Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, LX Legislatura

Versión estenográfica de la sesión solemne, en que la Cámara de Diputados otorga la medalla al mérito cívico "Eduardo Neri, Legisladores de 1913", al doctor Miguel Luis León y Portilla, celebrada el jueves 9 de octubre de 2008

El Presidente diputado César Duarte Jáquez: Pido a la Secretaría que haga del conocimiento de esta Presidencia el resultado del registro de asistencia de diputadas y diputados.

El Secretario diputado Jacinto Gómez Pasillas: Se informa a la Presidencia que existen registrados previamente 323 diputadas y diputados, por tanto, hay quórum.

El Presidente diputado César Duarte Jáquez (10:40 horas): Se abre la sesión solemne para dar cumplimiento al decreto aprobado por esta Cámara de Diputados el 30 de septiembre de 2008, por el que la Cámara de Diputados otorga la medalla al mérito cívico "Eduardo Neri, Legisladores de 1913", al doctor Miguel Luis León y Portilla.

Se designa en comisión para recibir e introducir a este recinto al ciudadano Miguel Luis León y Portilla a las siguientes diputadas y diputados:

Al señor diputado Diódoro Carrasco Altamirano, al diputado Jaime Espejel Lazcano, al diputado José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, al diputado Santiago López Becerra, al diputado Alejandro Chanona Burguete, al diputado Manuel Salvador Salgado Amador, a la diputada María Mercedes Maciel Ortiz, a la diputada Elsa Conde Rodríguez y al diputado Carlos Zataráin.

El Secretario diputado Jacinto Gómez Pasillas: Se pide a la comisión cumplir con este encargo.

El Presidente diputado César Duarte Jáquez: Solicito a los señores representantes de los medios de información se trasladen al lugar que ha sido designado para que puedan llevar a cabo su responsabilidad. Se los pido, señores representantes.

Nos acompañan en esta sesión solemne:

El señor ministro Sergio Valls Hernández, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; el señor licenciado Cuauhtémoc Cardona Benavides, subsecretario de Enlace Legislativo de la Secretaría de Gobernación; la señora doctora Ascensión Hernández de León-Portilla, bienvenida; la señora María Luisa León-Portilla.

El señor doctor José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México; la licenciada Mónica del Villar, la licenciada Ángeles González Gamio, el ingeniero Víctor Chellet, la señora Susana Téllez de Chellet, la doctora Elisa García Barragán, la doctora Clementina Díaz de Ovando, la doctora Alicia Mayer González, el doctor Fausto Zerón Medina, el maestro Francisco de la Cruz, el maestro Natalio Hernández, el maestro Pedro Martínez Escamilla, el maestro Eustaquio Celestino Solís, el maestro Martín Rodríguez Arellano, el maestro Librado Silva Galeana, la maestra Elena Cruz Díaz.

Así como a los familiares del licenciado Eduardo Neri, ingeniero Eduardo Neri Badillo, licenciado Alfonso Neri Carreto, señora Bertha Álvarez de Neri, señor Eduardo Neri Chávez, profesora María de la Luz Celis, licenciado Domingo Neri Celis, licenciado Alfonso Neri Celis, profesora Socorro Díaz Carvajal y licenciado Edgar Téllez Alday.

Así como los alumnos de la escuela secundaria 41, Sor Juana Inés de la Cruz y del Centro Escolar Grimm Brothers. Bienvenidos sean todos ustedes a esta sesión solemne.

Proceda la Secretaría a dar lectura al acuerdo de la Junta de Coordinación Política.

La Secretaria diputada María del Carmen Pinete Vargas: Acuerdo de la Junta de Coordinación Política, relativo a los tiempos y al orden de intervención de los oradores en la sesión solemne de la entrega de la Medalla al Mérito Cívico "Eduardo Neri, Legisladores de 1913", al doctor Miguel Luis León y Portilla.

En votación económica se pregunta si se aprueba el presente acuerdo. Las compañeras y compañeros diputados que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo (votación), gracias. Las compañeras y compañeros diputados que estén por la negativa sírvanse manifestarlo (votación). Señor presidente, mayoría por la afirmativa.

El Presidente diputado César Duarte Jáquez: Aprobado. Proceda la Secretaría a dar lectura al decreto aprobado para esta sesión solemne.

El Secretario diputado José Manuel del Río Virgen: Decreto por el que se otorga la Medalla al Mérito Cívico "Eduardo Neri, Legisladores de 1913", al doctor Miguel Luis León y Portilla, al margen de un sello con el Escudo Nacional que dice: Estados Unidos Mexicanos, Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

La Cámara de Diputados, con fundamento en la fracción I del artículo 77 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos decreta: se otorga la Medalla al Mérito Cívico "Eduardo Neri, Legisladores de 1913", al doctor Miguel Luis León y Portilla.

Artículo 1o. La Cámara de Diputados otorga la Medalla al Mérito Cívico "Eduardo Neri, Legisladores de 1913", al doctor Miguel Luis León y Portilla.

Artículo 2o. La Medalla al Mérito Cívico "Eduardo Neri, Legisladores de 1913", un pergamino con el dictamen respectivo, un ejemplar original del decreto aprobado por la Cámara y una suma de dinero equivalente a dos veces la dieta mensual de un ciudadano diputado se entregarán al doctor Miguel Luis León y Portilla, en sesión solemne que se celebrará el día 9 de octubre de 2008, a las 11:00 horas, en el salón de sesiones del Palacio Legislativo de San Lázaro.

Artículo 3o. En la sesión solemne a que se refiere el artículo anterior podrán hacer uso de la palabra un diputado miembro de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, la persona homenajeada y el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.

La Junta de Coordinación Política acordará los tiempos que durarán las intervenciones, así como el orden en que intervendrán los oradores, el protocolo que rija dicha sesión solemne será definido conjuntamente por la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y por la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias.

Artículo 4o. El presente decreto será publicado en la Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados, en el Diario Oficial de la Federación y en tres diarios de circulación nacional.

Transitorio

Único. El presente decreto entrará en vigor el día de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Salón de sesiones de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, México, D.F., a 30 de septiembre de 2008.

Diputado presidente, César Horacio Duarte Jáquez; diputada María Eugenia Jiménez Valenzuela, Secretaria. Es cuanto, señor presidente.

El Presidente diputado César Duarte Jáquez: Gracias, diputado secretario. En consecuencia se concede el uso de la palabra al ciudadano diputado Carlos Chaurand Arzate, presidente de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias.

El diputado Carlos Chaurand Arzate: Con su permiso, señor presidente de la Cámara de Diputados. Señores representantes de los Poderes de la Unión, distinguido doctor Miguel León-Portilla, señor rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, distinguidos señores propuestos a recibir este galardón, señores invitados especiales, compañeras y compañeros diputados, en el seno del Congreso de la Unión se tiene la firme convicción de que para mantener y fortalecer los lazos que le dan cohesión y congruencia a la comunidad nacional, se tienen que reconocer las virtudes civiles de sus miembros más prominentes.

Los galardones que se han establecido, tanto en el Senado de la República como en esta representación nacional, tienen la doble finalidad de perpetuar la figura de quienes, a nivel heroico, defendieron la dignidad parlamentaria y, a la vez, la de recompensar, mediante la presea, a los mexicanos particularmente ilustres que la merecen.

El día de hoy nos congrega la entrega de la Medalla al Mérito Cívico "Eduardo Neri, Legisladores de 1913", que esta LX Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión concede, con justa razón, al ilustre mexicano doctor Miguel León-Portilla.

Y es que el nombre de nuestro homenajeado está ligado de manera indisoluble a las letras más brillantes, a las páginas más esplendorosas y a los eventos más entrañables y culminantes de nuestra evolución cultural y su ejecutor intelectual se desataca, lo mismo en el plano de la historia que en los fecundos campos de la lingüística, de la antropología y de la filosofía.

Sin temor a la exageración, se puede decir que este mexicano de excepción, más que una persona que se haya dedicado al cultivo de la erudición, es un hombre genuinamente sabio cuya sapiencia, prudencia y generosidad se acrisolan en el compromiso vital de rescatar, preservar y dar a conocer al mundo las fuentes primordiales de la mexicanidad.

Su definida vocación de historiador lo ha conducido a desentrañar los vestigios más ancestrales y las raíces más hondas de la vertiente autóctona de nuestro patrimonio cultural y a salvaguardarlos como el legado histórico que le da sustento y andamiaje al componente más preciado de nuestra identidad nacional.

La formación científica, la visión humanística y la cultura filosófica de León-Portilla son los más esclarecidos frutos de nuestra máxima casa de estudios: la Universidad Nacional Autónoma de México, de la que, con la suma de todos los honores académicos, obtuvo el grado de doctor mediante la tesis por la cual nos ha compartido las delicias de la filosofía de nuestros ancestros más remotos.

Y es que a través de la recopilación, ordenación y exégesis de la filosofía del pueblo náhuatl nos ha proporcionado el goce cultural de conocer, degustar y presumirle al mundo occidental y moderno la filigrana cultural y la riqueza intelectual de lo que poéticamente se ha identificado como flor y canto.

Porque, este compendio de maravillas, que nos ha dado a conocer León-Portilla, a diferencia de la filosofía tradicional, no tiene la pretensión de estructurar un sistema de pensamiento que trate de darle explicación objetiva a la realidad, sino que su propósito era el de darle paz al corazón atormentado por el inexorable paso del tiempo y la expectativa del aniquilamiento de la efímera existencia.

La filosofía de estos antiguos mexicanos no es un conocimiento muerto, cuya finalidad sea el saber por el saber, sino de que se trata más bien de una genuina sabiduría para la vida.

La biografía de don Miguel es particularmente vasta y variada, muy fecunda. Pero dentro de esta extensa producción intelectual destaca, sin duda, La Visión de los vencidos, en la cual el autor nos proporciona una antología, traducción e interpretación de los principales documentos indígenas de los primeros años después de la caída de La Gran Tenochtitlán, como el llamado Códice florentino los Anales de Tlatelolco y los Cantares Mexicanos.

Pero la Visión no sólo es el compendio de esos esplendorosos documentos de nuestro pasado cultural, sino que es un texto que reanima, vigoriza y reivindica dialécticamente su derrota militar para reconvertirla en la épica victoria cultural de nuestro orgulloso mestizaje.

Dentro de sus múltiples preocupaciones culturales destaca también el rescate a las señaladas figuras de los frailes cronistas Bernardino de Sahagún y Bartolomé de las Casas, presentando al primero como pionero de la antropología social y evocando el compromiso del segundo con el estatuto jurídico de los indígenas.

En este campo concreto de la actividad ciudadana se registra la comprometida congruencia de don Miguel, quien se ha destacado por la activa promoción de los derechos humanos de los pueblos indígenas; terreno en el cual pugnó por el establecimiento de la Casa de los Escritores en Lenguas Indígenas.

Por todas esas razones y por la integridad de su conducta ciudadana, el día de hoy, a 95 años de que en esta tribuna se pronunciara el discurso del diputado Eduardo Neri, en contra de la usurpación, en perpetua memoria de los Legisladores de 1913, las legisladoras y los legisladores de 2008, rinden testimonio de reconocimiento a la eminencia de los méritos civiles del doctor Miguel León-Portilla. Enhorabuena. Muchas gracias.

El Presidente diputado César Duarte Jáquez: Muchas gracias, señor diputado Carlos Chaurand. Eduardo Neri fue un ejemplar guerrerense que dio la bienvenida a don Francisco I. Madero en su visita a Iguala, en un discurso trascendental que generó historia. Ese heroico legislador que como diputado pronunció un histórico discurso, en contra de Victoriano Huerta, por el que estuvo preso e incomunicado durante cinco meses.

Propuso la candidatura de Álvaro Obregón y en su gobierno se desempeñó como procurador general de la República, cargo que desarrolló con capacidad, energía y honradez.

Por lo anterior, el 21 de octubre de 1969 un grupo de legisladores propuso reconocer a Eduardo Neri con motivo de su histórico discurso pronunciado en la Cámara de Diputados denunciando la desaparición y muerte de los diputados renovadores Adolfo Gurrión y Serapio Rendón, y del senador Belisario Domínguez.

Entonces, nadie demostró tanto valor civil como lo hiciera el licenciado Neri Reynoso, quien desde esta tribuna enjuició a Victoriano Huerta.

Esta Cámara de Diputados otorga de manera permanente esta medalla para premiar a un ciudadano por sus hechos, su conducta ejemplar, su aportación a la ciencia, al arte y al civismo al servicio de la patria.

Quedó así establecido que esta presea se otorgue cada tres años, precisamente el 9 de octubre del último año de ejercicio de cada legislatura, para conmemorar la actuación de la XXVI Legislatura y la intervención del diputado Eduardo Neri en la histórica sesión de esa fecha.

En esta ocasión aprobamos por unanimidad otorgar esta distinción al doctor Miguel Luis León y Portilla, en virtud de su honorable trayectoria colmada de aportaciones en el ámbito de la antropología y la historia de México.

El doctor León y Portilla nació en la Ciudad de México el 22 de febrero de 1926. Es doctor en filosofía por la UNAM, fue director del Instituto Nacional Indigenista Interamericano; durante más de una década fue director del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México; fue cronista de la Ciudad de México.

En la LVI Legislatura el Senado de la República le otorgó la Medalla Belisario Domínguez.

Asimismo, ha recibido 13 doctorados honoris causa de universidades de distintos países. Por ello, por sus aportaciones a la historia y a la antropología, por sus servicios a la patria, el doctor León y Portilla se hace ampliamente merecedor de esta distinción.

Hoy será el primer poseedor de ambos reconocimientos que otorgan ambas Cámaras que constituimos el Poder Legislativo federal.

Señor doctor Miguel Luis León y Portilla, es usted bienvenido a esta su casa, la Cámara de Diputados, que hoy se llena de júbilo al hacerle entrega de la Medalla al Mérito Cívico "Eduardo Neri, Legisladores de 1913". Felicidades.

La Secretaria diputada Rosa Elia Romero Guzmán: Se va a proceder a imponer la Medalla al Mérito Cívico "Eduardo Neri, Legisladores 1913", de la Cámara de Diputados. Se invita a los presentes.

El diputado Horacio Duarte Jáquez, presidente de la honorable Cámara de Diputados, impondrá la Medalla "Eduardo Neri, Legisladores 1913", al ciudadano Miguel Luis León y Portilla, en reconocimiento a los relevantes servicios aportados en beneficio de la patria.

El Presidente diputado César Duarte Jáquez: Tiene la palabra el ciudadano Miguel Luis León y Portilla.

El ciudadano Miguel Luis León y Portilla: Señor diputado César Duarte Jáquez, presidente de la Cámara de Diputados; ministro Sergio Vals, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; senadora Yeidckol Polevnsky, vicepresidenta del Senado de la República; licenciado Cuauhtémoc Cardona Benavides, subsecretario de Enlace Legislativo de la Secretaría de Gobernación, en representación del Poder Ejecutivo; miembros de presidium; señor rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, doctor José Narro Robles; miembros de la familia de este personaje, héroe tan admirable que fue el diputado Eduardo Neri Reynoso. Señoras y señores.

Es muy honroso recibir la Medalla al Mérito Cívico "Eduardo Neri, Legisladores 1913", lo es por aquello que conmemora, de modo paralelo a la medalla "Belisario Domínguez", esta otra presea la ha constituido la Cámara de Diputados para exaltar la memoria de un insigne legislador.

El doctor Belisario Domínguez, para liberar a México de la tiranía ofrendó su vida al denunciar los crímenes perpetrados por Victoriano Huerta. El licenciado Ricardo Neri Reynoso, el 9 de octubre de 1913, hace hoy, exactamente, 95 años, dirigió a sus compañeros diputados un valiente discurso, denunciando las infamias del usurpador.

Sus palabras determinaron la toma de un acuerdo, en él se exigió al usurpador que informara sobre el paradero de Belisario Domínguez y de otros diputados como Serapio Rendón. Al día siguiente, el edificio de la Cámara de Diputados, donde se hallaban éstos reunidos, estuvo rodeada por la tropa.

Quien fungía como ministro de Gobernación, Manuel Garza Aldape, habló a los diputados exigiéndolos retiraran ese acuerdo, amenazándolos de que si no lo hacían, se atuvieran a las consecuencias. Ellas fueron la disolución de la Cámara, la prisión inmediata y la incomunicación y el estado de aislamiento que, en el caso del diputado Neri, duró precisamente cinco meses.

Eduardo Neri, que así expuso su existencia haciendo defensa de la dignidad de la Cámara y también exponiéndose a perder la vida, como en el caso de Belisario Domínguez, fue un héroe. Los dos fueron héroes que honraron a México. Hoy los recordamos aquí con admiración y con gratitud.

La Medalla al Mérito Cívico que ostenta el nombre de "Eduardo Neri, Legisladores de 1913" ha sido instituida para recordar a un héroe y a la vez a honrar a ciudadanos que se han esforzado por servir a México. Incluirme entre ellos es honor muy grande que agradezco desde lo más hondo de mi ser.

Señoras y señores legisladores, expondré algunas reflexiones que me parecen pertinentes en el contexto social y político tan difícil en el ahora vivimos. Lo primero es hacer un señalamiento de una realidad que mucho nos afecta. La problemática que hoy nos aflige tiene sus raíces, en última instancia, en las lacerantes desigualdades sociales y económicas que como enfermedad al parecer incurable afectan a nuestro país.

Esas desigualdades son causa de confrontaciones, quebrantamientos de la seguridad y en ellas se fincan las lacras más terribles que la pobreza, la miseria y la marginación de una gran parte de nuestra población.

¿Por qué caminos pueden encontrarse atisbos de solución? Pienso que uno muy importante, y que a algunos tal vez podría parecer quimérico, es el de la educción, la capacitación y la formación de todos y cada uno de los mexicanos.

Quienes están privados de una formación que les permita alcanzar formas dignas de vida tendrán que buscar su subsistencia por caminos torcidos. Y no es necesario enumerarlos, ya que van desde el robo y el crimen organizado hasta la corrupción en todos sus niveles.

Recordemos que al restaurarse la república en plenitud, con el triunfo de Benito Juárez, se dio prioridad a la educación para encaminar con firmeza la vida del país republicano. Entre otras cosas fue entonces cuando se fundaron la Escuela Nacional Preparatoria y la Escuela Nacional de Maestros, vinculadas a varones insignes, entre ellos Gabino Barreda, Ignacio Manuel Altamirano y Justo Sierra.

En nuestra legislación se declara que la educación es un derecho de todo mexicano. Pero en la práctica ese derecho es, para muchos, letra muerta. Centenares de miles de niños y jóvenes o están marginados de la educación o reciben una muy incompleta y defectuosa. Su preparación para cualquier género de actividad es por ello muy limitada. El trabajo informal o las actividades delictuosas son a veces la respuesta.

Señoras y señores legisladores: en su mano está legislar en materia de educación. Ello implica oponerse a la supresión de las escuelas normales. Si ellas dejaran de existir, a dónde se formarían entonces los maestros.

Igualmente se requiere la revisión de los programas educativos en vista de los requerimientos actuales del país. Es decir, la educación para qué. Y por supuesto exige la asignación de un adecuado presupuesto que haga posible la formación de millones de mexicanos.

Hablando hace un momento con el señor rector, decíamos que si las circunstancias económicas que hoy día afectan al mundo ?y a México consiguientemente? obligan a hacer recortes en el presupuesto: que se recorte donde sea, pero nunca en la educación.

¿O es acaso destino nuestro proporcionar mano de obra barata en las maquiladoras o marchar exponiendo la vida al vecino del norte, o simplemente percibir salarios de hambre o vivir del ambulantaje o, lo peor, de las acciones delictuosas?

La educación en todos los niveles es, si no el único e inmediato remedio a la problemática que vivimos, sí es un factor de suma importancia, es el gran factor, debe incluir ella no sólo la transmisión de conocimientos, la formación moral y ética que maestros capacitados serán quienes transmitirán a los educandos.

Me dirijo a las comisiones permanentes del Congreso de la Unión para que en pleno cumplimiento con la encomienda que se les ha confiado por parte de sus electores, atiendan a estos requerimientos que me permito resumir así:

Primero. La supervisión de los planes de estudio en colaboración permanente con la Secretaría de Educación Pública, los institutos y las universidades.

Segundo. Insistir en la implementación de la formación moral y ética, que es muy necesaria.

Tercero. Incrementar en cuanto sea necesario, los presupuestos requeridos por nuestro sistema educativo.

Y esto lo expreso pensando de modo muy especial en las universidades y escuelas preparatorias, que son el ámbito de formación de los profesionistas que más requiere el desarrollo integral del país.

He laborado durante más de 50 años ?y lo sigo haciendo? en la Universidad Nacional Autónoma de México. Es ella nuestra alma mater, expresión latina que significa "madre nutricia", que superando adversidades ?que las hemos padecido, muchas? es ejemplo para valorar lo que significa la docencia, la investigación y la difusión de la cultura al servicio de los mexicanos.

Hoy la Universidad Nacional Autónoma de México, de acuerdo con evaluaciones internacionales, sobresale entre las mejores del mundo. Podemos estar muy orgullosos de ella. Para que pueda cumplir cabalmente su misión al servicio de México es necesario que se le asigne un presupuesto adecuado.

Reiteraré que educar no es sólo transmitir conocimientos, sino formar a las personas, sus rostros y corazones, como decían los antiguos mexicanos. El concepto de educación en varias lenguas es interesante: educatio en latín quiere decir "sacar al otro de la rudeza". En griego es paideia (παιδεα), que quiere decir "miamiento", "cuidar de los niños". En náhuatl era neichtlamachilistli, "acción de comunicar saber y sabiduría a los rostros de la gente". Es un concepto muy bonito.

Reiteraré que educar es no sólo trasmitir conocimientos, sino formar a las personas. Implica mostrar lo que son los valores supremos de la familia, la convivencia en la paz, el respeto al derecho ajeno, la dignidad de quien cumple con su deber, la satisfacción de servir al país y alcanzar así, con el propio trabajo, los medios para vivir honrada y dignamente.

Una reflexión complementaria se dirige a la situación de los pueblos indígenas; son ellos los mexicanos que han vivido y viven muchas veces en situaciones extremas de marginación.

En ellos se fincan las raíces más profundas de nuestro ser nacional. Nos enriquecen ellos con sus tradiciones, con sus lenguas, cada una de sus lenguas es, digamos, una perspectiva para entender el mundo. Las lenguas son como ordenadores y en ellas hay maneras diferentes de captar la realidad.

Los diputados Marcos Matías Alonso, Isidro Pedraza Chávez, Othón Cuevas Córdova (desde las curules): Que vivan los pueblos indígenas.

El ciudadano Miguel Luis León y Portilla: Vivan.

¿Es acaso justo que los descendientes de los pueblos originarios estén sometidos a veces a un sistema educativo en el que sólo en parte se toman en cuenta de manera efectiva sus lenguas, sus formas de gobierno, sus anhelos de autonomía y, en suma, su cultura?

¿No hay acaso un artículo 2o. constitucional que obliga al Estado a atender y fomentar todo lo que haga posible la participación de los pueblos indígenas en la vida del país?

Pero, desde luego, esa participación no significa la mutilación de su cultura ni la desaparición de sus lenguas con sus distintos tonos y acentos, sus ricos vocabularios y sus variadas estructura gramaticales.

Sus lenguas integran una gran sinfonía con sus creaciones literarias, antiguas y modernas, que enriquecen al ser cultural de México entero, e incluso, son cada vez más apreciadas en otros muchos lugares del mundo.

Una última consideración quiero externar. Es en extremo satisfactorio ver que el Poder Legislativo mexicano está integrado por personas de diversas ideologías y distintos partidos políticos, pero pienso que la pluralidad no está reñida con la existencia de un interés supremo y único que es el de servir a México. Lo que importa es el diálogo, como ocurre entre los pueblos indígenas, ellos nos dan lección del diálogo y también, curiosamente, en el otro extremo, en los organismos internacionales, lleva a la búsqueda de consensos.

Yo tuve el honor de representar a México en la UNESCO cuatro años y me di cuenta que igual que los pueblos indígenas, cuando hay un problema muy complicado se dialoga y se dialoga y se dialoga hasta que se logra un punto de acuerdo satisfactorio o por lo menos aceptable.

Concluiré estas palabras pidiendo disculpas, si es que me he arrogado el papel de un catón que aconseja y que a la mejor molesta ?perdón. Lo que es puesto a su consideración está inspirado en el deseo de servir a México, que es precisamente aquello por lo que la Medalla "Eduardo Neri, Legisladores de 1913" ha sido instituida.

Servir a México debe ser nuestro ideal, porque de ello depende, en última instancia, que todos los que habitamos en esta tierra nuestra disfrutemos de una plena convivencia en paz, debidamente formados para el trabajo, con modos de vida dignos y libres de los flagelos que hoy nos aquejan.

Estoy seguro de que los aquí presentes compartimos estos ideales, que lejos de ser utopías deben convertirse en realidades. Muchas gracias por su atención.

La Secretaria diputada María del Carmen Pinete Vargas: Muchísimas gracias.

El doctor Miguel Luis León y Portilla: Gracias a ustedes.

La Secretaria diputada María del Carmen Pinete Vargas: Muchísimas gracias por el privilegio de escucharlo.

El doctor Miguel Luis León y Portilla: Muchas gracias, muy amable. Muchas gracias.

El Presidente diputado César Duarte Jáquez: Se invita a los presentes a ponerse de pie para entonar el Himno Nacional.

Se pide a la comisión designada, acompañar al ciudadano Miguel Luis León y Portilla retirarse de este recinto cuando así lo desee.

Saludamos a alumnos del Instituto Metepec que nos visitan también.

Y de la escuela General Emiliano Zapata del estado de Morelos.

Proceda la Secretaría a dar lectura al acta de esta sesión.

El Secretario diputado Jacinto Gómez Pasillas: Acta de la sesión solemne celebrada el jueves 9 de octubre de 2008, por la que se otorga la Medalla al Mérito Cívico "Eduardo Neri, Legisladores de 1913", al doctor Miguel Luis León y Portilla.

Bajo la Presidencia del diputado César Duarte Jáquez, en el Palacio Legislativo de San Lázaro de la capital de los Estados Unidos Mexicanos, con la asistencia de 323 diputadas y diputados, a las 11:39 horas, del jueves 9 de octubre de 2008, el presidente declara abierta la sesión solemne para atorgar la Medalla al Mérito Cívico "Eduardo Neri, Legisladores de 1913" al doctor Miguel Luis León y Portilla.

El presidente designa una comisión para acompañar al doctor Miguel Luis León y Portilla e introducirlo al lugar que le ha sido asignado.

El presidente da la bienvenida al salón de sesiones a los ciudadanos invitados especiales, representantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del Ejecutivo federal, de la Universidad Nacional Autónoma de México, familiares del licenciado Eduardo Neri, de la Escuela Secundaria 41 Sor Juana Inés de la Cruz, y del Centro Escolar Grimm Brothers.

Se instruye la lectura del acuerdo de la Junta de Coordinación Política relativo a los tiempos y al orden de intervención de los oradores en la sesión solemne de la entrega de la Medalla al Mérito Cívico "Eduardo Neri, Legisladores de 1913", al doctor Miguel Luis León y Portilla. En votación económica la asamblea lo aprueba.

La Secretaría da lectura al decreto por el que se otorga la Medalla al Mérito Cívico "Eduardo Neri, Legisladores de 1913", al doctor Miguel Luis León y Portilla, aprobado el 30 de septiembre de 2008.

Hacen uso de la palabra los diputados Carlos Chaurand Arzate, en su calidad de presidente de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, y César Duarte Jáquez, presidente de la Cámara de Diputados.

Puestos todos de pie, el presidente impone la Medalla "Eduardo Neri, Legisladores de 1913", al ciudadano Miguel Luis León y Portilla, en reconocimiento a los relevantes servicios aportados en beneficio de la patria.

Se concede el uso de la palabra al ciudadano Miguel Luis León y Portilla, posteriormente se invita a los presentes ponerse de pie para entonar el Himno Nacional.

Se invita a la comisión designada a acompañar al doctor Miguel Luis León y Portilla, en cuanto decida retirarse del salón de sesión. Es cuanto, presidente.

El Presidente diputado César Duarte Jáquez: Proceda la Secretaría a poner a discusión el acta.

El Secretario diputado Jacinto Gómez Pasillas: Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Las diputadas y los diputados que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo (votación), gracias. Las diputadas y los diputados que estén por la negativa sírvanse manifestarlo (votación). Diputado presidente, mayoría por la afirmativa.

El Presidente diputado José Luis Espinosa Piña: Aprobada. (12:40): Se levanta la sesión solemne y se pide a las diputadas y a los diputados permanecer en sus lugares para iniciar la sesión ordinaria.