Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, LX Legislatura
Versión estenográfica del foro Retos y futuro de la libertad de expresión en México,
llevado a cabo el miércoles 27 de febrero de 2008

El maestro de ceremonia Iván Pliego Moreno: Buenos días. Vamos a dar inicio a la ceremonia de inauguración de este foro. Mientras tanto queremos agradecer la participación en este foro de las siguientes embajadas: de Alemania, Argelia, Austria, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Eslovaquia, España, Guatemala, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Panamá, la República Árabe Saharaui y Rumania.

Las siguientes universidades: El Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE); la escuela Benjamín Franklin; la escuela de Periodismo Carlos Septién García; la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM; la Facultad de Derecho, también de la UNAM; la Facultad de Estudios Superiores Acatlán; la Facultad de Estudios Superiores Aragón; el Instituto Tecnológico Autónomo de México; el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores, campus Ciudad de México; el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores, campus Estado de México; el UNITEC, campus Cuitláhuac; UNITEC, campus Ecatepec; la Universidad Anáhuac; la Universidad de Monterrey; la Universidad de Periodismo y Arte en Radio y Televisión; la Universidad del Tepeyac; la Universidad del Valle de México, campus San Rafael; la Universidad del Valle de México, campus Tlalpan; la Universidad Iberoamericana, campus Puebla; la Universidad Iberoamericana, campus Santa Fe; la Universidad Intercontinental; la Universidad Justo Sierra; Universidad La Salle; Universidad Latina, campus Sur; Universidad Latina de América; Universidad Latinoamericana, campus del Valle; Universidad Modelo y Universidad Simón Bolivar.

A las siguientes organizaciones: Artículo 19; Asociación Mexicana de Editores; Asociación Mexicana de Editorialistas; Asociación Mexicana de Promoción y Cultura Social; Asociación para el Desarrollo Integral de las Personas Violadas; el Centro de Desarrollo de Investigaciones en Ciencias Forenses; el Centro de Estudios Ecuménicos; el Centro Nacional de la Comunicación Social; Cancinpro, AC; la Comisión Nacional de Derechos Humanos; la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal; la Comisión Estatal de Derechos Humanos, de Sonora; la Comisión Estatal de Derechos Humanos, de Zacatecas; Communication and Counting; Consejo Coordinador Empresarial; Federación Latinoamericana de Periodistas, Fenac, AC; la Fundación Konrad Adenauer; la Fundación Manuel Buendía; Mujeres y Punto, APN; Reporteros sin Fronteras; Sociedad Editora Arroniz; Sociedad Interamericana de Prensa; Supaada Consulting; Voz Pública, AC.

Los siguientes medios de comunicación: Hablemos Claro, del Estado de México; Cadena Tres; El Centro de Estudios Ecuménicos; CNN, es español; Crónica; Diario de Yucatán, Diario Noticias de Oaxaca y Chiapas; El Imparcial, de Sonora; El Universal; Excelsior; Frontera, de Baja California; Grupo Imagen; Grupo Televisa; La Jornada; Núcleo Radio Mil; Periódico AM, de Guanajuato, Querétaro, Jalisco y Michoacán; Periódico Síntesis, de Puebla, Tlaxcala e Hidalgo; Proceso; Proyecto 40; Radio Cima; Radiodifusoras Conexión; Reforma; Tabasco Hoy; y TV Azteca.

Las siguientes instituciones: Cámara Nacional de la Industria de la Cerveza y de la Malta (Canicerm); Cámara Nacional de la Industria y de la Radio y la Televisión (CIRT); el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública; la Fiscalía Estatal Especializada en Atención a Delitos contra Periodistas, de Chiapas; la Procuraduría General de la República; la representación del gobierno de Sonora; Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación; Secretaría de Gobernación; Secretaría de Seguridad Pública y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. A todos ellos, a todos ustedes, gracias por su presencia. En unos momentos más iniciaremos.

Ahora sí muy buenos días. La Comisión Especial para Dar Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación de la LX Legislatura, les da la más cordial bienvenida a este foro titulado Crimen organizado y abuso del poder: retos y futuro de la libertad de expresión en México.

Nos acompañan en el presídium el diputado Héctor Larios Córdova, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de Acción Nacional y Presidente de la Junta de Coordinación Política; el diputado Javier González Garza, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática; el diputado Alejandro Chanona Burguete, coordinador parlamentario de Convergencia; el diputado Gerardo Priego Tapia, presidente de la Comisión Especial para Dar Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación. Asimismo, se encuentran los secretarios de la misma comisión, el diputado Israel Beltrán Montes; el diputado Humberto López Lena; y el diputado Joaquín de los Santos.

A continuación cedemos el uso de la palabra al diputado Gerardo Priego Tapia.

El Presidente diputado Gerardo Priego Tapia: Muy buenos días tengan todos ustedes. Amigas y amigos, muchísimas gracias por estar aquí hoy. Estamos muy, muy agradecidos en la Comisión Especial para Dar Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación, tenerlos aquí en esta Cámara de Diputados.

Y me permito, primero, agradecer al Presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador de los panistas, de la bancada panista, de la cual orgullosamente pertenezco, muchísimas gracias, Héctor, por darte el tiempo de estar aquí. Por supuesto, al Güero, a nuestro Güero González Garza, también muchísimas gracias, Güero, por venir hoy aquí a nuestro evento, muy amable. Al coordinador también, a don Alejandro Chanona, coordinador de todos los convergencistas de este país, muchísimas por acompañarnos. Y por supuesto a los integrantes de la mesa directiva de esta comisión, que son lo más valioso que tiene, lo único valioso que tiene es la convicción de sus integrantes.

Quisiera también mencionar, mientras estemos en el evento, van a estar pasando constantemente en las pantallas el agradecimiento a las casi 25 universidades públicas y privadas que aceptaron estar con nosotros en esta discusión. Decidimos que en esta discusión era muy importante tener a la próxima generación de comunicadores y de periodistas de todo el país, y están representados precisamente por este hermoso grupo de jóvenes mujeres y hombres que están hoy aquí, más mujeres —afortunadamente— que hombres están hoy aquí y que nos hacen el favor de estar en este evento, en esta participación.

Quiero agradecer también a las 22 embajadas que van a estar durante este evento en los tres días, pero muy especialmente a los embajadores que hoy nos acompañan. Muchísimas gracias. Necesitamos la observación internacional y la propuesta internacional. Muchas gracias, por haberse molestado en estar en este Poder Legislativo. Muy amables.

Hemos invitado a diversas personalidades del mundo académico, de los derechos humanos, de las organizaciones de periodistas, de medios de comunicación y a esta nueva generación de comunicadores, con la intención de plantear opciones y soluciones para esta problemática, con la intención de plantear propuestas y respuestas.

Pareciera que hoy en México existen riesgos para algunas de nuestras libertades más buscadas históricamente: la libertad de expresión, la libertad de prensa y el derecho a la información. Hoy hay quienes hablan de amenazas a estas libertades, que son piezas insustituibles para el rompecabezas de la democracia.

Nuestra joven democracia reclama la solidez de estas libertades, para efecto de crecer y madurar y expandir sus beneficios, sobre todo, a 45 millones de personas en pobreza, en algún grado de pobreza que hoy tiene nuestro país.

Hoy estamos en medio de una agenda pendiente en materia de libertad de expresión que abarca desde el asesinato de 62 periodistas en México y la desaparición de otras siete en poco más de una década, por el abuso de poder, la censura de autoridades, la desconfianza, la manipulación de contenidos editoriales, la autocensura impuesta por el medio, así como la profunda discusión del contexto legal dentro de nuestro país.

Existen, como todos sabemos, dos principales fuentes de inseguridad para los periodistas y los medios de comunicación y, por lo tanto, para libertad de expresión en nuestro país, que son la delincuencia organizada y los malos gobiernos, las malas autoridades. Y, el peor escenario: la mezcla, la alianza entre estos dos, que desafortunadamente se da muy comúnmente en las diversas regiones de nuestro país.

Hoy las balas del crimen organizado que están usando de tiro al blanco a los periodistas en México han encontrado que si desaparecen o matan a un periodista se callan 30. Y no es para menos. Cuando el comunicador cierra la puerta del periódico, de la estación de televisión, de la estación de radio se queda completamente solo, en la calle. Solo. Con sus notas en la cabeza, pero solo.

Las discusiones sobre la libertad de expresión han sido intensas en este último año y todos las hemos seguido, y parece que lo van a ser en este 2008. La discusión de si la reforma electoral afectó o no la libertad de expresión, si el Cofipe y la reforma afectaron o no, si la Ley de Radio y Televisión tan comentada afectó o va a afectar a la libertad de expresión, periodistas que estaban en un medio y por razones no claras salen de esos medios.

En fin, pareciera que en vez de alejarnos cada vez más en una joven democracia de estas discusiones, aparecen y resurgen frecuentemente, para nuestra sorpresa. Precisamente de eso vamos a hablar en estos tres días y tocaremos muchos de estos temas.

Dentro de las conclusiones a que esta comisión ha llegado después de un primer año, como ustedes recuerdan, esta comisión nunca había estado en el Congreso de la Unión. Desafortunadamente se crea precisamente por el incremento de estas agresiones contra periodistas, pero después de hablar con autoridades federales, autoridades municipales, estatales, organizaciones internacionales y nacionales, de derechos humanos, de medios, de periodistas, con toda esa interlocución así como la discusión permanente entre los catorce integrantes de esta comisión, es que, en este tema de violencia, contra la libertad de expresión y que afecta el derecho a la información o contra la libertad de prensa, no pasa nada. Nada. Absolutamente nada.

La indiferencia total al silenciamiento de periodistas en sus diferentes presentaciones: amenazas, violaciones, asesinatos, desapariciones, atentados… más bien parece en algunas regiones complicidad, indiferencia que cae en complicidad.

Y para no caer en la indiferencia quiero presentarles a nuestra encantadora presidenta de esta Cámara de Diputados, a Ruth Zavaleta, que nos hace favor de acompañarnos en este evento también.

Muchas gracias, Ruth, por estar con nosotros. Sabemos que anda entre evento y evento, pero muchas gracias por acompañarnos. Porque además, hablando de la indiferencia que cae en la complicidad en todas las regiones, el tener a este grupo de personas, así como ustedes los ven, éstas son las "vacas sagradas" del Congreso de la Unión, y es precisamente con quienes podemos trabajar mucho en el tema, desde el punto de vista legislativo para tratar de cambiar las cosas.

Bueno, sé que no les gusta mucho el término, pero lo que quiero decir en términos juveniles es que ellos son con quienes podemos trabajar; por eso nos da muchísimo gusto que hoy estén aquí, porque es precisamente un impulso al tema, para quitar esa indiferencia que, repito, cae en complicidad muchas veces en las diferentes regiones del país.

En esta comisión, pues, lo que tenemos, lo más valioso que tenemos es la convicción de sus integrantes porque sabemos que concienciar sobre lo delicado que es que nos estemos quedando sin información por el acallamiento de periodistas en todo el país.

Hemos comentando mucho, por ejemplo, que en Buenos Aires hace seis meses mataron a un periodista y salieron 100 mil personas a la calle, y no porque quisieran al periodista, sino porque quieren el bien, lo que produce ese periodista, que es la información, precisamente para su comunidad. Aquí cada semana nos pasa una agresión, un asesinato, un acallamiento en alguna parte del país, y no pasa nada.

Al ser uno de los puntos más importantes el hacer ver a la sociedad organizada que los periodistas, independientemente de la relación que haya con ellos, el bien que proveen, esta información, es un inigualable ingrediente para el desempeño democrático de nuestro país, y es por eso que a todos nos conviene que estén protegidos y que puedan hacer su trabajo lo más seguro posible.

Eso, además de que nos asegurará a todos que cuando cada uno de nosotros necesitemos decir algo podamos hablar y expresar libremente nuestras ideas y seamos respetados por decirla.

Este foro, pues, tiene que ver con concienciar, tiene que ver con una propuesta a esta delicada situación. Tiene que ver con el futuro de nuestra democracia. Tiene que ver con llamar la atención de la sociedad sobre este tema que urge que se involucre, porque además, la sociedad va a ser la principal beneficiada de que tengamos estas libertades protegidas.

Es por eso que a nombre de la Comisión para el Seguimiento de las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación les doy la más cordial bienvenida a ésta, que pueda ser muchas cosas, pero una de las cosas que sí es, es la sede de la pluralidad política de este país, y por tanto, donde se pueden dar los principales acuerdos para el futuro de nuestro país.

Por eso, muchísimas gracias a todos por estar aquí, por su disposición, y mucho éxito durante los tres días. Felicidades.

El maestro de ceremonia Iván Pliego Moreno: Muchas gracias, diputado Priego, por sus palabras. Deseamos destacar, como ya mencionó el diputado, la presencia de los siguientes señores embajadores:

La señora Manuela Vulpe, embajadora de Rumanía

El excelentísimo señor Jorge Mansilla, embajador de Bolivia

El señor Ahmed Mulay, embajador de la República Árabe Saharaui

La señora Cornelia Minderhoud, embajadora de Holanda, de los Países Bajos

El señor Josef Adamec, embajador de Eslovaquia

El señor Eduardo Hernández, tercer secretario de la Embajada de Guatemala, y

El señor Hamdane Belhadad, consejero de la Embajada de Argelia.

A continuación escucharemos el mensaje del diputado Héctor Larios Córdova.

El diputado Héctor Larios Córdova: Muy buenos días. Bienvenidos al Congreso de la Unión. Me da muchísimo gusto que se realice este foro, pero más gusto me da ver una cantidad importante de estudiantes de Comunicación. Seguramente muchos de ustedes en el futuro ocuparán los espacios estelares de los comunicadores, y, venir aquí al Congreso me parece que es algo que es sano.

Hoy estamos en este salón, cuando a finales de los 70 se construyó la Cámara de Diputados, se construyó San Lázaro, se había decidido que la mitad sería la Cámara de Diputados y la otra mitad del Senado. En este espacio donde estamos ahorita se diseñó para que aquí fuera el salón de plenos del Senado. Como el Senado nunca se trasladó, hoy hemos convertido esto es un auditorio, pero es parte de la historia de este país. Aquí estaba designado para legislar.

Me da muchísimo gusto también poder felicitar por el trabajo, por el empeño que ha puesto en la conducción de esta Comisión Especial, que como bien decía, es la primera vez que existe en el Congreso, en esta LX Legislatura, una comisión que dé seguimiento a los crímenes en contra de periodistas, a s presidente, el diputado Gerardo Priego, a los secretarios y a todos los integrantes de la comisión, porque hacía falta ya en el Congreso el que atendiéramos este tipo de problemas.

No puede ser posible que aceptemos sin chistar que en las clasificaciones a México lo ubiquen en el lugar 136, como país que poco garantiza la libertad de expresión. Estamos en el lugar 136, y desde luego que el Congreso tiene que encontrar fórmulas. El mismo día de ayer se aprobó una reforma constitucional por una amplísima mayoría, prácticamente todos los votos a favor, que va a cambiar de manera radical el sistema de administrar justicia en este país, que va a hacer que los juicios penales sean mucho más breves, que sean orales, que el juez esté presente en todas las audiencias, que conozca al acusado. Hoy no lo conoce, dicta sentencia a partir de un conjunto de papeles, de una torre de papeles; que se parta de la presunción de inocencia, que todo mundo sea inocente hasta en tanto no se le compruebe que ha sido el autor de un delito. En fin, ayer dimos un paso importante.

Pero hay que dar pasos más importantes, y uno de los pasos importantes es estudiar el fenómeno del acallamiento de periodistas. En este último año 7 periodistas asesinados, 4 desaparecidos, 219 intervenciones en la Fiscalía Especial, 219 asuntos en la Fiscalía Especial para el Seguimiento contra Crímenes de Periodistas.

Por eso es importante este foro. Yo auguro el mejor de los éxitos en estos tres días en que desfilarán por aquí personajes del mundo de la comunicación que seguramente vendrán a ilustrar a los diputados que están encargados de formular propuestas específicas para resolver esos temas.

Y no me queda más que felicitarlos a todos ustedes por su presencia, agradecer a los señores y señoras embajadoras su presencia aquí en la Cámara de Diputados y, desde luego, felicitar a la comisión por la extraordinaria idea de organizar este foro. Enhorabuena.

El maestro de ceremonias Iván Pliego Moreno: Muchas gracias, diputado Larios.

A continuación, para hacer la declaratoria oficial de inauguración de este foro, cedemos el uso de la palabra a la diputada Ruth Zavaleta Salgado, Presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.

La Presidenta diputada Ruth Zavaleta Salgado: Muy buenos días a todos.

Excelentísimos embajadores, muchas gracias por estar aquí con nosotros acompañándonos. Algunos, una vez más, y otros quizá por primera vez, pero ya nos conocemos y ustedes están siendo testigos hoy del trabajo, del excelente trabajo, del apasionado trabajo de uno de nuestros compañeros legisladores. Porque normalmente lo que se ve en la televisión es el escándalo y lo malo de esta Cámara. Pero este foro espero que también lo tomen en cuenta las cámaras de televisión y los medios de comunicación en general, porque este tipo de foros, este tipo de eventos y de trabajo que se realiza.

Me dice el diputado Gerardo Priego, le preguntaba que de dónde eran los jóvenes que estaban aquí, porque nos hacen sentir muy viejos a los que estamos acá enfrente, porque vemos caras muy jóvenes que están aquí presentes y eso a nosotros nos motiva mucho. Yo le decía: ¿de dónde eran los jóvenes? Y me decía que vienen de 25 universidades.

Entonces, para nosotros eso es extraordinario. Primero, que vengan de tantas universidades. Y, segundo, que sean ustedes tan jóvenes y se interesen por venir a un foro, que a nosotros nos parece que es fundamental en un régimen democrático, estar impulsando. Y es el foro, precisamente, de la libertad de expresión y las consecuencias que tiene en nuestro país, en un período que se está consolidando la democracia, las consecuencias que tiene luchar por esa libertad de expresión.

Yo, sin mayor preámbulo, quiero agradecer a todos los compañeros que organizaron este evento. Felicitar al diputado Gerardo Priego. Felicitar a todos los compañeros que han compartido este trabajo con él para organizarlo, y deseando que puedan ustedes darnos opiniones, puedan brindarnos también su conocimiento para que perfeccionemos nosotros el marco legal que se tenga que revisar en esta Cámara de Diputados. Que por cierto, mencionaba el diputado Héctor Larios, que ayer dimos un gran avance. Yo, sinceramente quiero decirles que estamos —creo yo— en un momento de felicidad en la Cámara de Diputados y en la de Senadores, porque hemos logrado reformas muy importantes.

Ayer la reforma judicial penal, pero también en el Senado se concluyó una reforma que se inició aquí, que está el titular, el compañero está aquí, Héctor Ramírez Barba, que es del asunto del tabaco. Bueno, no voy a hacer mayor preámbulo de eso, porque no es este el tema, pero estamos trabajando, estamos avanzando y yo espero que esto le esté sirviendo a toda la sociedad. Sin mayor preámbulo, vamos a pararnos.

(Puestos todos de pie)

Siendo las diez cuarenta y cinco del día veintisiete de febrero damos por iniciado este foro, por abierto este foro Retos y futuro de la libertad de expresión en México. Enhorabuena y esperemos que tengamos muy buenos resultados de este lugar. Muchas gracias.

El maestro de ceremonia Iván Pliego Moreno: De esta manera concluye la ceremonia de inauguración. Les pedimos a todos los asistentes que permanezcan en su lugar. Dará inicio en breve el panel número uno La libertad de expresión en México, presente y futuro, que coordinara la diputada Rocío Morgan Franco. En unos momentos reiniciamos. Gracias.


 

Panel 1

La libertad de expresión en México, presente y futuro

El maestro de ceremonia Iván Pliego Moreno: Como comentábamos hace un momento ahora iniciaremos con los trabajos del panel número uno.

Participarán en este panel los directores de carreras de comunicación y periodismo, José Luis Vásquez Baeza, de la Escuela de Periodismo Carlos Septién; María Luisa Morales, jefa del Programa de Periodismo y Comunicación Colectiva de la UNAM; Gabriela Warketin, directora del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana y Maricarmen Fernández Chapou, directora de la Carrera de Periodismo y Medios de Información del Tecnológico de Monterrey a quienes pedimos pasen al presidium.

(Instalación del panel 1)

La diputada Rocío Morgan Franco: Muchísimas gracias. Muy buenos días tengan todos ustedes a la Cámara de Diputados, muchísimas gracias a las universidades, a los señores embajadores que nos hacen favor de acompañarnos, a los jóvenes que vienen desde algunos estados de la república. Agradecemos sobre manera el esfuerzo que hacen para acudir a este espacio, a esta casa de debate que es la Cámara de Diputados.

Una servidora, la diputada Rocío Morgan Franco, voy a moderar este primer panel. Yo soy integrante de la Comisión Especial para dar Seguimiento a las Agresiones contra Periodistas y Medios de Comunicación y este primer panel, La libertad de expresión en México, presente y futuro que está a cargo de directores de escuelas de comunicación y periodismo.

Y para empezar voy a presentar a mis compañeros que me acompañan en este primer panel. Al doctor José Luis Vásquez que es el director General de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, a la maestra Maria Luisa Morales, jefa del Programa de Periodismo y Comunicación Colectiva de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A la maestra Gabriela Warketin de la Mora, directora del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana y la doctora María del Carmen Fernández Chapou, quien es Directora de la Carrera de Periodismo y Medios de Comunicación del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey.

Muchísimas gracias por acompañarnos, por acudir a esta invitación y que nos compartan la experiencia desde el punto de vista de la academia y cómo ven ellos este fenómeno que hoy nos ocupa. Me piden que haga la explicación de cómo van a funcionar los paneles.

Cada participante de este panel contará con 15 minutos para hacer la exposición de su tema y posteriormente que los cuatro hayan concluido se tendrá una sesión de preguntas y respuestas de 30 minutos. Los asistentes al panel, en este caso ustedes, que deseen formular alguna pregunta a los panelistas lo podrán hacer de viva voz.

Habrá edecanes con micrófonos para que ustedes puedan elaborar su pregunta. Solamente se les va a solicitar para que haya más participación que sean breves y muy concisos al elaborar la pregunta. Se van a realizar en rondas de tres preguntas para que los panelistas puedan contestar.

Terminado esto procederemos a terminar el panel para continuar con el programa que será la conferencia magistral del doctor José Luis Soberanes, para empezar le voy a dar el uso de la palabra al doctor José Luis Vázquez, director General de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García Cuenta con 15 minutos, doctor.

EL doctor José Luis Vásquez Baeza: Muy buenos días a todos. Gracias por estar aquí. Quiero agradecer en primer término al diputado Gerardo Priego la invitación para participar en este foro y también quiero expresar mi satisfacción por estar con tres compañeras de las universidades más prestigiadas de México, la UNAM por supuesto, la Universidad Iberoamericana y el Tecnológico de Monterrey.

El tema desde luego, el tema que nos convoca hoy es un tema, como ya se comentaba en el momento de la inauguración, en la mesa de todos los debates que tiene que ver con el papel del periodismo y a situación de los periodistas en México.

Me parece que es fundamental hablar de los retos que presenta en este momento el tema de la libertad de expresión. Hay una gran coincidencia en que por supuesto necesitamos trabajar en mejorar el marco jurídico para garantizar esta libertad y ya es retórico decir que defender la libertad de expresión, defender el trabajo de los periodistas, pues es defender a la sociedad misma, tanto se dice que ha caído ya en un cliché, que es un lugar común.

Pero me parece que junto con esto hay otros aspectos que nos deben llamar la atención y sobre los cuales debemos centrar un gran debate social para avanzar en este tema de la garantía de la libertad de expresión. Uno de estos temas, me parece que es fundamental, es analizar si el Estado está incurriendo en una incapacidad para garantizar la seguridad, la vida de los periodistas y con ello garantizar también la seguridad social en este sentido de la libertad de expresión desde el punto de vista social.

Éste me parece que es uno de los temas centrales en este análisis que debemos iniciar en todos los foros porque a final de cuentas, independientemente de lo que podemos hacer desde el punto de vista del marco jurídico, desde el punto de vista conceptual, desde el punto de vista de valorar la libertad de expresión, si no existen condiciones de seguridad que permitan el ejercicio profesional, lo demás se convierte —insisto— sólo en retórica.

El otro punto que me parece también fundamental es que la sociedad civil, los ciudadanos en general interioricen esta necesidad de que exista libertad de expresión y derecho a la información, porque ya también se comentaba en el momento de la inauguración que uno de los aspectos más trágicos resulta la indiferencia de la sociedad frente a las agresiones a periodistas.

La sociedad parece no necesitar la libertad de expresión a veces, como necesita la preservación de otros derechos y entonces esto se convierte en un factor que inhibe la posibilidad de que el trabajo periodístico, el trabajo del ejercicio profesional del periodista se desarrolle con la solidaridad social. Quizás, lamentablemente, una de las profesiones más desprestigiadas, con menos credibilidad, es justamente la del periodista.

Porque se ha roto o no se ha generado una vinculación estrecha entre el trabajo del periodista y la sociedad civil, y el periodista ha estado más del lado del poder que del lado de la sociedad. Me parece que ahí es un segundo tema de reflexión muy importante porque la conciencia de esta necesidad de la libertad de expresión, en que la sociedad lo interiorice, lo haga suya esta necesidad puede generar condiciones de mucho mayor protección para el trabajo del periodista.

Por supuesto, un tercer factor, un tercer asunto que tenemos que analizar mucho tiene que ver con los grupos que son ahora los que realizan las agresiones en contra de periodistas. Junto con esta incapacidad del estado y junto con la indiferencia social se da el fenómeno de la existencia de grupos, ahora, de poder, de facto que son los que agraden a los periodistas y que, ante la incapacidad del estado y la indeferencia social, viven una impunidad absoluta. Esto, por supuesto, genera una escalada de violencia cada mayor.

Un tercer ámbito de análisis que me parece muy importante considerar ahora es esta verdadera patética cultura empresarial mexicana en el ámbito de los medios de comunicación. Los empresarios de los medios de comunicación no han evolucionado a la medida de las necesidades de una sociedad democrática y, desafortunadamente, el ejercicio profesional se hace en las empresas informativas.

En otros ámbitos profesionales como la medicina, la abogacía talvez, un contador público pueden trabajar de manera independiente y su vínculo con el usuario de sus servicios puede ser más directo. El periodista no. El periodista necesita forzosamente la participación de los medios de comunicación, la participación de la empresa informativa.

Me parece que ha habido muy poco interés por los empresarios de los medios de comunicación general –habrá excepciones, por supuesto- en profesionalizar el trabajo del periodista, en solidarizarse de verdad con el trabajo del periodista porque los intereses están en otro lado. No están en proteger el derecho a la información ni fortalecer la libertada de expresión. Esto me parece que también debe ser un tema de reflexión.

Si no avanzamos en estas cuatro vía, si no debatimos en estas cuatro vías, si no fortalecemos las expectativas en estos cuatro sentidos, me parece que las discusiones tienden a ser un poco ociosas y retóricas, insisto. Se han bajado aquí también algunas cifras, pero me parece que la ruta de la estadística de los agravios a periodistas es ilustrativa.

El Centro de Periodismo y Ética Pública publicó recientemente un estudio donde da cuenta de cuántos asesinatos en contra de periodistas se cometieron en los últimos 36 años, clasificado por sexenios. En el sexenio de Luis Echeverría se asesinaron 6 periodistas, en el de López Portillo 12, en el de Miguel de la Madrid 33, en el de Carlos Salinas 48, en el de Ernesto Zedillo 24 y en el de Vicente Fox 16 asesinatos.

Esto quizá, por sí mismo, no de idea muy clara de los factores que han determinado esto. Sin embargo, ahora en este momento, uno de los fenómenos muy perceptibles es que hay fuentes de agresiones a periodistas que ya no son, digamos las fuentes ligadas necesariamente al poder político –aunque por supuesto sigue estando involucrado- pero en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos se ha hablado de cuáles son las fuentes de agresiones a periodistas más frecuentes, digamos.

Se habla de los grupos conservadores de derecha y de izquierda, las dos ortodoxias como una de las fuentes, uno de los orígenes de las agresiones a periodistas. También de gobiernos estatales y municipales, de sindicatos o grupos vinculados a sindicatos, de grupos dentro de partidos políticos y de la delincuencia organizada.

El problema de que la delincuencia organizada, específicamente el narcotráfico de manera señalada, esté siendo el origen de muchas de las agresiones a periodistas introduce factores mucho más complejos en este panorama. Mientras que los grupos políticos tradicionales o los grupos de izquierda o de derecha presionan, el crimen organizado mata. Mata violentamente. Por supuesto, esto también contribuye a generar perspectivas poco favorables para el ejercicio de la libertad de expresión en el país.

Me parece que esta participación cada vez más notoria del crimen organizado va generando dos fenómenos en relación con este tema de las perspectivas de la libertad de expresión en México. Uno es que vamos en esta ruta que siguió Colombia en muchos sentidos con la participación del narcotráfico y que va generalizando una dinámica de violencia hacia los medios de comunicación. La otra es que este fenómeno de violencia genera autocensura.

Cambia la percepción o la disposición que tiene el profesional y el empresarios y los medios de comunicación en relación de cuál debe ser su trabajo hacia la sociedad. La violencia, por supuesto, inhibe de una manera impresionante esta posibilidad del ejercicio de la libertad de expresión. Entonces, qué hacer ante este tipo de situaciones, frente a este panorama que es una especie de mini diagnóstico de lo que estamos viviendo en México en relación con la libertad de expresión.

Cuáles serían las posibilidades que tendríamos como sociedad y cuáles serían las líneas que podríamos nosotros seguir para contrarrestar estos efectos negativos que se están dando en este proceso de una violencia creciente en contra de los periodistas. Marco Lara Clark, un gran investigador y periodista mexicano, habla de hacer una serie de acciones que puedan, de alguna menara, contrarrestar los efectos de esta violencia creciente.

Uno, dice, es hacer un promoción permanente entre la ciudadanía del derecho de la información a través de medios de comunicación públicos, ciudadanos, industriales, etcétera, a través de foros de discusión académica, a través de programas de formación sobre este derecho humano en organizaciones civiles. Dos, profesionalizar el manejo de contenidos sobre seguridad pública y justicia penal de modo que los periodistas produzcan información de forma responsable y ética que sea útil la colectividad y no a lo actores violentos.

Por ejemplo, en Colombia una de las medidas que han estado tomando e son identificar a los autores de los reportajes que tengan que ver con narcotráfico. Es una medida de protección hacia el periodista. Tres, fundar sistemas de verificación de medios de tal manera que la calidad de los medios también sea un asunto de la sociedad civil. Cuatro, creación estado por estado, ciudad por ciudad de redes –incluidas las virtuales- de alerta y reacción gremiales y ciudadanas para casos de periodistas en riesgos por motivos profesionales.

Y cinco, tener una especie de mecanismo de supervisión social, una especie de instancia integrada por representantes de la sociedad civil, de los ámbitos académicos, de los medios de comunicación, del gremio de profesionales del periodismo por supuesto. Esto, para buscar que la profesionalización, el trabajo ético en los medios de comunicación, la responsabilidad social contribuyan a ampliar esta especie de red de protección de los derechos del periodista y con ello, de los derechos de la sociedad civil.

Para terminar, a mí me gustaría simplemente reflexionar acerca de esta gran necesidad que existe ahora en México de contar con una prensa mucho más responsable, mucho más libre, mucho más preparada y que efectivamente cumpla un papel determinante en los procesos de democratización. Una sociedad que no puede verse a sí misma, escucharse a sí misma, pensarse a sí misma es una sociedad ciega. Es una sociedad que no puede tener claridad de su destino. En ese sentido, la prensa juega un papel determinante.

Por eso, es importante estar aquí hoy y poder hablar, debatir, iniciar la reflexión sobre estos temas que son verdaderamente importantes para la sociedad y para el futuro de la democracia en México. Muchas gracias

La coordinadora diputada Rocío del Carmen Morgan Franco: Muchísimas gracias al doctor José Luis Vázquez. He cometido una grave omisión, espero que me la perdonen, es una más de las omisiones que hacemos aquí en la Cámara de Diputados. Omití leer el currículum breve del doctor José Luis Vázquez, lo leo rápidamente para que ustedes tengan toda la información.

El José Luis Vázquez Baeza realizó estudios de economía en la Universidad Nacional Autónoma de México y e periodismo en el Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Es maestro y doctor en administración pública por la Universidad Anáhuac. Ha impartido clases y cursos en diversas universidades el país como la Autónoma de Guanajuato, la Autónoma de Zacatecas, la Autónoma de Chihuahua y la Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.

Ha ocupado distintos cargos en la administración pública federal en Notimex, en la Secretaría de Relaciones Exteriores, en la Secretaria de Hacienda y Crédito Público y en el Instituto Mexicano del Seguro Social. En la Escuela de Periodismo Carlos Septién García es maestro desde 1995 y ha ocupado los cargos de director de extensión universitaria y director académico. Actualmente es director general de esta prestigiada institución que ha dado muchos periodistas a este país.

Una disculpa por la omisión doctor, tenemos muy justo el tiempo.

Me permito comentarles que están en vivo y en directo desde el canal del congreso, actualmente nos están viendo en toda la República a través de los sistemas de cable. Me piden que les avise que todas las versiones estenográficas de las ponencias van a estar en la pagina web de la comisión, conforme se vayan elaborando se van a ir subiendo a la pagina web www.agresionesaperiodistas.gob.mx, en la pagina del Congreso donde podrán obtener este material y de todas las demás conferencias y panelistas.

Para continuar vamos a darle la palabra a la maestra Maria Luisa Morales Martínez quien es directora del programa de periodismo en la UNAM. Es licenciada en periodismo y comunicación colectiva por la, entonces Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán, maestra en ciencias de la comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, fue colaboradora por más de 10 años en la fundación Manuel Buen Día y de la revista mexicana de comunicación.

Ha sido docente en diferentes instituciones educativas a nivel licenciatura, se puede mencionar la Universidad Anahuac del Norte, la Universidad Iberoamericana, la facultad de estudios superiores Acatlán y la Universidad del Tepeyac.

A nivel maestría ha trabajado en el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa y la Universidad Interamericana para el Desarrollo.

Es profesora definitiva en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, en las asignaturas de teoría social, teoría de la comunicación, producción radiofónica, producción radiofónica especializada y producción televisiva especializada. Ha impartido cursos de lenguaje periodístico, sociología de los medios, movimientos culturales del siglo XX, entre otros.

Fue jefa del a sección de géneros y medios de la licenciatura en comunicación dentro de la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán, donde actualmente es jefa del programa de Periodismo y Comunicación Colectiva.

Le damos el uso de la palabra. Maestra bienvenida y gracias.

La ciudadana Maria Luisa Morales Martínez: Gracias por esta invitación a un foro tan importante como este. Agradezco, al igual que el doctor Vázquez, al diputado Gerardo Pliego y al licenciado Eduardo del Valle por esta invitación.

A continuación, me permito leer un texto que preparamos exclusivamente para este día pensando en la parte docente y el trabajo de ustedes, de los futuros comunicólogos en el marco de la libertad de expresión, como ya lo reiteraron los diputados y el doctor Vázquez; será fundamental en el ejercicio de esta nación que se pretende y se dice democrática.

El tema que nos convoca es de capital importancia en virtud de que la información se ha convertido en una herramienta indispensable para el ejercicio del gobierno y para la toma pública de decisiones colectivas. Se necesita información para decidir y participar activamente en la formación de la voluntad política a través de la opinión pública, cuya presencia en las sociedades consideradas democráticas es esencial.

El objetivo de esta presentación es brindar elementos de reflexión sobre el papel que desempeña la universidad pública en México en la defensa, garantía, ejercicio de la libertad de expresión y en el derecho a la información. Particularmente quiero mostrarles el compromiso que la Universidad Nacional Autónoma de México ha asumido en estos aspectos.

Por este motivo, considero necesario iniciar esta plática con una breve revisión de los orígenes de la libertad de expresión, así como de las condiciones necesarias para su existencia; lo cual servirá de base para explicar el vínculo del trabajo que se hace dentro de la universidad al respecto.

El derecho de estar informado es producto del desarrollo de las sociedades modernas, denominadas hoy sociedades de la información. El ejercicio de este derecho radica en la producción, manejo y transmisión de datos. Íntimamente vinculado al derecho a la información se encuentra el derecho a la libertad de expresión, la producción y consumo de la información son caras de una misma moneda; la democracia.

En México la libertad de expresión representa un símbolo de convivencia social y democrática, una garantía y un derecho que debería estar siempre ligado al dialogo libre y constructivo, al debate responsable y honesto, a la apertura y a la tolerancia en un marco de convivencia política e ideológica.

Cabe observar que este concepto tiene como antecedente la declaración de derechos de Virginia hecha en 1776 y el articulo 11 de la declaración de derechos del hombre y del ciudadano de 1789 que a la letra dice: la libre comunicación de pensamientos y de opiniones es uno de los derechos más preciosos del hombre, en consecuencia, todo ciudadano puede hablar, escribir e imprimir libremente a trueque de responder del abuso de esta libertad en los casos determinados por la ley.

Por su parte, el articulo 13 de la convención americana que se refiere a la libertad de pensamiento y de expresión define que tal derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras y por cualquier medio de comunicación o procedimiento de la elección de la persona; oralmente, por escrito, en forma impresa, artística o por cualquier otro medio.

Tal es la relevancia de la libertad de expresión que ésta se encuentra consagrada en todas las constituciones democráticas; y nuestro país, con una tradición jurídica de su preservación, la considera como un derecho individual que incluso, debe de ser garantizado por el estado.

Sin embargo, nada es tan poderoso y a la vez tan frágil como la libertad de expresión; la cual se ha visto vulnerada en diferentes ocasiona y esto obliga a replantear interrogantes como ¿para qué sirve?, ¿Cuáles son sus límites?, ¿Quién debe promoverla?, ¿Qué implica el ejerció de este derecho?

Estos planteamientos marcan un debate más amplio y complejo. Sin embargo, durante esta participación se tomará, únicamente, la perspectiva académica.

Empecemos por decir que dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México los planes de estudio de la carrera de comunicación que se imparte en la facultad de ciencias políticas y en las unidades multidisciplinarías Acatlán y Aragón, tienen al menos una materia destinada a este tema; el cual se considera importante en la formación del comunicados, a quien se el enseñan elementos de libertad de expresión y prensa, legislación de radios, televisión, cinematografía y telecomunicaciones, así como ética periodística.

Si bien esta contribución es importante, sabemos que aun falta mucho por hacer en esta asignatura donde es preciso contar con profesores expertos en el tema y bibliografía actualizada.

Cabe señalar, que el derecho a la información en México es una disciplina joven, pero en general se puede decir que pese a la amplia oferta de programas educativos, se identifican ciertos temas conectados entre si como; ley de imprenta, ley de cine, radio y televisión, ley federal de telecomunicaciones, de ontología informativa, ética periodística y secreto profesional del periodista, entre otros.

Estos conocimientos resultan fundamentales para los futuros egresados, porque en sus manos esta el buen uso de la libertad de expresión, la cual no debe de entenderse sólo como un conjunto de normas jurídicas relacionadas con el ámbito de la información, ya que esta, mantiene una relación abierta con otras ciencias sociales como; la ciencia política, la comunicación y el derecho, lo cual le da un carácter de estudio multidisciplinario.

Así, el alumno debe de entender que la liberta de expresión implica, para todo ser humano, un amplio compromiso con su propio entorno. En este sentido, quien se exprese libremente adquiere una enorme responsabilidad ante quienes lo rodean, ya que el ejercicio de su libertad implica el respeto a la libertad y al derecho de los demás.

Durante su formación, a los estudiantes se les habla sobre algunos requisitos para la consolidación de una sociedad democrática, se evocan las libertades de expresión, de prensa, de opinión, se trata el derecho a la información y la regulación de los medios, entre otros temas.

No obstante, en pocas ocasiones se consideran las libertades, las obligaciones y los derechos relacionados con el ámbito de la comunicación; de forma general y bajo un mismo techo teórico. Usualmente se hace referencia a estos por separado y poco se repara en el análisis de sus garantías, ejercicio y protección conjunta.

En este sentido, los alumnos deben de ser concientes de que la libre manifestación de las ideas, como toda norma, otorga derechos, pero también impone obligaciones y responsabilidades.

La libertad de expresión no se puede utilizar para atentar contra el orden social ni contra la paz pública; la libertad de expresión no debe utilizarse para hacer apología de la violencia, calumniar, difamar o explotar el moro.

Para poder ejercer la libertad debemos poseer información, conocimiento y experiencia; todo esto no puede verse fuera de un contexto social, económico, cultural y político.

Más allá de las estadísticas de audiencia y de los raitings, la calidad moral y el fundamento ético de los contenidos merece una profunda reflexión desde la academia, pues también formará parte de los mensajes que los futuros comunicólogos habrán de transmitir.

El comportamiento ético y respetuoso de la moral colectiva es la aportación más significativa que cada uno de los comunicadores puede hacer de sus derechos inalienables. La mejor defensa de la libertad de expresión la hacen los comunicadores que cotidianamente mantienen un desempeño profesional, que ofrecen y comentan hechos y no rumores, que no confunden los acontecimientos públicos con los privados; que no requieren del escándalo para ganar lectores, televidentes o radioescuchas.

Si bien la estrecha relación entre libertad de expresión y derecho a la información es evidente, es importante destacar también una característica fundamental en el derecho a la información. Desde nuestro punto de vista, este derecho no puede limitarse a la tutela del Estado. En México estamos comenzando a ejercer nuestra ciudadanía y por ello debemos conocer nuestros derechos, pero también debemos tener la habilidad y responsabilidad para ejercerlos.

En este sentido, la UNAM ha pugnado en la formación de ciudadanos conscientes y críticos, curiosos e inquisitivos. Lo anterior se logra con el fortalecimiento de la investigación. La investigación, como forma creativa de gestionar conocimiento útil es la vía académica a partir de la cual podemos desarrollar las técnicas y habilidades necesarias para profundizar en la información, para analizar e identificar sus fuentes, para interpretar los datos obtenidos y, sobre todo, para darle sentido. Esto es, encaminarla a la consecución de un objetivo.

Dentro de la UNAM la investigación desempeña un papel preponderante en el proceso de enseñanza-aprendizaje, porque habilita a los futuros profesionales a encauzar sus inquietudes, a trascender los límites y a interrogar una realidad desde distintas perspectivas.

Hasta aquí, podemos afirmar que la información es poder, es crítica, es consenso y también es cuestionamiento. Por ello es obligación de todos los actores sociales garantizar el ejercicio cotidiano de la libertad de expresión, pues cuando ésta es atropellada se frustra y se niega la personalidad moral de los ciudadanos, descalificándolos para ejercer sus responsabilidades.

La libertad de expresión está ligada, tanto a la estructura política como a la evolución de los medios de comunicación y, por supuesto, tiene que ver con el nivel de educación y respeto a la diversidad cultural y a la idiosincrasia de un país. Por lo tanto, el reto es garantizar desde diferentes trincheras este derecho inalienable del ser humano a través, primero, de un desarrollo legislativo que no signifique censurar, reprimir o cohibir la libertad de expresión sino crear las condiciones de precisión jurídica, básicas para garantizar su existencia y ejercicio cotidiano más allá de intereses políticos o incluso electorales.

Por su parte, los medios, como actores sociales privilegiados que día a día dan cuenta al registrar y construir la visión del mundo que nos rodea y que son testigos y voceros de la historia y de los acontecimientos de un país, protagonistas también de los constantes cambios, promotores de causas y formadores de opinión; generadores de ideas y auténticas industrias que producen formas de concebir nuestra vida en colectivo, tienen la gran responsabilidad de informar con verdad, oportunidad y apego a la ética profesional, y con ello definir dinámicas sociales que impulsen la participación ciudadana en la vida política.

Finalmente a la universidad le corresponde formar profesionales bien preparados abiertos a su tiempo, sensibles y familiarizados con las problemáticas que viven y conscientes de su responsabilidad social en el ejercicio de informar.

La libertad de expresión, más que un antagonismo entre Estado y sociedad, es una exigencia del desarrollo cultural y político que vive una sociedad. Es un bien político que se debe maximizar, compartir y ser accesible a todos. Muchas gracias.

La coordinadora diputada Rocío del Carmen Morgan Franco: Muchísimas gracias a la maestra María Luisa Morales por esta aportación. Chavos ¿ya les quedó claro por qué son los directores de sus escuelas? Muchísimas gracias. De verdad, nos ha brindado mucha luz.

Vamos a turnarle el micrófono a la maestra Gabriela Warketin de la Mora. Ella cursó la licenciatura en Comunicación en la Universidad Iberoamericana. Tiene estudios de maestría en Licenciatura Comparada por la Universidad Nacional Autónoma de México y es doctoranda en Comunicación por la Universidad de Navarra, España.

Actualmente encabeza la Defensoría del Televidente en Canal 22 y es directora del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana, así como de la estación Radio Ibero 90.

Es titular de las cátedras Unesco, Telecomunicaciones y Sociedad, Canal 22 Televisión Cultural y Radio Educación, Exploración Sonora.

Es miembro de la Red de Periodismo de Calidad del Foro Iberoamericano sobre estrategias de comunicación del Consejo Editorial de la revista Journal Of Global Mass Communication; de la Red de Lenguaje Ciudadano de la International Communication Asociation, entre otras; pertenece a la Junta de Gobierno de Orbicom, Red Mundial de Cátedras Unesco en Comunicación.

Tiene publicaciones sobre Ciber Derechos, Perfiles Expresivos de la Lógica Digital, Medios de Comunicación y Convergencia; Ética en la Era Digital, Caminos de la Tecnología Televisiva, entre otros. Es conductora también del programa radiofónico Noveno Círculo que se transmite por Ibero 90.9 Radio.

Responsable de la comuna radiofónica semanal Medios y Mensajes dentro del programa Revista Antena Radio del Instituto Mexicano de la Radio (IMER); conductora del programa de televisión Canal E que se transmite por la Cadena Telehit Ha publicado en diarios como el Universal, La Crónica de Hoy, entre otros y en revistas como Letras Libres. Es socia-consultora de Empresas Especializadas en Procesamiento de Información y Elaboración de Escenarios.

Gracias, profesora Gabriela Warkentin. Le turno el micrófono.

La ciudadana Gabriela Warketin de la Mora: Muchas gracias y muy buenos días toda vía. Muy buenos días. Muchísimas gracias por habernos invitado a este foro tan importante. Muchísimas gracias a todos ustedes que están aquí. Agradezco en especial al diputado Priego por la invitación y por la insistencia de poner sobre la mesa un tema tan importante como el que nos convoca hoy.

Quiero en realidad tomar la frase final casi del diputado Priego, en donde dice que "en México no pasa nada". Yo quisiera tal vez ser un poco provocadora en esta participación, porque coincido en eso y me preocupa mucho que en México, después de lo que hemos estado escuchando en esta mesa lo que decía el doctor Vázquez, la maestra Morales; después de las obvias violaciones que existen en muchas ocasiones a la libertad de expresión; después de los agravios en muchos sentidos que esto implica para la sociedad, pareciera —insisto— que no pasa nada.

Quiero iniciar con algunas viñetas, casi anécdotas o algunos temas que me parece importante resaltar de cosas que han sucedido en fechas recientes en otras partes del mundo y en México, que tal vez me permitan poner sobre la mesa algunos de los temas en los que quiero insistir y, sobre todo, hablaré desde mi experiencia sí como directora del Departamento de Comunicación de una universidad, pero sobre todo como docente y lo que estamos haciendo en la formación de futuros comunicadores, pero yo diría sobre todo en la formación de ciudadanos.

Tuve la posibilidad de estar en diciembre pasado en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, cuyo invitado especial fue Colombia. Para mí fue muy sorprendente estar en una mesa de cuatro escritores; no periodistas, cuatro escritores de ficción. Y la mesa, el nombre era literalmente "escribir para exorcizar el miedo". El miedo a decir las cosas, el miedo a vivir en una sociedad en donde acallan a quienes dicen. Insisto en el tema de que no eran periodistas, porque la libertad de expresión no es sólo un asunto de periodistas, a final de cuentas es un asunto de todos aquellos que quieren que queremos decir algo.

Aquí estábamos hablando de cuatro escritores de ficción relativamente jóvenes que con miedo hablaban del miedo. Quiero resaltar eso, pero resaltar sobre todo el hecho de que lo estén haciendo, el hecho de que literalmente se reunieran. Además fue una especie de sesión catártica muy sorprendente para mí, ver a otros escritores colombianos reunidos ahí, hablar de eso: el miedo; y hablar del miedo, también implica miedo.

Brinco a otra escena. Hace algún tiempo, hace ya más de un año, ustedes recordarán un tema importante que fue la publicación en un diario danés de unas caricaturas sobre Mahoma y lo que esto implicó, sobre todo las amenazas a quien las dibujó y a los diarios.

Esto que ya tiene algún tiempo, hace un par de semanas se descubrió que había todo un plan para asesinar al caricaturista, este hombre Cuart Destergart y se descubrió este plan para su asesinato. La reacción de todos los diarios daneses fue publicar en primera plana la caricatura original que había provocado la reacción de los que estaban en contra de esto.

Una solidaridad de gremio importante, pero sobre todo, la afirmación del valor de la libertad de expresión, incluso, por encima de quienes en ese momento podían sentirse ofendidos.

Brinco a Estados Unidos y hace unos días el New York Times publica un reportaje sobre el candidato Makein, un reportaje que realmente tenía mucho antecedente en cuanto a la expectativa y bueno, un reportaje que le ha significado al New York Times una serie de críticas y una serie de reacciones.

Pero lo que me pareció más interesante y que viene al caso con lo que decía la maestra Morales sobre lo que implica también la obligación de quien está ejerciendo, en este caso, la expresión, en este caso el periódico, fue que abrió un espacio en su sitio en Internet, para rendir cuentas y explicar por qué habían publicado lo que habían publicado. Y al día de ayer en la noche había ya más de cinco mil participaciones de electores cuestionando al periódico y el periódico respondiendo por qué había publicado lo que había publicado, justificando en algunas ocasiones, por supuesto, pero sobre todo, en un ejercicio interesante de rendición de cuentas también de los medios de comunicación.

Y bueno, yo, como escucharon también, tengo algo, además de la experiencia académica, tengo la posibilidad de participar en algunos medios, sobre todo medios electrónicos. Y hace algunas semanas, estando al aire, cuando hablábamos de la muerte del padre Maciel, hicimos una presentación, acababa de darse a conocer la nota de la muerte, la mencionamos y entrevistamos a una serie de personas que bueno, pusieron sus puntos de vista, entre otros, se habló también de los expedientes abiertos en el caso del padre Maciel.

Lo sorprendente, tal vez, y lo doloroso, fue empezar a recibir llamadas muy agresivas de la audiencia, en donde en un momento dado lo que se nos exigía a los que estábamos al aire, mi apellido no suena muy mexicano. La persona que coconduce conmigo tampoco tiene un apellido muy mexicano y la exigencia era que deberían expulsarnos del país, que porque somos extranjeros y no tenemos derecho a hablar en este país y menos a agraviar a una persona de la calidad de la persona de la que estábamos hablando.

Y llegó un momento en el que literalmente se nos exigió que nos disculpáramos frente al país por estarlo agraviando, siendo extranjeros. Lo que sea que esto signifique.

Entonces, quiero, yo sí reconocer, que hemos fallado, hemos fallado, yo casi diría, estrepitosamente, en algo en nuestro país, en la formación de la ciudadanía, en nuestra formación y por supuesto, ahí sí asumo una autocrítica en la formación, incluso, de quienes se dedicarán o se dedican a la comunicación y al periodismo.

Y hemos fallado porque percibo y esto tal vez suene a provocación, pero lo percibo y además hay estudios y hay datos que lo confirman, que estamos ahorita, en México, viviendo un clima no sólo de intolerancia y no sólo de poca capacidad de atender la voz de un otro, un otro que realmente sea diferente a mí, sino un clima sí de crispación, un clima de desconfianza que creo que nos debería poner a pensar.

Los invito a que revisen la última Encuesta Nacional de Juventud, que presenta el Instituto Mexicano de la Juventud, o la Encup (Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas) que hace la Secretaría de Gobernación, y me parece que es muy preocupante que un porcentaje muy alto de mexicanos diga que le da desconfianza que junto a él o a ella viva un extranjero. Y que lo único que le da confianza es la familia.

La familia es ese reducto, en el fondo muy conservador, que nos permite estar con aquel que reconocemos como igual. Nos da miedo, hay una desconfianza profunda frente al otro y los datos ahí están, y sobre todo, es importante verlo, incluso, en muy jóvenes que desconfían plenamente del otro.

Un ambiente percibo, también, de descalificación, en donde por ejemplo, se ve con mucha sospecha el que se dé el diálogo, el que haya acuerdos, el que realmente se pueda uno sentar con otro y ceder, porque en el diálogo se cede y en los acuerdos se cede, pero eso en sí mismo está siendo visto también como algo negativo.

Percibo una sociedad también, bastante fragmentada y donde estamos encerrándonos en los fragmentos que hablan, piensan y dicen lo mismo que yo, en donde termino dialogando un poco con los que se parecen a mí y donde de inmediato saco y expulso a todos aquellos que no se parecen a mí, sobre todo, que no están diciendo lo que yo quiero escuchar.

Tenemos, por supuesto, un nuevo escenario mediático, muy claro, en donde ya no estamos hablando solamente de los medios de comunicación tradicionales, sino estamos con una actividad creciente en los llamados medios de comunicación interactivos, lo que está sucediendo en el ciberespacio, lo que está sucediendo en los blocks o la bitácoras. Lo que sucede en foros de discusión, en chats. Lo que sucede, no sé si lo han visto, pero los invito a que lo hagan, sobre todo a los estudiantes de comunicación y periodismo, me parece que es un ejercicio importante, revisar a veces los foros en los sitios en Internet de los diarios, por ejemplo, cuando se puede comentar una noticia.

Y el nivel de descalificación, de ataque al que opina diferente, es literalmente bestial.

Hay algunas veces que es, incluso, incómodo leer algunas de las afirmaciones que están ahí, de alguien que decide, simplemente, no estar de acuerdo con el otro.

Y bueno, creo que, y ahí me sumo otra vez a lo que decía el diputado Priego, creo que lo más grave de todo esto es que hay una especie de indiferencia ya, no sé si algo de cinismo frente a lo que nos está sucediendo, y tal vez nos estamos acostumbrando, nos estamos acostumbrando a que por allá matan a un periodista, a que por acá quitan a otro periodista, sacan a alguien del aire, a que por acá se cierra un periódico. Nos estamos un poco como acostumbrando. Gritamos un poco, nos enojamos un ratito, pero nos estamos acostumbrando.

Y ahí insisto que yo quiero hacer una autocrítica fuerte, en cuanto a la parte que me corresponde, que es la formación de los periodistas, la formación de los comunicadores. O insistiría, más bien, la formación de los ciudadanos, ¿por qué?

Creo que no hemos logrado que el tema de la libertad de expresión se vea más allá de un asunto solamente de especialistas o de un asunto solamente de los profesionales. No hemos logrado que la libertad de expresión se entienda como un asunto ciudadano, como un asunto que nos compete absolutamente a todos, porque la libertad de expresión es de todos, no sólo de quienes la ejercen de manera profesional. Ahí hemos fallado y hemos fallado fuerte.

También creo que no es un asunto y cada vez estoy más convencido de ello, no es un asunto solamente de algunas asignaturas en un currículum, son importantes, por supuesto, porque hay que conocerlas. Pero el problema, cuando lo reducimos solamente a una asignatura en un currículum es que, a final de cuentas, terminan siendo datos agregados y no la experiencia vital que implica, en este caso, por ejemplo, un tema como este.

Y bueno, un tema en donde creo que también hemos fallado es el que no es un asunto, el asunto del derecho a la libertad de expresión, no solamente reconocerlo sino bueno, hay que ejercerlo, hay que defenderlo y sobre todo, hay que reconocer que es el sentido esencial del tipo de sociedad que queremos.

Quiero cerrar, tal vez con una pregunta, en donde tendríamos que revisar qué tipo de ciudadanos, insisto, estamos formando, de manera muy específica cuando hablamos del mundo de la comunicación y del periodismo, hasta dónde estamos reconociendo la complejidad hoy de la libertad de expresión, porque no es lo mismo que cuando se reconoció abiertamente, no es lo mismo hablar hoy de libertad de expresión que hace 10, hace 15, hace 20 años. ¿Qué pasa con el derecho de acceso a los medios? ¿Qué pasa con el derecho a una información de calidad, una información plural? Decir, qué tipo de tejido social estamos previendo con este tema, con el tema de la libertad de expresión.

¿Hasta dónde estamos trabajando en el reconocimiento del otro en nuestra sociedad? ¿Hasta dónde estamos trabajando en el tema de la tolerancia pero del respeto también? Pero sobre todo, ¿hasta dónde estamos dando una educación contextual, que me permita entender el fenómeno en su complejidad y no el fenómeno como dato aislado?

Yo creo que en el momento en el que como sociedad veamos que cada ataque a la libertad de expresión es un agravio a todos nosotros, cuando entendamos que el que maten a un periodista es un agravio también a nosotros, pero sobre todo, cuando veamos que la libertad de expresión no es solamente, insisto, en el ámbito profesional sino que también tendríamos que no permitir que se coarte en los entornos más inmediatos, más familiares, más sociales, más de convivencia.

Cuando de veras, insisto, reconozcamos que este agravio es un agravio a la sociedad en su conjunto, espero, entonces sí que ahí ya no tengamos que decir que no pasa nada en nuestro país.

Yo de veras sí estoy muy preocupada y me sumo a esta afirmación tajante con la que inició el encuentro que hoy nos convoca, de decir no podemos seguir dejando que no pase nada.

Decía Hilia Galán en un texto muy reciente —lo concluía con la frase— tal vez la mejor defensa de la humanidad frente a la barbarie siga siendo una buena educación, pues la verdad no se impone; se aprende.

Nosotros tenemos que aprender a ser mejores ciudadanos y realmente a exigir este derecho, a saberlo cumplir con todas sus obligaciones, pero sobre todo a que no siga no pasando nada. Muchísimas gracias.

La diputada Rocío del Carmen Morgan Franco: Muchísimas gracias a la maestra Gabriela Warketin, creo que ha puesto el dedo en la llaga, ha retomado el quid de este foro, poner el tema en la discusión del debate nacional para que no siga no pasando nada. Muchísimas gracias por su excelente participación.

Vamos a darle el turno ahora a la doctora Maricarmen Fernández Chapou. Ella es directora de la carrera de periodismo y medios de información del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, campus Ciudad de México.

Es autora del libro Esto no es la realidad, editado en la colección "Cuadernos de El Financiero", número 10, y es periodista y profesora investigadora.

Es licenciada en ciencias de la comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y tiene un doctorado en ciencias de la información por la Universidad Complutense de Madrid, en el programa La Lengua y la Literatura en Relación con los Medios de Comunicación.

En su experiencia profesional ha sido colaboradora en diferentes medios de comunicación, sobre todo que tengan que ver con comunicación cultural, en El Financiero, en la revista Cambio, Revista Mexicana de Comunicación, Revista Siempre, Revista de la Universidad de México, en el periódico Reforma y en El Universal.

También ha sido coordinadora de suplementos del diario Récord, reportera cultural del periódico Reforma, corresponsal en Madrid, España, para la sección cultural del periódico El Financiero y reportera de la sección cultural de El Financiero también.

Ha impartido clases en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, en la Universidad Iberoamericana, en la Universidad Autónoma de Chihuahua y en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Tiene varias investigaciones, una de ellas sobre El nuevo periodismo en la prensa hispana contemporánea, realizado como tesis doctoral en Madrid, España y Las letras del nuevo periodismo, una conferencia que presentó en el Encuentro Internacional de Historiadores de la Prensa.

Ha tenido premios y reconocimientos, el doctorado sobresaliente Cum Laude, por la Universidad Complutense de Madrid y directora de la carrera mejor evaluada a nivel sistema, Tecnológico de Monterrey, campus Puebla.

Muchísimas gracias, doctora Maricarmen Fernández. Tiene el uso de la palabra. Por ahí tenía una presentación ella, por si por favor la pueden… ¿ya está lista la presentación de la doctora Chapou?

La ciudadana Maricarmen Fernández Chapou: Es solamente un apoyo, si no está lista no hay ningún problema.

Muy buenos días, muchísimas gracias por la invitación. Tiene una ventaja el ser la última persona que habla en esta mesa, porque voy a concluir, a retomar algunos puntos que mis compañeros ya han tomado y espero que con esto podamos iniciar la reflexión —sobre todo que yo creo que es muy importante— del papel de las universidades que estamos representando todos nosotros aquí, en el tema de la libertad de expresión.

Yo también preparé un texto breve que quisiera leerles.

Mucho se ha discutido el tema de la libertad de expresión en nuestro país y sin embargo se ha avanzado poco en esta materia. México, según el último balance de Reporteros sin Fronteras, ocupa el segundo lugar para ejercer el oficio periodístico en peligrosidad en el mundo, tan sólo después de Irak, y el primero en América Latina.

Las razones de esto son múltiples y complejas, van desde las presiones económicas de la publicidad y los intereses ajenos al ejercicio propiamente periodístico de algunos medios, hasta la creciente amenaza del crimen organizado en algunos estados donde los periodistas, si no se autocensuran corren el riesgo de ser asesinados.

Los vacíos jurídicos y la existencia de leyes obsoletas que urge actualizar, tampoco propician un ejercicio seguro y libre, pero más allá de la alerta que nos provocan los datos y las cifras de distintas organizaciones periodísticas, sería importante en le marco de la discusión en torno a los retos y futuro de la libertad de expresión en México, detenernos a reflexionar en los orígenes de esta incultura mediática de autocensura, de desconocimiento y de viejas prácticas de represión que aún se ejercen y de forma alarmante, en México.

Dice el dicho popular que las malas hierbas hay que cortarlas de raíz y si hablamos de los futuros comunicadores debemos hablar de las universidades.

En las aulas, es ahí, en las aulas, en el cotidiano quehacer y arduo, de académicos, de profesores, de investigadores, desde donde debemos partir en vistas a que periodistas y eventuales líderes de opinión en el futuro tengan las herramientas para ejercer un criterio sólido en cuanto a la responsabilidad, la ética y los valores en el ejercicio profesional y luego hacer que nuestros esfuerzos tengan eco fuera de aquellas, que la labor y las propuestas de las academias se vean reflejadas en acciones por parte de otras instituciones y autoridades y medios de comunicación, así como en mejores prácticas periodísticas.

Las universidades que enseñan periodismo tienen en ese sentido una gran responsabilidad, pero que no se debe obviar por creerla ambiciosa. ¿Cómo transmitir a las futuras generaciones de periodistas, además de las herramientas teóricas y metodológicas necesarias, algo fundamental para su ejercicio periodístico, como lo es el valor y la responsabilidad profesional, el conocimiento de sus derechos y las herramientas para ejercerlos?

¿Cómo unir esfuerzos con otras instancias, como las asociaciones civiles de defensa del oficio, o incluso esta Comisión Especial para el Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios, para asegurarnos de que nuestro trabajo tenga los resultados que esperamos?

Sin pretender resolver el hilo negro de la cuestión, quisiera compartir aquí algunos retos a considerar en este camino, mismos con los que también nos hemos topado los que trabajamos en instituciones educativas, como la cual represento hoy, el Tecnológico de Monterrey, y que hemos afrontado, a veces solos y con base en el viejo método de prueba y error, a veces con ayuda de periodistas y medios experimentados y otras, de la mano de asociaciones como el Centro de Periodismo y Ética Pública, con la cual actualmente estamos trabajando, para promover desde la academia y para la práctica, un periodismo responsable y de calidad.

Como primer reto yo quisiera hablar de la concepción social del periodismo. A mi parecer, el problema empieza desde la concepción misma del periodismo. Hay que reinterpretar el ejercicio periodístico, una cosa es que los preceptos del buen periodismo se definan en le mundo académico, a donde corresponden las definiciones, y otra que en la realidad se cumplan.

El periodismo debe concebirse como una profesión que tiene una gran responsabilidad social, que sirve a los intereses públicos y no particulares, de los medios y grupos y que merecen un respeto y defensa de sus principios por todas las instancias políticas y sociales.

De la academia debe partir la educación para los medios, una actitud de participación interdisciplinaria en la comunicación, la exigencia de políticas públicas y órganos de intermediación. Entender en suma que la información no es sólo un producto de consumo, sino un ejercicio profesional clave en el desarrollo de un país democrático.

Segundo reto: la vinculación de la realidad y la academia. En México aún predomina el aprendizaje del oficio periodístico en las redacciones de prensa, la gran mayoría aprende en el camino de una manera sola, en parte porque lo que se enseña a veces no concuerda con las complejas y cambiantes realidades a las que se enfrenta esta profesión, cuya principal herramienta de trabajo es la actualidad.

A veces, porque la enseñanza del periodismo en las escuelas se basa en manuales de estilo y códigos de ética de las bibliotecas, poco congruentes con los problemas prácticos del quehacer cotidiano.

La profesionalización periodística, la actualización constante, la especialización y aun la investigación encaminada a adelantarse a la satisfacción de las necesidades que el futuro de los medios comienza a plantear, son retos que deben afrontar las universidades para poder formar periodistas no sólo competitivos en el mundo laboral, sino capaces de autorregular y defender con herramientas sólidas su labor.

Tercer reto: la redefinición y aplicación efectiva de códigos de ética. La deontología informativa debe fungir como una herramienta estratégica que influya en los hábitos de los profesionales de la información. Lamentablemente a veces se mal entiende por libertad de expresión la posibilidad de publicar mentiras, vender noticias, difamar, plagiar o ejercer la corrupción, ya sea de forma latente o manifiesta. No podemos negar que en México aún existe negligencia por parte de diversos actores involucrados en el proceso informativo, por ello, los códigos de ética deben ser un mecanismo de regulación, incluso como se hace en otros países, vigilado por el Estado.

Esto no puede realizarse sin la participación y el compromiso de los medios y de los periodistas mismos sin que los consejos de prensa, los manuales de estilo, los ombudsman, los observadores de medios y los defensores del lector existan no sólo de palabra, sino de hecho.

Como cuarto reto y último, tender una red de vigilancia de la libertad de expresión. Las universidades deben unir esfuerzos con otras organizaciones y asociaciones encaminadas a la defensa del quehacer periodístico responsable y de calidad.

Recientemente, el Tecnológico de Monterrey estableció un convenio con el Centro de Periodismo y Ética Pública, una asociación civil fuertemente comprometida con la defensa del periodismo de calidad y la libre expresión. Como fruto de esa colaboración se pretende trabajar en una metodología efectiva para la defensa contra las agresiones de periodistas y medios de información, así como contribuir a desarrollar mejores prácticas en el periodismo mexicano a través del entrenamiento de los reporteros.

Asimismo, y como parte de un proyecto conjunto en torno a la ética, emprender una consulta mediática para conocer las prioridades de la práctica y a partir de ahí elaborar manuales de estilo eficientes. Además y sin abundar mucho más en el tema crear y aprovechar foros de reflexión y análisis que sirvan como factor de cohesión, de promoción de periodistas y audiencias críticas, así como de plataforma para la defensa y vigilancia de la libertad de expresión.

Desde luego, la lista de retos sería muchísimo más amplia, pero yo quise, por lo menos abundar en estos cuatro, que yo creo que son unos de los más importantes que debe de atender la academia.

En suma, creo que con una sólida labor informativa formativa no sólo de periodistas, sino también de audiencias críticas por parte de las universidades y el derrame de su riqueza de pensamiento en las calles, los medios y la sociedad tendrían mayores elementos para hacer valer su derecho a la libertad de expresión en el presente y en el futuro por venir. Muchísimas gracias.

La diputada Rocío del Carmen Morgan Franco: Muchísimas gracias a la doctora Maricarmen Fernández, también agradecemos que haya sido breve, concisa y precisa; digo, todos los demás también creo que han sido bastante, bastante precisos, han puesto el dedo en la llaga y creo que esto abona bastante a esta discusión.

Vamos a proceder con la segunda parte del panel, que son las preguntas y respuestas, o sea, la parte en la que ustedes también tienen una participación, que esperamos que sea muy activa y nada más me permito recordarles que se va a realizar en rondas de tres preguntas, de viva voz. Quien tenga interés levante la mano. Por ahí están las señoritas edecanes que nos apoyan con los micrófonos para hablar.

Por favor, vamos a pedir, para que haya mayor participación, que sean muy breves, muy breves en su pregunta, en su participación. Aquí los únicos que podemos hablar más de la cuenta somos los diputados… no se crean.

Vamos a proceder, ¿quién levantó la mano? Muy bien, por este lado, una; aja, dos… ¿y quién más? Y tres, de este lado. Entonces, empezamos de este lado, por favor.

El ciudadano Sixto Gallardo Mora: Mi nombre es Sixto Gallardo Mora. Le agradezco a la doctora, que realmente los medios o los periodistas nos hemos formado en la calle, nos hemos formado en los hechos, simplemente, pero también hemos corrido riesgos de ser atropellados, asesinados.

Por ejemplo, en mi caso recientemente soy periodista, apenas tengo un año de formación y éste y gracias a los seminarios, a los cursos de las universidades públicas me he formado. Soy abogado y realmente allá en mi comunidad una vez fui a una boda y unos muchachos delincuentes que andaban haciendo desmadre y lo saqué a la luz pública en el periódico y me mandaron anónimos.

Hablé con ellos y le dije: "¿saben qué? Es mi ejercicio de poder, entonces si ustedes se van a meter conmigo, se van a enfrentar con el gobierno, se van a enfrentar con el Estado" entones, se paró toda la bronca. Pero sí, realmente los antecedentes históricos del periodista son que sí hemos sido amenazados, pero aquí yo creo que tenemos derecho de hablar. Yo creo que también debemos de tomar en cuenta todo el estado de derecho.

Una pregunta: yo siento que para el país y para los estados de la república, creo que debe haber un chip o un tip de todos los medios de comunicación, cuando menos que dice el artículo 6o. constitucional de la libertad a la prensa, a la información, está garantizada por el Estado.

Yo creo que para los medios, si estamos en el Distrito Federal debe ser una credencial nacional para todos los medios de comunicación o bien, en los estados de donde somos nosotros, cada quien en su propio estado tener también "una charola" que garantice el Estado, con fundamento a los artículos 6o. y 7o. constitucional. Muchas gracias.

La diputada Rocío del Carmen Morgan Franco: Gracias, perdón su nombre, institución o empresa de medio de comunicación.

El ciudadano Sixto Gallardo Mora: Sixto Gallardo Mora, desde la Universidad Autónoma de Guerrero, XUAG, Radio Universidad Autónoma de Guerrero.

La diputada Rocío del Carmen Morgan Franco: Muchísimas gracias. La segunda pregunta, acá.

La ciudadana María de los Dolores Morales: Gracias, muy buenos días. Soy su servidora María de los Dolores Morales, de la revista Ecos de Oaxaca, me felicito yo misma por tener la oportunidad de estar en este tipo de foros, por tener la oportunidad de escuchar a los panelistas que se han anunciado.

Pero también tengo —no sé por qué les produjo risa— quiero externar una inquietud muy expresa: ahora se está hablando precisamente de que se está llevando a cabo una reforma judicial muy exitosa y se habla de los… yo quiero manifestar nuestra compasión, porque los llamados juicios orales no van a contemplar la implementación de los jurados populares.

Considero que es una grave falta y me argumentan, que porque nuestro sistema es muy independiente del de Estados Unidos y considero que eso es una grave falta, porque así no permite una democratización de la justicia.

Se está hablando de una "guantanamización" del derecho penal aquí en México y realmente un hecho que parece ser muy fehaciente es el hecho de que se va a permitir —parece que ya quedó firme— el hecho de que se pueda arraigar a una persona por más de 80 días. Eso es tremendamente preocupante, porque esos 40 más 40 días van a ser sin ninguna comunicación y me decía una persona: "¿qué tal si nada más en esos primeros cuatro días me levantan una acta de abandono de empleo y ya quedé sin empleo?".

Ésa sería una cosa, ahora también, cuando en Atenco a unas personas que existían ahí, unas españolas, que ahora se están inconformando porque tuvieron violaciones sexuales y demás pienso que si en este momento en el que se habla de globalización, ¿no deberíamos estar pensando también en una manera en la que ese artículo 33 que hace que a un extranjero lo saquen así, inmediatamente sin ninguna manera de defensa? Y permítanme aprovechar para darles dos ejemplos que considero criminales en la televisión mexicana…

La diputada Rocío del Carmen Morgan Franco: Pedimos mayor precisión, por favor.

La ciudadana María de los Dolores Morales: ¿Puedo?, ¿puedo? Es que aprovechando de que a mí me tocó ver una vez que se clausuró una telenovela infantil, que ahí presentaron en ese foro, en ese momento, el espectáculo Sólo para mujeres era una telenovela infantil. Eso pasó en Televisa y unos pastelazos a los padres de niños de 7 años.

Tenemos que pensar en que puede existir un ombudsman de la comunicación. No puede haber esos desmanes en comunicación y claro, entiendo que es breve el momento y disculpen y gracias nuevamente.

La diputada Rocío del Carmen Morgan Franco: Gracias. La tercera pregunta estaba acá en el medio.

El ciudadano: Gracias. Me da gusto escuchar que hay algo de gente de provincia aquí; yo vengo de Veracruz, de un medio de la televisión de cable; productor independiente, compramos tiempo-aire a las televisoras de cable y hacemos programas de televisión y tenemos unos noticieros en Veracruz, que se llaman Noticable y nos interesó bastante el tema éste.

Quiero preguntarle a la gente que está en universidades, si al educar al comunicador o al periodista, lo ubican en la realidad. Hace rato, alguien de los que hablaron aquí decía: "el periodista o comunicador no puede desarrollarse de manera independiente como un contador o como un abogado requiere de un medio para poder expresarse" y ustedes saben que los medios —no nos hagamos "de la boca chiquita" o "guajes"— hay intereses.

Intereses no digamos que tengan que ser alguna cuestión perversa, pero si hay un interés comercial con algún patrocinador o algún gobierno se anuncia con nosotros, no quiere decir que la crítica se va a omitir, pero tampoco nos vamos a dedicar a "darle de patadas al pesebre".

Eso sería ser un poco utópico, entonces, en la enseñanza, ¿cómo moverse en la comunicación o en el periodismo con estos intereses que existen y existen en nuestra sociedad y existen en México? Ustedes saben muy bien, los poderes fácticos, que muchas veces ciudadanos, diputados, etcétera, gritan y dicen y quieren hacer y hay poderes fácticos en México, que sólo se ríen de esos gritos.

Lo mismo sucede en el periodismo y ojalá y los jóvenes estén conscientes. Yo le llamo la realidad del oficio, qué tanto plasman ustedes en sus universidades y por otro lado, sí como medio de comunicación nos preocupa cómo los jóvenes se han alejado de la información.

Desde los medios de comunicación vemos a jóvenes muy superficiales, que hablan cosas demasiado superficiales que se van con la finta, de la primera impresión de algo. No profundizan para nada y en eso creo que eso es responsabilidad de la sociedad y de los jóvenes, no tanto digamos, de los medios.

Cada quien tiene que poner de su parte, pero también de repente los medios somos superficiales; nos vamos con la "declaracionitis" que existe por muchos lados sin decir al reportero: "ráscale, búscale, no te quedes por encima" y muchas veces estamos publicando, sacando al aire una serie de "declaracionitis" sin decir el fondo de la misma. Entonces…

La diputada Rocío del Carmen Morgan Franco: ¿Podemos precisar un poquito más, porque ya tenemos el tiempo encima?

El ciudadano: Aterrizo nada más, en los medios yo creo que hoy tenemos una obligación de aportar; si nos mantenemos superficiales, si nos mantenemos en la pura crítica, si nos mantenemos en decir que todo está mal esta sociedad toma una posición pesimista. Creo que tenemos que encontrar y promover los temas que aporten a la sociedad y no los que le estén destruyendo y no dejando avanzar. Gracias.

La diputada Rocío del Carmen Morgan Franco: Muchas gracias. Cerramos el primer bloque de respuestas. ¿Alguno de los panelistas que quiera empezar con las respuestas? Vamos tener un minuto —ahí están los cronómetros— para formulación de la pregunta y tres para la respuesta.

La ciudadana María Luisa Morales: Retomo la último pregunta que nos hace quien nos visita de Veracruz, que me parece muy importante. ¿Las universidades vinculan a sus egresados o a sus futuros egresados con la realidad?

Creo que usted ha puesto hoy un punto muy importante. En la experiencia que nosotros traemos dentro de la UNAM, concretamente dentro de Acatlán, éste ha sido uno de los puntos que más nos han cuestionado estamos conscientes de ello estamos tomando medidas al respecto.

¿Cómo ubicamos a los estudiantes? De primera instancia con las prácticas profesionales. Ahora tenemos estos programas muy marcados y muy observados también, para justamente no sólo quedarnos en el plano de la teoría y de la necesidad del derecho a la información; sino también buscar cómo en la realidad esto se presenta. Y ahí es donde el alumno choca con lo que usted dice, los intereses; choca también con estas disposiciones mediáticas que a veces limitan el trabajo. Pero yo me quedo nada más con esta idea.

Hay una preocupación fundamental por este vínculo entre la teoría y la práctica, lo que sucede en el campo profesional; tenemos muchos retos al respecto pero estamos haciendo el mejor esfuerzo para que haya esta práctica.

La ciudadana Gabriela Warketin: Sobre la segunda pregunta que hacía, le quiero comentar la parte que dice: Si los jóvenes se han alejado de la información, hay un estudio reciente muy recomendable sobre poco el fenómeno en Estados Unidos, de la cantidad de jóvenes que están siguiendo sobre todo a Barack Obama y hay un estudio interesante sobre los medios de comunicación, sobre la información, los jóvenes y la afirmación es que, más bien la información, se alejó de los jóvenes durante mucho tiempo.

Creo que tendríamos también como medios de comunicación que hacer una reflexión sobre qué tanto estamos también nosotros alejándonos de las audiencias, y creo que en el caso de México, y sobre todo en el caso del periodismo, tuvimos la oportunidad de hacer un encuentro con 280 periodistas de todo el país y la respuesta cuando les decíamos: ¿a quién le están hablando? Fue muy sorprendente que muchos decían: en realidad no sabemos a quién le estamos hablando. Creo que ahí es un asunto de ida y vuelta en donde tendríamos que estar reflexionando tanto desde la formación como desde quienes producen la producen.

La ciudadana Maricarmen Fernández Chapou: En cuanto a los intereses publicitarios que tienen algunos medios y qué puede hacer el periodista cuando trabaja para un medio. Sí, efectivamente no es un trabajo, no es una labor aislada del periodista.

Por eso hablamos que es necesaria una red. Es necesario un código de ética que sea aplicado desde los medios de comunicación y después del periodista también. Es una demanda que tenemos evidentemente. Tenemos medios de comunicación con directores que son empresarios y no saben de periodismo.

Hay que ser realistas. Hoy en México no se tiene independencia económica, depende por lo tanto de la publicidad o de otros intereses. Pero yo creo que si se regula a través de un código de ética adecuado esto se puede paliar. Es un proceso, apenas estamos empezando en esta cuestión de la reflexión en torno a la libertad de expresión, pero creo que es un proceso que se debe de seguir a lo largo del tiempo.

La diputada Roció del Carmen Morgan Franco: El segundo bloque de preguntas.

El ciudadano Luis Alberto Pérez Arellano: Buenos días a todos. Soy alumno de la Universidad Latina de América, en Morelia. Reconozco la preocupación y que el tema siga sobre la mesa. La cuestión es que ya no sólo puede quedar en el discurso como lo han señalado varios de ustedes.

Otra de las grandes preocupaciones es que sí se habla de unas posibles reformas y que ha habido algunas acciones al respecto en el marco jurídico. Pero muchas de ellas han quedado sólo en el discurso. Se habló de casos de otros países; de las medidas que están tomando al respecto por ejemplo de no identificar al reportero que se expresa y que la información puede tener algunas consecuencias hacia su persona; que es algo inconcebible.

Mi pregunta sería: Sí hay casos en otros países; ha habido pautas que se han marcado; que han abierto un camino de la forma en que se puede mejorar este sentido. Pero México ¿qué ha hecho? El foro se llama "El presente y el futuro en la libertad de expresión". México ¿qué ha hecho al respecto? Me gustaría una crítica muy leve, es abierta a cualquiera de los panelistas de si lo ha hecho bien México, ¿qué le falta? ¿Le falta ser consistente? Gracias.

La diputada Rocío del Carmen Morgan Franco: La tercera persona aquí abajo.

La ciudadana Sonia Corona: Vengo de la Universidad de Las Américas, en Puebla. Los cuatro panelistas hablaron mucho sobre vincular la currícula, el currículum con la realidad, con las salas de redacción. Mi pregunta es ¿qué hace la academia para lograr la vinculación más allá de las prácticas profesionales? Se habló de prácticas profesionales. ¿Dentro de esto podrían entrar los medios de comunicación estudiantil? Yo sé que muchas universidades poseen medios de comunicación estudiantiles. Quisiera saber como funciona, no como funciona su medio sino cómo logran esta vinculación en estos medios. Cómo a través de sus universidades reducen esta indiferencia de la ciudadanía, de la que tanto se habló.

Finalmente, qué hace la propia universidad, la propia academia, para evitar que la universidad o la academia sea un censor para la libertad de expresión de sus estudiantes. Gracias.

La diputada Rocío del Carmen Morgan Franco: Gracias. Aquí abajo.

El ciudadano Jorge Armando: Vengo de la Universidad Modelo. Y hablando un poco de lo que comentaban, de la fragmentación como sociedad, creo que no nada más se da en cuanto a personas, sino mucho tienen que ver las escuelas. Porque cuando uno va a pedir un trabajo, si no eres de una escuela reconocida como que te hacen a un lado. Yo quisiera saber qué opinan de eso y como qué sería una idea o propuesta para evitar este tipo de casos, no sólo en la sociedad sino también en las escuelas.

La diputada Rocío del Carmen Morgan Franco: Pasamos al bloque de respuestas. Profesor.

El profesor José Luis Vásquez Baeza: En relación con la pregunta de Luis Alberto, ¿qué se ha hecho en México? Me parece que se ha vivido los últimos 15, 20 años, un proceso en el que efectivamente ya hay una práctica más abierta a la libertad de expresión no sólo en los medios de comunicación sino en la sociedad.

Es muy difícil que acciones puntuales, acciones concretas transformen una realidad que tiene problemas históricos, problemas estructurales. Me parece que los cambios siempre son dialécticos; que lo que hacen los individuos ayuda a transformar el sistema y lo que hagamos por transformar estructuras y sistemas ayuda a que los individuos seamos diferentes.

Me parece que ha mejorado el marco jurídico. Me parece que la profesionalización de los periodistas en las universidades ha sido también un factor determinante para hacer una práctica mucho más clara de la libertad de expresión en México.

Creo que en décadas anteriores vivíamos todavía dentro de un modelo de supeditación de la prensa hacia el gobierno, mucho más claro que ahora. Me parece que ahora hay una mayor diversidad de medios de comunicación, la radio me parece que ha evolucionado muchísimo.

Yo creo que en México sí se han hecho muchas cosas, pero sería difícil hablar de dos o tres acciones concretas que sean las únicas responsables de la transformación de la realidad.

La ciudadana Gabriela Warketin: Voy sobre la pregunta que hacías de manera muy concreta, de los medios de comunicación de las universidades. Sé que además en el caso de la Universidad de Las Américas, Puebla, han tenido algunos asuntos con el periódico estudiantil. Me queda muy clara también la inquietud que tienen ustedes.

En el caso del ejercicio que estamos haciendo en la universidad Iberoamericana, creo que tal vez el que puede ser más interesante es el de la estación de radio, una estación que se escucha en toda la ciudad de México y lo que hemos intentado es que la radio sea una radio hecha por los jóvenes para un público joven a final de cuentas.

Hoy el 85 por ciento de quienes hacen la radio son estudiantes y son estudiantes, y son estudiantes no sólo de nuestra Universidad, tenemos estudiantes prácticamente en todas las universidades de la Ciudad de México y ése ha sido el ejercicio más importante: de darles la responsabilidad de hacer una radio que se escucha más allá del campus. No siempre es fácil. Nos ha llevado a debates importantes, a veces sobre temáticas o sobre cómo abordarlas. Nos ha llevado a discusiones incluso sobre si algo debe o no salir al aire y si sí cómo.

No te diría que siempre lo hemos resuelto —tal vez— a conformidad de las partes, pero por lo menos hemos intentado no aplicar el criterio de autoridad, sino realmente debatir el tema entre quienes dirigimos la estación y quienes la producen y tratar de llegar a consensos y reconocer la responsabilidad de quien tiene el micrófono.

No siempre es fácil. Hay veces que se vuelven debates muy complejos porque es muy fácil que de pronto algo sea visto como censura o no o que uno crea que la audiencia no está lista para escuchar cierto contenido o no. Pero yo creo que lo más interesante ha sido que sí nos hemos podido sentar a debatirlo y que creo que se refleja también en la programación.

Entiendo muy bien la preocupación de dónde viene y me parece que los medios universitarios deberíamos ser los primeros en poner en práctica lo que estamos enseñando en las aulas.

La ciudadana Maricarmen Fernández Chapou: En cuanto a la vinculación de las universidades con la práctica periodística, yo creo que hay distintas vías, además de las prácticas profesionales en algunos medios. Creo que es importante que en las universidades haya profesores que no solamente sean muy buenos académicos, sino que también tengan una experiencia en la práctica. En el periodismo esto es básico. Que estén actualizados realmente en la práctica profesional y no nada más que tengan muy buenos estudios.

Otra forma también de vincularnos con la práctica es que en los programas de estudio hagamos un análisis de lo que se requiere realmente en el campo profesional y se estén actualizando estos programas constantemente para que no haya una separación entre lo que vemos en la universidad y después salimos y resulta que la realidad es otra y nos enfrentamos a algo muy distinto de lo que estudiamos y tenemos que aprender otra vez desde el principio toda la carrera, prácticamente.

También las prácticas dentro de la propia universidad a través de revistas que hagan los estudiantes, programas de radio que también tengan dentro de la universidad, en fin, organización de una serie de eventos como congresos, los grupos estudiantiles, yo creo que también deben, dentro de la universidad, aplicar la práctica.

Y como les decía, proyectos conjuntos con otras fundaciones, con otros organismos y con los medios de comunicación para poder estar con un pie en la realidad y otro en la universidad.

La diputada Rocío del Carmen Morgan Franco: Muy bien. Muchas gracias a nuestros panelistas. Lamentablemente me acaban de informar, ya estamos un poco colgados del tiempo. Ya me informan que está aquí el doctor José Luis Soberanes, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos, para la conferencia magistral, por lo que me indican que lamentablemente voy a tener que coartar la libertad de expresión de muchos de ustedes para su participación.

Pero les recuerdo que en la página Web de la Comisión Especial, www.agresionesaperidistas.gob.mx, hay un link para sugerencias y aportaciones para que ustedes puedan seguir participando a través de esta página con sus propuestas y con sus opiniones.

Voy a tener que dar por terminado el panel, no sin antes agradecerle al doctor José Luis Vásquez, director de la Escuela de Periodismos Carlos Septién García; a la maestra María Luisa Morales, jefa del Programa de Periodismo y Comunicación Colectiva de la UNAM; a la maestra Gabriela Warketin de la Mora, directora del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana, y a la doctora Maricarmen Fernández Chapou, directora de la carrera de Periodismo y Medios de Comunicación del TEC de Monterrey. Muchísimas gracias.

Voy a pedir a mis compañeros diputados para que me ayuden a entregar una serie de carpetas y, de verdad, les pido que consulten nuestra página. Ahí van a estar todas las ponencias para que —como decimos aquí en términos legislativos— se sirvan poner sus propuestas para alusiones personales y rectificación de hechos.

El maestro de ceremonia Iván Pliego Moreno: Muchas gracias, diputada Morgan. Pedimos que pasen al presídium los diputados Humberto López Lena, Israel Beltrán, el diputado Priego para la entrega de reconocimientos a los panelistas junto con la diputada Morgan.

La diputada Rocío del Carmen Morgan Franco: Para el doctor José Luis Vásquez Baeza, gracias, el diputado López Lena. Mi compañero Gerardo Priego a la doctora Gabriela Warketin, a la maestra Morales, a la doctora Maricarmen Fernández, a ustedes. Muchísimas gracias a nuestros panelistas y muchas gracias a todos ustedes.

No se vayan. Ya está el doctor Soberanes aquí. Gracias.

El maestro de ceremonia Iván Pliego Moreno: En un momento iniciará la conferencia del doctor Soberanes. Por ahora, quisiéramos destacar la presencia de diversas personalidades. Por alguna razón, parece que no habíamos incluido a la Universidad de Las Américas de Puebla, también está presente. Los diputados Mirna Rincón Vargas, secretaria de la Comisión de Equidad y Género; la diputada Martha Cecilia Díaz Gordillo, presidenta de la Comisión de Concordia y Pacificación y Diálogo con el EZLN; el diputado José Luis Varela, el diputado Juan Victorio Alba; el licenciado Óscar Guillermo López Portillo, en representación del gobernador de Veracruz, Fidel Herrera.

Asimismo queremos destacar la presencia de la destacada periodista Mayte Noriega, quien fue la primera mujer periodista que condujo un debate presidencial, a quien tenemos con nosotros.

Otros legisladores que han estado presentes en estos trabajos son la diputada Yolanda Garmendia, secretaria de la Comisión de Turismo; el diputado Héctor Ramos, subcoordinador administrativo del Grupo Parlamentario de Acción Nacional; el diputado Carlos Felton, secretario de la Comisión de Pesca, y el diputado Mario Enrique del Toro, secretario de la Comisión de Relaciones Exteriores.

Queremos dar la bienvenida al doctor José Luis Soberanes, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Viene acompañado de la diputada Omeheira López Reyna, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados.

Para coordinar esta parte del foro y hacer la presentación del doctor Soberanes, le damos el uso de la palabra al diputado Éctor Jaime Ramírez Barba, presidente de la Comisión de Salud e integrante de la Comisión Especial.

El diputado Éctor Jaime Ramírez Barba: Muy Buenas tardes tengan todos ustedes. Yo quisiera iniciar haciéndoles una pregunta: levanten la mano los que conozcan a este señor que está aquí a mi izquierda. Concluyo que no ocupa presentación.

Don José Luis Soberanes Fernández nació en 1950, se ve muy bien conservado. Como dicen: "Le deseamos que llegue a la edad que representa". Ni tan bien conservado, dice.

Sea usted bienvenido a esta Cámara, a ésta, la casa del pueblo. Tenemos un auditorio excelso que está esperando escucharle. Mencionaba el diputado Gerardo Priego, por la mañana, la gran expectativa que tenemos como Cámara de aprender de los asuntos, de involucrarnos en temas que son muy sensibles hoy a la sociedad.

Sin más preámbulo, aunque todo mundo conoce su trayectoria, porque usted es una gente referencia en México, le pedimos por favor haga uso de la palabra y continúe con su disertación.

El doctor José Luis Soberanes Fernández: Muchas gracias, diputado. Saludo con afecto a los integrantes de la Comisión Especial para dar seguimiento a las agresiones a periodistas y medios de comunicación social de esta honorable Cámara de Diputados, a quienes agradezco la invitación a participar en este foro.

Particularmente a la diputada Omeheira López Reyna, quien es la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara; al diputado Éctor, quien es presidente de la Comisión de Salud; el diputado Priego, que es también presidente de esta Comisión, y a todos ustedes saludo con afecto.

La Carta Democrática Interamericana aprobada por la OEA en su sesión del 11 de septiembre de 2001, establece que el avance democrático de un país se mide, entre otros aspectos, en función de la transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad, la responsabilidad de los gobiernos en la gestión pública, el respeto por los derechos sociales, la libertad de expresión y de prensa.

La libertad de expresión es esencial para la vida individual y colectiva y su ejercicio constituye de manera determinante el ejercicio de otros derechos, como son: el derecho de asociación, el de reunión, el derecho de petición y los derechos participación política.

Este carácter instrumental de la libertad de expresión supone un elemento esencial en la dinámica de una democracia representativa, en este marco se desenvuelve el periodismo. Al ejercer la libertad de expresión, los periodistas y los medios de comunicación son aliados naturales de los ciudadanos para vigilar al poder y oponerse a los abusos de la autoridad.

La profesión periodística es, por definición, una actividad pública. En este carácter encuentra precisamente su razón de ser o su función esencial de investigar y difundir los hechos de interés colectivo, así como de opinar libremente sobre ellos; permite a la sociedad estar en mejores condiciones para decidir su destino.

Una sociedad que decide, sin nutrirse de los frutos de la libertad de expresión, es una sociedad que decide a ciegas. El libre ejercicio del periodismo es indispensable para el libre ejercicio de la libertad y de los derechos ciudadanos.

Por su incidencia directa en la conciencia social, los profesionales del periodismo requieren de garantías que hagan posible su trabajo en un entorno libre de amenazas y de violencia, condiciones que vulneran sus derechos y que terminan por dañar a la sociedad entera, al restringirle la oportuna y permanente circulación de noticias y de opiniones.

Por ello, la sociedad es la primera interesada en que el libre ejercicio del periodismo sea garantizado y el Estado es el primer obligado a constituirse en garante de esa libertad. Las instituciones del Estado asumen, así, una responsabilidad esencial para la vigencia de la democracia.

Como expresión de esa responsabilidad, este foro nos remite a las dos amenazas más relevantes que se ciernen sobre la libertad de expresión. En efecto, el crimen organizado y el abuso de poder constituyen hoy, en México, una realidad que con lamentable frecuencia golpea una y otra vez los espacios de libertad del periodismo con los propósitos de censurarlo, adherirlo a fines ajenos, inhibirlo, reprimirlo o castigarlo.

Se trata de un círculo perverso que va desde la amenaza hasta el homicidio y cuyas estaciones intermedias son: la violencia, el miedo, la incertidumbre, la duda y, en ocasiones, la autocensura. Con ello se limita o se intenta limitar la circulación de las noticias en función de intereses particulares; se sacrifica, en consecuencia, un bien social a cambio de beneficios personales o de grupo, con frecuencia de naturaleza ilícita.

Es inadmisible que la práctica de una profesión de tan grande valor social, enmarcada dentro de las actividades lícitas y protegida esencialmente en su ejercicio por la Constitución, por fundamentarse en la libertad de expresión, tenga que ceder espacios a quienes pretenden beneficios a cualquier costo; incluso la vida de los informadores profesionales.

La libertad de expresión implica que nadie puede ser impedido de manifestar su propio pensamiento. Representa, por tanto, un derecho de cada individuo; pero, al mismo tiempo, implica el derecho colectivo a recibir cualquier información y a conocer la expresión del pensamiento ajeno.

La protección de ambas dimensiones es necesaria para el pleno ejercicio de la libertad de expresión. La libertad de expresión, en un Estado democrático, representa la oportunidad de poner contrapesos al ejercicio del poder sobre la base de obtener y difundir opiniones e información; fortalecer la transparencia y gobernabilidad, y de crear instancias de participación para los individuos.

Presupuestos básicos de la libertad de expresión. La libertad de expresión, de la cual hacen uso principalmente los periodistas, se ve expuesta constantemente a represiones por lo incómodo que puedan resultar para algunos las opiniones o informaciones que viertan. Por ello, nacional e internacionalmente se han fijado estándares básicos para garantizar su ejercicio pleno.

Entre los estándares básicos se encuentran los siguientes:

a) Prohibición de la censura. La censura previa es la más conocida de las restricciones a las libertades de expresión y de prensa, supone un control de la información antes de que sea difundida y, por consiguiente, la posibilidad del veto total o parcial por el censor.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha señalado que el Estado no puede someter las actividades expresivas o comunicativas de los particulares a la necesidad de solicitar previamente un permiso a la autoridad.

Hacer de la censura el acto tradicionalmente más utilizado por el Estado contra la libertad de expresión, su prohibición, es uno de los principales estándares para garantizar su ejercicio. Desde luego, ello no significa que la libertad de expresión sea un derecho absoluto, lo que no debe hacerse es sujetarlo a un control preventivo.

b) Medios indirectos que coartan la libertad de expresión. Hoy se ha pasado de la vieja práctica de la censura directa a la utilización de mecanismos más sutiles, con los que se intenta inhibir el ejercicio de la libertad de expresión. Son los llamados "mecanismos indirectos", que constituyen una especie de censura, puesto que sus efectos intimidatorios pretenden restringir la libertad de expresión.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos señala diversas conductas que pueden indicar una restricción indirecta al de la libre expresión. Mediante estas conductas, convenientemente disfrazadas, los gobiernos suelen intentar controlar la circulación de expresiones e ideas.

Entre estos mecanismos están: el hostigamiento constante a los periodistas mediante demandas judiciales, la legislación restrictiva, el descrédito profesional, la perspectiva laboral, las inspecciones fiscales, las presiones de las autoridades para separar del medio a periodistas, la negación de información oficial a ciertos medios y las iniciativas de gobernantes orientadas a instruir la libre expresión.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos explica que los casos más recurrentes de restricción indirecta a la libertad de expresión implican una conducta escudada en la legalidad, lo que hace necesario atender, además del acto de gobierno que se considera generador de la violación, el contexto en que se produce tal acto, para descubrir posibles simulaciones.

Las sanciones penales que se derivan del acto de expresarse, también pueden ser consideradas como medios indirectos de restricción a la libertad de expresión.

El efecto inhibidor de la sanción penal puede generar autocensura en quien quiera manifestarse, lo cual produce prácticamente el mismo efecto que la censura directa, la no circulación de la expresión.

Respecto a las sanciones penales, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos se adhiere a la corriente internacional que señala que no son necesarias para proteger el honor de las personas públicas porque para ellos hay otros recursos y el proceso penal resulta una restricción desproporcionada.

El relator para la libertad de expresión de la ONU sostiene que aunque la mayoría de los procesos penales contra periodistas no conduce en la práctica a que sean privados de la libertad. El objeto más frecuente de tales procesos es intimidar con la amenaza del encarcelamiento.

La obligación del Estado de proteger los derechos de los demás, se cumple mediante acciones civiles de protección estatutaria contra los ataques intencionales al honor y a la reputación y a través de la promulgación de leyes que garanticen el derecho de rectificación o respuesta.

De esta forma el Estado puede garantizar la protección de la vida privada de todos los individuos sin hacer uso abusivo de sus poderes coactivos para reprimir la libertad individual de expresar y formar opinión.

En este sentido, celebramos el avance logrado en nuestro país en el ámbito federal al haber eliminado los delitos de difamación y calumnias en el Código Penal Federal y al adicionarse los artículos 1916 y 1916 Bis del Código Civil Federal, que fijan ahora las responsabilidades por los probables excesos en la libertad de expresión.

Desde luego, no basta sancionar mediante la responsabilidad civil, sino que debe existir proporcionalidad en las sanciones. Hay que anteponer la reivindicación por la vía de la rectificación de los derechos lesionados y no exclusivamente mediante la obtención de un lucro.

Es pertinente precisar que al evitar la sanción penal de los excesos de la libertad de expresión no se persiguen privilegios especiales, sino que la sanción de los excesos no inhiba el ejercicio de ese derecho.

Es claro que el ejercicio libre de la expresión adquiere su dimensión óptima cuando se basa en la responsabilidad, factor indispensable para la sociedad y también para la credibilidad del periodista y de los medios.

Con motivo de la reforma constitucional en materia electoral que recientemente aprobó el Congreso, se adicionó el primer párrafo del artículo 6o. de la Constitución General de la República, incorporando al máximo ordenamiento de nuestro país el derecho de réplica.

La reforma constitucional dejó la tarea de especificar las condiciones en que se habrá de ejercer el derecho de réplica en la ley reglamentaria. Considerando que esa ley pudiera lesionar algún derecho, debemos estar pendientes de los proyectos que se presenten al Congreso de la Unión.

Otra práctica que inhibe la libertad de prensa, es querer obligar a los periodistas a revelar sus fuentes de información. Debido a la frecuencia de esos casos de periodistas citados por las autoridades responsables de la procuración de justicia con relación a averiguaciones previas vinculadas a informaciones periodísticas, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió la recomendación general número 7, en la cual defendió la vigencia del derecho profesional de los comunicadores a no revelar sus fuentes y denunció que tal presión evidenciaba las carencias investigativas del Ministerio Público federal.

Por otra parte el Congreso de la Unión aprobó diversas reformas a los Códigos Federal de Procedimientos Penales y Penal Federal, con el fin de garantizar el derecho al secreto profesional de los periodistas y establecer las sanciones a las autoridades que violen estas disposiciones.

Con esas modificaciones se fortalece el derecho a la libre expresión al limitar los actos discrecionales y arbitrarios que sufren los profesionales de la información cuando alguna autoridad les exige que declaren sobre sus fuentes o sobre los documentos utilizados para elaborar la información.

Si bien esta garantía ya se consagraba en documentos internacionales como era la declaración de principios sobre libertad de expresión cuy artículo 8o. se relacionaba con el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos resultaba necesario que se estableciera de manera expresa en nuestra legislación fijando puntualmente las sanciones aplicables a quienes violenten ese derecho.

Los avances respecto a la despenalización y del secreto profesional, representa una victoria para la libertad de prensa en México. Por ello la CNDH se comprometió a promover la armonización de todos los códigos de los estados con la mencionada reforma, así como nosotros presentamos el proyecto de iniciativa a la anterior legislación que después fue aprobada y ahora es ley vigente, ese mismo trabajo estamos haciendo ahora con todas y cada una de las legislaciones estatales.

Hemos exhortado a los gobernadores de las entidades del país a promover ante sus congresos, reformas que garanticen el secreto profesional de los periodistas así como la despenalización de los delitos de difamación y de calumnia.

Condiciones actuales del ejercicio periodístico

En el proceso de construcción de una sociedad democrática, el periodismo ejerce un control social sobre el quehacer de los actores públicos, entre ellos, autoridades, partidos políticos, organizaciones privadas, movimientos sociales, sindicatos y asociaciones religiosas, actores que son objeto de un amplio escrutinio mediático y que no siempre han dado muestras de tolerancia y respeto a las libertades de pensamiento, ideología y expresión de los comunicadores.

Así lo demuestran los agravios que sufren hoy los periodistas por informar sobre irregularidades, abusos y corrupción que incomodan a distintos actores sociales.

Está claro que las agresiones a los periodistas provienen de las autoridades, pero también de partidos políticos, de organizaciones sociales, de sindicatos y del crimen organizado.

Las amenazas y presiones contra editores y reporteros han derivado en que algunos medios no publiquen información relativa al narcotráfico, aunque provenga de fuentes oficiales. Se llega a la autocensura para evitar venganzas y represiones de esos grupos.

Si los periodistas sufren represalias por informar la verdad o bien se autocensuran, resulta afectado el derecho de saber de la sociedad.

Una ciudadanía sin información, mal informada o sin acceso a información verídica, se ve limitada en su autoconocimiento y por lo tanto en su desenvolvimiento y en su influencia sobre los asuntos públicos.

Ante este panorama puntualizo lo siguiente: estamos de acuerdo con el señalamiento que hace la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en cuanto a que la violencia contra periodistas y otras personas como represalia al ejercicio de la libre expresión, viole el derecho a la vida y a la integridad física y constituye un ataque al derecho a la información cuya vigencia es una condición fundamental del Estado de derecho.

El Estado tiene la obligación de investigar, efectivamente, los hechos en torno a los homicidios y demás actos violentos contra periodistas y sancionar a quienes los lleven a cabo. No obstante esa obligación del Estado, en muchos casos de agresiones a periodistas no ha existido una respuesta contundente de las autoridades federales y estatales en la investigación efectiva de los hechos, lo que implica una carta de impunidad para los responsables materiales e intelectuales de amenazas, homicidios y desapariciones de periodistas. Esa omisión del Estado resulta preocupante.

Aquí debemos de vincular la libertad de expresión con la impunidad, entendida como falta de investigación, persecución y condena de los responsables de las violaciones de los derechos humanos, lo que propicia la repetición crónica de sus agresiones y la total indefensión de las víctimas y sus familiares.

La impunidad propicia que las agresiones a los periodistas y a los medios sean cada vez más violentas, como lo muestran los atentados a instalaciones de diversos diarios, las desapariciones y la muerte de periodistas.

Es claro que aun cuando muchas amenazas y agresiones a los periodistas por inhibir su derecho a informar no provienen de servidores públicos, el Estado mexicano está obligado a investigar de manera exhaustiva el origen de los agravios, no hacerlo implica una grave responsabilidad por omisión.

Amplio es ahora el espectro de los hechos inhibitorios de la libertad de expresión, desde amenazas, intimidaciones personales, atentados a las oficinas con granadas de fragmentación y daño en su patrimonio, hasta lesiones, desaparición forzada de personas y homicidio.

El incremento en el número de agresiones se refleja en el total de 613 quejas que ha conocido el Programa de Atención a Agravios a Periodistas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos desde 1991.

De 2004 a 2007 la evolución en el número de quejas recibidas ha sido el siguiente: 43 en el 2004; 72 en el 2005; 74 en el 2006 y 84 en 2007, para un total de 273 en cuatro años.

Si estas cifras se agregan a los casos que tienen registrados los organismos públicos, derechos humanos de las entidades federativas, así como los que no se denuncian, la cifra es mucho mayor.

Como se ve, los últimos años han sido negros para el periodismo mexicano considerando el número de violaciones a los derechos humanos de los comunicadores y su gravedad, particularmente grave es que en 2007 hayan desaparecido, en nuestro país, tres periodistas, y otros cuatro hayan sido asesinados, lo mismo que tres trabajadores de distribución de un periódico, con lo que son ya 35 los muertos y 6 los desaparecidos, desde el año 2000.

Todas estas agresiones implican una grave restricción a la libertad de expresión, con todo lo que ello implica como limitación al ejercicio de las libertades y derechos de la sociedad en general, porque cada vez que en un periodista se expone a la violencia, la intimidación o a la detención arbitraria en razón de su desempeño, por dar a conocer la verdad, son todos los ciudadanos los que se ven privados del derecho a expresarse y actuar de acuerdo con su conciencia.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos considera que el grave problema en que se han convertido las agresiones contra periodistas y su consecuente impunidad, en gran parte se debe a la crisis estructural de la Procuración de Justicia. Es decir, ni a nivel federal ni a nivel de las entidades federativas hay una adecuada investigación ministerial que permite resolver sus casos.

Por ello, además de expresar su más enérgica protesta y demandar una efectiva respuesta del Estado, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha planteado una serie de aspectos que considera deben atenderse, entre los cuales destacamos:

Que las autoridades encargadas de la seguridad pública y de procuración de justicia asuman un compromiso real de respeto y reconocimiento a la labor de los comunicadores, brindándoles más seguridad y una adecuada procuración de justicia.

Que se adopten todas las medidas necesarias para que el Estado mexicano garantice de manera preventiva y de la mejor forma, la protección a los periodistas.

Que se otorgue al Ministerio Público el carácter de órgano constitucional autónomo, sin dependencia de los demás Poderes para que su actuación sea lejana a las consideraciones políticas o partidistas y para que sus pactos estén regidos por los principios de legalidad, imparcialidad e igualdad ante la ley.

Que se capacite a los servidores públicos que en los ámbitos federal y locales tienen la responsabilidad de efectuar las investigaciones en esta materia, mediante la creación de un grupo de elite, debidamente preparado y sensible al respecto del trabajo que realice.

Que se fortalezcan los marcos jurídicos y administrativos de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas, cuyo actual alcance es limitado, porque parte de conocer únicamente casos del ámbito federal, cuando la gran mayoría de asuntos denunciados son del ámbito local. Además está impedida de conocer de asuntos en los cuales se presume la participación del crimen organizado.

Que la Procuraduría General de la República ejerza la facultad de atracción de forma inmediata, cuando exista conexidad de delitos federales y locales en los casos de periodistas.

El clima de agresión ha llevado a que organizaciones de medios de comunicación se pronuncien por la federalización de los delitos cometidos contra periodistas, con lo cual estamos de acuerdo, previo fortalecimiento del marco jurídico y administrativo de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas.

Sin embargo, tal cuestión entraña aspectos operacionales que al menos, en principio, parecen problemáticos, por ejemplo, la definición de periodista y la determinación de cuándo la agresión es resultado del ejercicio de la profesión; la determinación de quién debe iniciar la investigación, si el fuero común o el federal, pero no perderse de vista que la mejor defensa contra las agresiones es la prevención.

Por ello, debemos proteger a los periodistas amenazados mediante medidas de seguridad y auxilio, de manera congruente y oportuna, y proporcional al hecho, para evitar la consumación de las amenazas. Para ello, sería conveniente crear un Comité de Evaluación de Riesgos, como la existente en Colombia, que determine niveles de riesgo y grados de amenaza a los periodistas y que recomienden las medidas de protección a que haya lugar.

El comité podría estar integrado por miembros de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Procuraduría General de la República, por organismos de defensa de los periodistas, asociaciones de periodistas y por los gobiernos de los estados y municipios, cuando el asunto sea local. Se le deberá dotar de los recursos presupuestarios necesarios para el cumplimiento del Programa de Protección de Riesgos, en el que deberán definirse, entre otros aspectos, los criterios de procedencias, las personas a proteger, los principios de acción y los deberes que asumirá la persona protegida.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos expresa enfáticamente que si bien actualmente existe una más amplia libertad de expresión y los periodistas y comunicadores ejercen ese derecho con más apertura, los riesgos para su ejercicio se están incrementando, lo que ha derivado en un círculo de agresiones y se ha traducido en menos investigación y resultados menos efectivos.

Por tanto, debemos exigir a las autoridades que garanticen la apertura informativa, erradiquen las agresiones y, en caso de que se produzcan, sanciones a los responsables. Que este foro, que merece alcanzar excelentes resultados por sus objetivos y participantes, contribuya a ese propósito. Muchas gracias.

El diputado Éctor Jaime Ramírez Barba: Muchísimas gracias, doctor Soberanes. Para quienes ya lo conocen, lo conocen de vista, déjenme y les comento.

Él obtuvo su título de licenciado en derecho, obtuvo mención honorífica por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México. Obtuvo el grado de doctor en derecho sobresaliente, Cum Laude, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia, España. Es investigador titular definitivo C, de tiempo completo, en el Instituto de Investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores en el nivel tres. A este cuerpo docente, al cual se integró, se integró por oposición.

Ha recibido múltiples distinciones por universidades nacionales y extranjeras, de hecho, cuando era aún más joven de como lo ven ahora, de enero del 85 a septiembre del 90, él fue secretario general de la Unión de Universidades de América Latina; dirigió el instituto más importante de México; fue director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, desde el 24 de julio del 90 al 31 de agosto de 1998. Obviamente es un distinguido presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a partir del 16 de noviembre de 1999.

Ha publicado más de 129 artículos doctrinales en el tema. Autor de 25 libros y coautor en 14 más, algunos de ellos escritos hace 30 años.

Mexicano ilustre, como lo escucharon, con una visión muy clara de los derechos humanos. Le agradecemos mucho. A nombre de la Cámara le entregamos un reconocimiento, doctor Soberanes.

El maestro de ceremonias, Iván Pliego Moreno: Agradecemos y despedimos cordialmente la presencia del doctor Soberanes, quien por razones de agenda tiene que salir sin dar posibilidad a una sesión de preguntas y respuestas.

Para continuar con los trabajos de este foro vamos a iniciar el panel 2, Libertad de expresión, libertad de prensa y derecho a la información en México, que será moderado por el diputado Humberto López Lena, secretario de la Comisión Especial. Los participantes en este panel son Rafael Borbón Ramos, vicepresidente del Consejo Consultivo de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión, y la señora Lilly Téllez, periodista y conductora de Proyecto 40.

En un momento iniciamos.

El diputado Gerardo Priego Tapia: Muy bien, buenas tardes. Nada más les quiero comentar —en lo que nos hacen favor Lilly Téllez y el vicepresidente de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión, de pasar— sobre algunos cambios en el programa que ustedes tienen. Entiendo que ustedes tienen el programa del folleto. Por favor, tomen nota de algunos cambios.

Carmen Aristegui estaba agendada para estar en ese panel. Tuvo problemas —me aviso ayer— con una visita de una empresa internacional con la que está teniendo negociaciones, y después de mucho platicar pudimos hacer que nos acompañe hoy mismo a las 4:30 de la tarde. Carmen va a estar a las 4:30 de la tarde con nosotros en una conferencia, para efecto de que todos aquellos que estén interesados nos acompañen, exactamente después de la comida, en el panel con Carmen.

A las 4:30 de la tarde estaba agendado Brozo. No Víctor Trujillo: Brozo. Brozo también tuvo problemas de agenda y lo que estamos tratando de hacer es insistir para poder ponerlo jueves o viernes, que ya les avisaríamos a ustedes. Ya ven cómo son los payasos tenebrosos.

Entonces lo que estamos tratando de hacer es poder combinarlo para que todavía sea aprovechable el doctor Brozo en uno de los dos días. Entonces a las 16:30 de la tarde tenemos a Carmen Aristegui y luego el panel de ¿Libertades?... desde la trinchera de los periodistas, que ustedes tienen en el folleto, aunque se suma la representante de reporteros internacional, Balbina Flores, y se suma también el presidente de la Fundación Manuel Buendía, que además es de la Red de Protección a Periodistas y Medios de Comunicación, Omar Martínez.

Entonces, les agradecemos mucho su atención y los dejo en manos del moderador de este foro, don Humberto López Lena, quien es secretario de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía de esta Cámara, integrante de la Comisión de Seguimiento a Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación. Y nos va a moderar este panel. Adelante, Humberto, por favor.


 

Panel 2

Libertad de expresión, libertad de prensa y derecho a la información en México

El diputado Humberto López Lena Cruz: Gracias, Gerardo. Muchas gracias a todos los presentes por acompañarnos a este primer foro de la Comisión Especial para dar seguimiento a las agresiones a periodistas y medios de comunicación. Efectivamente, esta Comisión fue creada en esta legislatura, todavía es una comisión especial, ojalá que pronto sea una comisión con todas las facultades.

Nuestra intención, los diputados integrantes, es precisamente legislar en materia de libertad de expresión. Por eso estamos muy contentos de que ustedes estén presentes en este primer foro en materia de la libertad de expresión.

Voy a presentar al Lilly Téllez en primer término. Ella nació en Hermosillo, Sonora, donde inició su trabajo en televisión a los 17 años. En TV Azteca fue conductora titular de los noticieros A primera hora, Hechos Meridianos, Hechos 7 y programas especiales.

Fue reportera guionista y conductora de la serie documental de investigación, Mitos y hechos, de la barra política del Canal 13.

En el año 2000 fue víctima de un atentado con armas de fuego y la PGR cerró el caso sin resolverlo, como la gran mayoría de los delitos a los periodistas. Lilly, te cedo los micrófonos.

La ciudadana Lilly Téllez: Buenas tardes. Muchas gracias por invitarme. Sólo vengo a contarles el testimonio que me tocó vivir en el año 2000 y desde una posición como una periodista políticamente incorrecta para algunos medios impresos de comunicación, para algunos periódicos y revistas. Entonces por ese hecho me sentí doblemente agraviada.

En el año 2000 conducía un noticiario y hacía programas especiales de investigación. Al salir una noche del noticiario, tomar el camino de siempre hacia mi casa, nos dispararon dos hombres a tres metros de distancia de mi carro, con un arma calibre 38 y una calibre 39. Ocho tiros a mi carro, que era un Jetta, un Jetta normal, no blindado, obviamente, y el resto de los tiros a un carro con dos escoltas que me acompañaban en un Stratus blanco.

Dispararon de mi lado, una de las balas me iba a dar aquí (señala su costado derecho) y pegó en la barra de contención de la puerta del Jetta y se fue hacia atrás. Otra me iba a dar aquí y se quedó en el asiento de enfrente. Otra, según los exámenes periciales —yo no me di cuenta, me pasó a 10 centímetros de la cabeza—. Mi chofer recibió dos impactos, uno en un brazo, otro en una mano y perdió una parte de la mano. Los dos escoltas tuvieron dos tiros cada uno, afortunadamente nadie murió.

En el momento de la balacera —yo nunca había escuchado un disparo—, era de noche, nada más oí cohetes, un ruido fortísimo —es indescriptible—. Me hice a un lado porque traía el cinturón de seguridad y no me podía recostar completamente y cuando entendía —fueron segundos, no sé cuánto fue— que nos estaban disparando, nada más me encomendé a Dios, no pensé que iba a sobrevivir. Me encomendé a Dios porque hasta ahí había llegado.

Se acabó la balacera y adentro del carro se imaginarán, había humo, cristales rotos, en fin. De alguna manera me pude quitar el cinturón de seguridad, hablar a TV Azteca para pedir una ambulancia y me salí a gastas hacia el otro lado y paré un taxi que iba pasando, que me dejó al pie del puente peatonal y corrí hacia el canal. Hasta ahí.

Después de ello, se hizo público en la televisora. Yo entré al aire inmediatamente con Javier Alatorre, porque toda mi familia vive en Hermosillo y conozco a mi familia, si se decía que me habían baleado pero que yo estaba bien, y no me veían, mis abuelos se iban a asustar, mi mamá se iba a asustar, por eso fue que entré al aire, no porque en esos momentos me interesara decirle nada al público y después vino una temporada de mi vida sumamente difícil, en donde yo estaba incrédula.

Cuando empecé a ver, por ejemplo, medios como La Jornada y como Proceso, publicaron que había sido un autoatentado, lo cual es verdaderamente estúpido y luego, también publicaron que me había mandado matar la propia televisora, lo cual también es ridículo.

Reforma publicó un diagrama —según esto— de la balacera, con quienes me dispararon del otro lado del carro, lo cual provocó que no se entendiera. Y de ahí en adelante, dado que yo no era ni soy querida ni respetada ni nada por el estilo, por algunos colegas, lo dejaron en que me habían querido dar un susto, que no me habían querido matar y me sentí doblemente agraviada por la forma en que trataron mi caso.

De por sí ya había sido un evento muy duro de sobrevivir, porque la conciencia en esos segundos, de que vas a morir y vas a morir así, es una experiencia indescriptible. Mi pecado fue que no me hubiera dado una bala. Si me hubiera dado una bala, entonces hubieran dicho "sí la mandaron matar".

Hay otros casos como el mío, en que se han salvado las personas, como el de Bancornelas, de quien estuve muy cerca en los últimos años de su vida, como el del exgobernador de Chihuahua, pero como a mí no me dio se tergiversaron muchas cosas. Yo ya no quise salir a aclarar nada y la PGR inició una investigación que no llegó a nada.

Voy a cumplir ocho años lidiando con mucho coraje y mucha rabia, porque esto quedó impune, porque alguien me mandó matar, no asustar, y no sé quién es.

El caso está cerrado, dicen en la PGR que si sale alguna prueba lo vuelven a abrir. Como víctima estoy impresionada de que no me han permitido, en ocho años, acceder al expediente que a mí me interesa mucho leer. Por alguna razón la PGR nunca publicó el esquema de la trayectoria de las balas del examen pericial que se hizo, porque fui a la reconstrucción de los hechos. Yo lo vi, me lo enseñaron ahí en la PGR cuando Jorge Madrazo era procurador, y nunca lo hicieron público, lo cual habría aclarado que el atentado fue a matar, no a asustar, y sigo igual a ocho años de distancia, pero gracias a Dios pude seguir trabajando.

Eso es básicamente mi testimonio. Si quiere alguien hacer alguna pregunta, con mucho gusto.

El diputado Humberto López Lena Cruz: Muchas gracias, Lilly. Si me lo permiten vamos a presentar al ingeniero Borbón y después hacemos las preguntas y respuestas.

El ingeniero Rafael Borbón Ramos es originario de Culiacán, Sinaloa, es ingeniero industrial con estudios de postgrado en desarrollo económico y en sistemas de comunicación electrónica. Ha colaborado en la administración pública, en donde ha ocupado, entre otros cargos, la de director de Radio y Televisión de la Secretaría de Gobernación y director de producción del Sistema Nacional de Información del Instituto Mexicano de la Radio.

Es autor de dos libros especializados La radio, la televisión y el próximo presidente y Juglares 2002, noticieros de México.

Actualmente es vicepresidente del Grupo Nacional de Radio, Radiorama y vicepresidente del Consejo Consultivo de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión.

Por favor, Rafael, te cedo los micrófonos.

El ingeniero Rafael Borbón Ramos: Muchas gracias. Primero, quiero manifestar mi reconocimiento a los integrantes de la Comisión Especial para dar seguimiento a las agresiones de periodistas; mi agradecimiento al participar en este foro. Para mí es un gran honor estar aquí, acompañarlos esta tarde y compartir este presidium con la reconocida y muy estimada periodista Lilly Téllez y con el señor diputado Humberto López Lena.

En México, como en todos los países democráticos, la libertad es un concepto universal y su vigencia y ejercicio está consagrada para todos, sin distinción, por las Constituciones de cada nación y protegida por los convenios y tratados internacionales.

Por ello, hablar de libertades, como nos corresponde en este panel, dentro del marco de retos y futuro de la libertad de expresión en México, es hablar de una libertad consagrada en nuestra Constitución para todos los mexicanos, independientemente de la profesión, industria u oficio que realicen. Es hablar de una libertad que implica externar ideas, creencias, tendencias políticas y opiniones.

Referirse a la libertad de expresión es hablar de la inteligencia humana, de la palabra y de la comunicación. Y puesto que la palabra y la comunicación forman parte de la naturaleza humana, la libertad de expresión se traduce en un derecho natural, inalienable e imprescriptible, en un derecho humano.

Ahora bien, es claro que quienes han elegido dedicarse profesionalmente a la comunicación mediante el ejercicio del periodismo son quienes ejercen más intensamente la libertad de expresión y, que con la práctica constante, como sucede en todas las profesiones, desarrollan habilidades especiales y mejoran su sensibilidad para investigar, elaborar y difundir información sobre hechos novedosos, de interés social y de interés público y de esta forma le dan a la libertad de expresión una función social que nos beneficia a todos y que permite que se pongan en práctica el ejercicio del derecho a la información y el derecho de réplica.

También es claro para todos nosotros que, hoy por hoy, quienes ejercen el periodismo aportan infinidad de materiales para el registro histórico de los acontecimientos y que su posición llega a tornarse incómoda para algunos de los receptores, lo que ha llevado a situaciones de intimidación y amenazas contra los periodistas, a la destrucción de material de los medios de comunicación, y lo que es más grave aún, ha habido víctimas de secuestro y asesinato.

Y todos estos hechos violentos atentan también contra los derechos fundamentales de las personas y coartan severamente la libertad de expresión. No obstante que hay un marco jurídico que tipifica y sanciona esas conductas delictivas en contra de cualquier persona, lo que ha pasado es que la autoridad competente se ha visto rebasada por los delincuentes que han agredido y agraden permanentemente a una gran parte de la población y no ha podido, la autoridad, dar respuesta a las demandas de justicia de la sociedad en general.

En el caso de los periodistas amenazados, como parte que son de un segmento organizado, unido y con una gran influencia moral, su demanda de justicia no ha quedado en el archivo o en el camino de la resignación y el olvido, como han quedado la inmensa mayoría de las denuncias ciudadanas.

Tampoco se ha quedado en el ámbito local, se ha llevado a foros abiertos, a los ámbitos nacional e internacional para exigir justicia y para promover, asimismo, la instrumentación de una protección especial que garantice la seguridad de los informadores y la expedición de un marco jurídico para los periodistas; lo que lo ha convertido en un movimiento de carácter mundial, como ya lo es también la lucha social contra la inseguridad.

Pero por supuesto que estos movimientos no liberan a ningún Estado de la obligación de prevenir e investigar los hechos delictivos; tampoco los liberan de sancionar a los autores y, mucho menos, de asegurar a las víctimas una reparación adecuada en los términos de ley.

Es claro que lo relacionado con la seguridad de los informadores no acaba de aterrizar bien en México y aunque existe en nuestro país una cultura de defensa de los derechos humanos, en general, la defensa de los periodistas sigue siendo una asignatura pendiente, como lo son también asignaturas pendientes los feminicidios, los levantones y las ejecuciones.

Mientras tanto, y como un mecanismo de autoprotección y autodefensa, los periodistas han venido regulando su actividad a través de códigos deontológicos que consignan una serie de criterios, normas y valores que rigen su actividad. Son códigos que formulan y que asumen, por decisión propia, los periodistas del mundo entero. Códigos que postulan la independencia de los medios respecto a los poderes políticos, respecto a los poderes económicos y que obligan al periodista a actuar con veracidad e imparcialidad.

De ahí que cada día cobre mayor importancia el reconocimiento institucional y jurídico al secreto profesional de los periodistas y a la cláusula de conciencia, como garantías de seguridad y del derecho a la información que subconsagra el artículo 6 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Precisamente como garantías, como un doble ámbito de eficacia para la libertad de conciencia de los informadores y como instrumentos para fortalecer una opinión pública libre e informada. Como lo afirman los juristas Jorge Carpizo y Miguel Carbonel. Cito: "Si el artículo 6o. constitucional establece que el Estado garantizará el derecho a la información, debe entenderse que es su responsabilidad proteger todos los derechos instrumentales de cuya observancia depende el ejercicio efectivo de la garantía consagrada.

Y, dado que el secreto profesional de los periodistas constituye una condición necesaria para que el flujo de información veraz por parte de sus informantes no se vea obstaculizado, éste es requisito para que el derecho a comunicar información pueda ejercitarse libremente y dicho ejercicio es condición para la operatividad del derecho a recibir información.

Se concluye que el derecho a conservar en secreto la identidad de las fuentes constituye un derecho instrumental que es necesario que sea garantizado por el Estado. Esta opinión se ve refrendada en nuestras prácticas jurídicas por las resoluciones de diversos jueces de distrito que han resuelto a favor del derecho a la información, argumentando que los periodistas no tienen la obligación de revelar sus fuentes.

Otra de las consecuencias de la inseguridad que sienten los comunicadores se refleja en la autocensura, principalmente la que se han impuesto los del norte de México, donde el narcotráfico y el crimen organizado han convertido a la región en uno de los lugares más peligrosos para los periodistas en América Latina."

Señoras y señores, por muchos años se ha afirmado que cada sociedad tiene la prensa que se merece, porque en la medida en que aquella sea informada, de manera honesta, veraz, objetiva y oportuna, en esa misma medida el profesional de la comunicación será reconocido y apreciado socialmente.

Como muchos mexicanos, yo no estoy del todo de acuerdo con esto, porque el periodismo hoy en día se encuentra ubicado entre dos grandes movimientos: la globalización y el surgimiento de nuevas clases económicas y políticas que generan nuevos problemas jurídicos y éticos, y porque los periodistas y la información no actúan para sí, sino para un todo. Para un todo que lucha por un nuevo orden social y económico, en el que la globalización ofrezca una nueva forma de vincular jurídicamente a la sociedad con los medios y un Estado garante del derecho a la información. Muchas gracias.

El diputado Humberto López Lena Cruz: Muchas gracias, Rafael. Si me lo permiten, vamos a hacer dos rondas de preguntas y respuestas. Vamos a hacer una primera de tres, recordándoles que la pregunta es de un minuto para que, por favor, sea muy concreto y la respuesta, máxima, de tres minutos.

Pero antes déjenme mencionar que se ha sumado mi compañero diputado Osiel Castro a este foro y la diputada Layda Sansores; bienvenidos compañeros.

A ver, si me ayudan las edecanes, por favor. Aquí enfrente tenemos a una señorita de azul, si nos dice su nombre y de qué medio o institución viene, por favor.

La ciudadana Elia: Hola, buenas tardes. Vengo de la Universidad Nacional Autónoma de México, Campus Aragón. Yo creo que la retórica en cuanto a ese tema es infinita. Podemos ver en los medios o discursos de gobernantes o de gobernadores que nos dicen que se está acabando la violencia en este país. Yo, como estudiante de periodismo, lo veo un poquito diferente a como ustedes lo ven del otro lado. Yo veo que en las aulas tenemos la teoría, pero no nos dicen que vamos a salir a la calle y vamos a encontrarnos con que no podemos decir lo que nosotros queremos y no precisamente porque nos vayan a matar.

En la ronda anterior comentábamos que hay líneas, hay intereses que no solamente están en cuestiones de narcotráfico, también en poder y de política. Yo quiero saber si nosotros —la pregunta es para el panel—, como estudiantes, qué esperamos al salir a la vida laboral, si desde el momento en que estamos en la carrera no se nos permite expresarnos ampliamente.

En el caso de Lilly Téllez o en el discurso que en este momento el licenciado Soberanes nos decía que…

El diputado Humberto López Lena Cruz: Por favor, vamos a concretar la pregunta.

La ciudadana Elia: Perdón. ¿Cuál es el futuro o los retos que tienen ustedes para nosotros que vamos a estar posteriormente en la vida laboral, para nosotros los estudiantes de periodismo, que nos vamos a enfrentar a todo esto, fuera de retóricas o fuera de cualquier otro tipo de discursos, sino el campo y la vida real del México que estamos viviendo?

El diputado Humberto López Lena Cruz: Muchas gracias. La señora que está a su lado, por favor.

La ciudadana María Cristina Sánchez Galván: Soy ciudadana común y corriente. Mi muy personal opinión, con todo respeto, es la siguiente. Terrible la agresión a los periodistas, pero más terrible la agresión al pueblo cuando lo mal informan. Ambas agresiones atentan contra los derechos de todos.

Para mi humilde persona, la prensa es el primer poder. Se debe legislar para proteger al pueblo en su derecho de información veraz y también se debe legislar para proteger al 100 por ciento a los periodistas. Ambas agresiones son igualmente importantes.

Pregunta concreta. ¿Están ustedes de acuerdo conmigo en que la prensa es el primer poder? Muchas gracias.

El diputado Humberto López Lena Cruz: Gracias a usted. Por favor.

El ciudadano Luis Elizondo: Soy del grupo Oro Esmeralda, de Oaxaca. Concretamente la pregunta es: sabemos que la profesión tanto de reportero, locutor de noticieros en espacios, principalmente en radiodifusoras o en espacios televisivos, da una responsabilidad hacia lo que manejamos diariamente con la información, lo que obviamente involucra también ciertas agresiones en algún momento por lo que se dice en el manejo de la información.

La pregunta es para el licenciado Borbón. Qué está planteando la Cámara de la Industria de Radio y Televisión en materia de protección a los trabajadores, tanto reporteros, locutores, titulares de noticieros que trabajamos en el medio de la radiodifusión o de los medios electrónicos. Muchas gracias.

El diputado Humberto López Lina Cruz: Muchas gracias. Lilly, Rafael, tienen tres minutos si quieren iniciar cualquiera de los dos.

La ciudadana Lilly Télez: Gracias. A la pregunta de qué les espera en el ámbito laboral, pues nada que les puedan enseñar en las aulas. Es un medio sumamente competitivo, hay que ser muy audaces y muy tercos, es un medio muy duro, pero vale la pena.

Hay mucho mito en torno a que en todo hay líneas y que no se pueden decir cosas. Sí se puede, sí hay muchas cosas que se pueden hacer. Por ejemplo, cuando yo hice asuntos del narcotráfico, asumo la responsabilidad de que yo decidí hacerlo. En la empresa me advirtieron que era peligroso, en la PGR también y fue mi decisión continuar haciéndolo y valió la pena. Ahorita ya no lo haría porque las condiciones han cambiado mucho y ya es poner la cabeza en charola de plata.

A la pregunta de que si la prensa es el primer poder, yo creo que no; yo creo que el poder político sigue siendo el primer poder.

El ingeniero Rafael Borbón Ramos: Yo quisiera comentarle primero a Elia, de la UNAM, que actualmente, como decía Lilly Téllez, es una gran competencia la que se ve en los medios —hablo por los medios de comunicación electrónica—, una competencia que nos ha llevado a quienes estamos operando esto, a la contratación principalmente de jóvenes profesionistas que no solamente tengan una profesión, sino que además sean expertos en computación.

Por supuesto ya dependerá de la orientación hacia donde vayan. Comunicadores, administradores de empresas, abogados, ingenieros, ingenieros de sistemas, pero siempre con una preparación en el manejo de equipos de cómputo, porque las nuevas tecnologías, las que se están usando ya ahorita, se realizan a través de sistemas de cómputo.

Quiero decirles a quienes están interesados en participar en el periodismo radiofónico, ya sea como conductores o como reporteros, que actualmente existen en la radio y televisión mexicana 2 mil 300 noticiarios de radio y televisión, de los cuales 350 están en la televisión y los otros dos mil 950 están en la radio. Que hay poco más de 80 mil personas trabajando en estos noticiarios y que la inmensa mayoría son personas muy comprometidas con el periodismo radiofónico, televisivo; que sí hay una gran oportunidad de participación, que sí hay un ámbito de trabajo muy interesante y que ustedes, los que están egresando de las escuelas, son precisamente quienes tienen la prioridad.

Por lo que se refiere a la pregunta que hace el señor Elizondo, de Oaxaca, que plantea que qué es lo que está haciendo la Cámara de Radio para protección de los comunicadores, quiero decirle que la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión instrumentó desde hace algunos meses lo que se ha denominado la Comisión de Seguridad. Esta Comisión de Seguridad, a cuyo frente está uno de los vicepresidentes de la propia Cámara, tiene una representación en cada uno de los estados, a través del presidente de la cámara local o de un representante designado por la propia cámara y está en coordinación permanente con las autoridades: Secretaría de Gobernación, Procuraduría General de la República; las autoridades federales, la Cámara Nacional, las autoridades locales, las delegaciones de cada una y, se le está dando seguimiento a cada uno de los asuntos que se plantean, ya sea por parte de los propios empresarios o por parte de las organizaciones de periodistas o de los propios periodistas.

La señora María Cristina me pregunta que si estamos de acuerdo en que la prensa es un primer poder. Yo creo que es un espacio ciudadano, así como ella dijo que ella es ciudadana. Es un espacio ciudadano en donde el poder lo tenemos todos los que participamos en los medios de comunicación.

El diputado Humberto López Lena Cruz: Gracias. Vamos a entrar a la segunda ronda. Otras tres preguntas. Me pasan una tarjeta diciendo que se suman a este foro los compañeros diputados Juan Abad, Robinson Uscanga y José Luis Varela. Vamos a dar el micrófono.

La ciudadana Nadia Mayorga Barca: Vengo de la Universidad de las Américas, Puebla, y mi pregunta es para el señor Borbón. ¿Qué impacto ha generado a nivel nacional e internacional el incremento de la censura y agresiones en el periodismo mexicano?

El diputado Humberto López Lena Cruz: Muy bien. Aquí el señor de traje azul, camisa blanca. Señorita, le alcanza el micrófono a la señorita que está en la parte superior. Adelante, por favor.

El ciudadano: Buenos días. Mi pregunta va en el aspecto de, ¿qué tanta responsabilidad tiene la industria de la televisión, como show business, de haber desgastado tanto la imagen del periodista para convertirlo de lo que es un luchador social a solamente una comparsa o un objeto para dilucidar o tratar de llevar agua a su molino? Es todo.

El diputado Humberto López Lena Cruz: Muchas gracias. Adelante.

La ciudadana Aida Juárez: Hola, soy Aida Juárez y vengo de la FES Aragón, de la UNAM. Mi pregunta es para Lilly Téllez. ¿Por qué crees que medios impresos, de gran credibilidad como La Jornada y Proceso se hayan aventurado a aseverar juicios de tal magnitud? ¿Y cuáles crees que hayan sido sus bases?

El diputado Cruz Humberto López Lena: Gracias. Lilly y luego Rafael.

La ciudadana Lilly Téllez: Proceso, La Jornada y también Reforma. Proceso y La Jornada por la postura de izquierda que mantienen y una abierta animadversión contra TV Azteca. En aquel momento era Cuauhtémoc Cárdenas, jefe de gobierno, no perdón, ya era Rosario Robles y era Samuel del Villar el procurador, no les convenía. Ellos tenían una postura abiertamente que los apoyaba y dado que gran parte de la ciudadanía creyó que esto me lo había mandado a hacer del Villar, no les convenía. Yo nunca he pensado que haya sido Samuel del Villar, en lo personal. Pero esa opinión fue la que se sintió.

Entonces yo creo que en casos de un atentado, los medios deberían ser solidarios y dejar por un lado sus propios intereses políticos y sus ideologías y ser solidarios. Donde yo realmente encontré solidaridad fue en Berlín, fue en Alemania, en un foro al que fui invitada, junto con cuarenta y tantos periodistas que habían sufrido agresiones.

Yo era la única periodista americana que fue a ese foro. Y ahí expusieron reporteros, todos habían sido corresponsales de guerra y les llamó mucho la atención. Había representantes de la ONU en aquel Congreso. Les llamó mucho la atención que a mí me hubieran mandado matar en una balacera en un país que no estaba en guerra, en un país que se supone que vive una normalidad democrática.

Se me ofreció ahí todo el apoyo y me dio mucha tristeza que en mi propio país estén primero las cuestiones ideológicas y los intereses políticos, antes que la solidaridad. Porque la vida es lo más preciado que tenemos y todos tenemos derecho a poner, en el medio que trabajos, nuestros reportajes, nuestros trabajos. Gracias.

El diputado Humberto López Lena Cruz: Gracias, Lilly. Rafael, tienes dos preguntas.

El ingeniero Rafael Borbón Ramos: Perdone, no le entendí a la señorita de la Universidad de Puebla, cuando hablaba del impacto de la censura. Sí, es que lo dijo muy rápido, perdóneme usted.

La ciudadana: ¿Qué impacto ha generado a nivel nacional e internacional el incremento de la censura y agresiones en el periodismo mexicano?

El ingeniero Rafael Borbón Ramos: Yo creo que lo más grave de todo esto es la autocensura que se han impuesto los propios periodistas, que no es más que la propia inseguridad en la que ellos viven. Creo que sería lo más grave.

Todo esto, independientemente, por supuesto, de las agresiones tan severas que han tenido, que han vivido muchos de ellos, la autocensura que se han impuesto precisamente como una forma de protección, ha impactado en la información que todos queremos conocer.

Ahora, por lo que se refiere a la pregunta sobre la responsabilidad de la CIRT en los programas de show business, quiero decirle, señor, que hay 22 mil 300 programas que se transmiten todos los días en radio y televisión.

Son programas fundamentalmente musicales y de entretenimiento y entre todos ellos están los 2 mil 300 noticiarios. El balance es entre el 10 y el 12 por ciento en espacios noticiosos y el resto se divide entre música y programas de entretenimiento.

Y todo esto se diseña con base en las propias encuestas que hacen las empresas especializadas para determinar el tipo de programa que quieren en una determinada comunidad. Obedece a estudios de mercadotecnia que se realizan para orientar los programas de entretenimiento.

Quiero recordar también que la radio surge como un espacio principalmente para el entretenimiento. Con el paso de los años, allá por 1935-36 es cuando empiezan a surgir los espacios noticiosos. La radio nace en 1921 y hasta 1935-36 empiezan a aparecer los primeros programas de información noticiosa, que solamente era leer noticias. Leer noticias de periódicos y de artículos especializados de revistas.

Y posteriormente surgen los noticieros. Los noticieros más antiguos que hay en México datan de hace 55 años, por cierto en México tenemos a un hombre que está luchando por el record guiness, porque tiene 55 años al frente de un micrófono, dando noticias, nunca ha faltado un solo día, el señor Bermúdez, de Mexicali. Y en ese entorno está Montero Ponce, en Puebla; Gustavo Estrada, de Culiacán, Sinaloa. Son noticieros que vienen desde hace 55 años, pero son los primeros noticieros que hubo en televisión.

Los noticieros, como los conocemos ahora, los espacios informativos, como se conocen ahora, son de la década de los setenta, en donde ya ante la competencia tan severa que tuvo la radio por parte de la televisión transformó sus programaciones para convertirse en un medio de compañía.

Es por eso que ahora nosotros vemos que los grandes espectáculos están en la televisión, porque la televisión le dio rostro a los personajes de las telenovelas y pudo llevarle con el color y la imagen esos grandes espectáculos que nosotros vemos constantemente en la televisión mexicana y que compiten en lo internacional.

En el caso de la radio, la radio se convirtió en un medio de compañía y se orientó a los noticiarios que, repito, estos como los conocemos ahora son de los años setenta; y toda esta gran batería de noticieros que ahora tenemos datan de 1992 a la fecha.

En 1992 había 187 noticieros de radio y televisión. En el año 2008 hay 3 mil 350 noticieros de radio y televisión. Obedece todo esto a estudios que se hacen para determinar qué es lo que la audiencia quiere.

El diputado Humberto López Lena Cruz: Gracias. Sí, Lilly. Podemos hacer una ronda más de tres preguntas. ¿Quieres antes participar, Lilly?

La ciudadana Lilly Téllez: Sí. Respecto a la pregunta de lo del contexto internacional, quiero decir algo muy concreto. El atentado contra Jesús Blanco Ornelas, director de Zeta, del Periódico El Semanario Zeta, de Tijuana, fue en el 97. Tiempo después le otorgaron el premio María Moors Cabot de la Universidad de Columbia, que es el equivalente al Pulitzer, que se le puede dar a ciudadanos que no son norteamericanos, digo, yo lo acompañé a Nueva York a recibir ese premio, y desde entonces asociaciones internacionales empezaron a voltear más a nuestro país por el caso de Blanco Ornelas.

Del 97 al 2000 hubo algunos atentados contra periodistas en el país. No muchos. Pero aquí hay que hacer notar algo. Por ejemplo, en mi caso, como yo trabaja en la televisión nacional abierta, pues fue muy conocido. Pero hay muchos reporteros en medios más pequeños que no obtienen la solidaridad porque otros medios más grandes no los apoyan y sus casos quedan en el anonimato.

Lo bueno, a raíz de unos años para acá, cuando se vinieron como en cascada asesinatos y otro tipo de agresiones contra periodistas, es que ya Reporteros sin Fronteras, la ONU y la OCDE inmediatamente voltean a nuestro país y brindan su apoyo.

Unos meses antes de mi propio atentado, cuando yo sentía que las cosas estaban ya muy difíciles conmigo, yo pedí apoyo a Reporteros sin Fronteras y no me respondieron nada. Cuando estuve en Berlín y que estaba el director de ellos ahí, sentado a unas cuantas personas, de mí parte, lo dije, y a diferencia del estilo mexicano en que cuando hay alguna acusación o alguna queja todos se echan la bolita y se quitan culpas, en aquel foro inmediatamente el titular de esta organización.

Yo pedí apoyo a Reporteros sin Fronteras y no me respondieron nada. Cuando estuve en Berlín y que estaba el director de ellos ahí, sentado a unas cuantas personas de mí parte, lo dije, y a diferencia del estilo mexicano en que cuando hay alguna acusación o alguna queja todos se echan la bolita y se quitan culpas, en aquel foro inmediatamente el titular de esta organización dijo: ¿Por qué no se atendió el llamado de auxilio de una reportera mexicana, que finalmente terminó en un atentado? Pero lo que quiero decir es que ya en este momento cuando sucede algo, se denuncia e inmediatamente vienen apoyos del exterior.

Y a los diputados yo quisiera pedirles algo personal. Hay que aprovechar este foro para algo personal. Quiero pedirles que me ayuden a que la PGR me entregue y haga público el diagrama de la trayectoria de las balas sin que me hagan trampa, porque el actual Procurador General de la República es hermano del director de Banamex, de Medina Mora, a quien yo hace unos años estuve denunciando por asuntos de corrupción; entonces, obviamente pues no confío en el Procurador actual y quiero pedirles a los diputados que me ayuden a que se me entregue ese documento. Gracias.

El diputado Humberto López Lena Cruz: Por supuesto, Lilly. Me comprometo públicamente y personalmente a pedirles al procurador y al fiscal de la PGR, al licenciado Orellana, para que nos entregue esta información y te la podamos entregar. Éste es un compromiso que hago. Por supuesto.

Adelante, por favor. Las últimas tres preguntas breves, de un minuto, y tres de respuesta, máximo.

La ciudadana Esperanza Álvarez: Buenas tardes. Yo soy Esperanza Álvarez, de la Universidad Nacional Autónoma de México, campus Aragón, y mi pregunta es para la periodista Lilly Téllez. Exactamente de lo que estás hablando: del atentado que tuviste contra tu persona, me gustaría saber si realmente sabes quién fue y por qué fue. Además, el sentir que tienes.

Y, qué opinas de los demás casos de los compañeros asesinados o desaparecidos, que no han sido aclarados y que solamente se quedan impunes.

Y que entonces la frase de libertad de expresión es limitada a sólo eso, a una frase, que queda nada más en las aulas o en foros como éstos, pero realmente no se pone en práctica. Entonces, me gustaría saber tu sentir.

La ciudadana Lilly Téllez: Sí…

El diputado Humberto López Lena Cruz: … ¿Me permites? Perdóname. Por favor, aquí hay un joven de lentes.

El ciudadano Víctor Olivares: Buenas tardes. Mi nombre es Víctor Olivares. Yo vengo del Tecnológico de Monterrey. Mi pregunta va dirigida al señor Borbón. Él nos está hablando de que los programas que se transmiten en radio van enfocados a determinado público, con base en encuestas; que existe una gran diversidad de programas, que supuestamente hay 2 mil, 3 mil programas, algo así nos decía.

Bueno, yo sólo quisiera saber en manos de quién están estos programas, quiénes controlan en realidad el sector radioeléctrico. ¿Puede haber dos mil programas en manos de dos empresas? Creo que la información que nos estás dando es un poco sesgada. Más que nada ésa es mi pregunta.

El diputado Humberto López Lena Cruz: Muchas gracias. Vamos a cerrar estas preguntas con la participación de la diputada Layda Sansores.

La diputada Layda Elena Sansores San Román: Aunque no quisiera quitarle el espacio a uno de estos jóvenes inteligentes, interesados. Déjame como una extra. Yo solamente quiero expresarle mi respeto a Lilly por la dignidad que le ha dado a su profesión, por ese valor ejemplar que nos conmovió a todos los ciudadanos.

Y manifestar también mi solidaridad con Humberto para sumarme a la exigencia al Procurador para que se haga justicia, para que tengas la respuesta que quieres. Y para seguir luchando, que ya lo hemos hecho de alguna manera, por proteger la identidad de los periodistas, que trabajan con tanto empeño, dedicación y convicción.

El diputado Humberto López Lena Cruz: Gracias, compañera. Entonces, la última pregunta para la señorita de negro y morado, o lila… Rojo. Adelante.

La ciudadana: Hola, buenas tardes. Yo vengo de la FES-Aragón, también. Yo tengo dos preguntas, una es para Lilly Téllez, yú mencionaste que aquí no te hicieron caso Reporteros sin Fronteras, tuviste que llegar hasta allá.

Entonces, tú cómo catalogas o cómo ves el desempeño de las organizaciones ante los periodistas, porque muchos van y se quejan ante ellos, porque el gobierno no los escucha. Entonces, tú ¿cómo ves? Desde tu punto de vista y de lo que tú has vivido, ¿cómo calificas el desempeño de esas organizaciones?

Y la otra, es para el licenciado Borbón, que nos dio la información sobre los programas que están actualmente en el país. Y a mí también me parece un poco sesgada la información, ¿dónde podemos encontrar ese tipo de información específica? Que nos aclare ¿cómo está dividida la programación en el país? Sé que el espacio cultural es muy poco, pero en dónde podemos encontrar bien, con cifras claras, esa información.

El diputado Humberto López Lena: Muchas gracias. Lilly.

La ciudadana Lilly Téllez: ¿Quién creo que fue el autor intelectual? Porque aquí debo aclarar que los que me dispararon están en el bote, en el Estado de México. Los agarraron dos años después. Voy a decir algo que va a parecer una barbaridad, pero lo tengo que decir, porque así lo siento.

¿Por qué no los torturaron para sacarles la verdad de quién los habían mandado? Total, torturan a un montón de gente. Entonces, a éstos los metieron al bote sin decir nada, perdón.

Perdón, sé que está mal, pero lo digo desde el fondo de mi corazón. Yo sí les hubiera jalado una cuerda, no sé, para que me dijeran.

No sé quién fue, pero sí sé, y lo he sentido muchas veces y es algo que platico mucho con mi abuelo: yo no me quiero morir sin saber quién fue. No quiero. Es muy desesperante, parece ficción, pero saber cómo me espiaron, cómo me balacearon, que me salve de milagro, todas las complicaciones que he tenido a nivel psicológico, es muy desesperante. No me quiero morir sin saber quién fue, aunque yo misma tenga que hacer la investigación.

¿Por qué fue? No lo sé. Porque tenía muchos frentes abiertos, desde programas sobre las organizaciones criminales que roban autos, hasta los Arellano Félix; el Mayo Zambada, en Sinaloa; la Procuración de Justicia, en el DF. No tengo idea.

Y ¿qué es la libertad de expresión? Es seguir trabajando a pesar de todo. Y, respecto a los colegas quiero hacer un reconocimiento desde mi posición, esta posición a Lydia Cacho que ha sido extraordinariamente valiente. Y que en su caso, afortunadamente veo que todos los medios de comunicación la hemos apoyado, que eso es muy bueno para ella.

Respecto al desempeño de las organizaciones internacionales. Pues hablan muy bonito, pero realmente qué pueden hacer en términos prácticos, nada. Porque aquí a los políticos no les importa lo que digan esas organizaciones. Sólo pueden ofrecer ayudarle a un periodista para el exilio, pero no se vale irse del país. Se trata de quedarse aquí y seguir trabajando aquí. Gracias.

El diputado Humberto López Lena: Gracias Lilly. Rafael, tienes otras dos preguntas.

El ciudadano Rafael Borbón Ramos: Gracias. Respecto de la pregunta que hace don Víctor, del TEC Monterrey. Quiero decirles que la cifra que yo les daba es de 22 mil 300 programas de radio y televisión que se trasmiten diariamente. Estos programas son los que aparecen en las 2 mil 221 estaciones de radio y canales de televisión, entre los cuales están mil 400 estaciones de radio comercial, 420 canales de televisión y 401 estaciones culturales, o sea, es el espectro radioeléctrico al que usted se refiere el que está operando en este momento.

Es decir, las estaciones de radio y canales de televisión que están operando en este momento trasmiten esa cantidad de programas están repartidos a lo largo de todos estos grupos de radio y canales de televisión.

Ahora, ¿cómo están divididas?, la pregunta de la señorita, ¿y en dónde encontrarlas? Tendríamos que recurrir a la programación de cada estación de radio y televisión. Esto que parece muy complejo se va a volver muy simple cuando ustedes entren a un centro de información de la radio y la televisión que se llama radiotvmexico.net y ahí los va a llevar para que ustedes vean el número de canales de televisión que hay en México y en dónde están cada uno de ellos.

¿Cuál es la frecuencia y cuáles las siglas que utilizan? El número de estaciones de radio y televisión que existe… Perdón, las estaciones de radio, en qué estado están, en qué ciudad están, cuál es su sigla, a qué grupo pertenecen; y luego los que están en Internet, que debo decirles que hay cerca de 350 estaciones de radio mexicanas que están en Internet y podrán ustedes escucharlas ahí mismo. Viene la liga para que le den clic a donde aparece triple w, y van a poder escuchar la estación.

Pero no solamente eso, sino que van a entrar a la página de la estación y ustedes van a poder conocer la programación, el nombre del gerente, el nombre del productor, el nombre de los conductores, nombre de los locutores, en fin toda la información básica que tiene una estación de radio: potencia, ubicación de las oficinas, teléfonos, sistema de transmisión que utiliza, en qué banda operan.

Y también van a encontrar las ligas con los grupos de radio y televisión. Ahí van a encontrar la liga, hablando de radio, con Radiorama, con Radiocima, Fórmula, Grupo Acir, Grupo Raza; y hablando de televisión, pues van a encontrar la liga con Tv Azteca, Televisa, Canal 11, en fin.

Ése es un centro que los va a llevar por todo y que les va a dar toda la información a la que me estoy refiriendo en este momento, pero no solamente eso, sino que ahí también van a encontrar las organizaciones, por ejemplo la Red de Estaciones Universitarias y Culturales, la liga con la Cámara de Radio y Televisión, la liga con la Sociedad Internacional de Radio, en fin. Y los proveedores de la industria, ¿quiénes venden los micrófonos, las consolas?, en fin.

Vale la pena, sobre todo aquellos que están interesados en su calidad de estudiantes o como profesionales de este medio que entren en esa página y esto les va a dar una información general específica. Si ustedes lo buscan, cuando vayan al sitio o a la página que corresponda a cada estación de radio.

Ésta es una forma muy sencilla de ponerse en contacto con el medio y de conocer, precisamente, el tipo de programación que tiene cada estación. Ahí van a poder ingresar a la estación y darle qué tipo de programación es, si es musical, si es noticiosa, si es música mexicana o de banda, en fin.

Y a su vez, ahí van a aparecer los programas que tienen y van a encontrar estos 22 mil 300 programas de los que estoy hablando. Muchas gracias.

El diputado Humberto López Lena Cruz: Muchas gracias, Lilly. Muchas gracias, Rafael. Con esto damos por terminado el segundo panel, México y sus libertades. Antes vamos a entregarle un reconocimiento a Lilly Téllez y a Rafael Borbón y también hago mención de que me pasaron una cartera de la señorita Marlene Díaz León, para que pase a recogerla. Por favor Osiel, si me acompañas a entregar.

El maestro de ceremonias, Iván Pliego Moreno: Lilly, en esta LX Legislatura, la Comisión que da Seguimiento a las Agresiones a los Periodistas y Medios de Comunicación queremos dejarte testimonio de tu participación en este foro, que sin duda aporta un granito.

Compañeros, amigos y todos los que participamos aquí, me gustaría mucho que de pie le diéramos un aplauso como solidaridad a esta extraordinaria comunicadora, y por supuesto refrendamos el compromiso de intervenir en la Procuraduría General de la República para tu petición, Lilly. Saludos.

Rafael Borbón Ramos, felicidades. Muchas gracias.

El maestro de ceremonias, Iván Pliego Moreno: Agradecemos a los ponentes por su participación y queríamos hacer dos anuncios finales. También queremos agradecer la presencia de la diputada Liliana Carbajal, así como del licenciado Ignacio Soberano, fiscal especializado en Atención a Delitos Cometidos en contra de Periodistas y representante del gobernador de Chiapas.

El último anuncio es recordarles que en la página agresionesaperiodistas.gob.mx se están subiendo en línea las participaciones, las versiones estenográficas de las participaciones de este foro, para su consulta.

Se abre ahora el receso. La comida es libre. Si hay alguien interesado en hacer un recorrido por las instalaciones de la Cámara, habrá personal de la Comisión Especial que haga ese recorrido para ustedes.

Les recordamos y rogamos su puntual asistencia para iniciar a las 16:30 horas en punto con la participación de la periodista Carmen Aristegui. Muchas gracias.

(Receso)

El maestro de ceremonias, Iván Pliego Moreno: Buenas tardes, muchas gracias por su puntual asistencia, en un momento esperamos recibir a la periodista Carmen Aristegui. Por lo pronto quiero hacer un par de anuncios. Agradecer también la presencia de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias y de la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras cuya presidenta del capítulo México, Maricarmen Porras Navarro, se encuentra con nosotros, muchas gracias.

En unos momentos más estará la periodista Carmen Aristegui con nosotros. Su atención por favor solamente un breve anuncio. Rogamos su amable paciencia, la periodista está por entrar a las instalaciones de la Cámara. Ya tendrán oportunidad ustedes de cuestionarla, tras su breve retraso. En unos cuatro o cinco minutos estaremos empezando, gracias.

Aprovechando estos minutos deseamos también hacer patente la presencia de reporteros de la Delegación de Periodistas y Comunicadores de la Cuenca del Papaloapan de Cosamaloapan, Veracruz, de la XEPU, XEQO, muchas gracias por su presencia. También destacamos la presencia del diputado Alberto Esteva, quien es presidente de la Comisión de Participación Ciudadana, gracias diputado.

No es necesario decir que este es el recibimiento para la periodista Carmen Aristegui, quien está acompañada en el presidium por el diputado Javier González Garza, coordinador del Partido de la Revolución Democrática; el diputado Priego y el diputado Joaquín De los Santos, secretario de la Comisión Especial para dar seguimiento a las agresiones a periodistas y medios de comunicación.

En uso de la palabra el diputado Gerardo Priego.

El diputado Gerardo Priego Tapia: Muy buenas tardes. Sólo quiero darle la formal bienvenida a Carmen Aristegui, a quien ustedes ya vieron acá y agradecerle mucho a Carmen el esfuerzo. Y les digo, me consta que recorrimos los tres días mañana, tarde y noche hasta que Carmen pudo maniobrar con toda la responsabilidades que tiene y las agendas que tiene, pero me consta la disposición; te lo agradezco muchísimo.

Entendemos que este foro es una cosa sin Carmen Aristegui y otro con Carmen. Entonces sólo quiero recordarles —aunque obviamente no necesita presentación—, recordarles que Carmen actualmente dirige y conduce el programa de entrevistas que lleva su nombre en la cadena internacional CNN en español y colabora en el periódico Reforma.

Es comunicóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha sido conductora, comentarista y entrevistadora de diversos programas de radio y televisión. Ha participado como moderadora y conferencistas en diversos foros académicos y universitarios a nivel nacional e internacional; fue consejera electoral en el Instituto Federal Electoral del Distrito Federal; colaboró como conductora y directora del programa de análisis y opinión Círculo Rojo, que todos conocemos.

Participó como polemista del programa de televisión Primer Plano del Instituto Politécnico Nacional; obtuvo el Premio Nacional de Periodismo 2001 y 2005. El premio también nacional de periodismo del Club de Periodistas en 2002 y 2004 y el Premio Imagen Pública como mejor comunicadora a nivel nacional en el 2003.

En mayor del 2006 fue reconocida con el premio México de periodismo, otorgado por el V Congreso Nacional de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, la Fapermex. En ese mismo año escribe su primer libro sobre los candidatos presidenciales en el 2006, aquel libro que todos leímos Uno de dos, de editorial Grijalvo; obtuvo la Medalla Ometzíhuatl que otorga el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal y el Gobierno del DF por su defensa y promoción de los derechos de las mujeres.

En los premios Ondas que concede todos los años la Cadena SER a través de Radio Barcelona se reconoció su labor en el matutino Hoy por Hoy de la cadena W Radio y se le concedió el premio Ondas iberoamericano como mejor programa profesional por emisora de radio o de televisión.

La Asociación Nacional de Locutores de México, A.C. que premia a lo más destacado en los medios de comunicación, con las Alas de Plata, la reconoce en su edición 2006 como mejor conductora de noticias en televisión. Recientemente además, fue galardonada con el Premio Nacional de Periodistas de México por su trascendencia informativa en medios electrónicos.

Una vez más yo quisiera agradecer y reconocer la disposición de Carmen aún —repito—, con la agenda que tiene que estar aquí y fuera de aquí en la Ciudad de México, por estar aquí. Agradezco a mis compañeros diputados federales. Resalto la presencia una vez más de nuestro güero González Garza, que está también hoy aquí, el coordinador del PRD —que ustedes recuerdan de hoy en la mañana—, a todos mis compañeros y muchísimas gracias otra vez Carmen, por hacernos el favor de estar. Muy amables y con ustedes, Carmen.

Conferencia México y sus libertades

La ciudadana Carmen Aristegui: Muchas gracias al diputado Gerardo Priego por la organización de este foro. Me ha presentado como una mujer que tiene una agenda muy ocupada, cosa que no es creíble en mi condición de desempleada, pero le agradezco mucho su generosidad al presentarme. Gerardo, gracias por organizar este encuentro.

Lamento mucho el retraso, sé que están aquí en este encuentro desde la mañana. Me retrasé algunos minutos por dos razones: porque se me atravesó el Viaducto, primero —eso le pasa a cualquiera— y segundo, porque estaba terminando de redactar un texto que va a ser leído esta misma tarde en un foro que se ha organizado aquí mismo en la Ciudad de México en la Casa Lamm un foro que ha organizado el Instituto de Información Pública de la Ciudad de México.

Un foro que han llamado Opacidad, medios y poder. Así que andamos por la misma frecuencia. Es un texto que se refiere al caso Marcial Maciel y bueno, ahora que nos convocan y nos reunimos esta tarde a hablar, analizar, a discutir, a preguntarnos sobre nuestra libertades, las libertades en México.

El caso Marcial Maciel es un caso paradigmático de lo que significan las dificultades, el culto a la opacidad, las serias complicaciones que se pueden tener para difundir o para dar a conocer algún tipo de información que puede incomodar a las estructuras de poder en este caso eclesiásticas, empresariales o políticas, mediáticas. Es un gran prisma este que les estoy contando y que será motivo, precisamente hoy, con varios analistas en otro encuentro para analizar.

Lo comento para ofrecer la disculpa correspondiente y también para poner los puntos de coincidencia de estos dos foros que se van a desarrollar en esta misma tarde aquí, en la ciudad, porque están cruzando por ejes similares. Es decir, ese preguntarnos dónde andamos parados en materia de derecho a la información, en materia de coberturas periodísticas, en materia de medios, en materia de libertad de expresión, en materia de libertad de conciencia y por supuesto, el derecho a la información.

No es casual que, al final de cuentas, estemos coincidiendo en tiempo y circunstancia con otras muchas personas que también se van a reunir precisamente para escuchar y discutir estos temas. Me ha tocado vivir recientemente, y no quiero alargarme demasiado en la exposición porque Gerardo me contó que hay una buena disposición para hacer este foro interactivo. Digamos que puede ser de ida y vuelta y eso puede ser todavía más sabroso.

Así que, si ustedes quieren, en un momento más podemos entrar a una fase de preguntas sin respuesta. No. Preguntas y respuestas de los temas que finalmente nos ocupan y nos preocupan. Pero para hacer una breve reseña, unas breves pinceladas de algunas cosas que nos hacen hoy preguntarnos sobre nuestras libertades, no le doy la vuelta, no le doy mucho retrueque en el asunto, sino entramos directamente en el caso que me ocupa recientemente.

Me ocupa, entre otras cosas porque. Voy a contestar el teléfono. Mala idea no apagar el teléfono. Es Denisse Dresser, ¿le contestamos? A ver qué se le ofrece… ella viene el viernes, a lo mejor me quiere preguntar cómo está la cosa. Bueno, creo que un asunto que por supuesto tengo a flor de piel en este momento, a pesar de que ocurrió prácticamente hace dos meses, es uno de esos casos que nos genera un fenómeno de preocupación colectiva.

Lo que inicialmente pudo ser el disgusto de una audiencia que encuentra ciertos grados de empatía con los comunicadores que pierden un trabajo –y eso se agradece y se entiende-, lo que no en un primer momento pudo haber sido eso, se convirtió en otra cosa.

Se ha convertido en otra cosa y esa otra cosa es precisamente la que nos tiene hoy aquí. La salida de un grupo de comunicadores de una radiodifusora como W Radio de la cadena de radio propiedad de Televisa y PRISA, como digo, en una primera esfera significó el disgusto, el enojo, el sentir de quienes hacíamos ese noticiero y de nuestras audiencias.

Pero el asunto pasó a convertirse en un detonador, a convertirse en una irritación que nos obligó a pesar dónde están nuestros derechos, dónde están nuestras libertades, dónde queda el espacio de actuación de los periodistas en función de los temas de interés general, dónde queda la capacidad de represión o de represalia de circuitos de poder que encuentran incómoda tal o cual información, dónde queda el derecho de los ciudadanos a ser informados de una cierta manera que busca o pretende la pluralidad, la diversidad y sobre todas las cosas: la mirada crítica de los temas de interés general.

Dónde queda todo eso cuando por razones que van más allá o que son extra periodísticas, incluso que atentan contra la propia lógica del negocio del raiting y de los registros de audiencia, se toma la determinación de cerrar un espacio informativo que tenia tales o cuales características, por el que habían cruzado temas construidos, en términos de información y de investigación, por muchas personas como el caso de Ernestina Asencio, el debate de la ley televisa, las discusiones acerca de Norberto rivera, el debate de la contienda presidencial de 2006, los debates de la corte, el caso Lidia Cacho, en fin.

Esos temas que los medios, de una o de otra manera, hemos abordado en los últimos tiempos en nuestro país. Un espacio que se construyo con muchas voces como las de Dense, ahora que la menciono casualmente, y otras tantas que sumaron su inteligencia, su investigación, su información a la audiencia para crear un circuito de comunicación, insisto, con ciertas características que cada quien podrá evaluar.

¿Qué ocurre cuando se decide cancelas un espacio de esta naturaleza?, ¿Qué ocurre cuando venimos de situaciones agraviantes de medios de comunicación hacia sus audiencias? Por ejemplo; el tema de la reforma electoral o la reforma de medios.

¿Qué ocurre cuando hay una distribución, un comportamiento informativo diferenciado sobre ciertos temas y se cancela un espacio que tiene esas características? Ocurre que nos preguntamos sobre el terreno perdido de aquello que creímos ganado. Ocurre que nos cuestionamos frente al espejo ¿hasta donde alcanzan realmente los espacios en materia de libertad de expresión?, ¿hasta donde llega el lazo o la medida para que los comunicadores puedan ejercer estos derechos y hacer valer los derechos de las audiencias?

Lo dejo como una seria de preguntas que, precisamente, hoy nos convocan.

¿Qué pensar del tamaño de las libertades en México, cuando vemos situaciones como la controvertida ley de radio y televisión? la cual paso por este Congreso, en su momento, en un ejercicio que dejo muy mal parados a muchos o a todos al final de cuentas, al verse en una escena plástica, prácticamente, como se podía someter a un poder establecido desde el ámbito de un poder factico o un poder mediático.

¿Cómo se puede calcular, en la medida de los acontecimientos recientes, el tamaño de nuestras libertades? ¿Cómo podemos aquilatar esa experiencia? Experiencia, que en medio de campañas políticas rumbo a la Presidencia de México en el 2006, y la configuración de los demás espacios de representación popular, en el cruce de esas campañas políticas y en el cruce de un endemoniado diseño de competencia político-electoral, todos los candidatos y todos los políticos de alguna manera tenían que, ahora hay una reforma electoral que ha modificado los ejes de forma muy importante, pero en esta historia reciente los políticos han tenido que pasar por una serie de negociaciones o de sometimientos o de convencimientos, según sea el caso, para poder acceder a los medio de comunicación, especialmente los electrónicos.

Es una generalización a partir de los ejes de un sistema que ha sido modificado, como ya lo mencionaba, con la reforma electoral reciente.

De qué tamaño puede ser el espacio para ejercer nuestras libertades, cuando las propias áreas de representación de los poderes tienen, en si mismas, dificultades para ejercer sus facultades ¿Dónde quedamos los simples ciudadanos, sí los que tienen representación formal y mandato tienen complicaciones para acceder a medios o ejercer su derecho a la competencia y los espacios y la búsqueda el poder?

Esas son algunas de las preguntas que nos tenemos que hacer ¿Qué tipo de diseño institucional hoy tiene nuestro país precisamente en esta materia?

Mucho se solventó cuando se llevó a cabo esta reforma electoral que nos trajo otras cosas. Nos trajo también retratos de cuerpo entero —digámoslo así— precisamente de estos modelos de poder en nuestro país, en donde la concentración o la híper concentración de medios electrónicos se distorsiona y atrofia en buena medida la coexistencia incluso de los diferentes territorios de cada quien. Distorsiona las libertades de los ciudadanos, las atrofia, las dificulta; distorsiona el ejercicio de la representación social a través de los poderes públicos; distorsiona por la macrocefalia también el propio ejercicio de la competencia.

Por eso traigo a colación de forma muy subrayada esta experiencia reciente de un debate que se dio en este Congreso y que nos trajo una Ley de Radio y Televisión y de Telecomunicaciones muy adversa a los intereses y nociones propios de la democracia.

Para nuestra fortuna, hay espacio y hubo espacio en el Poder Judicial. Esa Ley de Radio y Televisión que no solamente no resolvía la híper concentración que atenta contra las nociones democráticas que acabo de mencionar; que dificulta y complica el ejercicio de la pluralidad, de la diversidad y de la competencia, no solamente esa ley no enfrentaba el asunto, sino que lo ampliaba y lo perpetuaba.

Hubo inconformes que llegaron hasta la Corte —como sabemos— y esa Corte determinó invalidar, declarar inconstitucionales partes fundamentales de esa Ley de Radio y Televisión. Hoy estamos a la espera de que este Congreso vuelva a legislar en la materia.

Una de las grandes interrogantes que en estos días, en estas semanas —me atrevo a decir— se tienen que despejar, es si habrá o no las condiciones y el Congreso suficiente para poder legislar precisamente en esta materia que, como pocas, confronta precisamente a los poderes establecidos y a los poderes fácticos. Si nos preguntamos hoy sobre las libertades en México, nos tenemos que preguntar precisamente por estas cosas.

Qué es lo que tendría qué hacer el Congreso de nuestro país para hacer valer lo que la Suprema Corte de Justicia en su momento definió, para, a la medida de ese debate brillante que dieron los ministros de la Corte sobre el tema —que después dejaron mucho que desear con el caso Lydia Cacho, pero esa es otra historia. Ni tan otra historia, pero en fin, en esta Corte intermitente que tenemos— en el caso de la difusión de radio y televisión, la Corte arrojó muchas luces sobre el sentido y el significado precisamente de tener un sistema mediático que apueste por la competencia, que apueste por los derechos de las audiencias, que haga valer y echar por delante precisamente el interés general de los medios de comunicación y el servicio público de los medios de comunicación a favor precisamente de los ciudadanos y de la democracia.

La pregunta hoy —como digo en estos días y en estas semanas— tiene que ver con lo que dentro del —y ustedes lo sabrán mejor que nadie que son legisladores— Congreso está sucediendo precisamente para legislar en esta materia.

Hay ideas muy claras, hay un debate de mucho tiempo en este país acerca de lo que debería ocurrir en materia de radio, televisión y telecomunicaciones. Es uno de los temas más debatidos, más discutidos, más masticados de los últimos 30 años. Y tenemos nuevamente la posibilidad —y digo nuevamente porque la Corte abrió la puerta para ello— de aspirar a un marco legal e institucional que pueda abrir mejores horizontes en materia de medios de comunicación a favor de nosotros como ciudadanos y a favor de las libertades de este país.

Así que, si en algo debemos posar nuestra mirada cuando nos preguntamos por el tema de las libertades es precisamente en cosas de esta naturaleza: en lo que se puede y en lo que se debe hacer de gran calado y de gran alcance a través de una discusión y de un aterrizaje en las leyes precisamente en esta materia. Que va a ser la madre de todas las batallas, sí. Que lo que vimos en la primera Ley de Radio, Televisión y Telecomunicaciones, declarada inconstitucional en sus partes sustantivas por la Corte fue un encontronazo muy serio, sí.

Que lo que vimos en la reforma electoral fue otra vez un encontronazo muy serio del intento y logros para poder reencauzar y encarrilar de forma equilibrada y correcta, con miras a la democracia, también fue muy rudo en su expresión. Eso es cierto. Que lo que puede venir es más fuerte y más severo, también.

Porque lo que sigue es preguntarse cómo ir haciendo, cómo hacer más horizontal el espacio para la competencia; cómo enfrentar situaciones que solamente en México ocurren sin generar una guerra civil —digo esto en broma, por supuesto—.

¿Cómo enfrentar un fenómeno de concentración que nos arroja situaciones tan claras como dos televisoras que tienen el 80 o 90 por ciento de las audiencias, de los públicos y de los raitings y por supuesto, de los espacios de comunicación?

¿Cómo hacer este tránsito? ¿Cómo lograr este tránsito de un sistema hiperconcentrado en nuestro país, hacia un sistema que permita mejores condiciones para todos?

Ésa es la gran pregunta en este momento en el Congreso. Ésa debería ser la gran pregunta, precisamente, de los ciudadanos frente a esta necesidad de enfrentar lo que son prácticas duopólicas, como sabemos que se han construido a lo largo de muchas décadas en nuestro país.

Así es que bueno, dejo eso como uno de los principales puntos de inquietud que podamos tener en este momento, al preguntarnos por nuestras libertades.

Pero también hay otras cosas que valdría la pena, en esta tarde, preguntarnos y que también involucran a este lugar que es de todos y que es la casa de la representación popular con los legisladores.

¿Cómo atenta o cómo ha atentado y cómo afecta el ejercicio de las libertades, entre otras, las libertades de información que nos llevan al derecho a saber? Con cosas, por ejemplo, como un debate cerrado o aparentemente cerrado ante la autoridad electoral, que tiene que ver también con la campaña o con las campañas presidenciales y de otros puestos de representación popular en 2006.

¿Qué hacemos con el tema, por ejemplo, de los spots? ¿Qué hacemos como ciudadanos cuando vemos que la recientemente actualizada autoridad electoral, o renovada autoridad electoral en una de esas partes, decide cerrarle la puerta a la investigación de un tema muy sensible y que tiene que ver con el asunto que nos ocupa esta tarde?

Los spots de radio y televisión que monitoreó el IFE y que arrojaron muchas luces sobre las muchas sombras que marcaron la elección presidencial.

¿Qué hacemos cuando se nos dijo que nada más ni nada menos, la tercera parte de lo que pasó por radio y televisión no estaba claro o no estaba suficientemente claro?

Los miles de spots que dijo el IFE que había monitoreado y que no quedó claro quién los encargó, quién los pagó, quién los facturó. Y a quién responde esa parte de las campañas en nuestro país. Eso que iba a llevar varios meses de investigación a la autoridad electoral y que se nos dijo se nos informaría con claridad de qué tamaño era ese agujero negro y qué había dentro de ese agujero negro. Pues se ha decidido cerrar, por lo menos eso fue lo que nos dijeron hace unos días, precisamente desde la propia autoridad electoral.

Podemos hablar de libertades en México, cuando un asunto tan grande, tan ostentoso y tan de enorme interés social es pasado debajo de la puerta y mucho debate, mucho debate no hay precisamente sobre el significado de cerrarle la puerta.

Entonces, ¿de qué libertades andamos hablando? ¿La libertad de que nos digan y luego no nos cumplan? ¿La libertad de que nos digan y luego no nos cumplen? ¿La libertad de que nos digan: "tenemos un problema del tamaño del mundo y ahí luego les platicamos de qué se trato"? Y a la hora de platicarnos ¿ya no hay quién?

¿De qué tamaño es el músculo de los ciudadanos para reclamar?, ¿de qué tamaño es nuestro músculo de reacción frente a cosas de esta naturaleza? Hablo pues, de un tema, hablemos de otro, hablemos del caso W; hablemos de la Ley de Radio y Televisión; hablemos del padre Maciel; hablemos de los casos que queramos, porque al final de cuentas todos confluyen, precisamente, en ese gran cuestionamiento que hoy creo que está cruzando en millones de personas en este país.

¿Y dónde queda el ciudadano?, ¿y dónde están nuestros derechos?, ¿y dónde están las estructuras que nos garanticen el ejercicio de esos derechos? Insisto, hablamos hoy de nuestro derecho a la información, de nuestro derecho a opinar, de nuestro derecho a disentir, de nuestro derecho a reclamar, porque si de algo está hecha una democracia es precisamente de eso: del tamaño —otra vez— de nuestras libertades y de la cancha y espacio que podamos tener a nuestra disposición para ejercerla.

Yo creo que aquí podríamos intercambiar —y sé que aquí hay micrófonos de por medio— podríamos intercambiar ene número de preocupaciones compartidas. Si quieren podemos circular los micrófonos y entramos en la dinámica de ida y vuelta en este recinto. Sé que hay aquí, por lo menos, representantes de 25 universidades en toda la República Mexicana.

Me imagino que por la sangre de estos jóvenes corren muchas preguntas y muchas inquietudes. Me parece fundamental que, precisamente, desde el Congreso se pregunte sobre las libertades, porque si algo debe impulsar, precisamente, la tarea y las aspiraciones de los jóvenes como ustedes, precisamente, es la búsqueda de esas libertades.

Así es que si queremos, si quieren podemos empezar aquí un ejercicio de ida y vuelta y vamos viendo dónde estamos parados.

El ciudadano Moisés Candia: Muchas gracias. Mi nombre es Moisés Candia vengo del periódico Metrópolis del estado de México; es un periódico local de formato tabloide.

Si bien la Cámara de la Industria de la Radio y Televisión pretende imponer un código de autorregulación, creo que le corresponde a la Cámara de Diputados y de Senadores recordarles que es un estado de derecho y que no puede estar ningún código de autorregulación por encima de la Constitución Política ni de la Ley Federal de Radio y Televisión.

Ellos podrán autorregularse de acuerdo a la ideología que prefieran, pero hay un estado de derecho y todos nos tenemos que sujetar a él. En el momento en el que usted comenta lo del padre Maciel, también recordemos que existe el poder de los patrocinadores.

En muchos programas de radio, quien nos censuró y nos obligó a no hablar sobre el padre Maciel fueron los anunciantes; el decir que si seguíamos hablando sobre el tema de pederastia del padre Maciel se iban a retirar los anuncios comerciales de un programas, de una estación y de toda una cadena de radio, cosa que también ocurrió cuando una niña empacadora en un Wal-Mart sufrió un accidente —y no sé si recuerde el caso— una niña empacadora sufrió un accidente y quedó paralítica y el grupo Cifra Wal-Mart dijo exactamente lo mismo: "sigues dándole voz a esta niña y a su familia y sacamos toda la publicidad de tu programa, tu estación y tu cadena de radio".

La ciudadana Carmen Aristegui: Gracias por el comentario. Pues sí, creo que tú mismo lo has explicado mejor que nadie; está también ese elemento que tiene que ver con la lógica corporativa y la lógica comercial, en donde los medios de comunicación que viven de sus anuncios, de pronto se encuentran con esas situaciones.

Aquí es donde entran, precisamente, en acción las definiciones del propio medio y de los propios profesionales de los medios, respecto a poner por delante, incluso del interés comercial e incluso del interés del dueño del negocio, el interés de la ciudadanía y el derecho a la información.

Ésa es la tensión permanente, eso es lo que sin duda permanentemente marca el ejercicio de los medios de comunicación. Sí.

La ciudadana María de los Dolores Morales: Muy buenas tardes. María de los Dolores Morales de Oaxaca. Quiero primeramente expresar mi admiración para ti Carmen. De verdad, te lo he dicho otras veces. Qué bueno que llegaste y viniste a abordar de frente el problema que tanto nos preocupa: La libertad de expresión y que a ti te ha sido negada.

También quiero expresarle al diputado Priego el que haya abierto este foro. Quiero también de una manera que no debería, pero mencionar al joven de "rayas", al que le hacía yo la seña de que me hiciera favor de decirle a la chica, que yo quería hablar, que ¿qué pasa con esa solidaridad; qué pasa con esa manera de entendernos nosotros como sociedad? De paso lo hago.

Ahora también quiero, Carmen, decirte que qué bueno que abordas todo esto. Qué bueno y qué interesante escuchar a la persona que me antecedió, de saber de viva voz, que los anunciantes retiran, si se hablan de los problemas que a ellos les afectan. ¡Qué triste! Y además quiero también felicitarte porque has venido como te digo, a expresar esto.

Sin embargo, quiero expresar que el doctor Soberanes vino, nos leyó un comunicado y parece que afuera, porque ya apareció en Hechos, expresó lo que yo estaba diciendo: Que es una farsa los jurados, los juicios orales, porque no se piensan integrar los jurados populares. Dice el diputado Camacho Quiroz que no, porque somos una sociedad diferente a la americana. No nos queremos parecer mucho a ellos; no queremos la democracia…

El diputado Gerardo Priego Tapia: Jefa, le sugerimos si puede abreviar un poquito más.

La ciudadana María de los Dolores Morales: Y también decir que no es posible, que reitero, que no es posible que siga firme lo del arraigo; que va a ser una manera de estar incomunicado totalmente. No puede ser ese tipo de cosas. Ojalá no les haya parecido muy largo.

Aprovechando, es que es difícil retenerlo en la mente, pero gracias Carmen. Nuevamente Gerardo Priego, gracias por este foro.

El diputado Gerardo Priego Tapia: Muchísimas gracias reina, muy amable. Como moderador me toca hacer un poco el papel del malo. La súplica es que nos podamos atener a la recomendación de un minuto de pregunta. Yo sé que la Cámara se presta para echar unos "rollotes" así como pasan ahí al lado. Pero la intención es que podamos ser breves en la pregunta para poder ser breves en la respuesta y atender las más posibles.

Quisiera un favorzote ahorita que estamos aquí. Les recuerdo que el auditorio está mayoritariamente integrando por estudiantes de 25 universidades, de las 75 que invitamos, 25 aceptaron estar aquí y yo les agradezco mucho.

Pero para ese efecto quisiera pedirles a los diputados federales de todos los partidos, que están aquí, si se pueden parar porque la intención es que pueda haber interlocución en los momentos de receso y en cualquier momento, con los diputados federales y los asistentes digamos fuera de la Cámara. Por lo cual les pediría si no les molesta, que se paren, de toda las fracciones parlamentarias para que el auditorio los ubique. Éstos son los culpables. Éstos son los de todos los partidos que les agradecería si pudieran tener interlocución con ellos. Muchas gracias, la propia Carmen va a llevar las preguntas.

La ciudadana Carmen Aristegui: Por ahí había una mano levantada. Si nos dices tu nombre, por favor.

El ciudadano Antonio Zavaleta: De FES-Aragón. Hablando de cuestiones ya más concretas Hay poderes fácticos que están atentando contra la libertad de expresión, como pueden ser los anunciantes, como pueden ser las propias empresas, el narcotráfico, etcétera, etcétera.

Pero también la inequidad en la repartición de las concesiones, de los permisos en cuanto a medios de comunicación, está presente. ¿Qué les recomiendas tú, Carmen, a los legisladores para tener una mejor legislación en cuanto a medios electrónicos de comunicación? Gracias.

La ciudadana Carmen Aristegui: Bueno, hay ya más que recomendaciones porque no se trata de usar esa palabra, sino de planteamientos que se han hecho. Yo me he sumado junto con muchas otras personas, a una propuesta que ha ya incluso publicado la Amedi. La Asociación Mexicana de Derecho a la Información tiene como presidente de su Consejo Ejecutivo a Javier Corral, que fue senador de la república y tiene como cabeza de su Consejo Consultivo al periodista Miguel Ángel Granados Chapa.

Yo formo parte del Consejo Consultivo de Amedi junto con muchas otras personas que hemos encontrado en este lugar, en esta Asociación Mexicana de Derecho a la Información, un lugar de primera línea, en donde concurren los mejores especialistas en materia de radio, televisión y telecomunicaciones. Hay de chile, de dulce y de manteca. Hay académicos, periodistas, intelectuales. Hay un conjunto de personas todas preocupadas precisamente por el derecho a la información.

El trabajo que han realizado los expertos de Amedi se ha traducido ya en una propuesta específica que ojalá que los legisladores puedan tomar en consideración. Yo creo que es una de las propuestas más acabadas que desde el ámbito ciudadano y especialista se puede hacer precisamente a la tarea legislativa.

Hemos sido escuchados, por cierto. Hemos tenido encuentros precisamente para dar a conocer los planteamientos que ahí se han hecho y en esta propuesta se engloba una serie de preocupaciones ya muy debatidas. Los que están en Amedi tienen 30 años discutiendo, muchos de ellos, el asunto —yo digo— ahí están las personas con mayor experiencia en esta materia.

Ahí hay cosas, por ejemplo, como la siguiente: como la idea, que parece ha sido bien recibida por los legisladores, de no hacer dos leyes, sino hacer una ley de radio, televisión y telecomunicaciones. La creación, por ejemplo, de un órgano autónomo que pueda precisamente dar las garantías a la sociedad mexicana de que por ahí cruce adecuadamente el tema de las licitaciones y del otorgamiento de concesiones.

Ése es un tema urgente. Es un tema urgente porque lo que hoy tenemos es un órgano regulador, capturado. Y no lo digo yo, lo dice el secretario de Comunicaciones y Transportes del presidente de la República. Luis Téllez reconoció en una entrevista —en cierta estación de radio, que no quiero mencionar— que esa autoridad, que es una autoridad fundamental precisamente, que es la Cofetel, es una autoridad capturada.

Precisamente en estos momentos la Corte está resolviendo un asunto que va a determinar si habrá o no espacio para modificar parte de lo que es la composición de esta Cofetel, de esta Comisión Federal de Comunicaciones.

En fin, lo que se propone. Tú me dices: "¿Qué piensas acerca de lo que deberían de hacer los legisladores?" Yo creo que están muy bien puestos los puntos acerca de este tema. Algunas personas han señalado que es una propuesta que pretende entrar en el tema de los contenidos y cuando se dice esto, se dice con mala leche, es decir, como si hubiera la intención de limitar, coartar o determinar desde un ámbito de poder o gubernamental el tema del libre flujo de los contenidos.

No. Lo que aborda en materia de contenidos tiene que ver con clasificación básicamente y con horarios. Que eso aquí y en cualquier lugar del mundo se tiene que considerar, sobre todo tratándose de los horarios infantiles y todas estas cosas.

Yo creo que nadie estaría pensando seriamente en este país que la mejoría de los contenidos en medios de comunicación pueda o deba pasar por un ámbito regulatorio restrictivo. Yo siempre me he pronunciado por los excesos —si se tratara de eso— pensando y creyendo claramente que la mejoría de los contenidos en éste y en cualquier país cruza por el tema de la competencia, cruza por el tema de la autorregulación y los códigos de ética de los propios medios de comunicación, mismos que se desarrollan fundamentalmente cuando hay también ejercicio de competencia entre otros medios.

¿Qué propondría yo o qué ideas habría para los legisladores? Hay muchas. Hay ideas ya organizadas. Hay planteamientos muy concretos acerca de lo que puede venir. Están, por supuesto, las nuevas tecnologías, lo digital, la compresión de señales, en fin, un mundo de asuntos que deben estar contemplados precisamente en una ley de radio, televisión y de telecomunicaciones. Una ley que debe muy claramente definir el sentido público de los medios de comunicación; una ley que eche por delante precisamente el derecho de las audiencias a la información, a tener de dónde escoger, a tener la diversidad y la pluralidad propias de medios de comunicación en una vida democrática, que hoy no tenemos.

Creo que el reto y la responsabilidad de los legisladores en estos precisos momentos en que nosotros estamos hablando son de enorme importancia y no tienen mucho tiempo, es decir, no tenemos mucho tiempo en este país para que eso ocurra; por lo menos en este periodo legislativo.

Algunos que saben del tema dicen que si acaso de aquí a abril habría espacio para que, efectivamente, pudiera ser debatida, discutida y eventualmente aprobada una legislación así. Y si no, pues ya nos vuelve a atrapar otra vez esta endemoniada lógica de las campañas; ya volvemos a estar en las intermedias y ya volvemos otra vez a tener complicaciones para que el interés fundamental de tener un marco de esta naturaleza se eche por delante.

Estamos en el límite, realmente en el límite, y creo que los ciudadanos tendríamos que estar muy conscientes precisamente de la exigencia que habría que hacerles a los legisladores, fundamentalmente, para hacer valer lo que la Suprema Corte de Justicia ya determinó, con los parámetros que determinó.

La Corte puso un piso, supongo que es un piso muy respetable, y esperemos que los legisladores pongan precisamente los ladrillos y el techo necesario para tener una casa distinta en materia de medios de comunicación. Creo que, como pocos, ése es uno de los temas que en este momento los ciudadanos deberíamos estar atendiendo.

Ya se aprobó la reforma judicial, con todo el debate de por medio; viene el tema de la reforma energética, el petróleo y este tema de los medios de comunicación es otro de los grandes ejes de discusión legislativa que los ciudadanos no podríamos dejar pasar por alto, me parece.

Allá. Sí, quien hizo así.

La ciudadana: Buenas tardes. Soy de la Escuela Benjamín Franklin, estudiante de derecho. Conforme a lo que se menciona sobre la opresión de los derechos de los ciudadanos y de las libertades, creo que aquí hay un mayor culpable: la sociedad. Porque, así como sabemos, nuestros gobernantes son nuestros representantes y ellos hacen lo que el pueblo les exige.

Creo que si la sociedad realmente exigiera, se culturalizara, supiera exigir de manera formal y no solamente culpar a nuestros gobernantes, habría un mejor tipo de libertad de derechos; porque así nosotros exigimos y, como bien dicen, en el exigir está el dar.

Entonces, si todos realmente hiciéramos conciencia de que todos tenemos nuestras libertades y derechos, y los exigimos tal como son, se podrán llevar a cabo; pero si es una minoría, no se podrá. Siempre ganará la mayoría. ¿Qué hacer para que realmente toda la sociedad supiera cómo exigir sus derechos y sus libertades y no quedarse callados?

La ciudadana Carmen Aristegui: Un gran punto el que tocas y me parece muy importante que lo diga alguien tan joven como tú. Algunos politólogos y expertos en materia social le llaman a este tema "construcción de ciudadanía", hay que construir ciudadanía. Para que una democracia sea democracia tiene que tener demócratas y tiene que tener ciudadanos que cumplan sus obligaciones y que ejerzan sus derechos. Así de fácil y así de difícil.

Tocas un punto vital, tocas una fibra muy sensible porque, efectivamente, los ciudadanos en este país adolecemos de una cultura política, muy marcada por el paternalismo. Tenemos como herencia muy reciente décadas de paternalismo, décadas de corporativismo, décadas en un sistema político en donde lo que cabía era la no opinión o casi el pensamiento único —digámoslo así— en términos de definiciones políticas.

Venimos de una herencia no resuelta; venimos de un régimen que no se ha ido del todo, que hemos tenido avances importantes, sin la menor duda. No podemos tampoco negar lo que este país ha avanzado en algunos territorios, en la competencia política, en la pluralidad del espectro político, en una sociedad abierta o más abierta, pero también traemos un montón de rémoras, que tiene que ver precisamente con eso que traemos en la médula.

Una serie de inercias que nos llevan a ser muy pasivos; una serie de inercias que nos llevan a esperar, precisamente del ámbito gubernamental, la mayoría de las respuestas a nuestras necesidades y, por supuesto, una dosis enorme de frustración, porque hay una expectativa que no se cumple ni se cumplirá.

Nos falta ese músculo que yo mencionaba hace un momento; ese músculo ciudadano que tiene que ver con el conocimiento y ejercicio de nuestros derechos y de nuestras obligaciones; que pasa por entendernos como parte de una sociedad; que pasa por la vida cotidiana que, por supuesto, atiende fundamentalmente a mis intereses individuales, pero que abre la puerta también para los intereses colectivos.

En este país tenemos una cultura ciudadana muy frágil, muy débil. Te diría que en las encuestas que se han levantado en los últimos años en nuestro país, en materia de cultura ciudadana, se arrojan luces respecto a lo débiles que somos en esa materia.

A diferencia de democracias mucho más establecidas, por ejemplo, los ciudadanos de nuestro país casi no participamos de nada. Tenemos también este diseño de poder que algunos llaman partidocracia, que no permite adecuadamente que esto se ensanche y que la participación política sea mucho más amplia y que la vida política sea parte de todos nosotros.

Nosotros vemos a la política como ese asunto que hacen los señores que se pararon y que nosotros los vemos en la televisión, en el mejor de los casos. La política no es algo que tengamos apropiado, entre que el diseño de poder no lo favorece y entre que tenemos una cultura cívica muy pobre.

Tu pregunta es preciosa, porque te lo preguntas tú misma, sabiendo que si no está de ida y vuelta precisamente el ejercicio de poder, el poder establecido y el poder ciudadano y los otros Poderes, entonces, este partido siempre está muy desequilibrado. Y los ciudadanos no somos tan ciudadanos y acabamos siendo teleespectadores, radioescuchas, en el mejor de los casos, testigos de lo que pasa en nuestro entorno.

Por eso yo preguntaba hace rato sobre nuestra capacidad de reacción. Bueno, nos pasan de largo las cosas de pronto; de pronto hay o pocos canales de expresión, para que esa ciudadanía diga: "esto no me gusta" y los canales de expresión que existen no acaban de tener la repercusión suficiente en medios de comunicación que no son receptivos o que cierran los espacios, precisamente para esas expresiones.

Conclusión, tocas uno de los puntos más importantes, más complejos de resolver, pero más importantes de resolver.

Ahora que nos preguntamos por las libertades y por los asuntos que tú mencionaste, vuelve otra vez a la mesa el tema de los medios de comunicación. Si yo digo, citando a los expertos: "construir ciudadanía" ustedes me dirán con razón: "cómo se hace eso" Bueno, se hace con varias cosas, se hace con maduración de los actores políticos; la elite política tiene un papel fundamental, sin la menor duda, que tiene que ejercer para favorecer precisamente la cultura ciudadana; la educación, no se diga, pero en manos del SNTE tú me dirás, ¿y los medios de comunicación? Y los medios de comunicación, que por supuesto tienen también una responsabilidad muy importante.

¿Qué es lo que favorece y qué es lo que conspira en este país para favorecer una cultura ciudadana fuerte? Esa es otra vez la pregunta. Si tenemos una estructura de medios en donde no necesariamente lo prioritario es impulsar y acelerar esa cultura ciudadana a favor de la democracia. Y si una parte muy importante de lo que pasa en nuestra radio y televisión está dedicada a otros muchos asuntos pero no a éste que tiene que ver con ciudadanía, pues nos vamos a tardar un poquito más, o mucho más, en todo caso.

Entonces, vuelven a confluir precisamente todos los factores que hoy están o atrofiados o distorsionados y que requieren ser ajustados a favor de lo que tú acabas de decir.

¿De qué se trata esto? De vivir en democracia, se supone, y vivir en democracia significa que podamos elegir a nuestros gobernantes en contiendas que sean equilibradas, equitativas, transparentes y convincentes y que esos gobernantes que elegimos bajo esa vía, nos puedan representar para hacer valer el interés de todos nosotros y que nosotros no apagamos la luz si nos vamos a dormir, sino que también estamos en la película vigilando permanentemente a esos a los que les dimos el poder, a esos a los que les transferimos nuestro poder de ciudadanos, para que tomen las decisiones en nuestro nombre.

¿Todo eso funciona así en México, la democracia es como debería de ser en México un sistema de vigilancias mutuas, eficiente y eficaz a favor del interés de todos? Pues no suficientemente. Tenemos muchísimos problemas, pero lo más importante en todo caso es tener las ideas claras respecto hacia dónde nos dirigimos. Y yo digo, hacia donde nos deberíamos dirigir es precisamente a establecer un sistema verdaderamente democrático que nos permita estar a todos en sintonía con estas nociones, si lo logramos algún día de estos, será por gente como tú que se preocupa desde ahorita por los temas que no están resueltos.

El Presidente diputado Garardo Priego Tapia: Bueno, no sean malitos, si quieren seguimos el orden para no perdernos, ya estamos a poco tiempo, además, de terminar con Carmen. Ya están los panelistas siguientes. Entonces yo les suplicaría sin discursos, un minuto, menos de un minuto y tratemos de aprovechar el tiempo para todos.

El ciudadano Juan Ramón Osonio: Juan Ramón Osonio, de Unitec, rápidamente quisiera hacer el comentario de que es lamentable de que a pesar de que está completamente el auditorio, seamos tan poca gente a la que le importa este asunto que es verdaderamente importante.

Me gustaría también decirles, señores diputados, ayúdennos a quitarles poder a los partidos, dennos candidaturas independientes, ayúdennos a recordarnos que en la Constitución está escrito que tenemos derecho a ser votados y que no necesitamos nada atrás. Muchas gracias, es todo.

El Presidente diputado Gerardo Priego Tapia: Aprovecho para presentarlo porque he presentado a diputados durante todo el día, hay tres o cuatro que no habíamos presentado; aprovecho, Alberto, Presidente de la Comisión de Participación Ciudadana, diputado por Oaxaca e integrante de Convergencia, si me permites aprovecho que ya estás ahí como diputado para presentar también a Francisco Javier Gudiño, que está por aquí en algún lado sentado, de la Comisión de comunicación; Jesús Redondo, también de la Comisión de Comunicación, a Antonio Sánchez Díaz de Rivera, Presidente de la Comisión de Fomento Cooperativo y Economía Social, que está allá atrás; a Aurora Cervantes, de Zacatecas y Secretaria de la Comisión de Cultura, también muchas gracias por estar aquí; Elías Cárdenas, Presidente de la Comisión de Construcciones Prácticas, muchas gracias, Elías por estar aquí; Leticia Díaz, directora del Canal del Congreso, que también nos acompaña por acá, muchas gracias por estar aquí… Sí, a Layda, es que ya a todos los hemos presentado pero a estos no los habíamos presentado, entonces gracias, compañeros diputados. Adelante, Alberto.

El diputado Alberto Esteva Salinas: Sí, muchas gracias. Muy buenas tardes. Carmen, quiero compartirte que el grupo parlamentario de Convergencia, como seguramente la gran mayoría de los mexicanos, nos mantenemos indignados por lo que sucedió contigo en el espacio que tenías en la W. Por eso tenemos este punto de acuerdo que ya veremos con cuidado, cómo lo atienden los diputados de los distintos grupos parlamentarios.

En este punto de acuerdo que te estamos compartiendo, a ti y al panel, estamos pidiéndole a la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión que abra un espacio para una voz, para una capacidad como la que tú tienes, porque no se vale lo que se está haciendo. Dejamos constancia de esto.

Y decirte que, efectivamente, nosotros no solamente estamos convencidos de que tu voz nos hace mucha falta. Te extrañamos, te necesitamos. Antes de ser diputados y diputadas, también somos ciudadanos, también somos padres de familia y nos haces mucha falta.

La ciudadana Carmen Aristegui: Muchísimas gracias por tus palabras. No sé si Javier quería decir algo sobre las candidaturas independientes.

El ciudadano Javier: Es muy cortito. Hay partidos que estamos de acuerdo en las candidaturas independientes. Hay problemas muy serios que significan cómo resolver el derecho que todo mundo tiene de votar y ser votado, con cómo participar. Preguntas quién regula el registro, a todo mundo que quiera ser candidato, cómo se les entregan los recursos, porque la reforma lo que hace…

Lo que te quiero decir es que nosotros en particular estamos absolutamente de acuerdo y hemos peleado siempre por candidaturas independientes. No es fácil, es un tema que hay que traer, discutir y llevarlo adelante para resolverlo entre todos.

La ciudadana Carmen Aristegui: Muchas gracias. Ustedes merecen hablar porque casi brincan al techo.

La ciudadana Shanik David: Me llamo Shanik David, venimos de la Universidad de Las Américas, Puebla. Mi pregunta es muy puntual. Teniendo en cuenta casos como el tuyo, qué recomendación… o más bien, ¿cómo crees que podemos enfrentar, los estudiantes, al mundo real, si el de los medios estudiantiles somos censurados o reprimidos?

La ciudadana Carmen Aristegui: ¿La ULA, no? Sí saben de lo que hablan ustedes.

Seguimos, en su momento, el caso efectivamente del rector de la ULA y esta circunstancia increíble, insólita dentro de una universidad. Efectivamente, lo que ha ocurrido en la ULA, no tengo noticias recientes. Ya me contaran ustedes —si se puede—, pero lo que pude platicar con universitarios, con académicos que fueron despedidos y toda una serie de circunstancias absolutamente incomprensibles dentro de un marco universitario y absolutamente incomprensible, la persona, de un hombre tan reconocido como su rector, reconocido como hombre de letras, como intelectual, Premio Villaurrutia.

No entiendo qué pasa a partir del ejercicio de un rectorado que contraviene lo que serían las definiciones elementales de un intelectual: cerrar los espacios, cerrar La Catarina, despedir a profesores que pretendían tener otros espacios en materia del diseño, de su carrera de comunicación; lo que pasó con economía. En fin. Es un caso más. Por eso dije hace rato que podemos hablar de muchos casos. El caso de la ULA es un caso más en donde están nuestras libertades muy estrechas.

Yo creo que si de por sí no es aceptable que las libertades se restrinjan en los medios de comunicación, en la política, en la sociedad, en la familia; en una universidad es absolutamente contra natura evidentemente lo que ha pasado con la ULA.

Así que su caso, bienvenidas, se suma precisamente a la lista de situaciones y de retratos en nuestro país, que nos hablan precisamente de lo mucho que falta por hacer y de lo que puede ocurrir si no están bien resueltas las estructuras tanto institucionales como de reclamo social, precisamente en estas cosas, porque lo de la ULA fue un asunto que quedó en ciertos circuitos de comunicación.

Ustedes salieron, algunos, a decir, algunos dijeron sin ser citados, por el temor a la represalia. Increíble en una universidad. Todo eso nos habla precisamente de esta cultura que decíamos hace rato, una cultura autoritaria, una cultura que no entiende la otredad, una cultura que finalmente se resiste al libre juego de las ideas, de la competencia, de lo que sería, en este caso, la libertad de pensamiento como una universidad debería tener. Así es, de que lo de la UDLA, efectivamente es un tema muy triste, muy lamentable, ya me contarán en qué van; ustedes estando aquí, a lo mejor ya ni están ahí.

Una de las universidades más importantes del país, la tercera o cuarta universidad más importante del país cruzando por historias de censura que son inaceptables. Se puede por allá, al chico de al lado. Bueno, perdón.

El ciudadano José Luis Saénz: Carmen, una pregunta. José Luis Saénz, de la Facultad de Derecho de la UNAM. ¿Cómo vamos a hacer, la sociedad, para recuperar la confianza en los medios de comunicación?, con casos como el tuyo, como en el tiempo ya pasado, de Jacobo Zabludovsky y Abraham Zabludovsky. Que solamente se busca establecer gente, y aparte ver los contenidos de programas de repúblicas bananeras.

¿Cómo le vamos a hacer para que en la sociedad volvamos a recuperar la confianza en los medios y pueda haber más periodistas como tú, que se atreven a decir las circunstancias de la realidad del acontecer del país?

La ciudadana Carmen Aristegui: Gracias por tu comentario. Yo vengo de dar mis puntos de vista acerca de la Ley de Radio y Televisión y Telecomunicaciones que debe venir. Deben pasar muchas cosas para que suceda lo que tú dices; pero una muy importante tiene que ver con esto.

No sé cómo va a suceder, pero tiene que suceder que tengamos precisamente un mejor diseño mediático en este país. Yo creo que no se trata de exigirle heroicidad a nadie. No se trata de que si un periodista, en algún lado de la República Mexicana, levanta la mano y dice: yo quiero denunciar que aquí en mi localidad, el presidente municipal es amigo del narcotraficante o compadre del narcotraficante; tenga todo el miedo del mundo para hacerlo, con razón.

Si un periodista en el norte la república, por hablar de algún caso, reseña e informa a sus lectores sobre algo, puede desaparecer como le pasó al joven Alfredo Jiménez Mota, del diario El Imparcial, como le ha pasado a otros periodistas que han sido intimidados, agredidos, levantados en la República Mexicana. Cuando tú dices: cómo vamos a lograr rescatar a los medios en materia de credibilidad y todo eso; bueno, por lo pronto, cómo vamos a rescatar a los periodistas de un contexto tan lamentable como éste.

México es uno de los países peor calificados en materia de seguridades para la información. Tenemos, ya dijimos que si el diseño europólico, que si... lo que sea, pero tenemos un monstruo que está determinando buena parte de nuestra vida nacional y que tiene que ver con el narcotráfico, que va sin duda cruzando varias partes de la vida nacional desde las elecciones en algunos lugares de la república, qué pasó en Tamaulipas, qué pasó en Michoacán, qué pasa en algunos estados de la república, donde el narco dice: yo ya no voy a intimidar al candidato; mejor pongo a mi candidato ¿no?

Qué pasa en lugares muy específicos de nuestro país, en donde la actividad de los medios, que debería informar de esas cosas, o está al lado participando del asunto en los medios locales o mejor se hace a un lado por temor a la represalia. Entonces estamos en problemas muy serios.

Cruza de diferentes maneras esta cuestión de los medios de comunicación; por un lado, insisto, la hiperconcentración, que por sí misma, esa tentatoria de esto que estamos hablando. Por otro lado, los otros condicionadores o los otros condicionantes, los anunciantes, el modelo… los anunciantes no per se, sino en circunstancias específicas, el narcotráfico como adición.

¿Cómo vamos a rescatar la credibilidad de los medios? Pues hay que reinventar en buena medida al sistema, hay que reinventar a los ciudadanos, hay que reinventarnos todo, porque, insisto, no se pueden exigir comportamientos heroicos a nadie, porque, por ejemplo, si un periodista o un periódico, como ya ha sucedido, como fue El Imparcial, en su momento, dice: "este periódico informa a sus lectores que ha decidido no informar más del narcotráfico", ¿por qué? Por miedo y por falta de garantías a nuestra actuación.

Imagínate qué achatamiento de la naturaleza misma del periodismo al decir: "en este tema me limito porque ahí si, con la pena, tengo temor y tengo el riesgo de una afectación del narcotráfico".

Esto nos lleva a un tema macro, el tema más grande de todos, que es en dónde está el Estado, fíjate nomás. Estos asuntos, al final de cuentas, nos llevan a la gran pregunta: ¿en dónde está el Estado mexicano o qué fragilidad tiene el Estado mexicano cuando la principal razón de ser de un Estado nacional tiene que ver con ofrecerle las garantías a sus ciudadanos para estar en paz, para vivir en tranquilidad, para coexistir civilizadamente?

Esos ejes fundamentales de la vida de un Estado nacional están trastocados en este país, por muchas razones. Venimos incluso de una contienda política tan confrontadora, tan dividida, con ecos que todavía seguimos viendo y los que nos falta por conocer, que se suman a situaciones de esta naturaleza, que nos llevan a situaciones tan preocupantes como la militarización ineficaz.

Estamos en el peor de los mundos porque se hace uso, precisamente, del Ejército mexicano para enfrentar al monstruo del narcotráfico y de la delincuencia organizada, pero tenemos una lista de 4, 5 mil muertos en los últimos tres o cuatro años; tenemos ejecuciones, descabezamientos, desapariciones. Ya es paisaje para nosotros el tema de la violencia.

Si el Estado nacional no puede garantizarle a los ciudadanos un ámbito de armonía y de tranquilidad, la pregunta entonces es: dónde está el Estado nacional; luego entonces, dónde está la democracia, luego entonces, dónde están los ciudadanos, luego entonces, dónde queda lo demás, los medios y todo lo demás.

Es un gran rompecabezas muy complejo que al final de cuentas encuentra ciertos puntos de equilibrio, de forma inexplicable, que nos hacen hoy estar aquí sentados; hay techo, no ha temblado nada, podemos hablar, etcétera.

Es un país de enormes contrastes, de muchas luces y de muchas sombras y que, como buen ejercicio crítico, hay que enfatizar las sombras para tratar de resolverlas, sin renunciar —y sé que aquí hay muchos jóvenes y por eso quiero usar la frase— sin renunciar a un ámbito esperanzador. No podemos cancelar ni el optimismo ni la esperanza, ni la lucha, ni la batalla cotidiana precisamente a favor de la libertad, a favor de la democracia, a favor de nosotros mismos.

Todo eso junto hace este país, todo eso es lo que somos al final de cuentas. Vemos luces y sombras todo el tiempo. Aquí vemos muchas luces de jóvenes que están muy atentos discutiendo su presente e imaginando su futuro y ésos y nosotros y todos los que estamos aquí precisamente nos preguntamos cosas como éstas porque queremos y sabemos que este país puede ser mejor.

Y hay que hacer muchas cosas para que este país sea precisamente mejor de lo que hoy tenemos. Una manera de hacer de este país una mejor nación es no hacernos guajes, no sacarle la vuelta a los problemas, no evitar la confrontación sino tratar de resolverla y todo esto que al final de cuentas hacen de nuestra vida en sociedad la complejidad que tenemos.

Yo creo que ejercicios como éste son muy valiosos porque nos permiten, insisto, la retroalimentación, el compartir nuestras preocupaciones.

Pero no me quiero despedir —y ya casi nos despedimos— sin también poner el énfasis en la fuerza y la importancia de la juventud mexicana, especialmente de los universitarios, y del tareón que tienen, precisamente, para hacer algo mejor de lo que nosotros hemos hecho, que bastante tiradero les hemos dejado. Así que en ustedes confiamos.

El Presidente diputado Gerardo Priego Tapia: Bien. Entonces, yo sé que con Carmen nos podríamos pasar toda la noche —digo, en el buen sentido de la palabra, de la frase, bueno, en los dos, en los dos, la verdad—, pero es que tenemos a los próximos panelistas ya con nosotros.

Yo quisiera pedirle al diputado Joaquín de los Santos que me haga favor de entregarle un reconocimiento nuestro a Carmen, por su presencia aquí, que nos ha generado mucho orgullo. A todos ustedes por estar aguantando hasta ahorita, de todo el día, pero nos falta un panel que es muy interesante, el de las organizaciones internacionales y nacionales de derechos humanos y de protección a periodistas, que nos van a acompañar hoy en esta mesa. Entonces muchísimas gracias, Carmen, una vez más. Y gracias a todos ustedes. Gracias a mis compañeros diputados.

El diputado Joaquín Conrado de los Santos Molina: Carmen, a nombre de la Comisión Especial para dar seguimiento a las agresiones a periodistas y medios de comunicación, te damos este humilde reconocimiento, que te lo mereces. Y gracias a todos los jóvenes, porque estuvieron pendientes de toda tu ponencia. Muy interesante.

La ciudadana Carmen Aristegui: Muchas gracias a todos. Y muy buenas tardes.

El maestro de ceremonias, Iván Pliego Moreno: Agradecemos a Carmen Aristegui por su participación en este foro. Y les recordamos que en unos momentos más continuarán los trabajos del mismo.


 

Panel 3

¿Libertades?... desde la trinchera de los periodistas

El maestro de ceremonias, Iván Pliego Moreno: A continuación en el Panel 3, con el título ¿Libertades?... desde la trinchera de los periodistas, participarán los siguientes ponentes: Teodoro Rentería Arroyabe, de la Federación Latinoamericana de Periodistas; Ricardo González, del Organismo Internacional con sede en Londres, Artículo XIX; Omar Raúl Martínez, presidente de la Fundación Manuel Buendía; y Balbina Flores, representante y corresponsal de Reporteros sin Fronteras.

Por favor, les rogamos permanecer en sus asientos, en unos minutos continuamos con los trabajos de este foro. Muchas gracias.

Damos inicio al Panel 3, ¿Libertades?... desde la trinchera de los periodistas. Para moderar este panel nos acompaña el diputado Israel Beltrán, secretario de la Comisión Especial para dar seguimiento a las agresiones a periodistas y medios de comunicación.

Solicito pasen al presídium Teodoro Rentería Arroyabe, Ricardo González, Omar Raúl Martínez y Balbina Flores para iniciar los trabajos de este Panel 3. Gracias.

El diputado Israel Beltrán Montes: Muy buenas tardes. Es un placer a nombre de la Comisión Especial para dar seguimiento a las agresiones a periodistas y medios de comunicación, el estar con ustedes en este foro.

Durante el transcurso de tres días, que arrancó esta mañana, esta comisión ha establecido, con la participación de distinguidos profesionales del periodismo, la acción que significará para todos ustedes, temas muy interesantes que tienen que ver con el periodismo.

Hoy ha correspondido lo que viene siendo dentro de este foro el panel 3, cuyo título es ¿Libertades? —dentro de signos de interrogación— ¿Libertades?... pero desde la trinchera del periodismo, para lo cual contamos con los profesionales, con los especialistas de la materia: don Teodoro Rentería Arroyabe, Ricardo González, Omar Raúl Martínez y Balbina Flores Martínez.

Quiero comentar a ustedes que la mecánica de esta exposición será: van a participar 15 minutos cada uno de ellos y después de concluir esos 15 minutos habrá 30 minutos para preguntas y respuestas. Las preguntas, de ser posible de un minuto, con respuestas de 3 minutos y haciendo una ronda de 3.

De tal manera que quisiera pedirle a un distinguido amigo nuestro, a un hombre que nació en la radio mexicana y se mantiene en ella, que hoy tiene presencia a nivel internacional, como es don Teodoro Rentaría Arroyabe.

Él es vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felpa). Adelante.

El ciudadano Teodoro Rentaría Arroyabe: Muchas gracias, diputado. A veces me pregunto qué caso tienen estos foros. Estamos hablando sobre la situación que prevalece en nuestro país en contra de los periodistas y en lugar de que el fenómeno de la criminalidad que trata de socavar las libertades de prensa y expresión en nuestro país parece ser que no hay absolutamente ninguna decisión política para acabar con este fenómeno, y por el contrario, se incrementa.

Pero claro, el periodista no puede bajar la cabeza. Tiene que estar siempre en el debate y en la continua exigencia de que se haga justicia en nuestro país. Yo podría seguir hablando ad líbitum, pero prefiero… porque esto es muy lamentable.

Apenas en enero entregamos el informe anualizado de la Federación latinoamericana de Periodistas, la Felap-México, y resulta que por cuatro asesinatos más y una desaparición más de periodistas tenemos que actualizarlo al mes de febrero.

Entonces la parte sustancial, me voy a permitir leerla, para que se den cuenta de la situación que está prevaleciendo en éste, nuestro México:

Informe actualizado sobre la situación del periodismo en México. 44 asesinatos y 10 desapariciones forzadas de periodistas y trabajadores de prensa ocurridas durante el sexenio de Vicente Fox Quezada y en lo que va del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.

En 2007 fueron asesinados 6 periodistas y 3 trabajadores de la prensa y ocurrieron 3 desapariciones forzadas de informadores. En lo que va de 2008 fueron asesinados 4 colegas más y uno más desaparecido.

En materia de derechos humanos en México el gremio periodístico, al igual que otros grupos violentados, nada tenemos que celebrar.

Al presentar este informe actualizado a esta fecha, la Federación Latinoamericana de Periodistas, Felap-México, denuncia nuevamente que nuestro país continúa en el segundo lugar, en el mundo, en asesinatos, desapariciones forzadas y demás atentados y agravios contra los trabajadores de la prensa, sólo por debajo de Irak, que como hemos señalado, es un caso sui generis, porque ustedes saben que sufre una guerra de intervención por parte de Estados Unidos, del Imperio, y sus aliados.

Precisamente en diciembre fueron asesinados dos periodistas más para completar, en 2007, 9 asesinatos. 6 periodistas y 3 humildes trabajadores de la prensa, y 3 desapariciones forzadas de informadores. En lo que va de este año son cuatro compañeros más los asesinados y uno desaparecido.

La lista cruel de 2000 a la fecha asciende a 44 asesinatos, 41 periodistas y 3 trabajadores de la prensa, y continúan 8 colegas desaparecidos. Fueron 10 los secuestrados, 2 fueron encontrados, pero muertos.

Con los últimos asesinatos y desapariciones, México mantiene el deshonroso primer lugar en el mundo en atentados a informadores y medios. En los últimos 7 años el registro de la Federación Latinoamericana de Periodistas, con el invaluable apoyo de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos [Fapermex] que dirige y aquí está presente el señor licenciado y periodista Roberto Piñón Olivas, y el Club Primera Plana que dirige la periodista Rosaura Cruz de Gante, arroja esa lamentable lista trágica de 44 compañeros asesinados, más de 6 por año; y más de un desaparecido por año.

Lo más grave radica en que todos los casos yacen en la más vergonzosa impunidad. Nuevamente nos dirigimos al Presidente Felipe Calderón Hinojosa, desde esta tribuna, para exigirle justicia. En el entendido de que sólo con su decisión política se puede revertir el fenómeno que tiene como objetivo único y fundamental el socavar las libertades de prensa y expresión, así como el derecho a la información que les asiste a los pueblos.

Es de mencionarse, aunque resulta incómodo, que otras organizaciones internacionales en sus reportes dan a conocer sesgada y por tanto incompleta la lista de los asesinatos y desapariciones forzadas de trabajadores de la prensa.

El presente informe responde a una acuciosa investigación y, desde luego, a recoger constantemente la incidencia de los atentados a periodistas, prácticamente en el mismo instante en que ocurren. Desde el periodo del foxismo, nuestro país se convirtió en el número uno en atentados a periodistas en el mundo sin conflicto bélico. Sólo, como ya apuntamos, atrás de Irak que sufre una guerra de intervención.

Con 44 periodistas asesinados y 8 aún desaparecidos, en los meses del gobierno de Felipe Calderón, donde el fenómeno de atentados a comunicadores no cesa, con 14 asesinatos, 4 desapariciones y el descubrimiento de los cadáveres de dos compañeros secuestrados en el sexenio anterior. Con lo cual, la lista se eleva a la cifra mencionada.

Resulta comparativamente que si en el sexenio anterior se asesinó, óiganlo bien, a un periodista por año, 30 en total y fueron secuestrados 6, uno por año, en la actual administración el panorama es dantesco; 14 periodistas asesinados, casi uno mes y una desaparición forzada cada 3 meses y medio.

A todo lo anterior debemos sumar los cientos de atentados de todo tipo que sufren los comunicadores y sus medios. Casos todos, repetimos, que se encuentran en la más absoluta impunidad. En concordancia con nuestro informe, la Comisión Nacional de Derechos Humanos en una nueva actitud, da a conocer la multiplicación de agresiones y amenazas a periodistas.

Coincide también con nuestro informe en el sentido de que no hay voluntad de las autoridades para investigar este tipo de violaciones a las garantías de los informadores y sancionar a los responsables materiales e intelectuales, lo que genera impunidad.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos informó que abrió 84 expedientes de queja en el 2007, por agravios contra periodistas en el ejercicio de su profesión, relacionados con presuntas violaciones a sus derechos fundamentales y que documentó 88 casos que se hicieron públicos en diversos medios informativos y que podrían constituir violaciones a las garantías fundamentales de los comunicadores, además de que constantemente está emitiendo las recomendaciones de los casos a las autoridades correspondientes.

Reconocemos también la disposición de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de revisar las listas de las víctimas del periodismo. No en el simple ejercicio de empatar cifras, sino en el compromiso de que ninguno de los casos queda impune.

Es importante destacar que en lo que va de la administración de Felipe Calderón Hinojosa, las agresiones a periodistas superan ya a las ocurridas en el mismo periodo del cruel "foxismo".

Desde que se incremento este fenómeno que vulnera directamente a la sociedad, ante su derecho inalienable de estar de inmediato y perfectamente bien informada, el periodismo organizado del país, a través de la federación de asociaciones de periodistas mexicanos Fapermex y su análoga continental, la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap) hemos exigido simplemente justicia que de haberse complementado por partes de las autoridades correspondientes obviamente que se hubiera revertido el lacerante fenómeno.

Sin embargo, a pesar de que la gravedad de la situación, jamás hemos merecido el mayor respaldo a nuestras denuncias por parte de la llamada gran prensa, inclusive hoy prefieren mencionar a organizaciones extranjeras que con guarismos crueles por debajo de la realidad que a las asociaciones nacionales y regionales en nuestras demandas permanentes de justicia.

Por toda esta situación de vergonzante impunidad ante los crímenes de periodistas y la nula acción preventiva, situaciones que siempre hemos denunciado como desempeños seguros para socavar las libertades de prensa y expresión todos nos unimos por la demanda unificada de Felap y Fapermex, que presiden respectivamente como ya dije el colega argentino Juan Carlos Camaño y el chihuahuense Roberto Piñón Olivas.

No más asesinatos, desapariciones y demás atentados a periodistas señor presidente Felipe Calderón Hinojosa. Nunca antes en la historia del país tuvimos que soportar un sexenio gubernamental federal tan brutalmente enemigo de la prensa, como el que término el jueves 30 de noviembre de 2006.

A pesar de las acostumbradas declaraciones en contrario del entonces presidente Vicente Fox Quesada, quien afirmaba que durante su gobierno se puso fin a la censura, basta recordar que en ese supuesto gobierno del cambio asesinaron a 30 periodistas, cinco por año, desaparecieron seis colegas, se cometieron cientos de toda clase de atentados, se crearon leyes privativas mordaza como la del ex gobernador de Chiapas Pablo Salazar Mendigüchía.

Y lo peor de todo en materia normativa el foxismo puso en vigor la supuesta ley de transparencia y acceso a la información pública gubernamental y las clonadas en diferentes entidades de la República que simplemente son leyes mordaza.

Ante esta realidad lacerante que vive el gremio periodístico nacional y que ha tenido repercusiones vergonzantes, ahí donde las fronteras, al convertirse México país sin conflicto bélico, el primero en el mundo en asesinatos, secuestros y demás atentados a comunicadores, pero sobre todo por la cobarde impunidad imperante, ya que ningún caso ha sido aclarado, es por lo que exigimos simplemente justicia.

También es de rechazarse la farsa de declaraciones de Vicente Fox de que puso fin a la censura. Cómo entonces debemos llamarle a toda esa realidad lacerante, fatal y trágica, en la que se actuó con su gobierno en contra de los comunicadores y sus medios para socavar las libertades de prensa y expresión, así como contra el derecho a la información.

Cómo es posible que Vicente Fox en su acto de despedida de los comunicadores se haya atrevido a invitar a los medios de comunicación, no sólo a fortalecer el proceso democrático en México, sino también a difundir con objetividad y profesionalismo la información con la que se forma la opinión pública en la ciudadanía y luego afirmar que a lo largo de su sexenio se puso fin a la censura, a la represión y al autoritarismo.

Y que ahora, a este, su supuesto espacio de libertades debe sumarse la responsabilidad de los medios en el marco de la ética y de la verdad. En primer lugar y en la invitación al gremio está implícita la calidad de estar quemada del ex jefe del Ejecutivo.

Mintió Vicente Fox al decir que acabo con la censura en su gobierno, al contrario, la situación fue brutal y asesina y por último es totalmente inaceptable que haya afirmado que durante su gobierno México fue un sexenio de libertades y lo más lamentable, esta situación prevalece actualmente en nuestro país, pero aumentada más del doble. Muchas gracias.

El diputado Israel Montes Beltrán: Muchas gracias, don Teodoro Rentería Arroyabe. Toca el turno al señor licenciado Ricardo González Bernal. Antes quisiera expresar un poco acerca de él. Estudió la licenciatura en relaciones internacionales con especialización en política internacional en la Universidad Iberoamericana, plantel Santa Fe.

Colaboró como director de Comunicaciones y Vinculación Internacional en la fundación Pro Patrimonio Ambiental y Cultural Nuestra Tierra. Se desempeñó como subdirector de Análisis y Seguimiento Político de la Unidad para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación. Actualmente es el responsable del programa de libertad de expresión y protección a periodistas de Artículo XIX, la campaña global por la libertad de expresión. Licenciado Ricardo González Bernal.

El licenciado Ricardo González Bernal: Gracias. Antes que nada, me gustaría hacer una aclaración. En el programa aparezco como director de Artículo XIX México, quiero clarificar que yo no soy el director. Es Darío Ramírez, que no pudo venir, porque tenía una misión de documentación en Manila, Filipinas. Manda sus saludos y me voy a permitir dar lectura al documento que en ocasión de este seminario se preparó.

En primer término, quisiera agradecer la invitación a Artículo XIX para participar en este foro sobre Crimen organizado y abuso de poder. Retos y futuro de la libertad de expresión. Sin lugar a dudas, la situación, como ya lo mencionó el licenciado Teodoro, que impera a lo largo del país y las amenazas que ciernen sobre el ejercicio de la libertad de expresión y prensa, requiere de la articulación de los esfuerzos de todos los actores involucrados en la defensa y promoción de este derecho fundamental, ya sea que provengan de la sociedad civil, del gobierno, la academia y los propios comunicadores.

Artículo XIX es una organización de derechos humanos que ha trabajado por más de 20 años por la promoción y defensa de la libertad de expresión y del conjunto de libertades que la componen, incluyendo el derecho a acceso a la información y la libertad de prensa.

Durante este tiempo y gracias al privilegiado matiz que confiere la inclusión de la perspectiva de derechos humanos para entender la mayoría de los fenómenos que afectan o benefician a las personas y su relación entre ellas, Artículo XIX ha podido ir dibujando un bosquejo detallado, si bien no de la trinchera del periodismo, sí de la trinchera desde la que ejercen su profesión las y los periodistas, sí una imagen clara del entorno que rodea esta trinchera.

Hemos podido acompañar en los cinco continentes los esfuerzos, por momentos heroicos, tanto de periodistas como de comunicadores en todo el mundo. Nos ha permitido observar de primera mano cuáles son los efectos nocivos y los obstáculos que han tenido que enfrentar para el ejercicio de su profesión. En este sentido, la presentación estará divida en tres partes.

Quisiera retomar, primero que nada, la perspectiva de derechos humanos y relacionarla con el ejercicio periodístico. Me parece muy importante al momento de analizar el tema entender que esto es un asunto que yace en las entrañas de la dignidad humana. No podemos pensar que es un asunto que puede ser trabajado a partir de compra-venta política o de negociaciones que vayan por otro lado. Me parece que este es un asunto donde la perspectiva de derechos humanos puede dar lineamientos claros de cómo atender la situación y de cuál debe ser el papel de cada uno de los actores involucrados.

Recoger o reunir información, transmitirla y comunicarla, publicar, divulgar y emitir noticias, así como el derecho irrestricto a recibir noticias y opiniones por cualquier medio de información, son principios que consagran la teoría liberal clásica. Esto, porque el derecho a la información como disciplina jurídica nace entre la necesidad de reglamentar y organizar el ejercicio de un derecho natural del hombre reconocido en las leyes fundamentales de los diversos países modelados en el ámbito jurídico político de los estados de derecho.

Es decir, esta es una cuestión que se reproduce de acuerdo con distintos modelos, pero en todos los países. Este derecho se encuentra reconocido en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, también en el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Lo mismo que en el artículo 13, apartado II de la Comisión Americana sobre Derechos Humanos, el artículo 13 de la Comisión sobre Derechos de la Infancia, artículo 4 de la Comisión Internacional de Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial.

En estas últimas podemos darnos cuenta de cuál es una de las bondades del ejercicio pleno de la libertad de expresión cuando se convierte en un vehículo activador y un potenciador del goce pleno de otros derechos.

Éstos serian los instrumentos internacionales asignados y ratificados por los Estados, pero también existe un documento que fue consensuado y firmado por la Federación Internacional de Periodistas y por la mayoría de los sindicatos de periodistas de Europa, titulada Carta de Derechos y Deberes de los Periodistas, mejor conocida como la Carta de Munich.

Me parece que es un documento interesante desde el punto de vista de autorregulación del propio gremio, que valdría la pena fuera analizada tanto por los legisladores como por la comunidad que está tratando de apoyar este tema.

El desarrollo jurisprudencial de los sistemas de protección de los derechos humanos, principalmente la Corte Europea y la Corte Interamericana de Derechos Humanos han proveído a lo largo del siglo XX elementos que han ido dando detalle sobre el contenido del derecho a la libertad de expresión y su relación con la libertad de prensa. Esto lo menciono porque es importante señalar que éste es un tema que ya está mapeado, ya existen rutas, techos mínimos y techos deseados sobre el ejercicio de estos derechos.

El hecho de incorporar la perspectiva de derechos humanos a este tema nos da la posibilidad de poder ejercer una justiciabilidad y una exigibilidad ante una corte. Es muy importante.

En resumen y con ánimo de no extenderme en el análisis de cada uno, podemos decir que cada uno de estos documentos sostiene que todas y todos tenemos el derecho a informar y a estar informados; a expresar ideas y recibirlas y a no ser objeto de persecución por lo que decimos u escribimos apegados a las leyes nacionales y a la ética.

Ahora bien, con el goce del derecho a la libertad de expresión se ejercen las libertades informativas, en particular la prensa, y surge una coincidencia con el derecho colectivo de una sociedad a estar informada. Es precisamente en este contexto, desde la perspectiva de los derechos humanos, en donde la profesión periodística se ejerce y cobra sentido.

El o la periodista cumplen una función primordial para propiciar el libre flujo de ideas, opiniones e información imprescindible para nutrir el debate público y la toma de decisiones libres, autónomas e informadas por parte de la sociedad.

En este contexto queda claro que cuando un comunicador o una comunicadora es silenciada, ya sea por las vías tradicionales de la censura o por un ataque en su contra, constituye un ataque a la sociedad y una violación al derecho colectivo a estar informado.

Con esto se puede explicar porque el periodismo es una de las pocas profesiones que han llegado a ser salvaguardadas por las constituciones generales en varios países. Sin duda el ejercicio de un periodismo profesional libre e independiente puede potenciar la activación y ejercicio de otros derechos, puede promover la inclusión de sectores marginados de la población, la convivencia basada en la no discriminación, la convivencia basada en la no discriminación y el reconocimiento a la diversidad en todas sus formas; darle contenido a los principios de transparencia y rendición de cuentas y, en el último de los casos, proveer de información útil a las personas para el ejercicio de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales inherentes a cada persona y todo la sociedad.

De esta forma puede quedar evidenciado el importante papel que cumplen las periodistas y los periodistas en la construcción de una cultura de respeto a los derechos humanos y la consolidación de los sistemas democráticos.

Voy a tratar de definir algunos rasgos que me parecen importantes de destacar sobre esta trinchera del periodismo. Cabe señalar que me parece totalmente oportuno utilizar un símil belicista. Me parece que, efectivamente, la comunidad de periodistas se encuentra bajo ataque desde distintos enfoques y perspectivas, pero ésa es la situación que vive.

Un primer elemento que quisiera destacar es la cuestión de la diversidad. Debido al predominio casi absoluto de los medios de comunicación comerciales a veces olvidamos la existencia de otro tipo de medios tales como los públicos, los universitarios, los comunitarios, los alternativos y los propios de la sociedad de la información. Los cuales, al no contar con la seguridad jurídica necesaria esperan lograr, en otros países, consolidarse como una alternativa informativa y de entretenimiento frente a los medios tradicionales; esa es una parte importante.

Si bien en términos generales estos medios y este tipo de periodistas cumplen la misma misión que los medios comerciales, en México tienen que enfrentar un marco legal que privilegia los criterios económicos por encima de la oferta de su propio contenido.

Ése es un punto importante cuando analizamos las agresiones y amenazas de las que son víctimas, porque además de tener que enfrentar la situación de vulnerabilidad que comparten la mayoría de los periodistas en México, tienen que lidiar con el estigma de trabajar en lo que se conoce como un medio pirata.

La situación se torna grave cuando conocemos la infinidad de obstáculos que tienen que sortear, por ejemplo, al intentar presentar una denuncia ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos a Periodistas, o en su caso, el equivalente estatal que sería la Comisión Estatal de Defensa de Periodistas del estado de Veracruz, ya que de acuerdo con la normatividad que la rige, el peticionario o quejoso tiene que acreditar que es periodista. Este requisito es totalmente contrario a la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. A saber, existe una opinión destitulada: la colegiación obligatoria de periodistas, y si quieren puedo pasarles el dato específico.

Artículo 19 ha expresado a los titulares de ambas dependencias su total rechazo a una práctica totalmente discriminatoria. Como un ejemplo de ello podemos citar las amenazas, detenciones arbitrarias y agresiones físicas de las que fueron víctimas dos colaboradores del medio de comunicación comunitario Radio Calenda, en Oaxaca el 24 de enero del año pasado.

La ocupación de Radiolandía, también en Oaxaca, a mano de un grupo de hombres armados en agosto del 2006. Además, la serie de agresiones y violaciones al debido proceso del que han sido víctimas las y los trabajadores de Radio Voladora durante el último año.

Como muestra del estigma que existe en contra de comunicadoras y comunicadores, podemos ver la sorpresiva iniciativa de las autoridades federales y locales, por ejemplo al investigar el caso del compañero Amado Ramírez, en Acapulco, y la casi total inacción por parte de las mismas autoridades en el caso, por ejemplo, de Brad Will.

Como podemos ver, hay un doble rasero, cuando un caso, me parece que una agresión, un asesinato, no puede ser contabilizado al medio en el que trabaja. Sin embargo, uno tuvo toda la atención y disposición de las autoridades y otro no. Tan es así que inclusive las autoridades se dieron a buscar responsables —inclusive a fabricarlos— y habría que mencionar la recomendación que ha emitido la Comisión Nacional de Derechos Humanos sobre las graves violaciones en el proceso que tuvo lugar durante la integración de la averiguación previa sobre el asesinato del compañero Amado Ramírez.

Para Artículo 19 resulta de vital importancia que cualquier política de prevención, protección y defensa de la libertad de prensa, no sólo reconozca la diversidad, sino que además la promueva y la proteja. Este es un tema que dejo a consideración.

Otro tema que quisiéramos destacar es la cuestión de la perspectiva de género. Durante los últimos meses Artículo 19 se ha dado a la tarea de documentar in situ una serie de casos de agresiones en contra de periodistas y hemos comenzado a utilizar la perspectiva de género para evidenciar de manera más clara cuál es el tipo de violencia a la que se están enfrentando las y los periodistas, específicamente en este caso las compañeras.

La censura basada en cuestiones de género, constituye uno de los males silenciosos que más aqueja el ejercicio del periodismo. Ese tipo de censura tiene como objetivo el menosprecio de la autoridad y el liderazgo moral de las mujeres. El fracaso al buscar esta representación mucho más proporcional de la mujer está teniendo efectos nocivos, no para la restitución de los derechos que históricamente han sido negados, sino que también la violencia en su contra, en tanto mujeres y en tanto comunicadoras cuando intentan ser censuradas, tienden a tener patrones muy distintos a los que se enfrentan los hombres.

A saber, podríamos preguntarle a la compañera Lydia Cacho qué es lo que pasa cuando uno escribe y expresa su opinión y cuando uno es perseguido debido a su condición de mujer y al ejercicio de un derecho fundamental como es la libertad de expresión.

Otro caso semejante podría ser el de Sanjuana Martínez también, que si bien la persecución de la que ha sido víctima no ha sido por parte de agentes estatales, sino que ha sido por parte de agentes no estatales, a saber, grupos radicales de la Iglesia Católica.

Estos serían dos rasgos generales que sí quisiéramos remarcar. El elemento que finalmente me parece que rodea toda la atmósfera de esta trinchera periodista es sin lugar a dudas la impunidad. Es un tema que es el que finalmente en donde yace el verdadero problema que enfrentan en este momento los periodistas, desde el punto de vista de derechos humanos.

Aquí me gustaría hacer una cita puntual de la declaración de principios sobre libertad de expresión, para poder localizar en su magnitud de lo que estamos hablando en el momento de hablar de violencia en contra de periodistas.

Y dice: "El asesinato, secuestro, intimidación, amenazas a los comunicadores sociales, así como la destrucción de material de los medios de comunicación, violan los derechos fundamentales de las personas y coartan severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir, investigar e investigar estos hechos; sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada".

Aquí, por ejemplo, el propio título del foro nos habla de esta dicotomía en cuanto a la identidad de los agresores. Nos habla, por ejemplo, del crimen organizado, por una parte, y, por la otra, del abuso de poder.

Aquí me gustaría hacer una cita textual, también de la Corte Interamericana sobre eso, al hablar de la investigación de las violaciones a la libertad de expresión y dice así. "Dicha obligación general se impone no sólo en relación con el poder del Estado, sino también en relación con actuaciones de terceros particulares".

Es decir, me parece relevante entrar a una discusión de que si los grupos del crimen organizado son la principal amenaza a la libertad de expresión o si siguen siendo las autoridades. Podemos entrar en ese debate. Pero lo que sí queda manifiesto y claramente estipulado es la responsabilidad del Estado en todos y cada uno de los casos. Esa es una cuestión que hay que dejar muy en claro y sin importar la identidad de los agresores.

Cuando una comunicadora o un comunicador son víctimas de una agresión, una agresión física o de índole psicológico y se atreven a presentar una denuncia, con lo que se encuentran es con un muro altísimo llamado "impunidad" en donde nada pasa y nada se mueve. Desde la perspectiva de derechos humanos podemos hablar que la violación a la libertad de expresión abre paso —en el contexto de impunidad en el que están sucediendo las cosas en México—, abre la posibilidad a la violación de otros derechos. A saber, el derecho a la vida, la integridad personal, la libertad personal, el debido proceso, la protección judicial y la participación política. El Estado está obligado constitucionalmente a respetar y hacer respetar los derechos humanos, en los que se encuentra su obligación de garantizar el derecho de acceso a la justicia para las víctimas y sus familiares.

Mientras los múltiples casos de agresión y asesinato sigan en la impunidad, la libertad de expresión seguirá vulnerada al generar una censura indirecta; y más importante: autocensura, la cual a la larga afecta gravemente el pleno ejercicio de la libertad de prensa. Aquí me gustaría enumerar lo que desde la experiencia de Artículo XIX hemos podido ubicar como los principales efectos nocivos de la impunidad en este tipo de casos. El desaliento a la denuncia de los actos violatorios; cuando existen leyendas negras como la del compañero Alfredo Jiménez Mota, como una serie de casos que quedan ahí totalmente impunes.

Para concluir — disculpen por la toma de tiempo, sólo quiero resaltarlos para que queden aquí en la mesa de discusión—, el mensaje alentador a los agresores. Cuando uno se da cuenta que una agresión queda impune es una invitación, es una carta blanca para que actúen otros agresores; la autocensura que seguramente mis compañeros podrán hablar de ella; una sociedad desinformada y un sistema democrático debilitado.

Concluiría nada más sumándome al punto que señalaba Teodoro Rentería con respecto a la falta de voluntad política del Estado mexicano en su conjunto para entender el tema. Me parece que la actitud de la Comisión Especial para el seguimiento de agresiones a periodistas y en especial del diputado Priego Tapia, son la excepción en este caso.

Esperamos, hacemos votos, de que de aquí seguiremos construyendo una relación constructiva para atender este tema. Muchas gracias.

El diputado Israel Beltrán Montes: Muy amable, señor licenciado Ricardo González Bernal. Para continuar vamos a darle el uso de la palabra a otro profesional del periodismo. Se trata de Omar Raúl Martínez, licenciado en periodismo y comunicación colectiva de la FES Acatlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En los últimos 18 años ha centrado su quehacer profesional, tanto en el estudio y análisis de los medios y periodismo como en la actividad editorial y periodística. Actualmente es el presidente de la Fundación Manuel Buendía. Director de la Revista Mexicana de Comunicación y profesor de periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Además es miembro de los consejos editoriales de la revista electrónica Razón y palabra y del suplemento Información y sociedad de Le Monde Diplomatique- México, pero también para hablar inglés, también ha sido en otros aspectos, también en otras participaciones en los Estados Unidos y en otros países. Tiene la palabra Omar Raúl Martínez.

El ciudadano Omar Raúl Martínez: Muy buenas tardes. En principio, agradezco esta invitación a la Comisión Especial para dar seguimiento a las agresiones a periodistas y medios de comunicación de la Cámara de Diputados, y a su presidente, Gerardo Priego, quien ha convocado a un numeroso grupo de periodistas, académicos; gente que sabe y conoce el mundo del periodismo y los medios de comunicación para darnos esa oportunidad de intercambiar muchos puntos de vista, pero también poner los puntos sobre las íes.

Yo también coincido en parte con don Teodoro Rentería, en el sentido de que a veces son tantos y tan frecuentes los foros y seminarios, que pareciera que repetimos lo que hemos escuchado hace mucho tiempo; es decir, resulta loable la organización de ese tipo de foros porque intentan sensibilizar a los actores políticos y sociales en torno a la necesidad de promover, defender y ejercer las libertades informativas en nuestro país. Lo triste o lo preocupante del asunto es que tras esas frecuentes convocatorias a las que invariablemente asistimos periodistas y no pocos activistas de ONG, los distintos representantes del Estado y del gobierno hacen oídos sordos a los compromisos públicos o postergan acciones de interés inmediato.

Veamos, por ejemplo, cada que hay foros, encuentros, seminarios de ese tipo señalamos insistentemente, por ejemplo, que el poder público destaca entre los principales presuntos responsables de los actos contra periodistas y medios de comunicación, con una incidencia, por lo menos entre 2000 y 2007, de casi 55 por ciento de los casos. Repito, entre 2000 y 2007, a quien destaca como presunto responsable de esos actos es gente vinculada al poder público, sean funcionarios, autoridades, policías, militares, etcétera.

También hemos señalado quiénes son los principales agraviados: son los reporteros en más de un 40 por ciento de los casos, y particularmente de las fuentes política y policiaca, que en suma llegan a aglutinar casi un 75 por ciento de los casos, y se dan ese tipo de agresiones, por lo general, al momento de cubrir información. Eso lo hemos reiterado.

En otras palabras, la situación del ejercicio periodístico en México es francamente preocupante. Hasta hace pocos años los agresores más recurrentes eran gente —como decía hace un momento— vinculada al poder público en todas sus variantes; sin embargo, ahora, en los últimos años, se han sumado otros actores igualmente graves, desde grupos sociales hasta el crimen organizado.

Todo lo anterior, reitero, lo hemos venido planteando por lo menos en los últimos 10 años varios organismos de periodistas, de derechos humanos, entidades de carácter académico, y la respuesta de funcionarios, legisladores, autoridades de los distintos niveles ha sido: coyuntural y una aparente disposición. Ha sido de coyuntural y aparente disposición, pero de nulos resultados en los hechos reales.

Es decir, la misma realidad nos sigue atosigando, imperante —como aquí se dijo ya—, imperante impunidad ante la ineficacia o inoperancia de las autoridades; insuficiente determinación de los defensores oficiales; falta de verdadera voluntad política.

¿Quieren botones de muestra? Veamos: uno, la Fiscalía Especial de Delitos Cometidos contra Periodistas, pareciera más una entidad instalada para justificar la omisión o inacción de las autoridades, que para investigar, esclarecer y aplicar realmente justicia en cada uno de los crímenes de periodistas.

Aunado a ello, legalmente esta fiscalía carece de facultades y autonomía para desarrollar con eficacia su tarea. Así como funciona hoy, la fiscalía no rinde frutos para detener, prevenir, indagar y mucho menos castigar los responsables de los actos contra periodistas y los datos ahí están.

Dos: es un hecho que muy pocas veces, más bien, excepcionalmente se investiga a profundidad sobre agresiones a profesionales de la información, pero cuando excepcionalmente esto ocurre, lo paradójico es que las mismas autoridades intenten diluir el impacto mediático de ese mismo caso, el dato ahí está.

El titular de la PGR, Eduardo Medina Mora impidió a Alicia Elena Pérez Duarte, exfiscal especial de delitos contra las mujeres de esa misma dependencia, enviar a un juez federal el pliego de consignación de cinco policías judiciales involucrados en la detención de Lydia Cacho, a quienes se les imputaba el delito de tortura en perjuicio de la periodista.

Pérez Duarte logró reunir los elementos probatorios para aplicar las sanciones correspondientes, pero —señaló La Jornada el 8 y el 24 de febrero— según fuentes gubernamentales, el titular de la PGR impidió que ese documento llegara a manos de un juez federal justificando que no era el momento político adecuado.

Tres: En junio pasado, diversos organismos civiles, entre los cuales estuvieron la Asociación Mundial de Redes Comunitarias, Artículo 19, Reporteros sin Fronteras, la Fundación Manuel Buendía, Libertad de Información México, entre otras, decía, tuvimos una audiencia en la Comisión Interamericana de Derechos Humaos sobre la situación de la libertad de expresión en México.

Ahí el gobierno federal asumió varios compromisos para mejorar las condiciones de las libertades informativas. Han pasado ocho meses y la respuesta sigue siendo la inacción. Cierto, se mantiene el discurso, el respeto a la libertad de expresión; en los hechos no se advierte nada sustantivo.

Cuatro: No podemos perder de vista al Poder Legislativo. La mayoría de los diputados coinciden en la pertinencia de fomentar el respeto, la crítica responsable y la pluralidad en el trabajo periodístico; pese a ello, resulta incomprensible que un punto de acuerdo para exhortar al gobierno de Felipe Calderón a que se fortalezcan las medidas y las acciones para prevenir delitos contra periodistas y a que haya claridad en la entrega de publicidad gubernamental haya demorado casi un año para su aprobación.

El discurso con los hechos como que no corresponden. Este punto de acuerdo promovido, desde luego por nuestro anfitrión, diputado Gerardo Priego fue apenas avalado este 14 de febrero. Bien.

Aquí vale la pena hacer una adición y resaltar un aspecto que compete directamente a los legisladores: si bien el tema de la libertad de expresión, como aquí también se decía en la mesa anterior, automáticamente se vincula con las agresiones a periodistas, no se limita a esta vertiente.

En los últimos meses hemos podido corroborar que la libertad de expresión traspasa los atentados contra los informadores. Existen otros linderos menos aparatosos, pero que igual o mayor daño inflingen al sistema democrático.

Por ejemplo, la concentración en materia de medios electrónicos y telecomunicaciones y la asignación publicitaria.

La inmovilidad legislativa en estos terrenos, además de los referidos al mejoramiento del sistema de procuración de justicia, sientan tierra fértil para la represión silenciosa hacia algunos medios y espacios informativos que no se pliegan a los intereses políticos y económicos.

El estimular la pluralidad en los espacios de difusión informativa y de análisis, también es un asunto del Poder Legislativo. Así pues, si analizamos la libertad de expresión desde una perspectiva más amplia, podemos afirmar que el Estado mexicano tiene la responsabilidad de garantizar el ejercicio de las libertades informativas y de opinión.

A su vez, a la sociedad civil en su conjunto, a los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos y a los centros de educación superior les compete, nos compete, impulsar, gestionar, promover y llevar a la realidad todo tipo de iniciativas tendentes a la construcción de una sociedad auténticamente democrática; donde prevalezcan el respeto a la libertad de expresión, el pluralismo ideológico, la transparencia y acceso informativo y, el debate público.

Para terminar, desde esta mirada pienso que hay varios pendientes en este tema que se bifurca la libertad de expresión y entre esas líneas pendientes, destaco las siguientes:

1. Promover reformas legislativas para despenalizar los llamados delitos de prensa en cada uno de los estados de la República Mexicana, como para federalizar los crímenes de periodistas.

2. Impulsar una reconfiguración jurídica que permite el funcionamiento eficaz de la Fiscalía Especial de Delitos contra Periodistas.

3. Que el Estado mexicano cumpla los compromisos que en julio de 2007 asumió ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, respecto a estudiar las medidas para atraer al ámbito federal, los delitos contra periodistas, así como para fortalecer la Fiscalía Especial.

4. Que los Poderes Ejecutivo y Legislativo trabajen en conjunto para promover y organizar una visita in situ, de la relatoría de la libertad de expresión, tanto de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como de la ONU, con el objeto de que se analicen las circunstancias en que se ejerce el trabajo informativo en las entidades federativas más afectadas en la materia.

5. Que el Estado mexicano armonice con los estándares internacionales las leyes en materia de medios de comunicación, libertad de expresión y acceso a la información, garantizando con ello una real participación de los diversos actores sociales y haga respetar plenamente la labor del gremio periodístico.

6. Crear redes de apoyo, promoción, información y seguimiento jurídico sobre actos contra periodistas en las universidades, despachos de abogados, organizaciones no gubernamentales, organismos gremiales, entre otros, coordinen sus esfuerzos en la defensa de la libertad de expresión.

7. Incentivar la reflexión y el planteamiento de propuestas legislativas que eviten la inhibición al libre ejercicio periodístico, mediante el uso discrecional y condicionado de la publicidad oficial y que promuevan y fomenten el pluralismo informativo y el servicio social.

8. Estimular el desarrollo de estudios e investigaciones sobre libertad de expresión, así como publicaciones sobre el tema dirigidas tanto al gremio como a la sociedad civil y a la comunidad académica, y finalmente,

9. Promover desde la academia y en el ámbito profesional la necesidad de reflexionar sobre ética periodística y responsabilidad social, con el fin de fomentar la creación de mecanismos de autorregulación en materia informativa que permitan elevar la calidad de los contenidos mediáticos.

Quizá todo esto parezca la carta a los Santos Reyes, pero en este caso apelamos a la sensibilidad y a la inteligencia de los legisladores. Espero que este foro no signifique un encuentro más de preocupaciones, lamentaciones y propuestas sobre la libertad de expresión. Ojalá que los resultados puedan materializarse más allá de los sellos partidistas en beneficio del derecho a la información que se merece nuestro país. Gracias.

El diputado Israel Beltrán Montes: Muchas gracias, señor licenciado Omar Raúl Martínez.

Corresponde el turno a continuación a una dama. Ya hablaron tres varones. Yo le quiero pedir una disculpa. Debió haber sido primero ella, pero con base en que Carmen se llevó más de una hora, entonces por la equidad de género, vamos a darle la palabra a Balbina Flores Martínez, originaria de Veracruz. Sólo Veracruz es bello.

Es corresponsal de Reporteros sin Fronteras en México, reportera de la Revista Zócalo y además es integrante de la Red Mexicana de Protección a Periodistas. Adelante.

La ciudadana Balbina Flores Martínez: … la situación de la libertad de prensa en los diferentes países puedo decirles que es una profesión —como corresponsal, y sobre todo para cubrir este tema de libertad de expresión y situación de los medios de comunicación— muy difícil de cubrir. Cada vez es más complicado reportear el tema de la libertad de expresión en México. Sin embargo, es una tarea realmente importante que si los periodistas, las periodistas y las organizaciones internacionales y nacionales no realizamos, difícilmente tendríamos aquí los datos que mis colegas ya han mencionado. Pero sobre todo, ustedes no tendrían la oportunidad de conocer qué está pasando con las periodistas y los periodistas en México y en el mundo.

En ese sentido quiero compartir con ustedes que Reporteros sin Fronteras recientemente elaboró un informe a nivel mundial sobre la situación de la libertad de prensa en 98 países del mundo, entre ellos México. A México le es dedicado un capítulo bastante amplio. Yo les recomiendo, ustedes lo pueden consultar en nuestra página www.rsf.rg. Ahí pueden ver los detalles. No se los voy a presentar ahora, sólo me dedicaré a mencionar algunos puntos importantes.

Nuestro secretario general, Robert Ménard, ha señalado, ha advertido en este informe de la apatía y la duplicidad de los defensores oficiales de la libertad de expresión y la cobardía de algunos Estados occidentales y grandes instituciones internacionales que perjudican a la libertad de expresión. Esto lo ha señalado durante la presentación de este informe en Washington hace dos semanas y ha manifestado su preocupación por la falta de determinación de las democracias para defender los valores que tendrían que encarnar, y uno de éstos, quizás el más importante después de la vida, es la libertad de expresión. Pilar fundamental de un país que se ostente como democrático.

En ese sentido México merece un capítulo en este informe bastante amplio, donde lamentablemente tenemos que manejar cifras bastante altas de los periodistas que han caído en Irak y en Rusia, entre otros países, en Somalia, en Níger, en Chad, por mencionar algunos.

México ha pasado a ocupar desde 2006, como ya lo señalaba Reporteros sin Fronteras en su informe de 2006, ubicó precisamente a México como uno de los países que ocupa el segundo lugar, después de Irak, en agresiones a periodistas y el primer lugar en América Latina; lugar nada honroso, lugar que debería avergonzarnos.

No a nosotros, como periodistas, sino a las autoridades; porque no es posible que hasta esta fecha más de 37 periodistas que han sido asesinados en México, en ninguno de ellos ha habido una sentencia; en ninguno de los casos de los ocho periodistas que se encuentran actualmente desaparecidos en México se ha localizado su paradero.

Es realmente una situación alarmante que debería preocuparnos, y no sólo eso, debería ocuparnos y nuestros legisladores deberían estar bastante ocupados en esta situación. Esperemos que así sea en los próximos meses.

En el caso de México me permito señalar sólo unos casos recientes de agresiones a periodistas que vale la pena señalar, porque los medios de comunicación impresos, sobre todo los electrónicos, a veces ya no dan cobertura a este tipo de notas; a veces parecería que cubrimos la nota roja. Los periodistas, lamentablemente, hemos pasado no sólo a reportear este tipo de situaciones, sino a formar parte de esa estadística lamentable de ejecuciones que hay en este país.

En ese sentido quiero señalarles que las agresiones por parte de las fuerzas del orden en estados como Veracruz, Tamaulipas, Baja California, Michoacán, Guerrero, Sonora y Coahuila, entre otros estados de la república, son el pan de cada día de los reporteros y de los camarógrafos. Porque hay que decir que los camarógrafos también desempeñan un papel importante, pocas veces se les menciona; pero hay que decir que cuando hay una cobertura de algún evento, cualquier evento, son los primeros que están en la línea y pocas veces nos acordamos de ellos.

Quiero mencionar el caso reciente, que seguramente algunos de ustedes conocen, que es el de los periodistas del periódico Notiver, en Veracruz, que hace dos días fueron agredidos, y uno de ellos detenido y secuestrado por varias horas. Se trata de Gabriel Huge, fue detenido por la Policía Federal Preventiva cuando cubría un accidente.

Después de varias horas fue presentado al Ministerio Público, donde fue acusado por el cargo de ultrajes a la autoridad. Posteriormente fue puesto en libertad, pagando una fianza de dos mil pesos. Me acabo de enterar que ayer por la noche hubo un acuerdo, un amigable acuerdo entre la Secretaría de Seguridad Pública Federal y los directivos de Notiver, en el que ambos acuerdan retirar las demandas de esta agresión.

Puedo decirles que es una decisión que han tomado los directivos, es una decisión respetable; pero me parece que las autoridades tienen la obligación de investigar por qué se le detuvo a este compañero, por qué se les quitaron las grabadoras y las cámaras fotográficas a los reporteros. Entre ellos había algunos reporteros de TV Azteca. Ése es uno de los casos que nos preocupa.

Otro caso que nos preocupa es el de Mauricio Estrada, reportero de la fuente policíaca del diario La Opinión de Apatzingan. Él fue desaparecido la noche de febrero, hace unos días, alrededor de las 11:00 de la noche, cuando salía de su oficina del periódico en Apatzingán. Ésa misma noche su vehículo fue localizado con las luces encendidas y las puertas abiertas en el municipio de Buenavista, Michoacán, informaron sus directivos a nuestra organización.

Con esta desaparición de Mauricio Estrada suman ocho periodistas desaparecidos desde el año 2000 a la fecha, de los que nada se sabe. ¿Dónde están estos periodistas? No ha habido, hasta este momento, una respuesta y no ha habido una autoridad capaz, federal ni estatal de encontrarlos.

¿Qué nos falta por hacer a los periodistas?, ¿qué nos falta por hacer a los medios de comunicación?, ¿qué nos falta hacer como sociedad? ¿Vamos a seguir esperando meses, años y años y sumando cifras y cifras, datos y más datos, testimonios tras testimonios donde nuestros colegas sigan desapareciendo, donde hay siete medios de comunicación que han sufrido atentados a sus instalaciones?

Un caso que ustedes recordarán, seguramente, es el caso del diario El Mañana, el periódico Por Esto, el periódico Cambio, que a sus oficinas fue lanzada una granada de mano, el periódico días después se vio en la necesidad de cerrar sus instalaciones debido a la inseguridad.

En Hermosillo, Sonora es uno de los casos que Reporteros sin Fronteras da seguimiento a cada uno de éstos y como este caso, el caso más reciente de los periodistas asesinados en Chimalhuacán, el caso Bonifacio Cruz Santiago y Alfonso Cruz, hijos ellos del periódico El Real. Ambos periodistas fueron acribillados a balazos la mañana del 17 de febrero, estoy hablando de este año, no del año pasado. Según esto fueron confundidos, son las versiones oficiales que tenemos. Cuarenta y ocho horas antes del asesinato de estos periodistas, el 5 de febrero fue ejecutado el corresponsal del periódico Diario de México, Francisco Monroy, todos ellos en circunstancias similares.

Quiero precisar que aunque en estos casos Reporteros sin Fronteras no tiene hasta el momento los elementos para señalar que su ejecución se debió al trabajo periodístico, estamos siguiendo las investigaciones en cada uno de estos casos y en el momento que los tengamos los haremos públicos.

En este caso Reporteros sin Fronteras se ha pronunciado, porque considera que estos casos son muestra del drama manifiesto del clima de violencia que enfrenta la prensa en México.

Hay muchos otros casos que seguramente nos podremos pasar horas aquí comentándolos, pero quiero decirles que estos sólo son los casos que ocurrieron hace una semana, sí, hace una semana.

Así podemos recibir casos hoy a las 11 de la noche, hoy a las 9 de la noche y podemos seguir sumando cifras y podemos seguir haciendo una lista inmensa de estas cifras de impunidad y, desde luego, el caso Lydia Cacho, donde quedan muchos pendientes, entre ellos la consignación, como ya lo señalaba Omar, de los policías que la detuvieron y de las autoridades que colaboraron en su detención, el juicio político que se solicitó aquí en la Cámara de Diputados, en la Legislatura anterior, al gobernador Mario Marín, y las investigaciones a las amenazas y atentados de los que ha sido objeto la periodista.

Podemos aquí señalar el caso de Carmen Aristegui, ella ya compartió con ustedes lo del cierre de su programa en W radio y si ustedes vieron la revista Proceso, nos hace una revelación maravillosa este fin de semana de la conversación de dos grandes personajes que, desde luego, tuvieron que ver en la salida de Carmen Aristegui del programa Hoy por hoy.

Bueno, yo sólo quiero dejar varias interrogantes en este momento y decir que ¿cuántos periodistas más tienen que desaparecer?, ¿cuántos periodistas más tienen que morir?, ¿cuántos medios de comunicación tienen que ser amenazados?, ¿cuántos periodistas más para que las autoridades actúen?

En ese sentido quisiera dejar aquí algunas propuestas de acuerdo a los objetivos que tiene esta Comisión Especial para dar seguimiento a las agresiones contra periodistas, que una de las principales es coadyuvar a salvaguardar la libertad de expresión y de información en México y garantizar y generar los mecanismos legales que protejan la labor de los comunicadores.

En primer lugar, sería interesante que en el transcurso de este foro, que entiendo seguirá el día de mañana el día siguiente, que la Comisión nos pueda dar un breve informe del seguimiento que ha realizado a los agravios contra periodistas durante 2007, que es cuando inicia su gestión, a la fecha; las respuestas que ha recibido por parte de la Procuraduría General de la República, a quien por cierto —como lo señalaba Omar Raúl— esta Cámara emitió un punto de acuerdo en el que exhorta a la PGR a que le informe en un plazo de 30 días de la situación que guardan las investigaciones de los asesinatos de periodistas. Ojalá nos puedan decir qué ha pasado con esto.

También pedirles que si nos pueden dar alguna información sobre el seguimiento legislativo que han realizado con relación a los congresos estatales. Si han ya avanzado en el tema de la despenalización, de los llamados "delitos de prensa" y del "secreto profesional", así como en el tema del fortalecimiento de la Fiscalía para la Atención de Delitos contra Periodistas; así como también el proceso que sigue esta iniciativa de federalizar los delitos de agresiones contra periodistas. Muchas gracias.

El diputado Israel Beltrán Montes: Muy amable, Balbina Flores Martínez.

Llegamos a una parte que es muy interesante, que son, en este caso, preguntas y respuestas. Comentamos al principio que la mecánica sería un minuto para la pregunta y tres minutos para la respuesta. Por lo cual quisiera pedirles, ya que estamos viendo aquí una pistola, atrás, que hicieran disparos de precisión. Acuérdense que este tema que hoy estamos tratando es, ¿Libertades?… desde las trincheras del periodismo.

O sea, quienes hoy están aquí en este panel son personas que han estado con una grabadora, reportando, desde ahí iniciaron. Por ejemplo, don Teodoro, quien hace 51 años inició en la profesión, a la fecha tiene ocho premios nacionales de periodismo, entre otras distinciones. Además de vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, también es presidente primigenio de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, ahora presidente vitalicio de la propia organización. Catedrático en la materia. Presidente de la revista Libertades y conductor del noticiero Entérese, de Radio Fórmula.

Por favor, este joven que está aquí, de negro. Empezamos con los hombres de negro. Para contestar, cualquiera de los expositores, ponentes, puede participar.

El ciudadano Julio Sánchez: Hola. Soy Julio Sánchez, de la Universidad del Valle de México, campus Tlalpan. Para ser un poco precisos, la labor periodística, y en general la de los comunicadores, para mí es que son mediadores entre el poder y la sociedad. Son mediadores entre grupos sociales.

La labor del periodista y del comunicador es darle voz a lo que es la sociedad. Me atrevería, quizás, a tratar de reflexionar un poco sobre la labor periodística en México de hasta dónde se está cumpliendo esta labor para tratar de ver otro lugar, otro ámbito de la pasividad, de la sociedad. Porque como dices, ¿hasta dónde vamos a llegar? ¿Hasta cuándo vamos a estar callados?

Pero qué es lo que va a motivarnos, a nosotros, como sociedad civil para exigir este respeto, para exigir esta dignidad que tiene la labor periodística. Realmente reflexionar en esta labor como periodistas, como comunicadores para darle voz a la sociedad: ¿hasta dónde existe esta empatía para lograr una acción social y alejarnos de la pasividad? Eso es todo.

El diputado Israel Beltrán Montes: Muchas gracias, muy amable. La dama que está aquí, en la segunda fila, si es tan amable.

La ciudadana María Cristina Sánchez Galván: María Cristina Sánchez Galván. Me da mucha pena que el 70 por ciento de los asistentes se hayan retirado. Con esto compruebo que estamos en una sociedad totalmente decadente. Los estudiantes de comunicación son el futuro de México y con este hecho compruebo que no están concientizados.

¿Cómo vamos a exigir cambios a este honorable Congreso de la Unión, si los estudiantes no tienen ideales? Esta oportunidad de estar con los legisladores no la voloraron. Ahora, una vez más, reitero, compruebo lo que siempre pensé: "pueblo dormido, pueblo callado; pueblo indolente, pueblo apático", no se dan cuenta de la importancia de este foro.

Estudiantes ¿estoy en lo correcto? Señores panelistas ¿estoy exagerando? ¿O estoy en lo correcto?

El diputado Israel Beltrán Montes: Muchas gracias, doña María Cristina. Quiero comentarles que esto está siendo tomado a través del Canal del Congreso, pero independientemente a través de lo que viene siendo el portal de información a través de Internet de la propia comisión, siendo transmitido, aunque con retraso, pero es trasmitido. ¿Por qué? Porque tecnológicamente tiene que ser así.

Por tal motivo, por televisión se van a dar cuenta en las universidades, quienes estuvieron y quienes se fueron. Tan sencillo, les van a apuntar ahí, asistencias o inasistencias. No se preocupen. Pero vamos a escuchar a aquel joven. La pregunta, adelante.

El ciudadano Moisés Candia: Muchas gracias. Moisés Candia, del periódico Metrópolis. Si bien es deleznable que grupos dependientes del gobierno, como lo es policía y ejército, agredan a los periodistas, quiero recordarles que muchas de las guardias y gatilleros de los narcotraficantes y grupos de poder fueron policías o militares.

Y hace un momento comentaba yo con nuestro anfitrión, el presidente de la Comisión Especial para dar seguimiento a las agresiones a periodistas (diputado, Gerardo Priego Tapia): no es posible que un periodista o un hombre común se enfrente a un ex militar.

También les comento que hay otros grupos que no necesitan matar, intimidar o amenazar al periodista. Lo dije en la conferencia anterior de Carmen Aristegui: simplemente con que retiren a los patrocinadores de los programas, simplemente con que no ofendamos la inefable figura del padre Maciel, y expongamos los casos de pederastia; porque sus alumnos, que ahora ocupan altos cargos en las empresas ¿van a retirar sus anuncios comerciales de los programas o de las estaciones o de toda la cadena?

También les comento, que no solamente en la política y en la denuncia al narcotráfico hay agresiones al periodismo. Se dio el caso que en una semana de la moda, el diseñador internacional Mafud, fue agredido por un grupo de seguridad privada, y a los reporteros de Televisa y del periódico Reforma, se les arrebataron las cámaras fotográficas y de vídeo, destrozando sus instrumentos de trabajo y quitándoles las tarjetas de memoria.

El diputado Israel Beltrán Montes: Muchas gracias, Moisés. Vamos a darle la respuesta a las preguntas y quisiera pedirle a don Teodoro, que fuera quien iniciara.

El ciudadano Teodoro Rentaría Arroyabe: Muchas gracias, compañeros. Totalmente de acuerdo, doña Cristina. No es posible que, con todo el respeto a mi queridísima amiga, Carmen Aristegui, que solamente nos atraiga la morbosidad de una gente famosa, como es ella. Aquí estamos tratando cosas fundamentales, importantísimas, no precisamente para el gremio periodístico, sino para el pueblo de México.

Los agredidos somos los periodistas, en primera instancia; pero en última instancia, y gravemente, es la sociedad. ¿Por qué? Porque nos están acallando y ya en este momento la censura, sobre todo en la frontera norte del país es un hecho contundente, los periodistas no están firmando sus notas, muchas informaciones de ninguna manera se están publicando y algunos medios están cerrando. Es lo peor que le puede suceder al periodista. ¿Y por qué?

Miren ustedes ¿cuál es el ideal de ciertos funcionarios dictatoriales? Pues que no haya medios de comunicación, que no haya periodistas; o que sí los haya, pero que se haga un periodismo light como ya se está haciendo en muchos periódicos y en muchos medios de comunicación que se dicen nacionales.

Entonces nos vamos con notas que no tienen ninguna importancia ni ninguna relevancia y las otras las achicamos o definitivamente no las damos a conocer.

A ver, ¿qué acaba de suceder con esta aberración terrible de la llamada reforma penal? ¿Qué hubiera sucedido si los medios de comunicación no nos abrimos al debate nacional? Pues simplemente que los señores diputados hubieran dejado la reforma constitucional del artículo 16 que nos hubiera impuesto las detenciones, los arraigos sin orden judicial. Esta aberración de veras, de veras tienen ustedes que constatar que se debe al debate que abrieron los medios de comunicación.

Yo me felicito de ser periodista, porque ésa es la labor, contestando la otra pregunta de cuál es la labor de los periodistas. Ésa precisamente, ésa precisamente, de comprometerse con la sociedad. No entiendo el periodismo de otra manera más que con el compromiso con la sociedad.

Yo quiero decirles a ustedes que en todo el panorama nacional sólo advierto dos instituciones a favor de la libertad de prensa y expresión y, desde luego, al gremio periodístico y a la sociedad misma, que es esta comisión, que da seguimiento a los atentados a periodistas, que la anterior Legislatura, una mujer joven, perredista, Beatriz Mójica Morga, no logró que fuera una comisión sino simplemente un grupo de trabajo y que ahora, gracias al esfuerzo de Gerardo Priego Tapia y de amigos diputados como Israel Beltrán Montes, logró que sea una comisión.

También es importante decirles a ustedes que me acompañan en esta ocasión Rosa María Holguín, secretaria ejecutiva de la Felap, y Salvador del Río, que es el presidente de la Fundación Luis Suárez, de la propia Felap , y que juntamente todos, todos absolutamente han colaborado en este trabajo, que yo quiero entregarlo.

Yo tenía 15 minutos para leer y no me quise saltar las trancas, porque no debe ser. Pero aquí está el trabajo actualizado —que le entrego, señor diputado— donde están perfectamente documentados los 44 periodistas asesinados, exactamente desde el 2000 al 2007, y los ocho periodistas que aún continúan secuestrados, desaparecidos. Ya les dije que fueron 10; dos aparecieron muertos.

Termino rápidamente para no pasarme de los 15 minutos en el sentido de su pregunta, compañero de Metrópolis, Moisés. Te quiero decir que nosotros no tenemos los elementos, porque no somos ni policías ni agentes del Ministerio Público —válgame Dios, yo creo que nunca—, ni peritos en la materia. Nosotros no podemos decir si en los crímenes contra periodistas, de todo tipo, los autores son el crimen organizado, los intereses económicos o los intereses políticos. Nosotros no somos quienes vamos a señalarlos.

Tienen que ser las autoridades; es su obligación investigar. Pero sí podemos decir una cosa y es lo que le hemos estado diciendo tanto al expresidente Vicente Fox, que jamás nos hizo caso, y esperamos que Felipe Calderón nos haga caso.

Lo único que podemos señalar es esta impunidad. En consecuencia y sintetizando, podemos decir perfectamente que las autoridades —o ciertas autoridades— son cómplices de estos crímenes o están cometiendo monovisión y, en ambos casos, son delitos y deben de pagarlos. Éstas serían mis contestaciones.

El diputado Israel Beltrán Montes: Muchas gracias, don Teodoro. Le damos el uso de la palabra al licenciado Ricardo González.

El ciudadano Ricardo González: Sí, nada más para tomar la pregunta del compañero. Sí, efectivamente hay una encuesta que acaba de publicar en diciembre pasado la BBC de Londres sobre el ejercicio de la libertad de prensa y las percepciones que hay de la gente con respecto a esto.

Casualmente de los 49 países que se encuestaron, México fue el más bajo en cuanto a la percepción de la ciudadanía con respecto al ejercicio de la libertad de prensa. Esto me parece que es un elemento que hay que añadir al análisis que estamos haciendo, desde el punto de vista de impunidad y de otros temas. Éste es un elemento interesante. Hay un alejamiento por parte de la población con algunos periodistas y esto se ve reflejado en esta situación.

Y que es importante también destacar que sumada toda esta cuestión de seguridad, también hay una serie de cuestiones meramente laborales que también afectan de manera puntual el ejercicio de la libertad de prensa, desde cuestiones laborales, seguro médico, etcétera. Todo ese tipo de cuestiones se suman a las amenazas que ya hay de por sí al ejercicio de la libertad de prensa y entonces tenemos esto: una mengambrea de cuestiones sociales, cuestiones políticas, que a la mera hora quienes están saliendo perjudicados son los reporteros, los de a pie, los que salen a reportear. Entonces nada más quería destacar esta parte.

Y sí, definitivamente, creo que con respecto a la libertad de prensa estamos en este momento y creo que varias organizaciones a nivel latinoamericanas estamos contemplando, estamos analizando cómo ya no podemos decir que solamente el gobierno viola la libertad de expresión. Ya hay definitivamente poderes fácticos, que fue una frase que salió hace rato por acá, y me parece que ése es un tema y es el gran reto. No nada más para México, para el resto de la región. Gracias.

El diputado Israel Beltrán Montes: Muy amable. Muchas gracias. Cedemos ahora el micrófono al señor Omar Raúl Martínez, si es tan amable.

El ciudadano Omar Raúl Martínez: Gracias. Sobre la puntual pregunta de la función de los periodistas. Desde la perspectiva ideal, un periodista es un interlocutor, un mediador. Se supone que debería ser un espejo de lo que interesa, inquieta, preocupa a la sociedad.

En ese contexto el periodismo debiera contribuir al entendimiento del mundo, de su sociedad, para tomar decisiones con conocimiento de causa. El periodismo debiera contribuir al debate para poner en la agenda política los asuntos que interesan al curso social.

El periodismo, idealmente, debiera retomar la voz de los grupos débiles para canalizarla a través de los medios. El periodismo debiera contribuir al intercambio de ideas razonadas para saber qué rumbo colectivo tomar.

Ahora eso es lo que plantean los teóricos y si se ve desde una perspectiva idealista y conceptual, si aplicamos esos conceptos a la realidad, advertiremos que hay mucha distancia. En México, desde luego, la realidad es implacable. ¿Por qué? Justamente por lo que aquí ya se ha dicho: los poderes fácticos y los poderes políticos y económicos.

En realidad el periodista, el reportero tiene todo en contra. No solamente tiene la imposición y la directriz del editor y del dueño mediático; están los intereses de este mismo propietario de los medios. Interés político y económico. Pero está también la presión de los anunciantes. Ante eso también está la coyuntura política a la cual se adecua o se adapta no solamente el editor, sino desde luego el propietario del medio.

Entonces, ciertamente suele haber muy buena voluntad de reporteros y editores o redactores. El problema aquí es justamente el poder tener la decisión de llevar esos propósitos privilegiados del periodismo a la realidad comunicacional.

De manera que es un tema complejo de resolver. Eso me lleva a otro punto, ¿qué es lo que está ocurriendo entonces? Lo más grave hoy día, ya no sólo es la censura, sino la autocensura. Es decir, el control o el silenciamiento por interés o por coacción propia o ajena. Eso es lo más grave, porque a partir de las tendencias y las realidades que estamos viendo en los medios y en el ámbito político, ya a la siguiente el reportero ni siquiera se va a atrever a publicar alguna información que su medio en otras ocasiones, u otros medios, han silenciado o acotado.

De manera que, en lo sucesivo, el propio reportero ya ni siquiera la va a proponer. Y eso es lo más grave, porque eso está orillando, y hoy lo estamos viendo a "raja tabla", una gravísima uniformidad informativa y editorial.

¿Dónde está el encuentro de los pocos espacios donde se daban informaciones distintas al resto en la radio y en los electrónicos? Era justamente el espacio de Carmen Aristégui. Y ahora, si uno sintoniza una emisión radiofónica y le cambia, estamos escuchando lo mismo. No hay diversidad, no hay un espacio o espacios plurales y ante eso, sí los medios tienen gran responsabilidad, pero tampoco como aquí se decía, no van a jugar al héroe, porque también tienen familia.

No es sencillo de resolver. Aquí uno no apela a que sean héroes y finalmente pierdan su empleo y su ingreso y la manutención de sus hijos. Es muy complejo. Pero aquí, y finalmente termino con esto punto, ante esto ¿qué hacer? Pues justamente lo que aquí también se ha comentado, la participación desde los espacios como estos, como en la academia, grupos sociales, el hacerse escuchar en los propios medios y el impulsar en la media de las posibilidades y de las trincheras que cada uno tenemos, una ley de medio como aquí ya se ha planteado.

Y respecto de eso silenciamiento de uniformidad, les doy otro dato. Hace unos días se constituyó el Frente Nacional por una Ley de Medios. Salvo cuatro periódicos que consignaron el hecho, los medios electrónicos en lo general, omitieron esta propuesta que emerge desde la sociedad civil, más de 60 organizaciones están respaldando esa iniciativa que apuesta por la pluralidad, por el dar voz a los grupos débiles, por el debate, por la necesidad de sumar voluntades para que esto no continúe como está. Y ahí cada quien tiene la palabra. Gracias.

El coordinador diputado Israel Beltrán Montes: Muchas gracias, muy amable. Con tres minutos, para respuesta, le voy a suplicar tome el micrófono a Balbina Flores Martínez.

La ciudadana Balbina Flores Martínez: Comparto gran parte de las respuestas que ha dado más Raúl, yo pienso que es necesaria una mayor participación de toda la ciudadanía. Yo creo que es necesario, urgentísimo que se apruebe la Ley Federal de Radio y Televisión.

Hay sólo dos meses para que esto —si no me equivoco— hay solo dos meses para que esto sea posible. Si en los próximos dos meses esta ley no se aprueba, es imposible que en los próximos, en el próximo periodo de sesiones se pueda realizar, por el período de elecciones que inicia después.

Entonces yo creo, y de hecho invito a los estudiantes, a las universidades, a los ciudadanos que quieran integrarse a este frente, creo que Carmen Aristegui lo comentó, ella es parte de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información, donde está don Miguel Ángel Granados Chapa; el licenciado Javier Corral y varias de las organizaciones que estamos aquí también formamos parte de ese frente. Es el espacio donde hoy podemos impulsar esta lucha por un objetivo común, que es que los medios realmente le den voz a quienes no tienen voz, ya no podemos seguir, en este caso les hablo más como ciudadana, ya no podemos seguir soportando más silencio, es inaceptable el silencio que hay de los medios electrónicos hacia el tema, incluso de los propios periodistas, los medios ya no están publicando las agresiones a periodistas.

Para nosotros es cada vez es más difícil reportear, por eso, los mismos periodistas a veces no quieren denunciar, a veces lo hacen y nos piden que no publiquemos su nombre. Entonces es urgente y yo creo que las universidades son un espacio natural donde esta lucha por los medios de comunicación plurales debe darse.

Yo creo que sus maestros, sus directivos se interesen más por este frente y podamos, yo creo que los que estamos aquí en algún momento estaremos dispuestos junto con la Asociación Mexicana de Derecho a la Información a estar en sus universidades, en sus escuelas y poder compartir porque la necesidad de una reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión.

El coordinador diputado Israel Beltrán Montes: Muchas gracias. Vamos ahora a otra ronda de preguntas, allá al fondo una jovencita de negro, chamarra negra.

La ciudadana Virginia Guillen Villanueva: Hola muy buenas noches. Mi nombre es Virginia Guillen Villanueva, soy estudiante de derecho en la escuela Benjamín Franklin, mi pregunta es la siguiente ¿Qué pasa cuando un periodista, —es decir este se convierte en el quejoso— denuncia? Este no es atendido correctamente por las autoridades correspondientes y la agresión queda impune.

Creen ustedes que esto origine una aptitud orgiástica y asigna estos crímenes y agresiones a los medios de comunicación?

El coordinador diputado Israel Beltrán Montes: Muchas gracias Virginia. Joven aquí de la camisa blanca o camiseta.

El ciudadano Gaudencio Sirenio: Buenas noches, mi pregunta es

El coordinador diputado Israel Beltrán Montes: Su nombre por favor.

El ciudadano Gaudencio Sirenio: Gaudencio Sirenio de Radio Universidad Autónoma de Guerrero, la pregunta es la siguiente, ¿Qué pasa cuando a los medios publico autónomo como en mi casa de radio universidad somos censurados por parte del gobierno, por trasmitir este en vivo un acto de represión en contra de los estudiantes normalistas del congreso del estado el 14 de noviembre?

Esto provoco que la radio … estuviera fuera del aire más de dos meses, así también ¿Qué pasa cuando la radio de gobierno, el medio de información del gobierno, como el caso de la radio y televisión de Guerrero, no le da voz a aquellos periodistas que son indígenas, porque solamente le ponen una condición, si eres periodista y hablas español puedes usar este espacio y si eres periodista pero o quieres usar el español no lo pueden usar porque el lenguaje es nada más para los mestizos pero no para los indígenas.

Entonces como se resuelve ese derecho a la información y ese derecho de informar, gracias.

El coordinador diputado Israel Beltrán Montes: Muchas Gracias Gaudencio.

Siguiendo con los de negro, el joven de saco negro.

El ciudadano Daniel Escoto: Buenas tardes mi nombre es Daniel Escoto. Mi pregunta únicamente es ¿Cuáles son los mecanismos de protección hacia los periodistas?, yo estoy estudiando ciencias de la comunicación y realmente todos en mi familia me han comentado en las reuniones —es que estas estudiando comunicación te van a matar— y es una realidad, suena risible pero todos me lo han comentado.

Qué proponen ustedes, ha mi criterio hace porco tuvimos un problema con unos patrulleros, quienes por una multa empezaron a agredir a una compañera, agredieron al principal afectado y todo esto fue solapado por su superior, no hubo ninguna forma de evitarlo, no hubo ninguna represión, ninguna autoridad se quiso hacer cargo.

Nosotros que sufrimos esto, investigamos, se puede decir que hasta cierta forma estábamos investigando el caso, nos agredieron. Agredieron a la compañera y no nos quisieron dar información.

Ahora, ¿cuáles son los mecanismos de protección a los comunicólogos? Y, ¿qué proponen ustedes para que se haga esa reforma?

El diputado Israel Beltrán Montes: Muchas gracias, Daniel. Vamos a escuchar ahora las respuestas y le cedo el micrófono a don Teodoro Rentería.

El ciudadano Teodoro Rentería Arroyabe: Voy a empezar contigo, Daniel. Sobre los mecanismos de protección, tenemos el gran mecanismo de protección que son nuestros propios medios; sin embargo, ¿qué sucede? Miren, para explicarme mejor, yo me inicié como reportero de policía. Cuando en aquel tiempo era agredido un policía, qué bárbaros, los jefes iban con todo contra los delincuentes hasta que no los detuvieran. No aceptaban, de ninguna manera, que un policía, del rango que fuera, hubiera sido víctima de la delincuencia.

¿Qué hacemos nosotros? Tenemos el mecanismo más importante en nuestras manos que son lo medios de comunicación. Si nos agreden deberíamos multiplicar esta denuncia en toda la república. ¿Qué sucede? Apenas si nos publican un pequeño parrafito en algún periódico. Este informe que continuamente está dando a conocer la Felap, la Fapermex y el Club Primera Plana, ¿saben ustedes que no se publicó en ningún periódico del Distrito Federal?

Ah, pero no vaya a ser la Sociedad Interamericana de Prensa porque le dan toda la información; no obstante que son sesgadas sus informaciones, porque lógicamente, lo que les interesa son los asuntos que les incumbe. Ése es el verdadero problema, ése es el mecanismo que deberíamos tener de protección y, desde luego, el periodismo organizado cada día está luchando en esta situación para hacer esta denuncia. No confiamos, definitivamente, en ninguna autoridad.

La compañera Virginia hablaba sobre las denuncias. Yo creo que al periodista lo menos que se le ocurre es recurrir al Ministerio Público para denunciar una agresión. Mucho menos a los familiares. Entra el temor y no se denuncia. Miren ustedes, qué bueno que ya más o menos estamos confrontando bien los números. Son ocho los compañeros periodistas que todavía están secuestrados, que están desaparecidos. Pues todavía hay organizaciones que dicen: "No, mira, éste estaba metido en un lío y él mismo se desapareció".

A ese grado llegamos y nosotros mismos, algunos periodistas nos dedicamos a descalificarnos a los propios periodistas. Claro, ante esto las autoridades se cruzan de brazos. La Fiscalía Especial, ¿qué es la Fiscalía Especial? Nada. Nada. No tiene sustento de ley. Es una cuestión con la cual se quitó en algún momento la censura el presidente Vicente Fox y por decreto creó esa vacilada que no tiene sustento de ley ni tiene poder alguno.

Ahora bien, si va a existir una Fiscalía Epecial para Atender las Agresiones a Periodistas, pues primero los delitos contra los periodistas deberían ser de carácter federal y no del fuero común. Entonces, ¿para qué existe esa vacilada? Luego, este señor, Orellana Wiarco, un distinguido notario público pero que de esto no sabe absolutamente nada, y que viene aquí, a la Cámara de Diputados, a dar un informe y cuando lo quieren entrevistar los periodistas manda a sus guardaespaldas a que los golpeen. Ésa es la realidad que estamos viviendo.

La censura, Gaudencio preguntaba sobre la censura. Bueno, pues sí, efectivamente, los medios fácticos, como decía don Ricardo, efectivamente hacen esta censura y no permiten en muchos casos, que los propios periodistas se puedan defender en sus propios medios.

Pero yo les digo una cosa: Habemos muchos periodistas en México que no bajamos la cerviz y que estamos dispuestos a todo y que seguimos dando la lucha. Muchas gracias.

El diputado Israel Beltrán Montes: Muchas gracias, don Teodoro. Tiene la palabra el señor licenciado Ricardo González Bernal.

El ciudadano Ricardo González Bernal: Muchas gracias. Nada más para retomar el caso que nos comentaba el compañero. Definitivamente, dentro de todo este movimiento y este ejercicio de reflexión que se está dando al interior del frente por una nueva ley de medios, también hay un tema subyacente cuando hablamos de la diversidad de medios y es precisamente ese tema, la utilización de las lenguas originarias, de las lenguas maternas.

Precisamente es uno de los temas más abandonados en el momento de analizar la temática de medios de comunicación, pero que resulta de vital importancia retomarlo por una cuestión muy importante: se ha comprobado en otros países, —inclusive en Centroamérica—, que la utilización de las lenguas originarias en los medios de comunicación es la mejor vía para revitalizar las lenguas y su uso entre las comunidades originarias.

Es, me parece, un tema que vale la pena retomar. Creo que definitivamente, digo, no conozco bien el caso, pero me parece que en muchos casos —y ahí sí creo que vamos a incluir tanto medios de comunicación comerciales como medios públicos y medios comunitarios—, existe un cierto dejo de racismo en la utilización de lenguas originarias.

Y esto es muy importante de destacarlo. Creo que tocamos un punto muy sensible que ni siquiera, dentro de la sociedad civil que está planteándose una nueva ley de medios, una nueva posibilidad mediática, no se está contemplando esta parte.

Ahora, también es importante señalar que una cosa son medios públicos y otras son agencias de Estado o sea, agencias informativas de Estado. Es una cuestión muy distinta tienen una función muy distinta, ambas pueden tener una cuestión legal para su sustento, pero precisamente de lo que hablábamos era cuando hablábamos de las bondades de los medios alternativos, es esta cuestión.

Es esta cuestión porque, digo, no solamente: ¿y qué pasa cuando los anunciantes se van? Esta es una cuestión que los medios públicos están vacunados de ellos, porque tienen un recurso que puede estar entrando directamente. Y sin embargo, por otras vías, es que están siendo sometidos y la pérdida, una vez más, es de la audiencia.

Entonces, pues dejemos ese punto también para reflexionar también. Gracias.

El diputado Israel Beltrán Montes: Muchísimas gracias. Cedemos el uso del micrófono al señor Omar Raúl Martínez.

El ciudadano Omar Raúl Martínez: Una breve acotación. Es cierto, yo creo que hay una cierta… ¿cómo decirlo diplomáticamente? Una cierta dispersión entre los periodistas cuando ocurren atentados, agresiones contra sus colegas. No son mucho los medios que dan cauce e indagan ese tipo de casos, lo cual es ya en sí mismo grave.

Pero lo triste del caso es —como decía don Teodoro—, en algunos casos también se les descalifica e incluso la propia Fiscalía reducía mucho la cifra de crímenes y actos contra informadores aduciendo, según sus indagaciones, que no ha hecho públicas, que gran parte de algunos asesinados, estaban vinculados al narco o que era por asuntos personales, las agresiones y los atentados.

Sin embargo, no se hacen públicas esas supuestas investigaciones. Pero más allá de eso, el punto que a mi me interesa resaltar es que un camino obligado es la suma de voluntades, no solamente entre el gremio periodístico, sino ir más allá.

Yo en mi exposición hablaba de la necesidad de vincular varios segmentos, no solamente hacer grupitos entre reporteros o interesados en el tema de libertad de expresión, sino convocar, como ya se había venido haciendo en cierta forma, pero de manera insuficiente, a entidades académicas, es decir, universidades, despachos de abogados en los estados que quieran defender en los tribunales; los reporteros locales. Convocar también a grupos sociales o a ONG, ya sea de corte federal o a nivel local. De manera que muchas cosas se pueden hacer.

Esto es un primer paso que puede darse a partir de la creación de una especie de red, donde esos representantes en los estados puedan velar por la denuncia, la difusión, la defensa y promoción de la libertad de expresión. Y a ese respecto esta comisión de la Cámara de Diputados puede significar la punta de lanza, porque puede convocar a más entidades no solamente derechos humanos —insisto— sino organismos académicos, despachos de abogados. De manera que realmente se aglutine y se refuerce este apoyo.

Porque sigue ocurriendo lo que llegó a manejar o señalar don Manuel Buendía. Decía que en alguna ocasión un reportero de un pueblo de Michoacán señalaba o reclamaba o refería que era más fácil hacer periodismo en las grandes ciudades, porque apenas hay un golpe, un atentado y se hace público. Decía "qué puedes esperar tú, Manuel, —le decía a Buendía— de aquí que yo al salir a la esquina, me encuentro con la amenaza del presidente municipal". Entonces, ya ni siquiera por ellos se atreven a indagar en profundidad algunos casos de corrupción o qué sé yo. Lo que quiero enfatizar con ello es que los más desprotegidos de los reporteros están en las distintas entidades de toda la república.

Ahora, eso no implica soslayar casos como el de Carmen Aristegui, porque aquí hay otro matiz e ingrediente fundamental. Lo grave de casos como el de Carmen Aristegui no es en sí mismo el que se silencie un programa o el personaje. Lo grave es que es un mensaje al resto de los medios y a los periodistas. Si eso hicieron con Carmen ¿qué se puede esperar de un programa más pequeño? Lo grave es que eso genera un clima de autocensura, de uniformidad editorial, de cooptación y, a la postre, de subordinación y eso no podemos aceptarlo porque es una regresión.

Por ello, insisto en apelar a esa convocatoria que quizá desde aquí se puede hacer. Es todo, gracias.

El diputado Israel Beltrán Montes: Muchas gracias. Cedemos ahora el micrófono para respuesta a la periodista Balbina Flores Martínez.

La ciudadana Balbina Flores Martínez: Seré breve y puedo decirles qué hacer. Bueno, mientras sucede lo que dice Omar Raúl, que puede tardar medio año, un año, dos años y toda esta Legislatura, lo primero que hay que hacer cuando hay una agresión es denunciar, denunciar y denunciar cuantas veces sea necesario en los espacios que sea necesario, en los que tengamos al alcance de nuestra mano. Nunca vamos a poder denunciar seguramente en TV Azteca, en el noticiero de López Dóriga, etcétera. No tenemos esa capacidad a veces, pero hay que denunciar siempre todo ante la autoridad aunque no investigue, pero es su función investigar.

La responsabilidad nuestra, como periodistas o como ciudadanos, es ir ante la autoridad y denunciar. Si ellos no investigan es una responsabilidad que ellos no están cumpliendo y hay instancias internacionales donde también se pude denunciar. Sobre eso estamos trabajando varias organizaciones y seguramente en otro foro podríamos hablar sobre este tema.

El diputado Israel Beltrán Montes: Muy amable, muchas gracias. Yo le voy a suplicar al presidente de la Comisión Especial para dar seguimiento a las agresiones a periodistas, el señor diputado —tabasqueño— Gerardo Priego Tapia, sea tan amable de venir a entregar a dos de los ponentes el diploma y el agradecimiento por su participación en este evento.

Quisiera entregar este reconocimiento a Omar Raúl Martínez, también.

Por supuesto, sólo Veracruz es bello, a Balbina Flores, muchas gracias, muy amable.

Con esto concluimos esta etapa, recordándoles que mañana desde las nueve de la mañana se abre el registro, para que a las 10 de la mañana se tenga la participación en el siguiente panel. Muchas gracias, buenas noches, muy amables.

Quiero decirles que aquellos que soliciten alguna copia de vídeo de la transmisión de este evento, lo pueden hacer a la conclusión el viernes de este foro que se está realizando. Muchas gracias.

El diputado Gerardo Priego Tapia: Yo quisiera solamente felicitar particularmente a ustedes que estuvieron todo el día aquí, se los agradezco muchísimo, a nombre ahora sí del Poder Legislativo completo. Muchas gracias. Fueron los y las valientes, que estuvieron hasta ahora aprovechando, exprimiendo todo el evento. Se los agradezco muchísimo, muchísimo, muchísimas gracias.

A nuestros panelistas, por supuesto, muy agradecidos además de la comprensión de que nos quedamos sin algunos, pero aquí están los más interesados. Muchísimas gracias a ambos, muy amables.