Crónica Parlamentaria, Cámara de Diputados

Que reforma los artículos 136 y 145 Bis de la Ley General de Salud, presentada por el diputado Juan Alcocer Bernal, del grupo parlamentario del PAN

«Iniciativa de adiciones a la Ley General de Salud para el control sanitario de los grupos sociales de alto riesgo.

Existen enfermedades transmisibles, que para su mejor estudio se han clasificado en diferentes grupos según sus características predominantes, un grupo importante de estas son las enfermedades venéreas, de las cuales podemos citar como las más frecuentes y conocidas: Sífilis o lues, gonorrea o blenorragia, chancro blanco, chancro duro y últimamente el Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida), por no citar sino las más frecuentemente conocidas.

Algunas de estas enfermedades son conocidas desde hace tiempo siendo algunos casos, azote epidémico como sucedió en siglos pasados.

Con el conocimiento de la asepsia y algunas medidas higiénicas más avanzadas se logró controlar hasta cierto punto esas enfermedades.

No fue, sino hasta la aparición de las sulfas y antibióticos. Así como al riguroso control sanitario de la prostitución, cuando estas enfermedades casi desaparecieron del medio social, dándose el caso curioso de las generaciones de médicos de los años 40 a 62, conocíamos esas enfermedades únicamente en los libros de texto.

Ahora esas enfermedades, que ya se creían prácticamente desterradas, vuelven a aparecer no sólo en nuestra patria, sino en el mundo entero provocando que se tomen medidas extremas para poder controlarlas.

Para mejor ilustrar a ustedes sobre el caso, señoras y señores diputados, oigamos las opiniones y declaraciones de algunos médicos especialistas en la materia: "La gonorrea es un problema mundial y una de las causas principales de mortalidad en muchas partes del mundo, debido a que esta enfermedad es a menudo recurrente y sus complicaciones requieren atención médica extrema, tiende a producir trastornos tanto sociales como económicos, además las complicaciones de la gonorrea ejercen un efecto considerable en la salud materno - infantil, así como en la reproducción y fecundidad del ser humano". Doctor Andree Z. Medenes, epidemiología y medicina social, Universidad de Ambert, Bélgica.

Solamente por esta enfermedad se pueden presentar infinidad de complicaciones de las que sólo enumerare las siguientes: Uretritis, cervicitis, prostatitis, salpingitis, bulvovaginitis, conjuntivitis, oftalmia del neonato, infecciones ano rectales orofaringeas y diseminadas, etcétera, etcétera.

Oigamos ahora, señoras y señores diputados, lo siguiente: "Numéricamente la sífilis es mucho menos común que la gonorrea, su frecuencia ha aumentado en forma alarmante durante las dos últimas décadas, al grado de convertirse en un problema que amenaza la salud pública. Si el paciente ignora o descuida la primo - infección, pasarán meses antes de que los primeros síntomas hagan que la víctima busque atención médica. Cuando esto sucede, probablemente el proceso infeccioso sea infiltrado prácticamente en todos los tejidos, más importante aún, es el hecho que durante todo este tiempo, el individuo ha sido portador y quizá transmisor de la enfermedad, en algunos casos ha sido necesario tratar hasta 30 ó 40 personas contagiadas por un solo sujeto con Sífilis". Cecil Loeb. Texto de medicina página 655, Toronto 1976.

Para terminar, reflexionemos sobre el siguiente comentario: "Los baños públicos y las mancebías fueron clausuradas, advirtiéndose a las prostitutas que serían marcadas en la mejilla si continuaban recorriendo las calles. Se establecieron hospitales especiales para las víctimas de esa dolencia y centinelas armados impedían a los viajeros infectados el paso a la ciudad". Año: 1494; epidemia: sífilis; lugar: las ciudades de Europa occidental, la misteriosa plaga "Hasta entonces desconocida - en palabras del médico historiador, Sir William Osler - sembró el terror en todos los corazones por la rapidez con que se difundía, los estragos que causaba y la evidente impotencia de los médicos para curarla".

Años de 1986, la epidemia Sida: lugar: Las ciudades de Europa occidental y, con predominancia aún mayor, las capitales del nuevo mundo. Otra vez, se han clausurado los baños públicos, ahora con la protesta de los defensores de las libertades civiles, aún no se llega al extremo de marcas a los portadores, tampoco se han construido hospitales especiales para víctimas del Sida, pero sí se les ha apartado en alas y pabellones aislados. Nuestras ciudades no están rodeadas por centinelas armados, pero los servicios de salud pública de la Unión Americana han propuesto disposiciones que negarían la entrada al país a extranjeros afectados por el mal, estas medidas, así como cualesquiera nuevas leyes estatales encaminadas a aislar a los pacientes del Sida, los apartaría del resto de la sociedad, sin duda, hoy como ayer, y con las mismas palabras del ilustre médico inglés, estamos ante un padecimiento que "Ha sembrado el terror en todos los corazones por la rapidez con que se difunde, los estragos que causa y la evidente impotencia de los médicos para curarla".

No voy a cansar a ustedes con estadísticas de estas enfermedades; basta saber que en los últimos diez años la incidencia y morbilidad de estas enfermedades ha llegado a tan altos niveles, que ha puesto en estado de alerta a todos los servicios de sanidad del mundo entero, como lo demuestra la iniciativa que fue enviada por el Ejecutivo.

Ahora bien, veamos donde se encuentran los focos más importantes de contagio de estas enfermedades: prostíbulos, casas de citas, baños públicos, prisiones etcétera, minorías de grupos sociales marginados, drogadictos, homosexuales etcétera, el porcentaje general de estas infecciones es aproximadamente un 86% por contacto sexual, entre ambos sexos. Grupos marginados: drogadictos y contaminación por transfusiones y 4% por otras causas.

Así, pues, señoras y señores diputados, después de este brevísimo estudio sobre los riesgos y las fatales consecuencias de esas enfermedades y para mayor abundamiento de nuestra iniciativa, me permito tomar los siguientes párrafos de la exposición de motivos de la nueva Ley General de Salud: "La salud no sólo es un valor biológico, sino que es un bien social y cultural que el Estado no puede proteger, ni acrecentar, ni restaurar sin la participación de la sociedad y del hombre en lo particular, en este terreno la libertad individual halla espacio muy amplio para sustraerse de normas tutelares y para ser ineficaces dispositivos burocráticos".

"Al sistema nacional de salud, así concebido se le señalan siete objetivos prioritarios: prestar servicios de salud a toda persona; contribuir al desarrollo democrático; coadyuvar al bienestar social mediante la asistencia social a grupos vulnerables; impulsar el desarrollo de la familia y la comunidad; mejorar las condiciones sanitarias del ambiente; promover un sistema nacional de recursos humanos para la salud y participar en el cambio de patrones culturales en el ámbito de la salud".

"La promoción de la salud tiene por objeto crear y conservar las condiciones deseables de salud para toda la población y propiciar en el individuo las actividades, valores y conductas adecuadas para motivar su participación en beneficio de la salud individual y colectiva".

Por lo antes expuesto se propone a esta honorable Asamblea lo siguiente:

Agregar al artículo 136 de la Ley General de Salud un párrafo VI:

Las personas que señala el artículo 137 de esta ley harán el reporte de las enfermedades infectocontagiosas guardando el secreto profesional y el anonimato de las personas portadoras o contagiadas.

Y un artículo 145 Bis como sigue:

La Secretaría de Salud, dictará las medidas y reglamentos para el control sanitario de los grupos sociales de alto riesgo, respetando la libertad personal, así como los derechos humanos de estos ciudadanos. En vista de lo anterior pido a la presidencia que esta iniciativa sea discutida de inmediato dada su urgencia y obvia resolución.

Salón de Sesiones de la Honorable Cámara de Diputados a 22 de septiembre de 1987.- Por la Fracción Parlamentaria del Partido Acción Nacional.- Diputado Juan Alcocer Bernal. Rúbricas.»

Turnada a la Comisión de Salubridad y Asistencia.