Crónica Parlamentaria, Cámara de Diputados

Que reforma los artículos 1o., 2o. A, 2o. B y 2o. C de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, presentada por el diputado Lorenzo Serrano Gutiérrez, del grupo parlamentario del PDM

«La fracción parlamentaria Demócrata, con las facultades que le reconoce la fracción II del artículo 71 constitucional, ofrece a la consideración de ustedes la presente iniciativa de reforma a la Ley del Impuesto al Valor Agregado, fundada en la siguiente

Exposición de Motivos

La situación de pobreza que padece la mayoría de los mexicanos es prueba evidente y dramática de que ha fracasado la política económica impuesta por los gobiernos del pasado inmediato, así como de la seguida por la actual administración.

El abismo que separa a los pocos que lo tienen de los muchos que nada tienen, constituye, igualmente, una clara demostración de que hemos avanzado en la conquista de una sociedad más igualitaria, de la que tanto se habla en el sexenio actual.

Una de las causas que influye determinantemente en la existencia de la crisis que agobia a nuestro pueblo empobrecido, se localiza en el gasto público todavía excesivo, sobre todo en los renglones del gasto corriente, mientras que en las líneas de la productividad, la educación y la promoción del bienestar social, resulta insuficiente.

Reconocemos que el déficit del gasto público se ha ido disminuyendo, pero es de reconocerse también que aún es considerable y produce la inflación que hoy nos azota.

Lo grave de esto, es que el gobierno, para financiar su gasto, por un lado sigue recurriendo al endeudamiento interno y externo, así como a los impuestos estrangulantes y a las alzas inmoderadas de los precios de los bienes y servicios del sector público, tal es el caso del reciente e inmisericorde incremento en el precio de las gasolinas, el diesel y del gas para consumo doméstico.

Los resultados de esta política destinada sólo a satisfacer las discutibles necesidades recaudatorias del Estado, está a la vista: un gobierno rico frente a un pueblo cada vez más pobre.

Compañeros diputados de todos los partidos: Si deveras queremos ser representantes populares, si en verdad queremos colocarnos al lado del pueblo, debemos legislar para corregir esta política suicida.

Ustedes, señores diputados de la mayoría, en gran parte serían responsables del empobrecimiento y del estancamiento nacional, si se empeñaran en avalar un régimen fiscal fundamentalmente injusto, irracional y contradictorio al desarrollo que México tanto necesita salir de la postración.

En perjuicio del propio gobierno recaudador este injusto régimen invita a una constante evasión fiscal, la cual se da tanto por una elemental sobrevivencia, como por incidencia en actividades francamente delictivas encaminadas a lograr lucros millonarios.Además, lo duro y exagerado de las cargas fiscales que pesan sobre las pequeñas medianas empresas, impide que estás avancen y constituyen la causa, incluso, de que ellas se clausuren, con la consiguiente pérdida de fuentes de trabajo.

Con lo anterior, se permite la presencia, en más de un campo de las grandes empresas, muchas de ellas transnacionales que sí pueden soportar excesivas cargas fiscales.

Ante este panorama, los demócratas levantamos la voz para reclamar la racionalización del régimen fiscal, imperativo este, más urgente en la actualidad en que, por decisión del Ejecutivo, México ingresa al Acuerdo General de Aranceles Aduaneros (GATT), lo cual puede traducirse en el hundimiento de la planta productiva nacional, si no se facilita el camino para la exportación de manufacturas de la pequeña y mediana empresas.

El incremento en la exportación de productos manufacturados, es imposible si la planta productiva nacional no disfruta de estímulos fiscales que permitan la inversión destinada a su necesario desarrollo tecnológico, a la modernización de su maquinaria y a la superación de sus recursos humanos.

Por estas y otras muchas razones, los demócratas abogamos por la implantación de un régimen fiscal más benigno, el cual puede darse a partir de la baja en las tasas impositivas y mediante el diseño y la aplicación de mecanismos eficaces para evitar la evasión. Debe cesar ya, la lucha entre recaudadores y víctimas.

Sostenemos los demócratas que con menor gasto público en los renglones del gasto corriente, que con el saneamiento administrativo y el incremento productivo de las empresas consideradas como estratégicas a cargo del Estado, que con el pago de obra pública en base a sus costos reales, se puede cobrar menos impuestos e incluso, eliminar el impuesto al consumo, es decir, el oneroso IVA.

Como todos sabemos, el IVA es un impuesto indirecto fundamentalmente injusto y que no cubre los requisitos de la proporcionalidad que prevé nuestra Constitución. Decimos que es injusto y desproporcional, en razón que grava con iguales tasas a los que tienen mucho y a los carecen de todo. Las desgravación que se hace en el Impuesto Sobre la Renta a los salarios mínimos por cierto insuficientes para conservar la existencia del trabajador y de su familia, se convierte en nugatoria, al gravarse una buena parte de su consumo con un 15% y aún más, pues no se ha eliminado de este gravamen fiscal lo que se llama el efecto de cascada, o sea, que ese 15% se repite parcial o totalmente con cada intermediario.

No es valido el argumento de que la mayor parte de los consumos de las personas con recursos exiguos, están exentos en el régimen actual; tal argumento revela ignorancia y desconocimiento de los hábitos de consumo de los sectores más marginados. Es verdad que mientras son más bajos los recursos, un mayor porcentaje de los mismos se dedica a la alimentación, pero en los hábitos alimenticios actuales de las clases humildes, interviene un gran porcentaje de alimentos enlatados, tales como la pasta de jitomate, los cafés solubles, etcétera, etcétera.

Estos criterios esencialmente ya fueron expuestos por la fracción parlamentaria Demócrata de la Legislatura pasada, para presentar iniciativas de contenido similar a la que hoy presentamos, atendiendo circunstancias socioeconómicas no registradas ayer.

Hoy, en el entorno de una situación todavía más grave, frente al hecho doloroso de que a millones de trabajadores y campesinos cada día les resulta más angustiante alimentar y vestir a los miembros de su familia, insistimos en el imperativo de que se derogue el gravoso IVA, comenzando por reducirlo a su mínima expresión y demandando, por lo pronto, que en su tasa general del 15% pase a sólo un 10%, y retirando nuestra exigencia en el sentido de que se desgraven totalmente toda clase de alimentos, medicinas, ropa y calzado.

Sabemos bien, compañeros diputados, que el nuestro es un pueblo mal alimentado y que, por lo mismo, continuamente es víctima de la enfermedad.

Es total absolutamente injusto, que la enfermedad padecida por el pueblo, siga siendo objeto de inicua recaudación fiscal.

Resulta abierta, claramente contradictorio, que por un lado el derecho a la salud se eleve a rango constitucional, mientras que por el otro, un Gobierno voraz les cobre impuestos a los mexicanos hasta por caer en la desgracia de la enfermedad.

Para que el derecho a la salud no se simple derecho ficción, se dé y ya, desgravar el IVA de las medicinas. Encarecerlas mediante una carga fiscal, es ir contra ese derecho a la salud.

Seguimos recociendo que una buena parte de las medicinas es proporcionada, si no gratuitamente, sí como contraprestación a los derechohabientes de los institutos de seguridad operados por el Estado, entre los que figuran principalmente el Instituto Mexicano del Seguro Social y el de Seguridad y Servicios Sociales para los trabajadores del Estado.

Sin embargo, también debe reconocerse que la existencia y la multiplicación de farmacias en manos de particulares en todo el país demuestra que la mayor parte de medicamentos es objeto de enajenación gravada por este injusto impuesto.

Aparte, sabidos estamos de que las propias instituciones de salud operadas por el Estado también pagan el Impuesto al Valor Agregado cuando adquieren los medicamentos y que, tal financiamiento, se cubre con las cuotas que pagan las empresas y los trabajadores.

Independientemente de lo señalado, es un hecho probado que aún existen amplios sectores sin protección y que, en ese contingente, se contabilizan millones de mexicanos víctimas del desempleo abierto y del subempleo, así como millones de campesinos ejidatarios, comuneros, pequeños propietarios y jornaleros.

Si el aplicar el IVA en las medicinas es injusto y casi criminal, no lo es menos en el caso de los alimentos, la ropa y el calzado.

Ustedes, señores legisladores de la mayoría, tiene la histórica oportunidad de colocarse al lado de los mexicanos, de ayudar a rescatarlos de su pobreza, tienen la oportunidad de hacer algo para evitar que sigan vistiendo andrajos y habitando pocilgas.

Tomen en cuenta, señores diputados, que los campesinos, al menos la mayoría de ellos, ni siquiera comen tres veces al día y que los obreros no sólo sufren la explotación de patrones inmorales, que no sólo padecen los perjuicios de los intermediarios, sino también el abandono del Estado cuando éste se mantiene indolente, como simple guardián de los egoísmos individuales, y cuando lejos de promover el bien de la colectividad a la que debe servir, la agobia con cargas impositivas que nadie puede eludir, puesto que sólo los anormales se designan a dejar de alimentar a su familia, o traer a sus hijos descalzos o desnudos.

Los diputados integrantes de la mayoría en la pasada Legislatura, tal vez pretendieron engañar a su propia conciencia, aprobando la reforma a la ley que hizo posible el ocultamiento del IVA incluyéndolo en el precio final de los productos; tal vez pensaron que con ello obtuvieron un éxito político al ocultar también la voracidad del Gobierno, aun cuando de hecho, ello le implica ya, un severo daño económico, pues no puede negarse que con el disfraz se provoca una mayor evasión fiscal en beneficio de comerciantes sin ética y en perjuicio de los consumidores.

Así entonces los diputados de todos los partidos de esta LIII Legislatura, en aras de la solidaridad, el deber y la justicia, para ir al reencuentro de nuestros representados, debemos legislar en favor de la racionalización fiscal.

Los demócratas animados por este espíritu y alentados por este noble propósito, presentamos esta iniciativa que recoge una de las grandes aspiraciones populares.

Esta, en efecto, es una demanda, un clamor del empobrecido pueblo mexicano. Prueba de lo anterior, nos la da el hecho de que más de medio millón de mexicanos, visitados por militantes de la benemérita Unión Nacional Sinarquista, resueltamente decidieron otorgar su firma en apoyo a nuestra iniciativa.

El testimonio de más de medio millón de mexicanos, será entregado a la Comisión de Hacienda y Crédito Público de esta Cámara de Diputados.

Por lo expuesto, subrayamos nuestra exigencia de que dicha comisión, en cumplimiento de la Ley Orgánica del Congreso de la Unión de los Estado Unidos Mexicanos, estudie, dictamine y pase a debate la siguiente

Iniciativa de decreto que reforma la Ley del Impuesto al Valor Agregado

Artículo primero. Se reforma el artículo primero de la Ley del Impuesto al Valor Agregado en su párrafo segundo, para quedar como sigue:

Artículo 1o. Están obligados al pago del Impuesto al Valor Agregado establecido en esta ley, las personas físicas y las morales que, en territorio nacional, realicen los actos o actividades siguientes:

I. Enajenar bienes;

II. Presten servicios independientes;

III. Otorguen el uso o goce temporal de bienes, y

IV. Importen bienes o servicios.

El impuesto se calculará aplicando a los valores que señala esta ley, la tasa del 10%, el Impuesto al Valor Agregado en ningún caso se considerará que forma parte de dichos valores.

Artículo segundo. Se derogan en consecuencia, las tasas del 15 y del 20% del Impuesto al Valor Agregado.

Artículo tercero. Se reforma el artículo 2o. en su párrafo tercero, para quedar como sigue:

Artículo 2o. El impuesto se calculará aplicando la tasa del 6% a los valores que señala esta ley, cuando los actos o actividades por los que se deba pagar el impuesto, se realicen por residentes en las franjas fronterizas de 20 kilómetros paralelas a la línea divisoria internacional del norte del país, y la colindante con Belice, Centroamérica, o en las zonas libres de Baja California Sur, y siempre que la entrega material de bienes o la prestación de servicios se lleva a cabo en las citadas franjas o zonas.

Tratándose de importación, se aplicará la tasa del 6% siempre que los bienes o servicios sean enajenados o utilizados en las mencionadas franjas o zonas.

Tratándose de la realización de los actos o actividades que a continuación se señalan, en dichas franjas fronterizas o zonas libres, el Impuesto al Valor Agregado se calculará aplicando el valor que señala esta ley, la tasa del 10%. Artículo cuarto. Se adiciona el artículo 2o. A la Ley del Impuesto al Valor Agregado para quedar como sigue:

Artículo 2o. A. El impuesto se calculará aplicando la tasa del 0% a los valores a que se refiere esta ley, cuando se realicen los actos o actividades siguientes:

I. La enajenación de:

a) Animales y vegetales que no estén industrializados

b) Los siguientes bienes:

1. ...........................................................................

Todos los incisos que siguen del 1 al 7 quedan igual.

..............................................................................

Artículo 8. En general los productos para la alimentación de personas, inclusive los enlatados y excluyendo a los señalados en el artículo 2o. C fracción I, inciso a).

c)............................................................................

d)............................................................................

e)............................................................................

f)............................................................................

g) Medicina de patente

h) Ropa y calzado, cuyo precio unitario no exceda del 30% del salario mínimo mensual, vigente en la zona de que se trate.

Artículo cuarto. Se deroga el artículo 2o. B de la Ley del Impuesto al Valor Agregado.

Artículo quinto. Se reforma al artículo 2o. C relativo al cálculo del 20% del IVA, para quedar como sigue:

Artículo 2o. C. El impuesto se calculará aplicando a los valores que señala esta ley, la tasa del 10% cuando se realicen los actos o actividades siguientes:

(Sigue igual el resto del texto de este artículo).

Transitorios

Único. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Sala se Sesiones de la H. Cámara de Diputados. México, D. F., diciembre 10 de 1985.

Atentamente.

"Democracia, Independencia y Revolución".

La fracción parlamentaria del Partido Demócrata Mexicano, diputados: Carlos Barrera Auld, profesor Jaime Haro Rodríguez, Roberto Calderón Tinoco, licenciado Antonio Monsivais Ramírez, licenciado José T. Cervantes A., Lorenzo Serrano Gutiérrez, Juan de Dios Colli Mas, Gustavo Ignacio Valenzuela S., licenciado Homero Díaz Mota, licenciado Magdaleno Yáñez Hernández, Leonardo Durán Juárez, Jesús Zamora Flores.»

Turnada a la Comisión de Hacienda y Crédito Público.