PODER LEGISLATIVO FEDERAL
Diario de los Debates

DE LA CAMARA DE DIPUTADOS DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
Correspondiente al Primer Periodo de Sesiones Ordinarias del Primer Año de Ejercicio
Director General de
Crónica Parlamentaria
Héctor de Antuñano y Lora
Presidente

Diputado Humberto Roque Villanueva
Director del
Diario de los Debates
Norberto Reyes Ayala
Año I
México, DF, lunes 7 de noviembre de 1994
No. 6

Sumario


CONFLICTO PERIODISTICO-LABORAL

Para referirse al que existe entre el periódico Reforma y la Unión de Expendedores y Voceadores de Periódicos, hacen uso de la palabra los diputados:

María Teresa Gómez Mont y Urueta

Francisco Antonio Tenorio Adame

Adolfo Miguel Aguilar Zinser

Ezequiel Flores Rodríguez

Ofelia Casillas Ontiveros

Manuel Marcué y Pardiñas

DECLARACION DE INDEPENDENCIA

El diputado LuIs Sánchez Aguilar la hace respecto de cualquier grupo parlamentario.

SOLICITUD DE GARANTIA Y RESPETO

El diputado Raúl Gonzalo Castellanos Hernández la hace respecto de una reunión que presidirá el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

VI INFORME DE GOBIERNO POLITICA EXTERIOR

Para fundmentar el criterio de sus grupos parlamentarios, hacen uso de la palabra los diputados:

Oscar González Yáñez

Mara Nadiezhda Robles Villaseñor

Ricardo Tarcisio Navarrete Montes de Oca

Carlos Alfonso Reta Martínez

Debaten, sobre el mismo tema, los diputados:

Joaquín Humberto Vela González, en contra.

Gustavo Salinas Iñiguez, en pro.

Cuauhtémoc Sandoval Ramírez, en contra.

Martina Montenegro Espinoza, para rectificar hechos y presentar una declaración política y una proposición que se turna a la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política.

Consuelo Botello Treviño, para rectificar hechos.

Jorge Antonio Catalán Sosa, para rectificar hechos.

Alfonso Molina Ruibal, en pro.

Rodolfo Elizondo Torres, en contra.

Adolfo Miguel Aguilar Zinser, en contra.

Gabino Fernández Serna, en pro.

Ifigenia Martha Martínez Hernández, para rectificar hechos.

Alejandro Díaz y Pérez Duarte, en contra.

Víctor Manuel Quintana Silveyra, en contra.

Efrén Nicolás Leyva Acevedo, en pro.

TRANSMISION DE PODERES

El diputado Pedro René Etienne Llano propone una Comisión Plural, para la organización de la ceremonia del 1 de diciembre próximo. Se turna a la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política.

VI INFORME DE GOBIERNO (II) POLITICA EXTERIOR

Continúan el debate los diputados:

Luis Felipe Mena Salas, en contra.

Carlos Flores Vizcarra, en pro.

COLEGIO ELECTORAL

La Cámara de Diputados del Congreso de la Unión se erige en Colegio Electoral, para conocer el dictamen de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, sobre la elección de Presidente de la República realizada el 21 de agosto de 1994, al que la Secretaría da lectura.

ORDEN DEL DIA

De la próxima sesión.

Presidencia del diputado
Alejandro Moreno Berry



ASISTENCIA

El Presidente:

Proceda la Secretaría a pasar lista de asistencia.

La secretaria María Claudia Esqueda Llanes:

Se va a proceder a pasar lista de asistencia de los diputados.

Señor Presidente, hay una asistencia de 439 diputados, por lo tanto hay quorum.

El Presidente (a las 11.40 horas):

Se abre la sesión.



ORDEN DEL DIA

El secretario Serafín Núñez Ramos:

Se va a proceder a dar lectura al orden del día.

«Primer Periodo de Sesiones Ordinarias. LVI Legislatura.

Orden del día

7 de noviembre de 1994.

Lectura del VI Informe de Gobierno.

Política Exterior.

Dictamen de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, con proyecto de decreto.»



ACTA DE LA SESION ANTERIOR

El secretario Gerardo de Jesús Arellano Aguilar:

Se va a dar lectura al acta de la sesión anterior.

«Acta de la sesión de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, celebrada el día cinco de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro, correspondiente al Primer Periodo de Sesiones Ordinarias del Primer Año de Ejercicio de la Quincuagésima Sexta Legislatura.

Presidencia del diputado Roberto Robles Garnica.

En la capital de los Estados Unidos Mexicanos, siendo las once horas con quince minutos del día cinco de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro, con una asistencia de cuatrocientos trece diputados, el Presidente declara abierta la sesión.

La Secretaría da lectura al orden del día y posteriormente al acta de la sesión anterior, misma que sin discusión se aprueba en sus términos en votación económica.

Se da cuenta con sendas comunicaciones de los congresos de los estados de Jalisco y Puebla, con las que informan de actividades propias de sus legislaturas. De enterado.

Una comunicación de la Cámara de Senadores, con la que informa de nombramientos de funcionarios. De enterado.

Para fundamentar la posición de sus partidos respecto de la política social, en relación con el Sexto Informe de Gobierno del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Carlos Salinas de Gortari, se concede el uso de la palabra a los diputados: Marcos Carlos Cruz Martínez, del Partido del Trabajo; Eliseo Moyao Morales, del Partido de la Revolución Democrática; Rafael Ayala López, del Partido Acción Nacional y Abelardo Carrillo Zavala, del Partido Revolucionario Institucional.

Para debatir sobre este mismo tema, el Presidente concede el uso de la palabra a los diputados: Ezequiel Flores Rodríguez, del Partido del Trabajo, en contra; Javier Pineda Serino, del Partido Revolucionario Institucional, en pro y Rosario Robles Berlanga, del Partido de la Revolución Democrática, en contra.

Para rectificar hechos o contestar alusiones personales, pasan a la tribuna los diputados: Jesús Esquinca Gurusquieta, del Partido Revolucionario Institucional; Rosario Robles Berlanga, del Partido de la Revolución Democrática; Antonio Hernández Cruz, del mismo partido; Matilde del Mar Hidalgo y García Barna, del Partido Revolucionario Institucional; Manuel Marcué y Pardiñas, del Partido de la Revolución Democrática; desde su curul, la diputada Rosario Robles Berlanga, declina; Roberto Pedraza Martínez, del Partido Revolucionario Institucional; Alicia González Cerecedo, del Partido Revolucionario Institucional; Ramón Sosamontes Herreramoro, del Partido de la Revolución Democrática; Consuelo Botello Treviño, del Partido Acción Nacional y René Juárez Cisneros, del Partido Revolucionario Institucional, en pro.

El Presidente informa que por acuerdo de los coordinadores de los grupos parlamentarios, se abre un paréntesis en la discusión de la política social del Sexto Informe de Gobierno del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Carlos Salinas de Gortari, a fin de otorgar el uso de la palabra al diputado Mauro González Luna, del Partido de la Revolución Democrática, quien propone, a nombre de los partidos Acción Nacional, del Trabajo y de la Revolución Democrática, que la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, con motivo de los trabajos que lleva a cabo para dictaminar en torno a la calificación de la elección presidencial, correrá invitación, para recibir en audiencia, a los candidatos que contendieron en la referida elección y quieran aportar información al respecto.

Con base en el artículo cincuenta y ocho del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, debaten la proposición, los diputados: Fernando Pérez Noriega, del Partido Acción Nacional, en pro; Jorge Moreno Collado, del Partido Revolucionario Institucional, a nombre de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, en contra; Leonel Godoy Rangel, del Partido de la Revolución Democrática, en pro; Eduardo Escobedo Miramontes, del Partido Revolucionario Institucional, en contra; José Narro Céspedes, del Partido del Trabajo, para rectificar hechos; Pedro Etienne Llano, del Partido de la Revolución Democrática, en el mismo sentido y Juan Antonio García Villa, del Partido Acción Nacional, para rectificar hechos.

La proposición se turna la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política.

La Secretaría da lectura a una declaración política respecto a la iniciativa ciento ochenta y siete del Estado de California, Estados Unidos de América, que firman representantes de los grupos parlamentarios que integran la Quincuagésima Sexta Legislatura de la Cámara de Diputados.

Continúa el debate en torno a la política social del Sexto Informe de Gobierno del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Carlos Salinas de Gortari y se concede el uso de la palabra a los diputados: Marcos Parra Gómez, del Partido Acción Nacional, en contra; Jaime Martínez Veloz, del Partido Revolucionario Institucional, en pro; Jorge Meade Ocaranza, del Partido Revolucionario Institucional, en pro; Salvador Martínez Della Rocca, del Partido de la Revolución Democrática, en contra y para rectificar hechos, los diputados Serafín Núñez Ramos, del Partido del Trabajo; Francisco Patiño Cardona, del Partido de la Revolución Democrática, Alejandro Audry Sánchez, del Partido Revolucionario Institucional y Abel García Ramírez, del Partido Acción Nacional.

Presidencia del diputado Netzahualcóyotl de la Vega García

Pasa a la tribuna el diputado Salvador Mikel Rivera, del Partido Revolucionario Institucional, en pro y, para rectificar hechos o contestar alusiones personales, los diputados: Salvador Martínez Della Rocca, del Partido de la Revolución Democrática; Francisco Patiño Cardona, del Partido de la Revolución Democrática; Agustín Torres Delgado, del Partido Acción Nacional;

Presidencia del diputado Roberto Robles Garnica

Salvador Mikel Rivera, del Partido Revolucionario Institucional; Salvador Martínez Della Rocca, del Partido de la Revolución Democrática y Jorge Dávila y Juárez, del Partido Acción Nacional.

Para hablar en contra, se concede el uso de la palabra a los diputados José Narro Céspedes, del Partido del Trabajo y Carlota Angela Rosa Botey y Estape, del Partido de la Revolución Democrática y, para rectificar hechos o contestar alusiones personales, a los diputados: Manuel Marcué y Pardiñas, del Partido de la Revolución Democrática; Rafael Jacobo García, del mismo partido; Miguel Angel Islas Chio, del Partido Revolucionario Institucional y Crisóforo Salido Almada, del Partido de la Revolución Democrática.

Para hablar en pro, se concede el uso de la palabra a la diputada Guadalupe Flores Valdez, del Partido Revolucionario Institucional y, para rectificar hechos o contestar alusiones personales, a los diputados: Víctor Quintana Silveyra, del Partido de la Revolución Democrática; Fernando Garzacabello García, del Partido Acción Nacional; Sergio Ramírez Vargas, del Partido Revolucionario Institucional; Alejandro González Alcocer, del Partido Acción Nacional; Eric Villanueva Mukul, del Partido de la Revolución Democrática; Carlota Angela Rosa Botey y Estape, del Partido de la Revolución Democrática; Pablo Moreno Cota, del Partido Revolucionario Institucional; Rafael Jacobo García, del Partido de la Revolución Democrática; Rafael Núnez Pellegrín, del Partido Acción Nacional; Hildiberto Ochoa Samayoa, del Partido de la Revolución Democrática; Víctor Hugo Islas Hernández, del Partido Revolucionario Institucional; Salvador Becerra Rodríguez, del Partido Acción Nacional; Manuel Marcué y Pardiñas, del Partido de la Revolución Democrática; Héctor Hugo Olivares Ventura, del Partido Revolucionario Institucional; Salvador Fernández Gavaldón, del Partido Acción Nacional, en contra; Everardo Martínez Sánchez, del Partido de la Revolución Democrática, para rectificar hechos y Marco Antonio Michel Díaz, del Partido Revolucionario Institucional, en pro.

Agotados los asuntos en cartera, la Secretaría da lectura al orden del día de la próxima sesión y el Presidente clausura la de hoy a las veintiún horas con cuarenta y cinco minutos, citando para la que tendrá lugar el próximo lunes siete de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro, a las diez horas.»

Está a discusión el acta... No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba.

Los diputados que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo...

Los diputados que estén por la negativa, sírvanse manifestarlo... Aprobada, señor Presidente.



CONFLICTO PERIODISTICO-LABORAL

El Presidente:

Ha solicitado el uso de la palabra para rectificar hechos, la diputada Teresa Gómez Mont.

La diputada María Teresa Gómez Mont y Urueta:

Señor Presidente; compañeros diputados:

El conflicto Reforma-Unión de Voceadores del Distrito Federal, nos presenta con toda claridad dos méxicos: uno el que llega y otro el que se va. Uno que habla de sometimiento y otro de libertad y que también pone a prueba la política antimonopolio establecida por el presidente Salinas de Gortari.

En 1992, como gran aportación, fue reformado el artículo 28 de la Constitución; fue aprobada también su ley reglamentaria de competencia económica y se creó la comisión para dicha competencia económica como órgano regulatorio del mercado, que ahora tendrá la responsabilidad de deliberar y decidir quién tiene la razón.

Por un lado Manuel Ramos, líder de los voceadores, quien se niega a que sus agremiados distribuyan más el Diario Reforma. Por el otro, Alejandro Junco, que sólo solicita libertad para vender y distribuir el mismo diario. Manuel Ramos, quien opina que si no son los voceadores del gremio no lo hará nadie más, pues ellos detentan el derecho de hacerlo. Junco, quien opina que si los voceadores quieren hacerlo está bien, pero exigen el derecho también y la libertad de venderlo por su propia cuenta.

Uno habla de proteger una fuente de trabajo de 40 mil empleos y el otro habla de crear 4 mil empleos más. Hay aquí elementos que dan claras evidencias de que se agota un modelo y que se inicia la transición a formas más abiertas de convivencia y de acción.

El Partido Acción Nacional, en congruencia con lo que siempre ha defendido, se manifiesta en contra del corporativismo, de los monopolios y de todo aquello que atente contra la libertad, pero al mismo tiempo es consciente de que para que se consolide toda transición, ésta debe ser paulatina y estable, por lo que invita a las partes a dialogar, pero con la firme apuesta de transitar a mejores tiempos, de buscar mejores formas en las que por supuesto el espíritu de libertad deba imperar. Muchas gracias.

El Presidente: Para el mismo asunto nos ha solicitado el uso de la palabra el diputado Antonio Tenorio Adame.

El diputado Francisco Antonio Tenorio Adame:

Señores diputados del Congreso mexicano:

Quizá la más preciada de las libertades conquistadas por el pueblo de México y valoradas por los legisladores, sea la libertad de imprenta.

La libertad de imprenta fue la primera ganada a la monarquía, al ejercicio de nuestras libertades. En 1808 los mexicanos obtuvimos esta libertad y hoy, en 1994, se ve denegada por la contradicción de intereses.

En el Congreso de Cádiz de 1812 se discutió ampliamente, se exigió y se reclamó la aplicación de la liberad de imprenta, que era atropellada por Calleja; 1810 está vinculado íntimamente por la acción de los escritores y periodistas como Carlos María de Bustamante, en La Abeja de Chilpancingo, o Francisco Severo Maldonado, en El Despertador Americano, así como otros adalides del periodismo que siguieron cuestionando el régimen de atropellos que los mexicanos vivíamos antes de la independencia.

Las Cortes de Cádiz, nuestros antecesores, reclamaron insistentemente. Los legisladores Miguel Gurría y Alcocer y Miguel Ramos Arizpe, entre otros, que Calleja respetara la libertad de imprenta con que asolaba y castigaba a los periodistas de la independencia.

Con fray Servando Teresa de Mier, en El Telégrafo Mexicano, comenzó la discusión sobre la leyenda negra de América y nuestra lucha por la soberanía ¡Cuánta intimidad entre el periodismo y la política, entre el periodismo y la historia!, esa historia que el diputado Campa dice que somos enemigos de ella, cuando él la desconoce y la usa solamente para réplica partidaria.

Quiero hacer este señalamiento, porque la lucha por la libertad de imprenta no se ha agotado. Esta fue aprobada en 1917, pero como un traslado mecánico de lo que era la libertad de imprenta de La Fragua, que después fue recogido en el Código Penal de 1871. Necesitamos renovar y legislar y eso nos proponemos en la fracción perredista, para que se garantice la libertad de expresión, la libertad de imprenta, la manifestación de las ideas de los mexicanos y que no quede trunca por los mecanismos del mercado y por las derivaciones y manipulaciones que se hagan desde el poder.

Hoy vivimos la agonía de un régimen que pronto será juzgado y el temor a que sea sentenciado con el dictado y la ley del pueblo es lo que hace utilizar mecanismos deleznables.

Creemos que falta un tratamiento adecuado a la Ley de Imprenta, porque las garantías individuales no fueron debidamente tratadas en el Constituyente de 1917, que estaba absorbido en defender y plasmar las conquistas sociales que representaban los movimientos obreros y campesinos, pero hoy de nueva cuenta, compañeros, hagamos el compromiso de legislar para alcanzar a plenitud todas las libertades para todos los mexicanos.

El Presidente:

Para el mismo asunto, nos ha solicitado el uso de la palabra el diputado Adolfo Aguilar Zinser.

El diputado Adolfo Miguel Aguilar Zinser:

Muchas gracias.

Quiero, a nombre de seis diputados que fuimos postulados por el PRD para estar en esta legislatura, sumarme a la preocupación expresada por la diputada Gómez Mont y por el diputado Tenorio Adame, respecto a los sucesos que aquejan al periódico Reforma en su conflicto con los voceadores.

Yo considero que éste es un asunto de pertinencia, de gran importancia para esta legislatura, porque pone de manifiesto que uno de los grandes temas que nosotros tenemos que resolver, respecto al cual tenemos que debatir y darle una respuesta a la sociedad mexicana, es sobre el asunto del derecho a la información.

El pasado proceso electoral deja como uno de sus saldos más importantes la revisión de las condiciones bajo las cuales se ejerce el derecho a la información y la libertad de expresión en nuestro país.

Coincide el conflicto de Reforma con esta preocupación y salta un elemento que nos parecía había sido ya resuelto en la sociedad mexicana, que era el problema simplemente de la distribución de los periódicos.

Para ejercer con independencia el derecho a la información y para que los ciudadanos contemos con ofertas plurales, diversas, distintas, sobre las cuales informarnos y en torno de las cuales normar nuestro criterio para nuestra participación en la vida social, requiere de estructuras democráticas que no sólo se remiten a los órganos del poder público, sino que se refieren a la organización económica y social del país.

Por eso es especialmente preocupante que las estructuras corporativas tengan una función limitativa del derecho a la información.

Buscamos y debemos hacerlo desde la voz que podemos expresar en este Congreso, que haya un encuentro, un entendimiento entre el sindicato y la empresa Reforma, para que el corporativismo no obstaculice el derecho a la información.

Pero aprovecho este suceso para invitar a todos los integrantes de este Congreso y muy en particular a los miembros del Partido Revolucionario Institucional, a que comencemos desde ahora una reflexión de fondo sobre el problema del derecho a la información y para que con nuestros buenos oficios y nuestras opiniones fundadas coadyuvemos a que el conflicto entre el periódico Reforma y los distribuidores sea resuelto en respeto a este derecho. Muchas gracias.

El Presidente:

Para el mismo asunto, se concede el uso de la palabra al diputado Ezequiel Flores Rodríguez.

El diputado Ezequiel Flores Rodríguez:

El Partido del Trabajo, se manifiesta en favor de la libertad de expresión, porque entendemos que para que nuestra sociedad avance requerimos que esta libertad de expresión se exprese cada vez más de una manera más clara, bajo el entendido de que esta sociedad requiere un periodismo cada vez más cierto, cada vez mas moderno, pero al mismo tiempo requerimos modernizar los sistemas de distribución.

En relación con el conflicto entre el periódico Reforma y la Unión de Voceadores, concretamente consideramos que efectivamente se debe preservar para ambos lados el derecho al trabajo.

Por ello, el Partido del Trabajo se manifiesta por una solución negociada, en donde la Cámara de Diputados funcione como intermediaria, como se propuso el día en que hicieron acto de presencia los directivos del periódico Reforma y en esos mismos términos a la Unión de Voceadores el día que se presentaron a esta legislatura.

En conclusión, compañeros, consideramos que si el periódico Reforma es capaz de construir mecanismos alternos de distribución, creemos que tiene todo el derecho de hacerlo, pero, también consideramos que en aras de preservar la fuente de trabajo, esta legislatura debe participar en este conflicto, buscando una solución negociada. Muchas gracias.

El Presidente:

Para el mismo asunto ha solicitado el uso de la palabra la diputada Ofelia Casillas.

La diputada Ofelia Casillas Ontiveros:

Con su permiso, señor Presidente; compañeras y compañeros de partido:

Ante los acontecimientos suscitados en los que ha intervenido el periódico Reforma y la Unión de Voceadores, la fracción parlamentaria de mi partido, el Revolucionario Institucional, reitera el irrestricto respeto a la libertad de expresión y manifestamos: Que reconocemos el esfuerzo desarrollado por el periódico Reforma para constituirse en un medio de comunicación veraz, interesado en ofrecer a sus lectores, información oportuna y de calidad.

Segundo, que la Unión de Voceadores es una organización que ha defendido los intereses y los logros de sus representados.

Que ambas instancias han acudido a este órgano soberano buscando solución al conflicto que les afecta. La Cámara de Diputados, ha manifestado y nosotros reiteramos nuestra disposición para servir como instancia que coadyuve a alcanzar las diferencias de las organizaciones enfrentadas.

Reiteramos nuestro llamado a ambas partes para que sin perjuicio de sus principios depongan sus diferencias y sirvan así al pueblo de México, a quien todos nosotros nos debemos. Muchas gracias.

El Presidente:

Para el mismo asunto, tiene la palabra el diputado Marcué y Pardiñas.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas:

Desgraciadamente; y lo digo con respeto para ellos, los que me antecedieron en la palabra no trataron el problema de la libertad de prensa con profundidad, será porque de momento se presentó el tema, no porque tengan deseos de no hacerlo así.

Yo siempre he sido respetuoso de que a la persona que venga a esta tribuna no se le silbe, no se le abuchee. Tengo que decir mi verdad, porque si no la digo me traiciono yo y me traicionan y los traiciono a ustedes. Me han llamado la atención los de mi bancada, mi familia, amigos del PRI, por la forma en que yo he usado la expresión en esta tribuna y tienen razón. Esta tribuna, si no nos empeñamos todos en que este recinto tenga una gran dignidad y que cada uno de los diputados también tenga una gran dignidad dentro y fuera de este recinto, a esta cámara no la vamos a hacer respetable.

Señores: están cambiando los tiempos. Ayudemos a cambiar la dignidad del Congreso de la Unión, lo mismo la Cámara de Diputados que de Senadores. No puedo negar que sea violento, pero cuando los señores del PRI han sido respetuosos de mí, de mi presencia en esta tribuna, yo nunca los he agredido; cuando los señores del PRI, vienen a esta tribuna y no dicen su verdad, sino que tratan de enredar las cosas políticas y sociales de este país, me provoca indignación. Es cierto, pero lo que más me duele es que abucheen y que silben, porque no le estamos dando respeto y yo menos, con los insultos que he hecho al PRI, no le estamos dando respeto a este recinto. Perdónenme, señores del PRI, pero yo les pido que si quieren respeto, yo lo doy. Gracias.

Yo recuerdo que he oído en todo momento con un gran respeto, a los señores del PRI. Es más, muchas veces me he parado y me he puesto ahí en el corredor, para que vean que yo respeto y oigo y yo en muchas ocasiones he gritado que se respete el tiempo del orador, que le den más tiempo, si es posible y he gritado que no se le abuchee, lo mismo a los míos que a los señores del PRI y que a los señores de Acción Nacional, que tengo que reconocer que han sido los más ordenados en esta tribuna.

Ofrezco disculpas a los señores del PRI. Yo sé que ahí hay muchos jóvenes que quisieran participar con una gran dignidad en esta tribuna. ¡Viejos del PRI: dejen a la juventud que suba a esta tribuna con su pensamiento, con sus ideas y con el cambio que debe tener este país! Señores: hay que recordar en relación a las luchas del pueblo mexicano por la libertad de prensa, al periódico El Hombre Libre, editado por el señor Arenas Guzmán.

Yo estaba en la secundaria o en la preparatoria y me llamaba la atención cuando oía y veía en la prensa o en el mismo Hombre Libre, en los muy raros puestos que en aquella época había en la ciudad de México, las protestas de ese periódico porque no lo querían vender en los puestos, porque la policía lo perseguía, porque el Gobierno lo compraba etcétera.

Hay que recordar el periódico Omega, otro periódico que también fue perseguido y desgraciadamente en la época del respetabilísimo general Lázaro Cárdenas. Hay segundones en todos los gobiernos, que por quedar bien con el presidente en turno actúan así en contra de la Constitución y de la libertad de prensa. Hay que recordar, señores, el periódico Presente, donde había hombres inteligentes y de talento como: Luis Spota o Renato Leduc, que también fue perseguido, brutalmente perseguido y sacado su director al exilio. Eso es lo importante venir a decir para que lo recordemos, ¡porque rollos! señores, yo puedo traer 20 cuartillas y leer; hay que poner ejemplos, ejemplos en cada caso, para que duelan más, para que entendamos cada uno de los mexicanos el dolor que se siente que el esfuerzo de un grupo de personas cuando quieren expresar su pensamiento, sea asesinado en esa forma.

Recuerdo con tristeza la lucha del Partido Comunista por repartir El Machete, periódico histórico en este país hace muchos años, cuando eran perseguidos y asesinados los miembros del Partido Comunista, cuando se les encontraba un periódico en sus manos; hay que recordar y lo recuerdo porque me sucedió a mí, cuando la policía fue a mi casa a saquearla, a registrarla, la Policía Judicial Federal y las acusaciones que le hicieron a muchos jóvenes que tomaron parte en el movimiento de 1968, las acusaciones eran porque tenían El Machete, porque tenían la revista política, porque tenían ese tipo de políticas de periódicos, los cuales no estaban de acuerdo con el Gobierno.

Señores: hay que recordar al Diario de Yucatán. Cuántas persecuciones tuvo por los gobernadores para quedar bien con el centro. ¡Eso es lo que duele!

Los yucatecos y los dueños del periódico El Porvenir, en Veracruz, también fueron perseguidos, encarcelados y algunos de sus reporteros asesinados. ¡Eso es lo que hay que venir a recordar aquí!

Hay que recordar también, señores, la muerte de decenas de periodistas, ¡buenos o malos!, ¡honestos o sinvergüenzas!, ¡que por unos cuantos centavos cambian lo dicho que se viene aquí a decir en esta tribuna!

¡Como ahora sucede! ¡Como ahora sucede, desgraciadamente! ¡Y lo digo con pena porque el periodista debe ser digno, debe tener una actitud levantada, debe llevar a su periódico la verdad y no lo que le dice la gente, a través de unos cuantos centavos!

Señores hay que recordar lo que hicieron no nada más con El Dictamen, sino La Tribuna de San Luis, manejada por el señor Nava; hombre respetable, valiente cívicamente. Que luchó para acabar con el caciquismo del general Santos. ¿Qué eso no es respetable? No es necesario recordar que fueron y le pusieron bombas a su imprenta y acabaron con toda su maquinaria para que no pudiera seguir diciendo la verdad. ¡Porque echar rollos históricos también es necesario, pero el rollo histórico, esos rollos que venimos a pronunciar aquí en esta tribuna, se deben respaldar con ejemplos; si no, no tienen sentido!

Señores: a mí en política me persiguieron. No me vendía al papel. ¡Metieron a la cárcel a muchos colaboradores, como el gran periodista, hombre respetable, don Lorenzo Gómez!

Señores: y debemos de tener mucho cuidado. Debemos defender la libertad que tiene el grupo que quiere circular su periódico en todo el país, como es Reforma. ¡Pero también debemos cuidar y exigir a los voceadores que no se dejen manipular por los dueños de los otros periodicos! ¡Ahí no creo yo que nada más sea una decisión de los trabajadores, de los voceadores! ¡Yo creo que ahí está la mano metida de los dueños de los otros periódicos! ¡Porque Reforma por equis o por zeta, que no tengo por qué sacarlo, se ha llevado a los mejores colaboradores de todos esos periódicos!

¡También hay que decirle a los voceadores que si efectivamente son buenos mexicanos, que dejen en libertad al periódico Reforma y que lo circulen!

¡Pidamos al Gobierno que mediante la ley, pero una ley justa, señale que el periódico Reforma y la organización que están formando tiene derecho a circular en todos los rincones de este país! Muchas gracias.



DECLARACION DE INDEPENDENCIA

El Presidente:

Para el mismo asunto y para rectificar hechos ha solicitado el uso de la palabra, el diputado Luis Sánchez Aguilar.

El diputado Luis Sánchez Aguilar:

Con su venia, señor Presidente:

Ruego a la Presidencia tomar nota que a partir de esta fecha el de la voz se constituye con carácter independiente en esta cámara, de conformidad con lo estipulado por el artículo 31 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos. Esta determinación la hemos tomado a fin de no ser obstáculo en los acuerdos o compromisos que la coordinación de la fracción parlamentaria del PRD deba establecer con los demás grupos, para el mejor cumplimiento de sus fines.

Desde luego, declaramos nuestra disposición a mantener una relación y coordinación fraternas con nuestros compañeros diputados perredistas, a efecto de impulsar ante esta soberanía las iniciativas legales necesarias para transitar a la democracia.

No diremos que nada debemos al PRD; por el contrario, reconocemos todo el espíritu generoso de su Congreso Nacional, inspirado por Cuauhtémoc Cárdenas y por Porfirio Muñoz Ledo, que hizo posible las candidaturas externas de los ciudadanos, de los partidos aliados y de la sociedad civil.

Al constituirnos como una fracción social democrática, promoveremos las tesis, programas e iniciativas del PRD, de la Alianza Democrática Nacional, presidida por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y todas aquellas que con espíritu democrático puedan emanar de los demás partidos políticos.

Con relación al diferendo que hoy por hoy se presenta entre el diario Reforma y la Unión de Voceadores, pedimos a esta honorable Asamblea su apoyo para que la comisión que encabeza el diputado Oscar Levín Coppel, pueda trabajar con atingencia y eficacia, para lograr una mediación positiva.

Si hoy la lucha o la ofensiva que se cierne sobre ese diario, que ha dado ejemplo de expresión libre, no se detiene, las fuerzas represivas pronto actuarán y atacarán a otros órganos de expresión libre; mañana puede ser Proceso, pasado mañana El Universal o cualquier otra de las organizaciones que están brindando a los mexicanos libres la posibilidad de una expresión democrática.

Pido, pues, el apoyo para la comisión del diputado Coppel, una comisión plural que ya se ha desempeñado y que debe tener el éxito que merece. Muchas gracias.



SOLICITUD DE GARANTIA Y RESPETO

El Presidente:

Para rectificar hechos y para otro asunto, ha solicitado el uso de la palabra el diputado Raúl Castellanos.

El diputado Raúl Gonzalo Castellanos Hernández:

Gracias, señor Presidente; compañeros diputadas y diputados:

A la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática, le preocupa que se vislumbre una calificación de la elección presidencial muy lejana a los argumentos democráticos y de tolerancia que en esta tribuna han expuesto diferentes miembros de la fracción mayoritaria.

No permitir que los candidatos de diversos partidos que contendieron se expresen, ya no en esta tribuna, sino en la comisión correspondiente, nos parece que contradice totalmente el espíritu que debe animarnos para hacer una calificación que vaya al fondo de las condiciones que privaron antes y después del 21 de agosto.

No permitir la presencia de los candidatos, es también negar el derecho a una mayoría del pueblo de México que está representada por ellos y que sin duda es la que ha sido más lastimada por las políticas y decisiones del actual régimen. Pensamos también, que esta actitud no se corresponde con las declaraciones recientes de quien fue candidato presidencial del partido oficial. El ha expresado que el diálogo, la concordia y la unidad nacional es la que debe privar en las relaciones entre los partidos, que debe haber tolerancia entre todas las fuerzas políticas.

Y la actitud asumida por la fracción priísta en esta cámara evidentemente nos induce a pensar en sentido contrario, lamentamos que sigan hechos bola; por ello la fracción parlamentaria del PRD da a conocer el siguiente comunicado: "Una vez rechazada la solicitud de varios diputados de los partidos de Acción Nacional, del Trabajo y de la Revolución Democrática, para que los ciudadanos que fueron candidatos a la presidencia de la República comparecieran ante la comisión que prepara el dictamen para la calificación de la elección presidencial, negando con ello el derecho constitucional de audiencia y los antecedentes aplicables al caso, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas ha decidido comparecer ante los ciudadanos, para informar, valorar y dar testimonio del reciente proceso electoral para renovar los poderes federales.

Así, el día de hoy, lunes 7 de noviembre, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, acompañado por un contingente de simpatizantes acudirá a la explanada de esta Cámara de Diputados, para el ejercicio de sus derechos constitucionales, realizar esta comparecencia ciudadana antes de que se inicie la discusión del colegio electoral.

Desde esta tribuna y en forma pública los diputados de la fracción del PRD, hacemos esta comunicación al señor Carlos Salinas de Gortari, al jefe del Departamento del Distrito Federal, Manuel Aguilera Gómez y a los jefes de la policía, para que otorguen las garantías y respeto al desarrollo de este acto que se realizará en el marco de los derechos de reunión y de manifestación, consagrados por la Constitución General de la República." Muchas gracias, señor Presidente.



VI INFORME DE GOBIERNO POLITICA EXTERIOR

El Presidente:

Con fundamento en el artículo 8o., párrafo cuarto de la Ley Orgánica del Congresos General de los Estados Unidos Mexicanos y de conformidad con la comunicación de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política, que fija el procedimiento para el análisis del VI Informe de Gobierno, en esta sesión se hará el análisis del capítulo de política exterior.

Se han registrado para tal efecto, los siguientes diputados: para fijar posición por el Partido del Trabajo, el diputado Oscar González Yáñez; del Partido de la Revolución Democrática, Mara Robles Villaseñor; del Partido Acción Nacional, Tarcisio Navarrete y del Partido Revolucionario Institucional, Carlos Reta Martínez.

En tal virtud tiene el uso de la palabra, para fijar posiciones en nombre del Partido del Trabajo, el diputado Oscar González Yáñez.

El diputado Oscar González Yáñez:

Con su venia, señor Presidente; compañeras diputadas, compañeros diputados:

Hace un momento, el diputado Marcué y Pardiñas, hacía mención a la participación de los jóvenes en el partido oficial; también nosotros queremos hacer un llamado agradeciendo al compañero diputado y pidiendo también a todas las fracciones parlamentarias, el espacio necesario de algunos compañeros diputados que tienen mucho que aportar no solamente a esta legislatura, sino también a la vida política de nuestro país.

Así pues, le agradezco y nos sumamos a la misma iniciativa, principalmente a los compañeros diputados jóvenes del PRI, que son los más marginados.

La discusión de la parte dedicada a la política externa del Vl Informe de Gobierno del presidente Salinas de Gortari, tiene evidentemente una gran importancia por dos razones fundamentales: en primer lugar, por el significado que siempre ha tenido para México su política exterior en cuanto a la encarnación de las mejores tradiciones de independencia y solidaridad internacional; en segundo lugar, porque entre 1989 y 1994, se ha definido el perfil de globalización mundial y el reforzamiento de la importancia de la política exterior de los países.

Para decirlo con palabras del propio presidente Salinas, "de la necesidad que los países persigan, políticas activas de promoción en el exterior de sus propios intereses". A pesar de ello, el VI Informe de Gobierno, no se caracteriza precisamente por asignar demasiado espacio a la exposición y principalmente, la fundamentación de la política exterior, no sólo por la importancia del tema, sino el reiterado énfasis que ha puesto el Gobierno saliente en la apertura externa, en el cambio de orientación internacional y en la promoción de los objetivos nacionales e internos a partir de instrumentos de política exterior.

Ello ameritaba, a opinión de la fracción del Partido del Trabajo, la presentación más amplia y sobre todo más fundamentada de la política exterior. Una exposición que permitiera discutir los resultados de la internacionalización de la economía y la política de México para realizar un balance objetivo, serio, político y profundo.

Analizando el contenido del informe, quiero comenzar por retomar escasas palabras del Presidente, dedicadas a la fundamentación de la política exterior. Cito textualmente: "nuestra propuesta de política exterior, tuvo como elementos centrales reafirmar nuestros principios y diversificación de nuestros vínculos con el exterior; frente a la distensión de la bipolaridad, era necesario buscar un nuevo planteamiento de México en el mundo; frente a la globalización económica, era indispensable romper el aislamiento, alejarse del proteccionismo y conducir la vinculación del país hacia los centros de dinamismo mundial y en particular hacia América latina".

Eso es prácticamente todo lo que el licenciado Salinas, en su informe, hace como fundamentación de la política exterior. Lo que sigue, es simplemente un recuento de iniciativas de política exterior, un recuento que omite acciones importantes, que no jerarquiza cuestiones ni las sitúa dentro de una orientación estratégica más precisa, que trascienda a la mera numeración de respuestas defensivas a los retos de la globalización y regionalización mundial.

La primera afirmación estratégica del presidente Salinas, invoca la reafirmación de los principios históricos de la política exterior. Esta afirmación resulta insuficiente, ya que no se apoya en una referencia explícita de los principios históricos que él ha indicado, ni se ajusta debidamente a los hechos expuestos.

Una gran omisión a este nivel, es que no se dice dónde ha quedado la histórica demanda mexicana de reformar a fondo el antidemocrático o injusto orden mundial; una demanda que se ha vuelto más necesaria que nunca, más aún por el deterioro del anterior orden mundial, surgido de la guerra fría y el requerimiento de otro más abierto y plural.

El informe, carece de mención a iniciativas mexicanas concretas, orientadas en esa dirección, porque éstas no existieron o fueron puramente retóricas.

Esto nos lleva a pensar que se ha abandonado el propósito, algo que nosotros quisiéramos reivindicar, de que se le está sustituyendo en la práctica por otros más rentables, rentables, sí, pero solamente al corto plazo, como el acercamiento a Estados Unidos o en el demagógico anuncio de una propuesta de incorporación, en el corto plazo, del país, al primer mundo.

Esta política ambigua, carente de principios firmes, se ha traducido en una inconsecuente defensa de las mejores tradiciones diplomáticas de nuestro país, como el de la no intervención en los asuntos internos de los países.

Si bien es cierto que México continúa respaldando a Cuba contra el bloqueo norteamericano, o se opuso a la intervención en Haití, también lo es que justificó la intervención en Panamá en 1990. El informe presidencial omite toda referencia al hecho panameño en 1990, así como tampoco nos dice nada de otras acciones poco honrosas de la política exterior de nuestro país, tal es el caso de la participación de nuestro país en la cuestión de inmigrantes chinos a Estados Unidos.

La segunda gran orientación estratégica a que hace referencia el informe del presidente Salinas, es la supuesta diversificación de los lazos y relaciones externas de México. Si bien no puede desconocerse que México llevó a cabo del sexenio un conjunto bastante amplio de acciones internacionales, no parece correcto decir que ésta haya sido la orientación central de la política exterior mexicana, aunque no aparezca destacado en el informe.

El principal acontecimiento político al exterior de nuestro país fue, como todos sabemos, la firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte y si llamamos a las cosas por su nombre, esto no implica la tendencia hacia la concentración de las relaciones económicas con una de las principales potencias capitalistas del mundo, más que a la diversificación de las relaciones externas del país. Entendemos aquí una incongruencia y solamente retórica.

Ello no implica que ambas cuestiones sean incompatibles, que no sea posible pertenecer al TLC y simultáneamente diversificar las relaciones internacionales del país, para aprovechar el conjunto de las posibilidades que brinda la globalización y no sólo la extensa frontera con los Estados Unidos. El TLC es ya el principio, un hecho impuesto por la globalización y la regionalización de la economía mundial, y también puede ser un instrumento de crecimiento económico, modernización y fortalecimiento del país. El TLC no es algo que condene necesariamente a México a ser colonia económica de Estados Unidos, si somos capaces de impulsar una firme política bilateral con la potencia del norte y una amplia y diversificada política internacional; por ello, no quiere decir que el TLC haya sido el más adecuado, ni que la política externa del presidente Salinas haya satisfecho los requerimientos de firmeza y orientación señalados.

Para empezar, el TLC excluye uno de los problemas más sentidos por el pueblo mexicano, como es el de la emigración de trabajadores hacia los Estados Unidos. El Gobierno dice que ello se debe a que el TLC es sólo un tratado comercial, que excluye cuestiones y por ello, no es verdad, porque también abarca movimientos de capital y acuerdos sociales ambientales complementarios, estos dos últimos por iniciativa de los Estados Unidos.

El Gobierno mexicano debería de haber explicado por qué Estados Unidos pudo introducir en el tratado la liberación de flujos de factor productivo que exporta, bienes de capital y no México la del suyo, que es nuestro trabajo y mano de obra, también por que se dio iniciativas en el tratamiento de las cuestiones sociales y ecológicas, pero la cuestión del tratado es sólo aspecto de la relación bilateral con Estados Unidos, porque la falta de política y debilidad de negociación de México, parece haber sido un fenómeno más general.

Esto resulta bastante claro en el caso de la política migratoria, en el que México se limitó a mantener una postura pasiva, de reacción ante los golpes provenientes del vecino, nunca llegó a formular propuestas generales, como podría haber sido la suscripción de acuerdos de trato a los indocumentados o la migración temporal.

Lo mismo se podría decir de la cuestión del narcotráfico, en la que México se limitó a seguir los requerimientos norteamericanos, sin formular contrapropuestas que impusieran un control más serio a las actividades delictivas al norte de la frontera.

Una vez aclarado lo anterior, pasaremos a considerar la cuestión de la tan necesaria diversificación de las relaciones exteriores de nuestro país. En este sentido, debería de reconocerse que se realizaron esfuerzos por romper aislamientos, alejarse del proteccionismo y conducir la vinculación del país hacia los centros de la dinámica mundial, como señala el presidente Salinas.

En este sentido cabe destacar hechos como la incorporación de México a los diversos organismos de la Cuenca del Pacífico, el apoyo a los acuerdos de la Ronda de Uruguay del GATT, la búsqueda del acuerdo con la Unión Europea o parcialmente el impulso a diversos acuerdos de libre comercio con países de América latina.

Pero tampoco aquí, sobre todo en la última cuestión, referente a la política exterior de América latina, la política exterior del presidente Salinas no tuvo la exacta debilidad y errores; los volvió a cometer con América latina, no siendo coherente con lo que él afirmaba.

El caso de la relación con América latina es de una enorme importancia. No sólo por razones históricas y culturales, sino por consideraciones prácticas de política internacional. Según coinciden los principales estudios de la economía mundial y los nuevos países emergentes, América latina está en camino de convertirse en la segunda región en importancia del mundo en desarrollo, después de Asia Oriental, por su potencial económico, creciente peso comercial y la posibilidad de incidir como bloque en los asuntos internacionales y del orden mundial.

Constituye además un enorme mercado que cuenta con una combinación de población y recursos naturales más importante inclusive que la de Estados Unidos y Canadá. Por todas esas razones, las relaciones con América latina parecen ser fundamentales, tanto en lo económico, como políticamente, no así para el presidente Salinas.

¿Qué ha hecho al respecto el presidente Salinas? Conforme a sus palabras habría de jerarquizar su relación con la región, entablando un diálogo político más fluido e impulsando diversas iniciativas de libre comercio. En este sentido cabe mencionar además, la promoción de la paz en Centroamérica, el apoyo diplomático a Cuba contra el bloqueo norteamericano, cosa que nosotros apoyamos en plenitud, la promoción de la asociación de los estados del Caribe o la Cumbre Iberoamericana y la participación en el Grupo de Río, que son hechos que reconocemos y respetamos.

En síntesis, según sus palabras, habría promovido la integración regional y cito "...con hechos concretos, no con invocaciones simbólicas." En la exposición del presidente Salinas, sin embargo, faltan algunas cosas de enorme importancia, como el lugar asignado en la política regional mexicana a las relaciones con las principales potencias económicas de Sudamérica, con Brasil y el gran bloque económico regional que está surgiendo en el sur, el Mercosur. O sea, que agrupa a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, que actualmente negocia con la incorporación de Chile, que está cerca de integrar a Bolivia y va en camino de convertirse en la unión económica que agrupe al conjunto de América del Sur.

México, sin embargo, no ha privilegiado en absoluto una política de acercamiento en relación a Brasil y al Mercosur y más bien, parece prevalecer un clima de desconfianza, enfrentamientos, que no es nada promisorio para la integración latinoamericana.

En este sentido, los hechos, más que las palabras, hablan más bien de un México que mira hacia el norte, mientras que el Mercosur comienza a mirar cada vez más hacia Europa.

Esta orientación de la política exterior debe ser revertida enérgicamente. Sólo un acuerdo México-brasileño podría vigorizar a largo plazo el impulso a la integración económica y regional, para dotar al Grupo de Río de la coherencia requerida para que juegue el papel efectivo en la política mundial y en la reforma de un nuevo orden internacional, más democrático y más justo.

El nuevo Gobierno, la nueva administración y obligación del Poder Legislativo deberá rectificar esto y los otros aspectos cuestionados de la política exterior mexicana.

Llamamos a los partidos políticos y a la sociedad mexicana a luchar por esos cambios. No podemos permitir, como ahora sucede en California, que a los mexicanos o a ningún ser humano de cualquier parte de nuestro planeta, que por ley se le prive de los derechos más elementales, como son la salud.

Nuestro partido hace un enérgico llamado para que este Congreso tenga una intervención más enérgica en cuanto a la situación que está sucediendo en California. No podemos permitir que sucedan cuestiones de ese tipo en nuestra actualidad. Ni los países llamados más atrasados están promoviendo una ley que pueda quitarles sus derechos más vitales a cualquier ser humano. Gracias.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra a la diputada Mara Robles Villaseñor, para fijar posición, la posición del Partido de la Revolución Democrática.

La diputada Mara Nadiezhda Robles Villaseñor:

Señor Presidente; compañeras diputadas, compañeros diputados:

Quisiera, en primer lugar, pedir a todos aquellos que se encuentran de pie, su atención para escuchar la postura del Partido de la Revolución Democrática respecto a este tema. Se los agradezco.

Durante el VI Informe de Gobierno, el tema de las relaciones exteriores, el discurso no corresponde a la realidad. Dicha contradicción se evidencia claramente cuando el licenciado Salinas presume, sin novedad, que los logros más importantes de su política exterior era la reafirmación de nuestros principios y la diversificación de nuestras relaciones con el exterior.

Los principios de política exterior consagrados en la Constitución se ejercían con una oposición a la pretensión de las grandes potencias, que buscan a toda costa la ampliación de sus zonas de influencia y el dominio de las naciones más débiles.

Este Gobierno, lejos de rescatar y adecuar a los nuevos escenarios, a los que tan frecuentemente alude esta política, los relegó a segundo término y le dio prioridad a una política de subordinación y no faltan, para desgracia nuestra, los ejemplos, en este momento que necesitamos el apoyo de todos los pueblos latinoamericanos, los ejemplos vergonzantes, por si alguien pretende decir que no los hay, como es el caso de Panamá y de Irak, en donde estuvimos a punto de intervenir de manera armada.

Esto es avalar acciones indignas a cambio de capitales, muy pocos por cierto, a desestimar el déficit brutal en que nos encontramos para medio alentar las inversiones.

Nunca hemos negado la necesidad de dar respuesta a las tendencias de integración; nunca defendimos el aislarse a la autarquía económico-comercial. Pero estamos convencidos de que la incorporación de nuestro país a las circunstancias del mundo al fin de siglo, debió hacerse en condiciones diferentes, esto es, con dignidad, haciendo valer las divergencias para reglamentar las asimetrías, las ventajas comparativas y aplicando en todo momento el principio de la reciprocidad.

Esto quiere decir que nosotros estamos seguros que esas condiciones son posibles, pero para hacerlo se necesita tener voz propia.

Y por el contrario, bajo el discurso de la ruptura del asilamiento se subordinó nuestra política exterior a la de los estadunidenses, a la sombra de la Iniciativa para las Américas, que lejos de contribuir a nuestra diversificación, nos salió sin cortapisas al vecino del norte.

No hay diversificación. Cuando las medidas adoptadas se concentraron en un solo propósito: firmar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá.

En ese sentido, compañeras y compañeros, parece un lapsus que Salinas dijera que la mejor y la más importante relación era con América latina, justo cuando hicimos al revés, primero fuimos con Estados Unidos y después con América latina.

¿Creen que no fuimos testigos de las rutas de sus viajes? ¿Creen que no vimos que México generalizó hacia nuestro continente el tipo de relación bilateral que Estados Unidos nos ha impuesto, frontera cerrada y arrogante, negociación bilateral en lo económico?

La relación que México ha establecido con América latina poco tiene ya que ver con el proyecto bolivariano, más se parece que hemos aceptado la Doctrina Monroe.

Por otro lado, para Salinas alejarse del proteccionismo, significó que era la apertura indiscriminada y unilateral de nuestro mercado a la invasión de capitales y bienes y servicios estadunidenses, llevándonos, como en autopista, rápidamente a la quiebra de la pequeña y mediana empresa nacional.

La moda neoliberal promovida por Salinas, nunca implantó un plan para intentar subsanar los efectos negativos de medidas como el aislamiento, como la privatización de la economía, como el recorte de los subsidios.

¿Qué capacidad de respuesta vamos a poder tener si el presupuesto destinado a educación es nueve veces menor que lo que se invierte en Estados Unidos? Sin educación no habrá éxito económico posible y nosotros no vamos a ir a Harvard a intentar aprender.

En materia de narcotráfico, la debilidad mostrada por el Gobierno es manifiesta. Somos vulnerables porque se otorgaron todas las facilidades al Gobierno de Estados Unidos para que sus agentes policiacos ingresaran y llevaran actos de detención y secuestro a los mexicanos en nuestro territorio.

No están colaborando. En los hechos se hacen cargo de la persecución del narcotráfico.

Yo exijo que se nos diga exactamente cuántos agentes de la DEA trabajan en este país; quiero saber qué hacen, cuánto saben.

Hoy, sin embargo, ya sabemos que la incursión al primer mundo tenía que ver con el destino profesional del señor Salinas, con su futuro como próximo seudo presidente y que los beneficiados por su proyecto económico lo que pretendían era presidir la Organización Multilateral del Comercio.

Eso quiere decir que vamos a prescindir de un espacio importantísimo de soberanía. La OMC, es una organización que acepta la intromisión de los organismos internacionales, que impone las injerencias extranjeras.

Propuestas no son, no son porque al supervisar esta organización vigila la protección frente a otros bloques, no existe, porque la uniformación de los criterios es obligatoria.

Si Salinas llega a presidir la OMC, no puede ser imparcial; el señor es candidato de los Estados Unidos, ¿va a defender a los mexicanos?, ¿va a ser imparcial? Nunca, nunca como en este sexenio las relaciones internacionales se utilizaron para promover personalmente al jefe del Ejecutivo y sin embargo, pretenden hacernos creer que las nuevas potencias hemisféricas han dejado de ambicionar el dominio y la explotación de otras naciones, que gracias a los milagros de la globalización podemos pensar en un mundo armonioso de libre comercio.

Nada más alejado de la realidad. Los países ricos no quieren comerciar. Lo que quieren, como siempre, es nutrirse del intercambio desigual, de la imposición, de las condiciones desfavorables para los pobres, del chantaje, de la presión política y hasta de las intervenciones armadas sin el menor recato.

Hoy, y eso es lo más importante, resulta trágico que las jerarquías de la negociación se hayan trastocado de principio. No se quiso, señoras y señores diputados, hablar de lo más importante, de los inmigrantes, de la mano de obra, de los seres humanos, de lo vital, de los mexicanos.

Ahora el tratado se conoce totalmente. Que fue reabierto cuantas veces Estados Unidos lo necesitó, no pueden, si hablamos con seriedad, decir que el TLC es un tratado comercial. Ellos abrieron cuando les interesó los casos de servicios financieros, de transportes, de comunicaciones, la ecología, los servicios profesionales y de propiedad intelectual. El tratado fue sin cortapisas, diseñado para defender los intereses de los norteamericanos, pero esto es sólo el principio.

Y sin embargo, la nueva relación está mostrando ya su verdadero rostro, se llama "La Nueva Vecindad SOS" y México perdió la oportunidad de negociar en su conjunto y en condiciones favorables nada menos que el destino de la fuerza laboral mexicana, que cotidianamente, y en número creciente, se ve obligada a cruzar la frontera por trabajo y por mejores condiciones de vida para su familia. De haberse inscrito el tema de los inmigrantes como parte de los acuerdos en materia laboral, habríamos tenido ahora condiciones para defender a nuestros compatriotas.

Pero ambos gobiernos tenían una estrategia; pensaban que con la puesta en marcha del TLC el flujo inmigratorio disminuiría, pensaban que iban a crear fuerza laboral impuesta, pero esto no ocurrió. No ocurrió y por el contrario el desempleo ha crecido y la migración ha aumentado y hoy el problema es mayor que hace seis años, porque la crisis se agudizó también en los Estados Unidos y se presentan nuestros inmigrantes ilegales como los causantes de todos los males que aquejan a nuestros vecinos, estimulando así la xenofobia y el racismo, ya de por sí significativos en aquel país.

Estos son algunos de los resultados, de lo que obstinadamente trataron como un problema de carácter accesorio y como una estrategia de negociación por temas, ya que se temía que el problema migratorio contaminara la negociación del TLC. Hoy tengo otro temor y hoy temo que la insistencia del Gobierno de Salinas de minimizar el problema presentándolo como el resultado de una campaña y una medida de carácter estatal, sea uno más de los silenciosos cómplices. Ojalá me equivoque en ese tenor.

Mientras el propio canciller mexicano, ha reconocido que de ser aceptada tal medida, en las elecciones del próximo martes ésta podría convertirse en una política migratoria federal, que amenaza por extenderse a Nuevo México, Arizona y Texas.

Por eso, la demanda que nuestro partido ha defendido desde el principio de precisar los mecanismos para que los mexicanos voten en el extranjero, es decir, el voto fundamental de millones de mexicanos en Estados Unidos, responde en primer lugar, a la necesidad de otorgar a estos mexicanos el derecho a intervenir en la política que tiene que ver con su destino, en que tengan el derecho de exigirle a este Gobierno que reformule su política frente a Estados Unidos.

¿Vamos a esperar, compañeros diputados, a que la raza venga a manifestarse de este lado? ¿Vamos a esperar a que este país asuma explícitamente el papel de agente fronterizo de Estados Unidos, aún con nuestros propios inmigrantes? ¿Han establecido un pacto secreto que viole los derechos humanos y denigre a nuestro país?

Yo quiero saber, ¿dónde están los otrora defensores de los refugiados políticos? ¿Vamos a refrendar nuestro apoyo al pueblo cubano para que ejerza su legítimo derecho a la autodeterminación?

Ante esas actitudes, poca, muy poca moral le queda a este Gobierno para asumir, frente a Estados Unidos, la defensa de nuestros compatriotas. Por eso, nosotros sostenemos que en la propuesta 187 tiene corresponsabilidad los negociadores mexicanos, por eso no tienen respuestas para defender nuestros intereses, por eso no tienen respuestas para no callar frente a Estados Unidos, porque dependen de la llegada de capitales, porque depende de manejar la reserva de manera vergonzante para fines electorales. Porque las cumbres que México ha promovido son actos de oropel y no han tendido puentes serios con Iberoamérica y América latina.

Somos críticos, sí, pero es nuestro prerrequisito para ser propositivos. Les vamos a solicitar que nuevamente se tomen en consideración tres propuestas para reorientar urgentemente la política exterior.

La primera es que se desconcentre y se despersonalice la toma de decisiones en política exterior, es indispensable y urgente someter a consulta popular mediante el referendum y la supervisión de esta Cámara de Diputados en los asuntos internacionales.

Dos, que la defensa de la soberanía nacional se asiente sobre la fortaleza de nuestros procesos internos. Necesitamos normas democráticas para mostrar firmeza y autonomía hacia el exterior.

Tres, iniciemos una verdadera diversificación hacia América latina. Hagamos contrapeso a la marcada relación de dependencia de Estados Unidos.

Y así, como en la pasada legislatura, junto con Acción Nacional, presentamos una iniciativa ante el pleno de esta cámara para crear la comunidad latinoamericana de naciones, esperamos que esta vez haya consenso sobre el tema.

Pero, compañeras y compañeros diputados, termino diciéndoles que ahora tenemos una tarea impostergable, la tarea es no callar, exigir que se resuelva de fondo el problema de la situación de los inmigrantes. Planteemos de inmediato la reapartura del TLC para incluir, con la opinión de los indocumentados, que ahora están en las calles de California, la garantía de condiciones de vida digna y de respeto a los derechos humanos de los mexicanos. No callar, para exigir la renegociación del TLC, para incorporar el tema de los inmigrantes y no sólo como hojas valiosas en ese acuerdo viciado de principio. Significa y está en nuestras manos la oportunidad histórica de reorientar para beneficio de México la relación de subordinación en la que pretende subirnos este Gobierno.

Nosotros, los jóvenes, queremos corresponder a los niños y a los jóvenes que sufren las peores consecuencias y que se están manifestando en la calle de la otra frontera. Nosotros, diputadas y diputados, lo menos que esperamos de ustedes, que más han vivido, es que aquí tenga el consenso la SAM, para hablar en su lenguaje, S.A.M. (Salvemos a los Mexicanos); con la misma fuerza que los señores del PRI se aferran al poder, con la misma fuerza que los señores del PAN concertan, con la misma fuerza y la tenacidad con que el PRD protesta. Con esa tenacidad tenemos que defender a los mexicanos.

Esta es una de nuestras propuestas y como éste no es el informe ni un monólogo, estamos esperando su respuesta.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra para fijar la posición del Partido Acción Nacional, al diputado Tarcisio Navarrete Montes de Oca.

El diputado Ricardo Tarcisio Navarrete Montes de Oca:

Señor Presidente; honorable Asamblea:

Sombras y esperanzas, miseria junto al desarrollo, conflictos y reencuentros permanecen entremezclados en el mundo de hoy, a unos cuantos años de la clausura del presente siglo, sin poder hacer realidad la armonía internacional tan anhelada y fugaz.

En el sendero que conduce a un nuevo orden mundial, México busca con grandes afanes y esfuerzos, un lugar en el concierto de estados que le permita responder a las demandas de su historia y tradiciones; un país como el nuestro con su riqueza geográfica, cultural y riqueza también de calidad humana, tiene mucho que cambiar y que defender en el devenir del nuevo orden mundial. Las relaciones supranacionales se intensifican como nunca; no es exagerado decir, incluso, que estas relaciones determinan en buena medida las decisiones de la política interna de los estados.

En tal virtud, el rubro de política exterior contenido en el VI informe del presidente Carlos Salinas, es trascendente para la vida del pueblo de México y precisa ser analizado cuidadosamente, toda vez que el reto de nuestro tiempo estriba en abrir fronteras y adecuarse a las nuevas exigencias de la política internacional.

También representa un desafío que no podemos ignorar a la misma conciencia de los individuos y de los pueblos.

La intervención de mi partido apunta hacia la rectificación de lo que debería de ser una política exterior coherente, integral, conveniente y coordinada.

En Acción Nacional nos esforzamos con sinceridad y firmeza de propósito para que en materia de relaciones exteriores se dé una estrategia que coincida con el verdadero interés nacional. Si bien, en la política exterior mexicana hubo cambios y giros, no todos han sido reprobables ni todos han sido acertados. Sin embargo, aquéllos han tenido que considerar como referencia, las transformaciones ocurridas en otras latitudes, pues no podríamos contemplar cómo se derrumbaban muros y sistemas, sin cuestionar el muro mexicano que separa al rico del pobre en nuestra patria; el muro que divide la simulación de lo que señala la legalidad en un estado democrático y de derecho.

No podíamos asistir al fin del mundo bipolar y al de las tiranías comunistas sin que por nuestra razón pasara la historia y el presente de nuestro país, sintiendo y midiendo cuan lejos y qué tan cerca hemos estado de aquellos peligros y de tales episodios.

Hoy se explican aquí, al igual que allá, cómo violencia del poder público que olvida que todo sistema político debe tener como medida la persona humana y el bienestar de la sociedad.

La lucha de Acción Nacional, vigilante a los giros y alternación del rumbo en el mundo, no es ajena en la promoción de un nuevo orden económico basado en la dignidad del individuo y en la soberanía de los pueblos.

Desde su origen, nuestro partido ha dicho que una sana convivencia entre las naciones, debe sustentarse en el respeto a las tradiciones y a la cultura, así como a la búsqueda de tratados comerciales justos y sin pérdida de las soberanías nacionales.

Las nuevas tendencias en las relaciones internacionales de fin de siglo, en parte fueron anticipadas por el pensamiento del PAN. Ciertos cambios en el orbe, en algunos puntos concretos como la apertura comercial, la necesidad de congruencia entre política exterior y política interna, las nuevas tendencias de soberanía de los estados, el fortalecimiento y el avance del derecho internacional, además de la insuficiencia pretendida de los estados modernos, son cambios que desde hace ya tiempo los principios de Acción Nacional contempló o incorporó en sus tesis.

Lo decimos con ponderación, lo decimos con mesura, sin pretender atribuirnos más ni menos de lo que 50 años de lucha y pensamiento han significado.

Ciertamente las circunstancias exteriores inéditas, como lo señala el Presidente de México, impusieron a nuestro país la necesidad de impulsar y hacer valer los principios de política exterior de nuestra nación. En determinados rubros lo hizo de manera apropiada. Hay pronunciamientos en contra del racismo y la xenofobia. Hubo acciones diplomáticas de acercamiento con otros países. En algunos casos hizo defensa del derecho internacional, apoyó la solución pacífica y negociada de conflictos internacionales, como también el rechazo a la toma de decisiones unilaterales de un Estado en contra de otro.

Por tales razones juzgamos como positivos los pronunciamientos de México en los foros internacionales, cuando trata la lucha contra la pobreza, el desarrollo de los pueblos y la no proliferación de las armas nucleares.

Sin embargo, señoras y señores, debemos denunciar que lamentablemente en nuestra política exterior hay contradicciones, ausencias, incoherencias, francas manipulaciones y una enorme falta de evolución. Empecemos por preguntarnos:

¿Cómo entiende el Gobierno mexicano y cuáles son las nuevas tendencias de las relaciones internacionales?

Hay referencias internacionales al concepto de la soberanía, fundadas en el derecho de personas que se constatan en la práctica de los estados y que impone la globalización económica. Esto es innegable.

Sin embargo, en México, el Gobierno no parece haber percibido el carácter dinámico del concepto de soberanía, pues sigue dándole un sentido dogmático y procura alejarlo de temas como la democracia y los derechos humanos.

En el PAN pensamos que a un concepto anacrónico de la soberanía, que ignora que la sola convivencia entre los pueblos engendra obligaciones para todos ellos, corresponden a actitudes desviadas de la autodeterminación y de la no intervención.

Desde los orígenes de Acción Nacional, como también desde la proyección de sus principios doctrinarios, fijamos nuestras posiciones filosóficas de lo que debe ser parte insoslayable de una firme y coherente política exterior. En este contexto la no intervención y la autodeterminación de los estados no se entiende ni se da en el vacío, es decir, su referencia en el mundo moderno es la democracia y la vigencia de los derechos humanos. No hay autodeterminación que pueda ser invocada para justificar violaciones de los derechos humanos.

Es acertada la aplicación de los principios de autodeterminación y no intervención, cuando se invocan para frenar invasiones unilaterales. Ahí estamos de acuerdo. En cambio, es inaceptable cuando se trata de justificar el silencio ante masacres o crímenes de lesa humanidad cometidos por otro Gobierno, o bien, para acallar en el exterior las violaciones a los derechos humanos en el interior de un Estado.

La concepción dogmática o aislacionista de la soberanía propicia un actuar en el exterior insostenible, ambivalente, si no se adapta al nuevo escenario internacional que exige, además de una mayor apertura comercial, una amplia apertura democrática.

En lo económico, el informe presidencial le da la espalda a la retórica en pro del tercer mundo que hicieron algunos de sus antecesores. En cambio disfruta al informarnos alegremente de nuestra afiliación a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, de su participación en la conclusión de la Ronda Uruguay del GATT y de la entrada en vigor del TLC, entre otros acuerdos comerciales.

Sin embargo, muchos de esos compromisos no se consultaron suficientemente ni se conocen por el pueblo, como si se hubieran contraído de noche. En ellos la verdadera independencia y soberanía del país puede deteriorarse. Baste recordar que la inscripción de México en la OCDE le obliga a acatar resoluciones que podrían ser tan intervencionistas como las del Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, en sus mejores tiempos.

Aquí, en lo económico, los integrantes del gabinete se muestran muy entusiastas, pero cuando se trata de resoluciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en materia de derechos políticos, aplica el Gobierno su concepto soberano de México.

En otras palabras, por los compromisos económicos, la política exterior mexicana se ha visto avasallada por convenios económicos generados en los escritorios de los secretarios de Hacienda y de la Secofi. Es el caso del Tratado de Libre Comercio o el caso del ingreso de México en la OCDE, cuyos procedimientos fueron concluidos sin hacer consulta suficiente a la sociedad o al congreso. Ahora, sólo queda demandar del Gobierno que realice los necesarios cambios sociales en el ámbito de la educación, de la vigencia del estado de derecho y de la modernización de nuestra planta productiva. Sólo promoviendo esos cambios es como nuestro país podrá jugar un papel decoroso.

Si a todo lo anterior añadimos la desventura y veleidad en que ha caído la Secretaría de Relaciones Exteriores, que en menos de seis meses tuvo tres titulares, podemos imaginarnos los complicados retos que enfrentará la cancillería mexicana en los próximos años.

No basta desplegar una política comercial si no se acompaña de una política exterior integral y competente que haga frente a los desafíos actuales. Es tiempo de investir al cuerpo diplomático de la dignidad que siempre se le ha escatimado. Ya no es posible seguir tratando a Relaciones Exteriores como espacio de la administración para políticos en receso, o bien, para colaboración provisional de candidatos de grupos derrotados en la carrera presidencial.

Señores legisladores, no son compatibles los conceptos: diplomacia de carrera, que debe privilegiar el Gobierno y el de política de facción.

Con relación al tema del comercio internacional, podemos ciertamente reconocer que el régimen salinista privilegió al menos el trato político con latinoamérica. Empero, debe vigilarse que para el pretexto de la integración regional, nuestro país nunca se desempeñe como promotor de los intereses de su socio principal ante todo el hemisferio. Tantas gestiones y viajes a latinoamérica no han sido justificados por la escasez de los intercambios comerciales de nuestro país con los vecinos del sur.

Por otra parte, en el informe se rechaza la campaña promovida en California en contra de los trabajadores migratorios. Acción Nacional, según sus principios, coincide en tal rechazo, además de reiterar la condición racista y violatoria de los derechos humanos de la propuesta 187. Sin embargo, no podemos ni debemos esperar a que el hambre y la miseria de nuestros trabajadores sean mitigados fuera de su patria. México debe ofrecer oportunidades para sus connacionales.

En todo caso, el PAN propone a esta soberanía que analice la conveniencia de acudir a una instancia internacional, como es la Comisión Interamericana de Derechos Humanos o alguna otra análoga de Naciones Unidas. Debe opinar sobre la propuesta 187 a la luz de los tratados internacionales y en relación con los derechos humanos de nuestros trabajadores mexicanos.

Puesto que el problema del narcotráfico ha desbordado las fronteras, México debe asumir su corresponsabilidad con justeza, energía y dignidad. Es importante, desde luego, prevenir sobre la enorme capacidad que tiene el narcotráfico para desplegar sus alas corruptoras sobre la sociedad mexicana.

En este problema tan complejo, el Gobierno de México debe asumir la corresponsabilidad dentro de su jurisdicción en áreas como: procuración de justicia y la lucha contra la corrupción.

El hilo conductor de las relaciones exteriores de nuestro país no siempre ha sido la defensa de los intereses nacionales auténticos, generales, sinceros, compartidos y sentidos por todos los mexicanos, por el contrario, son los distorsionados intereses del grupo en el Gobierno. Hay en ocasiones más defensa del régimen de facción que la búsqueda de lo más conveniente para México como nación.

¿Cómo se defiende el verdadero interés nacional? ¿Cómo distinguirlo del burdo, exclusivo y convenenciero interés de un solo partido político, cualquiera que éste sea? ¿Qué actitud diplomática defiende a México, cuál al régimen? En este orden de ideas hay que afirmar, de acuerdo a Acción Nacional: la contribución más seria a la democracia mundial se hace mediante el establecimiento de una democracia nacional, coherente con los principios que deberían defenderse en el ámbito internacional.

La globalización económica en las nuevas corrientes del derecho internacional se fundan en una fórmula muy sencilla: cuanto más democrático sea un Estado, más respetado será en el concierto de naciones. El régimen mexicano es blanco de severos cuestionamientos que provienen de la sociedad internacional. Las grandes corporaciones transnacionales le aplauden por su política económica, pero otras veces lo censuran por su poco respeto a los valores universales de los derechos humanos y la democracia. A finales de siglo y en el umbral de una nueva centuria, Acción Nacional encuentra aquí y lo reafirma hoy una vez más un diferendum fundamental entre el enfoque y objetivos contenidos en materia de política internacional que nosotros sostenemos y los que ha sostenido el informe, señalamos hoy una vez más la íntima relación entre soberanía auténtica, serena afirmación de lo propio y a la vez apertura en el mundo y democracia.

Señoras y señores, la existencia de un Gobierno que se apega a la ley y a la justicia, le da autoridad moral ante su pueblo y fortalece la presencia del país en lo internacional.

El término democracia para la libertad y la justicia en el ejercicio de los derechos humanos es base de nuestra presencia respetada en la comunidad de naciones; para ser respetados, señoras y señores, hay que ser respetable. Muchas gracias.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra, para fijar la posición del PRI, el diputado Carlos Reta Martínez.

El diputado Carlos Alfonso Reta Martínez:

Señor Presidente; señoras y señores diputados:

Antes de iniciar mi intervención para fijar la posición de mi partido en relación a la política exterior, deseo reiterar la firme convicción de los diputados del PRI para trabajar y contribuir al fortalecimiento de la Cámara de Diputados y elevar el debate político con todas las fuerzas nacionales aquí representadas.

Reiteramos nuestra firme posición de sentimiento que tenga como resultado un trabajo trascendente, profundo, respetable y digno durante los siguientes tres años. Deseamos un nuevo trato político entre las fracciones parlamentarias que abra los cauces para un nuevo entendimiento político que enaltezca nuestro papel de representantes populares.

Rechazamos con la misma firmeza el uso de la violencia física y verbal, es el debate de argumentos y posiciones, el único camino para la democracia civilizada y plural. Rechazamos la provocación, el insulto estéril y la diatriba, le damos la bienvenida a la mesura, la prudencia y la reflexión seria en el debate.

Rechazamos las posiciones extremas y sectarias, aceptamos la concordia y la dignidad parlamentaria por la razón y la pasión doctrinaria.

El día de ayer, en la ciudad de Guadalajara, el doctor Ernesto Zedillo propuso un diálogo entre los partidos políticos que, sin abandonar sus posiciones y sus diferencias políticas e ideológicas, se desarrollen el respeto, la tolerancia y la convivencia civilizada, que estos atributos sean los distintivos fundamentales de las relaciones entre los partidos.

Compañeras y compañeros diputados, si asumimos estos propósitos, si creamos esta atmósfera tan necesaria, avanzaremos en el trabajo legislativo, desahogaremos la agenda política, la agenda parlamentaria, elevaremos el debate parlamentario, mejoraremos la imagen de la Cámara y de los diputados y, lo más importante, contribuiremos al avance de la democracia en nuestro país. Gracias.

Para los diputados del Partido Revolucionario Institucional, el análisis de la política exterior de la administración del presidente Salinas de Gortari resulta de suma importancia por la dimensión de las acciones emprendidas en nuestras relaciones con el mundo, así como por las respuestas a los cambios registrados en la escena internacional en los últimos años.

En estos seis años, hemos sido testigos y partícipes de grandes cambios en el panorama global, tanto en lo político, como en lo económico y en lo tecnológico, el fin de la guerra fría abrió un horizonte esperanzador al mundo perfilando opciones para un nuevo ordenamiento internacional que pudiera disminuir las abismales diferencias entre los países ricos y los países pobres.

Los fenómenos concurrentes de la globalización y la interdependencia, aceleraron la distensión de la bipolaridad. Esto último, además, desató fuerzas que se expresan en todo el orbe, preocupantes manifestaciones de racismo y xenofobia en los países industrializados, migraciones masivas, conflictos locales, étnicos y religiosos e hizo más patente el abismo que separa a los países industrializados de los que están en vías de desarrollo y de los más pobres.

Además, la desaparición del modelo bipolar dio lugar a la formación de bloques económicos y políticos y hay rivalidades entre las actuales potencias que podrían desembocar en guerras comerciales.

Tal panorama planteó a México, desde el inicio del sexenio, la necesidad de diseñar una estrategia para insertar a nuestro país en el escenario internacional, fortalecer y preservar su soberanía y promover los intereses de México y el desarrollo del país. La estrategia se sustentó en la diversificación de sus relaciones y vínculos y en nuestros principios históricos; se imprimió así, una nueva dinámica activa y no reactiva a nuestra política exterior y se orientó en dos directrices centrales; por una parte, la diversificación de las relaciones con los países, zonas que ofrecieran oportunidades de cooperación, inversiones e intercambios, por otros; la intensificación de los contactos con los países que por geografía o lazos políticos y culturales, son vitales para el interés nacional.

En el primer caso, se pueden destacar los esfuerzos diplomáticos por fortalecer la presencia de México en los países que conforman la unión europea; las naciones de Europa central y del este, Africa o los de la Cuenca Asiática del Pacífico. En el segundo, el incremento de las relaciones con América latina, el Caribe y América del norte, dando énfasis particular a aquéllos con los que se comparten fronteras.

De 1989 a 1994, México estableció relaciones diplomáticas con 29 países. Nuestro servicio exterior cuenta hoy con 66 embajadas, 7 misiones permanentes y 259 representaciones consulares. Hoy, México mantiene relaciones diplomáticas con 176 estados.

La estrategia de diversificación ha posibilitado a nuestro país, realizar intercambios económicos con las principales áreas geográficas del mundo y consolidar la presencia mexicana en los foros internacionales. Ello nos permite aprovechar oportunidades y evitar los riesgos de las condiciones internacionales para establecer una inserción adecuada dentro de la economía mundial con una sólida política exterior que ha pasado de posturas, esencialmente defensivas, a ejercitar acciones y propuestas.

Después de varias décadas de intentos limitados por impulsar la integración económica latinoamericana, ha sido bien recibida la propuesta de nuestra política exterior para impulsarla y dotarla de nuevos contenidos. Hoy contamos con mecanismos reales y efectivos que apuntan a hacerla avanzar.

Para el logro de este objetivo se definieron dos líneas de acción principales, la complementación por áreas, sectores productivos y en el comercio exterior, así como la negociación de acuerdos de libre comercio. A la fecha, México ha negociado acuerdos bilaterales de libre comercio con Chile, que fue el primero que firmó México.

Al interior del Grupo de los Tres, junto con Colombia y Venezuela, con Costa Rica y Bolivia, se negocian con diversos grados de avance con las naciones centroamericanas, de conformidad con los acuerdos de Tuxtla Gutiérrez de 1991.

México, a su vez, es integrante del Pacto Andino y miembro fundador de la Asociación de Estados del Caribe, lo que le da la oportunidad de aprovechar las ventajas que le ofrecen los países que integran su tercera frontera.

Con Estados Unidos, país con el que históricamente se ha mantenido un nivel alto de intercambio económico, se logró un Tratado de Libre Comercio, el cual permite ordenar y promover los intercambios comerciales y asegurar el acceso a fuentes de tecnología de primera magnitud, que contribuyan a elevar la productividad y a incrementar la competitividad de la economía en el exterior.

El tratado también comprende a Canadá, país con el que se han alcanzado niveles de cooperación e intercambio sin precedentes, lo que hace de México su socio comercial más importante en América latina; además, constituye un punto de equilibrio en nuestra relación con Estados Unidos de América.

Nuestro partido ha seguido con interés la creciente vinculación de México con el viejo continente. Con las naciones integrantes de la unión europea, México ha sido el primer país en vías de desarrollo que ha logrado concretar un acuerdo marco de cooperación, suscrito en 1991 y el primero con el que la unión, en su declaración de Corfú, ha establecido compromisos concretos de cooperación; además, participamos como miembro fundador en el Banco Europeo de Reconstrucción y Fomento.

Este año, México ingresó a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, la cual se integra con las 25 economías más importantes del mundo. Nuestra incorporación a esa organización nos aporta beneficios a través de intercambios de información sobre políticas gubernamentales y estudios relativos a estrategias que pudieran aplicarse a las economías de los países miembros.

Con la Cuenca del Pacífico, región que se ha convertido en una de las áreas de mayor dinamismo económico y tecnológico, además de incremento de las relaciones bilaterales, México es el primer país latinoamericano integrante de los tres mecanismos de cooperación regional.

Los esfuerzos de diversificación económica logrados en el sexenio, tienen diversos alcances y magnitudes. Cada uno representa una oportunidad de complementación en distintos sectores y un apoyo a la modernización interna del país.

Sin lugar a dudas, uno de los mayores aportes de la diversificación económica, es el efecto positivo de contar con opciones comerciales en los principales polos de intercambio económico.

Como reflejo a la prioridad que se le ha conferido a América latina, destaca el papel de México como promotor de las principales iniciativas de concertación regional. Son iniciativas de México la integración de la Conferencia Iberoamericana, el fortalecimiento del Grupo de Río, el Grupo de los Tres, así como una serie de esquemas de complementación que dichos mecanismos han logrado establecer con la unión europea y las naciones del ex bloque socialista.

Hacia Centroamérica, la labor desarrollada por la diplomacia mexicana destaca por su papel mediador y contribuyente a la pacificación del área, a través de iniciativas en favor de la estabilidad y paz en la región.

Al servir México como punto de encuentro y apoyo a las negociaciones de paz, se suscribieron en nuestro país los Acuerdos de Chapultepec entre las partes en conflicto en El Salvador y prosiguen las conversaciones de paz entre guatemaltecos en nuestro territorio.

Asimismo, la política exterior mexicana ha consolidado nuevos mecanismos de cooperación. Además del denominado Acuerdo de San José, que cumple ya 13 años otorgando energéticos en condiciones preferenciales, se estableció la Comisión Mexicana para la Cooperación con Centroamérica, en cuyo seno se han concretado más de 3 mil programas y acciones con incidencia directa en el progreso y el bienestar de esos países.

Con el Caribe, México ha tenido una participación activa, tanto en el plano bilateral como en el marco del Grupo de los Tres.

Para nuestro partido destacan por su trascendencia la Constitución, en julio pasado de la Asociación de Estados del Caribe, de la cual nuestro país es miembro fundador, así como la suscripción del plan de acción para la cooperación entre el G-3, Surinám y la Caricom.

A través de todas esas acciones, la política exterior de México hacia América latina, con la que compartimos herencia histórica y convivencia natural, ha sido consistente y dirigida a obtener resultados tangibles en beneficio del conjunto de la región.

En el norte del continente, la amplia variedad de temas y la complejidad de la relación con Estados Unidos, propios de una amplia frontera que registra el mayor número de cruces de personas en el mundo, planteó el reto de diseñar una política exterior que fortalezca la capacidad de negociación del país y asegure la defensa de su soberanía.

En los seis años se llevó a cabo una estrategia orientada a tratar por separado cada uno de los diversos temas de la agenda bilateral, para evitar que por diferencias en alguno de ellos se contaminara el conjunto de la relación. Como resultado se ha logrado un mejor entendimiento, aunque persisten todavía fricciones y discrepancias graves en algunos asuntos, explicables por las diferencias entre ambos países y sus intereses particulares.

Este recinto ha sido escenario de severas condenas ante la arrogancia de pretender aplicar las leyes estadunidenses fuera de su territorio o la violación de los derechos de nuestros connacionales en el país vecino. Mención especial de nuestra indignación merece la ola xenofóbica y antimexicana en California, enarbolada por razones de carácter electoral. Esa situación lleva a nuestro partido a manifestar que resulta inaceptable la aplicación de medidas policiacas y discriminatorias al problema de la inmigración.

El Partido Revolucionario Institucional se suma a las condenas que el Gobierno y todos los sectores del país han realizado hacia esas acciones segregacionistas. Rechazamos con energía propuestas racistas y ofensivas para los mexicanos, como la iniciativa 187, pugnando por soluciones basadas en el derecho internacional y en el diálogo político. Acudiremos a instancias internacionales en defensa de los derechos de nuestros connacionales, si es que se aprueba esa monstruosa iniciativa.

También debemos referirnos a los operativos antiinmigrantes, instrumentados a lo largo de la frontera, que recientemente han sido reforzados, que no sólo crean tenciones en ambos lados de la línea, sino que dan pretexto para la violación de los derechos humanos de inmigrantes mexicanos por parte de los agentes de la patrulla fronteriza.

Seguiremos propugnando por un trato digno a los connacionales que por diversas circunstancias han abandonado el país y el fortalecimiento y ampliación de las oficinas consulares mexicanas, que realizan una eficaz labor de protección.

Rechazamos el perverso propósito de pretender asociar la imagen de los inmigrantes con la de delincuentes y exigimos se reconozca su contribución a la economía y al desarrollo de ese país.

El tema migratorio es una cuestión que incumbe a los dos países, por lo que su tratamiento debe ser bilateral. Es evidente la necesidad de negociar un marco jurídico para la migración mexicana-Estados Unidos, que dé a nuestros connacionales garantías laborales y respeto a sus derechos.

Todo lo anterior hace necesario revisar nuestra política migratoria hacia el sur, para que sea congruente con nuestras exigencias hacia el norte.

Señoras y señores diputados: nuestro partido sostiene que el desarrollo de México se debe sustentar en el esfuerzo interno y en su adecuada inserción en el escenario internacional. El papel de la política exterior, digno y congruente, ha reflejado una estrecha vinculación con un proyecto interno que ha visualizado con claridad la necesidad del cambio para mantener nuestra soberanía y ampliar nuestras libertades.

El panorama que se ha presentado en estos seis años, apunta hacia el impulso de nuestro desarrollo apoyados en una inserción adecuada en la economía mundial, a través de iniciativas que promuevan un mayor entendimiento y cooperación entre las naciones, un clima de seguridad para todos, e instituciones internacionales que reflejen los cambios que ha sufrido el mundo.

Estos intereses y aspiraciones son patrimonio de los mexicanos y fortalecen la unidad y cohesión del proyecto nacional.

Sin lugar a dudas, la complejidad de la dinámica internacional plantea problemas constantes a resolver. La legislatura que ahora inicia debe considerar que la inserción de México en el mundo nos permitirá ser más soberanos en la medida en que contribuye a fortalecer nuestro desarrollo.

Los pasos dados fueron realistas, porque consideraron las condiciones imperantes en el marco internacional para orientarse a propósitos viales sin menoscabo de nuestros principios históricos. Fueron dinámicos, porque tomaron en cuenta los variables factores y la amplitud completa del escenario mundial para ejercer sus objetivos de diversificación e intensificación y fueron vigorosamente nacionalistas al equilibrar nuestra inserción en bloques regionales y acuerdos comerciales, con la atención siempre puesta en preservar la soberanía nacional y nuestra decisión de cambiar para que México siga siendo la patria fuerte y respetada que deseamos todos los mexicanos. Gracias.

El Presidente:

Esta Presidencia ha recibido de los grupos parlamentarios la relación de oradores en pro y en contra del informe presentado por el Presidente de la República, en su capítulo de política exterior.

Los diputados: Joaquín Humberto Vela González, Cuauhtémoc Sandoval, Rodolfo Elizondo, Adolfo Aguilar Zinser, Alejandro Díaz y Pérez Duarte, Víctor Quintana y Consuelo Botello Treviño, en contra.

Los diputados: Gustavo Salinas, Alfonso Molina, Gabino Fernández, Efrén Leyva y Carlos Flores Vizcarra, en pro.

En el uso de la palabra el diputado Joaquín Humberto Vela González.

El diputado Joaquín Humberto Vela González:

Muchas gracias, señor Presidente:

En mi partido, el Partido del Trabajo, tenemos un balance, tratamos de hacer un balance muy objetivo sobre lo que fue la política exterior mexicana.

Nos preocupa mucho que ésta haya tenido un efecto contradictorio. Por un lado, hay hechos como, ante la invasión de los norteamericanos en Panamá, donde el Gobierno mexicano mantuvo una actitud totalmente inadecuada, en cambio, existen elementos, como, por ejemplo, la actitud que México ha tenido con respecto a Cuba, que ha sido una actitud, consideramos, adecuada. De igual manera, la negativa de convalidar la invasión de Haití de parte de los norteamericanos, la negativa del Gobierno mexicano es un elemento que caracterizamos como positivo.

La caracterización general de la política exterior mexicana, consideramos nosotros que tiene, sin embargo, un elemento que es preocupante, y es el hecho de que en la búsqueda de encontrar beneficios comerciales a corto plazo, sacrifiquen muchos de los principios básicos y claves tradicionales de la política exterior, de la autodeterminación y de la libre decisión de los pueblos para gobernarse.

Y esto es evidente en un hecho en concreto que a nosotros nos parece particularmente importante, que es la firma del Tratado de Libre Comercio de México con Canadá y Estados Unidos.

Como todos sabemos, el mercado mundial se conforma de tres grandes unidades, lo que sería el mercado mundial de mercancías y servicios, lo que es el mercado mundial de capitales y el tercero lo configura el mercado mundial de fuerza de trabajo.

El TLC, que México firmó con Estados Unidos y con Canadá, solamente está limitado a lo que se determina como mercado mundial de mercancías y servicios y como mercado mundial de capitales nunca logró ni estuvo en la cabeza de nuestros gobernantes; incluir un capítulo en el que se pudiera regular dentro del marco del tratado el libre tránsito de la fuerza de trabajo.

Si, efectivamente, se buscaba establecer competitividades entre los diferentes países, si se buscaba establecer mecanismos que permitieran ingresar capitales a México, el aspecto de la fuerza de trabajo no puede estar exento de un proceso de reproducción global económica que efectivamente, como aquí ha sido señalado, termina con la bipolaridad y plantea la regionalización de las relaciones económicas a nivel mundial.

¿Cuál es el argumento? ¿Cuál es la razón de dejar fuera un marco normativo de las relaciones de la libre movilidad de la fuerza de trabajo? Finalmente en el largo plazo parece ser que el argumento que subyace es que existiría un equilibrio y que los salarios tenderían a establecer un denominador común, pero esto no se establece así libremente, tenemos una contradicción muy fuerte y lo hemos dicho en las veces anteriores.

Según datos del INEGI, en México anualmente llegan a la edad de trabajar, a formar parte de la población económicamente activa, alrededor de un millón de jóvenes, en un sexenio tendríamos alrededor de 6 millones de jóvenes que están buscando empleo.

Los datos de los que disponemos nos señalan que solamente a lo largo del sexenio se encontró una ocupación real para 1 mil 600 jóvenes, es decir, tenemos un déficit enorme.

¿Cuál era la lógica del Gobierno mexicano al plantear en el tratado solamente la preocupación de los capitales? Pensaban de una manera automática al establecer el marco de normatividad del ingreso de los capitales, estos capitales iban a fluir al país a un dinamismo tal, que el problema del empleo se iba a resolver de manera automática. Ese es uno de los problemas principales de las contradicciones que se encuentran en el informe de Carlos Salinas de Gortari, al grado que tuvo que venir aquí a reconocer que las metas que tenían de empleo no fueron las que se esperaban, es decir, no existió que ese flujo de capitales que se consideraba que tenían pensado iba a ingresar al país e iba a generar una magnitud de empleos del tamaño de las necesidades que nuestro país requería.

Por lo tanto, hoy tenemos problemas como el de la propuesta 187. ¿Por qué? Porque tenemos un exceso de fuerza de trabajo; tenemos una magnitud importante de mexicanos a los que su país no ha sido capaz de ofrecerles un empleo digno.

¿Qué vamos a hacer con ese excedente de fuerza de trabajo? No encontramos una respuesta en el informe, y pensamos, y por eso queremos venir aquí a señalar, que los términos de la negociación del tratado adolecieron de ese capítulo y que era importante, así como al final se incorporaron algunas cláusulas sobre elementos de carácter ambiental, también debiéramos pugnar porque se le hicieran adiciones al tratado, que incorporara a otro de los mercados fundamentales que es el mercado de fuerza de trabajo que permitiera efectivamente encontrar mejores condiciones para los mexicanos.

Finalmente, quiero señalar que la forma en que el propio tratado se hizo, impidió que pudiéramos nosotros establecer un conjunto de mecanismos que se convirtieran en compensaciones de carácter social, ¿por qué? Nuestro país tiene asimetrías muy claras y precisas con los países con los que se firma el tratado. Si nosotros tenemos una economía simétrica, deberíamos de estar preocupados y deberíamos de haber planteado un conjunto de mecanismos compensatorios que hicieran que el tránsito de nuestro país a la vinculación que va a tener con la economía norteamericana y canadiense fuera menos violento y con menos dificultades que las que ahora estamos observando.

Por ello, es importante que esta Cámara de Diputados en ocasiones posteriores, pudiera abordar el problema de la fuerza de trabajo. No podemos tener una firma de un tratado, en la que se ha omitido claramente uno de los mercados fundamentales comerciales que involucran la actividad económica hoy en día en el mundo.

Por ello, finalmente, compañeros, en el Partido del Trabajo pensamos que es necesario rediscutir esta parte, que necesitamos establecer un convenio internacional preciso que ubique la posibilidad real del libre tránsito de los trabajadores mexicanos, como un mecanismos que nos permita tender a elevar los salarios y a generar mejores condiciones de empleo para nuestros compatriotas. Muchas gracias.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra al diputado Gustavo Salinas, del Partido Revolucionario Institucional, en pro.

El diputado Gustavo Salinas Iñiguez:

Con su venia, señor Presidente; compañeras y compañeros diputados:

Por mandato de ley corresponde al Poder Legislativo analizar el VI Informe de Gobierno, del presidente Carlos Salinas de Gortari. Los diputados priístas lo hacemos con un profundo sentido de responsabilidad, ponderando logros, pero también señalando saldos negativos.

Al comentar el VI informe, la fracción parlamentaria del PRI lo hacemos no para tremolar banderas de triunfalismo, sino para justipreciar en su verdadera dimensión la obra del actual Gobierno. Lo hacemos con serenidad, con seriedad analítica y sobre todo con objetividad.

Corresponde ahora a esta soberanía analizar el día de hoy la política exterior del actual Gobierno, vista y analizada en el amplio horizonte de todo un sexenio y muy particularmente del presente año.

El VI informe es un documento serio, apegado a la realidad, que refleja con nitidez la obra no sólo del Gobierno de la República, sino también de la sociedad en su conjunto. Se habló de lo mucho que se logró en todos los ámbitos del quehacer nacional, pero también se reconoció lo que falta por hacer. Fue, en síntesis, un apretado balance de la obra de gobierno y como tal, se registraron activos y pasivos que, finalmente se han traducido en un saldo positivo tras seis años de intenso trabajo, no fue, en consecuencia, un documento de autocomplacencia.

Al comentar el VI informe, en el capítulo correspondiente a la política exterior, debemos tener muy presente que ésta es parte integrante del proyecto nacional, por lo mismo, es también parte de nuestro ser nacional y de la voluntad general del desarrollo del país; espacio decisivo de la seguridad y soberanías nacionales, mecanismo para impulsar nuestras aspiraciones como nación y medio para preservar el perfil nacional en un mundo cada vez más interdependiente.

También debemos recordar que la política exterior es el instrumento fundamental del Estado mexicano para proteger los intereses de México en el extranjero y fortalecer la soberanía nacional. La política exterior del actual Gobierno no fue ni es ajena al resto de las acciones llevadas a cabo en el interior del país. Acorde con la complejidad del mundo actual y la propia de México, la política exterior no se realizó al margen de las políticas económicas, social e interior, sino por el contrario, todas ellas son vasos comunicantes por lo que son también parte indisoluble de una misma estrategia nacional, cuyo fin último ha sido y es lograr mayores niveles de bienestar para todos los mexicanos.

Ante la acelerada transformación mundial de la cual hemos sido al mismo tiempo testigos y protagonistas activos, la existencia de una adecuada estrategia en nuestras relaciones internacionales, fue un requisito indispensable para aprovechar con éxito las oportunidades que estos cambios planteaban a nuestro país, así como enfrentar los retos que traían aparejados.

La política exterior del Gobierno del presidente Salinas de Gortari se llevó a cabo acatando dos directrices: la primera, se basó en la observancia puntual de los principios que han guiado de mucho tiempo atrás las relaciones internacionales de nuestro país con el resto del mundo y, la segunda, de acuerdo con los lineamientos establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994.

La política exterior de México es, tanto en su diseño como en su aplicación, una política de principios; estos principios son extensión ética de nuestra historia y parte fundamental de nuestro proyecto nacional. La política exterior del actual Gobierno se ha mantenido vertebrada y nutrida de aquellos principios que identifican la diplomacia mexicana en el mundo. Las ideas rectoras de nuestra política internacional son las mismas que delineó Venustiano Carranza, "Políticas claras y sencillas; que todos los países son iguales; deben respetar mutua y escrupulosamente sus instituciones, sus leyes y soberanía; que ningún país debe intervenir en ninguna forma y por ningún motivo en los asuntos interiores de otros y que todos deben someterse estrictamente y sin excepción al principio universal de no intervención".

Estos principios históricos se han enriquecido en la práctica internacional de México en un mundo cada vez más globalizado, la propia Constitución General de la República los consigna: "No intervención y autodeterminación de los pueblos. Cooperación internacional para el desarrollo. Solución pacífica de los conflictos. Búsqueda de la paz. Proscripción de la amenaza y el uso de la fuerza en las relaciones internacionales. La igualdad jurídica de los estados".

A estos principios y como resultado de una larga y rica tradición humanista, justiciera y pacifista de nuestro país en la esfera internacional, bien podríamos agregar otras como: la defensa de los derechos humanos; la justicia económica internacional; la soberanía sobre los recursos naturales; la defensa y prácticas del derecho de asilo; el pluralismo ideológico; el empleo de prácticas democráticas en la toma de decisiones de la comunidad internacional; la lucha por la preservación del medio ambiente y la solidaridad hacia los países de latinoamérica.

De acuerdo con estos principios, el Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994 estableció seis objetivos:

Primero. Preservar y fortalecer la soberanía nacional mediante la defensa de la integridad territorial de los mares, plataformas continentales de los recursos naturales y de la autonomía del país.

Segundo. Apoyar el desarrollo económico, político y social del país, a partir de una mejor inserción de México en el mundo.

Tercero. Proteger los derechos e intereses de los mexicanos en el extranjero.

Cuarto. Apoyar y promover la cooperación internacional en todos sus aspectos, como instrumento esencial para que la comunidad de naciones alcance estadios superiores de entendimiento y desarrollo.

Quinto. Hacer de la cultura mexicana uno de los principales elementos para reafirmar la identidad nacional y ampliar la presencia del país en el mundo y

Sexto. Promover la imagen de México en el exterior.

Así, guiado por los principios rectores y con el propósito de dar cumplimiento a estos objetivos establecidos en el plan, el gobierno del presidente Salinas de Gortari se dio a la tarea de emprender una política exterior activa; una política que se limitara no sólo a reaccionar ante los acontecimientos externos, sino que tratara, por el contrario, de influir deliberadamente en ellos, que no se encerrara en el estrecho ámbito de las relaciones bilaterales, sino que se abriera a todas las vertientes de una vida internacional compleja, dinámica, rica y diversificada; que no renunciara a las nuevas formas de comunicación política, cooperación económica y diálogo multilateral, sino que se valiera de ellas de manera cotidiana y coherente, que no se definiera por las opciones negativas de las oposiciones a ultranza y el conflicto; que supiera, en contraste, moverse predominantemente en los cauces positivos de la colaboración con las naciones con las que se compartieron propósitos y objetivos comunes.

Los retos del mundo, de finales de la década de los ochenta, exigían una política exterior activa, eficaz en su respuesta y fiel a lo que siempre hemos sido y atenta a lo que necesitábamos ser.

De esta manera, la política exterior activa que emprendió el presidente Salinas de Gortari, desde el inicio de su administración, tuvo las siguientes características: ha sido una política al servicio de los más elevados intereses de México, cuyo propósito central se ha orientado a defender la soberanía nacional en todos los foros internacionales y al mismo tiempo, a promover los intereses de los mexicanos en el extranjero.

Su fuente deriva de nuestra realidad política, económica, social y cultural y no en ocultamientos a través de jugadas espectaculares o de confrontaciones estériles.

Así, la política exterior mexicana, ha permanecido atenta a los cambios mundiales sin sustraerse de la realidad y de los problemas internos del país. Así los principios que se sustentan en las relaciones internacionales de México, han constituido la base indispensable para la conducción de una eficaz política exterior como la realizada en estos últimos años.

A partir de estos lineamientos se concretaron con imaginación y eficacia, estrategias y tácticas que han tomado en cuenta los grandes cambios mundiales, manteniendo el pulso de las circunstancias, y la coyuntura y propiciando condiciones ventajosas para el desarrollo nacional.

Apoyado en este marco doctrinario, durante los seis años de gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari, se establecieron relaciones diplomáticas con 29 países; se realizaron 392 reuniones con jefes de Estado y de Gobierno; se efectuaron 66 visitas a países de distintas regiones del orbe, de los cuales 30 correspondieron a América latina; 14 a Canadá y a Estados Unidos; 17 a Europa; cuatro a naciones de Asia y uno a Australia. De igual forma, se recibieron las visitas de 53 mandatarios de diversos países, al tiempo que se concretó la suscripción de 306 tratados y convenios y 227 acuerdos interinstitucionales.

Si de por sí estas cifras denotan la intensa actividad desarrollada por el actual Gobierno, en el plano bilateral esta importancia aumenta aún más cuando analizamos la contribución de nuestro país para preservar la paz e impulsar la cooperación económica a nivel mundial.

Baste citar el importante apoyo que significó la participación de nuestro país en los procesos de pacificación de El Salvador y Guatemala, la enérgica postura de rechazo al embargo económico contra Cuba, así como la reciente invasión militar a Haití.

Las propuestas realizadas en foros multinacionales para fomentar la cooperación internacional, para combatir la pobreza extrema, para consolidar un régimen comercial abierto que propicie la expansión de la economía mundial igualmente para adoptar acuerdos en materia ambiental, para proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales y para establecer un régimen internacional más amplio, eficaz y multidisciplinario para el control del narcotráfico.

En suma, no existió en estos seis años ningún asunto importante de la actual agenda internacional, en la cual México no participara e hiciera oír su voz, tanto para promover los intereses de nuestro país, como en la búsqueda de un nuevo y más justo orden internacional.

En otro sentido, los dividendos políticos y económicos generados por la diversificación de las relaciones de nuestro país con naciones de todo el orbe, saltan a la vista.

En lo político, las contribuciones decididas y permanentes que hoy permiten hablar de una integración latinoamericana más allá del discurso y en lo económico, la oportuna inserción de México en los grupos comerciales resultantes de la globalización económica.

Aquí, compañeros diputados, convendría hacer algunos comentarios en torno a lo expresado por el compañero diputado del PT, que me antecedió en el uso de la palabra.

El nos habló de lo que debió haber sido el Tratado de Libre Comercio. Pero yo quiero dejar aquí muy claro, que el Tratado de Libre Comercio desde un principio, desde que se planteó la posibilidad de firmar un Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos, se planteó únicamente como un instrumento de política comercial, nunca lo fue para ver otros aspectos, como fue el caso y aquí se hizo referencia: el caso migratorio.

Igualmente el Tratado de Libre Comercio se planteó como eso, como un Tratado de Libre Comercio y no como un mercado de libre comercio. Aquí yo creo que es importante que definamos estos dos aspectos. Porque si hubiera sido mercado de libre comercio, ahí sí creemos que se hubiera perdido autonomía política, económica o social, puesto que en un mercado de libre comercio existen políticas monetarias comunes, libre tránsito de personas y también una legislación común.

Por ello es que consideramos que el Tratado de Libre Comercio, tal como fue firmado y aprobado por el Senado de la República, está cumpliendo con sus objetivos al ser únicamente un instrumento de comercio y no de otra naturaleza.

El delicado tema de los trabajadores migratorios ha sido abordado en todo momento con decisión por el Gobierno mexicano y hoy nuevamente en voz del presidente Salinas de Gortari, en el texto de su informe ha hecho un reclamo enérgico para condenar que en aras de intereses electorales el actual gobernador de California, se pretendan instaurar medidas xenofóbicas en contra de nuestros compatriotas que viven y trabajan en aquel Estado de la Unión Americana.

Como representantes populares sumamos nuestra voz de rechazo a ese tipo de manifestaciones que son contrarias a los más elementales principios de los derechos del hombre y de la dignidad humana.

En el análisis del VI Informe de Gobierno podemos observar cuan intensa fue la actividad desarrollada por nuestro país en el ámbito internacional. Por ello, no es de extrañar que la diplomacia mexicana haya trabajado árduamente con el concurso de otras dependencias del Poder Ejecutivo, que tienen responsabilidades en la materia y así consolidar la presencia de nuestro país en todos los espacios bilaterales, regionales y multilaterales.

Además de ello y como resultado del proceso de globalización acelerada que vive el mundo, la vida internacional de nuestro país resulta de tal intensidad, extensión y complejidad, que ha requerido de la participación de numerosos factores que en diversas áreas han contribuido a mantener y a acrecentar la presencia de México en el mundo y velar por sus intereses.

Así, a la intensa y eficaz labor desempeñada por la Secretaría de Relaciones Exteriores, se han sumado a las acciones de otras instancias institucionales, como es el caso de ambas cámaras del Congreso de la Unión, en sus periódicas reuniones interparlamentarias; las frecuentes reuniones entre procuradores y miembros del Poder Judicial con sus contrapartes de otros países; las giras de trabajo cada vez más frecuentes de los gobernadores mexicanos, tanto para asistir a reuniones fronterizas como a otras partes del mundo, así como a los encuentros de empresarios, investigadores y académicos con sus colegas, allende la frontera.

Así, pues, producto de este intenso trabajo efectuado en los últimos años, podemos afirmar, a la luz de los hechos, que los objetivos de política exterior se cumplieron a cabalidad. Nuestros principios no sólo se mantuvieron, sino que se fortalecieron y al hacerlo contribuyeron a reforzar nuestra soberanía e independencia nacionales.

Hoy, México es más reconocido y respetado en la comunidad de naciones, en la cual se insertó de manera firme y ante la cual se mostró como una nación moderna y renovada en sus procedimientos, orgullosa de sus raíces culturales y de cara al nuevo milenio, decidida a continuar transitando la ruta del progreso económico, político y social.

La obra de Gobierno del presidente Salinas de Gortari está aquí y en todas partes, se puede ver y también tocar. Nadie podrá ocultarla, porque el pueblo de México ha sido testigo de calidad y más aún, principal protagonista de la obra de Gobierno. Hoy, nosotros, como representantes populares, analizamos el quehacer gubernamental de estos últimos seis años, corresponderá al pueblo de México dictar el veredicto final, que será inapelable, aun cuando ya lo haya adelantado en las pasadas elecciones del 21 de agosto.

Como diputados priístas tenemos la más firme convicción de que el presidente Salinas de Gortari cumplió y bien, con la elevada responsabilidad que el pueblo de México le confirió en 1988. En este importante campo de la política exterior hay mucho por seguir haciendo. El proceso acelerado de la globalización mundial nos impone retos a los que debemos estar muy atentos para enfrentarlos satisfactoriamente y continuar siendo una nación soberana, para seguir promoviendo con mayor eficacia los intereses del país en el exterior; para aprovechar aún más nuestras relaciones comerciales con Estados Unidos y Canadá; para continuar con la concentración política e integración económica con América latina; para incrementar la diversificación de nuestras relaciones internacionales; para pugnar por un mayor fortalecimiento de los órganos multilaterales, entre ellos la ONU; para promover en todos los foros internacionales una nueva agenda para el desarrollo; para seguir dando la lucha contra el narcotráfico y para proyectar aún más nuestra cultura nacional.

Un sexenio de Gobierno, es sólo un instante de nuestra historia. La política exterior no se agota en seis años, por el contrario, es una política dinámica e inacabada, en donde podrán cambiar en un momento dado, las estrategias y la forma de conducirlas, pero nunca podrán cambiar los principios que nos han dado prestigio internacional, certidumbre y rumbo a nuestra ejemplar política exterior.

Compañeras y compañeros diputados: al concluir el día de hoy, el análisis del VI Informe de Gobierno, hemos cumplido con el precepto legal que establece esta obligación. Lo hemos hecho en un ambiente de plena libertad de expresión. Hubo ciertamente excesos, críticas exacerbadas, juicios temerarios, denuncias, palabras altisonantes y pasiones desbordadas; fue una mala experiencia que deseamos no se vuelva a repetir.

No permitamos en nuestros futuros trabajos legislativos que la pasión se sobreponga a la razón y tampoco que los intereses partidarios se pongan por encima de los grandes intereses de México. No denigremos la función legislativa que nos ha encomendado el pueblo de México, con actitudes alejadas de la civilidad política. Respetémonos a nosotros mismos y a la sociedad que nos otorgó su voto. No permitamos que el discurso incendiario, el denuesto o las palabras altisonantes, sean las armas de nuestra argumentación y menos aún, la norma de nuestra conducta en esta cámara.

El pueblo votó por nosotros y espera mucho de esta legislatura, no la defraudemos con escarceos y discusiones bizantinas que a nada conducen si no es que al descrédito acelerado. Recordemos que las facturas políticas se cobran y muy caras en las urnas electorales.

No convirtamos este recinto y tribuna, la más alta de la nación, en el muro de las lamentaciones o escenarios circenses, convirtámolas sí, en el más importante foro democrático del país en donde todos los diputados la utilicemos con elevado sentido de responsabilidad. Debatamos, sí, pero con altura de miras, sin renunciar un ápice a nuestros principios, denunciemos todo aquello que esté mal, pero también tengamos el valor y la honestidad política de reconocer los logros que se han alcanzado.

Elevemos el nivel de nuestros debates, un argumento bien razonado vale mucho más que mil denuestos, hay tareas muy importantes por venir, preparémonos a acometerlas con seriedad y con elevado sentido de responsabilidad, esto y no otra cosa es lo que espera el pueblo de México que votó por nosotros el 21 de agosto, no defraudemos su confianza. Muchas gracias.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra al diputado Cuauhtémoc Sandoval, del PRD.

El diputado Cuauhtémoc Sandoval Ramírez:

Señor Presidente; compañeras y compañeros diputados:

Al inicio de su intervención, el diputado del PRI, Carlos Reta Martínez, nos vuelve a reiterar una posición que en días pasados otro diputado priísta hizo en esta tribuna y que ayer, en Guadalajara, manifestó el candidato del PRI, Ernesto Zedillo Ponce de León. Se nos invita a dialogar buscando un acercamiento en las posiciones de los partidos políticos, se plantea un nuevo trato, se reitera la disposición a la elaboración de una nueva Ley Electoral que atienda los aspectos que aun son motivo de insatisfacción, como son el financiamiento de los partidos, el acceso a los medios de comunicación y la autonomía plena de los órganos electorales, que son algunos de los reclamos que la sociedad mexicana ha demandado para lograr elecciones limpias y transparentes en nuestro país.

Pero, la pregunta que surge de inmediato es la siguiente: ¿a partir de cuándo empieza este diálogo, esta concertación de partidos, este nuevo trato anunciado? ¿A partir de esta tarde cuándo esté presente en la plaza adjunta a este recinto parlamentario el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas? ¿A partir de esta noche cuando entremos a la calificación, a la discusión del dictamen sobre la calificación de la elección presidencial? ¿A partir del 1o. de diciembre? Estas son preguntas necesarias, porque hasta ahora, lo único que hemos observado en estos días de discusión de la glosa, es la reiteración de la política del no veo, no oigo, que se concreta en la defensa a ultranza del informe presidencial que se advierte en el albazo de la mayoría en la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.

El PRD plantea que haya desde ahora esa congruencia entre las palabras y los hechos, que esta disposición que dice tener la mayoría se concrete aquí y ahora y no en los plazos que se arrastran del pasado.

Compañeras y compañeros diputados, hace poco más de un año, se discutía en este recinto legislativo la posibilidad de cambiar a México su nombre oficial; era la consecuencia llevada a sus últimos extremos, del proyecto delineado desde principios del sexenio, de la modernización del país que según la élite gobernante nos anunciaba la entrada al primer mundo.

La modernización, este proyecto fue delineado en sus rasgos más generales en el Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994, que fue presentado a fines de abril de 1989. Sin embargo, nunca hubo dentro del Gobierno salinista una concepción clara del proyecto de modernización, de sus alcances, de las etapas del proyecto, de dónde empezaba una etapa y dónde terminaba otra.

Poco a poco, el término modernización fue abandonado por el discurso oficialista y casi sepultado al final del sexenio cuando su teórico, el señor José Córdova, se fue a vivir a Washington. Es más, en las 10 tesis que sobre política exterior el señor Ernesto Zedillo anunció en su campaña, no se menciona siquiera el término, lo cual contribuye a ser más deshilvanado el discurso oficialista en esta materia.

Lo que sí está claro, es el significado histórico que representó para México y América latina, la política depredadora de la modernización. El crecimiento experimentado por América latina en estos últimos años, es real, comparado con el crecimiento cero de la década pérdida, como se ha llamado a la década de los ochenta. Sin embargo, resulta muy modesto en comparación con los mucho más vigorosos desempeños de las economías latinoamericanas en los setenta.

No obstante, la magnitud de las reformas estructurales emprendidas hasta la actualidad no tienen precedentes en la historia reciente y dos interrogantes nos surgen: ¿era necesaria una transformación económica tan profunda hasta dejar desprovisto al Estado de gran parte de sus activos financieros y de sus mecanismos económicos para producir tan magros resultados? ¿Podrá el Estado manejar de cara al futuro la política económica mejor que en el pasado?

La política de modernización llevaba implícita la promesa de que los niveles de bienestar de nuestro país se incrementarían, la tesis que prevaleció es que a diferencia del anterior modelo capitalista de sustitución de importaciones, el incremento de nivel de vida se lograría por una mínima intervención del Estado.

Lo que ha quedado también claro, es que el costo de esa contrarreforma económica ha recaído en la clase trabajadora mediante severas restricciones salariales, despidos masivos, el control de sus representaciones sindicales y el abatimiento del campo.

En algunos países latinoamericanos, por ejemplo, Perú y Argentina, este modelo económico que conlleva un modelo, un esquema autoritario, se ha intentado llevar hasta sus últimas consecuencias a partir de reelecciones presidenciales, cuestión que fue acariciada en algún momento por el actual Titular del Poder Ejecutivo.

En otros países, las clases dirigentes han tenido que atenuar las políticas de ajuste y de privatizaciones, por la fuerte reacción de los movimientos populares y por lo menos, aquellas muestran una cautela sobre los siguientes pasos a seguir, tal es el caso de Venezuela.

Mas lo que me interesa destacar en esta intervención, compañeras y compañeros diputados, es que en el sexenio que está a punto de terminar, la política exterior mexicana estuvo inmersa en la lógica económica que le puso el régimen salinista.

La tesis oficial de que la entrada al primer mundo pasaba por nuestra integración por nuestro vecino del norte, hizo que nuestra política exterior, desde la entrada en vigor del Plan Bready, hasta la aprobación del Tratado de Libre Comercio estuviera destinada a plegarse a la política de la Casa Blanca.

En un primer momento, el creciente flujo de capitales procedente de los Estados Unidos, pareció confirmar lo acertado de la decisión. El hecho de que fundamentales asuntos de interés nacional quedaran sujetos a la dinámica de la política internacional, fue el precio que el Gobierno estuvo dispuesto a pagar a cambio de los beneficios de esa relación especial, que se empezó a desarrollar con el famoso espíritu de Houston, como fue caracterizada la primera reunión de Bush y Salinas, al principio de este sexenio.

En estos años, por lo menos de 1969 a 1992, el mundo fue testigo de un ajetreado y acelerado movimiento que los Estados Unidos, Alemania y Japón llevaron a cabo a fin de cimentar sus propios mercados regionales. Más allá de la ficción de bloques regionales y, digo ficción, porque la Cuenca del Pacífico nunca ha sido un bloque como tal y la comunidad europea tiene serios problemas para lograr la estabilidad de sus monedas. Tanto Japón como Alemania utilizaron, eso sí, los recursos y las reservas de los países integrantes de esos agrupamientos regionales, para enfrentar sus propias dificultades económicas.

En esta perspectiva, el TLC, es el premio más importante para Washington, que nunca fue incompatible con el GATT y mucho menos puso en peligro la relación con sus socios en el otro lado de los dos océanos.

De esta manera, la tesis oficial sostenida en estos años, de que era importante afiliarnos a alguno de estos bloques comerciales y a la vez obtener una diversificación de mercados, no sólo era falsa, sino que nos llevó a una subordinación dependiente y acrítica con nuestro vecino del norte.

En plena fase de la euforia salinista de cara a la aprobación del Tratado de Libre Comercio, hubo voces respetables en este país que demandaban rectificar la subordinación de nuestra política exterior a los vaivenes de la política norteamericana. Así, en febrero de 1992, en el marco del coloquio de invierno, que hubo en la Universidad Nacional, el ex canciller mexicano, don Jorge Castañeda y Alvarez de la Rosa, advertía que, cito: "las altas autoridades internacionales de México actuales y a veces anteriores, en ocasiones no parecieron haberse dado cuenta de que la manera óptima de conservar la amistad con Estados Unidos, es precisamente manteniendo una actitud independiente y digna y no convirtiéndonos en un país latinoamericano de segundo orden, dócil y obediente, maniobrable, en busca de perpetua y gratuita de la famosa amistad".

Más adelante, el ex canciller Jorge Castañeda, quien es hoy, después de Isidro Fabela y Alfonso García Robles, una de las glorias de la diplomacia mexicana, afirmaba: un caso reciente revelador y demostrativo es el siguiente: no creo que las autoridades internacionales de México hayan podido cometer un peor error que el que cometieron al regalar a Venezuela el puesto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, por el que México había optado y después se arrepintió. La elección de México estaba totalmente asegurada prácticamente por unanimidad y aun con el voto de la propia Venezuela. México no quiso ser miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, porque el serlo podía orillarlo a tomar posiciones que incomodaran a Estados Unidos, mientras se estaba negociando el TLC.

Y el embajador Castañeda concluía: "además, resulta un tanto paradójico que habiendo deliberadamente abandonado una oportunidad de formar parte del consejo de seguridad, México emita una declaración sobre las reformas deseables en Naciones Unidas y en particular sobre la democratización de este consejo".

Por eso, compañeras y compañeros diputados, resultan vacías las afirmaciones contenidas en el Vl Informe de Gobierno, donde se señala que nuestra estrategia de diversificación de política exterior tuvo dos elementos centrales: reafirmar nuestros principios, decía Salinas, y diversificar nuestros vínculos y relaciones.

En el discurso salinista se proclama que México no cede un ápice de soberanía con el TLC, que sólo es uno de muchos tratados, que ya se negoció uno similar con Chile, que están en marcha otros con Centroamérica, con Bolivia, Colombia y Venezuela, que México está diversificando sus relaciones económicas con otras áreas del mundo y que América latina, es nuestra natural área de integración.

Mas cuando se analizan las cifras de comercio, uno se pregunta si el 0.4% de nuestro intercambio con Chile o el 3% con toda América Latina, es similar a casi el 80% del comercio que tenemos con Estados Unidos.

En fin, habría que preguntarse si entre el discurso salinista de soberanía y diversificación y la realidad, no hay un profundo abismo.

En los últimos tiempos, la diplomacia mexicana ha sido utilizada también para un hecho indigno, me refiero a la promoción de Salinas de Gortari, como candidato a la presidencia de la Organización Mundial de Comercio, teniendo como pivote a José Córdoba, desde Washington.

Se trata de una segunda edición de la promoción realizada en 1975, por Luis Echeverría, para lograr la candidatura de la Secretaría general de la ONU, que obtuvo pésimos resultados, entre otras cosas, porque el lobby se realizó con los países del tercer mundo y no con los poderosos integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU.

Ahora, en un acto inoportuno y aprovechando los recursos de nuestra diplomacia, se promueve la candidatura del actual titular del Poder Ejecutivo, que corre el peligro de no lograr su objetivo, ya que es víctima de su propia política alineada con Estados Unidos.

La candidatura de Salinas es vista en otras latitudes, como la candidatura surgida de un estado cliente de los Estados Unidos, lo cual motiva el rechazo de la Unión Europea que tiene su propio candidato y de los países de la Cuenca del pacífico que apoyan al candidato de Corea del Sur. Logre o no logre su objetivo, lo real es que ello sienta un nefasto precedente para nuestra política exterior.

Finalmente, así como se inflaron algunas cifras en educación, en salud, en vivienda, también se inflaron algunas cifras en materia de política exterior, por ejemplo, el señor Salinas en su discurso nos dijo, que tuvo 392 encuentros con jefes de Estado. Renglón seguido afirma que hizo 66 visitas a otras naciones y que recibió 53 mandatarios que visitaron México. En total nos da 119 mandatarios, unos a donde fue él y otros que vinieron a México. Pero antes dice que tuvo 392 encuentros con jefes de Estado. Si nosotros restamos a estos 392 los 119 que él dice que fue a visitar y que llegaron a México, nos da una diferencia de 273. Esta es una es-tadística inflada.

¿Dónde vio a estos 273 mandatarios y jefes de Estado? Es evidente que los vio en el marco de reuniones colectivas de jefes de Estado, se trata de reuniones breves, circunstanciales, de 15, 30 minutos que no tienen mayor trascendencia que la protocolaria. Cualquier jefe de Estado de un país democrático, de un país desarrollado, no presentaría esas estadísticas infladas en su informe.

Pero después si desglosamos esas visitas que hizo Salinas al exterior, ocho fueron a Estados Unidos y sólo un presidente norteamericano estuvo en territorio mexicano, por cierto en Monterrey, donde los priístas de Monterrey le dijeron: Bush, amigo, el pueblo está contigo.

¿Hay algún caso en la historia reciente de este país en que un Presidente de México haya ido ocho veces a Estados Unidos y recibir sólo uno en territorio mexicano por unas horas? ¿Dónde quedó el principio de reciprocidad?, pero sobre todo algunas visitas de Salinas de Gortari se hicieron en el año electoral, cuando Bush era presidente y a la vez era candidato. Salinas apostó de mala manera a la reelección de Bush.

No hay ninguna mención a la Cumbre de Miami, que se realizará en los primeros días de diciembre. Hay que decir que es una sede inoportuna, no existe agenda fija y forma parte de esta concepción interamericana que a entrado en crisis y que no me voy a referir a ella por cuestión de tiempo.

Finalmente se informa que se ha incrementado el número de embajadas de nuestro país en el extranjero, pero no se informa por qué se cerraron algunas representaciones diplomáticas nuestras, en Rumania, en Bulgaria, en Namibia, en Etiopía donde es la sede de la Organización de la Unidad Africana. Tampoco por qué no se ha elevado el status diplomático de la oficina del pueblo palestino que existe en nuestro país desde 1965, cuando incluyo el Estado beligerante, los dos estados beligerantes, Israel y Palestina, ya se han reconocido mutuamente en el proceso de paz que se ha desarrollado en los últimos meses y que está siendo saboteado por los duros de ambos lados.

Nos han informado diplomáticos acreditados en nuestro país, que ya la cancillería mexicana ha girado invitaciones para la toma de posesión del 1o. de diciembre, sin que aún ésta soberanía haya calificado la elección presidencial. Nos parece una situación verdaderamente grave, porque no se ha consultado a esta soberanía y en segundo lugar, porque se ha hecho una lista discriminatoria de muchos países con los cuales nuestro país tiene relaciones amistosas.

Finalmente es tiempo de que se reflexione en una propuesta, que el Partido de la Revolución Democrática ha hecho en distintos momentos y en tribunas: construyamos las bases de una política exterior pluripartidista, que esté más allá de los intereses partidarios, de las coyunturas electorales y de las ambiciones personales de fines de sexenio. En muchos países con vocación democrática, con una política exterior consistente y de largo plazo, es fundamental un acuerdo de los actores políticos sobre los objetivos, los principios y los métodos de una política exterior.

El diseño de una política exterior de consenso no ha sido posible en México en razón del predominio de un solo partido político, pero si vamos, como es el claro signo de nuestros tiempos, hacia un mayor pluralismo en la vida política de nuestro país, si vamos a afrontar juntos los riesgos, que también lo son de la alternancia del poder, vayamos ya pensando en desterrar la demagogia, las falsedades o las verdades a medias, e instaurando las bases de una sola política exterior que convenga al interés de nuestra patria. A ese objetivo está dispuesto a concurrir el Partido de la Revolución Democrática. Muchas gracias.

El Presidente:

Para rectificar hechos, se le concede el uso de la palabra a la diputada Martina Montenegro Espinoza.

La diputada Martina Montenegro Espinoza:

Con su venia, señor Presidente; honorable Asamblea, compañeras y compañeros diputados:

Deseo iniciar esta intervención expresando en primer término, la gran satisfacción que siento de ser parte integrante de la LVI Legislatura del Congreso de la Unión y correlativamente expresar a ustedes la enorme responsabilidad social que esto implica.

Las diversidades ideológicas constituyen el marco plural y democrático de la sociedad mexicana. La pluralidad política de esta cámara así lo demuestra, por tanto, esta característica debe convertirse en el elemento básico para que unidos analicemos de manera sistemática los problemas que afectan a México y encontremos las mejores alternativas de solución.

Creo firmemente que las divergencias políticas nos enriquecen, pero también estoy segura que las coincidencias nos fortalecen. Convirtamos los puntos de coincidencia en el imperativo de la pluralidad, para lograr los objetivos claros y precisos que nuestra tarea requiere.

Estamos ante una oportunidad histórica para que esta legislatura se convierta en una digna y eficaz representante de los intereses de la sociedad. Estoy convencida que a través del debate y del diálogo razonado lograremos encontrar la excelencia que se necesita para contribuir al equilibrio de los poderes del Estado.

No dejemos que nuestras diferencias nos reduzcan a simples conceptos aislados. Unamos nuestras ideas y trabajemos sencillamente hoy y siempre por y para México.

Compañeras y compañeros diputados, la estrecha relación de la frontera norte con la frontera sur de los Estados Unidos de América, es única en el contexto entre un país en desarrollo y un país desarrollado, entre dos sociedades y dos culturas distintas, pero unidas y caracterizadas por un intenso y dinámico intercambio, lo que ha obligado a México en cada reunión bilateral, realizar una doble agenda de trabajo y priorizar altamente lo que a la política exterior concierne.

Gracias al esfuerzo y fructífera labor del Presidente, de la República durante este periodo gubernamental, por conducto de la Secretaría de Relaciones Exteriores se han atenuado enormemente importantes problemas que al respecto hayan surgido, sin embargo, debido a la estrecha relación que existe entre ambos países, continuamente se presentan importantes aspectos que exigen una concentrada atención por parte del Gobierno mexicano.

Son innumerables los asuntos que requieren un trato especial en materia de política exterior, como los que actualmente han surgido relativos a las acciones lesivas al derecho humano y a la exigüidad de nuestros trabajadores mexicanos emigrantes.

El aspecto migratorio es para los Estados Unidos la mera aplicación estricta de la ley, pero para México constituye un principio constitucional de libertad y de movimiento. Se insiste en la sistemática violación que al respecto de la Ley de Migración incurren los trabajadores indocumentados, pero omiten mencionar la valía económica y la rentabilidad que su labor reditúa en su propio país, tratándonos de manera inhumana y culpándolos de ser los responsables de sus males sociales y económicos.

Respecto al tema del narcotráfico, tratan de hacer parecer a nuestro país de ser el responsable y de no poder suprimir la producción y el tráfico de estupefacientes, pero no atacan de manera integral el grave problema, sobre todo en lo que corresponde al financiamiento y al consumo de la droga.

Las mismas contradicciones surgen en materia aduanera, en materia ambiental, laboral, etcétera.

Las anteriores consideraciones, compañeros, nos muestran la necesidad del establecimiento de una doble agenda que considere de manera integral el esquema que causa la consecuencia de la problemática internacional entre ambos países, a través de reuniones de alto nivel que buscaron y que además conciliaron acuerdos y soluciones respecto a dichos problemas surgidos por su carencia y contacto directo.

Por lo anterior, vengo ante esta alta tribuna a presentar a ustedes la siguiente proposición:

"Fundamentos: en materia de relaciones exteriores y dentro del esquema de las reuniones bilaterales, el tema de conservación y el equilibrio ecológico y de la contaminación dentro de los límites fronterizos constituyen una prioridad entre México y los Estados Unidos."

Un asunto particularmente mueve la fundamentación de esta propuesta, el proyecto de la instalación de un depósito de materiales tóxicos en la zona limítrofe de los Estados de California, de Estados Unidos, y de Baja California, México, específicamente localizado en la ciudad de Campo, California, a escasos 20 kilómetros de la ciudad de Tecate, Baja California.

Los estudios han demostrado que el confinamiento se ubicaría en un acuífero transfronterizo, cuya velocidad de flujo impediría un monitoreo adecuado en caso de fuga.

Por otra parte, la imposible predicción de las rutas de flujo es un obstáculo para garantizar que una fuga de contaminantes pueda ser detectada por los programas de monitoreo.

Además de lo anterior, la alta sismicidad de la zona constituye un riesgo inminente para que se presente dicho fenómeno y que podría actuar como condicionante para la filtración de residuos tóxicos a los mantos acuíferos en caso de un movimiento telúrico.

El desarrollo de este proyecto denominado "Campo", que en diversas ocasiones ha formado parte de los análisis, tanto de los medios de comunicaciones como de las autoridades competentes, constituye sin duda un peligro potencial para la salud de la población de ambos estados fronterizos.

Es necesario que las autoridades en materia ambiental de Estados Unidos perciban en toda su magnitud las consecuencias que un depósito de desechos de esta naturaleza podría tener, no sólo para la actual población, sino para las futuras generaciones. La contaminación radiactiva no conoce de tiempos y fronteras. Los daños que ocasionaría perjudicarían irreversiblemente el ecosistema de las zonas donde estuviera asentado dicho confinamiento.

Sabemos que en esta cámara ya se han realizado los análisis al respecto, también que existen acuerdos para evitar este tipo de confinamiento en las fronteras, como el Convenio de Paz y el Programa Integral Fronterizo que desde 1983 y 1992, respectivamente, han venido instrumentando.

Sin embargo, las consecuencias de las instalación de un proyecto de esta naturaleza y magnitud, detectada por estudios técnicos y científicos que sobre dicho proyecto se han realizado, no conocen de estrategias ni soluciones políticas, el daño, una vez constituido, es irreversible y no se puede generar ningún desarrollo tecnológico en detrimento de nuestro ecosistema y del género humano. Por ello, nos permitimos los diputados del Partido Revolucionario Institucional, la siguiente:

Declaración Política: "Integrantes de este honorable Congreso de la Unión. No podemos permitir que se lesione la salud y el medio ambiente de la población de nuestro Estado y consideramos pertinente solicitar a la Secretaría de Relaciones Exteriores, promueva a la brevedad posible, una reunión binacional de alto nivel, para que con respeto a la soberanía de ese país, se cumplan los acuerdos señalados en el convenio de paz y el programa integral de ambiente fronterizo" y señalo nuevamente la posición de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, con anterioridad ha expresado su rechazo a la instalación del proyecto denominado Campo, por considerarlo potencialmente peligroso para los residentes de la población de Tecate, Baja California, México, ya que pone en riesgo el ecosistema de este Estado fronterizo y por ser contrario a los lineamientos de los anteriores acuerdos.

Firman los diputados de la fracción priísta de Baja California. Muchísimas gracias por su atención y muy especialmente por su apoyo en este acuerdo político. Muy amables, muchas gracias.

El Presidente:

Se turna la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política, hasta en tanto no se instale la comisión respectiva.

En el uso de la palabra el diputado Rodolfo Elizondo. Perdón, en el uso de la palabra el diputado Alfonso Molina, del Partido Revolucionario Institucional, a favor.

El diputado Rodolfo Elizondo Torres (desde su curul):

Que se respete el acuerdo. Eran cuatro oradores por grupo parlamentario sin hechos, para darle trámite a esto y meten a la compañera del PRI, para hechos y luego en seguida a una voluntaria del PRI.

El Presidente:

Podía haber sido de cualesquier partido, lo hizo en calidad de diputado. En el uso de la palabra, el diputado Alfonso Molina, del Partido Revolucionario Institucional.

El diputado Alfonso Molina Ruibal:

Con su permiso, señor Presidente; señoras y señores diputados: El Presidente: Estamos en orden.

La diputada María Teresa Gómez Mont y Urueta (desde su curul):

El procedimiento es incorrecto, que haya dos diputados del PRI que intervienen después de otro. Nos planteamos que debe ser uno en contra.

El Presidente:

Mire, también se va a dar esta situación. En el siguiente orden también hay una intervención en contra de dos diputados de manera consecutiva, es decir...

La diputada María Teresa Gómez Mont y Urueta (desde su curul):

Bueno, le solicitamos que se intente intercalar para que el debate sea equilibrado.

El Presidente:

Eso es lo que estamos tratando, si, gracias. Prosiga, diputado.

El diputado Manuel Marcué y Pardiñas (desde su curul):

Señor Presidente.

Un señor diputado del PAN pidió para hechos, yo pienso que tiene derecho para hechos, subir primero que el señor.

El Presidente:

Miren, estamos anotando para rectificar hechos, para intercalarlos también con los oradores a favor y en contra.

Para rectificar hechos, el diputado Catalán.

La diputada Consuelo Botello Treviño (desde su curul):

Para hechos.

El Presidente:

Tiene la palabra la diputada Consuelo Botello.

La diputada Consuelo Botello Treviño:

Señor Presidente; diputados:

Desde las primeras intervenciones de los diputados del Partido Revolucionario Institucional, en esta jornada de hoy, hemos escuchado que hay que elevar el debate, que hay que dialogar todas las fuerzas políticas, que tenemos que buscar la armonía en función de que los trabajos de esta legislatura sean realmente fructíferos para el pueblo de México. Esto es lo que oímos en el discurso. ¿Y cuál es la realidad? Ni siquiera se respeta al orden en que estábamos anotados para participar en esta glosa.

Yo creo que debemos empezar por los actos más sencillos, pero que son el pan cotidiano de nuestro trabajo en la legislatura si no, no podemos llegar a las grandes negociaciones en los asuntos difíciles. Si en lo más sencillo se está violentando el orden en esta cámara, ¿qué podemos esperar para mañana que calificamos la elección presidencial?

Necesitamos que se respete nuestro derecho. Después del posicionamiento de nuestro compañero Tarcisio Navarrete, en el primer orden de los cuatro oradores, no ha entrado ningún diputado de Acción Nacional y ya van dos o tres del Partido Revolucionario Institucional. Esto no es lo acordado, ni es lo justo. Elevo mi protesta más enérgica en nombre del grupo parlamentario de Acción Nacional.

El Presidente:

Para rectificar hechos, también tiene la palabra el diputado Catalán.

El diputado Jorge Antonio Catalán Sosa:

Con su permiso, señor Presidente:

"Candil de la calle, oscuridad de la casa". El debate ha sido de altura por parte del Partido Acción Nacional. No admitimos invitaciones que no sirven para el Partido Acción Nacional. Es obligación de todos los diputados elevar el debate y no únicamente previo a que se efectúe la calificación presidencial.

El mundo atraviesa por un confuso periodo de transición en donde lo militar, económico e ideológico perdió importancia; en cambio, cobró relevancia el combate al narcotráfico, la conservación ambiental, los flujos migratorios, las guerras étnicas, la violencia racista, los arreglos económico-comerciales, la democracia y los derechos humanos.

La política mundial parece ingresar a una nueva fase, una fuente diferente de conflictos se está configurando: la cultural. Los estados nacionales seguirán siendo actores claves en los asuntos mundiales; pero los principales conflictos de la política global del futuro pueden ocurrir entre naciones y grupos de civilizaciones y culturas diferentes. El choque de civilizaciones podría agitar la política internacional.

La persistencia y agudización de conflictos en la zona fronteriza, propiciados por los flujos migratorios de nuestro país hacia los Estados Unidos de América, constituye una muestra de la distancia que existe entre los deseos y las realidades. Los Estados Unidos responden al problema con actitudes "unilaterales soberanas", que consisten en la implantación de prácticas persecutorias y de represión a los mexicanos emigrantes, mientras el Gobierno mexicano asume posiciones declaratorias. No es suficiente, señor Presidente, sólo menciona en su informe la firma de tratados comerciales o de entendimiento entre vecinos; la existencia de 50 consulados, agregando en poco más de dos renglones su rechazo a la campaña xenofóbica y la defensa de los derechos laborales y humanos de nuestros trabajadores migratorios. Esta es la teoría ¿cuál es la práctica, señor Presidente? ¿Cuál ha sido la actuación de los consulados en este grave problema y cuáles los hechos concretos de solución práctica que hagan sentir el interés y apoyo de su Presidente a nuestros coterráneos?

El orden internacional y el orden interno son interdependientes y solidarios. No es posible el primero si la normatividad de los estados no se estructura sobre la vigencia real de los derechos humanos y la justicia social.

El tema de los trabajadores migratorios ha sido motivo de revisiones periódicas por los Estados Unidos de América y los Estados Unidos Mexicanos y seguramente por su naturaleza, seguirá llamando la atención de los legisladores de ambos países y habremos de seguirlo discutiendo en el futuro.

El proceso migratorio es un fenómeno sumamente complejo, es una realidad insoslayable en donde inciden los factores económicos, demográficos, sociales y desde luego, los de carácter político de ambos lados de la frontera. En ese sentido el problema de los trabajadores indocumentados cobra actualidad; se recrudece en la frontera norte de nuestro país con la propuesta 187, apoyada abiertamente por el actual gobernador de California, Pedro Wilson: no educación, no salud, presupuesta carga fiscal a los contribuyentes californianos que subsidian los servicios públicos de los indocumentados mexicanos, incluyendo el sistema penitenciario, aunque estudios recientes han demostrado que el gasto en la instrumentación de la propuesta 187 será más alta que los beneficios, amén de la anticonstitucionalidad de la misma, según la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos de América.

Sin embargo, el fondo del problema se ubica, se inicia en nuestra patria. No ha existido capacidad para la creación de empleos y el salario mínimo ha sido indigno e insuficiente para satisfacer las expectativas de los mexicanos.

El grupo parlamentario de Acción Nacional considera que la propuesta 187 no es una solución de fondo, sino un parche político del señor Pedro Wilson.

Cuando estuvo vigente el convenio de braceros de 1947 a 1964, y la Ley Simpson-Rodino en 1986, no pudieron controlar la inmigración y sí propiciaron maniobras inconvenientes para nuestros trabajadores, al reducir todavía más los salarios y minimizar las condiciones de trabajo de los contratados. Pero nunca ha existido la sustitución de la mano de obra mexicana por la local. Todos estos convenios y leyes, al igual que la propuesta 187, representan una manera parcial de enfrentar el problema migratorio; en algunos casos la aplicación de estas leyes sólo han sido un instrumento para justificar acciones policiacas en contra de los indocumentados, violentando su dignidad como personas.

En esas circunstancias, 1 millón 700 mil mexicanos, con valentía y con deseos de superación, han emigrado hacia el norte, de donde la historia relata que un día nuestros antepasados partieron. La migración de los países pobres a los países ricos, continuará a pesar de las presiones políticas y los intereses personales o de grupo, en pos de una gubernatura.

Debemos ser, desde luego, respetuosos del derecho que asista a los Estados Unidos, en la promulgación de las leyes que han intentado restablecer un control más estrecho y riguroso en su frontera sur. Empero, este país, que cuenta con un gran avance tecnológico y poderío económico, no debe tener en un nivel secundario el respeto a los derechos humanos que tanto pregona, al constituirse por sí mismo como el gendarme de América y del mundo.

La actitud proteccionista y unilateral de los Estados Unidos de América se demuestra con una de hechos como la "operación guardián", entre San Diego Y Tijuana, la "operación salvaguarda", en Nogales, que va desde un mayor presupuesto para aumentar el personal de migración, el uso de equipo sofisticado para la detección de indocumentados, hasta la militarización y colocación del "muro de la tortilla", cerco metálico que cubre a nuestra frontera, que pretende detener el paso de los mexicanos y que atenta contra la libertad, la justicia y el derecho a la supervivencia.

El Gobierno de nuestro país y los norteamericanos deben valorar a los trabajadores y su contribución en ambas economías. La situación actual no cambiará sólo con la creación de organismos que se sienten a platicar, teóricamente entiendan el problema y teóricamente lo resuelvan. Es necesaria la voluntad gubernamental. Un cambio de política para un mayor apoyo social. La creación de nuevas industrias y de empleos mejor remunerados es urgente.

¡De lo contrario, la posibilidad de estallido social en otras áreas de los Estados Unidos Mexicanos vendrán a aumentar la cadena de violencia que inició en 1993 y que todos los mexicanos deploramos!

"¡La propuesta 187 no ha sido sino el catalizador de un problema complejo e ignorado regularmente por los gobiernos de Estados Unidos y los Estados Unidos Mexicanos!", asienta en su editorial un diario de la capital y tiene razón.

El Partido Acción Nacional ha señalado en su plataforma política 1994-2000 cinco puntos de una nueva relación con la Unión Americana:

¡Respeto entre los dos estados democráticos!

¡Asociación comercial!

¡Reconocimiento de los niveles socioeconómicos!

¡Coordinación real en la solución de conflictos! y

¡La defensa vigorosa de los mexicanos migrantes!

Existe un camino que se torna en una exigencia al Ejecutivo Federal por el grupo parlamentario del Partido Acción Nacional ante la violación flagrante de los derechos humanos de nuestros hermanos, mexicanos todos, se deberá presionar al Gobierno de los Estados Unidos de América utilizando las nuevas tendencias en el derecho internacional, recurriendo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que condene, de ser aprobada, la propuesta 187 que afecta directamente el ser de nuestros ciudadanos que viven en California.

¡La propuesta 187 será votada mañana! De aprobarse, no se tiene que esperar la actuación de la procuradora Janet Reno o el posible veto del presidente Bill Clinton!

¡El Presidente de la República mexicana deberá adoptar una acción más decidida, pues nuestros indocumentados y todos los mexicanos esperamos que el Presidente sea capaz de enfrentar, con entereza y valor, los atropellos que provienen del coloso del norte, aun a costa y riesgo de la candidatura la Organización Mundial del Comercio!

Insisto, de aceptarse la propuesta 187 por los votantes de California, existen otros foros a los cuales recurrir, tales como la Comisión de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas e incluso a la Corte Interamericana entre otros.

¡Exigimos que México luche por el bien común internacional, pero sobre todas las cosas exigimos al Presidente la lucha permanente por el bien común de los desposeídos!, solidaridad debe ser doctrina en acción y no solamente un programa electorero que utiliza recursos que corresponden a los municipios, si se trata de dar vigencia al artículo 115 de nuestra Carta Magna.

Debemos solidarizarnos de adeveras, compañeros diputados, con quienes emigran dejando sus tierras, sus amigos, en ocasiones esposas e hijos, en busca de una vida digna, de una vida mejor; porque en su patria no encuentran el orden y la generosidad de su Gobierno Muchas gracias.

El Presidente:

Vamos a darle lectura a la relación de diputados para intervenir en favor y en contra, en el siguiente orden:

Alfonso Molina, del Partido Revolucionario Institucional; Rodolfo Elizondo, del Partido Acción Nacional; Adolfo Aguilar Zinser, del Partido de la Revolución Democrática; Gabino Fernández, del Partido Revolucionario Institucional; Alejandro Díaz, del Partido Acción Nacional; Víctor Quintana, del Partido de la Revolución Democrática; Efrén Leyva, del Partido Revolucionario Institucional; Luis Felipe Mena Salas, del Partido Acción Nacional y Carlos Flores Vizcarra, del Partido Revolucionario Institucional.

En el uso de la palabra, el diputado Alfonso Molina.

El diputado Alfonso Molina Ruibal:

Nuevamente con su permiso, señor Presidente; señoras y señores diputados:

Hay temas de los que se han tratado aquí en esta tribuna con motivo del informe presidencial, que interesan a fondo a la opinión pública del país. Pero creo que hay pocos que calan tan hondo en la conciencia nacional, que están tan ligados a nuestra propia identidad como nación, a nuestras raíces históricas, como precisamente el tema de la frontera norte, que yo quisiera tratar brevemente, por cierto con algunas coincidencias y, desde luego, con algunas discrepancias.

Ya se apuntó aquí, que México fue uno de los primeros países en avizorar la profunda transformación que tendría la economía política mundial y actuó en consecuencia y en ese contexto, la frontera norte ha adquirido particular importancia, no sólo por la nueva relación que tenemos con los Estados Unidos, sino porque, en efecto, se trata de una de las regiones más dinámicas del país. Estamos hablando de casi 15 millones de mexicanos en la zona fronteriza, de más de 3 mil kilómetros de colindancia, de que el 75% del comercio bilateral entre Estados Unidos y México cruza a través de 46 puertos fronterizos.

El producto regional bruto de estos seis estados del país, del norte del país, equivalen a casi la quinta parte del PIB nacional, con sólo el 15% aproximadamente de la población nacional.

En ninguna otra parte del planeta y seguramente en ninguna otra etapa de la historia universal, han coexistido, y yo mejor diría cohabitado, dos economías tan asimétricas, dos sociedades tan disímbolas. La realidad es que la geografía nos une, la historia nos enfrenta y, sin embargo, precisamente con base en principios muy claros, con base en nuestra propia identidad nacional, con inteligencia, hemos podido conducir esta compleja y a veces, es cierto, inexplicable realidad entre nuestros dos países.

¿Y cómo encaró el Gobierno del presidente Salinas esta realidad? ¿Qué retos plantea el Tratado de Libre Comercio, del que aquí se ha hablado y seguramente se habrá de profundizar?.

Déjenme comentar muy brevemente, que los temas de la agenda bilateral que la propia Secretaría de Relaciones Exteriores ha conducido con acierto, con base en los principios tradicionales de nuestra política exterior, se resumen en los siguientes: el control territorial de la frontera, la protección de los derechos de los trabajadores migratorios, documentados o indocumentados; el desarrollo de la infraestructura fronteriza y, desde luego, el mejoramiento del medio ambiente.

Y luego tenemos temas particularmente críticos, como son: la migración, la violencia fronteriza, la cooperación contra el narcotráfico, infraestructura, saneamiento e incursiones y, luego, temas francamente negativos e inamistosos, como son, y aquí se dijo ya, la operación bloqueo, con sus recientes modalidades en Arizona, en California, en Nuevo México, en Texas; la construcción de los muros de acero y la más reciente y la más lesiva, la propuesta 187.

La cancillería durante este sexenio, precisamente por eso creó la dirección de fronteras, que tiene bajo su responsabilidad todos los asuntos de soberanía, de límites, de puertos fronterizos y de recursos transfronterizos y además, el establecimiento de la Comisión sobre Migración y Asuntos Consulares; el grupo binacional sobre puentes y cruces fronterizos; el grupo de alto nivel sobre violencia fronteriza, así como las reuniones periódicas de gobernadores, de alcaldes y de procuradores fronterizos y también la creación de la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza, el plan integral ambiental fronterizo, el banco de desarrollo de América del Norte. Todas éstas son acciones concretas, reales, que se han llevado a cabo y que constituyen mecanismos de cooperación bilateral que están dando resultados.

Somos vecinos, inexorable e inevitablemente y es deber de México, de su Gobierno, tener la relación más provechosa desde el punto de vista de los intereses y de los proyectos mexicanos. Si se trata del desarrollo del país, no podemos dejar de mirar al norte, no como una relación de dependencia como a veces sin fundamento se quiere criticar, sino como una oportunidad única, que por cierto muchos países en el mundo envidiarían.

Se insiste a menudo, en que nuestra vecindad se integra a partir de las diferencias económicas entre los dos países como causa principal de los problemas. Pero al mismo tiempo hay que hablar de que se trata de 100 mil millones al año de intercambio comercial, de cerca de 400 millones de cruces al año, por cierto la menor parte de ellos ilegales, de intensos contactos cotidianos, de oportunidades aprovechadas y de problemas a resolver y por lo tanto estamos señalando con esta realidad que con ningún otro país en el mundo tenemos una relación tan intensa como con Estados Unidos.

Y la frontera norte, lo sabemos todos, no es sólo la línea divisoria entre dos países, es en realidad el punto donde convergen ibero-América y el mundo anglosajón. Cerca de 20 millones de mexicanos en el vecino país, encuentran sus raíces históricas, lingüísticas y familiares en México. La tercera parte de la captación de divisas después de la industria manufacturera y el petróleo, lo constituyen las remesas de trabajadores mexicanos.

En suma, podemos afirmar que la compleja y en ocasiones históricamente traumática relación con los Estados Unidos, puede tener espacios de respeto, de cooperación y de beneficio mutuo, como aquí en esta tribuna lo señaló el presidente Salinas en su VI Informe de Gobierno.

Quisiera hacer una aclaración en relación a las alusiones que se mencionaron con la candidatura del presidente Salinas a la OMC. La realidad es que el presidente Salinas no es el candidato de los Estados Unidos, es el candidato de América latina, como lo han expresado públicamente numerosos jefes de Estado de esos países. Porque no debemos soslayar el hecho de que hay aspectos en la relación con los Estados Unidos, que oscilan entre el trato de un país amigo y también entre el trato de un país indeseable.

Por un lado se sirve el acuerdo comercial que nos permite interactuar precisamente con la economía del mundo, y, por el otro lado, unilateralmente nos cierran las fronteras. De manera contradictoria Estados Unidos nos dice que no puede tolerar que entren a su territorio quienes violan la ley, pero se olvidan que son ellos mismos quienes fomentan la demanda de mano de obra. Nosotros en México sí reconocemos que no hemos sido capaces de otorgar empleo adecuado a los nuestros, que es la búsqueda de mejores oportunidades el incentivo que nos impulsa, que la migración es un fenómeno económico que tiene su explicación y su justificación en esa materia y como tal, la migración está, se comporta y está regida por las leyes de la oferta y la demanda, México reconoce la existencia de la oferta, Estados Unidos está apenas por aceptar la existencia de la demanda.

Y se dijo también aquí un ejemplo importante, que cuando hubo el convenio de braceros, recordemos que hubo más indocumentados que aceptados; la razón es muy simple, reditúa más pagar menos.

De estas contradicciones en la relación surgen propuestas como la 187, cuyo recurso protagónico se ubica en la intolerancia; la propuesta pretende, como se dijo aquí, dar trato de delincuentes a quienes no lo son, a quienes buscan mejorar sus condiciones de trabajo y el lugar donde viven. Pete Wilson, quien no desea que los mexicanos interfiramos en sus asuntos, quiere prohibir que inmigrantes mexicanos reciban cualquier servicio de salud y tampoco que sus hijos sean admitidos en escuelas públicas y de paso impone un sistema de denuncias digno de tiempos que todos creíamos ya superados.

Por lo visto, el señor Wilson ignora que nuestros mexicanos no van a Estados Unidos a buscar hospitales o a buscar escuelas y que por el otro lado, al 90% de ellos se les descuentan impuestos y cuotas del seguro social; no pondera el hecho de que la producción agrícola de California la origina la fuerza laboral del mexicano y, como aquí también se dijo, de que el 15% del producto interno de ese Estado, depende de México.

Ningún país, independientemente de la calidad migratoria del individuo, puede violar los derechos humanos de quienes se encuentren en su territorio y el Gobierno mexicano sí ha actuado con firmeza y lo seguirá haciendo ante los organismos internacionales en caso de que fuera aprobada la propuesta; una intensa campaña ha encabezado la propia cancillería a la embajada de México en Washington y los 45 consulados.

Permítanme también decirles que no existe en el mundo ninguna otra nación que tenga una infraestructura consular en lo que se refiere al número de consulados, instalaciones, recursos humanos y asistencia técnica, como la que tiene México en un solo país y ahí están las acciones de repatriación de mexicanos, la localización de personas, la visita a centros migratorios y reclusorios, la supervisión periódica de las condiciones laborales de los trabajadores migratorios y la recuperación de prestaciones devengadas y no pagadas, son hechos que hablan por sí mismos, son acciones concretas en defensa de los nuestros.

Señoras y señores diputados: rechazar la propuesta 187 no es interferir en los asuntos internos del vecino país, es estar en contra de una acción política unilateral, intolerante e irracional, requiere de la solidaridad de los mexicanos como se ha palpado a lo largo y a lo ancho del país; exige una movilización ciudadana como la estamos percibiendo también en las fronteras y se fortalece desde luego con la firmeza expresada por todas y cada una de las fracciones parlamentarias de esta legislatura, al aprobar por consenso hace apenas tres días, un punto de acuerdo sobre esta materia.

El día de mañana, en California, será uno de los más importantes en la relación con Estados Unidos. Todos esperamos que triunfe la razón y la sensatez, que prevalezca la dignidad humana.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra, al diputado Rodolfo Elizondo, del Partido Acción Nacional.

El diputado Rodolfo Elizondo Torres:

Señor Presidente; compañeros diputados:

Desde mi muy personal punto de vista, en la óptica de nuestro grupo parlamentario de Acción Nacional, los temas de migración y narcotráfico no solamente influyen en la política exterior de nuestro país, sino en las políticas interna, social y económica de México.

No es posible valerse de la demagogia para dar una imagen internacional construida sobre la incongruencia de la defensa de los derechos humanos en el exterior, cuando en nuestro país tantas veces son letra muerta.

Hoy, el tema central de la política migratoria es la posible aprobación el día de mañana, de la propuesta 187 en el Estado de California, en el vecino país del norte. Salinas viene y ratifica su rechazo a dicha campaña xenofóbica y sale en defensa de los derechos laborales y humanos de nuestros trabajadores migratorios, lo cual, compañeros, es digno de cualquier mandatario preocupado por su pueblo. Sin embargo, a escasos cuatro días de su informe, el canciller Manuel Tello manifiesta a los medios de comunicación que el Gobierno de México no acudirá ante los tribunales internacionales, en caso de que sea aprobada la propuesta 187.

Además se arguye que México no tiene ningún conflicto que plantear con respecto al Gobierno de los Estados Unidos de América.

Compañeros diputados, firmemente manifiesto de antemano, el canciller Tello no puede, no debe renunciar ni comprometer a México, a declinar recursos legales y además legítimos, para recurrir a instancias internacionales de derechos humanos como la OEA y como la ONU. Por ello nosotros pensamos que tal posición que anunció Tello, de entrada denota debilidad de nuestro Gobierno ante el país del norte; al mismo tiempo, deja entrever la evidente campaña que sin duda alguna promueve la cancillería, para apoyar la candidatura de Carlos Salinas de Gortari a la Organización Mundial de Comercio.

Asimismo, es evidente la renuncia del Gobierno de México a reconocer la jurisdicción de organismos internacionales, a los cuales está comprometido por tratados de los que nuestro país es signatario, en materia de violación a derechos humanos, entre otros, de naturaleza político-electoral.

Por otra parte, es notable asimismo el temor que frecuentemente ha demostrado la Secretaría de Relaciones Exteriores, de no utilizar dichos foros internacionales, simplemente porque no soporta ni acata las recomendaciones que en diversas ocasiones le ha hecho la OEA, relativa a las violaciones a derechos humanos en procesos electorales, denunciadas ante ese organismo, por el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática.

El hecho de anticiparse a la no utilización de recursos legítimos, es comparable a comprometerse de plano al incumplimiento de disposiciones legales, en relación a valerse de medios y recursos de la propia cancillería, para apoyar la candidatura del doctor Zedillo, a cuyo respecto el partido Acción Nacional hizo denuncia en su oportunidad y aún estamos esperando sus respuestas.

Es necesario dejar bien claro que el problema de fondo de la migración de nuestros mexicanos a Estados Unidos, obedece principalmente a políticas económicas equivocadas, que por años han sostenido los gobiernos priístas, así como la mala distribución del ingreso, lo que obliga a miles de compatriotas a vivir fuera del país, en busca de oportunidades que el Gobierno y la sociedad no han podido darle. En tal virtud, no es honesto venir a este recinto tratando de engañar al pueblo de México y a todos nosotros, compañeros diputados.

Qué buena solución ofrecen los secretarios de Salud y Educación, al declarar ante los medios de comunicación que de aprobarse la propuesta 187, las secretarías a su cargo estarían en posibilidades de atender a los deportados mexicanos. Yo me pregunto, compañeros diputados y les pregunto: ¿quién les va a dar trabajo? ¿Carlos Salinas o Carlos Slim?

No, señores secretarios, el problema de los posibles deportados va más allá de las aulas y los hospitales que ustedes pretenden ofrecer. Se requiere, de una vez por todas, dar soluciones estructurales de fondo. Es imperativo desplegar una política social efectiva, sin tanto Pronasol ni tanta corrupción, que resuelva en serio el problema de 40 millones de mexicanos pobres, mas no el de 20 millonarios favorecidos. Ese es nuestro reto, ésa es nuestra tarea, nuestra responsabilidad como verdaderos representantes populares, en vez del triste papel de cortesanos que se estila en el partido numéricamente mayoritario.

Difícil tema el del narcotráfico en nuestro país, apenas tocado precavidamente por Salinas en su informe y digo apenas tocado, por la importancia que genera el problema en todos los órdenes de la vida nacional. Es necesario darle su exacta dimensión y no sólo perderse en estadísticas y venir a informar cuántas toneladas o hectáreas han sido destruidas o cuántos individuos fueron detenidos por delitos contra la salud.

No, compañeros diputados; el problema va más allá de tales acciones, que sin duda son buenas. Debe señalarse que México en la actualidad sigue siendo el principal productor de mariguana en el mundo, pues concurre con el 60% de este producto en el mercado de Estados Unidos. De la misma manera México exporta el 20% de la heroína que consume el vecino país del norte, además transporta o traslada el 50% de la cocaína que se vende en las calles de las grandes urbes de nuestros vecinos.

Las citadas cifras concuerdan con los informes oficiales y confidenciales de los gobiernos de México y de Estados Unidos. De lo anterior se puede deducir que la información dada por algunos medios de comunicación escrita, en relación con el monto en dólares que esto representa en términos económicos, en el primer semestre del año asciende a 17 mil millones de dólares, cifra que cuadruplica la de nuestras exportaciones petroleras en el mismo periodo, que es de 3 mil 408 millones de dólares, que supera a la de la industria maquiladora por 4 mil 834 millones de dólares, o la del turismo, tercera fuente de divisas de nuestro país.

Yo quisiera que se me aclare la afirmación que en este renglón hace en su informe el licenciado Salinas. Dice que este maligno negocio se ha mezclado con la violencia que hemos padecido. ¿Se referirá a los asesinatos de Posadas, de Colosio o de Ruiz Massieu o de todos ellos? Si es así, valdría la pena quedara bien claro; si no, sería conveniente que nos dijera a qué hechos se refirió que no podamos saber los mexicanos.

Todos estamos enterados de qué forma este mal, el narcotráfico, está afectando a las familias y al orden social. Empero, no sabemos, porque no se habla claro de ello, de qué modo está afectando a las instituciones nacionales, como lo menciona Carlos Salinas de Gortari en su informe. En este sentido lo más fácil es venir aquí a culpar a los países consumidores, que sin duda generan un gran interés en los países productores por su elevada rentabilidad, pero también generan corrupción y complacencia en las altas esferas del Gobierno y del poder por supuesto económico.

Es pues necesario que actuemos con responsabilidad y seriedad y no dejemos pasar la oportunidad de legislar en materia penal para castigar severamente a quienes lavan dinero.

Yo los invito a todos, compañeros diputados, a que sin distingos de partidos, ideologías, contribuyamos a sanear nuestra patria de este terrible mal. No nos arrepintamos después del daño que podríamos causar a nuestros propios hijos. Muchas gracias.

El Presidente:

Se concede el uso de la palabra al diputado Adolfo Aguilar Zinser, del Partido de la Revolución Democrática.

El diputado Adolfo Miguel Aguilar Zinser:

Muchas gracias, señor Presidente.

Bueno, provecho, diputadas y diputados, no sé a quién debemos agradecer que nos hayan traído la comida al salón de sesiones, seguramente fue para que tuviéramos la oportunidad de escuchar al diputado Elizondo en su magnífica presentación y que los compañeros del PRI no se fueran a ir antes de que Elizondo hablara.

Yo me pregunto si ésta va a ser la norma de aquí en adelante en los debates, porque estamos preocupados de que la intimidad de nuestros sagrados alimentos vaya a ser interrumpida por discursos que puedan indigestarlos. Espero que no sea el caso del mío.

Hablo a nombre de seis compañeros diputados. Quiero comenzar refiriéndome a este reiterado asunto de las sesiones del día de hoy y de las sesiones que hasta hoy hemos celebrado en este Congreso y es el hecho de que a partir de la propuesta hecha por el diputado del PRI, Oscar Levín, de iniciar una nueva relación, de hacer un nuevo pacto, ha habido declaraciones de diputados de distintos grupos parlamentarios en el mismo sentido, tanto del PRD, Ifigenia Martínez; los diputados del PAN lo han reiterado y lo acaba de señalar el diputado Elizondo.

Otro hecho importante que ha sido señalado el día de hoy en la tribuna es que el día 3 se firmó un acuerdo entre los cuatro grupos parlamentarios formalmente representados en esta cámara, respecto a la condena de la proposición 187. Es un acuerdo de consenso que en efecto expresa una opinión de repudio de este cuerpo legislativo.

Una opinión un tanto inocua, porque me parece que sería absolutamente absurdo pensar que nosotros no condenáramos un acto que está dirigido en contra de nuestros compatriotas en los Estados Unidos, sin embargo, ambos acontecimientos, estos llamados al entendimiento y esta manifestación de un consenso en relación a un asunto que nos preocupa como ciudadanos mexicanos, me hace reflexionar sobre la posibilidad de trabajar juntos en esta cámara.

El término pacto no me gusta, no me parece adecuado, porque la noción de pacto está desacreditada por el uso que ha hecho de ella este régimen. Se hacen pactos para transigir, se hacen pactos para conceder, no se hace pacto para compartir.

Yo creo que este cuerpo legislativo tiene una responsabilidad de actuar en conjunto respecto a las tareas fundamentales que nos convocan. Quizá nosotros pensemos de forma distorsionada que la tarea a que nos convoca al Congreso es debatir, discutir entre nosotros y reafirmar posturas de manera irreconciliable, alabar a los órganos de Gobierno a los que pertenecemos, o criticar de manera irreconciliable.

Yo creo que tenemos nosotros una responsabilidad por encima de ésta; tenemos que romper la noción de que somos un cuadrilátero de cuatro fracciones parlamentarias, cada una de ellas en su propio monólogo.

La tarea fundamental que nos convoca aquí sin que menospreciemos el papel del Congreso como un foro de discusión nacional, es la tarea de gobernar, somos órgano de Gobierno, participamos en las decisiones ejecutivas, legislativas de Gobierno, perdón.

Tenemos una responsabilidad constitucional al respecto y es en respecto a esa responsabilidad constitucional que debemos encontrar los puntos de coincidencia en torno a los cuales habremos de actuar conjuntamente.

Hay tareas que están reservadas al Poder Legislativo y hay otras tareas en las que el Poder Legislativo debe de actuar como órgano de Gobierno. Hay una en particular que se refiere a la defensa de la soberanía y creo que lo que se ha expresado el día de hoy nos plantea como una materia concreta de entendimiento en este Congreso lo que podamos hacer nosotros en defensa de la soberanía nacional.

Considero, y de alguna manera todas las intervenciones han bordado directa o indirectamente en el asunto, que el desarrollo de la política exterior de México en los últimos años le plantea un serio problema al país en torno a la preservación de su soberanía nacional.

En los últimos años, y no únicamente durante el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari, en los sexenios anteriores, de manera voluntaria o involuntaria, como resultado de negociaciones o simplemente de los procesos políticos, económicos o sociales que hemos vivido, se ha dado un proceso gradual de desmantelamiento de todos los mecanismos de defensa históricos de la soberanía nacional.

El país construyó un arsenal de defensa de la soberanía a partir de una serie de respuestas históricas que fueron concatenándose, de las cuales somos los mexicanos autores.

En los últimos años este aparato de defensa, no quiero usar la analogía militarista porque México no es un país militarista, pero este aparato de defensa se ha venido desmantelando gradualmente; hemos venido perdiendo nuestras armas estratégicas, hemos venido cediéndolas en una especie de desarme unilateral general y completo que no ha sido recíproco respecto a aquellos países con los cuales tenemos la obligación de hacer y de reafirmar nuestra soberanía nacional.

En donde ha sido más notoria y en donde es más grave esta situación de desarme del país, es en lo que toca a las relaciones con los Estados Unidos. Estas relaciones han cambiado de naturaleza.

Hablábamos hace unos años de las relaciones con los Estados Unidos a partir de la noción de un vecino distante, como escribiera un autor inglés, un periodista del New York Times, hablábamos también del acuerdo para el desacuerdo, entendernos para mantener nuestra distancia y nuestra diferencia con los Estados Unidos.

Hoy, si queremos ser sinceros y honestos respecto a la naturaleza de nuestra relación con los Estados Unidos, tenemos que decir que nos hemos convertido en aliados de los Estados Unidos; somos un país aliado de los Estados Unidos; formamos parte de un cuerpo de Gobierno, de un Gobierno que se ha aliado a los Estados Unidos. No tiene otro nombre lo que estamos haciendo; no le pongamos calificativos peyorativos; no intentemos calificarlo de otra manera. Nos hemos convertido en los últimos años en aliados de los Estados Unidos.

¿Pero qué significa para México ser aliado de los Estados Unidos? Tiene un significado muy concreto y tiene consecuencias múltiples que no alcanzaremos todavía a vislumbrar en el desarrollo histórico de nuestro país.

Quizá ustedes podrían argumentarme que se trata de una alianza moderna, que se trata de una alianza dinámica, que se trata de una alianza entre iguales. No la ven así los norteamericanos; los norteamericanos la entienden como una alianza entre desiguales; es decir, la alianza en que una de las partes asume como eje de esta alianza las concepciones de seguridad, la visión estratégica y los intereses hegemónicos propios. De tal manera que nuestro interés como país está siendo redefinido a partir de los intereses de la seguridad nacional norteamericana, de los intereses económicos y de los intereses geopolíticos de los Estados Unidos.

Este es un hecho. Nosotros lo podremos negar aquí en México, lo podremos ocultar, lo podremos dibujar de cualquier otra imagen que queramos, podemos hablar de una relación cordial, podremos decir que somos vecinos muy amigables, pero el hecho es que los norteamericanos ya nos están viendo como sus aliados y nos están tratando como sus aliados en esta condición de subordinación.

El año pasado, en 1993, uno de los principales intérpretes del pensamiento estratégico norteamericano, el profesor de la Universidad de Harvard, Samuel Huntington, en un célebre artículo que fue muy comentado sobre todo en los Estados Unidos, expresó que México había dejado de ser un país de la órbita latinoamericana, que había pasado a ser un país de la órbita de los valores norteamericanos y que había sido una renuncia unilateral a su tradición histórica para haberse incorporado por voluntad propia en esta concepción.

El señor Huntington cita como demostraciones de esta redefinición incluso geocultural, por llamarla así en México, la naturaleza del nuevo programa económico del Gobierno de Salinas y la firma del Tratado de Libre Comercio y remata su argumento con una anécdota muy significativa para este Congreso. En esa anécdota relata como un asesor del presidente Salinas lo visitó en su oficina, en la Universidad de Harvard y le dijo cuales eran todos los planteamientos estratégicos que se había hecho el Gobierno respecto a la reforma económica y a la firma del Tratado de Libre Comercio.

Y al final le dice el profesor Huntington a este asesor del presidente Salinas: "dígame usted, ¿no quiere decir eso que México abandona unilateralmente todas las propuestas de nacionalismo económico, todas las posturas tradicionales y todo su eje de valores, para asumir que finalmente la razón de la historia la tenían los Estados Unidos y no ustedes?" Y le dice el asesor mexicano: "tiene usted razón, eso es exactamente lo que ocurre, señor Huntington, pero no lo diga, porque es un secreto en México que los mexicanos todavía no deben saber". Yo relato la anécdota del señor Huntington.

Los mexicanos que no se enteraron de eso estaban sentados en las curules de este Congreso. No se enteraron que el Presidente de la República estaba firmando una alianza con los Estados Unidos; es decir, es el eje de la relación que tenemos con ese país.

Si era una alianza debimos de ser partícipes de esa firma de alianza, de los términos bajo los cuales estábamos asumiéndonos a ella. Históricamente el Ejecutivo ha cumplido un papel decisivo en la defensa de la soberanía nacional; el Poder Ejecutivo en México, autoritario, prepotente, que actúa por encima de las atribuciones de la Constitución, ha sin embargo desempañado o desempeñó un papel decisivo, porque así se conformó la historia de nuestro país. Era necesario un Ejecutivo fuerte y gracias a un Ejecutivo fuerte pudimos ejercer en alguna muy buena medida nuestra independencia por mucho tiempo, pero ese periodo terminó.

El Ejecutivo es hoy un factor de vulnerabilidad respecto a la independencia nacional, porque el Ejecutivo actúa fuera de todo control, el Ejecutivo no responde a los lineamientos de un Congreso soberano que le indica cuales son los compromisos que corresponden al interés nacional. Esa es la condición que le impuso el excesivo presidencialismo al desmantelamiento de los mecanismos de defensa nacional en los últimos años. Pero no es momento de recriminarle al Presidente de la República esa conducta, porque es a todo el conjunto del cuerpo político del país a quienes se las deberemos recriminar. Es el momento de pensar en aquellas medidas que tendremos que tomar para corregir estos aspectos.

Hay dos áreas en las que nosotros tenemos que revisar, no podemos, como país, renunciar a los compromisos de una alianza que ya se firmó con los EUA; tenemos que revisar los términos de esa alianza sin provocar una confrontación que sería de graves consecuencias para México y yo voy a plantearles a ustedes tres áreas en donde tenemos que actuar. La primera de ellas se refiere a la definición de las jerarquías y de las prioridades de la política exterior de México. La prioridad número uno de la política exterior de México debe ser la gente, no los productos del comercio, no las transacciones financieras y comerciales, no las transacciones que se contabilizan en una máquina calculadora. La máquina calculadora no debe ser el instrumento para medir logros y alcances de nuestra política exterior; es la gente.

México no ha asumido que la prioridad número uno de su política exterior son los mexicanos que están en los Estados Unidos y no lo ha asumido ahora y no lo asumió antes, no es una recriminación que le podamos hacer únicamente al actual Gobierno, es algo que viene arrastrando el país desde hace mucho tiempo.

¿Por qué?, porque los mexicanos que se iban a los Estados Unidos se iban como válvula de escape y nosotros aceptamos esa realidad porque eran válvula de escape y cualquier acción que hubiéramos tomado en los Estados Unidos para contener ese fenómeno hubiera tenido repercusiones al interior, porque no estábamos en condiciones de absorber esa mano de obra. Por eso dejamos que se fueran a los Estados Unidos y que fueran tratados como fuera en los Estados Unidos, porque no los podemos defender y al defenderlos estar impidiéndoles su acceso u obstaculizando su acceso a los Estados Unidos.

Después, nos convino que estuvieran allá porque nos mandaban grandes remesas de dólares. Aquí se ha hablado de las grandes remesas de dólares en varias de las intervenciones. Bueno, eso también impidió que entendiéramos bien la responsabilidad que teníamos hacia ellos. Pero después comenzamos a ver también en la lucha por la defensa de nuestros trabajadores en los Estados Unidos el peligro de que esta defensa contaminara otras áreas de la política exterior, que contaminara otros acuerdos con los Estados Unidos, que provocara fricciones, que nos aislara de los grupos de poder norteamericanos, que nos colocara en una posición beligerante.

Y aquí hay un aspecto fundamental, señores, de lo que ha sido la distorsión de esta alianza con los Estados Unidos. El señor Huntington entiende muy bien que en la alianza no hay posibilidades de asimilación cultural de México, tiene que haber sometimiento de México, no asimilación cultural. Por tanto, nuestros mexicanos no son asimilables a los Estados Unidos; quienes son asimilables a los Estados Unidos son las élites mexicanas; el pueblo de México no es asimilable a esa alianza; los asimilables son los mexicanos que pertenecen a las élites.

Ese es el tipo de alianza que nosotros construimos en los Estados Unidos y por eso nos ha sido tan difícil defender a nuestros compatriotas en ese país, porque tiene un costo político muy alto hacerlo, porque modifica las prioridades de la política exterior y le impone condiciones a ésta muy distintas a las que procura el actual Gobierno.

Hay otro aspecto que tiene que ver con esto, que es el manejo de la política exterior...

Pido al señor Presidente, unos minutos más para concluir mi intervención y a los compañeros del PRI paciencia para escuchar.

El Presidente:

Diputado Aguilar: quisiera nada más informarle que tiene usted 15 minutos de exceso en el uso de la tribuna, entonces quisiera solicitarle muy atentamente que pudiera concluir su intervención, para poder dar oportunidad que el resto de los diputados puedan intervenir.

El diputado Adolfo Miguel Aguilar Zinser:

Disculpe usted. Con todo gusto doy por terminada mi intervención con las siguientes propuestas. Primero. Creo que es fundamental el fortalecimiento del Poder Legislativo. El establecimiento de un Poder Legislativo autónomo que sea capaz de ejercer los derechos de la defensa de la soberanía nacional de México como propios.

En segundo lugar, considero que es de vital importancia el fortalecimiento de nuestros consulados de protección en los Estados Unidos.

En tercer lugar considero de trascendental importancia, devolverle a la Secretaría de Relaciones Exteriores, las facultades que le fueron arrebatadas por la concepción economicista que se le impuso a la política exterior en los últimos años.

Creo, finalmente, señor Presidente, señores diputados, que nunca antes en la historia de México había habido una relación tan estrecha entre democracia y soberanía nacional. Hoy en día la defensa de la democracia es la defensa de la soberanía nacional; sin democracia no vamos a tener posibilidad de ejercer nuestra soberanía. Muchas gracias.

El Presidente:

Se concede la palabra al diputado Gabino Fernández. Quisiéramos hacer un llamado a los diputados que están anotados para intervenir, para que pudieran concretarse al tiempo que el reloj nos marca, lo más posible, hacer un llamado a la conciencia y al tiempo y la atención de los diputados.

El diputado Gabino Fernández Serna:

Con su permiso, camarada Presidente; camaradas diputadas y diputados:

La política exterior de los últimos seis años, sin duda tiene aciertos y deja retos por cumplir; no olvidemos, somos un país con una tradición histórica que nos llena de orgullo a los mexicanos. Hoy somos 90 millones de mexicanos, con graves problemas: concentración de riqueza, insultante, que debe corregirse; millones de mexicanos empobrecidos.

Este es, sin duda, el mayor reto de México: combate a la pobreza.

Decía el poeta español León Felipe, que estaba cansado de gritar y que nadie lo escuchaba, mientras España se desgarraba. Ojalá la tolerancia, la inteligencia nos alcance a todos para construir la nueva democracia mexicana que queremos todos los que estamos aquí.

Señora diputada Ifigenia Martínez, distinguida economista mexicana: escuché su análisis económico con toda atención y tengo coincidencias importantes con usted y acepto su invitación para confrontar las estadísticas y uniformar nuestros criterios económicos.

Y por otra parte, quiero aclarar, porque aquí se ha dicho de los compañeros de la fracción priísta, que yo no fui a Harvard. Soy orgullosamente economista del Instituto Politécnico Nacional.

Al examinar el documento presentado a esta soberanía por el Presidente de la República, analicé la política económica exterior en la parte de deuda externa y tratados de libre comercio con el mundo. Con todo respeto, yo no voy a abundar en la profundidad que quien me antecedió habló; no lo haré, a afecto de que el tiempo lo respetemos más. Diré solamente algunas de las partes, con ese enfoque de la información a la que yo tuve acceso y aquí hablaré de la deuda externa y cómo se conformó y cómo va esto a darle seguimiento la política externa.

En 1988 era sin duda el segmento económico que más agobiaba a nuestro desarrollo. Es decir, el modelo económico de México estaba agotado y la crisis del pago de la deuda externa explotó en varios sentidos: inflación galopante, crisis bursátil, altas tasas de interés, pequeñas y medianas empresas colapsadas, desempleo, pobreza, en resumen.

La crisis planteó entre otras alternativas la renegociación de la deuda externa, bajo las siguientes bases:

Reducción del saldo histórico al exterior, asegurar nuevos préstamos y reducción en el valor real de la deuda, así como su proporción con respecto al PIB. A nuestro juicio fue el camino correcto con un gran esfuerzo y por supuesto muchos sacrificios.

Se logró que entre 1988 y el primer semestre de 1994, la deuda externa bruta pasara de representar del 46.8% al 22.8%. Esto es una reducción en términos reales del 17%. Los saldos anteriores dan a México, después de ser uno de los países más endeudados del mundo una posición privilegiada con respecto a nuestros hermanos latinoamericanos.

El saldo de la deuda externa en términos nominales en 1988, era de 81 mil 3 millones de dólares y en 1994, se ubica en 83 mil 565 millones de dólares. Aclaro que no hablo de la deuda externa privada. Eso no significa que México esté nuevamente endeudándose y veamos:

Como proporción del PIB, se generó una reducción de 24 puntos porcentuales. El endeudamiento neto hoy se dirige a servicios productivos. El servicio de la deuda ya no es mayor, quizá medio mejor o ya es congruente con la disminución de la transferencia neta de recursos al exterior.

Finalmente, los términos y condiciones de contratación son más favorables. Por eso la renegociación de la deuda y su servicio fue la base de la estrategia para reducir la transferencia neta de recursos al exterior.

Se estima que en 1994, solamente el 0.4% del PIB que se compara muy favorablemente con el 4.1% en 1988.

La obtención de reducciones sobre el monto de la deuda y los aspectos positivos de su reestructuración se reflejaron en un mejor perfil de su vencimiento. Para mi esto, amigas y amigos diputados es muy importante. Al primer semestre de 1994, sólo el 6.2% de la deuda está documentada a plazos menores de un año, mientras que el 93.8% restante corresponde a pasivos de largo plazo.

Por otra parte el 33% del saldo vigente tiene vencimiento en una sola amortización en el año 2019 y su pago esta completamente garantizado con los bonos cupón cero depositados por el Gobierno Federal en el exterior. El restante 66.3% está calendarizado por cubrirse en pagos decrecientes durante los próximos 34 años.

La segunda parte que analizo es en cuanto al entorno internacional. Hemos presenciado el acelerado fin del sistema internacional de la posguerra y el desvanecimiento del modelo bipolar.

Por otro lado, un proceso de globalización económica y creciente interdependencia entre las naciones, las nuevas realidades de la política internacional representan para México nuevos retos. Esto para asegurar su incorporación plena a los procesos económicos de enlace mundial, como la globalización de los mercados productivos, financieros y comerciales, así como la integración económica regional.

Se han realizado importantes acciones encaminadas a consolidar nuevas asociaciones estratégicas. Luego de intensas negociaciones en 1992, se logró firmar el llamado Tratado de Libre Comercio, que para el que habla no es más que un instrumento más de desarrollo económico que el Estado mexicano tiene.

Este tratado a abierto la posibilidad de conformar una de las áreas económicas más importantes del mundo discutibles o no. No sólo por sus dimensiones, sino también por la complementación que estas economías logran en el mediano plazo. Capitalizando ventajas comparativas y alcanzando una mayor competitividad a nivel internacional.

Sin embargo, su instrumentación no ha estado exenta de las fricciones que se derivan de temas como el maltrato a nuestros compatriotas indocumentados, el surgimiento regular de episodios de violencia en la frontera común o de la pretensión de aplicar leyes de manera extraterritorial. Aquí se ha hablado y se ha dicho, yo me sumo totalmente a toda esta propuesta y esperamos que el día de mañana el pueblo de California vote por la verdad y la verdad es que nuestros indocumentados deben estar en California, deben seguir en California, porque en última instancia ése es nuestro territorio.

La nueva vinculación económica con América del Norte no ha sido una opción excluyente, pues si bien la geografía nos ha permitido adherirnos a los dinámicos procesos en esta región, nuestra conformación cultural o histórica nos coloca como nación latinoamericana, hecho del que siempre hemos estado orgullosos y debemos seguir siendo orgullosos.

México se ubica como frontera cultural y puente de enlace entre los dos grandes espacios socioeconómicos de nuestro continente. Esta situación ha alentado a nuestro país a suscribir acuerdos de libre comercio con otras naciones latinoamericanas, como Chile, Costa Rica y Bolivia, de manera bilateral, con Colombia y Venezuela en el marco del Grupo de los Tres.

México también ha impulsado un mayor intercambio económico con los países centroamericanos, fundamentalmente a partir de los acuerdos de Tuxtla, de 1991 y ha alentado la conformación de una zona de libre comercio con esta región.

La alta prioridad asignada a los países del Istmo derivó en la creación de la Comisión Mexicana para la Cooperación con esta área, instancia coordinadora que aglutina los esfuerzos de 25 organismos y dependencias gubernamentales mexicanas en los sectores: comercial, técnico, productivo, educativo y cultural.

Desde una perspectiva pragmática se han retomado las principales tesis en favor de la integración regional. Uno de esos resultados de esa iniciativa, fue la creación del Grupo de los Tres: México, Colombia y Venezuela, que dentro de un nuevo esquema subregional ha avanzado no sólo en distintos aspectos de la integración económica, sino que también ha contribuido a la estabilización de Centroamérica, a través de la formulación de programas de apoyo conjuntos.

En la región del Caribe, México ha tenido una participación activa, tanto en el ámbito bilateral como en el marco del Grupo de los Tres. Destacan sin duda alguna por su trascendencia, la constitución en julio pasado de la Asociación de Estados del Caribe, de la cual nuestro país es miembro fundador, así como de la suscripción del Plan de Acción para la Cooperación entre el Grupo de los Tres, Surinam y Lacaricom.

Europa ha ocupado también un lugar prioritario dentro de nuestra estrategia de diversificación, tal es el caso del acuerdo marco del que aquí se ha hablado y del que ya no voy a señalar.

Cabe destacar la importancia del comercio total entre México y esa región, que en 1993 alcanzó los 16 mil millones de dólares.

Con respecto a la Cuenca del Pacífico, región que se ha convertido en una de las áreas de mayor dinamismo y de expansión económica y comercial, así como en escenario de grandes transformaciones tecnológicas, México ha desplegado una activa política de acercamiento, tanto a nivel bilateral como multilateral.

Termino solamente con lo siguiente: México seguirá integrándose al nuevo orden económico internacional, fundamentalmente con América latina, aun cuando ella signifique el 5% de todo nuestro comercio. Allá iremos y no hay duda, iremos juntos. Gracias.

El Presidente:

Ha solicitado el uso de la palabra para rectificar hechos y tiene la palabra la diputada Ifigenia Martínez.

La diputada Ifigenia Martha Martínez Hernández:

Con su venia, señor Presidente; compañeras y compañeros:

Uso esta tribuna primero, para agradecer las amables palabras de reconocimiento que me ha hecho mi colega del Politécnico Nacional del IPN, economista también y, en segundo, para pues, disentir de las cifras que él da, con suma, porque ya dijimos que las cifras que se dan respecto a deuda externa no sólo no coinciden con las que nosotros tenemos, tampoco coinciden con las del Banco Interamericano de Desarrollo. Dice el Banco Interamericano de Desarrollo: crece la deuda externa de México respecto del producto interno bruto. Según los datos del banco, el débito total del país con acreedores extranjeros pasó de representar 52% del producto en 1989 a 53% en 1993.

Por eso es que en mi intervención, yo dije, que lo que más valía no era tanto estar comparando con el PIB, porque no sabemos si a la mejor la tasa de conversión de pesos a dólares que el pone el Banco Interamericano sea una diferencia a la tasa oficial, considerando que hay muchos que dicen que el peso mexicano está sobrevaluado.

Claro que hay muchos que lo dicen con muy mala intención tratando de obligar al Gobierno de México a devaluar, nosotros no estaríamos de acuerdo con una devaluación mientras no se diga concretamente si hay un paquete de recuperación, ya que no tendría caso hacer una devaluación en las circunstancias actuales.

Entonces no sé a qué cifras se refieran, por lo que toca a las cifras ya en dólares, la deuda externa, tanto la del sector público como la del sector privado, es muy superior a la que había en 1982. Ya se ha publicitado por varios periódicos que es de 124 mil millones de dólares, ésta es también la cifra, que consigna el Banco Interamericano, es la segunda más grande del continente, la de Brasil es un poquito mayor, pero para que vean ustedes nada más la importancia que tienen las cifras y las comparaciones que deben ser tomadas con mucho cuidado, mientras que para México se dice que la deuda externa total representa el 52% del producto interno bruto, no el 22% como vino a decir aquí el licenciado Salinas, para Brasil representa el 31% de un producto interno bruto, que es mucho mayor que el nuestro; o sea que en los mismos términos relativos el país más endeudado de América latina, es México.

Lo mismo también disiento en cuanto a que el servicio de la deuda ya no constituye una carga; el servicio de la deuda es muy errático dependiendo de lo que tenga que pagar por amortizaciones; así por ejemplo, en 1992 en que se tuvieron que pagar por amortización 15 mil 861 millones de dólares, una cantidad bastante significativa, la transferencia neta del exterior fue negativa en 12 mil 326 millones de dólares. Aquí también oímos en el informe presidencial que ya la transferencia neta del exterior de México ya era positiva, sí en 1993 y en 1994 se contempla que será positiva en unos 5 mil millones de dólares; es decir ¿esto qué significa de transferencia neta del exterior? Significa que lo que vamos a pedir prestado, lo que nos van a prestar o lo que va a entrar como inversión de cartera, porque es la que ahorita está entrando, atraída por las altas tasas de interés que paga México, va a compensar lo que nosotros fallemos por amortizaciones y por intereses.

Pero la carga de la deuda sigue siendo significativa e importante, eso era lo que yo quería puntualizar. Muchas gracias, señor Presidente.

El Presidente:

Agradecemos a la diputada Ifigenia Martínez, el respeto al tiempo asignado para estas intervenciones. En el uso de la palabra el diputado Alejandro Díaz y Pérez Duarte, del PAN.

El diputado Alejandro Díaz y Pérez Duarte:

Con su permiso, señor Presidente:

Aunque mi tema no es el de emigración, pero no puedo dejar pasar lo que acaba de decir quien me antecedió en el uso de la palabra.

Quienes están amenazados por la proposición 187 del Estado de California, no tienen por qué quedarse en California, lo que sí quiero, que quede muy claro, es que esa gente nunca debió salir de México, aquí debieron haber encontrado empleo, educación, servicios sociales. Está muy equivocado el compañero que me antecedió, porque el problema no es que se queden si se aprueba o no una proposición, lo importante es que esa gente encuentre lo que espera en su patria. Todos queremos lo mismo.

En el tema de relaciones exteriores, el informe que analizamos no abarca sólo el último año, sino hace un balance del sexenio. Como en otras ocasiones, subraya sólo lo que considera sus logros, que en esta ocasión incluyen dos que merecen atención especial: el Tratado de Libre Comercio, el TLC con Estados Unidos y Canadá y la incorporación de México a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, la OCDE.

El propio informe, que pronuncia como testimonio de lo que son capaces de alcanzar los mexicanos, de tal manera que el esfuerzo llevado a cabo para enfrentar los retos de nuestros tiempos sea comprendido. Los elementos centrales de la estrategia de política exterior que se establecieron, o sea, reafirmar nuestros principios y diversificar nuestros vínculos, fueron correctos, no así sus resultados.

Es cierto que el fin de la bipolaridad en el ser internacional cambió radicalmente al mundo económico, que la globalización de la economía llegó a romper aislamientos al dejarse el proteccionismo y conducir a la vinculación del país hacia los centros de la dinámica mundial, y en particular hacia América latina; pero a pesar de las palabras anteriores, que casi son textuales del informe, los resultados obtenidos son muy distintos a los que se dijo pretender, al menos en lo que a relaciones comerciales se refiere.

Qué bueno que mantengamos relaciones diplomáticas con 29 países más; qué bueno que se hayan firmado 306 tratados... por cierto, esos 306 tratados debieron haber sido ratificados por el senado, no nos consta y no nos consta, porque desgraciadamente el senado no tiene las características de integración que tiene esta representación popular. Los tratados deberían ser pasados también por la Cámara de Diputados, aunque es una discusión que tendremos que llevar en otro momento, pero es muy importante que aquí se debatan, porque hay mayor forma de conseguir consensos y de conseguir difusión.

Qué bueno que el Presidente se reuna con 392 jefes de Estado y de Gobierno, que firme 227 acuerdos interinstitucionales; qué bueno hay un diálogo político más fluido, promotor de paz y de intereses comunes con América latina; hasta pudiera procederse que es bueno que se hayan hecho 30 viajes presidenciales a la región, aunque a pesar de todo lo realizado, de todos los esfuerzos y de todos los tratados, el informe dice que mejoraron las relaciones, pero por los datos estadísticos de los anexos del informe, sabemos que nuestras exportaciones a la región no fueron tan exitosas como lo fueron al resto del mundo.

En retórica, el titular del Poder Ejecutivo no escatimó esfuerzo alguno por hacernos a América latina, inclusive muchas de sus acciones deben ser aplaudidas, pero en el aspecto comercial, con esa región no ha fructificado como se decía y no lo decimos nada más muchos mexicanos, no sólo del Partido Acción Nacional, lo dicen articulistas, empresarios y funcionarios gubernamentales de los países hermanos. México ya no quiere ser parte de América latina, México quiere ser parte de la América del Norte y olvidarse de América latina.

Señores, no es cierta esa aseveración, pero los hechos que está dando a conocer el Gobierno mexicano sí tienden hacia allá.

El exitoso incremento de las exportaciones mexicanas a todo el mundo representa un esfuerzo de relaciones, manufacturas, embarque y transportaciones, que si bien está interesado por la actual administración, no es mérito sólo suyo, sino compartido con la ciudad toda.

Entre 1988 y 1993, las exportaciones crecieron un 73% al pasar de más de 30 mil a 51 mil 800 millones de dólares; este aumento no es sólo en dinero, es en manufacturas y entre otras del campo, es el movimiento de mercancías a través de carreteras, puertos y garitas mexicanas, y sobre todo son más empleos para muchos mexicanos.

Aquí quiero realmente elogiar al diputado Aguilar Zinser, cuando mencionó que el gran olvidado de la política mexicana es la gente y es cierto, tenemos que revaluar lo que vale el trabajo de la gente; lo importante de todo lo que hacemos en política y en economía es la gente, las personas, sin ellas todo lo que somos no tiene ninguna razón de ser.

Para mala fortuna del país, corresponde al aumento en las exportaciones un aun más impresionante incremento en las importaciones, 132% de 1988 a 1993, con las que pasaron de 28 mil a 65 mil millones de dólares, con el agravante que la participación en la importación de bienes de consumo se ha elevado del 5% al 10% en total a partir de 1987, o sea, estamos importando más corn flakes, estamos importando más cereales procesados y menos maquinaria y bienes intermedios de consumo.

Esto fue maquillado en el informe, no fue dicho claramente y es necesario explicitarlo.

Si bien esto fue parte de la estrategia para controlar la inflación, la apertura comercial funcionó lo mismo para productos muy sofisticados destinados al consumo suntuario, como para productos que verdaderamente abarataron el mercado popular; aunque incidió positivamente en el índice mensual de precios, afectó negativamente el índice de empleos. Las importaciones de bienes y servicios han sustituido trabajo e inversiones que hacen mucha falta en México.

Se nos dijo que era necesario permitir las importaciones para poder exportar, pero permitir fue un eufemismo, que se abrieran indiscriminadamente nuestras fronteras sin pedir nada a cambio, se eliminaron aranceles de casi todos los productos, mientras nuestros exportadores seguían efectuando cuotas y fuertes impuestos en otros países. De una balanza comercial prácticamente equilibrada en 1988, se pasó a una terriblemente deficitaria en 1993: 13 mil 481 millones de dólares, amenazando como se dijo aquí el viernes, la estabilidad de la paridad del peso frente al dólar, pero más grave aún, traspasando muchísimas fuentes de empleo al extranjero.

Aunque pudiera parecer terna de la glosa de política económica, también lo es de política exterior, porque ésta no va a ser empleada sólo para que la imagen de nuestro país crezca en el extranjero o México sea más respetado, debe servir también para atraer inversiones y empleos, que conduzcan a un aumento de las oportunidades de vida mejor para los mexicanos.

El desequilibrio de la balanza comercial es gravísimo, no porque pudiera conducir al ajuste técnico de la paridad, sino porque está transfiriendo al extranjero empleos que hacen falta en México.

La entrada de México a la OCDE, marca un hito en la política exterior mexicana que no ha sido suficientemente explicado al pueblo de México. Más de 30 años, después de que Adolfo López Mateos argumentara que el papel de México en el mundo, junto con la India, Egipto, Indonesia y otros países en vía de desarrollo, sería con el grupo de países no alineados, con el después llamado tercer mundo, un solo discurso del canciller Tello, en París, el 14 de abril de este año, de un plumazo descarta nuestra participación en el Grupo de los 77, sin mayor explicación y ahora que sabemos que el Gobierno ha decidido para México su nueva postura en el comercio internacional, quiero tener una frase del informe: cuando se decide tener relaciones más intensas con una nación tan poderosa, se debe a la vez acercar a los amigos lejanos y confrontarla con dos casos que patéticamente muestran lo que falta por hacer en materia de comercio exterior.

La primera, una enorme dependencia de México del comercio con los Estados Unidos. Aun antes de la entrada en vigor del TLC, nuestras exportaciones a dicho país habían subido al 83% del total, contra un 66%, en 1988, y nuestras importaciones al 71%.

Nuestro comercio exterior, no debió jamás depender tanto de un solo país, y menos aún haberse concentrado más en estos seis años, cuando en declaraciones se afirmaba la intención contraria.

La segunda, es el descuido del balance comercial que debe existir con todos y cada uno de los países y permítanme dar un solo ejemplo: Japón: en 1988, exportábamos a ese país, 1 mil 231 millones de dólares e importábamos 1 mil 187, otra vez un equilibrio razonable. Para 1993, con datos de los anexos del propio informe, exportamos tan solo 700, casi la mitad, aunque nuestras importaciones hayan crecido a 3 mil 369. Otra vez en cifras en millones de dólares.

Este no es un problema sólo del Poder Ejecutivo, es de toda la nación, pero dispuesto para corregirlo debería comenzarlo éste y al menos hacerlo explícito. Si fue una omisión creo que el Poder Legislativo debe subsanarla con medidas legislativas o al menos llamando la atención al problema, por la tarea, por si es ingente, está por hacerse. Hay que hacerla y hacerla bien, por lo referente a empleos para muchos mexicanos.

Estamos de acuerdo en casi todo lo esencial. Quisiéramos que los hechos estuvieran más próximos a las proclamas. Necesitamos y exigimos mayor congruencia para que el comercio exterior sea una herramienta más de los mexicanos en su lucha por una vida mejor, que las diferencias que nos separan no en pie de los distintos grupos parlamentarios que nos encontramos en esta cámara, recorrer caminos para que los mexicanos puedan vivir mejor. Muchas gracias.

El Presidente:

En el uso de la palabra el diputado Víctor Quintana, del Partido de la Revolución Democrática.

El diputado Víctor Manuel Quintana Silveyra:

Señor Presidente; compañeras y compañeros diputados:

La frontera ha vivido en carne propia las consecuencias de la postura salinista, al establecer como el principio de la política con los Estados Unidos, cito: "... impedir que las diferencias en asuntos particulares compliquen la amplia agenda de negociación".

Los fronterizos sentimos que nosotros somos o hemos llegado a ser, para el Gobierno salinista, algunos de esos asuntillos particulares que venimos a ser sacrificados para no entorpecer la amplia agenda de negociación del Gobierno salinista, léase Tratado de Libre Comercio y promoción individual del licenciado Salinas a la Dirección de la Organización Mundial del Comercio.

Esa, que es la agenda de Salinas para la frontera, se estrella con lo que es la agenda de la sociedad civil. La agenda que Salinas ha promovido con recursos públicos, se estrella contra la agenda que la sociedad civil está promoviendo y está defendiendo por medio de las movilizaciones en estos mismos momentos.

El primer asunto es, permítanme ser reiterativo, el de los indocumentados. Ya se abundó sobre el tema, ya se abundó sobre la propuesta 187. Sólo quiero destacar que no es de extrañar esta política de Pete Wilson, que el gobernador Wilson sigue una política profundamente neoliberal, que al excluir a millones de familias mexicanas de los derechos sociales fundamentales, el gobernador Wilson sigue el manual del liberalismo al pie de la letra y que este credo neoliberal, Pete Wilson se lo aprende ni más ni menos que a Carlos Salinas de Gortari.

En abril de 1981, en San Diego, Pete Wilson declaró: "yo soy un liberal, me identifico con la política neoliberal de Carlos Salinas de Gortari". Lo que nunca imaginó el gobernador Wilson, es que los millones de expulsados por los efectos, precisamente de la política neoliberal de Salinas, por la gran derrota que sufrió Salinas en el combate a la pobreza, iban a llegar a tocar la puerta a su frontera. Pero no debe sentirse tan desconsolado Pete Wilson, el mismo Carlos Salinas de Gortari, puede darle un remedio muy efectivo para que los millones de expulsados mexicanos no lleguen a California. Qué tal si en vez de aplicarles la propuesta 187, Salinas de Gortari le regala a Pete Wilson varios millones de ejemplares de su Vl Informe de Gobierno.

Leyendo el Vl Informe de Gobierno, ningún indocumentado se va a querer pasar a Estados Unidos, ¿cómo va a querer dejar este país que según Carlos Salinas de Gortari, es el país de la abundancia y de los grandes triunfos económicos? A ese respecto, un grupo bastante nutrido de connacionales mexicanos que habitan en los Estados Unidos nos han hecho una serie de demandas a los representantes del Partido de la Revolución Democrática, de las cuales nos queremos hacer portavoces.

Los connacionales mexicanos habitantes en Estados Unidos exigen claridad ante la opinión pública, sobre en qué se gasta el dinero de los consulados mexicanos. Ellos sienten que se gasta mucho en relaciones públicas, en relaciones comerciales, en jet set y se gasta poco en protección a los derechos de los mexicanos.

Parece que los señores cónsules están demasiado tiempo en el campo de golf y poco tiempo en los campos de trabajo agrícola, donde están sus connacionales mexicanos. Nos exigen los compañeros medidas tendientes a que los consulados mexicanos se conviertan realmente en instancias de defensa de los mexicanos en el extranjero y no únicamente en promoción de actividades comerciales. Que se abra en cada consulado un área específica de defensa de los derechos humanos; que se haga por parte del Congreso una evaluación objetiva de las áreas de protección de los consulados y que se respalden, por parte de los consulados, las iniciativas de la sociedad civil mexicana de aquel lado de la frontera, en defensa de los derechos humanos.

Un segundo asunto importante para nosotros los fronterizos, es la cuestión de los desechos tóxicos. Para nada se menciona en el informe la actitud de nuestros vecinos, siempre distantes y a veces hostiles, a la cuestión de los desechos tóxicos. Aunque hubo algunas acciones de la LV Legislatura y del Gobierno Federal para resolver este problema, el peligro sigue ahí, como lo dijo ahorita la compañera diputada priísta por Baja California.

Continúa, además del proyecto de basurero nuclear en los límites de California y Baja California, el del basurero tóxico en Sierra Blanca, en el Estado de Texas, a menos de 50 kilómetros de la frontera. Se trata de un confinamiento de 52 mil pies cúbicos de desechos radiactivos que representan un gran peligro para más de 2 millones de habitantes de ambos lados de la frontera.

Esto sólo es un caso de una política más amplia. Es una abierta violación al Tratado de la Paz de 1983. La agencia de protección ambiental de los Estados Unidos asume una nueva política en la que prohibe la exportación de desechos tóxicos a todos los países de la OCDE, salvo México y Canadá y así México se convierte en el destino de la mitad de residuos tóxicos provenientes de Estados Unidos.

La razón: que aquí se cotiza el traslado de desechos tóxicos a 40 dólares la tonelada, mientras que en los Estados Unidos entre 300 y 350. De esta manera se pone en peligro a los habitantes de nuestra frontera de padecer cáncer y un gran número de males pulmonares, renales, incluso nervioso. Si esto continúa así, podremos decir los habitantes de la frontera: gracias a esta política del gobierno salinista, podemos decir que, aunque todavía no vivimos como gente del primer mundo, al menos ya nos morimos como la gente del primer mundo.

Esta soberanía no puede permanecer ajena; es absolutamente necesario que tomemos acciones decisivas en el campo de los desechos tóxicos.

En primer lugar, que exijamos información exhaustiva en todo lo referente a importación de estos residuos y a la instalación de basureros nucleares en la frontera y en segundo lugar, que asumamos una clara, firme y unitaria postura de rechazo a las agencias que pretenden convertir a la frontera norte en el basurero nuclear de los Estados Unidos y de apoyo total a los organismos de la sociedad civil que se opone a este tipo de basureros.

El tratado de aguas. Es omiso también el informe en lo referente a otra de las grandes filas en nuestra relación con los Estados Unidos, el Tratado Internacional de Aguas y Límites, a pesar de que éste se ha convertido en un problema de serias implicaciones para los habitantes de la frontera.

El actual tratado de aguas deja posibilidades muy reducidas de defensa ante la calidad de aguas provenientes de Estados Unidos, cuando nuestros vecinos continúan enviando aguas de desecho industrial y agrícola altamente contaminantes, como parte de la cuota acuífera establecida en el tratado de 1944.

Ni este tratado, ni sucedáneos de 1961 y de 1972, previnieron el surgimiento de fuentes contaminantes. Esto es lo referente a la calidad del agua.

Sentimos sin embargo, que algunos estados no únicamente somos afectados con el problema de la calidad del agua, somos afectados también por el problema de la cantidad de agua que se nos aporta de los Estados Unidos y la que se nos obliga a aportar al Río Bravo.

Esto, añadido a los cambios climatológicos, ambientales y productivos, exige que se replanteé el Tratado Internacional de Aguas y Límites en sus capítulos III y IV, en lo referente a volúmenes también, o que en general, y es una propuesta, se elabore un nuevo Tratado de Aguas y Límites con los Estados Unidos, ya que el actual ni preserva los intereses de los mexicanos, ni es justo, ni es un tratado de buena vecindad.

O lo hacemos ahora o dada la importancia geopolítica creciente del recurso agua, vamos a arriesgarnos a que nuestros descendientes tengan que enfrentar un serio conflicto ante Estados Unidos, por el control del vital líquido.

Finalmente el comercio fronterizo, el comercio fronterizo, tenemos el dato de que hay ya miles de pequeños comercios que están cerrando por la falta de liquidez, por la falta de competitividad ante el comercio del otro lado de la frontera y sobre todo, por el contrabando.

Parece que la epidemia de ceguera o de astigmatismo que está aquejando a algunas altas personalidades del Gobierno Federal, se está extendiendo a otras partes de la frontera.

La policía fiscal es muy sagaz para detectar contrabandos de un par de medias o de una televisión y sin embargo padece una miopía espantosa cuando se trata de ver los inmensos trailer que pasan en la frontera, destinados a surtir a las grandes distribuidoras de productos fronterizos.

La frontera norte, a pesar de lo lejano está muy cercana a nosotros. No es una línea solamente de varios miles de kilómetros, son varios millones de personas que viven profundamente la mexicanidad, pero que quieren vivirla con dignidad, esta zona, este espacio de mexicanidad debe de ser uno de los primeros en que los diversos grupos parlamentarios de esta cámara pongamos en marcha ese pacto, ese pacto tan propuesto en las palabras y tan pospuesto en los hechos.

Necesitamos que, como ya han dicho algunas compañeras y compañeros, en los asuntos exteriores y fronterizos, esta cultura de colaboración, sea expresión democrática, sea expresión de la voluntad popular.

Necesitamos que esta cámara se manifieste unida y por lo tanto fuerte ante el extranjero, sobre todo ante Estados Unidos.

Necesitamos en esta LVI Legislatura, darle un giro completo al criterio orientador de la política exterior y fronteriza. Necesitamos exigir que la política exterior y fronteriza, se oriente por el criterio ético que es la base de la transición democrática y que estuvo ausente de toda la administración del Gobierno de Salinas.

El criterio que hay que imponerse la necesidad de fundamentar el de la colectividad a los intereses privados.

Me acaban de pasar aquí una tarjeta que dice, que el tiempo para defender la soberanía mexicana se le agotó a la administración salinista, pero que el tiempo que tenemos los diputados para defender y construir una nueva soberanía está apenas comenzando. Muchas gracias.

El Presidente:

Agradecemos al diputado la comprensión en el tiempo del uso de la tribuna.

En uso de la palabra el diputado Efrén Leyva, del Partido Revolucionario Institucional.

El diputado Efrén Nicolás Leyva Acevedo:

Muchas gracias, señor Presidente; compañeras y compañeros diputados:

Quiero aprovechar esta oportunidad de subir a la tribuna más alta de la política nacional, para tocar dos temas que son de suma importancia para lo que nos ocupa.

Primero, la presencia de México en el exterior. De acuerdo a los datos que hemos recibido contenidos en el VI Informe de Gobierno, podemos resumir que la presencia de México en el exterior se ha caracterizado en el presente régimen por ampliar sus relaciones con más naciones en el mundo, ya que en 1988 México contaba con 60 embajadas y teníamos relaciones diplomáticas con 147 países. Hoy contamos con 86 embajadas y mantenemos relaciones con 176 estados, 259 representaciones consulares, tanto generales, de carrera, agencias y honorarios.

La presencia de México en el exterior es además de mantener relaciones diplomáticas, comerciales y la cooperación con otras naciones, proporcionar asesoría y defender los derechos de nuestros connacionales.

En el área de cooperación técnica y científica se ha otorgado un impulso sin precedente, firmándose a la fecha 306 tratados y convenios y 227 acuerdos interinstitucionales. Asimismo se ha avanzado en la obtención y otorgamiento de becas, lográndose obtener más de 5 mil becas a diferentes países y otorgando cerca de 2 mil, destacándose sectores prioritarios como la ecología, el agua y el medio ambiente.

La defensa y protección de los derechos e intereses de los mexicanos cuando se encuentran en el extranjero, ha constituido uno de los objetivos primordiales de la política exterior. Esto ha influido desde luego en casos de defensa legal e incluso diplomática, por violaciones de los derechos humanos cometidos en contra de trabajadores migratorios, que en ocasiones por desgracia implican la pérdida de la vida y la integridad física de las víctimas.

Se le olvida al compañero diputado que me antecedió, de que hace algunos años en uno de los escándalos de política internacional más sonados, nuestro consulado en Los Angeles, California defendió y logró obtener legalmente la indemnización y la consignación de un ranchero texano que tenía esclavizados prácticamente a más de 150 zapotecas. Por ello, implica la labor de protección a connacionales que realizan los consulados de nuestro país acreditados en el exterior, por razones obvias la mayor parte de los casos que se atienden se dan en los Estados Unidos, nuestro vecino país, en donde viven y trabajan alrededor de 20 millones de personas con ascendencia mexicana, muchos de los cuales aún conservan su nacionalidad de origen.

México por su cultura debe proyectarse hacia el exterior y presumir su glorioso pasado y la historia noble de su espíritu. La porción de México en el exterior, las comunidades de mexicanos fuera de México, tienen la responsabilidad de mostrar al mundo lo que es México, su cultura, su historia, su capacidad creativa, su aporte a la ciencia, el espíritu bello y maravilloso de su país. Así, en el régimen al que nos referimos, se le dio impulso a la difusión cultural de nuestras raíces en el exterior, esto, habrá de permitir no desligar a nuestros connacionales de su idiosincrasia, de su origen, de sus raíces.

El segundo punto, igual de breve que quiero tratar, es el siguiente. Decía nuestro muy querido amigo y maestro, José Francisco Ruiz Massieu, que la política es pasión, paciencia y desprendimiento. Pasión entendida como la entrega y el amor a lo que se hace; paciencia por la tolerancia y la prudencia y desprendimiento por la ausencia de rencores, resentimientos o ambiciones personales malsanas.

Y esto es a lo que invoca mi partido y ha convocado ya mi amigo el diputado Oscar Levín, porque es momento de reflexionar, de analizar que los espectáculos que aquí hemos dado, de ninguna manera corresponden al compromiso que asumimos con nuestros electores, ellos esperan de nosotros un debate de altura, de respeto, cuyos resultados se reflejen en leyes o en recomendaciones que eleven la calidad de vida.

Hoy, mi partido, el Partido Revolucionario Institucional, está promoviendo un cambio hacia la democracia y hacia un mejor entendimiento con todas las ideologías, hacia la civilidad, hacia el entendimiento con todos los grupos políticos afines o no al nuestro, un entendimiento basado en el respeto, en el reconocimiento a sus derechos, a sus espacios; respeto que ofrecemos dar, pero que también exigimos recibir, sin ofensas, sin agresiones. Ese cambio que aspiró Colosio y empezaba a implementar Ruiz Massieu: aprender a convivir en la pluralidad. Es más lo que nos une que lo que nos divide; son más las coincidencias que las diferencias. Nuestro objetivo es el mismo: aspirar a construir un México que le heredemos el día de mañana a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos.

Dignifiquemos, compañeros diputados, esta tribuna. Dignifiquemos este recinto legislativo para poder cumplir así las aspiraciones que todos tenemos. Muchas gracias.

El Presidente:

Agradecemos al diputado la brevedad de su intervención.



TRANSMISION DE PODERES

El Presidente: Ha solicitado el uso de la palabra y se le concede al diputado Pedro René Etienne Llano, para rectificar hechos.

El diputado Pedro René Etienne Llano:

Con su venia, señor Presidente:

Esperamos ser mucho más breve. Durante cuatro días hemos escuchado una discusión, a veces con pasión, sobre la glosa del informe y hemos podido conocer las posiciones de los diversos grupos parlamentarios sobre planteamientos o juicios contenidos en el informe presidencial; sin embargo, a varios diputados nos ha preocupado sobremanera, una omisión que consideramos grave y hemos tenido que releer el informe presidencial comprobando, desgraciadamente, que esta omisión se da en todo el texto del informe.

A pesar de que estamos a 30 días, en esa ocasión, en esa fecha, de que culminara el periodo constitucional para el que fue elegido Carlos Salinas de Gortari, en ningún momento hace mención o referencia alguna a la transmisión del poder. Nos causó extrañeza, que ni al hablar de las elecciones y sus resultados se plantearán institucionalmente las condiciones de transmisión del poder en México. Al hablar de los graves conflictos por los que atraviesa el país, incluyendo la situación de Chiapas, tampoco hay referencia a la transmisión del poder.

Y releímos en el mensaje político y en diversas partes del texto y en ninguno de ellos hay una referencia, ni siquiera implícita a la transmisión del poder. No queremos nosotros, como parte del Poder Legislativo, encontrarnos con sorpresas y encontrarnos que el día marcado constitucionalmente para la transmisión del poder, alguien nos presenta las cosas ya totalmente hechas y consumadas sin ninguna participación de los miembros de este Poder Legislativo.

Por esta razón, compañeros diputados; compañero Presidente de la Cámara, queremos someter esta propuesta que voy a dar lectura en forma breve:

«Presidente de la Cámara de Diputados. Presente.

Los diputados que suscriben, sometemos a la consideración de la Asamblea, el siguiente

PUNTO DE ACUERDO

Se propone la constitución de una Comisión Plural, con la finalidad de organizar los preparativos de la ceremonia de transmisión del Poder Ejecutivo Federal que deberá efectuarse el 1o. de diciembre de 1994.

Esta comisión debe ser integrada de una manera plural, con miembros de las distintas fracciones de esta legislatura.

Atentamente.

México, D.F., a 5 de noviembre de 1994. Diputados: Jesús Ortega Martínez, Pedro René Etienne, Carlos Navarrete y Antonio Tenorio Adame.»

Y siguen otras firmas de diputados de la fracción parlamentaria del PRD.

En virtud de que estamos a escasos 23 días de esta fecha constitucionalmente señalada para la transmisión del poder, consideramos urgente que se tomen las providencias y por esta razón, entregamos la propuesta a la Presidencia, solicitándole se turne a la Comisión de Concertación. Muchas gracias.

El Presidente:

Se turna a la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política, solicitándole a la Secretaría proceda a hacerlo.



VI INFORME DE GOBIERNO (II) POLITICA EXTERIOR

El Presidente:

En el uso de la palabra la diputada Consuelo Botello Treviño, del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional.

El diputado Consuelo Botello Treviño (desde su curul):

Va a pasar el diputado Luis Felipe Mena Salas.

El Presidente:

La diputada cede el uso de la palabra al diputado Mena Salas, del Partido Acción Nacional. Tiene la palabra, diputado Luis Felipe Mena Salas.

El diputado Luis Felipe Mena Salas:

Señor Presidente; compañeras y compañeros diputados:

El análisis del último informe de la gestión gubernamental es preciso realizarlo de una manera razonada, seria y objetiva. Además, deberá contener alguna crítica constructiva que pueda constituirse en medio para hacer propuestas cuyas soluciones repercutan favorablemente en los ámbitos nacional e internacional.

En el campo de la política exterior aplicada por el Gobierno de nuestra nación, consideramos acertada la postura de México relativa al rechazo permanente al embargo económico impuesto a la nación caribeña de Cuba. También es apropiado el apoyo a las negociaciones migratorias celebradas entre Estados Unidos y aquel país.

Sin embargo, es inaceptable que el Gobierno de México no se pronuncie en lo relativo al respeto de los derechos humanos en aquella isla. Esto lo afirmo, dado que el Gobierno que concluye jamás ha emitido declaración alguna en referencia a las libertades tan precarias en que viven los ciudadanos de esa nación.

Fue precisamente en el mes de marzo del año en curso, el informe que sobre Cuba presentó en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, Suiza, Carl Johangroth, relator de las Naciones Unidas sobre el problema cubano. Contiene, entre otros puntos, que el gobierno cubano es un régimen dictatorial y policiaco, coarta las libertades fundamentales de expresión, reunión, asociación y persigue a los grupos que defienden los derechos humanos en aquella isla.

La falta de democracia y de un sistema de partidos en dicha nación, hace nugatorio el derecho de sus conciudadanos a escoger libremente a sus gobernantes. Por consiguiente, tal situación es contraria a la expresión gubernamental que pregona Salinas, cuando sus propuestas en lo internacional fueron tendientes a proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales.

La rebelión del pueblo cubano el 5 de agosto del año en curso, demuestra la inconformidad contra el sistema de gobierno que los ha sometido por más de 35 años, al pisotear sus ideales de justicia y libertad.

Esto originó el éxodo de gran número de habitantes de esa nación, que se lanzaron al mar buscando la libertad. A estas personas se les denominó "balseros" y ocasionaron un conflicto en varias ciudades, incluyendo la nuestra, como en el caso de Yucatán, donde recalaron infinidad de cubanos que escapaban buscando la libertad.

Pero lamentablemente muchos de ellos no lograron su objetivo. Según los datos estadísticos que llevan los exiliados cubanos, de cada cinco que salen al mar, única y exclusivamente tres alcanzan a llegar a Florida.

En estos momentos viven en Guantánamo, hacinados en campos de concentración, bajo la tutela de los Estados Unidos, cerca de 24 mil cubanos, a quienes se consideran refugiados políticos. A ellos el gobierno antillano no les permite, regresar honrosamente a su territorio. Y la nación norteamericana no les permite la entrada al país ni les concede la calidad de asilados políticos. ¡Sobre este grave problema de derechos humanos, el Gobierno mexicano tampoco ha declarado una posición firme!

En Acción Nacional consideramos necesario que la postura gubernamental, además de condenar el embargo a la citada nación, establezca y defina su postura sobre el problema de los derechos humanos, la democracia y la libertad de la multicitada isla.

El Gobierno de México debe de emprender acciones en los foros internacionales, tendientes a encontrar la solución que le propicie al gobierno cubano y a sus conciudadanos una salida justa y democrática.

El pueblo de Cuba pasa por momentos difíciles que reclaman la solidaridad internacional, pues en los últimos años han sido vejados en sus garantías fundamentales, consagradas en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.

Asimismo, en Acción Nacional reconocemos que son los propios cubanos quienes deben de luchar para dar un gobierno democrático, con acciones no violentas. Consideramos, además, que a fin de lograr la reconsideración entre los cubanos, debe darse el establecimiento de un sistema político basado en la libertad, el respeto, la pluralidad ideológica y la tolerancia. Debe haber en Cuba una apertura política que incluya el reconocimiento a las fuerzas opositoras, se plantee la amnistía a los presos políticos, como también el respeto irrestricto a los derechos humanos y a la preparación de elecciones libres y democráticas. Muchas gracias.

El Presidente:

En el uso de la palabra, el diputado Carlos Flores Vizcarra, del Partido Revolucionario Institucional.

El diputado Carlos Flores Vizcarra:

Con su permiso, señor Presidente; señoras y señores diputados:

Hemos escuchado con atención las intervenciones de los oradores precedentes y la variedad de las reflexiones presentadas en esta alta tribuna han enriquecido, ciertamente el debate, para evaluar las tareas de política exterior desarrolladas por el presente Gobierno.

Si me lo permiten, yo quisiera de manera sucinta, presentarles algunas consideraciones.

Es lugar común establecer que los cambios en la escala internacional han sido profundos. Lo es también que las relaciones intensas entre las naciones describen procesos de globalización.

En nuestra percepción, las modificaciones en el sistema mundial acusan un proceso dramático que apenas alcanza a representar parcialmente la transformación de las estructuras económicas, financieras y comerciales y que apenas también describe marginalmente los procesos de asimilación y distribución de los bienes del saber, la ciencia y la tecnología y su grado diferenciado de absorción entre la sociedad mundial y las sociedades nacionales, hacia su interior.

Hemos vivido en la última década, no sólo un proceso intenso y acelerado de la historia, sino que éste parece replicar procesos cada vez más especializados y rápidos, aunque ello, cabe preguntarse: ¿por qué es de nuestra incumbencia? ¿Cuáles son las características más importantes de la crisis ideológica contemporánea? ¿Qué implicaciones tiene esto para las instituciones políticas, entre ellas, idealmente la que nosotros personificamos?

Para algunos, entre ellos el presidente Salinas, esto plantea el debate sobre tradición y modernidad. Para las instituciones políticas contemporáneas el primer desafío es de comprensión y de entendimiento para generar las propuestas que den cauce permanente a las demandas de nuestra base política constitutiva, ya sea esto en materia de democracia y participación, de perfeccionamiento institucional, de idoneidad programática y de políticas públicas, para convalidar y dotar de coherencia a la responsabilidad de la representación popular y legislativa.

Cabe preguntarse, a manera de ejercicio de anticipación, cuáles serán los cambios que debamos acompañar en el futuro inmediato para promover el pleno desarrollo de la humanidad, como aquí se ha dicho, hacerlo además por encima de cualquier otra consideración.

Cabe también meditar sobre la responsabilidad que desde ya compartimos todos nosotros para cumplir cabalmente con las tareas constitucionales de nuestra competencia con las demás que se refieren a nuestras capacidades políticas de conjunto.

En el ejercicio de glosa al VI y último informe de gobierno en materia de política exterior, convendría anotar que el actual Gobierno emprendió sus responsabilidades buscando precisamente la correspondencia y congruencia entre las definiciones históricas de nuestros principios de política exterior y la proyección y logro de nuestras metas y objetivos, en un mundo lleno de paradojas e incertidumbres.

Al mismo tiempo, cabe reconocerlo, se han modificado los referentes políticos hegemónicos que a su vez definían paradigmas.

En un contexto mundial donde el fin del encono bipolar no fue remplazado por certidumbres de multipolarismo, las tareas de la diplomacia y la política exterior mexicanas se encontraron frente a mayúsculos desafíos y oportunidades.

El Gobierno que se inició en 1988 debió reconocer, y en ocasiones anticipar, los profundos procesos de modificación en las relaciones internacionales. El imperativo del cambio correlacionó los procesos exteriores y tuvo influjo sin duda, en el desarrollo de nuestros procesos de transformación internos.

La despiadada competencia por los mercados de capitales y por las oportunidades comerciales, entre otras, confirmaron la impostergable conveniencia de profundizar en la reestructuración de nuestra economía y de las políticas sobre las cuales dio cuenta el titular del Ejecutivo el pasado día primero ante esta representación popular.

Nos advirtió sobre lo quimérico de las autarquías, sobre el valor estratégico de las contrataciones económicas y comerciales y nos precisó la conveniencia e idoneidad de la diversificación de nuestros vínculos del exterior para mantener nuestra fortaleza como nación independiente, siempre respetuosa del derecho internacional.

El imperativo era y es crecer para generar oportunidades de bienestar fundamentalmente social, el imperativo es y será construir al mayor grado posible, compromisos de unidad nacional con base en los acuerdos políticos.

En estas tareas el aporte del Poder Legislativo del Estado mexicano es de primordial significación; con base en ello, podremos proyectar la esencia de lo mexicano con certidumbre hacia el futuro.

Algunas voces, con pleno derecho, pero con débil razón en nuestra opinión, estiman que algunas acciones de política exterior del actual Gobierno se desarrollaron en omisión a nuestros más valiosos principios; nosotros en el PRI no compartimos ese criterio, ni aceptamos el razonamiento subyacente que el día primero descalificaba nuestra participación en estos ejercicios de glosa.

La profunda reforma a nuestro modelo de desarrollo, debe mirar hacia adelante para descubrir escenarios dinámicos de cooperación internacional para el desarrollo, para confirmar así nuestros propios valores; no lo hacemos para pactar alianzas limitadas y menos aún alianzas que supongan subordinación. Acreditar que en nuestros tratos comerciales con otros países, no somos aliados, subordinados, pasa por un anecdotario como el que quisiera referirles.

¿Qué acaso en la lucha contra el narcotráfico, nuestro país compromete acciones multinacionales de sus fuerzas armadas? ¿Qué acaso somos aliados, subordinados y en consecuencia, proyectamos nuestras actuaciones frente a Cuba, para poner un ejemplo? ¿Qué acaso actuamos de manera subordinada para atacar los problemas de la ecología que se generan en los países industrializados? ¿Qué acaso, y esto se ha dicho en esta tribuna innumerables veces, actuamos como aliados subordinados para hacer escuchar nuestra voz sobre el tema de la defensa de los derechos de nuestros connacionales? Claro que no.

Para lo que sí somos aliados es para conducir relaciones económicas que hemos explicado son harto necesarias, pero para hacerlo de manera equitativa. En todo eso, hemos actuado y actuaremos, sin ceder soberanía, lo haremos estrictamente para la fortaleza de nuestra vecindad.

Aquí también se ha referido con amplitud el itinerario de la política exterior durante el año que termina, según dio cuenta el propio jefe del Ejecutivo.

Para terminar, yo quisiera dejar estas reflexiones ante ustedes, compañeras y compañeros diputados: ¿cuál será el aporte de las diversas políticas nacionales, plurales como somos, en la elaboración de los acuerdos que se suscriban para soportar y respaldar nuestra política exterior? Para ser sujetos activos de las transformaciones mundiales, corresponderá, entre otras instituciones, al Congreso mexicano, participar crecientemente en la construcción de los nuevos consensos sobre política exterior y en la configuración de los mecanismos e instrumentos de consulta para la formulación de la política exterior de México en este fin de siglo.

Queda clara la inviabilidad de las concepciones que torpedean toda obra del pasado y ven al futuro en ocasiones con el estigma de ataduras dogmáticas.

Es evidente que los referentes doctrinarios, políticos y económicos que definieron bipolaridad y tensión, han dado paso, en el mundo de la política real, a fenómenos de conformación de grupos que definen hacia su interior reglas para defender sus intereses comunes, a través de la afirmación cultural y la competitividad.

La verdadera coherencia de una política exterior...

El Presidente:

Señor diputado, quisiéramos solicitarle sea breve y concluya su intervención, se pasó usted varios minutos y ya hemos estado todos sintetizando nuestras intervenciones; quisiéramos solicitarle atentamente concluya.

El diputado Carlos Flores Vizcarra:

Quisiera rogarle, señor Presidente, un minuto para concluir. Con mucho gusto, señor Presidente, un minuto tan sólo.

Los alcances y límites y el grado relativo de éxito de la política exterior, no podrán ser definidas únicamente por elaboraciones de carácter académico, que en ocasiones no contextualizan la compleja maraña que la define y determina, ésta no debe ser producto de la improvisación, el balbuceo, las acciones intermitentes a dispersas.

Como en todas las acciones humanas y políticas, y la política exterior no es la excepción, el contexto y la correlación de fuerzas puede colocarlos ocasionalmente en desventaja; sin embargo, subrayamos, es de imprescindible importancia que las instituciones legislativas que representamos, logren los consensos y los más altos grados de coherencia para poder, en el exterior, defender nuestro perfil cultural, el aserto de nuestra diplomacia, la defensa de los derechos de nuestros connacionales, nuestros intereses de negocios y mantengamos con firmeza nuestra autodeterminación y fortalezcamos nuestra soberanía.

El ejercicio que hoy termino, señoras y señores diputados, según fue agendado en el orden del día del principio de esta jornada, se relaciona estrictamente con el tema de la glosa a la política exterior desarrollada por el Gobierno de la República en este último año de su gestión.

Yo quisiera decirles que en la opinión de la fracción parlamentaria a la que pertenezco, tan sólo vale preguntarse con sinceridad si al día de hoy nuestro país no es acaso un país que se ve desde el exterior con mayor interés, si nuestro país no es acaso, y esto merced al esfuerzo de nuestro pueblo, un país más respetado, si no han habido intereses de diversos gobiernos del exterior por conocer programas de desarrollo social audaces y desde luego, la capacidad en que en una etapa de compresión histórica, este Gobierno ha logrado imprimirle un gran impulso hacia la modernización a México.

Yo creo, compañeros, que ésa es la calificación real y objetiva y yo creo, como lo comparten mis compañeros del PRI, que ciertamente en su desempeño el presidente Carlos Salinas de Gortari ha cumplido. Muchas gracias.

El secretario Serafín Núñez Ramos:

Señor Presidente, se ha agotado el análisis del VI Informe de Gobierno en el tema de política exterior.



COLEGIO ELECTORAL

El Presidente:

Se informa a esta Asamblea que obra ya en la Secretaría, el dictamen de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, acerca de las elecciones presidenciales celebradas el día 21 de agosto de 1994. En tal virtud, esta Presidencia, con fundamento en el artículo 74, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 19 y quinto transitorio de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, declara que la Cámara de Diputados se erige como Colegio Electoral para conocer el dictamen de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, acerca de las elecciones que para presidente de la República se celebraron el día 21 de agosto del presente año.

Proceda la Secretaría a dar lectura al dictamen de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.

El secretario Serafín Núñez Ramos: ******************** Es de primera lectura.



ORDEN DEL DIA

La secretaria María Claudia Esqueda Llanes:

De la próxima sesión.

Señor Presidente, se han agotado los asuntos en cartera. Se va a dar lectura al orden del día de la próxima sesión.

«Primer Periodo de Sesiones Ordinarias. LVI Legislatura.

Orden del día

8 de noviembre de 1994.

Colegio Electoral.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Dictamen a discusión

De la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, con proyecto de decreto relativo a las elecciones que para presidente de la República, se celebraron el 21 de agosto.»



CLAUSURA Y CITATORIO

El Presidente (a las 20.50 horas):

Se levanta la sesión y se cita a la sesión de Colegio Electoral el día de mañana, 8 de noviembre, a las 10.00 horas.