Legislatura LIV - Año III - Período Comisión Permanente - Fecha 19911030 - Número de Diario 17

(L54A3PcpN017F19911030.xml)Núm. Diario:17

ENCABEZADO

LV LEGISLATURA

PODER LEGISLATIVO FEDERAL

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA COMISIÓN PERMANENTE DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de segunda clase en la Administración de Correos, el 21 de septiembre de 1921

PRESIDENTE DE LA COMISIÓN PERMANENTE

Senador Emilio M. González

RECINTO LEGISLATIVO

CENTRO MEDICO NACIONAL

DIRECTOR DEL DIARIO DE LOS DEBATES

Héctor de Antuñano y Lora

AÑO III México, D. F. miércoles 30 de octubre de 1991 No. 17

SEGUNDO RECESO

SUMARIO

ASISTENCIA

La Secretaría informa que hay quórum.

SE ABRE LA SESIÓN

ORDEN DEL DÍA

Se da lectura.

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

Sin discusión, se aprueba.

SOLICITUDES DE LICENCIA

De los diputados Emilio de Jesús Ramírez Guerrero y Rebeca Guevara de Terán. Se formulan puntos de acuerdo y se aprueban.

Pág.

INFORME

De las labores llevadas a cabo por la Comisión Permanente.

COMISIONES PROTOCOLARIAS

Para informar sobre la clausura de los trabajos al Poder Ejecutivo y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

DE LOS TRABAJOS DE LA COMISIÓN PERMANENTE

Toman la palabra los legisladores:

Ifigenia Martínez Hernández

Rubén Venadero Valenzuela

Roberto Jaramillo Flores

Juan Jaime Hernández

Jesús Luján Gutiérrez

Ifigenia Martínez Hernández

Abel Vicencio Tovar

Mario Niebla Alvarez

Senador Emilio M. González como presidente de la Comisión Permanente. 21

DECLARATORIA DE CLAUSURA

ACTA DE LA PRESENTE SESIÓN

Sin discusión, se aprueba. Se levanta la sesión.

DEBATE

PRESIDENCIA DEL SENADOR EMILIO M. GONZÁLEZ

(Asistencia de veinticinco legisladores)

Asistencia

El senador secretario Hugo Domenzáin Guzmán: - Hay una asistencia de 25 legisladores. Hay quórum, señor Presidente.

El Presidente: - Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

El secretario senador Hugo Domenzáin Guzmán:

«Comisión Permanente. - Segundo Receso. - Tercer Año. - LV Legislatura.

Orden del día

30 de octubre de 1991

Lectura del acta de la sesión anterior.

Comunicaciones de ciudadanos legisladores.

Informe de labores.

Designación de comisiones de cortesía.

Intervención de legisladores de los grupos parlamentarios que integran la Comisión Permanente.

Declaratoria de clausura.»

ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR

El secretario senador Hugo Domenzáin Guzmán:

«Acta de la Sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, celebrada el día veintitrés de octubre de mil novecientos noventa y uno, correspondiente al Segundo Receso del Tercer Año de Ejercicio de la Quincuagésima Cuarta Legislatura.

Presidencia del senador

Emilio M. González

En la ciudad de México, Distrito Federal, siendo las once horas con treinta y dos minutos del día veintitrés de octubre de mil novecientos noventa y uno, con una asistencia de veintiocho legisladores, el Presidente declara abierta la sesión.

La Secretaría da lectura al orden del día y posteriormente al acta de la sesión anterior, misma que sin discusión se aprueba en sus términos en votación económica.

La Secretaría da cuenta con los siguientes documentos:

Tres invitaciones de los congresos de los estados de Veracruz, Tamaulipas y Oaxaca, a las sesiones solemnes en las que los gobernadores de dichas entidades federativas rendirán sus quintos informes de gobierno. Se designan comisiones para representar a la Comisión Permanente en dichos actos.

Invitación del Departamento del Distrito Federal, a la ceremonia cívica conmemorativa del centésimo decimoctavo aniversario del natalicio de Francisco I. Madero. Se designa comisión para representar a la Comisión Permanente en dicho acto.

Comunicación del Congreso de Baja California, por la que da cuenta de actos relativos a su protocolo y ley. De enterado.

Se da primera lectura a dos dictámenes de la Primera Comisión con proyecto de decreto por los que se conceden los permisos constitucionales necesarios para que los ciudadanos Jorge Mario Montaño y Martínez y Santiago Roberto Meyer Picón, puedan aceptar y usar las condecoraciones que les confieren los gobiernos de Chile y Senegal, respectivamente. La asamblea les dispensa la segunda lectura y no habiendo quien haga uso de la palabra, la Secretaría recoge la votación nominal respectiva, misma que resulta aprobatoria por treinta votos. Pasan al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

Enseguida, la Secretaría pone a consideración de la asamblea un dictamen de la Segunda Comisión con punto de acuerdo que propone la ratificación del nombramiento del ciudadano Ignacio Castillo Mena, como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de México ante el gobierno de la República de Ecuador.

Para expresar sus opiniones sobre este dictamen, hacen uso de la palabra los legisladores Juan Nicasio Guerra Ochoa, del Partido de la Revolución Democrática, en contra; Roberto Jaramillo Flores, del Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, en pro; Fernando

Antonio Lozano Gracia, del Partido Acción Nacional, para razonar su voto; Juan Jaime Hernández, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, en contra; Rubén Venadero Valenzuela, del Partido del Trabajo, en pro; Augusto Gómez Villanueva, del Partido Revolucionario Institucional, por la Comisión y nuevamente Juan Nicasio Guerra Ochoa, del Partido de la Revolución Democrática, para hechos.

Desde su curul, la senadora Ifigenia Martínez Hernández, del Partido de la Revolución Democrática, solicita que la votación de este dictamen sea nominal, aprobándolo la asamblea. El dictamen se aprobó por veintidós votos y pasa al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

Se da cuenta con dieciséis dictámenes de la Segunda Comisión con puntos de acuerdo relativos a la ratificación de grados militares de un número igual de ciudadanos mexicanos. No habiendo quien haga uso de la palabra, se aprueban en sendas votaciones económicas y pasan al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

Un dictamen de la Primera Comisión con proyecto de decreto por el que se concede permiso al licenciado César Oscar Ocaranza Castañeda, para aceptar y usar la condecoración que le confiere el gobierno de Bélgica. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación nominal en conjunto.

Dos dictámenes de la misma comisión con proyecto de decreto por los que se conceden los permisos constitucionales necesarios para que los ciudadanos Felipe Camelo Schwarz y Armando Isidro Cruz Carbajal, puedan aceptar y desempeñar los cargos de cónsules honorarios de Guatemala en Monterrey, Nuevo León y en Guadalajara, Jalisco, respectivamente.

No habiendo quien haga uso de la palabra, la Secretaría recoge la votación nominal de estos dictámenes y el anteriormente reservado, mismos que resultan aprobados por treinta y dos votos. Pasan al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

Se concede el uso de la palabra al diputado Juan Jaime Hernández, quien formula una denuncia relacionada con el gobierno del estado de Nayarit. En contra de la proposición hace uso de la palabra el Senador Julio Patiño Rodríguez, del Partido Revolucionario Institucional y, nuevamente para hechos, el diputado Juan Jaime Hernández del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, quien acepta una interpelación del senador Patiño.

No habiendo nadie más que haga uso de la palabra, en votación económica se desecha la proposición.

Para referirse a la reunión del Grupo de los Tres en Cozumel, hacen uso de la palabra los legisladores Jesús Luján Gutiérrez, del Partido Popular Socialista; Ifigenia Martínez Hernández, del Partido de la Revolución Democrática y Juan Jaime Hernández, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.

El Presidente concede el uso de la palabra al diputado Juan Nicasio Guerra Ochoa, del Partido de la Revolución Democrática, quien se refiere a un paro de maestros en Sinaloa y hace una proposición al respecto. Para referirse al mismo asunto, se concede el uso de la palabra al diputado Enrique Rojas Bernal, del Partido de la Revolución Democrática. En votación económica se admite a trámite y se turna a la Comisión de Información, Gestoría y Quejas de la Cámara de Diputados, para que formule el dictamen que proceda.

Hace uso de la palabra el diputado Juan Nicasio Guerra Ochoa, del Partido de la Revolución Democrática, quien hace una proposición sobre el sistema penitenciario y la fracción VI del artículo 20 constitucional. En votación económica se admite a trámite y se turna a la Comisión de Información, Gestoría y Quejas de la Cámara de Diputados para que examine y revise su procedencia y, en su caso, emita el dictamen respectivo.

Agotados los asuntos en cartera, la Secretaría da lectura al orden del día de la próxima sesión y el Presidente clausura la de hoy, citando para la que tendrá lugar el próximo miércoles treinta de octubre de mil novecientos noventa y uno, a las diez horas.»

Está a discusión el acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba.

La senadora Ifigenia Martínez Hernández (desde su curul): - Yo quisiera señalar que de los 22 votos aprobatorios a la designación del licenciado

Ignacio Castillo Mena, se mencione que hubo cuatro votos en contra. Gracias. El Presidente: - Con esta aclaración, proceda la Secretaría. No sirve. No Procede. Cuatro en contra, sí.

El secretario senador Hugo Domenzáin Guzmán: - En votación económica con lo que aclara

la senadora Ifigenia Martínez, se pregunta a la asamblea si se aprueba.

Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo... Aprobada, señor Presidente.

SOLICITUD DE LICENCIAS

El secretario senador Hugo Domenzáin Guzmán:

«Honorable Comisión Presidente de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - Palacio Legislativo, San Lázaro. - México, D. F. - Presidente.

Emilio de Jesús Ramírez Guerrero, diputado federal por el III distrito electoral federal, con cabecera en Rió Verde, San Luis Potosí, ante ustedes respetuosamente comparezco a manifestar:

Que por medio de este escrito vengo a solicitar licencia para separarme del cargo de representación que ostento por así, convenir a mis intereses, para efectos de registrarme como candidato a un cargo de elección popular. Atentamente.

Río Verde, San Luis Potosí, 25 de octubre de 1991. - Diputado federal Emilio de Jesús Ramírez Guerrero.»

El mismo Secretario senador:

«Ciudadano senador Emilio M. González, Presidente de la Comisión Permanente. - Presente.

Por medio de este escrito vengo a solicitar se me conceda licencia para separarme de mis funciones como diputada federal por el VII distrito electoral del estado de San Luis Potosí, a partir de esta fecha.

Atentamente.

México, Distrito Federal, a 25 de octubre de 1991. - Diputada federal Rebeca Guevara de Terán.»

El Presidente: - De conformidad con lo que establece la fracción VIII del artículo 79 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se ruega poner a discusión los puntos de acuerdo.

El secretario diputado Miguel Ángel Hernández Labastida: - Están a discusión los siguientes punto de acuerdo: Primero. Se concede licencia al diputado Emilio de Jesús Ramírez Guerrero, para separarse de sus funciones como diputado federal por el III distrito electoral del estado de San Luis Potosí, a partir del 25 de octubre de 1991.

Segundo. Se concede licencia a la diputada Rebeca Guevara de Terán, para separarse de sus funciones como diputada federal por el VII distrito electoral del estado de San Luis Potosí, a partir del 25 de octubre de 1991.

No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba.

Los legisladores que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo poniéndose de pie...

Los legisladores que estén por la negativa, sírvanse manifestarlo poniéndose de pie... Aprobados. Comuníquense.

INFORME

El secretario diputado Miguel Ángel Hernández Labastida:

«Informe de labores desarrolladas por la Comisión Permanente del honorable Congreso de la Unión, durante el Segundo Receso del Tercer Año de Ejercicio de la Quincuagésima Cuarta Legislatura.

Honorable asamblea: Toda vez que hoy se celebra sesión de clausura de la Comisión Permanente del honorable Congreso de la Unión, en cumplimiento con las disposiciones aplicables de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos y del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, presento el informe de las labores desarrolladas, durante el Segundo Receso del Tercer Año de Ejercicio de la Quincuagésima Cuarta Legislatura.

Se efectuaron 17 sesiones ordinarias y cuatro sesiones secretas.

Se designaron 14 comisiones para que, en representación de este Cuerpo Colegiado, concurrieran a diversos informes así como rendimiento de protesta de los ciudadanos gobernadores de varias entidades federativas y 45 comisiones para asistir a diferentes actos cívicos conmemorativos.

Se nombraron comisiones para participar la instalación y clausura de esta Comisión Permanente, tanto al Presidente de la República, como a la honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Se convocó a un período de sesiones extraordinarias de la Cámara de Senadores, para que esa honorable Cámara conociera, discutiera y votara el dictamen que presentara a la Comisión Medalla de Honor Belisario Domínguez y celebrara la sesión solemne para imponer dicha presea.

Se aprobó un decreto que concedió permiso al licenciado Carlos Salinas de Gortari, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, para ausentarse del territorio nacional, a fin de realizar visitas de Estado a Belice y a la República de Chile, y de trabajo a los Estados Unidos de América.

Se ratificaron tres nombramientos de embajadores ante gobiernos extranjeros y dos de cónsules generales. En todos los casos se les tomó la protesta constitucional correspondiente.

Se ratificaron los grados militares que el Ejecutivo de la Unión confirió a 61 miembros del Ejército, Armada y Fuerza Aérea nacionales.

Se aprobaron 15 decretos que concedieron permiso a compatriotas, para que pudieran aceptar y usar las condecoraciones que les fueron otorgadas por diversos gobiernos extranjeros.

De igual manera, se aprobaron veinte decretos en virtud de los cuales se autorizaron a ciudadanos mexicanos para prestar servicios en representaciones diplomáticas o consulares de varios gobiernos extranjeros y organizaciones internacionales.

Se aprobaron 21 solicitudes de licencia formuladas por diputados federales, a fin de separarse de sus funciones constitucionales.

Se aprobó invitar al Estado Mayor Presidencial para que colabore con los órganos de administración de la Cámara de Diputados en los trabajos previos de seguridad logística de la Sesión de Congreso General programada para el primero de noviembre entrante en la que el licenciado Carlos Salinas de Gortari, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, presentará el Tercer Informe de gobierno de su gestión.

En los términos legales y reglamentarios aplicables, la Secretaría ha formado los inventarios que compete remitir a los secretarios de las cámaras de Diputados y Senadores.

Muy atentamente.

Senador Emilio M. González, Presidente.»

COMISIONES PROTOCOLARIAS

El Presidente: - La mesa directiva con fundamento en el artículo 11 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, designa para participar la clausura de las labores de esta Comisión Permanente, las siguientes comisiones de cortesía:

Al Presidente de la República: La Comisión Permanente en pleno.

A la honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación: Senadores Jesús Rodríguez y Rodríguez, Saúl González Herrera, Raúl E. Carrillo Silva e Idolina Moguel Contreras.

Queremos informar a los integrantes de la Comisión Permanente, que hemos hecho las gestiones correspondientes para comunicar al señor Presidente de la República la clausura de los trabajos de esta Comisión Permanente, y hemos convenido en que sea el día de mañana, 31 de octubre en la residencia oficial de Los Pinos, a las seis de la tarde, a las 18.00 horas. En consecuencia, rogamos a los integrantes de la Comisión Permanente estar en la Residencia Oficial de Los Pinos el día de mañana a las 5.30 de la tarde, para llevar a cabo esta comisión de cortesía.

Y en la próxima semana, ya se pondrán de acuerdo los comisionados para la comunicación que hará de la clausura de la Permanente, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

DE LOS TRABAJOS DE LA COMISIÓN PERMANENTE

El Presidente: - Se han inscrito para hacer uso de la palabra, los siguientes legisladores: por el Partido del Trabajo, diputado Rubén Venadero Valenzuela; por el Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, el diputado Roberto Jaramillo Flores; por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, el diputado Juan Jaime Hernández; por el Partido Popular Socialista, el diputado Jesús Luján Gutiérrez; por el Partido de la Revolución Democrática, la senadora

Ifigenia Martínez Hernández; por el Partido Acción Nacional, el diputado Abel Vicencio Tovar y por el Partido Revolucionario Institucional, el senador Mario Niebla Alvarez.

En tal virtud, se concede el uso de la palabra, a nombre...

La senadora Ifigenia Martínez Hernández (desde su curul): - Señor Presidente: Con el debido respeto, yo antes quisiera tratar un asunto que ha quedado pendiente y que es de gran importancia para la fracción parlamentaria que yo represento. Quisiera hablar de un asunto que quedó pendiente, antes de pasar a los discursos de clausura, si usted me lo permite.

El Presidente: - Como se acordó en la sesión pasada, ésta es una sesión de clausura de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, exclusiva para llevar a cabo el acto de clausura en la forma convenida.

Pero para no romper al final de los trabajos de esta Permanente las normas que hemos establecido en el aspecto de la libertad de expresión en el campo democrático de esta Permanente, tiene la palabra la senadora Ifigenia Martínez Hernández, fuera de Reglamento.

La senadora Ifigenia Martínez Hernández: - Con su venia, señor Presidente; compañeros legisladores: Seré breve, vengo a esta tribuna por encomienda del Comité Ejecutivo Nacional de mi partido a poner ante ustedes el caso de la agresión que sufrió nuestro compañero, el diputado de esta LIV Legislatura, Félix Salgado, a manos de las autoridades del estado de Guerrero.

Se hizo con la debida oportunidad, se trató este caso en esta tribuna, se presentaron varios escritos, el primero el del 30 de julio, después al día siguiente a los dos días de sufrida la agresión y la última fecha en agosto 14, en donde el Presidente de la Gran Comisión, el senador Emilio M. González, tomó en su cargo el de averiguar qué había pasado con esta agresión al fuero de un diputado federal a manos de las autoridades de Guerrero. Como no ha habido ninguna comunicación respecto a qué investigación se hizo, es por lo que me permito traer a esta tribuna esta queja y decir que está pendiente, ignorando cuál sea el trámite que pueda dársele.

Entonces queda pendiente esto; espero que lo tome la siguiente Legislatura, pero que quede en actas la preocupación del Comité Ejecutivo y de mi partido por esta agresión sufrida por un miembro de nuestro Congreso. Muchas gracias.

El Presidente: - La Presidencia de esta Comisión Permanente en su oportunidad se dirigió al Congreso del Estado de Guerrero, demandando la información correspondiente. Lo hizo en forma reiterada y hasta la fecha no hemos recibido los informes que hemos demandado del Congreso del Estado de Guerrero.

Siendo un asunto de la competencia de la Presidencia de la Permanente, turnamos los antecedentes a la Gran Comisión de la Cámara de Diputados.

Y se concede el uso de la palabra por el Partido del Trabajo al diputado Rubén Venadero Valenzuela.

El diputado Rubén Venadero Velenzuela: - Con el permiso de la Presidencia: Antes de iniciar la lectura del documento que traigo a esta tribuna, quisiera incorporar mi preocupación por lo acontecido al compañero de legislatura Félix Salgado Macedonio y exigir, con el respeto que merece la autonomía del estado de Guerrero, una respuesta a una situación de una gran importancia política para quienes integramos esta legislatura y esta Comisión Permanente.

"Al Presidente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, senador Emilio M. González.

Ciudadanos legisladores de la República: El día de hoy, 30 de octubre de 1991, concluyen las labores del Segundo Receso Legislativo del Tercer Año de Ejercicio Constitucional de la LIV Legislatura. Esta representación Popular fue resultado de una gran movilización ciudadana. Implicó una de las elecciones Federales más competidas que ha vivido México en las últimas décadas. Con resultados profundamente polémicos y que ahora ya forman parte de la vida nacional.

La historia de una época política está llegando a su fin, una nueva etapa emerge en nuestros días. Sin embargo, ninguna época concluye de pronto y para siempre, ni tampoco se construye automáticamente otra. Por lo regular hay una fase de transición entre ambas situaciones. Eso ha ocurrido y está ocurriendo en México.

Hay quienes defienden el pasado político aún dominante y piensan que en realidad nada cambió. Para ellos las aguas han vuelto a su cauce normal.

Además, para perplejidad de los mismos, los hechos nacionales de los últimos meses, de los

cuales hemos sido testigos históricos privilegiados, los miembros de esta Comisión Permanente, expresan lo contrario.

Y también resultó equivocada la pretensión de quienes apostaron a un solo acontecimiento en verdad extraordinario, pero en mucho espontáneo, para que todo un régimen cambiara inexorable y fatalmente.

Los sucesos electorales del 18 de agosto mostraron que para la consolidación de los cambios democráticos urgen partidos profundamente vinculados a las luchas cotidianas de las masas populares. El éxito o la derrota de cualquier partido radica en su vínculo profundo con la sociedad civil. Esta es la lección más profunda expresada en los comicios del 18 de agosto.

La historia no se repite jamás 1988, había pasado y era necesario asumirlo y caminar en la organización de formaciones políticas sólidas, pues tampoco bastaron para una real alternancia en el poder en México con la presencia de figuras carismáticas.

La sociedad mexicana arriba crecientemente a su madurez y requiere, cada vez más, de sujetos políticos orgánicos que ofrezcan la seguridad de estar construyendo un país, si bien más democrático, también más firme y seguro. Eso no ocurrió en el terreno de los proyectos políticos populares; sólo los proyectos surgidos en el gobierno y en la derecha pudieron dar a la ciudadanía apariencia de seguridad y firmeza.

Por lo tanto, los resultados del 18 de agosto fueron esencialmente consecuencia de lo que cada agrupación pudo ofrecer a la ciudadanía.

Es imposible ignorar la situación privilegiada del partido oficial en esta contienda y aún así una parte de la explicación de sus éxitos electorales se debe a la incapacidad de otros partidos para ofrecerle al electorado opciones políticas serias, flexibles y tolerantes. Para el tránsito de un sistema autoritario a otro democrático se requiere algo más que la denuncia del autoritarismo. Es imprescindible hacer política, sumar las fuerzas sociales afines y ser capaces de dialogar y negociar con el grupo dominante.

Toda transición política ha requerido de un consenso nacional. La mexicana no podrá ser la excepción.

Estamos plenamente convencidos de que en la conciencia popular poco a poco se fortalecen los valores democráticos, así lo expresaron grupos significativos de la sociedad mexicana, después de conocer los resultados de los comicios del pasado mes de agosto. Si bien a muchos dejó insatisfechos estos resultados, a no menos produjo también conmociones y disgustos las consecuencias poselectorales, como en los casos de Guanajuato y San Luis Potosí, pues con todas las limitaciones y las críticas acertadas que pueden hacerse al modo como se dieron salidas políticas a ambos conflictos, no cabe duda, México obtuvo una victoria, parcial pero no menos importante, al reconocerse en dichas salidas implícitas y limitadamente los anhelos democráticos de la ciudadanía en esas entidades de la República.

Compañeros legisladores, la transición democrática en México no será en cielo despejado; habrá nubarrones y tormentas políticas, pero el país se mueve y por eso cambia. Estoy convencido de que la crisis política suscitada por el proceso electoral de 1988 encontró, si bien con muchas dificultades, un trato político que ha permitido mantener la estabilidad en México, condición indispensable para acceder a mediano plazo a una transición democrática pactada entre las fuerzas fundamentales que participan en la vida pública nacional.

Señores senadores y diputados, hace apenas unos días se planteó elevar a rango constitucional a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que desde su creación preside el doctor Jorge Carpizo McGregor, otorgándole así una mayor autonomía del Poder Ejecutivo y también una mayor fuerza moral, esto es resultado del respaldo y la legitimidad social adquirida junto a la labor de los que integran esta importante institución, y en particular, de la entereza moral y del valor civil de quien la preside. Hoy, esta comisión representa un jalón progresista en la constitución de un régimen jurídico respetuoso de las garantías individuales y de los derechos humanos de los mexicanos. La decisión presidencial de elevar a rango constitucional a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, es digna de ser valorada como un paso adelante en la necesidad que todos tenemos de poder vivir en un verdadero estado de derecho que garantice íntegramente los derechos humanos y constitucionales del pueblo de México.

Para vivir en un régimen que garantice el respeto a los derechos que la Constitución nos otorga a todos los mexicanos, es fundamental reformar el aparato judicial y contar con un Poder Judicial verdaderamente autónomo y tener a funcionarios del Poder Ejecutivo Judicial que garanticen con su capacidad, su honradez y su profesionalismo,

que la justicia sea aplicada con honestidad y legalidad; no más funcionarios prepotentes y arbitrarios que se ponen por encima de la nación y el Estado y que acaban combatiendo al delito con el delito mismo.

En este sentido, para nosotros, la persona, su obra y su labor, así como sus resultados, están vinculados y por ello observamos con optimismo la presencia en particular de los Procuradores de la República y del Distrito Federal; pero si esto es así, dicho optimismo necesita ser concretado y aprovechamos para recordar que en esta legislatura se planteó con mucha preocupación la necesidad de aclarar la muerte del periodista de Ciudad Juárez, Chihuahua, situación que aún no ocurre, pero también nos preocupa remarcar que un régimen de derecho significa el respeto a una de las libertades más queridas, más anheladas y por las cuales han luchado más los mexicanos: el respeto a la libertad de Prensa y el respeto a quienes se encargan de ejercer esta actividad. Desde esta tribuna demandamos a la Procuraduría General de la República el esclarecimiento de la muerte de este distinguido periodista de Ciudad Juárez, Chihuahua.

Compañeros senadores y diputados integrantes de esta Comisión Permanente: Tengo el honor y un privilegio extraordinario al participar con ustedes en el cierre de esta legislatura, pero el compromiso con México es constante y la convicción de participar militantemente en forjar una nación más justa y democrática es permanente. Al efecto, nos incorporamos como ciudadanos a la edificación de una sociedad más dinámica y plural que sea base decisiva para una reforma democrática profunda del Estado mexicano. Gracias.

El Presidente: - Se concede el uso de la palabra, por el Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, al diputado Roberto Jaramillo Flores.

El diputado Roberto Jaramillo Flores: - Señor Presidente: compañeros diputados y senadores de la Comisión Permanente: En estos tres años de actividad parlamentaria nuestra fracción ha reconocido la coherencia programática de la política gubernamental, hemos dicho en reiteradas ocasiones, que las reformas constitucionales, las modificaciones a las leyes secundarias, los decretos y las iniciativas presidenciales forman parte de una estrategia global que tiene en la reforma del Estado, sobre todo sus áreas de atención y tácticas de regulación, la liberación económica y comercial, la reestructuración del sistema Político y el cambio de mentalidades, los elementos básicos para cambiar al país y salir de la crisis económica pero también social y política.

Hemos señalado muchas ocasiones que tanto la estrategia gubernamental como las interpretaciones políticas, no son inmunes a la calificación ideológica o de clase, pero también sabemos que los adjetivos sólo son útiles si resumen elementos definidos, irrecusables y la política gubernamental todavía no se encuentra en una fase de consolidación tal que sus resultados puedan considerarse indistintos de los procesos sociales. Sería forzar mucho la imaginación si quisiéramos definir la política mexicana como neoliberal, pues si bien es cierto que existen muchos argumentos para calificarla así, es también verdad que el mero programa de solidaridad o algunas de las nuevas formas de regulación operativa y funcional del Estado, no están contempladas o incluso están reñidas con el dogma neoliberal y neoconservador. Más que endilgar adjetivos y efectuar polémicas irreductibles o ideológicas, hemos intentado reconocer la coherencia programática de las medidas del gobierno y eso sí, tratar de encontrar su orientación de clase o de sector, sus posibilidades, contradicciones y consecuencias.

En la política económica, los éxitos macroeconómicos son innegables; se buscó renegociar la deuda externa para hacer manejable su servicio y no supeditar el crecimiento a su pago; se incorporó a la iniciativa privada en el programa económico con la desincorporación de paraestatales y la privatización bancaria. Se diseñaron nuevas estrategias de regulación comercial, industrial, financiera y bursátil, para hacer más atractiva la inversión nacional e internacional y permitir el ingreso y el regreso de capitales; se reestructuró el presupuesto público y la captación tributaria hasta casi llegar al déficit cero de las finanzas públicas; en fin, se manejó la estrategia basada en la estabilidad de los agregados económicos y el cambio de las estructuras productivas y de servicios para perfilar un horizonte de certidumbre adecuado a la inversión y el crecimiento económico.

En este proceso el gobierno no ha tenido límites, ni siquiera los constitucionales, pues bien ha utilizado sus alianzas interpartidarias para cambiar lo que haga falta; el propósito es claro y hasta podría decirse meta económica, se trata de asegurar la confianza y las expectativas de gobiernos e inversionistas extranjeros, de la iniciativa privada nacional, de grupos poblacionales y de presión política y económica. El manejo

de las expectativas ha sido un eje fundamental en la estrategia económica, más allá de las innegables virtudes técnicas y coyunturales de algunos encargados de despacho. Podrá utilizarse al Programa Nacional de Solidaridad todo lo que se quiera para mitigar y matizar el discurso, pero lo cierto es que la orientación de clases de la política estatal trae incuestionables beneficios recurrentes a una nueva fracción hegemónica de la burguesía nacional, a los nuevos financieros, los grupos integrados, los nuevos propietarios de empresas reconvertidas, los nuevos comerciantes de la liberación comercial, además de los vinculados a los sectores exportadores de punta. El gobierno en la salida de la crisis indudablemente ha conseguido, se dirá que por la fuerza de las circunstancias y en mucho es cierto, que los beneficios particulares se confunden con el interés general de la nación y sean garantizados por la estrategia estatal.

Sin embargo, tanto las consecuencias como las contradicciones de esta política empiezan a aparecer o amenazan en convertirse en trabas y problemas. El primero y más importante es el referido al nivel de vida de la población. Se ha festejado tanto los éxitos macroeconómicos, que los obreros y campesinos, los pobladores y los maestros, los intelectuales y los científicos y también los artistas, empiezan a preguntarse si tres años de continuo crecimiento del producto interno bruto, no es suficiente para que individualmente también se eleve su magro nivel de vida.

Los salarios han caído, pese al abatimiento de la población, o en el mejor de los casos siguen igual que antes. Del mismo modo, las consecuencias políticas de la orientación de clase del programa gubernamental, ya amenazan desbordarse.

Las iniciativas de la Confederación Patronal de la República Mexicana de los últimos días, es muy ilustrativa de que cuando se dan procesos económicos de concentración y centralización, inmediatamente se demanda una cuota política explícita en la conducción gubernamental.

La concentración económica es indudable. Basta ver los nombres repetidos en los consejos de administración y las pujas en las ventas bancarias, para advertir este proceso que ningún acto publicitario puede empañar o desmentir.

En la política interior los resultados son menos espectaculares que en la económica, pero igualmente apuestan a imagen y a las expectativas. Las reformas electorales se hicieron con el acuerdo mayoritario de los miembros del Congreso, pero la prueba de las urnas es menos exitosa y seguramente menos compartida.

Los malos manejos electorales bajaron, es cierto, pero quizá sólo para modificarse. Las denuncias y las pruebas de otras modalidades de inducción obligatoria al voto, de selección en la entrega de credenciales y el sui generis padrón, o peor aún, la negociación poselectoral de los resultados, no son alentadoras sobre la eficacia del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales o la voluntad política del gobierno para transitar menos problemáticamente hacia la ampliación de la vida democrática del país.

Se aprecia también un nuevo, o surge una amenaza de autoritarismo. Parece vislumbrarse en el horizonte inmediato y en general en los tres años restantes del gobierno actual. En muchos actos parece que la transición está ya en marcha y muchas políticas se explican más por los conflictos internos del grupo en el poder, que por los verdaderos problemas sociales y su atención pertinente.

Lo que de suyo es preocupante para la democracia nacional, se convierte más en un problema social y político, si consideramos que buena parte de las contradicciones de la política gubernamental, empiezan a mostrarse públicamente y convertirse en problemas nacionales. El primero, los salarios y la política obrera, el campo, la seguridad y asistencia social, la educación y por cierto en este asunto es verdaderamente trágico.

La Secretaría de Educación Pública tiene meses anunciando un nuevo programa de estudios, un nuevo plan general educativo, consultado con los maestros y resulta que de hace tiempo sabíamos que jamás se consultó con los maestros. Quién sabe qué vaya a pasar si en los tres años restantes del actual sexenio se intente aplicar este plan de reformas a la educación.

La pequeña y mediana industrias en el contexto del Tratado de Libre Comercio, las negociaciones con el exterior, las violaciones a los derechos ciudadanos, el respeto al voto, en fin, la agenda inmediata del gobierno es tanto la reestructuración económica y productiva, con el Tratado de Libre Comercio en primer lugar y la reestructuración del problema social en términos más amplios y más justos, que un programa compensatorio de la pobreza extrema.

La LIV Legislatura enfrentará los requerimientos faltantes de la estrategia fundamental. La

modernización sólo ha abarcado reformas económicas todavía insuficientes y electorales muy cuestionables, pero siguen pendientes elementos sustanciales, la educación y el trabajo, el campo y la seguridad social, las inversiones extranjeras y las leyes derivadas del Trabajo de Libre Comercio.

Es necesario e indispensable continuar el debate, pero no enfrentarlo con esquemas ideológicos discutibles, sino adentrarse en la lógica estatal para descubrir su orientación y debilidades, sus límites y posibilidades, más en la óptica de responder a los ciudadanos y al pueblo todo, que en beneficio de tecnócratas y grupos alejados de las necesidades del pueblo y las clases dominadas. Muchas gracias.

El Presidente: - Se concede el uso de la palabra, por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, el diputado Juan Jaime Hernández.

El diputado Juan Jaime Hernández: - Señor Presidente; señores legisladores hodie transicgloria legiferum (Porque hoy termina la gloria de ser legisladores.)

Hoy termina la LIV Legislatura cuyos trabajos quedan inscritos en la historia parlamentaria de nuestra patria. Es la única que después del constituyente del 17 ha reflejado una conformación de equilibrio entre las diversas fuerzas políticas que en México contienden.

Nosotros, los integrantes de la fracción parlamentaria del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, afirmamos que esta última Comisión Permanente, así como todos los legisladores que hemos cumplido con el encargo que el pueblo de México nos confió. Ante el deber cumplido, no hay nostalgia; hay satisfacción. No hay tristezas, porque vamos fortalecidos a cumplir las nuevas encomiendas que nuestro partido nos confiera.

En los trabajos parlamentarios, nos impusimos la tarea de defender nuestras posiciones y nos constituimos en la fracción que más participo, con el afán y la preocupación de cumplir el compromiso que aceptamos con la ciudadanía: representarla con honestidad y con fortaleza.

El Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, en su tiempo, votó contra la reforma constitucional en materia electoral que dio origen a una nueva ley electoral. Desde entonces, la calificamos de amañada, ineficaz incompleta. Esto, a la luz de los acontecimientos electorales del 18 de agosto, confirmó que tenemos la razón.

En nuestras intervenciones, denunciamos reiteradamente la corrupción habida en algunas secretarías de Estado, como la de Agricultura y Recursos Hidráulicos, así como en organismos paraestatales, en especial el Banco Nacional Pesquero y Portuario, la Aseguradora Nacional Agrícola y Ganadera, Sociedad Anónima, el Banco Nacional de Crédito Rural y las casas de bolsa que ilegalmente funcionaban en el país.

Innumerables iniciativas de ley presentadas por los diputados parmistas, quedaron en el cajón de los olvidos, a donde arrumban las iniciativas presentadas por la oposición. Muchos argumentos nacionalistas expuestos en la tribuna, no encontraron eco, ambos, iniciativas y argumentos, tenían el único defecto de no haber sido presentados por el Ejecutivo.

Defendimos con pasión a los trabajadores de la Compañía Minera de Cananea. Acusamos el cacicazgo de Florentino López Tapia, enemigo de los pescadores de Guaymas, Sonora. Luchamos en favor de los jubilados y pensionados.

En esta última Permanente, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana rechazó con energía las desviaciones electorales del Programa Nacional de Solidaridad. Denunció la ilegalidad del proceso electoral y la inutilidad, no obstante su costo del Tribunal Electoral.

Asentamos que la democracia no se logra con descabezar gobernantes y negociaciones de posiciones electorales, sino mediante el respeto al voto popular.

Repudiamos el intervencionismo de Estados Unidos en Cuba y en otras repúblicas latinoamericanas y reprobamos los actos de violación a nuestra soberanía, cometidos por la Policía Fronteriza de los Estados Unidos de América.

Saludamos a Nelson Mandela y le deseamos éxito.

Estuvimos atentos a la Junta Cumbre Iberoamericana celebrada en Guadalajara y apoyamos la reciente reunión del Grupo de los Tres, en Cozumel.

Descalificamos al Colegio Electoral, por la cerrazón del partido del gobierno y el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana no avaló ni avala, las resoluciones emanadas de dicho órgano. Antes prefirió retirarse que ser cómplice y espectador testimonial de la sin razón.

Apoyamos a nuestros presuntos diputados, hoy diputados electos en su lucha por señalar al pueblo de México que nuestra postura es de franco repudio al fraude electoral y que preferimos el sacrificio a la estulticia.

Los parmistas dejamos constancia de que con Guillermo Jiménez Morales y posteriormente con Socorro Díaz Palacios, pudimos dialogar con sensibilidad política y sólo así logramos sortear dificultades y participar en tribuna sin cortapisas y sin limitaciones. De igual manera, en esta Comisión Permanente, con don Emilio M. González.

También es justo reconocer el apoyo que recibimos de los medios de información, puente indispensable entre el acontecer de este órgano legislativo y el pueblo; por ello, señores de la Prensa, muchas gracias.

Nuestro reconocimiento a la Oficialía Mayor del Senado y de la Cámara, al personal de apoyo, a María Elena, en particular a los taquígrafos parlamentarios, secretarias y edecanes; a los señores Ascoytia y a todos los que con su trabajo hicieron posible nuestra labor legislativa. A todos muchas gracias.

Este es un adiós temporal, puesto que los que hoy estamos volveremos... para aportar en otra legislatura las experiencias que nos permitan en un futuro, cumplir cabalmente con el pueblo de México.

La semilla ha quedado sembrada. Dejamos a la posteridad, en el desempeño de esta LIV Legislatura, un nuevo concepto de dignidad y de respeto.

Estoy seguro que nuestro trabajo fue de buena fe y en servicio de la patria. Hicimos historia y a su juicio nos atenemos, pues al amparo de nuestras convicciones e ideologías, nos afanamos por lograr para México, una nueva era.

Para el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, el México previo a las elecciones de 1988, no es el mismo que ha iniciado el último decenio del Siglo XX; se ha transformado, la ciudadanía ha despertado y ahora reclama sus derechos, en esencial, el respeto al voto. Es un México que comprendió y entendió la democracia; un México que no se conforma con tener la fuerza para soportar la adversidad, sino que busca vencerla y conquistar mejores estadios de bienestar.

Al mirar este México renovado por una legislatura que ha merecido todos los calificativos; que ha despertado conciencias, que acabó con el mito de la sacralidad del Ejecutivo; que logró su independencia y, como consecuencia, el equilibrio constitucional, afirmamos que hemos cumplido.

Señores legisladores: hemos convivido, hemos debatido conforme nuestra conciencia, ideologías y partido. Hemos respetado nuestras creencias, nos hemos violentado, hemos conocido nuestras virtudes y hemos soportado nuestros defectos; pero lo más importante, por encima de todo ello, es que hemos logrado una sólida amistad.

Por ello, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana les dice: señores legisladores, ad mul - tos annus feliciter, (que sean siempre felices.) (Aplausos.)

El Presidente: - Se concede el uso de la palabra, por el Partido Popular Socialista, al diputado Jesús Luján Gutiérrez.

El diputado Jesús Luján Gutiérrez: - Señor Presidente; señoras y señores legisladores: Hoy prácticamente concluimos los trabajos de esta Comisión Permanente de la LIV Legislatura. Con este acto un tanto protocolario, pero que no está ayuno del contenido político e ideológico, como es natural por la composición humana y social de la misma y en este acto como en todos los anteriores, cada quien planteará sus respectivos puntos de vista.

Esta Comisión Permanente, obstante la brevedad en el tiempo, fue escenario de debates sobre cuestiones trascendentales; fue sumamente crítica al tratar diversos temas, algunos de los cuales por su importancia vale la pena mencionarlos, aunque no de manera exhaustiva, porque eso es imposible por el poco tiempo de que disponemos. Sin embargo, sí es oportuno analizarlos en sus aspectos fundamentales.

Quedó claro durante los debates, que es necesario desarrollar las fuerzas productivas con sentido nacionalista y patriótico a un ritmo varias veces superior al incremento demográfico de nuestro país. Se evidenció la falta de fuentes de trabajo seguras y bien remuneradas, así como atender las justas demandas de los jubilados y los pensionados.

Al analizar aspectos del proceso electoral se reiteró la demanda inaplazable de ampliar el régimen democrático, establecer la representación total proporcional como forma de integrar

los cuerpos colegiados representativos del pueblo desde los ayuntamientos municipales, los congresos locales y la Cámara de Diputados, de la Federación; la reelección de los diputados, estableciendo a la vez un sistema electoral con presencia predominante de los partidos políticos, como organizaciones políticas de los ciudadanos, instrumentos que son de difusión ideológica y defensa de los intereses de las diversas clases sociales y de esta manera contribuir a cerrar el paso a sucesos grotescos de carácter político - electoral, como los acontecidos en Guanajuato y en San Luis Potosí recientemente.

Fuimos y somos enérgicos en la defensa de nuestros compatriotas ante la barbarie yanqui y exigimos en su tiempo al ejecutivo y ahora lo reiteramos, mayor energía en la exigencia para la aplicación de sanciones contra los delincuentes, miembros de la patrulla fronteriza y de quienes agreden a nuestros compatriotas.

Salimos en defensa de conquistas de carácter laboral, como el derecho de huelga y en favor del ejido, planteamos lo que es menester para que la comunidad de producción tenga el éxito y cumpla con su cometido social, proporcionándole suficiente crédito, oportuno, barato y ayuda técnica.

Fue reiterado en esta tribuna el hecho de una epidemia que amenaza a nuestra población, la del cólera. Algunos epidemiológicos estiman que el cólera avanza en América Latina entre 100 y 200 kilómetros diarios, pese a la alarma existente, debido a que las medidas preventivas son costosas y la enfermedad tiene su hábitat en la pobreza. Se impone por tanto el combate a la miseria en el continente para liberarlo de flagelo.

Según la Organización Mundial de la Salud, más de la mitad de los muertos por cólera en 1991, serán latinoamericanos. Estimo que 6 millones de latinoamericanos podrían contagiarse y unos 40 mil morir. En nuestro país el cólera es una amenaza latente, y en algunas regiones ya está presente.

Las consecuencias del cólera deben servir de llamado de alerta, pues reflejan el deterioro en cuanto a salubridad, asistencia médica, condiciones ambientales y de nutrición de la mayoría de la población de América Latina, que vive cada vez con más intensidad la miseria de cada día.

Sin embargo, la demanda fundamental, sin que las otras carezcan de importancia o dejen de ser apremiantes, es una menos injusta distribución de la riqueza nacional, producto del trabajo colectivo de la sociedad mexicana.

Sin la distribución más equitativa de la riqueza nacional, las diferencias que se han venido generando se van a hacer más profundas. Se calcula que de 89 millones de mexicanos que somos, la población económicamente activa se integra por 26 millones, pero de éstos más de 10 millones se ubican dentro de la llamada economía informal, o sea, que se trata de personas que no reciben una remuneración regular permanente. De la población económicamente activa, el 22% recibe menos de un salario mínimo, en tanto que el 67.2% recibe entre 1 y 2 salarios mínimos. Además, de lo que va del gobierno del licenciado Salinas de Gortari, el poder de compra del salario mínimo se ha reducido a la mitad.

En esta Comisión Permanente, con objetividad y valorando justamente sus alcances, nos pronunciamos con relación a la Primera Cumbre Iberoamericana, celebrada en Guadalajara, y a sus secuelas positivas, como la reunión de Los Tres, en Cozumel y la invitación expresa por parte del gobierno mexicano a Fidel Castro, hecho que el Partido Popular Socialista saludó públicamente.

Tuvimos además la oportunidad de atender al incansable luchador, político y social. Nelson Mandela.

Señoras y señores legisladores, vivimos con apremios y con presiones. Todos sabemos que el gobierno yanqui presiona al nuestro a diario, con demandas inaceptables, intolerables agresiones a connacionales, embargos económicos, presiones diplomáticas, ecológicas, como la que actualmente padecemos en Samalayuca, a través del basurero radiactivo y ayer en el Valle de Mexicali. Nos presiona técnicamente, financieramente. Algunos mexicanos se confunden porque nos elogian los extranjeros o nos elogian en el extranjero. Sí. Nos elogian los mercaderes, nos elogian a veces las autoridades. Pero no somos como nación precisamente un modelo de conducta. Dicen por ejemplo de los dientes para afuera, que no les interesa el petróleo; que el petróleo entra en el Tratado de Libre Comercio; pero no hay que perder de vista el siguiente hecho que evidencia los peligros y riesgos que se ciernen sobre el petróleo mexicano.

Las reservas petroleras comprobadas de Estados Unidos, ascienden a 26 mil millones de barriles, en tanto que México cuenta con 57 mil millones de barriles en su reserva comprobada. Es decir, más del doble de la de Estados Unidos. Sin embargo, México sólo tiene capacidad para refinar 1.5 millones de barriles al día y Estados Unidos refina 16 millones de barriles diariamente.

Vivimos además en un continente que va a estallar pronto si no hay reformas sustanciales a su estructura económica y social. Un mundo lleno de contrastes y un país en el cual se hacen las grietas sociales más profundas.

Es saludable sin embargo, que cada vez con mayor frecuencia se confrontan ideas y programas, tanto en los procesos electorales como en los cuerpos colegiados y en la medida en que esto sea en igualdad de condiciones para los partidos políticos como entidades de interés público y no en función de su potencial económico, avanzaremos más aceleradamente.

En consecuencia, compañeras y compañeros, nos queda mucho por realizar y para lograrlo, a nuestro juicio, es necesario actuar sin prepotencia y juntas las fuerzas democráticas y patrióticas, hacer frente con éxito a los viejos y nuevos requerimientos del pueblo y de la nación mexicana. Gracias.

El Presidente: - Se concede el uso de la palabra por el Partido de la Revolución Democrática, a la senadora Ifigenia Martínez Hernández.

La senadora Ifigenia Martínez Hernández: - Con su venia, señor Presidente; compañeros legisladores: Toca a su fin la función de un Congreso que será histórico. Creo que esta LIV Legislatura que hoy termina su cometido, por más de una razón marcará un hito en la historia parlamentaria de México.

No había llegado al Congreso una oposición tan fuerte en donde está representado un auténtico sentir de la ciudadanía que se volcó a las urnas, llena de entusiasmo en una gran movilización popular el 6 de julio de 1988.

Esta Legislatura es pues, la expresión de esa ciudadanía. La alta representación que ostentamos y que es producto de ese movimiento, la desempeñamos en un ambiente de amplia libertad y de una espontaneidad y una sinceridad en las distintas manifestaciones que ocurrieron en el Congreso, como no se había visto en la historia parlamentaria de México.

Reflexionemos el significado que tuvo esta legislatura y concluyamos que en balance fue más positiva en los aspectos negativos que pudo haber tenido, producto quizá de la inexperiencia o como digo, del sentido vivo de las luchas del pueblo que trató de expresarse y plasmarse en esta Cámara en las diferentes manifestaciones que tuvieron, que tuvieron aquí lugar.

Por primera vez, en la historia del Senado, a eso me quiero referir en especial, hubo una representación que permitió la distensión y reflejó el carácter plural que ya tiene la sociedad.

Durante los diferentes periodos ordinarios y extraordinarios de sesiones, así como en las reuniones de la Comisión Permanente, en donde se reúnen las dos Cámaras, los legisladores de los diferentes partidos tuvimos una activa participación en toda la labor parlamentaria.

En el caso del Senado, los cuatro senadores perredistas tuvieron 556 intervenciones en tribuna y en ellas hubo una vehemente y constante ratificación de los principios constitucionales y una defensa permanente de los intereses del pueblo mexicano y de la soberanía de la nación.

No tengo la estadística de las intervenciones que realizaron nuestros representantes en la Cámara de Diputados, pero también fueron frecuentes y reportadas por la Prensa.

La presencia plural de la LIV Legislatura, también se manifestó en el trabajo en comisiones y en la asistencia a los foros nacionales y a las reuniones internacionales y queremos dar en especial las gracias por esta representación plural que pudimos tener en el país y en el extranjero.

Ya tratando de hacer una reseña, así sea breve y somera de algunas de las funciones más importantes de los legisladores, quisiera referirme al ejercicio de la facultad legislativa de este congreso.

Creo que una de las más importantes iniciativas que se mandaron, fue la que se refiere a la reforma electoral. La reforma electoral, no obstante que fue precedida de importantes foros en la Secretaría de Gobernación y en la Cámara de Diputados, se concretó a modificar el proceso para elegir al titular del Ejecutivo y a los senadores, diputados y a los asambleístas del Distrito Federal.

Quedaron fuera importantes demandas, como la que se refiere a la democratización del gobierno del Distrito Federal; a la representación proporcional en el Senado de la República, entre otras, a pesar de que fueron demandas claramente expresadas en los diferentes foros y en la Prensa.

El Código Federal de Institucionales y Procedimientos Electorales fue aprobado en agosto de 1990 por todos los partidos políticos, con excepción del nuestro, porque consideramos que

aumentaba la hegemonía que ejerce el gobierno y el parido de estado y que constituye un retroceso y un impedimento hacia una verdadera transición democrática.

Así lo señalo en su momento el Partido de la Revolución Democrática, tanto en las negociaciones que en comisiones llevó a cabo la Cámara de Diputados, como en la Tribuna de la Cámara de Senadores, donde los legisladores de mi partido propusieron más de 86 modificaciones, con objeto de reducir los privilegios del partido de estado en relación con la cláusula de gobernabilidad y el férreo control gubernamental sobre todo el proceso electoral, desde el levantamiento del Censo General de Ciudadanos y el Padrón Electoral, hasta la operación del Tribunal Federal Electoral, para la calificación de los comicios en los casos contenciosos.

También rechazó el Partido de la Revolución Democrática, de manera firme, la modificación que se hizo al Código Penal en el artículo 406, fracción V, en donde se afirma que: "será objeto de sanción económica y hasta privado de su libertad, el funcionario partidista que con dolo, propague versiones contrarias a los resultados electorales oficiales."

Esta modificación fue objetada por los senadores perredistas, debido a su tono persecutorio que priva del derecho a la libertad de expresión y da amplia discrecionalidad a los encargados de aplicar la ley al no definir claramente qué se entiende por actuar con dolo.

Las modificaciones propuestas por la fracción parlamentaria buscaban transparencia y equidad en la competencia política de partidos que cuentan con fuerza real. La nueva legislación impide que los partidos participen en términos de igualdad y niega su estatus de organizaciones de interés público al propiciar una aplastante desigualdad en relación al uso de recursos, a las prerrogativas y a los tiempos de radio y televisión que se le otorgan al partido oficial en los periodos de la campaña electoral, debido desde luego, al exceso de recursos de que dispone este partido y al carácter comercial que tiene el uso de estos medios de comunicación en los periodos de elección.

La certeza y validez de las impugnaciones hechas en tribuna por los senadores del Partido de la Revolución Democrática, quedó demostrada en los resultados de los comicios efectuados el 18 de agosto de 1991. Es decir, el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales propicia una elección que abusa y le da ventajas desmedidas al partido oficial y hace muy difícil que se conozcan las verdaderas preferencias del electorado, como quedó demostrado en las elecciones de Guanajuato y San Luis Potosí.

En el área económica se modificó la legislación bancaria de seguros y fianzas, la del mercado de valores y sociedades de inversión, el Reglamento de la Ley de Inversiones Extrajeras, la reclasificación de 14 productos petroquímicos y la Ley de Fomento y Protección de la Propiedad Industrial, entre otras.

Todas esas modificaciones obedecieron al deseo de conformar nuestra legislación e instituciones para la pronta firma del Tratado de Libre Comercio, sin antes haber condensado su aceptación con los grupos económicos, políticos y sociales que resultarán afectados.

Es lamentable también que la llamada desincorporación de los organismos y empresas del sector paraestatal que forman parte del patrimonio nacional, fueron adquiridos con fondos públicos y se rematan sin ninguna consideración a esta representación, se hacen sin consulta y aprobación del Congreso, salvo excepciones, como fue la legislación del Banco Nacional Pesquero y Portuario. En este caso, aunque la liquidación de la paraestatal se discutió en el Congreso, nunca se presentaron los estados de cuenta ni se hizo una evaluación financiera como la que pidieron los partidos.

Otra legislación importante, en la cual el Senado fue Cámara de origen, lo que no es frecuente, fue la Ley de Salud, en la cual nuestra fracción parlamentaria trabajó intensamente, sin que se hubieran aceptado sus puntos de vista, esa ley sufrió modificaciones cuando pasó a la Cámara de Diputados; la iniciativa al regresarse al senado fue nuevamente impugnada por haber cambiado el sentido de derecho social a la salud como obligación del Estado, con el fin de que eventualmente se pudiera crear un sistema nacional de salud que protegiera a todos los mexicanos, independientemente de su lugar de origen, de su ocupación o de su nivel de ingreso, por el de simple vigilante y coordinador de los servicios de salud, incluyendo también la planificación familiar. Todo ello con vistas a la privatización de este servicio, en perjuicio de la clase trabajadora y dejando a las clases de mayor pobreza sujetas a la caridad de los programas de solidaridad.

Quisiera también referirme, por lo que toca a una función muy importante, en la cual es deficiente la función que desempeña el Congreso.

Me refiero al control que debe ejercer el Congreso sobre el manejo de lo recursos públicos y vigilante de los actos del Ejecutivo, para que éstos se ajusten a la ley.

Para que el Poder Legislativo pueda ejercer su función de control de los actos del Ejecutivo y de vigilante del uso de los recursos públicos, se requiere que cuente con información suficiente y un equipo de apoyo adecuado, cosas de las cuales carece, a pesar de la información que se envía ya por la ley al Congreso, pero que no es posible, dado los recursos de apoyo con los que se cuenta, hacerle un seguimiento que permita un análisis crítico de este ejercicio.

Ha sido tradicional en nuestro país que los Presupuestos de Egresos y las leyes de Ingresos de la Federación y del Departamento del Distrito Federal las envíe el Ejecutivo para su simple aprobación del ejercicio próximo, sin posibilidad de modificación alguna.

Por lo tanto, el Congreso se limita a aprobar estos documentos sin poder ejercer las facultades de poder revisarlos por ramas, como se hace en otros países en donde se está trabajando con tres presupuestos al mismo tiempo. O sea, con el presupuesto del ejercicio en curso, con el próximo presupuesto que se va a aprobar e incluso con otro presupuesto más adelante. Se llevan entonces las cuentas de tres ejercicios, para que se pueda ejercer la función... para que el Legislativo pueda ejercer su función eficientemente.

Durante el trienio en que fuimos legisladores, fuimos testigos de una elevación sustantiva de los ingresos de la Federación y del Departamento del Distrito Federal, consecuencia de las alzas de impuestos, derechos, tarifas y precios de los bienes y servicios bajo control gubernamental.

También queremos reseñar que hubo cambios administrativos y una mayor vigilancia fiscal. Pero si bien fuimos testigos de un mayor volumen de ingresos, en cambio no presenciamos que los gastos hubieran aumentado en la misma proporción. Más bien fuimos testigos también de una disminución en los gastos, en términos reales, de importantes sectores de la economía que antes estaban atenidos al gasto público, como es el caso de las inversiones públicas y como es el caso de los gastos en educación, en investigación científica y tecnológica y en salud pública.

El gasto que ha hecho Solidaridad y que está dirigida sólo a aquellos de muy bajos ingresos, no compensa de ninguna manera la disminución en el gasto real en los importantes renglones que acabo de mencionar.

La política tributaria de alzas continuas a los impuestos y la reducción del gasto público en términos reales, resultó primero en un superávit operativo del gobierno federal y recientemente en un superávit financiero. Esto significa que el gobierno recoge del pueblo de México una cantidad de ingresos muy superior a la que le regresa, tanto en gastos de administración como en inversiones, mantenimiento y servicios. Incluso ahora consideramos el pago de intereses de la abultada deuda pública.

Es decir, la política fiscal ha tenido un efecto concentrador, al recoger ingresos de toda la población para transferirlos en los rentistas financieros.

También hay que mencionar todos los ingresos que ha recogido con venta de paraestatales, incluyendo de la banca, a pesar de que se ha dicho que el sector público era mal administrador, que el Estado obeso, etcétera, y sin embargo este gobierno ha lucrado con el patrimonio del pueblo de México, al estarlo vendiendo con grandes utilidades. Queda por ver si se presentan y si en la próxima legislatura, en la LV, recoge una información detallada sobre estas operaciones.

Estos hechos, todos estos hechos fueron denunciados varias veces en tribuna, sin conseguir ningún apoyo para aliviar la carga fiscal de los sufridos contribuyentes, ni tampoco sin conseguir ningún apoyo para que la Contaduría Mayor de Hacienda, rindiera un informe detallado sobre el estado financiero de importantes paraestatales y de los bancos.

También dejó mucho que desear el debate que se hace en el Congreso, respecto al Plan Nacional de Desarrollo y al informe sobre su ejecución anual. El Plan Nacional de Desarrollo 1982-1988 no cumplió ni sus metas, ni sus objetivos de crecimiento con estabilidad y mejoramiento del nivel de vida; al contrario, bajó el ingreso de los trabajadores del campo y la ciudad, desplomó la inversión, descapitalizó la planta productiva, estancó el producto interno bruto, sin que hubiera la menor crítica en el Congreso. Esperamos que cuando llegue la hora de hacer la evaluación del presente Plan de Desarrollo, no ocurra lo mismo.

El Poder Legislativo, de acuerdo con la función que le otorga el artículo 5o. de la Ley de Planeación, limita la función del congreso al examen y opinión de un plan elaborado y aprobado

Exclusivamente por la Presidencia de la República; el poder Legislativo sólo se encarga de formular las observaciones que estime pertinentes durante la ejecución, revisión y adecuación del propio plan; es decir un legislador con representación popular tiene exactamente la misma función de cualquier ciudadano. Esto minusvalua las atribuciones de este cuerpo de gobierno.

Quisiera también referirme, así sea brevemente, a otra importante función que debe desarrollar el Congreso en pleno, pero que está concentrado en la Cámara de Senadores, por eso en este caso seré muy breve.

Análisis de la política exterior y defensa de la soberanía nacional. El Artículo 76 constitucional, que consigna las facultades exclusivas del Senado de la República, en su fracción I, señala que es deber de esa Cámara analizar la política exterior desarrollada por el Ejecutivo Federal, con base en los informes anuales que el Presidente de la República y el Secretario del despacho correspondiente rindan al Congreso; además, aprobar los tratados internacionales y convenciones diplomáticas que celebre el Ejecutivo de la Unión.

Tanto en el Senado, como cuando estuvo reunida aquí la Comisión Permanente hubo amplios comentarios sobre la política exterior y nosotros hemos expresado nuestra opinión de que deben ampliarse también las facultades de la Cámara de Diputados, para que también analicen esta parte de la política, especialmente ahora que estamos claramente en un proceso de internacionalización, no nada más de la economía, sino de todas las actividades. Es claramente, estamos procediendo hacia un mundo global en donde cada vez más los asuntos, en una parte del globo terráqueo, afectan a todo nuestro planeta que se está, de cierta forma, empequeñeciendo y es por esta razón por la que creemos que los asuntos importantes deban tratarse en el Congreso.

También en la Comisión Permanente tuvimos oportunidad de censurar la actitud de los Estados Unidos, siempre que fue intervencionista, lo mismo hicimos en el Senado, ya se tratara del caso de Cuba, ya se tratara del caso de Panamá, o también de los intentos que hay para muchas veces excederse en su funciones e invadir territorio mexicano con el pretexto del combate al narcotráfico.

En relación a las negociaciones del Tratado de Libre Comercio que el Ejecutivo se ha empeñado en sacar adelante, el Congreso de la Unión no tiene ninguna injerencia en el proceso; sólo está facultado para aprobar o rechazar el paquete completo, el Senado. Esta limitación fue señalada por la bancada perredista, se argumentó la necesidad de una participación más activa del propio Senado para garantizar la democratización y control en la toma de decisiones en este asunto tan importante y una intervención más amplia de los especialistas en la materia y de los sectores que resulten más afectados por estas negociaciones y en general de proporcionar una mayor información a la sociedad.

Con estos razonamientos la fracción del Partido de la Revolución Democrática apoyó y participó activamente en la celebración del foro permanente sobre las negociaciones del Tratado Trilateral de Libre Comercio que organizó la Cámara de Senadores donde se invitó a distinguidos miembros de nuestra fracción y a especialistas de nuestro partido quienes vertieron abiertamente su posición de rechazo a este acuerdo comercial explicando las limitaciones que conllevan para la soberanía y el desarrollo económico del país, pronunciándose en cambio por un amplio acuerdo continental sobre comercio y desarrollo.

También es importante mencionar que en el Congreso se hizo la defensa de los derechos humanos siempre que se presentaron quejas y denuncias y que servimos como caja de resonancia, en especial se atendieron las violaciones a los derechos políticos desde denuncias de fraude electoral hasta la pérdida de libertad, violencia institucional e integridad física de los ciudadanos y asesinatos de miembros de nuestro partido.

No podemos olvidar ni mencionar aquí en esta Cámara que ha habido 110 asesinatos de miembros simpatizantes del Partido de la Revolución Democrática, la mayoría de los cuales permanecen impunes. Los derechos colectivos se refieren a la libertad de pertenecer a una minoría o grupo poseedor de una identidad y una cultura propia o a la libertad de asociarse con un propósito determinado y mantener una identidad de grupo incluyendo los derechos sindicales y la participación en la determinación de las condiciones laborales y de los salarios.

Numerosas violaciones ocurrieron en lo que va del sexenio a comunidades indígenas las cuales como minorías tienen derecho a la protección de la autoridad, a preservar su identidad y a desarrollarse y progresar en ella, requisitos que no se cumplen en nuestro país, dando lugar a un proceso de aculturación a niveles muy bajos de vida y haciendo cada vez más difícil la salida de una estratificación social que se asemeja de hecho a las castas del sistema colonial.

Por esta razón la fracción parlamentaria vio con suma satisfacción que la medalla "Belisario Domínguez" de este año se otorgara al distinguido antropólogo Gonzalo Aguirre Beltrán, quien ha hecho una defensa del indigenismo a lo largo de su vida profesional.

Quiero referirme por último en esta reseña de actividades al Congreso como tribunal del debate político; quiero aquí entonces agradecer la amplia libertad y el hábil manejo que realizaron la Presidencia y la vicepresidencia, que permitieron la libre expresión de las ideas, así como el debate. Reconozco, por tanto, que en ningún momento nos hemos sentido oprimidos a expresar en este foro con amplia libertad todas nuestras opiniones y que éstas siempre se han hecho dentro de un plano de honestidad y sinceridad aun cuando muchas veces no hayan gustado; quiero recordar que nosotros pertenecemos a una fracción que dice no a numerosos actos e iniciativas, pero que tenemos la mejor voluntad de decir sí cuando vemos que se cumplen ciertas metas que nos hemos fijado, que se ha fijado la sociedad mexicana en estos momentos y una de ellas es la transición hacia la democracia. Hemos captado en el sentir de los mexicanos el derecho, el deseo de tener un sistema realmente democrático, un sistema en donde no sólo impere una democracia representativa que tiene que estar garantizada en otra Ley Federal Electoral, con otros procedimientos, con otro manejo que no dé lugar al voto manipulado, manipulado por los medios y por los recursos del Estado, que hemos visto que se expresó en julio de 1991, a un voto que exprese la comunicación real que puedan llevar los partidos, a través de una educación política para todos los ciudadanos, a través del uso equitativo de los medios de comunicación muy especialmente de la televisión, por tratarse del medio de penetración más intenso, más moderno, más popular.

Entonces estamos en esta transición y hemos dicho: no podrá haber verdadera democracia mientras no haya una separación del Partido Revolucionario Institucional con el gobierno, mientras no se rompa esta vinculación que nos hace que tengamos a estas alturas un partido de Estado.

La otra preocupación que nos llevamos es la preocupación sobre el Tratado Trilateral de Libre Comercio. El Senado se abrió como foro de audiencia y como tal escuchamos libremente las opiniones de los sectores productivos y de parte de la comunidad académica. Resulto ser, yo lo estimo, un ejercicio muy importante y una contribución que hemos de tener de todos los documentos, pero fue audiencia. Ahora el Senado también tendrá que expresar su opinión y seguramente la Cámara de Diputados también lo hará, respecto a este importante tratado, que tiene implicaciones que van más allá de la simple negociación en los 6 temas y 18 grupos de trabajo en que ha dividido el gobierno su acción.

Por su extensión y por ser un compromiso directo con Estados Unidos, sobre todo, país que ejerce una hegemonía política y militar a nivel internacional incuestionable, no he dicho económica, no he dicho hegemonía económica, he dicho política y militar, el Tratado de Libre Comercio exige que se le inserte en un enfoque global, bajo una perspectiva histórica de un alto significado político, cultural y social y no sólo economista.

Es indispensable aclarar el panorama y la confusión existente sobre el Tratado de Libre Comercio; disponer de un análisis global que lo evalúe por encima de los posibles acuerdos concretos de la negociación, bajo una visión de la trayectoria histórica del país, de su estructura real presente y del rumbo futuro que encarne en las auténticas aspiraciones de la nación.

¿Qué es lo que queremos como nación? ¿Nos podemos poner de acuerdo los distintos partidos respecto a los objetivos superiores de nuestro proyecto histórico? Queremos un crecimiento sostenible, ya no sostenido sino sostenible; es decir, que se tome en cuenta la situación actual de los recursos naturales, de los recursos de capital del país, de su dinámica demográfica, del estado que guardan el conocimiento, las artes y la técnica y que este crecimiento, ha de contribuir a la integración de la nación, que todavía no está hecha en su totalidad, a la defensa de sus fronteras y a la preservación de desenvolvimiento de los valores que nos identifican y cuestionan.

Y si es así, entonces a la luz de estos grandes objetivos, tiene que juzgarse y ser evaluado este tratado que se está negociando y tiene que tomarse en cuenta, todas las precauciones serán pocas para entrar en un acuerdo firmado con un país que está acostumbrado a violar acuerdos cuando así le conviene.

Quiero, por último, agradecer y decir que como fracción, realmente nos vamos muy satisfechos, pensando que cumplimos junto con todos ustedes, agradecerles las distinciones de amistad, de cordialidad y de compañerismo que tuvieron. Agradecer a la Presidencia, a la vicepresidencia, la acogida que nos dieron y el respeto con que

siempre escucharon nuestros puntos de vista, la oportunidad de expresarlos asimismo.

También quiero agradecer a las oficialías mayores los servicios de apoyo que nos prestaron, al grupo estenográfico del Diario de los Debates, a los asesores, a la Prensa, a los medios de información, al radio, al canal 11, todo el apoyo que hicieron posible la expresión de esta histórica LIV Legislatura. Democracia ya. Patria para todos. Muchas gracias.

El Presidente:- Se concede el uso de la palabra al diputado Abel Vicencio Tovar, por el Partido Acción Nacional.

El diputado Abel Carlos Vicencio Tovar:- Señor Presidente; señoras y señores legisladores: Obviamente estamos viviendo un momento de interesante transición, en nuestra historia, en la historia de México, nuestra patria; un eslabón más de la cadena del tiempo que forma nuestra historia está pasando; algunos nos vamos, otros se quedan y otros entran. Así permanece, en todo caso, la humanidad, por la tradición de unos hacia otros e instituciones que, por supuesto, superan en su vida a las cortas vidas humanas de quienes las forman.

Creo por esto que es una buena oportunidad para hacer una breve reflexión por mi parte a lo que podríamos decir es el destino de nuestra patria. A lo que podríamos decir es el destino de nuestra patria, no empleada esta palabra como el señalamiento de un fatalismo a donde forzosamente tenemos que llegar, empleada la palabra destino como una realidad, como un modelo que fue esculpido, como una expresión del perfeccionamiento de la vida que todos los días a veces parece que avanza a veces que retrocede.

Cada hombre lo tiene, cada nación y me refiero en este caso a la nuestra, lo tiene evidentemente. ¿Hasta qué punto este conjunto de circunstancias que rodean la vida de México?, ¿hasta qué punto la calidad de los mexicanos?, ¿hasta qué punto los encuentros que entre sí tienen los mexicano va perfilando el cumplimiento de este destino?

Al principio del sexenio por palabras del Presidente de la República se habló de modernidad y se habló de reforma y de reforma económica y de reforma política, y sobre todo en las primeras palabras, en los primeros actos y en los primeros discursos nunca se dejó preferida una reforma política por una reforma económica. Fueron más bien los hechos los que fueron dejando, poco a poco, atrás a la reforma política frente a una reforma o modalidad económica que urgía fuertemente la crisis en la que estaba asumido el país. No podía, por otro lado, de haber sido de otra manera.

Nosotros sostuvimos y sostenemos ahora, que no es posible tender dos caminos: de modernización o de reforma, que ambas tienen que darse y que si alguna fuera necesario que avanzara un poco sería, probablemente, la reforma política. La experiencia la tenemos a la vista.

Se ha desactivado la inflación, el Estado se ha desecho de la mayor parte del patrimonio que consideraba intocable, como las paraestatales. ¿Por eso simplemente mejoró el ingreso de la mayoría en México?, obviamente no, ahí hace falta algo más que una reforma económica.

Sin embargo, como lo probaré en un momento creo que ya es tiempo, señores legisladores, de que salgamos de esta trampa de la dualidad. ¿Vamos a pelear por la reforma económica o vamos a pelear por la reforma política?

Yo quisiera con ustedes poner la mira de la inteligencia más allá de esta dualidad y yo diría que lo que requiere fundamentalmente este país en nuestro tiempo es una reforma del Estado sí, pero una reforma cualitativa, una reforma de calidad. ¿Por qué digo esto? Algún señalamiento en la historia nos podrá ayudar.

Por las circunstancias históricas que se dan después de la Revolución y la creación del sistema del partido de estado, en 1929, o las que se dieron, o las que se creyeron que existían, el Estado mexicano, en México, fue fundamentalmente un Estado beligerante.

No fue un conjunto de hombres que ejercitaran simplemente la autoridad para permitir y encauzar el desarrollo de las mejores corrientes humanas para el crecimiento de la nación; fue un grupo de fuerza, de choque, que tenía enfrente o creía tener enfrente a adversarios dentro de las fronteras del territorio nacional y por tanto el mexicano fue, durante mucho tiempo, un Estado eminentemente beligerante.

Pero también fue un Estado de grupo, un Estado de facción. Si recordamos que en 1929, cuando terminan los últimos ecos de la Revolución en su aspecto violento, diríamos, surge la idea de un Partido Nacional Revolucionario del partido de Estado, éste no es fundado, como a veces se enseña a los niños, por los revolucionarios que con las armas llegaron y erigieron un Estado; me estoy refiriendo a un partido. Este partido nació del acuerdo de quienes ya estaban en la

cúspide, de los grandes generales, de los grandes políticos, de los que en ese momento eran dueños de la nación y estaban ubicados en la cúspide. Pero como no representaban a todos, sino básicamente al grupo que había llegado arriba, lógicamente el objetivo principal de un grupo así formado, no de abajo hacia arriba, sino de arriba hacia abajo, fue fundamentalmente la conservación del poder, por eso es tan difícil que si persisten las circunstancias y la existencia de un partido oficial como lo conocemos, es tan difícil, yo diría prácticamente imposible, que se pueda dar un paso más hacia la auténtica democracia, no porque unos sean los buenos y los otros sean los malos; esas clasificaciones maniqueas ya no deben tener lugar en estos ámbitos, simplemente porque si un grupo se forma para organizarse estando en el poder, no puede tener otro objetivo que conservar ese poder, y eso, así como suena, choca bastante con una idea eminentemente democrática.

Después de tiempo, pasan los años, proteccionismo industrial; se ve que eso no funciona, engrosamiento del aparato económico del Estado y llega la crisis y viene un cambio que algunos consideran un cambio muy interesante y muy positivo.

Un Estado, el mexicano, que había sido fundamentalmente intervencionista en todo y básicamente en la economía, se va convirtiendo poco a poco en un Estado neoliberal. Neo, porque el liberalismo, el mantchesteriano ya pasó de moda, habría que hacer una nueva referencia a lo que ya fue historia, por esto: ¿hasta que punto de este Estado mexicano, que fue el único cambio que a mi juicio logró dar después de esta crisis que exigía una transformación cambio que a mi juicio logró dar después de esta crisis que exigía una transformación cambió en algo el Estado beligerante, cambió en algo el Estado de facción, cambió simplemente un Estado intervencionista y está dando un paso hacia un Estado neoliberal?, ¿hasta qué punto es realidad esta información?

No tanto; el Estado mexicano sigue interviniendo duramente en muchos aspectos de la vida social, la educación por ejemplo y sobre todo en la política electoral especialmente, en donde el Estado no se aviene a tomar el papel que le corresponde, rector del bien de todos y de árbitro supremo con autoridad, que es potestad de ordenar en el aspecto electoral, sobre todo interventor en materia política.

¿Cómo va a dejar el Estado en manos de quienes participan en las elecciones los resultados reales de ésta?

Así pues, es liberal el Estado en lo económico, no lo es en lo social ni mucho menos en lo político. Entonces ¿cuál es la posición de mi partido a este respecto?, porque con frecuencia, por ignorancia o por mala fe se le ubica simplemente en una tendencia de un liberalismo, que además forma parte ya del espectáculo del mundo entero.

Estamos, quiérase que no, a las puertas de un nuevo imperio, como el romano, como el macedonio, como el de los árabes; el nuevo imperio está a la vista. Después de la guerra en el Medio Oriente, después de la capacidad de los Estados Unidos para tender la mano a la Unión Soviética y negarla si le place a la isla de Cuba y a sus habitantes, obviamente estamos ante las puertas del nuevo imperio mundial.

¿Cuántos años va a durar este imperio, mil años, quinientos años? Dependerá en todo caso de la idea clara, de la sensibilidad de quienes en los diversos países pueden tomar actitudes de dirección, de dirigentes y de líderes. Porque ha abandonado esa dualidad que nos ha llenado de confusión, que si la modernidad del Estado se va por la vía económica o que si se va por la vía política, porque yo creo sinceramente, señores y aquí lo vengo a manifestar, que por donde podemos nosotros encontrar un crecimiento real, es por el lado de un crecimiento en los valores, de un crecimiento y de un fortalecimiento del Estado mexicano en el aspecto verdaderamente cualitativo.

Cuando vemos cómo con frecuencia el poder en México, que no la autoridad, prefiere usar el pragmatismo del poder a la promoción de valores en la población, simplemente para obtener una suma matemáticamente superior a la de sus contendientes o adversarios.

Cuando vemos cómo se multiplica el esfuerzo de las estructuras del Estado para poner en los puestos de dirección más importantes, gente que más que servir está destinada a controlar; cuando vemos que los mexicanos, con esa enorme calidad que tienen, podrían, dentro de las estructuras gubernamentales y sociales, convertirse en seres evidentemente solidarios y no es solidario aquel que simplemente ilusiona con un regalo para poner un voto, sino aquel que está dispuesto a poner su persona en el crecimiento de los demás y de su nación, nos damos cuenta qué importante es que haya un cambio cualitativo. Creo que ya es tiempo, ya es tiempo que el Estado mexicano cambie de un Estado beligerante a un Estado verdaderamente conciliador. Pero la conciliación no es don gratuito ni mucho menos limosna: la conciliación tiene que partir de la convicción

de la paz social, que a su vez no puede ser otra cosa que el fruto de la justicia, de la justicia para cada familia, de la justicia para cada hombre y para cada mujer que vive en México.

El Estado Beligerante debe cambiar hacia un Estado de conciliación, y en este aspecto con mucha razón a veces y otras con no tanta y otras con ninguna, se critica a la oposición por algunas posiciones que adopta. ¿Han pensado ustedes, señores, que es muy difícil que la oposición en este país adopte conductas distintas si se está enfrentando todo los días, no a un Estado conciliador, sino a un Estado beligerante; es decir, que toma partido en la disputa y se arroja con todas sus fuerzas con aquel que considera adversario? ¿Han pensado qué pasaría con la oposición en México si tuviera enfrente un Estado distinto del que estoy llamando yo Estado beligerante? Y como consecuencia de todo esto, el cambio que se requiere es también de un Estado de grupo, de un Estado de equipo, de un Estado de facción a un Estado verdaderamente nacional.

Si se verbaliza que en México caben todas las ideas y todas las doctrinas; si se pluraliza a través del lenguaje la posibilidad de convivencia de gente de muy diversa ideología en México, al final nos damos cuenta que solamente una tiene primacía, que cualquiera que sea su color tiene, sí, una condición: estar totalmente de acuerdo con la estructura que políticamente domina a esta país.

Por eso creo que es mucho más importante la reforma cualitativa que seguir peleando, si es más importante lo económico o la política.

Está una posibilidad que ni es simplemente filosofía o ideología y que sí es la posibilidad de abrir en lo moderno el cambio del Estado mexicano, que no sea simplemente del Estado interventor al Estado neoliberal. Nosotros pensamos que se requiere un humanismo profundo, un humanismo, diría yo, que permita que cada hombre sea más verdaderamente humano, y que cada uno, precisamente por serlo pueda aprovechar a manos llenas los dones de la naturaleza y de la historia que en todo caso es, la historia de la cultura.

Es pues el mexicano que pueda comer bien; que pueda tener buena casa y que se pueda beneficiar con los bienes de la cultura que forman y acaban de formar y perfeccionar a la figura del hombre. Sobre esto, mucho más podría decirse.

Nuestro partido ha insistido con un documento que en 1988 abrió brecha en este aspecto.

Una propuesta para un consenso nacional, para la justicia en la libertad, hemos tenido interesantes comentarios y esperamos que otros partidos, otros grupos, aporten lo propio.

En esta ocasión, señores Presidente, señores legisladores, creo que es justo que pensemos un poco en la patria como una comunidad de ideales. Pero para luchar por la patria, hay que limpiar primero el suelo de la patria y yo diría, ¿por qué no?, ennoblecer un poco el corazón de los hombres que en esta patria viven. Gracias.

El Presidente:- Se concede el uso de la palabra al senado Mario Niebla Alvarez, por el Partido Revolucionario Institucional.

El Senador Mario Niebla Alvarez:- Con su venia, señor Presidente; honorable asamblea: La terminación de los trabajos de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión durante el último receso de la LIV Legislatura, ha motivado a los representantes de todas las fracciones parlamentarias aquí reunidas, a formular un pronunciamiento que sintetice su posición partidista frente a este hecho significativo en nuestro quehacer parlamentario.

Desde un punto de vista estrictamente jurídico, las facultades constitucionales de la Comisión Permanente, implican un espacio de competencias y facultades, destinadas a asegurar principalmente la continuidad y la permanencia de los órganos legislativos del Estado; es decir, las cámaras del Congreso, pero sin sustituir a ellas.

En el ámbito de una democracia plural y participativa como es la nuestra, el foro de debate político en que se convierta esta instancia que es la Comisión Permanente, adquiere un significado particular para hacer efectiva entre la opinión pública y los órganos de gobierno de la nación, nuestras prerrogativas democráticas. En este foro de debate político, de frente a la nación, los integrantes de esta Comisión Permanente, miembros del Partido Revolucionario Institucional, hemos confrontado ideas en el tono respetuoso que nos obliga la responsabilidad de constituir la fracción mayoritaria en las diferentes asambleas del Congreso de la Unión.

La Comisión Permanente se integró con valiosos representantes de los diferentes partidos políticos, quienes responsablemente se empeñaron en debatir, expresar, opinar y discutir, en asuntos trascendentales de la vida del país y de la comunidad internacional.

Hemos tratado de elevar el debate por encima de nuestros explicables intereses de partidos políticos, para defender desde nuestra propia perspectiva, aquello que consideramos más importante en beneficio de la ciudadanía y del pueblo de México.

Durante los tres años transcurrido desde el inicio de los trabajos de la LIV Legislatura, la ciudadanía ha podido observar los comportamientos políticos que se han dado en las asambleas deliberantes del Poder Legislativo Federal y particularmente durante el período de sesiones de esta Comisión Permanente.

Hemos actuado sin triunfalismos y con un sentido de lealtad a las responsabilidades que la Constitución nos otorga. Aportamos respeto y tolerancia las ideologías contrarias y a las propuestas diferentes. Entendemos que es natural que en cada fracción partidista surja una visión diferente del desarrollo deseable de la sociedad mexicana, así como una comprensión distinta de lo que acontece en el entorno internacional.

Han sido numerosos nuestros puntos de coincidencia. Esto dio motivo a pronunciamientos conjuntos que supieron expresar en su momento, el interés de la nación. De ahí que los legisladores priístas pensemos que de la riqueza los debates aquí sostenidos, la aportación que queda para el futuro del país, radica precisamente en confirmar que es posible la pluralidad, la confrontación de ideas y las posiciones políticas en la civilidad y el respeto que en el ejercicio de la libertad todos los merecemos.

La coincidencia y la uniformidad, no son necesariamente las formas que hagan un posible gobierno, aunque es indiscutible que en una sociedad democrática oposición y mayoría tienen el compromiso de encontrar puntos de acuerdo para hacer viable la transformación del país.

En el debate democrático, se hacen posible que la mayoría gobierne con la oposición y no a pesar de la oposición. La concertación y el diálogo se convierten en oportunidad de participación y en provechoso flujo de ideas en el quehacer parlamentario nacional.

Afortunadamente hemos contado con la experiencia y en particular, con la coordinación del senador Emilio M. González, quien con su sensibilidad política ha generado confianza y seguridad en los legisladores de todos los partidos; ha propiciado el diálogo, ha sabido conducir a la Comisión Permanente en el ámbito de la ley y a la vez, en ejemplar cordialidad y con el respeto que la nación nos merece.

La dirigencia serena y firme, asentada en la amplia experiencia y en la capacidad personal, ha sabido crear un entorno propicio para el debate democrático, llevando siempre la divisa de que democracia es pluralidad y civilidad política.

Expresamos a los coordinadores y a los miembros de las diferentes fracciones parlamentarias en su lucha por caminos diferentes al de la mayoría parlamentaria, nuestro reconocimiento y nuestro respeto con su militancia y su valioso aporte a la vida democrática.

El puente entre tradición y modernidad, asegura estabilidad social y el desarrollo en el país. Así como la actualización política, con la reorganización económica y social y la reforma al partido mayoritario, se reforma al Estado y, modernizamos a México.

Hemos caminado firmemente en la ruta que el presidente Carlos Salinas de Gortari trazara en 1988 para alcanzar los cuatro objetivos nacionales que son indispensables a México:

1. Defender la soberanía y preservar los intereses de México en el mundo.

2. Ampliar nuestra vida democrática.

3. Recuperar el crecimiento económico con estabilidad de precios.

4. Y elevar paulatinamente el nivel de vida de los mexicanos.

La mayoría de los mexicanos nos hemos sumado al esfuerzo que ha venido realizando desde el primer día de su mandato y el programa ha venido avanzando cada día con el esfuerzo de la sociedad.

Tenemos programa y rumbo definido que se concretiza en estrategias y líneas de acción. Nos nutrimos fundamentalmente del espíritu que nuestros antecesores le imprimieron a la Constitución Política.

De ahí, en lo político: conciliación y tolerancia; en lo económico: concertación; en lo social: solidaridad.

Así mantenemos la concordia nacional que da la paz y estabilidad social al país. Estamos viviendo un etapa muy constructiva de avance en la sociedad mexicana.

Y aquí recordamos lo que un profundo conocedor de la realidad política de nuestro país

afirmaba: "no es lo mismo orden autoritario, que pluralismo y democracia".

Al concluir los trabajos de esta Comisión Permanente y de esta Legislatura los diputados y senadores de la fracción del Partido Revolucionario Institucional, nos congratulamos por la forma y el fondo y el nivel en que se desarrollan las tareas a nuestro cargo.

Nuestro reconocimiento a todo el personal administrativo que colaboró con la Comisión Permanente, muchísimas gracias por su apoyo y a los medios de comunicación por su objetividad. Consideramos que la continuidad y la permanencia de las cámaras de Congreso, han sido aseguradas con la dignidad que la nación reclama, tocándole al pueblo dar el veredicto definitivo sobre nuestro desempeño.

Los mejores recursos con los que cuenta nuestro país, no son los recursos naturales; son los humanos. Hagamos el máximo esfuerzo para que nuestros hijos continúen con la tarea de seguir construyendo este gran país. Hemos tenido el privilegio de tener a todos ustedes por compañeros de esta LIV Legislatura y ha sido un gran honor el servir a nuestra patria desde el Poder Legislativo. Muchas gracias.

El Presidente:- Honorable asamblea: Hoy concluye la responsabilidad de este órgano del Poder Legislativo Federal, que mantiene la vigencia y presencia del Congreso durante los recesos legislativos. Además, con sus funciones, termina también el mandato de la LIV Legislatura.

En nombre del vicepresidente de este cuerpo colegiado, senador Nicolás Reynés Berezaluce y del mío propio, deseo dejar constancia de gratitud al cordial, capaz y eficiente desempeño en la Secretaría de los senadores Hugo Domenzáin Guzmán e Idolina Miguel Contreras y de los diputados Miguel Hernández Labastida y Juan Nicasio Guerra Ochoa; su colaboración ha sido muy valiosa.

Expresamos también nuestra gratitud a la labor de difusión, análisis y comentario, que de las sesiones realizadas formularon los representantes de los diversos medios de comunicación social. Su actuación constituye un trascendente vínculo con la ciudadanía y fortalece la formación de una opinión informada, participativa, que es un ingrediente básico de nuestra democracia.

Nuestro reconocimiento igualmente al personal administrativo.

Se cierra hoy un ciclo en la vida del Congreso, para dar paso a la renovación de la representación popular en el Poder Legislativo. Válgase por ello algunas reflexiones sobre la ruta que hemos recorrido juntos.

La Comisión Permanente tiene atribuciones constitucionales propias, tanto en materia de la vida misma del Congreso, como en el ámbito de actos cuyo perfeccionamiento requiere actualizar, en cada caso, una función de corresponsabilidad con el Poder Ejecutivo. Pero más allá de sus facultades formales, se ha convertido en el foro natural para el debate político y la discusión plural.

En este cuerpo colegiado los partidos consideran libre y democráticamente los asuntos que por su fondo político se estiman de importancia nacional e internacional. Es, ante todo, un espacio institucional de deliberación y convivencia política.

Al reconocimiento de esta entidad corresponde, precisamente, que esta Presidencia se esforzará con apegarse más al espíritu que a la letra de nuestras normas jurídicas internas, a fin de actuar siempre con imparcialidad y cuando así lo requirió el debate, con flexibilidad. En los debates se abordaron los más diversos asuntos, sin más límite que el deseo de cada legislador por hacer uso de la tribuna.

Estimo que en el fondo para todos nosotros era más importante que el uso de la tribuna se diera sin cortapisas y en un ámbito de absoluta libertad, que usar el derecho para coartar la libertad de expresión de un legislador.

En esta tarea, contamos no sólo con la comprensión y el apoyo de todos los integrantes de este cuerpo colegiado, sino con una solidaridad fundamental: su cumplimiento voluntario de nuestras normas de orden interno, puesto que en nuestras normas de orden interno, puesto que en una asamblea política lo que cuenta es el sentido de responsabilidad de cada uno de sus integrantes para que sus funciones se ejerzan y el debate pueda darse.

Nuestro reconocimiento a todos los miembros de este cuerpo colegiado, porque sus conductas refrendaron en los hechos un clima de respeto, que fue resultado de la contribución de todos y que se erigió en apoyo esencial para el buen desarrollo de los trabajos.

Por eso, nuestras tareas fueron propicias para avanzar en la consolidación de nuestros comportamientos parlamentarios. México se halla

inmerso en un ambiente de reeducación política para fortalecer la convivencia democrática y su sistema de partidos. En esa vertiente se inscriben las prácticas de respeto a los puntos de vista de los demás, de tolerancia a las ideas divergentes y de diálogo entre quienes postulamos rutas de acción diferentes.

Con estos comportamientos aportamos elementos útiles para afianzar la nueva cultura política que nos demanda la pluralidad social que existe en la nación. Convivir en la pluralidad es hoy un elemento natural de la madurez política de los partidos, para hacer síntesis de las obligaciones partidistas y de los deberes constitucionales; esa síntesis es la democracia en dos vertientes: la representativa, que implica el mandato del pueblo en la elección, y la parlamentaria, que comprende la relación respetuosa entre todos los partidos, el que ejerce el poder y los que aspiran a su ejercicio.

Virtud primordial de la pluralidad es que nadie renuncia a su convicciones, por que el respeto y la tolerancia no minan lealtades ideológicas ni de militancia política o la carga de emoción con que hacemos valer nuestros razonamientos; al contrario, el debate de pluralismo democrático que aquí practicamos nos enriqueció al haber actuado todos dentro de la Constitución y en la búsqueda sincera y de buena fe del bien de México y de su pueblo.

Ninguna duda nos cabe de que México ha sido el objeto de nuestros afanes, el origen y destino de nuestras preocupaciones, reflexiones y propuestas. México con su voluntad de actuación política, soberana, a partir de nuestras libertades, derechos sociales y la lucha del pueblo por alcanzar la democracia integral, es la fuerza que a todos nos une.

Esta Comisión Permanente cubrió sus trabajos en un período de intensa actividad política, electoral y cívica; no era menor su reto, por actuar con madurez y prudencia, a fin de convertirse en expresión renovada de la nueva cultura política que practica la fortaleza de la nación por la convicción de la riqueza de las partes e impulsar la unidad esencial para el progreso que permite disentir, sin escindir a la nación.

Confío en que el trabajo realizado reflejó cabalmente al México plural, que en la diversidad dialoga, debate y actualiza compromisos y consensos, pero sin fisuras en la conciencia común de la magnitud de las responsabilidades que en lo político, lo económico, lo social y lo cultural, enfrentamos los mexicanos, para asegurar el futuro mejor que merece nuestra nación. Muchas gracias.

(Aplausos.)

DECLARATORIA DE CLAUSURA

El secretario senador Hugo Domenzáin Guzmán:- Se invita a todos los presentes a ponerse de pie.

El Presidente:- La Comisión Permanente del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, en ejercicio durante el segundo receso del tercer año de la LIV Legislatura, cierra hoy, 30 de octubre de 1991, su período constitucional de sesiones. (Aplausos.)

ACTA DE LA PRESENTE SESIÓN

El Secretario senador Hugo Domenzáin Guzmán:- Se va a dar lectura al acta de esta sesión.

Acta de la sesión de clausura de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión celebrada el día treinta de octubre de mil novecientos noventa y uno, correspondiente al segundo receso del tercer año de ejercicio de la quincuagésima cuarta legislatura.

Presidencia del senador Emilio M. González

En la Ciudad de México, Distrito Federal, siendo las 10 horas con 30 minutos del día 30 de octubre de mil novecientos noventa y uno, con una asistencia de 25 legisladores , el Presidente declara abierta la sesión

La Secretaría da lectura al orden del día y posteriormente al acta de la sesión anterior, misma que sin discusión se aprueba en su términos en votación económica.

El Presidente, para cumplir con las disposiciones legales respectivas, da cuenta con el informe de labores de la Comisión Permanente y acto seguido, se designan las comisiones de cortesía para informar, al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de la clausura de los trabajos de la Comisión Permanente. Para expresar sus opiniones respecto de los trabajos de este cuerpo colegiado, se concede el uso de la palabra a los representantes de los partidos del Trabajo, Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, Auténtico de la Revolución Mexicana, Popular Socialista, de la Revolución Democrática, Acción Nacional y Revolucionario Institucional.

Agotados los asuntos en cartera, no habiendo nadie más que haga uso de la palabra y puestos todos de pie, el Presidente clausura el período de sesiones de la Comisión permanente del segundo receso del tercer año de ejercicio de la quincuagésima cuarta legislatura.»

Está a discusión el acta...

No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo... Aprobada, señor Presidente.

El Presidente (a las 12.59 horas): - Se levanta la sesión.