PODER LEGISLATIVO FEDERAL
DIARIO de los DEBATES

Correspondiente al Primer Receso del Primer Año de Ejercicio
DIRECTOR GENERAL DE
CRONICA PARLAMENTARIA
Héctor de Antuñano y Lora
PRESIDENTE

Diputado Gustavo Salinas Iñiguez
DIRECTOR DEL
DIARIO DE LOS DEBATES
Norberto Reyes Ayala
Año I
México, DF, lunes 23 de enero de 1995
No. 5

PERIODO EXTRAORDINARIO

SUMARIO

COMPARECENCIA DEL SECRETARIO DE HACIENDA Y CREDITO PUBLICO

Senadores invitados.

Fincan la posición de sus respectivos grupos parlamentarios, los diputados:

Joaquín Humberto Vela González

Saúl Alfonso Escobar Toledo

Juan Antonio García Villa

Francisco Suárez y Dávila

Hace uso de la palabra el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez para referirse a los criterios planteados.

Punto de acuerdo de la Comisión de Hacienda y Crédito Público.

ETAPA DE PREGUNTAS Y RESPUESTAS

En el primer turno de oradores, hacen uso de la palabra los diputados:

Alejandro Moreno Berry

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Ifigenia Martha Martínez Hernández

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Publico.

Salvador Othón Avila Zúñiga

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Rafael Ceballos Cancino

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Publico.

En el segundo turno de oradores, hacen uso de la palabra los diputados:

Luis Sánchez Aguilar

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

AIberto Anaya Gutiérrez

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Raúl Amando Quintero Martínez

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Rodrigo Robledo Silva

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Alfonso Molina Ruibal

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Manuel Marcúe y Pardiñas

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

En el tercer turno de oradores, hacen uso de la palabra, con derecho a réplica, los diputados:

Serafín Núñez Ramos

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

José Narro Céspedes, réplica.

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Publico.

Graco Luis Ramírez Garrido Abreu

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, réplica.

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Gustavo Gabriel Llamas Monjardín

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Gustavo Gabriel Llamas Monjardín, réplica.

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

José Manuel García García

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Antonio Sánchez Gochicoa, réplica.

Respuesta del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Pregunta presentada por escrito a la Presidencia

Comentarios del Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Agradecimiento del Presidente.

ORDEN DEL DIA

De la próxima sesión.

Presidencia del diputado Alejandro Díaz y Pérez Duarte



ASISTENCIA

El Presidente:

Proceda la Secretaría a pasar lista de asistencia.

El secretario Sergio Emigdio Prieto Gamboa:

Se va apasar lista de asistencia.

Hay una asistencia de 390 diputados, por lo tanto, hay quorum.

El Presidente (a las 11:08 horas):

Se abre la sesión.



ORDEN DEL DIA

El secretario Sergio Emigdio Prieto Gamboa:

«Primer Periodo de Sesiones Extraordinarias.- Primer Receso.-Primer Año.- LVI Legislatura.

Orden del día

23 de enero de 1995.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Comparecencia del licenciado Guillermo Ortiz Martínez, Secretario de Hacienda y Crédito Público.»



ACTA DE LA SESION ANTERIOR

El secretario José Rosas Aispuro Torres:

«Acta de la sesión extraordinaria de la Cámara de Diputados, celebrada el viernes veinte de enero de mil novecientos noventa y cinco, correspondiente al Primer Periodo de Sesiones Extraordinarias del Primer Receso del Primer Año de Ejercicio de la Quincuagésima Sexta Legislatura.

Presidencia del diputado Abelardo Carrillo Zavala

En la capital de los Estados Unidos Mexicanos, siendo las once horas con cuarenta y cinco minutos del viernes veinte de enero de mil novecientos noventa y cinco, con una asistencia de trescientos treinta y siete diputados, el Presidente declara abierta la sesión.

La Secretaría da lectura al orden del día y posteriormente al acta de la sesión anterior, misma que se aprueba en sus términos en votación económica.

Para fijar las posiciones de sus respectivos grupos parlamentarios, respecto al periodo de sesiones extraordinarias, el Presidente concede el uso de la palabra a los diputados: Manuel Marcué y Pardiñas, del Partido de la Revolución Democrática; J. Jesús Ortega Martínez, del mismo partido, quien antes de abordar la tribuna solicita aclaraciones respecto del orden de los oradores; Patricia Garduño Morales, del Partido Acción Nacional; Adolfo Aguilar Zinser, del Partido de la Revolución Democrática y Fructuoso López Cárdenas, del Partido Revolucionario Institucional.

Para rectificar hechos o contestar alusiones personales, sobre el mismo tema, hacen uso de la palabra los diputados: Marco Antonio Ignacio Rascón Córdova, Juan Nicasio Guerra Ochoa y Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, del Partido de la Revolución Democrática; José Narro Céspedes, del Partido del Trabajo, en su turno; Leticia Calzada Gómez, del Partido de la Revolución Democrática; César Raúl Ojeda Zubieta, del Partido Revolucionario Institucional, en dos ocasiones; Javier González Garza, del Partido de la Revolución Democrática y Alfonso Primitivo Ríos Vázquez, del Partido del Trabajo.

Un oficio de la Cámara de Senadores, con el que comunica la elección de la mesa directiva que funcionará durante el primer periodo de sesiones extraordinarias, del primer receso del primer año de ejercicio de la Quincuagésima Sexta Legislatura.

Se inicia la primera lectura del dictamen de la Comisión de Justicia, con proyecto de decreto que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y al término de la exposición de motivos y a solicitud del diputado Guillermo Héctor Zúñiga Martínez, la Asamblea dispensa la lectura del articulado y la segunda lectura del dictamen, por lo que se somete a discusión en lo general de inmediato.

Debaten al respecto, los diputados Amado Jesús Cruz Malpica, del Partido de la Revolución Democrática, en contra; Fernando Pérez Noriega, del Partido Acción Nacional y a nombre de la comisión dictaminadora, en pro; Amado Jesús Cruz Malpica, del Partido de la Revolución Democrática, para rectificar hechos; Fernando Pérez Noriega, del Partido Acción Nacional, en el mismo sentido y Juan Manuel Cruz Acevedo, del Partido Revolucionario Institucional, en pro y contesta a una interpelación del diputado Cruz Malpica.

La Asamblea considera suficientemente discutido el dictamen en lo general, y no habiendo reserva de artículos para discusión en lo particular, la Secretaría recoge la votación nominal correspondiente, misma que resulta aprobatoria por trescientos treinta y cuatro votos. Se turna a la Cámara de Senadores.

Agotados los asuntos del orden del día, la Secretaría da lectura al orden del día de la próxima sesión y el Presidente clausura la de hoy a las dieciséis horas con diez minutos, citando para la que tendrá lugar el próximo lunes veintitrés de enero de mil novecientos noventa y cinco, a las diez horas.»

Está a discusión el acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba.

Los diputados que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo...

Los diputados que estén por la negativa, sírvanse manifestarlo... Aprobada, señor Presidente.



COMPARECENCIA DEL SECRETARIO DE HACIENDA Y CREDITO PUBLICO

El Presidente:

Senadores invitados.

Se encuentra en el salón de recepción de esta Cámara de Diputados, el licenciado Guillermo Ortiz, Secretario de Hacienda y Crédito Público. Se designa en comisión para introducirlo a este recinto a los diputados: Joaquín Vela González, Jorge Padilla Olvera, Juan Guerra Ochoa, Francisco Suárez y Dávila y Antonio Sánchez Gochicoa.

Se les ruega cumplan con su cometido.

La honorable colegisladora designó en comisión para asistir a esta comparecencia a los siguientes senadores: Carlos Sales Gutiérrez, Héctor Sánchez López, Cristóbal Arias Solís, Eloy Cantú Segovia, Heberto Castillo, José Angel Conchello Dávila, Melchor de los Santos Ordoñez, Guillermo del Río Ortegón, Emilio Goicoechea Luna, Angel Sergio Guerrero Mier, José Ramón Medina Padilla, Arturo Nava Bolaños, Jesús Orozco Alfaro, Amador Rodríguez Lozano, Alberto Santos de Hoyos y Fernando Solana Morales.

Se ruega a los diputados tomen sus asientos y despejen los pasillos para poder comenzar esta comparecencia.

Para dar cumplimiento al artículo 2o., apartado A, inciso a, de la convocatoria a periodo de sesiones extraordinarias, comparece el licenciado Guillermo Ortiz, Secretario de Hacienda y Crédito Público, para el análisis de la situación económica nacional y sus efectos en materia de ingresos y egresos federales.

De acuerdo con el procedimiento para el desahogo de esta comparecencia, harán uso de la palabra, hasta por 10 minutos, para fijar posiciones, los siguientes diputados: Joaquín Vela González, Saúl Escobar Toledo, Juan Antonio García Villa y Francisco Suárez y Dávila.

En consecuencia tiene la palabra el diputado Joaquín Vela González.

Agradeceremos a los señores fotógrafos nos permitan continuar con los trabajos de esta Cámara de Diputados.

Vuelvo a insistirle a los fotógrafos que desalojen los pasillos y nos permitan continuar con los trabajos de esta Cámara de Diputados.

Proceda, señor diputado Vela González.

El diputado Joaquín Humberto Vela González:

Compañeras diputadas, compañeros diputados, señor Secretario de Hacienda y Crédito Público, licenciado Guillermo Ortiz Martínez:

El Partido del Trabajo tiene un conjunto de consideraciones, que consideramos es importante hacer de su conocimiento...

El Presidente:

Un momento diputado. Creo que el sonido que usted tiene no está lo suficientemente fuerte para que nos presten atención.

El diputado Joaquín Humberto Vela González:

La devaluación del peso tiene sumida a nuestra economía en una crisis cambiaria y financiera que plantea graves riesgos para la estabilidad del país y de la economía mundial, además de que posterga para un periodo indeterminado las promesas de mejoramiento económico de las grandes mayorías de la población.

El ajuste del tipo de cambio, cuya necesidad era evidente por lo menos un año atrás, se convirtió en un hecho ruinoso para la economía del país por razones estructurales y coyunturales.

El Gobierno de Salinas de Gortari, al tomar como eje de su estrategia de modernización la promoción y protección de los grupos monopólico-financieros, distorsionó el funcionamiento de la economía, por lo cual, se elevó peligrosamente su grado de vulnerabilidad a medida que el sexenio llegaba a su fin y se recrudecían los conflictos al interior del partido oficial.

Además de los problemas de gestión económica que debilitaron nuestra economía, la situación actual es más grave, porque el ajuste de tipo de cambio fue manejado de manera extremadamente incompetente, ya que el actual Gobierno sólo actuó cuando la emergencia cambiaria estaba a punto de estallar, con un nivel de reservas internacionales que ni siquiera cubrían la tercera parte de las obligaciones financieras a corto plazo contraídas con los inversionistas extranjeros.

La incompetencia gubernamental revela que la situación de emergencia cambiaria y financiera constituye una prolongación de la grave crisis política institucional que aqueja al país. La existencia de una estructura monolítica de poder y la descomposición interna del partido oficial, son los principales causantes del alto nivel de conflictividad que se vive a escala nacional, pero también, de la carencia de los mecanismos correctivos que se requieren para evitar que los desajustes coyunturales se conviertan en situaciones de emergencia nacional e internacional.

El acuerdo de unidad para enfrentar la emergencia económica tiene dos graves limitaciones que ponen nuevamente en evidencia la limitada capacidad de este Gobierno para hacer frente a los graves problemas que enfrenta el país a raíz de la devaluación. El acuerdo no sólo se caracteriza por imponer los mayores sacrificios a los trabajadores, sino también, por no exigir un compromiso a los banqueros que siguen encareciendo el crédito sin importarles los problemas que causen al resto del aparato productivo.

Al no existir un programa convincente para superar la crisis financiera no ha vuelto la calma a los mercados cambiarios ni a la bolsa de valores y existe el peligro del colapso de media docena de bancos, lo que daría un nuevo giro a esta grave situación.

Todo esto nos ha llevado a buscar la ayuda internacional en un peregrinaje que recuerda a los sucesos de fines de 1982, cuando la declaración de insolvencia hizo detonar la llamada crisis de la deuda.

Dada la crisis político-institucional que padece el país, el paquete de asistencia financiera que podría proporcionar el gobierno de Estados Unidos, por una suma de hasta por 40 mil millones de dólares, paradójicamente añade nuevos problemas a los ya existentes.

El PT considera que este paquete de ayuda no debe implicar condicionamientos fuera de los que establece una transacción financiera común, debiendo desvincularlos del proceso de privatización que está por comenzar.

Si se garantiza este tratamiento, no vemos razones para postergar la aceptación de este paquete de garantías crediticias.

La complejidad de esta crisis y la magnitud de sus repercusiones internas y externas, necesariamente acelerará el tránsito de la democracia, porque las vías de salida son incompatibles con la perduración del sistema del partido de estado, el presidencialismo omnipotente y la opresiva centralización que caracteriza a las instituciones de nuestro país.

Por esos motivos, el PT se congratula, tal y como lo hizo en la firma protocolaria, junto con las restantes fuerzas políticas representadas en el Congreso, por el acuerdo del diálogo político nacional. Sin embargo, consideramos que la apertura de los espacios políticos debe implicar un replanteamiento de los métodos por medio de los cuales se formulan las políticas públicas de las que depende el bienestar de millones de mexicanos.

Este replanteamiento debe de comenzar por corregir los errores que impiden que el acuerdo de unidad para superar la emergencia económica, distribuya equitativamente los costos para luchar por superar la crisis financiera.

El acuerdo debe privilegiar la recuperación de la economía nacional, aun cuando ello implique sacrificar el superávit fiscal.

Lo anterior resulta extremadamente urgente, ya que el aparato productivo se encuentra en una situación de postración, como resultado de las medidas de política monetaria que se han tomado para conjuntar la crisis cambiaria y financiera.

El Ejecutivo está proponiendo, bajo la idea que estamos ante un problema puramente transitorio, seguir la prescripción más ortodoxa en política monetaria.

Pretende reducir el gasto programable, el equivalente a 1.3% del PlB, lo que significa un 6% de dicho gasto. Esto implica necesariamente no sólo una reducción de gasto en la inversión y obviamente el corriente, sino también, el de beneficio social es decir, aquél que se destina a salud, educación, vivienda etcétera.

Particularmente nos importa que en los próximos tres meses va a haber en total están planteados cerca de 8 mil aumentos salariales, que de no tener solución van necesariamente a plantear un problema económico adicional para el país.

En este caso se encuentra, y lo quiero destacar, yo como universitario y miembro del STUNAM, vivimos ahí en particular en la universidad, una situación bastante grave de deterioro salarial y nuestro partido, el PT, se solidariza con las justas peticiones de los asalariados y de los trabajadores de la UNAM, situación que quiero destacar.

Ante esta situación, el PT exige que dentro del marco de diálogo nacional y en el planteamiento de los acuerdos para conjugar la emergencia económica, se dé un cambio en la estrategia a largo plazo a partir de los siguientes lineamientos:

1. Evitar que este nuevo episodio de emergencia, pérdida de credibilidad del Gobierno, parálisis potencial del aparato productivo, etcétera, se traduzca en mayores sacrificios para los asalariados. Los trabajadores ya efectuaron, en los pasados 12 años, un enorme sacrificio para lograr el ajuste y el cambio estructural que hoy parece en entredicho.

Para evitar un sacrificio salarial adicional, proponemos que se restablezca de inmediato el control de precios sobre los bienes de la canasta básica y se asegure su acceso a nivel nacional.

Deberá, al mismo tiempo, eliminarse los topes salariales y permitir que los sindicatos y empresas negocien libremente los incrementos salariales de acuerdo a la dinámica de la productividad.

La recuperación de los salarios a partir de su encadenamiento a la productividad, debe reforzarse mediante el diseño de mecanismos de participación accionaria en beneficio de los trabajadores.

De este modo, las empresas más afectadas por la crisis podrán recurrir a este expediente, en caso de no estar en condiciones de elevar en lo inmediato los salarios.

2. El Gobierno debe abandonar la estrategia de salvaguarda indiscriminada, que ejerció en beneficio de los grupos monopólicos-financieros, estrategia que en última instancia es la causante del actual debacle. Los grandes consorcios deben ser competitivos internacionalmente, pero también, deben estar sometidos a control estricto ejercidos, tanto por el Gobierno como por la sociedad.

La construcción de una nueva relación entre los agentes productivos, un Gobierno democrático y una sociedad capacitada para actuar en defensa de sus derechos, permitirá redefinir el proyecto de modernización en un sentido popular y democrático.

En tercer lugar, el sistema bancario, debe ser objeto de una profunda reestructuración, que comience por restablecer la presencia del Estado en el manejo directo del crédito. Si el Estado poseé instrumentos efectivos para garantizar la vigilancia y la supervisión de las actividades financieras, ejerciendo al mismo tiempo acciones de arbitraje, las medidas de apertura financiera en beneficio del capital extranjero, no darán lugar a la pérdida de soberanía en las delicadas cuestiones del manejo del crédito y sí permitirán contar con un instrumento adicional para romper el oligopolio bancario.

Si el Estado no da esos pasos, estará creando el terreno propicio para que se dé una colusión de intereses entre inversionistas nacionales y extranjeros, que reevite la lamentable situación ya padecida por todos nosotros.

4. Como parte de un nuevo plan de contingencias para enfrentar los efectos de la devaluación en el terreno productivo, exigimos que se adopte una política explícita, que conduzca a la recuperación inmediata del nivel de productividad económica, tal como estaba previsto en el cierre de cuentas de 1994.

El Gobierno debe desarrollar una verdadera política de fomento activo que deberá articular las inversiones y la infraestructura. Los planes de capacitación laboral e incentivos fiscales para la modernización tecnológica, en beneficio de dos tipos de empresas, de las pequeñas y medianas, con capacidad de exportación y de abastecimiento competitivamente del mercado interno y de aquéllas situadas en las ramas tecnológicas de la frontera; es decir, más avanzadas tecnológicamente.

5. Una vez superadas...

El Presidente:

Se le suplica al orador redondear su intervención, porque se ha pasado del tiempo.

El diputado Joaquín Humberto Vela González:

5. Una vez superada la emergencia financiera, debe efectuarse una reforma impositiva que elimine las distorsiones que produjo la estrategia de apoyo indiscriminado a los grandes conglomerados.

6. Y última. El agro, en la medida en que se encuentre en una situación de devastación económica, debe recibir el apoyo de un plan de emergencia, que modifique radicalmente las condiciones de producción y distribución.

Exigimos un nuevo tipo de intervención estatal equilibrada con concertación entre iguales, que redefina las políticas de precios, de cartera vencida, de los nuevos créditos, de los subsidios y de la infraestructura.

Todos estos mecanismos deben tener una clara orientación productiva, para que actúen en favor de la distribución del ingreso y habiliten a los productores para enfrentar los nuevos retos que depara el campo mexicano. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra, el diputado Saúl Escobar Toledo.

El diputado Saúl Alfonso Escobar Toledo:

Gracias, señor Presidente; señor Secretario de Hacienda Guillermo Ortiz Martínez; compañeras diputadas, compañeros diputados:

Hoy vamos a debatir sobre el futuro de la patria, aunque la materia es la situación económica del país y las medidas que ha tomado el Gobierno para hacer frente a ella, la sustancia de nuestras reflexiones el día de hoy no tendrá que ver sólo ni fundamentalmente con los equilibrios macroeconómicos o con las danzas de los millones de dólares que entran y salen del país, el problema de fondo es la soberanía nacional.

Hoy mismo, en otro recinto legislativo, en otro Congreso, el de un país extranjero, el de los Estados Unidos de América, también se discute, lamentablemente, los asuntos de México. Aquí y allá estamos debatiendo sobre el mismo tema: México y sus problemas económicos, sociales y políticos. Pero allá, cuando el debate concluya, decidirán sobre el aval que está gestionando el Gobierno mexicano, un esquema de garantías de crédito, le llaman, para constituir un fondo para la emisión de valores en dólares y pretenderán decidir también sobre nuestros recursos petroleros, sobre nuestra política exterior, sobre nuestras instituciones financieras, sobre nuestras leyes y sobre nuestras industrias. Pretenden decidir sobre todo esto, como si fuera de ellos y no nuestro.

Antes de que eso suceda, antes de que allá pongan en duda si todavía somos un país soberano, si aún somos un país independiente o no, los mexicanos tenemos que manifestar enérgicamente, aquí y ahora, que no aceptamos ese trato, que no los necesitamos, que no queremos que el Gobierno y el Congreso de Estados Unidos decidan sobre asuntos que competen exclusivamente a los mexicanos.

Este Congreso, nuestro Congreso, el de México, tiene que manifestarle, señor Secretario, que no acepta el proyecto del Ejecutivo que reforma la Ley de Ingresos de la Federación para 1995, tal como nos fue presentado, en donde se habla de ese aval que hoy pretenden cobrarnos tan caro el Estado norteamericano.

No votaremos en favor de esa iniciativa, no lo hará el Partido de la Revolución Democrática y estoy seguro, porque así nos lo han manifestado pública y privadamente, muchos diputados de los demás partidos y tampoco lo aceptarán.

Usted, señor Secretario, nos ha dicho que hay otras alternativas, es hora de discutirlas, no tenemos que esperar que allá seamos objeto penoso de sus debates. Lo invitamos, por lo tanto, a declinar ahora, a rehusar esa garantía de crédito que han estado gestionando con el Gobierno norteamericano. ¡Hágalo por la dignidad de la patria, del Gobierno mexicano y la suya propia! Una vez hecho esto, precisemos esas otras alternativas.

Con usted hemos comentado, al menos dos alternativas: contratar en el exterior la emisión de valores gubernamentales directamente con la banca comercial, o bien, pagar los Tesobonos en pesos y controlar la cuenta de capitales y el presupuesto de divisas, para evitar una depreciación mayor de nuestra moneda.

Señor Secretario: Es el momento de decir: no; de tomar decisiones realistas, pero valientes. Los mexicanos tenemos que responder a las agresiones externas; tenemos los recursos políticos, morales y materiales para salir adelante como nación.

La crisis económica desatada desde el 20 de diciembre no fue resultado de la casualidad, pero tampoco del descuido, la ignorancia o la ineptitud como ahora se intenta hacernos creer. Fue algo peor, fue producto de 12 años de políticas económicas equivocadas, de aplicación de una estrategia que marginó y excluyó del progreso a la inmensa mayoría de los mexicanos.

A todo ello ayudó también el interés político de no devaluar antes del 21 de agosto y antes del 1o. de diciembre para apoyar, en el primer caso, a los candidatos del PRI en las últimas elecciones federales, y en el segundo, para sostener la candidatura de un tal Salinas, para dirigir la Organización Mundial de Comercio.

Pero todas estas equivocaciones y complicidades tienen responsables y tienen beneficiarios. Ya hemos demandado penal y políticamente a los funcionarios de la administración pasada. Pero usted, señor Secretario, también puede decirnos quiénes salieron ganando.

Entre marzo y noviembre de 1994, las reservas bajaron casi 9 mil millones de dólares y luego, entre el 1o. de noviembre y el 20 de diciembre, se esfumaron 11 mil millones de dólares.

En unos cuantos días, según hemos sabido, desaparecieron, de éstos, más de 6 mil millones.

Además de los inversionistas extranjeros, algunos mexicanos compraron sumas enormes de divisas. Usted tiene acceso a la información y puede proporcionárnosla y si no quiere, ya sabemos por dónde empezar: investigando a los supermillonarios que todo mundo conoce.

El programa diseñado por el Gobierno Federal es un paso más en la línea equivocada. Ustedes reconocen que el ajuste provocará una reducción temporal de los ingresos reales de la población; habrá un ajuste duro, muy severo, según ustedes, para hacerlo más breve. Se persiste entonces en la idea de que la medicina tiene que matar al paciente, supuestamente para salvarlo.

En las condiciones actuales de la economía mexicana, la reducción del gasto, la contención salarial y la restricción crediticia, van a provocar una recesión de insospechadas consecuencias.

Ustedes calcularon, a principio de año, un aumento del Producto Interno Bruto, de un 1.5% y una inflación promedio del 15.9%.

Pero las medidas del plan de emergencia y la secuela de acontecimientos de estos últimos días, nos permiten suponer que estas metas no serán cumplidas. El PIB puede alcanzar cifras negativas y la inflación rebasar o estar a la par con la magnitud devaluatoria, alrededor del 50%.

Pero estas expectativas negativas pueden cambiar si el Gobierno abandona la política económica expresada en el plan de emergencia. Aún estamos a tiempo de instrumentar un verdadero plan económico que proteja el empleo, evite una caída drástica del salario, fomente la producción y el ahorro interno y permita estabilizar la inflación. Esta es una demanda de organismos empresariales, industriales, de trabajadores y de diversos partidos políticos.

En materia de salarios, reiteramos que su aumento no tiene por qué hacernos caer necesariamente en una mayor espiral inflacionaria.

El déficit en cuenta corriente, lo hemos dicho, se debe a una política comercial equivocada y a un saldo negativo en el flujo de capitales. Con un plan económico distinto, se pueden controlar las importaciones y los flujos de capital y al mismo tiempo aumentar la oferta y la demanda nacionales. En otras palabras, el país puede crecer moderadamente, proteger los ingresos de los trabajadores y al mismo tiempo controlar la inflación y el tipo de cambio. Se puede, señor Secretario.

El primer paso consistiría en racionalizar las importaciones mediante ajuste a los impuestos al comercio exterior; definir nuevas condiciones para las inversiones foráneas en cartera, no más Tesobonos, no más valores indizados al tipo de cambio, no más inversiones volátiles de corto plazo. También renegociando la deuda externa en mejores condiciones, incluyendo el refinanciamiento de los 28 mil millones de dólares.

El segundo paso consistiría en resolver el problema que ya está encima de las carteras vencidas y las posibles quiebras bancarias. Ello no podrá resolverse exclusivamente con la apertura a la inversión foránea, sino también, con otro paquete de medidas que incluya la creación de un fondo nacional para el desarrollo que permita otorgar créditos preferenciales a los productores. Abramos una negociación, abramos una discusión sobre el presupuesto de egresos donde incluyamos este fondo nacional de desarrollo.

Este paquete de medidas exigirá una nueva política fiscal más progresiva y transparente, gravando las ganancias especulativas. Así podrá sostenerse el nivel de gasto programable anunciado, pero descentralizándolo para que una mayor parte lo ejerzan los estados y municipios.

El plan anunciado por el Gobierno está demostrando su ineficacia; sólo sirve para castigar aún más a la población y para concentrar el ingreso en mayores proporciones. Dicho plan fue resultado de una conceptuación artificiosa, y por lo tanto falsa, que no se está respetando. Las medidas que estamos proponiendo y otras más que están surgiendo de las organizaciones de la sociedad civil son viables. ¡Hay que cambiar el plan de emergencia por otro!

El Presidente:

Solicito al orador que redondeé sus ideas, porque ya se pasó el tiempo.

El diputado Saúl Alfonso Escobar Toledo:

Sí. ¡Este plan hay que cambiarlo por otro, no sirve; todo mundo lo dice! Está en juego el bienestar de la población, la convivencia pacífica entre los mexicanos y el desarrollo material de México.

Señor Secretario; compañeros legisladores: la crisis actual exige el cambio y para ello avanzar en la democracia, el diálogo y la concertación entre las fuerzas políticas.

El tema de la política, y por lo tanto, la defensa de la soberanía, ha estado fuera de la concertación democrática. Debemos incluirlo. ¡El acuerdo entre los mexicanos no podrá darse si los pactos políticos no se respetan, pero también, exigimos la concertación en torno a una nueva política económica que impida la hipoteca del país y el sacrificio inútil e innecesario de los mexicanos!

Tenemos que cambiar de política económica ahora. Si este Gobierno no tiene la imaginación suficiente para encontrar nuevas medidas que no sean las mismas que nos han sumido...

El Presidente:

Vuelvo a insistirle al orador que redondee su intervención.

El diputado Saúl Alfonso Escobar Toledo:

Estoy terminando, si me permite, señor Presidente. Estoy terminando.

Si este Gobierno no tiene la imaginación suficiente para encontrar nuevas medidas que no sean las mismas que nos han sumido en el estancamiento y nos han hecho más vulnerables desde el exterior, si no quieren escuchar y llegar a acuerdos con quienes proponemos otras soluciones, si no quieren establecer pactos democráticos con los auténticos productores y las organizaciones de la sociedad civil, si insisten en conducirnos al precipicio, les decimos, ¡que no vamos con ustedes y no dejaremos que arrastren al país al desfiladero! Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra el diputado Juan Antonio García Villa, por 10 minutos.

El diputado Juan Antonio García Villa:

Señor Presidente; señor Secretario de Hacienda y Crédito Público; señoras y señores legisladores:

Por más de 65 años, los mexicanos hemos padecido decisiones económicas tomadas con fines de mero dominio político. Esto explica que de una administración a otra se hayan aplicado las más diversas y contradictorias políticas, pues en buena medida su objeto ha sido mantener en el poder a un mismo grupo: a la llamada familia revolucionaria.

Así, se han aplicado desde políticas de claro sesgo socialista hasta de liberalismo a ultranza, doctrinas económicas, que en todo caso y si en algo coinciden, es en su olvido de la persona humana.

Los frutos de la aplicación de esas medidas económicas han sido frecuentemente amargos para un buen número de mexicanos, número creciente en los últimos tiempos, en que millones de personas han quedado sumidas en la miseria, la insalubridad y la ignorancia.

Frente a esa realidad lacerante de pobreza extrema en la que viven cuando menos 15 millones de mexicanos, se ha generado, por otra parte, un insultante proceso de concentración de la riqueza en unas cuantas manos. De hecho, las políticas adoptadas en las últimas décadas han generado crisis recurrentes que han precipitado en la marginación a millones de mexicanos y lanzado más allá de nuestras fronteras a varios millones más, porque su patria les ha negado la oportunidad y los medios para llevar una vida digna.

La injusticia de nuestro país obedece a una razón de fondo: sencillamente se ha olvidado que los destinatarios de la política económica son seres humanos, hombres y mujeres de carne y hueso, dotados de dignidad y con un claro destino trascendente que cumplir.

Así, como resultado de los errores, abusos, mentiras e impunidad de un régimen por 65 años autoritario, el pueblo de México se ha visto obligado a vivir, una vez más, una nueva crisis económica, desafortunadamente aún sin haber llegado a la democracia y al desarrollo pleno que ha exigido y demanda a los que tiene pleno derecho.

La devaluación de diciembre pasado, que su predecesor en la Secretaría de Hacienda negó todavía dos días antes de que ocurriera, y que cuando se dio hubo resistencias a darle su nombre correcto, es decir, ¡devaluación!, pretendió una vez más engañar al pueblo de México.

¡Devaluación que ha dañado nuevamente el desarrollo del país y aplazado la justicia social y es producto de políticas públicas equivocadas y ruinosas, diseñadas y ejecutadas por autoridades emanadas del mismo partido, que ya por sistema en cada periodo presidencial culpan; cuidándose de no exigir responsabilidades conforme a derecho y, por ende, sin aplicar sanciones, al equipo de la administración precedente, como si no hubiera una clara vinculación entre predecesores y sucesores!

La explicación oficial que hasta ahora se ha dado acerca de la nueva crisis, ha coincidido en señalar que fue resultado del creciente déficit de nuestra cuenta corriente con el resto del mundo y por el lastre de la sobrevaluación del peso. Pero da la casualidad, señor Secretario, que una y otra realidad fueron sistemáticamente negadas por los responsables de la conducción económica del país en el pasado sexenio.

Todavía en su último informe de gobierno, el anterior Presidente de la República, de cuyo nombre ahora nadie quiere acordarse, empezando por sus sucesores, justificó ese déficit de la cuenta corriente con argumentos especiosos y falsos, al sostener que el déficit se derivaba de que el 90% de nuestra factura de importación consistía fundamentalmente de bienes intermedios y de bienes de capital que se traían a México, porque nuestra economía los necesitaba para su ulterior desarrollo. Pero buen, cuidado tuvo Salinas de Gortari en esa ocasión y en otras similares, de no aclarar que de ese 90% la mayor parte de él, casi el 70%, no era de bienes de capital, sino de bienes intermedios, lo cual es radicalmente distinto. También se abstuvo de señalar que durante su sexenio, las importaciones de bienes de consumo, merced a la brutal apertura comercial, pasó de representar el 6% a más del 15% del total de nuestras compras al exterior, realidad que sin duda hizo crecer el déficit de cuenta corriente.

Todo lo anterior lo hicimos notar los diputados de Acción Nacional el pasado 4 de noviembre, al analizar el último informe presidencial. Asimismo, hicimos notar, en esa ocasión, la sobrevaluación del peso, que sistemáticamente se negó y que casi todos los analistas independientes y serios de nuestra economía señalaban como una realidad evidente, todos menos el Gobierno, que por razones, ahora lo vemos claramente, de tipo político, se negó a reconocer para no aplicar en su oportunidad el ajuste correspondiente, que de haber sido a tiempo y por su pequeña magnitud, seguramente no habría tenido efectos catastróficos y tampoco habría generado la desconfianza que la medida tardía propició, pero su costo, para el grupo gobernante habría sido sencillamente, señores diputados, el perder las elecciones del pasado 21 de agosto.

Acción Nacional considera que la actual crisis sí tiene responsables, así lo estimamos, porque de haberse mantenido las medidas correctivas o tomado las medidas correctivas con toda oportunidad, la crisis no se habría dado o hubiese sido de mucha menor magnitud y consecuencias.

Como claramente se puede leer en el penúltimo informe presidencial del anterior sexenio, el informe de 1993, sin lugar a dudas se reconocía en ese informe, la necesidad de ampliar la banda de fluctuación del tipo de cambio, para responder con flexibilidad a las condiciones del mercado cambiario en el corto plazo y reducir las presiones inflacionarias. Se tenía, pues, plena conciencia de las decisiones que deberían tomarse y que sin embargo, no se tomaron por razones políticas, entre ellas, digámoslo claramente, perder las elecciones.

Por lo anterior, nosotros afirmamos que en los términos de la Constitución sí hay responsables de la crisis cuando menos desde el punto de vista político. En efecto, el artículo 109 constitucional, dispone que serán sujetos de juicio político y de imposición de sanciones, los servidores públicos que en el ejercicio de sus funciones incurran en actos u omisiones que redunden en perjuicio de los intereses públicos fundamentales o de su buen despacho.

Queda claro que ante un problema que resultaba evidente del que los funcionarios estaban plenamente conscientes, tan conscientes que hasta habían previsto las medidas a tomar, pero que además, les fueron señalada por numerosos especialistas y pese a ello fueron omisos por la razón señalada. Como ello resultó evidentemente en perjuicio de los intereses públicos fundamentales del país, se impone el juicio político correspondiente y la sanción prevista por la ley.

Claro, eso en el caso de que vivamos un auténtico estado de derecho, donde la Constitución no sea letra muerta y sólo objeto de lirismos discursivos. Ahora el país se enfrenta a una dolorosa realidad, de nuevo la crisis, crisis que le explotó en las manos a quien, según sus publicistas, nos llevaría al bienestar supuestamente para todas las familias, nunca a la crisis, pues él sabía cómo hacerlo.

En cambio, Acción Nacional que postuló la necesidad de llegar a un México sin mentiras, ha comprobado la necesidad de sus propuestas. Hoy como nunca, ha quedado clara la urgencia de no permitir más la mentira, la simulación o el engaño en nuestra vida pública nacional; hoy como nunca, comprobamos que sólo la verdad nos conducirá a la democracia y a la libertad; hoy manifestamos, reiterando la tesis de nuestro partido, que el apoyo del exterior puede ciertamente contribuir a generar confianza y con ello, a lograr la deseable estabilización de los mercados financieros...

El Presidente:

Se suplica al orador redondear sus ideas.

El diputado Juan Antonio García Villa:

Gracias, señor Presidente. Esto, pues, podría lograr que el Programa Económico de Emergencia ponga freno a la profundización de la crisis y, en consecuencia, se eviten daños mayores a las familias mexicanas, o como ha dicho un renombrado economista mexicano, "impedir que el tejido productivo del país siga con esta crisis dañándose de manera irreversible", lo que sería francamente catastrófico.

Ahora, el apoyo del exterior es vital; sin embargo, para Acción Nacional la solución del agobiante problema de México no puede quedar exclusivamente en manos, y mucho menos, al arbitrio de los extranjeros; la solución tiene que estar encarnada en la voluntad de los mexicanos cuyas autoridades económicas deben rendirle cuentas del pasado y de los programas para el futuro precisamente a través de las cámaras de este Congreso.

Los diputados federales del PAN, señor Secretario, hemos publicado en la prensa nacional del día de hoy, para conocimiento de la opinión pública del país, que tiene derecho a saberlo, la información que en esta sesión requeriremos de usted...

El Presidente:

Vuelvo a insistirle al orador que el tiempo se ha agotado.

El diputado Juan Antonio García Villa:

Concluyo, señor Presidente. El PAN nunca ha pretendido medrar política ni publicitariamente con las crisis económicas y políticas del país, para Acción Nacional, hoy como ayer estarán primero y más arriba los intereses de la nación que sus metas electorales.

Por tal razón, no proponemos para el país en estos momentos difíciles, soluciones populistas irreales o demagógicas que puedan producir votos o espacios en la prensa, pero que provocarían mayores desórdenes económicos y, sin duda, mayor pobreza para más mexicanos. Gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra el diputado Francisco Suárez y Dávila.

El diputado Francisco Suárez y Dávila:

Señor Presidente de la Cámara de Diputados; señor Secretario de Hacienda; compañeras y compañeros legisladores:

Es un privilegio para mí expresar las tesis básicas del Partido Revolucionario Institucional en esta trascendental sesión del Congreso, en que comparece el secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, para explicar los cambios en la política económica y sustentar las iniciativas de ley que en materia financiera el Ejecutivo ha enviado a esta Cámara de Diputados.

Son tiempos de emergencia, momentos de reflexión, se requiere el análisis sereno para asentar el rumbo y la orientación que la sociedad reclama. Voltear hacia lo ya acontecido sirve, sin duda, para apreciar los errores que cambiaron tan drásticamente nuestra circunstancia, pero no para dividir, sino para adoptar las medidas que eviten su repetición.

Debemos, sobre todo, aquilatar en el presente, el legado valioso que nos deja el pasado, para sobre él construir y avanzar al tiempo que superamos nuestras debilidades. Se requiere empezar desde ahora a reforzar y ajustar las estrategias de bienestar y crecimiento que la crisis posterga, pero que deben cimentarse mejor.

Se necesita esta doble dimensión: propuesta sobre el presente de emergencia, recomendaciones hacia un futuro de esperanza y de oportunidad que den sentido y recompensa a nuestro sacrificio de hoy. Han sido tan dramáticos los cambios que han ocurrido, que los pronunciamientos del PRI se referirán primero a la estrategia económica y al entorno en que se ubican las leyes.

1o. Requerimos que la política económica se supedite en todo momento a los dictados de la soberanía nacional, ello tiene especial relevancia al referirse a las negociaciones sobre los apoyos financieros solicitados a los países industriales y particularmente, las garantías del Gobierno de Estados Unidos. Entendemos claramente, porque así se nos ha asegurado, que el Gobierno de la República negocia una operación de carácter económico y financiero, descartando condiciones políticas que lesionen nuestra soberanía y por supuesto se están explorando otras alternativas.

El Congreso de los Estados Unidos debe entender cabalmente que ese apoyo posible es en efecto también de interés propio, para salvaguardar al sistema financiero internacional, proteger a sus propios ahorradores y sería gesto de cooperación y buena voluntad entre socios y vecinos y no oportunidad de chantaje ante presiones de intereses locales y a veces mezquinos.

Rechazamos desde esta tribuna las actitudes reprochables de algunos miembros del Congreso de los Estados Unidos ya que difícilmente pueden opinar sobre nuestras relaciones internacionales, quienes han recomendado tesis que han conducido a antiguos, hallados al aislamiento y al encono y que con miopía han puesto en peligro el gran avance que ha significado el fin de la guerra fría.

Son quienes postulan preocupación ante el flujo del narcotráfico, cuando en el país más rico no puede controlarse la demanda a escasos pasos de la sede de su propio Poder Legislativo y son quienes hablan también de corrupción cuando sus propios analistas critican al lobismo y a tráfico de influencias de los poderosos grupos de intereses que los apoyan como fórmula de corrupción institucionalizada.

Afortunadamente es sólo la actitud de unos cuantos y pensamos que podrá prevalecer la visión de largo plazo y el espíritu de amistad y cooperación en interés de todos.

2o. Hay que atacar primero la emergencia financiera. La estrategia ante la crisis está compuesta de etapas bien definidas que deben resolverse paso a paso. La emergencia financiera la entendemos como una gigantesca burbuja de inversiones de corto plazo ante miles de inversionistas extranjeros que en circunstancias de confianza deberían ser renovados y que ahora, al exigirse su pago, no existen suficientes reservas internacionales para cubrirlas. Por ello, puede requerirse apoyar créditos solicitados en condiciones dignas.

3o. Es necesario actuar sobre políticas económicas de efecto inmediato. Puede contar, tanto lo que se hace como lo que se percibe que se hace. La devaluación sobrevino, porque gastamos más de lo que como país teníamos como ingreso; por ello, el gran déficit comercial.

4o. Se debe actuar para mitigar los efectos de la política económica sobre sectores más desprotegidos. Una estrategia que significa sacrificio y restricciones económicas, debe ser lo más equitativa entre sectores y actuar para resolver problemas en los puntos neurálgicos, preservando a toda costa el empleo. La eficacia de las políticas de ajuste general, pueden depender de medidas de aliento selectivas. La oferta y la planta productiva deben protegerse.

Debe revisarse con todo cuidado la evolución de la situación salarios-precios, para que no resulte que éstos sean el único anclaje en un mar de arenas movedizas y debe intensificarse la vigilancia de precios y reforzarse el cumplimiento de acuerdos.

Debe preservarse, dentro de los recortes del presupuesto, aquellos gastos que van orientados al gasto social; apoyar a los gobiernos de estados y municipios, para que cuenten con márgenes de holgura en materia de ingreso y gasto, flexibilizando partidas que ya existen.

Dentro de las grandes limitaciones que existen de recursos, la banca de desarrollo puede actuar para apoyar reestructuraciones y apoyar a medianas y pequeñas empresas, moderar o diferir los aumentos de precios y tarifas públicas.

5o. Actuar sobre el futuro. Al librarse la batalla para ganar el corto plazo apremiante y superar la emergencia, debe de prepararse la estrategia para la siguiente etapa, en especial, debe elaborarse una política de fomento al campo, una política industrial moderna que la sociedad reclama y una política federalista, fomentar el ahorro nacional.

Me voy a referir ahora a los aspectos que se relacionan con las iniciativas propuestas.

6o. Proteger la seguridad del sistema financiero. Las iniciativas de ley tienen como propósito fortalecer a nuestro sistema financiero, para coadyuvar a la emergencia, preservar la confianza y proteger el ahorro de los mexicanos. Se aporta un marco que favorece la capitalización, pero la autoridad refuerza su vigilancia.

7o. Proteger el carácter nacional del sistema financiero. Las iniciativas prevén que un posible vehículo para la capitalización de la banca puede ser la participación de instituciones extranjeras; sin embargo, consideramos fundamental preservar este carácter nacional del sistema bancario mexicano.

Esto significa, y así lo proponemos, no sólo hacer explícita la cláusula que preserva el sistema de pagos en manos de mexicanos, sino que propondremos un límite porcentual sobre el tamaño máximo de un banco que pueda ser adquirido por extranjeros y un límite global sobre la participación que bancos extranjeros puedan tener en nuestro sistema, por ello, se libró una batalla en la negociación del TLC, pero frente a los apoyos recibidos, la banca debe realizar su máximo esfuerzo para coadyuvar al severo problema de cartera vencida y la autoridad debe supervisar el avance y establecer pautas en la solución de este complejo problema.

Establecer salvaguardias en materia de endeudamiento. Una parte de la ley ratifica el monto de endeudamiento que aprobamos el año pasado, 5 mil millones de dólares para la banca de desarrollo e inversiones de Pemex; la segunda propone se autorice contratar créditos o emitir valores en el exterior, para canjear o financiar Tesobonos. Esta operación aceptamos que es neurálgica para eliminar una de las causas de la actual crisis, coadyuvar a la estabilidad del mercado cambiario y restablecer la confianza, pero debemos prevenir que uno de los orígenes del problema se repite y, por lo tanto, se autorizan canjes y refinanciamiento, pero se busca establecer un límite al monto de nuevos Tesobonos y también límites al endeudamiento interno total.

Las nuevas operaciones externas de crédito que pudieran realizarse, al amparo de las negociaciones con Estados Unidos, estipularemos que no deben tener condicionantes políticas que afecten la soberanía nacional, la Constitución y las leyes que de ésta emanen.

Así pues, la fracción priísta da un respaldo razonado, firme y comprometido a las iniciativas. Efectuaremos las modificaciones que debemos hacer, como lo requiere la autonomía del consejo que estamos construyendo.

Señor Presidente, quiero concluir con algunas reflexiones.

El Presidente:

Le recuerdo que ya se pasó usted del tiempo.

El diputado Francisco Suárez y Dávila:

Todos queremos soluciones para el país; que hemos escuchado de otros partidos muchas críticas, pocas opciones o verdaderas alternativas. Se trata, a veces, de encontrar responsables sin buscar soluciones; se recrimina el pasado, pero no se construye el futuro. Algunas de ellas son magníficas disquisiciones, otras un catálogo de los qué y cómo, o el esbozo de políticas que justamente en 1981 y 1982 nos llevaron a una crisis de la cual no nos recuperamos.

El Presidente:

Señor orador, yo le pediría que redondeara su intervención.

El diputado Francisco Suárez y Dávila:

Voy a redondear justamente las intervenciones.

Es tiempo de fortalecer unidad y construir consensos, que los hay entre los partidos. El PRI y su Gobierno, al que el pueblo de México eligió, tiene una estrategia realista que puede funcionar. Superar la emergencia con acciones dolorosas, pero necesarias, pero al hacerlo, retomar la plataforma que llevó al triunfo, que es bienestar y crecimiento. El PRI reasume su liderazgo en la crisis, retoma banderas históricas que son nacionalismo y modernidad.

Las próximas semanas serán de gran trascendencia en que mucho está en juego; veremos si efectivamente podemos preservar un mundo global y sentarnos en el comercio para progresar y crecer o si falta visión y el Tratado de Libre Comercio será de política maniatada.

México en su historia ha podido progresar porque tiene la fortaleza de sus hombres, de sus instituciones, de sus recursos naturales y de su planta productiva. Por ello, tenemos confianza, confianza en nosotros mismos. No puede avanzarse en lo económico si no se avanza en lo político, es democracia, negociación, pero también firmeza y estado de derecho. A eso hay que agregar nacionalismo que siempre nos ha unido.

Comprometemos plenamente nuestro apoyo al presidente Zedillo en este momento de emergencia nacional; requiere que actuemos unidos, independientemente de fracciones políticas o ideolatrías.

Señor Secretario, lo apoyamos, deseándole éxito en las negociaciones que ha emprendido y en las medidas que sustenta. Muchas gracias.

El Presidente:

Esta Presidencia concede la palabra al licenciado Guillermo Ortiz, para referirse en una sola intervención a los puntos de vista y opiniones de los diputados de los cuatro grupos parlamentarios. Se ruega al señor Secretario pase a la tribuna.

Tiene la palabra el señor licenciado Guillermo Ortiz, Secretario de Hacienda y Crédito Público.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Señor Presidente de la Cámara de Diputados; ciudadanos señores; señoras y señores:

Comparezco ante esta soberanía para exponer los fundamentos que sustentan las iniciativas de decreto para reformar la Ley de Ingresos de la Federación y algunas leyes financieras, así como explicar a esta representación popular, la difícil situación económica por la que atraviesa el país, y la propuesta del rumbo que juntos habremos de tomar para superarla.

En las últimas semanas, la sociedad mexicana ha vivido momentos de incertidumbre, derivados de los acontecimientos en los mercados financieros, que se tradujeron en la devaluación de nuestra moneda, en incrementos pronunciados en las tasas de interés y en la inflación que de nueva cuenta se cierne sobre nosotros.

¿Cómo se llegó a esta situación y cómo vamos a superarla? Es importante, como se ha mencionado por los diputados que hablaron anteriormente, responder con veracidad a estas interrogantes que insistentemente nos hacemos todos ante el drástico cambio de la situación económica.

En primer lugar, es importante explicar por qué en el lapso de sólo unas cuantas semanas un panorama económico optimista con expectativas de crecimiento y bienestar, se tornó difícil, y para ello, permítanme revisar algunos factores estructurales de la economía mexicana.

Por varias razones, a lo largo de los últimos años, se ha observado una reducción en el ahorro que llevamos a cabo los mexicanos. La proporción de este ahorro en el producto total se ha reducido de valores históricamente superiores al 20%, a niveles cercanos hoy al 15%. Ello significa que se han reducido los recursos nacionales disponibles para llevar a cabo la inversión que requiere nuestro país para crecer.

Esta situación contrasta con la de otros países de alto crecimiento, países del sureste asiático y también de América latina, que llevan a coeficientes de ahorro en algunos casos de hasta el 30%.

Entre 1990 y 1994, la diferencia entre lo que el país ahorró y lo que el país invirtió, esto es el débito de la cuenta corriente, se duplicó como proporción del producto nacional. Ello refleja la insuficiencia del ahorro propio ante la necesidad apremiante de aumentar la inversión para crear los empleos que demandamos los mexicanos.

Por otro lado, durante los últimos años, en el contexto de la concertación social plasmada en los pactos económicos, la sociedad mexicana hizo grandes esfuerzos para disminuir la inflación. Un componente importante de este esfuerzo conjunto fue el diseño de una política cambiaria que contuvo la fluctuación del tipo de cambio al interior de la banca.

El tipo de cambio, por decirlo así, funcionaba como un ancla del programa de estabilización. Este esquema cambiario contribuyó a generar estabilidad en los mercados y a reducir la inflación, sin embargo, con el tiempo también condujo a una apreciación progresiva de nuestra moneda. Los productos extranjeros se volvieron relativamente más accesibles en relación a los bienes y servicios nacionales, lo cual favoreció a una importación excesiva de productos extranjeros, como aquí se ha mencionado.

Ese fue otro factor que contribuyó al crecimiento del déficit de la cuenta corriente, el cual pasó del 3% del Producto Interno Bruto en 1990, a 7.8% del PIB en 1994; es decir, a una cifra de 29 mil 500 millones de dólares.

Para compensar el diferencial entre ahorro e inversión, que se traduce en el déficit de la cuenta corriente, México contó en los últimos años con importantes flujos de inversión extranjera, los cuales no sólo cubrieron este déficit, sino que llevaron a incrementos sustanciales de la reserva del Banco de México.

Estos flujos de recursos se componían de inversión extranjera directa e inversión de portafolio en valores mexicanos.

Esta última, la inversión en valores, fue adquiriendo con el tiempo cada vez una mayor preponderancia.

Es importante señalar que en una etapa de modernización económica profunda como la que ha vivido nuestro país recientemente, un déficit moderado en la cuenta corriente no resulta necesariamente indeseable. La experiencia internacional demuestra que es posible financiera y sanamente desequilibrios moderados con recursos externos, para ello, sin embargo, debe buscarse que una proporción adecuada de esos recursos sea inversión directa, pues de lo contrario se descansa demasiado en capital, cuya permanencia no está garantizada.

Durante 1994 eventos internos y externos vinieron a complicar el manejo económico, afectando el flujo de recursos externos necesarios para financiar el déficit en la cuenta corriente. Por un lado, diversas medidas adoptadas por las autoridades monetarias estadunidenses repercutieron en aumentos en las tasas internacionales de interés. Esta situación indujo a la reorientación de los flujos de inversión, desde los llamados mercados emergentes, entre los que se encuentra México, hacia las economías más desarrolladas.

Así, a partir del segundo trimestre del año pasado, empezamos a resentir la menor influencia de recursos externos.

El deterioro de la situación económica también fue causado por los acontecimientos políticos y criminales ocurridos en México a lo largo del año pasado, que provocaron inquietud entre inversionistas y administradores...

El Presidente:

Suplico al señor Secretario suspenda un momento su intervención y suplico a todo mundo que ocupe sus asientos y guarden silencio.

Les pediría a los asistentes que nos visitan, que guarden por favor silencio, tienen que guardar compostura o tendremos que desalojar las tribunas.

Señor Secretario, continúe, por favor.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Al término del primer trimestre de 1994, las autoridades respondieron a estos acontecimientos permitiendo que el tipo de cambio se depreciara, pero siempre dentro de los límites que imponía la banda cambiaria acordada en el pacto. Adicionalmente, para evitar una salida de recursos de aquellos inversionistas que percibían un riesgo devaluatorio en sus inversiones en valores mexicanos, se recurrió a la emisión de Tesobonos que constituyen deuda interna, pero con rendimiento referido al tipo de cambio del peso frente al dólar.

Por último, también fue necesario elevar las tasas de interés para mantener el flujo de capitales hacia nuestro país.

Como es sabido, estas acciones no fueron suficientes y a lo largo de 1994 se registró una pérdida sustancial...

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas (desde su curul):

Señor Presidente, llame la atención.

El Presidente:

Señor diputado Marcué, nos damos perfectamente cuenta del problema, y estamos tratando de que sea lo menos molesto para todo mundo. Le pediría por favor que guarde silencio y se siente en su lugar.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas (desde su curul):

Señor Presidente, ponga orden.

El Presidente:

Le pido por favor a Oficialía Mayor tome las providencias que considere convenientes para guardar el orden en las tribunas y le pido al señor Secretario de Hacienda continúe su intervención.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Con su venia, señor Presidente:

Los factores anteriores sugerían la necesidad de llevar a cabo modificaciones en la política económica, especialmente en el ámbito cambiario, como lo ha señalado el diputado García Villa.

Sin embargo, existían otros elementos que apuntaban en la dirección opuesta y que en última instancia llevaron a las autoridades a conservar la banda cambiaria establecida en el pacto.

En particular, la cuenta corriente, a pesar de reflejar un déficit muy importante, reflejaba también un incremento sin precedente en las exportaciones manufactureras y una mayor diversificación de las mismas.

Así, por ejemplo, en noviembre de 1994, que es el último dato que tenemos disponible, las exportaciones crecieron a una tasa anual de 31%. Además, la productividad de nuestra industria mostraba en muchas ramas incrementos significativos, resultantes de las reformas profundas estructurales emprendidas en los últimos años.

En las evaluaciones de la situación de la cuenta corriente, realizadas a mediados de 1994, se consideró que el tipo de cambio real era aún competitivo y que algunos de los factores que provocaron la incertidumbre entre los inversionistas durante el año eran de carácter transitorio. Por eso se pensó que mediante un enfoque de ajuste gradual, como el que se planteó en los criterios generales de política económica para 1995, el déficit de la cuenta corriente podría ser financiado y se corregiría paulatinamente.

Cabe resaltar, que la conclusión a la que llegaron las autoridades mexicanas, de que dicho esquema era viable y sostenible, fue avalada por las principales instituciones financieras internacionales, como el banco mundial, el Fondo Monetario Internacional y la OCDE.

También cabe señalar, que muchas de las corredurías norteamericanas, que hoy se rasgan las vestiduras después de la devaluación, avalaron la política económica y en particular la política cambiaria del Gobierno mexicano.

Así, que esto refleja que no solamente el Gobierno pensaba que las cosas se podían resolver gradualmente, sino que este concepto fue apoyado internacionalmente de manera también muy clara.

Es cierto que existían voces divergentes, como lo señaló el diputado García Villa. Es cierto que había quien señalaba, que había que actuar antes de tiempo, que había que actuar con oportunidad. Pero, repito, el déficit en la cuenta corriente constituía cuando más un foco amarillo en los reportes de los organismos financieros internacionales y en la mayor parte de las corredurías extranjeras.

Sin embargo, como todos sabemos, la estrategia gradualista no fue sostenible, una fuerte devaluación e incrementos sustanciales en las tasas de interés, siguieron a un primer intento por ampliar el techo de la banca, que no resistió a las salidas masivas de capital que se presentaron.

Como lo ha reconocido el presidente Zedillo, es muy importante distinguir de la estrategia económica seguida en los últimos años, aquellos componentes que no funcionaron, pero que representan una herencia positiva, sobre la cual habremos de construir el futuro.

Esta distinción es esencial para que centremos nuestros esfuerzos en fortalecer los aciertos y diseñar mecanismos que nos protegen de incurrir, de nueva cuenta, en los mismos errores.

Como he tratado de explicar, con la ventaja de la retrospectiva, podemos identificar dos aspectos de la política económica que no funcionaron: por un lado, se subsanó la falta de ahorro doméstico, con flujos de recursos externos de naturaleza volátil, por estar concentrados en carteras de corto plazo; por otro lado, se permitió que a lo largo de los últimos tres años, el tipo de cambio real se apreciara progresivamente.

En la coyuntura económica crítica en la que vivimos, el Gobierno de la República ha planteado una estrategia económica coherente, que unifique los esfuerzos de la sociedad para superar, lo más rápidamente posible, los problemas presentes.

El programa para superar la emergencia económica tiene tres vertientes: en primer lugar, se debe atender a la inestabilidad financiera, que se ha traducido en un tipo de cambio volátil muy elevado, así como en tasas de interés muy altas.

La principal razón que explica esta inestabilidad, es el monto y la estructura de los vencimientos de los Tesobonos en circulación. En efecto, esta deuda de corto plazo, que se emitió durante 1994 para aminorar la salida de capitales, constituye ahora una importante fuente de presión al tipo de cambio. Ello se debe a que al llegar a su vencimiento, en las circunstancias de inestabilidad por las que atravesamos, no hay demanda suficiente para tales instrumentos y dado que el rendimiento de los Tesobonos, está referido al dólar, los inversionistas que reciben su pago, generan una gran presión sobre el tipo de cambio al adquirir divisas.

Una primera medida que tomó el Gobierno Federal para buscar recuperar la confianza de los inversionistas fue constituir un fondo de estabilización financiera por 18 mil millones de dólares, compuesto por recursos que aportaron las autoridades financieras de los Estados Unidos y Canadá en el contexto del acuerdo financiero de América del Norte, por 10 mil millones, los principales bancos centrales de los países industrializados, a través del banco internacional de pagos, por 5 mil millones y la banca internacional por los restantes 3 mil millones de dólares. Este último paquete, el de la banca internacional, está por concretarse en los próximos días.

En este mismo sentido, el Gobierno estadounidense ha anunciado su intención de otorgar apoyos financieros a México hasta por un monto de 40 mil millones de dólares, para ayudar a estabilizar los mercados financieros y cambiarios; dichos apoyos tendrían la forma de garantías de pago de nuevas emisiones de deuda externa mexicana que haría justamente nuestro país. Esta nueva deuda serviría, en su caso, para sustituir los Tesobonos en circulación.

De acuerdo a este esquema, al vencimiento de las nuevas emisiones de deuda o en las fechas de pago de intereses y sólo si el Gobierno mexicano no estuviese en posición de cubrir los pagos, el Gobierno estadounidense los llevaría a cabo; de ocurrir lo anterior, se reembolsaría al Gobierno estadounidense utilizando recursos provenientes de la cobranza por exportaciones de petróleo. Esta mecánica de pagos, que se ha usado varias veces en el pasado, ésta es una mecánica que no es nueva, se utilizó en los años ochenta, en 1982, en 1985, en 1987 y en varias de las transacciones comerciales que ha realizado Petróleos Mexicanos con empresas privadas y con bancos privados.

Esta mecánica, repito, no es nueva, de ninguna manera compromete la soberanía nacional y tampoco otorga a nadie derechos sobre nuestros recursos petrolíferos ni sobre Pemex, ni sobre nuestras políticas de precios o de ventas petroleras.

Quiero asegurarle al diputado Saúl Escobar, que no aceptaremos ataduras sobre los recursos petroleros ni sobre nuestras leyes ni sobre nuestra industria, como él mismo lo ha mencionado.

Los ingresos derivados de las emisiones así garantizadas, permitirán cancelar parte de la deuda de corto plazo, documentado bajo la forma de Tesobonos. Cabe señalar, además, que la nueva deuda se contrataría a tasas de interés inferiores a las que actualmente pagan los Tesobonos y su plazo de vencimiento sería mayor. Podemos afirmar entonces, que esta acción contribuiría a mejorar el perfil de la deuda pública y a reducir el costo de su servicio. Esta estrategia deberá traducirse en menores tasas de interés en el mercado interno y permitirá estabilizar el tipo de cambio en niveles inferiores a los observados en días recientes. Es evidente, para todo mundo, el tipo de cambio, el día de hoy está muy subvaluado.

A efecto de poder llevar a cabo esta estrategia de sustitución de deuda de corto plazo por deuda en mejores condiciones para nuestro país, el Ejecutivo Federal ha sometido a la consideración de esta legislatura, una propuesta de modificación al artículo 2o., de la Ley de Ingresos de la Federación para 1995. Como la iniciativa enviada por el Ejecutivo lo señala, la operación de sustitución que se propone realizar no implica aumento en la deuda neta total a cargo del erario federal, ya que sólo se incurrirá en la contratación de nuevos empréstitos en la medida que esto permita refinanciar en mejores condiciones las tenencias y la circulación de los Tesobonos.

Debe quedar claro que, como reiteradamente lo ha expresado el Presidente de la República, México no hará uso, bajo ningún concepto del esquema de garantías de los Estados Unidos, si en ése se establecen condiciones que atenten contra la soberanía de nuestro país.

Con el mismo propósito de contribuir a la estabilidad y al fortalecimiento de los mercados financieros nacionales, el Ejecutivo ha sometido a su consideración una iniciativa de reformas a la legislación que busca mejorar la capitalización de los intermediarios financieros. Para ello, se proponen modificaciones legales que propiciarán la inyección de recursos provenientes de inversionistas, tanto nacionales como extranjeros, a las entidades del sistema financiero.

La segunda vertiente del programa económico, atiende el problema de la reducción del déficit de la cuenta corriente y busca mitigar el impacto inflacionario de la devaluación observada el pasado diciembre.

Las principales medidas consisten en el fortalecimiento del ahorro interno, tanto público como privado, en una política monetaria austera, esfuerzos de contención en los precios públicos y privados y la moderación de las demandas salariales.

Para fortalecer el ahorro público, el Gobierno Federal reducirá su gasto en el equivalente a 1.3 puntos porcentuales del producto.

Con toda honestidad debemos reconocer que esto representa un costo para la sociedad y se reflejará en el corto plazo, en menores montos de inversión. Aún así, el presidente Zedillo me ha instruido para proteger, en todo lo posible, el gasto público destinado a la salud, a la educación, a la capacitación de los trabajadores y al combate a la pobreza. Aún en la adversidad, mantendremos nuestro compromiso con los menos favorecidos.

Digámoslo con toda claridad. Sabemos que para ahorrar más, hay que gastar menos. El reto que ahora enfrentaremos es ejercer los menores recursos con la mayor eficacia en un contexto de austeridad y disciplina. Este es el compromiso del presidente Ernesto Zedillo.

Todas estas medidas fueron convenidas por los diversos sectores productivos el pasado 3 de enero, en el contexto del acuerdo de unidad para superar la emergencia económica y representan una respuesta responsable de la sociedad ante la crisis. El acuerdo evitará repetir los errores del pasado, ya que de no haberse suscrito, hubiésemos caído en una espiral inflacionaria con la que todos resultaríamos perdedores.

En el acuerdo de la unidad para superar la emergencia económica, se enfatizaron los propósitos de conciliar intereses en la adversidad, distribuir con equidad los costos sociales del ajuste y lograr el equilibrio entre los diversos sectores productivos.

En el momento actual, se deben evitar, a toda costa, aumentos de precios y salarios que pongan en riesgo las ganancias de la competitividad del país que la devaluación arroja.

La experiencia del pasado nos ha demostrado que aumentos generalizados en precios y salarios alimentan la inestabilidad, benefician a unos cuantos y perjudican a la gran mayoría.

El presidente Zedillo ha sido claro; el sacrificio presente, aunque intenso, nos permitirá superar en breve plazo la actual coyuntura.

La tercera vertiente del programa económico recoge y profundiza los elementos más positivos de la estrategia económica seguida en los últimos años. El propósito esencial es elevar la eficiencia y competitividad de la economía mexicana como la única forma viable de crear empleos permanentes y mejor remunerados.

En el mundo actual sólo podremos competir si fomentamos el crecimiento de la productividad a través de mayor competencia en los mercados. Por ello, profundizaremos en la desregulación y la eliminación de trabas, costos innecesarios y burocracias estériles y alentaremos un régimen comercial abierto que dé a nuestros productores, acceso a insumos intermedios en condiciones de calidad y precios similares a las que tienen sus competidores en el extranjero.

El presidente Zedillo ha reafirmado su compromiso con la profundización del cambio estructural y la ampliación de espacios para la participación de la iniciativa privada en el desarrollo, incluyendo, cuando así resulte conveniente, la desincorporación de empresas o activos públicos en áreas donde la actividad exclusiva del Estado ha dejado de ser necesaria.

Señoras y señores legisladores: La estrategia económica que planteamos incorpora las difíciles lecciones derivadas de ésta y otras crisis que ya hemos superado. El camino que tenemos por delante es, sin duda, difícil, pero mantendremos firme el rumbo, ya que tenemos la convicción de que es el adecuado.

Perseveraremos en el esfuerzo de estabilización y del abatimiento de la inflación. Ahondaremos en el cambio estructural y del fomento del ahorro nacional.

Estas acciones las llevaremos a cabo con una clara conciencia social, impulsando los programas de capacitación a nuestros trabajadores y fortaleciendo la asignación de recursos hacia el combate a la pobreza extrema, hacia la educación y la salud.

La profundización del cambio estructural permitirá al Gobierno de la República concentrarse mejor en los aspectos fundamentales de su responsabilidad ante la sociedad. Así fortaleceremos la soberanía nacional, cuya afirmación y defensa es el primero y más alto compromiso del Gobierno de la República.

Mal haríamos en confundir la defensa de la soberanía con las medidas que en determinadas circunstancias históricas hemos adoptado los mexicanos, precisamente para afianzarla. Hubo épocas en que la expansión del sector público o la protección de una economía orientada fundamentalmente al mercado, interno fueron instrumentos eficaces en su afirmación. No lo son más en la era de la globalización del comercio, las inversiones y la revolución tecnológica.

Hoy, para defender nuestra soberanía, debemos fortalecer a la nación, ampliando nuestra capacidad de competir en el mercado mundial, incorporándonos plenamente a los procesos de modernización económica y tecnológica, que son el signo distintivo de nuestro tiempo. Por esa vía constituiremos una economía más sana, capaz de generar los empleos mejor remunerados que demandan los mexicanos y de colmar los rezagos históricos y las nuevas necesidades, aún no satisfechas, que padece nuestra sociedad.

¡Las condiciones del país son difíciles, pero tenemos dirección y mando para afrontar los desafíos presentes y futuros! ¡Bajo la conducción del presidente Zedillo y con el esfuerzo solidario de los mexicanos, daremos a la difícil coyuntura que enfrentamos una respuesta rápida y eficaz! ¡Es el camino para afianzar, en el umbral del siglo XXI, la soberanía nacional! ¡Es el propósito irrenunciable del Gobierno de la República y cuyo logro convoca a todos los mexicanos sin excepción! Muchas gracias.

El Presidente:

Solicito a usted, señor licenciado Guillermo Ortiz Martínez, Secretario de Hacienda y Crédito Público, pase a ocupar el lugar que se le ha asignado en la Secretaría, para proceder al desahogo de la etapa de preguntas y respuestas.

Sin embargo, antes pido a la Secretaría dé lectura al punto de acuerdo a que llegaron los partidos políticos en el seno de la Comisión de Hacienda y que interesa a todos nosotros.

El secretario Andrés Galván Rivas:

"Punto de Acuerdo: la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos, manifiesta:

1o. Que la soberanía nacional es innegociable y no puede estar sujeta a las decisiones de un gobierno extranjero.

2o. Que por lo tanto, rechaza y rechazará que el Congreso de los Estados Unidos de América y su Gobierno pretendan imponernos condicionamientos políticos o medidas de política económica que afecten nuestras relaciones exteriores con otros países soberanos, la explotación de nuestros recursos naturales y cualquiera otra disposición que afecten o vulneren las decisiones, promulgaciones de leyes y políticas que de acuerdo a nuestra Constitución nos corresponda tomar.

3o. Que considera que las relaciones entre los Estados Unidos de América y nuestro país se deben regir por un trato justo, equitativo y respetuoso en las áreas política, económica y financiera."

Firman: por el Partido Revolucionario Institucional, el diputado Francisco Suárez y Dávila, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público; por el Partido Acción Nacional, el diputado Jorge Padilla Olvera, secretario de la Comisión de Hacienda; por el Partido de la Revolución Democrática, el diputado Saúl Escobar Toledo, secretario de la Comisión de Hacienda y por el Partido del Trabajo, el diputado Joaquín Vela González, miembro de la Comisión de Hacienda.

El Presidente:

Para la primera ronda de preguntas se han inscrito los siguientes diputados: Alejandro Moreno Berry, Ifigenia Martínez Hernández, Salvador Othón Avila Zúñiga y Rafael Ceballos Cancino.

Tiene la palabra el diputado Alejandro Moreno Berry, por cinco minutos.

El diputado Alejandro Moreno Berry:

Muchas gracias, señor Presidente; señor Secretario; compañeros diputados:

La unidad a que nos convoca el presidente Zedillo no se puede dar en torno a un programa que sólo nos amenaza con repetir el ciclo de la crisis. No podemos aceptar seguir en la piedra de los sacrificios sólo para que se sigan enriqueciendo los capitalistas extranjeros y 24 supermillonarios mexicanos, menos aún para comprometer más al país.

La nociva política de apertura y manos libres al capital extranjero, permitió que los 100 mil millones de dólares que entraron al país por diversos conceptos, durante 1991 a 1993, tales como: deuda, inversión extranjera directa y otras, se reciclaran hacia el exterior, vía pago del déficit en cuenta corriente.

El Gobierno de Salinas privatizó cerca de 1 mil empresas estatales, a las que en la mayoría de los casos se calificó falsamente de ser una carga para el Estado, cuando en realidad eran empresas rentables y de gran productividad, verbigracia Teléfonos de México, Minera de Cananea, Banca Nacional y otras. A cambio, el régimen de Salinas recibió 23 mil millones de dólares; todo fue a parar al barril sin fondo de la deuda externa y de la deuda interna y a financiar el déficit de la cuenta corriente.

La política neoliberal nos endeudó aún más que la llamada populista. En 1982 la deuda externa ascendía a 82 mil millones de dólares. Ahora, en 1995, después de la docena trágica, la deuda asciende a más de 135 mil millones de dólares, y si nos prestan los otros 40 mil, llegará a un punto no imaginable siquiera en su magnitud.

En 1982 se nacionalizó la banca, salvándola del endeudamiento externo que ascendía a 6 mil millones de dólares. Ahora, en 1995, la banca privatizada tiene una deuda externa superior a 23 mil millones de dólares y esta deuda forma parte de la deuda externa del país.

El déficit en cuenta corriente en 1981, antes del inicio de la docena trágica, era de 16 mil millones de dólares, ahora el déficit es de 30 mil millones de dólares.

Es cierto, se agotó el estatismo, pero también el neoliberalismo. ¿Por qué razones los mexicanos vamos a seguir sacrificándonos en favor de una política con efectos tan desastrosos, como la aplicada en los últimos 12 años?

Para el Partido del Trabajo la solución es el cambio radical de modelo económico, no hay de otra. Quisiéramos saber, señor Secretario, cuál es la posición del Gobierno salinista y del Gobierno zedillista; al fin y al cabo, subsecretario en una, Secretario en otra.

Además, llama a la reflexión, compañeros diputados, que durante la LV Legislatura, una fracción parlamentaria estuvo insistiendo, aquí en la tribuna, que los modelos económicos planteados por el Gobierno de Salinas eran propuestas de 40 años de ellos mismos y que ahora el Gobierno los hacía suyos y ellos, por los intereses de la nación, los apoyaban.

¿No son corresponsables acaso de la crisis también? Ahora dicen que la actual crisis tiene responsables, también tiene corresponsables señores diputados. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Muchas gracias, señor diputado, por su intervención.

Usted ha mencionado esencialmente tres temas. El primero se refiere a la política económica propuesta por el presidente Zedillo y también ha mencionado que a lo largo de estos años, el país se ha endeudado más, que el país ha utilizado los recursos de la desincorporación de las empresas públicas para financiar el déficit de la cuenta corriente y para financiar, en última instancia, las salidas de capital.

Yo quisiera mencionar respecto del primer tema, señor diputado, que las circunstancias actuales han generado cuestionamientos ciertamente válidos sobre la estrategia económica instrumentada en los últimos años. No cabe duda que viendo hacia atrás queda claro que no todas las decisiones de política económica fueron las mejores y esto se ha reconocido, tanto por parte del presidente Zedillo y se ha mencionado también en la intervención que hice anteriormente, creo que el problema, señor diputado es que incurrimos nuevamente en una insuficiencia de ahorro nacional, el ahorro que los mexicanos efectuamos durante los años setenta y durante buena parte de los ochenta, llegó a representar casi el 20% en promedio del producto nacional.

En fechas recientes este ahorro representó tan sólo el 15% del producto, esta brecha, entre el ahorro y la inversión, nos hizo depender nuevamente de recursos del exterior, pero a diferencia de 1982, en que también tuvimos una crisis de balanza de pagos, las bases con que el país cuenta hoy en día son bases mucho más firmes, estas bases se crearon justamente aplicando de manera correcta, a mi juicio, los recursos de la incorporación de entidades paraestatales que se hicieron durante los años anteriores.

Así pues, del total de los ingresos de privatizaciones de 1991 a 1994, al 31 de diciembre de 1994, que sumaron 69 mil 417 millones de nuevos pesos, se amortizaron exactamente 69 mil 414.7 millones de nuevos pesos. Esto es el total de los ingresos por privatizaciones de bancos, de la empresa telefónica y de otras empresas paraestatales, se usaron para disminuir la deuda del Gobierno. Así es como la deuda total del país pasó de representar el 74.7% del producto interno bruto en 1988, a representar el 31.7% en noviembre de 1994.

Si tomamos en cuenta los efectos de la depreciación del tipo de cambio y estimamos con un tipo de cambio de 5.32 pesos por dólares, que fue el vigente al día 31 de diciembre de 1994, la deuda total del país, tanto interna como externa, en términos netos representaría el 46.3% del producto interno bruto. Sin embargo, esta cifra desde luego es una cifra sesgada, porque estaríamos tomando la deuda externa y también el componente de la deuda interna que está expresado en valores pagaderos en moneda extranjera, los Tesobonos, a un tipo de cambio de 5.32 y estaríamos comparándola contra el producto interno bruto de 1994.

Entonces esto hace que haya un sesgo, digamos en el tamaño de la deuda respecto al producto interno bruto. Si suponemos, por ejemplo, que el tipo de cambio promedio durante 1995 sería de 4.50 pesos por dólar que es el tipo de cambio que se ha tomado como indicativo para hacer el programa económico, tendríamos que, a diciembre de 1995 la deuda total del país representaría 36% del producto, la deuda neta, esto es un promedio inferior al que tiene la mayor parte de los países de la OCDE. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra la diputada Ifigenia Martínez Hernández.

La diputada Ifigenia Martha Martínez Hernández:

Con su venia, señor Presidente; señor Secretario, compañeras y compañeros legisladores:

Voy a limitarme a hacer tres preguntas, voy a procurar fundamentarlas en el tiempo que tengo disponible, y sino, pues advierto que me pasaré un poco porque nosotros no fuimos consultados para este esquema que se está ahorita llevando a cabo.

La primer pregunta es: ¿cómo prevenir futuras crisis de pagos como la presente, cuando no funcionan los candados existentes? Primero, el candado del Congreso. Estos bonos, Tesobonos... me voy a limitar a los Tesobonos para no hacer las cosas más complicadas. Los Tesobonos se emitieron como bono de regulación monetaria al margen de la autorización que debe dar el Congreso, sin embargo, su valor en circulación es equivalente a 47 mil millones de dólares y ahora se están tratando de canjear, es decir, una deuda de regulación monetaria que se disfrazó de deuda interna indexada al dólar y que resulta que ahora es deuda externa, en buena parte de ella, ahora se quiere reconvergir sin autorización del Congreso, porque originalmente fue deuda interna de regulación monetaria.

Entonces aquí, tenemos nosotros que aparentemente se trata de darnos gato por liebre y que este enorme volumen de deuda no lo va a autorizar el Congreso, porque no están solicitando autorización para emitir esta deuda, ni están explicando para qué... más bien dicho, ya la contrataron, ya es un pasivo, lo que están autorizando... lo que están pidiendo es su autorización para que el Congreso, para que el Gobierno de Estados Unidos, dé el aval...

No funcionó el candado del Congreso, no funcionó el candado del Banco de México, entonces aquí, lo primero es dónde quedó la autonomía del Banco de México. Y, el Banco de México ayudó a la Secretaría de Hacienda a colocar esta cantidad enorme de Tesobonos durante el año de 1994, para vencer en 1995, y entonces ahí la vox populi dice que fue con propósitos políticos, electoreros e irresponsables.

No funcionó los candados de la Secretaría de Hacienda, puesto que el Secretario de Hacienda tuvo que haber dado permiso para hacer esta cuantiosa emisión que era una operación peligrosa.

Pero aparentemente tampoco funcionó el sistema de bancos privados, porque, para nosotros los que sufrimos ahorita los efectos de la devaluación, para todo el pueblo de México, pero aparentemente para los bancos sí funcionó; porque aquí una pregunta clave es ¿quién tenía la liquidez necesaria?, o sea, los pesos constantes y sonantes para comprar la reserva del Banco de México y disminuirla en un año y en dos días en 6 mil millones de dólares. ¿Fueron los bancos?, entonces hay que revisar todo el sistema bancario mexicano y ver que la privatización de la banca no funcionó y no estoy a favor de la estatización, pero sí de una banca mixta, con responsabilidad.

La segunda pregunta es: ¿por qué recurrir al Gobierno de Estados Unidos?, ¿porqué es lo primero que se nos ocurre cuando hay una crisis, es correr para que el Gobierno de Estados Unidos nos dé la protección y el aval?

A mí me alarma escuchar al señor Secretario de Hacienda, con todo respeto, al Secretario de Relaciones Exteriores y quizá, hasta a el propio Presidente de la República, cuando afirman que una garantía de esta magnitud por el Gobierno de México no afecta la soberanía del país. Bueno, a mí se me hace verdaderamente ingenua esta posición conociendo la historia de Estados Unidos, conociendo el papel hegemónico que tiene en el actual sistema mundial; conociendo que el sistema financiero internacional es asimétrico por el profundo y el desorbitado privilegio, son palabras de Charles De Gaulle, desorbitado privilegio que tiene este gigantesco país, para emitir su deuda externa en su propia manera porque los dólares son moneda de reserva internacional.

Mientras que nosotros nos estamos aquí, apretando los dedos por un déficit en dólares, ellos tienen años de ser el país más desequilibrado del mundo en su balanza de pagos y en su presupuesto fiscal y no les pasa nada.

De manera que la segunda pregunta es: ¿nosotros vamos a proponer a la Comisión de Hacienda, que se vean cuáles son las posibilidades de contratar estas garantías con un sindicato de bancos privados?, les aseguro que la operación no tendría implicaciones políticas y sería más barata, porque no va a ser de gratis que nos van a dar estas garantías, nos van a cobrar y bien caro. A Israel le cobraron 4.5%, que es país favorito y estratégico de los norteamericanos; a nosotros se está hablando de 7.5%, 8.0%, 9.0%. De manera es que esto lo discutiremos en la Comisión de Hacienda.

La tercera pregunta, bueno, la segunda, no se precisan ni fechas, ni montos, ni límites para esta conversión.

La tercera pregunta es la del modelo económico. Es tan obvio el fracaso del modelo neoliberal, ese modelo que pretendió reformar la Revolución, en palabras del presidente Salinas, que ahora nos suenan a una megalomanía y algo verdaderamente fuera de orden y de órbita, cómo es que se empeñan en seguir defendiendo este modelo que fue incapaz de recuperar la tasa de crecimiento con una inversión muy parecida a la que tenían los anteriores modelos, quiere decir que su productividad fue mucho menor, porque la tasa de desarrollo de los 12 años de política neoliberal es apenas de 1.2% en promedio los 12 años.

De manera que eso, no generaron el empleo que requieren los mexicanos, consintieron un déficit gigantesco en la balanza de pagos y ahora se preguntan que el ahorro nacional es insuficiente. Pues cómo no va a ser el ahorro nacional insuficiente si lo primero que hicieron es desplomar la tasa de desarrollo. El ahorro depende del nivel del desarrollo económico y el desarrollo genera su propio ahorro, no hay desarrollo, no hay ahorro.

Eso sin hablar de la pésima distribución del ingreso, en donde el 10% de las familias controlan el 40% del ingreso disponible, pues que no vengan a preguntarnos dónde está el ahorro nacional, pero no hay ningún plan ni proyecto para un cambio de un modelo.

En resumen, el PRD quiere una explicación detallada de la operación, rechaza la garantía, el aval de Estados Unidos y además, quiere también cambios de mediano y largo plazo y porque repudia el modelo económico neoliberal, por no satisfacer las necesidades de la economía nacional ni del pueblo de México.

El Presidente:

Tiene la palabra el licenciado Guillermo Ortiz, Secretario de Hacienda y Crédito Público, para dar contestación a la pregunta.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Con su venia, señor Presidente; muchas gracias, maestra Ifigenia por sus preguntas.

Usted ha formulado cuatro preguntas, maestra, la primera se refirió a cómo prevenir futuras crisis de balanza de pagos y se refirió en concreto al problema de los Tesobonos, señalando primero que la emisión de estos valores fue excesiva, que fue además realizada al margen de los candados del Congreso; señala usted que el Banco de México, quien puso en circulación estos Tesobonos, no funcionó, debido a que en el ejercicio de su autonomía no cuidó la responsabilidad de buscar que estos valores fueran colocados de manera que pudieran ser redimibles y no provocar posteriormente problemas de refinanciamiento inflacionarios; mencionó usted que esta colocación fue con propósitos políticos y electoreros y que tampoco funcionó el sistema de bancos privados, porque finalmente, ¿quién tenía los pesos para comprar los dólares que finalmente salieron de las reservas internacionales? Creo que es el espíritu de la primera pregunta maestra Ifigenia.

Yo coincido con usted, desde luego, en que visto esto con la perspectiva que hoy nos ofrece el tiempo, la emisión de Tesobonos fue excesiva. La razón por la que se hizo, sin embargo maestra, no fue por propósitos políticos o por propósitos electoreros. Como se explicó anteriormente, en el año de 1994, ante la reducción de los flujos de capital que nuestro país experimentó, se utilizaron diversos instrumentos para evitar justamente la disminución excesiva de la reserva internacional y para dar márgenes de maniobra a la política económica, con el fin de intentar un ajuste gradual del problema de la cuenta corriente.

Es por ello que se utilizaron no solamente los Tesobonos, sino otros instrumentos, por ejemplo, se dejó que el 'tipo de cambio se moviera en la banda cambiaria. Usted recuerda que a principios de 1994 el tipo de cambio estaba alrededor de 3.10 pesos por dólar y esto significó que a lo largo del año el tipo de cambio se depreció alrededor de 9%.

También las tasas de interés se elevaron. Usted recuerda que hacia fines del primer trimestre del año de 1994 las tasas de interés sobre los títulos públicos, más comunes sobre Cetes, llegó a estar a niveles del 11%, 12%. Las tasas de interés, repito, se elevaron también a lo largo del año para contener esta salida de recursos y ésta merma en las reservas internacionales del Banco de México.

Finalmente, también se utilizó la propia emisión de Tesobonos como un mecanismo para contenerlas. Repito, a la luz de lo ocurrido, es evidente que tendríamos que haber tomado medidas en el año de 1994; para atacar simultáneamente el problema de la menor inyección de recursos del exterior hacia México y el problema creciente de la cuenta corriente.

Sin embargo, también es cierto que existieron elementos, como mencioné anteriormente, que sugerían que la economía mexicana seguía siendo competitiva. Las exportaciones en el año de 1994, las exportaciones de manufacturas quiero mencionar, venían creciendo a tasas muy elevadas desde mediados de los años ochenta. Es más, si tomamos indicadores del crecimiento de las exportaciones de México desde 1985 hasta 1994, casi los últimos 10 años y hacemos comparaciones con el crecimiento de las exportaciones en términos de valor con las realizadas por países muy exitosos como los países asiáticos, como Hong Kong, Singapur, Taiwan, Malasia, etcétera podremos observar que las exportaciones de México crecieron, inclusive, a tasas más aceleradas que las exportaciones de estos países y particularmente en el año de 1994 la tasa de crecimiento de las exportaciones fue incluso superior a la de años anteriores.

Entonces, coincidiendo con usted maestra, en que esta emisión de Tesobonos fue a todas luces excesiva, porque ahora tenemos ese problema encima, se hizo justamente con el propósito de evitar una mayor salida de capitales.

La segunda pregunta que usted menciona maestra, es: ¿por qué recurrir al Gobierno de los Estados Unidos? Sugiere usted que por qué no mejor recurrimos a un sindicato de bancos privados para poder conseguir los recursos necesarios, con el fin de superar el problema de corto plazo que tenemos en los Tesobonos.

Yo le respondería de la siguiente manera maestra: no existe en el mundo actualmente un mecanismo institucional que pueda responder efectivamente a la problemática que enfrenta nuestro país, en el siguiente sentido. No se ha dado anteriormente el caso de un país en desarrollo que estando integrado a la economía internacional de la manera como lo está México, tanto en el ámbito productivo, comercial, financiero y que justamente esta integración ha llevado a que una gran cantidad de valores mexicanos, no solamente del sector público, sino también, del sector bancario, del sector privado, estén en manos de extranjeros, no se ha dado el caso que de una semana a la otra prácticamente haya desaparecido el mercado.

A lo que me refiero es que en el lapso de unos cuantos días la confianza por parte de los inversionistas sobre la posibilidad de renovar y de refinanciar esta deuda de corto plazo, que todos los países del mundo la tienen, de repente se perdió y el crédito inicial que México obtuvo, los recursos por 18 mil millones de dólares que mencioné anteriormente, estos recursos son de carácter de regulación monetaria, son recursos de corto plazo que no pueden ser efectivamente utilizados para sustituir una buena parte de nuestra deuda de corto plazo, por deuda de largo plazo.

Es por ello que necesitamos montos mayores, y sobre todo, montos de largo plazo para hacer esta sustitución.

Desgraciadamente, maestra, no existen mecanismos institucionales para hacerlo. Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional simplemente no cuenta con los recursos para hacerle un crédito a México de largo plazo que pudiera ayudar a realizar esta sustitución.

O sea, no existe un banquero, o un conjunto de bancos lo suficientemente grandes que pudieran realizar esta operación.

Lo que usted sugiere, maestra, de buscar esto con un consorcio de bancos privados, ciertamente sería una mejor opción, no tengo duda de ello, sin embargo, con todo respeto maestra, no creo que lo podamos lograr. Hemos intentado pláticas con bancos privados, y de hecho hemos conseguido ya un apoyo del orden de los 3 mil millones de dólares, pero el buscar un apoyo por montos mayores con un consorcio de bancos privados, para que nos permita ese refinanciamiento, resultaría, yo creo que prácticamente imposible, sin embargo, maestra, es un camino que podemos explorar y vamos a iniciar conversaciones de nuevo con el grupo de bancos que está poniendo el paquete para México, con el fin, si habría posibilidades de ampliar este paquete por montos suficientes para permitirnos el realizar esta sustitución, aunque repito, por las conversaciones iniciales que hemos tenido, yo pienso que esta operación con la banca privada sería prácticamente imposible de realizar en los montos necesarios.

Su tercera pregunta, maestra, es que no se precisan fechas y montos límites en la iniciativa de la Ley de Ingresos, respecto al canje de Tesobonos.

La razón por la que no se especifican fechas y montos límites es porque no sabemos cuándo esta iniciativa, en su caso, entraría en vigor.

Yo quisiera mencionarle que al día de hoy, maestra, la circulación total de Tesobonos entre el público es de 26 mil 473.59 millones de dólares. A fines de diciembre la circulación era del orden de los 29 mil millones, de diciembre a la fecha se han amortizado cerca de 3 mil millones de dólares, de manera que la circulación de estos valores en el público es del orden de los 26 mil millones.

La cifra que usted citó, de 47 mil 990 millones de dólares en Tesobonos, esto corresponde al monto total de Tesobonos creados por el Gobierno, ¿de acuerdo?

Ahora, la diferencia entre estos 47 mil 990, que fueron creados por el Gobierno y los 26 mil 473 que están en circulación, corresponde a títulos que están en poder del Banco de México y que son usados para regulación monetaria. Esta diferencia, repito, no está en poder del público, y no corresponde a deuda ni del Gobierno Federal ni del Banco de México, simplemente están en cuentas de orden en el Banco de México, que pueden ser utilizados para fines de regulación monetaria.

Su última pregunta, maestra, en cuanto al fracaso del modelo neoliberal. Menciona usted que ahora estamos diciendo nosotros que el ahorro nacional ha caído y menciona usted, creo que correctamente, bueno, si el crecimiento hubiera sido mayor, es posible que el ahorro también hubiera sido mayor.

Aunque debo mencionar, maestra, también que esto no es necesariamente cierto. Hay países que tienen un ingreso por habitante muy inferior a México. Por ejemplo, países como Indonesia, que tiene un ingreso per capita, que es una fracción del ingreso per capita en México, en Indonesia el ingreso per capita debe de ser de alrededor de 700 dólares por año. Sin embargo, el ahorro nacional en Indonesia es de alrededor del 25% del producto. O sea, no necesariamente el nivel de ingreso está relacionado con el nivel de ahorro.

Por ejemplo, en los Estados Unidos, que es un país que tiene un ingreso per capita muy elevado, tiene un coeficiente de ahorro muy bajo, como usted también lo ha señalado.

Y justamente el hecho, como usted lo señaló, de que Estados Unidos tenga el privilegio de poder emitir deuda en su propia moneda, como lo han señalado varias personalidades y usted citó a una de ellas, pues ciertamente le da a Estados Unidos la posibilidad de incurrir en déficit y de ser estos déficit financiados con recursos en su propia moneda. Este desde luego no es un privilegio que tengan todos los países.

Pero a lo que voy, maestra, es que no necesariamente un mayor ingreso se refleja en un mayor ahorro. Yo creo que es fundamental fortalecer los mecanismos del ahorro nacional, y en este sentido, la propuesta del presidente Zedillo, en el sentido de incrementar el ahorro público y de proporcionar los incentivos e instrumentos para incrementar el ahorro de las empresas y el ahorro privado son fundamentales.

Creo que no debemos caer de nuevo en una dependencia excesiva de los recursos externos para financiar nuestro propio desarrollo y en ese sentido coincidimos plenamente con sus observaciones, maestra. Muchas gracias.

El Presidente:

Antes de conceder la palabra al siguiente orador, quisiera hacer una consideración con ustedes. Esta Presidencia es muy respetuosa de las manifestaciones pacíficas y respetuosa que se hagan a sus planteamientos, con una sola aclaración: todos los diputados podrían llegar a hacerla, pero no los que no son diputados. Les pediría a los diputados que se sientan identificados con la persona que tiene el letrero, pero que no es diputado, que lo sustituyan, pero que sólo diputados pudieran manifestarse al interior de esta Cámara.

Tiene la palabra, el diputado Salvador Othón Avila Zúñiga, para hacer su pregunta, por cinco minutos.

El diputado Salvador Othón Avila Zúñiga:

Con su permiso, señor Presidente; señor Secretario; compañeros diputados:

Actualmente, todos los mexicanos enfrentamos la crisis económica y política. Todos los funcionarios de primer nivel, incluyéndolo a usted, señor Secretario, dicen que fue un problema de percepción, que no se pretendió engañar y que no hubo complot. Sin embargo, sostenemos que al menos hubo por parte del Gobierno negligencia grave.

Con oportunidad, Acción Nacional en su plataforma política 1994-2000, aprobada en noviembre de 1993, señalamos lo siguiente:

"La actual política cambiaria no beneficia a las empresas mexicanas, pero lo hace con las del exterior. El déficit externo ha sido financiado por medio de la inversión extranjera especulativa, por lo que se ha creado un sistema de financiamiento muy riesgoso."

Además, hubo indicadores económicos, como son: balanza comercial, disminución de reservas internacionales del Banco de México, balanza de capital integrada en su mayoría con inversión extranjera y volátil y nuestro peso sobrevaluado.

De ninguna manera podemos aceptar que el problema que provocó la crisis financiera fuera de percepción, fue más bien de subestimar señalamientos del Partido Acción Nacional y los propios indicadores económicos. Tampoco podemos darle a usted el privilegio de desconocer las causas, ya que usted formó parte de la Secretaría de Hacienda en la administración anterior.

Si el Gobierno anterior hubiera aplicado en su oportunidad una política de corrección y ajuste económico, para evitar esta abrupta devaluación, frenando las importaciones, estimulando las exportaciones y probablemente ampliando en su oportunidad la banda de flotación, no hubiera ocurrido esta crisis financiera, pero prefirió sacrificar las medidas económicas a cambio de resultados electorales, para obtener un beneficio político, sin importar que los mexicanos cargáramos las consecuencias. A esto lo calificamos, por lo menos, de falta de ética política.

La corrupción y compromisos del Gobierno de Salinas, permitió que algunas empresas como Telmex y Televisa, con información privilegiada, como ha trascendido, cambiaran su deuda de dólares a pesos y además con tasas de interés fijo, sacando ventaja.

Nuestra obligación con el pueblo de México, exige que se señalen responsables de esta crisis, que a nuestro juicio son: Carlos Salinas de Gortari, Pedro Aspe Armella, Miguel Mancera Aguayo, entre otros.

Señor Secretario, sabemos que en la Secretaría bajo su responsabilidad, están los documentos que permitirán al pueblo de México exigir responsabilidad a los culpables. Si dicha documentación fuera entregada a las instancias y autoridades correspondientes, el Gobierno del doctor Ernesto Zedillo, demostraría a la ciudadanía, que da el primer paso para recuperar la confianza y credibilidad que aún no tienen.

Le preguntamos: ¿está dispuesto el Ejecutivo a dar este paso?

Señor Secretario, sabemos que las medidas fiscales y las derivadas del pacto orientadas a restituir el poder adquisitivo de los trabajadores, son notoriamente insuficientes. Acción Nacional propuso la abrogación del impuesto al activo para estimular la oferta, hoy proponemos disminuir la carga fiscal a las nóminas en los renglones de cuotas al IMSS, SAR e Infonavit, para que las empresas, sin afectar sus costos ni precios al público, puedan fortalecer el salario a los trabajadores, al hacerlo se incrementaría la captación vía consumo.

O bien, de otra forma le preguntamos, pregunta concreta: ¿A corto plazo qué propone el Ejecutivo para fortalecer el salario de los trabajadores y pudiera llegar el bienestar a la familia como lo expuso el doctor Zedillo en su campaña?

Señor Secretario, esta situación de crisis económica...

El Presidente:

Pedimos, por favor, guarden respeto y compostura en este salón de sesiones. Prosiga señor.

La diputada Adriana María Luna Parra y Trejo Lerdo (desde su curul):

Le pregunto, Presidente, ¿dónde fundamenta el hecho de que los mexicanos no pudieran expresarse en este sentido?

El Presidente:

Con mucho gusto. Cuando termine de hacer su pregunta el señor diputado, porque su tiempo está corriendo. Señor diputado, prosiga por favor.

El diputado Salvador Othón Avila Zúñiga:

Gracias, señor Secretario, esta situación de crisis económica desafortunadamente ha sido cíclica, por omisiones en la toma de medidas económicas oportunas a cambio de intereses políticos electorales. En cada sexenio se ha repetido, antes o después de la elección.

No podemos permitir que se repitan en el futuro, Acción Nacional ha presentado diversas iniciativas para limitar el excesivo poder del Ejecutivo, le preguntamos: ¿cómo garantizará el presidente Zedillo a la nación, que crisis como ésta no se repita o se herede mañosamente con focos amarillos, como usted dijo, a la siguiente administración, como es el caso presente?, ¿o se hereden las condiciones propicias a la siguiente administración?

El paquete de iniciativas que envió el Ejecutivo para reformar las leyes que regulan las agrupaciones financieras tiene dos objetivos: atraer la inversión extranjera y fortalecer el capital de los bancos, pero esto se va a dar a mediano y largo plazos; en el corto plazo, las micro, pequeñas y medianas empresas no van a poder sustituir.

Señor Secretario: el Ejecutivo Federal ha propuesto un ajuste al gasto público, proponemos que dentro de la reestructuración de este gasto se le dé fundamental importancia a la creación de un programa emergente de la banca de fomento y desarrollo para apoyar a la micro, pequeña y mediana empresas; de no ser así, le hacemos la siguiente pregunta concreta: ¿Qué medida de efecto inmediato propone para evitar el riesgo de una parálisis del aparato productivo nacional de estas empresas? Hacemos la pregunta de qué medida de efecto inmediato.

Por último, señor Secretario, usted nos dijo que si el paquete de garantías que en este momento se está discutiendo en los Estados Unidos viene con condicionantes políticas inaceptables, que no se aceptará. ¿Qué medida alterna tiene usted en caso de que este paquete de garantías no se dé o venga con esas condicionantes políticas?

Por sus respuestas, muchas gracias.

El Presidente:

Antes de pedirle al señor Secretario que conteste las preguntas hechas por el diputado Avila, yo quisiera pedirle a la Secretaría que leyera los artículos 207 y 209, para satisfacer la pregunta de la diputada Luna Parra, del Reglamento.

El secretario Andrés Galván Rivas:

"Artículo 207. Los concurrentes a las galerías, se presentarán sin armas, guardarán respeto, silencio y compostura y no tomarán parte en los debates con ninguna clase de demostración.

Artículo 209. Los que perturben de cualquier modo el orden, serán despedidos de las galerías en el mismo acto; pero si la falta fuere grave o importante delito, el Presidente mandará detener al que lo cometiere y consignarlo al juez competente."

El Presidente:

Muchas gracias. Tiene palabra el señor Secretario de Hacienda...

La diputada Adriana María Luna Parra y Trejo Lerdo (desde su curul):

Los ciudadanos que estaban ahí enfrente no traían armas, sino traían carteles.

El Presidente:

Continúe por favor, señor Secretario.

La diputada Adriana María Luna Parra y Trejo Lerdo (desde su curul):

Le pido que me conteste, señor Presidente...

El Presidente:

Le repito, en el último renglón del artículo 207: "... no tomarán parte en los debates con ninguna clase de demostración". ¿Está claro?

Yo le pido a la diputada, por favor, reflexione en los artículos que acabamos de dar lectura y en sus propios actos, estoy seguro de lo que se hizo, se hizo conforme a derecho y es lo que se requiere para que todos podamos manifestar nuestro derecho. Continúe por favor, señor Secretario.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Gracias, señor Presidente:

Muchas gracias, señor diputado Salvador Othón Avila Zúñiga por sus preguntas, voy a tratar de darles respuesta en el orden en que fueron formuladas.

Usted, después de haber hecho algunas consideraciones en que menciona que no acepta la explicación que se ha dado en el sentido de que lo ocurrido en1994, el hecho de que no se hayan tomado medidas a tiempo, no se debe a un error de interpretación, que se debe a políticas de tipo electoral, a falta de ética política.

Se refirió usted también a que hubo empresas que tuvieron información privilegiada y que éstas supieron anticipadamente del movimiento cambiario y tomaran ventaja de ello y que existe información en la Secretaría de Hacienda que puede aclarar estas cuestiones. Usted pregunta si estamos dispuestos a proporcionarla. Yo quisiera responderle, señor diputado, que la información que fue entregada por el Ejecutivo, en años anteriores, tanto al Congreso de la Unión, como al público en general, en los distintos reportes, periódicos que se producen por distintas dependencias del Ejecutivo, incluyendo el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, el INEGI, incluyendo a la Secretaría de Hacienda, a la Secretaría de Comercio, etcétera; fue información veraz que estuvo al alcance de todos los ciudadanos y de todos los miembros del Congreso; nunca se ocultó ni el déficit en la cuenta corriente ni su evolución; eran datos mensuales los que se estaban dando; se estaban dando datos semanales sobre la circulación de títulos públicos, incluyendo los Tesobonos; se proporcionó información periódica sobre el monto de las reservas internacionales, se mandaron al Congreso informes trimestrales muy detallados sobre la evolución de la actividad económica, de las finanzas públicas y de la deuda y los datos de estos informes están consignados con toda precisión.

De manera que, resulta extraño pensar que sí toda esta información estaba al alcance del público, al alcance del Congreso, de los organismos financieros internacionales, de los bancos, de nuestros acreedores, de las corredurías que hoy dicen que México los traicionó, porque se davaluó el tipo de cambio, cuando se les había asegurado que ello no ocurriría. Los analistas de todas estas corredurías tenían la misma información. O sea, resulta realmente extraño pensar que hubo un complot internacional por parte de todo mundo para mantener a todo el mundo engañado; de manera que, la información ahí estaba y efectivamente, el Gobierno interpretó esta información en el sentido de que era posible continuar con la política cambiaria que se siguió, para poder hacer un ajuste gradual; pero no solamente el Gobierno así lo interpretó, esta interpretación coincidió, repito, con la de numerosos observadores, analistas, economistas, etcétera, tanto en México, como en el exterior.

De manera que, señor diputado, yo no coincido con su interpretación de que esto fue un engaño que hizo el Gobierno con propósitos electoreros. Esto no fue así, señor diputado.

Y respecto a la parte de la información privilegiada que usted menciona que tenían algunas empresas, señor diputado, si usted tiene evidencia de esta información, o bien, si hay alguna información por parte de la Secretaría de Hacienda que pueda ayudarlo a usted a conseguir esta evidencia, estamos totalmente dispuestos a proporcionarla.

No tenemos nada que ocultar. Creo que el propio Banco de México, en fechas recientes, ha mencionado que va a publicar tanto los datos de la reserva internacional, como los datos del endeudamiento que incurre por razones de regulación monetaria con periodicidad.

Yo coincido con usted, señor diputado, en que es indispensable que exista información oportuna y transparente. Creo que se ha avanzado mucho en los últimos años en este propósito y tenga usted la seguridad de que el Gobierno de la República, el Gobierno que encabeza el presidente Zedillo, está dispuesto a mejorar, tanto la calidad, como la oportunidad de toda la información necesaria.

Hay información, digamos, la que corresponde, por ejemplo, a las operaciones cambiarias, que se realiza en los bancos, que están protegidas por razones de ley, por razones que ustedes conocen muy bien, porque esto está en la ley bancaria, por el secreto bancario.

Sin embargo, creo que es posible el investigar, con cuidado, si es que hubo o no información privilegiada a las empresas que usted señala. Creo que esto es posible realizarlo y si efectivamente la hubo, señor diputado, pues desde luego habrá que proceder en las instancias correspondientes.

Usted propone diversas medidas fiscales. La pregunta concreta que plantea, señor diputado, es: ¿a corto plazo qué es lo que propone el Gobierno para apoyar el ingreso de los trabajadores y el ingreso de las personas menos favorecidas?

Señor diputado, hemos mencionado ya anteriormente, el anterior Secretario de Hacienda, la constitución del consejo asesor fiscal. Este consejo que estará constituido por diversos expertos fiscales que representan a grupos empresariales, que representan al sector obrero y que van a representar también, pues, a sectores identificados en la parte agrícola, etcétera, que tienen propuestas concretas. Creo que será el foro indicado para hacer una revisión a fondo en la tarea de simplificación fiscal y de los distintos apoyos que se han estado solicitando.

Ese consejo asesor fiscal debe trabajar manteniendo siempre, como principio, el tener equilibrio en las finanzas públicas. Creo que sería irresponsable de parte nuestra y más ahora hacerlo en la tribuna, el tratar de entrar a las discusiones sobre medidas específicas que pudieran aisladamente representar un problema de conjunto para las finanzas públicas.

Sin embargo, estamos totalmente dispuestos a escuchar las propuestas, a tomarlas en cuenta, incluyendo todos los aspectos de coordinación fiscal que han sido una preocupación fundamental para nuestro partido, para el Partido Revolucionario Institucional y también, obviamente, para el resto de los partidos; pero esto tenemos que hacerlo, esto tenemos que hacerlo, repito, en una visión de conjunto que considere tanto la parte de ingresos como de egresos.

Estamos a sus órdenes, señor diputado, repito, para considerar todas las propuestas congruentes.

La siguiente pregunta es: ¿cómo evitar tener este tipo de crisis recurrente?

Creo que en intervenciones anteriores, algunos diputados han mencionado la necesidad de que el Congreso de la Unión ponga límites, por ejemplo, a la emisión de papel indexado a moneda extranjera, emitido por el Gobierno de la República, emitido por la Secretaría de Hacienda, como responsable de estas emisiones. Creo que esto sería una medida sana.

Tenemos también otras propuestas en el sentido de que el Congreso tenga una mayor participación en cuanto a los montos específicos que pueden ponerse en circulación de este tipo de valores. Todas estas propuestas, desde luego, se tendrán en cuenta.

Finalmente, señor diputado, usted pregunta: ¿cuáles serían de efecto inmediato para el apoyo a las pequeñas y medianas empresas?

Yo quisiera mencionarle tres o cuatro aspectos que se están considerando. En el primero, ya ha habido medidas concretas, tanto en la parte fiscal y en la parte financiera, que se han anunciado en apoyo a estas pequeñas y medianas empresas. Son medidas que ya se han anunciado y que ya están en marcha y no las voy a repetir, en obvio de tiempo, porque todos ya las conocemos.

Aquí lo que yo quisiera recalcar, señor diputado, es que lo inmediato es que superemos esta emergencia económica. Es muy difícil poder hablar en muy corto plazo, digamos en las próximas semanas o en los próximos dos meses, que vamos a poner en marcha medidas concretas de apoyo y de fomento, cuando no tenemos resuelto todavía el problema de los mercados financieros, cuando no tenemos resuelto todavía el problema de la incertidumbre, que está justamente provocando que las tasas de interés internas estén a niveles muy elevados y que estén agobiando justamente a las pequeñas y medianas empresas.

Yo creo que la medida más efectiva que podamos tomar en muy corto plazo para apoyar a la pequeña y mediana empresas, es justamente superar esta crisis económica que estamos viviendo, esta crisis financiera, por lo menos esta primera parte que se refleja en la inestabilidad de los mercados financieros, resolver el problema de los Tesobonos; si resolvemos este problema en corto plazo, digamos en la próxima semana o en las próximas dos semanas, lo que vamos a lograr es quitarle presión también al mercado interno y esto hará que las tasas de interés internas, las tasas de interés a la pequeña y mediana empresas bajan considerablemente y ésta será, en lo inmediato, la medida más importante de alivio y de apoyo a este tipo de empresas.

Por otra parte, a pesar de que se están contemplando recursos a la reducción de la banca de desarrollo a la intermediación financiera, esto se hará con criterios especiales para tener en cuenta las necesidades de la pequeña y de la mediana empresas. Creo que la banca comercial se ha dado cuenta del problema que representan para estas empresas las cargas de interés tan importantes que están llevando.

Los bancos han manifestado ya, a través de desplegados que salieron en el periódico el viernes y otros que están apareciendo el día de hoy en la prensa, de facilidades que se les están otorgando, tanto a los deudores de la pequeña y mediana empresas, como a deudores, tanto de tarjeta de crédito como de créditos hipotecarios, para ayudarlos a superar esta burbuja inflacionaria.

Repito, lo importante hoy, señor diputado, lo urgente hoy es tratar de superar esta emergencia financiera, con el propósito de ya dedicarnos a instrumentar el resto de las medidas del paquete económico y a poner en marcha apoyos específicos a la pequeña y mediana empresas.

Creo que la emergencia económica que hoy nos ocupa, que hoy nos agobia, también nos está haciendo perder un poco la perspectiva de los aspectos positivos que pueden repercutir en la economía mexicana con la modificación del tipo de cambio.

En la medida que seamos más competitivos, muchas de las pequeñas y medianas empresas que hoy no resultan viables, podrán resultar viables bajo las condiciones de un tipo de cambio más competitivo. Lo que tenemos que hacer, repito, entonces, es tratar de superar este problema financiero de corto plazo y meternos seriamente a buscar medidas reales de apoyo a la pequeña y mediana empresas, que puedan ponerlas en condiciones de aprovechar estas oportunidades que nos pueden brindar una nueva circunstancia económica. Muchas gracias.

El diputado Salvador Othón Avila Zúñiga (desde su curul):

Faltó una respuesta, la del plan alternativo.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Perdón, me faltó, es cierto, faltó una respuesta y le pido una disculpa al señor diputado.

¿Cuál es el plan alternativo?, ¿qué medidas alternas tenemos contempladas en caso de que no se aprobara por parte del Congreso de los Estados Unidos este apoyo que se está gestionando, o bien, en caso de que aunque se aprobara en el Consejo de Estados Unidos, este apoyo resultara para México, que no resultara posible aceptarlo para México por las razones que hemos expresado anteriormente?

Tenemos distintas medidas alternativas. Estamos, por una parte, trabajando con varios bancos de inversión, internacionales, en la sustitución parcial de algunos Tesobonos por emisiones de papel mexicano. Tenemos la posibilidad todavía de colocar, por montos, modesto papel, yo diría, de plazos de uno a tres años, con el que podríamos ir sustituyendo una parte, yo diría, una porción pequeña de los Tesobonos que están en circulación. Tendríamos que procurar también que estos Tesobonos se refinanciaran en el mercado, esto implicaría, desde luego, pues el pagar, como lo hemos venido haciendo en las últimas subastas, tasas de interés elevadas en los Tesobonos para propiciar su refinanciamiento.

Estaríamos también buscando, como lo sugirió la maestra Ifigenia, el poder ampliar de alguna manera líneas de crédito con los bancos comerciales, aunque, repito, yo creo que no lo podríamos hacer por montos suficientes, como para realmente solucionar de una vez por todas este problema.

La ventaja que nos da el poder contar con este paquete que se está gestionando en los Estados Unidos, es que podríamos, por un monto muy importante, hacer esa sustitución, lo cual ayudaría a que en el muy corto plazo la presión sobre los mercados bajara y se estabilizara el tipo de cambio, pero sí existen medidas alternativas, repito, las que estamos trabajando con los bancos de inversión, apoyos adicionales con los bancos comerciales y también estaríamos pensando en buscar el apoyo de otros gobiernos. Muchas gracias.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas (desde su curul):

Pido la palabra, señor Presidente.

El Presidente:

Perdona, no está contemplada dentro de este acuerdo, de los partidos, la forma, déjenos terminar por favor esta ronda, pero antes, bueno, tiene la palabra el diputado Rafael Ceballos Cancino, para él sí, en nombre del PRI, a hacer su pregunta hasta por cinco minutos.

El diputado Rafael Ceballos Cancino:

Con su permiso, señor Presidente; compañeras diputadas, compañeros diputados; señor Secretario:

Nadie puede negar que la cartera vencida de los productores agropecuarios es un grave problema que tenemos que afrontar con imaginación y con responsabilidad.

Frente a esta realidad, los productores no pedimos condonaciones, ni borrón ni cuenta nueva, sino un trato justo que permita reactivar al sector en momentos tan difíciles. ¿Qué se va a hacer para atacar este problema, señor Secretario? Entiendo que los anteriores tratamientos no han resuelto el problema de fondo, ¿cuál es la postura de la Secretaría de Hacienda frente a este gravísimo problema, frente al ajuste inminente que tendrá que sufrir el gasto público y en el entendido que esta representación nacional manifiesta su interés y disposición por tocar lo menos posible el gasto social, cuál será el impacto de ese ajuste en el gasto destinado al sector agropecuario?

Nuestra visión es en el sentido de que brindar alimentos al pueblo de México es un renglón vital que requiere de apoyos más que de recortes. Señor Secretario, las crisis nos hacen reflexionar y en muchas ocasiones han sido factor de unidad entre los pueblos. ¿No sería conveniente pensar que éste es el momento para diseñar un programa agresivo al fomento de la actividad agropecuaria en México que nos permita reactivar la economía agrícola y generar la fuente de trabajo que está a punto de desaparecer del campo?

Nos preocupa que a estas alturas no se tengan listos los recursos de Procampo, Otoño-Invierno que se acostumbran entregar a productores en febrero, el frijol de Nayarit, el trigo de Sinaloa, el algodón y otros tantos productos no saben de fechas financieras, ni de esperas indefinidas, se cosecha o no se cosecha, necesitamos su intervención, señor Secretario, para que se cumpla lo programado en las entregas por la Secretaría de Agricultura.

Finalmente, señor Secretario, el Banrural. ¿Qué se está pensando hacer con Banrural? Sinceramente como está no nos sirve, las tasas del Banrural son iguales o más altas que las de cualquier otro banco, necesitamos en el campo una real y auténtica banca de fomento que sea palanca justiciera del desarrollo social, una ventanilla financiera que fomente la agricultura sin paternalismo, pero también, sin burocratismo. ¿Cuál es el criterio a este respecto, señor Secretario?

Le agradezco las respuestas que le dé a estas preguntas, que más que nada, están enfocadas al campo de México. Muchas gracias.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Muchas gracias, señor diputado Rafael Ceballos, por sus preguntas.

Es evidente que el sector agropecuario representa un pilar fundamental en nuestra economía y es evidente también que el nivel de las tasas de interés que actualmente experimentamos tiene un impacto particularmente pernicioso sobre los productores del campo. Yo quisiera, sin embargo, señor diputado, recordarle que en el año de 1994, se hizo un esfuerzo muy importante para resolver el problema de la cartera vencida del sector agropecuario, creo que no se ha resuelto en su totalidad y en esto coincido con usted, pero se hicieron avances sumamente importantes.

Primero, recordemos que la banca comercial, con el apoyo del FIRA y mediante el programa llamado CIRECA, se reestructuraron casi 33 mil casos de productores con problemas de cartera vencida por un monto cercano a los 7 mil millones de nuevos pesos. Esto representó más del 30% del saldo total de la cartera agropecuaria de la banca comercial. Creo que éste fue un esfuerzo sin precedente.

Estos 7 mil millones de pesos con los que se reestructuraron los adeudos de los productores bajo el programa CIRECA, fueron añadidos por el Gobierno a un programa normal del FIRA, de manera que representó, creo, un avance muy importante en este sentido.

El Banrural, por su parte, reestructuró 78 mil 715 casos de productores con cartera vencida, por un monto superior a los 2 mil 200 millones de nuevos pesos. Yo quisiera recordarle, señor diputado, que los productores se beneficiaron bajo los programas tanto de CIRECA como de Banrural, con tasas de interés reales de sólo 4% anual y con plazos hasta de 15 años, de manera que el programa que se puso en marcha, tanto por parte del FIRA que apoyó a la banca comercial, como por parte del Banrural constituyó un esfuerzo enorme por parte del Gobierno en contribuir a la resolución de estos problemas.

Sin embargo, reconocemos que, en la situación actual, muchos de los productores podrían enfrentar problemas de liquidez; por ello, en 1995 a través del FIRA y del Banrural, el Gobierno redoblará sus esfuerzos para que mediante crédito oportuno y programas de saneamiento financiero, apoyemos a los pequeños productores de nuestro país; de manera que su preocupación, señor diputado, respecto de la cartera vencida, la comparte el Gobierno, hemos actuado y seguiremos actuando.

En la pregunta segunda, señor diputado, nos menciona usted que en las acciones de recorte presupuestal que emprenda el Gobierno Federal, deberán protegerse los recursos destinados al sector agropecuario. Yo quisiera mencionarle que por instrucciones del señor Presidente de la República, los ajustes al presupuesto federal se han hecho con el propósito de mantener en la medida de lo posible el gasto social, el cual incide preponderantemente en el gasto rural.

Adicionalmente, he dado instrucciones al subsecretario de egresos, para que esta misma semana informe a la Comisión de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública, de cuáles son los rubros específicos en que se propone realizar estos ajustes de gasto.

Repito, los criterios fundamentales serán ante todo proteger el gasto social, principalmente los rubros de salud y educación, en los que pese al recorte, se están contemplando incrementos reales de gasto respecto de lo ejercido en el año de 1994.

En relación también a su inquietud sobre las medidas de fomento al sector agropecuario, permítame señalarle los diversos programas fiscales y financieros que tenemos previstos para este año.

En relación a Procampo, que fue una de las preguntas específicas, se incrementarán los apoyos fiscales en 20 nuevos pesos por hectárea en el ciclo otoño-invierno, y en el ciclo primavera-verano el incremento será de 40 nuevos pesos, lo que significan incrementos del 5% y del 10% respectivamente.

También se mantendrán los apoyos a la comercialización de los cultivos apoyados y sujetos a Procampo, por un monto de más de 1 mil 200 millones de nuevos pesos.

Vamos a mantener los programas de compra de Conasupo de maíz y frijol, por 5 mil 300 millones de nuevos pesos, para adquirir 309 mil toneladas de frijol y 8 mil 231 miles de toneladas, o sea 8 millones 231 mil toneladas de maíz . Estamos también manteniendo el presupuesto del programa de apoyo a la comercialización ejidal, por 146 millones de nuevos pesos, para productores de maíz y frijol de escasos recursos. Con ello se está buscando una mayor rotación, una mayor movilización de cosechas.

Estamos manteniendo, asimismo, los programas de infraestructura hidroagrícola. La Comisión Nacional del Agua, seguirá impulsando la transferencia de los distritos de riego a los productores, para su administración, conservación y mantenimiento.

En relación concreta a la oportunidad de la distribución de los recursos de Procampo, quiero decirle que ésta se cumplirá estrictamente en los plazos programados. El pago se iniciará a fines del próximo mes de febrero, se mantendrá el calendario fijado y los recursos presupuestales se incrementarán en los montos que ya mencioné.

Con respecto a la pregunta final sobre Banrual, usted señaló que esta institución cobra a sus acreditados una tasa de interés igual a la de Cetes. Quiero mencionarle que es la más baja a la que se allegan recursos financieros al campo. Asimismo Banrural ha experimentado un proceso de reestructuración profundo, a lo largo de los últimos años, eliminando muchos de los viejos vicios del pasado. No obstante, reconocemos, señor diputado, que es fundamental avanzar en este proceso de cambio.

De manera que compartimos desde luego sus preocupaciones por los productores del campo y dentro de la estrechez presupuestal que experimentamos en el año de 1995, pondremos especial énfasis y atención a cuidar los intereses de los productores del campo. Muchas gracias.

El Presidente:

Para la segunda ronda de preguntas, se han inscrito los siguientes diputados: Luis Sánchez Aguilar, Alberto Anaya Gutiérrez, Raúl Armando Quintero Martínez, Rodrigo Robledo Silva y Alfonso Molina Ruibal. Por lo tanto, tiene la palabra el diputado Luis Sánchez Aguilar, hasta por cinco minutos.

El diputado Luis Sánchez Aguilar:

Señor Presidente, antes de entrar en materia, dejo constancia ante el pleno de esta cámara que transcurrido el plazo de 30 días hábiles, los señores Dionisio Pérez Jácome y Fernando Pérez Noriega, presidentes de las comisiones de Gobernación y de Justicia, respectivamente no han dado respuesta a la denuncia de juicio político por traición a la patria y destrucción de la economía nacional, que presentamos el 24 de noviembre del año pasado. Así se obstruye la justicia, se incurre en abuso de autoridad, delitos tipificados en el código punitivo.

Señor Secretario de Hacienda; compañeras y compañeros diputados:

Para la fracción social demócrata* no se vale decir aquí, como han dicho el diputado Suárez y Dávila y el propio Secretario de Hacienda, que el entorno financiero no era previsible. El 31 de julio de 1991 se publicó en El Financiero esta predicción económica, cuando el dólar valía 2 mil 850 pesos aproximadamente, que para fines de 1994 la devaluación sería del 100%; esto es, que el dólar podría costar cerca de 6 mil pesos.

*Este partido no tiene representatividad en la Cámara de Diputados.

Esta es una investigación del Instituto Mexicano del Desarrollo, filial del Partido Social Demócrata. Cualquier mortal, por lo demás, lo hubiera podido advertir sin necesidad de ir a Harvard. El déficit de la balanza comercial, la previsible alza de la tasa de interés que ya se advertía a fines de 1993 y que haría que los capitales extranjeros cesaren su aceleración respecto a venir a México.

No se vale decir tampoco que la culpa es porque los mexicanos no ahorran, que la raza no tiene ese hábito, sin reconocer que el pactismo condena a los trabajadores al microsalario y la codicia fiscal de la Secretaría de Hacienda a la imposibilidad de reinvertir.

¿Por qué ahora se nos presenta como solución recurrir nuevamente al imperio y demandar 40 mil millones de dólares, un verdadero Plan Marshall para un solo país?, porque aquí se van a aplicar más dólares de lo que muchos países de Europa recibieron en lo individual para la reconstrucción, con una pequeña diferencia: allá era para efectos productivos, aquí es para pagar nuevamente a los acreedores.

Porque es el caso que aquí no se aclara, se omite decir, que ese dinero, los 40 mil, son para pagar a los poseedores de Tesobonos fundamentalmente, esto es, los estadounidenses ni siquiera remitirán el dinero a México, lo van a autoentregar a sus agencias financieras, para que esos poseedores afortunados tengan la certidumbre de cobrar en papel verde. Y aquí es donde nosotros preguntamos al señor Secretario de Hacienda, ¿por qué no se reconoce que esta sustitución de deuda interna por externa es para garantizar el interés de los extranjeros, y condenar a la miseria y al hambre a los mexicanos?

¿Por qué se nos dice que el compromiso hoy, respecto de los Tesobonos, es para pagar en pesos mexicanos y en el Zócalo, y qué irresponsablemente de ahora en adelante se pretende pagar en dólares y en Wall Street? ¿Por qué se oculta a esta representación que además de todo ello se acepta, como se dice en el caló policiaco mexicano, un entre financiero con el señor Clinton para que nos haga el favor de otorgar su aval? y por ese favorcito el señor Clinton se azota, como dicen los jóvenes de hoy, pidiendo sólo el 10%, 4 mil millones de dólares en términos juveniles "por adela", por adelantado, señores; 4 mil millones de dólares para demostrar que Clinton es amigo de Zedillo. Pues Zedillo será su amigo, pero Clinton no lo es de él.

Esta es una nueva versión de la política del buen vecino, como en los tiempos de Franklin Delano Roosevelt, nada más que de nueva cuenta, nosotros somos los buenos y ellos son los vecinos.

Compañeros diputados, yo los exhorto a que no admitamos esta nueva monstruosidad, que nos neguemos a esta acción irresponsable, lesiva a la soberanía, que sí va a aumentar en 40 mil millones de dólares la deuda externa, porque hoy por hoy no lo debemos en dólares, a partir de que el Secretario de Hacienda dé consigna para que la mayoría priísta apruebe su plan, sí será deuda con extranjeros y en dólares.

Nosotros proponemos alternativas, presentaremos inminentemente el plan social demócrata de salvación nacional, y ahí planteamos la cancelación de la deuda externa por inválida, ilegal y nula de pleno derecho. Plantearemos el control de cambio, ya que el señor Suárez y Dávila dice que no tenemos opciones alternativas; plantearemos la nacionalización de la banca y de las casas de bolsa y de cambio, que nunca debieron estar en manos distintas del Estado rector. Plantearemos el cobro de impuestos a los especuladores bursátiles; si se le cobrase a ellos, que hoy están exentos, podríamos desgravar hasta el 100% a cerca de 10 salarios mínimos y propondremos finalmente que los señores integrantes de esta representación nacional en un acto de responsabilidad, de patriotismo, rechacemos el pactismo, que es una concepción fascista que sustituye el poder del Congreso de la Unión.

Apelo al patriotismo de los compañeros legisladores, veamos que hoy el Secretario de Hacienda se atreve a acciones más lesivas a la soberanía que las que en su peor momento hizo Antonio López de Santa Anna, por lo menos aquel López de Santa Anna fue al campo de batalla.

Finalmente sostenemos que hemos sido víctimas de nueva cuenta en este sexenio de otro engaño. El candidato oficialista nos ofreció bienestar para nuestras familias, nos está imponiendo hoy el sacrificio para todos. Nos dijo en su campaña que él sabía cómo hacerlo. Sí, los eunucos también saben cómo hacerlo, mas no pueden.

Compañeros diputados, no al protectorado yanqui sobre México, no al Estado libre y asociado, México no es Puerto Rico. ¡Que viva México!

El Presidente:

Señor Secretario de Hacienda, tiene usted la palabra.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Con su venia, señor Presidente:

No voy a responder a los insultos del señor diputado Sánchez Aguilar; y vamos a estar desde luego atentos a las propuestas que el Partido Social Demócrata ponga sobre la mesa.

Quisiera yo simplemente precisar algunos aspectos de la intervención del señor diputado Sánchez Aguilar, en el sentido de que menciona él que se estaría pagando comisiones del orden de los 4 mil millones de dólares por adelantado. Creo que esta información que ha salido en la prensa, es una información desde luego totalmente imprecisa y falsa.

Desde luego las comisiones que en su caso se pagarían por esta garantía, tendrían que estar en línea con el tipo de comisiones, el tipo de sobretasas que México pagaba hace relativamente poco tiempo sobre las emisiones de su deuda soberana.

Yo quisiera recordarles que en el año de 1989, cuando México regresó a los mercados voluntarios de capital, con una emisión del Banco de Comercio Exterior, las sobretasas que se pagaban sobre la deuda mexicana en relación con la referencia internacional de la tasa interbancaria de Londres, o bien de los rendimientos de los papeles, los rendimientos de los Bonos del Tesoro del gobierno americano, eran sobre tasas muy altas. La primera emisión del Banco de Comercio Exterior, salió a más 900 puntos base; esto es, a más de 9% por encima de los papeles de la referencia internacional a la que hacía mención, como es la tasa interbancaria de Londres o los Bonos del Tesoro norteamericanos.

Sin embargo, del año de 1989 al año de 1994, el Gobierno de México y las instituciones de la banca de desarrollo pudieron colocar papeles tanto, repito, del Gobierno Federal, como de los bancos de desarrollo, a tasas mucho más reducidas.

Ya para fines del año de 1993, las tasas a las que podía colocar sus papeles el Gobierno mexicano y los bancos de desarrollo, resultaban incluso inferiores a los 20 puntos base, esto es a un 2%.

Quisiera mencionar que en las conversaciones que se han tenido con el gobierno norteamericano respecto del tipo de comisiones que habría que pagar en su caso por el otorgamiento de garantías, México ha dejado su posición de que no estaría dispuesto a pagar comisiones o sobretasas que estuvieran por encima de las que México pagaba recientemente en términos comerciales.

De manera que esta cifra que se menciona de los 4 mil millones de dólares, es una cifra totalmente absurda.

Mencionó el diputado Sánchez Aguilar, que por qué no se reconoce que el uso de estas garantías en su caso va a ser para garantizar el interés de los extranjeros.

Le respondería al señor diputado, que los Tesobonos, que los mantienen tanto ciudadanos nacionales como ciudadanos extranjeros, los vencimientos que hemos tenido de estos títulos en semanas recientes y que se han amortizado, no ha hecho distinción alguna, obviamente entre la nacionalidad de los tenedores de los títulos. De manera que es incorrecta la afirmación del señor diputado en el sentido de que los recursos se transferirían directamente del Gobierno mexicano a sus conciudadanos para el pago de los títulos. Esto simplemente no es correcto.

Menciona también el diputado que va a incrementarse la deuda externa en 40 mil millones de dólares. Yo le respondería a esto, que lo que se está negociando es una línea de crédito que pudiera llegar hasta los 40 mil millones de dólares. Sin embargo, la autorización que se está pidiendo al Congreso de la Unión, es para efectuar el canje de los Tesobonos por deuda externa, por un monto mucho menor. Este monto máximo correspondería al monto de Tesobonos en circulación que, como mencioné hace un momento, es del orden de los 26 mil millones de dólares.

Quisiera mencionar también que es muy improbable que, aun si se dan estas líneas de crédito de los 40 mil millones de dólares, se vayan a canjear la totalidad de los Tesobonos en circulación. Creo que incluso esto no sería deseable.

Los Tesobonos finalmente han sido un instrumento útil y creo que no debemos descartar el hecho de que sigan, o sea, no debemos eliminar totalmente la circulación de este instrumento, aun si estuviéramos en posibilidad de hacerlo.

Creo que los Tesobonos, repito, jugaron, en años anteriores fueron un instrumento de financiamiento útil, jugaron un papel positivo dentro de las opciones de financiamiento para el Gobierno Federal. Repito, lo malo de esto fue que se emitieron por montos excesivos, pero creo que sería también indeseable el cancelar totalmente la circulación de los Tesobonos.

De manera que lo que esperamos es que ese canje de Tesobonos por papel de deuda externa, sea por montos mucho menores e incluso a los Tesobonos que están en circulación. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra el diputado Alberto Anaya Gutiérrez, por cinco minutos, para hacer su pregunta.

El diputado Alberto Anaya Gutiérrez:

Con su permiso, señor Presidente; compañeras y compañeros diputados; señor Secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz Martínez:

Para el Partido del Trabajo son una preocupación las iniciativas a las reformas al sistema financiero nacional, las propuestas reconocen dos de las principales carencias de los intermediarios del sistema financiero nacional, una insuficiente capitalización y un bajo nivel de competitividad. Sin embargo, la propuesta es insuficiente para atacar de raíz su principal deficiencia, su notoria desvinculación con el aparato productivo nacional y la práctica de tasa de interés usurarias.

Lo sustancial de la iniciativa parece dirigido a alentar una mayor participación del capital extranjero en el sistema financiero nacional; es decir, acelerar la apertura del sector especialmente a las instituciones financieras extranjeras. Consideramos que lo que está previniendo es la inminente posibilidad de quiebra de instituciones bancarias, que debido a su elevado nivel de endeudamiento externo y de carteras vencidas, han propiciado el colocarse en esta situación de gravedad. En tal sentido se está dando lugar a que el capital extranjero, pueda entrar a la compra de estas instituciones.

Consideramos que este propiciamiento de mayor intervención del capital extranjero en el sistema financiero nacional, no es por sí solo la solución a los problemas por los cuales la banca nacional, se ha colocado en tan grave situación.

Han sido las usureras tasas de interés activas y los extraordinarios márgenes de ganancia oligopólicos, los que han sido la causa de las carteras vencidas en México y que el sistema bancario sea altamente ineficiente, en cuanto a su papel de intermediar el financiamiento al sector productivo nacional, obstruyendo al desarrollo económico del país.

Por consiguiente, la apertura por sí misma, aunque útil para contribuir a elevar la eficiencia y colaborar a acabar con el oligopolismo prevaleciente, no es suficiente; son necesarias medidas adicionales que induzcan a que el nuevo capital, foráneo, al igual que el nacional, participen en el sistema financiero, para que apoyen efectivamente a los sectores de las pequeñas y medianas empresas del país y no sólo venga a gozar de las tasas oligopólicas impuestas.

En ese contexto, al Partido del Trabajo le interesa saber lo siguiente, señor Secretario: ¿cómo se propone el Gobierno evitar que los bancos extranjeros entren al mercado mexicano exclusivamente a gozar de sus tasas de interés de usura? ¿Qué se plantea para que el sistema financiero nacional apoye efectivamente al aparato productivo nacional y a sus sectores más desprotegidos financieramente, en concreto la pequeña y la mediana industria?

El Gobierno no está afrontando el problema fundamental y vuelve a ser tibio en sus propuestas quedándose en más de lo mismo, cuando la situación del sistema financiero nacional se enfrenta a una de sus peores crisis.

La apertura indiscriminada y la sujeción de toda la economía a las prácticas financieras de los banqueros nacionales, nos tiene en esta crisis. ¿Qué se propone hacer para ir por fin al fondo de los problemas? Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra el Secretario de Hacienda.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Muchas gracias por su pregunta, señor diputado Alberto Anaya Gutiérrez:

Usted se ha referido principalmente a la iniciativa de reformas a las leyes financieras que tienen como propósito fundamental, propiciar la capitalización de nuestro sistema financiero, facilitando el acceso, tanto a inversionistas nacionales como a inversionistas extranjeros. Déjeme recapitular cuáles son las principales propuestas.

En primer lugar, se trata de simplificar la estructura accionaria del capital de los grupos financieros, de las instituciones de banca múltiple y casas de bolsa, permitiendo una mayor participación no solamente de extranjeros, sino también de personas morales, de nacionalidad mexicana y déjeme explicarle cuál es la motivación de esta iniciativa.

En primer término, hoy tenemos una legislación que establece una segmentación accionaria en el capital de los bancos que ha dado como resultado en una primera instancia que sea difícil lograr la capitalización de muchas instituciones con la velocidad que se requiere. Hoy, por ejemplo, el 51% de los bancos que están representados por la serie "A" debe estar suscrita únicamente por personas físicas de nacionalidad mexicana. Esto impide que personas morales, esto es, que empresas, puedan también participar, aunque de manera minoritaria, en el capital de las instituciones. Dada la situación de la banca el día de hoy y usted señala correctamente que la banca enfrenta un problema de insuficiencia de capital y de carteras vencidas crecientes, creo que es fundamental el propiciar la capitalización de las instituciones. Yo creo que debemos ser cuidadosos y distinguir entre los intereses de los dueños de las instituciones, los intereses de los banqueros y los intereses del país en mantener un sistema financiero sano y capitalizado.

Las iniciativas de decreto que propone el Ejecutivo van a fortalecer esta segunda consideración. Es indudable que existe una gran preocupación por los montos en las tasas de interés, tan elevados y por el incremento de las carteras vencidas de los bancos. Una manera justamente de permitir que los bancos pongan en marcha mejores programas de reestructuración en beneficio de los usuarios de crédito, es justamente propiciando su adecuada capitalización y es en este sentido que las leyes y los decretos que se están proponiendo procurarán este fortalecimiento del sistema.

Quiero decirle que los extranjeros no gozarán de mayores privilegios que los mexicanos en esta nueva iniciativa de reforma. Usted pregunta concretamente ¿cómo se propone que el Gobierno impida que la banca extranjera entre a México con tasas de interés de usura? Bueno, justamente con la entrada de la banca extranjera, con la autorización de nuevas instituciones de crédito para operar en nuestro país, estamos propiciando una mayor competencia que debe de incidir en una disminución de los márgenes financieros. Es más, si vemos el comportamiento de los márgenes del sistema bancario en los últimos años, es notorio cómo a través de la mayor competencia de las instituciones financieras, tanto de México como del exterior, antes domiciliadas afuera y ahora ya operando internamente, trabajan justamente en el sentido de reducir los márgenes y aumentar la competitividad.

Pensamos que una mayor participación de la banca extranjera en nuestro país, va a ser útil no solamente para fomentar, repito, una mayor competencia y una reducción de márgenes, sino para proveer en estas circunstancias difíciles en que muchos bancos, sobre todo, los bancos de tamaño más reducido tienen problemas para reconocer sus problemas de cartera vencida, estas iniciativas van a propiciar una capitalización mayor de estas instituciones.

Yo quisiera mencionar muy enfáticamente, que en estas iniciativas no se está proponiendo, desde luego, entregar el sistema de pagos o la banca nacional a los extranjeros. Hoy en día la participación del conjunto de la banca extranjera en el mercado financiero nacional, es de alrededor del 8%, con las autorizaciones que se les dieron recientemente a los bancos extranjeros para operar en nuestro país.

En otros países de América latina como: Chile, Argentina, Brasil, en Canadá y en muchos de los países europeos, la participación de la banca extranjera en el mercado crediticio total es muy superior, es del orden del 20% al 30%. Nosotros pensamos que aun con esta facilidad que se le estaría dando a la banca extranjera para participar en la capitalización de los bancos mexicanos, estaríamos muy lejos de llegar a los porcentajes de participación y de penetración que hay en otros países, repito, creo que es fundamental y es, digamos, en el interés nacional de tener un sistema bancario sólido.

Y esta iniciativa no solamente contempla una mayor participación de la banca extranjera y una mayor capitalización por parte de personas morales. Hemos instituido un mecanismo a través del Fondo Bancario de Protección al Ahorro, (FOBAPROA), mediante el cual se están proporcionando apoyos a la banca nacional para que pueda fortalecer su capitalización. En la medida en que tengamos bancos mejor capitalizados, que puedan reconocer sus faltantes de reservas para enfrentar posibles quebrantos o créditos de dudosa calidad, en esa medida podremos atender mejor la petición y el clamor de los usuarios de crédito en el sentido de que a las tasas de interés actuales es muy difícil que cumplan con sus obligaciones. Un sistema bancario mejor capitalizado y mejor reservado finalmente va a redundar en beneficio de los usuarios de crédito.

Usted preguntaba, señor diputado, también, sobre los programas de apoyo a la pequeña y a la mediana industrias. Creo que finalmente con estos programas de apoyo será posible establecerlos mejor en la medida, repito, que tengamos un sistema bancario más fuerte, mejor capitalizado.

El compromiso del Gobierno, el compromiso de las autoridades financieras y hacendarias es con un sistema financiero sólido y con un sistema financiero viable; no es el compromiso con el dueño o con los dueños de las instituciones. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra el diputado Raúl Armando Quintero Martínez, para hacer su pregunta, hasta por cinco minutos.

El diputado Raúl Armando Quintero Martínez:

Señor Presidente:

Antes de que inicie la cuenta de mi tiempo, quisiera señalar, a nombre de los cinco diputados miembros del Sindicato de la UNAM, del STUNAM, que estamos en esta sesión, que reprobamos el hecho de que alrededor del Palacio Legislativo haya una cantidad impresionante de policías, que ha impedido que algunos cientos de compañeros trabajadores de nuestro sindicato hayan llegado a esta sesión y pareciera que hay un cerco alrededor del Palacio Legislativo. ¡Queremos asentar esta protesta!

Compañeros: ¡Ojalá los diputados del PRI, de allá, así gritaran para defender los intereses de la nación y de los trabajadores!

Los trabajadores no deben pagar la crisis. La devaluación del 21 de diciembre de 1994 precipitó y desnudó con toda crudeza una crisis económica que, Carlos Salinas, utilizando los enormes recursos económicos del país, obtenidos por las privatizaciones de cientos de empresas estatales y por la aplicación de algunas medidas macroeconómicas, entre ellas, las de aplicar los bajos salarios, apertura comercial casi total e indiscriminada y el pago de altas tasas de interés a los inversionistas financieros.

¡Esta crisis muestra el derrumbe de varios mitos geniales del proyecto económico neoliberal!

El Gobierno decía que los mexicanos ya no conocerían más el problema de la deuda. !Falso! Ahora de nueva cuenta, con el crédito por 40 mil millones de dólares de los Estados Unidos, el país llegará, en este año, a una deuda de 200 mil millones de dólares. ¡Que la hace la nación subdesarrollada más endeudada del mundo!

También decían que las crisis anteriores, de 1982 y 1987, se debían, entre otras cosas, al agotamiento del modelo de sustitución de importaciones, por lo que le impusieron al país un nuevo modelo, basado en apertura y tratados de libre comercio. ¡Se demuestra ahora que esta alternativa ha resultado falsa!

El Gobierno se ufanaba de que con la apertura, México ya era un país exportador; pero resultó que los insumos y mercancías que se importaron todos estos años fueron significativamente mayores a nuestras exportaciones. ¡De ahí el enorme déficit de la cuenta corriente 1993 de alrededor de 20 mil millones de dólares y 1994 de alrededor de 28 mil millones de dólares!

Pero el mito más grave fue el de la supuesta recuperación del salario de los trabajadores mexicanos, a través de los anticonstitucionales pactos económicos se nos impusieron topes salariales que cada año subieron por debajo de la inflación. ¡Acumulando durante el sexenio de Carlos Salinas, el 50% de pérdida del poder adquisitivo!

No debemos olvidar que en la década de 1980-1990, definida como década perdida, la participación en el producto interno bruto de las remuneraciones de los trabajadores disminuyó del 36% en 1980 al 22.1% en 1992.

En la década de 1982-1992 todos los salarios de los muy diversos sectores de trabajadores mexicanos fueron brutalmente reprimidos, siendo el salario mínimo el que más disminuyó, ya que se rezagó hasta un 50%.

¿Qué hizo que el salario se convirtiera en un mito genial? La decisión de varias medidas:

1. La cancelación de aumentos generales para todos los trabajadores.

2. La negociación de empresa por empresa y de institución en institución.

3. La imposición de esquemas productivistas.

4. A través de los pactos iniciados por Miguel de la Madrid, continuados por Carlos Salinas y refrendado ahora por Ernesto Zedillo, los trabajadores vimos pasar de aumentos, de acuerdo con la inflación anterior, para luego hacerlo sobre la inflación estimada, desapareciendo con ello la indexación que se propuso en el primer pacto.

Los trabajadores mexicanos en esta crisis nuevamente estamos siendo vistos como soporte y resorte de la economía en un país que verá caer en 1995 su producto interno bruto a menos cero, aunque el Gobierno dice que será de 1.5 y primero decía que sería de 4; que parecerá una inflación aproximada de 30% ó 35%; que tendrá que pagar en este año por intereses de la deuda unos 20 mil millones de dólares; que vivirá el cierre y quiebra de cientos de empresas medianas, pequeñas y micro, y que generará con ello miles de trabajadores despedidos, ello hace que los asalariados y los sectores más pobres de la población carguen con todo el enorme peso de la crisis.

El Acuerdo de Unidad para Superar la Emergencia Económica, firmado el 3 de enero, por el Gobierno y las cúpulas de empresarios y líderes sindicales y campesinos, contiene medidas de forma y fondo que representan más de lo mismo. El movimiento sindical ya sabe que este pacto es neoliberalismo puro, que sus acuerdos ponen en grave riesgo la soberanía nacional, pues se pretende modificar, entre otras cosas, el artículo 28 de la Constitución, para poder privatizar Ferrocarriles Nacionales y las áreas principales de la petroquímica.

Se pretende abrir aún más la economía, pese a que la apertura anterior, tan grande, abrupta e indiscriminada, es causa fundamental de la crisis. Se aplica el binomio insoportable de "libertad de precios", pero topes salariales para los trabajadores; este año el 7% es ridículo.

El Presidente:

Se le suplica al orador redondear su pregunta, porque ya se pasó del tiempo.

El diputado Raúl Armando Quintero Martínez:

Vamos a terminar, igual que lo hizo el señor diputado del PRI.

Señores diputados: el programa económico recesivo propuesto por el doctor Ernesto Zedillo, para superar la emergencia nacional, va a colocar en una situación de desastre nacional al empleo. Resulta que en el presente año el Gobierno preveía, según lo dijo aquí mismo el ex secretario de Hacienda, Jaime Serra, 800 mil empleos nuevos, teniendo para este mismo año la incorporación de 1 millón 200 mil nuevos mexicanos en edad productiva, pero con la aparición de la crisis todos sabemos que no se creará ningún empleo, con lo que todos los jóvenes que se incorporan a la edad productiva en el año en curso, están destinados al desempleo, al subempleo o de plano a la delincuencia y la prostitución.

Esta crisis grava la dinámica que ya se venía viviendo con el empleo durante toda la década de los ochenta, pero que en el Gobierno de Carlos Salinas adquirió una dimensión sumamente preocupante, pues de 1 millón de puestos de trabajo que debían crearse cada año, sólo se creaban 400 mil y si hacemos el cálculo de 1982 a 1992 podemos observar con preocupación que se dejaron de generar entre 6 y 7 millones de empleos.

Pero el desastre nacional en el empleo no se debe sólo a la falta de creación de nuevos puestos de trabajo, sino también, a la política de reajustes masivos de personal que se vivió en los gobiernos de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas, particularmente por la privatización o reestructuración de las empresas paraestatales. Los programas de ajuste económico golpearon duramente a sectores que se caracterizaron por su elevado nivel de empleo, como lo eran: los sectores minerometalúrgico, el petrolero, el electricista; que en conjunto despidieron en los últimos siete años a casi 150 mil trabajadores.

Ahora mismo hemos leído, que en Nuevo León, 7 mil trabajadores perdieron su empleo; que en Jalisco calculan 45 mil despedidos en 1995; Televisa ya despidió a 2 mil 500 trabajadores en el curso de la última semana; el Sindicato Nacional de la Industria Química y Petroquímica considera que su rama perderá 17 mil empleos en este año; en la industria automotriz todas las empresas están...

El Presidente:

Vuelvo a insistirle al orador que su tiempo ha terminado. Le suplico, señor diputado, redondeé su pregunta.

El diputado Juan Nicasio Guerra Ochoa(desde su curul):

Señor Presidente, le quiero expresar que en la medida de lo posible, la fracción del PRD hemos sido flexibles en el tiempo con el acuerdo que tomó la bancada de Acción Nacional y el PRI, pero que nosotros no participamos y no aceptamos tampoco que los diputados de todas las fracciones tengan tiempo y las respuestas del Secretario no lo tengan, vamos a la esencia del asunto, ésta es una comparecencia y lo que queremos son respuestas claras. Le rogaría que como ha sido con los otros oradores, haya flexibilidad para que el diputado Armando Quintero, pueda concluir su intervención.

El Presidente:

No hay problema por esta Presidencia en darles flexibilidad en el tiempo, el problema es el respeto que ustedes se merecen para ustedes mismos, que es, yo estoy tratando de mantener lo más cercano posible el tiempo acordado, entiendo que algunas preguntas se extiendan algo más. Señor diputado Quintero, continúe por favor.

El diputado Raúl Armando Quintero Martínez:

Estoy en la fase última de mi documento. La política de ajuste durante los siete años de pacto que han deprimido hasta lo indecible el salario y que ha generado el desastre nacional del empleo, fue posible gracias al férreo control que el Gobierno impuso a través de la Secretaría del Trabajo y del nefasto Arsenio Farell Cubillas, así lo demuestran dos hechos:

1) En 1982, los sindicatos realizaron 16 mil 30 emplazamientos a huelga y estallaron 675, el porcentaje más alto de la última década;

2) En 1993, solamente se realizaron 6 mil emplazamientos y estallaron únicamente 125 huelgas. ¿Qué representa la gráfica, disminución de emplazamientos y estallamientos de huelgas cuando hay pérdida de empleo y de salario? Representa dos cosas: una, la visión autoritaria antisocial del Gobierno y dos, la sumisión de un movimiento sindical agrupado en el Congreso del Trabajo anquilosado y sumiso.

Señor Secretario, los trabajadores mexicanos requieren urgentemente dos programas para enfrentar la emergencia económica; proponemos:

1o. Programa de recuperación salarial consistente en:

a) El aumento salarial de emergencia de por lo menos 15%, toda vez que la inflación este año será de tres veces el tope salarial del siete;

b) Indexación del salario con la inflación, para lo cual se revisará trimestralmente como sucedió en el primer pacto establecido en el Gobierno de Miguel de la Madrid, y

c) Exentar del pago de impuesto a los trabajadores que ganen hasta cuatro salarios mínimos.

2o. Programa emergente de empleos:

a) Impedir el reajuste del personal en los gobiernos federal y estatal, así como en las empresas paraestatales, de manera cierta o simulada a través de los retiros voluntarios;

b) Apoyar a la mediana, pequeña y micro empresas con algunos subsidios, crédito y liberación de algún porcentaje de impuestos, según su tamaño, para impedir su quiebra y el despido de trabajadores;

c) Otorgar por lo menos 1 millón 200 mil becas de capacitación; es decir, 400 mil más de las propuestas, y

d) Incrementar el gasto social en general y en particular, el destinado a proyectos productivos.

Compañeros diputados del sector obrero del PRI, en estos momentos en los cuales los trabajadores mexicanos de nueva cuenta cargan sobre sus ya cansadas espaldas todo el peso de la crisis, pese a que nosotros no tenemos ninguna responsabilidad de la torpeza de los gobernantes, ésos que en sólo seis años generaron para oprobio del país a 24 multimillonarios, reclaman de una respuesta contundente que revierta la insoportable pobreza de los trabajadores mexicanos, los llamamos a luchar, a luchar juntos sin siglas por delante, sólo por el interés de nuestros afiliados; si no lo hacen pronto, más pronto de lo que creen, los trabajadores se los van a sancionar.

Por nuestra parte, aquí y ahora manifestamos que lanzaremos una campaña nacional intensa en favor de todos los trabajadores mexicanos.

Señor Secretario, ¿cuál es el compromiso concreto del Gobierno para aliviar la pobreza de los trabajadores? Díganos usted por favor de manera clara y puntual, si puede y saben hacer algo por los trabajadores; si no pueden o no saben, renuncien por el bien de México. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra el señor Secretario de Hacienda, para responder a la pregunta.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Con su venia, señor Presidente; muchas gracias señor diputado Quintero por su intervención y sus preguntas.

Antes de hacer algunas consideraciones y propuestas puntuales, usted se refirió a varios aspectos del programa económico que no funcionaron. Creo que en intervenciones anteriores me he referido a algunos de estos aspectos que efectivamente hemos reconocido que no funcionaron, sin embargo, hubo medidas, hubo estrategias, hubo una convicción de que el rumbo que estaba tomando y que está tomando todavía el país, estamos hablando aquí de que la crisis que estamos sufriendo es una crisis temporal, es un tropiezo del cual ciertamente los mexicanos nos vamos a levantar.

El país está hoy en una mejor y mucho mejor situación para poder soportar los efectos de esta crisis financiera temporal que estamos viviendo. Usted menciona que el país fracasó con el objetivo de la reducción de la deuda externa y que este año podía llegar, incluso, hasta los 200 mil millones de dólares; yo quisiera señor diputado, después, que me dijera usted de dónde sacamos estas cifras, pero la deuda externa neta total del país, estimada al cierre de 1994, la deuda externa, sería del orden de los 77 mil 785.7 millones de dólares, ésta es la deuda externa neta.

La deuda externa neta, se computa quitándole a la deuda externa bruta, que es de alrededor de 85 mil millones de dólares, las garantías dentro de los activos que tiene México en el exterior y que están representadas por las garantías y los cupones asociados con las emisiones de los llamados bonos bready y de los bonos aztecas, que son activos que México tiene en el exterior y que obviamente deben ser deducidos al monto total de la deuda bruta.

Usted, seguramente se está refiriendo a la posibilidad de que se haga también el canje de Tesobonos por deuda externa, sumándole digamos un monto que podría llegar a los 26 mil millones de dólares, repito, este monto seguramente no se va a dar, porque no se va a canjear la totalidad, pero suponiendo que se canjearan, digamos unos 15 mil a 18 mil millones de dólares, la deuda externa total del sector público llegaría alrededor de 90 mil millones de dólares.

Pero pensando incluso en que se pudiera canjear la totalidad de los Tesobonos por deuda externa, repito, la deuda externa total del sector público en 1995, significaría un porcentaje del producto interno bruto no superior al 33%, esto es más o menos la mitad de lo que teníamos en 1988, de manera que si bien somos los primeros en reconocer que hubo fallas justamente en esa estrategia y en este modelo y se ha dicho públicamente, también es importante distinguir los aciertos y es importante distinguir el hecho de que el avance de las finanzas públicas, la consolidación de las finanzas públicas, el desendeudamiento que ha tenido el país en estos últimos seis años, la transformación de la planta industrial, la diversificación de las exportaciones, nos colocan hoy en una mucho mejor situación para soportar esta crisis.

Es cierto que es una crisis que difícilmente se previó de su magnitud y es una crisis obviamente que no la quisiéramos tener, pero yo me pregunto, ¿cómo podría el país soportar una crisis de esta magnitud si no se hubieran hecho los avances del pasado? Creo que hoy estamos, repito, en una mejor, en una mucho mejor posibilidad de hacerla.

En segundo lugar, usted menciona probablemente en esta cifra de los 200 mil millones de dólares, está usted agregando parte de la deuda bancaria y la deuda privada, ésta sin embargo no es una deuda del Gobierno, es una deuda justamente de los bancos y del sector privado, que no forman parte de la deuda pública del país.

Y quisiera yo recordarle, señor diputado, que a pesar del impacto de la devaluación sobre la deuda y sobre su servicio, hoy el país está, repito, en mucho mejores condiciones de afrontarla. México no tiene un problema de solvencia en sus cuentas externas, México tiene un problema de liquidez por los vencimientos de corto plazo.

Simplemente para darle una cifra, señor diputado, en 1988 el país pagaba aproximadamente el 17% del producto interno bruto, por concepto del servicio de la deuda pública; en 1995, en el presupuesto que fue sometido a esta honorable legislatura en el mes de diciembre, se preveía un pago de 2.2% del producto interno bruto como servicio total de la deuda pública.

Considerando los efectos de la devaluación y el incremento de servicio de la deuda interna que representa el impacto sobre los Tesobonos y también la revaluación de los pagos de la deuda externa por concepto de la devaluación, estaremos pagando este año únicamente el 2.8% del producto interno bruto como pago de intereses sobre la deuda total, esto significa, que estaremos pagando aproximadamente la quinta parte por concepto de servicio de deuda, de lo que pagábamos hace seis años.

De manera que repito el país está en condiciones de servir adecuadamente su deuda externa.

Habla usted también, señor diputado, de la pérdida del poder adquisitivo del salario en los últimos años. Si bien es cierto, que el salario mínimo ha tenido una pérdida considerable del poder adquisitivo en los últimos años, es también importante considerar que la proporción de los trabajadores que gana hoy un salario mínimo, es muy inferior a la que teníamos hace seis o siete años. Probablemente, no tengo las últimas cifras del INEGI, pero la proporción de trabajadores que gana hoy un salario mínimo, debe ser inferior ya en 1995 al 15%.

Usted menciona que los salarios de los trabajadores cayeron en los últimos años. Efectivamente, el deterioro, yo diría, más importante del salario real, se dio justamente en la década de los ochenta, cuando tuvimos desgraciadamente en el país una política que propició la espiral salarios-precios, sin embargo, de 1988 a 1994, el crecimiento acumulado de las remuneraciones medias reales en el sector manufacturero, creció el 40% la remuneración real, son datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática y éstos obviamente están basados en la encuesta industrial mensual...

El Presidente:

Silencio, por favor. Continúe, señor Secretario.

El secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Tanto los salarios, los sueldos, como las prestaciones se incrementaron en estos cinco años en términos reales de manera sustancial.

Repito, éstos son datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística y están basados en la encuesta industrial mensual.

El Presidente:

Vuelvo a repetir a las personas que nos acompañan en las tribunas, si no guardan compostura tendremos que desalojarlas. Les pedimos que por favor guarden silencio y compostura.

El diputado Eric Eber Villanueva Mukul (desde su curul):

Señor Presidente, quisiera hacer una interpelación al señor Secretario.

El Presidente:

Yo creo que el momento para las interpelaciones no está acordado. El problema es que para mantener el orden en una sesión, la única forma es seguir acuerdos, porque si no va a haber 500 opiniones dentro de esta cámara. Yo les pediría que por favor no las hagan.

El diputado Eric Eber Villanueva Mukul (desde su curul):

Insisto en hacerle una pregunta al señor Secretario.

El Presidente:

Disculpe señor diputado, en la siguiente ronda de preguntas hay derecho a réplica y contrarréplica. No es posible en este momento acceder a su petición.

Señor diputado, yo le pediría que por favor comparta esa pregunta con el que hará uso de la palabra en la siguiente ronda.

La diputada María del Rosario Robles Berlanga (desde su curul):

Señor Presidente, yo quiero hacerle una pregunta a usted, no al señor Secretario.

El Presidente:

En otro momento, por favor.

La diputada María del Rosario Robles Berlanga (desde su curul):

En este momento quiero hacerla.

¿A qué acuerdo se refiere?, porque nosotros no participamos en él.

El Presidente:

Continúe, señor Secretario.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Con su venia, señor Presidente:

El señor diputado Quintero mencionó varios puntos concretos: programa de recuperación salarial; mencionó el señor diputado Quintero salario de emergencia, indexación del salario a la inflación, exención del pago de impuestos a los trabajadores hasta cuatro salarios mínimos y también impedir el reajuste de personal en empresas paraestatales y en el Gobierno Federal; apoyos a la pequeña y mediana empresas con subsidios, otorgar 1.2 millones de becas e incrementar el gasto social y en particular, entiendo, el gasto, ya habíamos mencionado las becas anteriormente, el gasto en capacitación.

Señor diputado, yo quisiera decirle que el Gobierno Federal, el Gobierno de la República está profundamente consciente y preocupado por el deterioro de los salarios, que conlleva necesariamente a la crisis por la que estamos viviendo. Pensamos, sin embargo, señor diputado, que este deterioro debe ser estrictamente temporal y debe ser un deterioro también manejable.

Estamos conscientes que una parte, como se ha señalado también, que una parte muy importante de la población tiene ingresos sumamente bajos. Creo justamente por eso que es indispensable el que superemos cuanto antes esta emergencia económica y que esta reducción del ingreso y de los salarios sea estrictamente transitoria.

Estamos atentos señor diputado, a escuchar sus propuestas, estamos atentos a considerar las propuestas de ustedes, las propuestas obviamente de toda la clase trabajadora. Tenemos que buscar juntos mecanismos para amortiguar el problema salarial que implica el sobrellevar esta crisis que estamos viviendo el día de hoy. Estamos perfectamente conscientes de ello, señor diputado, es por ello que el Gobierno ha propuesto aumentar de 500 mil a 700 mil las becas que se habían programado para 1995.

Usted propone aumentarlas a 1.2 millones, vamos a considerar esta propuesta a ver hasta dónde podemos incrementar las becas.

Creemos y coincidimos con usted, en que el otorgamiento de esas becas en estas circunstancias constituye un programa particularmente efectivo, es por ello, repito, que se propuso el incremento inicial, pero ciertamente estaremos abiertos dentro de los espacios que implica el ajuste presupuestal, a incrementar este otorgamiento.

Menciona usted el apoyo a la pequeña y mediana empresas con subsidios. Yo creo, señor diputado, que esta preocupación que usted expresa y que también se ha mencionado por algunos otros legisladores, es perfectamente legítima. Creemos y coincidimos con usted en que el impacto sobre la pequeña y mediana empresas, tanto de la apertura que se ha llevado a cabo en los últimos años, como particularmente de la crisis por la cual atraviesa el país, es particularmente perniciosa.

No descuidaremos los esfuerzos, tanto por la parte de estímulos fiscales, por la parte presupuestal y por la parte de banca de desarrollo, en el fortalecimiento de los apoyos a la pequeña y mediana empresas.

Yo lo que le quiero recalcar, señor diputado, es que en las circunstancias de hoy, lo prioritario es superar esta emergencia económica transitoria y poder salir lo antes posible de este problema, para justamente dedicarnos a lo importante, no a lo urgente. ¿Qué es lo importante?, lo importante es volver a crecer y lo importante es volver a crecer sobre una base sana, sobre una base que realmente permita que este crecimiento sea sostenible y que se traduzca finalmente en una recuperación real y sostenible de los ingresos de los trabajadores.

Señor diputado, si nosotros volvemos a prácticas de indexación salarial, a la inflación anterior, lo que vamos a lograr es justamente volver a la espiral precios-salarios de los años ochenta, años en que los trabajadores fueron los que salieron más perjudicados, años en que el salario real no solamente de los trabajadores, que obtienen un salario mínimo, sino de los salarios promedio, como usted acertadamente señala, sufrieron un mayor deterioro, por eso, repito, lo importante señor diputado, es poder lograr superar este problema en el menor tiempo posible y es por ello que el programa que estamos proponiendo, que tiene las vertientes que mencioné en mi intervención inicial, primero propone superar la parte financiera de la crisis, que es lo que nos está causando el problema en los mercados, el problema en el tipo de cambio y el problema de las tasas de interés.

En la medida que superemos esta problemática coyuntural en el menor tiempo posible, podemos retomar un camino de crecimiento con un incremento consistente y sostenido de los salarios reales, de manera señor diputado, que coincidimos en esta preocupación, estamos dispuestos a escuchar sus propuestas, estamos dispuestos a trabajar junto con ustedes y queremos, unidos todos, poder superar a la brevedad de lo posible esta emergencia. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra, el diputado Rodrigo Robledo Silva, para hacer su pregunta, hasta por cinco minutos.

Vuelvo a insistir a las tribunas en que guarden silencio y compostura.

El diputado Rodrigo Robledo Silva:

Señor Presidente, si me permite; señoras y señores legisladores; señor Secretario:

Después de la grave recaída que sufrió la economía mexicana, el Gobierno de Ernesto Zedillo volvió a someterse a políticas recesivas tradicionales, tales como austeridad, reducción del gasto público y contención salarial.

Y otras vuelven a repetirse de manera desigual, los costos de la crisis y lo único que está claro por el momento es la receta.

No quedan claros los tiempos y las justificaciones del caso, porque después de tantas maravillas neoliberales, ¿quién nos asegura que dentro de seis o 12 años no llegará otra crisis por alguna otra falla del modelo adaptada?

Durante las crisis anteriores, el Gobierno se empeñó en frenar el desarrollo económico del país al desestimular la inversión nacional, lo cual generó muchos conflictos.

En el sexenio de Salinas, las crisis políticas regionales se atenuaron con logros alcanzados en la estrategia macroeconómica, aunque los beneficios del segundo milagro no llegaron a las familias de los trabajadores.

No obstante, el empobrecimiento económico y la quiebra de las empresas con las nuevas reglas de la competencia y la supuesta congelación de precios, el Gobierno de Ernesto Zedillo se quedó sin el apoyo que brindaba el amortiguamiento de los golpes políticos.

Por ello, el mensaje político del sacrificio del pueblo mexicano, dado por el Presidente, dado el pasado 3 de enero, a nadie dejó satisfecho, señor Secretario.

Hoy el diagnóstico de la crisis no es totalmente correcto. El Gobierno no debe utilizar acontecimientos políticos de 1994, ni la insurrección de Chiapas como los únicos causantes de la fuga de capitales, como se pretendió hacer durante los primeros días de la crisis.

El problema de fondo se encuentra en la manera en cómo se llevó a cabo la apertura económica y comercial del país de una manera acelerada, sin discriminación, sin preparación previa y con un dólar barato, lo cual explica el enorme déficit comercial.

Señor Secretario: el paquete de medidas que constituye el pacto de emergencia, que tengo en mi mano aquí del diario Uno Más Uno, son equivocadas y están orientadas sólo al corto plazo. Esto significa más de lo mismo, pero de efectos retardados.

En el plano económico social, ya se agotó la paciencia de los trabajadores, lo que debilitará las supuestas ventajas del futuro modelo anticrisis. Cuando esto sucede la gobernabilidad de un país se debilita.

Por otra parte, el retraso para anunciar el pacto de emergencia mostró que el grupo gobernante tiene obstáculos para obtener el consenso de los trabajadores.

Pero utilizando la vieja estructura corporativa de control político, se obtuvo un consenso formal que finalmente de nada ha servido ante la devaluación.

Hoy, ante el caos económico que se desencadenó a raíz de la devaluación del peso, el Gobierno Federal decidió implantar una estrategia emergente para superarlo, bajo el supuesto de que es en el menor tiempo posible.

Señor Secretario, ¿cuál es el tiempo estimado por usted y su partido para salir del boquete económico que tenemos todos los mexicanos?

Por cierto, señor Secretario, teníamos entendido que había un compromiso en el sentido de que los secretarios de estado habían de ser institucionales y por ello no identificarse como partido político alguno en el desempeño de sus funciones como una de sus primeras intervenciones.

¿Cree usted, señor Secretario, que un obrero mexicano puede vivir dignamente con un aumento salarial del 7%, cuando tiene una inflación que oficialmente se anuncia de cuando menos el 19%? ¿Qué programas se afectarán con la reducción del 1.3% del producto interno bruto en materia de gasto público? y ¿Cuál será su impacto en la economía ya que no ha quedado claro?

¿De qué manera, señor Secretario, se resolverá el problema de las carteras vencidas, para reactivar el campo mexicano, la micro y la pequeña y grande empresas y en general qué tratamiento se dará a las carteras vencidas?

¿Qué programas concretos se aplicarán para estimular y mantener la productividad de la micro, pequeña y medianas empresas, que vayan más allá de la implicación administrativa?

¿Por qué no se puso en marcha una política fiscal específica, para aligerar la carga que representa para los sectores obrero y empresarial, la actual crisis?

¿Por qué dentro del acuerdo no hay un programa específico de financiamiento auxiliar, que permita a las empresas con deuda extranjera, solventar sin grandes pérdidas sus obligaciones?

Señoras y señores legisladores; señor Secretario: el panorama en que vivimos es agobiante, pues la combinación de austeridad y recesión, con una sociedad movilizada, vuelve muy complicado el escenario de la nación. Los tiempos de la economía y de la política se han empalmado, en consecuencia, ya no puede postergarse la reforma política, con el pretexto de seguir el ajuste económico.

Existen distancias importantes entre los discursos y los hechos, por ello, Acción Nacional, ante esta representación y de frente a la sociedad mexicana, exige a usted, señor Secretario, respuestas claras. Hoy, los mexicanos exigimos un México sin mentiras.

El Presidente:

Tiene la palabra, el Secretario de Hacienda, para contestar las preguntas.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Con su venia, señor Presidente; gracias señor diputado Robledo Silva, por su intervención:

De hecho son varias preguntas puntuales, aparte de las consideraciones nacionales que realizó, voy a intentar darle respuesta a cada una de las preguntas que usted mencionó.

¿Cuál es el tiempo estimado para salir del boquete económico que tenemos? Yo le respondería, señor diputado, que en la medida que podamos, repito, superar la parte financiera de la crisis, que esto lo podemos hacer, esperamos próximamente, estamos hablando de unas cuantas semanas, lograremos estabilizar el mercado financiero, el mercado cambiario, propiciar una revaluación de la moneda nacional, que hoy en día su tipo está muy subvaluada y poder entonces aplicar los distintos elementos del programa.

Pensamos que si el ajuste, repito, es intenso, este ajuste podrá ser realmente de muy corto plazo. Esperamos que hacia fines del año ya veamos una recuperación de la actividad económica y una perspectiva real de recuperación de los salarios, que es la segunda pregunta a la que usted se refería.

Desde luego, ya me referí o ya comenté extensamente en la intervención anterior, que el Gobierno está perfectamente consciente de la gravedad del problema del deterioro salarial, pero este problema, estoy seguro, se agravaría mucho más, si no atendemos en corto plazo, esta urgencia, esta emergencia económica y la superamos.

En relación con los programas que se afectarán con la reducción del 1.3%, del PIB, en materia de gasto público, yo le diría lo siguiente: en apego al decreto aprobatorio del presupuesto para 1995, se procedió adecuar el gasto público a las nuevas circunstancias económicas reduciendo erogaciones en forma selectiva y sin afectar las metas sustantivas del gasto social.

En materia de gasto corriente. Para esto, del 1.3% de reducción del gasto programable del gobierno para 1995 aproximadamente .8% del PIB se hará con cargo al gasto corriente y el remanente .5%, al gasto de inversión. En relación con el gasto corriente se estará ajustando el gasto de las dependencias y entidades, protegiendo las metas de los programas de educación, salud, abasto social y de apoyo a los productores agrícolas, así como las comunidades indígenas. Estaremos manteniendo, en términos nominales, el gasto en solidaridad. Estaremos reduciendo la adquisición de materiales y suministros, protegiendo los programas de granos, de adquisición de medicamentos y suministro de combustible.

Estaríamos reduciendo de manera importante el presupuesto para servicios generales, racionalizando el uso de servicios como electricidad, teléfono, agua, etcétera.

En materia de gasto de inversión, lo que se estaría proponiendo es una reducción del gasto de inversión posponiendo los nuevos proyectos y reduciendo su ritmo de ejecución. Estaríamos protegiendo, sobre todo, aquella inversión que es generadora de divisas y aquella que impacta la elaboración de bienes y servicios que se utilizan de manera importante en los procesos productivos de la industria nacional. Estaríamos protegiendo el gasto en conservación y mantenimiento, así como el de los proyectos de protección al medio ambiente, por ejemplo, en la parte del sector comunicaciones y transportes que yo conozco, porque estuve encargado del despacho por un periodo breve, había un presupuesto muy importante destinado a la construcción de nuevas autopistas y también una parte muy importante destinada a la conservación. Lo que estaríamos buscando en el recorte presupuestal a la inversión en el sector comunicaciones y transportes es proteger, sobre todo, el gasto en conservación y en mantenimiento de carreteras, que éste es, probablemente, el gasto más redituable desde el punto de vista social y desde el punto de vista económico.

De manera que en el diseño de estos recortes, que serán explicados ampliamente por el subsecretario de egresos a la Comisión de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública, en los próximos días, estaríamos, repito, buscando que se preserven las obras que están en marcha, que algunas de ellas, quizá, se puedan concluir a un ritmo menor, pero la idea sería, sobre todo, posponer aquellas que no son estrictamente indispensables, para el año de 1996.

Pregunta usted, señor diputado, "de qué manera se resolverá el problema de las carteras vencidas para reactivar el campo mexicano y en general qué tratamiento se dará a las carteras vencidas".

Creo que en una de las preguntas anteriores di respuesta amplia, los programas que se han puesto en marcha o que se pusieron en marcha en 1994 tanto por parte del FIRA, como por parte del Banrural, para resolver el problema de la cartera vencida del sector agropecuario. Para el año de 1995 vamos a mantener las transferencias fiscales y presupuestales para el Banrural y para el FIRA, de manera de no afectar los programas de financiamiento al campo y de posibilitar que se continúe la reestructura de las carteras vencidas de los productores agropecuarios que hayan sido particularmente afectados por esta crisis y que no hayan sido beneficiados por los programas que se pusieron en marcha anteriormente.

En relación con las carteras vencidas de la pequeña y mediana empresas y de productores que no están vinculados específicamente con el sector agropecuario, repito, los bancos están publicando y hoy lo han hecho ya algunos de ellos, programas específicos para la reestructuración y la atención a las carteras vencidas. Esa es una parte de la solución del problema.

La otra, son los mecanismos de capitalización a los bancos que también he explicado extensamente con anterioridad, entre los cuales se propone el incremento de la inversión de personas morales mexicanas y del capital de las sociedades y también una mayor participación por parte de los bancos extranjeros.

Están también contemplados los apoyos del fondo de protección bancaria al ahorro, a la banca, a las instituciones bancarias del país, repito, esto va a propiciar la posibilidad de que las instituciones se capitalicen, de que se creen las reservas suficientes y que se puedan castigar las carteras vencidas.

En la medida que las instituciones estén fortalecidas, van a poder otorgar mejores condiciones de reestructuración a sus clientes.

Pregunta usted ¿qué programas concretos se aplicarán para estimular y mantener la propiedad de la micro, pequeña y mediana empresas, que vayan más allá de la simplificación administrativa? Yo quisiera mencionarle sobre este tema, señor diputado, que en materia fiscal ha habido diversas medidas que se han aplicado ya en favor de la pequeña y mediana empresas, por ejemplo, se amplió el límite para las personas físicas con actividades empresariales, de 910 mil nuevos pesos a un millón, para que puedan tributar en el régimen simplificado del impuesto sobre la renta; se amplió de 2.4 a 4 millones de nuevos pesos, el límite de ingresos para los contribuyentes del régimen general que pueden realizar pagos provisionales trimestrales de todas sus contribuciones, incluso las que son a cargo de terceros.

Se permite que las empresas con ingresos de hasta 4 millones de nuevos pesos puedan efectuar la deducción de sus inversiones, incluso si éstas se encuentran en las tres grandes zonas conurbadas del país, siempre y cuando sus activos no excedan de 7.9 millones de nuevos pesos.

Se permite también a las empresas integradoras de empresas micro, pequeñas y medianas, el poder tributar en el régimen simplificado del impuesto sobre la renta, hasta por cinco años, siempre que sus ingresos propios no excedan del monto que resulte de multiplicar 500 mil nuevos pesos por el número de socios, sin que esta cantidad exceda los 10 millones de nuevos pesos.

Las empresas pueden deducir del impuesto sobre la renta, sus intereses y pérdidas cambiarias de manera simplificada, utilizando los factores que al efecto publica la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Es un punto importante ¿no? Todas las empresas, pequeñas y medianas, que están endeudadas en moneda extranjera, van a poder reducir íntegramente sus pérdidas cambiarias de acuerdo como lo señala la ley, de manera simplificada sin tener que llegar a cálculos complicados.

También estas empresas gozan de facilidades en el cálculo del impuesto al activo.

Las personas físicas con actividades empresariales, con ingresos inferiores a 466 mil nuevos pesos al año, del régimen simplificado, tienen una deducción automática de tres salarios mínimos sin ningún requisito formal. Además se estableció la posibilidad de realizar el pago de impuesto hasta en 36 parcialidades, siempre y cuando éstos no correspondan a los últimos tres meses.

En materia financiera, repito, a pesar de que se está planteando un recorte a los programas de intermediación de la banca de desarrollo, tendremos particular y especial cuidado que en el caso de los programas de Nacional Financiera, que apoyan a la pequeña y mediana industrias, y en los casos del Banco Nacional de Comercio Exterior, que también están apoyando a este tipo de empresas que están destinadas o bien a actividades de exportadores o bien a la sustitución de importaciones, que estos programas los cuidemos.

Vamos a impulsar que los recursos de Nacional Financiera se concentren, durante 1995, íntegramente a la pequeña y mediana empresas.

El resto de los programas de Nacional Financiera, que se habían orientado en alguna medida o bien a financiamientos de operaciones que posteriormente llevarían a empresas a cotizar en los mercados de valores o bien el financiamiento de obras de infraestructura por parte de Nacional Financiera, se reorienten en apoyos durante este periodo de emergencia nacional, a apoyos a la pequeña y mediana empresas.

Menciona usted: ¿por qué no se puso en marcha una política específica para aligerar la carga que representa para los sectores obrero y empresarial la actual crisis?

Bueno, desde luego ya se dieron algunos apoyos fiscales para los obreros, para los empleados que ganan hasta dos salarios mínimos. También estaríamos considerando en el contexto del consejo asesor fiscal, como lo mencioné anteriormente, propuestas específicas de apoyo, de tipo fiscal, de apoyo a la pequeña y mediana empresas, siempre teniendo en mente, desde luego, la necesidad de conservar la sanidad de las finanzas públicas.

Y finalmente la pregunta es: ¿por qué dentro del acuerdo no hay un programa específico de financiamiento auxiliar que permita a las empresas con deuda extranjera solventar sin grandes pérdidas sus obligaciones?

Bueno, acabo de mencionar que en el caso de la pequeña y mediana empresas, las pérdidas cambiarias en que estén incurriendo, van a poder calcularlas con el régimen simplificado. Pero este beneficio de poder deducir las pérdidas cambiarias no solamente se aplica a la pequeña y a la mediana empresas, sino se aplica a todas las empresas en general. Muchas gracias, señor diputado.

El Presidente:

Tiene la palabra, el diputado Alfonso Molina Ruibal, para hacer sus preguntas, hasta por cinco minutos.

El diputado Alfonso Molina Ruibal:

Con su permiso, señor Presidente; señoras y señores diputados; señor Secretario:

Quisiera referirme a un tema que, como prácticamente todos los que aquí se han abordado, preocupa a vastos sectores de la opinión pública en el país, que es el del sistema bancario.

No cabe duda que ante la situación por la que atraviesa el país, tan sensible para todos los mexicanos, se requiere transparencia y precisión al exponer la estrategia de la economía nacional. Convicción de que se transita por el rumbo correcto para el propio país. Decisión para superar lo que estimamos sea una crisis de coyuntura. En pocas palabras: se requiere recuperar la confianza.

En este contexto es indudable que ante la emergencia económica resulta prioritario capitalizar al sistema financiero. Se le pretende dotar de un marco normativo que fortalezca su estructura, que mejore su organización y funcionamiento. Se trata, en suma, de apoyar a la banca, al sistema financiero en sí y se nos dice no a los banqueros.

Estamos hablando de proteger y dar seguridad a los ahorros del público, de dar solidez a los intermediarios financieros; es decir, un sistema financiero mexicano más competitivo, más eficiente, frente al reto de la apertura y de las actuales circunstancias.

Sin embargo, señor Secretario, surgen algunas inquietudes y algunas preocupaciones que tienen qué ver, tanto con las iniciativas propiamente dichas, como con el comportamiento en sí del sistema financiero. Ya se refirió usted a algunas de ellas, probablemente sea el momento de profundizar en otras.

Y en efecto, aquí se le preguntó: ¿cómo evitar que el sistema financiero mexicano no quede en manos de inversionistas o de instituciones extranjeras? ¿No se está dejando la impresión de que las modificaciones propuestas, de que los extranjeros tienen más facilidades que los propios mexicanos? ¿No sería factible establecer salvaguardas para asegurar que el sistema de pagos quede en manos de nacionales? ¿Cabría entonces la posibilidad de que se incluya la cláusula ya negociada en el Tratado de Libre Comercio?

Por otro lado, estoy seguro que no escapan a su análisis y a su sensibilidad los severos cuestionamientos de que ha sido objeto el sistema bancario. Desde los altos niveles de intermediación financiera que en ocasiones se identifican con una auténtica usura e inciden por lo tanto en las tasas de interés, hasta el manejo irresponsable de algunas instituciones y es así y usted lo dijo, cientos de miles de empresas pequeñas y medianas han sido duramente golpeadas por las altas tasas de interés y por los efectos de la devaluación y así vemos una paradoja, donde empresas que habían reestructurado sus adeudos antes de diciembre, se encuentran ahora ante la incapacidad de hacer frente al servicio de la deuda y esto incide en el problema de la capitalización de la propia banca.

Queda claro que se está pretendiendo atender el problema de la capitalización y sin embargo, y aquí reitero algunas preguntas que ya algunos señores diputados de las diferentes fracciones le han hecho: ¿existe algún programa de Gobierno Federal, para apoyar precisamente a la micro, a la pequeña y a la mediana empresas, pero también a los pequeños ahorradores que tienen o deudores que tienen préstamos hipotecarios, de compra de automóviles o de otros bienes de consumo duradero?

¿Cómo conciliar, y usted ya lo señaló, me dio mucho gusto, la reducción que se va a hacer en el presupuesto de la banca de desarrollo con la necesidad de apoyar la cartera vencida y no nada más la vencida, sino la que está por vencer, como producto de las nuevas circunstancias?

Sabemos que se trata de un análisis sector por sector, caso por caso, ¿pero no sería posible que exista una estrategia que implique la corresponsabilidad del propio sistema financiero?, es decir, no nada más dejar a que ellos por su libre arbitrio y su propia voluntad lo hagan, sino que intervenga directamente la autoridad hacendaria.

En síntesis, estamos de acuerdo que se capitalice el sistema financiero, pero que al mismo tiempo se atienda la planta productiva.

Y un comentario final, señor Secretario. Probablemente en la historia económica reciente del país a ningún titular de las finanzas públicas le había tocado venir por primera vez a una Asamblea legislativa como ésta, en las condiciones que hoy enfrenta el país. Pero de igual manera a quienes representamos a la mayoría en esta cámara, que somos los priístas, nos toca como ahora cerrar filas en torno a la estrategia económica planteada por el Presidente de la República, enriquecida por cierto por nuestras propias convicciones.

Por todo ello, señor Secretario, estoy seguro que tanto esta Asamblea como el pueblo de México, escuchará con atención sus respuestas. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra, el Secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Con su venia, señor Presidente; muchas gracias, señor diputado Molina Ruibal, por sus preguntas:

Pregunta usted cómo evitar que el sistema financiero quede en manos de extranjeros. Creo que ésta es una pregunta importante y yo la respondería de dos maneras. La primera, es que habría un compromiso específico de que el sistema de pagos desde luego quede en manos de mexicanos.

¿Qué es el sistema de pagos? Un sistema de pagos es el conjunto, abarca el conjunto de transacciones más importantes que pasan por el sistema financiero del país. En el caso de México, pues obviamente son los bancos más grandes los que realizan la mayor parte de los pagos y de las compensaciones por las transacciones financieras, por las transacciones comerciales, por las transacciones productivas del país. Desde luego el sistema de pagos, éste es un compromiso, quedaría en manos de mexicanos.

En segundo lugar lo que se pretende con esta iniciativa, es que los extranjeros vengan a apoyar sobre todo a algunas instituciones pequeñas que están teniendo problemas y que justamente por esos problemas de capitalización no pueden atender a sus clientes, no pueden atender a la pequeña y mediana empresas y no pueden atender a los usuarios del crédito, tanto en la parte hipotecaria, como de tarjetas, como los bancos más grandes pueden atenderlos.

Hace unos días uno de los bancos más importantes del país publicó que para el caso específico del crédito hipotecario, no se aumentarían los pagos mensuales en más de un 5% respecto de los que se venían realizando el año pasado, este tipo de programas que los puede hacer un banco bien capitalizado no los puede hacer un banco pequeño. No los puede hacer un banco al que le falte capital; es por ello, repito, que se están proponiendo los diversos mecanismos de capitalización al sistema bancario, entre otros, el incremento de la posibilidad de la participación de inversión extranjera en la banca y sobre todo el apoyo a través del Fondo de Protección Bancaria a los bancos y déjenme comentarles cómo funciona este mecanismo del Fondo de Protección Bancaria para los bancos.

Si algún banco tiene problemas de faltante de capital y varios bancos los han tenido, porque al revaluarse los activos que tienen en moneda extranjera en algunos casos quedan por debajo del capital mínimo que les exige la ley, el Fondo Nacional de Protección al Ahorro está supuesto a suscribir obligaciones subordinadas que son forzosamente convertibles en capital, esto es, el apoyo del Fondo de Protección Bancaria es la institución y los accionistas de los bancos tienen que dejar en garantía de estos créditos las acciones correspondientes, de manera que de no rescatar los dueños de los bancos, los accionistas, estas acciones del Fondo Nacional de Protección al Ahorro, este fondo se quedará con las acciones, los actuales accionistas de los bancos se diluyen y podrá el Fondo Nacional de Protección al Ahorro eventualmente realizar la venta de estas acciones, de manera que es muy claro que el compromiso de las autoridades y el compromiso del apoyo que se está realizando a través del Fonaproa es con las instituciones del sistema financiero nacional.

Creo que esto es muy importante, repito, distinguir el aspecto institucional del aspecto patronal en todo este problema.

Menciona usted también que aparte de los apoyos a la micro y pequeña empresas y a los pequeños deudores a los que ya me referí, si no sería posible el tener algún esquema digamos más generalizado de apoyos a aquellas personas o a aquellas empresas que tienen carteras vencidas.

Yo quisiera señalar en este sentido, señor diputado, que como hemos observado, ha habido ya movimientos en distintas partes del país en grupos de personas de deudores que quieren solicitar al Gobierno y a la banca quitas generalizadas o moratorias de pago de sus obligaciones y de sus deudas. En este sentido yo quisiera señalar, que los recursos que prestan los bancos son los recursos del público, no son los recursos de los bancos, el capital de los bancos es una proporción relativamente pequeña de todos sus activos, esto es, de todos los créditos y los bancos tienen que tener por ley una capitalización, esto es una proporción de alrededor del 8.5 ó 9% de sus activos en riesgos, esto es, de los créditos; de manera que si están proponiendo esquemas generalizados de posposición de pago, la única manera de hacerlo sería hacer esquemas similares para posponer el retiro de los ahorros y de los depósitos y esto obviamente es una proposición que es totalmente inaceptable.

Por eso es importante, repito, fortalecer institucionalmente el sistema, es muy importante que los bancos tengan y cuenten con el capital suficiente para que puedan ofrecer justamente estos programas de reprogramación de adeudos y ofrecer un alivio real a los deudores no solamente, repito, en la parte agropecuaria, que eso ya lo comentamos con amplitud, pero también a aquellos que están agobiados el día de hoy, porque los créditos hipotecarios, el pago mensual del crédito hipotecario se les ha subido de manera estratosférica y que están viendo que no pueden pagar con su salario mensual la hipoteca que se les está exigiendo.

Creo que es fundamental que los bancos tengan y lo están haciendo muchos de ellos, programas específicos para que estos problemas que están enfrentando muchas familias y muchas personas se suavicen, porque es impensable, repito, que esa burbuja inflacionaria que estamos viviendo y esta burbuja que se está reflejando en pagos de intereses más altos, no se atienda.

Estamos trabajando con la Asociación Mexicana de Bancos, para estimular que haya programas de este tipo y en la medida de las posibilidades vamos a meter también a los recursos de la banca de desarrollo en apoyo a programas específicos, mas no generales, de reestructuraciones de créditos en la banca.

Usted finalmente comentaba, señor diputado, cómo conciliar la reducción de los programas de la banca de desarrollo con la necesidad de apoyar a la micro y la pequeña empresas; yo mencionaba anteriormente que lo que vamos a hacer específicamente en el caso, tanto de Nacional Financiera como del Banco Nacional de Comercio Exterior, es buscar que todos los programas de estas instituciones se enfoquen al apoyo a la micro y pequeña y vamos a dejar de lado otros programas que se habían instrumentado en el pasado y que eran importantes para el desarrollo en la infraestructura, para el desarrollo, digamos, de otros programas relacionados con los mercados de capitales, para enfocar todas nuestras baterías a la pequeña y mediana industrias. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra el diputado Manuel Marcué y Pardiñas, para hacer sus preguntas... ¿No está?

Pasamos a la tercera ronda con derecho a réplica. Para ello se han inscrito los siguientes diputados: Serafín Núñez Ramos, Graco Ramírez Garrido Abreu, Gustavo Gabriel Llamas Monjardín, José Manuel García García y Antonio Sánchez Gochicoa.

El diputado Marcué se ha presentado. Tiene la palabra, diputado.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Hubiese querido ser especialista en economía y profundizar en ella para hacer preguntas inteligentes y profundas, fuertes, no preguntas... como diré para no molestar a los que han subido a esta tribuna... ustedes me entienden, no preguntas amistosas, sino pensando en el país, pensando en lo que ha sucedido en el país.

Señores, he recorrido el país con Cuauhtémoc Cárdenas durante ocho años, a partir... de ese recorrido y al final de ese recorrido de ocho años, por toda la superficie de la República, en municipios, rancherías, todos los estados de la República, he encontrado que en mi pueblo, el pueblo de ustedes también, que en ese pueblo hay incertidumbre y tristeza, particularmente en el campo mexicano.

Yo quisiera, si pudiera el Secretario de Hacienda, que nos dijera cuáles fueron las consecuencias en la economía nacional de hechos gravísimos que se han sucedido en la economía mexicana, a partir del asesinato de Colosio, a partir del asesinato del señor Massieu, a partir del asesinato de muchos mexicanos, entre ellos 390 miembros del PRD. ¿Cuál fue?, ¿cómo obró?, ¿cómo incidió en esos hechos de carácter político en la economía y en lo que ahora sufrimos? Tal vez sea difícil la pregunta para el Secretario de Hacienda, pero es grave y es bueno recordarlo, porque la política incide sobre la economía.

Si hay ciudadanos politizados con conocimiento en los problemas nacionales, se organizan, opinan, escriben y presionan a los gobiernos para que lleven a este país por buen rumbo.

Qué ha sucedido, señores, algunos políticos y lo digo con respeto, lo digo con respeto, porque yo no subo a esta tribuna a criticar a las personas, a aquellas personas que han tenido el poder, subo a esta tribuna, porque yo he criticado al régimen de Salinas, yo creo que a esta tribuna se debe subir a criticar a Salinas, cuando se ha venido a esta tribuna muchas veces a criticarlo, cuando ostentaba el poder, por eso creo que tengo autoridad para decir algunas cosas.

Yo le quisiera pedir al Secretario de Hacienda, que me dijera cómo incidió la política de agresión, de crimen, de miseria en el campo, de bajos salarios en los obreros, de baja situación económica en las clase media, cómo incide la política en la economía, porque yo oí a muchos señores economistas y ahora los oigo todavía, que lo principal es la economía y no la política.

Yo creo que una y otra van unidas y que cuando se tiene conciencia y se está politizado y es lo que no tiene este pueblo, es lo que no tiene este pueblo, porque nos han despolitizado desde 1940, desde el presidente Alemán, Ruiz Cortines, López Mateos, todos los...

El Presidente:

Diputado Marcué, ya se agotó su tiempo.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Ya voy a terminar. Todos los presidentes se han ocupado en despolitizar a este pueblo y para mí lo que sucede ahora viene de allá, no nada más es el régimen de Salinas.

Quiero terminar diciendo que si nosotros seguimos despolitizando a nuestro pueblo, nuestros hijos, nuestros nietos van a sufrir gravemente las consecuencias, porque no van a poder hacer presión sobre los gobiernos y sobre los grupos políticos, para que el país siga un buen rumbo.

Voy a hacer la pregunta. Quiero preguntar a usted, señor Secretario, si puede informar a este Congreso de la Unión, ¿qué personas de la banca, unidas a personas del Gobierno y qué grupo político, seguramente del PRI, compraron dólares un buen número de días antes de la devaluación? Es necesario que sepamos qué grupo de 10 ó 15 mexicanos fueron los que saquearon a los bancos comprando dólares y haciéndole un grave daño al país. Eso es importante que lo supiéramos señores.

Yo creo que el señor presidente Zedillo debe formar un buen equipo político a su alrededor, un equipo político plural, que le hable con claridad de los problemas nacionales, para que no le suceda lo que le sucedió al señor presidente Salinas. Pensó que su equipo económico era muy bueno y desde mi punto de vista por no tener presiones y oír a los políticos, en México ha sucedido lo que ha sucedido.

Yo espero que los señores del PRI ya no se sigan matando entre ellos, porque las consecuencias de esos asesinatos y los asesinatos de miembros del PRD, también han incidido en la economía nacional y también son culpables de la incertidumbre, del hambre de los campesinos y de la incertidumbre y tristeza de los obreros. Ojalá los señores del PRI, que tienen 50 ó 60 ó 70 años haciendo esa clase de política, tuvieran por un momento patriotismo y no estuvieran perjudicando al país. Ya basta, ya es bueno que se despidan.

El Presidente:

Señor Secretario, si usted desea hacer uso de la palabra.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Muchas gracias señor diputado Marcué y Pardiñas por su intervención.

Usted ha hecho básicamente dos preguntas, dos planteamientos. Primero, es en qué medida han influido los actos criminales que se registraron el año pasado, concretamente usted se refirió al asesinato de Luis Donaldo Colosio, de Francisco Ruiz Massieu y a otros actos criminales que se cometieron durante 1994.

Usted mencionó que la política incide sobre la economía y evidentemente estos actos que fueron criminales y que también tuvieron en algunas instancias probablemente connotaciones políticas, tuvieron influencia sobre los acontecimientos de 1994 y sobre la crisis que actualmente vivimos.

Yo coincido con usted señor diputado, en que efectivamente hubo un impacto importante de estos acontecimientos políticos sobre los acontecimientos económicos, sobre los hechos económicos de 1994 y sobre lo que estamos viviendo hoy en día. Eso no quiere decir, como alguien mencionó, que el Gobierno esté echando la culpa al problema de Chiapas o a los acontecimientos políticos por la crisis que hoy tenemos.

Yo creo que estos ciertamente influyeron, como lo mencioné anteriormente, lo mencioné al principio de mi exposición, en ir minando la confianza por parte de inversionistas, tanto de aquí como del extranjero, en las posibilidades de que México pudiera sostener el régimen cambiario y el déficit en cuenta corriente que observamos durante el año pasado.

De no haber ocurrido estos acontecimientos, es probable que la crisis que hoy vivimos se hubiera podido, quizá, por lo menos evitar en el tiempo, estoy diciendo, se hubiera podido, quizá, posponer, pero muy probablemente no se hubiera podido posponer indefinidamente, si no se hubieran tomado medidas para resolver el problema de fondo y de sustancia, de manera que lo que usted señala, señor diputado, es muy cierto en el sentido de que la política y la economía están íntimamente relacionadas y que ciertamente los acontecimientos políticos han tenido una influencia decisiva en la crisis económica que hoy padecemos.

Segundo punto, que usted mencionó, señor diputado, es que se informe sobre las personas de la banca y quienes hayan sido responsables de haber reducido, haber mermado las reservas internacionales del país.

Yo lo que le diría, señor diputado, es que por lo menos en los acontecimientos más recientes, es claro que fueron los inversionistas institucionales, los inversionistas del exterior, los fondos quienes finalmente habían ingresado, quienes habían ingresado los recursos, los que los fueron retirando, tanto a inicios de 1994, como en fechas más recientes.

A diferencia de otros episodios y concretamente de episodios de los años ochenta, en que fueron sobre todo los nacionales quienes realizaron la mayor parte, o quienes iniciaron los ataques especulativos en contra de nuestra moneda, lo que ocurrió en esta ocasión fue sobre todo retiros de fondos institucionales y de inversionistas del exterior que habían ellos contribuido, en primera instancia a fomentar esta entrada tan importante de capitales y de recursos que México tuvo entre 1991 y 1994. Muchas gracias.

El Presidente:

Como había anunciado, empezamos la tercera ronda, con derecho a réplica y tiene la palabra el diputado Serafín Núñez Ramos, para hacer su pregunta, hasta por cinco minutos, con derecho a réplica.

El diputado Serafín Núñez Ramos:

Gracias, señor Presidente; señoras y señores diputados; señor Secretario:

Una de las cuestiones fundamentales que debe discutir el Congreso de la Unión, en el actual periodo, es la propuesta de reforma a la Ley de Ingresos de 1995 ya aprobada. Aquí tiene que darse el debate sobre la política de ingresos que plantea el Gobierno para afrontar la crisis, pero el Partido del Trabajo ve con inquietud que las preocupaciones del Gobierno parecen quedarse confinadas al ámbito de la ampliación del endeudamiento externo, dejando de lado las otras cuestiones fundamentales que debieran ser debatidas.

En efecto, la única parte relevante del proyecto de reforma a la Ley de Ingresos de la Federación, enviado por el Poder Ejecutivo a la Cámara de Diputados, consiste en un pedido de autorización para ampliar los límites permitidos del endeudamiento público externo, en términos muy vagos y peligrosos, fuera de ello, no encontramos una palabra sobre los diversos aspectos de la ley que han sido desactualizados por la devaluación y la crisis, ni propuesta alguna ante las diversas cuestiones que deben reformularse.

La única propuesta relevante de la propuesta del Ejecutivo, se haya incluida en la modificación al párrafo dos de la Ley de Ingresos, referido a la autorización de operaciones de canje o refinanciamiento de títulos del erario público con el propósito de convertirlas en obligaciones de plazo más largo.

La propuesta gubernamental con relación a los bonos de la Tesorería nominados en pesos e indexados al tipo de cambio en dólares, se refiere a su canje o refinanciación "hasta por un monto en circulación a la fecha en que entre en vigor esta disposición".

El texto de la reforma propuesta no señala si los nuevos títulos serán nominados en pesos o en dólares, pero todo indica que el Gobierno piensa hacerlo en dólares, conforme se desprende de lo manifestado en los fundamentos de la propuesta.

Es ésta la parte del documento del Ejecutivo, en la cual se hace referencia a la conveniencia de que los nuevos valores fueran pagaderos en el exterior "a fin de hacerlos más atractivos a los inversionistas".

Pago en el exterior implica de hecho pago en dólares, lo que a diferencia del endeudamiento en pesos, sí requiere explícitamente de la autorización de la Cámara de Diputados.

Por lo expuesto, debe entenderse que el Poder Ejecutivo está solicitan do autorización para convertir deuda interna en externa por una suma cercana a los 30 mil millones de dólares, o sea, por un monto que implica un incremento de la deuda pública externa del orden del 35%, que la haría pasar de los 85 mil millones de dólares que tenía hacia fines de 1994 a unos 115 mil millones, sin contar los 2 mil, 3 mil o 4 mil millones que pudiera resultar de la suscripción del convenio de garantía en discusión con los Estados Unidos.

El PT entiende que la pretensión de convertir deuda interna en externa constituye un hecho incorrecto y peligroso, un hecho que debiera sustituirse por la autorización a cambiar Tesobonos por otros títulos de deuda equivalente a mayor plazo o preferentemente por activos productivos, como sería el caso de acciones en empresas respaldadas con estímulos fiscales u otro tipo de obligaciones en pesos de mayor rendimiento.

Tal tipo de conversión es totalmente posible por dos razones principales, creemos. La primera de ellas, es que la banca nacional posee el 40% de los Tesobonos y el estado dispone de instrumentos para negociar con ella la aceptación del pago en pesos en condiciones mucho más favorables que con los inversionistas extranjeros y si se alegara que no los tiene, pues es tiempo de crearlos. La segunda razón, es que la caída del precio de las acciones mexicanas vuelve hacerlas atractivas. Como resultado de ello, algunos grandes inversionistas nacionales, como Slim, por ejemplo, están volviendo a comprar como después del 1982.

¿Por qué no podrían también hacerlo inversionistas extranjeros si el Gobierno creara condiciones fiscales favorables?

En relación a la cuestión de la conversión de inversiones en Tesobonos e inversiones en empresas nacionales, no debe olvidarse que el Gobierno dispone de paquetes accionarios de la banca nacional que podrían entrar en la operación.

También podría existir la posibilidad de vincular las operaciones a un eventual paquete de privatización de empresas públicas no estratégicas.

Aquí la cuestión central, es que el Estado tiene más posibilidades de acceder a pesos que a dólares, siempre que se libere de las excesivas restricciones monetaristas que él mismo se fija, como la renuncia a recurrir a un moderado déficit fiscal temporal. Esta es una cuestión claramente aconsejada por las condiciones económicas actuales y la experiencia internacional que señala, que en o todo déficit fiscal es en sí mismo inflacionario y menos cuando existe una fuerte compresión como la que padecemos actualmente.

Pasando las omisiones contenidas en la propuesta del Ejecutivo, debe señalarse lo siguiente: que parece inconcebible que en la misma no se incluyan medidas de índole fiscal dirigidas a ampliar las fuentes del financiamiento público, a desgravar a los trabajadores y a la pequeña y mediana empresas o a desalentar los incrementos injustificados de precios, las adquisiciones especulativas de dólares, el consumo suntuario o la no reinversión de dividendos.

Con base en las anteriores consideraciones, la representación del grupo parlamentario del PT pregunta, primero: ¿Por qué el Gobierno Federal se plantea la conversión de deuda interna en externa sin considerar otros expedientes mucho menos onerosos como los señalados? segundo: ¿Por qué el Gobierno no propone ningún cambio de la política fiscal en relación a la aprobada en la Ley de Ingresos de la Federación, para otras condiciones económicas? Estas son nuestras preguntas, señor secretario.

El Presidente:

Tiene la palabra, el Secretario de Hacienda.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Con su venia, señor Presidente; muchas gracias, señor diputado Serafín Núñez, por su intervención y sus preguntas.

Ha hecho usted dos cuestionamientos muy concretos:

Primero, ¿por qué se plantea la conversión de deuda interna en deuda externa? y ¿por qué no se contemplan algunos otros mecanismos? Usted sugirió concretamente que pudiera plantearse la conversión de esta deuda interna, de los llamados Tesobonos, por valores de otro tipo, valores negociados en la bolsa, valores que corresponderían a facciones de empresas y de otro tipo, o incluso ligar esta redención de los Tesobonos con ingresos provenientes de desincorporación o de privatizaciones.

Yo le respondería a esta pregunta de dos maneras: en primer lugar, los Tesobonos obviamente serían instrumentos de deuda interna, porque están denominados en moneda nacional. Hay que recordar que éstos están vinculados al tipo de cambio, o sea, que son pagaderos en moneda nacional, pero están vinculados al tipo de cambio vigente el día en que los Tesobonos vencen y son amortizados. De manera que, aunque formalmente son deuda interna, de hecho tienen una liga muy especial con el tipo de cambio y por lo tanto constituyen obligaciones que se parecen, aunque no son evidentemente obligaciones de deuda externa.

En ese sentido es muy difícil pensar que se pudieran pagar esos Tesobonos, con títulos que no fueron denominados en moneda extranjera, ya que los tenedores de Tesobonos siempre tienen la opción de canjear estos títulos por moneda extranjera.

Por otra parte, es evidente que el Gobierno, pues no tiene suficientes montos de acciones de empresas comerciales o de bancos para proponer un canje de este tipo. Las acciones que tiene en propiedad el Gobierno Federal de bancos, se restringen, sobre todo a una participación importante en Bancomer, tenemos aproximadamente el 21%, el 22% de las acciones del grupo financiero Bancomer, que hoy todavía no han sido vendidas, no han sido colocadas, es un activo del Gobierno, pero ciertamente, sobre todo a los precios actuales, pues no podrían servir para efectuar un canje significativo de los Tesobonos y desde luego el Gobierno, pues no controla las acciones de las empresas industriales y comerciales que se negocian en la bolsa de valores, y por lo tanto, difícilmente el Gobierno podría proponer un canje de este tipo.

Menciona usted en su segunda pregunta concreta, por qué no se proponen cambios en la política fiscal que se pudieran traducir en modificaciones, o bien para fortalecer las finanzas públicas, o bien para proporcionar algún tipo de alivio o ayuda a la pequeña y mediana empresas y a los contribuyentes, en esa etapa tan difícil de la emergencia económica.

En preguntas anteriores he respondido, señor diputado, que se está creando el consejo asesor fiscal, que tomará en cuenta en las discusiones posteriores respecto a aspectos fiscales y de planteamientos concretos a la Ley de Ingresos, a la Miscelánea Fiscal, que sean sometidas a la consideración de esta soberanía, propuestas específicas, desde luego, tanto en la parte tributaria como en la parte de estímulos, pero siempre, repito, con la intención y con el propósito de conservar equidad y sanidad en las finanzas públicas.

Yo quisiera recordar que a pesar de los esfuerzos que se han hecho en fechas recientes en materia tributaria, el fisco recaba una proporción todavía relativamente baja del producto interno bruto por concepto de ingresos tributarios. Países que tienen una estructura tributaria semejante a la nuestra en materia de tasas impositivas, tanto en personas físicas como en personas morales, tienen una recaudación por concepto tributario considerablemente mayor a la mexicana.

En México, recaudamos por concepto de ingresos tributarios del Gobierno Federal, sin considerar los ingresos directos de los gobiernos de los estados y únicamente por el concepto de impuestos, sin contar derechos, productos y aprovechamientos, un poco más del 10.3% del producto interno bruto, ésta es una cifra, repito, que es en proporción a la que se recauda en otros países una cifra muy pequeña. Lo que se trata, obviamente, no es de aumentar necesariamente las tasas impositivas, sino de tener un sistema fiscal más simple, más equitativo y que permita lograr una recaudación tributaria mayor para que el Gobierno pueda atender, de esta manera, los compromisos sociales que le son inherentes y que son indispensables que lo haga. Muchas gracias.

El Presidente:

Para el uso de réplica, por parte del Partido del Trabajo, nos ha indicado que lo hará el diputado José Narro Céspedes.

El diputado José Narro Céspedes:

Nosotros queremos plantear, fundamentalmente, señor Secretario, el problema de la soberanía. Aquí se ha dicho que se piensa negociar un problema meramente fiscal, meramente monetario y meramente financiero. Nosotros sabemos que el problema financiero, que el problema económico influye en el terreno político, que la dependencia económica genera también dependencia política, no vemos que se hayan generado las condiciones como para evitar, si así como en 1982 nos saquearon los banqueros, se comentó, los banqueros nacionales, ahora fundamentalmente los que se llevaron los dólares, los que se llevaron los pesos mexicanos fueron los banqueros extranjeros, norteamericanos, que invirtieron, porque ganaban, a diferencia de Estados Unidos, que ganaban el 4%, aquí ganaban el 8% de interés anual y aparte estaba la inversión indexada a dólares.

Ese pago de intereses, fundamentalmente se generó a partir del sacrificio del pueblo mexicano; entonces ganaron con sus inversiones, altas tasas de intereses, pero aparte se llevaron los dólares y no vemos mecanismos que se hayan generado para evitar o que se planteen para evitar que esta situación se vuelva a presentar.

La propuesta que se hizo, es fundamentalmente cómo cambiar Tesobonos por instrumentos de inversión a corto plazo en instrumentos de inversión productiva, ofertándole, porque parte del problema con la inversión extranjera, fue de que se sentía por parte de los inversionistas extranjeros que tenían pocas áreas para invertir en cuanto al terreno meramente productivo.

Entonces, si la oferta es mucho mayor en el cambio, no vemos nosotros esta propuesta con claridad por parte de la Secretaría de Hacienda, como una alternativa para resolver el problema del pago de los Tesobonos, fundamentalmente que es una deuda interna que se convierte en deuda externa en forma inmediata.

Los cambios fiscales, si vemos que hay un problema de redistribución de la riqueza en México, que hay una alta concentración de la riqueza nacional y del trabajo nacional en unas cuantas personas, no vemos nosotros por qué esperar, así como no se esperaron para estos cambios, por qué esperar como un mecanismo de hacer mucho más equitativo realmente el problema del costo de la crisis, cambios fiscales en aquellas áreas y en aquellos sectores que se han venido beneficiando de la crisis, como es el mismo sector financiero, que fueron los beneficiados con tasas altas y que fueron los beneficiados también con un peso sobrevaluado. No vemos nosotros por qué esperarnos, porque no se esperaron ustedes a presentar estas propuestas al consejo asesor fiscal, ¿no?

Nosotros pensamos que una propuesta justa es una propuesta que permita también distribuir mucho más equitativamente el esfuerzo.

Y en tercer lugar, queremos plantear nosotros, como Partido del Trabajo, que el costo de la crisis, el costo de la actual situación no lo deben de pagar fundamentalmente, o sea, no se debe de pagar por los trabajadores ni por los sectores más desprotegidos.

En ese sentido el Partido del Trabajo se solidariza con la demanda de los trabajadores mexicanos, en concreto con los compañeros del STUNAM y con los trabajadores del campo. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra el señor Secretario de Hacienda.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Con su venia, señor Presidente; muchas gracias, señor diputado José Narro, por sus preguntas.

Toca usted tres temas. Primero es el tema de la soberanía y vuelve usted a mencionar que no está clara esa propuesta del intercambio de deuda interna por deuda externa. Quisiera sobre este tema mencionar simplemente dos elementos importantes.

Primero, es reiterar lo que ha mencionado el Presidente de la República, que no se tolerará ningún tipo de condicionalidad política, en el caso de que el Congreso americano apruebe la legislación que está proponiendo el Ejecutivo de aquel país para otorgar a México garantías. Esta debe ser una transacción puramente económica y comercial, de manera que los términos de referencia que contenga la legislación que en su caso se lleve al Congreso americano, debe referirse exclusivamente a materias económicas y financieras.

Y creo que el Presidente de la República ha sido claro y se ha reiterado de que no debe haber absolutamente ningún tipo de condicionalidad, ni sobre los recursos naturales del país, ningún tipo de condicionalidad sobre las relaciones que México tiene con terceros países y sobre las decisiones que competen a los mexicanos, con absoluto respeto a nuestra Constitución y a nuestras leyes. Esto se ha reiterado y lo repito, no estaremos poniendo en entredicho la soberanía nacional.

El segundo punto que usted menciona y reitera lo mencionado anteriormente, es de una vez ¿por qué no haber iniciado reformas de tipo fiscal que pudieran beneficiar a determinados grupos o empresas en esta crisis? Yo había respondido que esto haremos en el seno del consejo asesor fiscal y usted replicó que por qué entonces nosotros no nos esperamos a la constitución del consejo asesor fiscal para proponer los cambios a la Ley de Ingresos.

Bueno, pues la respuesta a esta segunda interrogante desde luego es que compete exclusivamente a esta soberanía el legislar sobre modificaciones a la Ley de Ingresos y en particular a cuestiones que tocan al endeudamiento público nacional. Por esa razón desde luego pues no pudimos esperarnos hasta la constitución de este consejo para someter la iniciativa.

En tercer lugar, usted mencionó "que el costo de la crisis no debe de pagarse por los trabajadores". Creo que sobre este tema hemos hablado anteriormente de manera amplia. De modo que yo simplemente reiteraría pues que el Gobierno Federal está muy consciente de los costos que esta crisis puede implicar entre los distintos sectores y trataremos de que estos costos se repartan de la manera mejor equilibrada posible. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra el diputado Graco Ramírez Garrido Abreu para hacer su pregunta, hasta por cinco minutos.

El diputado Graco Luis Ramírez Garrido Abreu:

Señor Presidente; señor Secretario:

Por falta de tiempo no voy a hablar hoy de que usted es amigo de Córdoba Montoya ni que lo trajo aquí, no voy a señalarle tampoco sus deformaciones adquiridas durante su estancia en el Fondo Monetario Internacional, no voy a decirle que no aprendió bien las clases de finanzas públicas con la maestra Ifigenia Martínez en la UNAM, no voy a recordarle que usted fue subsecretario subalterno de Pedro Aspe, no es nuevo, sabe de ese asunto y lo conoce bien.

Entramos en materia. Efectivamente lo que está aquí en crisis es una política de emergencia que comenzó en 1987, un poco antes, pero a partir de los pactos, con el pacto de solidaridad, cuyo autor fue Carlos Salinas, empezamos esta política de pactos.

Yo quiero decirle, señor Secretario, que aquí estuvo Serra Puche. Vino aquí a decirnos verdades a medias y mentiras completas. Mientras aquí se aprobaba, después de su comparecencia, un presupuesto, se defendió por dos partidos, una discusión inútil en mi opinión y se aprobó un presupuesto. Serra Puche declaraba en Nueva York que se haría un nuevo presupuesto. ¡Es el nivel de respeto que tienen los funcionarios del Ejecutivo a este Congreso!

El pacto, este último Acuerdo a la Unidad para Superar la Emergencia Económica plantea objetivos que hasta hoy se observa que poco tienen qué ver con las preocupaciones de la mayoría de los mexicanos. Y ese sistema de negociación, si se le puede llamar así, tiene hoy el rechazo de organismos empresariales importantes, algunos como en Jalisco y Puebla de la Canacintra, de gobiernos como el de Baja California, de sindicatos como el de electricistas, los universitarios, El Barzón, en fin, un sinnúmero de organismos, incluso la Coparmex misma ha hecho una propuesta para la emergencia, mucho más lúcida y coherente que la política que se plantea el Gobierno.

La verdadera situación de emergencia nacional por la que hoy atravesamos es que no puede postergarse la recuperación económica, la generación de empleos y el aumento de ingresos de la población.

Otro arreglo financiero como el que están haciendo a costa de la producción, será más oneroso que los instrumentados en 1982. Otro esquema de gestión económica que privilegia las ganancias financieras a expensas de la generación de riqueza, aumentará necesariamente las tensiones sociales.

Como diría un conocido filósofo "El Pino", hoy diputado también, no trivialice usted lo complejo. No diga es un tropezón; es un problema de liquidez. Igual fue, un poco frívolo diría en este caso Silva Herzog, no usted tanto: lo llamó "un problema de caja". Una crisis similar, pero era "un problema de caja". ¡Diga la verdad! ¡Tenemos derecho a conocer la verdad!

La deuda pública es de 85 mil millones de dólares. Los Tesobonos andan en el rango de 29 mil millones de dólares. Los activos en bolsa están por 50 mil millones de dólares. La deuda del sector bancario 23 mil millones de dólares. La deuda del sector privado no bancario, no pudimos conocer bien la cifra, pero anda por el promedio también de 23 mil millones de dólares. ¡Es una quiebra generalizada! ¡Todos deben en dólares y los mexicanos afortunadamente debemos en pesos devaluados!

Los salarios contractuales de 1975 tenían un valor del 30.3%. En 1995, hablaba de salarios menos, no más señor Secretario, 26.4%. Me refiero a salarios desde el punto de vista de pesos constantes.

Han sido eficientes, efectivamente ustedes, porque sí han sido eficientes, el país está mejor en el sentido de producir millonarios; ya es un lugar común. Debo decirle que también ellos perdieron, según se sabe pasaron de 1 mil o 2 mil o 3 mil a 4 mil a 2 mil o 3 mil pesos, perdieron sus miles de millones de dólares.

Miguel Mancera Aguayo ha dirigido el Banco de México, ¿por qué no invitaron a Mancera Aguayo? Aquí debería estar Mancera Aguayo, porque éste ha estado en dos devaluaciones, en las más importantes en el Banco de México y habló de autonomía y se habló de autonomía y Mancera Aguayo se mantuvo siguiendo los lineamientos del Gobierno Federal, se mantuvo siguiendo las decisiones del Ejecutivo Federal; ¡ninguna autonomía del Banco de México!, ¡siguen mintiendo, siguen haciendo fachada simplemente para quedar bien con el exterior!

Sería importante que se consideraran las propuestas que ha hecho el diputado Raúl Livas, del PRD, acerca de la constitución de una entidad en verdad autónoma que deje de manejar la política financiera con criterios discrecionales y patrimonialistas.

Hay que pensar que la Comisión Federal de Competencia, que está hoy bajo la coordinación de la Secretaría de Comercio, pase a ser una instancia independiente y autónoma donde concurran empresarios, fuerzas productivas y se plantee una política industrial que considere créditos bajos, intereses bajos, política de subsidios, política de gasto, mercado interno, política comercial.

La emergencia no puede ser de más de seis meses, es necesario elaborar un acuerdo nacional entre los actores verdaderos de la economía, con la presencia del Legislativo, el Ejecutivo, los empresarios, los productores del campo. ¡Dejen de pensar sólo en la confianza de los círculos financieros estadunidenses, piensen en la confianza de los mexicanos, piensen en la paciencia de los mexicanos; consideren que ya llevan cuatro sexenios fracasando! ¡Han mostrado su incapacidad, lo han mostrado con creces; han dilapidado la riqueza y el ahorro nacional!

"¡Ya nos saquearon, México no se ha acabado, no lo volverán a saquear!": José López Portillo. "¡La situación es intolerable, no permitiré que la patria se nos deshaga entre las manos!": Miguel de la Madrid. "¡Tomo posesión como Presidente de la República en una hora compleja, entre la esperanza colectiva y el peso de los sacrificios acumulados!": Carlos Salinas de Gortari. "¡Hoy les pido que vayan a sus centros de trabajo, que vayan con sus familias, que vayan con sus compañeros, que vayan con sus amigos y les digan que nuestro compromiso, que les digan que Ernesto Zedillo está comprometido con el bienestar de sus familias!". Ernesto Zedillo.

Siguen impunes los responsables de esto. Ojalá se aplique un juicio, ojalá se termine con esa irresponsabilidad en este país. Ahí está el juicio penal a Salinas, a Aspe, a Córdoba, en la procuraduría.

Mostramos decoro, señor Secretario, mostramos decoro para no aceptar las condiciones que pretende imponer el Congreso de Estados Unidos de América, para la autorización de esos 40 mil millones de dólares. El reclamo de mi compañero Francisco Suárez y Dávila a legisladores norteamericanos me parece importante pero insuficiente, porque ellos están en lo suyo, defienden sus intereses nacionales allá. Lo lamentable, lo grave es la conducta, la conducta de los funcionarios mexicanos que nos confirman que desde Carlos Salinas de Gortari conocemos a la primera generación de norteamericanos funcionarios nacidos en México.

El Presidente:

Diputado, le recuerdo que el tiempo se ha terminado.

El diputado Graco Luis Ramírez Garrido Abreu:

El presidente Clinton señaló que las garantías crediticias son para proteger los intereses norteamericanos. Usted no ofrece nada, sólo espera la luz verde del Congreso norteamericano.

¿Qué anda haciendo José Angel Gurría? Haciendo lobby en Washington y Nueva York; ¡ésa no es la conducta de un canciller! ¡Hay que llamarlo para que rinda cuentas y que no ande ahí gestionando, como empleado de las empresas transnacionales, créditos y favores y acordando pactos secretos con los congresistas, tal como hizo con el TLC, para que tenga esa aprobación en el Congreso norteamericano!

¡No les permitiremos una deuda para hipotecar el país, para enajenar los recursos petroleros! ¡No les permitiremos nosotros hundir a este país en la anarquía y el autoritarismo; si el Gobierno no puede, que se convoque a un gobierno con hombres y mujeres confiables sin importar su bandera partidista, un gobierno de salvación nacional. El Ejecutivo está solicitando un endeudamiento externo, ésa es la verdad, para pagarle a sus acreedores y no para que esta economía crezca, ello representa hacer crecer el endeudamiento de nuestro país en más de 1 mil dólares por familia, sí saben hacerlo definitivanente.

Yo quiero terminar diciéndoles que no tienen todas consigo, no hemos construido una nación para atenderla, no les permitiremos sacrificar lo importante por lo urgente, la nación no es un mito genial, señor Secretario.

El Presidente:

Tiene la palabra, el Secretario de Hacienda.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Muchas gracias, señor diputado Graco Ramírez.

Respecto a sus primeros comentarios de que no aprendí finanzas públicas con la maestra Ifigenia, quiero decirle que saqué 10 y la maestra no se caracterizaba por calificar livianamente.

En cuanto a los comentarios que hace el señor diputado, que no hizo preguntas, menciona usted que hemos venido aquí a decir verdades a medias y mentiras completas, que estamos trivializando el problema porque de lo que se trata no es un problema de caja, no es un problema de corto plazo, sino es un problema más serio, es un problema de solvencia.

No es un problema de quiebra nacional como usted lo llama y para caracterizar este problema de quiebra nacional, señor diputado, usted está sumando distintos elementos de deuda pública que efectivamente es de 85 mil millones de dólares: los Tesobonos que suman 26 mil millones porque se han amortizado alrededor de 3 mil, pero también está sumando usted la deuda del sector privado, la deuda del sector bancario e incluso las acciones de la bolsa de valores. En eso debemos distinguir entre lo que es la deuda pública y lo que es la deuda privada y lo que son los activos en manos de extranjeros en la bolsa de valores, yo creo que no es correcto, señor diputado, el estar sumando estos distintos conceptos para llegar a una cifra total e indicar con ello que tenemos una quiebra generalizada, yo no estoy de acuerdo con estas sumas y desde luego no estoy de acuerdo con la conclusión, porque en el diagnóstico que hemos hecho, que es el correcto, no tenemos un problema de solvencia, no quisiera repetir las cifras de deuda pública que mencioné anteriormente, aunque quizá valga la pena hacerlo simplemente para recalcar el punto que hicimos anteriormente.

En el año de 1988, señor diputado, la deuda neta del sector público representaba el 74.7% del producto interno bruto; en 1995 aún a tipos de cambio como los que estamos viendo hoy, que seguramente si el programa tiene éxito, estos tipos de cambio serán inferiores en lo que resta del año, tendríamos una deuda neta total como proporción del producto interno bruto de 36% en el año 1995, repito, a tipo de cambio de cinco pesos y pico, lo cual seguramente no ocurrirá si logramos resolver esta emergencia económica y si logramos resolver el problema financiero de corto plazo que es el más agobiante.

Esta relación de deuda-producto interno bruto, señor diputado, es la mitad de la que teníamos en el año de 1988, de manera que difícilmente podemos hablar de que el país está quebrado o de que hay una quiebra generalizada y menciona que los salarios han caído utilizando como año base 1975. Yo lo que mencioné anteriormente es que de 1988 a la fecha se han recuperado, creo que debemos de reconocer desde luego, que los salarios, sobre todo los salarios mínimos, han sufrido un deterioro muy importante.

Comentó usted que la Comisión Federal de Competencia debe de convertirse en un organismo independiente, plural, en el que se examinen cuestiones de política industrial, de créditos baratos etcétera, de subsidio, creo que éste no es el propósito de la Comisión Federal de Competencia que de hecho sí es un organismo autónomo y justamente el objetivo de esta comisión es el propiciar comisiones de competitividad para la economía en su conjunto, de manera que estas otras funciones que usted sugiere, señor diputado, pues no serían propias de la Comisión de Competencia.

Menciona usted, señor diputado, que estamos sujetos a las decisiones del Congreso americano y que estamos sujetos a estas decisiones para enajenar nuestros recursos petroleros. Yo quisiera simplemente recalcar lo que mencioné en un principio de mi intervención y lo que he venido también reiterando a lo largo de la misma, en el sentido de que no se va a aceptar ningún tipo de condicionamiento por parte del Congreso americano, que tenga qué ver con el uso de los recursos naturales.

El tipo de mecanismo, de soporte que estaríamos hablando, que ya lo describí en mi intervención original, en mi intervención inicial, se trata simplemente de un mecanismo de pago de la facturación de Petróleos Mexicanos que se ha utilizado varias veces en el pasado y que no constituye de ninguna manera un mecanismo novedoso y tampoco está hipotecando los recursos de hidrocarburos del país. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene el uso de la palabra el diputado Graco Ramírez Garrido, para la réplica, hasta por tres minutos.

El diputado Graco Luis Ramírez Garrido Abreu:

Gracias, señor Presidente:

El hoy canciller José Angel Gurría, estuvo aquí en 1990 en calidad de subsecretario de Hacienda y señalaba a la Comisión de Hacienda que la solvencia se define por poder crecer a las tasas del Plan Nacional de Desarrollo, el famoso "plan" y poder pagar. Hemos pagado y no hemos crecido, y ahora no podemos pagar.

La insolvencia desde el punto de vista jurídico, no es que los pasivos superen a los activos, sino que no hay capacidad de pagar y lo que se reconoce aquí es que toda la deuda urgente, pública y privada, es a corto plazo. Es urgencia, si no ¿por qué autorizar la venta del 49% de las acciones de la banca privada que se planteaba en plan a competir como banca nacional?

Si no es así, ¿por qué la urgencia de contar con liquidez para cumplir y dar certeza a los inversionistas norteamericanos que están exigiendo o están planteando, que están presionando, el pago en dólares de sus documentos?

Yo simplemente más que recomendarle a usted que recuerde a la maestra Ifigenia, porque lamentablemente sí es cierto, sacó usted buenas calificaciones pero no lo aprovechó, quiero decirle y recordarle lo que un maestro de historia me enseñó a mí también en la escuela: que el enemigo no nos venza y no nos robe, si tal es nuestro destino, pero nosotros no debemos legalizar ese atentado, entregándole voluntariamente lo que nos exigen por la fuerza. No hace falta que tengamos tropas enfrente, pero evidentemente su debilidad, la de ustedes, le sigue dando fuerza a los enemigos nuestros.

Por cierto, es un pasaje de Juárez.

El Presidente:

Tiene la palabra el Secretario de Hacienda.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Muchas gracias, señor diputado Ramírez, Graco Ramírez.

Usted menciona que jurídicamente la solvencia no se define necesariamente como el hecho de que los pasivos sean superiores a los activos, sino que tenemos también otra interpretación que puede ser que no existe capacidad de pago y en eso radicaría la insolvencia.

Yo en ese sentido, señor diputado, no estaría de acuerdo en decir que el país es hoy insolvente. En primer lugar la deuda que tenemos de corto plazo no es toda la deuda, es una parte ciertamente importante de la deuda interna; hoy los Tesobonos representan aproximadamente el 60% de la deuda interna, en ese sentido se ha ido la deuda interna a corto plazo, sin embargo, debemos reconocer también que por definición casi toda la deuda interna de los países es de corto plazo.

Si vemos por ejemplo el caso de países como Estados Unidos, Canadá etcétera, pues también el porcentaje mayoritario de su deuda, en el caso de los Estados Unidos, la deuda total, pues no hay distinción entre deuda interna y externa en el sentido de que toda está denominada en la misma moneda, pero sí hay una parte muy importante de la deuda, por ejemplo de Estados Unidos, que está en manos de japoneses, en manos de europeos, en fin, en manos de extranjeros y, lo normal que ocurre con esta deuda de corto plazo es que se le dé una rotación, o sea que los mercados le den vueltas y roten la deuda del país.

Lo que nos ha pasado en México, señor diputado, es que los mercados han prácticamente desaparecido en el sentido de que a partir de la devaluación del tipo de cambio, no ha habido un refinanciamiento voluntario de la deuda interna, del componente de Tesobonos de la deuda interna por parte de los tenedores. En ese sentido es que tenemos un problema de corto plazo, pero ciertamente no tenemos un problema de solvencia.

Lo que tenemos que hacer, repito, es el buscar alargar estos plazos de la deuda de corto plazo que tenemos, tenemos que modificar su composición, tenemos que depender menos de instrumentos denominados en moneda extranjera, pero todos los indicadores del país en materia de capacidad de pago de deuda son hoy mucho mejores de lo que teníamos en años anteriores. Había mencionado que la proporción de la deuda total del sector público, en relación con el producto interno bruto, hoy es la mitad de lo que teníamos hace seis años; en relación con el pago de la deuda, esto es la proporción de los ingresos tanto en relación con el presupuesto como con el producto interno bruto de lo que significa el pago de la deuda del sector público, hoy menos de la quinta parte de lo que pagábamos en 1988, de manera que el país no tiene un problema de solvencia.

Yo creo que justamente esto es lo que ha sido reconocido por parte de organismos internacionales y por eso es que se están justamente negociando los paquetes de apoyos que se están haciendo.

Respecto de la última cita que usted ha mencionado, señor diputado, creo que todos coincidimos en que la defensa de la soberanía y el entregar lo que usted llama al enemigo voluntariamente lo que exigen por la fuerza, esté usted seguro, señor diputado, que eso no va a ocurrir. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra, el diputado Gabriel Llamas Monjardín, para hacer su pregunta, hasta por cinco minutos.

El diputado Gustavo Gabriel Llamas Monjardín:

Con su venia, señor Presidente; señor Secretario de Hacienda; señoras y señores legisladores:

El diálogo, la concertación, escuchar opiniones, ser receptivos y estar abiertos a la opinión pública, fueron promesas de la campaña política del actual Gobierno. Consideramos inadmisible que las autoridades de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en ningún momento se entrevistaron con los representantes del sistema financiero mexicano para informarles y obtener comentarios sobre las iniciativas de modificaciones de la Ley de Agrupaciones Financieras e Instituciones de Crédito y del Mercado de Valores.

Al respecto no aceptamos la actitud sorpresiva adoptada por esta Secretaría. Tal como la devaluación, otro madruguete.

Cuando en 1990, el Ejecutivo Federal presentó la iniciativa para reprivatizar la banca, estuvimos de acuerdo en su concepto, sin embargo manifestamos públicamente nuestra inconformidad sobre el procedimiento de desincorporación, donde existen serias dudas sobre beneficios personales de los funcionarios responsables.

La actitud del Gobierno cambió la filosofía de la banca; de intermediador financiero que invierte su capital con propósitos de recuperación a largo plazo y de promover el crecimiento del mercado financiero a un negocio de real especulación. Los banqueros actuales son de origen de casa de bolsa, donde la especulación y la generación de comisiones son una base importante de la actividad del negocio. Aún así, no han podido superar la ineficiencia administrativa heredada, así como los grandes problemas de las carteras vencidas.

La protección concertada con la banca durante dos años, fue en perjuicio de los usuarios que han pagado los altos costos de las tasas de interés. Hoy, el miedo hace romper compromisos contraídos y el Gobierno abandona su banca consentida.

Primero, ni siquiera le informa ni le consulta sobre los cambios que incluye esta iniciativa de ley. Segundo, actualmente, única y exclusivamente mexicanos pueden participar en la banca nacional, la cual no tiene límites del control del mercado. Sin embargo, en el artículo 18 de la iniciativa de modificaciones a la Ley de Agrupaciones Financieras y en el artículo 11 de la iniciativa de Ley de Instituciones de Crédito, se pretende que extranjeros participen en la banca, ya que se quiere permitir, según dichas iniciativas, que personas morales con participación mayoritaria mexicana, donde los extranjeros también son accionistas, sean propietarios de la serie "A", por lo que indirectamente serían poseedores de las acciones de la serie.

Adicionalmente, cabe mencionar que los extranjeros pueden ser propietarios de la serie "B", la cual es de libre suscripción, pero lo más contradictorio es que de conformidad con lo mencionado en el artículo 20, de la iniciativa de modificaciones a la Ley de Agrupaciones Financieras, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, discrecionalmente, que es de dudarse, podrá autorizar hasta un 20% de la participación accionaria.

Sobre esta tesis, los extranjeros pueden tener mayoría en forma directa o indirecta en las instituciones de crédito mexicanas, por lo que las negociaciones de los tratados de libre comercio aparentemente no sirven, ya que para los extranjeros es más fácil participar en los bancos nacionales, pudiendo controlar el mercado mexicano sin ninguno de los límites existentes en dichos tratados.

Consecuentemente, me permito preguntarle, señor Secretario, ¿por qué esta actitud?

Otra propuesta en la citada iniciativa de modificaciones a la Ley de Agrupaciones Financieras, en su artículo 30-A, menciona que el presidente de la Comisión Nacional Bancaria, podrá declarar la intervención administrativa de la controladora en los casos en que no se ajuste a lo establecido en las disposiciones aplicables.

Repito, en forma textual: "cuando no se ajuste a lo establecido en disposiciones aplicables, después de dar un plazo para su regularización". En este caso es posible que irregularidades menores que en un corto plazo establecido no sean subsanadas, sean causa de una intervención administrativa.

Peor aún, es el punto relativo a la facultad de intervenir administrativamente a la controladora cuando se haya decretado la intervención de alguna entidad del grupo financiero.

Estamos de acuerdo que suceda esto cuando se esté en los supuestos de la intervención gerencial, por poner en peligro los intereses del público, o de sus acreedores, pero, ¿no cree usted, señor Secretario, que es excesiva la intervención administrativa por causas menores y que en su caso la iniciativa debería ser más específica a efecto de otorgar seguridad jurídica?, ¿o qué, también hay mordaza en los bancos?

El exceso del ejercicio de criterio, la discrecionalidad sin límites y en ocasiones el abuso de la autoridad, son la causa de los grandes problemas económicos de la nación. Esta discrecionalidad otra vez está presente en lo dispuesto en el artículo 45-I, fracción V, donde a criterio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se aprueba que las instituciones extranjeras, en su caso, puedan participar en la banca por encima y sin límite de los topes establecidos en los tratados de libre comercio.

¿No cree usted que esta discrecionalidad puede permitir al gobierno del extranjero presionar al Ejecutivo Federal, para facilitar el control de la banca, con la justificación y con el pretexto del posible paquete financiero en apoyo a la crisis mexicana y lo que en conclusión resultaría en perjuicio de la soberanía nacional?

Señor Secretario, por sus respuestas, muchas gracias y estamos de frente a la nación.

El Presidente:

Tiene la palabra, el Secretario de Hacienda.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Yo quisiera comenzar, señor diputado, por mencionar que si usted tiene dudas sobre si los funcionarios responsables de la privatización bancaria, yo encabecé el comité de su incorporación, tuvieron beneficios personales, qué ojalá pudiera sustentarlo, señor diputado, porque ésta es una insinuación que no acepto, ni tolero, de manera que si usted tiene esa información, señor diputado, hágala del conocimiento público, hágala del conocimiento de la cámara y de la opinión pública, pero no lance acusaciones al vacío.

En relación a que no se consultó a los representantes de los bancos para considerar el proceso de legislación bancaria, creo que también está usted mal informado. Por supuesto que se consultó a los banqueros; se tuvieron distintas reuniones con los representantes de la Asociación Mexicana de Bancos. Pero el compromiso que tiene la Secretaría de Hacienda y que tiene el Gobierno, es con las instituciones y no con los dueños de los bancos.

De manera, señor diputado, que me extraña también y es paradójico, que usted ahora esté abogando justamente por los intereses de los dueños de los bancos.

Menciona usted que se está privilegiando a los inversionistas extranjeros, respecto de los nacionales. Esta información y esta aseveración también es incorrecta. Los nacionales tienen obviamente el derecho exclusivo de participar en las acciones serie "A", que son las que corresponden al capital mayoritario de las instituciones. La Secretaría podría autorizar efectivamente de manera discrecional y ahora le explico, por qué está propuesta la ley en esos términos, a que los bancos extranjeros puedan en determinadas circunstancias suscribir un capital mayoritario de las instituciones nacionales.

La razón por la cual se está proponiendo esta discrecionalidad a la Secretaría de Hacienda, es justamente para evitar que pudiera darse el caso que el sistema de pagos, que está constituido por los bancos más importantes del país, pudiera caer en manos de extranjeros. De esta manera estaríamos previendo que el espíritu de la ley se ajuste a la intención de que la inversión extranjera pudiera capitalizar únicamente aquellos bancos que están teniendo dificultades, sobre los bancos más pequeños que están en problemas y con ello poder facilitar el reconocimiento de las pérdidas que han tenido estos bancos y así, como lo menciona anteriormente, tratar de proporcionar mejores condiciones de reestructuración a los deudores y a la pequeña y mediana empresas.

En cuanto a las facultades para que el Fodapro intervenga en la controladora, el objetivo aquí, señor diputado, es que en el caso de que alguna institución de crédito, algún banco, esté en problemas, es lógico que también las subsidiarias de la controladora al cual corresponda el grupo financiero del banco en cuestión, probablemente también se encuentren en dificultades. Es por ello que no tiene mucho caso, por ejemplo, en un grupo financiero, intervenir únicamente al banco y no hacerlo en las otras filiales del grupo financiero, como puede ser una empresa de arrendamiento, una empresa de factoraje o la casa de cambios. Esta es la razón por la cual se está proponiendo que en el caso de las intervenciones gerenciales, pero también en el caso de la intervención administrativa, no solamente se pueda, repito, intervenir el banco en cuestión, sino también la controladora. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra el diputado Gabriel Llamas Monjardín, para utilizar su derecho de réplica, hasta por tres minutos.

El diputado Gustavo Gabriel Llamas Monjardín:

Hasta de iniciar con la discusión del tema financiero, tengo algo en el tintero con relación a la Ley de Ingresos, señor Secretario.

Y con relación a las modificaciones al artículo 2o. de la Ley de Ingresos, es sorprendente la incongruencia de su contenido con la exposición de motivos, con la lógica del ejercicio de la administración pública y con las disposiciones legales aplicables.

En la Ley de Ingresos para 1995, aprobada por el Congreso de la Unión, existía un límite a la deuda interna, de conformidad con lo establecido en la Ley General de Deuda Pública. Esta limitación fue eliminada de dicha iniciativa.

En la propuesta del Ejecutivo, que por su conducto recibió esta soberanía, se solicita la autorización para negociar, en su caso los Tesobonos, emitiendo valores o contratando créditos en el extranjero, hasta por un monto en circulación a la fecha en que entre en vigor esta disposición, situación que deja abierta la posibilidad de endeudamiento adicional en los próximos días, a través de la colocación de los Tesobonos que están emitidos, que aún no están colocados.

Adicionalmente, la iniciativa no contempla que después de la negociación, en su caso de los Tesobonos, la deuda interna debería disminuir por cuestión lógica, a efecto de que dicha conversión en ningún caso represente endeudamiento neto adicional y espero sus comentarios al respecto de este tema.

Con relación a los beneficios personales, si tuviéramos las evidencias estaríamos contra los tribunales competentes, existen dudas y está en la versión estenográfica, para que la escuche de nuevo.

Punto número dos. Consulta a la banca, ¿se le consultó a los bancos de los que eran consentidos, los que ahora siguen siendo consentidos? Evidentemente no se requería que se juntaran y hacer una carrera de accionistas, pero si haber circulado a todos los bancos en conocimiento, para que sus efectos se hicieran los comentarios pertinentes y no como está pasando ahorita. Ejemplo de ello, es que el señor Suárez y Dávila comentó que hay incongruencia en las propuestas, que son las mismas propuestas que estoy haciendo yo, que se presentaron en la Comisión de Hacienda.

Por eso le voy a decir un detalle rápido, la serie "A", efectivamente puede estar poseída por personas físicas mexicanas y también por personas morales, cuya participación accionaria sea mayoritariamente mexicana, pero el 49.9% puede ser extranjero y como queda la posibilidad de que a discrecionalidad de la Secretaría de Hacienda se puede ir hasta el 20%, según lo establece el artículo 20 de Agrupaciones Financieras, entonces en correlación el extranjero tendría el 10% en la serie y puede pasar lo mismo con otro grupo de accionistas o en otra empresa mexicana, mayoritariamente mexicana, con participación extranjera y puede también estar dentro del 49% de la serie "B", donde se pierde el control de la banca y, si no ésos son los límites que se le van a poner.

Adicionalmente quiero manifestarle que no estoy hablando de intermediación gerencial sino intermediación administrativa, y por una simple entrega no oportuna de estados financieros, vamos a tener que hacer todo un problema de desorden y de incongruencia.

Por tiempo, únicamente me resta decirle, señor Secretario, que en sus comentarios había hablado también del semáforo de la luz amarilla, lo que pasa es que fuese por miopía no dieron la luz roja y es que efectivamente hace un mes los asesores de las principales empresas como Televisa y Telmex, tuvieron la oportunidad y pensaron sabiamente en que iba a haber una devaluación, es que ellos efectivamente no tuvieron miopía. Yo les pediría que también los llevaran de asesores a la Secretaría de Hacienda.

Adicionalmente quiero comentarle que probablemente el salario haya aumentado de 1988 a 1994, pero no es el salario de la clase trabajadora, ha de ser el de usted que hoy es Secretario de Hacienda. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra el Secretario de Hacienda.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Déjeme comentar primero sobre la Ley de Ingresos, la propuesta del Ejecutivo al igual que la ley vigente, señala que se podrá emitir deuda interna para efectos de renovar la actual en vigor, o sea, que no hay discrepancia. Lo que se está proponiendo obviamente es dejar esos créditos de regulación monetaria fuera, que son regulados por la Ley de Deuda Pública y no por la Ley de Ingresos.

Es cierto que no se señala explícitamente en la ley que la deuda interna y que la deuda total no aumentará, pero esto desde luego está implícito porque se están pidiendo dos cosas en la Ley de Ingresos. Primero, que se confirme el endeudamiento externo adicional, que se había autorizado en diciembre, por el equivalente de los 5 mil millones de dólares; y, en segundo lugar, que se permita hacer un canje de la deuda interna, indexada al tipo de cambio de los Tesobonos por deuda externa.

Sin embargo, al haberse aprobado el decreto de presupuesto y por virtud de la cuenta doble que está incluida justamente en el decreto de presupuesto y, por el hecho de que vamos a tener un pequeño superávit fiscal, es evidente que la deuda total del país va a reducirse y que la deuda interna en consecuencia sufrirá todavía una reducción mayor; de manera que no creo que tengamos una incongruencia en la ley como usted lo señala.

En relación con la parte bancaria, yo quisiera mencionar que no se consultó, como usted llama, a los bancos consentidos, se consultó a la Asociación Mexicana de Bancos, que agrupa a todos los bancos. Si los miembros de la Asociación Mexicana de Bancos no hicieron del conocimiento de todos sus agrupados cuáles eran las principales disposiciones contenidas en la ley, pues obviamente éste es un problema de la propia asociación y no de las autoridades o de la Secretaría.

En relación a lo que usted señala de que las características de la ley permitirían a personas... Déjenme irme para atrás un paso. En la serie "A", se contempla la posibilidad de que participen en el capital personas físicas mexicanas y personas morales mexicanas, aunque no se señale explícitamente que éstas tendrían que tener una cláusula de exclusión a extranjeros. Si un extranjero que tiene una participación importante en el capital de una persona moral mexicana, vamos a suponer que se trata de una empresa que tiene por ejemplo el 30% ó 40% de inversión extranjera y esta empresa a su vez, o un conjunto de empresas de este tipo pudieran constituir el 51% de un banco mexicano, pues por el hecho de que hay participación extranjera en la empresa mexicana en la serie "A" sumado a la posibilidad de que los extranjeros participen directamente en la serie "B", entonces podrían tener indirectamente el control del banco. Yo quisiera señalar a este respecto, obviamente que el voto no se divide, de manera que independientemente de la participación que tengan los extranjeros en el capital de las personas morales mexicanas que pueden suscribir acciones de la serie "A", al estar estas empresas controladas por mexicanos no se puede dar el caso de que indirectamente los extranjeros pudieran controlar un banco mexicano.

Finalmente, respecto de los comentarios que usted hizo en relación a la supuesta información privilegiada que pudieran haber tenido algunas empresas en relación con el movimiento devaluatorio, ya lo comenté anteriormente, si usted tiene esta información pues desde luego hágala del conocimiento de las instancias correspondientes. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra el diputado José Manuel García García, para hacer sus preguntas hasta por el término de cinco minutos.

El diputado José Manuel García García:

Con su permiso, señor Presidente; señor Secretario; compañeros legisladores:

Los priístas queremos dejar claro que este Gobierno sí tiene imaginación. ¡Por supuesto que sí tiene imaginación! Pero no sólo eso, sino tiene el conocimiento total y absoluto del programa económico que sacará al país adelante.

En el acuerdo de unidad para enfrentar la emergencia económica, firmado el pasado día 3 de enero del año en curso, se suscribieron los acuerdos de precios y salarios, con el fin.

Primero. Aplicar el más alto sentido de justicia y equidad en la corresponsabilidad de los distintos sectores de la economía.

Segundo. Evitar que la devaluación se traduzca en una espiral inflacionaria y en inestabilidad en el tipo de cambio.

Tercero. Restablecer la confianza financiera, y

Cuarto. Impulsar los cambios estructurales para que la economía nacional aumente su competitividad frente al extranjero.

Acuerdos de los que quisiera destacar lo siguiente:

El sector empresarial convino no incrementar los precios injustificadamente. El Gobierno Federal por su parte, establecer esquemas y reglas con los representantes de la industria, el comercio, los servicios y el sector agropecuario, para que los incrementos de los precios sean gravados únicamente por las modificaciones derivadas del incremento de los insumos importados. Acuerdo que no se ha cumplido.

La promoción y adopción por parte del sector empresarial de estrategias para la producción y distribución de productos básicos que atiendan las necesidades de la población de bajos ingresos y que tampoco se ha cumplido. Y además pretenden cómodamente una reducción a la carga impositiva con lo que buscan una vez más, sólo beneficiarse ellos.

El sector obrero no acepta por ningún motivo se reduzcan las cuotas a la seguridad social, al Infonavit, y al SAR, tomando en cuenta que ellas sostienen la salud, vivienda social y el desempleo o retiro de los trabajadores. Por el contrario, demandamos que las instituciones que las administran sean fortalecidas en función de la preservación del gasto social, en la medida que es deteriorado el salario real de los trabajadores.

Los priístas exigimos que el régimen de la seguridad social sea conservado como patrimonio de los trabajadores, así como el fortalecimiento de las operaciones del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, el Fondo de Fomento y Garantía para el Consumo de los Trabajadores y el Sistema de Ahorro para el Retiro.

El sector obrero está cumpliendo con los acuerdos firmados del pacto. Por lo que nuestra exigencia a hacer cumplir estos compromisos, es aún más estricta, puesto que comprendemos que el respeto a estos acuerdos es la única forma y el único camino que nos saque de la crisis. De no ser así, la clase trabajadora de México ya más no está dispuesta a seguir siendo los únicos sacrificados con todas estas medidas económicas.

Los trabajadores demandamos que no sean gravados los bonos de productividad para que así se le pueda dar el incentivo que necesitan los productos de exportación, así como la desgravación de las prestaciones sociales que hemos alcanzado en nuestras revisiones contractuales, lo cual no representa pérdida importante del erario público y no afecta directamente los intereses del sector empresarial para la productividad, pero sí, en cambio, representa ya una ayuda y un estímulo a los trabajadores de bajos recursos. Es un estímulo que el obrero mexicano se ha ganado y aún no se le ha reconocido. Es un derecho que le otorga el sacrificio que ya en varias ocasiones ha hecho al enfrentar las crisis económicas por las que México ha atravesado.

En otro orden de proposiciones, señor Secretario, de conformidad a las modificaciones al artículo 2o. de la Ley de Ingresos para el ejercicio fiscal de 1995, se plantea:

1o. Hacer explícito el monto de este canje por deuda externa que, como sabemos, es de 29 mil millones de dólares, que son los Tesobonos en circulación.

2o. Queremos prevenir para que este problema no se repita, estamos seguros que usted también así lo desea, en consecuencia los priístas deseamos ponerle un tope al monto de posibles nuevas emisiones de este título, que bien usado puede proteger al patrimonio de mexicanos contra riesgos cambiarios, pero que abusando de él, es indicador de alarma y detonador de crisis.

Ese tope que le proponemos al Ejecutivo por su conducto, señor Secretario, será una formalización práctica, vista como una deuda interna, lo que es formalmente que no puede exceder de un porcentaje total de la misma o visto como deuda en dólares con un monto fijo.

3o. Reducida la deuda interna por este canje, establecer que ésta no puede crecer sobre el nivel que resulte compatible con la mesa de equilibrio fiscal. Sí puede haber operaciones de regulación monetaria.

4o. Proponer en el dictamen del artículo 2o., que al contratar créditos o emitir valores en el exterior, fuera con estricto apego a los elementos que salvaguardan la soberanía nacional y sin comprometer condiciones que no sean de un carácter estrictamente económico...

El Presidente:

Señor diputado, se le recuerda que su tiempo se ha agotado.

El diputado José Manuel García García:

Asimismo, hay quien afirma que el crédito masivo de 40 mil millones de dólares es más una oferta de los Estados Unidos para proteger los intereses de empresarios y grupos financieros que invirtieron en valores mexicanos y que es una solicitud del Gobierno mexicano.

Afirman igualmente que ningún país en la historia del patrón dólar ha recibido un crédito de tal magnitud. A tal respecto le ruego responda a las siguientes preguntas:

Si fuera el Gobierno mexicano quien hizo la solicitud, ¿cuáles son los términos en que se hizo ésta?

¿Puede esta cámara y la opinión pública nacional conocer el documento correspondiente o una síntesis oficial de la solicitud?

¿Podría reducirse el préstamo al mínimo requerido para afrontar los compromisos inmediatos, digamos a un plazo de seis meses?

¿Es cierto que el préstamo conviene más a los Estados Unidos que a México, porque afectará irremediablemente nuestra soberanía?

La inflación perjudica más a los asalariados, que son los que menos tienen. Exigimos con respeto al Ejecutivo haga todo lo necesario para que en muy poco tiempo los precios y el valor de nuestra moneda vuelvan a estabilizarse. Es la demanda de la sociedad.

Considerando todo lo anterior, señor Secretario, son éstos los planteamientos consistentes con los parámetros de las negociaciones que usted dirige. Solicitamos los priístas se acepten las proposiciones que acabamos de hacer y nos dé contestación a las preguntas.

Por su contestación, muchas gracias, señor Secretario.

El Presidente:

Tiene la palabra el Secretario de Hacienda.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Con su venia, señor Presidente; muchas gracias, señor diputado José Manuel García, por sus preguntas y sus observaciones:

Tiene usted varios puntos específicos a los que me voy a referir, que se dividen básicamente en dos apartados principales: uno, que se refiere a la Ley de Ingresos y otro concretamente a las garantías que se están o que se estarán debatiendo en el Congreso norteamericano en los próximos días.

En relación con la Ley de Ingresos, usted menciona que no se hizo explícito el monto del canje en la iniciativa que fue sometida a consideración del legislativo. Yo quisiera mencionar, a este respecto, que en cuanto entre en vigor, de ser aprobada por esta soberanía, pues sabremos exactamente cuál será el saldo que queda de Tesobonos en poder del público. Como mencioné anteriormente, la cifra que teníamos a mediados de diciembre era de alrededor de 29 mil millones de dólares. Al día de hoy esta cifra ha disminuido a alrededor de 26 mil 500 millones de dólares, porque se han venido amortizando algunos de estos títulos, de manera que esta cifra obviamente se puede hacer explícita en la iniciativa, así como la fecha, en el momento que sea considerada por esta soberanía.

Menciona usted medidas para prevenir que este problema no se repita, que no nos vuelva a ocurrir el hecho de que tenemos una parte tan importante de la deuda interna denominada en moneda extranjera. Para ello sugiere usted, como lo han mencionado también algunos otros legisladores y, en particular, Francisco Suárez y Dávila, el incluir topes a la posibilidad de que el Gobierno pueda emitir deuda interna denominada en moneda extranjera. Creo que ésta es una propuesta, desde luego, muy sensata y siento que de ponerse en los límites adecuados estaríamos logrando dos propósitos simultáneos: el primero es el que se mantenga este instrumento, el Tesobono, en un monto razonable, porque, repito, fue un instrumento que en años anteriores, y no me refiero a 1994, sino a periodos anteriores, pues fue útil como uno de los distintos elementos con los que cuenta el Gobierno Federal, para financiar y para refinanciar su deuda pública, de manera que no conviene, yo creo, el matar totalmente ese instrumento, pero lo que sí conviene, desde luego, es el reducir su monto y el evitar que en el futuro el Gobierno pueda emitir deuda interna denominada en moneda extranjera, por montos que a la postre resulten excesivos. De manera que nosotros, desde luego, estamos muy de acuerdo que ésta sería una medida preventiva, con objeto de que no se vuelvan a repetir episodios como el que hoy observamos.

También habría que ser explícito probablemente en la iniciativa, que la deuda interna se vería reducida por el mismo monto del canje que pudiera efectuarse entre los Tesobonos y la deuda externa; éste sería un elemento adicional, desde luego, que podría contener la iniciativa.

También menciona usted que al contratar estos créditos o valores que estuvieran en su caso facilitados por la obtención de las garantías que están siendo consideradas, repito, en los Estados Unidos, se utilizarían únicamente salvaguardando la soberanía nacional. Creo que en este sentido, repito, el presidente Zedillo ha sido absolutamente claro y se ha repetido en este recinto en varias ocasiones que no se utilizarán estas garantías si constituyen algún obstáculo al ejercicio de la soberanía del país, al ejercicio de las leyes por parte obviamente de esta soberanía y con pleno respeto a nuestra Constitución.

Usted pregunta más adelante, si fue el Gobierno mexicano quien hizo la solicitud de apoyo al Gobierno norteamericano en relación con este problema de las garantías. Yo diría que el Gobierno de México, desde luego, no presentó ninguna solicitud formal al Gobierno de los Estados Unidos; lo que ocurrió es que al amparo del acuerdo financiero de América del Norte por el cual disponemos de líneas de crédito de los Estados Unidos y Canadá, las autoridades mexicanas sostuvieron conversaciones con sus contrapartes estadunidenses, se dio entonces que estas líneas de crédito de corto plazo no respondían a la necesidad de que una parte importante del problema de los Petrobonos se pudiera canjear por deudas a mediano plazo y es por ello que las autoridades norteamericanas decidieron someter a su propio Congreso esta iniciativa que está gestándose, con objeto de que se pueda otorgar garantías para hacer un cambio importante, un cambio que pueda realmente solucionar el problema de los pagos de corto plazo.

Menciona usted si se podría reducir el monto del préstamo, bueno, desde luego que el Gobierno norteamericano estaría dispuesto a otorgar garantías según se ha mencionado, hasta por 40 mil millones de dólares, desde luego que el uso de esas garantías probablemente se haría por un monto mucho menor a esas cifras; he mencionado también que es muy posible y además sería indeseable que la totalidad de los Tesobonos se puedan canjear por deuda en moneda extranjera, de manera que, desde luego, lo que se procuraría es hacer el menor uso posible de esas garantías.

Finalmente, hace usted el punto si conviene más a los Estados Unidos que a México el otorgamiento de estas garantías; yo quisiera mencionarle que desde luego, la razón por la cual los Estados Unidos están otorgando o están buscando otorgar este tipo de garantías a México obedece a distintas razones.

La primera es que México es una economía que está integrada a la economía internacional, tanto desde el punto de vista productivo como desde el punto de vista financiero y comercial; el hecho de que en México deba haber una crisis de pagos que pudiera prolongarse y cuyos efectos tuvieran una repercusión todavía peor de la que tienen hoy sobre la planta productiva, obviamente significaría un golpe importante a las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos; obviamente es en el interés también de los propios Estados Unidos, que la economía mexicana se recupere en el menor tiempo posible con objeto de que nuestras relaciones comerciales y financieras se normalicen.

El impacto de esa aseveración o de la recesión que pudiera haber en la economía mexicana por concepto de esta crisis por la que estamos pasando hoy en día, tiene una repercusión significativa sobre el crecimiento de la economía norteamericana. En segundo término, es bien sabido que las repercusiones de esta crisis mexicana no solamente se limita al hemisferio norte, no solamente se limita a México y a sus relaciones entre México y Estados Unidos.

En los días posteriores a la devaluación, cuando hubo todavía mayor intranquilidad en los mercados financieros, los efectos de la crisis mexicana se sintieron prácticamente en todos los mercados emergentes e incluso en los mercados de países desarrollados, de manera que también es en el interés obviamente de los Estados Unidos, el evitar que los efectos de la crisis mexicana puedan afectar negativamente las economías de países tales como Argentina, Brasil y otros países de América del Sur, incluso de países de Europa oriental o de los llamados mercados emergentes del Asia.

Es por todas estas razones, que el Gobierno de Estados Unidos ha tomado la iniciativa de mandar a su Congreso esta propuesta de apoyo al otorgamiento de garantías al Gobierno mexicano, que, repito, será utilizada únicamente en los términos que convengan al país y sin comprometer a nuestra soberanía. Muchas gracias.

El Presidente:

Para utilizar el hecho de réplica, del Partido Revolucionario Institucional, tiene la palabra el diputado Antonio Sánchez Gochicoa.

El diputado Antonio Sánchez Gochicoa:

Con su permiso, señor Presidente; señor Secretario de Hacienda:

Antecediéndonos al ajuste presupuestal de que se nos informará en los próximos días, los diputados del Partido Revolucionario Institucional consideramos un deber presentar al Poder Ejecutivo, una serie de recomendaciones:

Primera. Desde el inicio de los trabajos de la Comisión de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública, el lema de la misma ha sido que lo importante no es gastar más, sino gastar mejor. Un ajuste de la magnitud del planteado sólo se justifica si en paralelo se emprenden acciones para hacer más selectivo el gasto, evaluar mejor los proyectos y cancelar de una vez por todas dispendios en el gasto corriente.

Siempre tiene mayor impacto, aun en tiempos de estabilidad, el ahorro para atender lo prioritario, de un simple ajuste al monto total.

Segunda. Una de las maneras de gastar mejor, es sin duda, la descentralización del presupuesto, por ello la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional demanda que se aceleren los trabajos para descentralizar recursos, responsabilidades y decisiones, particularmente en materia de salud, educación, comunicaciones y transportes, agricultura y desarrollo social.

Tercera. El acuerdo de unidad para superar la emergencia económica, es un programa de choque, por ello, nos pronunciamos para que dentro del marco presupuestal se desarrolle una serie de medidas encaminadas a aminorar sus efectos en el bienestar social. En este sentido, los diputados sabemos que la crisis no impacta por igual a sectores y regiones, por lo cual, proponemos de manera muy concreta, que no se afecte el gasto en los programas de leche, tortilla, el paquete básico de salud, las despensas, los desayunos escolares y en general, los apoyos a campesinos y clases populares.

Cuarta. Nos preocupan los efectos de la devaluación en la frontera norte, específicamente proponemos que la mitad del ingreso de los puentes internacionales se le asigne a los ayuntamientos; asimismo, proponemos la devolución del sobreprecio de los combustibles a la población de esa zona del país.

Quinta. Acentuada por la crisis, la situación económica de la población implica no poder participar por partes iguales en las inversiones de la Sedesol, la Conacan y el CAPFCE, entre otras, por tanto, reiteramos se reduzca a la mitad los recursos que tienen que aportar las comunidades.

Sexta. Los legisladores queremos participar de manera activa en el proceso de integración del Plan Nacional de Desarrollo. Sabemos que le corresponde al Ejecutivo su integración, pero ahora, más que nunca, resulta de la mayor importancia involucrar al Congreso desde su concepción. El plan establecerá las prioridades y las líneas generales de Gobierno para los próximos años. Queremos ser corresponsables en este proceso.

Señor Secretario, es imperativa la necesidad de gastar mejor los recursos que con gran sacrificio genera el pueblo de México. En los próximos días, y una vez que se precisen los detalles del ajuste en el nivel de gasto, la Comisión de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública, hará entrega de un documento que amplía y precisa estas recomendaciones. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene la palabra el Secretario de Hacienda.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Con su venia, señor Presidente; señor diputado Sánchez Gochicoa:

Me parece que el argumento expresado por usted, corresponde, desde luego, a una muy legítima preocupación que tiene el Gobierno de la República.

Como he explicado, el recorte al gasto programable en un monto equivalente al 1.3% del PIB, es un elemento necesario del Programa de Emergencia Económica, que contribuirá a reducir el déficit en la cuenta corriente en forma ordenada y alcanzar la estabilidad en el menor plazo posible.

Al realizar el ajuste, se ha protegido cuidadosamente el gasto social, en particular a los programas de leche, tortilla, solidaridad y el Procampo, así como el paquete básico de salud y a las despensas y desayunos escolares.

Esté usted seguro que estamos trabajando para continuar en la mejor forma con los programas sociales. En todos los casos pretendemos que los niveles de atención sean al menos similares a los observados en el año de 1994, y en aquellos casos en que se proponía un crecimiento importante para 1995, como el de los desayunos escolares, muestran también crecimientos, aunque probablemente a tasas más moderadas de lo que habíamos previsto anteriormente.

Un ajuste al gasto de la magnitud propuesta, debe ser acompañado de acciones que permitan una mayor selectividad de su ejercicio y mejoras en la evaluación de los proyectos y programas.

La secretaría a mi cargo, en coordinación con las dependencias ejecutoras del gasto, trabajan con el propósito de mejorar la eficiencia en la asignación del mismo; no solamente vamos a ejercer el gasto con disciplina y austeridad, sino también estamos buscando mecanismos para hacerlo con mayor selectividad y eficacia.

Una forma de mejorar la eficacia del gasto es mediante una mayor descentralización. Creo que en términos generales todos concordamos con el planteamiento, debemos buscar un mejor balance en pequeños proyectos y programas que se deben ejecutar a nivel federal y aquellos que corresponden ejecutar a nivel estatal o a nivel municipal.

El reto que tenemos, todos es discutir en forma seria y profunda, para determinar el equilibrio justo entre centralización y descentralización. El consejo asesor fiscal fue creado como foro de discusión y análisis sobre los temas de descentralización fiscal. En el corto plazo debemos, estados y Federación, en forma conjunta, estudiar los proyectos que pudieran llevarse a cabo, asegurándonos en todo momento que los recursos tengan el mejor uso productivo posible.

Compartimos también, señor diputado, su preocupación por el impacto de los aumentos de precios que usted expresó sobre las gasolinas en la frontera norte. Esta preocupación también me la expresaron los diputados representantes de los estados fronterizos, antes de iniciar esta comparecencia.

Quiero mencionar que, respecto a este tema, estamos trabajando en fórmulas alternativas que permitan, o bien, beneficiar directamente a los consumidores de la región fronteriza, o bien, beneficiar a los municipios de la región fronteriza, devolviéndoles los recursos que resultarían de este sobreprecio de la gasolina en la frontera norte respecto al del resto del país.

Creo que ésta es una propuesta que la vamos a analizar en los próximos días y tendremos una respuesta a la brevedad posible.

Finalmente, señores legisladores, quisiera mencionar que el Ejecutivo Federal ha presentado de manera global los propósitos fundamentales y las acciones de política económica que se considere necesario adoptar como parte del Programa de Emergencia Económica.

México enfrenta un problema coyuntural de orden financiero; sin embargo, como lo hemos mencionado repetidamente, México cuenta con las bases para superar este problema. El programa contiene los elementos para que el ajuste sea eficaz y rápido; el programa debe permitir reanudar en el corto plazo el crecimiento y la generación de empleos que todos deseamos y que nuestro país merece.

México es un país soberano, lo seguirá siendo en tanto pueda competir e insertarse en forma eficiente en el mercado mundial. Para ello, necesitamos ser mucho más productivos y crear un entorno caracterizado por la eficiencia.

Las reformas estructurales realizadas en los últimos años, fomentan la competencia dentro de nuestros mercados mediante las acciones de desregulación y la apertura a la competencia externa. También se han establecido reglas claras y transparentes para eliminar la discrecionalidad de las autoridades, dar seguridad jurídica a los inversionistas, fomentar la innovación tecnológica y las inversiones con plazos largos de gestación.

No podemos soslayar los avances en el ámbito macroeconómico. Se ha llevado a cabo una profunda reforma a las finanzas públicas, no sólo se ha obtenido un equilibrio en las cuentas públicas, sino que también se han canalizado recursos crecientes al gasto en educación, salud y en el combate a la pobreza extrema y quiero reafirmarlo, aun en esta situación coyuntural de crisis que estamos viviendo, aun con estos recortes presupuestales que se están proponiendo, vamos a tener especial atención en el gasto social, vamos a cuidar que los programas de salud, de educación y los programas de atención a la pobreza extrema se mantengan, esto es un compromiso fundamental del presidente Zedillo.

Quiero mencionar también que los elementos esenciales de la estrategia de desarrollo siguen teniendo vigencia. A pesar de las reformas realizadas, nuestra economía sigue teniendo atrasos importantes en sectores fundamentales que obstaculizan la competitividad y la productividad de todo el aparato productivo; en última instancia, limitan la creación de empleos productivos y permanentes.

Debemos avanzar también en la racionalización del gasto público, para aumentar su eficacia en el combate a la pobreza y en los programas de desarrollo social.

La estrategia de desarrollo tiene como propósito último un mayor bienestar para las familias. Este bienestar debe estar fincado en bases sólidas, esto es, en el trabajo productivo y eficiente de los mexicanos. La estrategia también otorga especial relevancia a la atención de la población que vive la pobreza extrema, para que de forma digna puedan cubrir sus necesidades más apremiantes, en tanto el crecimiento económico y su propio desarrollo les permitan una incorporación más completa en la vida económica del país.

Las lecciones de esta crisis son claras: debemos fomentar mucho más el ahorro interno y debemos evitar a toda costa la apreciación del tipo de cambio. Aprovechar las experiencias para impulsar nuestro desarrollo nos colocará nuevamente en condiciones favorables para permitir en el contexto mundial.

Señores diputados, México tiene una profunda convicción soberana. Nuestra historia y nuestra Constitución marcan los principios de soberanía nacional. El Gobierno, como lo ha repetido el presidente Zedillo, se comprometió a defenderla. Aun en el entorno de hoy de complejas relaciones comerciales, financieras y políticas entre las naciones, la situación de México se define por sus principios soberanos. Nuestra soberanía no está a discusión y no se acepta comprometer, por ningún motivo o circunstancia económica, los recursos de la nación. La soberanía no se negocia.

Lo que en estos momentos difíciles requerimos es unidad. Necesitamos un compromiso de todos para que sin caer en trampas, manipulaciones o ilusiones utópicas, podamos actuar juntos. La unión fortalece las voluntades. Los mexicanos jamás nos hemos dado por vencidos y si queremos conservar lo mucho que hemos ganado para lograr bienestar, tenemos que seguir luchando juntos y unidos.

La unidad a la que nos ha convocado el presidente Zedillo en torno al programa económico es fundamental. Lucharemos por que este programa marque el rumbo. Sé muy bien que habrá sacrificios de todos los sectores, pero estoy seguro que con la ayuda y el talento de todos los mexicanos saldremos adelante.

Quisiera finalmente dar las gracias a todos ustedes, señores legisladores, por su paciencia. He procurado hablar con la verdad, que el presidente Zedillo nos ha pedido para dirigirnos a los mexicanos, y en este caso, a sus representantes legítimos, que son ustedes. Muchas gracias.

El Presidente:

Señor Secretario, nos hizo llegar un diputado la excitativa de que, por favor, contestara una pregunta que le hizo a usted por escrito, si usted tiene el favor de hacerlo.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez:

Era una pregunta que se relacionaba con el uso del fondo de contingencia. Esta pregunta la respondí en el contexto de una de las preguntas anteriores, pero voy a volver a mencionarla.

Quisiera decir que en los informes trimestrales que se entregan al Congreso, se detalla ya desde hace, por lo menos un año, cuál es exactamente la fuente y los usos del fondo de contingencia, de manera que al 30 de septiembre de 1994, que es la última fecha en la que tenemos los datos del fondo de contingencia, que está justamente en el informe de la situación económica y las finanzas públicas, que ha sido distribuida a esta cámara, se acerta cuáles son las fuentes y usos de recursos.

Voy a permitirme leerla muy brevemente: "los ingresos totales del fondo de contingencia al 30 de septiembre de 1994, sumaron 73 mil 88 millones de nuevos pesos, de los cuales correspondieron a privatizaciones 48 mil 533.91 millones, a intereses generados por el fondo y otras ganancias, de 2 mil 714 millones; transferencias; 12 mil millones. Estos se utilizaron para amortizar deuda pública en 65 mil 227 millones de pesos, para coberturas en 900 millones para inversión financiera en 2 mil 998 millones y para transferencias en 3 mil 454.3 millones". Muchas gracias.

El Presidente:

Muchas Gracias, señor Secretario.

Voy a solicitar a usted tome asiento en el lugar que le asignamos, para terminar con esta sesión.

La Cámara de Diputados, por mi conducto, le agradece su presencia para aclararnos las dudas que teníamos, para cumplir con el deber de informar. Yo estoy seguro que aún quedan dudas en muchos de los integrantes de esta Cámara, porque no es posible darle la palabra a los 500 integrantes, pero todavía el pueblo de México tiene muchas preguntas y estoy seguro que usted está en la mejor disposición de hacerlo y que lo hará a través de los medios de comunicación, informando adecuadamente de las preguntas que más le interesan al pueblo de México.

Quisiera hacer énfasis en que solamente informando con verdad, oportunamente y de cara a la nación, podremos los mexicanos tener confianza en el Gobierno que nos encabeza y que será de esa manera en que los mexicanos salgamos de esta crisis, como hemos salido de las anteriores.

Señor Secretario, vuelvo a profesarle nuestro agradecimiento.

Ruego a la comisión designada acompañe al licenciado Guillermo Ortiz, Secretario de Hacienda y Crédito Público, cuando él desee retirarse de este recinto.

Se ruega a los diputados permanecer en este recinto a fin de continuar y agotar los asuntos en cartera.

Continúe la Secretaría con los asuntos en cartera.



ORDEN DEL DIA

La secretaria Graciela Rojas Cruz:

Señor Presidente, se han agotado los asuntos en cartera.

Se va a dar lectura al orden del día de la próxima sesión.

«Primer Periodo de Sesiones Extraordinarias.- Primer Receso.- Primer Año. -LVI Legislatura.

Orden del día

24 de enero de 1995.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Análisis de la comparecencia del licenciado Guillermo Ortiz Martínez, Secretario de Hacienda y Crédito Público.»



CLAUSURA Y CITATORIO

El Presidente (a las 17:45 horas):

Se levanta la sesión, y se cita para la que tendrá lugar mañana, martes 24 de enero, a las 10:00 horas.