Legislatura XLIX - Año II - Período Ordinario - Fecha 19741030 - Número de Diario 26

(L49A2P1oN026F19741030.xml)Núm. Diario:26

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS

XLIX LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO II México, D.F., Miércoles 30 de Octubre de 1974 TOMO II.- NUM. 26

SUMARIO

APERTURA...................................................................

ORDEN DEL DÍA................................................................

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR. APROBADA.........................................

COMPARECENCIA DEL C. SECRETARIO DE HACIENDA Y CRÉDITO PUBLICO

Acompañado de la Comisión designada al efecto, hace su aparición el C. licenciado José López Portillo, Titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, quien toma asiento a la izquierda de la Presidencia. Acto seguido se informa de la presencia en esta sesión de los invitados de honor.

OFICIOS DE LA SECRETARIA DE GOBERNACIÓN

Autorización Presidencial

Se da lectura al oficio relativo a la comparecencia del C. Secretario de Hacienda y Crédito Público, para que informe en esta sesión acerca de las Iniciativas que reforman, adicionan, crean y derogan diversas leyes fiscales. De enterado.

Informe

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público informa a la Representación Nacional de los motivos que tuvo el señor Presidente de la República para enviar las diversas reformas fiscales a impuestos.

Interpelaciones

Después de anunciar la presidencia del C. Diputado Constituyente Cándido Avilés Inzunza, el C. licenciado López Portillo, previa lectura de la lista de diputados que lo interrogarán, pasa a ocupar la tribuna para responder las preguntas. Inician el interrogatorio los CC. Francisco Javier Gutiérrez Villareal, Luis León Aponte y Jorge Hernández García.

En seguida, los CC. Ernesto Báez Lozano, Abel Vicencio Tovar, Graciano Astudillo Alarcón, Miguel Hernández González y Alejandro Cervantes Delgado.

Después, Joaquín Cánovas Puchades, Rubén Rodríguez Lozano, Rogelio García y Humberto Lira Mora.

Continúan, Alejandro Cañedo Benítez, Demetrio Ruiz Malerva y Ezequiel Rodríguez Arcos.

Prosiguen, Augusto Briseño Contreras, Margarita Prida de Yarza y Francisco Valdés Zaragoza.

Finalizan, Alvaro Fernández de Ceballos, José Estrada Delgadillo y Rafael Tristán López.

Agradecimiento

De la Presidencia al C. licenciado López Portillo por su exposición y comparencia, así como a los invitados de honor por su presencia y al público en general. La Comisión que introdujo al C. licenciado López Portillo, lo acompaña al abandonar el recinto parlamentario.

Orden del Día

Se da lectura al Orden del Día de la próxima sesión. Se levanta la sesión

DEBATE

PRESIDENCIA DE LA C. CONCEPCIÓN RIVERA CENTENO

(Asistencia de 165 ciudadanos diputados).

APERTURA

- La C. Presidenta ( a las 10:50 horas): Se habre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

- El C. secretario José Octavio Ferrer Guzmán:

"Cámara de Diputados.

Segundo Período Ordinario de Sesiones.

XLIX Legislatura.

Orden del Día

30 de Octubre de 1974.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Comparencia del C. licenciado José López Portillo, Secretario de Hacienda y Crédito Público".

ACTA

- El mismo C. secretario:

"Acta de la sesión efectuada por la Cámara de Diputados de la XLIX Legislatura del H. Congreso de la Unión el día veintinueve de octubre de mil novecientos setenta y cuatro.

Presidencia de la C. Concepción Rivera Centeno.

En la ciudad de México, a las once horas y cincuenta y cinco minutos del martes veintinueve de mil novecientos setenta y cuatro, se habre la sesión con asistencia de ciento treinta y dos ciudadanos diputados, según consta en la lista que previamente pasa a la Secretaría.

Lectura del Orden del Día.

Sin discusión se aprueba el acta de la sesión anterior, efectuada el día veinticinco de los corrientes.

Se da cuenta de los documentos en cartera: Circular del Gobierno del Estado de Chihuahua, en la que se comunica la designación del C. licenciado Jorge Mazpulez Pérez como Director de Gobernación. De enterado.

La XLIV (44) Legislatura del Estado de Querétaro participa haber quedado legítimamente constituida para funcionar durante el primer período de sesiones del segundo año de ejercicio, y la integración de su Mesa Directiva. De enterado.

El licenciado Rafael Hernández Ochoa, diputado federal por el 5o. Distrito Electoral del Estado de Veracruz, solicita licencia para optar por el cargo de Gobernador Constitucional del Estado de Veracruz, durante el tiempo que lo desempeñe, por haber sido declarado electo Gobernador Constitucional de dicha identidad.

El C. diputado Fidel Herrera Beltrán hace uso de la palabra para hacer comentarios en torno a la licencia solicitada por el señor licenciado Hernández Ochoa.

Oficio del C. Secretario de Gobernación, licenciado Mario Moya Palencia, por el que se comunica que el C. licenciado Luis Echeverría Alvarez, Presidente de la República, ha dado su autorización para que el C. licenciado José López Portillo, Secretario de Hacienda y Crédito Público, comparezca ante esta Cámara de Diputados el día treinta del actual, a las once horas, con el objeto de informar sobre las iniciativas de reformas y adiciones a diversas leyes fiscales enviadas por el Ejecutivo de la Unión. De enterado.

El C. diputado Alvaro Fernández de Ceballos, en nombre de la Diputación de Acción Nacional, presenta una proposición para que las Comisiones de Trabajo de esta Cámara se dirijan a varios funcionarios, para que informen en relación en la materia fiscal de sus respectivos ramos. A las Comisiones unidas de Presupuesto y Gasto Público y de Hacienda, Crédito Público y Seguros.

La Comisión de Permisos Constitucionales suscribe siete dictámenes con proyectos de Decreto que conceden permiso a los ciudadanos que a continuación se mencionan, para que puedan acepar y usar las siguientes sendas condecoraciones que les fueron conferidas:

Mario Amador Amador, la Orden Nacional de Honor y Mérito, en el grado de Gran Cruz, Placa de Plata, del gobierno de Haití: Guillermo Calderón Martínez, la orden Real de la Estrella Polar, en grado de Gran Cruz, del gobierno de Suecia; Roberto Martínez Le Clainche, la Orden de Leopoldo , en grado de Gran Cordón, del gobierno de Bélgica; Jaime Soriano Bello, la Orden del Sol Naciente, en grado de Tercera Clase, del gobierno de Japón; Federico Romero Ceballos, de la Gran Maestre de la Orden del Mérito Naval, en grado de Gran Oficial, del gobierno del Brasil; Bernardo P. Mier y Terán L. y Benito Berlín O., la Orden Real de Dannebrog, en el grado de Caballero, y la Orden de Dannebrog, en Grado de Gran Cruz, respectivamente, del gobierno de Dinamarca. Segunda lectura.

A discusión en su orden; no habiendo quien haga uso de la palabra, se reservan para su votación nominal en conjunto, resultando aprobados por unanimidad de ciento cincuenta y siete votos. Pasan al Senado para los efectos constitucionales.

La Secretaría da lectura a una proposición que suscriben los miembros de la Comisión de Programación Cívica y Actos Especiales, a efectos de que en la sesión que tendrá lugar el día treinta y uno del presente, se rinda homenaje al Apóstol de la Democracia, Francisco I. Madero; asimismo se considere el asunto de urgente y obvia resolución.

La Asamblea, en votación económica, dispensa los trámites, y aprueba la proposición.

El C. diputado Mario Ruiz de Chávez, en nombre propio y de los CC. diputados Graciano Astudillo Alarcón y Eduardo Limón León, da lectura a un informe relativo al "Encuentro Mundial de la Comunicación", celebrado en Acapulco, Gro. en el curso del presente mes, y al que acudieron en representación de esta Cámara. De enterado.

El C. diputado Alejandro Sobarzo Loaiza, por conducto de la Secretaría, informa a la Asamblea sobre las conferencias celebradas en Caracas, Venezuela, relacionadas con la "Declaración y tratado sobre la reserva exclusiva para fines pacíficos del lecho del mar y del fondo del océano, bajo aguas no comprendidas en los límites de la jurisdicción nacional actual sobre el empleo de sus recursos en beneficio de la humanidad", propuesta por un representante permanente de Malta en las Naciones Unidas. De enterado.

El C. diputado Mariano Araiza Zayas, en el nombre del grupo de trabajo integrado por varios ciudadanos a proposición de la

Comisión de esta Cámara, informa sobre lo realizado acerca del estudio de la industria del acero en México, estimando muy conveniente conocer la opinión del señor Director General de Altos Hornos de México, por lo que se permite recomendar que la Cámara de Diputados solicite la comparecencia ante la Asamblea, del señor José Antonio Padilla Segura e informe sobre una serie de observaciones, conclusiones y recomendaciones, que es necesario aclarar. De enterado.

La Diputación del Partido Acción Nacional suscribe una proposición a la que da lectura el C. diputado Héctor González García, para el efecto de que se solicite del Ejecutivo de la Unión, la autorización correspondiente para que comparezcan los CC. Secretarios de Agricultura y Ganadería y de Recursos Hidráulicos, así como para que se constituya una comisión unida. A las Comisiones Unidas de Desarrollo de los Recursos Hidráulicos; Desarrollo Educativo, y Desarrollo Agropecuario.

La Secretaría, por las instrucciones de la Presidencia, da lectura a los artículos 63 y 64 de la Constitución General y a los Artículos 45,47,48,50 y 21 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso de los Estado Unidos Mexicanos, relativos a la asistencia a las sesiones de los ciudadanos diputados.

Se da lectura al Orden del Día de la próxima sesión.

A las trece horas y cincuenta minutos se levanta la sesión y se cita para la próxima, que tendrá lugar el día treinta de octubre, a las diez horas". Está a discusión el Acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica, se pregunta a la Asamblea si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo... Aprobada.

COMPARECENCIA DEL C. SECRETARIO DE HACIENDA Y CRÉDITO PUBLICO

- La C. Presidenta: Esta Presidencia se permite informar a la Asamblea que se encuentra a las puertas de este recinto el licenciado José López Portillo, Secretario de Hacienda y Crédito Público. Para introducirlo a este salón se designa en comisión a los siguientes ciudadanos diputados: Luis Dantón Rodríguez, Juan José Hinojosa, Ezequiel Rodríguez Arcos y Alejandro Mújica. (La comisión cumple su cometido). (Aplausos).

- La C. Presidenta: Sírvanse la Secretaría dar a conocer los nombres de los invitados de honor que nos acompañan.

El C. secretario Feliciano Calzada Padrón: Se encuentra en este recinto invitados de honor el señor Gregorio A. Tello, diputado constituyente; el señor ingeniero Julián Adame Alatorre, diputado constituyente; el señor licenciado Anastacio González Martínez, Presidente del Tribunal Fiscal de la Federación; el señor licenciado Saturnino Aguirre, Presidente del Tribunal de lo Contensioso Administrativo del Distrito federal; el señor licenciado Roberto Ezquivel Salinas, representante del Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito y Territorios Federales; el señor licenciado Mario Ramón Beteta González, subsecretario de Hacienda y Crédito Público; el señor contador Carlos A. Isoard De Sandi, subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; el señor licenciado Francisco Javier Alejo, Subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; el señor ingeniero Gilberto Ruiz Almada, Subsecretario de Investigación y Ejecución Fiscal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; y el señor licenciado Julio Rodolfo Moctezuma Cid, Oficial Mayor de la Secretaría de hacienda y Crédito Público. (Aplausos).

OFICIO DE LA SECRETARIA DE GOBERNACIÓN

Autorización Presidencial

- El mismo C. Secretario:

"Escudo Nacional.- Estados Unidos Mexicanos.- Poder Ejecutivo Federal.- México, D.F.

- Secretaría de Gobernación.

"Año de la República federal y del Senado".

CC. Secretarios de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.- Presentes.

En atención a lo solicitado por esa Honorable Cámara de Diputados, por oficio de fecha 25 de los corrientes y con fundamento en el artículo 2o. fracción VII, de la Ley de Secretarías y Departamentos de Estado, se comunicó al Titular del Ejecutivo de la Unión, el atento citatorio al C. Secretario de Hacienda y Crédito Público, que contiene el ocurso en cuestión.

Enterado el ciudadano Presidente de la República del deseo de esta asamblea de recibir, de manera personal, un informe del C. Secretario, licenciado José López Portillo, a cerca de las iniciativas que reforman, adicionan, crean y derogan diversas leyes fiscales, en acatamiento del artículo 93 constitucional, dio instrucciones para que el citado funcionario comparezca ante ese cuerpo legislativo en la sesión del próximo miércoles 30 de octubre y proporcione la información solicitada.

Lo que comunico a ustedes para sus efectos constitucionales, reiterándoles en esta oportunidad las seguridades de mi consideración distinguida.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

México, D.F., a 25 de octubre de 1974.- El Secretario, licenciado Mario Moya Palencia".

- Trámite: De enterado.

INFORME

- La C. Presidenta: Señor licenciado José López Portillo: Existe un gran interés en escucharlo, pues además del tema que por su naturaleza así lo justifica, usted se ha caracterizado sencillo y franco, que permitirá que el pueblo siempre por el empleo de un lenguaje claro.

de México comprenda estos asuntos que tanto interesan. Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público, tiene usted la palabra.

El C. José López Portillo, Secretario de hacienda y Crédito Público: Señora Presidenta de esta Honorable Cámara de Diputados, con su autorización. Ciudadanos diputados, señoras y señores: mucho agradezco y me honra la invitación para comparecer ante esta alta Representación Nacional y explicar sin duda ante esta Cámara y a través de ella al pueblo de México, el más importante esfuerzo fiscal por una sola ocasión ha hecho este país desde que es independiente.

De la misma manera, el señor Presidente de la República me ha instruido para concurrir ante la Representación de la H. Cámara de Senadores, en virtud de la alta investidura de esta Representación, de la inquietud, del interés que se ha manifestado por esta reforma, por estas iniciativas, para dar cabal cumplimiento a toda preocupación que sobre esta trascendental medida tenga la Representación del pueblo de México.

Creo, señores, que es un privilegio especial, en este tiempo de cambios, extraordinarios, de parteaguas de la historia, el concurrir a la toma de decisiones.

La generación aquí representada, tiene un grave, un severo compromiso histórico ante el pueblo de México, ante su historia, ante su porvenir y destino. En pocas ocasiones se siente el peso cambiante del tránsito histórico como en estos tiempos que estamos viviendo.

Lo hemos dicho reiteradamente y quisiera repetirlo ante ustedes como repetiré cosas que he estado diciendo, pero que vale la pena repetir, reiterar, para poder entender esto que estamos poniendo ante esta alta Representación.

Este 1974 es sin duda uno de los años más importantes en las últimas décadas que ha vivido el país dentro de un mundo con las características del que nos ha tocado vivir. De este año de 1974 que en alguna ocasión me he atrevido a clasificar y caracterizar como gozne de la historia contemporánea los meses de septiembre y octubre han sido particularmente críticos por la densidad, por la importancia de las medidas y las decisiones que se han tomado. De ellas, esta última - porque es la última - que ahora se propone, es la que cierra, con lo que culmina la serie de adecuaciones para dotar a este país de los instrumentos necesarios para enfrentar la crisis contemporánea.

Probablemente no merezca hacer una referencia autobiográfica - me atreveré a hacerla - .Este acto, esta proposición en el cato más importante al que he participado en toda mi vida. Es un acto de enorme trascendencia para el futuro de esta país. He tenido el privilegio de coparticipar en él, de responsabilizarme con él. Quisiera simplemente estar ahora a la altura de la importancia y lamentaría mucho no estarlo, para transmitir a ustedes toda la densa verdad y toda la intención que se encierra en estas proposiciones. Lamentaría mucho que mi capacidad no fuera suficiente para acreditar ante ustedes y el pueblo de México, la importancia, la trascendencia histórica que este acto tiene. Culmina un esfuerzo para adecuarse a una época de cambios extraordinarios. Desearía explicarlo completa, clara y sencillamente. Estoy seguro que a la distancia del tiempo, las objeciones, las observaciones, los temores que ahora se suscitan, aparecieran como anécdotas menores ante la importante materia que estamos manejando. No quisiera ser pedante ni cansarlos; pero para entender el momento, para entender la proposición y su alcance, es indispensable que hagamos algunas referencias históricas que encuadren la medida dentro de su contexto histórico, tanto externo como interno.

En 1970, coincidiendo con el inicio de una nueva década y el régimen que encabeza el Presidente Echeverría, aparecen los primeros síntomas de la infracción; la época de la estabilidad en la que por un momento parecía que el mundo podría resolver problemas que en realidad estaban ocultos, que estaban subyacentes y afloran, nos estallan como crisis en 1973, en México y en el mundo. Nuestro país no es una isla, está inmerso en una específica realidad internacional a la que pertenecemos y con la cual íntimamente intrincados. Ni somos ajenos al mundo, ni autosuficientes; a él estamos amarrados, lo que afuera ocurre, aquí trasciende; pero necesario es explicar cómo se produjo este fenómeno, cuáles son los factores internos que lo explican ; cuáles los internos de los que tenemos que responsabilizarnos; y bien quisiera dejar claro que esta búsqueda de explicaciones internacionales, al demostrar que la inflación universal, no estamos buscando el consuelos de los tontos, porque sea el mal de todos o de muchos, estamos tratando de hacer un juicio de responsabilidad, porque ante el desconcierto de los primeros embates inflacionarios, el primer gesto, un poco irreflexivo, quizá ingenuo, es buscar culpables. ¿A quién le vamos a echar la culpa de que los precios suban? ¿A quién le vamos a echar la culpa? Si acudimos en busca de culpa del comerciante, éste dirá: la culpa la tiene el industrial y el gobierno. Si juntamos al comerciante y al industrial, dirán: la culpa la tienen los banqueros y el gobierno.

Si juntamos a los comerciantes, a los industriales y a los banqueros, dirán que la culpa la tiene el Gobierno, y el pueblo dirá: la culpa es de todos y no habremos resuelto ningún problema.

Apenas lo estamos planteando, y es que, señores, como lo hemos dicho reiteradamente: el problema no es encontrar culpables sino buscar áreas de responsabilidad.

¿Quién va a responder por la lucha contra la inflación, quién va a tomar las medidas de interés general?; sólo hay estos excesos retóricos; sólo hay, señores, el reconocimiento de una verdad: es el Estado en momentos de crisis, el único que puede tomar decisiones de carácter general. Y en México, el Gobierno lo ha hecho; en lo interno, con todo lo que puede hacer, un programa

integrado de lucha inflacionaria al que me voy a referir con todo el detalle, corriendo el riesgo de fatigarlos, y en el ámbito internacional, tomando la decisión de pedirle al mundo que se ordene y proponiéndoles una Carta de Deberes y Derechos Económicos de los Estados.

La única fórmula, que, como veremos lo comprobaremos; lo hemos dicho, lo reiteramos cuantas veces sea necesario, única fórmula para ordenar un mundo que regresa a condiciones selváticas y que maneja ya niveles de peligro verdaderamente explosivos.

Todo lo que el Gobierno de México ha podido hacer, lo ha hecho; en lo interno y en lo internacional. Quiero subrayarlo, porque hay algo que debe decirse: el Gobierno de la República, admite la responsabilidad para luchar contra la crisis; al Gobierno le corresponde y está respondiendo. No se trata, repito, de encontrar culpables; sino de buscar áreas de responsabilidad. El Gobierno asume la suya. (Aplausos).

Quisiera explicar, aunque sea esto elemental, aunque sea esquemático aún arriesgándome a que este esquema parezca caricatura, me gustaría explicarles algo que sin duda saben, pero que conveniente es tener sintetizado aquí para que partamos de lo que pudiéramos llamar el mismo nivel de información. ¿Qué es lo que ha pasado en el mundo? ¿porqué razón en este 1974, fines de octubre, Inglaterra se socializa; Estados Unidos entra en recesión; Japón vive una crisis; Italia está en bancarrota; Europa tiene niveles de desempleo, y estoy simplemente repitiendo los titulares de los periódicos del día de hoy, tiene niveles de desempleo de postguerra? ¿Qué es lo que ha ocurrido en el mundo? ¿Qué es lo que ha ocurrido en nuestro país¿ ¿Qué es lo que debe ocurrir en nuestro país?

No me voy a referir a la historia remota, arrancaremos de la última potsguerra. El orden económico al que pertenecemos se gesta en "Bretton Woods"; ahí se ordena un sistema monetario, un sistema de reconstrucción con los órganos correspondientes; Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial de reconstrucción y después de Fomento.

Un sistema monetario creado en torno al dólar como divisa, como dinero con el que se pagan las transacciones internacionales, como dinero que paga la reconstrucción de Europa, con el Plan Marshall; como divisa aceptada por todo el mundo que financia todo lo que en Occidente puede financiarse. Esta divisa tiene una característica peculiar, la emite un solo país: Estados Unidos. Y la emite en la medida de su conveniencia, de su interés, de su importancia, de su potencia o incluso, de su prepotencia. Inunda el mundo con dólares y con base en la confianza en esta moneda despierta, Europa se reconstruye y se forma la Comunidad Europea. Japón se reconstruye. Alemania adquiere hegemonía económica sin precedentes. Surge de la propia reconstrucción una competencia internacional que pronto se expresa en el comercio, la lucha por los mercados cobra fuerza y después virulencia.

Las posiciones económicas de los Estados que en este proceso participan, se invierten, se alteran. Pronto los vencidos en la guerra son los triunfadores en la economía. Competidores de su vencedor y de su financiero.

Esta situación, a cuyos detalles no es necesario descender, pronto adquiere características de una verdadera guerra económica, de los que las armas son el comercio, la moneda, los sistemas de financiamiento.

Surge el desorden internacional y pronto la gran potencia tiene que asumir actitudes de defensa y hacia 1970 con dificultades al comercio se niega a pagar con oro los dólares que se le presentan. Ya antes, en 68, De Gaulle lo había intentado. La inquietud por el valor del dólar estaba ya latente en la economía.

Los países deficitarios eran ahora superavitarios. Deficitario era Estados Unidos. El problema empieza a agudizarse, el desorden aumenta se va transmitiendo a todas las economías. El dólar se devalúa, se revalúan otras monedas con lo que se hace un esfuerzo para equilibrar las déficits recíprocos entre las grandes potencias que surgen en las lucha sorda pero enconada, a la que van arrastrando al resto del mundo. Es a este Tercer Mundo al que nosotros pertenecemos.

Ante la situación del dólar devaluado y no convertible en oro, los países que tienen esa divisa empiezan a comprar de todo en todas las partes. El excedente de dólares en el mundo, señores, significa que hay un excedente de circulante en el propio mundo. La oferta es reducida, coincide dramáticamente este momento en crisis de alimentos, con una inexplicable y todavía violenta e inesperada transformación de la demanda que se aumenta a niveles sin procedentes y una oferta que se reduce porque empiezan a faltar alimentos, materias primas, y como consecuencia se desencadena brutal, el proceso inflacionario en el que nos ha tocado vivir. La inflación se trasmite de uno a otro país, todos afirman que la reciben importada, ninguno reconoce que la está exportando. El desorden es evidente. Llegamos así a la virulencia del fenómeno inflacionario en 1973, con una crisis monetaria seria, con una crisis comercial seria, con una crisis de financiamiento seria y severa, y en un solo año, de 73 a 74, el mundo da una vuelta impresionante de campana. Por razones de mi representación, la de México ante el Fondo Monetario Internacional, me tocó vivirla, y es impresionante, señores, el espectáculo del mundo en que vivimos en 1973 en Nairobi y el que hace unos cuantos días vivimos en Washington con motivo de las reuniones del propio Fondo. En un solo año, el mundo cambió radicalmente; una, el mundo de Nairobi, en el que las grandes potencias, en su tremenda suficiencia, discutían los problemas del ajuste de sus economías; los superavitarios que querían seguir siéndolo; los deficitarios que decían: ya basta, vamos a ajustar nuestras economías, vamos a convertir nuestras monedas de acuerdos con patrones congruentes, vamos a establecer las reglas del juego

para ajustar nuestras relaciones, para evitar que un solo país genere divisas como sistema internacional de pagos, que dependa de la comunidad mundial, y no de la decisión de uno solo. Se pretende establecer una moneda internacional, los derechos especiales de giro, que sean fuentes de pago internacional, con características satisfactorias a todos los países. Y demás, como quien da limosna, con las migajas del banquete, se habla del financiamiento del desarrollo del Tercer Mundo; la necesidad de vincular de alguna manera a la orgía del mundo desordenado, la transferencia de los recursos a los países en desarrollo.

Pero a finales de 1973 empieza a hacer crisis, la cual se agudiza al principio de este año. El problema de los energéticos y del petróleo, vinculado en la guerra árabe - israelí, pero sujeta a los intereses que en el fondo se debaten, el petróleo - pase del proceso industrialización moderna - se presenta con toda su dramática fuerza, y en unos cuantos meses, me atrevería a decir: en unos cuanto días, la situación del mundo cambia radicalmente, es otro el mundo antes y después de la guerra del petróleo. Bastó, señores, que los países en desarrollo, que un grupo de países en desarrollo, se resolviera a hacer valer un principio muchas veces afirmado y nunca ejercitado, revaluar una materia prima básica, para que el mundo entrara en una dramática crisis. Un principio valioso que siempre hemos suscrito en México: la decisión sobre el empleo y precios de las materias primas, acorde a nuestras acciones internacionales; pero un principio que ejercido en un mundo de desorden, contribuyó todavía más a desordenarlo, y si bien golpeó a los países poderosos, arrastró a niveles de desesperación a países que crecían de este fundamental y me atrevo a decir: preciso elemento.

Un año después de Nairobi, lo que en Washington apareció era un panorama totalmente distinto, los países que eran superavitarios. Japón por ejemplo o Francia. El primero ya no lo era, la segunda en peligro; Italia, como decía hace un momento, en bancarrota, la comunidad europea en severo compromiso y 50 y tantos o 60 discursos de los escuchados en Washington tenían este monotema: inflación a niveles de extraordinario peligro, crisis del petróleo de que el mundo detuviera su crecimiento económico y deviniera falta de empleo. El anuncio de que la lucha contra la inflación entraña el peligro de una recesión que en este momento, según anuncian los diarios, está viviendo Estados Unidos. Y dramático, señores, punzante, doloroso, un problema que hay que subrayar para entender nuestro momento, para ver qué ingenuos pueden aparecer los argumentos contra nuestras decisiones, si los comparamos con lo que está pasando en un mundo muy parecido al nuestro. Si el mundo internacional no se ordena, muchos países en desarrollo con numerosas poblaciones verán definitivamente canceladas sus posibilidades de desarrollo; y no sólo eso, su viabilidad como Estado; y no sólo eso, su supervivencia como población. Miles, millones de seres humanos morirán, señores, de hambre, de hambre. No se trata de consumir o no consumir gasolina, se trata de consumir o no consumir alimentos. Es un mundo acongojado, atribulado y desordenado. Me atrevo a hacer estos subrayados para que adquiramos la conciencia histórica del momento en que vivimos, para que aquilatemos lo que está pasando, para que aprendamos a vivir en un mundo de cambios dolorosos, peligrosos. Para que tomemos todos juntos decisiones de solidaridad, sin las cuales este país vivirá problemas severos que no quisiera yo ver en mi patria. Excúsenme ustedes el tono, pero creo que la oportunidad histórica lo merece. Hay un esfuerzo por ordenar el mundo, claro está, un esfuerzo por ordenar el sistema monetario, poco se avanza en ello; un sistema para ordenar el comercio, poco se avanza en ello; la guerra económica sigue sorda y despiadada, cada quien atiende a su propio beneficio, y es natural, mientras no se concrete un acuerdo internacional seguirá en el mundo, la ley de la selva. De ahí, señores, la enorme, la trascendental importancia, lo repito una vez más, y lo repetiré hasta el cansancio, como lo repetimos todos los funcionarios orgullosos de servir al Presidente de la República, único estadista en el mundo que no sólo preocupado por los problemas internos, ha hecho una proposición constructiva para ordenar un mundo que de otra manera llegará a extremos de incalculable peligro: la Carta de Derechos Y Deberes Económicos entre las naciones es, señores, la pieza del rompecabezas que está faltando en el mundo. Propuestas a las Naciones Unidas, suscrita por muchos países, esta proposición seguramente, más pronto o más tarde, causará efectos al aceptarse. Entretanto, el mundo seguirá viviendo graves severos niveles de desorden. El saldo de esta situación es la siguiente: en estos momentos el mundo se divide en dos grupos de naciones: las que tienen petróleo y las que no lo tienen, las que no tienen petróleo se dividen a su vez en países industriales que tienen defensas, y en países subdesarrollados que no tienen ninguna y que, si el mundo no va en su auxilio, cancelarán, como ya lo he dicho, toda expectativa no sólo de desarrollo; sino incluso de supervivencia.

Esto en cuanto a los factores internos, vayamos ahora a los factores externos que explican nuestra responsabilidad, la de México como Nación, con todos los sectores juntos frente a las presiones inflacionarias. Por la vinculación de México con la economía exterior podemos afirmar que del aumento de los precios, en los que se expresa la inflación como aspecto que importa y que le duele al pueblo; los factores externos, seguramente; a los factores externos se les puede atribuir más de la mitad. o poco más de la mitad de su virulencia; el resto lo ha añadido este país, por el juego de las fuerzas económicas, por los ajustes que hemos tenido que hacer, por nuestra, sin duda, ineficiencia; pero en todo caso lo que corresponde hacer, es reconocer los hechos.

La inflación, como les decía yo al inicio de mi intervención, empieza a anunciarse en México, hacia 1970, conociendo con los primeros meses del presente régimen, un régimen que recibe como sistema, como esquema de financiamiento, el que cristalizó con la fórmula del desarrollo estabilizador, un sistema que cumplió su propósito histórico, y que sirvió al país a ciertos índices, que resolvió unos problemas, que fue creando por aplazamiento de decisiones otras más. Ni reproches, ni culpa; reconocimiento simple de hechos. Así vivimos nosotros, así lo aceptamos. Simplemente reconozcamos ahora que esa fórmula es insuficiente, y si era útil en alguna época para el desarrollo del país ya no lo es, ya no funciona; si generó un crecimiento histórico sostenido a tasas superiores al 6%, agudizó diferencias severas en el reparto de las riquezas.

Creo que es el mundo en el que vivimos y que tenemos que resolver, porque ahora a nosotros nos toca hacer decisiones.

¿En qué consistían - y perdónenme que ya vaya entrando en detalles concretos, pero de otra manera no entendemos - las deciciones que se han propuesto por el Ejecutivo a esta alta representación nacional? ¡En qué consistía este esquema de financiamiento del desarrollo de estabilización que fue útil en las anteriores décadas? Consistía, fundamentalmente, en el propósito de formar capital para que el país se industrializara. La organización financiera estaba básicamente, subrayo, básicamente, no exclusivamente, ordenada a este propósito que fue satisfecho. Se creó una industria de regular eficiencia, con lagunas, con desestructuraciones, con insuficiencias y con suficiencias, fundamentalmente encaminada a satisfacer patrones de consumo de la clase media y de la clase alta, olvidándose de los consumos masivos que entrañan, claro, otros propósitos, que no los exclusivamente mercantiles, por otro lado, legítimos. No podemos pedirle a los particulares actividades de sacrificio hacia otras clases, salvo en momentos como el que vivimos. Es Legítimo el estimular su interés y su utilidad hasta los límites que el interés general lo admite.

Diseñada esta estructura para formar el capital, una carga fiscal muy baja. Los bajos precios y tarifas de los bienes y de los servicios que proporcionaba el Estado o sus agencias, constituían realmente subsidios, mediante los cuales se transferías, se cambiaban los recursos de uno a otro sector, el privado, para estimularlo. Ese era el propósito. No hay reproche: reconocimiento de hechos. Precios bajos del productos al campo aquí empiezo a subrayar este hecho que es de capital importancia: tanto los alimentos como las materias primas que del campo mexicano provenían, estaban castigados. Por eso podemos hacer la afirmación de que si este país cuenta con una industria como la que tenemos y con las grandes ciudades en las que podemos vivir,- con smog si ustedes quieren - , pero podemos vivir bien, porque el campo fue sacrificado, y el campo fue sacrificado en inversiones y en precios. Actividades prioritarias fueron los industriales, los consumos urbanos, consumos urbanos frecuentemente subsidios por el propio Estado. Importante tener en cuenta para entender el momento que vivimos y saber hacia donde debemos y queremos - me atrevo a decir - ir.

Un sistema de financiamiento mediante crédito interno muy generoso que compensaba la baja carga fiscal; una inversión extranjera y una admisión de tecnología indiscriminada que si bien trajo capital y sistemas, pronto acreditó que estaba poniéndose en peligro que saliera del país más de lo que por este capítulo entrara.

Toda la planta industrial orientada a un sistema y a un mercado de consumo, de consumo al patrón de conducta de los grandes países, fundamentalmente de Estados Unidos, al que aún extra lógicamente estábamos imitando. Estábamos imitando en nuestros patrones de consumo a las clases medias y a las clases altas urbanas. Vuelvo a insistir en esto porque tiene capital importancia para entender las proposiciones que estamos formulando.

La ciudad, su clase, a las que ahora atribuimos la fuerza total de la opinión pública en este país, fueron en esta anterior década, las beneficiarias del desarrollo. subrayémoslo para entender porqué la historia tiene que moverse pendularmente hacia otras clases evidentemente mayoritarias a las que ahora el país puede regresar lo que de alguna manera les ha tomado.(Aplausos).

De este esquema de financiamiento ¿Qué es lo que sucede hasta 1971? Un gobierno endeudado, que empieza a enfrentar un proceso inflacionario que no se entiende de dónde viene; con recursos limitados, con un sector empresarial eficiente y poderoso. En consecuencia, un Estado débil porque carece de recursos. Carece de recursos, y entonces, en 71, ante el problema de la inflación, ajusta el gasto público a su capacidad razonable de financiamiento.

¿Cuál es el resultado? Posiblemente lo estamos ya olvidando. Pero es muy reciente 1971. Allí está la atonía de ese año, la quiebra de empresas particularmente medianas y pequeñas, el índice comprometido y grave del desempleo, la inacción, etc. Es que en este país la inversión pública, querámoslo o no, es un factor que mueve la economía de modo fundamental. Si el Estado no invierte y en la economía se multiplica su inversión, el país decrece. ¿Por qué? Porque la actividad del Estado está encaminada fundamentalmente a las inversiones básicas, estimulantes y multiplicantes de nuestra economía.

Allí están los hechos. El más reciente la atonía de 1971 en la que cayó el país con graves consecuencias sociales. No lo olvidemos para entender el 1972. Ante los riesgos de la atonía, ante el peligro que significa vivir en el peor de los mundos posibles: desempleos y precios altos, el Estado incrementó su gasto público a las fuentes tradicionales del esquema de financiamiento que todavía no encontraba un adecuación a las necesidades de

inmersión tanto para producir como para atender gastos sociales inaplazables que en este país, con riesgo de dejar de ser lo que somos. No pueden aplazarse: gastos de educación, gastos de salubridad, gastos de servicios urbanos, gastos de consumo fundamentales, mediante los cuales el Estado va en auxilio de las clases que carecen de dinero para pagar el precio de los alimentos.

En 1972 volvió a estimularse el gasto público y para adecuar el sistema de gasto, el de financiamiento, se propuso una reforma fiscal. Se los recuerdo a ustedes para que vayamos viviendo el ritmo de la historia y entendiendo lo que ha sucedido y por qué ahora hacemos las proposiciones que están formulando.

Creo que es el mundo, en el que vivimos y que tenemos que resolver, porque ahora a nosotros nos toca hacer decisiones.

En 1972, para darle salud, para hacer sano el gasto público, se intentó una reforma fiscal que por muchas razones no es del caso recordarlas, quedó a la mitad del camino, fue frustránea, fue insuficiente, fue tímida. Después de este 72, con un gasto público reforzado, el país reanima su economía, pero evidentemente entra ya de lleno a la época inflacionaria.

A partir de 1970 había empezado a aparecer en México y coincidentemente en el mundo, un claro desajuste entre la oferta y la demanda, empezaban a faltar alimentos, empezaban a faltar materias primas, en nuestro país empezaban a faltar energéticos, teníamos que acudir a lo que nunca antes habíamos acudido, a la importación de crudos, de petróleo crudo; la energía eléctrica era insuficiente; vino, y a mí me tocó estar en esa responsabilidad, esa época de apagones para ahorrar energía, puesto que las fuentes que la producías estaban limitadas; empezaron a faltar productos de petroquímica primaria, empezaron a faltar fertilizantes, empezó a faltar acero y ante esta crisis a traer de afuera alimentos en volúmenes tales que se comprometió nuestro sistema de transporte, particularmente el ferroviario y apareció la última de las crisis que amenazaba estrangular nuestra economía: el transporte. Todo esto en unos cuantos años, todo esto coincidiendo con crisis equivalentes en el mundo, los alimentos que de afuera tenemos que traer adquirían precios de especulación que tenía que pagar el Gobierno de México para poder dar precios accesibles alimentos al pueblo de México. Pero entre los desajustes de la oferta de la demanda, tal vez el más dramático, sin duda el más comprometido, es el de los alimentos. Apreció clara una crisis en nuestro campo, en la producción agrícolas, y si acudimos a la información estadística nos empezamos a explicar por qué.

Empiezo, y espero no fatigarlos, empiezo a dar números para entender lo que ha ocurrido y que podamos juntos manejar una decisión inteligente para que este país que tiene salidas pueda practicarlas, que tiene caminos pueda recorrerlos.

¿Qué es lo que había pasado en el campo, señores diputados¿ Según informes de 1946 a 1952 la inversión pública destinada al campo subía, ascendía al 20% de la inversión total; de 53 a 58 caía al 14.1% de 59 a 64 caía al 11.2%; de 65 a 70 mantenía esa proporción. Impuesto este problema, impuesto el gobierno de este grave problema, a partir de 1970 declaró su decisión de darle prioridad a los problemas del campo, y como en el manejo de estas decisiones tiene fundamentalmente el de la inversión pública, ésta se incrementa de 70 a 74 en 17.8%. Si en 1975 no hacemos un esfuerzo y regresamos al nivel de inversión de por lo menos el 20%, este país seguirá teniendo problemas. Para eso, señores, fundamentalmente para eso estamos formulando la posición de adecuaciones fiscales que tienen, debe decirse, un propósito fundamentalmente recordatorio, porque sólo la recaudación fiscal en estos momentos, como pieza complementaria, permitirá complementar el plan diseñado por el Estado para salir de la crisis, y enfrentarla en un mundo con las características que ustedes conocen.

Basta leer los diarios para entenderlo.

La misma destructuración, lo mismo había pasado con el crédito destinado al campo, cada vez se fue encausando y administrando mal, era necesario imponer orden, era necesario incrementarlo.

En estos años de este régimen hemos incrementado el crédito al campo más del 100% y el esfuerzo es todavía corto, el esfuerzo, no sólo eso, dramáticamente corto si no acertamos a organizar la dirección del crédito al campo tanto del sector público como de la banca, repito, este país seguirá teniendo graves problemas; bastará la insuficiencia en alimentos para que nos percatemos de ello, para que nos demos cuenta del grave riesgo que estamos corriendo si no tomamos decisiones valientes y radicales (aplausos), si no entendemos que nos estamos bloqueando, si no entendemos que nos hemos vuelto con la estabilidad poltrones, y me atrevo a decir, hasta chiquiados; es necesario entender que este país en el momento de crisis, tiene que hacer un severo, radical, varonil sacrificio, y en esta época de igualdad femenina, varonil y femenina, para salir de la crisis, de otra manera, señores, veremos tiempos difíciles para nosotros y lo que es más grave, para nuestros hijos (aplausos).

Perdónenme, señores, el tono que estoy empleando, pero creo que la importancia histórica del hecho en el que estamos participando admite un poco de pasión. Yo, perdónenme también, confieso que la tengo por esta medida sin la cual siento el grave riesgo de que esta país no salga y de que se siga comiendo a sí mismo al no aumentar el caudal de una producción que ahí está, de una producción que solo nuestro desorden, que sólo nuestra indecisión está impidiendo. Si no tomamos esta decisión, señores, este país poco a poco seguirá comiéndose a sí mismo y eso no lo vamos a tolerar. Cuál fue el resultado de este agotamiento, de esta disminución de inversión en el campo y de crédito en el campo: un deterioro de las relaciones sociales en el propio

campo; graves problemas de tendencia, un minifundio cada vez ineficiente, se ha frenado la acumulación de capital en el campo, no hemos podido acelerar su expansión, los esfuerzos realizados hasta ahora han sido insuficientes, tenemos los mismos niveles de producción desde hace varios años una población que no sólo va en aumento, sino que están transformando sus patrones de consumo y que cada vez requiere más, no sólo porque somos más, sino porque estamos consumiendo más, cualitativa y cuantitativamente más, y esto, señores, es un foco rojo de atención que tenemos encendido ante nuestra responsabilidad. Tenemos que entenderlo bien, o producimos alimentos o padeceremos hambre, o atendemos al campesino y le hacemos justicia, o no nos dará de comer (aplausos).

De 1970 a 1974, como una expresión estadística del deterioro que en la economía del país está ocurriendo, baste recordar que nuestra balanza de pagos se ha deteriorado en forma impresionante; si en 1960 nos era desfavorable con 300 millones de dólares; en 1965, pasó a 314; en 70, salta a 905; en 71, con el esfuerzo de restricción y de atonía de queda en 726; en 72, 789, y en 73, 1.331, esto es peligroso, señores, son números, pero son números que indagan riesgo, no nos aceleremos ni los convirtamos, hagamos un vigoroso esfuerzo para evitarlo. Y en 1973, estalla la inflación; nos estalla en las manos, en un solo mes, julio de 1973, los precios se disparan; y subrayo: los que se disparan primero, son los precios; las razones, las que ustedes quieran; los culpables, ¿quién?, que cada quien encuentre su preferido.

Los hechos son como los digo: nos faltan energéticos, nos faltan productos petroquímicos; ya lo dije y lo repito, nos faltan fertilizantes; nos falta acero; nuestras comunicaciones están comprometidas; la especulación derivada de la escasez de la oferta, se apodera de nuestros negociantes; daña a la sociedad; se inicia un desorden que empieza a hacer padecer al país. Se confirma entonces, que el esquema de financiamiento del desarrollo con criterios estabilizadores, es absolutamente insuficiente.

Por otro lado, sobre el conocido hecho de que la inflación beneficia a las clases pudientes, a las que puedan imponer precios; la desigual distribución del ingreso se acentúa en este país, y el gasto santuario, característico del tiempo como éste, sube de punto, sube de proporción, y lo que es más grave, empezamos a importar artículos santuarios; cada vez más, en proporciones mayores, con el doble peligro: desajustar más las diferencias de clases y empobrecer al país.

En 1973, señores, se nos impone una verdad que tenemos que reconocer todos y conjuntamente: la inflación no es una alternativa que dependa de que el gasto público se financie o no, en forma de fiduciaria y con crédito; no, señores; la inflación no nos aparece como un dramático hecho que tenemos que reconocer como dado; ahí está, no es la inflación u otra alternativa, la inflación u otra opción; ni, señores, la inflación con su dolorosa causa de irregularidades.

Dentro de la inflación tenemos que movernos, dentro de la inflación tenemos que buscar alternativas y hallar la mejor; el objeto: salir, ¿Cuándo?, cuando podamos de la inflación; pero entretanto, entender que en ella vamos a vivir. Entender que en ella habremos de encontrar nuestro camino, nuestro nivel, en ocasiones peligroso porque tiene que ir por la mitad de la sierra, por el filo de la cuchilla, para poder vivir, aprender a vivir en este proceso, encontrando de las alternativas las menos peligrosa, la menos dolorosa, la menos comprometida, pero, y hay que empezar a decirlo: ninguna de las alternativas que el la inflación se dan es favorable. Ninguna es agradable. Vayamos enfrentando esa verdad. Ninguna de las alternativas dentro de la inflación es un ramo perfumado de rosas. Ninguna de las alternativas; cualquiera de ellas entraña un sacrificio, un riesgo.

Veamos qué ha ocurrido desde 73. Les suplico que me excusen esto que puede ser un exhausivo análisis de la situación. Si no lo entendemos, no podremos tomar decisiones inteligentes, y con ello no los quiero comprometer; es un calificativo del que me responsabilizo. En este primer momento en que la inflación nos estalla virulentamente, no como alternativa, sino como un hecho que se nos impone, ¿qué es lo que se le pide al Estado? En ese primer momento de desconcierto. ¡qué es lo que los distintos sectores le piden¿ Por un lado, que no suban los precios; por otro lado, que no suban los salarios; por otro lado, que no se detenga el crecimiento económico; por otro lado, que no suba el endeudamiento del sector público; por otro lado, que no se modifique la carga fiscal, y esto, señores, es la cuadratura del círculo. En estado no puede, no hay quien en este mundo pueda hacer algo como esto que se le pide al Estado.

En julio del año pasado, como lo decía yo hace un momento, los precios dan un brinco. ¿Y qué es lo que ocurre en nuestra sociedad¿ El movimiento obrero organizado, con plena justificación, haciendo valer los derechos que nuestras leyes le dan, con forme a los procedimientos que establecen. Plantean una demanda de aumento de salarios que lleva al propósito de recuperar la capacidad de compra perdida.

El gobierno toma una decisión que pone en práctica con un ejemplo: le suben el salario a sus propios trabajadores; y hacen la declaración desde entonces, reiterada, que en este país con nuestras instituciones que han emanado de un proceso revolucionario; que en este país, la lucha contra la inflación no podrá descansar en comisión de injusticia a los débiles.

Y sobre esa base empieza a sistematizarse la lucha contra la inflación. Y pone en práctica el ejercicio de un sistema de comunicación, de participación, prohijado personalmente por el Presidente de la República, que es el tripatrismo: comunicación entre los sectores de la

producción, obreros, empresarios junto con el Estado para buscar soluciones. Y de las consultas recíprocas, el Estado resuelve la lucha contra la inflación que dictamina el los 16 puntos conocidos. Estos, lo hemos dicho muchas veces, conviene repetirlo ahora, de éstos, podemos agrupar los siguientes capítulos, para que veamos qué es lo que ha pasado y entender lo que queremos que pase. El primer capítulo está destinado a controlar el circulante; el dinero que está en la sociedad y que como característica monetaria de la inflación, significa que hay en la sociedad más dinero que los bienes y los servicios que representa, y, en consecuencia, entraña, expresa un desajuste entre la gente que demanda bienes y lo que la sociedad le puede ofrecer. Conclusión: alza de precios.

El primer capítulo, es pues, el que se refiere al control del circulante, al control del dinero excesivo en la sociedad y en el gasto público.

El segundo capítulo es un complejo de medidas que se refieren a la distribución y a la comercialización, fundadas una en actos de autoridad de regulación.

Las primeras responsabilidades de la Secretaría de Industria y Comercio, las segundas de CONASUPO, con un sistema complementario de comercialización a base de estímulos, de tiendas, cooperativas, etc.

Y todo este paquete culmina con la necesidad de establecer una nueva política y, me atrevo a decir, una política, porque antes no existía la de salarios y precios. Salarios regidos por el sistema de la inmovilidad estabilizadora, de la inmobilidad de la época de estabilización que determinaba revisiones bianuales.

Precios, el sistema tradicional desconectado del salarios. Precios unos, subsidios por CONASUPO, otros oficiales y topados que estaban demostrando un total irrealidad, que estaban haciendo vivir a este país en una economía- ficción, haciéndonos creer que regulábamos la economía con topes que o eran burlados o sacrificaban procesos productivos. El sistema era evidentemente insuficiente.

Conforme a este programa, ¿Qué es lo que se ha hecho en el último año y unos cuántos meses más? Lo que en este país se ha hecho, señores, es algo extraordinario, como ha sucedido en forma muy apretada, como nos hemos envuelto tan coparticipadamente en las decisiones, no nos damos cuenta, tal vez, de lo mucho que se ha hecho, de la serie de tabúes que se han roto en estos últimos meses. La capacidad de adecuación, la flexibilidad de este país, su adaptabilidad política para resolver los problemas sin enfrentamientos definitivos que en otras sociedades han sido catastróficos, es extraordinario y eso tal vez algo que nos debe dar mucha confianza en nuestro porvenir, el talento político del mexicano que en los momentos críticos ha aprendido a tomar decisiones negociadas, ha aprendido a componer intereses sin prescindir de derechos, afirmando los suyos, pero entiendo siempre el interés general. Señores, lo que hemos hecho en los últimos meses es extraordinario; en otros países, decisiones de este tipo han llevado a la dictadura, han llevado al fascinismo, han llevado a la descomposición, han llevado a la lucha estéril, han llevado a la pérdida de libertades; aquí tan sólo hemos tenido discusiones y modestas publicaciones en los periódicos, batallas verbales, pero nada substancialmente grave; la solidaridad del mexicano en torno a lo importante, a lo común, está viva, y esto, esto es capital para seguir tomando decisiones, para que no perdamos esa flexibilidad que revela que este país es joven y puede llagar a ser muy poderoso si tienen conciencia clara de lo que esta ocurriendo, si puede participar para combatir, si todos nos responsabilizamos.

¿Qué se ha hecho, señores? Lo voy a enumerar: Se estableció primero un presupuesto prioritario en el que empezamos a poner en práctica lo que llamamos "la autoridad programada", entendida en la orientación del gasto público hacia los aspectos prioritarios de nuestra economía, a aquellos de ésta que empieza a ser una larga exposición, estaban corriendo el riesgo de estrangular nuestra economía; en primer lugar, darle prioridad a la producción de energéticos, fundamentalmente el petróleo, fuente del 90% de la energía que este país consume; recurso fundamental al mundo industrial en que vivimos, característica de los pueblos con o sin destino, el petróleo; y que no nos equivocamos, lo demuestra un hecho que me complace aquí ratificar. Descubiertos desde hace tiempo, dos, tres años, los campos del Sureste, de acuerdo con la programación de gasto de Petróleos Mexicanos, hasta 75, podían explotarse en condiciones de autosuficiencia para el país, aceleradas las inversiones, empeñados nuestros obreros, nuestros técnicos, nuestros administradores, realizaron el milagro de anticipar la autosuficiencia en 6 meses, y esto, señores, que se dice pronto, salvó al país de una grave crisis, para que una vez más este país agradezca su generoso subsuelo, reivindicado por nuestra Revolución y por uno de sus más grandes hombres, agradezca a su subsuelo la situación favorable en la que nos encontramos.

La circunstancia de que en junio fuéramos autosuficientes en materia petrolera, de que en septiembre y octubre empezarámos a explotar para compensar las importaciones de gas y gasolina, salvó a este país del sacrificio de más de diez millones de pesos que hubieran salido para grave compromiso de nuestra economía, y de la paridad de nuestro peso si no hubiera Petróleos Mexicanos resuelto la autosuficiencia de materias de energéticos. Esto se dice pronto, señores, piensan en qué situación tan desfavorable estaríamos si en este momento tuviéramos que seguir importando petróleo a los precios que está pagando el mundo por ese energético; y después me referiré, si ustedes lo autorizan, a los precios a que estamos vendiéndolo, porque no han faltado voces que encuentren defectos, insuficiencias y subsidios a naciones poderosas en el manejo de nuestro petróleo; nada más justo que poner en sus niveles la información, para que juzgue el pueblo de México.

Establecimos, pues, un presupuesto prioritario encaminado a los energéticos, a la petroquímica, a los fertilizantes, respecto de los cuales vamos muy pronto a ser autosuficientes. En este año Cosoleacaque producirá amoníaco, y el que entra no será posible ser autosuficiente en esta materia, y es básico que el fertilizante encarecido también por el precio del petróleo, y por el precio de las fosforitas que en el mundo están también desquiciadas, importante digo, nuestra autosuficiencia para generar la producción en el campo que es básica en este país; orientada también al acero y a resolver el problema de los transportes, particularmente ferroviarios, encaminada a incrementar la prioridad del gasto en el campo en las proporciones a que antes me he referido. Para financiar este gasto prioritario, rompimos en este período uno de los más severos tabúes de nuestra economía: los precios y las tarifas de los energéticos, congelados desde hace más de 10 años fueron aumentados. La medida, tuvo que ser explicada, su beneficio ahora salta a la vista; entonces, en plena inflación parecía paradójica. ¿Cómo es posible que el Estado, en un momento en que los precios suben, suba los suyos? Señores, si no lo hemos hecho hubiéramos seguido financiado nuestro desarrollo en forma deficitaria; no hubiéramos podido incrementar los programas de PEMEX, hubieran salido miles de millones de pesos del país y estaríamos en una crisis severa de la que nos costaría salir mucho más que el costo social del incremento de energéticos, que al final fue absorbido naturalmente por la sociedad y no ha pasado nada, no ha pasado nada fundamental, todo lo contrario, hemos resueltos problemas fundamentales. Tengámoslos en cuenta para cuando tengamos que enfrentar las decisiones complementarias. Se re orientó el crédito, empezó a recogerse el dinero excedente de la sociedad que se crédito de modo de no financiar consumos santuarios y encaminarlo a las producciones inmediatas de las que el país estaba más urgido y necesitado.

Algunos padecieron, en decisiones de este tipo: no a todos puede dejarse contento. Lo que el Estado tiene que hacer en las opciones dramáticas es buscar el interés general, compuesto éste, los intereses particulares encuentran acomodo, de otra manera todos acaban enfrentándose y la sociedad acaba destrozándose. "La función del Estado está pues encaminada a buscar ese equilibrio. Se tomó la decisión de estimular el precio de los productos agrícolas, antes castigados, antes tapados, empezó a darse el campesino el precio adecuado a su cosecha y a pesar de ello, los precios de los alimentos no subieron, de los alimentos básicos, la tortilla y el maíz, sino en proporciones mínimas. Se dio prelación al sector agropecuario, se siguieron realizando los gastos fundamentales de este país, educación, y se entró de lleno al problema de la vivienda obrera, haciendo vivir la institución legislada para ese efecto, que empezó a constituir masivamente en estos últimos años.

En materia de salarios se enfrentó el problema y después de dos demandas acumuladas de salarios, esta representación legisló para celebrar las etapas de revisión reduciéndolas de dos, a un año, adecuando así el sistema de decisión a los cambios de proceso inflacionario.

Se estableció un sistema de precios realista y flexible, todavía no bien entendido, en proceso de adecuación y formación que muy pronto va a rendir óptimos frutos, estoy ciertos de ellos, completando el sistema de precios subsidiados, de precios topados con otros flexible y realista que permite lograr los efectos: evitar el abuso, ése es su objeto, y el solicitar la solidaridad de la clase empresarial para ayudarnos a cortar las puntas de la espiral inflacionaria, para que se esperen en no transferir sus costos a precios, sino hasta que aquéllos, los costos, suban en un 5%. La organización de este sistema está llevando, claro, tiempo, para informar, para instrumentar, para administrar, para educar, pero, señores, este sistema de precios flexibles, es el sistema de precios flexibles, es una decisión fundamental para entender el conjunto de decisiones que en este último año ha realizado el Gobierno Federal. Se llegó con tranquilidad y serenidad al reparto de utilidades, encontrándose una forma sustancial que permitió con los salarios y con estas utilidades, tomar decisiones en materia del salario y del reparto de la riqueza a la clase trabajadora.

Además, se enteró de lleno rompiendo tabúes de siglos, a dos decisiones fundamentales, una que tendrá efecto a mediano y largo plazo, otra de inmediato.

El sistema de paternidad responsable para vencer los problemas demográficos de este país y la igualdad de los derechos de la mujer. Estas han sido las nueve apretadas macizas medidas, que en unos cuantos meses ha tomado este país, rompiendo tabúes, rompiendo inercias, enfrentando la realidad, dándole cara al problema, no metiendo la cabeza dentro del agujero; en ellos, la personal participación del Presidente de la República, debe subrayarse. Personalmente diseño el programa el ritmo de las medidas: salarios, precios, reparto de utilidades,. Tomadas estas decisiones, ahora falta la última; la que completa el cuadro de la serie de instrumentos de que este país debe contar, para resolver el problema de la actual coyuntura, de la actual circunstancia, sin perder de vista los principio fundamentales del régimen, que explican y justifican nuestra convivencia.

Esta medida, señores, se entra de lleno a la revisión del financiamiento del desarrollo, del cual las medidas fiscales que se están proponiendo a esta Cámara forman parte.

Todo ello, como lo decía un momento, acreditan la flexibilidad de nuestro sistema, sin enfrentamientos definitivos, superando el peligro de la incomunicación de las esferas sociales, de las generaciones, de las clases; en diálogo abierto, principalmente, es un estímulo fundamental que el estilo de Gobierno de Echeverría ha dado a nuestra sociedad, participar para compartir, el esfuerzo democrático más grande que en este país se ha hecho, tal vez desde la época de Madero; con base en ese sistema, con base en ese diálogo, con base en la participación responsable estamos resolviendo nuestros problemas, recogiendo la opinión de los intereses

componiéndolos, buceando siempre el general que sólo el Estado en nuestra actual organización puede, por sus funciones, hallar, poner en práctica y garantizar.

Estamos, señores, con la última de las medidas que este país debe tomar para enfrentar la crisis.

No es una medida agradable; no puede ser una medida popular en el sentido común de esta expresión. No puede ser simpática. El Secretario de Hacienda al proponerla, no aspira a ganar simpatías. Simplemente, es un ejercicio de responsabilidad para salvar los problemas de este país. El que fija contribuciones es antipático.

Pagar, no es agradable. Sería más fácil para el gobierno seguir creando deudas que imponer contribuciones. Las deudas las pagan las generaciones futuras, que en este momento no tienen defensor; que en este momento son los niños, son los jóvenes, o tal vez no han nacido. Las generaciones futuras no tienen abogado. Recibir crédito, es agradable. Si tan largo me la fias... Imponer contribuciones en lo duro. Enfrentarse a la verdad, es lo difícil. Hacer cara a los problemas es doloroso. Buscar el halago popular contra estas medidas, es fácil.

Pero, lo afirmo con todo respeto, es demagógico. Levantar, capitalizar la bandera de la impopularidad de las medidas fiscales, "es un recurso feliz y sin duda alegre".

Cuando un niño está enfermo, el que le da medicina es antipático; es odioso, el que le pone la inyección es el que le causa la molestia; el que lo chiquea y halaga, seguramente recibe en la circunstancia el cariño, el júbilo, tal vez la caricia. Pero señores, que distinto es entre halagar y curar. En este momento, la economía de México, la economía de México, requiere ser curada, a pesar del halago; a pesar del fácil manejo de la imagen impopular y antipática del impuesto. Este país tiene que entender que, o hace un sacrificio en este momento, un sacrificio modesto, relativamente modesto, impuesto a las clases medias y altas de las ciudades, o tendremos problemas en los que el sacrificio no va a ser voluntario, sino impuesto por la fuerza de acontecimientos que no vamos a gobernar. (Aplausos).

Ahora, señores, podemos programar y proporcionar nuestro sacrificio, podemos todavía gobernar los acontecimientos si nos fijamos los pantalones; si entendemos que las decisiones tienen que tomarse con valentía, aun frente al desagrado de ciertos sectores de opinión. Vamos a convencerlos de que tenemos razón. Señores, ¡la tenemos¡ ¡Estoy seguro de que tenemos razón¡ Este país necesita esa medicina, vamos a tomarla aunque sea desagradable, de otra manera, no será medicina lo que tomaremos, será enfermedad y será ruina.

Por esta razón, señores, el Gobierno ha tomado la decisión de no seguir endeudándose, estábamos llegando a niveles de manejo comprometido, todavía permitido por nuestra economía pero ya peligrosamente altos. No podemos seguir hipotecando al país, no podemos ir echándoles los problemas a las generaciones que vienen y hasta aquí el grito había sido: "El que venga atrás que arree". Somos nosotros los que tenemos que atrevernos a tomar las decisiones de que arrear y vamos arrear, señores. (Aplausos)

.El júbilo del cohete queda atrás, nos toca y perdónenme este símil, ya tal vez será abusivo, no tratar de recoger las varas. Tenemos, señores diputados, tenemos que entrar a un nuevo orden económico con el que el régimen va a complementar su política. Ahora con muchas dificultades la política de gasto orientada al crecimiento y al desarrollo social que caracteriza al régimen del licenciado Echeverría, tomará la parte complementaria, su financiamiento, para superar definitivamente una historia que empieza a ser una carga y que debe ser superada, que debe ser reorientada, que debe darle sentido a nuestra acción y a nuestra lucha.

Esto es lo que hemos llamado la prueba política de financiamiento del desarrollo. Esta nueva política de financiamiento del desarrollo incluye una política de crédito adecuada a las circunstancias con un manejo de los valores de renta fija y variable que funcionan en nuestra sociedad, por separado las iniciativas y las políticas serán fijadas, pero forman parte de esta intención, una política de precios y tarifas flexibles y adecuadas a nuestra realidad, supera definitivamente la economía- ficción, un manejo patriótico, legal, pero agresivo, de inversiones extranjeras del tipo de las que estamos cerrando en las últimas semanas, para no quedar rezagados ni en la tecnología ni en los mercados internacionales, en las que la intervención del Estado, asociado a la iniciativa privada mexicana, con criterios nacionalistas, se asocie con las grandes empresas que dominan el mundo económico, para participar en mercados y en beneficios. Todo esto con el fisco, constituye lo que hemos llamado "el financiamiento del desarrollo".

¿Por qué hemos tenido que tomar medidas fiscales? Después de la tibia reforma de 1972, teníamos que resolvernos, superar un sistema de financiamiento insuficiente, no podemos descansar en este sistema. ¿Qué es lo que ha pasado a nuestro educamiento del sector público? Algo tan dramático como lo que voy a decir, porque no tenemos porqué ocultar cifras, en su manejo está la justificación de nuestras decisiones, en su información la garantía de la comprensión, asumimos el riesgo y la responsabilidad de las decisiones, y con ellas justificamos éstas que ahora le proponemos al pueblo de México. En 1973 el Gobierno Federal alcanzó, según los datos de la Cuenta Pública que ha sido presentada a esta representación, 113 mil 178 millones de pesos; por su parte los organismos y empresas de Estado se han endeudado hasta el tope de 50 mil 400 millones de pesos, esto el Gobierno Federal 98,600 son deuda interna, 14,500 son deuda externa, y en 1974 nos hemos seguido endeudando, tal vez no tengo los datos porque se están cerrando día con día, y el comportamiento tiene que clasificarse en períodos anuales, tal vez nuestro endeudamiento se incremente en algo más de 10%. Señores, esto no puede seguir así, esto no va a seguir así, el país no puede seguirse hipotecando; no puede seguir hipotecado su destino, el país no puede seguir burlando a las

generaciones que están por venir, si esto es fácil burlarlas porque no hay abogados que las defiendan, el criterio de estadista del Presidente de la República, ha resuelto enfrentarse a esta cruda verdad, y ahora asumir la responsabilidad del gasto y transladársela a nuestros hijos. Eso sería fácil; pero, señores, sería cobarde. (Aplausos.)

¿Cuáles son en estas condiciones de financiamiento, cuáles son las alternativas que tenemos que manejar frente a un gasto público que sostenemos, y es posible que haya quien disienta, lo respetamos de esta idea?

El gasto público es fundamental para el crecimiento económico y para el desarrollo social de este país, cuya mayoría de población tiene menos de 25 años, que en este momento es fundamentalmente consumidora, y a la cual no podemos defraudar, que necesita educación, necesita alimento, necesita salud, necesita seguridad, y todo esto, sólo se le puede proporcionar en alguna medida, no en toda la que quisiéramos, en alguna medida a través del gasto público, la acción del Estado.

¿Pero cuáles son las alternativas que en esta estructura de financiamiento tiene este país?

La primera: reprimir el gasto público. Hay muchos que lo recomiendan; pertenecen a la línea de quienes dicen que para que no haya infracción, que no haya aumento de salarios, para que no haya inflación que no haya gasto público, para que no haya inflación no gastemos en educación, aplacemos la educación, no gastemos en seguridad, dejemos que algunos se mueran y no se eduquen, ya vendrá el equilibrio. Reproductores de la brutal e irresponsable ley de bronce que superó afortunadamente la ideología del mundo contemporáneo y definitivamente nuestra Revolución. No podemos admitir: ni que haya omisión por actos de nuestra responsabilidad, ni muertos de hambre ni jóvenes sin educación. (Aplausos.)

Repito. Cuáles son las alternativas: reprimir el gasto, cuáles son los efectos? El país se frena, viene la atonía, la vivimos en 1971, viene la recesión, el estancamiento, ese estancamiento que pueden tal vez aguantar los países poderosos porque tienen colchones que les permiten consumir en la recesión y reorganizarse. Nuestro país, con sus carencias, no puede correr ese riesgo, este país no puede estancarse, es retroceder, es aumentar la distancia entre las carencias y sus soluciones. Hasta donde el gobierno dependa, este país no se va a estancar. Si le vamos a pedir sacrificio a las clases fundamentalmente urbanas, está justificado, porque de otra suerte el estancamiento es ruina, es desperdiciar las salidas que este país tiene, es no recorrer los caminos que tenemos a la vista, es todo eso. Vendría el desempleo y precios altos. No quiero seguir ponderando lo que esto significaría porque sería abusivo de mi parte, no quiero acentuar con mi pasión el dramatismo de lo que ocurriría. ¿Cuál es la otra alternativa? gastar, manteniendo la estructura del desarrollo estabilizador, seguir pidiendo prestado, seguir hipotecando al país, que es lo que con esta alternativa ocurriría, la inflación seguiría con base en una de sus causas que la hacen general y acumulativa. En estos momentos, admitir que el gasto público se siga pagando con deuda interna a externa, salvo en las proporciones justas, gravísimo, o con dinero fresco, con dinero que creará el Banco de México, sería mantener una de las causas de inflación interna de las que debe responsabilizarse el Estado. Por esta razón, aun cuando el gasto público mantendría un índice de crecimiento de la economía, estaríamos aplazando los problemas, pronto tendríamos que enfrentarlos en condiciones no gobernables y la inflación seguiría, repito, generalizada y acumulativa.

La otra alternativa requiere sacrificios ahora, requiere sacrificios aquí pero es, señores diputados, la más sana.

Dentro de las alternativas que tenemos que manejar en la inflación que no es alternativa, a medio y largo plazo, adición histórica de este país, la que mejor procede y conviene es por la que ha optado el Gobierno de la República: gastar prioritariamente, con financiamiento sano que nos permita seguir creciendo, que nos permita resolver los estrangulamientos, los cuellos de botella de nuestra economía y que ayude a corregir la inflación, por lo menos en aquello que del gasto público deficitario se causa y origina.

No debemos ocultar ninguna verdad, venimos aquí a enfrentarla, no ha eludirla, no a manejar, ni a manipular informaciones; venimos a aceptar responsabilidades.

Las decisiones en materia fiscal, van a entrañar por una sola vez, aumento de precios; no vamos a salirle al pueblo de México, con la alegre noticia de que el fisco no va a causar aumento de precios; si, señores, va a causar por una sola vez, en algunos artículos finales, aumento de precios. Si procedemos con responsabilidad, quienes producen y comercian y con eficiencia quienes controlamos y vigilamos, no tendrá repercusión fundamental en los niveles generales de precios.

Si permitiésemos el abuso de la transferencia de quienes quieran pasar al pueblo de México el aumento de sus impuestos, entonces incurriríamos en la grave responsabilidad de cargarle al perro más flaco todas las pulgas. Eso no lo podemos admitir; para ello, señores, está la presente medida fiscal de acuerdo con el programa diseñado y personalmente controlado por el señor Presidente. Es la última de las medidas que se ha tomado, ¿por qué?, porque antes que todo y precisamente para que aguantaran los movimientos de la economía, se dio a la clase trabajadora un incremento substancial de salarios, que le permite ayudarlos a resolver solidariamente este problema.

Una decisión en materia de reparto de utilidades con el mismo propósito, y un sistema de precios flexibles, que nos permitirá vigilar, que, quienes intervienen en los procesos de distribución y de comercio, no transmitan a los precios; sino aquellos costos que estén justificados y que si se derivan del fisco, se acrediten y no se trasmitan en forma abusiva y desproporcionada. Por esta razón, esta piedra que

es clave en el sistema, se puso al final para contar ya con un sistema de control eficiente, difícil, es cierto; comprometido, es cierto. señores: tengamos fe, tengamos fe en nuestras autoridades, en su honestidad, por más que momento como éstos son de fácil manejo para manipular su imagen ante el pueblo de México, tratando de subrayar su ineficiencia o de deshonestidad. Esto puede ser un recurso político. Nosotros, no lo admitimos. Mantendremos que el sistema diseñado es eficiente. Démosle oportunidad para expresarse. Estoy cierto que funcionará.

¿Cuáles son, señores diputados -y ya voy a acabar con ésta que ya está siendo una muy larga introducción-, cuáles son los objetivos de la nueva política? Tenemos acreditado que el país tiene suficiente flexibilidad para darnos confianza de que sabremos resolver los problemas y enfrentar su solución, sin descomponer la comunicación entre los sectores, las clases y las generaciones. Podemos participar para combatir. La confianza en nosotros, en nuestra capacidad para resolver nuestros problemas, sin enfrentamientos inhibitorios o exhaustivos entre nuestras autoridades y otros sectores, repito, por sí misma, genera recursos o los limita. Nuestros recursos vamos a dedicarlos a las grandes prelaciones nacionales. Si estos recursos adicionales los gastamos con eficiencia, permitirán manejar mejor el crédito interno para que vayan en auxilio y asistencia del sector privado sobre el cual depende gran parte de la producción este país. Sólo si el sector público alivia la presión que sobre el crédito interno está haciendo al demandarle recursos para sus propios programas, podremos disponer de más recursos para la iniciativa privada. Este es un propósito que queremos subrayar.

Podremos hacer frente con más desahogo a las posibilidades de inversiones extranjeras sanas y convenientes para el país.

Es cierto que no se trata de una reforma fiscal respecto de la estructura, claro que el efecto fundamental que perseguimos es recaudatorio. Sin embargo, avanza sustancialmente en el sentido de una justicia distributiva. Más adelante lo precisaré.

No afecta a las masas si manejamos la no transferencia de los impuestos a los precios. El efecto en éstos es limitado, es controlable; frena, además, demandas prescindibles; evitará dispendios; orientará patrones de consumo, no desalentará ni el ahorro ni la inversión, no propiciará la fuga de capitales que sería en este momento un grave riesgo para el país; no creará desempleo, atenuará los contrastes sociales, dará mayor productividad al impuesto según la capacidad de pago. Va a evitar simulaciones y problemas. Va a fortalecer, y esto es fundamental, a Estados y municipios. Y repito, libera crédito interno para inversión privada. Esto es, señores, un gran propósito nacional. Así se permitirá obtener recursos para producir. Todos sabemos -lo que decimos todos los días- la única manera de salir del proceso inflacionario, de la inflación, es producir, aumentar la oferta de bienes, de cosas, de alimentos, de vestidos. Es la única manera. Pero no podemos inventar recursos; inventarlos o traerlos de afuera, es inflar. Es una forma de afirmar y poner en práctica nuestra solidaridad nacional, entendida como lo dice nuestro artículo 3o. sin hostilidad ni exclusivismos; sino una forma de resolver nuestros problemas con nuestros propios recursos, buscando nuestra independencia económica y política.

Si alguna medida, señores, es nacionalista, es esta decisión fiscal, de recoger de la propia sociedad mexicana los recursos que necesita para crecer. Vamos a apoyarnos en nuestros recursos humanos, materiales y financieros. Es ciertamente el esfuerzo fiscal más fuerte que hemos hecho en nuestra historia independiente. Lo subrayo de un solo golpe, meterle al Estado 30,000 millones de pesos de los cuales 21,000 millones derivan de las modificaciones, es un esfuerzo que nunca había hecho este país.

Quiero ratificarlo: este esfuerzo va a entrañar sacrificios para algunos, ninguno muy severo, molestias, limitaciones tal vez, cambios en el patrón de consumo y 21,000 millones de pesos, señores, es el 2% de producto interno bruto. Esto se dice pronto. Es un esfuerzo extraordinario.

¿Qué es lo que a cada clase le estamos pidiendo con este esfuerzo? A las clases populares que paguen un poco más por la cerveza que toman. A las clases medias que pagan más por su gasolina y si consumen cerveza, que lo hagan también. A las clases altas que paguen cerveza, gasolina y el resto de la serie de reformas que ustedes conocen y que inciden fundamentalmente sobre el gasto, sobre la riqueza y sobre el ingreso acumulado de las personas físicas. Esta es la estructura de las medidas fiscales que estamos recomendando.

Y es que, señores diputados, el problema de este país, es un problema a corto plazo. Este país afortunadamente tiene salidas y tiene caminos, como ya he dicho. Sería grave que por indecisión, por irresponsabilidad, no encontráramos las salidas que están en la vista, está allí la orilla, que no recorriéramos un camino que está claro; no es un camino lleno de cosas agradables, es un camino que va a exigir sacrificios y esfuerzos; pero es un camino, es una salida, no somos un país condenado, clausurado en su desarrollo. Lo tenemos a la vista; somos un país con futuro, tenemos fuerzas de trabajo, tenemos un sector empresarial progresista y eficiente que se está solidarizando con el esfuerzo del pueblo de México; tenemos un mercado interno, tenemos capacidad de exportación en incremento, disponemos de energéticos, tenemos en marcha para próxima eficiencia, programas y proyectos en materia petroquímica, de fertilizantes y de acero; el estrangulamiento de nuestros transportes se está resolviendo; tenemos tierras de riego crecientes, tenemos recursos turísticos en plena explotación y en próxima y estimulante explotación, si ponemos en práctica la nueva política de financiamiento del desarrollo no caeremos en círculos viciosos en los cuales

por falta de fondos para incrementar nuestra capacidad de producción este país se siga comiendo a sí mismo día con día, sería una dolorosa decisión el seguir devorándonos estérilmente. Estoy cierto, consciente, de que no basta simplemente incrementar los recursos: necesario es organizarnos mejor, respetarnos, no seguir satanizándonos recíprocamente, echándonos culpas unos a otros, condenándonos, porque eso es inhibitorio, tenemos un sistema de entendimiento, pongámoslo en práctica, no sigamos imputándonos unos a otros culpas que de todos son, si de algunos fueran; estimulemos nuestra capacidad de comunicación y de decisión, incrementemos nuestra eficiencia y nuestra honestidad. Quiero afirmar, categóricamente, que estas reformas sociales de ninguna manera establecen compromiso ni con la ineficiencia ni con la deshonestidad. Si el pueblo de México va a hacer un sacrificio extraordinario para pagar su desarrollo, el sector público asume la responsabilidad de manejar los fondos con honestidad y eficiencia; el que paga manda, el pueblo de México va a pagar más, va a mandar más. Qué bueno, señores, que la opinión pública, que este sistema de comunicación propiciado por le Presidente, haya despertado precisamente la capacidad de reclamación, qué bueno que la opinión pública nos obligue a eficiencia y honestidad; con apoyo en ello este país sin duda, encontrará muchos mejores caminos. (Aplausos.)

Levantamos ahora, señores diputados, la bandera de la economía, ahora si podemos afirmar que entramos de lleno al desarrollo compartido como fórmula para superar el anterior desarrollo estabilizador; entramos de lleno al desarrollo compartido en la carga y en el beneficio, con todos los riesgos y todos sus sacrificios; con esto, señores, concluimos nuestra última medida crítica, tenemos ya todos los instrumentos, serenemos la mente, afiancemos la voluntad, señores, si volteamos la cara a nuestra historia más reciente, podemos afirmar con orgullo que en lo general lo hemos hecho bien, de nosotros depende que lo hagamos mejor. Muchas gracias. (Aplausos.)

INTERPELACIONES

El C. secretario Feliciano Calzada Padrón: Como invitado de honor de esta representación nacional se encuentra el diputado Constituyente Cándido Avilés Inzunza.

- La C. Presidenta: Señor licenciado José López Portillo, por conducto de la Secretaría, varios ciudadanos diputados han manifestado su deseo de formularle algunas preguntas. A continuación voy a dar lectura a los nombres de los legisladores inscritos.

Francisco Javier Gutiérrez Villarreal, Luis León Aponte, Jorge Hernández García, Ernesto Báez Lozano, Abel Vicencio Tovar, Graciano Astudillo Alarcón, Miguel Hernández González, Alejandro Cervantes Delgado, Joaquín Cánovas Puchades, Rubén Rodríguez Lozano, Rogelio García González, Humberto Lira Mora, Alejandro Cañedo Benítez, Demetrio Ruiz Malerva, Ezequiel Rodríguez Arcos, Abraham Talavera López, Ernesto Aguilar Cordero, Augusto Briseño Contreras, Margarita Prida de Yarza, Rafael Moreno Ballinas, Francisco Valdés Zaragoza, Alvaro Fernández de Cevallos, José Luis Estrada Delgadillo y Rafael Tristán López.

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el C. diputado Francisco Javier Gutiérrez Villarreal.

El C. Francisco Javier Gutiérrez Villarreal: Señor secretario, hemos escuchado con toda atención su amplia exposición, que es de gran interés para el país y que servirá para que esta representación popular pondere, reflexivamente, sobre el alcance de esta reforma fiscal que ha llamado la atención por su concepción de los problemas económicos y sociales del país. Aunque usted ya se refirió en su intervención a las razones de las reformas fiscales en proyecto, ¿quisiera usted explicar con mayor detalle, claridad y precisión como es que la aplicación de tales reformas atacará una de las causas reales de la inflación y cómo operarán las reformas fiscales dentro de la estrategia conjunta para hacer frente a la situación económica en que vive el país?

El C. Secretario de Hacienda: Con mucho gusto, señor diputado Gutiérrez Villarreal. Puede parecer paradójico que una reforma fiscal que va a incidir en el aumento de algunos precios, el de la gasolina, el de la cerveza, el de algunos otros artículos, sea antiinflacionaria.

Voy a tratar de explicar por qué esto es así. Hemos dicho en el curso de nuestra exposición que el gasto público deficitario puede estar financiando o con recursos externos que no fueran creados en nuestra sociedad y que, en consecuencia, no representan bienes en ella creados, o por dinero fresco que emitiera el Banco de México y que si es superior a los bienes y servicios que en la sociedad existen, es también inflacionario. ¿Qué cosa es esto de la inflación? Es una imagen analógica, se hace una analogía de inflar algo, la economía se infla echándole recursos que representan dinero sin que haya bienes que correspondan a este dinero en circulación. Por eso dice: inflación, se infla la economía, se infla el dinero, se infla el dinero en circulación sin que haya bienes que le correspondan. Pues bien, la deuda externa o el dinero fresco desproporcionando son inflatorios, inflan la economía desde el momento en que el gasto público va a financiarse con mayores recursos fiscales que se están tomando de la economía, estos recursos son sanos y no son inflacionarios. Esta es una de las primeras explicaciones que podrían darles contestación a su pregunta; por otro lado, la circunstancia de que le estemos quitando a las familias recursos, dinero en circulación, está atenuando su capacidad de demanda y como la inflación se caracteriza por una desproporción entre la demanda abundante y la oferta limitada, la circunstancia de quitarle capacidad a la demanda desinfla, alivia la presión inflacionaria. Por estos dos capítulos las medidas fiscales son

antiinflacionarias, porque manejan recursos sanos y porque quitan demandas a una sociedad que la tiene excesiva y desproporcionada, respecto de los bienes que pueda ofrecer. Un ejemplo de ello, elemental es: Si hay cien huevos y cien pesos para comprarlos, cada huevo costará un peso, pero si aumentamos los cien pesos a doscientos y no los cien huevos, los huevos costarán dos pesos; esto es inflación si le quitamos dinero, proporcionamos la demanda a la oferta, por lo menos en la medida en que el gasto público lo propicie.

¿Qué cómo operarán las reformas dentro de la estrategia conjunta frente a la situación económica que vive el país? Ya lo dijimos; vamos a meterle recursos sanos a una política de financiamiento del desarrollo de tal manera concedida, que vinculada, con la de crédito y manejo de valores, con la de precios y tarifas, con la de inversiones extranjeras permitan orientar nuestra economía hacia las grandes metas nacionales, los grandes objetivos que no debemos perder de vista, a pesar de la crisis coyuntural; y de esta manera, manejando recursos más sanos, el país podrá salir airoso del reto que el mundo contemporáneo le presenta.

Con el manejo de la nueva política de financiamiento del desarrollo, podremos operar en la forma que usted pregunta, y que espero haber dejado satisfecha.

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el ciudadano León Aponte.

El C. Luis León Aponte: Señor Secretario, la prensa internacional ha destacado la noticia sobre la localización de una importante zona petrolera en el sureste del país, frente al Golfo de México, estas reservas según se ha declarado, aseguran el consumo interno y permitirán exportar los excedentes a los precios del mercado, ¿por qué es ahora precisamente cuando tenemos asegurada la energía derivada del petróleo, que se propone una aumento al impuesto de la gasolina?

El C. Secretario de Hacienda: Con mucho gusto, señor diputado Aponte. Estamos empezando a tocar una de las cuestiones que más han inquietado a la opinión pública.

Hemos sensibilizado de todos los Partidos aquí representados y de la opinión pública urbana -y subrayo urbana-, una inquietud en torno al problema del impuesto sobre la gasolina. Pero para concretarme al punto que plantea el señor diputado Aponte, quisiera decirle que el verdadero valor del petróleo no está determinado por su disponibilidad o abundancia, sino por el nivel de la demanda internacional y por el precio que en ella tiene. Es un recurso no renovable. Un recurso cuya importancia capital se ha acreditado en el mundo contemporáneo. Hemos dicho hace un momento que los países pueden dividirse entre los países que tienen y los que no tienen petróleo. Pero repito, no es un recurso renovable. Está en el subsuelo y se agota. Pudiéramos, claro está, pudiéramos, esta generación, la generación que consume gasolina, los dos millones de conductores de vehículos que hay en el país, que con sus familias representan con mucho el 17% de la población, alegremente quemar todo el petróleo que tenemos disponible, y vivir con la alegría de un cohete y estallar jubilosos en el aire. Qué bonito fue mientras duró. Pero el petróleo, señor, no pertenece nada más a esta generación. Pertenece al pueblo de México, que es una estructura puesta en el devenir, que dificultosamente ha llegado hasta estos momentos, y que tendrá que seguir desarrollándose por siglos. Y si no aprovechamos en estos momentos la capacidad que la naturaleza nos ha dado de recursos petroleros para equilibrar nuestra economía, lo habremos de lamentar, precisamente porque tenemos petróleo, tenemos que cuidarlo, no dilapidarlo en usos suntuarios o aplazables. Hacer responsables nuestros patrones de consumo. Aprovechar que en estos momentos el petróleo es un bien altamente cotizado en los mercados internacionales garantizar los recursos que nos permitan apoyar mejor nuestro desarrollo.

Hacerlo de modo distinto, seguiría siendo una irresponsabilidad frente a las generaciones futuras.

¿Por qué razón hemos propuesto el impuesto a la gasolina?; que es eso, un impuesto. Lo imponemos. ¿Por qué razón? No es sino un impuesto al consumo. Por varios propósitos. Porque es una forma, la más eficiente en este momento, de esta coyuntura, para recaudar recursos que permitan al país financiar su desarrollo con todos los efectos a los que me acabo de referir. Segundo, porque en la medida en que ahorremos combustibles racionalizándolo, o racionándolo, y nada mejor que el precio para ello, tendremos dos cosas: o no necesitaremos importar, que todavía importamos gasolina y tendremos que hacer en el corto y mediato plazo, y por eso insistimos que el problema del país en el corto plazo, o no importaremos gasolina o dispondremos de mayor cantidad de petróleo para exportar y para incrementar nuestra recaudación de divisas. Por esa razón, por esa razón puede parecer paradógico el que nosotros cuando tenemos más petróleo, es cuando gravamos más su consumo, porque lo estamos cuidando para el desarrollo del país; porque tenemos que responsabilizarnos ante las generaciones futuras; porque si lo tenemos no debemos dispensarlo, no debemos dilapidarlo; las clases que en este momento lo consumen son minoritarias, corresponden a una estructura de consumo urbano, premiado, privilegiado en el contexto mayoritario de este país. La ciudad de México, la ciudad de Guadalajara, la ciudad de Monterrey, las grandes ciudades, no son México; México es algo mucho más que todas ellas.

Frente a los dos millones de usuarios de gasolina, están 54, 55 tal vez, millones de mexicanos que no usan automóvil propio y para los cuales necesitamos los recursos que transferimos de quienes en nuestra sociedad están revelando, por hecho de tener automóvil, una mejor condición económica, y quiero de una vez por todas, empezar a explicar este problema. No consideramos al automóvil, en muchos casos, como un artículo de lujo. El impuesto a la gasolina no es un impuesto al lujo, es un

impuesto al consumo de las clases relativamente más favorecidas de este país, que por el hecho de tener automóvil pueden hacer que un sector de clase media, baja, algún sacrificio. Las otras, ni siquiera eso. (Aplausos.)

Por todas estas razones ahora hemos iniciado el impuesto a la gasolina, para que la economía urbana de una vez por todas a través de los representativos de una riqueza relativa, relativa no digo que todos los propietarios de automóviles sean recios, todos los propietarios de automóvil están en condiciones de tenerlo y frente a la enorme mayoría que no lo tiene, tienen más que ellos.

En consecuencia, para ser proporcional la participación estamos gravando su consumo, con los propósitos señalados, y por la razón que he expuesto, se explica que precisamente ahora que lo tenemos debamos aprovecharlo, ni dispendiarlo, ni mal usarlo.

Espero haber satisfecho su pregunta.

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el ciudadano diputado Hernández García.

El C. Jorge Hernández García: En relación al impuesto que se aplicará a la venta de la gasolina, se ha señalado una cuota de un peso por litro, que se aplicará tanto a la gasolina que actualmente tiene un costo de uno cuarenta cómo aquélla que vale dos pesos en litro. Considero que este impuesto no es equitativo, ya que permite que se pague un mismo impuesto por aquéllos que utilizan un automóvil de menor costo y aquéllos otros que utilizan vehículos de mayor precio. Creo que resultaría equitativo y ésa es mi pregunta, aplicar a la venta de gasolina más barata un impuesto menor. Es ésta mi pregunta, señor Secretario.

El C. licenciado José López Portillo: Muchas gracias, señor diputado Hernández García: tocamos sin duda el punto más delicado de las modificaciones fiscales que hemos propuesto. Qué país tan generoso, qué país tan extraordinario es éste, cuando el problema fundamental que en una reforma fiscal de esta importancia, que en una educación fiscal de esta importancia presenta como problema el consumo de gasolina para las clases medias bajas urbanas; yo estoy verdaderamente asombrado y agradecido con el pueblo de México, con sus sectores, por esta recepción tan generosa a este esfuerzo fiscal extraordinario, el más alto en su historia. Lo que voy a decir no es un alegato contra la clase media, sería torpe y suicida de mi parte hacerlo, la clase media urbana es la que tiene canales de opinión, la que se expresa y se inquieta, la que ve el radio, la televisión, lee los periódicos y revistas, tiene capacidad de expresión y defensa, forma presiones, llega incluso a deslumbrarnos al extremo de que una faja reducida, respetabilísima, pero reducida, levante como bandera la de que expresa la opinión pública nacional y la de que sus intereses se identifican con los del pueblo de México, forma parte de esos intereses: son, repito, respetables, deben ser particularmente cuidadas, pero vamos, señores, a meditar razonablemente en lo que significa el impuesto a la gasolina, medicina desagradable, antipático el Secretario de Hacienda que ahora con plena responsabilidad, con plena sinceridad ante ustedes vuelvo a afirmar que la Iniciativa está fundada y justificada. Señores, la Autoridad Hacendaria mantiene la convivencia general de que este impuesto tenga ese carácter. Sé que lo que digo no es grato a quien va a hacer el sacrificio y me lo pedirán a mí, y yo lo haría. Sí encontramos una fórmula equivalente de sacrificio y dispuesto voy a hacerlo. Esto es ridículo que lo diga, pero creo que por lo menos fue un desahogo a una crítica que está latente, que hacen los funcionarios frente al sacrificio de la clase media.

Repito, éste no es un alegato contra la clase media, sino en favor de las clases más desprotegidas del país, los que auténticamente son la mayoría de este país, los campesinos, que viven en el desierto, en el trópico, que trabajan o que no pueden hacerlo, que producen y no están organizados, que tienen carencias fundamentales, las clases urbanas que no tienen coche y sí graves problemas de transporte. Esos son los problemas fundamentales. Me voy a extender un poco porque es tal vez la inquietud que he captado de mayor virulencia en la opinión pública urbana.

¿Quiénes son quienes tripulamos coches? Hay en el país dos millones de vehículos, si ponemos cinco familiares por cada vehículo, la proporción es del 17% de nuestra población.

El 17% de la población no es la mayoría. De estos dos millones de vehículos muchas familias tienen dos, tres y hasta cuatro automóviles; de las familias que tienen automóvil muchos, las más tienen recursos suficientes para contribuir con un peso al litro de la gasolina, muchos, la clase media, si vale la expresión media alta y la clase rica que son los más, tienen capacidad de contribución.

¿Quiénes son los que realmente significan problema? Señores, voy a manejar cifras crudas con toda sinceridad. Si muchos, trescientos mil o 400 mil miembros de la clase media baja que por tener salarios reducidos, los 200 ó 300 pesos al mes con los que tendrán que contribuir, tendrán que hacer en esa medida un pequeño sacrificio. Qué maravilloso país que resuelve sus problemas sacrificando en esa pequeña proporción a un pequeño sector de los 57 ó 58 millones de habitantes que hay en este país. Sería inconveniente, señores, que por proteger, que por evitar un pequeño sacrificio frente a las grandes carencias nacionales de un sector tan reducido de la población, nos privaramos de una recaudación sustancial que le resuelve a este país la mitad de su incremento en el financiamiento de su desarrollo, del impuesto sobre la gasolina habremos de recaudar 11 mil millones de pesos. Si por proteger el patrón de consumo de esa clase media baja lo quitamos, evitamos que un millón 700 mil personas que sí pueden hacerlo no lo pagan. Por un espejismo, proteger a la clase media baja, estaríamos evitándonos la contribución de las clases que sí pueden y

deben contribuir al financiamiento del desarrollo de este país. Puede parecerles un manejo crudo, pero tengo la obligación de ser crudo. Ya manejaremos en su oportunidad algunos sistemas de estímulo. Por lo pronto mantenemos -y ustedes, esta soberanía lo resolverá en definitiva- mantenemos por otras muchas razones que a continuación voy a darles a ustedes para de una vez por todas resolver las inquietudes que en torno a este impuesto se han presentado.

Es un gravamen a la sociedad urbana. Forma parte, en consecuencia, de la filosofía que sustenta la reforma: la ciudad debe ir ahora en auxilio de campo. En la ciudad están prácticamente todos los automóviles. Puede transferir vía gasto los recursos que necesitamos para que nuestro campo crezca, y que nuestro campo crezca permitirá que la sociedad urbana siga gozando de los privilegios relativos, pero en la relación está el privilegio de que gozan frente a la población rural. La disponibilidad de recursos es la que nos permitirá financiar el desarrollo, es un impuesto de muy fácil administración, se va a cobrar en las gasolinerías, en los expendios de gasolina, que son pocos, y este fácil cobro de la gasolina lo hace barato y en consecuencia multiplica su eficiencia; concurre a la distribución del ingreso; afecta a los propietarios de automóviles que son pocos, y por lo general los más ricos de nuestra sociedad, los relativamente más ricos de nuestra sociedad. Afrontemos esa verdad señores, quien tiene un automóvil en nuestra sociedad, ya está indicando una capacidad por lo menos, para adquirirlo frente a millones y millones que no la tienen. Esto, señores, es lo que hace equitativo y proporcional el impuesto a este gasto. Permitirá un mejor uso de nuestros recursos, modificará en consecuencia patrones de consumo, nos tendremos que ir, nos tendremos que ir hacia el automóvil más económico, a los que usan menos gasolina, menos láminas, menos hule, menos pintura, menos todo, el carro chico, a hacer razonable el consumo de algo que en este momento estamos derrochando, permitiendo que monstruos consumidores de un energético, de un producto no renovable, arrastren a una sola persona, o a dos; hagamos razonable nuestro consumo.

El impuesto no es inflacionario, recoge recursos de la sociedad y retira capacidad de demanda como lo he explicado y sólo afecta al transporte individual de personas, no al colectivo porque se han tomado las providencias para que esto no suceda; en consecuencia es un consumo final, es un consumo final. Quita virulencia a los excesos de demanda.

Con ello contribuye al financiamiento sano de nuestro gasto público; nos ayudará a combatir la contaminación.

Por otro lado, señores, vamos a cuantificar el verdadero sacrificio que este impuesto significa. Si suponemos que un carro chico, al año -y esto es un promedio razonable-. recorre 20 mil kilómetros, al año gastará su propietario dos mil pesos; menos de doscientos pesos mensuales; es difícil suponer, que quien tiene automóvil no pueda hacer el sacrificio de doscientos pesos mensuales por ayudar a la sociedad a financiar mejor su desarrollo; doscientos pesos.

El que tiene un automóvil medio y recorre la misma distancia, gastará al mes entre doscientos ochenta y si mucho, entre trescientos pesos más, si cuida claro su consumo, si cuida claro, su automóvil, si lo carbura bien, si lo gobierna, si lo usa para lo indispensable, si modifica su patrón de consumo; quienes tienen carro grande y recorran los mismos 20 mil kilómetros, gastarán algo más de 4 mil pesos al año.

En esto está la proporcionalidad del impuesto; en que quienes tengan por razón en su capacidad económica, carros chicos, quienes tengan carro grande, pagarán por su consumo, más, claro; quienes tengan carcachas, pero el carcachismo debemos de irlo desterrando de este país; no debemos transportarnos, por muchas razones en carcachas, porque son contaminantes, porque consumen demasiado, porque deficienta al transporte en vías rápidas, ustedes saben que la eficiencia del transporte en la carretera, está en la medida del carro más ineficiente, es el que regula la velocidad, lo mismo en el periférico, lo mismo en las grandes vías, el carchachismo debe ser desterrado, las clases populares deben de ir al carro chico y en esto estaría la proporcionalidad del impuesto.

Por otro lado, señor diputado, para contestar muy concretamente su pregunta, desgraciadamente no hay relación entre el precio y tamaño del coche y la calidad de gasolina que consume. Si existiera, si existiera la relación hubiera sido fácil. Pero aquí tengo -no lo tengo pero sí en la cabeza-, algunos datos. La gasolina fina y cara es consumida por Datsun, por Chevelle, por Chevy, y por Rambler Classic. Los demás automóviles, los grandes automóviles, pueden consumir, deben consumir gasolina barata.

Advertirán ustedes que quienes forzosamente, carburados al nivel, a la altura de la ciudad de México, consumen gasolina cara, son carros chicos y medios. Los grandes carros pueden consumir gasolina barata.

Por otro lado señores diputados -y voy a acabar de ser desagradable-, por otro lado, señores, para beber esta copa hasta el fondo, señores, ¿qué es lo que nos ha ocurrido en esta economía de consumo en la que estamos viviendo? Suponer que los intereses del pueblo de México se reducen, se reducen a la protección del consumo de quienes pueden conducir un automóvil. Estamos deformando nuestra concepción en condiciones de un aburguesamiento que no podemos permitir (aplausos).

El pueblo de México y sus intereses no son esos 500 mil, 400 mil, tal vez medio millón de miembros respetabilísimos de la clase media que van a tener un pequeño problema de sacrificio por el consumo de gasolina. No señores, el pueblo de México es mucho más que eso. Ni siquiera se expresa exhaustivamente

en la ciudad. No nos deformemos por la proximidad del fenómeno urbano y sus consumos, consumos que son extraordinarios respecto a los precarios que tiene el resto de la población mexicana a la que tenemos que atender. Y esto, señores, no es demagogia, el esfuerzo que tiene que hacer el gobierno de México, con base en el apoyo popular y que representa el incremento en materia de impuestos, es precisamente resolver el problema a largo plazo; un pequeño sacrificio señores, cuando en el resto del mundo en nuestras condiciones la gente se está muriendo de hambre; que cosa es señores que un propietario de un vehículo pague 200, 300 pesos al mes más y que no nos prive de esos once mil millones de pesos que están haciéndole falta a este país; que sacrificio es ése señores, cuando países como la India, como Bangladesh, como otros muchos están padeciendo hambrunas como en la Edad Media.

Que país tan generoso cuando este esfuerzo fiscal, el mayor en la historia independiente de este país, significa este problema. Ponderemos señores, podía seguir agotando su paciencia, con más argumentos sobre el particular.

Quisiera, simplemente dejar enérgica, responsable, sinceramente el criterio de la Secretaría de Hacienda en el sentido de que estamos pidiendo sacrificios porque los tiempos lo exigen. No es época de contemplaciones, estamos ciertos que la impopularidad de esta medida podrá ser capitalizada en lo político, en lo publicitario, en lo demagógico, pero señores, enfrentemos la verdad con plena responsabilidad, enfrentemos la verdad. Tenemos la razón, un pequeño, pequeñísimo, sacrificio que nos permita salvar el corto plazo es nada.

A mayor distancia, cuando la historia nos juzgue, será ridículo que se diga o que se deje de decir: el mayor esfuerzo de ese país se realizó o se frustró por el consumo de la gasolina a una clase social urbana privilegiada relativamente. Sería una vergüenza para esta generación, que teniendo las soluciones en las manos; que teniendo la solución del corto plazo en las manos, por miedo a que nos tomen por bandera de la impopularidad, que nos hagan demagogia publicitaria por este impuesto, dejemos de aprovechar la capacidad de financiamiento que genera para aplicarla a las grandes prioridades y prelaciones nacionales. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el ciudadano diputado Báez Lozano.

El C. Ernesto Báez Lozano: Señor licenciado José López Portillo, Secretario del Despacho de Hacienda y Crédito Público. Yo había elaborado una pregunta que en realidad en su vibrante, valiente, sentidísima intervención desde el principio de esta comparecencia ha contestado en gran parte. México es un país incluso relacionándolo con países de igual desarrollo al nuestro, tiene un aspecto fiscal minoritario. O sea, incluso con países de igual desarrollo la carga fiscal es menor en México que en otros países. Entonces la pregunta que yo he elaborado, señor Secretario, ya la ha contestado en forma muy brillante. Sin embargo, me queda una preocupación que en cierta forma también creo es preocupación de una gran mayoría de los integrantes de esta Cámara. ¿Qué impacto podrá tener el aumento de estos impuestos en la clase media? y refiriéndome, abundando, en lo que ya tanto se ha dicho sobre la gasolina, quiero referirme en forma muy especial a esos coches antiguos, a esos automóviles viejos de muchos hombres de nuestra clase media que aún los han costeado en pagos y plazos, los han comprado a plazos; en qué condiciones van a quedar esos ciudadanos de nuestra clase media y, ese impacto, señor Secretario, en la clase media sobre los impuestos en general de esta reforma que en forma tan vibrante, tan sentida, nos ha hecho llegar el día de hoy.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: Muchas gracias señor diputado Báez Lozano, gran amigo mío. Le agradezco sus conceptos, recojo su inquietud. En el cuerpo de nuestra intervención, decíamos en forma esquemática qué es lo que esta modificación fiscal representa para las clases económicas de este país, el aspecto fundamental está encaminado a las clases medias y altas urbanas, de este esquema sólo que, no funciona el impuesto a la cerveza que es una bebida popular; decíamos qué es lo que le pedíamos a cada una de las clases sociales, a las clases populares que contribuyeran con diez centavos por cada botella de cerveza que se bebieran, esto va a resultar curioso para efectos anti-inflacionarios por todos conceptos. (aplausos) Bien, a la clase media, la repercusión es fundamentalmente por la cerveza, si la consumen, por la gasolina, con las características a que aludí en la contestación a la pregunta anterior y que considero reiterativo y aburrido para ustedes el que se las repitiera; alguna contribución adicional por su casa si tiene un valor superior a 100 mil pesos y prácticamente nada más si corresponde a la faja de la clase media que llega a ingresos anuales de 210 mil pesos: para arriba empieza a tener como persona física algunos adicionales, esto nada más; las clases altas, éstas, aquéllas que tienen recursos superiores a esos 210 mil, 220 mil pesos al año, van a pagar mucho más; esta es la proporcionalidad y equidad de las medidas que estamos proponiendo; hemos preparado algunos cuadros ilustrativos, como inciden los ajustes fiscales en el ingreso y gasto del sector rico de la población. Voy a ver si es comprensible el cuadro que hemos formado, vamos a ver el consumo, el consumo personal: por cada peso gastado en restaurantes y bares de lujo, ese miembro de la clase rica pagaba en 74, 4 centavos, en 75 pagará 15 por cada peso que consuma en restaurantes y bares de lujo. Automóviles de lujo y yates, antes pagaba 15 centavos por cada peso, ahora va a pagar 30 centavos. Automóviles standard, 4 centavos, va a pagar 15 centavos. Automóviles compactos 4 centavos, va a pagar 10: automóviles populares, 4 va a pagar 5. Aviones y avionetas. pagaba 4. va a pagar 30;

motocicletas, pagaba 4, va a pagar 10 ; gasolina pagaba 7, va a pagar 75; agua pagaba un peso, va a pagar dos.

En consumo por empresas; incrementó al impuesto al ingreso por no deducibilidad de gastos de propietarios y funcionarios en automóviles, representación, atenciones, viajes, casa de recreo y otras que no son normales y propias del negocio, por cada peso gastado en el nivel máximo tarifario, va a pagar 42 centavos el rico, el de la clase media, considerada ésta de 220 mil pesos al año para abajo, no va a pagar nada de esto.

Ingreso de las personas físicas: incrementó en impuesto al ingreso por peso ganado proveniente de sueldos, honorarios arrendamientos, rendimiento de certificados de participación inmobiliaria y otros acumulables en ingresos anuales de 220 mil pesos, seguirá pagando 148, es decir 14-15 centavos por cada peso. De 370 mil pesos para arriba paga ahora 21.7 centavos, pagará 23.3; de 510 mil para arriba paga ahora 24.5 pagará 27.5 de un millón y medio de pesos para arriba paga ahora 42 centavos, pagará 50 centavos por cada peso, la mitad de sus ingresos. De sus inversiones inmobiliarias al incremento en impuesto predial por cada peso de inversión, considerando la revaluación y la tasa media, pagaba cinco milésimas de centavo va a pagar ahora 12; en inmuebles edificados y no edificados pagaba lo mismo, va a pagar ahora 7 centavos.

Habrá además, para esta clase social rica, algunos otros ajustes en impuestos sobre la renta proveniente de la venta de inmuebles que va a permitir un manejo de la plusvalía más inteligente para el fisco y también pagará impuestos del timbre. Creo que con esto, señor diputado Báez Lozano, estamos ilustrando sobre la proporcionalidad de la carga fiscal. ¿Qué es lo que estamos gravando a las clases populares? la cerveza. ¿Qué a las clases medias?: si acaso gasolina, casas mayores de 100 mil pesos, rentas acumulables, si las tienen y algunos pequeños impuestos adicionales, nada fundamental. A las clases que ganan al año más de 330 mil pesos los gravaremos proporcional y progresivamente más, esta es la estructura de equidad y proporcionalidad que para cumplir con el mandato constitucional estamos proponiendo. Advierto a usted que el sacrificio no es excesivo si concluimos que con esto recaudaremos 21 mil millones de pesos adicionales y llegaremos, con los aumentos naturales de precio, con el propio proceso inflacionario y con adecuaciones a la estructura administrativa, a los 33 mil millones de pesos con los que financiaríamos nuestro desarrollo. Espero haber contestado su pregunta.

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el C. diputado Vicencio Tovar.

El C. Abel Vicencio Tovar: Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público: Con motivo de la actitud asumida por el PAN al que pertenezco, oponiéndose a algunos de los impuestos programados, algunas sectores de opinión numerosos se han acercado a nosotros pidiéndonos cumplamos nuestra función de representantes populares y pidamos aclaración de algunas cuestiones que inquietan a los contribuyentes y que los afecten. Movidos por el deseo de cumplir el papel responsable que un partido verdadero de oposición representa en un país con vías democráticas, nos vemos en la necesidad de suplicarle nos admita tal vez más de una cuestión de cada uno de nosotros, tal vez a más de una cuestión.

El C. Secretario de Hacienda: Estoy a sus órdenes, no necesita usted suplicar sino ejercer un derecho, es una cortesía que mucho le agradezco el que haya usted empleado esta fórmula. (Aplausos.)

El C. Abel Vicencio Tocar: Hace un momento, entiendo inquebrantable, respecto a alguna crítica, por ejemplo del impuesto a la gasolina. A pesar de ello, entendemos que la opinión de un gran sector del público mexicano, inclusive de los no radicales al Gobierno, ha manifestado su rechazo a alguno de los impuestos que se están sometiendo a la consideración de esta Cámara.

Muy llanamente y muy sinceramente quisiéramos saber en relación con lo anterior, si ocurre que a partir de la comparecencia de usted ante esta representación nacional, la mayoría del pueblo mexicano sigue manifestando su oposición, oposición fundada en la razón y no en sentimientos; ¿en ese caso la Secretaría de Hacienda reconsideraría algunas de las medidas programadas?

2o. Si se habla de reforma fiscal usted anuncia la segunda etapa, señor Secretario; también quisiéramos saber si de continuar los pasos de esta reforma, lo que el pueblo puede esperar de ella es simple y llanamente un nuevo aumento de impuestos; y, por último, aunque usted nos ha manifestado que se hará un llamado a los empresarios en su responsabilidad y eficiencia para evitar que el alza de los impuestos produzca un aumento de los precios, me gustaría saber si la Secretaría de Hacienda o el Gobierno Federal ha tomado alguna medida más concreta para retrasar o evitar definitivamente cierto impacto inflacionario que sobre los precios ciertamente puede tener el aumento de los impuestos.

El C. Secretario de Hacienda: Con mucho gusto señor diputado Tovar. Reitero mi agradecimiento por la forma tan considerada en que ha formulado usted su pregunta.

Con el mismo respeto y consideración yo quiero subrayar, que no me parece exactamente, el que la mayoría del pueblo de México haya expresado su inconformidad respecto de ninguno de los impuestos propuestos por el Ejecutivo.

Lo han expresado hasta donde yo sé, los miembros de todos los partidos que se inquietan por las explicaciones de este impuesto, sin duda inusitado, que representa un sacrificio; reiterar lo que he dicho, sería ocioso; no puedo decir mucho más, abundar lo considero innecesario. Lo ha expresado además, algún distinguido sociólogo caricaturista a quien

mucho respeto y quiero, o caricaturista sociólogo, no sé cómo ubicarlo; y ha hecho mella porque tiene un gran prestigio por su sinceridad; a este gran amigo mío, cuando salió esa caricatura le dije, usando una expresión un poco brusca "Me has fastidiado, porque antes de escuchar y de saber las razones, has emitido una opinión que es particularmente responsable por tu prestigio y penetración en la opinión pública"; no sé si está aquí, lo invité a que viniera, y lo reté a que me escuchara como penitencia, ojalá que esté cumpliendo.

Si le convencía, lo invité a que declarara públicamente; si no lo convencía, siguiera haciendo lo que quisiera; esto dicho con la mayor responsabilidad y cariño a Abel Quezada, y si algunos otros centros de opinión que se activa y se expresa, pero sigo manteniendo señor diputado, que la mayoría del pueblo mexicano es una mayoría silenciosa que todavía no encuentra canales tan inmediatos de comunicación. Esa mayoría silenciosa tiene que ser interpretada por el Estado. Esa mayoría silenciosa es la que sin duda respaldará estas medidas porque sabe sin duda que son las que necesita el país, aunque para ello se sacrifique la clase urbana, que hasta ahora, ha sacrificado a la clase rural. Sigo manteniendo la misma afirmación. (Aplausos.)

Señores, esto va a ser muy pintoresco. Lo lamento mucho. Está presente Abel Quezada, y dice: "Señor Secretario, lo oí -normalmente me habla de tú-, lo oí y lo felicito con amor. Fue usted claro y valiente, explicó usted el mejor camino. Abel, no sé donde estás. Gracias por tu sinceridad."

Perdonen este pintoresquismo; no sé si haya precedentes pero en fin, lo estamos sentando.

Señor diputado, la Secretaría de Hacienda es el apoyo técnico del Ejecutivo Federal. Quien inició estas modificaciones es el Presidente de la República. En un juego de división de poderes, que garantiza el juego democrático y la garantía de los derechos que consagra la Constitución, la Secretaría de Hacienda ha cumplido, está cumpliendo en este momento, su intervención. El resto de la tarea legislativa, una vez iniciada por el señor Presidente, corresponde a esta alta soberanía. Nada puede hacer la Secretaría de Hacienda para modificar el proceso legislativo, fuera de seguir informando al país su opinión y su criterio. No respetaríamos la división de poderes si en este momento retiráramos o dejáramos de actuar, o corrigiéramos, o qué sé yo qué, respecto al proceso legislativo. Resolver la iniciativa, corresponde a los señores diputados decidir cual es el mejor camino. Creemos nosotros que el planteado. Si de la Secretaría de Hacienda dependiera, la iniciativa presentada por el Ejecutivo no variaría ni un ápice.

Digo más, esperamos de la representación popular, la perfección y el completamiento de estas medidas. Así creo haber resuelto con todo respeto, con idéntica consideración, la primera parte de su pregunta.

Respecto de la segunda si estas modificaciones fiscales van a ser seguidas por otras medidas, eso lo tendríamos que ubicar en el tiempo futuro y en el encadenamiento y concatenación de los acontecimientos. Lo que le puedo decir, en forma responsable y sobre todo útil, es que la política de ingresos para finalizar este desarrollo ha tenido una secuencia en 73 y en 74. En 73, como se dijo, actuamos exclusivamente en tarifas y precios, y eso impidió el mayor endeudamiento al sector público.

En este año, como lo dijimos desde entonces, actuamos en materia fiscal, pidiéndole al pueblo de México, en máximo de sus esfuerzos realizados de que es independiente para poder manejar el financiamiento del desarrollo.

¿Qué haremos en lo sucesivo?

Depende como vengan los acontecimientos. Si con estos resolvemos el problema, aquí nos quedaremos. Si necesario es tomar medidas de una auténtica reforma fiscal, si lo permite el tiempo para adecuar el equilibrio del ingreso, se tomará el propósito fundamental del gobierno como ha sido públicamente declarado, es lograr una equitativa distribución del ingreso. Y en este país con las características que tiene, esa equitativa distribución del ingreso se logra de dos maneras: con una política de salarios y precios y con una política fiscal.

Si al país le conviene, estoy cierto, -no depende de mi- el Ejecutivo tomará las iniciativas que encuentre benéficas para el pueblo de México.

Por último, respecto del precio.

Hemos dicho, ahora lo reitero, estas medidas de adecuación fiscal, fueron programadas como las últimas de un proceso cuidadosamente elaborado. Se tomaron el cúmulo de medidas que acreditan la flexibilidad de este país, como he dicho, para hacer un esquema comprensible, salario, precios, reparto de utilidades, fisco. Hemos completado así una política de precios vinculada a una política de salarios, precisamente para garantizar que el incremento de salarios sólo se transfiera a los precios cuando se acredite ante la autoridad el costo, sólo en la proporción en que se acrediten, sólo cuando exceda del 5%. Yo mantengo, perdónenme ustedes, yo mantengo la eficiencia de nuestras autoridades. Estoy cierto que la Secretaría de Industria y Comercio, bajo la responsabilidad de mi tocayo Campillo Sainz, sabrá hacer eficiente este instrumento que ha puesto en sus manos el Ejecutivo para proteger al pueblo de México y estoy cierto que vía control de precios, flexibles, realistas, se evitará que se pasen a precios los incrementos en salarios cuando no sean adecuados, cuando estén acreditados y que lo mismo ocurrirá en fisco.

Pero, señores, para evitar el abuso no hay más que un solo instrumento eficiente, una opinión pública fortalecida con la convicción de que está pagando por el desarrollo del país y de que no debe, quien puede hacerlo, abusar de su preeminencia económica o social.

Para controlar los precios, para controlar los procesos sociales y económicos, nada mejor que un pueblo vigilante y el pueblo de México está aprendiendo a ser un pueblo vigilante, no haciéndole perder la fe en sus autoridades, siendo justos con las críticas que a éstos se hagan, ya después volveremos sobre este tema si hay oportunidad para ello, pero creo que la medida oficial, responsable, está tomada. Una política de salarios-precios que permitirá controlar el efecto justo del fisco en el propio precio. Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el ciudadano diputado Astudillo Alarcón.

El C. Graciano Astudillo Alarcón: Señor Secretario. Considerando que con la aplicación de las nuevas medidas fiscales el aumento de los ingresos del Gobierno Federal será de importancia por su magnitud, ¿qué aplicación se pretende dar a este ingreso adicional? ¿En qué medida se dejará de recurrir a la contratación de financiamiento tanto internos como externos? ¿Qué ventajas tendrá para el país tal forma de financiamiento?

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: Muchas gracias señor diputado Astudillo Alarcón. 33 mil millones de pesos financiarán sanamente el presupuesto del año que sigue. ¿A qué los vamos a dedicar fundamentalmente? A corregir la desestructuración de las inversiones en el campo, del crédito en el campo; de la exposición inicial que hice quedó manifestó que la intervención se ha reducido substancialmente; nuestra meta para 75 es volver a llegar a los niveles que consideramos sanos mínimos de inversión en el campo, otra vez el 20%, dedicar por liberación de otros recursos mayores crediticios al propio campo con una mejor organización, con mayor responsabilidad, la derivada que nos da el esfuerzo que está haciendo el pueblo de México. ¿En qué medida esto alivia la carga tributaria? Señor diputado, en la protección que se aumenta el ingreso. Quiero aprovechar esta ocasión para dejar claro lo siguiente: la circunstancia de que, como esperamos, las reformas o adiciones fiscales se aprueban, no significará que dejemos de acudir ni al crédito interno ni al crédito externo, sería torpe de nuestra parte acudir al crédito porque forma parte del patrimonio de esta Nación, patrimonio que ha cuidado en forma extraordinaria; si algún país en el mundo tiene un crédito sano, viable, es este país, porque ha sabido cumplir escrupulosamente sus compromisos, los niveles de endeudamiento nunca han sido tales que nos hayan puesto en mora; acudiremos al endeudamiento externo para completar nuestras inversiones; sólo depender del fisco sería insuficiente incluso con estas reformas; dejar de acudir al crédito externo cuando debemos comprar equipos en el exterior, cuando tenemos que traer servicios o tecnología del exterior, sería torpe porque perderíamos divisas. Un equilibrado sistema de financiamiento es el que nos permitirá la disposición de mayores recursos fiscales, disminuir el crecimiento del endeudamiento, adecuarlo a nuestra capacidad y convivencia, manejar en forma equilibrada el financiamiento del desarrollo, vinculado el fisco con el crédito, con las tarifas, con los precios y con la inversión extranjera, en forma desahogada e inteligente.

¿A qué dedicaremos estos recursos? A las grandes prelaciones nacionales, al energético, ya dije al campo, al energético, a la petroquímica, a los fertilizantes, a la siderurgia, a los transportes y a las grandes necesidades y carencias del desarrollo social. Sería suicida para este país no seguir gastando en educación, abandonar la salud del pueblo o su seguridad; seguiremos gastando en forma proporcional con el desahogo de esta mayor recaudación nos proporcionará. Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el C. diputado Hernández González.

El C. Miguel Hernández González: Señor secretario: El Partido Popular Socialista está consciente de que los cambios fiscales propuestos por el Ejecutivo, tienden en el fondo a encauzar bien esos excesivos que se han acumulado en pocas manos, para entregarlos al erario a efecto de que éste cuente con más recursos para derivarlos hacia la producción de bienes y servicios y para sanear la economía nacional en favor de las grandes mayorías de nuestro pueblo. Sin embargo, en las modificaciones fiscales propuestas, se incluye el impuesto de un peso por litro de gasolina consumida, para ambas calidades de este energético, impuesto quizá el más atacado de los que componen el paquete de modificaciones fiscales que se encuentran a debate.

Sin coincidir con los sectores que en aparente defensa de los intereses populares impugnan la aplicación de este impuesto para, en realidad atacar todas las modificaciones fiscales propuestas y particularmente sus tendencias, el Partido Popular Socialista considera que independientemente de que pueda encontrarse algún mecanismo para su mejor aplicación, en el fondo de la inconformidad de un amplio sector de poseedores de vehículos que se ven afectados por esta medida, está el pésimo servicio de transporte colectivo urbano y suburbano que padecen todas las ciudades de la República y particularmente su capital, ya que esta es la razón que obliga a la enorme mayoría de maestros, profesionistas, trabajadores calificados, empleados públicos, etc., a sacrificar la satisfacción de muchas y urgentes necesidades a cambio de dar solución a la de su transportación, problema que no resuelve, ya que sólo contribuye a agudizar el del tránsito y ello cierra en círculo vicioso que con desesperación advierte que no está en su alcance romper. Esta angustia de la llamada clase media por dar solución a su problema de transportación, no sólo trae consigo la complicación del transporte en la ciudad, sino que con la compra del vehículo, su mantenimiento, el gasto en estacionamiento, gasolina, accesorios, desvía una enorme cantidad de recursos del cause de la adquisición de satisfactores más útiles y productivos no sólo para sus

familiares sino para la propia nación. Si a todo esto se suma el impuesto a la gasolina, se advierte la verdadera razón de la inconformidad de quienes ven con esto elevado el costo de su transportación en vehículo propio y la imposibilidad de abandonarlo debido al cada vez más embrollado, desorganizado, deficiente e incómodo servicio de transporte colectivo público y suburbano en la ciudad. ¿No considera usted, señor Secretario, que teniendo las modificaciones fiscales, como la tienen, la tendencia a beneficiar a las grandes masas populares, éstas deberían tener la seguridad más completa de que los recursos que se obtengan con la recaudación por concepto al impuesto a la gasolina habrá de dirigirse en primer término a resolver el problema del transporte colectivo urbano proporcionándolo el Estado a través de una empresa descentralizada de manera eficiente, oportuna, eficaz y barata para beneficio de estas grandes mayorías y, al mismo tiempo, para el de la Nación, ya que con ello dejarían de perderse millones de hora-hombre diario y de producirse ausencias en el trabajo originadas éstas por el pésimo servicio de transporte que manejan los intereses económicos privados que controlan el monopolio camionero y que en mucho es causa de la desesperación colectiva en las colonias proletarias, desesperación que como ahora, siempre tratan de aprovechar para su propio beneficio el sector más reaccionario del país. Por otra parte, señor Secretario, ¿no considera usted que un servicio de transporte colectivo urbano así concebido traería consigo el encauzamiento de una enorme cantidad de recursos económicos hacia fines más útiles y reproductivos y no, como hoy sucede, hacia la compra que por necesidad se hace de vehículos y al consecuente gasto por consumo de gasolina y accesorios que menoscaba la economía de las familias que, no por lujo, se ven obligadas a realizarla?

El C. Secretario de Hacienda: Muchas gracias, señor diputado. Creo que ha dado usted en el clavo, como se dice vulgarmente; que ha tocado usted la verdadera entraña del problema, el problema del transporte colectivo en nuestras ciudades, particularmente en la de México congestionada por un incremento explosivo que ha impedido proporcionar los servicios, incluso y fundamentalmente de transporte a las grandes mayorías, ahí sí está el problema, esa es la cuestión, una clase trabajadora que tiene que levantarse a las 4 o 5 de la mañana para poder llegar a las 7 a sus centros de trabajo, que tiene que cambiar de camiones, que tiene que pagar dos precios, en fin, que tiene que padecer como usted lo ha descrito; estoy consciente señor diputado que éste es el problema, que éste es el problema que debemos afrontar. Para ello necesitamos recursos. ¿Qué es lo que ocurre con el Sistema de Transporte Colectivo, qué mayor eficiencia puede tener en esta ciudad de México para referirnos a ello? El Metro. El Metro que en este momento está subsidiando el Departamento del D. F. en más de 500 millones de pesos porque la recaudación es insuficiente. Lo que el Estado ha hecho y seguirá haciendo sin duda, es seguir subsidiando este transporte colectivo mientras se amplía y se hace rentable. Pero para ampliarse y hacerse rentable el Estado necesita recursos, no hay mayor desesperación para el Estado que carecer de recursos para atender tan punzantes y evidentes necesidades sociales, la que usted indica en la ciudad es tal vez la de las más graves; no tanto sin duda que los problemas del campo, pero en prioridad sin duda el segundo.

¿Por qué razón el Departamento del Distrito Federal este año no pudo continuar, salvo en la construcción de sus carros, el programa de desarrollo del Metro? Por falta de recursos, comprometido como esta su presupuesto, apachurrado como esta su presupuesto, en recursos limitados como ahora trata de mejorar y gastos extraordinarios en inversiones inaplazables; el desagüe de la cuidad, el túnel del drenaje profundo, una de las maravillas de la ingeniería contemporánea resultado producto de nuestros técnicos 60 kilómetros bajo tierra, para evitar inundaciones y perjuicios de esta ciudad que resultó altamente caro, por las necesidades técnicas, incluso la necesidad de bombear, gastar en agua que después no va a estar en obra; en fin no quiero dar detalles sobre este problema, simplemente quiero subrayar que el Departamento del Distrito Federal esta limitado en sus recursos para resolver esos problemas y lo está haciendo, lo hará de dos maneras, incrementando el servicio colectivo del Metro, por lo pronto, seguirá según tengo noticias su actual precio aunque le resulte oneroso y costoso y le evite hacer otro tipo de inversiones, organizando el sistema de transporte y seguramente recogiendo las muy valiosas proposiciones que usted en forma tan clara y valiente ha dejado tan claras ante esta representación, no es área de mi competencia, sin duda el Jefe del Departamento del Distrito Federal, recogerá sus proposiciones para darle el tratamiento adecuado y conveniente, a mi me corresponde en este momento reconocer que tiene usted razón en su planteo, y que debe ser responsabilidad del Estado resolver esa crítica cuestión. Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el ciudadano diputado Cervantes Delgado.

El C. Alejandro Cervantes Delgado: Señor licenciado José López Portillo: de la Iniciativa de Ley que hemos recibido en la Cámara, y de acuerdo con lo que hasta el momento va de su proposición, podríamos concluir y expresado de manera esquemática, que la reforma que contemplan estas iniciativas, tiende a afectar el ingreso del patrimonio, y el consumo de las gentes. El ingreso gravando más a quienes más ganan, a través del impuesto sobre la renta y de sus modificaciones, el patrimonio afectando a un sector más amplio, con ingresos superiores o medianos, mediante el impuesto predial. Y el consumo a través de la realización para satisfacer necesidades de ciertos artículos; sin embargo, la mayor parte de ingreso adicional que se previó provendrá de

los aumentos de los impuestos al consumo. La representación nacional quisiera saber, señor Secretario, si el gobierno federal a renunciado en su estrategia económica y social, al expediente de gravar con mayor intensidad, con mayor equidad y justicia, los rendimientos que obtienen los dueños del capital. Gracias.

El C. licenciado López Portillo: Muchas gracias, licenciado Cervantes Delgado, por la precisión con que su conocida capacidad técnica ha hecho de las modalidades estructurales de esta proposición del Ejecutivo.

Dijimos en el curso de nuestra exposición que fundamentalmente tendría un efecto recaudatorio, Esa función hace que no podamos hablar de que se trate de una reforma fiscal estructural que atendiera a las redistribuciones del ingreso como objetivo fundamental. A éste, no creo, no sé si pueda ser yo portavoz del gobierno federal para afirmarlo. Hago una afirmación de responsabilidad personal. Creo que no se ha renunciado; afirmo que los objetivos, entre los objetivos nacionales, uno de los básicos sino el fundamental de nuestro sistema estructural, es lograr una equitativa distribución del ingreso que como dijimos, en fuerte proporción se logra mediante la acción fiscal.

No podemos afirmar, sin embargo, que en este esfuerzo no estemos avanzando en esa dirección. Estamos gravando los bienes inmuebles, sus diversas formas de tenencia y transmisión, y en esta medida, avanzamos, creo yo, en la correcta dirección. Esa expresión de riqueza, el inmueble, está gravado. Se grava en condiciones que usted conoce y que satisface en alguna proporción la medida. A lo que no hemos acudido es a gravar a los valores de renta fija con cargas adicionales a las actualmente establecidas, porque pensamos que la medida correríamos el riesgo de hacerla contraproducente. Por lo menos, no tenemos un sistema de valoración del riesgo.

¿Cuál es el riesgo?

El que en este momento de volatilización de recursos en un sistema monetario y de financiamiento internacional, sumamente peligroso y cambiante, los recursos de capital que se captan por día de los valores de renta fija se nos fuera descapitalizando y empobreciendo al país, en un momento en que tiene que hacer un esfuerzo extraordinario para producir. Es un riesgo que no queremos correr. Es un riesgo que responsablemente no hemos tomado. En estos momentos y mientras las condiciones actuales subsistan, creo yo en lo personal que sería contraproducente avanzar más en esta área de decisiones.

En cuanto a los valores de renta variable, hay que recordar que están gravados con el 42% progresivo en los pagos de impuestos que hacen las empresas y que cuando se reparten como utilidades tienen también su propia grabación. Estos son los valores que todavía no se ha desarrollado en nuestra economía, que son débiles porque tenemos un mercado sumamente débil, verdaderamente elemental.

Creemos, lo hemos afirmado, que debe formar parte de la política de financiamiento del desarrollo y fortalecer nuestro mercado de valores para que sea una opción complementaria de los valores de renta fija. Por lo pronto, señor diputado, puedo hacer la afirmación personal de que el gobierno federal, según yo entiendo, no ha renunciado a una reforma fiscal hacia la cual aspira como parte fundamental de su objetivo estructural. La coyuntura no la propicia. No creemos, por otro lado, que lo que se recaudara por esa vía fuera mayor que la que se está recaudando ahora. Y como en estos momentos lo que le importa al país es recaudar para financiar más sanamente su desarrollo, el efecto social útil se logra más de esta manera que de la otra. Espero haber satisfecho su pregunta. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el ciudadano diputado Cánovas Puchades.

El C. Joaquín Cánovas Puchades: Señor Secretario: Reconocemos plenamente la necesidad y conveniencia inaplazable de que el Gobierno Federal disponga de mayores recursos económicos para poder hacer frente a las cada día crecientes exigencias del desarrollo del país, tanto para financiar los gastos de inversión como los gastos de carácter administrativo. Sin embargo, con relación a éstos últimos, a los administrativos, vemos con preocupación que su crecimiento alcanza cifras y niveles cada día mayores con su consiguiente efecto negativo en el déficit presupuestal, y esto me motiva tres preguntas que deseo formular:

1a. ¿Qué medidas ha implantado el Gobierno Federal o pretende adoptar para ejercer un mejor control sobre este tipo de gastos?

2a. ¿Qué medidas se piensan tomar para evitar todo tipo de gasto no necesario del sector público y para lograr que el gasto gubernamental se aplique íntegramente a finalidades productivas, evitando así el posible efecto inflacionario del aumento del gas?

3a. ¿Qué ha hecho la Secretaría a su cargo o se propone hacer para garantizar al pueblo de México la oportunidad, la eficiencia y la honestidad en el cobro de los impuestos, así como de la aplicación de los ingresos recaudados?

El C. Secretario de Hacienda y Crédito público: Muchas gracias, diputado Cánovas . Efectivamente debemos de reconocer que el gasto corriente en el país ha crecido, tengo aquí unos cuantos números, no quisiera agobiarlos con su cita. Es conveniente precisar que de 1971 a 1974, el incremento en el gasto corriente ha sido de 28.5%, alto. Sin embargo, el gasto de inversión lo ha superado, ha sido de 37.3%.

Por ellos, frente a lo que se diga, la proporción entre gasto corriente y gasto de inversión se ha mantenido. ¿Por qué a crecido el gasto corriente? El puramente administrativo por la creación de una serie de instrumentos, de agencias, de entidades destinadas a administrar las nuevas políticas de desarrollo del país, las adicionadas por este régimen: el Instituto Mexicano de Comercio Exterior, el CONACYT, la serie de fideicomisos que pugnan por lograr los objetivos señalados por el régimen; esto está generando, claro está, gasto administrativo, gasto administrativo que tiene necesariamente que expresar el incremento de empleados que

contrata el Gobierno. Estoy consciente que debemos cuidar de manera escrupulosa que esto no sea sino en la medida necesario y debo reconocer que no siempre ha sido así, está pendiente una política del manejo del personal, de administración del personal que forma parte de los propósitos de reforma administrativa del régimen, Por otro lado, el incremento de este gasto de administración está originado y causado por el aumento de salarios que como decisión para enfrentar la inflación tomó el gobierno federal y asumió como responsabilidad inicial. El año pasado se subió el salario del trabajador del Estado, se niveló con el salario mínimo a principios de este año y se volvió a subir ahora que se tomó la decisión general de aumentar el salario en un 22%; en esta proporción nuestro gasto administrativo ha subido dentro del gasto corriente. Por otro lado el gasto corriente ha tenido que afrontar responsabilidades tan serias como traer vía CONASUPO las necesidades que de granos ha tenido este país a precios internacionales verdaderamente exagerados, pero que han tenido que ser pegados porque la alternativa es: o traerlos a cargo del Erario o que el pueblo de México no pudiera pagarlos, o más aún ni siquiera disponer de ellos; ha habido incremento en los presupuestos de las universidades, ha habido incremento en la aportación del Gobierno Federal al Seguro Social por su propia ampliación; en fin, esta serie de gastos corrientes son indispensables para afrontar las necesidades de desarrollo que no se cumplen directamente en la inversión, por esta razón yo le suplicaría a usted que mediaremos que no es posible destinar todos los recursos exclusivamente e inversión, y veamos porqué? Las inversiones productivas una vez resueltas tienen que administrarse y necesariamente generar su propio gasto. Las funciones generales del Estado también tienen que afrontarse con gasto con cargo al gasto corriente, al gasto administrativo, especialmente el de persona y todo lo que esto entraña, por esta razón tenemos que cuidar el índice de incremento de modo tal que la mayor proporción se vaya a la inversión, pero bien conscientes de que la inversión, pero bien conscientes de que la inversión tiene después gastos de administración: si construimos escuelas, tenemos que administrarlas y dotarlas de profesores, si hospitales, etc.

Incluso los sistemas de riego, requieren después gastos de administración, es ciento que tienen su propio sistema de financiamiento, pero forma parte de todo el que financia el gasto público.

¿Qué medidas se han tomado para controlarlas? Existen en nuestras leyes y en nuestras disposiciones administrativas, hay en la administración pública mexicana lo que yo llamo "el triángulo de la eficiencia administrativa" que mientras más regular sea, más eficiente puede ser; el juego de la funciones de la Secretaría de la Presidencia, de la Secretaría del Patrimonio Nacional y de la Secretaría de Hacienda. Las tres realizan decisiones fundamentales en el gasto público y su control. Hemos creado, tiene ya tiempo de su funcionamiento, lo que llamamos la Comisión Coordinadora y de Control de Gasto Público, integrada por estas tres Secretarías, en la que se suman y coordinan sus actividades; no ha dado todavía todo el efecto que esperamos, sin embargo, ha permitido un intercambio de información y métodos que nos permiten asegurar que hemos mejorado en el control y en la adecuación del gasto público.

Cada una de estas tres Secretarías que realiza su propia función, está realizando al mismo tiempo su reforma administrativa y entre ellas, la responsabilidad fundamental de incrementar la vigilancia del gasto público; vigilancia del gasto público que debe decirse, no es solamente respecto del gasto honesto; tal vez siendo este extraordinariamente importante, tenga mayor relevancia social el evaluar el destino del gasto, saber si el efecto social, económico que estaba propuesto se está logrando. Las técnicas de evaluación en un mundo tan complicado por la técnica como este, son también complicadas, requieren reformas y educaciones en las que estamos empeñados. Todo esto, señor diputado, no es sino una descripción conceptual de lo mucho que estamos empeñados en hacer. Estoy cierto que no podemos afirmar que estemos satisfechos. Si se interesa, podríamos y tal vez fuera interesante que Comisiones de esta Cámara acudieran ante la Secretaría de la Presidencia que lo coordina, para estudiar, evaluar y criticar los programas de reforma administrativa, porque ahora más que nunca, el sector público está obligado a eficiencia y honestidad.

Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el C. diputado Rodríguez Lozano.

El C. Rubén Rodríguez Lozano: Señor Secretario: Antes de formular a la fracción parlamentaria del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, quiero precisar que nuestro partido no se considera como representante de las grandes masas populares, pero actuando dentro de la democracia considera a ésta como la encargada de respetar los derechos y los intereses legítimos de las mayorías sin desconocer los intereses y derechos legítimos de las minorías; hay más, entendemos como democracia el respeto a los derechos del hombre como individuo y a su insobornable libertad. No siendo pues, representantes de los grupos mayoritarios de ciudadanos de la República, con toda modestia hacemos interrogantes para precisar nuestros conceptos, para ahondar en el conocimiento de los problemas que afectan a nuestro país y para poder intervenir en el debate de la iniciativa a discusión con plena responsabilidad y conscientemente, para que también nuestro apoyo a las reformas fiscales sea consciente y responsable, porque sabemos que la política que entrañan estas reformas es altamente justiciera y reivindicadora.

Le suplico a usted, señor Secretario, no indique cuáles son los mecanismos ya seleccionados en las reformas fiscales para asegurar que los hombres de negocios no deriven la responsabilidad que tienen en el pago de impuestos directos a los consumidores, porque se ha dicho, y no sin razón, que los impuestos

únicamente los pagan los pobres y no los ricos. Por tal motivo, como defensores de los intereses superiores del pueblo le rogamos nos precise cuáles son esos mecanismos para garantizar sus derechos y sus intereses.

El C. Secretario de Hacienda: Muchas gracias señor diputado Rodríguez Lozano. Tal vez voy a ser un poco reiterativo; desde luego para garantizar que los impuestos no se transfieran de los causantes obligados al pueblo, tenemos que encontrar que sólo en el juego de las distintas competencias administrativas puede darse la eficiencia.

La Secretaría de Hacienda, de acuerdo con sus facultades, tiene que gravar los signos mediante los cuales se integra la hipótesis de la recaudación. Ya en el consumo, ya en el ingreso, ya en el capital; y hasta ahí puede llegar lógicamente su función.

El proceso ulterior escapa -lo digo con toda sinceridad- a la Secretaría de Hacienda. Quiero suponer que un hombre de empresa tiene que pagar ahora todos los gastos que antes podía deducir: su viaje, su casa grande, su casa de recreo, sus automóviles y que haga un esfuerzo por transferir esa ahora no deducibilidad a los precios de los bienes o de los servicios que proporciona; esto una vez entregado el impuesto, escapa ya a la función de la Secretaría de Hacienda; la Secretaría de Hacienda tiene que responsabilizarse por captar el impuesto en la fuente en que se genera y en que la ley lo entraña, el resto del proceso está puesto en la economía, el resto del proceso está puesto en la economía, en el control de precios, por eso podrá parecer reiterativa y pobre la contestación que le voy a dar: la única fórmula disponible de nuestra administración para controlar que esto no suceda, es el sistema precisamente de precios flexibles que con toda oportunidad diseño el Ejecutivo Federal para evitar que esto ocurriera; en qué medida, en la que pueda ser eficiente, está diseñada de modo tal que no pueda considerarse, y su pregunta me da oportunidad a profundizar en el detalle; que no pueda considerarse como costo la Secretaría de Hacienda lo podrá participara la Secretaría de Industria y Comercio para que ésta intervenga; en el juego de la coordinación de una y otra Secretaría está sin duda el secreto. Y su pregunta me ha suscitado esta reflexión: será absolutamente indispensable que la Secretaría de Hacienda se coordine con la de Industria y Comercio para que esto no pueda ocurrir, mediante un intercambio en formación que impida que ese empresario, ya sea que produzca o que sea comerciante, transfiera esos impuestos a sus precios.

La observación que usted ha formulado, me lleva a tomar de ella nota muy cuidadosa, para proponer a la Secretaría de Industria y Comercio un sistema de coordinación, para que la utilización y participación de una y otra Secretaría evite, precisamente ese vicio que sería muy doloroso; ahora que estamos haciendo este esfuerzo, sería tremendo que el público y no el rico fuera a pagar este esfuerzo tan extraordinario. Muchas gracias, señor diputado (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el C. diputado García González.

El C. Rogelio García González: Señor Secretario de Hacienda, mi distrito de origen es el de la región de Orizaba, en el Estado de Veracruz, integrado esencialmente por la clase trabajadora. He estado meditando a todo lo largo de su comparecencia a nuestro recinto legislativo, sobre los justos aumentos en los salarios que se han autorizado para convalidar el decrecimiento en el poder adquisitivo de los trabajadores, que indudablemente habrá de influir en la situación presupuestal de los gobiernos estatales y municipales al tener que otorgar estos aumentos en las percepciones de sus empleados. Consecuentemente, tales medidas ocasionarán una reducción apreciable en los márgenes que los gobiernos estatales y municipales dispondrán para destinarlos a su vez a gastos de inversión. De lo anterior deduzco mi pregunta, que contiene esencialmente tres elementos: el primero de ellos es: ¿en qué medida se beneficiará a los Estados y a los Municipios por las reformas fiscales que se proponen?; 2a., ¿cuáles son los avances logrados durante la presente administración para fortalecer las finanzas estatales y municipales?, y 3a., ¿cuál será la participación concretamente que se otorgará a los Estados y a los Municipios en el nuevo impuesto que se propone sobre la venta de la gasolina?.

El C. licenciado José López Portillo: Muchas gracias, señor diputado. Muy interesante su pregunta porque me permite enfatizar algo que mencioné pero sin duda sin el suficiente subrayado.

Si alguno de los regímenes federales ha buscado fortalecer los fiscos estatales y municipales, es y este.

El sistema de convenios fiscales de coordinación con los Estados lo ha cimentado. El incremento en la participación de recaudaciones igualmente; pero creo que mucho más que las palabras, que los conceptos, podrán hablar las cifras.

Tengo aquí, porque forma parte de uno de los propósitos fundamentales de está adecuación fiscal, algunos números:

Primero, podría yo trasmitirle la información de los que se ha hecho, y de esta manera, con su autorización, contestaría yo primero la segunda y después la primera de sus preguntas.

En 1970, el presupuesto de las entidades federativas, incluyendo en esto el Departamento del Distrito Federal y Territorios ascendía a 8,940 millones de pesos; en 1974, asciende a 24,306 millones de pesos. ¿Como se ha incrementado? ¿Por qué se ha incrementado esta cantidad?

Las participaciones en impuestos federales, han subido de 2,644 millones de pesos en 1970 a 10,280 millones de pesos. Esto hasta 1974. Con lo que se acredita una estructura en las decisiones impositivas.

Podemos entrar al detalle: en 1970, fueron 2,644 los que participaron el los Estados; en 1971, 3,112 el 17% más; en 1972, 3,650 el 23% más; en 1973, 8,728 el 230% más; en 1974, 10,280 millones de pesos., 288% más; de estas reformas, ¿qué es lo que esperamos de participación a los Estados?

En gasolinas, 1000 millones de pesos en 1975 para los Estados y Municipios. En cerveza, íntegra la recaudación. Esto quisiera subrayarlo: íntegra la recaudación en cerveza va a ir a los Estados y Municipios. Y en ingresos mercantiles, 517 millones, lo que hace un total de 2,117 como incremento a la participación de la Federación a los recursos estatales. Podría yo, tal vez, dar mayores detalles, pero tal vez perdería penetración la información, de esta manera quedan contestadas, señor diputado, sus preguntas; es decisión del Gobierno Federal ir mejorando paulatina pero aceleradamente la participación de los fiscos estatales y municipales en la recaudación que la Federación realiza. El incremento llegará de 1970 a 1975 a cerca del 300%. Si esto no es la expresión de una política estructurada, determinada y creciente, no sé que es lo que pudiera ser. Pero además el Departamento del Distrito Federal, de esta recaudación, participará por sus propios derechos, en 2,500 millones de pesos, por lo que podemos afirmar que del incremento esperado de 21,000 millones de pesos, 17,000 serán para la Federación y más de 4,000 para los Estados y Municipios de la República. Muchas gracias, señor diputado. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el ciudadano Lira Mora.

- El ciudadano Humberto Lira Mora: Señor licenciado López Portillo. Esta representación nacional ha entendido la trascendencia de las reformas fiscales que usted ha venido a explicar el día de hoy. Nos parece que el esfuerzo recordatorio que el Gobierno Federal pretende desarrollar puede verse importantemente mermado por los amplios márgenes de evasión fiscal. En relación con esto mismo en el dictamen de la Cámara, se hizo una recomendación para abatir esos márgenes de evasión fiscal. ¿Nos interesaría saber qué es lo que se ha hecho en relación con esa recomendación y qué es lo que se pretende hacer en el futuro próximo?

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: Muchas gracias, señor diputado Lira Mora. Sabemos de su especial dedicación a estas materias, algunas de las decisiones y quisiera decirlo públicamente, señor diputado, algunas de las decisiones que en materia fiscal ha iniciado el Ejecutivo, ha tenido relación con estudios por usted realizados. Justo es reconocerlo y hacerlo público (aplausos.) En esta materia, señor diputado, en la pregunta concreta que usted formula, está empeñada la Secretaría, dentro de su gran reforma administrativa está en plena concepción pero en pleno ejercicio también. La reforma administrativa de la Secretaría de Hacienda y, reitero la invitación a la Comisión correspondiente de esta Cámara para que se entere de ella, y ojalá sea recogida y seguramente será multiplicada en las demás entidades que están realizando, la reforma administrativa de a Secretaría de Hacienda no está concebida de modo tal que primero se realice y después empiece a implementarse, sino de tal manera que las decisiones que las decisiones que pueden desde luego ejecutarse se ponen en marcha y precisamente una de las áreas en que la reforma administrativa de la Secretaría de Hacienda está más avanzada es precisamente en el área de ingresos; se ha reestructurado al auditoría fiscal para incrementar la eficiencia de las visitas comprobatorias de las declaraciones, y voy a hacer una rápida enumeración para no fatigarlos con excesos técnicos. Se ha establecido y empleado con éxito el sistema de recaudación fiscal también revisora de las declaraciones que se conoce por el de signos exteriores de riqueza, que permiten. complementar las auditorias fiscales con los nuestros y orientaciones resultado precisamente del análisis de los signos exteriores de riqueza que permiten calificar la veracidad global de las declaraciones y que nos está dando un magnífico resultado y que sin duda incrementaremos en breve. No hemos descuidado desde luego la persecución fiscal, incluso penosa lamentablemente mediante denuncias a la Procuraduría General de la República, con la que estamos acudiendo como es obvio, a ese multiplicador de la potencia mental que son las computadoras, el manejo de datos de un país con tantos millones de habitantes se dificultaría si no dispusiéramos de esta facilidad. Es aquí en donde la responsabilidad técnica es mayor. La formación del registro de contribuyentes, del padrón, es algo que nos inquieta fundamentalmente, y debemos vincular con todo el proceso recaudatorio desde la declaración al cobro y administración del impuesto. En esta área estamos avanzando, sin embargo, debemos reconocer que esta es una materia tan delicada que si las decisiones no se preparan el gasto puede ser dispendioso y estéril. El manejo de la computación es tan fácil que se va uno de boca frecuentemente. Estamos siendo muy cuidadosos en este aspecto. Me interesaría que usted fuera ya que se inquieta por estas cosas, y le informáramos lo que sobre el particular hemos hecho, pero sobre todo, vamos a hacer.

Hemos, de un año para acá, descentralizado al administración fiscal en forma fundamental. Nueve regiones del país se han diseñado, de ellas 4 y pronto cinco, cinco ya, están integradas, faltan cuatro; las completaremos en los meses que de este año faltan y los primeros del siguiente; la descentralización administrativa forma parte de la gran reforma administrativa forma parte de la gran reforma administrativa del Sector Público Federal, y está coordinada por la Secretaría de la Presidencia, y ella concurre a la descentralización de otras agencias del Gobierno Federal. La Secretaría de Hacienda ha hecho ya lo suyo y está

trabajando cada vez con mayor eficiencia. Esto nos permite una información mucho más rica, aprovechando la de los Estados con los que por lo demás estamos coordinados en convenios fiscales para administrar ciertos impuestos; prácticamente todos los Estados han convenido con la Federación sobre el particular en recíproco beneficio. Esta sola decisión es por sí sola la que explica la modificación de la recaudación que hemos realizado.

Por otro lado hemos realizado campañas de, la palabra es chocante, haber si la puedo decir, concientización del fisco: motivar al causante respecto de lo que significa su contribución al Estado; una orientación en el trámite, la capacitación complementaria en el funcionario para que pueda administrar mejor los ingresos. Esto suena sencillo pero es muy complicado porque la mayor parte de la capacitación tiene que hacerse ya en el propio empleo al empleado que ahí está; estamos haciendo el esfuerzo. Estamos haciendo campañas de orientación, de información, de vigilancia.

Los aumentos de recaudación han sido substanciales, ha sido muy importantes, sin embargo, debo decir que no estamos satisfechos, apenas empezamos a plantear la reforma fiscal, a plantear la reforma administrativa que debe ser permanente lo que puede asegurar como un compromiso de la Secretaría de Hacienda que ésta está respondiendo a la decisión del señor Presidente de la República para que no termine su mandato sin que la reforma administrativa se complete para que concurra la administración al gran propósito de desarrollo social del país.

Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el C. diputado Cañedo Benítez.

El C. Alejandro Cañedo Benítez: Señor Secretario de Hacienda, ha dicho usted que en México, la recaudación fiscal es baja porque compara usted el producto interno bruto con la recaudación de los gobiernos. Sin embargo, pensamos que esa comparación es falsa y usted mismo ha dicho en otras ocasiones que no hay que hacer comparaciones falsas. El monto de la recaudación hay que medirlo en cada caso concreto. ¿Cuánto paga un contribuyente con determinado ingreso y qué recibe a cambio de su gobierno? ¿En estas condiciones podría usted afirmar que la recaudación del gobierno federal es baja en el país? y además quisiera hacerle otra pregunta. Al hablar del impuesto sobre al gasolina usted dijo que el petróleo es un recurso no renovable que tenemos que cuidar para nuestros hijos. Dijo usted también que el 17% de la población no tiene derecho a quemar alegremente el petróleo, que no debemos dilapidarlo, sin embargo, hemos sido informados que el año entrante México va a exportar 700 mil barriles diarios de petróleo crudo y esto representa una cantidad de 36 millones de litros, en tanto que el consumo interno de la gasolina no llega a esa cantidad. En consecuencia, no sería más conveniente implantar un impuesto a la exportación del petróleo para recaudar los 11 mil millones de pesos que el gobierno necesita y que nos dicen que hace falta y también nos ha dicho que tanto el Distrito Federal como Guadalajara y Monterrey no son nada más México. Nosotros, los diputados de Acción Nacional creemos que ellos son más mexicanos que los compradores extranjeros a quienes que los compradores extranjeros a quienes no les cobramos impuestos por una riqueza que usted mismo dice, no hay que despilfarrar. Estas son las dos preguntas.

El C. Secretario de Hacienda: Muchas gracias señor diputado Cañedo Benítez. Muy importantes sus preguntas. Voy a intentar contestarlas, ojalá lo logre.

Afirmo y reitero que en la etapa actual de nuestro desarrollo la carga fiscal en este país es baja; sí creemos que las funciones y responsabilidades del Estado son sustanciales para mantener vivo el desarrollo económico y social de este país, para afrontar gastos que en ninguna otra estructura de nuestra sociedad puede reportar, porque carece de información, carece de competencia, carece de devoción o carece sencillamente de recursos.

En este país el crecimiento está firmemente vinculado a las funciones del Estado, es una Estado de servicio con las funciones constitucionales que usted sobradamente conoce y que el Gobierno de la Revolución ha estado realizando.

La carga fiscal en baja. ¿Por qué lo afirmo? porque el subdesarrollo de los países se mide y lo voy a demostrar; se mide en función de la participación de la carga fiscal; a menor desarrollo, menor carga fiscal; a mayor desarrollo, mayor carga fiscal.

Entre los estudios de que disponemos, tengo estos datos, voy a mencionar algunos que son ilustrativos de esta afirmación, para después referirme al caso de México.

Es cierto que es difícil manejar la estadística, que muchas veces los índices no corresponden y no hay consistencia o falta de congruencia en su manejo, estoy de acuerdo con usted; pero alguno tenemos que manejar, porque nos da siquiera algún índice de magnitud que puede ser ilustrativo, la medida de la carga fiscal se hace por los estudios relacionado el producto interno bruto con la cuantía de la carga fiscal. Y vamos a conocer algunas cifras.

Dispongo de algunos datos de 1969 y a 1970, y lo que puedo decir, es que si algo ha ocurrido de entonces acá, ha sido aumentar las cargas fiscales; así es que esto vale como ilustrativo; en el Reino Unido en 1969 la carga fiscal significaba un 49.5 del producto; en Alemania Federal en 1970, el 47; en Estados Unidos en 1970, el 41; en Holanda en 1968, el 37; en Austria en 1969, en 37; en Australia en 1970, el 36; en Bélgica en 1969, el 33; en Israel en 1970, el 31; en Francia en 1970, el 30; en Suecia en 1970, el 30; Finlandia en 1969, el 29; en Irlanda el 28, en Noruega el 28, en Italia, el 27, en Suiza el 21, en Canadá el 20, y en Japón el 13; han subido las tasas en Japón.

Vamos a hacer algunas comparaciones, con países que pueden compararse en su desarrollo con México: Grecia en 1969, el 28.7; Brasil el 68; ahora ha subido más, el 127.4; en Chile en 1970, el 21.4; en Uruguay en 1970, 20; Portugal 17, España 17, Argentina 15, Sudáfrica 70 y México en 1970, el 12.9%. Habría otra; Ceylán 21, Egipto 20, India, con tantos problemas el 17, Panamá el 17.

Podría seguirlo agobiando con datos, pero vayamos al caso de México; antes la carga fiscal en los países socialistas, en Hungría, claro está, salvando los problemas de estructura y comparación, la carga fiscal en los países socialistas es la siguiente:

En Hungría en 1970, el 77.7%; en Checoslovaquia en 1970, el 60%; en Polonia 58, en Bulgaria 55 y en la URSS el 53.

De 1970, fecha de esta relación -desgraciadamente no puede hacerme de otra más actualizada-, de 70 a esta fecha la carga fiscal en México ha subido; ha subido y le adicionamos como carga fiscal y podría ser técnicamente discutible, los gastos del Seguro Social y del INFONAVIT, que son parafiscales, pero admitimos que vamos a considerarlos como carga fiscal porque fueran aportaciones de los causantes a los gastos generales.

Para 1973, la carga impositiva total en México fue de 16.4%, componiéndose de la siguiente manera: 10.9% al gobierno federal; 2.4% a los gobiernos de los Estados. Conste, estamos sumando Gobierno Federal al gobierno de los Estados; 0.5% a los gobiernos municipales; 1.8% a las cuotas del Seguro Social; 0.3% a las cuotas del ISSSTE y 0.5% al INFONAVIT. Bastaría incluso, este índice incrementado con toda amplitud en la forma que lo acabo de decir, para afirmar que la carga fiscal en este país sigue siendo baja. Y una de las pruebas de quien así es, es su insuficiencia para aportar las responsabilidades del Estado, responsabilidades tan básicas como las que integran el presupuesto de la Federación y el raquítico de los Estados, que casi sólo tienen para pagar sus nóminas y de estas fundamentalmente las de los maestros, con muy exiguos recursos para realizar inversiones por su cuenta.

Si este país ha de progresar, señor diputado, ha de ser fundamentalmente porque nos resolvamos a dar el estirón al desarrollo, participando más en la responsabilidad del gasto público. De otra manera, los grandes problemas económicos, que son a los que he aludido, los grandes cuellos de botella, que sólo puede resolver el sector público, no impedirán el realizar nuestro crecimiento. ¿Quién, en el sistema de monopolio estatal sobre el petróleo, resultado responsable y consciente de nuestra historia de petróleo y petroquímica básica? Sólo el Estado. ¿Quién, en materia de electricidad, resultado también de nuestra historia, de ese proceso de descolonización en que ha estado empeñado el país en esta importante y delicada materia?, sólo el Estado. Y así sucesivamente. Y advertiríamos que la grandes cifras que se manejan son, deben ser y sólo pueden ser responsabilidad del Estado para crear la infraestructura, para crear las disposiciones fundamentales que el país requiere para seguir creciendo. Esto, en cuanto a mi criterio sobre la carga fiscal en este país hasta antes de esta reforma era baja; ahora, empieza a ser proporcionada a la etapa del desarrollo del país y que dependerá de su correcto ejercicio, de su eficiencia y manejo en esto el que siga este país creciendo con apoyo en esa carga adicional, estamos imponiéndolo, que habremos de imponer, al pueblo de México. (Aplausos.)

Vayamos ahora al petróleo. No es mi área de responsabilidades, pero como públicamente se formularon algunas preguntas sobre el particular, pude prepararme.

Tengo aquí algunas cifras y algunas consideraciones que me ha proporcionado Petróleos Mexicanos y me complace en ser vehículo de su difusión para transmitir, desbaratando, ciertas impresiones que sin duda por falta de una información correcta, se están manejando en la opinión pública.

Primera, es inexacto que estemos vendiéndole petróleo exclusivamente, y menos en forma subsidiaria a los Estados Unidos de Norteamérica, a los que por lo demás, no tendríamos por qué no venderle, si nos paga al precio del día, como lo afirmó el señor Presidente de la República en su entrevista con el señor Presidente Ford. No tenemos vedado ni tenemos porqué tener vedado ese mercado con el que por otro lado realizamos la mayor parte de nuestros intercambios. Sin embargo, curiosamente, la demanda de petróleo crudo de los Estados Unidos -país previsor- no se interesó sustancialmente por las ofertas que de crudos hizo el Gobierno de México. ¿Por qué? Porque tenía satisfechas sus necesidades mediante las providencias que oportunamente tomó.

Empezamos a exportar en grande a partir de septiembre. Veamos aquí cuáles han sido las exportaciones fundamentales:

En septiembre 17 el comprador fue la Yoko Oil en el buque-tanque Petrokín, voy a ahorrar la lectura del buque-tanque, destino Casablanca 251,979 barriles; en el mismo septiembre Coronet Forest, ese es el buque-tanque que ya lo leí, destino Michigan 97,570 barriles; en el mismo septiembre a Holanda 293,000 barriles; en octubre, a Holanda 240,000 barriles; en este mes, el 6, a Holanda, 241,000 barriles; en el mismo mes a la misma Holanda 221,00 barriles; el 11 de este mes, a Puerto Rico, 230,000 barriles; el 18 de este mes, a Israel, 272,000 barriles; el 25 de este mes, Uruguay 178,000 barriles; el 30, ayer en la noche, este es el último dato, a Brasil, 250,000 barriles. Sólo 97,000 barriles a los Estados Unidos, aquí están los datos a su disposición, señor diputado.

Repito, no porque no tengamos porqué no venderle a los Estados Unidos, sino porque los hechos han acontecido, como ahora lo digo; se ha manipulado mucho con el petróleo del Sureste mexicano y su incremento. Como cosa curiosa, simplemente para acreditar la idiosincrasia de nuestro país, quiero subrayar lo siguiente,

desde hace meses los funcionarios que lo sabíamos, yo formo parte del Consejo de Petróleos Mexicanos, hemos venido reiterando que afortunadamente nuestro país cuenta con petróleo suficiente y que éste nos dio la autosuficiencia, con base en el desarrollo y explorado en el Sureste. Meses tenemos de estarlo diciendo, par alentar el optimismo de nuestro pueblo, tenemos salida, somos un país con petróleo en este mundo que está padeciendo porque no lo tiene. Pero hubo, curiosa cosa, que venir la noticia del extranjero, precisamente de Estados Unidos, el Washington Post, para que hiciéramos una alharaca extraordinaria: tenemos petróleo. Tuvo que venir de fuera la noticia para que la creyéramos. Sí señor, tenemos petróleo, lo sabíamos desde hace tiempo, pero no hemos querido manejar la información en forma especulativa para que pudiera suponerse que estamos rompiendo el frente de los países que están luchando a su modo, a su medida, a su interés y a su conveniencia por la revaloración de las materias primas; nosotros tenemos nuestro propio camino, nosotros estamos definiendo cuál es el destino que se le va a dar al petróleo de México. ¿Vamos a venderlo crudo? en la medida que sea necesario para balancear nuestra economía, nada más en ella, no tenemos porqué dilapidar el petróleo del subsuelo, aunque sí tenemos que aprovecharnos para no desbalancearlo y para ingresar divisas que de otra manera nos perjudicarían, pero preferimos probablemente el exportarlo si lo vamos a exportar una vez satisfechas nuestras necesidades ya como producto elaborado petroquímico, de tal suerte que no hemos resuelto una política desbocada de exportación que abriera las válvulas y que hiciera salir el petróleo mexicano de nuestra patria. Creemos que tenemos formas más inteligentes de aprovecharlo. Por esa razón, señor diputado, aunque consideramos la posibilidad de un impuesto a la exportación, como no hemos diseñado definitiva la política del destino de nuestro petróleo, no lo vamos a imponer; si fuéramos como usted dice que se dice, que vamos a exportar 700 mil millones de barriles no sé con qué prioridad, posiblemente ya fuera conveniente el pensar en esa periodicidad, posiblemente ya fuera conveniente el pensar en esa posibilidad con los condicionantes a que después me voy a referir; sin embargo, puedo afirmarle: de ninguna manera hasta donde mi capacidad de información me lo permite, se puede afirmar que se vaya a exportar esa cantidad de crudo, sería absurdo, sería suicida sangrar al país de esa manera. (Aplausos.) ¿Quién nos está manejando, quien está manejando esas noticias y para qué? ¿A quién le estamos haciendo el juego con la propagación de esos infundios?, a quienes quieren romper el frente de la OPEP. Hay petróleo en México en base a sus precios porque allí está un mercado que nos va a satisfacer. Creo que cumplimos explicando al razón de ese manejo de noticias, para que podamos tomar la proporción de su incidencia, si no es que de su insidia. En consecuencia, no vamos a exportar, sino los volúmenes que nos permitan balancearlos, no más, mientras logramos desarrollar esos campos y sobre todo acabar de explorarlos. En este momento, aunque me gustaría decir que tenemos reservas por 20 mil millones de barriles o qué sé yo cuántas, no puede hacerse una afirmación responsable porque los trabajos de exploración y de valuación no están concluidos. Sabemos que ha mucho petróleo ahí; podemos estar seguros de que tenemos reservas para 20 años. ¿En qué proporción? No puede decirse en forma responsable antes de terminar las exploraciones, que quede esto bien claro, no nos van a arrancar para usar la noticia en forma amañada, ninguna declaración de la que responsablemente no podemos hacer; no sabemos exactamente cuántos recursos petroleros hay en el Sureste. Hay muchos, ojalá haya más de los que pensamos, pero no podemos afirmar cuántos tenemos, pero no podemos afirmar cuántos tenemos, en consecuencia, no podemos establecer todavía una política dispositiva, lo que sí sabemos es que a pesar de que no están terminadas nuestras instalaciones para aprovechar también el gas, que ahí está, hemos tenido que abrir un poquito las válvulas para poder balancear nuestra economía, y que nos ingresen divisas, sacrificando por cierto gas que ahora se está quemando. ¿Por qué? Porque otro de los cuellos de botella de nuestra economía, el acero, nos impide contar con tubería suficiente para llevar el gas a donde falta en este país. Pero, y las decisiones del sector público, supongo lo que todas las empresas así son de comprometidas, debemos de poner en la balanza la cosas para tomar la decisión más congruente. En este momento la decisión congruente es: vendamos crudo suficiente para compensar las importaciones de gasolina y gas y acreditar así nuestra autosuficiencia y no estar desangrando nuestra economía con importaciones gravosas del exterior. Entre tanto investigaremos cuanto petróleo tenemos; terminaremos nuestras instalaciones de fertilizantes, las ampliaremos y decidiremos nuestra política de la industria petrolera; antes no, señor diputado. En consecuencia, no podemos depender de un impuesto posible conveniente si no hemos definido la política petrolera. (Aplausos.)

Veamos ahora el problema del precio al que se ha vendido el petróleo de México. Por ahí se dice que lo estamos regalando, que lo estamos dando a un precio mucho más bajo que el que priva en el mercado. Esto, señores, es falso, seguramente se otra fuente de información que debemos corregir. Voy a darle a usted, señor diputado, los datos sobre el particular. Leo, simplemente lo que mandó Petróleos: "al comparar el programa de producción de petróleo crudo correspondiente al segundo semestre del presente año, con el consumo nacional de hidrocarburos, se determinó un excedente de 4.7 millones de barriles, 38,524 barriles diarios de los cuatro últimos meses del presente año", esto es lo que podemos exportar, eso es lo que estamos exportando nada más puros excedentes, para compensar, como he dicho, nuestras importaciones de gasolina y gas. En julio de este año, cuando se admitió la posibilidad de exportar, se hizo del conocimiento de un gran número de posibles y eventuales compradores que México tenía petróleo, pero como todos,

prácticamente todos habían ya satisfecho sus demandas a los precios correspondientes, no se interesaron. Les estábamos ofreciendo 35 mil barriles diarios. Prácticamente todos no respondieron: ya tenemos, no necesitamos. En agosto de este año algunas empresas empezaron a manifestar su interés por el petróleo mexicano que no habíamos vendido a precios viles porque si lo hubiéramos hecho se hubieran ido de boca a comprárnoslo; no les vendimos. Mientras no hubo un comprador que nos diera un precio adecuado no el vendimos. En agosto el precio que solicitó petróleos mexicanos fue de 11 dólares por barril. Este fue considerado elevado por las posibles empresas compradoras. Y es -esto nos lo informa Petróleos Mexicanos- que hay que distinguir muy claramente entre el precio real y el precio de referencia. El precio de referencia es el que fijan los países exportadores de petróleo para efectos fiscales, entre 14 y 16 dólares barril, pero el precio real, cuando se llega a un mercado libre, es el que se paga en él, y este precio se encuentra en alrededor de 11 dólares por barril. Y sigo leyendo la información de Petróleos Mexicanos: "con base en la información que vienen los precios reales del mercado, Petróleos Mexicanos solicitó un precio de 11 dólares barril. Ninguna de las empresas que mostraron interés en comprar crudo mexicano aceptó dicho precio; unas se abstuvieron de continuar las negociaciones y otras presentaron contrapropuestas que fluctuaron entre 8.70, 9.80 y 10 dólares barril. Después de efectuar las negociaciones necesarias se logró en septiembre y octubre llevar a cabo las ventas a un precio de 10.35 dólares barril, libre a bordo en el barco del comprador, en Pajaritos.

Recientemente se han realizado operaciones de venta a 11 dólares barril L.A.B. en Pajaritos. La primera por un volumen total de 1.342,000 barriles para entregarse en los meces de noviembre y diciembre próximo. De acuerdo con nuestras investigaciones, la de Petróleos responsables, podemos afirmar lo siguiente: Gran Bretaña está importando dicho producto, entregado en puerto inglés a un precio promedio de 11.55 dólares barril inferior al nuestro de 11 puesto en Pajaritos, subiría más o menos a 10 dólares por barril. Japón pagó por el petróleo crudo importado puesto en puerto, en puerto de ese país, un promedio de 11.46 dólares barril.

Se tiene información de que las empresas petroleras internacionales están entregando en puerto norteamericano crudo proveniente del Golfo Pérsico a precios que fluctúan entre 10.50 y 11 dólares por barril. Considerados éstos precios suben a 9.50 y 10 dólares.

Se tienen información de que la empresa estatal de Argelia ha disminuido indirectamente el precio oficial de su crudo de 13 a 11 dólares barril.

Podría yo seguirle dando información hasta agobiarlo señor diputado; aquí está, está a su disposición. Con esto simplemente quiero decirle que el precio real del petróleo en estos mementos está entre 10 y 11 dólares por barril. Esto es tan rigurosamente cierto, que están reunidos en estos momentos, como todos lo sabemos por las noticias periodísticas, los países de la OPEP, para afrontar precisamente el problema del precio del petróleo. De tal suerte que esta información que normalmente circula por ahí, debe responsabilizarse. Afirmamos categóricamente que México está vendiendo sus excedentes de petróleo par balancearse al precio del mercado, no estamos abaratando nuestro petróleo, no estamos subsidiando a los Estados Unidos, como por ahí se dijo; todo lo contrario, a Estados Unidos le hemos vendido poco, no porque no debamos venderle, insisto, sino porque le hemos vendido poco.

Muchas gracias, señor diputado. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el ciudadano diputado Ruiz Malerva.

El C. Demetrio Ruiz Malerva: Señor Secretario: otro de los renglones de la Iniciativa que ha creado cierta opinión contraria, es la que se refiere al consumo en restaurantes, hoteles y bares de lujo. Se ha comentado que esto afectaría a la corriente turística que vienen del extranjero. Y yo le quiero preguntar a usted si se prevé algún mecanismo especial, no para proteger al consumidor habitual, sino precisamente para proteger a esa fuente migratoria, que es, como se sabe, una fuente muy importante de divisas.

El C. licenciado José López Portillo: Sí, señor diputado, muchas gracias, esto me permite entrar un poco más en detalle de la reforma fiscal, de la de ecuación fiscal.

Las medidas generales en forma fiscal, ha tenido para nosotros la necesidad de ubicarse en forma regional, o por actividades; una de las zonas que fundamentalmente nos inquieta, es la frontera, que tiene condiciones de relación de intercambio muy peculiares; ahí tomamos medidas excepcionales en materia de precio de gasolina, quiero decirlo para tranquilizar a la frontera, y de precio de automóviles.

Mantendremos la competividad de nuestras gasolinas y de nuestros automóviles; adecuaremos, pues, la medida fiscal en esta área. Somos conscientes de que la materia turística es básica en el desarrollo del país; si alguna fuente inmediata de financiamiento tenemos, es precisamente turismo; sería torpe de nuestra parte tomar medidas que fueran a desalentarlo, por esta razón en este esfuerzo de la ecuación fiscal que hemos hecho, tomado las medidas para evitar la fuga y el desánimo al turismo de la siguiente manera:

El turista que consuma en su hotel, con nota de su hotel en la que se descrimine el gasto y el impuesto, no pagará el impuesto de 15%; claro, alguien dirá: entonces estamos subsidiando al extranjero; no, estamos alentando el turismo, ¿para qué?, para no grabar y hacer competitivos los servicios que proponemos, pero no faltarán críticos que nos digan eso: ¡Ah¡, no, están subsidiendo a los americanos; tenemos que tomar la decisión y ésta es la que tomamos.

Por otro lado, el turismo popular que viene en los llamados paquetes turísticos, tampoco se acredita que está gastando a través del paquete; pagará el impuesto correspondiente, simplemente se decepcionará, para eso estamos tomando la decisión de hacer transparente el impuesto; la decir transparente, queremos decir que en la nota se separe lo que es consumo de lo que es impuesto; el manejo de estos datos, es común en el extranjero y es entendido por el turista, que está habituado a gastar de esta manera. Con éstas y otras medidas equivalen es determinaremos, determinaremos, que este impuesto que es a un consumo suntuario, lo pague exclusivamente una clase privilegiada que quiera y pueda hacerlo. ¿Desalentarlo?, hasta donde ellos quieran ¿Aprovecharlo?, en la medida que lo quieran hacer. De tal manera que este impuesto, que es a un consumo suntuario, va a estar encaminado, hasta donde es posible prever las cosas, exclusivamente al consumidor nacional que pueda pagarlo, sin desalentar el turismo. Mucha gracias, señor diputado.

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el diputado Rodríguez Arcos.

El C. Ezequiel Rodríguez Arcos: Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público: algunos de los responsables de la hacienda pública de gobiernos anteriores, expusieron tesis que nuestro Partido, el Partido Popular Socialista, siempre calificó de absurdas y antirrevolucionaria, como las siguientes: para repartir la riqueza, primero es necesario crearla. Sólo la riqueza se puede distribuir, pero no la miseria. El progreso económico de México no significa abundancia de bienes y servicios, etc.

Esta política originó que nuestro país viviera en un régimen de ficción, que llegó a calificares como el Milagro Mexicano, entre comillas; propició nuestro mayor endeudamiento y la desproporcionada concentración de la riqueza en muy pocas manos. Ahora que la presente iniciativa tiende a gravar en parte a los sectores privilegiados, con la política económica anterior, demagógicamente, los que se enriquecieron con esta política contrarrevolucionaria y sus voceros, pretenden desorientar al pueblo haciéndole creer que estas medidas impositivas son contrarias al interés nacional y a las grandes masas populares, para que presionen al Estado y no continúe por este camino. Amenazan con no invertir para crear nuevas fuentes de trabajo, generar la resección con sacar sus capitales en mayor proporción hacia otros países. Mi pregunta es ésta, señor Secretario: ¿Esta actitud antipatriótica llevará al régimen a hacer variar su política hacendaria?

Aunque la respuesta podrá ser reiterativa, señor Secretario, lo escuchamos con mucho respeto.

- El señor Secretario de Hacienda: Muchas gracias.

No reiterativa, sino conformatoria; yo le soy franco.

Yo he sentido que esa actitud actualmente se exprese en modo determinante, pero es imposible que así sea. Desde luego, es obvio reiterar que la política de nuestro sistema es crear riqueza y repartirla. Tenemos que resolver problemas de desarrollo tanto económico como social para que se cumpla el programa estructural de este país; tenemos que hacer justicia ahora, no podemos dejar de hacerlo ahora; y tenemos que hacerlo al mismo tiempo, no podemos dejar de hacerlo ahora y tenemos que hacerlo al mismo tiempo, de ahí la necesidad de ser más cuidadosos en la creación de nuestra riqueza porque tiene que ser conjunta con la del reparto distributivo.

Sin embargo, no es imposible que existan empresarios que amenacen con retirarse y con dejar de invertir. Debo decir a este propósito que desde que este país es, desde que este país se planteó como viable recién conquistado, surgieron de parte de los poderosos, actitudes de este tipo.

Valga la impresión histórica brevísima.

Cuando la Segunda Audiencia, la extraordinaria Segunda Audiencia que planteó muchas de las grandes soluciones nacionales de este país; cuando el eximio dominico Ramírez de Juan Leal quiso meter en orden a conquistadores y encomenderos, obligándolos a pagar impuestos y a respetar a la población india, amenazaron con irse; y Ramírez de Juan Leal, dio la única contestación congruente que un gobierno responsable puede dar: a los encomenderos, a quienes actúan con prepotencia, "Señores: váyanse, otros mejores vendrán". (Aplausos).

- La C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Talavera López.

El C. Abraham Talavera López: Señor Secretario, su exposición me ha parecido llena de emoción, llena de convicción pero llena de también de un gran sentido de realidad. A lo largo de sus respuestas se ha referido usted a alguno de los asuntos que yo pensaba plantearle en la pregunta que había elaborado. Por eso y porque su exposición me ha parecido seria y profesional y porque yo no quisiera añadir una improvisación más a las que este país ya ha sufrido, quisiera con todo respeto declinar el hacer uso de la palabra.

(Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el ciudadano diputado Aguilar Cordero.

El C. Ernesto Aguilar Cordero: Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público, licenciado José López Portillo. Las mismas razones que el compañero anterior, mi pregunta que le iba a formular ha sido contestada, por lo cual declino mi intervención. Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el ciudadano diputado Briseño Contreras.

El C. Augusto Briseño Contreras: El presupuesto federal para el presente año de 1974, ha tenido una gran significación para la economía del país, en atención a las condiciones inflacionarias que vive México y la mayor parte de los demás países. Aunque en el contenido de la exposición que hoy nos brinda vienen implícitas algunas explicaciones al

respecto quisiera rogarle nos obsequie mayor información a diez meses de ejecución del presupuesto para el presente año; cómo se ha ejercido éste, especialmente en cuanto a los niveles previstos y a su estructura y en qué forma y en qué medida, señor Secretario, ¿han influido en el ejercicio del presupuesto los nuevos factores que se han presentado en la situación nacional y en el ámbito internacional?

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: Muchas gracias señor diputado, una pregunta que me parece muy importante porque creo que puedo darle una contestación satisfactoria. Hemos rendido la cuenta pública correspondiente a 1973, tenemos una satisfacción que, ahora se reitera respeto de las tendencias del presupuesto de 1974; puedo afirmar señor diputado, que la disciplina del gasto público es cada vez más rigurosa, para no fatigarlos, la intensidad de los aplausos ante la abstención de las preguntas está indicándome que debo ser muy breve y debo serlo, señores (aplausos. Miren ustedes, en 1970 la desviación del presupuesto y antes había sido de más del 100%, fue de 87%; en 1971 de 81%; en 1972 de 42% en 1973 de 14%; este año de 1974 la desviación será un poco superior al 10%, habida cuenta, para explicarlo, porque eso ya es mi responsabilidad personal porque me comprometí ante esta representación a controlar el presupuesto en forma estricta, por eso merecen ustedes una explicación anticipada a la rendición de la Cuenta Pública de 74, la desviación va a ser un poco superior al 10%, a pesar de lo siguiente, señores: del aumento del precio del petróleo que tuvo que importar Petróleo Mexicanos en los primeros meses de este año, más de 4,500 millones de pesos por la subida bárbara que del precio del petróleo hubo en el mundo; a pesar de que CONASUPO ha tenido que aumentar sus importaciones de granos a precios casi prohibitivos en el exterior y hasta este momento tenemos desviaciones de 2,500 si no es que de más millones de pesos; a pesar de que hemos tenido que cotizar, que pagar al Seguro Social lo que el Gobierno Federal suponía podría ahorrarse; a pesar del aumento de salarios ocurrido en este año; a pesar de incrementos para atender necesidades de educación que hacen crisis y que tienen que atenderse fundamentalmente; a pesar, señores de estos incrementos extraordinarios que explican la desviación, ésta no será superior sino un poco más del 10%. Tengo la satisfacción de informarlo. Gracias señores.

- La C. Presidenta: Tiene la palabra la C. diputada Prida de Yarza.

- La C. Margarita Prida de Yarza: Señor Secretario, me voy a permitir hacerle dos preguntas como lo hicieron mis compañeros, ya que el funcionario del Congreso no nos permitió a la Diputación de Acción Nacional, incluirnos a más de cuatro oradores.

Si hemos de atenernos a la exposición de motivos de una de las Iniciativas, se trata simplemente de un refinanciamiento del gasto público, sin que haya un cambio en los egresos o en la política del gasto, y en consecuencia, todo lo que se ha dicho de más ayuda al campesino o más créditos al campo, sale sobrando en esta ocasión, puesto que de acuerdo con la Iniciativa de Ley que estamos cambiando, los ingresos y no los egresos son los que cambian. Si éstos no cambian, no cambia la política del gasto, y por tanto creemos que todas esas cosas son desviatorias de la atención pública, y que tenemos que concentrar nuestra atención a temas que nos permitan tener elementos de juicio para discutir estas Iniciativas, y no cuestiones que ya hayan sido aprobadas. En consecuencia, los diputados de Acción Nacional, queremos que nos informe:

1. ¿Qué piensa hacer el Gobierno, en serio, para combatir la corrupción? Desde el año pasado se ha amenazado con cárcel a quienes no paguen sus impuestos, y se ha olvidado decir que en muchas ocasiones, junto con el causante que no paga, está el funcionario público que es su cómplice, y aunque usted prometió el año pasado que se combatiría la corrupción, ésta no sólo no ha disminuido, sino que en muchos casos ha aumentado. Como ejemplo, queremos recordarle que comparando las cifras oficiales de exportación de los Estados Unidos a México y las cifras oficiales de lo que México le compró a los Estados Unidos, muestran unas gravísimas diferencias: en el año 1971 México manifestó haber comprado a los Estados Unidos 11,306 millones de pesos, y los Estados Unidos manifestaron habernos vendido, 15,770 millones, o sea una diferencia de 4,463 millones de pesos en mercancías que fueron documentadas por las aduanas americanas como vendidas a México, y no fueron documentadas por las aduanas mexicanas.

Para 1973 estas diferencias ascendieron a 9,817 millones de pesos. Dice usted que el Gobierno necesita recursos y que si se le exige al pueblo honradez en el pago de sus impuestos, qué piensa hacer el gobierno para hacer efectiva la honradez en la recaudación. Primero. Segundo: asimismo, a través de las reformas al impuesto sobre la renta se pretende evitar o restringir todos los gastos suntuarios, tanto de los particulares, tanto como de las empresas. Que, el Gobierno federal va a aplicar la misma política evitando hasta el máximo todos los gastos suntuarios, los de funcionarios públicos u obras innecesarias, y en caso de notoria deshonestidad por parte de funcionarios, señor Secretario, se pedirá la aplicación de la Ley de Responsabilidades y la aplicación del Ministerio Público para el ejercicio de la acción penal?

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: Muchas gracias, señorita diputada de Yarza. Efectivamente, señorita, estas iniciativas en materia fiscal; lo hemos reconocido. Tiene fundamentalmente un efecto, como lo hemos dicho, recaudatorio, porque queremos que nuestra economía se libere del gasto público deficitario con lo que, como lo hemos explicado, creo que sobradamente, aliviaremos las tensiones inflacionarias. Si esta no es una cuestión importante, no se cuál pudiera

parecernos tal. Creo que esto es importante que así suceda. ¿Vamos a refinanciar el gasto público? cierto. ¿Para qué? para evitar el endeudamiento exterior. Creo que esto es importante. Para liberar recursos del crédito interno y que esté accesible a la iniciativa privada. Creo que esto es importante. En cuanto a la estructura del gasto quiero recordarle -y esto lo hago con agradecimiento- que el propio partido de Acción Nacional no aprobó el presupuesto. Cierto que esto entrañó compromisos; compromisos que creo que hasta de donde de nuestra voluntad y eficiencia ha dependido lo hemos cumplido. La desviación de un presupuesto de 230 mil millones de pesos en sólo algo más de 10% como lo acreditaremos en la cuenta pública del año que entra, a pesar de las condiciones en que ha sido ejercido, creo que debe reconocerse, incluso por el Partido de Acción Nacional que ha sido un esfuerzo honestamente extraordinario, señorita, realizado no sólo por la Secretaría de Hacienda, directamente por el Presidente de la República; el control del gasto ahora más que nunca, por lo menos en forma proporcional se ha logrado, debemos subrayarlo para no desalentar la población que suponga que su gobierno es ineficiente y es corrupto. Estamos, señorita, haciendo el mejor de nuestros esfuerzos, si más pudiéramos hacer, más haríamos, tenga usted la convicción más absoluta. Hemos reconocido que este esfuerzo fiscal nos obliga a eficiencia y a honestidad, no podemos de ninguna manera dejar de reconocer que en este país, tal vez en la misma condición humana haya corrupción. ¿En qué proporción y medida? Mucho se exagera, quizá, sobre el particular. Porque lo curioso es que se habla de corrupción, pero no se hacen denuncias concretas, específicas que le permitan a la autoridad actuar por denuncias. Sería muy interesante conocerlas para responsabilizarnos de la acción correspondiente. Claro, esto no es un consuelo, pero imputarlo al sector público que en su generalidad es corrupto, que en su generalidad es ineficiente, que en su generalidad es deshonesto, es temerario señorita, muy temerario, ésto no siempre ocurre, ni siquiera en la generalidad de los casos. Reconozco sí, que en materia de contrabando el problema es brutalmente complicado. Pero cuando, como está ocurriendo, empiezan a morir en el cumplimiento de su deber los vigilantes aduanales, quiere decir que se está haciendo un esfuerzo extraordinario por romper una organización mundial brutalmente poderosa, porque el contrabando está amarrado al tráfico de drogas y al tráfico de armas y hay una organización contra la que es difícil, no imposible, difícil luchar, puedo afirmarlo, el esfuerzo que está haciendo la Secretaría de Hacienda para luchar contra el contrabando es extraordinario.

Estamos considerando precisamente la información a que usted alude; estamos luchando precisamente, cruzando una información y estableciendo una serie de medidas extraordinarias para lograrlo.

Ahora bien, si el gasto público, está destinado a alcanzar objetivos y éstos se están logrando, tiene reconocido que debemos combatir, la corrupción, vamos a hacerlo juntos, por qué satanizarnos, es tanto, como que yo en este momento le imputare al PAN, el que hubiera traído a Maximiliano, y que con esa idea estuviera yo... (aplausos) combatiendo sus argumentaciones; vamos a ser objetivos, vamos a reconocer que no todos somos corruptos, que no todos somos deshonestos y que no todos somos deficientes, y si hay corrupción, vamos a luchar contra ella juntos, haciendo denuncias concretar y responsables, no haciendo imputaciones globales que sólo envenenan al pueblo y lo enajenan contra sus autoridades legítimas; yo sí habría un llamado a la responsabilidad, par que nos ayudaran a luchar contra la corrupción, y nada mejor que un pueblo vigilante, expresado en sus órganos políticos y que puede lograrlo, es una invitación señorita, vamos a hacerlo juntos, creo que en eso estaremos siempre de acuerdo. Este esfuerzo fiscal ya lo he dicho muchas veces, de ninguna manera entraña solidarizarnos ni con los corruptos, ni con los ineficientes. Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el señor diputado Moreno Ballinas.

El C. Rafael Moreno Ballinas: Señor licenciado López Portillo, dada la veracidad y la amplitud de sus conceptos que se ha caracterizado su intervención y considerando que en la exposición de motivos se dio respuesta satisfactoria a mi pregunta, declino mi derecho a hacerla.

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el C. diputado Valdés Zaragoza.

El C. Francisco Valdés Zaragoza: Compañero servidor del Estado licenciado José López Portillo: en realidad tenía dos preguntas que hacer. La segunda ha sido contestada de hecho. Voy a concretarme nada más a una.

Gravar ciertos artículos de tipo suntuario tendrá el efecto de encarecerlos para el comprador. Por este motivo, existirá el riesgo de favorecer el contrabando con estos aumentos en los impuestos. La segunda pregunta era relacionada precisamente sobre las medidas que la Secretaría de Hacienda ha adoptado y adoptara para vigilar y para controlar que no haya contrabando en el país; fue contestada, muchas gracias.

El C. licenciado López Portillo: A usted compañero, usted es de casa. Evidentemente, señor diputado, todos los sabemos, el problema del contrabando, en lo que pudiéramos llamar la condición económica es un problema de precio y calidad. Es claro que cuando el precio no es competitivo, cuando el precio en el extranjero es más bajo o la calidad por el mismo precio es mayor, existirá la tendencia natural, cuando hay ausencia de solidaridad fiscal, a hacer el consumo del bien en le extranjero. Es cierto que muchos de los consumos que pudiéramos gravar pudieran estar en esta condición. Pero casualmente ahora hemos cuidado que eso no suceda. Los consumos que estamos gravando, prácticamente ninguno puede traerse del exterior. El único que podría ser, la gasolina, será

protegida por una política en la franja fronteriza. Igual los automóviles, el resto de consumos prácticamente no tienen sustitución extranjera, de manera que ese riesgo no existe. Pero sí es conveniente aprovechar la ocasión para insistir en algo que a mí me parece fundamental: el contrabando, no sólo entraña a la fraude fiscal; no sólo entraña un daño a la Nación, también, y es conveniente que el público lo entienda, también está privando de oportunidades de trabajo a los mexicanos al pagar la mano de obra y los insumos en el exterior. Por esta razón la solidaridad no sólo es con el gobierno cuya función, no todos entienden, o no todos coparticipan, sino también con muchos trabajadores que pueden ser nuestros hijos. Muchas gracias. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el ciudadano diputado Fernández de Cevallos.

El C. Alvaro Fernández de Cevallos: Ante todo queremos manifestarle que quien afirmó que el año entrante se iban a exportar 500 mil barriles diarios fue precisamente el señor Dovalí Jaime, Director de Petróleos Mexicanos; y ahora, señor Secretario, paso a mi pregunta:

En esta última intervención de Acción Nacional, le pedimos información sobre la deuda pública porque consideramos que todo el pueblo debe de conocer esos datos, por ello, nos alegramos que en esta y aquí, no soló se encuentre la prensa, sino también la televisión oficial; por eso mismo, consideramos igualmente importante que se encuentre aquí la televisión el 7 de noviembre en que será interesado en escuchar las opiniones de los diputados.

En consecuencia, solicitamos públicamente a la Presidencia de esta Cámara, se dirija a la Secretaría de Gobernación con este propósito.

Señor Secretario: le agradecemos su información sobre el monto de la deuda pública, porque eso nos ha mostrado que en la actualidad corresponde a un año de impuestos federales, pero queremos que nos haga una aclaración:

En el Presupuesto de Egresos para el presente año que aprobamos en diciembre del año pasado, se le autorizó al Ejecutivo que acudiera a financiamientos por 37.367 millones de pesos para todo el sector Público. Asimismo le autorizamos un egreso de 23.000 millones de pesos para el pago de la Deuda Pública. Usted acaba de afirmar que no sabe cuánto es la Deuda Pública en este momento, cosa que nos extraña, porque tenemos entendido que los pagos están sujetos a un calendario fijo, pero aceptamos su explicación, queremos que nos diga si ese 10% es adicional a lo autorizado o dentro de lo autorizado.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: Con mucho gusto, señor diputado. No venimos a ocultar la verdad, justo a la proporción del endeudamiento nos ha llevado a hacer esta proposición por las razones que hemos explicado. Con plena responsabilidad hemos, al rendir la Cuenta Pública, precisado cual es su monto, en lo que a 73 me refiero, el comportamiento de 74 está en pleno ejercicio. Por ello sería aventurado dar una cifra. Tenemos algunas, más o menos aproximadas y uno me gustaría darlas y después contradecirme. Puedo afirmar, desde luego, que se ha incrementado la Deuda Pública obvio es. Todo ello dentro de la autorización del Congreso y dentro de las facultades que el Ejecutivo tiene para adecuarse a las circunstancias habidas cuenta que el presupuesto es eso, un presupuesto, no otra cosa. Hay el compromiso a cumplir con el mismo, pero si los supuestos no se realizan viene entonces la responsabilidad de la Cuenta Pública y la calificación que el Congreso hace sobre el particular. Todo ello dentro del juego de nuestras instituciones y dentro de éstas de la división de poderes para armonizar las funciones de poder público.

Será cuando rindamos la Cuenta Pública de 1974 que podamos dar una cifras responsables, antes pudiera ser una aventura de mi parte el cuantificar algo que está en ejercicio y que en definitiva se ajustará al fin de año.

Puedo afirmar, sí, señor diputado, que la Deuda Pública subirá en algo más de 10% a la que ha dado cuenta que se realizó en 1973. Justo, debo insistirlo, justo este acelerado incremento de la deuda pública, poco favorable para el país, sobre todo por la proporción de deuda externa es el que ha motivado la presentación de esta iniciativa. Con esto, señor diputado, el Ejecutivo Federal está acreditando su decisión de enfrentarse con la verdad y acabar con la ficción. Muchas gracias, señor. (Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el ciudadano diputado Estrada Delgadillo.

El C. José Luis Estrada Delgadillo: Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público: Quiero a nombre de la representación nacional, felicitarlo a usted no sólo por la sencillez y la claridad, sino también, porqué no decirlo señor, por la paciencia con la que ha contestado las preguntas que en esta sección le ha hecho con entera libertad los diputados de todos los partidos políticos, sino también las numerosas preguntas que le han hecho las Comisiones y los diputados de la oposición en reuniones de trabajo celebradas con usted antes de esta sesión. Nada menos la sesión pasada, los señores diputados panistas José Angel Conchello, Abel Vicencio Tovar, se reunieron con usted y las Comisiones de Presupuesto y Gasto Público; en esa reunión, señor, no se le hicieron cuatro, sino 100 preguntas; ojalá que en las próximas reuniones de trabajo el diputado Conchello invite a algunos de sus compañeros a dialogar (aplausos). Señor, soy miembro del sector campesino y sabemos que en los tres años del régimen del Presidente Echeverría se han aumentado substancialmente los fondos presupuestales y crediticios aplicados para el fomento de las actividades agropecuarias; sin embargo, sabemos que la producción de alimentos no es suficiente para satisfacer las demandas nacionales y sobre todo de aquellos productos que más son de consumo popular. Este hecho contribuye evidentemente a aumentar las presiones inflacionarias. ¿A qué factores podríamos atribuir tal situación? y ¿qué medidas se están implementando para superar

tales deficiencias? Son mis preguntas, señor Secretario.

El C. Secretario de Hacienda: Muchas gracias, señor diputado. Aprovecho la ocasión para formular la más cordial invitación a los señores del Partido de Acción Nacional, de todos los Partidos, para que sean atendidas todas sus inquietudes respecto de estas reformas fiscales por los técnicos de la Secretaría. El diálogo está abierto, la participación garantizada, la información al detalle. Lo hemos hecho una vez, lo haremos cuantas sean necesarias. Les suplico que la acepten.

Decíamos en nuestra intervención inicial que veíamos con mucho preocupación que la producción agrícola estaba estancada, se mantenía en los mismos niveles durante años, 3 o 4, a pesar del incremento de la población y de su cambio de patrones de consumo; esto es preocupable.

Las razones son muchas; desde luego debemos subrayar que en recientes años ha habido problemas climáticos verdaderamente amargos que nos ha castigado muy severamente; ciclones, terremotos, sequías, heladas, etc.; esto por sí solo entraña disminución en las cosechas. La más reciente, una helada sin precedente en 50 años acabó con el maíz en grandes áreas del Estado de México y otros circunvecinos, pero no podemos imputarle al cielo lo que nuestra desorganización no nos da.

Creo que tenemos que tenemos que responsabilizarnos. Ya dije en mi intervención cómo había venido decreciendo la inversión en el campo y cómo el gasto público se había orientado a otros sectores. Ahora estamos pagando precisamente muchas de las insuficiencias de eso que el compañero del P.P.S. llamó "el milagro mexicano", que no era desgraciadamente sino el aplazamiento de soluciones que ahora tenemos que afrontar. Este régimen ha resuelto entrar de lleno a los problemas del campo. ¿Qué es lo que ha hecho y qué es lo que hará? Desde luego, como lo hemos reiterado, hemos y vamos a incrementar los recursos de inversión al campo. Actualmente son del 17.8%, en función de los proyectos de inversión de los que tenemos ya a disposición, para 1975 seguramente el presupuesto tendrá una proporción estructural de inversión al campo por lo menos de 20%. Esto, por sí solo está rebelando el propósito que es reforzado por una política crediticia que lo mismo incrementa su cuantía cuanto, hasta donde podemos, su eficiencia. Se han tomado otras distintas medidas: la Ley Federal de la Reforma Agraria, la Ley Federal de Aguas. En materia comercialización, como lo hemos dicho, CONASUPO ha acudido al campo y mejorado sus precios y mejorado las sistemas de almacenamiento, de distribución, y en general de comercialización. Hay mayor apoyo a la investigación; tenemos diseñado un programa de desarrollo rural que tuvimos la satisfacción de ver elogiado en la reciente reunión del Banco Mundial.

Mac Namara no sólo se refirió a él con detalle, sino, puedo decirlo, también con entusiasmo, como un ejemplo de lo que pueden hacer los países en desarrollo. Es el llamado Proyecto Pider, que traerá sustanciales inversiones, decisiones al campo. Pero lo muy importante, señores, es lo siguiente: hemos aprendido la lección de la coordinación. Para realizarla, con la propia coordinación de la Secretaría de la Presidencia, a la que concurre la Secretaría de Hacienda dentro de sus atribuciones y funciones, hemos creado la que hemos llamado Comisión Coordinadora del Sector Agropecuario. Si queremos manejar las siglas, la COCOSA. En el seno de esta Comisión estamos manejando los sistemas de coordinación haciendo un ejercicio muy responsable de participación. ¿Cuáles son las decisiones que estamos manejando en el seno de esa Comisión? Todo un esquema de planeación hasta donde es posible completa, no quiero usar la palabra integral, en el que tenemos que arrancar de algo que todavía no teníamos y que empezamos a tener, un sistema de infracción insuficiente que ahora empieza a serlo; para tomar decisiones señores -y perdónenme que abunde en esta materia tan importante- decisiones tan delicadas como ¿cuánto maíz va a tenerse que comprar en el exterior sabiendo que está a precios extraordinariamente altos?, ¿cuál es la cosecha que se espera?, ¿qué esperamos de nuestros campos? ¿qué nos va a faltar? Cuando el sistema de información es deficiente, podemos tomar decisiones equivocadas. En el seno de esta comisión estamos mejorando los sistemas de información, ésto puede parecer frívolo pero es fundamental. El plan que se está elaborando en la Comisión de Coordinación del Sector Agropecuario, está tocando los siguientes puntos: la fijación de las metas o de los objetivos del plan, mediante un sistema de participación de todas las muy extraordinarias, numerosas, entidades que participan en el progreso.

Hacer compatibles, hacer armónicas las metas, las metas físicas. ¿Cuánto vamos a producir?, ¿cuánto debemos d producir?, y ¿de qué lo debemos producir? para que no se tomen decisiones tan lamentablemente equivocadas como sembrar algodón en vez de trigo, cuando el mercado anunciaba ya que iba a hacer una baja en la demanda de este producto acumulado especulativamente por las grandes naciones, participativamente por las grandes naciones, particularmente Japón. Pero el sector público, que no cultiva directamente, carece todavía de un sistema de persuasión para el campesino que se lanza hacia lo que le parece es más beneficioso.

Coordinar el sector público con el privado mediante los elementos de concatenación es uno de los grandes propósitos de este Plan, que repito, arranca de la fijación de las grandes metas nacionales. Estamos regionalizando el país para efectos agrícolas con toda las dificultades técnicas que esto entraña, estamos adecuando los problemas de tenencia, graves y delicados, a las decisiones de inversión, particularmente en las zonas de riego. Estamos acudiendo a sistemas de algo que sin duda es lo mas importante para el sector agropecuario: la organización de los productores, la organización de los campesinos, para producir, para consumir y

sobre todo, para comercializar: éste es uno de los problemas fundamentales del país.

No quisiera consumir mucho su tiempo, sin embargo la pregunta debe, tiene que ser contestada; estamos empezando ha encontrar las soluciones y los caminos; la organización del minifundio con sistema del propio ejidal, que le permitan una gerencia inteligente, que le permitan acciones en conjunto; ésta siendo ya una realidad operativa cada vez más frecuente, todavía no en la proporción si es posible, pero si fundamentalmente; clara la organización de los campesinos es el resultado de una serie de acciones concatenadas, concatenadas a partir de las facultades de las posibilidades, promocionales y de fomento del sector público, que maneja la siguiente, pero que no lo hace en forma coparticipativa suficiente. El crédito, la investigación, el proporcionamiento de insumos de maquinaría, la propia inversión pública que es la responsabilidad fundamental del Estado, la comercialización el empleo de los precios; a partir de esta acción, a partir del apoyo de la Inversión pública, que será multiplicada a partir de la armonización del sector agropecuario, que es una convicción para análisis programático con los otros sectores de actividad, particularmente el transporte, la industria, el desarrollo Social, y particularmente y en realidad, entre todos es como estamos tratando poner práctica a través de un sistema de un mecanismo de participación para que todos los responsables lo hagan, vamos a realizar una acción reforzada para resolver el problema fundamental de este país.

Conscientes de que si no resolvemos los problemas de alimentos, de materias primas para nuestra industria, y de excedentes para nuestra exportación, este país a pesar de tener petróleo, tendrá grandes y severos problemas: de aquí que la acción prioritaria que el Gobierno está planeando en el campo, tendrá, ya está teniendo las características planeadas, que muy brevemente explicamos, y que debiera ser objeto, en si sólo, de una reunión exhaustiva de esta Cámara de representantes con los responsables fundamentales del área. Muchas gracias compañeros.(Aplausos.)

- La C. Presidenta: Tiene la palabra el ciudadano diputado Tristán López.

El C. Rafael Tristán López: Señor secretario, como representante del sector campesino, considero no sólo saludable, sino imprescindible l a participación, la intervención del Estado en la vida Económica del país. Sin embargo, algunas personas y algunas gentes se preguntan si se considera que las reformas fiscales contenidas en diversas iniciativas del Ejecutivo acaso limiten la libre disposición de los bienes derivados de los ingresos de las personas, y esto pueda en consecuencia concluirse en el hecho de que se acentúe la intervención del Estado con la consecuente limitación del ejercicio de la libertad económica.

¿Podría decirse cual es la posición del actual gobierno federal en cuanto se refiere a la extensión y siendo de la intervención estatal en la economía?

- El señor licenciado López Portillo: Muchas gracias, señor diputado. No se si deba ser yo, el que, como Secretario de Hacienda, de contestación a su justificada pregunta, sin embargo, voy a expresar mi criterio personal y con él me responsabilizo.

Sin duda en épocas de crisis cuando la función del Estado se hace más notable, cuando sus decisiones , por fundamentales, por importantes y por frecuentes, lo hacen presente ante su pueblo, y esto es, sin duda, lo que está ocurriendo.

Pero ninguna de las decisiones que se han tomado están entrañando una audición a facultades o atribuciones que el Estado mexicano no tenga desde su última organización constitucional, desde 1917. Ninguna de las decisiones tomadas son adicionales, ni abusivas, ni ilegales. Y vamos a tratar de acreditarlo, y desde luego, afirmando categóricamente que ninguna de ellas es conculcatoria de ninguna libertad, porque nuestro sistema político ha logrado el difícil pero extraordinario equilibrio entre los derechos individuales y los derechos sociales. Esto se ha dicho muchas veces. Ahora lo reitero.

Un breve análisis nos acredita lo siguiente: nuestro sistema gira básicamente en torno a un eje que va del artículo 1o. de la Constitución, normalmente olvidado que está afirmando que los derechos individuales son los resultados de la vida política, no un derecho anterior a la organización política sino la consecuencia de la propia organización política. Y el derecho es como función de una sociedad que nos permite y que nos propicia.

Un artículo tercero que debe releerse por su enorme importancia doctrinaria que nos explica lo que es la democracia y cual es su alcance, con un contenido tal que es mayor que la definición de Lincoln cuando afirma que la democracia no es sólo un régimen político o un sistema jurídico, sino un estilo de vida que busca el constante mejoramiento económico social y cultural del pueblo.

Un artículo tercero que, como dije antes, nos define lo que es nuestro nacionalismo, nuestra democracia nacional.

Un artículo 27 que reconoce la propiedad originaria en la Nación, la posibilidad de crear la propiedad privada, de inducir las modificaciones que dicte el interés público, y no sólo eso, la responsabilidad fundamental del Estado para lograr la equitativa distribución de la riqueza pública.

Un artículo 28 constitucional que no sólo impide el monopolio que rompa la libertad del mercado, sino los abusos que una clase pudiera tener sobre la otra.

Un artículo 123 que regula el trabajo. Repetir esto, en este ambiente legislativo, puede ser ocioso, pero conveniente. Hay una línea que ha permitido precisamente tomar todas las decisiones que se han tomado para responder a esta crisis y crear los instrumentos adecuados para poder seguir luchando contra ella.

¿Cuales son las decisiones que hemos tomado y para qué las hemos tomado?

La decisión sobre salarios; la del año pasado, y la de este año, con base en una Ley Federal del Trabajo recientemente renovada.

Con apoyo a la Constitución modificamos la parte correspondiente a la periodicidad de la revisión de los salarios, el respeto a la Ley estricto.

¿Con apoyo en qué se tomaron decisiones en precios?

En una Ley, que hay que recordarlo, fue promulgada en 1951, en el régimen del licenciado Alemán. Y frecuentemente he hecho yo esta reflexión: si este régimen se hubiera realizado una Iniciativa con el alcance de la Ley de las atribuciones en materia económica del Estado se le hubiera imputado exceso de progresividad, de progresivo, mejor dicho. Relean ustedes esa Ley de 1951 para que adviertan el enorme alcance de las facultades que están consentidas por el pueblo de México. Con apoyo, a esa Ley se actuó en precios y con apoyo a la estructura constitucional se ha actuado en materia fiscal.

Cierto, cierto, con el incremento en recaudación, con apoyo en el incremento a la recaudación el Estado adquirirá más fuerza y podrá dirigir de mejor manera la economía.¿ En qué aspectos? Lo hemos dicho reiteradamente en el transcurso de nuestras intervenciones, en aquellos aspectos básicos de la economía que son función exclusiva del Estado por nuestro propio régimen constitucional, no por ninguna novedad, con apoyo a nuestro sistema legal, que no entraña ninguna intervención económica que sea conculcatoria de un régimen de derechos individuales que no han sido tocados, el del artículo 4o. particularmente para acreditar que de ninguna manera, se puede afirmar que el fisco, su actividad o su imposición esté conculcando, limitando la libertad, Al revés, con la multiplicación de recursos para el Estado las opciones de libertad para el pueblo de México podrán ser más eficientes en la medida que desterremos la miseria estaremos liberando más al pueblo de México.

No quiero cansarlos a ustedes ni caer en la tentación de una deformación vocacional o profesional de un viejo maestro de teoría política y de teoría del Estado. Podría hacer una disertación que estaría sin duda fuera de lugar, en esta ocasión, para acreditar cómo y porqué el Estado mexicano tiene la posibilidad, la obligación de ser un Estado de servicio a un pueblo que necesita precisamente liberarse de la miseria para tener mejores opciones de libertad.

Tan solo creo que esta es la última pregunta. Tan solo quisiera concluir mi intervención con una exhortación final.

Señores diputados: el problema de nuestro país es un problema en estos momentos de corto plazo, el problema de nuestro país es que ese problema de corto plazo, de circunstancia, de coyuntura, no nos haga perder los grandes objetivos nacionales que justifican nuestra estructura política y social, con esta medida fiscal hemos concluido las decisiones que nos van a dar instrumentos para desarrollarnos mejor, es la última y sin duda la más amarga, una vez que se tomen este país estará en posibilidad de trabajar y enfrentar y su destino, que las inquietudes, que las oposiciones legítimas de interés que están en juego, de eso que se llama la opinión pública, de la inquietud de la gasolina y de tantas otras, no conviene el ambiente de colaboración y solidaridad con la que tenemos que luchar todos juntos por enfrentar destinos superiores: que no sigan satanizándo diciéndonos: el Estado es un corrupto, los empresarios, todos los empresarios son especuladores, son hambreares; que no se diga: los obreros son flojos, los burócratas también flojos e ineficientes, eso no hace sino envenenar el ambiente y hacer caricaturas que después nos hacen odiosos unos a otros. Es necesario entender que en estos momentos más que nunca necesitamos solidaridad que entrañe precisamente lo que esta proponiendo el Presidente de la República a través de toda esta serie programada de acciones que ahora concluyen con esta fiscal. Asumir las responsabilidades, los riesgos negativos y las extraordinarias posibilidades positivas del desarrollo compartido. Señores diputados, muchas gracias. (Aplausos.)

AGRADECIMIENTO

- La C. Presidenta: Señor secretario, a nombre de esta honorable Cámara de Diputados, de la XLIX Legislatura al Congreso de la Unión, expresamos a usted nuestro reconocimiento por su objetiva y brillante exposición, así como por las importantes Iniciativas de Reformas Fiscales. Asimismo por las respuestas que dio usted a cada uno de los legisladores que lo interrogaron y que pertenecen a los distintos partidos políticos aquí representados.

Sus claras palabras, sinceras y valientes, me han dejado en lo personal la impresión de que usted nos ha hablado y ha hablado al pueblo con la verdad.

Agradecemos la presencia de los señores diputados Constituyentes, de los Presidentes de los Tribunales Administrativos y los señores funcionarios de la Federación, de los representantes de las Organizaciones Sindicales y de los partidos políticos que nos acompañaron en esta importante sesión. Muchas gracias.(Aplausos.)

Se ruega a la Comisión designada que introdujo al señor licenciado José López Portillo, lo haga asimismo cuando desee reiterarse de esta sesión. (Aplausos.)

( La comisión cumple su cometido, y el C. Secretario de Hacienda sale en medio de aplausos.)

La C. Presidenta: Continúa la Secretaría con los asuntos en cartera.

ORDEN DEL DÍA

El C. Secretario Feliciano Calzada: C. Presidenta: agotados los asuntos en cartera. se va a proceder a dar lectura la orden del día de la próxima sesión.

- El C. Secretario José O. Ferrer Guzmán:

" Cámara de Diputados.

Segundo período ordinario de sesiones.

XLIX Legislatura.

Orden del Día

31 de octubre de 1974.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Oficio del C. Lázaro Rubio Felix, diputado miembro del Partido Popular Socialista.

Homenaje a don Francisco I. Madero.

Elección de Mesa Directiva

Minuta

La Colegisladora envía proyecto de Ley de Sanidad Fitopecuaria de los Estados Unidos Mexicanos.

Solicitud de particular

El C. Raúl de Zaldo Galina, solicita permiso para presentar servicios como Canciller del Consulado Honorario de Irlanda, en la ciudad de México.

Dictámenes a discusión

De la Comisión de Permisos Constitucionales, el relativo a la comunicación del licenciado Rafael Hernández Ochoa.

De las Comisiones Unidas de Hacienda y Crédito Público y Seguros y de Estudios Legislativos, con Punto de Acuerdo."

- La C. Presidenta ( a las 16:40 horas ): Se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar mañana jueves 31 del actual, a las once horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

" DIARIO DE LOS DEBATES "