Legislatura L - Año I - Período Ordinario - Fecha 19760909 - Número de Diario 17

(L50A1P1oN017F19760909.xml)Núm. Diario:17

ENCABEZADO

Diario de los Debates

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

"L" LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO I México, D. F., Jueves 9 de Septiembre de 1976 TOMO I. - NÚM 17

SUMARIO

SUMARIO

Apertura

Orden del Día

Acta de la sesión anterior. Se aprueba

Invitación

Del Departamento del Distrito Federal, al acto de conmemoración del 129 aniversario de la Exaltación de los Niños Héroes. Se designa Comisión. Se levanta la sesión de Cámara

Colegio Electoral

La Cámara de Diputados se erige en Colegio Electoral para conocer el dictamen de la Gran Comisión sobre las elecciones que para Presidente de la República tuvieron lugar el día 4 de julio del presente año. La Secretaría da lectura al dictamen de referencia. Hacen uso de la palabra: en pro, los CC. J. Guadalupe Vega Macías, Sergio Lujambio Rafols, Julio César Mena Brito, Saúl Castorena Monterrubio, María Guadalupe López Bretón, Francisco Hernández Juárez y Hugo Castro Aranda. Se aprueba en lo general y en lo particular por unanimidad. Pasa al Ejecutivo

Declaratoria

La Presidencia declara que es Presidente Constitucional de México para el sexenio 1976-1982, el C. licenciado José López Portillo Pacheco

Comisiones

Se nombran las comisiones para participar la anterior Declaratoria al C. Presidente de la República, a la H. Cámara de Senadores y a la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación. Se levanta la sesión de Congreso General

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. HELADIO RAMÍREZ LÓPEZ

(Asistencia de 226 ciudadanos diputados.)

APERTURA

- El C. Presidente (a las 11:30 horas): Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

- La C. secretaria María del Refugio Castillón Coronado:

"Primer Período Ordinario de Sesiones.

L Legislatura.

Orden del Día

9 de septiembre de 1976.

Lectura del acta de la sesión anterior.

El Departamento del Distrito Federal invita al acto que con asistencia del C. licenciado Luis Echeverría, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, y para conmemorar el 129 aniversario de la Exaltación de los Niños Héroes, tendrá lugar el próximo lunes 13 de los corrientes.

Colegio Electoral.

Dictamen de la Gran Comisión, relativo a las elecciones efectuadas el 4 de julio próximo pasado, para Presidente de la República."

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

- La misma C. Secretaria:

"Acta de la Sesión de la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Legislatura del H. Congreso de la Unión efectuada el día siete de septiembre de mil novecientos setenta y seis.

Presidencia del C. Heladio Ramírez y López.

En la ciudad de México, a las once horas y quince minutos del martes siete de septiembre de mil novecientos setenta y seis, se abre la sesión con asistencia de doscientos treinta y tres ciudadanos diputados, según declara la Secretaría una vez que pasa lista.

Lectura de la Orden del Día y del Acta de la sesión anterior, llevada a cabo el día tres de los corrientes, misma que sin discusión se aprueba.

Se da cuenta de los documentos en cartera:

El C. Fernando Pámanes Escobedo, Gobernador Constitucional del Estado de Zacatecas, suscribe atenta invitación al acto que tendrá lugar el día 9 del actual, en el que rendirá el segundo informe de su administración pública.

La Presidencia designa en comisión para que concurran a dicho acto en representación de la Cámara de Diputados, a los siguientes ciudadanos legisladores: Gustavo Salinas Iñiguez, Crescencio Herrera Herrera, José Leal Longoria y Julián Macías Pérez.

Invitación del Departamento del Distrito Federal al acto cívico que, con motivo del 129 aniversario de la Acción de Armas del Molino del Rey y Casa Mata, se llevará a cabo mañana miércoles, en la Loma del Molino del Rey, en esta ciudad de México.

Para concurrir a este acto con la representación de la Cámara de Diputados, la Presidencia designa a los siguientes representantes: Alfonso Ballesteros Pelayo, Zeth Cardeña Luna, Juan José Varela Mayorga, Celia Torres Chavarría y María Elena Alvarez de Vicencio.

Para los efectos constitucionales, el C. Presidente de la República, por conducto de la Secretaría de Gobernación, envía las siguientes iniciativas:

De Decreto que reforma al Artículo 85 del Código Penal para el Distrito Federal en Materia del Fuero Común y para toda la República en Materia del Fuero Federal. Recibo y a las Comisiones Unidas de Desarrollo de la Seguridad Social y Salud Pública, y de Estudios Legislativos e imprímase.

De Decreto que adiciona un Quinto Párrafo al Artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Recibo y a las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales en turno, y de Estudios Legislativos e imprímase.

La Secretaría de Relaciones Exteriores, por el debido conducto, envía tres oficios relativos a las solicitudes de permiso, para que los CC. Carlos Zapata Vela, Jorge Pulford Nuñez y Alfonso Martínez Calderón, puedan aceptar y usar condecoraciones que les han sido conferidas por gobiernos extranjeros. Recibo y a la Comisión de Permisos Constitucionales.

El C. ingeniero Luis E. Bracamontes, Secretario de Obras Públicas, envía en cumplimiento del Artículo 93 Constitucional, el informe de las labores desarrolladas por la Dependencia a su cargo, que comprende el período del 1o. de septiembre de 1975 al 31 de agosto de 1976. Recibo y resérvese en el Archivo para consulta de los ciudadanos diputados y córrase traslado a la H. Cámara de Senadores.

Para hacer comentarios y exponer sus puntos de vista en torno al Sexto y último Informe de Gobierno del C. licenciado Luis Echeverría Alvarez, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, rendido ante la Representación Nacional, el día primero del presente mes, hacen uso de la palabra, sucesivamente, los ciudadanos diputados Reynaldo Dueñas Villaseñor, del Partido Revolucionario Institucional; Miguel Hernández Labastida, del Partido Acción Nacional; Jesús Puente Leyva, del Partido Revolucionario Institucional; Armando Labra Manjarrez, del Partido Revolucionario Institucional; Héctor Ramírez Cuéllar, del Partido Popular Socialista; Julio Zamora Bátiz, del Partido Revolucionario Institucional; Eugenio Soto Sánchez del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana; Salvador Reyes Nevárez y Víctor Manzanilla Schaffer, del Partido Revolucionario Institucional.

Agotados los asuntos en cartera, se da lectura de la Orden del Día de la próxima sesión

A las dieciocho horas y cinco minutos se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el jueves nueve del actual, a las once horas."

Está a discusión el acta. . . No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. . . Aprobada.

INVITACIÓN

- La misma C. Secretaria:

"Escudo Nacional. - Estados Unidos Mexicanos. - Poder Ejecutivo Federal. - México, D. F. - Departamento del Distrito Federal.

México, D. F., a 3 de septiembre de 1976.

C. diputado licenciado Heladio Ramírez López, Presidente de la H. Cámara de Diputados. -Presente.

El Departamento del Distrito Federal, por conducto de esta Dirección General, hace a usted una cordial y atenta invitación al acto que, con asistencia del C. licenciado Luis Echeverría, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, tendrá lugar a las 10:00 horas, del próximo lunes 13 del actual, con motivo de la conmemoración del CXXIX Aniversario de la Exaltación de los Niños Héroes, en el monumento erigido a su memoria, en el Bosque de Chapultepec.

Al propio tiempo, me permito rogarle tenga a bien dictar sus respetables instrucciones, con objeto de que una comisión asista al acto de referencia y efectúe el depósito de una ofrenda floral, con la representación de esa H. Cámara de Diputados que usted preside.

Reitero a usted, con mi reconocimiento, las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

El Director General, arquitecto Oscar H. Villarreal."

El C. Presidente: Para asistir a este acto en representación de la Cámara de Diputados, se designa a los siguientes CC. Legisladores:

Augusto Gómez Villanueva, Marta Andrade de Del Rosal, Roberto Ruiz del Río, Raúl Guillén Pérez Vargas y Heladio Ramírez López.

- El mismo C. Presidente: Se levanta la sesión de Cámara.

COLEGIO ELECTORAL

El C. Presidente: La Cámara de Diputados se erige en Colegio Electoral para conocer el dictamen de la Gran Comisión acerca de las elecciones que para Presidente de la República se celebraron el día 4 de julio del presente año.

- La C. secretaria María del Refugio Castillón: Se va a dar lectura al dictamen de la Gran Comisión.

"Gran Comisión:

Honorable Asamblea:

La H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión tiene como facultad exclusiva conferida por los artículos 74, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y 168 de la Ley Federal Electoral, la de erigirse en Colegio Electoral para calificar la elección de Presidente de la República.

Para cumplir con estos ordenamientos legales, y de conformidad con el Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, fueron turnados a la Gran Comisión que suscribe, los expedientes y los paquetes que contienen la documentación originada en la elección constitucional para Presidente de la República que tuvo lugar en el país el 4 de julio anterior.

La Gran Comisión procedió desde luego a examinar exhaustivamente los documentos que fueron enviados por los Comités Distritales Electorales.

Del examen, se evidenció que los actos de preparación, vigilancia y desarrollo del proceso electoral se apegaron en todo a las normas constitucionales y a los ordenamientos de la Ley Federal Electoral y, por ello, resulta dable formular el presente dictamen:

La mejor muestra de la esencia democrática de la junta electoral estriba en que fue el pueblo mismo quien en los 196 Distritos Electorales tuvo a su cargo las 40,238 casillas que fueron instaladas en toda la nación para recibir los sufragios ciudadanos; en cuya tarea participaron con un alto sentido de responsabilidad, alrededor de seiscientas cincuenta mil personas que actuaron como funcionarios electorales o como representantes de los Partidos políticos nacionales que participaron en ese proceso. Ello puso de manifiesto el carácter republicano y participativo de nuestro sistema político, que tiene precisamente su origen en las elecciones generales que constituyen el mecanismo más auténtico de delegación de voluntad popular, tal como quedó debidamente demostrado en los comicios referidos.

Cabe advertir que el haber transcurrido el proceso electoral en absoluta calma y dentro del orden señalado por la Ley, se confirmó que en la conciencia del pueblo está definitivamente enraizada la importancia del acto electoral y que es por esta vía por la que se manifiestan las fuerzas populares organizadas, a las que, por otra parte, se brindaron las facilidades más amplias y las garantías necesarias para que pudieran expresarse libremente, tanto en la campaña previa a las elecciones, como el mismo día de la votación.

Debe destacarse que el número de empadronados alcanzó la cifra de veinticinco millones novecientos trece mil doscientos quince ciudadanos, habiendo sufragado diecisiete millones novecientos once mil ciento treinta y cuatro personas, las que con su voto refrendaron su fe democrática.

La Gran Comisión considera de especial importancia el hecho de que hayan acudido a votar el 69.12% de los mexicanos inscritos como electores, habida cuenta que ese hecho revela el indiscutible avance cívico de nuestro país, encauzado por el actual gobierno de la República.

Junto a la importancia que tiene para la nación el poder señalar libremente al ciudadano que reúna todas las características para encargarse del Poder Ejecutivo, está la confirmación misma del perfeccionamiento constante a que se ha venido sujetando el proceso electoral y la conciencia creciente para usar de él, como campo para ventilar las diferencias políticas, con pleno respeto a la ideología, formas de expresión y derecho a disentir que tienen todos los mexicanos y los órganos de expresión, constituidos por los Partidos políticos nacionales.

La Gran Comisión considera que es motivo de orgullo para la patria el resultado de la elección del 4 de julio próximo pasado. El gran debate nacional en que participaron los Partidos políticos, continúo en el estilo de diálogo abierto y crítico que inició durante la campaña que precedió a su elección el actual titular del Poder Ejecutivo, licenciado Luis Echeverría Alvarez; diálogo que supo mantener y acrecentar durante el ejercicio de su gobierno y que es ahora, no sólo método para desahogar diferencias políticas entre partidos, grupos e individuos, sino técnica de conocimiento y análisis de los grandes problemas nacionales.

Es de señalar, que de conformidad con lo dispuesto por la Ley de la materia, oportunamente se integraron y funcionaron normalmente la Comisión Federal Electoral, las 32 Comisiones Locales Electorales y los 196 Comités Distritales Electorales, y que los Partidos políticos nacionales que cumplieron con las normas legales para actuar en los comicios sobre los que se dictamina, fueron el Partido Revolucionario Institucional, el Partido Popular Socialista y el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, quienes ejerciendo los derechos que la Ley les otorga, registraron como único candidato al ciudadano licenciado José López Portillo Pacheco.

Previo minucioso análisis de todos y cada uno de los paquetes electorales recibidos de los 196 Distritos Electorales Federales, la Gran Comisión de la H. Cámara de Diputados encontró que el resumen de las votaciones por Entidades, arrojó las siguientes cifras en favor del ciudadano licenciado José López Portillo Pacheco:

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que en conjunto representan un total de dieciséis millones setecientos veintisiete mil novecientos noventa y tres votos emitidos en favor del ciudadano licenciado José López Portillo Pacheco.

Por ello esta Comisión con base en el estudio del proceso electoral que incluye todas sus fases, desde el registro de candidatos a Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos hasta el cómputo de cada Distrito realizado el 11 de julio del presente año, tiene el honor de informar al H. Colegio Electoral que la elección de Presidente de la República llevada a cabo el 4 de julio próximo pasado, se efectuó con estricto apego a los mandamientos de Ley, y por ende, resulta fundado declarar la validez de la propia elección y reconocer el triunfo indiscutible del ciudadano licenciado José López Portillo Pacheco.

En consecuencia, la Gran Comisión somete a la elevada consideración de vuestra soberanía el siguiente

PROYECTO DE DECRETO

La Cámara de Diputados del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, en ejercicio de la facultad que le concede la fracción I del artículo 74 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, declara:

Artículo 1o. Son válidas las elecciones para Presidente de la República celebradas el día 4 de julio del presente año.

Artículo 2o. Es Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, para el período que comienza el primero de diciembre de 1976 y termina el treinta de noviembre de 1982, el C. licenciado José López Portillo Pacheco.

Artículo 3o. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 87 constitucional, el Presidente electo, C. licenciado José López Portillo Pacheco, se presentará ante el Congreso de la Unión a otorgar la protesta de Ley, el primero de diciembre del año en curso.

Artículo 4o. Publíquese y promúlguese por bando solemne en toda la República.

Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. -México, D. F., a 9 de septiembre de 1976.

Gran Comisión: Presidente, licenciado Augusto Gómez Villanueva. - Secretario, licenciado Guillermo Cosío Vidaurri. - Aguascalientes, Augusto Gómez Villanueva. - Baja California, Alfonso Miguel Ballesteros P. - Baja California Sur, Agapito Duarte Hernández. - Campeche. Abelardo Carrillo Zavala. - Coahuila, José de las Fuentes Rodríguez. - Colima, Ramón Serrano García. - Chiapas, Gonzalo Esponda Zebadúa. - Chihuahua, Alberto Ramírez Gutiérrez. - Distrito Federal, Juan José Osorio

Palacios. - Durango, Maximiliano Silerio Esparza. - Guanajuato, Enrique Gómez Guerra. - Guerrero, Isaías Duarte Martínez. - Hidalgo, José Antonio Zorrilla Pérez. - Jalisco, Guillermo Cosío Vidaurri. - México, Julio Zamora Bátiz.- Michoacán, Raúl Lemus García. - Morelos, Antonio Riva Palacio López. - Nayarit, Ignacio Langarica Quintana. - Nuevo León, Jesús Puente Leyva. - Oaxaca, Heladio Ramírez López. - Puebla, Jorge Efrén Domínguez. - Querétaro, Eduardo Donaciano Ugalde. - Quintana Roo, Emilio Oxte Tah. - San Luis Potosí, Víctor Alfonso Maldonado. - Sinaloa, Antonio Toledo Corro. - Sonora, Ricardo Castillo Peralta.- Tabasco, Luis Priego Ortíz. - Tamaulipas, Aurora Cruz de Mora. - Tlaxcala, Antonio Vega García. - Veracruz, Pericles Namorado Urrutia. - Yucatán, Víctor Manzanilla Schaffer. - Zacatecas, Gustavo Salinas Iñiguez."

El C. secretario Pastor Murguía González: Está a discusión el dictamen en lo general.

El C. Presidente: Se abre el registro de oradores. . . Han solicitado el uso de la palabra para hablar en pro del dictamen, los CC. diputados J. Guadalupe Vega Macías, Sergio Lujambio, Julio César Mena Brito, Saúl Castorena Monterrubio, María Guadalupe López Bretón, Francisco Hernández Juárez y Hugo Castro Aranda.

En virtud de que el Artículo 122 del Reglamento Interior del Congreso General establece que cuando sólo se pidiera la palabra en pro, podrán hablar hasta dos miembros de la Cámara. Se han registrado siete oradores para hablar en pro del dictamen en lo general, consulte la Secretaría si se aprueba que hagan uso de la palabra los siete solicitantes.

El C. secretario Pastor Murguía González: En votación económica se pregunta a la Asamblea si se aprueba que hagan uso de la palabra los siete solicitantes oradores. . . Aprobado.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado J. Guadalupe Vega Macías.

El C. J. Guadalupe Vega Macías: Con la venia del señor Presidente: Honorable Asamblea Legislativa; muy respetable asistencia: En apoyo del dictamen con el que se acaba de dar cuenta, solicito se tomen en cuenta las consideraciones que voy a vertir:

La fuerza de la historia obrera queda cimentada en una lucha constantemente reivindicadora como punto de acceso a nuevas prestaciones y conquistas; pero nuestras metas de superación no constituyen solamente avances sectoriales de interés proletario, pues nos vinculan finalidades comunitarias con los demás sectores revolucionarios, anteponiendo en el orden de prioridades como lugar de primacía el que corresponde indefectiblemente, al bienestar de todos los mexicanos.

Con paralela afinidad, con sentido de espíritu revolucionario, con indeclinable credo mexicanista y fuertemente vinculado a los destinos de la patria, el movimiento obrero organizado ha configurado el refrendo de su vocación política y de sus principios cívicos en las elecciones del 4 de julio próximo pasado.

En México como país democrático, el poder tiene su base y su origen en la voluntad nacional, y en este consenso de la colectividad mexicana, el sector obrero, atento guardián de lo que ahora tenemos como institución y camino, profundizó su interés en las causas de la patria, proyectando hacia la magistratura suprema del país a un hombre que no sólo es genuino representativo de nuestra condición mexicanista, sino que es sustento ideológico, fortaleza moral y esperanza redentora en las etapas subsecuentes de nuestra existencia nacional. Así cumpliendo con la historia, la conciencia cívica y la convicción política de los trabajadores en el ejercicio de sus libertades y en la determinación autónoma de sus derroteros, corrobora la certeza de que hemos encontrado un verdadero vanguardista de nuestras aspiraciones y empeñoso ejecutor de nuestros destinos. Por ello, el voto obrero ha otorgado a José López Portillo la investidura máxima de la nación seguros de que mantendrá sus propósitos de configurar un gobierno popular en lo nacional, tercermundista en lo exterior y armónico en lo institucional.

Con cimentación democrática, cívicamente consciente, políticamente definida e ideológicamente convencida, la familia obrera del país plasma su comparecencia en los comicios no sólo como libre ejercicio de ese acto primario de nuestra democracia que es la emisión del voto, sino como la encomienda de una representación y el mandato de un pueblo que deposita su fe y su futuro en las sólidas raíces de su historia y en la perspectiva ineludible de acoplar el bienestar compartido de los mexicanos, como móvil esencial de todos nuestros actos.

La democracia es el destino de la humanidad futura, y con una madurez más que centenaria, México practica la doctrina jurista afirmando los moldes de su estructura social cumplimentando ideales del Benemérito, utilizando la libertar como su indestructible arma y buscando siempre la perfección posible pues es el fin al que se dirige.

Múltiples vertientes dan sustancia a nuestra democracia definida constitucionalmente, no sólo como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.

Podemos considerarnos vigías permanentes de todo acto eleccionario y como constancia cabal de lo anterior, queda la presencia representativa de los trabajadores y además la asistencia del electorado obrero, desenvolviéndose en un libertario régimen político, entendidos que el respaldo y la confianza que han depositado en José López Portillo, representa también la aceptación expresa de las presentes generaciones al carácter de sucesores y depositarios de una encomienda ideológica, de cuya vigencia y eficacia social somos corresponsables.

Nuestras luchas no han terminado; las metas que se ha fijado el Congreso del Trabajo

como un reclamo hacia el porvenir, constituyen objetivo común de sus integrantes, pero a la par de nuestros reclamos y de nuestras tareas, mantendremos nuestra participación responsable, mancomunada con el empeño de servir a México ininterrumpidamente, como soldados leales con singular definición revolucionaria.

Como nuestro proceso histórico es de lucha permanente por la preservación de las libertades y el logro de nuestros objetivos, éstos impulsan y reavivan nuestra marcha revolucionaria justificadamente clasista, pero eminentemente nacionalista. En el campo especifico de los requerimientos obreristas concedemos lugar de vanguardia a viejos anhelos proletarios que reclaman una ubicación adecuada dentro del marco constitucional que norma la vida de todos los mexicanos.

La institución de nuevos avances laborales que constituyen anticipados apremios del porvenir, impulsa al conglomerado obrero a ratificar en esta tribuna la necesidad de cambios ulteriores ya conceptuados como aportación del movimiento obrero, al Plan Básico de Gobierno 1976-1982. Confiamos plenamente en que tales propuestas merecen la asimilación y el procesamiento conducente como reciprocidad de la patria a la vitalidad que el movimiento proletario ha inyectado al crecimiento social de México.

A juicio nuestro, instituir constitucionalmente la jornada semanal de 40 horas con pago de 56, no sólo representa una respuesta justiciera de la Revolución a una añeja demanda obrera, sino que implica un ajuste dinámico y además necesario en la transformación social.

La aplicación de la ley con el espíritu tutelar que la originó prescindirá de criterios encontrados y de intereses ajenos a la naturaleza protectora de tal derecho. En consecuencia, "la federalización de los tribunales del trabajo" alcanza una jerarquía prioritaria para lograr este objetivo tan indispensable para la salud nacional, pues economiza energías que pueden canalizarse a otras labores para inyectar mayor fecundidad al resto de nuestro organismo institucional.

Imperativo predominante en el cuadro de necesidades básicas ha constituido siempre la vivienda cuya satisfacción significa una porción de equilibrio dentro de la supervivencia humana. El INFONAVIT como sistema nacional de crédito deberá perfeccionarse y ser sólido baluarte del cambio social contemporáneo y traducirse en un patrimonio estable de la Previsión Social así como tranquilizante y protector abrigo para quienes obtienen un techo familiar, evitando su burocratización y ajustando sus sistemas para que las decisiones se adopten siempre con una mayor participación obrera.

La fijación de los salarios mínimos, así como la participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas, requieren de mecanismos apropiados para su perfeccionamiento, a fin de evitar violaciones y escamoteos.

Universalización de los servicios de seguridad social integrados en una sola institución nacional constituye un pronunciamiento de apremiante solución, sin demérito de la conformación tripartita que caracteriza a nuestras instituciones.

La salud pública como derecho social impone la urgencia de resolver problemas peculiares en el medio ambiente del trabajo cada vez más afectado por sustancias tóxicas, mecanización y empleo de aparatos que aumentan la peligrosidad, además de niveles inconvenientes de ruido y vibraciones.

La seguridad social que promovemos incluye la protección general de todos los trabajadores y familiares afectados en su salud, pues este régimen no debe ser materia exclusiva de los asalariados.

La sobrevivencia social de nuestros descendientes tratamos de fincarla en la adopción de planteamientos oportunos para habilitar la instrumentación necesaria, en los campos de la ciencia y la tecnología; la educación a todos sus niveles; la capacitación de la mano de obra; del financiamiento a actividades agropecuarias; de la descentralización industrial; de la participación femenil; de la paternidad responsable; todo ello como parte de un nuevo orden donde la economía proletaria afiance su postura como factor esencial de la productividad nacional.

Reiterativos son nuestros planteamientos porque apremiantes son las necesidades y profundas son las preocupaciones. Consecuentemente, al cumplimentar esta cámara su mandato constitucional en torno a las elecciones presidenciales, un impulso de responsabilidad representativa nos induce a externar ante esta honorable Asamblea legislativa las finalidades del sector laborante, cuyo conglomerado nacional distingue con el respaldo honroso de sus siglas a quienes la voluntad ciudadana nos ha investido como integrantes de un poder con funciones específicas de carácter constitucional, pero también como miembros de un organismo revolucionario con la misión de vigilantes, y defensores de los derechos sociales del pueblo mexicano.

Ante el porvenir fortalecemos la confianza en nosotros mismos y en José López Portillo, porque siente las necesidades colectivas y sostiene que al no traducirlas en demandas reales, es problema de miseria o injusticia y porque reconoce que el derecho al trabajo es el derecho a comer y vestirse, a disfrutar de la seguridad social y a la vivienda, así como educar a los hijos y participar de la cultura, que significa la mejor distribución del producto nacional, pues hacerlo en beneficio de una clase es injusticia, que el poder adquisitivo del salario debe mantenerse y acrecentarse, por su respeto al movimiento obrero y reconocimiento a la contribución fundamental de éste al desarrollo general del país distinguiendo a la clase obrera como vanguardia de la alianza popular, cuya combatibilidad garantiza el cumplimiento de las metas nacionales.

El Presidente electo por los mexicanos encuentra a un conglomerado laborante que postula la estabilidad económica, política y social que México requiere para su desenvolvimiento, la cual no puede resquebrajarse, ni por la anarquía, ni por el interés sectario, mucho menos por la pasión personal, y como parte de esa vasta Alianza Popular Revolucionaria fincada en la consolidación de nuestro sistema nacionalista y libertario, reafirmamos una posición de alerta que la preservación de la voluntad soberana de los mexicanos sobre los designios del exterior y pronunciarnos indeclinablemente por México, todos unidos en lo esencial.

"Queremos programar el cambio orientándolo estructuralmente de acuerdo con nuestra Constitución; asegurar la libertad y la justicia en momentos de disputas hegemónicas que no llegan a entenderse, es el problema de nuestra circunstancia". En este mundo complejo, hay países que para tener seguridad y orden, sacrifican libertad y la justicia, y muchos lamentablemente ni siquiera logran orden y seguridad". Tales reflexiones del señor licenciado López Portillo, obligan a considerar su misma tesis en cuanto a que nuestro movimiento armando de 1910, ha sido la primera Revolución Social del Siglo XX, con una primera posición que entraña un camino propio y aporta a la política su concepción de democracia social.

Esta síntesis no sólo delinea el conocimiento vital de las condiciones que nos rodean, sino que orientan, despiertan y conducen nuestra conciencia de mexicanidad hacia la decisión de ser cada vez mejores mexicanos como guía que le da sentido a nuestro porvenir. Corresponde pues un cuidadoso encauzamiento que nos lleve a profundizar más en la solidaridad nacional participando con el próximo Presidente de los Estados Unidos Mexicanos en todas las tareas cuyo signo sea la justicia por la libertad, para compartir los frutos de un nacionalismo progresista donde el trabajo de todos constituya la solución de todas nuestras aspiraciones; inspirados en Cárdenas y Echeverría como alientos de la marcha social contemporánea; oponiendo a los ataques de la reacción, la unidad del pueblo revolucionario y reconociendo al Partido Revolucionario Institucional la gran contribución humana que significa José López Portillo, para que este México, el México que todos veneramos continúe siendo cosecha permanente del esfuerzo y fecundo forjador de libertades. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Sergio Lujambio.

El C. Sergio Lujambio: Señor Presidente. Desde luego, en representación del Partido Acción Nacional, manifiesto nuestro voto aprobatorio al dictamen, pues consideramos que se reúnen los requisitos señalados por la Ley para la elección de Presidente de la República, sin embargo, considerando que representamos a un Partido de oposición seria que busca abrir nuevos cauces a la democracia dentro de un sistema que en esencia se muestra antidemocrático, es nuestro deber manifestar lo siguiente:

Que en forma intempestiva y fuera de la anunciada Asamblea del Partido Oficial, se presentó la postulación del candidato sin que el pueblo conociera, discutido y aprobado el Plan Básico de Gobierno, y sin que los propios miembros del Partido Oficial tuvieran la posibilidad, en el seno de una convención democrática, de seleccionar su candidato.

De esta manera, el Gobierno volvió a mostrar lo antidemocrático del sistema, aun dentro de su propio Partido.

2. Que a partir de ese momento se desató una muy costosa e innecesaria campaña política, y que se echó a andar una enorme maquinaria electoral, que seguramente impidió al candidato llevar a cabo una visión real, de propia mano, de los enormes problemas nacionales, al presentarles manifestaciones carentes de espontaneidad propiciadas por la cautesidad de nuestros ciudadanos a través de organizaciones sindicales, campesinas y burocráticas.

3. Que el fenómeno del abstencionismo se sigue presentando con caracteres alarmantes. Suponiendo, sin conceder, valederas las cifras oficiales: De 29.788,308 ciudadanos con capacidad de votar, sólo se empadronaron 25.913,063 creando una evasión al empadronamiento de 3.875,245 conciudadanos que no quisieron ni empadronarse, que representan un 13% de evasión al empadronamiento.

De los 25.913,063 ciudadanos que sí se empadronaron, el Registro Nacional de Electores nos informa de una votación para Presidente de 16.767,210 lo que representa una evasión al voto de 9.145,853 ciudadanos que ya estando empadronados no quisieron o no pudieron emitir su voto.

Esta cifra en relación con la del empadronamiento total representa un 35% de evasión al voto que aunado al 13% de evasión al empadronamiento nos muestra un 48% de evasión total, con cálculos electorales.

Para los economistas con propósitos estadísticos sobre la base total de padrón, representaría un 44%.

En la votación para Presidente 13.021,098 ciudadanos no quisieron votar. En la votación para diputados la abstención total fue de 46%.

A Acción Nacional se nos ha imputado que en buena medida hemos propiciado la abstención. No pudimos ofrecer al pueblo un candidato a la Presidencia, pero sí ofrecimos candidatos a diputados y candidatos a senadores.

4. Que el funcionamiento del Registro Nacional de Electores resulta nugatorio, pues después de haber anunciado que el Padrón Electoral había sido depurado, se entendía por necesidad que cualquier empadronado debería de aparecer en la Lista de Electores. Sin embargo no fue así. Habiéndose decidido de última hora autorizar el voto en listas adicionales. Conservadoramente se calcula que fuera del padrón votaron dos millones de personas, nuestros cálculos en el Distrito Federal, yo soy diputado por el X Distrito del Distrito Federal, nos

dicen de una variante de 18 a 20 mil ciudadanos en cada Distrito, quiere decir que conservadoramente en el Distrito Federal - porque estas cifras no aparecen en los datos oficiales - fuera del padrón votaron 500 mil ciudadanos, medio millón de ciudadanos.

En un estudio comparativo entre los posibles electores y las listas del padrón en el Distrito Federal aparecieron 10 Distritos Electorales, en que las listas del padrón muestran más ciudadanos que los posibles electores que habitan el Distrito.

Son de llamar la atención el Distrito No. XXVI con 55,864 ciudadanos excedentes; el Distrito No. XXIV con 20,701; el XXIII con 15,786; el XXV con 15,109 y así sucesivamente.

Todas estas consideraciones no justifican el gasto que el pueblo hizo en formular un padrón electoral.

5. Que no es posible conceder por ciertas las cifras oficiales pues escapan a toda lógica. El Registro Nacional de Electores nos informa que la entidad federativa, donde mayor número de ciudadanos se empadronaron fue el Distrito Federal. De 4 millones 520 mil 374 posibles sólo dejaron de empadronarse 868 ciudadanos, mostrando de este modo sus habitantes su madurez política.

Por lógica deberíamos pensar que dado lo total del empadronamiento, su madurez política, su proximidad a las casillas electorales, es aquí donde se hubieran obtenido las más votaciones para el partido oficial, por distrito electoral en comparación con otros distritos electorales, perdón por otros distritos electorales de la República que tienen un alto grado de evasión al empadronamiento.

Sin embargo así, de los 60 distritos electorales con más alta votación sólo 3 son del Distrito Federal y tienen las votaciones Nos. 4, 47 y 60.

Pensar con sinceridad que se hayan dado espontáneamente votaciones en Coyuca de Catalán y Tlapa, en Guerrero; Frontera; Tabasco, Papantla, Veracruz; Apatzingán, Michoacán, Ticul, Yucatán; Sultepec, Estado de México; Ejutla, Oaxaca; Atlacomulco, Estado de México; Apizaco, Tlaxcala; Huejutla, Hidalgo; Chignahuapan, Puebla; Acayucan, Veracruz; Ometepec, Guerrero; Santiago Ixcuintla, Nayarit; Salto del Agua, Chiapas, por mencionar algunos que tienen en su Estado alto grado de evasión al empadronamiento y que muestran cifras más altas que los del Distrito Federal, es pensar con fundamento en la intención de una votación de artificio innecesaria.

Para finalizar pensamos con sinceridad que no es posible la solución de nuestros cada vez más graves problemas socioeconómicos y políticos sin que hagamos una rectificación en nuestra política abriendo nuevos cauces para que el pueblo se manifieste libremente y pueda realizarse en la unidad y el Estado nacional. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Julio César Mena Brito.

El C. Julio César Mena Brito: Señor Presidente, compañeros diputados: He querido dirigirme a ustedes a nombre de la juventud organizada, militante y mayoritaria del país, no para ejercer un ejercicio de duración pero tampoco un ejercicio de crítica tendenciosa, destructiva e irracional, como parece ser se ha vuelto una actitud consuetudinaria en el Partido de la reacción. Y ahora no conforme con esa actitud, pretenden inmiscuirse en los asuntos internos de nuestro Partido; esta actitud no la toleramos. (Aplausos.)

He venido ante ustedes para tratar de analizar con toda objetividad las causas del apoyo indiscutible con el que José López Portillo ha de convertirse al término de esta reunión, como estoy seguro, en el Presidente electo de México.

López Portillo dejará de ser el candidato triunfante de nuestro Partido para convertirse por la voluntad soberana, en Presidente electo de todos los mexicanos; y a ellos habrá de responderles de todos y cada uno de sus actos, cumpliendo con los objetivos y compromisos que como candidato de nuestro Partido manifestó a lo largo de 10 meses de exhaustiva campaña electoral. Su recorrido por todos los ámbitos de nuestro país no fue para conocer los problemas de México, ya que siempre ha sido un estudioso, en la teoría y en la práctica de la realidad nacional; fue para pulsar, para conocer y para motivar a cada uno de los mexicanos, fue para captar sus necesidades particulares, sus aspiraciones insatisfechas, sus limitaciones y sus proyectos respecto al país al que aspiran; sirvió para agudizar su sensibilidad y afinar su pensamiento. A lo largo de más de 67,000 kilómetros recorridos, en los que visitó cerca de 800 poblaciones, López Portillo, con una gran capacidad de síntesis, con objetividad, con sensibilidad y método, entendió los planteamientos y propuso soluciones.

En sus actitudes, en sus manifestaciones y en sus respuestas supo, como abanderado del Partido de la Revolución, ganar la confianza de las mayorías del pueblo, las que se dieron cuenta, por esa gran sensibilidad, por esa gran sabiduría que hay en nuestra gente, que López Portillo habría de continuar la tarea que iniciara Echeverría, profundizándola, e instrumentándola.

Por eso votaron por él, porque nuestro pueblo sabe que en él y con él habremos de alcanzar cada día mayor bienestar social, mayor democracia económica y la ratificación de nuestra democracia política; en suma la justicia social a la que aspiraron Zapata y Cárdenas y por la que Echeverría sigue luchando.

José López Portillo será, con ese apoyo, Presidente de los obreros, de los campesinos y de las clases populares en México. Ellos lo han llevado al poder para que, como él lo ha manifestado en muchas ocasiones se convierta, en Términos de Morelos, en "siervo de la nación", para que atendiendo prioritariamente a sus necesidades, esté en condiciones de dirigir el proceso político llevándolos, a ellos, a las clases populares, hacia su realización humana y social.

Con este mismo proyecto estamos también comprometidos la mayoría de este Congreso; fuimos electos representando al mismo partido, al mismo proyecto político surgido de la Revolución Mexicana, y José López Portillo tendrá por ello en el Congreso un eficaz apoyo, para lograr la implementación de todas las reformas y todos los cambios tan revolucionarios y tan nacionalistas como el pueblo lo demande. (Aplausos.)

López Portillo recibe un país que está terminando con las secuelas del desarrollo estabilizador.

Tocó a Echeverría acabar con este falso propósito y tratar de instaurar uno nuevo que procurara el bienestar al margen de los índices técnicos, buscar un proyecto social que procurara para los miles de campesinos y obreros sin trabajo productivo y sin los beneficios mínimos de la seguridad social, la posibilidad de participar de ese crecimiento económico del que nada compartían.

Como joven, creo que tres son nuestros grandes problemas: la educación, el empleo productivo y la injusta concentración del ingreso; cada uno de ellos con sus consecuencias de carácter político, económico y social. Pero ahora no sólo tenemos que pensar en el país con todos sus problemas e interacciones sino en el país más complejo que habrá de enfrentar a una generación que ahora nace y que demandará los satisfactores básicos en los albores del siglo XXI.

El reto que habremos de enfrentar nos obliga a encontrar nuevas posibilidades para aprovechar racionalmente el suelo, aprovechar sus recursos acuíferos, mejorar los rendimientos y la productividad en la agricultura, la industria y los servicios, así como programar el crecimiento urbano, fortalecer el desarrollo social y en suma equilibrar el desarrollo, regional atendiendo a las vocaciones económicas y sociales de los diversos estados y regiones del país.

Todo esto respetando nuestro sistema democrático que otorga como derecho irreductible la libertad individual y que debe entender en la planeación democrática su instrumento racionalizador más poderoso.

A través del movimiento nacional de la juventud revolucionaria del Partido Revolucionario Institucional y de sus sectores, se les presentaron a José López Portillo, primero en reuniones estatales sobre temas específicos y posteriormente en reuniones nacionales de reflexión política, las aspiraciones, necesidades y demandas de los jóvenes de México, dando en cada una de sus apreciaciones puntos de vista novedosos y acordes a la dinámica de la época y que comprometieron a nuestro próximo Presidente con la juventud y con sus objetivos de desarrollo.

López Portillo conoció a través de su campaña electoral dos tipos de jóvenes. Por un lado percibió la existencia de una juventud pasiva, autosatisfecha, marginada de su responsabilidad como jóvenes, que suspira por la conservación de los privilegios heredados, con el único mérito de ser descendientes de las oligarquías financieras y comerciales del país, confusa en cuanto a sus objetivos, desinformada y apática y que se refugia en los hábitos de consumo y costumbres de países desarrollados ajenos a nuestra realidad. Estos jóvenes son pasivos porque no tienen objetivos para la vida y porque a nuestro Partido nunca le ha interesado ni le interesará invitarlos a participar mientras no cambien radicalmente sus actitudes mentales y se comprometan con la realidad tangible del país. (Aplausos.)

Junto a ellos hay otra juventud pasiva, despolitizada y marginal, resultado de nuestro injusto proceso de desarrollo. Esta juventud donde están muchos de nuestros campesinos y obreros, está lógicamente preocupada por satisfacer sus problemas vitales del corto plazo y constituye el sector en el que habremos de trabajar con mayor énfasis en los próximos años, para integrarlos a neutro proceso de desarrollo. Entre ellos se encuentran los jornaleros sin tierra y los desocupados y subocupados del campo y de la ciudad. Ellos confían en que José López Portillo, al frente de nuestras instituciones, dirija el país de manera que también participen y se conviertan en agentes activos del cambio.

Del otro lado, encontró López Portillo jóvenes activos, unos pertenecen a esa minoría privilegiada que ha tenido acceso a la educación superior como fruto de nuestro proceso revolucionario; pero sin embargo, son incapaces, por ignorancia de nuestra historia de nuestra estructura actual, de actuar en términos de nuestra realidad. Muchos de ellos piensan que los cambios sociales se dan dentro de las universidades, desligados del pueblo y al margen de sus aspiraciones y necesidades, están confusos respecto a nuestro proyecto político y no encuentran un lugar porque sus estrategias y sus tácticas están divorciadas de la realidad nacional. No comprenden que actuar en política para el cambio de México requiere dejar de lado los dogmatismos, olvidarse de modelos ideológicos resultado de otras realidades, para discutir y plantear con objetividad nuestros propios modelos, atendiendo a nuestra propia realidad.

Actuando junto a ellos, encontró también López Portillo a muchos jóvenes que aspiran a luchar con él, en el engrandecimiento de ese país. Estos son, afortunadamente las mayorías de México, a ellos estamos tratando de representar aquí. A esos jóvenes críticos, inconformes, dinámicos, honestos que siendo estudiantes, obreros, campesinos, profesionistas y no asalariados tienen gran fe en que con el esfuerzo de todos al margen de egoísmos y actitudes individualistas y en un régimen democrático es posible avanzar y resolver los problemas nacionales.

Compañeros diputados, un país joven y de jóvenes permanecerá alerta de nuestros actos, nos ha dado su voto de confianza para proceder en nombre de ellos, a nosotros en las cámaras y a José López Portillo en el Ejecutivo Federal. Aspiran a participar, a hacerse presentes, a luchar legítimamente, junto a nosotros, en el desarrollo de este país. Confiarán mientras les

demostremos que somos capaces de responder a su confianza. Creo que podemos hacerlo y hacerlo bien, ellos han de ser nuestros más severos críticos.

Al calificar las elecciones presidenciales habremos de atender a la voluntad nacional manifestada el 4 de julio y que otorgó un apoyo sin precedentes al Candidato de nuestro Partido, al hombre que supo amalgamar las esperanzas de un pueblo con una realidad nacional, al hombre que al término de esta reunión - como está en la mente de todos nosotros - habrá de convertirse en el Presidente Electo de México. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Saúl Castorena Monterrubio.

- El C. Saúl Castorena Monterrubio:

"Con su venia, señor Presidente; honorable Asamblea; señoras y señores:

El sistema electoral es el lazo que une a representados, perfeccionarlo es afianzar la autonomía de la comunidad, es reforzar su capacidad para lograr el fortalecimiento de la democracia; y para mejorar nuestra participación en el proceso electoral, es necesario recurrir al mejoramiento de la educación de nuestro pueblo.

Entendemos a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social, político y cultural del pueblo.

El proceso político de México en la última década ha registrado hechos de trascendental notoriedad; que tienen antecedentes en la historia misma de nuestra patria.

1968, desconfianza de las generaciones jóvenes frente a las posibilidades democráticas del país.

1970, el Presidente Echeverría inicia su mandato constitucional; y venciendo obstáculos establece el diálogo y la apertura democrática y gana la confianza de la nueva generación.

Junio de 1971, fracasa la intentona de grupos clandestinos pertenecientes a las fuerzas más reaccionarias del país, al pretender distanciar al Estado Revolucionario de la juventud progresista de México.

1972, renovación jurídica de la política mexicana, se establece la nueva Ley Federal Electoral, se adecuó la base numérica de la representación nacional, al crecimiento demográfico; México puede elegir diputados de 21 años, y senadores de 30; las corrientes minoritarias pueden acreditar más diputados de partido.

1973, los partidos minoritarios demuestran por primera vez su plena vigencia como instituciones nacionales.

1976, un maestro universitario que habla, y conoce el lenguaje de todas las generaciones, que participan activamente en la política mexicana, que sostiene que México es superior a toda tesis, que representa la unidad revolucionaria y nacionalista, y la confianza restaurada de las nuevas generaciones sobre el futuro político en México, por ello y con 16.727,993 votos obtenidos en las urnas electorales José López Portillo será Presidente de México.

Ama profundamente a su patria.

Quien por lealtad a sus convicciones revolucionarias propugnará por una reforma política, social, económica y cultural permanente, para combatir los males seculares que padecemos como son entre otros: la improductividad, la frustración, el desempleo y la dependencia tecnológica.

La elección presidencial como ya lo señaló el diputado Salvador Reyes Nevárez en esta tribuna, es un proceso realizado, por hombres y mujeres de todas las clases sociales, de todos los niveles de educación, por lo tanto no puede ser un proceso exento de errores, a nosotros nos interesa señalar que en infinidad de casillas a lo largo de todo el país, rutina o por ignorancia, muchos de los votos emitidos por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana a favor de José López Portillo, fueron computados erróneamente para el PRI, lo que implica que fueron computados como votos personales para el candidato de la Presidencia de la República, qué bueno ¡que de todas formas, estos votos fueron para José López Portillo!

La competencia política debe ser de naturaleza democrática, la justa electoral debe ser su forma de funcionamiento más apropiada, mientras mayor y más fiel sea la identificación entre la voluntad expresada, en el sufragio y en el poder público, mayores serán también las posibilidades de superar pacíficamente las oposiciones en el seno de nuestra sociedad.

José López Portillo, define que la Revolución Mexicana es norma y sociedad normada y por normar realización y proyecto fruto y promesa. También en ocasiones desviación e insuficiencia. La historia construye y en el devenir siempre hay algo que construir, que modificar. Que todo fluye y cambie es lo obvio. Estructurar el cambio, constituye la máxima responsabilidad de la voluntad humana; influir en el futuro como progreso y no como regreso. Mantener en lo estructural lo que vale; desechar sin contemplaciones lo que no sirve y estorba, sólo así regimos nuestro existir, nos convertimos en actores de nuestro destino pero todo propósito para ser pleno y responsable requiere del ahora y el aquí. Ordenar en cada tiempo y lugar la acción útil para el propósito buscado.

El 11 de enero del presente año, al aceptar ser candidato de nuestro partido el licenciado José López Portillo, manifestó: que lo que une a las mayorías nacionales, con el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, son los principios del movimiento social de 1910 y el respeto a la Constitución Política de 1917.

El Partido Auténtico de la Revolución Mexicana promueve el desarrollo político del país porque en el seno de nuestro instituto existe un gran número de mexicanos formados y capacitados para participar en las decisiones que nos afectan como ciudadanos, como productores y como consumidores. Y junto con José López Portillo sustentamos que nuestra tesis es la

inconformidad comprometida con México. Muchas gracias." (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra la señora diputada María Guadalupe López Bretón.

- La C. María Guadalupe López Bretón: Señor Presidente, respetables integrantes de la mesa directiva, honorable Asamblea, señoras y señores: Este recinto en el que se respira un ambiente de paz social, resultante significativo de nuestro sistema político, es escenario propicio para que vengamos a expresar, en relación a la declaratoria contenida en el dictamen que nos ocupa, que significa ella la culminación de un proceso electoral sin precedente, limpio y claro que concedió a un hombre de gran estatura moral, de gran talla revolucionaria, a José López Portillo, el triunfo indiscutible por medio del cual se convertirá en el próximo Presidente de México. (Aplausos.)

El gran apoyo popular que el licenciado López Portillo recibió en las urnas, será confirmado por esta honorable Asamblea convertida en Colegio Electoral. Será confirmado aquí que nuestro candidato, el licenciado José López Portillo, al recibir el apoyo mayoritario del pueblo, rubricó el triunfo personal y el triunfo de mi Partido, el Partido Revolucionario Institucional. (Aplausos.)

Ante expresión genuina de la voluntad del pueblo soberano. José López Portillo candidato del Partido Revolucionario Institucional, y de otros partidos que encontraron en él cualidades idóneas para que realizara la misión para la cual fue propuesto. No tuvo candidato opositor, pero no por ello, la justa electoral en la que participó fue menos difícil ni más fácil. El se enfrentó a grupos de presión, a grupos de oposición que no dieron el rostro. El luchó contra un negativo y destructivo enemigo, el abstencionismo al que venció arrolladoramente en las urnas electorales. Así el 4 de julio habrá de recordarse como la fecha que cambió un cambio cualitativo en las conciencias ciudadanas de este pueblo. El 4 de julio se marca la mayoría de edad ciudadana de nuestro pueblo. Así el 4 de julio nos encuentra a todos los mexicanos unidos indisolublemente unidos para hacerle frente al gran desafío de nuestro tiempo. México dio una lección de conciencia democrática avanzada. Porque determinó en las urnas electorales lo que quiere ser y cómo ser, confiando el futuro de este país en las manos de un noble maestro universitario y un hábil administrador, de un abogado y político avezado. Profundo conocedor de los problemas nacionales y no por ello permaneció estático. Con actitud dinámica salió al encuentro de la verdad porque quería escuchar de labios del propio pueblo y así recibió las esperanzas, las aspiraciones y las justas demandas de quien pretendía dirigir y gobernar, y él con su trato amable y afable con su gran calidad humana, consigue la simpatía y la confianza de ese pueblo. Recoge demandas coincidentes de todo el ámbito de la Nación para concluir que lo que el pueblo quiere es mayor justicia social, mejor producción, mejor organización, mejor capacitación, mejores oportunidades de empleo, mejor distribución del ingreso. Que se multipliquen los empleos y que se amplíe la cobertura para la seguridad social y las instituciones de salud.

Todas esa legítimas demandas constituirán sin duda el próximo programa de gobierno que él llevará a cabo, tomando en cuenta las experiencias anteriores, desprovisto de toda soberbia, porque él no piensa que la historia se inicia al empezar una nueva gestión administrativa.

José López Portillo, el peregrino de la esperanza, recorre todo el país y en toda las regiones visitadas conviviendo con los campesinos, con la clase trabajadora y los grupos organizados del sector popular, no escucha la demanda de un cambio de rumbo, el rumbo y el camino están trazados, pero el Presidente Electo descubre en México una transición, en donde lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer.

Toda esa es la realidad que descubre que se encuentra en todas partes y en todo tiempo, y por eso recoge de esta patria que en su afán de continuidad histórica y revolucionaria, le manifiesta reconocer lo logrado a través de un largo sendero de esfuerzos y de luchas, y que desea emprender sin pausas, con nuevos ímpetus lo que falta por hacer y recorrer. Es deber nuestro por tanto defender la gran obra entregada a la colectividad, por el limpio líder de México, por el Presidente innovador, Luis Echeverría Alvarez, para quien es, desde esta tribuna, nuestro emocionado reconocimiento. (Aplausos.)

Somos deudores, somos deudores de Luis Echeverría los que conociendo nuestra historia sabemos que se enfrentó a grandes males ancestrales que no podrán ser corregidos en un día, ni en una gestión y no sabemos cuándo podrán corregirse. Somos deudores de Luis Echeverría los que conociendo su gran calidad humana sabemos de sus esfuerzos y de su patriotismo por vencer todas las presiones internas y externas. . . Pero nos congratulamos. . . que nada ni nadie pudo detenerlo en su marcha, y nos congratulamos también que su siembra dará frutos promisorios en un próximo devenir.

Es evidente y aleccionadora la jornada electoral que se realizó hace unos días; en ella encontramos que la participación de los jóvenes y de las mujeres permitieron que se ampliaran los cauces revolucionarios y democráticos. Consecuente con la acción reivindicadora de este régimen, que nos permitió mayores oportunidades, y que nos concedió un a plena igualdad jurídica, especialmente a las mujeres (aplausos), nuestra participación, aunada a la de cientos de miles de jóvenes, dieron la votación más alta que recoge nuestra historia y constituye para dar la más alta sustentación, la base más solida para que el próximo Presidente de México, el señor licenciado José López Portillo, pueda con fuerza prepotente, confrontar las grandes decisiones nacionales sin pasiones ni chantaje de ninguna clase. (Aplausos.)

José López Portillo convocó a las mujeres para que establezcamos con él una lucha en favor de todas nuestras compañeras que se encuentran marginadas, y que no han podido encontrar el camino que nosotros hemos recorrido, por eso, aceptamos la invitación gustosas, confiamos que en esta tarea noble se incorporará como leal y patriótica compañera, su señora esposa, doña Carmen Romano de López Portillo, para lograr en definitiva la pronta integración de nuestras compañeras marginadas.

Estamos dispuestas, porque hemos meditado mucho en ello, en que el cambio de actitud mental debe ser, ha encontrado su hora, para que convirtamos en acción nuestros pensamientos. Es bueno reflexionar en las objetivas y sencillas como importantes reflexiones que nos ha hecho el próximo conductor de la Nación.

Entendemos las mujeres que para fortalecer la democracia debemos vivir en ella, ser parte de ella, que somos todos la democracia así como todos somos los hacedores de la riqueza y del progreso de nuestro país. Que la responsabilidad no es de unos, sino de todos los mexicanos. Por eso aspiramos a la justicia siendo justos y a la honestidad siendo honestos. (Aplausos.)

Ningún gobierno de la República se ha propuesto la injusticia y sin embargo ella existe. Consecuentemente, tendremos que hacer nuevas innovaciones a nuestro pensamiento y nuestra acción; por eso debemos comprender que todos y cada uno de los mexicanos somos parte y factor definitivo de la gran solución, para que así conscientes de esta responsabilidad podamos, con una acción consecuente a nuestro pensamiento, ser los forjadores de un destino mejor en donde no sólo haya igualdad de oportunidad sino igualdad de seguridad.

Creo interpretar el sentir de mis compañeros diputados integrantes de esta Quincuagésima Legislatura porque todos escuchamos la invitación que nos hiciera el señor licenciado José López Portillo para ser genuinos y auténticos diputados. Genuinos representantes del pueblo que confió en nosotros y que todo lo merece. Auténticos en el cumplimiento de nuestro deber para que al paso de la historia esta Legislatura escriba con sencillas frases, que tienen una gran trascendencia y que son las cosas grandes que se escriben: Los diputados de la Quincuagésima Legislatura fueron genuinos y verdaderos representantes del pueblo.

La declaratoria escuchada hoy no puede ser un acto protocolario, es un acto de nuestro régimen de derecho previsto por la Constitución; es el reconocimiento de una institución legalmente establecida por la voluntad popular manifestada ya en los comicios para ser reconfirmada por los legítimos representantes del pueblo esta Asamblea soberana.

Pero es además el inicio del cumplimiento de una responsabilidad compartida con el Poder Ejecutivo y Legislativo, ejercida en la colaboración y en la identidad de fines, con esferas de acción y de competencia perfectamente delimitadas y con el más absoluto respeto a sus facultades.

Por eso en nuestro régimen presidencialista, que se fundamenta en una clara división de poderes, podemos y actuamos con plena armonía y con respeto mutuo.

En tal consecuencia protestamos a quien será el nuevo jefe político, el nuevo guía de esta República, a José López Portillo, nuestro respeto y nuestra lealtad, la misma que profesamos al C. Presidente Luis Echeverría, como hombres símbolos, como representantes de las instituciones que han preservado el progreso en la paz y la justicia en la libertad, porque queremos que nuestra patria siga siendo libre y soberana.

Y creemos oportuno también ratificar, como José López Portillo, nuestra fe y nuestro credo en México y ratificar, además, nuestro credo en la Revolución, en sus hombres y en sus fines.

En el Partido Revolucionario Institucional, su realizador, y esperanzados y con razonado optimismo afirmamos en esta alta tribuna de la patria que México espera con José López Portillo, alcanzar metas de superación. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Francisco Hernández Juárez.

- El C. Francisco Hernández Juárez:

Señor Presidente, compañeros diputados:

El Partido Popular Socialista, por mi conducto viene a esta tribuna de la nación, erigida hoy en Colegio Electoral, a expresar su profunda satisfacción por el contenido del dictamen que acabamos de escuchar en que se declaran válidos los comicios realizados el 4 de julio pasado, para la elección de Presidente de la República, y se reconoce como candidato triunfante a la Presidencia de la República, al licenciado José López Portillo.

El número de sufragios emitidos a favor del candidato de las fuerzas democráticas, patrióticas y revolucionarias, por el alto porcentaje y calidad de los votos, es un hecho histórico. Nunca se había alcanzado una cifra igual. El pueblo nunca ha equivocado el rumbo. Esta victoria es el resultado de la sensibilidad del pueblo mexicano hacia los hombres que reviven su esperanza de profundizar las metas de la Revolución Mexicana.

Pero lo más trascendente es que esos votos emitidos a favor de José López Portillo, son votos depositados por los obreros, campesinos, maestros intelectuales, progresistas, artistas, artesanos, pequeños comerciantes, ejército, armada y marina y de jóvenes estudiantes. En una palabra esos millones de votos proceden de hombres y mujeres que desean el avance del pueblo mexicano hacia etapas superiores de su desarrollo democrático como país independiente y dueño de un porvenir más justo.

Las condiciones en que se planteó la sucesión presidencial, como es del reconocimiento de todos, fue compleja; se trató de imponer una decisión negativa en la selección del candidato del partido mayoritario, acorde con los intereses de los grupos oligárquicos y del imperialismo. La lucha fue complicada y difícil; pero en el PRI se impusieron las fuerzas

patrióticas y progresistas en la elección de su candidato. Esto hizo posible el frente común, la alianza con los elementos progresistas del gobierno y de su Partido, para llevar adelante la candidatura del licenciado José López Portillo.

Mi partido, el partido Popular Socialista, en su VI Asamblea Nacional, después de un análisis objetivo de la situación nacional y congruente con la aplicación de su línea estratégica y táctica para enfrentar los complejos problemas del pueblo y de la nación, tomó el acuerdo de hacer suya la candidatura de José López Portillo a la Presidencia de la República. Como consecuencia de esta decisión, nuestro candidato asistió a la última sesión plenaria de nuestra citada Sexta Asamblea Nacional para aceptar expresamente su postulación como candidato común de las fuerzas democráticas patrióticas y revolucionarias de México. En esa histórica Asamblea, José López Portillo dijo entre otras cosas: "Esta unión con ustedes, no es caprichosa ni oportunista, es la congruencia de jornadas democráticas, muchas ya realizadas y muchas otras por realizar" y más adelante expresó: "corresponde a los Partidos de la Revolución convertir instituciones y sentimientos de Morelos, en programas. Y en ese programa substancial que consiste en moderar las distancias entre ricos y pobres, educar para hacer justicia, abolir privilegios, garantizar justicia imparcial frente a arbitrarios y poderosos, y descolonizar al país, hay una coincidencia total en nuestros partidos".

"Base de un programa común para descolonizar a México. Pero amigos del Partido popular Socialista, siguió diciendo, en ese esfuerzo esencial de identidades, estamos dialécticamente unidos. Es posible en una sociedad plural llena de contradicciones buscar las contradicciones dialécticas; es posible en una sociedad como la nuestra fijar la acción en lo que nos es común y aplazar las distancias hasta que se conquisten las metas comunes, y dar los pasos adelante que el progreso histórico del país vaya mereciendo, envuelto como esté en el contexto internacional, que no siempre nos es propicio. Por eso, amigos del Partido Popular Socialista dijo López Portillo, me honra la adhesión que a mi candidatura formula este vigoroso y responsable Partido Popular Socialista."

Y continuó diciendo, lucharemos juntos con un programa substancialmente común en aspectos fundamentales. Lucharemos juntos amigos, por realizar esa justicia a la que tenemos que dar contenido programático de ahora y aquí para que no queden en postulaciones y en declaraciones, si no se vacíe en acciones positivas en las que demandaré la ayuda y el apoyo de ustedes.

"Tenemos por concluir y por realizar importantes jornadas democráticas en el proceso de descolonización del país y, confiados a nuestra libertad e independencia económica y política, luchar plenamente con toda nuestra responsabilidad por las causas en las que soñó Morelos, que constituye la Revolución y que ahora constituyen programa común de nuestros partidos."

"Por eso y por ello vamos a consolidar esta alianza en lo fundamental, respetándonos, en lo que no lo sea, respetando nuestra independencia de criterios, de posiciones y de ideología; conviviendo en lo común, ya que podremos construir juntos un gran trecho de la historia de México si convertimos propósitos en acciones."

En efecto, compañeros diputados, el programa básico del PRI coincide en 60 puntos fundamentales con la Plataforma Electoral del Partido Popular Socialista, entre los que se destacan: Ampliar el régimen democrático, distribuir equitativamente la riqueza nacional, consolidar nuestra independencia nacional, fortalecer la participación del Estado en la economía nacional, organizar científicamente el desarrollo de la agricultura y la ganadería, concluir la reforma agraria entregando toda la tierra a los campesinos efectuando los viejos y nuevos latifundios, conocer a los campesinos créditos oportunos y baratos y asistencia técnica, planear con sentido progresista el desarrollo industrial de los transportes, las comunicaciones y los servicios, crear urgentemente nuevos empleos para el pueblo, resolver el problema de la vivienda popular, llevar a fondo la verdadera reforma educativa democrática y popular, inspirada en el Artículo Tercero Constitucional, mantener con firmeza nuestra política activa internacional independiente de paz y de amistad y de comercio con todos los pueblos de la tierra sin discriminaciones de orden político.

Coincidimos en el juicio de que la Revolución Mexicana no está cumplida todavía. Hay quienes quisieran que no siguiera avanzando. Que las grandes masas no se movieran. Reclaman "seguridad" porque son los prevaricadores, los que han traicionado al pueblo, los apoltronados; pero el pueblo mexicano, hambriento aún en muchas regiones de la patria, requiere seguridad, no para la minoría enriquecida, sino para lograr la posibilidad de una vida digna, no la seguridad de los enriquecidos, prevaricadores que han acumulado fortunas a costa del pueblo. El pueblo de México ha creado esta gran nación y está dispuesto a construir un nuevo país, más grande, más justo y más independiente.

Coincidimos también en que: "energéticos y alimentos nos darán suficiencia fundamental, nos permitirán mantener las posibilidades sólidas de nuestra independencia política y económica". Asimismo es necesario combatir con energías a los especuladores y hambreadores con los pueblos que como el nuestro luchan por mantener su independencia y disfrutar de sus riquezas naturales. Ante la unidad de las fuerzas revolucionarias, progresistas y patrióticas en torno a la candidatura del licenciado José López Portillo, las fuerzas reaccionarias fraguaron una serie de maniobras, tratando de crear un vacío político destinado a sembrar confusión, desconfianza desorientaciones en el pueblo y minimizar la votación que obtuviera

la candidatura unitaria, a fin de que resultara un presidente débil ante las presiones internas y del exterior.

Esta actitud negativa fue secundada, consciente e inconscientemente por algunos elementos que llamándose revolucionarios, llevaron una política de dispersión, ante la lucha del imperialismo y de sus cómplices internos, desviación ésta, que el fondo es esencialmente antiunitaria porque debilita el frente antiimperialista.

Esta corriente fue derrotada anta la firme determinación de las fuerzas democráticas y revolucionarias, que con una campaña unitaria y de identificación programática, llevaron con éxito indiscutible a José López Portillo a la Presidencia de la República. (Aplausos.)

Esta alianza de las fuerzas democráticas, patrióticas y revolucionarias de nuestro país, emana de las experiencias históricas de nuestro pueblo y está inspirada en los maravillosos ejemplos de Hidalgo y de Morelos, en la energía y patriotismo de Benito Juárez y hace honor al legado revolucionario de Madero, de Villa, de Zapata. de Cárdenas y de Vicente Lombardo Toledano. Es la única actitud positiva para hacer frente al imperialismo norteamericano y a las fuerzas reaccionarias internas que le hacen el juego.

Cuando el Partido Popular Socialista habla de la conjunción de fuerzas, de la Alianza, no se refiere a alianzas formales, si no a la acción común entre la corriente progresista del PRI y el PPS, los sectores nacionalistas y patrióticos de la burguesía nacional, la corriente limpia la juventud y los intelectuales que estudian y piensan en futuro. Hablamos de la acción conjunta ante los problemas concretos de las fuerzas y los hombres que quieren el progreso ininterrumpido y acelerado de nuestro país. Porque independientemente de las discrepancias que existen entre el Partido Popular Socialista y las fuerzas progresistas de la pequeña burguesía nacionalista, hay un objetivo común, ante ellas: el mejoramiento de la vida de nuestro pueblo y la independencia económica de la nación.

El PPS sigue luchando firmemente por el frente común de las fuerzas democráticas, patrióticas y revolucionarias de dentro y fuera del gobierno, que estén dispuestas a mantener el rumbo de México por el camino de nuestra liberación respecto del imperialismo, del desarrollo democrático del mejoramiento de las condiciones de vida de las masas populares. Nos hemos opuesto a que se divida el frente común con planteamientos subjetivos. Sería grave dividir a las fuerzas democráticas porque ello conduciría a errores de táctica y estrategia que no favorecerían al pueblo mexicano, a la independencia nacional, sino a los adversarios que quieren impedir a todo trance que los problemas del futuro inmediato sean resueltos por el camino positivo de la historia, que favorece a los caminos sociales y a la política internacional independiente, activa que se ha estado aplicando por Luis Echeverría.

Los votos que hoy contabilizamos y sancionamos a favor de José López Portillo constituyen la suma de los sufragios de los hombres y mujeres que sostienen con firmeza las banderas de la Revolución Mexicana, cuyo camino fue trazado por el pueblo en sangrientas y dolorosas batallas y que adquirió estructura jurídica con la Constitución de 1917 abandonando algunas veces, traicionando otras y que ha retomado su rumbo original hacia nuevas etapas más debe ser abandonado.

Por lo anterior, afirmamos: que por su convicción expresada en la formulación de su línea estratégica, el PPS, ha sido, desde su fundación, el abanderado de la alianza de las fuerzas revolucionarias y patrióticas, y es por lo que todos sus esfuerzos del pasado y del presente han estado orientados a integrar, a fortalecer y a impulsar esta alianza.

Y así, subrayando su línea estratégica, el PPS participó en la pasada campaña electoral, esforzándose una ves más por hacer operante esa unidad de las mejores fuerzas y con el contenido de su plataforma electoral, coincidente en gran proporción con el plan básico del PRI, dándole una trayectoria programática en relación con los problemas nacionales y con soluciones viables a las grandes urgencias de nuestro pueblo.

Esto es lo que les duele a los reaccionarios y ante su impotencia de frenar la marcha del país, recurren a tácticas y métodos fascistoides para pretender detener la marcha ascendente de nuestra Revolución. El imperialismo y la reacción, recurren a métodos más condenables para someter a los pueblos a su yugo colonial y a gobiernos fascistas pretendiendo borrar todo vestigio de soberanía y expresiones democráticas. Ahí están los ejemplos de los que está ocurriendo en Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Argentina, para nadie es desconocida la amenaza y la presión que ejerce el imperialismo sobre Venezuela, Cuba, Colombia, Panamá y ahora mismo, sobre México.

Esta presión agresiva, es la causa real de la medida de flotación de nuestra moneda que no es más que consecuencia del chantaje del imperialismo norteamericano y de la acción traidora de los malos mexicanos que en acciones condenables pretenden someter a país y al gobierno esparciendo calumnias, rumores, sustrayendo capitales, organizando reuniones para planear acciones deleznables todo para tratar de hundir al país en situaciones que sólo a la reacción y al imperialismo conviene a sus intereses.

Por su convicción expresada en la formulación de su línea estratégica, el Partido Popular Socialista ha sido desde su fundación el abanderado de la alianza de las fuerzas revolucionarias y patrióticas y es porque todos sus esfuerzos del pasado y del presente han estado orientados a integrar, a fortalecer y a impulsar esa alianza. Y así con su línea estratégica, el partido participo en la campaña pasada con el resultado que todos conocen.

Compañeros diputados. hoy estamos sancionando el triunfo de nuestro candidato y ya

en su calidad de Presidente Electo de México el licenciado José López Portillo pronto habrá de principiar a tomar contacto con sus grandes responsabilidades. Visitará varios países de nuestro continente, entre ellos. los Estados Unidos de Norteamérica. Ante este hecho apreciamos la preocupación del pueblo mexicano cuando viaje al país del Norte y no así cuando lo haga a los países del Sur, pues supone que existe la posibilidad de enfrentar severas presiones que pudieran comprometer los destinos del país. El Partido Popular Socialista tiene la absoluta convicción de que él en su trato con los dirigentes de los Estados Unidos mantendrá vigorosamente nuestra política activa e independiente y que nada hará que vulnere nuestra independencia, nuestra soberanía nacional y los intereses del pueblo, por eso hoy le ratificamos nuestro apoyo como lo hace todo el pueblo de México para brindarle fortaleza en estas tareas en las que seguramente confirmará su compromiso como él lo afirmó al expresar: "luchar contra toda penetración extranjera, toda acción del imperialismo que aquí o en cualquier parte del mundo vulnere las soberanías nacionales que respetamos por que queremos que se respeten "los nuestros"."

Este acto en el que calificamoslas elecciones presidenciales es sólo el inicio de una nueva etapa de luchas y esfuerzos. Al cumplir con un mandato constitucional, estamos también abriendo un panorama hacia el futuro que presenta la complejidad que nuestra época, con sus tremendas contradicciones, de difíciles problemas y graves amenazas, y al mismo tiempo contemplamos la perspectiva de alcanzar el tránsito hacia nuevas etapas en el avance histórico que estructurará un México soberano, plenamente independiente, con un pueblo que disfrute de los dones de la civilización y de la cultura. El PPS confía en la perspectiva de ese futuro luminoso. (Aplausos.)

- El Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Hugo Castro Arana.

El C. Hugo Castro Arana: Compañero Presidente de la Honorable Asamblea, compañeras diputadas, compañeros diputados: quiero agradecer a todos los partidos políticos que se han sumado a la convicción de que el dictamen debe ser aprobado en sus términos, el que lo haya expresado de esa manera, es un acto de justicia para el pueblo de México que hay que destacarlo.

Se ha dicho aquí algunas cosas con las que no estoy de acuerdo, y otras, que naturalmente estoy dispuesto a apoyar. Nos toca hoy calificar una singular elección en la que, con un candidato, el pueblo de México supo expresar con toda claridad y libremente, su voluntad. El hecho de que haya sido postulado primero por el Partido Revolucionario Institucional y que el pueblo todo y muchas partidos, dos en concreto, hayan adoptado a continuación la misma candidatura, habla bien el alto de la calidad revolucionaria y moral de los hombres que sabe y puede postular nuestro partido. El compañero de Acción Nacional que me precedió en el uso de la palabra, se apartó en realidad algo del tema, no sabemos si su crítica, es respecto a los procesos internos de selección de candidatos del Partido Revolucionario Institucional, anecdótica, significan realidad que los compañeros de Acción Nacional estén solicitando su ingreso al Partido Revolucionario Institucional. (Aplausos.) Desde luego, desde ahora, queremos decirles que no, no es posible que ingresen al Partido Revolucionario Institucional y desde luego nosotros seguiremos haciendo nuestro procesos de selección internos en la forma y Términos que marcan nuestros estatutos y de acuerdo con la voluntad soberana de nuestras propias asambleas.

La estructura, la estructura misma del Partido Acción Nacional quizá sea lo que no les permite comprender los verdaderos procesos democráticos; no habla de anti - democracia; la verdad es que una campaña como la que ha hecho López Portillo a todo lo largo y ancho del país para programar junto con el pueblo y con todos los sectores del pueblo, con las clases sociales que lo constituyen: los obreros, los campesinos, los estudiantes, las mujeres, todos aquellos que vivimos en este país nuestro, ha sido una campaña que ha dado no sólo muestra de democracia y de madurez política de dirigentes y del pueblo, sino que en general ha sido una muestra más que suficiente de hasta dónde se puede llegar cuando en realidad se desea gobernar con todos y para todos.

La estructura del Partido Acción Nacional, como es, no les permite interpretar este hecho, y es verdaderamente lamentable que sea así. Lo muestra con toda claridad el que no entiende porqué en algunas partes del país donde predomina la población campesina se obtuvieron votaciones tan altas. Les parece raro que en relación con el Distrito Federal en algunas partes efectivamente se haya manifestado tan jubilosa y tan firme la voluntad de los campesinos. Y se ha referido en concreto a varias poblaciones remontadas en la sierra o varias poblaciones que definitivamente están dentro del sector rural pero que han recibido durante estos últimos seis años la acción revolucionaria y de carácter político y de influencia económica del Gobierno de la República. (Aplausos.) La verdad es que tenemos la impresión de que los candidatos del PAN son respecto a los campesinos candidatos del pavimento. Están tan alejados de la realidad campesina, están tan lejos de la verdadera vocación revolucionaria, de la clase que fundamentalmente impulsó la Revolución que no entienden al pueblo campesino, como parece que no entienden al pueblo de México, a ratos con sus afirmaciones sobre el abstencionismo y a ratos con sus afirmaciones sobre la antidemocracia.

Nuestro Partido es un partido unido porque responde a un programa histórico, porque responde a una alianza permanentemente sustentada desde su creación, que lo que quiere es impulsar a la Revolución Mexicana dentro de la unidad y dentro de la conciencia revolucionaria. No es posible que los partidos de oposición no cumplan con su obligación, que

suponemos que es oponerse, y la oposición no soló se debe manifestar en la oratoria, sino que se debe manifestar allá, donde las cosas cuentan , en la realidad y conquistando al pueblo. Si nuestro Partido tiene al pueblo de México, es porque lo ha sabido conquistar. Señores. ojalá que en lo futuro sea posible que ustedes hagan lo mismo; ojalá que en el futuro no peleen, pero con ganas, no peleen con entusiasmo, teniendo la capacidad de presentar candidatos, de nombrar representantes en todo el país, cosa que no ocurrió con el Partido en Acción Nacional, para que realmente haya una lid, en la que si sus programas y su ideología es tan buena, pues convenza al pueblo de México como en última instancia le ha convencido el Partido Revolucionario Institucional y los gobiernos que patrióticamente, evidentemente, ha defendido a la Revolución Mexicana. (Aplausos.)

Nuestra evolución histórica muestra la dinámica propia de una revolución que si bien nació a principios del siglo, supo ver tan lejos en el futuro, que aun ahora sus metas y sus progresos son vigentes.

Naturalmente que todo hay que sujetarlo a modificaciones. Las actitudes de los hombres cambian porque los tiempos han cambiado, porque la educación es distinta, pero las metas de siempre, las metas de justicia, las metas de equidad, las metas de gobernar para las mayorías siguen siendo válidas y esas las seguirá sustentando el Partido Revolucionario Institucional.

Que no haya cuidado por parte de los compañeros del Partido Popular Socialista, que no haya pendiente. Nunca un presidente de México, no en una entrevista con un Presidente de los Estados Unidos, en cualquier entrevista, ha traicionado a la patria.

Nunca un Presidente emanado de la Revolución Mexicana ha echo algo de lo que podamos avergonzarnos siquiera en el pensamiento.

Que no hay pendiente porque la experiencia histórica habla por nosotros. Y López Portillo sabrá hablar alto, fuerte y claro a nombre y defendiendo los intereses de México, siempre. (Aplausos.)

Toca hoy calificar una singular elección, repito, pero una elección en la que el Partido Revolucionario Institución alla sabido cumplir con su realidad histórica. El Partido ha sido un instrumento de cohesión, de congruencia, de unidad de las fuerzas progresistas en su fuero interno. Ha sabido tocar las puertas mismas del pueblo de México; realizar una práctica revolucionaria que lo ha llevado con frecuencia al triunfo. Es nuestro partido el complemento lógico, político natural de un gobierno revolucionario y de unas leyes que emanaron de la Revolución. Partido Revolucionario, Leyes Revolucionarias, Gobierno Revolucionario, es la trilogía que puede garantizar la marcha ascendente y progresista de esta país. Lo ha mostrado la actitud del actual Presidente de la República. La primera vez que vi hablar al Presidente Echeverría como candidato de nuestro partido en la ciudad de Aguascalientes, dijo una frase que en lo personal me ha acompañado. Se refirió al alto valor moral de la eficiencia. Y efectivamente, cuando se habla de cambios de estructuras mentales, cuando se habla de la nueva moral revolucionaria, esa frase es un eco que habrá de acompañarnos todavía en muchos años y que practicó el Presidente de México. Echeverría, abrió el diálogo irrestricto entre todos los mexicanos, luego de una época en la que ese diálogo ni era tan franco ni era tan productivo. Supo desazolvar los canales de comunicación política; tuvo una actitud y tiene una actitud democrática auténtica, real, congruente con las fuerzas de la Revolución y con la tarea que le hemos confiado y finalmente lo más admirable de todo, ha mantenido una gran firmeza para continuar en el mantenimiento de las instituciones. Una firmeza de convicción democrática que es lo que ha hecho ver entre lo que se dice y lo que se hace hay también una gran congruencia. El resultado ha sido una tranquilidad pública sin confusiones en lo que la Revolución ha tomado su lugar y en la que se han deslindado los campos para encontrar en quienes actuamos en la vida nacional, no sólo la verdadera vocación, sino la verdadera filiación que es necesario identificar para saber con quién se cuenta y quién no en la marcha de este país. Y finalmente, la democracia vigoriza y este es el caso del México que nos deja Luis Echeverría, las corrientes progresistas. Las corrientes progresistas de toda magnitud y donde quiera que se encuentre. Y precisamente sobre estos resultados, es que se ha podido construir la elección del 4 de julio pasado que está contenido en el dictamen cuya aprobación hoy estamos viviendo. La elección del 4 de julio, coincidimos, es en realidad un triunfo del pueblo de México. Esta votación ha constituido un verdadero referéndum para reafirmar el programa histórico de la Revolución, ese programa que tiende a la transformación progresista de la Nación.

López Portillo no fue un candidato ambiguo, López Portillo ha sido un hombre que ha manifestado con toda claridad que continuará, que mejorará, en su momento y en su lugar, los programas de la Revolución, y que sabrá hacerlo con dignidad y eficiencia; de eso estamos seguros.

Voy a leerles un párrafo que más que nada, habla alto y claro de lo que López Portillo piensa en el terreno político de este país, y que es una garantía para las clases trabajadoras de México: "Estoy seguro, dice, al concluir esta etapa - se refiere a la etapa electoral - que nuestro Partido es el único que garantiza la posibilidad de orientar el cambio por nuestra propia voluntad y no por la inercia de la historia. La fatalidad dialéctica de las presiones contradictorias de los grupos de poder o de las circunstancias nacionales o internacionales; ninguna, negamos, y menos la lucha de clases; sería infantilismo democrático o nacionalismo aberrante no sacrificarnos por la unidad nacional y el derecho a liberarse de la explotación. La solidaridad nacional es el

ámbito en que la lucha se puede resolver como derecho, en el esfuerzo del equilibrio dinámico de los factores de la producción, puestos en el ajuste permanente de las circunstancias y regida por la ley, que a su vez es capaz de autorregenerarse para ser más eficiente, claro, orientando la lucha de clases, puede y debe procurarse la justicia, puede y debe también extremarse hasta la aniquilación plural cancelando la libertad; pero también y además podemos aspirar a la justicia en un Estado de servicio que como el nuestro viva el esfuerzo de la democracia social".

Nuestro Estado, hay que precisarlo, es nacional y no burgués. Si una clase social se ha beneficiado mucho más que otra usando o abusando de la libertad; eso es injusticia, burla, deformación y vergüenza de la Revolución. La injusticia es ilegalidad y combatirla propósito de la organización revolucionaria y la alianza popular.

Ese es el hombre que hemos elegido para la Presidencia de México.

Si México espera de su próximo Presidente, espera no al hombre providencial, sino al que sepa gobernar para las mayorías; al hombre que sepa llevar a extremos nuestra eficiencia y al hombre que sepa encontrarlos porque en ellos ha abrevado la exaltación de los valores propios.

Lo más significativo de estas elecciones - como se ha dicho aquí - es que pase a la presión y que pase a las incongruencias de quienes no supieron, no pudieron participar en ella; nosotros sí pudimos y sí supimos escoger dentro de nuestro Partido al hombre que habría de liderear la Revolución.

En Dolores Hidalgo, en un acto en el que participó López Portillo, cuando se pronunciaba un discurso en su nombre y cuando se pregunto: ¿Qué esperan los campesinos del candidato del Partido Revolucionario Institucional?, un campesino, sumido en el mar que se encontraba en aquel momento en la plaza principal de la Cuna de la Independencia, gritó: ¡La Tierra! ¡Esperamos de López Portillo la tierra!

Nosotros esperamos también de López Portillo la tierra, no la tierra en su acepción del lugar donde se siembra y en el que se hace el trabajo cotidiano de producir lo alimentos que el pueblo consume; sino la tierra en su acepción Patria; la tierra en su acepción Libertad; la tierra en su acepción de Derecho; la tierra en su acepción de realización plena de todos los mexicanos que sabemos construir con nuestras propias manos un futuro más digno y una patria mejor y un ambiente más propicio para que nuestra especie aquí pueda perpetuarse.

El significado de la Independencia Nacional y ese grito de la tierra en la Cuna de la Revolución, no deben ser olvidados en esta ocasión. Lo Principal, lo fundamental es conservar a este país independiente y libre.

Cuando se nos ha preguntado si López Portillo será un buen Presidente, hemos contestado muchos de nosotros, que de sus actos como hombre de Partido hemos juzgado y por eso lo postulamos en su momento como Candidato de la Revolución.

En esta misma tribuna cuando López Portillo vino a hacer la defensa de las adecuaciones fiscales, desde esta misma tribuna se ganó la adhesión de los campesinos de México. Fue ahí exactamente cuando los campesinos decidieron que él debería ser el próximo líder de la Revolución, porque supo, jugando el papel de mexicano firme en sus convicciones, hacer política de cara al pueblo, porqué supo enfrentar con valor el descontento de muchos grupos y el descontento de grupos privilegiados, por cierto que en aquel momento, se pronunciaron contra el programa de adecuación fiscal.

Desde esta tribuna comenzó López Portillo, en ese momento, a convencer a los campesinos de México de que sería un buen Presidente; sin embrago, de sus actos como Presidente, habremos de dar cuenta quienes en esta Cámara estamos elegidos por el pueblo, porque somos corresponsables de la conducción del país.

Habrá de dar cuenta nuestro Partido que será vigilante también de que se cumplan sus principios y seguramente habrá de dar cuenta la conciencia y la estructura moral del propio López Portillo, para no fallar en el gobierno de las mayorías y en la militancia activa de la Revolución Mexicana.

La diputación campesina, por supuesto, como las diputaciones de los otros sectores, está a favor del dictamen. Todos en este país estamos a favor del dictamen al lado de López Portillo, contra la pobreza, contra la ignorancia, contra el abuso, contra la simulación; porque sobre todo, los jóvenes tenemos sed y hambre de autenticidad, y esto es algo que tenemos que practicar de inmediato.

Estamos por una Revolución realizable y tenaz, por la construcción de relaciones de producción que nos lleven a estadios superiores de la organización. Estamos porque se acaben las relaciones de explotación, por que todavía hay gente que espera la llegada de un buen mañana y para lograrlo tenemos que empujar todos con valor, con decisión, con todo nuestro aliento, el fuerte sonoro viento de la historia.

Muchas gracias compañeros. (Aplausos.)

El C. Presidente: Consulte la Secretaría si se encuentra suficientemente discutido el dictamen.

El C. secretario Pastor Murguía González: Por instrucciones de la Presidencia, en votación económica se pregunta a la Asamblea si se encuentra suficientemente discutido el dictamen... suficientemente discutido.

Se va a proceder a recoger la votación en general.

(Votación.)

Señor Presidente, el proyecto de Decreto ha sido aprobado en lo general por unanimidad de 228 votos.

- La C. secretaria María del Refugio Castillón Coronado: Está a discusión en lo particular... No habiendo quien haga uso de la

palabra se va a proceder a recoger la votación nominal en lo particular.

(Votación.)

Señor Presidente, fue aprobado en lo particular el proyecto de Decreto por unanimidad de 228 votos. Aprobado en lo general y en lo particular. Pasa al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

DECLARATORIA

- La C. secretaria María del Refugio Castillón: Se invita a todos los presentes a ponerse de pie.

El C. Presidente: La Cámara de Diputados de la "L" Legislatura del H. Congreso de la Unión, en uso de la facultad que le otorga la fracción I del artículo 74 de la Constitución General de la República y el 168 de la Ley Electoral Federal, Declara:

"Es presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, para el período que comienza el primero de Diciembre de 1976 y termina el treinta de noviembre de 1982, el ciudadano José López Portillo Pacheco." (Aplausos.)

COMISIONES

- El mismo C. Presidente: Para participar la anterior declaratoria, la Presidencia designa en comisión a los siguientes diputados: Al C. Presidente de la República; Augusto Gómez Villanueva, Heladio Ramírez López, Guillermo Cosío Vidaurri, Juan José Osorio Palacios, Maximiliano Silerio Esparza, María Elena Marqués, Antonio Montes García, Emilio Salgado Zubiaga, Fernando San Pedro Salem, Jesús Luján Gutiérrez, Jacinto Guadalupe Silva Flores, Secretario, José Salvador Lima Zuno.

Al C. licenciado José López Portillo: Encabezados por el Presidente de la gran Comisión, todos los ciudadanos diputados de esta Legislatura.

A la H. Cámara de Senadores: Pericles Namorado Urrutia, Hugo Díaz Velázquez, Rubén Calderón Cecilio, Francisco J. Peniche Bolio, Arcelia Sánchez de Guzmán, Román Ramírez Contreras; Secretario, J. Refugio Mar de la Rosa.

A la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación: Porfirio Cortés Silva, Efraín Mera Arias, Lucía Betanzos de Bay, Nazario Romero Díaz, Francisco Hernández Juárez, Roberto Soto Sánchez, Ramón Garcilita Partida; Secretario, Agapito Duarte Hernández.

- La C. secretaria María del Refugio Castillón: Señor Presidente, la Secretaría informa que se han agotado los asuntos en cartera.

- El Presidente (a las 14:15 horas): Se levanta la sesión y se cita para sesión de Cámara el próximo martes 14 de los corrientes, a las once horas, en la que se tratarán los asuntos con los que la Secretaría dé cuenta.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE DEBATES"