Crónica Parlamentaria, Cámara de Diputados

Para que el Salón Verde de la Cámara de Diputados, lleve por nombre el del Benemérito de la Patria, "Francisco I. Madero", presentada por el diputado Jesús González Schmal, del grupo parlamentario del PAN

«C. licenciado Eliseo Mendoza Berrueto. Presidente de la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión. Presente.

El pasado 22 de febrero, se cumplieron 73 años del cobarde asesinato de Francisco I. Madero, quien en la noche del 22 de febrero de 1913 fue privado de la vida por un grupo de soldados que obedecían órdenes del usurpador Victoriano Huerta. Terminando así, con la vida de un hombre cuya meta fue hacer el bien, reivindicando la soberanía para el pueblo. Afortunadamente ni el dictador ni su camarilla pudieron borrar del pueblo mexicano el anhelo libertario y democrático que inspiraron la vida y los actos de Francisco I. Madero. Nacido en la Hacienda de El Rosario de Parras de la Fuente, Coahuila el 30 de octubre de 1873; realizó sus primeros estudios en México, posteriormente en Europa y en los Estados Unidos; regresó a México en 1892.

Progresista por naturaleza se dedicó a la agricultura en donde implementó innovaciones técnicas en el cultivo del algodón y en el aprovechamiento de las aguas del río Nazas. Así, también desde joven afloraba ya su calidad humana reflejándose ésta en la preocupación constante de mejorar las condiciones de salud y educación de sus trabajadores y de los campesinos de la región en general. Construyó casas para los obreros, él mismo curaba a los enfermos de las rancherías, aplicando el método homeopático que había estudiado, o bien los hacía revisar por su médico particular. Fundó en compañía de otras personas un comedor público, a fin de aliviar en algo el hambre de mexicanos humildes.

Preocupándole el alto grado de analfabetismo, promovió la enseñanza por cuantos medios estuvieron a su alcance. "En una palabra su corazón noble y bueno, siempre estuvo dispuesto a consolar a las desgracias y su bolsillo abierto para toda obra benéfica caritativa". Bajo este marco de pobreza en que se encontraba nuestro pueblo y la dictadura de que era objeto decidieron a Francisco I. Madero a iniciarse en la vida política de México, con la idea de mejorar las condiciones políticas de la nación, en 1905 fundó en San Pedro de las Colonias un club político que llevó el nombre de Partido Democrático Independiente y un periódico "El Demócrata" destinado a sostener el programa de aquella asociación, periódico también que daba a conocer sus ideas sobre la necesidad de ejercer el voto y demás libertades canceladas por la dictadura porfirista.

Después de haber contribuido a la elección del presidente municipal de San Pedro, se avocó de lleno a la campaña electoral para gobernador en el estado, logrando que en una convención se eligiera candidato a la gobernatura de Coahuila, elección que ganó el candidato oficial. Esta campaña política le trajo el convencimiento de que serían infructuosos, cuantos movimientos políticos se iniciarán aisladamente en la República, ya que el gobierno estaba resuelto a burlar todas las aspiraciones populares y sofocar cualquier movimiento aislado, fue así, como fue madurando la idea de un movimiento general, el que si no lograba el cambio por la vía pacífica, lo lograría con las armas en la mano.

En 1908 escribió la obra, "La Sucesión Presidencial" en 1910, publicada en San Pedro de las Colonias, en esta obra sembró los principios de la No Reelección y el Sufragio Efectivo, como bases de las ansias de libertad del pueblo mexicano.

Bajo estos principios, Madero lanzó su candidatura a la Presidencia de la República, contendiendo con Porfirio Díaz, el cual contra todos sus ofrecimientos se reeligió nuevamente. Y con todo lo que el país mostraba ya signos evidentes de indignación, Porfirio Díaz, en la apertura del primer período de sesiones del XXV Congreso de la Unión, tuvo aún la osadía de decir su mensaje que "las elecciones de poderes federales se habían celebrado con regularidad en todo el país, siendo de señalarse el particular interés con que los ciudadanos concurrieron a votar".

Así, en este mensaje Porfirio Díaz comenzaba su séptima y última reelección. Con motivo del fraude electoral cometido, Madero desplegó por todo el país, una intensa campaña de proselitismo, hecho que le costó una serie de atropellos, persecuciones y cárcel, fue detenido en San Luis Potosí, acusado de incitar al pueblo a la rebelión; escapó de la cárcel de San Luis, un 6 de octubre de 1910, escapando hacia San Antonio Texas; allí redactó en forma definitiva el Plan de San Luis, que encendería la chispa de la rebelión, fechándolo en San Luis Potosí el día 5 de octubre de 1910.

En dicho Plan condenó la dictadura Porfirista y protestó contra la ilegalidad de las elecciones efectuadas ese año, desconoció al gobierno de Porfirio Díaz, así como a todas las autoridades cuyo poder no emanara del voto popular, y convocó al pueblo mexicano a tomar las armas el 20 de noviembre de ese año.

El primer brote de violencia se registra el 18 de noviembre en Puebla, en el que resultan sacrificados Aquiles Serdán y otros seguidores. Y aunque la lucha se generalizó en toda la República, la parte más interesante de la Revolución se encontraba en el norte, la atención del Porfirismo se hallaba muy dividida, porque día a día surgían nuevos caudillos, circunstancias que favorecieron el triunfo de la Revolución.

Semipacificado el país, Madero lanzó su candidatura a la Presidencia de la República, obteniendo en estas elecciones un triunfo arrollador, tomando posesión, con José María Pino Suárez como vicepresidente, el 6 de noviembre de 1911.

Madero lejos de vengarse de sus enemigos, perdonó a éstos, hecho que le valió en buena parte el derrocamiento de su gobierno, pagando incluso con la vida al cumplir con un acto de honor. Los hechos antes narrados, fueron el marco histórico que sirvió de base para que el 25 de septiembre de 1925, se declarara Benemérito de la Patria al C. Francisco I. Madero, mediante decreto publicado el 14 de octubre de 1925.

Por todo lo antes expuesto, y considerando que en Los Pinos existe el salón Carranza y en la Secretaría de Gobernación el Salón Juárez; en ejercicio de la facultad que me confiere la fracción II del artículo 71 de la Constitución General de la República, me permito someter a la consideración de esta asamblea, la siguiente

Iniciativa de decreto

Único. Se declara que el Salón Verde de la Cámara de Diputados, llevará por nombre el del Benemérito de la Patria, Francisco I. Madero.

Transitorio

Único. El presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Palacio Legislativo a 26 de febrero de 1986.- Diputado licenciado Jesús González Schmal.»

Turnada a la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias.