Legislatura LIV - Año I - Período Comisión Permanente - Fecha 19890802 - Número de Diario 31

(L54A1PcpN031F19890802.xml)Núm. Diario:31

ENCABEZADO

LIV LEGISLATURA

PODER LEGISLATIVO FEDERAL

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA COMISIÓN PERMANENTE DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de segunda clase en la Administración de Correos, el 21 de septiembre de 1921

PRESIDENTE DE LA COMISIÓN PERMANENTE

Lic. Emilio M. González

PALACIO LEGISLATIVO

DIRECTOR DEL DIARIO DE LOS DEBATES

Lic. Benjamín Martínez Martínez

Año I

México, D. F., miércoles 2 de agosto de 1989 No. 31

INVITACIÓN AL C. SECRETARIO DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO

SUMARIO

SUMARIO

ASISTENCIA

La secretaría notifica que hay quórum. quórum.

APERTURA

Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

Se da lectura.

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

Sin discusión, se aprueba.

INVITACIONES

Del Congreso del Estado de Guanajuato, relativa a la sesión solemne en la que el ciudadano Rafael Corrales Ayala, gobernador constitucional del estado, rendirá el cuarto informe de gobierno, el día 6 de agosto. Se nombra comisión.

Del Congreso del Estado de Campeche, relativa a la sesión solemne en la que el ciudadano Abelardo Carrillo Zavala, gobernador constitucional del estado, rendirá el cuarto informe de gobierno, el día 7 de agosto. Se nombra comisión.

Del Departamento del Distrito Federal, relativa al acto cívico con motivo del CX aniversario del natalicio del general Emiliano Zapata, el día 8 de agosto. Se nombra comisión.

PROPOSICIÓN DE LA COMISIÓN PERMANENTE

La secretaría da lectura a la proposición de los coordinadores de los grupos parlamentarios que integran la Comisión Permanente.

Se acepta la proposición. Se considera de urgente resolución.

La presidencia abre el registro de oradores. Se aprueba la propuesta.

COMUNICACIÓN

Del diputado Sergio Quiroz Miranda, donde informa su incorporación a partir del día 1o. de agosto, como diputado federal y solicita se tenga por concluida su licencia temporal. De enterado.

OFICIO DE LA SECRETARIA DE GOBERNACIÓN

NOMBRAMIENTO

Para que el ciudadano Claude Heller Rouassant, pueda desempeñar el cargo de embajador extraordinario y plenipotenciario de México ante el gobierno de la Confederación Helvética. Se recibe. Se turna a la Tercera Comisión.

COMISIÓN PROTOCOLARIA

La presidencia hace la designación para que pase al recinto el Secretario de Hacienda y Crédito Público. Pasa al salón de sesiones.

ACUERDO PARLAMENTARIO

La secretaría da lectura al acuerdo del 26 de julio, reformado el día de hoy.

DE LA INVITACIÓN AL SECRETARIO DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO

La presidencia solicita al Secretario de Hacienda y Crédito Público ocupe el lugar asignado y le concede el uso de la palabra.

Hace uso de la palabra el Secretario de Hacienda y Crédito Público, ciudadano Pedro Aspe Armella, ante la Comisión Permanente del honorable Congreso de la Unión.

El diputado Manuel Cavazos Lerma pregunta a nombre del Partido Revolucionario Institucional.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público

El diputado Juan Antonio García Villa pregunta a nombre del Partido Acción Nacional.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

La presidencia concede la palabra, para derecho de réplica, al diputado Juan Antonio García Villa.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

El senador Jesús Rodríguez y Rodríguez pregunta a nombre del Partido Revolucionario Institucional.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

El diputado Jesús Ortega Martínez pregunta a nombre del Partido de la Revolución Democrática.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

La presidencia concede la palabra, para derecho de réplica, al diputado Jesús Ortega Martínez.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

El senador Alfonso Martínez Domínguez pregunta a nombre del Partido Revolucionario Institucional.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

El diputado Oscar Mauro Ramírez Ayala pregunta a nombre del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

La presidencia concede la palabra, para derecho de réplica, al diputado Oscar Mauro Ramírez Ayala.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

El diputado Juan Miguel Alcántara Soria pregunta a nombre del Partido Acción Nacional.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

La presidencia concede la palabra, para derecho de réplica, al diputado Juan Miguel Alcántara Soria.

La senadora Laura Alicia Garza Galindo pregunta a nombre del Partido Revolucionario Institucional.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

El diputado Ignacio Castillo Mena pregunta a nombre del Partido de la Revolución Democrática.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

La presidencia concede la palabra, para derecho de réplica, al diputado Ignacio Castillo Mena.

El diputado Gonzalo Martínez Corbalá pregunta a nombre del Partido Revolucionario Institucional.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

El diputado Modesto Cárdenas García pregunta a nombre del Partido Popular Socialista.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

La presidencia concede la palabra, para derecho de réplica, al diputado Modesto Cárdenas García.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

El senador Julián Gascón Mercado pregunta a nombre del Partido Revolucionario Institucional.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Se le concede el uso de la palabra.

El diputado Pedro René Etienne Llano. Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

La presidencia concede la palabra, para derecho de réplica, al diputado Pedro René Etienne Llano.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

El senador Netzahualcóyotl de la Vega García pregunta a nombre del Partido Revolucionario Institucional.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

El diputado Gerardo Medina Valdez pregunta a nombre del Partido Acción Nacional.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

La presidencia concede la palabra, para derecho de réplica, al diputado Gerardo Medina Valdez.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

La senadora Ifigenia Martínez Hernández pregunta a nombre del Partido de la Revolución Democrática.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

La presidencia concede la palabra, para derecho de réplica, a la senadora Ifigenia Martínez Hernández.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

El diputado Dionisio E. Pérez Jácome pregunta a nombre del Partido Revolucionario Institucional.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

El diputado Abel Carlos Vicencio Tovar pregunta a nombre del Partido Acción Nacional.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

La presidencia concede la palabra, para derecho de réplica, al diputado Abel Carlos Vicencio Tovar.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

La senadora Dulce María Sauri Riancho pregunta a nombre del Partido Revolucionario Institucional.

Respuesta del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Palabras de la presidencia dirigidas al Secretario de Hacienda y Crédito Público para agradecer su presencia a esta invitación que se da por concluida.

ORDEN DEL DÍA

De la próxima sesión. Se levanta la sesión.

DEBATE

PRESIDENCIA DEL CIUDADANO SENADOR EMILIO M. GONZÁLEZ (Asistencia de treinta y un ciudadanos legisladores)

ASISTENCIA

La C. secretaria senadora Idolina Moguel Contreras: -Hay una asistencia de 31 legisladores, hay quórum, señor presidente.

APERTURA

El C. Presidente (a las 11.00 horas): - Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

La C. secretaria senadora Idolina Moguel Contreras: -Se va a dar lectura al orden del día.

«Comisión Permanente.- Primer Receso.- LIV Legislatura.

Orden del día.

2 de agosto de 1989.

Lectura del acta de la sesión anterior.

El Congreso del Estado de Guanajuato invita a la sesión solemne en la que el ciudadano licenciado Rafael Corrales Ayala, gobernador constitucional del estado, rendirá el IV informe de gobierno, que tendrá lugar el 6 de agosto.

El Congreso del Estado de Campeche invita a la sesión solemne en la que el ciudadano Abelardo Carrillo Zavala, gobernador constitucional del estado, rendirá el IV informe de gobierno, que tendrá lugar el 7 de agosto.

El Departamento del Distrito Federal invita al acto cívico que con motivo del CX aniversario del natalicio del general Emiliano Zapata, tendrá lugar el 8 de agosto.

Proposición de los integrantes de las comisiones de Trabajo de la Comisión Permanente.

Comunicación del ciudadano Sergio Quiroz Miranda.

Oficio de la Secretaría de Gobernación

Por el que se comunica que el ciudadano Presidente de la República nombró al ciudadano Claude Heller Rouassant, embajador extraordinario y plenipotenciario de México, ante el gobierno de la Confederación Helvética.

Desahogo de la invitación formulada al Secretario de Hacienda y Crédito Público.»

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

El C. secretario senador Alonso Aguirre Ramos: -Se va a dar lectura al acta de la sesión anterior.

«Acta de la sesión de la Comisión Permanente del honorable Congreso de la Unión, celebrada el día veintiséis de julio de mil novecientos ochenta y nueve, correspondiente al primer receso de la Quincuagésima Cuarta Legislatura.

Presidencia del senador Emilio M. González Parra

En la ciudad de México, Distrito Federal, siendo las once horas con veintiséis minutos del día veintisiete de julio de mil novecientos ochenta y nueve, con una asistencia de veintiséis ciudadanos legisladores, el presidente declara abierta la sesión.

La secretaría da lectura al orden del día y posteriormente al acta de la sesión anterior, misma que, sin que motive discusión se aprueba en sus términos.

Se da lectura a una invitación del Departamento del Distrito Federal, al acto cívico conmemorativo del centésimo septuagésimo octavo aniversario luctuoso de don Miguel Hidalgo y Costilla. Para asistir a este acto en representación de la honorable Comisión Permanente, el presidente designa a los diputados Gerardo Medina Valdez y Pedro Alberto Salazar Muciño.

La secretaría da cuenta con un oficio de la suprema Corte de Justicia de la Nación, por el que

comunica que clausuró su primer período ordinario de sesiones correspondientes al presente año. Se logra el trámite de enterado.

La secretaría da lectura a una comunicación del Poder Legislativo del Estado de Morelos, por la cuadragésima cuarta legislatura informa que eligió a la mesa directiva que fungirá durante el mes de julio. Se tramita como de enterado.

Continuando con el orden del día, la secretaría lee una circular del Poder Legislativo de Quintana Roo, por la que informa que su quinta legislatura declaró abierto el primer período ordinario de sesiones del tercer año de su ejercicio constitucional, y eligió a la mesa directiva correspondiente. Se otorga trámite de enterado.

La propia secretaría, da lectura a la proposición de los integrantes de las tres comisiones de Trabajo de la Comisión Permanente, por la que invita al doctor Pedro Aspe Armella, secretario de Hacienda y Crédito Público, a explicar en detalle ante los miembros de la honorable Comisión Permanente, los supuestos y términos de la renegociación del débito externo de la nación, así como las bases parlamentarias de organización y desarrollo de la sesión en la que se presente el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Por instrucciones del presidente, se consulta a la asamblea si se admite a no a discusión la proposición mencionada y la asamblea asiente en votación económica. También por instrucción de la presidencia, la secretaría consulta a la asamblea si la considera de urgente resolución, considerándolo así la asamblea en votación económica.

Hacen uso de la palabra, para razonar sus respectivos votos en pro de la proposición, los legisladores Ignacio Castillo Mena, del Partido de la Revolución Democrática; Ifigenia Martínez Hernández, del Partido de la Revolución Democrática; Juan Antonio García Villa, del Partido Acción Nacional; Jesús Ortega Martínez, del Partido de la Revolución Democrática; Oscar Mauro Ramírez Ayala, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana; Modesto Cárdenas García, del Partido Popular Socialista; Mario Niebla Alvarez, del Partido Revolucionario Institucional; para aclarar hechos, Gerardo Medina Valdez, del Partido Acción Nacional; Jesús Ortega Martínez, para contestar alusiones personales y Gonzalo Martínez Corbalá, del Partido Revolucionario Institucional, para rectificar hechos.

En votación económica la asamblea considera suficientemente discutida la proposición y de la misma forma se aprueban los puntos de acuerdo.

La secretaría da lectura a un dictamen de la Primera Comisión, con proyecto de decreto; por el que se conceden los permisos constitucionales necesarios para que los ciudadanos Sergio Rafael Loaiza Cervantes, Luis David Loaiza Cervantes, Jorge Guadalupe Treviño Montemayor, María Teresa Barria Hernández, Pedro Huizar Mayoral y Nora Reyna, Sáinz, pueda prestar sus servicios en diversos consulados generales de Estados Unidos de América en nuestro país. Queda de primera lectura.

La secretaría lee ocho dictámenes de la Tercera Comisión, con respectivos puntos de acuerdo, por los que se ratifican grados navales a los ciudadanos Sergio Enrique Henaro Galán, Bruno Ismael Varas Reyes, Sergio Alberto Rodríguez Montejo, Carlos Valenzuela y González, Eduardo Ramón Cano Barberena, José Medrano Llamas, Juan Manuel Sans Menéndez y Jorge Báez Rivera. En sendas votaciones económicas, la asamblea aprueba a cada uno de ellos y pasan al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

La secretaría da cuenta con un dictamen de la Primera Comisión, con proyecto de decreto, por el que se concede el permiso constitucional necesario para que el ciudadano Luis Garfias Magaña, pueda aceptar y usar la condecoración de la Orden Nacional del Mérito, en Grado de Gran Cruz, que le confiere el gobierno de Paraguay. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación nominal en conjunto.

La secretaría da lectura a otro dictamen de la Primera Comisión, con proyecto de decreto, por el que se concede el permiso constitucional necesario para que el ciudadano Federico Urruchúa Durand, pueda aceptar y usar la condecoración de la Orden Nacional José Matías Delgado, en grado de Gran Cruz Placa de Plata, que le confiere el gobierno de El Salvador. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación nominal en conjunto.

La secretaría da cuenta con un dictamen de la Primera Comisión, con proyecto de decreto, por el que concede el permiso constitucional necesario para el ciudadano Spencer Benjamín Calderón González, pueda aceptar y usar la condecoración de la Cruz del Mérito Militar de Segunda Clase, que le confiere el gobierno de Guatemala. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación nominal en conjunto.

La secretaría somete a discusión un dictamen de la Primera Comisión, con proyecto de decreto, por el que se concede el permiso constitucional necesario para que el ciudadano Miguel Ángel Reyes

y Soto, pueda aceptar y usar la condecoración de la Orden Real de Mérito, que le confiere el gobierno de Noruega. No habiendo quien haga uso de la palabra, la secretaría toma la votación nominal de éste y los anteriormente reservados en un sólo acto y la asamblea los aprueba por veintiséis votos.

Hace uso de la palabra el diputado Modesto Cárdenas García, del Partido Popular Socialista, para informar a la asamblea que el pasado día veintiuno de julio. A nombre de su partido, solicitó que en la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión, se entable formal juicio político en contra del gobernador del estado de Querétaro. Entrega a la secretaría el texto íntegro de la solicitud mencionada.

Solicita y la presidencia le concede el uso de la palabra al diputado Oscar Mauro Ramírez Ayala, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, quien propone que se cite ante las comisiones de Hacienda y Crédito Público y de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública de la honorable Cámara de Diputados, a los secretarios del ramo respectivos, para que se expliquen los alcances y metas de la reestructuración de la deuda externa mexicana.

El presidente abre el registro de oradores y no habiendo quien haga uso de la palabra, pide a la secretaría que consulte si se admite o no a discusión la proposición del diputado Ramírez Ayala. En votación económica, la asamblea no la admite.

Solicita y la presidencia le otorga el uso de la palabra al diputado Juan Antonio García Villa, del Partido Acción Nacional, quien se refiere a los procesos electorales recientemente celebrados en el estado de Durango. para expresar sus opiniones al respecto, hacen uso de la palabra los legisladores Oscar Mauro Ramírez Ayala, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana y Modesto Cárdenas García, del Partido Popular Socialista. Nuevamente sube a la tribuna el diputado Juan Antonio García Villa, del Partido Acción Nacional, para contestar alusiones personales.

La presidencia concede el uso de la palabra al diputado Jesús Ortega Martínez, quien solicita que la Secretaría de la Comisión Permanente recoja las copias de actas que sobre los procesos electorales del estado de Michoacán obran en su poder, para consulta de los legisladores que deseen hacerlo.

Para expresar su opinión sobre el mismo tema, hace uso de la palabra el diputado Dionisio Pérez Jácome, del Partido Revolucionario Institucional e inmediatamente después el diputado Jesús Ortega Martínez, del Partido Revolución Democrática, para contestar alusiones personales y una interpelación del diputado Dioniosio Pérez Jácome.

El presidente informa que la secretaría tiene la obligación de recoger cualquier documento que sea presentado por los señores legisladores, aunque el asunto de que se trate no sea de la competencia directa de la honorable Comisión Permanente. La secretaría recibe un paquete del diputado Jesús Ortega Martínez del Partido de la Revolución Democrática.

La presidencia otorga el uso de la palabra al diputado Gerardo Medina Valdez, del Partido Acción Nacional, para externar sus opiniones sobre el tema de las elecciones en el estado de Michoacán y, de nuevo, al diputado Dionisio Pérez Jácome, del Partido Revolucionario Institucional, para contestar alusiones personales.

Para abundar en materia de los procesos electorales en el estado de Michoacán y sus resultados, hacen uso de la palabra los legisladores Ignacio Castillo Mena, del Partido Revolución Democrática; la senadora Laura Alicia Garza Galindo, del Partido Revolucionario Institucional y el senador Julián Gascón Mercado, también del Partido Revolucionario Institucional.

Los textos completos de las intervenciones aquí consignadas obran, íntegros, en el Diario de los Debates.

Agotados los asuntos en cartera, la secretaría da lectura al orden del día de la próxima sesión y el presidente clausura la de hoy a las quince horas con cincuenta y cuatro minutos, citando para la que tendrá lugar el próximo miércoles dos de agosto a las once horas.»

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba... Aprobada, señor presidente.

El C. Presidente: -Vamos a rogar a los asistentes tomar sus lugares, para proceder al trabajo de esta sesión.

INVITACIONES

La C. secretaria senadora Idolina Moguel Contreras: -Se va a dar lectura a varias invitaciones.

«Ciudadano presidente de la Honorable Comisión Permanente del Congreso de la Unión.- México, D.F.

La LIV Legislatura del Estado Libre y Soberano de Guanajuato, se honra en invitarle a la sesión solemne en el cual el gobernador constitucional licenciado Rafael Corrales Ayala, rendirá al pueblo de Guanajuato su IV informe de gobierno a las 11.00 horas del domingo 6 del presente, en el teatro Juárez de esta ciudad capital, declarando recinto oficial del congreso del estado.

Guanajuato, Guanajuato, agosto de 1989.»

El C. Presidente: -Para asistir a este acto, se designa a los siguientes legisladores para representar a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión: senador Enrique Burgos García, diputado Juan Díaz Aguirre y diputado Juan Miguel Alcántara Soria.

La C. secretaria Idolina Moguel Contreras:

«Ciudadanos presidentes de la honorable Comisión Permanente del Congreso de la Unión.- México, D. F.

"El honorable Congreso del Estado Libre y Soberano de Campeche, invita a usted a la sesión solemne en la que el ciudadano gobernador constitucional del estado, Abelardo Carrillo Zavala, dará lectura a su IV informe de gobierno, acto que se verificará el lunes 7 de agosto a las 11.00 horas, en el cinema Alhambra Tres de esta ciudad, declarado para el efecto recinto oficial.

Campeche, Campeche, agosto de 1989.»

El C. Presidente: -Para representar a la Comisión Permanente a este acto, se designa a los siguientes legisladores: senador Netzahualcóyotl de la Vega García, diputado Rubén Calderón Cecilio y diputado Modesto Cárdenas García.

La C. secretaria senadora Idolina Moguel Contreras:

«Escudo Nacional.- Estados Unidos Mexicanos.- Departamento del Distrito Federal.- México, D.F., a 31 de julio de 1989.

Ciudadano senador Emilio M. González, presidente de la Comisión Permanente del Honorable Congreso de la Unión.- Presente.

El Departamento del Distrito Federal, por conducto a esta dirección general, ha programado la ceremonia cívica del CX aniversario del natalicio del general Emiliano Zapata, que tendrá lugar el próximo martes a las 11.00 horas, frente al monumento erigido a su memoria en Alameda del Sur, en avenida Canal de Miramontes y avenida de las Bombas, de esta ciudad.

Por tal motivo, de la manera más atenta me permito solicitarle tenga a bien dictar sus respetables indicaciones a efecto de que la representación de esa Comisión Permanente que usted preside asista a la ceremonia de referencia, suplicándole presentarse con 15 minutos de anticipación con el suscrito o con el ciudadano ingeniero Luis González Sosa, subdirector de Acción Cívica, para efectos de la coordinación respectiva.

Reitero a usted, con mi reconocimiento, las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.

Atentamente.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Director de Acción Cívica, licenciado Roberto A. Ochoa Morales.»

El C. Presidente: -Para representar a la Comisión Permanente en este evento cívico, se designa a los siguientes legisladores: senadora Dulce María Sauri Riancho, senador Julián Gascón Mercado y diputado Pedro René Etienne Llano.

PROPOSICIÓN DE LA COMISIÓN PERMANENTE

La C. secretaria senadora Idolina Moguel Contreras: -Se va a dar lectura a la proposición de los coordinadores de los grupos parlamentarios que integran la Comisión Permanente.

"Honorable asamblea: A raíz de los puntos de acuerdo convenidos para normar la conducta parlamentaria de la sesión de esta fecha, en la que concurrirá el Secretario de Hacienda y Crédito Público a fin de que explique en detalle los supuestos y términos de la renegociación del débito externo de la nación, de los diversos partidos políticos integrantes de la propia Comisión Permanente, hemos pensado en ahondar la posibilidad de hacer planteamientos en tan importante reunión.

En este sentido, si bien se fijó en 15 el número de miembros de la asamblea que podrían hacer uso

de la palabra para interrogar al funcionario referido, hemos revisado la conveniencia de ampliar dicho número para reforzar el espíritu implícito en el documento inicial, a fin no sólo de que se garantice "La participación no sólo de todas las corrientes políticas, sino del mayor número de legisladores". En este orden de ideas, proponemos a esta honorable asamblea la reforma del inciso C, del artículo segundo de los puntos de acuerdo mencionados, para elevar la intervención de legisladores al número de 19.

Esta propuesta responde al propósito democrático de que todos los legisladores de oposición que integran la Comisión Permanente tengan oportunidad de participar en dicha sesión.

En consecuencia, con fundamento en el artículo 58 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, sometemos a su consideración al tenor de lo dispuesto por los artículos 59 y 60 de dicho ordenamiento, la aprobación del siguiente.

PUNTO DE ACUERDO

Artículo único. Se reforma el inciso C, del artículo 2o. de los puntos de acuerdo relativos a la invitación al Secretario de Hacienda y Crédito Público para concurrir a la sesión que se celebrará la Comisión Permanente el miércoles 2 de agosto de 1989, para quedar como sigue:

c) El registro de legisladores para interrogar al Secretario de Hacienda y Crédito Público no excederá de 19 miembros de la asamblea. En dicho número estarán representados todos los partidos políticos que conforman la Comisión Permanente, correspondiendo 9 intervenciones al Partido Revolucionario Institucional, cuatro al Partido Acción Nacional, tres al Partido de la Revolución Democrática, uno al Partido Popular Socialista, uno al Partido Auténtico de la Revolución Mexicana y otra al diputado Pedro René Etienne Llano.

Salón de sesiones del honorable Senado de la República.- México, Distrito Federal, 2 de agosto de 1989.- Senador Emilio M. González, del Partido Revolucionario Institucional; diputado Gonzalo Martínez Corbalá, del Partido Revolucionario Institucional; diputado Abel Carlos Vicencio Tovar, del Partido Acción Nacional; diputado Ignacio Castillo Mena, del Partido de la Revolución Democrática; diputado Modesto Cárdenas García, del Partido Popular Socialista; diputado Oscar Mauro Ramírez Ayala, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana y diputado Pedro René Etienne Llano.»

El C. Presidente: -Consulte la secretaría a la asamblea, si se admite o no a discusión la proposición.

La C. secretaria senadora Idolina Moguel Contreras: -En votación económica, se pregunta si se admite a discusión la proposición.

Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

(Votación.)

Los que estén porque se deseche la proposición, sírvanse ponerse de pie... Aceptada, señor presidente.

El C. Presidente: - Consulte la secretaría a la asamblea si se considera de urgente resolución.

La C. secretaria senadora Idolina Moguel Contreras: -En votación económica, se pregunta a la asamblea, con fundamento en el artículo 59 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General, si se considera de urgente resolución la proposición.

Los ciudadanos legisladores que estén por la afirmativa, sírvase manifestarlo en la forma acostumbrada... señor presidente, se considera de urgente resolución.

El C. Presidente: - Se abre el registro de oradores. No habiéndolos proceda la secretaría a tomar la votación.

La C. secretaria senadora Idolina Moguel Contreras: -En votación económica se pregunta a la asamblea si se aprueba la proposición.

Los que estén por la afirmativa ponerse de pie.

(Votación.)

Los que estén por que se deseche la propuesta ponerse de pie.. Aceptada, señor presidente.

El C. Presidente: - Continúe la secretaría.

COMUNICACIÓN

El C. secretario senador Alonso Aguirre Ramos:

«Ciudadanos secretarios de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.- Presentes.

Sergio Quiroz Miranda, diputado federal en la LIV Legislatura del Congreso de la Unión, señalando domicilio para oír y recibir notificaciones, las oficinas ubicadas en el 3er. nivel del edificio "B", del Palacio Legislativo, ante ustedes manifiesto:

Que por medio de este escrito vengo a informar que a partir del día 1o. de agosto del año en curso, me reincorporo a las actividades y funciones que como diputado federal me corresponden ante esta LIV Legislatura del Congreso de la Unión, por lo que solicito se tenga por concluida la licencia temporal que me fue concedida por esta honorable asamblea.

Agradeciendo anticipadamente sus atenciones, reitero la seguridad de mi más alta y distinguida consideración.

Atentamente.

México, D.F., de julio de 1989. Diputado federal Sergio Quiroz Miranda.» Trámite: -De enterado.

OFICINA DE LA SECRETARIA DE GOBERNACIÓN

NOMBRAMIENTO

El mismo C. Secretario:

«Escudo Nacional.- Estados Unidos Mexicanos.- Secretaría de Gobernación.- Dirección General de Gobierno.

Ciudadanos secretarios de la Comisión Permanente del Honorable Congreso de la Unión.

Presentes.

A continuación transcribo a ustedes, para su conocimiento y fines legales procedentes, oficio que la Secretaría de Relaciones Exteriores, dirigió al suscrito con fecha 20 del actual, manifestando lo siguiente:

En uso de las facultades que le concede el artículo 89 fracción III de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el C. Presidente de la República ha tenido a bien nombrar al C. Claude Heller Rouassant, embajador extraordinario y plenipotenciario de México ante el gobierno de la Confederación Helvética. En consecuencia, he de agradecer a usted se sirva solicitar en los términos de la fracción VII del artículo 79 Constitucional la ratificación de la Comisión Permanente del Honorable Congreso de la Unión, para este nombramiento. Con este fin le envío adjuntos los datos biográficos del interesado.

Al comunicar a usted lo anterior les acompaño con el presente el anexo que en el mismo se cita, reiterándoles en esta oportunidad mi consideración atenta y distinguida.

Sufragio Efectivo. No reelección.

México, Distrito Federal, a 25 de julio de 1989, el Secretario Fernando Gutiérrez Barrios.»

Trámite: -Recibo y túrnese a la Tercera Comisión.

COMISIÓN PROTOCOLARIA

El C. Presidente: -Se encuentra en el salón Juárez el doctor Pedro Aspe Armella, Secretario de Hacienda y Crédito; se designa en comisión para que lo introduzca a este recinto y lo acompañen cuando desee retirarse del salón, a los siguientes legisladores: senador Jesús Rodríguez y Rodríguez, diputado Manuel Cavazos Lerma y diputado Gonzalo Martínez Corbalá.

(La comisión cumple con su cometido.)

Saludamos y damos la bienvenida al doctor Aspe Armella, Secretario de Hacienda y Crédito Público.

De conformidad con el acuerdo aprobado por esta Comisión Permanente el pasado 26 de julio, se giró invitación al ciudadano doctor Pedro Aspe Armella, Secretario de Hacienda y Crédito Público, para que asista a la sesión del día de hoy, a efecto de que explique en detalle los supuestos y términos de la renegociación del débito externo de la nación.

Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público, fue usted informado oportunamente del acuerdo de esta Comisión Permanente que normará la sesión de hoy, y que por acuerdo de esta fecha hemos modificado a cuando al número de legisladores que desean hacer uso de la palabra.

ACUERDO PARLAMENTARIO

El C. Presidente: - Se ruega a la secretaría dar lectura al acuerdo del 26 de julio, reformando el día de hoy.

La C. secretaria senadora Idolina Moguel Contreras:

"Puntos de acuerdo aprobados para informar la sesión en la que desahogue la invitación

formulada al doctor Pedro Aspe Armella, Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Primero. A través de los conductos institucionales pertinentes, gírese invitación al doctor Pedro Aspe Armella, Secretario de Hacienda y Crédito Público, para que concurra a la sesión que celebrará la Comisión Permanente del honorable Congreso de la Unión el día miércoles 2 de agosto de 1989, a partir de las 11.00 horas, a efecto de que explique el detalle de los supuestos y términos de la renegociación del débito externo de la nación.

Segundo. La sesión pública a la que concurrirá el ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público se regirá por las siguientes normas de conducta parlamentaria.

a) El Secretario de Hacienda y Crédito Público podrá hacer la presentación inicial que estime conveniente y durante su intervención gozará del derecho de exposición ininterrumpida. Cuando concluya dicha presentación se iniciará el turno de las preguntas o planteamientos de los legisladores registrados para interrogarlo.

b) El registro de legisladores que deseen interrogar al Secretario de Hacienda y Crédito Público se hará a partir de la de la aprobación de esta proposición y hasta antes de que se inicie la sesión pública ordinaria del 2 de agosto de 1989.

c) El registro de legisladores para interrogar al Secretario de Hacienda y Crédito Público no excederá de 19 miembros de la asamblea. En dicho número estarán representados todos los partidos políticos que conformaran a la Comisión Permanente, correspondiendo nueve intervenciones al Partido Revolucionario Institucional, cuatro al Partido Acción Nacional, tres al Partido de la Revolución Democrática, uno al Partido Popular Socialista, uno al Partido Auténtico de la Revolución Mexicana y otra al diputado Pedro Etienne Llano.

d) La presidencia deberá elaborar el orden en que se habrán de hacer uso de la palabra los legisladores inscritos para ese efecto.

e) Todos los legisladores registrados para interrogar al Secretario de Hacienda y Crédito Público podrán hacer uso del derecho de réplica. Esta deberá concretarse tanto a lo planteado originalmente como a los comentarios que hubiere merecido por parte del funcionario referido.

f) para el planteamiento y preguntas iniciales se recomienda a los legisladores inscritos que limiten su intervención a diez minutos. En caso de hacer del derecho de réplica, se sugiera una participación de cinco minutos solamente.

g) Sólo podrán hacer uso de la palabra los legisladores debidamente inscritos quienes constreñirán su participación, al turno que les corresponda.

Tercero. Gírese comunicación a las cámaras del Honorable Congreso de la Unión para su conocimiento e información a los legisladores que deseen presenciar la sesión del miércoles 2 de agosto de 1989.

DE LA INVITACIÓN AL SECRETARIO DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO

El C. Presidente: -Ante esta presidencia oportunamente solicitaron su registro para intervenir en la presente sesión 19 legisladores.

De conformidad con las facultades que le confiere a la propia presidencia el acuerdo que normará el desarrollo de la misma, se otorgará el uso de la palabra a los representantes populares que así lo solicitaron.

Se ruega al doctor Pedro Aspe Armella, Secretario de Hacienda y Crédito Público, pasar a la tribuna: Señor Secretario, ¿desea usted hacer alguna exposición inicial?

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Si, señor presidente.

El C. Presidente: - Tiene la palabra el señor doctor Pedro Aspe Armella.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Señores legisladores miembros de la Comisión Permanente del honorable Congreso de la Unión: En los últimos meses, México logró un conjunto de acuerdos con sus distintos acreedores internacionales (organismos financieros multilaterales, gobiernos y banca acreedora) que representa una solución al problema de los sobreendeudamientos externo y que elimina uno de los obstáculos más severos que prevalecían para retomar la senda del desarrollo sostenido y con estabilidad de precios. Pero ello no significa reiniciar el crecimiento abruptamente de un momento a otro. El Presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, lo dijo con toda claridad posible: "No veremos resultados espectaculares de la noche a la mañana. No se puede pretender convertir el éxito de esta negociación en una prosperidad inmediata, porque sería ilusoria y pasajera".

Este planteamiento, a la vez que nos llama a percibir un futuro más promisorio nos invita

también a no perder el sentido de la realidad. La solución de una parte de nuestros problemas como país no debe inducirnos a disminuir el esfuerzo, ya que debemos consolidar la estabilización de la economía y continuar con el proceso de cambio estructural para que nuestro país pueda crecer en forma sostenida con un aumento gradual pero firme del empleo y de los ingresos de los mexicanos. Es fundamental, por esta razón, no perder de vista que la recuperación será necesariamente un cambio de ascenso paulatino. El que se materialicen nuestras expectativas depende de este principio y de responsabilidad que nos permite con voluntad y control estricto de nuestra economía, salir de la crisis económica más severa que ha vivido nuestro país en las últimas décadas.

Hace siete años, en agosto de 1982, México entró en una fase de serios problemas de balanza de pagos, que le impidieron cumplir con sus compromisos de deuda externa en los términos estipulados. Hoy, después de haber impulsado un programa serio y eficaz de cambio estructural y de estar en posibilidad de consolidar el abatimiento de la inflación, nuestro país ha concluido una negociación de la deuda externa que reducirá en forma permanente las transferencias al exterior y que nos brinda la oportunidad de retomar la senda de un crecimiento sostenido y estable.

Con una menor inflación, un saneamiento importante y sin precedente de las finanzas públicas, una estructura productiva más diversificada y una adecuada renegociación de la deuda externa, México tiene la posibilidad de un futuro próximo. Para hacerlo realidad y comenzar una nueva etapa de desarrollo tenemos más que nunca que perseverar en el esfuerzo, manteniendo un manejo sano y responsable de la política económica interna. De otra forma, no podremos crecer a las tasas opuestas y aceptadas en un clima de estabilidad de precios, ni podemos crear el número de empleados requeridos para elevar el nivel de vida de los mexicanos.

No es suficiente abatir las transferencias al exterior para crecer a las tasas que hemos propuesto. Es también imprescindible aumentar el ahorro interno y fomentar la inversión productiva, en forma gradual, como México lo ha hecho en los últimos años. La estrategia que de aquí se deriva, implica continuar con la disciplina fiscal y monetaria en los próximos años, impulsar el ahorro privado y mejorar su canalización, a través de la modernización del sector financiero del país y ahondar en los programas de cambio estructural con el sector externo de la economía y en el sector público.

El espacio que la renegociación abre en los mercados financieros internos al reducir los requerimientos de recursos del sector público, ha provocado ya una disminución sustancial en las tasas de interés. Ello es elemento fundamental, junto con el clima de mayor certidumbre y de confianza generado por los distintos acuerdos, para reactivar la inversión productiva.

En días pasados el ciudadano Secretario de Comercio y Fomento Industrial anunció el comienzo de una serie de proyectos de inversión, tanto interna como externa, que no habían arrancado por la falta de definición de la negociación con la banca acreedora internacional.

La renegociación de la deuda externa, que siguió las cuatro premisas planteadas por el C. Presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, en su mensaje de toma de posesión, provee a la economía mexicana del ahorro externo, complemento del interno, necesario para promover el crecimiento del país.

La renegociación cumplió en forma estricta la disposición contenida en el artículo 73 fracción VIII de nuestra Constitución y las disposiciones de la Ley General de Deuda Pública, expedidas por el Congreso de la Unión. Asimismo, respetó plenamente los montos del endeudamiento autorizados por esta soberanía, contenidos en el artículo 2o. de la Ley de Ingresos de la Federación para 1989.

La negociación buscó llegar a la solución más adecuada para México, en el menor tiempo posible, lo que se logró apelando a las circunstancias especiales de cada uno de los acreedores por separado. De los organismos internacionales y a los acreedores oficiales, México solicitó que contribuyeran con recursos frescos a la reducción de la transferencia externa neta. A la banca comercial acreedora, México presentó un menú de opciones en donde tiene como posibilidades escoger el otorgamiento de recursos frescos, la reducción, la reducción de la tasa de interés o la reducción del principal.

La ratificación del Fondo Monetario Internacional de la Carta de Intención que el gobierno de México envió a dicha organismo, el apoyo financiero otorgado por esa institución, la contratación de un paquete financiero con el Banco Mundial, la firma de un acuerdo multianual con el Club de París, así como el reconocimiento de dichas instituciones al principio de reducción de transferencia neta de recursos y del saldo acumulado de la deuda externa, reflejan el apoyo que la comunidad financiera internacional dio a México en el proceso de negociación.

El acuerdo entre México y el Fondo Monetario planteó como premisa básica el objetivo de tasa de crecimiento de México, a partir del que se derivaron los recursos externos requeridos. Esto representa un cambio sin precedente en los programas de este tipo, tanto para México como para otros países, pues en todos los demás convenios la restricción quedaba constituida por la cantidad de recursos externos disponibles, lo que obligaba a un ajuste en el crecimiento de la economía. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional abarca un período de tres años con opción a cuatro. Al aprobar por unanimidad el directorio de esta institución el programa de crecimiento de México, del que la estrategia de deuda externa es elemento fundamental, y concederle recursos financieros por más de 4 mil millones de dólares, y la comunidad internacional apoyó a nuestro país, y aprobó la reducción de las transferencias externas netas previstas en el programa.

En los primeros días de junio, la dirección del Banco Mundial aceptó financiar varios programas de ajuste estructural y también otorgó créditos para proyectos específicos de gran importancia para el país. Los recursos, integrados por tres préstamos sectoriales de 500 millones de dólares cada uno y otro por 460 millones de dólares, ya han comenzado a desembolsarse. El paquete financiero servirá para apoyar las medidas de cambio estructural emprendidas en los sectores financiero, industrial, comercial y paraestatal. Una porción de estos recursos y de los desembolsados por el fondo monetario operarán en los esquemas de reducción de deuda, factor que fue de fundamental importancia en la renegociación con la banca comercial.

Por lo que respecta al Club de París, organismo que reúne a los representantes de 16 naciones industrializadas con las que nuestro país mantiene un amplio comercio, México logró un acuerdo multianual que incluye un nuevo calendario de pagos para 2 mil 600 millones de dólares de vencimientos de capital y de intereses ocurrirían antes de 1992, y además logró la confirmación de que nuestro país gozará de acceso irrestricto a las fuentes bilaterales de créditos de exportación para financiar la compra de bienes y servicios extranjeros indispensables para nuestro desarrollo. De esta fuente se calcula obtener recursos por un mínimo de 2 mil millones de dólares anuales. La operación realizada es un reconocimiento a la viabilidad del programa económico de México. La participación de los gobiernos acreedores en el paquete financiero acordado lo hizo patente.

El 23 de julio pasado, el gobierno federal y el Comité Asesor de Bancos formado por 15 bancos que representan a las 500 instituciones acreedoras de México, llegaron a un acuerdo en relación a la reestructuración de la deuda externa de mediano plazo que abarca alrededor de 53 mil millones de dólares. Este acuerdo representa la última etapa en la solución al problema de la transferencia externa. El convenio con el Comité Asesor de Bancos no tiene precedente en la historia de esta clase de negociaciones al contemplar una quita importante de capital y una reducción significativa de las tasas de interés, y representa una solución para el sobreendeudamiento de nuestro país.

La parte medular del acuerdo consiste en que los 500 Bancos acreedores pueden escoger tres opciones para disminuir el nivel de transferencias de México. Estas tres posibilidades son complementarias, ya que eliminan el sobreendeudamiento a la vez que proveen los recursos frescos externos que México, requiere para financiar una nueva etapa de crecimiento con estabilidad de precios.

En la primera opción, los bancos intercambian su deuda antigua (es decir, la que otorgaron a México antes de esta reestructuración) por bonos nuevos, cuyo principal es 35% menor al valor de la deuda intercambiada. La tasa de interés, en este caso, permanece igual a la que México pagaba hasta hoy sobre su deuda. Así, México podrá reducir el valor de la deuda canalizada a esta opción en 35%, porcentaje en el que también disminuye su servicio.

En la segunda opción, los bancos cambiarán su deuda antigua por bonos nuevos con una tasa de interés fija de 6.25%, que representa (dado el nivel actual de las tasas en los mercados internacionales) una reducción de 40% en el flujo del servicio de la deuda.

En ambos casos se acordó ampliar el plazo de las amortizaciones originales de 20 años con 7 de gracia a otro de 30 años con una sola amortización al final de dicho período. La extensión del plazo de los bonos elimina la presión que las amortizaciones crearían sobre la economía mexicana en el momento de la consolidación del crecimiento, lo que permitirá afianzar el proceso de desarrollo.

Los recursos que el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el gobierno de Japón concedieron a nuestro país en apoyo de la reducción de deuda, garantizan el pago del principal de estos bonos y alrededor de 18 meses de intereses. La amortización del principal podrá ser cubierta ya que el gobierno de México adquirirá, con los recursos mencionados, "bonos cupón cero" por un monto tal que el valor de estos bonos será, mediante la capitalización de los intereses durante los próximos 30 años, igual al del

principal garantizado. Esta posibilidad libera a las nuevas generaciones del pago de una parte importante de la deuda externa con la banca comercial.

Por último, los bancos que escojan la tercera opción, aportarían a México, entre 1989 y 1992, recursos frescos por un 25% de valor nominal de la deuda que tengan en sus libros a esta fecha. De esta manera, México asegura recursos nuevos para financiar un proceso de crecimiento estable y sostenido. La canalización de recursos externos en forma multianual elimina la incertidumbre generada por las negociaciones anuales y, junto con la reducción del principal y del servicio de la deuda que se obtendrá de las primeras dos opciones, abre oportunidades muy importantes para impulsar la reactivación de la inversión productiva, la que será factor fundamental para aumentar gradualmente el empleo y los salarios y, por lo tanto, el nivel de bienestar del pueblo de México.

Los bancos que escojan la opción de dinero fresco aportarán a México en 1989, recursos nuevos por el equivalente al 7% del saldo comprometido. En el caso de los bancos que escojan las primeras dos opciones, el acuerdo especifica que otorgarán a México los beneficios de la reducción de tasa y de la reducción de principal retroactivamente al primero de julio de 1989, recursos que México obtendrá de forma inmediata, a través de un crédito puente del Banco Internacional de Pagos, con recursos de varios países. De esta forma queda resuelto el problema de las transferencias externas netas para este año.

En los últimos seis años, el esfuerzo de cambio estructural redujo la importancia relativa del petróleo en nuestra economía. Sin embargo, a pesar de que las exportaciones petroleras pasaron (en el conjunto de las exportaciones totales) de más de 75% en 1982 a menos del 30% en 1988, la economía mexicana todavía es vulnerable a alteraciones imprevistas producto de una baja drástica en el precio del petróleo, en especial durante los próximos años, en lo que habrá que consolidar el progreso de crecimiento.

Por esta razón, México aseguró los recursos externos necesarios para financiar su desarrollo, aun en el caso de que el precio del petróleo disminuya. Es decir, si durante los próximos años este precio cae abajo de 10 dólares por barril (a precios de 1989), un grupo de bancos comerciales, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional aportarían recursos hasta por 800 millones de dólares para compensar esta caída.

De manera simétrica a partir de julio de 1996, y solamente que ocurran aumentos sustanciales y sostenidos en términos reales de los precios y de los ingresos petroleros de México, el país aumentará en forma limitada el rendimiento de los bonos de reducción de deuda y de su servicio.

En efecto, si a partir de julio de 1996 el precio del petróleo se sitúa arriba de 14 dólares reales de 1989 y siempre y cuando los ingresos totales por exportación de crudo sean superiores en términos reales a los obtenidos en 1989, México aumentaría el rendimiento de los bonos de reducción de deuda y de su servicio en un monto que no exceda el 30% de los ingresos adicionales por exportación de crudo en términos reales. Dicho aumento sería ponderado por la proporción de la deuda que participe en las opciones de reducción y tendría como tope un rendimiento máximo de 3% anual. Aun en el supuesto de que se llegara a pagar el máximo rendimiento, esto implicaría una tasa menor a la actual.

Por lo que se refiere al programa de intercambio de deuda por capital Swaps, éste quedará limitado a 1 mil millones de dólares anuales de valor nominal de la deuda, por un período de tres años y medio. Sin embargo, su impacto real sobre la economía no será mayor a 650 millones de dólares por año, ya que el descuento mínimo con que se realizarán estas operaciones será de 35%. Este mecanismo sólo se utilizará para cubrir hasta la mitad del valor de la venta de activos que realice el sector público y para inversiones en infraestructura pública debidamente aprobadas y concesionadas a inversionistas de los sectores social o privado. Por lo tanto, no habrá presiones inflacionarias, ya que en el primer caso no hay emisión de circulante y, en el segundo, los recursos serán destinados a programas contemplados de antemano en el Plan Nacional de Desarrollo. De esta manera, también se fomentará el desarrollo de la infraestructura del país.

El acuerdo logrado con la banca extranjera, junto con el apoyo recibido por parte del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y de los gobiernos de los países industrializados reunidos en el Club de París, cumple con las premisas requeridas para atenuar el peso de la deuda externa planteadas por el C. Presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, en su mensaje de toma de posesión. Los cuatro puntos que el señor Presidente demandó de la negociación han sido satisfechos plenamente.

Así, el primer requisito, reducir la deuda histórica acumulada, ha tenido cumplimiento cabal, ha dado un porcentaje importante de bancos participará en la opción de reducción de deuda.

El segundo punto, la necesidad de reducir las transferencias al exterior como requisito para

retomar el crecimiento, también queda cumplido al conseguir la disminución de las transferencias netas al exterior de 6.5%, del Producto Interno bruto en promedio durante los últimos años, a alrededor de 2.7% en 1989 hasta caer a 2% 1992. Este descenso es producto por una parte, de la reducción del principal de la deuda y de su servicio y, por la otra, de la aportación de recursos nuevos que México ha conseguido de la banca comercial, así como del desembolso de recursos nuevos en cantidades sin precedente, tanto en el caso del fondo Monetario Internacional como del Banco Mundial. Finalmente, también es un resultado de la favorable negociación con los gobiernos industrializados, que permitió una reestructuración ventajosa de las amortizaciones del principal y del pago de intereses con el Club de París.

El tercer requisito, la necesidad de procurar financiamiento externo en forma multianual para disipar la incertidumbre generada por negociaciones continuas, quedó asimismo satisfecho al lograrse un acuerdo de tres años con el Fondo Monetario Internacional (con opción a un año adicional), con la responsabilidad de desembolsos sustanciales por parte del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, durante los siguientes años, y con la tercera opción del acuerdo con la banca comercial que otorga a México recursos nuevos por 25% de la deuda comprometida en esta opción durante los siguientes cuatro años.

Finalmente, el señor Presidente de la República planteó que para resolver el problema de la deuda era necesario reducir su valor en relación al Producto Interno Bruto. Esta condición también ha sido cumplida al reducirse parte del principal adeudado a la banca internacional y al contar el país con la posibilidad de utilizar su ahorro para financiar inversión productiva y lograr el crecimiento del Producto Interno Bruto. Es decir, por un lado disminuye la deuda y por otra crece el Producto Interno Bruto.

Los resultados obtenidos en materia de cambio estructural y de estabilización y el reconocimiento internacional a la estrategia económica mexicana, fueron fundamentales para lograr una negociación adecuada de la deuda externa. Esta, junto con el cumplimiento de las metas fiscales y la política financiera, plasmadas en el Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994, afianzarán el abatimiento de la inflación y constituirán un espacio para que la inversión productiva inicie una fase de recuperación y, por lo tanto, la economía entre en una nueva fase de desarrollo.

El Programa Económico del Gobierno de la República partió de la idea fundamental de que la negociación de la deuda externa sería exitosa y de que disminuirían las transferencias netas de recursos al exterior en el monto conseguido. La disciplina fiscal contemplada en el programa es congruente con esta reducción en transferencias y permite asegurar el abatimiento de la inflación, abrir el espacio para la promoción de la inversión productiva y reforzar el esfuerzo del Estado en las áreas de prioridad social como la educación, la salud, la seguridad y la vivienda. Este esfuerzo permitirá alcanzar una tasa moderada de crecimiento durante 1989 y llegar hacia 1992-1993, a tasas de crecimiento del producto interno bruto de alrededor del 5 al 6%, lo que creará el número de plazas requeridas para dar empleo al creciente número de mexicanos que cada año ingresan a la fuerza de trabajo.

No debemos pensar que la renegociación lograda permite incrementar el gasto público total. Lo que sí es posible es efectuar la reasignación de recursos ya prevista en el Presupuesto de Egresos de la Federación hacia inversiones en áreas prioritarias para beneficiar a los grupos menos favorecidos de la sociedad. Sin la renegociación, esto no sería concebible y hubiera sido necesario un ajuste fiscal adicional.

La tenacidad del pueblo de México y el liderazgo del Presidente de la República han cambiado nuestra realidad inmediata y han permitido que recuperemos el optimismo sobre nuestro futuro y el de nuestros hijos. Tenemos buenas razones para estar satisfechos; pero también tenemos la experiencia necesaria para actuar con suma prudencia y esperar una recuperación segura pero gradual, paso a paso, con buenos resultados pero sin efectos espectaculares.

Hace ya más de 20 años, el entonces Secretario de Hacienda y Crédito Público escribió que la historia de la deuda externa era la historia misma de nuestro país. A las diversas reestructuraciones de importancia que realizó México en el siglo pasado y en la primera mitad de éste, siguieron periodos prosperidad económica impulsados por la prudencia de las políticas aplicadas. Es indispensable no olvidar la lección que nuestra propia historia y nuestro pasado reciente nos ha dado. No repitamos el error de un excesivo adeudamiento. Aprovechemos y comprendamos la oportunidad única que hoy ha creado nuestro país. El Presidente de la República ha marcado el camino, con una seriedad y una decisión indudables y admirables. Hagamos nuestra la oportunidad de construir con nuestro trabajo un México mejor y un futuro viable y próspero.

El C. Presidente: -Se concede el uso de la palabra al ciudadano diputado Manuel Cavazos Lerma.

El C. diputado Manuel Cavazos Lerma: - Con su venia, señor presidente; señor Secretario: Agradecemos su presencia ante esta, Comisión Permanente, consideramos que esta deliberación es oportuna, porque estamos conscientes de que vivimos momentos de cambio que reclaman prudencia, reflexión y análisis, y esto requiere información y diálogo; por lo tanto, conviene en primer término, esclarecer el significado de esta negociación que hoy nos congrega. Es pertinente deslindar los terrenos para saber lo que es y lo que no es, lo que permite y lo que no permite la citada negociación; esto a su vez es importante, para cerrar el camino al triunfalismo y a la autocomplacencia y para no crear falsas expectativas, confusiones o engaños que obstaculicen oportunidades que se vislumbran en el horizonte.

Pero antes de pasar a los detalles de la renegociación, se impone una pregunta que invariablemente surge en los debates sobre el tema, ¿por qué se optó por la negociación y no por la moratoria o la suspensión de pagos o el repudio de la deuda, siendo que estas opciones pudieran haber significado, se dice, un mayor poder de negociación y un mayor alivio financiero?

Volviendo a la negociación, sabemos que ésta no elimina toda la deuda externa sino sólo aquella que representa un lastre para el desarrollo nacional; en este sentido, es una solución de fondo porque ataca un problema en su raíz, el endeudamiento externo excesivo, pero ¿cómo se mide este endeudamiento externo excesivo?, ¿cuánto se ahorra el país en pesos o dólares por año gracias a la negociación de la deuda externa?, ¿cómo se demuestra que este ahorro es suficiente para reiniciar el camino del crecimiento con estabilidad y con justicia?

Ahondando en el tema, señor Secretario, ¿por qué 35% de quitas al capital y no 55% como se había planteado originalmente?, ¿por qué 35% si en el mercado secundario el descuento de la deuda mexicana era del orden del 50%?, ¿por qué si con España logramos un acuerdo del 50%?, ¿por qué una reducción de las tasas de interés al 6.25% si al principio se propuso el 4%?, ¿no querrá decir esto que nos quedamos cortos o nos precipitamos en la renegociación?

Por otra parte, los bancos todavía no han decidido cuál de las tres opciones elegirán, ¿qué pasa si todos escogen la opción de recursos frescos?, ¿quiere decir esto que no se cumplirán las cuatro premisas ordenadas por el Presidente de la República en su discurso en toma de posesión y que, por lo tanto, no resolverá el problema del sobreendeudamiento, sino que se agravará?; además, el acuerdo anunciado el domingo 23 de julio no ha concluido, ¿cuánto tiempo tomará llegar a la firma del acuerdo definitivo? usted nos informó en su discurso, que un crédito puente resolverá el problema de los recursos externos mientras se firma tal acuerdo, pero ¿por qué montos será ese crédito puente?, ¿en qué términos?, ¿con qué condiciones o ataduras se conseguirá dicho préstamo?

Volviendo a las acotaciones o deslindes, señor Secretario, el Presidente de la República y usted nos han dicho que la negociación no es una panacea o una varita mágica o una pócima milagrosa que alivie instantáneamente todos los males y atienda súbitamente todos los reclamos, sino que es un medio para el cumplimiento de los objetivos y metas fijados en el Plan Nacional de Desarrollo, pero ¿cómo se logra?, ¿en qué medida?, ¿cuáles sí, cuáles no?

Usted ha dicho que la negociación liberará recursos para el gasto público, sobre todo en los renglones de bienestar social y de la inversión productiva, pero que esto no debe ser excusa para el derroche, el dispendio, el desorden o el descuido del saneamiento de las finanzas públicas. Pregunto entonces, ¿qué mecanismos o decisiones políticas se están instrumentando para evitar este posible efecto de las presiones que ya empiezan a sentirse sobre el gasto público?

Usted ha dicho que la negociación permitirá el incremento del crédito y la disminución de las tasas de interés internas y de la incertidumbre, lo que a su vez consolidará la lucha contra la inflación, elevará la inversión y aumentará la producción, pero que todo esto no significará el relajamiento de la disciplina monetaria o financiera, ¿qué garantiza este noble propósito si existen considerables demandas actuales y rezagadas sobre las variables financieras?

Señor Secretario, agradecemos anticipadamente su información que juzgamos necesaria, porque como representantes populares tenemos la obligación de difundir entre nuestros representados estos deslindes, con el propósito de no alentar la visión de paraísos inexistentes, sino de crear conciencia de que vivimos momentos que exigen unidad, solidaridad y compromiso con el destino que deseamos. Muchas Gracias.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: -Señor diputado Manuel Cavazos, quisiera comenzar por la pregunta de usted en cuanto a por qué se optó por el camino de la negociación y no se optó por el camino de la moratoria.

Yo creo, señor diputado, que la parte fundamental de la negociación son los resultados económicos

que se buscan al final de ello; yo creo que es correcto dar el énfasis a la transferencia neta de recursos al exterior, y la pregunta que nos tenemos que hacer es si queremos obtener ese resultado, ¿cuál es la vía en que nos los otorga de la manera más rápida y más firme posible?

México optó efectivamente, señor diputado Cavazos, por la negociación, recordemos un poco en los meses de diciembre y enero, cuando se decía, si somos sinceros lo vamos a recordar, que el Fondo Monetario Internacional nunca, nunca aceptaría como premisa de un programa económico la reducción de las transferencias netas de recursos al exterior; se decía también que el llamado Grupo de los Siete, el conjunto de países industrializados más poderosos, nunca aceptaría el llevar a una votación en el Comité Interino del Fondo Monetario o del Comité de Desarrollo del Banco Mundial, el otorgar recursos para la reducción de la deuda y la reducción del servicio de la deuda, y se decía por último, que en el caso de la banca comercial nunca optaría por estas opciones.

Yo creo, señor diputado, que lo que importa son los resultados y que había un camino, el camino difícil en ocasiones tenso e intenso del convencimiento, de ir explicando las razones y los hechos a cada uno de estos grupos, fueran grupos de gobiernos o fueran organismos multilaterales.

México optó por el camino de la negociación, negociación firme sí, pero negociación, y de esa manera fui instruido para realizar una vez que había sido entregada y aprobada la iniciativa de Ley de Ingresos en la Cámara de Senadores y en la Cámara de Diputados, y una vez que había sido autorizado el Presupuesto de Egresos de la Federación, a empezar a convencer en distintos países del problema del sobreendeudamiento.

Y aquí quiero ser muy claro, a México se le presentó el problema fuerte de endeudamiento por dos razones, porque tuvimos políticas económicas equivocadas y el segundo, y ciertamente el más importante cuantitativamente, porque los ingresos por exportación de petróleo se derrumbaron en una forma fenomenal; es decir, el poder de compra o el poder en este caso de pago, la capacidad del pago del país se redujo drásticamente al caer nuestros ingresos por exportaciones y al no haber caído los precios de las importaciones.

Durante los meses de enero, febrero y marzo se explicó que el deterioro en los términos de intercambio habían reducido en 40% nuestra capacidad de pago, ¿por qué en 40%, porque era exactamente lo que habían caído nuestros términos de intercambio, y esto era vital hablar del diagnóstico, diputado Cavazos, antes de hablar de soluciones, porque si no tiene uno claro el diagnóstico no va a encontrar uno la solución adecuada , y al explicar la caída en la capacidad de pago del país y por tanto el sobreendeudamiento o endeudamiento excesivo en relación a la capacidad de pago del país era vital, porque si se aceptaba el diagnóstico, diputado Cavazos, entonces era claro que un problema de sobreendeudamiento excesivo no se podría corregir simplemente con más deuda, tenía que haber reducciones en la deuda, reducciones en su servicio y simultáneamente si estás dos ocurrían, entonces sí financiamiento adicional multianual.

Una vez terminado el problema del convencer, del diagnóstico del excesivo endeudamiento en relación a la capacidad de pago, hubo que movilizarse políticamente para que el llamado Grupo de los Siete hiciera suyo este diagnóstico y, por tanto, se empezaran a discutir las nuevas soluciones que tenían que llevarnos a romper con las soluciones de tendencias del pasado, las soluciones de tendencias del pasado muy simples; los países lo que hacían era pedir, y en ocasiones lograr el máximo financiamiento con el máximo plazo, con la mínima tasa. El Comité Asesor de Bancos lo que enfrentaba ahí era dar el mínimo financiamiento con la máxima tasa y el mínimo plazo, y eso era básicamente, digamos en esencia, las primeras renegociaciones .

Pero aquí había que lograr ese convencimiento, y es así como el Grupo de los Siete, los secretarios de finanzas de Francia, de Japón, y de manera muy destacada el secretario Brady, del tesoro de Estados Unidos, hacen pronunciamientos que nos llevan al Comité Interino del Fondo Monetario Internacional en los primeros días de abril y es ahí donde se lleva a la comisión la posibilidad, por primera vez desde la creación de estos organismos, de tener apoyo para programas de reducción de deuda y de su servicio.

Los siguientes pasos los he descripto en mi discurso, señor diputado, creo que no tiene caso que vaya otra vez sobre ellos, pero ésta fue la línea marcada en la negociación, cosas que parecían hace algunos años, ciertamente inclusive hace algunos meses, impensables en términos de la aceptación de la reducción de transferencias netas, de la aceptación de fijar una tasa de crecimiento predeterminada y de ahí determinar los requerimientos de transferencias netas, y por tanto los niveles de reducción de deuda, de reducción de servicio y de financiamiento multianual, quedaban plasmados en estas negociaciones.

El otro camino, el camino de la suspensión de la moratoria, es un camino que suena muy atractivo,

muy llamativo y que me temo que si somos justos y sinceros, tenemos que reconocer que ha dado esos casos donde se han llevado a cabo, y esto tiene dos problemas que los tenemos que ver con frialdad, pero con toda responsabilidad.

El primer problema, es el problema interno que se genera, un problema donde en el momento en que ocurre la moratoria, inmediatamente se multiplican los controles de cambio e inmediatamente empiezan las fugas a ocurrir.

Hay un estudio muy interesante que se ha publicado recientemente en el mes de marzo, sobre las últimas 16 moratorias y fugas de capital; en ningún caso, en estos países ha habido más fugas que cuando se ha declarado precisamente las moratorias, por eso en todos esos casos han desembocado precisamente en una eventual devaluación.

Además del problema interno que se causa en el lado de divisas, también se causa un problema importante en el lado interno del sector financiero, el ahorrador empieza a decir, ah caray, si hay suspensión generalizada de pagos al exterior, ¿cuándo habrá de ocurrir la suspensión generalizada sobre la deuda interna?, esto inmediatamente hace que para el mismo nivel de déficit fiscal y para la misma presión monetaria y financiera, haya una sustitución clara de medios de pago y se desemboque en la inflación, por qué no decirlo también, en una hiperinflación.

Desde el punto de vista externo en donde menos problemas ocurren, y esto es interesante, pero sí hay que dejar claro que las lineas interbancarias quedan cortadas inmediatamente, que las líneas de apoyo comercial para el comercio internacional inmediatamente se expone uno a que sean cortadas, y por tanto la combinación entre la problemática externa e interna desemboca en recesión, estancamiento e hiperinflación.

Este es un problema complicado, diputado, se tiene que ver con frialdad porque se tiene que poner en la balanza, y yo diría en cada momento de la negociación, estas alternativas. Yo considero, diputado Cavazos que lo importante es ver por qué camino se obtienen mejores resultados, y hasta hoy en día México ha obtenido mejores resultados en la negociación, negociación firme, intensa, tensa, en ocasiones desagradable, pero por la negociación de México ha obtenido lo que hasta el día de hoy ningún país en vías de desarrollo ha obtenido.

Dice usted una segunda pregunta sobre el endeudamiento excesivo; bien, dice usted cómo poder cuantificar el endeudamiento excesivo, esto tiene que ver con qué proyección, digamos, tenemos nuestros términos de intercambio, y aquí siendo sinceros, diputado Cavazos, por la enorme volatividad que tiene el precio del petróleo, la verdad es que los pronósticos han salido muy errados y es por eso que hemos intentado hacer bandas de manera que cubramos las posibles variaciones en el precio con medidas automáticas hacia la alta y hacia la baja para cubrirnos, queda clara una cuestión, durante los últimos seis años el país tuvo una transferencia neta de recursos al exterior del 6.3% en promedio, y queda claro que ese nivel de transferencias netas de recursos al exterior es incompatible con el crecimiento económico, eso es cierto.

La pregunta es, ¿qué nivel o qué reducción de transferencias netas de recursos al exterior tenemos que tener para que la economía empiece la recuperación que sea firme, gradual pero sostenida? los mejores cálculos que hemos hecho son de que la transferencia neta de recursos al exterior tiene que disminuir una cifra de alrededor del 2% del producto interno bruto; esto es con una serie de supuestos, por cierto ampliamente detallados en el Plan Nacional de Desarrollo y también detallados en el documento que les hemos distribuido sobre la renegociación de la deuda externa.

Dice usted, diputado, que por qué 35% y que por no 55%, que porqué no, yo podría agregar 60%, 65% ó 68%; yo creo, diputado Cavazos, que lo importante es que la combinación de lo que necesitamos de transferencia neta de recursos al exterior. Soñar no cuesta, me hubiera gustado, ¿verdad?, es decir 70%, la deuda no existe, no, pero esto es una negociación, y en una negociación uno tiene que tener los pies sobre la tierra, y tiene uno con firmeza ver exactamente cuáles son los márgenes de negociación en qué cosas puede ser uno flexible y no se pueden aceptar, y más yo diría, algunas de ellas ni siquiera considerar.

Diputado, el grueso del endeudamiento que ocurrió con la banca comercial, ocurrió en los años 1980, 1981 y 1982 con tasas de interés promedio al rededor del 18%; la tasa de interés fija del 6.25% tiene dos grandes ventajas; la primera, es que es fija.

Como usted sabe, diputado Cavazos, cada 12, 15 años hay brotes inflacionarios en el mundo, brotes a nivel internacional que elevan sustancialmente las tasas de intereses. En el caso de que una proporción significativa de bancos entre, como estamos convencidos que van a entrar a esta opción, tenemos un seguro muy

importante hacia las elevaciones generalizadas de las tasas de interés en los mercados internacionales.

Dice usted, señor diputado, que si no nos precipitamos; permítame ahí, señor diputado, diferir, yo creo que quedaba muy claro para toda la población en que el costo de la deuda interna y el costo de la deuda externa tenían que hacer que avanzáramos lo más rápido posible en la negociación. Cuatro días después que se autoriza en el Comité interino del Fondo Monetario Internacional el nuevo esquema de reducción, cuatro días después, diputado Cavazos, teníamos la carta de intención enviada al Fondo Monetario y 15 días después aprobada sin un cambio de una coma, tres semanas después lo del Banco Mundial, hicimos lo del Banco Interamericano de Desarrollo, hicimos lo del Club de París y había que avanzar, yo le diría más rápido en la negociación, porque entre más tiempo pasara más costos poníamos en la deuda interna y más posibilidades teníamos de crear un problema mayúsculo de orden financiero y de orden real.

Dice usted que cuántos meses tardarán; como usted sabe, señor diputado Cavazos, y yo se qué esto lo sabe bien, en las negociaciones que llevan en el Comité Asesor de Bancos se tiene este primer acuerdo donde hay una serie de números, los abogados empiezan a trabajar prácticamente en el mes de agosto, nuestros abogados en el equipo de negociación terminan de poner estos números en forma contractual. Aproximadamente en la última semana de agosto, en la primera de septiembre, ya puesto en forma contractual se envían los telex a todos los bancos, y una vez con la respuesta de éstos es que procede a las cuestiones contractuales y de firma, hasta que no está esto, no lo hay.

Con respecto a todos los detalles numéricos que usted menciona, señor diputado Cavazos, están todos absolutamente aquí, podrá ver cada uno de los detalles en ese folleto que hemos entregado a la consideración de esta soberanía.

Por último diputado, qué cosas sí permiten la negociación y qué cosas no permiten; pues ciertamente si se cree que la negociación va a permitir la indisciplina fiscal y la indisciplina monetaria, ciertamente eso no lo permite, no lo permite esa negociación ni la permite ninguna negociación; la disciplina monetaria y fiscal es un punto fundamental si se desea tener estabilidad de precios y crecimiento sostenido. Si en un país ésos son los objetivos, entonces en ese caso sí se puede uno desprender de esas premisas, pero si desea tener uno crecimiento económico sostenido con baja inflación, tienen que haber disciplina monetaria y fiscal.

Dice usted que quién garantiza esta disciplina; señor diputado, de acuerdo al decreto aprobatorio del Presupuesto de Egresos de la Federación y de la Ley de Ingresos vigente, el Ejecutivo está comprometido a informar trimestralmente sobre cada uno de los topes de financiamiento interno y externo, y cada uno de los topes de gasto programable y no programable al Congreso de la Unión.

Ustedes, señor diputado, son los que tienen que checar y nosotros en el Ejecutivo tenemos que cumplir con esta disciplina monetaria y fiscal, que es exactamente lo aprobado por esta soberanía, con respecto a estos dos instrumentos poderosísimos en el ámbito macroeconómico.

Un último comentario, señor diputado Cavazos, tenemos una oportunidad realmente buena, la renegociación nos permite disminuir gradual pero firmemente el costo de la deuda interna, nos permite disminuir las transferencias netas de recursos al exterior y con esto nos permite dos cosas, diputado, nos permite volver a crecer y nos permite acabar, acabar con las presiones inflacionarias, eso sí lo permite pero no lo garantiza, diputado, lo permite pero tenemos que preservar con los demás instrumentos de política económica, para lograr estos dos objetivos.

Mientras el país continúe teniendo tasas de inflación superiores a las de sus socios comerciales en el mundo, seguiremos teniendo problemas reales y latentes en la estabilización; una vez que logremos tener una tasa de inflación similar a la del resto del mundo, en ese momento, señor diputado Cavazos, tendremos el crecimiento sostenido, porque la norma es que nuestra economía puede crecer, y puede crecer a tasas del 4.5% y 6% fácilmente, lo que no es la norma es el estancamiento de los últimos años.

La historia de México muestra que la economía quiere volver a crecer, y hemos quitado un obstáculo para este retorno al crecimiento; preservaremos en lo demás y tomemos esta oportunidad para hacerla realidad. Estos serían mis comentarios, señor diputado Cavazos.

El C. Presidente: -Se concede el uso de la palabra al diputado Juan Antonio García Villa, del Partido Acción Nacional.

El C. diputado Juan Antonio García Villa: - Señor presidente de la Comisión Permanente; señor Secretario de Hacienda y Crédito Público: Ya ha hecho usted alguna referencia en su intervención a lo que será mi primer cuestionamiento, pero ocurre que con motivo de la renegociación de la deuda externa del

país, acordada en principio con el Comité Asesor de Bancos Acreedores y anunciada el pasado domingo 23 de julio, se ha advertido, porque es evidente y no se puede ocultar, una cierta euforia en diversos círculos gubernamentales y en representantes del partido oficial, aunque también debo admitir que ha habido voces serenas que han dado lugar a diversos tipos de celebraciones, de festejos, desde un banquete en los patios de Palacio Nacional, hasta pronunciamientos tan irresponsables como grandilocuentes de autoridades locales, pero de criterio aldeano.

Sin embargo, en el Plan Nacional de Desarrollo, dado a conocer por el actual gobierno apenas el pasado 31 de mayo, se lee textualmente lo siguiente, en el mensaje introductorio del licenciado Salinas de Gortari, en este documento se dice: "aligerar el peso de la deuda por sí mismo, no resuelve los problemas del desarrollo"; también en otro pasaje del Plan Nacional de Desarrollo, se dice: "la deuda externa es traba que debemos superar para recuperar el crecimiento", pero es sólo una de ellas; "evitaremos caer en el error de suponer que una vez solucionado este obstáculo, habremos resuelto los problemas; la negociación satisfactoria de la deuda, en condición para volver a crecer, pero para hacerlo de manera permanente y justa", sigue diciendo el Plan Nacional de Desarrollo, "es preciso solucionar también los problemas internos que condujeron tanto con los factores externos al endeudamiento".

Y en otra parte del Plan Nacional de Desarrollo, literalmente se lee: "sin eficiencia, los recursos para el crecimiento serían siempre insuficientes, aún después de resolver a satisfacción el problema de la transferencia de recursos al exterior".

Sería interesante, señor Secretario, saber si continúan o no siendo válidos estos planteamientos contenidos claramente en el Plan Nacional de Desarrollo, porque si así es, sobre qué base, con qué objeto y cuál es el propósito de que se publicite, se festeje, se celebre más allá de toda medida razonable y que pudieran hacer creer a los mexicanos, mientras la realidad y los hechos estén divorciados de los pronunciamientos, que efectivamente crean que encontramos la panacea, que dimos con la solución milagrosa y que en abierta contradicción a lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo, la solución a nuestros graves problemas nacionales se encuentra prácticamente a la vuelta de la esquina.

¿Qué comentarios le merecen a usted, señor Secretario, esta forma de magnificar, de distorsionar evidentemente, de manipular en cierta forma la opinión pública respecto a la renegociación, a los términos de ella de nuestra deuda externa?

Pero además, y es una segunda pregunta, señor Secretario es evidente que el Congreso de la Unión tiene constitucionalmente facultades claras en lo relacionado con el endeudamiento y el crédito del país. Es cierto, por un lado, que el grupo negociador mexicano, si se cumplieron las premisas planteadas por el propio titular del Ejecutivo, el resultado final de esta negociación podrá ser una reducción del saldo de la deuda y un reconocimiento de que ésta ha variado, pero también va a significar una orden para pagar en los términos resultantes de la negociación, la deuda externa del país.

Ahora bien, los negociadores mexicanos, no crearon, ni con los acreedores del país ni en el mundo, la situación que provocó esta negociación pionera, como se había dicho, de la deuda externa de un país en vías de desarrollo; es evidente entonces, que queda planteada la necesidad de reconocer en sus nuevos términos la deuda nacional y de mandarla pagar en estos nuevos términos, pero resulta, señor Secretario, que la fracción VIII del artículo 73 de la Constitución, reserva expresamente esa facultad al Congreso de la Unión, es decir, reconocer y mandar pagar la deuda nacional. Aun suponiendo que las condiciones fueran mejores, aun suponiendo que se cumplieran las premisas establecidas por el Ejecutivo, es innegable que la facultad sigue correspondiendo al Congreso.

Y la pregunta surge casi evidente, señor Secretario, ¿de qué manera contempla el Poder Ejecutivo proveer, tal vez al ejercicio de su derecho de iniciativa, la posibilidad de que en este momento y con motivo de la renegociación del Congreso de la Unión, cumpla su responsabilidad, sus funciones y ejerza la facultad que constitucionalmente tiene en materia de deuda pública? Gracias. (Aplausos.)

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: -Señor diputado García Villa, leyó usted algunos pasajes del plan y me dice usted que si son vigentes; obviamente son vigentes, yo creo que son más vigentes que nunca, y dice usted que había cierta euforia y que cita nada más esos párrafos del plan. Yo creo que los párrafos del plan son excelentes, y todos ellos los comparto como comparto también frases como ésta: con trabajo, orden y disciplina, México puede dejar atrás la crisis, pero el resultado alcanzado no significa que por arte de magia nuestros problemas hayan dejado de existir.

Si mantenemos el esfuerzo, diputado, como estoy seguro que lo haremos, tendremos por delante un

futuro promisorio; frases que dijo el Presidente de la República, que el día en que se anunció la negociación, frases con optimismo, sí, no teníamos por qué estar tristes, diputado, estamos bastante contentos porque tenemos una oportunidad que no teníamos, pero alertas también, señor diputado, porque si se relajan las amarras fiscales y monetarias, y si no volvemos a preservar en el trabajo y la eficiencia en la productividad, obviamente, obviamente ni ésta ni ninguna otra renegociación nos daría el desarrollo sostenido.

Así, señor diputado, que en eso pues yo creo, usted leyó mi discurso, ha oído lo que pienso en esto, tenemos que preservar; pues sí, señor diputado, es una oportunidad muy buena y por eso tenemos que estar contentos, porque hemos obtenido un arreglo que disminuye las transferencias netas de recursos al exterior y que permite volver a crecer, permite volver a crecer.

Lo que pasa, diputado, es que se había vuelto la problemática de la deuda externa una condición necesaria para volver a crecer, pero no es suficiente, ciertamente no, ¡ciertamente no!, pues yo creo que en eso, pues lo compartimos totalmente contentos sí, eufóricos no, con muy pero muy alertas para preservar en avance de productividad, sí, por supuesto, yo creo que eso es bueno. Así que, sobre esta primera parte, creo que no hay mucho más que agregar.

Sobre la segunda parte, ésta ha sido un larga discusión, señor diputado García Villa, que usted y yo hemos tenido en el pasado y que he tenido con miembros de su partido, recuerdo inclusive en la comparecencia que el Secretario de Hacienda tiene que hacer ante la Cámara de Diputados, donde precisamente este punto lo discutimos, déjeme otra vez exponerle mi punto de vista.

Usted da referencia al artículo 73, fracción VIII de la Constitución, y lee una parte que dice, para aprobar esos mismos empréstitos y para mandar pagar la deuda, pero la primera parte no la leyó, diputado, igual que la otra vez, ¿se acuerda?, y dice así: "el Congreso tiene facultad para dar bases sobre las cuales...", y esto de dar bases sobre las cuales, el Ejecutivo puede celebrar empréstitos, están dadas esas bases y así comienza la Ley General de Deuda Pública, que está aprobada por el Congreso de la Unión y en vigor desde hace varios años, y son aplicadas al pie de la letra cuando se contrata con cualquier tipo de endeudamiento.

Acuérdese usted que en esta ley, por ejemplo, cuando se habla de aprobar esos mismos empréstitos, esta aprobación, señor diputado García Villa, se da en forma global, mediante el artículo 2o. de la Ley de Ingresos de la Federación, en la cual usted ya votó, y se votó por unanimidad, si no me falla la memoria, donde dice que en forma anual la aprueba el propio Congreso, por razones por tanto lógicas, prácticas, de oportunidad, de conocimiento, etcétera, se habla de toda la cuestión del endeudamiento individual; esa facultad también de reconocer está ejercida a través del Presupuesto de Egresos, que también como usted recordará, el Presupuesto de Egresos de la Federación es ley con vigencia anual.

Y así podemos seguir con cada uno de los ordenamientos y esto es, señor diputado García Villa, lo que he contestado en otras ocasiones, ha sido la tesis del Ejecutivo, usted me ha contestado, seguramente me va a contestar que lo que pasa es que no está de acuerdo con la Ley de Deuda Pública y entonces yo le voy a tener que contestar, señor diputado, si no está de acuerdo con la Ley de Deuda Pública, pues me imagino que habrá que cambiarla, pero mientras eso sea, la ley esa la vamos a cumplir. Muchas gracias.

El C. Presidente: - Para derecho de réplica, el diputado García Villa.

El C. diputado Juan Antonio Villa García: - Señor Secretario: Al plantear la primera pregunta que le formulé, reconocí expresamente que ha habido actitudes y voces más serenas, personalmente es el caso suyo, pero es evidente por otro lado, que los hechos están francamente divorciados de los pronunciamientos, y esto sí puede crear un grave problema no sólo de opinión pública sino eventualmente de que en el futuro el pueblo de México se sienta engañado.

Sería más saludable que hubiera una necesaria congruencia entre lo que se dice y lo que se hace, que el contento que usted señala todos debemos tener, sea mesurado, sea adecuado, esté en función, los resultados que por cierto aún no conocemos en detalle, tardará como lo ha señalado, varios meses, de donde no se sabe cómo podemos estar satisfechos como lo señala, y lo más razonable, repito, por las experiencias del pasado, es que en esto haya no solo prudencia sino congruencia entre lo que se dice y lo que se hace.

Dice usted o lo va a entender, que deliberadamente no leí toda la fracción VIII del artículo 73 de la Constitución, que es la que establece las facultades del Congreso de la Unión, concretamente en materia de endeudamiento público; la verdad es que de la simple lectura y de la interpretación, simplemente gramatical del texto, se deduce que esta fracción VIII en su primera parte hasta el punto y seguido, contiene tres

diferentes atribuciones del Congreso de la Unión en materia de deuda externa: la primera, dar las bases sobre las cuales el Ejecutivo pueda contratar endeudamiento sobre el crédito de la nación, esa en una atribución; la segunda, aprobar esos mismos endeudamientos, empréstitos; y la tercera dice: "y reconocer y mandar pagar la deuda nacional".

Para cualquier lector del castellano queda claramente establecido que son tres facultades diferentes, y la última es la que tiene de reconocer y mandar pagar la deuda nacional, y ese reconocimiento ha cambiado en su monto, en su estructura con motivo de esta negociación, y el pago que debe ordenar el Congreso de la Unión también debió de haber cambiado.

Sería muy interesante que en alguna otra ocasión pudiéramos referirnos con mayor amplitud, y seguramente será un interesante tema de debate en el futuro próximo, establecer de qué manera el Congreso ejerce precisamente la segunda función de aprobar esos mismos empréstitos, porque hace varias décadas, en nuestra historia legislativa está plenamente acreditado por el Congreso aprobada empréstito por empréstito, y de un tiempo para acá se cayó en el grave error de autorizar o de aprobar el globo, ni siquiera los empréstitos sino el endeudamiento neto, cuya autorización solicita el Ejecutivo para el siguiente ejercicio, y en ese sentido no se cumple ni remotamente con la atribución que el Congreso tiene.

Pero qué bueno que usted ha mencionado el artículo 2o. de la Ley de Ingresos cuya redacción se repitió en nuestro país durante muchísimos años, era francamente una tomadura de pelo; decía el artículo 2o.: "cada año se autoriza al Ejecutivo para contratar durante el ejercicio siguiente, un endeudamiento anual por tantos miles de millones de dólares", se suponía que de esta manera el Congreso estaba aprobando, como dice el texto constitucional, esos mismos empréstitos, pero resultaba que no estaba autorizando los empréstitos sino en globo el endeudamiento neto para el año siguiente.

Y el segundo párrafo, que era de antología del artículo 2o., se decía: "pero se autoriza también al Ejecutivo para contratar endeudamiento neto adicional cuando a su juicio considere que así se requiera", y de esta manera tenemos, señor Secretario, usted lo ha mencionado en su exposición, que en el año de 1981 se aprobó por el Congreso, sino recuerdo mal, un endeudamiento neto adicional por 4 mil millones de dólares, y resultó cinco veces más, por casi 20 mil millones de dólares, y en ese sentido estricto, por la redacción de este segundo párrafo del artículo 2o. de la Ley de Ingresos, tranquilamente el Presidente de la República pudo aducir que no violó la ley, y efectivamente no la violó porque la ley le daba al Ejecutivo un cheque en blanco que afortunadamente para este ejercicio ya terminó y esperaremos que jamás lo volvamos a ver en una iniciativa de Ley de Ingresos para el futuro próximo. Esos son mis comentarios, señor Secretario.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Señor diputado García Villa: Con respecto a la primera parte, yo creo que coincidimos, hay que ser muy cautelosos, es una oportunidad buena, uso el adjetivo con todo cuidado, pero es eso, una oportunidad, una oportunidad que no teníamos, diputado y una oportunidad que no podemos desaprovechar.

Con respecto a lo de los hechos y la cautela, yo creo que es fundamental, hemos enviado el informe trimestral a la Cámara del primer trimestre, usted lo conoce, se ha cumplido estrictamente con los montos autorizados; se enviará del segundo trimestre, aproximadamente se envía como en septiembre; el de julio se envía en la primera quincena de septiembre, y usted podrá ver ahí que con hechos se sigue cumpliendo estrictamente con lo autorizado por la Cámara de Diputados, tanto en cuanto a las erogaciones como a lo referente al endeudamiento.

Habla usted del nuevo artículo 2o., dice usted que éste sí le gusta, a mi también, y en este punto también estamos de acuerdo; yo creo que es muy bueno que se tenga topes y prudencia en el nivel de endeudamiento, nada peor que volver a sobreendeudar al país. En eso también coincidimos, señor diputado García Villa.

El C. Presidente: -Se concede la palabra al señor senador Jesús Rodríguez y Rodríguez, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. senador Jesús Rodríguez y Rodríguez: - Señor presidente de la Comisión Permanente; señor secretario de Hacienda y Crédito Público: Qué cierto es que la historia de México está imbricada y entrecruzada con la historia de nuestra deuda exterior, más aún, México nace a la vida independiente en pecado original como deudor, adeudos contraídos por el gobierno virreinal antes de 1810 y créditos pedidos por el Ejército Insurgente después del Plan de Iguala son reconocidos por el decreto del 28 de junio de 1824 del gobierno de Guadalupe Victoria; este reconocimiento se repite en el tratado de Paz y Amistad con España de 1836.

Por eso es tan valido señalar como uno de los mandos del débito erario nacional, estas

cantidades, cantidades que ascendían ya a una respetable suma; la Memoria de Hacienda de 1823 las contabiliza en 76 millones de pesos, que con ciertas deducciones razonables se reducen a 45 millones de pesos, eran muchos pesos de entonces para un erario naciente; por eso, insisto, es válido computar, como el señor Presidente de la República lo hizo en su momento, la deuda mexicana de 1810.

Nada más significativo y revelador de esos avatares de nuestra historia patria y financiera, que las expresiones, las más autorizadas en mi opinión, de tres jefes de Estado mexicanos, de tres épocas distintas y distantes, que se refieren a la deuda.

Apenas se gestaba nuestra vida soberana, ya decía Guadalupe Victoria al Congreso en diciembre de 1925, "la nación apetece con ansia el establecimiento de su crédito, la calificación y liquidación de la deuda, y que se afecten intereses a su pago".

Años después, al jurar Juárez su cargo como Presidente de la República, parecía haber terminado la lucha contra los conservadores con el triunfo de las armas liberales, pero se presentaban más amenazadores que nunca los amagos de los gobiernos extranjeros, por eso advertía el Benemérito el 15 de junio de 1861: "el gobierno vive rodeado de angustias por los gastos enormes que tiene que erogar, y porque la guerra civil de cerca de siete años, ha agotado casi todas las fuentes del erario; este mal necesita un remedio pronto y radical, ese remedio posible debe sacarse de la reorganización de las rentas federales, de otros conceptos y de la consolidación de la deuda pública". Un mes antes de la moratoria a que fue obligado el señor Juárez, no habla de enfrentamiento, hablaba de la consolidación de la deuda.

Para nosotros no han transcurrido más de una semana y días en que oímos emocionados el mensaje del señor Presidente Carlos Salinas de Gortari al pueblo mexicano, en que informaba: "que hace unos momentos se concluyó con el Comité de la Banca Internacional el acuerdo que permite resolver el problema del endeudamiento externo excesivo de nuestro país; pueden ahora, compatriotas, decir a sus hijos que el mundo que les tocará vivir no será fácil, pero sí será mejor porque ya no cargarán el peso del endeudamiento excesivo".

Como ustedes ven, los tres mandatarios tan distintos y tan distantes, coinciden en las vías para arreglo de la deuda, negociación y acuerdos, no enfrentamiento y confrontación.

Señor doctor Aspe, con una paciencia franciscana, después de una serie de viajes cuyo horario y peripecias hubiera envidiado Fillias Fogg, con una imaginación y destreza propias de maestros de ajedrez, pero también a veces después de frustrantes jornadas en las que como en la leyenda homérica tuvieron que deshacer por la noche la urdimbre que celosamente se había tejido en el día, usted y su equipo de negociadores llegaron al acuerdo que se anunció por el señor Presidente de la República y que usted ha explicado tan clara y brillantemente; por eso recibieron ustedes las felicitaciones del jefe de la nación, quien señaló desde un principio los caminos a recorrer a las metas a alcanzar, quien estuvo permanentemente atento a las negociaciones, quien las siguió punto por punto y día por día, y que tomó la decisión oportuna en el momento oportuno.

Por esa labor tesonera e inteligente, reciba los parabienes del gobierno y del pueblo de Morelos, a quienes tengo el honor de representar en este cuerpo; este arreglo o renegociación de la deuda, como quiera llamársele, no es como se ha dicho hasta la saciedad, panacea, hija de Esculapio, la que curaba todos los males, ni es tampoco el anuncio promisor que conlleve obligatoriamente una época de prosperidad espectacular y de riquezas sin cuento, no. Para lograrla y para recuperar el ritmo de desarrollo con estabilidad y equidad, que caracterizó durante muchos años a la economía del país, se requiere, como también lo ha pedido el Presidente Salinas, trabajo y austeridad, unidad y paz social, ánimo, disciplina y serenidad.

Pero no voy a hablar de la deuda en general, puesto que usted lo ha hecho y mi compañero, el estimado legislador Manuel Cavazos, lo ha hecho también, de la deuda externa, voy a hablar de un tema que está también íntimamente ligado a ella, sobre todo en los últimos días lo hemos estado oyendo, que se trata de la deuda interna propiamente.

Sabemos bien que las dos son cargas para el erario, pero conceptualmente son distintas y también son sus consecuencias, en cierta forma diferentes; desde luego, la deuda interna tiene en México como en todos los países, un reciclaje natural que se hace innecesaria o cuando menos necesaria la renegociación frecuente y extenuante, esta característica la hace en cierta forma más fácil y paradójicamente también más difícil y más inconveniente a veces; por otra parte, esta deuda interna sí hace relación directa con los ingresos y resultados fiscales, así como con el programa de gasto público.

Pero no voy a hablar de ella, insisto, en lo general, ni mucho menos en forma teórica, sino

de un aspecto o consecuencia que ha traído el arreglo de la deuda externa, y que a su vez trae en el pueblo y sobre todo en ciertos sectores, inquietud y preocupación, aun diría yo, irritación.

Se trata de la baja de rendimientos en los títulos representativos de la deuda gubernamental, que como todos sabemos, por el efecto de vasos comunicantes, también se reflejará en las inversiones en papel bancario o en las cuentas de ahorro; ya no diré, quizá en un momento más pueda hacer una referencia rápida, que también tendría influencia en los valores que se cotizan de bolsa, influencia que parece ser contraria, pero lo veremos en un momento.

Entonces no quisiera dramatizar, pero sí tenemos que pensar y seguramente usted y los señores legisladores que están aquí han oído, leído y escuchado comentarios de muchos sectores de pequeños o medianos inversionistas, que se han sentido lesionados, irritados, con esta baja de intereses.

Sabemos bien que no es una baja ficticia, que no es una maniobra que haya hecho como se diría por alguien, el gobierno, que es el mercado el que ha llevado a esta baja en los valores gubernamentales, baja que insisto se traducirá mañana o tarde en los valores bancarios y en otro tipo de inversiones de ahorros, pero lo cierto hay que pensar, incito, no deseo dramatizar, hay que pensar en aquel trabajador que recibió 10 millones de pesos de liquidación por su trabajo de toda la vida, de un militar retirado que también recibió alguna cantidad, de un comerciante que ahorró penosamente, de, iré al ejemplo clásico, la viuda que tiene un pequeño ahorro, de una persona que tiene una cuenta de ahorro que ve disminuidos sus ingresos, ingresos que usa para vivir, por estas bajas.

Insisto, se que no es usted el que decide ni el señor director del Banco de México los que deciden esa baja de los valores gubernamentales, pero sí algo tiene que pensarse, qué hacer con esto o por qué, cómo pueden paliarse los efectos de esto que por otra parte se dice, es beneficioso, porque habrá más; se enjugaría en cierta forma el déficit fiscal, que de otra manera habría que ir a un sistema fiscal muy severo, y bien también el sistema bancario tenderá más fondos prestables y hará que el empresario, el solicitante de fondos pueda crear empresas y por tanto pueda crear empleos.

Sin embargo, tendré que decirle a usted, repetir argumentos, no digo que sean míos pero sí que uno oye repetidamente, es que los señores banqueros, independientemente de que se una banca nacionalizada, continúan prestándole al que tiene mucho y no necesita, en cambio el que tiene poco, el que tiene escasos recursos, difícilmente tiene acceso a ese crédito.

¿Entonces a quién beneficia esta baja en los rendimientos?, beneficia por una parte, claro, al Estado en cuanto le libera recursos; por otra parte a la banca el costo del dinero le sale mejor, tienen posibilidades de hacer más negocios; pero una capa importante social se ve desprotegida o cuando menos lesionada, ¿qué va a hacer con estas personas?, ¿se les va a mandar a que vayan a la bolsa sin conocimiento, con una limitación de emisiones cotizadas o qué se va a hacer?

Estos, señor Secretario, son comentarios que está usted oyendo seguramente y que los conoce más a fondo que yo, hace unas semanas que se han estado manejando, que efectivamente hay un efecto lesivo inmediato en esos ingresos de los pequeños ahorradores, pequeño ahorrador al que una vez se le dijo que era anatema comprar dólares o comprar por si era posible un azteca, un centenario y guardarlo debajo de la cama, que debería ir al banco y buscar un rendimiento, puesto que ese dinero era productivo para el país.

Señor Secretario, no insistiré más, yo le ruego nada más esclarecer con su respuesta y comentarios estos fenómenos que ya se están dando, que aun de voces de funcionarios autorizados se oye que se seguirán dando y que continuarán, y que indudablemente son motivo de preocupación popular y aun de irritación. Gracias.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: -Gracias, senador don Jesús Rodríguez y Rodríguez: Quisiera hacer un breve comentario a las dos preguntas que formula usted, pero antes quisiera hacer un comentario con toda sinceridad sobre las palabras muy amables con las que usted se dirigió a los negociadores de la deuda.

Mire, señor senador, Yo creo que algo tenemos muy claro, sin el sacrificio del pueblo de México no hubiera sido posible la negociación, el único mérito es del pueblo de México, el único mérito; el primer mérito, yo diría el primerísimo mérito, porque, senador, piense usted en otras sociedades donde la característica es la división, donde la característica es no poder sentarse a hacer un programa de estabilización.

El mes pasado la inflación en América Latina promedio fue del 42.7% en el subcontinente, en América Latina en su conjunto; piense usted, señor senador, que después de aquella época inflacionaria tremenda por la que atravesó nuestro país, el que podamos ahora, bueno, sí, continuar

diciendo que la inflación está muy alta, yo lo digo en público y en privado, todavía una tasa de inflación anual este año del 18% parece a mí muy alta y peligrosa, pero si uno ve alrededor y uno ve en nuestro pasado reciente, uno ve que ha sido el sacrificio del pueblo de México el que ha permitido que esta negociación se lleve a cabo.

En segundo lugar, hay que reconocer el liderazgo personal, nacional e internacional del Presidente de la República. A nosotros los servidores públicos, negociadores, nos tocó la honra y a mí en lo personal, la honra de participar; es un equipo de servicio civil, senador, un equipo que se ha formado a lo largo de mucho años en la Secretaría de Hacienda y que independientemente que secretarios vengan y vayan, es un equipo que ha perdurado y es muy bueno tener un equipo de servicio civil de carrera, es un equipo serio, un equipo nacionalista, un equipo muy profesional, pero hay que poner toda ponderación su contribución y nuestra contribución, una contribución limitada. Aquí el sacrificio, la perseverancia, la tenacidad y la unidad de México y los mexicanos, son lo que sacaron la negociación.

Sobre el segundo punto, senador, yo quisiera decirle a usted que como usted bien decía, la baja en las tasa de interés internas corta de varios lados, hay algunos que salen beneficiados, otros, no dudo lo que usted citó, grupos que salen perjudicados, pero yo quisiera enmarcar mi respuesta.

Primero que nada, de qué tipo de tasa de interés estamos hablando y después de hacer la división, porque las políticas económicas globales del país deben de ser las que beneficien al pueblo en su conjunto, a pesar de que en ocasiones, y éste es el dilema, siempre y a veces no grato de la política económica, se perjudique a un grupo pequeño en particular.

Como usted sabe, senador, la tasa de interés está fluctuando alrededor digamos en Certificados de la Tesorería del 35%, tenemos una inflación esperada alrededor del 18%, puntos más puntos menos, por ahí está, y esto claramente denota que la tasa de interés, no se diga la del principio de año que era mucho más alta, pero digamos que la tasa de interés vigente al día de hoy de alrededor del 35%, es casi dos veces superior de la tasa de inflación.

Esto quiere decir que si por ejemplo el día de hoy, supongamos que de aquí a un año hubiera una inflación, 2 de agosto - 2 de agosto del año que entra hubiera una inflación vamos a suponer del 17% y tasas de interés del 34%, para que me salga fácil la división, bueno, ¿qué es lo que pasaría?

Yo deposito ahora 100 pesos, esos 100 pesos de principal me van a dar a final del año, me van a devolver mis 100 pesos y me van a devolver 34; de esos 34, 17 ó sea la mitad, son para compensarme por la erosión del valor de mi principal, ¿por qué?, porque 100 pesos hoy no tienen el mismo poder de compra de 100 pesos dentro de un año si la inflación fuese 17%, pueden comprar digamos 83 para hacer los números fáciles, y por tanto me dan 17 pesos para compensar la erosión de mi principal, y los otros 17, senador, son intereses reales, es decir, no nada más ya se compensó, se mantuvo el poder de compra de mi principal, sino tengo capacidad real adicional por este depósito.

Bien, entonces estamos hablando, senador, de intereses reales que antes eran, yo diría enormes, preocupantemente altos y que ahora siguen siendo muy altos y todavía nos preocupan de altos, entonces digamos, pongamos esto en perspectiva; el ahorrador sigue teniendo rendimiento real inferior al que tenía, pero el que tenía está fuera de toda proporción, y si vemos toda la historia de México, nunca habíamos tenido tasas de interés reales como durante esos meses en que perduró la incertidumbre por la negociación. Entonces, el primer punto que yo quiero resaltar, es que los ahorradores el día de hoy están obteniendo tasas de interés reales.

Segundo punto, senador, es como siempre en estas cosas, corta de los dos lados, a los ahorradores se les paga un interés real pero la banca que es el intermediario financiero, tiene que cobrar del lado activo una tasa de interés real, no nada más igual que la que está pagando a los ahorradores, sino un poco mayor para poder financiar las labores de intermediación.

Entonces, veamos quiénes son los grupos, porque el senador Rodríguez enfatizaba, y yo creo que es cierto y es su preocupación; grupos de pensionados, grupos, por ejemplo usted decía del caso de una mujer que no pueda trabajar, que sea mayor de edad y que tenga sus depósitos ahí, que viva de esos ahorros. Bien, pero vamos a ver cuál es el aspecto general.

Para empezar, señor senador, del lado pasivo, o se del lado de los depósitos, la inmensa mayoría de los depósitos eran o tesorerías de empresas o gente con altos recursos, es una pequeña proporción la que tenía recursos más bajos, pero que cuenta mucho, obviamente, no es despreciable simplemente porque fuera el 20% o el 30%, pero sí quiero ponderar el comentario.

Ahora vamos del otro lado, senador, ¿quién está del otro lado, en el lado activo?, piense usted en los millones de campesinos que tienen créditos del Banco Nacional de Crédito Rural, y créditos de los Fideicomisos Instituidos en Relación a la Agricultura en el Banco de México y que estaban pagando tasas reales enormes; piense usted, senador, también del otro lado, del lado de los activos. La inmensa mayoría, por ejemplo los obreros que tienen casas del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, piense usted también en todos los obreros y la clase media que está pagando créditos de interés social, son millones, senador, y estaban pagando tasas de interés reales. La combinación entre un salario real que no crecía o que inclusive pudo haber caído y tasas de interés reales a la alza, verdaderamente estaban limitando el poder de compra de todos estos sujetos de crédito.

Bien, si lo vemos ahora en un sentido histórico, senador, en un sentido histórico, si promediamos los últimos 30 años hasta hace 12 meses de las tasas de interés reales que el país ha pagado, han sido en promedio 6% anual real, así que las cifras, digamos de una tasa de interés real actual del 17%, 18%, continúa siendo muy alta; por consiguiente, senador, yo le diría que si bien reconocemos el hecho de que hay gente que vive de estos ahorros, también es cierto que desde el punto de vista nacional, del pueblo en su conjunto, tenemos que volver lo antes posible a tasas de interés reales históricas, y las que tenemos todavía siguen siendo muy altas, senador. Muchas gracias.

El C. Presidente: -Se concede el uso de la palabra al diputado Jesús Ortega Martínez, del Partido de la Revolución Democrática.

El C. diputado Jesús Ortega Martínez: - Gracias, señor presidente; compañeras y compañeros legisladores; señor Secretario: Desde hace varios meses, algunos legisladores esperábamos su presencia ante este órgano del Congreso, no por supuesto con un interés morboso, sino sencillamente que estos mismos legisladores queremos cumplir con nuestras obligaciones como representantes populares y como miembros del Congreso.

En varias ocasiones, en el marco de la negociación de la deuda, algunos diputados de la oposición por supuesto, hicimos propuestas para que usted compareciera; los legisladores oficialistas arguyeron siempre improcedencia legal y política, hoy esos mismos diputados y senadores opinan lo contrario y nos transmiten la intención de que usted comparezca ante esta Comisión Permanente del Congreso.

Señalamos esta actitud inconsecuente, con la cual se interpreta la ley según conviene al gobierno, unas veces procede y otras no, y eso lo decide el Secretario convocado o el depositario del Ejecutivo Federal; desafortunadamente ni eso deciden los legisladores. En esas circunstancias, está usted aquí hoy, sin embargo, el interés por su comparecencia persiste, y sinceramente espero que tenga frutos y no sea simplemente el cumplimiento de un ritual o la satisfacción de ciertas necesidades de propaganda política.

Yo le reitero que por parte de mi partido, se trata de cumplir de manera cabal con las obligaciones constitucionales, le digo esto por lo siguiente: a través de la Prensa, el señor Salinas y usted han dado algunas informaciones sobre la negociación que el gobierno ha llevado a cabo en el Comité Asesor de Bancos, sobre una parte de la deuda externa. Hoy usted la reitera, se ha afirmado, según se informa un acuerdo que implica en una gama de opciones determinados montos y determinados plazos, claramente el acuerdo firmado establece compromisos que van más allá de 1989.

Esto es de gran importancia, debido a que la Constitución de la República establece en el artículo 73, fracción VIII, y lo leo completo: "Que es facultad del Congreso dar bases sobre las cuales el Ejecutivo pueda celebrar empréstitos sobre el crédito de la nación, para aprobar esos mismos empréstitos y para reconocer y mandar pagar la deuda nacional", continúa el texto, "ningún empréstito podrá celebrarse sino para la ejecución de obras que directamente produzcan un incremento en los ingresos públicos, salvo los que se realicen con propósitos de regulación monetaria, las operaciones de conversión y los que se contraten durante alguna emergencia declarada por el Presidente de la República en los términos del artículo 29", esto es lo que dice la Constitución.

Sin embargo, el actual gobierno ha dicho que debemos asumir la experiencia, para no cometer más excesos; sé, usted lo ha reiterado hoy, que se refiere a los excesivos montos contratados, sería saludable que también se refiera a los excesos contra la Constitución. Eso no sucede, y ahora mismo observamos que esta última negociación, la enésima que realizó el Ejecutivo, excede nuevamente lo establecido por la Carta Magna.

Lo explico brevemente, señor Secretario, es facultad del Congreso, vuelvo a citar, "dar bases sobre las cuales el Ejecutivo pueda celebrar empréstitos sobre el crédito de la nación, para aprobar esos mismos empréstitos y para reconocer y mandar pagar la deuda nacional".

El Ejecutivo viola la Constitución apoyándose en una ley secundaria, la Ley General de Deuda Pública, específicamente en el artículo 12 que establece: "los montos de endeudamiento aprobados por el Congreso de la Unión, serán la base", subrayo esto, "para la contratación de los créditos necesarios para el financiamiento del presupuesto federal".

Como usted sabe, esos montos son los de la Ley de Ingresos que se aprueba cada año, pero no constituyen evidentemente todas las bases que debe dar el Congreso, sobre las cuales el Ejecutivo pueda celebrar los empréstitos; se requiere que el Congreso defina como bases las condiciones de contratación, tales como los plazos, las tasas de interés y otras disposiciones. Por ello, es que el Congreso incuestionablemente debe aprobar esos mismos empréstitos; en pocas palabras, la contratación de deuda se distribuye entre los poderes Legislativo y Ejecutivo; el primero da las bases y en última instancia aprueba el empréstito, entre estos dos extremos el Ejecutivo lleva a cabo operaciones de contratación, insisto, entre esos dos extremos. Toda operación para contratar empréstitos es ilegal, si no es aprobada en última instancia por las cámaras legislativas.

Lo mismo sucede en el acto de reconocer y mandar pagar la deuda nacional, ¿cuáles son las bases que da el Congreso, sobre las cuales el Ejecutivo paga la deuda?, usted dirá, me adelanto, que es la base del presupuesto anual de egresos.

Sabe usted, señor Secretario y compañeras y compañeros, ¿dónde está la gran falla?, que el Presupuesto de Egresos sólo aprueba la Cámara de Diputados, y para mandar pagar la deuda se requiere, según la Constitución, la autorización del Congreso, esto es, de las dos cámaras; por lo tanto, señor Secretario, sin exceder a la Constitución, el Ejecutivo no puede acordar ninguna negociación, por lo menos en los términos en que usted la plantea, sin la autorización del Congreso, es decir, del pleno de ambas cámaras.

Por ello, una primera pregunta de forma, ¿cuándo nos mandará oficialmente el Ejecutivo el proyecto de acuerdo con el Comité Asesor de Bancos, para que en el período ordinario del Congreso lo analice y, en su caso lo apruebe, modifique o desapruebe? De no ser enviado el proyecto al Congreso, tales acuerdos no tendrán ninguna validez, y éste u otro Congreso tendrán base plena para desconocerlo.

Veamos ahora, de cualquier manera vale la pena, el contenido del proyecto de acuerdo, cuyo texto íntegro, a pesar de innumerables solicitudes, no ha sido enviado por usted a los legisladores.

De las declaraciones que ha hecho el señor Salinas y el Secretario de Hacienda, se desprende que el convenio con la banca acreedora tiende a asegurar que México continúe pagando el servicio de la deuda externa, es decir, que nuestro país no se declare en suspensión de pagos por falta de capacidad financiera. Este fue el propósito del gobierno norteamericano y de los banqueros, y como se ve, lo lograron a satisfacción.

El objetivo señalado por la presente administración, en el sentido de que México debería reducir su transferencia neta de recursos al exterior, que se ubica en más del 6% del producto interno bruto anual, a un nivel de cerca del 2%, no solamente es limitado y tímido, ya que la aspiración debería ser acabar con la transferencia de riqueza nacional al extranjero, sino que además tiene el grave defecto de que en el planteamiento se incluye la contratación de nuevos empréstitos.

Es sabido que un país puede disminuir su transferencia neta de varias formas, entre ellas con nuevos préstamos; éste es un camino ya conocido por México, y que ha traído consecuencias muy negativas.

No nos oponemos al planteamiento en abstracto de que nuestro país requiere recursos financieros nuevos provenientes del exterior; lo que rechazamos es el camino de los empréstitos como parte relevante de la estrategia del crecimiento de la economía, de la misma manera que no nos parece que tenga que ser la inversión extranjera directa una de las principales palancas para recobrar el crecimiento perdido en años de absoluta irresponsabilidad en los manejos del destino del país.

Cuando el gobierno del cual usted forma parte, señor Secretario, le presentó a los banqueros la opción de que éstos nos enviaran nuevos empréstitos, es natural que se aceptaba no solamente la necesidad del financiamiento del exterior, sino de que los nuevos préstamos fueran considerados como una parte de la supuesta solución del problema de la deuda, lo cual es inconsistente y atenta contra los intereses nacionales.

En su publicidad, el gobierno encabezó el discurso televisivo del Señor Salinas de la siguiente manera: solución al problema de la deuda externa. ¿Realmente se puede considerar que con el acuerdo en principio posteriormente señalado, con el Comité Asesor de Bancos, se haya logrado la solución?, veamos lo siguiente: los objetivos de la negociación de la deuda externa, según el gobierno eran los siguientes:

Primero. Reducir la transferencia neta de recursos al exterior de más del 6% del producto interno bruto, a menos del 2% anual.

Segundo. Lograr un crecimiento económico anual promedio de 4.5%

Tercero. La creación de un millón de empleos cada año.

Cuarto. Lograr tasas inflacionarias comparables con la situación de los principales países industrializados; a este respecto, el señor Salinas dijo que estos objetivos eran una premisa del nuevo plan de desarrollo, y por lo tanto, no negociables.

Para llegar a esto en materia de deuda, se planteó por el gobierno la reducción del 55% de la deuda externa y llevar las tasas de interés por medio de los empréstitos foráneos a un 4% ó 4.5%, pero lo que usted ha informado está bastante lejos de todo ello, es decir, el interés popular sí fue negociable.

El gobierno nos ofrece que los bancos acreedores decidan sobre las siguientes opciones:

Primera. Reducir el capital del débito en un 35% con los mismos intereses del mercado, o reducir la tasa de interés al 6.25% manteniendo el mismo saldo o nuevos préstamos por el 25% del saldo de la deuda, esto en cuatro años.

Está muy claro que estos tres puntos forman parte de un menú de decisiones, y que cada banco va a escoger la que mejor le convenga.

Hay tres posibles escenarios más probables, algunos los ha manejado el gobierno y otros los ha manejado la banca acreedora, hay tres posibles escenarios más probables que los bancos pueden aceptar, según información de ellos mismos, insisto, sería bueno echar una ojeada a esto.

Si se reduce en un 35%, el 60% de la deuda con bancos privados, se reduce la tasa de interés en el 20% del saldo y el restante 20% opta por ofrecer nuevos préstamos; la transferencia neta de recursos al exterior disminuiría en aproximadamente 1.4% del producto interno bruto.

Si la reducción del saldo, veamos la segunda opción, la segunda posible, el segundo posible panorama, si la reducción del saldo es sobre un 20% de la deuda, el de los intereses es sobre un 60% y los nuevos préstamos sobre un 20% del saldo; la reducción de las transferencias es apenas del 1.5% del producto interno bruto nacional.

El tercer panorama; si se reduce el saldo y los intereses sobre 20% cada uno y los bancos optan por prestar sobre el 60% del saldo de la deuda, la reducción de la transferencia neta de recursos al exterior, equivalente al 1.66% del producto interno bruto, pero el país evidentemente quedaría mucho más endeudado en 1994 que en 1989.

El Diputado Cavazos Lerma preguntó que qué pasaría si todos los bancos o la gran mayoría de los bancos optaran por esta tercera opción, no fue contestada.

Ahora bien, los acuerdos del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Club de París, Japón, en una apreciación generosa podría llegar a reducir la transferencia neta al exterior en un punto porcentual adicional del producto interno bruto, es decir, que a lo sumo podríamos esperar que dicha transferencia se reducirá por estos conceptos en 2.5% del producto interno bruto, de tal manera seguiría México transfiriendo al exterior alrededor de 4% de toda la riqueza producida anualmente por el país.

Usted conoce la siguiente reflexión, la ha hecho el profesor Kindber; al perder la primera guerra, a Alemania le fue impuesta la carga de transferir el 3% de su producto por concepto de reparaciones a los países europeos que ganaron la conflagración, unos años después Alemania declaró que era insostenible tal situación, y así tuvieron que reconocerlo Francia y los otros países que eran beneficiarios de la reparación, tuvo que suspenderse esa sangría. México en el sexenio pasado adquirió al exterior alrededor del 7% de su producto anual, y ahora usted nos presenta como éxito que transferiremos más del 4% y esto sin haber perdido ninguna guerra.

Podría considerarse que si el país no paga nada de amortización de la deuda hasta 1994, como se ha filtrado o lo han dicho algunos medios, no tenemos posibilidad de comprobarlo, insisto, no tenemos el acuerdo con el Comité Asesor de Bancos, podría reducirse la transferencia neta de los recursos al exterior, pero al final del sexenio lógicamente se tendrían que empezar a cubrir los adeudos de capital que serían por deuda pública alrededor de 30 mil millones de dólares, lo que podría llevar a México a una situación mucho más difícil de la actual, esta estrategia es aquella de que el de atrás paga.

En lo que se refiere a la inversión extranjera directa, como la hemos conocido mediante el procedimiento de canje de deuda por inversión llamada Swaps, sería conveniente reiterar que cualquier país requiere en alguna medida de la inversión extranjera, reitero, el problema es justamente en qué medida y en qué áreas de la economía; los llamados Swaps son como los embargos a las personas que le deben a un banco o a un particular, y que de momento se desendeudan, sí, pero porque le llevaron la sala, el

comedor, el carro o la casa completa. Francamente no vemos la conveniencia de estos ajustes que el gobierno del cual usted forma parte, está en disposición de convenir con el gobierno de Estados Unidos, los organismos multilaterales y la banca privada acreedora.

En conclusión, señor Secretario, el problema de la deuda no ha sido resuelto, el país es insolvente frente al exterior, no porque los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional lo llevaron a esta lamentable situación, esa insolvencia producto de la mala administración pública no se ha resuelto, y vamos a seguir pagando al extranjero lo que no deberíamos pagar, no a costa de un sacrificio popular mayúsculo; lo que se debió hacer, lo reiteramos una vez más, es suspender los pagos, convocar a negociaciones multilaterales sobre deuda, comercio y transferencia de tecnología y tratar de negociar globalmente el problema para garantizar el desarrollo de México y de los demás países deudores.

Si no hay la suficiente presión, si insistimos en actuar en forma aislada, el resto de los países deudores tendremos acuerdos como los que usted negoció en Nueva York y en Washington, y por el contrario, el país se organiza para rescatar su soberanía, su derecho a la conquista de su bienestar, si sumamos nuestros reclamos al del resto de los países deudores, podríamos obligar a nuestros acreedores a negociar sobre otras bases.

Estamos convencidos, sin embargo, de que para ello se requiere un nuevo gobierno popular, democrático y nacional que pueda encabezar la nación.

Por último, quisiera narrarle a usted y a todos los que están presentes, lo siguiente: en alguna ocasión leí un libro en el cual una antropóloga relata la siguiente experiencia:

Una pareja fue a visitar al médico del pueblo, pues su hijo estaba enfermo, el médico le diagnosticó pulmonía y le dio la receta para que inmediatamente compraran la medicina; la pareja con la vista al piso no acertaba a salir corriendo por la medicina, les preguntó: ¿qué pasa, no tienen dinero?, el padre del niño contestó, tenemos poco, pero si lo gastamos en las medicinas después con qué cubrimos los gastos del entierro. Así está el gobierno actual, incapaz de apoyarse en los recursos de un pueblo dispuesto a defender su soberanía, su independencia, a conquistar su bienestar, porque después diría: el gobierno, ¿cómo le haremos para seguir pagando la deuda? Gracias por su atención.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: -Señor diputado Ortega, del Partido de la Revolución Democrática: Primero que nada, quiero decir que he asistido muy contento a esta invitación, que no es comparecencia, es invitación, punto uno; dos, en la parte jurídica, el momento en que esté puesto en cuestiones contractuales, como le dije al diputado Cavazos, en ese momento, por los conductos institucionales les haremos llegar una copia; tres, con respecto a compromisos más allá de 1989, no se confunda, señor diputado, lea cómo está fraseado y está fraseado en que se logra tener recursos multianuales sujetos a la autorización anual que el Congreso de la Unión haga, no ponga palabras donde no las dije.

Siguiente: la confusión de las transferencias netas, no sé si quiera apuntar o le mando un cuadro, ahí le va: banca comercial, 1989, 2.35; bilaterales y proveedores menos 0.51; Banco Interamericano de Desarrollo y Banco Mundial menos 0.16; Fondo Monetario Internacional, 0.14; bonos, colocación y otros, 0.40; sector privado, suponiendo que hay prepagos importantes, 0.50; total de transferencias netas de recursos al exterior, 2.72.

1900: banca comercial, 1.93; bilaterales y proveedores menos 0.64; Banco Interamericano de Desarrollo y Banco Mundial menos 0.13; Fondo Monetario Internacional, 0.47; bonos, colocación y otros, 0.37; sector privado, bajo el supuesto que hay prepagos importantes, 0.50; transferencia neta de recursos al exterior, 2.50; y ahí podemos seguir.

Esto, no hay que confundirse, porque hay que ir sacando cada uno de estos casos y ahora que les he entregado, ahí lo tienen: qué pasa con los vencimientos, qué pasa con las amortizaciones, no diga que ha oído, ahí lo tiene, ahí lo repartimos, ahí lo puede checar.

Entonces, señor diputado, lo que le quiero decir es que hay una cosa en la cual sí tiene usted razón: que puede variar décimas más, décimas menos, dependiendo de la composición de cómo opten los bancos entre las opciones uno, dos y tres, muy bien.

Quinta pregunta y quinta respuesta: En términos de que si se cargaran mucho más a la opción tres que a la opción uno y dos, podríamos comprar en el mercado secundario, las transferencias netas a corto plazo bajarían mucho más, perdóneme que use este lenguaje, usted lo usó, debe de entender muy bien lo que quiero decir y, por tanto, después las transferencias las podemos reducir por las compras del mercado secundario.

Respuesta número seis: Sí, efectivamente es un descuento del 35%, que no se parece a un

descuento del 50%, es obvio, el de 50% son compras en efectivo, aquí es intercambio de deuda y, sí, señor diputado, no tenemos garantías más que para 18 meses; cuando el gobierno de España nos dio, en un acto de solidaridad, sus garantías, ahí sí se obtuvo el 50%, ésa es la diferencia real.

Otro: esto no es la solución al problema de la deuda, es la solución al problema del sobreendeudamiento, nadie ha dicho y nadie dirá, sería una mentira, que la deuda está borrada, esto, a lo que nos ayuda, señor diputado, es al problema del sobreendeudamiento.

Con respecto a la frase de que una vez más los intereses fuimos allá a entregar, yo le digo una cosa, señor diputado, a mí la verdad lo del terrorismo verbal, le voy a ser muy franco, nosotros nos habíamos propuesto tener una negociación firme, creo que fue muy firme y yo nunca he entendido el porqué alguien piensa que uno es más macho y más firme cuando tiene que ser uno grosero y tiene que hacer; no lo veo ahí, ahí no está la firmeza, la firmeza no está en la retórica, la firmeza está en los principios y sobre todo en la consistencia para defenderlos. (Aplausos.)

Además, señor diputado, me dice usted que los Swaps están muy mal, sí, ésa ha sido mi tesis, ha sido mi tesis privada y ha sido mi tesis como servidor público, lo he dicho en las oficinas en Hacienda, lo he dicho en público en las oficinas internacionales y así fue exactamente lo que sostuvimos.

Usted podrá ver, sé que en su partido tienen la copia de mi discurso de Amsterdam donde dije por qué no podíamos aceptar los Swaps y aquí otra vez, diputado, no solamente expresar: no, yo no acepto los Swaps por ningún motivo; no, hay que dar razones, cuando uno va a esos foros, señor diputado, hay que llevar razones, porque si uno lo quiere hacer por la fuerza no va a obtener nada, lo que va uno a obtener ahí es el convencimiento y para eso hay que pensar y hay que estudiar y hay que dedicarse.

Y fíjese usted cuáles son los problemas de los Swaps y vamos a ver cuáles son los problemas de los Swaps y el porqué, no es simplemente una cosa de decir no Swaps, aquí no quiero Swaps; no, no, déjeme explicarle y lo voy a convencer a usted. (Aplausos.)

Fíjese, el problema es el siguiente: Imagínese ustedes que en el mercado secundario hay un descuento de la deuda al 50%, quiero ser muy didáctico y que vean que no es una cosa de simplemente decir esto no; no, esas posiciones no son buenas, seamos constructivos, entendamos la cosas.

Pongamos un ejemplo sencillo, el mercado secundario, que la deuda está descontada 50%, es decir, usted puede ir, diputado, con un billete de 100 dólares y puede comprar 200 de deuda descontada; muy bien, ese papel, el valor facial dice que es el doble de lo que compró, ¿por qué?, porque está descontando en 50%; bien, viene el inversionista a México, se presenta ante la Secretaría de Hacienda y dice, muy bien - vamos a suponer que era un valor nominal de 100 y que lo pagó en 50, para hacer un ejercicio fácil -, dice: "aquí tengo esta deuda del gobierno mexicano que vale 100, es lo que dice aquí, pero me costó 50, entonces, yo lo que quiero son pesos". ¿Qué le parece? Le proponen al gobierno si dividimos, la mitad de la ganancia el gobierno y la mitad de la ganancia el privado o se hace una subasta o se hacen dos terceras partes, una tercera o al revés.

El problema, señor diputado, es que el Secretario de Hacienda, ¿cómo genera pesos? Ese es el problema; y déjeme decirle que el Secretario de Hacienda tiene nada más dos posibilidades de generar pesos: una es llamar aquí a mi colega Miguel Mancera y no necesito ser monetarista para decir qué es lo que va a pasar, es una práctica bastante mala, ya la usamos en el pasado y simplemente es mala política económica; uno no tiene que ser monetarista para que sepa que hay alguna relación entre el ritmo de crecimiento de la cantidad de dinero y la inflación.

La otra es emitir Certificados de Tesorería, ¿por qué? La Secretaría de Hacienda puede emitir Certificados de Tesorería y le quita los pesos a toda la sociedad, porque le dio papel, Certificados de Tesorería y trae los pesos y con éstos cambia el Swap; éste tiene un problema fundamental: como la tasa de interés sobre la deuda interna es mucho más alta que la externa, hay un subsidio presupuestal, es en lo formal extrapresupuestal pero usted y yo sabemos que es presupuestal, segunda razón, además estamos intercambiando, o sea, de hecho estamos haciendo prepagos de deuda externa por deuda interna, mala política económica; muy bien, para colmo de todo esto, como hay estos problemas macroeconómicos con los Swaps, todos los países que lo han hecho los acaban racionando y dicen: bueno, como me genera oferta monetaria o deuda interna, pues ahora nada más voy a permitir 2 mil millones de dólares en este año. Al racionarlo surge algo peor, lo peor de lo peor, ¿qué es? Que como hay cola, porque siempre hay colas, cuando hay subsidios hay cola y dice uno "hasta aquí llegué", ¿qué es lo que sucede con toda la demás inversión?, es la política óptima para medir la inversión, porque nadie invierte esperando la siguiente ronda de Swaps; mala política económica, mala política monetaria, mala política financiera, mala

política de estímulos a la inversión, realmente una catástrofe.

Y hay 12 razones más que ya no voy a dar, para no aburrirlo, pero después de las 17 razones expliqué yo exactamente cuáles sí eran viables y porqué y dije que uno de los que eran viables eran los de venta de activos del sector público, ¿porqué?, porque ahí tomó el papel y entrego un activo; no se aumentó la oferta monetaria, no se aumentó la deuda interna, etcétera; pero luego tiene que haber en el otro librito cómo va a ser la operación y lo que decidimos es para la venta de activos del sector público o las obras de infraestructura del sector público hasta la mitad puede ser con papel, la otra mitad tiene que ser con efectivo, primera regla.

Segunda regla, diputado: el descuento mínimo tiene que ser 35%, es decir, la subasta empieza de 35 para arriba, ¿me explico?; bien y, entonces, en estos casos con un descuento digamos en el ejercicio típico de un descuento de 48% y sin crear presiones inflacionarias ni internas ni externas, no hay ningún problema.

Yo le quiero comentar que hay algún país que está en una situación inflacionaria alta y que el 85% del incremento de la oferta monetaria ha sido monetización de Swaps; a nosotros, señor diputado, no nos venden espejos, nos dieron exactamente lo que pedimos, ahí no hubo ninguna concesión.

Un último comentario, diputado: yo creo que es útil a veces soñar, yo creo que es importante soñar a veces, queremos tener ideales, yo creo que es importante tener ideales, muy importante, nos mueve y hace que podamos sobrevivir a obstáculos, etcétera, pero también creo que en ocasiones es muy peligroso soñar y hay que tener bien puestos los pies en la tierra para no equivocarse, porque si no, cae uno en el voluntarismo, ¿cuál es el voluntarismo? Bueno, pues por ejemplo le puedo decir dos: "lo que se haya obtenido, si no suspendieron y no hicieron la moratoria, no lo acepto"; "oye, pues déjame platicarte lo que se obtuvo"; "no lo quiero hoy, si no hubo una moratoria no lo quiero hoy". Bueno, no creo que sea correcto, no creo que sea útil, no creo que sea constructivo.

Y mire, diputado, en la otra cuestión, veámoslo un poco con frialdad: una moratoria, con un enfrentamiento, colinas interbancarias cortadas, colinas comerciales exiguas, con fugas de capitales y más controles y más fugas y más controles y el doble de fugas con una frontera, la única, entre el primero y el tercer mundo, la única con esa importancia económica, ¿qué es lo que realmente se buscaba al proponerla?, ¿una buena negociación?, ¿o quizá justamente el ruido y justamente las aguas que se mueven para lograr otro tipo de objetivos?

Yo creo que es muy importante tener esto claro, pensarlo, genuinamente pensarlo con sinceridad y no caer en la trampa, y déjeme decirle algo, diputado, la única razón por la cual yo estaría a favor de una moratoria es si en la negociación se exigiera dar a cambio algo de soberanía, en eso sí, diputado, en ese caso yo si estaría de acuerdo con usted, en los otros no.

El C. Presidente: -En su turno de réplica, el diputado Jesús Ortega Martínez.

El C. diputado Jesús Ortega Martínez: - Señor Secretario: Le reitero el que estoy aquí, lo asumo, con la intención de cumplir plenamente con mi responsabilidad como diputado, para responder a los intereses del pueblo, tratar cuando menos de hacerlo y por ello es que me permití hablarle en mi exposición inicial con absoluta franqueza, haciendo a un lado todo tipo de ceremonias, con absoluta franqueza; no lo hice, de ninguna manera, tratando sin decir nada concreto, de buscar la risa de incondicionales, lo hice con un propósito muy responsable, como legislador y como diputado de México.

Usted habla de la firmeza; nunca dije y por tanto no tenía que mencionarlo, que firmeza es agredir con el que se negocia, no sé por qué lo sacó, firmeza simplemente, a mi juicio y creo que al de todo mundo, significa consecuencia con lo que se plantea y consecuencia con lo que se dice.

En el Plan Nacional de Desarrollo, en la toma de posesión del señor Salinas y en innumerables foros, se plantearon los objetivos del gobierno; lo del 55% no es sueño, cuando menos no mío ni de diputados de mi partido, pensamos que es realmente posible alcanzarlo, pero nosotros no dijimos la cifra, señor Secretario, la dijo el gobierno, ¿el 55% era sueño del gobierno? Y el propio ciudadano Salinas de Gortari dijo que esos objetivos no eran negociables porque ahora la prioridad de México, lo subrayó, no era pagar, sino la prioridad era el pueblo de México y, entonces, cuando se va a las negociaciones con los acreedores internacionales, lo menos que se espera de alguien con firmeza es cumplir lo que se ha dicho y, sobre todo, decir, cumplir, que la prioridad ahora es el pueblo de México.

La rebaja no fue de 55% como lo dijo el gobierno, ni la rebaja de los intereses fue del 4% ó 4.5%, como lo dijo el gobierno, a eso es a lo que me refiero de falta de firmeza del gobierno

para verdaderamente ser consecuente con lo que se dice o con lo que se piensa, cuando menos en los foros nacionales, a eso me refiero yo, señor Secretario, de firmeza, no a agresiones mutuas con los acreedores internacionales.

Usted dice que finalmente sí vamos a alcanzar, bueno, no menos del 2%, como lo ha dicho el gobierno, de la reducción de la transferencia del producto interno bruto, sino ahora habla de 2.7% y usted da números, pero no explica, señor Secretario, a partir de qué los obtiene y menos me parece que se pueda afirmar ahora que esa cifra de 2.7% ya la conseguimos, cuando no sabemos cuál opción van a escoger los bancos, ¿a partir de qué se dice que ya logramos el 2.7%?; yo le hice tres escenarios posibles y a partir de esos tres escenarios posibles saqué conclusiones; usted no me hace ningún escenario posible y me dice, a partir de no se qué, que vamos a reducir la transferencia en 2.7% del producto interno bruto.

E insisto en la pregunta, ¿qué pasa si todos los bancos o la gran mayoría de ellos dice no, ni la primera, ni la segunda opción, escogemos la tercera, de seguir prestando y consecuentemente de que el país se siga endeudando?, y usted dice, bueno, nos endeudamos para comprar deuda; eso me parece, señor Secretario, una política francamente equivocada y que no serviría de ninguna manera para los intereses nacionales y para los intereses populares. Esos son mis comentarios, señor Secretario.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: -Señor diputado, primer punto: No es correcto que el gobierno haya dicho 55% y 4.2%, no es correcto; lo leyó usted en tres notas que enviaron los bancos comerciales, ¿si?, una es de Reuter, otra es el New York Times y la tercera es del Wall Street Journal, fíjese lo que lee, por favor, diputado.

Segunda. Nosotros lo que sí dijimos, es que queríamos tener una reducción en las transferencias netas de recursos al exterior de alrededor del 2%, y yo le acabo de decir, y me vuelve a poner palabras que yo no dije, fíjese lo que sí dije y lo que no dije: dije dos, siete dos, 2.50 y que llegaría a 2.32 y a 1.97 en los otros años, creo que esa parte no la dije, pero se la digo ahorita y le dije, esto es bajo el supuesto de que los bancos entraran en una reducción superior en bonos de reducción y en reducción del servicio y, le dije, en el caso en que entre en la tercera opción, más cargado, más rápido bajarán estas transferencias; y le pregunté, precisamente en este punto que espero haya entendido, obviamente no y le voy a decir porqué, diputado, porque lo que tenemos que hacer en estas cosas no es decir frases nada más, hay que trabajar y ver cada una de las cosas y no nos ponga en boca nuestra lo que dicen los telex del exterior, nosotros nunca comprometimos una cifra, salvo la de transferencias netas de recursos al exterior y la parte de crecimiento económico, ésas están en el plan, ésas están en la carta de intención, ésas están en la carta con el Banco Mundial y el Club de París, ésas sí, de las otras no.

Dice usted que no sabemos, efectivamente, señor diputado, no sabemos exactamente la proporción en que van a entrar la opción uno, dos y tres, ya lo dije, ya lo repetí, déjeme intentar explicarlo: lo que se trató de hacer es equilibrar las tres opciones de manera que desde el punto de vista del país fueran indiferentes hasta una cierta proporción, piensen ustedes porqué la mayoría de los bancos no desean entrar a cuestiones de financiamiento de dinero, ¿en qué baso esto?, en una muestra, en una muestra que es el 40% de la deuda del gobierno federal con la banca comercial, no es una muestra de 100, no es una muestra de 100, sería ascenso, es muestra; muy bien.

En ésa, lo que encontramos es que hay un grupo muy importante de recursos y de bancos, la inmensa mayoría, que va a optar por la opción dos y déjenme explicarles porqué la opción de tasa fija, la razón es la siguiente: está bajando la tasa de interés internacional, ha bajado más o menos como 1.2%, 1.3% en este año y es muy previsible que siga bajando en los próximos meses; si los bancos ven, la dan un peso mayor a los primeros años que a los últimos años del bono, entonces, dónde está la máxima posibilidad para ello si las tasas de interés son a la baja, es entrar al bono, a la parte con la tasa fija del 6.25%, ¿por qué?, porque si la tasa efectiva fuera 11%, 11.5% como está en el presupuesto, pues la baja es 50%; si como está en la realidad es 40%, pero si sigue bajando la tasa de interés, entrar a la opción dos se vuelve más rentable a los bancos, ¿por qué?, porque por lo menos en los primeros años la quita, la pérdida, la reducción del interés es menor.

Pero a nosotros no nos importa uno o dos años, nos importa una cuestión multianual donde se abra espacio, permanencia a tener tasas fijas y de un nivel significativamente menor que el promedio histórico y ahí es donde de la muestra que tenemos, una muestra llevada a cabo hace dos semanas con el 40% de los acreedores, es donde tenemos a la inmensa mayoría de ellos localizados, puede cambiar esto, sí, si se puede cambiar, puede ir cambiando, muy bien, ¿qué pasa si dentro de un rango se mueven las opciones?, no pasa absolutamente nada, tenemos en unas mayor

reducción del principal, en otras mayor reducción de los intereses, pero con un principal intacto, porque fue un cambio a la par, o en la otra tenemos financiamiento multianual.

¿Qué es lo que sucedería si se recarga más en una o en otra de una manera extrema? Si se recarga en una o en otra, tendríamos problemas de caja, si todos se fueran por ejemplo a la opción uno y no hubiera absolutamente nada de dinero nuevo, la transferencia neta de recursos al exterior de largo plazo sería mayor, pero habría un problema de caja, porque no tendríamos la otra opción; ¿qué pasa si es al revés, si nos vamos al otro extremo y tenemos todo mundo entrando con dinero nuevo? Entonces tenemos un exceso de caja, no hay ningún problema de caja, pero las transferencias netas de recursos al exterior de largo plazo las tendríamos en un problema, y es por eso que dije que tendríamos que entrar al mercado secundario.

Dice el diputado que le parece muy mal ir al mercado secundario, endeudarse para reducir la deuda; pues yo no se en qué lo basó, yo le soy franco, si a mí me prestan un dólar y con eso pudiera yo comprar tres de deuda, me parece un magnífico negocio, lástima que no tengamos más garantías, diputado, si tuviéramos más garantías hubiéramos tenido más reducción. Gracias.

El C. Presidente: -Tiene la palabra el señor senador Alfonso Martínez Domínguez, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. senador Alfonso Martínez Domínguez: - Señor presidente; señor doctor Aspe: Sintetizando, seré muy breve, está claro que ni la soberanía nacional se ha lastimado y que tampoco una moratoria unilateral y conflictiva altera la vida de México, además, el país tiene ahora caminos abiertos para crecer y cumplir sus compromisos con la comunidad internacional. No ha sido fácil abrirlos ni será fácil transitarlos sino a condición de mantener la unidad de las fuerzas fundamentales de la nación para preservar en el esfuerzo y reordenar el ámbito de nuestra sociedad.

Es evidente también que ahora debemos menos y que para nuestro pueblo se ha aligerado la pesada carga de la deuda exterior, ello por sí solo es un gran paso que reconocemos en el gobierno de la República por su característica singular y sin precedente y por su enorme dimensión y significado.

Resumiendo aún más lo anterior, independientemente del laberinto de las negociaciones, independientemente de los análisis serenos sobre los resultados o de las críticas intencionadas a los mismos, es evidente, primero, que la soberanía nacional está intacta, que no está el país inmerso en los conflictos de una moratoria unilateral, que debemos menos y que existen caminos que si sabemos transitar con prudencia y disciplina, nos permiten razonablemente pensar en un mejor futuro para México.

Iba yo a formularle, doctor Aspe, algunas preguntas más, pero de su amplia, serena y certera exposición, es ya innecesario que lo haga. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Gracias, senador Alfonso Martínez Domínguez: Yo coincido con usted, el acuerdo obtenido, los acuerdos, porque son múltiples, dan una oportunidad, pero una oportunidad buena, no corrigen todo el problema del endeudamiento ni resuelven el problema del desarrollo, eso no es así y lo hemos reiterado, nunca hemos dicho que esto sea una panacea y que es una vara mágica que va a resolver los problemas, lo que da es una oportunidad al disminuir la transferencia neta de recursos al exterior, da una oportunidad de volver a crecer, una oportunidad, don Alfonso Martínez Domínguez, que teníamos cerrada, una oportunidad que no podíamos avanzar porque teníamos el estrangulamiento externo cerrando las posibilidades de crecimiento de la economía.

Por otro lado, como mencioné anteriormente, la liga entre la deuda externa y la deuda interna es evidente, es no nada más por expectativas, sino también por la transferencia de recursos reales al exterior, tengamos claro que el sector público tenía 27 meses sin ningún tipo de financiamiento externo y por lo tanto estaba presionado todo el tiempo de los mercados internos de capital; en la medida en que hay más fuentes de financiamiento y en la medida en que se reducen las transferencias netas de recursos al exterior por la combinación que he descrito, en esa medida podemos volver a crecer, pero esta negociación no lo garantiza, lo que garantiza es una oportunidad, para que con esto y las demás políticas a las que usted hacía referencia, la economía otra vez vuelva a crecer. Gracias, señor senador.

El C. Presidente: -Tiene la palabra el diputado Oscar Mauro Ramírez Ayala, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.

El C. diputado Oscar Mauro Ramírez Ayala: -Con el permiso del señor presidente; compañeras y compañeros legisladores: Hoy, una vez más tenemos la oportunidad de contar con la presencia del ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público a fin de aclarar las dudas que no tan solo nosotros tenemos, sino también el pueblo de México.

A nombre de mi partido, el Auténtico de la Revolución Mexicana y del grupo parlamentario que represento, queremos, una vez más, dejar constancia de que siempre hemos manifestado que uno de los mayores problemas por los que atraviesa nuestro país es precisamente la deuda externa y siempre hemos demandado que el gobierno de la República, en un acto de democracia y respeto a la ciudadanía, explicara con toda claridad y honestidad las alternativas y que fuera el pueblo, el que se debate en el círculo vicioso de inflación, y desempleo, el que decidiera el mejor camino; sin embargo, hasta hoy se le sigue negando el derecho soberano de expresar con claridad su posición sobre la deuda externa.

Todavía existen muchos cuestionamientos, como es el derecho que tenemos todos los mexicanos de que se nos informe fehacientemente cómo se encuentra estructurada la deuda externa, qué renegociaciones se han llevado a cabo, cuál es el valor real de la misma y cuáles serían las alternativas que el gobierno de la República somete a las consideración de la voluntad popular.

En el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, frente a nuestra permanente responsabilidad histórica, hemos luchado en todos los terrenos y en las diversas trincheras por la consecución de la justicia, la democracia, la educación, el pleno desarrollo, la soberanía económica y el bienestar social del pueblo.

Nuestra posición no es motivo de caprichos o vanidades personales, no encubre intereses, no solapa complicidad ni propicia rencores; nuestra posición es clara, diáfana, precisa, vertical y congruente en todo momento con nuestros documentos básicos y fundamentales con el compromiso parmista que hemos asumido de representar al pueblo de México.

Hace más de seis años, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana no tan sólo analizó la deuda externa de nuestro país y alertó al pueblo de México sobre lo que empezaba a representar la deuda externa, sino que presentó alternativas, sugerencias y propuestas concretas; en el encuentro de legisladores estatales celebrado en la ciudad de Tijuana hace casi cuatro años, mi partido propuso ante los legisladores de todos los estados del país 17 puntos sobre la deuda externa e interna de México.

Miguel de la Madrid, en su discurso de clausura de este encuentro legislativo se comprometió ante el pueblo de México a adoptar 12 de los 17 puntos que propusimos, sin embargo nunca se pusieron en práctica.

Señor Secretario: En su comparecencia del 19 de diciembre de 1988 en la Cámara de Diputados, usted recordará que el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana no tan sólo analizó los conceptos vestidos por usted, sino que señalamos nuestras opiniones y las posibles alternativas que veíamos factibles; tanto a usted como al subsecretario Gurría les consta que el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana ha hecho esfuerzos para acercarles las posibles soluciones en el caso de la deuda externa, por ello, rechazamos públicamente las versiones periodísticas que ahora se niegan, de que los partidos de oposición en nada han ayudado a resolver el problema de la deuda externa y por lo tanto no tienen por qué opinar. En nuestro caso, repetimos, usted es testigo de los esfuerzos del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana para lograr la concentración en el caso de la deuda de nuestro país.

Asimismo, es conveniente recordar que en la visita que sostuvimos con el licenciado Carlos Salinas de Gortari, por escrito y en forma verbal manifestamos la posición del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana y las alternativas que veíamos factibles sobre la política económica nacional e internacional, por eso no aceptamos en el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana los comentarios y declaraciones que se le imputan al licenciado Salinas de Gortari sobre la intervención de los partidos de oposición.

Hoy, ante usted volvemos a repetir los puntos del 19 de diciembre pasado, que señalamos al Ejecutivo y que es la posición de mi partido:

Primero. Nos manifestamos en contra de la política económica del sistema, porque no podemos convertimos en verdugos de aquéllos a quienes prometimos respetar y defender.

Segundo. Se requiere adoptar de inmediato una moratoria negociada de la deuda, ya que no es posible continuar el pago usurero de los intereses de la banca internacional y sacrificar con ello el proyecto de nación que las mayorías compartimos.

Tercero. Es imperiosa la inmediata reordenación integral, para que las actividades productivas del país retomen su impulso y vigor, haciendo racionalmente redituables las labores agroindustriales y castigando severamente las acciones de los especuladores.

Cuarto. Que no se despoje a la industria del impulso que requiere para contribuir al desarrollo nacional, si se escatimen al campo los apoyos y recursos que necesita para producir, que se piense

en los campesinos como productores y no como simples manipulaciones electorales.

Quinto. No podemos negar a un trabajador, profesionista, técnico, obrero, burócrata o campesino, la oportunidad de trabajo; esto sería socavar la seguridad nacional e imponer situaciones injustas a mexicanos que han contribuido a la construcción de nuestra nación.

Sexto. No se pueden sacrificar los derechos sociales a la salud, a la educación, al trabajo y a la vivienda; no podemos seguir incrementando las diferencias sociales creando ejércitos de miseria con soldados de la desocupación.

Séptimo. Todos debemos impedir que se siga hipotecando el territorio nacional y el futuro de nuestros hijos; que el cumplimiento de nuestros compromisos internacionales no nos lleve a renunciar a nosotros mismos.

Octavo. Que no se cambie el rumbo para pagar lo que otros dilapidaron, ni se entreguen ahora las empresas que ayer conquistó la Revolución.

Débiles ante las presiones de la banca usurera y voraces ante el oro y los dólares, algunos de nuestros pasados gobernantes, alejándose de las obligaciones que señala la Constitución Política de 1917, han puesto en peligro nuestra independencia y soberanía; con ello, nuestro líder nacional, Carlos Enrique Cantú Rosas, ha señalado en todos los foros que en México existen, que la libertad se conquista, no se implora, que unidos los mexicanos debemos responsablemente construir la nueva era que todos queremos para nuestros hijos en el futuro inmediato.

Hoy, señor Secretario, ratificamos ante usted la posición del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana y seguimos exigiendo que el gobierno de la República, en un acto de democracia y respeto a la ciudadanía, explique con toda claridad y honestidad todo lo referente a la deuda externa.

No podemos, no debemos seguir mintiendo a un pueblo cansado de imposiciones, pero sí señalar y reprochar las actitudes de todas aquellas organizaciones que habiendo vendido su conciencia y traicionado a quienes se dicen representar, viven y viven si claras expectativas, viendo éstos angustiados cómo sus míseros salarios apenas alcanzan para mal comer, éstos aplaudían hasta llagarse las manos, triunfos económicos que todavía nuestra nación y el pueblo de México no han logrado.

El Partido Auténtico de la Revolución Mexicana exige, señor secretario Pedro Aspe, que nos hable con claridad, respeto y honestidad, que juntos estudiemos, sin importar ideologías ni colores, las repercusiones económicas que significan las distintas opciones que los bancos acreedores deben adoptar en los próximos meses y que queremos recalcar, todavía no adaptan.

Arduo ha sido el trabajo desarrollado por ustedes, sin embargo, todavía no podemos echar a volar las campanas, porque el problema de la deuda externa está por resolverse en las presiones de la usura internacional siguen amenazadoras sobre nuestra independencia y soberanía nacional.

Nosotros seguimos sosteniendo que el gobierno de la República debe declarar una moratoria negociada, debido a que la situación económica por la que atravesamos no nos permite pagar el servicio de la deuda; no podemos dejar de mencionar que el monto de los intereses para este año asciende, en números cerrados, a casi 11 mil millones de dólares y que las reservas con las que contamos, en números aproximados, son a este mes alrededor de 3 mil millones de dólares, nuestra balanza comercial es deficitaria y los precios internacionales del petróleo son inciertos, en pocas palabras, no tenemos con qué pagar el servicio del a deuda externa.

Si partimos de esa realidad que vivimos los mexicanos, significa que aun siendo buenas las opciones uno y dos que deberán escoger los bancos extranjeros y que consisten, la primera en concedernos un descuento en el principal del 35% sobre el total de la deuda, que es de alrededor de 100 mil millones de dólares, sino únicamente este descuento será sobre los 54 mil millones de dólares, este solo pago representaría más de lo que tenemos.

La segunda opción es casi y significa lo mismo que la primera, sería que los intereses de los 54 mil millones de dólares bajarían del 10% al 6.25%, importe que tampoco tenemos.

La tercera opción, que para nosotros significa la modernización de la renovación de la deuda con los bancos extranjeros, nos deja serias dudas en su planteamiento: en primer lugar, se habla de que si ésta es la opción que adaptaran, los bancos se comprometería a prestarnos el 25% de lo que les adeudamos; es decir, que de este 25%, automáticamente el 10% sería para el pago de intereses y el 15% restante sería considerado si bien para abonarlos al principal o abonarlos a parte del principal utilizando el restante del saldo.

Si analizamos la primera, únicamente lograríamos renovar nuestros créditos con el extranjero; si la segunda es correcta, entonces aumentarían

nuestras dudas y nuestra deuda con el extranjero en el porcentaje del saldo utilizado.

Preguntamos, señor Secretario, en primer lugar, que nos aclarara cómo está estructurada la parte de la deuda externa que no entraría en esta renegociación de las tres opciones; es decir, el saldo descontado de los 54 mil millones de dólares a concertar.

Segundo. Si los bancos extranjeros optaran por la tercera opción, es decir, por prestarnos el 25% de lo que les adeudamos. ¿cómo se aplicaría ese 25%?

En cuanto al programa de tres años sobre 1 mil millones de dólares de los bonos swaps, usted en alguna ocasión nos comentó en la Secretaría de Hacienda que no era realmente de su satisfacción el utilizar este tipo de bonos; hace un momento nos comentó las razones por las cuales ahora cambió de opinión, dada la forma en que se renegocia y la forma en que logramos obtener reducción de la deuda con los swaps; asimismo, economistas en el extranjero señalan que dentro del compromiso con la banca acreedora, se cita que en el caso de que el precio internacional del petróleo suba de determinado precio, México entregaría a cuenta de la deuda esos excedente y, en el caso de que el precio internacional del petróleo baje del precio que se señaló hace unos momentos, la banca entregaría nuevos recursos a México por el monto de la baja del precio.

Señor Secretario: preguntaría, ¿cómo es posible que aceptemos abonar a los acreedores el excedente en precio, que viene a negar nuestras posibilidades de crecimiento para nuestro país? No podemos olvidar que son ellos quienes manipulan el precio internacional del petróleo, pero con este compromiso esperamos que no se acierto, establecen un candado de seguridad para que nuestro país siempre esté sujeto a su voluntad y, además, repetimos, nos cancelan cualquier oportunidad de crecimiento en base al incremento del precio internacional del petróleo.

Al respecto, sí quisiéramos manifestarle a usted que no estamos en contra de que se establezca que si el precio del petróleo va a la baja, los bancos se comprometa entregarnos recursos con la diferencia, si se establece, aun cuando dé seguridad a nuestro país en contra de los especuladores que manejan el precio internacional del petróleo, por aceptar que entreguemos esos excedentes de nuestros ingresos petroleros, consideramos que sería riesgoso y se arriesgaría el futuro de nuestro país.

Quisiéramos en este punto una respuesta clara, señor Secretario, al igual que en las anteriores interrogantes que el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana ha señalado. Por sus respuestas, le doy las más anticipadas gracias.

El C. secretario de Hacienda y Crédito Público: - Señor diputado: Quisiera, si me permite, primero hacer un comentario de esta cuestión de que no hemos dado información a lo largo de todas las negociaciones; mire, ahí , yo sinceramente ahí difiero.

El día 1o. de diciembre de 1988 y ante la nación, el Presidente Carlos Salinas da cuatro instrucciones al Secretario de Hacienda: 1) Disminuir las transferencias netas de recursos al exterior; 2) Disminuir el valor histórico de la deuda acumulada; 3) Lograr financiamiento al desarrollo en forma multianual; 4) Reducir la relación deuda - Producto Interno Bruto; enfrente de la nación, el día 1o. de diciembre.

Después, este servidor se presenta a la Cámara de Diputados 15 días después y ante las interrogantes de cómo se va a instrumenta esto, mencionamos que se podría hacer un intercambio de deuda vieja por deuda nueva, con un descuento del principal; ¿por qué alguien estaría dispuesto a darnos una reducción del principal? Solamente si el papel de la deuda nueva es mejor que el de la deuda vieja y por tanto platicamos de garantía, etcétera.

Después hablamos de que una segunda opción era intercambiar deuda vieja por deuda nueva a la par, pero con una reducción significativa de la tasa de interés y dijimos:¿ por qué alguien va a cambiar deuda vieja por deuda nueva a la par, sino solamente si tenemos garantías? y si entre mayores eran las garantías, mayor en este caso la reducción de la tasa de interés será.

Después dijimos que había una tercera opción que podría desprenderse en dos, que era dinero multianual o capitalización de interese. Bien, las cuatro premisas del Presidente ante la nación el 1o. de diciembre.

Este servidor, hablando de cuál sería la mecánica, digamos operativa con la banda comercial, platicamos del Fondo Monetario, del Banco Mundial del Banco Interamericano de Desarrollo y platicamos del Club de París; dos meses después se firma la carta de intención que enviamos al señor director del Banco de México, su servidor; al director, gerente del Fondo Monetario Internacional e inmediatamente se da a conocer la carta de intención, e inmediatamente se da a conocer todos los pormenores en que se reconoce la Ley de Ingresos, el Presupuesto de Egresos, Etcétera.

Tres semanas después lo mismo con el Banco Mundial, se describen cada uno de los créditos, cuáles son de ajuste estructural, cuáles son de rápido desembolso, cuáles son, después con el Banco Interamericano de Desarrollo, después con el Club de París, cada una de éstas, señor diputado, se ha explicado, déjeme platicarle nada más una cosa más:

Han habido 36 boletines de la Secretaría de Hacienda, 36 boletines diciendo exactamente por ejemplo la negociación del Club de París, qué recursos significa, qué pasa con las amortizaciones, a qué plazos están, etcétera; toda esa información la tienen ustedes.

Decir, después de haber estado digamos públicamente en seis ocasiones, de 36 boletines, de haber recibido instrucciones en público el 1o. de diciembre, de haberme presentado en la Cámara a decir cuál iba a ser la mecánica de operación, decir que fue a oscuras y a espaldas de la nación, sinceramente creo que no es justo, señor diputado; hemos estado informando y para eso estoy yo y vengo con mucho gusto, acudo a esta invitación para explicar, ahí está el récord de las cuestiones que hemos explicado.

Me dice usted, señor diputado, que le dé datos; señor diputado, en el último informe que enviamos a la consideración de la Cámara de Diputados están todos los datos de la deuda, pero encantados se los volvimos dar hoy por si los necesitaban, ¿tiene usted este documento? Si le permiten al señor diputado, no sé si ya le repartieron el documento, en la página cuatro, señor diputado, si lo pudiéramos ver; en la página cuatro hay unos pasteles sobre la deuda y es la actualización; cuando yo fui a la Cámara de Diputados hablé de lo que esperábamos para diciembre, ahora se los estamos poniendo, son saldos a marzo de 1989.

Como usted recordará, cuando yo fui a la Cámara de Diputados les dije que estábamos, en diciembre, en 99 mil millones de dólares; usted podrá ver aquí que esta deuda es de 97 mil 339 y me dice usted ¿cómo se distribuye? Bueno, veamos la primera, está aquí todo lo que es el sector público, que tiene casi el 80%, con 78 mil millones, después está el Banco de México, que como ustedes saben, por legislación monetaria y por los convenios internacionales, no se integran dentro del sector público; y está el Banco de México con el 5%; después está el sector privado con el 7% y luego están las instituciones nacionales de crédito con el 8%; muy bien.

Pero después me dice usted que quiere que dividamos cómo está la del sector público con los acreedores y aquí está, usted podrá ver, hemos mencionado 53 mil millones como una cifra redonda, son 52 mil 436 en el pastel de abajo, el 67%; luego hay una parte de multilaterales, luego están los bilaterales, hay bonos y colocaciones y otros; muy bien, aquí en la parte de banca comercial, al último día de marzo, el saldo, no es flujo, es saldo, ahí están: 52 mil 436.

Todo esto, señor diputado, lo tienen ustedes desde hace dos meses en el informe trimestral que presentó la Secretaría de Hacienda a consideración de la Cámara de Diputados, de acuerdo con lo establecido en el decreto aprobatorio del presupuesto y la Ley de Ingresos; aquí simplemente es una repetición adicional, pero cada trimestre, señor diputado, les vamos a estar actualizando esta información, que obviamente va cambiando.

Bien, eso es con respecto a la información. Después dice usted que si puedo explicar mejor esta cuestión del precio del petróleo y la recaptura, en el caso de que el precio del petróleo y la recaptura, en el caso de que el precio del petróleo suba; con mucho gusto, con mucho gusto lo hago, señor diputado, esto es una cuestión compleja, déjeme tratar de ir paso por paso, a ver si lo puedo explicar bien.

Mire, señor diputado, ¿cuáles eran las razones básicas por las cuales tenemos un problema? Bueno, tenemos un problema externo de endeudamiento excesivo por dos razones: hubo errores de política económica interna y perdimos, con el precio del petróleo, capacidad de pago; el precio del petróleo era de exportación, es de exportación, pero era un porcentaje mucho mayor y el precio de exportación sobre el precio de lo que importamos cayó en 40%, perdimos capacidad de pago; si teníamos la misma deuda y perdimos capacidad de pago, tenemos un exceso de endeudamiento en relación a la capacidad de pago.

Muy bien, la política económica se corrige y empezamos a no tener una fuente de presión externa por ese lado, pero los precios del petróleo no se vuelven a recuperar y entonces surge este punto; cuando México plantea a sus acreedores bancarios les dice: "muy bien, hemos tenido tal pérdida de capacidad de pago que no puedo servir la deuda en las condiciones pactadas originalmente, no la puedo servir, ésta es la razón, y aquí fuimos corresponsables, porque tú creías que el precio del petróleo se iba a mantener alto, nosotros también nos equivocamos".

Bien, entonces ¿qué es lo que dice el comité asesor de bancos? Bien, si ésa es una de las razones, ¿qué pasa si mañana se recuperan los precios del petróleo?", dice: si mañana se recuperan los precios del petróleo, entonces esa razón por la cual está la quita desaparece; entonces debería de

desaparecer la quita. ¿Qué es la respuesta del equipo negociador? ¡No!, se dice, eso, ese argumento no es correcto y no es correcto porque durante siete años se cayó el precio del petróleo, no me ayudaste con una quita, entonces, para empezar a discutir tenemos que tener simetría, primero que pasen siete años, siete años y que aún el precio del petróleo sea el más alto que haya, no habrá ninguna recaptura.

Muy bien, ¿qué pasa, diputado, después de siete años, o sea, hablamos de julio de 1996? De julio de 1996 en adelante, lo que vamos a comparar es lo siguiente: qué exportaciones reales de petróleo se tienen entonces y compararlas con las de 1989. Primer condición: que crezcan los ingresos en términos reales; primera condición, que crezcan los ingresos en términos reales, pero no basta esa condición y negociamos una segunda, una adicional, diputado, que es que, además de que los ingresos reales crezcan, que los precios reales crezcan también, muy bien, segunda condición.

Uno dice, ¿por qué? Se entiende el de los ingresos reales, pero ¿por qué poner una segunda condición de precios reales? ¡Ah!, porque podría suceder que el gobierno, en forma soberana decidiera signar más recursos a Petróleos Mexicanos y tener por ejemplo una plataforma de exportación mayor, sobre esa mayor plataforma no tendríamos por qué compartir, es por eso que hay las dos condiciones: ingresos reales y precio real. Muy bien.

Empieza a operara el gatillo solamente si las dos se cumplen y déjeme decirle ahora qué es lo que sucedería: sería una situación en la cual habría ingresos que hoy no existen, sería una riqueza real que hoy no existe y si hubiera esa riqueza real que hoy no existe, después de siete años ¿qué se compartiría? Le voy a explicar qué se compartiría: sobre el incremento en la riqueza, sobre el incremento en el ingreso real se va a multiplicar el porcentaje de dentro de los 53 que entró a bonos de reducción del principal y a bonos de reducción del servicio de la deuda.

Pongamos que es el 70% o el 80%, escojamos una cifra del 70%, entonces se multiplica .7 por un factor fijo, diputado de .3 y esa multiplicación da .21, eso quiere decir, en palabras llana, que de una riqueza real que hoy no existe, si llegara a existir, la quinta parte de ese incremento se compartiría con los bancos que escogieron reducción de deuda y reducción del servicio mediante una tasa de interés mayor.

Pero el punto pudiera ser éste, diputado: imagínese ustedes que el precio del petróleo realmente se fuera cinco o seis veces en términos reales. ¿entonces qué sucedería? Que quizá esa quinta parte o esa sexta parte podría ser, en términos de los intereses, enorme y entonces se pone un cuarto candado, el cuarto candado, por ejemplo en el bono de reducción del servicio de la deuda es que nunca, en la mejor de las circunstancias petroleras, se podría pagar una tasa arriba de 9.25; es decir, de tres puntos sobre el 6.25; todas estas condiciones son para garantizar que si, y sólo si se da una riqueza real que hoy no existe, se podría compartir.

Pero quiero dejar algo muy claro: no hay compromiso de plataforma, no hay compromiso de mínimo de exportación, etcétera, etcétera. Algunas cuestiones que se filtraron por ahí en la Prensa que habían salido en la negociación no son correctas, lo que es, es esta explicación que le he dado, que está en el documentito que les entregamos, eso es lo que es; después de siete años empieza a operar solamente si crecen los ingresos reales por exportación y simultáneamente crecen los precios reales.

En el caso de que esas dos cosas se cumplan, se multiplica el porcentaje de los recursos que entraron a los bonos de reducción y del principal por un factor fijo de .3 y eso se comparte hasta el límite de tres puntos sobre la tasa de los bonos; sería compartir una riqueza que no existe hoy, pero que si existiera, aproximadamente cuatro quintas partes serían inmediatamente para el sector público y por tanto para el país; una quinta parte podría ir a elevar tasas de interés, pero si y sólo si mientras se mantenga eso, si en un trimestre se mantiene y en otro ya no, desaparece inmediatamente la cláusula. No sé, señor diputado, si fui claro en esa parte.

El C. Presidente: - En su réplica, el diputado Oscar Mauro Ramírez Ayala.

El C. diputado Oscar Mauro Ramírez Ayala: - Nada mas me queda una duda, es en relación con los bonos cero, los swaps: ¿A qué tasa y a qué plazo se convino y cómo se van a pagar y cómo se vana manejar este tipo de bonos?

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Son dos cosas distintas, señor diputado, déjeme tratar de ir explicándolo: Vamos a tomar el caso de los bonos de reducción del principal, en los bonos de reducción del principal, recuerde usted que yo decía: se cambia la deuda histórica por un bono nuevo mexicano a 30 años y este bono se cambia con un 35% de descuento, entonces, si la deuda vieja es 100, la nueva es 65.

Ahora, este bono nuevo tiene dos tipos de garantías, tiene el pago del principal, que supongamos que se hace el día de hoy, entonces sería al

día 2 de agosto del año 2019; el día 2 de agosto a las 14.00 horas del año 2019, el principal queda pagado ya, ¿cómo queda pagado desde hoy? Hay unos bonos que es distinto del bono mexicano que se llaman Bonos de Cupón Cero, déjeme explicarle lo que quiere decir:

Cuando uno compra un bono, el bono da intereses, pero hay unos bonos, que tiene este nombre que no es nada complicado, pero digamos suena así un poco más sofisticado, que en lugar de pagarlos en efectivo los intereses, los reinvierte y los reinvierte, esos se llaman Bonos de Cupón Cero, ¿por qué el cupón es lo que uno corta en el bono? corta uno un cupón y cobra; en estos bonos, si es a 30 años no puede uno cobrarlo sino hasta el final.

Si uno compra ahorita por ejemplo con 100 millones de dólares, un Bono Cupón Cero, el día 2 de agosto en el año 2019 vale exactamente 1 mil 200 millones de dólares a las tasa de interés prevalecientes, más o menos, uno a 12.

Entonces, piense usted por ejemplo, vamos a suponer que en la operación uno, bonos, intercambio de deuda vieja, por bonos nuevos con reducción, ¿qué es lo que se le está dando al banco?, el banco da la deuda vieja; y ¿qué le estamos cambiando?, la deuda vieja por un bono nuevo mexicano a 30 años, con el principal ya pagado, porque lleva junto un Bono de Cupón Cero y con 18 meses de garantía.

Obviamente este bono nuevo es mucho mejor que el abono viejo, por eso tiene descuento, porque es mucho mejor y es por eso, señor diputado, yo le decía que si hubiéramos tenido más garantías, tuvimos 18 meses de garantía, imagínese que hubiéramos tenido 35 meses de garantía, o 52 ó 60 meses de garantía, entonces el descuento hubiera sido mayor, porque el papel nuevo es mejor.

En el límite, si hubiéramos dado todo tipo de garantías, en el límite ese bono casi es dinero nuevo y entonces hubiéramos obtenido la reducción del mercado secundario, es ahí donde la gente se confunde mucho, porque este nuevo bono es un bono mexicano a 30 años que tiene el principal pago y que tiene 18 meses de garantía; esta generación paga el principal que caduca en el año 2019.

El C. Presidente: - Tiene la palabra el diputado Juan Miguel Alcántara Soria.

El C. diputado Juan Miguel Alcántara Soria: - Con la autorización de la presidencia; ciudadano Secretario de Hacienda: Antes de formular mi pregunta quisiera reconocer que no soy economista ni tengo especialidad en rama alguna de ese saber humano.

Hago el reconocimiento porque en alguna pregunta previa se refería usted al lenguaje con el que le formulaban la pregunta y en ese mismo lenguaje venía la respuesta; como no soy iniciado de esa ciencia, sí quisiera pedir su benevolencia para poder entendernos en este breve diálogo.

En primer lugar, nosotros no desconocemos los importantes principios de avance logrados, pero consideramos necesario orientar a la nación respecto al significado y ciertas interrogantes que pensamos son relevantes sobre la negociación en curso; no dejaremos de insistir en la mesura y en relación a ello sería mi primer planteamiento.

Según manifestó usted en dos respuestas anteriores, la redacción y firma de los acuerdos logrados con los bancos acreedores llevará todavía tiempo; hablaba usted de que probablemente la elaboración de esos acuerdos se logrará en el mes de septiembre.

Nos dijo también aquí que posteriormente se enviarán los telex a los diversos bancos acreedores y después de que ellos estudiaran esos telex, finalmente los bancos comunicarán al gobierno mexicano la opción o combinación de opciones que cada uno de ellos ejercerá.

Si no he entendido mal, ésto significa que probablemente por el mes de noviembre, finales de año, tendremos una idea clara de cuál será el resultado de esta renegociación y, si ésto es así, se nos habrá ido el año y aunque los acuerdos tengan efectos retroactivos, como se ha dicho, la verdad es que con posibles efectos saludables de la renegociación, de hecho esos efectos no se habrán producido durante 1989.

Si esto es cierto, ello significa que también se perdió 1989 y continuaremos, a pesar de los pronósticos y buenos deseos oficiales, en el estancamiento económico y en el dramático retroceso social que padece gran parte del pueblo de México. Ante la formulación de esta hipótesis, le planteo a usted estas dos primeras preguntas.

¿Se supone que mientras ejercen los bancos dichas opciones, seguiremos pagando con la transferencia impactante de recursos?

Y la segunda: ¿qué riesgo existe de que en el momento de poner dichos acuerdos por escrito, en blanco y negro, hubiere una suspensión global de la negociación por discrepancias en las interpretaciones u otros motivos?

Por otra parte, en el documento que nos hizo el favor de leer, reiteradamente se dice: "los cuatro `puntos que el señor Presidente demandó de la negociación han sido satisfechos plenamente". Entiendo que uno de ellos consiste en lograr una negociación multianual que disminuya la incertidumbre económica, es decir, asegurar recursos netos durante un período suficientemente largo.

El otro punto, como lo entendí, es que para la renegociación de la deuda externa, este punto consiste en disminuir el valor de la deuda y su proporción con respecto al Producto Interno Bruto.

Ahora bien, en la línea de la solución multianual se encuentra la tercera opción convenida en la renegociación con los bancos acreedores y que consiste en la aportación de capitales frescos, cito: para financiar nuestro desarrollo", lo que significa que la previsión es en el sentido de que durante varios años, a partir del presente, el país habrá de registrar un endeudamiento neto positivo, por así exigirlo nuestros requerimientos y así se explica en el documento que ahora nos leyó.

Mi pregunta es, para alguien que no está iniciado en ello: ¿durante cuántos años más se prevé que a parir de 1989 habremos de tener tales endeudamientos netos positivos?, y ¿cuándo se contempla que desaparezcan, de tal manera que tomando siempre como referencia el año de 1989, el endeudamiento neto sea negativo, es decir, que disminuya?

Independientemente de lo anterior y al margen de tecnicismos que la inmensa mayoría de los mexicanos no entendemos, ¿cuándo empezaremos a percibir que los niveles de vida de los mexicanos mejoran, que el salario recupera su perdido poder adquisitivo, que la pobreza y la miseria que durante los últimos lustros arrastró el pueblo mexicano empieza por fin a quedar atrás?

Finalmente, decía el senador colega, Martínez Domínguez, que él piensa que no se ha lastimado la soberanía; claro que ni el senador Martínez Domínguez y evidentemente usted tampoco van a reconocer que se ha lastimado la soberanía, pero el documento que usted nos ha leído claramente expresa que nuestra capacidad de recuperar el crecimiento, nuestra capacidad de encontrar mejores niveles de bienestar para el pueblo de México, dependen en gran medida de la buena voluntad y de la expedición de los acreedores extranjeros.

Yo creo que definitivamente eso sí significa una pérdida de nuestra soberanía y una pérdida de nuestra soberanía económica, entiendo que es difícil poder reconocer esta dolorosa realidad. Por sus comentarios, muchas gracias.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Quisiera comenzar por el último, señor diputado: Dice usted que la buena voluntad, yo no sé quién usó esa frase, no fui yo; buena voluntad de los acreedores, ¿dice usted que lo leyó, me podría decir dónde?

El C: diputado Juan Miguel Alcántara Soria: - Señor presidente, ¿puedo contestar, o hasta la réplica?

El C. Presidente: - Hasta la réplica, señor diputado.

EL C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Señor diputado, yo quisiera saber dónde dice la buena voluntad; uno exige y uno negocia, uno no pide buena voluntad, señor diputado, así nunca se logra negociar firmemente. Déjeme comenzar por los demás puntos.

Sobre 1989 iba usted muy bien, decía: a ver, esto va a ser retroactivo a julio pero se va a tardar unos meses y por tanto 1989 está perdido"; ahí fue donde se equivocó, recuerde lo que dije, señor diputado, ¿qué dije?: el retroactivo a julio, esto va a durar y para que justamente eso se hiciera hay un crédito puente del Banco Internacional de Pagos, espero que lo haya recordado y este recurso está disponible en agosto.

Bien, sobre la primera apreciación ya está; sobre la segunda, es algo muy interesante esta cuestión de que a veces ya no checamos bien las cifras de la realidad, nos pasa mucho, no quisiera en lo más mínimo sonar peyorativo porque en ocasiones y, quizá en forma destacada, en forma destacada, en ocasiones a los servidores públicos nos pasa también, se habla del profundo estancamiento de los meses pasados, es una frase interesante, no sé a qué país se refería el señor diputado, pero quisiera yo leerles algunas cifras, porque yo creo que no estamos hablando de lo mismo, voy a citarles cifras de enero a mayo, la única fuente oficial es el Instituto Nacional de Estadística y para la parte de precios, el Banco de México.

Muy interesantes las cifras de enero a mayo: manufacturas viene al 6.1% de crecimiento, que alguien me puede decir: sobre una base muy baja, por supuesto que sí, definitivamente sobre una base baja, pero viene al 6.1% industria viene al 4.8% electricidad viene al 7.2%; construcción viene creo que al 8.3%, 8.4%; afiliados permanentes en el Seguro Social, ya limpiando las cifras, 5.8%.

Sí, venimos de una situación definitivamente de un nivel de actividad muy baja, sí, pero la economía se está empezando a recuperar también, inclusive el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, el único país de América Latina, el único, México, que pública los datos del Producto Interno Bruto trimestral, del primer trimestre que fueron oportunamente entregados a la Cámara de Diputados y a la Cámara de Senadores, el Producto Interno Bruto en el primer trimestre creció un 8%; sí, tenemos que lograr la reactivación, sí, pero definitivamente hay que tener cuidado con esos últimos comentarios.

Dice el diputado Alcántara que cuándo le podré decir que ha habido desendeudamiento en un año, ¿qué le parece si le digo 1988?, ¿qué le parece si le digo el primer semestre de 1989?, ¿qué tal si le digo el segundo? Vean ustedes las cifras, señor diputado, hace dos años el país tenía un endeudamiento de 109 millones, el endeudamiento en este momento es de 97 mil, espero que con eso haya contestado su pregunta sin tecnicismos.

Sobre cuándo se podrá ver que el salario real se recupere, etcétera, señor diputado, yo no tengo una bola de cristal, lo que tenemos es la posibilidad al disminuir la transferencia neta de recursos al exterior, de permitir que la economía vuelva a crecer y en la medida en que vuelva a crecer y que las demás políticas a las que usted hacía referencia, pero se le olvidaron al final, en la medida en que estas otras política estén ahí, en esa medida será lo antes posible y lo más posible; si las otras políticas no están, si las otras políticas no perseveramos en ellas, esta renegociación no permitirá el crecimiento económico sostenido ni el incremento del nivel de vida, no es varita mágica, es una posibilidad real y firme, pero no pidamos más.

Un último punto: como usted sabe, estos acuerdos no se hacen nada más con uno o dos bancos, se hace con los representantes de los 500, que son exactamente 15 bancos que tienen el 39.2% de la deuda externa del sector público del país, se negocia en serio, no se negocia con intermediarios. muchas gracias, señor diputado.

El C. Presidente: - En su réplica, el diputado Juan Miguel Alcántara Soria.

El C. diputado Juan Miguel Alcántara Soria: - Sí, señor Secretario, hace un momento, al referirse usted a una pregunta anterior, se refirió al terrorismo verbal y lo cuestionó; yo quisiera cuestionar ahora el miedo a las palabras, por usar la expresión buena voluntad, que es equivalente a una actitud positiva, una actitud favorable, usted se asusta y dice que eso no es en lo que consiste el reconocimiento del gobierno mexicano hacia los centros financieros del exterior.

Mire usted, yo nada más mi interés es ir al fondo cuando afirmo que sí está lastimada la soberanía política y económica del país, claro, sé que eso es muy difícil de reconocerlo, en el documento que usted nos acaba de leer dice usted textualmente: "el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional abarca un período de tres años, con opción a cuatro"; al aprobar por unanimidad el directorio de esta institución, el programa de crecimiento de México, o sea, nos aprobaron el Programa de Crecimiento Económico, usted lo está diciendo, el directorio del Fondo Monetario Internacional, eso lo dice usted, yo no lo estoy tomando de otro lado.

Dice usted también aquí en lo que nos leyó:"... y los recursos integrados por tres préstamos sectoriales de 500 millones de dólares cada uno y otro por 400 millones de dólares, ya han comenzado a desembolsarse, el paquete financiero servirá para apoyar las medidas de cambio estructural, a contrario sensu, si no hay estos paquetes financieros del exterior, pues no pueden apoyarse las medidas de cambio estructural.

Y podríamos seguir leyendo así el documento, insisto, sé que es difícil reconocer que sí se ha lastimado, sí se ha menoscabado nuestra soberanía, es cuestión de apreciación, pero evidentemente los que tenemos una apreciación distinta a la suya, estamos constatando esta, repito, dolorosa realidad y donde sí soñamos, donde sí queremos hacer volar la imaginación es que muy pronto en nuestro país el sueño de tener una patria independiente, una patria soberana, dueña de su destino económico, dueña de su destino político, sea una realidad plena, Muchas gracias.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - señor diputado. Como el diputado no encontró la palabra buena voluntad pasó a buscar otra parte donde dice: nos aprobaron, pero por supuesto, señor diputado, ¿no sabía usted que éramos miembros del Fondo Monetario internacional y que lo que nos aprueban es justamente las líneas de acceso a las que tenemos derecho? ¿No sabía usted que es un tratado internacional ratificado por esta soberanía? ¿No sabía usted que por primera vez, véalo usted señor diputado, se ratifica al 100% las metas de la Ley de Ingresos y del Presupuesto de Egresos de la Federación? ¿Qué pasó con lo de la buena voluntad?, empezó a buscar en otra parte y se metió en un lío peor.

Mire, señor diputado, lo que pasa en estas cosas es lo siguiente: Yo coincido con usted que es

bueno soñar, es hasta un cierto punto, pero hay que tener también los pies en la tierra. Y frases dichas fácilmente como que se golpeó la soberanía, se perdió la soberanía, sin probarla, tienen un nombre que viene del griego bastante triste. Hay que tener cuidado con el uso de las palabras. Yo he sido respetuoso, ojalá que usted también lo pueda ser. Gracias.

El C. Presidente: - Tiene la palabra la ciudadana senadora Laura Alicia Garza Galindo, del Partido Revolucionario Institucional.

La C. senadora Laura Alicia Garza Galindo: - Con su permiso, señor presidente; honorable asamblea; doctor Aspe, bienvenido: Primero quisiera pedirle, señor Secretario, fuera usted tan gentil en ampliar sus comentarios relativos a los escenarios que se configuran cuando en materia de deuda externa se opta por el camino de la confrontación. En algunos casos, reiteradamente y como posición del partido, de oposición por supuesto, se solicita la moratoria y/o la suspensión de pagos; no a la negociación.

Creo que valdría la pena ampliar sus comentarios. Ellos nos orientan para evitar posiciones altas de visión fácil y que afectarían en el futuro inmediato y, por supuesto, en el largo plazo, el bienestar de las mayorías de México.

Quisiera también agradecerle de antemano sus comentarios en torno a otras cuestiones. Primero, porque lo considero complementario del proceso éste del que estamos hoy inmersos, la reestructuración de la deuda del sector público; los relativos al proceso de reestructuración de la deuda del sector privado. Sabemos que en 1982 la deuda externa de este sector se situaba en una cifra cercana a los 24 mil millones de dólares, y la pública en los 60 mil. En 1988 la deuda pública externa se situaba en los 81 mil millones de dólares, en tanto que la privada había logrado reducirse a poco menos de una tercera parte; es decir. a poco más de 7 mil millones de dólares.

¿Cómo logró esta reducción la iniciativa privada, doctor Aspe? ¿Cuáles fueron los mecanismos que se aplicaron? ¿Cómo fue posible que en una economía de nulo crecimiento, casi de plena atonía el sector privado lograra reducir en más de las dos terceras partes su deuda acumulada? ¿Quiénes eran sus acreedores y en consecuencia sus interlocutores en su reestructuración? ¿Qué apoyo le proporcionó el gobierno a la iniciativa privada? ¿Asumió acaso el gobierno parte de la deuda privada? ¿Fue una estrategia del gobierno para que hoy nos sirva como parte e la plataforma de despegue? ¿El esfuerzo es de suyo y por supuesto muy importante y legítimo? Pues hoy el sector privado es el sector más saneado de la economía y a partir de él, se espera, se podría fincar parte muy importante de la etapa por iniciar, la del crecimiento nacional.

Quisiera también sus comentarios, doctor, sobre cuáles serán los criterios y estrategias relativos al tratamiento de los Bonos de Cupón Cero, producto de la renegociación de 1986.

Yo recuerdo que en alguna conversación que tuvimos con usted se hablaba de que era una cantidad bastante pequeña. ¿Se lograron incorporar en los nuevos arreglos?

Quisiera por último un mayor abundamiento en lo que se refiere al programa de intercambio de deuda por capital, los famosos swaps.

Menciona usted que aceptamos swaps, limitados a mil millones de dólares anuales, de valor nominal de la deuda por un período de tres años y medio, y sólo se utilizarán para cubrir hasta la mitad del valor de las ventas de activos que realiza el sector público. Aquí por supuesto que asumimos que con absoluto respecto a las áreas estratégicas que salvaguardan la Constitución en su artículo 28, y prosigo, para inversiones en infraestructura pública debidamente aprobadas y concesionadas a inversionistas de los sectores social y privado.

¿Quisiera precisar usted, señor Secretario, lo siguiente?: Primero, que en los medios de comunicación se habla de que no son sólo los sectores sociales y privado nacional, sino también inversionistas extranjeros ¿si esto es así?

Si cualquier ciudadano mexicano o extranjero, puede ir a comprar deuda en los mercados secundarios, para venir luego acá a adquirir swaps.

¿Cuáles serán los mecanismos para el establecimiento de los swaps? ¿Qué obras de infraestructura pública se considerarán como prioritarias? ¿Cuándo se empezarán a aplicar los swaps? ¿Cuál será el mecanismos de selección de los inversionistas? ¿Personas físicas o morales?, ¿empresas constructoras?, ¿entidades financieras?

Creo que esto será muy importante para evitar el riesgo de caer en esquemas del pasado, me refiero a la concentración en pocas manos de instrumentos que sólo podrían beneficiar a los que más tienen.

Por último en este tema, señor Secretario, ¿cómo impactará el uso de swaps en las grandes obras de infraestructura, que ya se han licitado públicamente con créditos externos y cómo impactará

en las futuras licitaciones de grandes obras de infraestructura? Muchas gracias, señor.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Sí, senadora: Quisiera empezar por los puntos concretos para terminar con la primera pregunta de usted.

Hace usted un comentario sobre la deuda privada que es uno de los comentarios más importantes, porque realmente es impresionante el desendeudamiento que ha existido en el sector privado los últimos siete años. Las cifras que usted da son exactas, es más o menos del digamos en números redondos, del 25 al 7%, y ha sido una combinación entre tres cosas: prepagos ha sido uno, dos prepagos con descuento muy importante en la deuda; hay que recordar simplemente de una empresa grande que tenía una deuda alrededor de 1 mil millones de dólares que tuvo un descuento del 70%, y la tercera fue intercambio de acciones por pasivos.

Y esto nos lleva mucho a la diferencia entre lo que es la deuda privada y la deuda pública. En la deuda privada, parte de esta quitas que han tenido en las empresas privadas, ha sido a cambio de tener propiedad y consejeros de administración. Y por ejemplo en algún caso, en que la ley permitía hasta el 49% de las acciones. esto es una cuestión que desde el punto de vista comercial, bueno, se puede hacer o no, se puede juzgar si es conveniente o no; pero obviamente desde el punto de vista de la nación, no es simplemente aceptable discutir siquiera este tipo de tratamiento. Lo hace muy diferente lo que es la llamada deuda soberana, de una deuda, digamos, totalmente comercial.

Pero el sector privado, con la combinación de prepago, quitas de intercambio por acciones, efectivamente se ha podido reducir a la tercera parte la deuda que tenía hace apenas siete años.

Un segundo comentario. En el caso del Fideicomiso para la Cobertura de Riesgos Cambiarios, como lo hemos dicho una y otra vez, el Fideicomiso para Cobertura de Riesgos Cambiarios dio una posibilidad para que justamente el aparato productivo, a resultas de las devaluaciones de 1982, no quedara, digamos, totalmente aniquilado y quebrado, y les permitió respirara pero no tuvo ningún tipo de subsidios.

Es más, con las fórmulas, como estuvieron hechas, para garantizar el que el gobierno no asumiría la deuda privada, como se hizo, por cierto, en otros países latinoamericanos, aquí no, inclusive el Fideicomiso para la Cobertura de Riesgos Cambiarios ha dejado utilidades muy cuantiosas y prácticamente en los próximos años por venir quedará totalmente terminado ese fideicomiso por la conversión completa de la deuda del sector privado.

Otro punto concreto que usted menciona, ¿qué pasó con los bonos de la emisión que se hizo en marzo de 1988? Esa emisión, recordarán quizá algunos de ustedes que el licenciado Petricioli y Ángel Gurría estuvieron en la Comisión de Hacienda explicando el porqué era una operación pionera y lo es; realmente si no se hubiera hecho esa operación, es digno de reconocer que todas estas operaciones donde están marcados los nuevos pasos, todas llevan la semilla de la operación que hizo México en marzo de 1988.

Esa fue una operación que, si la memoria no me falla, fueron 3 mil 700 millones, por 2 mil 600 millones, que es 30%, y tenía el Bono Cupón Cero, y entonces hubo una quita real, digamos, de 1 mil 100 millones y al ser los nuevos bonos, bonos del gobierno mexicano con el colateral del principal totalmente pagado, pues simplemente no entran en esta reestructuración, están en la definición del cuadro cuatro, donde se habla de bonos, son bonos, entonces, ésa es la cuarta cuestión concreta.

Con respecto a los swaps, obviamente se habla de que son únicamente entidades no estratégicas ni prioritarias. Únicamente en el caso de infraestructura e aquellas obras de infraestructura autorizadas por el Presupuesto de Egresos de la Federación; no se va a hacer una obra, digamos, de tipo extrapresupuestal, eso es evidente.

Hay que separar, una cuestión es lo del artículo constitucional, que marca que el Estado debe de recibir las mejores condiciones con respecto a un activo, y ésa es una condición que es independiente de la forma de pago y ahí se tiene que cumplir con la Ley de Obras Públicas, la licitación, etcétera. y otro problema es el de la subasta de los swaps, con un mínimo de 35% de descuento.

Son dos problemas distintos, pero se tienen que separar de esta manera para garantizar el artículo constitucional que dice que en cualquier venta que haga el sector público, se tienen que garantizar las mejores condiciones del Estado, y esto, no habla de forma de pago, habla de evaluación y por lo tanto hay que separar los dos problemas: Una es evaluación, que se cumple con la Constitución y la Ley de Obras Públicas; la otra parte es con una cuestión de subasta pero con un piso de 35%.

Podrá ser únicamente inversión extranjera en los casos en que la ley lo permita, obviamente. Y por

último, quisiera ahora sí, retornar con respecto a la primera pregunta.

Yo no puedo hablar, no conozco, digamos, qué sucedería en otra economía con respecto a una moratoria o a una suspensión de pagos. Las condiciones son importantes, porque es muy distinto tener de vecino a la economía de occidente más importantes que, bueno, tener a alguien más pobre que uno, más pobre que uno de vecino; me imagino que ese tipo de condiciones son muy importantes.

Pero yo no puedo hablar por otras experiencias que no conozco; yo puedo hablar por la nuestra . Y la verdad es que los beneficios no son nada claros y los costos de una moratoria son bastante importantes, sobre todo desde el punto de vista interno. Quiero resaltarlo; la gente ha creído que el problema mucho menor el que se podría generar en el exterior en relación al que se genera internamente.

Los grandes problemas internos, son que inmediatamente con la suspensión todo el acceso del sector privado y todo el acceso del exportador y del importador a líneas comerciales y a líneas de crédito bancario, de líneas interbancarias, típicamente esto empieza a césar. Eso hace inmediatamente que haya una sustitución de demanda de crédito de estos grupos importantes hacia el mercado doméstico y pone presión inmediatamente sobre los recursos escasos del mercado doméstico.

Un segundo problema importante es, en algunos casos, no en todos, tampoco hay que exagerar, que se filtre inmediatamente la percepción de que si hay una moratoria sobre la deuda externa, puede haber una moratoria sobre la deuda interna y empezamos inmediatamente con que M - 5, o cualquier múltiplo de captación que se tome, empiece inmediatamente a dolarizar o se empiece inmediatamente a ser líquido. esto es un problema real, no en todos los casos ha ocurrido, es un problema potencial, pero se ha presentado en algunos casos con condiciones, generando condiciones verdaderamente explosivas, de modificación de déficit y por tanto de hiperinflación.

Otro problema importante, lo hay en ciertas economías que están abiertas al exterior y que no tienen posibilidades de tener controles: tipos de controles de tipo de cambios efectivos. Por razones geográficas, por razones financieras, pro razones, en fin, por un sin número de razones, no nada más lo estrictamente financiero, que ocurre en la inmensa mayoría de los casos inmediatamente fugas de capital. Independientemente de la política cambiaria, etcétera, la combinación de medidas, de sustitución de activos, etcétera, los cortes de las líneas comerciales, de las líneas interbancarias, etcétera, inmediatamente llevan a una fuga de capitales. Y ahí, las autoridades monetarias y financieras tienen un dilema: si permitir las fugas o soltar las tasas domésticas de interés. En algunos casos no se han soltado las tasas domésticas de interés para no tener una presión adicional al déficit y causar una problemática aun mayor y las fugas, si se han podido controlar, bueno, llegan hasta tal punto, donde pudieran en algún caso, la inmensa mayoría de los casos, como comenté antes, así ha sido, forzar un ajuste cambiario.

En el otro caso importante, es que si se sueltan las tasas de interés, los niveles que se llegan a términos reales son verdaderamente espantosos. Yo decía, hace algunas preguntas, que las tasas de interés que tuvimos hace algunos meses eran causa real de preocupación. Y cuando uno ve lo que puede acontecer en otras latitudes con este tipo de políticas, inmediatamente son tasas de interés reales, parece mentira, pero tasas de interés reales del orden del 20 y el 30% mensual.

Esto hace inmediatamente, el que todas estas cuestiones hagan que no haya mucha prisa en el exterior para la negociación. Como usted sabe, los países han ido formando cada vez más reservas; esas presiones que había de las llamadas moratoria conjuntas, pues son presiones que se han podido sobrellevar bastante bien, por el sistema financiero internacional; base recordar que hay en este momento en América Latina, 17 países en suspensión, algunos de ellos con más de dos años de suspensión. Por cierto los que tienen dos años de suspensión, todos están en hiperinflación.

Esto es un poco, digamos, las cuestiones, sin entrar a las cuestiones externas. Quizá yo creo que se han exagerado en ocasiones, el que va a haber embargos o este tipo de cosas, no. Sí los puede ocurrir, los ha ocurrido, per no creo que sean los problemas por lo menos en el caso nuestro, los problemas mayúsculos de una moratoria.

Por último, senadora, usted me decía. Bajo ningún concepto, en ninguna circunstancia usted estaría dispuesta a una moratoria por todos estos casos que usted ha dicho. Me temo que ahí, siendo justos, a pesar de todos estos casos sí hay un caso claro donde se debería de recibir la moratoria y en el caso en que algunas cláusulas de negociación sean, ahí sí, pérdida de soberanía. Yo en eso no tengo la menor duda; que en eso todos los costos financieros económicos de los que ha hablado, pasan a un segundo plan. Esa sería mi respuesta, senadora.

El C. Presidente: - Tiene el uso de la palabra el diputado Ignacio Castillo Mena, del Partido de la Revolución Democrática.

El C. diputado Ignacio Castillo Mena: - Señor presidente: compañeros legisladores; señor doctor Pedro Aspe, secretario de Hacienda y Crédito Público: El grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, se muestra satisfecho con su presencia ante la Comisión Permanente el Congreso de la Unión.

Muchas gracias por convalidar con este acto la reiterada postura de la oposición, en el sentido de que este órgano es competente y tiene plenas facultades para invitar, como usted lo ha dicho, o para citar 2 los altos funcionarios de la Federación, a fin e que informen por este conducto, acerca de las tareas que le son confiadas por el Poder Ejecutivo o de los negocios concernientes a sus respectivos ramos o actividades como lo señala expresamente el artículo 93 de la Constitución Política de la República.

No pretendo arrogarme argumento contrarios al convenio que la Prensa ha dado a conocer de varios mexicanos distinguidos, entre otros Adrián Lajous, pero sí repito con él respecto a la negociación que podríamos haber conseguido mucho más, asegurándonos así un margen de seguridad, redituando la carga de los mexicanos de hoy y del mañana, que aceptamos reducción de intereses como equivalente a reducción de deuda, que a corto plazo el servicio de la deuda puede resultar actuarialmente igual si se bajan los intereses, que si se reduce la suerte principal, pero que algún día tendremos que pagar la suerte principal y entonces ya no será igual, que estamos dejando cargas a la siguiente generación si así lo prefieren los bancos.

La afirmación que reproduzco contrasta notablemente con la del encargado del Ejecutivo Federal, cuando dice a los mexicanos que el mundo que les tocará vivir a sus hijos no será fácil, pero sí mejor, porque ya no cargarán con el peso del endeudamiento excesivo. Yo coincido con Adrián Lajous y creo que solamente estamos aplazando la solución de un grave problema que corresponde enfrentar a las generaciones venideras.

Se ha festinado en todos los tonos y con derroche de publicidad que el gobierno de México logró con sus acreedores una reducción de un 35% en el pago de su deuda, un análisis más detallado nos lleva a afirmar que esto es inexacto. El convenio prevé tres opciones o la mezcla de estas tres decisiones, todas al arbitrio de los bancos acreedores, de manera que aun en la eventualidad, de que todos los bancos optaran por la reducción del 35% del principal, el ahorro máximo de México sería menor al 17% del total adeudado, repetimos que esta instancia es hipotética, en tanto que existen tres opciones que concebiblemente entrarán en juego.

Más aún, el hecho de que el Banco mundial y el Fondo Monetario Internacional vayan a garantizar los acordado, significa una eventual sustitución de acreedores; es decir, que si no cumplimos con la obligación contraída con los bancos tendríamos que hacerla con los organismos mencionados.

El Presupuesto de Egresos aprobado por la Cámara de Diputados para 1989, destina un 60% para el pago de la deuda externa, entendiendo que este elevado porcentaje se destina fundamentalmente al pago del servicio de la deuda y que no cubre abono significativo en la amortización del principal. Yo pienso que la reducción que se llegue a conseguir con los bancos acreedores debe procurara la amortización de capital y la quita de interés conjuntamente.

Debe entenderse que estamos haciendo sugerencias para reabrir la negociación, precisamente porque no está concluida, como se desprende de la información consignada en el comunicado oficial del comité asesor de bancos. Reflexionemos que en su momento, el gobierno planteó la necesidad de reducir las transferencias netas al exterior, como usted lo ha reiterado, a niveles de menos del 2%, a fin de que en estas condiciones se pudiera retomar el camino de la recuperación económica. Esta conclusión dio y da pie para que diversos analistas observaran que para lograr este objetivo era y es menester lograr una reducción del principal del 55% y tasas de interés del 4%.

En cambio, el acuerdo en principio considera básicamente tres opciones, una reducción del 35% de los 53 mil millones adeudados o un abatimiento parcial en las tasas de interés y la posibilidad de nuevos préstamos con valor de 3 mil millones de dólares anuales para los próximos cuatro años; claramente las opciones citadas o su combinación es inferior a la meta fijada. En otras palabras, la inflación que se ha proporcionado al público no corresponde a la realidad, ni el alivio consecuente satisface los requerimientos nacionales. Pero aún, en reiteradas ocasiones, el gobierno mexicano había sostenido que los swaps, intercambio de deuda por el capital, representan un recurso inflacionario y que por tanto, no se recurriría a ellos en la renegociación. Sin embargo, se anuncia que México fue obligado en el acuerdo a aceptar swaps por 1 mil millones de dólares anuales durante los próximos tres años y medio.

Quiero señalar primeramente la grave contradicción en que incurre el gobierno, cuando inicialmente dice no contemplar los swaps por considerar que provocan inflación y ahora cuando se consuma la importante negociación, acepta desde luego su contratación.

Destaco que independientemente del daño económico que podría derivarse de los swaps, este mecanismo enajena soberanía, como se colige de la transcripción textual del comunicado oficial del Comité Asesor de Bancos a la Comunidad Financiera Internacional, en donde se precisa que la conversión por deuda referida se enmarca en el Programa Mexicano de Privatización, así como para algunos proyecto de infraestructura a ser determinados.

De manera que los resultados de la supuesta renegociación, tan optimistamente presentados al pueblo por los voceros gubernamentales, son claramente adversos a la intención de procurar la recuperación económica nacional; surge pues esta interrogante, ¿cómo vamos a superar la crisis después de más de seis años de estancamiento, apremio y deterioro, con un acuerdo insuficiente y antinacional? Analicemos que el 35% de descuento sobre 53 mil millones de dólares, equivale a 18 mil 550 millones de dólares, mientras que el 55% de reducción de la deuda total de 110 mil millones de dólares aproximadamente, significaría el equivalente a 60 mil millones de dólares de ahorro, o sea, que el gobierno precisó que para lograr salir de la crisis había que reducir el principal de 110 mil a 52 mil millones de dólares y el acuerdo sólo logra, en el mejor de los casos, abatir la deuda total para dejarla a más de 91 mil millones de dólares.

De tal forma que es falso alabar la negociación convenida en tanto que por la propia definición de objetivos del gobierno, lo acordado es insuficiente para resolver la crisis nacional. Estos criterios del grupo parlamentario del partido de la Revolución Democrática son claramente contrarios al triunfalismo infundado que está empleando el gobierno para presentar los supuestos logros y consecuencias del convenio pactado. Son compartidos por expertos en las listas internacionales, según divulgada en diversas publicaciones extranjeras a partir del miércoles de la semana pasada.

Concretamente el señor Shaffi Islam, del Consejo de Relaciones Extranjeras, afirmó en el periódico New York Times, que la reducción total de la deuda será mucho menor al 35%. Está cerca del 13% del total y es mucho menos de los que México necesita. En el diario Washington Post se transcribe la afirmación del señor Rudish Daringush, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en el sentido de que el nuevo acuerdo se parece más a una tradicional reestructuración de la deuda en la que se alargan los periodos de pago, se bajan las tasas de interés y se ofrecen nuevos préstamos, que a una real reducción.

Los préstamos que prevé el acuerdo no producen una significativa reducción de la deuda, porque la mayoría e los bancos no reducirán el 35%. A su vez en el periódico Wall Street Journal se consignan las opiniones del profesor Jeffi Sags, especialista en deuda de la Universidad de Harvard, en el sentido de que México necesita un comienzo limpio, una reducción de la deuda de la Universidad de Harvard, en el sentido de que México necesita un comienzo limpio, una reducción de la deuda en el orden del 50%, más aún el profesor Sags estima que el gobierno está apostando a que de lograr algunos años de crecimiento, son suficientes para resolver las profundas divisiones políticas para resolver las profundas divisiones políticas de México y proporcionar entonces las bases para tener esta habilidad y crecimiento sostenido a largo plazo, perspectiva que afirma Sags, veo poco realista.

En suma, la opinión extranjera calificada es escéptica del convenio de la renegociación de la deuda pactada en principio por el gobierno con el Comité Asesor de los Bancos Acreedores y nosotros también afirmamos que el convenio es contrario a los intereses económicos, políticos y sociales del país, es insuficiente para resolver la crisis económica y reiniciar el crecimiento nacional, está muy por abajo de los objetivo s que el gobierno mexicano precisó como indispensables para el país, conlleva un mayor endeudamiento y una continuada enajenación de soberanía, transfiere el problema de las generaciones venideras y es contrario a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 73 fracción VIII.

Recordemos que el general Lázaro Cárdenas, sostenía que un gobierno no debiera contratar empréstito más allá del horizonte de su propia administración para evitar el endeudamiento irresponsable de futuras generaciones. Los últimos gobiernos y el actual, han abandonado estos sanos principios, han endeudado y endeudan al país por varias generaciones y ahora pretenden prestarnos como un triunfo una renegociación inconclusa, insuficiente, tardía y lesiva para los intereses nacionales.

Este grave asunto que estamos tratando, evidencia las deformaciones del presidencialismo, que pretende desconocer la división de poderes sobre la que se estructura nuestro sistema de gobierno, haciéndolo sólo lo que tiene que hacer conjuntamente con el Congreso de la Unión, por eso es necesario que empecemos por establecer que constitucionalmente es facultad del Congreso de la Unión dar las bases sobre las cuales el

Ejecutivo puede celebrar empréstitos sobre el crédito de la nación, y también dar bases para reconocer y mandar pagar la deuda nacional.

En síntesis, el grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, considera que la renegociación difundida sin la sanción del Congreso de la Unión, no produce efectos jurídicos, y por tanto que nos pronunciemos porque el Ejecutivo solicite la autorización del Congreso de la Unión como lo prevé la ley, a fin de que se reinicie la negociación mínimamente sobre las bases antes planteadas, en la inteligencia de que en el escenario de la discusión debe contemplarse también, en forma corresponsable, la negociación de la moratoria del pago de la deuda en los términos actuales.

Voy hacer a usted, señor Secretario, las siguientes preguntas: como yo afirmo en mi exposición, el gobierno al hablar de un descuento del 55%, señala que ésta era la necesidad indispensable para reactivar la economía y promover el crecimiento. pregunto a usted, señor Secretario, ¿cómo será posible realizar este cometido mediante el convenio pactado que prevé un máximo teórico de reducción de la deuda total del 17%?

Señor Secretario, en la discusión sobre la Ley de Ingresos correspondiente al presente ejercicio presupuestal, el Poder Legislativo autorizó un tope al endeudamiento externo. ¿Podría usted desglosar los nuevos endeudamientos contraídos, demostrándonos que la cifra autorizada no ha sido rebasada? ¿A partir de la renegociación será posible cancelar la nefasta política de austeridad presupuestal y recuperar los niveles históricos del gasto social, que permitan la satisfacción plena de las necesidades populares de educación, salud, cultura vivienda y bienestar social?

Bajo el nuevo acuerdo ¿en cuánto estima el señor Secretario que se incrementará la deuda externa de México y del sector público en los próximos seis años? ¿Qué ocurrió con la postura gubernamental de que los swaps eran inflacionarios y no se recurriría a ellos? ¿Cuáles son los sectores o empresas que se comprometieron para las operaciones de swaps, lo que queda de las paraestatales, cuáles en particular, la petroquímica básica, ferrocarriles, teléfonos, minería, etcétera?

En el mejor de los casos posibles, ¿a cuánto se reducirá en forma neta la deuda externa de México, descontando nuevos préstamos y constitución de garantías? ¿Por qué el gobierno de México se plegó ala posición del Comité Asesor de Bancos en lo que hace al monto del descuento de capital, 35% la diminución de las tasa de interés a 6.25% y la recaptura de las concesiones bancarias hacia 1996?

¿A qué atribuye usted, señor Secretario, que la prensa extranjera y los analistas internacionales no compartan el optimismo del gobierno, y por qué, por ejemplo, el New York times calificó el acuerdo de omiso presente para otros países endeudados? Otros ejemplos críticos son los editoriales y artículos firmados que han aparecido en el Washington Post, en Wall Street Journal, los diarios franceses, Le Monde, Le Croix, Le Humanité, el diario El País y La Vanguardia de Barcelona, y el periódico Financiero Times de Londres, entre otros?

¿Por qué razón sólo se incluyen en la renegociación 53 mil millones de los 110 mil millones de dólares aproximadamente a que asciende el total de a deuda externa de México? ¿Podría usted hacernos un desglose de la manera como se pretende reducir la transferencia neta de recursos al exterior a través de a renegociación? ¿Cuánto supone usted, por último, que la economía mexicana reiniciará su crecimiento si los logros del convenio son insuficientes para aliviar el problema económico del país? ¿Tendría el gobierno la voluntad de negociar una moratoria?

Estas preguntas, señor Secretario, se las hago a usted con todo respeto, rogándole que me conteste en la misma forma.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Repitió usted, señor diputado, tres veces la cifra de la deuda externa del país de 110 mil millones de dólares ¿ Me podría decir a qué país se refiere? ¿No hemos, durante cuatro ocasiones, repito, que las cifras que les hemos entregado, son de 97? ¿No hemos enviado el informe trimestral a la Cámara? ¿Qué más podemos hacer, señor diputado? ¿Estamos hablando del mismo país o estamos hablando de otro?

Hemos enviado a la consideración de la Cámara, he venido a explicar los 97 mil 339 millones de dólares con fecha de marzo. Tienen ustedes tres informes que les hemos enviado. El problema es que hay una fuente externa que da como dato 107, el diputado y yo sabemos cuál es. Hay que usar las otras fuentes, diputado. Y la fuente es la que está aquí en los informes.

No entiendo cómo es posible que si estamos hablando de 97, cómo se llega al 53, y usted todas las divisiones las haga sobre 110, no puedo comunicar más. Son 97 mil 339 millones de dólares, están desglosados así. No sé si usted quisiera que viéramos otras vez el cuadro, encantado lo puedo hacer, es más, yo creo que sería útil.

La deuda externa total del país es de 97 mil 339 millones de dólares. El sector público tiene

aproximadamente el 80% que son 78 mil 286 millones, después está compuesto por el Banco de México, que tiene el 5%, que es aproximadamente 4 mil 480 millones. El sector privado con el 7%, que son 6 mil 500 millones y la banca comercial del 8%, de 8 mil 73 millones. Aquí estamos incluyendo al sector privado.

La deuda externa total del sector público, la podemos dividir por acreedores y en la banca comercial son 53 mil 433 millones, etcétera. Estas son las cifras oficiales, son las mejores cifras que tenemos, son a marzo, cada trimestre las tienen. No sé a que país se refiere usted con los 110 mil millones de dólares que citó usted en varias ocasiones.

Segundo punto. Yo creo, diputado, y se lo digo con todo respeto, que si en ocasiones tenemos un problema de comunicación, quizá deba de ser problema mío. Déjeme tratar de repetir, porque yo creí que había yo explicado que en los swaps, había swaps que causaban inflación y swaps que no, y que la política del gobierno se había externado en México y en el extranjero, que había swaps que eran aceptables y otros que no.

Entonces, como quizá no puede transmitir eso, déjeme por favor leer. Viene en todas las razones de cuáles swaps no y después dice así: "Para terminar con el tema surge la pregunta de si es que desde el punto de vista macro y microeconómico existen swaps de deuda por inversión viable, la respuesta es afirmativa en dos tipos de casos:

En el de las operaciones en las cuales se utiliza papel público con descuento para comprar activos que el gobierno desea vender. En dicho caso, con la cancelación del pasivo, se eliminan automáticamente los defectos macroeconómicos de la operación.

Esta era la posición abierta, escrita, discutida, defendida, ¿por qué decir que esto fue impuesto?, cuando ésta ha sido siempre nuestra opinión. Lo que siempre hemos rechazado son los swaps generales, esos son los inflacionarios. Está escrito, diputado. No sé a qué país se refería usted.

Dice usted que nosotros nos comprometimos con el 55 %, señor diputado, perdóneme, se lo digo con todo respeto, dígame usted quién y cuándo habló del 55% y del 4% que dijo usted. Nosotros, las únicas cifras que hemos mantenido son las de reducir la transferencia neta de recursos al exterior en una cifra de alrededor del 2%. Y las cifras que les he leído del 2.7, 2.5, 2.3 y 1.9, son cifras que vemos nosotros que van avanzando en alrededor del 2%. Esta es la cuarta aclaración.

Quinta aclaración. No es cierto, que el Banco Mundial garantice deuda, yo creo que aquí ha tenido un problema de comunicación, déjeme usted por favor volvérselo a repetir.

Mire, cuando préstamos en público y las enviamos a ustedes, la negociación de la Cuarta de Intención que fue la del Banco Mundial, dijimos que dentro de los créditos multilaterales había un porcentaje que se separaba de dichos créditos para apoyar los mecanismos de reducción, son: endeudamiento de México, es el 30% del por ejemplo, crédito sectorial financiero, el 30% del crédito se separa y son recursos que México puede utilizar para reducir el principal o reducir los intereses.

El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional no dan garantías, si las hubieran dado, señor diputado, los descuentos hubieran sido mucho mayores, porque como les he dicho, en ese caso hubiera habido una garantía total e inmediatamente esto se parece a dinero y puede conseguir uno el descuento al mercado secundario.

Nunca, nuca hemos dicho que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional den garantía, son recursos de nuestra cuota de acceso separada para que México con esos recursos compre garantías de principal y garantías de intereses. Quinta aclaración.

Sexta. Señor diputado, sinceramente yo nunca había escuchado que alguien hubiera dicho que se consiguió el 35% de la reducción de la deuda global del país, ya no digamos la del 110 digamos de la de 97, yo nunca he escuchado eso. La 97 incluye al sector privado, ¿quién ha dicho eso? ¿Quién ha dicho que hay quitas del 35% en el Club de París? ¿Quién ha dicho que hay quitas en los fondos de acceso del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional? Nunca.

Lo que hemos dicho es que en el menor número de opciones ha tocado a la deuda externa del sector público con la banca comercial, que asciende alrededor de la cifra de 52 mil 500 millones, 53 mil, se ha redondeado esa cifra. En eso, una de las tres opciones puede ser la reducción del principal. Nadie ha dicho que sobre los 97 mil o en el caso hipotético de usted de los 110 mil hay una reducción del 3.5%, ¿quién ha dicho que hay una reducción del 35% de la deuda privada? Perdone, señor diputado, pero sinceramente estoy sin habla de estos comentarios, porque no los alcanzo a entender.

Bien, dice usted por último dos cosas en las cuales no estoy de acuerdo, dice usted que aceptamos en uno baja de principal pero con tasas flexibles y en otro bono aceptamos baja de tasa de

interés pero sin principal, ¿sí? Es exactamente lo que he dicho, en el primero se cambian, deuda vieja por deuda nueva, con 35% de intereses pero con tasa de intereses flexibles. En la segunda operación, deuda vieja por bonos nuevos a la par si no hay quita principal pero la tasa de interés es fija.

Señor diputado, ¿Cuál de esas dos nos puede convenir? La verdad es que no lo sabemos porque no sabemos qué es lo que va a pasar durante 30 años con las tasas de interés internacionales. Si las tasas de interés internacionales fuesen a subir la opción primera es muy mala, ¿por qué? Se reduce el principal en 35% pero la tasa de interés es flexible. Imagínese usted que mañana hubiera tasas de interés del 30% en el mercado internacional, usted dice; ah, la opción primera se baja el 35% y ahí bajaría el servicio de la deuda en 35%.

Pero ese monto reducido queda con tasas flexibles, si las tasas de interés internacionales se fueran a 25% o al 30%, se estaría pagando mucho más que antes de la quita, no hay duda. Se estaría pagando más después que antes. Entonces lo que importa, ¿qué es lo que le pasa con las tasas de interés de mediano plazo? Entonces también ahí el argumento estaba al revés.

Un último comentario, yo no creo haber escuchado a nadie que diga que se ha quitado la deuda, que hay 35% de quita total. Lo que se ha dicho en reiteradas ocasiones es que el problema del endeudamiento excesivo se ha podido solucionar.

Creo que hemos sido muy cuidadosos en las palabras porque la verdad es un arreglo que da una muy buena oportunidad de volver a crecer, no tenemos por qué exagerarlo pero tampoco por qué quedarnos cortos, es un acuerdo que permite a la economía volver a crecer. Eso sí lo permite. Gracias, diputado.

El C. Presidente: - En su réplica, el diputado Castillo Mena.

El C. diputado Ignacio Castillo Mena: - Señor Secretario, jamás se han recibido en la Cámara de Diputados, en forma oficial, los informes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en cuanto al monto de la deuda, desde diciembre que compareció usted allá, no hemos tenido noticia oficial alguna de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Rectifique usted los conductos y se va a cerciorar de que no se ha enviado información relativo al monto. Sabemos ahora, por su comparecencia, que la deuda asciende a 97 mil 500 millones de dólares, pero antes no hubo información pública.

Segunda. Solamente una vez y no tres mencioné 110 mil millones de dólares, haciendo referencia a los 108 ó 109 que usted había mencionado con anterioridad.

Tercera. El país a que me refiero es México y lo conozco porque estoy aquí por la voluntad de los mexicanos.

Cuarta. Es del dominio público que el gobierno habló del 55%, y finalmente, lo remito a usted, señor Secretario, al órgano oficial del gobierno de la República, el periódico El Nacional, que habló de la quita del 35% . Muchas gracias.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Con el comentario que dice usted que el periódico El Nacional habló de la quita del 35%, puede ser, es 35 en la opción uno, seis veinticinco en las dos y veinticinco por cuatro años en las tres, no hay ningún problema con eso.

Con lo otro déjeme platicar, señor diputado, que ahí creo que sí tenemos un problema, porque cuando comparecía yo en la Cámara de Diputados di las cifras a diciembre y eran 99, y entregué ahí las cifras. Después, aproximadamente el 15 de mayo, se envió el informe trimestral de finanzas públicas y se envió el informe semestral sobre la deuda pública. Usted puede checar en la Cámara de Diputados si no se entregaron, pero yo tengo el recibo de que los entregué. Y además, señor diputado, le voy a ser muy franco: desde que entregamos las cifras ya era 99, no era 110, no le dimos vueltas a lo que no hemos podido ni siquiera ver con cuidado.

Mire, de los otros puntos ya no se habló en la réplica, eso quiere decir que ya quedó un poco más aclarado. En el otro punto, 110, 97, 35 versus 55, las fuentes extranjeras, la ley de Ingresos. La Ley de Ingresos: señor diputado, como usted sabe, hay un conducto institucional, tenemos una obligación precisamente en uno de los artículos del Presupuesto de Egresos de la Federación, donde cada trimestre enviamos a consideración de la soberanía el informe. Este que entregué yo ahora de 97, se entregó hace 50 días y ahora simplemente estamos poniendo la cifra. Exactamente, señor diputado, 45 días después de terminado el trimestre, tendrá usted toda la información. Muchas gracias.

El C. Presidente: - Tiene la palabra el diputado Gonzalo Martínez Corbalá, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. diputado Gonzalo Martínez Corbalá: - Con su venia, señor presidente: señor

Secretario: Usted ha dado una amplia explicación acerca del complejo problema del petróleo y el manejo que se ha dado en relación con la deuda externa a este asunto; sin embargo, me quedan algunas dudas: en su intervención inicial del día de hoy, y por lo tanto figura en el impreso que tenemos en nuestro poder, se habla de 10 dólares por barril como precio límite bajo para que funcione un seguro de cobertura con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y, por otra parte, una cobertura de 800 millones de dólares.

Por otra parte, se fija como límite alto para empezar a compartir beneficios con nuestros acreedores, a partir de los 14 dólares por barril; es decir, quedan entre el límite bajo y el límite alto cuatro dólares por barril que en mi concepto y tomando en consideración que llevamos ya muchos años, por lo menos desde 1985, que fue la caída abrupta, dramática de los precios del petróleo y en esta caída nosotros absorbimos todas las consecuencias de ellos y las pagamos.

Por otra parte, dentro de siete años, vamos a tener que compartir algunos de los beneficios que obtendríamos si eventualmente el petróleo alcanza más de 14 dólares por barril.

Mi pregunta en este aspecto sería ¿No sería más justo señor Secretario, que la cobertura del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial empezara a operar a partir de los 14 dólares hacia abajo? Porque, en primer lugar, quiero decirle que yo no doy por terminados los cinco o seis años de vacas flacas que nos han tocado a partir de la caída dramática de los precios del petróleo porque el precio actual no es realmente nada que pudiéramos que fuera la gran cosa, y todavía tendríamos que considerar algunos años más, no sé cuántos, antes de que llegáramos a tener un precio justo del petróleo. Esa sería la primera duda que yo querría que usted nos hiciera favor de aclarar.

Después, señor Secretario, escuché con toda atención que usted dijo que no había ningún condicionamiento en cuanto a techo de producción del petróleo y en general en cuando a explotación y el manejo de nuestro petróleo, tanto para consumo interno, como para consumo exterior, para exportación. Esto lo considero yo de primera importancia porque en ello va implícitamente la soberanía nacional.

Yo quisiera, para tranquilidad de todos y para no decirlo yo mismo, que usted nos hiciera favor de asegurarnos que no hay ninguna limitación a este respecto que pudiera poner en riesgo la soberanía nacional. Muchas gracias, señor Secretario.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Bueno, quisiera empezar por esto último, se lo puedo decir, no hay ningún límite en volumen alto, bajo o intermedio en esta negociación. Ahí sí quisiera que estuviera usted absolutamente con tranquilidad porque ése sí es un tema de fondo, es un tema verdaderamente crucial, no le puedo negar que no se haya, digamos, discutido en el sentido de que alguien haya presentido algo; lo que le puedo decir es que no hay ninguna, ninguna fijación de volumen entre cero o infinito, no hay ninguna, ninguna cuestión y eso tenga usted toda la tranquilidad.

Sobre el primer punto es cierto, don Gonzalo, yo creo que aquí hay un problema, usted apunta el punto 14, es decir, los 14 dólares, quizá podría yo pensar en que debería haber alguna banda y por lo tanto debería estar quizá entre 12 ó 14 pero entiendo el sentido del comentario; el sentido del comentario es el que los precios reales de todos modos es una perspectiva histórica continúan deprimidos y por tanto pudiéramos tener esto. Aquí el problema que tenemos fuerte es el siguiente; bueno déjeme tratar de convencerlo. El Presupuesto de Egresos de la Federación, fue hecho con 10 y nosotros forzamos a que en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, se respetara el Presupuesto de Egresos de la Federación; entonces continuamos teniendo los 10 ¿Me explico?, entonces éste es el piso que habíamos tenido, un piso conservador y lo que teníamos entonces era esa banda de 10 a 14, pero de todos modos tomo el comentario, éstos con un grupo de bancos separados del Comité Asesor de Bancos como dice correctamente la nota que les entregamos y una facilidad para deterioro en términos de intercambio, tomo el punto, lo voy a platicar con la gente para ver si pudiéramos ver eso. Este es un punto separado de la negociación normal. Gracias.

El C. Presidente: - -Tiene la palabra el diputado Modesto Cárdenas García, del Partido Popular Socialista.

El C. diputado Modesto Cárdenas García: - Muchas gracias, señor presidente: Antes de plantear nuestros cuestionamientos y preguntas al ciudadano Secretario de Hacienda, quisiéramos expresar nuestra más enérgica protesta por el hecho de que esta presencia del Secretario de Hacienda y Crédito Público, no se haya transmitido de manera directa por radio y televisión, por considerar que este problema quizá sea el de mayor interés para el pueblo mexicano. Estamos completamente seguros de que los trabajadores de México hubiesen escuchado con mucho interés lo que el Secretario de Hacienda y Crédito Público ha estado exponiendo desde esta tribuna.

Ahora, paso a plantear nuestras preguntas y cuestionamientos, que el ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público ya conoce porque se los hemos hecho llegar con antelación con la idea de que, teniendo tiempo suficiente, nos haya dado una respuesta precisa. Algunos de estos aspectos han sido contestados, pero creemos que faltan otras. Por eso vamos a insistir en ellas.

Las preguntas que vamos a formular parten de una tesis central de la que estamos profundamente convencidos, señor Secretario. Nosotros consideramos que la deuda externa de México en las condiciones actuales, con esto quiero decir condiciones actuales de tratamiento de la deuda por parte de los bancos acreedores, por parte de los organismos internacionales y en las condiciones actuales de intercambio desfavorable, comercial y de todo tipo entre nuestros países y los países capitalistas avanzados, en estas condiciones consideramos que la deuda es impagable e incobrable además. Esa es la tesis fundamental o al menos que se demuestre lo contrario con datos.

Sobre esta base o sobre esta tesis esencial, el Partido Popular Socialista siempre ha sostenido que las negociaciones y acciones que debe llevar a cabo el gobierno en torno al problema tienen que tender a demostrar y a ejercitar de manera argumentada dichas tesis. En este marco, sostenemos que México debe actuar en todos los foros teniendo presente la propuesta de cancelación de la deuda, que no a moratoria, aplicado durante este proceso, medidas parciales, decimos, como la suspensión de pagos y no la moratoria que permita avanzar rumbo a este objetivo.

Si el Partido Popular Socialista tiene este objetivo y tiene esta estrategia para abordar el problema de la deuda, nosotros preguntamos ¿Cuál es el objetivo y cuál es la estrategia del gobierno para resolver este mismo problema? Si como se advierte el objetivo del gobierno es el de pagar puntualmente la deuda y la estrategia es la de aceptar y aplicar los planes y programas que proponen el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y los bancos acreedores, y partiendo de las bases anunciadas de la renegociación recientemente aprobada, preguntamos, señor Secretario ¿cuántos años quinquenios, decenios o quizá siglos, va a tardar México en cubrir esta deuda? ¿Y cuál será la cantidad global que México deberá cubrir finalmente?

En la reciente negociación de la deuda, México aceptó compartir a partir de 1996, las ganancias que pueden obtenerse del petróleo en caso de aumentar su precio real sobre la base de los precios actuales, en las cantidades que se han expresado ya en esta sesión.

Pero relacionado con esta idea, hay que recordar que a principios de los años ochentas, cuando México adquirió la parte sustancial de su deuda, el precio promedio de barril de petróleo que representaba el 72% de nuestras exportaciones, era de 33 dólares, y unilateralmente fue rebasada hasta llegar a 8.5 dólares, como todo mundo sabe y usted lo ha planteado aquí.

La tasa de interés que no era mayor al 5% cuando se contrató la parte sustancial de la deuda fue elevada también unilateralmente hasta un nivel cercano al 20%. Y, finalmente, los precios de las plantas de producción, equipos y tecnología que nos hemos visto obligados a adquirir de los países de los bancos acreedores, también se elevaron, notoria y unilateralmente en el mismo lapso.

Aplicando este principio impuesto en las negociaciones, en sentido favorable al país, preguntamos nosotros: ¿No le parece, señor Secretario, que en los 85 mil millones de dólares, pagados hasta hoy, tomando en cuenta estas variaciones unilaterales de precios e intereses, los empréstitos hechos a México para desarrollar sus fuerzas productivas, no aquéllos obtenidos para cubrir la deuda han sido pagados en exceso por nuestro país?

Otra, si México no está generando las suficientes divisas como para crecer, desarrollar su mercado interno y pagar al mismo tiempo la deuda externa. Pregunta: ¿no le parece que en tanto se clarifica y se negocia, repetimos, negocia la deuda externa en forma equitativa y favorable a la nación, debería suspenderse el pago del servicio de la misma y utilizar los recursos para desarrollar al país?

Otra, si los bancos acreedores actúan unitaria y organizadamente y han formado un comité de asesores de bancos, de los bancos acreedores para negociar con cada país deudor, adquiriendo así una poderosa fuerza negociadora que les permite imponer sus condiciones, ¿no considera usted, señor Secretario, que la unidad de los países deudores es una necesidad elemental para tratar de equilibrar fuerzas en las negociaciones?

En el curso de las diferentes renegociaciones de la deuda externa, tanto el Fondo Monetario Internacional, como el Banco Mundial, nos han impuesto condiciones lesivas para nuestra soberanía, tal como la venta de empresas paraestatales, la reducción del gasto público, la política salarial, los recortes masivos de personal y todo tipo de garantías para la inversión extranjera. ¿No considera usted, que ya es tiempo de negarse a aceptar todo tipo de condiciones económicas sociales o políticas, totalmente ajeno al problema de la

deuda que son lesivas al interés y soberanía nacional?

Una última pregunta, que no conoce usted, pero que está derivada de la exposición que se ha hecho aquí. Es ésta: ¿Si se hacen cálculos aproximados de las dos diferentes opciones - que no tres- para atacar la deuda? O sea, rebaja de un 35% para los 53 mil millones de dólares que se debe a la banca comercial o disminución a 6.25% de intereses para la misma cantidad. Si se hacen cálculos extremos, entonces nosotros obtenemos resultados en el sentido de que al final del sexenio la deuda, cuando menos, tendrá el mismo nivel que tiene actualmente. Con posibilidades reales de aumentar en más de 15 mil millones de dólares.

Entonces, le preguntamos a usted: ¿Si estos datos son correctos, si usted cree que entonces es posible atacar el problema de la deuda o si como nosotros lo vemos, estamos dejando el problema a las futuras generaciones de mexicanos? Muchas gracias.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Como no, señor diputado Modesto Cárdenas. Quisiera comenzar con el final, si me lo permite. Habla usted de los niveles absolutos de deuda y no del nivel de sobreendeudamiento, bien. Yo le contestaría exactamente como usted lo pide.

Dice usted, este nivel de deuda absoluto, digamos de 97 mil millones, si este nivel hubiera hacia el fin del sexenio - según entendí bien - esto podría crear o no un problema. Bueno, todo dependen, señor diputado, si el producto interno bruto crece al cuatro y medio por ciento anual, y se tuviera dentro de seis años una deuda de 97 mil millones con un producto interno bruto de 35% superior que es el cuatro y medio por ciento anual de crecimiento en interés compuesto, pues ciertamente la carga de la deuda se hubiera disminuido mucho.

Es decir, diputado, yo creo que aquí no importa tanto el nivel absoluto de la deuda, sino la relación de deuda con respecto a lo que producimos, y la relación de deuda - producto interno bruto tiene que ir disminuyendo. Esa sí es una premisa fundamental.

Dice usted que es muy conveniente tener reuniones con países latinoamericanos que tienen niveles de endeudamiento similares. Yo coincido con esa tesis.

Como usted sabe, hay las reuniones del llamado Grupo de los Ocho o Grupo de Río, donde ahora son reuniones mensuales, porque hay que compartir información, experiencias y estrategia de una manera mucho más frecuentes. Estas reuniones a principio de 1987 eran una vez al año, en 1988 se hicieron dos o tres y a partir de hace cuatro meses han sido mensuales, y hemos ido dando a conocer a la opinión pública los temas, la agenda de temas que se discuten en el llamado Grupo de Río.

Usted me hace una pregunta: ¿Que cuál es el objetivo del gobierno en esta renegociación? Y, bueno, yo quisiera repetir un poco cuál es el objetivo de esta renegociación. Primero que nada, no es una renegociación nada más con la banca comercial, incluye distintos acreedores, y lo que era importante era convencer y en la mesa de negociaciones, exigir el que las cifras de transferencias netas de recursos al exterior son centrales para el crecimiento económico de un país.

Una vez logrado ese tema, que fue el primero que expuso ante la nación el Presidente, el segundo era que no basta reducir las transferencias netas de recursos íntegras, con dinero nuevo, que era muy importante tener reducción de principal y reducción de intereses. Ese es el segundo punto que dio el Presidente de la República cuando dijo: Hay que reducir el valor de la deuda histórica acumulada y hay que reducir el servicio de la deuda.

El tercero es que no es posible, no es deseable, no es conveniente para el país tener negociaciones de tipo anual. ¿Por qué? Porque apenas sale uno de ellas e inmediatamente ya se generó la incertidumbre económica para la renegociación.

Por consiguiente, se deseaba y se desea tener arreglos en forma multianual, que permitan tener mayor certidumbre económica y esto es vital para la recuperación de la inversión, tanto pública como privada, que necesita espacio para poder volverse a incrementar.

Por último la relación entre la deuda total y lo que producimos los mexicanos tiene que ir en descenso. Las cifras absolutas, por importantes que puedan ser, en un contexto de varios años, en un contexto intertemporal no importan tanto; lo que es importante es ajustar primero, a lo máximo que podamos, la deuda a nuestra capacidad de pago, para que con este ajuste podamos volver a crecer y en la medida en que crezca la economía, en esa medida la relación deuda a producto vaya disminuyendo. Estos serían mis comentarios, señor diputado.

El C. Presidente: - Con derecho de replica el diputado Modesto Cárdenas García.

El C. diputado Modesto Cárdenas García: - Señor Secretario, es positivo que usted

haya aceptado la necesidad de actuar conjuntamente por parte de los países acreedores, pero pensamos que eso hay que llevarlo a la práctica llegando hasta las últimas consecuencias, en el sentido de plantear, no solamente en declaraciones sino en hechos concretos, la posibilidad de enfrentar de manera común el problema de la deuda externa.

Por otra parte, nosotros estamos completamente de acuerdo con la hipótesis de que si la economía del país pudiese crecer al porcentaje que se ha señalado aquí, entonces los problemas del país se podrían resolver, y el valor total absoluto de la deuda externa, quizá podría ser manejable; pero la realidad nos indica que después de muchas negociaciones que se han hecho durante siete años, nuestra economía no crece y ése es precisamente el problema esencial, que la economía no crece. Ante una economía que no crece, la perspectiva de endeudamiento que no baja en su monto total, sino incluso, puede aumentar, es una perspectiva que no es favorable a los intereses de la nación y a los intereses del pueblo.

De la otra cuestión, es bueno - insistimos - si usted tiene la posibilidad de dar respuesta al cuestionamiento fundamental, de que deben cambiar las condiciones para poder pensar siquiera, de que podamos pagar la deuda, quizá en varias décadas o no sé cuanto tiempo. Creo que es una pregunta que quedó en el aire, que no la contestó usted; pero si usted quiere contestarla, si no está otra cuestión más precisa.

¿No cree usted que debemos luchar para que cambien esas condiciones desfavorables, para que se hagan perspectivas reales, de que podamos alguna vez pagar esa deuda? Si es que, esa conclusión es la que es justa y correcta para nuestro pueblo, tomando en cuenta los datos que le he expresado a usted y que desde nuestro punto de vista ya la hemos pagado. Pero supongamos que en la mesa de negociaciones y con el cambio de condiciones que la economía internacional de las condiciones internas del país se abre la posibilidad de pagarla, precisamente en el marco de unas negociaciones hipotéticas. Digamos, no cree usted conveniente que debemos centrar la lucha para cambiar esa situación actual de la economía internacional?

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Señor diputado, yo creo que sí, creo que hay que acudir a todos los foros y hay que denunciar prácticas profesionistas, en fin, todas las cosas lesionan a nuestra economía. Yo creo que debe de hacerse en forma bilateral y ciertamente también en forma multilateral.

Déjeme comentar el punto concreto de la deuda, porque creo que aquí también quizá no se ha entendido bien. En el caso de los bancos que opten por las opciones uno y dos; el que intercambie deuda vieja por bonos nuevos con 35% de descuento o el que intercambie a la par deuda vieja por bonos nuevos, pero con una tasa de interés más baja y fija, tienen el principal pagado; pero pagado a vencimiento. Es decir, desde ahora se compran estos llamados Bonos de Cupón Cero, que hacen que esta deuda en esos dos grupos de bancos que escojan entrar en la opción uno y en la opción dos, la deuda que estaría digamos con el fin del año 2019 que llegaría a vencimiento, esa amortización quedaría pagada. ¿No sé si me explico?

Piense usted - por dar un ejemplo - que digamos de los 53 millones - cifras redondas - de la banca comercial, vamos a suponer que el 70 ó el 80%, por ejemplo, el 80% para que salga de las cifras fáciles, entran a las opciones uno y dos. Eso quiere decir que alrededor de 42 mil millones de dólares de la deuda del sector público con la banca comercial, serían sustituidos por bonos, serían sustituidos por bonos nuevos con descuento principal por intereses. Pero ambos, señores diputados, esos 42 mil millones al año 2019, esta generación los ha pagado para que a su vencimiento ya estén pagados. No sé si me explico. Esos 42 mil millones quedan pagados desde hoy. Gracias.

El C. Presidente: - Tiene la palabra el senador Julián Gascón Mercado, por el Partido Revolucionario Institucional.

El C. senador Julián Gascón Mercado: - Señor presidente de la Comisión Permanente; señor doctor Pedro Aspe, Secretario de Hacienda y Crédito Público. En lo personal quiero reconocer su espléndida comparecencia en el senado. No se imagina qué satisfactorio es escuchar al Secretario de Hacienda y Crédito Público de México, decir que a pesar de las difíciles condiciones de los últimos años, hemos podido reducir nuestra deuda externa de más de 100 mil millones de dólares que debíamos a 97 mil millones.

Después del acuerdo a que llegó el gobierno de la República con los 530 bancos acreedores, con respecto a la deuda de México, éstos son algunos de los comentarios más destacados de personalidades mundiales que fueron dados a conocer por la prensa nacional.

Primero. El señor Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo que expresó: el acuerdo logrado por México es histórico, y manifestó su deseo de que esta actitud de los

banqueros internacionales que tuvieron con México, se vea reflejada en las negociaciones con otros países.

Segundo. Reunido en Cartagena de Indias con 26 representantes de los países integrantes del Sistema Económico Latinoamericano, el SELA, el canciller colombiano, Julio Londoño Paredes, dijo a nombre de los representantes lo siguiente, textual: todos celebramos el acuerdo logrado por el gobierno mexicano en la Banca Internacional, para reducir la deuda y éste será un precedente importante para los demás países de América Latina, es un paso que toda América saluda contenta y satisfecha.

Tercero. El Ministro de Finanzas de Japón, señor Marayama, expresó: El Plan Brady aceptó la tesis mexicana de que no era posible un mayor endeudamiento sin la reducción y abatimiento de los intereses.

Cuarto. El señor Ricardo Servino, Ministro de Economía de Uruguay también dijo, textual: el acuerdo logrado por México es el más importante hasta hoy en América Latina, y servirá de precedente para que Uruguay retome los contactos con los acreedores.

Quinto. El señor Domingo Carvallo, canciller de Argentina, a propósito de aquella negociación también dijo lo siguiente, textual: es muy positiva y muy alentadora, además de que sienta una referencia a partir de la cual se pueda avanzar.

Estas expresiones de personalidades conocedoras del tema, según se puede constatar, hablan de una realidad, estas serían nuestras preguntas. Esta negociación no sólo sirve a los intereses de México, sino que al parecer será un camino por donde se pueda buscar la solución del endeudamiento de otros países, especialmente con los países hermanos de Iberoamérica que deban más de 400 mil millones de dólares.

Sexto. Usted dijo, a propósito del endeudamiento, nunca más volvamos a endeudar al país, en lo personal yo comparto esa preocupación de un endeudamiento excesivo, sin embargo una de las opciones presentada por los acreedores en el otorgamiento de créditos frescos o préstamos nuevos, ¿no significa esto un nuevo endeudamiento al país señor Secretario?, ¿no significa abandonar la firmeza frente a un compromiso como usted lo expresó, que nunca más volvamos a endeuda excesivamente al país?

Séptimo. Hace dos días el señor Presidente de la República declaró que se invertirá mayor cantidad de dinero en el campo una vez concluido el convenio de la deuda externa. Se tiene, señor Secretario idea en qué porcentaje se incrementará la inversión que en el campo hará estimular la producción agrícola una vez concluida esta negociación con la banca acreedora.

Y por último, que la deuda interamericana, incluidos los países del Caribe, donde somos acreedores, ¿cómo puede influir esta deuda a nuestro favor en los pagos que haremos a futuro, hicimos valer esta condición de acreedores en esta negociación?, porque no se ha dado ninguna explicación sobre este tema. Muchas gracias señor Secretario.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Como no señor senador. Se hace un primer comentario, en relación a que esa negociación abre un primer camino a, digamos un cambio de estrategia en las negociaciones financieras internacionales. Yo creo que sí, no sé qué tanto alcance pueda tener en América Latina; a nosotros lo que nos preocupa era que abriera espacio para nosotros, para México, porque ése es el punto más importante de la negociación, pero también hemos recibido muchos contactos y visitas de países hermanos de América Latina, donde desean conocer más los detalles, los alcances, las limitaciones, los rumbos como los ha empezado a fijar esta negociación.

Hay digamos, en la diversidad de países, problemas muy distintos, hay países en que su deuda multilateral es importante, hay algunos que nada más tienen deuda con banca comercial, hay algunos de ellos que no tienen recursos para garantía, y por tanto los descuentos van a ser mínimos, hay otros que tienen muchos recursos de garantía, nosotros hablábamos por ejemplo, México tiene 18 meses, pero yo sé de algún país, quizá dos, que tengan recursos para tener garantías por casi 26 ó 40 meses. Eso quiere decir que el bono nuevo es cualitativamente mucho mejor que la deuda vieja y que por tanto puede haber o mayor baja de tasa de interés o mayor descuento; eso es efectivamente cierto.

Hay diversidad también en los tratos, en los tratos con los Comités de Bancos; hay algunos que tienen la deuda igual, de digamos dispersa, que nosotros, hay algunos que la tienen muy concentrada, pero digamos lo que nos une a todos es la necesidad de disminuir la transferencia neta de recursos al exterior y de volver a crecer.

Algunos necesitarán más reducciones, otros menos, otros tendrán más garantías y por eso tendrán más reducciones, otros las tendrán en el caso opuesto, pero lo importante, yo creo que lo que es común es la necesidad de disminuir la

transferencia neta de recursos al exterior en toda América Latina y de volver a crecer.

Las cifras, usted las conoce señor senador igual que yo, de América Latina en su conjunto, son verdaderamente dramáticas, se habla sin demagogia, de un decenio de desarrollo perdido y se dice que los problemas de la deuda externa son uno de los problemas de la deuda externa son unos de los problemas fundamentales. Hemos superado esa etapa de hace algunos dos o tres años, donde se creía que por resolver el problema de la deuda externa todo lo demás vendría por añadidura. Afortunadamente solo se ha superado, se sabe que éste es un problema importante, sí, inclusive dadas las interconexiones con la deuda interna y con las expectativas puede ser una condición necesaria para volver a crecer, pero ciertamente ya nadie cree que es una condición suficiente; nadie en América Latina cree que simplemente logrando un porcentaje de quitas importantes y volviendo a las políticas económicas cerradas del pasado, van, se va a garantizar un crecimiento sostenido. Esa quimera ya pasó.

No sé el alcance para otros países; le repito senador, para nosotros la única preocupación era y es el obtener un arreglo que fuera satisfactorio para las necesidades nuestras, de México, pero también es cierto que tienen que compartir mucha información,, y es por esto que en el llamado Grupo de Río, ahora se tienen reuniones mensuales, que es poco común en estos ámbitos, como usted lo sabe, en los cuales vamos intercambiando mucha información, por ejemplo a raíz de la reunión en Amsterdam, algunos países que habían autorizado intercambio de deuda por capital, los famosos swaps en forma generalizada, quisieron conocer detalles de por qué México no los aceptaba en forma generalizada, y por qué México abiertamente en los foros internacionales había dicho que únicamente un cierto tipo de intercambios de deuda por impresión podría aceptar y los otros no. Esto fue particularmente relevante para algunos países que tienen en marcha programas muy importantes de intercambios generalizados.

Pero yo creo que no podemos ir más allá, es decir, simplemente el interés de los demás será el que muestre qué tan útil puede ser; nosotros no tenemos ninguna posición de decir: esto es el nuevo camino, etc., creemos que es útil para México, es satisfactorio para México, no hace maravillas pero sí representa un avance; es una oportunidad buena para volver a crecer, quizá va a ser útil para los demás; que los demás lo definan y nosotros estaremos listos para ayudarles.

Tocó usted un tema fuera del estricto de la comparecencia, no es comparecencia, es invitación, que tiene que ver con el tema, es, ¿qué tanto espacio abre la negociación a la inversión productiva pública y privada?

Yo creo que son los temas más importantes que tenemos que discutir, el monto del espacio que abre para la recuperación de la inversión. Hay gente que hace análisis mecánicos donde cree: bueno, si la transferencia baja 4 puntos, la inversión puede subir cuatro puntos. Nada más alejado de la verdad, porque sabemos que éste es un análisis parcial; en un análisis macroeconómico el efecto que tiene el avance en la negociación de la deuda externa sobre la deuda interna abre espacios a la inversión privada, por ejemplo en este caso en el campo, que de otra manera no existirían.

Es cierto y es relevante, quizá sea el sector donde la inversión pública haya caído más, como usted lo sabe; prácticamente estamos en un nivel real a la quinta parte de lo que era la inversión hace diez años.

Es preocupante, se ha iniciado una recuperación modesta, pero sobre todo, sobre niveles muy bajos, y quizá ésta sea una de las posibilidades de las nuevas áreas donde la liberalización de recursos del exterior y la reducción de transferencias se pueda canalizar. El punto básico estará en la discusión del Presupuesto de Egresos de 1990, de la iniciativa que en su momento y en los tiempos constitucionales marcados se enviará a la consideración de la Cámara de Diputados por parte del Presidente de la República, del titular del Ejecutivo Federal, pero yo creo que ése va a ser uno de los temas de discusión de política económica y de economía política más fuerte.

Hay recursos escasos, creo que es una de las pocas ventajas de la crisis, hemos logrados aprenderlo, y estos espacios que se abren, ¿cómo se deben de canalizar y en qué sectores? Esa es la verdadera discusión de economía política que es la que tendrá que venir por delante, señor senador. Coincido con usted. Gracias.

El C. Presidente: - Tiene el uso de la palabra el diputado Pedro René Etienne Llano.

El C. diputado Pedro René Etienne Llano: - Señor Secretario de Hacienda y Crédito Público: Le hablo como estudiante de la economía y de la política de este país, pero sin olvidar nunca también el carácter de miembro del Poder Legislativo de México.

Y quiero decirle por principio de cuentas que comparto plenamente el señalamiento de algunos compañeros diputados que han caracterizado esta

negociación en función de haber invadido facultades del Congreso y de la Cámara de Diputados, y considerando que este convenio requerirá la aprobación del Poder Legislativo para surtir plenos efectos.

Usted habló que la renegociación se basó en las disposiciones de la Ley de Deuda y en el artículo 2o., de la Ley de Ingresos; pero precisamente este artículo 2o., esta ley de Ingresos tiene una vigencia anual, y por lo que hemos podido saber de esta renegociación, han pactado deuda para los años de 1990, 1991, 1992 y, por otra parte también, han comprometido ingresos a partir de 1996.

Por ello, aparte de las consideraciones de carácter constitucional que planteó el diputado García Villa, es indudable que estos dos elementos del convenio han invadido facultades que son propias del Congreso y de la Cámara de Diputados.

Usted habló de la necesidad de hacer un diagnóstico sobre el problema del sobreendeudamiento para orientar la negociación que encabezó usted. Pero no habría que olvidar el origen, causas de este sobreendeudamiento, y aunque usted se refirió a algunas de carácter económico, creo que es pertinente recordar otras estrictamente de carácter político y que están ligadas con las facultades del Congreso de la Unión.

¿Qué monto de este sobreendeudamiento se logró por las extralimitaciones del Poder Ejecutivo, al contratar montos, adiciones de la deuda mexicana muy por encima de lo autorizado por el congreso?

Podría haber parecido hace algunos años un sueño que el Poder Legislativo, que la Cámara de Diputados recuperara esas facultades, pero ya lo recordó el diputado García Villa, en el período anterior la Cámara logró recuperar esa facultad y un sueño o una vieja aspiración se ha convertido ahora en una nueva realidad política en nuestro país. Se ha fijado un tope a esta facultad que ejercida de manera abusiva por el Poder Ejecutivo generó este problema de sobreendeudamiento.

Por eso no es un sueño, señor Secretario, pensar que el Poder Legislativo en México ha dado pasos importantes para retomar su independencia y para ejercer plenamente sus facultades.

En política, cuando los sueños se convierten en sueños de la mayoría, estamos ante ideas que son precursoras de cambio y que tarde o temprano se materializan. Esa aspiración de muchos mexicanos, de un congreso independiente que ejerza a plenitud sus facultades, cada día es compartida por más compatriotas y en 1994, la última elección presidencial de este siglo, ese sueño será una nueva realidad en nuestro país.

Hace 10 días recibimos una curiosa invitación para celebrar la renegociación de la deuda participando en una comida en el Palacio Nacional. Nos negamos a asistir en una celebración sobre algo que desconocíamos y que era imposible evaluar a unas cuantas horas acerca de la negociación de la deuda, más aún, han pasado 10 días y hoy es importante que usted proporcione ante esta soberanía no sólo un documento informativo sino respuestas que tienen ya una formalidad diferente a la información que hemos recibido a través de los medios de comunicación.

Yo sigo pensando, sin embargo, que es necesario que esta soberanía, los medios de opinión pública nacional, tengamos a disposición la copia del convenio establecido por ustedes en el Comité Asesor de Bancos, porque bastaría señalar dos razones: la primera, es un problema de esta magnitud aun la letra pequeña de los convenios o de los contratos tiene relevancia y es indispensable para poder hacer una cabal evaluación política y económica de este convenio.

Pero, por otra, porque a pesar de las declaraciones ante los medios de comunicación, a pesar incluso de la información por escrito que por esta nueva formalidad hoy presenta ante nosotros, usted, señor secretario, ha omitido informar detalles que son importantes para evaluar este convenio.

No sé las razones, podría pensarse o aducirse que ante la complejidad del convenio, alguna de las respuestas que usted ha proporcionado hoy han omitido información importante, pero también habría que señalar el documento por escrito que se preparó con anticipación, seguramente con la participación de sus asesores y de los funcionarios que estuvieron involucrados en esta negociación.

Y, sin embargo, sigue siendo omiso en varias cuestiones, me bastaría con señalar tres o cuatro, para fundamentar esta afirmación.

Cuando usted informa de la llamada tercera opción de dinero fresco en la página 11, se limita a establecer que en 1989 se aportarán recursos nuevos equivalentes al 7%. Pero lo pactado con los bancos incluye un período de cuatro años y establece también porcentajes para esos años, establece el 6% en el año de 1990, el 6% en 1991 y el 6% en 1992.

Este pacto que abarca cuatro años, me estoy refiriendo a lo que considero el documento oficial de su presentación, señor Secretario, me estoy refiriendo a un documento que nos entregaron hoy

que se llama: Comparecencia de Pedro Aspe, Secretario de Hacienda y Crédito Público, y me estoy refiriendo a la página 11, al igual que usted lo está haciendo.

Yo le voy a mostrar el documento, en donde la página 11 sólo se refiere a 1989, digo, para que podamos entender y sentar también una base de respeto, ¿no?

Por eso la crítica fundada de que teniendo la Ley de Ingresos una vigencia anual ustedes han extralimitado ese mandato al establecer porcentajes de deuda nueva para los años de 1990, 1991 y 1992.

Segunda cuestión: cuando usted habla de la cláusula de recaptura, quiero decirle que hasta el día de hoy en la página 12 se conoce que se ha comprometido en 1996 hasta un 30% de los ingresos adicionales derivados de la exportación de petróleo, y en una larga exposición que usted mismo llamó didáctica, ante pregunta expresa del diputado Oscar Mauro Ramírez Ayala, usted se refirió en primer lugar a que se establecían varios candados, y habló de que sobre un ingreso hipotético que no tenemos, no sólo se limitaría al 30% sino también a un incremento del rendimiento de sólo tres puntos, y habló usted de cómo afectaría esto a los bonos par, aumentando de 6.25 el interés a 9.25 el interés, pero omitió usted, señor Secretario, decir que ese 3% también se aplica a los bonos de descuento.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Lo dije.

El C. diputado Pedro René Etienne Llano: - Si hubiera necesidad yo solicitaría a la Secretaría, la transcripción de la respuesta del señor secretario a la pregunta de Oscar Mauro Ramírez Ayala, acerca de la famosa cláusula de recaptura. Pero aparte de la memoria de los que estamos aquí oyendo y escuchando, afortunadamente existe ese registro en la transcripción de su respuesta.

Sin embargo, lo más grave no me parece esa omisión, sino que cuando usted pretende justificar esta cláusula de recaptura criticada por muchos analistas, habla usted de que se ha comprometido un ingreso que hoy no tenemos. Dentro de siete años hemos comprometido y establecido candados sobre un ingreso que hoy no tenemos, y esa es una buena respuesta de financiero preocupado por el hipotético ingreso; pero en siete años cuántas demandas sociales se ven rezagadas, señor Secretario. Y 30% de un ingreso adicional, aunque sea hipotético, debería de utilizarse para satisfacer esas demandas rezagadas y no para que regrese nuevamente, vía esta cláusula, a los bancos acreedores.

Pero más aún, se está comprometiendo un ingreso sobre el que tendrá que decidir el congreso electo en 1994. Han comprometido un ingreso después de que seguramente terminará la responsabilidad de ustedes como funcionarios, y más aún, yo tengo la firme convicción de que en 1996 serán no sólo funcionarios diferentes sino un gobierno diferente quienes tendrán que asumir esta responsabilidad hoy hipotecada por ustedes.

Porque no es un sueño la aspiración de cambio democrático en nuestro país y porque cada día son más los mexicanos que en la última elección presidencia de este siglo en 1994, no sólo lograremos una victoria en las urnas sino tendremos capacidad para hacer que se respete, a diferencia de lo que fue la última elección presidencial del 6 de julio de 1988. (Aplausos.)

No ha informado tampoco en el documento, y yo lo he revisado con cuidado, que también se establecieron condiciones para el sector público mexicano y que se va a requerir del consentimiento de la mayoría de los bancos extranjeros para disponer de nuevos recursos para el sector público.

También cuando usted se refiere a los recursos que en garantía se van a establecer para garantizar el pago de los bonos y de los intereses, usted en la página 10 se refiere a los recursos aportados por el Banco Mundial, por el Fondo Monetario y por Japón, pero no ha informado que también hay compromisos del gobierno de México por mil 315 millones de dólares para integrar esta suma de garantía y que de los cuales mil deben ser desembolsados de inmediato.

Podría seguir buscando cuestiones que se han omitido, pero bastaría una para insistir en que es necesario que esta soberanía tenga una copia del acuerdo concertado entre ustedes y el Comité Asesor de Bancos. Si es que queremos hacer una evaluación política y económica sería, si es que queremos un debate político que realmente sirva para clarificar no sólo los términos sino el futuro del país, no sólo los términos de este acuerdo sino el desarrollo futuro del país.

Yo insisto en que la magnitud y la seriedad de este problema obligan a que con responsabilidad evaluemos hasta la letra pequeña que luego se olvida revisar en los contratos y convenios.

Finalmente señor Secretario, no será esta su última comparecencia y ante los supuestos de los que siempre parten los economistas y yo creo que

ante nuestro pueblo la autocrítica que usted sobre las políticas equivocadas, debería completarse también con los supuestos muchas veces equivocados de los economistas del gobierno, yo quisiera plantear tres preguntas, o para documentar mi optimismo, del cual usted habló en un principio, o para documentar también mis reservas y mi pesimismo.

Usted ha hablado de que hay la tendencia para que las transferencias netas al exterior se reduzcan a solo 2.7% del producto interno bruto en algunos de los casos.

Pero yo quisiera preguntarle, ¿este acuerdo por sí en qué monto contribuye a reducir las transferencias de recursos al exterior? Más aún, aceptado que el objetivo fue el de reducir las transferencias netas, objetivo que sería muy discutible con la otra afirmación que ha hecho usted mismo, de que el problema era el de un sobreendeudamiento porque incluso podrían reducirse las transferencias netas aumentando el endeudamiento.

Pero bien, aceptando que este acuerdo yo preguntaría por sí, en qué monto reduce las transferencias o en qué monto elimina el sobreendeudamiento al que usted se refiere en el segundo párrafo de la página nueve de su documento, y finalmente yo creo que hilando algunos acontecimientos recientes de manera especial los cambios drásticos en la reglamentación a la inversión extranjera, y esta nueva joya que nos entrega la prensa el día de hoy sobre el acuerdo fiscal para los sacadólares o la repatriación de capitales si se quiere hablar de manera más económica, nos hacen ver que las opiniones de algunos analistas de que la recuperación del crecimiento y de que lograr que las transferencias netas bajen a ese porcentaje, ¿van a requerir de un gran aumento en la inversión extranjera y van a requerir también de un aumento en la repatriación de capitales? Yo quisiera preguntarle, ¿en qué montos, tanto de inversión extranjera como en repatriación de capitales, asume usted esta reducción de las transferencias netas al exterior? Vuelvo a repetir, sólo para tener estos datos porque la mejor prueba para los supuestos de un economista o de un economista del gobierno mexicano, es el tiempo. A tiempo podremos ver si sus supuestos fueron objetivos o si también en ellos se cayó en las políticas equivocadas a las que usted ha hecho alusión en la mejor tradición de los políticos del sistema.

Autocrítica para atrás, pero muy poca autocrítica en los hechos actuales.

Y una última consideración política que no resisto la tentación de hacerla. Cuando se ha señalado la falta de participación del Poder Legislativo se ha hecho alusión a las facultades constitucionales, pero yo quisiera señalar que es también a la necesidad de haber generado un consenso de las fuerzas políticas para enfrentar el principal problema del país. Yo no sé ni me voy a atrever a explorar los caminos de qué tanta dureza tuvieron los acreedores o qué tanta firmeza tuvieron los negociadores mexicanos. Pero hay un hecho indudable: la forma en que se ha negociado, sin involucrar a las fuerzas políticas, sin buscar un consenso y apoyarse en la aspiración real de miles de mexicanos para reducir esa carga tan pesada de la deuda, se ha dejado de utilizar un capital político fundamental, es la aspiración del pueblo.

Podrá pensar usted que era un sueño reducir en la mitad la deuda mexicana, pero era un sueño compartido por millones de mexicanos. Hubo muchos mexicanos que no sólo han soñado, sino que han pensado en los cambios de este país, si no tuviéramos que comprometer 68 centavos de cada peso a los bancos acreedores. Todos podemos pensar en lo que lograríamos en materia de demandas insatisfechas de nuestro pueblo, en rezago de educación, en rezago de salud, en rezago de vivienda, en rezago de producción. Yo no sé qué tan duras son las negociaciones de la banca, pero le quiero decir que ese sueño de millones de mexicanos era una fuerza material, era una fuerza política para cualquier renegociación. Usted ha hablado de los efectos económicos de otra decisión, pero frente a un país con tantas carencias, frente a un país con tantas necesidades de crecimiento, creo que se ha quedado corto, usted y el equipo de negociadores en saber expresar, representar y defender, no sólo el sueño, no sólo la aspiración, sino una decisión política real de la mayoría del pueblo mexicano. En esa lucha, aunque hubiera sido con otro carácter, en esa lucha por logra recuperar el futuro del país, la mayoría de los mexicanos nos la hubiéramos jugado.

Yo no evalúo lo que usted puede evaluar acerca de sus contrincantes en su negociación, pero sí tengo la obligación de evaluar la actitud y la disposición del pueblo mexicano, frente al problema de la deuda ante tal, la conclusión política, desde mi punto de vista, es inevitable, se quedaron muy cortos de las aspiraciones y de las necesidades el pueblo mexicano. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Señor diputado Etienne, rechazo una vez más la imputación de que el titular del Ejecutivo haya invalidado funciones del Poder Legislativo.

Una vez más vuelvo a comentar que la fracción VIII del artículo 73 se refiere, a que es facultad del congreso da bases y que las bases están dadas en la Ley de Deuda Pública. Lo he explicado una y otra vez.

Para ir rápido, dice usted que en la página 11, se me olvidó a mi decir que había para otros años, cámbiele a la 8, diputado, por favor, ahí en el mismo discurso, donde se está hablando: "Por último, los bancos que escojan la tercera opción, aportarían a México, entre 1989 y 1992, recursos frescos por un 25% del valor nominal de la deuda que tengan en sus libros a esta fecha".

Ahí se está hablando de todos y cada uno de esos cuatro años. Primer punto.

Segundo punto. Fue distribuido con el detalle que usted quería, señor diputado, usted interesado en estas cosas y en la letra fina, que estoy de acuerdo con usted, es una de las cosas que estoy de acuerdo con usted, de que hay que tener mucho cuidado con ella, vea por favor el documento que se les entregó de letra fina, para que vean todas estas cosas.

Y en la página 20, si es tan amable, hay una grafiquita, donde explica cuánto es el primer año, cuánto es el segundo, cuánto es el tercero y cuánto es el cuarto.

Aparece en los textos, ¿si? En las garantías, déjeme decirle una cosa, la cifra que usted da, de un millón o de un millón trescientos, no señor diputado, los siete mil son de México. Dése cuenta que los siete mil son endeudamiento que tiene México con garantías, la única diferencia es la forma como se van entregando, cuáles se pueden entregar más rápido, cuáles después, aquí lo va a encontrar también; los siete mil es el boletín, creo que número 24, cuando asistí a la reunión de Madrid, para explicar que México obtenía como total siete mil millones de dólares de garantías.

La distribución en el tiempo de ellas las puede ver, cuáles pueden ser en enero, cuáles son que se van dando a lo largo de los desembolsos del fondo y del Banco Mundial.

Dice usted que yo omití, creo que eso dice, decir que en el caso de la recaptura del petróleo, era para dos opciones, y dice que quisiera ver el texto, etcétera, señor diputado, mi discurso que tiene usted a la mano podría ver la página 10, al final: "dicho aumento sería ponderado por la proporción de la deuda que participe en las opciones de reducción y tendría como tope máximo un rendimiento máximo de 3% anual".

Sí se está refiriendo ambas, a ambos bonos de reducción del servicio y de la deuda, no hay absolutamente nada que esconder.

Paso al punto número tres. Dice usted, señor diputado, que hay otras cosas que hemos omitido, hay muchas más de las que no he platicado aquí, no están en mi discurso, están en el documento anexo. Consideré que en el discurso más de 14 ó 15 cuartillas era excesivo, pero hay letra fina, en éste lo puede ver usted allí, cuestiones como, por ejemplo, el llamado représtamo, las cuestiones de facilidades de comercio internacional de mediano plazo, están todas esas opciones, se dan ejemplo, etcétera, allí tenemos todo.

Sobre lo multianual. Dice usted que en lo multianual se viola lo que de tope al endeudamiento, que se topa el artículo 2o., de la Ley de Ingresos. Como usted sabe, siempre que se tiene un convenio multianual, en el momento de su firma se dice que esto tendrá que ser, es decir, que es válido para el período en cuestión donde el Ejecutivo tiene facultades y que para los demás periodos será sujeto a la aprobación de la Cámara de Diputados o del Congreso de la Unión, en los casos que sea.

Siempre ha sido así, diputado: cuando se tiene un arreglo bianual o trianual, es decir, multianual, nada más se puede hacer fuerte para la negociación del primer año, las otras tienen que está autorizadas dentro de los montos que he señalado, del artículo 2o., de la Ley de Ingresos.

Habla usted de cuestiones con la de repatriación del capital. Efectivamente están sustentadas en el artículo 39 del Código Fiscal y se escogió la tasa máxima del impuesto sobre la renta para el proceso de simplificación administrativa. Como usted seguramente sabe y conoce, la tasa máxima del Impuesto sobre la Renta en personas físicas en 40% actualmente, y se toma exactamente de acuerdo al artículo 39 del Código Fiscal, las cuestiones de desvalorización entre las divisas y el peso mexicano, se toma la tasa del exterior, etcétera.

Último punto, las cifras que di de transferencias netas de recursos al exterior se refieren efectivamente, al conjunto de la negociación entre el fondo, el banco, el Club de París y la banca comercial.

En el caso del supuesto que estoy haciendo para llegar al 2.7% , es totalmente financiero, señor diputado, para su tranquilidad; incluye inversión extranjera y repatriación de capitales.

Tercero, lo estoy haciendo únicamente con flujos de entradas y salidas; no estoy tomando es absoluto que haya ni repatriación de capital ni inversión extranjera. Esa sería mi respuesta.

El C. Presidente: - Con derecho a réplica el diputado Etienne.

El C. diputado Pedro René Etienne Llano: - Yo simplemente para insistir que es un tema en donde las cuartillas no sobran y en donde tampoco sobraría para nosotros conocer el acuerdo. Yo he tenido que conseguir una copia en inglés y a lo mejor tuve algunos problemas de traducción; pero en cuanto a los recursos de garantía se establece que México aportará de sus propios recursos mil 315 millones, de los cuales mil serán de inmediato y 315 se podrán establecer con un crédito puente.

En cuanto a las otras omisiones, las retiro porque tengo a la vista la copia en ingles; pero creo que sería muy útil para todos nosotros que no dominamos el idioma, sobre todo cuando está lleno de términos técnicos, que pudiéramos conocer por parte del gobierno mexicano este documento en español, para poder evaluarlo, para poder conocerlo y para no atenernos a informaciones parciales.

Creo que sería muy saludable que esta representación, que los medios de comunicación, que el pueblo de México tuviera este documento.

Y, finalmente, yo creo que sus exposiciones han sido amplias, pero a mi en lo personal no me dan tranquilidad, máxime si los pronósticos económicos se parecen o tienen la misma base de apreciación que los pronósticos políticos.

Hace unos meses nada más, observamos cómo se pronosticaba 20 millones de votos para un candidato y la realidad fue dura. Espero que en materia económica no corramos la misma suerte, porque si fallan por más de la mitad los supuesto en el área económica, creo que vendrán días negros para todos los mexicanos.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Señor diputado, le vuelvo a reiterar: en el momento en que el documento sea contractual, en ese momento entregaremos una copia, ¿cuándo? Antes de que sea enviado a los bancos, eso lo he dicho; es la cuarta vez que lo repito y lo repito con gusto. Adicionalmente, le quiero decir que, usted dice que no le satisfacen las respuestas. Bien, está usted en su derecho. Yo lo que le he dicho, sentí que usted preguntó sobre repatriación de capitales de inversión extranjera quedó dicho. Quedó dicho del documento anexo que estamos entregando ahora, que no es contractual, pero donde están todas las cifras que lo puede ver. Quedó dicho del que los siete millones son de México y no nada más mil o mil trescientos; son siete millones los expliqué; dos provienen del endeudamiento con el Fondo Monetario; dos del endeudamiento con el Banco Mundial; dos con Japón y uno no es de préstamo, sino es del país. Esto es, de éste uno se tienen que sumar los otros seis. Son siete millones y el único problema es un problema técnico de cómo están distribuidos en el tiempo.

Si usted está muy interesado en saber cómo están distribuidos, cuánto hay del Banco Mundial en el mes 18, encantado, los podemos dar. Creí que no era útil, porque es una cuestión más para enterados y técnicos, pero no hay ningún problema se lo podemos dar; cómo están desfasados en el tiempo y cuáles van a venir del Banco Mundial, del Fondo Monetario, etcétera.

Creo que con esto y los comentarios donde sí quedaron claros, tanto en el documento que yo leí, como en el anexo, está esta cuestión de los recursos, donde se dice claramente que son multianuales, que son 4 años, son 7, 6, 6 y 6; está abierto, está abierto en la recaptura; la recaptura es para ambos tipos de bonos; bajo qué condiciones es, no es el 30% diputado, usted lo dijo; es el 30% multiplicado por un factor de corrección menor a la unidad o sea que se achica; solamente de aquellos que entren a los bonos de reducción del principal y reducción del servicio.

Puse un ejemplo en que dije: Si entraran 80% sería, 8 por .3 eso daba .24. Puse otro ejemplo que dije: .7 por .3 da .21. En todos me referí a los dos. No hay nada que esconder en esto. Diputado Etienne. Gracias.

El C. Presidente: - Tiene el uso de la palabra el senador Netzahualcóyotl de la Vega.

El C. senador Netzahualcóyotl de la Vega García: - Con su permiso señor presidente. Señor Secretario de Hacienda, el movimiento obrero organizado ha estado pendiente del proceso de la renegociación de la deuda externa de nuestro país. Y considero que frente a la rigidez, incomprensión y actitudes de usura de la banca privada internacional, México ha conservado una actitud serena y firme y ha esgrimido argumentos que han despertado simpatía de la inmensa mayoría de los gobierno del mundo.

Por esto México, una vez más, abre brecha y sus logros son ejemplo que buscan seguir otros pueblos fuertemente endeudados.

No dudamos en afirmar, señor Secretario, que la reciente negociación de México, es la mejor que se ha podido lograr en la historia financiera mundial moderna. Por eso vemos que esto no es suficiente, que se requiere aún de mucho más para que México recupere la senda del verdadero desarrollo económico. Sabemos así mismo, que es vital no caer en triunfalismo: ¡es cierto! pero tenemos que valorar en términos justos lo mucho que hemos avanzado.

Señor Secretario, desde su toma de posesión el señor presidente Carlos Salinas de Gortari, estableció como premisa que el país no volvería a crecer de manera duradera si seguimos transfiriendo al exterior cada año el 5% del producto nacional. Y fijó como parte de la estrategia para volver a crecer, la negociación de la deuda externa, abatiendo la transferencia neta de recursos al exterior; reduciendo en su valor la deuda histórica acumulado; asegurando que los recursos nuevos se obtengan evitando las negociaciones anuales y disminuyendo durante su administración el valor de la deuda.

El movimiento obrero considera que en la renegociación usted Secretario de Hacienda, ha cumplido cabalmente con la instrucción del Presidente Salinas.

Pensamos que la clave de la renegociación está en la disminución de la transferencia de recursos al exterior, que ello de por sí significa liberar recursos del pago de la deuda externa para aplicarlo al desarrollo económico del país en su sentido más amplio.

¿Podría usted señor Secretario abundar sobre este asunto?, concretamente: ¿en cuántos años lograremos este objetivo fundamental?

Para finalizar y aun a riesgo de parecer reiterativo, estoy desde luego tomando en consideración su respuesta a una pregunta anterior, pero pretendo plantear a usted dos interrogantes sencillas, pero vitales que formulan sobre todo nuestros compañeros trabajadores del movimiento obrero.

¿Cómo y cuánto se irá restituyendo gradualmente el bienestar de la población sujeta al verdadero sacrificio que implican siete años de severa crisis?, seguramente no será una respuesta fácil señor Secretario, pero esa es la pregunta que se hacen todos los trabajadores, y una más.

¿Qué debe esperar el ama de casa, qué debe esperar el campesino, qué debe esperar el obrero, qué deben esperar los grupos populares, que no entienden de cosas técnicas, que no entienden de palabras que se manejan en el mundo financiero, pero qué deben esperar como resultados concretos de esta renegociación de la deuda?, ¿y qué deben esperar y cuándo podrán empezar a sentir los efectos positivos que todos esperamos?

Son seguramente señor preguntas sencillas, pero son las preguntas que se hace el pueblo, son las preguntas que esperan contestación para tener realmente una esperanza franca y abierta en cuánto mejorará su situación económica. Gracias señor secretario.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Muchas gracias señor senador ... señor senador, usted me pregunta del alcance de esta negociación hacia futuro y el papel de la política económica hacia futuro, que es obviamente la discusión central hacia adelante.

Yo creo señor senador que esta renegociación puede verse como el haber quitado ese limitante fundamental que era el endeudamiento excesivo para volver a crecer; pero yo quisiera enfatizar señor senador, que con la simple negociación no se tiene asegurado el retorno al crecimiento económico sostenido, definitivamente no es así, es una condición necesaria pero no es una condición suficiente; el logro de la renegociación es quitar esa condición necesaria para volver a crecer, pero le repito señor senador y lo creo firmemente, simplemente el hecho de la renegociación no garantiza un crecimiento económico sostenido, eso tiene que venir acompañando esta renegociación una serie de políticas financieras, comerciales, laborales, etcétera, donde podamos retomar aumentos sostenidos en productividad que impliquen crecimientos sostenidos en la actividad económica, en los salarios reales y del empleo.

Quiero enfatizarlo porque si no fuese así, entonces si diría una bien, está asegurado el crecimiento económico de México, ya con esto está asegurado, ¡no! hemos quitado uno de los obstáculos principales a él, es la condición ya la tenemos, pero no tenemos las condiciones suficientes y ahí es donde vamos a tener que perseverar en política monetaria, en política financiera, en política fiscal, etcétera.

Veamos que problemas de productividad tenemos, revisemos los instrumentos más importantes de política económica, quizá valdría la pena comentar uno cuya atribución corresponde a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que es la política tributaria y la política fiscal y ahí, por ejemplo, un caso muy concreto ha sido el inicio de la lucha contra la evasión fiscal, como usted sabe señor senador, la única manera en la que el país va a poder tener tasas de impuestos en personas físicas y en personas morales a nivel

internacional, es decir, ir disminuyendo las altas tasas impositivas que tenemos el día de hoy, es mediante una ampliación de la base gravable, y eso se va a hacer, entre otras medidas, solamente a través del combate decidido y frontal a la evasión.

¿Cuántos recursos hemos perdido por evasión?, ¿cuánta productividad se pierde por evasión?, esas son las políticas centrales a las que vamos a tener que dedicar todo nuestro tiempo y todo nuestro esfuerzo para complementar la política económica y así volver a crecer.

Déjeme ponerle algo más dramático señor senador. La negociación de la deuda externa en su conjunto, es cierto, nos da esa condición necesaria para volver a crecer, pero si somos justos y la ponemos en comparación a problemas reales y estructurales que se han gestado en los últimos años, realmente nos damos cuenta cuál es su real dimensión. Pensemos nada más en esto, los ahorros que tendremos son más o menos semejantes a lo que ha perdido en la parte externa el sector agropecuario del país en los últimos 15 años. Ahí es donde están los verdaderos problemas del desarrollo.

Esto era simplemente una especie de cuello de botella, era una condición necesaria que estrangulaba la solución de otros problemas, era muy importante por eso, sí, lo logrado es importante, sí, pero pongámoslo en su justa dimensión, con políticas agropecuarias cerradas, con políticas industriales equivocadas, con indisciplina fiscal o monetaria no hay negociación, y ciertamente esto no, que garantice el crecimiento económico sostenido y el incremento en el nivel de vida bajo esas circunstancias. Eso, esta negociación no lo puede garantizar, no lo puede dar, permite ¡sí!, volver a crecer, crear las condiciones para volver a crecer, pero las otras políticas tendrán que estar ahí senador, sin ellas sería mentir, decir que esta negociación garantiza desarrollo, no es así. Gracias.

El C. Presidente: - Tiene la palabra el diputado Gerardo Medina del Partido Acción Nacional.

El C. diputado Gerardo Medina Valdez: - Señor Secretario, permítame una aclaración en el sentido, yo tampoco soy economista, ni siquiera abogado, de manera que yo le pido a usted que no sea áspero conmigo. Escúcheme con buena voluntad que no es en última instancia, más que el deseo de comprender al interlocutor.

No vamos a discutir si ésta es una invitación o comparecencia, porque al fin y al cabo el resultado es el mismo, y el folleto en donde viene su discurso no trae fe en erratas y dice comparecencia, pero eso es insignificante.

También nos parece positivo que usted señor Secretario, no esté eufórico, que esté simplemente contento, los eufóricos son los que vienen con usted: excepto, debo aclararlo, el señor licenciado Antonio Ortíz Mena, que guardó compostura, tenía una actitud bastante sobria. Creo que ya se retiró, pero los demás definitivamente sí estaban eufóricos.

Entro en materia, y también permítame anticiparle que esta sería la cuarta oportunidad en que se tratara un tema cuyas respuestas al mismo de parte de usted a mí no me han satisfecho, y si otros han repetido tanto, pues discúlpeme también esta repetición.

Horas después de que estalló como un cohete de luces, hermosos y fugaz la noticia de que de hecho, así se hizo entender, de que el angustioso problema de la deuda externa había quedado resuelto, gracias fundamentalmente, fundamental es el adjetivo que usó el Presidente Salinas, a sus entrevistas en París con diversos personajes.

Horas después digo, el Presidente instó a no volver a incurrir en acciones como las que nos llevaron a esta situación; decir no volver nunca a caer en el gravísimo error de endeudamiento como los que pesan o pesaban hasta el domingo antes de ese discurso presidencial sobre las espaldas de una gran mayoría del pueblo mexicano, especialmente aquél que carece incluso de la hipotética defensa de organizaciones gremiales a través de contratos colectivos.

Este reconocimiento del Presidente de que se cometieron errores, y reiterando constantemente sin mencionar responsables concretos a lo largo de casi 18 años, lleva, vanidad aparte señor Secretario, a dar la razón al Partido Acción Nacional y a quienes en distintas oportunidades encendieron las luces, ámbar, como dijo en alguna ocasión el diputado Juan José Hinojosa, concretamente cuando variaron hacia abajo los precios del petróleo, para prevenir el peligro en que se estaba colocando el país.

Será interesante conocer su opinión sobre si señalar un riesgo lógico, evidente, es ayudar o es estorbar. Si desde la cumbre del sistema solo se entiende por ayudar el participar directamente en proyectos y acciones, sería necesario, en nuestra opinión, abrir el gobierno a la participación efectiva de miembros de la oposición; en tanto esto no suceda no es lícito acusar a la oposición, a algunos de la oposición, como un estorbo, y elogiar a otros "algunos" como sensatos, y

mucho menos sin poner nombres apellidos o siglas de los que se consideran estorbos y a los que se consideran sensatos.

El saco fue tan grande que en él, en nuestra opinión, cupieron hasta funcionarios del actual gobierno, y no se diga de los anteriores.

Es obvio señor Secretario de Hacienda y Crédito Público, y cabeza del equipo de renegociantes, que como lo ha venido señalando el Partido Acción Nacional desde hace muchos años, que México no habría caído en este "bache" el término no es nuestro, es término presidencial, claro, de otras épocas, si el Congreso, si la Cámara de Diputados, o más precisamente la mayoría numérica que decide las votaciones, no hubieran usado la Constitución como papel para otros usos, en lo que hace a la obtención de financiamientos foráneos.

En efecto, usted ha hablado sobre esto, pero le repito, en mi opinión, de manera insatisfactoria. La fracción VIII del 73 constitucional establece que el congreso tiene la facultad: "Para dar bases sobre las cuales, el Ejecutivo pueda lograr empréstitos y para reconocer y mandar pagar la deuda nacional".

Hasta ahora, creo que sus facultades son las de mandar pagar. Pero esas bases no pueden ser las que arbitrariamente disponga la mayoría numérica o el Ejecutivo en cada ocasión, sino que la Constitución en ese mismo artículo establece las características, las condiciones a que deben sujetarse los empréstitos, condiciones que no pueden contradecir ninguna ley secundaria, en este caso la de la deuda pública.

En opinión nuestra, es clarísima la norma y en consecuencia, empréstito que no fuera a producir "un incremento en los ingresos públicos", nunca debió haber sido aprobado por el congreso, porque si hubiera incrementado los ingresos públicos, como los dice la Constitución, el desarrollo no se habría interrumpido tan abruptamente y durante tanto tiempo.

Si por contra los empréstitos que entre 1970 y 1976 fueron de 4 mil a 20 mil millones de dólares y de 1976 a 1982 de 20 mil a 87 mil millones de dólares, más lo que entre 1982 y 1988 pusieron los emisarios del reciente pasado, fueron aprobados, debe suponerse, exclusivamente con propósitos de regularización monetaria, para operaciones de conversiones y que se contrataron durante alguna emergencia definida por el Presidente en los términos del artículo 29. Y da la casualidad, señor Secretario, que este artículo 29 aclara cuáles son esas emergencias: invasión, perturbación grave de la paz pública o de cualquier otro que ponga en peligro o conflicto a la sociedad.

Y nosotros no sabemos, señor Secretario, en dónde y en qué momento sucedió una invasión del territorio nacional, cuándo ocurrió la perturbación que pusiera en grave peligro o conflicto a la sociedad mexicana. Hubo, es cierto, un sismo en septiembre de 1985, pero salvo opinión mejor fundada, nosotros no recordamos que cada año hubiera habido un sismo de intensidad de siete grados en la escala de mercali.

Si no se está de acuerdo en los términos en que restringe la Constitución los empréstitos, solamente hay dos caminos: o se modifica la Constitución o se respeta.

La llamada del Presidente a no cometer los mismos pasados recientes errores, qué significa en concreto, ¿qué el Ejecutivo va a aprobar, en cada caso, que los empréstitos cuya aprobación solicita se sujetan efectivamente a lo dispuesto por la Constitución?

O será, como lo ha propuesto el Partido Acción Nacional, modificar la Ley de Deuda Pública de manera que no haya fisuras por las cuales se escape la responsabilidad del Ejecutivo y del Congreso de la Unión.

O bien, eternizar a los negociadores, tenemos ya especialistas con siete años de prácticas, con felicidad para los acreedores que a nivel internacional o interno medran, ése es su negocio, de los intereses. O como en otras ocasiones, pasado el susto, volveremos a lo mismo, porque al fin y al cabo hemos visto reiteradas reencarnaciones de los Luises de Francia desde luego con sus irresponsables: el estado soy yo, y "después de mí el diluvio", francés que traducidas del francés al mexicano quedan en aquello de que, "el que venga atrás arree", que otra generación y otras generaciones vean cómo pagan o cómo renegocian.

En nuestra opinión, señor Secretario, el problema crucial de este proceso, es la integración del Poder Legislativo. Para nosotros la única respuesta podría ser transformar substancialmente la integración del Poder Legislativo, a que realmente representativo del pueblo mediante elecciones transparentes y no apéndices del Ejecutivo.

¿Qué garantía ofrece el gobierno y usted nos pudiera comentar aquí de que efectivamente no va a suceder como en otras ocasiones que se repitan los mismos errores? Todos recordamos, señor Secretario, haber escuchado a otros presidentes prometer lo mismo y mire usted en dónde y cómo

estamos por no aprender de nuestros errores corremos el seguro riesgo de volver a incurrir en ello.

Sus comentarios serán bienvenidos.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Como no, con mucho gusto, señor diputado Gerardo Medina. Diputado usted me pide mi opinión y bueno, en mi opinión, es que yo comparto con ustedes que el legislativo fije el monto máximo de endeudamiento. Yo esa opinión la tengo y creo que es correcta.

Eso no quiere decir que se tiene que revisar crédito por crédito, sino que se fije el monto global y se dan las bases para la contratación de economía moderna, etcétera. Bien, esa es la primera opinión que se quería, esa es mi opinión. Yo creo que es muy bueno que el monto total del endeudamiento sea fijado por la Cámara de Diputados, es mi opinión.

Segundo, creo que además de tener eso, es muy importante tener la obligación el Ejecutivo de enviar los informes trimestrales y que los diputados los revisen para ver cómo se han cumplido los montos autorizados anuales.

Yo creo que es parte de la modernización fundamental el tener la información trimestral, si el Ejecutivo no entrega los informes trimestrales entonces ya hay un problema serio ahí porque no puede haber focos "ámbar", los llamaba usted, porque a lo mejor ya es después de un problema.

Yo creo que esto ha sido una buen práctica, creo que llevamos cuatro años con ella, y creo que es buena la práctica, se tiene que entregar los informes trimestrales, la Cámara los debe de revisar, yo estaba un poco preocupado por algunos comentarios, del último, que parece ser que algunos no habían leído, visto o estudiado, pero yo creo que es muy importante. El próximo 15 de agosto nos toca enviar el siguiente informe.

Recuerde usted el decreto aprobatorio del presupuesto y la Ley de Ingresos dice que: terminados 45 días después del trimestre tenemos que entregar los informes trimestrales.

Por ejemplo, en Hacienda o en Programación el día 10 después del trimestre, en este caso sería el 10 de agosto, dentro de ocho días, se tiene que empezar a trabajar rápidamente entre las dos secretarías, el de finanzas públicas es conjunto, y luego Hacienda envía únicamente el de deuda, pero tiene que estar amarrado con la parte Finanzas Públicas con las cifras del Banco de México, yo creo que es muy importante.

Yo creo que es muy importante que la Cámara de Diputados fije ese monto anual de endeudamiento, y creo que es muy importante que el Ejecutivo cada trimestre informe para que se tenga el Poder Legislativo, ene este caso, a la Cámara de Diputados, en algunos otros casos al Congreso de la Unión, enterada de la evolución.

Yo creo en eso, creo que es bueno, creo que es bueno para el Ejecutivo, creo que es bueno para el Legislativo, creo que es bueno para el país. Es mi opinión personal.

Después tocó usted otro tema, sí, señor diputado, es cierto, en el artículo 73 fracción VIII de la Constitución, se habla de las tres cosas que usted hizo mención y una de ellas es la de conversión, que es muy relevante con respecto a la negociación con la banca que he venido describiendo o tratado de describir con todo detalle el día de hoy, Ahí por ejemplo la emisión de bonos nuevos para sustituir deuda vieja, deuda histórica con descuento o con la tasa de interés reducida, es exactamente uno de los ejemplos de conversión. Así es, señor diputado, esos son mis comentarios.

El C. Presidente: - En su réplica el diputado Medina.

El C. diputado Gerardo Medina Valdez: - Señor Secretario, yo quisiera aprovechar estos últimos cinco minutos para plantear algunos otros aspectos que consideramos importantes. Dice usted que el primerísimo mérito en este proceso de renegociación es el del pueblo de México. En eso estamos de acuerdo, es el mérito de un pueblo cuyo aguante y cuya paciencia han sido puestos reiteradamente a prueba y que asombra comprobar cómo en otros países Venezuela por ejemplo por hechos aparentemente menores, la gente se ha volcado a las calles y ha habido necesidad de prácticamente imponer una ley marcial para frenar esto que pudiera considerarse desquite social de pueblos oprimidos: sobre todo en México en donde el pueblo realmente nunca ha sido esa es mi opinión, discutible seguramente para usted o rechazable, tomando en cuenta para definir estas políticas.

Ahora bien, entre los compromisos que contrajo México para convencer a los acreedores de que había aquí voluntad real para hacer rectificaciones de fondo, estructurales, está el de la reducción de paraestatales, bajar la obesidad del Estado mexicano como se dijo, y sanear la economía nacional. Pensamos que ni potencialmente y lo vamos a ver en los próximos meses del gobierno podrá disponer de una mayor cantidad de recursos públicos, ya sea por baja en los intereses o por

dólares frescos. Mi pregunta es, señor secretario: ¿frenará este horizonte que se abre el proceso de adelgazamiento del Estado para ir abandonando rubros que evidentemente no tienen nada que ver con la administración pública? Y mientras tanto, puesto que se ha negado en principio a convocar a una reducción del gasto público, esta negativa que nos parece a nosotros precipitada, significa que la reducción del gasto oneroso en paraestatales incosteables, verdaderos barriles sin fondo, ha permitido disponer los recursos extras para enfrentar con menos angustias el escaso gasto público. No sé si la apreciación sea correcta. Podríamos estimar, ya que se desecha la posibilidad de revisar la política económica en esta nueva situación, ¿podríamos saber cuánto se ha recuperado en este proceso de adelgazamiento del Estado mexicano?

Y finalmente, señor Secretario, se informó que en vísperas de llegar a un arreglo con el comité de bancos, como una forma de presión concreta el gobierno mexicano dispuso sacar todos los depósitos de México en Estados Unidos de América, para evitar que en caso de tener que decidirse la suspensión de pagos, llámese como se llame, no sucediera a México lo mismo que pasó, me parece que con el Ecuador. ¿Cuál fue el monto de esos recursos mexicanos llevados de la banca de Estados Unidos de América a la banca de Japón y a alguna otra? Ya en marcha hubo un convenio, aunque aún no esté asentado en documentos, ¿devolvió el gobierno mexicano los depósitos de Estados Unidos de América que había transferido a los bancos de Japón o los mantienen fuera de la banca norteamericana por aquello de las dudas?

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Señor diputado Medina; el primer punto, no hay ningún compromiso. Yo quisiera aquí ser muy enfático, no hay ningún compromiso ni con el Fondo Monetario, ni con el Banco Mundial, ni con el Club de París, ni en la negociación con la banca sobre ninguna cuestión específica del sector paraestatal.

Lo que hay con el Fondo Monetario, eso sí lo hay y está en la Carta de Intención, en la obligación de cumplir estrictamente con el Presupuesto de Egresos de la Federación autorizado, es todo; pero la distribución de él, el cómo se hace todo eso es una cuestión que no tiene que ver con ningún compromiso de tipo internacional, pero sí lo dijimos en la Carta de Intención y lo repito ahora, el compromiso con el Fondo Monetario Internacional es el estricto cumplimiento del Presupuesto de Egresos de la Federación autorizado por la Cámara de Diputados, eso sí es cierto.

Bien, respecto a los rezagos internacionales, como usted sabe, nosotros, el Banco de México nada más da en muy pocas ocasiones las cifras de reservas, es una práctica seguida en todo país que tenga una banca central seria, como afortunadamente tenemos nosotros y por tanto yo no voy a comentar ninguna cuestión de cifras, pero si le quiero decir algo; en la negociación como se ha dicho, hay momento tensos y momentos muy intensos. Hay quizá hasta momentos en ocasiones desagradables pero es normal en toda negociación. Lo importante es que las reservas están ahora donde debían de estar y es un tema que simplemente ya no existe.

Eso sería mi respuesta, señor diputado. Gracias.

El C. Presidente: - Se concede el uso de la palabra a la senadora Ifigenia Martínez Hernández.

La C. senadora Ifigenia Martínez Hernández: - Gracias señor presidente. Señor Secretario de Hacienda, quiero en primer término manifestarle que siendo una de las últimas en preguntar, y en cuestionarlo, pues buena parte de las dudas que yo tenía han sido aclaradas y creo que he comprendido, o hemos comprendido, me parece haber comprendido el sentido de la renegociación y el alivio que se espera tener al disminuir la transferencia neta de recursos posponiendo el pago del principal en las tres opciones en la primera y la segunda por 30 años y en la tercera por 15 años; sin embargo continuarán pagándose los intereses aun cuando entendí que en la tercera opción habría un período de gracia por siete años; esto y los nuevos préstamos que se conseguirán tanto de aquellos acreedores que acepten la tercera opción y que están limitados a un 25% como de los que proporcionen las instituciones financieras y los gobiernos permitirán reducir la transferencia neta de recursos del 6.3% al 2.7% del producto interno bruto como usted lo ha señalado. Claro que son estimaciones puesto que no se puede saber con certidumbre pero considero que las estimaciones están bien hechas.

Lo que sí es indudable es que continuará existiendo la deuda externa y que continuaremos pagando la carga de la deuda, en este caso representada por los intereses.

Por lo tanto continuará también saliendo el ahorro interno y todavía no será posible precisar en cuánto crecerá la economía.

Quiero también decirle, señor Secretario, que hay algunas cosas, algunas cuestiones de hecho a las que no me voy a referir porque no tiene caso, yo acepto las cifras, usted está muchísimo más

empapado en esto, nosotros que en parte leemos las noticias de la Prensa, de las revistas que se nos dan que no dejan de ser incompletas. Por lo tanto, aprovecho la ocasión para pedirle que si fuera tan gentil de ordenar que se nos dieran los cuadros donde están los cálculos estimados anualmente sobre la transferencia neta de recursos.

También quisiera decirle que hay algunas cuestiones de suma importancia en las que ya hay un acuerdo, hay un consenso entre los diferentes puntos de vista, los que ahora presenta la administración del licenciado Salinas y las que sostienen la oposición, pero que hay algunos otros en donde creo muy difícil que haya acuerdo porque pues se trata de diferentes ópticas. Hemos hecho todo lo posible por comprender las de usted, y en el curso de mis preguntas o de mi exposición me referiré también a algunas de las que nosotros venimos sustentando.

El acuerdo presenta un avance, me parece. Reconoce, así sea indirectamente, la incapacidad del gobierno de México para cubrir sus adeudos con el exterior en los términos convenidos una y otra vez en las anteriores renegociaciones. Sin embargo nos parece que un acuerdo realista debe haber partido del hecho de que el gobierno federal tiene una situación de insolvencia con el exterior, debido a que los ingresos por divisas que genera la economía no alcanzan para financiar las necesidades prioritarias del desarrollo y pagar el servicio del sobreendeudamiento. El sobreendeudamiento se ha tratado de reducir; sin embargo no sabemos qué criterios se utilizaron para calificarlo así primero, y pues ahí puede haber, como usted comprenderá, fácilmente discrepancias.

De cualquier forma, lo más conveniente para todos, para todos es decir incluyendo la Comunidad Financiera Internacional, la Comunidad Mundial, los países de América Latina y, desde luego, nuestro pueblo, es que el gobierno federal recupere su calidad de sujeto de crédito, dando prioridad al crecimiento, posponiendo el pago de deuda, reducida a sus justas dimensiones; la situación de grave estancamiento y regresión de los niveles de vida. Como usted sabe, se calcula que la disminución en el producto interno bruto por habitante fue del 14%, que arrastró nuestro país por siete años, así sea que en este año se note una recuperación, que esperamos no sea pasajera, como se ha notado en otras, porque yo coincido con usted que nuestra economía tiene una enorme potencialidad de crecimiento, no voy a decir una enorme, pero digamos un crecimiento del 5%, 6% y 7%. Esta situación de estancamiento que arrastra el país por siete años debería haberse resuelto y así lo esperábamos todos y quizá de aquí que nos sintiéramos un poco desanimados en definitiva, de haberse resuelto en definitiva, declarando el gobierno en ejercicio de su soberanía su incapacidad de pago con el exterior y obligando a reconocer a las instituciones acreedoras privadas del exterior las pérdidas resultantes en los créditos concedidos, muchos de ellos sobre bases inconstitucionales, en el sentido que fueron dados no para generar, como lo exige la Constitución, los ingresos necesarios aquí en diversas para cubrir su servicio.

Resulta comprometedor para el país haber aceptado la nueva deuda reconvertida en bonos por un período de 30 años, o sea, hasta el año 2020, con este saldo por el pago de intereses que incide por lógica económica, no en el gobierno deudor, sino en las clases trabajadoras y la población en general como lo hemos visto y que se ha calificado como un mal ejemplo para los otros países deudores del tercer mundo. Por tanto, no pierde vigencia la propuesta que hizo una y otra vez y que ha hecho una y otra vez el Partido de la Revolución Democrática. En lugar de continuar con las incertidumbres e indefiniciones actuales sobre los montos, a nuestro parecer, aun excesivos de pagos al exterior, hay que proceder a la suspensión de pagos hasta que la economía se recupere plenamente del estancamiento en que la ha sumido, desde hace siete años, el mal manejo de la deuda.

Nosotros considerábamos que el haber adoptado el programa de ajuste, o un programa de ajuste del Fondo Monetario Internacional, así se haya originado aquí en México uno similar, tuvo como consecuencia el estancamiento de la economía, tuvo como consecuencia la pauperización de la población, ya que el cambio estructural que se ha venido gestado, a nuestro modo de ver, no representa un avance definitivo como lo muestra el hecho de que el superávit de la balanza de pagos, prácticamente ya desapareció, como lo demuestra el hecho de que habiéndose recuperado la reserva internacional, hasta un monto de 14 ó 16 mil millones de dólares, no sé cuánto se volvió a perder hace unos cuantos meses y llegó a un nivel muy bajo, como lo demuestra también el hecho de que no se recuperado la inversión nacional.

Y, por lo tanto, nosotros consideramos que el programa en sí, durante los pasados seis años, fue un fracaso, en este sentido.

Desde luego aumentaron las exportaciones no petroleras, pero fue a costa del mercado interno, puesto que no habiendo aumentado el Producto Interno Bruto en todo el período, el aumento a las exportaciones obviamente tuvo que ser a costa del

desplome de la inversión nacional y del consumo nacional.

Por lo tanto, el Partido de la Revolución Democrática, ha propuesto mantener la suspensión de pagos hasta que se aceptara una reconvención de la deuda nominal a su valor real.

Aquí viene otra pregunta, ¿cuál es el valor real? Puede estimarse que sea del 30 ó 35%, es decir, un descuento del 70, 65% sobre su valor nominal. Y que se acuerden modalidades de pago, compatibles con un crecimiento satisfactorio de la economía mexicana.

El alegato oficial objeta lo que llama una confrontación, cuando en verdad para nosotros, se trata de un ejercicio de soberanía que implica su unilateralidad inicial, ya que desde 1982 hasta la actual renegociación se ha seguido la óptica de la banca acreedora y no como debió ser del interés nacional genuino.

Tomando este paso lógico y tarde o temprano ineludible por parte del gobierno de México, así sea dentro de cinco o seis años, la negociación subsecuente sería más fácil y realista.

Nosotros nunca hemos hablado de moratoria, nos parece que la moratoria es un acto obligado, incluso creemos que ha estado el gobierno muy cerca de declarar la moratoria, y según leímos en la Presa, el domingo, parece, o el sábado hubo el peligro que así se declarara; por eso es que en previsión el gobierno pasó sus depósitos a otra banca.

La moratoria entonces, es un acto de desesperación. Nosotros hemos pedido suspensión de pago, y el momento oportuno de haberlo hecho, en nuestra opinión fue cuando se habían recuperado las reservas para poder así tener un margen, para precisamente enfrentarse a todas estas contingencias que usted mencionó y con las cuales de acuerdo.

Pero no creemos que sean insuperables, también en esto coincidimos en que los peligros de una suspensión de pagos, no están tanto en el exterior, en eso estamos de acuerdo y, desde luego en el interior habría que tomar una serie de medidas complementarias, puesto que una medida de esta gravedad no puede por ningún motivo contemplarse sola, habría que preparar un paquete, pero no nos parece insuperable.

El país lo que si, en lo que si también, creo que convenimos es que el país ya no puede tolerar la sangría del ahorro nacional. Nosotros ganamos divisas, tan las ganamos que hemos sido exportadores netos de capital durante seis años, y las ganamos muy duramente con los recursos propiedad de la nación, la exportación de hidrocarburos y con el trabajo de los mexicanos, subvaluado y puesto en el nivel de ser uno de los más bajos del mundo, incorporados en las exportaciones.

Este esfuerzo debe utilizarse para financiar la recuperación económica, tan largamente pospuesta una y otra vez.

Las ventajas de esta decisión, es decir, de financiar nuestra recuperación con recursos propios que existen y sin acudir al endeudamiento, son varias; tendríamos por resultado un mayor volumen de comercio internacional, ya que no es una propuesta eutárquica ni mucho menos, sino también mayores inversiones nacionales y extranjeros y podríamos seleccionar aquellas que más nos convinieran, y también es la mejor manera de propiciar el retorno de capitales al país.

Porque, ¿cómo van a venir los capitales al país, ya sea nacionales o extranjeros, si es un país en recesión, con inflación, con devaluación permanente y, en fin, todos los males que seguramente usted acepta y de los que hay que salir?

Creo sinceramente que la firme decisión, es decir, reducir la deuda a su valor real y pagarla de acuerdo con modalidades que tendrían una prioridad secundaria a la de la recuperación, encontraría la compresión y el respeto de la comunidad internacional y demostraría que la modernidad ha llegado al sistema político mexicano, en donde una cúpula de funcionarios designados no debe ni pueden ya gobernar el destino de 86 millones de mexicanos, sin tomar en cuenta la voluntad de la mayoría de ellos expresada por sus legítimos representantes en el Congreso de la Unión.

En esto me uno a mis compañeros legisladores que han hablado sobre que es necesario que el Congreso revise los convenios de crédito y en que la ley de Deuda Externa aparece como un documento insuficiente y subsidiario a la Constitución.

No voy a preguntarle, señor Secretario, porque se subordinó la obligación constitucional del gobierno, de proveer un sistema que permita el constante mejoramiento material y cultural del pueblo y que durante 50 años creó riqueza, de manera que cada gobierno entregó un país más rico que el recibió, porque esto es de la anterior administración; pero si le voy a preguntar a usted, ¿por qué cosa ahora la recuperación se ha pospuesto, hasta no haber enfrentado primero los intereses de la banca internacional acreedora?

Porque la realidad conocida en las sucesivas renegociaciones, de no tener capacidad de pago para cumplir con las obligaciones en los términos originalmente convenidos en cada renegociación, no se ha llevado a su lógica consecuencia de lograr una reducción sustancial del principal suspendiendo los pagos; ¿ha sido por temor o por falta de convicción?

Las ventajas de esta alternativa son evidentes: Se dejan de causar interés y esto y el capital pueden reducirse en la mesa de las negociaciones, de unas negociaciones que, a nuestro modo de ver, deberían de ser hechas aquí en la casa del deudor soberano, a la capacidad real de pago de este deudor soberano.

México ha sido un país de vanguardia en los problemas internacionales; fue un país de vanguardia en la expropiación del petróleo, en la reconversión, de su deuda externa también, en términos justos y realistas, en dos ocasiones; ha habido, como usted lo sabe, dos grandes reconversiones en la historia de México: La de Porfirio Díaz, hecha por Manuel Dublán, como su Secretario de Hacienda, donde se logró una quita del 37% inicial y después se recompró la deuda reconvertida con un descuento del 40%, de manera que la deuda se liquidó de un año a otro; lo mismo también en el caso de las conversiones efectuadas por el gobierno del general Manuel Ávila Camacho y por el secretario de Hacienda, Eduardo Suárez, en donde, como usted sabe, hubo una quita de principal de cerca del 90% y una quita de intereses del 99%, de manera que la deuda quedó a una dimensión en donde pudo pagarse incluso por anticipado.

El licenciado Suárez, me parece, por ahí se relata en algunas memorias que para sentarse a la mesa de las negociaciones puso como primera condición que fuera hecha sobre bases realistas y no sobre el valor nominal de la misma; que era absurdo cercano a los mil millones de dólares.

Entonces , ¿por qué no puede el país?, ésa es otra pregunta, creo que ya se la hice, pero se la voy a repetir: ¿por qué no puede el país fincar su crecimiento en la movilización de sus recursos internos y dejar de estar siendo sujetos de crédito internacional, de la banca privada o de lo que no nos convenga?; eso no quiere decir que yo esté aquí repudiando la membresía al Banco Mundial o al Fondo Monetario Internacional. Pero si quiero hacer la siguiente consideración.

¿No estima usted, señor Secretario, ésta sería mi tercera pregunta que las cláusulas de condicionalidad que exige el Fondo Monetario Internacional y ahora el Banco Mundial, para otorgar créditos a los países miembros necesitados, lastima la dignidad y soberanía nacionales?

¿Por qué no se ha podido o no se ha hecho ninguna campaña para modificar el poder de votación del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, en donde como usted sabe, cinco países contraen el 44.5% del voto sobre la base de cuotas que ellos mismos se fijaron, dejando al resto de los miembros de los 125 países el poder de votación restante?

¿No considera usted que hay una gran asimetría entre el trato que se le da al deudor mayor del mundo que es Estados Unidos, que puede pagar su deuda en su propia moneda y el que se le da a los países muy altamente endeudados como el nuestro? ¿Qué acaso el Banco Mundial y el fondo no respondieron al requerimiento de lograr el vínculo, que precisamente hubiera evitado el problema de la deuda externa, ya que trataba de vincular los déficits de balanza de pago que se tenía con mayores facilidades de crédito a tasa y condiciones convenientes?

Lo mismo en la cuestión de lo del fondo. ¿Por qué no se ha hecho nada por promover que se establezca este fondo, aunque claro, los pasos que ahora se han dado, pues pueden encaminarse en esta dirección? Ojalá que sea lo más rápidamente posible, de tener un fondo, que además no le costaría a nadie, porque podría ser alimentado con derechos especiales de giro y no sería inflacionario porque hay capacidad ociosa y seguramente la habrá más en el caso de que haya una leve recesión.

Por último señor secretario, yo quisiera decirle que sí nos preocupa a los legisladores, que se pueda lesionar la Constitución; en el caso de que se ha comprometido ya aumentar el pago de intereses sobre la base del aumento en el precio del petróleo. El dominio de la nación en este terreno es imprescriptible y por lo tanto, no pueden hacer compromisos, nos parece a nosotros, sobre la base de empréstitos futuros.

Quisiera por último aprovechar la ocasión, para referir una anécdota de alguien que fue su ilustrísimo antecesor en esa secretaría, el licenciado Antonio Carrillo Flores.

El me platicó que en una ocasión él estaba preocupado, precisamente por el uso sucesivo que se estaba haciendo del crédito externo, sin contemplar, de la Nación, sin contemplar que estos créditos produjeran sus propios ingresos. Y entonces se fue a comer con el director de crédito de aquel entonces y le manifestó, como diputado que era el licenciado Carrillo Flores en esa fecha

la preocupación del poder justificar ante el Congreso los volúmenes de endeudamiento. Y que el director de crédito le contestó: "¿La Constitución?, nunca nos fijamos en eso", dice el licenciado Carrillo- me dijo- todavía traigo esa espina. Pues esa espina, es precisamente la que tenemos algunos legisladores y por eso nuestra pregunta. Por sus respuestas muchas gracias señor Secretario.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Bien, quisiera empezar por las que en principio deberían de ser más fácilmente solucionables las diferencias por ser un problema de información. Y la primera es:

Que dice usted que la recuperación se ha pospuesto debido al acuerdo con la banca acreedora. Yo creo que estamos hablando del día y la noche.

Yo no sé si usted, de seguro que sí, senadora, checa las cifras; pero el Instituto Nacional de Estadísticas tiene la obligación de enviarlas a las cámaras. Y quisiera repetir otra vez las cifras de enero a mayo. Primero que nada, la que tenemos completa del Producto Interno Bruto en el primer trimestre del año 1.8 está por salir el 15 de agosto, ahí también es 45 días después del trimestre, se entregan los datos del segundo trimestre del Producto Interno Bruto, pero déjeme decirle algunos que recuerdo ahorita de memoria, si quiere usted después le mando las cifras exactas.

Manufacturas, enero - mayo, con enero - mayo 6.1; inversión bruta fija 9.2; enero- mayo, electricidad creo que 7.1; etc., entonces ¿de dónde viene la frase que la recuperación la pospusimos para estos meses para terminar con el acuerdo con la banca acreedora? Creo que ahí hay un problema de información, yo con mucho gusto le voy a enviar las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, para que vea eso.

La recuperación está en marcha, lo que no sabemos todavía si es permanente o es transitoria y eso es lo que tenemos que hacer con la negociación como lo he estado explicando, pero esto de que se ha propuesto la recuperación no sé de dónde viene.

La siguiente dice usted, critica que ya no tenemos un superávit en cuenta corriente como el que teníamos antes, y yo fíjense que ahora sí no entiendo bien, senadora, se lo voy a decir con toda confianza, no entiendo bien cómo está la crítica, porque yo le voy a decir, yo estoy muy contento que el país tenga un déficit en cuenta corriente, porque a lo mejor ya se lo olvidó, pero el país que tiene una cuenta corriente superavitaria, quiere decir en otras palabras que exporta capital y México tiene mano de obra abundante y escaso capital, México no puede ser un exportador de capital, México tiene que tener una cuenta corriente deficitaria; es en los países industrializados donde las cuentas corrientes tienen que ser superavitarias, no en el nuestro, cuenta corriente deficitaria senadora, significa exportación de capital, entonces no se puede tener simultáneamente críticas a la exportación de capital y decir además ¡qué mal que tengamos una cuenta corriente deficitaria!, es lo mismo, tiene que ser México un país escaso en capital y abundante en mano de obra, tiene que tener como condición de equilibrio una cuenta corriente negativa, ¿eso qué quiere decir?, que tenemos que ser importadores netos de capital.

Bien, van dos: Con respecto a la parte de la diferección de las amortizaciones la respuesta ahí, quizá no fui claro, pero creo que sí y no, déjeme decirle, a ver si entendí bien su argumento, usted lo que dice...bueno.

Digamos, de los que entran a los bonos de reducción del servicio de la deuda y reducción del principal, esa deuda vieja tenía ciertas amortizaciones que íbamos a pagar al tener ahora un plazo de 30 años, se pospone en amortizaciones, bien; yo lo que quería decir es esto, se posponen completamente pero son lo que llaman en los medios "de bala", es decir, pago en el año 2019 ó en el 2020, es un pago único, pero estos bonos los vamos a tener que servir durante este tiempo, entonces, aunque tenemos un beneficio, por un lado, del diferimiento en la amortización, por el otro queda ya pagada la deuda del año 2020, pero habrá que servir esos bonos cupón cero o por lo menos el costo de oportunidad si es que se compran con reservas nuestras.

Otro punto importante, bueno, para entrar un poco más en los puntos pequeños y después entrar al principal; dice usted que si me parece que las cláusulas de condicionalidad del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial pueden lastimar o pueden afectar la soberanía de un país; yo le diría que hay algunas que son preocupantes, por ejemplo, en las negociaciones que hemos tenido, hay algunas que pues simplemente no hemos podido aceptar y hemos rechazado totalmente; en algunas las instituciones multilaterales han aceptado y las han cambiado, en otras, han dicho que no las cambio y por tanto ese tipo de crédito, no entra, bueno, no entra y buscamos otro financiamiento.

Entonces hay algunos tipos de condicionalidades que sí son peligrosas, sí, sí lo es, pero ello depende mucho de cuál es la negociación que lleve a cabo y, bueno, saber que hay cosas en donde se puede negociar y se puede ser flexible y hay otras que no; a mí eso en principio, digamos, no me

preocupa, creo que las del Fondo Monetario en general son más flexibles, al ser digamos desde el punto de vista macroeconómico, y nunca meterse al detalle de que se tenga, digamos una cuestión de que una empresa tal o cual, que se venda una empresa o que se despida, el Fondo Monetario nunca, a pesar de la retórica que se dice que nunca entra en esas cosas, no; son cifras globales, son candados de tipo muy macroeconómico y donde pueden entrar las condicionalidades de tipo más sectorial, más de empresas, más de región, es con los otros dos organismos, pero ahí, bueno, como todo negociar, y si hay cláusulas que no aceptables, pues decir que no y si no es posible llevar a cabo ésos, bueno pues, no se llevan a cabo ésos , pero no se aceptan.

En cuanto a lo del voto, sí me parece injusto, sí me parece muy injusto, es que el mundo me parece muy injusto, pero es una realidad, porque son los que ponen en dinero y los que ponen el dinero en el Fondo Monetario y en el Banco Mundial tienen los votos; ahora Japón está poniendo más y por tanto está recibiendo mayor poder de votación. El mundo es muy injusto, sí, el mundo es muy injusto, estamos totalmente de acuerdo.

Decía usted al inicio, que una de las cosas que le quedaba claro de esta plática, dijo usted, creo que lo tomé textual, "es indudable que seguirá existiendo la deuda externa", ¡ah!, eso definitivamente que sí, qué bueno que en eso estemos de acuerdo, porque yo si quisiera enfatizar y he tratado de enfatizarlo durante todo el día, que hemos logrado reducir las transferencias netas de recursos al exterior, que podemos eliminar el problema del sobreendeudamiento excesivo, pero que no va a permitir más porque va a seguir la deuda externa, en eso estamos de acuerdo.

Entonces a final de cuentas, diciendo usted, senadora, que está de acuerdo con el sentido de la negociación en el caso de descuentos, etcétera, y que realmente la diferencia fundamental, dice usted, se refiere a los porcentajes de descuento y al porcentaje de la tasa de interés, mucho más que a cualquier cosa, porque inclusive usted dijo que ojalá que el gobierno federal pueda volver a los mercados internacionales de capital, entonces pues realmente, digamos la diferencia que usted y yo tenemos, es que dice usted, bueno, yo creo que se hubiera podido obtener mucho más con una suspensión de pagos que no habiéndolo hecho.

Y la pregunta es, pues como en todo en la vida, que hay que sopesar costos y beneficios, oportunidades, el tiempo adecuado; y aquí yo lo que le quisiera repetir, es lo que he venido diciendo y lo creo, y es que una suspensión lejos de ayudar a una resolución más rápida, más expedita de la deuda externa, lo único que haría es prolongar tremendamente la recesión, la agonía a las tasas de interés reales internas, la incertidumbre cambiaría en el país, y esto es otra vez, porque el mundo es injusto, pero así es y con esas realidades tenemos que vivir.

Un último comentario, senadora, dice usted si yo creo que ésta es la última renovación; no, yo creo que no, pero yo creo que ésta abre espacio precisamente por su carácter multianual, para que por un período prolongado, sí y sólo si se llevan a cabo las demás políticas que he descrito, pueda la economía volver a crecer y volver a crecer en forma permanente. Yo creo que éste es el punto que hemos enfatizado, que dijo el presidente Salinas en sus dos discursos que ha dado a la nación sobre el tema, y yo sinceramente lo creo.

Ponderemos la renegociación, es un avance sin duda, va en el camino correcto, de acuerdo, quita y elimina una traba importante también, no da espacio para el error y la equivocación, no da espacio para decir ya no tengo deuda y puedo elevar el gasto público, prácticamente sin ningún límite, no, para eso no lo da. Esa sería mi respuesta, senadora.

El C. Presidente: -¿Desea hacer una réplica la senadora Martínez Hernández?

La C. senadora Ifigenia Martínez Hernández: -Sí, yo sí quisiera presentar algunas cuestiones; obviamente yo también dije que había habido varias ocasiones, 1989 no es el único año en donde la economía daba muestras de recuperación, pero que precisamente ésta era duradera, lo que se está retrasando, según sus propias palabras, y lo que sale en La Prensa, es la política de recuperación, porque muchas medidas de inversión y demás han quedado suspendidas hasta que no se hubiera hecho el arreglo de la deuda externa, y eso es lo único que me tocó preguntarle a usted.

Ahora, respecto al segundo tema, ahí sí estoy en completo desacuerdo; yo precisamente pensé que el durísimo reajuste que se le impuso al pueblo mexicano fue para quitar el déficit crónico de la balanza de pagos que se desembocó en el sobreendeudamiento y que realmente se abusó, como aquí también se ha dicho, puesto que la deuda aumentó mucho más rápidamente que las exportaciones, y ahora al contrario.

Yo creo en la teoría de la transición; es cierto que los países industrializados con superavitarios, pero ¿cuándo es cuando nosotros vamos a poder precisamente ir disminuyendo este déficit crónico

de la balanza de pagos?, y esto liga con una pregunta que usted no me hizo favor de contestar que es ¿por qué no financiamos nuestro desarrollo con recursos propios si los tenemos?, eso no quiere decir ni cierra las puertas como usted dice, que no se consigan determinados créditos en forma minoritaria o muy minoritaria, pero fundamentalmente eso es lo que queremos todos los mexicanos, que quizá sea lo que no han percibido claramente las autoridades financieras desde hace varios años, que es:

El pueblo de México quiere crecer con sus propios recursos, quiere movilizarse con sus propios recursos; no queremos depender del extranjero, no queremos ser empleados en nuestro propio suelo, por eso nuestra desconfianza hacia las inversiones extranjeras. Eso desde luego no hace que tengamos políticas, cuando menos el Partido de la Revolución Democrática, política de absoluta prohibición de las inversiones extranjeras, no, siempre condicionadas, pero que no desalienten al ingenio nacional, que permitan un desarrollo tecnológico propio.

La cuestión de la votación del Fondo Monetario Internacional, pues ahí es otro asunto en donde no podríamos estar nunca de acuerdo usted y yo, porque nosotros hemos sostenido en los ámbitos internacionales que precisamente en Naciones Unidas, en los órganos de Naciones Unidas se reconozca la igualdad jurídica de los estados y no como en el Fondo Monetario Internacional, en donde quien pone más cuotas fijadas por ellos mismos, son los que tienen todo el poder de votación.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: -Pues, sí, senadora, el mundo es muy injusto, yo estoy de acuerdo con eso y hay que tratar de cambiarlo, también yo estoy de acuerdo, pero es muy injusto, así es.

Senadora, lo que no se puede decir, perdóneme pero es un problema económico fundamental, lo que no se puede decir simultáneamente es: México debe tener una cuenta corriente positiva, y qué mal que México exporte capital, y no se puede decir que es lo mismo, es lo mismo, se puede probar matemáticamente que es exactamente igual; México tiene que tener una cuenta corriente deficitaria para ser un importador neto de capital lograr la modernización y después, después de eso es cuando podremos ser exportadores de capital, ahora no podemos serlo, y hemos sido forzados por las circunstancias, y es como decía Enrique Iglesias, cuentas corrientes superavitarias y exportaciones de capital es lo mismo y es la historia de los últimos siete años de América Latina, es una definición contable.

El otro punto importante, dice usted que tenemos recursos internos; sí, sí hay recursos internos, el problema es que son insuficientes y necesitamos generar un ahorro interno adicional, complementario, para lograr la tasa de crecimiento económico, y éste es el punto, hay que utilizar plenamente los recursos internos por supuesto, ésa es una frase con la cual tengo que estar de acuerdo, y la otra es que tenemos que utilizar recursos externos con moderación, sí, como complemento, sí, pero no teniendo los sobregiros del pasado, y tenemos la manera óptima de generar más ahorro interno, que es corrigiendo las finanzas públicas, por supuesto. Esa es la política por excelencia de corrección del ahorro interno con políticas de control de evasión, con políticas de recuperación de la base gravable, con políticas de eliminación de subsidios financieros, etcétera, es exactamente la política y es lo que debemos de seguir. Esos son mis comentarios.

El C. Presidente: -Tiene la palabra el diputado Dionisio Pérez Jácome, del Partido Revolucionario Institucional.

El C. diputado Dionisio E. Pérez Jácome: -Con su venia, señor presidente; compañeros legisladores; señor Secretario de Hacienda y Crédito Público: quiero iniciar mi intervención expresando un reconocimiento al propio señor Secretario, por dos cuestiones que estimo fundamentales y que se han comentado, discutido ampliamente en esta sesión.

En primer lugar, es por el hecho de venir cumpliendo simplemente, tan simple y meritoriamente como puede ser eso, con el servicio público, con la responsabilidad que se le encomendó; coincido con él que el mérito más importante, en el resultado hasta ahora obtenido, debe atribuirse al pueblo mexicano, a ese pueblo mexicano que sí respalda totalmente las acciones que se han llevado a cabo en esta materia, que se encuentra si no jubiloso, cuando menos razonablemente optimista con este acuerdo, y que definitivamente con su unidad hizo posible presentar un frente sólido a nuestros negociadores.

También reconozco que la firmeza y el prestigio del señor presidente Salinas de Gortari debe haber influido en una medida muy importante para ese resultado, pero ¿por qué no y por qué no decirlo plenamente?, creo que la capacidad del equipo de negociación de mexicanos que encabeza el secretario Pedro Aspe ha contribuido en mucho a este logro; pero en segundo lugar, quiero expresar también mi reconocimiento al señor Secretario, por respecta escrupulosamente y en términos de lo que dispone la Constitución, las atribuciones que en la materia tenemos los que integramos el Congreso de la Unión.

Por ello, y no sólo con el propósito de ilustrar en alguna medida a la opinión pública interesada en el tema, sino de atender las inquietudes de algunos representantes, de algunos compañeros legisladores que me han antecedido, quiero referirme brevemente a lo que se ha dicho en términos de las atribuciones del Congreso de la Unión y el cumplimiento estricto que el Secretario de Hacienda ha dado, y que nos consta plenamente.

En primer lugar, el hecho mismo de estar con nosotros atendiendo una invitación, y lo voy a decir también sin ánimo de ilustrar al profano en la materia, de haber comparecido, porque, señores, es cierto que la Comisión Permanente no puede citar, no citó sino invitó al señor Secretario, pero en ningún momento el artículo 93 habla de que en ese caso se esté ante una comparecencia necesaria y exclusivamente, puede comparecer por citación o puede comparecer por invitación, y por tanto, su comparecencia en términos del documento que se nos circuló, es gramaticalmente también correcto.

En segundo lugar, la Secretaría de Hacienda, seguramente por instrucción de su titular, estuvo presente en un buen número de las audiencias de debate, de conocimiento público que la Cámara de Diputados celebró en torno a la deuda; su experiencia, sus conocimientos, su información, su apertura indudablemente que nos ilustró y cumplió ese propósito del titular del Ejecutivo de la nación de mantener una comunicación abierta entre ambos poderes.

Particularmente y hace un momento al referirse uno de los señores compañeros diputados del Partido de la Revolución Democrática, a que no se había cumplimentado la obligación a la que aludía el señor Secretario de enviar, de remitir el informe de la deuda pública, hice un viaje al archivo de esta Comisión Permanente y me encontré dos documentos muy reveladores.

En primer lugar, la copia misma de la remisión del doctor Pedro Aspe Armella, recibida el 12 de mayo de 1989; pero lo más importante, en la versión estenográfica, en lo que es el Diario de los Debates de nuestra Comisión Permanente, una mención expresa, que a todos los que asistimos a esa sesión nos consta, por la que la secretaría informó del oficio con el que se remite el informe sobre la deuda pública correspondiente al primer trimestre de 1989, miércoles 17 de mayo de 1989 ocurrió tal cosa y el acuerdo de la presidencia de la comisión, mismo que no variamos los miembros de este cuerpo, fue: recibo y túrnese a las comisiones de Hacienda y Crédito Público y de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, y de Hacienda de la Cámara de Senadores.

Si no estuvimos atentos a lo que ocurrió en esa sesión, indudablemente nuestra información o desinformación es exclusivamente culpa nuestra, pero particularmente puedo destacar el respeto que se ha dado a lo dispuesto por el artículo 73 en su fracción VII tantas veces invocado, y a resultas de ello voy a hacer una breve mención a su texto, procurando apoyar la misma no sólo en conocimientos jurídicos, que efectivamente los diputados o senadores podemos tener o no tener, y eso definitivamente no nos limita en nuestra calidad de representantes del pueblo, sino en función de la historia de nuestra Constitución, del proceso de creación de transformación de nuestro texto magno, que es donde está absolutamente clara la respuesta a las dudas que nuestros compañeros colegisladores han formulado.

En primer lugar, el texto de la fracción VII del artículo 73, dice que es una facultad del Congreso de la Unión dar bases sobre las cuales el Ejecutivo pueda celebrar empréstitos sobre el crédito de la nación; los cuerpos asambleístas parlamentarios, los cuerpos legislativos expresan su voluntad generalmente, y es el caso de su actividad coincidente con la integración misma de ese poder a través de las normas, de reglas, en este caso de bases.

El Poder Legislativo y el Congreso de la Unión, para cumplir este mandato constitucional, precisamente para darle al Ejecutivo bases sobre las cuales pudiese celebrar empréstitos sobre el crédito de la nación, fue que expidió en 1976, vigencia a partir del 1o., de enero de 1977 y posteriormente reformó en 1984 y en 1988 la Ley General de Deuda Pública.

Allí están las bases, allí el Congreso de la Unión cumplió inicialmente con esa responsabilidad de dar bases, mismas que ciertamente antes venía cumpliendo en cada caso o en cada ocasión en que, se requerían, generalmente cada año, en virtud de que esos empréstitos normalmente también cada año eran contratados por el Ejecutivo; en términos también expresos de la propia ley, de esas bases se establecen en sus preceptos, particularmente les ruego que lo consulten si hay duda al respecto, en los artículos 9o. y 10 de la propia Ley de Deuda Pública, se establecen nuevamente las bases legisladas por el Congreso de la Unión, ratificadas a través de esa ley, a las que el Ejecutivo debe ajustarse y a las que escrupulosamente se ha ajustado durante este proceso.

Pero dice un segundo apartado, diríamos aunque sea a renglón seguido, la fracción VIII: "para aprobar esos mismos empréstitos y para reconocer y mandar pagar la deuda nacional", hablaré primero de aprobar los empréstitos.

El justo y preparado indudablemente ilustrado en derecho, el legislador panista que me antecedió, y que se refirió a la conveniencia de que el Congreso de la Unión estudiara, determinara, dictaminara y resolviera en torno a los empréstitos, podría decir que tenían toda la razón del mundo en nuestro marco legal o vigente hasta el año de 1856.

Efectivamente en ese año, me remito, señor diputado, me remito para todos ustedes, en ánimo de ir también aclarando estas inquietudes o estas dudas al texto de la historia del Congreso Constituyente de Francisco Zarco, que al referirse la discusión que se motivó en el Congreso Constituyente sobre lo que en ese momento era la fracción VI del artículo 64 del proyecto constitucional, mismo que posteriormente fue conservado, ratificado, repetido en la Constitución vigente y que decían expresamente: para contratar empréstitos sobre el crédito de la Federación, o sea, el Congreso de la Unión, tiene facultad para contratar empréstitos, recoge Zarco a través de su historia y lo repite ese extraordinario libro de Los Derechos del Pueblo Mexicano, publicado recientemente por el Congreso de la Unión, que el señor Guillermo Prieto expresó que en vista de que es imposible que un Congreso contrate empréstitos, propone que el artículo se reforme diciendo que la facultad legislativa consiste en autorizar al gobierno para contratar. Si más adelante consultan la sesión del 7 de octubre de 1856, y al continuar la discusión sobre la fracción VI de ese artículo un diputado, un constituyente, el señor Zendejas, pidió que se dividiera para su debate, la comisión accedió a este deseo y reformando la fracción del proyecto conforme las indicaciones hechas la víspera por Guillermo Prieto, presentó como parte primera la siguiente: para dar bases bajo las cuales el gobierno pueda contratar empréstitos sobre el crédito de la nación.

Desde entonces el precepto rige en esos términos y por ello se ha entendido, y es de explorado derecho y de una práctica parlamentaria constante, el que la intervención del Congreso de la Unión se limite bajo la interpretación del Constituyente, que es la más autentica de las interpretaciones, a conocer y aprobar, o en su caso a rechazar lo que el Ejecutivo Federal proponga no a contratar directamente como es obvio.

Pero lo más curioso o paradójico de este hecho es que la aprobación de la Ley de Ingresos de 1988-1989, o sea, presentada en nuestro pasado período ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados y que fue ya la primera proposición presentada, sostenida, inclusive comentada en su intervención ante nosotros en su comparecencia por el secretario Aspe, a través del artículo 2o., de la Ley de Ingresos, precisamente se hace una relación de esos endeudamientos y recuerdo expresamente que todos los diputados presentes aprobamos por unanimidad, hubo solamente creo que seis abstenciones, el texto ahí propuesto.

De ahí que hemos consagrado en la práctica durante 100 años la interpretación de Guillermo Prieto y creo que sería un tanto discutido pretender variarla.

Pero posteriormente el precepto concluye: reconocer y mandar pagar la deuda nacional, y esto es todavía más interesante, porque es verdad que en principio el texto mismo no hacía referencia a reconocer aquello que se ha practicado expresamente, que se ha documentado. Mucha de la deuda nacional de entonces surgía de otro tipo de responsabilidades que se atribuían legítima o supuestamente al Estado mexicano. La Guerra de los Pasteles, entre otras cosas, es un caso típico que nos puede ilustrar sobre el particular, pero en fin, si también en 1857 al aprobarse la Constitución en la fracción que ya cité, la fracción VI del artículo 64, se utilizó esa fórmula sacramental que ahora se conserva, en un precepto anterior, o sea en la fracción V de este mismo artículo, se decía que el Congreso de la Unión tendría la facultad de aprobar el presupuesto de los gastos de la Federación que anualmente debe presentarle el Ejecutivo, e imponer las contribuciones necesarias para cubrirlo. Era una sola asamblea, el Congreso de la Unión, el que aprobaba el presupuesto, no como ahora la Cámara de Diputados, y a la vez reconocía y mandaba pagar la deuda nacional que constituye un renglón muy importante seguramente de todo presupuesto.

Es evidente que la Constitución no puede contradecirse a sí misma, que si un precepto, el artículo 73, atribuye el reconocimiento y mandar pagar la deuda nacional al Congreso de la Unión, no puede estar en contraposición, ambos tendrían la misma jerarquía de preceptos constitucionales, con el artículo 74 fracción IV, que como en un comentario previo que aquí se ha hecho, encomienda o atribuye esa función exclusivamente a la Cámara de Diputados. Vale pues el razonamiento en ese caso de que si el presupuesto es aprobado sólo por la Cámara de Diputados, ¿no es válido decir que el Congreso de la Unión esté reconociendo cada año, a través de ese instrumento, la deuda nacional y ordenando su pago? Bueno, también es un poco materia de consideración con base en esa ilustración histórica.

Cuando en 1874 reaparece el bicamerismo en nuestra realidad parlamentaria, cuando el Senado de la República toma nuevamente presencia en la vida legislativa, la Cámara de Diputados conserva si considera que es la asamblea de pueblo y que

por tanto debe manejarlo en exclusividad la responsabilidad de conocer y distribuir los gastos públicos; en otras palabras del presupuesto.

Al Senado se le excluye de esta facultad inicial y sin embargo participa dentro del Congreso de la Unión en la responsabilidad de reconocer y mandar pagar la deuda nacional. ¿Contradicción?, de ninguna manera; en primer lugar la Cámara de Diputados es parte del Congreso de la Unión y si el Congreso de la Unión quiere atribuir y en este caso una entidad todavía superior al Congreso de la Unión, el Congreso Constituye o el Constituyente Permanente del que el Congreso de la Unión es parte fundamental, quiere asumir esa responsabilidad específica a la Cámara de Diputados, está en su derecho y no viola ni el espíritu ni el texto del precepto.

Pero más aún, si el Congreso de la Unión es, no la Cámara de Diputados aprobó la Ley General de Deuda Pública y el que aprobó también la Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público Federal y en ambas leyes se ratifica expresamente que el presupuesto sea conocido a través de la Cámara de Diputados, es evidente que esta, esta práctica permanente y esta actividad legislativa del Congreso de la Unión al emitir esas leyes, convalida por si fuera necesaria cualquier interpretación de "inconstitucionalidad" de la propia fracción IV del artículo 74 Constitucional.

Los señores diputados, concretamente los cuatro compañeros que han dictado sobre esta interpretación, sobre esta legitimidad, sobre este apego estricto de la Secretaría de Hacienda a los mandatos de la Constitución, aprobaron la Ley de Ingresos, como decía antes, para 1989 y se da el caso de que en la Ley de Ingresos, que por mandato constitucional también se apoya en el presupuesto previamente aprobado, ustedes pueden revisar, hay muchos artículos en la Constitución que definen y determinan este tránsito del proyecto de presupuesto y de la Ley de Ingresos, pero directamente cuando en la fracción VII del 73 se dice que el Congreso de la Unión tiene facultad para imponer las contribuciones necesarias a cubrir el presupuesto, seguramente los señores diputados al aprobar esas contribuciones, al autorizar la Ley de Ingresos de la Federación para 1989, tuvieron que estar convalidando el destino que iban a tener los recursos de que el Estado se apropiaría a través del mecanismo fiscal, del endeudamiento de todos los conductos por lo que los recursos llegan al sector público.

El señor diputado Pedro Etienne también hacía referencia a sus dudas sobre de que las operaciones celebradas o que pudieran celebrarse en torno a lo acordado a través de este proceso de renegociación pudiera exceder.

El C. Presidente: - Señor diputado, para una consideración. Para evitar un debate que no es motivo de esta asamblea, le ruego sujetarse a la argumentación y al tema de esta reunión.

El C. diputado Dionisio E. Pérez Jácome: -Muchas gracias señor presidente, quería y concluiré simplemente que se ha apegado estrictamente y que como legislador que soy, como miembro del Congreso de la Unión, reclamo mi derecho a expresar la conformidad plena de un diputado y de una fracción parlamentaria con ese cumplimiento estricto.

Señor Secretario, una breve pregunta, considerando lo extendido que he sido en mi intervención y el tiempo que ha llevado esta comparecencia.

Mi pregunta simplemente, usted ha expresado que aunque no podemos de ninguna manera festinar por ahora los éxitos y que obviamente nuestra responsabilidad será administrar con todo cuidado los recursos que pudieran disponerse a través del resultado exitoso de este proceso que está en tránsito, no ha explicado aun de qué manera podían estos recursos en el momento en que existan y de los que podamos disponer, aplicarse a una prioridad que usted ya señaló en el curso de su intervención, que es la propiedad agropecuaria.

Hace unos días hubo una medida del sector hacendario en el sentido de reducir los intereses de la banca rural que creo que puede encaminarse a ese propósito; pero pienso que hay otras políticas financieras, fiscales o económicas que pueden coincidir y de las que estoy sumamente interesado. Muchas gracias, señor Secretario.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: -Cómo no, señor diputado, yéndome directamente a la pregunta, señor diputado, en el momento en que se tengan los recursos, de todas maneras no se podrá canalizar ningún recurso adicional al sector agropecuarios que no éste contemplado en el presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados. Eso es la ley, es la manera como trabajamos y las indicaciones que hemos tenido el Secretario de Programación y Presupuesto y su servidor.

Lo que sí es cierto, y usted lo apunta correctamente diputado, es que simplemente desde el punto de vista de expectativas la posibilidad de tener este arreglo que corrige el problema del endeudamiento excesivo, simplemente eso, en expectativas antes de tener los recursos reales, inmediatamente han empezado a quitar presión en

las tasas internas de interés; y al disminuir las tasas internas de interés uno de los sectores claramente que tendrá mayor beneficio es el sector agropecuario. Sin embargo, y hablando con la verdad, hay que aun después de la baja van a seguir pagando tasas reales muy altas, o sea, se han podido disminuir una carga excesiva que tenían los campesinos y los agricultores del país a través de la disminución de más o menos veintitantos puntos en las próximas semanas de las tasas activas que cobrar Banrural y Fideicomiso de Recursos Agrícolas. Eso sí es correcto.

En cuanto a lo otro, no diputado. La gran discusión será en la próxima reunión donde ustedes analizarán las iniciativas que el Ejecutivo envíe sobre el Presupuesto de Egresos de la Federación y la Ley de Ingresos. Los espacios que abre esta negociación serán plasmados ahí, y esa es la verdadera discusión de política económica y de economía que se tendrá. Por lo pronto, aún teniendo los recursos no se pueden pasar los techos autorizados por la Cámara de Diputados. Usted verá, en la próxima semana cuando entreguemos tanto el señor Secretario de Programación y Presupuesto como su servidor, los informes del segundo trimestre de gestión pública, cómo todo continúa estando dentro de los techos autorizados. Lo otro va a ser la fuerte discusión, pero esto ya es una discusión que tendrán ustedes en relación a la iniciativa que envíe el Ejecutivo y ustedes mismos debiendo cómo asignar estos nuevos espacios cuáles son la prioridad, es vivienda, es educación, es salud, es el campo, obviamente no son recursos ilimitados, son recursos bien escasos, hay espacio y el cómo asignarlos en una discusión central de economía política y de política económica. Gracias diputado.

El C. Presidente: -Tiene la palabra el diputado Abel Vicencio Tovar, del Partido Acción Nacional.

El C. diputado Abel Carlos Vicencio Tovar: -Con la venia del señor presidente; señor Secretario de Hacienda: En esta comparecencia que nos reúne para comentar los asuntos de esta renegociación de la deuda externa de México, usted ha demostrado un amplio conocimiento de la ciencia económica; ha dado respuesta y ha formulado definiciones contables; en todo ello, se siente, por un lado, a quien conoce del tema económico y las respuestas han sido satisfactorias, creo yo a juicio suyo básicamente; pero creo también que un economista o un especialista en macroeconomía, en el puesto que usted ocupa, no puede olvidar que es también funcionario público; un funcionario público que le debe al pueblo el puesto donde se encuentra y que merece algunas más concretas en aquello que está muy cerca de la sensibilidad del pueblo, como sensible debe ser también la actitud de un político, y siento yo que en este caso hay cierto distanciamiento al colgarlos de los números y de las leyes económicas.

Por ejemplo, al contestar usted al diputado Alcántara su preocupación porque el pueblo no ve claramente como estas grandes negociaciones o triunfos, según sea el punto de vista que se dan en la cúpula, se van a convertir en alguna forma en una mejoría del nivel de vida de los mexicanos; me dio la impresión que a usted esto no le preocupa mucho, que es pecata minuta, y que fijando su atención en los grandes números y en las grandes leyes, pone las bases para la solución de estos asuntos.

Y esto, señor Secretario de Hacienda, creo que confirma su calidad de economista eminente, pero pone en duda su calidad de funcionario público sensible al pueblo.

No podemos, cuando tratamos estos temas, olvidar los antecedentes inmediatos. La economía, como usted sabe bien, es una ciencia, es un encadenamiento de hechos relacionados de causa efecto, y el gran problema que ahora nos ocupa es simplemente la consecuencia natural del pasado inmediato.

No podemos pasar por alto que este tremendo endeudamiento es una consecuencia natural de los hechos inmediatos; ni ignoramos, por supuesto, los elementos que influyen, los factores externos. Por supuesto el deterioro del intercambio de los bienes y servicios en el mercado externo, el alza de intereses de los capitales en el mercado externo. Pero no podemos olvidar tampoco, y esto no necesitaría yo decirlo porque está en el ánimo del pueblo, que la corrupción, la ineficiencia y el dispendio nos llevaron básicamente a esta situación. Y porque puede darse o pueden darse esos extremos en el manejo de las finanzas y de la política pública en un partido como en México, con una Constitución, con una división de poderes, con un Congreso numeroso, básicamente por la presencia de un presidencialismo exacerbado que en buena parte es causa de todo esto que está ocurriendo.

Unos cuantos ejemplos podría yo poner de la falta sistemática del respeto al Congreso de la nación, y de cómo se manipula aun en el mismo Congreso, claro, a través de los diputados presidencialistas que atienden más los requerimientos del Presidente que los del pueblo, y que lo defienden con todo lo que pueden hacerlo.

Por ejemplo, por allá en 1982, cuando se da una discusión para definir de una vez por todas los

campos de inversión del sector público y del sector privado, que se decía era uno de los factores que limitaba la inversión, etcétera, se introduce en el artículo 25 la mención de que son los sectores privado, público y social los que deben intervenir en el desarrollo nacional. Y luego en el artículo 28, que como ustedes saben originalmente estaba dedicado a prohibir los monopolios, se dice que no constituirán monopolios una serie de actividades que se asignan al sector público por su importancia, pero originalmente la iniciativa de ley hacía una enumeración limitativa, es decir, una enumeración de todas aquellas actividades que correspondían al sector público y ahí terminaba.

¿Quién sabe que pasó? El caso es que en la iniciativa se modifica el dictamen y se le agrega un párrafo, y además todas aquéllas que así lo determine el Congreso de la Unión o las leyes dictadas por el Congreso, es decir, se cae en esta aberración de procedimiento jurídico, y aquí hay personas que podrían discutir esta afirmación mía.

En la Constitución se dice: éstas son las áreas del sector público pero a través de la Constitución se abre la puerta para violar la Constitución introduciendo otras áreas que no están establecidas en el artículo correspondiente.

Este es simplemente un ejemplo: El artículo 74, que concede a la Cámara de Diputados la posibilidad o la necesidad, o más bien el deber de examinar exhaustivamente la Cuenta Pública, hasta hace unos cuantos años ha podido hacerse con cierta eficiencia por parte básicamente de los diputados de la oposición.

Y así podríamos hablar de otras cosas. Esa Ley de Ingresos, en su artículo 2o. contenía un cheque en blanco que fue usado inveteradamente durante estos siete años de crisis económica y de debacle en el manejo de las finanzas públicas, que fue usado siempre y llenado por el Ejecutivo de acuerdo con sus propios requerimientos y sus propias consideraciones.

En cuanto a las facultades que a la fracción VII del 73 concede la Constitución para la Cámara de Diputados, podría hablar más o menos el tiempo de quien tuvo que hacer un viaje al archivo de éste o no sé qué otro archivo, pero no creo que sea necesario; simplemente vamos a distinguir: No es lo mismo contratar que aprobar; y el 75% u 80% de la argumentación fue para decidir que la Cámara de Diputados no puede contratar los empréstitos; por supuesto esto desde la Constitución de 1857.

Y, además, no tiene nada de raro que la Cámara de Diputados haya sido la única que en principio se ocupaba de este asunto, simplemente porque el Senado no existía, lo suspendió la Constitución de 1857.

Y en cuanto a la aprobación de cada impuesto, que es precisamente la facultad que a la Cámara de Diputados concede esta fracción VIII del artículo 73, lo que se da inveteradamente en la práctica es que la Cámara de Diputados simplemente aprueba el endeudamiento neto; es decir, los nuevos empréstitos que contrata México menos la parte que se pagó de ellos, liberando así parcialmente la deuda pública.

En cuanto a planes de desarrollo, recordamos el inicio del anterior sexenio: Plan Nacional de Desarrollo, que viene a sustituir un Plan Global de Desarrollo y Planes Parciales que se habían manejado, y se promete con énfasis reformas de coyuntura y reformas estructurales. Las reformas estructurales nunca las vimos y las de coyuntura simplemente se intentaron.

Ahora, en el Plan Nacional de Desarrollo, en donde por cierto se reconoce expresamente un desarrollo igual a cero en cuanto al producto interno bruto en los últimos siete años, sin que esto lo venga a modificar un pequeño repunte en el último semestre de 1989, también se habla de reformas de estructura y de reformas coyunturales.

Yo diría a este respecto: Se está repitiendo el mismo discurso que hace seis años. Usted, señor Secretario, podría contestarme que usted no es responsable de esta situación, puesto que tiene poco tiempo en la Secretaría de Hacienda; pero usted, que ahora es un alto funcionario de la Federación, llegará un momento en que también sea un ex funcionario de la Federación, y mi pregunta sería, simplemente: ¿Usted cree, señor Secretario de Hacienda, qué con estas promesas, básicamente verbales, con las que se ha manejado el problema de la deuda pública y con otras no suficientemente, que no constituyen, diría yo, una garantía absoluta de cambio para este pueblo tan necesitado, sería suficiente?

¿No cree usted que exista la posibilidad que dentro de seis años o dentro de cinco años pudiera hablarse en los mismos términos como lo hago ahora? Espero su amable respuesta.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: -Señor diputado Vicencio Tovar: Parece ser que aquí el idioma se expresa fácilmente, pone usted, mi calidad en duda.

Usted está en libertad de poner en duda lo que quiera; pero señor diputado, si la pone en duda en público me lo creo. La ley tipifica tres maneras

de poner en duda la calidad de un servidor público: Honestidad, honradez, que no es lo mismo, y eficiencia; así que señor diputado, dígame a cuál de estas he fallado y por qué dice usted que me pone en duda como servidor público. Hay que cuidar un poco más las palabras o probar las cosas y no hablar.

Quisiera pasar ahora a lo que le dije al diputado Alcántara; le dije al diputado Alcántara que esta renegociación, junto con el sostenimientos de la política económica, le permite a la economía volver a crecer y que al volver a crecer se van a crear más empleos y al crearse más empleos el bienestar de los mexicanos va poder ir aumentando.

Le dije también, que en la medida en que aumente la productividad, también podrán ir incrementando los salarios reales; y los salarios reales, en palabras más llanas, si son muy complicadas estas, es el poder de compra de las familias mexicanas. Eso es lo que dije, no veo por qué de ahí deducir las dudas sobre mi calidad de servidor público.

Dice usted que vivimos de promesas y que nunca usted ha visto nada; que por ejemplo, y voy a aceptar textualmente, que las promesas de las cuestiones de reformas estructurales y de coyuntura, simplemente si intentara usted, no ha visto nada.

Bueno; pues déjeme platicarle de una, diputado; ojalá que trate de verlo con buena fe y decirle si considera usted conmigo o no.

Le voy a contar el cuento de un país que tenía una inflación del 170% anual. Y en este país que tenía el 170% anual, se habían tenido deterioros en términos de intercambio; temblores; ciclones, etcétera, por un valor acumulado de cinco puntos del producto, cinco puntos del producto en 23 meses.

Y cuando uno veía a sus vecinos, hacia el sur, uno veía que cada vez que se quería estabilizar, se podía estabilizar por dos, tres y hasta cuatro o cinco meses en una ocasión; pero no se había podido reducir la inflación sin tener una caída en el nivel absoluto del producto.

Muy bien, pues fíjese que en este país la historia va de que era tal la preocupación por la inflación, que tres sectores: El sector obrero, el sector campesino y el sector empresarial, se juntaron con su gobierno a hacer un programa de estabilización; un programa de estabilización que ha tenido dos etapas: La primera, el Pacto de Solidaridad y la segunda el PECE, el Programa para la Estabilidad del Crecimiento Económico.

Yo quisiera decir diputado, que obviamente usted no lo reconocerá pero que en la historia moderna de las estabilizaciones: en la historia moderna de las estabilizaciones este es uno de tres programas que ha logrado abatir la inflación de una manera tan significativa y afortunadamente por un período más o menos largo del tiempo.

También yo quisiera decirle que no es suficiente; que aún vamos a tener que perseverar en la política macroeconómica, porque aún el haber bajada la inflación a la décima parte el 170, al 17% en meses, no año; aunque es un logro importante del pueblo de México, no hay duda, pero también de su gobierno, hay que perseverar para que ese 17 se vuelva 7.

Sí, yo estoy de acuerdo, yo también le podría decir que en términos de la enorme protección indiscriminada que gozó el sector privado nacional con una reforma estructural como la realizada al ir sustituyendo permisos previos por aranceles, no es algo que se pueda desechar con una frase de decir aquí: Aquí no hay nada; tengamos más cuidado con las palabras. Gracias diputado.

El C. Presidente: -Para réplica, tiene la palabra el diputado Abel Vicencio Tovar.

El C. diputado Abel Carlos Vicencio Tovar: -Debo recordarle, señor Secretario, que yo me refería básicamente a los antecedentes de esta situación, no al momento presente, pero le voy a contar otro cuento, nada más que mucho más corto del que usted me contó.

Había un país en que después de muchas promesas y de muchas realidades que todavía no se hacían tal, por fin se razga el velo del templo, se ilumina de luz el horizonte y se dice: Ya salimos de todos los problemas porque México ha reducido substancialmente sus carga de la deuda pública interna en equis porcentaje. Y al día siguiente, como usted sabe señor Secretario, bajaron en 11 puntos los intereses que constituyen el endeudamiento, diríamos interno del país.

Vean ustedes la sensibilidad pública a este respecto, bastó un anuncio luminoso para que inmediatamente cayeran los intereses de la deuda interna y claro, esto beneficia también al sector público en lo interno; esta sensibilidad de la opinión pública es la que yo quisiera y el pueblo quisiera sentir en usted; nunca he puesto en duda ni su honestidad ni su honradez ni su eficiencia, lo que sigo poniendo en duda es su sensibilidad y tal vez ésta hubiera ayudado mucho en la renegociación de la deuda pública. Muchas gracias

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: -Señor diputado Estas invitaciones

son una buena oportunidad para cambiar ideas y ver qué tanta flexibilidad se tiene a la hora de discutir y me da gusto el comentario que haya dicho sobre esto.

Pero quiero volver al punto de las transferencias, me gustaría mucho escuchar, en verdad me gustaría mucho escuchar ¿quién fue el que dijo que con esta negociación se quitaban los problemas de deuda externa y de deuda interna y que ya o teníamos ningún problema más?, ojalá que me pueda mandar la cita señor diputado, mándemela por favor, quiero saber para hablar con él. Gracias.

El C. Presidente: - Tiene la palabra la senadora Dulce María Sauri del Partido Revolucionario Institucional.

La C. senadora Dulce María Sauri Riancho: - Con su permiso señor presidente: A partir de 1982 con el anuncio de la suspensión temporal de pagos, la deuda externa pasó a ser la preocupación central en la vida del país.

El impacto de esta primera acción obligada por las circunstancias, el duro choque de la realidad después de años de endeudamiento cada vez más acelerado y de la caída, primera también, del precio del petróleo en junio de 1981 se tradujo para la sociedad en su conjunto en una serie de efectos que fueron desde la devaluación del peso y el incremento del ritmo del crecimiento de los precios, hasta iniciales y drásticos ajustes en el gasto público, con la cancelación de obras y la reducción del número de empleos, entre otros.

La deuda externa dejó de ser un concepto, una variable macroeconómica de los círculos financieros y económicos para adquirir rostro entre la población de México, y la cara que tomó fue la de la inflación y el desempleo, la deuda externa se volvió justificada o injustificadamente causa y explicación de todos los problemas que la sociedad tenía, económicos, sociales y políticos incluso.

Los últimos siete años a sido de lucha contra el agobiante peso de la deuda externa, peso no solo económico, sino también moral, en el ánimo de los mexicanos se ha mezclado la impotencia y el desánimo con la imperiosa necesidad de seguir adelante.

El pueblo de México, el consenso de la mayoría, la auténtica mayoría, reclamaba solución a este problema. La mayoría ha apoyado la negociación, firme y dura pero la negociación.

Usted ciudadano secretario ha explicado detalladamente la historia de la renegociación de la deuda externa, sus etapas, sus obstáculos, sus compromisos. No hay nada oculto, ni áreas de sombra en esta negociación, por eso se ha hablado claro.

Más allá de la confrontación de las ideologías que sostienen a los partidos políticos, se ha observado el interés de todos por preservar la soberanía de México y retomar el camino de un desarrollo más justo y equitativo en el reparto de sus beneficios.

Ni es triunfalismo reconocer lo logrado, ni es pesimismo decir que mucho nos falta por avanzar. Para esta sociedad que ha convivido siete años con la realidad y con la ficción de la deuda externa, que ha sufrido sus efectos, que le ha atribuido, a la causa de sus dificultades y sus limitaciones, es necesario, es vital conocer y asimilar los alcances de este acuerdo, para no alentar falsas expectativas de solución automática e instantánea de todos los problemas.

Hemos cerrado la etapa del endeudamiento excesivo como medio para ceder. La deuda externa inicia su tránsito para volver a ser uno más de los grandes agregados macroeconómicos. Vuelve, y así debe ser, a los economistas y a los financieros y debe dejar de ser el centro de atención de la sociedad.

De las intervenciones de mis compañeros legisladores y de las respuestas que usted ha dado, se ha cubierto prácticamente la totalidad de los varios aspectos de este tema. Sin embargo, creo que quedan dos puntos que sintetizaría así.

Se ha hablado reiteradamente que la banca internacional tiene tres opciones en esta renegociación, pero, ¿qué pasaría si un grupo de bancos se niega aceptar algunas de estas tres vías? ¿Qué mecanismos o instrumentos existen para evitar que se haga nulatorio el acuerdo por esta vía?

Por otra parte, ahora sí podemos iniciar el cambio y no solo sobre vivir. En este sentido, ¿cuáles son las estrategias, las grandes líneas de acción para el cambio estructural que nos permitan no solo no repetir errores, sino poder lograr un desarrollo justo y equitativo para todos los mexicanos?, ¿dónde se ubican esas condiciones suficientes, una vez satisfecha la condición necesaria para volver a crecer? y, ¿cuáles serían a su juicio las principales restricciones para alcanzar los objetivos del cambio estructural y sus metas redistributivas? Muchas gracias.

El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público: - Gracias senadora. Yo quisiera comenzar por decirle que la deuda, digamos no es mala per se, el problema de la deuda sea igual en una persona que en una familia, que en una empresa, que en un país, es cuando hace uno un uso excesivo de ella, esto es a nivel personal. Cuando tenemos la posibilidad de firmar con una tarjeta de

crédito, el tener una tarjeta de crédito y usar esa facilidad de pago, no es algo malo, verdad, no es algo que invite a la indisciplina, ni que invite al relajamiento, pero si uno lo utiliza en forma excesiva, entonces es un escape para simplemente tener un nivel de vida por encima del que realmente podemos pagar.

Y este es el problema fuerte del endeudamiento excesivo, y es lo mismo a nivel personal que a nivel familiar, que en una empresa o en un país; la deuda, el endeudamiento no es malo per se, el problema como siempre son los abusos. La moderación aquí es importante; en la medida en que el producto interno bruto empiece a crecer, vuelva a crecer y que la economía pueda crecer, en esa medida con moderación se podrán tener niveles de endeudamiento que serán niveles de endeudamiento que irán moviéndose porque el país, la producción etcétera, crece. El problema está cuando el endeudamiento va por encima de la producción, porque eso lo que eso lo que quiere decir en economía es que simplemente está uno teniendo un nivel de vida por encima de lo que puede pagar y está pidiendo prestado para mantener ese nivel de vida excesivo. Eso, eso es el verdadero problema; es igual en lo personal que a nivel de un país.

Yo creo que la prudencia, la moderación, son fundamentales. El Presidente de la República, como lo ha dicho varias veces, como lo dijo hace poco, recientemente, al hablar de cuál era lo que resolvía, lo que no resolvía, dijo que vamos a tener que seguir continuando trabajando, que ninguna negociación internacional puede eliminar por completo el endeudamiento, y que lo único que hemos resuelto es el problema del sobre endeudamiento, pero que este sobre endeudamiento se puede perder si volvemos a políticas erradas.-

¿Dónde estaría la estrategia a seguir con los espacios limitados desde un punto de vista amplios, amplios del otro que abre la negociación? Yo creo que la respuesta más clara, más bien forzada, más pensada está en el Plan Nacional de Desarrollo. El Plan Nacional de Desarrollo como usted recordará, suponía que se podría lograr el ir disminuyendo las transferencias netas de recursos al exterior a niveles alrededor del 2%. Creo que es importante volverlo a leer.

Las prioridades marcadas se vuelven ahora más que nunca importantes para discusión, para su revisión, su crítica, su buena crítica. ¿por qué? Porque abre espacios pero no lo sabré en una forma desmesurada; hay recursos escasos y tendremos que elegir entre fines alternativos.

El tema de la modernización y la productividad vuelve a estar en el centro de la discusión. Como el Presidente Salinas afirmó en la presentación del plan, la reforma del estado y la reforma del sector paraestatal, son claves, no nada más desde el punto de vista del saneamiento financiero de las mismas, de la calidad de los servicios que prestan de la corrección que pueden prestar a las finanzas públicas, sino sobre todo en términos de la productividad global del país. Esos, esos son los grandes temas; ese es el gran tema del sector industrial, de la revisión del sector paraestatal, de la productividad, el porqué el sector agropecuario tiene una productividad tan baja; esos son los grandes temas de política económica y de economía política que están en frente de nosotros: la renegociación que nada más quita la parte de endeudamiento excesivo, sin embargo libera recursos para poder comenzar a crecer, volver a crecer; esa es la meta. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: - Señor doctor Pedro Aspe, ruego a usted pasar a ocupar el lugar que se le ha asignado en este recinto. Señor doctor Pedro Aspe, Secretario de Hacienda y Crédito Público: su presencia en el pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, autorizado por el Presidente de la República, es la mejor expresión de la colaboración entre los poderes, en el marco constitucional de equilibrio y respeto.

En el acto de hoy, señor Secretario, se mantuvo el espíritu democrático que norma nuestro quehacer parlamentario. Le agradecemos, señor Secretario, haber aceptado la invitación que se le formuló por los conductos legales para asistir hoy a este pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

Ruego a la comisión designada, cuando el secretario desee retirarse, lo acompañen.

(La comisión cumple su cometido.)

ORDEN DEL DÍA

El C. Presidente: - Continúe la secretaría con el desahogo de la Orden del Día.

El C. secretario senador Alonso Aguirre Ramos: - Señor presidente: Se va a proceder a dar lectura al Orden del Día de la próxima sesión.

«Comisión Permanente.- Primer Receso.- LIV Legislatura.

Orden del día

9 de agosto de 1989.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Del Departamento del Distrito Federal, invita a la ceremonia cívica que con motivo del CCVII aniversario del natalicio del general Vicente Guerreo, tendrá lugar el 10 de agosto.

El Departamento del Distrito Federal, invita al acto cívico que con motivo del CDLXVIII aniversario de la Defensa de Tenochtitlán, tendrá lugar el 13 de agosto.

El Departamento del Distrito Federal, invita a la ceremonia cívica que con motivo del CX aniversario del natalicio del ingeniero Vito Alessio Robles, tendrá lugar el 14 de agosto.

El Congreso del Estado de Nayarit, invita a la sesión solemne en la que el ciudadano licenciado Celso Humberto Delgado Ramírez, gobernador constitucional del estado, rendirá el segundo informe de gobierno, la que tendrá lugar el 18 de agosto.

Oficios de la Secretaría de Gobernación

Por el que se solicita el permiso constitucional necesario para que el ciudadano Gilles Moinet Hamelin, pueda aceptar y desempeñar el cargo de cónsul honorario de Francia en Cancún, Quintana Roo.

Dos por los que se solicita el permiso constitucional necesario para que los ciudadanos Jesús Díaz Loera, Oscar Javier Gómez Monreal y Alejandro Hernández Soberanes, puedan prestar servicios en la embajada de Estados Unidos de América, en México.

Dictámenes a discusión

Ocho de la Tercera Comisión, con puntos de acuerdo por los que se ratifican grados a los ciudadanos Mario Negrón y Mendoza, Víctor Arturo Jurado González, Víctor René Castro Ibarra, Juan Antonio de la Fuente Escobar, Rogelio Olguín Oliva, Gerardo Evaldoro Alva García, Miguel Yáñez Bonilla y José Octavio Ruíz Speare.

De la Primera Comisión, con proyecto de decreto por el que se concede permiso a los ciudadanos Sergio Rafael Loaiza Cervantes, Luis David Loaiza Cervantes, Jorge Guadalupe Treviño Montemayor, María Teresa Barria Hernández, Pedro Huizar Mayoral y Nora Reyna Sáenz, para prestar servicios en los consulados generales de Estados Unidos de América, en Tijuana, Baja California; Monterrey, Nuevo León; Guadalajara, Jalisco y Matamoros, Tamaulipas, respectivamente.

De la Primera Comisión, con proyecto de decreto por el que se concede permiso a los ciudadanos José Ramón Bañuelos Ríos, Laura Marisa Cervantes Fenner y Arturo Cruz Pérez, para prestar servicios en los consulados generales de Estados Unidos de América, en Tijuana, Baja California y Ciudad Juárez, Chihuahua.

De la Primera Comisión, con proyecto de decreto por el que se concede permiso a los ciudadanos José Guadalupe Hernández Orozco, Luis Gonzalo Villa y Peña, Lorenzo Cortés García y Luis Alberto González Pérez, para prestar servicios en la embajada de Estados Unidos de América, en México.

De la Primera Comisión, con proyecto de decreto por el que se concede permiso a la ciudadana Mónica de la Inmaculada Delgado Díaz, para prestar servicios en la delegación de la Comisión de las Comunidades Europeas en México.

Sesión secreta.

Y los demás asuntos con los que la secretaría de cuenta.»

EL C: Presidente (a las 19.25 horas): - Se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el próximo miércoles 9 de agosto, a las 11:00 horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y DIARIO DE LOS DEBATES