Saturnino Agüero Aguirre, Presidente del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal; señora Helvi Sipila, Vicepresidenta General de la Organización de las Naciones Unidas; licenciada María Emilia Téllez Benoit, Oficial Mayor de la Secretaría de Relaciones Exteriores; licenciada María Luisa Leal, Secretaria del Consejo Nacional de Población; señora María Hernández Zarco, heroína de la Revolución; licenciado Francisco Cano Escalante, Vocal Ejecutivo de la Comisión Nacional de la Industria Azucarera; licenciada María Lavalle Urbina, licenciada Guadalupe Aguirre Soria, ciudadana Hilda Anderson Nevarez, Secretaria de Acción Femenil del Partido Revolucionario Institucional y la profesora Martha Andrade de del Rosal, delegada política de Iztapalapa.

(Aplausos.)

OFICIO DE LA SECRETARIA DE GOBERNACIÓN

- El mismo C. Secretario:

"Año de la República Federal y del Senado."

"Escudo Nacional.- Estados Unidos Mexicanos.- Poder Ejecutivo Federal.- México, D. F.- Secretaría de Gobernación.

CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.- Presentes.

Con referencia a su oficio girado a esta Dependencia con fecha 10 de los corrientes, por medio del cual se comunica al Titular del Ejecutivo de la Unión el acuerdo tomado por esa H. Cámara de Diputados de citar al ciudadano Secretario de Gobernación para que comparezca ante el mencionado cuerpo legislativo a fin de informar sobre las motivaciones que puedan tener las iniciativas de Decreto que reforman y adicionan diversos artículos constitucionales; leyes y códigos, relativos a la igualdad jurídica de la mujer y la protección y desarrollo de la familia; así como para responder a las cuestiones de interés que se susciten, al respecto, entre los ciudadanos diputados, me permito manifestarles lo siguiente:

Enterado el señor Presidente de la República del contenido del mencionado ocurso, y en acatamiento al artículo 93 constitucional, se ha servido disponer que el suscrito atienda a la cita de referencia en la sesión correspondiente al martes 15 del actual, a fin de rendir la información que se solicita acerca de los motivos que indujeron al Ejecutivo a someter a esa soberanía las Iniciativas de Decretos que se han mencionado.

Lo que comunico a ustedes para sus efectos constitucionales, reiterándoles las seguridades de mi atenta consideración.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

México, D. F., a 10 de octubre de 1974.-

El Secretario, licenciado Mario Moya Palencia."

-Trámite: De enterado.

COMPARECENCIA DEL C. SECRETARIO DE GOBERNACIÓN

- La C. Presidenta: Esta Presidencia se permite informar a la Asamblea, que se encuentra a las puertas de este recinto el licenciado Mario Moya Palencia, Secretario de Gobernación. Para introducirlo a este salón, se designa en comisión a los siguientes ciudadanos diputados: Alicia Mata Galarza, Jesús Guzmán Rubio, Belisario Aguilar Olvera, Miguel Hernández González, Margarita Prida de Yarza, Fernando Estrada Sámano, Margarita García Flores, Federico Martínez Manautou y Arnoldo Villarreal Zertuche.

(La comisión cumple su cometido.)

- La C. Presidenta: En sesión efectuada el 10 de octubre, fue aprobada una proposición, para que el C. Secretario de Gobernación compareciera ante esta Cámara de Diputados, a fin de que informe a esta Asamblea sobre las Iniciativas de Decretos que reforman y adicionan diversos artículos constitucionales; leyes y códigos, relativos a la situación jurídica de la mujer y a la protección y desarrollo de la familia.

Señor Secretario de Gobernación, cuando usted lo disponga puede pasar a la tribuna.

(Aplausos.)

- El C. Secretario de Gobernación:

"Ciudadana diputada Concepción Rivera Centeno, Presidenta de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión:

Ciudadanas diputadas y ciudadanos diputados:

Señoras y Señores:

Cambiar es transformar. Cambiar es pensar diferente. Cambiar es enfrentarse a nuevas situaciones con nuevas soluciones. Es recibir la herencia histórica para convertirla en acción presente y en visionaria previsión.

El cambio social es un metabolismo de las conciencias. Antes que nada, una sustitución de estructuras mentales. Significa nuevas formas y condiciones de vida, nuevos hábitos, ruptura de costumbres para construir otras que hacen más fructífera nuestra vivencia. Cambiar, en su cabal sentido, no es sustituir lo bueno por lo malo, sino lo bueno por lo mejor.

Sobrevolar por encima de las ataduras de lo rutinario y revisar su muchas veces olvidada filosofía, para redescubrir la permanencia de los valores y actualizar su ejercicio en la época contemporánea. La teoría del cambio es una teoría de modernización. El cambio social es arquitectura para construir una nueva sociedad.

Como lo advirtió es su último Informe el Presidente Echeverría, este es, y seguirá siendo, sin tregua, un régimen de cambios. Preparar el advenimiento de las nuevas generaciones es la teoría singular del genuino estadista. Amacizar los cimientos de la vida colectiva no para propiciar el inmovilismo, sino para que existan beses sólidas que presten apoyo a la dinámica del país.

La mujer constituye, ya se ha dicho, la mitad de México. Una mitad que no puede ni debe rezagarse. Un valioso conglomerado humano cuyo proceso de integración social es indetenible y debe ser alentado dentro del marco de las instituciones. Las reformas constitucionales y legales que hoy nos ocupan, son parte de la política de ampliación democrática instaurada por el Presidente Echeverría y encaminada a la participación de todos en los frutos y las responsabilidades del esfuerzo colectivo.

Ya nos lo decía desde que era candidato de la Revolución Mexicana a las más Alta Magistratura: "Habremos de luchar por que, en esta misma generación, se alcance plena igualdad de las condiciones de vida del hombre y de la mujer en México. Es preciso que desterremos antiguos prejuicios; que ningún mexicano vea a la mujer como un ser disminuido, sino como persona independiente de nuestro capricho o nuestra conveniencia, como ciudadano cuyos deberes y derechos tienen la misma jerarquía que los nuestros y como individualidad plena de posibilidades creadoras. No alentaremos el conformismo de nuestras mujeres ni toleraremos la sumisión económica, física y mental de que algunos quieren hacerla todavía objeto."

Ya lo advertía también en el mensaje dirigido con motivo de su toma de posesión al cargo: "La mujer ha demostrado, sobradamente su aptitud para enriquecer la vida cultural, económica y política del país. Ha probado su sensibilidad para comprender los problemas reales de la sociedad y ha contribuido activamente a resolverlos. Promoveremos el pleno ejercicio de sus facultades creadoras. En pocos años, los hombres y las mujeres de México habrán de alcanzar igualdad cabal de derechos, deberes y oportunidades en los múltiples aspectos de la vida nacional."

Y lo refrendó el primero de septiembre pasado cuando, puestos de pie, en este mismo recinto, los mexicanos aplaudimos estas palabras: Es preciso romper las barreras que impiden a la mujer su pleno desenvolvimiento en la vida política, económica y social y que obstruyen, por tanto, el avance integral de México. Hemos dispuesto una revisión completa de las leyes federales, a fin de someter ante esta soberanía las iniciativas conducentes a eliminar cualquier vestigio de discriminación femenina. Sin embargo, el esquema de dependencia y dominación, que todavía caracteriza en alto grado las relaciones entre la mujer y el hombre, no será erradicado con meros instrumentos legales. Es necesario, también que una y otro sean capaces de sacudirse las viejas estructuras mentales que hacen posible esta injustificada situación."

Las reformas que comentamos hoy, se inscriben pues, en la trayectoria secular del pueblo mexicano por transformar y mejorar sus niveles de vida. No son una concesión sino un reconocimiento. Un acto de justicia. Con ellas se abren, de para en par, las puertas del derecho público y privado para que por ellas penetre la mujer, cada vez más dueña de su destino, a ocupar el

lugar que merece en la vida política, social y económica.

La reforma servirá como presupuesto para la transformación de las condiciones reales de vida de la mujer en México. Como todo revolucionario realista, el Presidente Echeverría sabe que, entre la capacidad de jure y la de facto, media un constante esfuerzo social cuyo desarrollo tendrá que estimularse en todas las áreas.

Reconoce también el Jefe del país que no existe una sociedad revolucionaria, ni un estado democrático, si no se promueve la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. No ignora tampoco que una de las más altas responsabilidades de un Presidente progresista, como él, que cree en el poder transformador del derecho, es captar las demandas y los anhelos populares, y promover su inserción en nuestra Ley Suprema, para que su alta jerarquía se ponga al servicio del cambio social. Es por eso que este Presidente legislador ha sabido regular y sintetizar, en la presente iniciativa de reformas constitucionales y legales, los impulsos de los movimientos feministas, de nuestra historia y de nuestro presente, y ha sabido interpretarlos para garantizar su proyección al porvenir.

En el texto del nuevo artículo cuarto constitucional que propone, alientan los esfuerzos heroicos de las grandes mujeres mexicanas de nuestra historia:

La joven Tecuichpo - "copo de algodón" - Estoica esposa de Cuauhtémoc, que, sin una lágrima, cayó con él en la defensa de Tenochtitlan. Juana de Asbaje, musa iluminada y visionaria feminista. Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín, Gertrudis Bocanegra de Lazo de la Vega, Antonia Nava de Catalán y tantas otras de nuestra lucha de Independencia.

Margarita Maza de Juárez, Josefina Ocampo de Mata, Agustina Ramírez de Rodríguez, Leonarda González, Loreta Encinas de Avilés, y otra pléyade que hizo su parte junto a los hombres de la Reforma y de la Intervención.

El Presidente Juárez, con las Leyes de Reforma de jerarquía civil a la familia, y al enunciar su programa de Gobierno en 1861 enfatizó que:"

Secularizando los establecimientos de utilidad pública, se atenderá también a la educación de las mujeres, dándole la importancia que merece por la influencia que ejercen en la sociedad."

Se abrieron entonces las primeras escuelas para niñas y las primeras normales femeninas.

Y, 25 años después, en 1886, presentaba su examen profesional como dentista la primera mujer que obtuvo un título universitario en México: Margarita Chorné y Salazar, a quien siguieron la doctora Matilde P. de Montoya y la abogada María Sandoval.

¡Y qué decir de las mujeres revolucionarias!: Margarita Magón, la madre de los Flores Magón, a cuyas instancias "Regeneración" acuñó el lema de "periódico independiente de combate." Aurora y Elvira Colín, Josefina Arjona de Pinelo y Donaciana Salas, Silvina Rembao de Trejo, Josefa Tolentino, Rafaela Alor, Concepción Valdés, Modesta Abascal, Otilia y Eulalia Martínez, Elisa Acuña de Rossetti, animadoras de los clubes liberales de principio de siglo. María Sandoval de Zarco y Laura Méndez de Cuenca, fundadoras, en 1904, de la "Sociedad Protectora de la Mujer", primer organismo feminista. Aurora Bórques, Concepción Gómez Pezuela de Arrecillas, y otras mujeres empleadas de comercio que fundaron una bolsa de trabajo, varios organismos de auxilio, y editaron el periódico "La Abeja".

En la huelga del Río Blanco, en 1907, se distinguieron las mujeres sindicalistas: Lucrecia Torys, Isabel Díaz de Pensamiento, Anselma Sierra. La figura de Carmen Serdán en señal luminosa del maderismo. Y, junto a ella, todas las integrantes de la Liga Femenil de Propaganda Política que se opusieron a la reelección de Porfirio Días y apoyaron al apóstol Francisco I. Madero: Teresa Arteaga, María Luisa Urbina, Joaquina Negrete, María Aguilar, Adela Treviño.

Cuando cae Madero, un ilustre tribuno, Belisario Domínguez, lanza, en octubre de 1913, el discurso contra Huerta que le valiera la muerte. Le agrega esta nota: "Ojalá hubiera un impresor honrado y sin miedo que imprimiera este discurso". Y lo hubo. Y fue una mujer. Y está aquí, con nosotros: María Hernández Zarco. (Aplausos.)

Pero hubo muchas otras de igual valor civil: María Arias Bernal, Dolores Jiménez y Muro, Dolores Sotomayor, María Elvira Bermúdez, Eulalia Guzmán, Mercedes A. de Arvide, y tantas otras que lucharon junto al constitucionalismo. De él y de Venustiano Carranza obtuvieron las primeras ventajas: una Ley del Divorcio en 1914, y la Ley de Relaciones Familiares en 1917.

En plenos días de lucha, bajo el patrocinio del general Salvador Alvarado, quien comprendió el movimiento igualitario de las mujeres, se celebró en Yucatán, en 1915, el Primer Congreso Feminista en cuya convocatoria se decía que era un error educar a la mujer para una sociedad que ya no existe, toda vez que la revolución la había manumitido.

Se inició la lucha por el sufragio. Hermila Galindo y Edelmira Trejo sugirieron al Congreso de Querétaro que reconociera el voto femenino. En 1919 se fundó el Consejo Feminista Mexicano y Elvia Carrillo Puerto convocó al año siguiente otro de obreras y campesinas, quizá como adelanto a que, en 1922, su hermano Felipe concediera el sufragio a las mujeres yucatecas, y a través del Partido Socialista del Sureste introdujera en México la planeación familiar como un instrumento liberador de las clases oprimidas. También los Estados de San Luis Potosí, en 1923, y de Chiapas, en 1925 otorgaron derechos políticos locales a la mujer.

El aporte femenino a la Revolución Mexicana no se limita al esfuerzo heroico de esas y de otras destacadas mujeres, sino a la participación masiva de las heroicas y populares soldaderas que, con un hijo a cuestas y el fusil en la mano, acompañaron al hombre en las grandes jornadas ¡Para ellas, para todas las heroínas y también para los miles de mujeres desconocidas de

nuestra historia, que con su esfuerzo y su sensibilidad la han hecho posible, el respetuoso homenaje del Presidente Echeverría!

Al iniciarse la fase reconstructiva de la Revolución, el movimiento feminista cobra nuevos bríos. El código Civil de 1928, expedido por Plutarco Elías Calles, significó un paso adelante en el proceso de igualdad jurídica de la mujer. Y en los Congresos Nacionales de Obreras y Campesinas celebrados entre 1931 y 1934 fue creciendo el sufragismo mexicano hasta desembocar en la creación del sector femenil del Partido Nacional Revolucionario. Desde ahí, una pléyade de mujeres, Edelmira Rojas viuda de Escudero, María del Refugio García, Matilde Rodríguez Cabo, Consuelo Uranga, Esther Chapa, Adelina Zendejas, Frida Khalo, Dolores Uribe y otras, iniciaron, junto al programa de igualdad política el de igualdad social para la mujer.

En 1937 se presentó a estas Cámaras la primera iniciativa para otorgarle el voto federal, presentada por el Presidente Lázaro Cárdenas.

La apreciación equivocada de que el sufragio femenino beneficiaría a una política conservadora, frustró el patriótico intento.

Las mujeres organizadas de México apoyaron la candidatura del Presidente Manuel Ávila Camacho y después constituyeron la Alianza Nacional Femenina, orientada a que se facilitara a la mujer su elevación en todos los órdenes. En esa lucha se distinguieron grandes mujeres contemporáneas: Amalia Caballero de Castillo Ledón, María Lavalle Urbina, Aurora Fernández, María Luisa Ocampo, Justina Vasconcelos de Vergés, Fidelia Brindis, Aurora Ezquerro, Dolores Blanco de Arvizu, Guadalupe Martínez de Hernández Loza y varias otras.

Los primeros puestos públicos de importancia en el sistema federal los ocupan entonces: Matilde Rodríguez Cabo y Palma Guillén.

El Presidente Miguel Alemán promueve, en 1946, el derecho de la mujer a votar y ser votada en las elecciones municipales y, en 1953, las mexicanas obtienen, por fin, igualdad plena de derechos políticos, gracias a la decisión de un ciudadano recientemente fallecido: el Presidente Adolfo Ruiz Cortines.

México ve entonces por vez primera a una mujer en los recintos parlamentarios: Aurora Jiménez de Palacios, a la que acompañan Marcelina Galindo Arce, María Guadalupe Urzúa, Remedios Albertina Ezeta y Margarita García Flores. Tres años después las primeras senadoras: María Lavalle Urbina y Alicia Arellano Tapia.

En el régimen del Presidente López Mateos, elegido ya con el voto femenino, se nombran la primera Subsecretaria, la primera Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, las primeras Magistradas del Tribunal Superior. Decenas de mujeres ingresan a los cuadros administrativos.

Con el Presidente Días Ordaz, las mujeres jóvenes, entre 18 y 21 años, acceden junto con los varones, al ejercicio del sufragio, y se amplían así sus posibilidades políticas.

Muchas distinguidas mujeres, de distintas ideologías, han pasado por esta representación nacional y se unen a las que han brillado en los campos de la educación, la literatura, el arte, el sindicalismo, el periodismo, y las carreras profesionales: Rosaura Zapata, Dionisia Zamora, Rosario Gutiérrez Eskildsen, Adela Formoso, Rosario Castellanos, Angela Alessio Robles, Dolores del Río, María del Carmen Millán, María Félix, Guadalupe Amor, Silvia Pinal, Celia Calderón Silvia Pardo, Macrina Rabadán, María de la Luz Grovas, Lilia Carrillo, Consuelo Velázquez, Celia Treviño, María Izquierdo, Dolores Alvarez Bravo, Martha Chávez Padrón, Griselda Alvarez, Aurora Arrayales, Rosaura Revueltas, Martha Andrade, Ifigenia Navarrete, Ruth y Guadalupe Rivera, Florentina Villalobos, Emilia Téllez, María Eugenia Moreno, Lylia Berthely, Margarita Lomelín, Hortensia Rojas, Gloria León Orantes, Guadalupe Aguirre, Yolanda Sentíes, Beatriz Reyes Nevares, Julieta Campos, Sofía Celorio, Aurora Ruvalcaba, Aurora Navia, Hilda Anderson Nevares, y Guadalupe López Bretón, muchas otras que están ocupando su lugar en la vida intelectual, económica, artística, social y política de México. Hoy vemos con orgullo y respeto que las dos Cámaras del Congreso de la Unión son presididas por mujeres.

Ha tocado culminar ese proceso revolucionario y llevarlo al campo social y económico, con la nueva legislación demográfica y sobre todo con las reformas constitucionales y legales que garantizan al más alto nivel la igualdad jurídica integral de la mujer y su incorporación plena al desarrollo nacional, a ese visionario estadista que es el Presidente Luis Echeverría Alvarez.

Estamos seguros de que, de aprobarse la iniciativa de reformas a la Constitución, y las modificaciones a diversas leyes secundarias que se presentan, habrá de refrendarse el reconocimiento nacional a la responsabilidad y al importante papel de la mujer, ya que las propias reformas no sólo reconocen, de una vez por todas, en forma clara y meridiana, la igualdad jurídica entre varones y mujeres, sino que consagran como una garantía individual para toda persona el derecho a formular una decisión libre, responsable e informada sobre el número y esparcimiento de sus hijos; igualan la capacidad de la mujer para transmitir la nacionalidad mexicana a su cónyuge extranjero que reside en territorio nacional, como ya la tiene el varón; eliminan tutelas obsoletas que, a pretexto de que no es conveniente que la mujer trabaje en labores insalubres y peligrosas o en trabajos extraordinarios o nocturnos, reducen de hecho, sus oportunidades de vida y le cierran parte del mercado laboral; y, además, revalorizan el papel del hombre y de la mujer dentro del matrimonio y la familia, y acentúan la protección de las leyes a esta célula básica de la vida social.

Cobra excepcional importancia la promoción del Presidente Echeverría. Porque las Naciones Unidas han declarado a 1975 "Año Internacional de la Mujer", y han decidido

dedicarlo a intensificar las medidas encaminadas a asegurar su integración plena en el esfuerzo del desarrollo.

De aprobarse estas reformas, México no sólo llenará con largueza los objetivos de esta acción solidaria internacional, y cumplirá con los compromisos que contrajo al suscribir, en 1967, la "Declaración sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer", sino que, fiel a su tradición de constitucionalismo social vanguardista, habrá de colocarse como el primer país que en su Ley Suprema no sólo acoge estos principios igualitarios entre varones y mujeres, sino que consagra el ya declarado derecho humano fundamental a la planeación familiar, presupuesto insuperable para un auténtico mejoramiento de las condiciones de vida de la mujer y que está indisolublemente vinculado con el crecimiento de sus opciones a la educación, al trabajo, a la salud y a la vida pública.

Desde aquí, saludamos respetuosamente a la distinguida doctora en Derecho Helvi Sipila, Subsecretaria General de la Naciones Unidas para Asuntos Sociales y Humanitarios, quien tiene a su cargo la promoción del "Año Internacional de la Mujer", y que nos honra con su presencia. (Aplausos.)

Llega usted, doctora Sipila, a un país que busca acelerar pacíficamente su desarrollo y tiene plena confianza en sus mujeres. A un país en que la Primera Trabajadora Social es la digna esposa de nuestro Presidente, la señora María Esther Zuno de Echeverría.

(Aplausos.)

El problema de la igualdad real de la mujer es indivisible del problema del desarrollo. Los obstáculos que encuentra la mujer en los países en vías de desenvolvimiento, están íntimamente vinculados con la presión que ejerce sobre estos países una estructura económica mundial injusta.

La tarea de hacer avanzar a la mujer dentro de la sociedad, no es completa si la sociedad no avanza en su conjunto. Por eso es inseparable la lucha que libramos por mejorar el status jurídico y real de la mujer mexicana de toda la nueva estrategia de desarrollo instrumentada por el Presidente Echeverría, y también de sus sustanciales esfuerzos por lograr un orden económico internacional más justo, mediante el establecimiento y respeto de una Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados que establezca condiciones más equitativas en el intercambio y la cooperación entre los países industriales y los pueblos en desenvolvimiento, y facilite a estos la plenitud de su soberanía económica. Es en este contexto en el que debe insertarse y valorarse un proceso, como el que hoy realizamos en lo interior, para mejorar la calidad de la vida de todas las mujeres y también de todos los hombres.

Señoras y señores:

Corresponderá a nuestro Poder Legislativo convertir esta Iniciativa Presidencial en norma jurídica superior. Pero corresponderá a todos los mexicanos, sin excepción, ponerla en práctica en los más variados ámbitos, y contribuir a que se acorte el trecho entre las capacidades jurídicas y las opciones reales de la mujer en la vida colectiva. Su incorporación plena implica un cambio cualitativo de la sociedad. Una actitud progresista, no una resistencia conservadora. Si somos buenos revolucionarios, no sólo debemos aspirar a transformar la realidad, sino a transformarnos nosotros mismos. Nos toca entender el sentido humanista de esta reforma y contribuir a que tenga plena vigencia y cabal realización social. Debemos borrar viejos perjuicios y pensar y actuar con un espíritu contemporáneo.

Tenemos que desarraigar hábitos consciente o inconscientemente discriminatorios, y contribuir activamente a la construcción de una nueva familia y de una nueva sociedad. Para que las mujeres cambien, nosotros, los hombres, tenemos que cambiar también".

- La C. Presidenta : Señor licenciado Mario Moya Palencia, por conducto de la Secretaría varios ciudadanos diputados han manifestado su deseo de formular algunas preguntas.

A continuación voy a dar lectura a los nombres de los legisladores inscritos:

Estela Rojas de Soto, Alejandro Mújica Montoya, Jesús Dávila Narro, Ma. Edwigis Vega Padilla, Ezequiel Rodríguez Arcos, Graciela Aceves de Romero, Hugo Manuel Félix García, Ofelia Casillas Ontiveros, Manuel Ramos Gurrión, María Guadalupe Cruz Aranda, Octavio Peña Torres, Lázaro Rubio Félix, María de la Paz Becerril de Brun, Alicia Mata Galarza, Federico Martínez Manautou y Mario Ruiz de Chávez.

Tiene la palabra la C. diputada Estela Rojas de Soto.

- La C. Estela Rojas de Soto: Señor Secretario de Gobernación: Después de haber escuchado su brillante exposición, quisiera yo formularle a usted la siguiente pregunta: ¿Qué se entiende en la iniciativa por igualdad jurídica de la mujer ante la ley? ¿Cuál es la filosofía de la reforma y de qué manera se piensa garantizar esa condición de igualdad?

El C. Secretario de Gobernación: Cómo no, señora diputada doña Estela Rojas de Soto.

Ha tocado usted el meollo jurídico y social también de la iniciativa que hoy nos congrega.

Yo pienso que no hay democracia sin libertad y que la libertad es ilusoria sin igualdad. Hablo de una igualdad ante la ley y una igualdad de oportunidades; no hablo de una igualdad biológica. Hablo de la igualdad que ha sido a través de la historia, preocupación esencial del hombre y de la sociedad. De la igualdad que se ha concebido en forma diferente según el enfoque ideológico y según el desarrollo de la humanidad. La igualdad, por ejemplo, para el liberalismo clásico era una consecuencia natural, un estado natural del hombre y del derecho no tenía otra cosa que reconocerlo, que declararlo; la igualdad declarada por la Declaración de Derechos Humanos de la Revolución Francesa era ésa, el reconocimiento a un supuesto estado natural de igualdad y el derecho no iba más allá, se limitaba a hacer esa declaración y a no

penetrar en las consecuencias que ésta tenía en la realidad social y económica. La prueba es que la igualdad proclamada como uno de los tres principios fundamentales de la Revolución Francesa, no fue por ejemplo una igualdad política entre varones y mujeres, ni siquiera entre todos los varones, porque se siguieron usando los cauces del sufragio sensitario o del sufragio capacitario, no todos los hombres votaron o expresaban su opinión política en forma igual, o solamente los que tenían bienes de fortuna, o los que tenían cierta instrucción. En la materia económica tampoco la igualdad de desarrolló, porque la propiedad seguía rodeada de condiciones tales; era un derecho, de tal manera absoluto, que la pobreza de los más, evidenciaba una permanente desigualdad en la sociedad conducida y manejada por los liberales.

El igualitarismo revolucionario, parte de otras bases; piensa que la igualdad no es un fin en sí mismo, ni es una condición natural del hombre, sino es un objetivo, es un desiderátum y una conquista que el hombre debe ganar dentro de la sociedad.

La igualdad, en consecuencia, no viene de la libertad, como en el liberalismo, sino es el punto de partida para alcanzar la verdadera y genuina libertad en una sociedad desenajenada.

Es por eso que, a esa igualdad teórica de los principios liberales, a principios de este siglo, desde fines del anterior, pero sobre todo del anterior; el derecho que va recogiendo las realidades sociales le van incorporando un sentido más objetivo y junto a los derechos individuales a ultranza, reconocidos por el liberalismo, una nueva corriente histórica, política, ideológica y jurídica, por cierto abanderada por la Constitución Mexicana de 1917, empieza a incorporar a esos derechos individuales, los derechos sociales, para considerar la libertad y la igualdad, no sólo en su contexto pretendidamente natural, sino en su contexto natural, así el hombre considerado no sólo como hombre, y la mujer sólo como mujer, sino es considerado el ser humano como campesino o como trabajador, o como miembro de una clase popular que necesita en su conjunto un tratamiento general rodeado de protecciones, estimulado de facultades frente a la sociedad y el Estado, y este último, de una posición de árbitro o de gendarme, se convierte en promotor de los derechos sociales, en vigilante de su cumplimiento, y así también, en un generador de libertad y de igualdad auténticas.

Y en los países en donde esto sucede, hay una asociación deliberada, no natural, de los grupos sociales mayoritarios con el poder público para la consecución de estos objetivos jurídicos - Sociales que en realidad, al mismo tiempo, son programas y métodos y cauces de acción para la sociedad en su conjunto.

Así que cuando nosotros hablamos, y el proyecto del nuevo artículo 4o. Constitucional habla de la igualdad ante la ley del varón y de la mujer, no sólo se refiere a esa pretendida igualdad natural de tipo jurídico, sino busca que esa declaración sirva de punto de partida para buscar, para encontrar, para lograr la auténtica igualdad de oportunidades y de participación de la mujer en la sociedad. Ese es el sentido de la filosofía de esta reforma en las mismas palabras que el Presidente Echeverría pronunciara en diversas ocasiones y que yo he transcrito en mi anterior exposición. No se pretende por el solo hecho de que la ley declare, al más alto nivel, y en buena hora que lo haya hecho, la igualdad entre varones y mujeres, esta igualdad va a producirse. No.

Entre la igualdad jurídica y la igualdad de hecho hay una larga brecha. Es la misma brecha que separa el subdesarrollo del desarrollo. En la misma brecha que separa entre los mismos varones, las condiciones sociales y económicas de vida de unos y otros, y el papel, en consecuencia, que juegan dentro de una sociedad moderna.

Esto es lo que busca promover; esto es lo que se ha trazado como programa el texto del nuevo artículo 4o. Constitucional cuando habla de igualdad de hombres y de mujeres. Es un programa ambicioso, que está íntimamente vinculado a todos los esfuerzos y a todas las estrategias que el país realiza en esta hora por liberar sus capacidades colectivas y lograr su pleno desenvolvimiento.

Por eso es inseparable la igualdad real de hombres y mujeres del desarrollo nacional independiente. Por esos es inseparable de los esfuerzos en que el exterior realiza el Presidente Echeverría por lograr un orden económico más justo entre las naciones. Por eso es indivisible la igualdad jurídica y socio - Económica de la mujer, de todo el conjunto de medidas de política económica, social, fiscal, laboral, demográfica, agraria, etc., que realizamos en esta hora los mexicanos, para elevar las condiciones y las calidades de nuestra vida.

Por otra parte, debo decir a usted, que muchas otras Constituciones ya han consignado en sus textos expresos a partir de la Declaración de Derechos Universales del Hombre realizada en su nacimiento por las Naciones Unidas, este principio de la igualdad jurídica entre varones y mujeres y que México había suscrito en el cuerpo de las propias Naciones Unidas, de las que forma parte, una declaración para eliminar todas las formas de jure, de discriminación en la mujer en el cuerpo de sus ordenamientos legales.

Y que bueno pues que ahora llegamos a una claridad meridiana por si antes no había entendido así la igualdad jurídica entre varones y mujeres.

Algunos piensan que esta reforma podría salir sobrando. Algunos dicen que en realidad el artículo 1o. de la Constitución al decir que la propia Constitución se aplica a todos los individuos, cubre en realidad a varones y mujeres.

Pero la verdad es que en muchos momentos y aun en muchos artículos de la propia Constitución, y en muchos momentos de nuestra historia, no se ha dado esa latitud que hubiese sido deseable para esta declaración general del primero de nuestros artículos Constitucionales.

Y el ejemplo más preciso es la interpretación que se hacía al artículo 34 Constitucional, cuando decía: "...son ciudadanos los mexicanos mayores de 21 años. Ese era el texto original.

¡Ah! Pero no se entendía que era los mexicanos y las mexicanas y hubo una gran lucha, parte de la cual he referido en esta exposición anterior, para que la interpretación de que los ciudadanos eran todo los mexicanos como las mexicanas cobraran cuerpo, aun cuando llegó aquí la proposición del General Lázaro Cárdenas, en ese sentido sucedieron muchos acontecimientos de tipo político - Social que, como ha dicho, frustraron el intento y hasta 1953 en que no por vía interpretativa, sino tuvo que ser por vía de una reforma expresa, se dijo en el Artículo 34: Son ciudadanos los mexicanos varones y mujeres que hayan cumplido 21 años. Como usted ve, sobre todo tratándose de la necesidad de proteger un derecho fundamental y de dotar de esa alta jerarquía jurídica como garantía individual a la facultad igualitaria de hombres y mujeres, es muy necesario hacer una modificación expresa a nuestro texto constitucional, para que además de él se derive una protección de todo el orden jurídico constitucional, incluso del poder judicial federal en vía de amparo, para lo que significa esta garantía igualitaria entre hombres y mujeres. Nótese también que el Gobierno de la República, al establecer categóricamente esta igualdad, retoma los principios fundamentales de sus movimientos libertarios y sociales, interprete la larga cauda del movimiento feminista nacional, lo hace con una gran oportunidad y con una gran serenidad y no lo hace como en otros países se ha hecho, presionado por multitudes femeninas a las puertas de las oficinas administrativas o de la cámaras legislativas, sino en un acto de pleno y auténtico reconocimiento y de madura justicia. Ese es el sentido y esa es la filosofía de esta reforma y su perspectiva es la incorporación plena de la mujer, fundamentalmente en cuatro aspectos de la vida de la colectividad: la incorporación de la mujer en el aspecto educativo, en el mercado laboral, su revalorización en la vida familiar y su mayor penetración en las estructuras públicas o políticas. Esos serían esquemáticamente los campos, las áreas sociales en las que debe expresarse y cobrar cabal sentido la reforma jurídica que hoy ha promovido ante ustedes el Presidente Echeverría, como un desprendido del gran concepto de dignidad humana que envuelve a hombres y mujeres, que envuelve a todos los seres humanos sin distinción de sexo, de raza, de credo, de nacionalidad o de idioma.

La condición social de la mujer, el estatus económico - Social de la mujer, es pues el objetivo, el programa de esta reforma igualitaria; no se contenta el Régimen con hacer una declaración jurídica por valiosa e importante que sea, busca que esta declaración jurídica sea el punto de partida para una transformación revolucionaria de las relaciones entre hombre y mujer, y de las relaciones entre la mujer y la sociedad.

Por ejemplo, en materia educativa, tenemos todavía mucho que hacer a pesar de lo mucho que hemos hecho. Si bien a nivel de educación primaria la matrícula de mujeres es de aproximadamente 48% en relación con el 52% de los varones, y éste se mantiene más o menos igual hasta el fin de la educación media o secundaria, la verdad es que el índice de analfabetismo todavía es mucho mayor en las mujeres. Más o menos del 27% por 20% en los hombres y que estas características se apartan aún más cuando hablamos de las zonas rurales en vez de las zonas urbanas, a pesar de que por cada escuela urbana existen en México tres escuelas primarias rurales.

La incorporación plena de la mujer al sistema educativo, no sólo a los niveles elementales o medios, sino a los niveles normales, tecnológicos, medios superiores y universitarios o superiores, es uno de los objetivos, también una de las guías para la incorporación plena de la mujer, a asumir sus derechos, sus responsabilidades en el desarrollo, una mejor educación de la mujer, una mujer mejor educada contribuye cualitativamente en forma muy superior a enriquecer la vida social, su propia vida humana, la vida de su familia; tiene una participación mucho más evidente, más fructífera en el desarrollo colectivo.

Y la educación, además, es un elemento capacitador para el trabajo. Si solamente hay un 35%, 37% de mujeres en la educación media superior, y si este porcentaje todavía baja en educación universitaria o tecnológica alta a 25 o 26%, tenemos que estimular aún más y hacer más factible el acceso de la mujer al campo educativo.

Proclamada por el artículo 3o. "La igualdad en la Educación, sin distinción de sexo". Abiertas como están las puertas de las escuelas, a hombres y mujeres sin discriminación alguna - por ventura - En este país, tenemos que promover las condiciones para que la mujer realmente penetre en forma más amplia al sistema educativo.

Viejas barreras se oponen a que la mujer estudie y se prepare, sobre todo en las zonas rurales. Viejas barreras que tanto son de índole mental como son propias de la organización socio - Económica de las comunidades rurales. Pero esas barreras van cediendo, se van rompiendo, y las mujeres, no sólo de las zonas urbanas sino también de las zonas rurales, se van incorporando cada vez más al sistema educativo, y por tanto, a la capacitación para el trabajo. Y van prolongando más su celibato y con esto también van entrando más tarde a la vida de la fecundidad y asumen menos pronto el papel de madres de familia.

La capacitación para penetrar al mercado laboral, tiene también cualitativamente un gran valor para la igualdad real de la mujer en nuestra sociedad.

De la población económicamente activa del país, sólo entre el 18 y el 19% está constituido por mujeres: y de ese 18 ó 19% a su vez, sólo el 16% son mujeres casadas. Esto es que menos de una quinta parte de la población económicamente activa, está formada por mujeres.

Y menos de una quinta parte de las mujeres que trabajan, son mujeres casadas.

Es necesario, pues, promover un cambio de estructuras mentales, para que la mujer acceda más ampliamente, como he dicho, al sistema educativo para que se capacite mejor para ingresar al mercado de trabajo; aparte, hay que eliminar otras barreras como las que se han eliminado o se eliminarán de aprobarse esta iniciativa, a partir de las reformas al artículo 123 de la Constitución y de nuestras leyes reglamentarias para hacer más fluido ese acceso de las mujeres al trabajo. Pero tenemos que entender que el papel de la mujer es también como trabajadora, en el campo o en la ciudad, en la industria o en los servicios; que incluso no hay un patrón ni debe haberlo, un modelo para un trabajo exclusivo para las mujeres. Tenemos que partir de la base que la igualdad debe prescindir de exclusivismos y de limitaciones. Tenemos que hacernos una nueva imagen del rol, del papel que juega la mujer dentro de la sociedad. En la familia el papel de la mujer también debe ser revalorizado, porque este es el tercer campo social importantísimo para que la mujer despliegue sus capacidades y sus responsabilidades. En la familia debe haber un mejor equilibrio entre el hombre y la mujer. La idea de la mujer exclusivamente encargada de las tareas del hogar y exclusivamente encargada, y sólo ella de las responsabilidades del hogar y de la educación de los hijos tiene que cobrar paso, como está cobrando paso ya desde hace varios años en la sociedad moderna a un nuevo concepto de la mujer que si bien coparticipa obviamente de las responsabilidades internas del hogar, también sale del hogar para hacerle frente a sus responsabilidades externas para contribuir en forma más vigorosa al progreso y al desarrollo igualitario de México. El índice de participación de las mujeres en la vida educativa, en la vida laboral, en la vida socio - económica, en la vida familiar, y desde luego en la vida pública de las naciones es evidentemente un índice de desarrollo. Se ha discutido mucho si es causa o efecto del desarrollo, pero en realidad la observación tiene que conducirnos a que tanto los pueblos desarrollados son pueblos con un alto nivel de mujeres participantes, como el alto nivel de participación de las mujeres en los pueblos en desarrollo los va convirtiendo paulatinamente en pueblos desarrollados. Esta es, muy esquemáticamente dicha, a reserva de volver sobre el tema en alguna otra consideración, la filosofía por una parte y el programa por otra parte, de la reforma promovida por el Presidente Echeverría para buscar no sólo la igualdad teórica, jurídica de la mujer, sino ésa como punto meridiano indeclinable de partido para obtener, en el fondo, su auténtica libertad, su autonomía en el medio social y educativo, en la vida familiar, la revalorización de su papel en el contexto de nuestro desarrollo, parque la mujer no sólo es la mitad cuantitativa de la nación, sino cualitativamente es uno de los motores que impulsan la rueda de la historia.

(Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el ciudadano diputado Alejandro Mújica Montoya.

El C. Alejandro Mújica Montoya: Señor Secretario de Gobernación: Como usted sabe, durante el curso de la semana pasada tuvieron lugar audiencias públicas promovidas por la Gran Comisión de esta Cámara de Diputados con el objeto de recoger las diferentes opiniones de sectores sociales calificados sobre las reformas al 4o., al 5o. al 30, al 123 de la Constitución y de sus leyes reglamentarias. En esa ocasión, como tuvieron también oportunidad de expresarse algunos varones, una voz generalmente autorizada, hizo referencia a la parte relativa a la reforma del artículo 4o. de la Constitución que señala específicamente el derecho para determinar el número y el esparcimiento de los hijos en la familia.

Yo quisiera preguntarle a usted, señor licenciado, ¿cuáles fueron las razones que se tomaron en cuenta para elevar a rango constitucional esta cuestión?

El C. Secretario de Gobernación: Muy interesante pregunta, señor diputado Mújica Montoya. En primer lugar, déjeme usted expresar mi calurosa felicitación a esta Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión por haber abierto sus puertas a la opinión de todas las mujeres y de todos los hombres de voces tan distinguidas y respetables como esas que usted menciona, a opiniones divergentes, pero en el fondo coincidentes en la finalidad anterior, para crear la problemática de las relaciones jurídico sociales de la mujer y de su peso específico en la sociedad.

El artículo 4o. según el nuevo texto propuesto por el Presidente Echeverría, está concebido, como ustedes saben, así: El hombre y la mujer son iguales ante la ley; ésta protegerá la organización y el desarrollo de la familia. Toda persona tiene derecho a decidir en forma libre e informada y responsable, o de manera libre informada y responsable sobre el número y el esparcimiento de sus hijos.

No es una coincidencia, ni es sólo propósito topográfico, en que un mismo artículo, en el nuevo artículo cuarto constitucional, después de un encabezado general, que proclama y ratifica la igualdad jurídica del varón y la mujer, figure la protección a la familia, pero tampoco es ninguna coincidencia, que en ese marco el artículo termine proclamando como un derecho fundamental de toda persona varón y mujer, siguiendo con la consecuencia de la igualdad jurídica el derecho o la garantía individual a decidir de manera libre informada y responsable sobre el número y esparcimiento de sus hijos.

Ningún fenómeno tiene mayor conexión, con la igualdad real de la mujer, que el fenómeno de la procreación. Es en donde está la diferencia biológica entre hombre y mujer fundamentalmente; diferencia biológica, sin embargo, de la que la ley busca que no se saquen consecuencias jurídicas discriminatorias; diferencias biológicas que en cambio, sí debe protegerse y regularse, rodearse de una serie de garantías por parte de la ley suprema.

El derecho a decidir en forma libre, esto es, sin presión externa, sin coacción de ninguna manera, de ningún origen, sin coacción desde luego del Estado, de manera informada, esto es, con conocimiento, con acceso a la información o a la educación o a la capacitación necesaria, y a los servicios que implica la información.

Y responsable, esto es, con un pleno ejercicio y consciente ejercicio de este derecho, sobre el número y es esparcimiento de los hijos; es uno de los más importantes derechos fundamentales de la época moderna.

A muchos hombres y a muchas mujeres que hoy les leyéramos el importantísimo artículo 2o. de la Constitución que dice que en los Estados Unidos Mexicanos no habrá esclavos, y el esclavo que pise el territorio nacional, por ese sólo hecho será libre, les motivará sin duda un aplauso y un fuerte sentimiento de solidaridad. Pero en nuestra época, ese tipo de derechos fundamentales que por supuesto deben conservarse y seguirse proclamando, tiene una limitada aplicación práctica. Pero en cambio, hemos rodeado a la vida, a todos los aspectos de la vida, de una serie de protecciones y de garantías, pero no hemos rodeado de esas protecciones y garantías al más alto nivel, al hecho fundamental, que es la creación de la vida misma. Por esos, en la Conferencia de Derechos Humanos de Teherán que tuvo lugar en 1968, los países ahí reunidos dijeron, signaron una declaración de que, el derecho a la planeación familiar, esto es, el derecho a decidir entonces libre y responsablemente, y después se agregó el término de "manera informada", libre y responsablemente sobre el número y esparcimiento de los hijos, era un derecho fundamental de la pareja. Esto se fue elaborando, se fue manejando en otras conferencias internacionales en que participó también México, y por último en la Conferencia Mundial de Población de Bucarest, uno de cuyos capítulos esenciales se dedicó a planeación familiar y otro a los derechos y responsabilidades y oportunidad de la mujer en el medio social, se decidió que el derecho a la planeación familiar tendría que tener los tres elementos, el elemento de que fuese atribuible no a cada pareja, sino a cada persona para que en verdad fuese considerado un derecho humano.

En segundo lugar que fuese libre, sin coacción, de manera informada y de manera responsable.

¿Ante quién o quienes es oponible esa garantía individual? se ha preguntado.

En primer lugar, como decía yo, ante el propio Estado.

El propio Estado que ha proclamado con toda claridad desde que aquí en esta misma Cámara se discutió la Ley General de Población, que los programas de planeación familiar instrumentados dentro del contexto de nuestra política demográfica a su vez ubicada dentro de nuestra política general de desarrollo, no implican sino un respeto absoluto a la dignidad y a la libertad de la persona y de la pareja.

Pero que en ningún momento esa libertad y esa dignidad estén desprotegidas.

Que la propia Constitución, que es la ley suprema en donde deben cobijarse los derechos fundamentales del individuo, proclamen y reconozca por primera vez en las Constituciones del mundo, como ayer tuvo la gentileza de reconocer la señora Sipila, este derecho fundamental de toda persona.

Hace dos o tres días leíamos en los periódicos que en un Estado libre asociado había grandes colas de mujeres esperando ser esterilizadas por presión de autoridades foráneas y cómo se elevaron voces dignas denunciando este hecho.

¿No es eso, pregunto yo, una violación a las garantías fundamentales del individuo? ¿No es esa una coacción intolerable sobre el íntimo, el profundo campo de acción de la autonomía de la voluntad? ¿No es ese, concluyo, un bien jurídico que debemos tutelar y proteger ante propios y ante extraños? Esa es la razón esencial por la que reconocido ya internacionalmente, universalmente como un derecho fundamental de la persona, el Presidente Echeverría, consecuente con toda su política y toda su estrategia de desarrollo económico y social, respetuoso como es de la libertad humana, de la dignidad fundamental del hombre y de la mujer, promover esta igualdad jurídica en el cuerpo del artículo 4o. haya buscado también promover en un acto verdaderamente histórico que será justipreciado con el tiempo, el derecho a la planeación familiar. Por otra parte, ese derecho implica una obligación del Estado, no sólo de respetar esa libertad obviamente, no sólo de no interferir en la decisión de la persona, no sólo de no coaccionar ni permitir que cualquier tercero o extraño coaccione al hombre o a la mujer para decidir sobre su procreación, sino la obligación de informar, de dar los elementos de información, de educación, de capacitación a los hombres y a la mujeres, para que puedan ejercer en forma responsable el derecho que tienen a determinar sobre el número y sobre el esparcimiento de sus hijos. Es, pues, una garantía individual en todos los sentidos, oponible a terceros, oponible al Estado que tiene una contraprestación, es una relación imperativo - atributivo como toda buena relación jurídica, como toda auténtica garantía individual que debe ser respetada por el Estado, a la cual el Estado debe contribuir proporcionando los elementos informativos para que ese derecho humano que es también una garantía social, puesto que, ¿qué cosa puede tener más influencia en la sociedad que el nacimiento de sus componentes? Digo, el propio Estado debe contribuir al ejercicio de esa garantía de libertad y de responsabilidad, poniendo a disposición de mujeres y hombres los elementos de capacitación, de información y también los servicios sociales para poder llevar a cabo el ejercicio de ese derecho. Pienso que la planeación familiar está tan ligada a la igualdad de la mujer como que si la mujer es esclava de su propia fecundidad, empieza por perder la libertad ella misma en su propio seno: que si en cambio, el hombre y la mujer, conscientes responsablemente, planifican su familia, soslayan los hijos no deseados que son generalmente hijos de la miseria y de la ignorancia, en cambio orientan su conducta hacia una reproducción a una paternidad responsable,

que permitan asegurar condiciones óptimas para la vida de las nuevas generaciones, de los inapreciables recursos humanos con que debe contar este país en el futuro; si toman conciencia de lo que significa la explosión demográfica, y de los que eso representa no solamente en el seno del mundo o en el cuerpo de las grandes estadísticas nacionales, sino en el propio interior de cada familia; si eso sucede, si esto hacen los hombres y las mujeres, contribuirán, junto con los esfuerzos del desarrollo económico y social que realizan el gobierno y el pueblo mexicano, a afirmar la ruta de progreso, la supervivencia, la culminación de México como nación en vías muy próximas de desarrollo; por eso la planeación familiar, el derecho a planear la familia, es indisoluble de la igualdad jurídica y de la igualdad socioeconómica de la mujer. Es ella fundamentalmente a quien beneficia este derecho; es ella fundamentalmente la que tendrá acceso a los medios informativos para poder contribuir o realizar una decisión libre y responsable.

Es ella la que se libera si en lugar de ocupar prácticamente toda su vida en el fenómeno de la maternidad, puede regularlo, puede racionalizarlo en unión de su esposo, y contribuir así a darle mayor estabilidad a la familia y mayor estabilidad al grupo social, y de esta manera poder disponer de más tiempo y de más capacidad la mujer para continuar su educación, para continuar con su capacitación para el trabajo, para ejercer trabajos fuera del hogar, para participar de los grandes movimientos económicos - Sociales en la vida pública del país.

Por eso la planeación familiar es un instrumento liberador, es un instrumento de igualación de la mujer en el contexto de los derechos humanos, amen de haber sido reconocido como un ejercicio de la dignidad y de la libertad humanos.

Para la mujer, la planeación familiar tiene 4 vertientes esenciales: En primer lugar, determinar el número de los hijos. A menos número de hijos, más posibilidad evidente de que la mujer participe, se incorpore a las tareas del desarrollo económico y social.

La segunda modalidad es: determinar el esparcimiento de sus hijos. No es lo mismo tener cuatro hijos en 4 años, que 4 hijos en 8 o en 10 años. No tiene esto las mismas consecuencias ni para la salud de la mujer, ni para la vida de la familia, ni para las posibilidades de tiempo y de ocupación de la mujer, ni tampoco la misma consecuencia en su impacto dentro de la vida social, dentro del sistema educativo, dentro de los alimentos y, posteriormente, dentro del mercado de trabajo. Porque en la separación de los nacimientos. aún cuando sea igual el numero de los hijos, se va logrando también una acoplamiento, una racionalización de la fecundidad.

La tercera posibilidad de la mujer es: posponer el nacimiento de su primer hijo. La posposición del nacimiento del primer hijo en la sociedad moderna es muy importante porque esto significa que la mujer puede completar su ciclo educativo antes de asumir las nuevas responsabilidades de la maternidad. Porque es más fácil para una mujer que no tiene un hijo en el primer año de casada, poder hacer compatible sus responsabilidades de esposa con sus necesidades de tipo educativo y aun ya, de tipo laboral; y porque el planificar desde el primer hijo implica una concepción más realista del equilibrio familiar.

Claro, para esto también tenemos que cambiar los varones como hemos dicho, porque los varones queremos calar a nuestra mujer desde el principio; saber si tiene fecundidad como único ingrediente de la mujer en el matrimonio. Esa es nuestra exigencia. Y la mujer también contribuye a este fenómeno; en vez de que marido y mujer sean conscientes y responsables de lo que significa un hijo, sobre todo el primer hijo en la vida de la familia.

En las sociedades más desarrolladas, y en las capas más desarrolladas de las sociedades en vías de desarrollo como la nuestra, ya se empieza a percibir, sobre todo entre los jóvenes - En las nuevas uniones, en los nuevos matrimonios de jóvenes - una tendencia a posponer el primer hijo porque esto es muy importante para balancear, para dar mayor equilibrio a la unión entre los cónyuges; y para dar más posibilidades a la mujer para que complete su ciclo educativo o para que pueda hacer más compatible su trabajo con sus obligaciones en el hogar.

Y por último, la cuarta vertiente de la planeación familiar, aparte de determinar el número, el esparcimiento de los hijos, la posposición del nacimiento del primer hijo, es la determinación de tener el último hijo a edad más temprana, porque también en las sociedades desarrolladas se observa el fenómeno que cuando una mujer relativamente joven sale del campo de la maternidad, tiene su último hijo, el último hijo que decide, tiene más tiempo de educar mejor a los otros y aun puede reincorporarse al mercado de trabajo y hasta el proceso educativo. En las sociedades más desarrolladas se ve el fenómeno de mujeres de 35 o menos años a veces, que han tenido 2 ó 3 hijos, que ya están en la preparatoria o en un trabajo, o terminando una carrera, y que ellas mismas pueden ya reincorporarse, si no han sabido hacer compatible su trabajo con la maternidad, reincorporarse de plano a las labores económicas, a las labores del desarrollo. Por eso la planeación familiar, dentro del marco del desarrollo, dentro del marco de libertad, dentro del marco de la dignidad de la persona, entendida como un derecho humano para ser ejercido en forma libre, responsable e informada, es también un poderoso, un potentísimo instrumento de auténtica igualdad, de auténtica responsabilidad, de auténtica valoración, de auténtica liberación de la mujer y parte de la base de que ella no es solamente un ser reproductivo, sino también un ser productivo. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el C. diputado Jesús Dávila Narro.

El C. Jesús Dávila Narro: Señor Secretario de Gobernación: De su exposición se desprende con elocuencia la importancia de esta reforma. Esta iniciativa contempla una reforma al artículo 30, apartado b), fracción II de la Constitución Política de los Estados

Estados Mexicanos ¿podría usted explicarnos qué factores determinaron la modificación en el sentido de que la mujer mexicana, al igual que el varón, al contraer matrimonio con extranjero transmita también su nacionalidad? ¿Qué efectos producirá esta reforma? ¿Y piensa usted, señor licenciado Moya Palencia, que podría prestarse a abusos por parte de extranjeros?

El C. Secretario de Gobernación: Muy importante pregunta, señor diputado Dávila Narro, y nos lleva ha ratificar nuestro concepto de que aún en el cuerpo de nuestra propia Constitución subsistían dos igualdades jurídicas entre el hombre y la mujer. En materia de transmisión y adquisición de la nacionalidad, es un consenso universal que el matrimonio y la disolución del matrimonio no deben implicar nunca para la mujer la adquisición o la pérdida automática de una nacionalidad; porque sería desde luego marginar de los hechos esenciales de la nacionalidad, el jus solis y el jus sanguinis y sobre todo el conocimiento de la mujer, la adquisición o la transmisión de una nacionalidad.

Nuestra Constitución hasta 1969 tenía dos marcadas desigualdades en contra de la mujer en materia de adquisición y transmisión de la nacionalidad, y todavía ahora conserva una de ellas que es la que busca erradicar la reforma del Presidente Echeverría.

Hasta 1969, ustedes recordarán, se decía que eran mexicanos por nacimiento - Entre otras fracciones - los mexicanos nacidos en el extranjero, de padre extranjero - perdón -, de padre mexicano, o de madre mexicana y padre desconocido. Es decir, el único que podía transmitir a sus hijos nacidos en el extranjero la nacionalidad mexicana era el varón, la mujer no; excepto un caso, en que la mujer no supiera quién era el padre del hijo. Triste caso en el que la mujer mexicana sí podía transmitir su nacionalidad al hijo nacido en el extranjero.

Los hijos de muchas mexicanas que emigraron a otras tierras cercanas o lejanas, y que casaron con extranjero, hasta 1969, nunca pudieron aspirar a llevar con orgullo la nacionalidad de su madre, pero el Gobierno Revolucionario, erradicó esta evidente inequidad, desigualdad entre el varón y la mujer en 1969. Y el texto actual dice con claridad: que son mexicanos por nacimiento incluso, los nacidos en el extranjero de padre mexicano o de madre mexicana.

Pero, aun subsiste otra desigualdad, si bien menor. El texto actual dice: que se adquirirá la nacionalidad por naturalización, pero una naturalización muy especial, que implica en realidad un certificado de reconocimiento obtenido por parte de la autoridad administrativa, que es la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Se adquirirá la nacionalidad por toda mujer extranjera que case con mexicano y que establezca su domicilio en México, pero no se dice que así como el varón mexicano que case con una extranjera u establezca con ella su domicilio en México, puede trasmitir a su cónyuge, la nacionalidad mexicana, para que de esta manera se integre un hogar nacional; la mujer mexicana que casa con extranjero y que establece su residencia en México, es decir, que no tiene el propósito de fundar en el extranjero un hogar en la patria del marido, pueda transmitirle a él la nacionalidad mexicana. Esto quiere decir, que mientras el hombre es en el matrimonio residencial en México, rector de nacionalidad mexicana, la mujer mexicana en el matrimonio con extranjero, residente en México, no es rectora de la nacionalidad mexicana y ésta es también una desigualdad entre la mujer y el varón mexicano.

Por eso la reforma del Presidente Echeverría, dispone:

Que también la mujer mexicana que se case con extranjero y que el extranjero resida en México, es decir, que se funde aquí el hogar que haya un arraigo, un principio de vinculación territorial, pueda trasmitirle su nacionalidad; claro, en ambos casos mediante el consentimiento del extranjero o de la extranjera, no es una atribución automática de la nacionalidad, por el hecho del matrimonio de la residencia, se necesita, obviamente, que la extranjera y ahora el extranjero, soliciten expresamente adquisición de la nacionalidad ante la Secretaría de Relaciones Exteriores y hagan la renuncia a su nacionalidad anterior, y adquieran un certificado de nacionalidad.

Aparte de lograrse esta equidad entre hombre y mujer, tiene dos ventajas más esta reforma al artículo 30 de la Constitución: 1o. no se condena a una familia a que el padre continúe siendo extranjero. Se le facilita una familia mexicana, formada de una mujer mexicana residente en México, en la que presumible y lógicamente los hijos nacerán en México y serán mexicanos, que no tengan éstos un padre extranjero y que ella no tenga un marido extranjero.

Que haya un principio mayor de integración y de vinculación de la Familia, y 2o. Que se evita la doble nacionalidad de los hijos porque en casi todas las legislaciones del mundo el hijo de una nacional es sujeto titular de la misma nacionalidad. O sea, que el hijo de un extranjero, aunque sea nacido en México, tiene la nacionalidad mexicana por nacimiento, también frecuentemente, casi siempre, se le atribuye por la Constitución o por las leyes de la nacionalidad del padre, del país del padre, la nacionalidad de éste, y de esta forma, suele haber después conflicto de leyes o hay necesidad de que al llegar a la mayoría de edad el mexicano por nacimiento tenga que ir ante la autoridad administrativa y decir que no quiere optar por la nacionalidad de su padre y que se queda con la nacionalidad mexicana.

Me dice usted que si esta a disposición puede prestarse a abusos. Yo quiero hacer un análisis muy objetivo, y traigo aquí algunas notas de las estadísticas de como ha operado, de cómo se ha comportado le ley actual, que permite la naturalización de extranjeras que se casen con varones extranjeros y residan en el país.

Pero antes quiero hacer una

manifestación cuando partimos de la base de que hombres y mujeres son iguales, también aceptamos que ambos tienen las mismas capacidades para todos los actos de su vida, especificamente en este caso, para contraer matrimonio. No podemos suponer - además es una suposición falsa y discriminatoria -, que el varón mexicano actúa bien cuando escoge una esposa extranjera y la mujer mexicana actúa mal cuando escoge un esposo extranjero. Hay riesgo de error, sí, hay riesgo de error, también cuando se escoge cónyuge nacional.

Pero son los riesgos inherentes a la libertad, son los riesgos inherentes del ejercicio de la igualdad, son los riegos inherentes de la total individualización de la persona por distinción.

Ahora, ¿cómo a funcionado en la práctica?

El artículo 30 Constitucional que tradicionalmente tiene, permite que la mujer extranjera, casada con varón mexicano y residente en el país, obtenga de la Secretaría de Relaciones Exteriores su certificado de nacionalidad. Afortunadamente es muy fácil poder determinar estadísticamente el comportamiento de este artículo en los últimos años, por que por una parte la Secretaría de Relaciones tiene controlados los certificados que expide, certificados de nacionalidad y, por otra parte, la Secretaría de Gobernación, como ustedes saben, de acuerdo con la Ley General de población tiene que dar una autorización administrativa a toda mujer extranjera, también a todo varón, a toda mujer extranjera que se casa con mexicano, así que sabemos cuántos permisos de matrimonio damos en Gobernación y cuántos certificados de nacionalidad a mujeres casadas con mexicanos se dan en la Secretaría de Relaciones Exteriores.

En los últimos años, de 1971 a septiembre de 1974, 3,691 extranjeras han obtenido permiso para casarse con mexicanos y sólo 811 han obtenido certificado de nacionalidad, sólo 22%.

Esto quiere decir que las mujeres extranjeras, de cada cinco matrimonios de mujeres extranjeras, apenas una o un poco más escoge la nacionalidad mexicana.

Esto es, no se ha prestado, en realidad, a abusos, y aunque fuesen todas y sería deseable, las 3,691 extranjeras que en cuatro años, esto es poco más de ochocientas y tantas al año obtuvieran su certificado de nacionalidad, en realidad no significa prácticamente nada dentro del caudal de 58 millones de habitantes que somos.

Ahora, ¿cuántos extranjeros han solicitando permiso en ese mismo lapso para casarse con mexicanas?. Es un número muy superior, 7, 259 extranjeros, un promedio de 1,814 cada año; esto quiere decir que podrían naturalizarse en el mejor de los casos 1,800 varones extranjeros al año sobre 58 millones de habitantes, para fundar un hogar genuino, bilateralmente mexicano, asegurar la nacionalidad única mexicana de los hijos y tener así un arraigo mayor en nuestro país. Los índices de divorcios de extranjeros son aun más inferiores, también la Secretaría de Gobernación tiene que expedir una certificación de status migratorios del Estado, por recientes reformas legales que se aprobaron en 1970, para que esté pueda promover el divorcio con mexicana con extranjero, o con mexicano con extranjera en este país, para evitar los famosos divorcios al vapor, y la Secretaría de Gobernación, no da más de 80 o 90 certificados de esa índole, frente a 1,800 varones y más de 800 mujeres extranjeras o extranjeros que tienen permiso para casarse con mexicanos y mexicanas cada año. Esto quiere decir que en los términos estadísticos no tiene mayor influencia ni se presta a mayores abusos, aunque hay riesgos naturales que es evidente tienen que reconocerse, esta nueva determinación que podría tomar la Cámara de Diputados y después la Cámara de Senadores, en el caso de aprobar este Proyecto de Reformas del Presidente Echeverría; pero en cambio sí, la reforma se sitúa en el campo más legítimo de la igualdad jurídica del varón y la mujer, para transmitir su nacionalidad, propende al arraigo y a la nacionalización completa de las familias mexicanas y reduce la capacidad no sólo jurídica, sino social de la mujer mexicana que así lo desee, que así lo determine para escoger cónyuge aunque sea nacional o extranjero. Pienso que tiene una gran jerarquía que hayamos revisado todo el contexto de la igualdad jurídica del varón y la mujer en el aspecto constitucional y legal, y que hayamos encontrado aun esas desigualdades, para que por ningún concepto haya ninguna atribución de inferioridad hacia la mujer mexicana en nuestra legislación constitucional.

Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene el uso de la palabra la C. diputada María Edwigis Vega Padilla.

- La C. María Edwigis Vega Padilla: Señor Secretario: Si me permite hacer algunas consideraciones sobre un tema que ha campeado en la opinión pública, y nos interesa conocer su opinión. Señor Secretario: El aborto como medio de control de la natalidad y del incremento demográfico es indudablemente a juicio de las legisladoras priístas, una medida atentatoria del derecho de la vida que es consubstancial al pueblo de México. Es asimismo contrario al principio de libertad racional de la planeación familiar que nuestro país ha postulado en diferentes foros internacionales. Precisamente la política demográfica del Régimen parte del respeto a la vida humana, y substituye sistemas indebidos, pudiéramos decir, ilícitos, de control natal por medidas de información, educación y persuasión sobre la base de la libertad de la persona para decidir acerca de su propia familia. Por estas breves consideraciones, señor secretario, los legisladores priístas nos manifestamos radicalmente en contra de la legislación o reglamentación del aborto, por estimarlo contradictorio, con principios básicos de la sociedad mexicana, que el Gobierno del Presidente Echeverría tanto ha fomentado y salvaguardado, como son la libertad de decisión racional informada de toda persona sobre el número de sus hijos y el derecho a la vida de todos los mexicanos.

Quisiéramos, señor Secretario, conocer su opinión al respecto. (Aplausos.)

El C. Secretario de Gobernación: Diputada Vega Padilla: Qué bueno que en la Cámara de Diputados, por tantos motivos solemnes y discretos, podamos los mexicanos hablar en voz alta - aquí mejor que en ningún otro lugar - De los serios problemas que preocupan a la comunidad; inclusive, este del aborto, alrededor del cual ya he tenido la fortuna de sostener con ustedes un diálogo hace un año, cuando revisábamos los principios que formaron y motivaron la Iniciativa de la Nueva Ley General de Población.

Qué importante también, que en las audiencias públicas promovidas por ustedes, se haya vuelto a tratar este asunto.

Dentro de una política de comunicación abierta entre sectores, nada debe dejar de ser examinado. Y faltaríamos a nuestra responsabilidad, ustedes como legisladores, yo como empleado público, de no hacer referencia a este tema de tanta importancia.

Partimos de la base que dentro de los supuestos de la planeación familiar, especialmente tal como están concebidos en el texto del nuevo artículo cuarto propuesto por el Presidente Echeverría a ustedes; el aborto no es, ni puede ser, un medio de planeación familiar. En primer lugar, porque el que la ley otorgue a toda persona el derecho a decidir en forma libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento, no implica que todos los medios para decidir o para realizar el espaciamiento o la limitación o la prevención de sus hijos sean medios legales. Todas las garantías individuales deben ejercerse en los términos de la ley. La Constitución garantiza la libertad de tránsito, pero con una simple flecha, las autoridades municipales dicen que la libertad de tránsito no puede ejercerse en sentido contrarios en una calle determinada. ¿Por qué?, porque las libertades están dentro de un contexto social, jerarquizadas con la influencia general de su ejercicio y además con el impacto de su ejercicio desviado tendría en el propio individuo que ejecuta determinados actos.

El aborto no es un medio preventivo de nacimientos, es un medio reparativo. En técnica equivaldría no a la prevención de una enfermedad, sino a una, digamos, hablación o segregación quirúrgica, y en toda técnica sabemos que lo que es posible prevenir no es conveniente que se sustituya o se remedie drásticamente después de producido. El aborto llamado inducido puede y debe sustituirse con la planeación familiar. Estamos conscientes de que existen 500 ó 600 mil abortos al año, captados, por que no hay estadísticas fidedignas, captados por todos nuestros sistemas de salud pública, pero el aborto es substituible y debe ser substituible por la planeación familiar; precisamente para no tener que recurrir a esos medios cruentos y terminales de la vida del producto existe la planeación familiar, existe la concientización y la información de los medios no cruentos y autorizados por la ley para planear la familia en vez de llegar a estos medios prohibidos por el derecho, para proteger fundamentalmente la salud de la mujer, la vida del producto y el impacto social y psicológico que tiene un aborto.

Recientemente, y cada vez este aspecto es más estudiado por nuestras autoridades medicas, se celebro una reunión para analizar la problemática del aborto en México. Y ahí se dio cuenta de un experimento, de una prueba, de un muestreo que se hizo, sobre una gran porción de mujeres que habían ido a las clínicas oficiales de alguna manera con un aborto inducido y que tuvieron que ser atendidas para evitar que murieran. Esa porción de mujeres fue dividida en dos grupos iguales; a uno de esos dos grupos de mujeres se le estuvo proporcionando amplísima información sobre planeación familiar y se le dieron los medios anticonceptivos mecánicos o químicos para hacer frente a su necesidad de decidir libremente sobre la concepción de sus hijos; y a la otra mitad se le mantuvo dentro de sus mismos patrones de conducta sin darle ninguna información respecto de la posibilidad que había de planificar la familia.

Aquí tengo las notas respecto del resultado de la vigilancia durante un año y medio, de la conducta reproductiva de los dos grupos. A las mujeres, a las que se les proporcionó información y se les dieron anticonceptivos, se embarazaron en menos del 1% y de las que se embarazaron sólo el 1 1/2%, a su vez, volvieron a inducirse un aborto.

Del otro grupo que tenía el mismo número y las mismas características socioeconómicas en corte, resultaron embarazadas un 53% de mujeres en lugar del 1% y abortó nuevamente, se indujo un aborto generalmente por medios extra clínicos como usted sabe, el 24%. Esto revela, da indicios, de que es perfectamente posible, dentro de nuestro medio social, con un intenso programa de planeación familiar, con una educación eficiente de las mujeres y, en general, de las parejas mexicanas, hacer luz en su mente respecto de las posibilidades jurídicas y reales para poder determinar en forma libre y también responsable, mediante esa información, sobre el número y espaciamiento de sus hijos. Y que no es necesario, sino por todo lo contrario, completamente inconveniente, no sólo desde el punto de vista jurídico, sino social, recurrir a un medio cruel como es el aborto.

Por otra parte, en los países en donde se ha legalizado el aborto, no ha bajado generalmente la frecuencia de los abortos ilegales, ¿por que¿, porque cuando se legaliza el aborto, se legaliza en el plan de mayor protección para la mujer, puesto que es tan nocivo para su salud; se obliga a que haya un dictamen de dos médicos, no sólo de uno; que la interrupción de la gestación se haga en la primera parte del embarazo y que se haga con todas las seguridades médicas y clínicas.

¿Y qué sucede con las mujeres de baja condición social y económica que siempre recurren a la comadrona, a la amiga, a la mala consejera para que les induzca un aborto? Dentro de sus faltas de conducta, a pesar de que

se legaliza el aborto, estas mujeres siguen recurriendo a los mismos medios para el aborto.

En consecuencia, no se beneficia prácticamente en nada la sociedad, con la legalización del aborto, sino que a los abortos ilegales, se adhieren simplemente los abortos legales, que por regla general también se realizan entre las mujeres de mayor clase social y aquellas que tienen una posibilidad mayor de ser atendidas por las instituciones de salubridad, de salud pública o de seguridad social.

Por otra parte, como la legalización del aborto no cambia los hábitos de estas mujeres pobres e ignorantes, de las mujeres menos protegidas, sigue produciendo el aborto, sigue produciéndose el aborto sin atención médica, y para lograr una infraestructura médica que pudiera llegar en plan asistencial y en plan educativo a todos los estratos de la población, especialmente a ellos, hay además de un largo plazo, un costo social que está por encima de las posibilidades de muchos países desarrollados, con mayor razón de las posibilidades de los países en desarrollo. Además, el aborto es nocivo para la salud física y psicológica, quien diga que un aborto es algo muy sencillo, está equivocando de medio a medio su concepción, de cada 5 mujeres que llegan a los hospitales oficiales actualmente con un aborto provocado, una de ellas por lo menos muere.

Hay más del 20% de muertes por causa de aborto. Y esas serían las mujeres que difícilmente prevendrían su aborto en términos rigurosamente clínicos y legales, en caso de que se legalizara. Son precisamente las mujeres que seguirían expuestas a la falta de atención de las comadronas y de las malas consejeras o de algunos facultativos irresponsables. Todo ello nos lleva también a hacer notar que el aborto no puede ser una medida de planeación familiar en el sentido de que la ley lo determina, porque malamente, puede haber ejercicio de la libertad de la mujer si está ante el hecho consumado de su embarazo. Como no va ejercer una presión, una coacción en la mujer el hecho de estar embarazada y no desear el hijo que ha concebido. ¿Es posible que se ejerza libremente la determinación de abortar o no abortar en una mujer en esas condiciones?

La libertad debe ejercerse para no concebir un producto. Es una libertad preventiva. Lo que busca la ley es que no haya hijos no deseados; no que un hijo concebido, determinado por la voluntad de la pareja y especialmente de la mujer, no aquel producto de una violación, que como se sabe, ese aborto sí se permite, según nuestra ley; pero cuando interviene el consentimiento de la mujer en la concepción del hijo, lo que no quiere la ley es que se cambie la valoración del consentimiento y se diga, ahora siempre no, y ahora vamos evitar el nacimiento de un producto ya concebido. Esto es lo que serían un medio reparatorio de la concepción, y no un medio preventivo de la concepción, y buscamos por eso promover por los medios educativos y sociales el ejercicio de la planeación familiar de manera libre, informada y responsable, para ir substituyendo el elevado índice de abortos que tenemos y para ir ganando mujeres a la causa de su propia salud, a la causa de su de su propia tranquilidad, a la causa de su propia libertad. Por fortuna, entre los jóvenes, entre las parejas jóvenes cada vez hay mayor claridad para comprender esta problemática.

Y si bien, es cierto que en algunos países la bandera del aborto ha sido una de las banderas de la llamada liberación femenina, no deja de ser menos cierto también que aun cuando se ha legalizado el aborto en algunos de esos países, no se benefician de esa legalización, sino las clases sociales mejor protegidas.

En cambio, las mujeres que más nos interesan, las mujeres de clase media baja, las mujeres de clase popular, las mujeres obreras, las mujeres campesinas, seguirían en ese caso resistiendo los embates de su ignorancia, de su imprevisión, de la irresponsabilidad de muchas comadronas y de muchos facultativos sin ética.

Creo, señoras y señores, que tenemos que reflexionar, como lo hemos hecho, con toda seriedad, en este tipo de medidas. Yo aplaudo el pensamiento de las diputadas priístas respecto del aborto. Pienso que si toda la Constitución Mexicana, si todo el esquema jurídico se haya encaminado a proteger la vida, si también se haya encaminado a proteger la libertad y la libre decisión de los hombres y de las mujeres, esa, esa libertad y a esa libre decisión de los hombres y las mujeres que debe encomendarse la prevención del nacimiento y no un remedio cruento y antisocial como es el aborto, que además deja honda huella física y psicológica en la mujer y en la familia.

Creo que con estas observaciones podemos dejar encaminado el debate que, en su caso, ustedes tengan sobre este tema, pero creo también que en un país en desarrollo como nosotros, que apenas está implementando la planeación familiar, saltar de repente al aborto legalizado como medio para reducir la natalidad, estarían fuera de toda la perspectiva y de toda la estructura jurídica de nuestra nación.

En Otros países, cuando no se habían descubierto los medios preventivos que ahora existen, especialmente los estrogénos y los progestágenos, no se encontró malamente además otra solución que el aborto para incidir en la natalidad en esos países.

Pero nosotros, aparte de llegar a la planeación familiar después de experiencias de otros pueblos, nos encontramos con que la tecnología nos ha provisto de medios verdaderamente sencillos para realizar la planeación familiar, no podemos ni debemos arriesgar a nuestras mujeres, más desprotegidas de que sean víctimas y esclavas de su falta de previsión y de su ignorancia. Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el C. diputado Ezequiel Rodríguez Arcos.

El C. Ezequiel Rodríguez Arcos: Señor Secretario de Gobernación: Para el Partido Popular Socialista, toda reforma jurídica tendiente a considerar a la mujer iguales derechos que al hombre es aceptada, porque

Programáticamente consideramos que los seres humanos de toda nación, en el caso nuestro México, nacen iguales. Por otra parte , es preocupación esencial nuestra construir un auténtico sistema democrático en todos los campos de la vida económica, social, cultural y política, que no sería susceptible conformar si el hombre y la mujer que deben luchar juntos por este futuro no tienen igualdad en las tareas de tan alta responsabilidad social - pública.

En vista de lo anterior, quisiéramos preguntar a usted, señor Secretario, ¿ a qué atribuir que no obstante que, a partir de nuestra constitución de 1917, progresivamente se han ido introduciendo reformas a las diferentes leyes para igualar a la mujer con el varón en el terreno de los hechos cotidianos, se mantenga su discriminación en muchas áreas de nuestra actividad social?

El C. Secretario de Gobernación: Señor diputado Rodríguez Arcos: Su pregunta incide en la caracterización de un fenómeno de vastas repercusiones.

Efectivamente nuestra Constitución, desde su origen ha estado animada del más sano propósito igualitario. Es precisamente en el artículo 3o.

Constitucional en donde se define la democracia en los términos que usted la ha esquematizado, no sólo como en una forma de gobierno, sino como todo un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento político, cultural, social y económico del pueblo.

Y en el propio artículo 3o. en donde dice que aparte de otras connotaciones, la educación tenderá a fomentar la fraternidad entre los hombres y sus parejas oportunidades en el campo del desarrollo sin distinción de raza, o de sexo, o de idioma, o de nacionalidad.

Pero ya decíamos que media mucho trecho entre la formulación de una norma jurídica, así sea tan clara como la que hoy estamos discutiendo, así quede en cierto modo ambigua como quedo en algunos artículos originales de la Constitución, y la posibilidad real de que cobre peso específico dentro de la sociedad.

Y también observamos que el status jurídico y socioeconómico de la mujer en México, como en todos los países en desenvolvimiento está indisolublemente vinculado con el proceso integral de desarrollo.

El desarrollo en México, es desarrollo para la mujer, no sólo para la mujer obviamente, pero también para la mujer, a pesar de que hayan subsistido algunas formas de discriminación.

El subdesarrollo en México es subdesarrollo para la mujer; no son dos comportamientos estancos y dos puntos socioeconómicos distintos el del varón y el de las mujeres. Vamos juntos en los riesgos del desarrollo y del progreso o del retroceso de nuestra nación.

Pero por otra parte, en un pueblo como el nuestro, han subsistido viejas concepciones, viejos prejuicios, que no son privativos de nuestro país, ni mucho menos, que existen en muchas sociedades, algunas aún más tradicionales que la que dio origen.

Prejuicios que a través de las épocas han querido malamente configurar lo que podíamos llamar una sociedad masculinista; una sociedad en donde los esquemas internos de desarrollo se basan frecuentemente, cada vez menos, en la dominación y en la superioridad, la pretendida superioridad del varón sobre la mujer.

Si esto se observa en la vida económica, en el sector educativo y del trabajo, con más razón se observa en los esquemas más primitivos, más ligados con la vida tradicional, por ejemplo en el esquema de la familia y de la relación entre hombres y mujeres.

Decíamos en ocasión de conservar aquí mismo sobre la Ley General de Población, cómo lograr una verdadera igualdad y cómo para implementar nuevas y progresistas políticas, es necesario ante todo, un cambio de estructuras mentales. Y así lo había definido el Presidente Echeverría en ese valiosísimo discurso de Morelia cuando candidato a la Presidencia de la República en que se había pronunciado en un cambio sustancial en las estructuras políticas y en las estructuras interiores de los mexicanos; y también, había hecho una valiente proclama en contra de ese fenómeno asfixiante de nuestra vida social que es el funesto "machismo".

La nuestra no es ni puede ser una sociedad unilateral, no puede basarse el esquema de una sociedad moderna sobre la preeminencia de un sexo o del otro.

Viejos conceptos tradicionalistas, animados algunos de la mejor intención, vinieron colocando a la mujer en un estereotipo, en un rol de abnegada, sufrida, pasiva, tolerante, paciente, generosa, simpática, bella y tonta ente dedicado al hogar, ente dedicado a la maternidad, ente dedicado a la reproducción, ente dedicado a la educación de sus hijos, ente dedicado a nada que saliera de las paredes de la casa; por el contrario, el varón es el dominador, es el intelecto, es el dispensador de los dones, es el productor, es el generoso, es el fuerte, es el valiente, es el que todo lo decide y es el que todo lo sabe y es el que todo lo domina. Entre estas dos versiones a cual más injustas del rol o papel del hombre y la mujer en sociedad, la evolución del país ha ido acortando trechos. Evidentemente, los sectores urbanos y los sectores rurales tienen patrones distintos de conducta a este respecto. En las zonas urbanas se va acoplando, balanceando más el papel de hombre y de mujer. En las zonas rurales el tradicionalismo es aún lastrante para lograr una mínima igualdad entre varones y mujeres. Por otro lado, las capas socioeconómicas de la sociedad tienen su propio juego. Las mujeres menos educadas, de menor nivel económico, son aquellas que obviamente sufren hasta en el seno de su familia y no sólo de su comunidad las mayores postraciones y las mayores discriminaciones de hecho. Las mujeres más preparadas, que han tenido mayor acceso a la educación, que trabajan fuera del hogar, que tienen más relación socioeconómica con la comunidad y por ende un mejor papel más balanceado dentro de su familia, son mujeres que están en mucho mejores condiciones respecto del varón y además generalmente, el varón de aquellos primeros

estratos tiene una concepción más limitada y más tradicionalista del papel de la mujer y el varón de estos otros a evolucionado también y concibe todavía no con la suficiencia necesaria el papel de la mujer en una sociedad y en una familia moderna. Estas son las condiciones de hecho que han privado en este y en otros países que tienen bases tradicionales, agravadas - en el caso nuestro - por ser un país joven, con un gran índice de mestizaje, que aculturó dos concepciones distintas del universo, dos concepciones cosmogónicas, opuestas, entre un centralismo occidental y un cierto universalismo indígena. Entre una concepción de la mujer indígena, también como productora, aunque fuese en una fase muy primitiva - y en esto debemos rendir homenajes a nuestras culturas autóctonas -; en algunos de los códices se habla: - Tú, mujer, que cuidas de los hijos, que cuidas del hogar, pero que siembras la tierra, dice la Elegía a la Mujer Náhuatl -; una concepción muy distinta a la concepción occidental, cerrada, embroquelada en una actitud religiosa, que también existía en el mundo indígena, pero que era cualitativamente diferente, incluso por el hecho de haber politeísmo en el Anáhuac y monoteísmo en el occidente.

Entonces, de esa sociedad tradicional, con una familia extensa, en que alrededor del núcleo conyugal hay toda una parentela: los abuelos, los tíos, los hijos, los entenados, pasan a una concepción de familia nuclear, de familia conyugal, de familia que se defiende desde el punto de vista demográfico, social y económico para lograr su propia estabilidad interna y revalorizar el papel de cada uno de los componentes; el padre varón, la mujer madre, los hijos en su propio seno, hay una gran distancia, hay una gran diferencia.

Por otra parte, en el propio medio socioeconómico siempre se ha buscado abusar de los más débiles y en este caso, en el caso de este país en vías de desarrollo, la mujer ha sido casi siempre un estrato de los más débiles; siendo la mitad de la nación, ha sido en el concepto sociológico una minoría, una minoría por la imposibilidad para expresar; por fortuna, ahora ya empieza a expresarlo, todo lo que lleva adentro, no sólo su sensibilidad y sus virtudes consideradas tradicionalmente femeninas, que es otro hecho demostrado, desde el punto de vista psicológico y sociológico, que existan virtudes primitivas de cada uno de los hechos, sino que en su abandono, en su orfandad social ha sido víctima de todo tipo de explotación; explotación de patrones, explotación de terratenientes, explotación de maridos; porqué no decirlo, explotación del macho mexicano, que la concibe como un objeto, claro que solamente como un mueble.

Es pues todo un proceso de integración social lo que estamos necesitando promover, un proceso de integración social, que es justo decir que no se ha iniciado desde hace muchos años, pero que tal parece, no digamos paralelo, sino inmerso, inserto en el proceso de desarrollo político, cultural, económico y social del país.

Todos los objetivos de la política educativa, todos lo objetivos de la política económica, todos lo objetivos de la política social del régimen, van encaminados a no mentir a los grupos marginados, y la marginación no sólo debe entenderse en términos geográficos, debe de entenderse en términos socioeconómicos y en este caso, la mujer, cuando la Revolución Mexicana empieza a dotarla de elementos para que aprenda, la empieza a sacar de su hogar, hacia la escuela, la empieza a arrancar de las manos de sus explotadores, la empieza a dar mejores condiciones y tutelas para su trabajo, la empieza a encaminar hacia la concepción de un nuevo papel que debe jugar dentro de un hogar moderno, dentro de una sociedad en desarrollo, este es un esquema, en donde se sitúa en realidad el proyecto, la iniciativa de las reformas constitucionales y legales del Presidente Echeverría.

Esta es, por eso, una ley profundamente revolucionaria, porque no sólo va al aspecto testamental, horizontal de la sociedad; no sólo una ley que beneficia al sector campesino, o al sector obrero ni a otros sectores campesinos o a otros sectores populares o a los sectores que producen determinado ambiente, que son leyes, ampliamente positivas para el desarrollo de la comunidad, sino que en este tipo de leyes en las leyes que promueven la igualdad jurídica y la incorporación socioeconómica de la mujer, se hace un corte vertical de la sociedad, entonces se trata de penetrar en esta forma vertical a los meandros de nuestra vida colectiva, porque cada mujer, cada hombre, cada niño, cada hijo, son al mismo tiempo o pueden serlo, productores o consumidores, hijos de trabajadores, padre de campesinos, pero en el corte vertical son seres humanos que requieren una auténtica manumisión y que la ley les provea de los caminos para ir incorporándose a la coetaneidad. Porque como decía Ortega y Gasset y en su famosa teoría de las generaciones: "es contemporáneo cuando se vive en el mismo momento cronológico", pero muchos contemporáneos no son coetáneos , por que no tienen el mismo nivel de vida, por que no pueden aprovecharse en igual medida ni siquiera de los frutos de su propio esfuerzo y de su propio trabajo. Por eso esta iniciativa del Presidente Echeverría, no sólo busca un aceleramiento horizontal de las condiciones de vida, sino penetra a los estratos verticales de la sociedad mexicana. Es una ley que va hasta el mismo hogar; es una ley por eso que ha causado tanto interés en todos los sectores, que ha permitido que no sólo en las audiencias de esta Cámara se discuta y se trasmita a los medios de información la preocupación nacional por este tipo de reformas.

Es una ley que se comenta en los cafés, en la calle, en los transportes, en los hogares, en los ejidos y en los sindicatos. Es una ley que de verdad está penetrando a la conciencia colectiva, y por eso es una ley profundamente revolucionaria. Es una ley que con el tiempo se verá lo que habrá de producir de metabolismo en las condiciones sociales del país, en las condiciones de

vida de la mujer y también en las condiciones de vida del hombre. Por eso, al responder su interesante pregunta, yo digo a usted que si hemos borrado de la ley toda discriminación jurídica, debemos aprestarnos a hacer cada mexicano nuestra parte de este nuevo y trascendental esfuerzo, que es lograr que la vigencia de la ley cuaje en la realidad social. Tenemos que aprestarnos para el cambio de estructuras mentales. Las mujeres, tomar posesión del nuevo papel histórico que les estamos reconociendo y que ellas se han ganado. Nosotros los hombres, desterrar el machismo y esos viejos prejuicios, que son la verdadera discriminación de la mujer mexicana. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra la ciudadana diputada Graciela Aceves de Romero.

- La C. Graciela Aceves de Romero: Señor Secretario de Gobernación. Acción Nacional fue el primer partido político permanente en México que en las últimas tres décadas incluyo en sus primeros programas de necesidad de que reconociera a la mujer su derecho al voto. Desde su fundación, hace treinta y cinco años, Acción Nacional llamó y dio sitió preeminente a la mujer, para que compartiera con los varones la lucha por el respeto a los derechos humanos en México y, en particular, a los derechos políticos, porque desde siempre ha considerado que en buena y a veces decisiva parte, la política está en la raíz de todos nuestros problemas. Probó así Acción Nacional desde entonces, cuando la legislación de nuestro país la tenía marginada, que entre nosotros la mujer no sólo tiene los mismos derechos, sino también las mismas obligaciones que el varón, sin menoscabo alguno de su femineidad, a la cual no puede renunciar. De ningún modo pretendemos ser antecedentes únicos en las sucesivas reformas a la Constitución y sus leyes secundarias, con las cuales se enlazan las que usted ha venido hoy a explicar.

Nos interesa el bien común de todos los mexicanos, provengan de donde sean las iniciativas y los proyectos que lo promuevan.

Señor licenciado Moya Palencia, hemos estudiado con espíritu responsable las reformas propuestas y escuchado con atención su exposición, en esta ocasión no consideramos necesario formularle preguntas, acudiremos a las Comisiones Dictaminadoras a exponer nuestras opiniones y sugerencias, fundamentalmente de carácter técnico, enriquecidas en esta comparecencia.

Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el C. diputado Hugo Manuel Félix García.

El C. Hugo Manuel Félix García: Señor Secretario de Gobernación: Sabemos que los principios que informan los preceptos laborales vigentes en relación a la mujer, estuvieron animados por un espíritu de protección hacia su propia condición. Ahora bien, las reformas propuestas se basan en procurar una equivalencia de condiciones y posibilidades de trabajo entre hombres y mujeres.

Podría usted informarnos, señor Secretario, sobre ¿qué efectos, qué consecuencias producirá la aplicación de estas medidas en la práctica?

El C. Secretario de Gobernación: Diputado Hugo Manuel Félix García: Uno de los capítulos de la Reforma Constitucional que el señor Presidente Echeverría ha sometido a la consideración del Poder Constituyente Ordinario, por el digno conducto de esta Cámara, es precisamente aquello que busca erradicar esas tutelas, esas protecciones a la mujer, que en realidad se han vuelto en contra suya y le han cerrado o le han reducido el acceso a los mercados laborales. Si hay un artículo dentro de nuestra Constitución que lleve impreso el sello de la justicia social, si hay alguna determinación del visionario Constituyente de Querétaro que lleve explícito en mejor forma los aspectos niveladores, distribuidores de la ideología revolucionaria mexicana, si hay algún precepto en el que se hubiere recogido con mayor nitidez el esfuerzo de la gleba mexicana por trasformar al principio de este siglo sus condiciones de vida en el campo y en la ciudad, a través de la reforma agraria en un caso y a través de su participación en el incipiente proceso de industrialización en este a que nos referimos, es el artículo 123, cuando se discutía en Querétaro, y están aquí algunos venerables constituyentes, a quien yo aprovecho para rendir un homenaje de respeto. (Aplausos.)

Decía yo que al debatirse en el Congreso Constituyente 16-17, el artículo 5o. de la Constitución que se refería a la libertad de trabajo, y que estaba enfocado para asegurar esta libertad como un concepto exclusivamente de tipo individual, surgió como una gran explosión socio - Jurídica el embate de las nuevas corrientes de pensamiento que buscaron darle jerarquía social a los derechos y a los deberes derivados de la relación obrero - patronal, y fue entonces cuando la discusión del artículo 5o. se volvió y no por presión de los abogados o de los académicos, tenemos que reconocerlo, sino por voluntad y decisión de los trabajadores y de los obreros mexicanos representados en el Constituyente , todo un andamiaje legal, todo un nuevo capítulo de la Constitución Mexicana, que se dedicó al trabajo y a la previsión social.

Era obvio que ante la realidad industrial y de principio de siglo, cuando apenas la mujer empezaba a penetrar en el mercado de trabajo, cuando apenas había concepción en los propios empleadores de los derechos de los obreros, y además de eso, los viejos sistemas de dominio repercutían en esa incipiente industria y en ese comercio mal organizado, se trasladaban a situaciones de intolerable injusticia frente a lo laboral, nada más lógico que el Constituyente de 1917, el sabio Constituyente de 1917, buscara proteger a la mujer, buscara rodear a la mujer de una serie de protecciones, en contra de la expoliación y de la explotación de que era víctima.

Se habló entonces al discutir el artículo 5o. y después, cuando ya entró de lleno al proyecto de lo que hoy es el artículo 123, de cómo las costureras, las empleadas de las fábricas de dulces, las mujeres que atendían restoranes y

cafés; y otras muchas trabajadoras de los establecimientos mercantiles y fabriles, eran objeto de la más burda y más descarada explotación, porque hasta en eso era desigual la mujer. El hombre era explotado, pero la mujer era más explotada. Hasta en eso hay un rabioso "Chauvinismo" del explotador, en la historia de los pueblos en desarrollo.

¿Qué hizo pues el proyecto original del artículo 5o. y después el proyecto del 123?

Asegurar tutelas mínimas a la mujer mexicana; habida cuenta además, de las condiciones sociales, industriales e higiénicas en que se prestaba el trabajo en esos momentos. Y prohibió a la mujer, estableció la prohibición a la mujer de que se dedicara en primer lugar, a los trabajos nocturnos. Esto venía desde el artículo 5o, de trabajos nocturnos industriales, por completo, y a los trabajos nocturnos comerciales por arriba de las 22 horas - De las 10 de la noche - y también que no pudiera ser nunca objeto de trabajo extraordinario o de horas extras, junto todo esto con los menores de 16 años.

Y ya en el artículo 123, ya cuando se redactó el proyecto definitivo, y se trasladaron estas disposiciones de tipo tutelar a este Cuerpo Legislativo, se agregó también de la prohibición para las mujeres de prestar sus trabajos en labores insalubres o peligrosas.

Las motivaciones que entonces se manejaron, son fundamentalmente el poner un alto a la explotación inmoderada del trabajo de la mujer por los patrones comerciales y fabriles. En segundo lugar se decía "proteger la raza, evitar la degeneración de la raza". Había ya una concepción de que lo que había que proteger en la mujer, de lo que en realidad únicamente se distinguía el hombre trabajador de la mujer trabajadora era en su capacidad maternal, pero se agregaba este criterio que todavía se suele oír en las discusiones sobre este tema; que había en realidad una desigualdad fisiológica en la mujer que hacía que no pudiese resistir determinadas labores o prestar determinados servicios. Yo pienso que no sólo la intención sino el efecto que tuvo esa determinación constitucional en nuestra vida colectiva fue muy saludable. Yo pienso que contribuyó sobre todo en los primeros años en que se fue desarrollando el trabajo industrial y comercial en México, a evitar que la mujer fuese aún más esclavizada de lo que era en relación obrero - patronal, y pienso que esos artículos y esas prohibiciones del artículo 123 llenaron con largueza su finalidad tutelar, su finalidad social dentro del proceso histórico de México.

Pero llega un momento en que se operan en el país dos grandes transformaciones, por una parte la transformación de las condiciones de trabajo en México.

Evoluciona más la industria, se organiza mejor el comercio, las leyes laborales secundarias se dictan, empieza la justicia laboral a proteger con su más profundo sentido tutelar a los trabajadores, empiezan a nacer las organizaciones sindicales y a robustecerse las confederaciones de sindicatos, empieza a tomar un nuevo peso específico en la sociedad el movimiento obrero organizado, hace presión sobre las condiciones sociales, se alía firmemente como en el pacto constitucionalista de 1915, con el gobierno revolucionario y juntos empiezan a promover el metabolismo de las condiciones de trabajo en nuestro país. Y,¿ qué sucede entonces¿ Que se reglamenta con mayor precisión el trabajo de los menores y de las mujeres, que se cambian sustantivamente las condiciones reales materiales de trabajo, que se crea esa extraordinaria institución que es el Instituto Mexicano del Seguro Social, que la contratación colectiva empieza a lograr beneficios extralegales para las masas trabajadoras, que se rodea de prestaciones sociales al salario para darle un sentido verdaderamente penetrador en la realidad social, que la higiene industrial y la tecnología a este respecto se desarrollan rápidamente, y hay una nueva concepción, una nueva educación en el propio trabajador industrial o comercial para tener conciencia de su papel en el fenómeno laboral y entonces la mujeres que ya pueden prestar una serie de labores que antes eran demasiadas insalubres o que antes eran demasiado peligrosas, o que no se concebían en el momento en que existían condiciones muy negativas de trabajo, empiezan a resentir como una limitación y no como una tutela, el no tener auténtica igualdad con el varón para prestar determinados servicios, amen de que la ley es violada constantemente porque, los patrones, tanto necesitan el trabajo femenino que en unos aspectos es más calificado que el masculino, cuanto se aprovechan de la prohibición constitucional ilegal para contratar mujeres en forma más o menos subrepticia, aprovechar su trabajo intelectual y material y no pagarles el salario mínimo, o no darles las prestaciones a las que tendrían derecho legítimamente si no hubiesen existido esas tutelas y esas limitaciones. El trabajo nocturno industrial esta prohibido, pero nosotros hemos visto, todos los aquí presentes en muchas fábricas, mujeres trabajando después de las 8 o las 9 de la noche; el trabajo comercial está prohibido después de las 22 horas, pero vemos que en toda la estructura de servicios y de comercio de las grandes y de las medianas ciudades, hay mujeres prestando servicios después de las 10. Las horas extras están prohibidas, pero en el momento en que haya necesidad por razones de productividad o por cualquier otra de incrementar una jornada de trabajo, vemos que las mujeres, ellas mismas piden ser incorporadas a los beneficios de esa jornada extraordinaria. Entonces, ¿qué sucede?, que por un lado se ha ido una ley tutelar, que de origen fue justísima y, por otro lado, se ha ido la realidad social, económica y laboral del país.

Lo que busca el Presidente Echevarría con esta reforma al artículo 123, reconociendo por anticipado, como lo hemos hecho hoy, y como se dice en la exposición de motivos de la iniciativa, el profundo sentido de justicia social que envolvió esas tutelas y protecciones incorporadas al artículo 123 por nuestros visionarios constituyentes, es que cese esa polaridad, esa polarización entre la ley y la realidad laboral en México y que no sólo por ser estricta justicia

se dote a la mujer de completa igualdad jurídica con el varón, para tener acceso al trabajo extraordinario, al trabajo nocturno industrial, al trabajo comercial después de la noche, de las 10 de la noche, y al trabajo en las llamadas labores insalubres o peligrosas, sino que implícitamente, no implícitamente, sino explícitamente, se hace un reconocimiento a la capacidad igual de la mujer, para prestar esos trabajos, a la igualdad real de la mujer para ser un sujeto de la relación contractual igual que el varón.

Está comprobado que este tipo de labores, las puede prestar y de hecho las presta, la mujer en muy parejas condiciones con el varón, en absoluta igualdad con él e inclusive las tradicionalmente llamadas peligrosas en ocasiones son más hábiles las mujeres para prestarlos.

Durante la Segunda Guerra Mundial, se vio muy claro, cómo en el momento en que los países deliberantes, todos los hombres se concentraban en el aspecto militar, e incluso salían de sus países, las mujeres de todos los estratos sociales, iban ocupando sus lugares en la producción tanto agrícola, como mercantil por así llamarla, como industrial, con objeto de sustituir a los varones, sí bien las mujeres manejando camiones pesados, y unas mujeres dirigiendo el tránsito; vimos mujeres en la industria de los explosivos, vimos mujeres paracaidistas, vimos mujeres que hicieron todas las faenas de los varones y que las hicieron bien y vimos entonces que era verdaderamente ilusoria la pretendida desigualdad de la mujer con el hombre en el terreno del trabajo y que ya no eran necesarias las justas tutelas, las justas protecciones que en un momento distinto de la evolución del derecho laboral y de la industrialización de éste como otros países se otorgaron con mucha razón a la mujer laboral.

Este es el conocimiento que hace el Presidente Echeverría en este proyecto de reformas.

Estamos seguros que contribuirá a que las mujeres se incorporen más aún al mercado de trabajo. Buscamos que ese 18 o 19% de la población económicamente activa que ahora son mujeres o que está constituida por mujeres, se incremente a 30 o 40 o más por ciento en curso de los próximos años.

Creemos que estas protecciones que ahora son barreras, al ceder, irán abriendo el paso a la mujer para este tipo de actividades. Contemplamos en muchas partes de la nación, por ejemplo en las zonas en que hay maquiladoras, cómo el trabajo de la mujer es altamente apreciado y que incluso con preocupación de los varones, ha desplazado la mano de la obra masculina. Hemos visto cómo la mujer es capaz de hacer cualquier tipo de labor dentro del mecanismo industrial, turístico y comercial, y por eso es que buscamos liberalizar estas condiciones y asentar la igualdad no sólo en el campo estrictamente de los derechos humanos, sino también en el campo de los derechos sociales.

Por otra parte, hubo un constituyente igualmente visionario que sus compañeros, el constituyente Martí, que en el momento en que se discutió el artículo 5o.. se habló de este tipo de protecciones, no dejó de reflexionar para el futuro. Veamos con mucho cuidado, no vaya a ser que por proteger a las mujeres, al día siguiente que salga nuestra constitución, cientos de miles de ellas se queden sin trabajo. Yo también rindo desde esta tribuna homenaje a la visión singular de ese otro gran constituyente mexicano. (Aplausos.)

La C. Presidenta: Tiene el uso de la palabra la ciudadana diputada Ofelia Casillas Ontiveros.

- La C. Ofelia Casillas Ontiveros: Señor licenciado, el artículo 4o. constitucional consigna tres nuevos derechos, uno de ellos es la protección legal a la organización y desarrollo de la familia. Señor Secretario, para los efectos de este artículo, ¿nos quisiera dar su opinión sobre las características de la familia en la sociedad moderna?

El C. Secretario de Gobernación: Con mucho gusto diputada. Ya decía yo que no era una coincidencia que en el mismo artículo que se plasma con garantía individual la igualdad del varón y la mujer y también como derecho humano fundamental el de la planeación familiar, se establezca como una liga que vincula al individuo con la sociedad la convicción del Estado Mexicano de que la Ley deberá proteger la organización y el desarrollo de la familia. No es que pensemos que la mujer mexicana debe estar confinada al ámbito de la familia, es que le damos su valor a la familia, especialmente a la nueva familia, para una nueva sociedad, dentro de los planes de desarrollo económico y social del país.

Quienes pensaran que el proteger a la familia no es una concepción revolucionaria, califican mal a la familia. La familia no es solamente un receptáculo de las más profundas tradiciones de la sociedad, es también y en esta época con mayor énfasis, un instrumento de cambio social.

En la familia se dan como reflejo todos los grandes cambios sociales, pero es cuando cambia la familia cuando en realidad empieza genuinamente la sociedad. Por eso el que la Constitución Mexicana, como otras muchas, incorpore dentro de un plan de garantía social la protección de la familia, es otro paso adelante que da el Presidente Echevarría en la modernización de las instituciones jurídicas nacionales.

Usted me pregunta sobre el papel de la familia en la sociedad moderna y para ello tendríamos que hacer un breve análisis del desarrollo de la familia. Cualquiera que sea su definición es evidente que la unidad familiar va cambiando con los avatares de la historia y al hablar de historia hablamos de los metabolismos socioeconómicos.

La familia original, si hemos de creer a versiones de sociólogos como Bachofen, estaba enmarcada en las prácticas de la promiscuidad. Se fue organizando después con el trato sexual regulado entre sus miembros y con la clasificación y reconocimiento de la progenie.

Se vinculó en las épocas del nomadismo y de la caza, en que la familia deambulaba a ciertas formas primitivas de matriarcado, y

cuando la familia se acento y el nomadismo fue desplazado por el sistema sedentario y la caza fue sustituida por la agricultura, la familia se transformo en la familia paternista o patriarcalista, y de allí hace la concepción generalmente conocida de esta llamada con razón célula básica de la sociedad. La familia patriarcal es una familia extensa, es una familia, como decía, en donde no sólo viven los cónyuges y los hijos, sino los cónyuges, muchos hijos y parientes laterales o colaterales. Cuando de las prácticas poligámicas, poliándricas o poligínicas se pasa a la monogamía; cuando de la endogamia, o sea el matrimonio entre familiares, se pasa a la exogamia, o sea el matrimonio con extraños a la familia, el núcleo familiar pierde algunas de sus características, pero sigue afinando otras, y una de ellas sigue siendo su característica de unidad extensa y su vinculación con las tareas primitivas de la subsistencia. ¿Por qué la familia en un principio de la evolución social tuvo que ser una familia extensa, con muchos hijos y muchos parientes?

Porque las labores de la agricultura hacían necesario que hubiera muchos brazos para lograr la comida y la subsistencia de todos, y por un fenómeno demográfico muy importante, y por eso vemos cómo la demografía y la política poblacional están sumamente vinculadas con la política familiar y con el status de la mujer, porque en el momento en que se inicia el ciclo histórico - familiar hay altísimos grados, altísimos índices de mortalidad, y entonces, para que sobrevivan unos cuantos hijos, es necesario para la familia procrear muchos.

Entonces la transición de la familia es un fenómeno paralelo a la transición demográfica. Esa familia extensa, de muchos parientes, de muchos hijos, en que se mueren muchos de los hijos que nacen, en que la esperanza de vida para todos es muy reducida, en que lo padres mueren jóvenes, y el hijo mayor o la hija mayor a veces sustituyen al padre en el manejo de la familia, esa familia abatida por las enfermedades y por la mortalidad, esa familia ligada exclusivamente a la producción agrícola, es una familia que va evolucionando después, cuando van evolucionando también las condiciones de vida, los hábitos de vida, sobre todo las fuentes económicas de vida de la sociedad, y cuando se pasa a la etapa preindustrial y empiezan también las condiciones sanitarias a ser un poco mejores, la familia entra en una segunda fase de transición. Si la primera fue de una alta mortalidad y una alta natalidad y un reducido esquema o una reducida esperanza de vida, la fase intermedia de la transición demográfica y por tanto de la transición familiar, es una familia que se empieza hacer más grande porque empiezan a bajar también las causas de mortalidad, sin que la natalidad disminuya, y empieza a prolongarse un poco más la esperanza de vida de sus miembros, y empiezan a convivir más padres con hijos, con abuelos, y es el momento en que la familia, en esa etapa preindustrial, cuando ya empiezan otras fuentes de vida a ponerse en marcha en la sociedad, aparte de las agrícolas, cuando empieza el mundo llamado occidental, la Revolución Industrial, cuando Malthus escribe con pavor de que va a pasar si siguen viniendo hijos a ganar del festín de la vida que sólo está reservado para los que nacieron, en este momento la familia entra también, junto con la transición demográfica en una transición interna, y el desarrollo y sus ventajas empiezan aun en la familia y se empieza también a reducir su tamaño y se empieza a hacer familias tendientes a la nuclearización; tendientes a ser familias conyugales, solamente con el esposo, la esposa y un grupo menor de hijos; y generalmente ya sin los abuelos o sin los tíos o sin los sobrinos.

La tercera etapa de la transición familiar está ligada a la transición demográfica. Es el momento en que no sólo la mortalidad ya descendió y mueren cada vez menos gentes, sino que la natalidad también ha descendido. Y entonces sí se integra por completo la familia nuclear, la familia industrial, la familia que pudiéramos llamar: familia moderna, siendo en realidad la familia más antigua, porque en su origen la familia fue solamente de padre, madre y los primeros hijos.

¿Qué sucede entonces?

Que en los países con alto desarrollo, predomina la familia nuclear; que en los países subdesarrollados o con más bajo nivel de desarrollo predomina todavía la familia tradicional o extensa; y que en los países en vías de desarrollo, los llamados países con mayor desarrollo relativo o en transición esta la familia en plena transición también. Y este es el fenómeno de nuestra época en la sociedad mexicana contemporánea: tenemos una familia en plena transición. Que existen en nuestro medio las tres formas familiares, sobre todo en los medios rurales, en lo medios más tradicionales, todavía tenemos la familia extensa.

Esa familia con padre, madre, abuelos, tíos y muchos hijos. Una familia que claro ya se está beneficiando de la bajas de la mortalidad, pero que todavía tiene altos índices de mortalidad infantil, sobre todo, y que aunque ya se está prolongando la esperanza de vida, de todos sus componentes, porque de alguna manera les está llegando la seguridad social, la salubridad, los beneficios de las nuevas concepciones sanitarias nacionales, todavía está involucrada en el concepto productivo de que cada uno trae su torta, de que cada nuevo elemento que viene a producir, contribuye al desarrollo familiar por que es un brazo más para el campo.

Esta familia esta en un constante proceso de migración hacia las ciudades en este momento. Es la familia extensa que se viene ahora a engrosar los cinturones de miseria de nuestras grandes urbes; es la familia que sigue conservando sus tasas reproductivas rurales y se incorpora al habitat urbano, y forma el proletariado periférico. Es esta familia en que viene primero un miembro o dos, y luego escriben una cartita a su pueblo y les dicen vénganse,

aquí junto hay un lotecito, hay unas cuantas laminas y podemos construir una casa aunque sea sin agua y sin drenaje. Es esta una familia que está en el momento en que lo han impactado, por una parte las transformaciones económicas de vida en el campo, la gran explotación demográfica que ha terminado con la disponibilidad de tierras y de aguas, y que por otra parte todavía no sale de sus viejas concepciones sociales y se arraiga a sus prejuicios y a sus hábitos para vivir. Por otra parte, tenemos la familia que ha despegado de esa transición, la familia de la clase media urbana en donde ya se han recogido los hábitos sociales rurales, y ya se ha incorporado a la manera de vivir de la ciudad, la familia, y ya está resintiendo en un primer instante, un excesivo crecimiento, por que la tasa de mortalidad en las ciudades ha descendido considerablemente a pesar de la insalubridad de algunas zonas periféricas y porque las habitaciones urbanas verdaderamente nos oprimen y las posibilidades del mercado de trabajo urbano no eran como les dijeron antes de emigrar, óptimas y muy abiertas para todos los que viniesen a la ciudad sin una conveniente capacitación. Entonces, esa familia empieza a evolucionar hacia la fase superior, es una evolución lenta, una evolución que los sociólogos calculan en una y media o dos generaciones; una evolución que se llevará 15 ó 30 años pero ya se ha iniciado en México desde hace 10 ó 12 años, en una evolución que conduce el tercer tipo de familia que coexiste, junto con la familia tradicional y la familia en transición en México, que es la familia propiamente nuclear, que es la familia de las clases más protegidas económicamente, las más beneficiadas de una manera u otra por el proceso productivo y distributivo promovido por la Revolución Mexicana.

Son las familias nucleares o en tren de ser familias nucleares, constituidas por el esposo, la esposa y pocos hijos, mientras el promedio de los hijos nacidos por familia en México es de 5 hijos por familia, desde luego las hay muchos más grandes; este tipo de familia tiene más o menos tres hijos y no viven los abuelos con ellos, y generalmente, no viven otros parientes con ellos como en la familia tradicional o en la familia en transición. Esta es la familia que nosotros buscamos proteger, esto es al modelo familiar o de unidad familiar a la que nos orientamos; desde luego, sin descuidar por todos los mecanismos de solidaridad y seguridad social, la absorción de los otros parientes que a veces quedan erradicados en un núcleo familiar y que en unas veces son absorbidos por una familia, y en otras veces son absorbidos precisamente por los sistemas estatales de seguridad social, es evidente que el modelo de la familia moderna, que el modelo de la familia industrial, que el momento de los países de mayor grado de desarrollo, es la familia conyugal o nuclear formada por un menor número de hijos y por un número más reducido de miembros en general.

Por eso está tan ligado por el concepto de planeación familiar al concepto de familia y al concepto de libertad e igualdad de la mujer.

¿Cómo es posible lograr este tipo de familia que es la única que se adapta, que es la única que se acomoda a las exigencias de la sociedad urbana moderna? Y estoy hablando sobre todo en términos urbanos. ¿Cómo es posible, sino con la planeación familiar? ¿Cómo es posible sino con la libre, informada y responsable decisión para espaciar y determinar el número de los hijos? Y ¿ cómo es posible también llevar a las zonas rurales una concepción más clara de que no es la solución la emigración a las ciudades y de que es necesario también reducir las pautas reproductivas en la vida rural y que es necesario entender unas nuevas concepciones económicas de vida en el campo que debe ser, y es, la preocupación esencial en esta hora de los países en desarrollo? ¿Cómo si no también a través de la educación, de los servicios de salud pública y de un nuevo cambio de estructuras mentales por lo que hace a la familia rural?

Decía yo que se ha operado en las ciudades en desarrollo en esta hora, un fenómeno que los economistas llaman de la falsa tercialización de la economía. El estrato productivo esencial primario, el agropecuario viene siendo abandonado por las migraciones, viene siendo abandonado, porque no existen todavía en las sociedades en transición formas tecnológicas y organizativas que verdaderamente aceleren y le den el alto nivel que tiene a la producción de alimentos y de productos agropecuarios en el medio rural. Y entonces se produce la emigración hacia las ciudades.

Y por otro lado, el sector terciario de la economía, el sector de servicios, el sector de comercio, el sector de turismo, que es el sector en donde es más posible sin una capacitación técnica que sí exige el sector industrial, insertar a estas gentes, ese sector crece desorbitadamente, y vemos ahí el mayor índice de sub - Empleo y de desempleo real, son los vendedores de chicles, los lavadores de coches, los cuidadores, los que no encuentran en una ciudad tan enervante y tan difícil como es ésta y como son otras muchas, otras del mundo en desarrollo, la posibilidad de incorporarse realmente a un sector primario y secundario de la producción.

Entonces buscamos conducir las pautas familiares, acoplando la familia a las necesidades de la sociedad moderna y que vaya formando a través de la familia la nueva sociedad a la cual aspiramos.

Los objetivos mencionados pues, en materia familiar, no están enunciados, y los que forman parte, como ya hemos dicho del plan general del desarrollo del país, pero socialmente inciden en la política demográfica, en la igualdad de oportunidades a la mujer, en la política educacional, social y sanitaria. Y por eso también la lucha del Presidente Echeverría, por una Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, es una lucha por familia mexicana, es una lucha por el hombre mexicano, es una lucha por la mujer mexicana, para que ambos puedan incorporarse en forma mejor, sobre todo esta última al

desarrollo del país, la familia, se ha dicho con razón es la más importante de las sociedades intermedias, su solidaridad es el rasgo fundamental que la vincula, tenemos que salvarla de las tendencias disgregadoras, tenemos en estos momentos de la vida de México, que preservar y robustecer aun más nuestra familia, pero tenemos que hacerlo sobre los nuevos patrones, sobre la nueva valoración del papel del hombre y la mujer en el seno del núcleo familiar.

El Presidente Echeverría ha dicho, que nada en forma más evidente ha sido puesto a prueba por los cambios del desarrollo moderno que la familia. Que el Estado debe acudir cada vez con mayor cercanía al auxilio de la familia para favorecer las funciones que tiene encomendadas dentro de la sociedad.

Que debe haber mejor dialogo entre padres e hijos; entre esposo y esposa, entre padres y maestros, para robustecer los elementos de cohesión que dan sustancia y vida a la familia moderna. Si no hay una auténtica comunicación en la familia, no habrá una auténtica comunicación en la sociedad. La familia es en verdad, no sólo receptáculo de valores, sino promotora de cambio. Es un auténtico laboratorio social. Nosotros lo vemos en nuestras casas cuando llegamos a comer. Ahí están las generaciones coincidiendo con sus preocupaciones al mismo tiempo divergentes y convergentes, con su distinta visión del mundo, con su distinta escala de valores, con la necesidad de agrupar los conceptos modernos, y la necesidad de encontrar respuesta a sus preguntas, con la necesidad de sentirse al mismo tiempo protegidos y al mismo tiempo desarraigados de la familia, para encontrar nuevas formas de vivir, para encontrar nuevas vinculaciones con la sociedad, y al mismo tiempo, venturosamente, para formar otras familias, porque en estos momentos del mundo, en los países desarrollados, uno de los fenómenos más presente es la constante, la creciente creación de nuevas familias. Hay nueve millones o más de familias en México y en los próximos años se crearan dos o tres millones de familias. La familia no está condenada a desaparecer; por el contrario, está llamada a transformarse. Será una familia distinta, una familia diferente, pero la familia siempre ocupará un lugar de privilegio en las estructuras morales, en las estructuras intelectuales, en las estructuras de convivencia de la sociedad.

El Presidente Echeverría ha dicho una gran verdad, la responsabilidad de los padres es aun mayor que la de los gobernantes y los maestros.

Yo confieso que a mí me cuesta más trabajo ser buen padre de familia que ser Secretario de Gobernación.

La familia, por otra parte, debe ser preservada desde dentro y fuera, como hemos dicho, de las tendencias disgregadoras y una de ellas puede ser la insuficiente valorización del papel de la mujer y de la madre en la familia. Es imprescindible que varones y mujeres también en nuestras estructuras mentales dentro de la vida familiar.

Estas reformas que ahora se promueven a algunos les parecerán demasiado amplias, demasiado progresistas. Así se dijo en 1928 con escándalo cuando aparece el Código Civil que aún nos rigen proclamado por el Presidente Calles, pero no cabe duda que ese Código, como la Ley de Relaciones Familiares han contribuido a la transición de la familia en México y no podemos desvalorizar ni minidesvalorizar el papel de la familia en la vida moderna, es distinto pero cada vez más importante. Cada vez nos protege más del peso específico de la sociedad y al mismo tiempo le da a la vida individual una vía y una dimensión para expresarse.

Si un nuevo Arquimedes nos pidiera hoy un punto de apoyo para mover la tierra, habríamos de darle la familia. Gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene el uso de la palabra el ciudadano diputado Manuel Ramos Gurrión.

El C. Manuel Ramos Gurrión: Señor Secretario: Es indudable que el espíritu de la iniciativa tiende a lograr la igualdad jurídica de todos los mexicanos, hombres y mujeres. Quisiéramos conocer su opinión respecto a los efectos que se producirán de aprobarse estas Reformas Constitucionales con respecto a la legislación secundaria.

El C. Secretario de Gobernación: Señor diputado Ramos Gurrión: El Presidente Echeverría confía en el poder transformador del derecho. Las reformas constitucionales que ustedes están examinando, en caso de ser aprobadas, tendrán dos efectos fundamentales sobre la legislación secundaria; uno que habrá que acordar, y por eso está enviado ya el Proyecto respecto a esta Cámara, que estamos estudiando conjuntamente con la reforma Constitucional, habrá que acordar las leyes federales secundarias, especialmente la Ley de Nacionalidad, Naturalización, el Código Civil y de Procedimientos Civiles, la Ley de Población, la Ley Federal del Trabajo, el Código del Comercio, a este nuevo e integral concepto de igualdad jurídica y socio - Económica de la mujer, con la cual desde la cúspide constitucional hasta la base legal, habrá una congruencia imprescindible, para que estas reformas verdaderamente abran las posibilidades de expresión a la mujer mexicana.

En segundo lugar, la legislación local deberá estar acorde con la legislación constitucional. Esto es muy importante, porque no hay competencia federal para legislar sobre todo en materia civil. En materia civil lo que equivale al ámbito familiar , los Códigos Civiles, como usted sabe, señor diputado, son competencia de la soberanía de las legislaturas de los Estados.

En el momento en que se hace una reforma constitucional, y cobran rango filosófico y también legal, nuevos principios doctrinales que devienen normas jurídicas superiores dentro de nuestro cuerpo de derecho, es evidente que todas las normas de tipo local deben ser congruentes y consecuentes con la reforma constitucional so pena de devenir inconstitucionales, y poder ser recurridas en

vía de amparo. Por eso la transformación y el derecho constitucional es también una transformación de todo el orden jurídico federal, y local. Ojalá haya yo satisfecho su pregunta con esta contestación. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra la C. diputada Ma. Guadalupe Cruz Aranda.

- La C. Ma. Guadalupe Cruz Aranda: Señor Secretario de Gobernación: en virtud de que la pregunta que deseaba formularle ha sido contestada a lo largo de su brillantísima exposición, me abstengo de Formularla.

El C. Secretario de Gobernación: Muchas gracias.

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el C. diputado Octavio Peña Torres.

El C. Octavio Peña Torres: Señor Secretario: En la Iniciativa de Decreto de reformas y adiciones a diversos artículos de la legislación ordinaria, a efecto de reflejar la reforma constitucional que equipara jurídicamente a la mujer y al varón, propuesta por el señor Presidente de la República, que sugiere suprimir el Código Civil del Distrito y Territorios Federales, la institución del deposito de personas, tratándose de divorcio o de conflictos conyugales.

¿Sería usted tan amable en indicarnos cuáles fueron los motivos que originaron la desaparición de esta institución jurídica?

El C. Secretario de Gobernación: Cómo no, señor diputado don Octavio Peña Torres.

Esta...

- La C. Presidenta: La señora Helvi Sipila nos anuncia que se va a retirar; por tal motivo, rogamos a usted un momento para que la señorita diputada Ofelia Casillas, la diputada Guadalupe Cruz Aranda, nos hagan favor de acompañarla, porque se retira.

El C. Secretario de Gobernación: Señora Sipila, muchas gracias por su viaje a México; por haber aceptado la invitación del Gobierno Mexicano; por su presencia en esta Cámara, le agradecemos todas sus atenciones para con nosotros y nos despedimos con todo afecto.

(Aplausos.)

Decía yo a usted, señor diputado don Octavio Peña Torres, que esta reforma al Código Civil que hoy ya nada más es Código Civil del Distrito Federal, porque también en otra reforma política visionaria, el Presidente Echeverría ha logrado la integración estatal del país, se base en el respeto, no sólo a la igualdad sino a la dignidad humana de la mujer; el depósito de persona, según el Código Civil y también según el Código de Procedimientos Civiles, es una institución procesal que tiene lugar cuando alguno de los cónyuges va a de mandar a otro, especialmente por causas de divorcio o de nulidad de matrimonio.

La legislación actual prevé que en ese caso el Juez ordena el depósito de la mujer, exclusivamente la mujer, en casa de personas de buena fama; la lleve personalmente a depositar a esa casa de donde la mujer no puede variar su domicilio durante todo el proceso y entregue a la depositaria una copia certificada de la diligencia como prueba del depósito. Estos artículos cosifican a la mujer, le dan un valor, un triste valor de cosa y no de persona, porque para el varón en las mismas condiciones, basta la separación del domicilio conyugal, basta que se dicte la providencia de que el varón vive en otra parte, pero no que el juez lo traslade físicamente, lo encomiende a una persona como si fuera un ser incapaz o interdicto, no pueda variar su domicilio y aparte se le dé al depositario un documento que pruebe el depósito como si se tratara de la factura de un mueble. Es por ello que consecuente con el respeto a la igualdad de la mujer y teniendo presente que debe equipararse el trato legal sustantivo y también el adjetivo, a hombres y mujeres al cónyuge masculino y al cónyuge femenino en cualquier proceso legal, el Presidente Echeverría propone que en un caso de divorcio o de nulidad de matrimonio en que tenga que hacerse la separación de los cónyuges, se haga exclusivamente ésta: separación de los cónyuges, el hombre y la mujer en el lugar que convenga o que el juez determine, pero que no se encomiende la mujer en depósito a ninguna tercera persona como si fuera un ser incapaz o mucho menos como una cosa. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene el uso de la palabra el C. diputado Lázaro Rubio Félix.

El C. Lázaro Rubio Félix: Después de haber escuchado las brillantes intervenciones y respuestas del señor Secretario de Gobernación, entre los cuales se encuentran algunas contestaciones de la pregunta originalmente elaborada, voy a simplificar mi pregunta a aquellas cuestiones que a mi juicio no hayan sido tocadas por usted.

Una de las causas fundamentales que han venido propiciando el estado de inferioridad a la mujer han sido los prejuicios religiosos.

En los debates públicos sobre las reformas que comentamos, se han enfrentado el pensamiento formado por la moral religiosa y por el que acepta la ética como una disciplina científica. ¿Considera usted que las reformas propuestas están encuadradas en su intención y doctrina dentro de la moral estructurada por la Revolución Mexicana?; y, ¿cuáles considera usted que serán los obstáculos que se opongan a la aplicación práctica de estas reformas?

El C. Secretario de Gobernación: Señor diputado Rubio Félix, su pregunta es muy interesante; y pienso que parcialmente, de una manera u otra ya nos hemos referido a ella cuando hemos hablado de los obstáculos que en la realidad social encuentra la mujer para incorporarse plenamente al desarrollo.

Desde luego, enfáticamente le manifiesto que toda la filosofía que informa el texto de las reformas constitucionales y legales propuestas por el señor Presidente Echeverría, se encuentra colocada estrictamente dentro de los conceptos de la moral revolucionaria que también informan a nuestra Constitución y que son fruto de un viejo movimiento liberatorio que tuvo sus orígenes en la Independencia, que cobró una fuerza y una profundidad esencial en este

aspecto en la lucha de reforma y contra la intervención y que se desfloró en proyecciones sociales durante la época armada y constructiva de la Revolución Mexicana.

Todo evoluciona en la vida social, todo, hasta los propios conceptos religiosos . La mujer, sin dejar de ser, porque no tendría otro sentido su ratificación de igualdad, un ser con todos los derechos que la Constitución le otorga entre otros el derecho a sustentar un credo religioso, cada vez está más consciente del papel ético que desempeña y cada vez la educación mexicana, que es y debe ser por definición una educación laica, la ha conducido a una conciencia mayor del desarrollo de este papel dentro de la sociedad.

En las encuestas que se han hecho, por ejemplo, para determinar la influencia que tiene en el comportamiento de las mujeres que solicitan información para efectos de planeación familiar, el hecho de que tenga o declaren tener, o declaren ejercer una religión; se ha llegado a comprobar que cada vez es menor la influencia que las muy respetables creencias religiosas tienen en la conducta social de la mujer; no quiero decir con esto que la mujer haya abdicado, que ciertas concepciones filosóficas, que no son propias de la mujer, que están dentro de la tradición de los países como el nuestro, pero sí es evidente, que cada vez sabe separar con mayor precisión sus responsabilidades familiares y sociales y el sentido de sus creencias religiosas; que cada vez por lo común que pueden tener la moral laica y la moral religiosa, abren un camino, no diremos personal, porque también es un camino social que va conjugando unas y otras con una visión hacia el porvenir.

El proceso de esas encuestas demostró, que de un 100% de mujeres que declararon tener la religión mayoritaria, un 98% decían, declararon: que no ejercía ninguna influencia familiar el hecho de seguir sustentando esa creencia religiosa.

Por otra parte, en este capítulo expreso de la planeación familiar, también la interpretación de algunos conceptos rígidos, de tipo religioso, ha ido evolucionando, no sólo en los países desarrollados, sino en los países en vías de desarrollo.

Y en algunas partes, ministros de culto, en lugar de ejercer como en otras partes o en otros momentos de nuestra historia, verdadera presión social sobre las mujeres, se han convertido en buenos consejeros, respecto de los caminos que deben tomar para encontrar un mayor equilibrio dentro de la sociedad y dentro de la familia.

Si parten nuestras reformas del respeto a la dignidad humana, si parten nuestras reformas del respeto a la libertad humana, si dentro de ese equipaje libertario de nuestra Constitución existe la libertad de cultos, nada se opone, no es incompartible para la mujer mexicana el poder practicar la religión que ella escoja y al mismo tiempo, ser consciente y aceptar el nuevo papel que tiene en la sociedad moderna.

Eso sí, cuando con pretexto de la religión renace viejos prejuicios tradicionalistas, cuando con pretexto de la religión se quiere minusvalorizar el papel de la mujer mexicana, cuando con el pretexto de la religión se le quiere mantener sometida en formas y bajo esquemas de dominio intolerables, por el sistema político y social mexicano, no tenemos otra fuente a la que acudir, no tenemos otros principios los cuales mantener enhiestos frente a esa actitud, que los principios político, liberales y sociales que informan la Constitución Mexicana y que fueron producto de la evolución histórica del pueblo de México. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene el uso de la palabra la C. diputado María de la Paz Becerril de Brun.

- La C. Ma. de la Paz Becerril de Brun: Señor Secretario de Gobernación: El artículo 164 del Código Civil, en el texto de proyecto de reformas, dice lo siguiente:

"Artículo 164 Los cónyuges contribuirán económicamente al sostenimiento del hogar y a la alimentación de los hijos, en los términos que la ley establece, distribuyéndose la carga en la forma y proporción que acuerden para este efecto. A lo anterior no están obligados los que se encuentre imposibilitados para trabajar y carecieran de bienes propios, en cuyo caso, el otro atenderá íntegramente a esos gastos". ¿Podría usted explicarme qué debe entenderse por imposibilidad para trabajar y cuáles son sus repercusiones dentro del matrimonio?

El C. Secretario de Gobernación: Diputada María de la Paz Becerril de Brun. Decía yo hace unos momentos que esta reforma penetrará verticalmente hasta los substratos más íntimos de la convivencia comunitaria, y éste es uno de los aspectos más progresistas y por eso también más controvertidos de esta reforma.

El artículo 164 del Código Civil actual, quiero recordarlo, decía así: "El marido debe dar alimentos a la mujer y hacer todos los gastos necesarios para el sostenimiento del hogar". Entonces la responsabilidad económica del hogar se le asignaba fundamental y primariamente al marido.

Pero decía: "Si la mujer tuviere bienes propios o desempeñare algún trabajo o ejerciere alguna profesión, oficio o comercio, deberá también contribuir los gastos de la familia, siempre que la parte que le corresponda no exceda de la mitad de dichos gastos a no ser que el marido estuviere imposibilitado para trabajar". O sea, la noción de imposibilidad existía antes y careciere de bienes propios, pues entonces todos los gastos serán de cuenta de la mujer y se cubrirán con bienes de ella.

La transformación es que en lugar de que la responsabilidad única o primaria sea del marido, ahora el artículo 164, acorde con la igualdad de los cónyuges en el matrimonio, establece que ambos, los cónyuges, contribuirán económicamente al sostenimiento del hogar, a la alimentación y educación de los hijos, en la forma y términos que la ley establece, distribuyéndose la carga en proporción al acuerdo que este efecto se llegue. Los cónyuges convendrán, acordarán cuál es la proporción y

términos de la contribución común y entonces voltea los términos de la anterior proposición.

La mujer tendrá que contribuir siempre no sólo cuando trabaja y tiene bienes propios pero en cambio a lo anterior no estará obligado cualquiera de los dos cónyuges que se encuentre imposibilitado para ello, o sea para trabajar, o careciera de bienes propios, en cuyo caso, el otro, cualquiera que sea, varón o mujer, atenderá íntegramente a estos gastos. Y agrega: "Los derechos y obligaciones que nacen del matrimonio serán siempre iguales para los cónyuges independientes de su aportación económica al sostenimiento del hogar".

Lo que se trata es de establecer aquí un cambio sustancial en la estructura del hogar. Un cambio sustancial que no se refleja sólo en este artículo 164, sino en general en varios otros artículos que se reforman. Este es verdaderamente el esfuerzo por cambiar la posición de la mujer en el matrimonio.

Algunas mujeres pensarán que en lugar de dárseles igualdad se les están atribuyendo otras cargas. Pero por una parte la igualdad supone igualdad de derechos y responsabilidades. Y por otra parte para que la mujer pueda liberar sus fuerzas creativas y su fuerza laboral aun fuera del hogar haciendo, dentro de lo posible, compatible el trabajo fuera del hogar con el trabajo interno del hogar, para que también el marido se corresponsabilice de este trabajo interno, es necesario que la mujer y el marido compartan no sólo los derechos conyugales sino también las corresponsabilidades hogareñas, pero el hecho de que sea una contribución económica, tampoco querrá decir que sea forzosamente pecuniaria o en efectivo directamente. La teoría moderna del equilibrio entre el varón y la mujer en el matrimonio, también valoriza económicamente el trabajo doméstico, también tiene un valor económico el trabajo doméstico, y vaya si lo tiene, sobre todo cuando la mujer lo presta por muchas horas. No podemos tampoco exigirle a la mujer que libre una jornada de 6 u 8 horas en el hogar y también tenga una jornada de 6 u 8 horas fuera del hogar. Es necesario hacer compatible, pues, y por eso todo el mecanismo social tiene que equilibrarse, al trabajo de la mujer dentro y el trabajo de la mujer fuera del hogar. Antes, en la versión todavía vigente del Código Civil, se decía-- Esto también se ha suprimido en la reforma --, que el varón podía oponerse a un trabajo de la mujer fuera del hogar, si con este trabajo descuidaba las labores del hogar, y se encargaba exclusivamente a la mujer el desarrollo y el cuidado de estas tareas domésticas y hogareñas y la educación de los hijos; ahora se hace copartícipe también al marido de estas responsabilidades y se quita la determinación de que pueda el marido oponerse a que la mujer tenga un trabajo fuera del hogar, si ésta descuida las labores domésticas. En cambio se otorga a ambos cónyuges, a marido y a mujer, la posibilidad de oponerse a un trabajo del otro cónyuge cualquier que sea, pero con una sola condición, que este trabajo lesione la moral o la estructura interna de la familia.

Pero no podemos seguir encadenando a la mujer exclusivamente a las labores domesticas como si fuera un ser estereotipado exclusivamente para estas labores, como si no hubiera otra razón de ser de la mujer que la maternidad y la cocina. Tenemos que evolucionar en un concepto distinto.

Yo recuerdo, cuando era adolescente e iba a los cines de barrio en donde había dos películas en los programas, que esas películas generalmente nos mostraban en forma muy espléndida eso que comúnmente se llama "el modo americano de vivir". Entonces salían, derrepente en unas escenas, un hombre, un norteamericano ayudando a su mujer en las labores domésticas; toda la galería se venía abajo de los chiflidos, pero en la siguiente secuencia de la película, salía este norteamericano con una compañera de trabajo de una fábrica, a tomar un café; tomaban el café, él sacaba su moneda y pagaba, y la mujer sacaba su moneda y pagaba, entonces todas las mujeres y los que habían chiflado aplaudían furiosamente.

Creo que si hoy pasaran esa misma película, en un cine al que fuera la juventud mexicana, ya no habría ni aplausos ni chiflidos. Creo que hay una concepción distinta de la compenetración que debe haber de los cónyuges en el hogar, y que algunas bases de conducta, no porque sean de sociedades más desarrolladas, sino porque son productos de desarrollo, no son copias de otros países, sino que salen naturalmente del cambio de los hábitos y los patrones de conducta, se van incorporando, por lo menos a algunos estratos de nuestra sociedad en forma positiva, para contribuir así a la liberación de la mujer.

Yo pienso que nada mejor que el trabajo, nada mejor que la posibilidad que la mujer que tiene cierta educación, que tiene capacitación para el trabajo lo preste, se identifique con sí misma, consigo misma, y se pruebe a sí misma y a toda su familia que ella es capaz también de producir y no sólo de ser un ser reproductivo. Pero por otra parte, y éste es el espíritu de la reforma que motiva estas transformaciones del Derecho Civil, de acuerdo con el que el señor Presidente Echevarría presenta a ustedes, que esta posibilidad para que la mujer trabaje fuera del hogar, debe rodearse de compatibilidad, para que también desempeñe en corresponsabilidad con el varón sus labores domésticas, que al fin y al cabo también tienen que ser compartidas por los cónyuges.

Pienso que de otra manera este tipo de determinación, de prescripciones se adaptan mucho al tipo de familia nuclear que ya se está produciendo en muchas capas urbanas, que puede ser un paso a aceptar en un futuro próximo por las familias en transición que todavía es lejano para las familias tradicionales, sobre todo, de las áreas rurales.

Pero no olvidemos que este Código es sólo el Código del Distrito Federal, que ya no se aplica en áreas diferentes; que es la legislación civil del núcleo urbano más desarrollado de la República y que puede y debe ser una pauta, si ustedes lo aprueban para reformar la

conducta de mujer y de marido dentro del hogar, y de hacer entender a ambos el nuevo papel que juega en la propia familia y con la familia dentro de la sociedad; y vamos a ver si este tipo de reformas prueban su poder transformador de la sociedad; y al mismo tiempo que se van reformando por efecto interno en las estructuras sociales, el nuevo derecho social mexicano, el nuevo derecho civil mexicano, el nuevo derecho familiar mexicano, contribuye a ese cambio de actitudes mentales de nuestra propia sociedad. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene el uso de la palabra la ciudadana diputada Alicia Mata Galarza.

- La C. Alicia Mata Galarza: Señor licenciado Secretario de Gobernación licenciado Mario Moya Palencia: Deseo declinar mi petición, ya que fue ampliamente explicada por usted.

El C. Secretario de Gobernación: Muchas gracias, diputada.

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el ciudadano diputado Federico Martínez Manautou.

El C. Federico Martínez Manautou: Señor Secretario de Gobernación: Hemos escuchado con gran interés su profunda y conceptuosa exposición y el análisis revolucionario de la obra patriótica del Presidente Echeverría en esta materia. Por lo mismo, deseo preguntarle ¿Por qué se incluyó en el artículo 423 del Código Civil el concepto de ejemplaridad?

El C. Secretario de Gobernación: Con todo gusto señor diputado Martínez Manautou.

Mire usted, ese artículo se refiere al derecho que tienen los padres, y las personas en general, que ejercen la patria potestad sobre los hijos a corregirlos y castigarlos mesuradamente.

La redacción actual es:

"Los que ejercen la patria potestad tienen la facultad de corregir y castigar a sus hijos mesuradamente."

La versión que propone el Presidente Echeverría es: "para los efectos del artículo anterior, que habla de quienes ejercen la patria potestad o tengan hijos bajo su custodia tienen la facultad de corregirlos y castigarlos mesuradamente - hasta ahí el texto es igual -- y la obligación de observar una conducta que sirva a éstos de buen ejemplo". Las autoridades en cada caso auxiliarán a estas personas haciendo uso de amonestaciones y correctivos que presten el apoyo suficiente a la autoridad paterna. Esto quiere decir, señor diputado, que no sólo dentro de la familia se debe amonestar y corregir y aun castigar mesuradamente a los hijos dentro de una concepción ya moderna del trato entre padres y descendientes, sino que fundamentalmente la pauta de conducta que los hijos deben seguir no debe expresarse en términos de imposición, sino en términos de ejemplaridad; que si ellos no ven en su casa un ejemplo de conducta y no tienen un camino sano en la conducta de los padres, malamente tienen los padres derecho a exigirles una conducta distinta a sus propios hijos. Yo pienso que esta ley no hace más que recoger las tendencias pues ni tan modernas, ya bastante cimentadas, de la psicología infantil que nos obligan a inducir la conducta de los niños y de los jóvenes, primero que nada entiendo sus motivaciones y después haciéndoles racionalizar sus impulsos emotivos para que no haya incomunicación entre padres e hijos, para que no se vuelva tampoco una relación de dominio como la ha sido la del esposo sobre la esposa, la que se establezca entre los cónyuges y los hijos. Es en el medio familiar en donde van naciendo las tendencias democráticas o autocráticas de la sociedad. Hogares en donde se reprime la expresión lógica, sana de la inquietud de los hijos, van fermentando un clima de tensión y de violencia social que nos interesa a todos que nos exista y que no se difunda. Hogares en cambio en que la vía de educación es el ejemplo, es la compresión, es el diálogo, es la comunicación entre los hijos, son hogares de los cuales se desprende un sentimiento sano, democrático, dialogante para la comunidad entera. No quiero privarme de hacer una cita de Marx respecto del trato de padres con hijos. Pero no es de Carlos Marx, sino es de un cómico que se llama Groucho Marx (aplausos) --con todo respecto, es otra línea--, que ilustra el sentimiento de los hijos sobre la actitud de represión interna de los padres. Groucho Marx escribe en sus memorias: "Hasta los siete años yo creí que me llamaba cállate". Muchas gracias.

(Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene el uso de la palabra el ciudadano diputado Mario Ruiz de Chávez.

El C. Mario Ruiz de Chávez: Señor Secretario de Gobernación: La igualdad jurídica de la mujer plantea su necesaria participación en las decisiones políticas de nuestro país. La iniciativa del Presidente Echeverría sin duda conlleva este propósito. Nos interesaría mucho saber en qué medida hasta qué niveles se espera esta reforma incrementar la participación femenina en esta materia.

El C. Secretario de Gobernación: Cómo no, señor diputado Ruiz de Chávez. Como decía la diputada Aceves de Romero, la cito con su permiso, la política está en la raíz de todo. Esta es una transformación política también; no es una transformación del orden exclusivamente político o sufragista para darle más derechos a la mujer puesto que en realidad ya los tiene todos. (Aplausos.)

Pero sí, es evidente que la incorporación de la mujer a la vida social y económica tiene gran trascendencia política y politiza a las mujeres para que , a su vez, ingresen con paso más firme en la vida pública, administrativa, legislativa y judicial de la nación.

Yo pienso que aún debemos abrir más las puertas a la participación política de la mujer. (Aplausos.) Que no basta que la revolución Mexicana le haya concedido, como hemos visto, o le haya reconocido para ser más exactos, como hemos visto en alguna exposición anterior, le haya reconocido su igualdad de derechos políticos con el varón, tanto los activos como los pasivos, el derecho a votar o a expresar su voluntad y el derecho a ser receptora de esa voluntad y tener la representación, sino que

es necesario que se incorpore más la mujer al proceso político en todas las zonas de esa actividad específica, especialmente a través de los partidos y en todas las manifestaciones de la vida estatal, pienso que las mujeres aún están insuficientemente representadas en la Cámara de Diputados, en la Cámara de Senadores y en los puestos administrativos.

No es cuestión de que los varones admitamos, así, entre comillas, que haya algunas mujeres en los puestos políticos para demostrar que sí hay igualdad entre el hombre y la mujer, sino que tienen que haber una participación más real, con mayor peso específico, no sólo cualitativo, sino cuantitativo.

Esto, claro, no se puede lograr de la noche a la mañana; la mujer tiene que ir también capacitándose para la vida política, porque es otra forma de actividad, pero no nos extrañemos de ver mujeres políticas; promovamos que la mujer se politice, depositémosle nuestra confianza para que nos represente, para que nos administre, para que nos gobierne. Los hombres hemos contribuido notablemente al proceso de igualdad jurídica con la mujer; seamos consecuentes con esa promoción y aceptemos el papel de la mujer en la vida política; no tengamos deficiencias frente a la mujer, ni en este ni en ningún otro campo, porque el varón que tiene reticencias del papel de la mujer en la vida social en realidad no está seguro de sí mismo. (Aplausos.)

No nos ha extrañado mucho, por lo menos ver en varios países, que hay jefas de Estado, no nos ha extrañado verlo en Israel, en la India, y en Finlandia ante Ceylán y ahora en Argentina. No nos debe extrañar ver mujeres cada vez en posiciones más preponderantes dentro de la sociedad; claro que tiene que ganárselos, claro que tiene que actuar en consecuencia para merecer esa calificación política, pero la capacidad de ellas para acceder a esos puestos representativos y administrativos, es suficiente, más que suficiente y creo que está suficientemente probado.

Es que ha veces nos extraña ver colocada a la mujer en un rol o papel diferente al que tradicionalmente la hemos visto o la hemos colocado nosotros mismos en la sociedad machista o masculinista. El papel de los roles en sociología es una connotación muy importante, desde que nace un niño o una niña se le empieza a asignar un rol y papel determinado. El tipo de vestido, el color del vestido, el color del listón, rosa o azul diferente ya al sexo.

Al niño se le permite ser intolerante y agresivo, a la niña se le acepta que lloriquee, pero a la niña no se le acepta ser agresiva o intolerante, ni a un niño que llore, como si un hombre no pudiera llorar, o como si una mujer no pudiera tener agresividad y acometividad frente a la vida.

De allí se va estructurando un estereotipo de lo que es un hombre y de los que es una mujer.

Yo decía que no estaba probado en sociología qué virtudes son específicamente femeninas y cuáles son específicamente masculinas. Aun el proceso de creación de un nuevo ser se comparte, pero aunque admitamos que la maternidad es un hecho sui generis de la mujer, quizás sea en lo único en que la diferenciemos para protegerla más y así proteger el fruto que puede ser a su vez varón o mujer, como lo hacen las leyes laborales que también hemos reformado para asegurar que la mujer durante los períodos de gestación no realice cualquiera que sea el trabajo, cualquiera que sea el área de su trabajo, industrial, comercial o de cualquier tipo, realice esfuerzos que puedan perjudicar al producto. Y aun cuando la aseguramos seis semanas de descanso antes y después del parto y descanso para la lactancia después del parto también, esta diferencia basada en principios biológicos es la única admisible para diferenciar jurídicamente o distinguir jurídicamente al hombre y a la mujer.

Pero en todo lo demás, hombres y mujeres, somos iguales. En todo lo demás es un prejuicio social lo que va distanciando y haciendo divergentes los caminos de los hombres y de las mujeres, en éste como en otros países. Pero ya decíamos que cuando hay emergencias nacionales, cuando hay por ejemplo una guerra, las mujeres demuestran que pueden hacerle frente a todo tipo de trabajo y a todo tipo de actividades. Y tampoco es privativo de la mujer ser dulce o intuitiva o generosa y son cualidades que no tengamos los varones; ni es privativo del varón tener fuerza o tener arrojo, hay varones que no tienen ni arrojo, y hay varones muy intuitivos y muy sensibles. La doctora Nil, por ejemplo, una socióloga norteamericana, en sus estudios en tribus primitivas de Nueva Guinea, entre las cuales se daban, en unas, las características tradicionalmente consideradas femeninas en los hombres, y en otras, las características tradicionalmente consideradas masculinas en las mujeres; y según ese modelo social los hombres, sin perder su masculinidad iban al mercado y se encargaban de las labores domésticas y su actitud era más bien receptiva y pasiva, y las mujeres se encargaban de la caza o de conseguir el pan fuera del hogar y su actitud era más bien agresiva e impositiva. De este y otros muchos experimentos, otras muchas investigaciones que se han hecho, se concluye que en realidad lo que existe en la sociedad es un rol o un patrón, un papel predeterminado para el hombre y para la mujer, pero que cuando se enfrentan hombre y mujer ante la vida, cuando hay oportunidades verdaderamente iguales para ambos, en la cultura, o sea en la educación, en el trabajo, en la vida familiar, en la vida pública o política, los hombres y las mujeres se acercan cada vez más, sus cualidades son apreciadas y entendidas en su justa dimensión y no se estereotipan. En las sociedades tradicionales, el rol de la maternidad se infla, es una especie de lavado de cerebro para la mujer. El día de las madres: ayer nos decía la doctora Sipila, el Año Internacional de la Mujer tiene que ser un día de la Mujer, pero no tienen que ser 365 días de las Madres, ¿por qué? Porque si se infla la maternidad como si fuera el único prestigio posible para la mujer tanto en la familia como en la sociedad, se encuentra que de esta manera queda un hueco de todo lo demás que no es maternidad, que es lo que queda al

hombre; la posibilidad de producir, la posibilidad de manejar, la posibilidad de distribuir, la posibilidad de actuar, mientras que la mujer se dedica a esa extraordinaria función que es la maternidad, pero nada más a eso.

Estos conceptos, estos roles, prejuicios y predeterminados de la mujer en la sociedad, son los que debemos cambiar si estamos dispuestos a ellos, si tenemos la decisión de hacerlo y si queremos también como lo hemos dicho, cambiar nosotros mismos, porque no pueden cambiar las mujeres solas, porque estamos en una íntima relación con ellas, y porque además estamos muy a gusto así. No hay un problema básico que diferencie, que distinga o que rompa la posibilidad de comunidad biológica y social entre hombres y mujeres. Por eso, si nosotros les asignamos socialmente funciones disminuidas, o si las arrinconamos en los prejuicios de la maternidad o en las concepciones de la maternidad exclusivamente, sin abrirles, sin ayudarlas a que ellas abran sus propios campos para el trabajo y para la vida plena, entonces nosotros mismos estamos contribuyendo, aunque se promulguen todas las leyes que se promulguen, a mantener a la mujer en un estado de postración y de discriminación real.

Ya el rol tradicional de la mujer como ama de casa ha evolucionado, ha evolucionado en las sociedades más desarrolladas y en las capas más desarrolladas de nuestra sociedad. Ya ahora la vemos como trabajadora, como profesional, como líder social, incluso como dirigente político. El rol del hombre no solamente es ganar dinero y mandar. También ese rol puede absorberlo y responsabilizarse de él la mujer. El status del marido en una sociedad en que se asignen los roles principales al marido y los roles inferiores a la mujer, será un status superior al status de la mujer forzosamente. Si nosotros asignamos paridad de responsabilidades a la mujer, entonces lograremos la verdadera igualdad. Ya lo estamos viendo en muchas zonas; incluso había deportes en los que la mujer no podía tomar parte; había deportes sólo masculinos y había otros deportes mixtos, pero había deportes en que la mujer no podía participar, y ahora hasta en el fut - bol la mujer actúa, y actúa con una nueva actitud frente a la vida y al ejercicio corporal y nosotros tenemos que concebir a la mujer que está actuando en nuevos campos de la vida social. Pero guardémonos también, en caer por exageración por exacerbamiento minoritario, en algo que podríamos calificar como una especie de machismo femenino; guardémonos de caer en una exacerbación de los roles de la mujer, para polarizarlos con los del varón o para pretender la desigualdad por vía inversa, porque entonces, todo lo que buscamos ganar, lo ponemos en la más débil de las balanzas, que es la balanza de la propia inequidad.

Busquemos en realidad, no la posposición de hombres y mujeres, sino su complementación. No aseguremos de que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer, sino que juntos podemos - Mujeres y hombres - hacer la parte que nos toca en la grandeza nacional (Aplausos.)

No hay un mundo del hombre y otro de la mujer; hay un solo mundo para todos. Es en la unidad de ambos en donde se va logrando el mejoramiento, la auténtica, la genuina superioridad de la sociedad.

Conforme cambian los roles y los patrones culturales; conforme se rompen los estereotipos para condenar a la mujer y al hombre a ciertas actividades exclusivas, se va propiciando un nuevo rostro una nueva imagen social. Decía Azorín que la fuerza no era la cualidad del hombre sobre todo tomando en cuenta la fuerza como la capacidad para levantar un peso. Decía que entre un púgil muy fuerte y un pensador que estuviera tuberculoso y enclenque, él se quedaba con la fuerza de las ideas del pensador frente a la fuerza física de aquel otro levantador de pesas. Y que en realidad la historia es movida no por aquel que levanta más pesos físicos sino por aquellos que puedan poner en evolución más ideas, fuerza que transforme la sociedad que es la fuerza verdadera de los hombres y de las mujeres, que hombres y mujeres tenemos por igual; que hombres y mujeres debemos saber compartir para bien de nuestros hijos, para bien de nosotros mismos, para bien de la sociedad en que vivimos, por eso nosotros comprendemos ese esfuerzo legislativo de igualación social entre hombres y mujeres como un elemento del proceso más rápido de desarrollo cultural, económico y social de nuestra nación. Lo comprendemos también como una parte del esfuerzo que realiza México en el exterior, y permítanme recalcarlo una vez más, por influir en la injusta distribución de poder político y sobre todo de poder económico y en las injustas condiciones de intercambio entre los países industriales los países menos protegidos. En la medida en que logremos esas condiciones más favorables que el signo de la cooperación que el respeto a la soberanía política de los estados en desarrollo sea la normal que rija la interrelación entre los países llamados periféricos, en esa misma medida iremos pudiendo liberar las fuerzas creadoras de nuestra población, iremos pudiendo satisfacer más las necesidades materiales y espirituales de nuestros pueblos iremos pudiendo liberarnos juntos, los hombres y las mujeres, porque la verdadera desigualdad está en las condiciones postrantes del subdesarrollo, en los esquemas de dominación que atacan a los pueblos desde fuera y que en el interior de las sociedades también son aprovechados por los pocos que son más fuertes económicamente contra los que son más débiles. Este propósito íntimo, profundo de la reforma promovida hoy por el Presidente Echeverría, que no solamente beneficia a las mujeres sino también a los hombres. Es parte de una gran estrategia y de una gran lucha. Sólo sobreviven los pueblos que planean a largo plazo su vida, por eso es necesario hacer este tipo de reformas, no sólo horizontales en favor de las capas socioeconómicas de la sociedad, sino verticales en favor de las

familias, de los padres, de las madres, de los hijos.

Es necesario que la incorporación no se quede en un buen propósito, que todos hagamos nuestra parte. El Presidente Echeverría tiene confianza, señoras y señores, tiene confianza en las mujeres de México. El sabe que el nuevo rostro de la sociedad será el rostro radiante, generoso, dispuesto al trabajo, seguro de sus responsabilidades y sus derechos, de los nuevos hombres y de las nuevas mujeres de México.

Muchas gracias.

- La C. Presidenta: En nombre de esta Cámara de diputados deseo hacer patente, señor licenciado Mario Moya Palencia, Secretario de Gobernación, nuestro reconocimiento por haber comparecido en esta sesión en la que, además de haber hecho una amplia exposición de lo que el Ejecutivo Federal piensa y se propone en relación a las iniciativas presidenciales que en términos generales establecen la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y varones, la planeación familiar y el desarrollo de la familia mexicana, contestó usted las interrogantes que los ciudadanos diputados de los diversos partidos populares que integran esta Representación nacional, le hicieran.

Indudablemente que su exposición y sus respuestas constituirán una fuente valiosa de información para la Comisiones Dictaminadoras y para la Asamblea Soberana que permitirán proyectar en su oportunidad, un documento plenamente acorde con la finalidad que persigue la iniciativa presidencial sobre la base incuestionable del respeto a la libertad y a la vida humana.

Se ruega a la comisión designada acompañe al señor licenciado Mario Moya Palencia cuando él desee retirarse de este recinto. (Aplausos.)

Convocatoria a elecciones extraordinarias de diputados de los Estados de Baja California Sur y Quintana Roo

- El C. secretario José O. Ferrer Guzmán:

"Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales, de Gobernación y de Estudios Legislativos.

Honorable asamblea:

A 150 años de su nacimiento, la República reitera su decisión de vivir en el federalismo.

Surgió como peculiar respuesta a nuestras condiciones históricas, culturales y geográficas y, no sólo ha sido punto convergente de nuestra diversidades, sino sobre todo invaluable instrumento para la transformación del país, y el más claro origen de nuestra doctrina constitucional.

La cohesión del todo nacional ha impulsado y fortalecido a las partes. Es por eso que ahora más que nunca, estamos firmemente convencidos de que éste es el camino por el que habremos de transitar para llegar a la consecución plena de nuestros ideales, y también ahora más que nunca, con un fuerte orgullo y claro sentido de la historia patria, admiramos la autenticidad de objetivos, lucidez y visión política de los Constituyentes de 1824.

En el sesquicentenario de la República Federal, el pueblo de México políticamente organizado hace profesión de su profunda vocación federalista.

El Congreso de la Unión aprobó, por unanimidad, la Iniciativa del señor Presidente de la República, que declara a 1974 AÑO DE LA REPÚBLICA FEDERAL Y DEL SENADO. El 8 de octubre el Diario Oficial de la Federación publicó el Decreto que reforma el artículo 43 y demás relativos de la Constitución General de la República, por el que han quedado elevados con categoría de Estados las dos Entidades que permanecían en el régimen de territorios y que, como se manifiesta en la exposición de motivos, aún no recibían la totalidad de los beneficios democráticos que entraña la vida estatal autónoma.

La erección de Baja California Sur y Quintana Roo a la categoría de Estados, precisa además, la instrumentación de ordenamientos jurídicos complementarios que hagan posible su plena vida institucional. Es imprescindible para ellos, leyes provisionales que normen su vida política y social, e indispensable su presencia en los órganos que integran la Federación, consecuentemente, en esta Cámara de Diputados.

Apoyados en estos argumentos, nos permitimos someter a la consideración de esta honorable Asamblea, la iniciativa de Decreto con la convocatoria a elecciones extraordinarias de diputados federales, propietarios y suplentes, para el efecto de que los nuevos Estados se integren a las tareas legislativas, posibilitando externen su criterio y sentir en las elevadas deliberaciones de esta Honorable Cámara de Diputados al Congreso de la Unión.

El artículo 77, fracción IV, de la Constitución General de la República, señala que es facultad de cada Cámara "expedir convocatoria para elecciones extraordinarias con el fin de cubrir las vacantes de sus respectivos miembros", y por otra parte, el artículo 52 de la propia Norma Fundamental, ordena que "en ningún caso la representación de un Estado será menor de dos diputados". Es pertinente señalar que teniendo en cuenta su índice de población, se concluye fácilmente que ambos Estados están en el supuesto de la representación mínima, esto es, dos diputados por Entidad.

Para dar cumplimiento a los preceptos constitucionales referidos, se contemplan varias posibilidades, ya que el caso no ésta expresamente comprendido en nuestro Código Fundamental:

PRIMERA. Dividir a los Estados en dos Distritos electores y elegir un diputado por circunscripción;

SEGUNDA. Votar por un solo diputado divididos los Estados en dos Distritos;

TERCERA. Hacer un Distrito Único, sufragando por un solo diputado. La elección de dos diputados federales implicaría la nulificación de la Representatividad de los diputados electos por el régimen territorial, soberanamente otorgada por el pueblo, calificada y sancionada por este Honorable Cuerpo Colegiado, cuyas resoluciones por disposición constitucional son inapelables. Además, los diputados, aunque electos por

circunscripciones territoriales. una vez que acceden a esta Cámara, son ante todo, de acuerdo con lo establecido en el artículo 51 de nuestra Carta Fundamental, representantes de la Nación y su cargo es irrenunciable. Elegir a un diputado por circunscripción habiendo dos Distritos, tendría como consecuencia que una parte de la ciudadanía, la mitad ejerciera el derecho de voto, quedando la otra sin hacerlo.

En conclusión, ponderando estas alternativas e interpretando a la Constitución en su conjunto, hemos considerado que la solución más viable y apegada a derecho, de acuerdo con el espíritu de la Ley, que en última instancia, lo que establece es la mínima representación, procede la elección de un solo diputado en un distrito único, para complementar así la representación de ambas Entidades. Mediante este procedimiento electoral toda la ciudadanía estará presente en la entrega de la representación popular a quienes los habrán de interpretar en esta Cámara de Diputados.

Es oportuno puntualizar que antecedentes a esta proposición se tiene la conclusión jurídica a que se llegó en la erección del Estado de Baja California.

Con el objeto de que los Estados puedan participar ya en este Período Legislativo, se considera conveniente que las elecciones se lleven a cabo el 10 de noviembre de 1974. Esto además de hacer posible que las elecciones sean calificadas antes del término del presente Período Legislativo, aligera el proceso electoral y evita desplazamientos innecesarios de los ciudadanos, ya que en esta misma fecha se llevarán a cabo elecciones de Diputados Constituyentes en ambas Entidades y de Presidentes Municipales en Baja California Sur. Un detenido estudio del proceso comicial señala que 25 días es tiempo suficiente para las elecciones extraordinarias.

Por lo antes expuesto y con fundamento en los artículos 71, fracción II, 51, y 77, fracción IV, de la Constitución Política, y 58 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso, nos permitimos someter a la consideración de esta honorable Asamblea el siguiente

PROYECTO DE DECRETO

Artículo 1o. Se convoca a los ciudadanos de los Estados de Baja California Sur y Quinta Roo a elecciones extraordinarias de diputados al congreso de la Unión, que se celebrarán el segundo domingo de noviembre de 1974.

Artículo 2o. En cada uno de los Estados se elegirán un diputado propietario con su respectivo suplente, quienes deberán reunir los requisitos señalados en el artículo 55 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Artículo 3o. Las elecciones se sujetarán a las disposiciones de la Ley Federal Electoral y a las de la presente convocatoria.

Artículo 4o. La Comisión Federal Electoral ajustará, conforme a la fecha señalada en esta convocatoria para la celebración de las elecciones extraordinarias, los plazos para las diferentes etapas del proceso electoral.

La propia Comisión publicará en el "Diario Oficial" de la Federación el acuerdo que tome al respecto.

Artículo 5o. la Cámara de Diputados calificara las elecciones extraordinarias a más tardar el 9 de diciembre de 1974.

Artículo 6o. El ejercicio del cargo de los diputados que resulten electos concluirá el 31 de agosto de 1976.

TRANSITORIO

Único. El presente Decreto entrará en vigor el día de su publicación en el "Diario Oficial" de la Federación.

Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.- México, D F., a 9 de octubre de 1974.

'Año de la República Federal y del Senado.'

Comisión de Puntos Constitucionales.- 2a. Sección.- Mario Ruiz de Chávez G.- Alejandro Sobarzo Loaiza.- Lázaro Rubio Felix.- Margarita García Flores.- José Ortiz Arana.- Jesús Dávila Navarro.- Rosendo González Quintanilla. - Comisión de Gobernación.- 2a. Sección.- Rodolfo Echeverría R.- Mario Ruiz de Chávez G.- Arturo González Cosío D.- Fidel Herrera Beltrán.- Humberto Lira Mora.- Juan C. Peña Ochoa.- Estela Rojas de Soto.- Fernando Elías Calles.- Jesús Guzmán Rubio.- Comisión de Estudios Legislativos.- Presidente, Luis del Toro Calero.- Secretario.- Jesús Dávila Narro."

- Trámite: Primera lectura.

El C. José Ortiz Arana: Pido la palabra.

- La C. Presidenta: ¿Con qué objeto¿

El C. José Ortiz Arana: Para hablar sobre documento al que se acaba de dar lectura.

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el C. diputado José Ortiz Arana.

El C. José Ortiz Arana: Con la venia de la Presidencia, honorable Asamblea:

Con la intención sintetizada en sostener ante esta Asamblea el contenido del proyecto de Decreto en dos sentidos fundamentales, que ya se han reiterado en esta Honorable Cámara de Diputados, se afirma y con razón, que nuestro federalismo se integra por dos unidades dialécticamente configuradas por la participación y la autonomía.

En relación a la primera, una vez aprobados por el constituyente permanente, la erección de Estados de Baja California Sur y Quintana Roo, de manera automática, se empiezan a aplicar todos los conceptos y normas que los van a incorporar a la participación y en este renglón precisamente se reclama la elección extraordinaria de los diputados propietarios y suplentes respectivamente, por cada uno de los Estados.

La segunda fase de autonomía está integrando de acuerdo con las disposiciones del Decreto a las reformas constitucionales aquí tratadas.

En consecuencia, precisamente por la autonomía en la aplicación y en la constitución de su régimen interno, pero además por la participación automática de la legislación federal, suplico a esta H. Asamblea la dispensa de trámites con fundamento en el artículo 59 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso y que se considere como un asunto de urgente y obvia resolución. Muchas gracias.

- La C. Presidenta: Consulte la Secretaría si como se ha solicitado se dispensan los trámites y se pone a discusión y votación de inmediato.

El C, secretario Carlos A. Madrazo Pintado: En votación económica se consulta a la Asamblea si se dispensan los trámites y se pone a votación de inmediato. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Dispensados los trámites.

En consecuencia está a discusión el siguiente

PROYECTO DE DECRETO

Artículo 1o. Se convoca a los ciudadanos de los Estados de Baja California Sur y Quintana Roo a elecciones extraordinarias de diputados al Congreso de la Unión, que se celebrarán el segundo domingo de noviembre de 1974.

Artículo 2o. En cada uno de los Estados se elegirán un diputado propietario con su respectivo suplente, quienes deberán reunir los requisitos señalados en el artículo 55 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Artículos 3o. las elecciones se sujetarán a las disposiciones de la Ley Federal Electoral y a las de la presente convocatoria.

Artículo 4o. la Comisión Federal Electoral ajustará, conforme a la fecha señalada en esta convocatoria para la celebración de las elecciones extraordinarias, los plazos para las diferentes etapas del proceso electoral.

La propia Comisión publicará en el "Diario Oficial" de la Federación el acuerdo que tome al respecto.

Artículo 5o. La Cámara de diputados calificará las elecciones extraordinarias a más tardar el 9 de diciembre de 1974.

Artículo 6o. El ejercicio del cargo de los diputados que resulten electos concluirá el 31 de agosto de 1976.

TRANSITORIO

Único. El presente Decreto entrará en vigor el día de su publicación en el

"Diario Oficial" de la Federación.

No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación nominal, en lo general.

Esta a discusión en lo particular. No habiendo quien haga uso de la palabra se va a proceder a recoger la votación nominal, en lo general y en lo particular.

(Votación.)

Fue aprobado el proyecto de Decreto por unanimidad de 114 votos. Pasa al Ejecutivo para sus efectos constitucionales .

El C. Secretario José Octavio Ferrer Guzmán: C. Presidenta, agotados los asuntos en cartera. Se va a dar lectura al Orden del día de la Próxima sesión.

ORDEN DEL DÍA

- El mismo C. Secretario:

"Cámara de Diputados.

Segundo Período Ordinario de Sesiones.

XLIX Legislatura.

Orden del día

17 de octubre de 1974.

Lectura del Acta de la sesión anterior.

El Departamento del Distrito Federal invita al acto que con motivo del 160 Aniversario de la Promulgación de la Constitución de Apatzingán, tendrá lugar el próximo 22 de los corrientes.

El Gobernador del Estado de Michoacán invita a las ceremonias que con motivo de los aniversarios de los Mártires sacrificados en Uruapan y de los Constitución de 1814, tendrán lugar el próximo 21 y 22 de los corrientes en las ciudades de Uruapan y Apatzingán, respectivamente.

Comunicaciones de los Congresos de los Estados de Chihuahua, Guerrero, Jalisco y Veracruz.

De conformidad con el artículo 93 de la Constitución Federal de la República, el C. Secretario de Industria y Comercio presenta el Informe de Labores correspondiente al período de septiembre de 1973 al 31 de agosto de 1974.

Dictamen de primera lectura

De la Comisión de Permisos Constitucionales, relativo a la solicitud del C. Joaquín Bernal para aceptar y usar la condecoración que le confirió el Gobierno de Ecuador.

Dictámenes a discusión

De las Comisiones Unidas de Hacienda, Crédito Público y Seguros y de Estudios Legislativos con proyecto de Decreto que reforma la Ley General de Instituciones de Seguros.

De las Comisiones Unidas de Desarrollo Educativo, Fomento Cooperativo y de Estudios Legislativo, relativo a la Iniciativa para modificar la Ley General de Sociedades Cooperativas."

- La C. Presidenta (a las 15:45 horas): Se levanta la sesión y se cita para la próxima, que se efectuará el jueves 17 de los corrientes, a las once horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE LOS DEBATES"