Legislatura XLIX - Año II - Período Ordinario - Fecha 19741018 - Número de Diario 21

(L49A2P1oN021F19741018.xml)Núm. Diario:21

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS XLIX LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO II México D. F., Viernes 18 de Octubre de 1974 TOMO II. - NÚM. 21

SESIÓN SOLEMNE

SUMARIO

Apertura

Se abre la sesión solemne para rendir homenaje a la memoria de los ex Presidentes de México Lázaro Cárdenas del Río y Plutarco Elías Calles, con motivo del IV y XXIX aniversarios luctuosos, respectivamente, y en cumplimiento del acuerdo tomado en sesión de esta Cámara el día 10 del actual.

Invitados

Se anuncia la presencia de los invitados a esta sesión: Diputados Constituyentes, el C. Gobernador del Estado de Michoacán, funcionarios del régimen cardenista, familiares del general Calles, funcionarios de su régimen, representantes de asociaciones y otras personalidades.

Homenaje

Intervienen los siguientes ciudadanos diputados: Sixto Noguez Estrada, Pánfilo Orozco Alvarez.

Continúan: Francisco Rodríguez Ortiz, Héctor Guillermo Valencia Mallorquín.

Finalizan: Hugo Manuel Félix García y Jorge Canedo Vargas.

Acuerdo

Se acuerda editar un folleto con los discursos pronunciados en esta sesión.

Agradecimiento

La Presidencia agradece la presencia en esta sesión de las distintas personalidades invitadas.

Acta de la presente sesión

Sin discusión se aprueba el acta de la presente sesión solemne. Se levanta la sesión.

DEBATE

PRESIDENCIA DE LA C. CONCEPCIÓN RIVERA CENTENO

(Asistencia de 168 ciudadanos diputados.)

APERTURA

- La C. Presidencia (a las 12.00 horas): Se abre la sesión solemne para rendir homenaje a la memoria de los ilustres mexicanos Lázaro Cárdenas del Río y Plutarco Elías Calles, en el aniversario de su muerte, para dar cumplimiento al Acuerdo de Cámara del día 10 de los corrientes.

INVITADOS

El C. secretario José Octavio Ferrer Guzmán: Nos honran con su presencia el C. diputado Constituyente profesor Jesús Romero Flores; el C. diputado Constituyente Cándido Avilés Isunza; el C. Gobernador del Estado de Michoacán, licenciado Carlos Torres Manzo; el C. ingeniero Antonio Dovalí Jaime, Director General de Petróleos Mexicanos; el C. licenciado Ignacio García Téllez, ex Secretario del Trabajo, funcionario del régimen cardenista; el C. Antonio J. Bermúdez, ex Director General de Petróleos Mexicanos, funcionario del régimen cardenista; el C. licenciado Ricardo Carrillo Durán, licenciado Héctor Lara Sora e ingeniero Francisco Inguanzo, ex Subdirector de Petróleos Mexicanos; el C. Ignacio García Téllez Madrazo, Secretario Particular del C. Director General de Petróleos Mexicanos; el C. ingeniero Plutarco Elías Calles y su señora esposa; el C. Fernando Torreblanca, la señora Hortensia Elías Calles de Torreblanca y su familia; El C. licenciado Aarón Sáenz, representante de la Asociación Cívica Alvaro Obregón; el C. Plutarco Elías Calles Llorente; el C. Alfredo Elías Calles; el C. Javier Elías Calles Sáenz; el licenciado Fernando Elías Calles, Embajador de nuestro país en Etiopía; la C. Natalia Elías Calles Herrera; el señor Gustavo Elías Calles el señor Leonardo Elías Calles Llorente; la C. Norma Torreblanca Morales; la C. Mirna Torreblanca Torreblanca; el C. Raúl Romero y familia; el C. ingeniero Luis L. León, Presidente de la Asociación de la Asociación Plutarco Elías Calles; el C. coronel Jesús Vidales

Marroquín, Presidente de los Parlamentarios de la Revolución, y el C. licenciado Praxedis Balboa, Vicepresidente de la Asociación Política Elías Calles. (Aplausos.)

HOMENAJE

- La C. Presidenta: Esta presidencia se permite informar que harán uso de la palabra los siguientes ciudadanos diputados: Sixto Noguez Estrada, Pánfilo Orozco Alvarez, Francisco Rodríguez Ortiz, Héctor Guillermo Valencia Mallorquín, Hugo Manuel Félix García y Jorge Canedo Vargas.

Tiene la palabra el ciudadano Sixto Noguez Estrada.

"Honorable Presidencia; distinguidos miembros de la familia Calles; distinguidos señores invitados; señores diputados, señoras y señores:

Al venir hoy a esta tribuna, a rendir emocionado homenaje a la memoria del general Plutarco Elías Calles, no puedo dejar de señalar lo que alguna vez dijera Ernesto Renán en torno de las conmemoraciones luctuosas: 'en materia de recuerdos nacionales, los duelos valen más que los triunfos, pues imponen deberes y exigen el esfuerzo en común'.

Se conmemora en esta fecha, con auténtico crespón de luto, la desaparición física de uno de los mexicanos más terriblemente apasionados por el progreso de su patria, de un mexicano a quien las violencias de su tiempo no pudieron desviarle en lo mínimo su indiscutible vacación de hombre político. 29 años han transcurrido desde el momento en que Plutarco Elías Calles dejara un raro ejemplo de energía humana.

Una vida que surgió en la generosa campiña mexicana y que creció y se hizo vigorosa en las trincheras llenas de polvo y humo de nuestro movimiento armado. Hombre de extraordinaria personalidad, todavía no hace mucho despertaba las grandes polémicas y discusiones, no tanto por la dubitabilidad de sus aciertos, cuanto por la profundidad de las reformas sociales que concretó para aniquilar vestigios feudales supervivientes aún en los primeros veinticinco años de la presente centuria.

Signo inequívoco de la grandeza del ilustre desaparecido y lección cívica del pueblo, es el hecho de que pasadas las tormentas desatadas por el torbellino guerrero, el respetabilísimo Senado de la República y esta honorable Cuadragesimanovena Legislatura, rindan tributo de admiración a la singularidad y pasión de este gran señor de la historia revolucionaria de nuestro país . Calles, es producto legítimo de su tiempo y a la vez factor orientador de la vida nacional.

Desemboca el país en 1920 en una etapa que ponía de manifiesto que en aquellos días la Revolución había destruido en lo político a la Dictadura, pero no a las Instituciones feudales de fin del siglo que permanecían vivas e inalterables. La enorme tarea de derrumbar implacablemente el pasado negativo, lo atrasado de un siglo decimonoveno incrustado en el Siglo XX requería de hombres y gobiernos fuertes para resistir y vencer los amagos de gentes fanatizadas que con la carabina en la mano asolaban diversos lugares de la República.

En pleno el esfuerzo constitucionalista, cuando la primera Guerra Mundial conmovía los cimientos de los regímenes, los sucesos europeos eran materia de estudio para lo políticos nuestros que meditaban sobre el destino de los imperios y emporios del viejo mundo que luchaban entre sí víctimas del nacionalismo y del colonialismo exacerbados. En los cuatro años de aquella guerra la desgracia mayor fue la pérdida de millones de hombres y de una juventud seguramente brillante que fue condenada al sacrificio inexorable. Años después, el error volvió a repetirse y al concluir la Segunda Guerra Mundial, la humanidad era de nuevo un cuerpo histórico destrozado y sangrante.

La lección de nuestra interna y de las conflagraciones mundiales y los cambios que éstas originaron en las instituciones y leyes influyeron en la mente política del general Plutarco Elías Calles. En ellas pudo estudiar la mutación del ideario del mundo que se reflejaba ya en la Constitución de Querétaro; sobre todo, en los artículos 27 y 123; en ellas observó que el Sindicalismo comenzaba a ser la más importante de los fenómenos sociales contemporáneos y que una nueva sociedad surgía sobre las ruinas de la antigua y empezaba a dibujarse en las reformas políticas y sociales encaminadas a satisfacer la necesidad de proporcionar a las grandes masas una vida más justa y más humana, de ahí que cuando el general Calles llegó a la gubernatura de Sonora y a la Presidencia de la República, había alcanzado ya toda la dignidad de un tipo político.

Maestro que había comenzado por ser en su patria chica, culminaría más tarde en gran maestro y organizador de las Instituciones Nacionales. Maestro en el conocimiento de las acciones y reacciones de nuestras gentes, conocedor de las circunstancias, el ejercicio del poder debió parecerle no sólo una victoria más en su impulso político vital, sino fundamentalmente una enorme responsabilidad patriótica. Dentro de este marco de sucesos y de condiciones, erguido y recio ante el peso de los reclamos fundamentales, el general Calles emprendió su labor presidencial revolucionaria.

Las obras del general Calles marcan el inicio ordenado de la era constructiva de la Revolución. En un país ansioso por salir de la pobreza y lastimado por las rivalidades internas, sin las suficientes perspectivas de engrandecimiento que ahora ofrece, aquellas obras fueron realizadas metódica y conscientemente.

Para hacerlas posibles y duraderas, el general Plutarco Elías Calles comenzó por afirmar la paz pública y el respeto a la Constitución. De este modo, a la sombra de nuestras leyes democráticas, favorables al urgente bienestar de las masas, surgieron las Centrales Obreras como organizaciones de lucha, en tanto que los

campesinos seguían entrando en posesión de sus tierras ejidales.

De las realizaciones logradas por el general Calles, que calaron hondo en el desarrollo del país, tenemos que señalar el Banco de México, el Banco de Crédito Ejidal, el Banco de Crédito Agrícola, la Comisión Nacional de Irrigación, la Dirección de Pensiones Civiles, que dieron en su conjunto a su gobierno una fisonomía obrerista y agrarista, ratificativa de sus propósitos revolucionarios. Así lo prueban las grandes acciones de su gobierno como la dotación de tierras realizada en toda la extensión del territorio nacional, creó el ejido cumpliendo de esta manera con uno de los grandes postulados de la Revolución contenido en el artículo 27 Constitucional; el decidido apoyo que dio a la formación de centrales obreras permitió a la clase trabajadora el uso de las conquistas obtenidas que están plasmadas en el artículo 123 de nuestra propia Constitución y que fue otro de los postulados que llevó en su bandera la Revolución.

Excepcional jefe, carácter de acero, hermético y sereno, destinado para dominar hombres y problemas defendió con entereza y valentía a nuestra Carta Magna ante la agresión sólida y organizada cuando se alzaron las voces del clero mexicano y extranjero, acusándola de persecutoria y declarando no estar dispuestos a acatarla, incitando a la grey para que tampoco la observara.

Integro también y de una sola pieza, al defender nuestra Carta Política ante la embestida de los intereses petroleros por darse mayores posiciones de privilegio, atentado contra la voluntad de un pueblo que ya desde entonces se reconocía dueño total de sus recursos.

En estas inquietantes encrucijadas, fue donde Calles custodió la vigencia de la Ley, contra viento y marea, donde perfiló su patriotismo y entereza ya que defendió el derecho de darnos nuestras propias leyes y hacerlas respetar contra todos los que se oponían a ellas aunque estos opositores representaran altos intereses y apoyos. La Constitución de 1917 sufrió la prueba de fuego y salió majestuosa y operante. Por ello es grande Calles como revolucionario, como Presidente de México y como estadista.

La respetabilidad hacia el gobierno fue plenamente rescatada en la época de Calles, quien por encima de sus minúsculas debilidades fue patriota, edificador de instituciones que guiaron el camino de futuros presidentes tan revolucionarios y luchadores como él. Desde entonces y gracias también a la obra de sus ilustres antecesores Carranza y Obregón, adquirió fuerza la continuidad revolucionaria y la doctrina progresista.

Desde Madero, pasando por Calles, hasta nuestros días, pueden señalarse más afinidades que divergencias entre los hombres más significados de la Revolución. A fuerza de levantar afinidades, habremos de extinguir las desavenencias surgidas en el fragor de la lucha entre las figuras próceres que han fundado esta patria nueva. Por eso hemos de decir aquí y de una vez: Plutarco Elías Calles, desde que nació hasta que murió fue sensato sindicalista, apasionado agrarista, manifiesto antiimperialista, amoroso indigenista, permanente enemigo de las sombras y del perjuicio, y amigo inalterable del pueblo mexicano.

Fue Plutarco Elías Calles un estadista de talla excepcional, que no podía dejar encerrado en el tiempo de su mandato el anhelo mayor de la generación revolucionaria: Institucionalizar la vida en México, para garantizar al pueblo la aplicación permanente de los programas económicos, sociales y políticos de su revolución.

Actor y testigo de la etapa cruenta de nuestro movimiento social, Calles supo bien de las pugnas entre Carrancistas, Zapatistas y Villistas. Facciones que no obstante ser de origen popular, de integrar el mismo movimiento y de tener idénticos objetivos al procurar por un cambio en el orden de las cosas, terminaban por destruirse entre ellas mismas ante la ausencia de sólidos partidos políticos que regularan la vida nacional y frente a una tradición que no contemplaba ni hábitos ni sistemas de militancias organizada en los principales sectores de la pública.

Fue así como en el último informe de su gobierno, el 1o. de septiembre de 1928 en este histórico recinto, se dirigió al pueblo para plantearle la clausura definitiva del caudillismo, del caudillismo como puerta de azares políticos y el urgente acceso a una era nueva donde las instituciones y las leyes presidieran la vida y el destino de los mexicanos. Fue el llamado al final de las luchas faccionales y el principio de la unidad política e ideológica de las fuerzas progresistas que hasta hoy entienden a la Revolución, con toda justicia, como un quehacer, como una incesante aspiración que se alcanza en algo o en mucho todos los días y a cada momento con el esfuerzo y la solidaridad de todos.

Tomó Calles allí su sitio en la historia y se integró a la constelación de figuras políticas de primera magnitud que han hecho posible la construcción del México Moderno.

Tiempo después en su sola calidad de ciudadano, reitera al pueblo su proclama de unidad nacional urgiendo a la integración de un nuevo organismo donde tuvieran cabida todos los partidos, las agrupaciones políticas de la República de credo y de tendencias revolucionarias para mantener en forma permanente y por medio de la acción política, social y administrativa de los elementos progresistas del país, una disciplina de sostén al orden legal, y definir y depurar cada día más la doctrina de la Revolución, así como realizar y consolidar las conquistas de ésta y con ella, con la proclama, sienta bases para consolidar la aparición del Partido Nacional Revolucionario, que es hoy para nosotros los diputados de la mayoría priísta, lúcido antecedente del Partido de la Revolución Mexicana, del Partido Revolucionario Institucional.

Llega pues, hasta nuestros días la trascendencia de la obra de Plutarco Elías Calles, llega encontrándose México empeñado en la defensa y fortalecimiento de sus instituciones bajo el

liderazgo nacionalista y revolucionario del Presidente Luis Echeverría.

Compañeros diputados, señoras y señores:

La herencia revolucionaria que nos han legado hombres como Plutarco Elías Calles nos impone el deber y nos exige el esfuerzo de contribuir en esta época de grandes cambios, con toda nuestra valentía, con un alto sentido de responsabilidad a actuar solidariamente con el gobierno de Luis Echeverría en el sano propósito de sensibilizar a todos los mexicanos para que participen eficazmente en el cumplimiento de sus propias responsabilidades por la construcción de una patria más justa, donde los extremos económicos reduzcan su distancia, donde la opulencia y la miseria queden abolidas como signo de la explotación económica que las minorías cometen en perjuicio de las grandes masas.

A actuar con energía para que en nuestra comunidad nacional los recursos naturales sean totalmente aprovechados y explotados racionalmente para bien de los intereses patrios.

A respaldar con firmeza la realidad de un Estado Mexicano que actualmente brinda mayores perspectivas democráticas y donde las decisiones nacionales son producidas por medio de un diálogo permanente con todos los sectores interesados en la buena marcha del país y aun hasta con aquellos grupos contrarrevolucionarios a quienes se les respeta en su derecho a disentir; todo ello para liquidar viejas rutinas y patrones de conducta política anquilosados y anacrónicos.

En resumen, a actuar con toda la pasión, el coraje y sentido patriótico con que en su momento luchó Plutarco Elías Calles para heredarnos instituciones Revolucionarias que logren a plenitud la democracia y la justicia social dentro de un marco de libertad y paz constructivas. Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene el uso de la palabra el C. diputado Pánfilo Orozco Alvarez.

El C. Pánfilo Orozco Alvarez: Con la venia de la Presidencia. Compañeros y compañeras diputados, distinguidas personalidades que asisten a este acto solemne, señoras y señores:

Para poder examinar la conducta de los hombres y hacer un balance de su actuación política cuando le tocó presidir la Presidencia de la República de este país, es necesario ubicarlos en el marco histórico que les tocó vivir y actuar.

Los militantes revolucionarios pensamos que esa es la única forma válida para no incurrir en equivocaciones.

El tiempo transcurrido de los hechos políticos a que me voy a referir, es suficiente para esclarecer, para examinar, para ubicar a esos hombres de la vida política nacional.

El Partido Popular Socialista por mi conducto, por mi humilde persona, expresa que la recia personalidad de Lázaro Cárdenas (aplausos) está fija ya en la historia de México; el perfil histórico, el perfil político, el perfil humanista, el perfil revolucionario de Cárdenas, ya está desde hace tiempo examinado por el pueblo mexicano y, sin embargo, también, por fortuna, algunos o facciones siguen discutiendo su gran personalidad; los grandes hombres de México, después de muertos como el Cid Campeador, siguen ganando batallas para la marcha, por fortuna, de progreso, de avance y de profundización de la Revolución Mexicana en los tiempos que corren hoy.

Cárdenas, señoras y señores, tiene esa calidad humana que todos nosotros los que tuvimos la fortuna de tratarlo y de conocerlo por los caminos de nuestro país, lo apreciamos en sus justas dimensiones.

La Revolución Mexicana, como se ha dado en llamar al movimiento armado, iniciado en 1910, es la primera Revolución Popular Anti Feudal y Antiimperialista del mundo.

La Revolución Mexicana fue, ante todo, una revolución contra la concentración de la tierra y que había llegado al índice más alto en el Continente Americano.

Las haciendas particulares, verdaderos latifundios, habían crecido a costa de las tierras de las comunidades indígenas, de las propias de los pueblos y de las que explotaban los pequeños propietarios rurales.

La producción se limitaba a las superficies que podían trabajar los peones acasillados alrededor de los cascos de las haciendas. Y los aparceros, que aceptaban entregar al hacendado, casi todo el fruto de su trabajo.

La mayor parte de las tierras permanecían sin cultivar, las haciendas se convirtieron, por las falta de comunicaciones, en centros de autoconsumo en las regiones en donde se hallaban enclavadas. El mercado interior sufría las consecuencias del escaso desarrollo de la producción agrícola.

La contradicción entre la gran masa rural y los latifundistas, no era la única; los aparceros, los pequeños propietarios, y los hacendados con mentalidad capitalista, que los había entonces, ligados a los industriales y a los banqueros de la época, se oponían también al régimen de concentración de la tierra; los productores de manufacturas, lo mismo por el bajo poder de compra de las mayorías. El conflicto ante el escaso desarrollo de las fuerzas productivas, y las injustas relaciones de producción provocó el levantamiento del pueblo, de todas las clases y sectores sociales víctimas de esa organización económica asfixiante.

El saqueo de las riquezas naturales del territorio de nuestro país por los extranjeros, particularmente de los minerales y del petróleo, también levanta la protesta contra la dictadura de Porfirio Díaz. De esta suerte la Revolución adquiere su múltiple carácter de movimiento popular democrático, antifeudal y antiimperialista.

La nueva Constitución de la República promulgada el 5 de febrero de 1917, recoge entre otras, esas demandas. Ordena la división de los latifundios, la restitución de las tierras arrebatadas a las comunidades indígenas que las hubieran poseído en cualquier tiempo. La dotación de tierras a los núcleos de población que no las hubieran tenido antes. Establece

los derechos fundamentales de la clase obrera y limitaciones de la participación de los extranjeros en el aprovechamiento de los recursos naturales del país.

De estos mandamientos del nuevo derecho público surge la Reforma Agraria. A este respecto es necesario subrayar su carácter propio, constituye una de las instituciones más importantes de la vida contemporánea de México y que el lado de otras, ha contribuido a la formación de su propia fisonomía.

La Reforma Agraria en México se basa en el siguiente principio contenido en el artículo 27 constitucional: "La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponden originariamente a la nación, la cual ha tenido y tiene derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada".

Este principio entraña un nuevo concepto de la propiedad, opuesto al concepto de la propiedad como derecho natural del hombre. No la propiedad, sino el usufructo de las tierras, forma le espina dorsal de la Reforma Agraria Mexicana.

Por eso la Reforma Agraria de este país, vista en su fondo, en su esencia, es la destrucción del latifundismo y al mismo tiempo la defensa del territorio nacional ante el extranjero; fue una medida antifeudal y antiimperialista la aplicación de la reforma agraria por el gobierno del general Lázaro Cárdenas. Examinar, aunque sea de manera esquemática hoy, los hechos más sobresalientes del gobierno del general Cárdenas, podemos resumirlos en cinco puntos importantes: la reforma agraria; la educación eminentemente popular; la aplicación y el respeto del espíritu y contenido del artículo 123 Constitucional, para la organización independiente de los trabajadores mexicanos; la expropiación y nacionalización del petróleo, y la política internacional. Estos son, a juicio nuestro, los puntos esenciales y centrales sobresalientes de la política que aplicara en su momento histórico el general Cárdenas. Junto con él, al lado del gobierno de Lázaro Cárdenas, va a actuar de manera organizada con una táctica brillante, la clase obrera unificada en la Confederación de Trabajadores de México, dirigida en su tiempo por el maestro Vicente Lombardo Toledano. (Aplausos.)

La profundización, el avance de la Revolución Mexicana en muchos aspectos del gobierno de entonces, se debe a ese hecho de la unidad de la clase obrera mexicana y el primer acto agrario de Lázaro Cárdenas es expropiar las tierras de la Región Lagunera, apoyándose en la decisión solidaria y unitaria de la CTM de entonces, para arrancarle a los extranjeros las tierras, y entregárselas a los campesinos mexicanos. Y esa cadena de reparto agrario, de todas las zonas agrícolas del país más importantes, allí se inicia y de ahí se desprende, y se reparten las tierras de los hacendados de Lombardía y Nueva Italia en Michoacán, y se reparten las tierras de los valles del Mayo y del Yaqui en Sonora, y se reparten las tierras del latifundio de la Colorado River Company en el Valle de Mexicali.

Eso es, señoras y señores, la profundización, la aplicación exacta del espíritu del contenido del artículo 27 Constitucional en materia agraria.

El gobierno de Cárdenas eleva al más alto grado la preocupación de rescatar del atraso oprobioso a los pueblos indígenas, restituyéndoles las tierras que desde la época de los encomenderos españoles les habían sido arrebatadas.

Todo gobierno cardenista, en todos sus actos, se puede ver con claridad hoy, son hechos entrelazados, ligados unos con otros. La educación popular, se manifiesta cuando ordena la fundación de escuelas para hijos de trabajadores (aplausos), la fundación de las escuelas para hijos del Ejército que concibió desde 1927 cuando se encontraba en la zona del petróleo en Tampico, las escuelas Regionales Campesinas e internados para preparar a los maestros rurales, la intensificación de la construcción de escuelas rurales, el establecimiento y el fortalecimiento de las misiones culturales, todo eso fue una consecuencia del avance, del progreso y de la profundización de la Revolución Mexicana que Cárdenas impulsó al aplicar con fidelidad la Constitución Política durante su gobierno.

Cuando el 23 de junio de 1937 expropia los ferrocarriles, es otra medida de su gobierno para poder distribuir y traer con mayor rapidez, la producción agropecuaria de las distintas regiones del país y surtir el mercado interno y en esa forma favorecer fundamentalmente a las masas de los trabajadores campesinos de México. Ese antecedente, el de la expropiación de los ferrocarriles, un año antes, es la premisa revolucionaria, vertical, profundamente nacionalista de Lázaro Cárdenas para llegar después a ese hecho gigantesco, ya histórica, no solamente en México ni en América Latina, sino en el mundo entero, de nacionalizar y expropiar a las compañías extranjeras del petróleo que habían explotado los recursos energéticos de nuestro territorio y que al hacerlo habían explotado a los núcleos indígenas y a los campesinos, cuando les arrebataban sus tierras ricas en petróleo de nuestro país. (Aplausos.)

Veamos pues, señoras y señores, como no se puede hablar de manera aislada, de uno solo de los actos del gobierno de Lázaro Cárdenas; es necesario examinar y profundizar en todos sus hechos de gobierno, en su conducta personal, porque todavía hoy, y por muchos años y para siempre Lázaro Cárdenas será el ejemplo vivo de todos los países que hoy son explotados por el imperialismo norteamericano.

La batalla del petróleo en 1938, no fue una batalla aislada, era una parte de la batalla por el control del petróleo por parte de las compañías y los monopolios petroleros del mundo. Tampoco debemos aislar este hecho histórico. Y hoy, si se quiere establecer un paralelismo, de los cambios y los momentos históricos que vive el mundo, con los que se presentaron en el gobierno del general Cárdenas en que el pueblo mexicano se manifestó unido en torno

de los actos positivos y revolucionarios de su gobierno, hoy, esos hechos de gobierno de Lázaro Cárdenas deben servirnos a los mexicanos, como ejemplo a seguir, para actuar en consecuencia, cuando el momento histórico de los años que corren, se presente y se haga necesario.

Existen hoy amenazas y presiones, sobre el gobierno del Presidente Echeverría, son hechos a la vista de todos, que no podemos ni debemos ocultar, y en consecuencia, estar alertas, repito, reitero, para actuar.

La crisis del petróleo del año pasado, la forma como los gobiernos de los países del Tercer Mundo han actuado para defender sus recursos naturales y sus materias primas, es una lección que nos están dando los países árabes, una lección que nos están dando nuestros hermanos de América Latina, principalmente Ecuador y Venezuela. Y esas declaraciones de Luis Echeverría y de Carlos Andrés Pérez, gobernantes democráticos y revolucionarios de dos países de América Latina y todo lo que se ve en el panorama internacional, nos debe ilustrar a todos nosotros, para mantener una actitud revolucionaria.

Este es el mejor homenaje que podemos tributarle a Lázaro Cárdenas. En esta Sesión Solemne de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, donde exaltamos le personalidad de Lázaro Cárdenas, no es suficiente, a mi juicio, para medir la gran dimensión histórica que tuvo entonces y que tiene ahora la figura de Lázaro Cárdenas.

Señoras y señores, honrar a los hombres, examinar su conducta decir cómo actuaron, tiene valor político y tiene valor histórico, pero lo más importante, pienso yo, es saber aprovechar las lecciones históricas del pasado lejano o inmediato, para que los mexicanos de hoy, sigamos una ruta ascendente y profundicemos y hagamos avanzar a la Revolución Mexicana.

Eso es lo que a juicio del Partido Popular Socialista tiene importancia, no es solamente trazar de manera troquelada la conducta personal de los hombres, es más importante, como políticos mexicanos que somos, saber aprovechar las lecciones de las luchas de nuestro pueblo, profundizar en el examen de ese sacrificio heroico que en las tres grandes revoluciones de la historia mexicana, el pueblo, que es el artífice de la historia, ha realizado en esas tres grandes epopeyas.

Quiero terminar esta modesta intervención ante ustedes, para reiterar un llamado solidario al Gobierno del Presidente Echeverría, que en breves momentos y días se aprestará como gobernante de los mexicanos a examinar cuestiones candentes e importantes de su gobierno, con el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica. Los patriotas mexicanos debemos estar alertas para apoyar de manera solidaria a Luis Echeverría en todos los actos positivos de su gobierno que le restan de su período, y los revolucionarios, cualesquiera que sea el sitio en que estemos situados o colocados, en la actuación administrativa o política, tenemos una gran tarea por delante, la de hacer que este pueblo nuestro avance y camine a grandes zancadas.

Profundizar la Revolución Mexicana con nuestro actos revolucionarios y llevarla hasta sus últimas consecuencias, y luchar en consecuencia por la independencia económica de nuestra patria. Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el C. diputado Francisco Rodríguez Ortiz.

- El C. Francisco Rodríguez Ortiz:

Ciudadana Presidenta de esta honorable Cámara; compañeros diputados; distinguidos y muy respetables invitados de honor; señoras y señores:

He querido hacer uso de esta gran tribuna del pueblo de México, para sumar mis modestos conceptos a nombre de los campesinos de la región lagunera del Estado de Coahuila, al público y justo homenaje que hoy, y en ocasión del cuarto aniversario de su fallecimiento, se rinde a la memoria del gran estadista mexicano, ex Presidente de la República, General de División Lázaro Cárdenas del Río.

En esta intervención habré de referirme solamente y en forma muy suscinta a uno de los múltiples y ricos episodios de la gran obra del general Lázaro Cárdenas del Río, esto es, al legado que en la lucha por la tierra nos dejara a los campesinos de México, y en particular, a los de la región lagunera de Coahuila, en donde las condiciones de vida de sus habitantes, antes del reparto agrario del 6 de octubre de 1936, efectuado por Decreto del propio Presidente Cárdenas, eran tales que la Ley del 6 de enero de 1915 expedida por don Venustiano Carranza en Veracruz e inclusive el artículo 27 de la Constitución de Querétaro, resultaban letra muerta frente a la preponderancia de los intereses de unos cuantos hacendados, generalmente extranjeros, junto a la gran masa campesina enferma, hambrienta y analfabeta que después de tantos años todavía no había logrado siquiera restañar las heridas recibidas en los cruentos combates del movimiento armado de 1910.

Los campesinos laguneros siempre hemos reconocido tener muchos defectos, pero nunca el de ser malagradecidos, y es por ello que sentimos y apreciamos en su justa y verdadera dimensión la obra que como servidor público y como hombre, llevó a cabo el General de División Lázaro Cárdenas del Río.

Porque es necesario puntualizar que antes del reparto agrario, nuestros padres y nuestros abuelos tenían que trabajar como peones en las haciendas laguneras, con jornadas extenuantes, sin la más mínima protección a su salud y sin una justa retribución a sus esfuerzos, pues los salarios que recibían fluctuaban de los cincuenta centavos a un peso por semana y eran los mismos que iban a parar a la ignominiosa tienda de raya, y cuidado con que alguien protestara, porque para eso, los patrones tenían a su servicio al cacique en turno y a las famosas acordadas rurales que ahogaban en sangre hasta las más mínimas expresiones de libertad y de justicia. Era frecuente encontrar los cadáveres de luchadores agraristas colgados de postes y árboles y con un terrón

amarrado a los pies con la siguiente leyenda: "Ahí tienes la tierra que pides".

Bajo estas condiciones los campesinos de la región lagunera empezaron a formar alianzas con los obreros y los maestros rurales para hacer realidad la entrega de la tierra, presionando al Gobierno para que tomara medidas tales como la expedición del Reglamento Agrario del primero de abril de 1922, que resultó inoperante y que fue substituido por la Ley de Dotaciones y Restituciones de Tierras y Aguas de 23 de abril de 1927, que mantuvo las cosas igual o peor que antes y que provocó que la Secretaría de Agricultura y Fomento, en 1928, estudiara seriamente la posibilidad de fraccionar los latifundios, advirtiendo a los hacendados que entregaran voluntariamente lo que más tarde, posiblemente, les podría ser arrancado por la fuerza.

Los patrones presintiendo el peligro de ser afectados, sorprendieron al Gobierno de la República y lograron la creación de los funestos distritos ejidales fuera del perímetro que ellos venían ocupando, utilizando para ello las exhaciendas de Gilita y del Zorrillo en los Municipios de Viesca, Coah., y de Gómez Palacio, Dgo., de donde los campesinos que lograron acomodo tuvieron que salir para volver a sus lugares de origen, más pobres aún, más enfermos y cargados de dolor y de amargura, pero con una firme y absoluta determinación, de continuar la lucha por obtener un pedazo de tierra.

Cuando la situación era más desesperante para los campesinos de La Laguna, en abril de 1936, el general Lázaro Cárdenas del Río, por aquel entonces, Presidente de la República, visitó la comarca y prometió solucionar el problema que ya había llegado inclusive hasta el estallamiento de una huelga general de trabajadores agrícolas declarada inexistente por las juntas locales de conciliación y recurrida por los interesados en la vía de amparo ante el juez de Distrito en la Laguna.

Por fin el 6 de octubre de 1936, el entonces Presidente de la República, general Lázaro Cárdenas del Río, expide el histórico Decreto que ordena el reparto de la tierra a los campesinos laguneros iniciándose así una nueva etapa, donde ha surgido lo que ahora es un emporio de riqueza, cimentado en el trabajo constructivo de sus hijos que hoy, a 38 años de distancia, seguimos empeñados en lograr una patria cada vez mejor, sumando nuestros esfuerzos a los que en forma brillante y cotidiana realiza otro gran estadista mexicano, el Presidente Luis Echeverría, que está empeñado en dar renovado vigor a la Reforma Agraria, dotando a los campesinos de los instrumentos necesarios, tales como la Ley Federal de Reforma Agraria y la Ley Federal de Aguas, construyendo escuelas agropecuarias en todo el país, electrificando hasta los lugares más apartados, abriendo caminos de mano de obra, agilizando los créditos, promoviendo la industrialización rural, la organización y comercialización de los productos agrícolas y pecuarios, concediendo precios de garantía a los artículos de consumo básico para el pueblo como el frijol, el maíz y el trigo, incorporando a los campesinos ixtleros y henequeneros al Seguro Social, consolidando la nacionalización de la industria eléctrica, promoviendo la igualdad jurídica del hombre y la mujer, abriendo los canales del diálogo permanente al pueblo y en fin, trabajando sin desmayo por acelerar y cambiar las condiciones de vida de las clases menos favorecidas de México.

Señores diputados:

Los campesinos de la región lagunera de Coahuila y en general los de todo el país, guardamos y guardaremos un profundo respecto a la memoria del general Lázaro Cárdenas del Río y deseamos manifestar en ocasión del cuarto aniversario de su muerte física, que para nosotros siempre seguirá viviendo a través de su obra y que los campesinos hemos encontrado en el Presidente Luis Echeverría Alvarez no sólo a nuestro mejor aliado y amigo, sino además a un lucido, valiente y genuino abanderado de la lucha de los pueblos del Tercer Mundo frente a las grandes potencias económicas en un intento por consolidar más y mejores conquistas. Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el C. diputado Héctor Guillermo Valencia Mallorquín.

El C. Héctor Guillermo Valencia Mallorquín: Señora Presidenta, honorables representantes populares de la República. Distinguidos invitados esta sesión solemne, de conmemoración a la memoria del general Lázaro Cárdenas y Plutarco Elías Calles:

Cuando murió Cárdenas, de esto hará mañana cuatro años, los indios de México unidos en la orfandad, lloraron la desaparición, de aquél quien había vigilado celosamente los destinos de las raíces históricas, mismas de una raza egregia y de unos intereses que habían levantado inspiración y confianza; había muerto el Tata Lázaro, el hermano mayor de la patria y ellos decían Lázaro, porque en el idioma del pueblo Lázaro, o Tata, equivale a decir amigo, hermano, confianza, tranquilidad y esperanza.

Los indígenas de México al igual cuando murió Carrillo Puerto o cuando murió Zapata, habían sentido el hueco, pero luego después ante la muerte física del general Lázaro Cárdenas, se levantaba otro líder nacional, otro hijo de la patria, que vendría a reivindicar la tarea, no inconclusa, pero sí, proyectada hacia el futuro, en el licenciado Luis Echeverría.

Con Cárdenas se ha dicho a lo largo de la historia, en todos los países del mundo, México afianzo su estructura económica en la tierra y en la educación, en el problema de los obreros, de los burócratas y del pueblo en sí, que luchó cotidianamente por llegar a la liberación en todas sus manifestaciones.

Pero era curiosa la metamorfosis de este hombre. En ocasiones lo encontrábamos como indio, hablando por su raza; como campesino, luchando por su clase o como proletario, reclamando el cumplimiento de la Ley Laboral.

También lo veíamos como el diplomático justo, internacionalista, que llevaba a los confines del mundo el llamado de México a la reivindicación general y a la liberalización de todos los pueblos.

Y, ?qué hizo Cárdenas en el aspecto económico que privó de 1938 a 40? Edificó al país, lo cimentó en una economía a través de expropiación y nacionalización. En 1938, el subsuelo, regalo de la naturaleza, había encontrado en Cárdenas el elemento idóneo para que el pueblo mexicano se adjudicara la riqueza que de hecho natural le pertenece. Y en 1938, emite principios básicos en la Ley de Reforma Agraria.

Los campesinos, ejidatarios, pequeños propietarios auténticos habían encontrado y encuentran en el verbo y la palabra de Lázaro Cárdenas la tranquilidad de la parcela. Y él decía en sus decretos: "Entrego esta tierra al campesino y el fusil".

Cárdenas avizoró al futuro, armó al pueblo de México, a los campesinos sobre todo, para que defendieran el pedazo de tierra como lo había dicho Zapata: "Con el fusil al hombro y con el arado en las manos". Porque la tierra, decía Cárdenas, está sujeta a que los antiguos terratenientes se adjudiquen de ella.

Señores diputados: Somos conscientes porque hemos recorrido el país o nuestros Distritos, de que aún subsisten terratenientes muy por encima de la preocupación de Cárdenas y de su régimen; aún hay acaparadores de tierra, hambreadores que explotan al campesino, le roban el crédito, asesinan a sus familias o les queman sus hogares. Es cierto que el general Lázaro Cárdenas nos ha dejado un vacío momentáneo, pero la obra en vigencia histórica sigue justificando la presencia de su preocupación nacionalista, y que aquí tenemos en nuestros días nuevos yacimientos de petróleo, encontrados en el sur de la República; Chiapas, Campeche y Quintana Roo, esa tierra como que rinde honor a Lázaro Cárdenas, está fluyendo energéticos, está entregándole al pueblo de México en los momentos más difíciles el salvoconducto, la liberación económica, aunque mucho se ha dicho que esto servirá tan sólo para darlo en regalías al imperialismo norteamericano; seamos consientes en una legislación en materia de energéticos. ¿Por qué no crear la Ley Cárdenas como existe la Ley Juárez o la Ley Echeverría, que regule la explotación y comercialización de los energéticos nacionales? Una Ley Cárdenas que module el ingreso económico en materia de energías y el ingreso económico por las exportaciones. (Aplausos.) Seamos congruentes con la política revolucionaria internacional de la organización de los pueblos exportadores de petróleo:

México, en el momento histórico de definiciones políticas, debe incrementar legislación congruente con estas materias primas que son el pan caliente en el mundo entero, y no entreguemos jamás a precios de regalías, ni de concesiones a compañías transnacionales o del imperialismo norteamericano. (Aplausos.) Instamos, honorable Asamblea, para que la vigencia de Cárdenas en las reformas que inspira el licenciado Echeverría, siga adelante para beneficio de la colectividad nacional.

Aplaudimos, los miembros del Partido Auténtico, la nacionalización de INDETEL, así México llegará más pronto por la vía del desarrollo a la liberación nacional, económica y justificará para el pueblo mismo, el derecho natural que le corresponde a sus materias y necesidades.

Somos, decía Cárdenas congruentes en que la situación internacional, en donde el mundo se debate entre el hambre, la miseria, la guerra y la muerte, unificación de pueblos a través de América Latina y de todo el mundo.

Reprobamos desde este país, decía, la violencia internacional y el sojuzgamiento de pueblos oprimidos.

Juárez lo había mencionado, el principio de no intervención, la libre autodeterminación y Cárdenas lo repetía: los pueblos débiles por su misma debilidad o por su historia están en justicia prestos a la liberación económica, a la liberación política y a romper todos los grillos del imperialismo. Y así lo hizo al protestar por la invasión de Cuba, Vietnam, Laos y Camboya, y en 1945 la voz de México, a través de Cárdenas, reprobó la acción belicista del nazifascismo europeo. Tuvo relaciones este hombre con grandes personalidades mundiales: Guevara, Castro Ruz, Mao, Tito y una serie de elementos que veían en la personalidad de Cárdenas la confianza internacional de solidaridad. Pero además, Cárdenas del Río no dejó atrás su preocupación internacional, llevó la doctrina juarista a las últimas consecuencias y lo estamos viendo en la Carta de Deberes y Derechos Económicos de los Estados donde el licenciado Echeverría plasma la preocupación de Cárdenas, plasma el espíritu nacionalista y altamente internacional que los mandatarios nacionales pueden darle a ejemplo de otros pueblos, y lo tiene en sí, porque los ha repetido y habrá de repetirlo en Nogales en la entrevista que tenga con el imperialismo norteamericano. La presencia de México en los foros internacionales, la intención de la unificación nacional en todos sus aspectos, desde en el Ejército hasta en los trabajadores al servicio del Estado, desde los campesinos hasta los estudiantes, los maestros y los profesionistas, el servicio social y las instituciones emanadas de la Revolución. Cárdenas, integridad de persona que se agiganta a través de los tiempos y de la historia, planificó el país, al pueblo y a la misma conciencia latinoamericana al levantar las manos, la voz y la protesta contra todas las agresiones, contra todo espíritu imperialista e intromisión en los problemas internos; estructuró el país, desde el Instituto Politécnico Nacional, Chapingo, las Escuelas Normales Rurales, las Escuelas para Hijos de Trabajadores y para Hijos del Ejército, pero también le entrega Cárdenas al pueblo de México una confianza en la práctica política pluripartidista. Cárdenas aceptaba las corrientes de militancia a lo largo y a lo ancho de la República; decía: "Mientras los estatutos de todos los partidos políticos vean en la Constitución la inspiración suprema" y Cárdenas, a quienes algunos llamaron socialista o comunista, a

quienes algunos consideraron como enemigo de los regímenes de la Revolución, algunos que inclusive formaron frentes comunes, para detener la marcha revolucionaria de su régimen, hoy terminan aceptando que Cárdenas tenía razón y que por muchos años Lázaro Cárdenas y su programa de gobierno, su planificación futurista encajará en el presente de las épocas, porque los grandes hombres, como lo hizo Juárez y como lo hizo él, se equivocan en muy mínimas cosas, pero aciertan en las grandes cuestiones que son de interés común en la nacionalidad.

Por eso mismo, hacemos un paralelismo concreto y revolucionario entre la conducta cardenista y el actual régimen de reformas del licenciado Echeverría, porque si es cierto que perdimos físicamente y en forma momentánea al hombre de Jiquilpan, encontramos en la figura del licenciado Luis Echeverría, la continuidad revolucionaria que solventa las instituciones y lleva a los foros del mundo la voz protestante, la voz contundente y el grito de reclamo de México, a favor de los países, que o muy subyugados o muy cansados, no se atreven a hacerlo.

Y Cárdenas, señores, dejó un legado mayor, la confianza del pueblo, en los regímenes emanados de la Constitución; demandamos desde esta tribuna nacional que no suceda, como igual pasó con los regímenes posteriores al general Lázaro Cárdenas, que no suceda que la planeación económica, sociopolítica y educacional que dejó plasmada el régimen de Cárdenas, se estanque o por negligencia, incompetencia o falta de patriotismo nacional, el licenciado Echeverría incrementando la doctrina y filosofía juarista, cardenista, está llevando al país, y esto para quienes preguntan que a dónde nos lleva Echeverría, hacia la justificación de sus principios históricos, ancestrales, revolucionarios y de reformas. Que siga adelante este sendero en el que tiene orígenes de muchos siglos atrás.

Los indios lloraron, señores, a la muerte de Cárdenas, porque era el indigenista auténtico, era el identificado con las causas más humildes. Cárdenas que comía con los indios y con los ejidatarios en la parcela misma.

Cárdenas que vio en el futuro de México la urgente necesidad de incorporación cultural de los indios, no se equivocaba, puesto que ahora el Plan Huicot, el Plan Tarahumara y la incorporación de los yaquis, de los mayas y los seris, lacandones y chamulas, y de todos los indios incorporándose a los programas nacionales, están dando la respuesta a la preocupación de Cárdenas.

Edificó entonces una conciencia que todos los mexicanos estamos obligados a aceptar, en materia de energéticos, insiste el Partido Auténtico, debe hacerse la reglamentación de la Ley Cárdenas: respecto a la explotación y comercialización de las materias primas, sobre todo en materia de hidrocarburos.

Una Ley Cárdenas que rectifique legislaciones pasadas y que encontremos a personalidades, como entonces, en el régimen del general Cárdenas, otro Jesús Silva Herzog que haga la planificación económica de inversiones, de exportación.

Desde aquí rendimos homenaje al C. Silva Herzog, por el estímulo que de su inteligencia le dio al régimen de Cárdenas en la planeación económica del petróleo.

Señores, Lázaro Cárdenas ha tenido en la conciencia de los pueblos de Latinoamérica, inspirador en sus luchas de reivindicación. Amigo personal de Salvador Allende (aplausos), amigo personal de Pablo Neruda (aplausos) y cuando quiso ir a brindar el apoyo moral a Cuba en su agresión, las compañías norteamericanas dueñas de las líneas de aviación que hacían el viaje a Cuba, le cierran el viaje e impiden que la figura egregia de Cárdenas alentara más los ánimos de los hermanos de la isla, y él mismo lo decía: No basta estar presente en los hechos, el espíritu de solidaridad en los momentos difíciles, es más importante que el fusil en la mano, y México, el pueblo completo de México, es vigilado y observado por dos espíritus: uno, el de Guelatao, y el otro, de Jiquilpan; no estamos abandonados en las tareas difíciles de definiciones políticas y económicas en estos momentos en que la situación de cientos de miles de mexicanos se encuentra ante las fronteras en territorio norteamericano, que tengan confianza en que habrá una solución a corto plazo de la situación, porque puede pasar que el imperialismo norteamericano le suceda lo mismo que el imperio de Roma, ajeno de la mano de obra barata vendrá el desquebramiento en su economía, y México sigue manteniendo, como lo hizo y hasta entonces, los términos de cordialidad pero de rebeldía revolucionaria; que sepan que México es negociante, pero que también es justo respecto a la situación que impera en su país, que no esperen en este país nada más el surtidor de materias primas; reflexionemos sobre la preocupación de Cárdenas, pedimos responsabilidad para los campesinos que dejan las tierras, los pequeños propietarios que arriendan la parcela o los bancos oficiales que se están nutriendo de malas gentes para estar saboteando la reforma agraria. Exigimos también en este momento, responsabilidad de dirigentes obreros y de la masa proletaria, de los campesinos, de los estudiantes y profesionistas que vean en la responsabilidad de la patria el ejemplo a seguir de la figura impecable de Lázaro Cárdenas, de la figura impecable de Benito Juárez, y de Luis Echeverría.

Señores, letras de otro no son tan suficientes; el nombre de Lázaro Cárdenas, desde hace ya mucho tiempo, está inscrito en el corazón de todos los mexicanos y de los pueblos de América Latina. Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene el uso de la palabra el C. diputado Hugo Manuel Félix García.

El C. Hugo Manuel Félix García: C. Presidenta, compañeros diputados, distinguidos invitados:

"La historia de México es ejemplo de cómo la lucha va conformando la conciencia del nacionalismo.

Luchas continuas, permanentes e intensas por obtener su conformación como nación libre e independiente.

El fenómeno más destacado del período contemporáneo de la historia de México es la Revolución Mexicana, la cual es cronológicamente, el primero de una serie de fenómenos análogos ocurridos en el siglo xx, y que han originado cambios de gran trascendencia en distintas sociedades, pero si esta primacía es notable, también lo es el hecho de que la Revolución fue realizada por el pueblo; para combatir la explotación esclavista, los derechos cívicos atrofiados, la invasión incontenible del latifundismo, la penetración cada vez más abrumadora del capitalismo extranjero, la tienda de raya y el hambre insatisfecha: campesinos del pueblo, trabajadores del pueblo, componentes de la clase media popular, pasaron de las filas en la Revolución a los sitiales de la Asamblea de Querétaro, fue el pueblo único titular de la soberanía, quien recurrió a la violencia revolucionaria para derruir un estado imperante saturado de desigualdades e injusticia, nada o muy poco tuvieron que hacer en ella los teorizantes y formalistas, fue el propio pueblo el que clamó por la estructuración de un derecho apoyado en nuevos principios con nuevas finalidades.

Toda auténtica revolución, está animada de una voluntad transformadora, que a veces parece utópica, no es fruto adventicio, no nace por generación espontánea, tiene troncos y raíces que se hunden profundamente en la historia, si aceptamos este punto de vista, podemos afirmar que la Revolución Mexicana fue el coronamiento de un larga y dura serie de combates del pueblo mexicano por consolidar su libertad y nacionalismo.

Con el movimiento de 1910 lo que se perseguía no era ya tan sólo la creación de una nación en el sentido más pleno de la palabra; es decir, independientemente y armoniosamente integrada, sino; además, la organización de un Estado que, regido por los propios mexicanos, se propusiera como objetivos el asegurar y garantizar una vida mejor para todos los mexicanos.

Basados justamente en esta concepción del objetivo fundamental del movimiento revolucionario, predomina en las masas populares y en las clases medias la convicción de que la Revolución vive y actúa, conserva su autenticidad mediante la actividad constructiva y la autocrítica y tiende a ampliar los tramos de aceleración y a fortalecer su acción para extirpar lacras y eliminar errores e indecisiones, sabemos, estamos conscientes, que muchos problemas no se han resuelto, que han surgido nuevos problemas, en nuevas circunstancias, y que sólo con claridad, análisis y firme voluntad los podremos superar, por esto México ha hecho cambios importantes en sus estructuras económicas, sociales y políticas, y ha realizado una toma de conciencia nacionalista y popular, mestiza en lo étnico y cultural, democrático en lo político y fecunda en las concepciones y realizaciones jurídicas, políticas y de reforma económica y social.

La culminación ideológica del período revolucionario, fue la Asamblea Constituyente de Querétaro. La mayoría radical aprobó allí una Constitución que da a la sociedad y a los grupos organizados dentro de la sociedad una importancia mucho mayor que al individuo aislado. Recoge de la filosofía liberal, el respeto a las garantías individuales pero no las confunde con el derecho ilimitado a la propiedad, estableciendo en el constitucionalismo moderno, que el Estado puede imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público, incluye las garantías sociales y la intervención del Estado como regulador en la vida económica creando los mecanismos jurídicos para la existencia de un sistema mixto, en donde los medios de producción se orienten hacia los grandes objetivos nacionales, esta Constitución le dio su marco jurídico a la Revolución y fijó toda una serie de objetivos de urgente realización.

Ante esas urgencias, el nuevo Estado emanado de la Revolución y comprometido a sostenerla, adolecía de inestabilidad, erigido apenas sobre el terreno inconsistente de la lucha de las fracciones, las acometidas de los partidarios del antiguo régimen y las coacciones del exterior; en esas circunstancias se configuran la conducta de uno de los hombres que es considerado como constructor del México moderno Plutarco Elías Calles para emitir un juicio histórico, se debe juzgar a los hombres en su época y dentro de las circunstancias en que les tocó actuar, valorizar desapasionadamente sus luchas y sus acciones, y con base en esta valorización afirmamos que Plutarco Elías Calles fue un auténtico revolucionario que contribuyó con sus actos a poner las bases de nuestro desarrollo y nuestra estabilidad política, la brevedad de estas consideraciones nos impide analizar en forma amplia la obra política y administrativa del Presidente Calles, sin embargo, basta mencionar que muchas de las acciones de Calles, son de valor permanente en nuestro desarrollo como nación moderna y tienen palpitante actualidad, como lo es la adopción del sistema institucional eliminando el caudillismo para garantizar la estabilidad y la paz interna que auspicia nuestro progreso.

Zevada en su libro "Calles el Presidente" afirma: "riego, caminos, escuelas, bancos, política hacendaria, crédito agrícola y ejidal, parcelamiento ejidal, aguas federales, tienen antecedente ejidal, si no es que su arranque mismo, en los tiempos de la administración de Calles"; pero hubo otras realizaciones de gran importancia en materia legislativa; leyes penales, de procedimientos y la promulgación del nuevo Código Civil conocido como el "Código Calles", que vino a establecer una serie de reformas, de las cuales las más importantes son las siguientes: 1. La mujer adquiere en el derecho civil mexicano igual capacidad jurídica que el hombre; desaparece toda restricción por motivo de su sexo en la adquisición y ejercicio de sus derechos, y queda así, equiparada al hombre. 2. Tuvieron que modificarse los viejos principios de la igualdad ante la ley y el de que, la voluntad de las partes es la suprema ley en los

contratos. La igualdad ante la ley, en una colectividad de grandes desigualdades las clases con mayor poder económico han obtenido lucro excesivo y desproporcionado a las obligaciones que acceden a contraer. 3. Se borró definitivamente la diferencia injusta e irritante entre hijos naturales e hijos nacidos de matrimonio. 4. En materia de propiedad el Código Calles, quiere apartarse de a vieja concepción individualista del Derecho Romano y del Código de Napoleón y mantiene la propiedad privada en los términos constitucionales, como medio de cumplir una función social.

Estas y otras modificaciones de extraordinaria importancia se realizaron en el referido ordenamiento que estaban inspiradas en la idea capital de socializar, en cuanto fuese posible, el derecho civil, preparando el camino para que se convirtiera en un derecho privado social. La reforma del Código Civil lo entendía Calles como un deber ineludible de la Revolución y sus razones las manifestaba en su exposición de motivos, "socializar el derecho significa extender la esfera del derecho del rico al pobre, del propietario al trabajador, del industrial al asalariado, del hombre a la mujer, sin ninguna restricción ni exclusivismos, pero es preciso que el derecho no constituya un privilegio o un medio de dominación de una clase sobre otra".

Hoy, en el vigésimo noveno aniversario de su fallecimiento, reconocemos su obra, y en otra época y con diferentes circunstancias rendimos homenaje a su memoria realizando los mexicanos una filosofía de acción encaminada a encontrar los medios más adecuados para lograr el desarrollo de nuestra patria, teniendo como objetivo fundamental buscar la descolonización económica.

México al igual que todos los países en vías de desarrollo viene resintiendo desde hace varios años, las consecuencias económicas de las graves crisis producidas por los enfrentamientos, no sólo de las grandes potencias, sino fundamentalmente, por el alza desmedida que en sus precios, impusieron a los energéticos los países productores de los mismos; esto ha venido a ocasionar una grave crisis entre los pueblos del Tercer Mundo, pues en tanto que, los productores de petróleo, en un corto plazo hicieron multiplicar en forma por demás desorbitada, su ingreso por concepto de ventas al extranjero, originaron con ello no sólo el momento más crítico de la inflación que ya venía sufriendo el mundo, sino que, también la crisis económica de muchos pueblos que al carecer de fuentes de producción, al ser consumidores de los grandes países industrializados y exportadores de materias primas y de minerales que se los pagan a precio de miseria, propiciaron en estos pueblos la aparición de grave crisis económica que fortalecida por fenómenos meteorológico en muchas partes del mundo, por la pérdida de cosechas en otras y por la especulación que con los granos vienen haciendo las empresas transnacionales.

Se genera en los pueblos pobres, el hambre que no sólo está tocando a la puerta de muchos países hermanos, sino que ya está empujando sus puertas, creando con ello lo que se ha dado en llamar hambrunas; México, que no es una isla y que no vive ajeno a los problemas que afectan al mundo, sufre también las consecuencias de los conflictos mundiales. Hace algunos días los medios informativos, nos decían que millones de seres humanos, morirán de hambre en fechas próximas, en Asia, en África y en varias partes del mundo, el cuadro al que nos enfrentamos es verdaderamente dramático y tiene perfiles cuyas dimensiones, no pueden apreciarse en este momento; somos un país con grandes recursos, se afirma que contamos con grandes campos, sin embargo, las heladas en el centro de la República, los temporales que azotaron a los Estados del Golfo, y el Pacífico, así como la sequía producida en el norte de la República, nos hace concebir muy serios temores; ante este panorama, solamente podemos encontrar una respuesta, hacer eco de las palabras del señor Presidente de la República, y responder a su llamado "en momentos de escasez como el presente, nuestra respuesta debe ser la de producir más y más cada día".

Es necesario que todos los mexicanos conjuntamente, como lo pide el Presidente Echeverría, asumamos nuestras responsabilidades, en las fábricas, en los talleres y fundamentalmente en el campo, para aumentar la producción de granos y de carne y salvar a México del fantasma del hambre, es tiempo de que todos asumamos nuestra responsabilidad histórica, y nos pongamos a trabajar con mayor energía cada día; debemos de pensar, que la nuestra, no es la última generación que va a vivir. Sino que atrás de nosotros vienen nuestros hijos, y no podemos condenarlos a vivir en un mundo de hambre y de miseria.

Los que tenemos la extraordinaria oportunidad y la enorme responsabilidad de ser representantes del pueblo, debemos estar atentos a cada una de las diversas situaciones económicas que se presenten, para que a través de ordenamientos jurídicos sirvamos a las más altas aspiraciones colectivas del pueblo mexicano". (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el C. diputado Jorge Canedo Vargas.

El C. Jorge Canedo Vargas: Con la venia de la Presidencia. Distinguidos familiares del señor general don Plutarco Elías Calles; señor Gobernador Constitucional del Estado de Michoacán, licenciado Carlos Torres Manzo; señores invitados especiales; compañeros diputados; señoras y señores:

"Nuestras conmemoraciones son actos que clarifican el camino recorrido por nuestro proceso histórico; señalan además con periodicidad nuestro sentimiento patrio por el grupo selecto de hombres bien nacidos, de cuyo esfuerzo los mexicanos obtuvimos básicamente independencia y libertad.

Son estos actos de homenaje, una significativa respuesta de reconocimiento a quienes por sus acciones han caminado junto con la historia para construirla y no para desconocerla; engrandecer sus páginas con la creatividad de las

ideas y no empañarlas mediante el oprobio y la negación. Dentro de estos hombres aceptados por su pueblo, amantes permanentes de la libertad y la justicia, destacan las figuras de los ilustres revolucionarios: general Lázaro Cárdenas, general Plutarco Elías Calles.

En homenaje a ambos, esta honorable representación nacional, ha organizado la presente sesión solemne, que me permite el alto honor de expresar algunos conceptos.

Compañeros diputados, la libertad es una garantía inherente a nuestra condición humana; sin libertad no existe la igualdad y consecuentemente no es operante la justicia. Ambas garantías constitucionales son elementos básicos en el perfeccionamiento de la democracia que, como sistema de vida, los mexicanos hemos adoptado como medio para lograr la superación colectiva.

Fue precisamente a instancias de un reclamo legítimo de libertad que obtuvimos la independencia y en la observación del más profundo pensamiento libertario la brillante generación republicana consumó la reforma y el pueblo oprimido y vejado por una dictadura obsoleta, buscó en la Revolución Mexicana las perspectivas democráticas de don Francisco I. Madero y los pronunciamientos sociales de Emiliano Zapata, que le permitiera entrar de lleno a un proceso de transformación que hasta nuestros días se sustenta en el ejercicio cotidiano de la libertad por las vías democráticas.

Podemos afirmar entonces que nuestras conmemoraciones se estructuran en un sinnúmero de hechos, de hombres, de causas y de efectos, del pasado, vigente como lección en el presente.

Las grandes acciones de nuestros héroes son las que fortalecen la lucha diaria de esta hora y la del porvenir, en el renovado esfuerzo que debemos cumplir para acelerar la justicia que es derecho inalienable de todos los mexicanos que fortalecen la lucha diaria de esta hora, y la del porvenir. En el renovado esfuerzo que debemos cumplir, para acelerar la justicia que es derecho inalienable de todos los mexicanos. De esta revolución social nuestra, que actualiza el uso de la democracia y preserva el ejercicio de las libertades públicas, de este fenómeno que mantiene un proceso de cambios continuos, en hombres e ideas y que nos otorga un orden jurídico, producto auténtico de filosofía popular establecido en nuestra Carta Magna de 1917, de ahí surge la personalidad de Plutarco Elías Calles, reconocido no solamente como estadista por antonomasia; Plutarco Elías Calles, sentó las bases del moderno Estado mexicano, antes que esto, el revolucionario, apasionado y convencido que fue de la causa social, junto al General Alvaro Obregón, había iniciado el llamado reivindicador de don Venustiano Carranza a través del Plan de Guadalupe.

Plutarco Elías Calles, el heroico defensor, el ideólogo y actor principal del Plan de Agua Prieta, el legislador, el hombre que concertó la visión, estructuró los cimientos del partido de la Revolución Mexicana como instrumento fundamental para aglutinar las corrientes revolucionarias y abatir así nefastos capitales deficientes, merece hoy el pueblo de México su homenaje unánime y su gratitud imperecedera.

La diputación priísta de esta Cámara de diputados reconocen en el General Calles al portador del Partido dentro del cual cotidianamente luchamos, junto al Presidente Echeverría, para lograr mayores y mejores conquistas para el pueblo, que en un momento de nuestra historia, fue la máxima preocupación de aquel modesto y sencillo maestro rural que con lucha tesonera y apasionada fe revolucionaria, llegó a regir los destinos de la Nación, con decisión nacionalista y ambición independentista; esa es la personalidad de don Plutarco Elías Calles.

De esta revolución social nuestra, surge también Lázaro Cárdenas, como promotor incansable de cambio, llevando a la práctica, no de forma sino de fondo, los principios revolucionarios, en un vigoroso intento de la Nación por recuperar el dominio directo de sus recursos naturales, el establecimiento de garantías sociales, la nacionalización de sus industrias y propagar y difundir una educación con carácter popular para los mexicanos.

La lucha de Cárdenas es la identificación plena del gobernante con los intereses del proletariado; es confiar a plenitud en las sabias decisiones que dicta el consenso mayoritario; es acercar al pueblo los instrumentos reivindicadores de su miseria; es combate permanente contra los grupos detentadores de grandes fortunas, auténticos forjadores de núcleos desheredados; Cárdenas es valentía para destruir a quienes, vendiendo su nombre al capital extranjero, obtienen ganancias ilegales y se convierten en peleles de los intereses transnacionales.

Es Cárdenas, también, fuerza que abate a los reaccionarios y que, junto con Juárez, los ha postrado en la obscuridad de su maledicencia, afirmando al respecto: "que la acumulación de riquezas por parte de minorías es contraria al ideario de la Revolución y que deben aplicarse permanentemente sanciones legales contra el lucro desmedido que practican minorías impunemente y que lesionan la fisonomía del régimen de la Revolución".

Es nuestra Revolución un proceso latente que Cárdenas agiliza, sin merodear en la vaguedad de una Revolución de entonces y una Revolución de ahora, sino entendiendo su participación como una etapa que, aceptando los principios fundamentales va más adelante, cambiando sus métodos para realizarse mejor, introduciendo en las viejas formas un nuevo espíritu que profundice en las capas mayoritarias encargadas de llevar a la práctica su propia reivindicación. Es Cárdenas la inquietante audacia transformadora, fusionada en un acendrado y obsesivo concepto de servir a los demás.

Es su política de fortalecimiento de la conciencia cívica y sentido de nacionalidad del pueblo mexicano, mediante la comunicación abierta; de cercanía con las masas y a sus necesidades y de una profunda dinámica en la acción social, que debe apreciarse en función de su calidad humana y la positividad de sus realizaciones. Nunca Cárdenas sacrificó al pueblo, a su política, por el contrario, fue el

ejecutor de los mandatos que le dictó su pueblo.

Nunca perdió la perspectiva de encontrar en las clases populares el aprendizaje de ser un hombre y aprender también que los valores positivos de un pueblo son aquellos que guarda la juventud, los campesinos, los trabajadores, los humildes; porque son ellos quienes construyeron permanentemente México, a través de una actitud valiente, inconforme y plena de sinceridad.

La política agraria y los petróleos, es resultado de la compenetración auténtica de Cárdenas con los intereses de la patria. Su labor constructora va de abajo hacia arriba, como evidencia de una concepción real de lo que es un contenido social; para él, cada decisión compete a las mayorías que de raíz poseen legítimamente un propósito definido de nacionalidad.

El incorpora a los campesinos a la producción, entregándoles la tierra, mediante una amplia distribución sin precedente; les apoya e impulsa hasta convertirlos en corresponsables de la tarea productora nacional. Analizando las circunstancias de su momento histórico y sustentándose en la clase obrera y el apoyo popular, ejecuta la expropiación petrolera, que es con meridiana validez el primer paso hacia la consecución de la independencia económica de México.

Ha sido el petróleo en nuestro país, símbolo de nuestro propósito permanente de independencia económica y baluarte de nuestra soberanía; la localización de nuevos yacimientos en nuestra patria reafirma el alcance de la nacionalización de 1938, reafirma que nuestro país debe determinar en todos sus casos su política petrolera. Los mantos recientemente descubiertos deberán ser explotados racionalmente para que los beneficios que reporten contribuyan a reforzar nuestra economía y a fortalecer nuestra soberanía.

Estos yacimientos no podrán ser para aquellos que lo pensaron, de ninguna manera botín de fuerzas extra nacionales, ni servirán para adoptar tampoco posiciones diferentes a nuestra convicción antiimperialista que ha señalado reiteradamente el Presidente Echeverría (aplausos) al manifestar que esta riqueza petrolera debe utilizarse en bien del pueblo y del país, y por lo que respecta a su exportación, no se entrará en contradicción con las políticas que para estos casos siguen otros productores de ese energético en el Tercer Mundo.

Cárdenas mantiene firme el principio de no intervención, respetando la soberanía de los pueblos; por ello sus acciones rebasan las fronteras nacionales y las continentales, para convertirlas en universales, porque la lucha contra el imperialismo, el semifeudalismo y el colonialismo son medidas permanentes de su diplomacia, asimismo el respeto a la igualdad jurídica entre los Estados, independientemente de su ámbito geográfico, fuerza militar o poderío económico.

Es por ello señores diputados, señoras y señores, legítimo afirmar que, Cárdenas respalda junto con el pueblo de México y los países del Tercer Mundo "La Carta de los Deberes y Derechos Económicos de los Estados", propuesta por el Presidente Luis Echeverría.

Cárdenas rebasó con mucho los límites que le impuso la historia, y se sitúa sin reticencias como uno de los grandes humanistas de este siglo. Su pasión por la justicia, lo hizo aparecer en todo el ámbito nacional a la defensa de sus aliados, campesinos, obreros e indígenas; y en el escenario internacional, a cada embate del colonialismo por cobrar presas en su voraz explotación, siempre hubo la respuesta viril de Cárdenas y de su pueblo en defensa de la soberanía. Y es significativamente un gran humanista de nuestro siglo, cuando propicia la apertura de nuestras fronteras para dar asilo a perseguidos políticos, artistas e intelectuales de diferentes países, y en aquel acto profundamente humano en que México recibía niños españoles defensores de su República.

Lázaro Cárdenas, un hombre de su tiempo, es para los mexicanos lección cotidiana que inspira a la acción del presente, un presente que se consolida en el entreveramiento generacional, característica de la acción revolucionaría que hoy vuelve a tener vigencia, al dirigir a nuestro país, un Presidente cuyo método es el diálogo directo y en enfrentamiento sin cortapisa con los problemas de la República.

México es hoy un país de libertades, de perfeccionamiento en nuestras prácticas democráticas, en donde se ha logrado un acercamiento pleno del pueblo a las grandes determinaciones nacionales.

Con la Constitución Política, que es fruto de la voluntad popular, se afrontan los problemas de gobernantes y gobernados; a su amparo trabajamos fortaleciendo nuestras instituciones, para darle solidez comunitaria al pacto federal, y mediante la educación que se nos proporciona, estamos asimilando lo indispensable para conocer y aspirar a ser dueños de nuestro propio destino.

Sin copias absurdas ni sectarismos contraproducentes, vamos encontrando paulatinamente las fórmulas adecuadas para compartir nuestra riqueza, para aliviar zonas marginadas y para impulsar la productividad, que nos permita combatir sin perjuicio de las mayorías de México, el problema inflacionario que abate al mundo.

Al igual que lo hizo Cárdenas, buscamos en esta época reducir el desnivel social, impidiendo la acumulación de la riqueza en unas cuantas manos; en el perfeccionamiento democrático, se ha incorporado a las tareas políticas y a las responsabilidades administrativas a los jóvenes; la posición en nuestro país tiene mayores canales de participación a través del incremento de diputados de partido, en el Congreso de la Unión, y se hará extensivo a su vez a las legislaturas locales. Con la vista fija en el futuro, enfrentamos la explosión demográfica a través de la Ley General de Población y la planificación familiar y entregamos convencidos y merecidamente la igualdad a la mujer, buscando su incorporación real en todos los campos de la actividad humana.

Nuestro legítimo recurso a base revolucionaria es la alianza popular de las fuerzas progresistas de México, que diversifican el diálogo continuo para superar nuestras diferencias y consolidar la unidad de los mexicanos. Esta es la política nacionalista, humanista y revolucionaria, en la que participan todos los mexicanos y que dirige el líder de nuestras aspiraciones, Luis Echeverría.

Con él, los mexicanos hacemos congruente nuestra política interna, con nuestros propósitos de política internacional; con él somos antiimperialistas y rechazamos cualquier forma de dominación de los pueblos en vías de desarrollo; con él, estamos en contra de las empresas transnacionales y en contra de la injusta explotación de nuestras materias primas que regresan a nuestros mercados como productos elaborados y nos postergan aún más en la miseria; con él, aspiramos hoy más que nunca, a lograr la alianza de los pueblos del Tercer Mundo, en la lucha por su independencia económica.

Buscamos en el México de hoy fundamentalmente, un cambio de mentalidades que elimine sombras de retroceso, que abata la corrupción y que dé paso al procesamiento de ideas que puedan crear una nueva sociedad; en esta aspiración ninguna sombra reaccionaria o extra nacional podrá impedir el cumplimiento de este alto propósito de los mexicanos.

Cárdenas continúa vigente en el pensamiento de los mexicanos; hoy le rendimos el más emocionado reconocimiento a su memoria. En este recinto legislativo nos honramos también al recordar la figura revolucionaria de Calles; los generales Calles y Cárdenas son dos mexicanos ilustres, dos revolucionarios cuyas actividades se complementan dentro de nuestro proceso, una y otro son pilares insustituibles del México de hoy, ambos lucharon por garantizar nuestra soberanía y preservar nuestros recursos naturales en beneficio del pueblo de México; Calles fue el maestro, el genio político, el constructor incansable de nuestra modernidad institucional; su obra pasó a ser así el punto de partida sin el cual no podríamos comprender el escenario de continuidad transformadora de este gran guía. Lázaro Cárdenas y Plutarco Elías Calles, reciban hoy el mejor homenaje de esta honorable representación nacional; seguramente que la acción revolucionaria del Presidente Echeverría que apoyamos los mexicanos para bien de nuestra patria, es el mejor homenaje que rendimos a quienes trabajaron y entregaron su mejor esfuerzo en bien de nuestra patria. Muchas gracias. (Aplausos.)

ACUERDO

- La C. Presidenta: Por acuerdo de esta Presidencia, la Imprenta de la Cámara de Diputados editará un folleto con los magníficos discursos pronunciados en esta sesión.

AGRADECIMIENTO

- La C. Presidenta: Los diputados de la XLIX Legislatura al H. Congreso de la Unión, agradecen la asistencia a los familiares y antiguos colaboradores de los distinguidos mexicanos que hoy recordamos. Asimismo, la presencia de los invitados de Honor que han dado mayor realce a esta Sesión Solemne y hacemos patente nuestro reconocimiento a la presencia de los Diputados Constituyentes Jesús Alfaro Flores y Cándido Avilés Insunza (aplausos) del señor Gobernador licenciado Carlos Torres Manzo (aplausos), Gobernador Constitucional del Estado de Michoacán, del señor ingeniero Antonio Dovalí Jaime, Director de Petróleos Mexicanos (aplausos), y demás funcionarios de la Empresa, del señor licenciado Ignacio García Téllez, del señor Antonio J. Bermúdez, Ex - director de Petróleos Mexicanos (aplausos), del señor licenciado Antonio Ornela Villarreal. Ex - Procurador General de Justicia del Distrito y Territorios Federales, y a la representación de los diferentes Partidos Políticos, Organizaciones Cívicas, Organizaciones Sindicales y a la Prensa Nacional.

Muchas Gracias.

(Aplausos.)

ACTA DE LA PRESENTE SESIÓN

- El C. Secretario Jaime Coutiño Esquinca:

"Acta de la sesión solemne, efectuada por la Cámara de Diputados de la XLIX Legislatura del H. Congreso de la Unión, el día dieciocho de octubre de mil novecientos setenta y cuatro.

Presidencia de la C. Concepción Rivera Centeno.

En la ciudad de México, a las doce horas del viernes dieciocho de octubre de mil novecientos setenta y cuatro, se abre la sesión solemne para rendir homenaje a la memoria de los ex - Presidentes Lázaro Cárdenas del Río y Plutarco Elías Calles, con motivo del IV y XXIX aniversarios luctuosos, respectivamente, en cumplimiento del acuerdo tomado en sesión de esta Cámara el día 10 del actual, al declarar la Secretaría una asistencia de ciento sesenta y ocho ciudadanos diputados.

La Secretaría da lectura a la lista de invitados de honor a esta sesión: ciudadanos profesor Jesús Romero Flores y Cándido Avilés Insunza, diputado al Constituyente de Querétaro; licenciado Carlos Torres Manzo, Gobernador del Estado de Michoacán; ingeniero Antonio Dovalí Jaime, Director General de Petróleos Mexicanos; licenciado Ignacio García Téllez, Secretario del Trabajo del régimen cardenista y, del propio régimen Antonio J. Bermúdez, Director General de PEMEX, como también los ex - Subdirectores, licenciados Ricardo Carrillo Durán y Héctor Lara Sosa y el ingeniero Francisco Inguanzo; Ignacio García Téllez Madrazo, Secretario Particular del Director General de PEMEX; ingeniero Plutarco Elías Calles y su señora esposa; Fernando Torreblanca y su familia; la C. Hortensia Elías Calles de Torreblanca y su familia, licenciado Aarón Sáenz, representante de la Asociación Cívica Alvaro Obregón; Plutarco Elías Calles Llorente; Alfredo Elías Calles; Javier Elías Calles Sáenz; licenciado Fernando Elías Calles, Embajador de nuestro país en Etiopía; la C. Natalia Elías

Calles Herrera; Gustavo Elías Calles; Leonardo Elías Calles Llorente; la C. Norma Torreblanca Morales; la C. Myrna Torreblanca Torreblanca; Raúl Romero y familia; ingeniero Luis L. León. Presidente de la Asociación Plutarco Elías Calles; coronel Jesús Vidales Marroquín, Presidente de los Parlamentarios de la Revolución, y licenciado Praxedis Balboa, Vicepresidente de la Asociación Política Elías Calles.

La Presidencia informa de los oradores que intervendrán en el homenaje en memoria de los expresidentes de México.

Acto seguido y en el siguiente orden, evocan las recias figuras de don Plutarco Elías Calles y don Lázaro Cárdenas del Río, los ciudadanos diputados Sixto Noguez Estrada, Pánfilo Orozco Alvarez, Francisco Rodríguez Ortiz, Héctor Guillermo Valencia Marroquín, Hugo Manuel Félix García y Jorge Canedo Vargas.

La Presidencia acuerda que la Imprenta de la Cámara de Diputados edite un folleto con los magníficos discursos pronunciados en esta sesión. Asimismo agradece la presencia de los distinguidos invitados de honor.

A las catorce horas y treinta y cinco minutos se levanta la sesión solemne y se cita para la sesión pública que tendrá lugar el próximo martes 22 de los corrientes a las 11 horas.

Está a discusión el acta. . . No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica, se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. . .

Aprobada.

- La C. Presidenta (a las 14:35 horas): Se levanta la sesión solemne.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE LOS DEBATES"