Legislatura LIV - Año II - Período Comisión Permanente - Fecha 19900409 - Número de Diario 16

(L54A2PcpN016F19900409.xml)Núm. Diario:16

ENCABEZADO

LIV LEGISLATURA

PODER LEGISLATIVO FEDERAL

DIARIO de los DEBATES

DE LA COMISIÓN PERMANENTE DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

PRESIDENTE DE LA COMISIÓN PERMANENTE

Dip. Guillermo Jiménez Morales

RECINTO LEGISLATIVO

CENTRO MEDICO NACIONAL

DIRECTOR DEL DIARIO DE LOS DEBATES

Lic. Héctor de Antuñano y Lora

Año II México, D.F., lunes 9 de abril de 1990 No. 16

SUMARIO

ASISTENCIA

La secretaría notifica que hay quórum.

APERTURA

Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

Se da lectura.

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

Sin discusión, se aprueba.

FALLECIMIENTO

DEL DIPUTADO DONACIANO

AMBROSIO VELASCO

Se guarda un minuto de silencio en su memoria.

SOBRE ACTIVIDADES

DE LA COMISIÓN

PERMANENTE

Al concluir el Primer Receso del Segundo Año de ejercicio constitucional de la LIV Legislatura Federal, expresan sus comentarios los legisladores senador Eliseo Rangel Gaspar, diputado Juan Jaime Hernández, diputado Jesús Antonio Carlos Hernández, diputado Leonel Godoy Rangel, diputado Bernardo Bátiz Vázquez y el diputado Humberto Roque Villanueva.

ORDEN DEL DÍA

De la próxima sesión. Se levanta la sesión.

DEBATE

PRESIDENCIA DEL CIUDADANO DIPUTADO GUILLERMO JIMÉNEZ MORALES

(Asistencia de veintiún ciudadanos legisladores)

ASISTENCIA

El C. secretario diputado Juan Jaime Hernández: - Señor Presidente, hay una asistencia de 21 legisladores. Hay quórum, señor Presidente.

APERTURA

El C. Presidente (a las 11:07 horas): - Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

El C. secretario diputado Juan Jaime Hernández:

"Comisión Permanente.- Primer Receso.- Segundo Año.- LIV Legislatura.

Orden del día

9 de abril de 1990.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Intervenciones de ciudadanos legisladores de las fracciones parlamentarias representadas en la Comisión Permanente.»

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

El C. secretario senador José Antonio Valdivia:

"Acta de la sesión de la Comisión Permanente del honorable Congreso de la Unión, celebrada el día cuatro de abril de mil novecientos noventa, correspondiente al Primer Receso del Segundo Año del ejercicio de la Quincuagésima Cuarta Legislatura.

Presidencia del diputado

Guillermo Jiménez Morales

La secretaría da lectura al orden del día y posteriormente al acta de la sesión anterior, misma que sin motivar discusión se aprueba en sus términos en votación económica.

Se da cuenta con una invitación del Congreso del estado libre y soberano de Hidalgo, a la sesión solemne en la que el gobernador de ese estado rendirá su tercer informe de gobierno. Para asistir a dicho acto en representación de la Comisión Permanente, se designa a los senadores Humberto Lugo Gil y Julieta Guevara Bautista.

Una invitación del Departamento del Distrito Federal, el acto cívico conmemorativo del septuagésimo primer aniversario luctuoso del general Emiliano Zapata. Para asistir a este acto en representación de la Comisión Permanente, se designa al senador Alvaro Salazar Lozano.

La secretaría da cuenta con un oficio de la Secretaría de Gobernación, por el que se solicita el permiso constitucional necesario para que el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos pueda ausentarse del territorio nacional los días veintitrés de abril, diez, once y doce de junio de mil novecientos noventa, con el fin de realizar visitas de trabajo a los Estados Unidos de América. Se turna a la Primera Comisión para que en el transcurso de la sesión presente el dictamen correspondiente.

Otro oficio de la misma Secretaría, con el que se remite el primer informe de ejecución de Plan Nacional de Desarrollo mil novecientos ochenta y nueve - mil novecientos noventa y cuatro.

Se da primera lectura a un dictamen de la Primera Comisión, con proyecto de declaratoria que reforma y adiciona los artículos quinto, treinta y cinco, fracción tercera; treinta y seis, fracción primera; cuarenta y uno, cincuenta y cuatro, sesenta y setenta y tres, fracción sexta, base tercera, y deroga los artículos transitorios decimoséptimo, decimoctavo y decimonoveno de la Comisión Política de los Estados Unidos Mexicanos.

La Presidencia informa que en virtud de que se trata de la declaratoria correspondiente a las reformas, adiciones y derogaciones constitucionales que ya fueron aprobadas por ambas cámaras del Congreso de la Unión, solicita que se dispense la segunda lectura y se someten a discusión y votación de inmediato.

La asamblea así lo aprueba y hacen uso de la palabra los legisladores Leonel Godoy Rangel, del Partido de la Revolución Democrática, en contra; Rodolfo Duarte Rivas, del Partido Revolucionario Institucional, en pro; Leonel Godoy Rangel, del Partido de la Revolución Democrática, para contestar alusiones personales; Jesús Antonio Carlos Hernández, del Partido Popular Socialista, en contra; Pedro César Acosta Palomino, del Partido Acción Nacional, en pro, acepta una interpelación del diputado Leonel Godoy Rangel; Jesús Antonio Carlos Hernández, del Partido Popular Socialista, para rectificación de hechos.

Desde su curul hace algunas aclaraciones sobre el Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, el diputado Leonel Godoy Rangel y el Presidente concede el uso de la palabra, para rectificar hechos sobre el mismo asunto, a los legisladores José Trinidad Lanz Cárdenas, del Partido Revolucionario Institucional; Leonel Godoy Rangel, del Partido de la Revolución Democrática y, nuevamente, al diputado José Trinidad Lanz Cárdenas, del Partido Revolucionario Institucional.

La asamblea considera suficientemente discutido el proyecto de declaratoria y la secretaría toma la votación nominal respectiva que aprueba la declaratoria por veintitrés votos en pro y cuatro en contra.

El Presidente hace la declaratoria respectiva y pasan al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

Se da primera lectura a un dictamen de la Primera Comisión, con proyecto de decreto por el que se concede el permiso constitucional necesario para que el ciudadano Vicente Ruíz López pueda prestar sus servicios en la Embajada de los Estados Unidos de América en México. La Presidencia considera este asunto como de urgente resolución y la asamblea le dispensa la segunda lectura. No habiendo quien haga uso de la palabra se aprueba por veintidós votos y pasa al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

Se da segunda lectura y se someten a discusión once dictámenes de la Segunda Comisión, con puntos de acuerdo por los que se ratifican los grados militares a los ciudadanos Manuel Lomelí Gamboa, Alfredo Hernández Pimentel, Arturo Cardona Marino Luis Ángel Fuentes Alvarez, Jaime Abarca Illa, Juvenal González Martínez, Jaime Palacios Guerrero, Rolando Gutiérrez López, Mario Pedro Juárez Navarrete, Humberto Hernández Gutiérrez y Enrique Espinoza Miyazawa. La asamblea los aprueba en un solo acto y pasan al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

Se da cuenta con cuatro dictámenes de la Primera Comisión, con proyectos de decreto por los que se conceden los permisos constitucionales necesarios para que los ciudadanos Gustavo Ysunza Olivares, Pablo Mauro Severiano Portela, Gildardo Alarcón López y Augusto Gómez Villanueva, puedan aceptar y usar las condecoraciones que les confieren los gobiernos de Guatemala, Perú, Estados Unidos de América e Italia. Se reservan para su votación nominal en conjunto.

Para continuar con el orden del día, la secretaría da segunda lectura y se someten a discusión tres dictámenes de la Primera Comisión, con proyectos de decreto por los que se conceden los permisos constitucionales necesarios para que los ciudadanos Carlos Morales Troncoso, María de los Ángeles Romero Cano y Alejandra Bonilla Acuña, puedan prestar sus servicios en la Delegación de la Comisión de las Comunidades Europeas en México, la embajada de Jamaica en México y la embajada de Canadá en México, respectivamente. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reservan para su votación nominal en conjunto.

Se da lectura a cinco dictámenes de la Primera Comisión, con proyectos de decreto por los que se conceden los permisos constitucionales necesarios para que los ciudadanos Francisco Servín y García, Ramón de la Lira Peralta, Elsa Avilés Mercado, Francisca Tapia García, Rosa Carla Torres Gutiérrez, Julissa Cruz Novelo, Octaviano Garibay Contreras, Rosario Rosa Roig Blaky, María de las Mercedes Mundo Marín, Paula Teresa Chong Suárez, Obdulia Villanueva y González, Alfredo Aráuro López, Julieta Morales Vera, Nicasio Salvador Euan Várguez, Santos Humberto Acevedo García, José Guadalupe Cui Cituc, Pedro Celestino Cuytum Caab, Edgar Renán Borges May, Rosa Inés Ruíz Gómez, Juan Antonio Ventura Malanche, Manuel Sánchez Mérito y José Luis Sánchez Mérito, puedan prestar sus servicios en la embajada de los Estados Unidos de América en México y en consulados del mismo país en Merida, Yucatán; Tijuana, Baja California; Hermosillo, Sonora y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. No habiendo quien haga uso de la palabra, se aprueban en un solo acto por veintitrés votos.

Pasan al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

Se concede el uso de la palabra al diputado Pedro César Acosta Palomino, del Partido Acción Nacional, quien solicita que se haga una excitativa a la comisión especial que investiga sobre el Banco Nacional Pesquero y Portuario. La Presidencia aclara y considera que no hay lugar a la excitativa solicitada.

Para referirse a las declaraciones del señor Guillermo Endara en contra del gobierno mexicano, hacen uso de la palabra los legisladores Ismael Yañez Centeno, del Partido de la Revolución Democrática; Blanca Esponda de Torres, del Partido Revolucionario Institucional, quien presenta un punto de acuerdo firmado por los grupos parlamentarios del Partido Revolucionario Institucional, Partido Acción Nacional, Partido Popular Socialista y Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional. Expresa su opinión sobre el mismo asunto el diputado Jesús Antonio Carlos Hernández, del Partido Popular Socialista Aprobado, comuníquese.

La secretaría da cuenta con un dictamen de la Segunda Comisión, referente a un punto de acuerdo de la Comisión Permanente en relación con las transmisiones de televisión José Martí, desde los Estados Unidos de América. No habiendo quien haga uso de la palabra, se aprueba en votación económica.

Presidencia del diputado

Juan José Osorio Palacios

La Presidencia informa que se ha recibido el dictamen de la Primera Comisión, con proyecto

de decreto por el que se concede el permiso constitucional necesario para que el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos pueda ausentarse del territorio nacional los días veintitrés de abril y diez, once y doce de junio, con el fin de efectuar visitas de trabajo a los Estados Unidos de América.

La asamblea dispensa la segunda lectura y se somete a discusión de inmediato.

Hacen uso de la palabra los legisladores Bernardo Bátiz Vázquez, del Partido Acción Nacional, en contra; Alfredo Toxqui Fernández de Lara, del Partido Revolucionario Institucional, en pro; Jesús Antonio Carlos Hernández, del Partido Popular Socialista, en contra; Ricardo Monreal Ávila, del Partido Revolucionario Institucional, en pro; Pedro César Acosta Palomino, del Partido Acción Nacional, para rectificar hechos; Ricardo Monreal Ávila, del Partido Revolucionario Institucional, para contestar alusiones personales; Ismael Yañez Centeno, del Partido de la Revolución Democrática, en contra; Julieta Guevara Bautista, del Partido Revolucionario Institucional, en pro y para rectificar hechos, los diputados Ismael Yañez Centeno, del Partido de la Revolución Democrática y Jesús Antonio Carlos Hernández, del Partido Popular Socialista.

La asamblea considera este asunto suficientemente discutido y la secretaría toma la votación nominal respectiva. Se aprueba por veinte votos a favor y seis en contra.

Para referirse al pretendido mercomún entre México, Estados Unidos de América y Canadá, hacen uso de la palabra los legisladores Jesús Antonio Carlos Hernández, del Partido Popular Socialista; Ismael Yañez Centeno, del Partido de la Revolución Democrática y Rogelio Montemayor Seguy, del Partido Revolucionario Institucional.

Para referirse a las demandas de los trabajadores del Instituto Nacional de Bellas Artes, hacen uso de la palabra los legisladores Leonel Godoy Rangel, del Partido de la Revolución Democrática; Bulmaro Pacheco Moreno, del Partido Revolucionario Institucional y para rectificar hechos el diputado Leonel Godoy Rangel, del Partido de la Revolución Democrática.

Para la atención que proceda, se turna a la Comisión de Información, Gestoría y Quejas de la Cámara de Diputados.

Para referirse a las actividades y declaraciones del grupo Antorcha Campesina, hacen uso de la palabra los legisladores Cristóbal Arias Solís, del Partido de la Revolución Democrática; Ricardo Monreal Ávila, del Partido Revolucionario Institucional; Leonel Godoy Rangel, del Partido de la Revolución Democrática, para rectificar hechos, Ricardo Monreal Ávila, del Partido Revolucionario Institucional, para contestar alusiones personales y Pedro César Acosta Palomino, del Partido Acción Nacional.

La secretaría da cuenta con un dictamen de la Segunda Comisión, con punto de acuerdo referente al asesinato del señor Bernardo Jaramillo, candidato a la Presidencia de la República de Colombia y firmado por los representantes de los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional, Popular Socialista, del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional y de la Revolución Democrática. Sin discusión se aprueba en votación económica.

Solicita y se le concede el uso de la palabra al diputado Leonel Godoy Rangel, del Partido de la Revolución Democrática, quien propone un punto de acuerdo en el que la Comisión Permanente condena el asesinato de dos trabajadores del diario La Jornada, a manos de militantes del Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo (partido de los pobres). En votación económica se aprueba.

Para referirse a los problemas poselectorales en el estado de Michoacán, hacen uso de la palabra los legisladores Cristóbal Arias Solís, del Partido de la Revolución Democrática; Bulmaro Pacheco Moreno, del Partido Revolucionario Institucional, quien acepta una interpelación del senador Arias Solís; y, para rectificar hechos, los legisladores Leonel Godoy Rangel, del Partido de la Revolución Democrática; Bulmaro Pacheco Moreno, del Partido Revolucionario Institucional y Cristóbal Arias Solís, del Partido de la Revolución Democrática.

Presidencia del diputado

Guillermo Jiménez Morales

Termina el debate sobre este tema el senador Bulmaro Pacheco Moreno, del Partido Revolucionario Institucional, quien contesta alusiones personales.

Para referirse a la situación de trabajadores despedidos de la empresa Aeroméxico, hace uso de la palabra el diputado Leonel Godoy Rangel, del Partido de la Revolución Democrática. Se turna, para la atención que proceda, a la Comisión de Información, Gestoría y Quejas de la Cámara de Diputados.

Agotados los asuntos en cartera, la secretaría da lectura al orden del día de la próxima sesión y el

Presidente clausura la de hoy a las veintiún horas con treinta y cinco minutos, citando para la que tendrá lugar el lunes nueve de abril a las once horas."

Está a discusión el acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba... Aprobada, señor Presidente.

FALLECIMIENTO DEL DIPUTADO

DONACIANO AMBROSIO VELASCO

El C. Presidente: - Esta Presidencia tiene la pena de participar a la asamblea, que el día 8 de abril de 1990, falleció nuestro compañero el diputado Donaciano Ambrosio Velasco, de la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional a la LIV Legislatura.

Se ruega a los asistentes ponerse de pie para guardar un minuto de silencio en su memoria.

(Se guarda un minuto de silencio.)

El C. secretario diputado Juan Jaime Hernández: - Muchas gracias.

SOBRE ACTIVIDADES DE LA COMISIÓN

PERMANENTE

El C. Presidente: - Continúe la secretaría con los asuntos del orden del día. Han solicitado el uso de la palabra los siguientes ciudadanos legisladores: senador Eliseo Rangel Gaspar, diputado Roberto Jaramillo Flores, diputado Juan Jaime Hernández, diputado Jesús Antonio Carlos Hernández, diputado Leonel Godoy Rangel, diputado Bernardo Bátiz Vázquez y diputado Humberto Roque Villanueva.

Tiene la palabra el ciudadano senador Eliseo Rangel Gaspar, del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.

El C. senador Eliseo Rangel Gaspar: - Señor Presidente; señores diputados; compañeros senadores; señoras y señores: Confrontando puntos de vista opuestos, discutiendo los problemas acuciantes de una realidad económica y política que se caracteriza por las transformaciones profundas que la modifican a cada instante y la hacen diversa permanentemente, polemizando sobre hechos y sucesos de nuestra colectividad apasionante, profundizando. En fin el debate de la nación, los partidos políticos a través de sus fracciones parlamentarais llegamos al término de nuestras labores correspondientes al Primer Receso del Segundo Año de nuestro ejercicio constitucional.

En esta tarea, en la que todos pusimos el mejor de nuestro esfuerzo, ningún principio fue traicionado, ni fracción parlamentaria alguna renunció a sus definiciones ideológicas, sino antes bien, todos nos propusimos expresar las que sostenemos y nos caracterizan y si llegamos a coincidir y a postular criterios unánimes, es porque tenemos de la democracia en que actuamos, una concepción avanzada en virtud de la cual, la defensa de valores fundamentales para el pueblo que representamos, nos lleva a coincidir a pesar del debate enconado.

Procediendo así, damos a la sociedad que nos observa, la más viva lección de convivencia que tiene que repercutir en los modos y en las maneras de actuar de los grupos sociales que los partidos auspician.

Y es que sólo la democracia es dinámica, el despotismo es estático.

Dimos cumplimiento entonces, desde la más elevada tribuna de la nación, a uno de los objetivos esenciales que sustenta la propia existencia de los partidos políticos en el mundo de hoy: educar para la democracia.

Por eso, saludamos con beneplácito este comportamiento de las fracciones parlamentarias con cuyos integrantes hemos enriquecido experiencias y compartido opiniones. Estamos seguros de que éste es el camino por el cual habremos de alcanzar las metas superiores del desarrollo democrático nacional.

Subrayamos este proceder que, por otra parte , ha sido ampliamente difundido a toda la nación a través de los medios de comunicación que siguen con seriedad y profesionalismo nuestros trabajos, porque la colectividad nacional tiene que estar enterada de la madurez creciente de sus formaciones partidarias y satisfecha de que el estado de partidos que anhela consolidar, arriba a niveles permanentes de superación.

Claro está que de ninguna manera podrá nadie sostener que hemos agotado los peldaños del ascenso y que estamos ya en la cima desde la cual todos los valores que la democracia persigue son una realidad.

Por principio de cuentas debemos señalar que la democracia es más bien una aspiración eterna del hombre y que ningún esfuerzo estará de más para perfeccionarla.

Un recuento de nuestras luchas pasadas, acredita una porfía del pueblo mexicano por conquistar los ideales básicos de libertad y de igualdad en que la democracia se funda.

Por él advertiremos cómo queriendo ser libres, hemos adoptado las normas sociales que hacen posible el anhelo y que persiguiendo la igualdad, nos hemos alejado del estado de naturaleza para convivir civilizadamente en una sociedad política que por encima de sus limitaciones y de los obstáculos que enfrenta, ha aceptado que la ley es la reina de cosas mortales e inmortales.

Quisiéramos recordar aquí, por el enorme impacto que el hecho posee como lección política, que procedemos, procede el sistema mexicano de hoy de una revolución victoriosa que asombró al mundo no únicamente por la conmoción social en que el evento consiste, sino porque al proceder a la creación del nuevo orden social, la carta política que se elabora, incorpora instituciones y normas, pasmo del orbe, asombro de sus contemporáneos.

Están ahí recogidos ideales y ensueños; expectativas y posibilidades; las aspiraciones más genuinas del pueblo; sus decisiones políticas fundamentales.

Allí las reglas de la democracia y compiladas las cuestiones que suscitan aún entre los adversos, acuerdos: los acuerdos en lo fundamental que son la condition sine qua non, en cuya ausencia, ningún proyecto es posible, ninguna forma de convivencia es viable ni tiene, finalmente, perspectiva alguna la democracia que todos anhelamos fortalecer.

Quienes las formularon se propusieron señalar el mejor rumbo de México; propiciarle, al término de sacrificios incruentos que saturan su pasado, una era de paz donde sus instituciones se mejoren y en la cual el trabajo de los mexicanos desemboque en el viejo sueño del progreso y del bienestar.

Mucho hemos avanzado en este particular y en tal virtud mucho es lo que tenemos que defender como patrimonio social que hemos conformado con aportes sucesivos y complementarios.

Nosotros, nuestra generación no ha partido de la nada sino que en la dialéctica de su existencia, ha confirmado tesis, ratificando principios a la par que aportado criterios y hecho contribuciones para perfeccionar la infraestructura de la democracia que heredamos y para definir cuestiones que afinen la acción, apresuren la marcha y aceleren el advenimiento de estadios acordes a nuestra mejor relación social.

Es así que en el ámbito político, el proceso de reforma ha impulsado el abanico de opciones partidarias que conducen al país a la modernidad y propiciado que el derecho electoral se convierta en la rama más dinámica de nuestro universo jurídico.

Así, el estado de derecho en que actuamos no es un mero conjunto de virtudes burguesas o pequeño - burgueses, para encauzar la paz sólo en el entorno de los satisfechos, se trata de un enunciado de normas orientadas a la construcción del proyecto social en el que todos estamos conscientemente interesados y en el que la nación hace radicar sus expectativas de desarrollo nacional independiente y de la ampliación del régimen democrático interno.

Frente a esta expectativa actúa la sociedad políticamente organizada y el proyecto de perfeccionamiento del Estado, busca como ideal superior, la perfección de la sociedad donde todos somos protagonistas a partir del acuerdo de convicciones concertando con los partidos donde militamos, a quienes separan diferencias en lo ideológico y en la forma de entender la realidad y proceder a su transformación.

Pero también es cierto que andando por caminos distintos y a veces yendo por atajos inéditos, los encuentros que la propia realidad condiciona, nos hace dar pasos adelante conjuntamente sin que ello implique renuncia a principios ni mengua en los ideales que levantamos.

Muchos teóricos de la ciencia política hoy, enfatizan como esencial en la democracia de los modernos, el diálogo como método universal del sistema que los griegos inventaron hace siglos y sostiene también como inherente a él, el derecho al discenso y la perspectiva de la síntesis que en la lucha de contrarios está representada por el consenso.

La tesis es en sí misma cautivadora y si la hemos de confrontar con la realidad nuestras mismas experiencias nos relevan de ir más allá por las vías de la experimentación.

Los partidos políticos representan sólo una porción de la colectividad nacional, pero aspirando a representar la voluntad de la mayoría, pues la voluntad unánime sólo se da como en Rousseau en el eventual instante de constituir la sociedad política, tienen que aceptar las reglas de la democracia y actuar conforme a su regla de oro: acatar el dictado de la voluntad de las mayorías.

"Yo he tenido ocasión de decir y no me canso de repetir que quién no se ha dado cuenta de que por sistema democrático se entiende hoy, reitera

Bobbio, inicialmente un conjunto de reglas procesales de las que la principal pero no la única es la regla de la mayoría, no ha entendido nada y continúa sin entender nada de la democracia".

Por eso, se dice que el consenso procedimental con arreglo al cual la democracia resuelve sus conflictos, es la aceptación del principio de la mayoría o al menos actuar de conformidad con él, pues estar en contra, lo que realmente se hace es ir en contra de la democracia.

Pero además del juego político de mayorías y minorías que es dable en el ámbito de la pluralidad partidaria en que la democracia se funda, con sus controversias dialécticas, argumentos, réplicas y refutaciones tiende, como ha sostenido Kelsen, a la consecución de transacciones que no son otra cosa que la expresión de la voluntad colectiva.

La transacción en última instancia, consiste en posponer lo que estorba a la unión y actuar a favor de lo que contribuye a promoverla.

Los partidos políticos existen entonces para pactar diferendos, sin sacrificio de los principios pero buscando encuentros que anticipen la conquista de los ideales.

Nadie de nosotros, ni por supuesto ninguno de nuestros partidos, pretende destruir la democracia sino antes al contrario perfeccionarla en todos sus hechos y con todas sus actividades. Actuamos así a sabiendas de que ningún interés partidista está por encima del interés nacional.

La antidemocracia hoy, sin embargo, tiene mil cabezas y recursos infinitos para paralizar o desviar las fuerzas más positivas; por eso tenemos que ser vigilantes e ir con lealtad y probidad, que no son virtudes despreciables, en pos de las reglas formales de la democracia que ya introdujeron por vez primera en la historia de las técnicas de la convivencia, la resolución de los conflictos sociales sin acudir a la violencia y precisamente, debemos destacarlo en el mundo de hoy, solamente allí donde las reglas son respetadas, el adversario ya no es enemigo que debe ser destruido, como en la edad de las facciones, sino un opositor capaz de portar ingredientes con cuya contribución toda democracia es construida.

Nosotros ya tuvimos nuestra cuota de violencia para hacer irrumpir una nueva etapa de la historia: ahora, pese a los problemas que confrontamos, a las dificultades que obstruyen la marcha y a los rezagos que padecemos, todos convenimos en que no hay otra ruta que la democracia, vía pacífica para nuestro discurrir historio y en esta virtud, despertar al México bronco, implica abrir las puertas a la antidemocracia y a sus secuelas aberrantes la dictadura o el despotismo.

Por eso, es que por este camino sólo algunos enfermos mentales, inadaptados sociales o perversos, pretenden transitar.

Pero este solo propósito los descalifica y excluye del concierto nacional, definido por la convivencia en el diálogo constructivo. Este es el clima de nuestro tiempo, la consigna de la más progresista actualidad.

De allí el comportamiento de las fracciones parlamentarias aludido al principio, con cuya exaltación debo terminar estas palabras.

Proceder así, es acreditar la madurez política de nuestro pueblo y por supuesto, hacer honor a quienes en el pasado reiteraron esfuerzos y motivaron solidaridades, para diseñar el proyecto de nación que todos debemos construir, pues al fin y al cabo alcanzar su anhelada grandeza es el punto de confluencia que a todos nos vincula.

No quiero terminar estas palabras, sin antes ratificar el reconocimiento de mi fracción parlamentaria por la sensibilidad y esmero con que fueron dirigidos nuestros trabajos.

Acaso considerando que la tribuna más alla de la nación lo es en la medida que campea en ella la mayor libertad para la expresión libre, el licenciado Guillermo Jiménez Morales auspició siempre la libre expresión de todos los legisladores.

Procedió así, impulsado sin duda por la voluntad política del Presidente Salinas de Gortari que postula un Poder Legislativo fuerte, fundado en la fortaleza de nuestras convicciones, para que el Estado mexicano se ubique a la altura del pueblo que conduce.

Inmersos en la vida de la nación, hemos llegado a un término que no es sino principio, es el instante de ir al encuentro del mejor porvenir.

El C. Presidente: - Tiene la palabra el diputado Juan Jaime Hernández, de la fracción parlamentaria del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.

El C. Diputado Juan Jaime Hernández: - Ciudadano Presidente; ciudadanos legisladores: Populi nostri nobes imperat ut loquamur (el pueblo nos manda que hablemos.)

Frente a una realidad ensombrecedora sin claras expectativas para los miembros de las clases

populares que ven angustiados como sus míseros salarios apenas alcanzan para mal comer; frente a una nación rica en historia con muchos héroes y mártires exigiendo que los sacrificios de muchas generaciones de mexicanos valgan la pena; frente a un país que hizo la primera revolución del siglo y que puso el ejemplo de lo que el pueblo organizado es capaz de hacer; frente a una ciudadanía que contempla en el panorama nacional opciones políticas sin afinidad con la historia, surge la renovada presencia ante esta soberanía del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.

En esta nueva era y en esta Comisión Permanente, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana ha planteado los problemas y angustias de los ciudadanos que no tienen tribuna para hacer del conocimiento de la nación los errores del sistema, los actos bandálicos de los gobernantes, los actos sin nombre de funcionarios que se escudan bajo el poder, las canalladas de los policías que solapan a caciques, las entregas vergonzantes de los líderes sindicales al mejor postor de los intereses de los obreros, los actos horrendos de secretarios del gabinete de las misceláneas mal planteadas, los actos fidedignos en apoyo de líderes menores corruptos, en fin, como dijera nuestro compañero Lanz Cárdenas, esta tribuna y esta Comisión Permanente se ha convertido en miscelánea por la diversidad de los asuntos tratados porque diverso es el pueblo y las necesidades que deben aflorar ante la opinión pública.

Nosotros consideramos que la Comisión Permanente no debe convertirse en un muro de lamentaciones y que de esta soberanía deberán de salir verdaderos acuerdos que remedien la problemática planteada en beneficio de la ciudadanía que representamos y no acuerdos de mero trámite que en nada benefician ni nada resuelven; por ello, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, fiel intérprete de la voluntad popular, propondrá en el próximo período ordinario, reforma constitucional a la sección IV del Título Tercero en sus artículos 78, 79, para ampliar tanto el número de sus integrantes como las facultades que la propia Constitución le otorga para que verdaderamente se cumpla la importancia de este órgano colegial que es la de defender y mantener la vida institucional del país, su organización constitucional, conservar la buena y normal marcha de los negocios públicos así como la continuidad de la acción legislativa.

La Comisión Permanente no sólo debe resolver todos los asuntos de su competencia, recibir las iniciativas de ley y de proposiciones dirigidas a la Cámara, sino tener facultades abiertas para velar por la conservación de la libertad mediante el equilibrio de los poderes Judicial y Ejecutivo corrigiendo los errores y enderezando la buena marcha de la nación en beneficio del ciudadano.

La Comisión Permanente deberá de tener facultades amplias para que las conductas de los funcionarios públicos y en especial de los secretarios de Estado comparezcan a explicarlas con prontitud y contestar en forma correcta y llana a las interrogantes de los ciudadanos legisladores e imponer correctivos a aquellos funcionarios que evadan su presencia o que sus contestaciones sean ambiguas o inocuas buscando así burlar a esta soberanía como es el caso del triste célebre secretario Caso Lombardo.

Es preocupación del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana la reforma y adecuación tanto de la ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos como del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, por ello, la fracción parlamentaria oportunamente demandará su reforma y actualización mediante los proyectos que en el período ordinario próximo presentará ante la Cámara.

Estamos decididos a que la fracción parlamentaria del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana sea la trinchera de los ciudadanos para dar lucha en todos los frentes de la nación hasta reencontrar el rumbo perdido. La línea política trazada en 1910 vigente hasta la fecha que es la lealtad a los principios originales de la Revolución Mexicana y el respeto a los postulados de la Constitución de 1917.

Hemos denunciado aquí como servidores públicos se enriquecen y la corrupción campea por las oficinas burocráticas; hemos visto que la ideología de la revolución la convierte en fraseología de demagogos y como el pueblo desespera ante las promesas que no se cumplen como los pactos que irritan al pueblo y los pronasoles populistas.

La renovación moral, tan pregonada ante el sexenio anterior, dio como resultado las vacaciones pagadas de Pesquería y otros; la modernidad o modernización apoyada en asesores extranjeros nos está dando resultados inocuos y peligrosos para la estabilidad de la nación como los caprichos de las misceláneas fiscales con sus persecuciones inquisitoriales, y la entrega al extranjero de girones de la patria, las industrias básicas como es el petróleos, teléfonos y vías de comunicación señalan el principio de la extranjerización y de la entrega de México a los intereses usuarias del Fondo Monetario Internacional aunado esto a la invasión territorial de la soberanía realizada por los Estados Unidos mediante las policías antinarcóticos y los satélites buscadores de campos de mariguana y amapola.

Ante esta presencia, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana se manifiesta contra quienes a todo se oponen por sistema, sin ofrecer a cambio un camino definido y practicable; contra quienes sueñan con quimeras socializantes engañadoras del pueblo, o liberalismo tras lo que se oculta en afán de dominio de la derecha; contra los caciques que dominan regiones y localidades imponiendo su voluntad a las mayorías; contra quienes han hecho de los puestos públicos fuente de riqueza personal; contra los líderes sindicales corruptos y facciosos, que tan sólo se sirven de los obreros; contra los funcionarios que manipulan los resultados electorales burlando la voluntad popular; contra los líderes de membrete que nadie eligió y que dicen representar grupos de ciudadanos; contra los líderes campesinos que traicionando a su clase, se alían a los latifundistas; contra los tecnocrátas que imponen solución de gobierno desvinculadas del pensamiento y los intereses de las clases populares; contra los funcionarios judiciales que sólo aplican la ley a quienes no pueden pagar por burlarla; contra quienes han impedido la participación abierta y total de las mujeres en la política; contra quienes se han aprovechado de la buena fe y limpieza de miras de la juventud, para servir a sus propósitos; contra los individuos voraces que extenúan a los obreros en las fabricas a cambio de salarios de hambre; contra los especuladores y vendepatrias que han convertido en moneda extranjera el trabajo de los mexicanos; contra los medrosos y los pusilánimes que no quieren compartir los riesgos que confronta la construcción del México del futuro; contra los que piensan que la política del país debe sumirse en abyección y servir a inconfesables intereses de cualquiera de las hegemonías que pretenden dividirse al mundo; contra los desnacionalizados que sueñan con anexiones al vecino del norte; contra los que sostienen que México debe desvincularse de su solidaridad con las naciones hermanas de Centro y Sudamérica; en suma, contra quienes pretenden desviar el camino de México, del destino con su esfuerzo y su sangre escribieron los héroes de la Revolución Mexicana.

No transigiremos en la defensa de nuestros principios, creemos firmemente en el movimiento de 1910 y que sus postulados siguen siendo válidos para el México de hoy y el del futuro.

In hoc credimus per istud luctamos (en eso creemos y por eso luchamos.)

El C. Presidente: - Tiene la palabra el diputado Jesús Antonio Carlos Hernández, del grupo parlamentario del Partido Popular Socialista.

El C. diputado Jesús Antonio Carlos Hernández: - Señor Presidente; compañeros legisladores: Culmina hoy este período de sesiones de la Comisión Permanente, en el que durante 14 semanas hemos tratado de cumplir las obligaciones que establece la Constitución a este organismo; pero no solamente eso, como se trata precisamente de la más alta tribuna del país y a contrapunto de quienes afirman que no se ha usado sino se ha abusado de esta tribuna, hemos aprovechado todos la magnífica oportunidad para que cada quien, desde la trinchera del partido que lo trajo aquí a esta representación nacional, porque nadie se representa así mismo de los que estamos aquí, sino que representamos corrientes políticas, posiciones ideológicas, búsqueda de programas, hemos dicho ante cada caso concreto nuestra verdad.

Y aún aquéllos que dicen que se abusa de esta tribuna, han tenido que abusar de ella para decir que se abusa, porque no es posible que la representación nacional del pueblo mexicano quede convertida en un organismo muerto, en una oficina burocrática de mero trámite, de la actuación del Ejecutivo de la República.

Y hay que recordar que el Congreso de la Unión no solamente ha escrito las mejores páginas de su historia en la tarea de legislar, y particularmente en los últimos decenios, cuando la iniciativa de las leyes le ha sido arrebatada y ha sido simplemente sancionadora de las iniciativas de ley presentadas por el Ejecutivo.

Pero digo, no solamente la labor trascendente del Poder Legislativo se manifiesta en la tarea de realzar el proceso legislativo que plasma en códigos, en textos de leyes la legislación nacional, sino que ha sido fundamentalmente en la toma de posiciones, a través de las cuales se han escrito las mejores gestas históricas del Poder Legislativo.

Podría recordar algunas cuestiones solamente para ilustrar; el voto particular de los hombres de la reforma, el discurso contra Victoriano Huerta de Belisario Domínguez, por no citar sino solamente algunos aspectos de lo más trascendente de los que ha sido protagonista el Poder Legislativo mexicano, no solamente en su actuación en pleno sino también actuando como Comisión Permanente.

De tal manera que no es posible pues que esta tribuna se convierta en una oficina de tramitación burocrática, sino que justamente se aproveche para que sea la voz de los que no tiene voz, para que se expresen aquí los problemas y sus posibles soluciones, para que se debatan abierta y públicamente, aprovechando los espacios democráticos

que hemos conquistado los mexicanos con nuestro esfuerzo y de que convirtamos al Poder Legislativo en un auténtico representante de las mejores aspiraciones populares. Yo creo que esa es una de las misiones esenciales del Poder Legislativo, no podría entenderse de otra manera, incluso los conceptos, las palabras con las cuales vamos designando a las instituciones, me refiero a ésta, se van forjando a través de lo que va siendo, de lo que va significando precisamente la representación nacional.

Y aquí me permitiría, abusando de su paciencia, usar precisamente los ejemplos. ¿Cuál es el origen de la palabra tribuna? Nos ilustran los conocedores que en la antigua Roma, los habitantes de la periferia, de los excidus, de las salidas de la ciudad, eran precisamente las tribus que no tenían representación, digámoslo así, toda proporción guardada, en la representación popular del pueblo romano. Pero andando el tiempo, esas tribus tuvieron a sus representantes en el Poder Legislativo, los famosos tribunos que eran los representantes de las tribus, y de esa manera se instituye como concepto, la tribuna.

De manera tal que no podemos soslayar el debate, el análisis, el examen, la exposición de ideas y de tesis, ésa es una de las funciones esenciales del Congreso, del Poder Legislativo. Insisto, no solamente la elaboración de las leyes, sino el examen público justamente en la más alta tribuna del país, de los problemas esenciales de la nación.

De tal manera que con humildad, pero también con honor, si bien es cierto que no estamos aquí forjando la historia de nuestra patria, sí estamos, en parte, siendo protagonistas de ella, cada quien con su aporte, con su ideas, con su pensamiento, con su accionar y, particularmente de quienes estamos aquí como hombres públicos, como hombres dedicados a la noble ciencia, porque eso es, una ciencia y un arte de la más alta categoría humana, la política, que nos sirve para encontrar los caminos que conduzcan a la sociedad humana hacia mejores estadios de bienestar y de convivencia.

De ese modo y haciendo un esfuerzo por ubicarnos hoy en nuestro tiempo y en nuestra circunstancia, nosotros podríamos insistir en la concepción que nosotros tenemos de la historia de esta patria nuestra, y que como hemos dicho muchas veces si la pudiéramos sintetizar en breves palabras, esa dramática y heroica historia de nuestro país, podríamos decir que es la historia dramática de un pueblo por conquistar dos objetivos esenciales; dos metas históricas que siguen vigentes porque no las hemos conquistado plenamente: la plena independencia y soberanía de la nación, y el bienestar permanente del pueblo mexicano. Esos dos objetivos, a nuestro juicio, resumen la desiderata del pueblo mexicano.

Y en ese camino, se ha realizado lo que nosotros denominamos la Revolución Mexicana como una gigantesca sinfonía de tres tiempos: la guerra de Independencia para liberarnos de la tutela del imperio español; pero que en sí misma, llevaba el germen de instituciones sociales modernas, y lo hemos recordado muchas veces, está ahí el extraordinario documento que son "Los sentimientos de la Nación", redactados por Morelos y plasmados por escrito por don Andrés Quintana Roo, que con lágrimas en los ojos pedía a su jefe que no callara, que continuara hablando, para seguir plasmando en ese texto, que es un momento histórico de los mexicanos, los objetivos de ese pueblo que estaba muriendo en los campos de batalla por conquistar su felicidad.

Y el segundo tiempo de esta gran sinfonía que es la historia de México, es precisamente la Guerra de la Reforma. Una generación de gigantes, una generación de hombres con los que no hemos sido suficientemente justos al rendirles homenaje. Una generación de los hombres más puros y más gigantes que ha tenido esta patria mexicana, encabezados todos por un hombre que sigue siendo quien preside los destinos de México en su acontecer histórico: Benito Juárez, el Benemérito de las Américas.

En este movimiento que se consolida definitivamente la República como un Estado moderno y que da la posibilidad de que nuestro país se encuentre un camino para avanzar con mayor firmeza en el logro de los objetivos históricos que ya dijimos inicialmente.

Pero se da en nuestro país, precisamente en esta patria nuestra, un movimiento social profundo, que transforma de raíz instituciones y que plasma en la realidad aspiraciones que eran simplemente, de algún modo, aspiraciones utópicas o románticas. Este extraordinario movimiento armado social que se inicia en 1910 como el tercer movimiento de esta gigantesca sinfonía humana.

A nuestro juicio todavía no se examina, a pesar del tiempo transcurrido, a pesar de los hechos y a pesar del avance y a pesar de los análisis, no se ha hecho todavía el examen profundo, serio, científico de este extraordinario movimiento revolucionario iniciado en 1910, porque todavía tiene muchas instituciones que no se han aprovechado porque todavía tiene barruntos de lo que puede ser mañana un extraordinario camino que nos conduzca a la liberación definitiva a los mexicanos.

Pero en ese movimiento a pesar de quienes quieren levantar el acta de defunción antes de tiempo, en este movimiento estamos aún. Sigue vivo y vigente, está en el corazón de los mexicanos, está en los hombres del campo y de la fábrica que todavía con mirada llena de esperanza ven en la Revolución Mexicana una lanza, un escudo, un instrumento de combate para alcanzar plenamente sus objetivos. En este movimiento revolucionario pues aún estamos y que se pone hoy más vigente que nunca en este mundo lleno de luces y de sombras, en el que los hombres más firmes, en el que los hombres íntegros, parece que se quiebran, parece que pierden el rumbo, que no encuentran el camino y se sienten como huérfanos en medio de la vorágine de la situación emocionante, yo diría la etapa más emocionante de todos los siglos de la historia humana, porque estamos decidiendo precisamente el camino definitivo que habrá de lograr que en este mundo, no solamente en la patria mexicana, sino en este mundo, la humanidad por fin inaugure la historia, la verdadera historia.

Que construyamos un nuevo sistema de la vida social en que desaparezca definitivamente la explotación del hombre por el hombre, que logremos erradicar las guerras fratricidas, que logremos erradicar la injusticia, la discriminación racial, la discriminación política, la discriminación social y que realmente renazca un hombre nuevo, que sea la síntesis de toda la historia dramática de los hombres a través de toda su historia, que yo diría su prehistoria, porque la verdadera historia será cuando los hombres todos, en un humanismo, con minúscula porque será para todos, cuando los hombres todos realmente sean libres y puedan disfrutar plenamente de los satisfactores y de los bienes espirituales y materiales que la propia humanidad construye.

Nosotros estamos seguros, tenemos optimismo en que el ser humano sabrá encontrar definitivamente su camino y su felicidad. Somos, es cierto, hoy por hoy en cierta forma románticos si se puede decir, dentro de la convicción de que la política es una ciencia y que maneja leyes objetivas, somos idealistas porque tenemos ideales, moralmente idealistas si se quiere y si se me permiten los términos, filosóficamente materialistas pero moralmente idealistas, porque estamos convencidos de que nuestros ideales se harán realidad el día de mañana, y que a pesar de las confusiones y de las sombras de hoy, a pesar de la crisis que hoy vivimos, podremos y sabremos encontrar el camino.

Reivindicamos como nuestro fundamento teórico, la filosofía de los trabajadores, la filosofía de la clase obrera, la filosofía de ese enorme ejército que con sus manos y con su cerebro con los bienes materiales y espirituales de la humanidad. Ese enorme ejército son los trabajadores del mundo que algún día, más pronto que tarde, habrán de construir un nuevo régimen social; en ese nuevo mundo, en ese nuevo universo, México ocupará un lugar digno en el concierto de las naciones.

Yo creo que hoy culminamos una etapa importante de la vida política de México; ahí está y ahí quedará en el Diario de los Debates una parte, una pequeña parte de la historia de nuestro país.

Cuando hablamos en esta tribuna, no solamente hablamos para escucharnos a nosotros mismos o para que nos escuchen los que se encuentran dentro de estas cuatro paredes, sino hablamos al pueblo de México, al presente y al futuro, y con esa responsabilidad todos y cada uno de nosotros hemos hecho uso de la tribuna, conscientes de que más pronto que tarde, a través de estas ideas y de estas tesis y cada quien desde su posición, irá encontrando su verdad e irá forjando no solamente el presente sino el futuro de nuestra patria. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: - Tiene la palabra el ciudadano diputado Leonel Godoy Rangel, del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática.

El C. diputado Leonel Godoy Rangel: - Muchas gracias, señor Presidente; señoras y señores legisladores: Estamos por concluir este período de sesiones de la honorable Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

El Partido de la Revolución Democrática, por mi conducto, considera necesario hacer un balance sobre la actuación de este órgano del Congreso de la Unión; señalar lo que en nuestra opinión son deficiencias e insuficiencias; así como replantearnos y proponer un nuevo funcionamiento y atribuciones más acordes con la realidad política de este país y que a lo largo de estos tres meses hemos vivido aquí.

El presente período tuvo algunas constantes temáticas. Por una parte, las funciones ordinarias de este órgano, como son: las condecoraciones, las autorizaciones para empleo en el extranjero, ratificar nombramientos y ascensos de militares, aprobar nombramientos de ministros de la Corte, autorizar salidas al extranjero del señor Salinas y otras más.

Pero también, por otra parte, este órgano colegiado ha recibido, ha sido caja de resonancia, fundamentalmente de la oposición, sobre la

situación política del país; tanto la posición que en ese sentido guarda el gobierno y su partido, como en su actuación en el exterior. Asimismo, como nuestras propias acciones políticas de la oposición en el interior de nuestro país y los planteamientos de cómo creemos debe de conducirse la política exterior mexicana.

A nuestro juicio, sin embargo, los legisladores priístas, creyendo quizá que se vive en un mundo feliz donde la realidad sólo es la visión de ellos, han rechazado sistemáticamente las proposiciones opositoras a fin de encontrar vías y opciones donde todos participen. La pluralidad mexicana.

No ha sido así, el partido de Estado piensa que con votaciones mecánicas, con mayoriteos irreflexibles e irreflexivos, tendremos todos, porque ellos así lo deciden y así lo piensan, una visión donde el único cauce es el que ellos, fundamentalmente a través de su Ejecutivo, presentan. No hay más, no hay más visión, no hay más opción, sólo la que en todos los órganos y en este caso, en el nuestro, a través de esa mayoría resuelve.

Tanto los periodos ordinarios del Congreso de la Unión como los de la Comisión Permanente, son ejemplos contundentes de que el Partido Revolucionario Institucional sexenal sólo acepta como verdad su visión de México, ninguna otra, no hay concertación, no hay conhabitación gubernamental, mucho menos equidad y pluralidad en la disputa electoral por el poder ni en la toma de decisiones, entre otros, como este órgano legislativo.

El Congreso de la Unión y su Comisión Permanente, en sesiones, en comisiones y en decisiones son un fiel reflejo de la antidemocracia en que vivimos, de esa visión, de esa concepción de partido único, absoluto, autoritario del Estado.

No existe en todo este período una sola resolución de fondo para el país donde hayan calado, donde haya sido posible que la oposición pueda influir en las decisiones, no existe una comisión equitativa en ninguna de las cámaras de este Congreso de la Unión, no existe una toma de decisiones por este órgano legislativo, donde haya participado y participe la oposición; no hay nada de democracia, estamos ante un partido que considera que no existe ningún cambio ni al interior del país, que el 6 de julio, que lo de Europa, que lo de América, lo vivido ayer en Perú, en Hungría y en Grecia, nada tienen que ver con la realidad mexicana.

Esta es nuestra posición, está es nuestra opinión y creemos que precisamente la mejor prueba es la composición, la decisión y la conformación de los debates lo que refleja este espíritu autoritario. Por ello no nos extraña que en los tres meses de estas sesiones, las posiciones en distintas materias que la oposición ha presentado, la oposición no haya tenido ninguna influencia.

En materia de política exterior, la oposición entre ellos, con mucha claridad, la nuestra, hemos planteado recuperar la tradición mexicana de una política exterior activa y no defensiva, que se practica desde el sexenio anterior, hemos dicho que debemos de dar el ejemplo interno de democracia para tener autoridad moral y exigirla en el exterior, creemos que debemos de practicar la no intervención en los asuntos de otros países para exigir se respeten nuestra soberanía y la de otras naciones; nadie olvidará las posiciones que en este sentido hemos planteado los distintos partidos, fundamentalmente en relación a los hechos de Panamá y Nicaragua; la agresión armada y económica por el gobierno de Estados Unidos de América contra esos pequeños países.

En estas sesiones, en los tres meses hemos denunciado también constantemente, sistemáticamente la violencia policiaca, aquéllos que deberían de luchar contra la delincuencia con la ley en la mano, pretextando combatir el delito, cometen delitos, atentan contra la dignidad de las personas, violentan garantías individuales, cometen pillaje y ultraje, en la mayoría de los supuestos perseguidos, por lo general que resultan inocentes.

En este sentido, ante las diversas denuncias, fundamentalmente de la intervención anticonstitucional y delictiva de la Policía Judicial Federal, encabezada por un señor subprocurador general de la República, no han tenido ninguna respuesta; sólo copias de cartas dirigidas hacia estos funcionarios, solicitándoles información. Pero ninguna modificación real en la conducta de los cuerpos policiacos.

Las redadas, las detenciones anticonstitucionales, sin encontrarse en los supuestos de la Constitución de flagrancia o de orden de aprehensión, continúan.

Los patrullajes, los retenes anticonstitucionales, intimidatorios e inquisitorios se siguen dando en este país tanto por la Policía Judicial Federal como por el propio ejército.

No hemos sabido de que haya sido sancionado el subprocurador general de la República por esa defensa ilegal, anticonstitucional, que hizo de sus guardaespaldas, policías judiciales federales, dándoles un fuero que no tenían al amparo de nuestra Constitución y promoviendo la creación de una comisión ilegal que sirviera de órgano

Extra judicial y pudiera juzgar previamente si eran o no responsables de hechos de competencia exclusiva de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.

Los violadores, no hemos sabido que ellos o sus compañeros hayan sido castigados y haya cesado la intimidación que contra las mujeres violadas, que valientemente presentaron denuncia, realizan con bastante frecuencia en sus domicilios, en los juzgados y en los lugares en donde se las encuentran a ellas y a sus familiares.

No hemos conocido de las denuncias penales que presentamos contra comandantes, jefes de grupo y agentes de la Policía Judicial Federal Antinarcóticos, que hayan avanzado.

No sabemos de los policías uniformados de la Secretaría de Protección y Vialidad que fueron denunciados por robo, contra los compañeros del sindicato de la Cervecería Modelo, se haya integrado la averiguación y se hayan deslindado responsabilidades.

Otra constante en los trabajos de este órgano colegiado, han sido las denuncias que en materia laboral se han presentado, con una frecuencia que debería de preocuparnos, violando los derechos laborales que consagra la Constitución para cualquier trabajador mexicano, sindicalizado o no, y que nos hace confirmar que en este sexenio, al igual que en el anterior, la política antiobrera es el signo de gobierno en relación a lo que es el campo de la política laboral.

Un gobierno que surge de un movimiento armado, donde uno de sus pilares es el movimiento obrero que reivindica derechos sindicales e individuales para sus agremiados, los traiciona y no los defiende. Continúa ahí el titular de una secretaría que se ha caracterizado por ser más defensor de la clase patronal que de la clase laboral.

No existe indicio de que las denuncias aquí presentadas puedan influir para modificar esta política antiobrera del régimen ni para conseguir que los derechos mínimos consagrados en la Constitución y en la Ley Federal del Trabajo de los trabajadores se respete, por el contrario se alienta a autoridades laborales antiobreras, se estimula a empresarios que buscan y logran cercenar conquistas laborales, se mantiene en sus puestos a aquellos funcionarios que deberían defender el equilibrio entre el trabajo y el capital y mantener una posición tutelar todavía vigente en nuestro derecho constitucional.

La política antiobrera del régimen no es aislada, en materia electoral aquí hemos denunciado sobre las elecciones en Guerrero, en Michoacán, en Quintana Roo, en Hidalgo, en Baja California Sur, como el partido de Estado, en el discurso se dice dispuesto al cambio, a la modernización y en los hechos sigue practicando el mismo fraude electoral con el que se ha sostenido en los últimos años, a las denuncias que sobre las prácticas fraudulentas en materia electoral sobre las acciones como partido de Estado que ha mantenido en mas diversas entidades de la Federación del Partido Revolucionario Institucional no vemos que sensibilice al Partido Revolucionario Institucional, al gobierno, los signos para considerar que entraremos a los anchos caminos de la democracia no se dan, por el contrario hay signos ignominiosos.

Estas elecciones locales, la contrarreforma electoral constitucional, la práctica fraudulenta en estos estados, lo que nos hace pensar que las elecciones de 1991 para renovar el Congreso de la Unión seguirán siendo igual, un partido de Estado con todo a su favor, organismos electorales facciosos, el dinero de la nación para la campaña de sus candidatos, uso indiscriminado e inequitativo de los medios de comunicación y de los espacios para la propaganda política, una práctica impune de fraude el día de las elecciones contando con la complicidad de nuestras fuerzas públicas y una falta de decisión política de contender en igualdad de condiciones con los demás partidos en un país que clama democracia.

No es aislada la contrarreforma electoral, en materia educativa, en materia de salud, en materia social, en materia económica, la reprivatización es el signo de este gobierno, la antidemocracia es lo que ha caracterizado a este régimen, la contrarreforma electoral, la contrarreforma educativa sólo forman parte de un todo que es una posición contrarrevolucionaria que desde 1982 se ha apoderado de un partido que había surgido de la Revolución Mexicana y que debería de mantener, luchar y lograr avanzar las conquistas de este movimiento armado y que se encuentran plasmados en la Constitución.

El partido de Estado, esta tecnoburocracia que nos gobierna, practican la contrarrevolución a través de la contrarreforma en diversas materias de la vida nacional, traicionan las conquistas del movimiento revolucionario, son en sí mismos contrarevolucionarios.

A nuestro juicio, cada día abandonan más la vía constitucional para encontrar formas democráticas de convivencia, cada día más se acentúa el uso de la fuerza como la única solución a los planteamientos que legítimamente la oposición hacemos para encontrar caminos democráticos en este país.

Todo para sostener a un gobierno espurio, para

mantener un sistema de partido de Estado que cada día queda más aislado en este país, en este planeta.

Los avances que a nivel mundial vemos, no parecen influir en el ánimo del gobierno y su partido. Estamos conscientes que el único camino que en materia de cambios, de luchar por la vía de voto para acceder el poder en este país, será un camino difícil y que fundamentalmente le corresponderá a la oposición, al pueblo mexicano democrático, a sus fuerzas revolucionarias y democráticas y no parece ser que podremos encontrar eco en el gobierno ni en su partido.

Creemos que en el ámbito de nuestra competencia, en este momento, debemos de señalar con firmeza esto y debemos también plantearnos respuestas y soluciones, debemos ser firmes opositores y defensores de nuestras posiciones hasta en tanto no se den los cambios que todos los mexicanos buscamos.

Consideramos que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión ha resultado un órgano insuficiente para esta explosión cívica de los mexicanos y que nosotros, los legítimos representantes de la oposición, de la verdadera oposición, hemos aquí constantemente señalado, hemos presentado denuncias, hemos hecho propuestas, hemos planteado soluciones.

Sí es cierto que ha faltado voluntad política, estamos convencidos de ello; sí es cierto que estamos y estamos convencidos que ha faltado sensibilidad política, cuando menos en las decisiones como partido y como gobierno mayoritario que deberían de haber tomado. Habrá voces aisladas, democráticas, que consideren que estamos viviendo nuevas épocas, pero ésas no tienen resonancia, no influyen en las decisiones del Partido Revolucionario Institucional ni del gobierno.

Estamos conscientes, sin embargo, que no nada más es el problema político el que nos hace limitar la posibilidades de que podamos aquí buscar soluciones conjuntas, plurales, democráticas, de concertación. Estamos también conscientes de que hay limitaciones entre muchos de los órganos del Estado y entre ellos el propio de este Poder Legislativo que es la Comisión Permanente.

Y también estamos conscientes que si hay voluntad política, también debería de haber facilidades legales para concertar, para resolver en pluralidad el rumbo de este país. Por ello, también estamos convencidos de que deben de modificarse las funciones y las atribuciones de este órgano legislativo; creemos, como lo dice con claridad la Constitución, que no debe ser un órgano que legisle, estamos también convencidos de ello, creemos que no puede ni debe de sustituir una función que le corresponde al pleno, a la soberanía del Congreso de la Unión en sus cámaras; sin embargo, también estamos convencidos que no debe ser una mera oficina de trámite, una mera oficina protocolaria, un mero instrumento en política exterior del Ejecutivo, debe ser un órgano que recupere como en su plenitud debe de recuperar todo el Poder Legislativo, soberanía y atribuciones necesarias.

¿Cuáles consideramos nosotros que son atribuciones urgentes que debe de tener esta Comisión Permanente? Pues creemos que entre ellas sus comisiones deberían y deben de tener facultades para poder influir dentro de la autonomía de los poderes, a través de investigaciones propias de este órgano legislativo, que es la Comisión Permanente, para que dependencias o los poderes Ejecutivo y Judicial puedan apartarse del camino constitucional y del camino constitucional y del camino democrático; debería de tener atribuciones que no permitan que las denuncias queden en sólo denuncias de lo que son graves problemas nacionales y que fundamentalmente en nuestra opinión creemos, violan el espíritu de la Constitución que este Congreso, a través de la Comisión Permanente, tiene obligación de hacer cumplir y respetar.

Consideramos que en materia de ejercicio presupuestario esta Comisión Permanente debería de tener facultades suficientes para que aquellas desviaciones que se dan en lo que el propio Poder Legislativo les señalo al Ejecutivo, sean corregidas.

Pensamos que en materia de actos anticonstitucionales de órganos de dependencias del Poder Ejecutivo o del Poder Judicial, puedan ser corregidos a través de mecanismos y respetando, insisto, la autonomía de la división y la división de los poderes de la Unión.

Creemos, estamos convencidos de que esta Comisión, Permanente debería tener, al igual que el Poder Legislativo, facultades suficientes para evitar que se atente contra la economía mixta que señala nuestro texto constitucional y poder conseguir que replantee el Ejecutivo todas aquellas decisiones que van en contra del espíritu revolucionario de economía mixta que debe de regir a este país. Así que en esta comisión no sólo se hubiera denunciado la reprivatización impune que se va a hacer de la Siderúrgica Lázaro Cárdenas- "Las Truchas." S. A., de Teléfonos de México, de Altos Hornos de México, S. A. y de otras empresas, sino que esta Comisión Permanente pudiera dictar lineamientos, llamar la atención y hacer retomar el camino de la Constitución al Ejecutivo en este sentido.

También creemos que si nosotros señalamos funcionarios que gozan de la inmunidad constitucional, debería de ser este órgano dentro de este gran espíritu que señaló de vigilante de la constitucionalidad en este país el que analizará y resolverá en su momento sobre juicios políticos y declaraciones de procedencia para aquéllos que tienen fuero y se desea y se prueba que sean autores de hechos delictuosos.

Que no ocurra más lo que ya sucedió en este receso, que en comisiones se viole el espíritu constitucional de la responsabilidad de servidores públicos, plasmado con claridad en el texto de nuestra Carta Magna, ni tampoco que se entierre, se sepulte a estos instrumentos que el pueblo mexicano se ha dado para evitar que exista impunidad en la actuación se servicios públicos que están primero para responder a los intereses de la nación.

Creemos pues que las funciones, que las atribuciones señaladas en el artículo 79 de la Constitución Mexicana para la Comisión Permanente deberían ser ampliados, reformados, y en ese sentido si las prioridades en materia electoral y fiscal que nos van a tener concentrados en este período ordinario lo permite, deberemos de discutir una reforma constitucional para que no sea ésta una oficina protocoloria y una caja de resonancia de las distintas posiciones políticas de la pluralidad ideológica representada aquí, sino para que sirva y sea efectivamente un órgano eficaz, vigilante de la constitucionalidad en México, para que evite desviaciones de los poderes de la Unión, fundamentalmente del Ejecutivo, que el voto popular no les dio, para que se logre que el gobierno camine conforme a lo que presentó, a las promesas y a las propuestas que hizo a los mexicanos y no de un plumazo, sobre la base de una adición unipartidista, totalitaria, facciosa, mecánica ,resuelvan lo que sólo y cuando sólo lo considere el partido del Estado y su gobierno.

Los últimos acontecimientos de Michoacán nos dan la razón de esta exigencia de cambio en nuestra vida democrática, en la desaparición del partido de Estado, en el reencuentro del gobierno, de los poderes, con la constitucionalidad.

En Michoacán se vive en estos momentos un estado de violación flagrante a nuestro marco constitucional. La intervención del ejército, de nuestras fuerzas armadas en acciones no propias de sus funciones en tiempo de paz, como la marca el artículo 129 constitucional, demuestran contundentemente que en Michoacán se han apartado el gobierno federal y el gobierno del estado de nuestro régimen de derecho; demuestra que en Michoacán se ha impuesto la línea, dentro de esa gama que conforma pero que domina la tecnoburocracia en el poder, se ha impuesto la línea dura de que la solución es por la fuerza.

Nosotros, los militantes del Partido de la Revolución Democrática, los luchadores de distintos partidos por la democracia, hemos repudiado y repudiaremos el uso de la fuerza física para resolver las controversias políticas. Si creen que la solución momentánea con la fuerza va a abatir las causas, los orígenes del estado de inquietud y de tensión política que se vivía en Michoacán, están equivocados, es una decisión provisional, momentánea, ilusoria, que siempre resulta cuando se impone la fuerza y no la razón.

En Michoacán hay un profundo fondo democrático en la inquietud de los perredistas michoacanos; son luchadores por la democracia, son intransigentes defensores del voto popular y de la voluntad del pueblo. Consideran que sólo protestando enérgicamente y dentro de los marcos constitucionales lograremos que Michoacán, como en muchas partes de este país, desaparezca el partido de Estado que es el obstáculo a la democracia.

Por ello, los momentos que se viven en Michoacán, en mi opinión, son artificiales, tanto la violencia, la transgresión a la Constitución, el apartamiento del estado de derecho, como la tensión política. Restablecer un ambiente de concordia democrática en Michoacán significa respetar la voluntad popular, significa que el gobierno respete la Constitución, significa que la autoridad y todos los michoacanos actuemos dentro del marco de nuestro régimen de derecho.

Para ello, hemos planteado y seguiremos planteando que el ejército se retire de inmediato de los palacios municipales en Michoacán; que se ponga en libertad a nuestros presos políticos consignados desde antier; que cese la persecución selectiva, a mí me ocurrió en Pajacuará, me identifiqué y me preguntaron: ¿ es usted diputado del Partido Revolucionario Institucional o del Partido de la Revolución Democrática?, la persecución selectiva de militantes de nuestro partido en el estado; que no se ejecuten las órdenes de aprehensión para que pueda Michoacán recuperar la tranquilidad, el estado de derecho; pero fundamentalmente que se respete la voluntad popular.

El Co ngreso del Estado y el titular del Ejecutivo en Michoacán, al hacer uso anticonstitucional de las fuerzas armadas para proteger a sus fuerzas públicas, han logrado con esto lo que en varios meses no consiguieron: imponer presidentes municipales espurios, aun en contra de los propios acuerdos que ellos están convocando a que se respeten, Ocampo, Fungapeo y Taretan son el

claro ejemplo de que ni sus propios acuerdos, a través de su mayoría facciosa, espuria priísta en el Congreso del Estado, son capaces de respetar.

Y este es un signo, es un síntoma de que si no se respeta la voluntad popular en Michoacán, la realidad política en los municipios, la tranquilidad no se recuperará para desgracia de todos los michoacanos, para desgracia de todos los michoacanos, para desgracia de todos los luchadores por la democracia y para desgracia de nuestro régimen constitucional.

Hemos mantenido en estos días una actitud mesurada, hemos convocado a nuestros militantes en Michoacán a que no respondan con la violencia, a que se retiren pacíficamente, a que no hagan concentraciones, marchas ni mítines, simplemente en este momento estamos utilizando los recursos que la Constitución nos da. Hemos interpuesto los escritos necesarios ante el Ministerio Público del Fuero Común y del Fuero Federal para que liberen a nuestros detenidos; hemos solicitado y haremos uso de nuestra libertad de manifestarnos, el martes, mañana martes 10 a las 10.00 de la mañana en Cuatro Caminos, municipio de Nueva Italia, Michoacán, para plantear, para señalar nuestra posición política en relación a estos hechos.

No hemos, ni permitiremos que la violencia, que la fuerza sea contestada con la violencia o con la fuerza de nuestros militantes, porque estamos convencidos de que físicamente sacaríamos la peor parte, porque estamos convencidos que políticamente no es el camino para conducir a la democracia a este país y a Michoacán en particular.

Los perredistas somos unos convencidos de que la democracia es el único camino que nos llevará a la convivencia pacífica, al trabajo productivo y a la distribución justa de la riqueza, para eliminar la pobreza de los mexicanos.

Pero también estamos convencidos que el único camino para hacerlo es a través del voto, de un sistema electoral que permita la contienda equitativa entre los distintos partidos que legítimamente aspiren por conducir políticamente a este país.

En la medida que accedamos a la democracia, en la medida en que el gobierno y su partido sean sensibles ante los cambios que en el ámbito internacional se dan y que los aíslan cada vez más, en la medida en que se convenzan en que muchos mexicanos no cesaremos, pase lo que pase, en nuestros intentos de un sistema democrático, y en la medida en que órganos como éste se conviertan en verdaderos espacios de la democracia, en esa medida avanzaremos más hacia la convivencia pacífica y al trabajo productivo de los mexicanos.

Esos son nuestros deseos, esos son nuestros objetivos y esas son nuestras legítimas aspiraciones y eso es lo que nos ha animado en éste y en cualquier otro órgano a participar señalando siempre lo que en nuestra opinión es un camino torcido, antidemocrático, anticonstitucional, que ha seguido el partido de Estado y su gobierno.

Si hay avances, díganlo ustedes, nosotros somos oposición, tenemos derecho legítimo a señalar lo que en nuestra opinión son retrocesos y los defenderemos porque creemos en la democracia, porque creemos que el partido de Estado es el único obstáculo que todavía existe en este país, y porque creemos que el uso de la fuerza no es el que nos conducirá, es el voto, es la concertación.

Muchas gracias.

El C. Presidente: -Tiene la palabra el ciudadano diputado Bernardo Bátiz Vázquez, del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional.

El C. diputado Bernardo Bátiz Vázquez: -Señor Presidente; señores senadores y diputados; señoras y señores: Los estudiosos de las leyes y de los hechos sociales saben que entre norma y realidad se da un juego dialéctico por el cual la ley modifica a la realidad para ajustarla a los valores e ideales que sustenta, y a su vez la realidad exige modificaciones y cambios que la ley no puede menos que atender y aceptar; ley realidad social, derecho y sociología son los dos extremos de la existencia comunitaria que se completan y se alternan en su causalidad.

La realidad condiciona a la ley y a su vez la ley encauza y hace racional a la realidad. En esta doble vía de recíproca condicionalidad corre la vida social y jurídica de la que el Poder Legislativo eso debe ser factor importante.

Hoy, como sucede con todo lo temporal, terminamos un período de actividades de la Comisión Permanente, organismo discutido y con frecuencia vilipendiado, pero que se ha ganado su propio lugar como institución política, con características propias y con una indudable utilidad funcional ya aceptada plenamente en nuestro medio. Su origen, por contraste con otras instituciones políticas, adoptadas por el constitucionalismo mexicano, no es anglosajón sino hispánico, y sus antecedentes se pueden rastrear en las cortes españolas de los siglos de la reconquista, y si bien como lo señala Tena Ramírez no es una institución indispensable en un régimen constitucional, sí podemos decir ahora que se ha arraigado en nuestro medio y que se ha constituido en un foro en el que se ponen en tela de juicio y se debaten muchos asuntos que la opinión pública sigue con interés y que difícilmente podrían, en

otro espacio, tener el lugar adecuado para ser tratados con criterios eminentemente políticos durante los recesos del Congreso.

La Permanente es representativa de uno de los poderes en el sistema adoptado por todos los países democráticos del orbe de división de poderes, y si aceptamos que este sistema es mucho más que una simple distribución de funciones, y que su naturaleza profunda radica en la necesidad de limitar y puntualizar el ejercicio del poder para impedir su abuso y su monopolio, tendremos que concluir que la presencia vigilante, crítica y en ocasiones severa y hasta inoportuna de la Permanente, justifica con su función limitadora y delimitadora su existencia en la política mexicana.

Más allá de las funciones descritas en la Constitución, en su artículo 79, la realidad se ha impuesto y sobre el precepto pero sin chocar con él ni contradecirlo, más bien complementándolo y perfeccionándolo, los integrantes de ésta y de otras permanentes anteriores, hemos enriquecido el contenido de la institución y la hemos sacado de la casi nada en que se encontraba, para darle un lugar preponderante en nuestra vida política.

Es cierto que la Permanente no tiene en nuestro sistema jurídico función legislativa, pero nadie puede negarle ya que tiene importantes funciones políticas, que ha ejercido en una acción que sin duda habrá que afinar y delimitar para que no se hipertrofie y desborde como a veces sucede.

Ya nadie duda que su ejercicio político la justifica y rescata porque la política es por sí misma acción transformadora y barrera contra la irracionalidad y el abuso del poder. Es cierto, por otra parte, porque esa función que la misma Comisión Permanente se ha creado, de ser una conciencia social despierta y receptiva, puede estereotiparse y que el abuso nos pone en riesgo de convertirla en una amplia oficina de quejas, en un cajón de sastre en donde todo tenga cabida sin orden y concierto. Será un deber de quienes nos sustituyan en otras futuras comisiones, ponderar los temas que se tratan aquí para no rebajar la naturaleza de este órgano que por ser representante de un poder lo es del pueblo mexicano.

En estos escasos tres meses y medio, hemos ejercitado diversas funciones de las que la Constitución nos confiere: ascensos de militares, nombramientos de embajadores y de magistrados y bastantes permisos a mexicanos para laborar en embajadas y consulados de países amigos.

Es también notable el número de condecoraciones que hemos autorizado; águilas, cruces, legiones de honor, cóndores, soles de primero y segundo grado, han pasado por nuestros dictámenes, y por la rápida lectura de nuestros secretarios.

Hemos cumplido así con la parte protocolaria y administrativa de nuestra comisión, pero también hemos tenido que afrontar dos de las funciones políticas más importantes que la Permanente tiene de acuerdo con el mandato constitucional.

Hicimos el cómputo de los votos de las legislaturas estatales para aprobar las discutidas reformas constitucionales en materia electoral y resolvimos dos permisos solicitados por el Presidente de la República para ausentarse del país; uno para visitar a presidentes latinoamericanos, al recién electo de Chile y al de Ecuador, y el otro permiso, para hablar ante organismos particulares influyentes en Estados Unidos; editores de periódicos y hombres de negocios.

Cumplimos con las formalidades y entramos frecuentemente al fondo de los asuntos; discutimos y dimos muestras de que la disidencia y la divergencia no es siempre algo negativo y obstaculizador, sino que puede ser fuente de esclarecimiento de los problemas y pie para su solución.

No rompimos las formas ni fueron tampoco estas camisa de fuerza que nos impidiera, aún a riesgo de caer en abusos y excesos, hacer las reflexiones que cada quien estimó pertinentes.

Condenamos, todos, los panistas, sin duda alguna, la violencia que aparece con excesiva frecuencia como solución de los problemas. Rechazamos la presencia del ejército fuera de sus cuarteles sin la previa determinación de un estado de excepción o suspensión de garantías.

Criticamos durante el abuso de la fuerza por las diversas policías que se han convertido, especialmente la Judicial Federal, en símbolo de la violencia y el abuso. No aceptamos la arbitrariedad de las fuerzas públicas, pero para ser congruentes, no podemos aceptar tampoco la arbitrariedad que consiste en romper las reglas que nos rigen y en saltar por encima de reglamentos, leyes y preceptos constitucionales.

Respetamos el derecho de expresión y de hablar y opinar, consagrado en nuestra Carta Magna, pero todo tiene sus causes y sus momentos. El derecho de hablar es sagrado, pero el de no escuchar lo que se dice a destiempo, lo es también.

El maestro Reyes Heroles dijo que la forma es fondo en política. Y su frase hiperbólica, dicha para destacar la importancia que guardan las formas, ha sido tomada demasiado al pie de la

letra, se ha abusado de ella y se ha olvidado que el fondo es lo importante y lo valioso. Que el fondo es la esencia de las cosas, porque la forma sola no puede ser algo ni tener existencia propia. Lo importante sigue siendo el contenido, el fondo, la esencia y no el continente y la forma. Lo importante es la almendra de las cosas y no su cáscara, pero sin la forma no hay fondo posible; sin el respeto a las reglas procesales, no es posible el respeto al derecho sustantivo. Sin respeto a las exigencias formales, la caída a la anarquía es casi irremediable.

No puede ser que cada quien actúe o hable cuando le llegue la inspiración o cuando se le ocurra; ni el Ejecutivo puede disponer de las fuerzas públicas a su arbitrio y sin más, ni los legisladores podemos, en aras de la libertad de expresión, saltar las barreras y usar nuestra palabra sin límite ni consideraciones.

Afortunadamente, esta Comisión Permanente ha dado muestras de cordura y simultáneamente de capacidad innovadora. Los tiempos agitados que vivimos exigen un foro político permanente y este foro ha sido esta comisión, una tribuna para la vigilancia y la conciencia, una torre de vigía para otear lo que se hace y lo que se dicen los otros poderes, para eso ha funcionado nuestra comisión y lo ha hecho bien.

En esta sociedad en constante transformación, en constante trance de cambio, en esta nave que es México, en un mar tormentoso, no lo es todo el timonel, ni puede navegar al azar ni a su capricho, hay rutas que marcan las leyes y hay un vigía, un linceo que penetra, que avisa y que advierte en su oportunidad y en su momento los riesgos, los peligros, las desviaciones; ése ha sido nuestro papel, que no es poco, y que no ha sido mal desempeñado.

El C. Presidente: -Tiene la palabra el ciudadano diputado Humberto Roque Villanueva, del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.

El C. diputado Humberto Roque Villanueva: -Honorable asamblea: Insertos en el marco de una reforma constitucional que aporta el plazo del receso legislativo en el cual funciona la Comisión Permanente, sus integrantes hemos tenido que aplicar el recurso de la intensidad, que es la única manera de evadir relativamente las cadenas del tiempo; intensidad, y a todos nos consta, en la duración de las sesiones, intensidad en el debate y esperamos haber logrado intensidad en los propósitos doctrinarios que cada quien está obligado a sostener.

Por sugestivo que sea el reto del debate, éste no debe desplazar el cumplimiento de obligaciones constitucionales que dan origen y razón de ser a este cuerpo colegiado, el talento de la directiva y la capacidad de concertación de las fracciones permitieron que se cumpliera con ambos propósitos no faltamos, y aquí hemos escuchado un excelente resumen de ellas, a ninguna de nuestras responsabilidades legislativas, ni tampoco dimos la espalda a los temas que están presentes en la agenda nacional, como también aquí hace un momento pudimos escuchar.

La revolución en los medios de comunicación, la responsabilidad editorial en manos de cada vez más mexicanos capaces y la insaciable sed de información de la sociedad, hace que veamos comprender y analizar información que en el pasado nos parecía distante y ajena.

De esta manera, el debate en esta Comisión Permanente alcanzó en ocasiones una bastedad difícil de concretar o una inmediatez que sorprendía; sin embargo, el debate se dio, y creo yo, con buenas armas por parte de quienes tuvieron esa responsabilidad.

Como miembro de la fracción parlamentaria, de la Cámara de Diputados, del Partido Revolucionario Institucional, estoy obligado a reconocer y lo hago con gran satisfacción, que para mí ha sido una enriquecedora experiencia el escuchar a los miembros de la Cámara de senadores, que han enriquecido, indudablemente, el debate en esta Cámara. Su sola presencia nos recuerda al priísmo y en ello no tengo por qué tener ningún dejo de posición vergonzante, reconocer figuras importantes de nuestro mundo político, a las que como priísta yo les reconozco respeto y admiración.

Mal haríamos en descalificar lo que al interés de los propios intereses doctrinarios de cada fracción parlamentaria convino decir, y debemos pasar por alto lo que se pudo haber dicho más en abono de la pasión que de la razón, esta actitud no refleja eclecticismo, sino respeto a las opiniones ajenas, sean de la mayoría o de la minoría.

Es el mismo respeto que nuestra fracción parlamentaria ha manifestado por la soberanía de estados y por las relaciones de los poderes de la Unión

Esto explica el por qué también en diferentes ocasiones nos hemos negado a los citatorios en Comisión Permanente, para determinados funcionarios públicos o a la creación de comisiones investigadoras que sentimos en su momento hubieran vulnerado la soberanía de las entidades federativas.

En este período se presentaron cuestiones al debate, que obligaron a claras definiciones de nuestra parte.

En lo político, y este debate prácticamente se dio en la pasada sesión, sostenemos que haya avance con la reforma constitucional en la materia político - electoral ya formalizada, y nos hemos pronunciado porque la profundización de nuestra vida democrática sea fruto del diálogo y la concertación.

En lo económico, con la renegociación de la deuda externa y con la reforma del Estado, se fomenta el marco indispensable para una política económica que garantice crecimiento económico con estabilidad de precios.

A propósito de la reforma política, hemos sido acusados de gatopardismo, concepción que busca que las cosas cambien, para que todo siga igual. Ingenua versión, diría yo, que olvida que las cosas cambian, aún en contra de la voluntad humana más celosa y en el caso de la reforma política consideramos que cambian para el bien del país.

A propósito de la política económica del gobierno, ésta ha sido calificada como neoliberal. Dogmática apreciación que no encaja con un régimen de economía mixta que utiliza la rectoría del Estado para concertar a las fuerzas de la producción y para impulsar el desarrollo social de los marginados. Cuestiones, ambas, de absoluta incompatibilidad con un régimen neoliberal.

Y a propósito de liberalismo, lo qué sí vale la pena recalcar y en lo que sí nos sentimos absolutamente identificados y hemos tratado de dar muestra de ello a lo largo de todas estas sesiones de la Comisión Permanente, es con esa parte del liberalismo político que nos lleva evidentemente a todos, y con beneficio de todos, a la tolerancia de las ideas y de su propia manifestación.

Del bagaje de experiencias que nos enriquecen después de estos meses, hay una que mantiene los matices del claroscuro y ese raro sabor luego de lo agridulce, enriquecidos con el trato y las ideas de Arturo Armendáriz Delgado. quedamos disminuidos por su ausencia ya para siempre.

Una última expresión, una última reflexión. Para que la rueda gire, en la física y en la historia, se requiere un eje virtualmente inamovible. En el tráfago de los sucesos internacionales, que aquí han sido ampliamente comentados, y del acontecer nacional, que también ha sido ampliamente referido, el Poder Legislativo mantiene a través de su Comisión Permanente la estructura jurídica y social que permite que algo cambie para el bien de la sociedad y algo permanezca para permitir que los cambios no destruyan la esencia del ser nacional. Gracias. (Aplausos.)

ORDEN DEL DÍA

El C. secretario diputado Juan Jaime Hernández: -Señor Presidente, se han agotado los asuntos en cartera, se va a dar lectura al orden del día de la próxima sesión.

"Comisión Permanente.- Primer Receso.- Segundo Año.- LIV Legislatura.

Orden del día

15 de abril de 1990.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Informe de labores.

Designación de comisiones de cortesía.

Declaratoria de clausura.»

El C. Presidente (a las 13.05 horas): - Se levanta sesión y se cita a la de clausura que tendrá lugar el próximo domingo 15 de abril a las 17.00 horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA

Y DIARIO DE LOS DEBATES