Legislatura L - Año III - Período Ordinario - Fecha 19781006 - Número de Diario 19

(L50A3P1oN019F19781006.xml)Núm. Diario:19

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

"L" LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO III México, D.F., Viernes 6 de octubre de 1978 TOMO III. - NÚM. 19

SUMARIO

Apertura.

Orden del Día.

Acta de la sesión anterior. Se aprueba.

Comparecencia del C. Carlos Hank González

Una Comisión designada al respecto introduce al Salón al Jefe del Departamento del Distrito Federal, quien da lectura a una exposición que explica los orígenes históricos del Distrito Federal dentro de nuestra Constitución, así como los fundamentos de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal y de sus principales enunciados, objeto de su presencia ante este Cuerpo Legislativo.

Interpelaciones

Hechas al C. profesor Carlos Hank González por los CC. María Elena Alvarez de Vicencio, Enrique Soto Izquierdo, Saúl Castorena Monterrubio, María Elena Marqués de Torruco, Guillermo de Carcer Ballescá, Jorge Efrén Domínguez, Manuel Hernández Alvarado, Guillermo Islas Olguín, Hugo Díaz Velázquez, Celeste Castillo Moreno, José Ortega Mendoza, Francisco Cinta Guzmán, Jaime Aguilar Alvarez, Miguel Hernández Labastida, Celia Torres de Sánchez, Pedro González Azcuaga, Luis Priego Ortiz, Martha Andrade de Del Rosal, Adrián Peña Soto, Julio César Mena Brito, Hugo Castro Aranda, Eduardo Andrade Sánchez, Abraham Martínez Rivero, Tomás Nava de la Rosa, Miguel Montes García, Arturo Martínez Legorreta y Enrique Alvarez del Castillo, en relación a la Iniciativa de Ley que se contempla, a las cuales éste da respuesta.

Agradecimiento

A nombre de la Cámara de Diputados, la Presidencia agradece la presencia del C. Jefe del Departamento del Distrito Federal ante este Cuerpo Legislativo, expresando que su exposición y sus respuestas serán de gran utilidad a todos los diputados de esta Legislatura. La misma Comisión que introdujo al Alto funcionario le acompaña al retirarse del Salón.

Orden del Día

Se da lectura al Orden del Día de la sesión próxima. Se levanta la sesión.

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. MAXIMILIANO SILERIO ESPARZA

(Asistencia de 172 ciudadanos diputados.)

APERTURA

- El C. Presidente (a las 11:15 horas): Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

- La C. secretaria Guadalupe López Bretón:

"Tercer período ordinario de sesiones.

'L' Legislatura.

Orden del Día

6 de octubre de 1978.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Comparecencia del C. profesor Carlos Hank González, Jefe del Departamento del Distrito Federal."

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

- La misma C. Secretaria:

"Acta de la sesión de la Cámara de diputados de la Quincuagésima Legislatura del H. Congreso de la Unión, efectuada el día cinco de octubre de mil novecientos setenta y ocho.

Presidencia del C. Maximiliano Silerio Esparza.

En la ciudad de México, a las doce horas y veinte minutos del jueves cinco de octubre de mil novecientos setenta y ocho, con asistencia de ciento sesenta y seis ciudadanos diputados la Presidencia declara abierta la sesión.

Lectura del Orden del Día y del Acta de la sesión anterior llevada a cabo el día tres de los corrientes, misma que sin discusión se aprueba.

Se da cuenta con los documentos en cartera:

El Departamento del Distrito Federal, formula la atenta invitación al acto cívico que tendrá lugar el día 10 del actual, en la Columna de la Independencia, ubicada en el Paseo de la Reforma de esta capital, con motivo del 154 aniversario de la Jura de la Constitución de 1824, por los Poderes Públicos.

Para asistir a dicho acto en representación de la Cámara de Diputados, la Presidencia designa en comisión a los CC. José Reyes Estrada Aguirre y Alfonso Rodríguez Rivera.

Las Legislaturas de los Estados de Aguascalientes, Durango y Michoacán, participan haber efectuado actos relativos a sus funciones legislativas. De enterado.

Los CC. Secretarios de la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión, remiten los informes de la Deuda Pública correspondientes al cuarto trimestre de 1977 y primer trimestre de 1978. Resérvese en el Archivo para consulta de los ciudadanos diputados.

Para los efectos constitucionales, el C. Presidente de la República envía Iniciativa de Ley de Disciplina de la Armada de México. Recibo y a las Comisiones Unidas de Estudios Legislativos; de Marina Nacional, y de Gobernación en turno e imprímase.

Oficio de la Secretaría de Gobernación por el que se comunica que el C. Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado José López Portillo, dio instrucciones al C. profesor Carlos Hank González, para que comparezca ante este Cuerpo legislativo, a fin de que explique los fundamentos y alcances de la Iniciativa de Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal. De enterado y se señalan las once quince horas del día seis del presente, para recibir en esta H. Cámara al C. profesor Carlos Hank González, Jefe del Departamento del Distrito Federal. Para tal efecto, líbrese atenta comunicación al C. Secretario de Gobernación para que, por su digno conducto, se le haga saber lo anterior.

La propia Secretaría de Gobernación remite un oficio relacionado con la solicitud de permiso, para que el C. Pedro Vargas pueda aceptar una condecoración del Gobierno de la República Argentina. Recibo y a la Comisión de Puntos Constitucionales.

Las Comisiones unidas Primera de Puntos Constitucionales; de Desarrollo de los Recursos Naturales y Energéticos, Sección Energía Nuclear, y de Estudios Legislativos, Sección Constitucional, suscriben un dictamen con proyecto de Decreto que reforma la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia Nuclear. Primera lectura.

La Presidencia informa a la Asamblea que el siguiente punto del Orden del Día es la discusión del proyecto de Decreto que reforma los artículos 85, 194, 195, 196, 197 y 198 del Código Penal para el Distrito Federal en Materia del Fuero Común y para toda la República en Materia Federal.

Agrega que, en virtud de que en la sesión efectuada el día 26 de septiembre anterior, se aprobó el dictamen en lo general y el artículo 85 en lo particular, la discusión el día de hoy será a partir del artículo 194, que fue regresado a las Comisiones Dictaminadoras para nuevo estudio.

A continuación la Secretaría da lectura al dictamen que contiene el nuevo texto a que se refiere este artículo.

A discusión la segunda proposición del dictamen que contiene el artículo 194 en cuestión.

Para apoyar al mismo y expresar sus puntos de vista sobre el particular, hace uso de la palabra el C. Augusto César Tapia Quijada.

Suficientemente discutido se aprueba en lo particular el artículo a debate, por unanimidad de ciento sesenta y dos votos, en votación nominal.

Los artículos no impugnados se aprueban en votación nominal por unanimidad de ciento sesenta y dos votos.

Aprobado el proyecto de Decreto tanto en lo general como en lo particular, pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

Agotados los asuntos en cartera se da lectura al Orden del Día de la sesión próxima.

A las catorce horas y cincuenta minutos se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el día de mañana, seis de octubre, a los once horas en la que habrá de comparecer el C. profesor Carlos Hank González, Jefe del Departamento del Distrito Federal."

Está a discusión el acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba... Aprobada.

COMPARECENCIA DEL C.

CARLOS HANK GONZÁLEZ

- El C. Presidente: Me permito informar a la Asamblea que se encuentra a las puertas de este Recinto el señor profesor Carlos Hank González, Jefe del Departamento del Distrito Federal, y para introducirlo a este Salón de sesiones, se designa en comisión a los siguientes ciudadanos diputados: Juan José Osorio Palacios, Aurora Cruz de Mora y José Salvador Lima Zuno.

(Entra al Salón de sesiones el profesor Carlos Hank González.) (Aplausos.)

- El mismo C. presidente: Señor profesor Carlos Hank González, sírvase tomar asiento. En cumplimiento del Acuerdo que esta H. Cámara de Diputados aprobó en la sesión del día 3 del presente mes, hoy comparece ante esta Representación Nacional el ciudadano profesor Carlos Hank González, Jefe del Departamento del Distrito Federal, a fin de explicar los fundamentos y alcances de la Iniciativa de Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, enviada por el ciudadano Presidente de la República. Con esta finalidad se concede la palabra al ciudadano profesor Carlos Hank González.

- El C. profesor Carlos Hank González: Ciudadano diputado licenciado Maximiliano Silerio Esparza, Presidente de la Honorable Cámara de Diputados: Ciudadanos diputados:

"La Iniciativa de Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, ha dado lugar a la honrosa convocatoria de esta honorable representación. Por ello es que en cumplimiento al contenido del párrafo segundo del artículo 93 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, comparezco, por instrucciones del ciudadano Presidente de la República a informar a esta Cámara sobre dicha Iniciativa.

La existencia del Distrito Federal es consubstancial a los regímenes de gobierno que han adoptado la forma de Federación. Se ha advertido en tales regímenes, la imprescindible necesidad de dotar a los Poderes Federales de un territorio en el que residan y puedan actuar paralelamente a los Estados que integran la Federación.

En México, el Distrito Federal nació al ser adoptado el Régimen Federal de Gobierno por la Constitución de 1824 y así se conserva en la de 1857 y en la vigente de 1917. Estas conceden al Congreso de la Unión, facultades para elegir el lugar de residencia de los Poderes Federales y 'ejercer en su Distrito las atribuciones del Poder Legislativo de un Estado'.

El Congreso de los Estados Unidos Mexicanos ha establecido las bases de la organización de la Administración pública federal, tanto centralizada como paraestatal, al expedir para el efecto la Ley Orgánica de la administración Pública Federal que comprende una auténtica y definida reforma administrativa.

Esta Ley establece en su artículo 44, que corresponde al Departamento del Distrito Federal, atender lo relacionado con el gobierno de dicha entidad, en los términos de su Ley Orgánica.

Por instrucciones del Ciudadano Presidente de la República, se estudió y elaboró un proyecto de Iniciativa de Ley Orgánica que fuera congruente con la de la Administración Pública Federal, a fin de mejorar técnicamente la administración de la capital de la República.

La estructura jurídica de la capital a partir de 1917 ha experimentado tres reformas substanciales: En su Ley Orgánica de 1929, al suprimir el régimen municipal; en la Ley Orgánica de 1941 que introdujo el Consejo consultivo como una reforma de participación ciudadana; y, finalmente, en la vigente Ley Orgánica de 1970, que implantó la desconcentración administrativa.

La Iniciativa que ahora ha presentado el Ejecutivo Federal a la consideración de esta honorable Cámara, congruente con la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, fija el marco general de atribuciones, que emanadas de la Constitución, han sido base de las anteriores Leyes Orgánicas.

La Iniciativa de Ley Orgánica se compone de 44 artículos divididos en cinco capítulos, que establecen las atribuciones generales que competen al Departamento del Distrito Federal, y remiten a sus Reglamentos todo aquello que no es, por su misma naturaleza, propio de la Ley.

Se logra con ello una Ley compacta y substancial que al mismo tiempo, facilita el ágil manejo de la Administración del Distrito Federal, al encuadrar las disposiciones de detalle en normas reglamentarias que tienen, por su misma índole, mayor flexibilidad.

El primer capítulo se refiere al gobierno y al territorio del Distrito Federal y respeta, por supuesto, el mandamiento constitucional de que dicho gobierno lo ejerza el Presidente de la República por conducto de un Jefe de Departamento, que debe residir en la propia Entidad y que contará, para el ejercicio de sus atribuciones, con los necesarios órganos administrativos centralizados y desconcertados.

El mismo capítulo reproduce las disposiciones constitucionales referentes al ejercicio de la función judicial y jurisdiccional en el ámbito territorial del Distrito.

El capítulo segundo se refiere a la organización del Departamento del Distrito Federal. Dividido en artículos sobre diversas materias, consigna limitativamente la relación de atribuciones del propio Departamento y cuida de no interferir las demás facultades del Gobierno Federal que el capítulo segundo de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal confiere a las Secretarías de Estados y al Departamento de Pesca.

Los servicios públicos correspondientes al Departamento del Distrito Federal son regulados por las disposiciones del capítulo tercero. Cuando la naturaleza del servicio permita que sea prestado por los particulares, deberá mediar concesión limitada y temporal otorgada bajo la más estricta responsabilidad y vigilancia del Departamento, facultada para revocarla en cualquier momento cuando la inadecuada prestación del servicio pueda afectar intereses de la colectividad o cuando el concesionario deje de prestarlo total o parcialmente. En esta hipótesis el propio Departamento asumirá su prestación salvaguardando el interés social.

El capítulo cuarto norma el patrimonio del Distrito Federal. Señala, en tal virtud, cuáles son los bienes muebles o inmuebles del dominio público y cuáles los del dominio privado. Sus reglas tienden, fundamentalmente, a proteger los bienes destinados al uso común, que son de utilidad pública, y procura que ningún interés particular entorpezca el destino de los mismos.

Sus disposiciones se apegan a lo que en lo conducente ordena la Ley General de Bienes Nacionales.

El capítulo quinto se refiere a los órganos de colaboración vecinal y ciudadana, dándose un paso muy importante en la democratización de las decisiones en el Distrito Federal, ya que si la Ley Orgánica de 1941 tuvo como motivo fundamental para modificar la de 1929, la introducción del Consejo Consultivo, y en la vigente Ley de 1970 se introducen las Juntas de Vecinos, ahora, se contempla la existencia de órganos que representen a grupos más

reducidos de personas como son las Asociaciones de Residentes y los Comités de Manzana, con el objeto de que las aproximadamente 30,000 manzanas que existen en el Distrito Federal se encuentren debidamente representadas a través de sus Comités y con ello lograr una mayor participación en la decisión y solución de los problemas que nos aquejan.

Como resumen de lo anterior, cabría señalar que la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal en sus artículos del 27 al 43, establece en cada uno de ellos las facultades que son de la competencia de las Secretarías de Estado y del Departamento de Pesca y sólo respecto del Departamento del Distrito Federal hace la remisión a su Ley Orgánica, por lo que este ordenamiento legal, en esencia, es el único conducto para establecer ese marco de competencia.

Finalmente, en el artículo Tercero Transitorio de la Iniciativa de Ley sometida a la consideración de la Honorable Cámara de Diputados, se establece la obligación de que el Reglamento Interior sea emitido dentro de los 30 días posteriores a la promulgación de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, con el propósito de evitar que se deje, como ocurre en la Ley Vigente, la posibilidad de que, sin Reglamento, existieran facultades más allá de lo que quisiera limitar la propia Ley Orgánica.

A propósito, señores diputados, he tratado de hacer un brevísima explicación del origen del Distrito Federal, de su origen jurídico dentro de nuestra Constitución, del fundamento de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, de los principios enunciados al respecto que establece la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, por considerar que más interesante que pretender platicar a ustedes de lo que se han servido leer en el Proyecto de Ley, es tratar de dar respuesta y con ello, tratar de dejar aclaradas las dudas que pudieran existir en relación a este Proyecto.

Ojalá que en las respuestas a sus preguntas, podamos encontrar la claridad que nos permita comprender el propósito del formulador o formuladores del proyecto de Ley Orgánica.

Estoy a las órdenes de los señores diputados. (Aplausos.)

INTERPELACIONES

- El C. Presidente: Señor Carlos Hank González, Jefe del Departamento del Distrito Federal, algunos CC. diputados han manifestado su deseo de hacer a usted algunas preguntas en relación con la iniciativa que nos ocupa. Voy a dar lectura a los nombres de dichos CC. diputados:

María Elena Alvarez de Vicencio, Enrique Soto Izquierdo, Saúl Castorena Monterrubio, María Elena Marqués de Torruco, Guillermo de Carcer Ballescá, Jorge Efrén Domínguez, Manuel Hernández Alvarado, Guillermo Islas Olguín, Hugo Díaz Velázquez, Celeste Castillo Moreno, José Ortega Mendoza, Francisco Cinta Guzmán, Jaime Aguilar Alvarez, Miguel Hernández Labastida, Celia Torres de Sánchez, Pedro González Azcuaga, Luis Priego Ortiz, Marta Andrade de Del Rosal, Adrián Peña Soto, Julio César Mena Brito, Hugo Castro Aranda, Eduardo Andrade Sánchez, Abraham Martínez Rivero, Tomás Nava de la Rosa, Miguel Montes García, Arturo Martínez Legorreta y Enrique Alvarez del Castillo.

- El C. Presidente: Tiene la palabra la C. diputada María Elena Alvarez de Vicencio, del Partido Acción Nacional.

- La C. María Elena Alvarez de Vicencio: Señor profesor.

En la Iniciativa de Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal se observa como característica primordial que las Delegaciones no tienen ninguna especificación sobre sus funciones; requisitos para ser delegados; atribuciones y ni siquiera se delimita su territorio.

En el artículo 37 de la Ley vigente se encuentran 34 fracciones en las que se contemplan las atribuciones de las Delegaciones; en la actual, todo esto se remite a los reglamentos, y el reglamento, como es sabido, sólo es para desarrollar un precepto. Al hacer esta comparación en la nueva Ley puede presentar a la vista un retroceso. ¿Podría usted explicar a esta Asamblea si las disposiciones contenidas en el Proyecto de Ley Orgánica y la ausencia de otras tienen el propósito de centralizar las decisiones en la persona del Jefe del Departamento y de disminuir las que hasta ahora han tenido los delegados? Y de ser así, ¿por qué razón?

- El C. profesor Carlos Hank González: Con mucho gusto, señora diputada.

Desde luego no pretendo centralizar en el Jefe del Departamento ninguna decisión más, tampoco pretendo reducir a los señores delegados sus facultades, sus atribuciones. De todos ustedes es sabido que la decisión del Presidente López Portillo al tomar posesión de la Presidencia de la República, fue propiciar una mayor descentralización del Gobierno del Distrito Federal y que a partir de 1977 se ha entregado un número cada vez mayor de facultades a los señores delegados y no sólo eso, sino que se les ha dotado de presupuesto que les permita atender en forma más directa las solicitudes de demandas y requerimientos de la población que está a su cuidado. No se mencionan en el Proyecto de Ley Orgánica, los límites territoriales de las Delegaciones, por una parte, ni se mencionan las atribuciones de los señores Delegados, por otra, y se llevan al Reglamento Interior - eso me dicen los abogados - , en virtud de una técnica jurídica. Lo entienden así.

En la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, se establece en uno por uno de varios artículos, cuáles son las facultades, atribuciones, de cada una de las secretarías y departamentos administrativos, excepto en el artículo correspondiente al Distrito Federal, en donde, en vez de señalar cuáles son estas

atribuciones del Departamento, remiten éstas a la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, que en esas condiciones viene un poco a cubrir este artículo. Es decir, que la Ley Orgánica se pretende que sea solamente el marco normativo que señale con precisión y claridad las atribuciones, las responsabilidades del Departamento y no hacer una ley tan detallada que fuera difícil de entender, de consultar, de interpretar.

Por otra parte, los propios artículos correspondientes de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, en cada caso, remiten el desarrollo de las facultades y responsabilidades que atribuyen a cada Secretaría de Estado y al Departamento de Pesca a su Reglamento Interior. Este es, a nuestro juicio, el caso en que estamos.

La Ley Orgánica viene a ser prácticamente el desarrollo de un artículo que a ella se remite y, por otra parte, esa Ley Orgánica es reglamentada y por eso platicaba a ustedes al hacer la exposición, que establece también el proyecto de iniciativa de Ley Orgánica, que dentro de los 30 días siguientes a su promulgación deberá ser publicado el Reglamento Interior, que desde luego no está al arbitrio del Departamento. El Jefe del Departamento, como todos sabemos, es simplemente un delegado del gobernador de la entidad, del Jefe del gobierno de la entidad que es el Presidente de la República, quien será quien autorice el Reglamento que venga a permitir conocer todos estos detalles de división territorial, de atribuciones de los señores delegados.

- El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Enrique Soto Izquierdo del Partido Revolucionario Institucional.

- El C. Enrique Soto Izquierdo: Señor profesor Carlos Hank González, Jefe del Departamento del Distrito Federal:

En el Proyecto de Nueva Ley Orgánica del Departamento que esta Cámara ha recibido, destacada ese aspecto de técnica jurídica al que usted se ha referido, al señalar como en esta Ley se contemplan las disposiciones generales, al marco amplio para definir las facultades del Departamento del Distrito Federal, del Jefe del Departamento del Distrito Federal y se deja para la Ley reglamentaria, toda una serie de cuestiones en las que habrán de precisarse tanto facultades, ámbitos de competencia, como otros muchos aspectos que comprenden también los de las facultades de los Delegados, lo que corresponda al proceso de desconcentración del gobierno del Distrito Federal, así como lo que concierne al proceso de democratización interna, de mayor participación de los núcleos ciudadanos en las decisiones que de manera más próxima les atañan.

Entendemos que la peculiaridad del Departamento del Distrito Federal, dentro de la estructura político - administrativa de nuestro país y dentro de los marcos de la Ley Orgánica de la administración Pública, deriva de un hecho que es importante conservar en la mente, tener presente constantemente, y es que el Departamento del Distrito Federal es una entidad federativa.

Es verdad que no es una entidad federativa con un gobierno especial para esta entidad, libre y soberano, aparte del Gobierno Federal. las facultades correspondientes al ejercicio de este gobierno, se disciernen a órganos que la propia Constitución señala para el Ejecutivo, el Presidente de la República para el Legislativo, el Congreso de la Unión para el Judicial, el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.

Quedan, pues, establecidos estos poderes. Se requiere que ejerzan como una entidad federativa sus facultades. Derivamos de ahí en lo fundamental la amplitud de las prescripciones previstas en esta nueva Ley que establece marcos amplios, pero nos preocupa - creo que es una preocupación compartida por todos los legisladores y por la opinión pública una mayor precisión en cuanto a las facultades que se conceden a las Delegaciones para la atención de las cuestiones de su competencia y las que conciernen a las juntas de vecinos, así como al consejo Consultivo y a esos dos órganos de nueva aparición en la legislación sobre el gobierno del Distrito federal que establece este nuevo proyecto: los comités de manzana y las asociaciones de residentes, que vienen a completar la fisonomía de los órganos de colaboración ciudadana.

Conocemos por la práctica - hemos observado todos - , el grado en que su gobierno muy especialmente, el que usted ha venido ejerciendo como delegado del Presidente de la República y conforme a sus instrucciones, ha prestado a la desconcentración administrativa por la vía de la atribución de nuevas facultades y de nuevos recursos a las delegaciones del Departamento del Distrito Federal.

Sabemos de la renovada vida del Consejo Consultivo y en especial de las juntas de Vecinos; estamos conscientes que en la práctica la tendencia ha sido clara. Querríamos, señor Jefe del Departamento del Distrito Federal, mayores precisiones sobre los avances que en el Reglamento a aprobarse a los 30 días, según el compromiso del artículo transitorio, se atribuirían a estos niveles de la administración, por un lado las Delegaciones, por otro lado, en especial los nuevos y tradicionales órganos de colaboración ciudadana para la democratización de la vida del Distrito Federal.

- El C. profesor Carlos Hank González: Con mucho gusto, señor diputado.

Precisamente el empeño del señor Presidente López Portillo de descentralizar el Gobierno, la Administración del Distrito Federal, nos quiso llegar a la conclusión; primero, en cuanto a los señores Delegados, de que es necesario ampliar y precisar sus facultades y esto tiene ya un desarrollo importante en el Reglamento Interior, cuyo proyecto está elaborada en

consonancia estricta con la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal.

Por otra parte, como bien dice el señor diputado, el Presidente López Portillo considera que la ciudad de México tiene grandes problemas, que alguna vez hemos clasificado en dos: Problemas urbanos y problemas humanos.

Los problemas urbanos de difícil resolución. Hay muchos problemas que resolver, muchos servicios que atender, muchas carencias que solucionar y siendo tantos y tan difíciles de enfrentar, son, sin embargo, mucho menos difíciles de afrontar que los problemas humanos.

Las grandes concentraciones humanas producen en todos los lugares del mundo problemas serios, graves; producen el anonimato del hombre, producen su conversión en número que lleva, que invita, que incita a la transgresión de las reglas, de las normas sociales, morales, jurídicas; por eso el empeño del señor Presidente de la República de hacer que en la ciudad de México volvamos a tener nuevamente vida social, que volvamos a tener el sentido ciudadano, que volvamos a tener la capacidad de agruparnos; él decía en algún discurso de su campaña:..."Debemos procurar que el vecino sea amigo y el amigo el prójimo y que el prójimo, el cercano, esté muy cerca no sólo física, sino espiritualmente de nosotros.

Cuando por órdenes del Presidente de la República procedimos a invitar a la ciudadanía para que en cada manzana eligieran un Comité de Manzana que le represente; para que a la vez con los presidentes de Comités de Manzana pudiera formarse la Asamblea de una colonia, barrio o pueblo y esa asamblea se constituyera en asociación de Presidentes con su propia directiva, cuya directiva es a la vez integrante de la asamblea de la Junta de Vecinos que elige directiva y presidente que es el miembro representante de esa Delegación ante el Consejo Consultivo de la Ciudad.

El propósito es conseguir que se revitalice nuestra actividad ciudadana; que se revitalice nuestra estructura democrática; que haya en efecto representantes auténticos no solamente de un distrito electoral, sino representantes, de una manzana, de un barrio, de una delegación y que ahí se platique, se discuta, sobre los problemas menores que afectan a cada barrio, a cada colonia, a cada pueblo, a cada delegación y a la gran Ciudad de México; esto me hace pensar en platicarles a ustedes cuál es la tesis que manejamos por instrucciones del Presidente en relación a estos problemas humanos de la Ciudad de México. Hay una tesis que establece que las ciudades tienen similitud con las diversas etapas de la vida del hombre, dicen que el pequeño poblado, la muy pequeña ciudad, se parece a la vida del hombre cuando niño, que con gran facilidad resuelve un problema, que con gran facilidad respira, digiere, tiene circulación y todas las funciones biológicas típicas de su organismo, pero es dependiente; el niño requiere del mayor; igual que el pequeño pueblo depende en cierto grado de la ciudad vecina mayor, a la que puede adquirir a las instituciones culturales, a las instituciones educativas, comerciales, financieras, industriales, etc.

La ciudad media se parece - dice el autor de la tesis - , al hombre medio en donde el hombre y la ciudad tiene pujanza, buena circulación, buena respiración, buena digestión y, a la vez, deja de ser dependiente que es el ideal. Y la ciudad muy grande, la ciudad muy poblada, se parece a la senectud en donde ya existe la arteriosclerosis, en donde ya la circulación es difícil, en donde la respiración es cada vez más difícil y conduce a la asfixia, en donde ya hay problemas digestivos, en donde, en fin, ya se presentan los graves problemas del final de una existencia.

¿Qué hacer con la vida de una gran ciudad que en este símil se compara a la senectud de la vida humana?

La senectud de la vida humana todavía no tiene remedio, que yo sepa. La senectud de una gran ciudad parece tener, parece que es posible que a través de romper la masa amorfa general que integra la gran ciudad, en partes que orgánicamente vayan siendo autosuficientes y tiendan a buscar autonomía, pudiera llegarse a una revitalización.

Traducida a la expresión más simple, la idea es que si en la vieja ciudad de México, en la antigua ciudad de México, fue posible la vida de barrio, la relación de personas, de familias, si fue posible que los habitantes de la Colonia del Valle, de la Santa María, o de la Colonia Roma, se conocieran entre sí y fueran amigos, debemos buscar que nuestra gran ciudad, esta gran división que hemos hecho de 16 Delegaciones, que ahora pretendemos diversificar, integrar debidamente por sus barrios y colonias, permita que dentro de cada barrio se busque la autosuficiencia y que esto, a la vez, converja en una relación humana, es decir, que no exista en la ciudad de México una población de seres enemigos, sino de seres humanos que se conozcan y se relacionen entre sí, que aprendan a respetarse, a quererse entre sí y que constituyan en su barrio su radicación y hagan que en la vida de barrio exista la vida que para su familia desean.

Sería demasiado difícil tratar de llevar a una Ley Orgánica de aplicaciones y normas tan específicas como las que pretendemos que sí vayan al Reglamento Interior de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, en donde habremos de procurar que se revitalicen las Delegaciones, que se fortalezcan las Delegaciones y, sobre todo, darle fundamento ya jurídico, darle fundamento legal a la existencia de estos Comités de Manzana, de estas asociaciones de residentes, de estas Juntas de Vecinos, de donde emerja el Consejo Consultivo de la Ciudad que integre la representación ciudadana que permita al Presidente de la República, a través de sus delegados,

saber con certeza, saber con precisión, qué piensa y qué quiere la gran ciudad de México.

- El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al C. diputado Saúl Castorena Monterrubio, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.

- El C. Saúl Castorena Monterrubio: Señor profesor Carlos Hank González;

Creo que mi pregunta en gran parte ha quedado contestada con su valiosa exposición dada a esta Cámara, con referencia a la pregunta del compañero Soto Izquierdo. Sin embargo, quisiera hacer algunas otras preguntas relacionadas con la misma. Mi partido, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana preocupado por la participación de los ciudadanos de esta capital en las decisiones que los afectan como ciudadanos, como productores y como consumidores, tienen interés en saber cuáles son los mecanismos de participación, en esta ciudad en la Administración Pública y en la actividad relacionada con la misma.

En el artículo 44 del proyecto de Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal se establece la creación de 2 nuevos organismos de colaboración ciudadana: los Comités de Manzana y la Asociación de Residentes, que no están previstos en la actual Ley.

Yo quisiera que usted nos aclarara en qué consisten esos organismos, qué relación tienen con la junta de vecinos y con el Consejo Consultivo, cuál es o será su participación y de qué forma se integra. Muchas gracias por sus respuestas.

- El C. profesor Carlos Hank González: Con mucho gusto, señor diputado. El artículo 44 establece: "Los organismos de colaboración ciudadana del Departamento del Distrito Federal son los siguientes: Comités de Manzana, Asociaciones de Residentes, Juntas de Vecinos y Consejo Consultivo del Distrito Federal. Estas entidades se integrarán, funcionarán y prestarán su concurso mediante el ejercicio de las atribuciones y cumplimiento de las obligaciones que les señalen los reglamentos respectivos".

Los Comités de Manzana; se pretende señor diputado, que en cada manzana los habitantes de la ciudad se reúnan y elijan un comité que les represente. Que el Presidente de ese Comité pase a integrar con todos los presidentes de las manzanas que constituyen un barrio, digamos que hay un barrio con 100 manzanas, los 100 presidentes de cada una de las 100 manzanas, se organizan, se agrupan y forman la asamblea de la Asociación de Residentes. La Asociación de Residentes será la que elija una directiva que represente a toda esa colonia o barrio. El barrio de Tepito, para poner un ejemplo, tiene su Asociación de Residentes con su Junta Directiva, en el seno de la Asociación de Residentes se platican y discuten los problemas que afectan al Barrio de Tepito. A través del Presidente de la Asociación de Residentes del barrio de Tepito, que es integrante de la Junta de Vecinos de la Delegación Cuauhtémoc, es posible que la Junta de Vecinos conocen las preocupaciones, deseos y demandas del Barrio de Tepito. Estas a la vez, permite que el Presidente de la Junta de Vecinos de la Delegación Cuauhtémoc, sea ante el Consejo Consultivo portavoz de lo que piensan los habitantes de cada una de las manzanas del Barrio de Tepito.

¿Cuál es el propósito? Primero, que el ciudadano, para quien sería muy difícil comunicarse con el Jefe del Departamento del Distrito Federal, en una ciudad habitada por nueve o diez millones de habitantes, que el ciudadano que tiene incluso dificultad para llegar con el Delegado de la Cuauhtémoc, que tiene más de un millón de habitantes, pueda tener la cercanía inmediata de su jefe de manzana, a quien le puede decir que no pasó el camión de la basura o que no funciona el agua de su casa. El jefe de esa manzana tiene contacto directo con el Delegado, vía Asociación de Residentes. Es decir, una capilaridad que permita que desde el más modesto ciudadano sea posible llegar hasta la autoridad responsable en el caso de que se trate, y sea posible atender su preocupación o su demanda. Es decir, volviendo a los ejemplos orgánico - biológicos, tratamos de hacer que en la ciudad la manzana sea la célula que agrupe a las familias, y que esa célula integre el órgano que sería el barrio, que sería colonia o el pueblo, y que esos órganos integren los aparatos o sistemas que son las Delegaciones, y todos estos contribuyan a integrar el cuerpo general, el organismo general que es el Distrito Federal."

(Aplausos.)

- El C. Presidente: Tiene la palabra la ciudadana diputada María Elena Marqués, del Partido Revolucionario Institucional.

- La C. María Elena Marqués: Señor profesor Carlos Hank González, Jefe del Departamento del Distrito Federal:

En el artículo 17 del proyecto de Ley Orgánica del Distrito Federal, en las fracciones IX y XV se dice que el Gobierno del Distrito Federal actuará a través de algunos de sus reglamentos en contra de la prostitución, de la drogadicción y en favor de la moral pública.

En este orden de cosas, hay algunas situaciones, señor profesor, que preocupan mucho a los diputados, como representantes populares y a miles de padres de familia.

Por ejemplo, la explotación que se hace de las necesidades de algunas trabajadoras del espectáculo, que son obligadas a acompañar a sus mesas a los clientes y beber con ellos. Esto me parece una perversión del trabajo artístico, señor profesor, y de alguna manera ampara y fomenta a la prostitución.

Por otra parte existen y se multiplican los centros llamados discotecas, en las cuales, según se dice, llega a distribuirse narcóticos y toda clase de drogas entre los adolescentes y la juventud.

Por último, señor profesor, es notorio que no se respetan las advertencias en el sentido de que los menores de edad no puedan asistir a funciones de cine y de teatro en las que se

exhiben películas y obras escandalosamente procaces y obscenas, de pésimo gusto y sin ninguna calidad artística y que sólo sirven para despertar la morbosidad entre los espectadores.

¿Con qué medidas o procedimientos puede el Gobierno del Distrito Federal impedir o castigar estas actividades y situaciones contrarias a la moral pública, al desarrollo sano de la sociedad mexicana, y sobre todo a la formación de la juventud?

¿Cómo va a proteger el Gobierno del Distrito Federal a todas las trabajadoras del espectáculo, tan vilmente explotadas?

¿Y la salud, y la mente de los jóvenes mexicanos?

¿Fuera usted tan amable, señor profesor Carlos Hank González, de transmitirnos los datos que el Departamento tenga con el objeto de informarnos más ampliamente?

- El C. profesor Carlos Hank González: Con mucho gusto, señora diputada.

El problema de la prostitución al que usted hace referencia es seguramente una de las lacras y de los problemas sociales más graves de nuestra ciudad y del mundo, generadas seguramente por problemas de orden económico y moral que para su solución habrán de requerir de estructuras económicas y sociales distintas que a la vez nos permitan resolver las graves carencias que a veces impulsan a mujeres sin otra posibilidad de vivir, a esto que todos lamentamos. Esto es lo que habrá de constituir el ataque a la raíz de un problema.

Respecto del problema concreto que usted nos plantea: ¿Cómo evitar que empresarios inescrupulosos obliguen a mujeres artistas o que pretenden serlo, para que éstas no sean explotadas de esa manera?

Por una parte obviamente habremos de hacerlo a través de los reglamentos. En la Ciudad de México existen reglamentos que por desgracia están anquilosados, que están fuera de época, fueran de tiempo. Justamente el reglamento de espectáculos vigente todavía establece cuántos gatos y cubetas con arena debe haber en los teatros para que los gatos se coman los ratones y las cubetas con arena sirvan para apagar los incendios.

No es broma, es un reglamento vigente.

¿Cuál es el propósito del Departamento del Distrito Federal?

Revisar, actualizar, hacer que los reglamentos en verdad reglamenten la vida de esta ciudad, no de la ciudad de antaño, no de la ciudad de ayer, de la presente y de la que está por venir. La revisión de los reglamentos deberá ser una consecuencia de la discusión y, en su caso, aprobación por ustedes de esta Ley Orgánica de la que derivan muchos de estos reglamentos.

En el Departamento del Distrito Federal, hace casi dos años, desde que el Presidente López Portillo tomó posesión de su cargo, se está trabajando a través de equipos de abogados, de juristas, en la elaboración de todos los reglamentos. Hay 96 reglamentos en la ciudad de México y creo que el 80% pertenecen a ese orden de los reglamentos anquilosados; habremos de adecuarlos a la vida moderna, a la vida actual de la ciudad de México; ellos serán los que establezcan cómo habremos de cuidar, entre muchos otros, de este problema que usted nos plantea.

Por otra parte, nos plantea un problema de la juventud, de las discotecas y de las drogas, de los estupefacientes. Yo creo que aquí hay que diferenciar entre una y otra cosa, entre las discotecas y los estupefacientes. Yo creo que impedir la existencia de sitios donde los jóvenes puedan bailar y escuchar música, de divertirse sanamente, no tiene nada que ver con el hecho de evitar que se trafique con drogas ahí o en cualquier parte. En la ciudad de México había dos o tres discotecas y hoy creo que hay nueve o diez, algunos de los señores diputados lo saben, para nueve o diez millones de habitantes.

¡Perdón, no quise hacer una broma a los señores diputados! El señor diputado Venus Rey ha discutido fuertemente con las autoridades del Departamento del Distrito Federal, el caso de las discotecas. A eso hacía referencia.

¿Qué pensamos?

Que la ciudad necesita sitios de distracción. La ciudad de México con 9 ó 10 millones de habitantes y con muchísimos, con millones de visitantes, tiene muy pocos sitios de distracción, de esparcimiento. Les pondré un ejemplo menos comprometedor: hay 110 cines, 110 salas de cines, en la ciudad de México. Yo creo que en nuestra patria hoy, no hay un pueblo de 10 mil habitantes o menos tal vez, que no tenga cines; puede ser una bodega o un corralón o puede que en la plaza del pueblo pasen el cinito sobre el camión, pero hay funciones de cine en los pueblos más pequeños de nuestro país. Si pensáremos que en los pueblos de 10 mil habitantes hay un cine, la ciudad de México requeriría mil; mil salas de cinematógrafo, solamente para tener una por cada 10 mil habitantes y tenemos ciento y pico.

Por otra parte, el número de teatros, la señora diputada lo sabe, es muy reducido para la población de la ciudad de México. Tenemos un espléndido Teatro de Bellas Artes; tenemos un Teatro de la Ciudad de México y algunos teatros particulares; un Teatro de Bellas Artes, que fue el Teatro de nuestra Ciudad de México de un millón de habitantes, hace varias décadas... seguimos teniendo uno.

No es posible. Necesitamos lugares de distracción, de distracción sana, insisto donde pueda la población de la ciudad distraerse.

Curiosamente, nuestros jóvenes de la ciudad de México, fueron los que nos plantearon este problema y nos decían: "ustedes quieren combatir la delincuencia juvenil, la drogadicción, la vagancia ¿con qué? ¿Con qué la quieren combatir? Con leyes, con reglamentos, no nos dejan ir a ninguna parte, no nos dan sitios donde estar, no nos dan posibilidades de usar

nuestro tiempo libre, ¿qué tenemos que hacer? Que los reglamentos establezcan con precisión, que las cosas funcionen bien para aquello que es la autorización original y tener una supervisión que nos permita hacer que se cumplan los propios reglamentos.

Ahí viene otro problema: el de la corrupción. En la Delegación Cuauhtémoc, que es la Delegación de la vieja y tradicional ciudad de México, hemos tenido que retirar a los inspectores y pedir a los ciudadanos, pedir a los habitantes de esa delegación, que se conviertan ellos en los controladores, supervisores y vigías de la salud de su delegación, de la salud moral y de la salud social y perdonen el ritornello, esto requiere fundamentalmente de una excelente organización ciudadana, no pueden los órganos de Gobierno, solos y aisladamente, como si no fueran, como son, más que simples servidores de la ciudadanía, de la población.

Vamos a atacar y resolver estos problemas. Son nuestros problemas, son los problemas de los padres de familia que a veces no sabemos qué hacen nuestros hijos, que a veces no sabemos dónde están ni a qué se dedican; son los problemas que tenemos que afrontar socialmente para multiplicar los campos deportivos, los gimnasios, para multiplicar las salas de espectáculos limpios, para multiplicar los sitios de diversión de nuestros jóvenes, de nuestros hijos.

Yo creo que el problema es muy serio, pero que se debe resolver sobre una mucho mejor organización, sobre una mucho mayor colaboración, sobre una articulación de esfuerzos de todos quienes habitamos la ciudad de México. Alguna vez he expresado que el ocio, que es al que se acusa de la vagancia y de la malvivencia no es tal, no es el ocio el que la produce, es culpa de aquél que mal usa el ocio y he expresado que el ocio puede producir la cultura occidental en Grecia o la molicie en Roma, según a qué se le dedique."

(Aplausos.)

- El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Guillermo de Carcer Ballescá, del Partido Acción Nacional.

- El C. Guillermo de Carcer Ballescá: Señor Jefe del Departamento del Distrito Federal:

Voy a parecer un poco reiterativo, pero la Diputación de Acción Nacional considera muy importante insistir en estas cuestiones.

En la Iniciativa de Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal que se envió a la Cámara, se advierte claramente una reducción de aproximadamente el 50% del articulado con relación a la Ley Vigente.

Esto es producto principalmente de la supresión de muchas disposiciones que remiten a los reglamentos, por ejemplo, al Reglamento Interior, el número de unidades administrativas que se establezcan, los órganos administrativos desconcentrados, la forma en que será suplido en sus ausencias el Jefe del Departamento del Distrito Federal, la determinación de funcionarios además de los Secretarios Generales y del Oficial Mayor y la fijación de atribuciones que ejercerán las Delegaciones.

Asimismo se envía a reglamentos especiales respectivos, dice la Ley, la integración, funcionamiento y cumplimiento de los comités demás de manzanas, asociaciones de residentes, juntas de vecinos y Consejo Consultivo del Distrito Federal.

Consideramos que estructurada así la Ley y con las graves omisiones que tiene, significa un retroceso democrático, ya que no permitirá a esta Cámara intervenir en la discusión, aprobación, o en su caso, rechazo, de materias tan importantes y trascendentales que se remiten a los reglamentos que son competencia del Ejecutivo. Los reglamentos deben desarrollar un articulado, no pueden sustituir una Ley Orgánica, ya que aquellos descansan en una ley primaria, no puede haber ley secundaria si no existe una ley primaria.

¿Por qué razones, señor Jefe del Departamento, se presentó esta Ley en la que sentimos que definitivamente disminuye y relega la función de esta Cámara que debe de legislar en todo lo relativo al Distrito Federal?

- El profesor Carlos Hank González: Con mucho gusto, señor diputado. En efecto, la Ley Orgánica vigente, la de 1970 tiene 92, la Iniciativa de Ley 42 artículos. Se suprimieron algunos artículos, algunos, porque se consideraron innecesarios. Todavía en la presente iniciativa de Ley hay algunos artículos que se desarrollan y que probablemente no hubiera sido necesario mencionar textualmente.

Por ejemplo, se establece en el capítulo primero en el Artículo 13 los límites del D. F., y se mencionan todos estos, a pesar de que se dice en el enunciado del artículo los límites del Distrito Federal son los fijados por los decretos de 15 y 17 de diciembre de 1898 expedidos por el honorable Congreso de la Unión que ratifican los convenios celebrados con los Estados de Morelos y México respectivamente. Es decir, no se están modificando para nada los convenios ni se está alterando en nada los decretos que ya fijan tales límites; sin embargo se transcribieron, pudiera no ser necesaria la transcripción sino solamente la mención de que siguen siendo los que están consignados en tales decretos y convenios.

El propósito en general señor diputado fue, el que me he permitido expresar: hacer de la Ley Orgánica una ley ágil, fácil de leer, de entender y de interpretar para el común de la ciudadanía, no para expertos, no para los especializados, sino pensamos que la ley fundamental que contiene las normas que enmarcan la vida jurídica de una entidad, deben ser esas sí, muy claramente expuestas para que puedan ser conocidas y estén al alcance de cualquier ciudadano.

Por otra parte, en cuanto a la delegación de representación, se establece en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal la forma en que habrá de hacerse.

Yo quisiera insistir con ustedes en que en la mecánica general de la legislación, la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal consigna en un artículo, las funciones y

atribuciones de una Secretaría de Estado o del Departamento de Pesca y que nuestra ley Orgánica desarrolla en una ley que quisimos hacer muy clara y muy fácil de ver, ese desarrollo de un artículo. Lo que no quiere decir obviamente que se excluya del ámbito de facultades del Congreso de la Unión ninguna cosa fundamental, de la vida del Distrito Federal. Obviamente los Reglamentos no son más que el desarrollo de las normas fundamentales contenidas dentro de una ley.

Yo quisiera poner el ejemplo de nuestra Constitución: esta es la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y es un pequeño libro en donde hay creo que 136 artículos. Esta es la Ley de la República. Esto es simplemente la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y los Reglamentos de las Secretarías. Aquí está la Ley Orgánica y el Reglamento de cada una de las Secretarías de Estado y del Departamento de Pesca, excepto la ley orgánica del Departamento del Distrito Federal que es elevada a la categoría de ley justamente por lo que el señor diputado menciona, porque siendo el Congreso de la Unión el legislador del Distrito Federal, no se puede llevar directamente de la Ley de Administración del Gobierno Federal a un Reglamento como en el caso de las Secretarías de Estado, sino se lleva a la categoría de ley.

Si nosotros pusiéramos en la ley orgánica del Distrito Federal, insisto, el contenido de los 96 reglamentos que rigen la vida y reglamentan la actividad del Distrito Federal, eso nos llevaría a una ley sumamente extensa, farragosa, difícil de entender y de ser consultada.

Yo creo que lo que más importa es la claridad en lo fundamental; que no se pierda en medio de mucha redacción, que no se pierda en medio de un enorme articulado lo conceptual, lo fundamental que debe regir la vida de la ciudad.

Respecto de la enumeración que pudiera hacerse en la Ley Orgánica de las dependencias del Departamento del Distrito Federal, sería de la misma manera sumamente largo.

En la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal se establece para una Secretaría, simplemente que los asuntos serán tratados y despachados por el secretario, el o los subsecretarios, directores, subdirectores, jefes de Oficina y subjefes de Oficina hasta ahí. En el caso del Departamento del Distrito Federal, en la Ley Orgánica se establece que habrá secretarios, que habrá directores y después en el Reglamento Interior, que obviamente está a las órdenes de los señores diputados, se especifica detalladamente la existencia de todas y cada una de las dependencias y el desarrollo del organigrama, digamos, de cada una de ellas. A eso obedece, señor diputado.

(Aplausos.)

- El C. Presidente: tiene la palabra el ciudadano diputado Jorge Efrén Domínguez, del Partido Revolucionario Institucional.

- El C. Jorge Efrén Domínguez: Señor Profesor Hank:

Yo quisiera rogarle a usted alguna información complementaria, sobre un par de cuestiones concurrentes, cuya importancia juzgo en verdad relevante. Me refiero en concreto al asunto de las concesiones de los servicios públicos.

En efecto, conforme al artículo 22 de esta Iniciativa que hoy examinamos, se dice a la letra, que la prestación de los servicios públicos en el Distrito Federal, corresponde al Departamento del propio Distrito, pero se agrega, inmediatamente después, que sin perjuicio de encomendarlas mediante concesión limitada y temporal, que se otorgue al efecto a quienes reúnan los requisitos correspondientes.

Un poco más adelante, en el primera y segunda partes del artículo 23 se indica que estos servicios evidentemente son de interés público y más adelante se reitera, con otro concepto, en el sentido que son de utilidad pública, o lo que a mi juicio personal es equivalente, su prestación debe estar presidida absolutamente con la idea, con la noción de una función social.

Sin embargo, señor profesor Hank, cuando el artículo 27 habla de lo que será el plazo de vigencia, se hace una referencia muy concreta en el sentido de que ese lapso será aquel que sea suficiente para amortizar totalmente las inversiones que el concesionario deba hacer en razón de dicho servicio.

Le decía a usted al principio que eran dos cuestiones las que yo deseaba plantear en una sola, por lo siguiente:

Primero: ¿Cuáles serían, a su juicio, las razones, las finalidades, las conveniencias y quizás eventualmente los intereses de Estado, de tal manera significativas que justificaran de manera sólida, amplia, la concesión de determinados servicios públicos o de muchos de ellos eventualmente?

Esta es una preocupación que, como le decía a usted, es grave para varios de los señores diputados en razón de los resultados que observamos en algunas de las tareas concesionadas de los servicios públicos.

En segundo término, tengo una duda que le estimaría mucho tuviese usted la gentileza de aclararnos. Si el lapso por el cual han de otorgarse estas concesiones ha de ser tal que en los términos de la noción corriente de amortización, se entienda que ésta es la recuperación del capital inicialmente invertido, habiendo pasado por supuesto por la obtención de la lícita ganancia o utilidad del capital en términos "razonables". ¿Cuáles serán los marcos de referencia que el Departamento del Distrito Federal estimará como términos razonables de ganancias o utilidades, que sean compatibles en la prestación de estos servicios públicos concesionados, con los que debe ser una función social de los servicios públicos, esto es, la prestación de servicios no sujetos al afán de lucro?

Muchas gracias.

- El C. profesor Carlos Hank González: Con mucho gusto, señor diputado:

La primera parte de su pregunta: ¿Por qué el Estado en determinado momento tiene que concesionar la prestación de algún servicio público?

Porque desgraciadamente es muy difícil para el Estado prestar todos los servicios públicos. Le pondré un ejemplo actual: en la ciudad de México, uno de los problemas más graves que existen en la vida diaria es el tránsito; el problema del tránsito obedece a que no tenemos un transporte colectivo eficiente y suficiente y en consecuencia se hace necesario el uso del automóvil; usamos demasiados automóviles para nuestra población y para nuestra capacidad económica. Se dice que en la ciudad de México hay más de un millón y medio de automóviles y vivimos 9 millones de habitantes;

teóricamente hay un automóvil por cada 6 habitantes; es una relación muy alta, generada, insisto por la insuficiencia del transporte colectivo, pero ya existen los vehículos, ¿qué hay que hacer? Resolver los problemas del transporte colectivo, obviamente en primer término, pero ya existen estos automóviles y existiendo más de millón y medio de automóviles, no llega a medio millón el número de espacios para estacionar esos automóviles; hay más de un millón de automóviles estacionados en las calles, en las que se supone que son vías para transitar, no para estar, sino para transitar los vehículos. Si nosotros pudiéramos retirar de las calles, de las vías de tránsito, los vehículos estacionados, eso le daría a la ciudad la posibilidad de incrementar en más de un 50% su capacidad vial. Dicho de otra manera, las calles de México, se usan en dos de sus tres partes para circular y cuando menos una tercera parte o más, para tener automóviles parados.

¿Qué tenemos que hacer?

Guardarlos. Hay que hacer espacios para guardar los automóviles, pero hacer cajones, como dicen los técnicos, para guardar automóviles, representa una inversión que va de los 50 a los 100 mil pesos por vehículo. Si se necesita más de un millón de espacios para guardar los vehículos, ¿cuántos millones de pesos se necesitan invertir para hacer esos espacios?

No alcanzan los recursos del Gobierno del Distrito Federal. Sería muy difícil que el Gobierno recurriera a financiamientos para este propósito, con el fin de construir más de un millón de cajones para automóviles. ¿Qué se tiene que hacer? Concesionar el manejo de estacionamientos a los particulares.

Por esa razón, por la dificultad tan grande que representaría para el Gobierno, atender en debida forma los servicios públicos; todos los servicios públicos, se establece el régimen de concesiones. Régimen de concesión que de ningún modo es privativo del Gobierno del Distrito Federal, que de ninguna manera está inventando el Departamento del Distrito Federal. El régimen de concesión deriva fundamentalmente de nuestra Ley de Bienes Nacionales y es una institución existente hace siglos en el mundo. Por esa razón, se recurre al régimen de concesiones, por la imposibilidad momentánea, actual del Gobierno, para hacer frente a todos los servicios públicos por igual.

Segundo, ¿con base en qué se estimará tanto la tarifa como la duración de la concesión en los términos que lo pretende establecer esta Iniciativa de Ley Orgánica?

Obviamente con base en los estudios que se realizan en cada caso por las autoridades competentes para el efecto, igual que se autorizan las tarifas de avión o las tarifas de autobús o las tarifas de ferrocarril o las tarifas del metro, o las tarifas de cualquier servicio público concesionado por el Gobierno a particulares.

Creo que obviamente esto sólo se puede hacer específicamente en cada uno de los casos de otorgamiento de concesión, y que, desde luego, y uso esta tribuna para aclararlo debidamente, esto no es ninguna innovación de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, ha existido siempre, porque desde la de 29, que fue su primera Ley Orgánica, se ha considerado necesario el régimen de concesión. (Aplausos.)

- El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Manuel Hernández Alvarado, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.

- El C. Manuel Hernández Alvarado: Señor profesor Carlos Hank González:

De conformidad con los artículos 10 y 15 de la Iniciativa de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal y como Jefe del Departamento, usted podrá delegar en la persona o personas que estime convenientes, la representación legal del Departamento y podrá, además, previo acuerdo presidencial, nombrar Delegados en los órganos desconcentrados llamados Delegaciones Políticas del Distrito Federal, así como algunos otros nombramientos.

Nuestra pregunta es la siguiente:

¿Si usted estará de acuerdo en nombrar en los casos anteriores, a elementos de los Partidos minoritarios, con el fin de que la Administración Pública del Departamento del Distrito Federal, sea pluripartidista y acorde con la Reforma Administrativa y Política.

De antemano, a nombre del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, muchas gracias por su respuesta.

- El C. profesor Carlos Hank González: Señor diputado, por supuesto que quisiéramos que el pluripartidismo que fomenta nuestro régimen, nuestro sistema que apoya el Presidente López Portillo cuando envía a la consideración de la Soberanía que ustedes representan, la modificación que permita la creación de mayores partidos, nos hace pensar que es necesario compartir la responsabilidad de gobernar a nuestro país. Nos hace indispensable pensar en que cada vez más debemos hacer compartida esta suprema función.

Me pregunta usted concretamente si yo nombraría funcionarios o empleados del Departamento del Distrito Federal que pertenezcan a otros partidos y le digo que sí, que existen en el Departamento del Distrito Federal empleados y funcionarios que no pertenecen a mi partido, el Partido Revolucionario Institucional. (Aplausos)

- El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Guillermo Islas Olguín, del Partido Acción Nacional.

- El C. Guillermo Islas Olguín: Señor profesor Carlos Hank González.

El discutido plan de reforestación que el Departamento del Distrito Federal ha dado a conocer a los capitalinos, me ha parecido demasiado bueno. Tal vez lo adecuado sería adjetivarlo, "plan ambicioso de reforestación", se ha asegurado que para realizarlo serán trasplantados a esta gran ciudad varios millares de árboles procedentes principalmente de Jicotepec, Estado de Puebla y Pastejé, Estado de México. Sobre tan importante asunto, quiero hacerle dos preguntas íntimamente relacionadas entre sí, la primera:

¿Se ha reflexionado debidamente sobre el daño ecológico que indudablemente se va a causar a esas poblaciones al privárseles de esa gran cantidad de árboles? La segunda es ésta: ¿el Departamento del Distrito Federal ya ha promovido los trámites necesarios para que sea suspendida total y definitivamente la tala despiadada de los bosques de la Sierra de Río Frío, de los volcanes Iztaccihuatl y Popocatépetl, de Milpa Alta, el Ajusco, la Magdalena Contreras, Las Cruces y Monte Alto, tala que por muchos años tan gravemente ha perjudicado la ecología no sólo del Distrito Federal, sino de toda la Cuenca del Valle de México?

De antemano agradéscole, distinguido señor profesor, la respuesta que se sirva a dar a mis interrogantes.

- El C. profesor Carlos Hank González: Con mucho gusto, señor diputado.

Señor, no pretendemos causar daño ecológico ni a Xicoténcatl ni a Pastejé; en Xicoténcatl hay bosques muy grandes de liquidámbar en donde probablemente haya 20 ó 30 ó 50 millones de árboles, de los cuales nosotros no podríamos trasplantar sino pues cuando mucho un 1%, primero, porque está muy lejos, porque es caro el traslado, el transporte y segundo, porque eso nos permite usar solamente uno de cada 100 árboles, lo que no daña en nada al bosque.

El señor diputado sabe muy bien que los bosques requieren para su salud incluso de cierta poda, que es necesario quitar unos árboles para que surjan los otros; ésa es la idea.

En Pastejé lo que ocurre es que el dueño de ese lugar hizo un vivero donde produjo una gran cantidad de árboles, que nosotros le pedimos que nos hiciera favor de regalarle a la ciudad de México y él fue generoso y nos los regaló. Son árboles enviverados, no son de un bosque; usted sabe bien que cuando se retiran árboles de un vivero hecho para eso no se afecta la ecología.

Por otra parte, a mí me preocupa profundamente la respuesta a su segunda pregunta, sobre la alteración de la ecología del Valle de México.

Hemos hecho una serie de planes, el Plan Hidrológico entre otros, tendiente precisamente a cuidar de nuestra ecología. Si lo llevo al Plan Hidrológico es porque el árbol depende de la tierra y del agua. Si nosotros desecamos la tierra, se muere el árbol, Si nosotros deslavamos el humus que constituye el suelo y que costó miles de años formar, destruimos el bosque. Nosotros pensamos que en el Valle de México se necesita cuidar el agua, que se necesita invertir un poco la tesis que hemos seguido hasta hoy. La tesis que hemos seguido hasta hoy es cuidarnos de las inundaciones del Valle, de tal manera que hemos drenado exageradamente - a mi juicio - , el Valle de México y ya lo desecamos. Esta es una esponja que ya quedó seca, no la vamos a secar, por eso se hunde la ciudad. ¿Qué hay que hacer? Rehidratarla. ¿Con qué? Con la lluvia.

En el Valle de México, dicen los técnicos que llueve 250 m3 por segundo todos los años. Si fuéramos capaces de retener solamente el 20% de la lluvia y guardarla, nos daría 50 m3 por segundo que nos permitirían resolver las necesidades de agua potable de todo el Valle de México, sin necesidad de desecar el Valle de Toluca, el Valle de Lerma o algunas otras cuencas hidráulicas. Tenemos que hacerlo.

¿Cuál es nuestro trabajo?

Lo están haciendo nuestros compatriotas, ni siquiera el gobierno del Distrito Federal. En la zona oriente del Ajusco, por la Magdalena, en la Delegación de la Magdalena Contreras, sus habitantes han venido construyendo desde el año pasado, una serie de bordos o pequeñas presas con el propósito de ir deteniendo el agua. En el Valle de México, que está rodeado de montañas, hay muchísimas hendiduras en las montañas, esta es una zona volcánica por excelencia. Nosotros pensamos que esas barrancas enormes deben convertirse en verdaderas escaleras de presas, que permitan guardar el agua de arriba hacia abajo. Se nos han puesto muchas objeciones técnicas; se nos ha platicado de riesgos que pudiera haber; se nos ha dicho que el suelo está fracturado y que las presas en esta región no funcionan porque se va el agua. Y mi respuesta es que esto es lo deseable, que el agua se vaya para adentro, que el agua vuelva a alimentar nuestro acuífero sobreexplotado y ya convertido hoy en un tanque semivacío, lo que necesitamos es buscarle accesos, la organización a través de su plancha de asfalto y cemento lo que hace es impermeabilizar la superficie de la tierra e impedir con esto que pueda alimentarse el acuífero, tenemos que alimentarlo y alimentarlo con la lluvia que la naturaleza nos regala pródigamente.

Tenemos mucho más agua de la que requerimos para usarla y para volver a llenar nuestros vasos.

Yo les he expresado a los técnicos una tesis muy elemental, pero creo que lógica.

Decía, si nosotros retenemos agua en las montañas, el agua se va a ir y alimenta el acuífero, cuando se vaya tapando, cuando se vaya por el polvo, por la tierra, cuando se vaya impermeabilizando la presa, el agua se va a quedar, cuando se quede habrá humedad y detrás de la humedad nace la yerba y detrás de la yerba el arbusto y el árbol y se regenera el bosque.

El bosque biológicamente es una plaga, cubre hasta las pirámides si no las barremos durante siglos, quedan cubiertas de bosque. Usted conoce cerros enteros de lava cubiertos de bosque, lo que pasa es que el hombre es el mayor predador que la naturaleza produjo y acaba hasta con la plaga que es el bosque.

Si nosotros no tenemos cuidado de eso, yo estoy acuerdo con usted, en efecto, esto puede ser catastrófico para el Valle de México, no sólo para la ciudad.

Sí estamos cuidando de esto señor diputado.

Por otra parte, recurrimos a traer árboles de fuera porque no teníamos en cantidad suficiente en la ciudad, en el Distrito Federal. Hoy tenemos ya viveros, hemos hecho ya viveros dentro del Distrito Federal, en Xochimilco, que es un área espléndida para esto, en donde habremos de producir esos diez millones de árboles de que yo hablaba y que usted califica como de un plan ambicioso.

Es ambicioso, tenemos que ser muy ambiciosos, y - perdón - tenemos que ser ambiciosos y audaces en la concepción de soluciones a la vida natural, biológica y social del Valle de México o no vamos a sacar adelante nuestros problemas.

Yo no estoy confiando en que esto lo va a hacer el gobierno del Distrito Federal, yo estoy pretendiendo tratar de conseguir la confianza de la ciudadanía del Distrito Federal en el Gobierno de la ciudad, con el propósito de tener la posibilidad de coordinarlos y organizarlos para que seamos todos los habitantes del Distrito Federal quienes practiquemos esta tarea reforestadora. Lo están haciendo ya a través del voluntariado nacional.

Ayer justamente vi un informe que presentaron a la señora esposa del señor Presidente de la República sobre lo hecho por los voluntarios que están plantando árboles.

Yo le prometo al señor diputado invitarlo cuando él quiera a ver estos viveros, pero espero invitarlo al final de este período - si tengo la suerte de llegar al final - , a ver los diez millones de árboles plantados y vivos.

(Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Hugo Díaz Velázquez del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Hugo Díaz Velázquez: Señor profesor Carlos Hank González, Jefe del Departamento del Distrito Federal:

La iniciativa de una Ley Orgánica del Distrito Federal es uno de los medios y los anhelos que tenemos para alcanzar en el Distrito Federal y aspiramos que sea lo mejor para poder seguir adelante todos los mexicanos.

Señor Regente, se dice de sanciones al público, empresas particulares, contratistas, pero no se dice ninguna sanción a funcionarios que no cumplan con las funciones encomendadas para servir al pueblo. Podría usted contestarnos sobre este particular.

El C. profesor Carlos Hank González: Con mucho gusto, señor diputado. Señor yo le diría que las sanciones a aquellos funcionarios que simplemente no cumplan con su deber es el cese; que la sanción a aquel funcionario que incumpla con su deber y a la vez viole alguna ley, es objeto de sanción penal de la que establece nuestro Código Penal.

Nos hemos visto en la pena de recurrir a los dos procedimientos. De cesar a quienes no cumplen con su función y de consignar a, desgraciadamente, varios empleados y funcionarios que, además de incumplir con la ley, han incurrido en violación a las leyes penales de nuestro país, y los hemos consignado a las autoridades competentes para que sean juzgados. Así seguiremos procediendo.

El C. Presidente: Tiene la palabra la C. diputada Celeste Castillo Moreno.

- La C. Celeste Castillo Moreno: Señor profesor Carlos Hank González, Jefe del Departamento del Distrito Federal:

El señor Presidente de la República, apoyado en el artículo 73, fracción VI, de la Constitución, nos ha enviado la Iniciativa de Ley del Departamento del Distrito Federal. Al analizar los motivos, hemos encontrado que la parte medular de ellos, es el control que ha existido y va a existir con esta nueva ley, para una urbe citadina en acelerado crecimiento, que por contener en ella los poderes de la nación, por contener su situación especial en el mundo en que vivimos y por el desarrollo económico, político y social en que se desenvuelve, lanza una complejidad de problemas que sólo la ley es capaz de controlar. Dada su flexibilidad, en la estructuración del conjunto de sus artículos.

He llegado a comprender lo que se refiere a los servicios públicos, éstos entendidos como una actividad organizada. Los funcionarios, los ejecutivos como usted, que son de la administración pública, y el eje primordial para llevar a cabo el desarrollo de sus trabajos, piensan siempre en la administración de los bienes del pueblo y por ende, el incremento al bienestar social.

Por lo tanto, los artículos 17, 18, 20, 21 y 23, nos dan la pauta a seguir. Debe tenerse una estricta vigilancia y ahorita usted lo ha mencionado, con aquellos elementos de las dependencias a su cargo, que deben cumplir estrictamente con lo estipulado por la ley. En consecuencia, en los artículos mencionados, en sus diferentes fracciones, hemos encontrado lo que mencionaba la compañera María Elena

Marqués sobre la prostitución, y a lo que usted dio una magnífica explicación sobre el ramo; se encuentra la remodelación de la ciudad, conservando los edificios públicos. Hemos encontrado también lo referente a planes y proyectos para poder surtir con redes de agua potable a todo el Distrito Federal y, algunos más que se refieren al desempleo, a la contratación de trabajadores, a dar asesoría gratuita al pueblo, etcétera.

Magnífico, una ley proba.

Una ley magnífica en manos de elementos como usted, que quieren dar todo lo suyo, con la mejor de las intenciones para servir al pueblo, pero cuando se lanza la ley, encontramos el obstáculo primordial, la barrera infranqueable, de los propios infractores de la misma; cae en el anonimato. A veces a luces, son los promotores de la extorsión y la clásica mordida. Sabemos como usted lo dijo ya: la prostitución, la drogadicción, son problemas tan viejos como la humanidad, pero llevan aparejada la basura; llevan aparejada la corrupción y dentro de ella, el contrabando, la extorsión y la clásica mordida.

Esos señores que a espaldas del Gobierno lo hacen, están enfermando al pueblo un pueblo ya enfermo de neurosis, por tanto ruido y contaminación ambiental, un pueblo enfermo tal vez de miseria física y mental; todavía lo enfermamos con la extorsión y la mordida; por lo tanto, ¿cómo va usted a ser capaz de poder hacer llegar a ese pueblo enfermo, el que entienda los beneficios de una magnífica Ley como ésta? ¿Cómo se puede llegar a hacer al pueblo entender que para que reciba los nuevos beneficios producto de la evolución y el progreso, hay que sacrificar otros y destruirlos? ¿Cómo puede decírsele al pueblo que se espere un poco, porque todavía no nos alcanzan a ver las redes de agua potable para hacerlas llegar al confín del Distrito?

Esto me inquieta y tal vez inquiete a muchos de mis compañeros diputados y surgen mis tres preguntas de las cuales felizmente usted ya tocó el punto en muchas de ellas, pero las voy a repetir nada más por vía de aclaración: ¿Cuál es la política a seguir para que se pueda controlar no sólo la prostitución y la drogadicción, que ya sabemos que se está controlando, sino la corrupción, esa corrupción tácita, callada, que lleva a la extorsión y la "mordida" al pueblo?

Segunda: ¿Cómo podemos hacerle llegar al pueblo a entender que para construir, hay que destruir?

Tercera: ¿Cómo podemos, en su política, entender, o qué hará su política para que haga entender el beneficio del pueblo hasta aquellos grupos que se encuentran ávidos del preciado líquido del agua potable?

Nada más eso, señor, muchas gracias por escucharme, y le agradezco de antemano sus respuestas. (Aplausos.)

El C. profesor Carlos Hank González: Muchas gracias, diputada, por sus frases amables.

La "mordida" creo que surge de la complejidad del trámite. Creo que surge de la dificultad para el ciudadano de cumplir con la Ley.

Alguna vez en una reunión de Gabinete, con relación a la Reforma Administrativa, comentaba justamente esto y decía: "Yo tengo el privilegio de ser empleado público hace 26 años. Conozco por el ejercicio de la acción política, la Presidencia Municipal, la Diputación de la que tuve el honor de formar parte, la Administración Pública Federal, la Administración Pública de un Estado y me declaro impotente para conseguir el permiso de construir mi casa. No puedo. Es demasiado complejo el trámite que hay en el Distrito Federal para conseguir el permiso de hacer mi casa, así sea muy sencilla ésta ¿Por qué? Porque hay tantas y tantas complejidades, hay que pedir permiso a la Oficina de Obras Públicas de la Delegación, a la Oficina de Planificación, conseguir el número de la casa, la nomenclatura, no sé cuáles cosas más, presentar una serie de planos y requisitos y, finalmente, llevarlos a los bomberos, a la Secretaría de Salubridad y Asistencia Pública, y antes se llevaban a la Secretaría de Industria y Comercio, ahora no sé si quedó en Patrimonio o en Comercio, para ver si las instalaciones eléctricas están bien Y no es broma, eso hay que hacerlo y muchos de ustedes lo saben.

¿Qué origina la complejidad del trámite? Que se recurra a un técnico, a un experto en trámites algunos les llaman "coyotes", éste es el que conoce la tecnología del trámite y ése sí va y consigue el permiso. ¿Cómo se puede terminar con estas cosas? Justamente haciendo ágil el procedimiento.

Me preguntarán, ¿por qué si lo sabes, no lo remedias? Eso es justamente lo que estamos intentando hacer, me permití ponerle ese ejemplo, porque precisamente el Reglamento de Construcciones del Distrito Federal lo hemos elaborado, después de integrar una comisión a la que invitamos al Colegio de Ingenieros, al Colegio de Arquitectos, a la Cámara de la Construcción, a los técnicos en estas cosas y a nuestros funcionarios. Nuestra exposición fue muy simple, decía: Señores, ustedes son los que nos parecen, ustedes son los que tienen que cubrir todos estos trámites, por favor, díganme ¿como ciudadanos de la seguridad de la construcción y del respeto a los planes urbanísticos, etc., del Distrito Federal, se puede hacer esto con toda agilidad?

Les decía, yo creo que la solución debe ser que entreguen su solicitud, con los requisitos que se dice en el Reglamento y esa solicitud se les diga sí o no y por qué en una sola parte. Esa oficina que se encargue de preguntarle a los bomberos y a Salubridad y a Industria y Comercio y a quien tenga que hacerle consultas, pero una oficina que sea la única que tenga el contacto con el ciudadano. Si lográramos

que los trámites fueran ágiles, eso permitiría evitar en mucho la mordida. ¿Por qué a veces el manejador que comete una infracción le da dinero al agente para que no le levante la infracción? Porque cuesta mucho trabajo pagarla. Aparte de lo que cuesta la infracción, cuesta mucho trabajo pagarla.

¿Qué tenemos que hacer?

Que sea ágil todo esto, ir a la Delegación de Policía en la ciudad de México era terrible; "era", porque empieza a dejar de serlo y espero que terminemos por que no lo sea definitivamente, pero yo le puedo contestar su primera parte de la pregunta: para eso es la Reforma Administrativa.

Justamente lo que preocupa al Presidente López Portillo es que la administración funcione con honestidad, eficacia y agilidad; por eso ha sido gradual el avance de la Reforma Administrativa; la primera parte de ella fue el que ustedes estudiaran, discutieran y emitieran la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal que organizó al Gobierno Federal, al Ejecutivo de la República de tal manera que sea más congruente y más ágil su función y después de esto vinieron todas las demás cosas, entre ellas esta Ley Orgánica, justamente, ¿qué pretendemos con la Ley Orgánica y con los Reglamentos?

Hacer que éstos sean fáciles de entender por el común de los ciudadanos. A veces leer reglamentos o leer leyes cuesta mucho trabajo, es difícil entenderlas, porque uno no está especializado en ellas. Yo pienso que esto debe desaparecer en la medida en que seamos capaces de hacer más justas nuestras leyes, de hacer más claras nuestras reglamentaciones, más ágil el funcionamiento del aparato gubernamental, para que el ciudadano no tenga que recurrir al soborno, para resolver el problema.

Yo decía en la última reunión de Gabinete a que nos convocó el señor Presidente López Portillo, esto que creo muy firmemente. ¿Por qué si la Constitución General de la República, que convierte en mandamiento supremo la filosofía de una revolución hecha por el pueblo, para beneficio del pueblo, es buena, por qué, si nuestras leyes contenidas, nuestros principios contenidos en la Constitución, son justos socialmente, y por qué si el hombre electo por los mexicanos para hacer que se cumplan las leyes en beneficios de los mexicanos, quiere que se cumplan y se empeña en lograrlo, por qué a veces nos parece que crece la distancia entre lo que queremos que sea y lo que es?

¿Por qué frente a esa magnífica filosofía y frente a esa decidida voluntad de hacerlo bien no lo conseguimos?

Porque entre uno y otro se interpreta un instrumento gubernamental que por desgracia es demasiado lento, es torpe, es falto de agilidad. Esto lo explica Parkinson en su famosa ley, en donde muestra cómo los organismos con el tiempo crecen, se desarrollan, se multiplican exageradamente hasta que se quedan inmóviles, o con el peligro de serlo, y hacía un símil también. Decía, es como el cirujano que sabe cómo aliviar del mal a su paciente que lo desea y que en vez de tener un bisturí en la mano tiene un machete herrumbroso con el que no puede operar.

Eso ocurre en nuestro país. Tenemos que hacer que la reforma administrativa, en el tiempo que sea necesario, a la mayor velocidad posible, permita que el Ejecutivo tenga la posibilidad de actuar con agilidad, con eficiencia y apegado a los mandamientos de la ley.

Con relación a la segunda parte de su pregunta, tenemos problemas serios para dotar de agua a la ciudad de México, al Distrito Federal. Hay alrededor de 400 colonias de las 1,000 existentes que carecen parcial o totalmente de agua potable y hay alrededor de 700 que carecen total o parcialmente de drenaje.

Hay que hacer alrededor de 1038 sistemas de agua potable y drenaje en el Distrito Federal, para que sea posible resolver esto que es una injusticia de las más graves, que en la capital de la República existan miles de familias que carecen de agua que es elemental para la vida, no digo para la vida humana, para la vida.

Este es el primer programa que el Presidente López Portillo nos ordenó poner en marcha y lo estamos realizando, es difícil, es complejo, requiere muchas inversiones, pero yo soy un convencido y fanático creyente en el hombre, yo creo que donde hay hombre hay solución y muchos más problemas de los que él padece. Creo que el hombre que trabaja produce mucho más de lo que consume y que el verdadero reto no son las obras públicas, el verdadero reto es ver si alguna vez hay en nuestra ciudad un equipo humano capaz de hacer que se coordine la acción de los habitantes de la ciudad de México para ellos mismos ir en auxilio de los planes generales y resolver sus problemas.

Concretamente, nosotros estamos realizando trabajos en los barrios y colonias más alejados del centro de la ciudad, en donde están trabajando los habitantes de esos lugares, ellos son los que están abriendo las cepas, ellos son los que están colocando el tubo, ellos son los que están llenando las zanjas donde ya existe el tubo para que pueda llegarles el servicio indispensable y vital que están requiriendo.

Creo que el convencer a nuestro pueblo de la necesidad de destruir para construir, que el convencer a nuestro pueblo de la necesidad de trabajar arduamente para resolver nuestros problemas, requiere de dos cosas: confianza y organización. Confianza del pueblo en sus servidores cuando éstos seamos capaces de merecerla y organización que seamos capaces de construir para coordinar, para dirigir el esfuerzo general de los habitantes de la ciudad de México.

Yo espero que el trabajo que hoy realiza un equipo del Presidente López Portillo en el Distrito Federal pueda ser capaz de, aunque sea incipientemente, lograr algo de ambas

cosas. Lograr más agilidad, menos torpeza, menos lentitud en el trámite y, por la otra, que sea capaz de inspirar confianza en la ciudadanía para tener la posibilidad de coordinarla y dirigir mejor sus esfuerzos (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado José Ortega Mendoza, del Partido Acción Nacional.

El C. José Ortega Mendoza: Señor profesor Carlos Hank González:

Ante la multiplicidad de denuncias de corrupción dentro del sector público y la creencia que tienen todos los ciudadanos de que las compañías constructoras obtienen enormes utilidades por los contratos de obra, le pregunto lo siguiente: ¿Se está cumpliendo con el artículo 134 constitucional, que dice: "Que todos los contratos que el gobierno tenga que celebrar para la ejecución de obras públicas serán adjudicados en subastas mediante convocatoria y para que se presenten proposiciones en sobre cerrado, que será abierto en junta pública"?

Y de no ser así, podría usted explicar la violación que se está cometiendo a nuestra Carta Magna, pues nada de esto se prevé en la iniciativa de ley que comentamos.

Muchas gracias.

El C. profesor Carlos Hank González: Con mucho gusto, señor diputado. No se prevé en la iniciativa de ley que comentamos porque no puede nuestra iniciativa de ley obviamente modificar un mandato constitucional. Quisiera explicarle que para la adjudicación de las obras públicas, nuestra Secretaría de Obras y Servicios y sus dependencias procuran ceñirse íntegramente a esto. Hay casos, por ejemplo, en la construcción del Metro; en que no es posible convocar a concurso, por desgracia, a diversas constructoras en cuanto que la tecnología para la construcción del mismo no la manejan todas las constructoras o muchas de las existentes. En consecuencia, lo que se ha hecho es convocarlas para que se agrupen, para que se sindicalicen y no sea una sola la que lleve a efecto una obra de tal importancia, sino que se comparta el trabajo, la responsabilidad y a la vez se dé la oportunidad de que muchas empresas constructoras, o varias de ellas por lo menos, adquieran la tecnología que les permita en el futuro competir entre sí, concursar y hacer posible que entonces haya una mayor eficiencia y una mayor posibilidad de ahorro o de mejor selección para el gobierno.

En general, estamos procurando hacer que las obras se adjudiquen de tal manera que se multipliquen estas empresas constructoras, y que se distribuya el trabajo y la acción al mismo tiempo que se fomente la utilización de la mayor cantidad posible de mano de obra que es, a mi juicio, el problema fundamental del país y de la ciudad: Proporcionar trabajo a nuestros compatriotas que lo requieren. Puedo decirle que hoy, alrededor de 600 diversas constructoras trabajan para el Gobierno del Departamento del Distrito Federal, y que éstas están totalmente controladas y sometidas a los precios unitarios que se establecen a través de una comisión mixta que los revisa y los actualiza, y que están en plena consonancia procurando siempre mantenerlos, hasta donde es posible, por debajo de los precios unitarios que las demás dependencias del Gobierno Federal estudian y aplican desde hace muchos años con técnicas por ellos, supongo, muy depuradas. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Francisco Cinta Guzmán.

El C. Francisco Cinta Guzmán: (PRI) Profesor Carlos Hank González, Jefe del Departamento del Distrito Federal:

El Distrito Federal, es como ninguna otra entidad, interés, preocupación, responsabilidad de todos los mexicanos.

El Distrito Federal, es también la capital del país y la ciudad de todos.

Mis compañeros de partido le han formulado a usted una serie de preguntas de carácter técnico, objetivo. Yo quisiera irme a lo subjetivo, a lo intangible, pero quizás también a lo más humano. Quisiera referirme a lo que pudiéramos llamar, la moral social. Sabemos que en la base de toda actividad política, debe haber una sustentación moral y que en cada acto de gobierno, se requiere de una justificación ética.

Yo quisiera preguntarle señor Regente, si podría usted hablarnos sobre ¿cuál es, en la jerarquización de valores, la que preside su acción gubernamental?

El C. Regente de la Ciudad, profesor Carlos Hank González: Con mucho gusto señor diputado.

Hace un momento en la respuesta a una pregunta, decía, que yo creo firmemente en el hombre y que siento que éste es capaz de superar todos los problemas por él mismo creados.

Pienso también, señor diputado, y lo decía en otra respuesta, que en la Ciudad de México hay dos graves grupos de problemas: los urbanos y los humanos Creo que la acción de todo gobierno debe tener como objetivo y meta fundamental, al hombre. A su vida. Creo que el único denominador común que nos liga a los hombres de todos los partidos, de todos los credos, de todos los pueblos y de todas las razas, de todas las religiones y de todos los tiempos, es la más simple aspiración de ser feliz; de tener una familia que viva en la felicidad y en la paz; yo creo que el deber de un gobierno, es fundamentalmente cuidar de que el hombre exista; de que el hombre sea. Después cuidar de que el hombre sea mejor, cada vez mejor en todos los órdenes de la vida, que sea un organismo sano, vigoroso, fuerte, capaz de enfrentarse a las adversidades y a la naturaleza. Que tenga una inteligencia desarrollada y capaz de usarse como instrumento que permita canalizar la acción del hombre en la debida dirección y que al mismo tiempo desarrolle la sensibilidad, la emoción, la capacidad moral del hombre, para que éste sea mejor.

Creo que el valor que debe presidir la acción de un Gobierno es precisamente ese: No olvidarse del hombre, no olvidarse de que es el único objeto de la acción del Gobierno. Todos los demás son medios, todos los demás son instrumentos utilizables para servir al hombre cuando esto se pretende, cuando esto se entiende y cuando esto se siente profundamente.

Yo pienso que en la ciudad de México éste es nuestro principal problema. Se ha hecho referencia en esta sesión a una ciudad que vive con muchas angustias y problemas y en donde el ruido, el smog, la contaminación del agua, del aire, de la tierra, nos angustian, en donde la dificultad para transitar nos hace perder el buen humor y nos pone los nervios de punta. Yo creo que las acciones del Gobierno de la ciudad de México deben encaminarse a resolver estos problemas del hombre y eso pretendemos hacer cuando, siguiendo las instrucciones del Presidente López Portillo, tratamos primero que nada, de llevar agua a donde de ella se carece, porque de eso depende que el hombre se enferme o viva sano en primera instancia. El más alto índice de mortalidad en nuestra patria, son las enfermedades gastrointestinales, producidas por el agua sucia, por el agua contaminada.

Por eso nos empeñamos en que primero tenga agua y drenaje toda la Ciudad de México, todo el Distrito Federal, porque haya después educación, porque sea posible ir superando nuestra calidad humana. Yo creo que un país vale tanto como la suma del valor de los hombres y mujeres que lo integran. Yo creo que de la calidad de los ciudadanos depende la grandeza y la calidad de la Patria y por eso contesto a su pregunta diciéndole: "Pienso que los valores que deben presidir la acción de todo Gobierno, deben ser los valores humanos, los valores éticos que norman y guíen nuestra existencia". (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Jaime Aguilar Alvarez, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Jaime Aguilar Alvarez: El crecimiento de esta ciudad a través de la historia de México, lo que para el país representa, ha hecho en ella, como usted dice, que surjan dos tipos de problemas. Un problema humano fundamental en la ciudad y un problema físico o urbano de crecimiento. El Ejecutivo y el Legislativo han hecho esfuerzos permanentes por ir resolviendo estos dos tipos de problemas. Aparece primero el Consejo Consultivo de la Ciudad para que participen en alguna forma los ciudadanos, posteriormente, aparecen las juntas de vecinos. Se plantean una serie de leyes para el Distrito Federal fundamentales, como puede ser la Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, la Ley Orgánica del propio Departamento, la Ley de Asentamientos Humanos en lo conducente, para que los habitantes del Distrito Federal participen en el crecimiento y en la solución de los problemas de su propia ciudad.

Es notable el hecho de que el gobierno del Presidente López Portillo, a través de usted en la ciudad de México, ha reforzado en una forma muy importante la participación de los ciudadanos en el Distrito Federal, ha reforzado fundamentalmente en la toma de decisiones y en la distribución de la riqueza dentro del ámbito territorial el que ésta sea más justa.

Yo quisiera que usted nos ampliara un poco más, porque he sentido durante toda su comparecencia, que ésta es una de las principales preocupaciones de los legisladores y de usted, que nos ampliará un poco más la participación que en estas leyes fundamentales va a tener el habitante de la ciudad de México con su opinión a través de los órganos que la actual iniciativa crea nuevamente.

Y una pregunta, usted al principio dijo que no era técnico jurista, yo tampoco lo soy, es una pregunta de un no técnico jurista a otro no técnico jurista con todo respeto, si esta participación que es tan importante y que se plantea en el artículo 5o. de la iniciativa, ¿no podríamos, no piensa usted que podría hacerse una excepción, por así llamarlo, como se hace en la Constitución de la República a la que usted se refirió en los artículos 27 y 123 Constitucional y ampliar, aunque dentro de la técnica jurídica pura que manejan los abogados no esté explícito, ampliar más este capítulo de la participación ciudadana y el de la desconcentración administrativa? Muchas gracias.

El C. profesor Carlos Hank González: Desde luego señor Arquitecto, que creo que se puede ampliar y que sería saludable hacerlo. Yo creo que cada vez más se requiere de la participación ciudadana; en efecto, como usted lo ha mencionado en el curso de esta comparecencia hemos insistido mucho en eso, hemos reiterado que la solución a los problemas del Distrito Federal no va a encontrarse ni a aplicarse a través de la acción aislada, de un instrumento gubernamental que la acción de los ciudadanos, que la acción de los habitantes de nuestra gran ciudad de México es la única que, coordinada, gobernada, dirigida, puede ponerle remedio a tantos y tantos males y sufrimientos que hoy padecemos. Creo que los órganos que se enuncian y que se pretende establecer ya dentro de una norma legal después de que se ha probado en la acción que sí funcionan, es muy importante y habrá de conducir a dos cosas: primero, a una cada vez mayor participación de los habitantes de la ciudad de México en la solución de sus problemas; segundo, que esto habrá de fortalecer sólidamente nuestros principios democráticos en la medida en que el habitante de la ciudad de México se convenza de que somos respetuosos de su opinión cuando se reúne para elegir a su Comité de Manzana que el Gobierno es respetuoso de la Asociación de Residentes y de la Junta de Vecinos y del Consejo Consultivo, se estará tonificando el principio democrático y, sobre todo, tonificando la certidumbre del habitante de que es un ciudadano. La conversión del habitante en ciudadano.

Yo estoy de acuerdo con usted. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al ciudadano diputado Miguel Hernández Labastida, del Partido Acción Nacional.

El C. Miguel Hernández Labastida: Señor Profesor Hank González:

La Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal establece, entre otras cosas, la creación del Plan Director de Desarrollo Urbano, el que a su vez se divide en planes generales y planes parciales, que requieren para su formulación la previa consulta de los ciudadanos a través de las Juntas de Vecinos y a través de las Asociaciones Profesionales. También se requiere que se registren estos planes ante el Registro del Plan Director y ante el Registro Público de la Propiedad y que se publiquen sintetizadamente estos planes tanto en el Diario Oficial como en la Gaceta del Distrito Federal.

Siendo deseo de la misma Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal el poder lograr una mayor participación ciudadana en la solución de los problemas que generan la convivencia del Distrito Federal, permite a los mismos la posibilidad de intervenir, con opinión y evaluaciones de los planes, hasta poder en un momento dado ser modificados o cancelados cuando lo solicite la mayoría de los propietarios de los predios directamente afectados, que así se lo soliciten al Jefe del Distrito Federal y que éste así lo considere.

¿Podría informarnos, señor Profesor, si todo esto se llevó a cabo para la construcción de los ejes viales? Esto lo preguntamos ya que nada de lo anterior se menciona en la iniciativa presentada; la única referencia que se hace a la Ley de Desarrollo Urbano es que será tomada en cuenta para la materia de planificación.

¿No piensa usted que al no ser considerada por la Ley Orgánica, práctica y tácitamente se está derogando la Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal?

El C. profesor Carlos Hank González: Desde luego que no señor diputado, el hecho de que no se enuncien dentro de la Ley Orgánica las leyes existentes para tener vigencia en el Distrito Federal no las deroga. La Ley del Desarrollo Urbano está vigente, es respetada por el Departamento del D. F., establece que en efecto se elabore el Plan Director; el Plan Director ha sido elaborado, hemos terminado por fin un proyecto de Plan Director, aprovechando estudios, trabajos y experiencias de muchos años. Un Plan Director es algo complejo de hacerse, sin embargo, aprovechamos la experiencia ya existente en el Departamento del Distrito, con el propósito de que fuera posible dar prisa y conclusión a un primer proyecto del Plan Director.

Me pregunta usted concretamente si para los ejes viales se cumplió o no con la obligación que la Ley de Desarrollo Urbano establece de consultar en el caso de los planes especiales. Nosotros nos permitimos dar una respuesta a quien nos hiciera favor de interpelarnos públicamente a través de la prensa, en relación a esto y le expresamos que no se consultó por una razón, no se trata de un plan especial. Los llamados ejes viales, cuyo nombre entre otras cosas, mal puesto, fue origen de esta falta de claridad de nuestra exposición y por tanto de la comprensión de lo que se trata, nos hizo que los ejes viales repito, que están contenidos en el Plan General de Vialidad.

Los planes parciales atienden aspectos sectoriales del funcionamiento de la ciudad y la construcción del Anillo Periférico, Circuito Interiores Ejes Viales, tienen una connotación de mayor importancia, por lo que estas obras fueron consideradas no como un simple plan parcial, sino como un verdadero plan general, el cual fue aprobado con fecha 24 de noviembre de 1976 - antes de que estuviéramos en el Departamento - , publicado en el Diario Oficial de la Federación el 30 de noviembre de 1976 y en la Gaceta del Departamento el 15 de diciembre de 1976, quedó debidamente inscrito en el Registro Público de la Propiedad, para que cumpliese estrictamente con el procedimiento que para los planes generales contempla la Ley de Desarrollo Urbano, en sus artículos 21 al 23.

Leo una nota que mandé pedir por si se presentaba esta pregunta: "Federatarios de la veracidad y legalidad de estas obras fueron eminentes maestros de la Universidad Nacional Autónoma de México; maestros del doctorado de Derecho, que nos hicieron favor de realizar un recorrido por las mismas, según quedó constancia en las notas periodísticas del 21 de septiembre de 1978, habiendo asistido alrededor de 30 maestros de derecho, entre ellos el doctor Ignacio Burgoa Orihuela, el doctor Pedro Astudillo Urzúa, el licenciado Fernando García Cortina, el licenciado Alfonso Cortina Contreras, el licenciado Jorge Gabriel García Rojas y otros 26 distinguidos miembros de derechos. Sí cumplimos con las normas de la Ley de Desarrollo Urbano, señor diputado. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra la C. diputada Celia Torres de Sánchez, del Partido Revolucionario Institucional.

- La C. Celia Torres de Sánchez: Señor Profesor Carlos Hank González:

En el proyecto de Nueva Ley Orgánica del Departamento, me preocupan las concesiones que otorga el Departamento Central en la comercialización por su falta de programación social, lo que origina el enfrentamiento de intereses y desplazamiento paulatino del pequeño comerciante.

En estos últimos años contemplamos cómo las cadenas de tiendas de autoservicio proliferan en nuestra ciudad y a corto y largo plazo esto significa el desempleo de miles de pequeños comerciantes de mercados públicos tendajones y, en fin, de comercios y capitales pequeños, en comparación con la de esos monstruos comerciales, que la mayoría es de capital transnacional.

Para ese tiempo de comercio solicito se terminen las nuevas solicitudes de apertura y se reglamente el funcionamiento de las actuales.

Por lo que se refiere a la nueva Central de Abastos de la ciudad de México, le solicito en nombre de la ciudadanía y del mío propio, que no sea entregada esta concesión al pulpo de la Merced que durante generaciones ha explotado al campesino, al pequeño comerciante y con esto al consumidor, que es usted y que somos todos.

Solicito el libre comercio para los campesinos productores y para las cooperativas de consumo, ya que cuando el comercio se envicia se convierte en especulativo, en acaparamiento, en monopolio, sin imposición arbitraria de precios, de este comercio criminal y delictivo.

Una sociedad puede ser totalmente injusta si ha partir - este es otro punto - del transporte y en su intervención de los procesos distributivos, el proceso económico se vicia, se encarece, se impide o se discrimina y, en consecuencia, el transporte de la sociedad es el vehículo de libertad, de justicia y de eficiencia, política actual de nuestro gobierno.

Las concesiones otorgadas por el Departamento del Distrito Federal, licencias y placas para manejo, sean de autos particulares, de servicio público, que otorga el Estado, que ese esquema de sistema ha originado la comercialización, ya que una concesión su precio original es de $275.00, en el mercado negro sube de 80 a cien mil, provocando la explotación que hacen los beneficiarios y esto promueve la inmoralidad y la corruptela de funcionarios de la Dirección de Policía y Tránsito quienes intervienen en dar dichas concesiones. Esto debe de terminar por no estar acorde con los ideales revolucionarios.

La Quincuagésima Legislatura tuvo oportunidad de tratar el problema de 1600 auténticos trabajadores llamados tolerados. Yo pregunto, profesor Carlos Hank González, ¿cómo fue posible que existieran 3005 solicitantes si el problema solamente lo representaban 1600? Y mi pregunta todavía es más clara, señor Regente: ¿Cómo es posible que el año pasado, se pidieron 10 mil juegos de placas, para ese beneficio de interés social, si no justifica esta situación, ya que a diario se dan permisos de placas sin itinerario, a los diferentes solicitantes?

Yo me permito sugerir, para que haya justicia social, se pida la requisa de todas las licencias y placas, que no estén usufructuando las personas a las cuales se les haya otorgado, y así, señor Regente, podremos dar un buen ejemplo para que haya orden y paz, en virtud de la anarquía existente, que hace imposible el desarrollo del autotransporte, ya que generalmente se ha perdido en beneficio de los que han comercializado a costa de las concesiones, que el Gobierno otorga, en perjuicio del público consumidor, porque todo se eleva al precio, ocasionando la devaluación de nuestra moneda y, a mayor abundamiento, quien más se ha beneficiado es el pulpo camionero, que explota a todos los trabajadores a su servicio, paga salario de hambre, trabajan a destajo uno al otro, ganando competencia con una comisión ofrecida, poniendo a diario en peligro al usuario. Salvo excepciones, algunos pagan el salario mínimo, ni INFONAVIT y al ISSSTE, y ni FONACOT; ni a ninguna disposición legal de trabajo.

Con relación a los taxistas, han sorprendido la buena fe del Departamento del Distrito Federal, porque personas capitalistas, comprando licencias y placas, valiéndose de prestanombres, tienen en la actualidad un monopolio de dichas unidades, conocidos flotilleros que violan la Ley Federal del Trabajo, porque convierten a los trabajadores en alquiladores de las unidades y como no pagan ni el salario mínimo, esta situación resulta ser la causa que el chofer no se apega al taxímetro y cobra a su arbitrio, siendo necesario que la modesta proposición que hago, se hagan revisar las asignaturas de licencias y placas y se entreguen a los auténticos trabajadores que se van a servir de este beneficio social y por una sola unidad, para que no haya monopolio de esa industria y un mejor servicio al público y asimismo se proteja a los integrantes de las cooperativas de prestación de servicios al público.

Gracias.

El C. Regente Carlos Hank González: Señora diputada: nos preocupan como a usted, los problemas que afectan a nuestros más pequeños comerciantes.

El tradicional mercado se va viendo desplazado cada vez más, por los organismos que de manera más fuerte, tal vez mejor organizada, compiten con ventaja con nuestro pequeño comerciante.

En el Departamento del Distrito Federal, está en marcha ya un plan que pretende, por una parte, el organizarlos a efecto de que ellos puedan tener capacidad de adquirir en forma directa del productor los productos que van a expendernos a todos los consumidores y que sea menor su costo.

Usted sabe mejor que yo, que el pequeño comerciante tiene que comprarle al medio mayorista y éste al mayorista y el mayorista es el que frecuentemente recibe la cosecha del productor y que entonces hay cuatro, o cinco o siete pasos en que le encarecen terriblemente su mercancía, y que hacen que él gane muy poco como el último y más débil eslabón de la cadena y, por otra parte, que el producto llegue de todos modos a un precio muy alto al consumidor.

La idea es organizarlos para que tengan una Central Proveedora de la que ellos mismos sean integrantes copartícipes y puedan entonces suplir la cadena e ir directamente al productor. Como cosa curiosa el caso del locatario, que así llamamos a nuestro pequeño comerciante de los mercados, es uno de los concesionarios del Distrito Federal, del Departamento del Distrito Federal.

Usted recuerda que tratándose de mercados públicos propiedad del Gobierno, el Gobierno concesiona un sitio para el uso de un concesionario que es el pequeño locatario.

Estamos preocupados por esto, y desde luego, trataremos de poner un esfuerzo mayor para el efecto. Por otra parte estamos también construyendo mercados en los lugares en donde más falta hacen éstos. El mercado tradicional estamos tratando de convertirlo en un mercado que sea más ágil, más higiénico y, sobre todo, que tenga una mayor posibilidad de comercialización.

Respecto del problema del transporte, el Gobierno del Presidente López Portillo trata de hacer frente a esta demanda, tratando, primero que nada, de multiplicar los medios masivos de transporte colectivo, como el Metro, como los trolebuses, en relación a su pregunta concreta de porqué si se pidieron 1,600 se expidieron 3,000 permisos o placas, no lo sé en detalle, pero supongo que aparte de lo que fue canalizado por esta H. Legislatura a través de ustedes, deben de haberse presentado algunas otras solicitudes por otros caminos y conductos que hicieron que para atenderlas fuera necesario emitir esto. De todos modos con mucho gusto yo le daré una información concreta y directa sobre el particular, señora diputada.

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al C. diputado Pedro González Azcuaga del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.

El C. Pedro González Azcuaga: Señor profesor Carlos Hank González, Jefe del Departamento del Distrito Federal.

Mi pregunta que originalmente pensaba presentar tiene relación, alguna relación, con la que ha presentado la compañera diputada Celia Torres, pero es de índole quizá más general.

En la Iniciativa del C. Presidente se establece, desde luego no por primera ocasión, no con innovación, usted lo ha señalado, el marco legal relativo a la posibilidad de concesionar a particulares la prestación de diversos servicios públicos. Mi pregunta concreta es la siguiente: ante la decisión de concesionar, que puede presentarse a futura, diferentes servicios públicos, se ha previsto la posibilidad de favorecer a grupos de trabajadores, a agrupaciones gremiales, a asociaciones de esta índole o, en su caso, a cooperativas que podría ayudar a formar el propio Departamento y de su intervención con relación a los organismos de colaboración ciudadana, previsto en el título 5o. de la iniciativa. También quisiera hacer una reflexión y una pregunta, señor Jefe del Departamento.

En la ciudad de México radican actualmente, por razones de trabajo, de estudio o por asilo político, numerosos extranjeros que se han avecindado aquí y que aquí son usuarios de servicios públicos, aquí incluso han hechos inversiones modestas o grandes y que de alguna manera desde luego participan de todas las preocupaciones relativas a la vida comunitaria del Distrito Federal.

¿Se ha previsto en la reglamentación relativa, que estas personas extranjeras puedan participar en los organismos de colaboración ciudadana del Departamento del D. F.?

Muchas gracias.

- El C. profesor Carlos Hank González:

Señor diputado, en relación a la primera parte de su pregunta, sí desde luego es interés del Departamento fomentar todo aquello que beneficie al mayor número; fomentar las cooperativas; fomentar la organización de pequeños productores; fomentar la organización de los más pequeños comerciantes; a efecto de que sea el mayor número a quien puedan llegar los beneficios de este tipo de concesiones a que se refiere nuestra Ley Orgánica; tenemos un organismo especializado, dedicado justamente a esto y tratamos de hacer que a través de agrupaciones, de asociación de las personas que practican un mismo oficio, profesión u ocupación, se constituyan en grupos solidarios que hagan posible el acceso a este tipo de prestaciones.

Sobre la segunda parte de su pregunta, en realidad la Ley Orgánica del Departamento del D. F., no excluye a nadie que sea residente en la ciudad, de nada de aquello a lo que la Constitución de nuestro país da derecho;

obviamente si no puede la Ley Orgánica convertir en ciudadanos a quienes no lo son, pero no excluye de la posibilidad de participar en las asociaciones de residentes en las organizaciones de manzana, a los residentes; justamente a eso obedece el nombre de la Asociación de Residentes; insisto, solamente en esto, eso de ninguna manera otorga a nadie ningún derecho que no le dé nuestra Ley fundamental.

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al ciudadano diputado Luis Priego Ortiz, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Luis Priego Ortiz: Ciudadano Jefe del Departamento del Distrito Federal.

Tengo una doble preocupación que formular a usted, pero antes quisiera señalar dos circunstancias que concurren en esta ocasión en que usted comparece en la Cámara de Diputados. La primera es la siguiente: después de la reforma política que se inicia con dos primeros pasos: la reforma a 17 artículos constitucionales y la promulgada de Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales, esta es la primera ocasión en que un alto funcionario comparece en este recinto parlamentario.

La segunda circunstancia es la siguiente: usted ha hecho una exposición fresca comenzó leyendo un documento y a continuación lo hizo un lado y nos explicó su verdad en relación con la iniciativa que contiene la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal.

Ha sido preguntado por los ciudadanos diputados de los Partidos, con toda libertad y usted ha respondido a esas preguntas. Personalmente siento que está operando ya la reforma política. Que a este salón, que a este recinto, ha entrado la reforma política por la forma como se está desarrollando este auténtico diálogo entre dos poderes: el

Legislativo y el Ejecutivo. Tengo, señor Jefe del Departamento del Distrito Federal, una doble preocupación, la primera de ellas es la siguiente: El Poder Legislativo nació con la preocupación de fiscalizar los dineros del pueblo, corresponde a la Cámara de Diputados, particularmente, esa fiscalización.

Recientemente la diputación electa en el Estado de Tabasco ha presentado una Iniciativa de Ley Orgánica de la Contaduría Mayor de Hacienda. En relación con este problema de la fiscalización, yo deseo preguntar primero lo siguiente

Nos interesa fundamentalmente la fiscalización del gasto público del Departamento del Distrito Federal. Si se pretende que la Ley no especifique las dependencias y sus facultades, nos preguntamos, ¿cómo se van a coordinar las dependencias del Departamento del Distrito Federal con el Presupuesto, a quién se otorgarán las asignaciones del gasto público, independientemente de que se elabore un Presupuesto por Programa?

La segunda preocupación, señor Jefe del Departamento del Distrito Federal es la siguiente: Usted nos dijo en su exposición, en dos ocasiones, que le interesa profundamente la congruencia de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal con la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, repitió esa preocupación en dos ocasiones.

Nos hemos encontrado que en el artículo 19 se señala como facultad del Departamento, formular el Proyecto de Presupuesto anual de Egresos y el artículo 32 fracción V de la Ley Orgánica de la Administración Pública reserva esta misma facultad a la Secretaría de Programación y Presupuesto.

La fracción II de ese mismo artículo, señala que dictará las medidas administrativas que procedan respecto a quienes incurran en responsabilidades que afecten a la hacienda pública del Distrito Federal.

Y el artículo 32 en su fracción décima, de la Ley Orgánica de la Administración Pública, reserva esta facultad también a la Secretaría de Programación y Presupuesto.

Más adelante la fracción VI en relación con la fracción XVII, señala que corresponde al Departamento participar en la gestión y contratación de toda clase de créditos, pero en la fracción XVII de plano declara que formulará el programa financiero del Departamento y contratará toda clase de créditos y la Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público señala en su artículo décimo que debemos obtener previamente la autorización de la Secretaría de Programación y Presupuesto.

Yo quiero, entonces señor Jefe del Departamento, plantear esta segunda preocupación: si otorgamos la misma facultad a dos entidades, ¿se nulifica esta facultad? ¿No introducimos desorden en la administración pública? ¿O somos incongruentes?

Mi pregunta es: ¿Existe esta incongruencia real o es supuesta? Muchas gracias.

El C. profesor Carlos Hank González: Gracias a usted, señor diputado, gracias, sobre todo al hacer hincapié en que, en efecto, después de la primera parte de la Reforma Política, me toca el honor de ser invitado por ustedes y me permite el Presidente López Portillo venir ante ustedes a dialogar en esta forma tan democrática y abierta.

Sobre la primera parte de su pregunta, señor diputado, las asignaciones presupuestales serán, desde luego, establecidas por ustedes a través de la discusión y aprobación del Presupuesto de Egresos, pues en él se determina a cuál, a cada una de las dependencias del Departamento del Distrito Federal, lo que le corresponde ejercer el presupuesto y los fines a que habrá de destinar tal ejercicio presupuestal.

Respecto de la segunda parte no hay incongruencia. En el artículo 19, fracción I, dice: "Formular el proyecto de Presupuesto anual de Egresos y dirigir, planear, programar y controlar la inversión pública del Departamento del Distrito Federal, con la participación que legalmente corresponda a la Secretaría de Programación y Presupuesto".

¿Qué significa que el Departamento propone un presupuesto?

La Secretaría de Programación y Presupuesto lo analiza, lo examina y lo incorpora a la propuesta general que a su vez presenta al señor Presidente de la República para su consideración y aprobación. Yo le suplico no olvidarnos de que el Departamento no es el gobierno de una entidad, sino que el Departamento es una oficina del Presidente de la República a través de la cual él cumple una de sus múltiples funciones. Entonces, en la mecánica, ¿qué hacemos? Elaboramos un proyecto de presupuesto, lo enviamos a la Secretaría de Programación y Presupuesto, lo examina, después lo discute con la Secretaría de Hacienda, interviene el Departamento y una vez que hay un proyecto en que están de Acuerdo el Departamento, la Secretaría de Programación y la de Hacienda, le es presentado por conducto de la Secretaría de Programación y Presupuesto al señor Presidente de la República. En eso no hay incongruencia.

Las posibilidades de financiamiento del Departamento. El Departamento no consigue, ni puede conseguir financiamientos en forma directa y aislada. La Fracción XVII del Artículo 19, dice: "Corresponde al Departamento, formular el programa financiero y contratar toda clase de créditos y financiamientos para el propio Departamento, con la autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público".

Sin su autorización, el Departamento no puede contratar ningún crédito.

El caso concreto del Metro que es el financiamiento fuerte que el Departamento gestionó en principio, fue obtenido a través

de un Banco del Gobierno Federal, de Banobras, autorizado por la Secretaría de Hacienda y ese Banco es el que a su vez, canaliza los recursos para que sea posible la construcción del Metro.

En ninguno de los dos casos hay incongruencia señor diputado, sino más bien complementación, complementación bien jerarquizada.

El Departamento hace la labor de pico y pala, lo primero, lo elemental; propone y después en las Secretarías se examina, discute y, cuando se aprueba, se pasa al Presidente de la República, que a su vez, si lo aprueba, lo envía al Congreso de la Unión, tanto el Presupuesto General del Gobierno de la República y el Presupuesto que se propone para el Departamento del Distrito Federal.

El C. Presidente: Tiene la palabra la C. diputada Martha Andrade de Del Rosal, del Partido Revolucionario Institucional.

- La C. Martha Andrade de Del Rosal: maestro Hank González:

Mi pregunta es muy breve pero considero que la contestación y la información que se sirva usted darnos, preocupa e interesa muchísimo, a todos los habitantes de esta nuestra gran ciudad capital, que usted atiende y sirve con eficacia y emoción, interpretando fielmente las decisiones y las políticas humanas y justas, del Presidente de la República, sobre todo en lo que se refiere a las carencias de los grandes núcleos que aún no resuelven muchos de sus problemas y necesidades.

¿Qué medidas se implantarán o se están ya implementando a efecto de fomentar y asegurar la constitución del patrimonio familiar?

El C. profesor Carlos Hank González: Esto es, en efecto, señora diputada, algo que preocupa profundamente a todos quienes tenemos algún sentido de responsabilidad y no sólo desde el punto de vista de funcionario público, sino desde el punto de vista humano.

Tratamos de hacer que por diversos medios se coadyuve a la integración de un patrimonio familiar que merezca el apoyo, el respeto y la seguridad para la familia.

Precisamente algo de lo que planteaba la señora diputada Celia Torres, lo estamos examinando como una posibilidad. La posibilidad de establecer que el servicio de taxi se otorgue sobre la base de constituirlo en patrimonio familiar. Hace poco, un señor diputado del Partido Acción Nacional, planteó ante el Departamento del Distrito Federal la posibilidad de que el patrimonio familiar que se hace consistir a través de la Ley respectiva, en el domicilio de una familia, se salvaguarde más y se respete más y se haga, en efecto, un auténtico patrimonio que quede exento de los riesgos que en general, todas las familias padecen, pero fundamentalmente las más modestas familias de nuestra ciudad.

Creemos que el salvaguardar el hogar, la casa en donde se finca un hogar, donde vive una familia, es el primer paso para el cuidado del patrimonio familiar. El siguiente debe ser el procurar que las más modestas familias tengan dentro de ese patrimonio familiar considerado, algún recurso económico que le permita subsistir.

Otra de las cosas que se están implementando para esto, es también lo que aquí se ha mencionado en relación con los mercados.

Estamos tratando de hacer que los mercados públicos puedan otorgarse cuando así lo demanden los locatarios, se puedan otorgar en propiedades en condominio que sean considerados estos condominios, como parte del patrimonio familiar.

Se están haciendo éstas y se están buscando, algunas otras fórmulas que nos permitan cada vez más atender a esto que constituye, insisto, una gran preocupación, no sólo de políticos y funcionarios, sino una preocupación humana.

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al C. diputado Adrián Peña Soto del Partido Acción Nacional.

El C. Adrián Peña Soto: Señor profesor, mi pregunta, es decir, mis preguntas, aparentemente no tienen relación pero hay que tener en cuenta la dualidad que para algunos de nosotros, para muchos tiene el hombre en sus necesidades físicas y otras espirituales, de las que usted hablaba al principio y que nosotros profundizamos un poco más.

La primera pregunta es sobre lo que afecta a los residentes en el Distrito Federal y fundamentalmente al producto de su trabajo, concretando, el aumento predial que es casi permanente para los habitantes del Distrito Federal debido a la periódica revaluación de sus propiedades. A pesar de ello se decretó un aumento del 15%, algunos interpusieron amparo contra dicho aumento, el cual fue resuelto favorablemente a los inconformes, a pesar de ello el aumento sigue vigente, ¿suspenderán el cobro, ya calificado de inconstitucional a todos los demás habitantes, que son la inmensa mayoría y que por incapacidad económica desconocimiento del derecho u otras causas, no se ampararon, o va a esperar hasta que la Suprema Corte resuelva? Esa es mi primera pregunta.

La otra, el proyecto de la Ley Orgánica del Distrito Federal, en su artículo 18, fracción IV, al final, propone conceder a usted facultades en materia de cultos y dice textualmente: "Así como intervenir en materia de cultos y desamortizaciones conforme a las leyes de la materia". Nosotros consideramos que este artículo es atentatorio a la libertad de asociaciones y creencia de los mexicanos, ¿usted considera necesario que se le reitere esta facultad al Jefe del Departamento del D. F.?

Agradecemos su respuesta.

El C. profesor Carlos Hank González: ¿Qué fracción es, señor diputado, perdone?

El C. Adrián Peña Soto: Es el artículo 18 Fracción IV al final de la misma.

El C. profesor Carlos Hank González: Señor diputado, en relación a la primera parte de su pregunta, supuso el Director de nuestro

Jurídico que podría presentarse y me hizo favor de darme esta nota que dice: "El impuesto adicional del 15% es legal y la Suprema Corte así lo ha determinado en jurisprudencia definida, marcada con el número 202 de su última compilación relativa a la Segunda Sala, por considerar que no es más que el aumento de la tarifa sobre la que se carga el 15%, no es anticonstitucional.

Sobre la segunda parte de su pregunta, el artículo 18 dice: "Al Departamento del Distrito Federal corresponde el despacho de los siguientes asuntos en materia jurídica y administrativa. Fracción IV. Corresponde coordinar y vigilar el cumplimiento de las disposiciones legales en materia de jurados, registro civil, dispensas y licencias referentes al estado civil de las personas, notariado, consejo de tutela, registro público de la propiedad y del comercio, legalizaciones, exhortos y bienes mostrencos, así como intervenir en materia de cultos y desamortizaciones conforme a las leyes de la materia".

Esto es realmente una transcripción de lo existente en el Artículo correspondiente a la Ley vigente. Estas son las mismas que se contemplan en la Ley Orgánica de 1970, las mismas que se contemplan en la Ley Orgánica de 1941 y la Ley Orgánica de 1929 y sólo se hace referencia a la intervención de algunas Secretarías de Estado para respetar y ser congruentes con el contenido de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.

Son atribuciones y obligaciones del Departamento, establecidas hace 49 años y que se conservan en el proyecto de Iniciativa de Ley Orgánica que hemos sometido a su consideración, señor diputado. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene el uso de la palabra el ciudadano diputado Julio César Mena Brito, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Julio César Mena Brito: Señor profesor Hank González.

Preocupa en forma especial a esta Honorable Asamblea, la comprensión, análisis y dictamen del proyecto de ley que nos ocupa, por ser ésta la que determinará las funciones y atribuciones del gobierno de la más grande concentración humana del país y ya pronto del mundo.

Los ciudadanos del Distrito Federal nos han manifestado, desde nuestra ya lejana campaña electoral, su preocupación por tener una mayor participación en la determinación de la forma de gobierno y en la formulación de las disposiciones y ordenamientos que rigen la vida de la ciudad.

El Presidente López Portillo, consciente de esta situación, envió a esta representación popular dentro de un paquete de importantes e históricas reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la referente al Artículo 73, fracción VI, base 2a., que creaba dos mecanismos para buscar el consenso y la expresión popular en actos de gobierno, estos son: el Referéndum y la Iniciativa Popular.

Este proyecto que fue aprobado con especial entusiasmo por nosotros, por significar un paso adelante en la vida política de nuestra capital, quedó plasmado en el ordenamiento fundamental de la nación de la siguiente manera:

"Base 2a. Los ordenamientos legales y los reglamentos que en la ley de la materia se determinen, serán sometidos al referéndum y podrán ser objeto de iniciativa popular, conforme al procedimiento que la misma señale."

Por otra parte, ya usted nos ha informado en esta y en anteriores ocasiones y lo hemos comprobado en la vida real, de la revitalización del Consejo Consultivo, de las Juntas de Vecinos, las Asociaciones de Residentes y los Comités de Manzana, que sin duda también representa una importante participación política de los citadinos.

Algunos compañeros diputados que me han antecedido en el uso de la palabra, han manifestado nuestra inquietud por la generalidad en el contenido del proyecto de Ley en estudio. Me parece que la presentación, novedosa por cierto del documento que nos ocupa, puede producir como usted mismo lo ha dicho, una Ley fácil, ágil de leer, entender e interpretar por la ciudadanía.

Sin embargo, ¿no considera usted que el Reglamento Interior del Departamento del Distrito Federal, por su importancia y en adelante todos aquellos que disponga la ley de la materia, deberían ser sometidos a referéndum para conocer el consenso de la ciudadanía y hacer realidad el deseo del licenciado López Portillo de dar mayor participación política a las habitantes del Distrito Federal?

Por otra parte, ¿cuál debe ser a su juicio la Ley que debe determinar qué ordenamientos legales y reglamentos serán sometidos a referéndum y podrán ser objeto de iniciativa popular?

Le agradeceré su respuesta.

El C. profesor Hank González: Muchas gracias señor diputado.

Desde luego considero que sería muy interesante la posibilidad de que el Reglamento Interior fuera sometido a referéndum. Realmente eso no depende de nosotros, no depende del Departamento, sino de que exista la ley correspondiente.

El señor diputado nos hizo favor de leer la Base Segunda de la Fracción VI del artículo 73 que dice: "Los ordenamientos legales y los reglamentos que en la ley de la materia se determinen, serán sometidos al referéndum y podrán ser objeto de iniciativa popular, conforme al procedimiento que la misma señale."

Es decir, serán sometidos al referéndum en cuanto exista la ley relativa a este asunto, que no es una facultad del Departamento del D. F., pero tiene toda la razón el señor diputado en cuanto que esto es importante y que aun cuando no estuviera todavía formulada y promulgada la Ley de la materia, nosotros

nos proponemos acudir a la consulta popular más que en el Reglamento Interior, que es importante obviamente, pero más aún que en eso, en los Reglamentos específicos.

Hace unos días invitamos a la ciudad a que en cuanto nosotros tengamos ya la posibilidad legal de fundar esto existiendo la ley Orgánica nueva, habremos de convocar a la ciudad y a los organismos interesados principalmente para que opinen y expresen sus puntos de vista en relación con cada uno de los reglamentos.

De hecho, señor Diputado, lo estamos haciendo así, no recurriendo al referéndum porque no es posible mientras no esté reglamentado, pero estamos recurriendo a la consulta con los órganos interesados a efecto de revisar cada uno de los reglamentos del Departamento del Distrito Federal. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede uso de la palabra al ciudadano diputado Hugo Castro Aranda, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Hugo Castro Aranda: Profesor Hank, ha sido usted profundamente didáctico, lo cual le agradecemos. Como compañero de Partido, le hemos dado la bienvenida. He seguido con acuciosidad las preguntas que han hecho los compañeros diputados en torno a la iniciativa de ley que nos ha sido enviada.

Campea en todos nosotros una honda preocupación porque el Congreso General comparte con usted y con el ciudadano Presidente de la República la corresponsabilidad del gobierno del Distrito Federal. Somos corresponsables todos, en nuestra calidad de funcionarios públicos, no en nuestra calidad individual, de los problemas acumulados que padece la ciudad de México, que son de carácter histórico, nacional; muchos de los problemas de la ciudad de México se resuelven fuera, incluso, del propio Distrito Federal. Básicamente, al estudiar la Iniciativa de Ley, nos preocupa lo relacionado con el énfasis que se ha hecho de que se trata de una ley de carácter administrativo. Efectivamente, la Ley de la Administración Pública está fundada en el artículo 90 de la Constitución, pero resulta que por la peculiaridad del Distrito Federal como asiento de los poderes federales, el hecho es que las leyes que se expidan para el Departamento del Distrito Federal tienen el doble carácter: Leyes de orden político y de orden administrativo. Aun cuando pretendemos que emitir, que lanzar el decreto de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, es un acto de orden administrativo, lo cierto es que se trata de un acto de orden profundamente político, como lo comprueba el hecho que dentro de la propia Ley Orgánica se precisen para el Departamento del Distrito Federal en varios de sus artículos, funciones de gobierno, es decir, funciones de orden político.

Fundados en esto, para nosotros, la Ley Orgánica es bastante más que una Ley sobre un departamento administrativo; necesariamente tenemos que buscar que exista congruencia entre esta Ley y la Constitución General de la República, y no estrictamente entre esta Ley y la Ley Federal de la Administración Pública.

Pensamos que para que esto pueda ser, es necesario que la ley contemple de una manera más abierta los puntos de vista políticos de la Administración y que cumpla el Congreso con la función que le está asignada de precisar cuáles son todas las funciones de los distintos funcionarios de alta jerarquía que gobiernan al Distrito Federal, comenzando por el llamado Jefe del Departamento del Distrito Federal, que, en la Constitución tiene el nombre de Gobernador del Distrito Federal. Efectivamente, la ley a través de los artículos 73 y 92 deposita en el Presidente de la República el gobierno del Distrito Federal por conducto del Gobernador del Distrito Federal.

Funciones políticas que tienen que ser nítidamente precisadas, de la misma manera que se precisan las funciones del depositario del Poder Ejecutivo de la Federación, que en este caso también es el depositario del Poder Ejecutivo del Distrito Federal.

La ausencia de estas disposiciones en el cuerpo de la ley, como usted ha visto, ha preocupado profundamente a los compañeros. Nos preocupa todavía más, el hecho de que la ley sea tan general, porque basados en que la ley es también una ley política, de hecho los habitantes del Distrito Federal, estamos mucho más normados por los reglamentos que por las propias leyes generales. Cierto, existen otras leyes generales, expedidas específicamente para el Distrito Federal, pero en la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, se requiere a nuestro juicio, que haya también un mayor conocimiento y una mayor precisión de cuáles son las normas a las que nos tenemos que sujetar todos los habitantes del Distrito Federal. Es pues una de nuestras preocupaciones y la primera de mis preguntas, el conocimiento de los Reglamentos, no porque esto corresponda directamente al Congreso, sino porque al suplir de alguna manera a la Ley General, el Reglamento debe ser conocido por este Congreso General. Y que sea el propio Congreso General, el que determine si las disposiciones deben estar ahí o en una ley de otro orden, una ley de orden superior que permita dar la verdadera norma jurídica que es precisamente para lo que está avocado el Congreso. El Congreso General no sólo realiza, y eso usted lo sabe probablemente mejor que nosotros, no sólo realiza disposiciones de orden administrativo o disposiciones de fiscalización en cuanto al gasto de los fondos, sino que también señala normas y básicamente señala el deber ser de la Nación, el deber ser del Distrito Federal, que es algo que de momento maestro Hank, no está debidamente precisado.

Lo hemos escuchado y nos ha convencido no sólo de su buena voluntad, sino del profundo conocimiento y de la gana que tiene

usted de resolver los problemas de una ciudad que es la ciudad más grande del mundo, según se dice ya, o está a punto de serlo, dudoso honor por cierto, pero que de todas maneras, pesa de tal manera sobre nuestras decisiones que es absolutamente indispensable que esta tarea la acometan en común.

El hombre providencial, tiene siempre tras de sí todo un pueblo; la grandeza de Hidalgo o la brillantez de Morelos, o la ineficiencia de Antonio López de Santa Anna, han tenido en su momento, detrás a un pueblo unido y combativo, o a un pueblo profundamente dividido, inconsciente, podríamos decir que hasta indiferente de los sucesos nacionales. El acontecer de las elecciones de los que aquí estamos presentes, nos mostró hasta qué punto los habitantes del Distrito Federal estamos interesados en el Gobierno del Distrito, y en la solución de los problemas del Distrito. Nos parece, pues, y aquí viene una segunda pregunta, que es necesario hacer un gran esfuerzo de imaginación para poder encontrar cuáles son nuestras soluciones políticas nuevas, cuáles son nuestras soluciones técnicas nuevas, cuáles son nuestras soluciones organizativas nuevas para poder salir adelante con este paquete que la historia nos ha dejado en la ciudad de México. Así, pues, en este esfuerzo de imaginación, nosotros preguntaríamos, maestro: ¿No podría llamarse, ya no a consultar a órganos bastante limitados, maestro, como lo son los Comités de Manzana o como lo son las Juntas de Vecinos, que, entre paréntesis, han mostrado más de una vez su profunda ineficiencia al no reflejar el sentir verdadero de la población del Distrito Federal, no podría pensarse en una movilización de mayor envergadura para que no sólo los reglamentos, sino las soluciones vinieran de 10 millones de habitantes, o 9, los que tenga ahora el Distrito Federal?, porque al final de cuentas, los grupos de técnicos resuelven técnicamente, alejados muchas veces de la política. Esta es una muy vieja experiencia. El pueblo que está interesado directamente en la solución de sus problemas, quizá quiera aportarnos mayores soluciones, y aquí nosotros pensamos, y ésta es la tercera y última pregunta, perdonando el abuso, nosotros pensamos que mientras seamos depositarios de la representación popular y de la representación nacional, bien podemos auxiliar, coadyuvar en la búsqueda para la solución de estos problemas

La Reforma Política procura, precisa y abre la puerta para una movilización general; nosotros propugnamos por ello, y queremos adelantarle algo, finalmente maestro: Vamos aquí a tratar de resolver la contradicción aparente entre administración y política.

Sabemos que en la mente de usted esto no existe, pero necesariamente el Congreso tendrá que acudir a tratar de resolver esta aparente contradicción, y precisamente por eso vamos a tratar de coadyuvar en una mejor concepción de La Ley Orgánica del llamado Departamento del Distrito Federal, para que esta Ley Orgánica alcance las dimensiones políticas que merece la ciudad más grande del país y uno de los territorios económicamente más fuertes de la nación. Gracias, maestro.

El C. profesor Carlos Hank González: Señor diputado, en la primera parte de la pregunta, desde luego yo considero muy bueno que los señores diputados, sobre todo la comisión respectiva, conozca y ponemos a su disposición naturalmente todos los proyectos, los sueños de reglamentos que tenemos para que pueda evaluar y considerar qué de esos proyectos, o qué de esos reglamentos ya existentes, lo qué de esas aspiraciones a reglamentos pudiera merecer, de acuerdo con el criterio del legislador, pasar a formar parte integrante de la Ley Orgánica.

La iniciativa de Ley Orgánica establece todas aquellas facultades y atribuciones que el Congreso de la Unión al aprobarla concede al Presidente de la República y a su delegado en el Distrito Federal. No hay más, no puede otra ley darle más facultades. Tiene usted toda la razón en cuanto a que esta es una ley de tipo administrativo, en cuanto que se desprende de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal de uno de sus artículos y, en consecuencia, pasa a formar parte integrante de ella, pero que por otra parte es un poco la sustitución o la representación de lo que debiera ser la constitución política de una entidad si ésta fuera una en entidad autónoma, libre y soberana como son los Estados de la Unión. De manera que desde luego de acuerdo en poner a la disposición de ustedes todo aquello que crean prudente.

En segundo lugar, yo creo y en esto estoy de acuerdo con usted totalmente, es conveniente, necesario, hacer que participe la ciudadanía, los habitantes del Distrito Federal en la discusión, en el examen, en el análisis de todos y cada uno de los reglamentos. La idea que tenemos en tanto existe la reglamentación. la norma específica adecuada, es publicar los proyectos de reglamentos. hacer que los conozca toda la población y que abramos un período durante el cual la población pueda dar su opinión al respecto.

No estoy de acuerdo. con todo respeto al señor diputado, que las juntas de vecinos no estén funcionando, están funcionando y funcionando bien y el esfuerzo de nuestros compatriotas realizado a través de la asociación de residentes y de la junta de vecinos es notable, no solamente desde el punto de vista colaboración en cuanto a la discusión y enfoque del problema, sino en el trabajo, en el plano físico material en su aportación, algunos ejemplos en la Delegación Azcapotzalco para decir alguna, en el Informe rendido por la Junta de Vecinos de su primer año de gestión, nos encontramos con que además de intervenir en todos los actos y en todas las promociones y discusiones suscitadas, participó en la solución de sus propios problemas, hizo aportaciones, las personas hicieron aportaciones de sus

terrenos, de su trabajo, de materiales de construcción que elevaron su participación a una cifra que valuada responde a más del 100% de lo aportado por el gobierno. Pero creo que obviamente esto es apenas una cosa incipiente cuando hace unos 15 meses fuimos a invitar a las Delegaciones para que participaran en esto, la verdad es que no nos lo creyeron, no pensaron que realmente fuéramos a armar toda esta maquinaria de juntas de representaciones ciudadanas, porque hay mucho escepticismo, había mucho y lo sigue habiendo y por eso en alguna parte de este diálogo decía tal vez emotivamente que ojalá que seamos capaces de conquistar y de merecer la confianza de nuestros conciudadanos para tener la oportunidad de participar en su organización y dirección; y en la tercera parte, yo quiero, sin que esto sea una fórmula de cortesía, felicitar muy cordialmente a la Honorable Cámara de Diputados por el interés que ha manifestado desde antes de esta reunión y durante esta reunión, en la Ley Orgánica nos muestra a unos legisladores interesados en el cumplimiento de su función, a unos legisladores preocupados por cumplir con su responsabilidad como representantes del pueblo. La función legislativa la encomienda nuestro pueblo a ustedes, y ustedes en esta ocasión están haciendo más patente que nunca su preocupación, Hubiera sido muy fácil dejarla pasar y ya, es muy importante lo que están haciendo y yo les agradezco profundamente su interés y más aún la oportunidad de explicarles, de platicarles lo que es nuestra opinión, nuestro juicio, que como usted mencionaba, señor diputado, está sobre todo lleno probablemente de ignorancia en muchos capítulos pero lleno de buena fe y de ganas de servir a nuestra ciudad que tanto lo quiere.

(Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al ciudadano diputado

Eduardo Andrade Sánchez del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Eduardo Andrade Sánchez: C. Jefe del Departamento del Distrito Federal, profesor Carlos Hank González: Acaba usted de mencionar la importancia, la trascendencia de la función legislativa ejercida en esta sesión a un altísimo nivel de responsabilidad, no solamente por la profundidad de las preguntas, sino, me atrevería también a decirlo, y no por devolver la cortesía, por la claridad, por la lucidez, derivadas del profundo conocimiento de los problemas del Departamento del Distrito Federal que usted ha demostrado.

Creo que estamos realizando un ejercicio democrático verdaderamente trascendente.

Dentro de ese marco, maestro, yo quisiera insistir en uno de los temas que ya se han abordado, en varios temas, inclusive, creo que producto de la misma naturaleza de esta sesión. En vez de que se agoten los temas a medida que se formulan las preguntas y que vienen las respuestas, creo que se multiplican estos temas y hay el afán de conocer muchos aspectos más que son tan importantes para la vida de nuestra capital. Yo quisiera, pues, tocar tres temas diferentes, pero que me han inquietado en el curso de la sesión. El primero tiene relación con la pregunta que formuló el diputado Mena Brito, respecto a las nuevas instituciones democráticas, de una democracia semidirecta, como son el referéndum y la iniciativa popular.

Entendemos perfectamente el principio de la respuesta que usted nos ha dado, primero: que se trata de un desarrollo de un artículo prácticamente de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, y por otro lado, como lo dice la propia iniciativa, de la reglamentación de la base primera de la fracción VI del artículo 73. Estas son razones jurídicas inobjetables.

Pero también es inobjetable que hay una gran inquietud en la opinión pública que hay un gran interés de participación, que el fenómeno de la reforma política de alguna manera está incidiendo con tal vigor en el interés de los ciudadanos, que se ha reflejado desde el momento mismo en que se supo que usted estaría en la Cámara, el interés por conocer los aspectos relativos a estas figuras del referéndum y la iniciativa popular.

Cabría una primera pregunta. Si las cuestiones jurídicas que usted nos ha señalado brillantemente, son válidas, no podríamos también acudir en un momento al hecho mismo de que la base Segunda de la fracción VI del artículo 73 siendo no solamente posterior a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, sino de mayor rango por su naturaleza constitucional, nos permitiera en algún momento ampliar o analizar la posibilidad de ampliar esta iniciativa, para hacerla no sólo reglamentaria de la Base Primera, sino también simultáneamente de la Base Segunda y establecer por lo menos las atribuciones fundamentales, los conceptos básicos que pudieran regir estas nuevas instituciones democráticas como les he llamado.

Ahora bien, si el criterio fuere que no resultare conveniente hacerlo de esta manera en la Ley Orgánica de la Administración Pública, y que fuere necesario producir una nueva ley exclusivamente para regular esta participación popular, es indiscutible que pese a que no es facultad del Departamento del Distrito Federal hacer esta ley, no podría hacerse sin conocer profundamente el pensamiento del Departamento del Distrito Federal, y el resultado de sus experiencias en el marco del gobierno de esta entidad federativa.

Yo quisiera, pues, que independientemente del primer aspecto de la pregunta, usted pudiera esbozar alguna idea sobre ¿cuál sería la posición del Departamento del Distrito Federal respecto a la resolución del referéndum y la iniciativa popular?

La segunda cuestión que es de naturaleza diferente, se derivó de la pregunta del diputado Soto Izquierdo. En algún momento, refiriéndose usted a las Delegaciones y a las razones por las cuales no están señalados los

límites en la iniciativa de Ley, dijo usted - no sé si esto es textual, creo que se aproxima mucho - refiriéndose a las delegaciones que "ahora pretendemos diversificar, integrar por cada barrio o colonia".

La pregunta concreta es: ¿quiere esto decir que existe la posibilidad de que en el Reglamento Interior se modifiquen los límites actuales de las Delegaciones, para dar quizá una mayor congruencia territorial o de otro tipo para facilitar las labores administrativas y del gobierno del Departamento del Distrito Federal?

Y abusando, pero también es materia de una grave preocupación, ésta derivada de la preocupante del diputado Jorge Efrén Domínguez.

Cuando se refirió a la concesión de los servicios públicos, señaló el hecho de que esta es una práctica reiterada, antigua, necesaria, diríase, en la vida de una ciudad, y de cualquier gobierno, diríamos, pero la inquietud que yo quisiera plantearle se divide en dos aspectos: primero, ¿existen estudios respecto a la tendencia general en ciudades semejantes a las nuestras de estas dimensiones, de estos problemas, respecto a cómo se manejan con mayor facilidad los servicios públicos?

Si a través de su asunción completa por parte del Estado o más hacia una tendencia no sólo de descentralización sino de concesión.

Y, por otro lado, la concesión misma sujeta a reglas formales muy precisas en la iniciativa, bajo qué criterios políticos fundamentales considera usted que debe otorgarse. Esto es, ¿cuáles son por su naturaleza aquellos servicios públicos que deben permanecer en el ámbito de la participación directa del gobierno de la ciudad, y cuáles los que también por su naturaleza y por ese criterio político fundamental que habría de regirlos, podrían o deberían ser materia de una concesión?

El C. profesor Carlos Hank González: Gracias. Sobre la primera parte de la pregunta, señor diputado, obviamente, el Departamento del Distrito Federal está a las órdenes de quien elabora el proyecto de Ley que reglamenta al referéndum y aportaremos la experiencia de nuestros compañeros, nuestros puntos de vista, con mucho entusiasmo.

Yo pienso que usted llamó bien "Instituciones Democráticas" a ambas, y que esto ha permitido que cada vez más, insisto, los habitantes de la ciudad de México nos volvamos ciudadanos, que cada vez la mayor posibilidad de participación misma nos haga más conscientes, más responsables de nuestros derechos y de nuestros deberes. Creo que es muy importante y estamos conscientes estamos dispuestos, y estaremos prontos a participar en cualquier trabajo que se deba hacer para la preparación del proyecto de Ley que conocerá a su tiempo el H. Congreso de la Unión.

Creo que de esto debe derivar algo que es muy importante y que usted ha tocado por segunda vez en relación a lo de las concesiones.

Yo creo, es un punto de vista personal, que hay servicios que no deben concesionarse nunca como el del agua potable.

Yo creo que así como en el país son estrictamente controlados por el gobierno los energéticos, a través del control del petróleo, a través del control de la electricidad, en los servicios públicos hay agua, drenaje elementales, que no deben considerarse. Hay otros que han tenido que concesionarse, como el del transporte, el de los mercados, el de los estacionamientos, ¿por qué? fundamentalmente porque hay algunas de estas labores difíciles de realizar para el Gobierno, como la atención de mercados públicos.

Me pregunta usted si sé cuál es la tendencia en otras ciudades en relación con la concesión o no concesión, sino el control de algunos servicios públicos. No lo sé en términos precisos. Creo que dependen mucho de la estructura de cada Estado, de cada país. Países con un régimen gubernamental fuerte, países con un régimen gubernamental socialista plenamente, mantiene todos los servicios y los otorga sin necesidad de concesionarlos.

En países de régimen capitalista, se entregan concesiones de muchos servicios, incluidos los del agua potable, el del drenaje, e incluidos en algunos casos, los servicios de seguridad pública. En nuestro caso, yo creo que debemos procurar no concesionar aquellos servicios que son indispensables para la vida humana y que son básicos para la familia y que en la medida en que éstos sean necesarios, se concesionen con el debido cuidado aquéllos que puedan garantizar una mayor atención, un más directo cuidado en su funcionamiento, obviamente llevado por otro tipo de intereses, no por los intereses sociales, que pudiera realizar en forma macro, el Estado.

Pienso que es muy importante que tratemos de hacer como lo menciona usted, haya una congruencia en estas cosas a través de la participación de la ciudadanía, y he reiterado mucho esto, y perdón por remarcarlo, pero siento que es vital que logremos cada vez más, el aporte, la participación del ciudadano, del habitante de la ciudad de México, aunque no sea ciudadano, y que si lo logramos, esto habrá de ponernos en el camino de resolver algunos de los múltiples problemas que hoy padece nuestra ciudad.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Abraham Martínez Rivero, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Abraham Martínez Rivero: Señor profesor Carlos Hank González, Jefe del Departamento del Distrito Federal:

A los diputados obreros del Distrito Federal, se nos antoja hacer una reflexión sobre el capítulo de concesiones, porque para nosotros representa una preocupación que esperamos sea del interés general.

En la Iniciativa de Ley en su capítulo III, se habla del régimen de concesiones para la prestación de servicios públicos.

Ante la posibilidad de concesionar a un particular, la prestación de un servicio si éste se

ha venido dando por el gobierno de la ciudad y ejecutado por los miembros del Sindicato de Trabajadores del Departamento del Distrito Federal, que es un sindicato de reconocido prestigio sindical y revolucionario, sus trabajadores, ¿en qué situación quedarían?

Señor profesor: en caso de que eso se hiciera, ¿cómo se ha pensado protegerlos en sus derechos, tomando en cuenta el grave conflicto que puede crearse con el Sindicato del Departamento del Distrito Federal?

Por su contestación, muchas gracias.

El C. profesor Carlos Hank González: Gracias , señor diputado.

Desde luego, señor diputado, si alguna vez fuera concesionado algún servicio de los que está prestando el Departamento del Distrito Federal, lo primero que tendría que hacerse, no lo pensamos hacer nosotros, pero pienso que si eso se presentara, lo primero que tendríamos que hacer sería cuidar el interés del trabajador, lo cual deberá de hacerse si el caso se presenta, buscando, de acuerdo con el sindicato, la mejor solución, ya sea para que el concesionario se constituya en patrón substituto y haga que los trabajadores conserven todos sus derechos, aun cuando pasen del Apartado "B", al Apartado "A", ya sea ubicándolos en alguna otra ocupación, en alguna otra dependencia, si esto fuera posible, pero en todos los casos deberá buscarse y encontrarse la forma de que quede debidamente protegido el trabajador y que el hecho de concesionarse cualquier servicio no vaya en detrimento de éste. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al ciudadano diputado Tomás Nava de la Rosa, del Partido Acción Nacional.

El C. Tomás Nava de la Rosa: Es público y notorio que la Tesorería del Distrito Federal desde el inicio de su gobierno ha hecho víctima a los contribuyentes, particularmente a los causantes del impuesto predial, con intolerables atropellos en su economía y en sus personas al cobrarles o pretender cobrarles liquidaciones equivocadas, que la Tesorería del Distrito Federal formula de impuesto que en la mayoría de los casos ya había sido cubierto y que la Tesorería sorprendiendo la buena fe de los ciudadanos trata de cobrar dos veces.

Me dirá usted que los causantes tiene derecho a reclamar ese cobro indebido, que implica un enriquecimiento ilegítimo, pero también usted sabe la maraña burocrática que hay que agotar ante funcionarios y empleados para que se les haga justicia. Señor profesor, ¿qué ha hecho usted como Jefe del Departamento del Distrito Federal, para corregir las ya innumerables quejas de las personas más humildes de la capital para que cese ese peregrinar, ese calvario a que la somete la Tesorería y que ha llegado al abuso de los medios coactivos como son el embargo, intervenciones, etc., de cuentas ya pagadas y que pretenden cobrarse dos veces?

Voy a permitirme hacer otra pregunta, porque es de vital importancia, señor profesor. Al leer usted un extracto de jurisprudencia de la Suprema Corte en la respuesta que dio respecto del amparo contra el 15%, ¿se refiere esa ejecutoria a la recaída con motivo de una revisión interpuesta por usted contra el fallo que perdió el Departamento, o se trata solo de un fallo dictado en otros casos distintos al del 15%?

El C. Profesor Carlos Hank González: Sobre la primera parte de su pregunta señor diputado, tengo que expresarle una disculpa, a la ciudadanía del Distrito Federal, aclararle que no ha sido el propósito sorprender la buena fe del causante ni cobrarle dos veces la misma cuenta, sino explicar qué cosa ocurrió.

En la Tesorería que maneja cientos de miles de cuentas de causantes, esto se hace a través de un Centro de Cálculo, de un Centro de Cómputo, este Centro de Cómputo sufrió algunos problemas en cuanto a su personal y la Tesorería sufrió un acto de sabotaje del que informamos al público, la prensa publicó que en el cubo de un elevador encontramos más de 100 mil copias de recibos que habían sido pagados por el causante pero que la copia no se había procesado en la computadora, por lo tanto la computadora no registró que usted había pagado el impuesto que le correspondía y que consecuentemente la Tesorería no tenía derecho a volver a cobrársela, eso fue lo que encontramos; hay muchas otras que probablemente no estaban ahí y ¿qué ocurrió? Se hizo una investigación y se localizó a 9 empleados responsables de este acto, se les consignó ante las autoridades judiciales y están consignados y están sometidos a proceso. Lamentablemente esto hizo que la Tesorería no tuviera en orden estos registros y que consecuentemente incurriera en estas afectaciones al interés de nuestros conciudadanos contribuyentes; no ha sido mala fe, no ha sido deseo de molestar, no ha sido deseo de cobrar una cuenta más de una vez, sino ha sido un lamentable accidente que por desgracia cada vez es más peligroso, cada vez más el hombre depende de las máquinas para su organización y gobierno y cualquiera puede alterarla. Hay un libro que se llama Límite de Seguridad en donde se expresa la tragedia a que puede conducir al mundo, no a una ciudad o a un pueblo el dejar ya tantas cosas, tantos asuntos en manos metafóricamente de las máquinas.

Yo le expreso a través del honorable Cuerpo Legislativo una disculpa a la ciudad por esto que en efecto ocurrió y que estamos tratando de reparar de la manera más rápida.

En cuanto al asunto del 15%, esto ha sido una preocupación y se ha debatido mucho. Hace poco leí en la prensa una nota y consulté al Jurídico, porque algún señor Juez se sirvió conceder en primera instancia o no sé como se llama en términos jurídicos, el amparo a algún causante que lo solicitó y supongo que a eso se refería el señor diputado cuando hizo la pregunta concreta acerca del 15%. Le consulté al Jurídico en relación específicamente de este asunto. No sé decirle, señor diputado, si fue porque a la primera instancia de un amparo

concedido nosotros acudimos en demanda ante la Suprema Corte de Justicia, o si éste es simplemente un fallo genérico. Le ruego que disculpe la ignorancia y yo le haré enviar hoy mismo una nota escrita donde le conste esta pregunta específica con mucho gusto.

Hay una nota que quiero hacer y que le ruego al diputado Andrade me disculpe. Hizo tres preguntas y le contesté dos, me brinqué la de las Delegaciones porque primero cuando la estaba haciendo pensé que ya la había contestado, pero usted específicamente se refirió a si habrá o no el propósito de hacer algún cambio en los límites de las Delegaciones. No lo hay en este momento; no lo hay en la actual administración; pudiera presentarse a futuros. En realidad la razón de que no aparezcan los límites de las Delegaciones en el proyecto de Ley Orgánica obedece a esto: el Distrito Federal es una sola unidad, no está dividida en municipios. Esa sola unidad tiene como gobernante al Presidente de la República que nombra un delegado. Entonces, para la atención del gobierno de esa unidad, el Presidente de la República o su delegado, o a propuesta del Delegado que es el Jefe del Departamento, se consideró en principio conveniente dar tal división territorial a las Delegaciones. En efecto, pudiera ser necesaria una modificación de esa división territorial en el futuro. Hoy tenemos una Delegación, la Gustavo A. Madero, que tiene más de 2 millones 300 mil habitantes. Es posible que si esto continúa, indeseablemente, pero si esto continúa en el futuro tuviera que hacerse una redistribución y una redivisión de los límites delegacionales. Muchas gracias."

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Miguel Montes García, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Miguel Montes García: Ciudadano profesor Hank González:

Todos sabemos que en nuestro sistema de derecho legislado, la norma general, en estricto rigor la ley, se crea de dos maneras formales, a través de la tarea específica del Poder Legislativo y también a través de la facultad reglamentaria del Ejecutivo que materialmente lo transforma en legislador.

Por las características propias de los Poderes, distintas en cada caso, tiene mucho más conocimiento público en la actualidad, esto es un hecho, cualquier iniciativa de Ley que emite el legislativo y quizá tenga mucho más posibilidades de enriquecimiento a través de la cooperación, del criterio personal de cada diputado y de los criterios que recogen los diputados de sus representados y el Reglamento en realidad tiende a hacer operante esta ley general.

Estamos de acuerdo en lo que tan brillantemente expuso el diputado Andrade, que el proyecto de Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, obedece a una estricta técnica Legislativa y que es de acuerdo con la Ley de Administración Pública Federal; pero también usted estará de acuerdo con nosotros - y lo expresó de alguna manera el compañero Hugo Castro - , que el Distrito Federal no es una Secretaría de Estado, es un conglomerado social, con características muy distintas a una mera Secretaría y que quizá - y esta es mi primer pregunta - , valga la pena sacrificar la estricta técnica jurídica en función de una mayor tranquilidad social y de una mejor participación dentro de la formulación de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal.

¿No cree usted, profesor, que en el caso de la Ley Orgánica debería ampliarse su contenido, no a la mera enumeración de facultades del Departamento como órgano genérico, sino quizá también algunas facultades específicas de cada uno de los órganos concretos que lo constituyen, por esta circunstancia de orden general de la ley?

Segunda pregunta y en relación concreta con el problema que ha llamado tanto la atención de la Cámara y de los compañeros diputados: las concesiones.

A nadie escapa la importancia de este tema que planteó inicialmente Jorge Efrén Domínguez. La quiero vincular a mi exposición inicial. La importancia de los servicios públicos que debe prestar la autoridad, no valdría la pena, por su naturaleza, por la importancia del servicio, por la limpieza con que debe prestarse, que no solamente se extendiera la facultad al Departamento, sino que en la ley orgánica se establecieran las bases hasta las cuales debe atender esta posibilidad de concesión, señalando, por ejemplo, cuáles servicios pueden ser concesionados y no la facultad general de que todos puedan serlo, señalando también qué garantías mínimas en beneficio de lo que van a recibir los servicios debe prestar aquella persona a quien se concesione.

Quizá esto fuera muy importante tenerlo en la Ley Orgánica y quisiera saber su opinión al respecto.

Y, por último, y ésta más que una pregunta es una duda personal, quizá derivada de una deformación profesional. Estamos de acuerdo en la importancia de la participación ciudadana. Pensamos que la participación ciudadana debe ser no sólo en el ámbito del Distrito Federal, sino en todo el país y por eso vemos con tanta simpatía los esfuerzos del voluntariado nacional, pero vemos que en el proyecto de Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal en el artículo 44, que dice: "Los órganos de colaboración ciudadana del Departamento del Distrito Federal son: Comités de Manzana, Asociaciones de Residentes, Juntas de Vecinos y Consejo Consultivo del Distrito Federal". Usted nos hizo favor de explicarnos cómo pensaban integrarse estos órganos a través de los reglamentos. La circunstancia de elevarlos a órganos del Departamento, no de alguna manera limitaría la participación, puesto que al ser órganos quizá entraran dentro la clasificación que previene el artículo 5o. constitucional, merecieran forzosamente el pago de un sueldo, de un estipendio por este servicio.

Quiero recordar que el artículo 5o. Constitucional establece que nadie puede ser obligado a prestar un trabajo personal, si no es mediante una retribución.

Que buscaremos juntos, por lo que agradecemos el ofrecimiento de usted de reunión del Departamento Técnico Jurídico del propio Departamento por las Comisiones Dictaminadoras, buscaremos la manera de superar este aparente escollo legal que luego en discusiones algún cazapalomas nos haría notar.

Muchas gracias.

El C. profesor Carlos Hank González: Desde luego que si la mayor amplitud de la Ley Orgánica pudiera servir en algo para la tranquilidad de la ciudadanía, me parecería excelente; lo que me temo es que pudiera resultar al contrario, que una Ley Orgánica muy amplia pudiera no ser consultada, no leída, por el ciudadano común y corriente, por el habitante común del Distrito Federal, que es quien nos preocupa, porque el estudioso, el abogado, el jurista, puede consultar la Ley Orgánica y todas las leyes y reglamentos existentes.

La Ley Orgánica en términos generales, decía a ustedes hace un rato, si la equiparáramos de algún modo con la Constitución General de la República, trata de resumir en la forma más clara y breve posible, las normas generales, el marco general que contenga, toda la posibilidad de legislación y de reglamentación de la vida de la Ciudad de México, del Distrito Federal.

Por otra parte, en cuanto a las concesiones, como podrán ver, en el Proyecto de Ley Orgánica, que en este ejemplar que yo tengo, consta de 40 páginas destinadas a la ley, hay cinco, cinco que se conceden al régimen de concesiones, precisamente porque se quiso tratar de dejar muy, muy claro este asunto. Muy rápidamente comentados, el capítulo dice en el artículo 22: que la prestación de los servicios públicos en el Distrito Federal, corresponde al Departamento; que la puede encomendar si es conveniente, mediante concesión; que para los efectos de esa ley, se entiende por servicio público, la actividad organizada que se realice conforme a las leyes o reglamentos vigentes en el Distrito Federal, con el fin de satisfacer en forma continua, uniforme, regular y permanente, necesidades de carácter colectivo.

La prestación de estos servicios, pues es de interés público. Es decir, creo que se está apuntando lo que sugiere el señor diputado. La declaración oficial de que determinada actividad constituye un servicio público, implica que la prestación de dicho servicio, es de utilidad pública, ya se está calificando.

El Ejecutivo Federal podrá decretar la expropiación, limitación de dominio, servidumbre u ocupación temporal de los bienes que se requieran para la prestación de ese servicio. Se está tomando la providencia de cuidar, que eso, en cualquier momento, sea propiedad y manejado por el Estado.

Cuando el Departamento del Distrito Federal decida que un servicio público puede ser prestado en colaboración con particulares, que pudiera producirse una asociación, tendrá a su cargo la organización y la dirección, conforme a las disposiciones que previamente se dicten. Es decir, no puede ser minoritario.

A fin de que una empresa particular pueda prestar un servicio público, será necesario que además de darse los presupuestos que prescriben los artículos anteriores, sea otorgada una concesión en la que se contengan las normas básicas que establece el artículo 27, aquí vienen las normas básicas, así como las estipulaciones contractuales que procedan en cada caso.

Después, dice: "El Departamento está facultado en relación con las concesiones para vigilarlas y modificarlas en la forma conveniente, reglamentar su funcionamiento, fijar y modificar las tarifas correspondientes, y vigilar su cumplimiento.

"Ocupar temporalmente el servicio público e intervenir en su administración en los casos en los que el concesionario no lo preste eficazmente, o se niegue a seguir prestándolo. utilizar la fuerza pública en los casos en que el concesionario oponga resistencia a la medida de interés público a que se refiere la fracción anterior. Controlar el pago oportuno de las obligaciones económicas a cargo del concesionario y a favor del Departamento conforme a las cláusulas de la concesión. Supervisar las obras que deba realizar el concesionario, establecer las normas de coordinación con otros servicios públicos similares, dictar las medidas necesarias tendientes a proteger el interés público."

Después dice: "Las concesiones para la prestación de servicios públicos, se sujetarán a las siguientes normas: Primera. Las concesiones serán por tiempo determinado. El plazo de la vigencia será fijado en forma tal que durante ese lapso el concesionario amortice las inversiones que deba hacer en razón directa del servicio. Al concluir el plazo estipulado en la concesión, los bienes utilizados en la prestación del servicio, pasarán a propiedad del Departamento, sin necesidad de ningún pago. En el caso de que el Departamento hubiere proporcionado el uso de bienes del dominio público o privado, al concluir el plazo de la concesión volverán de inmediato a la posesión del Departamento; cualquier resistencia en el cumplimiento de esta disposición, motivará el empleo de los medios de apremio que procedan".

"El costo de la prestación del servicio público, será por cuenta del concesionario".

Siguen así dos, tres páginas más, hablando de las normas a que éstos deben sujetarse y, finalmente, habla de la caducidad de las concesiones en un artículo más: Prohibe que se hipoteque aquello aunque sea propiedad del concesionario, enajene de cualquier manera, se grave la concesión o alguno de los derechos establecidos.

Y todo esto, además, establece la propia Ley que habrá de sujetarse en todo a las prescripciones específicas que en la materia establece la Ley de Bienes Nacionales, es decir creo que está bien cuidado el interés público, que es el que fundamentalmente debe interesarnos.

Respecto de los órganos del Departamento que se establecen y la posibilidad de que éstos pudieran representar el derecho de sus integrantes a alguna percepción, a algún sueldo, por parte del Departamento, éstos serán realmente puestos honoríficos, pero en el reglamento correspondiente se establece con toda claridad que nunca tendrán sueldo los integrantes de los órganos de colaboración.

Y se les llamó así órganos de colaboración porque se pensó que en realidad son órganos ciudadanos integrados que pueden colaborar con el Departamento en la atención del gobierno de la ciudad de México y del Distrito Federal.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Arturo Martínez Legorreta del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Arturo Martínez Legorreta: Maestro, la atingencia y profundidad con que mis compañeros diputados han hecho sus preguntas y más aún la forma tan brillante en que han sido contestadas, no ha dejado mucho en esta iniciativa fuera de ellas.

Sin embargo, y a riesgo de ser reiterativo quisiera insistir en lo siguiente:

Entendemos que la administración pública es el instrumento de que dispone el gobierno para el logro de sus finalidades, como tal ha sido preocupación del mismo a través de la aplicación de las reformas política y administrativa el mejorar los sistemas y procedimientos y desde luego también el marco legal en que se apoya. Entendemos también que la reforma administrativa tiende a mejorar los medios para alcanzar sus fines.

¿En qué medida esta nueva Ley Orgánica colocaría al Departamento del Distrito Federal en posibilidad de hacer una administración pública que mejore dichos objetivos y fines en beneficio de los ciudadanos del Distrito Federal?

Muchas gracias, maestro.

El C. profesor Carlos Hank González: Yo creo que en una buena medida, en gran medida, esta Iniciativa de Ley Orgánica podrá contribuir a que el Departamento del Distrito Federal organice mejor y agilice más la prestación de los servicios que tiene obligación de entregar a la ciudad, porque el criterio general a ese respecto es éste: el Departamento del Distrito Federal piensa que de la Ley Orgánica del propio Departamento deben derivarse todos los reglamentos; que debe actualizarse su Ley Orgánica convirtiéndola simplemente en el marco normativo que encuadre las facultades y responsabilidades principales de esta agencia del Gobierno Federal para gobernar la ciudad de México y el Distrito Federal; que de este marco normativo se desprendan los reglamentos; primero el Reglamento Interior que desarrolle integralmente la Ley orgánica y precise con detalle cada uno de sus artículos, capítulos y que defina en el propio Reglamento Interior cuál es y debe ser el organigrama específico del Departamento, cuál debe ser la fisiología de este organograma, cómo deben funcionar y precisar con exactitud cuáles son las funciones encomendadas, no digo sólo a cada secretaría, a cada dependencia, Oficialía Mayor, Contraloría, a cada Dirección, sino procurar llegar a detallar cuáles son atribuciones y responsabilidades de cada oficina para que a su vez, de ese Reglamento Interior derivar los reglamentos ya estrictamente administrativos que permitan señalar funciones a cada uno de los puestos existentes dentro del Gobierno del Distrito Federal por una parte; por la otra, hacer derivar de la propia Ley Orgánica los 96 reglamentos que existen ahora en la ciudad, actualizarlos y hacerlos acordes, coordinados debidamente de modo que esto represente una armonía legislativa y no una dispersión que es un poco lo que hoy padecemos en el Distrito Federal, todavía tenemos algunos reglamentos de la época prerrevolucionaria, si nos pusiéramos a revisarlos todavía están en vigor reglamentos de 1907, hay reglamentos de 1920 y 30 es imposible que exista armonía y coordinación entre los reglamentos de una ciudad de 300,000 habitantes y los que hoy deben regir la vida de una ciudad de 9 ó 10 millones de habitantes.

En concreta respuesta, señor diputado, espero que en gran medida la ley orgánica y los reglamentos de ella derivados, permitan agilizar la función del Departamento del Distrito Federal, para que aligere y no cargue más el pesado fardo que la ciudad lleva sobre sí. (Aplausos.)

El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al ciudadano diputado Enrique Alvarez del Castillo. del Partido Revolucionario Institucional.

El C. Enrique Alvarez del Castillo: Señor profesor.

Por tradición, celosamente guardada desde 1824, constitucionalmente correcta, hemos nosotros mantenido un proceso de corte clásico, por virtud del que, las leyes orgánicas del Departamento del Distrito Federal, han mantenido - y esta no es la excepción - , la ajénida de la política con respecto a la administración de la justicia, considerando que es materia de matiz político exclusivamente gobierno y legislación.

Sin embargo, los cambios, las transformaciones de nuestra realidad social tan profunda, pero el simple crecimiento de la ciudad de México, nos han ido demostrando cada vez más y esto se agudiza en las épocas de crisis, que la política está en todo. Está en el alcantarillado de una calle, en el establecimiento de una fábrica, en la construcción de una escuela y consecuentemente, si todo eso son fenómenos e inquietudes de carácter político

de nuestra población, es misión de la política y de los políticos observar una tendencia a convertir en acciones y normas jurídicas esas inquietudes.

Nuestras democracias, la democracia mexicana muy particularmente, tienen los caminos abiertos para realizar esta misión de la política: el fenómeno de la representación. La representación en cuanto a mandato de gobierno hacia el Ejecutivo; la representación popular, que es a cargo del poder legislativo. De ahí que entonces canalizar toda esa inquietud y esa participación política de los habitantes de una gran ciudad, nos lleva a un problema viejo, pero renovado constantemente por esos cambios y esas transformaciones y que amerita ponerse en el tapete de la discusión, airearse por así decirlo, para el efecto de que nuevamente se discuta.

Sabemos perfectamente, como diputados, que formalmente existe todo un proceso legislativo para reformar nuestra Constitución, pero ojalá y todo fuera el uso de este proceso, la situación es más de fondo, aqueja a nuestra vida institucional misma, a nuestra manera de ser republicana, hay disensiones teóricas, prácticas, de todo género y nos lleva por consecuencia a tener que plantearlo a usted en esta ocasión.

¿Qué no subyace en las preguntas de mis compañeros, en las respuestas de usted, en la iniciativa misma de Ley, una cuestión que daría y convalidaría a la ley y a los reglamentos de forma permanente y es la integración de sus autoridades, de su legislación, de sus reglamentaciones? ¿Por qué, señor profesor - y es la única pregunta - no se elige al Jefe del Departamento del Distrito Federal por los habitantes de la ciudad de México?

El C. profesor Carlos Hank González: Muchas gracias señor diputado. Usted ha hecho una exposición brillante como siempre suele hacerlas, acerca de la trascendencia que tiene en la vida de nuestro país la vida de la ciudad y cómo hay inquietud porque cada vez más deba participar este enorme conglomerado en el gobierno de su ciudad, en el gobierno de sí mismo y la pregunta que subyace y que además se ha hecho pública en los medios de comunicación desde hace algunos meses por lo menos, es ¿por qué no se elige al gobernante de la ciudad?

Yo pienso señores diputados que esto obedece fundamentalmente a una razón o a varias razones, el Constituyente del 24, al establecer un Distrito Federal, entrega el gobierno de ese territorio al Jefe de la Nación, a efecto de que no haya dos autoridades ejecutivas electas en el mismo territorio en donde van a residir los poderes de la nación, y autoriza al Jefe de la Nación para que delegue en un empleado suyo, en un funcionario, delegue su representación para ejercer el gobierno y prestar los servicios a la ciudad.

Indiscutiblemente que éste no es un problema administrativo, sino estrictamente político y por eso creo que generalmente el Jefe del Departamento es un político y no un gerente, no un administrador, no una gente técnica en administración, sino un político y yo que presumo de serlo, profesionalmente y de toda mi vida por vocación, porque amo a la política, me apasiona y la practico, por eso; porque creo que es la más alta de todas las actividades humanas, la de tratar de servir, de conducir, de dirigir, de ser elemento que coadyuve al desarrollo de un grupo, de un pueblo, de un Estado, de una nación, creo que en efecto por eso me hizo favor el señor Presidente de la República de hacerme su delegado en el Distrito Federal.

El político ha de ser el que tenga la capacidad necesaria para entender que los problemas de la vida de un pueblo se fundamentan muy importantemente en la economía; que tienen una grandísima importancia en cuanto a satisfacción de necesidades y servicios, pero que esto, con ser mucho, no es todo, ni siquiera lo más importante, pues que lo más importa a un pueblo son los altos valores de los que hoy hemos platicado.

Por eso estoy de acuerdo en que éste es un problema político, no es un problema administrativo y porque es un problema político considero que el constituyente del 24 no quiso que hubiera dos autoridades electas ejecutivas en un mismo territorio para salvaguardar la seguridad de los Poderes de la Unión, para hacer que mientras esto sea el territorio en donde se alojen los poderes de la nación, estén directamente bajo el gobierno del Presidente de la República.

Encuentro otra cosa que pudiera parecer romántica, algunas veces me acusado de eso, lo cual me da mucho gusto y es ésta:

Yo siento que la ciudad de México no es sólo la ciudad de los habitantes de la ciudad de México, que no es sólo la ciudad de los aquí nacidos o de los aquí avecindados; la ciudad de México, la capital de la República, está muy por encima de eso.

Cuando conversaba con algunos de ustedes, señores diputados, hace unos días, que cuando el sonorense va a Guadalajara, llega a la capital de los tapatíos y cuando los jaliscienses van a Mérida, llegan a la capital de los yucatecos, pero cuando el sonorense, el veracruzano, el guerrerense. el michoacano y hasta el tianguistecano llegan a la ciudad de México, venimos a nuestra ciudad, a nuestra casa, a esto que aquí se ha debatido, de lo que se ha dicho en esta tribuna, porque ésta no es la ciudad de los habitantes de la ciudad de México; porque esta es la ciudad de los mexicanos; porque esta es la capital de todos nosotros; porque todos los provincianos llegamos a vivir, a estar o pasar por nuestra ciudad de México y porque, como provinciano que soy, yo considero que la ciudad de México debe de estar gobernada por una persona a la que escojamos todos los mexicanos, los guerrerenses, los veracruzanos, los coahuilenses y los mexicanos de toda la República, porque esta que es la capital de capitales, esto que además de ser,

como aquí se ha mencionado, la ciudad más grande del país, a la mejor, como dice la ONU, la ciudad más grande del mundo, es algo mucho más valioso que eso, a mi juicio, este es el único punto del globo terrestre en donde un día chocaron dos culturas, dos civilizaciones, dos razas, dos filosofías, dos religiones; donde surgió de ese choque, de ese caldero enorme que aquí se formó, una nueva raza, un nuevo pueblo, un nuevo pueblo que ha superado con mucho, los problemas a que se están enfrentando y se van a enfrentar las grandes naciones del mundo.

Para los Estados Unidos de Norteamérica, el problema racial es muy serio y lo va siendo cada vez más, para el pueblo japonés, tan industrializado y tan desarrollado.

Es un problema serio este problema racial.

Para muchos otros pueblos del mundo importantes en la historia universal, el problema es grave. Nosotros lo superamos hace varios siglos, aquí habemos güeritos y prietitos y todos somos mexicanos, aquí, en un crisol surgido de un choque de pueblos, se formó un nuevo pueblo; aquí surgió para América la primera imprenta y la primera universidad y el primer hospital y la primera Casa de Moneda y la primera catedral, aquí surgió lo primero de América, no de América Latina, aquí surgió lo primero de América toda.

Por eso creo, que cuando el constituyente decidió que el gobierno del Distrito Federal lo ejerza la persona electa por todos los mexicanos, lo hizo pensando en esta nuestra ciudad de México, tan sufrida, tan vilipendiada, tan acongojada, tan llena de problemas, de angustias y de preocupaciones.

Esta gran ciudad, que yo creo que podremos resolver en su mayor parte, con la comparencia constante del pensamiento de los mexicanos, de aquí y de todos los puntos cardinales de la nación; que yo creo que podremos regresarles su nobleza, su dignidad, su grandeza y su belleza, con el trabajo de todos; que yo pienso con certidumbre, que tenemos que salvar de esta incuria y de esta ignominia en la que la hemos sumido, con nuestro esfuerzo, porque de otro modo siento que estaríamos siendo indignos de ser herederos de los que hicieron ayer la Ciudad de los Palacios y anteayer, Tenochtitlán, no seríamos dignos herederos de ellos, si no nos propusiéramos y no fuéramos capaces de conseguir el reengrandecimiento, la revitalización, de nuestra ciudad capital.

Yo pienso, señor diputado, que por eso el Gobierno de la Ciudad de México, debe ser electo por los mexicanos de toda la República Mexicana. (Aplausos.)

AGRADECIMIENTO

El C. Presidente: Esta Presidencia, a nombre de la honorable Cámara de Diputados, agradece al ciudadano profesor Carlos Hank González, Jefe del Departamento del Distrito Federal, su comparecencia ante esta Representación Popular en cumplimiento de los mandatos constitucionales.

Estamos ciertos de que su exposición y las respuestas dadas a las preguntas que se le formularon, serán de utilidad a todos los diputados miembros de esta "L" Legislatura.

Se ruega a la Comisión designada, acompañe al señor profesor Carlos Hank González cuando desee retirarse de este Recinto. (Aplausos.)

(La Comisión cumple su cometido.)

- La C. secretaria Guadalupe López Bretón: Señor Presidente: agotados los asuntos en cartera. Se va a dar lectura al Orden del Día de la próxima sesión.

ORDEN DEL DÍA

- La misma C. Secretaria:

"Tercer período ordinario de sesiones.

"L" Legislatura.

Orden del Día

10 de octubre de 1978.

Lectura del acta de la sesión anterior.

El Departamento del Distrito Federal invita al Acto Cívico, que para conmemorar el 486 aniversario del Descubrimiento de América, tendrá lugar el 12 de los corrientes.

Comunicaciones de los Congresos de los Estados de Guanajuato, Guerrero y Veracruz.

Oficios de la Secretaría de Gobernación

Por el que se solicita el permiso constitucional necesario para que el C. licenciado José López Portillo, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, pueda ausentarse del Territorio Nacional, el tiempo necesario para realizar visitas de Estado a la República Popular China y el Japón.

Tres por los que se solicita el permiso constitucional necesario para que los CC. Francisco Servín y García, Manuel Noé Pinto Aguilar y Horacio Carlos Amaya y Yanjo, puedan prestar servicios de carácter administrativo en la Embajada de los Estados Unidos de Norteamérica, en México.

Doce por los que se solicita el permiso constitucional necesario para que los CC. Armida Muñoz Portillo, Elizabeth Ortiz Esnayra de Anchondo, Ana Rosa Salazar Domínguez, Celia Delgado de Orozco; Rosa Emilia Risso, Lylian Lemus Carbajal, Ramón Cabrales Santiago, José Ramón Navarrete Riggen, María Teresa Paillaud Cano, Francisco Villaseñor Camarena, Narciso Rocha López y Beatriz Cejudo Bazatti, puedan prestar servicios de carácter administrativo en Consulados Generales de gobiernos extranjeros.

Solicitudes de particulares

Del C. Ángel Suárez Montes para que se le conceda el permiso constitucional necesario para aceptar y desempeñar el cargo de

Vicecónsul Honorario del Gobierno de España, en la ciudad de Mérida, Yucatán.

Del C. Raúl Anguiano para que se le conceda el permiso constitucional necesario para aceptar y usar la condecoración que le confirió el Gobierno de la República Italiana.

De la ciudadana Serafina Puppo de Díaz para que se le conceda el permiso constitucional necesario para prestar servicios en la Embajada de Italia, en México.

Dictamen a discusión

De las Comisiones Unidas de Estudios Legislativos y de Marina Nacional con proyecto de Decreto, que adiciona la Ley de Recompensas de la Armada de México."

- El C. Presidente (a las 15:35 horas): Se levanta la sesión y se cita para la próxima, que tendrá lugar el martes 10 de octubre, a las once horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE LOS DEBATES"