Crónica Parlamentaria, Cámara de Diputados

De reformas a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, para incrementar las pensiones de los jubilados, presentada por el diputado Jorge Tovar Montañez, del grupo parlamentario del PPS, el miercoles 30 de junio de 1993

Honorable Cámara de Diputados: Aborda el Partido Popular Socialista la tribuna por enésima ocasión para defender al importante grupo social de los jubilados y pensionados del país. Esta vez con una nueva incitativa de Ley, en particular para modificar la Ley del ISSSTE en el ramo de jubilados.

Hay inconformidad nacional por la forma como el Ejecutivo ha encarado el problema de las percepciones que reciben los trabajadores jubilados del país, los segundos suman varios cientos de miles. Inconformidad de ellos, de sus familias y de los propios trabajadores en activo que tienen frente a sí un futuro de penalidades al llegar el momento de retirarse, si continúan la política actual, los enfoques actuales respecto a los montos de las jubilaciones.

Existe la firme impresión entre los trabajadores mexicanos, el PPS y las fuerzas progresistas de que el Gobierno aplica criterios ajenos a nuestra realidad, a nuestra idiosincrasia; ajenos a la Revolución Mexicana; de egoísmo social; inhumanos y que está creando con esas medidas nuevos problemas en lugar de resolverlos.

Existe, sí desde hace una década el criterio, de patrones y Gobierno de reducir al máximo las jubilaciones con el argumento de que en los países capitalistas desarrollados, éstas son bajas y los trabajadores retirados viven bien y satisfacen sus necesidades varias. Y como siempre están buscando modelos en aquellos países, resulta fácil pretender aplicar esas recetas a nuestra realidad.

Sin embargo, lo anterior, que resulta ingenuo y cómodo e ignorante de la realidad, es lo menos, dentro de esa concepción gubernamental y patronal. Aquella ha ido cediendo sitio a la concepción neoliberal inhumana, que mira al trabajador como una pieza de repuesto de la producción económica. Como un ente susceptible de soportar despidos, bajos salarios, bajos montos en las pensiones, carestía, movilidad laboral y las condiciones que fijen y convengan a los patrones, para permitir al capitalista generar ganancias y ahorro que reproduzcan indefinidamente su capital bajo promesas nunca cumplidas, de crear más fuentes de trabajo y dar prosperidad a la nación y al pueblo.

Dentro de esa concepción, neoliberal, el jubilado es un ciudadano de desecho, con muy pocas necesidades, una carga social, una carga social, una carga económica que hay que evitar. Un grupo social inconveniente y molesto para el capital y para los gobiernos neoliberales. Esta concepción se ratifica día a día en América Latina, bajo los gobiernos neoliberales. México no es la excepción.

La solución que plantea el neoliberalismo y que esta aplicando en nuestro país representa en primer término una declarativa de falsa solidaridad con el trabajador jubilado y en seguida, la reducción por la vía legal de las jubilaciones para justificar una práctica. Nuevamente se aduce la necesidad de evitar mayor gasto público, evitar procesos inflacionarios, todos enfoques y medidas monetaristas. Hasta se llega a afirmar que las bajas pensiones y jubilaciones no afectan a la sociedad en su conjunto sino sólo al pequeño grupo de trabajadores retirados y a nadie más y - se agrega - que si los trabajadores en activo están realizando "un sacrificio por la patria", los jubilados deben hacerlo con más razón.

Evidentemente esa concepción acerca del hombre y del trabajador que pregonan patrones y parte del Gobierno es social y económicamente equivocada porque parte de un falso concepto humano, del trabajador y de la sociedad mexicana y mundial.

Es falso afirmar que si en los países altamente desarrollados los jubilados viven bien con poco, también pueden hacerlo los jubilados mexicanos: Baste recordar que en aquellos países los trabajadores han conquistado en el pasado un nivel de vida y seguridad social que les permitió hasta hace poco tiempo vivir con satisfacción durante su etapa activa, en cuanto a vivienda, vestido, cultura, salud, recreación. Y que al cuidarse ya tiene resueltas sus necesidades para el futuro. En cambio en México y en América Latina el trabajador vive toda su existencia en medio de enormes carencias, aspiraciones y necesidades, y al retirarse, con bajas jubilaciones, aquellas se agudizan con nuevas necesidades y requerimientos.

El trabajador mexicano vive en la pobreza y el jubilado aún más y esa situación se ha venido agudizando desde hace 12 años. En parte por esas políticas equivocadas y por el incumplimiento de la ley con toda oportunidad. Los cambios que se hicieron a la ley en diciembre del año pasado, en el caso del ISSSTE no han resuelto el problema y hoy es más agudo que antes.

Los diputados de la nación, debemos esforzarnos por comprender el fondo de la situación que guarda este respetable sector de la sociedad. Son hombres y mujeres mexicanos que en su situación de trabajadores retirados y algunos de edad considerable, de seguir cuidando de su salud, de su alimentación, de manera especial; que deben seguir pagando por los servicios domésticos y por la carestía de la vida; pero que desean seguirse cultivando, recreando, de hacer lo que la vida laboral les impidió, como es el deseo de conocer los rincones de su patria. Y muchos de ellos, la mayoría, son personas de gran experiencia laboral, de sabiduría y afán de servicio.

Todo ello debido en parte porque se venían prolongando y acrecentando los límites de vida y las condiciones de existencia de los mexicanos por el progreso que tuvo el país en sexenios anteriores a la gran crisis de los ochenta generadas por el capitalismo mundial y sus medidas draconianas como la impuesta por la deuda externa de manera unilateral.

El problema de fondo en el tratamiento de la situación de los jubilados en cuanto a sus percepciones y la atención que se le brinde a su problemática de manera integral está en la contradicción que existe entre la concepción neoliberal que ve al jubilado como una carga social y económica y por otra parte la concepción de la Revolución Mexicana, que asume como propia el Partido Popular Socialista de considerar a los jubilados como un grupo social con facultades, con capacidad para contribuir en la organización social y cultural de la nación, si sus ingresos le permiten vivir con tranquilidad merecida, sin zozobras.

Para el Partido Popular Socialista la manera justa, conveniente y necesaria de examinar el grupo de jubilados, es apreciarlo, como una inversión social, como un nuevo potencial social por sus cualidades de desinterés, generosidad y verdadera solidaridad de que son capaces los hombres y mujeres que pertenecen a este agrupamiento de mexicanos.

La piedra clave esta en la necesidad de cambiar el concepto de una carga inútil desde el punto de vista social, por el de la capacidad productiva y aportación social de que son capaces los jubilados y pensionados. De otra manera estamos desperdiciando el potencial de un grupo suigéneris que no hemos valorado todavía a cabalidad.

Habría que asomarnos a las experiencias de países que han avanzado mucho en este sentido y que no cuentan siquiera con los recursos de México. Es el caso de Cuba donde podríamos apreciar el papel tan importante en la organización y educación de las nuevas generaciones que juegan los jubilados de aquel país.

El que los diputados no realicemos este esfuerzo y no modifiquemos la ley para dar cauce a esta fuerza social resulta a todas luces inmoral y nos convierte en cómplices de los que tienen poco respeto en México por las grandes masas del pueblo trabajador, que con su pensamiento y acción nos proporcionan todo de lo que gozamos.

Cuáles son las perspectivas, las opciones que tenemos a este problema: o le damos a este sector social las posibilidades de que conserven y generen un nuevo tipo de potencial humano aún no utilizado, por sus cualidades de experiencia, cultura, laboriosidad, organización, que sea un aporte a la propia organización social mexicana o estaremos incidiendo en la generación y agudización de nuevos problemas de salud, de convivencia, problemas económicos y morales, dados los grandes núcleos de trabajadores retirados que tendrá el país dentro de pocos años. Estamos a tiempo pero debemos comenzar ya.

La medida fundamental es proporcionarles los medios económicos que les permitan vivir con tranquilidad.

Para ello los diputados debemos revertir las medidas negativas que se han tomado al respecto, comenzando con los trabajadores agrupados en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, al cual están afiliados un gran número de diputados y trabajadores de esta Cámara. Junto a ellos miles y miles de trabajadores al servicio de la federación y como ejemplo elocuente, los cientos de miles de trabajadores de la educación afiliados al ISSSTE.

Los cambios a la ley del ISSSTE realizados en diciembre de 1992, evidentemente no han aportado ninguna solución a esta problemática. La inconformidad de los trabajadores retirados va en aumento. Esos cambios fueron retrocesos en la seguridad social de los trabajadores al servicio del Estado. Y si la verdad se confirma en la práctica nadie puede asegurar que esos cambios que determinaron reducir los incrementos en las pensiones y jubilaciones de los trabajadores al servicio de la federación, hayan aportado soluciones sociales; sólo han agudizado las inconformidades y las contradicciones.

Por lo antes expuesto y con fundamento en los artículos 71 fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y del artículo 55 fracción II del Reglamento Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, en nombre de la fracción parlamentaria del Partido Popular Socialista, me permito presentar ante esta Honorable Asamblea el siguiente

PROYECTO DE DECRETO

Para modificar el artículo 57 párrafo tercero de la Ley del Instituto de Seguridad y servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, para quedar en los siguientes términos.

ÚNICO

Artículo 57. (Primer párrafo)...

(Segundo párrafo)...

"Las cuantías de las pensiones aumentarán al mismo tiempo y en la misma proporción en que aumenten los sueldos básicos de los trabajadores en activo".

(Cuarto párrafo)...

Dado en la sala de sesiones de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión a los treinta días del mes de junio de mil novecientos noventa y tres.

Por la fracción parlamentaria del Partido Popular Socialista. - Diputado Jorge Tovar Montañez.

Turnada a la Comisiones de Trabajo y Previsión Social y Seguridad Social.