Legislatura LII - Año III - Período Ordinario - Fecha 19841230 - Número de Diario 51

(L52A3P1oN051F19841230.xml)Núm. Diario:51

ENCABEZADO

Diario de los Debates

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

"LII" LEGISLATURA

Registrada como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO III México, DF., domingo 30 de diciembre de 1984 TOMO III. NUM. 51

SESIÓN DE CLAUSURA

SUMARIO

APERTURA

ORDEN DEL DÍA

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR. SE APRUEBA

SENADORES INTEGRANTES DE LA INTERPARLAMENTARIA MÉXICO - E.U.A.

Oficio de la Cámara de Senadores, por el que se informa de la Delegación que asistirá a la XXV Reunión. De enterado

SENADORES INTEGRANTES DE LA COMISIÓN PERMANENTE

Comunicación de la H. Colegisladora, por la que se da a conocer su elección. De enterado

COMISIONES DE CORTESÍA DEL SENADO

Oficio por el que informa el Senado de la República de las comisiones que participarán la clausura de sus trabajos legislativos. De enterado

DISCURSO DEL C. DIPUTADO HUMBERTO LUGO GIL

Presidente de la Gran Comisión, dirigido en ocasión a la clausura del tercer periodo ordinario de sesiones de la LII Legislatura

DISCURSOS

Los CC. Gerardo Medina Valdez, del PAN; Rolando Cordera Campos, del PSUM; David Orozco Romo, del PDM; Ricardo Antonio Govela Autrey, del PST Y Francisco Ortiz Mendoza, del PPS, externan sus opiniones en esta oportunidad del cierre de labores

COMISIÓN DEL H. SENADO

Conceptos del C. senador Rigoberto Ochoa Zaragoza, expresados con motivo de la terminación de los trabajos del Senado de la República

PALABRAS DE LA PRESIDENCIA

Relativas al cierre de labores

DECLARATORIA

De clausura del tercer periodo ordinario de sesiones de la LII Legislatura.

ACTA DE LA PRESENTE SESIÓN

Se aprueba. Se levanta la sesión

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. DIPUTADO ENRIQUE SOTO IZQUIERDO

(Asistencia de 302 ciudadanos legisladores)

APERTURA

El C. Presidente (a las 10:35 horas): - Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

El C. prosecretario Jesús Murillo Aguilar: "Tercer periodo ordinario de sesiones.

"LII Legislatura.

Orden del día.

30 de diciembre de 1984.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Oficios de la H. Cámara de Senadores

Por el que comunican los nombres de los senadores que en unión de los diputados integrarán la Delegación Mexicana a la XXV Reunión Interparlamentaria México - Estados Unidos de América.

Por el que se comunica los nombres de los senadores que fueron electos para integrar la Comisión Permanente del Tercer Receso de la "LII" Legislatura.

Por el que se comunica la designación de comisiones de cortesía.

Declaratoria de clausura de labores de la H. Cámara de Diputados del tercer periodo ordinario de sesiones".

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

El mismo C. Prosecretario:

"Acta de la Sesión de la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Segunda Legislatura del H. Congreso de la Unión, efectuada el día veintinueve de diciembre de mil novecientos ochenta y cuatro.

Presidente del C. Enrique Soto Izquierdo

En la ciudad de México, a las once horas y cuarenta minutos del sábado veintinueve de diciembre de mil novecientos ochenta y cuatro, con asistencia de trescientos treinta y seis ciudadanos diputados, la Presidencia declara abierta la sesión.

Lectura del orden del día y del acta de la sesión anterior verificada el día de ayer, misma que sin discusión se aprueba.

Se da cuenta con los documentos en cartera:

El C. René Martínez Souverville, diputado federal por el estado de México, solicita licencia para separarse de sus funciones a partir del día primero de enero de 1985, en virtud de haber resultado electo presidente municipal de Naucalpan de Juárez, estado de México. Se toma nota.

Por su parte, el C. Raúl Veléz García comunica que en virtud de haber sido electo presidente municipal de Ecatepec de Morelos, solicita licencia para separarse de sus funciones como diputado federal por el estado de México, a partir del 30 de los corrientes. Se toma nota.

A su vez, el C. José Lucio Ramírez Ornelas, diputado federal propietario por el estado de México, solicita licencia para separarse de sus funciones como tal, a partir del 30 del mes en curso, en virtud de haber sido electo presidente municipal de Ciudad Nezahualcóyotl, México. Se toma nota.

A continuación, el C. Enrique Neaves Muñiz hace uso de la palabra para rendir homenaje al Primer Jefe de la Revolución Constitucionalista don Venustiano Carranza, en ocasión de cumplirse hoy, 29 de diciembre, 125 años de su natalicio.

En seguida, el C. Edmundo Jardón Arzate aborda la tribuna para rendir homenaje a Francisco Zarco, con motivo del CXV aniversario de su muerte.

Las comisiones unidas de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública y del Distrito Federal suscriben un dictamen que contiene el proyecto de Presupuesto de Egresos del Departamento del Distrito Federal para el ejercicio fiscal de 1985.

En atención a que este dictamen ha sido ya distribuido entre los ciudadanos diputados, la Asamblea en votación económica le dispensa el trámite de segunda lectura.

A discusión en lo general el proyecto de Presupuesto.

Hacen uso de la palabra, en contra, el C. Jorge Alberto Ling Altamirano y el C. Iván García Solís; en pro, el C. Mariano López Ramos.

Presidencia del C. Jorge Canedo Vargas

Continúan en el uso de la palabra, en contra, los CC. Juan Gualberto Campos Vega y Baltazar Ignacio Valadez Montoya.

Presidencia del C. Enrique Soto Izquierdo

Continúa el debate. Hablan, por las comisiones dictaminadoras el C. Jesús Salazar Toledano; por segunda ocasión, el C. Iván García Solís.

Se considera suficientemente discutido en lo general.

A discusión en lo particular. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación nominal se aprueba en lo general y en lo particular por doscientos veintiséis votos en pro y cuarenta y ocho en contra.

Aprobado en lo general y en lo particular el proyecto de Presupuesto. Pasa al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

Dictamen con proyecto de decreto emitido por la Comisión de Justicia, que reforma el Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común y para toda la República en Materia de Fuero Federal.

Por las mismas razones del caso anterior, se le dispensa el trámite de segunda lectura a este dictamen.

A discusión en lo general.

Interviene para expresar las razones por las que los ciudadanos diputados del Partido Acción Nacional, del Partido Demócrata Mexicano y del Partido Socialista Unificado de México votarán en contra del proyecto de decreto en cuestión, el C. Pablo Castillón Alvarez.

Una vez que la Presidencia le concede el uso de la palabra, aborda la tribuna el C. Daniel Angel Sánchez Pérez, para agradecer a todos los ciudadanos diputados la paciencia con que escucharon sus intervenciones durante los tres periodos de sesiones de esta Legislatura.

Recuerda a los compañeros diputados desaparecidos y desea a todos los señores legisladores y a sus familias un año de paz y tranquilidad.

Igualmente, desea a todos los trabajadores de esta Cámara de Diputados, sus parabienes.

Por su parte, el C. Raúl Rea Carvajal interviene para hacer una serie de consideraciones sobre lo publicado el día de hoy en la prensa, en torno a la pena de muerte.

A continuación la Secretaría, por instrucciones de la Presidencia, procede a recoger la votación nominal en lo general y en lo particular del proyecto de decreto, el cual resulta aprobado por doscientos veinticinco votos a favor y cincuenta y tres en contra. Pasa al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 78 de la Constitución General de la República, se procede a la elección, por medio de cédula, de los ciudadanos diputados que formarán parte, en su calidad de titulares y sustitutos, de la Comisión Permanente que funcionará durante el tercer receso de la Quincuagésima Segunda Legislatura.

Llevada a cabo la votación y hecho el escrutinio correspondiente, arroja el siguiente resultado:

Doscientos setenta votos para la planilla integrada por los CC. Mario Vargas Saldaña, Heriberto Batres García, Netzahualcóyotl de la Vega García, Enrique León Martínez, Francisco Javier González Garza, Víctor Manuel Torres Ramírez, Iván García Solís, David Lomelí Contreras, José Antonio Alvarez Lima, Ricardo Antonio Govela Autrey, Norma López Cano y Aveleyra, Carlos Jiménez Macías, Alfredo Reyes Contreras, Guillermo Pacheco Pulido y Ricardo Cavazos Galván, como propietarios; y los CC. Jesús Murillo Aguilar, Armando Corona Boza, Víctor Manuel Carreto, Domingo Alapizco Jiménez, Jorge Alberto Ling Altamirano, Efraín Zúñiga Galeana, Antonio Gershenson, José Augusto García Lizama, Juan Mariano Acoltzin Vidal, Mariano López Ramos, Areli Madrid Tovilla, Alvaro Uribe Salas, Héctor Ramírez Cuéllar, Sergio M. Beas Pérez y Juventino González Ramos, como sustitutos.

También se registraron un voto, un voto, un voto, un voto, un voto, un voto, y dos votos para otras tantas planillas, así como diecinueve planillas en blanco

En virtud de lo anterior, la Presidencia hace la declaratoria de rigor.

De conformidad con lo dispuesto por el artículo 105 de la Ley Orgánica del Congreso de la Unión, la Gran Comisión de la Cámara de Diputados propone para que asistan a la próxima Reunión Interparlamentaria México Estados Unidos, a celebrarse en nuestro país, a los CC. Humberto Lugo Gil, Enrique Soto Izquierdo, José Luis Lamadrid Sauza, Bernardo Bátiz Vázquez, Juan José Osorio Palacios, Manuel Cavazos Lerma, Mariano Piña Olaya, Rolando Cordera Campos, Haydée Eréndira Villalobos Rivera, Manlio Fabio Beltrones Rivera, Luz Lajous, David Orozco Romo, José Carreño Carlón, Zina Ruiz de León, Ricardo Antonio Govela Autrey, Alejandro Lambretón Narro, Eulalio Ramos Valladolid, Jesús Luján Gutiérrez, Leopoldo Hernández Partida y Sami David David.

También propone que se faculte a la Gran Comisión de esta Cámara de Diputados, para nombrar las delegaciones necesarias de acuerdo con los compromisos internaciones que se presentan durante el receso.

En votación económica la Asamblea aprueba las proposiciones.

La Gran Comisión de esta Cámara propone para integrar la Comisión Instaladora del Colegio Electoral de la Quincuagésima Tercera Legislatura, a los siguientes ciudadanos diputados:

Hilda Anderson Nevárez de Rojas, como Presidente; Manuel Solares Mendiola y José H. Aguilar Alcerreca, como secretarios y Manuel Nogal Elorza y Antonio Pérez Peña, como suplentes.

La Asamblea en votación económica aprueba la proposición.

La Mesa Directiva, con fundamento en el artículo ll del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, designa las siguientes comisiones de cortesía para participar que la Cámara de Diputados cerró su tercer periodo ordinario de sesiones:

Al C. Presidente de la República, los CC. Humberto Lugo Gil, Enrique Soto Izquierdo, Jorge Canedo Vargas, Norma López Cano y Aveleyra, Arnoldo Gárate Chapa, Jesús Lazcano Ochoa, Alfredo Reyes Contreras, Bernardo Bátiz Vázquez, Rolando Cordera Campos, David Orozco Romo, Ricardo Antonio Govela Autrey, Jorge Cruickshank García, Enrique Fernández Martínez, Juan José Osorio Palacios y Ricardo Castillo Peralta.

La Presidencia invita a todos los ciudadanos diputados para que acompañen a esta Comisión y saludar al señor Presidente de la República, licenciado Miguel de la Madrid Hurtado.

A la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación, a los CC. Eulalio Ramos Valladolid, Francisco Javier Alvarez de la Fuente, Carlos Luis Barrios Honey, Armida Martínez Valdez, Crescencio Morales Orozco, José Encarnación Pérez Gaytán, Enrique Riva Palacio Galicia, Gabriel Salgado Aguilar y Alberto Salgado.

A la H. Cámara de Senadores, a los CC. Manuel Osante López, Domingo Alapizco Jiménez, Raúl Enríquez Palomec, José Augusto García Lizama, César Humberto González Magallón, Florentino Jaimes Hernández, Carlos Jiménez Lizardi, Artemio Meixueiro Sigüenza, Héctor Ramírez Cuéllar, Rubén Vargas Martínez y J. Isabel Villegas Piña.

Agotados los asuntos en cartera se da lectura al orden del día de la sesión próxima.

A las diecisiete horas y cinco minutos se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar mañana, treinta de diciembre, a las nueve horas y treinta minutos."

Está a discusión el acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba... Aprobada, señor Presidente.

SENADORES INTEGRANTES DE LA INTERPARLAMENTARIA MÉXICO - E.U.A.

El mismo C. Prosecretario:

"CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Presentes.

Para conocimiento de esa honorable Colegisladora, tenemos el honor de comunicar a ustedes que en sesión pública ordinaria celebrada el día de hoy, fueron designados los siguientes ciudadanos senadores para integrar la Delegación que en unión de los ciudadanos diputados que designe esa honorable Cámara, representará al honorable Congreso de los Estados Unidos Mexicanos en la XXV Reunión Interparlamentaria México - Estados Unidos de América:

Senadores Hugo B. Margáin, Salvador J. Neme Castillo, Raúl Salinas Lozano, José Antonio Padilla Segura, Silvia Hernández de Galindo, Abraham Martínez Rivero, Mariano Palacios Alcocer, Guillermo Mercedo Romero, Manuel Ramos Gurrión, Francisco José Madero González, Héctor Jarquín Hernández y Humberto Hernández Hadad.

Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra consideración atenta y distinguida.

México, D. F., 29 de diciembre de 1984.

Yolanda Sentíes de Ballesteros, S. S.; Rafael Armando Herrera Morales, S. S."

Trámite: - De enterado.

SENADORES INTEGRANTES DE LA COMISIÓN PERMANENTE

El mismo C. Prosecretario:

"CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Presentes.

Tenemos el honor de comunicar a ustedes, para conocimiento de esa honorable Colegisladora, que en sesión ordinaria celebrada el día de hoy, esta Cámara de Senadores eligió a sus integrantes para la Comisión Permanente que habrá de funcionar del primero de enero al treinta y uno de agosto de 1985, en el tercer año de ejercicio de la Quincuagésima Segunda Legislatura del Congreso de la Unión, cuyos miembros son:

Titulares: Senadores Miguel González Avelar, Antonio Riva Palacio López, Celso Humberto Delgado Ramírez, Guadalupe Gómez Maganda de Anaya, J. Patrocinio González Blanco Garrido, Socorro Díaz Palacios, Ernesto Millán Escalante, Salvador J. Neme Castillo, Rigoberto Ochoa Zaragoza, Alejandro Sobarzo Loaiza, Alberto E. Villanueva Sansores, Roberto Casillas Hernández, Gilberto Muñoz Mosqueda y Guillermo Mercado Romero.

Substitutos: senadores Miguel Borge Martín, Manuel Ramos Gurrión, Fernando Mendoza Contreras, Myrna Esther Hoyos de Navarrete, Arturo Romo Gutiérrez, Silvia Hernández de Galindo, Jose Ramírez Gamero, Héctor Vázquez Paredes, Rafael Cervantes Acuña, Luis José Dorantes Segovia, Ramón Martínez Martín, Filiberto Vigueras Lázaro, Guadalupe Rivera de Iturbide y Diamantina Reyes Esparza.

Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra consideración atenta y distinguida.

México, D. F., 29 de diciembre de 1984.

Yolanda Sentíes de Ballesteros, S. S.; Rafael Armando Herrera Morales, S. S."

Trámite: - De enterado.

COMISIONES DE CORTESÍA DEL SENADO

El mismo C. Prosecretario:

"CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados al Congreso de la Unión. Presentes.

Para conocimiento de esa honorable Colegisladora, tenemos el honor de participar a ustedes que, en sesión celebrada el día de hoy, esta honorable Cámara de Senadores, tuvo a bien designar las siguientes Comisiones de Cortesía que participarán la clausura de sus trabajos correspondientes al periodo ordinario de sesiones del tercer año de ejercicio de la Quincuagésima Segunda Legislatura del Congreso de la Unión:

A la honorable Cámara de Diputados

Senadores Rigoberto Ochoa Zaragoza, Diamantina Reyes Esparza, Héctor Vázquez Paredes, Manuel Villafuerte Mijangos y Roberto Casillas Hernández (secretario).

Al ciudadano Presidente de la República

Senadores Miguel González Avelar, Antonio Riva Palacio López, Celso Humberto Delgado Ramírez, José Ramírez Gamero, Mario Hernández Posadas, Américo Villarreal Guerra, Guadalupe Rivera de Iturbe, Héctor Jarquín Hernández, Guillermo Mercado Romero, Antonio Martínez Báez, Javier Ahumada Padilla y Ramón Martínez (secretario).

A la honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación

Senadores Guadalupe Gómez Maganda de Anaya, Alberto Villanueva Sansores, Gómez, Andrés Valdivia Aguilera y María del

Carmen Márquez de Romero Aceves (secretaria).

Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra consideración atenta y distinguida.

México, D. F., 29 de diciembre de 1984.

Yolanda Sentíes de Ballesteros, S. S.; Rafael Armando Herrera Morale, S. S."

Trámite: - De enterado.

DISCURSO DEL C. DIPUTADO HUMBERTO LUGO GIL

El C. Presidente: - Ha solicitado el uso de la palabra el C. diputado Humberto Lugo Gil.

El C. Humberto Lugo Gil: - Señor Presidente; honorable Asamblea: Concluimos hoy el tercero y último Periodo Ordinario de Sesiones de nuestra Quincuagésima Segunda Legislatura.

La ocasión es propicia para la reflexión política y para el análisis del trabajo parlamentario de estos años.

Es por esto que he solicitado el uso de la palabra.

Obliga la reflexión política a la invocación del principio que considera al parlamento como parte inseparable de la democracia y que entiende el diálogo, el diálogo en la deliberación, en el debate, en la discusión, así como en sus expresiones de coincidencia y discrepancia, como algo consubstancial al parlamento.

En estos años, hemos confirmado que en política la armonía no es lago que se dé por espontaneidad; que por el contrario, debemos luchar para superar las dificultades y poder alcanzarla, y en un primer término, empeáremos para poder concertar, para poder dar cauce a la contradicción y a la coincidencia.

La contradicción es el mundo natural de la política, y lo es más en una sociedad como la nuestra que, en pleno proceso de desarrollo y regida por la libertad, alcanza cada vez mayores grados de diversidad y complejidad.

Estamos convencidos de que es el diálogo el mejor instrumento para encauzar y trascender las contradicciones para enriquecer por la diversidad y la libertad, nuestras formas y opciones de convivencia; estamos convencidos, sobre todas las cosas, de que para enfrentar los problemas característicos de nuestro desarrollo social, no tenemos - ni deseamos - otro camino que no sea el de propiciar, perfeccionar y elevar el diálogo democrático.

Propiciar, perfeccionar y elevar el diálogo democrático que conduce al encuentro o al refrendo de nuestros acuerdos básicos; el diálogo que integra las decisiones parlamentarias a las responsabilidades de los demás poderes en la función de gobernar; el diálogo del poder que legisla y por tanto constituye el marco de legitimidad, con los legítimos poderes constituidos; el diálogo permanente entre Gobierno y sociedad, y el diálogo estimulante entre mayorías y minorías, que es sustancia de la democracia.

Puede afirmar, porque estoy convencido de ello, porque cotidianamente lo he podido advertir, que todos los diputados, de los seis partidos políticos que participamos en esta Cámara, compartimos esta vocación de diálogo y el respecto a los legítimos derechos a la discrepancia y a la coincidencia.

La mayoría priísta no ha renunciado, no abdica a los derechos que por serlo tiene; pero esa condición no le impide reconocer que en las democracias, especialmente en nuestra democracia, la oposición es una expresión de soberanía popular de importancia fundamental junto a la mayoría que gobierna y que, limitarla, relegarla o proscribirla, es tanto como limitar, relegar o proscribir parte de la soberanía del pueblo.

Diálogo; respeto a los legítimos derechos a la discrepancia y a la coincidencia; acatamiento de las normas internas que rigen nuestra actividad legislativa,, así como las que se derivan de las prácticas parlamentarias; coordinación del proceso legislativo, escuchando y tomando en cuenta la opinión de todos los grupos parlamentarios, han sido las bases sobre las cuales hemos cimentado nuestro trabajo.

Quiero expresar mi reconocimiento a quienes compartieron con nosotros la responsabilidad de coordinar las tareas de esta Cámara. Mi reconocimiento a Bernardo Bátiz, del Partido Acción Nacional; a Rolando Cordera, del Partido Socialista Unificado de México; a David Orozco Romo, del Partido Demócrata Mexicano; a Ricardo Govela Autrey, del Partido Socialista de los Trabajadores; a Rafael Aguilar Talamantes, dirigente nacional de este partido; a Jorge Cruickshank García, dirigente del Partido Popular Socialista y coordinador de esa diputación.

Con gran responsabilidad, con firmeza ideológica, comprometidos con sus partidos políticos, pero anteponiendo siempre el interés superior de la Nación a los intereses particulares, de grupo o de sus organizaciones políticas, participaron en las tareas de coordinación para propiciar un mejor desarrollo de las labores camerales.

Mi reconocimiento personal a todos ustedes. Estoy cierto que recibirán también el de sus compañeros diputados y el de sus partidos políticos.

Las tareas que hoy culminamos son obra de todos, en cuanto componentes de un mismo cuerpo parlamentario, sin perjuicio de las responsabilidades que corresponden, en conciencia a cada uno de nosotros y por encima de nuestros atributos o limitaciones individuales y nuestra militancia partidista.

Posiciones en favor o en contra, todas fueron aportaciones netas en uno u otro sentido;

pero hoy, el resultado nos trasciende como personas y como partidos.

Aciertos y errores habrán de ser juzgados por la sociedad y registrados por la historia.

La Nación puede estar cierta de que quienes en esta Cámara la representamos, estamos motivados, por sobre cualquier otra consideración, por la búsqueda del bien de México y de los mexicanos.

Las tareas en los tres periodos. Se requirió dedicación, empeño, vehemencia de los diputados.

La cantidad de nuevas leyes, de reformas a las vigentes, de adiciones a las mismas, nos dan cuenta de una sociedad dinámica, en un proceso permanente de cambio, en marcha, que innovado su orden jurídico manifiesta su determinación de seguir avanzando por la vía del derecho.

Las trascendentes reformas a nuestra Constitución fueron determinadas por la necesidad de actualizar sus postulados y evitar que la realidad social los rebasara, y por el imperativo de señalar, como prerrogativa de los individuos y como obligación del Estado, el aseguramiento de derechos esenciales para llevar una vida digna. Sin embargo, sus conceptos políticos fundamentales permanecen y seguramente permanecerán inalterados. Con respecto a ellos, el pueblo de México no admite negociación alguna.

En los términos de nuestra Constitución, hemos fortalecido la colaboración con el Poder Ejecutivo. Sostenemos que división de poderes no es sinónimo de enfrentamiento entre los mismos, sino demarcación de áreas de responsabilidad, de división auténtica del ejercicio del supremo poder de la Federación.

En materia legislativa, la colaboración ha sido amplia. A una seria, responsable e intensa promoción del Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo ha respondido con una actividad igualmente responsable, seria e intensa.

Es necesario destacar el eficiente trabajo realizado por las comisiones legislativas. El estar integradas por diputados de todos los partidos le confiere una especial significación política. De especial importancia ha sido también su contribución para superar el trabajo legislativo, mismo que se basó en estudios y dictámenes de calidad cada vez mayor.

El contexto internacional es factor cuya importancia evidente, se ha acrecentado en gran proporción en los últimos tiempos. Por ello, esta Legislatura ha tenido particular empeño en mantener, ampliar y profundizar los contactos y relaciones con parlamentos de muchos países amigos y con organizaciones parlamentarias internacionales. También es creciente el papel que a nivel mundial desempeñan los congresos como factores de encauzamiento y solución de problemas, y México, en este sentido, ha venido actuando en consecuencia.

Hoy en día, en paralelo a las tareas de legislación y fiscalización, no cabe la menor duda sobre el papel del parlamentario en la educación política de las sociedades. Voceros, integradores y coordinadores de las fuerzas, los intereses y los puntos de vista de la sociedad plural, los diputados de esta Legislatura han contribuido decididamente a la transmisión de las opciones nacionales, con la pasión constructiva propia del debate y con la lucidez que da el hábito de la argumentación.

Importa - y mucho- El afán de convencimiento en las deliberaciones internas de la Cámara, pero igual, o más, importa el convencimiento de la opinión publica, tanto del sentido de las decisiones en proceso, como de la valoración política y social del trabajo parlamentario. De esto depende, en gran medida, el desarrollo democrático de la Nación.

A este desarrollo democrático han contribuido de manera significativa nuestros amigos, los infatigables profesionales de la comunicación social, que nos han acompañado en el curso de esta ardua y trascendente etapa de trabajo. Con su comprensión y apoyo, con su crítica libre y permanente, se ha podido valorar y revalorar la vida parlamentaria y democrática, lo que equivale a valorar la política, en sus significados de mayor urgencia y transcendencia en nuestra hora.

Nuestro reconocimiento, también, a todos los funcionarios y empleados de la Cámara, que con su esfuerzo, con su trabajo, con su eficiencia, con su entrega cotidiana, han permitido que cumplamos nuestra responsabilidad.

Compañeros diputados: de las realidades políticas de nuestra hora debemos inferir, con la mayor objetividad, las tareas pendientes de la causa democrática de la nación.

En el régimen presidencial del México de hoy ha correspondido al Presidente Miguel de la Madrid, desplegar la energía que corresponde al Ejecutivo como centro constitucional e impulso básico del poder político nacional; el Presidente ha respondido con el vigor que ha reclamado el combate decidido de la crisis y el ejercicio, en condiciones difíciles, de las atribuciones del Estado para sostener el desarrollo económico y social; ha robustecido el respeto a la investidura presidencial y ha reactivado los recursos jurídicos que la Constitución le confiere, para mantener la iniciativa política de la nación frente a las tendencias disgregadoras que suelen surgir en las transiciones críticas.

Por todo ello, nuestro firme y convencido reconocimiento al Presidente Miguel de la Madrid Hurtado. (Aplausos.)

Al mismo tiempo, en el régimen democrático y representativo del país, ha correspondido a nuestra Legislatura afirma sus funciones en el marco de la separación y la colaboración de poderes; inscribir sus deliberaciones y sus decisiones como expresiones fieles de la representación nacional. Modernizar la legítima comunicación del grupo parlamentario de la mayoría - habitual en todo

el mundo - , con el Gobierno integrado por el partido de la mayoría.

Conscientes de que nuestro proceso democrático avanza con pasos firmes e irreversibles, nos ha correspondido, igualmente, ampliar y profundizar el intercambio político y legislativo con flexibilidad, respeto y receptividad hacia las minorías, lo que está dando un nuevo sentido a la separación de poderes y fortaleciendo la esencia democrática de la estructura política de México.

Ha consolidado, esta Legislatura, la presencia y la participación en el seno de la representación nacional, de las más importantes organizaciones políticas, afianzando, de manera definitiva, el pluripartidismo

Este ensanchamiento de los espacios adecuados para el diálogo permanente, organizado, que da viabilidad a la genuina democracia, caracterizará, sin duda, en su trascendencia, a esta Legislatura.

Conscientes de nuestros avances, no pretenden, sin embargo, estas reflexiones, dejar una impresión de autocomplacencia o conformismo. No terminan hoy las responsabilidades de nuestra Legislatura, ni en lo individual, ni como cuerpo colegiado Cumpliremos por todo el periodo para el cual fuimos electos, en las comisiones camarales y en las obligaciones con nuestros electores.

Particularmente deseo llamar la atención sobre un aspecto en la experiencia de los últimos años y debe servir para impulsar nuevos avances en el perfeccionamiento del diálogo democrático y civilizado y en el mejor cumplimiento de las responsabilidades propias de la representación nacional. Estamos conscientes de la necesidad de continuar los pasos reordenadores de las tareas y de los procedimientos parlamentarios, pasos que dieron principio con el límite acordado con el Ejecutivo sobre los tiempos para el ejercicio de su derecho de iniciativa.

El desarrollo, la diversificación y la madurez alcanzados por la estructura política del país, reclaman nuevas formas de organización, programación, concertación y deliberación, parlamentarias, que concurran con los demás procesos en marcha, dentro del postulado esencial de la democratización integral de la vida nacional, a que ha convocado el Presidente de la República.

Es considerable lo que México ha avanzado en la vía democrática en poco más de siglo y medio de vida independiente. Hemos llegado al punto en que la democracia mexicana no admite retorno y que tiene, en cambio, amplios horizontes por conquistar y reales posibilidades de lograrlo.

La condición para conjurar todo riesgo regresivo y garantizar nuevos avances, sigue siendo la condición original del diálogo civilizado.

Más y mejor diálogo con la ciudadanía, de atraer y encuadrar, con responsabilidad y patriotismo, a todas las fuerzas de la sociedad, para cerrar el paso a las tendencias a la dispersión o a las tentaciones de la anarquía.

Más y mejor diálogo a través del juego de partidos. cuantitativa y cualitativamente acrecentado.

Más y mejor diálogo entre poderes, entre partidos, entre fuerzas sociales, para acceder a nuevos estadios del desarrollo democrático de la nación.

Más y mejor diálogo con la ciudadanía, para sentir más de cerca las inquietudes populares, para escuchar, para orientarnos, para orientar, para gobernar siguiendo al pueblo.

Compañeros y amigos diputados: deseo hacer patente un reconocimiento al trabajo, a la entrega de todos ustedes a la tarea parlamentaria; el reconocimiento a su comprensión y solidaridad y ofrecerles mi más sincera expresión de compañerismo y amistad, con mi efecto y mis parabienes, que les ruego hacer extensivos a sus seres queridos, para el año que iniciaremos en las próximas horas,

Quiero, por último, reiterar mi convencimiento, en el sentido de que hemos cumplido una etapa de servicio a nuestro país, en la que hemos entregado lo mejor de nuestra vocación de nuestra experiencia, de nuestra convicción, en favor del avance firme, del perfeccionamiento de nuestras instituciones y de su adecuación a las condiciones de la compleja realidad de México y del mundo contemporáneo; de la creación y modernización de instrumentos de política económica y social y de fórmulas jurídicas, que hagan cada vez más asequible el ideal revolucionario de desarrollo en la paz y en la justicia.

Creo, firmemente, que por encima de naturales divergencias partidistas en un marco de la más amplia libertad - que es indeclinable premisa democrática- La Quincuagésima Segunda Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, ha servido con lealtad, con entrega, con responsabilidad y con patriotismo a las causas superiores de la Nación. Muchas gracias. (Aplausos.)

DISCURSOS

El C. Presidente: - Ha solicitado el uso de la palabra el C. diputado Gerardo Medina Valdez. Tiene la palabra.

El C. Gerardo Medina Valdez: - Honorable Asamblea: Cada mexicano tiene una idea del país que quiere; negar esto sería caer en el despotismo ilustrado, en lo intelectual, y en el colonialismo, en lo político; colonialismo traducido, como en México, en la división del país en encomiendas asignadas en absurda propiedad a determinados sectores.

Esa idea que cada uno tiene del país que quiere, podrá ser clara o difusa, intuitiva o fruto de un estar con lucidez inmerso en sus realidades sociales, económicas y políticas, pero existe.

Y precisamente porque esa idea del país que cada mexicano quiere, la manifiesta y suscribe al cruzar una boleta electoral, la del partido que con ella coincide, en una democracia sin calificativos y en un sistema que simplemente la respete; la integración de los órganos de Gobierno debe y debería responder a una pluralidad proporcional a las diversas corrientes polarizadas por los partidos.

Esto supone, y de ahí la grandeza de una Revolución que redujo todo un universo de concepciones, demandas y anhelos a un lema tan simple como Sufragio Efectivo, complementado por antecedentes y circunstancias, con el de la No Reelección, supone, digo, un sistema político pensado e instrumentado sólo para garantizar imparcialidad y respeto a la voluntad electoral de los ciudadanos.

No más, pero tampoco nada menos. Y porque tal sistema no existe en México, pues hasta ahora las llamadas aperturas democráticas han sido válvulas para bajar temporalmente la presión social, nunca para poner en riesgo el dominio casi absoluto del grupo en el poder, es legítimo afirmar que esta Cámara de Diputados, que todos los órganos de poder de decisión en nuestro país, salvo unas pocas excepciones el plural esquema político del país.

Es cierto que comparado con el Senado y su monotonía sin sobresaltos, esta Cámara de Diputados parece el antípoda. Pero sólo parece porque detrás y en el fondo de la medida calculada, pluralidad de siglas de partidos, que en 1985 se ampliará con otro membrete oficial y otro partido, las decisiones las sigue imponiendo el número, no la razón de la mayoría gubernamental.

Es importante reflexionar en esto ahora que terminamos el último periodo ordinario de esta LII Legislatura, porque nos permite ver y juzgar con más claridad lo que hemos vivido, sufrido y esporádicamente disfrutado en nuestra calidad de legisladores.

Aunque hubiese estado escrita, y según no pocos debería estarlo, nosotros, los diputados de Acción Nacional, y creo que en general los diputados de la oposición jamás vimos a la entrada de este recinto la leyenda que el Dante puso a la del infierno: Lasciate oghi esperanza, voi ch'entrate "Abandonad toda esperanza los que llegáis aquí".

Nosotros sabíamos a qué mundo llegábamos. Nunca nos hicimos ilusiones de que el grupo mayoritario hubiera cambiado o de que nosotros lo fuésemos a cambiar en tres periodos legislativos.

En el PAN, no somos ilusos. Por eso entre nosotros no hay desilusionados. El realismo político de nuestro fundador, don Manuel Gómez Morín, nos sigue manteniendo en alto el espíritu desde hace 45 años. Muchos, para un partido independiente de oposición en México; pocos, para lo que nos falta por hacer por esta patria común.

Desde el Colegio Electoral lo comprábamos cuando, pese a pruebas que en cualquier tribunal imparcial habrían sido definitivas, ningún dictamen fue cambiado, ni siquiera aquel del candidato residente en Coyoacán, empadronado en Coyoacán, y ganador según las cifras oficiales en un distrito del estado de México.

Y después, ya constituida la Cámara, esta mayoría de 299 contra 101, de los cuales no todos son de oposición, es la misma que aplaudió, largamente, de pie, el autobalance final del Presidente que salió de aquí mojado en lágrimas, por haberle fallado a los campesinos. La misma que le aplaudió su legislación para llenar a posteriori las fisuras legales de que había adolecido la estatización de los bancos. Y le aplaudió también la farsa de la lista de sacadólares, con que supuestamente respaldado su ya, "nos saquearon, pero no nos volverán a saquear", cuando todo mundo sabía que entre los que habían saqueado a México estaban los del equipo gobernante.

Y esta misma mayoría, ya calentada bajo el nuevo sol sexenal, ya calentada bajo el nuevo sol sexenal, aplaudiría también del análisis, duramente crítico pero sin consecuencias penales, que apropósito de la Cuenta Pública de 1982 haríamos la Contaduría Mayor de Hacienda y algunos de los partidos aquí representados.

No, no había cambiado, la mayoría. "El rey ha muerto, '¡ viva el rey !', siendo la norma fundamental de su conducta, cuidando siempre, eso sí, de no descascarar los mitos esenciales del sistema. Igual que otras mayorías en parecidas circunstancias, la actual de esta LII Legislatura, otro signo inequívoco de inmovilidad, de resistencia a cambiar, justificó el desastre de la administración que tan gravemente lesionó al país, en el mismo lenguaje de siempre: "se cometieron errores, hubo desviaciones y hasta claudicaciones..."

En otro país menos tercermundista los jueces habrían tomado la palabra. Aquí sólo la tomarían para encarcelar a un funcionario de segundo nivel, después de un teatral juicio de desafuero, y eso porque éste hombre del sistema, prefirió mantener, conservar la vida, aunque fuera en la cárcel, que morir después de haber hablado por la salud institucional de la República.

Y a propósito, ¿Qué se hicieron? ¿En dónde están? ¿Quién tiene las cintas grabadas con las dos reuniones privadas que hubo entre el entonces todavía senador Jorge Díaz Serrano y algunos miembros de esta Cámara?

No. La mayoría oficial no había cambiado, ni iba a cambiar. Momentáneamente, algunos llegamos a pesar, sobre todo los nuevos, que sí habría cambiado, cuando se sometió al Pleno el proyecto de ley contra objetos obscenos y nosotros, los diputados del PAN y de otros partidos, logramos echarlo abajo contra la consigna y el voto de la mayoría. Llegamos a creerlo un poco cuando nosotros, los diputados del PAN, solos contra el PRI y contra todos, conseguimos con el vigoroso respaldo nacional de los periodistas que el país

entero se alzara contra la Mordaza. Fueron esperanzas fugaces.

Ellos, ustedes, los de la mayoría, no habían cambiado. Lo que había cambiado, lo que había avanzado, era el proceso de toma de conciencia en la opinión pública, gracias a la honestidad de algunos periodistas y la apertura como el mejor medio de solidaria autodefensa de los medios para los cuales trabajaban. Que la mayoría no tenía la menor intención de cambiar, se corroboró desde el primer periodo de sesiones al institucionalizar, al someterse a una de las más lamentables características del presidencialismo mexicano, la que consiste en que cada titular del Ejecutivo en lugar de revestirse con la túnica de la Constitución para oficiar la gobernación de que nos ha hablado Juan José Hinojosa, convierte al Congreso de la Unión en un sastre que le debe hacer de la Constitución un traje a su gusto y su medida.

El diputado José González Torres ha sido explícito en la descripción de esta lamentable condición de nuestro sistema presidencialista mexicano, como si el problema fundamental de este país fuera de leyes y no de humilde, honesto e inteligente acatamiento de las existentes. Triste confesión de tercermundismo en ésta de arrumar al pueblo de México, con reformas de leyes y nuevas leyes y nuevos decretos por los seis años que dura cada mandato presidencial, para que el siguiente venga a ser exactamente lo mismo.

Trágico juego éste de hacer y deshacer a un país a través de las leyes; desmontar y montar cada seis años el marco legal, el andamiaje jurídico de una nación.

Diciembre de 1982, diciembre de 1983 y diciembre de 1984, fueron tres acabados ejemplos de esta extraña manera de entender el constitucionalismo. Iniciativas presidenciales en torrente, iniciativas a las que antirreglamentariamante se les dispensó de la primera lectura, iniciativas que se distribuyen en la mañana y se dictaminan y se pretende que se discutan en la tarde; renuncia sistemática de actuar como Cámara revisora de las minutas procedentes del Senado; vergonzosos sometimientos de la mayoría en las comisiones, en algunas de las cuales ellos mismos se oponen a un proyecto, porque racionalmete lo consideran malo o perjudicial y luego van, sin embargo, a tribuna, a defenderlo.

Cerrazón absoluta a cambios en el Pleno, aunque sean de sentido común muchas veces, salvo cuando previamente se ha llegado a un arreglo con el líder, a veces en el transcurso mismo de los debates, y no sabemos a qué precio o a precio de qué aunque no es difícil adivinarlo. Pero todo esto de ninguna manera nos sorprende y menos aún sin no perdemos de vista que esta suma de conductas y actitudes tiene como único objeto sacar adelante las iniciativas del Ejecutivo en turno.

Políticos realistas como somos los de Acción Nacional, lo entendemos perfectamente, si el Presidente es del mismo partido que los de la mayoría, es natural que siendo el titular del Poder Ejecutivo, no sólo el jefe del Estado Mexicano, sino al mismo tiempo el jefe supremo del partido oficial, sus mayorías en el Congreso de la Unión se plieguen a respaldarlo, apoyándolo incondicionalmente en casi todas las iniciativas mediante las cuales ese jefe supremo está delineando, concretando, la idea del país que quiere.

En esa perspectiva, la mayoría oficial está precediendo con una lógica elemental, la lógica de partido, que para cumplir ese cometido caiga en la aberración y el absurdo, y a veces en la manifiesta contradicción, es otra cosa; pero son congruentes, están en el poder y deben tratar de conservarlo, es afán legítimo. Lo que no son legítimos son los procedimientos y es aquí en donde entronca nuestra reflexión inicial.

Decíamos que todo mexicano tiene una idea del país que quiere, cada partido tiene una idea, un proyecto del país que quiere, y porque cada partido lo tiene cada diputación de esos partidos aquí representados. Los del PRI no pueden tener un proyecto de país distinto al que tenga su jefe supremo, sintética versión actual de la junta de notables del siglo pasado, y es natural que así sea, porque él y ellos comparten un propósito común: mantener su dominio sobre la Nación, retener y conservar el poder a costa de lo que sea. No así los de los demás partidos.

Nosotros, los del PAN, tenemos un proyecto de país; los del PSUM y el PDM y el PST y el PPS, tienen cada uno el suyo. Todos los partidos lo tenemos y los hemos expuesto a la cuidadanía como doctrina, como plataforma de gobierno o legislativas, y ha sido la ciudadanía la que, con sus votos, ha dado a cada uno de nuestros partidos, aunque sea en las justificadamente no confiables cifras oficiales, su peso político específico.

Ahora bien, además de la difusión de principios de doctrina y de programas y plataformas de campaña, además del esfuerzo por ganar y formar más conciencia y más inteligencia en favor de la opción que cada partido considera representar frente a la oficial, los diputados de esas corrientes políticas, aquí representadas, hemos dado muchos pasos más en la concreción de ese proyecto de país que cada uno de nuestros partidos tiene, no sólo en el estudio, análisis y debates de las iniciativas del jefe supremo de la mayoría, sino en la presentación de iniciativas de ley, propias.

Decimos esto porque como legisladores tenemos una mayor conciencia de que el proyecto de país que cualquier partido tenga, debe definirse, apoyarse, perfilarse en un marco jurídico, es decir, en una estructura de leyes que permita su operatividad.

Eso es lo que hace precisamente cada Presidente de la República apoyado por las mayorías de su partido en el Congreso de la Unión; eso es precisamente lo que hacemos los diputados de los otros partidos, tratar de

traducir en leyes el proyecto de país que cada uno tenemos y esta es la razón fundamental por la que ninguna de nuestras iniciativas prospera casi nunca y sólo han conseguido, desde 1945, las primeras de Acción Nacional, hasta las de 130, número superior a las presentadas por el Ejecutivo, que en conjunto representan las presentadas por los partidos en esta LII Legislatura, lo único que han conseguido es que la Cámara de Diputados, tan diligente en darle trámite a los proyectos del jefe supremo de su partido, se ensanche como Cámara de refrigeración y de ellas sólo queda constancia en el Diario de los Debates, en una que otra nota de prensa y en las publicaciones de cada partido.

Esta es la verdad de las cosas, los debates aquí escenificados entre la mayoría y nosotros, los diputados del PAN, sobre si tenemos o no un proyecto de país con perfiles distintos al de la mayoría y el de otros partidos, deberían haberse dado, no en teorizaciones sino en el debate, como lo reclamó el diputado Octavio Aguilar Camargo, de todas y cada una de las iniciativas nuestras, las de los que nos antecedieron en situaciones parlamentarias más difíciles y las de los demás partidos, porque es en estas iniciativas, en donde en buena parte se concreta el modelo de país que cada partido quiere hacer de México; y si no se han dictaminado y discutido se debe a que sí representan otro proyecto de alternativa parcial o drásticamente distinto al que representa el sistema en las iniciativas de cada Ejecutivo; alternativa que, de cuajar en leyes, de alguna manera transformaría la estabilidad del sistema y sus beneficiarios, por eso la congelación, por eso el silencio.

Entendemos muy bien, señores diputados, lo que ha venido sucediendo. Nos lastima intelectualmente porque este esfuerzo por concretar en las leyes nuestro proyecto de país, esfuerzo que en 1986 cumplirá 40, parece inútil, y nos hiere moralmente, porque nada duele más que sentir bloqueada la voluntad de servir y hacer el bien a la República; pero ni nos frustra ni nos amilana.

Sabemos que del seno de los pueblos nacen los vientos de cambio ante regímenes, al parecer inconmovibles, que institucionalizan la ofensa a su dignidad y la burla a sus derechos, y sentimos que en muchas partes de este país, al que todos nos debemos, país víctima del colonialismo interno, hay muchos hombres y muchas mujeres que consideran que ha terminado la hora de velar las armas y que es llegada la hora de utilizarlas.

Ahí están en los pueblos de Coahuila, Piedras Negras y Monclova específicamente, ahí están los pueblos del estado de México, ahí estarán muchos otros pueblos en 1985, año que amenaza con ser muy amargo en lo económico y tal vez muy violento en lo político.

Y no nos referimos cuando hablamos de armas al fusil, a la metralleta o a la bomba terrorista o al puñal. Nos referimos a las únicas armas que pueden precipitar, obligar al actual sistema a correr el riesgo diario de la democracia, la toma de conciencia, la participación, la militancia, la energía en la defensa de la dignidad y de los derechos por los caminos que a veces tenga que aconsejar la desesperación ante las puertas legales cerradas.

Don Manuel Gómez Morín, serenó alguna vez a los prontistas del partido, a los que creían que de un día para otro podía transformarse el país, diciéndoles que era necesario, sí, tener una clara idea del destino buscado, pero que si éste era importante, más quizá lo fuera el viaje mismo que fortalece el ánimo y enriquece en sabiduría; y muy lejos físicamente de don Manuel, pero partícipe de la misma convicción, un poeta griego, Constantino Covafi, la expresó en su grandeza y soledad, en cuyo primer poema, Itaca, que cito fragmentariamente, dijo: "cuando emprendas el viaje rumbo a Itaca ruega que sea muy largo tu camino que se pueble de aventuras y de hallazgos, de estribones y cíclopes salvajes, Poseidón no encontrarás, a menos que los lleves en tu interior o su alma los erija, para cerrarte el paso. Ruega que tu camino sea muy largo y que haya muchas mañanas de verano. No dejes de pensar nunca en Itaca, llegar a Itaca es tu destino, pero nunca a apresures la jornada, sé rico por lo ganado en tu camino sin esperar a que te enriquezca Itaca, ella te ha dado el prodigioso viaje y sin ella jamás habrías partido, y si pobre la encuentras, no habrá engaño; sabio como ya eres, con tu experiencia para entonces sabrás lo que significa Itaca".

Nosotros, los diputados del, PAN a esta LII Legislatura, no llegamos ilusos, por eso no nos vamos desilusionados; sabemos muy bien que el viaje es, ha sido largo, no sabemos qué tan lejos quede Itaca, en régimen auténticamente democrático en el caso de México, pero sí sabemos dos cosas: una, que en este viaje de 45 años, nos hemos enriquecido en sabiduría y en experiencia; la segunda, que no estamos solos, porque cada vez más y más ciudadanos se han venido sumando a nosotros en esta extraordinaria aventura de encauzar a este nuestro país por los altos senderos que merece.

Tal vez somos tercamente fieles a la esperanza, los procesos políticos de 1985, nos acerquen más a nuestro destino con la integración de una Cámara de Diputados más representativa del pueblo por lo tanto más atenta a sus intereses que a los del Presidente.

Señoras, señores diputados, muchachas diputadas; a todos ustedes, al personal de la Cámara, al personal de nuestras respectivas diputaciones, a nuestros coordinadores, a los compañeros periodistas y a las familias de todos ellos, nuestros mejores deseos para el año que comienza pasado mañana. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: - Ha solicitado el uso de la palabra el C. diputado Rolando Cordera Campos.

El C. Rolando Cordera Campos: - Señor Presidente: compañeras y compañeros diputados: Voy a hablar hoy y no puedo hacerlo de otra manera, ni quiero, ni debo; desde la oposición y particularmente desde la oposición socialista. No me cuesta ningún trabajo hacerlo porque al terminar este año saldré de aquí con ilusiones y sin resignaciones y con convicciones cada vez más firmes, de que para este país lo mejor que puede pasarle es ir en la dirección, en el rumbo del socialismo. Pero al mismo tiempo me doy cuenta de que hablar hoy, aquí y ahora, desde una posición de oposición socialista, es una forma poco cordial del compromiso, porque es hora de balances, pero también es hora de angustias íntimas y de búsquedas íntimas de esperanzas y buenos augurios para el año entrante, y entonces quiero empezar por lo primero, señor Presidente, y quiero desearle a usted y al resto de la Presidencia, y a las diputadas y diputados, y desde luego a los trabajadores de esta Cámara, y en ellos incluyo a los trabajadores de la información, quiero desearles un buen año.

Y en segundo lugar quiero decir que sin ningún temor, sin ninguna duda, debo reconocer aquí que en estos tres años de trabajo político fui, y conmigo el grupo parlamentario que ahora represento, objeto del buen trato, cordial, del diputado Lugo Gil, y fui testigo también de sus propósitos, de convivencia plural y civilazada, aquí, adentro de la Cámara, y afuera, para México.

He querido empezar por ahí y paso a cumplir con mi obligación y con mi convicción de hombre político.

Hemos sido, los diputados del Partido Socialista Unificado de México, en esta LII Legislatura, respetuosos de las normas del debate parlamentario, y hemos sido también, reiterada y quizá obsesivamente, defensores de las tradiciones patrióticas y revolucionarias del pueblo mexicano.

Lo enfatizamos ahora, en esta última intervención, precisamente para destacar las constantes que hemos querido mantener en nuestro trabajo legislativo. No hemos venido a impugnar ni a cuestionar solamente, aunque han sido muchos los asuntos y acontecimientos que nos han compelido a formular denuncias en esta tribuna; arbitrariedades contra trabajadores y luchas sindicales, injusticias que afectan a colonos y campesinos, retrocesos y aberraciones en la conducción de nuestra economía; los hemos señalado en docenas de ocasiones y queda constancia de ello, no únicamente en nuestro Diario de los Debates sino en la memoria de los mexicanos cuyas luchas hemos procurado defender, o por lo menos, testimoniar en este recinto parlamentario.

Alguna de esas causas nos hemos empeñado en defenderlas, inclusive contra inconsecuencias y agresiones perpetradas por este Poder Legislativo. Nuestra acción parlamentaria no se ha quedado en la impugnación coyuntural o la denuncia airada. Hemos presentado en esta LII Legislatura iniciativas de ley sobre muy diversos asuntos: protección de los derechos mínimos de los mexicanos, restricciones a la inversión extranjera, defensa de la vivienda para el pueblo, respeto a los salarios y al derecho de huelga, modificaciones a la legislación electoral y al régimen de concesiones de los medios de comunicación; mayores derechos a los municipios; un proyecto para un capítulo económico auténticamente nacionalista y avanzado en la Constitución, entre otras iniciativas que presentamos.

Nos preocupa que la mayor parte de estos documentos, así como las muchas denuncias que turnamos a los grupos de trabajo de esta Cámara, hayan quedado en ese peculiar limbo al que las comisiones relegan los asuntos que para la mayoría resultan poco relevantes.

Sabemos que sí tienen importancia y que tanto para nuestro partido como para otras fuerzas políticas y sociales, nuestros proyectos legislativos que siguen sin ser sometidos a discusión y dictamen, serán puntos de referencia que confiamos habrán de resultar útiles.

Los Socialistas del Partido Socialista Unificado de México queremos un cambio político dentro de los marcos constitucionales, que sea resultado de un proceso de ajustes y cambios colectiva y legalmente acordados. Sabemos que no es ocioso demandar modificaciones en la actual legislación, y de esa manera, con seriedad y acuciosidad, mis compañeros diputados y los asesores de este grupo parlamentario se han empeñado en estudiar, desmenuzar y calificar, cuando las presiones de reloj y calendario a que nos vemos sometidos así lo permiten, todas y cada una de las iniciativas que han sido sometidas para la consideración en comisiones legislativas y para el debate de esta tribuna.

Nuestro grupo parlamentario no ha sido en forma alguna, y de ello nos ufanamos, me parece que legítimamente, reacio ante sus responsabilidades ni inconsecuente ante el debate legislativo. Hemos apoyado iniciativas o acciones gubernamentales, cuando nos han parecido plausibles y nos hemos esmerado en cuestionar con detalle, no sólo con recursos retóricos las muchas decisiones y proyectos que hemos considerado atentatorios para la Nación y su mayoría trabajadora.

Apoyamos así la política exterior de México, porque pensamos siempre que es un conducto para resistir a las presiones imperialistas sobre nuestro país, y un instrumento para imponer la paz en el área geográfica y política en la que nos movemos, y en donde el imperialismo fomenta la desestabilización y la guerra.

Hemos compartido opiniones que nuestro Gobierno ha levantado ante la soberbia del gobierno de los Estados Unidos, y hemos defendido los principios del Grupo contadora,

que en todo momento ha buscado una solución negociada al conflicto centroamericano, solución a la que se oponen la beligerancia y militarismo de Ronald Reagan.

Apoyamos y saludamos con entusiasmo la expropiación nacionalizadora de la banca privada, el 1o. de septiembre de 1982, porque recogía una vieja aspiración de la mayoría mexicana, afán que habíamos reivindicado en este mismo recinto y porque en ella estaba cifrada en buena medida la salvación de nuestra muy maltratada economía.

Parte de lo que ha podido hacerse para evitar un absoluto hundimiento de la economía, se debe a ese acto nacionalista y patriótico. Y con la misma convicción nos hemos opuesto a reformas de ley que han lesionado nuestra soberanía o a la Nación, como la infausta Ley de Reforma Agraria, o que aumentan la de por sí desmedida concentración de atribuciones en manos del Poder Ejecutivo, como la Ley de la Administración Pública Federal; especialmente, nos opusimos, desde su advenimiento, a las desventuradas modificaciones en la legislación para el sistema bancario, que comenzó a ser desvirtuado muy pocas semanas después de que la Nación había asumido el pleno control sobre él.

Hemos deplorado, en muchas ocasiones y en diversos tonos, la enorme pérdida que significa la entrega del 34% del capital bancario a la iniciativa privada. El virtual regalo que implica la sesión de empresas que antes controlaba la banca y la adjudicación de grandes atribuciones a las casas de bolsa.

Hemos lamentado que se obsequie así, al llamado sector empresarial y a los extranjeros. La nación, creemos, lo deplorará aún más. Nadie puede ufanarse de haber previsto un desastre. Nosotros previmos y lo denunciamos desde el principio adónde iba conduciendo el actual Gobierno a nuestro país. A dos años de distancia, desgraciadamente nuestras previsiones y nuestras denuncias han sido confirmadas por una realidad sobre la que cada vez más mexicanos tienen menos control.

La desigualdad social se concreta hoy en la dieta de la mayoría de nuestros compatriotas. Ese es el México cuyas tragedias ha aumentado el actual Gobierno; un país en situación económica deplorable, con millares de niños que cada vez comen menos y crecen menos; con un ejército de desempleados al que no podemos darle respuestas satisfactorias, con una planta productiva desmantelada, con una economía campesina endeble y sin apoyos suficientes, con un muy oscuro porvenir inmediato a pesar de las demagógicas y distorcionadas cifras y previsiones oficiales.

El modelo de desarrollo que desplegaron gobiernos anteriores, cuyo fracaso había sido comprobado, quiere ser recuperado con el actual régimen a pesar de las muchas voces que se levantaron para cuestionar una estrategia que privilegia a los más privilegiados, que busca a como de lugar la competencia de quienes se han enriquecido a costa literalmente del hambre de las mayorías y que depaupera todavía más a los más pobres.

No vamos a repetir las aterradoras cifras sobre desnutrición, deterioro de salario, desempleo y estrechamiento en nuestra capacidad productiva, que hemos mencionado antes en esta tribuna.

Pero sí queremos insistir en que se agota el plazo posible para que las cosas cambien sin que después tengamos que deplorar la falta de modificaciones en el régimen de iniquidad que se ha estado imponiendo a nuestra economía y a nuestra sociedad.

Hemos participado en este Congreso sabedores de su difícil y contradictoria historia y conscientes de sus muchas limitaciones orgánicas y políticas. Nuestra presencia en la Cámara de Diputados se debe a la lucha de nuestro pueblo por la democratización del tema político mexicano; nadie nos ha regalado nada, estamos apenas en el comienzo de un amplio esfuerzo por hacer de México un país libre, igualitario, democrático. Venimos aquí a hacer política, porque creemos en la política como instrumento de transformación de nuestra sociedad, ante el muro que significa una mayoría que gusta presentarse monolítica, a veces intemperante y cuando alude el debate o se niega a la realidad, entonces autoritaria, hemos estado siempre dispuestos a defender nuestras razones y argumentos, atenidos a las normas actuales que consideramos muy perfectibles, del debate parlamentario.

No nos gustan las inercias poderosas que buscan desprestigiar el debate colegiado, aquí con todas sus lamentables ineficiencias, se ponen en juego opciones, opiniones y proyectos que surgen de las grandes fuerzas políticas sociales organizadas, y a pesar de ello, nuestra confrontación se devalúa, se menosprecia o se distorciona desde los diversos poderes de la sociedad, incluida la prensa.

Creemos que la Cámara de Diputados es la sede que debería de recoger la voluntad popular en la que se expresa la soberanía nacional, se trata de un eslabón imprescindible de la democracia mexicana que queremos, no estamos de acuerdo en que el Senado sea un dique para la actividad de los diputados, estamos en contra del presidencialismo autoritario, aun cuando reconocemos sus méritos históricos en el proceso de transformación de nuestro país.

Hemos sostenido aquí, que en el actual sistema uninominal electoral, ningún partido puede competir con el partido oficial y por eso luchamos en favor de la proporcionalidad general, de manera que todos los partidos tengan exactamente la representación que su fuerza electoral les conceda. Hemos luchado y seguiremos haciéndolo con elecciones limpias que puedan ser controladas por los partidos y no por el Gobierno, queremos un régimen de auténticos municipios libres y por ello nos opusimos en su momento a las reformas al artículo 115 constitucional a pesar

de los avances que significaban, porque no restauraban cabalmente las libertades políticas en los municipios que al final de cuentas siguen siendo tan dependientes como antes de los poderes locales federales.

Hemos demandado la democratización del Distrito Federal, entidad a la cual no es justo que, por ser asiento de los poderes federales, se le conculque el derecho atener un gobierno propio.

Queremos un verdadero sistema de justicia popular donde no existan desaparecidos políticos, donde los ciudadanos no debamos tener miedo de la policía, de las agencias del Ministerio Público; donde no sean criterios mercantiles, sino el derecho y la equidad lo que defina la impartición de la justicia.

Pugnamos, en sí, por un auténtico federalismo que implica necesariamente menos poder para el Ejecutivo, respeto auténtico para el Legislativo, y no el compulsivo de alud de iniciativas que a pesar de compromisos que se habían establecido hemos venido padeciendo los períodos de sesiones que conformaron esta LII Legislatura.

El actual sistema de expresión, lo sabemos bien, de la relación autoritaria que hay entre el Gobierno y la sociedad, pero no por ello renunciamos a la posibilidad de cambiar los procedimientos de conformar y para que funcione el Poder Legislativo, precisamente para contribuir a ampliar las vertientes por donde la sociedad se expresa.

Demandamos un auténtico federalismo y un legislativo fuerte, eso es, estamos convencidos de defender y ampliar la democracia. Luchamos por la democratización del sistema político mexicano; luchamos por la politización de nuestro pueblo, por eso estamos contra el régimen de privilegios que disfrutan los grandes concesionarios de la radio y la televisión privada. Aquí como en el terreno de la educación pública, nos hemos manifestado invariablemente porque prevalezca el criterio bajo el control del Estado, del servicio al pueblo y a sus grandes mayorías trabajadoras.

Nunca es en vano decir que pugnamos por la democracia, pero en las circunstancias actuales creemos que resulta vital para los partidos políticos y para las posibilidades reales de la democracia misma; el actual grupo en el poder gobierno de manera autoritaria y las muy pequeñas muestras de discusión y atención a la sociedad no corrigen lo dicho.

El compromiso de renovación ética se ha quedado en las puras consignas, hemos tenido consultas prevenidamente populares, donde el pueblo escasamente concurre y que resultan eventos para la discusión entre la burocracia gobernante y al cabo de las cuales, lo hemos constatado, no se tome en cuenta la opinión de la sociedad.

No hay decisiones para las mayorías sino habitualmente en contra de ellas para estrujarlas o embaucarlas. El grupo gobernante ha olvidado que no puede lograrse una auténtica restauración nacional si no es con la participación de las mayorías, pero éstas, en el proyecto que se despliega, no son más que conglomerados desatendieres, sacrificables o manipulables.

Nunca la historia nacional, no lo olvidemos, ha sido modificado por pequeñas minorías iluminadas sino con el esfuerzo del pueblo. Por eso somos partidarios de la construcción de un nuevo régimen.

Pugnamos por la creación de un nuevo sistema de relaciones políticas, donde sea posible el establecimiento de acuerdos serios entre las diferentes fuerzas que buscan el desarrollo constitucional y pacífico de nuestro país; donde existan reglas de convivencia claras, realistas y respetuosas entre todos los mexicanos y grupos de ciudadanos interesados en desarrollar, en el sentido más amplio, a su país; donde los grupos de ciudadanos interesados en desarrollar, en el sentido más amplio, a su país, donde a los partidos políticos no se les amague con legislaciónes electorales injustas y donde a los sindicatos combativos no se les acose hasta el virtual aniquilamiento, como ocurrió hace pocos días, para vergüenza de esta Cámara y al Pueblo de la Nación, a nuestros compañeros del Sindicato de Trabajadores Nucleares. Un régimen para el cual logremos unificar a la mayoría de este país.

En este nuevo régimen político que deseamos, los ciudadanos serían precisamente eso, ciudadanos con derechos cívicos y opciones para participar e influir. Los mexicanos, compañeras y compañero diputados, no deben seguir sacrificándose en aras de una recuperación económica inequitativa.

Los mexicanos no quieren ni deben seguir subordinados, imposiciones sindicales, redadas callejeras, trampas electorales o medios de comunicación trivializadores y desesperanzadores entre las grandes mayorías. Pero el pueblo sigue siendo el pueblo, y es suicida confundir su paciencia y su sabiduría con debilidad. Por eso, porque la situación no es sencilla, resultan trágicas humoradas, como la decisión de esconder el Impuesto al Valor Agregado a los consumidores; o son extraordinariamente graves actitudes como la del señor Manuel Alonso, responsable de prensa de la Presidencia, quien en una reciente comunicación al diario estadounidense New York Times, cometió la insolencia de pretender descalificar al doctor Pablo González Casanova, conocido por su compromiso intelectual y sus aportaciones a la causa de democracia en México.

Actitudes como esa no sirven en modo alguno al Gobierno que se desprestigia y se muestra inepto para resolver políticamente las diferencias con quienes disienten de sus posiciones, y sí, en cambio, desalientan e irritan a la sociedad. Por eso, los socialistas del PSUM, que abrigamos la convicción de que México va a cambiar, no miramos tanto al Gobierno y a las cúpulas, sino a la sociedad y a las mayorías donde ésta la auténtica posibilidad del progreso y cambios sociales.

Ahí esta indestructible, la vocación democrática y revolucionaria del pueblo mexicano, un pueblo levantisco ante la esclavitud, soberbio ante los imperios, orgulloso, de esa, su historia; un pueblo persistente en su lucha contra los privilegios y encariñado profundamente, enraizado con las tradiciones de sus héroes.

Los diputados socialistas que creemos en este pueblo, puesto que somos parte de él, creemos que el cambio popular es posible; un cambio que no se reduzca al frío e insuficiente traslado de una estructura económica a otra; un cambio que permita el desarrollo de las capacidades culturales, históricas, científicas, solidarias, afectivas, de este México y estos mexicanos; un cambio que no es para mañana, sino que debemos propiciar ya, desde hoy; que hemos buscado apuntalar con nuestra presencia en esta Legislatura y que se nutre de influencias y entusiasmo de muchos, ese cambio social que buscamos es tan posible como necesario; esa historia se lo merece, nuestro pueblo también. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado David Orozco Romo.

El C. David Orozco Ramos; - Honorable Asamblea: señor Presidente: El objeto de mi intervención, como la de los otros oradores, es hacer un balance de esta Legislatura, pero como en reunión de coordinadores nos autoimpusimos un término de diez a quince minutos para hablar; nada más serán algunas reflexiones, algunos comentarios; y al respecto le voy a rogar a la Secretaría como no traigo texto preparado, que si me paso de los 15 minutos, me pase una tarjetita.

Vengo a hablar a nombre del Partido Demócrata Mexicano, un partido que se autodefine como independiente; que alaba el bien venga de donde venga; y critica el mal venga de donde venga; apoya o combate respectivamente. Y en este contexto, como representante de un partido que no está de acuerdo con el sistema y que quiere cambiarlo. Y en el cual ésta incluido el Congreso, desde ese enfoque son mis comentarios.

Desde luego, como dijo Gerardo Medina, si comparamos esta Cámara de Diputados con el Senado, ese organismo vegetal, esclerótico en su composición unipartidarista, podemos echar las campanas al vuelo. Pero hay muchas cosas, muchas fases de inconformidad, y empezare por lo negativo, relatándolo nada más o enumerándolo.

Lo que se manifestó en el Colegio Electoral, de la no representatividad de este cuerpo no completa, que no correspondía a la voluntad popular. La subordinación al Ejecutivo que tantas veces hemos discutido en tribuna y que no voy a repetir los argumentos; el apresuramiento en el legislar, que como dijo mi compañero Alvarez, ya no es el vapor, sino por microondas, en algunos casos. Los casos en que la mayoría ha abusado de su composición mayoritaria y ejercido la prepotencia; el congelar las iniciativas de los partidos independientes y de oposición, y la de los minoritarios, ni tan independientes ni de oposición, en el cual todos ustedes están pensando.

Cuando se nos encargo esta misión yo sentí, hice una reflexión propia, y de alguna manera me sentí frustrado en lo poco que había aportado personalmente al mejoramiento de las leyes mexicanas, de esta abundancia de leyes mexicanas que para algunos es virtud todas las que hemos visto, pero para su servidor es defecto siguiendo la máxima romana de plurineme leyes pésima república, multitud de leyes pésima república, y algunas muy malas leyes como las reformas a los artículos 25, 26 y 28 constitucionales; otras más pausibles y que sí aprobamos, como el artículo 115 constitucional.

En fin, no es el momento de repetir y alegar otra vez, abusando de su paciencia de cada una de las leyes en que nos opusimos o que aprobamos, pero retomando, decía, qué poco es justificado, pero no tomaba en cuenta que mi voz, mi aportación es parte de un proceso democratizador en México, del cual la intervención de los legisladores demócratas es un eco, un susurro, un apoyo, una confirmación, y están los compañeros que en este momento en Mixtitlán, Hidalgo, quieren que se les reconozca el triunfo legítimamente obtenido en las elecciones municipales, y están los compañeros de la Unión Nacional Sinarquista, trabajando y luchando Partido Demócrata Mexicano, alistándose a luchar por una democratización en México. Y no solo en este mismo campo, sino en todo el pueblo, hay ese vibrar, ese sentir de que debemos cambiar, de que debemos dar un giro de 180 grados y ya, para poder ser una gran Nación, y en este contexto me sentí reconfortado.

También en esta Legislatura, cuando llegamos en el Colegio Electoral, veíamos a los priístas, a los comunistas, como diablos, a los cuales hay que combatir, olvidando sentimentalmente nuestras enseñanzas filosóficas básicas, de que ven en cada hombre un ser dignísimo y sobrenatural y olvidando las enseñanzas de mi maestro Santo Tomás de Aquino, de que la voluntad siempre busca el bien y la inteligencia siempre busca la verdad en todos los hombres, aunque a veces se interpongan los fantasmas de los prejuicios, o los apetitos y los vicios.

Y en estos tres años, puede observarse en mis compañeros de Cámara de todos los partidos una calidad humana que nos reconfortara - que no podría empezar a citar nombres que nos llevaría los 15 minutos que se autoimpuse - , que la mayoría, esta calidad humana está por encima del sistema establecido, un sistema vertical en que las decisiones vienen desde arriba, del Presidente de la República, pasan por Gobernación, por el líder político, por el Presidente de Comisión y que hay que

acatar y que obedecer. Y todos los diputados aquí presentes están por encima de este sistema.

Aristóteles decía, para definir distinguir al esclavo del hombre libre "El hombre libre es el ser para sí y el esclavo es el ser para otro", y en este sentido es por lo que lucha el Partido Demócrata, porque cada mexicano sea para sí y pueda decir, pueda expresar y pueda votar por quien quiera y se le respete su voto. Que sea para sí y pueda educar a sus hijos de acuerdo con su conciencia y no por la conciencia de otro, porque no es para otro. Que sea para sí y sea propietario de los medios de producción o copropietario y no sea para otro cuando el propietario es un capitalista o es el Estado. Y éste ser para sí se lo pueden aplicar a los de la mayoría que seguramente quisieran que cambiara este sistema, que no están conformes con esa decisión de arriba hacia abajo sino que quieren un sistema democrático, como lo queremos en el como lo queremos en el Partido Demócrata Mexicano, que las decisiones partan de abajo hacia arriba. Y que esta mayoría, al mismo tiempo es víctima y victimaria de un sistema que está por abajo de su calidad humana y que todos debemos de cambiar.

Como parte de esta calidad humana, hay que reconocer las cualidades de líder político, de don Humberto Lugo Gil, quien trató con delicadeza, con caballerosidad, con ánimo de que hubiera voces pluripartidistas en esta Cámara, como ya lo señalo Rolando Cordera, con quien coincido. Y entre lo positivo está la libertad con que nos hemos expresado, sin límite, lo reconocemos, sin más limite que el tiempo, a veces porque a veces no nos pasan tarjetitas a tiempo, pero sí hemos podido expresar todas nuestras inconformidades, nuestras ideas y todas nuestras inquietudes, programas e ideologías.

Al hacer esto, subrayo, no se nos hizo una dádiva, se cumplió con una obligación, se reconoció un derecho, se hizo lo debido; pero cuando se hace lo debido, hay que reconocerlo, y no siempre cuando se hace lo indebido.

Hubo progresos dentro de este marco como la mayor presencia del Ejecutivo y del contacto de las informaciones que hubo en el diálogo con el Congreso Sistema perfeccionable, en el cual no deben repetirse esas comparecencias en que los diputados callan como alumnos bien portados que no quieren pertubar al gran maestro, pero que es perfeccionable y que de hecho se ha perfeccionado.

Fue positivo, cuando oyeron nuestros puntos de vista en comisiones, tanto cuando los adoptaron, como cuando los rechazaron con razón. Pero cuando hubo el deseo de oír, de escuchar y de captar y no cuando se trataba de minutas del Senado, cosa que ya señalamos como de las partes negativas.

Y a pesar de representar corrientes partidarias ideológicas contrarias, fuera del natural apasionamiento que se da en el debate, no reñimos como perros y gatos, no nos convertimos en enemigos personales, por lo menos los demócratas, después de tres años de sesiones, en nuestro corazón no hay odio, en nuestro corazón no hay frustración, en nuestro corazón, señores, hay esperanzas. Porque basada nuestra esperanza; no tanto en ustedes, ni en los priístras, ni en los panistas, menos en los pesumistas, ni del PPS, ni del PST, ni siquiera en los del Partido Demócrata Mexicano len la actual fracción, sino nuestra esperanza se finca y se ahonda en un pueblo grande, en un pueblo que debe tener un mejor señor para crecer, para realizar su destino, un pueblo al cual todos queremos, desde distintos puntos de vista, desde las distintas fracciones y en ese pueblo, señores, se va dar el cambio que quieren y el cambio que se merece. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente:- Tiene la palabra el señor diputado Ricardo Govela Autrey.

El C. Ricardo Antonio Govela Autrey: - Señor Presidente; compañeros diputados: Quisiéramos en esta última sesión hacer un recuento de los principios políticos que han guiado la acción de nuestro partido en este periodo legislativo.

Los socialistas del Partido Socialista de los Trabajadores, pensamos ciertamente que el socialismo será la solución definitiva a todas las demandas del pueblo de México. El socialismo permitirá que la sociedad mexicana se transforme y desaparezca la explotación la desigualdad y la miseria.

México será un país independiente y soberano, libre y feliz. Los trabajadores disfrutarán plenamente del producto de su trabajo serán dueños del país, de sus fabricas de sus comercios, de sus bancos, de sus empresas. Ni los recursos naturales ni los recursos humanos servirán más para que se enriquezcan minorías privilegiadas del país y del extranjero.

La tierra y su producto serán de quienes la trabajan y no habrá un mexicano al que le falte un hogar decoroso y digno, ya que el derecho al trabajo estará plenamente garantizado y será bien remunerado. Además, el Estado garantizará que sus familias reciban la parte que les corresponda del producto del trabajo de toda la sociedad, producido en bienes y servicios, en salud, en educación, en cultura, en bienestar y en diversión.

Los trabajadores serán dueños de la patria y tendrán con qué defenderla; podrán heredar a sus hijos el ejemplo de sus luchas victoriosas, el calor de una sociedad fraternal y unida donde se habrán destruido las causas materiales de la explotación, la opresión, la corrupción, el egoísmo la violencia. Prosperarán así todas las cualidades y las virtudes del pueblo mexicano, quien podrá rescatar su grandeza y dará pleno desarrollo a su capacidad creadora, seguro de que ya nada ni nadie lo podrá encadenar.

Pero es importante tomar en cuenta que la misión histórica general que corresponde cumplir a la clase obrera, requiere, sin embargo, concretar sus objetivos en cada etapa según sean las condiciones y las situaciones económicas, sociales y políticas existentes.

Los diputados socialistas afirmamos que hemos llegado al punto histórico en que se vinculan estrechamente, casi al grado de confundirse la tarea emancipadora nacional, con la tarea emancipadora social; la tarea de liberar a México del imperialismo, con la tarea histórica de liberar a la clase obrera de la explotación capitalista.

En este proceso deben jugar su papel el conjunto de las fuerzas nacionales y populares, ahí está el meollo de una justa línea estratégica y práctica, ahí está la diferencia entre una línea política revolucionaria y aquellas que no lo son.

En el interés de clase del proletariado mexicanos se inscribe profundamente la tarea de defender la soberanía de la Nación mexicana, frente al imperialismo. Defender a la Nación no es una tarea burguesa, sino una tarea esencialmente proletaria, vinculada a la lucha por el socialismo; en esta tarea histórica, los nacionalistas revolucionarios son aliados estratégicos de la clase obrera. Al declarar sus ideas principales, su ideario, el Partido Socialista de los Trabajadores fundamenta la vía mexicana al socialismo en los grandes esfuerzos que el pueblo mexicano ha realizado a través de su insurgencia histórica, vía que se expresa actualmente len la unión más estrecha de los intereses populares con los de la clase obrera en la vía popular revolucionaria.

Propuesta, el PST, la vía constitucional al socialismo, que se fundamenta en el principio de la soberanía popular contenido en el artículo 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, porque desde el punto de vista teórico, político e histórico, este principio posibilita todas las fuerzas de lucha que el pueblo necesita llevar a la práctica para construir una nueva sociedad, además, porque ha llegado la hora de que los trabajadores utilizen la legalidad constitucional como un arma contra sus opresores y contra sus explotadores. La legalidad constitucional representa un fuerza política, una fuerza materia en la clase obrera puede y debe poner al servicio de sus intereses y los de toda la sociedad.

La constitución del socialismo en México es tarea principal, pero no exclusiva de la clase obrera, es una tarea obrera y popular. Es por ello que los militares del Partido Socialista de los Trabajadores luchamos por la unidad democrática de las fuerzas nacionales y populares.

Los socialistas luchamos por la más amplia y sólida unidad de las fuerzas democráticas, revolucionarias y antiimperialistas, por lo que sin posiciones dogmáticas ni secretarias consideramos el proceso unitario como una tarea estratégica que incluye la participación del conjunto de las fuerzas nacionales y populares en la defensa de la soberanía nacional.

De esta manera los socialistas mexicanos conciben la tarea histórica de arribar al socialismo como el resultado de un proceso revolucionario dentro del cual la clase obrera, junto a las demás fuerzas nacionales y populares, promoverán exitosamente reformas y cambios profundos en la estructura social, política, económica, y jurídica de la actual sociedad, incluso, como lo hemos afirmado, en los marcos del actual Estado mexicano que por su origen revolucionario y las fuerzas populares que le sirven de apoyo, conserva todavía la capacidad de recomponer sus estructuras y democratizar sus funciones.

Es desde este marco de principios políticos, que el Partido Socialista de los Trabajadores han tratado de normar su actividad parlamentaria. Consideramos así, que han sido la nacionalización de la banca y las reformas económicas a la Constitución, las acciones más relevantes de esta LII Legislatura.

Con la nacionalización de la banca y su elevación a rango constitucional, con las adiciones y modificaciones a los artículos 25, 26, 27, 28 y 73 de la Constitución, el Estado ha elevado cualitativamente su capacidad de asumir su papel como rector de la economía.

La reforma económica a la Constitución establece un conjunto de principios y medidas que nosotros consideramos, refuerzan y acreditan la justeza de la línea estratégica y táctica que el Partido Socialista de los Trabajadores propone la clase obrera y al pueblo de México.

La defensa que el PST hizo la reforma económica en el seno de la Cámara, parte de la profunda comprensión dialéctica del significado de la misma, en cuanto a que legitima constitucionalmente la lucha de la clase obrera por la propiedad social, por la propiedad socialista; eso significa de inmediato una elevación del nivel de la lucha de la clase obrera. la cual ya no podrá luchar por el equilibrio entre los factores de la producción demandando mejores salarios y prestaciones, sino que podrá luchar por la propiedad misma de la fábrica o la empresa. Esto tiene una trascendencia política enorme para el movimiento obrero mexicano y para el conjunto de las fuerzas nacionales y populares, pues da marco constitucional a la lucha por conjuntar las tareas de emancipación nacional y de emancipación social.

El PST, al votar a favor tanto en lo general como en lo particular en las reformas económicas a Constitución y en las leyes bancarias, fue consecuente con la línea política del partido, ya que consideramos que estas reformas destacan el categórico establecimiento de la rectoría económica del Estado y la incorporación del sector social de la economía al texto constitucional, que desde nuestro punto de vista es lo verdaderamente trascendental.

El artículo 27 constitucional señala que la propiedad corresponde originalmente a la

nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio a los particulares, constituyendo así la propiedad privada. También señala que la nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público.

Al reafirmarse en el texto constitucional lo anterior, la reforma económica no se constituye de ninguna manera en un paso atrás, sino todo lo contrario, un paso adelante que con esfuerzo, organización e inteligencia la clase obrera y el pueblo podrán utilizar como herramienta para la transformación revolucionaria de la sociedad mexicana.

La conducta política del PST, su táctica tiene ahora mejores elementos para desarrollarse a plenitud, valorar los alcances de la reforma económica a la Constitución, tiene importancia no sólo en el terreno jurídico, sino también en el terreno ideológico, político y práctico.

Ha quedado establecida en la Constitución buena parte de nuestra plataforma programática, rectoría económica del Estado, elevación a rango constitucional de la propiedad social e impulso al sector social de la economía, regulación de la propiedad privada y sujeción a las modalidades que dicte el interés público, planeación democrática y consulta popular, exclusividad en la intervención del Estado en áreas estratégicas de la economía prohibición de las prácticas monopólicas, persecusión de los especuladores y prohibición del acaparamiento, organización y protección de los consumidores, etcétera.

Al quedar establecida la participación del sector privado en la vida económica del país, incluyendo el sistema financiero, algunos compañeros hablan de las reformas como un retroceso; pero nosotros nos preguntamos: ¿Ha llegado la hora de liquidar la propiedad privada en nuestro país? ¿Se puede decretar hacerlo? ¿Conserva o no la propiedad privada todavía una función u un papel que jugar en la vida económica nacional? Algunos grupos, en su revolucionarismo, creen que los empresarios desaparecerían de la vida real si no se hablara de ellos en el texto constitucional; pero la realidad es la realidad; y si el avance del movimiemto obrero organizado, su lucidez y peso político en la vida nacional han permitido que parte de sus programas sea incorporado al texto constitucional, legitimando la lucha por la propiedad social, tambien la realidad indica que la liquidación de la propiedad privada de los medios fundamentales de producción será producto de la lucha de clases exitosa de la instauración de un gobierno de los trabajadores y de la construcción de un régimen socialista en nuestro país.

Me gustaría a este propósito recordar lo que ya en el siglo pasado decía el político prusiano Ferdinand Lassalle: "Los factores reales del poder que rigen en el seno de cada sociedad, son esa fuerza activa y eficaz que informa todas las leyes e instituciones jurídicas de la sociedad en cuestión, haciendo que no puedan ser en sustancia más que tal y como son."

Se toman esos factores reales de poder, se extienden en una hoja de papel, se les da expresión escrita y a partir de este momento, incorporado a un papel, se les da expresión escrita y a partir de este momento, incorporado a un papel, ya no son simples factores reales de poder, sino que se han erigido en derecho, en instituciones jurídicas.

La verdadera Constitución de un país, reside siempre, y únicamente puede residir, en los factores reales y efectivos de poder que rigen esa sociedad.

Por otro lado, quisiéramos también ahora, para terminar, reiterar lo que ya hemos afirmado hace dos años: que el Presidente Miguel de la Madrid, inició su mandato en una situación política interior complicada llena de desconfianza, con serios peligros de polarización política, condiciones en las cuales la crisis económica podía derivar en crisis política y social. Y el Presidente, con una elevada conciencia, colocó como objetivo principal de su gobierno, el ejercer control sobre la crisis: propuso al país un plan de reordenación económica y convocó a todas las fuerzas a que apoyaron ese plan.

Las presiones imperialistas sobre México, han sido particularmente agudas en estos tiempos. Las decisiones políticas del Presidente han tenido que tomarse en medio de esas agudas presiones y no solamente los Estados Unidos con todo el enorme poder económico y toda la capacidad de presión política, han estado tratando de variar la línea de conducta del Presidente, sino en el interior del propio país, los intereses creados más poderosos han pugnado también porque la política del Presidente sea orientada a favorecer sus intereses.

Eso lleva a muchos a decir que el Presidente ha gobernado en interés de las minorías, Nosotros no coincidimos con esa opinión, y no coincidimos con esa opinión porque para nosotros el valor político fundamental que se ha sostenido en este tiempo ha sido el de defender la soberanía nacional frente a todas las presiones, y eso es un valor político que interesa a la inmensa mayoría de la nación.

¡Cuantas veces el Presidente ha tenido que confrontar los intereses de México frente a los intereses imperealistas! El presidente ha sabido sostener con firmeza los intereses nacionales y soberanos del pueblo de México, y eso es gobernar en interés de las mayorías.

¡Cuántas veces el Presidente ha sido provocado para que su política se salga de los marcos de la legalidad constitucional! y a pesar de quienes predican el uso de la fuerza y la violencia, el Presidente se ha sostenido para mantener un respeto irrestricto a la legalidad constitucional, y había que destacarlo, sostener y desarrollar la legalidad constitucional, el del marco de un país en crisis, tiene un elevado valor político.

Y nosotros pensamos que es el funcionamiento de esta Cámara de Diputados plural la

mayor manifestación del fortalecimiento de la legalidad constitucional en el país. Todos los partidos han podido manifestar sus ideas libremente, sus principios políticos, han podido luchar por transformar las iniciativas de ley y han podido presentar las propias.

¡Cómo no reconocer aquí el trato respetuoso que el licenciado Humberto Lugo Gil ha dado a todos los partidos políticos! Pero tenemos que estar claros. El peso político que cada partido tiene en esta Cámara ha sido dado por el voto del pueblo; la existencia de un partido mayoritario no es imposición de una minoría. Es el resultado de la realidad electoral del país, y así tenemos que reconocerlo.

Debemos de respetar la voluntad popular, que se ha manifestado en los procesos electorales de nuestro país. Si los partidos minoritarios queremos ser mayoría, tendremos que lograrlo ganando la adhesión del pueblo a nuestros programas. Tenemos que ganarlo en la lucha cotidiana por representar y defender los anhelos de los trabajadores. Por eso, ningún grupo político tiene derecho a convertir esta tribuna en el ámbito de desahogo de sus frustraciones personales, de su amargura ancestral, ante la realidad de no poder representar los intereses de las grandes mayorías del país.

Como representantes electos por el pueblo y por fidelidad y respeto a él, no tenemos derecho a mentir, a deformar la realidad en la búsqueda ilegítima de intereses personales y mezquinos. Y menos lanzando desde ahora la amenaza de una violencia anticonstitucional.

Las instituciones democráticas del país están en pié, y el pueblo irá ahora nuevamente a hacer uso de sus derechos constitucionales para renovar la Cámara de Diputados y los gobiernos locales y estatales. Seamos políticamente honestos. Vayamos a difundir los programas de nuestros partidos y respetamos los resultados, respetamos la desición de la soberanía del pueblo, aunque éstos no concuerden con nuestros deseos subjetivos.

Por eso volvemos a insistir en el gran valor que tiene para el país el haber conservado plenamente la legalidad constitucional en estos tiempos difíciles de crisis. Así pensamos que debemos reconocerlo y proclamarlo, conscientes de que cada acción política importante consiste en proclamar la realidad de las cosas y comienza siempre ahí. Muchas gracias.. (Aplausos)

El C. Presidente:- Tiene la palabra el C. diputado Francisco Ortiz Mendoza.

El C. Francisco Ortíz Mendoza: - Señor Presidente; honorable Asamblea. Después de escuchar tantas fugas hacia el futuro, tantas lamentaciones de sacristía que pretenden hacer cambiar el rumbo 180 grados, o de búsqueda de Itaca en el pasado, que no encontrarán nunca y que persistirán en su amargura, ¡qué alegría de pertenecer al Partido Popular Socialista!

¡Qué alegría de ser discípulo o pretender serlo de un Carlos Marx!, que optimista escribía para la humanidad del futuro cuando perdía sus hijos, porque no tenía que darles de comer. ¡Qué alegría de tratar de ser discípulo de un Lenín!, que cercado por todas las potencias capitalistas construía la primera patria de los trabajadores. ¡Qué alegría da ser discípulo, o tratar de serlo, de un hombre sempiternamente optimista, como lo fue Vicente Lombardo Toledano!, que nos enseño o trató de enseñarnos de actuar siempre con los pies fijos en el suelo, el cerebro frío y el corazón ardiente.

En este día no queremos ver el pasado ya. El pasado es fuente inagotable de experiencias, pero el futuro, con base en la realidad, es lo que más nos importa. Y en este momento, más que en otro, debemos estar convencidos que la sociedad no camina a capricho de nadie, ni de los que quieren regresar al pasado, ni de los que se quiere escapar el futuro. Tenemos que darnos cuenta que, como decía Vicente Lombardo Toledano, la sociedad no es un vehículo que e mueve al capricho del conductor; que si lo queremos hacer caminar a 20 Kilómetros por hora, camina a 20 Kilómetros por hora; o si lo queremos hacer avanzar a 100 kilómetros, lo hacemos, y al vehículo no le pasa nada; o si lo queremos hacer girar a la izquierda o a la derecha, lo podemos hacer a nuestro capricho; así no se trabaja con la sociedad El desarrollo de la sociedad se rige por leyes de la historia, en los que el hombre al mismo tiempo que está sujeto a ella, es actor. Y en este país, en que estamos haciendo balance de una legislatura, no la podemos sustraer del momento histórico en el que se produjo y por qué se produjo esta legislatura.

Estamos a la vista ya de la celebración del CLXXV aniversario del inicio de nuestra Independencia Nacional, o del LXXV aniversario de la Revolución Mexicana, y qué ¿esta Legislatura no tiene nada que ver con eso?, ¿qué esta Legislatura la podemos analizar sin ver por qué se hizo lo que aquí se hizo?, ¿que no podemos darnos cuenta, para los que niegan la Revolución Mexicana, que el Partido Popular Socialista conmemorará en su LXXV aniversario, con mucho orgullo y mucha satisfacción por lo que ha podido contribuir a ella? Esta Revolución Mexicana tampoco fue un capricho de nadie.

Hemos dicho alguna vez, con el propio maestro Lombardo Toledano, que la Revolución Mexicana, esta búsqueda del pueblo mexicano, por mejores condiciones de existencia, forma parte de una, lo que él llamaba sinfonía en tres tiempos: la Independencia nacional, la Revolución de Reforma, y la Revolución de 1910. Pero a estas alturas y para sustentar el optimismo del que hablamos, podemos decir que desde los Sentimientos de la Nación de Morelos o de los decretos aboliendo la esclavitud de Hidalgo, o los sueños que tenían los hombres de la Independencia en la

Francia chiquita, que era la casa de Hidalgo, en la ciudad de Dolores. Desde entonces hasta la Constitución del '57, con todos los amplios avances que tuvo México, no se produjo ningún cambio de calidad, excepto la transición histórica de país colonial a país independiente, y de la lucha que dieron conservadores y liberales, los primeros para tratar de imponer aquí a un emperador sin ninguna tradición histórica para ella, y los liberales que luchaban por romper la estructura económica de la reforma e imponer sistemas nuevos. No hubo un cambio de calidad.

Podríamos decir más. Desde la Independencia. desde la Constitución del `57 hasta la Constitución de `17, se producían cambios de cantidad. Para los que niegan a la Revolución sería bueno que se advirtieran los profundos cambios de calidad que produjo la Revolución Mexicana; la sustitución de una clase social más avanzada que la que gobernaba, pero todavía más, una Constitución Mexicana que en su momento fue la más avanzada del sistema capitalista o del mundo entero, porque en ese momento apenas se iniciaba la revolución de octubre.

Y a estas alturas, cuando ya hay todo un sistema socialista, cuando ya hay un sinnúmero de países que miran hacia el futuro socialista, nuestra Constitución, el producto de la Revolución Mexicana, sigue siendo, quiéranlo o no a sus detractores, la Constitución más avanzada de los países que no ven al socialismo. Eso es lo que conmemoramos.

Pero, ¿qué hizo esta Legislatura para enriquecer ese extraordinario bagaje histórico que como una montaña se va enriqueciendo cada vez más con los granos de cada hombre, que cada grupo, que cada organización ubica en él para engrandecerlo?

El Partido Popular Socialista saluda a los trabajadores de esta Legislatura, no tanto por cuestiones de carácter menor que se dan en todas ellas, debates desde la tribuna, discusiones en las comisiones, trabajos en el pasillo de los pasos perdidos, que le podríamos llamar "relaciones personales" para convencer de los cambios que deben hacerse.

Haciendo a un lado las insinuaciones falaces de quienes critican la conducta del Partido Popular Socialista en el parlamento no agotaremos nunca nuestras formas de trabajo individuales, colectivas, con las organizaciones, con los dirigentes políticos para lograr el objetivo que perseguimos de cambiar las leyes a favor del pueblo mexicano y de la Nación, eso se da en todas las legislaturas.

Pero ¿qué se hizo ahora de nuevo? ¿qué aportó esta legislatura, a iniciativas del Presidente de la República, por qué no, si es un presidente que esta dando pruebas de que sabe serlo? ¿Por qué no, por qué no hemos de poner en la balanza de lo positivo la modificación a los artículos 25, 26 y 28 constitucionales que tanto duelen a los sinarquistas? ¿por qué?, porque eso hace avanzar a México por la vía de la Independencia y la fortaleza del Estado como rector de la economía; ¿por qué no hemos de saludar como resultados de esta Legislatura la Ley de Planeación? Hace apenas 20 años, condenaron al Partido Popular Socialista en su proposición del nuevo capítulo a la Constitución, diciendo que la planeación correspondía a una política socialista y que pretendíamos llevar al Socialismo a México por la vía de la Constitución; entonces, ¿por qué no nos deja lugar si a 20 años de distancia se adopta el método de la planeación para que México utilice mejor sus recursos naturales, utilice mejor a la riqueza más grande que tiene que es la de sus hombres y la de que avance por el camino de su independencia? ¿Por qué no hemos de saludar lo que acabamos de hacer hace unas horas, de que aún cuando todavía no se cuenta con los recursos suficientes entramos de lleno, o por lo menos fijamos la voluntad nacional para entrar al campo de la investigación científica y la investigación tecnológica para preparar a nuestras nuevas generaciones hacia una cabal independencia nacional? ¿por qué no hemos de saludar esas magníficas victorias?

¿Que mucho tenemos que hacer? Sí, es verdad. Mucho nos falta por hacer, muy largo el tramo por recorrer, pero una cuestión que señalábamos ayer: estamos a punto de dar una batalla más, una batalla permanente que no termina todavía por las fuerzas democráticas y revolucionarias frente a las fuerzas de la derecha coligadas con el clero político y el imperealismo norteamericano que les da calor y apoyo: contra los Partidos de Acción Nacional y el Demócrata Mexicano, de manera directa. ¿por qué no hemos de señalar que lo que dijo aquí el diputado del Partido Acción Nacional, no es más que la preparación de lo que van a hacer mañana? Entonces, ingenuo sería para las fuerzas democráticas perdernos en florituras de tribuna, tendiéndoles la mano generosa cuando la golpean en la primera oportunidad esas ingenuidades ya no puede caber. (Aplausos.)

¿Qué es lo que queda para mañana, señores diputados? Seguir la misma táctica y estrategia, la misma táctica y estrategia que ha hecho avanzar a México, la unidad de las fuerzas democráticas.

No llamamos, como algunos ingenuos lo quieren hacer, a la unidad de todos los mexicanos, ese papel quizá, dejémoslo al Presidente de la República que, por su investidura, tiene obligación de hacerlo, pero para los revolucionarios, no; la unidad nacional, lo hemos dicho muchas veces, repitiendo a Vicente Lombardo Toledano, se le convoca cuando la nación en su conjunto está en peligro; Hidalgo llamó a la unidad de todos los Mexicanos para conquistar la independencia; Benito Juárez llamó a la unidad nacional de todos los mexicanos para expulsar al invasor francés, y en el año de 1940 se llamó a la unidad nacional en la guerra contra el fascismo; pero en todas las demás luchas llamamos

a la unidad de las fuerzas democráticas, porque la unidad nacional es defensiva, defiende o tiende a defender la independencia de la nación en su conjunto y la unidad de las fuerzas democráticas, patrióticas y revolucionarias, es una estrategia ofensiva para hacer avanzar a nuestro país.

Una vez más el partido Popular Socialista llama a la unidad de las fuerzas democráticas, ésta ha conducido a un sector estatal de la economía fuerte, poderoso, que garantiza el futuro de México; si no fuera otro fruto, y no podría esperarse otro, el de la Revolución Mexicana, éste, el del fortalecimiento del sector estatal de la economía es el mejor de ellos, por la vía de las nacionalizaciones: nacionalización de la tierra, nacionalización del suelo y del subsuelo, nacionalización del espacio exterior, nacionalización de los mares de los lagos interiores, nacionalización del petróleo, nacionalización de la electricidad nacionalización de la siderurgia, nacionalización de las telecomunicaciones, nacionalización de las comunicaciones aéreas, nacionalización de la banca, pero no tenemos que ver para atrás, sino hacia adelante. ¿Qué nos falta? Nacionalizar la industria de los alimentos. No puede quedar más tiempo la industria de la alimentación en manos de capitales extranjeros; nacionalización de la industria químico - farmacéutica, creación del Centro de Investigación Químico - Farmacéuticas, para crear nuestras propias formulas el banco de materias primas para la industria químico - farmacéutico; nacionalización de la radio y de la televisión, para contribuir a conformar la conciencia nacionalista de nuestro pueblo.

Se queja la derecha de que el Presidente de la República nos mando iniciativas para hacer a su forma y manera la Constitución Mexicana. Yo les quisiera preguntar, si respondieran de manera honesta, por supuesto, ¿qué harían si llegaran al poder? Sueñen un rato. ¿Qué harían? El primer decreto que mandara nuestro orador porfiriano aquí, sería desaparecer el 3ro. constitucional automáticamente, desaparecer el 27 constitucional, el 130 el 24, el 123, ¿o no lo harían? ¿Los dejarían? No los dejarían, porque se quejan que de la Madrid mande una ley para fortalecer la economía nacional. No se quejen. (Aplausos.)

¿Por qué no hemos de estar satisfechos con esta Legislatura y con un Presidente de la República que con otros seis presidentes del mundo lucha por el desarme, por la paz y contra la guerra nuclear? Si no hay paz en el mundo no habrá nada en México, nada. La tarea fundamental del mundo es la lucha por la paz, por el desarme y contra la guerra nuclear, es la tarea número uno. (Aplausos.)

¿Por qué no hemos de apoyar a Miguel de la Madrid, como se le ha apoyado aquí desde esta tribuna cuando infatigable sostiene frente al imperialismo en defensa de los pueblos de Centroamérica y en la lucha por que haya paz en esa región, y dejar a los pueblos de América Latina que se autodeterminen? ¿Por qué no hemos de apoyar las iniciativas que llegaron aquí para consolidar nuestra independencia económica?

Hablan de la deuda exterior, ¡qué poca vergüenza! si los 170 saca dólares más escandalosos son los del sector privado de los que nunca han hablado; la lista de todas las de la cúpula: Goicochea, Azcárraga y Miguel Alemán junior, todos tienen dólares en el extranjero, ¿por qué nunca los mencionan? Porque la política es golpear al poder público tratando de crear un abismo entre el pueblo y el poder público emergido de la Revolución Mexicana; pero volverán a fracasar.

La deuda exterior de 95 mil millones de dólares, un tanto es del sector privado, de esos empresarios pobres llorones, pero ricos en el exterior; no hay un solo empresario, uno solo y a los que están en este lado derecho que son empresarios que los sirven, que abran las puertas a la investigación fiscal y no quedaría uno solo fuera de la cárcel, todos irían a la cárcel por defraudadores del fisco, defraudadores del Seguro Social, defraudadores de todos los institutos del Estado y defraudadores de los Trabajadores, y todavía vienen aquí a tratar de hacer creer que todo eso sucede por la corrupción de un Durazo al que llenaron las páginas de distracción para que no nos diéramos cuenta que lo de la Moctezuma, y las cervecerías, y las vidrierias, son las que están saqueando a México de los recursos que necesita, esto se les acabó, y eso lo denunciaremos en toda la República en la campaña que viene porque no sueñen, no tendrán victoria en el año de 1985 (aplausos); esa es la tarea que hizo esta Legislatura y esa es la tarea en el futuro, y seguiremos pugnando por elevar la productividad, la calidad del pueblo mexicano, por distribuir mejor la riqueza, buscando siempre que el trabajo del hombre sea un honor y no un castigo para que todos, con nuestro trabajo y nuestro esfuerzo, nuestra capacidad y la inteligencia que podamos tener unos u otros, construyamos el mejor mundo de los posibles para vivir en él. (Aplausos)

COMISIÓN DEL H. SENADO

El C. Presidente: - Se encuentra a las puertas del salón una comisión de ciudadanos senadores. Se designa para introducirla, a los siguientes ciudadanos diputados Silverio R. Alvarado, José Luis García García, Raúl López García, Raymundo León Ozuna y Víctor Manuel Maldonado.

(La comisión cumple con su cometido). (Aplausos.)

El C. Presidente:- Tiene la palabra el C. senador Rigoberto Ochoa Zaragoza.

El C. senador Rigoberto Ochoa Zaragoza: - Con su permiso, Señor Presidente: Señor licenciado y diputado Humberto Lugo Gil, Presidente de la Gran Comisión de la honorable Cámara de Diputados ciudadanas y ciudadanos diputados; señoras y señores: Los senadores Diamantina Reyes Esparza, Héctor Vázquez Paredes, Manuel Villafuerte Mijangos, Roberto Casillas Hernández, el de la voz hemos recibido el honroso encargo de la Cámara de Senadores, de venir a comunicarles la terminación de los trabajos del tercer periodo ordinario de sesiones, de la LII Legislatura. Es éste, ciudadanos diputados, un momento especial, porque con este tercer periodo de sesiones de trabajo legislativo culminan las tareas legislativas de la LII Legislatura.

Durante el ejercicio de ella, México y el mundo entero tuvimos una lección que debemos tener siempre presente para evitar en lo posible daños y consecuencias de futuras convulsiones económicas. En este trienio se registran y quedan para el ejercicio de la razón los problemas y exigencias a los que se enfrenta el Gobierno del Presidente De la Madrid.

Los países superdesarrollados también se enfrentan a una recesión que no tiene precedente, países de sólida economía como Inglaterra, Alemania, Japón, Francia, Suecia y muchos otros sufren también los estragos por las exposiciones de su deuda externa. Fuentes sindicales cifran el desempleo en Estados Unidos en 15 millones y también señalan que su planta industrial trabaja a un 65% de su capacidad.

Una drástica caída en su producción agrícola e industrial obliga a la Unión Soviética a limitar severamente sus presupuestos, incluyendo los militares. Los países de América Latina no escapan a esto fenómenos, y atraviesan por situaciones muy difíciles, peores que las nuestras.

El cordón más débil de nuestro hemisferio, Centroamérica, fue y sigue siendo, escenario de violencias, y el sitio neurálgico que actualmente amenaza la paz, y en donde el Grupo Contadora y México a la vanguardia, están jugando tan importante papel.

En estas condiciones, Miguel de la Madrid asume el liderazgo de la Revolución Mexicana con patriotismo, con optimismo, con vigor y confianza, pero con los pies sobre la tierra.

Las reformas introducidas a la Constitución en esta LII Legislatura, constituyen las más grandes e importantes realizadas en los últimos sexenios, y constituyen, además, un gran mérito por el espléndido y responsable trabajo que han realizado todos ustedes, razón por la cual los senadores los felicitamos y expresamos nuestro más cálido reconocimiento.

Ciudadanos diputados: los senadores de la República, todos integrantes del Partido Revolucionario Institucional, siempre respondimos y seguiremos respondiendo al reclamo del Presidente Miguel de la Madrid con responsabilidad, con esfuerzo, con entusiasmo y sin más límite que el de nuestra modesta capacidad, porque tenemos las mismas raíces ideológicas de Miguel de la Madrid y porque sentimos, como lo sienten todos ustedes, que es deber nuestro de contribuir a este esfuerzo de solidaridad nacional, porque de ello depende la solución de los difíciles problemas de la Nación.

Hoy, al formular votos por su bienestar personal, hacemos también votos porque el periodo que hoy culmina sea para bien de la República y que sea para bien del pueblo, que es el que demanda, que es el que exige que las leyes sean del tamaño de su hambre; que las leyes sean del tamaño de sus necesidades y que las leyes sean del tamaño de su justicia. Muchas gracias. (Aplausos).

PALABRAS DE LA PRESIDENCIA

El C. Presidente: - Señor Presidente de la Comisión de la Cámara de Senadores: La Cámara de Diputados se ha enterado de que la Colegisladora dio por terminadas sus labores del tercer periodo ordinario de sesiones de la actual Legislatura, que hoy termina.

A nombre de esta Cámara, afectuosamente retornamos el saludo de los señores senadores y hacemos votos por su prosperidad y por su bienestar personal.

Señores senadores, diputadas y diputados, amigos todos: culminamos hoy, 30 de diciembre de 1984, el tercero y último periodo ordinario de sesiones de esta LII Legislatura del Congreso de la Unión. La directiva que durante este mes ha conducido las sesiones, los vicepresidentes: Jorge Canedo Vargas, Norma López Cano, Arnoldo Gárate Chapa, Jesús Lazcano Ochoa y Alfredo Reyes Contreras; los secretarios: Nicolás Orozco Romo, Arturo Contreras Cuevas, Angélica Paulín Posada y Jesús Murillo Aguilar y un servidor, deseamos hacer algunos reconocimientos.

En primer lugar, nuestro agradecimiento profundo, por la solidaridad en el origen de esta Mesa Directiva por la votación generosa y luego, en el desenvolvimiento de los trabajos de este último mes del último periodo ordinario de sesiones que da fin a nuestro trabajo legislativo.

Sin esta solidaridad activa manifiesta en la benevolencia para nuestros errores, en el ánimo, en general, inclinado de antemano favorablemente hacia nuestras soluciones, en la cálida simpatía con que nos han alentado nuestros compañeros, no hubiéramos podido cumplir tan grata y fluidamente las tareas políticas y legislativas del mes de diciembre de 1984.

En segundo lugar, gracias al personal de la Cámara, ese grupo experto, discreto en su notable eficiencia, del cual forman parte tantos verdaderos servidores públicos; ellos nos prestaron, una vez más, su apoyo imprescindible, desde el primer día esta legislatura

como lo hicieran muchos de ellos en anteriores legislaturas y lo harán para otras en el futuro.

En tercer lugar, declaramos, una vez más, nuestro reconocimiento a los medios de difusión y a sus reporteros y representantes en esta Cámara. La información que trasmiten, contribuye decisivamente al conocimiento por el público de nuestro trabajo y da noticia preliminar del contenido de la ley, con lo que cumplen una vital función social.

En lo que a esta Presidencia atañe, quiero manifestar que nos esforzamos por contribuir al diálogo verdadero. En el sentido de dar efectiva respuesta directa, respetuosa, no elusiva a las interpelaciones, proposiciones, inquietudes o alusiones de los ciudadanos diputados respecto de, y en el curso de la aplicación del Reglamento y la práctica parlamentaria. Y nos hemos esforzado por interpretar el Reglamento y nuestras prácticas parlamentarias para dar fluidez y economía a las tareas legislativas, sin de mérito alguno de los derechos de los ciudadanos diputados y de su libertad de palabra. Esta libertad, vía de expresión del pluralismo ideológico, sigue siendo porción esencial de nuestro patrimonio político, sin menoscabo, que no puede haberlo, del principio democrático de mayoría.

Quisiera exaltar ante ustedes, el valor del esfuerzo de todos en esta dura etapa de la vida del país. Aquí no hay traidores. La discrepancia no es traición. El error de buena fe no es tracción. Confiamos en la honestidad intelectual, política y el patrimonio de los diputados que aquí han procurado con toda su capacidad encontrar soluciones, salidas válidas a la crisis y horizontes nuevos y más amplios para México.

Debemos evitar, radicalmente, la siembra de la discordia con la semilla de la insidia o de la mala fe, el fuego de las insinuaciones para atizar las sospechas; el cultivo sin pruebas de la incredulidad y del desencanto generalizado, por la generalización de esas sospechas sin pruebas. Evitamos, debemos evitarlo, la visión maniqueísta del país; pero sobre todo aquélla que en esta hora de crisis y de infortunio casi universal de los países menos poderosos, como el nuestro, permítaseme subrayarlo, atribuye todas las causas y todas las responsabilidades de esta crisis, al Gobierno de la República que en esta hora difícil en alto grado, que de ninguna manera es difícil solo si sobre todo para los mexicanos, y basta para ello con volver la mirada al mundo. realiza los mayores esfuerzos compatibles con el mantenimiento de la marcha del país, tal como la ha conformado nuestra historia entera, para superar la crisis, proteger de sus efectos extremos más nocivos a los desvalidos y efectuar al mismo tiempo reformas importantes y ajustes que responden al sentido autocrítico y a la recepción de la crítica de otros.

El Gobierno y la mayoría no rechazan, no desoyen, no desean la crítica de otras corrientes políticas. Lo que tenemos que descalificar todos por la salud de la República es la impugnación ciega, absoluta, absolutamente negativa.

Debemos esforzarnos más, sin duda, se más exigentes con nosotros mismos en la observación y el análisis de los problemas del país, en la elaboración de propuestas de solución, en la búsqueda positiva de vías para superar la circunstancia en la definición de objetivos que responden a las necesidades y aspiraciones de las mayorías. Debemos ser más exigentes en la autocrítica, debemos esforzarnos en perfeccionar así nuestra democracia hoy todavía y hasta el 30 de agosto de 1985, diputados, luego como antes, como siempre, simples ciudadanos militantes de nuestros respectivos partidos, necesitamos también evitar el maniqueísmo, alejarnos de la prepotencia, rechazar el dogma y no caer jamás en la pugna cerrada, en el enfrentamientos total y menos aún el odio entre nosotros, error gravísimo el que quien hable en esta hora de no velar ya las armas, sino desenvainarlas, sigamos luchando políticamente, discrepando convencidamente, debatiendo libre, ardua y respetuosamente, enaltezcamos la vida democrática integral de la República por el bien de todos, por México. Muchas gracias. (Aplausos)

DECLARATORIA

El C. Prosecretario Nicolás Orozco Ramírez:

Se ruega a los presente ponerse de pie.

El C. Presidente: - "Hoy 30 de diciembre de 1984, la Cámara de Diputados de la LII Legislatura del H. Congreso de la Unión, declara formalmente terminados su s trabajos correspondientes al tercer periodo ordinario de sesiones."

ACTA DE LA PRESENTE SESIÓN

El mismo C. Prosecretario:

"Acta de la Sesión de la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Segunda Legislatura del H. Congreso de la Unión, efectuada el día treinta de diciembre de mil novecientos ochenta y cuatro.

Presidencia del C. Enrique Soto Izquierdo

En la ciudad de México, a las diez horas y treinta y cinco minutos del domingo treinta de diciembre de mil novecientos ochenta y cuatro, la Presidencia declara abierta la sesión una vez que la Secretaría manifiesta una asistencia de trescientos dos diputados.

Lectura del orden del día.

Sin discusión se aprueba el acta de la sesión anterior, llevada a cabo el día de ayer.

Se da cuenta con los documentos en cartera:

La H. Cámara de Senadores comunica la designación de los señores senadores que formarán parte de la XXV Reunión Interparlamentaria México - Estados Unidos de América. De enterado.

La propia H. Colegisladora participa la elección de los ciudadanos senadores que integrarán la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión, durante el tercer y último receso de la Quincoagésima Segunda Legislatura. De enterado.

La misma H. Cámara de Senadores da a conocer las comisiones de cortesía para participar la clausura de los trabajos del tercer año de ejercicio de la actual Legislatura. De enterado.

A continuación usa de la tribuna el C. diputado Humberto Lugo Gil, Presidente de la Gran Comisión de la Cámara de Diputados, para expresar una seria de reflexiones políticas en torno a los trabajos desarrollados por la Cámara de Diputados durante los tres periodos de sesiones de la Quincuagésima Segunda Legislatura.

Después de agradecer a los profesionales de la comunicación social su comprensión y apoyo para el desarrollo democrático de las labores parlamentarias, concluye con lo siguiente:

"Creo firmemente, que por encima de naturales divergencias partidistas en un marco de las más amplia libertad, la Quincuagésima Segunda Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, ha servido con lealtad, con entrega, con responsabilidad y con patriotismo a las causas superiores de la Nación".

Por su parte, los CC. Diputados Gerardo Medina Valdez, del Partido Acción Nacional; Rolando Cordera Campos, del Partido Socialista Unificado de México; David Orozco Romo, del Partido Demócrata Mexicano; Ricardo Govela Autrey, del Partido Socialista de los Trabajadores y Francisco Ortiz Mendoza, del Partido Popular Socialista, externan sus puntos de vista sobre las labores desarrolladas por la Cámara de Diputados.

Encontrándose a las puertas del recinto una comisión del H. Senado de la República, la Presidencia designa en comisión para introducirla al salón de sesiones, a los CC. Silverio R. Alvarado, José Luis García García, Raúl López García, Raymundo León Ozuna y Victor Manuel Maldonado.

Una vez que la comisión cumple con su cometido, el C. senador Rigoberto Ochoa Zaragoza usa de la palabra para comunicar, a nombre de la comisión, que la Cámara de senadores dio por terminados los trabajos del tercer periodo ordinario de sesiones de la Quincuagésima Segunda Legislatura.

Hace comentarios sobre el particular y formula votos por el bienestar personal de los ciudadanos diputados y porque el periodo que hoy culmina sea para bien de la República y del pueblo.

La Presidencia expresa que la Cámara de Diputados ha quedado enterada de que la Colegisladora dio por terminadas sus labores correspondientes al tercer periodo ordinario de sesiones de la actual Legislatura.

A nombre de la propia Cámara de Diputados afectuosamente retorna el saludo de los señores senadores y hace votos por su prosperidad por su bienestar personal.

En seguida, puestos todos los presente de pie, la Presidencia hace la siguiente declaratoria:

"Hoy treinta de diciembre de mil novecientos ochenta y cuatro, la Cámara de Diputados de la Quincuagésima Segunda Legislatura del H. Congreso de la Unión, declara formalmente terminados los trabajos correspondientes al tercer periodo ordinario de sesiones".

A las trece horas y treinta minutos se levanta la sesión de Cámara de Diputados para abrir, en su oportunidad la de Congreso General."

Está a discusión el acta ... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba... Aprobada, señor Presidente.

El C. Presidente (a las 13:30 horas): - Se levanta la sesión de Cámara de Diputados para abrir, en su oportunidad, la de Congreso General.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y DIARIO DE LOS DEBATES