Crónica Parlamentaria, Cámara de Diputados

Que reforma el artículo 3o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, presentada por el diputado Pablo Ventura López, del grupo parlamentario del PAN

«Iniciativa de ley que se propone para hacer una adición al artículo 3o. constitucional, en apoyo a la educación que se imparte a los grupos indígenas.

Exposición de Motivos

El pensamiento indígena en la actualidad puede resumirse de la siguiente forma:

"Hablan de nosotros pero nadie piensa en nosotros, este es el nuevo silencio que los indígenas hemos conocido. El alboroto que arman sobre nuestros pueblos, es un manto tendido sobre nuestros pensamientos". (1)

Es triste reconocerlo, pero esta es la realidad en nuestra patria.

Hablar de los grupos étnicos indígenas, señores diputados, equivale a entrar por el pasado hacia el presente de México. En este proceso histórico encontramos que antes de la conquista europea coexistían, en el actual territorio, hoy Estado mexicano, más de 600 grupos étnicos con diversos niveles de desarrollo ecológico y de organización social, (2), y que por un error de los navegantes del siglo XVI, quienes creyendo que habían llegado a la India, les denominaron indios. Con la irrupción extranjera, las organizaciones socio - económicas - políticas prehispánicas se desquiciaron fuertemente haciendo nulo todo intento voluntario de reagrupación de sus poblaciones e impidiendo cualquier proyecto de resistencia organizada. (3)

En la Colonia es clara la dominación del conquistador sobre los grupos nativos, que es ese carácter se apodera de sus tierras y sus vidas, al tiempo que inicia la substitución de la lengua, cultura y religión prehispánicas, por otros valores culturales que consideraba superiores, casi siempre en forma violenta. Algunos de los conquistadores, abusando de la encomienda otorgada, convierten al indio en esclavo, a tal grado que en esta época se define ideológicamente al aborigen, ya no como el habitante de un lugar, "sino como la síntesis de todas las injurias que dicho habitante había sufrido como consecuencia de la agresión colonial, o sea, un ser sometido, desposeído de bienes y derechos". (4) Consecuentemente, "el ser indio apareja necesariamente el ser pobre, cuando no miserable, y los diversos grupos de mestizaje abren los caminos hacia la riqueza, la cual es el patrimonio natural de los colonizadores. Y, juntamente con la riqueza, marchan la inteligencia, la bondad y la belleza". (5) desde entonces se ha tomado sucesivamente a los indios como "seres sin alma", "salvajes", "feos", "incivilizados", "incultos", (6) ciudadanos de segunda clase, cuya característica esencial, según, es la de ser débiles mentales (7).

Actualmente, cuando las computadoras y los viajes espaciales son lo cotidiano, los pobladores primigenios de este territorio, tienen que seguir luchando por ser tratados y respetados como seres humanos, su dignidad es permanentemente maltratada, "la violencia de hoy no es más que la prolongación de la de ayer". (8) no es extraño, pues, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condene estas acciones y afirme que "la lucha de los indígenas y la creciente represión en contra de ellos puede ser extendida solamente en el contexto de la pobreza, el racismo y la explotación que sufren", (9) y en efecto, los indígenas en México, desde la Conquista hasta la actualidad, han sufrido la pérdida de un enorme porcentaje de su población, de la mayor parte de su base territorial, de gran parte de su integridad cultural y de sus derechos humanos básicos. Sin embargo, estos pueblos tan grandemente agredidos y vituperados hacen de México un país plurilingüe y pluricultural, característica fundamental de la plurietnicidad mexicana. Casi cinco siglos de dominación y silencio, no han sido suficientes para destruir a estas etnias que han perpetuado su memoria histórica, y junto con ella, todo el bagaje cultural que los distingue dentro del concierto de los grupos sociales. De esta manera somos testigos de que las 56 etnias que aún sobreviven, descendientes de aquéllas que existieron hace cientos de años, siguen manteniendo su idiosincrasia cultural, sus tradiciones, su filosofía ante el mundo y la vida, y sobre todo su lengua, que es la base firme de su cohesión social.

Este marco histórico de introducción es necesario para entender la magra situación en que, se debaten lo indígenas y para dar pie a la fundamentación de que, en México, el derecho, supuestamente inalienable de los grupos étnicos, a tener una educación propia, no se cumple cabalmente.

La educación escolarizada para indígenas en nuestro país, desde sus orígenes se escribe en su marco de su desarrollo socio - económico. Surgió desde la Conquista y la Colonia, y el autor del proyecto educativo primero fue el conquistador quien, basándose en las "Leyes de Indias", recopiladas por el Rey Fernando el Católico, el Burgos (10), implantó una educación para los indígenas. Educación que, en forma coercitiva, prohibía el uso de las lenguas nativas. Claro ejemplo de esta situación, lo es la pastoral del obispo Lorenzana y Buitrón de Oaxaca, quien hace referencia al "uso obligatorio del español alegando que era la mejor manera de lograr la redención espiritual de los indios". (11). La educación, por lo tanto, no se instituye con el fin de beneficiar a la población indígena sino como un instrumento de control social.

A partir de 1523, surgen diferentes instituciones que, desde el punto de vista del colonizador, resolverían el problema educativo de los indígenas. En ese año, surge la Escuela de San Francisco Texcoco, dirigida por Fray Pedro de Gante, y que sería una de las primeras escuelas primarias evangélicas en nuestro país; en 1529, se erige el Colegio de San José de los Naturales, también fundada por Pedro de Gante, en donde se impartía educación primaria a 1.000 indígenas internados; así también, surge la escuela para indígenas en Yucatán, de Fray Jacobo de Testera y que se dedica a la alfabetización y la evangelización de los nativos de esa península: surge, en 1532, la Casa Cuna Hospital de Santa Fe, México, dirigida por Vasco de Quiroga, quien funda el Hospital de Santa Fe, Michoacán; en 1535, Surge el Colegio de Santa Cruz, Tlatelolco, en la que Juan de Zumárraga enseña latín y náhuatl; en 1537, se funda el Colegio Agustino; en 1539 y 1540 respectivamente, Vasco de Quiroga propone un plan sobre la creación de poblaciones agrícolas bajo la tutoría de los frailes y funda el Colegio de San Nicolás Obispo; los Jesuitas fundan en 1586, el Colegio de San Gregorio, en donde enseña el latín, y en 1591, el establecimiento de misiones, cuya tarea fundamental era cristianizar y civilizar (12): en suma, "el currículum abierto de la educación escolarizada para indígenas en la Colonia, fue básicamente, con más, o menos palabras: catequizar, castellanizar, enseñanza de la lectura y escritura del castellano, y los rudimentos de las artes, oficios y ciencias europeos". (13).

Con la independencia política de México de España revolución llevada a cabo por los indígenas, dirigidos por los criollos con los mestizos en segundo orden, va emergiendo un notable sentimiento de nacionalidad alrededor de la imagen del mestizo: En este proceso la imagen del indio es fundamental. Sin embargo, el indígena "se encontraba más aislado y cada vez más presionado a dejar su posición de indígena y volverse mestizo". (14) En este contexto, el nuevo país que emerge, con fuerzas renovadora, no incluía como prioridad la educación de los indígenas como tales, existía, de hecho una discriminación y una indiferencia hacia ellos por parte de los nuevos gobiernos.

A mediados del siglo XIX, las ideas liberales del Benemérito de las Américas no significaron gran ayuda para los indígenas como grupo; a pesar de que mucho antes se le había declarado como iguales ante la ley su situación no cambió sustancialmente, "en la realidad los indígenas, particularmente los monolingües, seguía siendo objeto de limitaciones reales como grupo con respecto a su acceso a los recursos para la movilidad social ascendente". (15)

Durante la dictadura de Porfirio Díaz, las élites gubernamentales se encontraban bajo el influjo de las ideas europeas del darwinismo y del positivismo, y bajo esta influencia trataba de ocultar, o aun rechazaban, sus ascendencia indígena, por lo que instrumentaron políticas de fuerte tendencia paternalista, llegando incluso al encasillamiento de indios a título de esclavos, en la fincas y en los cascos de las haciendas. "Esto implicaba la existencia de una noción de inferioridad respecto al estilo de vida y valores de los indígenas". (16) Los grupos en la cúpula del poder en México, en esta época, diseñaron y orientaron programas educativos y asistenciales para los indígenas, y cuyo principal objetivo fue occidentalizar a la población mediante el rechazo a su identidad como indígenas.

Con la destitución de Porfirio Díaz, en 1911, se inicia la búsqueda de una identidad nacional, esto hizo que los gobernantes bajaran la vista hacia los indígenas por lo que "la ideología de la Revolución Social de 1910 incluyó un fuerte énfasis sobre las culturas prehispánicas aquellas raíces de la nacionalidad mexicana." (17) En aquel entonces se reconoce, políticamente la opresión de que habían sido objeto los indios y se suman programas pendientes a reivindicarlos.

Así, los regímenes posrevolucionarios inician numerosos esfuerzos para prestar ayuda a las comunidades indígenas mediante programas de desarrollo; esfuerzos que desde entonces consideraron como obstáculos principal, para el desarrollo de programas en la áreas indígenas la existencia de lenguas vernáculas y su diversidad. En consecuencia, diversas políticas se pusieron en práctica para atacar lo que consideraron "el problema indígena". Estas políticas institucionales se concretaron básicamente en programas educativos, tales como, la Escuela Rural y la Escuela Rudimentaria primero, luego las Casas del Pueblo y más tarde las misiones culturales todas ellas con las ideas de incorporación, asimilación o integración, y que respondieron al momento histórico de la necesidad de un nacionalismo mexicano, que proclamaba igualdad de derechos tanto a los indígenas como a los no indígenas, y basado en el ideal del Partido Liberal Mexicano que postulaba que "la protección de nuestra raza indígena significa la educación y la dignificación de las condiciones del indio", y que puesta en práctica, esta política, "contribuiría significativamente hacia el fortalecimiento de nuestra nacionalidad." (18)

Con estas opiniones y la de especialistas en educación y otras ciencias sociales y en base a la propia experiencia del magisterio indígena, se puede asegurar que para alcanzar el desarrollo integral y armónico de la niñez y la juventud indígena es imprescindible educarlos y alfabetizarlos en su lengua maternas y para el caso de países pluriétnicos, como el nuestro, es necesario impulsar una auténtica educación indígena bilingüe - bicultural, esto es: al educando indígena primeramente se le enseñaba a hablar, leer, escribir y la estructura lingüística y gramatical de su lengua en particular, de la misma manera que el castellano: deberá enseñársele primero la filosofía y los objetivos del indígena como grupo étnico, y después los valores filosóficos de otras culturas: esto significa que primero deberá conocer y estudiar todo lo que le rodea, tanto en la lengua propia como en castellano y, simultáneamente, apropiarse del conocimiento de lo que existe fuera de su mundo físico y cultural: por lo tanto, la metodología debe aprovechar el uso de las dos lenguas en todas las materias curriculares, lo que implica conformar el sistema fonético de cada lengua indígena. así como su estructura lingüística y gramatical. (19)

Este proyecto de educación indígena, fue presentado al gobierno federal, hace siete años, por la alianza de profesionales indígenas bilingües y el consejo nacional de pueblos indígenas, en un documento titulado "Plan Nacional para la instrumentación de la educación indígena bilingüe - bicultural. (20) y ha tenido aceptación y opiniones favorables por parte de los grupos indígenas y en círculos académicos nacionales e internacionales: el mismo documento fue entregado por estas organizaciones al actual régimen de gobierno, en 1982, en un documento titulado "Propuesta de política educativa y cultural del consejo nacional de pueblos indígenas y de la alianza de profesionales indígenas bilingües, para el nuevo régimen de gobierno. (21) Y hasta la fecha no ha tenido respuesta ni apoyo favorables.

Miguel de la Madrid Hurtado, en sus declaraciones sobre educación en el medio indígena, en su campaña presidencial frente a los indígenas, en la Venta, Chis., entre otras cosas, dijo: "Educación y salud pública para sus comunidades debe ser la base de toda política que se diseñe para ustedes y de acuerdo con ustedes, basta ya de política soberbia diseñada en el cubículo del laboratorio, en la elucubración de la academia apartada de la realidad". En San Felipe Astatan, Nay., frente a los Coras y Huicholes, pronunció: "Para combinar el respeto por las culturas indígenas con la necesidad de integrarlos al proceso general de los mexicanos, debemos insistir en la enseñanza bilingüe, para que los indígenas puedan comunicarse entre sí, usando el castellano. Para que los indígenas aprendan a leer y escribir en su propio idioma. Para que sigan cantando su música en su lengua y en español". En San Andrés Cohamiata, Jal., ofreció a los Huicholes: "Tenemos que respetarles, también, su cultura y sus formas de vida, hacer una cultura nacional no significa imponer la uniformidad: significa la gran riqueza de culturas que tiene la cultura mexicana". En su mensaje a los indígenas oaxaqueños, manifestó: "Es indispensable incrementar cobertura y eficiencia, cantidad y calidad de la educación, acelerar los programas de castellanización de los indígenas, pero con un sistema bilingüe - bicultural". (22)

Estas promesas todavía no se cumplen. La educación que llega a las comunidades indígenas sigue teniendo un carácter colonialista discriminatorio y etnocida. (23)

Es cierto que la Secretaría de Educación Pública, a través de la D. G. E. I., ha retomado los postulados del proyecto educativo de los grupos étnicos, pero ha sido para justificar sus acciones en el medio indígena, y no ha logrado explicar las estrategias ni los procedimientos que deben seguirse para hacer efectivo esos postulados: los más grave es que no existen los recursos legales ni los mecanismos que prevean las lenguas y las culturas indígenas no resulten afectadas.

Creemos que un apoyo real, continuo y formal para el desarrollo y consolidación de la educación indígena bilingüe - bicultural y un compromiso serio hacia ella, deben ya aparecer; porque si pregonamos que la justicia social tiene como objetivo alcanzar la igualdad y la solidaridad de los hombres, promoviendo el acceso de los mismo a los bienes materiales y espiritual suficientes para que la comunidad viva de la manera más justa, equitativa y equilibrada que sea posible, respetando la libertad personal y la dignidad humana, es, pues, obligación ineludible de todos respetar la dignidad, la libertad y la decisión propia de los grupos indígenas de tener el tipo de educación que consideran conveniente para la conservación y desarrollo de sus lenguas y sus culturas. Desarrollo que en definitiva, redundará en el engrandecimiento y el fortalecimiento de nuestra patria.

Por todo lo anteriormente expuesto, y considerando las conclusiones de la Comisión de Derechos Humanos y la Subcomisión de Discriminaciones y Protección de las Minorías de la Organización de las Naciones Unidas, de que la situación en que se hallan las poblaciones indígenas reviste carácter grave y apremiante y de que es necesario adoptar con urgencia medidas especiales a fin de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de las poblaciones indígenas. (24)

Teniendo presente el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que establece el derecho a ser educado en el desarrollo pleno de la personalidad humana y la promoción de la tolerancia y amistad entre todas las naciones y grupos raciales (25)

Adoptando la resolución de la Unesco en la décima primera conferencia general de París que, en contra de la discriminación en la enseñanza, precisa que es necesario reconocer a los miembros de las minorías nacionales el derecho a ejercer las actividades que les sean propias, incluso la gestión de las escuelas y el empleo a la enseñanza de su propia lengua (26): y.

Con fundamento en la fracción II del artículo 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, me permito presentar a la consideración de esta H. Asamblea, la siguiente

Iniciativa de ley que adiciona al artículo 3o. constitucional una fracción más.

Artículo único: Se adiciona la fracción X al artículo 3o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para quedar como sigue:

Artículo 3o. ................................................................

Fracción I a IX ... (igual.)

Fracción X. La Federación, Estados y Municipios, con el fin de fomentar el desarrollo armónico de los grupos étnicos mexicanos, impartirá en esas poblaciones una educación indígena bilingüe - bicultural.

Compañeros diputados, tomando en cuenta que los pueblos indígenas en múltiples ocasiones, han pedido que se les eduque en su propia lengua materna y que, si bien es cierto, que existe una dirección general de educación indígena, pero que hasta la fecha no ha cumplido cabalmente con sus objetivos, pido a todos ustedes analizar conscientemente, que esta iniciativa de ley, que los pueblos indígenas, a través de un servidor de ustedes, lo somete a consideración. Muchas gracias..»

Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, diputado, Pablo Ventura López.»

Turnada a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.