Legislatura LII - Año I - Período Ordinario - Fecha 19820908 - Número de Diario 20

(L52A1P1oN020F19820908.xml)Núm. Diario:20

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CAMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

"LII" LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos,

el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I México, D. F; miércoles 8 de septiembre de 1982 TOMO I. NUM. 20

SUMARIO

APERTURA

ORDEN DEL DÍA

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR.

SE APRUEBA

INVITACIÓN

A la sesión solemne del Congreso de Guerrero, que tendrá lugar con motivo del169 aniversario de la Instalación del Primer Congreso de Anáhuac, el día 13 del actual. Se designa Comisión.

COMUNICACIONES

De las legislaturas de los Estados de Chiapas y Nayarit participando el primero, la dirección de su Palacio Legislativo y el segundo, actos inherentes

a sus funciones legislativas. De enterado

ANÁLISIS DEL INFORME PRESIDENCIAL

POLÍTICA EXTERIOR

Hacen comentarios al Sexto Informe del C. Lic. José López Portillo, sobre Política Exterior, los CC. Ricardo A. Govela Autrey del PST; Jesús Luján Gutiérrez del PPS; David Lomelí Contreras del PDM; Arnaldo Córdova del PSUM; Jorge A. Ling Altamirano del PAN y Luis Dantón Rodríguez del PRI

ORDEN DEL DÍA

De la sesión próxima. Se levanta la sesión

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. HUMBERTO LUGO GIL

(Asistencia de 366 ciudadanos legisladores.)

APERTURA

- El C. Presidente (a las 10:30 hrs.): Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

- El C. secretario Oscar Cantón Zetina:

"Primer Período Ordinario de Sesiones

"LII" Legislatura.

Orden del día.

8 de septiembre de 1982.

Lectura del Acta de la Sesión anterior.

El Congreso del Estado de Guerrero, invita a la Sesión Pública y Solemne que

para conmemorar el 169 Aniversario de la Instalación del Primer Congreso de

Anáhuac, tendrá lugar el próximo 13 de septiembre.

Comunicaciones de los Congresos de los Estados de Chiapas y Nayarit.

Análisis del Sexto Informe Presidencial."

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

- El C. secretario Everardo Gámiz Fernández:

"Acta de la Sesión de la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Segunda Legislatura del H. Congreso de la Unión, efectuada el día siete de septiembre

de mil novecientos ochenta y dos.

Presidencia del C. Humberto Lugo Gil.

En la ciudad de México, a las diez horas y treinta minutos del martes siete de septiembre de mil novecientos ochenta y dos, con asistencia de trescientos sesenta y nueve ciudadanos diputados, la Presidencia declara abierta la sesión.

Lectura del Orden del Día y del acta de la sesión anterior verificada el día de ayer, misma que sin discusión se aprueba.

Se da cuenta con los documentos en cartera:

La Legislatura del Estado de Zacatecas, formula atenta invitación a la sesión solemne que tendrá lugar el día 8 de los corrientes, en la que el C. licenciado J. Guadalupe Cervantes Corona, Gobernador Constitucional de la Entidad, rendirá el Segundo Informe de su gestión administrativa.

Para asistir a dicha sesión con la representación de la H. Cámara de Diputados, la Presidencia designa en Comisión a los CC. diputados Genaro Borrego Estrada, Antonio Herrera Bocardo, Raúl López García, Roberto Castillo Aguilar, José Dolores López Domínguez, Jesús Ortiz Herrera y Ana María Maldonado Pinedo.

La H. Cámara de Senadores comunica que los CC. licenciado Jorge Moreno Collado y C. P. Miguel Tanjian Bernal, rindieron la Protesta de Ley como Oficial Mayor y Tesorero, respectivamente, de ese Cuerpo Legislativo, en virtud de las renuncias a dichos cargos, presentadas por los CC. licenciado Alberto Briceño Ruiz y Arturo Martínez Cáceres. De enterado.

En cumplimiento de los dispuesto por el Artículo 93 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, las Secretarías de Comunicaciones y Transportes y de Patrimonio y de Fomento Industrial, remiten el Informe de las labores desarrolladas durante el período comprendido del 1o. de septiembre de 1981 al 31 de agosto de 1982. Recibo y resérvense en el archivo para consulta de los ciudadanos diputados.

Oficio de la Secretaría de Gobernación relativo a la solicitud de permiso para que el C. David Rubín de la Borbolla, pueda aceptar y usar una condecoración que le confiere el Gobierno del Ecuador. Recibo y a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.

La propia Secretaría de Gobernación suscribe otro oficio por el que solicita el permiso constitucional necesario para que los CC. María Esther Gómez Cárdenas, Librado Contreras Rodríguez, Juan Francisco José Serna Penichet, María de los Angeles Aguirre Rubio y Rosalinda Manzur Badra, puedan prestar servicios como empleados en la Embajada de los Estados Unidos de América acreditada en México, y en los Consulados Generales de ese mismo país, en Ciudad Juárez, Chihuahua y en Monterrey, Nuevo León. Recibo y a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.

La Presidencia expresa a la Asamblea que, con fundamento en el Artículo 8o. párrafo tercero, de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, en la sesión de hoy se hará el análisis del Sexto Informe rendido por el C. licenciado José López Portillo, presidente de la República, en lo relativo a Política Económica.

Agrega que para tal efecto, se registraron ciudadanos diputados de los Partidos Políticos que integran esta Legislatura, a cuyos nombres da lectura.

Acto seguido, hacen uso de la palabra los CC. Raúl López García del Partido Socialista de los Trabajadores. Héctor Ramírez Cuéllar del Partido Popular Socialista. David Orozco Romo del Partido Demócrata Mexicano. Rolando Cordera Campos del Partido Socialista Unificado de México. Juan José Hinojosa del Partido Acción Nacional y Manuel Cavazos Lerma del Partido Revolucionario Institucional.

Agotados los asuntos en cartera se da lectura al Orden del Día de la sesión próxima.

A las quince horas y diez minutos se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar mañana, ocho de septiembre, a las diez horas."

Está a discusión el acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba... Aprobado, señor Presidente.

INVITACIÓN

- El C. secretario Oscar Cantón Zetina:

Chilpancingo, Gro., a 26 de agosto de 1982. - "Año del General Vicente Guerrero Saldaña."

C. Presidente de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- San Lázaro. - México, D.F.

El próximo día 13 de septiembre a las 20:00 horas. la Quincuagésima Legislatura del Estado celebrará sesión pública y solemne en el Templo Parroquial de Santa María de la Asunción en esta ciudad, para conmemorar el 169 aniversario de la Instalación del Primer Congreso de Anáhuac.

A nombre del H. Poder Legislativo de Guerrero nos permitimos invitar a esa H. Cámara para que tenga a bien designar al o a los diputados que la representen y asistan a tan solemne acto.

Aprovechamos esta oportunidad para reiterarle nuestra más atenta y distinguida consideración.

Sufragio efectivo. No reelección.

El Presidente de la H. Diputación Permanente. - Licenciado, José Rubén Robles

Catalán, - Secretario, Mateo Aguirre López. - Vocal. Félix Liera Ortiz."

El C. Presidente: Para asistir a este acto en representación de esta H. Cámara, se designan a los siguientes ciudadanos diputados:

Zótico García Pastrana, Rosa Martha Muñuzuri de Garibo, Juan López Martínez, Héctor Ramírez Cuéllar, Juan Millán Brito, Florentino Jaimes Hernández y Alberto Salgado Salgado.

COMUNICACIONES

- El C. secretario Oscar Cantón Zetina:

C. Presidente de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.- México, D.F.

Por acuerdo del H. Congreso del Estado, tenemos el agrado de comunicar a usted(es) la dirección del nuevo Palacio del Poder Legislativo, ubicado en la 1a. Avenida Sur Oriente y 1a. Oriente de esta capital.

Lo que hacemos de su conocimiento a efecto de que se sirva (n) tomar debida nota de nuestra nueva dirección.

Atentamente.

Sufragio Efectivo. No reelección.

Tuxtla Gutiérrez, Chis., a 17 de junio de 1982. - Secretario profesora, Luz Isabel C. de Ceballos. - Secretario, Ilse Sarmiento de Esquinca."

- Trámite: De enterado.

- El mismo C. Secretario.

Tepic, Nay., agosto 16 de 1982.

C. Presidente de la Gran Comisión de la Cámara de Diputados. - Congreso de la

Unión. - México, D.F.

La Vigésima Legislatura del honorable Congreso del Estado libre y soberano de Nayarit, tiene el honor de comunicar a usted, que en Sesión Extraordinaria celebrada en esta fecha, procedió a elegir a los ciudadanos diputados que integrarán la Mesa Directiva que funcionará durante el primer mes del Primer Periodo Ordinario de Sesiones correspondiente al Segundo Año de Ejercicio Constitucional, habiendo resultado electos:

Presidente, licenciado Javier Carrillo Casas; vicepresidente, Eduardo Saucedo Fuentes; primer secretario, Rutilio Nava Rojas; segundo secretario, licenciado José Augusto Araiza Nuñez; suplente, José Cruz Torres Pérez; suplente, Jesús Elías Rodríguez Bañuelos.

Atentamente.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Oficial Mayor. - XX Legislatura del Estado.- Licenciado, Juan Fernando Cayeros Avila."

- Trámite: De enterado.

ANÁLISIS DEL INFORME PRESIDENCIAL

POLÍTICA EXTERIOR

El C. Presidente: Con fundamento en el artículo 8o. párrafo tercero de la Ley Orgánica del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, la sesión de hoy estará destinada al análisis del VI Informe rendido por el C. licenciado José López Portillo, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, en lo referente a Política Exterior.

Se han registrado para tal efecto los siguientes CC. diputados: Ricardo Antonio Govela, Jesús Luján Gutiérrez, David Lomelí Contreras, Arnaldo Córdova, Jorge Alberto Ling Altamirano y Luis Dantón Rodríguez.

Tiene la palabra el C. diputado Ricardo Antonio Gobela.

El C. Ricardo Antonio Gobela Autrey: Señor Presidente, compañeros diputados:

El día 6 de enero de 1927 llegaron a las costas de Nicaragua 16 barcos de guerra norteamericanos y el día 7 desembarcaron 215 oficiales, 3,900 soldados y 865 marinos.

El señor Presidente de los Estados Unidos, Kulich, declaró: " La administración de este país lamenta las constantes revoluciones en Centroamérica, habiendo hecho siempre los mayores esfuerzos por prevenirlas y evitarlas. Ellas retardan el progreso y mantienen a los nativos en penosa indigencia. Los gobiernos centroamericanos se comprometieron a no permitir conspiraciones contra Chamorro en sus respectivos territorios y a evitar, por consiguiente, que llegasen armas a los revolucionarios. México, en cambio, no quiso aceptar nuestras recomendaciones porque el régimen de Calles ha desafiado y continúa desafiando a la Unión ocasión tras ocasión; pretende confiscar millones de dólares de propiedades norteamericanas con una ley retroactiva, pero usaré de todas las fuerzas y recursos del gobierno para proteger a nuestros ciudadanos en cualquier parte del globo".

El nicaragüense Augusto César Sandino abandonó su trabajo de mecánico en la Huasteca Petroleum Co., de Tampico, y regresó a su patria a luchar contra la intervención norteamericana, y ahí, en las montañas de Nicaragua con un pequeño grupo de hombres decía: Pasé tres días en el Cerro del Común, abatido, triste, sin saber qué actitud tomar, si entregar las armas o defender el país que reclamaba conmiseración a sus hijos. Ahí, solo, reflexioné mucho, sentí que una voz extraña me decía: vendepatrias. Rompí la cadena de reflexiones y me decidí a luchar comprendiendo que las balas serían las únicas que deberían defender la soberanía de Nicaragua, pues no había razón para que los Estados Unidos intervinieran en nuestros asuntos de familia.

Sandino fue asesinado el 21 de febrero de 1934, por órdenes del primero de la dinastía traidora de los Somoza, pero el pueblo de Nicaragua siguió la lucha y ahora, el 19 de julio de 1979, derrota a la dictadura Somocista y toma el poder dirigido por el Frente Sandinista de Liberación Nacional para emprender la construcción de una nueva Nicaragua.

El Presidente López Portillo en su Informe, hace nuevamente un reconocimiento

a la lucha del pueblo de Nicaragua y refrenda el apoyo del gobierno y del pueblo mexicano, diciendo: En las buenas, pero también en las malas, hemos permanecido al lado de nuestros hermanos nicaragüenses. Su gobierno, apoyado por su pueblo, le ha cumplido. Nosotros lo hemos hecho con ellos, apoyándolos hasta donde hemos podido y cumpliendo así con nosotros mismos.

Nicaragua debe resolver por sí sus problemas, no la agobien con presiones económicas ni la amenacen con artificiales intervenciones armadas, déjenla en paz. Dijo en su Informe el Presidente López Portillo.

Pero la historia de Nicaragua es la historia de todos los pueblos de Centroamérica y el Caribe, pueblos explotados y saqueados por las empresas norteamericanas, se les llegó a llamar incluso las repúblicas bananeras controladas por la Compañía United Fruit de los Estados Unidos; sometidos con constantes intervenciones armadas de los Estados Unidos y gobernados por gobiernos impuestos y títeres de los intereses extranjeros.

En las últimas décadas, los pueblos de Centroamérica y El Caribe, han retomado con más fuerza la lucha por su liberación nacional.

El triunfo de la Revolución Cubana y el triunfo de la Revolución Nicaragüense son un primer paso, y en esta lucha el gobierno y el pueblo de México se han puesto del lado de la defensa de la soberanía de las naciones.

El Presidente informó: Junto con el gobierno de Francia tratamos de impulsar una solución negociada en el caso de El Salvador, que ponga término a la sangría. Hoy, cuando es ya evidente que ninguna otra solución ha resultado visible, nuestro planteamiento cobra aún mayor realismo y pasa a ser un llamado de alerta.

Con relación a Cuba desarrollamos la política digna fijada por México desde hace 20 años. Rechazamos el aislamiento y reforzamos los lazos que históricamente nos unen con este heroico pueblo.

De esta manera el acuerdo petrolero con Venezuela, la ayuda económica de 700 millones de dólares para el área, el apoyo al gobierno sandinista de Nicaragua, la oposición al aislamiento de Cuba, el reconocimiento al derecho de beligerancia para las fuerzas revolucionarias de El Salvador, son medidas que favorecen indiscutiblemente la justa lucha de los pueblos de la región y se han convertido en un freno a la política agresiva del Presidente norteamericano Ronald Reagan, que por todos los medios busca el pretexto para una intervención directa y poder seguir dominando a nuestras naciones hermanas.

Muchas críticas se han escuchado a la política exterior del gobierno del Presidente López Portillo, y algunos dicen: ¿Qué tiene que andar haciendo México en Centroamérica, oponiéndose a la política de una potencia que es nuestro vecino, tan poderoso como los Estados Unidos? Y dicen: El Presidente López Portillo está poniendo en peligro a nuestra nación por esta política centroamericana.

Y otros opinan: ¿Cómo es posible que si México pasa por una situación económica difícil, el gobierno de López Portillo canalice 700 millones de dólares en ayuda a los países centroamericanos.

Y otros afirman: La política exterior del Presidente López Portillo es una política de farol de la calle y obscuridad de la casa. Se busca con esto distraer la atención de los problemas internos, y es una política de mentira.

Pero la política de apoyo a las luchas de liberación de los pueblos centroamericanos y del Caribe, no es de ninguna manera la política de un solo hombre, es la expresión de nuestra razón misma de ser mexicanos, de la esencia misma de nuestra nacionalidad. Porque en México, desde sus inicios, ha conquistado y forjado su nacionalidad en una lucha cruenta y permanente contra la dominación de los imperios.

Apoyar la intervención extranjera en Centroamérica; apoyar los gobiernos títeres en América Latina, sería negarnos a nosotros mismos y sería abrir los cauces a nuestra propia desaparición como Nación.

La solidaridad y el apoyo a las causas más nobles de los pueblos tienen hondas raíces en la historia del pueblo mexicano. Al encarnar las aspiraciones de la nueva Nación, Morelos afirmó la tesis de la soberanía popular como fuente de toda autoridad y marcó con claridad que la independencia americana respecto a España, era la condición de la historia, que se abría para los mexicanos vinculando en todo momento la lucha por la Independencia, con las reivindicaciones sociales y económicas de los menos favorecidos.

La Constitución de Apatzingán dejó sentado que ninguna Nación tiene derecho para impedir a otra el uso libre de su soberanía. El título de conquista no puede legitimar los actos de la fuerza, el pueblo que lo intente debe ser obligado por las armas a respetar el derecho convencional de las naciones.

Más adelante, Juárez rescata el principio indiscutible de la soberanía popular y nacional,

apuntando enérgicamente que la patria no es motivo de negociación y que los pueblos tienen el legítimo derecho de autodeterminarse. Al tratar de definir a nuestra América, una y mestiza, heroica y bastante, Martí la llamó solamente la América en que nació Juárez. Martí vió en Juárez el símbolo de la defensa de la integridad nacional y lo llamó "el guardián impenetrable de la América."

Desde sus inicios México lucha permanentemente en contra de la intervención extranjera.

En 1825 llega el primer embajador norteamericano a México, Poincés, e inicia las intrigas para que México acepte la rectificación de sus fronteras proponiendo pagar medio millón de dólares por establecer la frontera por el Río Colorado y un millón de dólares por el Río Grande. Poincés fue expulsado por el gobierno mexicano, pero más tarde, en los años de 1846 a 1848 los Estados Unidos de Norteamérica arrebataban a México más de dos millones kilómetros cuadrados de su territorio. Y en esta intervención, en el Colegio Militar un joven, prefiere abrazarse a la bandera y morir antes de ver traicionada a la patria y se convierte en el símbolo del Colegio Militar. Tal vez por esto todos los intentos de intriga hacia un golpe se han topado con una generación de militares para quienes su símbolo es la muerte en defensa, de los intereses de la nación.

Martí no se equivocaba al hablar de México y de Juárez, esta patria mexicana que lo recibió y lo acogió, recibió más tarde también a Fidel Castro, viendo salir del puerto de Veracruz al Gramma, que llevaba un núcleo de jóvenes que dirigiría la revolución en nuestra hermana República cubana. El apoyo dado a la revolución cubana y el reconocimiento a Cuba socialista, ha sido reafirmado por el Presidente López Portillo y por el pueblo de México y en 1927 mientras el Gobierno Norteamericano se disponía a enviar marineros a México para defender sus propiedades petroleras, invadía al mismo

tiempo a nuestra hermana República de Nicaragua con el fin de determinar su política interna. La diplomacia mexicana levantó la bandera de la autodeterminación y la independencia y respaldó a Augusto César Sandino. Ahora, el gobierno encabezado por López Portillo jugó un papel central al contribuir al respeto pleno del derecho de autodeterminación del pueblo de Nicaragua. Nuevamente se evidenció que el gobierno mexicano ha enfrentado la estrategia imperialista de la división y la intriga con una política propia, que es creación y otra de todo el pueblo mexicano en sus largos años de lucha y combates patrióticos. Pero la lucha por la emancipación nacional de nuestra patria no ha terminado y así de la misma manera que Morelos reivindicó para el pueblo la soberanía política, Cárdenas reivindicó para la nación la soberanía de sus recursos naturales. Mientras la Constitución de Apatzingán estableció las bases políticas y jurídicas del estado mexicano, la expropiación petrolera sentó las bases del desarrollo autónomo del país.

Y en esta línea, de la defensa de la soberanía nacional, se marca la nacionalización de la banca decretada por el Presidente López Portillo y se expresa en su política exterior, en la proposición del Plan Mundial de Energéticos en las Naciones Unidas, que busca a nivel mundial establecer el respeto de las naciones para el manejo de sus recursos naturales.

Y hoy la lucha por la emancipación nacional de México y la lucha por la emancipación nacional de los pueblos de Centroamérica, el Caribe y Latinoamérica, enfrentan una nueva etapa de agudización en su lucha por liberarse de la dominación del imperialismo norteamericano.

¿Y quién puede decir, actualmente, que el imperialismo norteamericano no es el enemigo principal de los pueblos de América Latina y del mundo? Baste mencionar simplemente algunos datos del comportamiento de los Estados Unidos de Norteamérica en los últimos años. En 1929 las reservas de oro de Haití son íntegramente robadas por la escuadra yanqui de ocupación; en 1920 desembarco norteamericano en Guatemala para apoderarse de la empresa eléctrica; en 1926 nueva intervención norteamericana en Nicaragua hasta 1932 para restablecer la paz que se había alterado con la partida de las tropas yanquis en 1925, 1931 intervención yanqui en Guatemala para poner a Jorge Ubico, candidato de la United Fruit Company, que gobernaría dictatorialmente hasta el año de 1944; 1932 el crucero de guerra Rochester cargado de marinos vigila las costas de El Salvador, listo a prestar ayuda adicional al dictador Maximiliano Hernández Martínez, que en esos momentos asesinaba a 10 mil campesinos salvadoreños acusados de comunistas por haber protestado simplemente de sus infernales condiciones de vida y de trabajo. Es asesinado el líder popular Augusto Farabundo Martí, uno de los precursores de la lucha emancipadora de El Salvador.

1932, estalla entre Bolivia y Paraguay la sangrienta Guerra del Checo, que se extiende hasta la firma del Tratado de Paz de 1936, comentada por intereses monopolistas yanquis del petróleo y sus apoderados en la Casa Blanca.

1933, los intereses del monopolio yanqui, United Fruit Company, llevan a la Presidencia de la República de Honduras a Tiburcio Carias, uno de los más desalmados dictadores del Continente Latinoamericano, integrante de la tristemente famosa Trilogía de las Tres Ensangrentadas del Caribe; Tiburcio Carias, Rafael Trujillo y Tacho Zomosa.

1934, César Augusto Sandino era el popular guerrillero de la resistencia de Nicaragua contra la intervención yanqui en el país, cae asesinado en la ciudad de Managua, 21 de febrero, por instrucciones directas del gobierno de Washington, ejecutadas por el Embajador de los Estados Unidos de Nicaragua, Arturo Blis Lain, con un grupo de traidores nicaragüenses.

1937, Anastacio, Tacho Somoza, protegido y a hechura de los invasores yanquis, asalta la Presidencia de Nicaragua.

El Presidente de los Estados Unidos, Roosevelt, declaró acerca de Tacho Somoza: Es un hijo de puta, pero es nuestro.

1938, el Presidente Lázaro Cárdenas nacionaliza el petróleo y expropia las empresas petroleras extranjeras, principalmente de Estados Unidos, que declara el bloqueo económico y político a México y al gobierno cardenista.

Y si tomamos en cuenta la actual dominación norteamericana a través de los créditos, también necesitamos algunos sencillos datos para entenderlo: La deuda de América Latina con Estados Unidos, en 1970, era de 20 mil 768 millones de dólares; en 1975, ascendió a 58 mil 834 millones de dólares; en 1978, a 122 mil 678 millones de dólares; y en 1979, a 145 510 millones de dólares. Frente al retroceso mundial de la dominación del imperialismo norteamericano en el aspecto internacional, el presidente Ronald Reagan ha iniciado una política de agresión, sobre todo hacia el área de Centroamérica y el Caribe en nuestro Continente.

Se busca crear en Centroamérica las condiciones para una intervención norteamericana; se intenta regionalizar los conflictos de los países centroamericanos; se busca una guerra entre Honduras y Nicaragua o una invasión a Nicaragua por los ex guardias somocistas, procurando, de esta manera, justificar una intervención directa por parte de los Estados Unidos. Y el 11 de agosto del presente año el Senado norteamericano aprobó la Enmienda Sims que otorga al Presidente Reagan la facultad de enviar tropas a Centroamérica y el Caribe sin previa consulta al Congreso de los Estados Unidos.

Pero las presiones del gobierno de Ronald Reagan se dan en estos momentos también sobre nuestro país y en los últimos meses, después de las elecciones del 4 de julio, hemos presenciado algunos aspectos de esta ofensiva del gobierno norteamericano. En una red nacional de la cadena televisora ABC pasó un programa de TV en el que el Embajador Gavin resumía la situación de México como una situación de desestabilización política que ponía en peligro los intereses norteamericanos y veladamente advertía que si México no era capaz de controlar su situación los Estados Unidos tendrían que tomar cartas en el asunto.

Posteriormente, en los círculos de la Casa Blanca y difundiendo a los medios de comunicación, Enders, Subsecretario de Estado para los asuntos latinoamericanos, giró una nota en la cual señalaba que la crisis económica de México obligaría a nuestro país a ser un poquito menos quisquilloso en su actitud nacionalista y a tener que aceptar la política norteamericana para Centroamérica y el Caribe.

Posteriormente recibimos la noticia de que en San Diego, California, el grupo reaccionario de cubanos anticastristas, Alfa 66 entrenaba grupos paramilitares de mexicanos de corte fascistas para actuar en el interior de nuestro país.

La lucha por la defensa de nuestra soberanía es la lucha de la defensa de la soberanía de los pueblos de América Central y del Caribe, enfrentamos un enemigo común y entonces hay que ser congruentes, si la lucha del momento es la lucha de la defensa de la soberanía nacional y el avance hacia una nueva etapa de la emancipación nacional y social, todas las fuerzas nacionalistas, democráticas y revolucionarias, deben de configurar un bloque de fuerzas que sepa llevar adelante los intereses de nuestra nación, desplegando, según la tradición de la política exterior mexicana, la más amplia solidaridad y unidad con las luchas de los pueblos de América Latina y del mundo.

Y como dijo el Presidente López Portillo en su Informe: no es hora de denuncias apocalípticas, pero sí de llamar a mi pueblo a mantenerse serenamente alerta contra toda forma de agresión y de injerencias extranjeras, así sean las más sutiles.

Y corresponda a esta Cámara el velar por esta recomendación de alerta del presidente López Portillo, y aquí están representadas las diferentes fuerzas que actúan dentro de nuestro país. El Partido Acción Nacional y el Partido Demócrata Mexicano representan, aunque lo nieguen, los intereses de la oligarquía, ellos hablan de democracia y de libertad, pero sus programas partidarios son una defensa a ultranza de la propiedad privada, una defensa de la acumulación y de la monopolización del capital y una defensa disimulada de la oligarquía nacional, y que en estos momentos ha demostrado estar a favor de los intereses extranjeros y no de los intereses nacionales.

Y hoy aquí continúa la lucha de las fuerzas nacionales y antinacionales, hoy comprendemos por la misma composición de esta Cámara, que la emancipación nacional de México no es todavía una realidad total, y aquí están todavía presentes las fuerzas herederas del Partido Conservador del siglo pasado que le abrió las puertas a la entrada de un príncipe extranjero. Siguen defendiendo los mismos

principios, siguen actuando de la misma manera encubierta, siguen representando los mismos intereses.

Y están aquí presentes las fuerzas del nacionalismo revolucionario, y en esta llamada de alerta, nosotros comprendemos que los sectores más lúcidos del Partido Revolucionario Institucional deben luchar porque los principios del nacionalismo sean realmente los principios de acción de todos los miembros de su partido.

Y quiero mencionar esto, porque el día de ayer, y tengo aquí las Ultimas Noticias, el diputado priísta Alberto Santos de Hoyos declaró: "Que se personifique quiénes son los traidores, porque sabemos que hoy, más que nunca, hay corrupción, funcionarios rateros, despilfarro y exceso del gasto público. Creemos que el Presidente López Portillo no querrá dejar para sus hijos una Polonia, una Cuba o una Rusia con todas las implicaciones que esto trae" (aplausos.) Agregó: "Todos los mexicanos sabemos que hubo despilfarro y exceso en el gasto público, aunque no se haya aceptado y dicho en el informe del Presidente". (Aplausos.)

Más adelante dijo: "Una de las libertades que se ha lesionado al establecer el control de cambios es la de viajar. Lamentablemente claro se tuvo que tomar esta medida, pero también es cierto que quienes han trabajado duramente toda su vida trataron de poner a salvo su patrimonio porque el peso se iba hundiendo pues el propio gobierno fomentaba la salida".

Respecto a las demandas del sector obrero para nacionalizar la industria alimentaria y de medicamentos expuso: "La banca estaba nacionalizada y operaba bajo la dirección de mexicanos; el sector obrero no es el PRI". (Aplausos.)

"Y si se habla de nacionalización a los documentos básicos del PRI, apoyamos el concepto pero no la estatización". (Aplausos.) "No sólo los empresarios, sino las clases medias y los trabajadores lucharemos porque a México no se le convierta en una Polonia o en una Cuba o en una Rusia donde se anulen las libertades. Los mexicanos hemos nacido en libertad y queremos trabajar y producir en libertad". (Aplausos.)

Agradezco profundamente los aplausos del PAN y del PDM porque están aplaudiendo a un diputado del PRI, (aplausos) y yo me pregunto qué piensan, y qué piensa la diputación del PRI cuando dentro de la fracción parlamentaria del PRI se encuentra un diputado que representa y se une a los intereses que representan a los señores de PAN y del PDM.

Cuántos diputados más, sentados en esta Cámara, no están de acuerdo con el Informe del Presidente López Portillo; no están de acuerdo con la nacionalización de la banca; no están de acuerdo con la política de defensa de la Soberanía Nacional; no están de acuerdo con la política exterior de nuestro presidente. Y a esas fuerzas revolucionarias, los partidos que representan los intereses de la clase obrera, tenemos que pensar que si estamos de acuerdo que el imperialismo norteamericano es el enemigo principal de nuestro pueblo y de los pueblos del mundo; si comprendemos por nuestra historia que en estos momentos la lucha de emancipación del pueblo atraviesa por la lucha de la emancipación nacional, debemos de ser congruentes; si comprendemos y como lo hemos visto, que el nacionalismo revolucionario se convierte en un aliado de la clase obrera, debemos de actuar con congruencia y abandonar los sectarismos, la pichicatería, las frustraciones, saber corregir los errores y saber impulsar una política congruente.

El día de ayer, el diputado del Partido Demócrata Mexicano, en su magnífica pieza oratoria que envidiarían muchos sofistas de la antigua Grecia, nos decía que el error del gobierno del Presidente López Portillo, había sido pensar que podía gobernar con santos; que los mexicanos eran hombres pecadores y que actuaban impulsados únicamente por tratar de proteger sus intereses monetarios y personales. Y yo me pregunto: cómo es posible y, claro, los primeros en aplaudir esta afirmación fueron los señores del PAN, cómo es posible que ellos que dicen hablar en nombre de la religión y en nombre de los valores, vienen aquí a tratar de convencernos que nosotros debemos enfrentar la realidad de un pueblo que únicamente actúa impulsado por sus instintos materiales. Los socialistas tenemos plena confianza en el hombre y creemos en la posibilidad de un hombre nuevo y creemos en la posibilidad de una patria mejor y estamos seguros que nuestro pueblo ha demostrado en su historia actuar por valores que van mucho más allá de los mezquinos valores defendidos por los señores que aquí hablaron ayer.

Aceptar en estos momentos, frente a la difícil situación que atraviesa nuestro país y los pueblos de América Latina que debemos enfrentar una situación derrotados, pensamos que no podemos actuar de otra manera, estamos equivocados, esta Cámara es precidida por los nombres en letras de oro, de mexicanos que pusieron por encima de sus intereses personales, los intereses de la nación, que pusieron en vida el lema que rige esta Cámara: LA PATRIA ES PRIMERO y que en cada momento de enfrentamiento con las agresiones del exterior, supieron incluso entregar la vida para dejarnos a nosotros una patria, una nación que hoy tenemos la obligación de defender y llevar adelante.

(Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Jesús Luján Gutiérrez.

El C. Jesús Luján Gutiérrez: Señor Presidente: Señoras y señores diputados. La política exterior del gobierno del licenciado José López Portillo, expresada en el VI Informe de Gobierno y la realizada durante todo el sexenio, a nuestro juicio, es rica y avanzada. Responde a la corriente histórica de simpatía y apoyo a la lucha de los pueblos en general y los de Centroamérica y El Caribe en particular.

Esta política se identifica con la lucha por la distensión contra la guerra y en favor de la paz. Esto, a nuestro juicio, es muy plausible. Es una política aplicada con independencia del exterior, fundamentalmente, del imperialismo nortemaricano, no obstante las presiones de éste a través de mil maneras manifestadas unas abierta y brutalmente y otras con sutileza, pero no con menos efectividad en todos los aspectos de las relaciones bilaterales entre México y el gobierno de los Estados Unidos.

Si nosotros no carecemos de memoria, si reflexionamos y recordamos hechos recientes y del pasado, encontraremos esta línea de conducta del imperialismo sobre nuestro país. Las más recientes presiones de tipo económico a través del atún, a través de barreras arancelarias, a través de presiones para incorporarnos al GATT, presiones sobre los indocumentados, utilizando los alimentos como sometimiento a los dictados del imperio, crédito atados, etc. aseveran, en la práctica, lo expresado por nosotros en esta tribuna.

La política del Presidente López Portillo de apoyar a los organismos internacionales, fundamentalmente la ONU y la OEA, como foros importantes a través de los cuales deben dirimirse las controversias entre los estados, nos parece digno de aplauso. Pero creemos que debe irse más allá. Ese dinamismo de la política internacional debe manifestarse en planteamientos para reestructurar la OEA, para que sirva a la lucha por la independencia económica, la autodeterminación y la auténtica justicia social de los pueblos.

Es una política, la de este régimen, activa en la promoción de acuerdos internacionales, como lo refleja el contenido del mismo Informe que se comenta, al mencionar el Plan Mundial de Energéticos, los derechos del mar, al respeto de los derechos humanos, el nuevo orden económico internacional, el cual, a nuestro juicio, tendrá éxito en la medida en que los pueblos logren desarrollo y progreso, y no en otro marco.

Se refiere también a la cumbre de Can Cún; el apoyo para el rescate de la soberanía del Canal de Panamá; la actitud de México respecto a Bélice, luchando por su autodeterminación, por su ingreso a las Naciones Unidas, y por el apoyo a la cooperación para que este pueblo más aceleradamente resuelva sus problemas que lo aquejan a través de la historia.

En el caso de las Malvinas, al promover que el asunto éste, se llévase a la Asamblea General de este Organismo Internacional.

En el caso de Guatemala, no obstante que el Informe explica que no intervenimos en asuntos internos, como es tradición nuestra, pero cuando el pueblo nos lo pida y las circunstancias nos lo exija, dice el Informe, que México sabrá acudir a la cita, y esto nos parece justo.

La actitud de México y de Francia al - pronunciarse por la negociación en El Salvador, y contra el bloqueo de Cuba que en un párrafo del mismo nosotros nos suscribimos, cuando dice con relación a Cuba "desarrollamos la política digna fijada por México desde hace 20 años, rechazamos el aislamiento y reforzamos los lazos que históricamente nos unen con ese heroico pueblo. Desde 1980 proseguimos gestiones discretas buscando el fin de ese absurdo silencio que impera entre 2 grandes naciones separadas por apenas 150 kilómetros del Mar Caribe, pero también advertimos que la grandeza no equivale a fuerza o dimensión y que la asimetría entre Cuba y Estados Unidos obliga a recíproca mesura y responsabilidad. Las amenazas y el ostracismo y la no aceptación de una realidad con 23 años de existencia no corresponden a la hermosa tradición de libertad y tolerancia del pueblo norteamericano. Insistimos una y otra vez y lo haremos siempre en la posibilidad razonable de distender el área como precondición para resolver los demás problemas."

"El hecho de que nuestro país mantenga relaciones con todos los países del mundo refleja precisamente los anhelos y las preocupaciones de nuestro pueblo."

No puede pasar desapercibido un comentario de nuestro partido con relación a la política del gobierno relativa al hermano pueblo de Nicaragua, y textualmente el informe menciona que "...hoy, cuando la incomprensión, la ceguera y la impune arbitrariedad de la fuerza acosan a esa pequeña y sacrificada nación es orgullo de México poder decir con la razón y el derecho Nicaragua debe resolver por sí sus problemas; no la agobien más con presiones económicas ni la amenacen con artificiales intervenciones armadas de disidencias artificiales. Hay opciones racionales y dignas."

Cuando el gobierno de México se manifiesta por la negociación en la solución de los problemas para evitar la regionalización de los enfrentamientos, lo menos que podemos decir es que ese es un camino justo para evitar que se

siga ensangrentando el territorio de nuestra América.

El Informe también se manifiesta contra el armamentismo y en favor de la paz.

Hay un párrafo que vale la pena subrayar porque refleja acendrado patriotismo y resistencia a presiones imperiales; nosotros estamos de acuerdo en que la Constitución no es negociable y aplaudimos la decisión de jamás acceder a las presiones del imperialismo de patrullar nuestras fronteras; en esta expresión del Informe reitera la bizarra política exterior de nuestro país.

Hay un párrafo en el que expresa que es cierto que hoy vivimos la época de mayor tensión, crisis y peligro desde el final de la II Guerra Mundial; que el rearme se ha desenfrenado, que las zonas de conflicto se han multiplicado y a él se sacrifica el sistema económico mundial. Nosotros coincidimos en que hoy es la época de mayor tensión, crisis y peligro desde la II Guerra Mundial, nos toca, estamos ciertos, vivir momentos excepcionales, circunstancias difíciles para la humanidad, graves peligros amenazan a la civilización actual, nos enfrentamos a las actitudes más irresponsables que se han dado a través de la historia en la conducción de los Estados Unidos de América, la desesperación ante sus graves problemas internos, ante las derrotas que sufren en todas las latitudes de la Tierra, la locura ha hecho presa a la Dirección Política de ese país. Esta situación nos lleva a la conclusión de que es imperativo para la humanidad afianzar y defender la paz y evitar una nueva guerra mundial.

Luchar por el problema esencial, el más vital, asegurar el derecho primordial de cada ser humano, el derecho a la vida.

Efectivamente, el rearme se ha desenfrenado y a él se sacrifica el sistema económico mundial; la carrera armamentista ha alcanzado proporciones inauditas y sigue acelerándose.

En 1980 la humanidad gastó más de quinientos mil millones de dólares a causa de esa carrera. En 1981 rebasó los seiscientos mil millones de dólares, es decir, se están creando medios de guerra cada vez más terrible; se perfeccionan las armas de destrucción masiva.

Cada minuto se gastan más de un millón de dólares en armamentismo, más de quinientos mil científicos de los más calificados se dedican a esta actividad de lesa humanidad. Los cálculos de los especialistas y las frías estadísticas retumban como una vibrante acusación contra la insensatez armamentista. Un portaviones cuesta lo mismo que producir 2'800,000 toneladas de trigo y distribuirlas entre los hambrientos de cualquier región del planeta.

No hay que olvidar que cada año mueren de hambre en el mundo entre 30 y 40 millones de seres humanos, y que 1,500 millones de personas carecen de asistencia médica.

El valor de un bombardeo moderno equivale al costo de la construcción de 10 hospitales bien equipados a un costo de 20 millones de dólares por unidad.

Es un hecho bien conocido que el Gobierno de los Estados Unidos mundialmente le corresponde la más cuantiosa de los gastos militares. De 1946 a 1980 gastó dos billones de dólares; sólo para el quinquenio de 1981- 1985, se ha dispuesto agregarles alrededor de un billón y medio más de dólares.

El Gobierno de Reagan, se propone elevar el presupuesto militar de Estados Unidos de aquí a 1986, hasta 370 mil millones de dólares cada año.

Esto explica, cómo certeramente lo menciona el 6o. Informe, que las zonas de conflicto armado se han multiplicado y que en el seno de los Estados Unidos se manifieste una profunda crisis, recesión con inflación, descomposición social y moral, baja en el presupuesto nacional bruto, desempleo, etc. Situación que provoca la desesperación de los dirigentes políticos de la Unión Americana y que pone en peligro a la humanidad.

En este marco adquiere gran relevancia la vigorosa política exterior de México en defensa de la paz a favor de la distensión, en defensa de las causas justas de los pueblos apoyada en principios caros.

Por otro lado, el Informe expresa que mientras no tengamos un mayor éxito en la diversificación de nuestras relaciones con otros países, no habrá mucho espacio para avanzar en el terreno económico bilateral.

Nosotros creemos que si quiere resolverse esta contradicción, debe multiplicarse el comercio exterior, ampliarlo a todos los países emergentes de Asia y África, a países que nos proporcionan mejores condiciones de transacción como los que integran el CAME. En fin, se deben multiplicar nuestras relaciones con un mayor número de países para salir de ese círculo en que el imperialismo nos tiene circunscritos, de exportar el 70% y de adquirir de ese comercio más o menos el mismo porcentaje de lo que del exterior llega a nuestro país se debe promover además, a nuestro juicio, en el ingreso de México al movimiento de países no alineados, con el propósito de reforzar esta corriente internacional de todos los pueblos subdesarrollados que luchan por alcanzar su independencia económica.

El Partido Popular Socialista en la aplicación de su línea estratégica y táctica del Frente Nacional Democrático y Patriótico ante el Gobierno, mantiene una actitud mucho más clara, muy objetiva, apoya todos los actos progresistas, positivos del Gobierno y critica constructivamente aquellos actos negativos y plantea las formas de corregirlos a efecto de que se enmienden y se oriente la actividad del gobierno por el camino de los principios revolucionarios.

En su oportunidad nos hemos referido a cada una de las políticas del régimen, y ésta, la internacional, por ser la más vigorosa y definida, pudo en un momento haber languidecido y hasta virado en sentido contrario a los intereses del pueblo y de la nación por las presiones del imperialismo, de sus aliados nacionales y por los errores gubernamentales en rasgos esenciales de la política interior. Pero, es justo reconocer que el Presidente José López Portillo actuó, ha actuado, y más recientemente en función de los intereses populares. Nosotros estamos convencidos que el pueblo es el único héroe de la historia, y que los individuos valen en la medida, en la proporción en que sepan interpretar y servir fielmente a los intereses y a los anhelos del pueblo. Este es el caso de López Portillo, con su decisión histórica como Primer Mandatario de México, en el ámbito internacional como en lo relativo a la vida interior de nuestra patria, con decisiones como las anunciadas el primero de septiembre, no tan sólo sentó las bases para un desarrollo más sano e independiente, sino que elevó sustancialmente la moral del pueblo. Le dio perspectivas y seguridad en el futuro, porque al pueblo de México, nuestro pueblo, no le asustan los problemas, no le desesperan por mayúsculos que éstos sean, si ve salidas, si tiene perspectivas.

Y aquí vale un paréntesis, porque se ha hablado del abstencionismo y se ha dicho que si el cuatro de julio el pueblo de México no se hubiese lanzado, como lo hizo, masivamente a las calles y a las casillas, no se hubiesen podido tomar medidas como las anunciadas el primero de septiembre.

Nosotros tenemos nuestros puntos de vista al respecto. La propia estructura de explotación que le caracteriza a este sistema y los efectos que produce, contribuye a que grandes sectores de la población ciudadana vean con indiferencia los procesos electorales. Actitud que hay que combatir vigorosamente, por salud revolucionaria y porque es el caldo de cultivo del imperialismo y de la reacción para debilitar la democracia nuestra.

A juicio del Partido Popular Socialista, el abstencionismo electoral consiste esencialmente en la ausencia del ciudadano en la emisión del voto. No se puede, no se debe identificar el abstencionismo con la falta de interés del pueblo por los problemas sociales, ni con la carencia de un deseo de progreso, ni con la ausencia de ideas políticas revolucionarias, ni con la ausencia de la ascendada conciencia anti - imperalista que predomina en el pueblo mexicano, fraguada en el crisol de las grandes experiencias históricas.

No, son cosas completamente distintas, que no sueñen los enemigos tradicionales de México con que su pueblo está abatido, que ya arreó bandera, nada de eso, todo lo contrario, el pueblo de México tiene memoria histórica a pesar del imperialismo y sus lacayos.

La historia es un camino que no tiene regreso. Un pueblo avanza o entra en graves crisis económicas y políticas, el nuestro emprendió su marcha hace muchos años por el camino que a sus intereses conviene.

Finalmente, a nuestro juicio, la acción gubernativa no puede ser unilateral, ni puede venir exclusivamente de arriba. La Fracción Parlamentaria del Partido Popular Socialista, saluda la política exterior del gobierno de José López Portillo, y reitera su decisión e interés por seguir luchando apasionadamente por el desarrollo independiente y progreso de nuestro país, al lado de las fuerzas más avanzadas de nuestra patria. Muchas gracias.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado David Lomelí Contreras.

El C. David Lomelí Contreras: Antes que nada, me voy a permitir hacer dos aclaraciones a el compañero diputado don Ricardo Gobela, cuando me reí durante su intervención, cuando hizo alusión a don Maxi, lo hice porque me recordó su chascarrillo, un chiste de aquella maestra de escuela que le pregunta a Pepito: ¡Pepito quién le quemó los pies a Cuauhtémoc! Y Pepito le dice: Señorita, le juro que yo no fui. Le aseguro al diputado Gobela, que yo no tuve nada que ver con la traída de don Maxi a México. Primera aclaración.

Segunda, que voy a tratar de hacer una crítica de la política exterior del Presidente López Portillo, no de los presidentes Taft, Wilson, Roosevelt o sus embajadores Ponce o Gavin.

Señor Presidente, compañeras y compañeros diputados representantes del pueblo. En su informe último a la nación el Presidente López Portillo expresó: "Se disiente, se discute, se discierne en el respeto y la tolerancia.

Esa es la democracia y en ella el pueblo resuelve y vota, y votó, y aquí estamos. Aquí están afirmó en buena hora,con voz, voto y fueron acríticos radicales y nuevos opositores". Y aquí estamos también permítaseme agregar los representantes de una posición nueva frente a México, los que siempre hemos protestado si se nos encasilla en la izquierda o si se nos ubica en la derecha. Aquí estamos los sinarcodemócratas, con las costillas rotas, pero sólo las costillas. Rotas ayer por las culatas y las cachiporras de los que sólo pegaban pero no escuchaban, igual que el célebre comandante espartano ante Temístocles. Aquí estamos, señores, los que repudiamos la clasificación necia, antipatriótica y tendenciosa que con fines aviesos pretende dividir a los mexicanos en izquierdas y derechas, en revolucionarios y

reaccionarios. Aquí estamos, al fin, los que reclamamos, como condición indispensable para la verdadera emancipación de México, la unión permanente de todos los que hemos puesto como denominador común los intereses sagrados de la patria y no andamos en busca de modelos exóticos que imitar ni de amos extranjeros a quienes servir. (Aplausos.)

Estamos presentes los que sólo establecemos una división, mexicanos y antimexicanos, o, si ustedes lo prefieren, nacionales y desnacionalizados, para decirlo en lenguaje lopezportillista. Tengo la satisfacción de formar entre las minorías que hace ocho días, con el respeto debido y atención sincera, aunque en rigoroso silencio, sin el estruendo del aplauso hipócrita y servil de muy dudosa espontaneidad, (aplausos) el Informe que por ley está obligado a rendir a su pueblo el Presidente de la República; preferí hacerlo así porque mis paisanos potosinos, al enterarse de que yo iba a venir e este lugar me dijeron: Lomelí, no pierda detalle para que luego en síntesis nos expliques y comentes lo que a tu juicio consideres el meollo del mensaje presidencial.

No está por demás decir que esos paisanos, al igual que mis amigos y compañeros de todo el país, son todos gente de trabajo, son gente que vive exclusivamente de su trabajo, no de sus rentas ni de grillar, y obviamente no pueden dejar pendiente ese trabajo medio día para sentarse a ver y escuchar el mensaje tradicional a la manera que los aquí presentes lo hicimos muy cómodamente el día 1o. Abrumado por tal encargo recibido de mi gente, acudí puntual para cumplir con el mandato y fui todo oreja, adoptando la actitud imparcial del crítico taurino, cual es la de observar con atención la faena del diestro, sin tocar las palmas a deshora, como suelen hacerlo las porras pagadas por el apoderado del matador, pero tampoco sin lanzar pitos ni rechiflas como lo hacen los reventadores también a sueldo muchos de ellos.

(Aplausos.)

Y al grano.

Del sexto y último informe del Presidente López Portillo, destacó sin lugar a duda, lo que todo el mundo comenta ya: su decreto mediante el cual se expropia la banca, medida que traerá repercusiones insospechadas en los ámbitos social económico y político. De su comentario se ocuparon ayer los señores diputados, entre otros, Orozco Romo e Hinojosa, haciendo unas críticas ligeras, diciendo medidas verdades, y pintando un panorama simplista en opinión del señor diputado Cavazos no confundirlo con el matador Eloy Cavazos yo sólo me voy a concretar a glosar algunos aspectos del citado informe, referentes a nuestra política exterior, que ojalá ninguna relación guarde con el audaz salto sobre la banca.

Es evidente que durante los seis años del gobierno del Presidente López Portillo, las relaciones internacionales cambiaron; hubo cambios de enorme significación, a tal grado que como el propio Primer Mandatario lo observa en su informe, hoy vivimos la época de mayor tensión, crisis y peligro desde el final de la Segunda Guerra Mundial, pues las zonas de conflicto armado se han multiplicado, y el deseo de las superpotencias de hallar al adversario, han alcanzado límites sin precedentes.

A la anterior situación se suma una larga cauda de problemas de índole económica, que a quienes más ha golpeado son a las naciones débiles como la nuestra bajo el imperio hoy, querramoslo o no, de la ignominosa ley del garrote y en la que el que tiene más saliva traga más pinole, impuesta por los colosos, por los colosos que se disputan la hegemonía internacional. Ley inhumana que tenemos de evadir con dignidad, inteligencia, con categoría, a la vez que luchar porque se implante una de trato más justo como México lo ha venido propugnando en los foros internacionales.

Nuestro país, lo reconocemos, nuestro país ha ganado un lugar decoroso en esos foros internacionales y su voz se escucha con interés y con respeto dentro de la comunidad de naciones.

La Doctrina Estrada, inobjetable por la nobleza de sus principios, ha sido uno de los pilares sobre los que se sustenta nuestra política exterior y si su contenido teórico estuviese en concordancia con la práctica, no habría motivo de censura a las autoridades responsables de su aplicación por parte de la representación demócrata de la que formo parte.

En materia de política exterior, debo reiterarlo ahora y aquí en esta tribuna coincidimos en la letra y desgraciadamente solo en la letra, con el gobierno y la Política Estrada.

El Partido Demócrata Mexicano sostiene el principio que en las relaciones de todos los pueblos de la tierra impere el espíritu de franca, abierta y sentida fraternidad, que México se mantenga al lado de la no intervención en todos los casos, a de fin que ningún pueblo sea sometido por otro; que el postulado de autodeterminación se cumpla cabalmente sin distingo alguno y que los pueblos se den el gobierno y adopten la forma política que mejor le acomode, coincidiendo así con el espíritu de la doctrina de don Genaro Estrada.

Lamentablemente existen incongruencias difíciles de explicar por parte de los funcionarios responsables de la aplicación de esos principios rectores de la política exterior. Asienta el Presidente en su Informe que desglosamos, que además de la mera invocación de ciertos principios internacionales que son consustanciales a México, prohibición del uso de la fuerza, no

intervención, autodeterminación y solución pacífica de controversias que constituyen el aspecto tradicional y fundamentalmente defensivo de nuestra política exterior, decidimos adoptar una actitud activa y dinámica ante el mundo exterior.

Esta opción tomada por el Gobierno a menudo, se ha orientado por las simpatías personales de Canciller hacia determinadas tendencias ideológicas, desvirtuando los principios invocados en materia internacional en flagrante desacuerdo con el consenso del pueblo mexicano, razón por la cual disentimos rotundamente en la aplicación práctica de los principios de la política exterior mexicana, ayuna de congruencia, de seriedad y de sindéresis. (Aplausos.) He aquí algunos botones de muestra. Si oficialmente repudiamos todas las arbitrariedades y vigencias de la violencia imperial que en este momento, como el juego elemental de los niños, los quieren obligar a estar con el melón o con sandía, según lo expreso el Jefe del Ejecutivo, durante el acto de clausura de la Tercera Reunión de la República de San Juan de Ulúa, en el mes de febrero de 1980 yo pregunto: ¿Cómo es posible conciliar tal repudio a todas las arbitrariedades y vigencias de la violencia imperial con el reconocimiento que hizo el gobierno mexicano en la letra y en la práctica de las guerrillas comunistas que operan en El Salvador, país amigo, con el que mantenemos relaciones diplomáticas, calificándolas como fuerza política representativa, reconocimiento que a tantas especulaciones y explicaciones, no del todo satisfactorias, dio a lugar? ¿Cómo es posible considerar fuerza política a la fuerza bruta que se apoya en la arbitrariedad y en la violencia imperial de las metralletas?

En relación con este caso de El Salvador existe otra incongruencia, mediante los acuerdos multilaterales entre México y Venezuela con países del área centroamericana y del Caribe, el gobierno salvadoreño dispone de petróleo mexicano para movilizar los tanques, que están matando guerrilleros por los que nuestro gobierno ha abogado.

¿Por qué el caso de Afganistán, donde las guerrillas nacionalistas combaten la intromisión soviética en los asuntos de su país, el interés y simpatía de México no ha sido similar a los demostrados hacia los países bajo regímenes comunistas en América, como el de Fidel Castro en Cuba, como el de los sandinistas me suena a sandía en Nicaragua, o como el de Salvador Allende en Chile? ¿Por qué ante la brutal represión de la dictadura polaca, pelele del soviet internacional, de la que son víctimas los trabajadores, que junto con los estudiantes luchan por liberar a Polonia de la semilla negra de la sandía roja? Las aberraciones en política exterior vienen de tiempo atrás. Hay que recordar que mientras se desconoció una realidad existente, la nación española durante muchos años se reconoció en cambio una realidad inexistente la República, una República que sólo existía en San Angel y en la Colonia Juárez de la ciudad de México.

Con el Presidente López Portillo nos congratulamos, los demócratas mexicanos, por el restablecimiento de relaciones diplomáticas con España, operado durante su mandato en 1977. Lo que suscitó, como lo observa él en su documento, un dramático florecimiento en las relaciones culturales, sociales, económicas y humanas entre nuestros dos países.

Con relación a Cuba, informa el Presidente, desarrollamos la política fijada por México desde hace 20 años; rechazamos el aislamiento, y reforzamos los lazos que históricamente nos unen con ese pueblo. Y tanto o más heroico que el cubano es el pueblo polaco; los demócratas mexicanos aplaudiríamos una acción similar, equivalente a la que nuestro gobierno desarrolla respecto a Cuba, ante la tragedia que vive en estos momentos la mártir Polonia, patria de héroes, de santos, (aplausos) que está hermanada a la nuestra por los lazos de la cultura occidental.

A ninguno de los tutelajes imperiales, sea el melón güero y semillitas blancas o el de la sandía roja con semillas negras, le asiste el derecho de someter a los pueblos menos favorecidos, so protesto de una cooperación para lograr su desarrollo.

Las actitudes incongruentes que he señalado en las relaciones exteriores, han quedado reflejadas en las reiteradas demostraciones de solidaridad del gobierno mexicano hacia los regímenes de filiación marxista con sistemas totalitarios en forma prioritaria. Y se da el caso de que nuestro pueblo repudia las ideas sobre las que se basan tales regímenes porque, con su natural intuición, muy bien se ha podido dar cuenta de la ineficacia de las soluciones impuestas a los problemas de los pueblos que los padecen pues el remedio les ha resultado peor que la enfermedad.

Nuestro pueblo sabe que el muro de Berlín, levantado por Alemania Oriental, se levantó para impedir la salida de los desdichados que quedaron atrapados de aquel lado y no para evitar la entrada de alemanes occidentales a la ratonera.

Nuestro pueblo sabe también que son los cubanos que sobreviven en la isla que la propaganda comunista llama Territorio Libre de América, los que por todos los medios a su alcance tratan de escapar y no sabe de cubanos que viviendo en otros países de América quieran volver en estos momentos a su tierra natal. Por eso el repudio popular se manifestó

intereses del monopolio yanqui, United Fruit Company, llevan

el pasado 4 de julio en las urnas, que no fueron oxigenadas, en los resultados de la votación para los partidos sucursales de las transnacionales ideológicas que pretenden fundir a todas las patrias en una sola república universal de desposeídos. El pueblo mexicano no quiere nada que huela al juego elemental de niños, el de melón o sandía, que el Presidente recordó en San Juan de Ulúa. El PDM, en el que militamos las gentes trabajadoras del campo y de la ciudad, repudia el estado no intervencionista, simple guardián de los egoísmos individuales, y rechaza con igual energía la tiranía de los estados despóticos, basados en la intervención omnímoda de sus gobiernos absorben las actividades individuales, esclavizan las voluntades y matan toda iniciativa privada.

Vivir en paz, con justicia y libertad, en un mundo libre, justo, pacífico, es una aspiración por todos compartida; que habrá de lograrse cuando todos los que compartamos trabajemos animados por el mismo espíritu, cada quién en su esfera de acción.

Es motivo de optimismo la mención que hace el presidente López Portillo en su VI Informe de Gobierno, al serio esfuerzo que ha desarrollado su administración para mejorar y modernizar el servicio exterior mexicano, principal instrumento de ejecución de la política Internacional. Enhorabuena, los demócratas mexicanos hacemos votos porque la nueva Ley del Servicio Exterior conforme a la cual sólo podrán ingresar a ese servicio los candidatos que haya terminado sus estudios universitarios y hayan recibido cursos intensivos en un instituto especializado de la Secretaría de Relaciones Exteriores logre su objetivo; debe abandonarse la práctica de enviar como embajadores a políticos revoltosos y desprestigiados, (aplausos) habilitados al vapor; para que tomen esos puestos de representación en el extranjero verdaderos diplomáticos de carrera, con sentido profesional, que comprendan que van a representar a la Nación y no al partido de sus personales simpatías.

Representatividad auténtica también se requiere en las embajadas de México, hay que hacerla realidad y perfeccionarla cada día; El personal del Servicio Exterior debe prestigiar a nuestro país y estar justamente remunerado, de tal manera que su sueldo, de acuerdo con el nivel económico del país en el que presta su servicio, le permita vivir decorosamente, y cumplir con eficiencia su delicada misión.

Termino este breve comentario aludiendo al final del primer párrafo del capítulo del informe presidencial referente a política Exterior.

La carrera armamentista nunca se detuvo de verdad, pero los importantes acuerdos sobre misiles antibalísticos de 1972, unidos a la larga negociación del Salt 2, finalmente coronada por el éxito,- asienta el Presidente López Portillo hicieron cobrar esperanzas de que los gobiernos habían percibido por fin lo que sus pueblos ya sabían: la genuina seguridad se logra mediante el desarme y no el rearme sin límites.

El pueblo mexicano sabe además, que aparte del medio material mencionado por el Presidente, como lo es el desarme y no el rearme sin límites, para alcanzar la genuina seguridad está haciendo mucha falta otro medio que lo refuerce y complemente, o sea una campaña de alto nivel a favor de un rearme moral y espiritual que deben emprender todos los gobiernos, en el convencimiento de que, aun sin metralletas ni armas nucleares, mientras no se erradique el espíritu de Caín entre los pueblos, siempre habrá por ahí una quijada de burro para matar al hermano. Muchas Gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Arnaldo Córdova.

El C. Arnaldo Córdoba: Señor Presidente;

Señoras y señores diputados:

En el sexenio presidencial que está por cumplirse, resulta indudable, la política exterior constituye un capítulo brillante de la política general del gobierno mexicano, particularmente, desde que tomó en sus manos la Secretaría de Relaciones Exteriores el licenciado Jorge Castañeda. Una vez más, se ha podido comprobar que una política exterior bien conducida, a la vez apegada estrictamente al Derecho Internacional y decidida frente a la agresión y la injusticia que privan en el mundo de las naciones , constituyen un formidable instrumento de defensa de nuestra soberanía y de los intereses del pueblo mexicano.

Ello es cierto, sobre todo, en ese mundo caótico, dividido y en constante peligro de conflagración general en el que nos ha tocado vivir y en el que , como bien lo señaló el Presidente López Portillo, "ya ni los aliados se entienden". A luchar por su liberación económica y por su autonomía política en el concierto de las naciones, México está obligado a hacer buena política exterior. Su dependencia económica del imperialismo, desde luego, debe tener adecuada contrapartida en una política interna que atienda prioritariamente a los intereses generales del pueblo mexicano por encima de grupos privados e individuos cuyos privilegios son los mejores aliados en el país de nuestros enemigos del exterior. Pero esa misma dependencia, que cada día es más ferrea e implacable, nos determina a encontrar entre quienes en el mundo sufren dependencia, injusticia, agresiones, sojuzgamiento y opresiones de toda índole, a los aliados naturales que estén dispuestos a hacer

la fuerza de una unidad que es lo único que los débiles pueden oponer a los poderosos. Esto difícilmente podría entenderlo un reaccionario anticomunista como el diputado Lomelí, que no hay que confundir con el torero Lomelín (Aplausos.) Ese sentido de la política internacional, después de un largo y lamentable receso, volvió a ser reivindicado por el Gobierno del Presidente Echeverría al estrechar una alianza que prestigió a nuestro país en el mundo entero con el gobierno de Unidad Popular de Chile y al abrir nuevos caminos a nuestras relaciones con la Cuba revolucionaria. Hoy, esa política Internacional que en los años treinta impulsó el Presidente Cárdenas como la mejor defensa de los intereses nacionales, vuelve a ser tradición de gobierno y en ello los socialistas revolucionarios de México vemos un avance que todos los mexicanos estamos obligados a preservar.

El Presidente López Portillo lo ha definido en términos perfectamente adecuados a la situación que hoy vive México en el mundo:... además de la mera invocación de ciertos postulados internacionales que son consustanciales a México - autodeterminación y solución pacífica de controversias , no intervención y prohibición del uso de la fuerza y que constituye el aspecto tradicional y fundamentalmente defensivo de nuestra política exterior - nos dijo el primero de septiembre decidimos adoptar una actitud activa y dinámica ante el mundo, en vez de esperar pasivamente su deterioro. Esta es la actitud que mejor correspondía a los intereses del México contemporáneo a las aspiraciones de nuestro pueblo, concluyó el Primer Mandatario.

Hoy también podemos decir que, después de tantas décadas de compromisos internos con los grupos poseedores de la riqueza que nos ha llevado al borde del abismo y del desastre, la política interior se corresponde con nuestra política internacional y el Estado se decide a poner en acto el colosal poder que la Revolución le legó y está ante la posibilidad de ejercerlo finalmente en defensa de los intereses populares.

La nacionalización de la banca tiene el mismo significado progresista, revolucionario, popular y anti - imperialista que la nacionalización del petróleo, ambas llevadas a cabo por la vía de la expropiación de los explotadores del pueblo trabajador. Cuando el poder del Estado se pone en marcha en este país y nuestros gobernantes se deciden a ejercerlo en serio provoca cataclismos que sacuden hasta lo más recóndito del ser social; pero no precisamente cataclismos lo único que puede desintegrar y disolver los poderosísimos intereses privados que, ajenos al mandato que se les ha conferido por voluntad de nuestros gobernantes, vale decir, el desarrollo de nuestras fuerzas materiales de producción se ha convertido en el agente principal de la miseria y la degradación de nuestro pueblo.

La política Internacional del Gobierno Mexicano, como en sus mejores días, hoy recibe el impulso vivificador de una medida, como lo ha sido la nacionalización de la banca, sobre lo cual puede fundarse un frente interno capaz de resistir, y también de vencer, a los opresores de nuestra nación.

En lo Interno y en lo Externo, las nacionalizaciones constituyen los ejes centrales en torno a los cuales se da la historia de México en el Siglo XX. Y ello ha sido así, ante todo, por el papel que desempeñó en ellas el pueblo trabajador, como inspirador, como elemento motor y como guardián incorruptible. Jamás se trató de una mera cuestión de principios, el asunto fue y sigue siendo hoy la participación democrática de las masas trabajadoras en la construcción de la nación mexicana.

Los principios nacionalistas de la Revolución Mexicana, consagrados en la Constitución de 1917, habrían quedado en simples fórmulas vacías de no haberlos hecho suyos, y combatido por ellos los trabajadores mexicanos, movilizados y en pie de guerra por sus derechos elementales. Es aquí, para comenzar, donde tiene su raíz mas profunda el poder del Estado, cuyas dimensiones leviatánicas todos hemos podido apreciar en los últimos días. Este no es un estado democrático, ni lo será nunca, mientras se funde en el control corporativista de las masas trabajadoras. Pero es un estado fundado en el consejo popular, hecho sobre la historia de los trabajadores y sus luchas por su liberación y por la liberación de nuestra patria. La gran sabiduría del presidente Cárdenas (Y también su gloria) consistió en entender y guiarse siempre por la idea de que en este país, por obra y como resultado de la Revolución Mexicana, el poder del estado deriva no de esa abstracción que los constitucionalistas llaman "el pueblo" . ("le peuple"), sino de los trabajadores de la ciudad y del campo, y si están organizados, mejor.

Los principios básicos del artículo 27 Constitucional, por supuesto, han sido una fuerza propulsora en la construcción del poder político en México. La nación, propietaria originaria de su territorio y sus riquezas, funda la propiedad privada imponiéndole las modalidades que dicte el interés general.

En esta virtud, ordena al Estado que realice la reforma agraria, rescate las riquezas naturales en manos de privados, en gran parte de extranjeros , y lo constituye en el rector del desarrollo material del país. A estos principios, sobre todo, porque se estaba en los comienzos de la edificación del Estado, debía agregarse la voluntad de las masas trabajadoras y el poder de su.

movimiento y de su organización para hacer la historia de nuestro país.

Simplemente con reivindicar sus derechos de clase, en sus luchas contra sus explotadores, que muchas veces eran poderosos empresarios extranjeros, los trabajadores de México le dieron al nacionalismo mexicano un nuevo contenido histórico y nuevos objetivos entre los que comenzó a perfilarse un modelo diferente de sociedad: anticapitalistas y antiimperialistas, revolucionario a la altura del Siglo XX. Este nacionalismo no se planteaba la convivencia con el imperialismo, sino la ruptura, y la formación de un amplio frente de todos los pueblos explotados de América y del mundo, para abatir el dominio del capitalismo internacional. No partía del principio de las conciliación de las clases, sino de la necesaria conformación de una nueva sociedad fundada en la efectiva y real democracia de los trabajadores. Una nueva nación fundada en la abolición de los privilegios económicos y en la asociación efectivas de todos los hombres que no tienen otra fuente de vida que su trabajo. Un régimen social que no niega el espíritu de empresa ni la organización del trabajo humano, sino la empresa fundada en el lucro privado, capitalista, que utiliza las grandes causas populares solo para crear un ambiente de paz social donde sólo el empresario privado pueda prosperar, sino comprometiendo exclusivamente con el bienestar general del pueblo trabajador, hecho de trabajadores y solidario con los pueblos trabajadores del mundo.

Este nacionalismo del proletariado mexicano, desde luego, estuvo muy lejos de ser una invención de dirigentes esclarecidos o genios o de la política.

Por el contrario, se forjó en la lucha diaria, por masas trabajadoras que enfrentaban a las poderosas empresas imperialistas y a sus lacayos mexicanos; sobre todo, nació como un hecho de masas, de masas libres y organizadas independientemente, que son el mejor apoyo de un gobierno revolucionario.

La gran virtud del gobierno cardenista consistió en aprender, de las propias masas trabajadoras, que todo acto de transformación social que corre a cargo del Estado es, ante todo, obra del pueblo trabajador y que para ello no hay más que una disyuntiva; o con los explotados o con los explotadores.

Los objetivos que los trabajadores revolucionarios de los años treinta fijaron a la lucha política del pueblo mexicano por su liberación le dieron sentido real a la tradición revolucionaria de nuestro país y lo hermanaron con los pueblos trabajadores de todo el mundo: lucha sin cuartel contra el imperialismo, como nación explotada que somos; lucha contra la gran propiedad privada, que ha hecho la miseria del pueblo; lucha contra el militarismo, contra la guerra y contra el fascismo internacional; por una sociedad igualitaria y contra la explotación del hombre por el hombre; por un Estado democrático que en adelante representase abierta y decididamente los intereses de las masas trabajadoras y, con apoyo en éstas, barriera con el gran capital, con sus privilegios y con su inhumano sistema de explotación del hombre.

A la vista de esta historia revolucionaria del pueblo mexicano, nacionalista y antiimperialista, ¿como puede esperarse que el gobierno mexicano pueda encontrar aliados naturales entre los opresores de los trabajadores latinoamericanos, tiranuelos asesinos, lacayos del imperialismo, que se han erigido en enemigos jurados de las causas nacionales? La política internacional de México, claro, cuando no se la ha congelado, cosa que ha ocurrido a menudo en el pasado, tiene que buscar amigos entre los gobiernos progresistas y los movimientos revolucionarios del mundo, especialmente en América Latina y entre aquellos que identifican al imperialismo como a su enemigo principal. Así es ahora y así fue antes. Por ello, siempre será sano recordar los rasgos que históricamente ha adoptado nuestra política exterior y los peligros a los que se ha enfrentado a través de los tiempos.

A pesar nuestro, la política internacional mexicana se define desde inicios sobre el eje de la relación fundamental con el imperialismo norteamericano; casi no hay hecho de nuestra vida como nación que no tenga que ver, de una u otra manera, con nuestra dependencia económica respecto de los Estados Unidos, con la amenaza de agresión que ese país nos mueve continuamente, con su influjo cultural e ideológico sobre los mexicanos, con su política de bloque en el mundo o en América Latina o con el predominio de su misma política interna de una u otra corriente política o partidaria. Vista en perspectiva, la evolución de México, desde los tiempos de la lucha armada, ha sido el esfuerzo de un pueblo por sobrevivir al peligro de ser aplastado por su poderoso vecino.

Sólo la unidad de los mexicanos y la decisión del gobierno de resistir todas las presiones y a todas las amenazas, por monstruosas que éstas fueran, dieron al país la posibilidad de mantener su autonomía y su independencia. Frente a una nación cuyo poderío la inducía a pisotear todas las normas de la convivencia internacional, como si ello tuviera el más obvio y natural de los derechos, nuestro país encontró su mejor defensa en los principios del derecho internacional, primero entre todos el derecho de las naciones a la autodeterminación. Había que obligar a los imperialistas a respetar el orden interno de nuestra nación y este orden quedaba consagrado en la Constitución de 1917. De esa manera el pueblo mexicano pudo

hacer de la Constitución un programa de lucha y un instrumento para resistir a la agresión imperialista. Por principio de cuentas, nuestra Carta Magna ordenaba la liquidación de una forma de dominio imperialista sobre el país y era la que se cifraba en la propiedad y en la explotación de los recursos naturales, en particular el petróleo y los minerales, al poner esos recursos bajo el dominio directo de la nación representada por el estado revolucionario.

El presidente López Portillo afirmó en su último informe de gobierno que "no puede haber buenas relaciones con los Estados Unidos si no se basan en primer término, en el respeto".

Nadie podrá jamás demostrar que nuestro país no haya sido respetuoso, serio y honesto en sus relaciones con ese país. "No se puede decir lo mismo de los Estados Unidos. País fraguado en la violencia y cuyo poderío se ha ejercido siempre mediante la violencia, sólo la violencia, a veces velada, a veces abierta, hemos conocido de su parte a lo largo de nuestra historia. En los años veinte la disputa por el petróleo puso a prueba no sólo la doctrina Internacional mexicana, sólidamente apoyada en los principios del derecho internacional, sino la existencia misma del Estado revolucionario y de la nación mexicana; jaurías de racistas imperialistas recorrieron las ciudades norteamericanas pidiendo la ocupación militar de México y su anexión como un nuevo Estado de la Unión Americana. En los años del Cardenismo, y muy a pesar de las sirenas que entonaban el canto de la política del buen vecino, los imperialistas norteamericanos y sus lacayos británicos volvieron a poner en peligro la existencia de nuestra nación con motivo de la expropiación petrolera; alentaron y apoyaron actos de rebelión; Inglaterra rompió relaciones diplomáticas con México, Estados Unidos suspendió sus importaciones de plata. El delito de nuestro país consistía única y exclusivamente en cumplir con el mandato de la Constitución que imponía rescatar el subsuelo para la nación. Sólo la Segunda Guerra Mundial impidió que México se enfrentara a peligros mayores.

Si alguno piensa que la situación ha cambiado habrá que recordarle lo que nos cuesta nuestra dependencia, los juegos sucios del gobierno norteamericano para sobrevaluar su moneda y para abaratar artificialmente nuestras materias primas; nuestros millones de trabajadores superexplotados por los granjeros del sudoeste norteamericano; las presiones sobre nuestros amigos del Caribe y de Centro América; la decisión del gobierno norteamericano de emplazar tropas cuándo y dónde quiera en esas regiones; el torpedeo de las negociaciones sobre el desarme; la locura reaganista que ha lanzado al mundo al borde de la destrucción con sus sueños imperiales trasnochados.

Desde este punto de vista, la acusación del Presidente López Portillo identifican muy claramente al culpable. "El mundo se empezaba a acostumbrar y a gozar de los beneficios de 20 años de distinción nos dijo cuando intempestivamente, de un año para otro, la situación empezó a deteriorarse aceleradamente al grado de que hoy vivimos quizá, la época de mayor tensión, crisis y peligro desde el final de la guerra. El rearme se ha desenfrenado y a él se sacrifica el sistema económico mundial. Las zonas de conflicto armado se han multiplicado. Todo ello directa o indirectamente a todos nos afecta".

Hoy el Gobierno Estadounidense tiene tres armas apuntadas al corazón mismo de México: los controles arancelarios, las cuotas de importación de productos mexicanos y el chantaje en torno a la posible expulsión en masa de indocumentados. Todas ellas son producto de nuestra debilidad y de nuestra dependencia económica. Frente a ellas México no puede oponer otra cosa que los argumentos de su política Internacional. Hay hecho lamentables que no podemos dejar de pasar desapercibidos: nuestro partido, el Partido Socialista Unificado de México, aquí mismo, desde hace tiempo ha impugnado la política petrolera, no porque estemos de acuerdo en que "lo que es la tierra a la tierra" y el petróleo haya que dejarlo donde está, como algunos proponen, sino porque hemos jugado mal la carta que teníamos en el juego de hoy, a pesar del petróleo o por causa del petróleo, somos más dependientes que antes. Tampoco estamos de acuerdo en que sigamos desentendiéndonos de la terrible situación e inseguridad en que se debaten nuestros compatriotas que trabajan en los Estados Unidos, legales o ilegales y de los que el Gobierno Mexicano sólo se acuerda para irles a "echar el grito" durante las fiestas patrias, como ellos mismos dicen con sorna. En este punto tampoco hemos sabido jugar nuestra carta y eso nos puede costar muy caro.

Ello no obstante, a nadie le puede caber dudas acerca de la eficacia de nuestra política exterior y de ello es una prueba contundente la acción desarrollada por el gobierno del Presidente López Portillo en Centroamérica y el Caribe, con la inspiración y el apoyo, hay que decirlo, del mejor Canciller de México que haya tenido desde los días de don Isidro Fabela y de Genaro Estrada, el licenciado Jorge Castañeda. La mejor defensa que el gobierno mexicano ha hecho de nuestros intereses como pueblo soberano ha sido el apoyo irrestricto y permanente a la revolución sandinista y al gobierno emanado de ella en Nicaragua y la reivindicación de la revolución salvadoreña como fuerza nacional. Hoy nuestra primera línea de

defensa y nuestra trinchera más inmediata están en Centroamérica; nuestros combatientes de avanzada son los revolucionarios centroamericanos, la revolución centroamericana es nuestra porque los intereses de los pueblos centroamericanos son los nuestros y nuestro enemigo es el mismo.

Es verdad, como dijo el presidente López Portillo, que no podemos enemistarnos con los Estados Unidos, por la sencilla razón de que en el desafío podemos ser aplastados y nadie va a venir en nuestra ayuda. Pero sería provechoso no olvidar nunca que los Estados Unidos sólo saben tratar con los demás desde posiciones de fuerza. Ya lo dijo el finado John Foster Dulles: "Los Estados Unidos no tiene amigos, tienen intereses". Y si me he permitido recordar lo que nuestra integridad y nuestra existencia como la nación soberana debe a la acción combativa de las masas populares es porque sólo en ellas radica nuestra fuerza y sólo en ellas podremos apoyarnos para seguir actuando en el concierto internacional.

Es sumamente preocupante, por todo lo expuesto, una campaña que se viene dando en Estados Unidos y en los países más desarrollados del mundo a la que en México no se ha prestado la suficiente atención. Primero se presentó como una simple opinión, luego se dio por un hecho cierto y acabado por convertirse en una presión sistemática sobre el gobierno mexicano. De acuerdo con quienes viven instigando esa campaña, el próximo presidente de México licenciado Miguel de la Madrid, una vez llegado al poder, cambiará radicalmente nuestra política exterior; México está tan mal económicamente, se dice, que el futuro gobierno no tendrá más remedio que estrechar más los lazos que unen al país con los Estados Unidos y ello implicará, por fuerza, echar marcha atrás en la política de apoyo a los movimientos revolucionarios y nacionalista de la América Central y del Caribe.

Por tradición y por necesidad política, el licenciado De la Madrid, próximo Presidente de los Estados Unidos Mexicanos deberá continuar, apoyado en su pueblo y sostenido por todas las fuerzas revolucionarias, progresistas y nacionalista de México, la tradición patriótica de nuestra política internacional en defensa de nuestra soberanía y nuestros intereses nacionales.

Concluiré expresando nuevamente nuestro acuerdo con el Presidente López Portillo cuando afirmara el pasado 1o. de septiembre: "No es ni racional ni ético aceptar un mundo en el que haya países ricos y poderosos que puedan comprar por la riqueza o dominar por la fuerza a países tan débiles, que acepten venderse o puedan ser arrollados por la arbitrariedad y la violencia.

Por encima de esa cruel, inaceptable docotomía, está la alternativa superior del derecho.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Jorge Alberto Ling Altamirano.

El C. Jorge Alberto Ling Altamirano: Señor Presidente:

Honorable Asamblea:

Estamos a 18 años para que termine el siglo XX y el horizonte de la siguiente generación va más allá del año 2000. Los avances tecnológicos de la humanidad han hecho vibrar las conciencias para demostrar que el viaje que hacemos todos en el llamado planeta tierra, reduce las distancias, haciendo más próximo al prójimo, más simultáneo los acontecimientos y más endebles las fronteras.

La reflexión inmediata es la comunidad de destinos y la solidaridad internacional. Por esta razón México no puede aislarse de la comunidad de países, ni permitir que nación alguna sea ínsula en el concierto internacional, quedando endeble ante el posible asalto de imperialismo de cualquier color.

No podemos quedarnos como observadores pasivos ante el embate de poderosos imperios, sobre naciones débiles, arguyendo el principio de "No intervención" y "Autodeterminación" cuando otros, invaden territorios y establecen la política en los hechos consumados.

La dinámica Internacional se ha hegemonizado bipolarmente a partir de 1945 y en lugar de buscar la solidaridad mundial, los imperios y bloques pasaron de la guerra fría a la coexistencia pacifica, y de ésta a la complicidad en el reparto mundial.

Las bases de negociación fueron el poderío bélico y el número de ojivas nucleares. Todos sabemos que el tratado de Tlatelolco es un balbuceante intento de "no nuclearización" de América. Pero las verdaderas cartas estuvieron en la mesa, primero en el abortado Salt I y del débil Salt II después.

Este último es un endeble tratado, según el mismo VI informe del Presidente López Portillo, en donde textualmente dice: Las dos superpotencias, nunca amigas, había llegado sin embargo a una serie de entendimientos, unos explícitos y otros implícitos en el terreno político y aún en el militar.

Más adelante, el Presidente, acepta que el rearme se ha desenfrenado y a él se sacrifica el sistema económico mundial; las zonas de conflicto armado se han multiplicado; ya el 22 de agosto de 1978, en una audiencia en México, concedida a los participantes de la reunión de América Latina y el Caribe sobre armas convencionales, había dicho: No bastará con el desarme; no bastará con evitar la guerra; es necesario que los recursos que así se ahorran, se destinen a las obvias prioridades de nuestros pueblos.

Estas últimas palabras coinciden con lo que nuestro partido ha aseverado siempre, y es que

no se justifica que los recursos que deben utilizarse para resolver necesidades básicas, de alguna manera se utilicen para fines armamentistas, especialmente en países de recursos limitados. Bien sabemos, por estadísticas, que el monto gastado anualmente en armamentos por todas las naciones, unos 500 mil millones de dólares, serían suficientes para mitigar el hambre de buena parte de la población mundial, pues cada año mueren más personas de hambre que de guerra.

Dice el Informe Presidencial: El mundo actual, en lo económico, vive la ruptura del sistema impuesto por los triunfadores de la Segunda Guerra Mundial, para ordenar el mundo a su imagen y conveniencia, mantienen la fuerza de su liderazgo, pero éste ya no es eficaz, ya no hay el orden que, bien o mal, lo justificaba.

Bien sabemos que este plan de reparto se hizo en la conferencia de Yalta y modificado en Postdam al terminar la Guerra. Y que cada potencia trató de cambiar sus imperios por hegemonía; la eclosión que hicieron en el campo mundial los países productores de petróleo al dinamizar sus precios, rompieron el equilibrio de poder que existía entre dichas potencias que apartir de 1973 tuvieron que modificar a su vez el precio del oro que había fijado en los acuerdos de Breton Wood y para pagar sus compras de petróleo y otras en el mundo, comenzó la invasión mundial de los llamados Eurodólares. El presidente López Portillo lo explica así "ellos mismos, después de 20 años de estabilidad, rompieron la disciplina en un proceso de deterioro que empezó con la sobresaturación del dólar como divisa. Sus problemas con el oro, siguió con la inflación, se agravó con las competencias y sus reacciones y represalias y ahora expresa en el desorden monetario financiero y comercial en el que vivimos en el que los aliados se entienden".

Mas adelante, en su informe, agrega: "el mundo se empezaba a acostumbrar y a gozar de los beneficios de 20 años de distensión cuando intempestivamente, de un año para otro, la situación empezó a deteriorarse aceleradamente, al grado que hoy vivimos quizá la época de mayor tensión, crisis y peligro desde el final de la Guerra".

"Es ahora el FMI y el BID los que tratan de establecer el equilibrio perdido pero siendo banqueros cobrarán un precio, tanto si logran establecerlo como si no lo alcanzan."

Entre los postulados declarados universalmente por los países en el concierto de las naciones, todos se declararan democráticos. Al amparo de esto se asumen actitudes en política internacional, pero existe un gran contraste entre esas declaraciones y los hechos. Algunos ejemplos no hacen ver la realidad. Es la Unión Soviética el país que abandera el otro imperialismo en expansión y que no sabemos por qué se oculta y no se esclarecen sus intervenciones políticas, económicas y militares en los países del mundo. En este país donde es más clara la inexistencia de una democracia real, aunque se declara democrática. Es donde existe un totalitarismo burocrático voraz como no había conocido la humanidad.

Brezhnev lleva 17 años como dirigente y a su muerte sólo habrá situación por designación del Comité Central. No habrá participación del Pueblo.

Cuba tiene un primer ministro vitalicio que detendrá el poder hasta su muerte y es claro que no hay participación del pueblo en la prensa, en elecciones, en decisiones políticas, etc. En los países de atrás de la cortina de hierro, se dan las mismas características de concentración del poder político, económico y cultural en manos de unos cuantos, sin posibilidades de participación popular real en la toma de decisiones de ninguna índole. Las libertades de la persona en estos países son inexistentes, sólo son receptores de las decisiones llamadas por las burocracias totalitarias; hablamos de Letonia, Estonia, Lituania, Hungría, Checoslovaquia, Polonia, Alemania Oriental y otro. En todos esos casos, aún cuando hay violaciones a los derechos humanos a tratados suscritos internacionalmente, México no ha dicho nada, sólo ha cuestionado al bloque imperialista norteamericano, acalla los avances de la URSS en África, en Asia, en Europa Central y en América; esto habla de una actividad diplomática parcial y sospechosa.

Acción Nacional enfatiza que el presidente, congruente al Estado democrático que debe existir en México, debe tener el consenso del pueblo y la consulta al Senado para todo lo referente a la política internacional, respetando siempre los sentimientos de la nación y no tomando decisiones personalistas. (Aplausos.)

Como todos conocemos, México había sido siempre sujeto pasivo en los acontecimientos internacionales, su política exterior fue tradicionalmente defensiva, pues siempre invocó los postulados que han sido las armas de México en los foros internacionales; la autodeterminación de los pueblos, la resolución pacífica de controversia, la no intervención y la prohibición del uso de la fuerza, pero es en los últimos años que México deja de ser espectador y comienza su actividad en forma cada vez más dinámica aunque poco efectiva.

¿Cual fue el momento histórico que hizo que decidiese al Presidente actuar internacionalmente? Desgraciadamente no fue una coyuntura proveniente del interior sino que tuvo que tocar una nota orquestada desde el exterior, sea por complacencia o por obligación y aquella corriente exterior nos hace tomar decisiones fuera de nuestro control, nos empuja, nos precipita, nos detiene.

El licenciado López Portillo dice en su informe: "por ello mi gobierno acordó pasar de ser un espectador prestigiado por sus principios y fino criterio, a ser un actor con una trayectoria definida por su propia situación, "Los compromisos contraídos por el PRI, partido que postuló a José López Portillo, es uno de los tantos partidos vinculados a la Internacional Socialista como lo son o fueron el grupo de los 12, el Frente Sandinista de la Liberación Popular de Nicaragua, o como el Partido Venezolano Acción Democrática, o bien como el Partido Revolucionario Dominicano.

La presencia de Felipe González del PSOE y Mario Suárez de Portugal, en México, no es casual en abril de 1979, pues expertos en asuntos Latinoamericanos por parte de la Social Democrática, encabezaron un evento de la Segunda Internacional. Su razón de acciones arranca de las decisiones tomadas en el 14 Congreso de la Internacional Socialista celebrado en Vancouver en noviembre de 78. La reunión es del 9 al 13 de abril del 79; el verdadero contenido de la reunión era coordinar concretamente el respaldo a la revolución antisomosista.

Los representantes del Frente Sandinista y del Grupo de los 12, solicitan armas, apoyo político, dinero y presión internacional contra Somoza. Ellos dijeron: No basta la ayuda moral, necesitamos la material para garantizar la victoria.

En mayo de 79, en la Reunión Mundial de la Segunda Internacional en Costa Rica, el representante de la Dominicana diría: "Si los nicaragüenses quieren palabras, se las daremos; si quieren dinero, daremos; si necesitan armas, se las daremos".

Al terminar la reunión visitan a López Portillo y le ponen en conocimiento todos los acuerdos tomados y el compromiso de la Internacional Socialista, hacia los sandinistas. Y a este compromiso se le llamó "Declaración de México", el 20 de mayo de 1979. Un mes después, se rompen las relaciones con el Gobierno de Somoza.

Un cuaderno de divulgación de la Secretaría de Programación y Presupuesto, que trata el sector político exterior del tercer informe de Gobierno de López Portillo, dice que la decisión fue tomada por el Presidente de la República, en vista de la violación masiva de los derechos humanos, ampliamente documentada en el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y las Acciones bélicas indiscriminadas que la Guardia Nacional de Nicaragua realizó en contra de la población civil.

El apoyo dado por el gobierno francés a la política mexicana en Centroamérica hace que se parcialice la solución propuesta, pues al reconocer al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, se toma la decisión de apoyarlo en las negociaciones de El Salvador, con la Junta Salvadoreña, cuando ésta, había convocado a elecciones no a negociaciones, el frente no quiso participar democráticamente, sino quiso dirimir por la voz de las balas, lo que se ventiló por la voz de los votos.

Acción Nacional siempre a estado contra de la participación del territorio de nación alguna. La devolución del Canal de Panamá a la soberanía de ese país, en una década más, tarde pero próxima, será un acto de justicia. El apoyo de México fue claro al hablar el Presidente López Portillo como portavoz de los presidentes Latinoamericanos, en una reunión que con tal motivo aconteció en aquel país.

Debemos recordar que Jorge Castañeda no fue el canciller de comienzos del sexenio, sino que Santiagon Roel fue retirado después de expresar ciertos juicios acerca del honorable cuerpo diplomático mexicano.

Apartir de este cambio se notó la predilección del Gobierno por la URSS y los países socialistas, la primera acción espectacular del gobierno de México en materia de política exterior, fue la de restablecer relaciones con España que saliendo del periodo franquista hacía sus primeros balbuceos en una nueva política democrática plural, con un modelo propio de su concepto actual de monarquía, un expresidente mexicano fue nombrado embajador. Las relaciones diplomáticas, económicas y entre las sociedades, han avanzado en estos años, de tal manera que hoy parecen no haber existido 40 años, de ausentismo en el diálogo; la independencia de Belice concedida por Inglaterra recientemente, hizo que se alzara la voz de Guatemala por sus reclamos sobre dicho territorio, teniendo menos fundamentos legales e históricos que México, quien perdió en este caso la sincronía histórica y no dijo nada, ni siquiera reafirmar su consustancial política de autodeterminación de los pueblos, con lo cual nuestro país hubiese quedado a la altura del momento histórico. Por esas fechas nuestro canciller visitaba embajadores mexicanos en Europa, el gobierno mexicano nunca dio una explicación satisfactoria, en el asunto beliceño reafirmamos todo lo que dijo nuestro partido durante la glosa del año pasado; Honduras, en su enclave centroamericano y por su situación histórica actual donde por una parte es vecino de un país en crisis y densamente poblado, recibiendo miles de refugiados salvadoreños y por otra parte, con una frontera caliente con un país que cambió de tiranía, puede ser, dependiendo de su trayectoria, o el comienzo de la democratización del Istmo Centroamericano y opta por la democracia.

O bien, el principio del final de la esperanza democrática de la cintura de América, si se cae

envuelta en llamas en un conflicto interno armado para abrir las puertas de la historia, la suya y la de los países que la rodean.

En Guatemala, cada vez más la violencia se institucionaliza, haciendo que muchos hermanos de esa nación busquen en Chiapas la salvación de sus hijos y la solución a su tragedia provocada por la intransigencia armada de grupos antagónicos. El papel de intermediarios, en el caso del Caribe asumido por el gobierno mexicano, lo hizo ser interlocutor activo que se situó entre el poderoso del norte y la punta de lanza del bloque soviético, tratando de lubricar el punto de fricción en la subducción de dos imperios y con eso trató de comprar prestigio nacido de diferencias entre el Este y el Oeste.

Después del informe del la Comisión Brandt, México intervino para que se realizara en nuestro país el diálogo Norte Sur, donde tentativamente serían 25 países los que participarían, pero la realidad es que hubo 22 integrantes y debido a los antecedentes internacionales, el intento prácticamente no tuvo resultados. El espíritu de Cancún no fue lo que se esperaba de él.

El problema de los migrantes mexicanos hacia el país del norte no solamente es debido a las necesidades que tienen los Estados Unidos de mano de obra barata, ni es éste el principio del problema. El factor determinante es la problemática del campo mexicano, cuyo deterioro es debido al problema de tenencia de la tierra y la manipulación por las centrales campesinas de los pobladores rurales, siempre utilizados para apoyar al régimen y su partido.

El problema es la vergüenza del gobierno y la angustia de todos los demás; los indocumentados mexicanos no son mercancía de negociación en los pactos petroleros.(Aplausos.)

El Presidente, en su Informe, menciona que se firmaron y se ratificaron siete tratados sobre derechos humanos, lo cual obliga a todo el gobierno a que asuma una conducta congruente con los contenidos de dichos tratados. Es más, aún sin firmar tratado alguno, todo gobierno, en cualquier parte del mundo, tiene la obligación de respetar los derechos humanos, tanto de su propio pueblo como de cualquier otro.

El lunes pasado se dijo aquí, tratarse de la glosa en política interior, que en México había presos políticos, y éstos existen a pesar de los tratados firmados. Preguntémonos, ¿cuantos militantes de nuestros partidos, diferentes al del gobierno, no han padecido vejaciones y aún muerte por razones de sus ideas políticas? El PAN, por su parte, denuncia los atropellos que sus miembros han sufrido, en especial en las últimas elecciones, principalmente en Sonora y Nuevo León, donde los gobernadores ahogan la voz política de oposición, que es la del pueblo mismo.

Las condiciones infrahumanas de grupos étnicos mexicanos, son el resultado de la política interior del gobierno, misma que denunciamos en otros países. En México nos enteramos que son asesinados los triques, en Oaxaca; grupos paramilitares patrullan la campiña mexicana para lograr, por la fuerza, establecer la tranquilidad. En otros países se trata de someter a la fuerza a sus etnias, como los mixquitos, en Nicaragua. Los derechos humanos son violados por derechos dictatoriales en muchos países y sólo denunciamos algunos, aquellos que no nos acarrean problemas con terceros.

Las invasiones que violan soberanías, son justificadas con el pretexto de defender minorías, como es el caso de Afganistán, donde los patriotas son borrados del mapa, aplastados por los mismos tanques que hicieron un invierno de la primavera en Praga, que cuidan el muro de Berlín y que arrasaron Hungría. México que alza su voz para denunciar cualquier gobierno, de cualquier país, en cualquier parte del mundo que pisotee los derechos humanos, sin importar qué tipo de imperialismo orbite, o sea, de los aquellos denominados no alineados.

Hace dos mil años un imperio hizo astillas al pueblo que habitaba la zona más conflictiva para ellos: el reino de Judá. A partir del año 70 de nuestra era comenzó la diáspora por la mayoría y el heroísmo de Masada para otros.

Un pueblo dispersado víctima de otro pueblo.

Hoy, en ese mismo territorio, una nueva diáspora se da pues el pueblo palestino es dispersado pero no se le da la solución. Donde están los derechos humanos que tantas palabras provocan en los foros internacionales. Los refugiados de Cambodia y miles más en el mundo se vuelven parias de la humanidad abriendo una herida lacerante en todos los que participamos del género humano. Debemos exigir acciones a nuestros gobiernos para su solución Acción Nacional solidariza con el pueblo polaco que hoy como nunca lucha no solamente por libertades sindicales; su batalla lleva siglos. Ayer contra los Nazis, hoy contra los Soviets. Basta ya de aplastar la voluntad de un pueblo valeroso que desde astilleros y fábricas, minas y campos y que además con sus líderes en cautiverio busca liberarse del régimen policíaco de Jarulzesky que de nueve meses tiene ahogada la población.(Aplausos.)

Dejemos que las banderas blancas con letras rojas vuelvan a ondear sobre los campos de Polonia, haciendo flotar por todo su país la palabra "Solidaridad". (Aplausos.)

Tanto el liberalismo como el marxismo tiene un origen común, un misma raíz cultural, no hay nada más occidental que Stuart Mil o que Marx, ambos tienen sus orígenes en el nacionalismo, en el sistema liberal, se pregona que en el Estado debe reducirse al simple papel de policía, o sea su más simple

expresión; sin embargo los hechos demuestran el crecimiento gigantesco de los organismos del Estado del país más representativo del sistema liberal, a Estados Unidos se le acusa de imperialista, cuya política Internacional afecta a todo el orbe, Vietnam, Medio Oriente, Corea, etc., y ahora en problemas con Europa por el gasoducto de Yamal.

En el sistema Marxista se dice que el Estado va a desaparecer pues al pertenecer a la superestructura sólo utilizado después de la victoria del proletariado para exterminar a los burgueses; sin embargo, siendo Rusia la depositaria de la hegemonía marxista, forma un bloque soviético donde, para controlar ese imperio el Estado ha crecido enormemente. En ambos imperios, la sociedad ha disminuido enormemente quedando atomizada y diluida ante el Leviatán de Hobbes, el Estado, en Polonia existe una sociedad fuerte que no quiere ser destruida en su estructura por un Estado al servicio de los intereses del Pacto de Varsovia.

En México, ante las últimas medidas adoptadas en un acto personalista, se ha hecho fortalecer todavía más el gobierno y por las elecciones no respetadas se ha hecho disminuir a la sociedad, por lo tanto acusamos al gobierno mexicano de despotismo y de colonialismo interno. (Aplausos.)

¿Que tanto estado debe existir? La sociedad mexicana deberá crecer; la democracia deberá crecer; organismos intermedios deben llenar el vacío existente con una sólida construcción social y una articulación funcional; debe darse el tejido social. No más estado del que permita una sociedad vigorosa, pues los mexicanos deberemos ser los autores del proyecto de nación que queremos, no la que el gobierno nos imponga.

Este régimen seguirá con sus clarooscuros diciendo lo mismo que Llepé gritaba angustiado cuando estaba a punto de morir: Luz, más luz. Gracias.(Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Luis Dantón Rodríguez.

El C. Luis Dantón Rodríguez: Señor presidente:

Señores vicepresidentes:

Compañeras y compañeros de la LII Legislatura:

Una vez más, en la tribuna de esta Cámara venimos al encuentro de nuestro compromiso político, con las ideas y los hombres de nuestro Partido, pero también venimos al encuentro y en busca del entendimiento o de la confrontación, con las ideas y los hombres de otros partidos. Lo importante en esta Asamblea, es que está representado México, sus valores auténticos, su pueblo.

Habrá sin duda, la ha habido, coincidencias y diferencias, acuerdos y desacuerdos, tesis y antítesis. Esa es la vida parlamentaria, esa es la vida de la democracia. No coincidimos con lo que se ha expresado plenamente, de convertirnos en intermediarios, no confundir a los interlocutores con los intermediarios. Nuestro país no anda comprando prestigio; lo tiene.

No es un artículo mercantil. Somos como somos. No cómo algunos de ustedes quisieran que fuéramos. Si coincidimos en condenar cualquier intervención armada en el mundo, lo mismo sea en Afganistán que en Líbano, en Polonia, en las Malvinas, en Cuba, en Panamá, en Nicaragua. Para nosotros, los perseguidos ni tiene raza ni tiene condición económica prejuiciada, ni tienen ideología condenada. Para nosotros, el perseguido político es un hombre que busca el amparo del derecho y que lo hemos ofrecido ampliamente a lo largo de la historia. Para nosotros, las armas tampoco tienen nacionalidad. Lo mismo ofenden al mundo socialista que al occidental, hay que condenarlas. Sí coincidimos con Arnaldo Córdoba, por ejemplo, autor del libro "La Formación del Poder Político en México" y que prestigia a su partido, con la concepción universal que tiene de la historia y la muy particular que tiene de nuestro país.

Coincidimos que en lo interno y en lo externo las nacionalizaciones son actos de soberanía, no están sujetas a negociación, así lo ha demostrado el gobierno de Cárdenas, de López Mateos y de López Portillo.

No coincidimos con el pensamiento del diputado Lomelí, cuando afirma que hay actitudes incoherentes en nuestra política exterior, sus principios y objetivos están perfectamente definidos, pero seamos objetivos, somos autores del proceso histórico, no autores de él.

Tampoco coincidimos con él cuando después de dar lectura a un párrafo del Informe afirma con desenfado, "que ellos, los de su Partido, habían escuchado el Informe en silencio respetuoso e interesado" con lo cual le otorgan un gran valor a su actitud política, en contraste con quienes lo oyeron con aplauso y aquí se expresó un par de adjetivos poco considerados que no me parecen conveniente repetirlos, pero con los que pretendió descalificar la actitud de quienes escuchan con aplauso un Informe de su Gobierno. Seamos objetivos, señor diputado, y dejémonos de actitudes cerradas dogmáticas y sectarias, pues en forma apriorística y miope mide posturas políticas de su partido y de con otros partidos con distinta vara, afirmamos los diputados de la mayoría que tanto merece respeto su silencio o discrepancia como nuestro aplauso y entusiasmo por el logro de los objetivos por los cuales luchamos.(aplausos.)

Y si se trata de calificativos, me parece menos sincera la actitud muda y silenciosa que la actitud gallarda y levantada.

Tampoco coincidimos en las deformaciones o faltas de información respecto a las ligas

políticas que pudiera tener el Partido Revolucionario Institucional. No es lo mismo afinidad que afiliación. Coincidimos en mucho, con la corriente social demócrata que encabeza el Partido Social Demócrata de ese nombre, que no es propiedad privada de Willy Brandt, sino que es un partido que nació precisamente con el fundado de la República de Weimar, Frederick Engels, y que sin duda hay coincidencias de buscar la libertad en la justicia. No fue por la inspiración de ese grupo que se realizó la reunión de Cancún, fue a pesar de la intervención de la Comisión llamada Brandt, que se hizo posible esta importante reunión.

No hemos tampoco perdido la sincronía histórica en Belice, ni hemos perdido nuestros derechos, lo que hemos afirmado es nuestra razón histórica, no deformemos, por favor, el sentido de nuestras resoluciones.

Pero a lo que nos ocupa esta tribuna es el informe que durante estos días hemos comentado en las distintas grandes áreas que lo contienen, el Informe es el ejercicio de un mandato constitucional, es la obligación del mandatario frente al Congreso y es la expresión de una larga tradición democrática de la República, el primero de septiembre también fue un momento histórico que todos compartimos.

Es muy satisfactorio, señor presidente, que al iniciarse bajo su presidencia los trabajos de la LII Legislatura se analicen y comenten los principales capítulos que contiene el Informe de Gobierno por cada uno de los partidos aquí representados.

El amplio acervo documental y la más variada información contenida en tan importante documento, es posible que rebase los límites de tiempo impuesto para este propósito; pero qué bueno que ya sean varios días de análisis, y no sólo reducidos a una sola sesión. Es conveniente destacar el hecho de que el estado que guarda la administración pública a todos no interesa, y debe estar sujeto, como lo ha sido, al examen riguroso de los partidos políticos representados en esta Asamblea Popular. Lo que confirma, por una parte, que el orden democrático se encuentra vigente en nuestro país, y por otra, que la voluntad popular, conformada por mayorías y minorías, tienen distintas, variadas y en ocasiones contrarias posiciones políticas. Lo tienen acerca de los fenómenos de la vida nacional y de los actos y decisiones que nuestro gobierno ha tomado para conducir sus relaciones con el exterior.

Una vez más se ha demostrado que los partidos políticos, considerados ahora como entidades de interés público, no son únicamente organismos electorales, ni clubes de discusiones ni grupos de políticos amargados o audaces, son organizaciones políticas que aglutinan fuerzas sociales en torno a ideologías decididas, las cuales influyen necesariamente sobre la realidad económica y social de la nación; comparten la responsabilidad de promover el desarrollo político del pueblo, que es condición imprescindible para el perfeccionamiento de la democracia como forma de gobierno y como sistema.

Capacitan y comprometen a sus miembros para el ejercicio de sus funciones internas y externas, y en definitiva movilizan las ideas y las acciones políticas de nación.

Así mismo, debemos admitirlo sin reservas, tienen un diálogo abierto con todos los sectores del pueblo que se registra de acuerdo a la fuerza que representan en distinto grado e intensidad y frecuencia. De esta manera los partidos promueven la acción política en todas partes, orientan, opinan, difunden, critican, estudian y también apoyan las estructuras de nuestro país que han sido derivadas de su organización y de su historia.

En qué país del mundo existen partidos que representan la democracia cristiana, el pensamiento liberal, al lado de partidos que representan las diversas escuelas socialistas, los credos comunistas en su interpretación marxista o en su interpretación trotskista. Y en que países existen partidos en el poder que permitan que coexistan, que dialoguen, que juzguen y que critiquen esos partidos. En México, afortunadamente desde hace mucho tiempo.

Los partidos hacen política, y la hacen siguiendo principios que en lo esencial, como el derecho, se consideran dinámicos y fundamentales para transformar la realidad en que vivimos. Por eso no resulta extraño que en los comentarios expuestos, salvo notorias excepciones, los partidos, a través de sus diversos puntos de vista, hayan valorado la posición que con grandes esfuerzos y no pocos riesgos nuestro país representa en la comunidad de las naciones.

México, a nuestro juicio, conduce sus relaciones internacionales afirmando la vigencia permanente de los principios fundamentales que han hecho posible a lo largo de los años salvaguardar su soberanía y proyectar al mundo de los más genuinos valores de su país.

México juzga que la convivencia pacífica entre las naciones sólo puede ser posible con el respeto absoluto a esos principios; su posición ante los conflictos surgidos sólo puede ser posible con el respeto absoluto de sus principios; su posición ante los conflictos surgidos han sido evitar en esos límites de lo posible y del entendimiento, que se acuda a medios violentos, no lo ha podido lograr en todas las ocasiones. Por ello ha sido defensor incansable de la soberanía nacional y ha propiciado la relación amistosa entre todas las naciones, sin distinguir el origen nacional, la capacidad económica o la definición ideológica que tengan; su postura invariable ha sido en el cumplimiento

a los postulados que orientan su conducta externa, la búsqueda de la solución pacífica de las controversias internacionales donde quiera que éstas aparezcan.

Por eso, la política exterior de México se estima y respeta en todas las regiones y latitudes; los principios en que se finca esa política ya se han señalado una y otra vez, la autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la solución pacífica de los conflictos, y todo esto no ha sido un invento de nuestros gobiernos sino que se encuentra en la raíz del pensamiento de Morelos, de Juárez, de Melchor Ortega, de Sebastián Lerdo de Tejada, seguramente no en la raíz del pensamiento de Marx ni de Stuartmil, nosotros somos más modestos y concretos, abrevamos de lo nuestro, sentimos que lo nuestro es propio y por lo tanto debe ser definido y debe ser proyectado hacia el exterior.(Aplausos.)

Ahora, esos principios han tenido una aceptación universal y constituyen normas de derecho internacional, y es que debemos reconocer que la lucha del pueblo mexicano se ha realizado durante mucho tiempo mediante un esfuerzo tenaz por alcanzar su integración y desenvolvimiento dentro de un orden jurídico por defender sus valores originarios, afirmar su nacionalidad y fijar su propio perfil en la historia.

Generación tras generación de mexicanos, ha entregado sus mejores afanes para asegurar la independencia en el ejercicio pleno de su soberanía, garantizar el respeto a la dignidad de la persona humana, y la autonomía de los grupos sociales y políticos, así como mantener una constante y permanente voluntad de procurar la justicia.

Gobierno tras gobierno, emanado de la Revolución, ha dado respuesta con oportunidad y decisión a los desafíos de su tiempo histórico.

Así se explica cómo el derecho se encuentra vinculado de manera inseparable a la evolución de los movimientos internos, y cómo se ha proyectado en su relación con otros pueblos. De esa manera se advierte también cómo las leyes fundamentales que el pueblo se ha dado en un proceso de autodeterminación, definen el rumbo que ha seguido la nación y el que habrá de seguir en el futuro, reflejan la concepción que se tiene del hombre y la sociedad en la época de su vigencia, así como también lo que pretende diseñar a través de sus normas.

Es por eso que la Constitución General de la República, y aquí se reconocía, más que ninguna otra ley porque a todas las comprende y las regula, se encuentra inmersa en la dinámica social y en la raíz misma de la historia. No podemos proyectar a otros lo que no somos o lo que no queremos ser; proyectamos al exterior aquello que tenemos y en el mejor de los casos aquello que queremos alcanzar hacer.

Sin Embargo, seamos realistas, debemos admitir que la sociedad internacional no es obra de la razón, ni de la novela, ni de la imaginación, sino es un producto de la historia. Los países son como han podido ser, no como hubieran querido, cuando menos no todos, y el pluralismo que tenemos en lo interno es también norma de conducta al exterior.

Entre ciudadanos nos debemos respeto; entre países también. Esta es la mejor garantía para la paz. Que estos principios y el nacionalismo que a todos nos invade justificadamente por los hechos y decisiones del gobierno, no nos haga darnos nombres distintos, no nos haga sentirnos ajenos unos a los otros.

No nos haga llamarnos por nuestras divisas o connotaciones ideológicas. No nos conduzca a una división estéril, como quisieran otros poderes del mundo.

Con cuanta razón, el presidente de este Congreso, diputado Humberto Lugo Gil, al dar respuesta al Informe de Gobierno, afirmó que: "nuestra nación escogió la vía democrática no sólo como forma de gobierno, sino esencialmente como sistema de vida. Se dio tras violenta revolución social, una Constitución cuyos preceptos son principio de vida y desarrollo para la Nación". Termina la cita. Y yo agregaría: y ejemplo para muchos países del mundo.

Así vemos cuando en 1935 en la sociedad de naciones nuestro gobierno y sus agentes diplomáticos representados entonces por Isidro Fabela, sostuvo la integridad del territorio de Etiopía, frente a las agresiones injustas de un régimen fascista. México estaba proyectando a la comunidad internacional sus principios constitucionales y reclamando a la vez el respeto a su vigencia. Y cuando más tarde en 1936 primero, frente a las convulsiones de la Guerra Civil Española y en 1939 después, ante la ruptura del orden jurídico, la violación flagrante de la soberanía nacional y el éxodo dramático de la República española, México nuevamente salió en defensa del derecho legítimo que le asiste a las naciones de darse el gobierno que mejor se identifique con los intereses de su pueblo y al hacerlo dio ejemplo al mundo, al extender el derecho de asilo, para amparar las vidas y los bienes de los refugiados perseguidos por Europa que habían quedado en medio de una conflagración mundial.

Con esos mismos principios, fincados en la razón y el derecho, México ha defendido la soberanía de las naciones, amenazada dentro y fuera del Continente, como lo demuestra el caso de Cuba, del que no debemos avergonzarnos El Salvador, Nicaragua, Panamá y Argentina.

Así se ratifica una y otra vez la constante invariable de su política exterior que es la solución pacífica de las controversias, la no

intervención y el respeto a la autodeterminación de los pueblos.

Un examen de la postura de México ante los conflictos surgidos, en cualquier parte del mundo, revela el empeño de nuestro país de buscar soluciones pacíficas y evitar el empleo de otros medios contrarios a la paz y a las relaciones amistosas.

Nada menos que en el conflicto Irán Irak, desencadenado en septiembre de 1980, nuestra delegación ante Naciones Unidas desplegó una marcada actividad en la búsqueda de una solución pacífica. La moción de México ante la Reunión Formal del Consejo de Seguridad, invocando nuestro carácter de miembros de la Comunidad Internacional y el propósito de "promover decididamente la solución pacífica de las controversias", fue aprobado finalmente el pasado 28 de septiembre de 1980, si bien la lucha no ha cesado del todo, ha sido notorio el empeño de México por lograr a través de la vía pacífica las graves amenazas que confronta la paz en el mundo.

El presidente en su informe, ya lo mencionaba aquí un diputado del PAN, decía que hasta 1979 habíamos vivido los años de distensión. Las dos superpotencias, nunca amigas, habían llegado a un entendimiento político y militar. Sin embargo, la carrera armamentista nunca se detuvo de verdad, en una gran reflexión, el mandatario concluyó: "Todo ello directa o indirectamente nos afecta"... para luego agregar, "es claro que no podemos arreglar la casa cuando la corriente del exterior, fuera de nuestro control, nos empuja, nos precipita o nos detiene."

De ahí que el Gobierno de la República decidiera pasar de ser un espectador, prestigiado por sus principios y sus criterios, a ser un actor con una trayectoria definida en el impulso de su propia actuación.

Uno de los propósitos que en años más o menos recientes se ha convertido en preocupación constante de nuestra política internacional, es el desarme.

También se habló de eso.

En todos los foros mundiales nuestro país ha buscado contribuir al progreso de las negociaciones encaminadas al desarme. Como bien se ha dicho los cientos de miles de millones de dólares gastados anualmente en la fabricación y en el perfeccionamiento, y los miles de científicos dedicados a esta finalidad de armar al mundo, ofrecen un contraste sombrío y dramático con la escasez y la miseria en que viven dos terceras partes de la población. Por eso nuestro país ha hecho grandes aportaciones al derecho internacional, desde el régimen de don Adolfo López Mateos hasta el que preside José López Portillo, ha insistido através del tratado de Tlatelolco ejemplar en el mundo en no extender y multiplicar las zonas libres de armas nucleares con el propósito de alcanzar antes de que concluya el siglo el ideal de la humanidad de eliminar para siempre la amenaza de una guerra mundial.

Pensamos en contribuir al objetivo no sólo con el auspicio que hemos dado y seguiremos dando al mencionado Tratado, sino además mediante la decisión de que sólo invertiremos en armamentos, como lo hemos hecho en nuestro presupuesto, lo mínimo indispensable para nuestra seguridad interna, y para la defensa de nuestros recursos naturales.

Tenemos, ciudadanos diputados, la convicción plena de haber convertido la lucha en pro del desarme, en una constante más de la política externa.

Por tanto admitimos como válidas las palabras del Presidente de México que al afirmar también advierte: no se avanza hacia la paz por el camino de la amenaza de la guerra. Los artefactos para la violencia alientan violencia.

La paz sólo se construye por medios pacíficos.

Estamos de acuerdo con esa reflexión. Desde luego el panorama internacional - y él lo admite en el informe de este año de 1982 no es el que los pueblos del mundo desearíamos.

La distensión y la relativa prosperidad de decenios anteriores han cedido su lugar a la mayor crisis de relación que se haya registrado después de la Guerra.

Ahí está la Conferencia del Fondo Monetario Internacional, que sirve de ejemplo.

Si tan sólo meditáramos que en el último semestre se han puesto en estado de alarma los sistemas de seguridad por la explosión de tres conflictos armados que simultáneamente se desarrollaron en los escenarios de Oriente, Medio Oriente y el Ártico, este último provocando la movilización naval más costosa, impresionante y absurda desde el tiempo de la segunda Guerra Mundial.

Por eso y por lo imprevisto de los conflictos, nuestro gobierno, así se afirma en el informe, ha dado un paso definitivo en apoyo a las Naciones Unidas, a pesar de sus debilidades e imperfecciones, representa el mejor instrumento conocido hasta ahora de conciliación que ha sabido organizar la humanidad; no sólo para mantener la paz, sino para establecer la cooperación entre las naciones.

La mayoría representada en esta cámara, por mi conducto, ratifica su solidaridad con el gobierno de México por las dos grandes iniciativas presentadas precisamente en el seno de las Naciones Unidas, relacionadas con temas vitales para humanidad: El plan Mundial de Energéticos y la Reunión sobre Cooperación y Desarrollo realizada en Can Cún.

La voz independiente de México propuso a las Naciones Unidas de elaboración y adopción de un Plan Mundial de Energía, que contribuyera en forma efectiva a solucionar los

mas que enfrenta la mayor parte de los países del mundo, problemas que propician cada vez más el desequilibrio y la dificultad económica internacional.

La propuesta mexicana estaba encaminada a combatir las causas de la inflación, el desorden, la explotación y el abuso. Pero además ha predicado con el ejemplo, modesto si se quiere, pero representativo: el convenio con Venezuela para suministrar petróleo a Centroamérica y el Caribe.

Como también debemos decir que la acción internacional más importante intentada por México, y que revela el carácter activo y dinámico de su política para influir en los acontecimientos fue sin duda la Reunión Internacional sobre Cooperación y Desarrollo a nivel de jefes de Estado o de gobierno, reconocida como Diálogo Norte - Sur, y que se efectuó durante el mes de octubre pasado en Cancún.

Un laborioso programa de consultas y negociaciones permitió a México, Austria y en último momento al Canadá convocar a un diálogo para informar a los dirigentes políticos de 22 países en desarrollo y desarrollados para fijar expresiones y criterios sobre cuestiones tan importantes como la seguridad alimentaria, el desarrollo agrícola, los productos básicos, el comercio y la industrialización, la energía, los problemas financieros y monetarios.

Aunque esta reunión no ha logrado acuerdos concretos o resultados inmediatos, el solo hecho de que haya congregado a los representantes de tan diversos países en lo económico, ideológico y lo político, significa una oportunidad de hacer más amplias y comprensibles las relaciones económicas internacionales de nuestro tiempo.

México, país frontera, unió a las dos mitades del mundo, sin enfrentamientos y sin polarización. Demostró y acrecentó su presencia activa en el mundo de hoy y - según los términos del informe - fue reconocido como interlocutor viable y respetado por todos.

Estas conferencias le cuestan al gobierno, le cuestan al pueblo, pero es una aportación, un esfuerzo más para que se entiendan los países que tienen distintos intereses y se eviten las chispas de su cólera o de su violencia.

Las consecuencias de esta reunión se habrán de registrar en el largo plazo; no obstante debemos pensar que el reciente acuerdo tomado por los siete grandes países industrializados en la Reunión de Versalles, es, sin duda, resultado del espíritu de Cancún.

La relación de acontecimientos, acuerdos, convenios y tratados, así como las numerosas conferencias internacionales en las que nuestro país ha intervenido, demuestran la participación activa en que se ha desempeñado para mantener, la paz, defender los derechos humanos y procurar la cooperación económica.

Guerras, crisis, persecuciones, han sido síntomas del deterioro en la relación internacional de nuestros días. Frente a esos fenómenos contemporáneos nuestro país promueve la concordia y afirma el derecho, ¿Hay algún error en eso?

El informe así lo hace evidente cuando expresa la preocupación por el respeto a los derechos humanos que a consecuencia de las crisis han sufrido menoscabo muchos pueblos dentro y fuera del hemisferio.

Por eso resulta congruente con la política exterior y la tradición histórica de nuestro pueblo, que el gobierno haya decidido firmar, en el marco de las Naciones Unidas, siete Tratados sobre derechos humanos que tenían en la negociación diplomática más de dos décadas abiertos a la firma y por consiguiente, mediante su ratificación, el gobierno queda obligado, no sólo ante su pueblo, sino ante la comunidad.

Claro que no firmamos esos convenios para hacer obligatorio el ejercicio del respeto a los derechos humanos que nos derivan desde la Constitución de 1824 y que sin duda en los 28 Artículos primeros de nuestra Constitución General, porque el 29 es precisamente, para convocar a su suspensión, no hace falta que suscribamos convenios o acuerdos con el exterior para hacerlos vigentes, lo hacemos para obligar a las otras partes a que respeten la vida, la propiedad, la libertad, el honor y la dignidad de los perseguidos que todos los días llegan a nuestras fronteras, lo hacemos con el ánimo de salvaguardar los derechos de otros, porque los nuestros los tenemos perfectamente bien reconocidos en nuestra ley fundamental y en todos los instrumentos del control constitucional para su defensa.

Si hay perseguidos, como ustedes dicen, y no hay un asesoramiento legal, aquí habemos muchos diputados que podemos analizar el caso de esos asuntos, y en el mejor de los casos procurarles un amparo. (Aplausos.)

México, a lo largo de los años ha sostenido la doctrina de la autodeterminación como lo hemos mencionado, y la intervención. Ha sido congruente con su voluntad de independencia y equidad. Corresponde a su invariable actitud de respetar la soberanía de otros países.

Con base en esos principios ha luchado con la más eficaz de sus armas, que es el derecho, para prevenir la agresión y evitar la injusticia.

Así lo ha hecho hoy y siempre; esa ha sido su posición invariable. Lo hizo cuando puso de manifiesto el derecho de Cuba de darse un régimen social que mejor se adapte a sus intereses y a sus circunstancias, y particularmente que mejor exprese la voluntad de los cubanos. Lo hizo cuando declaró nuestro respeto a la libre decisión del pueblo de Nicaragua; cuando, junto a Francia exhortó a las partes en

conflicto, para que buscaran el entendimiento por medio de la razón y no por la vía de la violencia en El Salvador; lo hizo finalmente, cuando expresó la voluntad de nuestro país de proporcionar energéticos y ayuda técnica en Centroamérica y el Caribe. Hay congruencia en nuestra política exterior.

Nuestra posición política en Centroamérica corresponde a una convicción arraigada en los principios que sustenta nuestra política exterior en una larga tradición de lucha y en el deseo sincero de ver florecer la democracia entre los pueblos, que tanto se identifica con nuestra historia.

Con lamentable frecuencia el Continente es escenario de golpes de Estado, de establecimiento de regímenes autoritarios y de violaciones flagrantes a los derechos humanos.

No resulta fácil el mantenimiento de relaciones con regímenes opresores, pero tampoco resulta posible la supresión de las relaciones en cada caso que aparezcan. Al final de cuentas nuestras relaciones son con los Estados, con los pueblos, y no meramente con los gobiernos.

Nuestra posición ha sido clara, de acuerdo a la Doctrina Estrada y al ejercicio pleno de nuestra soberanía hemos suspendido o reanudado relaciones diplomáticas. No tenemos preferencia de signos ideológicos. Estamos confiados en que la razón y el derecho prevalezcan, particularmente en Centroamérica y el Caribe; por ello hemos apoyado solidariamente tanto las medidas adoptadas por nuestro gobierno como la lucha que libran esos pueblos por su emancipación económica y política.

En América Latina hemos ayudado, fortalecido y puesto en movimiento, todos los esfuerzos de integración política y económica como también hemos condenado sucesos que vuelven a ampliar la marcha negra de la represión, la arbitrariedad y la dictadura.

Para México - y éstas son palabras del informe - que nosotros desde la mayoría apoyamos el mantenimiento de buenas relaciones con Estados Unidos, constituye una piedra angular de su relación con el exterior, cuestión de realidades, dice el Presidente. No de gustos o caprichos. Pero no puede haber buenas relaciones con los Estados Unidos si no se basan, en primer término, en el respeto; lo hemos reclamado, lo hemos obtenido.

En la medida en que durante el gobierno del presidente López Portillo ha reclamado respeto mutuo, ha podido afirmar en su informe que el balance sexenal de nuestras relaciones con Estados Unidos es globalmente positivo, porque se mantuvo el equilibrio imperativo e indispensable entre el aspecto económico y el propiamente político y fronterizo. México, sede de eventos internacionales confluencia de ideas y confrontación de políticas es también espacio abierto de comunicación cultural.

En julio pasado, la UNESCO escogió a la ciudad de México como sede de la Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales. Fue este el reconocimiento de la Comunidad Internacional a un país que ha comprendido la reciprocidad y estrecha interdependencia que existe entre el desarrollo y la cultura.

La conferencia sirvió para ilustrar una vez más la dimensión cultural de nuestro país en su relación con el resto del mundo y para reafirmar los criterios de democracia, educación y libertad, sin los cuales es imposible que florezca la cultura de los pueblos.

La "Declaración de México", que así se llamó documento fundamental que expresa la solidaridad de las naciones en el campo de las ciencias, educación y cultura, suscrito por todos los países que acudieron a la cita de la UNESCO, reafirma e ilustra los supuestos fundamentales que han sido piedra angular de los gobiernos de la Revolución en la formación de sus políticas educativas y culturales. Reconoce que el hombre es el principio y fin del desarrollo y que por lo tanto toda política cultural debe rescatar el sentido profundo y humano de este proceso.

Cada cultura representa un conjunto de valores único e irremplazable, que identifica y singulariza la presencia de cada pueblo sobre el planeta, "La afirmación de la identidad cultural contribuye a la liberación de los pueblos", concluye este documento y lo erige en principio de acatamiento y alcance universal. Por el contrario - agrega - "cualquier forma de dominación niega o deteriora dicha identidad".

Insistimos, porque tal ha sido la tónica de los gobiernos de México y en especial el que preside el licenciado José López Portillo, en el respeto a cada cultura y a cada pueblo. Pero también reconocemos que las culturas no son estáticas y que se enriquecen y transforman en el contacto e intercambio con las demás manifestaciones de la actividad creadora.

La Conferencia de la UNESCO, lo que debemos decir con satisfacción de mexicanos demostró que con imaginación, audacia y espíritu visionarios se puede lograr la convergencia de la humanidad hacia un mismo ideal de libertad, paz y prosperidad compartidas. "La cultura, contra lo que la frivolidad crítica opina - dijo el Presidente de México - no es un lujo, sino la culminación de nuestra democracia en su expresión nacional".

Difícilmente encontraríamos una expresión más clara, precisa, del alcance de la cultura en nuestro medio.

Difícilmente podríamos encontrar que esto sea el fin último de nuestro esfuerzo.

Así compañeros y compañeras, en nuestra opinión México ha proyectado al mundo sus, ideas y valores, el ejemplo de su conducta y, como hemos comentado, la expresión de su cultura.

Ha recibido, a cambio, del mundo la consideración que merece como un país independiente, y la solidaridad política en sus iniciativas de carácter internacional.

Es cierto que los hombres son el fruto de la historia, pero es cierto también que los hombres hacen su propia historia. Lo que se escriba en estos años en política exterior serán páginas ennoblecidas de dignidad nacional, en donde estamos comprometidos todos los mexicanos, muchos con la convicción de que fue acertada; otros con la duda, pero todos comprometidos.

En donde está comprometido nuestro Congreso, nuestro gobierno, y nuestro honor de mexicanos. Y, dicho sea de paso, en materia internacional José López Portillo ha honrado a la historia. (Aplausos.)

El C. secretario Oscar Cantón Zetina: señor Presidente, se han agotado los asuntos en cartera.

Se va a dar lectura al Orden del día de la próxima sesión.

ORDEN DEL DÍA

- El mismo C. Secretario:

"Primer Periodo Ordinario de Sesiones

LII Legislatura

Orden del Día

9 de septiembre de 1982.

Lectura del Acta de la sesión anterior.

El Departamento del Distrito Federal invita al acto que con asistencia del C. licenciado José López Portillo, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, tendrá lugar el próximo 13 de los corrientes para conmemorar el 135 aniversario de la Gesta de los Niños Héroes, en el monumento erigido a su memoria, en el Bosque de Chapultepec.

Colegio Electoral

Dictamen de la Gran Comisión, relativo a las elecciones efectuadas el 4 de julio próximo pasado para Presidente de la República."

El C. Presidente (a las 13:55 hrs.): Se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar mañana, jueves 9 de septiembre, a las 10:00 horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

DIARIO DE LOS DEBATES