Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, LXII Legislatura
Versión estenográfica de la sesión solemne para conmemorar el centenario de
la heroica defensa del puerto de Veracruz, llevada a cabo el martes 22 de abril de 2014

Sesión solemne para conmemorar el centenario de la heroica defensa del puerto de Veracruz

Apertura de la sesión

Intervención del diputado Juan Isidro del Bosque Márquez

Mensaje del secretario de Marina, almirante Vidal Francisco Soberón Sanz

Mensaje del presidente de la Mesa Directiva, diputado José González Morfín

Himno Nacional

Clausura de la sesión


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

El Presidente diputado José González Morfín: Pido a la secretaría que haga del conocimiento de esta Presidencia el resultado del registro de asistencia de diputadas y diputados.

La Secretaria diputada Angelina Carreño Mijares: Se informa a la Presidencia que existen registrados previamente 310 diputadas y diputados, por lo tanto hay quórum.

El Presidente diputado José González Morfín (11:15 horas): Se abre la Sesión Solemne para conmemorar el centenario de la heroica defensa del Puerto de Veracruz.

Compañeras y compañeros diputados, nos acompañan en esta sesión y nos honran con su presencia, en primer lugar el almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, secretario de Marina; agradecemos también mucho la presencia del senador José Rosas Aispuro Torres, vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores; están también aquí presentes en la sesión y agradecemos mucho su presencia, la señora Georgina Ventura de Soberón, esposa del secretario de Marina; el almirante Carlos Federico Quinto Guillén, subsecretario de Marina; el almirante Armando García Rodríguez, oficial mayor de la Secretaría de Marina; el almirante Conrado Aparicio Blanco, inspector y contralor general de la Secretaría de Marina; el almirante Joaquín Zetina Angulo, jefe del Estado Mayor General de la Armada de México; el vicealmirante Ángel Enrique Sarmiento Beltrán, director del Centro de Estudios Superiores Navales; el vicealmirante Luis Gerardo Alcalá Ferraes, subjefe operativo del Estado Mayor General de la Armada de México; el vicealmirante José Luis Vergara Ibarra, comandante del Cuartel General del alto Mando; el vicealmirante Juan Guillermo Fierro Rocha, director de la Heroica Escuela Naval Militar. Bienvenidos todos y a todos los demás integrantes de la Armada de México que hoy nos acompañan; nos honran mucho con su presencia y nos da muchísimo gusto tenerlos aquí.

También agradecemos la presencia del doctor Javier Duarte de Ochoa, gobernador del estado de Veracruz; del senador Héctor Yúnes Landa; siendo que están también por llegar los senadores Fernando Yúnes Márquez y José Francisco Yúnes Zorrilla; de la diputada Anilú Ingram Vallines, presidenta del Congreso del Estado de Veracruz, bienvenida; del licenciado Ramón Poo Gil, presidente municipal de Veracruz, bienvenido, presidente; del licenciado Marco Antonio Aguilar Yunes, secretario del Trabajo y Previsión Social de Veracruz, bienvenidos todos.

Agradezco también la presencia desde temprano, acompañándonos en los honores a la bandera, de la Banda de Música de la Secretaría de Marina. Bienvenidas y bienvenidos todos.

El Presidente diputado José González Morfín: Tiene la palabra el diputado Juan Isidro del Bosque Márquez.

El diputado Juan Isidro del Bosque Márquez: Con su permiso, señor presidente. La Marina es el pueblo transformado en institución para salvaguardar la integridad, soberanía y libertades para los mexicanos.

Saludo con mucho respeto al almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, secretario de Marina; un orgullo que se encuentre con nosotros. Saludo al senador José Rosas Aispuro, vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado de la república. Un gusto tenerlo, bienvenido. Con mucho orgullo, con mucho gusto saludo a nuestro señor gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa y al senador Héctor Yunes Landa. Saludo a la señora Georgina Ventura de Soberón, esposa del señor secretario. Saludo también a los vicealmirantes que nos acompañan, a la diputada Anilí Ingram, presidenta de nuestro honorable Congreso en el estado de Veracruz y al magistrado Alberto Sosa Hernández, presidente del Tribunal Superior de Justicia, así como al licenciado Ramón Poo. Un gusto recibirlo, señor presidente de Veracruz. Al licenciado Marco Antonio Aguilar Yunes, secretario del Trabajo del estado de Veracruz. Un gusto saludarlo.

En esta fecha recordamos el centenario de una gesta histórica que marcó un vínculo indisoluble entre la Armada de  México con su pueblo, la defensa heroica del puerto de Veracruz ante la invasión extrajera.

Ese suceso trágico para nuestro país reveló el valor y patriotismo de los marinos mexicanos que los hermanó para siempre con los habitantes del aquél puerto cuatro veces heroico y con el pueblo  mexicano entero.

Recordamos de manera especial a los cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar que tuvieron que luchar contra las fuerzas invasoras, que en condiciones terribles, apoyados por igual  valor con los pobladores ante el asedio injustificado que llegaba desde el mar.

Episodio doloroso como otros en la historia nacional que fue también una lección de patriotismo, entrega, lealtad y, sobre todo, amor a México. Tras largas horas de lucha denodada y en condiciones por demás desventajosas, la aciaga noche del 21 de abril de 1914, ese bastión de patriotismo cayó en manos de los invasores norteamericanos.

Por eso lo recordamos hoy como una piedra de toque miliar, ejemplo de rectitud, de fortaleza, reciedumbre de unos hombres y mujeres, algunos casi niños, que no se arredraron ante la muerte con tal de preservar la soberanía nacional.

En el centenario de la gesta heroica es imperativo recordar a los miembros de la Armada de México que participaron en la defensa del puerto, muchos de los cuales dieron su vida por defender a la patria.

Rendimos homenaje a los cadetes de la Escuela Naval e integrantes del Ejército, recordando los nombres del Comodoro Manuel Azueta Perillos; de su hijo, Teniente José Azueta; del Capitán de Navío Aurelio Aguilar; del Teniente Mayor Modesto Sáenz; del Cadete Virgilio Uribe; del Cadete Eduardo Colina, entre muchos otros héroes del pueblo, como el carpintero Andrés Montes quien igual que José Azueta fue herido de muerte mientras disparaba contra los agresores y aún así ofreció una bravía resistencia.

Fue tal el valor de José Azueta, que incluso el mismo almirante Frank Fletcher, encargado de la maniobras enemigas, envió a su médico personal para cuidarlo, lo que Azueta no aceptó. Tal ejemplo de entereza actualmente es guía moral y de formación para nuestros marinos mexicanos.

Desde que nació en 1823, a instancias del presidente Guadalupe Victoria, la Armada ha participado en innumerables hechos heroicos en defensa de nuestra soberanía y la salva guarda del territorio nacional: defendió los puertos y el espacio marítimo, en la Primera Intervención Francesa de 1838; durante la intervención norteamericana en 1847; la Segunda Intervención Francesa entre 1861 y 1864; y por supuesto en 1914.

Esos ejemplos son, mirando al presente, los que dan idea de lo que significa el papel de la Armada de México, que fiel a su tradición continua prestando servicios invaluables a la nación no sólo en el resguardo de la integridad de nuestro territorio, sino en la lucha contra quienes amenazan la seguridad pública y atentan contra la paz y tranquilidad de los ciudadanos mexicanos.

El compromiso decidido del presidente Enrique Peña Nieto para devolver a los mexicanos esa paz y tranquilidad, que grupos delincuenciales han amenazado en algunas regiones del país, ha tenido en la Armada de México uno de sus instrumentos más eficaces y con los mejores resultados.

Además de su lealtad institucional y su amor a la patria los marinos han dado muestra de su elevada preparación, disciplina, espíritu de cuerpo y capacidad organizativa. Ello los identifica como una institución moderna, acorde a los avances democráticos de la sociedad mexicana.

Por eso, en el camino de las reformas transformadoras que hoy emprenden en el país, la Armada de México tiene un papel crucial y lo está desempeñando en el mejor sentido de su tradición de servicio y vocación patriótica.

Las y los integrantes de la Cámara de Diputados de la LXII Legislatura queremos expresar por ello nuestro más profundo reconocimiento y solidaridad con la Armada de México en esta fecha tan significativa. Nos sentimos identificados con su tarea y, al igual que ustedes, tenemos el compromiso de participar dando resultados desde nuestra labor legislativa y garantes de la soberanía en la transformación del país para construir al lado del pueblo de México un camino de desarrollo con justicia y mejores oportunidades.

Por eso hoy, al recordar con honor a los caídos en 1914 defendiendo nuestro puerto de Veracruz, tomamos de ellos desde esta circunstancia el ejemplo de lealtad y fortaleza que nos brindaron. Viva México.

El Presidente diputado José González Morfín: Muchas gracias, diputado.

El Presidente diputado José González Morfín: Tiene ahora el uso de la tribuna el secretario de Marina, el almirante Vidal Francisco Soberón Sanz.

El secretario Vidal Francisco Soberón Sanz: Diputado José González Morfín, Presidente de la Cámara de Diputados. Diputado  Silvano Aureoles Conejo, Presidente de la Junta de Coordinación Política. Senador José Rosas Aispuro Torres, Vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.

Doctor Javier Duarte de Ochoa, gobernador del estado de Veracruz de Ignacio de la Llave. Distinguidas y distinguidos integrantes del Poder Legislativo. Funcionarios del gobierno del estado de Veracruz. Almirantes, capitanes, oficiales, clases y marinería. Estimados representantes de los medios de comunicación. Damas y caballeros.

Quiero agradecer a la Cámara de Diputados por llevar a cabo esta solemne sesión en honor a los hechos ocurridos en la gesta heroica del 21 de abril de 1914 en el puerto de Veracruz. Me complace encontrarme en este honorable recinto de San Lázaro para recordar dicha gesta. La lealtad y el sacrificio de los cadetes de la Escuela Naval Militar y del pueblo veracruzano mostraron para esta gran nación que son dignos de ser recordados.

El 21 de abril de 1914, cadetes de la Escuela Naval Militar, el pueblo de Veracruz y diversas autoridades que se encontraban en el puerto se llenaron de gloria, al defender con pundonor el territorio nacional.

Ante la incursión de las fuerzas norteamericanas en el puerto de Veracruz, el comodoro Manuel Azueta, junto con el director de la Escuela Naval Militar, el capitán de fragata Rafael Carreón, organizaron a los jóvenes cadetes para defender su patria. El noble sentimiento de preservar la soberanía nacional se apoderó de las gentes del puerto. Unidos, marinos y veracruzanos enfrentaron al ejército intervencionista.

Desde un principio la divergencia fue clara, los norteamericanos superaban en experiencia bélica y tropas a las estoicas fuerzas mexicanas. Sin embargo, nuestros nobles héroes decidieron combatir al enemigo. A la arenga de A las armas muchachos, la patria está en peligro, que hiciera el comodoro Manuel Azueta, los jóvenes cadetes cuyas edades no rebasaban los 19 años de edad respondieron las hostilidades con sus fusiles, causando numerosas bajas a las tropas norteamericanas.

Durante los enfrentamientos, los cadetes de la Escuela Naval Militar y los veracruzanos se llenaron de gloria. Con sus acciones dieron muestra de honor y lealtad por su alma máter y su patria.

Las vidas del cadete Virgilio Uribe Robles, el teniente José Azueta Abad, así como la de las mujeres y hombres que cayeron en aquella jornada no fueron en vano, su recuerdo y heroísmo siempre vivirá en nuestra memoria, así como también permanecerá el esfuerzo de quienes participaron en aquella gesta heroica.

Gracias a sañas como estas y sobreponiéndonos a las adversidades de la época, los mexicanos encontramos el rumbo para construir una nación con bases sólidas, cimientos fraguados en la pluralidad y la democracia, así como en el respeto y la igualdad.

Este mismo reciento, en el que diariamente se convocan diferentes pensamientos e ideologías, es un claro ejemplo de por qué por encima de los intereses personales están los intereses supremos de la nación.

Soy un convencido que la voluntad y el bienestar de las y los mexicanos marcan el rumbo de esta honorable Cámara de Diputados. La Secretaría de Marina reconoce el importante papel que desempeñan como representantes del pueblo mexicano.

Sé que con su apoyo y la guía del comandante supremo de las Fuerzas Armadas y presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Enrique Peña Nieto, llevaremos a México a buen puerto.

Quiero aprovechar la tribuna de este honorable recinto, para expresar a las y los mexicanos, que las Fuerzas Armadas reiteramos nuestro compromiso de velar por la soberanía y la seguridad de nuestros compatriotas.

Estimados representantes de la Cámara de Diputados, a nombre de quienes integramos la Secretaría de Marina, les reitero nuestro agradecimiento por efectuar esta sesión solemne, en la que hemos puesto de manifiesto nuestro reconocimiento a los héroes que participaron en la gesta heroica de Veracruz. Muchas gracias.

El Presidente diputado José González Morfín: Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, secretario de Marina; senador José Rosas Aispuro, vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado; doctor Javier Duarte; distinguidos almirantes, capitanes y oficiales de la Armada de México; compañeras y compañeros diputados federales; distinguidos senadores de la República, que nos acompañan; apreciados invitados especiales; señoras y señores.

Me llena de orgullo presidir esta sesión solemne de la honorable Cámara de Diputados. Hoy conmemoramos con profundo respeto el centenario de la gesta heroica de la defensa del Puerto de Veracruz.

En 1914 apenas había pasado un año del sangriento golpe de Estado que costó la vida al presidente Francisco I. Madero y al vicepresidente José María Pino Suárez. La guerra civil era una realidad que amenazaba la viabilidad misma de nuestra República.

En medio de esa muy difícil situación interna se dio una intervención naval por parte de los Estados Unidos de América, que envió decenas de barcos de guerra a fin de tomar el puerto de Veracruz.

El 21 de abril las tropas de la infantería de Marina estadounidense comenzaron su desembarco. Muchos hombres de uniforme, apoyados por el valiente pueblo de Veracruz, se negaron a ceder el paso al invasor extranjero. Entre ellos destacaba el comodoro Manuel Azueta, quien al llegar a la Escuela Naval Militar arengó a los cadetes con gran fervor patriótico, “a las armas muchachos, la patria está en peligro”.

Sin importarles pelear en franca desventaja, un grupo de jóvenes cadetes y oficiales se plantaron en diversas posiciones para defender su escuela y su país. Entre ellos estaba el teniente José Azueta, hijo del comodoro, quien ofreció la más valerosa de las resistencias antes de caer gravemente herido.

Entre otros, el cadete Virgilio Uribe se apostó en la Escuela Naval para defenderla del ataque sin tregua de la artillería norteamericana. Al momento de recargar su fusil, Uribe fue alcanzado por una bala, muriendo entre sus compañeros de estudios y de combate.

La gesta de Veracruz ante la invasión extranjera fue una enseñanza de valor y de patriotismo, tal como lo narra el director de la Escuela Naval, el capitán Rafael Carreón, cito: “los oficiales, alumnos y marinería no demostraron la menor vacilación, acudiendo prontamente al lugar por donde se recibió el fuego”. Hasta aquí la cita.

El pueblo veracruzano y los miembros de la Heroica Escuela Naval Militar se unieron para luchar contra quienes violaron arbitrariamente la soberanía nacional. No les importó que las posibilidades de victoria fueran casi nulas. No les importó que el enemigo fuera superior en número y armamento. Lo único que estaba en su mente y en su corazón era defender su país, su bandera, su pueblo. Dominando el temo plantaron cara al enemigo y sin dudar lo dieron todo por México.

Hoy, al rendir homenaje al teniente Azueta, al cadete Uribe y a todos los héroes anónimos que derramaron su sangre defendiendo Veracruz, también recordamos que en la fuerza de nuestras instituciones está la fuerza de México.

Hoy México es un país muy diferente al que era hace un siglo. Contamos con instituciones democráticas sólidas como el Poder Legislativo en donde se dialoga, se delibera y se decide de manera colectiva el futuro de nuestra gran nación.

Hoy también contamos con instituciones garantes de nuestra soberanía y nuestra seguridad, como la Armada de México orgullosa depositaria de la tradición de honor y patriotismo de los héroes de Veracruz.

Desde esta tribuna de la República quiero expresar el reconocimiento del Poder Legislativo y de todos los ciudadanos a la Armada de México. Todos los mexicanos sabemos que en la Marina Armada está lo mejor que nuestro país tiene, mujeres y hombres que son salvaguarda de la soberanía nacional y de la seguridad en el aire, en la tierra y en el mar, mujeres y hombres que todos los días trabajan para defender la ley, el estado de derecho y nuestras instituciones democráticas.

Nuestra marina ha estado a la altura de su historia mostrando disciplina, lealtad y profesionalismo a toda prueba; con valentía y aplomo los marinos hacen frente a cualquier peligro que amenace a los mexicanos sea ante grupos criminales, desastres naturales o situaciones de riesgo para la sociedad. Hoy en cada marino la patria tiene un hijo que dará un paso al frente para defenderla hasta el final.

El Poder Legislativo reconoce en la Marina Armada a una institución leal a México, leal a nuestra democracia y leal a nuestras instituciones. Señoras y señores, a cien años de la gesta heroica de Veracruz, los mexicanos del siglo XXI debemos recordar que en tiempos difíciles la unidad es nuestro bien más preciado, unidos los mexicanos podemos encarar cualquier desafío, los retos que hoy enfrentamos son diferentes.

Tenemos que construir un país más seguro en el que la ley y la justicia protejan siempre al débil y al inocente. Tenemos que construir un país más justo con más oportunidades para todos nuestros hijos. Tenemos también que abrir nuevas vías para el crecimiento económico a fin de que México se libere de ataduras y desarrolle todo su potencial.

La Cámara de Diputados asume plenamente su responsabilidad ante estos retos. Estamos trabajando para dar a México nuevas leyes que respondan al interés superior de la nación. El Poder Legislativo está comprometido con el futuro de los mexicanos y de ello estamos dando cuenta con hechos concretos.

Por eso, más allá de las diferencias naturales, de visión, de opinión; más allá de líneas o colores partidistas sigamos cumpliendo con nuestra responsabilidad superior con México. Inspirados en el ejemplo de los héroes de Veracruz avancemos con confianza y optimismo y sigamos construyendo un México más fuerte, un México más libre y más justo. Un México a la altura de nuestra historia y de nuestros anhelos. Muchas gracias.

El Presidente diputado José González Morfín: Invito a todos los presentes a ponernos de pie para entonar el Himno Nacional.

(Himno Nacional)

El Presidente diputado José González Morfín (11:41 horas): Se levanta la sesión solemne. Se solicita a las diputadas y diputados permanecer en sus lugares para iniciar la sesión ordinaria. Muchas gracias, almirante. Muchas gracias gobernador. Muchas gracias a todos nuestros invitados especiales.

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