PODER LEGISLATIVO FEDERAL
DIARIO de los DEBATES

Correspondiente al Segundo Periodo de Sesiones Extraordinarias del Primer Año de Ejercicio
DIRECTOR GENERAL DE
CRONICA PARLAMENTARIA
Héctor de Antuñano y Lora
PRESIDENTE

Diputado Netzahualcóyotl de la Vega García
DIRECTOR DEL
DIARIO DE LOS DEBATES
Norberto Reyes Ayala
Año I
México, DF, martes 7 de marzo de 1995
No. 4

SUMARIO


CAMARA DE SENADORES

Oficio con el que comunica la elección de mesa directiva para el segundo periodo de sesiones extraordinarias del primer receso del primer año de ejercicio de la LVI Leguislatura, de esecuerpo colegiado. De enterado.

PAQUETE FINANCIERO

Dictamen de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, con proyecto de decreto, que autoriza al Ejecutivo Federal a la contratación de créditos o emisión de valores en el exterior, utilizando las garantías a que se refieren los acuerdos suscritos por los gobiernos de México y de los EStados Unidos de América. Se dispensa la segunda lectura.

Para fundamentar el dictamen a nombre de la comisión, hace uso de la palabra el diputadoJorge Adolfo Cejudo Díaz

Para rectificar hechos los diputados:

Luis Sánchez Aguilar

Crisóforo Lauro Salido Almada

Presenta voto particular en contra, el diputado Saúl AIfonso Escobar Toledo.

Fundamentan las posiciones de sus respectivos partidos políticos, los diputados:

César Humberto González Magallón

Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla

Ricardo Francisco García Cervantes

René Juárez Cisneros

Eric Eber Villanueva Mukul, para rectificar hechos.

A discusión en lo general y en lo particular, pasan a la tribuna los diputados:

Luis Sánchez Aguilar

Jaime Mariano del Río Navarro

Para rectificar hechos o contestar alusiones personales, hacen uso de la palabra los diputados:

Mara Nadiezhda Robles Villaseñor

Francisco Suárez y Dávila

Manuel Marcué y Pardiñas

Mara Nadiezhda Robles Villaseñor

Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla

Joaquín Humberto Vela González

José Mauro del Sagrado Corazón González Luna Mendoza

Adolfo Miguel Aguilar Zinser

Roberto Rafael Campa Cifrián

Eric Eber Villanueva Mukul

Adolfo Miguel Aguilar Zinser

Cuauhtémoc Sandoval Ramírez

Francisco Suárez y Dávila

Continúan el debate, los diputados:

Everardo Martínez Sánchez

Gabino Fernández Serna

Francisco Curi Pérez Fernández

José Rosas Aispuro Torres

Ifigenia Martha Martínez Hernández

Oscar Guillermo Levín Coppel

Raúl Alejandro Livas Vera

Ricardo Luis Antonio Godina Herrera

Carlos Núñez Hurtado, para rectificar hechos.

Francisco Antonio Tenorio Adame, quien realiza una proposición.

Jesús Rodríguez y Rodríguez

Para rectificar hechos o contestar alusiones personales, los diputados:

Saúl Alfonso Escobar Toledo

Francisco Antonio Tenorio Adame

Manuel Marcué y Pardiñas

El Presidente turna la propuesta del diputado Tenorio Adame a la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política.

Pasa al senado para los efectos constitucionales correspondientes.

ORDEN DEL DIA

De la próxima sesión.

Presidencia del diputado Adrián Victor Hugo Islas Hernández



ASISTENCIA

El Presidente:

Proceda la Secretaría a pasar lista de asistencia.

El secretario Marcelino Miranda Añorve:

Se va a proceder a pasar lista de asistencia.

La secretaria Marta Alvarado Castañón:

Hay una asistencia de 348 diputados. Por lo tanto, hay quorum.

El Presidente (a las 11:16 horas):

Se abre la sesión.



ORDEN DEL DIA

La secretaria Marta Alvarado Castañón:

Se va a dar lectura al orden del día.

«Segundo Periodo de Sesiones Extraordinarias.- Primer Receso.- Primer Año.-LVI Legislatura.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Oficio de la Cámara de Senadores

Por el que se comunica la elección de la mesa directiva que funcionará durante el segundo periodo de sesiones extraordinarias, correspondiente al primer receso del primer año de ejercicio de la LVI Legislatura.

Dictamen a discusión

De la Comisión de Hacienda y Crédito Público, con proyecto de decreto que autoriza al Ejecutivo Federal a la contratación de créditos o emisión de valores en el exterior utilizando las garantías a que se refieren los acuerdos suscritos por el Gobierno de nuestro país y el Gobierno de los Estados Unidos de América.»



ACTA DE LA SESION ANTERIOR

El secretario José Luis Fernando González Achem:

Señor Presidente, se va a dar lectura al acta de la sesión anterior.

«Acta de la sesión de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión, celebrada el lunes seis de marzo de mil novecientos noventa y cinco, correspondiente al Segundo Periodo de Sesiones Extraordinarias del Primer Receso del Primer Año de Ejercicio de la Quincuagésima Sexta Legislatura.

Presidencia del diputado Netzahualcóyotl de la Vega García

En la capital de los Estados Unidos Mexicanos, siendo las trece horas con diez minutos del lunes seis de marzo de mil novecientos noventa y cinco, con una asistencia de trescientos noventa y un diputados, el Presidente declara abierta la sesión.

La Secretaría da lectura al orden del día y, en virtud de que el dictamen de la Comisión de Hacienda y Crédito Público relativo a la documentación que conforma el paquete financiero negociado por el Poder Ejecutivo Federal, ha sido impreso y distribuido entre los señores diputados, la Asamblea le dispensa la primera lectura.

Agotados los asuntos del orden del día, la Secretaría da lectura al orden del día de la próxima sesión y el Presidente clausura la de hoy a las trece horas con veintiocho minutos, citando para la que tendrá lugar mañana, martes siete de marzo de mil novecientos noventa y cinco, a las diez horas.»

Está a discusión el acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba.

Los diputados que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo...

Los diputados que estén por la negativa, sírvanse manifestarlo... Aprobada, señor Presidente.



CAMARA DE SENADORES

El secretario Arnulfo Cueva Aguirre:

«Secretarios de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión.- Presentes.

Para conocimiento de esa honorable colegisladora, tenemos el honor de participar a ustedes que, en sesión previa celebrada en esta fecha, quedó legalmente constituido el Senado de la República para funcionar durante el segundo periodo de sesiones extraordinarias, correspondiente al primer receso del primer año de ejercicio de la LVI Legislatura del Congreso de la Unión, habiendo resultado electa la siguiente mesa directiva, que actuará durante dicho periodo.

Presidente, senador Sami David David; vicepresidentes: senador Arturo Nava Bolaños y senador Ernesto Navarro González; secretarios senadores: Samuel Aguilar Solís, Jorge Rodríguez León, Carmen Bolado del Real, Guillermo del Río Ortegón; prosecretarios senadores: Ricardo Nauman Escobar, Serafín Romero Ixtlapale, Pedro Macías de Lara, Auldarico Hernández Gerónimo.

Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración.

México, D.F., a 6 de marzo de 1995.- Secretarios senadores: Samuel Aguilar Solís y Jorge Rodríguez León.»

De enterado.



PAQUETE FINANCIERO

El Presidente:

Esta Presidencia hace una exhortación a los miembros de la cámara, como los espectadores, para que guarden orden, ocupen sus lugares y desalojen los pasillos.

El siguiente punto del orden del día, es la segunda lectura al dictamen relativo al proyecto de decreto que autoriza al Ejecutivo Federal a la contratación de créditos o emisión de valores en el exterior, utilizando las garantías a que se refieren los acuerdos suscritos por el Gobierno de nuestro país y el Gobierno de los Estados Unidos de América.

En atención a que este dictamen ha sido impreso y distribuido entre los diputados, se ruega a la Secretaría consulte a la Asamblea si se le dispensa la lectura al dictamen.

El secretario Marcelino Miranda Añorve:

Por instrucciones de la Presidencia, en votación económica se pregunta a la Asamblea si se le dispensa la lectura al dictamen.

Los diputados que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo...

Los diputados que estén por la negativa, sírvanse manifestarlo... Se dispensa la lectura al dictamen.

«Comisión de Hacienda y Crédito Público.

Honorable Asamblea: el Ejecutivo Federal, en cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 73 fracción VIII de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se sirvió remitir al honorable Congreso de la Unión, por conducto de su Comisión Permanente, de conformidad con lo que establece el artículo 2o. de la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 1995 en vigor, los siguientes documentos:

1. El acuerdo marco para la estabilización de la economía mexicana (cuyo anexo A es el acuerdo sobre el esquema de ingresos petroleros).

2. El acuerdo de estabilización de mediano plazo.

3. El acuerdo para la emisión de garantías de valores.

Los documentos referidos fueron turnados a la Comisión de Hacienda y Crédito Público para su estudio y dictamen, procediéndose a su análisis y a la discusión de su contenido, de acuerdo a lo dispuesto por los artículos 43, 48 y 56 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos y 87 y 88 del Reglamento para el Gobierno Interior del propio Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos.

En atención a lo anterior, se presentan a la consideración de esta Asamblea, los siguientes:

ANTECEDENTES

I. La Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación para el año de 1995, fue sometida en su oportunidad al conocimiento de la honorable Cámara de Diputados y aprobada el día 19 de diciembre de 1994, en los términos del dictamen elaborado por esta comisión, enviándose a la colegisladora para su revisión y aprobación consecuente y en su momento al Ejecutivo de la Unión para su promulgación.

II. A partir de la devaluación del 20 de diciembre pasado, se produjo una sensible reducción de flujos de crédito externo hacia nuestro país, con la renuencia de los inversionistas a renovar créditos de corto plazo, particularmente tratándose de los tenedores de bonos de la Tesorería, que provocó una situación de inestabilidad en los mercados cambiarios y financieros.

III. A propuesta del Ejecutivo Federal y de las fracciones parlamentarias del Congreso de la Unión, la Comisión Permanente de ese honorable cuerpo colegiado convocó a periodo de sesiones extraordinarias el pasado mes de enero, en que el Ejecutivo Federal presentó una iniciativa de reformas al artículo 2o. de la ley mencionada, que fue dictaminado y presentado a la consideración del pleno de la Cámara.

IV. En la sesión del 26 de enero pasado, se aprobó en esta Cámara de Diputados la reforma al artículo 2o. de la Ley de Ingresos, que posteriormente fue aprobada también por el Senado de la República y promulgada, que en su párrafo cuarto expresa textualmente: "en caso de que la contratación de créditos o emisión de valores en el exterior a que se refiere el párrafo precedente, se hiciera con la garantía de un gobierno extranjero, oportunamente el Congreso de la Unión en los términos del artículo 73, fracción VIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, conocerá acerca de los condicionamientos correspondientes a efecto de que aquéllos le sean sometidos a su aprobación".

V. De conformidad con lo anterior, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco de México, realizaron una serie de negociaciones con sus homólogos norteamericanos, conviniendo en la redacción de los siguientes acuerdos:

A. Acuerdo marco para la estabilización de la economía mexicana (uno de cuyos anexos es el acuerdo sobre el esquema de ingresos petroleros).

B. Acuerdo de estabilización de mediano plazo.

C. Acuerdo para la emisión de garantías de valores.

Los referidos acuerdos y sus anexos, que forman parte integral de la negociación, se remitieron a esta Cámara de Diputados por el conducto ya mencionado, para que se sometieran a la consideración de los señores diputados y en su oportunidad al Senado de la República, en la inteligencia de que se dispone expresamente en el punto número 12 del anexo C) del acuerdo de garantías, que la utilización de las mismas requerirá la aprobación previa del honorable Congreso de la Unión. La misma referencia se hace en el artículo III, sección 3.01 inciso ii y en el artículo XI, sección 11.02, del acuerdo de garantías.

VI. A invitación expresa de las comisiones de Hacienda de esta cámara y del Senado de la República, el pasado día 1o. compareció ante ambas comisiones en conferencia, el señor Secretario de Hacienda y Crédito Público, quien presentó un informe sucinto de los pormenores y resultados de la negociación, glosando los acuerdos concertados y sus anexos y respondiendo a los cuestionamientos que le formularon los señores diputados y senadores de las diversas fracciones parlamentarias, tanto respecto a los acuerdos referidos, como a la política económica en general.

VII. Con posterioridad a esa reunión y previo el análisis de los documentos de referencia, esta Comisión de Hacienda y Crédito Público efectuó diversas reuniones de trabajo, en las que se discutieron temas vinculados a esta materia y se dispuso la formulación del presente dictamen, como un instrumento formal para elevar a la consideración del pleno el decreto que se propone en la parte conducente del mismo.

CONSIDERACIONES

Primera. Es competente esta H. Cámara de Diputados, para considerar los acuerdos negociados por el Ejecutivo Federal y el gobierno norteamericano, con base en lo dispuesto por la Constitución General de la República en su artículo 73, fracción VIII, que concede facultad al Congreso de la Unión "para dar bases sobre las cuales el Ejecutivo pueda celebrar empréstitos sobre el crédito de la nación, para aprobar esos mismos empréstitos y para reconocer y mandar pagar la deuda nacional".

Segunda. Asimismo, es aplicable lo dispuesto por la Ley General de Deuda Pública vigente, en sus artículos 1o., 2o., 4o., 5o., 9o., 12 y demás relativos y conexos, en cuanto a las facultades de que dispone el Ejecutivo Federal, por conducto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para la contratación de financiamientos, y el Congreso de la Unión, tratándose de la autorización de sus respectivos montos.

Tercera. Tiene también competencia esta comisión, para dictaminar en torno a la legalidad y validez de las negociaciones celebradas, en términos de lo dispuesto en el artículo 2o. de la Ley de Ingresos, reformado en el reciente periodo extraordinario del honorable Congreso de la Unión, que expresamente dispone que: "en caso de que la contratación de créditos o emisión de valores en el exterior a que se refiere el párrafo precedente, se hiciera con la garantía de un gobierno extranjero, oportunamente el Congreso de la Unión en los términos del artículo 73, fracción VIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, conocerá acerca de los condicionamientos correspondientes, a efecto de que aquéllos le sean sometidos a su aprobación".

Cuarta. En congruencia y en acatamiento a lo anteriormente dispuesto, es menester se proceda a analizar los acuerdos multicitados, a efecto de verificar si se ajustan a las disposiciones constitucionales y legales vigentes, son congruentes con la autorización previa otorgada por el honorable Congreso de la Unión, así como si responden a las necesidades y a los intereses del país.

Quinta. Durante el año de 1994, se produjeron una serie de eventos trágicos que no se habían dado en nuestra historia reciente y que produjeron en distintos momentos pérdidas sensibles y acumuladas de nuestras reservas internacionales. Adicionalmente, los desequilibrios externos acumulados por la economía mexicana durante los últimos años y, en particular un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos durante 1994, por un monto cercano al 8% del producto interno bruto, fueron propiciando fenómenos de desconfianza por parte de los inversionistas extranjeros. Algunos, inclusive, consideraron que el tipo de cambio mostraba signos de sobrevaluación.

Nuestra vulnerabilidad era mayor, ya que estos déficit fueron financiados por deuda de muy corto plazo, en especial por Tesobonos y por inversiones de cartera en el mercado de capitales. Los grandes flujos de capital que se habían orientado hacia los mercados emergentes, entre ellos México, dieron signos de perder su dinamismo ante el alza de las tasas de interés en los Estados Unidos de América.

En síntesis, la combinación de factores políticos adversos, la percepción del desequilibrio externo de nuestra economía y su frágil financiamiento y cambios en el sistema financiero internacional, se conjugaron para producir la devaluación de diciembre de 1994, que detonó una crisis de confianza interna y externa. Su principal manifestación fue el cierre de los mercados financieros para México y la renuencia de los inversionistas del extranjero o para realizar renovaciones de títulos mexicanos de deuda, particularmente Tesobonos, que a finales del año representaban cerca de 30 mil millones de dólares.

Sexta. El gobierno mexicano actuó sobre dos líneas de acción: por una parte, la definición de un primer programa de ajuste económico, el llamado AUSEE (Acuerdo de Unidad para Superar la Emergencia Económica), aprobado por las principales fuerzas sociales, el 3 de enero de 1995 y, por otra parte, el inicio de negociaciones con organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y con gobiernos extranjeros, para hacer frente a la severa crisis de falta de liquidez en divisas, que impedía una estabilización de los mercados cambiarios y financieros. El Gobierno de los Estados Unidos, consciente de las consecuencias adversas que la crisis de México tenía sobre otros países y el peligro de generar un problema a nivel del sistema financiero internacional, ofreció un paquete de apoyo financiero.

Ante estas nuevas circunstancias, el honorable Congreso de la Unión modificó el artículo 2o. de la Ley de Ingresos. Dicha reforma contuvo tres nuevos elementos: la autorización para canjear o refinanciar obligaciones del erario federal y, en particular los Tesobonos, sin que estas operaciones excedieran el equivalente a 26 mil 500 millones de dólares; un tope para emisiones futuras de esos instrumentos de crédito y, una decisión aprobada en la histórica sesión del 26 de enero pasado, en el sentido de que en caso de que la contratación de créditos o emisión de valores en el exterior se hiciera con la garantía de un gobierno extranjero, oportunamente el honorable Congreso de la Unión debería conocer acerca de los condicionamientos correspondientes, a efecto de que fueran sometidos a su aprobación.

Séptima. El paquete que negoció el Gobierno de México, contiene un apoyo del Fondo Monetario Internacional en respaldo del programa económico, planteado en el AUSEE, por 17 mil 800 millones de dólares, de los cuales se podría disponer de inmediato de 7 mil 800 millones de dólares; un apoyo de los bancos centrales de los principales países industriales, integrado por el Banco de Pagos Internacionales, por 10 mil millones de dólares; más un crédito de la banca comercial por 3 mil millones de dólares.

Por otra parte, se logró la promesa de un respaldo financiero por parte de los Estados Unidos de América por 20 mil millones de dólares. Hay que recalcar el hecho de que así se pudieron obtener más recursos que los originalmente previstos, destacando que la mayor parte del apoyo adquirió un carácter multilateral, ya que el de los Estados Unidos de América representa sólo el 40% del total. Ello significó evidentemente una ventaja para nuestro país.

Octava. El paquete financiero de Estados Unidos de América por 20 mil millones de dólares, está integrado por un acuerdo marco, que contiene un esquema para aportar ingresos petroleros como mecanismo de pago en caso de incumplimiento; un acuerdo de estabilización de mediano plazo, mediante un intercambio de monedas y un acuerdo para la emisión de garantías de valores.

En términos del artículo 2o. de la Ley de Ingresos, esta comisión dictaminadora debe pronunciarse sobre condicionamientos vinculados a las garantías emitidas por el Gobierno de los Estados Unidos de América sobre estas eventuales emisiones de valores.

El acuerdo marco tiene como objetivo coadyuvar a la estabilización de la economía mexicana. Un problema básico es hacer frente a los vencimientos semanales de los Tesobonos, deuda pública denominada en dólares, pero pagadero en pesos (cuyos tenedores están en la posibilidad de ejercer de inmediato en el mercado su opción de cambiarlos por dólares), así como los vencimientos de certificados de depósito de bancos mexicanos en los mercados internacionales. Por ello, se ha requerido obtener recursos en divisas, para poder hacer la reconversión de estos valores a plazos más largos y en mejores condiciones financieras.

Novena. Los condicionamientos planteados se refieren a los siguientes aspectos: requisitos para hacer uso de los recursos; condiciones que pudieran significar un pago anticipado; normas de prepago, requerimientos específicos para hacer uso de las garantías y los supuestos vinculados con el esquema de uso de los ingresos petroleros.

Los principales requisitos para allegarse los recursos son: cumplir con el programa económico del Gobierno de México; que los recursos recibidos se canalicen hacia los objetivos propuestos en el plan financiero acordado; asegurar medios de pago, principalmente recursos derivados de las exportaciones del petróleo y suministrar información relacionada con los aspectos anteriores.

La aceleración anticipada de pagos, se refiere a la eventualidad de que exista incumplimiento en relación con el esquema de ingresos petroleros; el uso de los recursos objeto del financiamiento para fines distintos; no proporcionar la información convenida o el incumplimiento de algún pago.

Las cláusulas de prepago pueden ser aprovechadas cuando así lo decida México, sin limitaciones de ninguna naturaleza o cuando lo solicite el acreedor porque se hayan restablecido las condiciones que permitan el acceso de México a los mercados de capitales o cuando ocurran variaciones importantes en las exportaciones petroleras que respaldan el cumplimiento de sus obligaciones.

El acuerdo de garantías se refiere explícitamente el compromiso de Estados Unidos de América de garantizar el pago de los valores de deuda que emita México hasta por 10 años y puede referirse al pago del principal o intereses. Estas garantías se rigen por las restricciones de carácter general ya mencionadas, pero tienen también condiciones específicas, como que los ingresos provenientes de la emisión de valores garantizados, tengan que referirse principalmente a la amortización o refinanciamiento de las obligaciones de corto plazo.

Las comisiones para uso de estas distintas líneas, van de 2.25% por los primeros 5 mil millones de dólares, hasta 3.75% por más de 15 mil millones de dólares. Estas comisiones son las que ha pagado el Gobierno de México en condiciones recientes de estabilidad.

Décima. Esta comisión estima que un aspecto fundamental a considerar es el papel que juegan nuestros ingresos petroleros en relación a estos acuerdos.

El acuerdo establece la utilización de los recursos provenientes de la exportación de crudo y derivados como fuente potencial de pago a los apoyos. Petróleos Mexicanos instruirá, como hasta ahora, a sus clientes, para que realicen el pago por sus importaciones en cuentas que tiene en un banco comercial, el Swiss Bank, el que a su vez transferirá estos recursos a una cuenta que para tales efectos y, conforme a prácticas habituales de bancos centrales, el Banco de México maneja en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, que no requiere saldo mínimo y de la que tiene libre disposición.

Decimoprimera. Esta dictaminadora establece las siguientes conclusiones a la luz del análisis que ha efectuado respecto de los tres acuerdos y sus anexos.

a) Considera que en estos acuerdos no existe ningún condicionamiento de carácter político. En ello, se atendió la preocupación fundamental del honorable Congreso de la Unión, que dio origen a la modificación del artículo 2o. de la Ley de Ingresos.

b) Considera que se trata de un mecanismo de apoyo al programa económico definido libremente por el Gobierno de México, que está establecido en el AUSEE o de cualquier modificación que se acuerde al mismo.

c) No se aprecian tampoco en los acuerdos, condiciones o elementos de injerencia en nuestra política económica.

d) Si bien es cierto que el monto total de la deuda pública no se modifica, sí existe cambio de deuda interna por externa, cuya naturaleza es distinta. Sin embargo, se considera que los acuerdos contribuirán a mejorar el perfil del servicio de la deuda, ya que permiten cambiar deuda de corto plazo a elevada tasa de interés, por deuda de largo plazo con tasas más bajas de interés.

e) Aun cuando el monto total de la deuda pública externa aumenta, su relación como porcentaje del PIB pasa de 46.9% en 1988 a 31.1% en 1995 y que los intereses de esta deuda, como porcentaje del producto, disminuye también de un 13.9% en 1988 a un 1.3% en 1995. Asimismo, se destaca que la proporción de la deuda con respecto al producto que tiene México es inferior a los coeficientes que tienen la mayor parte de los países industriales, como por ejemplo: Canadá con 88.6%. Japón 78.7% y los Estados Unidos con 64.6% de deuda pública bruta como porcentaje de su producto interno. Toda esta información tiene como fuente la SHCP.

Decimosegunda. En lo que se refiere al mecanismo de pago vinculado con los recursos del petróleo, debemos subrayar que la comisión que dictamina considera que no se están gravando ni los activos, ni las reservas petroleras, ni se incide sobre las políticas de exploración, explotación, producción o comercialización de la citada empresa. Se trata de un mecanismo contingente de pagos que ya se ha utilizado en el pasado, en el que se conserva el pleno control del flujo de recursos derivados de las exportaciones de petróleo, ya que sólo entraría en vigor, en caso de incumplimiento, situación que no se ha dado en la historia económica reciente.

Decimotercera. A la luz de lo anterior, la comisión dictaminadora puede concluir que se trata fundamentalmente de acuerdos de naturaleza comercial y financiera.

Sin embargo, reconocemos que lo que los hace diferentes, es que se trata de acuerdos entre gobiernos y es esta naturaleza, de particular importancia, lo que motiva que el honorable Congreso de la Unión esté especialmente atento a evitar que se afecten aspectos de soberanía.

Se reitera que este convenio coadyuva a enfrentar una crisis de liquidez, contribuye a estabilizar los mercados cambiarios y de tasas de interés, así como a fortalecer nuestro sistema financiero.

Decimocuarta. Esta dictaminadora subraya que el Gobierno de México se reserva la facultad de cambiar en cualquier momento sus políticas económicas, aceptándose que en este caso, la consecuencia única sería la facultad también del acreedor de sostener o no los desembolsos de recursos. Celebrar un convenio de crédito entre dos estados soberanos no es una solución ideal; lo que sucede es que el sistema económico global carece de un verdadero prestamista de última instancia, que pueda actuar en situaciones como éstas, con la oportunidad y en los momentos necesarios.

Decimoquinta. El Gobierno mexicano ha planteado un programa económico que implica importantes sacrificios para la población. Para moderar los efectos adversos de este ajuste, esta dictaminadora propone se considere la adopción de mecanismos que permitan aligerar la carga financiera de las empresas, así como, en forma compatible con la situación de finanzas públicas, establecer programas selectivos de apoyo a la pequeña y mediana industrias, y a la producción en el campo que generen empleo y protejan el poder adquisitivo del salario y reforzar la atención a aspectos de consumo básicos.

Adicionalmente, deberá de reexaminarse la estrategia de desarrollo, construyendo sobre los avances realizados, pero incorporando nuevos elementos que nos permitan superar las incapacidades que nos indujeron a la crisis, como la insuficiencia de ahorro interno, baja productividad y limitada competitividad para exportar y sustituir importaciones eficientemente.

Decimosexta. El ajuste empieza a mostrar algunos resultados positivos. De los 30 mil millones de dólares de Tesobonos, quedan en poder de los inversionistas, aproximadamente 18 mil millones de dólares; el déficit de la balanza comercial de enero se redujo sustancialmente, por lo que se espera que no se tengan que usar los recursos de que se dispone.

Decimoséptima. Se considera que es necesario hacer un esfuerzo nacional, para no recaer en las circunstancias de emergencia financiera y para poder prepagar y cancelar a la brevedad los créditos y garantías derivados de estos acuerdos.

Decimooctava. El Congreso de la Unión realizará una evaluación y seguimiento periódico del avance en el cumplimiento de los términos de estos acuerdos, a través de las comisiones unidas de Hacienda y Programación, Presupuesto y Cuenta Pública de esta Cámara de Diputados y la Comisión de Hacienda del Senado.

Asimismo, en el próximo mes de septiembre efectuará una evaluación integral del comportamiento de los acuerdos.

Decimonovena. Por todo lo anterior, esta dictaminadora considera que es factible aprobar el esquema de garantías negociado entre el Gobierno de México y el de Estados Unidos, que se refiere al paquete financiero en su conjunto.

RECOMENDACIONES

Esta dictaminadora propone a la honorable Cámara de Diputados emita las siguientes recomendaciones al Poder Ejecutivo, para ser atendidas en el cumplimiento y observancia de los referidos acuerdos:

1. Que el Ejecutivo Federal le informe periódicamente sobre el desarrollo de los acuerdos, incluyendo expresamente los cambios que se presenten en las políticas económicas y la evolución que se opere en materia de deuda, no sólo por lo que hace a las operaciones de conversión de Tesobonos y otros títulos de crédito, sino también a las operaciones de intercambio de moneda.

2. Que la anterior información y la que se suministre al Gobierno estadounidense, sea remitida a esta soberanía con la debida oportunidad a fin de que se pueda realizar la evaluación y el seguimiento correspondiente.

3. Que se haga el mínimo uso posible de las operaciones de garantía sobre emisión de valores de largo plazo, ya que estas operaciones implican la vigencia de los términos del acuerdo durante un periodo prolongado. La circulación de valores garantizados, podría distorsionar el acceso a los mercados voluntarios.

4. Que se realice el máximo esfuerzo, para generar los recursos y las divisas externas necesarios, a través del fortalecimiento de la balanza de pagos, para efectuar el prepago de la deuda y poder concluir la vigencia de estos acuerdos a la brevedad posible.

Por consiguiente, esta comisión propone a la consideración del pleno de la cámara, el siguiente

PROYECTO DE DECRETO QUE AUTORIZA AL EJECUTIVO FEDERAL, A LA CONTRATACION DE CREDITOS O EMISION DE VALORES EN EL EXTERIOR, UTILIZANDO LAS GARANTIAS A QUE SE REFIEREN LOS ACUERDOS SUSCRITOS POR EL GOBIERNO DE NUESTRO PAIS Y EL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA

Artículo único. Se autoriza al Ejecutivo Federal para que en los términos del artículo 2o. de la Ley de Ingresos de la Federación para 1995, contrate crédito o emita valores en el exterior, haciendo uso de las garantías a que se refieren los acuerdos y sus anexos, suscritos por el Gobierno de nuestro país y el Gobierno de los Estados Unidos de América, el pasado 21 de febrero.

TRANSITORIOS

Unico. El presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Sala de comisiones de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión.- México, Distrito Federal, a 3 de marzo de 1995.- Diputados: Francisco Suárez y Dávila, presidente; Jorge Padilla Olvera, Mónica Leñero Alvarez, Alfonso Reyes Medrano, Saúl Escobar Toledo, secretarios; Manuel Beristáin Gómez, Tonatiuh Bravo Padilla, Roberto R. Campa Cifrián, Jorge Adolfo Cejudo Díaz, Daniel Covarrubias Ramos, Víctor Cruz Ramírez, Gabino Fernández Serna, Juan Nicasio Guerra Ochoa, Alejandro Higuera Osuna, Manuel Jiménez Lemus, Jorge Kondo López, Sebastián Lerdo de Tejada, Oscar Levín Coppel, Gabriel Llamas Monjardín, Ifigenia Martínez Hernández, Salvador Mikel Rivera, Alfonso Molina Ruibal, Dionisio Pérez Jácome, J. de Jesús Preciado Bermejo, Jesús Rodríguez y Rodríguez, Antonio Sánchez Gochicoa, Dulce María Sauri Riancho, Víctor M. Silva Tejeda, David Vargas Santos y Joaquín Vela González.»

Es de segunda lectura.

El Presidente:

Tiene la palabra el diputado Jorge Adolfo Cejudo Díaz, para fundamentar el dictamen, de conformidad con el artículo 108 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos.

El diputado Jorge Adolfo Cejudo Díaz:

Muchas gracias, señor Presidente; compañeras y compañeros:

El 27 de febrero de este año fue turnado a la Comisión de Hacienda y Crédito Público de esta Asamblea, el paquete financiero que incluye el acuerdo marco entre los Estados Unidos de América y México, para la estabilización de la economía mexicana; el acuerdo de estabilización cambiaria de mediano plazo y el acuerdo de garantías, cumpliendo así el Ejecutivo Federal con lo dispuesto por el artículo 73 fracción VIII de nuestra Constitución Política.

La presentación de estos acuerdos de financiamiento por parte del Ejecutivo Federal se explica por el hecho de que es materia del honorable Congreso de la Unión el aprobar uno de los instrumentos que lo integran en correspondencia con lo que establece el artículo 2o. de la Ley de Ingresos de la Federación para el año de 1995.

El dictamen que se encuentra sujeto a debate el día de hoy, fue aprobado en el seno de la Comisión de Hacienda y Crédito Público. Presentamos este documento, una vez que los acuerdos anteriormente citados fueron analizados y discutidos por los diputados que integramos dicha comisión, de conformidad a los artículos 43, 48 y 56 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos y el 87 y el 88 del Reglamento para el Gobierno Interior del propio Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos.

El antecedente inmediato del presente dictamen lo encontramos en el quehacer legislativo de esta cámara. En efecto, al aprobarse hacia fines de enero del presente año la reforma al artículo 2o. de la Ley de Ingresos de la Federación para 1995, se prevé que en el supuesto de contratar créditos o emitir valores en el extranjero, el Congreso de la Unión conocerá respecto de los condicionamientos correspondientes, con la finalidad de que dichos créditos y emisiones le sean sometidos a su aprobación.

Con base en lo anterior y así se señala en el dictamen que nos ocupa, las autoridades financieras de nuestro país, después de negociar con las autoridades financieras de los Estados Unidos de América, convinieron en la redacción de los acuerdos a que se ha hecho mención.

En el mismo dictamen se señala que la devaluación de diciembre de 1994, fue el detonador de una crisis de confianza, tanto interna como externa y se precisan también las dos líneas principales de acción sobre las que actuó el Gobierno mexicano: la instrumentación de un programa de ajuste económico y la realización de negociaciones crediticias para enfrentar la desestabilización de los mercados cambiarios y financieros.

Producto de esta segunda vertiente fue el convenio de los tres acuerdos mencionados, acuerdos en los que se precisan sus objetivos, los requisitos que deben cumplirse para hacer uso de los recursos crediticios, las reglas de pagos anticipados y los supuestos relacionados con el esquema para hacer uso de los ingresos que se originen por exportaciones petroleras, entre otros aspectos.

Efectivamente, el día 21 de febrero de este año se suscribieron los acuerdos a que se ha hecho mención y que regirán el otorgamiento de apoyos crediticios hasta por un monto de 20 mil millones de dólares, con el propósito de procurar una más rápida estabilización de los mercados financieros.

El acuerdo logrado entre los gobiernos de los Estados Unidos y México considera tres diversos tipos de operaciones:

Primera. Intercambio de monedas a corto plazo, es decir, plazo menor a un año.

Segunda. Intercambio de monedas a mediano plazo, de tres a cinco años, y

Tercera. Garantías para emitir valores en los mercados internacionales a largo plazo, de cinco a 10 años.

Los recursos que se obtengan por medio de este paquete se canalizarán de manera fundamental al refinanciamiento de pasivos contraídos por el sector público a plazo menor de un año, en particular en los bonos de Tesorería, sin que se incremente el monto total de la deuda pública. Lo anterior ya se precisaba al aprobarse las reformas al artículo 2o. de la Ley de Ingresos para 1995.

Parte de estos recursos se utilizará también para permitir a los bancos mexicanos sustituir los pasivos de corto plazo que hayan contraído con el exterior. Los recursos obtenidos a través de estas operaciones crediticias facilitarán el financiamiento de los vencimientos de las obligaciones denominadas en moneda extranjera de corto plazo, con lo cual se obtendrá un mejor perfil de la deuda pública. Bien puede afirmarse que estas operaciones crediticias contribuirán a reducir la vulnerabilidad a la que se ha visto sujeta nuestra economía recientemente.

Respecto de las condiciones en que operarán dichas operaciones crediticias, se contiene un mecanismo de pago eventual, porque en el supuesto de que el Gobierno mexicano dejara de cumplir con sus compromisos, según los acuerdos ya referidos, tendría que hacer uso de los ingresos producto de las exportaciones petroleras, para hacer frente a dichos compromisos. Parece conveniente señalar que los ingresos producto de las exportaciones petroleras tan sólo podrían ser afectados hasta por una cantidad equivalente a la magnitud de los compromisos incumplidos.

El objetivo inmediato, como ya se mencionó, es el de crear las condiciones que logren estabilizar el tipo de cambio de nuestra moneda. El alcance de la estabilización se reconoce como un factor clave para que la economía retome el camino del crecimiento económico sostenido. Con este paquete, con estos acuerdos de financiamiento se cumple con el objetivo de lograr la estabilización de los mercados financieros.

Y quiero señalar en este punto, compañeros diputados, que la solución a la problemática de inestabilidad que permea a los mercados cambiarios y financieros, es la condición primera, es el primer eslabón para que el programa económico propuesto por el Ejecutivo Federal muestre sus beneficios y nos permita superar lo más pronto posible la difícil situación por la que atraviesa nuestra economía.

Es conveniente señalar que los recursos obtenidos por medio de estos acuerdos no representan un endeudamiento adicional, de hecho estos recursos facilitarán al país el hacer frente a sus obligaciones crediticias en el corto plazo y permitirán, al mismo tiempo, cambiar la estructura de la deuda y modificar su perfil de corto a mediano y largo plazos.

Hay otro punto que parece importante señalar: la gran flexibilidad dentro de este paquete financiero. Lo único que está precisado es el nivel hasta el cual nuestro país tiene derecho a disponer de los recursos crediticios. Por otro lado, la manera en que se disponga de estas líneas crediticias estará en función de los requerimientos específicos de México para enfrentar sus obligaciones financieras.

La utilización de los recursos crediticios se hará de forma paulatina, se utilizarán para sustituir la deuda de corto plazo por un endeudamiento de plazo mayor.

Es importante señalar que la Comisión de Hacienda y Crédito Público realizó diversas reuniones de trabajo, reuniones regulares en donde se analizaron y discutieron los acuerdos que conforman este paquete financiero.

Del trabajo realizado por la dictaminadora, se obtuvieron diversas conclusiones y consideramos de gran relevancia señalar: el paquete financiero no es sino un mecanismo de apoyo al programa económico del Gobierno de México, carece de condicionantes de tipo político, se mantiene la dirección de nuestra política económica, se modifica el perfil de la deuda mejorándolo al poner mayor énfasis en la deuda de mediano y largo plazos y se reconoce que su porcentaje en relación al producto interno bruto es mayor; sin embargo, a pesar de dicho aumento, conserva niveles más bajos a los observados en gran parte de las naciones industrializadas.

En materia de soberanía nacional, es de particular importancia lo que la comisión dictaminadora precisa: el Gobierno de México se reserva la facultad de cambiar en cualquier momento sus políticas económicas.

Ya al debatirse las reformas al artículo 2o. de la Ley de Ingresos de la Federación, la fracción parlamentaria de mi partido, el Revolucionario Institucional, sostenía que por ningún motivo deberán adoptarse las operaciones de crédito externo, decisiones fundamentales en menoscabo de la soberanía nacional.

Igualmente importante es la consideración de la dictaminadora respecto nuestro futuro económico, así se plantea que se deberá reexaminar la estrategia de desarrollo e incorporar aquellos elementos cuyas deficiencias desembocaron en la actual situación económica, ahorro externo limitado, bajos niveles de productividad, y escasa competitividad para impulsar nuestras exportaciones.

En relación al papel que desempeñará el Congreso de la Unión, se prevé dar seguimiento de los avances alcanzados en la instrumentación de los acuerdos; es decir, se llevará a cabo una evaluación de los mismos y si se desprendieran elementos que afecten el contenido de los acuerdos en perjuicio del país, se podrá exigir su inmediata cancelación según consta en el texto del dictamen. En el trabajo realizado por la comisión dictaminadora no tan sólo se obtuvieron las conclusiones ya mencionadas; sino que formula diversas recomendaciones, se propone a esta cámara las emita y haga del conocimiento del Ejecutivo Federal para su atención en el cumplimiento de los citados acuerdos.

Dichas recomendaciones son:

Primera. Que el Ejecutivo Federal informe periódicamente sobre el desarrollo de los acuerdos, incluyendo expresamente los cambios que se presenten en las políticas económicas y la evolución que se opere en materia de deuda, no sólo por lo que hace a las operaciones de conversión de Tesobonos y otros títulos de crédito, sino también las operaciones de intercambio de moneda.

Segunda. Que la anterior información, la que se suministre al gobierno estadounidense, sea remitida a esta soberanía con la debida oportunidad a fin de que pueda realizar la evaluación y el seguimiento correspondientes.

Tercera. Que se haga el mínimo uso posible de las operaciones de garantía sobre emisión de valores de largo plazo, ya que estas operaciones implican la vigencia de los términos del acuerdo durante un periodo prolongado. La circulación de valores garantizados podrían distorsionar el acceso a los mercados voluntarios, y

Cuarta. Que se realice el máximo esfuerzo para generar los recursos y las divisas externas necesarios a través del fortalecimiento de la balanza de pagos para efectuar el prepago de la deuda y poder concluir la vigencia de estos acuerdos a la brevedad posible.

Estas recomendaciones fueron el resultado de largas deliberaciones en el seno de la comisión y esperamos por parte del Ejecutivo, su cabal cumplimiento.

Respecto del programa de Gobierno se contemplan medidas tendientes a estabilizar los mercados cambiarios y financieros, asegurar que la devaluación de nuestra moneda sea un elemento que propicie la reducción del desequilibrio externo y fortalecer las bases de nuestra economía.

Dentro de las acciones de política económica que se desarrollarán en 1995, para hacer frente a la actual crisis, se contempla un refuerzo de la política fiscal, la aplicación de una política restrictiva del crédito, continuación del proceso de privatizaciones y la reestructuración de la deuda pública. Por su parte, la política monetaria tenderá en forma prioritaria a disminuir la inflación, fortalecer el peso y restaurar los flujos voluntarios de capital hacia nuestro país. Con el fin de apoyar el programa económico, el Gobierno Federal se ha comprometido a adoptar medidas fiscales adicionales en caso de ser necesario, de igual forma para mejorar, para elevar la eficiencia y la productividad en la economía se abrirán nuevos campos dentro de las telecomunicaciones que facilitará la privatización de plantas generadoras de electricidad y se permitirá una mayor participación del capital extranjero en el sistema bancario mexicano respecto de la que consideró originalmente en el marco del Tratado de Libre Comercio.

Se tiene confianza en estabilizar rápidamente nuestros mercados financieros y de que nuestro país retome el camino de desarrollo sostenido y no inflacionario con un mayor bienestar social para todas las familias mexicanas.

Los acuerdos a que se ha hecho referencia son de carácter estrictamente financiero, no existe ninguna condición de aspecto político. Nuestro país seguirá conservando la facultad para administrar y disponer de los ingresos que se origine por las exportaciones petroleras.

Por lo expuesto con anterioridad se considera que es de aprobarse el esquema de garantías resultado de las negociaciones entre el Gobierno de Estados Unidos y México contemplado en los acuerdos de financiamiento.

Compañeros diputados, sabemos que todas estas medidas podrían no cumplir con sus objetivos si paralelamente a ellas somos incapaces de recuperar la confianza, esa confianza que perdimos a lo largo del último año por los problemas, de sobra conocidos por todos; esa confianza de los mexicanos hacia los mexicanos, de los que queremos apostarle a México, de los que sentimos como nuestra esa gran responsabilidad de fortalecernos internamente para actuar con mayor fuerza en el concierto de las naciones.

La crisis es una crisis de confianza, por ello quiero dirigirme a mis compañeros de partido, a los que sí conocen el peso de la responsabilidad histórica de nuestros actos para que hagamos juntos una demostración de nuestra solidaridad; para que ofrezcamos a quien nosotros llevamos al poder, los elementos necesarios para conducir a la patria en estos momentos de inquietud e inseguridad; nuestro respaldo obedece a la confianza que tenemos en el Presidente de México, pero también a la evidencia de que no existe alternativa práctica para encontrar fuentes de financiamiento en los montos y con la prontitud que el país necesita.

Rechazamos las salidas falsas, las evasiones de la realidad, el riesgo de medidas...

El Presidente:

Señor diputado, le han solicitado si acepta una interpelación.

El diputado Jorge Adolfo Cejudo Díaz:

Señor Presidente. No. De ninguna manera, no acepto la interpelación.

El Presidente:

No se acepta señor diputado. Orden. Continuamos por favor.

El diputado Jorge Adolfo Cejudo Díaz:

Rechazamos las salidas falsas, las evasiones de la realidad, el riesgo de medidas temerarias e inviables como la suspensión de pagos que sólo agravaría la situación.

Los diputados priístas hemos declarado que al mismo tiempo que otorgamos nuestro aval a ese esquema de apoyo, expresamos la exigencia de nuestras bases de utilizar esos recursos para que saneada la economía nacional se la conduzca hacia la resolución de nuestros añejos problemas estructurales; a mejorar la condición desesperada de muchos de nuestros productores rurales; a hacer efectiva la oferta de un basto programa de apoyo para la pequeña y mediana empresas; a generar varios empleos para cada uno de los que hoy desaparecen, y en suma, para depender más de nuestra productividad y no volver a hacerlo de capitales especulativos de corto plazo.

Para nosotros queda claro que vivimos una aguda crisis de nitidez, pero mantenemos y mantendremos nuestra solvencia a salvo, con la conciencia limpia y especialmente con la profunda convicción de mi responsabilidad pido el voto aprobatorio al decreto por el que se autoriza al Ejecutivo Federal para que contrate créditos o emita valores en el extranjero utilizando las garantías contempladas en los acuerdos suscritos por los gobiernos de Estados Unidos y México el día 21 de febrero de 1995...

El Presidente:

Señor diputado... permítame un momento diputado. A ver, diputado Pérez Duarte...

El diputado Alejandro Díaz y Pérez Duarte(desde su curul):

Mire, yo pido la moción de orden, porque la postura que asume el diputado no es la postura de la comisión, es la postura de su partido y entonces que en su momento lo hagan, está bien, pero no como la comisión, no es la postura de una comisión plural.

El Presidente:

Tomamos nota de eso, señor diputado Pérez Duarte. Continúe, señor diputado.

El diputado Jorge Adolfo Cejudo Díaz:

¿Eso fue todo?..

Esto es todo, señor Presidente, muchas gracias.

El Presidente:

Orden, señores diputados.

Ha solicitado hacer uso de la palabra para presentar un voto particular, el diputado Saúl Escobar, del Partido de la...

Para hechos, señor diputado. Un momento, diputado Saúl Escobar. Tiene la palabra por cinco minutos, señor diputado.

El diputado Luis Sánchez Aguilar:

Señor Presidente, compañeras y compañeros diputados:

Ha hecho bien el señor licenciado Pérez Duarte en aclarar que lo que aquí, ha sido dicho, es la opinión particular o del señor Cejudo o de su fracción parlamentaria (PRI), no la de la Comisión de Hacienda en donde participan también compañeros diputados de otros partidos y no se vale venir a engañar aquí haciendo creer que es el consenso o que de consuno, todos los miembros de esa comisión de cuatro fracciones, se pronunciaron en el sentido en que el diputado Cejudo aquí lo hiciera hace unos momentos.

Debo destacar como el hecho más relevante de la intervención del diputado Cejudo, que olímpicamente omitió, al citar el artículo 2o. de la Ley de Ingresos, que la facultad que aprobamos aquí en el periodo extraordinario fue conocer oportunamente, subrayo el término, de los condicionamientos correspondientes, a efecto de que aquéllos sean sometidos a su aprobación.

El diputado Cejudo leyó lo anterior sin el término que se refiere a la oportunidad.

Y ocurre que aquí los compañeros diputados, todos venimos a hacer el ridículo, porque venimos fuera de oportunidad, los créditos ya fueron rubricados, alegremente los señores Mancera Aguayo y Ortiz Martínez, fueron de viaje a Washington, aparecieron en la televisión con su jefe Robert Rubin y firmaron. Yo me pregunto, compañeros diputados, con permiso de quién fueron a entregar la patria estos funcionarios públicos.

No se cumplió la oportunidad, no conoció oportunamente esta soberanía nacional de esas condiciones y por tanto ahí se ha burlado el famoso concepto de la corresponsabilidad parlamentaria.

Dice también el diputado Cejudo que aquí se está actuando, según él, con responsabilidad. Yo diría que le faltó también la "i", omitió decir que ésa es una irresponsabilidad. La única evasión de la realidad es la que se expresa en el documento que se ha leído. Seguramente ni ellos mismos del PRI lo creen. Porque la gran prensa americana, éste es el ejemplar de ayer de la revista Times, 13 páginas dedicadas a México, no se engañan. Aquí hay una caricatura en donde aparece un personaje en prisión. Los barrotes son el signo del dólar. El caricaturista es Lury, el más famoso de los Estados Unidos; y espero que me crean que el personaje que está aquí sentado en prisión tras los barrotes del dólar se llama Zedillo, así dice aquí.

Y dice también esta revista, que es portavoz del imperialismo, "qué creen", es un término que usan ellos: guess what? Que el acuerdo que vino a firmar Ortiz va a producir los efectos contrarios de lo que pretende, mayor recesión, mayor desempleo, tensión social y para los americanos pérdida de empleo y más inmigración ilegal.

Como esto es portavoz del imperio, ellos dicen que tampoco es negocio para el país, es negocio para las trasnacionales.

Nos dice por último el diputado Cejudo que el paquete carece de condicionantes de tipo político, que es estrictamente financiero. Yo me pregunto compañeros ¿cómo se puede venir a esta tribuna a afirmar tal cosa cuando se ha decretado un embargo precautorio, nada menos que sobre nuestra producción petrolera, sobre un recurso que es de todos los mexicanos y de las generaciones por venir? ¿Cómo se puede decir que aquí no hubo condicionantes de tipo político, cuando se somete a México al imperio de tribunales del exterior? ¿Cómo puede afirmarse que no se lesiona la soberanía, cuando se ha decidido en esos convenios que México no tiene facultad para declarar una moratoria...

El Presidente:

Señor diputado, tiene un minuto para terminar su exposición.

El diputado Luis Sánchez Aguilar:

Sí, señor Presidente:

Cuando la declaración de moratoria es una decisión soberana de un pueblo? ¿Cómo puede decir que no hay condicionantes de tipo político, cuando se ha aceptado una intervención, en términos capitalistas, gerencial, intervención directa a caja de los recursos de la patria por parte de Rubin, de Goldman Sachs y de sus secuaces?

Decir todo es no contribuir al debate político.

llio tempore, como decían los clásicos, cuando se introdujo el caballo en Troya, Virgilio, en la Eneida dijo: timer danaos et dona ferentes o lo que es lo mismo "temo a los griegos, aunque nos den regalos"; hoy hay que sustituir griegos por gringos.

La firma de ese acuerdo en las condiciones que propone el diputado Cejudo, sería un acto de traición a la patria. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene el uso de la palabra para rectificar hechos el señor diputado Salido.

El diputado Crisoforo Lauro Salido Almada:

Con su permiso, señor Presidente; compañeros diputados:

He pedido esta brevísima intervención con el objeto de dar cuenta de la forma en que este paquete financiero es percibido por la prensa de los Estados Unidos de Norteamérica. Voy a proceder a leer parte de un reportaje de cobertura que presenta el último número del Times. Dice. Permítanme por favor, lo voy a traducir, no se desesperen. Traduzco para beneficio de los que no hablan el idioma de quien quieren ser esclavos:

"Y en todos estos cuentos, busquen por un toque de lo absurdo. En búsqueda de evitar una depresión severa en México, con alto desempleo, inestabilidad social, alta pérdida de empleo en Norteamérica, que dependen en ventas de exportación y una elevación en el flujo de inmigrantes hacia los Estados Unidos, los dos países han adoptado un plan que seguramente llevará a, adivinen qué, una recesión mexicana con una elevación en el desempleo, con alta tensión social, pérdida de empleos en Norteamérica y más inmigración ilegal hacia el norte."

"El nuevo apretón es la dureza de las condiciones que México aceptó para asegurarse que los préstamos de los Estados Unidos pudieran ser repagados. Además de permitir a los Estados Unidos, en efecto, apropiarse, confiscar los recursos de la empresa nacional, del monopolio petrolero nacional Pemex, si es necesario para recuperar sus préstamos, México también accedió a recortar su presupuesto federal, de tal manera de balancearlo, de hecho para hacer crecer a un 0.5% del producto interno bruto."

Concluyo. Diputados, todos aquellos que hoy dicen que esto es una necesidad para el país quiero recordarles que los propios norteamericanos consideran que las condiciones que nos han impuesto son definitivamente inaceptables y que lejos de resolver los problemas de este país, los agudizarán, haciendo prácticamente imposible el crecimiento que a la larga será totalmente recurrente el problema que hoy, señores, con este paquete financiero, se está tratando de evitar. Gracias.

El Presidente:

Quisiéramos recordarles a los diputados, que estamos en la etapa de la presentación y fundamentación del dictamen.

Tiene el uso de la palabra el diputado Saúl Escobar, para un voto particular y posteriormente daremos el uso de la palabra para hechos o para la ronda de oradores.

Saúl Escobar tiene el uso de la palabra, para un voto particular.

El diputado Saúl Alfonso Escobar Toledo:

Gracias, señor Presidente:

Y les recuerdo a los diputados que lean el artículo 95 y 96 del Reglamento, para que no haya este tipo de incidentes.

Con fundamento en lo que establece el artículo 56 de la Ley Orgánica del Congreso de la Unión, y el artículo 88 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, el grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, presenta ante esta soberanía, el siguiente voto particular en contra del dictamen aprobatorio de los diversos acuerdos y sus anexos en que se contiene las negociaciones realizadas por el Gobierno mexicano con el Gobierno de los Estados Unidos de América, de conformidad con lo que establece el artículo 2o. de la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 1995 en vigor, presentado ante esta soberanía por la Comisión de Hacienda.

Este voto particular ha sido firmado por tres miembros de la Comisión de Hacienda y entrego debidamente firmado y de acuerdo al Reglamento, nuestro voto a la Secretaría.

Los motivos por los cuales el grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática se opone al dictamen mencionado, se sintetizan en los siguientes aspectos:

Primero. Los acuerdos y sus anexos no se ajustan a las disposiciones constitucionales y legales vigentes.

Segundo. Los acuerdos y sus anexos comprometen como garantía prendaria los productos de las exportaciones petroleras del país por un periodo de 10 años, lo cual es ilegal y representa una peligrosa amenaza a la soberanía nacional.

Tercero. Ni el conjunto del paquete financiero, del cual forman parte, ni las operaciones incluidas en los acuerdos y sus anexos, serán eficaces para contribuir a la solución de la problemática financiera y cambiaria del país, por lo cual es muy alta la probabilidad de que México incumpla sus términos y por tanto, es también muy grande la posibilidad de que se generen las condiciones en las que México pueda ser penalizado en los términos onerosos establecidos en los acuerdos y sus anexos.

Cuarto. A diferencia de lo que ha señalado el Ejecutivo, los acuerdos y sus anexos no sólo implican el cambio de deuda de corto plazo por deuda de largo plazo, sino una modificación desventajosa de las condiciones en que se contrata. Por un lado, la deuda pasa a ser deuda interna pagadera en pesos a deuda legalmente comprometida para ser pagada en dólares. Por otro lado, se modifica la calidad del acreedor, al sustituirse acreedores que son individuos o personas morales por deuda contratada con un Gobierno. En tercer lugar, la deuda se transforma de una, sin condicionalidad alguna, a deuda altamente condicionada.

En efecto, los acuerdos y sus anexos, así como el conjunto del paquete financiero, someten a la economía mexicana a una camisa de fuerza que, por un lado, impone una política de ajuste drásticamente recesiva que amenaza con afectar en forma durable con la destrucción de segmentos de la planta productiva nacional y el empleo y el deterioro del nivel de vida de sectores mayoritarios de la población nacional, y por el otro lado, le impone inaceptables mecanismos de injerencia y de subordinación ante una potencia extranjera.

Quinto. El acuerdo y los anexos superponen los intereses de inversionistas financieros extranjeros a las necesidades e intereses de la nación, y

Sexto. Existen y lo hemos demostrado, mejores y menos riesgosas opciones para enfrentar la grave situación económica y financiera por la cual se atraviesa.

Los acuerdos y sus anexos contienen elementos que violan o contradicen los ordenamientos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y otras leyes, en particular los acuerdos y sus anexos obligan a México, de manera irrevocable, a que ceda su inmunidad soberana que las leyes internacionales, incluso norteamericanas, reconocen a los estados soberanos. Aún más, México tendrá que someterse necesariamente a la jurisdicción de los juzgados de la ciudad de New York. Hay pues, una violación al espíritu y a la letra del artículo 104 fracción I de nuestra Constitución.

Como se detalla más adelante, el Ejecutivo y el Banco de México, suplantan ilegalmente, facultades que son exclusivas de esta Cámara de Diputados o del Congreso de la Unión, comprometiéndose a la obtención de determinadas metas económicas o a la realización de competencias políticas, en ámbitos que no son de su competencia. Se violan así los artículos 73 fracción VIII y 74 fracción IV de nuestra Constitución.

El establecimiento de garantías del gobierno norteamericano a la emisión de valores mexicanos, lleva implícito en el esquema de los acuerdos y sus anexos, la imposición de la garantía de los recursos petroleros mexicanos, para cubrir una eventual falta de pago mexicana, por un plazo de hasta 10 años.

El Gobierno mexicano no tiene competencia para comprometer y dar en prensa a nombre de México, los productos de ventas petroleras futuras, para garantizar el pago de la conversión de un tramo de la deuda interna en deuda externa. Se viola también de esta manera, la Constitución en su artículo 27 y su Ley Reglamentaria.

El grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, sostiene que existe grandes riesgos, de que no se logre evitar que en el mediano plazo, tanto el Gobierno mexicano como los bancos comerciales; importantes empresas privadas, que mantienen deudas en dólares con el exterior, nfrenten nuevamente la incapacidad de pago, lo que va a acarrear nuevas y mayores dificultades económicas, esta vez acompañadas con el grave riesgo para la soberanía del país, que significa que el producto de las ventas petroleras estén dadas en prendas de pagos de los créditos, en virtud de los acuerdos que se pretende aprobar el día de hoy.

A pesar de las reiteradas peticiones hechas a la Secretaría de Hacienda e incluso las peticiones al propio titular de la misma, cuando estuvo en esta Cámara de Diputados, no se ha podido contar todavía con una estimación oficial de las divisas que el país requerirá durante el año de 1995 y los siguientes del sexenio, para evaluar adecuadamente la estrategia del Gobierno y las estrategias alternativas posibles.

En lugar del presupuesto de divisas se nos ha ofrecido el esquema de las amortizaciones del sector público y las fuentes de financiamiento previstas para 1995, que siendo útil es totalmente insuficiente, para una evaluación completa del problema que nos ocupa. La información se nos sigue escamoteando, se nos sigue negando. Hay secretos en la información, que por alguna razón no se quieren hacer llegar a esta soberanía.

El recuento de la información disponible y de la que se ha publicado en diversos medios por voceros oficiales sobre las necesidades globales de divisas de la economía mexicana durante 1995, sin embargo, muestra que la estrategia en el financiamiento de la crisis, que ha sido la base de la negociación, contiene suficientes espacios de incertidumbre, que obligan a cuestionar la viabilidad del esquema.

En efecto, el conjunto del proyecto incluye los siguientes supuestos: primero, que México lograría reducir su déficit en cuenta corriente de casi 30 mil millones de dólares programados inicialmente, hasta 14 mil millones de dólares en 1995 y que logrará el financiamiento de este déficit con recursos externos adicionales al paquete de los casi 53 mil millones de dólares.

El supuesto mismo de la reducción del déficit de la cuenta corriente a sólo 14 mil millones de dólares, tendrá un fuerte impacto, debido a que el déficit en la cuenta de servicios factoriales, habrá de aumentar debido al impacto combinado de incrementos en las tasas internacionales de interés y al aumento del saldo de la deuda pública externa.

Ello, obligará a reducir sustancialmente el déficit en la cuenta comercial, si no es que a convertirlo en superávit. Lo anterior, este esfuerzo por reducir el déficit en la balanza comercial, supone, sin embargo, según proyecciones publicadas, que sitúan un decrecimiento del producto interno bruto, escuchen bien, un decrecimiento del producto interno bruto para este año, de México, entre menos 4% y menos 7%.

Del espíritu y el texto de los acuerdos que analizamos, se deriva con toda precisión que ni los 20 mil millones de dólares del acuerdo con el gobierno estadounidense, ni los otros tramos de 53 mil millones del paquete en su conjunto, podrán ser utilizados para financiar el déficit en cuenta corriente de 1995.

En diversos párrafos del acuerdo marco y del acuerdo de garantías, se señala expresamente que estos fondos no podrán utilizarse para financiar el déficit en cuenta corriente. Lo mismo dice el memorandum de política económica firmado por México con el Fondo Monetario Internacional; igual se señala en otros documentos sometidos a esta consideración.

¿De dónde van a salir entonces los recursos suficientes para financiar el déficit en cuenta corriente? Según la carta de intención firmada con el FMI, estos 14 mil millones de dólares provendrán de: primero, endeudamiento adicional, adicional al paquete que hoy estamos comentando, por 5 mil millones de dólares.

Dos, inversión extranjera directa por 8 mil millones de dólares y tres, otros flujos privados de capital, por 1 mil millones de dólares.

Ahora bien, como se informa en el cuadro de amortizaciones del sector público e ingresos de capital, proyectados para 1995, que se supone forman parte del plan financiero, y decimos: se supone, porque cuando compareció el Secretario de Hacienda nos entregaron un plan financiero y el viernes en la noche nos entregaron otro plan financiero, que no tiene nada qué ver con el primero, con lo cual, o hay una información que se manejó de forma equivocada o bien, cambiaron de plan financiero en unos cuantos días. No sabemos qué plan financiero se entregó a las autoridades de Estados Unidos.

Pero en cualquier forma, en el documento que se nos entregó el viernes, después de la comparecencia del Secretario de Hacienda, seguramente para que no metiéramos en las preguntas y en el debate con el Secretario de Hacienda esa información, que incluso hemos conocido que no todos los diputados y ni siquiera todos los grupos parlamentarios conocen este último documento entregado el viernes; pero en fin, en este último documento, México enfrenta la necesidad de amortizar 38 mil 700 millones de dólares por concepto de maduración de títulos de la deuda pública externa y de la deuda pública interna, como son Tesobonos y Cetes en poder de extranjeros.

Para ello, para amortizar esos 38 mil 700 millones de dólares, información oficial, se espera contar con recursos provenientes del BID, Banco Mundial, por 3 mil millones de dólares, de créditos bilaterales, distintos al paquete que estamos comentando, por otros 3 mil millones de dólares, con recursos externos privados, incluida la colocación de 4 mil millones de dólares de nuevos Cetes y 5 mil millones de dólares en nuevos Tesobonos, así como la colocación de nuevos títulos de deuda pública en el mercado externo, de ahorro privado, voluntario, por otros 5 mil millones de dólares.

Adicionalmente, se está contando con la posibilidad de obtener 4 mil millones de dólares en el año por concepto de privatizaciones y ahora sí los 10 mil millones del paquete de apoyo de Estados Unidos, que es el primer tramo con que contaríamos este año. En total, se está esperando contar con un monto de recursos externos por 41 mil millones de dólares, sólo para cubrir las amortizaciones y, por lo tanto, sin tomar en cuenta el déficit de la cuenta corriente esperado para 1995.

Pero hay más, México debe enfrentar también amortizaciones de la deuda externa de la banca privada, banca privada, que según informes dados en las comparecencias de los funcionarios de Hacienda, no serían menores, dijeron ellos, a los 5 mil millones de dólares. Pero que según el memorandum técnico firmado con el FMI, y cito en el punto tres, "los pasivos de corto plazo con el extranjero que vencen en 1995 incluyen Tesobonos y léase bien, pasivos en moneda extranjera de los bancos comerciales por 18 mil millones de dólares".

Hay pues dos cifras que se manejan en los informes oficiales; el procurador fiscal frente a nosotros manejó 5 mil, en el memorandum al Fondo Monetario Internacional, se habla de 18 mil millones de dólares de la banca privada, de vencimientos en 1995.

Hay más todavía: la economía mexicana debe afrontar también la necesidad de divisas para pagar un monto no aclarado oficialmente por amortizaciones también en 1995, de la deuda de la empresa privada mexicana no bancaria, cuyo saldo total fue de 22 mil millones de dólares en diciembre pasado, según informó a esta Cámara el Secretario de Hacienda.

Según la Bolsa Mexicana de Valores, la deuda a corto plazo de este sector privado no bancario, ascendería a más de 10 mil millones de dólares. Tenemos entonces, 14 mil millones de déficit de cuenta corriente; 38 mil millones de amortizaciones; 5 mil más o menos, para tener la cifra más conservadora, de deuda de la banca privada y alrededor de 10 mil millones de dólares del sector privado no bancario; alrededor de casi 70 mil millones de dólares de compromisos de deuda para este año de 1995.

Para satisfacer todos estos requerimientos se necesitarán montos muy elevados de endeudamiento, uno de ellos es el paquete que estamos discutiendo hoy, pero sólo una parte de ese enorme endeudamiento al que se está comprometiendo el país.

Endeudamiento que puede ser inalcanzable, es decir, puede no necesariamente ser otorgado a México, por las condiciones de los mercados internacionales o por la desconfianza hacia México, como incluso reconoció el señor que me acaba de anteceder en la palabra, que venía a representar al PRI.

En todo caso, aumentarán inevitablemente los requerimientos corrientes anuales de divisas para 1995 y los años subsiguientes. Y en caso de obtenerse, significarán mayores deudas que necesariamente vendrán más condicionadas y más costosas. Este camino sólo conduce hacia mayores riesgos para la soberanía y la seguridad nacional.

En la espiral sinfín de la dependencia financiera, México necesita sumas cada vez mayores de recursos externos, que le sirven cada vez menos para financiar el desarrollo, al punto que, como en este 1995, nos endeudaremos en cifras astronómicas, 60 mil, 70 mil, millones de dólares, para decrecer, no para crecer. Nos vamos a endeudar en cifras inimaginables para que el producto interno de México decrezca y para eso sí, pagar lo que ya debemos.

Se ha dicho por las autoridades que hay que reducir la dependencia del ahorro externo y lo que estamos haciendo es aumentar en cifras increíbles nuestra dependencia del ahorro externo. Esa es la coherencia de nuestras autoridades hacendarias y esa es la coherencia que vamos a votar el día de hoy, si aceptamos o no aceptamos el paquete financiero.

El paquete pues, debe ser rechazado y debe buscarse una alternativa responsable y seria; ésta que nos están entregando hoy, es una solución falsa. Los acuerdos y sus anexos vienen acompañados de condicionamientos severamente recesivos; México, según ellos, realizará una política fiscal recesiva recortando el gasto público y aumentando los ingresos del sector.

La Secretaría de Hacienda y el Banco de México, en un claro abuso de su autoridad, se han comprometido con el Fondo Monetario Internacional, a la consecución de un superávit fiscal en 1996, cuando el Ejecutivo no ha presentado a esta Cámara de Diputados ni al Congreso de la Unión, las iniciativas del Presupuesto de Egresos de la Federación ni la Ley de Ingresos, precisamente para 1996. Ni menos han sido discutidas o aprobadas estas leyes, con lo cual no puede establecerse compromiso oficial alguno, como dice el memorandum al fondo, respecto a resultados de política económica de 1996, como ilegalmente lo hacen los representantes del Gobierno.

De igual manera, en el acuerdo de garantías, artículo 4o., sección 4.05, inciso d, se establece que México acuerda durante todo el tiempo que estén vigentes las garantías; es decir, hasta por 10 años, que, y cito textualmente: "Incluirá en su presupuesto federal para cada ejercicio fiscal, montos suficientes para pagar el principal, los intereses y cualquier otra cantidad vencida durante dicho año, en todos los valores de la deuda y todas las cantidades pagaderas al Departamento del Tesoro, bajo el presente acuerdo...".

Tal disposición somete a este Congreso mexicano, a los dictados del tesoro norteamericano durante varios años. Todavía más, el gobierno de ese país podría invocar su derecho a recurrir a sus tribunales en caso de incumplimiento; es decir, en caso de que el Congreso, este Congreso, decidiera hacer uso de su soberanía y de sus facultades constitucionales.

Señores legisladores: el Presupuesto de Ingresos y de Egresos de la Federación, por varios años, ya está pactado en esos acuerdos y ya está decidida por encima de la soberanía de esta Cámara de Diputados; en una buena parte está decidido ya por las previsiones que hace de incluir en su presupuesto, los montos suficientes para pagar el principal, los intereses y cualquier otra cantidad vencida.

En la misma línea de ilegalidad se encuentran los compromisos establecidos por el Gobierno de México con Estados Unidos, en que se compromete nuestro país a realizar políticas de apreciación del peso frente al dólar, de severa restricción monetaria o de llevar a cabo privatizaciones y concesiones que pudieran rendir aproximadamente entre 12 y 14 mil millones de dólares durante los próximos tres años.

Adicionalmente, debido a la decisión de tratar de regresar pronto a la captación de nuevos capitales especulativos en los mercados internacionales, se despliega una política de altas tasas de interés que todos estamos viendo y sufriendo. A ello debe agregarse el compromiso de congelar la política crediticia y poner un límite interno de 10 mil millones de nuevos pesos para 1995, como dice el anexo "c" punto 5.

Los ordenamientos en materia de circulación monetaria, créditos internos y tasas de interés, violan flagrantemente la supuesta autonomía del Banco de México. ¿Quién le va a creer a la autonomía del Banco de México, cuando ya están pactados estos compromisos con el exterior?

Todo ello tendrá el efecto, desde luego, de complicar al extremo el problema de las carteras vencidas de empresas mexicanas pequeñas y grandes, de propiciar la insolvencia de numerosos usuarios del crédito, e incluso ha puesto ya en una delicada situación a numerosos bancos comerciales privados.

No apuntan a la solución, sino por el contrario, agravan el problema de carteras vencidas y de la insolvencia de los bancos mexicanos.

Ya el día de ayer la represión hizo víctima de estas carteras vencidas al compañero Alfonso Ramírez Cuéllar y otros dirigentes de El Barzón, que están sufriendo ya, aún sin votarse, los efectos de este paquete financiero.

La política recesiva puesta en marcha, ha desatendido por completo la protección de la planta productiva nacional y el empleo. Estas son las cosas que vamos a votar. Pero hay alternativas, las hemos reiterado y las reiteramos hoy. Hay alternativas distintas a la política económica y éstas han sido presentadas por el grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, para enfrentar la crisis. Esta alternativa parte del principio básico de privilegiar la defensa de los intereses de la nación y de los nacionales frente a los intereses de los inversionistas especulativos extranjeros. El de privilegiar la defensa de la soberanía frente a toda injerencia intervencionista y subordinadora de cualquier potencia extranjera.

Sostenemos la necesidad de que el Gobierno de México se circunscriba estrictamente a su obligación de pagar los valores de deuda interna, Tesobonos y Cetes en pesos mexicanos y que se establezcan mecanismos de política cambiaria, diferenciada, que permitan racionalizar el uso futuro de divisas que el país obtenga por las vías normales.

Una política alternativa requiere, además, la inmediata reestructuración del saldo, intereses y calendario de vencimientos de la deuda externa mexicana, así como la redefinición de los aspectos de los acuerdos y tratados de comercio internacional que han afectado excesivamente a la planta productiva mexicana.

México debe proponer a la banca acreedora internacional, el inicio inmediato de nuevas negociaciones de la deuda externa, para alcanzar acuerdos que incluyen una aportación a la solución definitiva del problema por parte de los bancos extranjeros, equivalente a las aportaciones que el pueblo mexicano ha realizado ya en gran medida infructuosamente.

Los problemas de liquidez e insolvencia de gran número de empresas productivas y bancos mexicanos, así como de consumidores individuales, requieren del despliegue de políticas gubernamentales efectivas para la solución de este problema.

Un aspecto clave se refiere a la necesidad de alcanzar una baja sensible y sostenible de las tasas de interés. Otro aspecto clave se refiere a la necesidad de que las empresas y los consumidores encuentren formas de refinanciar sus vencimientos de corto plazo, sin necesidad de ir a la quiebra o a la moratoria interna que propiciará, de generalizarse, el riesgo de pánicos bancarios.

¡No deja, señores legisladores, de ser paradójico que el Gobierno solicite refinanciamiento de sus vencimientos de la deuda pública externa, a la vez que sus programas de ajuste niegan la posibilidad a sus deudores internos! ¡Ellos sí se pueden refinanciar! Los deudores mexicanos no podemos refinanciarnos, porque no hay fondos disponibles para ello!

Estas medidas que hemos señalado forman parte de un plan, estas medidas que hemos señalado forman parte de un plan que tendría como objetivo lograr un crecimiento económico con equidad. ¡México no estará en condiciones de pagar su débito externo, mientras no tenga crecimiento económico! ¡México no regresará al mercado voluntario de capitales, mientras no tenga crecimiento económico!

Por ello, nuestra propuesta alternativa apunta en un sentido contrario al que los acuerdos con Estados Unidos ordenan. Pero por ello también es una propuesta racional, realista y beneficiosa para México e incluso más positiva para los Estados Unidos de América.

Decimos ¡no!, por patriotismo; el patriotismo que no tuvieron los representantes de México en las negociaciones. Porque se puede llegar a acuerdos con Estados Unidos en mejores condiciones y para ello este Congreso tiene que fortalecer la fuerza, la capacidad negociadora de México, ¡rechazando este paquete y abriendo las negociaciones sobre el conjunto de la deuda mexicana!

Decimos ¡no!, por la defensa de nuestros intereses petroleros. Porque no necesitamos empeñar nuestro petróleo; ¡México puede y debe obtener recursos externos sin estas condiciones humillantes!

¡Este Congreso no puede aceptar iniciar el camino, que quien sabe cuándo termine y a dónde nos conduzca! ¡Si se vota por él, si se vota por el sí, a ver, señores legisladores, cuántos años pasarán hasta que podamos decir otra vez orgullosamente que el petróleo es nuestro!

¡Decimos no, porque México puede y debe crecer para ofrecer empleos y salarios dignos; porque estos acuerdos nos arrojan en una larga recesión, este Congreso debe rechazarlos! ¡Bienvenido el capital extranjero productivo, demos aliento a nuestros inversionistas mexicanos, los que crean empresas y empleos y dejemos de sacrificarlo todo por los especuladores, por ese puñado de piratas modernos de Wall Street!

¡Decimos no, porque hay otras soluciones más racionales y justas! ¡Este Congreso debe apoyar esa búsqueda rechazando este paquete, digamos no y discutamos las soluciones alternativas; construyamos una nueva historia en este país tan lastimado hoy por la miseria, el engaño, la corrupción, la prepotencia y la desesperanza! ¡Democracia ya, patria para todos!

El Presidente:

Los partidos políticos han solicitado fijar sus posiciones. Para tal efecto se han puesto de acuerdo para intervenir por 15 minutos. En tal virtud se han registrado, por el Partido del Trabajo, César Humberto González Magallón; por el Partido de la Revolución Democrática, Tonatiuh Bravo; por el Partido Acción Nacional, Ricardo García Cervantes y por el Partido Revolucionario Institucional, René Juárez Cisneros.

Tiene el uso de la palabra César Humberto González Magallón.

El diputado César Humberto González Magallón:

Con su permiso, señor Presidente; compañeras y compañeros diputados:

El Congreso de la Unión se halla ante la enorme responsabilidad histórica de aceptar o rechazar el paquete financiero de rescate, acordado por el Ejecutivo con su contraparte de Estados Unidos, en condiciones de virtual cesación de pagos externos del país, de pánico generalizado en los mercados cambiarios y de crisis de confianza en las posibilidades de superar esta crisis sin causar otra mayor.

En este contexto, aceptar el paquete daría en principio a México los dólares requeridos, para sacarse de encima la angustiosa carga de los Tesobonos, alargando los plazos de vencimiento de esas obligaciones y para evitar que la banca comercial privada caiga en la insolvencia frente a sus acreedores externos.

Rechazar el paquete implicaría no contar con esos recursos y tener que recurrir a medidas como el control de cambios y el inicio de un complicado proceso de renegociación global de las obligaciones externas del país en condiciones internacionales inéditas y en relación a Estados Unidos, adversas, dado el peso político que ha adquirido la derecha republicana.

Planteado así el problema parece evidente que la primera opción es más ventajosa. Nadie que cuente con un conocimiento elemental del funcionamiento de la economía internacional podría sensatamente rechazarla, pero el problema que estamos afrontando es mucho más complejo, en él la cuestión de pago de los Tesobonos y los vencimientos externos del presente año son sólo un aspecto del problema, muy importante sin duda, pero no el principal y no lo es, porque México podrá, en efecto, salir bien librado de la coyuntura de pagos externos, pero a costa de una crisis económica, política y social de enormes proporciones, que hundirá más al país en el pantano de la descomposición nacional, la dictadura y la guerra.

El problema principal que estamos discutiendo no es tanto el paquete en sí mismo, sino la relación que guarda con la superación de la crisis económica, con la continuidad de los procesos de reforma democrática y con la preservación de la paz social. En este sentido, debe partirse del hecho de que el paquete financiero constituye un todo orgánico con la política desarrollada por el Ejecutivo, en dos documentos anexos al paquete financiero.

El memorandum de política económica y la carta de intención enviada previamente al Fondo Monetario Internacional, el acuerdo marco entre Estados Unidos y México para la estabilización de la economía, expuestos en los dos instrumentos mencionados, opera por medio de dos tipos de mecanismos; los primeros de tipo directo, son las cláusulas de condicionalidad expuestas en la sección D-6 del acuerdo de garantías.

Las segundas, que operan directamente, se refieren a la posibilidad de que el gobierno norteamericano recurra al cobro directo de la cuenta de fondos especiales petroleros sobre las obligaciones vencidas.

Centro de esta mecánica, el gobierno norteamericano está autorizado a juzgar por sí mismo cuando el Gobierno mexicano cumple o incumple los compromisos de política económica establecidos en las secciones 6 y 7 del acuerdo marco y en su caso, decidir dos posibles caminos a seguir:

a) Irrumpir el suministro de fondos, o

b) Declarar inmediatamente vencidas y hacer pagaderas las obligaciones pendientes.

Esta mecánica implica no sólo que el gobierno del país vecino tiene la facultad de sostener los desembolsos de recursos, como reconoce la Comisión de Hacienda de esta Cámara, sino también de imponer la devolución inmediata de los fondos desembolsados en virtud del acuerdo.

Esto quiere decir que México puede ser forzado a tener que reintegrar inmediatamente hasta dos decenas de millones de dólares.

El dictamen de la Comisión de Hacienda ignora explícitamente esta posibilidad y señala que el Gobierno mexicano sólo está obligado a cumplir con el programa económico, según el segundo apartado de la consideración novena y que tiene la facultad de cambiar en cualquier momento, sus políticas económicas.

Consideración Decimocuarta. La primera de sus aseveraciones es cierta, aunque no es ninguna virtud como veremos. La segunda, es incorrecta, porque el Gobierno mexicano no puede modificar las políticas económicas establecidas en la carta de intención, sin arriesgarse a tener que pagar un precio altísimo por ello; sólo podría hacerlo libremente si el Fondo Monetario Internacional en primer lugar y el gobierno norteamericano en segundo término, estuvieran de acuerdo con las nuevas políticas a seguir.

Lo expuesto pudiera no ser demasiado grave si el programa económico acordado por el Gobierno de México respondiera a las necesidades económicas, gozara de un consenso popular mayoritario y fuera apoyado por las principales fuerzas políticas del país, pero sucede que el actual programa económico liga la superación de la crisis de pagos a una equivocada política económica interna, que implica una aguda contracción del crédito y el gasto público. En el plano económico, la concreción de la durísima contracción del crédito y el gasto público, asociada al paquete económico y amarrada por él, impediría que el aparato productivo nacional estuviera en condiciones de responder satisfactoriamente a los estímulos objetivos generados por el establecimiento de un tipo de cambio más competitivo.

En ese sentido, es inconsistente con una auténtica política de recuperación productiva y del equilibrio de las cuentas externas por mecanismos comerciales, pero el programa económico generado por el paquete financiero, tiene en la actual coyuntura política y social del país otras repercusiones igualmente funestas; plantea dificultades adicionales muy grandes al avance de la reforma política y la construcción de los acuerdos necesarios para efectivizarlos; profundiza la crisis social y por esa vía incrementa los factores objetivos que están en la base de la insurrección chiapaneca y la posibilidad de la guerra.

Habría que agregar a éstos, el hecho indiscutible de que numerosas cláusulas del paquete son consideradas ofensivas y atentatorias contra la soberanía y el orgullo nacional por una enorme proporción del pueblo mexicano.

Sintetizando: los diputados integrantes de la fracción parlamentaria del Partido del Trabajo, consideramos que la aprobación del citado paquete implica renunciar a la modificación imprescindible de la actual política económica, bloquea la reforma democrática y agrava los males del pueblo mexicano.

El PT considera ante la crisis financiera que enfrenta nuestro país, que existe una tercera alternativa y fija su posición. Esta implica rechazar el acuerdo marco, el de estabilización a mediano plazo y el de emisión de garantías de valores, debido a que México requiere abrir una nueva negociación de carácter internacional que privilegie los intereses de la planta productiva y permita preservar las bases reales de la inserción de México en la economía global.

De otro modo, ya sea optando por una solución aislacionista o aceptando los términos del acuerdo marco y sus normas complementarias, nos encontraremos en un callejón sin salida.

No debemos olvidar, compañeros diputados, que la actual crisis financiera es un problema completamente inédito en el sistema internacional e implica una responsabilidad compartida entre:

1. El Gobierno de México, que al seguir una política aventurera dependió desproporcionalmente de capitales especulativos;

2. Los inversionistas, principalmente los fundomutuales que manejan capitales de riesgo, y

3. El Gobierno de los Estados Unidos, que desestimó las señales de peligro por haber efectuado un cálculo equivocado de los riesgos políticos en nuestro país.

En la medida en que existe una responsabilidad compartida, los costos de la crisis financiera deben distribuirse equitativamente; con la actual propuesta, que en rigor no refleja el criterio de la administración Clinton, sino de un Congreso dominado por una nueva mayoría proclive al proteccionismo con fuertes tintes antimexicanos, se pretende que el pueblo de México cargue con la mayor parte de los sacrificios que impone esta crisis, lo que equivale a exonerar de hecho a los especuladores y desestimar las lecciones que brinda para perfeccionar los instrumentos de regulación internacional.

La propuesta alternativa que presentamos hoy aquí, combina el reconocimiento de que a nivel interno lo económico y lo político están fuertemente condicionados, pero también parte de una evaluación reflexiva de las condiciones internacionales, que no minimice la importancia que guarda México en el concierto de naciones y reivindique el principio de la corresponsabilidad.

Para evitar poner en peligro a la planta productiva, pero sin llegar a cerrar las negociaciones con los acreedores y nuestros socios comerciales, proponemos el siguiente paquete de medidas básicas:

A. Decretar un control temporal de cambios, con un sistema múltiple, para favorecer al sector exportador y a los importadores de medios de producción.

Proponemos fijar un tipo de cambio preferencial de 4.5 pesos por dólar y otro de 5.5, para las transacciones no esenciales.

B. Intervención del sistema bancario como condición para mantener la fluidez del crédito. Se establecerían dos modalidades de intervención: control gerencial de los bancos que no satisfagan el nivel requerido de cobertura de su cartera vencida y fusión obligatoria de las instituciones de más fortaleza. Todo ello, bajo un plan conjunto de reestructuración de créditos, a favor de empresas prioritarias.

Lo anterior, compañeras y compañeros diputados, permitirá mantener en operación la mayor parte de la planta productiva y evitar la ola de quiebras; en otras condiciones nos parece inevitable.

C. Ofrecimiento de un paquete de conversión de las obligaciones en dólares, en acciones de empresas estatales no estratégicas, que se encuentran en proceso de privatización. Dicho esquema podría complementarse con el ofrecimiento de bonos en pesos, indexados a la inflación.

Esta propuesta tendría el objeto de mantener abiertos los canales de negociación con la comunidad financiera internacional.

La renegociación internacional debe comenzar entablándose con el Fondo Monetario Internacional y no con el Gobierno de los Estados Unidos, pues esta institución es la promotora originaria de las políticas de restricción del crédito. Si se libera este obstáculo, ya que sólo debe considerarlo como tal, ya que no nos encontramos en una situación como la de principios de los ochenta, quedaría abierta la puerta para extender la nueva negociación al Gobierno de los Estados Unidos.

Como complemento de la medida anterior, debe abrirse una investigación para determinar la identidad y nacionalidad de los tenedores de Tesobonos. Esta medida tendría por objeto diferenciar a los tenedores que compraron los certificados antes del 19 de diciembre y los que los compraron entre ese día y el 21 del mismo mes.

En este último caso, en la medida que se trató de una operación sumamente irregular, debe determinarse quienes actuaron usando información privilegiada y, en tales casos, actuar conforme a derecho.

E. Establecimiento de un control temporal y flexible de precios, para evitar una espiral inflacionaria. Los precios de la canasta básica quedarán sujetos a una congelación, que se mantendrá en tanto persista la actual situación de crisis.

F. Instrumentación de una política comercial de emergencia, basada en el aprovechamiento de las salvaguardas del Tratado de Libre Comercio, la renegociación de las cláusulas agrarias de este último, y la ampliación de medidas antidoping contra las prácticas comerciales desleales de terceros países.

G. Instrumentación de una política multisectorial de momento activa, que combine apoyos crediticios, impositivos, de capacitación laboral, de Infraestructura y asistencia técnica.

H. Recurrir a un déficit financiero para cubrir el servicio de la deuda externa, manteniendo al mismo tiempo el equilibrio llamado presupuesto básico o económico.

I. Desgravación de hasta tres salarios mínimos y puesta en marcha de un programa de recuperación salarial, basado en el reforzamiento de los convenios de productividad, otorgando la libertad de negociación a empresas y sindicatos. Muchas gracias, compañeras y compañeros diputados.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra al diputado Tonatiuh Bravo, del Partido de la Revolución Democrática.

El diputado Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla:

Muy buenas tardes tengan todos ustedes, compañeros diputados.

Con todo respeto sí quisiera hacer una observación para empezar. Considero desafortunada la intervención del diputado Cejudo, porque fue anunciada como fundamentadora del dictamen de la Comisión de Hacienda, o por lo menos como representativa de lo que ahí se había tratado, y me parece que el contenido de esa intervención es un contenido unilateral, sesgado, que no refleja los contenidos de las discusiones y los debates que hubo en la propia Comisión de Hacienda. En todo caso lo que pudo él haber planteado, es justamente lo que ya dice el dictamen que en este momento tenemos a discusión.

Yo quisiera tocar cinco puntos muy concretos y muy específicos, en torno al proyecto de decreto que el día de hoy estamos discutiendo respecto del paquete financiero de garantía del Gobierno de los Estados Unidos hacia México.

Uno. En realidad el paquete de garantías propuesto por el Gobierno de los Estados Unidos de América, tiene como fondo atender un mecanismo de endeudamiento, cuyos fundamentos constitucionales están severamente cuestionados.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, prevé en su artículo 73 fracción VIII, como atribuciones del Congreso de la Unión en esta materia, lo siguiente: "Para dar bases sobre las cuales el Ejecutivo pueda celebrar empréstitos sobre el crédito de la nación, para aprobar esos mismos empréstitos y para reconocer y mandar pagar la deuda nacional. Ningún empréstito podrá celebrarse sino para la ejecución de obras que directamente produzcan un incremento de los ingresos públicos, salvo los que se realicen con propósitos de regulación monetaria, las operaciones de conversión y los que se contraten durante alguna emergencia declarada por el Presidente de la República, en los términos del artículo 29".

Las operaciones para transformar los Tesobonos de deuda interna a deuda externa, son un mecanismo de endeudamiento externo que impide la cabal vigilancia del Congreso de la Unión sobre el destino de los recursos, debido a que es deuda que ya se gastó previamente y que su conversión a deuda externa no tiene ningún fin productivo, sino el simple pago de instrumentos de corto plazo.

De ser deuda interna, cuyos acreedores son particulares, pagadera en pesos, aunque su valor está indexado al dólar, al pasar a deuda externa se convierte en obligación frente a gobiernos sujeta a los términos de derecho internacional, y como ahora lo podemos constatar, conlleva a la necesidad del presente paquete de garantías tan cuestionado en nuestro país.

Entonces, ésta es la nueva forma de endeudamiento; ya no se planea, ya no se elaboran proyectos, se constata su productividad y luego se solicita el endeudamiento. Ahora se captan capitales por la vía de la inversión externa en algún instrumento, luego se gastan los recursos en lo que la Secretaría de Hacienda o la Presidencia deciden, y cuando ya no hay recursos para pagar se oficializa la deuda bajo un simple trámite con el Congreso de la Unión, y una vez que nosotros los legisladores levantamos la mano, queda perfectamente legalizada la operación.

Así, de esta manera tan simple opera la nueva forma de endeudamiento externo en nuestro país.

Punto número dos. Desde la perspectiva del total de la deuda externa hay que ser conscientes de lo siguiente. La actual situación en mucho se asemeja a la que nuestro país vivió en 1989 y que supuestamente se daba por superada, pues a pesos constantes en aquel año la deuda externa representó el 39% del producto interno bruto. En la actualidad, compañeros diputados, si se aprueba el presente paquete, usando un valor intermedio promedio del peso, la deuda externa llegará de nuevo a representar cerca del 36% del producto interno bruto.

Punto número tres. Por otro lado, los diputados debemos preguntarnos, ¿por qué razón se ha gestionado un paquete de garantías por más de 52 mil millones de dólares, si se ha reconocido que en la actualidad sólo restan por renegociar 18 mil 600 millones de dólares en Tesobonos?

Dado que el Secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, no contestó esta pregunta, nosotros mismos responderemos a partir de los propios textos del paquete de garantías. En la página número 5 del memorandum de políticas económicas se señala expresamente que los adeudos en moneda extranjera que tienen los bancos comerciales son por 18 mil millones de dólares. La realidad hay que decirla con claridad, parte importante de los recursos y de las divisas frescas que entrarán a nuestro país serán usadas en función de que la banca privada de nuestro país haga frente al excesivo endeudamiento que ahora tiene.

Respecto de este tema, el de los adeudos de la banca privada, es conveniente precisar y recordar por parte de todos nosotros lo siguiente. Cuando la banca fue nacionalizada en 1982, en gran medida constituyó un acto de salvación para el entonces endeudado sistema financiero. Con sarcasmo se decía que México no había nacionalizado los bancos, sino su deuda.

Siete años después, ya saneada, la banca fue vendida en operaciones que aún guardan el veredicto de la historia. La totalidad de la banca fue vendida por el Gobierno en 37 mil 856 millones de nuevos pesos, es decir, en aproximadamente 12 mil 500 millones de dólares.

La pregunta es, ¿cómo es posible que la banca mexicana, que entre 1991 y 1992 se vendió en 12 mil 500 millones de dólares, esté endeudada por arriba del 150% de su costo hace tres años? ¿Cómo es posible que ahora se reconozca un adeudo de la banca comercial de 18 mil millones de dólares si hace tres años esta misma banca costó o tuvo un valor de 12 mil 500 millones de dólares?

Esta es la realidad: la banca privada de nuestro país no sólo ha sumido en la quiebra a millones de mexicanos por los altos réditos y los enormes costos de la intermediación financiera, cuyos resultados están a la vista con las carteras vencidas.

Además es factor del gigantesco endeudamiento externo de nuestro país y los recursos que el paquete que ahora discutimos pretende poner a disposición de México, serán también utilizados para que la banca privada enfrente sus adeudos.

Otra vez, otra vez con el endeudamiento del país se resolverá el endeudamiento y, por tanto, las grandes ganancias del capital bancario.

Cuatro. Se dice pomposamente en la decimoquinta cláusula del dictamen lo siguiente: "El Gobierno mexicano ha planteado un programa económico que implica grandes sacrificios para la población. Para moderar los efectos adversos de este ajuste, esta dictaminadora propone se considere la adopción de mecanismos que permitan aligerar la carga financiera de las empresas, así como en forma compatible con la situación de finanzas públicas, establecer programas selectivos de apoyo a la pequeña y mediana industrias y a la producción en el campo, que generen empleo y proteger el poder adquisitivo del salario y reforzar la atención a aspectos del consumo básico".

Adicionalmente, deberá de reexaminarse la estrategia de desarrollo, construyendo sobre los avances realizados, pero incorporando nuevos elementos que nos permitan superar las incapacidades que nos indujeron a la crisis, como a la insuficiencia de ahorro interno, baja productividad y limitada competitividad para exportar y sustituir importaciones eficientemente.

Sí en contraparte leemos lo que dice el anexo c, es decir, el memorandum de política económica, leemos en el punto seis muy claramente lo siguiente: "Los objetivos del programa se alcanzarán a través de una política salarial congruente con lo negociado en el acuerdo de unidad para superar la emergencia económica, la consolidación fiscal y la restricción del crédito, incluyendo una reducción muy sustancial de la expansión del crédito de los bancos de desarrollo y de los fideicomisos de fomento".

Entonces, ¿cómo, objetivamente se cree, que lo planteado en la cláusula decimoquinta es posible de llevarse a la realidad?

Otra vez los propósitos no coinciden con los compromisos adoptados.

En la cláusula decimoquinta se habla de mecanismos para crecer económicamente, en los objetivos del programa se establecen claramente las restricciones del crédito y las restricciones para la banca de desarrollo y de fomento.

Cinco. En las cláusulas del acuerdo de garantías petroleras, se establece claramente lo siguiente: "México acepta que no venderá, ni de otra manera dispondrá de /o creará, o permitirá que sea creado/ o que exista cualquier gravamen, prenda, hipoteca, cargo o cualquier otra afectación o garantía de cualquier tipo, sobre los fondos que hayan sido acreditados en la cuenta de fondos especiales, ni celebrará convenios diferentes respecto de dichos fondos que le den a cualquier otra persona un interés distinto a los arreglos especificados en este acuerdo".

Entonces queda claro que no sólo hay un costo en intereses, no sólo hay un costo financiero de la disposición de estos paquetes de garantía, sino también hay un costo de oportunidad, pues durante el tiempo que dure el acuerdo propuesto, es decir, lo más probable son 10 años, nuestro país se aislará de la posibilidad de acudir a otros mecanismos de financiamiento con mejores condiciones, dado que ningún país o club de bancos tendrá interés en prestarnos, si de antemano sabe que nuestros recursos petroleros están comprometidos con anterioridad.

Digámoslo con claridad, el paquete que ahora se propone es una mala solución que pronto traerá mas consecuencias negativas a nuestra economía, es deuda para pagar deuda anterior, es deuda que se toma en condiciones de absoluto riesgo en torno a la capacidad de pago de nuestro país. Nos compromete a continuar con una política económica que ha demostrado no resolver los problemas económicos del país y no ser la estrategia adecuada para el desarrollo de la sociedad.

Sostenemos que no es ésta una crisis pasajera, como frecuentemente se nos dice; ésta es una crisis estructural, más profunda que las anteriores. Los invito a que pongamos los pies sobre la tierra, gran cantidad de pequeñas y medianas industrias, comercios y empresas, han cerrado y están por cerrar. Existe un desempleo que día a día se sigue incrementando. El costo del financiamiento y las carteras vencidas, hacen imposible generar nuevos impulsos a la economía nacional.

Los niveles de endeudamiento vuelven a ser alarmantes, la soberanía de nuestro país se ve afectada, no sólo porque se nos obliga a entregar información económica estratégica, de manera sistemática y permanente a los Estados Unidos, sino también porque se comprometen los recursos petroleros en condiciones tales, que se hipoteca o da en prenda lo más preciado que tiene nuestro país.

Señores diputados, el poder se ejerce sobre opciones, ni el presidente Zedillo, ni el Secretario de Hacienda, han planteado otras opciones para enfrentar la crisis. Pareciera que el día de hoy tenemos que votar una opción única, sin otras alternativas que de manera seria y consistente se hayan analizado en la Comisión de Hacienda o en el pleno de esta Cámara de Diputados. Por lo visto la apertura de la que tanto se ha hecho gala en las últimas semanas, está muy difícil de llegar al campo de la economía.

Incluso yo les he preguntado a varios de los compañeros diputados del Partido Revolucionario Institucional, si ellos tienen copias de todo el conjunto del acuerdo marco y los anexos. Y buena parte de los diputados del Partido Revolucionario Institucional, me han señalado que no conocen directamente los textos de los acuerdos.

Me pregunto, ¿cuál es la razón por la cual el día de ayer no se entregó a todos los diputados este documento del acuerdo marco y todos sus anexos, para que todos los diputados pudiéramos analizar, de manera particular y precisa, el contenido de los mismos? Porque lo único que el día de ayer se entregó a los diputados fue la copia del dictamen de la Comisión de Hacienda, cuando el objeto temático específico de este dictamen, son precisamente los acuerdos con los Estados Unidos.

Queremos decirlo desde ahora, ese paquete no resolverá el problema que estamos enfrentando. Es muy posible que en poco tiempo, algunos meses adelante, estemos de nueva cuenta discutiendo la situación económica, muy probablemente analizando una suspensión o reestructuración de pagos.

Pero, compañeras y compañeros diputados, lo más cuestionable de esta propuesta, es que tácitamente estamos renunciando a la posibilidad de la declaratoria de moratoria o a la suspensión de pagos, pues en el momento en que esta soberanía declarara una suspensión de pagos o una renegociación de los mismos o una moratoria, prácticamente entraría en vigencia la disposición de los recursos petroleros y, por tal motivo, al aprobar el paquete, así como está en este momento, renunciamos tácitamente a declarar en moratoria o en suspensión de pagos una buena cantidad de los segmentos de nuestra deuda externa. Esto hay que señalarlo, es un asunto que hipoteca también las posibilidades de que esta soberanía tome decisiones económicas en un futuro y pueda enfrentar situaciones económicas que son totalmente previsibles en algunos meses.

Por estas razones y por todo lo anteriormente expuesto, no es posible apoyar el presente decreto. La fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática no considera conveniente de ninguna manera apoyar en ninguno de sus términos los planteamientos del actual dictamen, no por oposición sistemática, de ninguna manera por eludir la solución a la crisis que a todos nos lastima, sino porque creemos que hay otras opciones patrióticas para resolver y enfrentar la crisis que aquí se ha eludido comentar y analizar.

Estaríamos, desde luego, en disposición de debatir y apoyar soluciones a la crisis económica que conlleven menos riesgos para nuestro país, que consideren a los sectores productivos y que consideren a la sociedad en su conjunto.

Por último, hago un respetuoso llamado a los diputados del Partido Revolucionario Institucional, porque sé que existen muchos, entre ustedes, que se cuestionan igual que yo, sobre el carácter patriótico de lo contenido en el presente dictamen; a los diputados del sector campesino, a los del sector obrero, a los diputados que pertenecen al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y a los diputados que en términos generales se han caracterizado por posiciones de avanzada y por representar a quienes son los principales afectados por la crisis, a que valoren, a que justiprecien lo que este dictamen significa para la soberanía nacional, lo que este dictamen significa en compromiso y en prenda para el futuro de nuestro país y que se abstengan de apoyar y se unan al rechazo que hoy nuestro país les pide, para apoyar otras opciones verdaderamente patrióticas y no ésta que compromete severamente a nuestro país. Muchas gracias.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra al diputado Ricardo García Cervantes, por el Partido Acción Nacional.

El diputado Ricardo Francisco García Cervantes:

Con su permiso, señor Presidente; señoras y señores diputados:

Hace más de 60 años nuestra nación ha vivido bajo regimenes emanados de un solo partido, pudiéramos decir, bajo el régimen del partido oficial. Podríamos creer que estos años fueron suficientes para aprovechar nuestras inmensas riquezas naturales y nuestra privilegiada situación geográfica, para transformarlas en el bienestar y prosperidad de todos nuestros compatriotas con un plan rector de largo plazo.

Sin embargo, la realidad que constatamos es muy diferente. El ingreso personal de la inmensa mayoría de los mexicanos es miserable y sigue contrayéndose. El desempleo abunda y es creciente. Nuestra deuda resulta agobiante; la carestía nos ha castigado y sigue latente. Nuestra producción agropecuaria es insuficiente y se agrava cada día la situación de nuestros campesinos.

Podemos afirmar que los gobiernos de los últimos 60 años no han cumplido con nuestras expectativas de bienestar a pesar de los enormes sacrificios que nos han impuesto. Tampoco se ha seguido una política uniforme congruente, en tantos sexenios, antes bien, el sistema presidencialista ha causado grandes vaivenes, desde desplantes populistas, improvisaciones, hasta recesiones, indecisiones y medidas tardías. Otras naciones han logrado pasar de la pobreza al bienestar en plazos y con recursos naturales mucho menores a los nuestros. Sólo nos queda atribuir nuestro rezago económico a los errores gubernamentales de estos 60 años.

Durante este lapso Acción Nacional ha denunciado incesantemente los errores y los excesos oficiales que hoy nos tienen sumidos en la pobreza. También ha propuesto alternativas en sus tesis y plataformas, en múltiples iniciativas de las que dejamos constancia en el debate legislativo.

La situación que pretende corregir el Gobierno se generó a partir de una estrategia equivocada entre cuyos errores cabe mencionar: haber mantenido un tipo de cambio sobrevaluado a pesar de las advertencias reiteradas que el Partido Acción Nacional y otros actores de la vida pública del país habían hecho en el sentido de modificar la política cambiaria dado los signos preocupantes de la cuenta corriente.

Un firme señalamiento por parte de nuestro partido lo hizo el candidato a la presidencia, Diego Fernández de Cevallos, en julio de 1994. Haber apostado a la inversión extranjera especulativa como vía de financiamiento del déficit en cuenta corriente; haber limitado el proceso de regulación económica, el cual generó transformación de monopolios públicos en oligopolios privados; haber mantenido una política de reducción de la demanda por la vía de la contracción salarial, lo que generó un mercado interno débil y permanentemente deprimido; haber postergado la justicia y la democracia en el país, lo que aunado a la violencia e impunidad, crearon un clima de inseguridad, desconfianza e incredulidad, cuyos trastornos afectaron finalmente a la vida económica.

Nuestros planteamientos históricos señalan la primacía de lo político sobre lo económico como el camino indicado. Se sacrificó en aras de los resultados electorales, la racionalidad de las medidas económicas, para lo cual se creó y mantuvo una escenografía macroeconómica a costa del sacrificio y bienestar de la mayoría de los mexicanos.

El PAN señaló con oportunidad los errores de la política económica del régimen, las decisiones se han adoptado en forma unilateral. El único responsable de ello es el Gobierno. Ahora se pretende adoptar remedios equivocados a errores que marcamos con toda anticipación. Aprobar dichas medidas, sería asumir el costo de lo que criticamos y señalamos en su momento.

Consideramos inadmisible que un apoyo financiero que se ha otorgado de un Gobierno a otro, incluya condicionantes tan específicas y exigentes, que a la luz de la realidad impedirá el cumplimiento cabal de las mismas, buscando ante todo el ejercicio de la discrecionalidad del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de Norteamérica, situación que antepone el beneficio particular de un Gobierno en perjuicio real del otro. Este acuerdo sería correcto entre entidades comerciales; pero es, a nuestro juicio, inaceptable entre estados soberanos.

Se presume que este acuerdo internacional es de los menos lesivos que el Gobierno ha signado hasta la fecha. Ahora nos explicamos el por qué del origen de la crisis actual.

Los condicionamientos establecidos establecen que México debe cumplir con lo establecido en el memorandum de política económica, enviado al Fondo Monetario Internacional, el 26 de enero de 1995, para poder disponer de los recursos primarios. En este memorandum, se hacen aseveraciones sobre la evolución de la política económica que en este momento se puede evaluar de inalcanzable, obligando a adoptar la aplicación de medidas económicas muy severas que nos llevarían a una depresión económica, perjudicando a las clases más necesitadas, con una inflación aún no prevista, dando como resultado una pérdida en el poder adquisitivo, que incrementará aún más, la indignante brecha entre ricos y pobres, así como la desarticulación del aparato productivo que puede agudizar más el desempleo y generar efectos negativos graves en el desarrollo económico nacional.

De nueva cuenta se pretende cobrar la factura al pueblo de México por los errores y omisiones del Gobierno. Dentro de las promesas del Gobierno mexicano contenidas en los acuerdos para 1995 y que se consideran que no podrán ser cumplidas, se encuentran las siguientes:

Una inflación de alrededor del 19%; un crecimiento del producto interno bruto del 1.5%; un tipo de cambio promedio esperado de 4.5 nuevos pesos por dolar estadunidense; un superávit económico del 0.5% del producto interno bruto.

Se fija la meta de obtener, en el primer semestre un superávit primario del 4.4% del PlB y un superávit económico del 1.6% con relación al PlB.

Adicionalmente el Gobierno se compromete a privatizar y concesionar empresas estatales a efecto de obtener durante 1995, 6 mil millones de dólares y de 6 a 8 mil millones de dólares en los dos años siguientes, situación que podrá presionar al Gobierno de México para malbaratar el patrimonio nacional. Hoy México aún se pregunta qué pasó con el fondo de contingencia integrado con ventas anteriores de empresas paraestatales.

Por la imposibilidad real de dar cumplimiento a estos compromisos, automáticamente estaríamos sujetos al ejercicio de los criterios discrecionales del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, tal como se menciona en el acuerdo marco para la estabilización de la economía mexicana, poniendo en alto riesgo la viabilidad económica nacional, ya que al caer en Gobierno mexicano en incumplimiento de estas metas, estaría sujeto a ceder a presiones políticas.

Cabe aclarar que el incumplimiento de estos compromisos permite al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, dar por terminado en forma anticipada, los acuerdos financieros y exigir el pago inmediato de las garantías o créditos concedidos, utilizando para tal efecto, el mecanismo de aplicación directa de los fondos de Petróleos Mexicanos depositados en una cuenta de la reserva federal de Nueva York.

Queremos remarcar que este panorama no se presentaría únicamente en el caso de una moratoria de pagos, sino con el simple incumplimiento de no proporcionar la información requerida que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos considere razonable, tal como lo establece el punto noveno del acuerdo marco.

Estamos conscientes de la urgencia que hoy se tiene para resolver, entre otros asuntos, los graves problemas financieros derivados de una absurda política de endeudamiento interno, que contribuyó a llevarnos a la crisis que hoy vivimos y por lo mismo se requiere lograr la estabilidad para evitar un probable colapso financiero.

Sin embargo, las medidas de política económica que forman parte del paquete financiero, después de haberlas estudiado detenidamente, encontramos que no sólo no ayudan a resolver el problema de la planta productiva, el empleo y el salario, sino que nos llevarían a un más grave deterioro.

Como ya se ha demostrado, las medidas propuestas para evitar esta situación son las que se siguen de los errores cometidos por el Gobierno en su política económica y en consecuencia, consideramos que, quienes diseñaron e implementaron la política económica que generó la actual situación de crisis son quienes tienen que asumir en todo caso los riesgos de un plan como el que proponen.

Por otra parte, con el propósito de contribuir a solucionar esta problemática, el Partido Acción Nacional ha hecho públicas un conjunto de propuestas económicas de corto plazo como alternativas para resolver esta crisis.

Sin embargo, no han sido tomadas en cuenta, a pesar de que tales medidas precisamente buscan librar a la sociedad de más sacrificios que hoy definitivamente no puede ya soportar.

Ante tales circunstancias y dadas las innumerables advertencias que estuvimos haciendo en su oportunidad, el Partido Acción Nacional no puede responsabilizarse de una solución como la que se propone y como ya dijimos nos llevaría a situaciones más graves.

Tenemos que decir a quienes proponen estas medidas y a quienes hoy las aprueben, que es su responsabilidad. Por lo tanto, si están convencidos de su viabilidad deben intentarlas y ojalá y lleguen a tener éxito. Nosotros no compartimos esa visión.

Ante la gravedad de la situación, el grupo parlamentario de Acción Nacional, con legítimo derecho señala el delicado y costoso error gubernamental de haber mantenido políticas económicas equivocadas e inconsistentes a lo largo de los últimos años, principalmente caracterizadas por la confusión de propósitos políticos de conservación del poder y no en un auténtico interés para generar el bienestar de los mexicanos.

No obstante lo anterior, Acción Nacional sostiene que el interés de la nación es preeminente y que en ese interés está el evitar que el difícil momento que atraviesa el país se agrave hacia una situación caótica, que a nadie beneficia.

Hemos dicho que el país necesita un importante y decidido esfuerzo para plantear, de una vez por todas, una ruta de solución de los problemas fundamentales del país, una salida justa, consensada, democrática y respetuosa del federalismo; solución que no puede concebirse únicamente en el ámbito económico, haciendo a un lado los aspectos políticos y sociales que reclaman respuestas claras y sinceras de los gobernantes.

Requerimos de un gran acuerdo político y económico que reconstruya la vida nacional, no sólo en el aspecto coyuntural, sino que establezca las bases estructurales de una economía y una política verdaderamente humanas; bases que tienen qué ver con el establecimiento de un sistema auténticamente democrático dentro de un estado de derecho en donde todos se sometan al imperio de la ley y se promueva el bien común.

Señalamos claramente que estamos dispuestos a participar en el diseño de un programa económico que permita a los mexicanos enfrentar de manera adecuada la crisis, que distribuya los costos equitativamente entre quienes más se han beneficiado de la misma, pero no podemos renunciar ni evadir nuestra responsabilidad, de señalar que los sacrificios que se pretenden imponer a la mayoría de los mexicanos, sean desmesurados y vayan más allá de la justicia social, de la capacidad del pueblo y del propio sentido común.

Queremos participar en el diseño de un modelo viable que no se base en propuestas que exijan mayores sacrificios a los mexicanos más débiles y desprotegidos.

Por lo anteriormente expuesto, a nombre del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, manifiesto que votaremos en contra del dictamen que está a discusión.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra al diputado René Juárez Cisneros, del Partido Revolucionario Institucional.

El diputado René Juárez Cisneros:

Con su permiso, señor Presidente; compañeras y compañeros legisladores:

Aprovecho esta oportunidad para hacer algunos comentarios que me parece oportuno realizar.

Primero, la Comisión de Hacienda y Crédito Público trabajó en los últimos días intensamente en el dictamen proyecto de decreto puesto a consideración de esta cámara el día de hoy. Importantes sugerencias y puntos de vista de todos sus miembros fueron incorporados a su texto. No obstante, al someter a consideración de los diputados, la firma del dictamen, solamente los 18 integrantes del Partido Revolucionario Institucional lo signaron a favor. El diputado Cejudo refleja el punto de vista de esta mayoría que suscribió el dictamen a favor.

En segundo término, quiero referirme a algunas aseveraciones que el diputado Escobar hiciera hace un momento y que merecen algunas precisiones. Es incorrecto afirmar que el Secretario de Hacienda haya planteado dos planes financieros; el único plan financiero existente se hizo llegar a los coordinadores de todas las fracciones parlamentarias, habiéndose entregado asimismo a los integrantes de la Comisión de Hacienda y Crédito Público.

Es también inexacto que hayamos comprometido el presupuesto del año próximo. Tal aseveración solamente pone de manifiesto un desconocimiento de los términos de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, toda vez que todos sabemos que el presupuesto correspondiente al ejercicio fiscal de 1996 dependerá de la autorización de este honorable Congreso.

Asimismo, es categóricamente falso que estemos acatando los dictados de las autoridades del tesoro de los Estados Unidos de América.

Quiero, asimismo, hacer algunos comentarios y precisiones en relación a la opinión que merece a los priístas el dictamen y proyecto de decreto correspondientes al esquema de garantías negociado con el Gobierno de Estados Unidos de América. En este sentido, destacaré 10 razones de la mayor importancia, por las que consideramos que es procedente autorizar al Ejecutivo Federal, para que contrate créditos o emita valores en el exterior haciendo uso de las garantías pactadas.

1o. Los acuerdos se ajustan a las disposiciones legales y constitucionales vigentes y responden a las necesidades e intereses del país.

2o. Los acuerdos suscritos son de naturaleza estrictamente financiera y comercial, no existe ningún condicionamiento de carácter político ni han sido hipotecados nuestros recursos naturales y en nada se compromete la soberanía de la nación.

3o. El paquete de apoyo financiero negociado representa en las actuales circunstancias de inaccesibilidad de México al mercado libre de capitales, la mejor alternativa práctica para lograr la estabilización de los mercados financieros y cambiarios de nuestro país y para estar en condiciones de retomar la dinámica de crecimiento.

4o. La inclusión de cláusulas de condicionalidad y del contenido de los acuerdos es una práctica generalizada en este tipo de negociaciones, en el entendido de que los requisitos a que se obliga México en calidad de deudor son, reitero, exclusivamente de carácter financiero y comercial.

5o. La condición de cumplir con el programa económico adoptado concertadamente entre el Gobierno mexicano y los sectores productivos del país, no implica imposición o injerencia alguna, de hecho, el programa lo diseñamos libremente los propios mexicanos antes de negociar los acuerdos y en todo momento tenemos la posibilidad de decidir los cambios o ajustes que se estimen pertinentes.

6o. La implantación del esquema de ingresos petroleros como forma de asegurar que México cuenta con medios de pago, es un mecanismo que ya se ha instrumentado en acuerdos similares celebrados con anterioridad; con ello no se están gravando ni los activos ni las reservas petroleras, ni se está aceptando injerencia alguna en la definición de las políticas de Pemex. México podrá disponer libremente de los recursos provenientes de las exportaciones petroleras sin la obligación de mantener saldos mínimos en la cuenta que para tales efectos maneja en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. En realidad sólo es, sólo en el improbable caso de incumplimiento, es que este mecanismo posibilitaría que el Gobierno de Estados Unidos de América pueda compensarse.

7o. La información que deberá suministrarse al acreedor para que conozca del cumplimiento de las condiciones pactadas no es exclusiva ni confidencial, debe destacarse que el dictamen relativo, incorpora la recomendación de enviar oportunamente a este honorable Congreso, la información que se remita al Gobierno de Estados Unidos de América a efecto de realizar la evaluación y el seguimiento correspondiente.

8o. Si bien es cierto que en determinadas circunstancias, el acreedor podrá declarar por anticipado vencidas y pagaderas las obligaciones que México adquiera, debe señalarse también que los eventos que puedan dar lugar al ejercicio de este derecho, son limitados, refiriéndose a incumplimientos muy graves o a situaciones que pueden tener consecuencias de gran magnitud, en cuyos casos se dispondrá de un periodo razonable para corregir las causas de que se trate, sin que se permita la aceleración inmediata de los pagos o la revocación de las garantías, mientras dichos plazos no transcurran.

9o. En contraparte, los acuerdos contemplan cláusulas de prepago por las que México puede prepagar sin condicionalidad de ninguna naturaleza, por eso, vale destacar aquí la recomendación incluida en el dictamen, en el sentido de utilizar los recursos provenientes de operaciones de garantía en la menor cuantía posible y prepagarlos a la brevedad, incluso ha quedado establecido que en cuanto tengamos nuevamente la posibilidad de acceder a los mercados de capital en los que tradicionalmente los países se fondeen, dejaremos de utilizar los recursos provenientes de esta fuente extraordinaria.

10. Las condiciones financieras y los costos logrados en estos acuerdos, son equiparables a los rendimientos que el Gobierno de México ha pagado por sus emisiones en épocas recientes de estabilidad, debiendo enfatizar que las condiciones financieras conseguidas son considerablemente más ventajosas que las acordadas en ocasiones anteriores.

Que quede claro, que quede claro... No, señor.

El Presidente:

No acepta, señor diputado.

El diputado René Juárez Cisneros:

Que quede claro, que quede claro que hay conciencia sobre lo indeseable que resulta acudir al financiamiento externo que nos ocupa; sin embargo, debe precisarse también que no existe otra alternativa a la mano para importar fuentes de financiamiento en los montos y con la prontitud que el país requiere.

Sabemos que celebrar un convenio de crédito entre dos estados soberanos, no es la solución ideal, mas debe reiterarse: no hay por el momento mejor alternativa; caer en propuestas irresponsables e inviables o en salidas populistas, sería de consecuencias muy graves para el país.

El dilema, el dilema real no es elegir entre caminos contrapuestos; es más bien el de garantizar el futuro de la patria. No desconocemos que el programa económico planteado del que este paquete financiero forma parte, implica importante sacrificio para todos, por eso debe apreciarse la trascendencia, la propuesta de adoptar diversos mecanismos orientados a fortalecer el aparato productivo, en particular las pequeñas y medianas empresas, apoyar el desarrollo rural, promover la generación de empleos, proteger el poder adquisitivo del salario y favorecer el consumo básico.

Consideramos que las razones expuestas son suficientes para aprobar el contenido del dictamen y proyecto de decreto que hoy son sometidos a la consideración de esta honorable Asamblea, por ello, solicito respetuosamente a las señoras y señores diputados su voto favorable.

Quiero comentar asimismo, en relación a una aseveración del diputado Bravo. Es falso que sea una operación anticonstitucional, toda vez que este tipo de operaciones está prevista en el artículo 73 fracción VIII que él mismo leyó, por lo tanto es constitucional. Asimismo, en relación al señalamiento de que no se disponía oportunamente y no se dispuso de los acuerdos y del paquete de acuerdos correspondiente, esto fue entregado con oportunidad a cada uno de los coordinadores de las fracciones parlamentarias, así como a los integrantes de la Comisión de Hacienda y Crédito Público.

Finalmente, los priístas estimamos que en las difíciles circunstancias que vive la nación, la unidad y el consenso revisten como nunca un extraordinario valor, por ello, hoy le reiteramos al presidente Zedillo nuestra lealtad y respaldo razonable por los esfuerzos que realiza para superar la emergencia y retomar la dinámica de nuestro desarrollo como una perspectiva de largo plazo. Muchas gracias.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra para rectificar hechos, a Eric Villanueva, por cinco minutos.

El diputado Eric Eber Villanueva Mukul:

Gracias, señor Presidente.

Es lamentable que ante hechos tan evidentes, todavía sigamos afirmando que no existe el problema y se niegue incluso la manera de manejar la información.

Sí existen dos documentos, éstos son los dos documentos con contenidos y con fechas diferentes, y es lamentable que los diputados del PRI vengan a leer recetas de la Secretaría de Hacienda, pero es más lamentable aún, que en medio del aislamiento social y en medio del consenso adverso que tiene el proyecto y el modelo económico del presidente Zedillo, todavía siga siendo defendido acá, como si fuera la panacea para México. Es sumamente lamentable.

Sí se están violando aspectos que competen únicamente a esta soberanía. Uno de los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional establece perfectamente el compromiso de conservar un superávit del 5% en 1995; es decir, en este año, y cuando menos en 1996, y algo muy parecido en 1997. Y señores, el superávit fiscal no es un elemento aislado de política económica; es elemento central que define un modelo de desarrollo y que es altamente restrictivo, que significa autorizar únicamente 10 mil millones de nuevos pesos para créditos y que significa el quiebre de muchas empresas, de muchos productores agrícolas y la barzonización de la economía mexicana, señores. Eso es comprometer la soberanía, y eso es algo que debemos de discutir aquí.

¿Quién puede seguirle apostando a la recesión económica?, ¿quién puede seguir apostándole al recorte del gasto público?, quién puede seguir apostándole a las privatizaciones.

Hoy creo que existe un pleno consenso. La posición de la bancada de Acción Nacional, viene a configurar un panorama nacional. El Colegio Nacional de Economistas, se expresó hace un día por el giro del modelo económico prevaleciente hasta ahora; empresarios y grupos empresariales, organizaciones empresariales que se habían ido con el canto de la sirena ideológica de la apertura comercial, hoy nos piden que revisemos el proceso de apertura comercial, hoy nos piden que viremos los ojos hacia la economía mexicana, que empecemos y que pensemos en los mexicanos, en los empresarios mexicanos, en los productores mexicanos, en los obreros mexicanos, en las familias mexicanas.

El día de ayer se detuvo a dirigentes de El Barzón. Quiero que pensemos en la connotación de cuántos van a ser detenidos por el quiebre de empresas por carteras vencidas y por conflictos de tipo social. ¿Le vamos a apostar a la inestabilidad económica y política del país?

Creo, señores, que es hora de que asumamos nuestra responsabilidad histórica todos los aquí presentes, que pensemos en un nuevo consenso para México, que pensemos en una nueva mayoría y que nos decidamos a virar el rumbo económico, el rumbo social y el rumbo político del país. Gracias.

El Presidente:

Fijada la posición de los cuatro partidos políticos, en la que intervinieron: César Humberto González Magallón, por el Partido del Trabajo; Tonatiuh Bravo, por el Partido de la Revolución Democrática; Ricardo García Cervantes, por el Partido Acción Nacional y René Juárez Cisneros, del Partido Revolucionario Institucional, está a discusión en lo general y en lo particular el artículo único del proyecto de decreto.

A la mesa se han inscrito, después de un diálogo entre los partidos políticos, para hablar por 15 minutos, en contra: Luis Sánchez Aguilar, Francisco Kuri, Everardo Martínez, Ifigenia Martínez, Eric Villanueva, Mara Robles, Raúl Livas y Antonio Tenorio Adame.

En pro: Jaime del Río, Salvador Mikel, Gabino Fernández Serna, Oscar Levín Coppel, Kondo López, José Rosas Aispuro, Jesús Rodríguez y Rodríguez y Luis Antonio Godina.

Se concede el uso de la palabra a Luis Sánchez Aguilar, por 15 minutos.

El diputado Luis Sánchez Aguilar:

Señor Presidente; compañeras y compañeros diputados:

Nos ha dicho aquí el señor diputado René Juárez Cisneros, que no existe otra alternativa que la apasionada entrega al imperialismo norteamericano, que no hay mejor opción; o el caos o la anexión, o el desastre o el protectorado.

Esto, compañeros legisladores, es maniqueísmo de la peor ralea, y no es la primera vez que aquí se escenifica semejante teatro. En el malhadado sexenio 1976-1982 también ocurrió a esta tribuna un legislador que se expresó en los mismos términos y dijo: "El gas o se quema o se vende": Díaz Serrano, y este hombre fue desaforado y acabó en prisión.

Plantear que sólo queda como opción la firma de un contrato leonino, lesivo a la soberanía, independientemente de la revelación de la impotencia para diseñar esquemas patrióticos a favor del pueblo de México, equivale a una absoluta falta de sentido común. Este país tiene la posibilidad real de adoptar un modelo propio, nacionalista, que se base en una primera etapa en la negociación con los acreedores, negociación del más puro estilo y espíritu capitalista.

Esa iniciativa consiste en llamar al sindicato acreedor y plantear la siguiente disyuntiva: o me otorgas un periodo de gracia de 30 años, como ocurre en cualquier condado de los Estados Unidos para pagar una hipoteca, o vamos a la cesación del pago, y al cesar los pagos vamos a invitar a la integración de un club latinoamericano de deudores para protegernos de la banca usurera internacional. Esta es una vía, y es una vía que este país ha incurrido y desarrollado desde Juárez al presente en varias ocasiones, pero para ello se necesitan tamaños, se necesita espíritu patriótico.

Cesar los pagos no necesariamente significa una actitud en términos ideológicos, ni marxista, ni leninista; no significa rebeldía, es que nadie está obligado a lo imposible y ése es el caso, y no se puede imponer a ésta y futuras generaciones de mexicanos, un sacrificio como el que los compañeros priístas pretenden recetarle a 90 ó 100 millones de compatriotas.

Esa proposición, ante la debacle de la moneda, implica en un segundo orden de ideas la implantación de un estricto y severo control cambiario.

Y que no nos vengan a decir los compañeros priístas que no funciona por la corrupción. Desde luego, habría que combatir la corrupción, pero ése es el único mecanismo que hoy nos dejan, porque por más elevada que sea la cota o la tasa del dólar, los especuladores siguen atacando al peso y compran dólares al precio que sea. Así no hay reserva que aguante, ni país que resista.

Y aquí quiero entrar a un ejercicio que considero importante para esta soberanía, porque está ocurriendo un fenómeno inédito, pareciera que todas las acciones del Ejecutivo Federal producen los resultados contrarios a los esperados y se quiere corresponsabilizar a esta cámara de lo mismo.

¿Qué está ocurriendo?, ¿por qué los resultados no son los que el Gobierno espera?, porque parafraseando a Pascal, hay razones de la política que la razón no conoce, podría ser ésa una primera explicación. Pero no, aquí no hay cuestiones filosóficas de esa índole; aquí hay hechos concretos. El imperialismo norteamericano ha adoptado una línea de información que tiende a vulnerar al Estado nacional mexicano, no es sólo al presidente Zedillo, no es sólo al PRI-Gobierno.

Si en las oficinas de la Presidencia de la República se hiciere un análisis de contenido de prensa extranjera, como esta carpeta que tengo a la vista, fácilmente se podría concluir que esos banqueros no son amigos del señor Zedillo, que esos banqueros no quieren a México, y que el señor Robert Rubin lo único que quiere es que le paguen a sus socios de la Correduría de Valores Goldman & Sachs, de la cual es socio. Tomando al azar algunos de los documentos, leo Wall Street, del día de ayer.

Aquí ya hacen un juicio de valor sobre quién tuvo la razón en la devaluación, y desde luego, compañeros, defienden a Salinas, será porque es miembro del directorio, pero aquí dice el Wall Street Journal, que en el caso de la devaluación de diciembre, Zedillo debió reducir la oferta en pesos, era la mejor decisión. En lugar de eso escogió la devaluación y la situación se volvió ingobernable, y luego Zedillo en lugar de admitir su error, al igual que el señor Summer, el subsecretario del Tesoro, ha gastado el tiempo justificándose.

"El problema es de fondo, ha sido destruida la confianza."

El New York Times de ayer, dice, a propósito del enfrentamiento Salinas-Zedillo, que la negociación con un emisario del señor Zedillo resultó en un reconocimiento público del Procurador General de la República, exonerando al señor Salinas y con la promesa por parte de Zedillo de clarificar las acciones tomadas el pasado diciembre.

Wall Street del día de ayer: "Salinas anunció que había logrado su objetivo al rescatar su reputación".

El New York Times de febrero 18: "Zigzag mexicano", la imagen de ineptitud de Zedillo crece, tengo que decir esto en inglés, weakness, debilidad. Que el imperio llame débil a un gobernante de un país periférico es algo muy grave, porque no hay antecedente desde que existe el PRI.

No dijeron eso ni de Ortiz Rubio, ni de Ruiz Cortines. La única referencia histórica, es cuando la prensa neoyorkina se refirió a Francisco I. Madero en los mismos términos, y eso produjo el pacto de la embajada, el surgimiento del chacal y la ejecución del mártir. Quizá ya ande circulando por ahí un nuevo chacal.

El Gobierno realiza acciones dramáticas que producen resultados inesperados. Firma un convenio de entrega, se nos ofrecen 20 mil millones de dólares, y cuando el Secretario de Hacienda pretende amanecer con la buena nueva de que la bolsa sube, la bolsa cae, y cuando se publica que ha caído por presunto asesino del señor Ruiz Massieu el señor Raúl Salinas, el dólar en vez de bajar rebasa la frontera de los siete pesos.

El New York Times, febrero 26: "El plan original -se refiere al acuerdo económico de enero-, es un fracaso". Y urge, con fecha 26, a la redefinición de un nuevo plan, que al día de hoy no conocen los inversionistas, y por eso protestan y alegan que no invierten.

El domingo pasado debió reunirse el pacto, institución fascistoide que suplanta a esta soberanía para la adopción de un plan, abortó la sesión porque no hubo consensos, dijo el presidente que iba a esperar a que esta cámara resuelva, en tanto, los empresarios siguen drenando las pocas divisas que hay en el Banco de México.

Dice el Gobierno que va por el comandante Marcos, dice que, despojado del misterio y descubierta su identidad, el mito desaparece, y ocurre exactamente lo contrario.

Esta es una publicación europea, Paris Match. Tras la develación del misterio de Marcos, le dedican seis planas enteras, estas dos a todo color, cualquier experto en diseño puede comprender a distancia que es más bien homenaje que reprobación, y acá se le compara con Pancho Villa y Zapata. Y acá se dice, y es lo que interesa; como conclusión, es el juicio de una publicación francesa, que revelando el Gobierno mexicano la identidad del rebelde, creyó que su imagen sería abatida. El Gobierno se equivocó; Marcos con o sin su célebre pasamontañas, continuará cabalgando por las colinas.

Estamos pues ante un régimen que no atina, no logra un resultado, pero no creemos nosotros que sea exclusivamente por la circunstancia mexicana. Tenemos elementos, indicios, para suponer que por parte, por lo menos de la gran prensa internacional americana, hay aquí otro artículo de una revista inglesa, The Economist', es la biblia, que dice, así empieza su artículo, que la pregunta de moda en este país, pregunta que ya hemos oído muchas veces: "¿En qué se parece el Presidente a la Semana Santa?, si cae en marzo o cae en abril". Aunque es antiguo, estando en marzo, esto hay que rememorarlo.

Esto, compañeros, no es casual, ésta es una línea que el imperialismo ha dictado en términos informativos para vulnerar la confianza en las instituciones mexicanas. Y no estamos vulnerando esa confianza, compañeros diputados priístas, los diputados opositores, o por lo menos los de esta fracción Social Demócrata, esa confianza está siendo minada por los agentes financieros del New York, del Wall Street, que pretenden doblegar a este país de orgullosos mexicanos que desgraciadamente están sometidos por un régimen dictatorial que no respeta la voluntad popular, porque si se hiciere, y se ha venido haciendo, un referendum sobre si debe o no aceptarse ese crédito, la mayoría de la población de este país lo rechazaría. Si se somete a plebiscito, ir a una moratoria en lugar de una pagatoria, estamos convencidos que el pueblo de México tendría que optar entre comer y pagar. Y primero, compañeros, está comer.

Nosotros exhortamos a los compañeros de la fracción priísta, aquellos que son lúcidos y que son patriotas, a que en un acto de dignidad, a que pensando en su nombre, en su honor, en su familia y en sus hijos, digan ¡no! a la entrega de la patria. Muchas gracias.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra al diputado Jaime del Río, en pro, por 15 minutos.

El diputado Jaime Mariano del Río Navarro:

Con la venia del señor Presidente; honorable Asamblea.

No son precisamente con bromas de dudoso buen gusto, con las que podemos valorar adecuadamente el camino que el país tiene que seguir. Yo quiero iniciar mi intervención con una cosa que quiero que quede bien clara para todos los presentes y para los medios que aquí nos están acompañando.

El problema económico del país, es un problema de confianza, y lo peor que pudiéramos hacer los priístas, es regatear la confianza en las medidas que el Ejecutivo Federal está implementando para salir adelante de la crisis. No sólo porque ello serviría para abonar en favor de la debacle y el crack del país, y no lo vamos a hacer.

Los priístas de esta LVI Legislatura, hemos acordado con firmeza, con dignidad y con mucho orgullo, hoy venir a discutir uno a uno de los argumentos que se sirvan los señores integrantes de los partidos opositores presentar. Y hemos decidido además, al calor de nuestras razones y de nuestro número, aprobar las medidas que se están proponiendo en el dictamen, que la Comisión de Hacienda hoy presenta a discusión.

¿Por qué lo vamos a hacer? Bueno, porque no hemos encontrado un solo proyecto viable, que nos reporte resultados y que sea menos doloroso que el camino que vamos a emprender.

Las medidas son difíciles, sin embargo los caminos que se han propuesto exigen un sacrificio mayor, y mucho me temo que de seguirse caeríamos en una grave irresponsabilidad por inviabilidad del país.

Vamos a votar por este paquete, porque juzgamos que las propuestas que hemos escuchado y que sí hemos leído y analizado con atención, tienen qué ver con intereses partidarios que reflejan un claro propósito clientelar y que tienen en el sustrato un alto grado de ingenuidad y de populismo.

Nos parece también que otros proyectos solamente sirven para justificar una oposición que de manera sistemática se ha planteado ante un modelo de desarrollo y que hoy por los problemas que este modelo enfrenta, hoy más que nunca se le critica, hoy más que nunca se proponen otras medidas que sólo nos llevarían al fracaso económico y social del país... más, por supuesto que más de lo que se propone con una moratoria. Y quiero recordar a los señores, en una moratoria, y acéptenlo, en una moratoria el 20% en relación al PIB, sería nuestro decrecimiento, y eso es mucho peor que un decrecimiento estimado, no entre el 4 y el 7%, ¡por favor!, los análisis económicos nos hacen ver que nuestro rango oscilaría con estas medidas entre un crecimiento del 1.5% o un decrecimiento en los mismos términos; nunca al 20%.

La diputada Ifigenia Martha Martínez Hernández(desde su curul):

Señor Presidente, ¿quisiera preguntarle al orador si acepta una interpelación?

El Presidente:

¿Acepta usted una interpelación?

El diputado Jaime Mariano del Río Navarro:

Si me descuenta de mi tiempo, yo con todo gusto se la acepto a la diputada Martínez.

El Presidente:

Adelante, diputada Martínez.

La diputada Ifigenia Martha Martínez Hernández (desde su curul):

Señor diputado: el Presidente de la República dijo que una moratoria significaría un 30% de disminución en el producto interno bruto, usted ahora viene a decir que un 20%, yo quiero preguntarle ¿qué estimación se ha hecho para decir esta barbaridad, y si nos podría usted proporcionar una copia de la estimación? Muchas gracias.

El diputado Jaime Mariano del Río Navarro:

Con todo gusto. Mire, dos cosas le voy a contestar: la primera, es que la afirmación fue del 20%, y la segunda, que no porque esté en diferencia con lo que usted piensa, yo digo barbaridades; yo le invito a que abandone sus posiciones maximalistas que solamente agreden la inteligencia. Y a propósito de eso, señores, observo que hay entre mis compañeros con los que normalmente me puedo entender, una actitud de intolerancia, y eso no se vale.

Yo quiero pedirles a ustedes, como a cualquiera que no piense como yo, que escuchen argumentos, que valoren entonces lo que es viable y que puedan ustedes rebasar estas actitudes que solamente hablan de minoría de edad política.

Señor Presidente, no se me ha dejado argumentar en función...

El Presidente:

Señor, ¿acepta usted una pregunta del diputado?

El diputado Jaime Mariano del Río Navarro:

Si me descuenta de mi tiempo, yo con todo gusto acepto la pregunta del diputado.

El diputado Raúl Armando Quintero Martínez(desde su curul):

Señor diputado, ¿por qué razones el pueblo de México y esta cámara, vamos a creer en sus cálculos, los que ustedes vinieron a defender con la misma vehemencia, con la misma falta de criterio autocrítico en diciembre, en el pasado periodo y ahora mismo? ¿Cuál es la razón que cada que no les funcionan los números, nos vienen ustedes a proponer nuevas modalidades en el mismo esquema, diciendo que ahora sí van a funcionar?

Y los datos que ustedes han estado calculando, ninguno se ha dado, ni el crecimiento, ni el porcentaje de inflación, ni mucho menos el decrecimiento, el decrecimiento programado por economistas serios que han cursado economía desde el primer semestre hasta el último de manera correcta; han hecho evaluaciones de un decrecimiento mucho mayor que lo que los estudiantes, estos niños de Harvard, les han mandado ustedes a defender de manera equivocada.

El diputado Jaime Mariano del Río Navarro:

Señor diputado: número uno: vuelve usted a defender la línea de la moratoria, y número dos: ni usted ni nadie de su partido político ha subido a esta tribuna para valorar las bondades de los efectos de una moratoria. Que quede constancia.

Bueno, ya les pido a los señores diputados del PRD, que me dejen continuar.

Señor Presidente, voy a continuar.

Decía yo, que vamos a apoyar el dictamen que a su vez reconoce que son dignas de aprobarse las garantías que se han establecido en el paquete económico, porque no hay nada indigno en ello; porque ninguna otra propuesta que se ha presentado y que hemos analizado, nos ofrece menos problemas; reconociendo que en ésta, los tenemos. Porque no encontramos ningún otro mecanismo viable; porque además, señores, revisando el acuerdo marco y los acuerdos que son producto de sus anexos, así como el dictamen. Además, no hay en ningún párrafo, algún elemento que nos permita considerar que los mexicanos al aprobar, estamos limitando nuestra capacidad de decisión.

Hace poco en la reunión de la Comisión de Hacienda, decía mi querido amigo, el diputado Saúl Escobar, que coincidía con él en su preocupación en relación a la soberanía del país, pero que tenía que precisar que en los términos en que él planteaba su preocupación, yo no podía estar de acuerdo y recuerdo que le señalaba yo, y lo hago público, hablar de soberanía en el término más llano es hablar de la capacidad, libre capacidad que tenemos para decidir sobre nuestro presente y nuestro futuro. Y que yo no estaba de acuerdo en nada que pudiera disminuir o vulnerar la capacidad de decisión de los mexicanos. Pero le aclaraba que nadie nos ha señalado que la capacidad de decidir no significa correr riesgos y a veces afrontar sacrificios.

La historia de este país nos enseña que cuando los mexicanos hemos tenido que reivindicar nuestra soberanía y nuestra capacidad de decidir, no nos han importado ni los riesgos, ni las consecuencias.

Hoy en el dictamen que se ha sometido a la consideración de los señores diputados, con toda claridad, dos elementos se destacan en relación a la preocupación por la soberanía:

1. El que México se reserva íntegramente su capacidad para decidir los ajustes y cambios en su política económica, no importa lo que esto nos tenga que costar, y

2. En el documento también se señala... Hay algún diputado, por lo que veo, que no leyó el dictamen. Yo le ruego que el dictamen lo lea con todo cuidado y que en la parte de las consideraciones observe ésta que hace referencia a la capacidad de decidir los cambios en nuestra política económica; y al tiempo, señor diputado, para que me permita continuar, al tiempo y con el documento en la mano.

Segundo elemento, que en el dictamen hay que considerar. Por primera ocasión se establece que independientemente de que la información sobre la evolución del paquete financiero y de nuestros problemas económicos puedan ir a otras instancias, se señala, y digo, por primera ocasión, que el Ejecutivo Federal deberá enviarlos a este Congreso. Este Congreso deberá recibir la información, hacer una evaluación de cuando en cuando, una que se señala precisamente para el mes de septiembre y además una supervisión periódica y permanente.

Señores: peleábamos como Congreso, intervenir en decisiones que son de los mexicanos; tenemos la respuesta en el dictamen.

Por todas estas razones y por otras que argumento, con argumento habremos de ir discutiendo civilizadamente con los señores diputados, es que los priístas vamos a votar razonada y conscientemente por este dictamen.

Yo quisiera, porque el diputado Sánchez Aguilar acudió a esta tribuna para hacer algunos señalamientos, yo quisiera, en relación a esta intervención, citar lo siguiente:

Nos dice el diputado Sánchez Aguilar, que pudo el presidente Ernesto Zedillo, en el mes de noviembre, haber ordenado la devaluación. ¡No!, señores, en noviembre no era presidente en funciones y no tenía esta posibilidad. Dijo también que el artículo 2o. modificado de la Ley de Ingresos en relación al aval, exigía que esta revisión y en su caso la autorización procedente la hiciera el Congreso con oportunidad y nos dice que ya para qué, que ya se hizo, que ya se firmaron los acuerdos. Y se olvida o quizá no leyó el señor diputado Sánchez Aguilar, el punto 12 del acuerdo "C" en donde textualmente se señala:

"Para sustentar el programa económico, asegurar un servicio oportuno de la deuda pública y procurar condiciones ordenadas en el mercado cambiario, las autoridades mexicanas han solicitado y recibido apoyos significativos por parte de la comunidad financiera internacional; gracias al acuerdo marco entre México y los Estados Unidos, habrá 20 mil millones de dólares disponibles para el intercambio de monedas de corto y mediano plazos, así como para garantías de largo plazo, con vencimientos hasta por 10 años.

La utilización, continúa el texto, de dichas garantías debe ser aprobada por el Congreso de la Unión".

¡Sí, diputado Sánchez Aguilar, sí nos están sometiendo estas consideraciones de manera oportuna!

Y finalmente, decía también el diputado Sánchez Aguilar, con toda seguridad desinformado: "Que se había embargado el petróleo". Parece que no se ha entendido el esquema, y yo con todo respeto para quien no haya leído el documento, voy a precisar:

Se trata de establecer una garantía de pago, una cuenta internacional, originalmente en el Swiss Bank, hoy en el banco de la reserva, para que con los fondos que se tienen ahí se pueda pagar en caso de incumplimiento por parte de México la deuda, cosa que nunca ha sucedido.

El Presidente:

Señor diputado, ha terminado su tiempo. Tiene un minuto para concluir, por favor.

El diputado Jaime Mariano del Río Navarro:

Le agradezco mucho, pero es que es importante para que se pueda entender.

El Presidente:

Un minuto, señor diputado.

El diputado Jaime Mariano del Río Navarro:

Bien. Esta cuenta que tiene fondos que provienen de la venta del petróleo, es con la que se garantiza el pago ante un incumplimiento.

Pero esto es un trato comercial. Se olvida también que es un asunto que se ha hecho. No se ha dicho aquí que no se van a congelar los fondos que esa cuenta tenga. Tampoco se ha dicho que se pueden utilizar esos fondos para cualquier cosa que México quiera, mientras que no haya incumplimiento en el pago; y no se ha dicho, finalmente, que no se exige que haya un fondo fijo.

Señoras y señores: quiero...

El diputado José Mauro del Sagrado Corazón González Luna Mendoza(desde su curul):

Señor Presidente, deseo hacerle una pregunta al orador.

El Presidente:

Señor diputado, ¿acepta una pregunta?

>

El diputado Jaime Mariano del Río Navarro:

Con todo gusto.

El diputado José Mauro del Sagrado Corazón González Luna Mendoza (desde su curul):

Señor diputado: en el acuerdo donde se hace lo que usted niega sea una prenda o una cesión en garantía, se establece en la página 6 de la copia que se nos proporcionó, incompleta por cierto, en el número V, "que Pemex se compromete a no vender o de otra manera disponer o crear o permitir que sea creado o que exista algún gravamen, prenda, hipoteca, cargo o cualquier otra afectación o garantía de cualquier tipo con respecto a sus derechos a recibir pagos".

Y a mayor abundamiento, señor diputado, en la página siguiente, en el subinciso d, "se dice que debe haber ausencia de gravámenes sobre la cuenta de fondos especiales. Diciéndose que México acepta, que no venderá ni de otra manera dispondrá".

¿A esto usted le llama no existir ninguna limitación a los derechos inalienables, no de su Gobierno sino del pueblo de México?

El diputado Jaime Mariano del Río Navarro:

Gracias, señor diputado; le voy a contestar en dos sentidos:

La primera, mire, si usted me dijo que era hablador, será porque hablo mucho y no por la ignorancia que usted está exhibiendo.

Escuche por favor, señor, yo lo escuché. Escuche por favor.

Y número dos. Señor, usted es un abogado y aquí ha dado muestras de que es un buen abogado. Esta es la figura de la doble hipoteca. Si no sabe, pregunte señor.

Finalmente, señores, yo invito a todos ustedes, integrantes de todos los partidos políticos, a que podamos... Primero a que me escuchen y los invito con todo respeto a que podamos nosotros superponernos a las diferencias partidarias. Y que en esto no medie un interés clientelar, se trata de que no le apostemos al fracaso del modelo económico, porque en ello va el fracaso del país, para que haya un cambio de preferencia política. ¡No se vale fincar el futuro político de ningún partido político en el fracaso de la nación! Les pido a ustedes que consideren esto. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene el uso de la palabra la diputada Mara Robles, para rectificar hechos, por cinco minutos.

No se permiten los diálogos. Adelante diputada.

¡Señor diputado Del Río, orden!

La diputada Mara Nadiezhda Robles Villaseñor:

Me voy a esperar hasta que haya orden.

El Presidente:

Adelante, diputada.

La diputada Mara Nadiezhda Robles Villaseñor:

Nuevamente quisiera empezar esta intervención diciendo, que es lamentable que ante un asunto tan grave se pretenda nuevamente convertir en escándalo la discusión del futuro del país, aunque últimamente, como ha dicho Carlos Monsiváis, cada vez más, el escándalo está ligado a la política.

Cómo se parecieron las palabras del diputado Del Río a las de Robert Rubín, de Estados Unidos; cómo se parecieron cuando dijo que lo que estábamos firmando eran acuerdos que servirían a los intereses económicos, sólo que Rubín agregaba: "americanos, y este señor agregaba: "mexicanos". Cómo se parecieron sus palabras cuando dijo que México no tenía alternativa, porque ellos se negaron a discutir cualquier alternativa.

El diputado por supuesto no entró a discutir los argumentos. Este señor no habló del endoso del petróleo, este señor no habló de la sujeción de nuestra política económica; y aquí está el acuerdo marco entre los Estados Unidos de América y México para la estabilización de la economía mexicana, en la página seis, en donde dice que no se desembolsarán recursos en favor de México si el Departamento del Tesoro norteamericano determina que México ha incumplido sustancialmente la instrumentación de las políticas económicas acordados con ellos. No pueden más negarnos la realidad.

En razón de su número, compañeros diputados del PRI, no están ustedes en una situación cómoda, por el contrario, están ustedes acorralados de cara a la nación, porque afortunadamente el Partido Acción Nacional, porque afortunadamente el Partido del Trabajo y el Partido de la Revolución Democrática hemos escuchado también la voz de Carlos Fuentes y hemos dicho que ningún diputado que quiera restaurar la confianza en México, debe votar a favor de un paquete inmoral, política y económicamente oneroso y, sobre todo, que no resuelve nada. Por el contrario, están ustedes ante la posibilidad de dejar de increpar, están ustedes ante la posibilidad de recuperar la confianza que tanta falta le hace a este régimen con el pueblo de México, están ustedes en posibilidad de recuperar una economía viable. ¿Cuál más fracaso?, pregúntenle al pueblo mexicano, pregúntenle a los expertos como Dorbush, pregúntenle a Kenneth Galbraith, pregúntenle a los norteamericanos que dieron este apoyo, porque México está en una situación insostenible de la cual también depende su economía; pregúntenle a los latinoamericanos.

Pero lo bueno es que ustedes han reconocido en voz del diputado Del Río, que el acuerdo es malo y ha dicho que hay que correr riesgos. Pero yo quiero decirles que hay unos aquí que no tienen riesgos: los norteamericanos; en esto está claro que ellos ganan todo y no pierden nada, y que nosotros sí estamos arriesgando la soberanía. Porque les voy a recordar también lo que una vez ya dije: soberanía, hasta que no se modifique el término, hasta que no rediscutamos aquí qué se entiende por soberanía, significa el derecho de un país a decidir su política económica, a decidir el uso de sus recursos naturales, a decidir sus relaciones internas, y eso es justo lo que se está afectando en este acuerdo financiero justamente.

Seguramente ustedes creen que no hemos planteado propuestas. Es mentira, pero voy a decirles por qué no las hemos discutido. No las hemos discutido porque este Congreso aún no es democrático, no las hemos discutido porque hemos tenido que perseguir la información, porque las comparecencias y las exigencias de información no han sido de ninguna manera atendidas con la responsabilidad del caso, porque tenemos que pedirle a Warton los modelos económicos en lugar de que nos los otorgue la Secretaría de Hacienda.

No lo hemos hecho, porque ustedes se han negado a discutir realmente. Quiero decirles que hay posibilidades alternativas que cuiden al país en términos económicos.

Compañeros del PRI, ya ni siquiera van a poder ustedes discutir si la moratoria genera problemas o no, con este acuerdo se ha negado la posibilidad de que México, jamás piense en la posibilidad de una moratoria o de una suspensión de pagos, simplemente estamos endosados.

Quiero decirles que muchos de ustedes, yo sé, en este momento están pensando en Carlos y en Raúl Salinas, sé que están pensando en Chiapas, en la posibilidad de la paz y tienen razón, ésta es la otra parte gravísima del problema, pero este país tiene que resolver su crisis integralmente y el día de mañana no podemos darle amnistía a una parte del país sin que tengamos amnistía frente a los intereses norteamericanos.

Quiero decirles que nuestro partido sí tiene propuestas y quiero decirles que no tiene sentido encarcelar a algunos prominentes delincuentes y al mismo tiempo propiciar el enriquecimiento de los especuladores. ¿Tiene sentido, pregunto yo, una iniciativa para la paz y al mismo tiempo aprobar un paquete financiero que provoque nuevos conflictos sociales? ¿Se puede avanzar a la democracia y al mismo tiempo tener una política excluyente? Salinas se equivocó impulsando una política económica y cambios en la economía dejando intocable lo político. Ahora, porque la sociedad lo ha exigido, hay cambios en lo político y ahora Zedillo no quiere modificar la política económica.

No debe haber impunidad para los delincuentes tampoco para los sacadólares, tiene que haber amnistía para los zapatistas, pero también amnistía para la economía familiar de millones de mexicanos, tiene que haber zonas francas en la economía, tiene que haber condiciones físicas para el diálogo y también para la soberanía de los mexicanos.

Señores del PRI, están ustedes a tiempo y yo espero una respuesta de ustedes, espero que vengan a esta tribuna a decir que aún están en posibilidades de reconsiderar. No se olviden que la semana pasada tuvieron también ustedes una rebelión interna, que no se olvide Suárez y Dávila que él tuvo un padre que fue capaz de negociar condiciones dignas y soberanas frente a la deuda para México. Están ustedes a tiempo, nosotros estamos dispuestos.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra a Joaquín Humberto Vela, para rectificar hechos. Perdón, diputado para contestar alusiones personales, el diputado Francisco Suárez y Dávila.

El diputado Francisco Suárez y Dávila:

Con su venia, señor Presidente:

Yo creo que no se vale introducir en este debate, que todos queremos que sea un debate de altura, introducir elementos que son de carácter personal, creo que esto no se vale. No se vale diputado Marcué y no se vale señor diputado introducir algo que sucedió hace 45 años, yo estoy seguro que el día de hoy estando en esta tribuna una persona institucional, leal a su Gobierno y a las instituciones como fue mi padre, yo también estoy siguiendo esa imagen, estoy siguiendo la imagen de ser leal a las instituciones, de ser leal al país, sí, mi padre fue ministro de Hacienda, de Cárdenas el grande.

Aquí hay un texto escrito en inglés, el 12 de agosto de 1994, el líder de su partido dijo en este día por escrito y en inglés, en el Wall Street algo que ningún priísta diría, lo cito, es un artículo en el Wall Street firmado por Cuauhtémoc Cárdenas.

Este artículo firmado por Cuauhtémoc Cárdenas dice: " La izquierda de México está comprometida a una reforma de mercado...", y dice algo que ningún priísta diría: aceptamos NAFTA, es la ley de la tierra..."; eso es elevar a NAFTA a un concepto de precepto constitucional. Mi padre orgullosamente fue ministro de Hacienda, de Cárdenas el grande, ni mi padre ni yo diríamos lo que aquí está dicho...

Quiero también decir algo más. Dice este artículo, dice este artículo: "... ratificamos, escrito todavía en inglés, ratificamos el acuerdo monetario de Norteamérica recientemente firmado entre Estados Unidos, México y Canadá, reconocemos, eso es lo que estamos discutiendo hoy, ya lo aceptó hace tres meses, también dice, que es necesario promover la competencia en los mercados financieros...", bueno. Eso es el ejemplo... Aquí está, léalo...

El Presidente:

Adelante, señor diputado. No se admiten diálogos, señores diputados.

El diputado Francisco Suárez y Dávila:

Bueno. Vamos a discutir ideas; vamos a discutir ideas.

El programa del PRD tiene seis argumentos, que es la mejor razón para que votemos por el acuerdo del día de hoy.

Primera razón: rechazo al paquete de rescate financiero ofrecido por el gobierno de Clinton, en deuda externa garantizada con bienes del patrimonio nacional. Falso.

Segunda: el pago de los Tesobonos y demás documentos de corto plazo en la moneda en que fueron contratados, hay que pagarlos en pesos... es que esto es una tontería, pagar en pesos este problema, que se pague en pesos y el señor corre al mercado cambiario a presionar el mercado en dólares. Eso es un absurdo.

Establecer un régimen cambiario múltiple. Quien quisiera establecer un régimen cambiario múltiple, otra propuesta del PRD que está discutiendo ideas. Qué significa un mercado de cambio múltiple. ¿Qué no aprendieron en los problemas de 1982? Es otro error. Por aquí se dijo que estamos violando la Constitución.

El diputado Tonatiuh Bravo leyó otro precepto constitucional que demuestra que está equivocado, el precepto constitucional dice que se pueden hacer operaciones de conversión de deuda, no acaba de entenderse que estamos hablando de operaciones de conversión de deuda. Estamos hablando de suspensión de pagos, mas no vamos a hablar de historia.

Es decir, el acuerdo de deuda de 1942 se dio después de 22 años, en que México estuvo insistentemente negociando convenios de reestructuración de la deuda, de 1922 a 1942. Claro que después de 22 años de suspensión de pagos, en que el país no recibió un dólar de crédito externo, en 1942 se obtuvo una quinta de 10 centavos por dólar. Hay que ubicar las cosas en su contexto.

Yo estoy orgulloso de que 50 años después, todavía seguimos defendiendo la tesis en apoyo del Gobierno de México, de las instituciones y estamos jugando el juego democrático. Usted está tratando en algunos casos una serie de ideas, hundir al país que fue justamente lo que cualquier gobierno de la República estaría interesado en evitar.

Revisar el TLC en cuanto a salvaguarda, ritmo de apertura por sectores y demás, es lo que quieren los americanos, es lo que ustedes están proponiendo aquí, entonces...

El Presidente:

Señor diputado, no se aceptan los diálogos.

El diputado Francisco Suárez y Dávila:

Termino, termino la discusión. Terminaría diciendo, yo creo que vale la pena que no entremos en argumentos de carácter personal, en su propio partido hay elementos de congruencia intergeneracional, creo que no vale la pena entrar en ese terreno, yo creo que hay que entrar en el terreno de las ideas; yo creo que no hay que sacar a colación lo que el señor hizo hace 40 ó 50 años en condiciones muy distintas de las que actualmente estamos viviendo. Muchas gracias.

El Presidente:

Para contestar alusiones personales, el diputado Marcué.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Señores diputados: no puedo aceptar que un hombre respetable como el hijo de don Eduardo Suárez, que se encuentra entre nosotros, se moleste o diga que no hay que sacar ejemplos pasados. Ojalá todos los del PRI tuvieran presente la historia de este país y a los grandes mexicanos que han luchado por formar a esta nación.

Don Eduardo Suárez, en situaciones difíciles, orientó a la juventud, orientó a los economistas patriotas, porque los hay. El y su hermano, maestro de matemáticas, fueron dos mexicanos distinguidísimos.

Que no me venga Suárez a que no se puede citar desde esta tribuna a grandes mexicanos que han contribuido a hacer este país, como Manuel Gómez Morín, como Daniel Cosío Villegas, como Vicente Lombardo Toledano, eso es imperdonable, amigo Suárez.

Los ejemplos históricos tal vez a los del PRI no les sirvan para seguir una conducta en beneficio de este pueblo, pero a los demás que estamos aquí sí nos sirven y los recordamos con orgullo.

El Presidente:

La diputada Mara Robles, para contestar alusiones personales.

La diputada Mara Nadiezhda Robles Villaseñor:

Diputado Suárez y Dávila y diputados todos:

De ninguna manera, yo no vine a agredir a nadie, al contrario, yo vine a hacerle un reconocimiento, no solamente a su padre como un familiar, vine a reconocer a alguien que es patrimonio histórico de todos nosotros. Nosotros no queremos héroes parcelados, qué bueno que usted habló de Cárdenas, como el grande.

Quiero decirle que nosotros en ningún momento hemos planteado todavía ni siquiera la posibilidad de la moratoria, por el contrario, lo que estamos planteando es que hay que redefinir las bases de la política económica y que lo que hay que hacer es discutir el modelo por completo, resguardando la soberanía, porque sí, efectivamente este acuerdo pone en gravísimo riesgo la soberanía.

Si en aquella ocasión se logró, en 1942, una quita de capital de 90 centavos por cada peso, ¿por qué no podríamos ahora también buscar una renegociación adecuada a nuestras circunstancias?

Quiero decirles que si hay efectivamente una situación tan compleja en este país, todos ustedes tienen derecho a rebelarse a una disciplina que pone en riesgo a su propio régimen, tienen ustedes derecho a venir a esta tribuna y a ejercer su derecho soberano a ser un diputado libre.

Nosotros eso estamos haciendo, y por eso yo les pido que, si es necesario, planteemos una moción suspensiva, volvamos a comisiones, discutamos una vez más, hagamos foros, no tenemos por qué contestarle a los norteamericanos cuando ellos quieren que les contestemos, y yo estoy segura de que muchos de esta Cámara, economistas de las más diferentes corrientes, panistas, petistas, perredistas y también priístas, estaríamos en capacidad de darle un nuevo rumbo a este país, y quisiéramos que lo encabezara precisamente usted, presidente de la Comisión de Hacienda. ¿Por qué no?, señor diputado Roque Villanueva, ¿porqué no?

El Presidente:

Tiene la palabra Tonatiuh Bravo, para contestar alusiones personales.

El diputado Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla:

Dos comentarios a las alusiones del diputado Suárez Dávila y del anterior diputado del Partido Revolucionario Institucional que me mencionaron en sus intervenciones.

Yo leí la parte que se refiere a la fracción VIII del artículo 73 constitucional; yo dije que esta forma de aprobar deuda externa cuestiona el mecanismo tradicional por el cual sistemáticamente se aprobaba por parte de este Congreso la contratación de deuda externa y leo textualmente, de nueva cuenta, lo que yo dije:

"Las operaciones para transformar los Tesobonos de deuda interna a deuda externa, son un mecanismo de endeudamiento externo que impide la cabal vigilancia del Congreso de la Unión sobre el destino de los recursos, debido a que es deuda que ya se gastó obviamente, y que en su conversión a deuda externa no tiene ningún fin productivo, sino el simple pago de instrumentos de corto plazo.

Creo señor Suárez y Dávila, diputado Suárez y Dávila, que no es contradictorio lo que estoy señalando. Antes el Gobierno planeaba, decía: para qué fines productivos se contrataba la deuda externa, y después se contaba la deuda externa.

En este momento efectivamente usted tiene razón, ésta es una forma de hacer una conversión de deuda interna a deuda externa, pero ese mecanismo de endeudamiento externo diputado Suárez y Dávila, no nos permite al Congreso cerciorarnos de que lo que ahora se está pagando, se está convirtiendo a deuda externa con motivo de esa transferencia de Tesobonos, no va a ser para fines productivos y eso creo que queda perfectamente constatado.

Lo que yo le invitaría, diputado Suárez y Dávila, y la pregunta que yo hago aquí públicamente es: leí sus declaraciones en la revista Proceso de la semana pasada, leí su entrevista en el diario El Financiero y francamente le digo me dio muchísimo gusto haber leído los conceptos que usted vierte en ambas entrevistas. La pregunta es: ¿lo que usted está defendiendo ahora es congruente con lo que usted dijo en Proceso y lo que usted dijo en la entrevista del Financiero? En lo personal creo que hay algunos problemas de correlación entre ambas cosas. Muchas gracias.

El Presidente:

Señores diputados, esta mesa directiva no tiene preferencias y va a dar lectura a los que se han inscrito para hechos: Joaquín Humberto Vela, Mauro González Luna, Adolfo Aguilar Zinser, Roberto Campa Cifrián, Eric Villanueva y Cuauhtémoc Sandoval.

Se concede el uso de la palabra a Joaquín Humberto Vela.

El diputado Joaquín Humberto Vela González:

Muchas gracias, señor Presidente; compañeros diputados:

Reiteradamente la fracción de diputados del PRI ha dicho que no hay otra alternativa. Yo quiero recordar que en la propuesta que leyó nuestro compañero César Humberto González Magallón, nosotros, diputados de la fracción parlamentaria del Partido del Trabajo, propusimos otra alternativa, y esta otra alternativa tiene una base: señores, ese antecedente de un préstamo de gobierno a gobierno no existe en los últimos años un precedente de ese tipo, por ello, si nosotros aceptamos el condicionamiento que aparece en el acuerdo marco, ¿qué señala? Que a discreción de los norteamericanos, si considera que no estamos siguiendo la política económica que hemos aprobado, ellos no solamente ya no seguirían dando los recursos, sino que tienen el derecho a pedirnos el total del préstamo.

Esto, señores, es lo que a consideración de mi partido es un elemento que verdaderamente nos ata, porque es la opinión de ellos de que no estamos siguiendo la política económica a la que nos hemos comprometido.

¿Qué ha pasado en algunos países que tienen crisis como la nuestra, como la que nosotros padecemos ahora?

En Chile, en el propio gobierno de Pinochet, en una crisis parecida a la que ahora vivimos nosotros, el gobierno de Pinochet, con todo lo que eso significa, el gobierno de Pinochet estableció control de cambios para evitar que se fugaran las divisas. Junto con ello unilateralmente actuó sobre las tasas de interés.

Efectivamente, como señala el diputado Suárez y Dávila, nosotros vamos a pagar en pesos, pero inmediatamente lo van a cambiar en dólares. Hay que buscar algún mecanismo que impida que muchos de los capitalistas nacionales que son poseedores de Tesobonos se les pague en pesos e inmediatamente dolaricen, porque eso significa sí estar atentando contra la economía nacional.

Nuestra preocupación fundamental es si podemos plantear un esquema diferente, y eso significa que hagamos corresponsable también al gobierno norteamericano y a los inversionistas de corto plazo que vinieron a México para que los costos de esta crisis no los pague solamente un país, México; que los paguemos todos, por ello esto, la oportunidad, y que México esté en el centro del debate y de la discusión, nos da la posibilidad real de hacer una nueva discusión a nivel internacional, porque además es doblemente grave que si nosotros aceptamos esas condiciones por ser el primer país que se encuentra en esas condiciones va a convertirse en el modelo que le estamos legando a todos los demás países, de que firmen acuerdos con estas características.

Por ello es importante, estamos en el centro de la discusión económica nacional, y si nosotros replanteamos los términos del acuerdo y sacamos un buen acuerdo, verdaderamente en ese momento estaríamos siendo ejemplo para el mundo, y no firmando condiciones en las cuales ellos a discreción nos pueden cobrar en cualquier momento el préstamo que nos están otorgando.

Por ello, señores, la invitación de nuestro partido es analizar seriamente otra alternativa. Eso con discusión seria creo que podemos dar mejor resultado que estándonos agrediendo. Nuestra propuesta es: discutamos seriamente esto para que no nos cerremos y podamos encontrarle una salida más positiva a nuestro país. Gracias.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra al diputado Mauro González Luna, para rectificar hechos, por cinco minutos

El diputado José Mauro del Sagrado Corazón González Luna Mendoza:

Señor Presidente, diputadas y diputados.

En forma brevísima quisiera referirme a las palabras inconsecuentes del diputado Suárez y Dávila, en cuanto a la figura de Cuauhtémoc Cárdenas.

Los hombres, señor diputado, son grandes fundamentalmente por los testimonios. Ustedes los del PRI hablan, hablan y hablan y hacen lo contrario, además, Cuauhtémoc Cárdenas, de dar un testimonio de valor, fue el que con más tenacidad señaló que el Gobierno de México estaba hundiendo a la nación, y hoy se constata con más fuerza que nunca esa verdad meridiana afirmada por Cuauhtémoc Cárdenas y por el PRD y los partidos de la alianza.

Quiero mencionar también que en ningún momento, cuando intenté hacer una pregunta al diputado Del Río, señalé que era hablador. Hubo un error en la forma de apreciar los términos de mi intervención. Suplico que se aclare en el Diario de los Debates, este punto, porque yo siempre he querido debatir con las armas nobles que mencionara en alguna ocasión memorable aquel gran indio, Altamirano, en esta Cámara de Diputados.

También quiero brevísimamente referirme al aspecto jurídico, constitucional, de este paquete que violenta los puntos más sagrados de la soberanía nacional y que se evidencia por el siguiente argumento que quiero someter a su consideración.

Se ha dicho que la cesión de los derechos en esa famosa cuenta bancaria en los Estados Unidos, no implica una hipoteca. Es indudable que no implica una hipoteca, pero hay otro tipo de gravámenes, no sólo la hipoteca, que grava por lo general bienes inmuebles, activos, hay también los gravámenes como la prenda, como la cesión prosolvendo, que es el caso que se está dando en el paquete que delimita la disponibilidad de la nación sobre el producto del petróleo.

El problema gravísimo de derecho constitucional que se debe advertir a los acreedores, es que si se aprueba en los términos el artículo único del dictamen, cuando haya en México un sistema democrático, esta cámara revocará esa instrucción de pagar con petróleo una deuda que en principio se está aquí queriendo aprobar. Y el argumento fundamental es que el dominio de la nación, y entiéndase bien, el dominio de la nación, del pueblo, no de ese gobierno que nos ha hundido, sobre el petróleo, no permite que se grave de ninguna manera el producto del petróleo.

Quiero que recuerden el párrafo cuarto del artículo 27 constitucional y la Ley de Bienes Nacionales, que impide en conciencia moral, jurídica y constitucional, poner límites a ese derecho inalienable de la nación sobre su riqueza.

Tampoco se diga que es un acto meramente comercial. Esto es un sofisma. ¿Cómo es posible que una deuda que se quiere transformar en deuda de mediano plazo y en moneda extranjera, y que va a sustituir una deuda que no encontró la aprobación del Congreso, porque precisamente tenía como propósito la regulación monetaria, cómo es posible que se diga que es un mero acto de comercio?

Como acto de gobierno, voy a sintetizar, en cuanto a este punto de la mercantilidad de la operación, considerándolo neurálgico para objetar también la ominosa sumisión a la jurisdicción de los tribunales de Nueva York.

Si la deuda que se está canjeando originalmente tuvo como finalidad prístina la regulación monetaria que a su vez es un elemento fundamental de la gestión de un gobierno, un elemento fundamental de bien común, entonces no se puede reducir a un mero acto de comercio.

Me reservo para ulteriores ocasiones el continuar estas intervenciones y simplemente quiero terminar para decir que cualquiera que fuera la alternativa, y ésta que propone el sistema es inviable, pero aun suponiendo que fuera viable, en manos de un sistema antidemocrático e injusto, pararía en un fracaso irremediable. Muchas gracias.

El Presidente:

En virtud de haber transcurrido más de cuatro horas, esta Presidencia, en términos del artículo 28 del Reglamento, prorroga la sesión hasta agotar los asuntos en cartera.

Se concede el uso de la palabra a Adolfo Aguilar Zinser, para rectificar hechos, por cinco minutos.

El diputado Adolfo Miguel Aguilar Zinser:

Quisiera primero que nada, muchas gracias, señalarle al diputado Francisco Suárez y Dávila, que su alusión a las referencias sobre el artículo aparecido en agosto del año pasado sobre el ingeniero Cárdenas en el World Street Journal, el ingeniero Cárdenas simplemente dice en ese artículo que el Tratado de Libre Comercio para esa fecha es ley, es ley en el país, y lo único que dice: yo acato la ley. El ingeniero Cárdenas se opuso a los términos bajo los cuales ese tratado se negoció, pero una vez que ese tratado fue ley, él simplemente dijo: si yo soy Presidente de México, me atengo a la ley que está escrita y que me obliga si llego a la presidencia. Es todo, yo creo que es importante que el diputado Suárez y Dávila tome nota de esta aclaración.

Quisiera yo decir también en referencia a lo que se ha dicho en esta tribuna, que estamos en realidad hablando de dos documentos. Un documento es el que está sometido a nuestra discusión para su aprobación, y otro es el documento que ya está aprobado, que ya está firmado por el Gobierno de México con el Gobierno de los Estados Unidos.

El documento que nosotros estamos discutiendo, es un documento que no se compagina con ése. Este documento dice que no hay condicionantes económicas ni políticas, este documento dice expresamente, hay condicionantes económicas y políticas. Es decir, hay un país que le condiciona su política económica pues lo están condicionando políticamente.

Pero lo importante no es lo que discutamos aquí, señores diputados, porque lo que hará el Gobierno de México y lo que hará el Congreso de los Estados Unidos y lo que hará el presidente de los Estados Unidos al otorgarnos este crédito, es lo escrito en este documento, ¿por qué? Porque ellos sí consideran que estas condiciones, para ellos sí nos obligan como condiciones, para ellos no podemos modificar la política económica, para ellos los 20 mil millones de dolares están condicionados al cumplimiento de lo que aquí dice.

Nuestra facultad como diputados era rechazar ese documento; al aceptarlo, lo que digamos aquí carece de todo valor. Porque lo que digamos aquí muy bien lo podemos tirar a la basura, porque el Gobierno de los Estados Unidos no acata lo que diga este Congreso, acata lo que está escrito aquí.

Segundo, éste es un documento que ya en este momento estamos violando los términos acordados por el presidente Zedillo. Los términos dicen que tenemos que tener una inflación del 19%, señores, no va a haber una inflación del 19%. Que vamos a crecer a 1.5%; no vamos a crecer a 1.5%, no nos hagamos ilusiones, vamos a tener un decrecimiento de menos 4% cuando menos.

No vamos, señores, a cumplir con las condiciones que nos han puesto los americanos, ya las estamos incumpliendo. Ellos pueden empezar ya a tomar represalias contra nosotros, imponernos nuevas condiciones o perdonarnos la vida, pero los 20 mil millones de dólares, y los 51 mil millones de dólares de garantías ya están condicionados a cumplimientos que ya estamos violando. Yo creo que es importante tenerlo en cuenta para nuestras deliberaciones.

En tercer lugar, estamos asumiendo que el crédito nos va a aliviar y va a estabilizar la situación financiera del país. Señores, es una presunción equivocada, este crédito llega tarde, mal y nunca. Este crédito ya no cumple las condiciones para los cuales fue diseñado. Estamos en una condición financiera distinta a la que existía cuando se negoció, y estamos en una vulnerabilidad mucho mayor. Los 20 mil millones de dólares y los créditos que suman hasta 51 mil en garantías ya no serán suficientes para que el país saque adelante el pago de sus obligaciones con el exterior, no lo serán.

Nosotros simple y sencillamente estamos retrasando una realidad económica que no depende de lo que opinen los diputados del PRD, del PAN o del PRI, depende de lo que está pasando en el país. Nos estamos ya colocando en una situación real de incapacidad de pagos, y estos 20 mil millones de dólares no nos sirven para resolver ese problema. Si no nos sirven para resolver ese problema, ¿por qué hemos de pagarlos al costo que los estamos pagando?, a un costo para la soberanía nacional...

El Presidente:

Señor diputado; un minuto para concluir su intervención.

El diputado Adolfo Aguilar Zinser:

Le pido un minuto... y al costo de las condiciones de la política económica interna. Estamos pagando algo que ya no nos sirve, a costa de una política económica interna que es impagable, es impagable como muy bien lo han señalado aquí los diputados del PAN, las condiciones internas que nos han impuesto, o que nosotros voluntariamente nos impusimos; podemos discutirlo porque es una cuestión de terminología. Nos quisimos amarrar solos o nos vinieron a amarrar, es perfectamente académico; el hecho es que estamos amarrados.

Entonces el asunto es: estamos discutiendo algo que ya resulta inútil, extemporáneo e innecesario. Los 20 mil millones de dólares ya no nos sirven ni para el arranque.

La recesión que se va a provocar en este país va a ser una recesión irresponsable, sumamente dañina y absolutamente inútil para sacar al país de la crisis. Muchas gracias.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra al señor diputado Roberto Campa Cifrián, para rectificar hechos, por cinco minutos.

El diputado Roberto Rafael Campa Cifrián:

Ciudadanas diputadas; ciudadanos diputados:

De ninguna manera podemos aceptar esta posición maniquea que presume que sólo es patriota lo que un grupo cree y en este caso sólo resulta patriota rechazar la propuesta. Yo cuestiono el patriotismo de un partido al que cree que le va a bien cuando al país le va mal. Yo cuestiono el patriotismo de un partido que ha acreditado aquí su absoluta incapacidad para proponer un mínimo programa alterno. Aquí no hemos escuchado un solo argumento que defienda un programa alterno. Hemos escuchado, sí, cuestionamientos, algunos con razón, otros simplemente producto de la amargura y la sinrazón, pero no hemos escuchado en ninguno de los planteamientos propuesta alguna para un programa alterno.

Se puede inferir de lo que han dicho en los medios, que una propuesta central tiene que ver con un esquema de moratoria; aunque como sucede con el documento que aquí se ha venido a explicar por el preopinante, que a lo mejor fue el que escribió ese documento; pero hay otros que a lo mejor escribieron, otros escritores de... Cárdenas el pequeño, como Castañeda y el problema es que todos los planteamientos son inconsistentes e incongruentes...

El Presidente:

Señor diputado, señor diputado... ¡Orden señor diputado!.

Señor orador, colocarse en el tema... ¡Orden señor diputado! Señor orador, colocarse en el tema. ¿Cuál es su propuesta, señor diputado Saúl Escobar.

El diputado Saúl Alfonso Escobar Toledo(desde su curul):

La respuesta al orador es muy sencilla: nosotros no hemos proferido insultos personales a nadie... y exigimos que se revise el Diario de Debates para ver si hemos actuado así en esta sesión.

El Presidente:

Lo tomamos en cuenta, señor diputado.

El diputado Saúl Alfonso Escobar Toledo (desde su curul):

Le pedimos al orador que actúe con respeto para dirigentes políticos de este país, independientemente del partido que sean.

El Presidente:

Lo tomamos en cuenta, señor diputado y encuadrarse en el tema, señor diputado.

El diputado Roberto Rafael Campa Cifrián:

Yo creo, compañeras y compañeros, que las consecuencias de la aplicación de la política económica que se sustenta en la moratoria, están a la vista. Ahí está el ejemplo de Perú. Sin duda un planteamiento como éste, tendría como consecuencia la paralización de la planta productiva que demanda divisas o bienes de capital. Tendría como consecuencia un mayor desempleo, escasez de dinero y en consecuencia alzas incontrolables en las tasas de interés, falta de oferta, inestabilidad. Algunos dirían, eso es lo que en este momento estamos viviendo. Y la realidad es que lo que estamos viviendo hoy en la coyuntura, se convertiría en una situación permanente y estructural.

Si no somos capaces de encontrar solución a partir de la propuesta que estamos haciendo, estaríamos garantizando estas condiciones de inestabilidad para la economía en este país.

Haríamos los problemas coyunturales, estructurales.

Yo creo que de una lectura de la historia queda claro que cualquier interpretación lineal de los tratados con Estados Unidos, resulta equivocada. Esta es la interpretación de Celerino Salmerón, por ejemplo, en las grandes tradiciones de Juárez, cuando estudia los tratados de Mac Lein-Ocampo. Esta misma interpretación que hoy hacen los compañeros del Partido de la Revolución Democrática, que pretenden tender de una manera lineal la relación y la negociación de México con los Estados Unidos. Siempre una relación delicada y difícil; siempre una relación que ha tendido a garantizar la independencia y que ha conseguido sin duda garantizar la autonomía y la independencia de este país.

La propuesta del Gobierno de la República es sin duda la mejor; es la mejor para hacerle frente a un problema inédito; es la mejor para hacerle frente a una crisis del Sistema Financiero Internacional que afectó a México, porque era México uno de los países que mayores cantidades de recursos estaba recibiendo de los recursos de la economía internacional. Por ello, el Gobierno de los Estados Unidos, comprende que es un problema del Sistema Financiero Internacional y por eso asume corresponsablemente la solución de la crisis; el Gobierno de los Estados Unidos comprende que mantener el esquema de aprobación del Congreso, donde la politización de la discusión orientaba a insistir en condicionantes políticas no iba a resultar porque nunca el Gobierno mexicano lo iba a aceptar, porque aquella politización de la discusión que pretendía candados, amarres y garantías que condicionaban la política y los recursos de México y de los mexicanos, no lo íbamos a aceptar y por eso se decide una alternativa de apoyo y de solución alejada de esa discusión política y alejada de las exigencias para condicionar al Gobierno y al pueblo de México.

Conviene revisarlo porque sin duda, en lo que firmó el Gobierno Mexicano, hay esquemas de pago y garantías de pago, pero nunca hay condiciones para el manejo de la política en este país.

Revisemos y leamos el documento y lo que hay, es obligación permanente para demostrar la capacidad de pago, solamente la capacidad de pago. México mantiene absoluta libertad, absoluta autonomía y absoluta independencia. Revisemos y leamos el documento, pero además leámoslo como lo hicimos en la comisión, con seriedad, con responsabilidad; no solamente hicimos un estudio serio del documento.

Conviene insistir aquí también, que de esta revisión acordamos un documento que tiene propuestas del resto de los partidos, que tiene observaciones y que fue enriquecido por todos los partidos, y que tiene cuatro recomendaciones...

El Presidente:

Señor diputado tiene un minuto para concluir.

El diputado Roberto Rafael Campa Cifrián:

Voy a terminar, señor Presidente.

Recomendaciones esenciales que van al fondo del problema. Por ello reiteramos, los priístas apoyamos de manera total y cabal, de manera reflexiva, la decisión de ir para apoyar este acuerdo. Creemos que es la mejor manera de resolver el problema; creemos que la que se infiere de las vagas observaciones hechas aquí, nos llevaría, ésa sí, a una debacle total de la economía mexicana.

Y quiero, si usted me lo permite, señor Presidente, terminar solamente ofreciéndoles a los compañeros del Partido de la Revolución Democrática y a su dirigente, una personal disculpa, porque ciertamente hemos buscado aquí en la tribuna, hacer observaciones serias y reflexivas y no hacer daño y no insultar. Y si de lo que yo dije se infiere que hay una afectación personal, yo ofrezco de manera seria y formal, una disculpa.

El Presidente:

Tiene el uso de la palabra el diputado Eric Villanueva.

El diputado Eric Eber Villanueva Mukul:

Gracias, señor Presidente.

No es patriota o no son patriotas aquellos que privilegian los intereses externos y que hoy en el mundo sólo defienden los grandes centros financieros. No es patriota o no son patriotas aquellos que solamente a ellos les va bien, mientras a todo el país le va mal. Estos no son patriotas.

La economía mexicana ha ido en este círculo: escasez de dinero, contracción económica, quiebra de empresas, desempleo, pobreza, inestabilidad económica, inestabilidad política, inestabilidad social, agudizándose día a día hasta el 19 de diciembre.

La debilidad del modelo económico sumada a un cambio en las condiciones internacionales, sobre todo en las tasas de interés, dieron como consecuencia lo que hoy estamos viviendo; no es un problema de caja, es un problema estructural que será agudizado.

La debilidad de la propuesta se finca en que se fundamenta en variables que los mexicanos todos y el Gobierno en particular, no controla.

Hoy sabemos que desde febrero de 1994, las condiciones de las tasas de interés internacionales variaron y empezaron a disminuir las reservas del Banco de México y los capitales especulativos se empezaron a ir del país.

Hoy por la mañana nos enteramos, que esas circunstancias no sólo ya le son desfavorables al país, sino que incluso para los Estados Unidos y que los capitales, los dólares, se están yendo hacia Europa, particularmente a Alemania. Esa es la gran debilidad.

Pero la mayor debilidad es seguir pidiendo prestado para pagar deuda. En cifras generales puede ser que en su magnitud más pequeña tengamos este año vencimientos por 53 mil millones, en su versión más conservadora; porque es probable que en su versión real llegue a los 70 mil millones.

Si a eso le sumamos los 85 mil millones que son la deuda pública hoy del Gobierno mexicano, tendremos la magnitud del problema. Pero además de estos nuevos 53 mil millones que tendremos que buscarlos de nuevos préstamos para pagar más, servirán para eso: para pagar algo que ya se debe y ningún quinto para reinvertir, para reactivar la economía y, por lo tanto, quedarnos en igual o en peor circunstancia. No hay salida.

El licenciado Suárez y Dávila nos vino a asustar con "la sábana del muerto": la moratoria. Como varias veces lo hizo Salinas; y diciendo que ésas eran medidas radicales y que entonces, la economía se haría un desastre. ¡Pero resulta que la economía ya es un desastre! Lo que dicen que va a ocurrir es lo que está ocurriendo y que no es coyuntural y es un fenómeno estructural que se va a extender por más tiempo, en condiciones cada vez más agudas.

Y vamos a tener que declarar, eso sí, la moratoria, la suspensión de pagos, pero estando en contra de la pared y sin capacidad de negociación.

Lo que la fracción del PRD está proponiendo no es una medida radical, no es una moratoria unilateral, no es una suspensión de pagos unilaterales, sino dicho con precisión: una nueva reestructuración de la deuda xterna que nos permita contar con recursos para un modelo económico...

El Presidente:

Señor diputado, se ha agotado su tiempo. Tiene un minuto para concluir.

El diputado Eric Eber Villanueva Mukul:

Para un modelo económico que privilegie la reactivación de la economía mexicana y que entonces la economía dependa de variables que controlen los mexicanos, que controle el Gobierno mexicano y que controlen las instituciones mexicanas.

Eso es lo que estamos proponiendo, es una propuesta muy seria. Estamos proponiendo, y lo decimos, que para enfrentar una nueva reestructuración seria, con miras hacia adentro y no hacia afuera, se requiere el consenso de todos los mexicanos.

Por eso yo decía en mi intervención anterior, que necesitaba una nueva mayoría. A eso es a lo que estamos convocando. Creo que diferentes sectores en diferentes foros se han expresado en ese sentido. Esta soberanía, toda, tiene que asumir su compromiso y afrontar una revisión del actual modelo y emprender una que privilegie la soberanía y que mire el interés de todos los mexicanos.

El Presidente:

Tiene el uso de la palabra el diputado Adolfo Aguilar Zinser, para contestar alusiones personales, y después, para rectificar hechos, el diputado Cuauhtémoc Sandoval.

El diputado Adolfo Miguel Aguilar Zinser:

Muchas gracias.

Habiendo sido aludido como predeclarante por el diputado Campa, quiero decirle que si bien el motivo de este debate no son los textos económicos de Cuauhtémoc Cárdenas, si él quiere podemos tener un seminario sobre la glosa de textos económicos y políticos de Cuauhtémoc Cárdenas, pero como ése no es el motivo que nos trae a esta sesión del Congreso, sino discutir estos documentos, yo supongo que independientemente de quién los haya redactado, el diputado Campa y los demás diputados del PRI los leyeron, ¡no el dictamen, eh!, ¡el documento!, ¡el documento que firmó el Gobierno de México con los Estados Unidos!, ¡ése es el que debimos de haber leído!

Aquí dice, y permítome leer, en el capitulo VI, página seis: "Condicionalidad, ¡condicionalidad!, ¡condicionalidad! No se proveerán recursos primarios a México o al Banco de México directa o indirectamente, si el Departamento del Tesoro determina que las políticas económicas de México y del Banco de México no están de acuerdo con la carta de intención y memorandum sobre política económica adjuntos al presente como anexo B, referido en crédito contingente para México, aprobado por el FMI, el 1o. de febrero de 1995 o cualquier otra de las políticas económicas requeridas subsecuentemente bajo programa del FMI". Quiere decir esto, señores, que no nos dan el dinero si nosotros no cumplimos las condiciones, así de simple, son condiciones al dinero, hay un conjunto de criterios de política económica y los tres están pegados; si no cumplimos no nos lo dan y punto.

Ahora, lo importante de esto es que nosotros como Congreso estaríamos obligados legalmente a rechazar este documento, legalmente, sin discutir sus méritos económicos, legalmente, porque tenemos el mandato legal de rechazar las condicionantes políticas que se nos impongan. ¡El presidente negoció mal, equivocadamente los términos de un acuerdo, por eso este documento dice mentiras! Pero aquí podemos pasar una ley que diga: "este pedazo de papel no es blanco, no está escrito con letras negras, es verde, blanco y colorado, como la bandera nacional", y entonces los diputados del PRI pueden aprobar, 298 contra todos los demás, que este papel es de color verde, blanco y colorado, pero señores, este papel es blanco y negro y aquí hay condicionantes políticas, punto; eso es condición legal.

El señor Zedillo metió a la cárcel a Raúl Salinas y hoy argulle que lo hizo simplemente por cumplir la ley, sin ninguna motivación de ningún otro tipo de carácter político. Yo les pregunto, señores diputados: ¿no estamos igualmente obligados a cumplir la ley y rechazar un documento que viola la Constitución y la ley nacional?, ¿no estamos obligados? Sí, estamos obligados, pero en lugar de ello inventamos en este otro dictamen que no hay condiciones y entonces le llamamos a lo blanco y negro: verde, blanco y colorado y nos vamos a nuestra casa y colorín colorado este cuento se ha acabado.

El Presidente:

Tiene la palabra el diputado Cuauhtémoc Sandoval, para rectificar hechos, por cinco minutos.

El diputado Cuauhtémoc Sandoval Ramírez:

Muchas gracias, señor Presidente:

Yo también quisiera pedir al diputado Suárez y Dávila, que tal como lo hizo el diputado Campa, retire las alusiones personales que hizo aquí al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, para no caer también en calificativos y para no hablar de Suárez el grande y Suárez el chico.

Me parece a mí, compañeros, que el diputado Suárez y Dávila planteó el debate de ideas pero entrecomilló y sacó fuera de contexto un artículo publicado por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, en el Wall Street Journal, del 12 de agosto de 1994. Hace unos momentos le pedí la copia y efectivamente saca una línea fuera de contexto. Voy a leer exactamente dos párrafos de lo que él citó. Dice: "nosotros aceptamos el TLC, es la ley, pero estamos preparados para ir más allá de los términos actuales del acuerdo para proveer a empresas mexicanas con incentivos para invertir en México y con mejor preparación para competir internacionalmente. Al mismo tiempo elaboraremos nuestras preocupaciones durante las revisiones periódicas que realizarán los tres países".

Antes hay otro párrafo también citado por el señor diputado Suárez y Dávila, dice el ingeniero Cárdenas: "para preservar la estabilidad del peso y luchar en contra de la inflación, reiteramos nuestro llamado a respetar la autonomía del Banco Central que tiene la obligación legal de supervisar los montos de dinero del Estado".

Nosotros también ratificamos el mecanismo monetario y dice "NAFA" no "NAFTA": ingeniero Suárez y Dávila. recientemente signado entre México, los Estados Unidos y Canadá, que reconoce la necesidad de evitar devaluaciones competitivas entre países participantes en el tratado; y si usted lo tiene a la mano, eso es exactamente lo que dice. Y una cosa es el NAFTA y otra cosa es el NAFA, de lo que se refiere aquí el ingeniero Cárdenas. El NAFA fue instituido en marzo después de la muerte de Colosio.

Y también el diputado Campa viene aquí a plantearnos un conjunto de temas que no son ciertos; ayer si él lee la síntesis de noticias está un planteamiento de Cárdenas, donde dice en El Reforma: "Cárdenas rechaza la moratoria". De ninguna manera estamos a favor de la moratoria, sino de negociar para reestructurar la deuda de México, porque lo prioritario es crecer económicamente para poder pagar. Esto es lo que dice el ingeniero Cárdenas, no ha estado planteando moratoria, creo que es absurdo que alguien esté a favor de la moratoria o de la incapacidad de pagos, es indispensable, abundó, que se reestructure la deuda para empezar a pagar sin sacrificar el crecimiento y eso se logra hablando con los acreedores para que conozcan con profundidad la incapacidad a la que se llevó al país para cumplir sus compromisos internacionales.

O sea, lo que se está planteando aquí es que haya una corresponsabilidad también de la banca internacional de los Estados Unidos en la crisis mexicana, porque no es posible seguir nosotros planteando el esquema de crecer o pagar, o más bien, éste es nuestro dilema, o crecemos para pagar o pagamos y no crecemos. Me parece pues, que entonces necesitamos ubicar exactamente los términos del debate, que ya lo señalaba aquí el diputado Aguilar Zinser, porque una cosa es el dictamen, que nos presentó la Comisión de Hacienda y otra cosa es el texto que se aprobó en Washington.

Y yo me quiero referir también a un solo tema de lo que si se aprobó en Washington, y de lo que no está aquí en el documento que nos presenta la Comisión de Hacienda. Me refiero al tema de migración. Días después o antes de firmarse el acuerdo en Washington, cuando se estaba discutiendo, se reunió en Zacatecas la Comisión Binacional México-Estados Unidos sobre migración, vino una delegación del Gobierno de los Estados Unidos y se integró una delegación del Gobierno mexicano y salió un documento de migración, que hay algunas cosas verdaderamente inaceptables para nuestro país y que da vergüenza que nuestra delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores lo haya signado.

No lo tengo a la mano, pero lo recuerdo, porque vino el subsecretario de Gobernación sobre Población, Emanuel Rodríguez...

El Presidente:

Ha terminado su tiempo, señor diputado, cuenta con un minuto para concluir.

El diputado Cuauhtémoc Sandoval Ramírez:

Voy a concluir; y hay dos puntos inaceptables verdaderamente. Uno, que diga el gobierno norteamericano que nuestros indocumentados son criminales. Dice más o menos el texto, lo estoy citando de memoria: el Gobierno de los Estados Unidos en su año fiscal 1995, va a designar un programa para detener a los criminales indocumentados.

Cómo es posible que nosotros aceptemos, por más que lo estén diciendo ellos, que en un documento oficial se haga esa alusión. Y otro asunto también sobre migración, está el hecho, otro párrafo que está en ese texto, donde se dice que ahora van a ser deportados a sus lugares de origen; esto es, que los de Guerrero van a ser metidos en un avión de los Estados Unidos y aterrizados en Acapulco y todos los demás van a ser deportados a sus lugares de origen.

Esto va en contra, compañeros, de una práctica internacional que existe en el sentido de que todos los...

El Presidente:

Señor diputado...

El diputado Cuauhtémoc Sandoval Ramírez:

Estoy concluyendo, de que los deportados deben ser consultados a dónde quieren ser deportados.

Me parece compañeros que este asunto de migración por más que se diga que no está incluido en el paquete, sí lo está como están incluidas otras condicionantes que lesionan gravemente el desarrollo de la democracia y la soberanía de este país. Muchas gracias.

El Presidente:

Para contestar alusiones personales, tiene el uso de la palabra el diputado Francisco Suárez y Dávila y después continuamos con nuestra ronda de oradores inscritos con el diputado Everardo Martínez Sánchez.

El diputado Francisco Suárez y Dávila:

Con su venia, señor Presidente:

Solamente para hacer dos o tres comentarios. Desde luego con mucho gusto yo quisiera modificar cualquier referencia inconveniente a la figura del ingeniero Cárdenas, ojalá que esto sea efectivamente un buen precedente para mantenernos al nivel de debate de las ideas y cumplir con las reglas de urbanidad. Con este mismo espíritu yo también le pediría al diputado Aguilar Zinser, que también retirase la referencia poco amable que hizo a la figura del señor Presidente de la República, cuando se refirió a él que había dicho mentiras.

Desde luego en ese punto, además no tiene razón. Yo tengo la impresión de que no ha leído o acabado de entender bien el documento. Se reitera, aquí no hay condiciones de carácter político. En la sección que él leyó no acaba de entender bien, que la condicionalidad muy claramente está diciendo que el Departamento del Tesoro podrá desembolsar o no desembolsar los recursos si el Gobierno de México, que es en esencia lo que dice, si el Gobierno de México cumple con las políticas que él mismo ha estado estableciendo; eso es lo que está diciendo el texto. Eso es lo que está diciendo.

Es decir, el Gobierno de México ha establecido una serie de políticas como dice ahí, el 1o. de febrero de 1995, el 3 de enero, en el caso de que el Gobierno mexicano no esté cumpliendo sus propias políticas o cualquier cambio que a esas políticas efectúe, lo único que puede hacer el Gobierno de Estados Unidos, es decir: "no te desembolso", no se está metiendo con las políticas del Gobierno mexicano, el Gobierno fija libremente sus políticas, las fijó en enero, las volvió a fijar en febrero, lo único que está diciendo es: se reserva el derecho como acreedor, de dar o no dar desembolso si le parece que esas políticas, como dijo el diputado Campa, van en línea con la capacidad de pago o no, pero eso es lo único. No se van a estar metiendo en las políticas económicas del Gobierno de México, el Gobierno las puede cambiar cuantas veces pueda cambiarlas y dice ahí que inclusive se pueden cambiar las políticas establecidas con el FMI.

No prejuzga sobre las políticas del Gobierno de México, simplemente presta o no presta y nada mas de paso, con las referencias que comentó el diputado Lozano, yo quisiera decir, que aquí sí ya no entiendo muy claramente cuál es la posición del PRD, porque en el documento publicado el 22 de febrero de 1995, dice textualmente el punto cuarto: "suspensión de pagos al servicio de la deuda pública externa hasta que no se acuerde una renegociación compatible... suspensión de pagos al servicio de la deuda".

Ahí se está planteando una suspensión de pagos, una moratoria, no una reestructuración. Si lo que están planteando es una reestructuración y agradezco las palabras del diputado Villanueva y del diputado Lozano a favor de una reestructuración, entonces, están apoyando lo que el Partido de la Revolución Democrática está planteando hoy, que es justamente una reestructuración. Porque eso es lo que es. Lo que estamos haciendo es cambiando deuda de corto plazo por deuda de mediano plazo, para que esté en línea con la capacidad de pago del país. Eso aquí y en China es una reestructuración.

Agradezco mucho el apoyo que está dando el Partido de la Revolución Democrática a la postura del Partido Revolucionario Institucional, estamos a favor de la reestructuración, no estamos a favor de una suspensión de pagos, que es lo que ustedes dijeron en el punto cuarto.

El último comentario es: no saqué fuera de contexto lo que dijo el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, yo creo que el PRD tiene excelentes abogados...

El Presidente:

Señor diputado, ¿acepta usted una pregunta?

El diputado Francisco Suárez y Dávila:

Al terminar.

El Presidente:

Al terminar, señor diputado.

El diputado Francisco Suárez y Dávila:

Tiene excelentes abogados, pero a la mejor los abogados no lo asesoraron, lo que está diciendo es, aceptamos NAFTA, es la ley de la tierra. Eso en derecho constitucional americano es derecho constitucional. NAFTA no forma parte del derecho constitucional de México, como erróneamente lo interpreta el ingeniero Cárdenas.

Finalmente, el punto que se refiere, que es otro punto a favor de lo que hoy estamos viendo. El ingeniero Cárdenas dijo: "Ratificamos el mecanismo monetario de Norteamérica."

Este mecanismo monetario de Norteamérica representa 9 mil millones de los 20 mil que estamos discutiendo hoy. Si ustedes revisan los antecedentes, este swap de 9 mil millones de los 20 mil millones, es el acuerdo monetario de Norteamérica, eso es lo que es, eso es lo que el ingeniero Cárdenas estaba apoyando hace algunos meses, es otro punto a favor de lo que estamos diciendo.

Ahora, efectivamente, le puedo a usted decir NAFA o NAFTA, pero en la práctica, es un acuerdo monetario suscrito entre los tres países miembros del acuerdo de Norteamérica. Entonces no estoy sacando nada fuera de contexto, no son distintas, es un acuerdo firmado por Canadá, Estados Unidos y México, para establecer swap hasta por 9 mil millones de dólares, que es lo que es, 9 mil millones de los 20 mil millones que estamos aprobando. Eso quiere decir que en realidad ustedes están apoyando 9 mil de los 20 mil y también están apoyando una reestructuración, no suspensión de pagos. Muchas gracias.

El Presidente:

La pregunta del diputado Aguilar Zinser, diputado Francisco Suárez y Dávila.

El diputado Adolfo Miguel Aguilar Zinser(desde su curul):

Diputado Suárez y Dávila, quiero hacerle una pregunta, ¿podría usted, por favor?

El Presidente:

Adelante, diputado.

El diputado Adolfo Miguel Aguilar Zinser (desde su curul):

Bueno, antes que nada quiero decirle, diputado, que retiro toda ofensa a la investidura presidencial.

Yo quisiera preguntarle, diputado, qué pasaría si este Congreso decidiera hoy que la política económica que está incluida en ese documento, no es una política que responda al interés nacional y, por tanto solicitamos que sea modificada esa política económica y el Presidente acepta la modificación de la política económica. Qué pasaría si lo hiciéramos en algún momento anterior, cuando este acuerdo entrase en vigor y los desembolsos ya hubieran comenzado a hacerse, qué efectos tendría sobre los desembolsos que ya hubieran ocurrido, cualquier modificación en la política económica.

Y claro está, una política económica es una política que se decide acá, pero cuando se condiciona a un crédito, la condicionante es el crédito, eso es lo que nosotros estamos señalando.

Y finalmente yo le preguntaría, señor diputado Suárez y Dávila, ¿quién diseñó esa política económica?, ¿la diseño en absoluta y entera libertad el Gobierno de México?, ¿en nada influyó el señor Clinton?, ¿en nada influyó el Departamento del Tesoro en el diseño de esa política?, porque mi pregunta, señor diputado, es: si nosotros hubiésemos presentado otra política mejor para el país, ¿nos hubieran dado el crédito, o el crédito venía condicionado a este tipo de políticas económicas?

El diputado Francisco Suárez y Dávila:

Bueno, déjeme contestar primero al diputado Aguilar Zinser.

El diputado Aguilar Zinser conoce muy bien la historia reciente de México, sabe muy bien que a lo largo de los últimos años, en muchas ocasiones el Gobierno de México ha introducido modificaciones en sus políticas, lo que sucede y usted lo conoce muy bien es que el Gobierno de México sabe negociar, negocia, ha modificado los convenios con el Fondo Monetario Internacional cuando estuvo bajo ellos, infinidad de veces, ha modificado cuando así conviene al interés nacional. Creo que vale la pena subrayar y usted conoce muy bien el punto de vista del Gobierno de México.

Este programa fue elaborado por el Gobierno de México, fue elaborado por el Gobierno de México desde enero de este año y se han introducido ya una serie de cambios y modificaciones en este programa, como son, por ejemplo, las unidades de inversión y muchas otras cosas. Este programa es el programa del Gobierno de México. Usted puede estar de acuerdo con él o no, pero creo que tiene el suficiente conocimiento de lo que han sido los diálogos con el Gobierno de México, de que el Gobierno de México cree firmemente en este programa.

Ahora, si fuese necesario introducir cambios en la política, en el sentido que estableciera el. Congreso de la Unión o lo que fuese la convicción del propio Gobierno, se modificaría el programa económico, se modificaría la política económica.

Yo creo que precisamente, y esto lo sabe bien el Gobierno de México, precisamente por el problema sistémico que se puede generar en el caso de que México introduzca elementos que no sean apoyados financieramente, seguramente apoyaría cualquier modificación razonable que el Gobierno de México haga en su política, que serán razonables obviamente.

Entonces, en última instancia lo que puede hacer el gobierno norteamericano, es retirar flujos frutuos. Eso no va a ocurrir, eso no va a ocurrir ni ha ocurrido en la historia reciente de México, en procesos de negociaciones que hemos venido subrayando.

Usted, me imagino se está refiriendo al aspecto de las tasas de interés. Todos leemos las filtraciones y los chismes que a veces manejan algunos medios internacionales, entonces, usted quizá se preocupó de que el alza de tasas de interés podrá haber sido una insinuación del gobierno norteamericano, pero ya fue desmentido en los hechos, porque las tasas de interés ya bajaron 10%, y por otra parte siento, que mal puede hacer el gobierno del vecino del norte de recomendarnos medidas de política económica, cuando con trabajos está pudiendo manejar su propia política económica, así que no es el mejor asesor para decidir. Gracias.

El Presidente:

Señor orador, ¿acepta usted la otra pregunta del diputado Cuauhtémoc Sandoval?

El diputado Francisco Suárez y Dávila:

Con mucho gusto.

El diputado Cuauhtémoc Sandoval Ramírez(desde su curul):

Nuevamente, el diputado Suárez y Dávila saca de contexto una cita del ingeniero Cárdenas, que se refiere a su acuerdo del NAFTA, el 12 de agosto del 1994, cuando no estaba de por medio este acuerdo de Washington, que sí compromete el petróleo para el pago de dichos préstamos. Esa es la gran diferencia, señor, que usted no puede sacar fuera de contexto una afirmación en agosto del año pasado, cuando no existía esta severa crisis económica con la actual condicionante que se ha impuesto de garantizar el pago de dólares del petróleo como garantía para el pago de los préstamos.

El diputado Francisco Suárez y Dávila:

Con mucho gusto voy a celebrar ese seminario que usted propuso, sobre las tesis del ingeniero Cárdenas, pero yo creo que lo que vale la pena subrayar nuevamente es que el PRD en el punto quinto de su documento del 22 de febrero, plantea una suspensión de pagos al servicio de la deuda, que no es lo que usted está planteando en este momento. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene el uso de la palabra el diputado Everardo Martínez Sánchez, por 15 minutos en contra.

El diputado Everardo Martínez Sánchez:

Gracias; señor Presidente señoras y señores diputados:

Estamos viviendo una coyuntura política y económica de consecuencias desastrosas para muchos millones de mexicanos.

Para el análisis correcto del dictamen y el proyecto de decreto que se nos ha presentado, tenemos que hacer el análisis previo de algunos acontecimientos.

Espero que el llamar a las cosas y a los hechos por su nombre no se vaya a interpretar como insulto, porque no es la intención. La coyuntura política es una situación que estamos viviendo de desconfianza y falta de credibilidad, fundamentalmente en quien encabeza el Ejecutivo Federal.

Partiendo de esa premisa, ¿cómo es posible creer en una iniciativa que procede del Ejecutivo, cuando en este corto tiempo de ejercicio le ha mentido a este mismo Congreso?, impulsó la creación de una comisión legislativa y la dejó patinando cuando unilateralmente declaró implícitamente la guerra contra quien estaba negociando.

¿Cómo se puede creer en un Ejecutivo que habla de paz y hace la guerra?, ¿en un Ejecutivo que dice que la iniciativa va a beneficiar a los mexicanos y en la vía de los hechos los va a hacer más pobres? Tenemos una responsabilidad que va más allá de los intereses partidistas, la responsabilidad que como legisladores y como integrantes de un poder autónomo de la nación tenemos el deber de responder a los reclamos, a los intereses de la mayoría de los mexicanos.

Se tiene que acabar la cultura de la sumisión por parte de una gran mayoría del partido oficial y digo mayoría, porque no son todos, pero también se tiene que acabar con la cultura de la simulación de no ver y no oír, que aquí en esta tribuna, a quienes sus compañeros en legislaturas pasadas se desgarraron las vestiduras defendiendo el proyecto económico que ahora tiene en la miseria a más de 40 millones de mexicanos.

Por eso les pido reflexionar y no caer en las mismas actitudes irreflexivas. No vale la pena estar defendiendo proyectos y documentos que no han sido cabalmente estudiados y entendidos. La responsabilidad de la lealtad tiene que ser bien entendida. La lealtad primeramente tiene que ser hacia el pueblo de México, que nos eligió a cada uno de nosotros.

Por eso este proyecto de decreto en conciencia no puede ser aprobado, y no puede ser aprobado porque un mínimo de reclamo nuestro debería de ser que se proporcione la información completa para tener juicios fundamentados.

Los documentos que se nos hicieron llegar no contienen todos los anexos; en los anexos que se nos han ocultado con toda seguridad están los compromisos que el Gobierno de México ha adquirido de espaldas a la nación.

Si alguien dice que estoy mintiendo, lo emplazo a que exhiba en esta tribuna todos los anexos a que hace alusión el documento de acuerdo marco para al estabilización de la economía mexicana.

Hace referencia a los anexos D, E, F, G, H, I, J, K, 1, 2 y 3, y ninguno está dentro del paquete.

No podemos aprobar a ciegas. Es una grave responsabilidad que tarde que temprano tendríamos que responder.

Traía un documento con un alegato sobre la inconstitucionalidad de la enajenación en garantía de las facturas de Pemex, pero varios oradores que me han antecedido en el uso de la palabra lo han argumentado con mucha claridad; lo que hace falta es quererlo entender.

Por lo tanto, voy a hacer uso de parte de mi tiempo en leer algunos párrafos de algunos puntos del documento antes referido, que es el anexo A, sobre el esquema de ingresos petroleros.

Dice uno de los párrafos: "Opiniones legales e instrucciones. México y Pemex deberán obtener y entregar al Tesoro norteamericano y al Banco de la Reserva Federal, copia de todos los documentos, de todos los documentos que le sean requeridos por el Tesoro".

Dice otro párrafo: "Gravámenes. Pemex se compromete a no vender o de otra manera disponer o crear o permitir que sea creado o que exista algún gravamen, prenda, hipoteca, cargo o cualquier otra afectación de la garantía del pago ni a entrar en otros arreglos, incluyendo la venta de derechos".

Dice otro párrafo: "Autoridad del Banco de la Reserva Federal de Nueva York para tomar otras medidas. El párrafo dice: en cumplimiento de sus deberes, en relación a los acuerdos a que hace referencia en los párrafos dos y tres anteriores, el Banco de la Reserva podrá, a su discreción, a su discreción, tomar aquellas medidas que considere razonables y apropiadas bajo las circunstancias para proteger los intereses del Tesoro". "A su discreción".

Otro párrafo del mismo documento: "Acción legal. México avisos, el encabezado: México se compromete a informar prontamente y por escrito al Tesoro de cualesquier litigio, proceso administrativo o arbitraje de o ante cualquier corte o autoridad gubernamentales o agencia o tribunal en contra del Gobierno". Para proteger nuevamente los intereses.

Y siguen los acuerdos de compromiso. Dice otro: "Evitar litigios. México acepta no emprender ninguna acción o proceso legal que pudiera de manera alguna cuestionar, repeler, revocar o rescindir en todo empate las leyes y procedimientos bajo los cuales haya de ser ejecutado, cumplido o reclamado este acuerdo". Rechaza cualquier tipo de reclamo.

Dice otro, y fundamentalmente lo hago, compañeros diputados, porque estoy plenamente seguro que una gran mayoría de ustedes no tiene el documento, por consecuencia menos lo pudo haber leído.

Otro de los párrafos dice, el encabezado: Estados Financieros Auditados. Pemex le enviará al Tesoro tan pronto como sea posible, y en todo caso dentro de 180 días contados a partir del cierre de su último ejercicio fiscal, estados financieros anuales auditados de Petróleos Mexicanos y sus subsidiarias en forma consolidada para dicho año fiscal, incluyendo el balance anual y los estados de resultados de cambios del patrimonio y de cambio en la posición financiera, junto con las notas relativas a la consolidación de los estados financieros.

Reportes trimestrales, dice otro párrafo. Pemex, Petróleos Mexicanos International enviará al Tesoro a más tardar un mes después del cierre de cada trimestre-calendario, un reporte con la siguiente información: proyecciones de los volúmenes, y valor esperado en dólares de las exportaciones de petróleo crudo y derivados para el siguiente trimestre-calendario y los valores expresados en dólares en dichas exportaciones.

Costos del Tesoro. México acuerda compensar oportunamente al Tesoro por cualquier comisión o gastos razonables en que haya incurrido en relación con el presente acuerdo.

Un penúltimo párrafo dice: Pemex no exportará petróleo crudo mexicano o sus derivados directa o indirectamente mas que a través de una entidad de Pemex subsidiaria.

Y finalmente otro párrafo muy delicado dice: jurisdicción y ley aplicable. Ley de Nueva York y renuncia de inmunidad. Este acuerdo será regido por e interpretado de acuerdo a las leyes del estado de Nueva York, en cuanto no sean inconsistentes con las leyes federales de los Estados Unidos. México y Pemex se sujetan irrevocablemente para todos los propósitos de/o en conexión con este acuerdo a la jurisdicción exclusiva de la corte de distrito de los Estados Unidos, y se sujetan para todos los propósitos de/o en conexión con este acuerdo a la jurisdicción exclusiva de las cortes federales. México, Pemex y los estados renuncian irrevocablemente en toda su extensión a la defensa del foro.

Estas consideraciones que no son todas, pero si se da una lectura total y se vuelve a releer el documento, no hay un solo acuerdo a favor de Pemex o de México. Fácilmente podemos concluir que éste, y todos hemos leído contratos, es un contrato leonino en contra de los intereses de México y del pueblo mexicano, por eso la responsabilidad de no poderlo aprobar.

Este contrato se parece a un contrato de rendición, donde el vencedor le impone todas sus condiciones al vencido. Ustedes no encuentran en el contrato ninguna cláusula, ningún acuerdo que esté a favor o en beneficio de México.

Por conclusión del análisis de ese documento hay siete premisas importantes que debemos analizar...

El Presidente:

Tiene un minuto, señor diputado, para concluir su intervención.

El diputado Everardo Martínez Sánchez:

Señor Presidente, me acojo a lo estipulado en el artículo 103 del Reglamento que debemos analizar...

El Presidente:

Tiene un minuto, señor diputado, para concluir su intervención.

El diputado Everardo Martínez Sánchez:

Señor Presidente, me acojo a lo estipulado en el artículo 103 del Reglamento para concluir mi intervención.

El Presidente:

Señor diputado: hay un acuerdo de los partidos políticos para que la intervención fuera de 15 minutos.

El diputado Everardo Martínez Sánchez:

Señor Presidente, los partidos políticos no pueden hacer acuerdos en contra del Reglamento; el Reglamento se debe de respetar, por lo tanto, yo le pido me dé el tiempo para concluir mi intervención.

El Presidente:

Un minuto, señor diputado.

El diputado Everardo Martínez Sánchez:

Estas conclusiones son las siguientes:

1o. Se supedita al control y la revisión del Gobierno de los Estados Unidos de América el plan financiero de estabilización económica de México.

2o. Se interviene contable y administrativamente a Pemex y las finanzas de México.

3o. México renuncia a todo tipo de defensa legal, no existen métodos de defensa para México y, en cambio, los métodos de defensa legal para los Estados Unidos de América son acumulables.

4o. Los Estados Unidos de América obtienen acceso privilegiado e inmediato a cualquier tipo de información financiera, confidencial de Pemex.

5o. México accede a someterse a la jurisdicción de tribunales extranjeros para el cumplimiento e interpretación de cualquier cláusula de los instrumentos jurídicos.

6o. México acepta que el petróleo sea garantía no sólo del préstamo financiero actual, sino de cualquier deuda que en el futuro pudiere tener con el Tesoro o con el banco de la reserva federal. Abre la posibilidad de que el Tesoro compre deuda en el mercado secundario a una fracción de su valor y la ejerza al 100% con petróleo mexicano.

7o. México acepta someterse a cualquier procedimiento de embargo sobre los bienes asegurados, ya sea dinero y petróleo no extraído, bajo los procedimientos y formalidades de las cortes norteamericanas.

Por todo lo anterior, señoras y señores diputados, al margen de intereses partidistas, al margen de intereses personales, debe de privar en esta coyuntura histórica y política donde está comprometida la soberanía y el interés de los mexicanos y que el país siga resolviendo libre y autónomamente lo que corresponda al interés de la mayoría, estamos comprometidos a no avalar y a no aprobar este decreto, porque va en contra de la mayoría del pueblo de México.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra al diputado Gabino Fernández Serna, en pro.

El diputado Gabino Fernández Serna:

Señor Presidente; honorable Congreso:

Yo quisiera, en primer término, reconocer lo que es la segunda parte de lo que con los colegas diputados del PRD estuvimos trabajando en la Comisión de Hacienda.

Yo debo no solamente confesar, sino aceptar que de cuatro de ellos yo he aprendido cosas y con dos de ellos vamos a seguir discutiendo parte de lo que hoy se ha estado debatiendo y seguramente se va a debatir.

En la última reunión de la Comisión de Hacienda, hubo algunas partes en las que yo lamenté mucho que los colegas de Acción Nacional no estuvieran con nosotros para enriquecer más este documento. Pero hay algo que yo quisiera brevemente decirle al diputado Martínez, que si él no recibió los documentos que la mayoría y que desde luego su fracción recibió, reclámelos, son ocho documentos; el último; el plan financiero que finalmente se entregó el viernes, existen y si no los tiene yo con mucho gusto los que tengo en mi poder se los entrego para que vea que hay muchas de las cosas que aquí se han señalado y que él señaló y que desde luego discrepamos totalmente.

Hubo una alusión, no sé si de la fracción Social Demócrata, del compañero Sánchez, en la que señaló que los priístas aquí veníamos a defender las tesis de Harvard. Yo quisiera decirle al diputado Sánchez que lo que aquí la mayoría de los priístas que me han antecedido han dicho no es simplemente lo que Hacienda y Crédito Público nos ha dado, sino el resultado del análisis de lo que nos han entregado para documentar y poder hablar.

Quiero decirle en primer término y después argumentarlo, dos cosas solamente: en este dictamen México se reserva el derecho de modificar una y otra y las veces que sea necesario, la política económica. Eso se llama soberanía, como la compañera Mara lo ha señalado aquí.

La otra parte de la que quizá tengamos que extendernos más, la factura del petróleo y derivados de la exportación, cierto, será el aval y la garantía para pagar si fallamos en nuestro compromiso. Sin embargo, México podrá disponer de estos recursos cuantas veces sea necesario, siempre y cuando por supuesto no dejemos de pagar.

El acuerdo incorpora una mecánica de pago que permite, como se ha hecho en otras ocasiones, yo recuerdo la última en 1982, utilizar los recursos provenientes de exportaciones de crudo y derivados, como fuente potencial del pago de los apoyos.

Como se ha expresado en el dictamen, no se están gravando ni los activos ni las reservas petroleras; ni se incide sobre las políticas de exploración, explotación, producción o comercialización de Pemex. Debe destacarse que se mantiene el pleno control del flujo de recursos derivados de las exportaciones de petróleo y sólo entra en vigor en caso de incumplimiento.

La mecánica también prevé que los pagos de exportaciones que normalmente se entreguen al Swiss Bank, sean remitidas a una cuenta que el Banco de México tiene en la Reserva Federal de Nueva York. Sobre dicha cuenta mantiene su pleno control del Banco de México y no tiene restringida su disponibilidad ni tiene saldos mínimos. Este mecanismo ya ha sido utilizado en otras ocasiones por el Gobierno de México y nunca se ha hecho efectiva la garantía, porque siempre se ha cumplido con los compromisos; no se ha afectado la soberanía del país por utilizar los recursos para soportar su política económica.

Yo pienso, compañeros diputados todos, que la crisis económica de nuestro país no es una crisis que nace en diciembre, es una crisis que hemos arrastrado durante años. Lo que yo he escuchado de diputados de Acción Nacional, del PT y del PRD, en el sentido de que el modelo neoliberal tiene toda la responsabilidad de lo que hoy nos ocurre, yo le llamaría por su nombre. Los errores que se han cometido, como lo ha señalado el Ejecutivo Federal, no son de ninguna manera imputables a lo que este país ha tenido que hacer durante mucho tiempo.

Quizá la historia va a tener que recoger tarde o temprano lo que aquí hoy se ha estado debatiendo. Poco a poco, en la lectura de los documentos, tenemos que ir aceptando de una u otra forma, que sí hay alternativas, siempre y cuando los mercados del dinero se abrieran nuevamente. Quizá la mayor diferencia que se ha establecido en esta discusión, la que yo entiendo y que he hablado con varios compañeros, es un convenio que históricamente no se había dado entre un gobierno y otro, es decir, Estados Unidos y México. Pero hoy lo importante, compañeros diputados, todos, es cómo y de qué manera tenemos que salir adelante.

Hay teoría económica en las negociaciones de nuestro país; jamás que yo recuerde, nuestro país ha cedido absolutamente en nada en lo que se refiere a su soberanía. En toda esta documentación que nos ha sido entregada para nuestro análisis, yo no he encontrado absolutamente nada que me haga pensar que nuestro país va a ser comprometido como aquí se ha señalado.

Yo estoy convencido, y se lo he escuchado a los negociadores de varios de los paquetes que han llegado a nuestro país, que cuando llega el momento de negociar, renegociamos. Este es el caso de la deuda que hasta 1994 también teníamos. Lo que hoy agregamos es una transferencia, ciertamente, pero que aumenta desde luego, nuestras obligaciones. Pero esto no es de ninguna manera, como se ha señalado, la oportunidad para que nuestro país vaya a empeñar o entregar nuestra soberanía.

Yo quisiera, para terminar, hacer una referencia al presidente de la Comisión de Bancos del Congreso de Estados Unidos, el señor Damato y quisiera con este ejemplo, decirle a algunos compañeros que una mentira a medias es más peligrosa que una mentira total. El señor Damato, ayer señaló que México había dispuesto ya de 3 mil millones de dólares. Esto es falso absolutamente. México no ha recibido un solo dólar de lo que aquí estamos debatiendo.

Seguramente, seguramente lo que el señor Damato y quienes ustedes conocen más en el Congreso de los Estados Unidos de América, ellos perdieron la primera pelea en función de que en la primera parte del paquete de los 40 mil millones de dólares salió de ahí. Pero de los 20 mil millones de dólares, y yo espero lo que he comentado con varios compañeros del PT, del PRD y del PAN, yo espero y por lo que he estado viendo en las negociaciones de los Tesobonos, que ni siquiera los 7 mil, 8 mil ó 10 mil millones de dólares lleguemos, y basta señalar que solamente en 1994 la factura petrolera llegó a 7 mil 400 millones de dólares; lo que está programado a 1995, llega casi a los 8 mil 600 millones de dólares. Esto es más que suficiente para callar a quien sea en el Congreso de Estados Unidos. Y aquí se nos habla y se nos dice que estamos comprometiendo y entregando la soberanía. Estamos en un acto, compañeros diputados, en un acto en el que 500 mexicanos, sin estafetas de ninguna naturaleza, estamos decidiendo algo muy importante: ¡poner de pie a este país!

Por eso este paquete financiero no representa, véanlo tranquilamente en los documentos, véanlo tranquilamente, ningún atentado a nuestra soberanía. Con esto debemos salir y yo casi estoy seguro de que este paquete de los Estados Unidos de América podrá ser negociado y tendrá que salir, pero yo espero que no toquemos de ninguna manera las cantidades de las que se nos ha hablado, por la experiencia que hasta ahora vamos teniendo con el mercado de los Tesobonos que se van dando.

Esto es lo que yo quisiera señalar fundamentalmente ante ustedes y que éste es un acto, el que hoy celebramos, sí, de la discusión como se ha hecho aquí, con los compañeros del PRD, y del PT, y la oposición por supuesto respetable de Acción Nacional, pero esto, compañeros diputados, va mucho más allá de todo lo que tenemos que discutir y seguir discutiendo durante dos años y fracción. Hoy está en juego lo más importante: la patria y yo estoy seguro que con esto hemos de salir. La política económica la podremos cambiar las veces que querramos, el paquete financiero lo podremos negociar también, como históricamente lo hemos hecho. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene el uso de la palabra, el diputado Francisco Curi Pérez Fernández, en contra, por 15 minutos.

El diputado Francisco Curi Pérez Fernández:

Señor Presidente; señoras diputadas, señores diputados:

Sobradamente se han planteado una y otra vez en esta tribuna múltiples razones por parte de quienes nos oponemos a estas condiciones para el empréstito, por las cuales debe de tomarse muy en cuenta un grado muy alto de peligrosidad de las condiciones que se están manejando.

Se ha dicho aquí que el empréstito es, por una parte, ineficaz, porque las condiciones actuales son mucho más profundas, de mayor dificultad, que las que se tenían en el momento en el que este empréstito comenzó a manejarse.

Es también y aquí se ha dicho un empréstito que pretende "darle una vuelta más a la tuerca" de sujeción del país a una economía extranjera.

El adeudo, de hecho y en la práctica, no va a servir para crecer, sino va a servir para pagar lo que debemos. De hecho esto va a satisfacer los intereses de aquéllos a quienes el Gobierno, a través de Tesobonos, les debe ya una cantidad importante.

No va a servir para hacerle frente, ni siquiera al total de los problemas económicos que México tiene en cuanto al adeudo.

Y finalmente mucho menos va a servir para poder impulsar al país hacia un desarrollo, que le permita pagar y que le permita mantener un nivel mínimo de condiciones para el abastecimiento de su pueblo y para la posibilidad de diseñar un desarrollo real y un desarrollo con expectativas de equilibrarlo.

De hecho esto es un dinero que va a entrar por una bolsa y va a salir por la otra. Pero lo grave del caso es que se compromete fundamentalmente en ello la posibilidad soberana del país de determinar en otro momento una directriz diferente a la política económica que se ha venido aplicando hasta este momento.

De hecho este acuerdo compromete al país, al Gobierno de México, a mantener un diseño de la economía nacional en los términos en los que se han venido definiendo las cosas los últimos años y que probadamente a estas alturas han demostrado su rotundo fracaso.

Establece una serie de requisitos para el deudor, que sin duda están vulnerando nuestra soberanía y nuestra capacidad de decisión sobre uno de los dos temas que más les interesan a los Estados Unidos respecto a México: el petróleo; el otro, por supuesto, es la mano de obra.

En esta condición realmente está en el fondo del problema el compromiso que establece nuestro país, respecto a un recurso natural que fue una conquista del pueblo mexicano recuperarlo, que costó muchísimo esfuerzo a muchísimos mexicanos, que con gallinas, con cerdos, con anillos, con cualquier cosa, estuvieron contribuyendo para que el petróleo fuera de México.

En la práctica ésta es la primera pavimentada que se le da al camino para que Pemex pueda en un futuro próximo ser vendido al extranjero. ¿Por qué lo digo? Desde hace rato y en condiciones mucho mejores a las actuales, Pemex ha recibido prácticamente nada para el mantenimiento de todas sus instalaciones. Recordemos lo que acaba de ocurrir en Tabasco, recordemos lo que ocurrió en Guadalajara y podemos prever que el mantenimiento de las instalaciones de esta empresa tan importante para el país requieren de una inyección importante de capital para su mantenimiento, inyección que no ha llegado y que dadas las condiciones actuales en las que los recursos provenientes del petróleo van a ser sujetos por la Secretaría de Hacienda, mandados a un banco y mandados a la reserva federal, más difícilmente esta paraestatal va a tener la posibilidad de solucionar un problema de productividad que está teniendo; ésta es una crónica de una venta anunciada, compañeros, es una crónica de la actitud de cerrazón de querer pagar con lo que nosotros estamos produciendo, los antiguos débitos que tiene este país, sin pensar en cuenta en el desarrollo nacional. Pemex puede ser el gran pivote nacional, como lo fue durante mucho tiempo, para una estrategia industrial amplia y diversificada. Pero si no tiene la posibilidad de enfrentar el nivel de productividad que requieren las altas empresas internacionales que están manejando el petróleo, indudablemente que vamos a estar yéndonos por una resbaladilla, que más tarde que temprano se empezará a especular abiertamente sobre la venta de esta empresa.

Además, el hecho mismo de que el paquete general no satisface, este paquete que se pudiera aprobar hoy, no satisface las necesidades económicas de México, las condiciones mínimas que tenemos de pago no se satisfacen con este paquete, lo que va a ocurrir, compañeros diputados, es que con ello más tarde que temprano también empecemos a pensar en la venta de los haberes más elementales y más íntimos de la patria, entre ellos Pemex.

Yo creo que aquí también, desde el punto de vista jurídico, hay un problema que yo quisiera referirme a él. El hecho de que se hable de que el dinero producto del petróleo se deposite en la reserva federal norteamericana, está hablando del hecho de una materia prima que es cada día más importante a nivel internacional, el préstamo de un gobierno a otro como se está dando en este momento, como se piensa aprobar, es el préstamo entre un país que tradicionalmente ha mantenido una actitud de rapiña con otro país, que ha sido el recipiendario de muchas agresiones políticas y económicas de ese otro país durante muchos años.

Difícilmente podríamos tratar de pensar que se trata de una relación de sociedad y de interés realmente de apoyar la economía de México; es el interés de mantenerlo en la misma línea económica.

En lo referente al aspecto del petróleo compañeros diputados, el petróleo, aun cuando no se dice explícitamente aquí que sea el que está comprometido, sino la facturación de este petróleo, en realidad si estamos pensando en un adeudo que va a tener que ser pagado en 10 años, estamos hablando de que se está comprometiendo la riqueza que está generando esa facturación que es el petróleo.

Yo quisiera referirme al artículo 19 de una, de la reglamentación, de la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional en el ramo del petróleo.

Dice el artículo 19. "Mientras el petróleo no sea extraído de los yacimientos, no podrá ser objeto de enajenación, embargo, gravamen o compromiso de cualquier especie. Los actos que se celebren con violación a este artículo serán nulos de pleno derecho y no producirán efecto alguno".

Señores diputados, yo creo que lo que vamos a aprobar ahora, si se hace así y si se lleva a cabo hoy la votación y si se maneja una mayoría, va a contravenir este artículo 19 claramente. Y a mí me parece que independientemente de que esta soberanía pudiera reformar cualquier artículo y legislar sobre cualquier materia, estamos contraviniendo el espíritu sustantivo fundamental, que en otra hora, otros mejores mexicanos estuvieron pensando para cuidar uno de los patrimonios esenciales del pueblo de México, que es el petróleo.

¿Puede alguien negar aquí que al hablar de incorporar el dinero proveniente del petróleo está hablándose del petróleo mismo? ¿Podría alguien discutir que estamos hablando de otra cosa, de cotonetes? Estamos ablando de una riqueza que está en el subsuelo y que es el compromiso de pagar con ella a lo largo de 10 años y eso contraviene este articulado, compañeros.

En rigor, el problema fundamental es que con todos los argumentos que aquí se han vertido por los preopinantes en contra, se imposibilita, se establece un coto muy importante para que el país tome otras medidas en materia económica.

En la intervención de ayer del diputado Roque Villanueva, está por aquí el líder de la mayoría parlamentaria, hablaba en un punto tres que señala por ahí el diario La Jornada, "las negociaciones son acordes al programa económico diseñado por el Gobierno mexicano con el apoyo de los sectores productivos". Esto fue un documento o una intervención del señor diputado en Los Pinos, me parece, según lo señala este diario.

Es cierto, las negociaciones éstas están de acuerdo al programa económico diseñado; lo que habría que preguntarse es si hay un cambio en el programa económico que pudiera darse en esta misma legislatura en fechas próximas ¿qué es lo que va a ocurrir?, ¿qué es lo que va a ocurrir con este empréstito?

Y finalmente yo quisiera referirme a un punto muy grave que tiene qué ver con esto a lo que me estoy refiriendo. Dice aquí el documento del dictamen: la aceptación anticipada de pagos se refiere a la eventualidad que existe en cumplimiento en relación con el esquema de ingresos petroleros, el uso de los recursos objeto del financiamiento para fines distintos o no proporcionar la información convenida o el incumplimiento de algún pago.

Si hubiese pues un cambio en el rumbo económico que es facultad de este país decidir, facultad de este Gobierno promover, si hubiera este cambio, podría demandarnos el Gobierno de los Estados Unidos el pago inmediato de la deuda, de toda, no de un cachito, de toda. Estamos sometidos si firmamos esto, a tribunales norteamericanos, estamos asumiendo que aceptamos lo que ellos digan y también aquí estamos diciendo que en el supuesto caso que no tuviera dinero esa cuenta en la reserva, entonces ¿cómo podrían los Estados Unidos garantizar que se les pagara esto?

La intervención de cualquier tipo de los Estados Unidos no en relación con la garantía de tener el dinero allá en el Banco, si nosotros no tuviésemos ese dinero ahí, sería la intervención directa de los Estados Unidos sobre la dependencia que tiene qué ver con la garantía que es el petróleo.

Entonces quiere decir que nosotros estamos de hecho capitulando en un principio fundamental de no abrir la puerta a la posibilidad de intervención de un gobierno sobre nuestro Gobierno en materia de petróleo y concretamente de intervenir, si así le conviene a sus intereses, para satisfacer y para garantizar que se les pague, intervenir Petróleos Mexicanos.

Esto me parece que no es aceptable bajo ninguna circunstancia y por ello llamo a los compañeros diputados que me escuchan, que votemos en contra de este dictamen. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene el uso de la palabra el diputado José Rosas Aispuro Torres, por 15 minutos.

El diputado José Rosas Aispuro Torres:

Con su permiso, señor Presidente; compañeras y compañeros diputados:

Hoy hemos sido testigos de esta amplia discusión sobre el dictamen que presentara la Comisión de Hacienda de este órgano legislativo. Quiero hacer un llamado a mis compañeros diputados de la oposición y concretamente del PRD, a que reflexionemos a que éstos son momentos en los que si estamos comprometidos de veras con México, tenemos que demostrarlo, pero con acciones que realmente vayan en sustento, que no nada más vengamos a decir que esta opción es la más mala, sin tener otra opción o sin presentar más bien, otra opción que realmente nos dé la seguridad a los mexicanos de que vamos a salir del problema económico por el que estamos viviendo, que nadie lo desconocemos, nosotros reconocemos que estamos en una difícil situación, pero también reconocemos que ésta es la única opción viable, la única opción realista para que los mexicanos podamos realmente salir de esta crisis económica en la que estamos inmersos.

Quiero hacer algunos comentarios en relación a lo que dijera el diputado Curi. A contrario sensu de lo que él manejaba en cuanto a la propiedad del petróleo, quiero decirle que esa propiedad que mantenemos hoy los mexicanos, que el Estado mexicano mantiene sobre el petróleo, es la posibilidad que nos da de negociar en las mejores condiciones. Si el petróleo estuviese en manos de particulares, no tendríamos hoy los mexicanos esta opción viable para poder resolver el problema por el que estamos atravesando. Yo creo que en esto todos debemos de ser conscientes y además nuestro partido, el Revolucionario Institucional, siempre ha defendido y estamos conscientes del gran esfuerzo que se ha hecho para que Petróleos Mexicanos siga siendo propiedad de la nación, para que sea la nación la que tenga el derecho de la explotación de esos recursos naturales. Por eso la vamos a seguir defendiendo, por eso en su momento un presidente patriota definió cuál debería de ser el rumbo de la política petrolera.

El contenido de los documentos presentados a la consideración de esta Asamblea, es congruente con los principios que rigen las líneas fundamentales en materia de energéticos, toda vez que ninguno de los acuerdos limita la facultad exclusiva de la nación para llevar a cabo la explotación del petróleo, esto de acuerdo con lo que establece el artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

En efecto, los acuerdos incorporan un mecanismo adicional para garantizar un eventual incumplimiento de los pagos en que incurriere el Gobierno mexicano, respecto de los recursos primarios que dispongan del respaldo financiero ofrecido por Estados Unidos de América. En el referido mecanismo se mantiene el control de los recursos derivados de las exportaciones petroleras.

Debe destacarse que la mecánica prevé que los pagos que realicen los clientes de Pemex, se entregarán en una cuenta que se maneja de Petróleos Mexicanos en el Suiss Bank, que es un banco comercial de los Estados Unidos en Nueva York y que de ninguna manera esto limita a México para que podamos disponer libremente de esos recursos, de los cuales el Banco de México tiene una cuenta en la reserva federal y que estos recursos no están limitados para nuestra disposición y que además no nos obligan a mantener un mínimo en esta cuenta.

Por eso yo les pido, compañeros diputados, que reflexionemos serenamente en esta materia, que todos estamos preocupados por la situación en la que estamos pasando en este momento.

Pero también debe destacarse asimismo que México podrá disponer de estos recursos y sólo en caso de que dejen de cumplirse las obligaciones de pago derivadas de los apoyos otorgados, o sea que no se trata de establecer ningún fideicomiso...

El Presidente:

Señor diputado, ¿acepta usted una pregunta del diputado?

El diputado José Rosas Aispuro Torres:

Con mucho gusto al final, compañero.

El Presidente:

Continúe, señor diputado.

El diputado José Rosas Aispuro Torres:

De establecer ningún fideicomiso, no se trata de bloquear de ninguna manera los recursos que el Banco de México dispondrá de las facturas petroleras. El diputado Curi mencionaba que estamos de alguna manera hipotecando los recursos petroleros. Creo que debe de quedar muy claro y a todos, yo estoy seguro que nos queda claro pero a veces por no reconocer en el fondo una situación que es de hecho pero que ustedes a veces por una posición política estamos seguros que no la aceptan, pero que en el fondo muchos de ustedes están de acuerdo con la propuesta que hace esta comisión para que se apruebe en los términos aquí establecidos.

Quiero también comentar sobre un asunto que me parece de la mayor importancia, en el sentido de que el diputado Curi señalaba que nos estamos sometiendo a un tribunal, en el que de alguna manera nuestra soberanía se está viendo vulnerada.

Yo quiero decirle que el sometimiento por un país como es el nuestro y en este caso, a una jurisdicción distinta de la suya propia para la interpretación y resolución de los litigios planteados por actos convenidos, realizados y que deban de tener efecto fuera de su territorio, es congruente con lo que se dispone en el derecho norteamericano y con todos los precedentes que se han dado en contratos de esta naturaleza, porque éste es un contrato de naturaleza eminentemente comercial, no tiene otro rasgo, compañeros.

Por eso esa norma y esa práctica se dan también plenamente en los demás países del mundo occidental, se analiza y se fundamenta en la más explorada doctrina de la materia y se reconoce y se practica en el ámbito de derecho mexicano para aquellos acuerdos que se realicen o deban de tener sus efectos en el territorio de nuestro país.

¿Por qué México se somete a una jurisdicción, a una corte de un distrito de los Estados Unidos, localizada en Manhattan en la ciudad de Nueva York? Puede tener la más sencilla respuesta en el hecho de que todos los que contratan con la comunidad financiera internacional están dispuestos a que en cumplimiento de las normas pactadas y las controversias que respecto a ella se den, se ventilen ante un tribunal que ha venido actuando consistentemente con el mayor apego a los preceptos internacionales vigentes en la materia, emitido con frecuencia resoluciones contrarias al Gobierno o a las empresas particulares norteamericanas.

La calificación profesional en el aspecto financiero, la evidencia o ausencia de consignas o mandatos que afecten la independencia del Poder Judicial en Norteamérica, pero sobre todo y fundamentalmente el hecho de que los actos de comercio convenidos deben realizarse en el territorio de los Estados Unidos, fundamentalmente la competencia original de las leyes y de los tribunales norteamericanos.

Si el otorgamiento de los créditos, la autorización de operaciones de intercambio de divisas y la emisión de garantías de valores fueran acciones que correspondieran realizar a nuestro Gobierno en favor de otro diverso de algún país, nadie no podría reclamar que no consideráramos aplicable a nuestras leyes y competente a nuestros tribunales, para resolver con justicia y equidad en torno a esa materia.

Como reclamamos el derecho de hacerlo en el otorgamiento de concesiones en la celebración de diversos convenios de naturaleza económica, cuando se refieren a bienes ubicados en nuestro territorio o acciones que deban cumplimentarse dentro de los límites de nuestras fronteras, es evidente así, que la negociación pactada por el Gobierno de México con el de los Estados Unidos de América, al través de los acuerdos que han quedado sujetos a nuestra aprobación, no hay hipoteca ni garantía real sobre nuestras instalaciones o nuestras reservas petroleras, ya que únicamente se estableció la garantía de un mecanismo de pago a través de la factura derivada de la exportación de hidrocarburos, bajo las prácticas bancarias usuales de Pemex y del Banco de México, pero únicamente para el caso de incumplimiento de nuestros compromisos.

No hay tampoco ningún condicionamiento político que afecte nuestras relaciones internacionales con otros países o nuestra política interna en materia de población o migración. No se ha puesto ningún condicionamiento de política económica a nuestro país, sino que únicamente nos pide que si hemos acordado libremente una política económica, porque esta política ha sido acordada por los mexicanos y que en este caso ha sido sometida para que en este convenio, en este acuerdo sea revisada por el Gobierno de los Estados Unidos, para garantizar que nosotros estamos por buen camino y el habernos dado Estados Unidos ese aval, eso responde a que en México hay confianza, hay confianza al interior, al exterior sobre nuestro país.

El gobierno norteamericano está asociándose con otros, con nosotros, y comprometiéndose en forma significativa sus recursos, no de manera graciosa, es cierto, porque su propio interés en evitar se afecte su economía cada vez más vinculada a la nuestra, pero están conviniendo en fórmulas, tiempos y montos sus apoyos conforme se los hemos solicitado en alguna medida.

Están comprometiéndose sus recursos con base en la confianza que nosotros merecemos.

Como el dictamen que analizamos refiere en su consideración novena, los requisitos que se nos señalan para que tengamos acceso a los recursos que se nos ofrecen, son básicamente: cumplir con el programa económico que nosotros mismos hemos trazado. Nosotros hemos propuesto en los términos de nuestro plan financiero asegurar medios de pago para los compromisos que asumamos a través de los derechos derivados de nuestro renglón avitual de exploración, que es el petróleo y finalmente suministrar información relacionada con los aspectos anteriores.

El Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica acepta ante la comunidad internacional, garantizar el pago de los valores de deuda que emita México, y es natural que sus autoridades procuren cuidar de la mejor manera posible, que la eventual afectación de sus recursos no se produzca por una desviación intencional que las autoridades mexicanas decidieran a sus planes y programas anunciados.

En consideración a lo antes expuesto, y sin emitir juicios que ya se han hecho sobre la capacidad negociadora que han tenido nuestras autoridades para obtener un trato conveniente y justo, dentro del marco realista de nuestra situación financiera y cambiaria, debemos reconocer que en los acuerdos propuestos a nuestra aprobación no hay condicionamien-forma alguna se ha anticipado a la autorización de este Congreso de la Unión, sino que ha advertido expresamente y en el texto mismo de los acuerdos que el inicio de su vigencia está condicionada a que sean aprobados por las cámaras respectivas; que nuestra soberanía no se vulnera, en función de actos jurídicos apoyados o derivados de preceptos y prácticas habituales en el derecho internacional privado, en las relaciones entre instituciones de ambos países en las normas vigentes del Estado en que deban tener consumación y efecto los referidos actos, ni en nuestro propio derecho interno.

Finalmente, que la renuncia que se ha pactado a la inmunidad del Estado corresponde a una práctica internacional plenamente explorada y que se justifica en el marco habitual de estas negociaciones.

Las disposiciones jurídicas en materia de deuda pública en nuestro país requieren ciertamente de una revisión, ya que con sólo algunas variaciones menores de su texto, surgieron, desde el mes de diciembre de 1976, y que en el lapso transcurrido desde entonces se ha dado una modificación muy importante en las prácticas internacionales e internas en la materia.

Es saludable postular la conveniencia de que esta cámara, en muy corto plazo, se proyecte a la revisión, a la modernización y al perfeccionamiento de las disposiciones de la Ley General de Deuda Pública, pero mientras tanto, debemos apegarnos a los textos vigentes y derivar de los mismos las acciones conducentes a superar la situación de emergencia adversa en la que estamos viviendo los mexicanos.

Por eso, nuevamente, compañeras diputadas y diputados, hago un llamado a que en conciencia votemos a favor de México, para que votemos a favor de muchos millones de mexicanos que hoy están esperando una respuesta patriótica para que podamos responder con acciones reales al proyecto que hoy requerimos los mexicanos.

No es cierto que una medida en la que se plantea que haya, un minuto y termino, no es cierto que la medida que plantean algunos compañeros de la oposición de que nos vayamos a una moratoria, sea la mejor opción para México, y muchos de ustedes han reconocido, que lo mejor es que haya una renegociación, y lo que estamos haciendo efectivamente en este momento es una renegociación de nuestra deuda interna para poder hacer frente a los problemas económicos que vive el país. Por su atención, muchas gracias, compañeros.

El Presidente:

Señor diputado, el diputado Amado Cruz Malpica, le solicitó una pregunta,contestó usted que al final.

El diputado José Rosas Aispuro Torres:

Con mucho gusto, señor diputado.

El diputado Amado Jesús Cruz Malpica(desde su curul):

Señor diputado; tenemos reservas probadas en el país por

65 mil millones de barriles. En 10 años, para el caso de que se diera una afectación por un incumplimiento, una eventual afectación, decía usted, por incumplimiento del compromiso económico de México, esto significaría, ni más ni menos, que el 35% de las reservas probadas del petróleo al actual ritmo de producción.

El diputado Curi decía en su intervención, que el petróleo no puede ser objeto de ningún compromiso, y no necesariamente de una hipoteca, como usted refiere.

Yo le pregunto a usted, ¿quién puede asegurar sin lugar a dudas, que México cumplirá puntualmente y que esas garantías no habrán de actualizarse en perjuicio de la afectación de las reservas petroleras de este país?

Y yo quiero preguntarle también: ¿qué interpretación da al artículo 19 del Reglamento el petróleo?, que aquí ya se leyó, como norma positiva y en observancia en este país y que todos los aquí presentes nos hemos comprometido a guardar con la Constitución y las leyes secundarias. Eso es lo que yo le quiero preguntar, señor diputado.

El diputado José Rosas Aispuro Torres:

Con mucho gusto, señor diputado, usted decía que el petróleo está siendo objeto de esta negociación, pero yo quiero decirle que no son las exploraciones, las explotaciones petroleras las que van a ser objeto de esta negociación, es únicamente parte, o sea, los ingresos; y una mínima parte de esos ingresos petroleros que además se utilizarían, como bien lo refiere el dictamen, en un caso de que México no pudiese cumplir con ese compromiso, pero la historia nos demuestra que nunca México ha dejado de cumplir sus compromisos y estamos seguros que con este programa vamos a salir adelante los mexicanos y eso nos va a servir para que en un corto plazo nosotros nos deslindemos de este compromiso, de este acuerdo que hemos firmado con los Estados Unidos de América.

Y en el caso del artículo 19, que señala usted, yo le decía al inicio de esta pequeña intervención, que el artículo 27 constitucional señala claramente cuáles son las facultades que tiene la nación en materia de exploración, de explotación y comercialización del petróleo. Muchas gracias, señor Presidente.

El Presidente:

Tiene el uso de la palabra, la diputada Ifigenia Martínez Hernández, en contra, por 15 minutos.

La diputada Ifigenia Martha Martínez Hernández:

Con su venia, señor Presidente; compañeras y compañeros diputados:

Hemos tenido una larga jornada de discusión de debate, y yo quisiera aprovechar esta oportunidad para invitarlos a que juntos reflexionemos en este camino en el que estamos comprometidos a dar un voto favorable o en contra, y muy especialmente, porque a nadie le cabe duda, y yo creo que esto también lo admitirían nuestros compañeros priístas, que estamos en una situación difícil, que no estamos en bonanza, que estamos en medio de una crisis y, que por lo tanto, sería preferible que no tuviéramos ahorita que decidirnos ante un paquete bilateral, con un Gobierno del que tradicionalmente hemos recibido una injerencia y un trato asimétrico desfavorable y que ahora tengamos que estarle pidiendo que nos apoye bilateralmente.

Aquí también todo esto, a nuestro modo de ver, y yo creo que ustedes lo aceptarían también, el que estemos unidos en esta crisis, es el producto de que seguimos un modelo equivocado, en vez de conducirnos al desarrollo nos ha conducido al estancamiento o a una tasa de crecimiento muy inferior a la que necesitamos para dar ocupación a nuestra población, y muy especialmente, que todavía tenemos un ingreso por habitante inferior, inferior, al que habíamos logrado en 1981, es decir, estamos peor que en 1982 cuando estalló la otra crisis.

El modelo neoliberal aplicado durante el sexenio salinista, resultó en un creciente desequilibrio externo que provino, tanto del déficit de la balanza comercial, como del de la balanza factorial; es decir, el pago por el servicio del capital extranjero que ha resultado muy gravoso para el país, intereses que son el triple de los del mercado internacional, rentas, dividendos, regalías, franquicias etcétera.

Mientras las exportaciones pasaron de 34 mil a 55 mil millones de dólares en el sexenio, las importaciones lo hicieron de 37 mil a 82 mil millones de dólares en el mismo periodo. Hemos tenido una sobreimportación que ha beneficiado, sobre todo, a los que nos han vendido los artículos, puesto que es allá, en donde han operado los multiplicadores y el fortalecimiento del mercado de Estados Unidos, en contra de nuestras fuerzas productivas y nuestro propio mercado.

El déficit acumulado de la balanza de pagos en cuenta corriente, ascendió a más de 100 mil millones de dólares en el sexenio. Este enorme excedente de gastos sobre ingresos del exterior, sólo podía financiarse con préstamos, entradas de capital en forma de inversión directa o de cartera o disminución de la reserva internacional, de todo hemos tenido.

Hubo una ligera disminución de la deuda pública externa durante el sexenio, pero ésta fue contrarrestada con el rápido aumento de la deuda privada externa, resultado de que en el extranjero las tasas de interés son menores y la disponibilidad de crédito mayor.

La deuda privada externa efectivamente pasó de 5 mil millones de dólares, en 1989 se consideraba que estaba resuelto el problema de la deuda privada, y que a esto había ayudado el CICORCA, que manejó el doctor Ernesto Zedillo; pero la deuda aumentó en el sexenio a 34 mil 500 millones de dólares en 1994.

La inversión extranjera directa, aunque aumentó, lo hizo en forma insuficiente y de hecho disminuyó en relación al producto interno bruto del 14% al 11% durante el sexenio. En cambio la inversión de cartera en acciones y valores, que era insignificante antes de 1989, es decir, no constituía un problema, aumentó en forma espectacular lidereada por las emisiones de Telmex hasta alcanzar los 55 mil millones de dólares en 1993; también aumentó la circulación de valores de la deuda pública interna y de corto plazo no autorizada por el Congreso, por pasar bajo el rubro de "regulación monetaria", hasta un monto estimado en más de 25 mil millones de dólares, de los cuales 18 mil eran Tesobonos.

Hay que reconocer, yo creo que por ahí teníamos que empezar, la plena responsabilidad que cabe al anterior gabinete económico, por el debacle del peso y la ruina de la economía nacional. La administración salinista completó y formalizó la apertura indiscriminada de la economía iniciada por Miguel de la Madrid, con lo cual profundizó la crisis del sector agropecuario, desindustrializó al país, envió a la quiebra a miles de pequeñas y medianas empresas, impulsó la deflación sin bajar las tasas de interés, multiplicó el problema de las carteras vencidas y vulneró la competitividad del sector bancario.

La planeación fue totalmente retórica pues no se cumplieron las metas señaladas. Hay que reconocer, asimismo, el fracaso total del modelo neoliberal que confió en que México se iba a desarrollar si adoptaba la postura indiscriminada y acelerada de la economía y si cambiaba el motor del crecimiento del sector público al privado, por eso la reducción del gasto y la inversión pública, el desmantelamiento de las instituciones del sector público, la privatización, el control de los salarios para aumentar las ventajas comparativas del país frente al extranjero, las altas tasas de interés; en una palabra, la política consistió en castigar a los productores nacionales no exportadores y en privilegiar a los inversionistas extranjeros; en destruir la planta industrial construida en un largo lapso y con muchos sacrificios.

Hay que reconocer que las protestas y los repetidos síntomas de malestar de las fuerzas productivas no fueron atendidas. Hay que reconocer también que la nueva administración del presidente Ernesto Zedillo, que es también de corte neoliberal, sigue el mismo camino: mantener sin control los flujos de capital y descuidar el elemento más escaso y crítico de la economía mexicana, desde los tiempos del desarrollo estabilizador: la disponibilidad de las divisas; ahora, duramente ganadas con la explotación de los recursos del petróleo y del trabajo de los mexicanos.

La nueva administración entonces, se enfrentó a una situación no sólo de desequilibrios estructurales, sino con vencimientos probables e inmediatos del exterior que ascendían a la fabulosa cantidad de 81 mil millones de dólares, aquí se ha estado mencionando la cifra de 70 mil, ésta de 81 mil es del Secretario del Tesoro, de los Estados Unidos.

Para enfrentar esta tercera crisis de pagos, la de 1976, la de 1982 y ahora la de 1994, el actual Gobierno recurre nuevamente a una drástica devaluación y alzas en las tasas de interés. Es innegable también, que la devaluación de diciembre de 1994 estuvo mal manejada, fue tardía, tímida e ingenua; ingenua por haber anunciado a los poseedores de liquidez, la ampliación de la banda, lo que provocó un agotamiento incontrolado de las reservas; por no haber preparado un programa de reconstrucción económica, a todos los que nos critican que no tenemos programa, pues ni tampoco el Gobierno de Zedillo lo tiene; es decir, nosotros lo tenemos, pero todos los días sale en la prensa que no hay programa económico, y ésta es una queja continúa de las fuerzas productivas, en vez de deprimir el crecimiento y la generación de empleos, por no idear mecanismos que regulen el movimiento perverso de capital.

Ante esta situación, que demuestra el fracaso de la apertura, el fracaso del libre movimiento de capitales y de la política cambiaria, el Gobierno se iba a ver obligado a recurrir a la suspensión temporal de pagos y establecer el control de cambios, ello le hubiera permitido seguir una política económica de desarrollo sustentable, pero a corto plazo iba a perjudicar a los tenedores de Tesobonos y otros demandantes de dólares a empañar el crédito del Gobierno de México con el sector privado y a disminuir las posibilidades de seguir atrayendo capitales del exterior.

Es claro que el gobierno neoliberal prefiere eludir la realidad de que el país no tiene capacidad de pago para continuar con este modelo de apertura y atracción de capitales caros, pero el Gobierno prefiere satisfacer incondicionalmente la demanda de dólares por irracional y especulativa que sea, porque en cualquier caso, las expectativas financieras del país, están seriamente cuestionadas, sus bases productivas debilitadas y en esas condiciones será prácticamente imposible atraer nuevos capitales del extranjero, que hagan caminar a la locomotora del crecimiento. Ha llegado por tanto el momento de adoptar otras alternativas realistas, aunque ello signifique apartarse del proyecto neoliberal de exportación, porque el proyecto neoliberal es nada más para los países, es de exportación, Estados Unidos no lo practica, de Clinton y de los círculos financieros.

El Gobierno de Estados Unidos tiene un enorme interés de remontar ésta que es la primera gran crisis de la internacionalización del capital financiero, porque pone en riesgo la conformación de su bloque continental y de la Iniciativa de las Américas en la forma actual. No quiere ver que si de verdad quieren ser líderes de bloque, lo primero que deberían de hacer los Estados Unidos es poner su casa en orden, aumentar su coeficiente de ahorro y dejar de ser un país deficitario en sus balanzas con el exterior y en su presupuesto fiscal, pero eso no lo hacen.

Entonces, ustedes ven en qué situación estamos; estamos en una situación en donde estamos viendo que el Gobierno de México no puede cumplir con los compromisos que adquiere, porque no parte de una base realista; y aquí otra vez yo quisiera traer a la memoria al Secretario de Hacienda, Eduardo Suárez, que cuando se le dio a negociar la deuda después de que se había negociado y se había declarado en moratoria varias veces, con un señor Lamont, que fue con quien se hizo la negociación, el secretario Eduardo Suárez, puso como condición que: "acepto, pero que se parta de bases realistas"; y esas bases realistas es que se tenga en consideración la capacidad de pago externo de la economía. Si la capacidad de pago externa de la economía exige una quita del 90%, eso fue lo que se hizo. Si exigía una quita del 99% de los intereses, porque sólo se pagó 1% de intereses, ésa es la realidad. Lo mismo, eso es lo que pedimos los perredistas, situarnos en la realidad, señores, si no podemos pagar las deudas que tenemos ya contraídas y los compromisos contraídos, hagamos una reestructuración y una renegociación de la deuda, que nos permita pagar después de haber considerado las necesidades de divisas que exige el crecimiento del país, porque lo más importante que tenemos que hacer como legisladores y el Gobierno, como Poder Ejecutivo, es sentar las bases para un crecimiento, y éstas no son contrayendo deuda para pagar más deuda y yéndonos más al hoyo.

La primera carta de intención con el Fondo Monetario Internacional, del 26 de enero, ha sido totalmente rebasada. Ahora hay una segunda carta complementaria del 27 de febrero que también ya fue rebasada, ¿por qué?, porque el producto interno bruto no crecerá, sino decrecerá, porque la inflación no será del 19%, porque la devaluación no situará el peso en 4.50, puesto que ya vamos en 700; puesto que las tasas de interés son del 65% y del 100% y en esas condiciones la inflación va a aumentar muchísimo más y además de las quiebras, porque nos hemos comprometido a privatizaciones que ya a estas alturas son profundamente impopulares; nos hemos comprometido a privatizar la Comisión Federal de Electricidad a bursatilizarla, que es el nuevo modelo. ¿Para qué?, con el propósito de que aumenten las tarifas de electricidad de los mexicanos.

Y aquí viene la sorpresa final y el gran final que nos preparan los partidarios o los que apoyan el modelo neoliberal, el paquete draconiano del pacto, que no se han atrevido a anunciar y que tan pronto como se apruebe este compromiso, van a anunciar, con alzas en las tarifas, en los precios, mantenimiento de altas tasas de interés, menor crecimiento, expansión del crédito interno limitado a 10 mil millones de pesos.

Señores, una economía de este tamaño, de más de 90 millones de habitantes, con una autorización de ampliación de crédito de menos de 2 mil millones de dólares para 1995, ¿cómo puede funcionar así?; y todo esto, todo este sacrificio para no crecer en 1995 y para crecer 4% en 1996, con un crecimiento de 4% no vamos a ningún lado, ya lo vimos en la época de Salinas. Necesitamos crecer a lo doble, al 8%, al 8.5%, para satisfacer las necesidades de nuestra dinámica demográfica, para satisfacer las necesidades de nuestra creciente fuerza de trabajo. Claro, pero para eso siempre preguntan: "Bueno, pero, ¿dónde está la alternativa?" ¿Pero qué el tema a discusión es ahorita la alternativa? Lo único que yo les digo es: "señores: sí existen alternativas...

El Presidente:

Compañera diputada: se le terminó su tiempo. Tiene un minuto, compañera diputada.

La diputada Ifigenia Martha Martínez Hernández:

Sí, ya voy a acabar. Sí existen alternativas. Esta mañana vinieron los de la red de libre comercio a enseñarnos todo un documento con alternativas para la economía mexicana. Mi propio partido tiene una alternativa que se basa fundamentalmente en la reestructuración de las bases productivas de la economía nacional, en la reestructuración y la atención a la economía real; pero para eso necesitamos programas, necesitamos planes; y esperamos que ahora que se discuta el Plan Nacional de Desarrollo que se debe presentar en mayo, tengamos y vamos a exigir la oportunidad de opinar y de hacer un programa alternativo diferente y entonces la política financiera tendrá que servir al programa de desarrollo y no el programa de desarrollo meterse en la camisa de fuerza de un paquete financiero que no tiene viabilidad alguna.

Por todo eso es que yo les pido a mis compañeros diputados, que reflexionen y que le hagan un bien al país y un bien al presidente Zedillo, rechazándole este paquete. Que sepa que el Congreso mexicano no admite este paquete; que mande otro. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene el uso de la palabra el diputado Oscar Levín Coppel, en pro, por 15 minutos.

El diputado Oscar Guillermo Levín Coppel:

Con su permiso, señor Presidente; señoras y señores diputados:

Nos guste o no, México pertenece, al igual que casi todos los países del mundo, a una organización económica vinculada a bloques, acuerdos, tratados y asociaciones multiparticipadas.

La apertura económica es, hoy por hoy, la vía mundial aceptada por todos para alcanzar niveles superiores de desarrollo en plazos relativamente cortos.

Durante varios años la economía mexicana resistió las tendencias mundiales poniéndose en el vagón de la historia. De 10 años para acá la economía mexicana ha insistido en su inserción en la economía global y mundial.

A algunos no les gusta probablemente la apertura económica. Quiero decirles que la estrategia de vinculación económica se fundamenta en la posibilidad de una mayor especialización productiva nacional y en un mayor aprovechamiento de las capacidades internacionales. Esto, hoy por hoy, lo entiende casi cualquier estudiante de economía de cualquier universidad del mundo.

En el México de hoy el producto interno bruto nacional, esto es muy importante, es un dato clave, mantiene una integración nacional que depende cómo se haga el cálculo, fluctúa entre un 18% y un 20%, dependiendo de la cotización y de la divisa empleada en la operación. Esto nos lleva casi a señalar que no existe artículo mexicano que no contenia algún elemento importado. Esta internación ha propiciado un cambio cualitativo acelerado de la estructura productiva, en el que se han obtenido beneficios, como el surgimiento de nuevos actores económicos, fundamentalmente en la prestación de servicios, junto con algunos problemas de difícil atención, como son el desempleo en algunos sectores de la economía, el cierre de algunas plantas productivas y la concentración de la riqueza en un reducido número de empresarios. Condición ésta indispensable para hacer frente a los desafíos de la competencia internacional.

En estos momentos, compañeros diputados, un giro brusco en la política económica, en apariencia atractivo o a su vez deseable, tendría efectos devastadores para la economía mexicana.

El nivel de integración de la economía requiere fundamentalmente ahora de consecuencia, sentido y tiempo de maduración. Un viraje en la dirección destruiría de tajo por lo menos el 50% de la planta productiva nacional, que está asociada a la integración mundial.

La moratoria propuesta aquí, por algunas voces, es una alternativa en efectivo, pero es una alternativa producto de la irresponsabilidad y la frivolidad. Pensar que cuando le va mal a México o a su Gobierno, nos puede ir bien a un grupo, es una actitud por lo menos irresponsable.

Hemos escuchado aquí, lo mismo argumentos serios que algunos de malos entendidos, se ha hablado de hipoteca petrolera, se ha hablado de que vamos a someternos a la soberanía de los tribunales de Nueva York, se ha hablado de comisiones financieras altas, se ha hablado de intromisión en la política económica. Se ha hablado, en fin, de diversos temas que son parte de la discusión y de la agenda del día de hoy.

En muchos casos se han tratado estos temas de nuevo con los fantasmas. Se nos han traído fantasmas, para luego patearlos. Expliquémonos uno por uno.

Cuando hablamos de la factura petrolera, estamos hablando en estricto sentido de flujos financieros que permiten una capacidad de pago. Entiéndase bien: flujos financieros que permiten una capacidad de pago que van a dar a una cuenta, que son el tipo de cuentas que tiene todo el mundo para depositar reservas en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.

Es una cuenta donde no está establecido en ninguna parte del convenio que se requiera un saldo mínimo. Por lo tanto, es de soberanía de México depositar o no, o retirar los fondos en el momento en que quiera retirarse de este acuerdo o de alguna manera salir de él. Es un asunto que es importante aclarar aquí.

Segundo, se está hablando aquí de los tribunales de Nueva York. Desde 1971, todos los convenios de crédito mexicanos van a dar al Tribunal Especializado de Nueva York. No se encontró ningún mecanismo nuevo ni ninguna manera de cederle soberanía de manera distinta. Es el mecanismo normal, donde siempre han ido los créditos mexicanos. Lo que pasa es que como hemos pagado los créditos o los hemos renegociado, no ha habido necesidad de llegar o cuando se ha llegado a estas situaciones se ha resuelto en la primera mesa.

Siguiente situación, que es muy importante: se ha hablado también de comisiones financieras muy altas. El gobierno norteamericano en efecto está cobrando por el servicio que está haciendo y está cobrando en términos normales financieros; está cobrando para los primeros 5 mil millones 2 1/4 de spread o de comisión. Nosotros hemos estado acostumbrados, para tener una referencia, la renegociación de 1982 llegó a un spread a una comisión similar, nada más que de 3 1/4 sobre la tasa prime de aquel entonces, de Nueva York, por lo tanto eso lo situaba en un spread de 4 1/4. Hoy la negociación está en niveles aceptables de 2 1/4 que suben en los siguientes niveles.

Se ha hablado de intromisiones en la política económica. En este sentido, y es un asunto muy importante, aquí hay muchos compañeros, inclusive de las oposiciones, que han participado en negociaciones o han tenido entendimientos de cualquier stand by o carta de intención que se haya firmado con el Fondo Monetario Internacional. En las muy diversas que lleva el país siempre está implícito el poder cambiar la política económica en cualquier momento, porque ésa es una decisión soberana del país; en este sentido lo que se hace, es que se supedita el acuerdo a la política que se firmó de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, una vez que México hizo su programa económico. Así que, visto desde una perspectiva distinta y visto con la frialdad que deben verse estas cosas, en ningún momento ninguno de estos mecanismos implica una novedad en los mecanismos financieros a que el país ha estado acostumbrado.

El acuerdo marco firmado entre México y Estados Unidos, cierra la puerta a la agudización del problema laboral y la obtención de bienes que alimentan los procesos productivos y que atienden a la satisfacción de las necesidades de los mexicanos. Aquí viene un asunto muy importante y que es un asunto en donde debemos tener una claridad muy grande. El ajuste económico se está haciendo porque no hay ahorro suficiente para poder atender los requerimientos de la economía mexicana. En ese sentido, nosotros sentimos que con lo estricto que pudiera tener el programa de ajuste de la economía, éste debe de contener algunos elementos indispensables de protección a las empresas y al empleo en México.

Por eso, la Comisión de Hacienda puso una serie de requerimientos en el dictamen, que van fundamentalmente a medidas de reforma en la política económica, que logren darle una mayor estabilidad al ajuste y sobre todo que repercuta menos en las capas más desprotegidas de la población. Por eso se mencionan mecanismos financieros para reestructurar la deuda y darle a las empresas mexicanas una capacidad de endeudamiento mayor, aligerando la deuda que hoy tienen y que es un mecanismo bien posible y que se ha utilizado en otros países. Asimismo, apoyo a los productores rurales, apoyo precisamente de crédito, una vez reestructurada su deuda, a las empresas pequeñas y medianas, y un programa muy importante que permita aprovechar las condiciones del tipo de cambio para sustituir importaciones y fomentar exportaciones mexicanas, dado el nivel de integración que tiene la economía mexicana. Asimismo, el proteger fundamentalmente vía programas de distribución de consumo, algunos niveles elementales para las capas más pobres de la población, como pudieran ser: la leche, desayunos escolares, tortilla, canastas básicas, en fin.

Esto es un elemento de política económica que los diputados de la Comisión de Hacienda le estamos haciendo como ajuste a la política económica que estará por anunciar en su programa de ajuste el Gobierno de México.

Asimismo, hoy más que nunca requerimos gran serenidad en el análisis de las decisiones y responsabilidades del Ejecutivo; una equivocación del cuerpo legislativo en torno a los compromisos que presenta el Ejecutivo, puede ser el factor que propicie un desbordamiento social de incalculables consecuencias. Para muchos tal vez las condiciones que subyacen en el acuerdo entre los dos países no atienden las expectativas deseadas, pero dadas las condiciones económicas prevalecientes de valor externo, tasas de interés y otras más, el convenio es la mejor de las opciones para reconformar a la economía mexicana y abrir espacios de diálogo entre los sectores sociales.

Por lo anterior, apoyo la alternativa ofrecida por el presidente Zedillo y pido a mis compañeros legisladores de todos los partidos a hacer lo mismo, en beneficio de una posibilidad real de que el pueblo de México no tenga que diferir nuevamente su progreso. Muchas gracias.

El Presidente:

El diputado Saúl Escobar, había solicitado hacerle una pregunta, diputado Oscar; ¿la acepta?

El diputado Oscar Guillermo Levín Coppel:

Sí, con gusto.

El diputado Saúl Alfonso Escobar Toledo(desde su curul):

Diputado Levín, usted dijo que no se comprometían los intereses petroleros porque México podía o no depositar esos recursos por exportación de petróleo en la cuenta del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Sin embargo, en los acuerdos que nos han pasado dicen exactamente lo contrario; es decir, que es obligatorio que los recursos por exportación de petróleo se depositen necesariamente en la cuenta del Banco de México de la Reserva Federal de Nueva York. Creo que está usted equivocado.

Segundo, dice que es voluntario también retirar o no fondos de la cuenta del Banco de México en la Reserva Federal de Nueva York. Esto es parcialmente cierto, siempre y cuando no haya adeudos pendientes con el Gobierno de los Estados Unidos; me parece que también está usted equivocado en esta segunda afirmación que hizo.

Y tercero, me parece que también no señala usted las condiciones verdaderamente drásticas que se le han impuesto al país a través de la carta con el fondo y en el anexo C, que por ejemplo señalan un tope de crédito de 10 mil millones de nuevos pesos. ¿Cree usted que esas condiciones son favorables para estos programas de los que usted habla, que están señalados en el documento, en el dictamen de la Comisión de Hacienda? ¿No cree usted que habría una salida más digna y más constructiva para el país?

El diputado Oscar Guillermo Levín Coppel:

Le contesto intentándolo con la mayor precisión posible, diputado Escobar. Primero: sí, el convenio dice que tenemos que depositar en la Cuenta de la Reserva Federal; lo que el convenio no dice es cuándo lo podemos retirar y en la medida en que no hay y quiero ser muy preciso, en la medida en que no hay obligación de saldos mínimos en esa cuenta es de absoluta independencia del Gobierno de México, cuándo retira los fondos o no; por lo tanto no creemos fantasmas en ese punto.

Siguiente punto, permítame contestarle que es muy importante aclararlo en este sentido; usted mencionó adeudos pendientes. En efecto, si tuviéramos adeudos pendientes que pensamos no tenerlos, compañero, que pensamos claramente que es un mecanismo de garantías que inclusive vamos a usar durante muy corto plazo, así ha sido la vida de este país y así va a ser y no hay que verlo en un nivel de catastrofismo, si mi abuela tuviera ruedas, no las tiene todavía.

Bueno, el siguiente punto es muy importante aquí y hay que señalarlo, donde usted tiene un punto de razón importante y hay que argumentarlo y discutirlo. El nivel de la política económica y las restricciones que tenemos, ante una caída del tamaño que tuvimos en donde el déficit del producto se corrige casi un 8% de un golpe y lo estamos corrigiendo en casi meses, evidentemente hay un nivel de ahorro menor y hay menores disponibilidades de dinero en la economía mexicana, eso lo entendemos todos, perteneciendo a la corriente a que pertenezcamos.

El asunto es cómo lo resolvemos. La propuesta responsable del Gobierno del presidente Zedillo es muy sencilla: mantener un Gobierno fuerte, mantener una capacidad de política económica que permita atemperar los problemas durante el momento que dure el ajuste y promover una política selectiva que permita que el tamaño de la desocupación y el tamaño de la pérdida de salario real sea la menos posible.

Con toda seriedad, compañero, no existe en este momento otra alternativa. La otra alternativa que es, de alguna manera si usted la propone, que pudiera ser la moratoria, implicaría la destrucción completa, no hay manera de renegociar si no marcas la suspensión de pagos, es un asunto que conocen muchos de los diputados acá. El puro hecho del anuncio de la suspensión o de la renegociación, implicaría la destrucción de los flujos financieros hacia el país.

Este es un asunto muy importante con lo que y aquí sería muy importante retomarlo acá, el presidente Zedillo se había comprometido en este punto a no tener ninguna lesión de soberanía, ni ninguna condicionalidad política en este sentido y creo que como en otras cosas, el presidente Zedillo está cumpliendo de manera cabal al pueblo de México. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene el uso de la palabra el diputado Raúl Livas Vera, en contra, por 15 minutos.

El diputado Raúl Alejandro Livas Vera:

Con su venia, señor Presidente; compañeros diputados:

Hago uso de la palabra en medio de un sentimiento de profunda tristeza. Hasta hace poco tiempo estuvimos en pláticas con una serie de compañeros economistas, miembros de las diferentes fracciones, tratando de buscar seria y comprometidamente una alternativa a la crisis que hoy nos aqueja. Hubo oposiciones que parecían llevar a la búsqueda efectiva de una alternativa, incluso el mismo secretario, Ortiz, de Hacienda, se comprometió a proporcionar información y recursos para poder llegar a este objetivo.

Sin embargo, conforme fue pasando el tiempo ninguna de las personas avanzó en esta dirección. El secretario Ortiz, dio prueba de que la política de no ver y no oír sigue vigente. No atendió los llamados ni ningún compromiso con la paz, se le presentaron adelantos de tipo econométrico avalados incluso por el Premio Nobel de Economía: Lorenz Clain, padre de la econometría, en donde mostraba que este modelo no tenía viabilidad; que a más tardar en año y medio estaríamos de nuevo en una crisis de pagos muy seria.

En el momento de la comparecencia del secretario Ortiz, solicitamos un presupuesto debido y un programa financiero; éste fue proporcionado en una forma definitivamente incompleta y donde, con la poca información que se presenta y como ya lo había señalado en esta tribuna uno de mis compañeros, no se ve la posibilidad de pago. No existe una alternativa viable para poder cumplir con este programa y esto me hace a mí lanzarles a ustedes una pregunta para que mediten un poco: cuando un acreedor presta a un deudor una cantidad a sabiendas de que no va a poder pagar ¿por qué lo hace?

Cabe pensar que en este caso que nos aqueja, siendo el acreedor el Gobierno de los Estados Unidos, podríamos pensar que se trata del buen vecino, pero ya el día de hoy se pone un ejemplo en donde señala que el buen vecino no es aquel que al ver la casa de su vecino quemar, trata de obtener la ventaja vendiendo al más alto costo una manguera, sino todo lo contrario y en este caso lo que se está presentando como alternativa son unas condiciones que definitivamente van a imposibilitar el pago y la viabilidad de crecimiento del país.

Lo que los compañeros del PRI han señalado, por desgracia no tiene una verdad a medias, es una falsedad completa y creo que por desgracia el nivel de cinismo con el que se han manejado, aparentando incluso una magnífica buena voluntad y hasta cara de compungimiento, no corresponde a la realidad.

Es triste constatar una vez más que con una facilidad se nos acusa de mantener posiciones populistas, de mantener posiciones inviables y de tratar de manejar las cosas con engaños. Nada más falso. En múltiples ocasiones hemos presentado aquí alternativas y las hemos puesto por escrito, no ahorita, sino desde hace mucho tiempo. Incluso en la época en que se debatían modelos económicos alternativos, una agencia internacional, como la Warton, hizo un análisis comparativo del programa de Zedillo del programa de Fernández de Cevallos y del programa de Cuauhtémoc Cárdenas. El peor librado era el programa de Zedillo y con mucho. Y entonces se señalaba, como en los dos programas alternativos, que era inminente una devaluación, que debía de hacerse con oportunidad para evitar problemas de pagos, algo que no se hizo y que se pasó por alto el momento adecuado para hacerlo, que era la toma de posesión y presentar un programa económico alternativo.

Hoy, con el problema político que estamos enfrentando, el presidente Zedillo está perdiendo una oportunidad de oro. La confluencia de los problemas políticos y económicos podrían dar la oportunidad de presentar un programa económico alternativo verdaderamente comprometido con las clases populares y hacer entonces al menos patente la intención de cumplir con el lema de su campaña, que era el de bienestar para la familia, pero la familia mexicana, no la americana.

Hoy se deja pasar de nuevo por alto que en este momento existen muchas otras alternativas, no nada más una, que no nada más existe un camino y menos un camino que como todos los economistas que se encuentren aquí y que tienen un poco de experiencia, saben que corresponde a la ortodoxia fijada y determinada por el Fondo Monetario Internacional.

No hay ninguna alternativa que busque en las raíces del éxito que en el pasado tuvo el desempeño de la economía mexicana durante la época del desarrollo estabilizador y puso de manifiesto que este país, sin créditos externos, podía mantener una tasa de crecimiento del 6% anual y un incremento de los trabajadores en la participación de la distribución del ingreso, pequeño, pero constante. Hoy vemos que no es ésa la opción, el programa que se presenta amenaza con más de un millón de nuevos desempleos, amenaza con crear una tasa de disminución del producto al menos del 4%, amenaza con crear una fuerte inestabilidad social y aquí es donde viene la confluencia de lo político con lo económico.

Se ha reconocido la validez del motivo de la insurrección chiapaneca y se han desaprobado los métodos, pero ahora vamos a tener que enfrentar en muy corto plazo nuevas irrupciones, porque la gente no tiene alternativa.

¿Qué alternativa está proponiendo la gente del PRI para este millón y medio de desempleados que van a engrosar los 8 millones que ya tenemos ahorita en las calles? Las esquinas para los subempleados están todas copadas, ya no existe la posibilidad de disminuir el consumo de los campesinos, no existe ninguna alternativa para las pequeñas y las microempresas, que son las que principalmente ofrecen empleo al país.

Se ha hablado mucho aquí de las leyes y las no leyes, que si hacen válido o no válido el problema del endeudamiento, pero se pasa por alto algo mucho más importante, que es el espíritu del Constituyente, cuando dijo que el endeudamiento de este país debería de hacerse para fines productivos, salvo aquellos que fueran de regulación monetaria, porque eran de poca monta, y hoy éste es de la mayor importancia.

Cuando el constituyente de 1917 hizo este acotamiento en nuestras leyes, respondía al interés de la nación, era parte del espíritu nacional y es la base de sustentación que el Estado mexicano y en buena parte del Gobierno que hoy detenta el poder, que es muy consecuente en el discurso, pero muy inconsecuente en los hechos y que dentro de poco lo veremos aquí dando excusas y mil explicaciones sobre por qué la gente no ha aceptado este esquema de Gobierno, porque independientemente de que el modelo estuviera muy bien, si no cuenta con el apoyo y el respaldo de los agentes económicos, definitivamente no tiene ninguna posibilidad de éxito.

Y este modelo que se está planteando, cuenta con el rechazo de todos los agentes económicos, no de algunos; los empresarios, los productores, los comerciantes, los agricultores y por supuesto los consumidores, están totalmente en contra de este modelo y por lo tanto lo único que podemos garantizar desde ahorita, es su fracaso.

Las expectativas,compañeros neoliberales, son la base fundamental del éxito de cualquier programa económico, y en este caso las expectativas todas son negativas. No es que nosotros seamos catastrofistas ni que busquemos como partido sacar ventaja de la desgracia del país. Peor aún sería que la ventaja de un partido sea consecuencia o gracias a la desgracia del país y que ése sea el único interés que nos lleve a mantener precisamente tesis que van en contra de la nación y de la mayoría del pueblo en general.

Por favor, cobren conciencia de esto. Sé que estas palabras son prácticamente para el Diario de los Debates, sé que la decisión ya está tomada, sé que por diferentes formas se llegó a la presión o el convencimiento o el chantaje también de las personas que en un momento dijeron manifestar o tener una mentalidad libre.

No estamos manejando verdades a medias. Salgan a la calle, lean los periódicos nacionales y extranjeros. Se han dado muestras innumerables de firmas que han señalado que el fracaso de esta alternativa está garantizada. Economistas como Galbain, despachos como el de Kinsinger, despachos como la Warton, economistas que se han encargado de hacer precisamente modelos neoliberales de ajuste como Jerry Adam y como Sping Hanke, han señalado que ésta no es la vía y han criticado al Gobierno de los Estados Unidos, precisamente por haber buscado la salvación de México por estos caminos.

Por favor, compañeros, si todavía tienen un poco de decencia y un poco de vergüenza, voten en contra de este paquete, del paquete de los Estados Unidos, es el paquete de los gringos, pretende la sumisión del pueblo mexicano.

EL diputado Humberto Roque Villanueva(desde su curul):

Señor Presidente, que el orador tome en cuenta el artículo 105 del Reglamento, por lo de injurias.

El Presidente:

Señor orador, hemos quedado en que íbamos a utilizar un debate; estamos respetando el tiempo, señor diputado. Pedimos hacer mención del artículo 105. Señor diputado, sin insultar puede usted continuar.

El diputado Raúl Alejandro Livas Vera:

Muchas gracias.

Estoy haciendo un llamado sin ánimo de ofender y con el mayor respeto. Es la conciencia, la única que les hace reaccionar de esa manera... No señor, mi conciencia está tranquila y aquí la vamos a manejar y la seguiremos manejando en el futuro. Mi compromiso es con México, es con la patria y es con la mayoría de los pobres, de los desposeídos.

No estamos nosotros buscando un programa de ajuste en donde los únicos beneficiarios son los ricos de este país y el gobierno norteamericano. Nada por el estilo.

Garantizar por esta vía y pedir prestado para pagar, va en contra del espíritu de nuestra Constitución. No me interesan los artículos en lo particular ni los debates que se puedan dar entre los expertos en derecho constitucional; estoy hablando del espíritu de la Constitución, porque cuando el Constituyente acotó las formás del endeudamiento externo, lo hizo porque no quería repetir la historia del pasado, cuando este país pagó con sangre y con territorio los malos endeudamientos de malos mexicanos que nos gobernaron en el pasado.

Ese es el espíritu de la Constitución, y eso es lo que estamos defendiendo, no otra cosa. Tratamos de impedir que más adelante seamos víctimas de mayores escarnios y mayores humillaciones. No estamos dispuestos a que la patria se entregue de rodillas en Washington, queremos defenderla aquí en México con nuestros propios recursos. Eso es lo que estamos planteando, y de que se puede se puede, todo depende de nuestra voluntad.

Se ha señalado durante muchos años, el mismo diputado Suárez y Dávila decía, que la posibilidad de la negociación de la deuda en otras circunstancias habría sido porque durante 20 años no habíamos recibido ni un solo dólar del exterior, y sin un solo dólar del exterior crecimos, y sin un solo dólar del exterior respetamos e hicimos crecer nuestra patria, y lo podemos hacer ahora.

Además, quiero señalar que los Estados Unidos no es la única fuente de financiamiento, son los más cercanos y son aquéllos con los que nosotros hemos establecido un círculo vicioso, en donde para poder crecer nos hemos ido cada vez endeudando más con los norteamericanos y supeditando nuestra política económica y nuestra ideología a sus intereses, no a los intereses auténticos del pueblo mexicano. Eso es lo que estamos reclamando y eso es lo que estamos diciendo en este momento.

Si todavía existe realmente su espíritu nacional háganlo valer, nuestros próceres nos legaron una patria independiente y fuerte, y este patrimonio riquísimo se está extinguiendo. La lucha de nuestros grandes hombres por nuestra soberanía, cuyos nombres se encuentran escritos con letras de oro aquí y en las páginas gloriosas de nuestra historia, se está acabando, y se está acabando por actos como los que estamos viviendo en estos momentos y en aras de un inmediatismo que sacrifica el futuro de la patria.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra al diputado Luis Antonio Godina Herrera, en pro, por 15 minutos.

El diputado Ricardo Luis Antonio Godina Herrera:

Gracias, con su permiso, señor Presidente; compañeras diputadas; compañeros diputados:

Sin duda alguna, y los priístas lo decimos convencidos y sin cinismo, que México vive tiempos de prueba, tiempos otra vez de crisis, tiempos de esfuerzo y tiempos también, compañeras y compañeros diputados, de esperanza, y lo digo con profundo convencimiento, que vivimos también tiempos de esperanza porque los avatares económicos de estos meses los enfrenta ahora una sociedad más fuerte, una sociedad más informada, fuerzas políticas atentas al desarrollo del país y un Gobierno legitimado por más de 17 millones de votos.

La realidad económica es una: la crisis financiera de corto plazo. La realidad política implica la consolidación de una democracia propia. No permitamos que el análisis de hechos económicos, que todos lamentamos, nublen la correlación de fuerzas políticas que los mexicanos decidieron el 21 de agosto pasado.

Debatamos lo económico a fondo, la República lo está exigiendo. Pero debemos de tener claros los tiempos y la pertinencia de lo que se discute.

Los mexicanos quieren saber si este Congreso, si sus representantes consideran válido el acuerdo firmado por México y Estados Unidos, que se ha estado discutiendo en esta tribuna. El hombre de la calle desea conocer si no se viola la soberanía del país, si no existe condicionalidad política en los convenios, pero también quiere estar seguro, también quiere estar seguro, que las medidas que dieron origen a los acuerdos y los acuerdos mismos, apuntan a resolver de fondo la coyuntura que vive el país en lo económico.

A lo largo de esta sesión, nos hemos encontrado con diferentes partidos de la Revolución Democrática. Nos hemos encontrado, como lo demostró el diputado Suárez y Dávila, con un Partido de la Revolución Democrática que cree en el mercado, con un Partido de la Revolución Democrática que piensa que la moratoria es el camino, que dibujó la ecuación que por moratoria... que moratoria... señor Presidente, ¿podría suplicar el orden a mis compañeros diputados?

El Presidente:

Señores diputados. Continúe, señor diputado.

El diputado Ricardo Luis Antonio Godina Herrera:

Gracias, señor Presidente. Y por otro lado también hemos escuchado argumentos en favor de la reestructuración de la deuda.

Creo que un llamado al Partido de la Revolución Democrática para que en su interior presenten un programa alternativo congruente, porque lo que dijo Saúl Escobar, y tengo aquí su versión estenográfica, difiere en buena medida de lo que presentaron a los medios nacionales y a la opinión pública nacional el 21 de febrero pasado, en particular el punto de la suspensión de pagos frente a reestructuración.

Creo que si no somos serios en el análisis, debemos de partir de considerar que México necesita, requiere opciones concretas, y la acción concreta sin duda alguna es el resolver este problema que agobia a la nación, este problema de corto plazo, la inmediatez y la emergencia económica.

En el PRI, en eso coincidimos con las fuerzas políticas representadas en estas cámara, estamos urgidos de que esta situación se resuelva; estamos urgidos porque lo que le pasó a la economía nacional, un shock, como un enfermo que requiere una transfusión. Pero una vez que pase este periodo de estabilidad, este periodo en busca de la inestabilidad, vamos a requerir una cirugía, y la cirugía tiene que empezar por recobrar la confianza perdida. Y en eso el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, está poniendo lo mejor de su parte, y sus colaboradores en los diferentes puntos del gabinete están trabajando, están trabajando seriamente con las fuerzas políticas de esta cámara, con las fuerzas políticas del Senado, para encontrarle una solución pactada y negociada a Chiapas.

Estamos buscando entre todos, y encabezados por la Procuraduría General de la República, encontrar solución a los asesinatos políticos de 1994.

Pero también en paralelo necesitamos avanzar, y en serio, en un programa, y eso lo demandamos los diputados del Partido Revolucionario Institucional, un programa de apoyo de protección a la planta productiva y al empleo; necesitamos fortalecer los programas de desarrollo social. Para ello, y los compañeros como el diputado Livas, que forma parte de la Comisión de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública, para ello hemos firmado un punto de acuerdo para proteger el gasto social y para exigir la participación de esta Cámara de Diputados en la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo.

Ya se ha comentado aquí, por otro lado, que la suspensión de pagos no es el camino más viable para esta nación; que la reestructuración de la deuda, el cambio de deuda interna de corto plazo por deuda de más largo plazo, es el camino.

Quizá, y en eso también podemos coincidir, este paquete financiero no es el mejor camino, sin duda alguna, pero sí es el único viable en estos momentos para salvar al país de esta emergencia económica. Y eso los economistas serios del Partido de la Revolución Democrática, los economistas serios del Partido Acción Nacional, los economistas serios del Partido del Trabajo, seguramente podemos estar de acuerdo que es un camino que se ha tomado y se ha apostado a resolver esta crisis de corto plazo, con base en un acuerdomarco, que busca el intercambio de deuda de corto plazo por deuda de largo plazo.

El tipo de cambio múltiple, la historia de México en 1982, la posición geográfica, la historia misma del país lo desecha por inviable. Y quizá un punto sobre la revisión del TLC y una reflexión que hasta el momento no se ha hecho, es que curiosamente el déficit de la balanza comercial no se explica por nuestras relaciones comerciales con Estados Unidos.

Hasta finales del año pasado la balanza comercial entre ambos países se encontraba en equilibrio, y por ello las medidas oportunas que ha tomado la administración del Presidente Zedillo, para establecer aranceles a aquellos países que no forman parte de los tratados de libre comercio que México tiene firmados.

En síntesis, creo que los partidos de oposición, asumen su papel como tal, pero no hay que confundir estrategias con objetivos. La propuesta de no pagar, la propuesta de contar con una economía en crecimiento, con una economía con bajas tasas de interés, una economía sin déficit externo y exportaciones crecientes, consideramos que es muy deseable. Pero primero tenemos que resolver lo urgente y lo inmediato.

Y estamos de acuerdo también con la maestra Ifigenia, en el sentido de llamar también a los Estados Unidos a que pongan su casa en orden. Así lo han hecho otros países que ahorita están apuntalando el desarrollo mundial, como Alemania y Japón, primero la casa en orden. Estados Unidos tiene que hacer también su parte como México lo va a tener que hacer y ya lo esta haciendo.

Es claro que ante la emergencia financiera otros aspectos de desarrollo quedan de momento postergados, pero la agenda que debemos seguir debatiendo al mismo tiempo que se supera la emergencia, pasa por temas como el diseño e instrumentación de una sólida política de desarrollo industrial. Pasa por la necesidad de generar mayor ahorro público y privado para soportar, con base en nuestros recursos, el desarrollo futuro del país, pasa por los apoyos para reactivar a la actividad agropecuaria, y por hacer que el Gobierno atienda a los sectores y las funciones bajo su responsabilidad con estricto apego a lo prioritario.

Como Congreso, compañeras y compañeros diputados, debemos dar señales a los actores económicos, que somos un Congreso responsable y en un marco de corresponsabilidad hacemos nuestra parte para superar la emergencia. Al aprobar estos apoyos, estaremos dando los elementos para salir más rápido del bache en el que se encuentra la economía del país. Al aprobarlos reconocemos que no fue la salida leal, pero sí la más realista, sí, la única política y económicamente viable.

Hay quien se inmola pretendiendo que así defiende la soberanía del país, pero sin duda la mejor manera de salvaguardar la soberanía es ejercerla. Estos acuerdos son el ejemplo de lo que una nación soberana puede lograr en el escenario internacional cuando ejerce inteligentemente su soberanía.

Vivimos, compañeras y compañeros, ante todo una crisis de confianza. Esta sólo es posible recuperarla si ponemos lo mejor de nosotros y damos señales claras a los mercados de que la economía se estabilizará en el corto plazo.

El programa económico que los mexicanos hemos establecido apunta en ese sentido, los diputados priístas lo tenemos muy claro y por ello votaremos a favor del decreto en discusión.

El Presidente:

Para ractificar hechos tiene el uso de la palabra el señor diputado Carlos Núñez, por cinco minutos.

El diputado Carlos Nuñez Hurtado:

Señor Presidente; compañeros diputados: He venido a esta tribuna motivado por esta larga y subrrealista sesión, como tantas otras que hemos vivido, en donde parece que establecemos un diálogo de sordos y no nos escuchamos. Yo no voy a hacer un debate de carácter técnico, porque ya ha sido ampliamente sustentado por mis compañeros de partido especialistas, sino algunas reflexiones en voz alta de algo que quizás aquí es el ingrediente fundamental que no estamos incorporando de parte de la mayoría, que es el elemento sustantivo, que es la ética y es la verdad.

El diputado que me antecedió en el uso de la palabra habló que vivimos una crisis que todos lamentamos, lo que sucede es que unos lo lamentamos como víctimas y otros la tienen que lamentar como corresponsables y como culpables de ella, porque son ustedes quienes han aprobado las medidas económicas que nos tienen ahora en esta crisis, entonces en esto, señores, no somos todos parejos; nosotros nos opusimos a la aprobación del Presupuesto de 1995, dos días después de la devaluación, que ustedes se negaron a aceptar, subieron eufemísticamente aquí a hablar de la ampliación de la banda de flotación del peso, y dijeron que era una medida fabulosa para el país; y ahora suben aquí a decir que estamos viviendo una lamentable situación, pero ustedes se negaron incluso a aceptar que había una devaluación, y subieron sus especialistas; el problema no es de conocimiento, señores, el problema es de carácter ético, es de hablar con la verdad y con la libertad que todo parlamentario tendría que tener para venir a esta tribuna.

Aquí también se dijo, y no se aceptó la propuesta que hizo el PRD, de un periodo extraordinario hasta que vino la norma de arriba y se aceptó que hubiera un periodo extraordinario.

El diputado que me antecedió dice que tendríamos que hablar y tratar con seriedad estos puntos. ¿Ustedes creen que el pueblo de México y nosotros mismos podemos aceptar que esto es serio? ¿Podemos esperar que cualquier niño sabe que si tenía dos monedas para ir a la tienda a comprar un pan y se le perdió una, puede comprar ese pan? Esa fue la aprobación del Presupuesto de 1995 que hicieron ustedes, dos días después de la devaluación, que no se atrevían a reconocer.

Para hablar con seriedad de los temas que nos ocupan hay que poner de verdad el principio ético de fondo y no estar haciendo argumentaciones que son falsas. El pueblo es víctima de la crisis, nosotros somos víctimas de la crisis, ustedes son, por lo menos, corresponsables de esa crisis, por no decir culpables. Ustedes apoyaron a ciegas a Salinas y no escucharon los argumentos de todo el pueblo y de toda la oposición. Hoy en todo el día no he escuchado a ninguno de ustedes que haya venido aquí a defenderlo. ¿Eso es serio, eso es debatir con seriedad?

Ustedes han dicho que nosotros queremos la moratoria, se les ha reiterado 25 veces que no es ésa nuestra posición, que lo que se busca es una reestructuración de la deuda, de otra manera diferente y sin comprometer la soberanía del país, que por más que se empeñen en decir que no está comprometida, los textos lo dicen con claridad. Ha sido demostrado fehacientemente desde el punto de vista constitucional, político y ético, que la soberanía del país está empeñada, y ustedes no quieren aceptarlo. Nosotros no estamos proponiendo la moratoria, estamos proponiendo una reestructuración diferente de la deuda y las propuestas están. Es evidente que no se quieren escuchar cuando el propio dictamen solamente viene firmado por los diputados de la mayoría; si hubiera sido un diálogo pertinente en la comisión, ahí estaría el consenso en la comisión y, por lo tanto, vendrían las firmas, por lo menos, algunas de los diputados de la oposición.

Compañeros del PRI: De verdad, creo que lo que está pasando en este país es muy serio, creo que estamos empeñando y embargando el futuro de nuestros hijos; creo, sencillamente, que no hay condiciones para asegurar que no va a haber bandazos en la política económica, en la política social y en la política del propio país. La crisis de Chiapas, la crisis de descomposición interna del sistema político no nos permiten garantizar que los cumplimientos que hoy estamos, según su aprobación, firmando, van a ser cumplidos. Es un barco que no puede tener el timonel rígido. No se puede. Por favor, en la intimidad de su conciencia que sí la tienen, por favor reflexionen, es el país el que está en juego, es el futuro de nuestros hijos. Muchas gracias.

El Presidente:

Tiene el uso de la palabra el diputado Antonio Tenorio Adame, en contra, por 15 minutos.

El diputado Francisco Antonio Tenorio Adame:

Con su permiso, señor Presidente; compañeros diputados:

Estamos al término de un debate donde las posiciones se han polarizado y pareciera que la verdad justifica la realidad, porque ésta está comprometida con el poder. Pero la verdad siempre es política y es producto de la crítica al poder.

Somos oposición porque somos la crítica al poder; eso nos involucra y nos compromete con la verdad. Y a más de la verdad y de la realidad, está la legalidad, a la que todos nos sometemos y de ello vengo a hablar y vengo a plantear el juicio de inconstitucionalidad, para el procedimiento indebido, ilegal e ilegítimo, que se está siguiendo y que advertí en esta tribuna desde el debate del 26 de febrero.

Compañeros diputados: en la historia del Constituyente mexicano, siempre se estableció como facultad exclusiva para el órgano legislativo, que ésta tocaba al. Congreso de la Unión, de manera exclusiva y obligatoria, establecer y determinar las bases a aprobar en cada caso, cada uno de los empréstitos, determinar las posibles garantías para cubrirlos, proceder llegado el momento, a reconocer los endeudamientos ontraídos, tomarlos en cuenta para ordenar en su caso, el pago de los mismos.

Hoy, al ratificar el artículo 2o de la Ley de Ingresos, se está procediendo de manera indebida, porque no estamos estableciendo las bases para contratar la deuda, sino estamos cumplimentando un procedimiento que debió haber concluido en el mismo momento en que aprobamos la Ley de Ingresos. La Ley de deuda Pública aprobada el 31 de diciembre de 1976, es también inconstitucional, porque el Ejecutivo no puede asumir la facultad exclusiva que corresponde al Congreso.

Nosotros no podemos proceder a dar bases para contratar la deuda por la vía de la Ley de Ingresos, porque la Ley de Ingresos y Egresos es facultad exclusiva de la Cámara de Diputados, por lo que proceder a la ratificación como ocurrió en el pasado, por parte de la Cámara de Senadores y compartir esta facultad, es indebido, ilegal y anticonstitucional. El Congreso no puede delegar esta facultad ni transferirla en todo o en parte, aunque puede o no ejercitarla, la de la contratación de los créditos al extranjero, pero nadie puede hacer uso de ella, que no sea el Congreso mexicano; quien lo hiciera, violentará el texto constitucional, así como la teoría de la división de poderes, incluso, su ejercicio requiere sujetarse al procedimiento establecido por la Constitución, someterse a la aprobación de una y otra cámara y no como ha ocurrido, que por la vía de la Ley de Ingresos o la de Egresos, sólo lo aprueba antes de la ley de 1976, la Cámara de Diputados.

No es facultad de la Cámara de Diputados, sino del Congreso General, donde se dará la discusión y aprobación por ambas cámaras.

La Ley General de Deuda Pública es una ley inconstitucional, ataca directa y abiertamente a lo consagrado en el artículo 73 fracción VIII. En tal virtud el Congreso ha dejado de intervenir en materia de deuda pública; cuando más, aprueba las leyes de ingresos y egresos, montos de contratación o pago de deuda, pero sin que esto sea válido, porque se trata de una sola cámara y no del Congreso.

Esta ley es inconstitucional como ley de base, es inconstitucional como ley que autoriza al Ejecutivo para aprobar los contratos. El aprobar los contratos es una facultad reservada de manera exclusiva al. Congreso de la Unión; éste no puede delegarla. El Ejecutivo no posee facultad, le está prohibida. La división de poderes impide la transferencia de facultades y rompe la legalidad que está contra las bases del pacto social. Es inconstitucional, como ley que reconoce lo adeudado y ordena su pago.

Hacia una determinación de la nulidad, en primer término requerimos la aplicación del principio de la legalidad; los poderes públicos, sin excepción, son poderes constituidos y sujetos al principio de la legalidad. Hay que argumentar que el Ejecutivo Federal acata una legalidad artificial cuando dice responder a la obediencia, al actamiento de la Ley General de Deuda Pública.

Pero el principio de legalidad no significa el sometimiento de una ley cualquiera; significa, sobre todo, el acatamiento a la jerarquía normativa por cuya virtud el Ejecutivo debe respetar el texto constitucional aun frente a leyes supuestamente constitucionales.

Sobre la autoridad competente para declarar la nulidad, se trata de determinar cuál es la autoridad responsable de hacer la declaración de nulidad de pleno derecho, de todo lo actuado en contra de la Constitución. Así se haya hecho al amparo de la Ley de la Deuda Pública de 1976. Por regla general, toca a los jueces competentes para conocer de las contrataciones de que se trate; en los supuestos de inconstitucionalidad, interviene la justicia federal, a solicitud del quejoso.

Además, hay otras vías, son la de la Suprema Corte y el Congreso de la Unión. La Suprema Corte de Justicia, en términos del artículo 105 de la Constitución, conocerá en los términos que señale la ley reglamentaria de, fracción II, de las acciones de inconstitucionalidad que tengan por objeto planear la posible contradicción entre una norma de carácter general y esta Constitución.

Las acciones de inconstitucionalidad podrán ejercitarse dentro de los 30 días naturales siguientes a la fecha de la publicación de la norma, por el equivalente al 33% de los integrantes de la Cámara de Diputados del. Congreso de la Unión, en contra de las leyes federales o del Distrito Federal expedidas por este Congreso. Tal sería el caso del artículo 2o de la Ley de Ingresos de la Federación de 1995, porque contraviene a la Constitución.

La vía del Congreso de la Unión, quien es el encargado de llevar el control y revisión de todo lo relativo a la materia de la deuda contratada sobre el crédito de la nación, el Congreso de la Unión se renueva periódicamente, se presenta entonces un Congreso facultado para revisar las leyes expedidas por congresos anteriores, en el sentido de poder derogarla, reformarla etcétera, además de cuestiones tan delicadas como la fracción VIII del artículo 73, podrá también declarar nulas aquellas que sean manifiestamente inconstitucionales, como es el caso que estamos discutiendo.

Sentido y alcances de la declaración de esta nulidad. La declaración de nulidad deberá hacerla el Congreso de la Unión, emitiendo una ley al efecto, de la que se puede discutir su contenido, su alcance o sus efectos. Tal ley se limitará a declarar nulas todas las contrataciones inconstitucionales, asimismo revisables cada una de ellas por el propio Congreso.

En mi calidad de legislador y con base en el Reglamento del Gobierno Interior del Congreso de la Unión, solicito a esta soberanía y a la presidencia de la mesa directiva, un punto de acuerdo para que lo someta como de obvia y urgente resolución a este pleno, con un decreto que diga que la nulidad del presente dictamen, es debido a que contraviene lo dispuesto en el artículo 73 fracción VIII de la Constitución.

De tal modo se conozca el sentir de este órgano colegiado conforme al artículo 105 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, para disponer de su conocimiento a la Suprema Corte de Justicia, a fin de que emita su juicio de inconstitucionalidad concerniente a este fin.

Hago entrega a la Secretaría y pido a la Presidencia que lo someta a la consideración del pleno, por ser de obvia y urgente resolución. Muchas gracias.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra al diputado Jesús Rodríguez y Rodríguez, en pro, por 15 minutos.

El diputado Jesús Rodríguez y Rodríguez:

Señor Presidente; señoras diputadas; señores diputados:

En realidad no entendí el extraño recurso al que se ha referido el distinguido diputado Tenorio Adame; no sé si entra dentro de las reformas que hemos aprobado al Poder Judicial Federal, es decir, a la Constitución, en relación con el Poder Judicial Federal o a qué.

No tenemos la menor facultad, como no sean las constitucionales que conocemos y que vienen, efectivamente, desde la Constitución de Apatzingán, para conocer de la deuda externa.

Efectivamente, como les digo a ustedes, la Constitución de Apatzingán en su artículo 113, ya daba al Congreso conocer los casos en que había que tomar caudales a préstamo sobre fondos y créditos de la nación. En 1824, en el artículo 50, fracción X, se le da también la facultad exclusiva al Congreso. En 1957 se repite con una diferente redacción y lo mismo en 1917, con la modificación de 1946 que hoy conocemos. Pero en realidad es clarísimo, tan claro es que por eso estamos aquí, de que es al Congreso al que le corresponde aprobar los créditos o la deuda pública de la nación. Son varios los elementos que tiene el artículo y todos ellos se están cumpliendo en este caso: dar bases sobre las cuales el Ejecutivo pueda celebrar empréstitos sobre el crédito de la nación, aprobar esos mismos empréstitos y, lo que no es el caso ahora, reconocer y mandar pagar la deuda nacional; y señala las condiciones para ello.

El artículo 2o de la Ley de Ingresos que aprobamos en enero, señala todavía con más especialidad los casos o un caso especial en que cuando una deuda pública se contrate con condicionamientos o se contrate con garantía de un gobierno extranjero, nosotros debemos aprobar esos condicionamientos. Esto es lo estamos haciendo y por eso estamos aquí.

Estamos aquí y yo también espero que por terminar un ejercicio que por la importancia del mismo para la nación debimos o debemos haberlo hecho sin prejuicios; desafortunadamente sí he sentido y he visto en algún partido muchas reacciones viscerales y una serie de, no argumentos, sino de expresiones sin mayor justificación. Empezamos desde en la mañana, en el voto particular que se leyó del PRD, o cuando menos de una parte del PRD; lo primero que se dijo, categóricamente, dogmáticamente, en un punto que todos los acuerdos y los textos que íbamos a conocer eran inconstitucionales, lo menos que podía esperarse de ese voto particular y de un largo día de discusión es que se justificara en que eran inconstitucionales. Todavía a estas alturas, pues ya diría casi de la noche, no se ha podido justificar ese primer punto del voto particular.

Lo que pasa es que es un tema y debemos ya, de veras, de dejar de pensar que hay temas diría yo inmencionables o vitandos, uno de ellos es el de la deuda pública, sobre todo de la deuda pública externa. Por una, pues no sé si sensación o sentimiento un poco enfermizo, ya se ve en cada caso u operación de deuda externa una violación a la soberanía nacional, una actitud antipatriótica, un doblegamiento ante fuerzas extrañas.

Cierto es que nuestra historia de la deuda pública, que desafor..., no digo ni afortunada ni desafortunadamente, que va vinculada a nuestra historia nacional, tiene ejemplos que hacen sí pensar muy seriamente en cada uno de esos casos. Pero tenemos que pensarlo con seriedad, con ponderación, con serenidad. Así como ha habido casos históricos desde el préstamo Migoni de 1823, que nos costó muchos y muchos años de..., y probablemente hasta el año1960, de 1960 llegó a pagarse una pequeña parte de él, la deuda pública mexicana también ha tenido ejemplos de gran patriotismo, de gran ponderación, de gran cuidado, al ejercer esta facultad tanto por el Ejecutivo como para ser aprobada por el Legislativo.

Recuerden ustedes nada más,... pero para empezar les diré a ustedes que la deuda pública no es ese fantasma o no es esa materia intocable e inmencionable. Ya don Guadalupe Victoria, para citar al primer Presidente de México en su discurso al Congreso, discurso de 1825, señala: "La nación apetece con ansia el establecimiento de su crédito, la clasificación y la liquidación de la deuda". Eso se decía en 1825.

Realmente es difícil acusar a don Guadalupe Victoria de no haber sido un buen mexicano, pero vamos a otro ejemplo. Siempre se señala al presidente Juárez porque por necesidades de la guerra decretó una moratoria, pero el presidente Juárez cuando hizo su informe al Congreso en junio de 1861, de venir victorioso de la Guerra de Reforma dijo también: "El Gobierno vive rodeado de angustias por los gastos enormes que tiene que erogar y porque la guerra civil de cerca de siete años ha agobiado las fuentes del erario. Este mal necesita un remedio pronto y radical, ese remedio posible debe sacarse de la reorganización de las cuentas federales y la consolidación de la deuda pública. Es que la deuda pública en sí misma no es el espectro o el espanto que queremos ver, claro que en esos términos populistas de algunas exposiciones nadie quiere deuda pública, todos quieren la prosperidad, nadie quiere la desgracia para su país, pero lo cierto es que tenemos que afrontar una realidad cruda que existe y está frente a nosotros.

Tenemos que ver esta deuda pública, esta deuda pública tenemos que verla con los mismos ojos como los vio y qué bueno que se citó en este día varias veces, varios arreglos excelentes; en 1880 el Convenio del General Mena, agente nuestro entonces en Londres, que se señaló como uno de los grandes arreglos patrióticos de la deuda pública. En 1885 la Conversión Duplán señalaba otra vez un gran arreglo de la deuda pública mexicana, pero no sólo por nosotros, sino por autores de la materia, por historiadores.

Y vamos al caso reciente que hoy se ha señalado para gran orgullo de Francisco Suárez, la deuda pública, los convenios de deuda de 1942 y la deuda ferrocarrilera de 1946, en que se lograron grandes y excelentes beneficios para México.

Entonces la deuda pública en sí no es mala ni buena; diría yo es neutra, pero hay que ver cada caso y verlo con serenidad y con ponderación. Piensen ustedes que en 1960 también por actuación de otro gran ministro de Hacienda, de don Antonio Ortiz Mena, se consolidó o se li- quidó totalmente la vieja deuda pública mexicana, vieja deuda pública que venía precisamente desde la Independencia, porque había algún crédito que reconoció el Gobierno, primero virreinal y luego el de 1928, se reconoció deuda anterior a la Independencia, pues eso se pagó desde 1960 y empezaron a dar los primeros contratos, contratos, es mejor que contratos, emisiones de Bonos de los Estados Unidos Mexicanos, que tenían una serie de condiciones bastante semejantes a las que ahora vemos en estos acuerdos y que fueron aprobados por el Congreso en su tiempo.

No vamos a acusar, como se hace ligeramente, de que en cada caso de ésos hay una traición a la patria o que hay una actitud antimexicana. Por eso se necesita que veamos esto sin prejuicios, sino con gran serenidad.

Es difícil a estas alturas, insisto, de la noche ya, de tratar de resumir el largo, apasionante y también rico debate que ha habido este día, poco o nada podría yo agregar, pero sí me atrevería a señalar de mi parte, de mi peculio, que sé que son compartidos por mis compañeros de partido, algunas conclusiones de este debate, porque las estimo especialmente relevantes.

Desde luego creo que nadie, ahí sí creo que estemos todos de acuerdo, en que partimos de una grave emergencia económica; grave por su alcance y efectos, grave por lo súbito de su acaecimiento.

Ante ella, de inmediato se respondió con el esfuerzo nacional. Tenemos que tener siempre esto en cuenta, no empezamos pidiendo ayuda externa, empezamos en un esfuerzo nacional a través de la acción del Gobierno de la República y de todos los sectores productivos concretada en el Acuerdo de Unidad para Superar la Emergencia Económica, el AUSEE de 3 de enero de este año.

De ahí sí, pero para llevar adelante este programa y combatir con éxito la inestabilidad de los mercados cambiarios y financieros que cayeron en picada, así como para potenciar el esfuerzo propio, era necesario recurrir al apoyo de los organismos financieros internacionales, banca comercial y gobiernos extranjeros, ya que estas entidades tenían la disponibilidad de usar recursos provenientes de muchas fuentes que nosotros no teníamos.

Por eso acudimos y a la vez recibimos ofertas de Estados Unidos, del Banco de Basilea, del Fondo Monetario, del Banco Mundial y de bancos comerciales.

No repetiré ya la historia de los pasos dados en la búsqueda y estructura de este apoyo financiero, me quedaré solamente con lo que sí nos importa más, que es la ayuda que ofrecida por el Gobierno de Estados Unidos requería, por llevar la garantía de este Gobierno y de acuerdo con la modificación que hicimos en el artículo 2o., ser aprobado por esta soberanía. Insisto, aprobación en la que estamos, la que va exactamente a responder y a cumplir no sólo con el artículo 2o. modificado de la Ley de Ingresos, sino con la fracción VIII del artículo 77 constitucional.

Para el logro de este apoyo financiero se dieron una serie de intensas negociaciones entre las autoridades hacendarias y monetarias de México, con las correspondientes norteamericanas, que culminaron con los acuerdos y anexos que se someten hoy a nuestra consideración.

En su estudio y análisis, los legisladores hemos sido minuciosamente informados por el propio Secretario de Hacienda y sus colaboradores, sobre el detalle de los compromisos que contraerá México si hace uso del paquete financiero de Estados Unidos hasta por 20 mil millones de dólares con diferentes modalidades.

Como ha quedado palmariamente demostrado en el debate sostenido a lo largo de este día, es posible afirmar que sin la palanca que representa este cuantioso volumen de recursos a disposición de nuestro país, poco podemos ofrecer a los mercados mundiales ya predispuestos razonada o irreflexivamente a la desconfianza.

Este paquete de apoyo financiero constituye un instrumento no sólo idóneo, sino esencial para restablecer la economía mexicana, al coadyuvar a enfrentar la crisis de liquidez por la que atraviesa, así como para estabilizar los mercados cambiarios y financieros.

También ha quedado fehacientemente acreditado que se trata de una operación de naturaleza comercial que no impone a México ningún condicionamiento de carácter político, sino que reúne las estipulaciones y condiciones propias de un financiamiento mercantil indudablemente duras, indudablemente pues yo diría no sólo de mal gusto,... groseras entre países, no lo dudamos que así sea, pero así son las relaciones comerciales.

Tampoco queda la menor duda de lo que han señalado mis compañeros priístas, de que México ha decidido y continuará decidiendo libremente sus políticas económicas, las que podrá cambiar en cualquier momento. Ha quedado también establecido que las garantías que ofrece México para el remoto caso de un incumplimiento de los pagos que se acuerden, provienen de recursos derivados de las exportaciones de petróleo; mecanismos de pago que se han utilizado en el pasado con buen éxito.

Para mí y mis compañeros priístas en esa virtud, no se acepta en modo alguno, ni hay mengua en la soberanía nacional, preocupación que ha sido fundamental para este Congreso.

Asimismo, en ejercicio de la representación popular que compromete y nos honra a todos los legisladores, en el dictamen que presentamos se pide la aprobación de la operación de financiamiento pactada por el Ejecutivo, proponiendo asimismo concretar su programa económico y reexaminar su estrategia de desarrollo, con métodos y programas selectivos que favorezcan a los sectores del país que, por desprotegidos, han resultado más afectados de la crisis económica.

Que en lo posible y razonable se haga el menor uso de las operaciones de garantía a largo plazo, así como que se realice el máximo esfuerzo para pagar lo más rápido posible la deuda que se contraiga.

Sé que se ha agotado el tiempo, pero no sé si pedirles a ustedes, al señor Presidente, que en vez de acogerme al 103, me den ustedes dos minutos más...

El Presidente:

Sólo dos minutos más, no podemos violar el acuerdo.

El diputado Jesús Rodríguez y Rodríguez:

Puedo acogerme al 103, pero voy a pedir solamente dos minutos, porque basta de argumentos especiosos que se han usado aquí y que han usado los señores diputados del PRD para tratar de impresionar.

Se ha sostenido que acudir a un fuero jurisdiccional extranjero es una grave violación a la soberanía.

Creo que esto sí es una falsedad, no sólo hace muchos años el derecho internacional privado del que México siempre ha contribuido a elaborar, ha aceptado que en aquellos casos en que no sean actividades soberanas o gubernamentales, o para decirlo como decían los clásicos, acta jure imperi, no son motivo de demanda, pero las actividades comerciales, acta jure gestione, son siempre sujetas a actividades comerciales.

Piensen ustedes y lo saben bien, pero se ha usado este argumento espaciosamente, si mañana vamos a tratar un asunto de un arrendamiento de un diplomático, va a pedir que no, que se trate por tratados internacionales; que si vamos a tratar de un caso de satélites, que tenemos ahora relaciones comerciales a través de satélites, tenemos que ir a bases diplomáticas.

Claro que no veremos ni podemos ir a un tribunal de Nueva York ni de ninguna parte del mundo, si tratamos asuntos fiscales, si tratamos asuntos migratorios, si tratamos asuntos de extradición, para citarles a ustedes, en los cuales hay una actividad soberana gubernamental, pero los demás casos hemos... Solamente el último convenio que firmamos:, Convención de La Haya sobre Desahogo de Pruebas en el Extranjero, en Asuntos Civiles o Mercantiles. México lo aprobó, se adhirió en 1989, ahí hay una serie de casos de juicios civiles o mercantiles en que los estados son parte.

De modo que no veo por ningún lado que en estos casos puramente comerciales, se vaya, se considere otro...

El Presidente:

Se ha agotado su tiempo, señor diputado.

El diputado Jesús Rodríguez y Rodríguez:

Pues déjeme usted nada más decirle a usted que otro caso que también se citó por algún compañero del PRD, de que no se podía dar prelación de gravámenes en el caso de petróleos, como si fuera esto una cosa inusitada. El acreedor y el deudor pueden resolver que los créditos, lo que da de garantía, no se use para dar una doble garantía. Eso, como también lo que se hablaba de que si se daba para otro garantía era malo o que no era conveniente, eso se llama fraude de acreedores y desde el derecho romano se castigaba y no vamos nosotros a pensar que México o Pemex va a incurrir en actos ilícitos.

Señor Presidente, por lo anterior, señores compañeros legisladores, ruego a ustedes que aprobemos el dictamen que se nos ha sometido a la consideración.

El Presidente:

Tiene el uso de la palabra, el diputado Saúl Escobar, para rectificar hechos, por cinco minutos.

El diputado Saúl Alfonso Escobar Toledo:

Gracias, señor Presidente:

Para aclararle al diputado Rodríguez y Rodríguez que las violaciones constitucionales son al artículo 104, 73, 74 y 27; están fundamentadas en nuestro dictamen, si quiere se lo entrego personalmente para que lo estudie y con mucho gusto le podemos demostrar estas violaciones constitucionales.

Pero además me da gusto que el licenciado Rodríguez y Rodríguez acepte que efectivamente el petróleo es una garantía, cuando dice que no puede haber doble garantía. Justamente eso es lo que nosotros estamos diciendo y que el Secretario de Hacienda negó sistemáticamente en su comparecencia; ellos le llamaron un sistema de pagos. Correctamente el licenciado Rodríguez y Rodríguez acaba de aceptar que es una garantía.

Yo le ruego al licenciado Rodríguez y Rodríguez que se comunique con el Secretario de Hacienda y le aclare efectivamente que es una garantía y que por lo tanto no puede haber doble garantía y al entrar en garantía el petróleo, también se está violando la Constitución.

Lo que nosotros estamos diciendo es pues que hay serias violaciones a la Constitución y efectivamente el licenciado Rodríguez me está dando la razón.

Por otra parte quiero aclararle que nosotros no estamos contra cualquier tipo de deuda; estamos contra aquella deuda que no sirve para el crecimiento y que no sirve para mejorar el bienestar de la población y nos dan la razón también en el diario de hoy las declaraciones del señor Carlos Rojas, Secretario de Desarrollo Social, que acaba de declarar en Copenhague que efectivamente la pobreza en México va a aumentar. Está en todos los periódicos.

Nosotros decimos: ese tipo de deuda que sirve para empobrecer al pueblo no la queremos; ese tipo de deuda que no sirve para el crecimiento, no la queremos. Sí estamos abiertos al financiamiento externo, siempre y cuando sirva para mejorar los niveles de la población y para alentar el crecimiento, pero el paquete que hoy estamos discutiendo es un paquete para endeudarnos, que no va a servir ni para el bienestar, ni para el crecimiento y como dijo el señor Carlos Rojas, para empobrecer más a la población. Ahí está en las palabras del señor Rojas la confirmación de lo que acabamos de decir y frente a ese tipo de deuda es la que no queremos que se apruebe el día de hoy.

Y una palabra final. Se ha dicho que el PRD habla de moratoria. Nosotros decimos dos cosas frente a este problema: ustedes, los que van a votar por el sí, están empujando al país a la moratoria, porque están elevando el nivel de deuda sin que haya capacidad de pago por parte del país, porque están sumiendo a este México en la depresión, en depresión sin crecimiento, con tasas negativas del producto, entonces aprobar un crédito como el que estamos discutiendo hoy, es empujar el país a la moratoria.

Los señores del PRI que van a votar por el sí, están empujando al país a la moratoria, no nosotros.

Y en segundo lugar, nosotros hemos dicho: hay que rechazar este paquete, hay que sentar a negociar al Gobierno de los Estados Unidos y a la banca comercial, a una renegociación de la deuda que puede incluir la suspensión de pagos antes o después de esa negociación, no una moratoria indefinida, no negarnos a pagar para siempre, sino una renegociación de la deuda que incluya, como ha incluido otras renegociaciones, quitas, plazos de gracia, suspensión temporal de los pagos, para adaptar las negociaciones a las necesidades del país.

No estamos por negar nuestros compromisos, estamos por renegociarlos para mejorar las condiciones de pago. Ustedes están pidiendo, efectivamente es una reestructuración de la deuda, una reestructuración de la deuda como ésta, que va a servir para hundir al país y para empeñar nuestros recursos petroleros.

Nosotros estamos por una reestructuración de la deuda para alentar el crecimiento y que sirva al desarrollo nacional. Esas son las diferencias.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra al diputado Antonio Tenorio Adame, para contestar alusiones personales.

El diputado Francisco Antonio Tenorio Adame:

Mi compañero diputado don Jesús Rodríguez y Rodríguez ha dicho que no fui suficientemente claro, que no alcanzó a entender el planteamiento que se hizo en tribuna por parte de mi persona.

Seguramente traté de hacer el mejor de mis esfuerzos por sintetizar una materia tan compleja y tan abiertamente diversa y también debemos situar este debate en otro momento y en otro horizonte. No estamos resignados a estar sometidos por un mayoriteo que no tiene legitimidad.

Queremos precisar, y lo dije, que el trámite es inconstitucional, que no se puede aprobar la aceptación de préstamos con la vía de la Ley de Ingresos y no se puede mandar a pagar con la vía de Ley de Egresos.

Don Jesús, que sabe historia, mencionó alguno de los artículos que siempre ha sido un artículo, desde 1812, el artículo 73 fracción VIII, siempre ha sido un artículo que permanentemente le ha dado la facultad exclusiva al Congreso para establecer las bases de la contratación.

En ese sentido fue la Constitución de 1812, que ya le mencionó él, en el artículo 131. El Decreto de Apatzingán, así como el acta constitutiva y la Constitución de 1824 en su artículo 13, fracciones XI y XII reiteran el mismo texto. Las leyes de 1836 recogieron en la ley 3a, artículo 44, las facultades correspondientes, al igual que el proyecto de 1842, donde lo enuncia con mayor amplitud, no así el llamado proyecto de la minoría, que dos años después lo recogió con brevedad.

Las bases orgánicas de 1843 sustanciaron su enunciado. Finalmente, el texto de la Constitución de 1857 es similar a la Constitución de Carranza en el texto que ahora nosotros tenemos vigente, pero que está distorsionado por dos factores: la Ley de Deuda Pública, que es anticonstitucional y las contrataciones de crédito, vía Ley de Ingresos.

Don Jesús, creo que este debate se inicia que requerimos más tiempo, que no estamos resignados a ser sometidos por el mayoriteo, que volveremos a plantear, no cuestiones que sucedieron hace 41 y 45 años, porque nuestro deber, además de la institucionalidad y el primer deber de la institucionalidad es con el Congreso, además de ese deber de la institucionalidad al que se refería el diputado Suárez y Dávila, está el deber con la legalidad y la legitimidad, ésa es nuestra lucha, por eso pido al Presidente dé el trámite correspondiente a mi petición. Gracias.

El Presidente:

Tiene el uso de la palabra el diputado Marcué, para rectificar hechos, por cinco minutos.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Señores del PRI, me voy a permitir y espero que no se vaya a enojar conmigo mi amigo Suárez, un texto que apareció en declaraciones hechas por él, en la revista Proceso.

Yo les suplico que lo oigan bien, porque es muy importante lo que dice nuestro amigo, gente inteligente y respetable.

"La estrategia elegida por el Gobierno para enfrentar la crisis, no obstante que puede parecer lo menos peor, es de altísimo riesgo, de altísimo riesgo va a provocar una profunda recesión que inclusive pueda hacer fracasar el programa económico, todo depende de que la sociedad en su conjunto lo resista." Así lo cree el diputado Francisco Suárez y Dávila, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados y el diputado explica:

"Con el alza enorme de las tasas de interés, decidida para estabilizar el mercado cambiario, podemos entrar, si se mantiene por mucho tiempo, en una situación en que los deudores, empresarios, consumidores, personas con créditos hipotecarios, tarjetahabientes, agricultores, simplemente no puedan o no quieran pagar, porque los intereses son confiscatorios."

"Si no se paga se afecta el sistema bancario severamente, y, de hecho ya lo está. Desde diciembre la cartera vencida viene creciendo a tasas exponenciales. Varios bancos están ya en situación insostenible."

"Todo puede hundir en una crisis severa al sistema financiero nacional."

Dice también el ex director del Banco Mexicano Somex y Obrero, y advierte "que otros factores que ponen en riesgo el programa económico, son los niveles de desempleo que han crecido en forma brutal en los meses que van del año, y seguirá aumentando, así como los bajos salarios reales".

"El Programa de Ajuste mismo podría hacer fracasar la estrategia anticrisis, si por necesidad de mayores ingresos el Gobierno decide aumentar los precios de las gasolinas, se crearían fuertes tensiones en las grandes ciudades, a menos que se subsidie el transporte público."

"También si se decide elevar el IVA, algunos empresarios comentan alarmados que ese gravamen aumentará dos puntos porcentuales; habrá una enorme resistencia social y política. Cualesquiera de esos aspectos pueden poner en peligro el Programa Anticrisis", oiganlo bien: "...puede poner en peligro el Programa Anticrisis". "...que es una auténtica terapia intensiva, dice el señor Suárez."

"Con todo, otras opciones serían más complicadas y de menores frutos. Una estrategia gradual, por ejemplo, no coincide ni con las necesidades del Gobierno que enfrenta un grave problema de falta de liquidez que debe resolverse ya, ni con las expectativas de los acreedores internacionales que exigen lo mismo, pago de obligaciones que confianza."

Todavía no llegamos a lo más grave.

De hecho, expresa el entrevistado, "una política gradual iría a contrapelo de los acreedores.

Los recursos no entrarían, se profundizaría la crisis de liquidez y caeríamos en la suspensión de pagos, y ésta es sinónimo de catástrofe"; y "ésta es sinónimo de catástrofe". No lo estoy afirmando yo, lo está afirmando uno de ustedes.

"Se pararía de plano la actividad productiva; se provocaría una crisis de carácter sistemático en México...

El Presidente:

Se ha terminado su tiempo señor diputado. Un minuto para concluir.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Permítame terminar, es un documento que voy a dar a conocer. "De hecho, expresa el entrevistado, una política gradual iría a contrapelo de los acreedores. Los recursos no entrarían, se produciría la crisis de liquidez y caeríamos en la suspensión de pagos, y ésta es sinónimo de catástrofe; se pararía de plano la actividad productiva; se provocaría una crisis de carácter sistemático. En México se crearían casos como del grupo Sidet, afuera se recrudecería lo que ya estamos viendo: crisis en los mercados financieros de Argentina, Chile, Brasil, algunos países asiáticos y europeos. Por eso los norteamericanos están interviniendo en el rescate de la economía mexicana, no hay duda, dice el diputado, entonces apunta, no había más que optar por la vía dolorosa del corto plazo. Lo primero que hay que atacar es la crisis de liquidez, tenemos un problema de enormes vencimientos de la deuda de corto plazo, los Tesobonos, cerca de 17 mil millones de dólares, esos instrumentos estaban en manos de extranjeros y se están venciendo semanalmente entre los 700 y 1 mil millones, que son los que presionan al mercado cambiario. Los acreedores percibieron que no teníamos reservas para hacer frente a esos vencimientos, lo que ayudó a detonar la crisis y si no se pagaran los Tesobonos no cerraríamos el crédito externo, se suprimirían los préstamos de proveedores, dejaríamos de importar bienes de capital e intermedios, empezaríamos a sufrir en las cadenas productivas, los bancos quebrarían, la recesión sería brutal, nos aislaríamos. Por eso, por eso...

El Presidente:

Tiempo, señor diputado...

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Por eso lo primero que tiene que resolverse es el problema del...

El Presidente:

Señor diputado, se ha agotado su tiempo.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Estabilizar. Falta un párrafo, señores, es un texto que estoy leyendo.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Por eso lo primero que tiene que resolverse es el problema de liquidez, estabilizar los mercados financieros, para enfrentar la situación se tuvo que llegar a una negociación que...

El Presidente:

Señor diputado, usted pidió la palabra para rectificar hechos por cinco minutos y se han agotado...

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Va a estar dando bandazos. Dice Suárez y Dávila: el problema del acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos es que suscita un conflicto de conciencia...

El Presidente:

Señor diputado, se ha agotado su tiempo.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Y este suscita un conflicto de conciencia...

El Presidente:

Señor diputado...

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

A nadie le gusta...

El Presidente:

Señor diputado usted pidió la palabra para rectificar hechos por cinco minutos, se ha agotado su tiempo.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Podemos... con el gobierno norteamericano, que se establezca como garantía los ingresos petroleros, que inclusive fue el problema de inestabilidad, nos quedamos con...

El Presidente:

Señor diputado, lo exhorto nuevamente.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Ya voy a terminar.

tener que negociar, someterse a condiciones de un Gobierno extranjero, tener que suministrarle información...

El Presidente:

Señor diputado...

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

En cualquier banco o como en el FMI. La propia terminología del acuerdo firmado su tono es irritante...

El Presidente:

Muy bien señor diputado...

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Lo ideal sería no estar en esta situación...

El Presidente:

Se ha agotado su tiempo señor diputado.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Y necesitamos recursos, señaló.

El Presidente:

Señor diputado le solicitamos...

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Lamenta el legislador...

El Presidente:

Señor diputado, le solicitamos terminar.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Tener una sensación de derrota, muy similar a una derrota militar, como la de los alemanes en la Primera Guerra Mundial, que pagaron con...

El Presidente:

Señor diputado, nuevamente le exhorto a terminar su intervención.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Transferencias a las potencias vencedoras."

Compañeros, eso es lo que dice el compañero Suárez, y lo que he leído aquí es gravísimo. Ustedes, señores del PRI, no tienen conciencia, no quieren ser buenos mexicanos, ustedes están acatando una orden vertical del Gobierno...

El Presidente:

Señor diputado...

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Y eso, en contra de...

El Presidente:

Señor diputado, se acabó su turno.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Y es en contra de nuestros hijos y de nuestros nietos. Ojalá la historia no les lleve y los castigue. Ustedes no tienen conciencia, son malos mexicanos. Ustedes...

El Presidente:

Señor diputado...

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Ustedes son responsables de la situación que vive este país desde hace 50 años...

El Presidente:

Señor diputado: Ha terminado su tiempo.

Les pedimos orden, compañeros diputados.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Violadores de la ley, explotadores de los trabajadores.

El Presidente:

Ha terminado su tiempo, señor diputado. Se ha agotado la lista de oradores inscritos, han participado 36 diputados, nueve en contra y siete en pro y 20 diputados para rectificar hechos.

Por lo que se refiere a la propuesta del diputado Antonio Tenorio Adame, se turna a la Comisión de Régimen Interno.

Consulte la Secretaría a la Asamblea, si se encuentra suficientemente discutido en lo general y en lo particular el artículo único del proyecto de decreto.

El secretario Marcelino Miranda Añorve:

En votación económica, se pregunta a la Asamblea si se considera suficientemente discutido en lo general y en lo particular el proyecto de decreto.

Los diputados que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo...

Los diputados que estén por la negativa, sírvanse manifestarlo... Suficientemente discutido.

El Presidente:

Proceda la Secretaría a recoger la votación nominal en lo general y en lo particular del artículo único del proyecto de decreto.

El secretario Marcelino Miranda Añorve:

Se va a proceder a recoger la votación nominal en lo general y en lo particular del artículo único del proyecto de decreto. Se ruega a la Oficialía Mayor haga los avisos a que se refiere el artículo 161 del Reglamento Interior.

(Votación.)

El secretario Arnulfo Cueva Aguirre:

Se emitieron 289 votos en pro y 159 en contra.

El Presidente:

Aprobado en lo general y en lo particular el proyecto de decreto, que autoriza al Ejecutivo Federal a la contratación de créditos o emisión de valores en el exterior utilizando las garantías a que se refieren los acuerdos suscritos por el Gobierno de nuestro país y el Gobierno de los Estados Unidos de América.

El secretario Arnulfo Cueva Aguirre:

Pasa al Senado, para los efectos constitucionales.

El Presidente:

Continúe la Secretaría.



ORDEN DEL DIA

El secretario Arnulfo Cueva Aguirre:

Señor Presidente, se han agotado los asuntos en cartera.

Se va a dar lectura al orden del día de la próxima sesión.

«Segundo Periodo de Sesiones Extraordinarias.- Primer Receso.- Primer A ño.- LVI Legislatura.

Orden del día

9 de marzo de 1995.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Minuta

Con proyecto de ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas.

Y los demás asuntos con los que la Secretaría dé cuenta.»



CLAUSURA Y CITATORIO

El Presidente (a las 19:28 horas):

Se levanta la sesión y se cita para la próxima que tendrá lugar el jueves 9 de marzo, a las 9:00 horas.